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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE SOCIOLOGIA

TRABAJO ENCARGADO

ENSAYO:
LA VILLA DE PUNO Y LOS TIEMPOS REVUELTOS

CURSO: ANALISIS SOCIOLOGICO URBANO

 INTEGRANTES:

 ROSELLO YUCASI LUIS ALBERTO


 QUINCHO SARCCO ALCIDES
LA VILLA DE PUNO Y LOS TIEMPOS REVUELTOS

I. INTRODUCCION.

El tema que estamos tratando es la villa de puno en los tiempos revueltos, entre
los siglos XVI y XVII Y hasta mediados del siglo XVIII, en la región de puno. A la
llegada de los españoles muchos de los pueblos pequeños fueron reducidos y
sumidos a su antojo de ellos, por ende nace la pugna y enojo de los puneños
básicamente de pedro vilcapaza, Túpac catari entre otros, ellos todos instruidos
y colaborados por José Gabriel Condorcanqui.
¿Por qué es importante tratar sobre los tiempos revueltos en la villa de
puno?
Es importante tratar sobre este tema porque nos permite conocer y tener
conocimiento sobre el origen e independencia de nuestra región puneña.
La villa de puno desde sus tiempos revueltos es revolucionario en contra de los
abusos españoles, para esto aparece los grandes revolucionarios como los
antes mencionados, desde donde surge nuestra independencia, pero esto trajo
consigo algunas consecuencias tales como la extrema pobreza en algunos
caciques y corregidores por ende se opusieron a la revolución y dieron contra en
donde encontramos al corregidor Joaquín de Orellana nominado como uno de
los defensores de la villa de puno en el año de 1780.

El objetivo de estudiar este tema es arraigar con todos los compañeros y en


general toda la población puneña conocer sobre nuestra historia y en específico
la raíz de nuestra independencia y sus principales acontecimientos juntamente
con sus autores.
II. CUERPO

2.1 LA HISTORIA DE PUNO EN UNA COTUYUNTURA DE REVUELTOS

La historia de puno es un tema muy amplio y de ello tratan muchos autores, sin
embargo en este ensayo solo narraremos de una pequeña coyuntura especifica
que trata de las revoluciones de los puneños en contra de los abusos cometidos
por los españoles empezando por el virrey, los corregidores y caciques. El
cacique puneño era don Joaquín De Orellana.
Cuando Túpac Amaru cruzo el nudo de Vilcanota hacia el altiplano puneño, el 3
de diciembre de 1780 savia ya que su primo simón noguera había caído
prisionero, él era como un representante y mensajero para sublevar la provincia
de lampa. Con estos pensamientos Túpac Amaru acelero la marcha hacia
nuestra región puneña.
Al aproximarse Túpac Amaru, muchos corregidores tuvieron que huir, habiéndola
hecho Urbiola hacia Ayaviri, de modo que Túpac Amaru ordeno seguir hacia este
pueblo, llegando cuando el corregidor Urbiola ya había escapado.

2.2 LA DEFENSA DE ORELLANA DE LA CIUDAD DE PUNO FRENTE A LOS


HUESTES DE TUPAC AMARU II; 1780 – 1782.
Desde que Túpac Amaru se internó en el altiplano puneño, el corregidor de puno
Don Joaquín De Orellana, hizo un llamamiento general para la conformación de
un ejército, así pude juntar 130 fusileros, 390 lanzas de a pie; 140 de a caballo;
84 sables, y unos como 80 hombres armados únicamente a usanza del país, de
hondas y palos.
Una vez preparado las cocas que considero necesarias, incluyendo los curas y
sacerdotes, expuso su plan de salir al encuentro de los rebeldes que asolaban
el pueblo de lampa encontrándose con los otros corregidores.
Después de intercambiar pareceres los corregidores decidieron retirarse a
Arequipa, porque siendo imposible resistir, era forzoso rendirse y dar armas al
traidor. Los únicos que no estuvieron de acuerdo y decidieron que había que
defender a las poblaciones fueron el corregidor de puno, don Joaquín de
Orellana y ramón moya de Chucuito, quienes de inmediato salieron con dirección
a Calapuja.
Orellana dirigió a sus hombres hacia el norte pensando de tener a las huestes
de Túpac Amaru, pero se dio cuenta de que estos eran muy superiores a las que
disponía por lo que retrocedió a Juliaca, para impedir que se sublevaran los
indios de este pueblo. De aquí volvió a la villa de puno, no sin encarar, en el
trayecto, varias escaramuzas que le fueron favorables, entre ellas la llamada
“jornada de Mananchili” en que, prácticamente venció a las huestes de los
rebeldes Ingaricona y Sanca.

2.3 LOS ASALTOS A LA VILLA DE PUNO Y SU HEROICA DEFENSA

Don Joaquín de Orellana concentro sus fuerzas en esta villa, donde se habían
acogido algunas familias de españoles provenientes de los pueblos vecinos.
Ante los rumores de que se estaba soliviantando a la gente para atacar puno,
mando a abrir fosos y levantar trincheras; se hizo de municiones y pólvora. Dirigió
con gran empeño, la fundición de un cañón calibre 8 “mayor de los de 4 que
había trabajado de antemano…”. De acuerdo con ramón de moya y Villarreal,
corregidor de Chucuito, decidieron reunir en esta capital las milicias de ambas
provincias.
Las huestes rebeldes, dirigidas por diego Cristóbal Túpac Amaru, se calculaban
18. 000 hombres, fuera de otras partidas que operaban en Hatuncolla, vilque,
Totorani, y se sabía que estaba en el pueblo de Juliaca, dejando a su paso
desolación y sangre derramada por todas partes.
Orellana ordeno a los 200 hombres de caballería y que formaban cuatro
compañías, que marcharan en ademan de seguir hasta la cumbre, para que
recelando el ataque dejasen libres a los Mañasos, pero por no acogerse a lo
mandado se trabo un breve choque con los indios que aumentaban con facilidad,
de modo que hubo necesidad de socorrer a los auxiliares, pese a la escases de
tropas, enviándose una compañía de fusileros con el capitán Santiago vial, con
el fin único de apoyar la retirada de la caballería, quedando 30 indios muertos y
muchos heridos, y de los nuestros solo el cacique de Pomata, José Toribio
castilla, con una herida leve el igual que otro soldado de caballería.
Al anochecer dio aviso al cacique Bustinza que los rebeldes volvían al ataque en
el cerro del azogue, y viendo que era difícil defenderlo, se le ordeno replegarse.
Los tenientes fusileros de las milicias de puno, Martin Zea y Evaristo franco,
acometieron con bravura yn rechazaron a los rebeldes que habían tomado el
puente y para poderlo mantener contra los atacantes que se renovaban fue
preciso apoyarlos con otro destacamento al mando del capitán Santiago vial, con
los que se logró alejarlos.
Este ataque a la villa de puno que acometieron los rebeldes comandados por
Ramón Ponce, teniente general de los ejércitos de Túpac Amaru, y los coroneles
pedro Vargas, y Andrés Ingaricona que servían bajo las ordenes de aquel
mestizo, duro desde las 10 am hasta las 6 de la tarde.
En la noche los atacantes abandonaron el cerco de la villa. El cirujano de la villa
le ordeno reposo al corregidor Orellana, quien en vista de esta decisión, escribió
al comandante de muy pocos pudieron la paz, para que lo remplazara con otra
persona que pudiera, con más eficacia, dirigir la defensa de la villa, pero el
mensajero no pudo llegar a la paz, porque la provincia de Chucuito ya estaba
sublevada.
Como a medida que pasaba el tiempo iban llegando más y más rebeldes de lado
de Pomata, vial tuvo que ordenar el retroceso hacia el pueblo de Ilave donde
permanecieron hasta el día 28 de marzo, para luego retroceder hasta acora,
donde tuvieron la grata noticia de saber que Orellana llegaba en auxilio de ellos,
y quien les aconsejo que debían replegarse a la villa de puno. Sin embargo,
envalentonados por tener cerca a Orellana que ya retornaba a puno, quisieron
enfrentar a los rebeldes que les venían siguiendo, cayendo en una emboscada
de la cual muy pocos pudieron escapar.

2.4 NUEVOS ASALTOS A LA VILLA DE PUNO

El corregidor Orellana ya mucho más orevenido y con mayor experiencia, cuando


nuevamente, el 9 de abril de 1781, los indios, se dejaron ver en las cumbres de
los cerros que circundan puno, él ya había mandado construir un pequeño
castillo en lo alto, del cerro Huacsapata, donde hizo instalar una culebrina, un
pedrero y una dotación de fusileros. Además había hecho fabricar tres cañones
más.
Orellana expresa en su informe: “desde el castillo de Guacsapata y de la plaza
se les hizo también bastante juego con la artillería varias descargas de la bala
raza con el mayor acierto…
A mediados de abril de 1781, Orellana recién se enteró de la prisión de Túpac
Amaru, sin embargo la rebelión continuaba, en su apogeo en el altiplano
collavino.
El 7 de mayo nuevamente se hicieron presentes las tropas Túpac amaristas en
las alturas la que fue villa de la concepción y San Carlos de puno, con grande
ostentación y estrepito.
Mantuvieron el día 8 en las eminencias que ocupaban y hacia las dos de la tarde
empezaron a descubrirse los que venían de Chucuito… que llegaron a acampar
bien cerca de la villa sobre el camino real. Allí estuvieron hasta el día posterior
(9 de mayo) en que de concierto con Túpac Amaru, y la misma ahora…
embistieron por todos lados. El ataque fue impetuoso, y tan osado que parecía
increíble a cualquiera que no haya presenciado.
El castillo de huacsapata estaba a cargo del teniente de artillería don Antonio
Urbina y tenía instalados dos pedreros y una culebrina y abundante metralla, el
Castillo de Santiago estaba comandado por el capitán Martin terroba y tenía
instalada una culebrina y abundante metralla, el castillo de santa bárbara estaba
al mando del alférez Martin Javier de Esquiros.( pineda, 144- 1996)
Los rebeldes peleaban animados con la presencia de sus generales y llenos de
todo orgullo se arrojan con bravura y ferocidad.
Se ha conservado en puno la tradición que afirma que justo, al anochecer del 12
de mayo, sintiéndose perdidos los defensores de la villa de puno, como una
súplica postrera a la virgen de la candelaria, que se veneraba en la iglesia de los
indios de san juan, decidieron sacarla en procesión, con acompañamiento de
velas y cirios encendidos y entonando canciones religiosas dedicados a la
mamacha candelaria. Como los atacantes ya tenían noticias de la aproximación
del inspector de la valle, viendo en que se hallaban situados, un largo desfile de
creyentes que sospecharon fueran ya las huestes adelantadas del inspector del
valle que marchaban entonando canciones militares al compás de bombos y
música de zampoña decidieron hacer una honrosa y silenciosa retirada. Desde
entonces se acrecentó la devoción a la virgen de la candelaria, disminuyendo el
culto a la advocación de la purísima concepción que anteriormente fue la
preferida.
El inspector de la valle que había salido del cusco con 3 000 soldados regulares
más de 14 000 indios auxiliares, ingreso a la villa de puno el día 24 de mayo, con
un ejército completamente deshecho por los constantes ataques que había
sufrido en el trayecto.
No pudiendo permanecer el ejercito de la valle, este le ofreció a Orellana dejarle
a algunos hombres de refuerzo y retornar al cusco, lo que no fue aceptado por
Orellana, de modo que el día 27, toda la población de la villa emprendió la
marcha hacia el cusco acompañando a los restos de la tropa de del valle que se
encontraba, debiendo hacer con lentitud teniendo en consideración a los niños y
a las mujeres.
La caravana de puneños avanzo penosamente hacia la capital imperial, siendo
acosados con cierta frecuencia por los rebeldes, entrando al cusco el 5 de julio
de 1781.
Vale la pena transcribir algunos párrafos de la relación del general Joaquín de
Orellana a su retorno a puno, en el mes de marzo de 1782, para tener una idea
de cómo quedo la villa de puno desde la rebelión de Túpac Amaru.

“ luego que llegue a la villa de puno que encontré enteramente arruinada por los
indios rebeldes, que la incendiaron al año próximo pasado, me aplique con la
actividad posible a reparar sus principales oficinas públicas, como la casa de
recogimiento de mujeres, la cárcel y otra casa de suficiente capacidad para que
sirviese de cuartel a los provincianos que se hallaban en servicio actual del rey
y bajo de mi mando, seguí el trabajo de reparar igualmente el cuadro que forma
su plaza principal para restituirla por lo menos en parte el antiguo aspecto que
tenia de una población regular, retirando de la vista de los que la vieron antes de
su total ruina las impresiones funestas que ocasionan las señas de una villa,
cuya defensa había costado muchos riesgos a sus fieles hijos y defensores.
Al mismo tiempo me contraje a precisar a los indios la doctrina, la confesión, etc.
Príncipe también a formar un patroncillo para calcular el número de indios que
pudiesen haber perecido hasta aquel entonces para arreglar la cobranza de
tributos.
Deseoso de procurar el más pronto restablecimiento de la villa de puno eh
adbitrado obligar a los indios del pueblo de Mojo y de Conima se contraigan a
sacar madera para el reedificio de dicha villa de la isla de Soto, manifestándoles
la facilidad de pagar sus tributos atrasados con una especie tan útil al público, y
que resulta por consiguiente en propio provecho de ellos y recaudación de este
ramo.
Don Joaquín de Orellana, por sus grandes acciones en defensa de la provincia
de Paucarcolla y en especial, de la villa de puno, recibió de parte del virrey de
buenos aires, el grado de teniente coronel.
Pacificando el altiplano Collavino, la relativa tranquilidad solo duro
aproximadamente tres lustros, debido a que nuevamente se fue incubando el
odio a los españoles, por parte de os indios, ya que se habían vuelto a propagar
los abusos que con ellos se cometían, a lo que hay que agregar el descontento
de los mestizos y muchos criollos que veían que los privilegios, tanto para las
actividades comerciales como para la adjudicación de cargos, se otorgaban de
preferencia a los españoles.

2.5 CONSECUENCIAS DE LAS REVUELTAS

Trajo como consecuencia, el empobrecimiento de los mineros, quienes


comenzaron a volcar sus esfuerzos, con mayor interés, en las actividades
comerciales, agrícolas y ganaderas y, aquellos que no poseían capitales para
las actividades comerciales ni tierras para las agrícolas y ganaderas, dieron inicio
a la usurpación de las tierras de los indios, y una serie de otros abusos,
provocando el descontento que más tarde generaría el gran apoyo que se dio a
la rebelión de Túpac Amaru la cual, que, con el apoyo de los indios altiplánicos
alcanzo su apogeo en toda la zona que circunda el gran lago sagrado titiqaqa,
logrando por sus magnitud y efectos una repercusión continental.
El año de 1804 fue nombrado como gobernador intendente de puno Dr.
Clemente Frisancho. Al año siguiente, en 1805, como premio a la heroica
defensa de la villa de Puno ante los ataques de las huestes de Diego Túpac
Amaru, el rey Carlos IV de España, la elevo a rango de ciudad y, al mismo tiempo
le concedió su escudo de armas, que es el que hoy ostenta en el municipio de
Puno.
Durante la rebelión de Túpac Amaru, la flamante ciudad de puno, así como
muchos otros pueblos del altiplano, sufrieron las crueldades de esta rebelión
llamada de pumacahua, en que, ya no solo intervinieron en favor de la rebelión,
los indios y algunos mestizos, sino indios, mestizos y algunos criollos y
españoles

III. REFLEXIONES FINALES

Al finalizar la rebelión de Túpac Amaru II, y a propuesta del virrey Juan José de
Vértiz y Salcedo y del superintendente Francisco de Paula Sanz del 31 de
diciembre de 1783, el rey creó la intendencia de Puno, segregando de la de La
Paz los partidos (o subdelegaciones) de: Chucuito, Lampa, Azángaro, Carabaya,
y Paucarcolla. Con este último se formó la capital de la intendencia con sede en
la villa San Carlos de Puno, que fue elevada a ciudad el 14 de octubre de 1805.
La razón principal por la cual se creó la intendencia de Puno fue que la
Intendencia de La Paz abarcaba un territorio muy extenso.
La fecha de creación de la intendencia de Puno es discutida por diversos autores,
prevaleciendo la opinión de que fue creada el 5 de junio de 1784.2 El 14 de junio
de 1784 mediante una real orden le fue comunicado al virrey Vértiz la
designación de José Reseguín como primer gobernador intendente de Puno.3
Los partidos de Lampa, Azángaro y Carabaya estaban en el distrito de la Real
Audiencia de Charcas y del obispado de La Paz, mientras que los de Chucuito y
Paucarcolla lo estaban de la misma Audiencia y del obispado del Cuzco.
Partido de Paucarcolla (Guancané o Puno Capital), con cabecera en el pueblo
de Guancané, fue recreado en 1793 para los indígenas de la villa de Puno.
La población indígena de la región apoyó la rebelión de Túpac Amaru y la de
Túpac Catari, y exigió poner fin a los abusos cometidos por las malas
autoridades.
En el siglo XX los campesinos puneños se levantaron nuevamente, esta vez con
Teodomiro Gutiérrez Cuevas Rumi Maqui como líder, lucharon contra aquellos
que pretendían arrebatarles sus tierras. La tradición campesina se ha mantenido
en el departamento cuyas principales actividades continúan siendo la agricultura
y la ganadería con miras al mercado regional del sur andino.
Julián Apaza Nina, más conocido como Túpac Catari, Túpaj Katari, o
simplemente Katari (Ayo Ayo, provincia de Sica Sica, Virreinato del Perú, 1750
– La Paz, 15 de noviembre de 1781) fue un indígena aimara, hijo natural de un
campanero que murió como mitayo en las minas de Potosí. Luego de quedar
huérfano en su adolescencia comenzó a servir como sirviente de cura,
convirtiéndose en campanero gracias a su tío Manuel, curaca de una comunidad
vecina a Ayo-Ayo, llegando a ser campanero oficial de la iglesia del poblado.
Luego trabajó dos años como peón en la mina de San Cristóbal, de Oruro, al
principio como barretero y luego acarreando trozos de mineral impuro para que
lo escogieran. Allí conoció el sufrimiento de sus paisanos y comenzó a
propagandizar la necesidad de rebelarse.
Después fue a trabajar a Sica Sica como panadero. Allí conoció y se enamoró
de la chola Bartolina Sisa, casándose con ella. Más tarde fue comerciante
trajinante minorista hasta La Paz, estudiando la forma de pensar de los
indígenas, mestizos y cholos, viendo especialmente su descontento creciente
ante la explotación colonial. (Fisher, 122- 2000)
Julián Apaza alias Túpac Catari, como caudillo rebelde de las tropas de la etnia
aimara, se alió parcialmente e hizo frente a la supremacía quechua. Su autoridad
se hacía explícita en su nombre (Amaru: serpiente en quechua; catari: serpiente
en aimara). Su rebelión tuvo características muy particulares y diferencias
notables con la de Túpac Amaru II.
A pesar de encontrar cierta resistencia, la facción quechua tuvo desde el principio
control sobre la facción aimara, liderada por Túpac Catari. Diego Cristóbal Túpac
Amaru se había disgustado frente a las pretensiones de éste de actuar como
virrey de Túpac Amaru II, aunque finalmente fue aceptado como gobernador,
particularmente por sus conocimientos del territorio, sus contactos personales y
su ascendiente sobre la masa indígena.
Túpac Catari utilizó convenientemente a sus parientes, para que lo ayudaran y
ocuparan los puestos directivos. De igual forma utilizó el sistema de colaboración
mutua entre parientes, y los vínculos creados por el compadrazgo. El líder utilizó
su experiencia como trajinante de coca y bayetas, para organizar junto a sus
parientes un comercio clandestino de coca y vino, cuyas ganancias fueron
empleadas para financiar el movimiento rebelde y abastecer las tropas del Alto
Perú. Sus conexiones familiares sirvieron tanto para reclutar tropas como para
organizar el apoyo económico del movimiento, de igual manera que lo hizo Túpac
Amaru II con sus parientes arrieros.
Una diferencia importante derivada de las diferentes posiciones sociales de
ambos líderes, fue que si Túpac Amaru II ejerció un control vertical sobre su
movimiento a través de su política de cambiar caciques y alcaldes indígenas en
las provincias que llegó a controlar; Túpac Catari no pudo imponer verticalmente
su autoridad, dejando que los caciques fueran propuestos por las comunidades
indígenas. Tal diferencia se debería a que Túpac Amaru II era parcialmente
reconocido como integrante de la nobleza indígena, y tenía la posibilidad de pedir
apoyo económico y político a los caciques vecinos, mientras que Túpac Catari
carecía de ese privilegio, necesitando recurrir a las comunidades locales para
garantizar el control de la rebelión aimara. Ello también explicaría la violenta
reacción de Túpac Catari frente a los privilegios y la colaboración con los
españoles de algunos caciques, llegando a ejecutar a alguno de ellos.
IV. FUENTES DE INFORMACION

 Ignacio Frisancho Pineda ( De aldea a ciudad trayectoria histórica de


puno)
 John Fisher. El Perú borbónico -1824. Lima: IEP, 2000.
 Tamayo herrera jose: historia socila e indigenismo en el altiplano edición
33-lima 1965
 Frisancho pineda, Samuel : historia del periodismo puneño_ “los andes –
puno – enero- 1965

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