ILUMINISMO

Uno de los elementos más característicos y tal vez el más visible del iluminismo penal es el
espíritu humanitario y de filantropía, un sentimiento que situado frente al panorama penal del
Antiguo Régimen había de producir efectos inmediatos en favor de la dulcificación de los
castigos y de los métodos procesales. El humanitarismo radicaba en modificar la situación
existente de tormentos, penas de galeras y en general penas de carácter corporal. Penas que
atentan contra la dignidad humana. De ahí que la abolición de la pena de muerte, la
proscripción de la tortura y la crisis que sufre la pena privativa de libertad.

ILUSTRACIÓN

Se considera su origen a mediados del Siglo XVIII con las doctrinas de Montesquieu,
Rousseau y en concreto con obras como las de Beccaria, Bentham, Feuerbach. Se destaca
como característica del Derecho Penal de la ilustración la claridad y el carácter escrito de la
ley penal. En definitiva, se trata del nacimiento de la dogmática jurídica penal. El desarrollo
científico a partir de ese momento debe buscar esa detallada y especifica descripción de
hechos que permitan conocer con claridad al ciudadano el contenido y fundamento de las
prohibiciones penales al igual que los principios que las rigen. El juez no debe interpretar la
ley, su función es juzgar con el principio de legalidad y con unas leyes claras. La
interpretación y la analogía quedan proscritas. En la ilustración prima una característica
común, su carácter crítico, su actitud metodológica fundamental es la de desentrañar la
realidad que está bajo las apariencias del estado de cosas existentes, metodología que varía
en el desarrollo del Derecho Penal de una posición critico – negativa a una positiva. La
ilustración exige una proporción entre hecho y culpabilidad por puras razones de
humanitarismo. El derecho raciona, introducido por la ilustración es reconocido como
institución humana que se dirige contra las penas arbitrarias y a la limitación del poder estatal
del absolutismo, incluso en la medición de la pena. Por eso el Marques de Beccaria imbuido
de un alto y fino espíritu de humanismo revelo en su obra sus sentimientos de hombre
honrado frente al cruel tratamiento a que eran sometidos los delincuentes. La reforma
implementada responde a una necesidad política, donde se precisa limitar la facultad punitiva
del Estado. Para Bustos esta corriente se divide en dogmática, criminológica y político
criminal.
Pensamiento de Beccaria:

Toma como punto de inicio el Contrato Social como origen de la constitución de la sociedad.
Cuando lo suscribe el hombre hace dejación de libertad que pone en manos del Estado. Ahora
el Estado se encarga de conservar los derechos y libertades de los hombres

INDUSTRIALISMO

La revolución industrial acarrea una transformación socio económica donde los crímenes
aumentan. La ideología se estaba elaborando sobre la idea del contrato. Los manufactureros
se veian amenazados por las masas hambrientas concentradas en las ciudades.

KANTIANISMO

Para Kant los derechos subjetivos se averiguaban a través de los deberes morales. Si el
imperativo categorico (deber moral) nos obliga a respetar al otro como fin en simismo a partir
de ese deber descubrimos el derecho subjetivo a ser considerados como fines en nosotros
mismo. Cuando el deber moral del otro deja de ser garantizado por el Estado desaparecerá el
derecho subjetivo a exigir el respeto de fin en si mismo que nos asiste a nosotros. Kant ofrecía
argumentos bastante útiles al despotismo ilustrado, a los sectores de la nobleza que
pretendían reducir sus poderes ante la amenaza de los capitalistas y de las masas, pero
negándoles el derecho a la resistencia, solo en virtud de un imperativo moral. Feuerbach por
su parte parece proporcionar mejores argumentos a los capitalistas incipientes, pues les
reconoce sus derechos anteriores e independientes del Estado y su derecho a la resistencia,
en tanto que les proporciona una teoría de la pena como coerción, o sea, independiente del
talión, frente a la amenaza del descontrol de las masas. Marat, parece ofrecer los argumentos
de quienes pretenden desconocer el derecho de todos y reconocer como único derecho el de
acceso de las masas al poder en el plano de absoluta igualdad humana.

EL NEOKANTISMO

El Positivismo entra en crisis desde finales del XIX, surgiendo nuevos movimientos
doctrinales, entre ellos el Neokantismo y el Finalismo.

Neokantismo de Edmund Mezger: en él se encuadran 2 direcciones distintas: la Escuela de

Marburgo y la Escuela Sudoccidental Germana.
La crítica básica del Neokantismo al Positivismo es la insuficiencia de su concepto de ciencia.
El método de las Ciencias Naturales solo da un conocimiento parcial, pues solo determina
aquello que se repite. Es necesario añadir las ciencias del espíritu y otras clases de métodos
distintos a los científicos naturales. Es necesario referir los datos de la realidad a los valores
de una comunidad, lo que se hace a través de las Ciencias de la Cultura, entre ellas el Derecho.

Ha sido la base para el gran desarrollo de la dogmática penal al delimitar con claridad qué es
lo que le correspondía estudiar a la ciencia del Derecho penal.

FINALISMO

El renacimiento del derecho natural en los primeros años de la segunda posguerra mundial,
era un necesario volver a fundar el Derecho penal en límites precisos y garantistas.

La más modesta de todas las nuevas versiones de la doctrina del derecho natural fue la de
Hans Welzel con su teoría de las estructuras lógico-objetivas. Se trataba de un derecho natural
en sentido negativo: no pretendía decir cómo debería ser el derecho, sino solo lo que no era
derecho. A diferencia del neokantismo, para el cual el valor era lo que ponía orden en el caos
del mundo y lo hacía disponible, para el ontologismo welzeliano el mundo tiene varios
órdenes a los que el legislador se vincula por las estructuras lógicas de la realidad. Según
Welzel, cuando se las ignora o quiebra, el derecho pierde eficacia, salvo que quiebre la que
lo vincula a la estructura del ser humano como persona, en cuyo caso deja de ser derecho.