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Democracia, constitución y su influencia en la sociedad

“La democracia es un gobierno directo del pueblo. Que se basaba en defender un sistema en
que todos los ciudadanos, libres e iguales, pudieran llegar a manifestar su voluntad para
lograr obtener un acuerdo común, un contrato social.”1 (Tomas, NT). En tal sentido la
política, vista desde la democracia, es el arte de gobernar un estado, un territorio o una
nación siguiendo la voluntad del pueblo; teniendo a Dios y la religión como parte intima,
personal y cultural de cada individuo más no como razón última en la toma de decisiones
sociales, además, es relativa al ordenamiento de los asuntos ciudadanos.

Es la forma ideológica de un representante. La participación en la democracia es vital; un


sistema de gobierno por el pueblo y para el pueblo sin tener preferencias o ser
influenciados. En ella el ciudadano delega el poder en sus representantes, para que velen
por brindar garantías a su población. El servidor público y los representantes políticos del
país tienen la responsabilidad de servir a la sociedad, poniendo como prioridad los intereses
públicos dejando de lado los intereses personales sin prejuicios morales ni religiosos.

(Colombia, 1991) Colombia ha experimentado cambios estructurales, políticos,


democráticos y sociales a lo largo de su historia, a partir de la adopción de la constitución
de 1991 y que se dio por medio de una asamblea nacional constituyente y cuando el país
atravesaba una profunda crisis política y de convivencia con grupos armados al margen de
la ley y del narcotráfico, se adoptó la nueva constitución reemplazando la que venía
rigiendo en todo el territorio nacional desde 1886. La constitución que fue reemplazada, el
poder era altamente influenciado por el poder religioso y en especial por la iglesia Católica.
En sentido contrario, la nueva constitución define al estado colombiano como Laico, donde
el poder y las decisiones residen fundamentalmente en el pueblo, donde se respetan la
libertad de expresión, de libre pensamiento, de organización y donde se respetan los
derechos de las minorías y población más vulnerable. A pesar de que se le han realizado
modificaciones a la constitución de 1991, el país si avanzó en el sentido de lograr una

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Universidad Santo Tomas
sociedad y un gobierno más plural donde prima los intereses colectivos y donde se permite
el disfrute de la libertad y de los derechos humanos fundamentales que como personas
libres tenemos.

En contexto, nada debería ser más importante que la palabra de Dios, ya que ninguna ley
escrita por los seres humanos puede superar una ley divina. Y sería tremendamente
injustificable encontrar a alguien que evoque el estado laico, pero visto de esta forma este
concepto es una forma de justificar decisiones que van en contra de la voluntad de Dios.
Pero surge la pregunta, ¿Cómo es posible que tantos países desarrollados y de primer
mundo poblados por millones de personas con múltiples creencias defienden este concepto?
La respuesta es simple y sencilla, pues las personas que viven en determinado país no creen
en el mismo Dios o sencillamente creen de diferentes maneras, debido a la diversidad
cultural y de pensamientos y al entorno de creencias ritos y costumbres. En tal sentido
nadie es portador de una verdad absoluta ya que todas las personas tienen los mismos
derechos y oportunidades y somos iguales ante Dios y ante ley. Esto además queda
plasmado en la declaración universal de los derechos humanos. A simple vista se puede
pensar que un estado laico es aquel que surge para proteger los derechos de las personas
que no creen en Dios, pero esto no es cierto, ya que un estado laico es un pacto entre
personas religiosas para poder convivir armónicamente los unos con los otros y esto va más
allá de las diferencias, puesto que las leyes son elaboradas por personas, mortales y con
argumentos que se puedan discutir y razonar en vez de citar autoridades o textos religiosos
obligantes, obedeciendo y aceptando principios que son razonables para cualquier persona
y que garantizan la protección de los derechos de todos sin tener en cuenta o preferencia
por creencias o pensamientos.

Colombia adopta el concepto de estado laico en 1991 mediante la aprobación de una nueva
constitución en una asamblea nacional constituyente y que reemplazó a la constitución que
venía rigiendo en el país desde 1886 y la cual era de carácter religioso, donde la iglesia
ejercía poder y dominio sobre todo el territorio y en todos los factores tanto políticos,
económicos y sociales. La Constitución política de 1991 en Colombia determina las
relaciones que se desarrollan entre estado, sociedad e instituciones y determina la forma de
gobernabilidad en el país donde se define éste como un Estado Social de Derecho donde la
libertad individual y social adquieren un valor fundamental para la sana convivencia en
todo el territorio. Especialmente la libertad de conciencia ya que es un derecho fundamental
y un principio básico de nuestra autonomía y del derecho que tenemos como seres humanos
a decidir. La conciencia es un espacio sagrado donde cada individuo dialoga, razona y
reflexiona consigo mismo y es desde donde se evalúan las distintas circunstancias y se
toman las mejores decisiones y que se consideran son las más adecuadas, como por ejemplo
cuando una mujer decide abortar es porque está tomando una decisión moralmente valida,
responsable y no debe sentirse culpable ni ser juzgada ya que a nadie se le puede obligar a
actuar en contra de su propia conciencia. Ahora el derecho a la libre expresión también fue
fortalecido en el marco de la nueva constitución política de 1991 y además es un derecho
fundamental consagrados en los derechos humanos y que permite expresar libremente
nuestras opiniones y formas de ser y de ver el mundo siempre y cuando esto no afecte la
integridad física y moral de los demás. El estado debe garantizar este derecho a todos los
ciudadanos sin tomar decisiones a priori o ser influenciado por creencias religiosas que solo
beneficien a una minoría.

La esfera pública es el espacio en el que se llevan a cabo las actividades principales que
reciben mayor reconocimiento, remuneración, valor social, económico, político y cultural
en una nación. Inicia en las instituciones educativas, en los cafés en los clubes literarios y
sociales donde son espacios de discusión de intereses personales o sociales y necesidades
familiares y de cuestiones laborales con el estado. Según (Boladeros, 2001)la esfera pública
debe ser equivalente a la libertad de expresión, a una participación libre en la política y la
prensa, no una realidad construida por los medios2. La esfera pública reconoce que la
información y beneficios que de ella se generen deben ser de interés general y no particular
con temas que favorecen el común y tienen un impacto positivo en toda la sociedad. Es
por tal razón que no es solo deber del estado laico sino de todo ciudadano defender lo
público, ya que propende por beneficios generales y no particulares. La esfera privada es
todo lo contrario a lo público, es el espacio en el que se desarrollan las actividades que
tienen poco o nulo reconocimiento social, cultural, político y económico en una sociedad.
Por tradición el ámbito privado ha sido restringido a la presencia y acción al trabajo

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La opinión Pública en Habermas
reproductivo, el espacio de lo íntimo, lo relacionado con la naturaleza, lo oculto e
invisibilizado social y políticamente.

En la Carta Sobre la Tolerancia John Locke afirma que (Locke, NT). Una de las
discusiones más grandes en la sociedad es entender el significado e importancia del valor
de la tolerancia. La tolerancia es un valor moral que implica el respeto integro hacia el otro,
hacia sus ideas, practicas o creencias independientemente que choquen o sean diferentes de
las nuestras, es en groso modo un hábito de tolerar y como tal es el respeto por el otro o de
lo que es diferente a mí, es respetar las acciones o pensamientos de terceros. En una
sociedad plural donde muchos grupos organizados representan distintos intereses y donde
cada uno influye en los otros y aunque ninguno en particular ejerce un grado de poder
exagerado todos tienen los mismos derechos, deberes y oportunidades. En este sentido el
estado laico adoptado por Colombia en la constitución política de 1991 propende por la
protección de libertades siendo tolerante y dando valor uniforme a una sociedad que tiene la
posibilidad de participar en la toma de decisiones en beneficios generales, donde el estado
es independiente de la iglesia y no es influenciado por ninguna creencia y donde cada
individuo es único, igual y valioso como parte activa en la construcción de ciudadanía.

Fueron muchas cosas las que cambiaron en el ambiente político a partir de la entrada en
vigencia de la constitución de 1991, entre ellos los mecanismos de participación y
protección ciudadana.

Con todos los contrastes y dificultades que ha tenido la constitución desde su conformación
y hasta hoy, se ha mantenido la premisa de fortalecer la democracia, y en sí, ese es el
discurso de los políticos de turno. Y es que la constitución en su esencia no es perjudicial,
tiene aspectos positivos y en sus orígenes fue pensada para garantizar el bienestar de todos
los ciudadanos sin ninguna acepción, pero ya a completar casi tres décadas de haber
entrado en vigencia, ha sido reformada en varias ocasiones, se le han añadido artículos,
leyes decretos, unos lesivos otros no tanto con todo esto, no estableció una solución
tangible en la distribución del poder estatal, ya que década tras década se han venido
turnando el gobierno entre las familias más poderosas, más pudientes y son ellos los que
han determinado el rumbo económico y social de la nación.
A los distintos fenómenos sociales como contrabando, narcotráfico guerrillas y
paramilitarismo, surge otro fenómeno con gran fortaleza como es la corrupción y que ha
socavado en todas las esferas sociales y políticas a gran escala y ha traído el detrimento
social a todo el país.

Hoy el estado llámese presidente, senado o cámara, es gobernado por familias, grupos
empresariales, empresas privadas los cuales crean leyes y planes de gobierno más pensando
en sus propios beneficios sin importar y en ocasiones pasando por encima de los intereses y
dignidad de la población más vulnerable.

En conclusión la democracia en Colombia está en una crisis profunda, a pesar que la


constitución en sus inicios propendía por el bienestar de todos los ciudadanos, hoy en día
no existen garantías para un libre desarrollo democrático y participativo de las minorías,
son los más poderosos económicamente los que hacen y deshacen a su antojo democracia y
país, tienen la maquinaria, medios de comunicación, poder económico y en ocasiones
campañas de terror y amedrentamiento de población para seguir firmes, fortalecidos y
perpetuados en el poder.

La solución se vislumbra lejana y eso del gobierno del pueblo y para el pueblo es una
utopía, quizá cuando la misma población reaccione y tome sus propias decisiones,
pensando en beneficios generales, no con la pasión y el orgullo del color del trapo político e
incluso fanatismo, si no optando por las mejores ideas sin compra de conciencias lejos de la
corrupción, quizá el día que el pueblo entienda que en sus manos está el poder y en la unión
de sus ideales está su fuerza a lo mejor Colombia empiece a cambiar el rumbo a un futuro
de igualdad y oportunidades para todos. Quizás cuando el pueblo despierte de ese letargo,
no sea demasiado tarde.

Bibliografía
Boladeros, M. (2001). La opinión Pública de Habermas. Barcelona.

Colombia. (1991). Constitución Política De Colombia. Santa Fe de Bogota.

Locke, J. (NT). CARTA SOBRE LA TOLERANCIA. Recuperado el 13 de Abril de 2019, de


http://www.ddooss.org/libros/carta_tolerancia_John_locke.pdf

Tomas, U. S. (NT). BREVE BIOGRAFIA DE JUAN JACOBO ROUSSEAU.

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