Vous êtes sur la page 1sur 3

CONSTRUCCIONES SOCIALES, PAREDES QUE

IMPIDEN EL AVANCE

Existen diferentes posiciones teóricas respecto al abordaje de la identidad, pero

estas principalmente se reducen a dos posturas: primero la que la define como algo

inherente al ser humano esencialismo; y segundo, la que define la identidad como

una construcción social constructivismo. Para ellos la identidad está fuertemente

influenciada y determinada por la estructura social, que a su vez está condicionada

por el contexto histórico en el cual se desarrolle. En este sentido, la identidad es un

producto social, ya que surge de los intercambios tanto de la dialéctica producida

entre un sujeto y la sociedad en que este vive. De ahí que una identidad varíe de un

contexto o cultura en otra, y que sin ella no se pueda hablar de identidad.

El patriarcado es un sistema político que tiene como fin la subordinación de las

mujeres. Es decir, la autoridad la ejerce el varón jefe de la familia en consecuencia

plantea la dependencia de la mujer en cuanto al hombre, quien es el poseedor del

poder. Mientras que este se dedica a ganar dinero fuera del hogar, la mujer se

dedica a trabajar en el ámbito doméstico y a cuidar de los hijos, actividades no

remuneradas. Esta desigualdad es la causa y resultado de la violencia que sufren

las mujeres.
En el largo recorrido que hicieron los teóricos para justificar esta “inferioridad

femenina”, nos encontramos a expositores muy reconocidos. Por ejemplo, en la

edad antigua, Aristóteles, padre de innumerables disciplinas científicas, estaba

convencido, y así lo señalaba, que el ser mujer era ser un hombre disminuido, un

varón imperfecto. El cuerpo femenino era algo inacabado, débil, frio. La mujer era,

según su perspectiva, “el defecto, la imperfección sistemática respecto a un

modelo”, el masculino.

Además, justificaba explícitamente la dominación de la mujer por parte del hombre:

la ciencia de la administración doméstica tiene tres partes: una la relación del dueño

al esclavo otra, la relación paterno filial, y la tercera, la relación conyugal pues es

una parte de la ciencia doméstica el gobernar a la esposa y a los hijos - a unos y a

otra como a hombres libres, aunque no con el mismo sistema de gobierno, sino

ejerciendo sobre la esposa un gobierno de tipo “político” y sobre los hijos un

gobierno de tipo monárquico; el varón, en efecto, es, por naturaleza, más apto para

el mando que la mujer”.

Finalmente, la identidad de género es una construcción social que desempeña un

rol muy importante en la vida, conviene advertir que el progreso de la igualdad, en

este caso, de las mujeres no es algo continuo, ligado a la evolución de la humanidad,


ni paralelo al desarrollo económico, ni al progreso de la educación, sino que ha ido

ligado a la aparición de ideologías de igualdad. Dado que sirve como punto de

referencia para la formación de papeles y estereotipos de género, resulta un factor

muy influyente, sobre todo, como se ha mostrado.

BIBLIOGRAFIA

http://www.bdigital.unal.edu.co/1384/2/01PREL01.pdf

Berger y Luckman. (2001). La construcción social de la realidad. Ed. Amorrortu,


Buenos Aires, Argentina.

https://books.google.com.ec/books?id=barreras+de+avance+de+la+vida+para+la+
mujer&so

Vous aimerez peut-être aussi