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INTRODUCCION
Son varios los trabajos científicos que tratan sobre la función cardiaca durante la adaptación a la altura
[1,2]. A continuación se exponen conceptos generales y fundamentales además de nuestros puntos de
vista. Es decir, como vemos la función cardiaca, en nuestra practica diaria, a 3570 m sobre el nivel del
mar, al tratar a pacientes que vienen a la altura o radican en ella.
Al auscultar los ruidos cardiacos en la altura, por ejemplo, el médico especialista se percatará que son
diferentes a los escuchados a nivel del mar. Como ejemplo musical, los ruidos cardiacos en el foco
pulmonar a nivel del mar tienen la siguiente tonalidad "ton-tan". En contraste, en la altura, la auscultación
en el mismo foco tiene la tonalidad "ton-tín" y son normofonéticos. El tono agudo "tín" se debe a que
existe un aumento de la presión arterial pulmonar (PAP) que cambia el tono de cierre de la válvula
pulmonar. Por otra parte, la hipertrofia ventricular derecha en la altura, observada por radiografía o
electrocardiografía, es un fenómeno de adaptación normal, debido a una hipertensión pulmonar sostenida.
Las enfermedades cardiacas en la altura son las mismas que a nivel del mar, agravadas por la hipoxia
crónica.
Las modificaciones cardiacas en el sujeto sano en la altitud, han sido tratadas anteriormente En este
trabajo se le da al tema un enfoque complementario tratando no solo las alteraciones en el sujeto sano,
sino también en el paciente cardiaco.
En el estudio de la adaptación cardiaca a la altura tiene que considerarse también, sí el sujeto esta en
reposo o en ejercicio.
EN REPOSO
Luego de la exposición aguda a la altura, algunos sujetos mantienen una frecuencia cardiaca similar a la
del nivel del mar hasta los 6000m. Sin embargo otros presentan un incremento de la frecuencia cardiaca
[3], lo que quiere decir que hay otros factores de carácter individual.
EN EJERCICIO
La frecuencia cardiaca máxima es menor con la mayor altura. En la cima del Everest (altura extrema) por
ejemplo, es de 135 latidos por minuto [4]. La explicación más probable es que la FC sigue al máximo
consumo de oxigeno que también está disminuido en la altura y aún existe controversia entre los autores
[5].
EL DEBITO CARDIACO
Decíamos que el corazón, como bomba hemodinámica, tiene 2 mecanismos para mejorar su rendimiento:
la frecuencia cardiaca y el volumen sistólico; que juntos constituyen el débito cardiaco. No sorprende, por
lo tanto, que frente a una baja de la presión inspirada de oxigeno, como es la altura, aumente el débito
cardiaco, hasta que otros mecanismos se encarguen de compensar dicha deficiencia. Algunos autores han
observado que el débito cardiaco está incrementado al llegar a la altura y que este valor llegaría a un valor
máximo, 5 días después. Sin embargo, a los 12 días el débito cardiaco retornaría a los niveles normales
del nivel del mar [6]. Se atribuye este retorno a valores normales, al incremento de la hemoglobina. En
alturas extremas, se ha observado que la frecuencia cardiaca aumentó y el volumen sistólico disminuyó
para un dado nivel de trabajo [7,8].
Pugh confirmó posteriormente que el débito cardiaco en los sujetos aclimatados a la altura, no era
diferente al de los valores normales de nivel del mar. En los sujetos bien aclimatados, la relación entre el
débito cardiaco y capacidad de trabajo no es diferente de la de los sujetos del nivel del mar.
LA ELECTROCARDIOGRAFIA
El eje eléctrico QRS en la altura tiene un desvío hacia la derecha. (fig. 2.). Además, Estudios llevados a
cabo hasta los 7000 metros muestran un desvío del eje eléctrico QRS hacia la derecha, que no es
modificado al respirar oxigeno [9]. Las ondas T se pueden invertir desde V1 hasta V5, sin que afecte
seriamente el desempeño del montañista. Claramente, se observa una hipertrofia cardiaca derecha debida
a la hipertensión arterial pulmonar (ver abajo), con desvío de la zona de transición hacia la izquierda (V-4
ó V-5). Los tiempos de duración de los diferentes segmentos e intervalos del electrocardiograma a 3570
m.[11] no son diferentes de los del nivel del mar (fig.3).
En nuestra experiencia, el sujeto aclimatado a la altura, presenta un electrocardiograma con desvío del eje
eléctrico a la derecha [10], y con cierta frecuencia una elevación del nivel S-T en derivaciones V-3, V-4,
que no tienen significación patológica y confirman los estudios de otros autores.
Fig.2. Desviación del eje eléctrico del QRS en 155 soldados de altura [11] con respecto a normales de
nivel del mar.
Fig. 3. Tiempos de duración de los diferentes segmentos e intervalos del electrocardiograma a 3570 m. en
155 soldados [11]. QTc = QT corregido.
La resistencia arteriolar pulmonar en los sujetos adaptados a la altura es solo parcialmente reversible a la
administración de oxigeno [8], hecho atribuido a un remodelamiento estructural de las arteriolas como fue
demostrado en varios animales [14]. Estudios ecocardiográficos han demostrado que a pesar de la
hipoxemia severa, el volumen sistólico disminuido y la hipertensión pulmonar, la función cardiaca
inotrópica contráctil se mantiene [15].
Por otra parte, en las células miocárdicas de la aurícula derecha existen unas granulaciones intra-
citoplásmicas que contienen péptidos auriculares natriuréticos conocidos en ingles como Atrial Natriuretic
Peptides (ANP). Parece ser que esta substancia reduce la contractura de la musculatura arteriolar del
pulmón, y además tiene un efecto diurético [16]. Por lo tanto reduciría el grado de hipertensión arterial
pulmonar. Sin embargo, en los pacientes con enfermedades cardio-vasculares crónicas e hipertensión
arterial pulmonar, la liberación del ANP y su efecto están atenuados. Es necesario estudiar el ANP en
pacientes pulmonares en la altura.
Existen limites para la tolerancia de la vida en la altura, donde el tiempo de permanencia juega un rol
fundamental. Un grupo de soldados Indues, que patrullaron a 6000 m en el lado Oeste de los Himalayas,
desarrolló insuficiencia cardiaca congestiva después de aproximadamente 11 semanas. La ecocardiografía
de 21 soldados, 3 días después de su retorno al nivel del mar, demostró que todos tenían hipertensión
arterial pulmonar y dilatación ventricular derecha, y los calificaron como pacientes con enfermedad de
montaña sub-aguda [17], previamente descrita por los colegas chinos, y de particular presentación en
niños [18]. Se encuentra similitud de ambos cuadros con la Enfermedad de Brisket que sufren las vacas.
Todos presentaban cardiomegalia; algunos derrame pleural, otros derrame pericárdico, regurgitación
tricuspidea, regurgitación pulmonar, varios hipertensión arterial sistémica y pocos presiones elevadas de
llenado ventricular izquierdo. Esta diversidad de trastornos confirma que existen diferentes respuestas
individuales frente a la hipoxia y demuestran que existen en los sistemas orgánicos, debilidad y
susceptibilidad individual.
Muchas deficiencias funcionales u orgánicas que pasan desapercibidas a nivel del mar, se hacen evidentes
en la altura. Por ello, pensamos, que la altura es un test de eficiencia cardio-pulmonar [19]. En el caso de
los soldados Indios, lo notable es que después de 3 a 4 meses al nivel del mar, todas las anormalidades, se
revirtieron. Una demostración mas de la capacidad de adaptación. Las alteraciones que presentaron, en
nuestra opinión, son una muestra de que en condiciones experimentales, no siempre se siguen las normas
de adaptación paulatina y progresiva y hay deficiencia en los recursos de vivienda, nutrición y trabajo.
POLIGLOBULIA
El mal de montaña agudo que se presenta en diferentes grados, se debe a múltiples causales transitorias en
los sistemas respiratorio, cardio-circulatorio, nervioso y renal, en nuestro criterio. Por eso no ha habido
éxito en descubrir una prueba única que determine quien va a sufrir de MMA.
RECOMENDACIONES PARA EL ASCENSO CON PATOLOGIAS CARDIACAS
1) Insuficiencias coronarias
La preparación física es esencial. Debe haber un buen entrenamiento con caminatas y trotes (jogging),
previo al ascenso. La ergometría es una prueba útil a nivel del mar, para ascender. Se puede
complementar con un test en cámara hipobárica o hipóxica, o bien un test a la respuesta hipóxica
ventilatoria. En líneas generales, si hay buena tolerancia al ejercicio = puede ir.
Si se produce un infarto de miocardio en la montaña (muy raro), es muy probable que dicho infarto se
hubiera producido, de todas maneras, a nivel del mar, por lesiones coronarias pre-existentes. Por otra
parte, Marticorena propone que la exposición al ejercicio en la altura acelera la rehabilitación de las
arterias coronarias incluso en pacientes post-pypass coronario [21].
En 1934 Leonard Hill dijo "la degeneración del corazón y otros órganos debido a la baja presión del
oxígeno en los tejidos, es el principal peligro que los montañistas del Everest deben enfrentar"[22]. Los
estudios actuales demuestran que esto no es verdad, que el corazón no queda dilatado después del
ascenso. Simplemente se adapta a la altura (hipertrofia del ventrículo derecho) incluso con ciertas
patologías cardiacas y luego vuelve a su estado normal al retorno a nivel del mar. Por ello, el deporte del
montañismo, no es nocivo, cuando se toman las precauciones de un ascenso gradual, en buen estado de
salud y con conocimientos de las alteraciones que se pueden presentar en un ambiente de hipoxia crónica.
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