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MONISMO NEUTRAL
¿Por qué hay conciencia en un mundo que parece ser completamente físico? Esa
puede ser una forma de plantear el problema duro de la conciencia (hard problem). Este
problema surge al sostener que la conciencia o experiencia posee un carácter que parece no
depender o deducirse de la realidad física y, por ello, no parece posible ser explicada desde
la ciencia contemporánea que se enmarca desde un paradigma fisicalista es decir, desde la
tesis de que toda realidad natural o es física o depende de lo físico.
El MDA es una teoría que por diversos autores (Atmanspacher, 2012; Nagel, 1996;
Skrbina, 2009, 2014; Strawson, 2006; Stubenberg, 2016; Velmans, 2008) es reconocida por
sus antecedentes en la metafísica de Spinoza, la cual sostiene que en la realidad o
naturaleza existe un único orden de cosas (una única sustancia), pero que ese orden se
expresa en dos atributos de una única y misma cosa1. Así, para Spinoza, el clásico problema
mente-cuerpo heredado de Descartes, respecto de cómo es posible la interacción entre dos
cosas de naturaleza distinta, habría sido resuelto afirmando una tesis de identidad, es decir,
sosteniendo que la mente y el cuerpo son una y misma cosa, ya comprendida desde un
atributo, ya desde el otro. Contemporáneamente el MDA puede ser caracterizado como la
tesis que sostiene que aquello que entendemos como físico y aquello que entendemos como
mental (particularmente la conciencia o experiencia) son dos aspectos de una única realidad
fundamental, que es tanto mental como física. En este sentido el MDA asume la tesis de
1
La tesis central de Spinoza en este sentido es que la distinción real no es numérica y que la distinción
numérica no es real. La distinción real es cualitativa, no cuantitativa.
identidad entre lo mental y lo físico (ya sostenida por Spinoza), pues la realidad
fundamental que es tanto mental como física es lo mismo, aunque ella se exprese a partir de
aspectos diversos. Si bien la solución del MDA a dicho problema se basa en una tesis de
identidad, ello no implica, como en el caso de algunos argumentos fisicalistas2, que lo
mental dependa o sea necesitado en algún sentido por lo físico. Para el MDA tanto lo
mental como lo físico, por ser aspectos de una misma realidad fundamental, se encontrarían
a un mismo nivel fundamental en la naturaleza. Así, la respuesta del MDA al hard problem
resulta ser la disolución del mismo, pues dicho problema solamente surge en la medida que
se cree que lo mental (particularmente la conciencia) y lo físico refieren a realidades
diversas. Bajo esta tesis de identidad ya no cabría preguntarse por cómo es posible que
exista conciencia en un mundo fundamentalmente físico, pues sería análogo a preguntarse a
cómo es posible que exista algo en vez que nada3.
La presente exposición no es propiamente una defensa del MDA, sino que busca, a
partir de la definición ya entregada de esta teoría, distinguirla de otras dos tesis con las
cuales tradicionalmente suele ser confundida: el Dualismo de Propiedades (DP) y el
Monismo Neutral (MN). Así, gracias a esta distinción, el trabajo buscará mostrar que el
MDA es una teoría con un carácter sui generis a la cual, por ello mismo, no se le podría
atribuir los problemas y objeciones que tradicionalmente son apuntados al DP y al MN.
Si bien los principios que identifican al MDA son sostenidos por diversos autores al
momento de enfrentar el hard problem (T. Nagel, D, Chalmers, M. Velmans, G. Strawson,
D. Skrbina, por nombrar algunos), pocos de ellos clasifican su teoría explícitamente como
una forma de MDA. Este punto, sumado al hecho de que todos los autores que sostienen un
MDA se podrían clasificar como no reduccionistas de lo mental e incluso como
antifisicalistas (en el sentido general de fisicalismo ya expuesto al comienzo de este texto) y
agregando a ello que las principales teorías en boga que sostienen tesis no reduccionistas y
antifisicalistas parecen caer bajo la categoría de DP o de MN, ha resultado que el MDA se
ha visto como una tesis clasificable dentro de la una o la otra.
2
Tradicionalmente se reconoce al MDA como una tesis no fisicalista y no reduccionista de lo mental.
3
Si bien este puede ser también un problema filosófico (y así lo ha sido para algunas escuelas), escapa a lo
que se ha entendido tradicionalmente como problema mente-cuerpo y también a lo que contemporáneamente
se entiende por hard problem.
Así, no resulta extraño observar que las tesis de Strawson al respecto han sido
clasificadas como una defensa del DP (Macpherson, 2006), aunque él explícitamente ha
sostenido lo contrario (Strawson, 2006); como tampoco resulta sorprendente que en The
Stanford Encyclopedia of Philosophy no exista una entrada para el MDA y que sólo haya
sido relegado a un breve apartado dentro de la entrada para el MN (Stubenberg, 2016,
Winter Edition). Creo que lamentablemente esta confusión ha logrado invisibilizar el
potencial explicativo del MDA frente al problema que busca enfrentar y, por ello, creo
imporante realizar este ejercicio de distinguirlo de las otras dos teorías ya mencionadas.
El MDA no es un DP
Así, si los aspectos se definen como perspectivas a partir de las cuales se capta una
realidad pero, al mismo tiempo, dichos aspectos son posibles porque la realidad captada
tiene ya esos puntos de vista que ver, entonces cabe la pregunta respecto de si es posible
equiparar los aspectos a propiedades y, por lo tanto, identificar el MDA con el DP. Mi
posición es que no son lo mismo y, por ello, el MDA no sepuede identificar con el DP. El
propio Skrbina (2014) también resume esta cuestión:
El MDA no es un MN
4
El argumento zombi busca establecer esa posibilidad, en ese sentido, si dicho argumento se utiliza dentro de
un marco monista de sustancias, sería típicamente un argumento a favor del dualismo de propiedades.
5
Hay quienes también sitúan sus antecedentes en la filosofía de Spinoza, cosa que no comparto, pues pienso
que quienes afirma esa idea no están distinguiendo el MN del MDA, cuestión que creo necesaria. Si bien este
debate puede ser de interesante desarrollo, no es relevante para esta investigación, por lo que dejaré el punto
simplemente ahí.
El Monismo Neutral es la teoría que sostiene que las cosas comúnmente
consideradas como mentales y las cosas comúnmente consideradas como físicas no
difieren con respecto a cualquier propiedad intrínseca poseída por lo uno o por lo
otro, sino que difieren sólo en lo que respecta a orden y contexto.
[...] Toda la dualidad entre mente y materia, según esta teoría, es un error; sólo hay
un tipo de materia de la que el mundo está hecho, y esta materia se llama mental en
un contexto, física en el otro. (Russell, 1914, págs. 161 - 162)
Ya James (1912) había propuesto una tesis similar a la russelliana, al sostener que el
elemento básico y fundamental que constituye toda la realidad es lo que él denominó
"experiencia pura". Este constituyente fundamental de todo aquello que se llama "realidad",
es en sí mismo neutral respecto de lo que llamamos físico o mental. Lo mental y lo físico
son, de acuerdo a James, el modo en que esta experiencia pura se despliega de acuerdo al
contexto en el cual se presente.
Mi tesis es que si empezamos con la suposición de que sólo hay una materia
primitiva o material en el mundo, una materia de la que todo está compuesto, y si
llamamos a eso «experiencia pura», entonces el conocimiento puede ser fácilmente
explicado como una clase particular de relación entre sí, en donde en la relación
pueden entrar partes de experiencia pura. La relación misma es una parte de la
experiencia pura; uno de sus «términos» se convierte en el sujeto o portador del
conocimiento, el conocedor, el otro se convierte en el objeto conocido. (James,
1912, p.4)
De acuerdo a esto último, del mismo modo en que posteriormente afirmará Russell,
la idea de "contexto" es fundamental para entender la dualidad de la experiencia, que si
bien es una y la misma, puede "tomarse" como mental en un contexto o como cosa u objeto
en otro contexto. El problema mente-cuerpo, entonces, de acuerdo al MN originario, se
resolvería entendiendo que la dualidad mente-cuerpo no llega a un nivel ontológico
fundamental. La realidad, el mundo es uno solo, pero se realizaría como subjetivo u
objetivo, como mental o como cosa, dependiendo del contexto en el cual la experiencia se
tome6.
El MN, así como quizás ocurre con buena parte de las teorías filosóficas, posee
diversas variantes, las cuales sin embargo no dejan de lado un cierto núcleo de principios
que las permiten agrupar bajo una misma categoría. Los antecedentes expuestos sobre esta
teoría dan cuenta de ello, es decir, tanto de la posible diversidad de expresiones de la teoría,
como de sus nociones que poseen en común. Respecto de esto último es destacable la
síntesis expuesta por Banks sobre las tesis nucleares de este modelo teórico, el cual también
retoma las ideas ya expuestas de los monistas neutrales como James y Russell:
6
Me resulta interesante el paralelo que es posible realizar entre esta reflexión jamesiana y las ideas ya
presentes en el propio Spinoza. En efecto, para Spinoza un solo y mismo modo, puede ser entendido tanto
subjetivamente como objetivamente. Si se entiende subjetivamente, entonces decimos que es una idea y, por
ende, una realidad mental; pero si se entiende objetivamente, entonces decimos que es una cosa. Esta misma
distinción estaría expresada en las nociones de "esencia objetiva" y "esencia formal", con las cuales Spinoza
opera en la Ética.
constituyen la naturaleza no son ni mentales ni físicos; dicho carácter de los elementos le
entregaría a la teoría, además, su estatus de monismo. Los elemementos, al relacionarse,
constituyen lo que llamammos "mental" o "físico". Puesto que lo mental y lo físco surge de
dichas relaciones entre los elementos, los primeros pueden ser reducidos a los segundos en
términos funcionales. Así, además, existiría una identidad psicofísica (ya expuesta con
claridad en las ideas de James presentadas), en donde elementos que se constituyen como
mentales son también físicos. Es decir, existiría una identidad numérica entre los elementos
mentales y físcos, aunque funcionalmente pueden distinguirse uno de otro.
Ahora bien, este rechazo por parte del MDA al carácter neutral del dominio básico
de la realidad posee una justificación muy clara: si se acepta la neutralidad del dominio
básico, entonces se debe reconocer que lo mental emerge en la naturaleza de una manera
radical. Pero aceptar esta emergencia radical significaría reconocer que la naturaleza
funciona por medio de saltos y que las leyes naturales fundamentales no implican ni
explican a una realidad como la mental. Pero ello sería rechazar el monismo que caracteriza
al MDA, un monismo que sostiene que a nivel fundamental de la naturaleza, ella ya es tanto
física como mental.
En otras palabras, el punto que separa al MDA del MN es que la primera no acepta
la emergencia radical (o "fuerte", en términos de Chalmers, 2006)) que sí es requerida por
el MN para dar cuenta del surgimiento de lo mental (y de lo físico) en la naturaleza.
En otras palabras, puesto que el MN sostiene una tesis que niega que a nivel
fundamental la realidad también sea mental, es decir, que afirma que los elementos
fundamentales de la naturaleza son no-mentales, entonces para poder explicar el
surgimiento de lo mental (y particularmente de la experiencia o conciencia) en el mundo,
requeriría de una explicación emergentista radical. Pero dicha necesidad de una explicación
emergentista radical implicaría aceptar que la naturaleza funciona a saltos, que en ella hay
vacíos y que las leyes fundamentales no pueden dar cuenta por sí mismas del surgimiento
de la conciencia en la naturaleza. Todo lo anterior no es aceptado por el MDA, y dicho
rechazo implica para el MDA aceptar que lo mental debe colocarse a nivel fundamental
dentro de la naturaleza.
Conclusión
Son muy pocos los autores que se han dedicado explícitamente a comprender y
justificar el MDA, aunque no son pocos quienes de una u otra forma suponen u operan con
los principios de esta teoría. Comprender el MDA requiere poder distinguirlo de otras
teorías (como el DP o el MN) con las cuales tradicionalmente ha sido erróneamente
vinculado o identificado.
Realizar esta distinción permite evitar en una primera instancia las críticas que más
bien van apuntadas a esas otras teorías con las cuales se confunde. Además, resulta ser un
paso importante para comprender su real alcance como explicación de lo que
tradicionalmente ha sido denominado el problema mente-cuerpo y que, en la actualidad ha
tomado la forma del hard problem.
Referencias
Chalmers, D. (2006). Strong and weak emergence. Obtenido de Sitio Web de David
Chalmers: http://consc.net/papers/emergence.pdf
James, W. (1912). Essays in Radical Empiricism. New York, London, Calcutta: Longmans,
Green & Co.
Nagel, T. (1996). Una visión de ningún lugar. México, D. F.: Fondo de Cultura Económica.
Orilia, F., & Swoyer, C. (Invierno de 2016). Properties. (E. Zalta, Ed.) Obtenido de sitio
Web The Stanford Encyclopedia of Philosophy:
https://plato.stanford.edu/archives/win2016/entries/properties/
Robertson, T., & Atkins, P. (Verano de 2016). Essential vs. Accidental Properties. (E.
Zalta, Ed.) Obtenido de The Stanford Encyclopedia of Philosophy:
https://plato.stanford.edu/archives/sum2016/entries/essential-accidental/
Stubenberg, L. (2016, Winter Edition). Neutral Monism. (E. Zalta, Ed.) Obtenido de The
Stanford Encyclopedia of Philosophy:
https://plato.stanford.edu/archives/win2016/entries/neutral-monism/