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PRESENTACIÓN
«En este Año de la Fe, las comunidades religiosas, así como las
parroquiales, y todas las realidades eclesiales antiguas y nuevas,
encontrarán la manera de profesar públicamente el Credo.
Deseamos que este Año suscite en todo creyente la aspiración a
confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y
esperanza» (Porta Fidei, n. 8).
Equipo Teyocoyani
6| Catequesis sobre El Credo
Equipo Teyocoyani |7
Primera Parte
Reflexionemos
Creo en Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
San Ireneo
Demostración de la Predicación Apostólica, 6-7
Equipo Teyocoyani | 21
Reflexionemos
Confesión de fe actualizada
Creemos en Dios, Padre,
que creó el mundo entero,
que reunirá todas las cosas en Cristo,
y que quiere que todas las personas vivan juntas
como hermanos en una misma familia.
2. Creo en Dios…
En este capítulo queremos reflexionar sobre la fe. El Credo
comienza con una afirmación de fe personal: «Creo»...Es un acto
de fe realizado por cada uno de nosotros y en el que nadie puede
reemplazarnos. Para introducirnos al tema, queremos recordar la
figura de Abraham, el primer creyente. Con Abraham y Sara
comienza la Historia de la Salvación.
Génesis 12
Primer paso:
¡Deja...y anda!
¿Qué hemos
dejado
nosotros por
nuestra fe?
(Abram
tuvo que
abandonar su país, la gente de su raza, su familia...) ¿Nos ha
puesto la fe en camino hacia nuevos valores y metas en nuestra
propia vida?
Segundo paso:
Partió pues Abram...como se lo había dicho Yavé.
¿Hemos obedecido el llamado de Dios? ¿Nos hemos puesto en
camino para cumplir su Palabra?
Tercer paso:
Los cananeos estaban entonces en el país. Yavé se
apareció a Abram y le dijo: “Esta tierra se la daré a tu
descendencia”.
La realidad era completamente contraria a la promesa divina,
pues los Cananeos eran dueños de la tierra, pero Abram confía en
la promesa: confía que esa tierra ajena un día le pertenecerá a su
pueblo, que ni siquiera existe todavía.
Al contemplar la cruel realidad de injusticia que nos rodea,
¿somos nosotros también capaces de soñar con un mundo según
las promesas de Dios, en que haya justicia y fraternidad? ¿O nos
acomodamos a este mundo tal cual es, sin empujarlo hacia el
cambio?
26 | C a t e q u e s i s s o b r e E l C r e d o
Cuarto paso:
Abram atravesó Canaán hasta el lugar sagrado de
Siquem y allí edificó un altar a Yavé. Desde allí pasó a
la montaña... y allí también edificó un altar a Yavé.
¿Qué animaba en su marcha al patriarca? ¿Qué nos enseña esto a
nosotros para nuestra vida?
Quinto paso:
Luego Abram avanzó por etapas hacia el país de
Negueb...
¿Tenemos también nosotros paciencia para caminar por etapas,
aceptando que nuestro camino no nos lleve de un día para otro
hacia la meta?
Sexto paso:
En el país hubo hambre y Abram bajó a Egipto a pasar
allí un tiempo...
La fe de Abram no le impide enfrentar los pro-
blemas de aquella gente; él se ve también
acorralado por el hambre.
¿Nos sorprende a
nosotros cuando
experimentamos
situaciones
similares, sin
que ningún
milagro nos
las resuelva?
Equipo Teyocoyani | 27
Gn 15, 1-7
Séptimo paso:
Yavé lo sacó fuera y le dijo: “Mira al cielo y, si puedes,
cuenta las estrellas; pues bien, así serán tus
descendientes”. Y creyó Abram a Yavé...Yavé le dijo:
“Yo soy Yavé que te sacó de Ur de los caldeos para
entregarte esta tierra en propiedad”.
La oscuridad de la fe
Luminosa por Aquel en quien cree, la fe es vivida con frecuencia
en la oscuridad. La fe puede ser puesta a prueba. El mundo en
que vivimos parece con frecuencia muy lejos de lo que la fe nos
asegura; las experiencias del mal y del sufrimiento, de las
injusticias y de la muerte parecen contradecir la buena nueva,
pueden estremecer la fe y llegar a ser para ella una tentación.
Gn 17, 1-8
Octavo paso:
Cuando Abram tenía
noventa y nueve años, se
le apareció Yavé y le dijo:
“Yo soy el Dios de las
alturas, anda en mi
presencia y trata de ser
perfecto...No te llamarás más Abram, sino Abraham:
porque te tengo destinado a ser padre de muchas
naciones”.
Cuando ya Abram parecía no tener futuro alguno, Dios
finalmente cumple su maravillosa promesa de concederle un hijo
y lo convierte en padre de una multitud de creyentes. Así se
transforma en Abraham, en Padre de una muchedumbre.
Gn 22, 1-18
Noveno paso:
Dios quiso probar a
Abraham y le dijo:
“Toma a tu hijo,
al único que tie-
nes y al que
amas, Isaac, y
anda a la región
de Moriah. Allí me lo sacrificarás en un cerro que yo te
indicaré”.
Estando ya Abraham a punto de sacrificar a su hijo único, el Ángel
de Dios le grita: “No toques al niño ni le hagas nada. Pues ahora
veo que temes a Dios, ya que no me negaste a tu hijo, el único
que tienes”. Y Dios lo bendice: “Juro por mí mismo que, ya que
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Para mí tener fe es
saber que Dios existe.
Y usted ¿qué
piensa?
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PABLO: ¡A veces pienso que mucha gente cree que cree, pero en
realidad no tiene fe! Lo que tiene es creencia, en vez de fe.
MARGARITA: ¿Cómo es eso, Pablito? ¡Por favor explíquese
mejor!
PABLO: ¡Es bien simple, Margarita! Son personas que toda su
vida han oído hablar de Dios y de Cristo y que hasta consideran
que hay un Dios en el cielo, pero para ellas eso no pasa de ser una
simple opinión, una idea religiosa que almacenan en su cabeza,
pero que no penetra en sus vidas.
MARGARITA: Esa gente, Pablito, aunque considere que haya un
Dios, no puede realmente decir con el Credo: Creo en Dios. Fíjese
bien: el Credo no nos dice Creo que hay un Dios en el cielo, sino
creo en Dios, o sea: me confío enteramente al Dios que se ha
manifestado a plenitud en Jesucristo, a quien considero
fundamento, aliento y meta de mi vida. Sólo con esa actitud de
fondo podemos hablar de una verdadera fe.
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PABLO: Por eso nunca hay que olvidar que el Credo nace dentro
de la antigua liturgia bautismal: al candidato al bautismo primero
se le preguntaba si renunciaba al Maligno, a su servicio y a sus
obras, para interrogarle luego si creía en Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo. Al dar su sí definitivo, el candidato se sumergía
por tres veces en el agua bautismal y de esa manera manifestaba
que moría al pecado de su vida anterior y comenzaba una vida
nueva en Cristo.
Reflexionemos
Reflexionemos
EXPERIENCIAS DE VIDA
Reflexionemos
Meditemos: Sal 121; Job 38, 4-21; Sab 13, 1-5; Sal 104; Jr 10, 6-16; 51, 15-
19; Sal 115; 2 Mac 7, 20; 7, 28; Hch 17, 24. 26-28; 1 Co 8,6; 2 Co 4,6; Heb
1,10; 3,4; 11, 3; Ap 4, 11; 14, 7.
Equipo Teyocoyani | 49
“Si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también
ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado un ejemplo, para
que hagan lo mismo que yo hice con ustedes...Pues bien, ustedes saben
estas cosas: ¡felices si las ponen en práctica! (Jn 13, 13-17)
¿Qué pensamos de la
actitud de Pedro?
Reflexionemos
Reflexionemos
Segunda Parte
CREO EN JESUCRISTO
64 | C a t e q u e s i s s o b r e E l C r e d o
Equipo Teyocoyani | 65
Reflexionemos
Jesús es por tanto una criatura que es obra del Espíritu Santo (Mt
1, 20), el Hijo de Dios hecho hombre. Su nacimiento es tan sólo el
inicio de una vida que será toda ella guiada por el mismo Espíritu
que condujo a los profetas y que orientará a Jesús hacia el amor
misericordioso y la confianza en Dios Padre. El mismo Espíritu
Santo lo ungirá también al comienzo de su misión para anunciar
la buena nueva a los pobres, la liberación a los cautivos y el año de
gracia del Señor (Lc 4, 14-22).
Reflexionemos
Sobre la Encarnación
«El Hijo de Dios, descendiendo al seno de la Virgen se
revistió de carne por obra del Espíritu Santo. Dios se unió
con el hombre. Como Mediador entre Dios y el hombre, el
verbo se revistió del hombre para llevarlo al Padre. ¡Cristo
quiso ser hombre, para que el hombre pueda ser lo que es
Cristo! Pues el Padre, con el fin de conservarnos y darnos
la vida, envió a su Hijo; para que nos redimiese; y este Hijo
quiso ser y hacerse hombre, para hacernos hijos de Dios»
San Cipriano
Nicetas de Remesiana
74 | C a t e q u e s i s s o b r e E l C r e d o
Reflexionemos
LA MUERTE DE JESÚS
FUE LA CONSECUENCIA DE SU VIDA
El Credo remacha aquí una vez más que Jesús sufrió y es humano
como nosotros; que El también saboreó el trago amargo de la
muerte y fue incluso sepultado.
Según los evangelios, Jesús mismo anunció tres veces que moriría
violentamente (Mc 8, 31; 9, 31; 10,33). Hay que reconocer que
Jesús tuvo suficientes razones para prever una muerte violenta.
Se le acusó de actuar en nombre del jefe de los demonios (Mc 3,
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22), de ser falso profeta, de blasfemar contra Dios (Jn 10, 31-33) y
de irrespetar el sábado; cualquiera de estas acusaciones bastaba
para que le aplicaran la pena de muerte. Si a alguien en Israel se le
advertía públicamente de una falta grave contra la Ley y sin
embargo volvía a cometerla, se le consideraba entonces reo de
muerte. Ya en los primeros capítulos del evangelio de Marcos se
nos cuenta que Jesús fue advertido de quebrantar el sábado (Mc
2,24) cuando sus discípulos arrancaban espigas. Pero él no se
amedrentó, sino que más bien respondió tajantemente: “El
sábado ha sido hecho para el hombre y no el hombre para el
sábado” (Mc 2, 27). Por eso poco después cura en sábado dentro
de una sinagoga al hombre del brazo tullido (Mc 3, 1-6) por lo que
los dirigentes enseguida decretan su muerte (Mc 3, 6). Lucas por
su parte cuenta que al principio de su vida pública, sus propios
paisanos de Nazaret intentaron despeñarlo desde un cerro (Lc 4,
29), por haberse negado a hacer milagros entre ellos.
Reflexionemos
Reflexionemos
¿Cómo entienden
ustedes eso del descenso
de Cristo a los infiernos?
Equipo Teyocoyani | 85
Reflexionemos
¡CRISTO HA RESUCITADO!
Las confesiones de fe
Los primeros y más antiguos testimonios de la Resurrección que
conservamos en el Nuevo Testamento son dichos breves en que
se recoge la confesión de fe de las primeras comunidades. Estos
dichos son como credos resumidos en que se expresa la
convicción de que Jesús vive: “Porque si confiesas con tu boca que
Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los
muertos, serás salvo” (Rm 10, 9). Otra confesión de fe muy corta
la encontramos en Lc 24,34: “El Señor ha resucitado y se ha
aparecido a Simón”. También está la confesión de fe que recogió
Equipo Teyocoyani | 91
Al tercer día
En el Credo repetimos la fórmula bíblica de que Jesús resucitó al
tercer día. Por lo general pensamos que su cuerpo estuvo en la
tumba durante tres días y hasta entonces resucitó. Los mismos
evangelios dan pie a esta interpretación, pues cuentan que Jesús
fue enterrado el viernes por la tarde y no se manifestó resucitado
Equipo Teyocoyani | 95
sino hasta el amanecer del domingo. Pero el dato de los tres días
tiene en la Biblia más bien un significado religioso.
Conclusión pastoral
Los apóstoles fueron perseguidos y encarcelados por anunciar la
Resurrección de Cristo. ¿Por qué era esto un asunto tan
peligroso? Porque al anunciar la Resurrección, se proclamaba que
Dios había desautorizado a Pilato y a los Sumos Sacerdotes y
confirmado al humilde profeta de Nazaret, a quien ellos
consideraban un subversivo (Jn 11, 49-50). Esto no sólo
significaba que Jesús vivía, sino que de ahí en adelante había que
vivir como él había vivido, reproduciendo sus actitudes y
enseñanzas, y rechazando lo que él había rechazado. El orden de
este mundo basado en el poder, la violencia, el lucro y la
injusticia, había sido vencido por el Evangelio.
Reflexionemos
Reflexionemos
Con esto quiere darnos a entender Lucas que Jesús entra ahora
definitivamente en la vida de Dios, para la cual había sido
resucitado de entre los muertos. La nube representa el misterio
que rodea a Dios y lo cubre a nuestras miradas. Recordemos que
era una nube la que guiaba a Israel al salir de Egipto y durante la
travesía del desierto (Ex 13, 21). También Yahvé hablaba desde
una nube a Moisés en el monte Sinaí (Ex 19, 16). Y en el relato de
la transfiguración, Dios aparece hablando igualmente desde una
nube (Mt 17, 5).
Equipo Teyocoyani | 101
Reflexionemos
¿Qué textos de la
Escritura nos
impresionan más sobre
este tema y por qué?
Equipo Teyocoyani | 103
En Mt 25, 31-45 nos advierte Jesús que desde ahora nos aguarda
en quienes pasan hambre, o sed, o no tienen ropa ni hogar, o
sufren cárcel o enfermedad. El Juicio será por tanto en primer
lugar sobre nuestra solidaridad con los pobres y sufrientes.
Reflexionemos
Tercera Parte
CREO EN EL ESPÍRITU
SANTO
112 | C a t e q u e s i s s o b r e E l C r e d o
Pablo VI
Equipo Teyocoyani | 113
Reflexionemos
El soplo y el viento:
simbolizan la fuerza del
Espíritu y la presencia de Dios.
Reflexionemos
Profundicemos
Reflexionemos
Meditemos: Jn 16, 12-15; 14, 26; Lc 12, 49; Jn 7, 37; Jn 14, 16-18;
Jn 16, 7.13-14; Hch 1, 8-9; Gal 5, 16-25; Ti 3, 5; 1 Co 3, 16; 1 Co
6,19; 2 Tm 1, 13-14; 1 Tes 5, 19; 1 Jn 2, 27.
Juan Pablo II
El Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y del mundo, n. 2
Equipo Teyocoyani | 129
Reflexionemos
EXPERIENCIAS DE VIDA
El perdón de la viuda
Doña Chica ya está viuda y es muy conocida y apreciada en su
parroquia; los domingos participa en las celebraciones eucarísticas,
visita a los presos, asiste a los enfermos e imparte la catequesis a
los niños. Hace años le tocó vivir una tragedia espantosa: dos de sus
hijos fueron asesinados. Esto le provocó un inmenso dolor. Al cabo
de varios años, el asesino de su hijo mayor, que andaba suelto, llegó
a la puerta de su casa y se le arrodilló, implorándole perdón. Doña
Chica lo acogió con palabras consoladoras: le dijo que Dios era
misericordioso y que tal vez ella misma era más grande pecadora
que él, pero que sus propios pecados estaban ocultos, y lo abrazó y
perdonó. Un tiempo después doña Chica visitó a los presos y se
encontró con el asesino de su otro hijo. Ella les estaba repartiendo
comida y el hombre le apartaba la vista, sin atreverse a presentarle
su plato, pero Doña Chica lo miró a los ojos y le dio de comer.
Equipo Teyocoyani | 133
El testimonio de Carmencita
La Carmencita vende achiote, clavo de olor, canela en polvo, canela
en raja, pimienta de comino y condimentos en las calles de su
ciudad. Tiene una hija minusválida y es realmente pobre, pero
siempre está dispuesta a compartir flores, naranjas o mangos....
Carmencita no se pierde ningún curso bíblico y muestra gran
retentiva, de manera que cuando participan profesionales se
quedan asombrados de su capacidad. Ella nunca falla a las
oraciones diarias que celebra su comunidad, en las que se lee y
comenta la Escritura, se canta o adora en silencio. Sus reflexiones
bíblicas son muy profundas y basta que ella asista para que surja un
ambiente fraterno y comunitario. Cuando alguien se enferma, ella
es la primera en darse cuenta y siempre está atenta a las
necesidades de los demás. La gente de su comunidad la aprecia
muchísimo.
Profundicemos
Hemos de confesar con humildad que, como Iglesia, los miembros del
Pueblo de Dios, a todos los niveles, estamos llamados a la conversión y
purificación interior (1 Jn 1, 8-10). La mejor respuesta que podemos dar
frente a los pecados de la Iglesia, es dejar que el fuego del Espíritu
Santo nos abrase y purifique, renovando con fidelidad nuestro propio
seguimiento de Jesús. Esta ha sido la respuesta que han dado siempre
Equipo Teyocoyani | 135
Equipo Teyocoyani | 137
En el rostro de la Iglesia
debe brillar el de Jesucristo
Dios convoca a la Iglesia para reflejar en su rostro el de su
Maestro Jesucristo. Su única vocación es ser sacramento de
Cristo en el corazón de la humanidad, “signo transparente o
modelo vivo” del amor de Cristo que ella anuncia y se esfuerza por
realizar. Por eso, nuestras diócesis, parroquias y comunidades
están llamadas a ser lugares “donde la autoridad se ejerza con el
espíritu del Buen Pastor, donde se viva una actitud diferente frente
a la riqueza, donde se ensayen formas de organización y estructuras
de participación, capaces de abrir caminos hacia un tipo más
humano de sociedad” (Puebla 273).
Reflexionemos
EXPERIENCIAS DE VIDA
Pablo VI
Alocución del 8 de junio de 1966
Juan Pablo II
Sobre la Misión de los Laicos, 28
Equipo Teyocoyani | 149
Reflexionemos
Reflexionemos
El pecado
“Pecado es aquello que dio muerte al Hijo de Dios y pecado sigue siendo
aquello que da muerte a los hijos de Dios. Esa verdad fundamental de la
fe, la vemos a diario en situaciones de nuestro país. No se puede ofender a
Dios sin ofender al hermano. No es, por ello, pura rutina que repitamos
una vez más la existencia de una estructura de pecado en nuestro país”.
“¿Qué puedo hacer y no hice? ¿Qué hice mal? Porque soy el primero en
reconocer como todo ser limitado, humano, que no todo lo que he
hecho, es bueno. Que al decirle al Señor en la Misa que me perdone por
pecados de omisión, estoy señalando el capítulo más misterioso de la
maldad de cada corazón, lo que pudo hacer y no se hizo. ¡Cuánto vacío
en la vida, cuánto bien dejamos de hacer!”
“Querer hablar únicamente de confesarse para no tener pecados uno, pero
luego no luchar también contra la injusticia del ambiente, no es ser
verdadero pueblo de Dios. Es necesario que, junto con el esfuerzo por no
tener yo pecados personales, trabaje también para arrancar los pecados
sociales y de raíz, contra el poder del infierno y del demonio”.
Monseñor Oscar Arnulfo Romero
Equipo Teyocoyani | 157
Reflexionemos
5. La Resurrección de la carne y la
vida eterna, amén.
¿Cambia algo en nuestra vida si creemos o no en
la Resurrección? ¿Qué cambia para nosotros?
por nuestra propia muerte. “Miren mis manos y mis pies, soy yo.
Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos,
como ustedes ven que yo tengo” (Lc 24, 39). Creemos en la
resurrección de la carne, en la existencia de una vida nueva en la
que participaremos con Cristo, una vez transfigurados y
glorificados.
Reflexionemos
CONTENIDO
PRESENTACIÓN ………………………………………………………………………………….. 3
2. CREO EN DIOS…………………………………………………………….. 24
CONTENIDO........................................................................................... 161