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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICERRECTORADO ACADÉMICO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

ESCUELA DE DERECHO

LA RELACIÓN DE LA CAUSALIDAD

Integrantes:
Anniuska Alvarez. CI: 26.732.456
Sebastian Martinez. CI: 24.926.365

Erlis Moyetones. CI: 27.492.219

Maryorish Almao. CI: 26.820.529


Roxana Saavedra. CI; 27.034.908
Materia: Civil Obligaciones

Sección: T623
Introducción

Forma parte de la mente humana el buscar relaciones entre acciones y sus consecuencias
como modo de entender el mundo y adaptarse al mismo. En epidemiología, la causalidad se
define como el estudio de la relación etiológica entre una exposición, por ejemplo la toma
de un medicamento y la aparición de un efecto secundario.

Para el derecho civil la causalidad como relación entre acción y daño, que hace responsable
al supuesto negligente de todos los daños de que su acción u omisión hayan sido causa, si
bien en una correcta interpretación de dicho precepto legal, no podrán imputarse a dicho
sujeto cualquier eventual conducta dañosa que derive de su conducta, sino que es necesario
establecer un concepto jurídico de causalidad; en este sentido la doctrina civil ha
establecido unos criterios de imputación objetiva, entre los que podrían mencionarse los
siguientes: criterio del riesgo general de la vida, que niega la imputación de aquellos
eventos dañosos ligados a la existencia natural del perjudicado, u otros criterios tales como
el de la prohibición de regreso, criterio del incremento del riesgo o de la adecuación.
Relación de causalidad

La relación de causalidad ha sido tradicionalmente referida y entendida como uno de los


elementos o partes esenciales de la responsabilidad civil.

La relación de causalidad es un requisito que se deriva del artículo 1902 del Código Civil.
El artículo 1902 establece "el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo
culpa o negligencia está obligado a reparar el daño causado" la expresión "causa daño", es
la relación necesaria que debe existir entre la acción u omisión y el daño como resultado.

En otras palabras, el nexo causal es una relación causa-efecto que permite establecer los
hechos susceptibles de ser considerados determinantes del daño y cuál de ello es el que
ocasionó el perjuicio tangible. Esta relación de causalidad es imprescindible para reclamar
los daños causados al autor o responsable.

Razón de ser del problema de la causalidad

Problema de causalidad:

Desde el punto de vista teórico como el práctico, la relación de causalidad es sin duda el
presupuesto más problemático y, quizá, menos tratado del derecho de la responsabilidad
civil, difícil, compleja, tormentosa, insoluble, angustiosa, uniforme, enigmática y ambigua
son algunas de las características o adjetivos calificativos con que comúnmente, se señalan
las casualidades atribuidas a la causalidad.

Cuando un acontecimiento sucede tras otro, la mayoría de la gente piensa que una conexión
entre ambos acontecimientos hace que el segundo suceda al primero. Humé desafió a esta
creencia en su primer libro. Tratado de la naturaleza humana y más tarde, en su
Investigación sobre el entendimiento humano. Se dio cuenta de que aunque percibimos que
un elemento suceda al otro, no percibimos ninguna condición necesaria y suficiente entre
los dos. Y, de acuerdo con su epistemología escéptica, sólo podemos confiar en el
conocimiento que adquirimos a través de nuestras percepciones.

Humé declaró que nuestra idea de causalidad consiste en poco más que la esperanza de que
ciertos acontecimientos se den tras otros que los preceden. “No tenemos otra noción de
causa y efecto, excepto que ciertos objetos siempre han coincidido, y que en sus apariciones
pasadas se han mostrado inseparables. No podemos penetrar en la razón de la conjunción.
Sólo observamos la cosa en sí misma, y siempre se da que la constante conjunción de los
objetos adquiere la unión en la imaginación”. En realidad no podemos decir que un
acontecimiento causó al otro. Todo lo que sabemos es con seguridad que un acontecimiento
está correlacionado con el otro. Para describir esto, acuñó el término conjunción constante.
Que consiste en que cuando vemos cómo un acontecimiento siempre causa otro lo que en
realidad estamos viendo es que un acontecimiento ha estado siempre en conjunción
constante con el otro. En consecuencia, no tenemos ninguna razón para creer que el primero
causó al segundo, o que continuarán apareciendo siempre en conjunción constante en el
futuro. La razón por la que presentamos este comportamiento no es que la causa-efecto sea
el comportamiento de la naturaleza, sino los hábitos de la psicología humana,

Esta concepción le quita toda la fuerza a la causación, y otros huméanos posteriores, como
Bertrand Russel han desechado la misma noción de causación aduciendo que es un tipo de
superstición. Pero esto desafía al sentido común, creando el problema de la causación, ¿Qué
justifica nuestra confianza en la existencia de una conexión causal y de qué clase de
conexión podemos saber?; un problema para el que no se ha encontrado solución. Humé
sostuvo que tanto nosotros como otros animales tenemos una tendencia instintiva a creer en
la causación debido al desarrollo de hábitos de nuestro sistema nervioso, una creencia que
no podemos eliminar, pero que no podemos probar mediante ningún argumento, deductivo
o inductivo.

Desde el punto de vista teórico como el práctico, la relación de causalidad es sin duda el
presupuesto más problemático y, quizá, menos tratado del derecho de la responsabilidad
civil, difícil, compleja, tormentosa, insoluble, angustiosa, uniforme, enigmática y ambigua
son algunas de las características o adjetivos calificativos con que comúnmente, se señalan
las casualidades atribuidas a la causalidad.

Intentos de solución que confunden el nexo causal con la culpa

En nuestra Legislación Venezolana desde el Artículo 1.185 hasta el Artículo 1.196, nos
relata y conceptúa los “Hechos Ilícitos”, desde la Responsabilidad por Negligencia o
Imprudencia y el exceso de la buena fe (Artículo 1.185), también las excepciones en caso
de Defensa Propia (Artículo 1.188) “El que causa un daño a otro para preservarse a sí
mismo o para proteger a un tercero de un daño inminente y mucho más grave, no está
obligado a reparación sino en la medida en que el Juez lo estime equitativo”.

También forma parte fundamental la Figura Paternal cuando de Responsabilidad hablamos,


a tal punto que se consagra en el Artículo 1.190 que dice “El padre, la madre, y a falta de
éstos, el tutor, son responsables del daño ocasionado por el hecho ilícito de los menores que
habiten con ellos. Entendiendo así lo más vital de la sección “Hechos Ilícitos”, debemos
definir cómo concepto que significa el Nexo Causal o Causalidad.

Nexo de causalidad

Es sabido que para que exista la responsabilidad se requieren tres elementos absolutamente
indispensables y necesarios: el daño, el hecho generador del mismo y un nexo de
causalidad que permita imputar el daño a la conducta (acción u omisión) del agente
generador.

Se entiende como el enlace entre un hecho culposo con el daño causado. En los casos de
responsabilidad objetiva, el vínculo existe entre el la conducta y el daño. El vínculo causal
es indispensable ya que la conducta del demandado debe ser la causa directa, necesaria y
determinante del daño.

Criterios que pretenden explicar el concepto nexo causal:

1. Teoría de la equivalencia de condiciones: Esta teoría supone que la ocurrencia de un


fenómeno o consecuencia está precedido de varias causas, las cuales tienen el mismo valor
en la producción del daño. Por tanto, cuando se tiene un daño, para saber cuál fue la causa
verdadera que la produjo, se eliminan mentalmente cada una de las causas posible, y
cuando se suprime mentalmente un hecho que hace que el daño no se produzca, se llega a la
causa verdadera. Esta teoría permite que se configure una concurrencia de causas, ello es,
que un mismo daño pueda haberse configurado por múltiples razones, caso en el cual cada
uno de los autores del hecho responderá solidariamente.

2. Teoría de la causa próxima: Según esta sólo la causa más próxima es la verdadera
generadora del daño, por tanto esta teoría no permite la existencia de concurrencia de
causas.

3. Teoría de la causalidad adecuada: Según esta, es necesario primero identificar todas


las causas sine qua non de la producción del daño y una vez ello se realice, debe hacerse un
juicio de probabilidad en abstracto, teniendo en cuenta reglas de la experiencia, para
establecer si es normal que la conducta realizada pueda producir el daño ocasionado.

4. Teoría de la imputación objetiva: Esta advierte que la causalidad no es un problema


jurídico sino de hecho. Esta teoría parte de la condición sine qua non, por lo que en una fase
inicial se debe hacer una operación similar a la de la teoría de la equivalencia de
condiciones. Una vez realizado lo anterior, se debe mirar una serie de criterios que llevan a
que no se impute la conducta a la persona como lo son los siguientes: a) Criterio de
adecuación: Se hace un juicio de valor ex ante en donde solo se imputará el daño a aquella
persona cuya conducta resulta muy probable como causa del daño; b) El riesgo general de
vida: En toda sociedad hay unos riesgos permitidos inherentes a la existencia de la sociedad
y al momento histórico; c) Prohibición de regreso: según este criterio a una persona no le es
imputable el daño, cuando con su conducta concurren causas anormales o extravagantes
que llevan a la generación de éste; entre otras.

En la jurisprudencia no ha existido un criterio uniforme frente al problema de la causalidad


cuando el daño proviene de distintas causas, y la Corte Suprema de Justicia ha aplicado
varias de las teorías anteriormente expuestas, especialmente la de equivalencia de
condiciones y la causalidad adecuada. Sin embargo, en fallos recientes ha preferido la
teoría de la causalidad adecuada.

Efectos
1. Cuando se está frente a un caso donde no existe la presunción de culpa
(culpa probada) en necesario que el demandante pruebe el hecho, la
conducta culposa o dolosa y el nexo de causalidad entre la dicha conducta
causalidad y el daño.
2. Cuando se está frente a un caso donde se presuma la culpa (culpa presunta),
quien pretende la reparación sólo debe probar la existencia del hecho, el
daño y el nexo de causalidad entre ellos.
3. Cuando la víctima ha contribuido con su culpa a la producción del daño, la
indemnización a cargo del demandado se reduce proporcionalmente
(concurrencia de culpas)

Entendiendo así, una definición de esta, debemos enfatizar y profundizar sobre sus criterios
emanados por estos importantes legisladores. Entendiendo así qué es la Causalidad,
debemos también definir que es la Culpa.

Un Jurista define la culpa como “la violación de una obligación preexistente. Según él, las
obligaciones preexistentes se componen de cuatro principios:

 Toda persona debe abstenerse de toda violencia contra personas y cosas; de no


hacer e intencional.
 Toda persona debe abstenerse de todo fraude, es decir, de todo acto destinado a
dañar a otra; de no hacer e intencional.
 Toda persona debe abstenerse de toda actividad para la cual no tenga la habilidad,
pericia o competencia necesarias; de no hacer realizadas con imprudencia o
negligencia.
 Toda persona debe ejercer la debida vigilancia sobre las personas o cosas que estén
bajo su guarda. Obligación de hacer, violadas con imprudencia o negligencia.

La noción de culpa es la misma, el problema es la extensión de la carga de la prueba en


materia contractual. Para ello será necesario distinguir entre obligaciones de medio y
obligaciones de resultado:

1. Obligaciones de resultado:

Son aquellas en las cuales el deudor se compromete a una obligación precisa, estrictamente
determinada.

2. Obligaciones de medio:

Son aquellas en las cuales el deudor no se compromete a un resultado determinado, sino a


cumplir cierto esfuerzo, a tomar ciertas medidas en el desarrollo de la actividad.

Por otra parte, en cuanto a las obligaciones de dar y de no hacer, siempre se tratará de una
obligación de resultado, el problema radica en las obligaciones de hacer, donde surgen
dudas en la distinción, pues existe una subcategoría de obligación de medio llamada
obligación de garantía o de seguridad.

Por ejemplo al comprometerse a transportar una persona, la obligación inicial es de


resultado, es decir llevarla a Puerto La Cruz, sin embargo debe hacerlo sana y salva; allí
está implícita una obligación de medios, pero ¿Cuál es el límite? ¿Hasta dónde llega esa
obligación?

Importancia de la distinción entre obligaciones de medio y de resultado respecto de la


concepción unitaria de la culpa.

Si se trata de una obligación de resultado de tipo contractual, corresponde aplicar el artículo


1.271 C.C y por lo tanto ante el incumplimiento se presume la culpa del deudor quien sólo
puede excusarse probando que se debió una causa extraña no imputable a él. Si en otras
medidas, se trata de una obligación de medios de tipo contractual, el aplicable es el artículo
1.270, el cual ampara al deudor con una presunción a su favor y por lo tanto la carga de la
prueba de la culpa en la inejecución corresponde al acreedor.

Clases de culpa.

1. Culpa por comisión y culpa por omisión.

Según consista en una actividad e hacer o de no hacer por parte del deudor.

 Comisión = positiva = Imprudencia. En este caso el deudor realiza una conducta


que no debía desplegar. Por ejemplo conducir a exceso de velocidad por una zona
escolar.
 Omisión = negativa = Negligencia. Por ejemplo una persona se percata que un ciego
camina hacia un precipicio y no le advierte del peligro. Ocurre cuando el deudor no
desarrolla un actividad a la cual estaba obligado o lo hace pero de modo
insuficiente. Nótese que la obligación en estos casos es de hacer y el deudor no la
cumple.
2. Culpa contractual y extracontractual.

Sistemas de apreciación de la culpa.

A.- En Concreto; Para determinar la culpa debe compararse la conducta desplegada para el
sujeto en un momento dado y que se desea calificar con la conducta habitual que
normalmente desarrolla ese mismo sujeto en su vida diaria. Si la conducta desplegada en un
momento determinado es inferior a la que generalmente desarrolla el mismo sujeto ha
incurrido en culpa.

B.- En Abstracto; Según este sistema, para determinar si existe culpa en la abstracción de
una persona, debe compararse la conducta desarrollada por ella en un momento con la
conducta que hubiera desarrollado una persona abstracta, ideal, dotada de determinadas
cualidades o defectos y colocadas en las mismas circunstancias externas de la persona, cuya
conducta se quiere calificar. Si la conducta del sujeto de derecho es inferior al del ente
abstracto, aquel había incurrido en culpa. Ente abstracto: “pater familiae” “buen padre de
familia” 1270 código civil.

En materia civil no presenta mayor inconveniente pues lo que importa es la existencia de la


culpa sin interesar el grado, lo cual no sucede en materia penal, donde es fundamental para
imponer una pena.

La imputabilidad.

Es un elemento esencial para la existencia de la culpa y no para la existencia de la


responsabilidad civil. Sin imputabilidad no hay culpa.

En materia contractual en menor y el demente o entredicho son inimputables pues no tienen


capacidad para contratar.

En materia extra-contractual si pueden resultar imputables si se comprueba que tuvieron


discernimiento para realizar e acto y causar el daño.

Entendiendo así conceptos simples de lo que significa Culpa, y definiendo con sus criterios
el nexo de la causalidad, debemos entender que son figuras que deben ser explicadas para
poder entender el tema a que el trabajo quiere llegar, y que es menester entender que una
cosa es el enlace entre un hecho culposo con el daño causado (Nexo causal) y la Culpa que
objetivamente es una figura importante en la Responsabilidad Civil.

Criterios de la relación de causalidad

I. Teoría de la equivalencia de condiciones

Todo daño es producto de una serie de causas y circunstancias de diversa índole que
forman una cadena de hechos.

Dentro de esa cadena es necesario escoger sólo aquellos hechos culposos determinantes en
la ocurrencia del daño. Basta que aparezca un solo hecho culposo para que el agente sea
responsable de los daños causados, sin tomar en cuenta los hechos no culposos.

Se fundamenta en el hecho de que la víctima no tiene posibilidad de reclamar la


indemnización cuando su causa no ha sido un hecho culposo. En tal sentido quien sufre un
daño fortuito deberá soportarlo a menos que éste sea consecuencia de un hecho culposo.

Crítica. A pesar de existir un hecho determinante de tipo culposo, éste por sí solo no
hubiera sido suficiente para causar el daño sin la concurrencia de otros hechos no culposos.
II. Teoría de la causa más adecuada

Atiende a aquel de los hechos de la cadena que jurídicamente es apto para causar los daños.
Es decir cual hecho es objetivamente adecuado para producir el daño. Si extraemos uno por
uno los hechos culposos, el hecho generador será aquel que al desaparecer no producirá el
daño.

Conclusión

Sostenemos, en definitiva, que la "relación de causalidad" no debe entenderse como algo


mas que la "imputabilidad objetiva" (conexión material entre el hecho y el daño), y que esta
ella contenida o comprendida en el elemento "culpabilidad", el cual constituye la
revaloración que el jurista efectúa de la causalidad para fijar la responsabilidad jurídica y su
extensión. No puede hablarse de culpabilidad civil con independencia de esa imputación,
puesto que la existencia de aquella implica necesariamente la de esta. En virtud de ello, "la
relación de causalidad" -según la formulación de las teorías que se califican de clásicas- no
constituye un presupuesto distinto de la responsabilidad civil; aclarándose que esta idea no
implica en modo alguno desconocer el vinculo material entre el hecho y el daño: que si es
presupuesto, pero esta contenido en otro presupuesto. El estudio de la culpabilidad importa
una valoración de ese nexo causal. Desde un punto de vista estático o abstracto es valido el
juicio de reproche de una conducta con independencia de si ella produjo o no daño; pero, en
tanto centremos la cuestión en el juego dinámico del acto complejo ilícito civil, no habrá
culpabilidad engendradora de responsabilidad si no hay daño, por en de, nexo causal.

Siendo entonces que en nuestro Código Civil hay un elemento jurídico (la culpabilidad) que
revalora el nexo causal, al punto de hacerlo o no relevante para producir efectos en órbita
jurídica, las teorías de la relación de causalidad pasan a adquirir un grado tal de relatividad
que resultan, cuando no aplicables, superponiéndose a elementos existentes.

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