Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
2.1. El cargo que se me imputa es por la presunta comisión de la falta prevista en el artículo 85
inciso d) de la Ley N° 30057 – Ley del Servicio Civil, que prescribe: “d) La negligencia en
el desempeño de las funciones”, específicamente la establecida en el literal b) del artículo
78° del Reglamento de Organización y Funciones – ROF de la Municipalidad de
Independencia, aprobado mediante Ordenanza Municipal N° 314-MDI, vigente a la fecha de
la comisión de la falta administrativa disciplinaria por incumplimiento de tramitar expedientes
y/o solicitudes, solicitadas en el plazo establecido en el artículo 141° del Texto Único
Ordenando.
DE LOS DESCARGOS:
“En lugar del acecho recíproco se coloca la confianza en la constancia del rol, y los contactos
anónimos pasan a ser posibles, con tal de que se conozca el rol del otro, y el rol mínimo de un
ciudadano decente, siempre se conoce en tiempos normales”1
___________________________________________
1 PÈREZ DAZA, Abraham, “El Derecho Penal ante la globalización”, Continuación de la primera parte, en
http://www.tepantlato.com.mx/biblioteca/tepantlato20/ el_derecho.htm).
Sin embargo, pese a que, por experiencia, todos sabemos que los demás pueden cometer errores,
podemos confiar en que su conducta será correcta. Dicho de otro modo, los deberes de precaución
de cada cual, se establecen teniendo en cuenta que los demás también observarán los suyos: la
diligencia propia presupone la de los demás. Por tales considerándoos, es que aparece el
Principio de Confianza, como un instituto capaz de valorar conductas, dentro de una Sociedad
Organizada, donde la distribución de roles es el criterio clave, para su normal y eficiente
funcionamiento y donde la cualidad de Responsabilidad en el cumplimiento de un
determinado rol es la misma frecuencia de las personas que se encuentran inmersas dentro
de una saciedad”2. Resumiendo, “el que obra sin tener en cuenta que otros pueden hacerlo en
forma descuidada no infringirá el deber de cuidado, de donde se concluye que si la tipicidad del delito
culposo depende de la infracción del cuidado debido, es claro que el que obra dentro de los límites
de la tolerancia socialmente admitidos no infringe el deber de cuidado y por lo tanto no obra
típicamente.” 3
Jakobs, luego de resaltar que la persona vive en sociedad a través de roles, afirma que la
imputación objetiva, concretamente el principio de confianza, no es sino la constatación de
quien es garante, no todo atañe a todos, pero al garante atañe lo que resulte de la quiebra
de su garantía; y esto rige tanto para la comisión como para la omisión. 5 Para el maestro el
principio de confianza “otorga libertad de acción a pesar del peligro de un desenlace
negativo, pues de este peligro ha de responder otra persona. El principio de confianza
posibilita la división del trabajo mediante un reparto de responsabilidades”. 6
___________________________________________
2 SALVADOR CORDERCH, Pablo, “Causalidad y responsabilidad”, en http://www.
indret.com/rcs_articulos/cas/causalidad.pdf).
3 DU PUIT, Joseph, “Resoluciones judiciales sobre imputación objetiva e imprudencia”, en
http://www.unifr.ch/derechopenal/anuario/03/Dupuit.pdf.
4 Günther Jakobs, Derecho Penal Parte General. Fundamentos y Teoría de la Imputación, Obra citada,
p. 254.
5 Yesid Reyes Alvarado, Imputación Objetiva, p. 211, Editorial Temis, Bogotá, Colombia, 1996.
6 Günther Jakobs, Estudios de Derecho Penal, Obra citada, p. 219.
7 Claus Roxin, Obra citada, Derecho Penal. Parte General, Tomo I, p. 1005.
El autor colombiano Yesid Reyes Alvarado igualmente refiere que el comentado filtro de
imputación objetiva opera en los ámbitos en el que resulta aplicable la regla de la división del
trabajo: “(…) dentro de cada empresa las labores individuales se deben desarrollar de
acuerdo con una asignación de funciones preestablecidas, cada persona es responsable
solamente por el correcto desempeño de las actividades que le han sido asignadas, y puede
por ende confiar en que sus demás compañeros cumplirán así mismo con las labores
inherentes a sus cargos; incluso las labores de vigilancia o supervisión de la forma como se
adelantan los trabajos suelen estar expresamente asignadas a determinadas personas,
puesto que una empresa no podrá funcionar si todos tuvieran que estar encargados de
vigilar las actividades de los demás (…)”9
Reyes señala como fundamento de la imputación objetiva, y por ende del principio de
confianza, al principio de la autorresponsabilidad, “de acuerdo con el cual cada individuo
debe responder por sus propias actuaciones y no por la de los demás”10
Feijoo Sánchez afirma que el principio de confianza constituye un principio general del
Derecho y tiene gran utilidad como criterio de imputación objetiva.12 Explica Feijoo que el
principio de confianza “parte de una visión de los otros como individuos auto responsables y
racionales con una motivación respetuosa con el Derecho” y “tiene especial relevancia” en la
“tipicidad de la conducta con relación al comportamiento de terceras personas” (es decir,
cuando se puede imputar a una persona lo que ha hecho otro).13
___________________________________________
8 Enrique Bacigalupo, Derecho Penal. Parte General, 2º edición, p. 276, Hammurabi, Buenos Aires,
Argentina, 1999.
9 Yesid Reyes Alvarado, Obra citada, p. 153.
10 Ibídem, p. 50.
11 Claudia López Díaz, Introducción a la Imputación Objetiva, p. 118, Universidad Externado de Colombia,
1996.
12 Bernardo José Feijoo Sánchez, Obra citada, p. 290.
13 Ídem.
El autor español Enrique Anarte Borrallo señala como fundamento del principio de confianza la
vigencia del principio de responsabilidad por los propios riesgos; igualmente, reconoce que su
aplicación afecta la tipicidad, pues “quien actúe amparado por el principio de confianza verá
excluida su responsabilidad penal”.14
El autor español Juan Ignacio Piña Rochefort expresa que, por el principio de confianza, “quien
se comporta adecuadamente no tiene que contar con que su conducta produzca un resultado
prohibido debido al comportamiento inadecuado de otro. En otros términos, quien se comporta
conforme a lo que de él se espera –rol– no puede ser imputado porque otros se sirvan de ese
comportamiento, aunque dicha utilización fuera previsible”15
El principio de confianza tiene como consecuencia práctica que la persona que actúa dentro del
ámbito del riesgo permitido, u organiza adecuadamente su ámbito de competencia, no tiene el
deber de considerar en su actuar que se le pueda imputar la supuesta conducta antijurídica de
un tercero que pertenece a la organización del Gobierno Local.16
Feijoo afirma claramente que los deberes de garante tienen límites, siendo uno de ellos el
principio de confianza. Recalca que el fundamento de la exclusión de tipicidad, en este caso, es
por el principio de autorresponsabilidad del que se desprende la regla “que nadie debe ser
hecho responsable de un hecho ajeno o de una decisión contraria a las normas de un
tercero”.17
En igual sentido Anarte Borrallo destaca como va aumentando el sector de la doctrina penal
que pone de relieve la necesidad de utilizar el principio de confianza “en ámbitos delimitados
por el principio de la división del trabajo, o si se prefiere, de trabajo en equipo”20
___________________________________________
14 Enrique Anarte Borrallo, Causalidad e Imputación Objetiva en Derecho Penal, p. 298, Universidad de
Huelva Publicaciones, España, 2002.
15 Juan Ignacio Piña Rochefort, Rol Social y Sistema de Imputación, pp. 379-380, J.M. Bosch Editor,
Barcelona, España, 2005.
16 Ibídem.
17 Ibídem, p. 295.
18 Bernardo José Feijoo Sánchez, Obra citada, p. 296.
19 Ibídem, p. 298.
20 Enrique Anarte Borrallo, Obra citada, pp. 299-300.
López Díaz destaca dentro de uno de los ámbitos de aplicación del principio de confianza al
trabajo en equipo, en toda actividad en la que sea indispensable una distribución del trabajo;
“no es posible que alguien pueda cumplir acertadamente su tarea si tiene el deber de controlar
y vigilar la conducta de los demás colaboradores. Él puede esperar que cada uno de ellos
cumplirá con la función asignada; en consecuencia, no infringe el riesgo permitido quien no
toma medidas de precaución especiales, para el caso que otro quebrante los deberes propios
de su status”21
El autor nacional Percy García Cavero destaca la importancia de trabajar con el principio de
confianza en el ámbito de las organizaciones; para que éstas funcionen es necesaria la
“confianza frente a la licitud de la conducta de terceros”.22
“En el caso de una división vertical del trabajo, en la que el reparto de roles es entre
superiores y subordinados, el principio de confianza permite asumir al superior que sus
instrucciones serán seguidas y al subordinado que son correctas; sin embargo, hay un deber
de control cuya intensidad varía de la relación ascendente a la descendente. A menor nivel de
preparación o información del subordinado el deber del superior aumenta y en caso de mayor
nivel del subordinado disminuye.”
La justicia penal peruana en la doctrina judicial que viene elaborando sobre la imputación
objetiva como un elemento del tipo penal, aplica como uno de los filtros (criterios) de imputación
objetiva, al principio de confianza para la exclusión de la tipicidad del hecho.
El principio de confianza “implica la permisión de confiar en que los demás actuarán en forma
correcta”. Tal justificación reside en la imposibilidad de la vida social sin esta regla.24 Una
ampliación excesiva de la responsabilidad penal en la administración pública pondría en peligro
su correcto funcionamiento, de allí que es indispensable la aplicación de herramientas, como el
principio de confianza, en los procedimientos administrativos que se realizan para prestar
adecuadamente servicios públicos a las personas.25
___________________________________________
21 Claudia López Díaz, Obra citada, pp. 120 y 121.
22 Percy García Cavero, Derecho Penal Económico, p. 424, ARA Editores, Perú, 2003.
23 Bernardo José Feijoo Sánchez, Obra citada, p. 304 y siguientes.
24 Manuel Gómez Tomillo, Obra citada, pp. 367-368.
25 Ibídem, p. 368.
APLICACIÓN PRÁCTICA Y ASPECTO A CONSIDERAR EN LA DEDUCCIÓN DE UNA
EXCEPCIÓN DE IMPROCEDENCIA DE ACCIÓN.
El solo hecho de tener la titularidad del pliego, no le impone vinculación con un hecho delictivo,
así lo ha establecido la Corte Suprema en la Casación 23-2016, Ica:
Ejemplo:
“La exigencia del deber de supervisión al titular de una institución, sin más fundamento
que por ser el titular de la misma, podría menoscabar el desempeño de las funciones de la
institución, pues dedicaría más tiempo a controlar al resto de funcionarios que a desempeñar
sus propias funciones. Esta postura haría ineficaz la división del trabajo, sobretodo en órganos
donde existen personas especializadas en dicha función. Y, si la atribución de responsabilidad
penal solo se basa, sin más fundamento, en que por ser la máxima autoridad de la institución,
debe responder por los actos de cualquiera de sus subordinados entonces estaríamos ante una
flagrante vulneración del principio de culpabilidad (…) precisamente contra esta posibilidad de
imputación de responsabilidad basada en el puro resultado, además del principio de
culpabilidad, opera el principio de confianza, que brinda legítimamente al funcionario de alto
nivel la posibilidad de confiar en quien se encuentra en un nivel jerárquico inferior, máxime
cuando este último posee una especialización funcional”.26
No es posible exigir a un gobernador regional la revisión del contenido de los informes técnicos,
sino, solo si estos existen o no:
___________________________________________
26 Fundamento 4.48.
27 Corte Suprema de Justicia, Casación 23-2016, Ica, de fecha 16 de mayo del 2017, fundamento 4.48.
28 Ídem.
“La actuación del presidente regional (…) se enmarca dentro del principio de confianza, pues la
normatividad que regula sus ámbitos de competencia no les impone el deber de garante de
poseer conocimientos técnicos y especializados que les obligue a la verificación de cada una de
las acciones de sus subordinados. Exigirles que desconfiaran de los informes técnicos que les
presentaron sus subordinados no es un deber que se encuentre dentro de sus funciones. Por el
contrario, el presidente regional solo cuenta con la obligación de verificar la existencia de
informes especializados que sustenten el pedido razonablemente, mas no determinar si el
contenido exacto de los mismo es correcto o no. Lo contrario implicaría exigir a dicho
funcionario el deber de cumplir con la función de especialistas técnicos y legales, haciendo
obsoleto e impracticable el proceso de división de trabajo”.29
2.8. Resulta importante señalar, que aún con estas carencias y limitantes que se han presentado
en el año 2018, particularmente por ser un año de elecciones, se realizaron acciones de
gestión con los pocos recursos que se contaba, es decir, aún con todos los esfuerzos
puestos por el personal y funcionarios se trató cumplir con la carga procedimental
adquirida de anteriores funcionarios no obteniendo un resultado positivo.
2.9. Por lo antes manifestado, reitero que es desproporcional e injusto pretender responsabilizar
a mi persona sin evaluar y analizar la división vertical de trabajo, en vista que la Gerencia de
desarrollo Económico Local de la Municipalidad de Independencia, contaba con un equipo
organizado por la institución edil. El suscrito realizó labores que permitieron poder mejorar
los niveles de recaudación, pero que en esa línea tiempo la realidad del distrito se vio
comprometidas por los diversos factores que he señalado anteriormente, máxime, se debe
tener en consideración que las labores de que se ejecutaron en base a las probabilidades
ofrecidas por la institución, no obedecen a las voluntades solo de mi persona. sino al trabajo
de todo un equipo, cada una con una función específica.
___________________________________________
29 Ídem.
III. CON RELACIÓN A LOS ASPECTOS DE OBSERVANCIA OBLIGATORIA POR SU PARTE
(PRINCIPIOS DE PROPORCIONALIDAD Y RAZONABILIDAD EN EL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO DISCIPLINARIO).-
3.1 El acápite 1.4 del artículo IV de la Ley Nº 27444 – Ley General del Procedimiento
Administrativo General, establece que: “Las decisiones de la autoridad administrativa,
cuando creen obligaciones o califiquen infracciones, [el subrayado es nuestro],
impongan sanciones, o establezcan restricciones a los administrados, deben adaptarse
dentro de los límites de la facultad atribuida y manteniendo la debida proporción entre
los medios a emplear y los fines públicos que deba tutelar, a fin de que respondan a lo
estrictamente necesario para la satisfacción de su cometido”.
3.3 Ahora bien, habiendo desarrollado previamente los criterios jurisprudenciales que se
exponen respecto al principio de proporcionalidad de la sanción a imponer, es
necesario adecuarlos al caso concreto que nos atañe, así tenemos que, en lo que
respecta a la conducta desplegada por mi persona, en la condición de Gerencia
de Servicios de Administración Tributaria, se advierte que no se ha infringido en
ningún momento mis funciones establecidas en el ROF, toda vez, que ha quedado
acreditado que ejercí y adopté las funciones que corresponden para la
recaudación.
3.4 Por otro lado, habiendo quedado acreditado que la imputación que se pretende
irrogar a mi persona no puede ni podría ser calificada como incumplimiento, ya
que mis funciones son ejercer toda acción necesaria para la adecuada
recaudación, tampoco podría imputarse la responsabilidad del cumplimiento de la
referida meta, por cuanto (habiendo efectuado mis funciones a cabalidad), el
pago por parte de los contribuyentes constituye un factor exógeno ajeno a mi
voluntad, máxime, si se tiene en consideración que mi persona sólo tuvo un
periodo menos a los dos meses en el ejercicio fiscal 2017.
IV. CONCLUSION:
Por otro lado, no se debe olvidar que, en el supuesto negado que su despacho insista en
determinar injustamente responsabilidad alguna, debe considerarse también, los requisitos
que en orden de prelación, deben concurrir para la graduación de la sanción a imponer; esto
es: a) La gravedad del daño al interés público y/o bien jurídico protegido; b) el perjuicio
económico causado; c) la repetición y/o continuidad en la comisión de la infracción; d) las
circunstancias de la comisión de la infracción; e) el beneficio ilegalmente obtenido; f) la
existencia o no de intencionalidad en la conducta del infractor.1; los cuales en el presente se
advierte que no concurren; máxime, si se tiene en consideración que la recaudación
efectuada por mi persona durante esos aproximadamente dos meses, fue superior a los
años anteriores, según los cuadros estadísticos que he desarrollado anteriormente.
V. MEDIOS PROBATORIOS.
30 Decreto Legislativo Nº 1272 que modifica el artículo 230º de la Ley Nº 27444 – Ley de Procedimiento
Administrativo General.
VI. ANEXOS.
POR TANTO:
_____________________________
Jonathan Enrique Seña Manguinury
DNI N° 80327783