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L. O S O F I CI O S
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L' O S O F C IO S
DE CIC E R O N,
coN LOS DIALO GOS DE LA VEJEZ,
DE L A A M I S T A D,

L AS PA RAD o X As,
Y EL SU E Ñ O DE E S CI P I o N:
TRADUCIDOS EN CASTELLANO

Por Don Manuel de Valbuena, Catedrático de Poética y


Retorica del Real Seminario de Nobles
de esta Corte.

SEGUND A E D I CION.

TOMO I.

M A D R. I D :

EN LA IMPRENTA REAL•

1788.
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Bayersche
Staatsbibliothek
München
A SU ALTEZA REAL
EL SERENIs IMo SEÑOR
NFANTE D. G.ABREL.

SEÑO R.

E. justo titulo ,por el qual juzgué años pa


sados, que debia dedicarse a V. A. la traduc
cion castellana de los Oficios de Ciceron , que
tuve la honra de publicar con su Augusto mom
bre, se ha acrecentado considerablemente des
de la primera hasta esta segunda impresion. En
tonces me pareció, que el fruto mas sazonado
del mayor ingenio, que lograron los Romanos
en sus felices tiempos, se debia de justicia al
mas distinguido alumno de las Bellas letras, que
ha visto nuestra España en este siglo , para
a3 glo

gloria de sus progresos literarios, para testimo


nio de sus tareas, y para prueba de la estima
cion y aprecio que merecen para con V.A. estos
estudios, y los profesores de ellos. Mas aora,
que á una juventud estudiosa, y al cumplimién
to de las obligaciones naturales de hijo, ha
añadido W. A. la práctica de las que le consti
tuyen buen señor, buen marido, y buen padre,
sin haber perdido de vista las primeras, hallo
yo nuevos y mui poderosos títulos, para poner
segunda vez á los pies de V.A. esta traduccion,
como el mejor modelo que nos queda de la anti
gua Roma , de la práctica de las muchas y di
ficiles obligaciones, que requieren estos tres es
tados: por si acaso, viéndose retratado V.A. en la
doctrina de Ciceron, y mejorada esta con sus pro
pias virtudes cristianas, pueden servir algun
dia estos libros de lecciones al tierno Infante,
que aora es la delicia de V.A., y de su Augus
ta Esposa , y en edad mas adulta quiera Dios
que sea un verdadero retrato de las virtudes de
sus padres.
Ser.ºo SEÑOR. s

º A. L. P. D. F. A.
Manuel de Valbuena.
A y
º - - e
º « - º y.
-

3 PRO
VII

PROLOGO,

Ese todos los libros que nos quedan de los an


tiguos, apenas se podrá señalar otro mas util para
enseñanza de los jóvenes que se dedican al estu
dio de la lengua latina, que este de los Oficios de Ci
ceron, así por la propiedad, y elegancia de su estilo,
como por la doctrina que enseña de las obligaciones,
que constituyen á los hombres buenos ciudadanos.
Esta opinion , que por serlo constante de quantos co
nocen su mérito, no necesita de pruebas, es la que
principalmente me ha movido á traducirle, junto con
la necesidad, que reconozo, de que se trasladen á
nuestra lengua los originales de los Romanos para per
feccionar la propia, y facilitar al mismo tiempo la inte
ligencia de la latina. Mas porque no solo en este Trata
do de los Oficios, sino tambien en las otras obras filosófi
cas, critican algunos á Ciceron de poco exacto, y
constante, y de alguna obscuridad en sus opiniones; me
ha parecido conveniente entresacar, como introduc
cion á la obra, algunas noticias relativas á su Filo
sofia, de la vida que escribió de nuestro Autór Con
yers Middleton, mui á propósito para informará los
lectores del estado en que estaba la Filosofia en Roma
en tiempo de Ciceron , y del sistema que adoptó , y
siguió constantemente en todos sus escritos.
Muchas veces declara Ciceron en sus obras haber
sacado su Filosofia de la seéta académica, que traía su
origen de Sócrates, y su nombre de un famoso Gim
nasio en las cercanías de Atenas llamado Academia,
a4 don
VIII PROLOGOs.

donde los profesores de esta escuela acostumbraban á


tener sus lecciones, y disputas filosóficas (a). Sócra
tes fue el primero que apartó la Física de la Filo
sofia, separándola de las obscuras, é intrincadas in
vestigaciones sobre la naturaleza, y sobre la consti
tucion de los cuerpos celestes ; y reduciéndola á
las qüestiones morales, que son de un uso , y de
una importancia mas inmediata para la felicidad del
hombre; enderezándose á las nociones verdaderas de
la virtud , y el vicio, y á la diferencia natural en
tre los bienes, y los males (b). Y como él encontró
al mundo generalmente preocupado de ideas falsas
en orden á estos principios; así estableció un méto
do de no afirmar ninguna opinion suya, sino recha
zar las de los otros, é impugnar los errores corrien
tes; creyendo que este era el primer paso para dis
poner á los hombres á recibir la verdad, ó lo que
mas se la acerca , que es la probabilidad (c). Así
que haciendo profesion de no saber nada , exami
naba las doctrinas de aquellos que se arrogaban la
sabiduría; y con una serie de bien ordenadas pre
guntas los reducia en conseqüencia de sus respuestas
á la imposibilidad de defender lo que antes habian
afirmado (d). *

No adhirió Platon rigurosamente al método de


su maestro Sócrates, y sus discípulos le abandona
ron del todo: porque en lugar de la modestia so
crática de no afirmar nada, reduxeron, por decirlo
así, á arte la Filosofia, formando un sistema de opi
niones, que explicaron á sus oyentes como los prin
cipales dogmas de su seéta (e). El nieto de Platon
Espeusipo, heredero de su escuela, continuó su en
- Se

(a) Acad. r. 4. (b) Ibid. It. Quest. Tusc. 5.4. (c) Quast.
7 ase- f. 4. y 1.4. (d) De Fin. 2. 1. (e) Acad. r. 4.
PROLOGOs. IX

señanza, como hicieron sus succesores , en la Aca


demia, y conservaron el nombre de Académicos: pe
ro Aristóteles, el mas sobresaliente de los discípu
los de Platon, se retiró á otro Gimnasio llamado el
Licéo; donde de la costumbre que tomaron él, y
sus sectarios de enseñar, y disputar paseándose en
el Pórtico, les quedó el nombre de Peripatéticos.
Estas dos sectas, aunque diversas en el nombre, con
venian generalmente en quanto á las cosas , y en
todos los puntos principales de su Filosofia : ponian
la suma felicidad del hombre en la virtud, y en la
mediana posesion de los bienes externos: enseñaban
la existencia de un Dios, la providencia, la inmor
talidad del alma, y un estado futuro de premios, y
castigos (a).
Este era el estado de la escuela académica, ba
xo la direccion de cinco maestros succesivos, que la
gobernaron despues de Platon, y fueron Espeusipo,
Xenócrates, Polemon, Cratetes, y Crantor ; hasta
que el sexto llamado Arcesilas abandonó todos los
sistemas de sus predecesores, y restableció el méto
do Socrático de no afirmar nada , dudar de todas
las cosas, y manifestar la vanidad de las opiniones
reinantes (b). El reflexionó la necesidad de hacer se
mejante reforma, de aquella obscuridad de cosas, que
habia obligado á Sócrates, y á todos sus predece
sores á confesar su ignorancia : observó, como ellos
lo habian observado , que los sentidos son limita
dos, la razon flaca, la vida breve, la verdad su
mergida en el profundo, la opinion, y la costumbre
árbitras, y todas las cosas envueltas en confusiones,
y tinieblas (c); , y así enseñó, que nada hai mas
, abominable que la temeridad, nada mas escanda
,lo
(a) Acad. r. 4. 6. 8. (b) De Orat. 3. 8. (c) Acad. 1. 3.
X . PROLOGOe

,, loso en un Filósofo, que profesar lo que es falso, ,


, ó no conocido ; que nada debebemos afirmar dog
, máticamente , sino suspender en todos los casos
, nuestro juicio; y en lugar de afectar la certeza,
, aquietarnos con la opinion fundada en la verisi
,, militud, que es todo aquello á que un entendi
, miento racional puede asentir., Esta se llamó la
nueva Academia, á diferencia de la Platónica, ó an-.
tigua, y mantuvo su crédito hasta el tiempo de Ci.
ceron por una larga succesion de excelentes maestros;
el principal de los quales fue Carneades, quarto des
pues de Arcesilas, el qual la elevó á una suma glo
ria, y es mui celebrado de la antigüedad por su
gran talento, y eloqüencia (a). -

Con todo esto no podemos creer que continuasen.


estos Académicos en andar fluétuando entre dudas to
da su vida , como Escépticos irresolutos, sin alguna
opinion, ni principio cierto de juzgar, y obrar (b):
antes era su regla tan cierta, y tan constante como
la de qualquiera otra secta , segun declara Ciceron
en muchos lugares de sus obras (c).
* Mantenia la Academia el verdadero medio entre
el rigor de los Estoicos, y la indiferencia de los Es
cépticos : los Estoicos abrazaban todas sus doctrinas,
como otras tantas verdades irrefragables, de las qua
les era mui indecoroso apartarse; y haciendo de es
to su punto de honra , mantenian á sus discípulos
en un asenso inviolable á ellas. Los Escépticos por
otra parte observaban perfecta neutralidad en todas
sus opiniones: sosteniendo que todas son igualmente
inciertas, y que de ninguna cosa podemos afirmar
que sea esto, ó aquello; porque tanta razon hai para tor
Imalº

(a) Ibid. de Nat. Deor. I. y . de Orat. 3. 18. (b) Quintil


L. 12. r. (e) De Offic. 2. 2. De Nat. Deor. 1. 5. Acad. 2.3.
PROLOGO, XI -

mar esto por una cosa, quanta para tenerlo por otra,
y es del todo indiferente que lo tengamos por qual
quiera. Pero los Académicos, adoptando lo proba
ble en lugar de lo cierto, tenian la balanza entre los
dos extremos, estableciendo por principio general
observar una cierta moderacion en todas sus opinio
nes; y como dice Plutarco, que era de esta secta,
apreciando siempre mucho aquella antigua máxima,
ne quid nimis.
Pues como esta escuela no era opuesta á otra al
guna en particular, sino igualmente contraria á to
das, ó por mejor decir, á la Dogmática en gene
ral; así qualquiera otra prefería despues de sí mis
ma, la Academica á todas las demás : y si refle
xionamos el estado del mundo gentil, y aquello de
que tantas veces se quexan ellos mismos, esto es,
las tinieblas de que estaban rodeados, y la infinita
variedad de pareceres entre los mejores, y mas sa
bios sobre las qüestiones fundamentales de la religion,
y la moral (a); necesariamente concederemos, que
la manera académica de filosofar era la mas racional,
mas modesta, y adaptada al descubrimiento de la
verdad, teniendo por caracter propio inculcar, y fa
vorecer la investigacion de ella, desentrañar á fondo
todas las qüestiones, y tentar la fuerza de cada ar
gumento, hasta tocar su verdadero momento, ó la
precisa cantidad de su peso (b). Esto fue lo que in
clinó á Ciceron en su edad madura á abandonar la
Academia antigua, y declararse por la nueva, quan
do por larga experiencia de la vanidad de aquellas
sectas, que se intitulaban propietarias de la verdad,
y únicas directoras de la vida humana; y por des
COI1

(a) De Nat. Deor. r. 1.3. Acad. 2.3. 1. 13. (b) Acad.


2• 3•
XII PROLOGO

confianza de hallar alguna cosa cierta ; se vió pre


cisado, despues de muchas fatigas, á hacer liga, y
union con lo probable (a). Mas el genio, y carac
ter general de entrambas Academias era todavía en
algun modo uno mismo; porque la antigua, aun
que hiciese profesion de enseñar un sistema parti
cular de doctrina, sin embargo fue siempre descon
fiada, y cauta en afirmar; y la nueva solamente
mas escrupulosa, y Escéptica que la otra : lo qual
se conoce en los escritos de Platon, primer maes
tro de la antigua Academia ; en los quales, como
observa Ciceron, no hai cosa absolutamente afirma
da, ó establecida por cierta; sino examinadas todas
con libertad, y ambas partes de la qüestion impar
cialmente desentrañadas (b). Hubo tambien otra ra
zon que puso en crédito con Ciceron esta Filoso
fia de un modo particular; y es el ser ella la mas
proporcionada, y conforme á la profesion de Ora
dor. Porque con la costumbre de disputar en favor,
y en contra sobre las opiniones de las otras sectas, le da
ba grande oportunidad de perfeccionar su facultad
oratoria, y de adquirir cierto hábito de hablar de
pronto sobre qualquier asunto; así, la llama él ma
dre de la elegancia, y de la copia ; y declara que
era deudor de toda la fama de su eloqüencia, no á
las reglas mécanicas de los retóricos, sino á los amplios,
y generosos principios de la Academia (c).
Con todo estaba esta escuela casi del todo aban
donada en Grecia, y no tenia sino mui pocos dis
cípulos en Roma, quando emprendió Ciceron de
fenderla, y restituirla su decaida estimacion. Y no
eS

(a) Ibid. Quest. Tuscul. r. 9. Orator. fin. (b) Acad. 1.13.


(c) gua est. 7usc. 2.3. Quintil. 12. 2. Orat. al princ. paradox.
proem.
PROLOGOe XIII

es dificil descubrir la causa de esta decadencia: por


que imponiendo esta escuela á sus oyentes el duro
peso de disputar contra todas las sectas, y sobre to
das las qüestiones de Filosofia ; si era gran dificultad,
dice Ciceron, tomar posesion de una sola, ¿quán
to mas de tantas? Y al cabo este era el empeño de
los que profesaban ser Académicos (a). No es, pues,
maravilla que hubiese perdido terreno al paso que
prevaleció el luxo, que naturalmente disponia los
ánimos á la doctrina de Epicuro; en orden á lo
qual se refiere una expresion graciosa, segun dicen,
de Arcesilas , el qual preguntado por qué se pasa
ban tantos de las otras sectas á la de los Epicureos,
y ninguno de ellos se rebelaba, respondió, que los
hombres podian mui bien hacerse eunucos, pero que
los eunucos era imposible que volviesen á ser hom
bres (b). * ,
-º . *

Este exámen general en orden á la Filosofia que


profesó Ciceron, nos ayudará á explicar aquella di
ficultad, de que se quexan algunos, de descubrir
sus verdaderas opiniones, y á evitar los errores en
que se puede caer en la investigacion de ellas; pues
to que el principio de la Academia fue impugnar las
opiniones de los otros mas bien que declarar las su
yas propias. Mas no es esta la principal dificultad:
no era Ciceron escrupuloso en esta parte, ni afecta
ba obscuridad en manifestar su opinion quando le per
tenecia explicarla; sino que lo que hace perplexos
á los mas de sus lectores es la variedad, y diferen
te caracter de sus escritos, en que unas veces pare
ce Estoico, otras Académico, y algunas tambien Epi.
cureo. Pero si se considera con atencion, ó el su
geto á quien escribe, ó el que introduce hablando,
ó

(a) De Nat. Deor. r. 5. (b) Diog. Laert. de Arcesila.


y XIV PROLOCO,

-ó en fin la condescendecia en algunos puntos de re


ligion , que era precisa, segun la constitucion de
-aquella. República, para mantener al pueblo en la
subordinacion; se verá claramente que no profiere
como suyas todas aquellas opiniones, que se apar
atan de una manera de filosofar sólida, ecléética, y
mas conforme á la moral cristiana. , , ,
En todos los puntos graves de religion, y de
moral, que tienen mas inmediata relacion con la fe.
«licidad del hombre, como son, la existencia de Dios,
la providencia, la inmortalidad del alma, el esta
do futuro de premios, y castigos, y la diferencia
eterna del bien, y el mal; se explicó clara, y, di
fusamente en muchos lugares de sus obras. Afirma
que hai un Dios, ó un ente supremo, incorporeo,
-eterno, por sí existente, que crió el mundo con su
poder, y le conserva con su providencia. Esto inferia
él del consentimiento de todas las naciones, de la
hermosura, y orden de los cuerpos celestes, de las
evidentes señales de consejo, de sabiduría, y pro
porcion á ciertos fines, que sobresalen ya en el to
do, ya tambien en cada parte del mundo visible 3 y
él mismo declara por indigno del nombre de hom
bre al que crea que todo esto lo hizo el acaso, aun
que por mas que se esfuerce la sabiduría humana,
no alcance á penetrar la profundidad de aquella sabi
duría que todo lo compuso, y fabricó (a). á
Creía asimismo una providencia divina, que pre
side constantemente á todo el sistema del mundo, y
extiende su cuidado á todas sus principales partes, con
una particular atencion á las acciones de los hombres;
* pero
(3) Tusc. quet. r. 27. Fragm. lib. 3. de Rep. Tuic. quest.
1. 14. De Nat. Deor. 3. 3. De Divinat. 2.72. De Nat. Deor.
2.38. * -
PROLOGO, XV

pero dexando las partes menudas, é inferiores al


curso de sus leyes generales. Esto sacaba él de la na
turaleza, y atributos de la divinidad, esto es, de
su omnisciencia, omnipresencia, é infinita bondad,
que no podia desamparar, ni descuidar aquello á que
una vez habia dado existencia; y afirma que sin es
ta creencia no puede haber piedad, ni religion en el
mundo (a).
- . Igualmente conocia la inmortalidad del alma, y
su existencia separada despues de la muerte en un
estado de felicidad, ó miseria. Lo qual colegia de
aquella sed ardiente de inmortalidad , qúe es mani
fiesta, siempre en las grandes almas, de las quales,
y no de otras se debe sacar el modelo, y caracter de
su propia naturaleza, de su esencia no mixta, éin
divisible, que nada tiene de caduco, y separable,
de sus maravillosas potencias, y facultades, como son
el principio del movimiento espontaneo, la memo
ria, la invencion, el ingenio, la comprehension; to
das las quales son incompatibles con una materia iner
te, y perecedera (b) , f, , , , , , ,c, ..
Creían los Estoicos que el alma era una sustan
cia ignea , y sutilísima, que sobrevivia al cuerpo des
pues de la muerte, y duraba un largo tiémpo aun
que no eternamente, sino que debia perecer en la
última, y universal conflagracion. En lo qual, dice
Ciceron, la concedian lo único , que era mas difi
cil de concebir, que es su existencia separada del
cuerpo; y la negaban al mismo tiempo aquello que
no solo era facil de imaginar, sino que era una con
seqüencia de lo otro, esto es, su eterna duracion (c).
* =
* ---- Aris

(a). De Fin.4. s. Acad. r. 8. De Nar. Deor. r. z. 44. z. 66.3.


36. (b) Cato 23. Quest. Tusc. r. 14. Cato 21. Quest. Tusc. 1.
2 3.2 5.2 6.69 de Amicit. 4. (c) Quest. Turc. 1.9. Ibid., 1.3 1.32.
XVI PROLOGO,

Aristóteles enseñó, que ademas de los quatro ele


mentos del mundo material, de donde suponia que
hubiesen sacado su sér todas las cosas, habia otra
quinta esencia, ó naturaleza peculiar de Dios, y el
alma, que nada tenia en sí comun con qualquiera otra
naturaleza (a). Esta es la opinion que Ciceron si
guió, é ilustró con su acostumbrada claridad en el pa
sage siguiente. -

, El origen, dice, del alma humana no pue


, de hallarse en ningun lugar sobre la tierra. Na
,, da hai en ella de mixto , de concreto , ó terres
, tre; nada de aire, de agua, ni fuego. Porque
, tales substancias no son susceptibles de memoria, in
, teligencia, ó pensamiento; nada hai en ellas que
, pueda retener lo pasado, preveer lo futuro, ni aco
, modarse á lo presente: las quales facultades son pu
, ramente divinas, y no pueden en manera alguna
;, haber sido derivadas en los hombres sino de Dios.
, Así que la naturaleza del alma es de una especie
singular, distinta de estas otras conocidas ; y sea lo
que fuere, esto que en nosotros siente, gusta, vi
,, ve, y se mueve, necesariamente ha de ser celestial,
, y divino, y por tanto eterno. Ni el mismo Dios,
3» cuya existencia
claramente se manifiesta, puede ser
3)
concebido de nosotros sino como una mente pura,
, libre, y esenta de toda mortal composicion, que
, ve, y mueve todas las cosas, y es dotada de
, un eterno principio de movimiento por sí misma;
y9 uesa de esta propia especie, y naturaleza es el al
y3 ma del hombre (b). “
En quanto al estado futuro de premios, y cas
tigos , le consideraba como una conseqüencia de la
inmortalidad del alma, que podia inferirse de los atri
º
bu
(a) - Ibid., 1o. (b) Ibid., 27.
PROLoGo. XVII

butos de Dios, y de la condicion de la vida del


hombre sobre la tierra; y esto lo tenia por tan pro
bable, que apenas , dice, podiamos dudarlo, si no
sucediese á nuestros entendimientos, quando miran
ácia sí mismos, lo que sucede á los ojos quando se
fixan con intensíon en el Sol, que deslumbrados de
su resplandor cesan de ver (a). En esta opinion si
guió á Sócrates; y á Platon, á cuyo juicio profesaba
tanta reverencia, que si no hubieran dado razones
de esta senteneia como las dieron, dice, qne así se
hubiera persuadido por sola su autoridad (b). En efec
to Sócrates, segun dice Ciceron ; protextó en su
último discurso que hai dos caminos propuestos, á las
almas al partirse del cuerpo que aquellas que han
estado entregadas á los placeres del sentido, y á las
liviandades , y que º se han manchado á sí propias
cónºvicios secretos, y públicos delitos contra la pa
tria, por un caminó oculto, y desviado son condu
cidas lexos de la morada ; y compañia de los Dio
ses y que al contrario las que han conservado su in
tegridad, y recibido poco, ó ningun contagio del
cuerpo, y que en los cuerpos humanos imitaron la
vida de los EDioses, ascienden facilmente á aquel asien
to donde ellos habitan, de donde tomaron su ser (c).
... Estos fueron los principios sobre los quales fundó
Ciceron su moral, queº noblemente se manifiestan en
sus escritos, pero con mayor amplitud, y claridad
se ilustran en sus tratados de la República y de las
Leyes, á que añadió despues el de los Oficios para
hacer el sistema mas completo. Libros, que, como
dice Plinio el mayor al Emperador Tito, debian ser
noC. solamente
-
leidos, sino aprendides
a. 1." a .-
de memoria (d).
st.". La

( ) guet.7ue. . 3 o () Ibid. 2 ... de Amic.4 () Ib. 3 6.


(d) Pref, ad Histor, Nuturº . - y
TOM • I. b
XVIII .PROLOG0.

La primera, y mayor parte de esta obra se ha per


dido, á excepcion de algunos fragmentos. En ella
habia él expuesto tan á las claras su verdadero modo
de pensar, que, en una carta á Atico, llama á aque
llos seis libros de la República, otros tantos, testis
monios dados á su patria de la integridad de su via
da (a). En el libro de las Leyes continuó el mismo
argumento, deduciendo el origen de ellas. de la vo
luntad del supremo Dios. En estas dos obras se con
tiene su creencia; y el libro de los Oficios explica,
sus costumbres, y práctica, donde describe menuda
mente todas las qbligaciones del hombre, y enseña
una regla de vida conforme á los principios que ha
bia establecido en las otras dos, á las quales se refiere.
muchas veces como al fundamento de todo su sis-,
tema (b). Fue este tratado unos de los últimos que
compuso para enseñanza, y uso de su hijo, desean
do ponerle en claro, las máximas con que él habia din
rigido su gloriosa vida» y enseñarle el camino de pa-,
sar de este mundo, viviendo con inocencia, y con
virtud , á la eterna felicidad, El rigor, de su moral
adaptada á todos los varios sucesos de la vida hilo
mana, puedee servir, separando, algunas opiniones,
que van apuntadas en las notas, ya que no á insr:
truir cabalmente , á lo menos a á reprehenderá mu
chos de los christianos en sus desordenadas costumbres,
Aquí se explica admirablemente aquella lei de que
hace mencion San Pablo, enseñada, como él dice,
por la naturaleza, y escrita en los corazones de los
Gentiles, para guiarles en medio del estado de ig
norancia, y tinieblas, de que muchas yeces se la
mentaban, hasta, tante que recibiesen el favor de una,
revelacion mas clara de la divina voluntad; y el sis
- - - - / - -- te
, º -º * -- y º. *. º -1 - y , , , , (r.
(a) Ad Att. 6. 1. Ibid. 2. (b) Offic. 3.- f. 4. 17... e . . .»
. . . . .»
PROLOGOe xx

tema ordenado de esta lei, que profesó, y exerci


tó Ciceron, fue sin duda el mas completo que el
mundo pagano llegó á conocer, y el último esfuer
zo que podia hacer la naturaleza humana para llegar
á su verdadero fin, óá aquel supremo bien, para que
el Criador la ha destinado. . . . . .
En quanto á mi traduccion, el Lector juzgará si
tiene algun mérito. Lo que yo puedo asegurar es, que
he pcocurado poner en Castellano el libro de los Ofi
cios de Ciceron, con la propiedad, y pureza que me
ha sido posible. Bien conozco que el llevar al cabo mi
deseo, era empeño de mas delicada pluma: pero
tengo por obligacion de mi empleo contribuir quanto
está de mi parte á facilitar á los jóvenes el estudio de
las Humanidades, y continuaré, si no llego á conocer
que esta traduccion ha sido despreciable, en dar al pú
blico otras, que considero necesarias para hacer señala
dos progresos en este género de estudios. La traduccion
de esta misma obra hecha por Francisco de Tamara, y
Juan de Xaraba, que se publicó en Valencia el año pa
sado de 1774. por Benito Monfort; no niego que me
rece su estimacion , especialmente en los Oficios de Ta
ranta, atendiendo al tiempo en que se hizo, y confie
so que me ha servido para intelgencia de muchos pa
sages; pero algunos modos de hablar de aquel tiempo,
aunque mui sencillos, y claros, no estan ya en uso en
estos dias : ni parece que es á propósito para nuestros
fines una traduccion tan atada á la letra como la de Ta
mara; pero así en esto como en todo lo demas, yo es
pero el juicio del público, por cuya utilidad escribo.
XX.

DE LOS CAPÍTULOS QUE CONTIENE


este tomo primero,
L I B R o PRI M E Ro.
cAP. 1. Exorta Ciceron á su hijo á que junte el cono
cimiento de la lengua latina con el de la griega,
y la Filosofia con el estilo forense. Pag. 1
cAP. II. A quanto se extiende el tratado de las obli
gaciones, y qué Filosofos pueden tratar bien
de ellas. 5
cAP. III. Division de los oficios; y los riotivos de de
liberacion acerca de la eleucion de ellos. 8.
CAP. Iv. Cuidado de conservarse comun á todos los
animales, amor de la verdad y del orden pro
pio del hombre. II º

cAP. v. Quatro principios de la honestidad, pruden


cia, justicia, fortaleza, y templanza. I6
CAP. VI. El deseo de saber es natural al hombre;
dos defectos que en él se han de precaver. 18
CAP. vII, Extension de la justicia, dos obligaciones
de esta virtud, dos especies de injusticia, y
5l 5 (4l 545, 2. I ,
cAP. vIII. La avaricia y la ambicion son dos causas
mui comunes de la injusticia. 25
CAP. IX. La ambicion de honra y del dinero es causa
de la omision de las obligaciones. 27
CAP. x. La justicia de nuestra accion depende mu
chas veces de las circunstancias. Casos en que
está uno dispensado de cumplir la palabra, ó
la promesa. 3o
cAP. xi. El castigo tiene sus leyes como la guerra,
Quáles son? 33
cAP. xII. Moderacion de los antiguos Romanos para
- (0/3
INDICEs XXI

ton el enemigo. Reglas de la guerra que se ha


ce por la gloria.
CAP, xIII. Estan obligados los particulares á cumplir
las promesas á los enemigos. justicia que se
debe á los esclavos: injustivia paliada , detes
table. 39
CAP, xiv. Precauciones que pide la liberalidad. 42
CAP. xv. A quién se ha de hacer bien principalmen

te: agradecimiento indispensable: reglas de


este , y de la liberalidad. 45
CAP, xv1. Principios de la Sociedad, y primera obli

gacion de ella.
CAP. xv11. Quatro vínculos de la sociedad, el mas
fuerte es el de la patria. 5o
CAPe xv111. Reglas que se han de observar en los
servicios que se hacen 4 los padres y á los
amigos. 55
CAP, xIx. Esplendor de la fertaleza; virtudes que
la han de acompañar ; defectos 4 que suele
estar sujeta. 53
CAPe xx. Señales de la verdadera grandeza del al
ma; es incompatible con el deleite, con la aya
ricia y ambicion. 6t
CAP, xxI. La vida retirada excluye la ambicion: quié
mes han de tener los cargos del gobierno; qué
prendas les han de adornar ; qué defectos han
de evitar, 66
CAP,
xx11. Las acciones de cabeza y consejo son
mas utiles que las de la guerra, aunque no
de tanto explendor. 68
CAP,
xx. 11. Qualidades que forman un hombre gran
de , la prudencia, justicia , y fortaleza.
CAP,
xxiv. Regla de la humanidad : prudencia en
exponerse al peligro : sacrificar á la patria la
propia gloria y reputacton.
CAP.
xxv. Reglas que han de observar los que go
biernan, y los que administran justitia.
5 CA1º.
XXII INDICE, ,

CAP, xxv1. Igualdad de ánimo, y modestia, dos pren


das mui necesarias en los puestos elevados. 32
CAP, XXVII. Utilidades de la templanza. Decoro in

separable de la honestidad. 85
CAPe xxv III. Decoro, del qual nace la gracia , el
placer, y la hermosura. 88
car. xxix. Sugecion de los apetitos á la razon: de
91.
los juegos, y abanzas.
CAP, xxx. Dignidad del hombre: obligaciones que
prescribe: diversidad de caracteres. 94
cAP. xxxI. Conozca cada uno y cultive sus disposi
ciones mattrales. 99
CAP, XXXII. Diferencia de los estados: eleccion de
un modo de vida. 1o3
cap. xxxIII. Pensar bien que modo de vida se toma,
y no mudar con facilidad. ro6
cAP. xxxiv. Diversidad de obligaciones segun las di
ferentes edades, y estados. Io.9
CAP. xxxv. En qué consiste el decoro: reglas de la
verguenza dictadas por la naturaleza. I 12,
car. xxxv1. Dos especies de hermosura : observa
ciones en orden á todo el porte exterior. 1 15
cAP. xxxv11. Reglas sobre la pronunciacion, asi en
el discurso público, como en la conversacion. 1 17
cap. xxxvIII. Reglas para las reprensiones y para
la conversacion. I 2O.

qAP. xxxIx. Qual ha de ser la casa de un sugeto de


consideracion. I 22

CAP, xL. Qué es orden ? Quanto mudan las circuns


tancias la maturaleza de las acciones. 125
cAP. XLI. Se han de evitar las menores faltas, ar
reglar el exterior, tomar consejo en las co
sas dudosas, y respetar la virtud donde quie
ra que se halle.
cAP. XLII. Dos géneros de ganancias, uno honrado,
y otro mecanica.
CAP, XLIII. Epilogo de toda lo dicho: comparacion de
las
INDICE, XXIII,

las obligaciones; y quales se deben preferir. 134


cAP. xLIv. El estudio, ha de tener por fin el bien de
la sociedad. 137
cAP. xLv. No se ha de anteponer el provecho de la
sociedad á las obligaciones del pudor : grados y

de las obligaciones. 14o

L I B RO SE GUND O.

cAP. 1. La Filosofia es el único consuelo de Ciceron.


cAP. II. Conviene sacar algun provecho de los ma
les: alabanzas de la Filosofia : sistema de los
- Academicos.
cAP. III. Todo lo que sea honesto es tambien util:
estas dos cosas son inseparables : utilidades
de la sociedad.
cAP. Iv. Utilidades del trabajo de los otros: venta
jas de la sociedad.
CAP. v. Nada puede ser mas perjudicial al hombre,
que el hombre mismo: arte de hacer á los hom
bres útiles á la sociedad.
CAP. v1. Poder grande de la fortuna ; pero sin los
hombres nada bueno mi malo se puede hacer.
CAP. vII. No hai cosa mas peligrosa que ser tenido,
mi mas útil que ser amado.
cAP. vIII. El Imperio Romano debio todos sus aumen
tos á la justicia.
cAP. Ix. Medios de adquirir la gloria, y la confian
za de los hombres.
CAP. x. Que cosas admiramos, y quales despreciamos. 172.
GAP. XI. La admiracion es el premio de la justicia,
y la benevolencia el de la bondad. 175
CAP. XII. Razones del establecimiento de los Reyes,
y de las leyes: medio seguro para adquirir
gloria. - -
178
CAP. XIII. Qué han de precarer los jóvenes al en
trar en el manejo de los negocios: aplíquen
-- b4 52.
XXIV INDice.
se á los hombres sabios. 18L
cAP. xiv. Quan útil es el don de la eloqüencia: mo
deracion en acusar : es mas glorioso el defen
der a los acusados.
cAP. xv. Dos géneros de liberalidad, el dinero, y los
servicios personales: estos son mas honrosos. I88
cAP. xv1. Hombres prodigos y liberales: en los gas
tos se ha de buscar dignidad. I9 r
cAP. xv11. Dádivas necesarias alguna vez : verda
dera y falsa liberalidad. 194
cAP. xv111. Reglas de la liberalidad: qual es la mas
honrosa : afabilidad en todos los negocios, ala
banza justa de la hospitalidad. 197
cAP. xix. Los jurisconsultos pueden hacer bien á mu
chos, y mas los Oradores: no se ha de ofen
der á los que no se puede obligar. 2OO

cAP. xx. Los beneficios casi siempre son interesados:


los grandes no quieren quedar obligados. 2o3
cAP. xxi. No se ha de tocar a los bienes de los par
ticulares: no imponer tributos sin gran nece
sidad, y mantener la abundancia. zo7
cAP. xxII. Exemplos de desinterés, que es una vir
º tud mui laudable: daños de usurpar los bie
mes agenos. -

cAP. xxIII. La injusticia es la ruina de los estados:


alabanza de Arato ; precauciones acerca de las
deudas. 215
cAP. xxiv. Medios de conservar la salud, y la ha
cienda. -
2 17
cAP. xxv. Comparacion de los bienes del cuerpo con los
externos. / 22 l

L I B R o TER CE Ro.
cAP. 1. De el ocio de Escipion, y quín diferente era
el de Cicerón. 224
CAP. II. Estimulos con que exhorta Ciceron á su hijo .
al
INDICE,

al estudio de la Filosofía, 227


cAP. III, Peligro en separar lo útil de lo honesto: qué
sea vivir segun la regla de la naturaleza. 23
cAP. Iv. Homestidad comun, como obligaciones comu
mes, nunca se ha de comparar lo honesto con
la utilidad comun. 234
cAP. v. Se ha de distinguir si lo que parece útil re
pugna á la homestidad: regla sobre esto. Todas
las leyes tienen por fin estoryar la injusticia. 238
cAP. v1, La utilidad de cada uno, y la de todos es
una misma : reglas para resolver en caso “de
que parezcan utilidades opuestas. 245
cAP. vII. Se ha de apetecer la homestidad, o como
el único, ó como el mas principal de todos
los bienes. 247
cAP. vIII, Lo que no es honesto, tampoco es util: es
tas dos cosas son inseparables. 249
cAP. IX. Nunca se ha de obrar mal, aunque nadie lo
pueda ver , ni sospechar. 252
cAP. x. No hai utilidad donde no hai honestidad: á
todo se ha de preferir la amistad, excepto á
la justicia. 255
cAP. x1. Nunca se ha de pecar por la República; quán.
ta honra es para los estados el preferir lo ho
mesto a lo util. . 259
CAP. XII, En qué casos se puede dudar, si la utilidad
se conforma con la homestudad: resolucion de
65105 (4505. 262
CAP. xIII. Dos casos en que se puede exáminar, si
lo que parece util se puede comparar con lo ha
716 5to. 265
cAG. xIv. Quan infame es añadir mentira á la di
simulacion: qué es dolo malo? 268
CAP. xv. Leyes de los Romanos contra el dolo malo,
- y el fraude. 27 I
cAP. XVI. Disposicion del derecho Romano para esta
blecer la buena fé en los contratos. -
274
- CA Pe
XXVI INDICE,

cAP. xvII. Fraude que no se suele reputar por malo:


formulas, y reglas contra la mala fé.
cAP. xv 111. El artificio se opone á la lei natural: la
regla de lo util es la misma que la de lo ho
71 t St0.

cAP. xix. Verdadera idea del hombre de bien, y quán


difivil es encontrarle.
cAP. xx. Nunca hai causa para petar.
cAP. xxi. Males que provienen del falso principio de
tener por homesto lo que parece util.
cAP. xx11. Nada tenian por util los antiguos Ro
manos, sino lo que era honesto: quanto daño
se han acarreado los hombres por desviarse de
este principio.
cAP. xxIII. Qué partido se ha de tomar en algunos
casos dudosos: qual es la obligacion de un hijo,
si sabe que su padre conspira contra su pa
t714.
295
cAP. xxIv. Si se deben cumplir siempre los pactos,
y promesas, aun con riesgo de la vida, o del
de oro. 299
cAP. xxv. No todas las promesas se deben cumplir:
alguna vez es justo no volver el deposito. 3oo
cAP. xxv1. No puede haber fortaleza donde falta la
honestidad: exemplos que lo comprueban. 3 o3
cAP. xxv11. Accion de Régulo. 3o5
CAP. xxv III. Todos apetecen lo util, y esto no puede
- hallarse sino en la bonestidad: objeciones con
tra Régulo, y refutacion de ellas. 3 o7
cAP. xxIx. Fé del juramento hecho al enemigo ; y á
los piratas: con que condicion es válido. Exem
los. 3 o9
cAP. xxx. Generosidad de algunos Romanos que piden
ser entregados al enemigo: quál es lo mas ad
mirable en Régulo. 3 I3
cAP. xxxi. No hai vínculo mas sagrado que el 'del
juramento, cuya infraccion castigaban severa
1111
INCICEs XXVI

mente los Romanos. - 31 5


cap. xxxii. Pena del fraude, y de la cobardia. 3 18
cAP. xxxIII. No puede ser util lo que se opone á la
femiplaza, la dotirima de Epicuro se opone á
todas las virtudes. 32o
cAP. xxxiv. Epílogº. 323
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Duia. Ciceron el tratado de las obligacio


nes en tres partes principales , que forman
estos tres libros de los Oficios. En este primero
trata de lo homesto, en el segundo de lo util,
y en el tercero de la comparacion de lo util con
lo honesto. Explica en este primero las causas,
la naturaleza , y las obligaciones que proceden
de la virtud en general, que es lo honesto , y
despues en particular las que proceden de las
quatro especies de honesto, es á saber; de las
quatro virtudes, prudencia justicia, fortale
za, y templanza , de las quales trata en toda
su extension. Prueba en primer lugar ser na
lurales al hombre estas virtudes, y manifiesta
como nacen de ellas todas las obligaciones en to
dos los casos, accidentes y circunstancias de la
vida humana: dando siempre la preferencia d las
que nacen de la justicia , como las mas útiles
para la conservacion y felicidad, de la sociedad
universal y particular, que la misma naturale
za ha establecido entre los hombres.

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LOS OFICIOS DE CICERON.


LIB R O P R I M E R O.

C A P I T U L O I.

Exhorta Cicerom â su bjo d que junte el comocimiento de la


lemgua latima com el de la griega , j la Filosofia com
el estilo forense.
A- es muy natural, hijo mio Marco, que al ca
bo de un afio que estäs oyendo á Cratipo (a), y esto
en Atenas , , abundes de preceptos , y máximas de Fi
- - _ * lo

CICERO DE OEFICIIS.
L IBE R PRIMUS.

C A P U T I.

?ilium hortatur Cicero , ut cum graeci, latina conjungat , re


quaturqae & pbilosophandi scientiam , & forente
dicendi genur,

Qæ te , Marce fili , annum jam audientem


Cratippum , idque Athenis , abundare oportet prae
ceptis institutisque philosophiae , propter summam & doc
- - tO- •
••• • •^

' (a) Un afio -habia pasado desde, que Ciceron habia enviado sti hijo
4 Atenas , y à la ensefiamza de Cratipo , célebre Filósofo ; despues que
vencido , y muerto Pompeyo , y hecho Cesar sefior absoluto del Im
perio , se reti, 6 Ciceron á escriblr estos libros por los afios de 7og.
y 10. de la fundacion de Roma.
TOM. I. . A.
2 LOS ORICIOS

losofia, por la mucha fama, tanto del maestro, como


de la misma ciudad; pudiendo contribuir mucho á tu
enseñanza el uno con su sabiduría, y la otra con sus exem
plos: no obstante, así como yo he unido siempre para
mayor utilidad mia el estudio de la lengua latina con
el de la griega, no solamente en la Filosofia, sino tam
bien en las declamaciones oratorias; me parece que de
bes tu hacer lo mismo, á fin de conseguir igual facili
dad en ambas lenguas. Para el qual efecto juzgo haber he
cho un gran servicio á nuestros Romanos, de que así los
ignorantes del griego, como los inteligentes, crean que
han hallado algun socorro para la Filosofia, y la Elo-,
qüencia (a). -

Y así aprende enhorabuena del Príncipe de los Filó


sofos de estos tiempos, y aprende todo el tiempo que
fuere tu voluntad, que deberá ser mientras no te pese
de lo que vayas aprovechando; mas leyendo mis escritos,
en que no me aparto mucho del modo de pensar de
los Peripatéticos, pues queremos ser etrambos á un mis
IIl O

toris auctoritatem & urbis, quorum alter te scientia au


gere potest, altera exemplis: tamen, ut ipse ad meam
utilitatem semper cum graecis latina conjunxi, neque id
in philosophia solum , sed etiam in dicendi exercitatio
ne feci; idem tibi censeo faciendum, ut par sis in utrius
que orationis facultate. Quam quidem ad rem , nos (ut
videmur) magnum attulimus adjumentum hominibus nos
tris; ut non modô Graecarum litterarum rudes, sed etiam
docti , aliquantum se arbitrentur adeptos & ad dicendum
& ad judicandum.
Quamobrem disces tu quidem à principe hujus aeta
tis philosophorum , & disces, quamdiu voles; tamdiu
autem velle debebis, quoad te, quantum proficias, non
poenitebit. Sed tamen nostra legens , non multum à Pe
ripateticis dissidentia, quoniam utrique , & Socratici,
º - 8z

(a) Fue Ciceron el primero que hizo traducciones completas de los auto
es Griegos, facilitando así á los Romanos la inteligencia de aquella lengua
A

DE cICERON. LIB. I. 3
mo tiempo Platónicos, y Socráticos (a), en quanto á
la opinion de las cosas sigue tu juicio, no me opongo á
eso; pero lo que es el estilo latino, enriquecerás mas el
tuyo con la leccion de mis obras. Y no quisiera que
me atribuyeran á vanidad esta expresion; porque conce
diendo, como concedo á muchos la ciencia de filoso
far, en quanto á formar un discurso con propiedad,
elegancia, y claridad, que es el oficio propio de un
orador, me parece que tengo justos derechos para apro
piármelo, como fruto de un estudio en que llevo em
pleada la mayor parte de mi vida, ,, , , ,
Por lo qual te exhorto muy de veras, Ciceron mio,
á que leas con cuidado no solo mis oraciones, sino tam
bien estos libros de Filosofia, que casi se igualan ya
con ellas en el volumen; porque si bien aquellas estan
escritas con mayor fuerza, y valentía de estilo; pero
tambien ha de cultivarse este modo de hablar mas igual,
y templado. Yo no tengo ciertamente noticia, que de los
Grie

& Platonici esse volumus ; de rebus ipsis utere tuo ju


dicio; nihil enim impedio: orationem autem latinam pro
fectó legendis nostris efficies pleniorem. Nec verò arro
ganter hoc dictum existimari velim : nam philosophan
di scientiam concedens multis; quod est oratoris pro
prium , aptè, distinctè, ornatè ¿, quoniam in eo
studio aetatem consumpsi, si id mihicassumo, videor id
meo jure quodam modo vindicare. - -

Quamobrem magnopere te hortor, mi Cicero, ut non


solüm orationes meas , sed, hos etiam de philosophia li
bros, qui se jam illis ferè aequarunt, studiose legas.
Vis enim dicendi major est in illis ; sed hoc, quoque co
lendum est aequabile & temperatum orationis genus. Et
id quidem nemini video Graecorum adhuc contigisse, ut
- - idem
(a) Así vosotros, que sois Peripatéticos, como nosotros los Aca
démicos, seguimos el sistema de Sócrates, y de Platon. Porque Só
crates, , que fue como el padre de los Filósofos, enseñó á Platon, Pla
ton á Aristóteles cabeza de los Peripatéticos, y á Xenocrates de los
Académicos antiguos. Así los Académicos antiguos eran los mismos que
los Peripatéticos, como díce en el c. 4. del lib. 3.
A2
4 LOS OFICIOS

Griegos se exercitase ninguno en los dos géneros de


estilo, cultivando á un mismo tiempo aquel que cor
responde al foro, y este mas moderado, que es pro
pio de la disputa ; si ya no es, que se haya de contar
en este número á Demetrio Falereo, sutil en la disputa,
y orador, no del mayor espíritu, aunque suave , de
modo que se le conoce desde luego la escuela de Teo
frasto. Por lo que á mí toca, otros podran juzgar quan
to haya aprovechado en uno, y otro: lo cierto es que
uno, y otro he procurado cultivar. Bien creo, que si
Platon hubiera querido exercitar tambien el estilo pro
pio del foro, lo hubiera hecho con afluencia, y digni
dad; é igualmente Demóstenes hubiera exercitado este
otro estilo con adorno, y magnificencia, si hubiera
querido conservar, y escribir lo que aprendió de Pla
ton: el mismo juicio hago de Aristóteles, y de Isócra
tes, los quales llevados cada uno de su respectiva fa
cultad, no se aplicaron á otra alguna.

CA

idem utroque in genere laboraret, sequereturque & illud


forense dicendi , & hoc quietum disputandi genus; ni
si fortè Demetrius Phalereus in hoc numero haberi po
test, disputator subtilis, orator parum vehemens, dul
cis tamen, ut. Theophrasti discipulum possis agnoscere.
Nos autem quantum in utroque profecerimus, alioruna sit
judicium ; utrumque certe secuti sumus. Equidem & Pla
tonem existimo, si genus forense dicendi tractare vo
luisset, gravissimè & copiosissimè potuisse dicere 3 &
Demosthenem , si illa quae à Platone didicerat, tenuis
set, & pronunciare voluisset, ornatè splendidèque fa
cere potuisse : eodemgue modo de Aristotele & Iso
crate judico ; quorum uterque suo studio delectatus,
contempsit alterum. -

CA
DE CICERON, LIBe Is 5
CA PITULO II,

A quánto se estiende el tratado de las obligaciones, y aué


Filosofos pueden tratar bien de ellas.
abiendo pues determinado escribir ahora alguna
obra para tu instruccion , y otras muchas en adelante,
me pareció comenzar principalmente por un asunto,
que fuese el mas á propósito para tus años, y mas cor
respondiente á mi autoridad. Porque entre muchas co
sas útiles, y graves que hay en la Filosofia tratadas por
los Filósofos muy copiosamente, y con gran cuidado,
son á mi juicio de muchisíma mas extension los pre
ceptos que han escrito, y enseñado acerca de las obli
gaciones (a). En efecto ninguna parte de la vida, ya
se trate de los negocios públicos, ya de los particula
res, ó de los civiles, ó domésticos, ó propios, ó de
contratos agenos, puede estar esenta de alguna obliga
C1On:

CAP U T II.

guâm latè pateant officia : quinam Philosophi de officiis


dicere queant.
Sea quum statuissem scribere ad te aliquid hoc tem
pore, & multa posthac, ab eo ordiri volui maximè quod
& aetati tuae esset aptissimum , & auétoritati meae gra
vissimum. Nam quum multa sint in philosophia & gravia,
& utilia, accurate copiosèque à philosophis disputata,
patere latissimè videntur ea, quae de officiis tradita ab
illis & praecepta sunt. Nulla enim vitae pars neque pu
blicis, neque privatis, neque forensibus, neque domes
ticis in rebus; neque si tecum agas quid , neque si cum
altero contrahas, vacare officio potest: in eoque colen
do
(a) Primera razon que movió a Ciceron á escribir estos libros. Por
que la materia, de ellos se estiende á toda la vida, y á todas las ac
siones, y estados de ella. -

A 3
6 Los oFICIos
cion: en cuyo cumplimiento consiste toda la honestidad
de la vida, y en su omision la torpeza. Y es constante
que este tratado es comun á todos los Filósofos (a).
Porque quién será tan atrevido que se atribuya este nom
bre, sin dar algunos preceptos sobre las obligaciones?
Pero hay algunas sectas, que segun los fines, que se
proponen del bien, y el mal, las desfiguran en un to
do. (b) Porque los que constituyen el sumo bien en co
sas que no tienen relacion alguna con la virtud, y le
miden por sus propias utilidades, y no con la regla de
la honestidad; estos, sí van siempre conformes con sus
principios, y no se dexan convencer alguna vez de la
bondad de la naturaleza, no pueden cultivar ni la amis
tad, ni la justicia, ni la liberalidad (c) ; y por la mis
ma razon no puede hallarse de ningun modo un hom
bre fuerte, que tenga al dolor por el mayor de los ma
les; ni tampoco un moderado, que constituya en los
de

do sita vitae est honestas omnis, & in negligendo tur


pitudo. Atque haec quidem quaestio communis est om
nium philosophorum : quis est enim , qui nullis officii
praeceptis tradendis philosophum se audeat dicere? Sed
sunt nonnullae disciplinae, quae propositis bonorum &
malorum finibus officium omne pervertunt. Nam qui sum
mum bonum sic instituit, ut nihil habeat cum virtute
cunjunctum ; idque suis commodis, non honestate me
titur; hic, si sibi ipse consentiat, & non interdum na
turae bonitate vincatur, neque amicitiam colere possit,
nec justitiam, nec liberalitatem. Fortis verò dolorem sum
mum malum judicans; aut temperans , voluptatem sum
mum bonum statueas, esse certe nullo modo potes. Quae
quam
(a). Segunda razon. Porque aunque este tratado es comun á, todos
los Filósofos, no todos en realidad pueden enseñar bien las obligacio"
IICS.
(b) . Es á saber los Epicureos, que determinan al mal por el dolor,
y al bien por el deleite, perturban, y corrompen los oficios.
(c) Porque los que miden el sumo bien por su propia convenien
cia, solo se aman sí mismos; y así en ofreciéndoseles alguna inco
modidad por guardar las obligaciones, de amistad, justicia , &c., fal
tarán á ellas por no faltar á su comodidad.
DE CICERON, LIBe Ie º
deleites el sumo bien. Las quales cosas, aunque son tan
claras, y obvias, que no necesitan de ilustracion al
guna, con todo yo las he exáminado en otra parte (a).
Estas sectas, pues, si quieren sostener constante
mente sus principios, no pueden jamás hablar palabra
sobre las obligaciones: ni pueden enseñarse acerca de
este asunto unos principios bien fundados, sólidos, y
conformes á la naturaleza (b), sino por aquellos que
afirmen ser esta honestidad el único bien que debe de
searse (c), ó por los que sostengan debe mirarse como
el bien mas principal. Precepto que es solamente pro»
pio de los Estoicos, Académicos, y Peripatéticos; por
que las opiniones de Ariston, Pirron, y Herilo ha mu
cho tiempo ya que son excluidas vergonzosamente (d).
Los quales merecerían tener algun derecho de hablar en
la materia, si hubieran dexado en las cosas algun lugar
de

quamquam ita sint in promptu, utres disputatione non


egeat , tamen sunt à nobis alio loco disputata.
Hae disciplinae igitur, si sibi consentaneae esse ve
lint, de officio nihil queant dicere. Neque ulla officii
praecepta firma, stabilia, conjuncta naturae, tradi pos
sunt, nisi aut ab iis, qui solam , aut ab iis, quima
ximè, honestatem propter se dicant expetendam. Itaque
propria estea praeceptio Stoicorum, Academicorum, Pe
ripateticorum ; quoniam Aristonis. Pyrrhonis, Herilli,
jam pridem explosa sententia est: qui tamen haberent
jus suum disputandi de officio, si rerum aliquem de
lectum reliquissent, ut ad officii inventionem aditus es
Sete
(a) En los libros de Finibas, y en el 4. de las Qüestiones Tuscu
1aSe
(b) Se entiende derivados de la fuente de la naturaleza; porque to
das las obligaciones nacen de principios naturales, como explicará des
pues
Cc.) Los Estoicos admiten solo la honestidad desnuda , y esta dicen
que se debe buscar solamente. Los Académicos, y Peripatéticos dicen,
que principalmente, y despues de ella otros bienes que sean como ins
trumentos, y apoyos de aquel primero.
(d) . Estos Filósofos quitaban toda la diferencia entre lo verdadero
y lo falso, entre lo bueno , y lo malo ; y así no daban lugar á la
eleccion , en que consisten Íos oficios. -

A4
8 Los oficios

de distincion, que pudiera conducirnos al conocimien


to de las obligaciones. Y así seguiré al presente en este
tratado á los Estoicos principalmente, no como intér
prete, ó simple traductor de ellos; sino que como
acostumbro, sacaré de sus fuentes, segun mi juicio, y
discernimiento, lo mejor que hallare, y del modo que
me parezca mas conveniente.
/ CAP I TU L O III.
Division de los oficios; y los motivos de deliberacion acerca
- de la eleccion de ellos.

Sra. , pues, que toda nuestra obra se reduce á


tratar de las obligaciones, me parece conveniente pro
poner primero su definicion (a), cosa de que me admi
ro se olvidáse Panecio; porque qualquier discurso que
se emprende razonadamente , debe comenzar por la de
fi

set. Sequemur igitur hoc quidem tempore , & hac in


quaestione potissimum Stoicos , non ut interpretes; sed,
ut solemus , è fontibus eorum, judicio arbitrioque nos
tro, quantum , quoque modo videbitur, hauriemus.
CA P U T III.

Officiorum divisio ; quot sint consilii capiendi


- deliberationes.

lacet igitur, quoniam omnis disputatio de offiicio


futura est, antè definire, quid sit officium , quod à Pa
e e e e e v

naetio praetermissum esse muror: omnis enum , quae


e e - - \
a ra
e e

tione suscipitur de aliqua re, institutio , debet à defi


ni

(a) , No habla Ciceron de una definicion exacta, ó esencial,, como


dicen los Lógicos vulgares, sino de una descripcion , que sea bastam
te para quitar las ambigiiedades del nombre; que nada mas se requie
re en los principios, de los tratados. Algunos han criticado á Ciceron
por no haber definido el oficio por el género y la diferencia. -
DE CICERON• LIB, Is 9

finicíon de aquello que se trata, para que se tenga una


idea clara de la materia sobre que se va á hablar. To
do el tratado de las obligaciones se puede reducir á dos
puntos principales: el primero es el que pertenece al
sumo bien (a), y el segundo á los preceptos á que de
be conformarse en todas sus partes la conducta de nues
tra vida (b). Del primer punto son los exemplos siguien
tes: Si todas las obligaciones son perfectas, si hay gra
dos en ellas, y otros semejantes. Por lo que toca á
los preceptos que se prescriben sobre las obligaciones,
aunque naturalmente pertenezcan al sumo bien; con to
do no se percibe bastantemente esta relacion, porque
parece que corresponden mas á la informacion de la
vida comun; y de estos tales preceptos es de los que
en estos libros habemos de tratar.
Hay ademas otra division de las obligaciones, que las
distingue , llamando á unas medias, y á otras per
fectas. Soy de sentir que á estas que los Griegos lla
II13 l

nitione proficisci; ut intelligatur, quid sit id, de quo


disputetur. Omnis de officio duplex est quaestio: unum
genus est, quod pertinet ad finem bonorum ; alterunl»
quod positum est in praeceptis, quibus in omnes partes
usus vitae conformari possit. Superioris generis hujusmodi
exempla sunt: omniane officia perfecta sint ; num quod
officium aliud alio majus sit; & quae sunt generis ejus
dem. Quorum autem officiorum praecepta traduntur, ea,
qumamquam pertinentad finem bonorum, tamen id mi
nús apparet, quia magis ad institutionem vitae commu
nis spectare videntur: de quibus est nobis his libris ex
plicandum.
- Atque etiam alia divisio est officii: nam & medium
quoddam officium , dicitur , & perfectum. Perfectum of
ficium , rectum, opinor, vocemus, quod Graeci nazídaua;
- hoc
(a) Primera parte de la division propuesta, en que se trata del fin
último, que se llama sumo bien.
(? Segunda parte, que se refiere á la práctica; esto es, cómo se
ha de arreglar la manera de vivir 2 y las costumbres.
IO LOS OFICIOS

man «arípºue, las nombremos nosotros rectas, y comu


nes, á las que llaman ellos nadinov, y las definen diciendo,
que las rectas son perfectas, y llaman medias á las accio
nes, de cuya operacion se puede dar una razon probable.
Tres son, pues, los capítulos á que , segun la opi
nion de Panecio, se reduce el exámen de lo que se va
á hacer. Porque en primer lugar dudan los hombres,
si lo que es objeto de su deliberacion, es honesto, ú
torpe; en cuya reflexion se dividen muchas veces en pa
receres diversos , y contrarios. Ademas se exámina, y
considera, si la cosa de que se trata será conducente á las
comodidades, y delicias de la vida, á las facultades, y
riquezas, á los honores, y al poder con que puedan los
hombres socorrerse á sí, y á los suyos; la qual delibe
racion se propone únicamente por objeto la utilidad. La
tercera es quando aquello que se representa como útil,
parece que repugna con la honestidad. Porque entre
los impulsos de la utilidad, y los de la virtud está
neutral, é irresoluto el ánimo, y no acierta á qué in
clinarse. En esta division, siendo un grandísimo defec
tO

hoc autem commune «aduar vocant. Atque ea sic de


finiunt, ut, rectum quod sit, id perfectum officium es
se definiant ; medium autem officium id esse dicant, quod,
cur factum sit, ratio probabilis reddi possit.
Triplex igitur est, ut Panaetio videtur, consilii ca
piendi deliberatio: nam, honestumne factu sit, an tur
pe, dubitant, id, quod in deliberationem cadit; in quo
considerando saepe animi in contrarias sententias distra
huntur. Tum autem aut adquirunt, aut consultant , ad
vitae commoditatem jucunditatemque, ad facultates re
rum atque copias, ad opes, ad, potentiam , quibus &
se possint juvare & suos, conducat id necne, de quo
deliberant, quae deliberatio omnis in rationem utilita
tis, cadit. Tertium dubitandi genus est, quum pugnare
videtur cum honesto id, quod videtur esse utile: quum
enim utilitas ad se rapere, honestas contra revocare ad
se videtar, fitut distrahatur deliberando animus, affe.
12t
DE CICERON. LIB. I. I

to dexarse en las divisiones alguna circunstancia, se han


omitido dos ; porque no solamente suele dudarse, si
lo que se va á executar es honesto , ó torpe; sino tam
bien entre dos cosas honestas, quál es mas honesta; y
lo mismo de dos útiles, qual es mas util. De modo que
parece se debe distribuir en cinco partes (a), lo que juz
gó Panecio, que estaba bien dividido en tres solamente.
Lo primero, pues, hemos de tratar de lo honesto, pe
ro segun estos dos respectos; despues de lo útil con la
misma division; y últimamente de la comparacion de lo
útil con lo honesto. /

CAP I T UL O IV.
Cuidado de conservarse, comun á todos los animales, amor
de la verdad, y del orden propio del hombre.
E, primer lugar todos los animales han recibido de la
na

ratque ancipitem curam cogitandi. Hac divisione, quum


praeterire aliquid maximum vitium in dividendo sit, duo
praetermisa sunt. Nec enim solüm utrum honestum , an
turpe sit, deliberari solet, sed etiam , duobus propo
sitis honestis, utrum honestius : itemque duobus propo
sitis utilibus, utrum utilius. Ita, quam ille triplicem
putavit esse rationem , in quinque partes distribui de
bere reperitur. Primum igitur est de honesto, sed du
pliciter: tum pari ratione de utili: pòst de comparatio
ne eorum disserendum.
C A P U Tº IV.

Commune esse omnium animantium ut se suos que tueantur.


Veri, atque ordinis desiderium solius hominis proprium.

rincipio generi animantium omni est à natura tri


bu

(a) Deben ser cinco las partes de esta division. Primera : si es ho


nesto, ó torpe. Segunda: si es util ó inutil. Tercera: de dos cosa, ho
nestas, quál es mas honesta. Quarta: de dos útiles, quál es la mas util.
Quinta: si lo honesto se ha de preferir á lo util, ólo util á lo honesto
12 Los oficios º

naturaleza el instinto (a) de conservar su vida, y su


cuerpo, de huir todo lo que les puede ser perjudicial,
de buscar, y prevenir lo necesario para mantenerse, co
mo el sustento, el cubierto, y otras cosas semejantes.
Tambien ha inspirado á todos el apetito, cuyo obje
to es la propagacion , y un cierto cuidado con los
frutos de este instinto. Pero hay esta gran diferencia
entre el hombre, y la bestia (b), que esta, no te
niendo otra guia que el sentido, se acomoda á solo
aquello que se la pone delante con muy corto senti
miento de lo pasado, y futuro. Mas el hombre, que
participa de las luces de la razon, por la qual conoce
las causas de las cosas, y sus conseqüencias, no se le
ocultan sus progresos, ni antecedentes, compara los
semejantes, y une á las cosas presentes las futuras; re
gis
butum , ut se , vitam , corpusque tueatur, declinetque
ea, quae nocitura videantur, omniaque, quae sint ad
vivendum necessaria , adquirat & paret; ut pastum, ut
latibula, ut alia ejusdem generis. Commune item ani
mantium onmnium est conjunctionis appetitus, procreandi
causä , & cura quaedam eorum, quae procreata sunt. Sed
inrer hominem & belluam hoc maxime interest, quòd
haectantium, quatum sensu movetur, ad id solum, quod :
adest, quodque praesens est, se accommodat, paululum
admodum sentiens praeteritum, aut futurum. Homo au
tem (quòd rationis est particeps, per quam consequen
tiam cernit, causas rerum videt, earumque progressus, &.
quasi, antecessiones mon ignorat, similitudines comparat,
& rebus praesentibus adjungit, atque annectit futuras)
- - fa
(a) Toda la doctrina de este capítulo está casi con las mismas pala
bras en el cap. 14 del lib. 2. de Finibus. Para mostrar que todos los ofi
cios tienen su principio en la naturaleza, advierte que todo animal vi
ve por naturaleza, y que todo quanto hace, ó por su conservacion, ó
¿? propagacion de su especie, lo hace por apetito dado por la na
lJITIC Zae -

(b) La bestia solo siente, el hombre siente, y entiende; en ella hay


alma, en el hombre alma, y ánimo, esto es, entendimiento, y razon,.
conforme á la qual obra; y porque la razon en el hombre es tambien por
naturaleza, las obligaciones que de aquella provienen , han de ser con
formes á la naturaleza. - . ...”
DE cICERON. LIB. 1. I3

gistra facilmente todo el curso de la vida, y previe


ne lo necesario para pasarla.
La misma naturaleza por medio de la luz de la ra
zon concilia unos hombres con otros (a), así para el
habla recíproca, como para la vida sociable, y engen
dra principalmente un amor especial para con los hi
jos, obligándonos á desear que haya union, y socie
dad entre los hombres, y á poder ser participantes de
la misma sociedad, y tambien á que por esto procu
remos apercibirnos de lo necesario para el sustento, y
porte no solo de nosotros, sino tambien de nuestras
mugeres, nuestros hijos, y de todos aquellos á quie
nes amamos, y debemos proteger : cuya solicitud le
vanta los ánimos, y los habilita mas para la adminis
tracion de los negocios.
Especialmente es propia del hombre la averigua
eion de la verdad (b), y así quando nos hallamos
desocupados de los cuidados, y negocios precisos, de
Sea -

facilè totius vitae cursum videt, ad eamque degendam


praeparat res necessarias. • -

Eademque natura vi rationis hominem conciliat ho


mini , & ad orationis , & ad vitae societatem ; ingene
ratque in primis praecipuum quemdam amorem in eos,
qui procreati sunt ; impellitque, ut homimum coetus ce
lebrari inter se , & à se obiri velit; ob easque causas
studeat parare ea , quae suppeditent & ad cultum , &c.
ad viétum ; nec sibi soli, sed conjungi, liberis, cete
risque , quos caros habeat, tuerique debeat: quae cura
exsuscitat etiam animos, & majores ad rem gerendam
facit. v -

In primisque hominis est propria veri inquisitio at


que investigatio. Itaque quum sumus necessariis nego
t11S
, (b) Primero consideró al hombre como animal, despues como racio
nal, y ahora como sociable : y de aquí nacen las primeras semillas de
la honestidad, que pertenecen á la justicia.
, (a) Siguese la prudencia. Dice , que es un cuidado muy propio del
hombre la investigacion de la verdad: lo qual prueba por la curiosidad
de Ver , oir, y aprender, º,-
I4 LOS OFICIOS

seamos ver, cir, y aprender alguna cosa, y juzga


mos que contribuye muchísimo para vivir dichosos el
conocimiento de lo mas oculto, y admirable; de don
de se colige, que lo verdadero, simple, y sincero
es lo mas conforme á la naturaleza del hombre. A este
amor de averiguar la verdad, va unido cierto deseo de
independencia (a), de forma que á nadie se sujeta vo
luntariamente un ánimo bien formado por naturaleza,
sino á quien le instruye, ó le enseña, óle manda
con justos, y legítimos derechos por su utilidad de lo
qual resulta la grandeza del ánimo , y el desprecio de
los acontecimientos humanos (b).
No es tampoco pequeño efecto de la fuerza de nues
tra naturaleza, y de la razon, que solo el hombre en
tre todos los animales es capáz de conocer el orden (c),
el decoro, y aquella regla, y medida que debe guar
darse en las palabras, y en las obras. Así aun de aque
llos

tiis curisque vacui, tum avemus aliquid videre, audire,


addiscere; cognitionemque rerum aut occultarum , aut
admirabilium ad beatè vivendum necessariam ducimus: ex
quo intelligitur, quod verum , simplex , sincerumque
sid , id esse naturae hominis aptissimum. Huic veri vi
dendi cupiditati adjuncta est appetitio quaedam princi
patús, ut nemini parere animus bene à natura informa
tus velit, nisi praecipienti, aut docenti, aut utilitatis
causā, justè & legitimè imperanti: ex quo animi mag
nitudo exsistit, humanarumque rerum contemptio.
Nec vero illa parva vis naturae estrationisque, quòd
unum hoc animal sentit quid sit ordo; quid sit, quod
deceat; in factis dictisque qui modus. Itaque eorum ip
SO

(a) En estas palabras se señala la fortaleza, que tambien proviene


de la razon. - -

(b) Por lo regular une siempre Ciceron la grandeza de ánimo, con


el désprecio de los acontecimientos humarios, que es la señal primera
y la principal de un ánimo fuerte. 9.
(c) Tambien es propio del hombre, y concedido á él solo por la
razon el conocer lo que conviene, y es decente en las palabras, y en
las acciones, lo qual pertenece á la templanza.
DE CICERON, LIB, Ie I5

llos mismos objetos que se perciben por la vista, él


solo conoce la hermosura, proporcion , y conformi
dad de sus partes ; y pasando esta imagen la misma
naturaleza, y la razon desde los ojos al alma, conci
be mucho mejor (a) con quanto decoro, constancia, y
orden habemos de dirigir nuestras obras; y intencio
nes; y nos enseña á precavernos de lo indecoroso, y
afeminado, y contra todo desorden en nuestras obras,
y opiniones. De lo qual resulta , y se compone la
honestidad (b) que buscamos, la qual aunque no sea
algunas veces la cosa mas alabada, es no obstante siem
pre virtud (cuya estima es independiente de la opinion
comun), y á la que tenemos por digna de alaban
za por su naturaleza, aunque ninguno la alabára.

CA

sorum , quae adspectu sentiuntur, nullum aliud animal


pulchritudinem ,, venustatem , convenientiam partium sen
sit : quam similitudinem natura ratioque ab oculis ad
animum transferens, multò etiam magis pulchritudinem,
constantiam , ordinem in consiliis factisque conservandum
putat ; cavet que, ne quid indecorè effeminatève faciat;
tum in omnibus & opinionibus, & factis, ne quid li
bidinosè aut faciat aut cogitet : quibus ex rebus con
flatur & efficitur id , quod quaerimus, honestum ; quod
etiam si nobilitatum non sit, tamen honestum sit; quod
que vere dicimus, etiam si á nullo laudetur , naturà es
se laudabile.

CA

(a) Aquella conveniencia que percibe el hombre en los objetos ex


ternos, la pasa al ánimo que debe conocer, y observar mucho mejor
lo que es decente: de donde proviene la recta razon de pensar, de ha.
blar, y de obrar conforme á las cosas, á los tiempos, y á los lugares.
(b) . Del cuidado de la sociedad, de la recta investigacion de la ver
dad, del deseo rational de sobresalir, del orden , y moderacion en to
dos los dichos , y hechos; esto es, de la instia, prudencia, fortale
za, y tenºplauza, resulta la honestidad, y de esta la obligacion.
16 LOS OFICIOS

CAP I"T UL O V.

Quatro principios de la homestidad, prudencia, justicia,


fortaleza, y templanza.
N

Y. tienes delante, hijo mio Marco, la imagen, y


por decirlo así, el semblante de la virtud, que si pu
diera verse con los ojos, enamoraría á todos maravi
llosamente de sí misma, como dice Platon. Mas todo
lo que es honesto ha de proceder de alguna de estas
quatro partes. Porque, ó consiste en la investigacion, y
conocimiento de la verdad; ó en la conservacion de la
sociedad humana, en dar á cada uno lo que es suyo,
y en la fidelidad de los contratos; ó en la grandeza, y
firmeza de un ánimo excelso, é invencible; ó en el
orden, y medida de todo quanto se dice, y hace, en
que se comprehende la moderacion y templanza.
Estas quatro partes, aunque estan unidas, y enla
- za

C A P U T. V.

guatuor este fontes honestatis, prudentiam scilicet, justitiam,


robur animi, e9 temperantiam. -

Fran quidem ipsam , Marce fili , & tamquam fa


ciem honestivides; quae si oculis cerneretur, mirabi
les amores, ut ait Plato, excitaret sapientlae. Sed om
ne, quod hopestum est, id, quatuor partium oritur ex
aliqua: aut enim in perspicientia veri , solertia que ver
satur; aut in hominum societate tuenda, tribuendo que
suum cuique, & rerum contractarum fide; aut in ani
mi excelsi atque invicti magnitudine ac robores aut in
omnium, quae fiunt, quaeque dicuntur, ordine & mo
do, in quo inest modestia & temperantia.
Quae quatuor quamquam inter se colligata atque
p11
DE CICERON, LIB, I, 17
zadas entre sí (a) con una mutua dependencia; con
todo cada una de ellas produce ciertas clases de obli
gaciones particulares. Por exemplo, de la primera , en
que colocamos la prudencia, y sabiduria, nace la in
dagacion , y descubrimiento de la verdad, y este es el
oficio propio de esta virtud. *

Porque el hombre que con mas claridad percibe la


pura, y ingenua verdad de cada objeto , el que pene
tra, y explica con mas agudeza, y prontitud las ra
zones, es el que se reputa por el mas sabio, y pruden
te. Por lo qual el objeto de esta virtud , y la materia,
digamoslo así, que ha de tratar, y en que ha de exer
citarse, es la verdad (b).
Las otras tres tienen por objeto las necesidades de
buscar, y conservar aquellas cosas en que consiste el
ar

cata sunt, tamen ex singulis certa officiorum genera nas


cuntur: , velut ex ea parte, quae prima descripta est, in
qua sapientiam & prudentiam ponimus, inest indagatio
atque inventio veri ; ejusque virtutis hoc munus est pro
prlum.
Ut enim quisque maximè perspicit, quid in re qua
que verissimum sit, quique acutissimè & celerrimè po
test & videre , & explicare rationem, is prudentissimus
& sapientissimus rite haberi solet. Quo circa huic, qua
si materia, quam traétet , & in qua versetur, subjecta
CSt Ver1ta.S. - -

Reliquis autem tribus virtutibus necessitates propo


sitae sunt ad eas res parandas tuendasque, quibus aétio
V1

(a) Es opinion comun de todos los Filósofos, que las virtudes tienen
entre sí tal enlace, que no se puede tener una , si no se tienen todas
y algunos dicen, que no hay mas que una virtud con varios nombres: co
mo dice Plutarco de Virt. morali. - -

(b) La prudencia consiste en el conocimiento de las cosas 3, la justi


cia, fortaleza, y templanza en la accion. Porque la prudencia mira al co
mocimiento de la verdad, la justicia á la conservación de la sociedad, la
fortaleza á la grandeza de ánimo en el obrar, y la templanza al orden,
moderacion, y constancia de todo quanto se trata en la vida.
TOM. Le
18 Los oficios
arreglo de todas nuestras operaciones como son man
tener la union, y sociedad entre los hombres; el que
resplandezca la grandeza, y excelencia del ánimo, asi
en aumentar las facultades, y adquirir provechos para
sí, y para los suyos, como principalmente en despre
ciarlos; y al orden, á la moderacion, y constancia, y
otras semejantes pertenecen aquellos aétos exteriores,
que no son solo de pura especulacion, sino que juntamen
te requieren alguna práctica. De forma que guardando
este orden , y regla en la conduéta de nuestra vida,
conservaremos la honestidad, y el decoro.
CAP I T UL O VI,

El deseo de saber es natural al hombre : dos defectos que


en él se han de precayer.
D. los quatro principios en que hemos dividido la
naturaleza, y esencia de lo honesto, el primero que
COIn

vitae continetur: ut & societas hominum, conjunctioque


servetur; & animi excellentia magnitudo que tum in au
gendis opibus, utilitatibusque & sibi , & suis compa
randis, tum multó magis in his ipsis despiciendis elu
ceat. Ordo autem, & constantia , & moderatio, & ea,
quae sunt his similia, versantur in eo genere, ad quod
adhibenda est aétio quaedam, non solum mentis agita
tio. His enim rebus, quae tractantur in vita, modum
quemdam & ordinem adhibentes, honestatem & decus
conservabimus.
C A P U T. V.I.

Scientie cupiditatem a natura homini datam. In hoc genere


duo vitia vitanda es se.

E. quatuor autem locis, in quos honesti naturam vim


que divisimus, primus ille, qui in veri cognitione con S1S
DE CICERON. LIB. I. I9
consiste en el conocimiento de la verdad (a), es el mas
natural al hombre. Porque á todos nos arrebata, y nos
dexamos llevar todos del deseo de saber, en lo qual te
nemos por honroso sobresalir; y al contrario tropezar
no saber, errar, y ser engañados, lo tenemos por ver
gonzoso, y malo. Pero en esta curiosidad tan natural,
y noble, se han de evitar dos escollos: uno el tener lo
incierto por averiguado, y asentir á ello temerariamen
te; vicio, que para evitarlo, el que lo desee (aun
que todos deben tener este deseo), es necesario que
gaste tiempo, y cuidado en considerar las cosas.
El otro defecto es, que muchos emplean demasiado
estudio, y trabajo en cosas dificiles, de mucha obscu
ridad , y de poca importancia. Huidos estos dos vi
cios, toda la diligencia y cuidado que se dedique á
cosas honestas, y dignas de saberse, merece con ra
zon alabanza : como hemos oido de la aplicacion de
Cayo Sulpicio á la Astrología, y vimos á Sexto Pom
pe

sistit, maximè naturam attingit humanam. Omnes enin


trahimur & ducimur ad cognitionis & scientiae cupidi
tatem : in qua excelere pulchrum putamus ; labi autem.
errare, nescire, decipi , & malum , & turpe ducimus.
In hoc genere & naturali , & honesto, duo vitia vi
tanda sunt: unum , ne incognita pro cognitis habeamus,
hisque temerè assentiamur; quod vitium effugere qui vo
let, omnes autem velle debent, adhibebit ad conside
randas res & tempus , & diligentiam.
Alterum est vitium , quòd quidam nimis magnum stu
dium , multamque operam in res obscuras atque diffi
ciles conferunt, easdemque non necessarias. Quibus vi
tiis declinatis, quod in rebus honestis & cognitione dig
nis operae curaeque ponetur , id jure laudabitur : ut in
Astrologia C. Sulpicium audivimus ; in Geometria Sex.
Pom
(a) Esta primera parte es de mucha extension, porque no solo abra
za la ciencia de desear unas cosas, y huir otras, que es lo que propia
mente se llama prudencia; sino absolutamente comprehende todo el co
nocimiento de la verdad; y así Cenon tomaba la palabra prudencia por la
sabiduría, como escribe Plutarco de Virt. morali.
B2
2O LOS OFICIOS

peyo en la Geometría; á otros en la Dialéctica, y


mas en el Derecho Civil : artes todas, que tienen por
objeto la averiguacion de la verdad. Mas no se cum
ple con la obligacion, si por el estudio de ellas, nos
apartamos , y abandonamos nuestros negocios, ó los
públicos. Porque toda la alabanza de la virtud consis
te en la accion , la qual no obstante se interrumpe
muchas veces (a) , y hay sus tiempos de volvernos
á los estudios; fuera de que sin trabajo exterior po
demos estar ocupados en estudios de conocimientos úti
les, solo con la agitacion, y contemplacion del áni
mo; cuyos movimientos estan empleados siempre (b),
ó en deliberaciones sobre asuntos honestos, pertene
cientes á la bondad, y felicidad de la vida, ó en es
tudios de ciencias , y conocimientos. Mas baste lo di
cho acerca de la primera fuente de las obligaciones.
CA

Pompeium ipsi cognovimus; multos in Dialecticis, plu


res in Jure Civili: quae omnes artes in veri investiga
tione versantur: cujus studio á rebus gerendis abduci,
contra oficium est. Virtutis enim laus omnis in actione
consistit : à qua tamen saepe fit imtermissio ; multique
dantur ad studia reditus : tum agitatio mentis, quae num
quam acquiescit, 2 potest nos in studiis cognitionis etiam
sine opera nostra continere. Omnis autem cogitatio mo
tusque animi, aut in consiliis capiendis de rebus hones
tis , & pertinentibus ad bene beatéque vivendum , aut
in studiis scientiae, cognitionisque versatur. Ac de pri
mo quidem officii fonte diximus. -

CA

\e y No se desaprueba alguna intermision de la accion para volverse á


los estudios, como recreo, y diversion del ánimo.
(b) . Dos maneras de pensar : la primera consultar, y deliberar sobre
la obligacion; esto es, en la eleccion entre los bienes, y los males; la
otra “e refiere á la ciencia, y conocimiento: la primera se llama pruden
cia : la segunda sabiduría; pero ambas pertenecen á la misma parte de la
honestidad, y se toman aquí por una misma virtud.
DE CICERON• LIB, Is 2I

CAP I TU LO VII.

Extension de la justicia, dos obligaciones de esta virtud,


dos especies de injusticia , y sus causas.
e las otras tres virtudes, la de mas extension es
aquella, que tiene por objeto la sociedad, ó (por de
cirlo así) la comunidad de los hombres, y de la vi
da. Esta tiene dos partes : la justicia, en que brilla el
mayor esplendor de esta virtud , y que da nombre á
los hombres de bien; y la beneficencia, que es inse
parable de ella, á la que podemos llamar tambien lar
gueza, ó liberalidad. La primera obligacion de la jus
ticia es no hacer mal á nadie, sino que seamos pro
vocados (a) con alguna injuria ; y la segunda usar
de los bienes comunes como comunes, y como pro
pios de los nuestros en particular.
Pero no hay cosa alguna particular por naturale
Za,

CAP U T V II.
Latissimè patere justitiam ; duo es se justitiae munera , duo
que injustitiae genera ; unde oriantur.

T). tribu
homi
s autem reliquis latissimè patet ea ratio, quà
societas num inter ipsos , & vitae quasi communi
tas continetur cujus partes duae sunt : justitia , in qua
virtutis splendor est maximus, ex qua boni viri nomi
nantur; & huic conjuncta beneficentia, quam eamdem
vel benignitarem, vel liberalitatem appellari licet. Sed
justitiae primum munus est, ut ne cui quis noceat, ni
si lacessitus injurià : deinde, ut communibus utatur pro
communibus, privatis ut suis.
Sunt autem privata nulla naturà: sed aut veteri occu
pa
, (a) Esto entendido á la letra, nos lo prohibe la máxima del Evange
lio, que mos manda amar á nuestros enemigos, y hacer bien á los que
nos hacen mal; pero por muchos lugares de esta obra se entenderá que
habla Ciceron de la justa defensa, y no de la venganza.
B3
2. 2 Los oficios
za; sino ó por antiguo establecimiento, eomo los que
en otro tiempo se entraron en tierras sin dueño; ó por
conquistas, como los que se apoderaron de ellas por
la guerra ; ó por leyes, pactos, condiciones, ó suer
tes. De donde viene, que la region de Arpinas per
tenece á los Arpinates, y la de Tusculi á los Tus
culanos. El mismo principio tiene la demarcacion de
las posesiones particulares. Y así, pues que cada uno
tiene sus efectos propios en los que antes eran comu
nes, mantengan por sí todos lo que les cupo; de lo
qual el que intentára usurpar algo para sí, quebrantaría
las leyes de la sociedad humana.
Mas por quanto (segun dixo muy bien Platon) no
hemos nacido para nosotros únicamente (a), sino que
una parte de nuestro nacimiento debemos á nuestra pa
tria, otra á nuestros padres, y otra á los amigos; y
segun asientan los Estoycos , todo quanto produce la
tierra fue criado para el uso de los hombres, y los hom
bres para los hombres, de forma que puedan servirse
de provecho á sí, y á los demas : en esto debemos se
guir

patione, ut qui quondam in vacua venerunt ; aut vic


torià, ut qui bello potiti sunt ; aut lege, paétione, con
ditione, sorte: ex quo fit, ut ager Arpinas, Arpina
tium dicatur; , Tusculanus , Tusculanorum. Similisque est
privatarum possessionum descriptio: ex quo, quia suum
cujusque fit, eorum quae naturà fuerant communia, quod
cuique obtigit, id quisque teneat: è quo si quis sibi
appetet, violabit jus humanae societatis.
Sed quoniam ( ut praeclarè scriptum est à Platone)
non nobis sulüm nati sumus, ortusque nostri partem pa
tria vindicat, parten parentes, partem amici; atque ita
placet Stoicis, quae in terris gignuntur, ad usum hominum
omnia creari, homines autem hominum causá esse generatos,
utipsi inter se, aliis alii prodesse possent: in hoc naturam
de
(a) Pertenece al oficio, y como á la tercera parte de la justicia el
mirar por la utilidad comun, por la natural union que el hombre tiene
con el hombre.
DE CICERON, LIB, Te 23

guir por maestra á la naturaleza, promover la utilidad


comun con el mutuo comercio de las obligaciones, así
en el dar, como en el recibir; y estrechar esta socie
dad unida por la naturaleza con toda nuestra industria,
nuestro trabajo, y facultades.
El fundamento de la justicia es la fidelidad (a); es
to es, la firmeza, y veracidad en las palabras , y
contratos : y es muy verosimil (tomándonos el atre
vimiento de imitar á los Estoycos, que son escru
pulosos indagadores del origen de las palabras, aun
que á otros parezca afectacion), que tomase su nom
bre de la palabra fiat, porque la fidelidad consiste en
hacer lo que se ha prometido. En quanto á la injusti
cia esta es de dos géneros (b), uno de los que hacen
la injuria, y otro de los que pudiendo no la estor
van del que la recibe. Porque el que acomete á otro
1In

debemus ducem sequi, communes utilitates in medium af


ferre, mutatione officiorum , dando, accipiendo: tum.
artibus, tum operà, tum facultatibus devincire hominum
inter homines societatem.
Fundamentum est autem justitiae fides; id est, dic
torum , conventorumque constantia & veritas : , ex quo
(quamquam hoc videbitur fortasse cuipiam , durius , ta
men audeamus imitari Stoicos, qui studiose exquirunt,
unde verba sint ducta) credamus, quia fiat, quod dic
tum est, appellatam fidem. Sed injustitiae genera duo
sunt: unum eorum, qui inferunt; alterum eorum qui ab iis,
quibus infertur, si possint, non propulsant injuriam. Nam,
qui injuste impetum in quempiam facit, aut irá, aut aliquà
perturbatione incitatus , is quasi manus afferre videtur so
cio: qui autem non defendit, nec obsistit, si potest, inju
T146»

(a) Define á la fidelidad, primero por la obligacion que de ella nace,


y despues por la etimología de la palabra, á manera de los Estoycos.
(b) Habla de la injusticia para explicar cosas contrarias con otras con
trarias. Hay, pues, dos géneros de injusticia; porque no solo obra in
justamente el que injuria á otro, sino tambien el que pudiendo, no de
fiende al que es injuriado, segun los dos oficios de la justicia, no hacer
mal ánadie, y servir á la sociedad.
B 4.
24 LOS OFICIOS

injustamente, incitado de su ira, y enojo, este pa


rece que se arma contra la vida de su próximo; pero
el que no le defiende, ó le estorva la injuria pudien
do, es tan delinquiente (a) como si desamparára á sus
padres, á sus amigos, ó á la patria.
Sucede tambien , que las injurias hechas con ente
ra deliberacion de ofender á otro, tienen muchas ve
ces su principio del miedo ; quando el que piensa en
hacer el daño, teme, que si no le hace, ha de re
sultar otro contra él. Y tienen tambien por fin la mayor
parte de los que cometen la injuria, el poseer aquellos
bienes que codician con ansia: del qual vicio se puede
decir, que la verdadera causa es la avaricia.

CA

riae, tam est in vitio, quām si parentes, aut amicos, aut


patriam deserat. -

Atque illae quidem injuriae, quae nocendi causà de


industria inferuntur, saepe à metu proficiscuntur, quum
is, quinocere alteri cogitat, timet ne, nisi id fecerit,
ipse aliquo afficiatur incommodo. Maximam autem par
tem ad injuriam faciendam aggrediuntur, ut adipiscan
tur ea, quae concupiverunts in quo vitio latissime pa
tct 3Walt 12.- -

CA
(b) Porque se trata del próximo; y así , tanto el que daña , como el
que no defiende es injusto. Habla Ciceron, ó del mismo género de pe
cado ».ó de la misma medida de él, segunía secta de los Estoycos, en
tº quienes son iguales los pecados.
DE CICERON, LIB, I, 25
C A P I T UL O VIII,

La avaricia, y la ambicion son dos causas muy comunes de


la injusticia.
Arara los hombres las riquezas, no solamente
para socorrerse en las necesidades de la vida, sino tam
bien para gozar de los deleites; aunque en los de ma
yor espiritu se dirige este deseo á poder mucho, y á
hacer beneficios. En nuestro tiempo decia M. Craso
que al que pretende obtener los primeros empleos de la
república, ninguna suma de dinero le alcanzaba, si no
puede mantener un exército á su costa. Deleita no po
co tambien la magnificencia, y aparato, y un porte
suntuoso de vida con exquisito gusto, y abundancia. De
donde ha venido á ser insaciable la avaricia del dinero.
Mas no por esto se ha de vituperar, que aumente ca
da uno su hacienda por honestas artes, sin perjuicio de
otro; pero es necesario huir siempre de la injusticia.
Lo que mas incita á muchísimos á abandonar la jus
ti

CAP U T. V. III.

Plerosque adduci in oblivionem justitiae, si inciderint in hono


rum pecuniaeve cupiditatem.

Erama autem divitiae quum ad usus vitae neces


sarios, tum ad perfruendas voluptates. In quibus autem
major est animus, in iis pecuniae cupiditas spectat ad
opes, & ad gratificandi facultatem ; ut nuper M. Cras
sus negabat, ullam satis magnam pecuniam esse ei, qui
in republica princeps vellet esse, cujus fructibus exer
citum alere non posset. Delectant etiam magnificiappa
ratus, vitaeque cultus cum elegantia & copia ; quibus
rebus effectum est, ut infinita pecuniae cupiditas esset.
Nec verò rei familiaris amplificatio, nemini nocens, vi
tuperanda: sed fugienda semper injuria est.
Maxime autem adducunturplerique uteos justitiae ca
plat
26 LOS OFICIOS

ticia, es el deseo de honores, imperios, y gloria. Tie


nen mucho á que aplicarse estas palabras de Ennio:
No es santa, no es leal la compañia
De un solo imperio en muchos repartido.
Porque todo lo que es de tal naturaleza, que en ello
no pueden sobresalir muchos á un tiempo mismo, es
tá expuesto á muchas disensiones, que hacen muy di
ficil mantener inviolable la sociedad. Buen exemplo de
esto ha sido la reciente temeridad de C. Cesar , que
traspasó, y echó por tierra todas las divinas, y huma
nas leyes, por aquella mal concebida opinion de gran
deza, y principado. La desgracia está, en que los áni
mos mas grandes, y mas elevados espíritus se suelen de
xar dominar de estas pasiones de imperios, señoríos, y
gloria; y así es preciso resistirlas de antemano para evi
tar qualquiera exceso.
Mas en toda injusticia hay muy grande diferencia
de la injuria que procede de alguna perturbacion de áni
mo, que suele ser muy pronta, y pasagera, á la que
se hace con premeditado designio; porque son mucho
II la S
-.
a

piat oblivio, quum in imperiorum , honorum, gloriae


cupiditatem inciderint. Quod enim est apud Ennium, Nul
la sanéfa societas , nec fides regni est: id latiüs patet. Nam
quidquid ejusmodi est, in quo non possint plures ex
cellere, in, eo fit plerumque tanta contentio, ut diffi
cillimum sit sanctam servare societatem. Declaravit id
modô temeritas C. Caesaris, qui omnia jura divina at
que humana pervertit, propter eum , quem sibi ipse opi
nionis errore finxerat, principatum. Est autem in hoc ge
nere molestum, quod in maximis animis, splendidissi
misque ingeniis plerumque exsistunt honoris, imperii, po
tentiae, gloriae cupiditates : quò magis cavendum est,
ne quid in eo genere peccetur.
Sed in omni injustitia permultum interest, utrium per
turbatione aliquà animi, quae plerumque brevis est , &
ad tempus; an consultó , & cogitata fiat injuria: , Le
viora enim sunt, quae repentino aliquo motu accidunt,
quam
DE CICERON, LIB, Ie 27
mas leves las que provienen de un movimiento repen
tino, que las que se hacen con intencion determinada.
Mas baste lo dicho acerca de las injurias hechas contra
OTOS,
C A P I TULO IX.

La ambicion de honra, y del dinero, es causa de la omision


de las obligaciones.
Su varios los motivos por que suelen faltar muchos
á la defensa de otros, y olvidarse de su obligacion;
ya por no cobrarse enemigos, ya por huir del traba
jo, ya por no meterse en gastos, por indolencia, por
pereza, y floxedad. Otros se entregan de tal manera
á sus estudios y ocupaciones, que dexan abandonados
á los que debieran amparar, y proteger. Y así se ha
de poner atencion en no dexarnos preocupar de aque
lla opinion que Platon reprende en algunos Filósofos (a),
que

quâm ea, quae meditata & praeparata inferuntur. Ac


de inferenda quidem injuria satis dictum est.
CAP UT IX.

Officia deseri, propter cupiditatem honorum


pecuniaeve.

Pa aaaaaa. autem defensionis, deserendique of


ficii plures solent esse causae. Nam, aut inimicitias, aut
laborem, aut sumptus suscipere nolunt; aut etiam negli
gentiá, pigritià, inertià ; aut suis studiis quibusdam,
occupationibusve sic impediuntur, ut eos, quos tutari
debeant, desertos esse patiantur. Itaque videndum est,
ne non satis sit id, quod apud Platonem est in philo
SO

(a) El lugar de Platon es en el lib. 6. de la República, donde dice,


que los Filósofos se ocupan en su negocio, como puestos á cubierto
mientras los demas son agitados de la tempestad; esto no le parece á
Ciceron bastante para cumplir con la justicia, como lo explica mas cla
ramente en lo que sigue diciendo, -
28 LOS OFICIOS

que quieren establecer su justificacion en ocuparse en la


averiguacion de la verdad, en menospreciar, y tener
en nada todas aquellas cosas que los demas hombres ape
tecen con muchas ansias, y por las que suelen reñir, y
disputar entre sí con gravísimas competencias. Porque
quando les parece que han conseguido una parte de jus
ticia, que es no hacer daño á nadie, pecan contra la
otra, pues entregados enteramente á sus estudios , no
cuidan de aquellas personas á quienes debieran ampa
rar. Y es creible, que ni aun en servicio de la Repú
blica se emplearian sino por fuerza, quando fuera mas
razon hacerlo voluntariamente; porque lo bien hecho
entonces viene á ser justo, quando procede de buena
voluntad. Hay tambien algunos, que por aplicacion á
conservar sus haciendas, ó por un espíritu de insociabi
lidad, se estan solos, dicen, dentro de sus casas, por
no hacer cosa que resulte en agravio de nadie. Los qua
les no caen en el un extremo de la injusticia; pero sí
en el otro. Porque abandonan la sociedad humana, quan
do no emplean en su servicio, ni su trabajo, ni su cui
dado, ni sus facultades.
Sul

sophos dictum , quòd in veri investigatione versentur,


quòdque ea, quae plerique vehementer expetunt, de qui
bus inter se digladiari solent, contemnant , & pro ni
hilo ducant, propterea justos esse. Nam dum alterum
justitiae genus assequuntur, inferendà ne cuinoceant in
jurià ; in alterum incidunt: discendi enim studio impe
diti, quos tueri debent, deserunt. Itaque eos ad rem
publicam ne accessuros quidem putant, nisi coactos;
aequius autem erat id voluntate fieri: nam hoc ipsum ita
justum est, quod rectè fit, si est voluntarium. Sunt etiam,
qui aut studio rei familiaris tuendae, autodio quodam
hominum suum se negotium agere dicant, ne facere
cuiquam videantur injuriam : qui altero injustitiae ge
nere vacant ; in alterum incurrunt: deserunt enim vitae
societatem , quia nihil conferunt in eam studii, nihil
operae, nihil facultatum.
Ouo
DE CICERON, LIB, Ie 29,

Supuesto , pues, que hemos señalado dos géneros


de injusticia, y las causas de donde pueden ambos pro
ceder, y que dexamos ya explicadas las reglas de la jus-.
ticia; facilmente podremos venir en conocimiento de ,
las obligaciones de cada circunstancia, si no nos ciega
el amor propio. Es ciertamente dificil tomar uno sobre
sí los cuidados agenos. Aunque el Cremes de Terencio .
nada que pertenezca al hombre juzga indiferente para sí.
Mas con todo, por quanto vemos, y tocamos mas de
cerca, lo que á nosotros sucede próspero, ó adverso,
que lo que advertimos en los demas como con un largo,
espacio de intermedio, es muy diferente el juicio que
hacemos de nuestros sucesos, que de los agenos. Por lo ,
qual es sábia máxima no hacer cosa alguna en que que
pa la duda de si es, ó no justa ; porque la equidad res-.
plandece por sí misma, y la duda trahe consigo sos
pecha de injusticia (a).
CA

Quoniam igitur duobus generibus injustitiae proposi


tis, adjunximus causas utriusque generis, eas que res an
tè constituimus, quibus justitia continetur; facile, quod
cujusque temporis officium sit, poterimus, nisi nosme
tipsos valde amabimus, judicare. Est enim difficilis , cu
ra rerum alienarum : quamquam Terentianus ille Chre
mes humani nihil ā se alienum putat. Sed, tamen , quia ma
gis ea percipimus atque sentimus, quae nobis ipsis aut,
prospera, aut adversa eveniunt, quâm illa, quae cete
ris, quae quasi longo intervallo interjecto videmus ; ali
ter de illis, ac de nobis judicamus. Quocirca bene prae
cipiunt, qui vetant quidquam agere, quod dubites aequum
sit, an iniquum : aequitas enim lucet ipsa per se ; du
bitatio cogitationem significat injuriae.
- CA
(a) El que duda si una cosa le es lícita, desea regularmente que lo
sea ; el que desea facilmente cree: así la misma duda, y deliberacion en
cosa grave es delito. Dudando Vespasiano si permitiría ser llamado Em
perador contra Vitelio, le dixo Muciano:: Los que toman acuerdo sobre
determinarse en tales empresas, ya se rebelaron, Tacito en el lib. 1. de
las Historias, eap. 25.
3o. . LOS OFICIOS

CAP I TU. L O X.

La justicia de nuestra accion depende muchas veces de las


circunstancias. Casos en que está uno dispensado de cumplir
la palabra, ó promesa.
MI, hay casos, y circunstancias en que lo que pa
rece digno de un hombre justificado, á quien llamamos
hombre de bien, varía totalmente, y se muda en lo
contrario: de forma que viene á ser justo no cumplir lo
prometido, no volver el depósito, y el no guardar, y
desentenderse de otras cosas, que la buena fé, y la ver
dad requieren. Porque es necesario referirse en todo á
aquellos fundamentos de la justicia, que propuse al prin
cipio: lo primero que no se haga daño á nadie : y lo
segundo que se mire por la comun utilidad. A propor
cion que varían las circunstancias, se mudan tambien
las obligaciones, y no siempre son las mismas. Porque
puede ocurrir alguna promesa, ó convencion, cuyo
cumplimiento no sea util, ó á quien la hizo, ó á qº ll62

CAP, U Tº X.

justitiam commutari , quum tempora commutantur. Accidere


nonnumquam promissa quae non servare licet.

Sea incidunt saepe tempora, quum ea, quae maximè


videntur digna esse justo homine , eoque, quem, virum
bonum , dicimus, commutantur, fiuntque contraria 3 ut
non reddere depositum, etiam promissum non facere, quae
que pertinent ad veritatem , & ad fidem, ea migrare in
terdum, & non servare, sit justum. Referri enim decet
ad ea, quae proposui in principio, fundamenta justitiae:
primium , ut ne cui noceatur; deinde, ut communi uti
litati serviatur. Quum tempora commutantur, commuta
tur officium , & non semper est idem. Potest enm ac
cidere promissum aliquod, & conventum, utid effici1Ilsit
Ul
IDE CICERON. LIB, Ie 3I

fue prometida. Si no hubiera cumplido Neptuno (como


cuenta la fábula) la promesa que hizo á Teseo, no
- • • T• / 1 »

quedára este privado de su hijo Hipólito (a). Porque de


las tres súplicas, que dicen, fue la tercera pedirle, de
xándose llevar de la ira, la muerte de su hijo Hipó
lito, que otorgada le costó tan triste llanto. Y asi tam
poco deben llevarse á efecto aquellas promesas, de que
no ha de resultar provecho alguno á quien se ofrecie
ron, ni las que acarreen mas perjuicio al que las prome
tió, que utilidad á quien se hicieron; antes es contrario á
la misma obligacion el no anteponer la mayor á la me
nor. Por exemplo : si quedase uno en defenderá otro
en un pleyto el dia de su vista, y entretanto sobrevi
miese una enfermedad grave á un hijo suyo, no falta
ría á la obligacion en no hacer la defensa : al contra
rio faltará el litigante, si se quexáre de que le ha des
amparado. Mas por lo que toca á las promesas que se
han hecho involuntariamente , de miedo, ó por fuerza,

inutile, vel ei, cui promissum sit, vel ei, qui pro
miserit. Nam si, utin fabulis est, Neptunus, quod The
seo promisserat, non fecisset, Theseus filio Hippolyto
non esset orbatus. Ex tribus enim optatis, ut scribitur,
hoc erat tertium , quod de Hippolyti interitu iratus op
tavit; quo impetrato, in maximos luctus incidit. Nec pro
missa igitur servanda sunt ea , quae sintiis, quibus pro
miseris, inutilia: nec, si plus tibi noceant , quâm illi
prosint, cui promiseris, contra officium est, majus an
teponi minori. Ut, si constitueris te cuipiam advocatum
in rem praesentem esse venturum, atque interim graviter
aegrotare filius coeperit, non sit contra officium , non
facere quod dixeris; magisque ille, cui promissum sit,
ab officio discedat, si se destitutum queratur. Jam illis
promissis standum non esse , quis non videt, quae coac
tllS
(a) Tres cosas habia pedido Teseo á Neptuno : que le fuese conce
dido matar el Minotauro: que se le franquease la entrada en los Infier
nos 3 y que pereciese su hijo Hipólito. Esta tercera peticion la hizo con
imprudencia, dando crédito á las falsas acriminaciones de la madrastra;
Por lo qual no se le debia haber otorgado.
*.

32 Los OFICIOS
6 por engafio, qualquiera conoce que no incluyen obli
gacion alguna : de las quales unas anula el derecho pre
torio (a) , y otras las leyes (b).
Provienen tambien algunas injusticias de las cabila
ciones , y de la astuta , y maliciosa interpretacion de
las leyes. De modo , que se usa ya como proverbio
vulgar aquel dicho el sumo rigor del derecho vieme â ser
suma injusticia. Baxo del qual color se cometen muchos
pecados en la República, como aquel General que ha- .
biéndose paétado con los enemigos treguas por treinta
dias , talaba por las noches los campos , porque las
treguas se habian tratado de dias, y no de noches. Tam
poco se debe aprobar lo que hizo entre nosotros Q. Fa
bio Labeon (6 quien quiera que fuese , porque solo lo
sé por haberlo oido ) , que habiéndole nombrado el
Senado por Juez árbitro para determinar los límites á
los de Nola , y Nápoles, como llegase al sitio sobre
que se disputaba , habló secretamente con los Diputa
dos

tus quis metu , quae deceptus dolo promiserit? Quae qui


dem pleraque jure praetorio liberantur , nonnulla legi
bus.
Exsistunt etiam saepe injuriae calumniâ quadam , &
nimis callidâ , sed malitiosâ juris interpretatione : ex quo
illud , Summum jur , fumma injuria , fa&tum est jam tri
tum sermone proverbium. Quo in genere etiam in repu
blica multa peccantur : ut ille , qui , quum triginta
dierum essent cum hoste pa&tae induciae , no&tu popula
batur agros , quòd dierum essent pa&tae , non noétium
induciae. Ne noster quidem probandus , si verum est, Q
Eabium Labeonem , seu quem alium (nihil enim praeter
auditum habeo) arbitrum Nolanis & Neapolitanis de fi
nibus â senatu datum , quum ad locum venisset , cum
utriusque separatim locutum , ut ne cupidè quid agerent,
ne

(a) Por edi&to del Pretor , el qual se interponia para disolver aque•
llos contratos que se hubieseri hecfio por miedo, o dolo. . -

(b) Las leyes castigaban el dolo malo , comó dice el mismQ Ciceron
en el Jib.3.cap. 15. peroporque las leyes no podian preveer todos los casos,
se aiiadió el au\ilio delos Pretores.
DE CICERON. LIB. I. 33

dos de ambas ciudades , amonestándoles , que cediese


cada uno por su parte , antes que pretender ambiciosa
mente ensamchar mas sus términos : hiciéronlo asf , y
habiendo dexado en medio cierta É de campo , lcs
sefial6 los límites que ellos mismos habian acordado; pe
ro el campo que quedaba en medio, le adjudicó al Pue
blo Romano. Esto no es juzgar , sino cngafiar, por lo
qual se debe huir en todo de semejantes sutilezas.
C A P I TU L O X I.

El castigo tieme sus leyes como. l4 guerra.


Quáles son? -

H, tambien algunas obligaciones que guardar en or


den á aquellos de quienes hemos recibido alguna inju
ria (a) Porque el castigo, y la venganza han de tener
a· - • va

sus términos. Y aun no sé si bastará , que el que ha


he

appetenter ; atque ut regredi , quàm progredi mallent. $


quum utrique fecissent , aliquantum agri in medio re*
1i&tum est. Itaque illorum fines , sicut ipsi dixerant, ter
minavit ; in medio reliétum quod erat , populo Romano
adjudicavit. Decipere hoc quidem est, non judicare : quo
circa in omni re fugienda est talis solertia.
C A P U T X I.

Eure puniendi modum , & belli conrervanda jura.

unt autem, quaedam officia etiam adversùs eos ser


vanda , à quibus injuriam acceperis. Est enim ulciscen
di & puniendi modus : atque haud scio , an satis sit
eum , qui lacessierit , injuriae suae poenitere ; ut & ip
Se
(a) Hasta aqui ha tratado de las obligaciones de 1a justicia , que um
homi*re debe á otro por derecho de sociedad; ahora trata de aquellas que
fuera de ella, se han de guardar , & con um efiemigo particular , 6 con ua
enemigo de la Patria , ó con un siervo. 6 con aquel que hace dafio con
fraudc.
jrOM. I• {C
34 LOS OFICIOS

hecho la ofensa se arrepienta de ella, así para que él


no vuelva á cometer semejante delito, como para que
se contengan los demás. Deben guardarse en la Repúbli
ca con suma exäótitud los derechos de la guerra (a).
Porque habiendo dos maneras de contender, una por
la disputa, y otra por la violencia ; de las quales la
primera es propia de los hombres, y la segunda de las
fieras; se ha de recurrir á la segunda, quando no se
pueda usar de la primera.
Y así se han de emprender las guerras por vivir en
una paz segura : mas alcanzada la victoria, es justo con
servará aquellos que no se portaron como crueles , y
bárbaros en la guerra (b): como hicieron nuestros an
tepasados con los Volscos, Tusculanos, Equos, Sabi
nos, y Hernicos , que hasta derechos de ciudadanos
les concedieron; pero áCartago, y á Numancia las ar
rasaron enteramente. No quisiera yo que hubiese corri
do la misma fortuna Corinto, aunque creo que tuvie
ron otros motivos, especialmente la oportunidad del si
tio,
se ne quid tale posthac , & ceteri sint ad injuriam tar
diores. Atque in republica maxime conservanda sunt ju
ra belli. Nam quum sint duo genera decetandi, unum
per disceptationem, alterum per vim ; quumque illud pro
prium
ad sit hominis,
posterius, si uti hoc
non belluarum : , confugiendum est
licet superiore. A

Quare suscipienda quidem bella sunt ob eam cau


sam, ut sine injuria in pace vivatur: partà autem vic
torià, conservandi sunt ii, qui non crudeles in bello,
non immanes fuerunt ; ut majores nostri Tusculanos,
Aequos, Volscos, Sabinos, Hernicos in civitatem etiam
acceperunt: at Carthaginem, & Numantiam funditus sus
tulerunt. Nollem Corinthum : sed credo aliquid secutos,
opportunitatem loci maxime, ne posset aliquando ad be
- lum
(a) Porque en la guerra se suelen pasar facilmente los límites de la
moderacion, aunque la justicia pide que nada se haga en ella sino por
tener paz.
(b Exámina, aquella parte de la guerra que pertenece al castigo de
la injuria recibida.
DE CICERON, LIB, Ie 35

tio , no fuese en otra ocasion incentivo de la guerra.


A mi parecer, se debe mirar siempre por la paz, co
mo no oculte algunas asechanzas. Por ventura, si so
bre este asunto se hubiera seguido mi consejo, tuviéra
mos ahora, quando no una perfecta República, á lo
menos alguna, que ni aun esto nos ha quedado. Mas
del mismo modo que somos obligados á tratar benig
namente á aquellos que hemos rendido á fuerza de ar
mas, debemos tambien admitir á los que rindiéndolas
se ponen en las manos de nuestros Generales, aunque
hayan aguardado á que abriese brecha el ariete en sus
muros. En lo qual fue con tanta exäétitud guardada la
justicia entre nuestros pasados, que aquellos que reci
bian baxo su palabra las Ciudades, ó Naciones sujetas
por armas, quedaban despues, segun la primitiva cos
tumbre, por sus Patronos, y Abogados.
La norma de equidad que debe observarse en la
guerra , está con suma justificacion prescrita en el de
recho Fecial del Pueblo Romano: por donde se pue
de entender, que no hay guerra alguna justa, sino la
que se hace habiendo precedido la demanda, y satis
faccion de los agravios, ó la intimacion, y declaracion
COl

lum faciendum locus ipse adhortari. Meà quidem sen


tentià, paci, quae nihil habitura sit insidiarum , sem
per est, consulendum : in quo si mihi esset obtempera
tum ; si non optimam, at aliquam rempublicam , quae
nunc nulla est, haberemus. Et quum iis, quos vi de
viceris, consulendum est ; tum ii, qui, armis positis, ad
imperatorum fidem confugient, quamvis murum aries per
eusserit, recipiendi sunt: in quo tantopere apud nostros
justitia culta est, utii , qui civitates, aut nationes de
victas bello in fidem recepissent, earum patroni essent
more majorum. - -

Ac belli quidem aequitas sanctissimè fetiali populi


Romani jure perscripta est: ex quo intelligi potest, nul
lum bellum esse justum, nisi quod aut rebus repetitis
geratur, aut denuntiatum antè sit & indiótum. Popi
C2 lius
36 LOS OFICIOS

con las debidas formalidades. Popilio siendo General,


tenia á su cargo el gobierno de una Provincia, en cu
yo exército servia un hijo de Caton de soldado viso
ño (a); y habiendole parecido conveniente dar su licen
cia á una legion, alcanzó tambien á este joven, que
estaba alistado en ella; el qual como se quedase en el
exército por el deseo de seguir la guerra, escribió Ca
ton á Popilio, que si á su hijo le permitia permanecer
en su milicia, le obligase con segundo juramento; por
que disuelto el primero, no podia tomar armas legíti
mamente contra los enemigos. Tan religiosamente se
guardaba la justicia en la guerra. Tenemos todavia la
carta de Caton el viejo á su hijo Marco, en que le di
ce haher sabido como el Consul le habia dado licencia
de retirarse, siguiendo sus banderas en Macedonia en la
guerra contra Perseo. Y que así se guarde de entrar en
batalla, pues no es lícito que el que no es soldado
tome armas contra los enemigos.
CA

lius imperator tenebat provinciam , in cujus exercitu


Catonis filius tiro militabat. Quum autem Popilio vide
retur unam dimittere legionem, Catonis quoque filium,
qui in eadem legione militabat, dimisir. Sed quum mo
repugnandi in exercitu remansisset, Cato ad Popilium
scripsit, ut, si eum pateretur un exercitu remanere, se
cundo eum obligaret militiae sacramento; quia, priore
amisso, jure cum hostibus pugnare non poterat: adeo
summa erat observatio in bello movendo. M. quidem
Catonis senis epistola est ad M. filium , in qua scrip
sit se audisse, eum missum factum esse à consule, quum
in Macedonia Persico bello miles esset. Monet igitur
ut caveat, ne proelium ineat: negat enim jus esse, qui
miles non sit, pugnare cum hoste.
Z. ".

- - CA
(a) Habla de Caton el Censor, cuyo hijo sirvió los quatro años con
tinuos, que duró esta guerra con Perseo hijo de Filipo último Rey de
Macedonia.
DE cicERoN. Lº. 1. 3?
C A P I TU L O XII.

Moderacion de los antiguos Romanos para con el enemigo.


Reglas de la guerra que se hace por la gloria.
Ar. , yo advierto tambien , que el que propia
mente se debia llamar enemigo , le llamaban estrangero,
mitigando con palabra tan benigna lo odioso de la ac
eion. Porque entre nuestros pasados equivalía la pala
bra hostis, á lo que entre nosotros suena la voz peregri
nus. Esto indican aquellas palabras de las 12 tablas, EL
DIA SENALAD0 AL FORASTERO PARA COMPARECER EN jºvI
cIo. Y en otro lugar, coNTRA EL FORASTERO sIEMPRE
gv|EDA EL DERECHO DE DoMINIO EN EL cIvDADANo. Qué
mas se puede añadir á esta suavidad? Llamar tan benig
namente á aquel contra quien se toman las armas? Mas
ya se ha hecho odioso con el tiempo este nombre, por
que olvidada la primera significacion de forastero, ha
quedado solo para el que toma las armas contra nosotros.
Aquellas guerras en que se disputa sobre el impe
T1O»

CAP U T XII.

guae fuerit veterum Romanorum erga hostes mansuetude. guid


servandum sit , quum bello quaeritur gloria.

Equida illud etiam animadverto, quòd qui proprio


nomine perduellis esset, is hostis vocaretur, lenitate ver
bi tristitiam rei mitigante. Hostis enim apud majores nos
tros is dicebatur, quem nunc peregrinum dicimus. Indi
cant duodecim tabulae: Avr sr arvs Dres cvx nos re. Itemque,
-ap versvs no sTRM aererN-A Javcrorrras. Quid ad hanc rm2.11

suetudinem addi potest º eum qui cum bella geras, tam


molli nomine appellare ? Quamquam id nomen durius
jam effecit vetustas: ā peregrino enim recessit, & pro
priè in eo, qui, arma contra ferret, remansit.
Quum veró de imperio decertatur, belleque quae
3. nº
38 LOS OFICIOS

rio, y que solo tienen por fin la gloria, deben ir fun


dadas en las mismas causas que señalamos antes por
justas para hacer la guerra; y es llano que han de lle
varse con menos rigor estas, en que se propone por
objeto la gloria del imperio. Porque así como en las
contiendas nos manejarnos de distinto modo con un eñe
migo, que con un competidor, por ser la disputa con
este sobre la honra, ó dignidad, y con el otro sobre la
vida, y fama; del mismo modo con los Celtiberos , y
Cimbros se hacia la guerra como con enemigos, donde
se trataba mo de la gloria del imperio, sino de un to
tal exterminio ; pero con los Latinos, Samnitas, Sabi
nos, con los Cartagineses , y con Pirro, se peleaba
solo por el imperio. Verdad es, que los Cartagineses
quebrantaron los pactos, y Anibal fue cruel; pero los
otros fueron mas humanos, y justificados. Qué heroi
ca expresion la de Pirro al tiempo de volver los prí
sioneros (a) , - - -

- , No pide precio Pirro, ni presentes


, Admite, que no es trafico la guerra: t»

,, Rie

ritur gloria, causas omnino, subesse tamen oportet eas


dem , quas dixi paulò ante justas causas esse bellorum:
sed ea bella, quíbus imperii gloria proposita est, mi
nus acerbè gerenda sunt. Ut enim cum cive aliter con
tendimus, si est inimicus ; aliter si competitor: cum
altero certamen honoris & dignitatis est; cum altero ca
pitis & famae : sic cum Celtiberis, cum Cimbris bel
lum, ut cum inimicis gerebatur, uter esset, non uter
imperaret; cum Latinis , Sabinis , Samnitibus, Poenis,
Pyrrho, de imperio dimicabatur. Poeni foedifragi, cru
delis Annibal, reliqui justiores. Pyrrhi quidem de cap
tivis reddendis, illa praeclara:
»» Nec m. aurum posco , nec mi pretium dederitis:
s» Nec cauponantes bellum , sed belligerantes,
- - s» Feº
(a) Asi respondió Pirro descendiente de Eaco, hijo de Jupiter á Fa
bricio, , á quien enviaron los Romanos con gran cantidad de dinero pa
ra redimir los cautivose -
DE CICERON. LIB. I, 39
,, Rieguen los alentados combatientes
,»Con sangre, no con oro aquesta tuerra:
,, Muestre el valor quien son los mas valientes,
,Que es decision que la fortuna encierra:
,,r estos que hoy perdomo su suerte buena,
, Llevadlos, yo os los doy enhorabuena.
Palabras verdaderamente dignas de un Rey de la sangre
de Eaco. - -

CAP I TULO XIII.

Estan obligados los particulares á cumplir las promesas 4 los


- - e 1 - - - -

enemigos. justicia que se debe a los esclavos: injusticia


- -paliada, detestable.
º

Tatia, se deben cumplir aquellos pactos, que per


sonas particulares firmaron al enemigo obligados de al
guna necesidad. Como sucedió á Régulo en tiempo de
la primera guerra Púnica, que habiendo caido en po
der de los Cartagineses, y siendo enviando á Roma con
la pretension de un cange, juramentado que volveria,
- Cn

» º Ferro, non auro vitam cernamus utrique.


s» Vorne velit, an me regnare hera, quidve ferat, Fors,
s» Virtute experiamur. Et hoc simul accipe dié7um:
s»guorum virtuti belli fortuna pepercit,
»» Eorumdem me libertati parcere certum est;
»» Dono, ducite, doque, volentibus cum magnis diis.
Regalis sane & digna Aeacidarum gente sententia.
C A P UT - XIII.

Fidem hosti datam singulis servandam esse. Quid debeatur ser


vis. justitia simulata nihil esse capitalius.

Aa. etiam si quid singuli , temporibus adducti, hos


ti promiserint, est in eo ipso fides conservanda: ut pri
mo Punico bello Regulus captus à Poenis, quum de cap
tivis commutandis Romam riº
esset, jurassetque se ¿.
4. 1
4o LOS OFICIOS

en primer lugar sostuvo en el Senado , que no era con


veniente à la República volver al Cartagines los cauti
vos ; y ademas intentando detenerle en la Ciudad con
ruegos sus amigos, y parientes , quiso mas volverse â
un suplicio cierto , que faltar á la palabra dada al ene
migo. En tiempo de la segunda guerra Púnica , aque
llos diez soldados que Anibal despachó á Roma des
pues de la batalla de Canas, habiéndoles tomado jura
mento de que volverian , si no era admitida la preten
sion del trueque de los cautivos Cartagineses , queda
ron toda su vida deshonorados por los Censores de to-.
dos los privilegios militares, y agregados á la ínfima
plebe , por haber sido perjuros , sin exceptuar á aquel
que invent6 un pretesto falso, por frustrar el juramen
to. Porque habiendo salido del campo del Anibal con
su permiso , se volvió poco despues , como que se le
habia olvidado alguna cosa , y volviendo á salir otra.
vez juzgaba ya disuelto el juramento ; y lo estaba en
efeéto mirando á las palabras ; pero no en la realidad:
pues quando se trata de promesas , y fidelidad , se ha
de estar á la intencion , y sentido de las palabras , y
no á las palabras literales. Pero el mayor exemplo de
- * jus

diturum : primùm , ut venit , captivos reddendos in sena


tu non censuit : deinde , quum retineretur à propinquis,
& ab amicis , ad supplicium redire maluit , quàm fidem
hosti datam fallere. Secundo autem Punico bello , post.
Cannensem pugnam , quos decem Annibal Romam ads
tri&os misit jurejurando se redituros esse , nisi de redi
mendis iis , qui capti erant , impetrassent ; quoad quis
que eorum vixit , qui pejerassent , in Aerariis relique
runt ; nec minus ilfum , qui jusjurandi fraude culpam in
venerat. Cum enim Annibalis permissu exisset è castris;
rediit paulo post , quod se oblitum nescio quid diceret.
Deinde egressus è castris , jurejurando se solutum puta
bat : & erat verbis , re , non erat. Semper autem in fide,
quid senseris, non quid dixeris cogitandum. Maximum au
rem exemplum est justitiae in hostem â majoribus nos
CI1S
.*
DE CICERON. LIB. I. 4r
justicia se di6 por nuestros antepasados para con el
enemigo , quando un desertor de Pirro prometió al
Senado que daria un veneno al Rey. El Senado, y Ca
yo. Fabricio entregaron el desertor á Pirro. De modo,
que ni aun de un enemigo , y poderoso , y que de
claraba de suyo la guerra , aprobaron la muerte con
un delito. -

Mas baste lo dicho acerca de las obligaciones de la


guerra. Acordémonos que hay tambien justicia que
guardar con aquellos que son inferiores â nosotros. El
ìstado mas baxo entré los hombres es el de los sier
vos (a) ; acerca de los quales ensefian bien los que di
cen , que deben ser tratados como mercenarios, á
quienes es regular que se haga trabajar ; pero ha de pa
gárseles tambien á proporcion. De dos (b) maneras se
puede caer en injusticia , 6 con violencia , 6 con en
gafio : la primera es mas propia de leones , la segunda
de astutas raposas : y entrambas muy agenas de la ge
- ne

tris constitutum , cum à Pyrrho perfuga senatui est pol


licitus se venenum Regi daturum , & eo necaturum ; se
natus & C. Fabricius perfugam Pyrrho dedit. Ita , ne
hostis quidem, & potentis & bellum ultro inferentis cum
scelere , interitum approbavit.
Ac de bellicis quidem officiis satis diétum est. Me
minerimus autem , etiam adversus infimos justitiam esse
servandam. Est autem, infima conditio & fortuna servo
rum ; quibus , non malè praecipiunt , qui ita jubent uti,
ut mercenariis: operam exigendam ; justa præbenda. Quum
autem duobus modis , id est , aut vi , aut fraude. fiat
injuria : * fraus , quasi vulpeculae , vis , leonis videtur:
utrumque homine alienissimum ; sed fraus odio digna ma
jo
(a) Tambien esto pertenece â la justicia y pfde sus obligaciones. Ha
bla muy bien Ciceronº acerca de los siervos en este lugar, sobre los qua
les se tomaban 'tantos derechos los antiguos , que se olvidabam á veces
de la humanidad.
(b) Cicrrase este iugar del castigo, y la verganza con la diferencia £yue
establece de las injurias, que unas son mas dignas de aborrecimiento? y
castigo que otras.
42. LOS OFICIOS

nerosidad del hombre: pero mas aborrecible la postre


ra. Mas entre todas las injusticias, ninguna es mas per
niciosa que la de aquellos, que quando mas engañan,
es quando mas pretenden acreditarse de hombres; de
bien con que concluimos acerca de la justicia. -

CAP I TU L O XIV. º a
- - -

* , , , , , , ,, ,

Precauciones que pide la liberalidad.


Vme tratar ahora., segun nos hemos propuesto,
de la liberalidad, y beneficencia, que es la virtud mas
conforme á la naturaleza del hombre; pero es menes
ter praóticarla con muchas precauciones. Porque en pri
mer lugar ha de mirarse bien , que la liberalidad no
sea perjudicial á los mismos á quienes pensamos hacer
beneficio, y aun á los demas. Lo segundo , que, no
exceda las facultades del que dá, y ademas que áca
da uno se dé segun que lo merezca : que es el funda
mento de la justicia, —adonde debe todo encaminarse.
Porque los que hacen beneficios absolutamente perjudi
cia a .

jore. Totius autem injustitiae nulla capitalior est, quam


eorum , qui quum maximè fallunt, id agunt, ut viribo
ni. . esse. videantur. -De justitia
- --
satis dictum est.

ca rur -
x Iv.
... -,
guid in liberalitate cavendum sit. -

Dimer (ut erat propositum) de beneficentia ac li


beralitate dicatur; quà quidem nihil est naturae hominis
accommodatius : sed habet multas cautiones. Videndum
est enim primüm ne obsit benignitas, & iis ipsis, qui
bus benignè videbitur fieri , & ceteris : deinde, ne ma
jor benignitas sit, quâm facultates : tum ut pro dignita
te cuique tribuatur: id enim est justitiae fundamentum,
ad quam haec referenda sunt omnia. Nam & qui gratifi
- Canº

*.
DE CICERON• LIB, Ie 43

ciales á aquellos mismos á quienes quieren dar á enten


der que sirven, no deben ser tenidos por liberales, y
bienhechores, sino por perniciosos lisongeros. Y los que
defraudan á unos por ser generosos con otros, pecan
contra la justicia lo mismo, que si convirtieran en su
yos los bienes agenos. Hay tambien muchos, y que pre
tenden alcanzar gran nombre, y fama, que dan á unos,
lo que quitan á otros: y estos imaginan que parecerán
liberales, y dadivosos con sus amigos, si les enrique
cen por qualquiera modo que sea. Pero está tan lexos
esto de la obligacion de un hombre de bien, que no hay
cosa mas contraria. Se ha de mirar, pues, que usemos de
una liberalidad que aproveche á nuestros amigos, y no
perjudique á nadie. Y así, la translacion de bienes que
hicieron L. Sila, y C. Cesar, de sus dueños legítimos
á otros que, no lo eran, no debe reputarse por libera
lidad; porque nada hay liberal, si se falta á la justicia.
La otra precaucion era que la liberalidad no exceda
á las facultades. Porque los que quieren ser mas fran
cos de lo que permite su hacienda, pecan pricipalmente
- - COIn
-—

cantur euipiam , quod obsit illi, cui prodesse velle vi


deantur, non benefici, neque liberales, sed perniciosi
atque assentatores judicandi sunt: & qui aliis nocent, ut
in alios liberales sint, ineadem sunt injustitia, ut si in
suam rem aliena convertant. Sunt autem multi , & qui
dem cupidi splendoris & gloriae, qui eripiunt aliis, quod
aliis largiantur; hique arbitrantur se beneficos in suos
amicos visum iri, si locupletent eos quacumque ratione.
Id autem tantum abest ab officio, ut nihil magis officio
possit esse contrarium. Videndum estigitur, ut eà libe
ralitate utamur, quae prosit amicis, noceat nemini. Qua
re L. Sullae , & C. Caesaris pecuniarum translatio á jus
tis dominis ad alienos non debet liberalis videri: nihil
est enim liberale, quod non iden justum. -

Alter erat locus cautionis, , ne benignitas major esset,


quām facultates; quòd, qui benigniores volunt esse, quām
res patitur, primum in eo peccant, quòd injuriosi sunt in
pro
44 LOS OFICIOS

contra los derechos de la sangre, distribuyendo entre


los estraños los bienes que debieran subministrar, y de
xar á sus parientes. Y suele muchas veces ir envuelto
en este género de liberalidad, el deseo de quitar, y
usurpar injustamente á otros, por tener mas que dar.
Tambien se observa, que muchos, no tanto generosos
por naturaleza, como llevados de la vanagloria, y os
tentacion de que, les tengan por tales los otros, hacen
muchos beneficios, mas por esta vanidad, que por
verdadera, y sencilla voluntad de hacer bien: fingimien
to que se parece mas á la mentira, y vanidad, que á la
franqueza, y liberalidad. La tercera regla de estas pre
cauciones es la eleccion del que merece mas. Donde
deben tenerse en consideracion las costumbres de aquel
á quien se hace el beneficio, la voluntad que nos tiene,
el vínculo de sociedad en que estamos con él, y los
servicios que en nuestro provecho haya practicado de
antemano. Si concurren en un sugeto todas estas cir
cunstancias , nada habrá que desear; pero quando no
concurran todas, las mas, y de mejor calidad se de
beran tener en mas estimacion.
CA
-—

proximos: quas enim copias his & suppeditari aequius


est, & relinqui, eas transferunt ad alienos. Inest autem
in tali liberalitate cupiditas plerumque rapiendi & aufe
rendi per injuriam , ut ad largiendum suppetant copiae.
Videre etiam licet plerosque non tam naturà liberales,
quâm quādam gloriá ductos, ut benefici videantur, fa
cere multa, quae proficisci ab ostentatione magis, quām
à voluntate videantur. Talis autem simulatio vanitati est
conjunctior, quâm aut liberalitati, aut honestati. Ter
tium, est propositum, utin beneficentia delectus esset dig
nicatis; in quo & mores ejus erunt spectandi, in quem
beneficium conferetur, 8z animus erga nos, & communi
tas ac societas vitae, 8z ad nostras utilitates officia ante
collata, quae ut concurrant omnia, optabile est; sin
minus, plures causae majoresque ponderis plus habebunt
CA
IDE CICERON, LIBe Is - 45
CA IP TU L O XV,

A quién se ha de hacer bien principalmente agradecimiento


indispensable; reglas de esre, y de la liberalidad.
las por quanto vivimos no entre hombres perfec
tos, y del todo sabios, sino entre aquellos que son
bien felices, si tienen algunas semajanzas de virtudes;
soy de paracer, que no se desatienda á ninguno en
quien las tales muestras de virtud se hallaren: y que de
bemos dedicarnos principalmente á hacer bien á aquellos,
que estén dotados de las virtudes mas suaves, como la
modestia, la templanza, y la misma justicia, de que
tanto hemos hablado. Porque el ánimo fuerte, y gran
de en un hombre no pefecto, ni sabio, regularmente
participa algo de temerario; mas las otras virtudes di
chas son las propias, y características de los hombres
de bien. Esto por lo que toca á las costumbres En or
den á la benevolencia con que cada uno nos ama, la
pri

CAP U T X. V.

Cui plurimum debeatur. Nullum officium referenda gratia magis


necessarium. Quid er in utroque observandum sit.

Qimº autem vivitur non cum perfectis hominibus


plenèque sapientibus, sed cum iis, in quibus prae
clare agitur, si sunt simulacra virtutis; etiam hoc in
telligendum puto, neminem omnino esse negligendum,
in quo aliqua significatio virtutis appareat ; coléndum au
tem esse ita quemoue maxime, ut quisque maxime vir
tutibus his lenioribus erit ornatus, modestià, temperan
tià, hac ipsa, de qua jam multa dióta sunt, justitià.
Nam fortis animus , & magnus in homine non perfecto,
nec sapiente, ferventior plerumque : illae virtutes vi
rum bonum videntur potiüs attingere. Atque haec
inmoribus. De benevolentia autem, quam quisque ha
beat
46 LOS OFICIOS

primera obligacion nuestra es que hagamos mas bien á


aquel que mas amor nos tiene. Mas este amor no le
hemos de juzgar, como los niños, por un efecto aca
lorado de cariño, sino por la estabilidad, y constancia.
Si hubieren precedido oficios de amistad, de modo que
no se trate de hacer beneficios, sino de recompensar
los, se ha de doblar entonces los deseos; porque no
hay obligacion alguna mas precisa , que la de la cor
respondencia.
Si como dice Hesiodo hemos de pagar con exceso
lo que nos han prestado, siéndonos posible, ¿qué de
beremos hacer quando otro se anticipó con el benefi
cio? ¿Por ventura, no será bien que imitemos á las tier
ras fértiles, que producen mucho mas de lo que reci
bieron? Y si no nos paramos en mostrar nuestra genero
sidad con aquellos de quienes esperamos algun provecho,
¿ qué sentimientos habrán de ser los nuestros con los
que ya nos han obligado? Tiene la liberalidad dos bra
zos: con uno hace los beneficios; con otro correspon
de á los recibidos : el hacerlos, ó no, depende de
nuestra voluntad; pero el pagarlos, es una obligacion
de

beat erga nos, primium illud est in officio, ut ei plu


rimum tribuamus , ā quo plurimium diligimur. Sed be
nevolentiam non adolescentulorum more, ardore quodam
amoris , sed stabilitate potiüs , & constantià judicemus.
Sin erunt merita, ut non ineunda, sed referenda sit
gratia ; major quaedam cura adhibenda est: nullum enim
officium referendà gratiā magis necessarium est.
Quòd si ea, quae utenda acceperis, majore mensurá,
si modó possis, jubet reddere Hesiodus ; quidnam be
neficio provocati facere debemus? An imitari agros fer
tiles, qui multó plus afferunt, quām acceperunt º Ete
mim si in eos, quos speramus nobis profuturos, non du
bitamus officia conferre; quales in eos esse debemus,
qui jam profuerunt? Nam quum duo genera liberalitatis
sint, unum dandi beneficii, alterum reddendi; demus,
necne, in nostra potestate est: non reddere, viro bo
- Il.0
DE CICERON• LIB. Ie 47

de la hombria. de bien, como puede cumplirse sin fal


tar á la justicia. Porque lo que toca á los beneficios re
cibidos, es menester grande respeto, y consideracion.
No hay duda en que el mayor merece mas recompensa;
pero en esto se ha de ponderar atentamente el ánimo,
el deseo, y amor con que se hizo; pues muchos ha
cen beneficios sin saber por qué á todo género de per
sonas, dexándose llevar de un ímpetu temerario, y co
mo viento repentino. Estos no deben parecer tan gran
des, como los que han procedido de juicio ; solidéz,
y constancia. Mas así en conferirlos, como en corres
ponderá ellos, es lo principal de la obligacion, aunque
las demas circunstancias sean iguales, socorrer princi
palmente al que tiene mayor necesidad. En lo qual los
mas obran muy al revés, haciendo mayores servicios á
aquel de quien mas esperan, aunque no los haya me
12CSICI'e
CA

no non licet, modó id facere possit sine injuria. Ac


ceptorum autem beneficiorum sunt delectus habendi; nec
dubium , quin maximo cuique plurimüm debeatur : in
quo tamen in primis, quo quisque animo, studio, beº
nevolentià fecerit, ponderandum est. Multi enim fa
ciunt multa temeritate quadam , sine judicio, vel modo,
in omnes repentino quodam , quasi vento, impetu ani
mi incitati: quae beneficia aequè magna non sunt haben
da, atque ea, quae judicio , consideratè, constanter
ue delata sunt. Sed in collocando beneficio , & in re
¿ gratia, si cetera paria sint, hoc maximè offi
cii est , ut quisque maximè opis indigeat, ita ei potis
simüm opitulari: quod contrà fit à plerisque: ā quo enim
plurimum sperant, etiamsi ille his non eget , tamen ei
potissimum inserviunt.

CA
48 LOS OFLCIOS

CAP I T UL O XVI.

e Principios de la sociedad , y primera obligacion


- - de ella.

L, sociedad , y union de los hombres será perfecta


mente guardada, si aplicáremos principalmente nuestra
generosidad á aquellos con quienes mas estrechamente
estamos unidos. Pero se ha de tomar mas de su origen
la doctrina de los principios fundamentales de la vida
sociable. El primero es aquel, que forma con tan es
trecho vínculo la sociedad universal del género humano,
y consiste en la razon, y el habla , que enseñando,
aprendiendo, comunicando, disputando, y juzgando,
concilia los hombres entre sí, y los une en una socie
dad natural. Y por ninguna otra prerogativa se eleva
mas nuestra naturaleza sobre la de los demas animales;
en los que muchas veces decimos, que se halla forta
leza, como en los caballos, en los leones, pero no
equidad, justicia, ó bondad, porque estan privados de
- la

C A P U T X. VI.

Societatis humanae principia. Quid primum ea


praecipiat.

Oias autem societas hominum conjunctioque serva


bitur , si ut quisque erit conjunctissimus, ita in eum be
nignitatis plurimum conferetur. Sed quae naturâ princi
pia sint communitatis & societatis humanae, repetendum
altiüs videtur. Est enim primum , quod cernitur in uni
versi generis humani societate : ejus autem vinculum est,
ratio & oratio ; quae docendo, discendo, communican
do, disceptando, judicando, conciliat inter se homi
nes, conjungitque naturali quadam societate. Neque ullà
re longius absumus à natura ¿ ; in quibus inesse for
titudinem saepe dicimus, utin equis in leonibus; justitiam,
aequi
DE CICERON, LIB, I. 49

la razon, y del habla. Esta es la sociedad tan dilatada,


que abraza todo el género humano ; en que deben ser
comunes todas aquellas cosas, que crió la naturaleza pa
ra el uso comun: de suerte que en orden á la separacion
de ellas, tengan las leyes civiles su vigor, y efecto en las
posesiones particulares; y en lo demas se observe pun
tualmente aquel adagio griego (a), en que se dice: Los
bienes de los amigos son comunes. Por los quales bienes se
entienden aquellos que pueden reducirse á los que com
prehendió Ennio en este exemplo, que puede aplicarse á
todos los semejantes. -

,, El que enseña el camino al que va errado,


, Luz en su luz, le enciende, y á él le alumbra
,, Lo propio, habiéndola comunicado.
Por este solo exemplo se percibe bien, que todo
quanto podamos comunicar sin detrimento nuestro, de
bemos darlo aun al que no conocemos: de donde nacen
aque

aequitatem , bonitatem non dicimus. Sunt enim rationis


& orationis expertes. Ac latissimè quidem patens ho
minibus inter ipsos , omnibus inter omnes, societas haec .
est; in qua omnium rerum , quas ad communem homi
num usum natura genuit, est servanda communitas: ut
quae descripta sunt legibus & jurae civili, haecita te
neantur, ut sit constitutum : è quibus ipsis cetera sic ob
serventur , ut in Graecorum proverbio est: Amicorum es
se omnia communia. Omnia autem communia hominum vi
dentur ea, quae sunt generis ejus, quod ab Ennio po-
situm in una re, transferri in multas potest.
•º Homo quierranti comiter monstrat viam,
» Quasi lumen de suo lumine accendat, facit;
» Nihilo minus utipsi luceat, quum illi accenderit.
Una ex re satis praecipitur, ut, quidquid sine detri
mento possit commodari, id tribuatur vel ignoto. Ex quo
SllIl

(a) Este proverbio le atribuye Plutarco á Diógenes. En el nombre de


amigos, quiére que se entiendan todos los buenos; en aquel opúsculo, en
que afiirma que segun los principios de Epicuro, no se puede vivir sua
Ty Cºlm.cntc.
TOM. I , - D
So LOS OFICIOS

aquellas obligaciones comunes de no estorvar el uso del


agua corriente, permitir tomar lumbre de la nuestra á
quien la quiera, dar buen consejo al que le haya me
nester cosas que ceden en provecho de quien las reci
be, y al que las dá no le cuestan nada. Y así convie
ne que sea libre, y universal el uso de ellas, y con
tribuir siempre con algo de nuestra parte á la utilidad
comun. Mas puesto que las facultades de los particulares
son limitadas, y el número de los necesitados casi infi
nito, para poder ser bienhechores de los nuestros, se ha
de arreglar la liberalidad ordinaria á aquel fin de En
nio: rá él le alumbra lo propio, habiéndola comunicado.
CAP I TU L O XVII.

Quatro vínculos de sociedad, el mas fuerte es el


de la patria.
San muchos los grados de la sociedad humana.
Porque descendiendo de aquella infinita, y univer
sal

suntilla communia: non prohibere aquà profuente; pati


ab igne ignem capere, si quis velit; consilium fidele de
liberanti dare: quae sunt iis utilia , qui accipiunt; dan
ti non molesta. Quare & his utendum est , & semper ali
quid ad communem utilitatem afferendum. Sed quoniam
copiae parvae singulorum sunt ; eorum autem , qui his
egeant, infinita est multitudo: vulgaris liberalitas refe
renda est ad illum Ennii finem, Nihilo miniºs ut ipsi lu
ceat ; ut facultas sit, quà in nostros simus liberales.
CAP U T XVII.

9uatuor es se societatis colligationes ; quae cum republicà est,


eam ceteris praestare.

Gaa. autem plures sunt societatis hominum. Ut enim


ab infinita illa discedatur, propior est ejusdem gentis,
12.
DE CICERON, LIBe Is SI

sal (a), la mas inmediata es la de una misma nacion, la


de una misma tierra, la de una misma lengua, por la qual
se unen mucho unos hombres con otros. Pero todavia es
mas estrecha la de una misma ciudad; porque son mu
chas las cosas que tienen comunes los ciudadanos, co
mo la plaza, los templos, los paseos, los caminos, le
yes, votos, privilegios, y ademas los tratos, amista
des, y muchos negocios, y contratos particulares. Aun
es mas de adentro la de los parientes, que reduce á
un estrecho punto la sociedad universal de todos los
hombres. Porque como sea propio de todos los anima
les el deseo de multiplicarse (b), la primera sociedad
está en el matrimonio: la segunda, en los hijos, de
que se forma una casa, y un todo comun, y este es el
princio de las ciudades, y como seminario de la Re
pública: síguense despues los hermanos, sus hijos, y
los

nationis, linguae, quā maximé homines conjunguntur:


interius etiam est, ejusdem esse civitatis. Multa enim
sunt civibus inter se communia ; forum, fana, porticus,
viae, leges, jura, judicia, suffragia, consuetudines prae
terea & familiaritates, multisque cum multis res ratio
nesque contractae. Artior verò colligatio est societatis
propinquorum : ab illa enim imniensa societate humani
generis in exiguum angustumque concluditur. Nam quum
sit hoc naturà commune animantium , ut habeant libi
dinem procreandi, prima societas in ipso conjugio est:"
proxima in liberis: deinde una domus, communia omnia.
Id autem est principium urbis, & quasi seminarium rei
publicae. Sequuntur fratrum conjunctiones: pòst conso
brinorum , sobrinorumque, qui, quum uná domo jam ca
pi
(a) Esto es, aquella sociedad natural, por la qual se unen unos hom
bres con otros. La inmediata á esta cs la de una misma nacion , cuyos
hombres hablan una misma lengua , despues la de la ciudad, en que los
hombres tienen muchas cosas comunes : despues la de la casa donde to
do ¿ comun 3 y esta se estiende despues á otras muchas casas , y pa
1 ente as.
b) Entre las sociedades de los prientes, la primera es la del ma
trimonio, como que , debe su origen al impulso de la naturaleza, a que
todos los animales obedecen,
\
D 2
52 LOS OFICIOS

los hijos de éstos, que no cabiendo ya en una casa, se


estienden, y reparten en otras, á manera de colonias.
Despues los casamientos, y entronques con otras fami
lias; de que resultan otros muchos parientes, la qual
propagacion, y descendencia es causa, y origen de las
Repúblicas. El vínculo de la sangre es uno de los que
mas estrechán la union, y benevolencia de unos hombres
con otros, á lo qual contribuye mucho tener en su fa
milia los mismos monumentos, la misma religion (a),
y las mismas sepulturas.
Mas entre todas las sociedades ninguna es mas só
lida, y estimable que la que componen los hombres de
bien, parecidos en costumbres, con la union de la
amistad. Porque la virtud (esto repetiré muchas veces) (b),
aun quando la vemos en otro, nos mueve, y nos ha
ce amar á aquel en quien nos parece que se halla. Y
aunque todas las virtudes tienen cierto atractivo, que
- 11OS

pi non possint, in alias domos, tamquam in colonias


exeunt. Sequuntur connubia & affinitates; ex quibus etiam
plures propinqui: quae propagatio & soboles origo est
rerumpublicarum. Sanguinis autem conjunétio , benevo
lentiá devincit homines & caritate : magnum est enim,
eadem habere monumenta majorum, iisden uti sacris, se
pulcra habere communia.
Sed omnium societatum nulla praestantior est, nulla
firmior, quâm cun viri boni, moribus similes, sunt
familiaritate conjunéti. Illud enim honestum ( quod saepe
dicimus ) etiam si in alio cernimus, tamen nos movet,
atque illi, in quo id inesse videtur, amicos facit. Et
quamquam omnis virtus nos ad se allicit, facitque ut
eos diligamus in quibus ipsa inesse videatur; tamen jus
N t1
(a) Ademas de los sacrificios comunes de la Ciudad, cada familia te
nia los suyos propios, los quales celebraban todos los dependientes de
ella.
(h) Toda virtud, en quatquiera hombre que se halle, nos mueve,
nos atrahe, y nos hace amigos de él; pero en especial aquella que nace
de la iusticia , y libcralidad; porque de ninguna marera se unen mas
estrechamente los hombres , que dando, y recibiendo, segun el natu
ral impulso de la sociedad, y el amor.
DE CICERON. LIB, I. 53

nos hace amar á los que creemos adornados de ellas; pe


ro principalmente causan este efecto la justicia, y la
generosidad. No hay cosa mas amable, y atractiva que
la semejanza de costumbres de los buenos. Porque en los
que están dotados de unos mismos deseos, y inclina
ciones, se ve que cada uno se deleita tanto con el ami
go, como consigo mismo; y sucede aquello que Pitá
goras tiene por el colmo de la amistad, que se haga
una sola persona de muchas. Tambien es grande la union
que resulta de los recíprocos oficios, que siendo mu
chos, y correspondidos, unen á aquellos entre quie
nes pasan con una amistad muy firme, y verdadera.
Pero recorramos con los ojos del ánimo, y de la
razon todas las diferentes sociedades, y hallaremos, que
la mas estrecha, la que con mas amor nos une , es la
que tenemos los hombres con la República. Muy ama
dos son los padres, los hijos, los parientes, y los ami
gos; pero todos estos amores los encierra, y abraza en
sí el amor de la patria. Por la qual, ¿qué hombre de
bien dudará exponer su vida, si con esto la puede ser
de provecho Tanto mas abominable la crueldad de
aque

titia 8z liberalitas id maximè efficit: nihil autem est


amabilius, nec copulatius, quām morum similitudo bo
norum. In quibus enim eadem Studia sunt, eaedemoue
voluntates, in his fit, ut aeque quisque altero delecte
tur, ac se ipso; efficiturque id, quod Pythagoras vult
in amicitia, ut unus fiat ex pluribus. Magna etiam illa
communitas est, quae conficitur ex beneficiis ultro ci
tro datis, acceptis; quae mutua , & grata dum sunt,
inter quos ea sunt, firmà illi devinciuntur societate.
Sed quum omnia, ratione animoque lustraris, om
nium societatum nulla est gravior, nulla carior, quām
ea, quae cum republica est unicuique nostrum. Cari
sunt parentes, cari liberi, propinqui, familiares: sed
omnes omnium caritates patria una complexa est: pro
qua quis bonus dubitet morteam oppetere, si ei sit pro
futurus ? Quó est detestabilior istorum immanitas, qui
D 3 la
54 LOS OFICIOS

aquellos, que la han tiranizado con todo género de mal


dades (a), y que se han ocupado , y aun ahora se
ocupan en arruinarla enteramente. Mas llegando á tér
minos de comparar quales obligaciones nos deben me
recer mas atencion; las primeras son las de la patria, y
de nuestros padres, á quienes estamos obligados con es
peciales beneficios: luego las de los hijos, y de toda
la casa, que fija únicamente en nosotros sus esperanzas,
y no puede tener otro amparo alguno : despues las de
los parientes bien avenidos, con quienes por lo regu
lar es comun nuestra fortuna, y estado. A estos de que
hablamos, debemos dar los auxilios necesarios para pa
sar la vida. Pero la union de la vida, y el trato fre
qüente, los consejos, conversaciones, avisos, consue
los, y algunas veces tambien las reprehensiones, donde
mas cabida, y exercicio tienen es en la amistad, sien
do la mas dulce, y suave la que concilia la semejanza,
y conformidad de las costumbres.
CA

lacerarunt omniscelere patriam , & inea funditus de


lenda occupati & sunt , & fuerunt. Sed si contentio quae
dam & comparatio fiat, quibus plurimum tribuendum sit
officii , pincipes sint patria & parentes, quorum beneficiis
maxime obligati sumus: proximi, liberi, totaque domus,
quae spectat in nos solos, neque aliud ullum potest ha
bere perfugium : deinceps bene convenientes propinqui,
quibuscum etiam communis plerumque fortuna est. Quam
obrem necessaria praesidia vitae debenturiis maxime, quos
ante dixi: vita autem, victusque communis, consilia, ser
mones, cohortationes , consolationes 3 interdum etiam ob
Jurgationes in amicitis vigent maxime : estque ea Ju
cundissima amicitia, quam similitudo morum conjugº.
(a) Esto se entiende de Cesar, y de M. Antonio, el qual despues
¿ muerto Cesar tiranizaba la patria con mas crueldad que el mismº
C$ale
De ciceroN. Lib. 1. 55
CAP I TU LO XVIII.

Reglas que se han de observar en los servicios que se hacen á.


los padres, y á los amigos.
M, en la práctica de todas estas obligaciones se ha
de considerar atentamente quál es la mayor necesidad,
y lo que con nuestra ayuda, y sin ella puede, ó no
puede cada uno conseguir. Así se conocerá la diferencia
de grados entre la amistad, y parentesco, y las de
más circunstancias (a). Porque hay oficios que son mas
debidos á unos que á otros. Por exemplo, en la recolec
cion de frutos deberemos estar mas prontos á ayudará
un vecino nuestro, que á un hermano, ó á un amigo;
pero en un pleito que está en el tribunal, acudiremos
primero á la defensa de un amigo, ó pariente, que de
un vecino. Estas, y otras circustancias se han de aten
der en todas las obligaciones, y de tales reglas for
mar

C APU Tº XVIII.

guae circumspicienda sunt in adjervandis e7 parentibus


69” amicir,

S.a in his omnibus officiis tribuendis videndum erit,


quid cuique maximè necesse sit, & quid quisque nobis
cum vel sine nobis aut possit consequi, aut non possit.
Ita non iidem erunt necessitudinum gradus, qui tempo
rum. Sunt enim quaedam officia, quae aliis magis, quam aliis
debeantur; utvicinum citiüs adjuveris in fructibus per
cipiendis , quâm aut fratrem , aut familiarem. At, si
lis in judicio sit, propinquum potiüs , & amicum, quàm
vicinum defenderis. Haec igitur , & talia, circumspicien
da sunt in omni officio ; & consuetudo exercitatioque ca
pien
(a) En los servicios que se hacen por los hombres, á veces se ha
de mirar mas á las circunstancias, y necesidad, que al parentesco.
4.
56 LOS OFICIOS

marnos un hábito, y costumbre para ser buenos, y


exáétos contadores de los oficios, de modo que quitan
do, y multiplicando, saquemos lo que queda en lim
pio, y lleguemos á conocer lo que es debido á cada
uno. Mas al modo que ni los Médicos, ni los Generales,
ni los Oradores, aunque sepan con perfeccion las re
glas de sus artes, no han conseguido cosa que merez
ca alabanza sin la práctica, y exercicio de aquellas re
glas; asimismo no basta dar preceptos de las obligacio
nes, como hacemos nosotros al presente; es materia
muy dificil, y así requiere tambien la práctica, y exer
cicio. Mas baste lo dicho en orden á conocer la obliga
cion de aquellas cosas que son del derecho de la socie
dad humana. - -

Observemos ahora, que habiendo señalado al prin


cipio quatro partes de la honestidad (a), de donde dima
nan todas las acciones virtuosas, y todas las obligaciones;
parecen las mas ilustres aquellas que proceden de la gran
deza, y heroisino del ánimo, que desprecia los aconte
- - - - - C1

pienda, ut boni ratiocinatores officiorum esse possimus, &


addendo deducendo que videre, quid reliqui summa fiat;
ex quo, quantum cuique debeatur, intelligas. Sed ut nec
medici, nec imperatores, nec oratores, quamvis artis
praecepta perceperint, quidquam magná laude dignum
sine usu & exercitatione consequi possunt; sic officii con
servandi praecepta tradunturilla quidem, ut facimus ip
si ; sed rei magnitudo usum quoque exercitationemque
desiderat. Atque ab iis rebus, quae sunt in jure socie
tatis humanae, quemadmodum ducatur honestum, ex quo
aptum est officium , satis ferè diximus.
Intelligendum est autem , quum proposita sint genera
quatuor, è quibus honestas officiumque manaret, splen
didissimum videri, quod animo magno, elatoque, hu
manasque res descipiente factum sit. Itaque in probris
•, - pm)2.

(a) Comienza recomendando la fortalex , que ha sido tenida siem


pre por excelente entre las virtudes en el Rueblo Romano, por el de
seo de la gloria militara -
IDE CICERON• LIBe Ie 5?

cimientos humanos. Y así la mayor de todas las injurias


es si hay motivo decir (a):
Mugeres sois, o jovenes cobardes!
Un heroe es la doncella.... (b)
O esto: -

Dá á Salmacis, cobarde, esos despojos


Nunca de sangre, ni sudor manchados (c).
Al contrario en las alabanzas : todas las hazañas que
se han executado con valor, y grandeza de ánimo, na
turalmente nos merecen mas colmados elogios. De aquí
es un campo tan dilatado para los oradores (d) las ala
banzas de Maraton , Salamina, Termopilas, Plateas,
Leutra; por lo mismo son tan alabados nuestro Cocles,
los Decios , los Escipiones, los Marcelos, y otros in
numerables, y el mismo pueblo Romano, tan célebre
por la grandeza de ánimo, tambien se declara el gran
de

maximè in promptu est, si quid tale dici potest:


Vos etenim juvenes, animum geritis muliebrem;
Illa virago viri.
Et si quid ejusmodi:
Salmaci, da spolia, sine sudore e9º sanguine.
Contráque in laudibus, quae magno animo , & fortiter
excellenterque gesta sunt, ea nescio quomodo quasi ple
niore ore laudamus. Hincrhetorum campus de Maratho
ne, Salamine, Plataeis, Thermopylis, Leuctris: hinc noster
Cocles, hinc Decii, hinc Cn. & P. Scipiones, hinc M. Mar
cellus, innumerablesque alii, maximèque ipse populus Ro
manus animi magnitudine excellit. Declaratur autem studium
bel
(a) Palabras de Ennio , en que reprende la cobardía de los soldados:
su fin es darnos á entender, que la mayor infamia es la cobardía.
(b) Esto se entiende de la doncella Clelia. Vease á Tito Livio, y á
Valer. Max. lib. 3. cap. 1.
(c). Habla asi por desprecio de un hombre i quien atribuye el nom
bre de muger. Porque se creía que el agua de la fuente Salmacis hacia á
los hombres afeminados.
(d) Celebran los Oradores la victoria Mílciades en el campo de Ma
ratona : la de Temístocles en el estrecho de Salamina : la de Pausanias
en que fue derrotado Mardonio General de los Persas en Plateas ciudad
de Beocia: la de Leonidas en Termopilas: la de Epaminondas en los cam.
pos de Leutrae
58 LOS OFICIOS

de amor á las alabanzas militares, porque vemos las


mas de nuestras estatuas adornadas con las insignias
de la guerra. -

CAP I TULO XIX.

Esplendor de la fortaleza, Virtudes que la han de acompa


ñar: defectos á que suele estar sujeta.
M. si esta grandeza de ánimo, que se muestra en
los trabajos, y peligros, no está acompañada de la jus
ticia, y si se interesa por asuntos particulares, en lu
gar de emplearse en servicio del bien comun, no es
virtud, sino vicio; pues no solo no es propio esto de
la virtud, sino de la ferocidad, y barbarie, que se des
poja de todos los sentimientos de humanidad. Y asi de
finen exàctamente los Estoicos á la fortaleza, quando
dicen, que es una virtud que combate por la justicia.
Por lo qual ninguno que ha adquirido reputacion de
hombre fuerte, consigue semejante gloria por engaños,
y malicias, por quanto nada puede haber here a
al

bellicae gloriae, quòd statuas quoque videmus ornatu


ferè militari.
CAP UT XIX.

¿Quo plendore niteat animi magnitudo ; quas virtutes debear ha


bere comites ; quibus vitiis inficiroleat.

Sea ea animi elatio , quae cernitur in periculis &


laboribus, si justitià vacat, pugnatque non pro salute
commun, sed pro suis commodis, in vitio est: non
enim modô id virtutis non est, sed potius immanita
tis, o naem humanitatem repellentis. Itaque probe defi
nitur à Stoicis fortitudo, quum eam, virtutem esse di
cunt propugnantem pro aequitate. Quo circa nemo, qui
fortitudinis gloriam consecutus est, insidiis & malitià,
laudem est adeptus: nihil enim honestum esse Pº
quo
DE CICERON• LIBe Is 59

faltando á justicia. A este propósito dixo muy bien


Platon, que así como á la ciencia, que no está acom
pañada de justicia, le quadra mejor el nombre de as
tucia, que el de sabiduría; del mismo modo el ánimo,
que se expone al peligro, si se mueve por sus propios
intereses, y no por el bien comun, merece mas bien el
nombre de atrevido, que de esforzado. Y así á los hom
bres magnánimos, les queremos tambien buenos, sen
cillos, amigos de la verdad, nada engañosos, y falsos:
que son las principales calidades de la justicia.
Pero la lástima es, que en esta valentia, y gran
deza de ánimo suele con facilidad engendrarse una
pertinacia inflexible, y un inmoderado deseo de rey
nar. Porque al modo que dixo Platon, que toda la
educacion de los Lacedemonios se encaminaba á ins
pirar en sus corazones un ardentísimo deseo de ven
cer : asimismo el que llega á sobresalir en valentía
de espíritu , es el que mas pretende ser el primero
de entre los hombres, ó mandarlos á todos. Y es
sumamente dificil, queriendo aventajarse á los de
mas, guardar la igualdad, que es como la basa de
- - la

quòd justitià vacat. Praeclarum igitur Platonis illud; Non


solim, inquit, scientia quae est remota à justitia, cal
liditas potiüs, quâm sapientia, est appellanda; verium
etiam animus paratus ad periculum , si suà cupiditate, non
utilitate communi, impellitur, audaciae potiüs nomen
habeat, quâm fortitudinis. Itaque viros fortes & mag
nanimos, eosdem bonos & simplices, veritatis amicos
minimeque, fallaces esse volumus: quae sunt ex media
laudae justitiae. -

Sed illud odiosum est, quod inhac elatione & mag


nitudine animi , facillimè pertinacia & nimia cupiditas
principatús innascitur. Ut enim apud Platonem est, om
nem morem Lacedaemoniorum inflammatum esse cupidi
tate vincendi; sic, ut quisque animi magnitudine ma
ximè excellit, ita maximè vult princeps omnium , vel
potiüs solus esse. Difficile autem est, quum praestare
CIll. "
6o LOS OFICIO3

la justicia. De aquí proviene , que estos hombres no


pueden sufrir el quedar vencidos en la disputa (a), ni
sujetos á derecho alguno público, ólegítimo; y de aquí
nace tambien, el que se levantan en la República pro
digalidades , y facciones por estender algunos su po
der, y ser mas superiores por fuerza, que iguales por
justicia á los demas ciudadanos. Pero quanto es mas di
ficil, tanto mas ilustre, y glorioso: porque no hay
instante, ni circunstancia, en que no tenga su lugar,
y sus derechos la justicia. Por esto han de ser tenidos
por hombres fuertes, y magnánimos, no los que ha
cen la injuria, sino los que nos defienden de ella. Los
que poseen la sabia, y verdadera grandeza de ánimo,
creen que la honestidad (que tan conforme es á nues
tra naturaleza), consiste en las acciones virtuosas, no
en la gloria de la reputacion; y aspiran mas bien á so
bresalir entre los demas hombres, que á parecer so
bresalientes. Porque no debe contarse entre los de gran
de ánimo el que depende de la opinion del vulgo las
- IIlaS

omnibus concupieris, servare aequitatem , quae est justi


tiae maximè propria. Ex quo fit, ut neque disceptatio
ne vinci se , nec ullo publico ac legitimo jure patian
tur ; . . existuntque in republica plerumque largitores,
& faótiosi, utopes quām maximas consequantur, & sint
vi potius superiores, quâm justitiá pares. Sed quo difi
cilius, hoc preclarius: nullum enim tempus est , , quod
justitià vacare debeat. Fortes igitur & magnanimi sunt
habendi, non qui faciunt, sed qui propulsant injuriam.
Vera autem & sapiens animi magnitudo honestum illud,
quod maxime natura sequitur, in factis positum, non in
gloria judicat ; principemque se esse mavult, quām vi
deri. Etenim qui ex errore imperitae multitudinis pen
det, hic in magnis viris non est habendus. Facillimè au
tem ad res injustas impellitur, ut quisque altissimo ani
Ill G)
(a) Ni en el foro, ni en la curia, ni en el campo quieren ser verci
dos : de donde se originan las dadivas, y facciones , por las quales ex
cedan, y venzan á los otros.
DE CICERON, LIB, I. 61
mas veces errada. El amor de la gloria en el que es
dotado de ánimo generoso, suele inducir á algunas pre
tensiones injustas. Mas este es punto muy delicado; por
que apenas se hallará quien despues de haber empren
dido muchos trabajos y peligros, no aspire á la glo
ria, como á una justa recompensa de sus buenas obras.
CAP I T UL O XX.

señales de la verdadera grandeza del alma: es incompatible


con el deleite, con la ayaricia, y ambicion.
En dos cosas se experimenta especialmente el áni
mo grande y esforzado : la primera en el desprecio de
los bienes externos, quando llega el hombre á estar
persuadido, que nada debe admirar, apetecer, ni bus
car sino lo que sea honesto y honroso; y que es in
digno de su caracter rendirse ni á otro hombre, ni á
perturbacion alguna del ánimo, ni á la fortuna : la se
gun

mo est, gloriae cupiditate : qui locus est sanè lubri


cus, quòd vix invenitur, qui laboribus susceptis, pe
riculisque aditis, non quasi mercedem rerum gestarum
desideret gloriam.
C A P U T XX.

Duabus rebus cerni animum fortem e9 magnum ; voluptatem,


avaritiam t9º gloriae cupiditatem huic es se maxime
contraria.

Omino fortis animus, & magnus, duabus rebus ma


xime, cernitur; quarum una in rerum externarum despi
cientia ponitur, quum persuasum sit, nihil hominem,
nisi quod honestum decorumque sit, aut admirari, aut
oprare, aut expetere oportere; nullique neque homini,
neque perturbationi animi, nec fortunae succumbere. Al
tera estres, ut, quum ita sis afectus animo, ut su
pra
62 LOS OFICIOS

gunda es que animado de estos sentimientos que he di


cho, emprenda siempre cosas grandes, pero muy úti
les, y empeñadas, llenas de trabajos, y dificultades,
pasando por todos los peligros de la vida, y de quan
to á ella pertenece. De estas dos cosas, el esplendor
(a), y generosidad, y aun la utilidad, está en la se
unda; pero la causa que hace á los hombres grandes
está en la primera : , porque en ella resplandece aquel
grado de magnanimidad, que eleva los ánimos, y los
hace despreciar los acontecimientos humanos. Lo qual
se demuestra por otras dos señales (b), si solamente se
tiene por bueno lo que es honesto, y si se vive libre
de toda pasion y perturbacion de ánimo. Porque el es
timar en poco muchas cosas, que á otros parecen gran
des y ilustres, despreciándolas con razones firmes y só
lidas; esto se ha de considerar por de un corazon mag
nánimo, y generoso; y el aguantar y sufrir con en
tereza otras, que parecen duras (que ocurren muchas
y

prà dixi, res geras magnasillas quidem & maxíme uti


ies, sed & vehementer arduas, plenasque laborum &
periculorum tum vitae, tum multarum rerum , quae ad
vitam pertinent. Harum rerum duarum splendor omnis
& amplitudo, addo etiam utilitatem, in posteriore est;
causa autem & ratio efficiens magnos viros, estin prio
re. In eo enim est illud, quod excellentes animos, &
humana contemnentes facit. ld autem ipsum cernitur in
duobus, si & solum id, quod honestum sit, bonum
judices, & ab omni animi perturbatione liber sis. Nam
& ea, quae eximia plerisque & praeclara videntur, par
va ducere, eaque rationestabili firmâque contemnere,
fortis animi magnique ducendum est; & ea, quae vi
dentur acerba, quae multa & varia in hominum vita
for
(a) La causa de la fortaleza está en la primera: esto es en el despre
ciaríos acontecimientos humanos: el efecto en la segunda: esto es en el
obrar.
(b) Aquello que se dice la causa , es tambien. de dos maneras: la
primera seguir sola la honestidad: la segunda no afligirse ni perturbarse
de los altos, y baxos de la vida. -
IDE CICERON• LIB, Ie 63

y varias en la vida, y fortuna de los hombres), de


modo, que en nada se aparte de su natural estado, ni
desdiga de la dignidad de hombre prudente; esto se ha
de juzgar por fortaleza de ánimo, y gran constancia.
Mas no es conforme á razon, que el que no se rin
de al miedo, no pueda resistir á los deseos; y que el
que muestra un pecho invencible á los trabajos, sea
vencido torpemente de los deleites. Y así se ha de evi
tar esto, y huir de la codicia del dinero; pues no hay
cosa que mas indique la baxeza, y abatimiento del áni
mo, que el amor á las riquezas; nada mas honesto, y
magnánimo, que despreciarlas , si no las tenemos, y
si las tenemos, emplearlas en ser liberales, y bienhe
chores. Se ha de evitar tambien la ambicion de gloria
(como dixe arriba); porque quita la libertad, por la
qual debe ser el mayor empeño de los hombres fuertes,
y magnánimos. Tampoco se han de desear los mandos,
antes por mejor decir, no se deben aceptar algunas ve
ces, y otras se deben renunciar generosamente. Nuestro
pricipal cuidado ha de ser vivir libres siempre de todas
las pasiones, deseos, inquietudes, tristeza, ira, y
alc

fortunaque versantur, ita ferre, ut nihil à statu natu


rae discedas, nihil à dignitate sapientis, robusti animi
est, magnaeque constantiae. -

Non est autem consentaneum, qui metu non franga


tur, eum frangi cupiditate ; nec , qui invictum se à
labore praestiterit, vinci à voluptate. Quamobrem &
haec videnda , & pecuniae fugienda cupiditas : nihil
enim est tam angusti animi tamque parvi, quâm ama re
divitias; nihil honestius magnificentiusque, quàm pecu
niam contemnere, si non habeas ; si habeas, ad benefi
centiam liberalitatemque conferre. Cavenda est etiam glo
riae cupiditas, ut suprà dixi; eripit enim libertatem, pro
qua magnanimis viris omnis debet esse contentio. Nec
verò imperia expetenda, ac potiüs, aut non accipienda
interdum, aut deponenda nonnumquam. Vacandum autem
est omni animi perturbatione, tum cupiditate & metu,
t Ll IIn
64 LOS OFICIOS

alegria demasiada; para poder conservar la serenidad, y


tranquilidad de espíritu, la qual produce juntamente
constancia, y dignidad. Pero hay, y ha habido muchos,
que buscando este sosiego, y tranquilidad (a), se han
apartado de los negocios públicos, y se han entregado
al sosiego, y retiro. Entre estos algunos Filósofos de
gran mérito, y muchos hombres de autoridad, y de
costumbres severas, no pudiendo sufrir la relaxacion de
sus pueblos, y de los ciudadanos poderosos; y otros
han pasado su vida en los campos, gustosos, y diverti
dos con su hacienda. Todos estos se propusieron lo mis
mo que los Reyes, no necesitar de nada, no depender,
ni vivir sujetos á otros, y usar de entera libertad; la
qual consiste principalmente en vivir á medida de su
deseo.
CA

tum etiam aegritudine, & voluptate nimiä , & iracundià;


ut tranquillitas animi & securitas adsit, quae affert quum
constantiam, tum etium dignitatem. Multi autem & sunt,
8z fuerunt, qui eam , quam dico, tranquillitatem expe
tentes, à negotiis publicis se removerint, ad otiumque
confugerint. In his & nobilissimi philosophi, longèque
principes, & quidam homines severi & graves, nec po
puli, nec principum mores ferre potuerunt ; vixeruntque
nonnulli in agris, delectati re suá familíari. His idem
propositum fuit, quod regibus, ut ne quā re egerent, ne
cui parerent, libertate uterentur; cujus proprium est, sic
vivere, utvelis.
CA

(4) Hasta aquí ha explicado la primera parte de la fortaleza : , ahora


emprende la segunda , que consiste en el obrar, la que es abandonada
de muchos por la tranquilidad.
DE CICERON• LIBe I» 65
CAP I T UL O XXI.

La vida retirada excluye la ambicion: quienes han de tener


los cargos del gobierno que prendas les han de adormar:
que defectos han de evitar.
Huadas , pues, propuesto un mismo fin los que
desean mandar, que los que apetecen el sosiego, y tran
quilidad : los unos juzgan que le conseguirán viviendo
en la abundancia, y opulencia; y los otros contentán
dose con lo poco que les concede su estado. Ni unos,
ni otros van descaminados : aunque es mas facil, mas
segura, menos solícita, y gravosa á los demas la vida
de los retirados, y ociosos; pero es mas util á la so
ciedad, y mas á propósito para el esplendor, y la glo
ria la de aquellos, que se dedican á la República, y al
manejo de los asuntos graves. Por lo qual el renunciar al
manejo de los negocios públicos, no creo que merez
ca reprehenderse en los hombres de ingenio sobresalien
te, que se entregan del todo á los estudios de las cien
C13 Sº

C A P U T XXI.

Honores ab otiosis negligi ; quibus capes senda sit respublica;


quid ab iis desideretur. Quae vitia fugere debeant.
uare quum hoc commune sit potentiae cupidorum cum
* iis, quos dixi, otiosis; alteri se adipisci id pos
se arbitrantur, si opes magnas habeant; alteri, si con
tenti sint & suo, & parvo. In quo neutrorum omnino
contemnenda est sententia : sed & facilior , & tutior, &
miniis aliis gravis aut molesta vita est otiosorum ; fruc
tuosior autem hominum generi , & ad claritatem ampli
tudinemQue aptior eorum , qui se ad rempublicam & ad
res magnas gerendas accomodaverunt. Quapropter & iis
forsitam concedendum sit, rempublicam non capessenti
bus, qui excellenti ingenio , doctrinae sese dediderunt;
TOM. I. E 8z
66 1LOS OFICIOS

cias: tambien se dcbe conceder á los que se apartan de


estos empleos, impedidos, 6 de su poca salud ô de al
guna otra causa grave , dexando para otros la facultad,
y gloria de administrarlos. Mas los que no tienen al
guna de estas razones, si dicen , que lo hacen por des
precio de aquellas cosas que admiram, y apetecen los de
mas hombres, como son el poder , y los empleos , no
solo no deben ser á mi juicio alabados, sino aun mere
cen ser vituperados. Mirando únicamente al desprecio,
y poca estima que hacen dc la gloria, es muy dificil no
aprobar su opinion; mas por otra parte parece que tie
nen miedo á las molestias , y trabajos, ya de pesadum
bres , ya de repulsas, como â manchas de la honra, y
la reputacion. Porque hay hombres que se contradicen
freqüentemente en circunstancias opuestas, que despre
cian, por exemplo, con rigidéz los deleites , y en el do
lor se riaden como delicados: que no son ambiciosos
de gloria , y les falta valor en alguna mengua de la re
utacion : y aun esto todo con poca constancia.
Mas aquellos á quienes ha dotado la naturaleza de
talentos , y de la disposicion necesaria para gobcrnar,
de

& iis , qui aut valetudinis imbecillitate , aut aliquâ gra


viore causâ impediti , à republica recesserunt, quum ejus
administrandae potestatem aliis , laudemque concederent.
Quibus autem talis nulla sit causa , si despicere se di
cant ea , quae plerique admirantur , imperia & magis
tratus , iis non modò non laudi , verùm etiam vitio dan
d^m puto. Quorum judicium in eo , quòd gloriam con
temnunt & pro nihilo putant, difficile faétu est non pro
bare ; sed videntur labores & molestias tum offensio
num , tum repulsarum , quasi quandam igaominiam ti
mere , & infámiam. Sunt enim , qui in rebus contrariis
parum sibi constent , voluptatem severissimè contemnant
in dolore sint molliores : gloriam negligant , frangan
tur infamiâ : atque ea quidem non satis constanter.
Sed iis , qui habent à naturâ adjumenta rerum geren
darum , abjcétà omni cunétatione , adipiscendi magistra
tuS »
DE C1CERON. LIB. I. 67
dexando á un lado todo embarazo , deben aspirar á los
mayores cargos, y al gobierno de la República. Por
que ni de otra suerte puede ser bien gobernada la Re
pública , ni manifestar el ciudadano la grandeza de su
espiritu, Pues á estos hombres de estado es tan esencial
como á los Fiiósofos , (y aun no sé si mas) la mag
nanimidad, el desprecio de los acontecimientos huma
nos , la tranquilidad , y constancia de ánimo que tan
to he recomendado ; porque nunca se han de hallar
solicitos , y acongojados, sino que á todo se han de
mantener superiores con una misma firmeza , y gra
vedad. Esta igualdad de ánimo es tanto mas fàcil á los
Filósofos , quanto son menos los asuntos en su génerò
de vida , en que se experimentan los golpes de la for
tuna : quanto menos son las cosas que han menester; y
porque aunque les suceda una desgracia , no es la cai
da de tanto ruido , y conseqüencia. Por lo qual no sin
motivo son mas gravemente agitados en su interior los
que gobiernan cl estado , por ser su empleo de mucha
mayor gravedad que el de los retirados , y ociosos: y
asi son precision han de tener mas elevados espiritus, y
nO

tus , & gerenda respublica est: nec enim aliter aut re


gi civitas, aut declarari animi magnitudo potest. Capes
sentibus autem rempublicam nihilo minùs , quàm philo
sophis, haud scio an magis etiam , & magnificentia , &
despicientia adhibenda est rerum humanarum , & , quam
saepe dico , tranquillitas animi , atque securitas ; si qui
dem nec anxii futuri sunt , & cum gravitate constantia
que viéturi. Quae eò faciliora sunt philosophis , quò
minùs multa patent in eorum vita , quae fortuna feriar,
& quò minùs multis rebus egent ; & quia , si quid ad
versi eveniat , tam graviter cadere non possunt. Quo
circa non s1ne causa majores motus animoruni concitan
tur , majoraque efficienda rempublicam gerentibus , quàm
$ig; quò magis his & magnitudo animi est adhiben
a , & vacuitas ab angoribus. Ad rem gerendarn autcm
qui accedit , caveat , ne id modò consideret , quam illa
}3, 2, res
68 LOS OFICIOS

no dar jamas lugar á pesadumbres, ni inquietudes. So-,


bre todo, ha de procurar el que se destina á los car
gos del gobierno, cargar la consideracion, no sola
mente en lo honroso de su empleo (a), sino en si tie
ne facultad, y talentos para desempeñarle: tambien de
be mirar á no desconfiar sin tiento por falta de valor,
ni á fiarse demasiado de sí por presuncion; y en todos
los negocios antes de emprenderlos (b), meditarlos, y
estudiarlos diligentemente. -

CA P I T UL O XXII.

Las acciones de cabeza, y consejo, son mas útiles que las de


la guerra, aunque no de tanto esplendor.
MI, por quanto la mayor parte de los hombres juz
gan por mas gloriosos los hechos militares que los políti
cos, hemos de desvanecer esta opinion; porque muchas
- VG

res honesta sit; sed etiam , ut habeat efficiendi facul


tatem : in quo ipso considerandum est, ne aut temere
desperet, propter ignaviam ; aut nimis confidat, prop
ter cupiditatem. In omnibus autem negotiis, prius, quam
aggrediare, adhibenda est praeparatio diligens.
C A P U T XXII.

In rebus urbanis majorem es se utilitatem , minorem verð famam,


quam in bellicis.

Sa uum plerique arbitrentur res bellicas majores es


se, quâm urbanas, minuenda est haec opinio: multi enim
be
. (a) , Para que no parezca que excita á todos los hombres sin distin
cion al gobierno del cstado , amonesta que exámine cada uno sus fuer
zas , , y considere si son proporcionados para ello sus talentos.
(b) Nada se ha de emprender temerariamente, y sin meditacion, pa
ra que sea conforme á la virtud. Esto amonesta, porque ordinariamente
los varones fuertes, si no son muy prudentes, se dexan llevar del im
Petu, y celeridad á la execucion de las cosas.
DE CICERON, LIB, Is 69
veces ha hecho tomar las armas el solo deseo de la
gloria, á lo que comunmente estan expuestos los genios,
y espíritus superiores ; y mas quando sus talentos son
propios para la milicia, y tienen fuego de soldados.
Pero si queremos juzgar á la luz de la verdad, halla
remos muchas empresas del gobierno civil, y político
mayores , y mas ilustres que las del gobierno militar.
Pues aunque se deban á Temístocles (a) muy justas ala
banzas, y aunque sea su nombre mas célebre que el de
Solon; y se cite á. Salamina por testigo de aquella tan
señalada victoria, que se anteponga á la sabiduría de
Solon, con que fundó el Areopago; no es menos glo
riosa esta , que aquella hazaña de Temístocles. Por
que aquella fue util á la ciudad por solo una vez, pe
ro esta lo será siempre; pues con ella se conservan las
leyes de los Atenienses, y las costumbres, y estableci
mientos de los antepasados. Ni tampoco podrá señalar
Temístocles algun hecho, con que él ayudase al Areo
pago; y este podrá decir con verdad, que dió favor á
- Te

bella saepe quaesierunt propter gloriae cupiditatem ; at


que id in magnis animis ingeniisque plerum que contin
it; eôque magis, si sunt ad rem militarem apti , &
cupidi bellorum gerendorum. Vere autem si volumus ju
dicare, multae res extiterunt urbanae majores clariores
que, quäm bellicae. Quamvis enim Themistocles jure lau
detur , & sit ejus nomen, quâm Solonis, illustrius, ci
teturque Salamis , clarissimae testis victoriae, quae an
te poratur consilio Solonis, ei , quo primüm constituit
Areopagitas ; non minus praeclarum hoc, quām iIlud,
judicandum est. Illud enim semel profuit, hoc sem
per proderit civitati : hoc consilio leges Athenien
sium , hoc majorum instituta servantur. Et Themisto
cles quidem nihil dixerit , in quo ipse Areopagum
adjuverit ; at ille verè , ā se adjutum Themistoclem.
Est
(a) Compárase el mas célebre Capitan de los Atenienses con el ma
yor Legislador Solon; y las victorias de aquel con el consejo, y pruden
cia de este. -

E3
zo LOS OFICIOS

Temístocles. Porque la guerra se hizo por consejo, y


autoridad de aquel Senado que habia fundado Solon.
(a) Lo mismo puede decirse de Pausanias, y de Li
sandro (b) ; con cuyas hazañas, aunque es constante,
que dilataron su imperio los Lacedemonios; con to
do no son comparables, ni en una mínima parte con
las leyes, y disciplina de Licurgo: antes debieron á
ellas el esfuerzo, y subordinacion de sus exércitos. A
mí no me parecia en mi juventud, que cedia en co
sa alguna M. Escauro á C. Mario, ni quando ya ha
bia entrado á los negocios públicos, creja inferior á Qs
Catulo en comparacion de Cn. Pompeyo (). Pues de
poco sirven fuera las armas, si no hay dentro de casa
sabiduría, y consejo, Ni fue de mas provecho para la
República el Africano, varon muy ilustre, y general fa
moso, por haber asolado á Numancia; que por el mismo
tiempo P. Nasica, ciudadano particular, dando muerte á
Ti

Est enim bellum gestum consilio senatús ejus , qui à


Solone erat constitutus. Liceteadem de Pausasia, Ly
sandroque dicere; quorum rebus gestis quamquam im
perium Lacedaemoniis dilatatum putatur; tamen ne mi
nima quidem ex parte Lycurgi legibus & disciplinae
conferendí sunt. Quin etiam ob has ipsas causas & pa
rentiores habuerunt exercitus, & fortiores. Mihi qui
dem neque pueris nobis, M. Scaurus C. Mario, neque,
quum versaremur in republica , Q. Catulus Cn. Pom
peio cedere videbantur. Parvi enim sunt foris arma, ni
si est consilium domi. Nec plus Africanus , singu
laris & vir , & imperator , in excindenda Numantia
reipublicae profuit , quâm eodem tempone P. Na
sica privatus , quum Tib. Gracchum interemit: quam
- quam
(a) Del Arcopago: que dice haber sido fundado por Solon; porque
hasta que recibió su nueva forma de este Legislador, era mas bien Pla
za que Senado.
(b) Compara aquellos Generales, que aprovecharon a Lacedemonia
con la gloria de sus conquistas, con Licurgo, que con sus leyes, y dis
cipiina fue causa de que ellos pudiesen aprovechar,
(c) Escauro, y Catulo fueron esclarecidos en la paz: Mario a y Pom
peyo en la guerra».
DE C1CERON. LIB, I. 71

Tiberio Graco : aunque esta no fue accion meramente


civil, sino que tocó algo en militar por quanto se exe
cutó con armas, y fuerza; pero al fin fue resolucion
doméstica, y sin exército.
Por donde es muy bien fundado el pensamiento de
aquel verso, al qual entiendo, que muerden los mur
muradores, y envidiosos.
Cedan la guerra á la toga,
rá la eloqiiencia el laurel (a).
Porque dexando á parte otros exemplos, en el tiempo
de mi Consulado, no cedieron las armas á la toga? Ja
más se vió la República en mayor peligro, ni en mayor
tranquilidad. Tan presto se les cayeron las armas de las
manos por mi consejo , y vigilancia á aquellos ciuda
danos atrevidos, y temerarios. Qué hazaña mas señala
da han logrado nunca las armas? Qué triunfo que se
pueda comparar con este? Porque bien puedo vanaglo
riarme así contigo, hijo mio Marco, á quien toca la
herencia de esta gloria, y la imitacion de mis hechos.
- - Yo

quam haec quidem res non solum ex domestica estra


tione; attingit etiam bellicam , quoniam vi, manu que
confecta est: sed tamen id ipsum gestum est consilio
urbano , sine exercitu.
Illud autem optimum est, in quod invadi solere ab
improbis & invidis audio: -

Cedant arma togae, concedat laura linguae.


Ut enim alios omittam , nobis rempublicam gubernan
tibus nonne togae arma cessere? neque enim in repu
blica periculum fuit gravius umquam , nec majus otium.
Ita, consiliis diligentiāque nostrà celeriter de manibus
audacissimorum civium delapsa arma impia ceciderunt.
Quae res igitur gesta umquam in bello tanta , qui trium
phus, conferendus ? Licet, enim mihi , Marce fili, apud
te gloriari , ad quem & hereditas hujus gloriae , & fac
- / tO
(a),. Verso de Ciceron, con que ensalzaba sus hechos en tiempo de
paz. Mordianle sus émulos, tanto porque te decia con demasiada fre.
qüencia, como por ser un verso mal hecho, y de poca gracia. /
E 4.
72 Los oficios

Yo merecí que Pompeyo, aquelvaren tantas veces co--


ronado de laureles militares, dixese en presencia de
otros muchos, que en vano habria él alcanzado su ter
cer triunfo (a), si mis servicios no hubieran conservado
la patria donde celebrarle. Luego no es menos aprecia
ble este valor doméstico, y civil, que por ventura re-.
quiere mas sabiduría, mas empeño, y aplicacion.
CA P I TU L O XXIII.
"Y

Qualidades que forman un hombre grande, la prudenia,


justicia , y fortaleza.
Aaran virtud, que buscamos en la magnanimidad,
resulta de las fuerzas del ánimo, no de las del cuerpo.
Pero tambien se ha de exercitar el cuerpo, y acostum
brarle á que se sujete al consejo , y obedezca á la ra
zon en la execucion de las cosas, y en la tolerancia del
tra

torum imitatio pertinet. Mihi quidem certe vir abundans


bellicis laudibus, Cn. Pompeius, multis audientibus, hoc
tribuit, ut diceret, frustra se triumphum tertium depor
taturum fuisse, nisi meo in rempublicam beneficio, ubi
triumpharet, esset habiturus. Sunt ergo domesticae for
titudines non inferiores militaribus ; in quibus plus etiam,
quâm in his, operae studiique ponendum est. -

C A P U Tº XXIII.

In justitiº , prudentià es forvitudine, viri magnitudinema


sitam es se.

Omino iIlud honestum, quod ex animo excelso mag


nificoque quaerinus, animi efficitur, non corporis vi
ribus. Exercendum tamen corpus, & ita afficiendum est,
ut obedire consilio rationique possit in exequendis nego
...” t11Sa.
a) Por la victoria que alcanzó de los dos Reyes Mitridates, y Ti
grane Se. - -
DE CICERON, LIB, Ie. 73
trabajo. Mas esta virtud, de que hablamos, depende
toda del ánimo, de sus sentimientos, y del juicio: en
lo que no son menos útiles los que gobiernan en paz la
República, que los que dirigen la guerra. Y así mu
chas veces, ó dexa de emprenderse esta por su conse
jo, ó con él se concluye , y tambien se declara; co
mo sucedió en la tercera guerra Púnica, intimada por
consejo de Caton (a), en que prevaleció su diótamen
aun despues de muerto. Por lo qual, mas digna es de
desearse la sabiduría para tomar oportunas resoluciones,
que el valor para executarlas. Pero guardémonos de se
guir este partido, mas por huír los peligros de la guer
ra, que en atencion á la mayor utilidad. Ha de empren
derse la guerra de modo que no lleve otro fin propues
to que la paz. Por último es obligacion del ánimo cons
tante, y fuerte, no pertubarse en los casos adversos, ni
caer de su estado, digamoslo así, por alucinarse ; sino
e A

estar siempre sobre sí, y no apartarse de la razon.


Mas

tiis, & in labore tolerando. Honestum autem id, quod


exquirimus, totum est positum in animi cura & cogita
tione; in quo non minorem utilitatem afferunt, qui to
gati reipublicae praesunt, quâm qui bellum gerunt. Ita
que eorum consilio saepe aut non suscepta, aut confec
ta bella sunt, nonnumquam etiam illata; ut M. Catonis
bellum tertium Punicum, in quo etiam mortuivaluit auc
toritas. Quare expetenda quidem magis est decernendira
tio , quām decertandi fortitudo: sed cavendum , nec id
bellandi magis fugā, quām utilitatis ratione faciamus.
Bellum autem ita suscipiatur, ut nihil aliud , nisi pax
quaesita videatur. Fortis verò & constantis est, non per
turbari in rebus asperis, nec tumultuantem de gradu de
jici, ut dicitur; sed praesentis animi uti consilio, nec
à ratione discedere.
Quam
(a) Emprendióse esta guerra por autoridad de Caton; el qual mien
tras vivió, al fin de los pareceres que daba sobre los asuntos que se ofre
cian, añadia siempre : r que se destruya á Cartago. El murió tres años an
tes que fuese destruida, siendo Cónsules L. Censorino, y M. Manlio.
74 LOS OFICIOS

Mas aunque estas son propiedades de ánimos gran


des, es tambien propio de mucho entendimiento, el
prevenir con el pensamiento lo venidero, y tener for
mado juicio de lo que por una, y otra parte puede
acontecer, y lo que se ha de hacer en qualquiera acon
tecimiento; de forma que nada nos sorprenda, y nos
veamos obligados á decir: Nunca tal pensara. Lo qual ca
be únicamente en un ánimo grande, y sublime, que solo
se fia, y se funda en la razon, y prudencia. Pero salir
al campo temerariamente, y venir á las manos con el
enemigo, esto toca en inhumanidad , y se acerca mas á
la ferocidad de las bestias: aunque quando lo pida la oca
sion, se ha de mostrar tambien el valor del brazo, y
anteponer la muerte á la esclavitud, y á la deshonra.
C A P I TT UL O XXIV.

Regla de la humanidad: prudencia en exponerse al peligro:


sacrificar á la patria la propia gloria, y reputacion.
uando se ha de arruinar una ciudad, y entregar
- al

Quamquam hoc animi, illud etiam ingenii magni est,


praecipere cogitatione futura , & aliquantò ante consti
tuere , quid accidere possit in utramgue partem ; & ,
quid agendum sit, quum quid evenerit; nec committe
re, ut aliquando dicendum sit: Non putaram. Haec sunt
opera magni animi , & excelsi , & prudentià consilioque
fidentis. Temere autom in acie versari , & manu cum
hoste confligere, immanè quiddam & belluarum simile
est: sed quum tempus necessitasque postulat, decertan
dum manu est, & mors servituti turpitudinique antepo
nenda.
CAP U T XX IV.

Quid praescribat humanitas ; numquam temerè adeunda peri


cula 3 si patria postulet, gloriam negligendam.

D. evertendis autem diripiendisque urbibus valde con si


DE CICERON, LIB, I. 25
al saco de los soldados, se ha de considerar atentamen
te, que no se ensangriente la crueldad por falta de ma
duro consejo. La obligacion del hombre fuerte, y mag
nánimo en tal caso, es que bien pensadas las cosas,
sean castigados solo los delinqüentes, conservar el pue
blo, y mantener la justicia y reótitud en todo aconte
cimiento. Porque al modo que hay quienes prefieran
los hechos militares á los civiles, y políticos (como ya
he dicho); hallaremos tambien muchos, que tengan
por mejores, y mas gloriosas las resoluciones expues
tas, y maliciosas, que las pacíficas que proceden de
madura reflexion. Nunca hemos de hacer por donde
nos tengan por tímidos, y cobardes huyendo de los pe
ligros; mas tambien debemos ser cautos en no expo
nernos á ellos sin motivo; que es la mayor necedad.
Y así en meternos en los peligros hemos de imitar la
costumbre de los Médicos, los quales aplican remedios
suaves á los que enferman ligeramente; pero en las en
fermedades mas graves, se ven precisados á echar ma
no de las medicinas mas peligrosas, y aventuradas. Es
disparate desear la tempestad quando el mar está en le
che; pero es prudencia resistirla del modo posible,
quan

siderandum est, ne quid temere, ne quid crudeliter: id


que viri magni est, rebus agitatis, punire sentes; mul
titudinem conservare; in omni fortuna, recta atque ho
nesta retinere. Ut enim sunt, quemadmodum supra dixi,
qui urbanis rebus bellicas anteponant; sic reperies mul
tos, quibus periculosa & calida consilia , quietis & co
gitatis splendidiora, & majora videantur. Numquam omni
no periculi fugà ccmmittendum est, utimbelles timidi
que videamur , sed fugiendum etiam illud, ne offeramus
nos periculis sine causa; quò nihil potest esse stultius.
Quapropter in adeundis periculis consuetudo imitanda me
dicorum est, qui leviter aegrotantes leniter curant ; gra
vioribus autem morbis periculosas curationes & ancipites
adhibere coguntur. Quare in tranquillo tempestatem adver
sam optare, dementis est; subvenire autem tempestati qua
V1S
76 LOS OFICIOS - º

quando sobreviene; y mas si se espera mayor provecho


de que se decida la suerte, que daño si se queda en
incertidumbre. Estas acciones peligrosas suelen serlo, par
te para quien las emprende, y parte para la República;
y en ellas se pone á peligro el hombre, ya de la vi
da, ya de la patria, ya del amor de los ciudadanos.
A los riesgos de nosotros mismos debemos estar mas
prontos que á los comunes, y pelear con mayor es
fuerzo por el honor, y la gloria, que por todos los
demas provechos. -

Mas ha habido muchos hombres, que estando pron


tos á exponer sus riquezas, y á derramar su sangre por
la patria, no serian capaces de aventurar aun la mas
mínima parte de su fama en la mayor urgencia de la
República: como Calicrátidas, que habiendo sido Ge
neral de los Lacedemonios en la guerra del Peloponeso,
y executado en ella singulares hazañas, lo echó todo
á perder, por no reducirse al parecer de los que le
aconsejaban, que apartase su flota de las Islas Argi
nusas, y no viniese á las manos con los Atenienses. A
Cul

vis ratione, sapientis : eôque magis, si plus adipiscare


re explicatá boni, quām addubitatā mali. Periculosae au
tem rerum actiones partim iis sunt, qui eas suscipiunt,
partim reipublicae. Itemque alii de vita, alii de gloria,
& benevolentia civium in discrimen vocantur. Promptiores
igitur debemus esse ad nostra pericula , quām ad com
munia, dimicareque paratiüs de honore & gloria, quām de
ceteris commodis.
Inventi autem multi sunt, qui non modô pecuniam,
sed vitam etiam profundere pro patria parati essent; iidem
gloriae jacturam ne minimam quidem facere vellent, ne
republicà quidem postulante: ut Callicratidas qui quum
Lacedaemoniorum dux fuisset Peloponnesiaco bello; mul
taque fecisset egregiè , evertit ad extremum omnia, quum
consilio non paruit eorum , qui classem ab Arginussis re
movendam , nec cum Atheniensibus dimicandum putabant.
Quibus ille respondit, Lacedacmonios, classe illà amis
Sa. »
DE CICERON. LIB, Ie 77
cuyo consejo respondia él, que los Lacedemonios, si
perdiesen aquella armada podian levantar otra; pero huir
él, no podia sin deshonra suya. Al fin esta pérdida pu
do tolerarse; mas lastimosa fue aquella, en que habien
do Cleombroto (a) por temor de la infamia, dado la
batalla temerariamente á Epaminondas, quedó entera
mente deshecho todo el poder Lacedemonio. Quanto
mejor que estos hizo Quinto Maxímo (b), de quien
cantó Ennio:
- », Con su lento sosiego un hombre solo,
,, Del pueblo despreciando los rumores,
,,Volvia a su ser muestro perdido estado;
,,Ganando fama, é inmortal renombre. /
Esta flaqueza debe evitarse tambien en los asuntos ci
viles; pues hay muchos que por temor de qué se di
rá de ellos, no se atreven á manifestar su dictamen,
aunque sea el mas acertado.
CA

sà, aliam parare posse, se fugere sine suo dedecore non


posse. Atque haec quidem Lacedaemoniis plaga medio
cris fuit; illa pestifera, quä , quum Cleombrotus , in
vidiam timens, temere cum Epaminonda conflixisset, La
cedaemoniorum opes corruerunt. Quantô Q. Maximus me
lius ? de quo Ennius:
a» Unus homo nobis cuncfando restituit rem:
s» Non ponebat enim rumores ante salutem:
a» Ergo magisque magisque viri nunc gloria claret.
Quod genus peccandi vitandum est etiam in rebus urba
nis. Sunt enim, qui, quod sentiunt, etsi optimum sit,
tamen invidiae metu non audent dicere.
CA

(a) General de los I.aeedemonios. Temiendo el odio de sus Ciuda


danos, y la nota de cobarde, peleó en Leutra con el Tébano Epaminon
das, y quedó enteramente derrotado.
b) . Q. Fabio Max. con su sosiego, y paciencia quebrantó las fuerzas
de Anibal, no haciendo caso de las injurias, y acriminaciones de sus
ciudadanos, que le llamaban pesado , y perezoso. -
78 Los o FIcios
CA P I T UL O XXV.

Reglas que han de observar los que gobiernan, y los que


administran justicia.
Le. que se destinan al gobierno del estado, tengan
muy presentes siempre estas dos máximas de Platon:
la primera, que han da mirar de tal manera por el
bien de los ciudadanos, que refieran á este fin todas
sus acciones, olvidándose de sus propias conveniencias:
la segunda, que su cuidado, y vigilancia se estienda
á todo el cuerpo de la República; no sea que por
mostrarse zelosos con una parte, desamparen las demas.
Los negocios, y intereses de un estado se pueden com
parar con la tutela, la qual se ha de administrar con
atencion al provecho de los que se entregan á ella, y
no de aquellos á quienes se ha encomendado. Porque
los que se desvelan por una parte de los ciudadanos, y
descuidan de otra, introducen un perjuicio el mas no
table en el gobierno, que es la sedicion, y discordia:
- de

cA PU T xxv.
guid ab iis requiratur qui reipublicae praesunt , quique jus
civibus dicunt.

Orie qui reipublicae praefuturi sunt, duo Platonis


praecepta teneant: unum, ut utilitatem civium sic tueantur,
ut quaecumque agunt, ad eam referant , obliti commodo
rum suorum ; alterum , ut totum corpus reipublicae curent,
ne , dum partem aliquain tuentur, reliquas deserant. Ut
enim tutela, sic procuratio reipublicae ad utilitatem eo
ruin, qui commissi sunt, non ad eorum, quibus commissa
est, gerenda est, Qui autem parti civium consulunt, par
tem negligunt, rem perniciosissimam in civitatem inducunt,
seditionem atque discordiam ; ex quo evenit, ut alii popu
lares, alii studiosi optimi cujusque videantur, pauci uni
VCI
DE CICERON, LIB, Ie 79
de donde nace que tomen unos el partido del pueblo,
otros el de la nobleza, y muy pocos el del comun.
Esta ha sido la causa de gravisimas discordias en Ate
nas, y la que ha producido en nuestra República no
solo sediciones, sino tambien muy perniciosas guerras
civiles : todo lo qual debe huir, y abominar el varon
prudente, y magnánimo digno de manejar las riendas
del gobierno: y manteniéndose libre de ambicion de
riquezas, y poderío, se entregará todo á la Repúbli
ca, mirando por ella de manera que se estienda, y al
cance á todos su cuidado. Tampoco deberá exponer á
nadie al odio, y á la envidia de los demas con falsas
acriminaciones, y constante siempre en la honestidad,
y justicia, muera por conservarlas, sin temor de la en
vidia, antes que abandonar estas cosas que acabo de de
cir. Nada hay mas digno de compasion, y lástima, que
el ambicioso empeño por los honores; acerca de lo qual
dixo muy bien el mismo Platon : , , Que los que dis
,,putan entre sí, sobre quien ha de gobernar la Repú
,blica, son semejantes á unos pilotos, que altercasen
,sobre quien habia de llevar el timon de la nave. “Mas
tambien enseña el mismo Platon, que se juzgue por ene
IIl 1º.

versorum. Hinc apud Athenienses magnae discordiae ; in


nostra republica non solum seditiones, sed pestifera etiam
bella civilia; quae gravis & fortis civis, & in republica
dignus principatu, fugiet, atque oderit; tradetque se totum
reipublicae, neque opes, aut potentiam consectabitur; to
tamque eam sic tuebitur, ut omnibus consulat. Nec ve
rò criminibus falsis in odium aut invidiam quemquam vo
cabit: omninoque ita justitiae honestatique adhaerescet,
ut, dum ea conservet, quemvis graviter offendat, mor
temque oppetat potiüs, quâm deseratilla, quae dixi. Mi
serrima est omnino ambitio, honorumque contentio: de
qua praeclare apud eumdem est Platonem : ”Similiter fa
” cere eos, qui inter se contenderent, uter potiüs rem
•"publicam administraret, ut si nautae certarent, quis
º»eorum potissimüm gubernaret, “Idem que praecepit, ut
cOSx
8o LOS OFICIOS

migos de la patria, á los que toman las armas contra


ella; pero no á los que pretenden que prevalezca su
dictamen en las materias de gobierno : qual fue la opo
sicion entre P. . Africano, y Q. Metelo, que nunca
pasó á la volutad.
No se ha de dar oidos á los que sean de parecer,
que debemos mostrar grave enojo con nuestros enemi
gos, y esto lo juzguen propio de un fuerte, y mag
nánimo varon. Pues no hay prenda que merezca más
elogios, ni mas digna de un hombre ilustre, y gene
roso, que la piedad , , y clemencia. En aquellos pue
blos libres donde son iguales los derechos de los ciuda
danos, es menester afabilidad, y tambien superioridad
de ánimo: no sea que por enfadarse con los que lle.
gan intempestivamente, ó preguntan, y suplican con
poca discrecion, se cayga en una odiosa, y imperti
nente ridiculéz, que nunca aprovecha, antes bien acar
rea el odio de todos. Mas esta mansedumbre, y cle
mencia se ha de moderar de modo, que por razon
del empleo se mantenga severidad, sin la qual no se
puede absolutamente gobernar. Se ha de castigar, y
COl' -

eos, adversarios existimemus, qui arma contra ferant;


non eos, qui suo judicio tueri rempublicam velint: qua
lis fuit inter P. Africanum , & Q. Metgllum sine acer
bitate dissensio. -

Nec verò audiendi, qui graviter irascendum inimicis


putabunt, idque magnanimi & fortis viri esse censebunt.
Nihil enim laudabilius, nihil magno & praeclaro viro
dignius placabilitate atque clementiá. In liberis verò po
pulis, & in juris aequabilitate, exercenda etiam estfa
cilitas & altitudo animi, quae dicitur; ne, si irascamur
aut intempestive accedentibus, aut impudenter rogantibus,
in morositatem inutilem & odiosam incidamus. Ettamen ita
probanda est mansuetudo atque clementia, ut adhibea
tur, reipublicae causà, severitas, sine qua administrari
civitas non potest. Omnis autem & animadversio , & cas
tigatio, contumeliá vacare debet s neque ad ejus, qui
pu
DE CICERON • LIB, I. 81
corregir sin insultar á nadie, y todas las reprehensio
nes , y castigos se han de referir á la utilidad, y inte
rés no propio, sino del comun. Tambien hemos de
precaver, que el castigo no sea mayor que el delito
cometido; y que no padezca uno por una culpa, por
la que á otro ni aun se ha mandado comparecer á dar
su descargo. Mas sobre todo, que no tenga parte algu
na la cólera en nuestras providencias. Porque es im
posible, que el que no llega á castigar desnudo de es
te afecto, mantenga aquella reétitud, y medio entre
mucho, y poco, que tanto agrada á los Peripatéticos,
y con muchísima razon; si á un mismo tiempo no ala
báran la iracundia, diciendo que es un don util de la
naturaleza (a) Antes se debe apartar esta pasion lexos
de nosotros en todos asuntos, y desear que los que go
biernan sean semejantes á las leyes que castigan, no por
irritadas , sino por justas, y equitativas.
CA
punitur aliquem, aut verbis castigat, sed ad reipublicae
utilitatem referri. Cavendum est etiam , ne major poena,
uâm culpa sit; & ne iis dem de causis alii plectantur,
¿ ne apellentur quidem, Pròhibenda autem maximè est
ira in puniendo: numquam enim iratus qui accedet ad
poenam , mediocritatem illam tenebit, quae est inter ni
mium & parum 3 quae placet Peripateticis, & reóte pla
cet, modô ne laudarent iracundiam , & dicerent utili
ter à natura datam. Illa verò omnibus in rebus repudian
da est; optandum que, utii , qui praesunt reipublicae,
legum similes sint, quae ad puniendum non iracundià,
sed aequitate ducuntur.
CA
(a) Decian los Peripatéticos, que la iracundia, y las demas pasio
nes mos eran dadas por la naturaleza; y que por esto no las habíamos de
arrancar de nosotros, sino moderarlas. Los Estoicos creían , que las
tomábamos por opinion; v que así las debíamos dexar enteramente. Lo
mismo que los Peripatéticos, sentian de la iricundia los antiguos Aca
démicos. Véanse las Tusculan. 5. c. 19, y las Academ. 4, c. 44.
\

TOM. I, F
82 LOS ORICIOS

CAP I T UL O XXVI.

Igualdad de ánimo, y modestia, dos prendas muy necesa


rias en los puestos elevados.
En las prosperidades, quando la fortuna lisonjea
nuestros deseos, hemos de huir mucho de la sober
bia, encono, y arrogancia ; porque es prueba de fla
queza de ánimo no saber moderarse así en lo favora
ble, como en lo adverso; y es muy laudable la igual
dad en toda la vida, y un mismo caracter siempre, un
mismo semblante, como tenemos el exemplo en Sócra
tes, y en Cayo Lelio. Veo excedido á Filipo Rey de
Macedonia por su hijo (a) en hazañas, y gloriosas con
quistas; pero en la afabilidad, y clemencia le hallo su
perior: de modo que Filipo fue siempre grande; pero
su hijo Alexandro muchas veces el peor de todos los
hom

CAPU T XXV I.

Modestiam e9” animi aequabilitatem, viris principibus maxime


es se necesarias.

Aa. etiam in rebus prosperis, & ad voluntatem nos


tram fuentibus , superbiam , fastidium , arrogantiamque
magnopere fugiamus: nam ut adversas res, sic secundas
immoderatè ferre, levitatis est; praeclaraque est aequa
bilitas in omni vita , & idem semper vultus , eademque
frons, ut de Socrate, item de C. Lelio accepimus. Phi
lippum quidem Macedonum regem, rebus gestis & glo
rià superatum à filio ; facilitate & humanirate video su
periorem fuisse., Itaque alter semper magnus, alter sae
pe turpissimus fuit. Ut recte precipere videantur, qui
mQ

(a) , Alexandro venció, y sujetó á su dominio á toda la Asia. Pero re


fiere Lib o lib. 9. c. 13. sus torpes crueldades en medio de los convi
tes, v borracheras, de sus amigos; y la vanidad que hacia de su linagea
Por esto le llama Ciceron el peor de todos los hombres.
- e
DE CICERON, LIB, Is 83
hombres. Por lo que es muy sabia aquella máxima,
que nos enseña á ser mas modestos, y humildes, quan
to mas sobresalientes. Cuenta Panecio, que su discípu
lo, y su amigo Africano decia muy freqüentemente,
que para conocer bien la poca firmeza de las cosas del
mundo, y la volubilidad de la fortuna, convenia su
jetar al freno de la razon por medio de la Filosofia á
aquellos hombres, á quienes las prosperidades sacan
fuera de sí, llenándoles de presuncion; al modo que
se suelen entregar á los domadores aquellos caballos,
que por la freqüencia de los combates se han vuelto mu
fogosos, para poderlos manejar despues con mas facili
dad. En las mayores felicidades, es quando mas con
viene valernos de los sabios consejos de los amigos,
dándoles mayor autoridad sobre nosotros, que en otras
ocasiones; y entonces es quando mas cuidado hemos de
poner en no dar entrada á las lenguas lisonjeras, cerran
do los oidos á las adulaciones. En lo qual es muy facil
dexarse engañar; porque en aquel tiempo nos tenemos
por dignos de que nos alaben; de donde se originan
muchos defectos; pues engreidos los hombres de falsas
opiniones, son mofados de los otros vergonzosamente,
y

monent, ut quantó superiores sumus, tantô nos geramus


summissius. Panaetius quidem Africanum auditorem , &
familiarem suum , solitum ait dicere, ut equos, propter
crebras contentiones praeliorum ferocitate exsultantes, do
mitoribus tradere soleant , ut his facilioribus possint uti;
sic homines secundis rebus effrenatos, sibique praefiden
tes, tamquam in gyrum rationis & doctrinae duci opor
tere, ut perspicerent rerum humanarum imbecillitatem, va
rietatemque fortunae. Atque etiam in secundissimis rebus
maxime est utendum consilio amicorum , hisque major
etiam , quām ante, tribuenda auctoritas: iisdemque tem
poribus cavendum est, ne assentatoribus patefaciamus au
res, nec adularinos sinamus; in quo falli facile est: ta
les enim nos tunc esse putamus , ut jure laudemur; ex
quo mascuntur innumerabilia peccata, quum homines in
F 2. fla
84 LOS OFICIOS

y preocupados de innumerables errores. Pero basta de


CStO,

Concluyamos ya diciendo, que los mayores asun


tos, aquellos que requieren mas grandeza de espíritu,
pertenecen á los que gobiernan las Repúblicas; porque
la administracion de ellas es de muchísima estension, y
abraza tambien á muchos. Pero asentemos, que ha ha
bido, y hay hombres muy singulares en la vida quie
ta, y retirada, á quienes se deben grandes inventos,
y empresas, contentándose con los límites de su for
tuna ; y otros que guardando un cierto medio entre la
vida de Filósofos, y la de políticos, han tenido todos
sus deleites con sus haciendas, sin procurar acrecentar
las por diversos modos, y sin excluir de su participa
cion á sus parientes; antes bien subministrándolas á es
tos, á sus amigos, y á la República en sus necesida
des. Lo primero, y principal es , que la hacienda sea
bien ganada, no por malas artes, ni logrerías tor
pes; y despues que se emplee en provecho de los
mas que se pueda, como lo merezcan por último au
mentarla por la buena conducta, trabajo, y economía;
fran

flati opinionibus, turpiter irridentur , & in maximis ver


santur erroribus. Sed haec quidem hactenus.
IIlud autem sic est judicandum, maximas geri res, &
maximi animi ab iis, qui respublicas regant, quòd ea
rum administratio latissimè pateat, ad plurimosque per
tineat: esse autem magni animi, & fuisse multos etiam
1n vita otiosa , qu1 aut Investigarent, aut conarentur mag
na quaedam , sese que suarum rerum finibus continerent;
aut interje éti inter philosophos , & eos, qui rempublicam
administrarent, delectarentur re suà familiari, non eam
quidem omni ratione exaggerantes, neque excludentes ab
ejus usu suos; potiusque & amicis impertientes, & rei
Publicae, si quando usus esset. Quae primum bene parta
se º nullo neque turpi quaestu, neque odioso: tum quàm
Pºr mº, modo dignis, se utiem praebeat: deinde augea
ººr ºtione, diligentiá, parcimoniá; nec libidini potiüs lu
Xllº
DE CICERON. LIB. I, 85
franqueándola á la liberalidad, y beneficencia, no á su
perfluidades del luxo, y á los deleites. El que obser
vare estas reglas puede vivir magnífica, grave, y ani
mosamente, y tambien con sencillez, y fidelidad, y
en la gracia, y estimacion de todos los demás hombres.
CA P I TU L Q XXVII.
vtilidades de la templanza. Decoro inseparable de la
honestidad.

Sa. que tratemos ahora de la quarta y última


parte de la honestidad , en que se reconoce la vergüen
za, y todo el lustre, y ornato, por decirlo así, de la
vida: que es la templanza, la modestia, la sujecion de
las pasiones, y la moderacion en todas las cosas. Aquí
se contiene lo que los Griegos llaman reza», que en
latin podemos decir decorum. Este decoro es de tal na
turaleza, que no puede separarse de la honestidad; por
que todo lo que es decente, es tambien honesto, y to
do

xuriaeque, quàm liberalitati & beneficentiae pateat. Haec


praescripta servantem licet magnifice, graviter, animo
sèque vivere, atque etiam simpliciter, fideliter, vitaeque
hominum amice.
CAPUT XXVII.

Temperantiae utilitates; decorum ab honesto non posse


separari.

Sara , ut de una reliqua parte honestatis dicendum


sit; in qua verecundia, & quasi quidam ornatus vitae,
temperantia & modestia, omnisque sedatio perturbatio
num animi , & rerum modus cernitur. Hoc loco conti
netur id , quod dici Latinè decorum potest : Graecè enim
varov dicitur. Hujus visea est, ut ab honesto non queat
separari. Nam & quod decet, honestum est; & quod ho
nestum est, decet. Qualis autem differentia sit honesti,
& decori, facilius intelligi, quām explanari potest: quid
F3 quid
« 36 LOS OFICIOS

do lo que es honesto, es igualmente decoroso. Mas


qual es la diferencia que hay entre lo honesto, y de
cente, se puede comprehender con mas facilidad que ex
plicarlo; porque para conocer que una cosa es decen
te, es necesario que primero sea precedida de la ho
nestidad (a). Por lo qual no solamente se reconoce
lo que es decoroso en esta parte de la honestidad de
que ahora tratamos, sino tambien en las otras tres
primeras; así el usar con prudencia de la razon (b), y
del habla, como tambien poner consideracion en nues
tras acciones, conocer, y sostener en las cosas la
verdad; todo esto es decente: al contrario una cre
dulidad indiscreta, el error, y el engaño , es tan
indecoroso como el delirio, y la demencia. Del mis
mo modo todo lo que es justo es decoroso: al con
trario lo injusto, como vicio, es indecoroso. Lo mis
mo puede decirse de la fortaleza: las acciones que
demuestran ánimo varonil, y grande, parecen, y
son dignas del decoro del hombre; las que no le
demuestran, son malas, y por lo mismo indecorosas.
Y

quid est enim , quod deceat, id tum apparet, quum an


tegressa est honestas. Itaque non solium in hac parte ho
nestatis, de qua hoc loco disserendum est, sed etiam
in tribus superioribus ; quid deceat, apparet. Nan & ra
tione uti, atque oratione prudenter; & agere quod agas,
considerate; omnique in re quid sit veri, videre & tueri
decet: contràque falli, errare, labi , decipi tam dede
Cet , ¿ delirare & mente esse captum. Et justa om
nia, decora sunt; injusta contrà, ut turpia, sic inde
cora. Similis & ratio fortitudinis: quod enim viriliter ani
moque magno fit, id dignum viro & decorum videtur;
quod contrá, id ut turpe, sic indecorum. Q
lla •
(a) Precede la honestidad como causa, de este modo: es honesto,
luego es decente : mas quando se dicc: es decente, luego es honesto,
se arguye por el efecto.
Cb) Esto pertenece á la prudencia, en que principalmente tiene lu
gar el decoro: de suerte que el que pcca en esta parte, se cuenta en
tre los necios, -
DE CICERON, LIB, I- 8z
Y así este decoro, de que hablo, pertenece á to
das las partes de la honestidad, y de una manera tan
clara, y perceptible, que para conocerle no es nece
sario una muy aguda penetracion , sino que está á la
vista. Porque en todas las virtudes hay cierto decoro,
que se puede distinguir mas bien con el pensamiento, que
separarle real y verdaderamente. Al modo que la her
mosura, y buena disposicion del cuerpo, es insepara
ble de la buena salud; asimismo el decoro de que ha
blamos, se confunde con la virtud, y solo se distingue
con el entendimiento. De él hay dos especies; porque
entendemos uno general, que resulta de todo el con
junto de las virtudes; y otro como especie de este gé.
nero, que pertenece ácada virtud en particular. El pri
mero, segun se define comunmente, es aquello que con
viene á la excelencia de la naturaleza humana, consi
derada en todo lo que la distingue de los demas ani
males; y el segundo, que es como parte de este se de
fine diciendo : que es aquello, que se adapta á la na
turaleza, de cada uno de tal manera, que haga resplan
- de

Quare pertinet quidem ad omnem honestatem hoc, quod


dico, decorum ; & ita pertinet, ut non recondità qua
dam ratione cernatur, sed sit in promptu : est enim quid
dam, idque intelligitur in omni virtute, quod deceat;
quod cogitatione magis à virtute potest, quām re sepa
rari. Ut venustas & pulchritudo corporis secerni non po
test à valetudine; sic hoc, de quo loquimur, decorum,
totum illud quidem est cum virtute confusum ; sed mente
& cogitatione distinguitur. Est autem ejus descriptio du
plex: nam & generale quoddam decorum intelligimus,
quod in omni honestate versatur; & aliud huic subjec
tum ; quod pertinet, ad singulas partes honestatis, Atque
illud superius sic ferè definiri solet : Decorum id esse,
quod consentaneum sit hominis excellentiae, in eo, in quo
natura ejus à reliquis animantibus diferat. Quae autem pars
subjecta generi est , eam sic definiunt, utid decorum esse
velint, quod ita naturae con en sit, utin eo º.
-- 4. C
88 Los opicios

decer cierta cultura, y dignidad en la modestia, y


templanza.
CAP I T UL O XXVIII,

Decoro, del qual nace la gracia, el placer, y la


hermosura.

Po aquel decoro que guardan los Poetas, de que en


otra parte se habla mas copiosamente, podemos venir
en conocimiento del que ahora tratamos. Estos decimos
que guardan el decoro, quando las cosas que pintan, y
representan, corresponden á las personas: por exemplo,
si á Minos, ó áEaco (a) se atribuyeran estas expresiones: .
, ,Nada importan sus odios, si me temen (b):
, Las entrañas del padre (crueldad rara)
,, Serán sepulcro de sus propios hijos:
sería contra el decoro; porque ambos fueron tenidos por
- - hom

deratio
rali. & temperantia appareat cum specie quadam libe
* a º

c A P U T xxv III.
Decorum: ex hoc fonte manare leporem , jucunditatem
t9 venustatem. -

H... ita intelligi, existimare possumus ex eo decoro,


quod poetae sequuntur : de quo alio loco plura dici so
lent. Sed tum servare illud poétas dicimus, quod, deceat,
quum id , quod qua que personà dignum est , & fit, &
dicitur. Ut, si Áeacus, aut Minos diceret
* 20derint dum metuant:
aut,
. . , º Natis sepulcro ipse est parens:
indecorum videretur; quòd eos fuisse justos accepimus,
At
(a)Eaco , y Minos fueron tenidos por hijos de Jupiter, y estable
cidos por la fama de su justicia por Jueces en el Infierno.
(b) De la antigua tragedia de rhy estes, cuyos hijos, siendo niños,
dió mºte su hermano Atreo, y se los sacó entre los demas manjares
dé una cena,
DE CICERON• LIB, re 89
hombres muy ajustados: pero en boca de Atreo las aplau
diria todo el teatro, por ser muy propias de su perso
na. Mas los Poetas juzgarán de lo que á cada uno
dice bien por estas personas; pero á nosotros nos la im
primió la misma naturaleza, y esto con noble prefe
rencia á todos los demas animales. De suerte que los
Poetas en tanta diversidad de caraóteres pintarán lo que
á cada uno sea decoroso, y aun á los malos : mas
nosotros, habiéndonos concedido la naturaleza partes
de constancia, moderacion, y templanza, y habién
donos enseñado á respetar tambien el comun de las gen
tes, y cómo nos hemos de portar con los otros hom
bres; nos es bien facil conocer la estension infinita del
decoro, que pertenece á la virtud en general, y el que
en cada virtud particularmente resplandece. Porque así
como la hermosura, y buena disposicion de un cuer
po, atrahe los ojos, y deleita, por la gracia, y har
monía con que estan hermanados unos miembros con
otros; así este decoro, que se percibe en nuestra con
duóta por el orden, igualdad, y arreglo de nuestras
- - - 2C

At Atreo dicente, plausus excitantur : est enim digna


persona oratio. Sed poétae quid quemque deceat, ex per
sona judicabunt: nobis autem personam imposuit ipsana
tura, magna cum excelentia praestantiaque animantium re
liquarum. Quocirca poetae in magna varietate personarum,
etiam vitiosis quid conveniat, & quid deceat, videbunt; no
bis autem quum à natura constantiae, moderationis, tempe
rantiae, verecundiae partes datae sint; quumque eadem natura
doceat non negligere, quemadmodum nos adversus homines
geramus ; efficitur, ut & illud, quod ad omnem hones
tatem pertinet, decorum , quâm late fusum sit, appareat;
& hoc, quod spectatur in unoquoque genere virtutis. Ut
enim pulchritudo corporis aptà compositione membrorum
movet oculos, & deleétat hoc ipso, quòd inter se cm
nes partes cum quodam lepore consentiunt; sic hoc de
corum , quod elucet in vita, movet approbationem eo
rum, quibuscum vivitur , ordine , & constantiä , & ¿.
e-
9o LOS OFICIOS

acciones, y palabras, se concilia la atencion de todos


aquellos con quienes vivimos. Para esto es necesario te
ner cierta reverencia á todos los hombres, no solamen
te á los nobles, y sabios, sino tambien á la gente vul
gar. Porque el menospreciar los juicios, y la opinion
en que nos tienen los demas, sería de hombres pre
suntuosos, y del todo corrompidos. Y ademas en este
respeto, y reverencia que les debemos, es menester
hacer diferencia entre la justicia, y el respeto. Las par
tes de la justicia son no hacer daño á los otros: las
del respeto no ofenderles de ningun modo: en que se
demuestra principalmente la fuerza del decoro: el qual
por lo que se ha dicho, me parece queda bastantemen
te explicado.
Mas la obligacion que de él resulta, primeramen
te se encamina á la conveniencia, y conservacion de
la naturaleza: á la qual si seguimos por guia nuestra,
nunca erraremos; antes á la luz de ella encontraremos
la habilidad , y prudencia, la conducta relativa á la
sociedad de los hombres, y la valentia de un espíritu
magnánimo. Pero la mayor fuerza del decoro está en la
V1r

deratione dictorum omnium atque factorum. Adhibenda est


igitur quaedam reverentia adversus homines, & optimi cu
jusque , & reliquorum. Nam negligere quid de se quis
que sentiat, non solüm arrogantis est, sed etiam omni
no dissoluti. Est autem quod diferat, in, hominum, ra
tione habenda, inter justitiam & verecundiam. Justitiae
partes sunt, non violare homines; verecundiae , non of
fendere; in quo maximè perspicitur vis decori. His igi
tur expositis, quale sit id, quod decere dicimus, intel
leótum puto. A

Officium autem, quod ab eo ducitur, hanc primum


habet viam, quae deducitad convenientiam conservatio
nemque naturae
aberravimus quam si &
3 sequemurque sequemur ducem
id, quod , numquam
acutum 8z pers

picax naturà est; & id, quod ad hominum consociatio


nem accommodatum; & id, quod vehemens atque fºSe
DE CICERON, LIB, Ie 9r

virtud de que ahora tratamos; porque no solo arregla


con justo temperamento los movimientos del cuerpo, si
no mucho mas los del ánimo, conformando á unos, y
á otros á las leyes de la naturaleza. Los movimientos
del ánimo considerado en su estado natural, proceden
de dos principios; de los quales uno es el apetito, que
los Griegos llaman águº, que conduce al hombre de unos
en otros deseos; y el otro es la razon, que distingue, y
enseña lo que se ha de hacer, y lo que se debe huir; de
modo que la razon mande, y el apetito obedezca.
C A P I T UL O XXIX.

Sugecion de los apetitos á la razon: de los juegos,


y chanzas.
En todas nuestras acciones hemos de evitar la preci
pitacion, y pereza, no haciendo cosa alguna, de que no
se pueda dar una razon digna de ser atendida. Porque ca
si consiste en esto toda la fuerza de la obligacion. Pa
• Ta.

Sed maxima vis decori in hac inest parte, de qua dispu


tamus: neque enim solüm corporis, qui ad naturam apti
sunt, sed multò etiam magis animi motus probandi, qui
item ad naturam accommodati sunt. Duplex est enim vis
animorum , atque naturae : una pars in apetitu possita est,
quae est iguº Graece, quae hominem huc & illucrapit;
altera in ratione, quae docet , & explanat, quid facien
dum fugiendumque sit: ita fit, ut ratio praesit, appetitus
obtemperet.
CAP U T XXIX.

Appetitum rationi subjiciendum es se : de ludo ad joco.


mnis autem actio vacare debet temeritate , & negli
gentià ; nec vero agere quidquam, cujus non possis cau
sam probabilem reddere. Haec est enim ferè descriptio
officii. Efficiendum autem est, ut appetitus asioni: 1ant»
92 LOS OFICIOS

ra esto es menester, que los apetitos obedezcan á la ra


zon, que ni se adelanten á ella, ni la abandonen por
debilidad, y pereza, y que estén siempre sosegados, y
libres de toda perturbacion de animo. De donde resul
tará la constancia, y moderacion en todo. Porque los
apetitos que se propasan mas de lo justo, y huyendo
unas cosas, y apeteciendo otras, no pueden ser conte
nidos con el freno de la razon; salen sin duda de sus
límites, y moderacion; porque sacuden la obediencia,
la desprecian, y no se someten á la razon, á quien
los sujetó naturaleza; y de este modo perturban no so
lo el ánimo, sino tambien el cuerpo. Y si no, obsér
vese con atencion el rostro de los airados, ó de aque
llos que estan dominados de liviandad, ó miedo, ó ale
gria excesiva, y se verá que su semblante, su voz, sus
movimientos, y toda su persona está demudada. De to
do lo qual se deduce (volviendo á las reglas de la obli
gacion), que es preciso reprimir, y dominar las pasio
nes, y avivar la consideracion, el cuidado , y diligen
cia, para que no hagamos cosas acaso, sin razon, sin
COn

diant, eamque neque praecurrant, nec propter pigritiam,


aut ignaviam deserant; sintgue tranquilli, atque omniper
turbatione animi careant. Ex quo elucebit omnis constan
tia, omnisque moderatio: nam qui appetitus longiüs eva
gantur, & tamquam exultantes, sive cupiendo, sive fu
giendo, non satis a ratione retinentur, hisine dubio fi
ncm & modum transeunt : relinquunt enim & abjiciunt
obedientiam , nec rationi parent, cui sunt subjeóti lege
naturae: ā quibus non modô animi perturbantur, sed etiam
corpora. Licet ora ipsa cernere iratorum, auteorum, qui
aut libidine aliquä , aut metu commoti sunt, aut volup
tate nimià gestiunt ; quorum omnium vultus, voces, mo
tas, statusque mutantur. Ex quibus illud intelligitur (ue
ad officii formam revertamur) appetitus omnes contrahen
dos sedandosque, excitandamque animadversionem & di
ligentiam , ut ne quid temere ac fortuitu, inconsiderate,
negligenterque agamus. Neque enimita generati à natu
12,
DE CICERON, LIB, Te 93

consejo, y sin reflexion. No nos ha colocado en el


mundo la naturaleza para juegos, y pasatiempos, sino
para una vida seria, y para acciones de gravedad , y
importancia. No es decir esto, que nunca hayamos de
chancearnos, y divertinos; pero así como se usa del
sueño, y de otros desahogos, despues de haber satis
fecho cumplidamente con los cuidados graves, y serios.
Y estas mismas chanzas no han de ser demasiado libres,
ni indecentes, sino graciosas, y honestas. De suerte,
que así como no concedemos á los jóvenes una licencia
absoluta de divertirse , sino en recreaciones que no des
digan de la honestidad; á este modo queremos, que en
las del hombre se manifiesten rasgos de una bondad sin
CCTa.

Dos géneros hay de chanzas: uno grosero, libre,


vicioso, y obsceno; otro elegante, urbano, agudo, y
gracioso. De los quales chistes, y donaires abundan mu
cho, no solo nuestro Plauto (a), y la antigua comedia
Ateniense, sino otros, muchos libros de los Filósofos So Aº
Cra

ra sumus, ut ad ludum & jocum facti esse videamur; sed


ad severitatem potiús, & ad quaedam studia graviora at
que majora. Ludo autem. & joco uti illo quidem licet;
sed sicut somno & quietibus ceteris, tum quum gravi
bus seriisque rebus satisfecerimus. Ipsum que genus jocan
di non profusum , nec immodestum , sed ingenuum & fa
cetum esse debet. Ut enim pueris non omnem ludendi li
centiam damus , sed eam, quae ab honestis aétionibus non
sit aliena 3 sic in ipso joco aliquod probi ingenii lumen
eluceat.
Duplex omnino est jocandi genus: unum illiberale,
petulans, flagitiosum , obscoenum ; alterum elegans, ur
banum, ingeniosum, facetum : quo genere non modó Plau
tus noster , & Atticorum antiqua comoedia, sed etiam
phi
(a) De las sales, y gracias de Plauto, y de la comedia antigua, hay
varias opiniones; unos las celebran mucho: otros las desprecian. liora
Sio en la carta á los lisºnes dice de las gracias de Plauto, que las ala
baron les antiguos necialmente. -
94. LOS OFICIOS

cráticos; y tenemos ademas un gran número de dichos


graciosos, como los que recogió el viejo Caton con el
título de Apotegmas. Es, pues, muy facil distinguir la
chocarronería grosera del donayre honesto: este es pro
pio de un hombre bien criado, dicho con oportunidad, y
por divertimiento; el otro es indigno de un hombre; y
mas si á la torpeza de las cosas se junta la obscenidad de
las palabras. Finalmente en esto de gracias, es menester
irse con gran tiento, no sea que por derramarlas vana,
y indiscretamente, ó por dexarnos llevar de un deleite
excesivo, demos en el extremo de la torpeza. El cam
po Marcio, y los exercicios de la caza, nos ofrecen
abundante provision de exemplos para chancearnos ho
Il CSta IIlCIntCs
CAP I TU L O XXX.

Dignidad del hombre : obligaciones que prescribe: diversidad


- de caracteres.

P, distinguir bien en qualquier acontecimiento lo


que

philosophorum Socraticorum libri referti sunt : multaque


multorum facete dicta ; utea, quae à sene Catone col
lecta sunt, quae vocant &roeya a 1a. Facilis igitur est dis
tinétio ingenui & illiberalis joci : alter est si tempore fit,
ac remisso animo, libero dignus; alterne homine quidem,
si rerum turpitudini adhibetur verborum obscoenitas. Lu
dendi etiam est quidam modus retinendus, ut ne nimis
omnia profundamus , elatique voluptate in aliquam tur
pitudinem delabamur. Suppeditant autem & campus nos
ter , & studia venandi , honesta exempla ludendi.
..

C. A. P. UT XXX.

Quae tit hominis praestantia; quae officia inde trahantur:


animorum varietates.

Sa pertinet ad omnem officii questionem , semper in


prom
DE CICERON• LIB, Is 95

que pide la obligacion , conviene tener siempre delan


te quanto se aventaja la naturaleza del hombre, á la de
los demas animales. Estos nada conocen sino el deleite,
y á él les conduce impetuosamente su instinto; pero el
entendimiento del hombre se alimenta de lo que piensa
y aprende, siempre está ocupado en inquirir, ó hacer
algo, y se deleita en ver, y oir cosas nuevas: de mo
do que aunque haya alguno mas inclinado á los delei
tes, como no sea del todo semejante á los irracionales
(porque hay muchos que solo son hombres en el nom
bre) sino que le quede algun sentimiento mas noble que
de bruto, aunque esté dominado de esta pasion, ocul
ta con disimulo su apetito, por su propia vergüenza. Por
donde se percibe, que el deleite del cuerpo es un ob
jeto indigno de la excelencia del hombre, y que le de
bemos despreciar, y desterrar de nosotros; y aun quan
do se haya de conceder en esto alguna licencia, ha de
ser usando de él con mucha moderacion. Y así el sus
tento, y todo el trato del cuerpo se ha de procurar
para tener salud y robustéz, y no para el deleite. Porque sí
queremos considerar quanta es la dignidad, y nobleza de
Inule º

promptu habere, quantum natura hominis pecudibus re


liquisque belluis antecedat. Illae nihil sentiunt, nisivo
luptatem, ad eamque feruntur omni impetu : hominis au
tem mens discendo alitur , & cogitando, semper ali
uid aut anquirit , aut agit , videndique & audien
i delectatione ducitur. Quin etiam si quis est paulò ad
voluptates propensior, modó ne sit expecudum genere
(sunt enim quidam homines non re, sed nomine ) sed si
quis est paulò erectior, quamvis voluptate capiatur, oc
cultat, & dissimulat appetitum voluptatis, propter vere
cundiam. Ex quo intelligitur, corporis voluptatem non
satis esse dignam hominis praestantià, eam que contemni
& rejici oportere: sin sit quisquam qui aliquid tribuat
voluptati, diligenter ei tenendum esse ejus fruendae mo
dum. Itaque victus cultusque corporis ad valetudinem re
ferantur , & ad vires, non ad voluptatem. Atque etiam
$1
96 - LOS OFICIOS

nuestra naturaleza, conoceremos quán torpe es entre


garse á los deleites, y vivir blanda, y regaladamente;
y al contrario, quán honesto, y decente vivir con par
simonia, gravedad, continencia y sobriedad.
Tambien hemos de reflexionar, que nos ha revestido,
por decirlo así, de dos personas la naturaleza: una co
mun, que es por la que todos participamos de la razon,
y de aquella nobleza con que excedemos á los irracio
nales; de la qual resulta el conocimiento para hallar las
obligaciones, y guardar el decoro; y la otra particu
lar, que es como el distintivo de cada individuo. Por
que al modo que observamos en los cuerpos tanta di
versidad, que unos son á propósito por su ligereza pa
ra correr, otros por sus fuerzas para luchar; y asimis
mo en los rostros; en unos gracia, y en otros una se
riedad magestuosa: así tambien hay en los ánimos aun
mayores desemejanzas. Lucio Craso, y L. Filipo te
nian mucha gracia y agrado : y mayor, aunque con
mas estudio la tenia C. Cesar , hijo de Lucio. Por el
mismo tiempo se notaba en M. Escauro, y en M. Dru
SO

si considerate velumus, quae sit in natura excellentia &


dignitas; intelligemus, quâm sit turpe, diffluere luxu
ria , & delicate ac molliter vivere; quàmque honestum,
parcè continenter, severe, sobrie.
Intelligendum est etiam ; duabus quasi nos à natura
indutos esse personis ; quarum una est communis, exeo,
quód omnes participes sumus rationis praestantiaeque ejus,
quà antecellimus bestiis ; à qua omne honestum deco
rumque trahitur , & ex qua ratio inveniendi officii ex
quiritur; altera autem, quae proprie singulis est tributa.
Ut enim in corporibus magnae dissimilitudines sunt (alios
enim videmus velocitate ad cursum, alios viribus ad luc
tandum valere: 1temque in formis aliis dignitatem ines
se, aliis venustatem ) sic in animis existunt etiam ma
jores varietates. Erat in L. Crasso, & in L. Philippo
multus lepos: major etiam magisque de industria in C. Cae
sare, Lucii filio, Atiisdem temporibus in M. Scauro,
DE CICERON • LIB, Ie 97
so aún mozo, una seriedad natural. Veíase en C. Lelio
mucha alegria ; y en su amigo Escipion mas austeras
costumbres, y ambicion de gloria. De Sócrates sabe
mos (hablando de los Griegos), que era muy dulce,
gracioso, de festiva conversacion, y muy disimulado,
que llamaban ellos irónico. Por el contrario Pitágoras, y
Pericles alcanzaron muy grande autoridad, sin nada de
este agrado. Entre los Cartagineses se distinguió Ani
bal por su astuta sagacidad; y entre nuestros Generales
sobresalió Qs Máximo en encubrir, callar, disimular,
frustrar, y preocupar las resoluciones del enemigo. Los
Griegos en los de esta naturaleza prefieren á Temísto
cles, y á Jason de Ferea; y alaban sobre todos la des
treza, y maña de Solon , que fingió estar loco, por
aprovechar mas á su patria con seguridad de su propia
vida. Otros hay de un caracter muy diferente, sencillos,
abiertos, que nada quieren que se haga de oculto, ni
con fingimientos, amigos de la verdad, enemigos de
dobleces, y artificios; otros por otro extremo, que todo
lo aguantarian, hasta baxarse á qualquiera por llegar al
Ca

& in M. Druso adolescente, singularis severitas: in C.


Laelio multa hilaritas: in ejus familiari Scipione ambitio
major, vita tristior. De Graecis autem , dulcem & face
tum , festivique sermonis, atque in omni oratione simu
latorem , quem tipºva Graeci nominaverunt, Socraten ac
cepimus: contrà, Pythagoram & Periclem summam auc
toritatem consecutos, sine ulla hilaritate. Callidum An
nibalem, ex Poenorum ; ex nostris ducibus Q. Maximum
accepimus: facilè celare, tacere, dissimulare, insidiari,
praecipere hostium consilia. In quo genere Graeci The
mistoclem & Phaereum Jasonem ceteris anteponunt: in
primisque versutum & callidum factum Solonis, qui, quò
& tutior vita ejus esset, & plus aliquantò reipublicae
prodesset, furere se simulavit. Sunt his alii multum dis
pares, simplices & aperti; qui nihil ex occulto, nihil
ex insidiis agendum putant, veritatis cultores, fraudis
inimici: itemque alii , qui quidvis perpetiantur, cuivis
TOM, I. G de

Payerische
Staatsbibliothek
viünchen
98 LOS OFICIOS

cabo de sus intentos: como veíamos que hacia con Si


la M. Craso. De estos sabemos, que fue aquel tan dies
tro, y astuto Lisandro; y al contrario Calicratidas, que
le sucedió en el mando de la armada naval. Tambien
se vé que otros, aunque sean muy principales, y po
derosos, se hacen uno de tantos en sus conversaciones;
como se experimentaba en los dos Catulos, padre, é hi
jo, y en Q. Mucio Mancia. Lo mismo he oido á los an.
cianos que era P. Escipion Nasica, y que al contrario su
padre, el que vengó las traiciones de Tiberio Graco
con su propia sangre, nada tenia de agrado; ni tampo
co Xenocrates Filósofo el mas severo, y aun por esto
mismo fue muy esclarecido. Otras muchas diferencias
se encuentran de costumbres, y genios, no por eso re
prehensibles. -

CA

deserviant, dum, quod velint, consequantur, ut Sullae M.


Crassum videbannus. Quo in genere versutissimum & pa
tientissimum Lacedaemonium Lisandrum accepimus ; con
tràque Callicratidam, qui praefectus classi proximus post
Lysandrum fuit. Itemque in sermonibus alium quemque,
quamvis praepotens sit, efficere, utunus de multis esse vi
deatur: quod in Catulo, & in patre, & in filio; idemque
in Q. Mucio Mancia vidimus. Audivi ex majoribus natu
hoc idem fuisse in P. Scipione Nasica; contràque patrem
ejus, illum , qui Tib. Gracchi conatus perditos vindica
vit, nullam comitatem habuisse sermonis: ne Xenocratem
quidem , severissimum philosophorum , obeam que rem ip
sam magnum clarumque fuisse. Innumerabiles aliae dissi
militudines sunt naturae morumque, minime tamen vitu
Perandorum. -

CA
DE GICERON, Ll Be Is 99
CAP I T UL O XXXI, * -

Conozca cada uno, y cultive sus disposiciones


maturales.

El modo mas seguro, y facil de guardar el decoro


que buscamos, es atenerse cada uno á su propio, y na
tural caracter, fuera de lo malo ; y dirigir de tal ma
nera nuestras acciones, que en nada nos empeñemos
contra el orden general de la naturaleza; antes guar
dándole, sigamos nuestro propio natural, midiendo por
sus reglas nuestras acciones, aunque otras cosas estrañas
nos parezcan mas grandes, y mejores. Porque es irre
gular ir contra la naturaleza, y pretender un objeto que
no podamos alcanzar. De donde resulta una idea mas
clara del decoro de que hablamos. Porque no conviene
obrar (como dicen) contra la voluntad Minerva, esto
es, repugnándolo, y contradiciéndolo nuestro genio, y
naturaleza. Si hay alguna cosa conforme al decoro, na
da lo es tanto como la conducta uniforme, así de to
da

CAP UT XXXI.

Suam naturam es noscere e9 sequi.

Aaron autem tenenda sunt sua cuique, non vitio


sa, sed tamen propria, quó faciliüs decorum illud, quod
quaerimus, retineatur: sic enim est faciendum , ut con
tra universam naturam nihil contendamus; eà tamen con
servatā propriam naturam sequamur; ut, etiam si sint alia
graviora atque meliora, tamen nos studia nostra naturae
regulà metiamur : neque enim attinet repugnare naturae,
nec quidquam sequi, quod assequinequeas. Ex quo ma
gis emergit, quale sit decorum illud , ideo, quia nihil
decet invitá (ut ajunt) Minervä , id est, adversante &
repugnante naturà. Omnino si quidquam est decorum, ni
hil est profecto magis, quâm aequabilitas universae vi
- G2 tae,
IOO LOS OFICIOS e

da la vida, como separadamente de todas nuestras ope


raciones; la qual no podrá conseguirse, si por imitar
las propiedades de otros, dexamos de cultivar nuestro
propio natural. Porque así como debemos usar de un
lenguage que sea claro, y conocido de todos, por no
ser con mucha razon la irrision de los demas, intro
duciendo, como algunos hacen, palabras griegas; así
tampoco debemos mezclar discrepancia alguna, tanto
en nuestras acciones, como en todo el plan, ó arreglo
de la vida. Y esta diferencia de caracteres tiene tal fuer
za, que puede haber circunstancias en que en un mis
mo caso deba uno darse muerte (a), y otro no. ¿Era
por ventura distinta la causa de M. Caton (b) de la de
aquellos que se entregaron á Cesar en el Africa? Pues
á ellos acaso se hubiera dado por pecado el haberse qui
tado la vida, siendo de un natural mas suave, y de
menos austeras costumbres. Pero Caton, á quien to
-


CO

tae, tum singularum actionum ; quam conservare non pos


sis, si aliorum naturam imitans, omittas tuam. Ut enin
sermone eo debemus uti, quinotus est nobis, ne, ut
quiddam Graeca verba inculcantes, jure optimo irridea
mur; sic in actiones omnemque vitam nullam discrepan
tiam conferre debemus. Atque haec differentia naturarum
tantam habet vim, utnonnumquam mortem sibi ipse cons
ciscere alius debeat, alius in eadem causa non debeat.
Num enim alia in causa M. Cato fuit, alia ceteri, qui
se in Africa Caesari tradiderunt? Atqui ceteris forsitan
vitio datum esset, si se interemissent, propterea quòd
eorum vita lenior , & mores fuerant faciliores; Catoni
autem quum incredibilem tribuisset natura gravitatem,
Cam

(a) Los Estoycos, á quienes sigue Ciceron con especialidad en esta


obra, no contaban entre los bienes á la misma vida; y así eran de opi
¿
nidad.
que se debia abandonar quando no se pudiese retener con dig
(b). M. Caton el Uticense, se dió muerte por no deber la vida á su
enemigo Cesar. Lo qual reprehende S. Agustin en el lib. I. de civit. De i
c. 23. diciendo , que el motivo fue , no lahonestidad que, Precavía la
torpeza, sino flaqueza de ánimo, que no sufria la adversidad,
DE CICERON, LIB, re IO

eó por naturaleza una gravedad increible, confirmada


por él mismo con perpetua constancia, manteniéndose
siempre firme en su propósito, y primera resolucion,
hubo de morir primero que sufrir el aspecto de un ty
rano, ¡Quanto tuvo que sufrir Ulises en tanto tiempo
como anduvo perdido por los mares, esclavo de las
mugeres (si Circe, y Calipso merecen este nombre), y
precisado á mostrarse afable en todas las conversacio
nes, y á complacer á todo el mundo; y aun aguantan
do dentro de su mismo palacio desprecios de sus siervos,
y de sus criadas, por llegará conseguir lo que deseaba!
Al contrario Ayax (a), segun nos le pintan, querria
perder mil veces la vida, antes que sujetarse á seme
jantes indignidades.
El que contemple todas estas diferencias, deberá
entresacar lo que es propio de su natural, hacerse señor
de ello, y no aventurarse á probar, si le vendrá bien
lo que es de otro. Porque á cada uno solo le sienta
bien lo que es propio suyo. Conozca pues, el hombre
SU

eamque ipse perpetuà , constantiā roboravisset, semper- .


que in proposito susceptoque consilio permansisset, mo
riendum potiüs, quâm tyranni vultus adspiciendus fuit.
Quäm multa passus est Ulysses in illo errore diuturno,
quum & mulieribus ( si Circe & Calypso mulieres appel
landae sunt ) inserviret, & in omni sermone omnibus af
fabilem & jucundum se esse vellet º Domi verò etiam con
tumelias servorum ancillarumque pertulit, ut ad id ali
quando , quod cupiebat, perveniret. At Ajax, quo ani
mo traditur, millies oppetere mortem , quâm illa perpe
ti maluisset.
Quae contemplantes expendere oportebit, quid quisº
que habeat sui ; eaque moderari, nec verle experiri, quām.
se aliena deceant: id enim maximè quemque decet, quod
est cujusque suum maximè. Suum igitur quisque noscat
111«a

(a) Por haberse adjudícado á su competidor Ulises las armas de Achi:


les, se dió la muerte con su propia espada.
3
IO2 LOS OFICIOS

su genio, y sea censor severo de sus buenas disposicío


nes, y de sus defectos; porque no parezca que muestran
los comediantes en la escena mas discernimiento, y
prudencia; los quales no se apropian los personages me
jores, sino aquellos que dicen mas bien con su ge
nio. Los que estan satisfechos de su voz, escogen, por
exemplo, los Epígonos (a), ó á Medéa (b) los que
en su presencia, á Menalipa, ó Clitemnestra (c); Rupi
lio (de quien yo me acuerdo) siempre tomaba por su
cuenta á Antíope; y Esopo no siempre á Ayax. Y bien;
¿Será correspondiente que el sabio no considere en su
vida, lo que reparan los comediantes en el teatro? Tra
bajemos pues, principalmente en aquello para que te
nemos mejor disposicion; pero si alguna vez la necesi
dad nos lleva á cosas que no convengan con nuestro ge
nio ; hemos de aplicar gran cuidado, meditacion, y
diligencia, á desempeñarlas, quando no con todo de
coro, á lo menos con el menor deshonor que nos sea
- po

genium, acremque se & bonorum & vitiorum suorum ju


dicem praebeat ; ne scenici plus, quām nos , videantur
habere prudentiae : illi enim non optimas, sed sibi ac
commodatissimas fabulas eligunt. Quivoce freti sunt, Epi
gonos, Medumque ; qui gestu, Menalippam , Clytaem
nestram : semper Rupilius quem ego memini, Antiopam;
non saepe Aesopus Ájacem. Ergo histrio hoc videbit in
scena , quod non videbit sapiensin vita º Ad quas igitur
res aptissimi erimus, in iis potissimum elaborabimus: sin
aliquando necessitas nos adea destruserit, quae nostri
ingenii non erunt; omnis adhibenda erit cura, medita
tio, diligentia, ut ea, si non decore, at quām mini
müm indecorè facere possimus, Nectam est enitendum l, Ult
O

(32. Tragedia de Accio. Epigonos son los autores de la guerra segun


dº de Tebas3 en euyo nombre escribió Eurípides una tragedia, que imi
tó despues Accio.
(º), ºragedia de Pacuvio, citada por Nonio, y Carisio. Medo quie
*eº algunos que fuese hijo de Medèa
(º), Que enamorada de Egisto dió muerte á su marido Agamenon. Esta
tambien la tomó Accio del Griego , y asimismo la Menalipº,
DE CICERON, LIB. I. Io3

posible; y no tanto nos hemos de empeñar por los bie


mes que nos negó naturaleza, como en evitar los de
fectos en los que nos concedió." º
cAP I T UL o xxxII.
Diferencia de los estados: eleccion de un modo
- de vida.

A los dos caracteres del hombre, que se han demos


trado ya , se añade otro tercero, que imponen las cir
cunstancias, ó la casualidad, y otro quarto que nos to
mamos nosotros por propia elecion. Porque los reynos,
noblezas, imperios, riquezas, y las cosas contrarias á
estas, que dependen de la casualidad, se gobiernan por
las circunstancias de los tiempos; mas el personage que
hemos de representar en el mundo, depende totalmen
te de nuestro libre alvedrio: y así unos se aplican á la Fi
losofia, otros al Derecho civil, otros á la Eloqüencia, y
aun en las mismas virtudes unos procuran aventajarse
IIlaS

bona, quae nobis data non sint, sequamur, quâm ut


-
vitia fugiamus.
l
-

c A PU T xxxII.
De diversis conditionibus: de eligendo genere vitae.
Ae duabus iis personis, quas suprà dixi, tertia adjun
gitur, quam casus aliquis, aut tempus imponit; quar
ta etiam , quam nobismet ipsis judicio nostro accommo
damus. Nam regna, imperia, nobilitates, honores, di
vitiae, opes, eaque, quae sunt his contraria, in casu
sita, temporibus gubernantur; ipsi autem quam personam
gerere velimus, à nostra voluntate proficiscitur: itaque
se alii ad philosophiam, alii ad jus civile, alii ad elo
quentiam applicant: ipsarumque virtutum in alia alius ma
vult excellere. Quorum verò patres, aut majores aliquá
G 4. glo
Io4 LOS OFICIOS .

mas en una, y otros en otra. Aquellos, cuyos padres,


ó antecesores se han señalado en alguna carrera, aspi
ran por lo regular á sobresalir en el mismo género de
alabanza; como Q. Mucio , hijo de Publio, en el de
recho civil; Africano, hijo de Paulo, en el arte mili
tar. Algunos añaden tambien á la gloria heredada de sus
padres otros timbres propios suyos. Como este mismo
Africano, que coronó. Sus glorias militares con la de
la eloqüencia; y asimismo Timóteo hijo de Conon,
que no siendo inferior á su padre en la fama de sus vic
torias, añadió á este esplendor el colmo de su gran ta
lento, y sabiduría. Sucede otras veces , que algunos
omitiendo las pisadas de sus abuelos, siguen otro ca
mino nuevo; en lo qual ponen la mira aquellos que as
piraná cosas grandes, no siendo de conocida nobleza.
Todas estas reflexiones se han de hacer con el en
tendimiento, quando vamos á buscar qué nos sea de
cente. Y ante todas cosas es necesario resolver, qué fi
gura hemos de hacer en el mundo, y en qué modo de
vida: resolucion por cierto muy dificil. Porque entra
do

glorià praestiterunt, ii student plerumque eodem in ge


nere laudis excellere; ut Q. Mucius, P. filius, in ju
re civili; Pauli filius Africanus in re militari. Quidam
autem ad eas laudes, quas à patribus acceperunt, addunt
aliquam suam ; ut hicidem Africanus eloquentià cumu
lavit bellicam gloriam : quod idem fecit Timotheus, Co
nonis filius, qui, quum belli laude non inferior fuisset,
quâm pater; ad eam laudem , doctrinae & ingenii glo
riam adjecit. Fit autem interdum, ut nunnulli, omissà imi
tatione majorum , suum quoddam institutum consequanturs
maximèque in eo plerumque elaborant ii, qui magna si
bi proponunt, obscuris orti majoribus.
Haec igitur omnia, quum quaerimus quid deceat, comº
plecti animo, & cogitatione debemus. In primis autem
constituendum est, quos nos, & quales esse velimus,
& in quo genere vitae; quae deliberatio est omnium dif
ficºllima. Ineunte enim adolescentiá, quum est maxima
1m
DE CICERON, LIB, I, Io5
do el joven en la adolescencia, quando es mucha la de
bilidad de su consejo, se propone desde luego aquel
modo de vivir que mas le agrada. Y así se halla empe
ñado en una sarrera de vida antes de haber podido juz
gar qual sería la mejor. Porque lo que se dice del Hér
cules de Prodico (como se lee en Xenofonte), que ha
biendo entrado yá en la pubertad (tiempo en que la natu
raleza constituye á todos en estado de elegir modo de
vida), se salió á un lugar solitario, y que allí sentado
estuvo pensativo mucho tiempo consigo mismo, discur
riendo quál camino seguiria de dos que se le ofrecian
delante, uno que guiaba á los deleites, y otro á la vir
tud; esto pudo tal vez sucederá un hijo de Jupiter, co
mo era Hércules; pero no á nosotros, que nos propo
nemos por modelos aquellos que nos parece, y nos de
xamos llevar á sus inclinaciones, y máximas; y los mas
imbuidos de los preceptos de nuestros padres, nos for
mamos al gusto de sus reglas, y costumbres: otros se
gobiernan por el dictamen de la muchedumbre, y aspi
ran con grande ansia á aquellos fines, que á la mayor
parte parecen muy ilustres. Pero tambien hay algunos,
que

imbecillitas consilii, tum id sibi quisque genus aetatis


degendae constituit, quod maximè adamavit. Itaque ante
implicatur aliquo certo genere cursuque vivendi, quàm
potuit, quid optimum esset, judicare. Nam quòd Her
culem Prodicium dicunt (ut estapud Xenophontem ) quum
primium pubesceret (quod tempus à natura ad deligendum,
quam quisque viam vivendi sit ingressurus, datum est )
exisse in solitudinem, atque ibi sedentem, diu secum mul
tumque dubitasse, quum duas cerneret vias, unam vo
luptatis, alteram virtutis, utram ingredi melius esset; hoc
Herculi, Jovis satu edito, potuit fortasse contingere;
nobis non item, qui, imitamur, quos cuique visum est,
atque adeorum studia institutaque impellimur : plerique
autem parentum praeceptis imbuti, ad ecrum consuetudinem
moremgue deducimur : alii multitudinis judicio feruntur,
quaeque majori parti pulcherrima videntur, ea maxime
CX
Io6 LOS OFICIOS

que ó por felicidad, ó por su buena indole, ó por la


educacion de sus padres, siguen el camino verdadero.
CAP I T UL O XXXIII.

Pensar bien qué modo de vida se roma, y no mudar


con facilidad.
Pe son muy raros los que siendo dotados de un in
genio sobresaliente, ó de mucha erudicion, y doétri
na, ó de entrambas cosas, han deliberado tambien con
despacio sobre la carrera de vida, que debian empren
der. En cuya deliberacion debe cada uno empeñar toda
su prudencia, por conformarse con sus disposiciones na
turales. Porque así como en todas las acciones juzgamos
lo que conviene ácada uno, por aquel caracter con que
ha nacido (como arriba se dixo); así tambien en arreglar
el plan de toda la vida, se ha de poner mayor cuidado,
y diligencia ; á fin de caminar siempre baxo unas mis
mas uniformes reglas, y no tropezar en alguna obliga
C1On

exoptant: nonnulli tamen sive felicitate quadam , sive bo


nitate naturae, sive parentum disciplina, rectam vitae secuti
5llIlt V12Irle
CA PU T XXXIII.

Vitae genus seduló deligendum, nec temerè commutandum.


lia autem maximè rarum genus esteorum, qui aut ex
cellente ingenii magnitudine, aut praeclará eruditione at
que doctrina, aut utraque re ornati, spatium etiam de
liberandi habuerunt, quem potissimum vitae, cursum se
qui vellent: in qua deliberatione ad suam cujusque natu
ram consilium est omne revocandum. Nam quum in om
nibus quae aguntur, ex eo modo, quo quisque natus est,
ut supra dictum est, quid deceat exquirimus, tum in to
ta vita constituenda, multó est ei rei cura major adhi
benda, ut constare in vitae perpetuitate possimus nobis
mºt
DE CICERON, LIB, Ie Io?

cion. Para este arreglo, supuesto que la fuerza princi


pal es la de la naturaleza, y la inmediata la de la fortu
na, á una y otra es necesario atender al tiempo de ele
gir modo de vida; pero á la naturaleza en especial, por
ser mucho mas firme, y mas constante : sin embargo
que algunas veces la fortuna, como mortal, parece que
se opone á la naturaleza inmortal (a). El que escogiere,
pues, un modo de vivir acomodado al caracter de su
naturaleza (como no sea un natural vicicioso, y malo),
sea constante en él ; porque esto es lo mas decoroso, si
no es que conozca que lo erró en el principio. Si esto
aconteciere, que puede muy bien acontecer, enton
ces se ha de mudar de máximas, y costumbres ; cu
ya mutacion se conseguirá facil, y cómodamente, si
favorecen las circunstancias del tiempo: pero si en ellas se
halla resistencia, se procurará hacer poco á poco, y con
gran suavidad, al modo que en las amistades, que ó nos
desagradan, ó no nos tienen cuenta, juzgan los sabios
que es mas decente irlas descosiendo poco á poco, por de
C1 -

met ipsis, nec in ullo officio claudicare. Ad hanc au


tem rationem quoniam maximam vim natura habet, for
tuna proximam ; utriusque omnino ratio habenda est in
deligendo genere vitae; sed naturae magis: multó enim
& firmior est, & constantior: ut fortuna nonnumquam
tamquam ipsa mortalis, cum immortali natura pugnare vi
deatur. Qui igitur ad naturae suae non vitiosae genus,
consilium vivendi omne contulerit, is constantiam teneat:
id enim maximè decet, nisi forte se intellexerit errasse
in deligendo genere vitae. Quod si acciderit (potest autem
accidere) facienda morum institutorumque mutatio est; eam
mutationem, si tempora adjuvabunt, facilius commodiüsque
faciemus ; sin minús, sensim erit pedetentimque facien
da; ut amicitias, quae minús delectent, & minus proben
tur, magis decere censent sapientes sensim dissuere, quam
162
(a) Porque la fortuna es mudable, y la naturaleza firme, y constan
te; alguna vez chocan etre sí, parece que un mortal pelea con un in
lQItal»
Io8 Los oFICIos - .

cirlo así, que romperlas de una vez. Mas mudado el pri


mer sistema de vida, debemos procurar acreditar por
tºdos caminos, que lo hemos hecho con sano , y ma
duro consejo.
Piximos arriba, que se debe imitar á los anteceso
res; bien entendido que no se han de imitar los vicios , ni
º"Pºco aquellas cosas á que no alcancen las fuerzas de
ºººsto natural temperamento : como aconteció al hijo
de Africano el mayor, aquel que adoptó a de Paulo
Emilio, que por su naturaleza debil, y enfermiza no
Pudo salir tan parecido á su padre, como este al suyo.
Mas quando uno no pueda, ó defender pleytos, ó hacer
ºraciones al pueblo, ó mandar las armas; estará á lo
ººnos obligado á señalarse en aquellas virtudes que pu
diere, como son la justicia, fidelidad, beneficencia, mo
destia, y templanza; para que no se eche tanto de ver
º que le falta. Pero la gloria de la virtud, y de las
buenas obras, mas preciosa que todos los patrimonios
del mundo, es la mejor herencia que los padres pueden
dexará sus hijos, para quienes es un crimen, y un ge
nero de impiedad mancharla con sus vicios. CA
e

rePente praecidere. Commutato autem genere vitae, omni


racione curandum est; utid bono consilio fecissevideamur.
Sed quoniam pauló ante dictum est, imitandosesse
majores; primum illud exceptum sit, ne vitia sint imi
tanda; deinde, si natura non feret , ut, quaedam imitari
Possint, ut superioris Africani filius , qui hunc Paulo na
tum adoptavit , propter infirmitatem valetudinis non tam
Pºtuit Patris similis esse, quām ile fuerat sui. Si gitur
ººº. Poterit sive, causas defensitare, sive populum concio
nibus tenere, sive bella gerere ; illa tamen prestare de
bebit, quae erunt in ipsius potestate, justitiam , fidem,
ºººlitatem, modestiam, temperantiam, quo minisa,
eo id., quod desit, requiratur. Optima autem hereditas à
Patribus traditur liberis , omnique patrimonio praestan
º 2 gloria virtutis rerumqne gestarum; cui dedecori es
*º º nefas & impium judicandum est. "..." ca
pE cicERóN. Lmº. 1. ro9.
CAP I T UL O XXXIV.
Diversidad de obligaciones segun las diferentes edades,
y estados.
M, supuesto que á diversas edades corresponden di
ferentes obligaciones, y que hay unas propias de los jó
venes, y otras de los viejos; diremos tambien algo so
bre esta distincion. Al mozo, pues, corresponde reve
renciar á los ancianos, y escojer de ellos los mejores, y
mas bien acreditados, para que le sirvan de apoyo, y
consejo en su conducta. Porque la impericia de los jó
venes se ha de formar, y dirigir por la experiencia, y
prudencia de los viejos. Principalmente se les ha de apar
tar muy lexos de las liviandades, y exercitarles en el
trabajo, y tolerancia del ánimo, y del cuerpo, para
que igualmente sean capaces de gobernar con espíritu
los negocios políticos, y militares. De modo que aun
quando quieran recrear sus ánimos, y darse á alguna
diversion, se guarden de la intemperancia, y tengan
de

CAP U T XXXIV.

Non eadem (9” disparibus aetatibus, eº diversis conditionibus,


officia tribui.
E,quoniam officia non eadem disparibus aetatibus tri
buuntur, aliaque sunt juvenum, alia seniorum ; aliquid
etiam de hac, distinctione dicendum est. Est igitur ado
lescentis, majores natu vereri, exque his deligere opti
mos & probatissimos, quorum consilio atque auétorita
te nitatur: ineuntis enim aetatis inscientia, senum cons
tituenda , & regenda prudentià est. Maximè autem haec
aetas á libidinibus arcenda est, exercendaque in labore pa
tientia que & animi , & corporis; ut. eorum & in belli
cis, & in civilibus officiis vigeat industria. Atque etiam
quum relaxare animos, & dare se jucunditati volentVcant
A ca
I Io LOS OFICIOS

delante la vergüenza; lo qual conseguirán con gran fa


cilidad, si gustaren de que intervengan los ancianos en
sus divertimientos. En los viejos, al paso que han de
ser menos los exercicios del cuerpo, se han de aumen
tar los del ánimo. Su principal ocupacion ha de ser ayu
dar en gran manera á sus amigos, á los mozos, y en
especial á la República con su consejo, y prudencia. Mas
ningun defecto evitará el viejo con mas cuidado que la
desidia, y floxedad. El luxo, que en todas las edades
es reprehensible, en la vejéz es la mayor fealdad; y si
á esto se añade la incontinencia, es doble el mal : lo
uno por la propia deshonra de la vejéz, y lo otro, por
que hace mas libre este desorden en la mocedad.
Mas tampoco será ageno de nuestro asunto (a) de
cir algo sobre las obligaciones de los magistrados, de
los particulares, de los ciudadanos, y de los estrange
ros. Es, pues, obligacion precisa de un magistrado ha
cerse cargo, que representa la persona de la misma
República, que debe mantener su dignidad, y esplen
Or,

veant intemperantiam , meminerint veraecundiae ; quod


erit facilius, si in ejusmodi quidem rebus majores natu
volent interesse. Senibus autem labores corporis minuen
di, exercitationes animi etiam augendae videntur: danda
verò opera, ut & amicos , & juventutem , & maxime
rempublicam consilio & prudentià quām plurimum adju
yent. Nihil autem magis cavendum est senectuti, quàm
ne languori se desidiaeque dedat. Luxuria verð quum om
ni aetati turpis , tum seneétuti foedissima est; sin au
tem libidinum etiam intemperantia accesserit, duplex ma
lum est, quòd & ipsa senectus concipit dedecus , & facit
adolescentium impudentiorem intemperantiam.
Ac ne illud quidem alienum est, de magistratuum,
de privatorum, de civium, de peregrinorum officiis di
cere. Est igitur proprium munus magistratüs , intellige
re, se gerere personam civitatis, debereque ejus digni
ta
(a) Explicadas ya las obligaciones por la diferencia de edades , pasa
ahora á examinar el estado, y condicion de las personas.
DE CICERON. LIB. I. III

dor, guardar las leyes, administrar justicia, y acor


darse, que todo esto se ha encargado á su fidelidad. A
un particular le toca vivir con los demas ciudadanos
comprometido en unas mismas leyes, sin baxeza, ni
abatimiento, sin orgullo, ni presuncion; y querer en
la República lo que sea honesto, y pacífico; pues al
que se porta de este modo reconocemos, y llamamos
buen ciudadano. Finalmente la obligacion del que ha
bita en un pais estraño, consiste en no hacer sino su ne
gocio, sin mezclarse en los agenos, ni ser curioso del
gobierno de la República, que nada le pertenece. A es
te paso se hallarán las obligaciones que á cada sugeto
corresponden, considerando lo que dice bien á las per
sonas, á las edades, y á los tiempos. Pero nada es mas
decente que en todas las acciones, y en todas las resolu
ciones guardar uniformidad, y constancia.
CA

tatem & decus sustinere, servare leges, jura describere,


ea fidei suae commissa meminisse. Privatum autem opor
tet aequo & pari cum civibus jure vivere, neque sum
missum & abjectum , neque se efferentem ; tum in repu
blica ea velle, quae tranquilla & honesta sint : talema
enim & sentire bonum civem , & dicere solemus. Pere
grini autem & incolae officium est, nihil praeter suum
negotium agere, nihil de alieno inquirere, minimèque
in aliena esse republica curiosum. Ita ferè officia repe
rientur, quum quaeritur, quid deceat, & quid aptum
sit personis, temporibus, aetatibus. Nihil est autem, quod
tam deceat, quâm in omni re gerenda, consilio que ca
piendo servare constantiam.
I I2 LOS oricios
CAP I T UL O XXXV.

En qué consiste el decoro reglas de la vergüenza diciadas


por la maturaleza.

MI, por quanto el decoro (a) se echa de ver en to


das nuestras palabras, y obras, y aun en el estado, y
movimiento del cuerpo; todo lo qual se observa en tres
cosas, dignidad, orden, y ornato correspondiente á
las acciones, cosas ciertamente dificiles de explicar, pe
ro en que bastará darnos á entender; y por quanto en
estas tres se comprehende tambien el cuidado de ganar
la aprobacion de aquellos con quienes vivimos, tocare
mos tambien este punto ligeramente. Cuanto á lo pri
mero parece, que la misma naturaleza tuvo grande cau
tela , y atencion en la fábrica de nuestro cuerpo; la
qual nos puso de manifiesto el rostro, y todas las de
mas partes que tienen una vista honesta; pero encubrió,
y

C A PU T XXXV.

guid sit quod deceat; verecundiae normam a


natura doceri.

Sa quoniam decorum illud in omnibus factis & dic


tis, in corporis denique motu, & statu cernitur, idque
positum est in tribus rebus, formositate, ordine, ornatu
ad actionem apto, difficilibus ad eloquendum, sed satis
erit intelligi; in his autem tribus continetur cura etiam
illa, ut probemur iis, quibuscum , apud quosque vivamus:
his quoque de rebus pauca dicantur. Principió, corporis
nostri magnam natura ipsa videtur habuisse rationem ; quae
formam nostram , reliquamque figuram, in qua esset spe
cies
(a) Habiendo tratado de aquel decoro, que pertenece á cada género
de personas, enseña ahora que es decente á la propia persona de cada
uno en las palabras, en las obras, y en toda la manera , y compostura
del cuerpo. Lo reduce á tres capítulos,, la hermosura, el orden, y el
adorno propio de las acciones, y trata de ellos por este mismo orden.
DE cICERON. LIB. 1. II 3
y ocultó de los ojos aquellas, que siendo destinadas á
ciertos usos necesarios, tendrian una vista torpe, y fea.
Esta disposicion tan prudente de la naturaleza han imi
tado los hombres con su pudor. Porque los que son de
sana razon, y juicio apartan de los ojos todo lo que
ocultó naturaleza; y aun procuran cumplir con la ne
cesidad en lo mas secreto, evitando aun el llamar con
sus nombres propios á las mismas partes, y á los usos de
ellas que son precisos: de modo, que es indecencia al
decirse aquello mismo que en la execucion no es malo,
como se haga ocultamente. Y así, ni la accion incauta
carece de desvergüenza, ni el nombre de obscenidad.
Porque no debe darse oidos á los Cínicos, ó á al
gunos Estoicos casi Cínicos, los quales reprehenden, y
hacen irrision , de que tenemos por obscenos los nom
bres de algunas cosas, que en realidad ellas no lo son;
y por otra parte nombramos con sus nombres propios á
las que son malas efectivamente. El robo, por exem
plo, la mentira, el adulterio, son verdaderamente tor
pes, y se dicen sin fealdad; al contrario, la procrea
CIOl

cies honesta, eam posuit in promptu ; quae autem par


tes corporis ad naturae necessitatem datae , adspectum es
sent deformem habiturae atque turpem, eas contexit, a t
que abdidit. Hanc naturae tam diligentem fabricam imi
tata est hominum verecundia. Quae enim natura occul
tavit , eadgn omnes, qui sanà mente sunt, removent ab
oculis; ipsique necessitati dant operam , ut quām occul
tissimè pareant : quarumque partium corporis usus sunt
necessar11, eas neque partes , neque earum usus sus no
minibus appellant; quodque facere turpe non est, modó
occultè , id dicere obscoenum est. Itaque nec aperta actio
rerum illarum petulantià vacat, necorationis obscoenitas.
Nec verò audiendi sunt Cynici, aut si qui fuerunt
Stoici penè Cynici, qui reprehendunt, & irrident, quod
ea, quae turpia re non sint, nominibus ac verbis flagi
tiosa ducamus; illa autem, quae turpia sint, nominibus
appellemus suis. Latrocinari, fraudare, adulterari , re tur
TOM. I. H pe
II 4 LOS OFICIOS

cion es en sí honesta, y el nombre obsceno: otras mu


chas cosas semejantes oponen, al pudor con sus opinio
nes. Mas sigamos nosotros á la naturaleza (a) , huyen
do de lo que ofende á la vista, y á los oidos: y estan
do en pie, andando, sentados, y recostados, en el
semblante, en los ojos, en los menéos de las manos,
en todo guardemos este decoro de que hablamos. En
lo qual se han de evitar, dos extremos contrarios, que
son una delicadeza afeminada, y el exterior rústico, y
grosero; y no sufrir, que los Cómicos, y los Orado.
res sean en esto mas cautos, y circunspectos que noso
tros. Segun la disciplina de los tiempos pasados, obser
van tanta modestia los representantes, que ninguno sa
le al teatro sin la ropa interior, temiendo que si ocurre
por acaso manifestar alguna parte del cuerpo , no se
ofenda el decoro. Y entre nosotros no es permitido que
se bañen los padres con los hijos ya adultos, ni tampo
co los yernos con sus suegros: es pues justo que sigamos
- eS

pe est; sed dicitur non obscoene : liberis dare operam, re


honestum est, nomine obscoenum : pluraque in eam sen.
tentiam ab eisdem contra verecundiam disputantur. Nos
autem naturam sequamur, & omne, quod abhorret ab ocu
lorum auriumque approbatione, fugiamus. Status, inces
sus, sessio, accubatio, vultus, oculi, manuum motus,
teneant illud decorum. Quibus in rebus duo maximè sunt
fugienda, ne quid effeminatum, aut molle , & ne quid
durum , aut rusticum sit. Nec verò histrionilus oratori
busque concedendum est, utiis haec apta sint, nobis dis
soluta. Scenicorum quidem mos tantam habet veteri dis
ciplinà venecundiam, ut in scenam sine subligaculo pro
deat nemo : verentur enim , ne, si quo casu evenerit, ut
corporis partes quaedam aperiantur, adspicianturnon de
core. Nostro quidem more cum parentibus puberes filii,
cum soceris generi non lavantur. Retinenda estigitur hu
jus
(º) Tambien los Cínicos decían, que seguían á la naturaleza; pero
Seguian la de los brutos.
DE CICERON, LIB. I. II 5

- estas reglas de la vergüenza, y mas quando es nuestra


guia, y maestra la misma naturaleza.
CAP I TUL O XXXVI.

Dos especies de hermosura : observaciones en orden á toda


el porre exterior.

P ues como haya dos géneros de hermosura, en uno


de los quales sobresale la gracia, y en otro la dignidad;
debemos considerar la primera como propia de la muger,
y la segunda del hombre. Y así hemos de apartar de no
sotros todo adorno indigno del hombre, y evitar el mis
mo defecto en el gesto, y movimientos del cuerpo; pues
aun en la palestra hay á veces movimientos que enfadan,
y tambien ofenden en los farsantes los gestos importu
nos, y afectados, y en unos, y otros solo se aplaude
lo sencillo, y natural. La dignidad del rostro se conser
va con el buen color, y este con el exercicio. Tam
bien se ha de procurar la limpieza no demasiada , ex
qui
jus generis verecundia, praesentim naturà ipsà magistrà
& duce. -

C A PU T XXXVI.

Duo es se pulchritudinis genera: quid sit in toto cultu


observandum.

Qnin altero
autem pulchritudinis duo genera sint, quorum
venustas sit, in altero dignitas; venus
tatem , muliebrem ducere debemus; digniratem, virilem.
Ergo & à forma removeatur omnis viro non dignus orna
tus; & huic simile vitium in gestu motuque caveatur. Nann
& palestricí motus saepe sunt odiosiores, & histrionum non
nulli gestus inepti non vacant offensione; & in utroque
genere, quae sunt reéta & simplicia, laudantur. Formae au
tem dignitas, coloris bonitate tuenda est; color, exercita
tionibus corporis. Adhibenda est praeterea munditia non
- - H2 odio
116 LOS OFICIOS

quisita, y enfadosa, sino quanto manifieste que se evi


ta el descuido inculto, y grosero. Lo mismo se ha de
observar en el vestido, en el qual, como en todo lo
demas, es muy recomendable la medianía. ”
Tambien en el andar es menester precaucion; de mo
do, que ni vayamos con tanta lentitud, como los que
llevan en las procesiones las estatuas de los Dioses, ni
tan de priesa, que nos apresuremos demasiado; con lo
qual falta el aliento, y se demuda, y altera todo el
rostro; cosa que manifiesta bastante la ligereza del suge
to. Pero mucho mas se ha de procurar que los movi
mientos del ánimo correspondan con la naturaleza : lo
qual conseguiremos estando prevenidos para no caer en
perturbaciones, ni flaquezas; y atentos con todo el áni
mo á no perder de vista el decoro. Los movimientos
del animo son de dos maneras: unos del entendimiento,
y otros de la voluntad. El entendimiento se ocupa en la
investigacion de la verdad: la voluntad impele á obrar. Es
pues necesario tener al pensamiento ocupado en las ideas
mejores, y á la voluntad sujeta en todo á la razon.
CA

odiosa, neque exquisita nimis; tantium quae fugiatagrestem


& inhumanam negligentiam. Eadem ratio est habenda vesti
tús; in quo (sicut in plerisque rebus) mediocritas optima est.
Cavendum est autem , ne aut tarditatibus utamur in
gressu mollioribus, ut pomparum ferculis similes esse vi
deamur , aut in festinationibus suscipiamus nimias celeri
tates; quae quum fiunt, anhelitus moventur, vultus mutan
tur, ora torquentur; ex quibus magna significatio fit, non
adesse constantiam. Sed multó etiam magis elaborandum est,
ne animi motus à natura recedant; quod assequemur, si ca
vebimus , ne in perturbationes atque exanimationes inci
damus ; & si attentos animos ad decori conservationem
tenebimus. Motus autem animorum duplices sunt; alteri,
cogitationis; alteri, appetitús. Cogitatio in vero exqui
rendo maxime versatur; appetitus impellit ad agendum.
Curandum estigitur, ut cogitatione adres quām optimas
utamur : appetitum rationi obedientem praebeamus.
CA
DE CICERON• LIBe Is 117
CAP ITULO XXXVII.

Reglas sobre la pronunciacion, así en el discursº público,


como en la conversacion.

H, ademas en el lenguage, que es tambien de mu


cha consideracion, otras dos maneras diferentes, una
que pertenece á los discursos oratorios, y otra á la
conversacion familiar. La primera tiene lugar en los Tri
bunales, en las juntas del pueblo, en el senado : la otra
en las conversaciones, conferencias, y juntas de los ami
gos, y tambien en los convites. De los discursos públi
cos dan preceptos los Retóricos, de las conversaciones
no, aunque yo no sé si acerca de ellas se podrian pres
cribir. Para lo que se estudia tenemos (a) maestros; pe
ro no hay quien se dedique á este estudio: de Retóri
cos hay mucha abundancia; y pudieran acomodarse muy
bien á la conversacion sus preceptos acerca de las ¿
ras,

C A P U T XXXVII.

De arte pronuntiandi , tum in contentione, tum


in sermone.

Es quoniam magna vis orationis est, eaque duplex; al


tera, contentionis; altera, sermonis : contentio discep
tationibus tribuatur judiciorum , concionum, senâtus; ser
mo in circulis, disputationibus, congressionibus familia
rium versetur; persequatur etiam convivia. Contentionis
praecepta rhetorum sunt ; nulla sermonis: quamquam haud
scio, an possint haec quoque esse. Sed discentium studiis
inveniuntur magistri; huicautem qui studeant, sunt nul
li: rhetorum turbà referta omnia: quamquam quae ver
borum sententiarumque praecepta sunt, eadem ad serino
ncnºl

(a) Dice que se hallan escuelas, y maestros para aquellas cosas que
se aprenden; pero el modo de hablar nadie iuzga que se debe aprender.
H3
I 18 LOS OFICIOS

bras, y sentencias. Mas siendo como es la voz el órga


no de las palabras, y requiriéndose en ella dos circuns
tancias, que sea clara, y suave, ambas son dones de la
naturaleza; pero la una se perfecciona con el exercicio,
y la otra con la imitacion de aquellos que se explican
con facilidad, y dulzura. Por esto solo fueron tenidos
los Catulos por hombres de un gusto exquisito en las
letras: eran verdaderamente literatos; pero otros lo eran
tambien; y solo de ellos se alababa el buen uso de la
lengua latina. El sonido de su voz era suave: la expre
sion de las silabas, ni demasiado fuerte, ni confusa: na
da de obscuridad, nada de afectacion , sin especial es
fuerzo, sin languidéz, ni retumbancia. Mas abundan
te era el lenguage de L. Craso, y no menos gracioso;
pero nada baxó por eso la opinion del bien hablar de
los Catulos. En la sal, y donaire excedió á todos Ce
sar, hermano del padre de Catulo; de modo que su
estilo sencillo, y natural cbscurecia en el foro la elo
qüencia mas vehemente de los otros oradores.
Todas estas cosas merecen mucha atencion, puesto
que vamos á buscar el decoro en todo. Haya en nues
trOS

nem pertinebunt. Sed quum orationis indicem , vocem ha


beamus ; in voce autem duo sequamur, ut clara sit, ut
suavis 3 utrumque on nino à natura petendum est: verum
alterum, exercitatio augebit, alterum imitatio presse lo
quentium , & leniter. Nihil aliud fuit in Carulis, ut
eos exquisito judicio putares uti litterarum ; quamquam
erant litterati; sed & alii: hi autem optimè utilinguá
Latiná putabantur. Sonus erat dulcis, litterae neque ex
pressae nimis , Jeque oppressae, ne aut obscurum esset,
aut putidum : sine contentione vox, nec languens, nec
canora. Uberior oratio L. Crassi, nec minius faceta: sed
bene loquendi de Catulis opinio non minor. Sale verò &
facetiis Caesar, Catuli patris frater, vicit omnes; utin
ipso illo forensi genere dicendi contentiones aliorum ser
mone v1n Ceret.
In omnibus igitur his elaborandum est, si in omni re,
quid
DE CICERON, LIB, Ie II9

tros discursos aquella dulzura, sin presuncion, ni per


tinacia, en que sobresalen tanto los discípulos de Sócra
tes: sean agradables, y no excluyamos á los demas de
la conversacion, como si entráramos en una posesion
propia; antes tengamos en ella por oportuna, así como
en todo lo demas, la alternativa. Sobre todo veamos
de qué se habla, si de asuntos serios, mostremos serie
dad; y si de jocosos, gracia : aun mas que todo esto,
cuidemos de que no indique la conversacion los vicios
de las costumbres; lo qual suele suceder especialmente
quando se murmura de propósito de los ausentes, ó por
hacer reir á los que escuchan, ó con seriedad maligna, é
injuriosamente. Mas las conversaciones por lo regular
tienen por objeto los negocios domésticos, ó de la Re
pública, ólos estudios, y disciplina de las artes. Y se
ha de poner cuidado porque vuelvan á parar á este pun
to, aunque se haya hecho alguna digresion, no con
violencia, sino de modo que vengan por sí mismos los
asuntos; porque no á todos, ni en todos tiempos agra
dan unos mismos. Por último debe tambien notarse,
hasta qué punto divierte la conversacion, y que así co
IIO

quid deceat, exquirimus. Sitigitur hic sermo, in quo


Socratici maximè excellunt, lenis, minimèque pertinax:
insit in eo lepos. Nec vero tamquam in possessionem suam
venerit, excludat alios: sed quum reliquis in rebus, tum
in sermone communi, vicissitudinem non iniquam putet: ac
videat in primis, quibus de rebus lo quatur: si seriis, severi
tatem adhibeat ; si jocosis, leporem : in primisque provi
deat, ne sermo vitium aliquod indicet inesse in moribus;
quod maximè tum solet evenire, quum studiosè de absenti
bus detrahendi causä , aut per ridiculum , aut severe, ma
ledicè, contumeliosèque dicitur. Habentur autem plerumque
sermones aut de domesticis negotiis, aut de republica, aut
de artium studiis atque doctrina. Danda igitur opera est, ut
etiam si aberrare ad alia coeperit, ad haecrevocetur oratio:
sed, utcumque aderurt res: neque enim omnesiisden de re
bus, nec omni tempore similiter delectamur-Animadverten
H4 dum
12o LOS OFICIOS

mo ha precedido algun motivo de entrar en ella, le haya ,


tambien de darla fin.

CAPITULO XXXVIII.

Reglas para las reprehensiones, y para la


conversacion.

M. así como se nos ordena sabiamente, que huya


mos en todas nuestras acciones de toda perturbacion, es
to es, de aquellos movimientos desarreglados del ánimo
que salen de los términos de la razon; del mismo modo
debemos evitarlos en la conversacion, porque no se ex
cite la ira, ni se descubra algun deseo desordenado, pe
reza, floxedad, ú otro vicio semejante; y especialmen
te hemos de procurar dar á entender, que tenemos amor,
y respeto á aquellos con quienes hablamos. Son precisas
tambien algunas veces las reprehensiones , en que por
ventura es menester esforzar mas la voz, y usar de una
gravedad en las palabras, que participe de aspereza. Pe
rO

dum est etiam , quatenus sermo delectationem habeat ; &,


utincipiendi ratio fuerit, ita sit desinendi modus.
C A P U T XXXVIII.

guomodo castigandum : quid in sermonibus obser


vandum sit.

Sea quomodo in omni vita rectissimè praecipitur, ut


perturbationes fugiamus , id est, motus animi nimios, ra
tioni non obtemperantes ; sic ejusmodi motibus sermo de
bet vacare, ne aut ira exsistat, aut cupiditas aliqua,
aut pigritia, autignavia, aut tale aliquid appareat: ma
ximeque curandum est, ut eos quibuscum sermonem con
ferimus , & vereri , & diligere videamur. Objurgationes
etiam nonnum quam incidunt necessariae, in quibus uten
-
dum est fortasse & vocis contentione majore , & verbo
y ll ll
TDE CICERON• LIB, Ie I2 I

ro esto se ha de executar de suerte que perciban los de


mas, que no estamos airados; sino que al término de
reprehender hemos de llegar raras veces, y mal de nues
tro grado, como quando llega el caso de echar mano
del yerro, ó del fuego; y aun nunca, sino quando nos
obligue la necesidad; y no se halle otro remedio. Pero
sobre todo, apartemos la ira lexos de nosotros, porque
no dexa obrar cosa alguna con prudencia, y reétitud.
Generalmente se ha de reprehender con clemencia,
aunque con seriedad; de modo que nos hagamos respe
tar; pero sin malas razones: y aun se ha de dar á en
tender, que aquella misma aspereza, que lleva la re
prehension consigo, se ha tomado por bien de aquel á
quien se reprehende. Es tambien puesto en razon, que
en las contiendas con nuestros mayores enemigos guar
demos dignidad, pero no demos entrada á la ira, aun
que oigamos injurias, que no mereciéramos oir. Porque
lo que se hace estando preocupados de alguna pasion, es
forzoso que falte á la constancia, y merece la reprehen
sion de quien lo escucha. Asimismo es muy culpable el
alabarse uno á sí propio, particularmente con falsedad, y
1111--

rum gravitate acriore : id agendum etiam , ut ne ea fa


cere videamus irati: sed, ut ad urendum & secandum, sic
& ad hoc genus castigandi, rarò invitique veniemus;
nec unquam , nisi necessariò, si nulla reperietur alia me
dicina : sed tamen ira procul absit, cum qua nihil rec
te fieri, nihil consideratè potest.
Magna autem ex parte clementi castigatione licet uti,
gravitate tamen adjunétä , ut & severitas adhibeatur, &
contumelia repellatur : atque etiam illud ipsum , quod
acerbitatis habet objurgatio, significandum est, ipsius cau
sa, qui objurgetur , susceptum esse. Rectum est autem,
etiam in illis contentionibus, quae cum inimicissimis fiuut,
etiam si nobis, indigna audiamus , tamen gravitatem reti
nere, , iracundiam repellere: quae enim cum aliqua per
turbatione fiunt, ea nec constanter fieri possunt, peque
iis, qui adsunt, probari. Deforme etiam est de se ipso
prae
22 LOS OFICIOS

imitar con risa de los que le oyen al soldado vanaglo


rioso de Terencio.

CAPITULO XXXIX.

Quál ha de ser la casa de un sugeto de con


sideracion.

M, ya que vamos recorriendo todas las obligacio


nes (á lo menos este es nuestro deseo), hemos de decir
tambien de qué porte ha de ser la casa de un Caballero
noble, y principal, cuyo fin es el uso , y al qual de
be corresponder el todo del edificio, sin olvidarse de la
dignidad, y conveniencias. A Cn. Octavio, que fue el
primer Consul de su familia, sabemos que le grangeó
mucha estimacion una casa magnífica, y suntuosa que
edificó en el monte Palatino: la qual como iban todos
á ver, se cree que le concilió el favor del pueblo, aun
que hombre nuevo, para el consulado. Esta la demolió
M. Escauro para hacer mayor la suya; pero Oétavio en;
-
trO

praedicare, falsa praesertim , & cum irrisione audientium


imitari militem gloriosum.
CAP UT XXXIX.

Qualem hominis honorati t9º principis domum


placeat esse.
E quoniam omnia persequimur ( volumus quidem cer
te ) dicendum est etiam , qualem hominis honorati & prin
cipis domum placeat esse, cujus finis est usus; ad quem
accommodanda et aedificandi descriptio : & tamen ad
hibenda dignitatis commoditatisque diligentia. Cn. Qc
tavio, qui primus exilla familia Consul factus est, ho
nori fuisse accepimus, quòd praeclaram aedificasset in
Palatio & plenam dignitatis domum ; quae quum vulgó
"seretur, suffragata domino, novo homini, ad consula
tum
DE CICERON, LIB. I. 123
tró en su casa el primer consulado que obtuvo su fami
lia; y estotro hijo de un hombre muy ilustre, introdu
xo en la que engrandeció, no solo la repulsa del consu
lado, sino tambien la ignominia, y un desgraciado fin.
Se ha de adornar pues con la casa la dignidad de la per
sona, no se ha de buscar en la casa toda la dignidad: ni
el dueño ha de ser honrado por la casa, antes á ella ha
de honrar su dueño. Y al modo que en todas las otras
cosas no ha de mirar el hombre á sí solo, sino tambien á
los demas; de la misma manera en la casa de un hom
bre de distincion, que ha de estar abierta á muchos
huéspedes , y en ella se han de admitir diversas clases de
gentes, debe tenerse consideracion de la capacidad: mas
con la precaucion de que por muy grande no deshon
re á su dueño si está desocupada, y mas si en poder de
otro era mas concurrida. Porque es mucho de notar si
los que pasan dicen:
,Oh antigua casa del Señor primero
,,Quanto es diverso el que te habita hoy dial
como pudiéramos decir nosotros de muchas en estos
tiempos.
Si

tum putabatur : hane Scaurus demolitus, accessionem ad


junxit aedibus. Itaque ille in suam domum consulatum pri
mus attulit; hic summi & clarissimi viri filius, in do
mum multiplicatam, non repulsam solium retulit, sed ig
nominiam etiam, et calamitatem. Ornanda est enim dignitas
domo, non ex domo dignitas tota quaerenda; nec domo
dominus , sed domino domus honestanda est: & utin ce
teris habenda ratio non sui solium , sed etiam aliorum;
sic, in domo clari hominis; in quam & hospites multi
recipiendi , & admittenda hominum cujusque modi mul
titudo, adhibenda est cura laxitatis: aliter ampla domus
dedecori domino saepe fit, si est in ea solitndo; & ma
ximè, si aliquando alio domino solita est frequentari:
odiosum estenim, quum à praetereuntibus dicitur:
”0 domus antiqua beu quām dispari dominare domic
quod quidem his temporibus in multis licet dicere.
Ca
I24 LOS ORICIOS

Si nosotros mismos levantamos el edificio , hemos


de cuidar de no exceder los límites de la moderacion en
el gasto, y magnificencia; lo qual suele acarrear muy
graves daños con el exemplo; porque muchos se empe
ñan en imitar á los poderosos en esta parte con especia
lidad. ¿Quién hasta ahora se ha mostrado émulo de la
virtud de L. Luculo ¿Y quántos lo han sido de la sun
tuosidad de sus granjas? Por tanto es menester modera
cion, atemperarse á una medianía regular, y acomo
darla al uso, y porte de la vida. Pero baste lo dicho
acerca de esto. Tres cosas pues se han de observar en
todas nuestras acciones: la primera que la razon domine
al apetito, que es lo mas importante para el cumplimien
to de las obligaciones : la segunda, que se considere el
justo valor de la accion que emprendemos , para no to
marnos mayor trabajo, ó poner menor cuidado del que
pida : la tercera, que cuidemos de la moderacion en to
do lo que pertenece á la dignidad, y porte exterior de
la persona. Mas la mejor moderacion es guardar el de
coro que tanto hemos recomendado, y no excederse de
él:

Cavendum autem est, praesertim si ipse aedifices, ne


extra modum sumptu & magnificentiá prodeas ; quo in ge
nere multum mali etiam in exemplo est: studiose enim
pleri que praesertim in hanc partem, féta principum imi
tantur ; ut L. Luculli, summi viri, virtutem , quis at
quâm multi villarum magnificentiam imitati sunt? Quarum
quidem certe est adhibendus modus , ad mediocritatem
que revocandus: eademque mediocritas ad omnem usum
cultumque vitae transferenda, est. Sed haec haétenus. In
omni autem actione suscipienda, tria sunt tenenda: pri
münu, ut appetitus rationi pareat 5 quo nihil estad of
ficia conservanda accommodatius : deinde, ut animadver
tatur, quanta illa res sit, quam efficere velimius sut ne
ve major, neve minor, cura & opera suscipiatur, quām
causa postulet : tertium est, ut caveamus, utea , quae
pertinent ad liberalem speciem & dignitatem , moderata
sint. Modus autem est optimus, decus ipsum tenere, de
quo
DE CICERON. LIB. I, I2S

él: bien entendido, que de las tres cosas dichas la mas


• e º /

esencial es que el apetito se sujete á la razon.


* CAP I TULO X L.
r e e

Qué es orden? quanto mudan las circunstancias la maturaleza


de las acciones.

Y. es tiempo de que tratemos (a) del orden de las


cosas, y de la oportunidad del tiempo. En cuyo cono
cimiento se contiene aquello que los Griegos llaman
vrafía; no lo que entendemos nosotros por modo , en
que va incluida la moderacion; sino esta virtud que
consiste en la observacion del orden. La qual, llamán
dola nosotros modestia, la definen los Estoicos : arte de
colocar en su lugar todo quanto se dice, y se hace; de
modo que viene á ser lo propio orden que colocacion.
Porque al orden le definen : colocacion de las cosas en
SllS

quo antè diximus, nec progredi longiüs. Horum tamen


trium praestantissimum est, appetitum obtemperare ra
C1Onle
C A P U T XL.

9uid sit ordo ; magnam vim es se temporum ad commutandam


rey"M/2 724 fZirá1777,

Direr. de ordine rerum & temporum opportunita


te dicendum est. Hac autem scientià continetur ea, quam
Graeci va afíav nominant ; non haec, quam interpretamur
modestiam , quo in verbo modus inest : sed illa vrafía,
in qua intelligitur ordinis conservatio. Itaque, ut eam
dem nos modestiam appellemus, sic definitur à Stoicis,
ut modestia sit scientia earum rerum , quae agentur, aut
dicentur, loco suo collocandarum : itaque videtur ea
dem vis ordinis & collocationis fore. Nam & ordinem sic
de
(a) Pasa á explicar el último miembro de los tres que arriba pro
puso, que es el ordena - -
126 LOS OFICIOS \

sus lugares propios, y correspondientes; y á estos luga


res de las acciones llaman tiempo oportuno, el qual en
Griego se dice vuaafia, y en latin occasio. De donde se
infiere, que la modestia, segun la interpretacion que la
hemos dado, es la ciencia del tiempo oportuno para ca:
da operacion. Puede convenir tambien esta definicioná
la prudencia de que tratamos al principio; pero aquí ha
blamos de la moderacion, y templanza, y de las otras
virtudes, que dicen relacion á ellas. Lo que tocaba á
la prudencia, ya queda dicho en su lugar; tratemos
ahora de estas que vamos hablando , y pertenecen
al pudor, y á la aprobacion de aquellos con quienes
vivimos.
El orden que hemos de guardar en nuestras accio
nes, ha de ser tal, que todas sean conformes, y cor
respondientes entre sí, como se requiere en las partes de
un discurso seguido. Por exemplo tratándose de asun
tos graves, y serios, seria fealdad, y ridiculez, mez
A • e /* •

clar gracias de banquetes, u otra conversaciºn baxa, ó


afeminada. Por esto es muy notable - aquella sentencia
- de

definiunt, compositionem rerum aptis & acommodatis lo


cis locum autem actionis, opportunitatem temporis esse
dicunt: tempus autem actionis oPPortunum, Graece vua pa
Latine appellatur occasio. Sic fir, ut modestia haec: quam
ita interpretamur , ut dixi, scientia sit opportunitatis ido
neorum ad agendum temporum. Sed potest eadem esse
prudentiae definitio, de qua principiò diximus ; hoc au
em loco de moderatione , & temperantia , & harum s
milibus virtutibus quaerimus. Itaque, quae eranº pruden
tiae propria, suo loco dicta sunt : quae autºnº harum vir
tutum, de quibus jamdiu loquimur, quae pertinentad ve
ecundiam, 8z adeorum aprobationem, quibuscum vivi
mus, nunc dicenda sunt. -

Talis estigitur ordo actionum adhibendus, ut, quem


admodum in oratione constanti, sic in vita omnia sint
apta inter se, & convenientia. Turpe est enim , valde
que vitiosum, in re severa convivii dicta aut delicatum
äli
DE CICERON• LIB, Ie 127
de Pericles. Tenia este por compañero en la Pretura al
poeta Sofocles; y estando confiriendo los dos sobre
negocios concernientes á sus empleos, pasó por acaso
un mancebo de gallarda disposicion: ¡Qué joven tan her
moso, Pericles! dixo al verle Sofocles; y el otro le re
plicó: Bien ; pero un Pretor, Sofocles, hasta en los ojos,
no solamente en las manos, ha de mostrar continencia. Si
aquella misma expresion la hubiera dicho Sofocles en una
prueba de atletas, no mereciera tan justa reprehension.
Tanta es la fuerza del lugar, y tiempo. Lo mismo, si
el que tiene que defender una causa, va meditando en
tre sí por la calle, ó en el paseo, no causa estrañeza;
pero si se pone á hacer esto en un convite, parecerá un
hombre impolítico, y mal criado, por no saber guar
dar el tiempo. Las acciones que disucnan mucho, como
ponerse á cantar en la plaza, ó qualquier otro extre
mo ridículo, nadie dexa de conocerlas, y así no nece
sitan de preceptos: donde ha de haber mayor precaucion,
es en aquellos defectos que parecen leves, y no son co
nocidos sino de muy pocos. En un instrumento músico,
por

aliquem inferre sermonem. Bene Pericles, quum haberet


collegam in praetura Sophoclem poetam, hique de com
muni officio convenissent , , & casu formosus puer prae
teriret, dixissetque Sophocles: O puerum pulchrum, Peri
cle ! At enim praetorem , Sophocle, decet non solum manus,
sed etiam oculos abstinentes habere. Atqui hoc idem Sopho
cles si in athletarum probatione dixisset , justà reprehen
sione caruisset : tanta vis est & loci, & temporis. Ut
si quis, quum causam sit acturus, in itinere, aut in am
bulatione secum ipse meditetur, aut si quid aliud atten
tiüs cogieet, non reprehendatur; at hoc idem si in con
vivio faciat, inhumanus videatur, inscientià temporis. Sed
ea, quae multum ab humanitate discrepant , ut, si quis
in foro cantet, aut si qua est alia magna perversitas, fa
cilè apparent, nec magnopere admonitionem. & praecep
ta desiderant : quae autem parva videntur esse delicta,
neque à multis intelligi Possunt, ab iis est diligentiüs
de
128 LOS OFICIOS -

por poco que disuene una cuerda de otra, el que es


diestro no dexa de conocerlo: pues á este modo se ha
de precaver en nuestras acciones aun la menor discrepan
cia, y esto con tanto mayor cuidado que en la músi
ca, quanto es mejor , y mas noble la harmonía, y or
den en la conducta de la vida.

CA P I T UL O X L. I.
/

Se han de evitar las menores faltas, arreglar su exterior,


tomar consejo en las cosas dudosas, y respetar la virtu
donde quiera que se halle.
A pues como el oido del músico percibe las meno
res disonancias; del mismo modo, si nosotros queremos
ser reétos, y severos censores de nuestros defectos, mu
chas veces los pequeños nos darán conocimiento para los
mayores. Por las miradas, por la serenidad, ó las ar
rugas de la frente, por la tristeza, ó alegria, por la ri
sa, por el habla, ó el silencio, por el tono de voz mas
al

declinandum : ut in fidibus, aut in tibiis, quamvis pau


lum discrepent, tamen id à sciente animadverti solet; sic
videndum est in vita, ne forte quid discrepet, vel mul
tò etiam magis, quó major & melior aétionum, quām
SOI1Ofll Il COIl Celtil S eSts

C A P UT X L. I.
Minima peccata es se vitanda: quid in corpore toto decear ca
vendum es se : in rebus dubiis quid dofis placeat, exqui
rendum : virtutem, ubicumque sit, coli oportere.

Tasas , ut in fidibus musicorum aures vel minima sen


tiunt ; sic nos, si acres ac diligentes esse volumus, ani
madversoresque vitiorum, magna saepe intelligemus, ex
parvis. Ex oculorum obtutu , ex superciliorum autremis
sione, aut contractione , ex moestitia, ex hilaritate, ex
risu, ex locutione, ex reticentia, ex contentione vocis,
CX
DE CICERON. LIB, I, I29

alto, ó mas baxo, y por otras señales semejantes, es


facil el juzgar quál de estas circunstancias es decente, y
quál desdice del estado natural, y de la obligacion.
Para este efecto no será fuera de propósito observar
como parecen en los otros estas acciones, para que evi
temos lo que nos parezca en ellos disonante; pues ve
mos mejor, yo no sé como, los defectos agenos, que
los propios. Y así los maestros corrigen muy facilmente
á los que enseñan, remedándoles en aquellos mismos
defectos que cometen. Tampoco será ageno, que para
resolvernos en los casos dudosos, consultemos á los hom
bres doctos, y experimentados, y veamos lo que les
parece de qualesquiera género de obligaciones. La mayor
parte regularmente se dexan llevar de lo que conviene á
sus inclinaciones naturales; , y así es necesario ver no so
lamente lo que cada uno dice, sino lo que siente, y la
razon por que siente así; porque al modo que los Pinto
res, los Escultores, y aun los Poetas, quieren que sus
obras las censure el público, para corregir aquellos de
fectos que hubiere notado el mayor número, y meditan
COn

ex submissione, ex ceteris similibus, facilè judicabimus,


quid eorum aptè fiat , quid ab officio natura que discre
pet. Quo in genere non est incommodum , quale quodque
eorum sit, ex aliis judicare; ut si quid dedeceat in aliis,
vitemus ipsi : fit enim nescio quo modo, ut magis in aliis
cernami , quám in nobismet ipsis, si quid delinquitur:
ita que facillime corriguntur in discendo, quorum vitia
imitantur, emendandi causá, magistri. Nec verò alienum
est, adea eligenda, quae dubitationem afferunt, adhi
bere doétos homines, vel etiam usu peritos , & quid his
de quoque officii genere placeat, exquirere. Major enim
pars eô ferè deferri solet, quò à natura ipsa deducitur:
in quibus videndum est, non modo quid quisque loqua
tur, sed etiam , quid quisque sentiat, atque etiam , qua
de causa quisque sentiat. Ut enim pictores, & ii , qui
signa fabricantur, & verò etiam poécae, suum quisque
opus à vulgo considerari vult , ut , si quid reprehenstum
TO Me I, I sit
I3o LOS OFICIOS

consigo , y comunican con otros en qué consiste el de


feéto que se ha notado ; asi nosotros hemos de hacer
muchas cosas, y dexar de hacer otras , mudar, y cor
regir, consultando el juicio de los demas.
Por lo que toca á aqucllas cosas establecidas por
institutos , y costumbres de mucho tiempo, son escusa
das las reglas , porque lo es la misma costumbre : mas
no convienc que haya alguno tan engafiado , que si S6
crates, y Aristipo dixeron , 6 hicieron algo sin atencion
â estas disposicioncs, crca que á él le es igualmente per
mitido el traspasarlas. Porque á unos hombres como
aquellos su gran mérito , y sus heroicas calidades les da
ban tal libertad. Mas tocante al sistema de los Cini
cos (a) , es necesario proscribirle enteramente como á
enemigos declarados del pudor, sin el qual nada puede
haber reéto, nada honesto. Por último estamos obliga
dos â honrar , y reverenciar á aquellos sugetos, cüya
vida se ha empleado siempre en negocios graves , y ho
nestos , que son amantes de la patria , que la han servi
do»

sit à pluribus , id corrigatur , hique & secum , & cum


aliis quid in eo peccatum sit , exquirunt ; sic aliorum ju
dicio permulta nobis & facienda , & non facienda , &
mutanda , & corrigenda sunt.
Quae verò more aguntur institutisque civilibus , de
iis nihil est praecipiendum : illa enim ipsa praecepta sunt;
nec quemquam hoc errore duci oportet , ut , si quid So
' crates aut Aristippus contra morem consuetudinemque ci
vilem fecerint locutive sint , idem sibi arbitretur licere.
Magnis illi , & divinis bonis hanc licentiam assequeban
tur.TCynicorum verò ratio , tota est ejicienda : est enim
inimica verecundiae , sine qua nihil re&tum esse potest,
nihil honestum. Eos autem , quorum vita perspeéta in re
bus honestis atque magnis est ; bene de republica sen
tientes , ac bene meritos , aut merentes , sicut aliquo ho
mo

(a) Los Cfnicos hacian todas las cosas públicamente como los perros,
de donde tomaron el hombre.
DE CICERON. LIB. I. I3 I

do, 6 la sirven a&ualmente , y á las personas que tienen


algun oficio, ô cargo público : debemos hacer mucha
e$timacion de la vejéz , obedccer á los magistrados, dis
tinguir al ciudadano del estrangero, y en este hacer di
ferência de si vive como un sugeto particular , ó como
público, y em una palabra por no disgurrir menudamen
te de cadà uno , estamos obligados á reverenciar , ob
servar, y mantener las leyes generales de la sociedad
humana.
CA PIT U LO X L II.

Dos gêneros de ganantia;, uno honrado , y otro


7}}€0411400. a.

1E, quanto á los oficios , y géneros de ganancias,


quáles han de ser reputados por honrosos , y quáles por
mecánicos , establecemos lo siguiente. En primer lugar
condenamos todo oficio odioso, como es el de los co
bradores , y usureros. Tambien es baxo , y servil el
de los jornaleros, y de todos aquellos á quienes se com
pra,

nore aut imperio affe&tos , observare & colere debemus:


tribuere etiam multum sene&tuti : cedere iis , qui magis
tratum habebunt ; habere dele&um civis & peregrini ; in
ipsoque peregrino , privatimne, an publicè venerit: ad
summum , ne agam de singulis , communem totius gene
ris hominum conciliationem & consociationema. colere,
tueri , servare debemus. -

C A P UT X L I I.
/

Duo erre quaestuum genera ; liberalium scilicet, -

& sordidorum.

J.- de artificiis & quaestibus , qui liberales habendi,


qui sordidi sint , haec ferè accepimus. Primùm improban
tur ii quaestus , qui in odia hominum incurrunt ; ut por
titurum ; ut foeneratorum. Illiberales autem & sordidi
I» quaes
I32 LOS OFICIOS

pra, no sus artes, sino su trabajo; porque en estos su


propio salrrio es un título de servidumbre. Asimismo se
ha de tener por oficio baxo el comercio de los que com
pran á otros para volver á vender; pues no pueden te
ner algun lucro sin mentir mucho, y no hay vicio mas
feo que la mentira. Ademas es baxo todo oficio méca
nico; no siendo posible que en un taller se halle cosa
digna de una generosa educacion. Tampoco son de nues
tra aprobacion aquellos oficios que subministran los de
leites, los pescadores, carniceros, cocineros, mondongueros,
como dice Terencio. Y añadamos á estos los que hacen
comercio de aguas, olores, y afeites, los bailarines (a),
los jugadores, y todo género de taures (b). Mas aque
llas artes que suponen mayores talentos, y que producen
tambien bastantes utilidades, como la arquitectura, la me
dicina, y todo conocimiento de cosas honestas, son de
honor, y dan estimacion á aquellos á quienes correspon
den por su esfera. El comercio, si es corto se ha de repu
- tar

quaestus mercenariorum, omniumque, quorum operae, non


quorum artes emuntur : est enim illis ipsa merces aucto -
ramentum servitutis. Sordidi etiam putandi , qui mercan
tur à mercatoribus, quod statim vendant; nihil enim pro
ficiunt, ñisi admodum mentianzur; nec verò quidquam est
turpius vanitate: opificesque omnes in sordida arte ver
santur; nec enim quidquam ingenuum potest habere of
ficina : minimèque artes hae probandae, quae ministrae sunt
voluptatum, cetarii, lanii , cequi, fartores , picatores, ut
ait Terentius. Adde huc, si placet, unguentarios, sal
tatores, totumque ludum talarium. Quibus autem artibus
aut prudentia major inest , aut non mediocris utilitas
quaeritur, ut medicina , ut architectura, ut doétrina re
rum honestarum , hae sunt iis, quorum ordini conve
niunt , hol estae, Mercatura autem , si tenuis est, sordi
da
(a) Seºun la variedad de tierras, y tiempos han sido los bailarines ya
bien recibidos , ya reprobados. Aquí se entiende aquellos que son de la
compaña de los 1 epiesentantes, ó que abren escuela de danzar. .
(º) A saber aquellos que alquilan sus casas para el juego, y tienen
Cil GS t0 Sll Ballan Cla» - -
DE CICERON, LIB, Is I33

tar por oficio ruin; pero si es mucho, y rico, que con


duce mercadurías de todas partes, y las distribuye sin
engañará nadie (a), no se ha de condenar enteramente.
Y aun parece que merece con razon alabanza, si satisfe
cho el comerciante, ó por mejor decir, contento con
sus ganancias, despues de haber hecho muchos viages.
por mar desde el puerto, se retirare desde aquí al des
canso, y sosiego de las posesiones del campo. Mas entre
todos los oficios por donde se adquiere alguna cosa, el
mejor, el mas abundante, mas delicioso, y propio de
un hombre de bien, es la agricultura. - Acerca de la
qual, puesto que en el libro de la vejez he hablado con
bastante extension, podrás tomar de allí lo que perte
neciere á este lugar. -

CA

da putanda est; sin magna & copiosa, multa undique


apportans , multisque sine vanitate impartiens , non est
admodum vituperanda: atque etiam , si satiata quaestu,
vel contenta potius, ut suepe ex alto in portum , sic ex
ipso portu se in agros possessionesque contulerit, vide
tur jure optimo posse laudari. Omnium autem rerum , ex
quibus aliquid acquiritur, nihil est agriculturà melius,
nihil uberius, nihil dulcius, nihil homine , nihil libero
dignius; de qua, quoniam in Catone majore satis mul
ta diximus , illincassumes , quae ad huuc locum perti
nebunt.
CA
(a) Este género de comercio, que enriquece con los géneros de otras
naciones á su pais , v á los particulares, le exercen con estimacion en al
5unas partes los sugetos mas nobles, y con decorados.

r; - v,
I34 LOS OFICIOS

CAP I TU L O XLIII.

Epílogo de todo lo dicho: comparacion de las obligaciones; y


quales se han de preferir.
C., esto me parece queda suficientemente explicado có
mo proceden las obligaciones de las quatro partes de la
honestidad. Mas entre las mismas cosas honestas puede
ocurrir, muchas veces la disputa, y comparacion (a) de
qual es mas honesta; que es el punto que omitió Panecio.
Porque derivándose todo lo honesto de estas quatro
fuentes, prudencia, justicia, fortaleza, y templanza, es
preciso balancearlas muchas veces para distinguir bien la
obligacion. Soy de sentir pues, que las obligaciones que
provienen de la sociedad, son mas conformes á la natu
ra

C A P U T XL III.

Eorum quae difa sunt compendium ; officiorum comparatio;


quaenam sint praeferenda.

S. ab iis partibus, quae sunt honestatis, quemadmo


dum officia ducerentur, satis expositum videtur. Eorum
autem ipsorum , quae honesta sunt, potest incidere sae
pe contentio & ccmparatio; de duobus honestis utrum
honestius : qui locus à Panaetio est praetermissus. Nam
quum omnis honestas manet à partibus quatuor, quarum
una sit cognitionis; altera, communitatis; tertia, mag
nanimitatis; quarta, moderationis: haec in deligendo of
ficio saepe inter se comparentur, necesse est. Placet igi
tur, aptiora esse naturae ea officia, quae ex communi
ta

, (a) Fsta es la segunda parte de este libro, que contiene la compara


cion omitida por Panecio. Todo el discurso de Ciceron se reduce á pro
bar que el hombre por naturaleza es hecho para obrar, y vivir en socie
dad, y así que debe referir á la accion todos sus pensamientos; y entre
las mismas acciones emprender aquellas que pertenecen á la comunion,
y sociedad de la vida humana, prefiriéndolas á todas las demas. De don
de se sigue, que de todas las acciones virtuosas, y obligaciones, aque
llas son las primeras, y mas excelentes que provienen de la sociedad,
porque son las mas conformes á la naturaleza
DE CICERON. LIB, I. I 35

raleza , que las que nacen de la prudencia; como pue


de probarse facilmente con este argumento; y es , que
un sabio colocado en la mayor abundancia de todas las
cosas, aunque contemple, y considere consigo muy á
su placer todo quanto hay digno de saberse; con todo
eso, si su soledad es tanta, que ni pude comunicar, ni
verá otro hombre, se aniquilará precisamente. Y la pri
mera, y principal de todas las virtudes es aquella que
los Griegos llaman (a) ºía: pues por prudencia, á
la qual llaman egívuoiv, entendemos nosotros el conoci
miento de lo que debemos apetecer , y evitar. Mas es
ta sabiduría de que he dicho ser la primera, y princi
pal, es la ciencia de las cosas divinas, y humanas, en la
qual se contiene toda la relacion de los hombres con los
Dioses, y la sociedad entre sí mismos (b). Pues si esta
- CS

tate, quâm ea, quae ex cognitione ducantur; idque hoc


«e *A e º - e

argumento confirmari potest , quòd , s1 contigerut ea v1


ta sapienti, utin omnium rerum affluentibus copiis, quam
vis omnia, quae cognitione digna sunt, summo otio se
cum ipse conside et & contempletur ; tamen , si solitu
do tanta sit, ut hominem videre non possit, excedat è
vita. Princepsque omnium virtutum estilla sapientia, quam
cía «v vocant: prudentiam enim , quam Graeci ºívvo av,
aliam quamdam intelligimus, quae estrerum expetenda
rum fugiendarumque scientia. Illa autem sapientia, quam
principem dixi , rerum est divinarum atque humanarum
scientia; in qua continetur Deorum & hominum commu
nitas & societas inter ipsos. Ea si maxima est, ut est
Cer

(a) La sabiduría que tiene el primer lugar entre las virtudes, le tiene
porque consta del conocimiento de las cosas divinas, y lhumanas, y de
sus causas : por lo qual abraza la comunion de los Dioses, y de los
hombres. Y así las obligaciones que nacen de esta comunion , se han de
anteponer á todas las demas. El conocimiento de las cosas divinas , y
humanas, segun cl nodo de hablar de Ciceron , es el conocimiento de to
da la naturaleza quanto puede abrazar el estudio de la Filosofia.
(b) Estos Filósofos comprehendian en la voz comunion , y sociedad,
no solamente á los hombres, sino tambien los Dioses; en cuya deidad;
y providencia creian que estaba de tal modo contcnida la universidad del
mundo, como una Ciudad comun de los hombres, y de hos Dioses. Así
dice Ciceron en el lib. 3. de Finibus, cap. 19. -.

H4.
136 LOS OPICIOS

es la mayor virtud , ó ciencia, como ciertamente lo es,


precisamente la obligacion que ella inspira, ha de ser la
principal. Porque el conocimiento, y contemplacion de
la naturaleza es manco, y defectuoso, si no está acom
pañado de la accion , que tiene por fin principal las co
modidades del hombre.
Su objeto pues es la sociedad; luego debe antepo
nerse á la prudencia : esto juzga, y prueba todo buen
ciudadano por experiencia. Porque quién es el hom
bre, por mas deseoso que sea de entender, y penetrar
ka naturaleza de las cosas, que estando en esta ocupacion
contemplando lo mas digno de saberse, si de repente le
avisan de un peligro en que se halla su patria, y que él
puede socorrerla; no lo dexe todo, y lo arroje de sí,
aunque pensára que podría llegará contar las estrellas, y
medir la extension del universo? Y lo mismo haría sin du
da por el interés, y peligro de un padre, ó de un amigo.
Lo qual convence que las obligaciones de la justicia (a)
de

certè ; necesse est, quod à communitate ducatur officium,


id esse maximum. Etenim cognitio contemplatioque natu
rae manca quodam modo atque inchoata sit, si nulla
aétio rerunº consequatur : ea autem aétio in hominun
commodis tuendis maxime cernitur.
Pertinet igitur ad societatem generis humani; ergo
haec cognitioni anteponenda est; atque id optimas quis
que re ipsà ostendit, & judicat, Quis enim est tam cu
pidus in perspicienda cognoscenda que rerum natura , mt,
si el tractanti contemplantique res cognitione dignissimas,
subito sit al latum periculum discrimemque patriae, cuí
subvenire opitularique possit, non illa omnia relinquat
atque abjiciat, etiam si dinumerare se stellas, aut me
tiri mundi magnitudinem posse arbitretur º atque hoc idem
in parentis, in amic, re, aut periculo fecerit. Quibus re
bus intelligitur, studiis officiisque scientiae praeponenda
eS

(a) Aunque las acciones de que acaba de hacer mencion, pertenecen


tambien á la fortaleza nombra solo á la justicia, porque todas ellas se
han de referir á la sociedad. -
DE CICERON. LIB, I• 137
deben ser preferidas á las de la prudencia; porque en
ella se constituye el bien de la comun utilidad, que
debe llevarnos el primer cuidado.
C A P I T UL O XLIV.

El estudio ha de tener por fin el bien de la sociedad.


An aquelles que emplearon su vida, y sus talentos
en el conocimiento de las ciencias , tampoco perdieron
de vista el aumento de las utilidades, y conveniencias de
los hombres. Porque enseñaron á otros para formarles
mejores ciudadanos, y mas útiles al manejo de los ne
gocios públicos; como lo executó Lisis discípulo de Pi
tágoras con el Tébano Epaminondas, Platon con Dion,
Siracusano, y otros con otros; y aun yo mismo, las
luces que he trahido al servicio de la República, si al
gunas he trahido, las debo á la doétrina, y enseñanza
de mis maestros. Mas no solo durante su vida enseñan
estos varones, y instruyen á los que desean saber, sino
N, que

esse officia justitiae, quae pertinent ad hominum utili


tatem ; quā nihil homini esse debet antiquius.
C A P U Tº XLIV.

Studium ad socienatem conferendum esse.

Aar. illi, quorum studia vitaque omnis in rerum cog


nitione versata est, tamen ab augendis hominum utilita
tibus & commodis non recesserunt. Nam & erudierunt mul
tos, quo meliores cives, utilioresque rebus suis publicis
essent; ut Thebanum Epaminondam Lysis Pythagoreus,
Siracusium Dionem Plato, , multique multos; nosque ip
si, quidquid ad rempublicam attulimus ( si medò aliquid
attulimus) à doctoribus, atque à doctrina instructi ad
eam , & ornati accessimus. Neque solum vivi atque prae
sentes studiosos discendi erudiunt, atque docent; sed1CCIl
138 LOS OFICIOS

que aun despues de su muerte hacen lo mismo por me


dio de los documentos que dexaron en sus escritos. Por
que no omitieron cosa que tuviese relacion con las leyes,
costumbres, y disciplina de la República; de modo que
parece dedicaron su retiro á nuestras comodidades. Así
que estos que se emplean en los estudios de la sabiduría,
y doctrina, consagran á nuestro provecho su ciencia, y
sus conocimientos; y por la misma razon el hablar con
eloqüencia, acompañada de sabiduría, es mas aprecia
ble que los grandes pensamientos desnudos de la magni
ficencia de palabras; porque el pensamiento se refiere á
sí mismo, y la eloqüencia abraza á todos los que esta
mos unidos en sociedad.
Y al modo que las abejas (a) se juntan en enjambres,
no con el fin de fabricar los panales, sino que siendo
congregables por naturaleza, se emplean en aquella obra;
así los hombres, cuya sociedad es mucho mas natural,
COn

idem etiam post mortem monumentis litterarum assequun


tur : nec enim locus ullus praetermissus est ab iis, qui
ad leges, qui ad mores, qui ad disciplinam reipublicae
pertineret; ut otium suum ad nostrum negotium contu
lisse videantur. Itailli ipsi doctrinae studiis & sapien
tiae dediti , ad hominum utilitatem suam intelligentiam
prudentiamque potissimium conferunt. Ob eamque causam
eloqui copiosè , modô prudenter, melius est, quām vel
accutissimè sine eloquentia cogitare; quòd cogitatio in se
ipsa vertitur, eloquentia compleótitur eos, quibuscum com
munitate juncti sumus.
Atque ut apum examina non fingendorum favorum cau
sà congregantur, sed, quum congregabilia natura sint,
fingunt favos; sic homines, ac multo etiam magis, na
tll
, (a) , Rechaza á aquellos que dicen que los hombres no se unen en so
ciedad por naturaleza, síno por necesidad, para que así se ayuden mu
tuamente; y por conseqü encia, que las obligaciones de la sociedad no
provienen de la naturaleza. Porque al modo que las abejas se juntan, no
por causa de fabricar los panales, sino que siendo congregables por na
turaleza, trabajan por el bien conmun de su especie; así los hombres aso
ciados por naturaleza dedican su trabajo , su industria, y todos sus pen
samientos al bien comun de la sociedad.
IDE CICERON, LIB, I, I39

consagran á ella toda la habilidad de sus pensamientos,


y acciones. De modo que si la virtud que tiene por
objeto la union, y conservacion de los hombres, no in
fluye en el conocimiento de las cosas, este queda árido,
y sin provecho; y lo mismo la grandeza de ánimo, si
no es su primer mobil la union, y sociedad humana,
degenera en barbarie, y ferocidad. De lo qual se con
cluye, que la consociacion, y comunidad de los hom
bres , lleva muchas ventajas á la ciencia, y nociones
especulativas. Ni tampoco es verdadera la opinion de
aquellos, que dicen haber tenido principio la sociedad
de las necesidades de la vida, y de que no podian los
hombres unos sin otros hacer, ni alcanzar lo que requie
re la naturaleza; y que si la divina providencia nos
repartiese con su varita (como ellos dicen) todo aquello
que para el sustento, y trato de la vida habemos menes
ter; entonces no habria hombre de talentos que no
abandonase los negocios, dedicándose al estudio de las
ciencias. No es así; porque huirían de la soledad, y
buscarían quien les acompañase en sus estudios, y tam
bien

turā congregati , adhibent agendi cogitandique solertiam.


Itaque nisi ea virtus, quae constat ex hominibus tuen
dis, id est , ex societate generis humani, attingat cog
nitionem rerum , solivaga cognitio , & jejuna videatur:
itemque magnitudo animi, remotà communitate conjunc
tioneque humaná, feritas sit quaedam & immanitas. Ita
fit, ut vincat cognitionis studium consociatio hominum
atque communitas. Nec verum est, quod dicitur à qui
busdam , propter necessitatem vitae, quòd ea, quae na
tura desideraret consequi sine aliis, atque efficere non
possemus , idcirco istam esse cum hominibus communi
tatem & societatem : quòd si omnia nobis, quae ad vic
tum cultumque pertinent, quasi virgulà divina, ut aiunt,
suppeditarentur , tum optimo quisque ingenio, negotiis
omnibus omissis, totum se in cognitione & scientia col
locaret. Non est ita : nam & solitudinem fugeret, & so
cium studii quaereret: tum docere, tum discere vellet, tum
2. Ll -
I4o LOS OFICIOS

bien desearían enseñará otros, aprender, hablar, y oir,


á los demas. Concluyamos finalmente, que aquellas obli
gaciones que contribuyen á la conservacion de la socie
dad, y union de los hombres, se deben anteponer á las
que provienen del conociento, y la sabiduría.
CA P I T UL O XLV.

No se ha de anteponer el provecho de la sociedad a las obli


gaciones del pudor : grados de las obligaciones.
Pe, ventura falta solo exàminar, si esta sociedad, cu
yo principio está en la misma naturaleza, se ha de an
teponer tambien á la moderacion (a), y templanza. No
soy yo de este parecer. Porque hay cosas tan feas por
una parte, y por otra tan malas, que ni aun por su mis
ma patria las haría un sabio. De estas recogió un gran
número Posidonio, pero algunas tan odiosas, y obsce
InaS
RE

audire, tum dicere. Ergo omne officium, quod ad conjunc


tionem hominum , & ad societatem tuendam valet, antepo
nendum estilli officio, quod cognitione & scientià con
tinetur.
C A PU T X L. V.

Societatis utilitatem pudori non es se anteponendam:


officiorum gradus.
Ima forsitam quaerendum sit, num haec communitas,
quae maxime est apta naturae, sit etiam moderationi mo
destiaeque semper anteponenda. Non placet: sunt enim
quoedam ita foeda, partim ita flagitiosa, ut ea, ne con
servandae quidem patriae causá, sapiens facturus sit: ea
Possidonius collegit permulta, sed ita tetra quaedam,
lt3.
(a). Hasta aquí ha comparado los oficios de la accion con los de la pru
dencia; pero porque la modestia, y moderacion contienen tambien ac
cion, y conocimiento, dice que acaso preguntarán algunos, si las obli
gaciones que provienen de la sociedad, se han de anteponer tambien á
las de la templanza?
DE CICERON• LIB, Ie I4 r
nas, que aun de nombrarse lo son. Estas ni las comete
rá un hombre de bien por su patria, ni la patria lo quer
rá tampoco. Mas lo mejor del caso es, que no pueda ve
nir tiempo en que sea util á la república el hacerlas. Y
así demos por concluido esto (a) con decir , que en la
eleccion de las obligaciones, la primera es la que dice
relacion á la sociedad; porque al conocimiento, y sa
biduría se sigue la accion acertada: de donde proviene,
que el obrar con acierto es mucho mas importante que
el pensar con prudencia : ya lo hemos visto : y el mis
mo asunto es por sí bien claro, y no es dificil al tiem
po de elegir ver lo que merece preferencia. Aun en esta
misma sociedad tienen sus grados las obligaciones, por
los que se puede venir en conocimiento de quál se aven-,
taja á quál : las primeras se deben á los Dioses inmor
tales ; las segundas á la patria : las terceras á nuestros
padres, y así de todas las demas. De estos pricipios tra
tados brevemente, se percibe, que no solo exáminan
los

ita obscoena, ut dictu quoque vídeantur turpia. Haec


igitur non suscipiet reipublicae causà; neres quidem pu
blica pro se suscipi volet. Sed hòc commodius se res
habet, quòd non potest accidere tempus, ut intersit rei
publicae quidquamillorum facere sapientem. Quare hoc
quidem effectum sit, in officiis deligen dis id genus officio
rum excellere, quod teneatur hominum societate: etenim
cognitionem prudentiamque sequitur considerata actio: ita
fit, ut agere considerate pluris sit, quâm cogitare pruden
ter. Atque haec quidem haótenus: patefactus est enim locus
ipse, ut non sit difficile in exquirendo officio, quid cuique
sit praeponendum , videre. In ipsa autem communitate sunt
gradus officiorum ; ex quibus quid cuique praestet, intel
ligi possit: ut prima diis immortalibus ; secunda patriae;
tertia parentibus ; deinceps gradatim reliquis debeantur.
Quibus ex rebus breviter disputatis intelligi potest, non
- SO

(b) . Conclusion de toda esta comparacion: aquellos oficios se han de


preferir á los demas, que consisten en la accion por causa de la so
ciedad.
I42. LOS OFICIOS

los hombres si una cosa es honesta, ó torpe, sino tam


bien quando se ofrecen delante dos honestas, qual lo es
mas, que es lo que omitió Panecio, como dixe antes;
pero prosigamos lo que resta.
Fin del Libro primero.

solúm id homines solere dubitare, honestumne, an tur


pe sit; sed etiam, duobus propositis honestis, utrum ho
nestius. Hic locus à Panaetio est, ut supra dixi, prae
termissus. Sed jam ad reliqua pergamus.
Explicit Liber primus.
L I B RO S E GUJW D O. º

A R GUME NT O.

En este segundo libro trata Ciceron de lo util,


que es la segunda parte de este tratado, lo qual
enseña que es inseparable de lo honesto. Pero
como no se puede procurar aquello que es util
sino por los servicios que se hacen los hombres
unos á otros, prescribe los medios de ganar los
corazones , y de hacerlos concurrir á nuestra
felicidad. Estos medios consisten en ser verda
deramente justos , sabios, fuertes, y modera
dos. Concluye exáminando las varias compara
ciones que pueden ocurrir entre dos cosas úti
les, y dice que á la mas util se la dé la prefe
rencia , pero con tal que no desdiga , ni se
aparte de la honestidad, pues de otro modo,
conforme á estos principios no sería util.

LI
I44 LOS OFICIOS

L IB RO SEGUNDO.

CA PITULO I.

La Filosofia es el único consuelo de Ciceron.


Y. me parece , hijo mio Marco, te he explicado
con bastante claridad en el libro anterior, como proce
den las obligaciones de lo honesto, y de cada una de
las virtudes. Siguese tratar ahora de aquel género de
obligaciones, que pertenecen al porte de la vida, y á
la posesion de aquellos bienes que necesita el hombre,
como son las riquezas, y el poder. Acerca de lo qual
dixe arriba, que no solo se exáminaba lo que es util,
y lo que no lo es; sino tambien entre dos cosas útiles,
qual es la mas util, ó qual lo es por excelencia. Em
pezaré pues á tratar de esta materia , abriéndome el ca
mino primero con explicar mi modo de pensar, y los
motivos de emprenderla. Porque aunque muchos de mis
-
li

L IBER SE CUNDUS.

C Á P UT I.

Philosophiam unicum es se Ciceronis solatium.


uemadmodum officia ducerentur ab honestate, Mar
ce fili, atque ab omni genere virtutis, satis ex
plicatum arbitror libro superiore. Sequitur, uthaec offi
ciorum genera persequar, quae pertinent ad vitae cultum,
& adearum rerum , quibus utuntur homines, facultatem,
adopes, ad copias: in quo tum quaeri dixi, quid utile,
quid inutile; tum ex utilibus quid utilius, aut quid ma
ºime utile. De quibus dicere aggrediar, si pauca priüs
ºe instituto, ac de judicio meo dixero. Quamquam enim
-
li
DE CICERON. LIB. II. J45
libros han inspirado á otros no solamente la aficion á leer,
sino tambien el gusto de escribir ; con todo eso me re
celo que algunos, por otra parte hombres de bien, mi
ren con malos ojos este nombre de Filosofia (a), mara
villándose de que yo emplee en ella tanto tiempo, y
trabajo. Pero han de saber, que quando se gobernaba
la República por aquellos á quienes se habia ella misma
entregado, no tenian otro fin mis pensamientos, y cui
dados, que su servicio mas despues que todo se redu
xo á la dominacion de uno solo (b), que no tuvo mas
lugar el consejo, y la autoridad, y que perdí aquellos
nobles compañeros que me ayudaban á mantenerla; no
me quise entregar del todo á mis pesares, que hubieran
acabado conmigo , á no haberme armado de fortaleza,
ni tampoco á los deleites, indignos de un hombre de
talento.
Plugiera el Cielo que la República se mantuviera en
su primitiva forma, y no cayera en manos de hombres,
- IO

libri nostri complures non modô ad legendi, sed etiam


ad scribendi studium excitaverunt ; tamen interdum ve
reor, ne quibusdam bonis viris philosophiae nomen sit
invisum ; mírenturque, in ea tantum me operae & tem
poris ponere. Ego autem quamdiu respublica per eos ge
rebatur, quibus se ipsa commiserat, omnes meas curas
cogitationesque in eam conferebam quum autem domi
natu unius omnia tenerentur , neque esset usquam consi
lio, aut aétoritati locus ; socios denique tuendae rei
publicae, summos viros, amisissem ; nec me angoribus
dedidi, quibus essem confectus, nisi iis restitissem, nec
rursum indignis homine docto voluptatibus.
Atque utinam respublica stetisset quo coeperat statu,
nec in homines non tam commutandarum rerum, quām
eVer

(a) Quando estaba la República en su mayor auge, no se dedicabar


mucho los Romanos á la Filosofia Los Griegos eran los que tenian esta
profesion.
º? C. Julio Cesar, á cuya autoridad se veian precisados á obedecor
Cin tOdOe
TOM, Ie - K
146 LOS OFICIOS

no tan deseosos de mudarla (a), como de acabar con


ella. Entonces sí que lo primero, como solia hacer
quando se mantenia en pie, emplearía yo mi trabajo en
obrar, no en escribir, y escribiría no como ahora tra
tados de moral, sino mis oraciones, como ya hice otras
veces. Pero hoy, que no hay República, por quien yo
sacrificaba mis desvelos, mis talentos, y mi trabajo, ca
lló tambien mi pluma los asuntos forenses, y del Senado.
Mas como el ánimo habituado desde mis primeros
años á estos estudios no pudiese estar ocioso; juzgué que
el medio mas honesto de dar treguas al sentimiento, era
volverme á la Filosofia; en cuyo estudio habiendo gas
tado mucho tiempo de mi juventud por aprenderla, des
pues que comencé, la carrera de los empleos, y me en
tregué del todo á la República, solo tenia lugar para ella
en aquellos ratos que me dexaban sus negocios, ó los de
los amigos, los quales empleaba en leer, sin tener
tiempo para escribir.
CA

evertendarum cupidos incidisset Primium enim , ut stan


te republicà facere solebamus, in , agendo plus, quàm
in scribendo , operae poneremus ; deinde ipsis scriptis non
ea, quae nunc, sed actiones nostras mandaremus, ut sae
pe fecimus, Quum autem respublica, in qua omnis mea
cura , cogitatio, opera poni solebat, nulla esset omnino,
illae scilicet litterae conticuerunt forenses, & senatoriae.
Nihil agere autem quum animus non posset, in his
studiis ab initio versatus aetatis; existimavi honestissimè
molestias posse deponi, si me ad philosophiam retulis -
sem: cui quum multum adolesceas, discendi causá, tem
poris tribuissem ; postea quām honoribus inservire coepi,
meque totum reipublicae tradidi , tantum erat philoso
phiae loci, quantum superfuerat amicorum & reipubli
cae temporis. Id autem omne consumebatur in legendo;
scribendi otium non erat.
CA
R? Sila, Cesar, y los Triunviros aparentaban mudar la forma de la
ºPública; pero en realidad no tiraban á reformarla , sino á destruirla
DE CICERON, LIB, II, 147
CAP I TU L O II.

Conviene sacar algun provecho de los males : alabanzas de la


Filosofia ; sistema de los Académicos.
N, obstante de tan graves males creo haber sacado
este bien, de escribir unos asuntos no muy sabidos de
nuestros Romanos, y muy dignos de saberse. Porque
¿qué bien, ó Dios! mas digno de ser buscado, mas no
ble, mas util, mas digno del hombre que la sabiduría?
Dase nombre de Filósofos á los que la estudian, y á la
verdad no quiere decir otra cosa Filosofia (si vamos á in
terpretarlo), que estudio de la sabiduría. La qual, segun
la definicion de los antiguos, es la ciencia de las cosas
divinas, y humanas, y de las causas de que proceden
cuyo estudio, el que le reprueba, yo no sé por cierto
que juzgará digno de alabanza.
Porque, ó bien se busque el recreo del ánimo, y
des

CAP UT II.

In malis aliquid boni assequi oportere: philosophiae laudes:


quid sentiant Academici?
Mini, igitur in malis hoc tamen boni assecuti vi
demur, utea litteris mandaremus, quae nec satis erant
nota nostris, & erant cognitione dignissima. Quid est
enim , per Deos optabilius sapientiá º quid praestantius?
quid homini melius ? quid homíne dignius ? Hanc igitur
qui expetunt, philosophi nominantur; nec quidouam aliud
est philosophia, si interpretari velis, quam studium sa
pientiae. Sapientia autem est (ut à veteribus philoso
phis definitum est) rerum divinarum & humanarum, cau
sarumque, quibus hae res continentur, scientia; cujus stu
dium qui vituperat, haud sane intelligo, quidnam sit,
quod laudandum putet.
Nam sive oblectatio quaeritur animi, requiesque cu
2. 1.
148 1LOS OFICIOS

descanso de otros cuidados , à quâl puede ser comparable


con el estudio de aquellos, que estám siempre empleados
en la investigacion de asuntos útiles al provecho, y felici
dad de la vida3 O bien aspiremos â unâ perfeéta constan
cia, 6 virtud; 6 esta es el arte, 6 absolútamente no hay
arte alguna por donde conseguirlas. Decir qué no hay
arte de adquirir tan exquisitos bienes , quando ningu
na cosa por mínima que sea dexa de tener la suya , es
hablar como hombres poco considerados, que yerran en
las materias amas importantes. Pues si hay algun arte
de adquirir la virtud, àdónde la encontraremos fuera del
estudio de la sabidurfa? Mas ya tratamos este punto en
otro libro á parte mas de propósito, exhortando al es
tudio de la Filosofia; por ahora baste haber dado á en
tender, por qué razon, privado de los honores de la
República, he seguido este estudio con preferencia de
OtrOS. *

Pero aquí me salen al paso, y esto hombres de eru


dicion, y do&trina, preguntándome si yo guardo bas
tante conseqüencia , que habiendo asentado que nada se
Sa

rarum ; quae conferri cum eorum studiis potest , qui


semper aliquid anquirunt , quod speétet & valeat ad be
ne beatèque vivendum ? sive ratio constantiae virtutisque
ducitur ; aut haec ars est , aut nulla omnino , per quam
eas assequamur. Nullam dicere maximarum rerum artem
esse , quum minimarum sine arte nulla sit , hominum est
parum consideratè loquentium , atque in maximis rebus
errantium. Si autem est aliqua disciplina virtutis , ubi
ea quaeretur , quuin ab hoc discendi genere discesse
ris ? Sed haec , quum ad philosophiam cohortamur , ac
curatiùs disputari solent ; quod alio quodam libro feci
mus. Hoc autem tempore tantùm nobis declarandum fuit,
cur orbati reipublicae muneribus , ad hoc nos studium
potissimùm contulissemus.
...Occurritur autem nobis , & quidem à do&tis & eru
ditis , quaerentibus , satisne constanter facere videamur,
qui , quum percipi nihil posse dicamus , tamen & aliis
de
i
--

;
.
¤E C1CERON. LIB. II. I49
sabe con certeza (a) , trato otras veces de varios asun
tos , y al presente doy preceptos de las obligaciones?
Los quales quisiera yo penetrâran mi modo de pensar:
porque no soy de aquellos , cuyo ánimo anda siempre
vago de unas en otras opiniones , sin tener norte fixo.
3 Qué ánimo, ni pensamiento, 6 por mejor decir , qué
vida serfa la nuestra , quitado el método , no solo de
la disputa, sino aun el de arreglar el modo de vivir ? El
hecho es, que así como algunos establecen ser unas co
sas ciertas (i), y otras inciertas; así yo apartándome de
su opinion ; digo , que unas son probables, y otras no
lo son (c).
3 Qué impedimento pues hay para que yo siga aque
llo que me parece probable , y no adopte lo contrario;
y evitando la arrogancia de afirmarlo todo, huya de la
temeridad que tanto se opone â la sabiduria ? Los nues
tros disputan contra todos los argumentos , porque no
pue

de rebus disserere soleamus , & hoc ipso tcmpore prae


cepta officii persequamur. Quibus vellem satis cognita es
set nostra sententia. Non enim sumus ii , quorum vage
tur animus errore , nec habeat umquam , quid sequatur:
quae enim esset ista mens , vel quae vita potiùs, non
modò disputandi , sed etiam vivendi ratione sublatâ ? Nos
autem , ut cetert alia certa , alia incerta esse dicunt, sic
ab iis dissentientes , alia probabilia , alia non probabi
lia esse dicimus.
Quid est igitur , quod me impediat , ea, quae mihi
probabilia videantur , sequi ; quae contrà , improbare;
arque affirmandi arrogantiam vitantem , fugere temerita
tem , quae à sapientia dissidet plurimùm ? Contra autem
- om
{a) EI alma de esta sentencia es, que nada se puede comprehender, ni
saber , ni afirmar de cierto : pcro Ciceron era dé la escuelã de los Aca*
démicos antiguos, que fueroni mas moderados, y asi admitfa lo probable.
.(b) Los Dógmáticos, que admitian lo cierto , y deciam que csto se po
dia alcanzar por la notâ , 6 sefial propia de lo verdadero.
(c) En las mismas cosas probables admitiam sus grados ; de modo , que
unas cQsas fuesen mas probables que otras ; pero deciam que eran tantas
las sutilezas , y falacias que resultabam de la "comparacion, y semejanza
de unas cosas con otras, que aada se atreviam á ífirmar.
K ;
15o LOS OFICIOS

puede darse á mostrar lo probable, si no se confron


tan las razones por una, y otra parte. Mas esto creo que
está bastantemente explicado en mis Qüestiones Aca
démicas. No obstante, hijo mio Marco, aunque te es
tás formando en la mas antigua, y mas célebre Filoso
fia, baxo la conducta, y educacion de Cratipo, varon
muy semejante á sus primeros inventores, no he que
rido dexar de instruirte en estos principios mios, que
no se diferencian mucho de los vuestros. Mas volvamos
/

ya á nuestro propósito.
CAP I TU L o III.

Todo lo que sea honesto es tambien util: estas dos cosas


son inseparables: utilidades de la sociedad.
Huia, señalado ya cinco partes del tratado de las
obligaciones, dos pertenecientes al decoro, y á la ho
nestidad ; dos á las conveniencias de la vida, abundan
cia, poder, y riquezas; y la quinta al juicio de la elec
ClQ),

omnia disputatur à nostris; quòd hoc ipsum probabile


elucere non posset, nisi ex utraque parte, causarum es
set facta contentio. Sed haec explanata sunt in Acade
micis nostris satis, ut arbitror, diligenter. Tibi autem,
mi Cicero, quamquam in antiquissima nobilissimaque phi
losophia, Cratippo auctore, versaris, iis simillimo, qui
ista praeclara pepererunt ; tamen, haec, nostra finitima
vestris, ignota esse nolui. Sed jam ad instituta per
gamus. -

- C A P UT III.

Quidquid honestum sit es se etiam utile : haec duo non es se se


paranda: quantas utilitates aferat societas.

uinque igitur rationibus propositis officii persequen


di, quarum duae ad decus honestatemque pertinent;
- a - - - s e - e

duae ad commoda vitae, copias, opes, facultates; quin


ta
DE CICERON, LIB, IIs I51

cion, si alguna vez parece que repugnan entre sí lo util,


y lo honesto: he concluido la parte de la honestidad,
de que deseo , hayas adquirido un conocimiento ple
no; y paso ahora á tratar de lo que llamamos util.
Acerca de lo qual se han desviado del camino verdade
ro las costumbres corrompidas, y han llegado sin sentir
á tales términos, que separando lo util de lo honesto,
han querido establecer, que alguna cosa podia ser ho
nesta sin ser tambien util, y que se hallaba asimismo
alguna util que no fuese honesta; que es el error mas
perjudicial que ha podido introducirse en la vida huma
na. Los Filósofos de mas autoridad (a) distinguen estas
tres cosas confusas entre sí; pero solo con el pensamien
to, sin ofender en nada ni á la naturaleza de lo honesto,
ni á la severidad de su doétrina; estableciendo, que to
do lo que es justo es tambien util; y asimismo que to
do lo que es honesto es justo; de donde se concluye,
que todo lo que es honesto es tambien util. Mas lcs que
InO

ta ad eligendi judicium, si quando ea, quae dixi, pug


nare inter se viderentur : honestatis pars confecta est,
quam quidem tibi cupio esse notissimam. Hoc autem, de
quo nunc agimus, id ipsum est, quod utile appellatur:
in quo lapsa consuetudo deflexit de via , sensin que eô
deducta est , ut honestatem ab utilitate secernens, &
constitueret honestun esse aliquid, quod utile non es
sets & utile, quod non honestum quā nulla pernicies
major hominum vitae potuit aferri. Summa quidem auc
toritate philosophi severe sanè, atque honeste, haectria
genera confusa, cogitatione distinguunt, quidquid enim
justum sit, id etiam utile esse censent; item que quod
honestum, idem justum: ex quo efficitur, ut, quidquid
ho
(a) Los mayores Filósofos, esto es, aquellos que lo miden todo por
la regla de la honestidad, distinguen con el pensamiento las nociones de
lo util, de lo honesto, y de lo justo, que en realidad , y por su misma
naturaleza no pueden separarse; y arguyen de esta manera : lo que es
justo es util, lo que es honesto es justo; luego lo que es honesto es util.
Este argumento fuera de ninguna fuerza, si las tres nociones no se dis
tinguieran con el entendimiento; pero de esto no se puede arguir que por
naturaleza se distingan.
K 4.
152 LOS OEICIOS

no conocen bien esta verdad, se dexan preocupár de al


gunos hombres artificiosos, y astutos, y califican á la
malicia de sabiduría. A los quales es necesario sacar de
su error, y hacerles creer que podrán llegar al cabo de
sus deseos por consejos honestos, y acciones justas, y
no por fraudes, y dobleces.
De las cosas necesarias á la conservacion de la vida
humana unas son inanimadas (a), como el oro, la plata,
los frutos de la tierra, y otras semejantes ; otras son ani
madas, que tienen sus ímpetus, y sus pasiones. De es
tas mismas, unas son participantes de razon, y otras son
irracionales, como son los caballos, los bueyes, las de
mas bestias, y las abejas, cuyo trabajo contribuye con
alguna utilidad á la vida de los hombres. De las parti
cipantes de razon se distinguen dos especies, una de
Dioses, y otra de hombres: la proteccion de los Dio
ses se merece con la reverencia, y santidad, y despues
inmediatamente quien puede será los hombres de llt1
mas

honestum sit, idem sit utile. Quod qui parum perspi


ciunt, hi saepe, versutos homines & callidos admirantes,
malitiam , sapientiam judicant: quorum error eripiendus
est, opinioque omnis ad eam spem traducenda, ut ho
nestis consiliis, justisque factis, non fraude & malitià,
se intelligant ea, quae velint, consequiposse.
Quae ergo ad vitam hominum tuendam pertinent, par
tim Sunt 1nanima 3 ut aurum y argentum 3 ut ea quae gig
nuntur è terra, ut alia ejusdem generis; partim anima
lia, que habent suos impetus, & rerum appetitus. Eo
rum autem alia rationis expertia sunt, alia ratione uten
tia. Expertes rationis, equi, boves, reliquae pecudes,
apes, quarum opere efficitur aliquied ad hominum usum
atque vitam. Ratione autem utentium duo genera ponun
tur: unum, Deorum ; alterum , hominum. Deos placatos
pietas efficiet, & sanctitas: proximè autem, & es: cOSs

do(a) Divide
le viene ál las
hombre pºútiles ¿
cosas en sus géneros
neros; vy desp
despues enseña,5 que
9l to
De cicERon. Lm. 1. - I53
utilidad son los hombres mismos, La misma division se
hace de las cosas dañosas, y perjudiciales ; mas por
quanto no se cree, que los Dioses ofendan, ni perju
diquen á nadie, exceptuando á ellos, los hombres son
los que mas daño pueden acarrearse á sí mismos. Y en
efecto las mas de las cosas inanimadas son obra de la
industria, y trabajo de los hombres ; las quales no tu
viéramos si los hombres no hubieran empleado en ellas
las manos, y el arte; ni podriamos aprovecharnos de
su uso , si el hombre no tomára este cuidado. Pues no
habria medicina, ni navegacion, ni agricultura, ni aco
pio, y conservacion de las mieses, y demas frutos, sin
el trabajo, y aplicacion de los hombres. Tampoco ten
dríamos ni extracciones de aquellos géneros de que nues
tros paises abundan, ni introduccion de otros de que
carecemos, si los hombres no se aplicasen á estos oficios;
y por la misma razon ni se abririan canteras para sacar
la piedra necesaria para nuestros usos, ni mineros, de
donde se sacase el hierro, el bronce, el oro, y la pla
ta escondidos en las entrañas de la tierra. A
CA

Deos, homines hominibus maximè utiles esse possunt. Ea


rumque item rerum , quae noceant & obsint, eadem di
visio est., Sed quia Deos nocere non putant, his excep
tis, homines hominibus obesse plurimum arbitrantur : ea
enim ipsa , quae inanima diximus, pleraque sunt homi
num operis effecta, quae nec haberemus, nisi manus &
ars accessissent ; mechis sine hominum administratione
uteremur. Neque enim valetudinis curatio , neque navi
gatio, neque agricultura, neque frugum fructuumque reli
quorum perceptio & conservatio sine hominum opera ulla
esse potuisset. Jam verò & earum rerum, quibus abun
daremus exportatio , & earum, quibus egeremus, invec
tio, certe nulla esset, nisi his muneribus homines fun
gerentur : eademque ratione nec lapides e terra excideren
tur ad usum nostrum necessarii; nec ferrum, aes, aurum,
argentum effoderentur penitus abdita, sine hominum labore
& manu,
CA
I54 Los oficios
CAP I T UL O IV,

tilidades del trabajº de los otros ventajas de la


sociedad.

Pe las habitaciones para repararse contra los rigoro


sos frios, y para resguardarse de los calores excesivos,
¿cómo hubieran podido ni levantarse al principio, ni
reedificarse despues, si por una tempestad, ó un tem
blor de tierra, ó por su antigüedad viniesen á derribar
se, si la sociedad comun no hubiera enseñado á pedir es
tos auxilios á los mismos hombres? Los conductos de las
aguas, las derivaciones de los rios, los riegos de los cam
pos, los diques, las presas, ó muelles opuestos á las
aguas, y la fábrica de los puertos, pregunto, ¿de dón
de nos vendrian sin la industria, y trabajo de los hom
bres? De lo qual, y de otras muchas pruebas se con
vence con evidencia, que no podríamos desfrutar de las
comodidades, y provechos, que las cosas inanimadas
producen sin el arte, y industria de nuestras propias
Ina

C A P U T IV.

Utilitas ex alieno labore: societatis commoda.

Ta, verò, quibus & frigorum vis pelleretur, & ca


lorum molestiae sedarentur , unde aut initio generi hu
mano dari potuissent, aut postea subveniri, si autvi tem
pestatis, aut terrae motu, aut vetustate cecidissent, ni
si communis vita ab hominibus harum rerum auxilia pe
tere didicisset º At deductus aquarum , derivationes flu
minum , agrorum irrigationes, moles oppositas fluctibus,
Pºrtus manufactos, quaeso, unde sine hominum opera
habere possemus ? Éx quibus, multisque aliis perspicuum
esº a qui fructus, quaeque utilitates ex rebus iis, quae
sºººinanimae, percipiantur, eas nos nullo modo sine ho
rººººm manu atque opera capere potuisse. Qui denique ex
bes
manos. Y de las bestias, ¿qué fruto, ni utilidad sacaría
mos, si no nos ayudáran los hombres. Porque los que
primero hallaron qué uso se podia hacer de cada uno de
los animales, fueron ciertamente los hombres; y tam
poco podríamos ahora sin el trabajo de ellos, ni alimen
tarlos, ni domarlos, ni conservarlos, ni emplearlos á
tiempo oportuno de que nos puedan servir : siendo
ellos tambien quienes matan los que son dañosos, y quie
nes buscan los que son útiles, y nos pueden ser de
provecho.
¿Mas para qué es ir haciendo menuda expresion de
las inumerables artes, sin las quales absolutamente no
se podria vivir sin infelicidad, y miseria? Quién cura
ría los enfermos? Quál sería el justo divertimiento de la
buena salud? Quál el trato, y porte de la vida, si tan
tas artes no nos lo subministráran con cuyas prerroga
tivas, cultivada la vida de los hombres, se diferencia
tanto del modo de vivir de los irracionales. Tampoco
las ciudades podrian edificarse, ni ser freqüentadas sin la
union de los hombres; de donde ha provenido la cons
titucion de leyes, y costumbres, la igual prescripcion
C

bestiis frutus, aut quae commoditas, nisi homines ad


juvarent, percipi posset ? Nam & qui principes invenien
di fuerunt, quem ex quaque bellua usum habere posse
mus, homines certe fuerunt ; nec hoc tempore sine ho
minum opera aut pascere eas, aut domare, aut tueri,
aut tempestivos fructus ex his capere possemus: ab eis
demoue & eae, quae nocent, interficiuntur; & quae usui
possunt esse, capiuntur.
Quid enumerem artium multitudinem , sine quibus vi
ta omnino nulla esse potuisset º Quis enim aegris subve
niret, quae esset oblectatio valentium , qui victus, aut
cultus, nisi tam multae nobis artes ministrarent? quibus
rebus exculta hominum vita tantum distat à victu & cul
tu bestiarum. Urbes verò sine hominum coetu non po
tuissent necaedificari , nec frequentari: ex quo leges,
moresque constituti; tum juris aequa descriptio , certa
que
156 LOS OFICIO3

de derechos, y la disciplina, y el arreglo cierto de ví


vir; á que se ha seguido la mansedumbre de los áni
mos, el respeto, y pudor, y se han dado á la vida ma
yores resguardos, llegando á estado de que dando, re
cibiendo, y trocando nuestras facultades, no nos falte
nada.
CAP I T UL O V.

Nada puede ser mas perjudicial al hombre, que el hombre


mismo: arte de hacer á los hombres útiles á la
sociedad.

M. en este punto me alargo ya mas de lo que es


menester. Porque ¿quién no vé á primera vista lo que
refiere prolixamente Panecio, es á saber, que sin el con
curso de los hombres ningun General en la guerra, ni
hombre de estado en la paz hubiera sido capaz de exc
cutar hazañas tan útiles, y esclarecidas? Hace mencion
de Temístocles, de Pericles, de Ciro, de Agesilao, y
Alexandro, los quales jamás se hubieran señalado en tan
ilus

que vivendi disciplina : quas res & mansuetudo animorum


consecuta, & verecundia est; effectumque, ut esset vi
ta munitior; atque ut dando & accipiendo, mutandisque
facultatibus & commodis nullá reegeremus.
CAP U T. V.

Homines hominibus obere plurimüm º quà arte eos porsimus ad


mostros urus adjungere.
Lorea hoc loco sumus, quâm necesse est. Quis
est enim , cui non prespicua sintilla , quae pluribus ver
bis à Panaetio commemorantur, neminem neque ducem
res & salutares si
bello, nec principem domi, magnas Commemoran
ne hominum studiis gerere potuisse ? tur ab
eo Temístocles, Pericles, Cyrus, Agesilaús, Alexan
der, quos negat sine adjumentís hominum tantas res ef
DE CICERON, LIB, If. 15?

ilustres hechos sin la ayuda de los otros hombres; valién


dose de testimonios, y autoridades superfluas en un
asunto tan claro. Mas así como conseguimos grandes
ventajas por la union, y concurso de los hombres; así
tambien no hay mal tan pernicioso, que al hombre no
le venga por el hombre. Hay un libro de Dicearco, in
signe, y eloqüente Peripatético, sobre la muerte de los
hombres ; en el qual recopilando las causas de inunda
ciones, pestes, asolaciones , irrupciones repentinas de
fieras, cuya violencia algunas veces ha arrasado pueblos,
y regiones enteras, compara despues; y hace reflexion,
quanto mayor número de gente ha destruido el ímpetu
de los hombres con guerras, y sediciones civiles, que
los que han perecido por todas las demas plagas, y ca
lamidades.
Mas pues este punto no admite alguna duda, que
pueden acarrearse muchos provechos, y tambien daños
muy graves unos hombres á otros; juzgo , que debe ser
el primer empeño de la virtud reducirlos á concurrir, y
hacerles útiles á la sociedad comun. Las ventajas que
pueden resultará la vida del hombre de los seres ina llº

ficere potuisse. Utitur in re non dubia testibus non neces


sariis. Atque ut magnas utilitates adipiscimur conspira
tiene hominum atque consensu ; sic nulla tam detestabilis
estis est, quae non homini ab homine nascatur. Est Dicae
archi liber de interitu hominum, Peripatètici magni & co
piosi; qui, collectis ceteris causis, eluvionis, pestilen
tiae, vastitatis, belluarum etiam repentinae multitudinis,
quarum impetu docet quaedarn hominum genera esse con
sumpta : deinde comparat, quantô plures deleti sint ho
mines hominum impetu, id est , bellis, aut sedicioni
bus, quām omni reliquà calamitase.
Quum igitur hic locus nihil habeat dubitationis, quin
homines , plurimium hominibus & prosint , & obsint;
primum hoc statuo esse virtutis, conciliare animos ho
minum , & ad usus suos adjungere. Itaque, quae in re
bus inanimis, quaeque in usu, & tractatione beliº
ill
I 58 ILOS OFICIOS

nimados , y del emplco , y uso de los animales , con


sisten en las artcs de industria, y trabajo ; mas el hacer
prontas , y dispuestas â nuestros aumentos las inclinacio
nes de los hombres, es efeéto de la sabiduría , y vir
tud de los talentos, y genios superiores. Porque ia vir
tud consiste principalmente en tres cosas, la primera en
conocer la naturaleza esencial de las cosas, sus relacio
nes , y propiedades, sus causas , y sus efectos. La se
unda en refrenar los movimientos del ánimo descon
certados , que llaman los Griegos mérw y hacer obedien
tes á la razon las pasiones que ellos llaman öea&*. La ter
cera en el uso moderado, y sabio de aquellos con quie
nes estamos asociados , de modo que por su industria
tengamos cumplido, y colmado todo quanto necesita la
naturalcza ; rechazando por medio de ellos qualquier da
fio que se nos acarree, y aun tomando satisfaccion, y
castigando á quicn lo intente; pero con la pena que peí
miten las leycs de la justicia , y de la humanidad.
CA

fiunt utiliter ad hominum vitam , artibus ea tribuuntur


operosis ; hominum autem studia ad amplificationem nos
trarum rerum prompta ac parata , virorum praestantium sa
pientiâ & virtute excitantur. Etenim virtus onnis tribus
in rebus ferè vertitur; quarum una est in perspiciendo, quid
in quaque re verum sincerumque sit ,. quid consentaneum
cuique, quid consequens , ex quo quidque gignatur, quae
cujusque rei causa sit : alterum , cohibere motus animi
turbatos , quos Graeci rárw nominant, appetionesque , quas
illi àgax: obedientes efficere rationi : tertium , iis , qui
buscum, congregamur , uti moderatè , & scienter , quo
rum studiis ea , quae natura desiderat , expleta , cumu
lataque habeamus ; per eos denique , si quid importe
tur nobis incommodi , propulsemus , ulciscamurque eos,
qui nocere nobis conati sunt , tantâque poena afficia
mus » quantam aequitas , humanitasque patitur.

CA
IDE CICERON. LIB, II. I59
CA P IT UL O V I.

Poder grande de la fortuna ; pero sin los hombres mada bue


mo mi malo se puede hacer.
IDiremos ahora por qué medios podremos conseguir
el arte de ganar los corazones , y mantenerlos en bene
volencia (a), y esto no mucho despues ; pero antes es
menester suponer algunas reflexiones. ? Qgién ignora
quanto influye la fortuna en ambos estados , así en el
próspero , como en el adverso? Porque quando nos so
pla con viento favorable , todo se viene â la mano de
nuestros deseos; pero ella misma en mudándose nos ator
menta. Y tambien tiene otros casos mas raros: primera
mente de las cosas inanimadas , como son borra$cas,
tempestades, naufragios , ruinas, incendios, ademas de
las bestias quando convierten sus iras contra nosotros. Pe
ro estas fatalidades (como ya dixe) son mas raras. Mas
- la

C A P UT V I.

AMagnam vim esse fortunae ; nihil tamen , , sive boni , five


mali , sine hominibus effîci poffe.
Que, autem rationibus hanc facu!tatem assequi pos
simus, ut hominum studia compleétamur , eaque te
neamus , dicemus ; neque ita multò pòst : sed pauca arte
dicenda sunt. Magnam vim esse in fortuna in utramque
partem , vel secundas ad res , vel adversas , quis igno
rat ? Nam & quum prospero flatu ejus utimur , ad exi
tus pervehimur optatos ; & quum rcfiavit , affigimur.
Haec igitur ipsa fortuna ceteros casus rariores ha
bet , primùm ab inanimis procellas , tempestates , nau
fragia , ruinas , incendia ; deinde à bestiis i&tus , mor
sus , impetus. Haec ergo , ut dixi rariora. At verò
1 in

(a) Gcneralmente se gana el amor de los hombres, como ya se hn di


cho, con la virtud ; pero se han de exâminar menudamente, que cosas
mucven la inciinacion, y afe cto de los hombres.
16o LOS OFICIOS

la pérdida de los exércitos, como la reciente de tres (a),


de otros muchos en distintas ocasiones; las muertes
desgraciadas de los Capitanes generales, como la de este
insigne varon que acabamos de perder (b); ademas de
esto los odios de la plebe, y por esta causa, los des
tierros, los trabajos, y fugas de muchos ciudadanos
beneméritos; por otra parte los sucesos favorables, co
mo son imperios, honores, victorias, aunque dependen
de la fortuna, con todo no pueden suceder, ó prós
peros, ó adversos estos casos, sin la intervencion, y con
currencia de los hombres. Esto supuesto, paso á decla
rar por qué medios podremos atraher, y conducir sus
inclinaciones á nuestro provecho: cuyo discurso si se
alargare algo mas, compárese con la grandeza de la uti
lidad, y por ventura parecerá mas breve de lo justo.
Todo quanto un hombre hace por el aumento, ó
por el honor de otro, ó lo hace llevado del amor, si
halla en él prendas para ser amado ó por una alta idea
de estimacion que forma de su virtud, la qual juzga
dig
interitus exercituum, ut proxime trium , saepe multorum;
clades imperatorum , ut nuper summi ac singularis viri;
invidiae praeterea multitudinis, atque ob eas, bene me
ritorum saepe civium expulsiones , , calamitates, fugae:
rursusque secundae res, honores, imperia , victoriae,
quamquam fortuita sunt, tamen sine hominum opibus &
studiis neutram in partem effici possunt. Hoc igitur cog
nito, dicendum est, quonam modo hominum studia ad
utilitates nostras allicere atque excitare possimus: quae
si longior fuerit oratio , cum magnitudine utilitatis com
paretur; ita fortassis etiam brevior videbitur. -

Quaecumque igítur homines homini tribuunt ad eum


augendum atque honestandum, aut benevolentiae gratià
faciunt, quum aliqua de causa quempiam diligunt ; aut
honoris, si cujus virtutem suscipunt, quemque dignum
for

(a) Pompeya.
(b) En Farsalia, en Africa,
º rca, yy en España.
pana
º
DE CICERON. LIB. II. 161

digna de la mayor fortuna ; ó por la confianza que le


merece, creyendo que mira bien por sus cosas; ó per
que llega á temer su poder; ó al contrario por la espe
ranza que de él concibe , como quando los poderosos,
ó los populares derraman algunas dádivas; ó últimamen
te seducido de su propia avaricia: que á la verdad es el
motivo mas indecoroso, y torpe, así para aquellos que
se dexan llevar de esta paga tan vil, como para los que
pretenden valerse de tan indignos medios. Porque mal
van las cosas, quando se intenta conseguir con dinero
lo que debe ser efecto de la justicia. Mas por quanto al
gunas veces es preciso echar mano de este medio : dire
mos como se ha de usar de él, en hablando primero de
otros que se acercan mas á la virtud. Los motivos pues
por que los hombres suelen sujetarse al arbitrio y potes
tad de otros, son, ó que les lleva el amor, ó grandes be
neficios, el merito sobresaliente, la esperanza de otros
provechos, el miedo, las recompensas, y promesas ; y
por último algunos tambien se dexan conducir por cier
- CO

fortuná quâm amplissimà putant ; aut cui fidem habent,


& bene rebus suis consulere arbitrantur; aut cujus opes
metuunt ; aut contrà , ā quibus aliquid exspectant, ut
quum reges popularesve homines largitiones aliquas pro
ponunt ; aut postremò , , pretio ac mercede ducuntur: quae
sordidissima estilla quidem ratio , & inquinatissima, &
iis, qui eà tenentur, & illis, qui ad eam confugere co
nantur. Male enim se res habet, quum , quod virtute
effici debet, id tentarur pecunià. Sed quoniam nonnum
quam hoc subsidium necessarium est; quemadmodum sit
utendum eo, dicemus, si priüs iis de rebus, quae virtuti
propiores sunt , dixerimus. Atque etiam subjiciunt se homi
nes imperio alterius, & potestati pluribus de causis: du
cuntur enim aut benevolentiá, aut beneficiorum magni
tudine, aut dignitatis praestantià, aut spe, sibi id utile
futurum ; aut metu, ne vi parere cogantur; aut spe lar
gitionis, promissionibusque capti; aut postremò, ut sas
ToM. I. L pe
I62 LOS OFICIOS

to salario, como vemos muchas veces en nuestra Repú


blica.
CAP I TULO VII.

No hay cosa mas peligrosa que ser temido, ni mas util que
ser amado.

Para conservar pues cada uno su autoridad, y crédito,


no hay medio mas á propósito que hacerse amar, y na
da mas contrario que el hacerse aborrecer. Dixo muy
bien Ennio: Aborrecen á quien temen : qualquiera desea la
muerte del que aborrece. Si antes de ahora no se sabía,
que no hay poder que resista contra el odio de muchos;
en el caso presente se ha podido bien conocer. Y no so
lamente declara quanto contribuye á la ruina del abor
recido la muerte de este tirano, que sojuzgó á la Re
pública con el poder de sus armas, yugo que aun des
pues de muerto no puede sacudir (a); sino tambien los
fi

pe in nostra republica videmus , mercede conduéti.


C A P U T VII.

Nihil periculosius es se quâm metuis nihil utilius


quām amari.

Oriun autem rerum nec aptius est quidquam ad opes


tuendas ac tenendas, quâm diligi; nec alienius, quam
timeri. Praeclarè enim Ennius: Quem metuunt , oderunt:
quem quisque odit, periisse expetit. Multorum autem odiis
nullas opes posse obsistere , si antea fui ignotum, nu
per est cognitum. Nec verò hujustyranni solum , quem
armis oppressa pertulit civitas, paret que quum maxime
mortuo, interitus declarat, quantum odium hominum va
leat

a) Esto se entiende de Cesar, cuyos estatutos se habia decretado que


se gimnrdasen á instancias de Antonio. Y así la Ciudad le obedccia aun
despues de muerto; porque todo lo que presentaba Antonio de los apun
tamieutos de Gesar, tenia fuerza de ley.
IDE CICERON. LIB. II. I63
fines de los demas tiranos, que han sido como él, víc
timas de la libertad oprimida. Es mal seguro de la du.
racion el miedo; y al contrario el amor muy fiel hasta
la eternidad.
Sea lícito valerse de la crueldad á los que solo por
fuerza mantienen su dominio, como los dueños ácia SUIS
esclavos, si no pueden sujetarlos por otros medios; pero
pretender hacerse temible en una ciudad libre, es la ma
yor locura, en que el hombre puede dar. Porque aun
que estén oprimidas las leyes; y amedrentada la libertad
Por el poder de alguno, tarde, ó temprano sacan la ca
beza, ya con tácitos juicios, ya con votos secretos so
bre el honor; siendo mas vehementes los impulsos de
una libertad interrumpida, que desfrutada á todas sus an
churas. Abracemos pues aquella máxima de tanta exten
sion, que importa mucho, así para la seguridad propia,
como para acrecentar el poder, y facultades; es á sa.
ber, que se destierre el miedo, y se mantenga el amor,
por cuyo medio conseguiremos con facilidad en nues
tros negocios, y en la República quanto acertáremos á
de

leat ad pestem ; sed reliquorum similes exitus tyranno


rum , quorum haudfere quisquam interitum simiíem ef
fugit. Malus enim custos diuturnitatis metus ; contraque
benevolentia fidelis est , vel ad perpetuitatem.
Se diis, quivi oPPressos imperio coercent, sit sa
ne adhibenda saevitia , utheris in famulos, si aliter te
merinon possunt ; qui verò in libera civitate ita se ins
ºruuntº ut metuantur 3 his nihil esse potest dementius.
Quamvis enim demersae sint leges alicujus opibus, quam
vis timefacta libertas, emergunt tamen haec. aliquando
aut judiciis tacitis, aut occultis de honore suffragiis. Acrio
res autem morsus sunt intermissae libertatis » qllam re
tentae. Quodigitur latisime patet, neque ad incoumi
tatem solum , sed etiam ad opes & Petentiam valet plu
rimum, id amplectamur, ut metus absit, caritas reti
neatur; ita facillime, quae volumus, 8z privatis in re
bus, & in republica consequemur: etenim , qui se me
3 ttl 1.
164 LOS OFICIOS

desear. . Porque aquellos que pretenden hacerse temer,


no pueden dexar de estar con recelo ellos mismos de to.
dos quantos les temen.
¿Qué juicio haremos de aquel Dionisio el mayor:
¿Con qué temores, y recelos no sería atormentado, pues
temiendo la navaja del barbero, él mismo con un car
bon encendido se abrasaba la barba? ¿Con qué ánimo
creeremos que vivia aquel Alexandro de Ferea, el qual
aunque amaba muy tiernamente (segun leemos) á su mu
ger Tebe, con todo eso, al pasará su quarto desde la
mesa, mandaba entrar delante un bárbaro con la espa
da desnuda, marcado su rostro con las señales de Tra
cio, y enviaba tambien delante algunos de sus minis
tros, que registrasen los cofres de las mugeres, y mi
rasen no tuviesen algun puñal escondido entre los vesti
dos ? Miserable que hacia mas confianza de un bárbaro
cosido de cicatrices, que de su propia muger. Mas no le
engañó su temor; porque ella misma, sopechosa de que
la habia faltado á la fe del matrimonio, le mató á puña
ladas por vengarse. No hay pues imperio alguno tan
poderoso, que dominando el temor, pueda ser dura
ble.

tui volent, à quibus metuentur, eosdem metuantipsi, ne


CeSSe eSt,
Quid enim censemus superiorem illum Dionysium,
quo cruciatu timoris angi solitum º qui cultros metuens
consorios, candente carbone sibi adurebat capillum º Quid?
Alexandrum Phaereum , quo animo vixisse arbitramur?
qui (ut scriptum legimus) quum uxorem Thebem admo
dum diligeret, tamen ad eam ex epulis in cubiculum ve
niens, barbarum, & eum quidem, ut scriptum est, com
punctum notis Threiciis, destricto gladio jubebat antei
re; praemittebatque de stipatoribus suis, qui scrutaren
tur arculas muliebres, & , ne quod in vestimentis occul
taretur telum , exquirerent. O miserum, qui fideliorem,
8z barbarum s. & stigmatiam putaret, quâm conjugem
nec eum fefellit ; abea enim est ipse, propter pelli
catus suspicionem, interfectus. Nec verò ulla vis impe
ll
DE CICERONa LIBe IIe 165
ble. Buen testigo es Falaris, cuya crueldad le hizo fa
moso entre todos: que no murió de asechanzas, como
este Alexandro, de quien acabo de hablar, ni á ma
nos de pocos, como este nuestro tirano, sino de la uni
versal conjuracion de Agrigento armada contra su vida.
¿Y los Macedonios? ¿No abandonaron todos á Deme
trio, y se pasaron á Pirro? Lacedemonia, por su tirana
dominacion, ¿no se vió de repente desamparada de to
dos sus aliados, que con gran sosiego fueron expectado
res de la rota lamentable de Leuctra?

C A P I T UL O VIII.

Fl Imperio Romano debió todos sus aumentos á


la justicia.
M. me agrada en este punto hacer mencion de los
exemplos de fuera, que de los domésticos. No obstan
te, mientras el Imperio Romano se mantenia con bene
ficios, y no con injusticias, las guerras se emprendian

rii tanta est, quae premente metu, possit esse diuturna


Testis est Phalaris, cujus est praeter ceteros nobilitata
crudelitas ; qui non ex insidiis interiit, utis, quem mo
dò dixi, Alexander; non à paucis, uthic no ter: sed
in quem universa Agrigentinorum multitudo impetum fe
cit. Quid? Macedones nonne Demetrium reliquerunt, uni
versique se ad Pyrrhum contulerunt? Quid º Lacedaemo
nios injustè imperantes, nonne repente omnes ferè socii
deseruerunt, spectatoresque se otiosos praebuerunt Leuc
tricae calamitatis? -

CAP UT VIII.
Propter justitiam crevisxe Romanum imperium.
En libentiüs in tali re, quām domestica, recor
dor. Verumtamen quamdiu imperium populi Romani bene
ficiis tenebatur, non injuriis ; bella aut pro sociis, aut
L3 de
I66 Los oficios

ó por los aliados, ó por el imperio, y la clemencia, ó


la necesidad las terminaba. Era nuestro Senado el co
mun refugio, y amparo de todos los Reyes, pueblos,
y naciones; y en solo defender con justicia, y fidelidad
a los aliados cifraban toda su gloria nuestros magistra
dos, y generales : de suerte que con mas razon se podia
llamar patrocinio de todo el mundo, que dominacion.
Ya hace tiempo que veíamos irse disminuyendo esta dis
ciplina antigua ; mas despues de la viétoria de L. Sila la
acabamos de perder del todo dexando de parecernos
iniquo lo executado con los aliados, á vista de las cruel
dades que experimentaron los propios ciudadanos. Si
guióse á su guerra justa (a) una victoria cruel; pues le
vantada la pica, y vendiendo en la plaza los bienes de
los hombres honrados, ricos, y ciudadanos, se atrevió á
decir que vendia el despojo de sus enemigos. Sucedióle
otro, (b) que con injusta guerra, y mas indecorosa vic
toria, no solo vendió públicamente los bienes de los ciu
- . 3 - da

de imperio gerebantur; exitus erant bellorum aut mites,


aut necessarii: regum, populorum , nationum portus erat
&, refugium senatus. Nostri autem magistratus imperato
resque ex hac una re maximam laudem capere studebant,
si provincias, si socios aequitate & fide defendissent:
itaque illud patrocinium orbis terrae verius, quâm im
perium poterat nominari. Sensim hanc consuetudinem &
disciplinam jam antea minuebamus; post verò Sullae vic
toriam penitus amissimus: desitum est enim videri quid
quam in socios iniquum, quum exstitisset in cives tanra
crudelitas. Ergo in illo secuta est honestam causam non
honesta victoria: est enim ausus dicere, hastà posità,
quum bona in foro venderet & bonorum virorum , & lo
cupletum, & certè civium, praedam suam se vendere.
Secutus est, qui in causa impia, victorià etiam foediore,
non singulorum civium bona publicaret, sed universas pro
- - , vin
(*) flamada ast porque sila favorecia el partido de los nobles, esto
“¿ º ejºr narte de la ciudad.
ºlio Cesar, que peleó contra la libertad comun de su patria.
DE CICERON, LIB, II. 16z
dadanos, sino que cen el mismo edicto hizo víctimas de
su crueldad á todas las naciones, y provincias. Y así
abrasadas, y arruinadas todas las tierras, vimos traer
á nuestros ojos en triunfo, por espectáculo del imperio
perdido, la imagen de Marsella; y triunfar de aquella
plaza, sin, la qual nunca triunfaron nuestros generales
de las guerras Transalpinas. Prosiguiera contando otras
injusticias hechas á los confederados, si el sol en su car
rera hubiera registrado otra mas indigna que esta. Y así
bien merecido tenemos el castigo ; porque si no hu
biéramos tolerado las maldades de otros muches, nunca
hubiera llegado uno solo á tomarse tanta licencia : el
qual si ha dexado á pocos la herencia de sus bienes, la
de sus ambiciosos deseos seguramente queda en todos
los malos. , , , , * --

Mas no podrán acabarse estas semillas, é incentivos


de guerras civiles, mientras los hombres perdidos con
serven la memoria, y esperanzas de aquella pica sangrien
ta, que vibrada por L. Sila (a) la primera vez, siendo
Dic

vincias regionesque uno calamitatis jure comprehenderet.


Itaque vexatis & perditis exteris nationibus, ad exem
plum amissi imperii pórtari in triumpho Massiliam vi
dimus , & ex ea urbe triumphari, sine qua numquam nos
tri imperatores ex Transalpinis bellis triumpharunt: mul
ta praeterea commemorarem nefaria in socios, si hoc uno
sol quidquam vidisset indignius. Jure igitur plectimur:
nisi enim multorum impunita scelera tulissemus, numquam
ad unim tanta pervenisset licentia; à quo quidem rei fa
miliaris ad paucos, cupiditatum ad multos improbos ve
nit hereditas. -

Nec verò unquam bellorum civilium semen & causa


deerit, dum homines perditi hastam illam cruentam &
meminerint , & sperabunt ; quam P. Sulla quum vibras
set,
(a) Este L. Sila, siendo su tio Dictador, presidió á la almoneda en
que se vendieron los benes de los proscritos; y él mismo 36 años desues
siendo Dictador Cesar, compró en la almoneda pública los bienes de los
Pompeyanos.
L4
I68 LOS ORICIOS

Dictador un pariente suyo, no por eso se apartó de otra


mas cruel treinta y seis años despues : y el otro (a) que
en aquella primera fue solo Escribano, ya en esta fue
Tesorero de la ciudad. Con que propuestos tales pre
mios, ¿cómo es posible que falten nunca guerras civiles?
Solo han quedado en pie hoy las paredes de Roma, y
estas temiéndose la última maldad; pero la República ya
se perdió enteramente. Y hemos caido en este abismo
de miserias (volviendo á nuestro propósito) desde que
quisimos mas ser temidos que amados. Pues si esto ha
podido suceder á todo un imperio Romano por abusar
de su poder, ¿qué podrán esperar los particulares 2 Y así
siendo tan evidente, que el poder de la benevolencia es
muy grande; y el del temor muy mal seguro : síguese
que mostremos ahora por qué medios alcanzaremos fa
cilmente este amor que deseamos con la estimacion , y
confianza de los hombres. Mas no es igual en todos la
necesidad de este amor. Porque ha de conformarse con
la manera de vida de cada uno el determinar, si le es
ta- /

set, dictatore propinquo suo, idem sexto & trigesimo


anno pòst à sceleratiore hasta non recessit : alter, au
tem, qui in illa dictatura scriba fuerat, inhac fuit Quaes
tor urbanus. Ex quo debet intelligi, talibus praemiis pro
positis, numquam defutura bella civilia. Itaque parietes
urbis modô stant & manent, iique ipsi jam extrema sce
lera metuentes; rem verò publicam penitus amissimus. At
que in has clades incidimus (redeundum est enim ad pro
positum) dum metui, quâm cari esse & diligi, malui
mus. Quae si populo Romano injustè imperanti accidere
potuerunt, quid bebent putare singuli? Quod quum pers
picuum sit, benevolentiae vim esse magnam, metús im
becillam ; sequitur, ut disseramus, quibus rebus possimus
facilime eam , quam volumus, adipisci cum honore, &
fide caritatem. Sed eà non pariter omnes egemus. Nam
ad cujusque vitam institutam accommodandum est, à mul
- - tis

(a) Ser. Cornelio Sila.


DE cIcERoN. LIB. II. 169
tará mas bien ser amado de muchos, ó de pocos. Pero
tengase por cierto, y por lo mas necesario, y princi
pal, el tener amigos fieles que hagan estimacion de no
sotros; que es circunstancia casi igual á los grandes, y
pequeños , y que todos igualmente deben anhelar por
ella. Por ventura no todos necesitan igualmente del ho
nor, de la gloria, y amor de sus conciudadanos; pero
poseidas estas cosas ayudan mucho para todo, y en es
pecial para grangear amistades.
C A P I T UL Q IX.

Medios de adquirir gloria : y la confianza de los


bombres.

MI, de la amistad he hablado en el libro que se inti


tula Lelio. Trátemos ahora de la gloria ; aunque tam
bien he tratado de ella separadamente en otros dos li
bros (a) : no obstante tocaré este punto, porque con
* \ tri

tisne opus sit, an satis à paucis diligi. Certum igitur


hoc sit, idque & primum & maximè necessarium, fa
miliaritates habere fidas amantium nos amicorum , & nos
tra mirantium : haec enim est, una res prorsus, ut non
multum diferat inter summos '8z mediocres viros; eaque
utrisque est propemodum comparanda. Honore , & glo
ria, & benevolentià civium fortasse non aequè omnes egent;
sed tamen, si cui haec suppetunt, adjuvant aliquantum,
quum ad cetera, tum ad amicitias comparandas.
c A P U T IX.
Quibus rebus gloria er fides pariantur.

S. de amicitia alio libro dictum est, qui inscribitur


Laelius. Nunc dicamus de gloria; quamquam ea quoque
de re duo sunt nostri libri: sed attingamus, quandoqui
dem
Ca) Hace mencion de estos libros en las cartas qué escribió á Atico
lib. 1. ep. 27. y en el lib. 16 ep, 2, pero se han perdido.
-

17o ILOS OPFICIOS •, •

tribuye mucho para el manejo de los negocios graves.


La- verdadera , y perfeëta gloria consiste en tres' cosas:
en, el amor del pueblo, en la buena fama, y en cierto
grado de admiracion ácia nuestras prendas. Estas se gran
gean del pueblo por los mismos medios, que de los par
ticulares; pero es diferente el modo de insinuarse (diga
moslo asi) en los ánimos de la muchedumbre. De los
tres rcquisitos que se han propuesto, tratemos primero
de la benevolencia. El medio mas eficaz para adquirirla
son los beneficios, y en segundo lugar la voluntad de
hacerlos, aunque no nos alcancen para ello las facultades.
Influye mucho tambien la reputacion, y fama de libera
lidad, franqueza , justicia, lealtad , y de las demas vir
tudes que prucban bondad , y afabilidad de costumbres.
Porque como la honestidad , y el decoro por si mismo
nos cautiva, y su naturaleza , y especie mueve los áni
mos de todos , y principalmente recibe su lustre , y es
plendor de estas virtudes ; por: tanto naturalmente nos
-*• : In

dem ea in rebus majoribus administrandis adjuvat plu


rimùm. Summa igitur & perfeéia gloria constat ex tri
bus his : si diligit multitudo ; si fidem habet ; si cum
admiratione quadam honore nos dignos putat. Haec au
tem ( si est simpliciter breviterque dicendum ) quibus re
bus pariuntur à singulis , eisdem ferè à multitudine. Sed
est alius quoque quidam aditus ad multitudinem , ut in
universorum animos tamquam influere possimus. Ac pri
mum de. illis tribus , quae antè dixi , benevolentiae prae
cepta videamus ; quae quidem beneficiis capitur maximè:
secundò autem loco benefica voluntate benevolentia mo
vetur , etiam si res fortè non suppetit : vehementer au
tem amor multitudinis commovetur ipsâ famâ & opinio
ne liberalitatis , beneficentiae , justitiae , fidei , omnium
que earum virtutum , quae pertinent ad mansuetudinem
morum ac facilitatem. Etenim illud ipsum , quod hones
tum decorumque dicimus , quia per sé nobis 5Iacet, ani
mosque omnium naturâ & specie suâ commovet , naxi
meque quasi pcrlacet ex iis quas commemoravi , virtuti
bus;
DE CICERON. LIB. II, 17r

inclinamos â amar á quellos en quienes juzgamos que se


hallan. Estos son los motivos mas fuertes del amor; aun
que hay tambien otros no tan principales. -

La confianza de los , hombres puede grangearse


por otros dos medios , si se han persuadido que esta
mos adornados : de sabiduria , acompafiada de justicia.
Porque aqucllos en especial merecen nuestra confianza,
de quienes creemos que entienden mas que nosotros, que
preveen mejor lo futuro , y que en los tiempos criticos
se haliam desembarazados , y prontos para tomar reso
lucion de repente ; que es la sabiduría que juzgan todos
por util , y verdadera. Y ademas llegamos â hacer tal
confianza de los hombres justos , y fieles, esto es , bue
nos , que no cacmos en la mas minima sospecha de
fraude , ni injusticia : de suerte que creemos poder fiar
con seguridad â su conduóta nuestras haciendas, inues
tra vida , y nuestros propios hijos. De estas dos, la mas
poderosa para atraerse la confianza es la justicia , como
que aun sola , sin la sabiduría, tiene mucha antoridad,
y la sabiduría sin ella es de poca importancia para el
- - - - efec

bus ; idcirco illos, in quibus eas virtutes esse remur, à


natura ipsa diligere cogimur. Atque hae quidem causae
diligendi gravissimae : possunt enim praeterea nonnullae
esse leviores. - - -

Fides autem ut habeatur , duabus rebus effici potest;


si existimabimur adepti conjunétam cum justitiâ pruden
t'am. Nam & iis fidem habemus , quos plus intellige
re , quàm nos , arbitramur , quosque & futura prospi
cere credimus, & quum res agatur , in discrimenque ven
tum sit , expedire rem , & consilium ex tempore capere
posse : hanc enim uti!em omnes existimant , veramque pru
dentiam. Justis autem & fidis hominibus , id est , bonis,
ita fides habetur , ut nulla sit in his fraudis injuriaeque
suspicio. Itaque his salutem nostram , his fortunas, his
liberos re&tissimè committi arbitramur. Harum igitur dua
rum ad fidem faciendam justitia plus pollet ; quippe quum
ea sine prùdentia satis habeat aü&toritatis , prudentia si
mc
172 LOS OFICIOS

efecto. Porque desnudo un hombre de la opinion de vir


tud, quanto rmas artificioso, y mas astuto, tanto mas
aborrecido es, y mas sospechoso. Y así la justicia acom
pañada de la ciencia, tendrá todo el poder que quisie
re para grangear la confianza podia no obstante mu
cho la justicia sola; pero la sabiduría sin ella es de nin
gun valor.
CAP I TULO X.

Qué cosas admiramos, y quales despreciamos.


M as para que nadie se admire que siendo comun opi
ron de todos los Filósofos, y que yo mismo he asen
tado muchas veces, que el que posee una virtud las po
see todas; ahora las separo de modo, que pueda ser uno
justo, sin ser al mismo tiempo prudente: entiéndase,
que una es la sutileza con que se adelgaza la veidad en
la disputa, y otra cosa quando se acomoda el modo de
hablar á la opinion comun de las gentes. Y así hablan
- - do

ne justitia nihil valeat ad-faciendam fidem. Quò enim


quis versutior & callidior est, hòc invisior & suspec
tior, detraótá opinione probitatis. Quanmobrem intelligen
tiae justitia conjuncta, quantuum volet, habebit ad fa
ciendam fidern virium ; justitia sine prudentia multum po
terit ; sine justitia nihil valebit prudentia.
C A PU T X.

guas res admiremur , quasque contemmamur.

S. , ne quis sit admiratus, eur, quum, inter omnes


philosophos constet, à meque ipso saepe disputatum sit,
qui unam haberet, omnes habere virtutes ; nuncita se
jungam, quasi possit quisquam, qui non idem prudens
sit, justus esse: alia estilla, quem veritas ipsa li
matur in disputatione, subtilitas; alia, quum ad opinio
nen communen omnis accommodatur oratio. Quamobremº,
Ult
DE CICERON• LIBe IIe 173

do ahora con el vulgo, digo, que hay unos hombres


fuertes, otros buenos, y otros prudentes; por ser pre
ciso adaptar nuestro lenguage al comun modo de hablar:
y lo mismo hizo Panecio. Mas volvamos á nuestro asunto.
De las tres circunstancias que contribuyen á la glo
ria, era la tercera, el que fuésemos reputados por dig
nos de honra con cierta admiracion de los hombres. Ad
mírase por lo comun en general todo aquello en que se
nota grandeza, y un esplendor extraordinario , que se
aventaja á la opinion ; y en particular si se advierten al
gunas prendas inopinadas. De modo que veneran mucho
los hombres, y levantan con alabanzas hasta el Cielo á
aquellos, en quienes les parece que observan excelentes, y
singulares virtudes; y al contrario, desprecian, y tie
nen en poco á aquellos, en quienes no hallan virtud, ni
nervio, ni espíritu. Mas no desprecian á todos aquellos
de quienes hacen mal concepto : porque á los que tie
nen por malos, engañadores, mal hablados, y dispues
tos á ofender á los demas; á estos no los deprecian, si
In O

ut vulgus, ita nos hoc loco loquimur, ut alios fortes,


alios bonos viros, alios prudentes dicamus: popularibus
enim verbis est agendum , & usitatis, quum lo quamur
de opinione populari, idque eodem modo fecit Panaetius,
Sed ad propositum revertamur. -

Erat igitur ex tribus, quae ad gloriam pertinent, hoc


tertium, ut cum admiratione hominum, honore ab iis dig
ni judicaremur. Admirantur igitur communiter illi quidem
omnia, quae magna , & praeter opinionem suam animad
verterunt ; separatim autem in singulis, si perspiciunt nec
opinata quaedam bona. Itaque eos viros suspiciunt, ma
ximisque efferunt laudibus, in quibus existimant se ex
cellentes quasdam & singulares virtutes perspicere; des
piciunt autem eos, & contemnunt, in quibus nihil virtu
tis, nihil animi, nihil nervorum putant. Non enim omnes
eos contemnunt, de quibus malè existimant: nam quos
improbos, maledicos, fraudulentos putant , & ad facien
dam injuriam instructos, eos contemnunt quidem neuti
quam,
174 LOS OFICIOS .

no juzgan mal de ellos. Por lo qual (como ya he dicho)


son despreciados los que ni son para sí, ni para nadie,
como se suele decir, hombres inútiles, sin industria,
cuidado, ni habilidad para cosa alguna. Ultimamente
se admira á aquellos de quienes se hace juicio que sobre
salen entre los demas en virtud, y que no solo no se
han dexado corromper de algun género de torpeza, mas
tampoco de todos aquellos vicios á que dificilmente re
sisten los demas. Porque en unos los deleites, que son
sirenas encantadoras, apartan de la virtud la parte mas
noble del ánimo; á otros les angustia sobremanera el
ver asestada contra sí la flecha del dolor; y á todos fi
nalmente perturban muchísimo los intereses de la vida,
de la muerte, de las riquezas, y de la necesidad. ¿Pues
quién no admirará el esplendor, y gloria de la virtud de
aquellos, que muestran su heroismo en qualquier fortu
na, y que solo los arrebata, y lleva tras sí el objeto
honroso, y honesto que se les ponga delante
CA

quam , sed de his malè existimant. Quamobrem (ut ante


dixi ) contemnuntur ii , qui nec sibi, nec alteri, ut di
citur; in quibus nullus labor, nulla industria, nulla cu
ra est. Admiratione autem afficiuntur ii, qui anteire ce
teros virtute putantur, & quum omni carere dedecore,
tum verò iis vitiis, quibus alii non facile possunt ob
sistere. Nam & voluptates blandissimae dominae, majo
res partes animi à virtute detorquent ; & dolorum quum
admoventur faces, praeter modum plerique exterrentur:
vita, mors, divitiae, paupertas, omnes homines vehe
mentissime permovent: quae qui in utram que partem ex
celso animo magnoque despiciunt, quum que aliqua his
ampla & honesta res objecta est, totos ad se conver
tit & rapit, tum quis non admiretur splendorem pulchri
tudinemque virtutis?

CA
DE CICERON. LIB. II. 175

CAP I T UL O XI,

La admiracion es el premio de la justicia, y la benevolencia


el de la bondad.

D. modo que tambien esta superioridad de ánimo


grangea la admiracion, pero sobre todo la justicia, que
da nombre á los hombres de bien, le parece á la mu
chedumbre una virtud admirable, y con razon. Porque
no puede ser justo el que teme á la muerte, al dolor,
á la pobreza, al destierro, ó que antepone lo contrario
á la equidad. Principalmente se admira á aquel á quien
no mueve el dinero; porque en quien esto se reconoce
parece el tal sugeto acrisolado al fuego. Y así las tres
condiciones que son el fundamento de la gloria, son
efectos de la justicia; el amor, porque desea hacer bien
á muchos; la confianza, y la admiracion igualmente,
porque desprecia, y tiene en poco aquellos bienes á que
- Imll

c A P UT XI.
justitiae mercedem es se admirationem ; probitatir
benevolentiam.

Es, & haec animi despicientia admirabilitatem mag


nam facit 3 & maxime justitia (ex qua una virtute viri
boni appellantur) mirifica quaedam res multitudini vide
tur; nec in injurià. Nemo enim justus esse potest, qui
mortem , qui dolorem, qui exilium, qui egestatem ti
met, aut qui ea, quae sunt his contraria, aequitati an
tePonit. Maximèque admirantur eum, qui pecunia non
movetur 3 quod in quo viro perspectum sit, hunc igni
spectatum arbitrantur, Itaque illa tria, quae proposita sunt
ad gloriam , omnia justitia conficit & benevolentiam,
quðd prodesse vult plurimis; & ob eamdem causam , fi
dem, & admirationem , quòd eas res spernit & negligit,
ad
176 LOS OFICIOS

muchos se dexan arrastrar de sus deseos. Mas á mi modo


de entender, todos los estados, y condiciones de la vi
da tienen necesidad de los auxilios de los hombres; en
especial para tener con quien hablar con familiaridad ; lo
qual es dificil, si no se lleva en la frente la reputacion de
hombre de bien. De forma que esta opinion de justicia
es tambien necesaria aun al que vive solitario en el cam
po, y tanto mas, porque si no la tiene, será reputado .
Por injusto, y sin el apoyo de los otros hombres, esta
rá expuesto á muchas injurias.
Tambien necesitan de esta virtud para sus tratos los
que venden, los que compran, los que arriendan , los
que alquilan, y todos los que se mezclan en otros co
mercios; pues es tanta su fuerza, que ni aun los que se
alimentan de robos, y maldades pueden subsistir sin al
guna parte de justicia. Porque el que quita, ó defrauda
algo á los mismos que le acompañan en los robos, este
ni aun en el latrocinio se hace lugar. El Capitan de Cosa
rios, si no reparte con igualdad la presa entre sus com
pañeros, óle matan, ó le dexan; pues tienen tambien
SUS

ad quas plerique inflammati aviditate rapiuntur. Ac meà


quidem sententià omnis ratio atque institutio vitae adju
menta hominum desiderat; in primisque, ut habeas, qui
buscum possis familiares conferre sermones; quod est dif
ficile, nisi speciem prae te boni viri feras. Ergo etiam
solitario homini, atque in agro vitam agenti, opinio jus
titiae necessaria est; eôque etiam magis, quòd si eam
non habebunt, injusti habebuntur: nullis praesidiis sep
ti, multis afficientur injuriis.
Atque iis etiam, qui vendunt, emunt, conducunt,
locant, contrahendisque negotiis implicantur, justitia ad
rem gerendam necessaria est; cujustanta vis est, ut ne
illi quidem, qui maleficio & scelere pascuntur, possint
sine ulla particula justitiae vivere. Nam qui eorum cui
piam, qui unà latrocinantur, furatur aliquid, auteripit,
is sibi ne in latrocinio quidem relinquit locum ; ille autem
qui archipirata dicitur, nisi aequabiliter Praedam disper
tlat,
DE CICERON, LIB, II, 12 zº
sus leyes los ladrones, que guardan, y obedecen. Por
haber repartido con tanta fidelidad sus robos Bardilis, fa
moso ladron de Iliria (de quien hace mencion Teopomº
po) vino á poseer inmensas riquezas ; y las llegó á tener
mucho mayores Viriato de Lusitania, á cuyas fuerzas se
rindieron hasta nuestros exércitos, y generales: mas
abatió su orgullo siendo Pretor aquel Cayo Lelio, re
putado por hombre sabio, y reduxo su soberbia á tan
infelíz estado, que les fue muy facil derrotarle de todo
punto á los que despues le sucedieron en el mando.
Siendo pues tan grande el poder de la justicia, que has
ta las riquezas de los ladrones asegura, y aumenta, ¿qué
fuerza no creeremos que tiene entre las leyes, y juicios,
y en una República bien ordenada?
CA

tiat, aut occiditur à sociis, aut relinquitur : quin etiam


leges latronum esse dicuntur, quibus pareant quas ob
servent. Itaque propter aequabilem praedae partitionem,
& Bardylis Illyrius latro, de quo est apud Theopom
pum , magnas opes habuít ; & multó majores Viriatus
Lusitanus; cui quidem etiam exercitus nostri imperato
resque cesserunt ; quem C. Laelius, iis , qui sapiens usur
patur, praetor fregit & comminuit, ferocitatemque ejus
ita repressit, ut facile bellum reliquis traderet. Quum
igitur tanta vis justitiae sit, ut ea etiam latronum opes
firmet atque augeat, quantam ejus vim inter leges & ju
dicia, in constituta republica fore putamus?

TOM. I- - M CA
178 LOS OFICIOS

CAP I T UL O XII.

Razones del establecimiento de los Reyes, y de las leyes:


medio seguro para adquirir gloria,
A mí me parece, que no solo entre los Medos, co
mo dice Herodoto, sino tambien entre nuestros antepa
sados, no por otro motivo fueron elevados al trono los
hombres de mas bien probadas costumbres, que por go
zar de justicia. Porque quando la pobre plebe se veía
oprimida de los que tenian mayor poder, se acogia á la
proteccion de algun hombre virtuoso, que defendiendo
de la opresion á los mas necesitados, mantuviese igual
la balanza de la justicia entre el poderoso, y el pobre.
La misma causa hubo para el establecimiento de las le
yes; siendo siempre el fin de estas providencias conse
guir una justicia igual á todos, porque de otro modo no
sería justicia, Quando hallaban esto en un hombre de
bien, y justo, se contentaban con él; mas como no
siempre se podia conseguir, inventaron las leyes, que
ha
—r

CA P U T XII,

Cujus rei causa reges constituti sint ; necnon evº leges : quae
sit via proxima ad gloriam,
- Mili quidem non apud Medos solum, ut ait Hero
dotus, sed etiam apud majores nostros, justitiae fruen
dae causá videntur olim bene morati reges constituti. Nam
quum , premeretur inops multitudo ab iis, qui majores
opes habebant, ad unum , aliquem confugiebant virtute
praestantem; qul quum prohiberet injurià tenuiores, aequi
tate constituendà Summos cum infimis pari jure retinebat
Eademque constituendarum legum fuit causa, quae re
gum. Jus enim semper quaesitum est aequabile; neque
enim aliter esset jus. Id si ab uno justo , & bono viro
consequebantur , eo erant contenti: quum id minús con
t 1 m)
DE CICERON, LIB, II. I79
hablasen con todos con una sola voz, y perpetua. Mas
es evidente, que siempre se ha echado mano para el go
bierno de aquellos sugetos, que han tenido mas bien
sentada su opinion con el pueblo ; lo qual junto con la
reputacion de sabiduría, no hay cosa que los hombres no
conciban asequible por su conducta. Y así debemos man
tener, y guardar inviolablemente la justicia, tanto por
ella misma (porque sin esto no lo sería), como por lo
que contribuye al adelantamiento del honor, y gloria.
Mas al modo, que respecto del dinero, no basta sola
mente adquirirle, sino que es necesario saber el arte de
emplearle bien, donde nos dé un rédito continuo para
los gastos precisos, y para los liberales, y extraordina
rios; así no basta adquirir gloria, es menester tambien
saberla colocar. . .
Decia muy bien Sócrates, que el camino mas de
recho, y mas corto para la gloria, era intentar cada
uno por su parte ser tal, como desease parecer. Mas
se engañan notablemente los que con fingimientos, va
na ostentacion , y fingida hipocresía en la conversa
CIOIn

tingeret, leges sunt inventae, quae cum omnibus sem


per uná atque eadem voce lo querentur. Ergo hoc qui
dem perspicuum est, eos ad imperandum deligi solitos,
quorum de justitia magna esset opinio multitudinis. Ad
junóto verò , utiidem etiam prudentes haberentur, ni
hil erat, quod homines his auctoribus non posse conse
qui se arbitrarentur. Omni igitur ratione colenda & re
tinenda justitia est, tum ipsa propter sese ; nam aliter
justitia non esset; tum propter amplificationem honoris
& gloriae, Sed ut pecuniae non quaerendae solum ratio
est, sed etiam collocandae, quae perpetuos sumptus sup
peditet, nec solúm necessarios, sed etiam liberales ; sic
gloria & quaerenda , & collocanda ratione est.
Quamquam praeclarè Socrates, hanc viam ad gloriam
proximam & quasi compendiariam dicebat esse, si quis
id ageret, ut, qualis haberi vellet, talis esset. Quòd
si quis simulatione , & inani ostentatione , & ficto
M2 ll Ol
I8o Los oficios
cion, y en el semblante piensan grangearse una repu
tacion durable. La verdadera gloria echa raices, y se va
propagando ; las apariencias, á manera de florecitas tier
nas, caen muy pronto, y ninguna cosa fingida pue
de durar largo tiempo. Facil me fuera referir muchos
exemplos por una, y otra parte ; mas por no ser pro
lixo, me contentaré con el de una sola familia. La
gloria de Tiberio Graco , hijo de Publio, durará
mientras se conserve la memoria del imperio Romano;
pero sus hijos ni en vida fueron bien vistos de los bue
nos, ni ha habido quien no tuviese su muerte por un
efecto de la justicia.
CA

non modo sermone, sed etiam vultu, stabilem se glo


riam consequiposse rentur, vehementer errant. Vera glo
ria radices agit, atque etiam propagatur; ficta omnia ce
leriter, tamquam filosculi, decidunt, nec simulatum po
test quidquam esse diuturnum.. Testes sunt permultiin
utramque partems sed brevitatis causa, familia erimus
contenti uná. Tiberius enim Gracchus, P. filius, tamdiu
laudabitur, dum memoria rerum Romanarum manebit
At ejus filii , nec vivi probabantur bonis, & mortui nu
merum obtinent jure caesorum.

CA
DE CICERON. LIB, IIe I8 T
CAP I T UL O XIII. . .. y

Qué han de precaver los jóvenes al entrar en el mane


jo de los negocios: aplíquense á los homº
bres sabios.

E que desea conseguir la verdadera gloria, cumpla


con las obligaciones de la justicia : quales sean estas, ya
se ha explicado en el libro antecedente. Aora daré al
gunas reglas para parecer con facilidad tales como so
mos, aunque lo que importa mas es ser tales como
deseamos ser reputados. Porque si alguno desde su ju
ventud tiene motivo de celebridad, y fama, ya hereda
da de sus padres, (como creo, hijo mio, que te ha
sucedido á tí), ya por otro accidente, ó fortuna ; to
dos ponen en él los ojos, notan todas sus acciones, y
conducta de vida; y como si estuviera rodeado de una
muy clara luz, ninguno de sus dichos, ó hechos pue
de quedar oculto. Mas aquellos que por haber nacido
CIl

CAP U T XIII. -

guid cavendum sit adolescentibur , simul ac res gerere coepe


runt : ad viros sapientes se conferant.

Q.º gatur
igitur adipisci veram gloriam volet, justitiae fun
officiis : ea quae esseut, dictum est libro su
periore. Sed, ut facillimè, quales simus, tales esse vi
deamur, etsi in eo ipso vis maxima est, ut simus ii,.
qui haberi velimus, tamen quaedam praecepta danda sunt.
Nam si quis ab ineunte aetate habet causam celebritatis
& nominis, aut à patre acceptam ( quod tibi, mi Ci
cero, arbitror contigisse) aut aliquo casu, atque for
tuná ; in hunc oculi omnium conjiciuntur, atque in eum,
quid agat, quemadmodum vivat, anquiritur; & tamquam
in clarissima luce versetur, ita nullum obscurum potest
nec dictum ejus esse , nec factum. Quorum autem prima
- M3 2ét3S
182 LOS OFICIOS

en baxeza, y obscuridad, de nadie son conocidos, de


ben concebir grandes esperanzas desde su tierna edad,
y empeñarse con todo su esfuerzo en llevarlas al cabo
felizmente con sus buenas inclinaciones; por el qual ca
mino caminarán con mas seguridad , por quanto los
jóvenes no solamente estan lexos de los golpes de la en
vidia, sino que antes bien todos por lo regular los fa
vorecen. La primera recomendacion de un joven para
la gloria, es si puede señalarse en alguna funcion mi
litar, que era por donde empezaban muchos en los
tiempos antiguos; porque casi siempre se estaba enton
ces con las armas en la mano. En tu edad casualmente.
se ofreció una guerra, en que hubo demasiada maldad
en un partido, y en el otro poca fortuna. No obstante
puesto en ella por Pompeyo á la frente de una ala de ca
ballería, mereciste gran reputacion de aquel famoso gene
ral, y de todo el exército por el manejo del caballo, de las
armas, y por la tolerancia de toda la fatiga militar. Mas
aquella gloria tuya se sepultó en las ruinas de la Repúbli
ca. Pero vamos adelante, pues no he emprendido este dis
curso por tí solo, sino por todos los jóvenes en comº
S1

aetas propter humilitatem & obscuritatem in hominum


ignoratione versatur; hisimul ac juvenes esse coeperunt,
magna spectare, & ad ea rectis studiis debent contende
re: quod eô firmiore animo facient, quia non modô non
invidetur illi aetati, verum etiam favetur. Prima igitur
est adolescenti commendatio ad gloriam, si qua ex bel
licis rebus comparari potest.; in qua multi apud majo
res nostros extiterunt : semper enim ferè bella gereban
tur. Tua autem aetas incidit in id bellum , cujus alte
ra pars sceleris nimium habuit; altera felicitatis parum.
Quo tamen in bello, quum te Pompeius alae alteri prae
fecisset, magnam laudem à summo viro , & ab exercitu
consequebare equitando, jaculando, omni militari labore
tolerando...Atque ea quidem tua laus pariter cum republica
cecidit, Mihi autem haec oratio suscepta non de te est, sed
de genere toto: quamobrem ad ca, quae restant, persam,C
DE cicERoN. LIB. II. 183
Así como en los demas asuntos son mas apreciables
las operaciones del ánimo, que las del cuerpo; tambien
en el presente merecen mas alabanza las que son efecto
de la razon, y juicio, que de las fuerzas corporales. La
primera, y principal recomendacion nace de la modes
tia, del respeto para con los padres, y el amor con los
propios. Mas se da principalmente á conocer la juven
tud por la mejor parte al lado de hombres ilustres, sa
bios, y buenos ciudadanos; á quienes si se dedican fre
qiientemente, ganan opinion con el pueblo , de que se
rán algun dia semejantes á aquellos, que han escogido
por modelos de su conducta. La casa de Publio Mucio
dió gran recomendacion de bondad, y sabiduría en el
derecho civil al joven P. Rutilio. Lucio Craso, siendo
aún muy mozo, no la debió á otro, sino que por sí
mismo mereció grande alabanza por aquella noble, y
famosa acusacion (a); y en una edad, en que son dignos
de alabanza los que empiezan á exercitarse, como sabe»
mos de Demóstenes, dió Craso una prueba clara, de
que

Utigitur in reliquis rebus multó majora sunt opera


animi quâm corporis; sic hae res, quas persequimur in
genio ac ratione, gratiores sunt, quām illae, quas vi
ribus. Prima igitur commendatio proficiscítur à modestia,
tum pietate in parentes, tum in suos benevolentía. Fa
cillime autem , & in optimam partem cognoscunturado
lescentes, qui se ad claros & sapientes víros, bene con
sulentes reipublicae contulerunt; quibuscum si frequen
tes sunt, opinionem, afferunt populo, eorum fore se si
miles, quos sibi ipsi delegerunt ad imitandum. P. Ru
tilii adolescentiam ad opinionem & innocentíae, & Ju
ris scientiae, P. Mucii commendavit domus, Nam L. qui
dem Crassus, quum esset admodum adolescens, non aliun
de mutuatus est, sed sibi ipse peperit maximam laudem
exilla accusatione nobili & gloriosa; & quà aetate qui
exercentur laude affici solent (ut de Demosthene acce
(a) Acusó á C. Carbon síendo todavia muy joven segun dice cierº,
ºn Bruto, c. 43. y logró que se le condenase.
M4.
)
184 ... - LOS ORICIO3

que executaba ya perfectamente en el foro, lo que so


lo meditarlo en su casa le daría honor, y estimacion.
CA PITULo XIV.
Quan útil es el don de la eloqiencia: moderacion en acu
sar : es mas glorioso el defender á los acusados.
De dos especies que hay de lenguage, uno propio
de la conversacion , y el otro del discurso oratorio; no
hay duda en que este último contribuye mas á la gloria;
porque es lo - que propiamente llamamos eloqüencia.
Pero no obstante es increible quanto gana los ánimos de
los hombres la suavidad, y dulzura de la conversacion.
Tenemos las cartas de Filipo á su hijo Alexandro, de
Antipatro á Casandro, y de Antígono á Filipo, tres
hombres sapientísimos (pues sabemos que por tales fue
ron reputados), en las quales les amonestan, que se con
cilien el amor del pueblo con la suavidad de sus discur
sos, y ganen los ánimos de sus soldados coñ palabras
s blan

pimus ) eà aetate L. Crassus ostendit, id se inforo op


time jam facere, quod etiam tum poterat domi cum lau
de meditari. . . -

= -- C A P.U.T. XIV.

Quanta sit in oratione vis: in accusando modum es se adhie


bendum : defensionen esse laudabiliorem.
Su quum duplex ratio sit orationis, quarum in alte
ra sermo sit, in altera contentio: non estid quidem du
bium , quin contentio orationis majorem vim habeat ad
gloriam ea est enim, quam eloquentiam dicimus. Sed
tamen difficile dictu est, quantopere conciliet animos
hominum comitas affabilitasque sermonis. Extant episto
lae 3 & Philippi ad Alexandrum, & Antipatri ad Cas
sandrum , & Antigoni ad Philippum filium, trium pru
dentissimorum (sic enim accepimus) quibus praecipiunt,
ut oratione benigná multitudinis animos ad benevolentiam.
s- º * - - al
DE CICERON, LIB. II, 185
blandas , y cariñosas. Pero el discurso oratorio que se
hace al pueblo muchas veces basta para moverle todo al
aplauso. Porque es mucha la estimacion con que se oye
al que habla con sabiduría, y eloqüencia; y se hace con
cepto, de que aquel hombre entiende, y sabe mas que
todos los otros. Y si se manifiesta en la oracion cierta
gravedad acompañada de modestia, no hay cosa mas ad
mirable, particularmente si estas prendas se hallan en un
joven. Mas como sean muchas las causas que requieren
eloqüencia, y habiendo muchos jóvenes merecido sin
gulares alabanzas en nuestra República, ya en el Sena
do, ya en los Tribunales; aqui es donde mas brilla el
discurso oratorio. Hay en los juicios dos maneras dife
rentes de tratar las causas, es á saber, acusaciones,
defensas. De las quales, aunque es mas laudable la de
fensa , con todo eso muchas veces ha merecido la acu
sacion los aplausos. Ya dixe arriba de Craso: lo mismo
hizo M. Antonio en su mocedad. Tambien dió mucho
honor á la eloqüencia de P. Sulpicio la acusacion de
aquel C. Norbano ciudadano inutil, y alborotador.
- - - - Pe

alliciant, militesque blandè appellando deliniant. Quae au


tem in multitudine cum contentione habetur oratio, ea
saepe universam excitat. Magna est enim admiratio, co
piose sapienterque dicentis; quem qui audiunt, intelli
gere etiam , & sapere plus, quâm ceteros, arbitrantur.
Si verò inest in oratione mista modestiae gravitas, nil
admirabilius fieri potest; eôque magis, si ea sunt in
adolescente. Sed quum sint plurima causarum genera, quae
eloquentiam desiderant; multique in nostra republica ado
lescentes & apud judices, & apud senatum dicendo lau
dem assecuti sint; maxima est admiratio in judiciis, quo
rum ratio duplex est: nam ex accusatione & defensione
constat; quarum etsi laudabilior est defensio, tamen etiam.
accusatio probata persaepe est. Dixi paulò ante de Craso:
idem fecit adolescens M. Antonius. Etiam P. Sulpicii
eloquentiam accusatio illustravit , quum seditiosum &
inutilem, civem, C. Norbanum, in judicium vocasi sa
•- - . (2Cl
186 , LOS ORICIOS

Pero no se han de emprender acusaciones muy ame


nudo, y aun nunca, sino por interes de la República,
como hicieron estos de quienes acabo de hablar; ó por
un justo resentimiento, como los dos Lúculos, ó por
patrocinio, como yo por los Sicilianos; y Julio Cesar
por los Sardos. Así manifestó L. Fusio sus talentos en su
acusacion contra M. Aquilio. Puede hacerse una vez, ó
á lo menos no muchas. Pero si se viere uno en la preci
sion de hacerlo freqüentemente, sea por amor de la Re
pública; pues perseguir continuamente á sus enemigos,
no merece reprehension; mas con sus ciertos límites:
pues parece propio de un hombre inhumano po
ner á muchos áriesgo de perder la vida. Y es peligroso
por una parte á la persona, y por otra poco condu:
cente á la reputacion, hacer por donde se merezca el
título de acusador: como sucedió áM. Bruto, hombre
de nobleza muy antigua, cuyo padre fue reputado por
el mayor jurisconsulto de su tiempo. Sobre todo se ha
de guardar con exàótitud este precepto de la obligacion,
de no acusar jamás á un inocente: cosa que de ningun
¿
modo puede executarse sin pecado. Porque ¿qué---Cflle
-

Sed hoc quidem non est saepe faciendum , nec um


quam, nisi aut reipublicae causa, utii, quos ante dixi;
aut ulciscendi, ut duo Luculli; aut patrocinio, ut nos
pro Siculis ; pro Sardis, Julius in accusando, etiam
M. Aquilio L. Fusii cognita industria est. Semeligi
tur, aut non saepe certè : sin erit, cui faciendum sit sae
pius, reipublicae tribuat hoc muneris, cujus inimicos ul
cisci saepius , non estreprehendendum ; modus tamen ad
sit : duri enim hominis, vel potiüs vix hominis videtur,
periculum capitis inferre multis : id quum periculosum
ipsi est, tum etiam sordidum ad fammam, committere,
ut accusator nominetur; quod contigit M. Bruto, sum
mo genere nato, illius filio, qui juris civilis in primis
peritus fuit. Atque etiam hoc praeceptum officii diligen
ter tenendum est, ne quem umquam innocentem judicio
capitis arcessas; id enim sine scelere fieri nullo pacto Po
- tCSte
DE cicERoN. LIB. II. 18z
crueldad, que convertir en perjuicio, y ruina de los
buenos este don de la eloqüencia, que la naturaleza pu
so en nosotros para bien, y conservacion de los hom
bres 2 Mas tampoco por huir de este defecto hemos de
hacer escrúpulo de tomar alguna vez á nuestro cargo la
defensa de un delinqüente, como no sea muy malo, y
facinoroso. Esto lo pide el interes del pueblo, lo sufre
la costumbre, y lo lleva de suyo la humanidad. El
oficio de un juez es seguir siempre en las causas la ver
dad; del orador á veces defender lo verosimil, aunque
no sea lo mas verdadero. Lo qual no me atrevería á es:
cribir (principalmente hablando de asuntos morales), si
no fuera de la misma opinion Panecio, el mas estrecho
de todos los Estoicos. Mas el favor, y la gloria se gran
gea en especial por las defensas; y tanto mas si ocur
re defenderá alguno, que parezca ser ultrajado, y aba
tido por algun poderoso, como me ha acontecido á mí
varias veces, y en mi mocedad en favor de Roscio Ame
rino contra todo el poder de Lucio Sila, que dominaba
entonces en Roma, cuya oracion , como sabes, an
da en manos de todos. - - - -

CA

test. Nam quid est tam inhumanum , quâm eloquentiam


à natura ad salutem hominum , & ad conservationem da
tam, ad bonorum pestem perniciemque convertere? Nec
tamen, ut hoc fugiendum est, ita habendum est reli
gioni nocentem aliquando modô ne nefarium impiumque
defendere: vult hoc multitudo, patitur consuetudo, fert
etiam humanitas. Judicis est, semper in causis verum se
qui; patroni, nonnumquam verisimile, etiam , si minus
sit verum, defendere: quod scribere (praesertim quum
de philosophia scriberem) non auderem, nisí idem pla
ceret gravissimo Stoicorum Panaetio. Maximè autem &
gloria paritur & gratia defensionibus, eôque major, si
quando accidit, utei, subveniatur , , qui potentis alicu
Jus opibus circumveniri urgerique videatur : ut nos & sae
pè alias, & adolescentes, contra L. Sullae dominantis opes
Pro S. Roscio Amerino fecimus; quae, ut scis, extat º.
188 LOS OFICIOS

CA RIT UL O XV.

Dos géneros de liberalidad, el dinero , y los servicios perso


males: estos son mas honrosos.

Dana, ya las obligaciones que conducen los jó


venes á la gloria, vamos á tratar aora de la beneficen
cia, y liberalidad. Esta virtud tiene dos medios : uno
los servicios que se hacen por los menesterosos; y el
otro el dinero. Este último es mas facil, particularmente
á los ricos; pero el primero es mas noble, y glorioso, y
mas correspondiente á un hombre grande, y esclareci
do. Porque aunque en los dos hay igualmente un deseo
generoso de hacer bien; con todo, lo uno se saca del
bolsillo, y lo otro de la virtud. La largueza que se ha
ce de la hacienda, agota la misma fuente de la liberali
dad, y se destruye á sí misma; porque quanto mas se
comunica, tanto mas se imposibilita de comunicarse á
otros. Al contrario los que fueren generosos, y tº eS

c A P UT XV.
Duo liberalitatis genera, pecuniam atque operam : hoc
es se praeclarius.
Sa expositis adolescentium officiis, quae valeant ad
gloriam adipiscendam , deinceps de beneficentia ac libe
ralitate dicendum est; cujus est ratío duplex: nam aut
operá benignè fit indigentibus, aut pecunià : facílior est
haec posterior, locupletis praesertim; sed illa lautior ac
splendidior , & viro forti claroque dignior. Quamquam.
enim in utroque inest gratificandi liberalis voluntas, ta
men altera ex arca, altera ex virtute depromitur ; lar
gitioque, quae fit ex re familiari, fontem ipsum benig
nitatis exhaurit : ita benignitate benignitas tollitur; quà
quò in plures usus sis, eô minus in multos uti possis
At qui operá , id est, virtute & industrià benefici &
-
- -

-
e
DE CICERON, LIB, II, 189
les con su virtud , y su propia aótividad, en primer lu
gar tendrán otros tantos que les ayuden á hacer bien,
en todos aquellos á quienes han favorecido; y ademas con
la costumbre, y exercicio de su beneficencia, se halla
rán mas bien dispuestos á emplearla en otros muchos.
Con razon reprehende Filipo en una carta á su hijo Ale
xandro el pretender conquistar con dádivas los corazo
nes de los Macedonios. ¿Qué mal pensamiento (le dice) te
ha hecho concebir esperanzas de que hallarás fidelidad en
esos que corrompes con dinero º ¿Acaso intentas que te ten
-gan los Macedones no por su Rey, sino por su tesorero, y
proveedor? Dixo muy bien tesorero, y proveedor, por
ser indigno de un Rey; pero dixo mejor en haber llama
do á la dádiva corrupcion pues se hace de peor con
dicion el que recibe una vez, y se enseña á esperar lo
mismo en otras ocasiones. Esto amonestaba él á su hi
jo; mas pensemos que se ha dicho para todos. Y así
no queda duda alguna, cn que la liberalidad que proce
de de los favores, y servicios, es mas honrosa, mas
amplia, y puede aprovechar á muchos mas Estos as

berales erunt, primüm quò pluribus profuerint, eô plu


res ad benigne faciendum adjutores habebunt: deinde con
suetudine beneficentiae paratiores erunt, & tamquam exer
citatiores ad bene de multis promerendum. Praeclarè epis
tolà quadam Alexandrum filium Philippus accusat, quòd
largitione benevolentiam Macedonum consectetur. guae te,
malum, inquit, ratio inistam pem induxit, uteos tibi f
deles putares fore, quos pecunia corrupisses º An tu id agis, ut
AMacedones non te regem suum , sed ministrum (9” praebitorem
sperent fore ? Bene ministrum & praebitorem , quia sor
didum regi; meliüs etiam , quod largitionem corruptelam
esse dixit: fit enim deterior, qui accipit, atque ad idem
semper exspectandum paratior. Hoc ille filio: sed prae
ceptum putemus omnibus. Quamobrem id quidem non du
bium est, quin illa benignitas, quae constat ex opera
& industria, & honestror sit , & latiüs pateat, & pos
sit prodesse pluribus.
Non
19o LOS ORICIOS

Mas tambien se ha de dar algunas veces, y no se de


be reprobar del todo este género de liberalidad : hanse
de franquear nuestras facultades á los menesterosos en
varias ocasiones, pero con prudencia, y moderacion;
pues muchos han dilapidado sus patrimonios, derramán
dolos inconsideradamente. ¿Qué mayor necedad que
andar buscando modo de no poder hacer con freqüen
cia lo que con tanto gusto se hace? Y lo peor es, que
á estas franquezas se suele seguir la usurpacion : porque
en comenzando á faltarles por lo mucho que han repar
tido, se ven en la precision de echarse sobre los bienes
agenos. Y así quando pretenden por ser generosos con
ciliarse amor, no consiguen tanto afeéto de aquellos á
quienes dieron, como odio de los otros á quienes usur
paron. Por lo qual, ni se han de encerrar de suerte las
riquezas, que no haya de abrirlas nunca la generosidad,
ni se han de franquear de modo, que esten patentes á
todos. Ha de haber moderacion, y esta que se arregle á
las facultades. Debemos tener muy fixa en la memoria
aquella máxima, tan freqüente en nuestros antepasados,
que ha venido á recibirse por proverbio ; la liberalidad
40

Nonnumquam tamen est largiendum, nechoc benignita


tis genus omnino repudiandum est; & saepe idoneis ho
minibus indigentibus de re familiari impertiendum ; sed
diligenter , atque moderatè : multi enim patrimonia effu
derunt inconsultè largiendo. Quid autem est stultius, quām
quod libenter facias , curare, ut id diutius facere non
possis Atque etiam sequuntur largitionem rapinae; quum
enim dando egere coeperint, alienis bonis manus affer
re coguntur: ita , quum benevolentiae comparandae cau
sà benefici esse velint ; non tanta studia assequuntur eo
rum, quibus dederunt, quanta odia eorum, quibus ade
merunt. Quamobrem nec ita claudenda est res familiaris,
ut eam benignitas aperire non possit; nec ita reseranda,
ut pateat omnibus: modus adhibeatur, isque referatur ad
facultates. Omnino meminisse debemus id, quod à nos
tris hominibus saepissime usurpatum , jam in proverbii
COn
DE CICERON• LIB, IIe 19 r

no tiene fondo. Porque ¿qué límites ha de haber, quan


do los que una vez recibieron, lo están deseando siem
pre, y tienden á un mismo tiempo la mano por otra
parte muchos necesitados? -

CAP I T UL O XVI.

Hombres pródigos, y liberales: en los gastos se ha de buscar


dignidad,
Er. los que dan á otros hay dos especies de hom
bres, unos pródigos, otros liberales. Los que con
sumen sus bienes en banquetes , gladiadores, fies
tas, cazas, espectáculos, y en cosas como estas, que,
ó se olvidan luego, ó duran poco en la memoria, estos
son pródigos; y liberales son los que con sus facultades
rescatan á los miserables que han caido en mancs de los
piratas, ó toman á su cargo las deudas de sus amigos, ó
les ayudan en la colocacion de las hijas, ó en buscar su
fortuna, ó en aumentarla,
Y

consuetudinem venit, largitionem fundum non hahere: ete


nim quis potest modus esse, quum & idem qui consue
runt , & idem illud alii desiderent? -

C A P U T XVI.
Alios es se prodigos , alios liberales ; sumptibus quaerendan erre
dignitatem.

Omino duo sunt genera largorum , quorum alteri pro


digi; alteri liberales. Prodigi, qui epulis , & viscera
tionibus, & gladiatoriis muneribus, ludorum venationum
que apparatu, pecunias profundunt in eas res, quarum
memoriam aut brevem, aut nullam omnino sint reliéturi:
liberales aurema , qui suis facultatibus aut captos à prae
donibus redimunt, aut aes alienum suscipiuntamicorum,
aut in filiarum collocationem adjuvant , autopitulantur in
revel quaerenda , vel augenda.
Ita
192 LOS OFICIOS

Y así me maravillo en qué pensaría Teofrasto, quan


do entre tan buenas máximas como hay en su libro de
las riquezas, dió lugará un absurdo como este : se di
lata mucho en alabar el aparato, y magnificencia de los
donativos al pueblo, y juzga que el fruto de las rique
zas consiste en poder hacer estos gastos. A mí me pa
rece mucho mayor, y mas seguro fruto de la liberalidad
aquel de que acabo de proponer algunos exemplos. Quán
to mas verdadero, y sólido nos reprehende Aristóteles
del falso concepto que formamos de estos gastos excesi
vos, que se dirigen á conciliarnos el aura popular! Si un
hombre (dice) que se halla cercado del enemigo , paga
1oo dragmas por un sextario de agua, nos parece in
creible, á todos nos admira, y aun despues de haber
hecho alguna reflexion, apenas escusamos á la necesidad;
y en estos otros gastos soberbios, y profusiones desco
medidas, nada nos maravilla; y mas quando con ellas
ni se socorre alguna necesidad , ni se acrecienta el ho
nor; y quando el mismo deleite de la muchedumbre es
para muy corto tiempo, y lo desfruta la gente baxa, cu
ya

Itaque miror, quid in mentem venerit Theophrasto,


in eo libro, quem de divitiis scripsit, in quo multa prae
clare; illud absurde. Est enim multus in laudanda mag
nificentia & apparatione popularium munerum ; taliumque
sumptuum facultarem , fructum divitiarum putat. Mihi au
temille fructus liberalitatis, cujus exempla pauca po
sui , multò etiam & major videtur & certior. Quantô.
Aristoteles graviüs & veriüs nos reprehendit, qui has pe
cuniarum effusiones non admiremur, quae fiuntad mul
titudinem deliniendam : at ii, qui ab hoste obsidentur»
si emere aquae sextarium miná cogantur, hoc primò in
credibile nobis videri, omnesque mirari; sed, quum at
tenderint, veniam necessitati dare: in his immanibus jac
turis, infinitisque sumptibus, nihil nos magnopere mi
rari 3 quum praesertim nec necessitati subveniatur, nec
dignitas augeatur; ipsaque illa delectatio multitudinis sit
ad breve exiguumque tempus; eaque à levissimo quoque:
ll
DE CICERON. LIB, II. 193

ya memoria espira juntamente con el fastidio de aquel


deleite. De lo qual concluye Aristóteles, que esto solo
puede ser agradable á los niños, á las mugeres, á los
siervos, y á aquellos libres, que merecian ser esclavos;
pero que no puede agradar al hombre justo, y constan
te, que pesa todas las cosas con el fiel de su juicio, y
reótitud.
Aunque ya entiendo, que es costumbre recibida en
nuestra República desde sus venturosos tiempos, que
los hombres principales pretendan el fausto, y esplendor
de la Edilidad (a). Y así obtuvo este magnífico empleo
Publio Craso, hombre rico por sobrenombre, y por sus
facultades, y poco tiempo despues le sirvió suntuosa
mente L. Craso en compañia de Q. Mucio, que era el
sugeto mas moderado que se conocia en Roma. Despues
C. Claudio, hijo de Apio, y otros muchos, como los
Lúculos, Hortensio, y Silano. Pero á todos los ante
riores excedió, siendo yo Consul, la magnificencia de
P. Léntulo, al qual imitó M. Escauro. Hizo tambien
- mag

in quo tamen ipso unà cum sacietate, memoria quoque


moriatur voluptatis. Bene etiam colligit, haec pueris, &
mulierculis, & servis, & servorum simillimis liberis, es
se grata ; gravi verò homini, & ea quae fiunt, judicio
certo ponderanti, probari posse nullo modo.
Quamquam intelligo, in nostra civitate inveterasse jam
à bonis temporibus, ut splendor aedilitatum ab optimis
viris postuletur. Itaque & P. Crassus quum cognomine
dives, tum copiis, functus est aedilitio maximo mune
re; & paulò pòst L. Crassus cum omnium hominum mo
deratissimo, Q. Mucio, magnificentissimà aedilitate func
tus est: deinde C. Claudius, Apii filius; multi pòst, Lu
culli, Hortensius, Silanus: omnes autem P. Lentulus,
me consule, vicit superiores : hunc est Scaurus imitatus.
Mag
(a) Este era el primer Magistrado Curul , á cuyo cargo estaban las
fiestas públicas, y la provision de los víveres. Era el magistrado en que
mas se conciliaban los hombres el amor del pueblo, el qual (como dice
"¿ en la sátira 1o) dos cosas son las que desea con mas ansia, pan,
y fieStaSe
TOMe Ie N
I94 Los oFICIOS

magníficas expresiones con el pueblo mi gran Pompeyo


en su segundo Consulado. Mas ya sabes mi parecer
acerca de todas estas liberalidades.
CAP I T UL O XVII.

Dádivas necesarias alguna vez: verdadera, y falsa


liberalidad.

Con todo se ha de procurar no hacernos sospechosos


de avaricia. Porque áMamerco, hombre muy podero
so, el no haber admitidó el cargo de Edil, le acarreó
la repulsa del consulado. Y así es preciso hacer estos gas
tos quando lo pide el pueblo, y no lo desaprueban, ya
que no lo deseen, los hombres ajustados; pero siempre
han de ser arreglados á las facultades de cada uno, como
yo lo hice; y tambien quando se adquiere por medio de
esta largueza alguna utilidad mayor. Orestes se concilió
gran nombre con haber repartido con título de diezmos,
la vianda por todos los quarteles de la ciudad (a). Tam
po
Magnificentissima verò nostri Pompeii munera secundo
consulatu ; in quibus omnibus quid mihi placeat, vides.
cA P UT XVII. -

Largitiones es se nonnumquam necessarias : vera e9º falsa


liberalitar.

V itanda tamen est suspicio avaritiae. Nam Mamerco,


homini divitissimo, praetermissio aedilitatis consulatús
repulsam attulit. Quare & , si postulatur à populo, bo
nis viris si non desiderantibus, attamen approbantibus,
faciendum est, modô pro facultatibus, nos ipsi ut feci
mus 3 & , si quando aliqua res major atque utilior po
pulari largitione acquiritur. Oresti nuperprandia in se
m1 -

(a. Cn. Aufidio Orestes dió estas comidas al pueblo con el nombre
de diezmos, por conciliarse su amor; como que consagraba á los Dio
ses, segun era costumbre, la décima parte de sus bienes.
DE CICERON• LIB, IIe I95

poco fue mal parecido en M. Seyo el haber dado en tiem


po de una carestía por un as cada modio de trigo (a):
antes por este medio se vindicó de un odio de mucho
tiempo con que era perseguido, con un gasto no re
prehensible para un Edil, como él era, ni tampoco
excesivo. Mi amigo Milon consiguió muy buen crédito
por haber puesto en armas los Gladiadores, que com
pró por el bien de la República, el qual dependia del
mio, con que desbarató los locos furores de P. Clodio.
De suerte, que hay motivo de hacer tales gastos, quan
do son útiles, ó necesarios. -

Mas deben siempre medirse con la regla de la me


diocridad. L. Filipo, hijo de Quinto, hombre de gran
de ingenio, y de la primera nobleza, se gloriaba de ha
ber obtenido los empleos mas honoríficos sin donativo
alguno ; lo mismo decia C. Curion. Y aun yo puedo
jaétarme de lo propio; porque en comparacion de los
empleos que he logrado por aclamacion, fueron cierta
mente muy cortos los gastos de mi año: cosa que no su
Ce

mitis decumae nomine magno honori fuerunt. Ne Marco


uidem Sejo vitio datum est, quòd in caritate asse mo
¿ populo dedit: magna enim se & inveteratà invidia,
necturpi jacturà, quando erat aedilis, nec maximá libera
vit. Sed honori summo nuper nostro Miloni fuit, quòd gla
diatoribus emptis reipublicae causà, qu.e salutae nostrà
continebatur, omnes P. Clodii conatus furoresque compres
sit. Causa igitur largicionis est, si aut necesse est, aut utile
In his autem ipsis mediocritatis regula optima est.
L. quidem Philippus, Q. filius, magno vir ingenio, in
primisque clarus, gloriari solebat, se sine ullo munere
adeptum esse omnia, quae haberentur amplissima: dice
bat idem C. Curio. Nobis quoque licet in hoc quodam
modo gloriari: nam pro amplitudine honorum , quos
cunétis suffragiis adepti sumus, nostro quidem anno, quod
CQlº

a) Esto es 24 libras de trigo por tan corto precio. Porque el modio


tiene diez y seis sextarios, y cada sextario una líbra y seis ouzas.
N2
196 LOS OFICIOS

cedió á otro de los que acabo de nombrar. Mucho me


jores son los gastos que se hacen en murallas, arsenales,
puertos, conductos, y otras obras útiles á la República.
Porque aunque deleita mas lo que de presente se dá co
mo en la mano; con todo estotras dádivas causan un
gozo que pasa á la posteridad. Los teatros, pórticos, y
templos nuevos los reprehendo con menos severidad por
respeto de Pompeyo; pero otros Filósofos muy doétos
no los aprueban, como el mismo Panecio, á quien tan
to sigo en mis libros, aunque sin trasladarle; y Deme
trio Falereo, que reprehende á Pericles, el heroe mas
esclarecido , y poderoso de Grecia, por haber echado
tan gran suma de dinero en aquel atrio magnífico del
templo de Minerva (a). Pero este asunto está tratado con
bastante extension en mis libros de la República. To
das las dádivas de esta naturaleza son por sí reprehensi
bles: la necesidad las hace á veces precisas, pero aun
entonces han de arreglarse á las facultades, y seguir la
regla de la medianía. -

CA

contigit eorum nemini, quos modô nominavi, sanè exiguus


sumptus aedilitatis fuit. Atque etiam illae impensae me
liores sunt, muri, navalia, portus , aquarum ductus,
omniaque, quae ad usum reipublicae pertinent: quam
quam quod praesens tamquam in manum datur, jucundius
est: tamen haec in posterum gratiora. Theatra, porti
cus, nova templa verecundiüs reprehendo, propter Pom
peium : sed doctissimi non probant, ut & hicipse Pa
naetius, quem multum in his libris secutus sum, non in
terpretatus; & Phalereus Demetrius, qui Periclem, prin
cipem Graeciae vituperabat, quòd tantam pecuniam in,
praeclara illa propylaea conjecerit. Sed de hoc genere
toto, in iis libris, quos de republica scripsi, diligenter
est disputatum. Tota igitur ratio talium largitionum, gene
re vitiosa est; temporibus necessaria ; & tum ipsa & ad.
facultates accommodanda, & mediocritate moderanda¿
A

Sll
(raº que dicen gastó dos mil, y doce talentos. Véase á Plutarco en
V1Clde -

” ,
DE CICERON» LIBe IIs 197
CAPITULO XVIII.
Reglas de la liberalidad : quál es la mas honrosa: afabili
dad en todos los negocios, alabanza justa de la
hospitalidad.
En la otra especie de donativos que proceden de libe
ralidad, es menester juicio, y prudencia para saber dis
tinguir los casos diferentes. Porque es muy distinto el
caso del que se ve oprimido de la desgracia, del de aquel,
que desea mejorar de estado sin hallarse en especial cala
midad. Debemos inclinarnos mas ácia los desgraciados,
sino es que merezcan la fatalidad que padecen ; mas no
por eso hemos de mostrarnos apretados, ó escasos con
los que piden favor, no por salir de algun ahogo, si
no para mejorar de fortuna ; aunque con discernimiento
prudente para escoger los mas dignos. Porque dixo muy
bien Ennio: -
Mal hace antes que bien, en mi concepto,
Aquel que el beneficio mal emplea.
En

C A P U T XVIII.

Beneficentiae norma ; quae tit honertior liberalitas : unusquis


que in omnibus sit facilis: rece laudari hospitalitatem.
T, illo autem altero genere largiendi , quod à libera
litate proficiscitur, non uno modo in disparibus causis
affecti esse debemus. Alia causa est ejus , qui calamita
te premitur , & ejus, qui res meliores quaerit, nullis
suis rebus adversis. Propensior benignitas esse debebit
in calamitosos, nisi fortè erunt digni calamitate. In iis
tamen , qui se adjuvari volent, non ut ne afligantur, sed
ut altiorem gradum adscendant, restrióti omnino esse nul
lo modo debemus ; sed in deligendis idoneis judicium
& diligentiam adhibere: nam praeclarè Ennius:
Benefacia male locata , malefacia arbitror.
N 3 Quod
198 Los o FIcios

En los beneficios que se hacen á un hombre virtuoso,


y agradecido, no solo se percibe el futo de su agradeci
miento, sino tambien del de otros muchos. Porque es
mui agradable la liberalidad como sea prudente, y juicio
sa; y se esmeran muchos en engrandecerla con empeño,
porque esta bondad en los hombres poderosos, y no
bles, es el comun refugio de todos. Mas se ha de procu
rar emplear esta virtud en aquellas buenas obras, cuya
memoria pasando de padres á hijos, no puede admitir ja
mas la ingratitud; pues todos aborrecen al hombre des
agradecido, y juzgan por suya propia la injuria con que
ata las manos al poderoso, y le tienen por enemigo
comun de los necesitados. Tambien es muy util á la pa
tria la liberalidad de redimir los cautivos, y sacar á los
ciudadanos de miseria: lo qual acredita con muchos exem
plos el célebre discurso de Craso, que era antiguamen
te propio empleo de nuestro orden Senatorio. Esta cos
tumbre de hacer bien, es la que yo antepongo á la pro
fusion de las otras dádivas: esta es la propia de hombres
serios, y grandes; y aquella de lisongeros dedicados á
al

Quod autem tibutum est bono vire & grato, ineo


quum ex ipso frtiétus est, tum etiam ex ceteris: teme
ritate enim remotá, gratissima est liberalitas ; eôque eam
studiosiüs plerique laudant, quòd summi cujusque boni
tas commune perfugium est omnium. Danda igitur ope
ra est, uthis beneficiis quām plurimos afficiamus, quo
rum memoria liberis posterisque prodatur, utiis ing a
tis esse non liceat: omnes enim immemorem beneficii o de
runt ; eamque injuriam in deterrenda liberalitate sibi
etiam fieri; eumque, qui faciat, communem hostem te
nuiorum putant. Atque haec benignitas etiam reipublicae
utilis est , redimi è servitute captos, locupletari tenuio
res; quod quidem vulgô solitum fieri ab ordine nostro
in oratione Crasi scriptum copiosè videmus. Hanc ergo
consuetudinem benignitatis largitioni munerum longè an
tepono: haec est gravium hominum, atque magnorum; illa
quasi assentatorum populi , multitudinis levitatem volup
t2
DE cucERON. LiB. II. I99
alhagar con tales gustos la ligereza de la muchedumbre.
Importa mucho tambien ser magníficos para dar, y
nada tiranos en cobrar: mostrarse afable, y humano con
los vecinos, y confinantes en todos los contratos, sean
ventas, compras, alquileres, ó, arrendamientos : ceder
á otros en ocasiones parte de su derecho; y últimamente
desviarse de pleitos todo quanto sea posible , y estoi
por decir, aun mas de lo que se pueda. Porque ade
mas de ser propio de ánimos generosos ceder algo de su
derecho, es tambien algunas veces mui util. Entretanto
se ha de mirar por los bienes, que no es bueno dexar
los ir perdiendo; pero de un modo que no vengamos á
caer en sospecha de avarientos, y, miserables; pues el
fruto mayor de la riqueza consiste en poder uno ser ge
neroso, sin menoscabo de su patrimonio. Con razon
tambien se hace lenguas Teofrasto de la hospitalidad; por
que es á mientender mucha gloria, que se franqueen las
casas de los sugetos ilustres á los huéspedes esclarecidos,
y asimismo es honor de la República, que los estrange
ros experimenten en nuestros pueblos este género de li
- - --- —— be
- - - a L-===

tateo quasi titillantium. rºi ºrº o r-: , ,, ,,


Conveniet autem quum in dando munificum esse, tum
in exigendo non acerbum ; in omnique re contrahenda,
vendendo , emendo , conducendo, locando , vicinitati
bus & confiniis, aequum & facilem ; multa multis de
jure suo cedentem ; à litibus o verò, quantum liceat, &
nescio an paulò plus etiam , quâm liceat, abhorrentem.
Est enim non modô liberale, paulum nonnumquam de suo
jure decedere, sed interdum etiam fructuosum. Habenda
autem estratio rei familiaris, quam quidem dilabi si
nere, flagitiosum est; sed ita , utilliberalitatis avari
tiaeque absit suspicio. Posse enim liberalitate uti, non
spoliantem se patrimonio, nimirum is est pecuniae fruc
tus maximus. Rectè etiam à Theophrasto est laudata hos
pitalitas: est enim (ut mihi quidem videtur) valde de
corum , patere domos hominum illustrium illustribus hos
pitibus; idque etiam, reipublicae est ornamento, homi
N4 lles,
2oo - LOS OFICIOS

beralidad. Y es tambien muy util para los que pueden


hacerlo con esplendor, el tener favor, y valimiento en
los Reinos estraños por medio de sus huéspedes. De Ci
mon, natural de Lacia, escribe el mismo Teofrasto,
que se portaba con mucha generosidad en Atenas con
sus paisanos; y que tenia dada orden en sus granjas,
que á qualquiera Laciade que llegase, se le suministrase
todo lo necesario. * -

* - o - - .

CA P I TU L o XIX.
- 2 -

Los jurisconsultos pueden hacer bien á muchos, y mas los


Oradores: no se ha de ofender á los que no se puede
"- obligar.
. * º -

Le. beneficios que no proceden de las riquezas, sino


de buenos oficios, parte son en favor de la República
en general, y parte en favor de los particulares. El di
rigir á muchos, ayudarles con el consejo, y aprovechar
L. J ¿CC , . . . . .. . .. . -

nes- externos hoc liberalitatis genere in urbe nostra- non


egere. Est autem etiam vehementer utile iis, qui hones
tè posse multum volunt, per hospites apud externos po
pulos valere opibus & gratiá. Theophrastus quidem scri
bit, Cimonem Athenis etiam in suos curiales Laciadas
hospitalem fuisse 3 ita enim instituisse, & villicis impe
ravisse, ut omnia praeberentur, qúicumque Laciades in
villam suam divertisset. . . . ..
. C A P UT XIX. .
r: .. : , . . . .

jurisperitos posse quam plurimis prodes re: diserti hominis pa


trocinia latiüs patere: non ofendendos es se quos
juvare non poisis. r

Qihaecautemtum operà, non largitione, beneficia dantur,


in universam rempublicam , tum in sin
gulos cives conferuntur : nam in jure cavere, consilio
es • - ju
DE CICERON, LIB, II, 2O .

les con esta epecie de sabiduría, son otros tantos medios


mui seguros de aumentar el crédito, y las facultades. Y
así entre muchas singulares glorias de nuestros antepasa
dos , es la principal la estimacion , que siempre dieron
á la ciencia, y interpretacion del derecho civil tan sa
biamente establecido. La qual mantuvieron en sí los hom
bres mas principales, y de mas doctrina, como posesion
suya antes de esta revolucion de tiempos; pero ahora ya
se ha olvidado el esplendor de esta facultad , como el
de todos los empleos, y dignidades: y esto con tanta
mayor fealdad, por haber acaecido en ocasion que la
mantenia un varon insigne, que no siendo nada inferior
en nobleza á los antepasados, á todos hacia grandes, y
conocidas ventajas en sabiduría. Estos pues son unos ser
vicios mui agradables á todos, y mui á propósito pa
ra tener á los hombres obligados con ellos. La inmedia
ta á esta es la facultad de la eloqüencia, mas magestuo
sa, mas benéfica, y brillante. Porque ¿qué cosa mas ex
celente, así por la admiracion de los que oyen, como
por la esperanza de los necesitados, y por el agradeci
miento de aquellos á quienes favorece? Y así la dieron
InulCS

juvare, atque hoc scientiae genere prodesse quâm pluri


mis, vehementer & ad opes augendas pertinet, & ad
gratiam. Itaque quum multa praeclara majorum, tum quòd
optime constituti juris civilis summo semper in honore
fuit cognitio atque interpretatio; quam quidem ante hanc
confusionem temporum in possesione sua principes reti
nuerunt; nunc ut honores, ut omnes dignitatis gradus,
sic hujus scientiae splendor deletus est; idque eô indig
nius, quòd eo tempore hoc contigit, quum is esset, qui
omnes superiores, quibus honore par esset, scientià fa
cile vicisset. Haec, igitur opera, grata multis, & ad be
neficiis obstringendos homines accommodata. Atque huic
arti finitima est dicendi gravior facultas, & gratior, &
ornatior. Quid enim eloquentià praestabilius, vel admi
ratione audientium, vel spe indigentium, vel eorum, qui
defensi sunt, gratiá º huic quoque ergo à majoribus nos
- tris
2O2 LOS OFICIOS

nuestros mayores el lugar primero en los empleos de la


toga. Son pues de grandísima extension los beneficios,
y patrocinio de un hombre eloqüente, afable en su tra
bajo, y que segun las primitivas costumbres, toma á
su cargo la defensa de muchas causas sin dificultad, y
con desinteres. -

Aquí me estaba estimulando el mismo asunto á mez


clar mis quexas por la intermision que ha padecido la
eloqüencia, por no decir su total exterminio, si no pa
reciera que me quexaba de mi particular desgracia. No
obstante , vemos que olvidados los Oradores, han que
dado esperanzas en muy pocos, en muchos menos talen
tos, y en muchísimos gran presuncion. Mas puesto que
no todos, ni aun muchos pueden ser Jurisconsultos, ú
Oradores, hai otros servicios con que pueden favorecer
á los demas, ya pidiendo gracias por ellos, ya reco
mendando á los Magistrados, y Juezes sus negocios, y
ya velando por sus intereses, ó rogando á los que pue
den aconsejarles, ó defenderles. Y así la industria, y ae
tividad de los que se dedican á estos oficios gana mucho
favor, y tiene muchísimo en que emplearse, Mas no es
In C

tris est in toga dignitatis principatus datus. Diserti igi


tur hominis, & facilè laborantis, quodque in patriis est
moribus, multorum causas, & non gravate , & gratuitó
defendentis, beneficia & patrocinia late patent.
Admonebat me res, uthoc quoque loco intermissio
nem eloquentiae, ne dicam interitum , deplorarem ; nive”
rerer , ne de me ipso aliquid viderer queri. Sed , tamen
videmus, quibus extinctis oratoribus, quâm in paucis spes,
quantó in paucioribus facultas, quâm in multis sit au
dacia. Quum autem omnes non possint, ne multi quidem,
aut jurisperiti esse, aut diserti, licet tamen operá pro
desse multis, beneficia petentem, commendantem judici
bus & magistratibus, vigilantem pro re alterius, eos
ipsos, qui aut consuluntur, aut defendunt, rogan
tem ; quod qui faciunt, plurimum gratiae consequuntur»
latissimeque eorum manat industria. Jam illud non
2. -
DE CICERON, LIB. II, 2O3

menester amonestarles (por ser cosa bien clara, y mani


fiesta á todos) que tengan consideracion de no ofenderá
unos por favorecer á otros. Porque sucede mui fre
qüentemente, que perjudican á quien no deben : co
sa que si hacen sin saberlo es descuido, y si con ciencia
cierta, es temeridad. Tambien es necesario quando se ha
ofendido á otro , contra toda nuestra intencion , escu
sarse del modo posible, alegando la inevitable necesidad,
y que no se pudo obrar de otra suerte, y recompensar
con otras obras, y servicios la pasada ofensa.
CAP I T UL O XX.

Los beneficios casi siempre son interesados: los grandes no


quieren quedar obligados: daños de las riquezas.
as como en esto de favorecer á otros se mire co
munmente á las costumbres, ó á la fortuna; es co a
facil de decir, y así se dice por lo comun, que se con
sidera en los servicios el mérito de los sugetos, y no sus
ri

admonendi ( est enim in promptu ) ut animum advertant,


quum juvare alies velint, ne quos offendant: saepe enim
aut eos laedunt, quos non debent ; aut eos, quos non ex
pedit: si imprudentes, negligentiae est; si scientes, te
meritatis. Utendum etiam excusatione adversus eos, quos
invitus ofendas, quacumque possis, quare id, quod fe
ceris, necesse fuerit, necaliter facere potueris: ceterisque
oPeris & officiis erit, quod violatum est compensandum.
CA PU T XX.

In hominibus juvandis gratiam captari: beatos beneficio obli


gari nolle: divitiarum mala.

S. quum in hominibus juvandis aut mores spectari,


aut fortuna soleat; dictu quidem est proclive, itàque
vulgó loquuntur, se in beneficiis collocandis mores ho
m1º
204 LOS ORICIOS

riquezas. Mui bien dicho; pero al cabo, ¿quién es el


que al hacer un beneficio no antepone el favor de un po
deroso, al motivo de un pobre, aunque sea el hombre
mas de bien y virtuoso? Porque regularmente se inclina
mas nuestra voluntad á aquel sugeto, de quien se prome
temas facil, y mas pronta remuneracion. Mas abramos
los ojos, y observemos atentamente la naturaleza de las
eosas. Aquel pobre, si es hombre de bien, quando no
pueda pagar el beneficio, se mostrará á lo menos agra
decido. Porque dixo mui bien qualquiera que fuese:
Que el que volvio el dinero, no le tiene, y el que le tiene,
no le ha vuelto; pero el agradecimiento aunque se haya vuel
to permanece, y en teniéndole, ya se cree que ha satisfecho
el que le tiene.
Mas los que se juzgan ricos, ilustres, y afortunados,
ni aun obligados quieren quedar al beneficio, antes creen
que hacen un gran favor, quando reciben, aunque sea
cosa de importancia; porque sospechan que algun interés,
ó esperanza incluye el servicio que se les hace; y el ha
berse valido de patrocinio, ó nombrarse dependientes,
CS

minum , non fortunam sequi: honesta oratio est: sed


quis est tandem , qui inopis & optimi viri causae non
anteponat, in opera danda, gratiam fortunati & poten
tis? A quo enim expeditior & celerior remuneratio fo
re videtur, in eum ferè est voluntas nostra propensior.
Sed animadvertendum est diligentiüs, quae natura rerum
sit: nimirum enim inops ille, si bonus est vir, etiam
si referre gratiam non potest, habere certè potest. Com
modè autem, quicumque dixit, pecuniam qui habeat, non
redidisse; qui reddiderit, non habere: gratiam autem e?” qui
retulerit , habere; 89” qui habeat, retulisse.
At, qui se locupletes, honoratos, beatos putant, hi
ne obligari quidem beneficio volunt: quin etiam bene
ficium se dedisse arbitrantur, quum ipsiquamvis magnum
aliquod acceperint ; atque etiam à se aut postulari, aut
exspeétari aliquid suspicantur: patrocinio verò se usos,
& clientes appellari, mortis instar putant. At verò ille
t(2
DE cICERON. Lie. II. 2o.5

esto lo sienten á par de muerte. Al contrario el pobre,


como en qualquier favor juzga que no ha mirado á su
fortuna el que le favorece, procura manifestarse agrade
cido, no solo á quien le hizo el beneficio, sino á to
dos aquellos en quienes funda igual esperanza , porque á
todos ha menester. Y si alguna vez él ha tenido propor
cion de servir en algo, tan lexos está de ponderar el be
neficio, que antes le disminuye. Hase de considerar tam
bien, que quando se sirve á un poderoso afortunado,
en él solo, ó quando mas en sus hijos queda el agrade
cimiento; pero quando se hace bien á un menesteroso
hombre de bien , y modesto, todos los que son como
él (que suele haber muchos en un pueblo ), miran en el
que lo hace su amparo, y proteccion. Por cuyas razo
nes soi de parecer, que son mejor colocados los bene
ficios en los virtuosos, y honestos, que en los poderosos.
No obstante, á todos hemos de procurar satisfacer.
Mas si llegase el caso á términos de competencia, siga
mos el exemplo de Temístocles, que habiéndole pregun
tado, con quien colocaría de mejor gana una hija suya,
con un hombre de bien pobre, ó con un rico de no tan
buen

tenuis, quum , quidquid factum sit, se spectatum, non


fortunam putet, non modô illi, qui est meritus, sed
etiam illis, à quibus exspectat ( eget enim multis), gra
tum se videri studet: neque verò verbis auget suum mu
nus , si quo forte fungitur, sed etiam extenuat. Viden
dumque illud est, quòd si opulentum fortunatumque de
fenderis, in illo uno , aut forte in liberis ejus, man, t
gratia : sin autem inopem, probum tamen & modestum;
omnes non improbi humiles (quae magna in populo mul
titudo est), praesidium sibi paratum vident. Quamobrem
meliüs apud bonos, quâm apud fortunatos, beneficium
collocari puto.
Danda omnino opera est, ut omni generi satisface
re possimus : sed si res in contentionem veniet, nimi
rum Themistocles est auctor adhibendus; qui quum con
suleretur, utrum bono viro pauperi, an minus
3
prote1
2O6) LOS OFICIOS

buen crédito ? Respondió: no mas quiero hombre sin dinero,


que dinero sin hombre. Pero este encanto de las riquezas
ha echado á perder, y corrompido las costumbres: cuya
abundancia, ¿qué nos importa á cada uno en particular?
Serán de provecho quando mas á aquel que las posee,
y esto no siempre; pero demos que lo sean: él sera cier
tamente mas afortunado; pero será mas virtuoso? Mlas
si el rico fuere tambien bueno, no sean sus haberes im
pedimento para servirle, con tal que no sean el motivo;
y en todo caso deberá hacerse juicio de lo que él es en
sí, y no de lo que tiene. Finalmente sea la última re
gla de los beneficios, que en nada nos empeñemos
contra la equidad, ni con agravio de otro; porque el
fundamento de una perfecta recomendacion, y crédito
es la justicia, sin la qual nada es digno de alabanza.
CA

diviti filiam collocarct: Ego veró, inquit, malo virum,


qui pecunia egeat, quam pecuniam, quae viro. Sed corrupti
mores depravatique sunt admiratione divitiarum ; quarum
magnitudo quid ad unumquemque nostrúm pertinet? Illum
fortasse adjuvat, qui habet; ne id quidem semper: sed
fac juvare: utentior sane sit : honestior verò quomodo?
Quòd si etiam bonus erit vir , ne impediant divitiae
quò minús juvetur, modô ne adjuvent ; sitque omne ju
dicium , non quâm locuples , sed qualis quisque sit. Ex
tremum autem praeceptum in beneficiis , operaque danda
est, ne quid contra aequitatem contendas, ne quid per
injuriam : fundamentum enim perpetuae commendationis,
& famae, est justitia , sine qua nihil potest esse lau
dabile.

CA
IDE CICERON, LIB, II, 2oz

CA P I T UL o XXI.
No se ha de tocar á los bienes de los particulares : no impo
mer tributos sin gran necesidad; y mantener la
abundancia.

Dere de haber hablado de aquella especie de bene


ficios que pertenecen á los particulares, pasemos á tra
tar de los que se dirigen al comun, y á la República.
De estos unos se refieren á todos los ciudadanos, y
otros á cada uno en particular, que son los mas agrada
bles. Hemos de procurar abrazar si podemos ambos ob
jetos ; pero de modo que no nos lleven menos atencion
los particulares, y que el fin sea aprovechar, ó á lo
menos no perjudicar á la República. Eran exórbitantes
los donativos de frutos de C. Graco, y así empobrecia
al erario : los de M. Octavio, mas moderados, eran to
lerables para la República, y necesarios al pueblo: de
este modo fueron á un tiempo útiles á los ciudadanos,
y

CAP U T XXI.

Civium fortunam non es se minuendam: providendum es se ne tri


butum sit conferendum: rerum necessariarum comparationem
fieri oportere.

S. quoniam de eo genere beneficiorum dictum est, quae


ad singulos speótant; deinceps de iis, quae ad universos,
quaequae ad rempublicam pertinent, disputandum est. Eo
rum autem ipsorum partim ejusmodi sunt, ut ad univer
sos cives pertineant , partim singulos ut attingant, quae
sunt etiam gratiora. Danda est opera omnino, si possit,
utrisque, nec minús, ut etiam singulis consulatur; sed
ita, utea res aut prosit, aut certè non obsit reipubli
cae. C. Gracchi frumentaria magna largitio; exhaurie
bat igitur aerarium : modica M. Octavii, & reipublicae
tolerabilis , & plebi necessaria; ergo & civibus, & rei
pu
2o8 LOS OFICIOS -

y á la patria. En primer lugar ha de cuidar el que gos


bierna un estado, de que cada ciudadano posea lo suyo,
y que no padezcan detrimento los bienes de los particu
lares baxo el pretexto de utilidad pública. Fue mui per
judicial aquella máxima de Filipo en su Tribunado quan
do promulgó la ley agraria, la que facilmente permitió
que no se recibiese, y en esto se mostró mui modera
do; pero en su discurso entre muchas proposiciones mui
favorables al pueblo, profirió una mui perjudicial, y
fue: Que no habia en la República dos mil hombres que tuvie
sen bienes propios: expresion sediciosa, y dirigida á igua
lar las haciendas, que era el mas grave perjuicio que
podia introducirse. Porque las ciudades, y repúblicas
fueron fundadas por causa de conservar la propiedad. Pues
aunque se juntaban los hombres siguiendo su natural so
ciable, no obstante buscaban los resguardos de las ciu
dades con la esperanza de asegurar sus propios bienes.
Este mismo principio reclama tambien contra los
nuevos impuestos (que eran muy freqüentes en los tiem
pos antiguos por las cortas facultades del erario, y las
continuas guerras), los quales deben precaverse mui de
Gllº

publicae salutaris. In primis autem videndum erit ei, qui


rempublicam administrabit, ut suum quisque teneat, ne
que de bonis privatorum publice deminutio fiat. Perni
ciose enim Philippus in tribunatu quum legem agrariam
ferret, quam tamen antiquari facile passus est, & in eo
vehementer se moderatum praebuit; sed quum in agen
do multa populariter, tum illud malè, non es se in civi
tate duo millia hominum , qui rem haberent. Capitalis ora
tio , & ad aequationem bonorum pertinens ; quā peste
quae potest esse major ? Hanc enim ob causam maxime,
ut sua tenerent respublicae civitatesque constitutae sunt.
Nam etsi duce naturá congregabantur homines, tamen spe
custodiae rerum suarum , urbium praesidia quaerebant.
Danda etiam opera est, ne (quod apud majores nos
tros saepe fiebat, propter aerarii tenuitatem , assiduita
temque bellorum) tributum sit conferendum ; idque ne
eVe
DE CICERON, LIB, II, , 209

antemano. Y si alguna República se hallare en necesidad


de imponer tributos (cuya fatalidad mas quiero anunciar
á otra, que á mi patria, aunque hablo de todas en ge
neral ), se ha de procurar que todos entiendan, que si
no quieren perecer, han de sujetarse á la necesidad. Del
mismo modo han de atender los que gobiernan á la pro
vision de las cosas necesarias para vivir, las quales no
tengo por necesario especificar aora, porque son bien
sabidas; solo he querido tocar de paso este lugar. Mas
lo principal en qualquier gobierno, ó cargo público es
huir hasta la sospecha mas mínima de avaricia. ¡Ojalá,
decia C. Poncio Samnita, que la fortuna me reservase
para aquellos tiempos, en que abran los Romanos la
mano á los presentes, si la han de abrir algun dia ! No
sufriria yo por mucho tiempo su dominio. En verdad
que habia de haber vivido muchos siglos. Porque ha
poco tiempo que se introduxo este mal en nuestra Repú
blica. Y así mejor es que no viva en nuestros dias un
hombre tan poderoso como C. Poncio. Todavía no ha
Cen

eveniat, multó antè erit providendum : sin qua necessitas


hujus muneris alicui reipublicae obvenerit ( malo enim
quâm nostrae ominari; neque tamen de nostra, sed de omni
republica disputo), danda erit opera, ut omnes intelligant,
si salvi esse velint, necessitati esse parendum. Atque etiam
omnes, qui rempublicam gubernabunt, consulere debe
bunt, ut earum rerum copia sit, quae sunt necessariae:
quarum qualis comparatio fieri soleat & debeat, non est
necesse disputare; est enim in prcmptu : tantum locus at
tingendus fuit. Caput autem estin omni procuratione ne
gotii & muneris publici, ut avaritiae pellatur etiam mi
nima suspicio. Utinam , inquit C. Pontius Samnis, adilla
tempora me fortuna reservasset, & tum essem natus, si
quando Romani dona accipere coepissent non essem pa
sus diutius eos imperare. Nae illi multa secula exspec
tanda fuerunt : modô enim hoc malum in hancrempubli
cam invasit: itaque facilè patior tunc potiüs Pontium fuis
se, si quidem in illo tantum fuit roboris. Nondum cen
TQM, I. O tUll
2 IO LOS OFICIOS

ciento y diez años que promulgó L. Pison la primera


ley sobre los cohechos. Pero despues se han establecido:
tantas (y las mas modernas mas fuertes); han sido tan
tos los reos, y tantos los que han salido condenados en
este juicio; se ha encendido tan cruel guerra en Italia
por miedo de las causas (a); tantas, y tales han sido las
exäcciones injustas, y latrocinios en los aliados por des
precio de las leyes, que ya no dominamos por nuestro
valor, sino por la debilidad, y miseria de los demas pue
blos.
CAPITULO XXII.

Exemplos de desinterés, que es una virtud muy laudable:


daños de usurpar los bienes agenos.
Alta al Africaño Panecio por su desinterés : digna
alabanza; pero las merecia mayores. Porque este elo
gio del desinterés no era tan propio suyo, como de
aquellos tiempos. Paulo Emilio se apoderó de todo el
te

tum & decem anni sunt , quum de pecuniis repetundis


à L. Pisone lata est lex, nulla antea quum fuisset. At
verò postea tot leges, & proximae quaeque duriores tot
rei, tot damnati , tantum Italicum bellum propter judi
ciorum metum excitatum ; tanta, sublatis legibus & ju
diciis, expilatio direptioque sociorum , ut imbecillitate
aliorum , non nostrà virtute valeamus.

C A P U T xx II.
Abstinentiae exempla: hanc es se virtutem maxime laudandam:
non impune adimi bona aliena.
Las Africanum Panaetius, quòd fuerit ábstinens.
Quidni laudet º sed in illo alia majora. Laus enim abstinen
tiae, non hominis est solum , sed etiam temporum illo
Tll IIle
(a). Esta guerra se llamó tambien social , emprendida por algunos,
principalmente porque no les pusiesen en juicios de cohechos.
IDE CICERON. LIB. IIs 2 II

tesoro de Macedonia, que era de inestimable valor; y


en tal grado se aumentaron los caudales del erario, que
con la presa sola de este General cesaron todos los tri
butos; de cuya riqueza no llevó otra cosa á su casa, que
una memoria eterna de su nombre. Imitó á su padre
Africano, nada mas opulento con la ruina de Cartago.
Y su compañero en la Censura L. Mumio, ¿fue por ven
tura mas rico, despues de haber reducido á cenizas una
ciudad muy opulenta? (a) Quiso mas verá su patria en
noblecida, que á su casa: aunque honrada la Italia, me
parecen mas ilustres los timbres de su casa. No hay pues
vicio mas feo (volviendo á nuestro propósito) que la
avaricia, especialmante en los que gobiernan la Repú
blica, de cuyos cargos honrosos, el hacer comercio, no
solo es una nota vergonzosa, sino que es un delito abo
minable. Y así aquel oráculo de Apolo Pitio , que nin
guna otra cosa destruiria á Esparta mas que la avaricia,
CrCO

rum. Omni Macedonum gazà, quae fuit maxima, poti


tus est Paulus: tantum in aerarium pecuniae invexit, ut
unius imperatoris praeda finem attulerit tributorum : at
hic nihil in domum suam praeter memoriam nominis sem
piternam detulit. Imitatus patrem Africanus , nihilò lo
cupletior Carthagine eversá. Quid ? quí ejus collega in
censura fuit L. Mummius , nun quid copiosior, quum co
piosissimam urbem funditus sustulisset º Italiam ornare,
quâm domum suam, maluit: quamduam Italiá ornata, do
mus ipsa mihi videtur ornatior. Nullum igitur vitium te
trius (ut eô, unde digressa est , referat se oratio), quām
avaritia , praesertim in principibus rempublicam guber
nantibus: habere enim quaestui rempublicam non modô
turpe est, sed sceleratum etiam & nefarium. Itaque quod
Apollo Pythius oraculum edidit , Spartam nulla re alià,
ni

(a) Corinto, á la qual despojó de las estatuas, y pinturas con que


adornó á la Italia Era este Mumio hombre tan zafio, y tan poco cu
rioso de estas cosas, que habiendo mandado llevar á Italia estatuas, y
pinturas originales muy exquisitas, intimó á los conduétores, que si le
perdian algunas, le habian de dar otras nuevas.
2.
2I 2 LOS OFICIOS

creo yo que es prediccion no solo para Lacedemonia,


sino para todos los pueblos opulentos. Al contrario, por
ningun medio pueden los que gobiernan conciliarse con
mas facilidad el amor de la muchedumbre, que por un
generoso desinterés.
Mas los que pretenden ganar la aceptacion del pue
blo, y por este motivo, ó intentan leyes agrarias, con
que despojar á los poseedores de sus bienes, ó hacen
por donde se perdonen las deudas á los que las hayan
contraido ; estos tiran á derribar los mas firmes fun
damentos de la República: en primer lugar la concor
dia, que no puede subsistir, quando á unos se usurpan
sus haberes, y á otros se perdonan las deudas; despues
la justicia, que enteramente se destruye, si no se pro
cura mantener á cada uno en la propiedad de sus bienes:
siendo lo principal (como arriba he dicho) del estado
de una ciudad, que sea libre, franca, nada solícita, ni
peligrosa la propiedad, y posesion de los bienes, á to-.
do ciudadano. Y es mas, que con este perjuicio de la
República, aun no consiguen el favor que pretenden :
porque en aquel á quien quitan, cobran un enemigo; y
aquel
nisi avaritiā perituram , id videtur non solüm Lacedae
moniis, sed & omnibus opulentis populis praedixisse. Nul
là autem re conciliare faciliüs benevolentiam multitudi
nis possunt ii, qui reipublicae praesunt, quām absti
nentià & continentià.
Qui verò se populares volunt, ob eam que causam aut
agrariam rem tentant, ut possessores suis sedibus pellan
tur, aut pecunias creditas debitoribus condonandas pu
tant; ii labefactant fundamenta reipublicae ; concordiam
primium, quae esse non potest , quum aliis adimuntur,
aliis condonantur pecuniae; deinde aequitatem , quae tol
litur omnis, si habere suum cuique non licet: id enim
est proprium (ut suprà dixi ) civitatis atque urbis, ut
sit libera & non solicita suae rei cujusque custodia. At
que inhac pernicie reipublicae ne illam quidem conse
quuntur, quam putant, gratiam : nam cuires erepta est,
eSt
DE CICERON, LIB, IIe 213

aquel á quien han dado, lo disimula, y calla; especial


mente todo deudor perdonado oculta su gozo, por no
confesar que no estaba en disposicion de poder pagar.
Pero el agraviado no olvida la injusticia, y lleva siem
pre delante su resentimiento. Ni vienen tampoco á ser
mas bien quistos, porque sea mayor el número de los
que han levantado injustamente, que el de aquellos á
quienes han usurpado con iniquidad : pues en estos casos
no se juzga por el número, sino por la gravedad del
negocio. ¿Y qué justicia hay para que uno que nada tie
ne, entre en posesion de una heredad poseida muchos
años, y aun muchos siglos antes, y se quede sin ella
su legítimo poseedor?
CA

est inimicus 3 cui data, etiam dissimulat se accipere vo


luisse; & maxime in pecuniis creditis occultat suum gau
dium, ne videatur non fuisse solvendo. At vero ille, qui
accipit injuriam & meminit, & prae se fert dolorem suum;
nec, si plures sunt ii, quibus improbè datum est; quām
illi, quibus injuste adeptum est, idcirco plus etiam va
lent. Non enim numero haec judicantur, sed pondere.
Qua m, autem habet aequitatem, ut agrum multis annis,
aut etiam seculis ante possessum , qui nullum habuit, ha
beat 5 qui autem habuit, amittatº
- N,
2I 4 LOS OFICIOS

CAP I TULO XXIII.

La injusticia es la ruina de los estados: alabanza de Araro:


precauciones acerca de las deudas.

Por esta especie de injusticia echaro


ro,
n los Lacedemonios
de su ciudad á su Eforo Lisand y dieron muerte al
Rey Agis, cosa nunca oida entre ellos hasta entonces.
Desde cuyo tiempo empezaron tantas discordias, y sedi
ciones, que se levantaron tiranos, fueron destruidos los
hombres principales , y quedó enteramente arruinada
una República fundada con máximas mui sabias de go
bierno: y no solo se arruinó ella, sino que cundiendo
este contagio, que empezó en Lacedemonia, se exten
dió por todas las demas ciudades de la Grecia. Mas
¿para qué salimos de la nuestra º ¿Quién perdió á nues
tros Gracos, los hijos de aquel insigne varon Tiberio
Graco, y nietos de Africano, sino sus alborotos, y
empeños por las leyes agrarias?
Es acreedor Arato Sicionio á inmortales elogios:
qua

CAP, U T XXIII.

Injustitiam rerum es se publicarum perniciem: Arati laus:


ca vendum es se ne sit aes alienum.

Ae propter hoc injuriae genus Lacedaemonii Lysan


drum Ephorum expulerunt: Agin regem, quod nunquam
antea apud eos acciderat, necaverunt: ex eoque tempo
re tantae discordiae secutae sunt, ut & tyranni existe
rent, & optimates exterminarentur, & praeclarissime cons
tituta respublica dilaberetur. Nec verò solüm ipsa ceci
dir , sed etiam reliquam Graeciam evertit contagioníbus
malorum, quae a Lacedaemoniis profectae, manarunt la
tiüs. Quid, nostros Gracchos, Tib. Gracchi, summi vi
ri, filios a Africani nepotes, nonne agrariae contentio
nes perdiderunt?
At verò Aratus Sicyonius jure laudatur, qui, quum
ejus
IDE CICERONs LIB, IIe 2I5

qual viendo gemir á su patria baxo la larga opresion de


los Tiranos, que la dominaban por espacio de cincuen
ta años, salió de Argos para Sicion, y entrando clan
destinamente en ella, se apoderó de la ciudad. Y habierº
do sorprendido de improviso al tirano Nicocles, hizo
volverá la ciudad á seiscientos desterrados, que habian
sido de los mas ricos; y restituyó con su venida la li
bertad á la patria. Pero advirtiendo gran dificultad en los
bienes, y posesiones, y teniendo por iniquidad, que
viviesen pobres aquellos á quienes habia restituido, cu
yas posesiones estaban ya ocupadas por otros ; y pare
ciéndole tambien que no era puesto en razon remover
de ellas á los que por espacio de cincuenta años las te
nian; y Inas porque en el discurso de tanto tiempo se
poseían muchas sin injusticia, unas por herencias, otras
por ventas, y aun por dotes; juzgó por conveniente, no
quitarles á estos lo que tenian, ni dexar de satisfacer á
los primitivos dueños de las posesiones. Viendo pues que
para arreglarlo todo era menester gran cantidad de dine
ro, les dixo, como le precisaba disponer su viage para
Alexandría, y les mandó que ánada tocasen hasta que él
vol

ejus civitas quinquaginta annos à tyrannis teneretur, pro


fectus Argis Sicyonem , clandestino introitu urbe est po
titus. Quumque tyrannum Nicoclem improvisò oppressis
set, sexcentos exsules , qui fuerant ejus civitatis locu
pletissimi, restituit, remque publicam adventu suo libe
ravit. Sed quum magnam animadverteret in bonis & pos
sessionibus difficultatem, quòd & eos, quos ipse resti
tuerat, quorum bona alii possederant, egere iniquissi
mum arbitrabatur, & quinquaginta annorum possessiones
moveri non nimis aequum putabat, propterea quòd tam
longo spatio multa hereditatibus, multa emptionibus, mul
ta dotibus tenebantur sine injuria ; judicavit, neque illis
adimi, neque his non satisfieri, quorum illa fuerant, opor
tere. Quum igitur statuisset, opus esse adeam rem cons
tituendam pecunià, Alexandriam se proficisci velle di
xit, remque integram ad reditum suum jussit esse. Is
O4 que
2 16 LOS OFICIOS

volviese. En efecto, con gran priesa se fue á verá su


huesped antiguo Tolemeo, que reinaba el segundo en Egip
to despues de la fundacion de Alexandría; y habiéndole
manifestado sus descos de restituir la libertad á su patria,
junto con los motivos que le movian; alcanzó facilmen
te un hombre tan grande, de tan poderoso Monarca,
que le ayudase con gran suma de dinero. Volvió con ella
á Sicion, y aconsejándose con quince sugetos de los mas
principales, que le informaron de la situacion , así de
los aétuales, como de los primeros poseedores; y valua
das las posesiones, hizo de modo que los unos se per
suadiesen á ceder el derecho de ellas, tomando en com
pensacion dinero; y que los otros tuviesen por mejor
que se les diese de contado su valor, que no recobrar
lo que era suyo. Y así logro establecer la concordia, sin
que nadie quedase quexoso.
¡O magnánimo varon, digno de haber nacido en
nuestra Roma! Este cs el modo de portarse con los ciu
dadanos; y no levantar la pica (como hemos visto ya
dos veces) en medio de la plaza, y publicar sus bienes á
VO Z

que celeriter ad Ptolemaeum, suum hospitem , venit, qui


tum regnabat alter post Alexandríam conditam : cui quum
exposusiset, patriam se liberare velle, causamque docuis
set; à rege opulento vir summus facilè impetravit, ut
grandi pecunià adjuvaretur. Quam quum Sicyonem attu
lisset, adhibuit sibi in consilium quindecim principes,
cum quibus causas cognovit & eorum, qui aliena tene
bant, et eorum , qui sua amiserant: perfecitque aestiman
dis possessionibus, ut persuaderet aliis, ut pecuniam ac
cipere mallent, possesionibus cederent ; aliis, ut commo
dius putarent, numerari sibi quod tanti esset, quām suum
recuperare. Ita perfectum est, ut omnes concordià cons
tituta sine quaerela discederent.
. O virum magnum, dignumque, qui in nostra repu
blica natus esset Sic par est agere cum civibus, non
(ut bis jam vidimus ) hastam in foro ponere, & bona
civium voci subjicere praeconis. Atille Graecus (id ¿ult
DE CICERON, LIB, II. 217

voz de pregonero. A todos juzgó aquel Griego que de


bia atender; digna prudencia de un hombre sabio , y
magnánimo. Este es el porte, esta la verdadera cien
cia de un buen ciudadano, no destruir los intereses de
los demas , sino medirles á todos por una misma medi
da. Qué habitar de valde en casa agena 3 Cómo es es
to? Que yo compre, que edifique, que guarde, que
gaste mis caudales, y que venga atro á desfrutarlo con:
tra mi voluntad? ¿Qué diferencia hai entre quitarle á
uno lo que es suyo, y dará otro lo ageno? ¿Y qué otro
fin es el de estas nuevas leyes, sino que uno compre he
redades con mi dinero, que las posea, y que yo me
esté sin ello? -

CAP I TU LO XXIV.

Medios de conservar la salud, y la hacienda.


P. lo qual se ha de poner gran cuidado en que no
haya deudas, que perjudiquen al comun; y esto puede
eV1

fuit sapientis & praestantis viri), omnibus consulendum


putavit ; eaque est summa ratio & sapientia boni civis,
commoda civium non divellere, atque omnes aequitate
gratis in alieno ? Quid ita? Ut,
eadem continere. Habitent
quum ego emerim , aedificarim , tuear, impendam , tu,
me invito, fruare meo º Quid est aliud, aliis sua eri
pere, aliis dare aliena ? Tabulae verò novae quid habent
argumenti, misi ut emas meà pecunià fundum ; eum tu
habeas, ego non habeam pecuniam -

CA P U T XXIV.

Ne sit aes alienum reipublicae nocens caveatur. Valetudinis


e.9 pecuniae cura.

Quara ne sit, aes alienum, quod reipublicae no


ceat, providendum est; quod multis rationibus ca
Ve
218 LOS OFICIOS

evitarse por muchos caminos: no de manera que si las


hubiere, pierdan los ricos lo suyo, y lucren los deu
dores lo ageno. Porque el mas fuerte escudo de una Re
pública es la fidelidad, y esta no puede subsistir, en
no siendo precisa la paga de lo que se ha fiado. Jamás
ha habido mas obstinado empeño por no pagar, que en
mi consulado. Toda especie de gentes de todas condicio
nes, y estados lo pretendian con las armas en la mano;
pero les resistí yo de modo, que se libertó la Repúbli
ca de tan grave daño. Nunca han sido en mayor núme
ro, ni mayores las deudas; ni nunca se ha logrado me
jor satisfaccion, ni con mas facilidad. Porque perdida la
esperanza de defraudar, se siguió la precision de pagar
puntualmente. Mas este nuestro vencedor, vencido en
tonces (a), ha llevado sus intenciones al cabo en un tiem
po, en que ya no tenia que esperar utilidad algu
na (b); y ha sido tal su inclinacion á obrar mál, que
- al,

veri potest; non, si fuerit, ut locupletes suum perdant,


debitores lucrentur alienum. Nec enim ulla res vehemen
tiüs rempublicam continet, quām fides; quae esse nulla
potest , nisi erit necessaria solutio rerum creditarum. Num
quam vehementiüs actum est, quām me consule, ne sol
veretur. Armis & castris tentata res estab omni gene
re hominum, & ordine; quibus sic restití, ut hoc tan
tum malum de republica tolleretur: numquam nec ma
jus aes alienum fuit; nec meliüs, nec facilius dissolu
tum est; fraudandi enim spe sublatā, solvendi necessi
tas consecuta est. At verò hic noster victor, tunc qui
dem victus, quae cogitarat, tum ea perfecit, quum ejus
jam nihil interesset: tanta in eo peccandi libido fuit llt
1OC

(a) Oprimida la conjuracion de Catilina, en la que se dijo que Ce


sar tuvo parte; porque él tambien, estando muy cargado de deudas en
aquel tiempo, buscaba en las novedades salida de sus apuros. -

Cb) Estando el en la inayor abundancia apoderado de todo », y sin


motivo ya de defraudar a los demas, con todo eso por causa de sus
migos, que estaban llenos de deudas, defraudó á los acreedores Pºr
º decreto suyo, de la quarta parte de los créditos. Así lo refiere Sºº"
tonio cap. 42.
DE CICERON, LIBe IIe 2I9
ha gozado en sus depravadas acciones, aun quando no
ha tenido en ellas interés particular. Deben pues abste
nerse los que gobiernan el estado de esta especie de libe
ralidad, de dará unos, y usurpar á otros; y en espe
cial procurarán poner igualmente baxo la proteccion de
las leyes los bienes de todos los ciudadanos, de manera
que ni los mas pobres sean oprimidos por su flaqueza,
ni á los poderosos estorve la envidia para recobrar, ó
conservar sus haciendas. Ademas estan obligados á au
mentar por quantos medios sean practicables la Repú
blica en dominios, tierras, y rentas. Estos son empleos
de hombres verdaderamente grandes: en estos se desve
laban nuestros antepasados. Y los que se dediquen á esta
especie de beneficios, conseguirán mucha estimacion, y
crédito, junto con mui conocidas ventajas de su patria.
Mas en estos preceptos de las utilidades juzga Anti
patro Tirio, Filósofo Estoico (que poco há murió en
Atenas), que se olvidó de dos Panecio, y son el cui
dado de la salud, y de la hacienda (a). Los quales creo

hoc ipsum eum delectaret, peccare, etiam si causa non


es et. Ab hoc igitur genere largitionis, ut aliis detur,
aliis auferatur, aberuntii, qui rempublicam tuebuntur;
in
tateprimis
que operam
suum quisqu e teneat ; &, neque
dabunt ut juristenuio
& judici orum aequi
res propte r hu
militatem circumveniantur, neque locupletibus ad suavel
tenenda, vel recuperanda obsit invidia: praeterea quibus
cumque rebus vel bello, vel domi poterunt, rempublicam
augeant imperio, agris; vectigalibus. Haec magnorum ho
minum sunt : haec apud majores nostros factitata: haec ge
nera oficiorum qui persequuntur, cum summa utilitate
reipublicae magnam ipsi adipiscentur & gratiam, & gloriam.
In his autem utilitatum praeceptis Antipater Tyrius,
Stoicus, qui Athenis nuper est mortuus, duo praeteri
ra censet esse à Panaetio , valetudinis curationem , & pe
Cll

a) Los Estoicos contaban á la salud, y al dinero entre las como


didades de la vida; aunque no entre los bienes; y por tanto creian que
ºº Podian dar preceptos del cuidado de entrambas cosas.
22O - LOS OFICIOS

yo que omitiria este gran Filósofo por ser tan ovios,


aunque ciertamente son dos cosas útiles. La buena sa
lud se conserva conociendo cada uno su complexion , y
observando qué cosas le hacen daño, y quales provecho;
y tambien con la moderacion en la comida, y trato del
cuerpo, dirigido solo á conservarle, con huir de los delei
tes, y últimamente con el arte de aquellos á cuya ciencia
tocan estas cosas. Por lo que teca á la hacienda, esta se ha
de adquirir por medios honestos; se ha de conservar con
el cuidado, y parsimonia, y acrecentar del mismo modo
Xenofonte discípulo de Sócrates, trató muy de propó
sito esta materia en su libro intitulado Económico, el qual
traduxe yo del griego en latin, quando tenia la misma
edad, que tú ahora con corta diferencia.
CA

cuniae : quas res à summo philosopho praeteritas arbi


tror, quod essent faciles: sunt certè utiles. Sed valetu
do sustentatur notitià sui corporis; & observatione, quae
res aut prodesse soleant , aut obesse ; & continentià in
victu omni atque cultu, corporis tuendi causà; & prae
termittendis voluptatibus: postremò arte eorum , quorum
ad scientiam haec pertinent. Res autem familiaris quae
ri debet iis rebus, à quibus abest turpitudo ; conservari
autem diligentià & parcimoniá ; iisdem etiam rebus auge
ri. Has res commodissimè Xenophon Socraticus perse
cutus est in eo libro, qui Oeconomicus inscribitur; quem.
nos istà ferè aetate quum essemus, quà es tu nunca e
Graeco in Latinum convertimus.

CA
DE CICERON. LIB. II, 22 I

CAP ITULO XXV.

Comparacion de los bienes del cuerpo con los externos.


Pre muchas veces es necesario comparar las utilidades:
que es el quarto punto que omitió Panecio. Suelen comº
pararse las comodidades del cuerpo con las exteriores, ó
estas con aquellas, ó las del cuerpo entre sí mismas, ó
tambien las externas con las externas. Las del cuerpo
con las exteriores se comparan de esta manera: estar bue
no es mejor que ser rico. Las externas con las del cuer
po, así: mejor es ser poderoso, que tener muchas fuer
zas. Las del cuerpo entre sí mismas : la buena salud se
debe anteponer al deleite, y las fuerzas á la ligereza. Asi
mismo las externas: la gloria es preferible á las riquezas:
las rentas de la ciudad á las de la campaña. A esta com
paracion puede referirse lo que dixo el viejo Caton,
quando preguntado qual era la mejor hacienda, res
pondió: Que tener , y apacentar muchos ganados.
3.

C A P U T XXV.

Bonórum corporis, cum externis comparatio.

Su utilitatum comparatio, quoniam hic locus erat quar


tus à Panaetio praetermissus, saepe est necessaria. Nam
8z corporis commoda cum externis , & externa cum cor
poris, & ipsa inter se corporis , & externa cum exter
nis, comparari solent. Cum externis, corporis, hoc mo
do comparantur: Valere ut malis, quâm dives esse. Cum
corporis, externa, hoc modo: Dives esse potiüs quām
maximis corporis viribus. Ipsa inter se corporis sic: ut
Bona valetudo voluptati anteponatur, vires celeritati. Ex
ternorum autem , ut gloria divitiis, vectigalia urbana
rusticis. Ex quo genere comparationis illud est Catonis
senis ; à quo quum quaereretur , quid maximè in re fa
miliari expediret, respondit, Bene pascere. Quid secun
dum
222 LOS ORICIOS

la segunda ? Apacentarlos con bastante conveniencia. Y


la tercera º Criarlos con escaséz. Y la quarta? Arar. Y
como instase el que le preguntaba, diciendo : Y el dar
su dinero áusura? replicó Caton: Y el matar á un hom
bre? De lo qual, y de otros muchos exemplos se de
duce, que á veces suelen compararse las utilidades, y
que va bien colocado en este lugar este quarto exámen
en orden á las obligaciones. Mas toda esta materia de ad
quirir, y emplear el dinero, mejor la saben tratar, así
enseñáran á hacer buen uso de él aquellos grandes, y
muy diestros usureros, que tienen su puesto en medio de
la Plazuela de Jano, que todos los Filósofos en sus es
cuelas. No obstante debe tambien saberse, porque perte
nece á la utilidad de que tratamos en este libro. Lo res
tante veremos en el tercero.

Fin del libro segundo.

dum º Satis bene pascere. Quid tertium º Male pascere


Quid quartum ? Arare. Et, quum ille, qui quaesierat,
dixisset, Quid fenerariº Tum Cato, Quid hominem, in
quit, occidere? Ex quo , & multis aliis, intelligi de
bet, utilitatum comparationes fieri solere, rectèque hoc
adjunctum esse quartum exquirendorum officiorum genus.
Sed toto hoc de genere, de quaerenda, de collocanda pe
cunia, vellem etian de utenda, commodiüs à quibusdam
optimis viris ad medium Janum sedentibus, quâm abullis
philosophis ulla in schola disputatur. Sunt tamen ea cog
noscenda: pertinent enim ad utilitatem, de qua hoc libro
disputatum est. Reliqua deinceps persequemur.
Explicit liber secundus.

LI
' L I B R O T E R C E R O.

A R G U M E N T O.
Tala Ciceron en este libro tercero de la com
paracion de lo util con lo honesto ; y ensejia
que nunca va bien fundado el que duda , si lo
que parece util debe ser preferido á lo que es
honesto : sino solamente , que hai algunas cir
cunstancias en que parece honesto lo que no lo
es em realidad. Para evitar todo error ú equi
vocacion en tales circunstancias de comparacio
nes propone una regla tomada de la doctrina
de los Estoicos , y conforme á los principios an
teriores, con que resuelve los casos mas dificiles
en esta materia. Esta regla se reduce á vivir
conforme d las leyes de la naturaleza. 1^ Segun
esta concluye , que el que arreglare d los prin
cipios de las leyes naturales su modo de vivir pa
ra con el ser supremo , para consigo mismo , y
para con los demas hombres , serâ perfectamen
te prudente , justo , fuerte , y moderado , por
consiguiente virtuoso y feliz, que es el fruto de
um cumplimiento exácto de todas las obligaciones.

LI
224 LOS OFICIOS

ºoooººoºoººoºoººooººoºoºoocos «ocos cocos «ocos ooges seces soceº se es «esas

L IB RO TERCERO.

CAP ITULO I.

De el ocio de Escipion,Ctteron.
y quín diferente era el de

D. Publio Escipion, hijo mio Marco, aquel á quien


se dió el primer renombre de Africano, escribe Caton,
que fue contemporaneo suyo, que solia decir, que nun
ca estaba menos ocioso, que quando estaba ocioso ; ni mas
acompañado, que quando estaba solo. Palabras dignas por
cierto de un varon tan esclarecido, que declaran, que
él quando no hacia otra cosa, meditaba los negocios; y
que estando solo, los trataba consigo mismo, para no
estar nunca ocioso, ni necesitar algunas veces de com
pañia para hablar. De modo que dos cosas que á otros
suelen descaecer, es á saber, el ocio, y la soledad, á A

él

L IBER TERTIUS.
C A P UT I.

De otio Scipionis; non idem esse Ciceronis otium.

Pabitan Scipionem, Marce fili, eum, qui primus Afri


canus appellatus est, dicere solitum scripsit Cato, qui
fuit ferè ejus aequalis, Numquam se minus otiosum esse,
quâm quum otiosus ; nec minus solum , quām quum solus es set
Magnifica verò vox , & magno viro, ac sapiente digna,
quae declarat, illum , & in otio de negotiis cogitare,
& in solitudine secum loqui solitum; ut neque cessaret
umquam , & interdum colloquio alterius non egeret. Ita
que duae res, quae languorem afferunt ceteris, illum
acuebant, otium & solitudo. Vellem nobis hoc idem vere
di
DE CICERON. LIB. III. 225
él le estimulaban. Mucho me alegrára poder decir de mí
esto mismo con verdad: mas ya que no haya podido al
canzar con la imitacion aquella sublimidad de talento, á
lo menos le sigo ciertamente mui de cerca con la vo
luntad. Pues privado de la República, y de los nego
cios forenses por estas violencias, y sediciones impías,
estoi ocioso; y por la misma causa retirado de la ciu
dad, y habitador de los campos, muchas veces me ha
llo solo. Mas no se puede comparar este ocio mio con
el de Africano, ni con la suya esta mi soledad. Porque
su ocio se le tomaba él algunas veces por descansar de
los empleos mas honoríficos de la Ropública, retirándo
se de la multitud, y bullicio á la soledad, como á puer
to seguro; pero el mio se ha formado de la falta de
empleo , no del deseo de descanso. Porque extinguido
el Senado, y aniquilados los juicios, ¿qué ocupacion
queda en la Curia, ó en el Foro, que sea digna de mí?
Así despues de haber vivido en mucha estimacion, y
á la vista de toda la ciudad, busco aora el retiro, y so
ledad, por huir de la presencia de tantos hombres per
Ver

dicere liceret : sed si minus imitatione tantam ingenii


praestantiam consequi possumus, voluntate certe proxi
mè accedimus: nam & à republica, forensibusque nego
tiis, armis impiis , vique prohibiti, otium persequimur;
& ob eam causam , urbe reliétä , rura pera grantes, sae
pe soli sumus. Sed nec otium hoc cum Africani otio, nec
haec solitudo cum illa comparanda est. 1lle enim re
quiescens à reipublicae pulcherrimis muneribus otium sibi
sumebat aliquando , & à caetu hominum, frequentiaque
interdum, tamquam in portum se in solitudinem recipie
bat: nostrum autem otium negotii inopià, non requies
cendi studio, constitutum est extincto enim senatu, de
letisque judiciis, quid est, quod dignum nobis aut in
curia aut in foro agere possimus?
Ita qui in maxima celebritate, atque in oculis civium
quondam viximus, nunc fugientes conspectum scelerato
rum, quibus omnia redundant, abdimus nos, quantum
TOM, Is - P li
226 LOS OFICIOS

versos como inundan la República, y muchas veces es


toi solo. Mas habiendo aprendido de otros hombres doc
tos, que no solamente se debe escoger del mal el menos,
sino aun de los mismos males sacar, si es posible, al
gun bien; por tanto gozo de este mi descanso, no co
mo debiera un hombre que en otro tiempo se le dió á
su patria; y no me dexo descaecer en esta soledad, en
que vivo precisado, y no de mi voluntad. Aunque
confieso que el ocio de Escipion es mas laudable, por
no habernos dexado monumento alguno de su gran ta
lento, ni haber quedado alguna obra de su retiro. Lo
qual es prueba de que él con sola la agitacion del ánimo,
y contemplacion de aquellas cosas que penetraba, jamás
estaba solo, ni ocioso. Pero yo, cuyas luces no alcan
zan á poder separarme de la soledad, con sola esta tá
cita contemplacion, he dedicado todo mi cuidado, y es
tudio á la composicion de esta obra. Y así en poco tiem
po, despues de destruida la República, he escrito mas
que antes en muchos años, quando estaba floreciente.
- CA

licet, & saepe soli sumus. Sed, quia sic ab hominibus


doétis accepímus, non solum ex malis eligere minima
oportere, sed etiam excerpere ex his ipsis, si quid ines
set boni; propterea & otio fruor non illo quidem, quo
debeatis, qui quondam peperisset otium civitati; nec
eam solitudinem languere patior, quam mihi affert ne
cessitas , non voluntas. Quamguam Africanus majorem lau
dem vel meo judicio assequebatur : nulla enim ejus inge
nii monumenta mandata litteris, nullum opus otii, nul
lum solitudinis munus exstat: ex quo intelligi debet, illum
mentis agitatione, investigationeque earum rerum , quas
cogitando consequebatur, nec otiosum, nec solum um
quam fuisse. Nos autem , , qui non tantum roboris habe
mus, ut cogitatione tacità à solitudine abstrahamur, ad
hane scribendi operam omne studium curamque converti
mus: Itaque plura brevi tempore, eversá, quàm multis
annis stante republicá, scripsimus.
CA
N

DE CICERON• LIB» IIIe 227


- CAP I T UL C) II,

Estímulos con que exhorta Ciceron á su hijo al estudio de la


Filosofia.
Ta. las partes de la Filosofia, son, hijo mio Mar
co, de abundante materia, y de gran fruto, sin que haya
en ella alguna que sea inculta, ó esteril; pero no tiene
otro campo mas dilatado, ni fecundo, que el de las obli
gaciones, de donde se sacan los preceptos de vivir hon
rada, y felizmente. Y así aunque confio que tú oirás,
y aprenderás esta doctrina continuamente de Cratipo, el
mayor Filósofo que se conoce en estos tiempos, con to
do eso me parece conveniente que suenen siempre, y por
todas partes estas voces en tus oidos, y aun que no oye
sen otras, si fuera posible. En lo qual, debiendo em
plear sus desvelos todos aquellos que desean emprender
una manera de vida honrosa; pero no sé si otro alguno
con mas empeño que tú. Porque tienes á todos en una
gran

cA P U T II.

Quibus invitamentis Cicero filium ad philosophiam


adhortetur.

S. quum tota philosophia, mi Cicero, frugifera &


fructuosa, nec ulla pars ejus inculta ac deserta sit; tum
nullus feracior in ea locus est , nec uberior, quâm de
officiis, à quibus constanter honesteque vivendi praecep
ta ducuntur. Quare quamquam à Cratippo nostro, prin
cipe hujus memoriae philosophorum , haecte assiduè au
dire atque accipere confido ; tamen conducere arbitror,
talibus aures tuas vocibus undique circumsonare; neceas,
si fieri possit, quidquam aliud audire. Quod quum om
nibus est faciendum, qui vitam honestam ingredi cogi
tant, tum aut scio, an nemini potius, quâm tibi: sus
tines enim non parvam expectationem imitandae industriae
P2 11OS•
228 1LOS OFICIOS

grande expeétacion de que imites mis desvelos, mis ho


Iiores, y acaso tambien mi fama. Por otra parte te im
ponen una grande obligacion Atenas, y Cratipo; adon
de habiendo ido como á un mercado de las bellas letras;
scrâ por cierto mui indecoroso volverte sin nada , des
acreditando la fama de la ciudad, y la reputacion de tu
maestro. Y asi procura hacer todos los csfuerzos de que
sean capaces tu ánimo y tu trabajo (si es que es trabajo,
no deleite el estudio) ; y no caigas en tal defeéto,
que habiéndote yo procurado los mcjores auxilios para
saber, seas tú solo el que te faltes á tí propio. Pero bas
te lo dicho , pues harto he reiterado mis amonestaciones
por exhortarte al estudio. Paso aora al otro extremo de
la division propuesta.
Panecio, que sin disputa ha tratado mejor que to
dos esta materia de los oficios , y á quien yo sigo prin
cipalmente , con alguna correccion ; habiendo propues
to tres modos diversos, en que suelen pararsG á delibe
rar , y aconsejarse los hombres sobre las obligaciones;
uno , quando dudan si es honesto , 6 torpe lo que van a
- a;

nostrae , magnam honorum , nonnullam fortasse nominis.


Suscepisti onus praeterea grave & Athenarum , & Cratippi;
ad quos , quum tamquam ad mercaturam bonarum artium
sis profeétus , inanem redire turpissimum est, dedecoran
tem & urbis auétoritatem , & magistri. Quare , quantum
conniti animo potes , quantum labore contendere (si dis
cendi labor est potiùs, quàm voluptas ) tantum fac ut
efficias ; neve committas , ut , quum omnia suppeditata
sint à nobis , tute tibi defuisse videare. Sed haec ha&te
nus : multa enim saepe ad te , cohortandi gratiâ , scrip
simus : nunc ad reliquam partem propositae divisionis re
Vertamur.

Panaetius igitur , qui sine controversia de officiis ac


curatissimè disputavit , quemque nos , corre&tione qua
dam adhibitâ , potissimùim secuti sumus , tribus generi
bus propositis , in quibus deliberare homines , & con
sultare de officio solerent ; uno , quum dubitarent, ho
*
ineS
DE CICERON. LIB. III• 229 '

& executar ; el segundo, si es util, 6 inutil ; y el terce


ro , cómo han de gobernarse, quando lo que tiene apa
riencias de honesto , no se compone bien con lo que pa
rece util : trató de los dos primeros en sus tres primeros
libros, prometiendo escribir despues sobre el tercero ; pe
ro no llegó á tener efeéto su promesa. Cosa de que no
acabo de admirarme, 'quando escribe su discicipulo Po
sidonio , que viviô Panecio treinta afios despues de ha
ber publicado aquellos libros. Y no me admira menos
que el mismo Posidonio tocase tan de paso este lugar en
sus comentarios , confesando que no hai otro mas ne
cesario en la Filósofia. -

Ni puedo asentir tampoco â la opinion de aqucllos


quc dicen , que no hubo descuido de parte , de Panecio,
sino que omitió este punto con todo conocimiento ; y
que no era menester escribirle , porque nunca puede de
xar de conformarse lo util con- lo honesto. Acerca de lo
qual , lo que puede dudarse es , si se debia afiadir , 6
no este tratado , que en la division de Panecio ester
*_ • - -
el

nestumne id esset , de quo ageretur , an turpe : altero,


utilene , an inutile': tertio , si id , quod speciem habe
ret honesti , pugnaret cum eo, quod utile videretur, quo
modo ea discerni oporteret : de duobus generibus primis,
libris tribus explicavit : de tertio autem genere deinceps
se scripsit diéturum , nec id exsolvit , * quod promiserat.
Quod eò magis miror , quia scriptum à discipulo ejus
Possidonio est , triginta annos vixisse Panaetium , postea
quam illos libros edidisset : quem locum miror à Possi
donio breviter esse ta&tum in quibusdam. commentariis;
praesertim quum scribat , nullum esse locum in tota phi
losophia tam necessarium.
Minimè verò assentior iis , qui negant , eum locum
à Panaetio praetermissum , sed consultò reli&tum , nec
omnino scribendum fuisse , quia numquam posset utili
tas cum honestate pugnare : de quo alterum potest habe
re dubitationcm , ádhibendumne fuerit hoc genus , quod
- p. 3 11?
23o LOS OFICIOS

tercero; pero que él de suyo le omitiese, esto no admi.


te duda. Porque el que trata cumplidamente dos puntos
de una division, que tiene tres, preciso es que le falte
el tercero. Fuera de que él mismo al fin del tercer li
bro promete que de esta parte tratará despues. Añádese
á estas pruebas la confirmacion del mismo Posidonio,
que escribe en una carta , que P. Rutilio Rufo, discí
ulo de Panecio, decia freqüentemente, que así como
no se habia hallado un pintor, que concluyese aquella
parte de la Venus de Coo, que Apeles dexó empezada,
porque la hermosura de su rostro, quitaba á todos la es
peranza de que correspondiesen las demas partes del
cuerpo; del mismo modo nadie habia proseguido lo que
omitió, y no perfeccionó Panecio, por la suma exce
lencia de lo que dexó acabado.
CA

in divisione Panaetii tertium est, an planè omittendum;


alterum dubitari non potest, quin à Panaetio susceptum
sit, sed relictum : nam qui è divisione tripartita duas par
tes absolverit, huic necesse est restare tertiam. Praete
rea in extremo libro tertio de hac parte pollicetur , se
deinceps esse dicturum. Accedit eôdem testis locuples
Possidonius, qui etiam scribit in quadam epistola, P.
Rutilium Rufum dicere solere, qui Panaetium audierat,
ut nemo pictor esset inventus, qui Coae Veneris eam par
tem, quam Apelles inchoatam reliquisset, absolveret (oris
enim pulchritudo reliqui corporis imitandi spem a afere
bat); sic, quae Panaetius praetermisisset, & non perfe
cisset, propter eorum, quae perfecisset, praestantiam,
neminein esse persecutum.

CA
DE CICERON• LIB. III, 23
CA P.I.T UL O III.

Peligro en separar lo util de lo honesto qué sea vivir segun


la regla de la naturaleza.
Y así no puede dudarse de la intencion de Panecio;
lo que podría acaso disputarse es, si fue, ó no conve
niente añadir esta tercera parte al tratado de las obliga
ciones. Porque ya se tenga por únieo bien lo honesto,
como defienden los Estoicos; ó sea de tal suerte bien por
excelencia, como asientan los Peripatéticos, que todas
las demas cosas apenas sean de algun corto momento en
su comparacion; no hay disputa en que la utilidad jamas
puede repugnar á la honestidad. Y así sabemos que Só
crates abominaba de aquellos, que primeramente intro
duxeron diferencia con su opinion entre cosas tan con
cordes, y unidas por naturaleza : á quien han seguido
los Estoicos de tal suerte, que tienen por util á todo lo
que es honesto, y juzgan que no hay cosa alguna util,
que

CAP U T III.

In separandis utili e» honesto periculum este : quid sit vivere


convenienter naturae,

Quran de judicio Panaetii dubitari non potest:


rectè autem hanc tertiam partem ad exquirendum offi
cium adjunxerit, an secus, de eo fortasse disputari po
test. Nam sive honestum , solum bonum est, ut Stoicis
placet; sive quod honestum est, id ita summum bonum
est, quemadmodum Peripateticis vestris videtur, ut om
nia ex altera parte collocata, vix minimi momenti ins
tar habeant ; dubitandum non est, quin numquam pos
sit utilitas cum honestate contendere. Itaque accepimus,
Secratem exsecrari solitum eos, qui primüm haec natu
rà cohaerentia , opinione distraxissent: cui quidem ita
sunt Stoici assensi, ut, quidquid honestum esset, id uti
P4 le
232 - LOS OFICIOs . . .

que no sea tambien honesta. Quando Panecio fuera hom


bre de defender, que se debe cultivar la virtud , en
quanto es causa eficiente de la utilidad, como aquellos
que miden todas las cosas dignas de desearse por el de
leite, ó la indolencia ; entonces cabria en él la opinion,
de que puede no conformarse alguna vez lo util con lo
honesto. Pero quando solo tiene por bien lo que es ho
nesto ; y asienta, que ni por el aumento, ni por la de
traccion de algunas cosas que le repugnan con aparien
cias de utilidad, se hace la vida de mejor, ó peor con
dicion; no parece que debió introducir una especie de
deliberacion, en que lo que parece util se comparase
con lo honesto. - - s-, . . . .

Porque aquello de vivir segun la norma de la natu


raleza (en que constituyen los Estoicos, el sumo bien),
tiene á mi parecer la misma fuerza, que conformarse en
un todo con la virtud; y hacer eleccion, y uso de las
demas cosas que pertenecen á la naturaleza, en quanto
sean compatibles con la virtud. Siendo esto así, piensan
algunos que no está bien introducida esta comparacion,
- - - - - * --, - º * -. ---- y

le esse censerent: necutile quidquam, quod non hones


tum. Quòd si is esset Panaetius, qui virtutem propterea
colendam diceret, quòd ea efficiens utilitatis esset, ut
ii, qui res expetendas vel voluptate, vel indolentià me
tiuntur; liceret ei dicere utilitatem aliquando cum hones
tate pugnare. Sed, quum sitis, qui id solum-bonum ju
dicet, quod honestum sit; quae autem huic repugnent
specie quadam utilitatis, eorum neque accessione melio
rem vitam fieri, nec decessione pejorem ; non videtur
ejusmodi debuisse deliberationem introducere, in: qua,
quod utile videretur, cum eo, quod honestum est, com
pararetur. 4, a

Etenim quod summum bonum à Stoicis dicitur, Con


venienter nuturae vivere, id habet hanc, ut opinor, sen
tentiam , cum virtute congruere semper ; cetera autem,
quae secundum naturam essent, ita legere, si ea virtu
tinon repugnarent ; quod quum ita sit, putant quidam,
- hanc
DE cICERoN. LIB. III. 233
y que se podian escusar estos preceptos. Lo que propia,
y verdaderamente se llama honesto, solo se halla en
los sabios, y esto sí que es inseparable de la virtud; pe
ro en los que no son capaces de una sabiduría perfeéta,
tampoco puede encontrarse lo perfectamente honesto; y
solo sí algunas semejanzas. A todas estas obligaciones de
que tratamos en estos libros, llaman los Estoicos obli
gaciones medias: son comunes, y de mucha extension,
y las pueden alcanzar muchos con medianos talentos,
estudio, y continuacion. Pero la que llaman reéta, es
la mas alta, y de mayor perfeccion, que llena (como
ellos dicen) toda la idea de honesta; y nadie sino el hom
bre sabio es capaz de ella. No obstante, quando en lo
que se ha executado se reconocen estas obligaciones me
dias, ya se cree que la accion ha llegado á ser perfecta;
porque no penetra el comun de las gentes aquel punto
de perfeccion que la falta, y nada la falta á lo que lie
ga á concebir. Lo mismo que sucede en los poemas, en
las pinturas, y en otras muchas cosas, que se
-
ga e

hanc comparationem non recte introductam, nec omnino


de eo genere quidquam praecipiendum fuisse. Atque illud
quidem honestum, quod proprie verèque dicitur, id in
sapientibus est solis, neque à virtute divelli umquam po
test sin iis autem, in quibus sapientia perfecta non est,
ipsum illud quidem perfectum honestum, nullo modo; si
militudines honesti esse possunt. Haec enim omnia offi
cia, de quibus his libris disputamus, media Stoici ap
pellant: ea communia sunt, & late patent ; quae & in
enii bonitate multi assequuntur, & progressione dis
cendi. Illud autem officium , quod reótum iidem appel
lant, perfectum atque absolutum est; &, utiidem di
cunt, omnes numeros habet; nec, praeter sapientem, ca
dere in quemquam potest. Quum autem aliquid actum est,
in quo media officia compareant, id cumulatè videtur
esse perfeótum ; propterea quòd vulgus, quid absità per
fecto , non fere intelligit; quatenus autem intelligit, ni
hil putat praetermissum. Quod item in poematibus, & pic
tll •
234 LOS OFICIOS

de ellas los ignorantes, y se hacen lenguas de lo que aca


so no merece alabanza; por este motivo, á lo que en
tiendo, porque hallan en el todo algo que les llena, aun
que no sean capaces de notar los defectos cometidos en
cada una de sus partes. Y así quando son informados
por los que lo entienden, reforman, y aun desisten con
facilidad de su opinion.
CAP I T UL O IV.

Homestidad comun, como obligaciones comunes: nunca se ha


de comparar lo honesto con la utilidad comun.
as obligaciones de que tratamos en estos libros, di
cen que son una especie de honesto secundario, y que
no solamente pertenecen á los sabios, sino que son co
munes á todo el género humano; á las quales aman to
dos aquellos, en quienes se halla alguna semilla de vir
tud. Porque quando se atribuye á los Decios, y á los
Es

turis usu evenit, in aliisque compluribus, ut delecten


tur imperiti, laudentque ea, quae laudanda non sint, ob
eam , credo, causam , quòd insit in his aliquid probi,
quod capiat ignaros, qui iidem, quid in unaquaque re
vitii sit, nequeant judicare: itaque quum sunt doéti à
peritis, facile desistunt à sententia.
C A PUT IV.

Communem es se honestatem, sicut t9 oficia communia : ho


mestum cum utilitate communi numquam es se
comparandum.
H.e. igitur officia, de quibus his libris disserimus,
quasi secunda quaedam honesta esse dicunt, non sapien
tum modó propria, sed cum omni hominum genere com
munia. Itaque his omnes, in quibus est virtutis indo
les, commoventur. Nec verò quum duo Decii , ¿
LlO
DE CICERON. LIBe III. 235

Escipiones el renombre de fuertes, ó á Fabricio, y á


Arístides el de justos, no se les propone á estos por
exemplares de justicia, ni á aquellos de fortaleza, co
mo á unos hombres absolutamente sabios; pues ningu
no de ellos fue sabio en tal grado, que llene toda la idea
de este nombre, como aquí le queremos entender. Ni
tampoco los que han sido tenidos, y reputados por sa
bios, como M. Caton, y C. Lelio; ni los que dicen los
siete Sabios de Grecia, lo fueron segun esta inteligencia;
sino que por el conjunto de las obligaciones medias, que
en ellos se hallaba, llegaron á cierta especie, y seme
janza de sabiduría. Por lo qual, ni es justo comparar
lo que propia, y verdaderamente es honesto con lo util,
como repugnante; ni lo que comunmente llamamos ho
nesto, que cultivan los que desean ser tenidos por bue
nos, debe compararse nunca con ninguna utilidad. Y
así, tan obligados estamos nosotros á mantener, y con
servar aquella honestidad, que cabe en nuestra inteligen
cia, como los sabios aquella que es verdadera, y per
fecta. Porque de otra suerte, si hemos hecho algun ade
lantamiento en la virtud, de ningun modo podremos
COnº

duo Scipiones, fortes viri commemorantur, aut quum Fa


bricius Aristidesve justi nominantur; aut ab illis fortitu
dinis, ab his justitiae, tamquam à sapientibus, petitur
exemplum : nemo enim horum sic sapiens, ut sapientem
volumus intelligi. Nec ii, qui sapientes habiti sunt, &
nominati, , M. Cato, & C. Laelius, sapientes fuerunt;
ne illi quidem septem ; sed ex mediorum officiorum fre
quentia similitudinem quamdam gerebant, speciemque sa
pientum. Quocirca nec id quod verè honestum est, fas
est cum utilitatis repugnantia comparari ; nec id quidem,
quod communiter appellamus honestum, quod colitur ab
iis, quibonos se viros haberi volunt, cum emolumen
tis umquam est comparandum : tamque id honestum, quod
in nostram intelligentiam cadit, tuendum conservandum
que est , nobis, quām id, quod proprie dicitur, vere
que est honestum , sapientibus. Aliter enim teneri non po
teSt»
230 EOS OFICIOS

conservarle. Basta lo dicho en orden á aquellos, que


por la practica de estas obligaciones han merecido repu
tacion de hombres buenos.
Los que miden todas las cosas por sus propios inte
reses, y conveniencias, y no quieren reconocer lo que
prepondera la honestidad, suelen comparar en sus de
liberaciones lo honesto con lo que juzgan ellos por util:
no así los hombres de bien. Y de este modo, quando
dixo Panecio, que solian dudar algunos en esta delibe
racion, creo que este fue su pensamiento, que solian,
pero no que era lícito el hacerlo. Porque en realidad
no solamente es malo estimar en mas lo que parece util,
que lo honesto; sino que aun el comparar uno con
otro, y dudar de ello, es muy reprehensible. Quál es
pues el caso en que se suele dudar, y se necesita de
exâmen? A mi parecer esto solo tiene lugar quando se
duda de la naturaleza de las cosas. Porque ocurren cir
cunstancias freqüentemente, en que aquello que por lo
regular se ha tenido por torpe, se halla que no lo es.
Pongamos un exemplo, que pueda aplicarse con bastan
te

test, si qua est ad virtutem facta progressio. Sedhaec


quidem de iis, qui conservatione officiorum existiman
turboni.
Qui autem omnia metiuntur emolumentis & commo
dis, neque ea volunt praeponderari honestate, hisolent
in deliberando honestum cum eo, quod utile putant, com
parare ; boni viri non solent. Itaque existimo, Panae
tium , quum dixerit, homines solere in hac comparatio
ne dubitare, hoc ipsum sensisse, quod dixerit, solere
modô, non etiam oportere: etenim non modó pluris pu
tare quod utile videatur, quâm quod honestum, sedhaec
etiam inter se comparare, & in his addubitare, turpis"
simum est. Quid est ergo, quod nonnumquam dubitatio
nem aferre soleat, considerandumque videatur? Credo,
si quando dubitatio accidit, quale sit id., de quo con
sideretur. Saepe enim tempore fit, ut, quod plerumque
turpe haberi soleat, inveniaturnon esse turpe. Exem.
pil
DE CICERON, LIB, III. 2. 37

te extension. ¿Qué delito mayor que dar muerte, no


solo á un hombre, mas á un amigo º Y pregunto, se
rá el mismo delito ser homicida de un tirano (a), á quien
se trate con familiaridad. El Pueblo Romano juzga que
no; antes entre todas las hazañas gloriosas coloca á esta
en el primer lugar. ¿Pues qué, la utilidad pesa mas que
la homestidad? No por cierto: sino que la utilidad se ha
seguido de ella. Así que es necesario establecer una re
gla cierta, que sirva de apoyo á la obligacion, si alguna
vez parece que repugna lo que llamamos util con lo que
entendemos por honesto; á fin de que siguiéndola, ja
mas nos apartemos de la obligacion al comparar las co
sas. Esta regla ha de ser mui conforme al método, y
sistema de los Estoicos, al qual me conformo yo en es
tos libros; porque aunque los Académicos antiguos, y
vuestros Peripatéticos, que en otro tiempo no se distin
guian
pli causà, ponatur aliquid, quod pateat latiüs. Quod po
test majus esse scelus, quâm non modô hominem, sed
etiam familiarem hominem occidere? Num igitur se obs
trinxit scelere , si quis tyrannum occidic, quamvis fa-.
miliarem º Populo quidem Romano non videtur, qui ex
omnibus praeclaris factis illud pulcherrimum existinmat. Vin
cit igitur utilitas honestatem º immo verò honestatem uti
litas consecuta est. Itaque, ut sine ullo errore dijº di-.
care possimus, si quando cum illo, quod honestum in
telligimus, pugnare id videbitur, quod appellamus utile,
formula quaedam constituenda est; quam si sequemur in
comparatione rerum , ab officio numquam recedennus. Erit
autem haec formula, Stoicorum rationi disciplinaeque
maximè consentanea ; quam quidem in his libris propte
reà sequimur, quòd quamquam à veteribus Academicis,
& à Peripateticis , vestris, qui quondam iidem erant, qui
Academici, quae honesta sunt, anteponunturiis, quae vi
- den
a) . Entre los Griegos, y los Romanos, no solo era lícito, sino tam
bien glorioso dar muerte a los tiranos. Esto sin duda lo dixo por Cesar,
á quien mataron en el Senado,
238 LOS OFICIOS

guian entre sí, anteponen lo honesto á lo que parece


util; con todo tratan mejor estos puntos los que nada
tienen por util que no sea honesto, y todo lo que es ho
nesto, les parece util, que aquellos, que señalan al
gun honesto que no sea util, ó util que no sea hones
to. A nosotros nos concede nuestra Academia mas am
plia libertad, con que nos es permitido defender aque
llo que nos parece mas probable. Mas volvamos á nues
tra regla.
CAP I TU L O V.

se ha de distinguir si lo que parece util repugna á la hones


tidad: regla sobre esto. Todas las leyes tienen por fin
estorbar la injusticia.
ue un hombre usurpe á otro alguna cosa, y le des
poe de sus intereses propios por aumentar los suyos, re
pugna mas á la naturaleza que la misma muerte, que la
pobreza, que el dolor, y todos los otros daños que
pue

dentur utilia; tamen splendidiüs haec ab eis disseruntur,


quibus quidquid honestum est, idem utile videtur, nec
utile quidquan, quod non honestum; quâm ab iis, qui
bus aut honestum aliquid non utile, aut utile non hones
tum. Nobis autem nostra Academia magnam licentiam dat,
ut, quodcumque maximè probabile occurrat, id nostro ju
re liceat defendere. Sed redeo ad formulam.

C A P U T. V.

Discerni oportere num quod utile videtur pugnet cum honestate


Formula ad id pertinens: hoc legibus caveri
ne alterinoceatur.

Dania. igitur aliquid alteri, & hominem hominis


incommodo suum augere commodum, magis est contra
naturam, quām mors, quām paupertas, quām dolor, quàm
CC
DE CIGERON. LIB. III• 239
pueden sobrevenirá nuestro cuerpo, ó á nuestra fortu
na. Porque en primer lugar, esto es destruir la union,
y sociedad (a) humana, la qual por mas conforme que
sea á la ley de naturaleza, es preciso que se eche por
tierra, en llegando los hombres á proponerse defraudar,
y ofender á otro por sus intereses particulares. Al mo
do que si cada miembro por su propio instinto pensára
valer mas, usurpando al mas cercano su fuerza natural,
vendria el cuerpo á una suma flaqueza, y aun á la muer
-- te; así, si cada uno de nosotros quitára para sí sus co
modidades á los demas, usurpando á cada uno lo que
pudiera por su provecho, vendria á deshacerse, y ani
quilarse la sociedad humana. Lo que es apetecer uno mas
para sí lo que le hace falta para pasar la vida, que ad
quirirlo para otro, este es un derecho á que no se opo
ne la naturaleza; pero no consiente por ningun caso, que
aumentemos nuestras facultades, nuestro poder, y ri
que

cetera, quae possunt aut corpori accidere, aut rebus ex


ternis: nam principio tolit convictum humanum, & socie
tatem: si enim sic erimus afecti, ut propter suum quisque
emolumentum spoliet, aut violet alterum, disrumpinecesse
esteam , quae maximè est secundüm naturam, humani ge
neris societatem. Ut, si unumquodque membrum sensum
hunc haberet, ut posse putaret se valere, si proximi mem
bri valetudinem ad se traduxisset, debilitari & interire
totum corpus necesse est; sic si unusquisque nostrüm ra
piat ad se commoda aliorum, detrahatque quod cuique
possit, emolumenti sui gratia, societas hominum & com
munitas evertatur necesse est. Nam , sibi ut quisque ma
lit, quod ad usum vitae pertineat, quām alteri, acqui
rere, concessum est, non repugnante naturà : illud na
tura non patitur, ut aliorum spoliis nostras facultates,
CO

(a) El que roba, ó defrauda á otro, quebranta los derechos de la socie


dad humana; porque rompe aquel vínculo, con que se unen entre sí los
hombres para componer el cuerpo del género humano; de donde resulta
que se armen unos miembros contra otros , y mutuamente sean causa de
su ruina. Esta semejanza tomada de los miembros del cuerpo humano, la
explica S. Ambrosio copiosamente en el lib. 3. de los Oficios, cap. 3.
24o LOS OFICIOS
quezas con los despojos des los demas. N,

Y no solo por naturaleza, esto es, por el derecho


de las gentes, sino tambien por las leyes de los pue
blos (a), que gobiernan las costumbres de las Repúblicas
en todas las ciudades, se establece lo mismo; que á nin
guno sea lícito ofenderá otro por sus comodidades. A
esto se dirigen las leyes, esto quieren , que se manten
ga inviolable la sociedad política, reprimiendo la auda
cia de los enemigos de ella con penas de muerte , con
destierros, prisiones, y otros castigos. Cuya obligacion
prescribe mas fuertemente la ley de naturaleza (b), que
es la ley divina, y humana; á la qual el que quisiere
obedecer (que querrán todos quantos deseen vivir segun
las leyes de naturaleza), se guardará mui bien de apete
cer lo ageno, y de tomar para sí lo que usurpare á otro.
Porque es mucho mas conforme á la naturaleza la ex
celencia, y grandeza de ánimo, y tambien la cortesía,
la justicia, y liberalidad, que el deleite, la vida, y las
- r1

copias, opes augeamus, -

Neque verò hoc solüm naturä , id est, jure gentium,


sed etiam legibus populorum , quibus in singulis civita
tibus respublicae continentur, eodem modo constitutum est,
ut non liceat sui commodi causà nocere alteri. Hoc enim
spectant leges, hoc volunt, incolumen esse civium con
junctionem ; quam qui dirimunt, eos morte, exsilio,
vinculis, damno coercent. Atque hoc multó magis effi
cit ipsa naturae ratio, quae est lex divina, & humana;
cui parere qui velit (omnes autem parebunt, qui secun
düm naturam volent vivere), numquam committet, ut alie
num appetat, & id, quod alteri detraxerit, sibiassumat.
Etenim multó magis est secundum naturam excelsitas ani
mi , & magnitudo; itemoue comitas, justitia, liberalitas,
quām voluptas, quām vita, quām divitiae; quae quidem
- COIl
(a) Segunda razon de la fórmula; porque así lo mandan las leyes de los
pueblos, y ciudades.
(b) Tercera razon de la fórmula; porque así lo pide la naturaleza; es
to es, la recta razon del gran Jupiter, como la llama en otra parte; de
donde proviene toda ley divina, y humana, -
DE cicERON. Lmb. IIr. 241
riquezas; siendo propio del ánimo grande, y superior
despreciar estas cosas, y tenerlas en nada, comparándo
las con la comun utilidad. Mas el quitará otro sus con
veniencias, por aumentar las suyas propias, es mas re
pugnante á la naturaleza, que la muerte, el dolor, y
ctros males semejantes.
Del mismo modo es mas arreglado á las leyes de la
naturaleza tomarse un hombre grandes cuidados, y mo
lestias por conservar, y favorecer, si es posible, á todo
el género humano, imitando aquel famoso Hércules,
á quien la posteridad reconocida á sus beneficios, colo
có en el número de los Dioses, que el vivir en una so
ledad, no solamente sin molestia alguna, sino en la ma
yor abundancia, y en el mas cumplido deleite, aun con
la ventaja de fuerzas, y hermosura. Y así qualquiera
hombre adornado de un genio sublime, y magnánimo
prefiere mucho aquel modo de vivir á este. De donde se
infiere, que el hombre que sigue la regla de la natura
leza, no puede ser perjudicial á otro. Ademas, que el que
ofende á otro (a) por algun interés, que de ello le resul
- - - - te,

contemnere, & pro nihilo ducere, comparantem cum uti


litate communi, magni animi & excelsi est. Detrahere au
tem de altero sui commodi causá magis est contra naturam,
quâm mors, quam dolor, quâm cetera generis ejusdem.
Item que , magis est secundum naturam , pro omnibus
gentibus, si fieri possit, conservandis, aut juvandis ma
ximos labores molestiasque suscipere, imitantem Hercu
lem illum , quem hominum fama , beneficiorum memor,
in concilio coelestium collocavit, quām vivere in soli
tudine, non modô sine ullis molestiis, sed etiam in maxi
mis voluptatibus, abundantem omnibus copiis ; ut excel
1as etiam pulchritudine, & viribus. Quocirca optimo quis
que & splendidissimo ingenio longe illam vitam huic an
reponit. Ex quo efficitur, hominem, naturae obedientem,
homini nocere non posse. Deinde, qui alterum violat,
. I'OM. I• llt
(a), Prosigue en confirmacion de la fórmula. El que ofende á otro hom
bre, é, juzga que esto no es malo, ó cree que hay otros males peores; imº
pugna entrambas maneras de pensar.
242 . . . LOS OFICIOS , a

te, ó cree que no obra contra la naturaleza, ó que se de


be huir la muerte, la pobreza, el dolor, la pérdida de
los hijos, de los parientes, y de los amigos, mas que la
ofensa de otro hombre. Con el que piensa que no peca
contra la naturaleza en ofender á los demas, ¿qué he
mos de disputar, quando destruye la union de un hom
bre con otro? Pero si juzga que se debe huir esto, mas
que aun son peores la muerte, la pobreza, y el dolor:
yerra en tener por mas graves los defectos del cuerpo, ó
de la fortuna, que los del ánimo,
- CA

ut ipse aliquid commodi consequatur; aut nihil se existi


mat contra naturam facere; aut magis fugiendam censet
mortem , paupertatem , dolorem , amissionem etiam libe
rorum , propinquorum, amicorum , quām facere cuipiam
injuriam. Si nihil existimat contra naturam fieri homini
bus violandis ; quid cum eo disseras, qui omnino homi
nem ex homine tollat º sin fugiendum id quidem censet,
sed & multó illa pejora , mortem , paupertatem , dolo
rem ; errat in eo, quòd ullum aut corporis, aut fortu
nae vitium , animi vitiis gravius existimat.

CA
DE cICERON. LIB. III. 243
cA P IT UL o V I.
La utilidad de cada uno, y la de todos es una misma re
glas para resolver en caso de que parezcan utilidades
- opuestas.

E, necesario pues que caminemos todos en este presu


puesto, que la utilidad de cada uno en particular, y la
universal es una misma (a); y que si alguno quiere usur
pársela, se deshará la sociedad humana. Si la misma na
turaleza prescribe, que desee mirar un hombre por otro,
sea quien fuere, solo por ser hombre como él; es pre
ciso que segun la naturaleza, sea comun la utilidad de
todos. Esto supuesto, á todos nos une la misma, y úni
ca lei natural; y si esto es así, por la misma lei se nos
prohibe el ofenderá otro. El primer principio es indispu
table; luego lo es tambien la conseqüencia. Lo que di
- CG11
-

C A P U T V I.

Eamdem es se uniuscujusque e9 - universorum - utilitatem prae


cepta ad judicandum , ckm haec duae utilitates
videntur contrariae.

Ese unum debet esse omnibus propositum, ut eadem


sit utilitas uniuscujusque, & universorum ; quam si ad
se quisque rapiet, disolvetur omnis humana consortio.
Atque etiam , si hoc natura praescribit, ut homo homi
ni , quicumque sit, ob eam ipsam causam, quòd is ho
mo sit, consultum velit ; necesse est secundünm eamdem
naturam hominum utilitatem esse communem. Quod si ita
est, unà continemur omnes , & eàdem lege naturae;
idque ipsum si ista est, certè violare alterum lege na
turae prohibemur. Verum autem primum : verum igitur
& extremum, Nam illud quidem absurdum est; quod qui
dam
(a) La sociedad humana es á manera de un cuerpo; y así las comodi
dades de cada una de las partes, se deben decir comodidades del todo:
de donde se colige, que el amor del hombre para con el hombre provie
ne de la lei de naturaleza,
Q2
244 LOS OFICIOS

cen algunos, que nada usurparán á sus padres, ni her


manos por aumentar sus intereses; pero que no milita la
misma razon en los demas ciudadanos; esto es una lo
cura: es pensar que no hai algun derecho comun, ni
lei de la sociedad fundada en la utilidad comun; cuya
máxima va enderezada á desmembrar el cuerpo civil.
Ctros creen, que esta lei obliga en orden á los ciudada
nos, y no con los estrangeros; estos destruyen la ge
neral sociedad de los hombres; cuya disolucion aniquila
la beneficencia, liberalidad, bondad, y justicia. Y se
han de notar como impíos contra los mismos Dioses,
los que tiran á destruir estas virtudes; porque intentan
romper la sociedad establecida entre los hombres, cuyo
vínculo mas estrecho es juzgar , que se opone mas á la
naturaleza el que un hombre usurpe á otro por valer
mas, que el padecer todos los trabajos del cuerpo, y
de la fortuna, y aun los del ánimo que sean contra la
justicia: que es la virtud por excelencia, y como reina,
y señora de todas las demas. -- -

Mas por ventura dirá alguno, ¿no podrá un sabio.


S.

dam dicunt, parentise, aut fratri nihil detracturos, com


modi sui causá, aliam rationem esse civium reliquorum:
hi sibi nihil juris, & nullam societatem , communis uti
litatis causà, statuunt esse cum civibus ; quae sententia
omnem societatem distrahit civitatis. Qui autem civium
rationem dicunt habendam, externorum negant; hi diri
munt communem humani generis societatem ; quā subla
tà beneficentia, liberalitas, bonitas, justitia funditus tol
litur. Quae qui tollunt, etiam adversus Deos immortales
impii judicandi sunt: ab iis enim constitutam inter ho
mines societatem evertunt. Cujus societatis arótissimum
vinculum est, magis arbitrari esse contra naturam, ho
minem homini detrahere, sui commodi causà, quâm om
nia incommoda subire vel externa , vel corporis, vel
etiam ipsius animi, quae vacent justitià. Haec enim una
virtus, omnium est domina & regina virtutum.
Forsitam quispiam dixerit : ¿Nonne igitur sapiens, si
fa
De cicERoN. LIB. III. 245

si está muriéndose de hambre, quitar la comida á otro


hombre que no sirva de nada en la República? De nin
guna de las maneras. Porque á ninguno le es mas util su
vida misma, que la conciencia de no ofenderá otro por
su propio interés. Y bien si un hombre de buena vida,
por no morirse de frio, puede quitar el vestido á un ti
ano cruel, y bárbaro como Falaris, no lo hará? Es
bien facil resolver estos casos. Porque si uno por su co
modidad quitáre alguna cosa á otro, que no es util para
nada, obra sin piedad, contra la lei de naturaleza; pero
si otro, que con vivir puede ser de mucho provecho á la
República, y á la sociedad de los hombres, quitáre al
go á otro, por esta única causa podrá tener alguna es
cusa; pues fuera de este caso qualquiera debe aguantar
sus trabajos, antes que privará otro de su comodidad.
Finalmente no repugna mas á la naturaleza la enferme
dad, la pobreza, ú otra semejante desgracia, que la
usurpacion, y deseo de lo ageno. El abandono de la co
mun utilidad es contra la naturaleza, porque es injusto;
y

fame ipse conficiatur, abstulerit cibum alteri homini ad


nullam partem utili º Minimè veró: non enim mihi est
vita mea utilior, quâm animi talis affectio, neminem ut
violem commodi mei gratià. Quid º si Phalarim , crude
lem tyrannum , & immanem, vir bonus , ne ipse frigo
re conficiatur, vestitu spoliare possit, nonne faciat ? Haec
ad judicandum sunt facillima. Nam , si quid ab homine
ad nullam partem utili, tuae utilitatís causa detraxeriss
inhumanè feceris, contraque naturae legem : sin autem is
tu sis, qui multam utilitatem reipublicae atque hominum
societati, si in vita remaneas, afferre possis; si quid ob
eam causam detraxeris, non sit reprehendendum : sin au
tem id non sit ejusmodi; suum cuique incommodum fe
rendum est potiüs, quām de alterius commodis detra
hendum. Non igitur magis est contra naturam, morbus,
aut egestas, aut quid hujusmodi, quām detraétio , aut
apetitio aliení. Sed communis utilitatis dereliétio contra
naturam est; est enim injusta : itaque lex ipsa naturae»
Q 3 que
246 - Los oficios
y así la misma lei natural, que conserva, y mantiene
la utilidad de los hombres , ordena que un hombre sa
bio, justo, y esforzado tome lo que haya menester pa
ra vivir de uno que es inutil, y no sirve mas que de au
mentar el número de los ciudadanos; porque si el sabio
muere, faltará con él gran parte de la comun utilidad,
como no lo haga porque su mismo amor propio, y su
engreimiento le dé este motivo de maltratar á los demas.
Y así cumplirá siempre con su obligacion, mirando por
la utilidad de los ciudadanos, y por esta sociedad huma
na, de que tanto he hablado.
En orden á Falaris, es bien facil la resolucion; por
que nosotros no tenemos ninguna sociedad con los tira
nos (a), sino al contrario mucha repugnancia; ni es con
tra la naturaleza robar, si se puede, á un hombrc á
quien es glorioso dar la muerte: y mas que esta especie
de hombres perjudiciales, é impios, se debe exterminar
de la sociedad humuna. Porque así como se cortan aque
llos miembros que han empezado ya á estar sin sangre,
y

quae utilitatem hominum conservat & continet, decer


nit profeétò, ut ab homine inerti atque inutili, ad sa
pientem, bonum, fortemque virum transferantur, res ad
vivendum necessariae; qui si occiderit, multum de com
muni utilitate detraxerit: modô hoc ita faciat , ut ne
ipse de se bene existimans, seseque diligens, hanc cau
sam habeat ad injuriam : ita semper officio fungetur, uti
litati consulens hominum , & ei, quam saepe commemo
ro , humanae societati.
Nam, quod ad Phalarim attinet, perfacile judicium
est: nulla enim nobis societas cum tyrannis, sed potiüs
summa distractio est; neque est contra naturam , spolia
re eum , si possis, quem honestum est necare 3 atque hoc
omne genus pestiferum atque impium, exhominum com
munitate exterminandum est. Etenim , ut membra quae
dan amputantur, si & ipsa sanguine, & tamquam spi
1

(a) . Entre nosotros la establece la religion que profesamos; y así queda


deshecho todo el argumento del Autor.
DE CICE vo N. Lº B, III.- 24¿
y sin espíritu, y dañan á los demas; así se debe separar
de la comunidad del cuerpo, por decirlo así, á esta fie:
A" - e Aº

ra, y bárbara bestia en figura de hombre. Semejantes, á


estas son todas las qüestiones que pueden originarse rela
tivamente al tiempo, y demas circunstancias. -

cA P I T UL o vII.
se ha de apetecer la honestidad, o como el único, o comº
el mas principal de todos los bienes.
V. aquí lo que á mí parecer hubiera proseguido Pa
necio, si algun acontecimiento, ú ocupacion no le hu
biera apartado de su intento. En los libros anteceden
tes se han sembrado muchos principios para responderá
todas estas dificultades, por los quales se puede venir en
conocimiento de lo que debemos huir por su torpeza; y
lo que no se debe huir tanto, porque no es tan malo.
Mas por quanto vamos ya caminando ácia el fin de la
obra comenzada, al modo que los Geómetras no lo en
Se

ritu carere coeperunt, & nocent reliquis partibus cor


poris; sicista in figura hominis feritas, & immanitas
belluae, à communi tamquam humanitate corporis segre
ganda est. Hujus generis sunt quaestiones omnes eae, in
quibus ex tempore officium exquiritur.
C A P U T. V. II.

Honestum vel unicè , vel maximè es se expetenduin.

jusmodi igitur credores Panaetium persecuturum fuis


se, nisi aliquis casus, aut occupatio consilium ejus per
emisset: ad quas ipsas consulationes ex superioribus li
bris, satis multa praecepta sunt, quibus perspici, possit;
quid sit propter turpitudinem fugiendum; quid sit id, quod
idcirco fugiendum non sit, quia omnino turpe non est
Sed quoniam operi inchoato, prope tamen absoluto, tam"
Q4 quam.
248. . . . . LOS OFICIOS º

señan todo, sino que piden que se les concedan algunos


principios, con que explicar mejor sus demostraciones:
así yo te pido, hijo mio, me concedas, si puedes, que
nada es por sí mismo digno de desearse, sino lo que es
honesto; y si te lo prohibe Cratipo, por lo menos te
conformarás conmigo en que lo que es honesto, es lo
mas digno de ser deseado. Qualquiera de las dos cosas me
basta ; porque de estas opiniones parece ya una, y ya
otra la mas probable, y ninguna lo es fuera de estas dos.
Mas primeramente tengo de defender á Panecio, de
que no afirmó que lo util decia repugnancia algunas ve
ces con la honestidad (que él no era capáz de decir tal
cosa), sino lo que tiene apariencias de util. El asienta á
cada paso, que no hai cosa util, que no sea tambien
honesta, ni cosa honesta que no sea tambien util; y
dice que no pudo introducirse mas grave daño en las
costumbres de los hombres, que la opinion de aquellos
que las separan. Y así introduce él aquella que parece,
no que es repugnancia, no para que nosotros diésemos
preferencia á lo util sobre lo honesto, sino para que go
61

quam fastigium imponimus ; ut Geometrae solent non om


nia docere, sed postulare, ut quaedam sibi concedantur,
quò facilius, quae volunt, explicent; sic ego à te pos
tulo, mi Cicero, ut mihi concedas, si potes, nihil,
praeter id, quod honestum sit, propter se esse expe
tendum : sin hoc non licet per Cratippum ; at illud cer
tè dabis, quod honestum sit, id esse maxime propter
se expetendum. Mihi utrumvis satis est; & quum hoc, tum
illud probabilius videtur, nec praeterea quidquam probabile.
Ac primum Panaetius in hoc defendendus est, quòd
non utilia cum honestis pugnare aliquando posse dixeric,
(neque enim ei fas erat), sed ea , quae viderentur uti
lia. Nihil verò utile , quod non idem honestum ; ni
hil honestum , quod non idem utile sit, saepe tes
tatur : negatque ullam pestem majorem in vitam ho
minum invasisse, quâm eorum opinionem, qui ista dis
traxerint, Itaque non ut aliquando anteponeremus ":
DE CfCERON. LIB. III. 249
bernásemos nuestro juicio en un caso dudoso. Suplire
mos pues esta parte, que él omitió, sin socorro de na
die, y de nuestro caudal propio (como dicen), porque
nada se ha explicado acerca de ella despues de Panecio,
que me parezca bien de quanto ha llegado á mis manos.
CAP ITULO VIII.

Lo que no es honesto, tampoco es util: estas dos cosas son


inseparables.
Q., se nos ofrece delante alguna especie de utili
dad, es preciso que su atraótivo nos llame á sí; pero si
mirándolo con reflexion, hallamos que baxo la aparien
cia de util, trae consigo fealdad; entonces no digo que
se ha de renunciar á la utilidad, sino comprehender, que
ninguna puede haber donde haya torpeza. Pues si nada
hai

honestis, sed ut ea sine errore judicaremus, si quando


incidissent, induxiteam , quae videretur esse , non quae
esset, repugnantiam. Hanc igitur partem reliótam exple
bimus , nullius adminiculis , sed (ut dicitur) Marte nos
tro: neque enim quidquam de hac parte post Panaetium
explicatum est, quod quidem mihi probaretur, de iis,
quae un manus meas venerunt.

CAP U T VIII.

Quod honetum non est, id nec utile este: haec duo


º male separari.

Quamoveriigiturnecesse
-
aliqua species utilitatis objecta est, com
est: sed si , quum animum atten
deris, turpitudinem videas adjuctam ei rei, quae speciem
utilitatis attulerit; tunc non utilitas relinquenda est, sed
intelligendum, ubi turpitudo sit, ibi utilitatem esse non
Posse. Quòd si nihil est tam contra naturam , quâm tur
pi
25o LOS ORICIOS

hai tan opuesto á la naturaleza (a) como la fealdad (por


que la naturaleza no ama sino lo reéto, y constante),
y nada es tan conforme á la naturaleza como la utilidad:
no puede ser que á un tiempo se halle en un mismo ob
jeto la utilidad, y el pecado. Y tambien si hemos nacido
nosotros para la honestidad (b); y esta es el único bien
que debe desearse, como quiere Cenon, ó en sentir de
Aristóteles, prepondera sobre todas las cosas; se infiere
necesariamente, que lo honesto es, ó el único bien, ó
el mayor: ademas, todo lo bueno es util: luego viene
á ser util todo lo que es honesto.
Yerran pues maliciosamente los hombres corrompi
dos, quando asidos de alguna cosa, que les parece util,
al punto la separan de lo honesto. De aquí provienen
los asesinatos, venenos, y testamentos falsos: de los
llr

pitudo ( recta enim , & convenientia , & constantia na


tura desiderat, aspernaturque contraria ) nihilque tam se-
cundum naturam , quām utilitas; certe in eadem reuti
litas & turpitudo esse non potest. Itemque si ad hones
tatem nati sumus , eaque aut sola expetenda est, ut Ze
noni visum est; aut certe omnipondere gravior haben
da, quâm reliqua omnia, quod Aristoteli placet; ne
cesse est, quod honestum sit, id esse aut solum , aut
summum bonum : quod autem bonum, id certe utile : ita
quidquid honestum , id utile.
Quare error hominum non proborum, quum aliquid,
quod utile visum est, arripuit, id continuó secernitab ho
nesto. Hinc sicae, hinc venena, hinc falsa testamentanas
CuIl

(a) Este es el argumento de Ciceron : la utilidad es conforme á la


naturaleza ; la torpeza es contraria á ella: luego no pueden las dos ha
llarse iuntas. El principal principio en la Filosofia Socrática era , que
todo género de utilidad dimana de principios naturales, y que nada es
util si repugna á la naturaleza. -

(b) Sorites: si es honesto, es conforme á la naturaleza; si es con


forme á la naturaleza, es digno de ser deseado ; si es digno de ser de
seado; es bueno; si es buenó, es util, y siendó util, como ya ha di
cho, es conforme á la naturaleza: de este modo la conclusiones re
cíproca. - -
IDE CICERON• LIB, III, 25 r

hurtos, y robos, la usurpacion, y opresion de los alia


dos, y ciudadanos: de aquí la dominacion insufrible del
demasiado poder; y últimamente la ambicion de apo
derarse del reino en las ciudades libres; que es la mayor
fealdad, y mas horrible que puede imaginarse. Porque
ven los hombres los provechos de las cosas con sus er
rados juicios (a), y no ven el castigo, no ya de las
leyes, que muchas veces quebrantan, sino de su propia
torpeza, que aun es mas cruel. Por lo qual deben ser
excluidos del comercio de los demas, como impíos, y
perversos, todos aquellos que se paran á deliberar, si
seguirán el camino de lo bueno, ó aquel que saben les
conduce á lo malo: pues en el mismo dudar, hai ya
delito, aun quando no lleguen al efecto. Y así nunca
deberemos pararnos en aquellas cosas en que la misma
deliberacion es pecado; y ademas se ha de apartar de
todas las deliberaciones qualquiera esperanza, ú opinion
de ocultar la obra mala. Porque debemos estar en la fir
Inc

cuntur: hincfurta, peculatus, expilationes direptionesque


sociorum & civium: hinc opum nimiarum potentiae non fe
rendae: postremò etiam in liberis civitatibus regnandi
exsistunt cupiditates, quibus nihil nec tetrius, nec foe
dius excogitari potest. Emolumenta enim rerum fallaci
bus judiciis vident ; poenam non dico legum , quas sae
pe perrumpunt, sed ipsius turpitudinis, quae acerbisima
est, non vident. Quamobrem hoc quidem deliberantium ge
nus pellatur , e medio (est enim totum sceleratum & im
pium) qui deliberant, utrum id sequantur, quod ho
nestum esse videant, an se scientes scelere contaminent:
in ipsa enim dubitatione facinus inest, etiamsi adid non
pervenerint. Ergo ea deliberanda omnino non sunt, in
quibus est turpis ipsa deliberatio: atque etiam ex omni
deliberatione celandi & occultandi spes opinioque re
mO

(a) Se engañan en el juicio. Porque no puede ser bueno, y util aque:


lo a que se siguen la pena de las leyes, la torpeza, la deshonra, y el
remordimiento de la conciencia, -
252. - LOS OFICIOS

me inteligencia (si algun progreso hemos hecho en la Fi


losofia) que no nos es lícito obrar cosa alguna con ava
ricia, con liviandad, con injusticia, ni incontinencia,
aun quando pudiéramos ocultarlo de los Dioses, y de
los hombres.

CAP IT UL O IX.

Nunca se ha de obrar mal, aunque nadie lo pueda ver, mí


sospechar.
A este propósito introduce mui bien Platon á aquel
famoso Giges, que habiéndose hecho grandes aberturas
en la tierra por las continuas lluvias, se entró por una
hondonada, y vió (segun dice la fábula) un caballo de
bronce con unas ventanas en los lados. El las abrió, y
advirtió que habia dentro un cadaver de extraordinaria
grandeza con un anillo de oro en un dedo: quitósele, y
se le puso él; lo qual hecho se volvió á la majada con
los demas pastores, pues él guardaba los ganados del
Rei.

movenda est: satis enim nobis ( si modô in philosophia


aliquid profecimus) persuasum esse debet, si omnes Deos
hominesque celare possimus, nihil tamen avare, nihil
injuste, nihil libidinose, nihil incontinenter esse fa
ciendum.
CAP U T IX.

Numquam peccandum esse, etiamsi nullus nec videre, nee


suspicari possit.

H. ille Gyges inducitur à Platone: qui, quum ter


ra discessisset magnis quibusdam imbribus, in illum hia
tum descendit, aeneumque equum (ut ferunt fabulae).
animadvertit, cujus in lateribus fores essent; quibus aper
tis, hominis mortui vidit corpus magnitudine inusitatà,
annulumque aureum in digito quem ut detraxit, ipse
induit (erat autem regius pastor ) tum in concilium pas
tO
DE CICERON• LIBe III.» 253

Rei. Allí notó, que quando volvia la piedra del anillo


ácia la palma de la mano; sin ser visto de nadie, él veía,
y registraba todo; y que volviendo á su lugar el anillo,
volvia él tambien á ser visto de los demas. Así que va
liéndose de este secreto del anillo, penetró hasta el tá
lamo de la Reina; y ayudado de ella, dió muerte al
Rei su Señor, quitó del medio á los que le pareció le
habian de estorbar sus intentos, y executó todo esto sin
haber sido nunca visto de persona alguna; y así de repen
te vino á ser Rei de Lidia por beneficio del anillo. Si
este mismo anillo se pusiera en manos de un sabio, no
creería que le era lícito obrar mal, mas que si no le tu
viera. Porque los hombres de bien aman las cosas ho
nestas, pero no las obscuras, ni ocultas.
Pero algunos Filosofos, no tanto por malicia, co
mo por poca sutileza, reprehenden á Platon en este lu
gar , diciendo que este cuento es una fábula inventada
á su gusto, como si él defendiera que sucedió así, ni
que pudo suceder. Toda la fuerza de este exemplo , y
(por decirlo así) el alma del anillo es, si no hubiera de
- Sa

torum se recepit. Ibi, quum palam ejus annuli ad palmam


converterat, à nullo videbatur, ipse autem omnia vide
bat: idem rursus videbatur, quum in locum annulum in
verterat. Itaque hac opportunitate annuli usus , reginae
stuprum intulit; eàque adjutrice regem dominum intere
mit, sustulit quos obstare arbitrabatur; nec in his eum
quisquam facinoribus potuit videre : sic repente annuli
beneficio rex exortus est Lydiae. Hunc igitur ipsum an
nulum si habeat sapiens, nihilò plus sibi licere putet
peccare, quâm si non haberet. Honesta enim bonis viris,
non occulta quaeruntur.
Atque hocloco philosophi quidam , minimè mali illi
quidean , sed non satis acuti, fictam & commentitiam
fabulam dicunt prolatam à Platone: quasi verò ille, aut
factum id esse, aut fieri potuisse defendat. Haec est vis
hujus annuli & hujus exempli: si nemo sciturus, nemo
ne suspicaturus quidem sit, quum aliquid , divitiarum,
po
254 LOS OFICIOS

saber persona humana, ni aun sospechar siquiera la ac


cion que te interesa en riquezas, ó en poder, ó en do
minio, ó liviandad, y habiendo de estar oculta siempre
á los hombres, y á los Dioses, la executarias? Dicen
que no puede suceder un caso semejante; aunque puede
mui bien. Pero pregunto, ¿si lo que tienen por impo
sible pudiera darse, qué harian? Mas ellos porfian necia
mente que no puede ser, y se cierran en ello; no en
tienden los términos de la qüestion. Porque quando pre
gunto qué harian , si la accion pudiera ocultarse , no
pregunto si se podrá ocultar; sino que es como si se les
pusiera á tormento de confesar que eran malvados, si
propuesta la seguridad del secreto, cometieran la obra
mala; y quando dixesen que no lo harian, quedaban
convencidos, que toda operacion mala debe ser huida
por sí misma. Mas volvamos á nuestro asunto. A
CA

potentiae, dominationis, libidinis causà, feceris; si id


Diis hominibusque futurum sit semper ignotum ; sisne fac
turus ? Negant id fieri posse : quamquam potest id qui
denu. Sed quaero, quod negant posse , id si posset, quid
nam facerent? Urgent rustice sane : negantenim posse,
& in eo perstant; hoc verbum quid valeat, non vident
Quum enim quaerimus, si possint celare; quid facturi
sint ; non quaerimus, possitne celari; sed tamquam tor
menta quaedam adhibemus, ut, si responderint, se, im
punitate propositä, facturos quod expediat, facinorosos
se esse fateantur: si negent, omnia turpia per seipsa fu
gienda esse concedant. Sed jam ad propositum revertamur»

CA
De ciceron. LIB. III. 25S
CA P I T UL o X.
No hai utilidad donde no hai honestidad : á todo se ha de
preferir la amistad, excepto á la justicia.
Oara algunas veces ciertos casos que termitan
nuestros ánimos con apariencias de utilidad: no porque
se ponga duda en sí se dexará lo que es honesto por una
mui grande utilidad (que esto es absolutamente malo),
sino si se podrá executar honestamente aquello que pare
ce util. Por exemplo, quando despojaba Bruto del Con
sulado á su compañero Colatino , podia parecer que
obraba injustamente , por haber él ayudado , y autori
zado la determinacion de Bruto de echar los Reyes de
Roma; pero habiendo el Senado tomado la resolucion
de que se habia de desterrar toda la parentela, y nom
bre de los Tarquinos, y borrar de Roma la memoria
del reino; lo que era util (esto es el mirar por la patria)
era honesto en tanto grado, que al mismo Colatino no
po

C A P U T X,

Ubi deest honestas, ibi nullam es se utilitatem : omnibus rebus,


exceptá justitia , amicitiam anteponendam es se.
Iriar saepe multae causae, quae conturbent animos
utilitatis specie ; non, quum hoc deliberetur , relinquen
dane sit honestas propter utilitatis magnitudinem (nam
id, quidem improbum est), sed illud, possitneid, quod
utile videatur, fieri non turpiter. Quum Collatino col
legae, Brutus , imperium abrogabat, poterat videri facere
id injustè : fuerat enim in regibus expellendis socius Bru
ti, consiliorum etiam adjutor quum autem consilium hoc
principes cepissent, cognationem superbi, nomenque Tar:
quiniorum , & memoriam regni esse tollendam quod
erat utile, patriae consulere, id erat ita honestum, ut
etian ipsiCollatino placere deberet. Itaque
-
utilia va
lll L •
256 Los oricios
podia parecerle mal. De modo, que la utilidad prevale
ció por la honestidad; que sin esta no hubiera podido
ser utilidad. No se puede decir lo mismo, de aquel Rei
fundador de Roma; porque deslumbró tanto su ánimo
una utilidad aparente, que pareciéndole mas util reinar
solo que acompañado, dió muerte á su hermano. Ol
vidóse de la piedad, y de los sentimientos de humani
dad, por llegar á conseguir lo que falsamente se ima
ginó que era util; aunque puso por pretexto de honesti
dad los muros (a): pretexto, ni bastante probable, ni su
ficiente. Digo pues que hizo mal; perdóneme Rómulo,
ó Quirino.
No obstante no debemos descuidar de nuestras uti
lidades , ni cederlas á otro, quando nos hagan falta; an
tes es mui puesto en razon, que cada uno procure las
que le pertenezcan como sea sin perjuicio de nadie. Es
excelente aquello de Crisipo, como todas sus cosas: el
que corre en el estadio, dice, ha de empeñarse, y es
forzar todo su brio por llevar la delantera; pero no de
be

luit propter honestatem , sine qua ne utilitas quidem esse


potuisset. At in eo rege, qui, urbem condidit, non ita:
species enim utilitatis animum pepulit ejus : cui quum vi
sum esset utilius, solum , quâm cum altero regnare, fra
trem interemit. Omisit hic & pietatem , & humanitatem,
ut id., quod utile videbatur, neque erat, assequi pos
set; & tamen muri causam opposuit, speciem honestatis
neque probabilem , neque satis idoneam. Peccavit igitur,
pace vel Quirini, vel Romuli dixerim.
Nectamen nostrae nobis utilitates omittendae sunt,
aliisque tradendae, quum his ipsi egeamus: sed suae cui
que utilitati , quod sine alterius injuria fiat, serviendum
est. Scité Chrysippus, ut multa: Qui stadium , inquit,
currit, eniti & contendere debet, quām maximè possit,
ut vincat 3 supplantare eum, quicum certet, aut
-
mº e

(2) Esto es, que su hermano habia saltado por desprecio los muros
de Roma, que comenzaban á levantarse.
DE CICERON. LIB, III. 257

be de ninguna de las maneras poner el pie delante á su


competidor, ni detenerle con el brazo. A este modo en
la vida es justo que cada uno procure lo que ha menes
ter; pero quitárselo á otro es injusticia notoria. Donde
mas suelen perturbarse las obligaciones es en las amista
des; en las quales, así por no conceder lo que buena
mente se puede , como por condescender con lo que no
es justo, se falta á la obligacion. Sin embargo hai una
regla mui breve, y no dificil para todas estas dificulta
des. Nunca deben anteponerse á la amistad las utilidades
aparentes, como son los honores, riquezas, deleites, y
otras cosas semejantes. Tampoco el hombre de bien por
respetos de su amigo obrará en contra de la República,
del juramento, y de la fidelidad, ni aun en caso de ha
llarse juez de su mismo amigo; porque se desnuda de
la persona de amigo, quando representa la de juez. So
lo podrá concederá la amistad el deseár mas, que su
amigo tenga buen pleito, y darle para la defensa todo
el tiempo que sea permitido por las leyes.
Mas habiendo de sentenciar juramentado, tenga mui
presente que pone á Dios por testigo, esto es (á lo que
yo

depellere, nullo modo debet: sic in vita sibi quemque


petere, quod pertineat ad usum, non iniquum est; al
teri deripere, jus non est. Maximè autem perturbantur
officia in amicitiis ; quibus & non tribuere, quod recte
possis, & tribuere quod non sit aequum, contra offi
cium est. Sed hujus, generis totius, breve & non difi
cile praeceptum est. Quae enim videntur utilia , honores,
divitiae, voluptates, cetera generis ejusdem , haec ami
citiae numquam anteponenda sunt. At neque contra rem
publicam , neque contra jusurandum ac fidem , amici cau
sà, vir bonus faciet; ne si judex quidem erit de ipso ami
co: ponit enim personam amici, quum induit judicis.
Tantiim dabitamicitiae: ut veram amici causam esse ma
lit; & ut orandae liti tempus, quoad per leges liceat,
accommodet. - - *

Quum verò jurato sententia dicenda sit; meminerit Deum


T.OM, I. R Se
25 8 LOS OFICIOS.

yo entiendo ) su alma, y su propia conciencia, que es


el don mas divino que concedió Dios al hombre. Y así
es admirable aquella fórmula que recibimos de nuestros
mayores (si la guardáramos como era razon), de pedir
á los jueces: Lo que se pueda hacer salva la conciencia. La
qual peticion se refiere á lo que poco há dixe que pue
de conceder el juez honestamente á su amigo; porque si
se hubiera de hacer todo lo que los amigos quisieran, no
serian las tales amistades, sino conjuraciones. Mas hablo de
las amistades comunes; porque en las de los varones sa
bios, y perfectos, no puede acontecer tal cosa. De Da
mon, y Pintias discípulos de Pitágoras, cuentan que
fueron tan fieles amigos, que habiendo condenado á
muerte al uno de ellos el tirano Dionisio para cierto
dia, y pedido el sentenciado algun termino mientras de
xaba encomendadas, y dispuestas las cosas de su casa; sa
lió por fiador el otro, sujetándose á la misma pena, si no
compareciese el reo: pero compareció el dia señalado. Y
fue tanto lo que admiró al tirano su mutua lealtad, que
les rogó le contasen de allí adelante por su tercer amigo.

se adhibere testem , id est (ut ego arbitror) - mentem


suam, quā nihil homini dedit Deus ipse divinius. Iraque
praeclarum à majoribus accepimus morem rogandi judi
cis, si eum teneremus : Quae salvà fide facere possit. Haec
rogatio ad ea pertinet, quae paulò ante dixi, honeste ami
co à judice posse concedi nam , si omnia facienda sint,
quae amici velint ; non amicitiae tales, sed conjuratio
nes putandae sunt. Loquor autem de communibus amicitiis:
nam in sapientibus viris perfectisque, nihil potest esse ta
le. Damonem & Phintiam , Pythagoreos, ferunt hoc ani
mo inter se fuisse, ut, quum eorum alteri Dionysius tyran
nus diem necis destinavisset; & is, qui morti addictus es
set, paucos sibi dies commendandorum suorum causà postu
lavisset; vas factus est alter ejus sistendi; ut, si ille non
revertisset, moriendum csset, ipsi: qui quum ad diem se
recepisset, admiratus eorum fidem tyrannus, petivit, ut
se ad amicitiam tertium adscriberent.
CA
DE CICERON. Ll B. III. 259
CAP I T UL O XI.

Nunca se ha de pecar por la República : quánta honra es pa.


ra los estados el preferir lo honesto a lo uril.
uando se compara en la amistad lo que parece util
co lo que es honesto, y bueno, renunciese á la utili
dad aparente, y prevalezca la honestidad : mas quando
se pretendan en la amistad cosas que no sean honestas,
antepóngase á la amistad la religion, y la fidelidad; y.
así se encontrará la eleccion que buscamos de la obliga
cion. A la qual se falta en la República muchas veces
por apariencias de utilidad, como faltaron los nuestros
en la asolacion de Corinto; pero con mas crueldad los
Athenienses, que mandaron cortar los dedos pulgares á.
los Eginetos, mui poderosos por mar. Esto les pareció
util; porque por la inmediacion amenazaba demasiado
Egina á Pireo; pero ninguna accion cruel puede ser util,
porque la aborrece sumamente la naturaleza, á quien
de

cA PU T XI.
Numquam pro republica peccandum : quanto sit honori rebus pu
blicis honesta utilibus praeferre.
Qineo, igitur id, quod utile videturin amicitia, cum
quod honestum est, comparatur; jaceat utili
tatis species, valeat honestas: quum autem in amicitia,
quae honesta non sunt, postulabuntur , religio & fides
anteponantur amicitiae; sic, habebitur is, quem exquiri
mus, delectus officii. Sed utilitatis specie in republica sae
pissime peccatur, ut in Corinthi disturbatione nostri: du
riüs etiam Athenienses qui sciverunt ut Aeginetis, qui
classe valebant, pollices praeciderentur : hoc. visum est
utile; nimis enim imminebat, propter propinquitatem,
Aegina Piraeeo: sed nihil, quod crudele, utile : est,
enim hominum naturae, quam s debemus, maxime ini
2. - ml
26o LOS OF ICIOS y

debemos seguir. Tambien es una injusticia prohibir á los


estrangeros la estancia en nuestras ciudades , y echarlos
de ellas, como lo executó Peno en tiempos pasados, y
Papio en nuestros dias. Cosa es puesta en razon que no
se permita vivir como ciudadano al que no lo es; cuya
lei promulgaron aquellos Cónsules tan sabios Craso, y
Escevola; pero el no permitir á los estraños el uso, y
comercio de nuestras ciudades, es inhumanidad. Lo que
es ilustre, y glorioso es despreciar por la honestidad las
utilidades aparentes. De cuyos exemplos abunda mucho
nuestra República en todos tiempos, pero en especial en
la segunda guerra Púnica ; quando despues de padecida
la derrota de Canas, tuvo mayores ánimos que nunca
en las mas afortunadas prosperidades: ninguna muestra
de temor, ninguna mencion de paz tal es la fuerza de
lo honesto, que obscurece las apariencias de la utilidad.
Los Atenienses no pudiendo resistir el poder de los
Per , y habiéndose determinado á abandonar la ciu
sas
dad, dexando sus hijos, y mugeres en Trecene, y sa
lir á defender con su armada la libertad de Grecia; ape
drea

mica crudelitas, Malè etiam, qui peregrinos urbibus uti


prohibent, eosque exterminant ; ut Pennus apud patres
nostros, Papius nuper Nam esse pro cive, qui civis non
sit, rectum est non licere; quam tulerunt legem sapien
tissimi consules , Crassus & Scaevola: usu verò urbis pro
hibere, peregrinos, sane inhumanum est. Illa praeclara,
in quibus publicae utilitatis species prae honestate con
temnitur. Plena exemplorum est, nostra respublica, quum
saepe, tum maxime bello Punico secundo: quae Can
nensi calamitate acceptá, majores animos habuit, quâm
umquam rebus secundis: mulla timoris significatio, nul
la mentio pacis: tanta vis est honesti, ut speciem uti
litati
Ath enienset.
s obscur es quum Persarum impetum nullo modo pos
sent sustinere, statuerentque, ut , urbe reliétá , conjugi
bus & liberis Troezene depositis, naves conscenderent,
libertatemque Graeciae classe defenderent ; Cyrsilum
quem
DE CICERON. LIB, III, 26r

drearon á un hombre llamado Cirsilo, que les aconseja


ba se quedasen en Atenas, y abriesen las puertas á Xer-,
xes. Cuyo consejo parecia util en aquellas circunstancias;
pero no podia serlo, repugnando á la honestidad. Des
pues de la victoria que alcanzaron de los Persas, dixo
Temístocles en una junta, que habia formado un pro
yecto util,á la República, pero que no habia, necesidad
de publicarle; y así pidió que se nombrase un sugero á.
quien comunicársele. Nombró el pueblo á Arístides, á
quien Temístocles dixo que era mui facil poner fuego,
sin que lo sintiese nadie, á la armada de los Lacedemo
nios, que habia tomado puerto en Giteo; lo qual he
cho quedarian precisamente mui quebrantadas sus fuer
zas. Luego que oyó esto Arístides, se volvió al pueblo,
que estaba en grande espcótacion, y dixo que el proyec
to que traia Temístocles, era sumamente util, pero na
da honesto; y los Atenienses juzgando que no siendo,
honesto, tampoco podia ser util, despreciaron el asun
to por solo el dicho de Arístides, aun antes de haberle,
oido. ¡Quánto mejor que nosotros, que hacemos esen
tOS

quemdam , suadentem, ut in urbe manerent, Xerxemque


reciperent, lapidibus obruerunt. Atque ille utilitatem se
qui videbatur: sed ea nulla erat repugnante honestate.
Temistocles post viétoriam ejus belli, quod cum Persis
fuit, dixit in concione se habere consilium reipublicae
salutare; sed id sciri opus non esse : postulavit, ut ali
quem populus daret, quicum communicaret : datus est
Aristides. Huicille classem Lacedaemoniorum , quae sub
ducta esset ad Gytheum , clam incendi posse ; quo fac
to frangi Lacedaemoniorum opes necesse esset. Quod
Aristides quum audisset, in concionem magná exspeéta
tione venit ; dixitque, perutile esse consilium , quod The
mistocles aferret; sed minimè honestum. Itaque Athe
nienses, quod honestum non esset, id me utile quidem,
putaverunt; totamgue eam rem, quam ne audierant qui
dem, auétore Aristide repudiaverunt. Meliiis hi, quâm
R3 nOSs
262, - LOS OFICIOS .

tos de tributos á los piratas, y cargamos de ellos á


nuestros aliados!

cA PITUL o XII.

En qué casos se puede dudar, si la utilidad se conforma con


la homestudad: resolucion de estos casos.

ueda pues asentado, que nunca puede ser util lo


que no es honesto, aun quando se consiguiera lo que pa
rece util; porque solo el pensar que es util aquello que
es torpe, es cosa lastimosa. Pero muchas veces aconte
cen casos (como he dicho arriba) en que parece que re
pugna lo util á lo que es honesto, de modo, que es
necesario considerar, si enteramente repugna, ó si se
pueden conformar entre sí. De esta naturaleza son las
qüestiones siguientes: Si un hombre de bien (por exem
plo) conduxere á Rodas desde Alexandría gran porcion
de trigo, en tiempo de escaséz, y hambre, y de mu
- cha

nos , qui piratas , immunes s socios, vectigales ha


bemus.
CA P UT X II.

guibus in causis liceat dubitare utrüm utilitas cum honesta


te consentiat : formula ad id dijudicandum,
Ma. ergo , quod turpe sit , id numquam esse uti
le 3 ne tum quidem, quum id, quod esse utile putes,
adipiscare : hoc enim ipsum utile putare, quod turpe sit,
calamitosum est. Sed incidunt ( ut suprà dixi) saepe cau
sae , quum repugnare utilitas honestati videatur, ut ani
madvertendum sit, repugnetne planè, an possit cum ho
nestate , conjungi. Ejus generis hae sant quaestiones: Si
(exempli gratià) vír bonus Alexandrià Rhodum mag
num frumenti numerum advexerit in Rhodiorum inopia &
fame, suummaque annonae caritate; si idem sciat .
- - . P ll
DE CRCERON. LIB. III. 263
cha carestía de él, sabiendo él mismo que se habian ya
embarcado otros muchos mercaderes en Alexandría, y
habiendo tambien visto las naves cargadas de trigo para
Rodas ; les dirá esto á los Rodios, ó venderá su género
al mayor precio que pueda? Hablamos de un hombre
de bien , y sabio: preguntamos de la deliberacion de
uno que no ocultará á los de Rodas la embarcacion de
los demas, si lo juzga por malo; pero que duda si lo será.
En casos como este sigue una opinion Diógenes Ba:
bilonio, eélebre Estoico; y otra su discípulo Antipatro,
hombre mui agudo, y sutil Filósofo. Antipatro es de
parecer que lo debe descubrir todo, de suerte que el
comprador nada ignore de lo que sepa el que vende. Dió:
genes dice, que en declarando, como debe , cl vende
dor los defeótos que manda el derecho civil, en lo de
mas obre sin engañar; y puesto que él está, á vender,
venda lo mejor que pueda. Yo lo he traido, lo he des
embarcado , vendo mi hacienda no mas caro que los
otros, y aun mas barato, si hubiere abundancia : ¿ A
quién se hace injusticia Fúndase por otra parte la razon
------------ y ------- -- --- de

complures mercatores Alexandriá solvisse, navesque in


cursu, frumento onustas, petentes Rhodum , viderit; dic
turusne sit id Rhodiis, an silentio suum quàn plurimo
venditurus? Sapientem & bonum virum fingimus: de ejus
deliberatione & consultatione quaerimus , qui celaturus
Rhodios non sit, si id turpe judicet; sed dubitet, an
turpe non sit. - -

In hujusmodi causis aliud Diogeni Babylonio vide


ri solet, magno & gravi Stoico; aliud Antipatro, dis
cipulo eius, homini acutissimo. Antipatro, omnia pa
tefacienda, ut ne quid omnino, quod venditor norit,
emptor ignoret: Diogeni, venditorem, quatenus jure ci
vili constitutum sit, dicere vitia oportere, cetera sine
insidiis agere; & quoniam vendat , velle quâm optime
vendere. Advexi, exposui , vendo meum non pluris, quām
ceteri; fortasse etiam minoris quum major est copia: cui
fit injuria ? Exoritur Antipatri ratio ex altera parte: Quid
R. 4 ais?
264 LOS OFICIOS

de Antipatro, reponiendo : ¿qué dices? Tú que debes


mirar por los hombres, y por la conservacion de la so
ciedad humana, que has nacido con esta lei, y que tie
nes estos principios naturales que seguir, y guardar, á
saber que tu utilidad sea la comun, y esta la tuya mu
tuamente: ¿ ocultarás á los hombres una cosa que cede
en su provecho, y abundancia º Mas responderá acaso
Diógenes : una cosa es encubrir, y otra callar: yo nada
te oculto, sino te digo aora quál es la naturaleza de los
Dioses, ó quál es el sumo, y verdadero bien , que te
podria ser de mas provecho, si lo supieras, que la utili
dad del trigo; pero yo no estoi obligado á decirte to
do lo que á títe importa saber. Sí lo estas por cierto
(dirá el otro) pues que sabes mui bien , que es la natu
raleza quien une á todos los hombres con el vínculo de
la sociedad. Mui bien lo sé (responderá Diógenes); ¿pe
ro por ventura es el espíritu de esta sociedad, que el
hombre nada tenga suyo propio? Si esto es así, aún es
injusticia el que se venda cosa alguna, sino darlo todo.
/ * - CA

ais? Tu quum hominibus consulere debeas, & servire hu


manae societati, eäque lege natus sis, & ea habeas prin
cipia naturae, quibus parere, & quae sequi debeas, ut
utilitas tua , communis sit utilitas, vicissimoue commu
nis utilitas, tua sit; celabis homines, quid iis adsit
commoditatis & copiae º Respondebit Diogenes fortasse
sic: Aliud est celare, aliud tacere: neque ego nunc te
celo, si tibi non dico, quae natura Deorum sit, qui sit fi
nis bonorum ; quae tibi plus prodessent cognita, quām
tritici utilitas: sed non quidquid tibi audire utile est,
id mihi dicere necesse est. Immo verð (inquietille) ne
cesse est, si quidem meministi , esse inter homines na
turá conjunctam societatem. Memini, inquiet ille, sed
num, ista societas talis est, ut nihil suum cujusque sit?
quod siista est, ne vendendum quidem quidquam est, sed
donandum. -

CA
DE CICERON. LIB, III. 265
CAP I TU LO XIII.

Dos casos en que se puede exáminar, si lo que parece util


se puede comparar con lo honesto. -

Y. ves como en toda esta disputa no se dice: Aun


que esto no es honesto, no obstante yo lo haré, porque
me conviene; sino que importa, porque es honesto; y
se dice por otra parte, que por no ser honesto, por eso
no se debe hacer. Supongamos que un hombre de bien
vende una casa por algunas faltas que tiene, que solo
él las sabe, y los demas ignoran ; como que es enferma,
y la tienen por saludable; que se crian sabandijas en to
das sus piezas; que está mal edificada, y que amenaza
ruina el edificio; pero todo esto nadie lo sabe sino su
dueño. Pregunto si el vendedor no lo ha advertido á
quien la quiere comprar, y la vendiere en mucho mas
de lo que él se imaginaba, pecará contra la justicia? An
tipatro dice que sí. Porque ¿qué es no enseñar el cami
nO ,

CAP U T XIII.

Duae causae in quibus deliberare licet utrüm quod utile vi


deatur cum honesto possit conjungi. - - º*

Vide, inhac tota disceptatione non illud dici, Quam


vis hoc turpe sit, tamen, quoniam expedit, faciam; sed
ita expedire, ut turpe non sit: ex altera auten parte;
eà re, quia turpe sit, non esse faciendum. Vendat aedes,
vir bonus propter aliqua vitia, quae ipsae norit, ceteri
ignorent: pestilentes sint , & habeantur salubres : ignore
tur, in omnibus cubiculis apparere serpentes: male ma
teriatae, ruinosae ; sed hoc praeter dominum , nemo sciat:
quaero, si hoc emptoribus venditor non dixerit, aedes
que vendiderit pluris multó , quām se venditurum pu
tarit , numid injustè , & improbè fecerit? Ilie verð,
inquit Antipater. Quid enim est aliud erranti viam non
monS
266 ... Los ofICIOs - =

no á el que va errado (lo qual está condenado por las


exécraciones de Atenas), si esto no lo es, dexar que el
comprador se precipite, y que incurra por ignorancia en:
un grande engaño? Aún es peor que no enseñar el cami
no. Porque es guiar con cierta ciencia á un error al
que no sabe. Diógenes al contrario: Pues acaso te obli
gó á comprarla el que aun no te habló de ella? El puso ,
su casa en venta, porque no le agradaba: tú la com
praste, porque te agradaba. Pues si uno que saca á ven
der una casa por buena , y bien fabricada, no se juzga
que engaña, aunque no sea buena, ni bien hecha, mu
cho menos el que no la ha alabado. Porque donde in
terviene el juicio del comprador, ¿qué engaño puede ha
ber de parte del que vende ? Si aun no se queda obliga
do á todo lo que se promete, ¿piensas tú que se quede
á lo que no se ha prometido? ¿Qué mayor necedad
que publicar el vendedor las faltas de la casa que vende?
ni mayor locura, que si por mandado del dueño publi
cára el pregonero: ¿Quién compra una casa, que es mui
enferma?
---- De

monstrare ( quod Athenis exsecrationibus publicis sanci


tum est), si hoc non est , emptorem pati ruere, & per
errorem in maximam fraudem incurrere ? plus etiam est,
quām viam non monstrare: nam est scientem in errorem
alterum inducere. Diogenes contrá: Num te emere coé
git, quine hortatus quidem est? Ille, quod non place
bat, proscripsit; tu , quod placebat, emisti. Quod si
qui proscribunt, villam honam, beneque aedificatam , non
existinmantur fefellisse, etiam si illa nec bona est , nec
aedificata ratione 3 multô minus, qui domum non lauda
runt: ubi enim judicium emptoris est, ibi fraus vendito
ris quae potest esse º Sin autem diótum non omne praes
tandum est ; quod dictum non est, id praestandum:
putas? Quid verò est stultius, quām venditorem , ejus
rei , quām vendat, vitia narrare ? quid autem tam absur
dum , quam si domini jussuita praeco praedicet, Domum
pestilentern vendó. - - - - -

- - Sc.
DE CICERON, LIB, III, 26z.
De esta manera se controvierten algunos casos , en
que por una parte se defiende la honestidad, y por otra
se habla de la utilidad, de suerte, que no solo es hones
to hacer lo que parece util, sino que aun es torpe el no
hacerlo. Y esta es la discordancia que por lo comun parece
que se halla entre lo util, y lo honesto: sobre la qual
hemos de decidir, pues no la hemos propuesto para in
troducir una disputa vana, sino para explicarla. Soi de
sentir, que ni el conduótor del trigo debió ocultar á los
Rodios la especie de la conduccion de los otros, ni el
que vende la casa, sus defectos á los compradores. Está
mui bien que el callar algo no sea ocultarlo, sino quan
do se procura que los demas ignoren una cosa que les
aprovecha saber, y á mí me hace al caso no decirla por
mis intereses. Mas ¿quién es el que dexa de conocer qual
es la naturaleza de esta manera de ocultar, y de quién
es propia? Ciertamente que no lo es de un hombre abier
to , sencillo , ingenuo, justo, y bueno; sino de un ar
tificioso, obscuro, astuto, faláz, malicioso, doble, y
redomado. Por ventura hai alguna utilidad en ser nota
do de estos nombres, y otros tales? - -- - - -

CA

Sic ergo in quibusdam causis dubiis ex altera parte de


fenditur honestas, ex altera ita de utilitate dicitur, utid,
quod utile videatur, non modô facere honestum sit; sed
etiam, non facere, turpe. Haec estilla, quae videtur uti
lium fieri cum honestis saepe dissensio. Quae dijudicanda
sunt: non enim, ut quaereremus, exposuimus, sedut ex
plicaremus. Non igitur videtur nec frumentarius ille Rho
dios, nechic aedium venditor celare emptores debuisse.
Neque enim id est celare, quum quid reticeas; sed quum,
quod tu scias, id ignorare emolumentitui causà velis eos,
quorum intersit id scire. Hoc autem celandi genus quale
sit, & cujus hominis, quis non videt? Certe non aperti,
non simplicis, non ingenui, non justi, non viri boni; ver
suti potiüs, obscuri, astuti, fallacis, malitiosi, callidi,
veteratoris, vafri: haec tot, & alia plura, nonne inutile
est vitiorum subire nomina? . -- C
A
268 LOS OFICIOS

CAP I TU LO XIV.
*Y.

Quan infame es añadir mentira á la disimulacion: qué es


dolo malo? -

M, siendo tan reprehensible el callar, ¿qué se ha


de juzgar de aquellos que se valen del artificio, y men
tira Habiéndose ido á Siracusa un Caballero Romano
llamado Cayo Canio, discreto, y de mediana erudi
cion á divertirse, como él decia, y no para negociar,
solia decir, que gustaria de comprar una casa de cam
po, donde pudiese convidar á sus amigos, y recrearse
con libertad, sin que nadie le importunase. Extendióse
por la ciudad esta voz, y un tal Pitio , que era banque
ro, le dixo, que él tenia una, que aunque no para ven
derla, podia Canio servirse de ella como si fuera suya;
y al mismo tiempo le convidó á ella para el dia siguien
te. Aceptó Canio el convite ; y entonces Pitio , que
como banquero estaba mui bien con todos los oficios,
- IIlanº

CAP U T XIV. -

guām turpe sit disimulationem mendacio cumulare: quid


sit dolus malus?

Qastimandum
si vituperandi, qui reticuerunt: quid de iis exis
est, qui orationis vanitatem adhibueruntº
C. Canius, eques Romanus, nec infacetus , & satis lit
teratus, quum se Syracusas otiandi (ut, ipse dicere sole
bat) non negotiandi causà contulisset, dictitabat, se hor
tulos aliquos velle emere, quò invitare amicos, & ubi
se obleétare sine interpellatoribus posset. Quod quum per
crebuisset, Pythius ei quidam , qui argentariam faceret
Syracusis, venales quidem se hortos non habere, sed lice re
uti Canio, si vellet, ut suis; & simul ad coenan hominem
in hortos invitavit in posterum diem.Quum ille promisisset,
tum Pythius, qui esset, ut argcutarius, apud omnes ordines
gra
DE CICERON• Ll P, IIIe 269
mandó llamar unos pescadores, á quienes pidió que fue
sen á pescar al otro dia delante de su casa de campo, dán
doles las instrucciones necesarias de lo que habian de ha
cer. Vino á comer Canio á la hora señalada: tenia Pi
tio dispuesta una comida esplendida: estaba á la vista una
multitud de barcas : cada uno traia lo que pescaba; y
echaban los peces á los pies de Pitio.
¿Qué es esto Pitio le dixo Canio: ¿tantos peces,
quantas barcas? Qué maravilla respondió entonces Pi
tio: aquí está toda la pesca que hai en Siracusa : de aquí
toman el agua para la ciudad, y no pueden pasarse sin
esta heredad. Creciéronle á Canio mas los deseos, y por
fiaba con Pitio que la vendiese : el se hacia mui de ro
gar al principio, pero finalmente para decirlo en breve,
lo consiguió. Compró la casa un hombre deseoso, y ri
co en lo que se le antojó á Pitio, y con todos sus mue
bles; hácese la escritura, y queda perfeccionada la ven
ta. Convida Canio para el dia siguiente á sus amigos : ví
nose él mui temprano; no vió ya las barcas; preguntó
á un vecino de allí cerca, si era dia de fiesta para los
pes

gratiosus, piscatores ad se convocavit , & ab his petivit,


ut ante suos hortulos postridie piscarentur; dixitque, quid
eos facere vellet. Ad coenam tempore venit Canius: opi
pare à Pythio apparatum convivium : cymbarum ente ocu
los multitudo: pro se quisque quod ceperat, afferebat:
ante pedes Pythii pisces abjiciebantur. -

Tum Canius , Quaeso, inquit, quid est hoc, Pythia


tantuInne piscium ? tantumne cymbarum º Et ille, Quid
mirum º inquit : hoc loco est,, Syracusis quidquid est
piscium : haec aquatio: hac villà isti carere non possunt.
Incensus Canius cupiditate, contendit à Pythio, ut ven
deret. Gravate ille primô. Quid multa º impetrat : emit
homo cupidus & locuples, tanti, quanti Pythius voluit,
& emit instructos: nomina facit : negotium conficit. In
vitat Canius postridie familiares suos: venit ipse maturè:
scalmum nullum videt: quaerit ex proximo vicino, num
feriasquaedam Piscatorum essent, quòd eos nullos vi
... º de
27o " LOS OFICIOS

pescadores, porque ninguno parecia? Yo no sé que le


sea, respondio el vecino; pero aquí, Señor, nadie vie
ne a pescar; y así ayer me admiraba qué habria traido
aquellos pescadores. Comenzó el hombre á encolerizar
se. ¿Pero qué habia de hacer? si todavía no habia publi
cado las fórmulas sobre el dolo malo mi compañero, y
mi amigo Aquilio; en las que quando le preguntaban,
qué era dolo malo respondia, dará entender una cosa,
y hacer otra. Admirable respuesta, y digna de un sa
bio en definir. De donde se infiere, que Pitio, y todos
aquellos que se valen de estos artificios, y engaños, son
pérfidos, malos, y perjudiciales, y no pueden hacer
cosa alguna util, acompañándola tantos vicios.
. CA

deret. Nullae (quod sciam ) inquit ille : sed hic piscari


nulli solent ; itaque heri mirabar, quid accidisset. Sto
machari Canius: sed quid faceret nondum enim Aqui
lius , collega & familiaris meus, protulerat de dolo ma
lo formulas ; ín quibus ipsis quum ex eo quaereretur,
quid esset dolus malus, respondebat, Quum esset aliud si
mulatum , aliud acum. Hoc quidem sane luculenter, ut
ab homine perito definiendi. Ergo & Pithius, & omnes
aliud agentes, aliud simulantes, perfidi, improbi, ma
litiosi sunt. Nullum igitur factum eorum potest utile esse,
quum sit tot vitiís inquinatum. . ",
-
DE CICERON. LIB. III. 271

a Leyes de los Romanos contra el dolo malo , 7 et .


fraude. •

A. que siendo verdadera la definicion de Aquilio, se


ha de apartar de todas nuestras acciones el engafio , y
disimulacion. De modo, que el hombre de bien no fin
girá , ni callarâ cosa alguna por comprar , ni vender con
mas convenicncia. Es tambien prohibido el dolo malo
por las leyes, como se ve en la de la tutela de las doce
tablas (a); y en la lei Letoria contra los perjuicios de los
menores (l); y fuera de las leyes tambien por aquellos
juicios , en que se afiade la fórmula de buena fé. Tam
bien en los otros juicios tienen garande autoridad estas pa
labras ; así como acerca de la dote de la muger, en que
se afiade, como sea mejor, y mas justo; y en la venta de con
fianza, en que se dice, se debe obrar biem como entre buenos.
Ao

C A P U T XV. •

• * adversus dolum malum & fraudem Roma


morum leger. -

Qasimulatio
si Aquiliana definitio vera est ; ex omni vita
, dissimulatioque tollenda est. Ita nec ut
emat meliùs, nec ut vendat , quidquam simulabit vir bo
nus. Atque iste dolus malus etiam legibus erat vindica
£us , ut tutela duodecim tabulis , & circumscriptio ado
!escentium lege Laeteria ; & sine lege judiciis , in qui
bus additur , ex fide bona. Reliquorum autem judiciofum
haec verba maximè excellunt ; in arbitrio rei uxoriae, me
lius » aequius : in fiducia , ut inter bonor bene agier. Quid
er

(a) Esta lei vindicaba de la maIa administracion de la tutela.


(b) Por esta se prohibia, que tos menores de veinte y cinco afios ht
ciesen estipulaciones , y cónír^tos ,.con, el fin de evitarlos fraudes ccnt
que los engafiaban : que es lo que quiere decir circumscripti.
272 . . LOS OFICIOS

Aora pues, dondc va puesta la förmula, como sea mejor,


y mas justo , zqué arbitrio, ni parte puede tener el en
gafio^ Y quando se dice, obrar biem como entre baenos,
3 puede hacerse alguna cosa con dobléz, ô malicia ? El
dolo malo consiste, segun dice Aquilio, en el fingimien
to, y simulacion. Esto supuesto , se ha de desterrar de
qualcsquier contrato toda mentira, de manera que ni cl
vendcdor usc de fraude con el comprador , ni tampoco
esté contra aquel que algo le vendiere, y si se avoca
ren las dos partes , basta una sola palabra del uno, y del
otro. Qgericndo comprar una heredad Quinto Escévola,
hijo de Publio, pidió al vendedor le dixese su último
precio: hizolo asi ; y dixo Escévola que él la estimaba
en mas , afiadicndo de un golpe ciem mil sextercios. Na
die dirá que esta accion no es de un hombre de bien;
pero niegan que sea propia de un sabio ; porque pu
<diendo, debió comprar mas barato. La lástima es esta,
sque distinguen la sabiduría dc la bcndad. Y así dixo
Enio : que sabia poco el sabio , que â si mismo no se sabía
aprovechar. Mui bien dicho , si fuéramos los dos con
- for

ergo ? aut in eo , quod melius , aequius , potest ulla pars


inesse fraudis ? aut , quum dicitur , intcr bono* bcne agier,
quidquam agi dolosè aut malitiose potest ? Dolus autem
malus simulatione & dissimulatione , ut ait Aquilius,
coiitinetur : tollendum est. igitur ex rebus contrahendis
omne mendacium : non licitatorem venditor, nec qui con
trà asse liceatur , emptor apponet. Uterque , si ad • elo
quendum venerit , non plus, quàm semel , eloquetur. Quin
tt:s quidem Scaevola , Publii , filius , quum postulasset,
ut sibi fundus , cujus emptor erat, semel indicaretur, id
que venditor ita fccisset , dixit , se pluris aestimare : ad
didit centum millia. Ncmo est , qui hoc viri boni fuis
se neget ; sapicntis , negant , ut si minoris quàm potuis
set , emisset. Haec igitur est illa pernicies , quòd alios
bonos , alios sapientcs existimant: ex quo Ennius , ne
quidquam sapere sapientem , qui iibi ipse prodesse non quiret.
Verè : id quidem , si , quid esset prodesse, mihi cum
- - - - Er

1DE CICERON. LIB, III, 273


formes en qué es saberse aprovechar.
Veo que Ecaton , natural de Rodas , y discípulo de
Panecio, en aquellos libros que cscribió á Tuberon so
bre las obligaciones , dice que es propio de un sabio,
que nada obra contra las costumbres , institutos , y le
yes , tener cuenta con su hacienda ; porque no solo que
remos ser ricos para nosotros mismos, sino tambien para
ί nuestros hijos , amigos, y parientes ; pues las riquezas de
los particulares son las riquezas de la ciudad. A este segu
ramente , que no le agradaria aquel hecho de Escévola,
de que poco hâ hice mencion ; porque él afirma, que so
lo dexaria de hacer por su propio interés, lo que no fuera
licito: hombre por cicrto ni de gran mérito, ni acrcedor
á mucha alabanza. Sea pucs el dolo malo simulacion , 6
disimulacion, cierto que hai mui pocas cosas en que no
intervenga ; y si el hombre de bien es aquel que aprovecha
á quantos puede, sin hacer agravio â nadie, en verdad que
tendremos harta dificultad en encontrarle. Nunca es pues
util el pecar , porque siempre es malo; y cs siempre util
S€r

Ennio conveniret.
Hecatonem quidem Rhodium , discípulum Panaetii,
video in iis libris , quos de Officiis scripsit Q. Tubero
ni , dicere , Sapiertis esse , nihil contra mores , leges, ins
tituta facientem , habere rationem rei familiaris : neque
enim solùm nobis divites esse volumus , sed liberis , pro
pinquis, amicis , maximèque reipublicae : singulorum enim
facultates & copiae , divitiae sunt civitatis. Huic Scae
volae fa&tum ( de quo paulò antè dixi ) placere nullo
modo potest : etenim omnino tantum se negat fa$turum ,
compendii sui causâ , quod non liceat. Haic nec laus mag
na tribuenda , nec gratia est. Sed sive & simulatio & di
simulatio , dolus malus est ; perpaucae res sunt , in qui
bus non dolus iste malus versetur : sive vir bonus est is,
qui prodest , quibus potest , nocet nemini , certè istum
virum bonum non facilè reperiamus. Numquam igitur est
utile peccare, quia semper est turpe ; & , quia semper
TQM. I. S eSt
274 - LOS OFICIOS

ser hombre de bien, porque siempre es bueno.


CAP I T UL O XVI.

Disposicion del derecho Romano para establecer la buena fé


en los contratos.

En orden á los bienes raices ordena entre nosotros el


derecho civil, que el vendedor advierta todas las fal
tas que sepa de aquello que vende. Porque como sola
mente obligue la lei de las doce tablas á cumplir lo que
expresamente se prometió , condenando á la pena del
duplo al que lo negase; han establecido pena tambien
los Jurisconsultos por lo que se oculte: determinando,
que el vendedor quede responsable á las faltas que tenga
su heredad, si sabiéndolas, no las manifestó claramente
al tiempo de la venta. Sea exemplo de esto, que debien
do los agoreros de hacer sus observaciones en la torre
del capitolio , notificaron á Tito Claudio Centumalo,
el

est honestum, virum bonum esse, semper est utile.


CAP U T XVI.

Quid jure Romano sancitum sit, ut bonà fide inter privatos


contrahatur.

A. de jure quidem praediorum sancitum est apud nos


jure civili, ut in his vendendis vitia dicerentur, quae
nota essent venditori. Nam, quum ex duodecim tabulis N

satis esset ea praestari , quae essent linguá nuncupata,


quae qui inficiatus esset, dupli poenam subiret; à jure
consultis etiam reticentiae poena est constituta. Quidquid
enim esset in praedio vitii , id statuerunt, si venditor
sciret, nisi nominatim dictum esset, praestari oportere.
Ut, quum in arce augurium augures acturi essent, jus
sissentque Titum Claudium Centumalum, qui aedes in
Coe
DE CICERON, LIB, IIIe 275

el qual tenia una casa en el monte Celio, que hiciese


derribar aquella parte de ella, que por su altura les es
torbaba la vista. Con esto Claudio sacó á vender su ca
sa, y la compró Publio Calpurnio Lanario. Volvieron
los agoreros á intimar á este la misma orden; y habiendo
Calpurnio demolido el estorbo , y llegado á su noticia,
que Claudio puso su casa en venta despues de haberle
hecho saber los agoreros, que aquella parte les impedia;
le llamó á juicio delante del Pretor, para que declarase
quanto se le debia restituir, obrando con la debida bue
na fé. Sentenció Marco Caton, padre de este nuestro
(que así como otros son nombrados por sus ilustres pa
dres, este lo es por haber engendrado aquella luz res
plandeciente de su glorioso hijo), y la sentencia fue, que
pues sabia quando vendió la casa, la orden de los ago
reros, y no la advirtió al comprador, estaba obligado
á resarcirle el daño originado, Luego juzgó que era
necesario para la buena fé, que el vendedor declare al
que compra las faltas de lo que vende. -

- Si esta sentencia fue recta, pecó en callar el conduc


tor del trigo, y el vendedor de la casa que no era salu

Coelio monte habebat, demoliri ea, quorum altitudo of


ficeret auspiciis ; Claudius proscripsit insulam , vendidit:
emit P. Calpurnius Lanarius, Huic ab auguribus illud
idem denuntiantum est. Itaque Calpurnius quum demo
litus esset, cognossetque, Claudium aedes postea pros
cripsisse, quām esset ab auguribus demoliri jussus , ar
bitrum illum adegit, quidquid sibi dare, facere opor
teret ex fide bona. M. Cato sententiam dixit, hujus nos
tri Catonis pater: ut enim ceteri ex patribus, sic qui
lumen illud progenuit, ex filio est nominandus. Is igitur
judex ita pronuntiavit : Quum in vendundo rem eam scis
set , & non pronuntiasset , emptori damnum praestari
oportere. Igitur ad fidem bonam statuit pertinere, notum
esse emptori vitium, quod nosset venditor.
Quod si rectè judicavit, non rectè frumentarius ille,
non recte aedium pestilentium ditor tacuit : sed
2, ,l llS
276 LOS OFICIOS

dable. Todos los casos de esta naturaleza es imposible


que los comprehenda el derecho civil; mas los que en él
se expresan, se observan exactamente. Marco Mario
Gratidiano, pariente mio, vendió una casa á Cayo Ser
gio Orata, que le habia comprado á él mismo algunos
años antes: sobre ella gozaba Sergio una servidumbre;
la qual no expresó Mario al tiempo de la venta. Púsose
en tela de juicio: Craso defendia á Orata, y Antonio á
Gratidiano : fundaba Craso su derecho en que el vende
dor estaba obligado á la falta, que sabiéndola, y siendo
en provecho del comprador, no la manifestó: Antonio
en la equidad, diciendo que no era menester expresar
la, quando ya la sabia Sergio, que habia vendido la mis
ma casa; en lo qual no podia haber engaño, puesto que
el que la vendió primero sabria mui bien las cargas que
tenia. ¿Mas á qué fin traigo yo estos exemplos? Para
que entiendas que nuestros antepasados condenaban el ar
tificio, y disimulacion.
CA

jusmodi reticentiae jure civili omnes comprehendi non


possunt ; quae autem possunt, diligenter tenentur. M.
Marius Gratidianus, propinquus noster, C. Sergio Ora
tae vendiderat aedes eas, quas ab eodem ipse paucis antè
annis emerat : hae Sergio serviebant; sed hoc in manci
pio Marius non dixerat. Adducta res in judicium est. Ora
tam Crassus, Gratidianum defendebat Antonius : jus Cras
sus urgebat; quod vitii venditor non dixisset sciens, id
oportere praestari: aequitatem Antonius ; quoniam id vi
tium ignotum Sergio non fuisset, qui illas aedes vendi
disset, nihil fuisse necesse dici; nec eum esse decep
tum , qui id quod emerat, quo jure esset, teneret. Quor
sum haec º utillud intelligas, non placuisse majoribus
Il OStl 1S a Stllt OSs

CA
DE CICERON• LIB, IIIa. 277

CAPITULO XVII.

Fraude que no se suele reputar por malo: fórmulas, y re


- glas contra la mala fé.
MI, de una manera impiden estas astucias las leyes, y
de otra los Filósofos. Las leyes quanto pueden convencer
con los hechos (a): los Filósofos por medio del entendi
miento, y la razon; la qual pide que nada se haga con
asechanzas, con disimulacion, ó con falacia. ¿No es aca
so asechanza tender las redes, aunque uno no levante la
caza, ni la persiga, en que muchas veces caen las fieras,
aun quando nadie las siga? Del mismo modo el que
vende una casa por los defectos que tiene , fixa su car
tel, que es como tender la red, en que alguno caerá
precisamente sin saberlo. Esto, aunque veo que por la
depravacion de las costumbres, ni se tiene en la opi
I).1Ofl

cA PU T XVII.

Fraus quae turpis non haberi solet : formulae t9º praecepta


ne quid fiat fallaciter.
Sa aliter leges, aliter philosophi tollunt astutias: le
ges, quatenus manu tenere possunt ; philosophi, quate
nus ratione & intelligentiā. Ratio igitur hoc postulat, ne
quid insidiosè , ne quid simulate, ne quid fallaciter.
Suntne igitur insidiae, tendere plagas, etiam, si excita
turus non sis, nec agitaturus º ipsae enim ferae nullo
insequente saepe incidunt. Sic tu aedes proscribas, tabu
lam tamquam plagam ponas, domum propter vitia ven
das; ineam aliquis incurrat imprudens. Hoc quamquam
video propter depravationem consuetudinis, neque more
tLl I

(a) Las leyes castigan las astucias claras, y cometidas con frande cieró
to. Los Filósofos , aun aquellas que se piensan para frustrar las leyes -
que por su delicadeza no las comprehenden. La Filosofia mira al hombre
como debe ser: la lei como es. -

• S3
278 LOS OFICIOS

nion por malo, ni estâ prohibido por lei , ni por el


derecho civil ; con todo lo prohibe la lei de naturaleza.
Porque la sociedad comun (esto dicho muchas veces se
ha de rcpetir siempre) es el vinculo universal, que abraza
a todos los hombres ; el qual es mas estrecho para con
los de una misma nacion , y aun mas para con los que
viven en una misma ciudad. Y así quisieron nuestros an
tcpasados, que hubicse un derecho de gentes, y otro ci
vii : este no siempre es el mismo que el de las gentes;
pcro el dcrecho de gentes siempre es lo mismo que el ci
vil. No tenemos nosotros una idea justa, y clara de lo
«que es verdadero derecho , y justicia ; nuestras leyes no
son mas que imágencs, y sombras ; pero ojalâ las guar
dâramos ! porque son sacadas de los mejores exemplos de
la verdad, y de la naturaleza. 3Qgé förmula mas esti
mable que esta : A fin que mi por ti , mi por tu palabra se4
yo burlado, mi engafiado? Y aquellas palabras de oro: Con
vieme obrar biem , j sim fraude, como se acostumbra emtre
los bttemos.
Pero quienes sean los buenos , y qué cosa sea obrar
bien , esto padcce muchas controversias. Qginto Escé
VO*

turpe haberi, neque aut lege sanciri, aut jure civili ; tamen
naturae lege sancitum est: societas enim est ( quod etsi sae
pe diétum est , dicendum tamen est saepius) latissimè qui
dein quae pateat , hominum inter homines; interior eorum,
qui ejusdem gentis sunt; propior eorum , qui ejusdem civi
tatis. Itaque majores aliud jus gentium, aliud jus civile esse
voluerunt: quod civile, nón iäem continuò gentium; qu9d
autem gentium, idem civile esse debet. Sed nos veri juris,
germanaeque justitiae solidam & expresam effigiem nullam
tenemus ; umbrâ & imaginibus utimur: eas ipsas utinam se
queremur ! feruntur enim ex optimis naturae & veritatis
exemplis. Nam quanti verba ifla , Uti ne propter te , fidemve
tuam captus , fraudaturve riem ? Quàm illa aurea Ut inter
bono* bene agier oportet , & sine fraudatione !
Sed qui sist boni , & qui sit bene agi , magna quaes
tio est. Q. quidem Scaevola , pontifex maximus, sum
m2A\\
pr cicERoN. LIB. III. 279
vola, Pontífice máximo, decia , que tenian mucha fuer
za todos los contratos arbitrarios (a), en que se, afiade la
cláusula de buena fé , que era de muchísima extension,
pues entra en las tutelas, compafiias , confianzas, legados,
compras, ventas, alquileres , arrendamientos , en que
consiste todo el comercio de la vida humana : y crefa él,
que era de un juez mui prudente (interviniendo en la
mayor parte ljuicio de accion contraria) (b) prescribir el
resarcimiento á que cada uno de los contrayentes queda
ba obligado. Por lo qual es necesario desterrar la astu
cia , y aquella sutil malicia , que quiere venderse por
sabiduria, estando mui distante de ella. La sabiduria se
coloca en la eleccion , y discernimiento de los bienes, y
los males : la malicia (si todo quanto es torpe es malo)
antepone los males á los bienes ; y no solamente el de
recho civil , que dimana del natural , condena la mali
cia, y engafio en la venta de los bienes raices ; sino tam
bien

mam vim dicebat esse in omnibus iis arbitriis , in qui


bus adderetur , ex fide bona ; fideique bonae nomen exis
timabat manare latissimè , idque versari in tutelis, socie
tatibus , fiduciis , mandatis , rebus emptis, venditis , con
duétis , locatis , quibus vitae societas continetur : in his
magni esse judicis , statuere (praesertim quum in pleris
que essent judicia contraria) quid quemque cuique praes
tare oporteret. Quocirca astutiae tollendae sunt , eaque
malitia , quae vult illa quidem videri se esse prudentiam;
sed abest ab ea , distatque plurimùm. Prudentia est enim
locata in dele&tu bonorum & malorum ; malitia ( si om
nia , quae turpia sunt , mala sunt), mala bonis anteponit.
Nec verò in praediis solùm jus civile , duétum à natu
ra , malitiam fraudemque vindicat ; sed etiam in manci
pio
(a) Juicios que, depcndian de la razon , y inteligencia del juez, mas
que de lei alguna cierta, y establecida.
(b) Em algunos contratos tienem ambas partes accion dire&ta, como el
Pupilo contra el tutor, y el tutor contra ei pupilo ; y en estas es donde
dice que es $e un juez mui prudente deteriminar el resarcimiento á que
se queda obligado.
S4
*a*
28o LOS OF Ie1OS

bien en la de los esclavos prohibe todo fraude de parte


del vendedor, el qual es responsable por edicto de los
Ldiles á todo quanto debia saber, como la sanidad, la
fuga, y latrocinio. En orden á los esclavos que pertene
con por herencia (a), es diferente la disposicion de la lei.
De donde se colige, que siendo naturaleza la fuente, y
origen del derecho, es mui conforme á ella, que ningu
no trate de robar por ignorancia de otro. Ni ha podido
inventarse mas notable perjuicio en la vida humana, que
la malicia cubierta con simulacion de prudencia de
donde nacen aquellas innumerables qüestiones, en que
parece que lo util se opone á lo honesto. Porque quán
pocos se hallarán, que se abstengan de la injusticia, pro
puesta la impunidad, y secreto de sus delitos
CA

piort m venditione venditoris fraus omnis excluditur: qui


enim scire debuit de sanitate, de fuga , de furtis, praes
tat edicto aedilium , heredum alia causa est. Ex quo in
telligitur, quoniam juris natura fons sit, hoc secundum
naturam esse, neminem id agere, ut ex alterius prae
detur inscientia: nec ulla pernicies vitae major inveni
ri potest, quām in malitia simulatio intelligentiae; ex
quoista innumerabilia mascuntur, ut utilia cum honestis
pugnare videantur. Quotus enim quisque reperietur, qui
impunitate & ignoratione omnium propositä , abstinere
possut injuria? -

CA

(a) En los herederos no tiene lugar la fórmula de bueno fe”, porque


esta manera de adquirir no es de aquellas en que se contiene la sociedad
de la vida, de que habló arriba. -
DE CICERON. LIB. III. 281
CA P I T U L O XVIII, ,/ *

El artificio se opome à la lei natural : la regla de lo util es la


misma que la de lo homesto. -

O· , si te parece, en algunos exemplos, en


que el vulgo de los hombres juzga que no se falta à la
obligacion. Y. no hablo aora de los asesinos , hechice
ros, fàlsarios, ladrones , y. otros como estos, â quienes
no se ha de convencer cón razones , y disputas filosófi
cas , sino castigarles con cárceles , y prisiones: vamos
solo reflexionando lo que hacen aquellos que tienen re
putacion de buenos. Ciertos hombres no conocidos tra
xeron de Grecia á Roma un testamento fingido de Mi
nucio Basilo , que era mui rico ; y para: darle mas valor,
habian instituido herederos, juntamente con ellos, á Mar
co Craso, y á Quinto Ortensio , que eran tambien los
mas poderosos de aquel tiempo. Bien sospecharon estos,
que todo era una fàlsedad : pero como uno , y otro se
hallaban sin parte en ella , no despreciaron la cantidad
que

C A P U T * XVIII.

Artutias legi, naturae repugnare : eamdem eite utilitatis & ho


mestatis regulam.
fi . ..
Prai-, si placet , in iis quidem exemplis , in
quibus peccari vulgus hominum fortasse non putat. Ne
que enim de' sicariis , veneficis , testamentariis, furibus,
peculatoribus hoc loco disserendum est ; qui non verbis
sunt & disputatione philosophorum , sed vinculis & car
cere fatigandi : sed haec cóiisideremus , quae faciunt ii,
qui habentur boni. L. Minucii Basili , locupletis homi
nis , falsum testamentum quidam è Graecia Romam atru
lerunt: quod quò faciliùs obtinerent, scripserunt here
des secum M. Crassum & Q. Hortensium , homines ejus
dem aetatis potentissimos : qui, quum illud falsum esse
suspicarentur , sibi autem nüllius essent conscii culpae,
- _ alie
282 LOS OFICIOS

que les ofrecia el delito ageno. Y bien bastará esto por


ventura para creer que no pecaron? A mí no me lo pa
rece, aunque fui afecto del uno en su vida, y no abor
rezco al otro despues de muerto. Pero habiendo querido
Basilo, que su sobrino M. Satrio llevase su nombre, y
dexádole por heredero (hablo de aquel patrono del terri
torio Pisano, y Sabino), era justo (que ignominia pa
ra aquellos tiempos!), era justo que dos de los princi
pales de Roma le tuviesen la herencia, y al heredero no
le tocase mas que el nombre? Pues si obra contra la jus
ticia el que no defiende á otro de la injuria, ni la estor
ba pudiendo, como diximos en el libro primero ¿qué se
ha de decir de aquel, que no solo no la rechaza, sino
que aun ayuda á ella?. A mí ni aun las herencias verda
deras me parecen honestas, si son adquiridas con servi
cios maliciosamente alhagueños; no con verdad, y lisu
ra, sino con fingimiento, ardides, y artificios. Pero en
estos casos se mira separadamente la utilidad, y la ho
nestidad. Falsamente; porque la misma regla define á
una que á otra, y el que no atendiere á esto, no puede
fle

alieni facinoris munusculum non repudiaverunt. Quid er


go satim, hoc est, ut non deliquisse videantur? , mihi
quidem non videtur; quamquam alterum amavi vivum,
alterum non odi mortuum. Sed quum Basilus M. Sa
trium , sororis filium , nomen suum ferre voluisset, eum
que fecisset heredem : hunc dico patronum agri Piceni
& Sabini (ó turpem notam temporum illorum !) num erat
aequum , principes cives rem habere, ad Satrium nihil
praeter nomen pervenire ? Etenim , si is, qui non de
fendit injuriam , neque propulsat à suis, quum potest,
injustè facit, ut in primo libro disserui; qualis, haben
dus est is, qui non modo non repellit, sed etiam ad
juvat injuriam? Mihi quidem etiam verae hereditates, non
honestae videntur, si sint malitiosis blanditiis officiorum,
non veritate, sed simulatione quaesitae. Atqui in tali
bus rebus aliud utile interdum , aliud honestum videri
solet. Falsó : nam eadem utilitatis, quae honestatis est
rc
DE CICERON, LIB, III, 283
menos de estar metido en muchos fraudes, y maldades,
Oualquiera que piensa de este modo; Esto es honesto, pe
ro estotro importa, separará con su errado juicio las co
sas que une la naturaleza, que es el origen de los frau
des, maleficios, y de toda clase de delitos.
CAP I T UL O XIX,

Verdadera idea del hombre de bien, y quán dificil


es encontrarle.

S un hombre de bien tuviese la seguridad, de que so


lo con dar una palmada, haria entrar su nombre en los
testamentos de los mas ricos ciudadanos, no usaría de
ella, aunque supiese de cierto que nadie llegaria á sa
berlo. Pero dá tú esta seguridad á M. Craso, de ser ins
tituido heredero con aquella accion, sin serlo legítima
mente: capaz era, créeme, de ponerse á bailar en medio
de la plaza. Mas el hombre justo, aquel que entende
InOS

regula. Qui hoc non perviderit, ab-hoc nulla fraus abe


rit, nullum facinus: sic enim cogitans, Et istud quidem
honetum, verum hoc expedit, res à natura copulatas au
debit errore divellere; qui fons est fraudium , malefi
ciorum , scelerum omnium. .

C A P U Tº XIX.

Vera viri boni notio; quām difícile vir bonus - -

reperiatur. -

Tau. si vir bonuslocupletium


habeat hanc vim, ut si digitis con
testamenta nomen - ejus
crepuerit, possit in
rrepere ; hac vi non utatur; ne si exploratum quidem ha
eat , id omnino neminem umquam suspicaturum. At da
res hanc vim M. Crasso, ut digitorum percussione he
es posset scriptus esse, qui re verá non esset heres; in
orº, crede mihi , saltaret. Homo autem justus, isque,
quem
284 . LOS OFICOS

mos realmente por hombre de bien, no se enríquecerá


jamas con los efectos de otro. Y el creer que esto es una
gran cosa, es confesar abiertamente, que no se sabe lo
que es un hombre de bien. Mas si alguno quisiere desen
volver con reflexion la idea, que naturalmente tiene im
presa en su ánimo; él mismo se informará, que el hom
bre de bien es aquel, que aprovecha á los mas, que
puede, y á nadie hace daño sino á quien le provoca con
injuria. ¿Y qué, no hace daño aquel, que como por
encantamiento borra el nombre de los verdaderos herede
ros, por introducir el suyo? Mas por ventura dirá al
guno ¿no ha de hacer lo que es util, y lo que le impor
ta? Antes se ha de persuadir, que nada es util, ni im
portante, si es injusto. El que no esté en esta inteligen
cia, no puede ser hombre de bien.
Acuérdome haber oido contar á mi padre, quando
yo era muchacho, que Fimbria, hombre ya consular,
fue elegido juez para la decision de si Marco Lutacio
Pintia, caballero mui honrado , era hombre de bien;
que él así lo habia prometido probar, obligándose á ello
- - - -- - - - - - - - - --- -- - COIl

quem sentimus virum bonum, nihil cuiquam , quod in


se transferat, detrahet : hoc, qui admiratur, is se, quid
sit vir bonus, nescire fateatur. At verò si quis volue
rit animi sui complicatam notionen evolvere, jam se iP
se doceat, eum virum bonum esse, qui prosit quibus pos
sit; noceat nemini, nisi lacessitus injurià. Quid ergo?
hic non noceat, qui quodam quasi veneno perficiat, ut
veros heredes moveat , . . in eorum locum ipse succedatº
Non igitur faciat (dixerit quis) quod utile sit, quod ex
pediat? Immo intelligat, nihil nec expedire, nec utile
esse, quod sit injustum , hoc quinon didicerit, bonus
vir esse non poterit. . . . . .. . .
... Fimbriam consularem , audiebam de patre nostro
puer, judicem M. Lutatio Pinthiae fuisse , equiti Ro
mano sane honesto, quum is sponsionem fecisset, ni bo
nuº vir eset : itaque, ei dixisse Fimbriam , se illam rem
... º - Illillº
-
DE CICERON. LIB, III, 285
con cierta cantidad; pero que se habia negado á senten
ciar la qüestion, diciendo que nunca decidiría en seme
jante caso; pues ó habia de desacreditar á un hombre de
buena reputacion, si sentenciaba contra él, ó habia de
aventurar su juicio; señalando un hombre de bien, que
constaba de innumerables virtudes, y obligaciones. A
este hombre de bien , de quien tenia Fimbria la misma
idea que antes tuvo Sócrates, no le podia parecer util
ninguna cosa que no fuese honesta. Este no solo no se
atreverá á hacer, mas ni aun á pensar cosa que no se
pueda publicar. ¿Pues no es cosa vergonzosa que pongan
duda unos Filósofos en lo que ni aun los rústicos la po
nen ? De los quales tuvo principio aquel proverbio tan
antiguo, y tan sabido de todos, que quando alaban la
fidelidad, y bondad de algun sugeto, dicen que es tal,
que se puede jugar con él á pares , y nones en lo mas
obscuro. ¿Quál es el alma de este proverbio, sino que
ninguna cosa es util, si no es honesta, aunque podamos
conseguirla, sin que nadie lo note, ni se oponga? ¿No
ves como, segun este adagio, no tienen escusa ni Gi
ges, ni este de quien acabo de hablar, que con el he
cho

numquam judicaturum, ne aut spoliaret famá probatum ho


minem, si contrà judicasset; aut statuisse videretur, virum
bonum aliquem esse, quum ea res innumerabilibus officiis &
laudibus contineretur. Huicigitur viro bono, quem Fim
bria etiam, non modô Socrates noverat, nullo modo videri
potest quidquam esse utile, quod non honestum sit. Itaque
talis vir non modô facere, sed ne cogitare quidem quidquam
audebit, quod non audeat praedicare. Haecnonne est tur
pe dubitare philosophos, quae ne rustici quidem dubi
tent? à quibus natum estid, quod jam contritum est
vetustate proverbium: quum enim fidem alicujus bonitatem
que laudant, dignum esse dicunt, quicum in tenebris mi
ces. Hoc quam habet vim , nisi illam , nihil expedire quod,
non deceat, etiam si id possis nullo refellente obtiner e?
Videsne igitur, hoc proverbio, neque Gygi illi posse
veniam dari, neque huic, quem pauló ante
-
finget, 1-
286 LOS OFICIOS

cho solo de dar una palmada pudiera hacer suyas las he


rencias de todos los demas Porque así como lo que es
torpe, aunque se oculte, de ninguna de las maneras
puede hacerse honesto; asimismo lo que no es honesto,
es imposible que sea util, contradiciéndolo, y repug
nándolo la misma naturaleza. -

CAP I T UL O XX.

Nunca hai causa para pecar.


M, por ventura dirá alguno, que hai motivo para
obrar mal, quando se interesa un premio grande. Es
taba C. Mario mui lexos de esperar el Consulado, olvi
dado despues de siete años que habia sido Pretor, ni las
cosas se hallaban en términos de que él lo pretendiese
jamas; quando enviado á Roma por su general Quinto
Metelo, de quien era legado, hombre mui ilustre,
buen ciudadano, tuvo atrevimiento de acusarle al pueblo
de que por su causa se alargaba la guerra; añadiendo,
que

digitorum percussione hereditates omnium posse conver


tere ? Ut enim , quod turpe est , id quamvis occultetur,
tamen honestum fieri nullo modo potest; sic, quod ho
nestum non est, id utile ut sit, effici non potest, ad
versante & repugnante naturá.
C A P U T XX.

Numquam esse causam peccandi

As enim , quum permagna praemia sunt, est causa


peccandi; C. Marius quum à spe consulatús longè abes
set, & jam septimum annum post praeturam jaceret, ne
que petiturus umquam consulatum videretur; Q. Metel
lum , cujus legatus erat, summum virum , & civem,
quum abeo, imperatore suo, Romam missus esset, apud
PoPulum Romanum criminatus est, bellum ducere: si se
CQIl
DE cICERON. LIB. III, 28?
l: que si á él le nombraban Consul, en mui poco tiempo
pondria al Rei Yugurta vivo, ó muerto en poder de los
Romanos. Con efecto le nombraron Consul; pero faltó
0, á la fidelidad, y justicia, calumniando falsamente á un
hombre mui ilustre, y esclarecido, de quien era lega
do, y enviado á Roma. Tampoco se portó como hom
bre de bien mi pariente Gratidiano, quando era Pretor,
y en tiempo que hicieron junta los Pretores, y Tribu
nos de la plebe para establecer de comun acuerdo un
precio fixo á la moneda; porque corria entonces con tan
ta variedad, que ninguno sabia lo que tenia. Hicieron
un reglamento con penas á los contraventores, y acor
daron, que despues de medio dia se juntarian en los
Rostros. Retiráronse todos despues de este acuerdo ca
da uno por su lado; pero Mario se fue derecho del asien
to á los Rostros, y publicó él solo el decreto que habian
arreglado todos de mancomun. No hai duda que le
sirvió de gran gloria. En todos los barrios le levantaron
estatua, y delante quemaban incienso, y cera, y no
ha habido jamas hombre mas amado del pueblo.
Es

consulem fecissent, brevi tempore, aut vivum , aut mor


tuum Jugurtham se in potestatem populi Romani redac
turum. Itaque factus estille quidem consul , sed à fide
justitiaque discessit, qui optimum & gravissimum civem,
cujus legatus , & à quo missus esset, in invidiam falso
crimine adduxerit. Ne noster quidem Gratidianus officio
boni viri functus est tum , quum praetor esset, collegium
que praetorum tribuni plebis adhibuissent, ut res num
maria de communi sententia constitueretur. Jaétabatur
enim temporibus illis nummus , sicut memo posset scire,
quid haberet. Conscripserunt communiter edictum cum
poena atque judicio; constitueruntque, ut omnes simul
in Rostra post meridiem escenderent. Et ceteri quidem
alius aliò; Marius à subselliis in Rostra rectà, idque quod
communiter compositum fuerat, solus edixit: & cares (si
quaeris) ei magno honori fuit: omnibus vicis statuae : ad
ea thus & cerei: quid multa º nemo umquam multitudini
fuit carior. Haec
288 , LOS OFICIOS

Esto es lo que suele perturbar algunas veces á los


hombres en la deliberacion, quando no parece mui gra
ve aquello en que se ofende á la equidad; y al contra
rio se figura de gran momento el provecho que de ello
resulta. A Mario no le parecia mui feo el asurpar á sus
compañeros, y á los Tribunos el aura popular: y el ha
cerse Consul, que era lo que entonces se proponia, se
le representaba mui util. Mas hai una regla general, que
quisiera yo no olvidáras jamas: Que no haya mancha de
fealdad en lo que te parezca util; y que nada tengas por
tal, si la hubiere. Aora pues podemos juzgará alguno
de estos dos Marios por hombre de bien ¿ Entra en tí
mismo, y consulta tu entendimiento, para que veas en
él, quál es la idea, é imagen de un hombre bueno.
¿Puede caber en un hombre de bien mentir por sus
intereses, acusar, usurpar, y engañar? Nada menos que
eso. ¿Hai alguna cosa de tanta importancia, ni conve
niencia tan digna de desearse, que aventuremos por
ella la gloria, y fama de hombres de bien? ¿Qué tanto
puede dar esta que llaman utilidad, comparado con lo
que

Haec sunt, quae conturbant homines in deliberatio


ne nonnumquam , quum id, in quo violatur aequitas, non
ita magnum ; illud autem, quod exeo paritur , permag
num videtur: ut Mario, preripere collegis & tribunis ple
bis popularem gratiam, non ita turpe; consulem ob eam
rem fieri, quod sibi tunc proposuerat, valde utile vide
batur. Sed omnium una regula est, quam tibi cupio es
se notissimam : Aut illud, quod utile videtur , turpe ne sit;
aut si turpe est, ne videatur es se utile. Quid igitur? possu
musne aut illum Marium , virum bonum judicare, aut
huncº Explica atque excute intelligentiam tuam , ut vi
deas, quae sit in ea species, forma & notio viri boni.
Cadit ergo in virum bonum mentiri emolumenti sui cau
sà, criminari, praeripere, fallere ? nihil profectó minus.
Est ergo ulla res tanti, aut commodum ullum tam ex
petendum, ut viri boni & splendorem , & nomen amit
tas? Quid est, quod aferre tantum utilitas ista, quae
1
DE QICERON, LIB, III, 289
que quita, si nos despcja del nombre de buenos, de la
fidelidad , y la justicia Porque ¿ qué diferencia hai de
que un hombre se transforme en fiera, á que exerza
crueldades de fiera en figura de hombre
C A P I T UL O XXI, *-

Males que provienen del falso principio de tener por honesto


lo que parece util,
Y aquellos que desprecian todo lo bueno , y honesto
con tal que consigan el poderío º no hacen lo mismo que
el que quiso tener un suegro (a), por cuyo atrevimien
to, y maldad deseaba hacerse poderoso . A él le pare
cia mui util el poder mucho á costa del odio del otro;
pero no veía qué injusto era en orden á su patria, qué
inutil, y deshonroso. Continuamente tenia el suegro
en la boca aquellos versos griegos de los Fenicios, los
qua

dicitur, possit, quantum auferre, si boni viri nomen


eripuerit, fidem justitiamque detraxerit ? Quid enim in
terest, utrüm ex homine se quis convertat in belluam,
anin hominis figura immanitatem gerat belluae?
C A P UT XXI,

Ex eorum opinione qui, quod videatur utile , honertum esse


judicant , magna mala oriri,

Qias qui omnia recta & honesta negligunt, dum


modo potentiam consequantur, nonne idem faciunt,
quod is, qui etiam socerum habere voluit eum , cujus
ipse audacià potens esset º Utile ei videbatur, plurimiim
posse alterius invidià : id quām injustum in patriam, quam.
inutile, quām turpe esset, non videbat. Ipse autem so
cer in ore semper Graecos versus de Phoenissis habebat,
quos
(a) Pompeyo ; que se casó con una hija de Cesar, para adquirir
mayor pod.cf.
TOM. I. T
29o LOS OFICIOS

quales traduciré como pueda, acaso sin gracia, pero de


modo que pueda entenderse el pensamiento.
Solo el trono merece ser comprado
Con un delito; mas en todo el resto
Sea inviolable la lei de la justicia.
Abominable sentencia de Eteocles, ó por mejor decir
de Eurípides, que exceptuó de la lei el mas grande de
todos los delitos. ¿Para qué hago yo mencion de otras
cosas menores como mercadurías, y ventas engañosas?
Aquí tienes delante de los ojos quien deseó ser Rei del
pueblo Romano, y señor de todo el mundo, y lo lo
gro, Este deseo, qualquiera que le tenga por honesto,
será él tenido por loco; porque aprueba la total extin
cion de las leyes, y de la libertad, y tiene por glcrio
sa la opresion de ellas tan torpe, y aborrecible. Mas
con qué genero de reprehension , ó por mejor decir,
con qué afrentas procuraré arrancar de su error á aquel,
que confesando no ser honesto reinar en una ciudad,
que ha sido, y debe ser libre, diga no obstante que es
util al que pueda lograrlo? ¿A quién puede traer ¿
da 2.

quos dicam ut potero, incondite fortasse, sed tamen ut


res possit intelligi.
Nam si violandum est jur, regnandi gratia
Violandum est: aliis rebus pietatem colas.
Capitalis Eteocles, vel potius, Eurípides, qui id unum,
quod omnium sceleratissimum fuerat, exceperit. Quid igi
tur minuta colligimus, hereditates, mercaturas, vendi
tiones fraudulentas ? Ecce tibi, qui rex populi Romani
dominusque omnium gentium esse concupierit, idque per
fecerit. Hanc cupiditatem si honestam quis esse dicit,
amens est: probat enim legum & libertatis interitum,
earumque oppressionem tetrám & detestabilem, glorio
sam putat. Qui autem fatetur, honestum non esse inea
civitate , quae libera fuit, quaeque esse debeat, regna
re , sed ei, qui id facere possit, esse utile; quā hunc
objurgaticne, aut quo potius convicio à tanto errore
coner avellere? Potest enim , Dii immortales cuiquam
CS
DE CICERON. LIB, III, 29 I

dad, ó Dioses inmortales! tan torpe, y abominable par


ricidio de la patria, aunque los ciudadanos oprimidos
den nombre de padre al tirano, que ha cometido tan
gran maldad? Así que la utilidad se ha de medir por la
honestidad, y de modo que solo se distingan los dos vo
cablos; pero en realidad sean, y signifiquen una misma
CCSa.»

No veo en la opinion del pueblo mayor utilidad que


la del reinar, ni por el contrario hallo cosa mas inutil
al que lo ha conseguido injustamente, mirándolo á los
ojos de la razon. Porque á quién pueden ser útiles las
angustias, los cuidados, los miedos de dia, y de
noche, y una vida metida entre mil asechanzas, y peli
ros?
Pérfidos, desleales le rodean
Siempre, y pocos amigos verdaderos.
dice Accio. ¿Pero á qué reino? Al que poseía el succe
sor legítimo de Tántalo, y de Pelope. ¿Pues quánto ma
yores, y en mayor número pensaremos rodeaban á
- aquel
esse utile foedissimum & teterrimum parricidium patriae;
quamvis is, qui se eo obstrinxerit, ab oppressis civibus
Parens nominetur ? Honestate igitur dirigenda utilitas est,
& quidem sic, uthaec duo, verbo inter se discrepa
re, retamen unum sonare videañtur.
Non habeo, ad vulgi opinionem , quae major utili
tas , quâm regnandi , esse possit; nihil contra inuti
lius ei, qui id injustè consecutus sit, invenio, quum ad
veritatem coepi revocare rationem : possunt enim cuiquam
esse utiles, angores, sollicitudines, diurni & nocturni
metus , vita insidiarum periculorumque plenissima?
Multi iniqui atque infideles regno, pauci sunt boni,
inquit Accius, At cui regno º quod à Tantalo & Pelope
prodituma jure obtinebatur. Nam quantò plures ei regi
putas, qui exercitu populi Romani populum ipsum Ro
- «». T2 1113.
292 LOS OFICIOS

aquel que con un exército de ciudadanos Romanos su


jetó al mismo Pueblo Romano, y que obligó á que le
sirviese una ciudad no solamente libre, sino señora del
universo? ¿Qué remordimientos de conciencia crees tú,
que abrigaría este en su ánimo ? Qué golpes? ¿Y cómo
puede ser util una vida de tal condicion , que ha de
acarrear gran gloria, y fama al que se la quitáre? Pues
si no son de utilidad estas cosas, que lo parecen tanto,
por estar llenas de deshonra, y torpeza, viene á ser evi
dente que nada hai util, que no sea honesto.
CAP I TU L O XXII.

Nada temian por util los antiguos Romanos, sino lo que era
honesto : quanto daño se han acarreado los hombres por des
viarse de este principio.
En opinion ha tenido grandes testimonios entre noso
tros en muchas ocasiones, y especialmente en la guerra
de

manum oppressisset, civitatemque non modô liberam, sed


etiam gentibus imperantem , servire sibi coegisset º Hunc
tu quas conscientiae labes in animo censes habuisse quae
vulnera? Cujus autem vita ipsi potest utilis esse , quum
ejus vitae ea conditio sit, ut, qui illam eripuerit, in
maxima & gratia futurus sit , & gloria ? Quòd si haec
utilia non sunt, quae maxime videutur, quia plena sunt
dedecoris ac turpitudinis; satis persuasum esse debet, ni
hil esse utile, quod non honestum sit.
C A P UT XXII.

Nihil utile habebant veteres Romani, misi honetum : homines


sibi maximè nocuisse qui hanc opinionem non
retimuerint.

Qmº id quidem, quum saepe aliàs, tum Pyr


rhi bello à C. Fabricio, consule iterum , & a se
12
DE CICERON, LIB, III• 293

de Pirro, de parte de Fabricio, y del Senado. Porque


habiendo Pirro declarado una guerra legítima al Pueblo
Romano, y siendo la disputa sobre el imperio con un
Rei magnífico, y, poderoso; vino á los reales de Fabri
cio un desertor, prometiéndole, que si le daba espe
ranza de un premio igual á la accion que intentaba , así
conio habia llegado hasta allí secretamente , volvería
tambien al campo de su Rei, y le daría muerte con un
veneno. Por respuesta le hizo Fabricio llevar con buena
cuenta á Pirro; y el Senado alabó mucho su accion. Si
buscamos aquí la apariencia de utilidad, aquel solo de
sertor deshacia una guerra mui sangrienta, y quitaba un
fuerte contrario del imperio; pero era gran deshonra, y
maldad, que quedase victoriosa la traicion , y no el va
lor, de un enemigo con quien se combatia por la ala
banza, y la gloria. ¿Quál de estas dos cosas era mas
util, ó á Fabricio, que fue el Arístides de Roma, ó á
nuestro Senado, que jamas separó la utilidad de su gran
deza, y magestad; pelear con el enemigo con el valor
de las armas, ó con un veneno? Si combatimos por la
gloria, desterremos la traicion , en que no puede ha
- llar

natu nostro judicatum est. Quum enim rex Pyrrhus popu


lo Romano bellum ultro intulisset, quumque de impe
ro certamen esset cum rege generoso ac potente; per
fuga ab eo venit in castra Fabricii , eique est polici
tus, si praemium sibi proposuisset, se , ut clam venis
set, sic clan in Pyrrhi castra rediturum , & eum vene
no necaturum. Hunc Fabricius reducendum curavitad Pyr
rhum ; idque factum ejus à senatu laudatum est. Atquí
si speciem utilitatis, opinionemoue quaerimus, magnum
illud bellum perfuga unus, & gravem adversarium im
perii sustulisset; sed Inagnum dedecus , & fagitium ,
quicum laudis certamen fuisset, eum non virtute, sed
scelere superatum. Utrum igitur utilius vel Fabricio, qui
talis in hac urbe, qualis Aristides Athenis fuit, vel, se
natui nostro, qui num quam utilitatem à dignitate sejun
xit, armis cum hoste certare, an venenis º Si gloriae
T; C3 11 -
2.94 LOS ORICIOS

llarse; y si por las riquezas, de qualquier modo no


pueden sernos útiles con infamia. Y así no fue util aque
lla sentencia de Lucio Filipo hijo de Quinto, de que
volviesen á ser tributarias aquellas Provincias, que ha
bia hecho libres L. Syla por dinero de orden del Sena
do; y que no se les volviese lo que habian dado por
su libertad. Confirmólo el Senado. ¡Qué torpeza para
el imperio! que ha de ser mas segura la fidelidad de los
Piratas, que de un Senado Romano! Pero se aumenta
ron las alcavalas: luego fue util. ¿Hasta quando ha de
durar el atrevimiento de tener por util, lo que es des
honra, y iniquidad?
¿Podrá ser util á ningun imperio, que debe tener por
fundamento la gloria, y el amor de los aliados, el odio,
y la infamia Muchas veces he tenido por esto contien
das con Caton; porque me parecia demasiado cruel en
defender las alcavalas, y el erario: á los que las tenian
puestas, nada les concedia, y poco á los aliados, quan
do debiéramos mostrarnos generosos con estos, y por
tarnos con los otros como con nuestros colonos ; y tan
tO.

causá imperium expetendum est, scelus absit, in quo non


potest esse gloria: sin ipsae opes expetuntur , quoquo
modo, non poterunt utiles esse cum infamiá. Non igitur
utilis illa L. Philippi, Q, filii sententia , quas civitates
L. Sulla, pecunià acceptá , ex senatusconsulto liberavis
set, uthae rursus vectigales essent; neque his pecuniam,
quam pro libertate dederant, redderemus. Est ei senatus
assensus : turpe imperio: piratarum enim melior fides,
quām senatús. A t auéta vectigalia: utile igitur. Quous
que audebunt dicere quidquan utile , quod non hones
tllinº

Potest autem ulli imperio, quod glorià fultum esse


debet, & benevolentià sociorum, utile esse odium &
infamia ? Ego etiam cum Catone meo saepe dissensi: ni
mis mihi praefactè videbatur aerarium veétigaliaque de
fendere, omnia publicanis negare, multa sociis ; quum
in hos benefici esse deberemus, cum illis sic agere, ut
Clu IIl
s
DE CICERON• LIB, III, 295

to mas, porque aquella union de las órdenes (a) contri


buía mucho al bien de la República. Tan mal obraba
Curion, quando confesaba ser justa la causa de los Tras
padanos (b); pero añadia siempre, primero es la utilidad.
Mas valia que dixera, que no era puesta en razon, por
que no era util á la República, y no reconocer su justi
cia, y anteponer la utilidad.
CAP ITULO XXIII.

Qué partido se ha de tomar en algunos casos dudosos: qual


es la obligacion de un hijo, si sabe que su padre conspira
contra su patria.
E libro sexto de Hecaton sobre las obligaciones está
lleno de estas qüestiones; si será obligacion de un hombre
de

cum colonis nostris soleremus ; eôque magis, quò illa


ordinum conjunctio ad salutem reipublicae pertinebat. Ma
le etiam Curio, quum causam Transpadanorum aequam .
esse dicebat; semper autem addebat, Vincat utilitas. Po
tiüs diceret, non esse aequam, quia non esset utilis rei
publicae, quâm , quum utilem esse diceret, non esse
aequam fateretur.
CAP UT XXIII.

Quid in causis quibusdam dubiis agendum sit : quodnam sit


filii officium , quum sciat patrem in rempublicam
machinari.

lenus est sextus liber de officiis Hecatonis talium


questionum : Sitne boni viri , in maxima caritate anno
- maes

(a) Caton separando á los arrendadores de las rentas del orden Eqües
tre, separó este mismo orden del Senado: lo qual era en perjuicio de la
República. -

b) Pretendian los “Transpadanos derecho de ciudadanos Romanos;


Curion votó que no se les concediese, porque no era util á la Repúbli
ca, aunque confesaba que era justa su causa.
T4.
296 LOS ORICIOS

de bien, quando están sumamente caros los víveres sus


tentar sus esclavos Alega las razones por una, y otra par
te, y al fin dirige la obligacion por la utilidad, segun
imagina , antes que por la piedad humana. Pregunta
¿si habiéndose de arrojar al mar parte de la carga de la
nave, se sacrificará un caballo de mucho precio, ó un
esclavo de poco valor º Aquí por una parte tira el inte
rés, por otra la humanidad. ¿Si un hombre ordinario
se asiere de una tabla en un naufragio, si se la quitará
por fuerza un sabio pudiendo? Dice que no: porque es
injusticia. Y el amo de la nave podrá por ser suya? De
ninguna manera: como no pudiera , si quisiera echar
de la nave al que está en alta mar, porque es suya. Pues
mientras no arriba al puerto hasta donde va ajustada, no
es suya la nave, sino de los navegantes. -

¿Y qué diremos si no hai mas que una tabla, y dos


padecen naufragio, ambos sabios ? Procurará cada uno
quitársela al otro , ó cederá uno de los dos Ceda uno;
pero sea á quien importe mas vivir, ó á sí propio ó á la
República. ¿Y si son iguales estas circunstancias en am
bos? Entonces que cese la disputa, y lo decida la suerte.
Y

nae, familiam non alere: in utramque partem disputat:


sed tamen ad extremum utilitate, utputat, officium di
rigit magis, quām humanitate. Quaerit, si in mari jac
tura facienda sit, equine pretiosi potiüs jacturam faciat,
an servuli vilis : hic alio res familiaris, aliò ducit hu
manitas. Si tabulam de naufragio stultus arripuerit , ex
torquebitne eam sapiens, si potuerit º negat, quia sit
injurium. Quid º dominus navis, eripietne suum º mini
mè : non plus, quām si navigantem in alto ejicere de ma
vivelit, quia sua sit: ¿ enim perventum sit eô, quò.
sumpta navis est, non domini est navis, sed navigantium.
Quid, si una tabula sit, duo naufragi, hique sa
pientes, sibine utervis rapiat, an alter cedat alteriº Ce
dar verò, sed ei, cujus magis intersit vel suà , vel rei
ublicae causà, vivere. Quid, si haec paria in utroquea
ullum erit certamen, sed quasi sorte aut micando vic
tuS»
DE CICERON• LIB, IIIe 297
Y qué si un padre roba los Templos, y mina la tierra
para llegar al erario, le delatará su hijo á los jueces?
No debe hacer semejante cosa, antes defenderle si le
acusaren. ¿Pues no es primero la obligacion de la patria,
que todas las demas? Es cierto; pero tambien condu
ce á la misma patria tener ciudadanos piadosos para con
los padres. ¿Y si aspirare á levantarse por tirano, ó ven
der la patria? callará el hijo º Antes bien interpondrá
sus ruegos para que no lo haga ; y si esto no aprove
cháre, le reprehenderá, y amenazará; y al fin, si vie
re á la patria en inminente peligro, deberá sacrificar al
padre á la conservacion, y seguridad de la patria.
Pregunta tambien, si un sabio hubiere tomado unas
monedas falsas por buenas sin saberlo; si sabido las po
drá pagar por buenas á un acreedor suyo? Diógenes di
ce que puede: Antipatro dice que no, que es á lo que
mas me inclino. Vende uno un vino, que se va perdien
do por la posta, si deberá decirlo? Dice Diógenes que
no ha menester decirlo: Antipatro dice que el hombre
de bien debe decirlo. Estas son las controversias entre
- los

tus, alteri cedat alter. Quid si pater fana expilet, cu-.


niculos agat ad aerarium ; indicetne id magistratibus fi
lius º nefas id quidem est: quin etiam defendat patrem,
si arguatur. Non igitur patria praestat omnibus officiis?
immoverò; sed ipsi patriae conducit, pios cives habe
re in parentes. Quid , si tyrannidem occupare, si pa
triam prodere conabitur pater º silebitne filius ? immo ve
ró obsecrabit patrem , ne id faciat: si nihil proficiet,
accusabit, minabitur etiam : ad extremum si ad perni
ciem patriae res spectabit, patriae salutem anteponet sa
luti patris.
Quaerit etiam , si sapiens adulterinos nummos acce
perit imprudens pro bonis; quum id rescierit, solutu
rusne sit eos, si cui debeat, pro bonis. Diogenes ait:
Antiparet negat; cui potius assentior. Qui vinum fugiens
vendat sciens, debeatne dicere? Non necesse putat Dio
genes : Atipater viri boni existimat. Haec sunt quasi con
trQ -
298 LOS OFICIOS

los Estoicos. Yo vendo un esclavo, si debo decir sus


faltas: no hablo de aquellas, que si no las digo, man
da el derecho civil que se me vuelva; sino que es em
bustero, jugador, y ladron. Al uno le parece que se
deben decir, y al otro no. Si alguno vende oro (a) cre
yendo que no es sino oropel, si le desegañará un hom
bre de bien de que es oro, ó si comprará por un dinero
lo que vale milº Bien patente está en esta parte mi sen
tir, y la contraposicion de los dos Fílósofos, de que ar
riba he hecho mencion.
CA

troversa jura Stoicorum. In mancipio vendundo, dicenda


ne vitia, non ea, quae misi dixeris, redhibeatur man
cipium jure civili; sed haec, mendacem esse, aleato
rem , furacem, ebriosum. Alteri dicenda videntur, alte
ri non videntur. Si quis aurum vendens, orichalcum se
putet vendere, indicetne ei vir bonus aurum illud esse?
an emat denario, quod sit mille denariúm ? Perspicuum
jam est, & quid mihi videatur, & quae sit inter eos
philosophos, quos nominavi, controversia.
CA

(a) De este exemplo, y de los antecedentes del siervo fugitivo, de


la tabla del naufragio , y de la casa enferma, hace mencion Lactancio en
el lib. 5. c. 16. hablando de Carneades. Por aquí (dice) queria Carnea
des que se entendiese, que el varon justo, y bueno es necio; y el sa
bio malo.
IDE CICERON• LIB, IIIe 299
CAP IT UL O XXIV.

si se deben cumplir siempre los pactos, y promesas, aun


con riesgo de la vida, o del decoro.
E, preciso cumplir siempre las promesas, que no se
han hecho (como suelen decir los Pretores), ni con fuer
za, ni con dolo malo? Si uno diese á otro una medicina
para curarse de hidropesía con el pacto de que jamas
volviese á usar de ella, y sanase; pero despues de algu
nos años cayese en la misma enfermedad, y no quisie
se darle el mismo medicamento aquel con quien hizo el
pacto ¿qué deberá hacerse? Es inhumanidad no permitirle
usar de él, particularmente no siguiéndosele detrimento;
y así debe poder mas que el pacto el interés de la vida,
y la salud. ¿Y qué diremos si uno que instituye heredero
á un sabio, y le dexa en su testamento un millon de sex
tercios, no permite que reciba la herencia mientras no
dance publicamente en la plaza, y el sabio lo estipulare
aS1,

CAP U T XXIV.

Pacia e9 promissa semperne servanda sint, etiam cum vitae


vel decoris detrimento.

P,a, & promissa semperne servanda sint, quae nec


vi, nec dolo malo (ut praetores solent) facta sint? Si
quis medicamentum cuipiam dederit ad aquam inter
cutem , pepigeritque, ne illo medicamento umquam pos
tea uteretur: si eo medicamento sanus factus fuerit; &
annis aliquot pòst inciderit in eumdem morbum ; nec ab
eo, quicum pepigerat, impetret, ut item eo liceat uti,
quid faciendum sit? Quum sitis inhumanus, qui non con
cedat uti, nec ei quidquam fiat injuriae, vitae & saluti
consulendum est. Quid º si quis sapiens rogatus sit ab
eo, qui eum heredem faciat, quum ei testamento sester
tiüm millies relinquatur, ut antequam hereditatenm a deat,
luce palam in foro saltet, idque se facturum promisse
T1t»
3oo - LOS OFICIOS

así, porque de otra manera no le dexára el otro por he


redero estará obligado á cumplirlo? Yo juzgo que el
sabio no debió prometer cosa semejante; pero ya que lo
prometió, si tiene por cosa torpe danzar en la plaza, fal
tará á la promesa mas honestamente, si no tomáre cosa
alguna de la herencia, ó aplicáre aquel dinero para una
grande urgencia de la República; que en este caso, ni
el saltar en médio de la plaza le será vergonzoso.
C A P I T UL O XXV.

No todas las promesas se deben cumplir: alguna vez es jus


to no volver el deposito.
Tres se deben cumplir aquellas promesas, que no
sean en provecho de aquellos á quienes se han ofrezído.
Habia prometido el Sol (volviendo á las fábulas) á su hi
jo Paetonte hacer lo que le pidiese: pidióle que le le
vantase á su carro; y antes que se pusiese bien, en él fue
- abra

rit, quòd aliter eum heredem scripturus ille non esset;


faciat, quòd promiserit, necne? Promississe nollem , &
id arbitror fuisse gravitatis; sed quoniam promisit, si
saltare in foro turpe ducet, honestiüs mentietur, si ex
hereditate nihil ceperit, quām si ceperit: misi fortè eam
pecuniam in reipublicae magnum aliquod tempus contu
lerit; ut vel saltare eum , quum patriae consulturus sit,
turpe non sit.
C A P U T XXV.

Non omne promissum servandum neque depositum semper


reddendum es re.

A. ne illa quidem promissa servanda sunt, quae non


sunt iis ipsis utilia , quibus illa promiseris. Sol Phae
thonti filio (ut redeaunus ad fabulas) facturum se esse
dixit, quidquid optasset: optavit, ut in currum patris
tolleretur - sublatus est: arque insanus, antequam cons
tl -
DE CICERON• LIBe IIIs 3OI

abrasado de un rayo. ¿ Quánto mejor le hubiera estado á


este, que su padre no le hubiera cumplido la promesa?
¿Y qué diré de la promesa de Neptuno á Teseo que ha
biéndole otorgado tres peticiones, le pidió en la ultima
la muerte de su hijo Hypólito, que sospechaba habia co
metido adulterio con su madrastra? Alcanzólo así Teseo,
y le acarreó el cumplimiento de la promesa mui amargo
llanto. Y Agamemnon 3 habiendo ofrecido á la Diosa
Diana sacrificarle la cosa mas hermosa que hubiese nacido
en su Reino aquel año, sacrificó á su hija Ifigenia, que
fue la mas hermosa que nació: promesa mas digna de fal
tará ella, que cometer una maldad tan abominable. Así
que no siempre se deben cumplir las promesas, como ni
pagar los depósitos. Si alguno depositó en tí una espada es
tando en su sano juicio, y te la pide furioso, será peca
do el dársela, y el no dársela cumplir con la obligacion.
¿Y si uno, que depositó en tí su dinero, declara guer
ra á la patria, le restituirás el depósito? Juzgo que no
debes; porque faltarás al amor tan grande que debes á la
pa

titit, ictu fulminis deflagravit. Quantò melius fuerat, in


hoc, promissum patris non esse servatum ? Quid , quod
Theseus exegit promissum à Neptuno º Cui quum tres op
tationes Neptunus dedisset, optavit interitum Hyppoliti,
filii sui, quum is patri suspeétus esset de noverca: quo op
tato impetrato, Theseus in maximis fuit luótibus. Quid?
Agamemnon quum devovisset Dianae, quod in suo regno
pulcherrimum natum esset illo anno, immolavit Iphigeniam,
quā nihil erat eo quidem anno natum pulchrius : promissum
w
potiüs non faciendum, quâm tam tetrum facinus admitten
dum fuit. Ergo & promissa non facienda nonnumquam : ne
que semper deposita reddenda. Si gladium quis apud te
saná mente deposuerit, repetat insaniens; reddere, pec
catum sit; non reddere, officium. Quid º si is, qui apud
te pecuniam deposuerit, bellum inferat patriae, reddas
ne depositum ? non, credo: facias enim contra rempu
blicam , quae debet esse carissima. Sic multa a quae ho
Il eS
302 LOS OFICIOS

patria. Así muchas cosas, que naturalmente parecen ho


nestas, dexan de serlo segun las circunstancias : el ha
cer lo prometido, cumplir los pactos, pagar los depó
sitos, mudada la utilidad se hacen torpes. Y esto me pa
rece que basta acerca de las utilidades aparentes con fin
gimiento de justicia (a). -

Mas por quanto en el primer libro propusimos qua


tro principios de honestidad, de donde procediesen las
obligaciones, no saldremos de la materia, enseñando
quanto se oponen á la virtud aquellas cosas que parecen
útiles, y no lo son. Ya hemos hablado de la prudencia,
á la qual pretende imitar la malicia, y tambien de la jus.
ticia, que siempre es util. Restan las otras dos partes de
la honestidad, de las quales una resplandece en la gran
deza, y excelencia de un ánimo ilustre, y otra en la
conformacion, y moderacion de la modestia, y tem
planza CA

nesta naturà videntur esse , temporibus fiunt non hones


ta: facere promissa, stare conventis, reddere deposita,
commutatà utilitate, fiunt non honesta. Ac de iis qui
dem , quae videntur esse utilitates contra justitiam si
mulatione prudentiae, satis arbitror dictum.
Sed quoniam à quatuor fontibus honestatis primo li
bro officia duximus, in eisden versabimur, quum do
cebimus, ea, quae videntur esse utilia, neque sunt,
quum sint virtutis inimica. Ac de prudentia quidem, quam
vult imitari malitia ; itemque de justitia , quae semper
est utilis, disputatum est. Reliquae sunt duae partes ho
nestatis, quarum altera in animi excellentis magnitudine
& praestantià cernitur 3 altera in conformatione & mo
deratione continentiae & temperantiae.
CA

(a) Ha tratado hasta aquí de aquellas falsas utilidades, que se opo


nen derechanuente á la prudencia, y justicia: falta explicar lo mismo en
orden á la fortaleza, y templanza.
DE CICER ON• LIB. III, 303
CAP I T UL O XXVI.

No puede haber fortaleza donde falta la homestidad: exem


plos que lo comprueban.
Use encontraba utilidad, como escriben algunos
Trágicos (porque en Homero, autor de tanta excep
cion, no hai semejante sospecha de él); pero se dice en
las tragedias, que quiso escaparse de la guerra fingiendo
estar loco: torpe resolucion. Pero util (dirá alguno aca
so) el reinar, y pasar su vida en Itaca con sus padres,
con su muger, y su hijo. Pues por ventura 3 qué gloria
adquirida en los peligros, y trabajos, es comparable con
esta tranquilidadº Mas yo juzgo que este reposo se debe
despreciar; porque soi de sentir que no puede haber
utilidad donde falte la honestidad. ¿Qué oprobios no oi
ría Ulises, si hubiera perseverado en su fingida locura 2
pues habiendo obrado en la guerra tan singulares ha
zañas, con todo oyó de Ayax estas injurias: É
- l

C A P UT XXV I.

Ubi deest honetas, ibi fortitudinem non inesse.


Exempla id testantia.

Ul. videbatur UIyssi , ut quidem poétae tragici


prodiderunt ; nam apud Homerum , optimum auétorem,
talis de Ulysse nulla suspicio est; sed insimulant eum
tragoediae, simulatione insaniae militiam subterfugere vo
luisse: non honestum consilium : at utile (ut aliquis for
tasse dixerit ) regnare, & Ithacae vivere otiose cum pa
rentibus, cum uxore, cum filio. Ullum tu decus in quo
tidianís periculis & laboribus cum hac tranquilitate con
ferendum putas? Ego verò istam contemnendam & ab
jiciendam ; quoníam, quae honesta non sit, ne utilem
quidem ese arbitror. Quid enim auditurum putas fuisse
Ulyssem, si in illa simulatione perseverasset º qui quum.
maximas res gesserit in bello, tamenhaecaudiat ab Ajace:
Ctt
304 LOS OFICIOS

Ei solo qwebranto' la fé jurada.


Cuyo autor fue , como es ya biem sabido:
Por mo cumplirmos la palabra dada,
Falto aora de juicio se ha fingido:
Gracias á la prudencia acreditada,
Que descubrir sus trazas ba sabido
De Palamedes ; que si mo , frustrado
Quedara el juramento tam sagrado. (a)
De mas provecho le fue contrarrestar no solo â los ene
migos, sino tambien á los mares, como lo executó , qua
desamparar á toda la Grecia unida â hacer guerra â los
Bárbaros.
Pero dexemos fäbulas, y hechos estrangeros: hable
mos de hechos nuestros , y verdaderos. Marco Atilio
Régulo, siendo Consul la segunda vez, fue hecho pri
sionero en el Africa, dando en una celada, que le pu
so Xantipo Lacedemonio, Capitan de las tropas de que
era General Amilcar , padre de Annibal. A este envia
ron los Cartagineses al Senado de Roma con la preten
S1On

Cuju' ipfe princepi jurijurandi fuit,


guod omnes scitis , folus neglexit fidem.
Furere arsimulavit ; ne coiret , injtitit,
guòd mi Palamedis perspicax prudentia
Iftiuf percepuet malitio jam audaciam,
Fide sacratum jur perpetuò falleret.
Illi verò non modò cum hostibus , verùm etiam cum flucti
bus , id quod fecit , diamicare melius fuit , quàm deserere
consentientem Graeciam ad bellum barbaris inferendum.
Sed dimittamus & fabulas , & externa : ad rern fac
tam , nostramque veniamus. M. Attilius Regulus , quum
consul iterum in Africa ex insidiis captus esset , duce
Xantippo Lacedaemonio , imperatore autem patre Anni
balis Hamilcare , juratus missus est ad senatum, ut, nisi
redditi essent Pocnis captivi nobiles quidam , rediret ipse
Car
(a). versos de Pacuvio en el iuicio entre Avax, y Utises sobre las ar
{mas ge Aquiles , m gcrto en Troya , para, cuya giterra se iuramentaron
ios Griegos , que se unirian; entre Ios^quales íue el princípal Ulisss.
DE CICERON, LIB. III, 305

sion de que les volviesen unos prisioneros suyos de cuen


ta; juramentado, que si no alcanzaba su libertad, habia
de dar él mismo la vuelta á Cartago. Llegado que fue á
Roma, bien conocia una utilidad aparente, la qual juz
gó por falsa como el suceso lo declara. Esta consistia en
quedarse en su patria, vivir con su muger, y sus hijos,
y gozar en Roma los honores de su dignidad consular,
tomando la desgracia, que habia tenido en la guerra, por
uno de los comunes acontecimientos que suelen suceder.
¿Quién negará que esto es util Qué diremos? La gran
deza de ánimo, y la fortaleza lo niegan.
CAP ITULO XXVII.

Accion de Régulo.
San acaso menester mas fuertes autoridades? Porque
el caracter propio de estas virtudes es no temer nada,
despreciar todos los acaecimientos humanos, y no creer,
que en esta vida haya alguna desgracia intolerable. Vea
mos qué hizo Régulo. Llegó al Senado : cxpuso su em
ba

Carthaginem: is quum Romam venisset, utilitatis spe


ciem videbat; sed eam, utres declarat, falsam judica
vit; quae erat talis: manere in patria, esse domi suae
cum uxore, cum liberis; quam calamitatem accepisset in
bello, communem fortunae bellicae judicantem, tenere
consularis dignitatis gradum : quishaec neget esse utilia?
quid censes? magnitudo animi & fortitudo negat.
CAP UT XXVII.

Reguli facium.
Nun locupletiores quaeris auétores? harum enim est
virtutum proprium, nil extimescere, omnia humana des
picere; nihil, quod homini accidere possit, intolerandum
putare: itaque quid fecit º In senatum venit: mandata
TOM, I» V CX
3o6 LOS OFICIOS

baxada; se escusó de decir su parecer, creyendo que él


no era Senador mientras estaba obligado al juramento
del enemigo. Y aun mas (ó insensato, dirá alguno, y
enemigo de su propia utilidad!) dixo que no era conve
niente á la República, que se restituyesen los cautivos,
por ser mozos, y buenos Capitanes, y él un viejo ya
cansado de la edad: y habiendo prevalecido su parecer,
se quedaron en Roma los primeros, y él se volvió á
Cartago, sin que el amor de la patria, ni los ruegos de
sus amigos fuesen parte para detenerle. No porque se le
ocultaba que iba á entregarse á un bárbaro cruel, y á
unos castigos terribles; pero era para él mas poderosa la
obligacion del juramento. Y así tuvo mejor causa, muer
to por una continua vigilia (a), que si se hubiera que
dado en Roma viejo, y cautivo, consular , y perjuro.
Pero necio, dirán, que no contento con no apoyar la
pretension de Cartago , persuadió lo contrario. Como
necio? ¿Quando se trataba del interés de la patria? ¿Pues
pue

exposuit: sententiam ne diceret, recusabit: quamdiu ju


rejurando hostium teneretur, non esse se senatorem. At
que illud etiam ( ó stultum hominem, dixerit quispiam,
& repugnantem utilitati suae ) reddi captivos, negavit
esse utile : illos enim adolescentes esse , & bonos duces,
se jam, confectum senectute : cujus quum valuisset auéto
ritas, captivi retenti sunt: ipse Carthaginem rediit; ne
que eum caritas patriae retinuit, nec suorum. Neque
verò tum ignorabat, se ad crudelissimum hostem, & ad
exquisita supplicia proficisci; sed jusjurandum conservan
dum putabat. Itaque tum, quum vigilando necabatur, erat
in meliore causa , quām si domi senex captivus, perju
rus consularis remansisset. At stultè, qui non modô non
censuerit captivos remittendos, verium etiam disuaserit.
Quomodo stultè ? etiamne si reipublicae conducebat? po
teSt.

(a) Le cortaron los parpados, para que no pudiese cerrar los ojos Tu
ditano dice . que le mataron, no dexándole dormir en mucho tiempo,
Véase á Gelio lib. 6. cap. 4.
DE CICERON, LIB, III, 3o?

puede ser utilá un particular, cosa que no sea util á la


patria?
CA P I T UL O XXVIII.

Todos apetecen lo util, y esto no puede hallarse sino en la


honestidad: objeciones contra Régulo, y refutacion
de ellas.

S. echan por tierra todos los principios naturales, se


arando la honestidad de la utilidad. Todos buscamos la
utilidad. (a): este deseo nos arrastra, y no podemos re
sistirle. Porque ¿ quien es el que huye de ella, ó por me
jor decir, quién es el que no la busca con todo su anhe
lo? Mas porque no podemos encontrarla sino en la ala
banza, en los honores, y en la homestidad , damos el
primer lugará estas cosas, que obscureciéndonos el nom
bre de utilidad, no nos dexan ver mas que el interés, y
nO

test autem, quod inutile reipublicae sit, id cuiquam ci


vi utili esse?
CAP UT XXVIII.

Ab omnibus utilitatem expeti , nec , miri in honestate, inveniri


guae contra Regulum dicantar , quibus argumentis
refellantur.

Praun homines ea, quae sunt fundamenta naturae,


quum utilitatem ab honestate sejungunt: omnes enim ex
petimus utilitatem, ad eamque rapimur, nec facere ali
ter ullo modo possumus: nam quis est, qui utilia fugiatº
aut quis potiüs, qui ea non studiosissimè persequatur?
Sed quia nusquam possumus, nisi in laude , decore, ho
nestate utilia reperire, propterea illa prima & summa
habemus : utilitatis nomen non tam splendidum , quàm
-
ne

(a). Es propio del natural instinto , que todo animal busque lo que le
es util. Mas el hombre, que es animal racional, lo debe buscar por inc
dio de la razon. Aquello pues que se busca con la razon, no se puede ha
llar sino donde reside lo honesto , lo decoroso, y laudable.
2.
308 LOS OFICIOS

no la virtud. Pero dirá alguno ¿que, tanta es la fuerza


del juramento? Tememos la ira de Jupiter? Jupiter ni se
enoja, ni hace daño á nadie. Esta es la comun opinion
de todos los Filósofos (a), así de los que dicen que Dios
contenido en sí mismo, ni obra, ni quiere que obren
los hombres; como de los que asientan que es un ser
que está en accion continuamente. Y bien : ¿qué mas
daño le hubiera podido causar á Régulo la ira de Dios,
que lo que se acarreó él á sí mismo? Luego no hubo
una tan poderosa fuerza de religion, que excediese á la
utilidad. ¿Acaso la accion era torpe ? Lo primero, del
mal el menos, ¿Pues era tan gran mal esta torpeza, co
mo el martirio del enemigo? Ademas el verso de Accio:
Quebrantaste la fé: ningun derecho
Doi, ni he dado jamas á hombre perjuro.
Que aunque son palabras de un Rei impío, son sin em
bargo de mucha consideracion.
Aña

necessarium ducimus. Quid estigitur, dixerit quis, in ju


rejurando ? num iratüm timemus Jovem ? At hoc quidem
commune est omnium philosophorum, non eorum modô,
qui Deum nihil habere ipsum negotii dicunt, & nihil
exhibere alteri, sedeorum etíam, qui Deum semper age
re aliquid , & moliri volunt, numquam necirasci Deum,
nec nocere. Quid autem iratus Jupiter plus nocere po
tuisset, quàm nocuit sibi ipse Regulus ? Nulla igitur
vis fuit religionis, quae tantam utilitatem praeverterct.
An ne turpiter faceret? Primium, minima de malis. Num
igitur tantum mali turpitudo ista habebat, quantum ille
cruciatus? Deinde illud etiam apud Accium,
Fregisti fidem: neque dedi, neque do infideli cuiquan:
quamquam ab impio rege dicitur , luculente tamem
dicitur.
Ad

(a) Doctrina de los Estoicos, y de los Epicureos, que juzgan que Dios
no quiere , ni puede hacer daño, por no tener síno virtud benéfica , y
saludable; como dice Séneca, lib. 2. de Ira, cap. 27. De aqui nace el argu
mento contra Régulo.
DE CICERON. LIB. III. 309
Afiaden tambien , que á la manera que decimos no
sotros , que muchas cosas parecen útiles , y no lo son;
asf tambien dicen ellos de las honestas : como en la ac
cion de Régulo , parece honesto haber vuelto conocida
mente á un suplicio por guardar la fé del juramento; pc
ro dexa de serlo, porque una promesa hecha à un ene
migo violentamente , no se debe ratificar. Y ademas di
cen , que una cosa que antes no parecia honesta , viene
£ serlo despues, si es mucha su utilidad. Esto es lo que
comunmente se opone à la accion de Régulo. Vea
mos lo primero.
C A P I T U L O XXIX.

Fé del juramento hecho al enemigo ; y â los piratas: com qué


condiciom es válido. Exemplos.
D., que no se debió temer la ira de Jupiter , que
ni se enoja , ni dafia â nadie. Esta razon no es mas po
de

Addunt etiam , quemadmodum nos dicamus , videri


quaedam utilia, quae non sint ; sic se dicere , videri quae
dam honesta , quae non sint : ut hoc ipsum videtur ho
nestum , conservandi jurisjurandi causâ ad cruciatum re
vertisse ; sed fit non honestum , quia , quod per vim hos
tium esset a&tum , ratum esse non debuit. Addunt etiam,
quidquid valde utile sit , id fieri honestum , etiam si an
tea non videretur. Haec ferè contra Regulum. Sed pri
ma videamus. ' -

C A P UT XX I X. -

Aguae fit fi le; jurisjurandi cum hofte ; quae cum praedone: quà
conditione ratum fiat jusjurandum : btijus
rei exempla.

N„ fuit Jupiter metuendus , ne iratus noceret ; qui


neque irasci selet , neque nocere. Haec quidem ratio
V ; inon
3Io - LOS OFICIOS

derosa contra el juramento de Régulo, que contra todos


los demas: fuera de que no se debe mirar al temor, si
no á la fuerza de él. Porque el juramento es una afirma
cion religiosa; y la promesa que se hace poniendo á
Dios por testigo, se debe cumplir. Consideremos ya en
ella no la ira de los Dioses, que es ninguna (a), sino la
justicia, y la fidelidad. Bien dixo Enio:
O fé divina! que hasta el Cielo vuelas,
r por tí jura jupiter supremo.
Luego el que quebranta un juramento, ofende á la fé,
á quien nuestros antepasados (como dice Caton) coloca
ron en el capitolio al lado de Jupiter. Pero no podia ha
ber traido mayor daño á Régulo la ira de Dios, que se
hizo él á sí mismo. Dicen bien, si no hai otro mal que
el dolor: pero asientan Filósofos de grande autoridad,
que no solamente no es el dolor el mayor mal, sino
que en él no hai mal alguno. Y así no vituperen á Ré
- gu

non magis contra Regulum, quâm contra omne jusju


randum valet. Sed in jurejurando, non qui metus, sed
quae vis sit, debet intelligi: est enim jusjurandum, af
firmatio religiosa : quod autem affirmate, quasi Deo tes
te, promiseris; id tenendum est : jam enim non ad iram
Deorum , quae nulla est; sed ad justitiam , & ad fidem
pertinet. Nam praeclarè Ennius:
O fides alma, apta pinnis, t9º jujurandum Fovir!
Qui igitur jusjurandum violat, is fidem violat, quam in
Capitolio vicinam Jovis Optimi Maximi (ut in Catonis
oratione est) majores nostri esse voluerunt. At enim ne
iratus quidem Jupiter plus Regulo nocuisset, quam sibi
nocuit ipse Regulus. Certe, si nihil malum esset, nisí
dolere. Id autem non modó summum malum, sed ne ma
lum quidem esse , , maximà auctoritate philosophi affir
mant 5 quorum quidem testem non mediocrem , sed haud
scio
(a). Quando los hombres quebrantan los mandamientos de Dios atribui
mos á Dios ira con nuestra impropia manera de hablar; pero en realidad
Dios castiga sin ira, como Juez Supremo , y infinitamente justo.
DE CICERON. LIB. III. 3II
gulo, que es el mayor testimonio que se puede encon
trar de su doétrina; porque dónde le hallaremos mas
fuerte, que este hombre principal de Roma, que por
cumplir la fé del juramento, se entregó al martirio vo
luntariamente? Porque lo otro, que de dos males hemos
de escoger el menor, quiere decir que demos antes en la
torpeza, que en la calamidad; ¿y dónde hai mayor mal
que la torpeza? la qual, si nos desagrada, y ofende en
la deformidad del cuerpo, ¿quánto mas deberá ofen
dernos en la del alma? -

Y así segun los que tratan la moral con mas rigi


déz, solo es mal la torpeza, y los mas mitigados no
dudan llamarla el mayor mal. Porque el verso de Accio:
Ni la dí, ni la doi á hombre perjuro,
está dicho conforme al caracter de Átreo, de quien ha
blaba. Pero admitiendo, que es nula la fé dada á un in
fiel, nunca faltarán pretextos, y escusas al perjuro. Se
ha de guardar muchas veces con el enemigo el derecho
de la guerra, y la fé prometida. Lo que se ha jurado,
de

scio an gravissimum, Regulum, nolite, quaeso, vitu


Perare quem enim locupletiorem quaerimus , quām prin
cipem populi Romani, qui retinendi officii causà cru
ciatum subierit voluntarium º Nam, quod aiunt, mini
ma de malis, id est, ut turpiter potiüs, quâm calami
tose: an est ullum majus malum turpitudine ? quae si in
deformitate corporis habet aliquid offensionis, quanta
illa depravatio & foeditas turpificati animi debet videriº
Itaque, nervosiüs qui ista disserunt, solunt audent
malum dicere id., quod turpe sit; qui autem remissiüs,
hitamen non dubitant summum malum dicere. Nam illud
quidem,
Neque dedi, neque do fidem infideli cuiquam:
idcirco recte à poeta, quia, quum tractaretur Atreus,
Personae serviendum fuit. Sed si hoc sibi sumunt, nul
lam esse fidem, quae infideli data sit; videant, ne quae
ratur latebra perjurio. Est autem jus etiam bellicum, fi
desque jurisjurandi saepe cum hoste servanda. Quod enim
ita
312 LOS OFICIOS -

de suerte que el entendimiento conciba que debe hacer


se, se ha de cumplir (a): lo que no se ha jurado así, no
hai perjurio en no cumplirlo. Por exemplo: si á unos
piratas se hiciesc promesa de tanto dinero por la vida, y
no se les pagase, no hai perjurio, aunque se prometiese
con juramento (b). Porque estos no son enemigos justos,
sino enemigos comunes de todo el género humano, con
los quales no nos es comun palabra, ni fé alguna. Por
que no es perjurar el jurar en falso, sino que el perju
rio consiste en faltará un juramento hecho de todo co
razon, y segun las fórmulas acostumbradas.
juro mi lengua, no la intencion mia;
dixo sabiamente Eurípides. No debia Régulo descompo
ner, faltando al juramento, las condiciones, y paétos
de la guerra; porque entonces se trataba con un enemi
go

ita jurarum est, ut mens conciperet fieri oportere, id


servandum est : quod aliter; id si non feceris, nullum
est perjurium : ut, si praedonibus pactum pro capite pre
tium non attuleris, nulla fraus est, ne si juratus quidem
id non feceris: nam pirata non est perduellium numero
definitus, sed communis hostis omnium : cum hoc nec
fides debet, nec jusjurandum esse commune. Non enim
falsum jurare, perjurare est; sed, quod ex animi tui
sententia juraris, sicut verbis concipitur more nostro, id
non facere, perjurium est. Scitè enim Euripides:
juravi linguá, mentem injuratam gero.
Regulus verò non debuit conditiones pactionesque bel
licas, & hostiles perturbare perjurio : cum justo enim

(a) El que obligado del miedo pacta en la guerra algo con el enemigo,
y lo afirma con juramento, concibe en su interior, que conviene ha
cerlo, y así debe guardar el pacto.
Pero quando se hace esta promesa á unos ladrones para libertar la vi
da º no se debe cumplir, porque el entendimiento no concibe que se
deba hacer, ni los ladrones tienen derecho alguno.
Qtros juzgan que tambien esta promesa obliga.
(5). Esto conforme á las reglas de la sociedad humana; pero confor
me á las de nuestra religion, se ha de entender, que al ladron se le pue
de engañar; Pero no á Dios, á quien se puso por testigo de lo que se
prometió.
DE CICERON• LIBe III, 3I3

go justo, y legítimo, declarada tal por el derecho fe


cial, y por otras muchas leyes; sin el qual fundamento
nunca el Senado hubiera entregado hombres mui princi
pales á los enemigos (a).
CA PIT UL O XXX.

Generosidad de algunos Romanos que piden ser entregados al


enemigo: quál es lo mas admirable en Régulo.
ito Veturio, y Esp. Postumio, siendo segunda vez
Cónsules, por haber hecho paz con los Samnitas, sin
aeuerdo del Senado, y del pueblo, despues de la des
graciada batalla de Caudio, y de haber consentido que
pasasen las legiones Romanas por baxo del jugo, fueron
entregados á los enemigos. Y en este tiempo corrieron la
misma fortuna Tib. Numicio, y Qs Melio para anular
este tratado, de que fueron autores, siendo Tribunos de
la

& legitimo hoste res gerebatur ; adversus quem & to


tum jus fetíale , & multa sunt jura communia: quod ni
ita esset, numquam claros viros senatus victos hostibus
dedidisset.
CAP UT XXX.

¿?uidam Romani generosè suadentes ut hostibus dedantur: quid


sit in Regulo maximum.
As verò T. Veturius & Spurius Posthumius, quum.
itºrum consules essent, quia, quum male pugnatum apud
Caudium esset, legionibus nostris sub jugum missis, pa
cem cum Samnitibus fecerant, dediti sunt his; injussu
enim populi senatúsque fecerant. Eodemque tempore Tib.
Numicius, Q. Maelius, qui tum tribuni plebis erant,
quòd
a) Así fueron entregados á los Samnitas, desnudos , y atados , los
Cónsules, Legados, Qüestores, y los Tribunos de la plebe; porque ha
bian hecho con ellos una paz deshonrosa, quando las horcas de Caudio,
sin orden del P. Romano. Véase a T. Liv. 1, 9. c.io.
3 I4 LOS OFICIOS

la Plebe; y Aconsej6, y esforzó esta resolucion el mis


mo Postumio, que debia ser entregado. Lo mismo exe
cut6 muchos afios despues C. Mancino; el qual, para ser
entregado á los Numantinos, con quienes habia hecho
alianza sin autoridad del Senado, persuadió aquella lei,
que L. Furio, y Sex. Atilio presentaron al pueblo ; la
qual aceptada se le entreg6 al enemigo. Se portó con
mas honradéz que Q. Pompeyo , que hallándose en la
misma causa, no se aceptô là lei por sus sáplicas. En
este caso prevaleció la utilidad aparente ; pero para cori
los otros pudo mas la honestidad , que la apariencia fàl
sa de utilidad. -

Mas no debi6 ratificarse lo que se prometi6 por fuer


za : como si à un hombre fuerte se le pudiera violentar.
3 Pues á qué fué este hombre al Senado , si habia de di
suadir su pretension? La mayo; hazafia , lo mas lauda
ble que hizo , reprehendeis. El aceptó esta comision,
no para sentenciar conforme â sus ideas, sino para que
cl Senado la decidiese; que si no hubiera sido él el autor,
c1er

quòd eorum auétoritate pax erat faéta , redditi sunt , ut


Pax Samnitium repudiaretur. Adque hujus deditionis ipse
Postumius , qui dedebatur , suasór & auétor fuit : quod
idem multis annis pòst C. Mancinus ; qui , ut Numanti
nis , quibuscum sine senátus au£toritate foedus fecerat,
dederetur , rogationem suasit eam , quam L. Furius , &
Sextus Attilius ex senatusconsulto ferebant : quâ accep
ta , est hostibus deditus. Honestiùs hic, quàm Q. Pom
peius, quo , quum in eadem causa esset , deprecante , ac
cepta lex non est. Hic ea, quae videbatur utilitas , plus
valuit , quàm honestas : apud superiores, utilitatis spe
cies falsa, ab honestatis au&toritate superata est.
At non debuit ratum esse , quod erat aëtum per vim.
Quasi verò forti viro vis possit `adhiberi. Cur igitur ad
senatum proficiscebatur , qüum praesertim de captivis dis
suasurus esset ? Quod maximum in eo est , id reprehen
ditis : non enim suo judicio stetit, sed suscepit causam,
ut cssct judicium senatûs ; cui nisi ipse auétor fuisset,
cap
.
YDE CICERON. LIB. III. 315

ciertamente se hubieran restituido los prisioneros , y é1


se hubiera quedado libre en su patria. Pero porque juz
gó que no era esto util á la patria , tuvo por honesto su
frir , y padecer el castigo. Porque lo otro, de que una
cosa siendo mui util, viene â ser honesta , digo que an
tes lo es el que no se haga. Porque no hai cosa util , si
no es honesta ; ni puede serlo por ser util , sino por ser
honesta viene â ser util.

C A P I T U L O XXXI.

No hai vínculo massagrado que et del juramento , cuja in


fracciom castigabam severamente los Romanos.
si entre muchos maravillosos exemplos de virtud,
con dificultad hallará nadie otro mas excelente , y digno
de alabanza. Mas de toda la alabanza que merece la ac
cion de Régulo , lo que causa mayor admiracion es el
haber aconsejado que no se restituyesen los prisioneros.
Por

captivi profe&ò Poenis redditi essent : ita incolumis in


patria Regulus restitisset : quod quia patriae non utile
putavit, idcirco sibi honestum & sentire illa , & pati
credidit. Nam quod aiunt , quod valdè utile sit , id fie
ri honestum ; immo verò esse , non fieri : est enim nihil
utile , ,quod
nestum idemhonestum
sed quia non honestum
, utile.sit ; nec quia utile » ho
• . •

C A P U T XXX I.

Nullum jurejurando ar&ius vinculwm ; hujus acerrimor vin•


- dicer fuitre Romanos.

Quisquis exdixerit
multis mirabilibus exemplis , haud facilè
hoc exemplo aut laudabilius , aut praes
tantius. Sed ex tota hac laude Reguli , unum illud est
admiratione dignum, quod captivos retinendos censuerit:
nan]
316 LOS OFICIOS

Porque el haber vuelto, al presente es cierto que admi


ra, pero en aquellos tiempos no pudo hacer otra cosa;
y así esta alabanza no tanto es suya propia, como de
aquellos tiempos. Porque quisieron nuestros antepasados,
que para obligar la fé de los hombres no hubiese víncu
lo mas estrecho que el juramento. De lo qual son prue
ba las leyes de las doce tablas, las sagradas, los pactos
hechos con los enemigos, las ignominias, y castigos de
los Censores, que en ningun juicio procedian con mas
severidad que en estos de juramentos.
Un Tribuno de la plebe llamado M. Pomponio,
acusó áL. Manlio, hijo de Aulo; porque habia alarga
do unos dias la duracion prescrita á su empleo de Dicta
dor; y ademas le acumulaba, que habia desterrado del
comercio de los hombres, y mandado vivir en el cam
po, á su hijo Tito, que despues se llamó Torquato. Sa
bida de este mozo la acusacion que se tramaba contra
su padre, dicen que fue á Roma con mucha prontitud,
y entró con la primera luz del dia en casa de Pompo
Il 103

nam quòd rediit, nobis nunc mirabile videtur; illis qui


dem temporibus aliter facere non potuit: itaque ista laus
non est hominis, sed temporum : nullum enim vinculum
ad adstringendam fidem jurejurando majores arctius esse
voluerunt : id indicant leges in duodecim tabulís, in
dicant sacratae, indicant foedera, quibus etiam cum hos
te devincitur fides : indicant notiones animadversionesque
censorum ; qui nulla de re diligentius, quâm de jureju
rando, judicabant.
L. Manlio, A. filio, quum diótator fuisset, M. Pom
ponius, tribunus plebis, diem dixit, quòd is paucos si
bi dies ad dictaturam gerendam addidisset: criminaba
tur etiam, quòd Titum filium , qui postea est Torqua
tus appellatus, ab hominibus relegasset, & ruri habi
tare jussisset : quod quum audivisset adolescens filius, ne
gotium exhiberi patri; accurrisse Romam , & cum pri
ma luce Pomponii domum venisse dicitur; cui quum es
Sct
DE CICERON• LIB, IIIe 312
nio; el qual luego que tuvo este aviso, pensando que
movido de algun espíritu de venganza, le daría noticia
de otros nuevos delitos de su padre, se levantó de la ca
ma, y haciendo retirar á todos los que le acompañaban,
dió orden de que entrase el mancebo. Entró, y ponien
do mano á la espada, juró quitarle la vida, si al ins
tante no le prestaba juramento de desistir de la acusacion
contra su padre. Pomponio atemorizado lo juró: hizo
su relacion al pueblo: dixo el motivo porque se veía
precisado á desistir de la demanda; y quedó libre Man
lio de la acusacion. Tanta era en aquellos tiempos la
fuerza de un juramento. Este es aquel T. Manlio , que
habiendo muerto junto al Treveron á un Frances, que le
habia desafiado, y por haberle despojado del collar, le
dieron el renombre de Torquato; en cuyo tercer Con
sulado fueron desbaratados, y puestos en fuga los La
tinos junto al Veseris: grande hombre entre los prime
ros, tan tierno , y piadoso para con su padre, como se
vero, y cruel con un hijo suyo (a).
CA

set nuntiatum ; quòd illum iratum allaturum ad se ali


quid contra patrem arbitraretur, surrexit & lectulo, re
motisque arbitris, ad se adolescentem jussit venire. At
ille, ut ingressus est, confestim gladium destrinxit, ju
ravítque, se illum statim interfecturum, nisi jusjurandum
sibi dedidisset, se patrem missum esse facturum : jura
vit, hoc coactus terrore , Pomponius rem ad populum
detulit : docuit, cur sibi causà desistere necesse esset:
Manlium missum fecit : tantum temporibus illis jusju
randum valebat. Atque hic T. Manlius is est, qui ad
Anienem Galli , quem ab eo provocatus occiderat, tor
que detraóto, cognomem invenit: cujus tertio consula
tu Latini ad Veserim fusi , & fugati : magnus vir in
primis , & qui perindulgens in patrem , idem acerbè se
verus in filium.
CA
(a) Dícese cruel contra su hijo, porque le mandó matar en la guerra
Latina, por haber peleado contra su orden extraordinariamente con uno
que le desafió , y á quien dió muerte.
318 LOS OFICIOS

C A P ITU L O XXXII.

Pema del fraude , j de la cobardia.


M. asi como se debe alabar â Régulo por la fideli
dad con que guard6 el juramento, se ha de vituperar á
aquellos diez, que despues de la batalla de Canas, envió
Anibal al Senado juramentados que volverian otra vez á
los mismos Reales , de que acababan de apoderarse los
Cartagineses , si no salian en Roma con la pretension de
que redimiesen los prisioneros , si es que no volvieron;
acerca de los quales no están conformes los escritores.
Porque segun Polibio, autor de toda verdad, de los diez
que Anibal envió de los mas ilustres , volvieron nueve,
no habiendo conseguido su pretension en Roma : y uno
de ellos, que poco despues de haber salido de los Rca
les volvió como que se le habia olvidado alguna cosa,
dice que se qued6 en la ciudad. Porque interpretaba él,
que con aquella vuelta se habia libertado del juramento.
Mal hecho ; porque el fraude no desata , antes agrava
ΠnaS

C A P U T XXXII.

Poena fraudis & ignaviae.


S. , ut laudaudus Regulus in conservando jurejuran
do , sic decem illi , quos post Cannensem pugnam ju
ratos ad senatum missit Annibal , se in castra redituros
ea, quorum potiti erant Poeni , nisi de redimendis cap
tivis impetravissent , si non redierunt , vituperandi. De
quibus non omnes uno modo : nam Polybius , bonus auc
tor in primis, scribit, ex decem nobilissimis, qui tum
erant missi , novem revertisse , a senatu re non impe
tratâ 5 unum ex decem , qui paulò pòst , quàm egressus
erat è castris, redisset , quasi aliquid esset oblitus, Ro
mae remansisse. Reditu enim in castra , liberatum se esse
jurejurando interpretabatur : non reétè : fraus enim ads
VII1£•
10E CICERON, LIB. III. 3I9

mas el perjurio. Y asf fue mala, y necia su astucia , imi


tando mal la prudencia. Por lo que decretô el Senado,
que fuese entregado â Anibal aquel cauteloso, y em
bustero.
Pero mas es esto. Tenia Anibal en su poder ocho
mil prisioneros, no que los hizo él en el campo de ba
talla, ó que los hubiese cogido huyendo por temor de la
muerte , sino que los habian dexado en los Reales los
Cónsules Paulo, y Varron : y el Senado no los quiso re
dimir , pudiendo hacerlo con poco dinero , para que
quedase bien impresa en nuestros soldados la máxima de
morir , 6 vencer. Oido lo qual, dice el mismo Polibio,
que desmayó el valor de Anibal, viendo al Senado , y
pueblo Romano con tan grande espíritu en su mayor fà
talidad. De esta manera ceden las utilidades aparentes
en comparacion de la honestidad. Acilio , que escribió
su historia en griego , dice que fueron mas los que con
el mismo fraude volvieron á los Reales , creyendo que
así quedaban libres del jaramento , y que fueron nota
dos de infamia por los Censores. Mas concluyamos ya
eS

tringit , non dissolvit perjurium. Fuit igitur stulta cal


liditas , perversè imitata prudentiam. Itaque decrevit se
natus , ut ille veterator & callidus , vin&tus ad Anni
balem duceretur.
Sed illud maximum: o&to hominum millia tenebat An
nibal , non quos in acie cepisset , aut qui periculo mor
tis diffugissent , sed qui reli&ti in castris fuissent à Pau
lo & Varrone consulibus : eos senatus non censuit redi
mendos , quum id parvâ pecuniâ fieri posset ; ut esset
insitum militibus nostris aut vincere , aut emori. Quâ
quidem re auditâ fra&tum animum Annibalis scripsit idem,
quòd senatus popul::sque Romanus rebus affliétis tam ex
celso animo fuisset. Sic honestatis comparatione , ea , quae
videntur utilia , vincuntur. Acilius autem , qui Graecè
scripsit historiam , plures ait fuisse , qui in castra rever
tissent , eadem fraude , ut jurejurardo liberarentur , eos
que à censoribus , omnibus ignominiis notatos. Sit jam
hu•
32o LO$ OFICIOS

este punto; por ser cosa clara , que las acciones de co


bardia , y baxeza (como hubiera sido la de Régulo , si
hubiera sentenciado lo que á él era provechoso, y no á
la Repáblica , ó si se hubiera quedado en Roma) no
son útiles , porque son malas, feas, y vergonzosas.
| C A P I T U L O XXXIII.

No puede ser utillo que se opone £la templamza: la doärina


de Epicuro se opone â todas las virtudes.
TRA, la quarta parte, que consiste en la decencia, en
la moderacion , en la modestia , en la continencia , y
templanza. Podrâ hallarse alguna cosa util que se opofi
ga á este coro de tales virtudes? Los discípulos de Aris
iipo , que se Ilamaban Cireniacos , y Anicerios (a),
cölocaron en los deleites el sumo bien ; y atribuyeron
SUS

hujus loci. finis. Perspicuum est enim , quae timido ani


mó, humili , demisso , fra&ioque fiant ( quale fuisset Re
guli faétum , si aut de captivis , quod ipsi opus esse vi
áeretur , non quod reipublicae , censuisset, aut domi re
manere voluisset ) non esse utilia , quia sint flagitiosa, foe
da, turpia.
C A P U T XXXIII.

ANihil utile erre quod temperantiae repugnet. Omnis virtuti, ini


micam effe Epicuri doéìrinam.

Rae; quarta pars , quae decore, moderatione , mo


Jestiâ, continentià , temperantiâ continetur. Potest igitur
quidquam esse utile , quod sit huic talium virtutum`cho
ro c6ntrarium ? Atqui ab Aristippo Cyrenaici , atque An
nicerii philosophi nominati , omne bonum in voluptate
- pos
(a) Aristipo nació en Cirenas de Africa: fue su discipulo ani&erio:
aqüe1 instituy3 una se&ta , y éste la extendió con poca mutacion. Pero ya
se habian perdido en tiempo de Ciceron las sectas de Hos Cirenaicos , y
Anicerios : los que.entonccs flqreciam eram Ios Epicureos ; los quales jwz.
gaban, que era util Para vivir bien el buscar !os delaitcs.
IDE cicERoN. LIB. III, 32r
sus respetos â la virtud , en quanto fuese causa eficiente
de ellos : pero decaidos estos , florece aora Epicuro,
que es como el promovedor, y autor de esta sentencia.
Con estos, pues, hemos de mantener nuestro campo
de batalla , si estamos determinados á guardar , y de
fender la honestidad.
Porque si no solo la utilidad , sino toda la felicidad
de la vida consiste, como dice Metrodoro, en gozar de
un temperamento robusto , y en la satisfaccion que po
demos tener en nuestras fuerzas; ciertamente esta utili
dad, y segun ellos juzgan la ' mayor de todas , se opon
drâ ciertamente à la virtud. Porque en primer lugnr,
3qué destino se dará á la prudencia ? 3 Acaso que 5us
que los placeres por todas partes? jQué miserable servi
«dumbre de esta virtud , servir al deleite ! 3 Y en qué se
emplearä? 3 Acaso en la escrupulosa eleccion de ellos? Su
pongamos que es esto lo mas agradable ? qué sc puede
imaginar mas torpe? Ya pues , qué lugar podrâ sefialar
§ la fortaleza, quc consiste ea el desprecio de los dolo
res, y trabajos , el que constituye el sumo mal en el
do

possuerunt ; virtutemque censuerunt ob eam rem esse lau


dandam , quòd efficiens esset voluptatis : quibus obsole
tis Horet Epicurus , ejusdem ferè adjutor auêtorque sen
tentiae. Cum his viris equisque , ut dicitur , si honesta
tem tueri ac retinere sententia est , decertandum est.
Nam si non modò utilitas , sed vita omnis beata, cor
poris firmà constitutione , cjusque constitutionis spe ex
ploratâ, ut à Metrodoro scriptum est, continetur ; certè
haec utilitas , & quidem summa ( sic enim censent) cum
lionestate pugnabit. Nam ubi primùm prudentiae locus
qabitur ? an , ut conquirat undique suavitates ? quàm
miser virtutis famulatus, servientis voluptati ! Quod au
tem munus prudentiae ? an legere intelligenter volup
tates? fac nihil isto esse jucundius ; quid cogitari po
test turpius ? Jam qui dolorem summum malum dicat ,
apud eum quem habet locum fortitudo , quae est dolo
rum laborumque contemptio ; quamvis enim multis in Jo
TOM. I. - • X cis
3 22 LOS OFICIOS

dolor ? Porque aunque hable Epicuro con bastante es


píritu del dolor, como aquí habla, no se ha de con
siderar lo que dice, sino lo que es correspondiente que
diga un hombre, que ha hecho término de los bie
nes al deleite, y de los males al dolor. Lo mismo que
de la templanza: en muchos lugares habla de ella; pe
ro se queda atollado , como dicen. Porque ¿cómo
puede decir bien de la moderacion, el que pone su fe
licidad en los deleites, siendo como es la templanza
enemiga de las liviandades, y siendo estas el cebo, y
atraótivo de los deleites?
Mas al fin , en orden á estas tres virtudes , no dexan
de discurrir con alguna agudeza. Porque introducen una
prudencia que les subministre los deleites, y les aparte el
dolor. Tambien dan su salida á la fortaleza, quando en
señan el desprecio de la muerte, y sufrimiento del do
lor: hai tambien su templanza, con bastantes dificultades,
pero á su modo; porque dicen, que la intension del
deleite consiste en la falta de dolor. Para la que no ha
- llan

cis dicat Epicurus (sicut hic dicit ) satis fortíter de do


lore; tamen non id spectandum est, quid dicat, sed quid
consentaneum sit ei dicere, qui bona, voluptate termi
naverit, mala, dolore: ut, si illum audiam de continen
tía & temperantia; dicit ille quidem multa multis lo
cis; sed aqua haeret, ut aiunt. Nam qui potest tempe
rantían laudare is, qui ponat Summum bonum in volup
tate º est enim temperantía libidinum inímica ; libidines
autem, consectatrices voluptatis. -

Atque ín his tamen tribus generibus, quoquo modo


possunt, non incallide tergiversar tur. Prudentiam intro
ducunt, scientiam suppeditantem voluptates, depellentem
dolores : fortitudínem quoque aliquo modo expediunt,
quum tradunt rationem negligendae mortis, perpetiendi
que doloris; etiam temperantiam inducunt, non facilli
me illi quidem , sed tamen quoquo modo possunt ; di
dicent enim voluptatis magnitudinem doloris detraétíone
finiri. Justitía vacillat, vel jacet potius, omnesque V1eae
f
DE CICERON, LIB, IIIe 323
llan salida es para la justicia, pues queda por tierra, y
con ella todas las virtudes relativas á la comunicacion,
y sociedad del género humano. Porque ni bondad, ni
liberalidad, ni cortesanía puede haber, como ni tam
poco amistad, sino se han de desear por sí mismas, si
no que han de ordenarse á los deleites, ó á la utilidad.
cA P I TU L o XX XIV.

Epílogo.
Rarame. todo esto á un breve resumen. Así pues
como hemos enseñado, que no es utilidad la que re
pugna á la honestidad; así decimos aora que todos los de
leites son opuestos á la virtud. Por lo que tanto mayor
desprecio juzgo que merecen Califon, y Dinomaco, que
pensaban en quitar toda controversia, uniendo la hones
tidad con el deleite, como la bestia con el hombre. No
admite tal union la honestidad , la arroja, la despide
de sí. Ni puede componerse, y mezclarse de muchas
- CO

virtutes, quae ín communitate cernuntur, & societate ge


neris humani: neque enim bonitas, nec liberalitas, nec
comitas esse potest , non plus quam amicitia, si haec
non per se expetantur , sed ad voluptatem , utilitatemve
referantur.
CA PU T XXXIV.
Epilogus.

Cuan igitur in pauca: nam ut utilitatem nullam


esse docuimus , quae honestati esset contraria ; sic om
nem voluptatem dicimus honestati esse contrariam. Quo
magis reprehendendos Calliphonem , & Dinomachum ju
dico, qui se dirempturos controversiam putaverunt, si
cum honestate volupta tem , tamquam cum homine pecu
dem, copulavissent. Non recipit istam conjunctionem ho
nestas, aspernatur, repellit. Nec vero finis bonorum , &
X 2 In 2
324 Los oficios
cosas diferentes el término de los bienes, y males, que,
debe ser uno, y simple. Mas de este punto, que es de
muchísima consideracion, ya hablo en otra parte con
mas extension: volvamos aora á nuestro propósito. Que
da dicho anteriormente como se ha de hacer juicio de
las cosas, quando lo que parece util repugna á la virtud:
pero si del deleite se dixere tambien , que tiene apa
riencias de util, no puede tener union alguna con la
honestidad. Porque concediendo algo al deleite , que
podrá ser de sainete ó condimento, de utilidad cier
tamente nada puede tener.
Aqui tienes, hijo mio, el presente que te hace tu pa
dre, grande á mi parecer; pero será tal, como tú le
recibas. No obstante, admite estos tres libros como
huespedes entre los comentarios de Cratipo. Si yo hu
biera pasado á Atenas , como lo hubiera hecho, si la voz
de la República no me hubiera llamado claramente des
de la mitad del camino, me tendrías á mí tambien por
maestro. Pero escucha la voz de un padre que te ha
bla en estos libros, y emplea en ellos todo el tiempo
que

malorum , qui simplex esse debet, ex dissimilibus rebus


misceri, & temperari potest. Sed de hoc, magna enim
res est, alio loco pluribus: nunc ad propositum. Quem
admodum igitur, si quando ea, quae videretur utilitas,
honestati repugnat, dijudicanda res sit, satis est supra
disputatum : sin autem speciem utilitatis etiam voluptas
habere dicetur , nulla potest esse ei cum honestate con
junctio. Nam , ut tribuamus aliquid voluptati , condi
menti fortasse non nihil , utilitatis certe nihil habebit.
Habes à patre munus , Marce fili, mea quidem sen
tentia magnum : sed perinde erit, ut acceperis. Quamquam
tibi, hi tres libri inter Cratippi commentarios, tamquam
hospites erunt recipiendi. Sed, ut si ipse venissem Athe
nas, quod quidera esset factum , nisi me è medio cursu
clara voce patria revocasset, aliquando me quoque au
dires ; sic, quoniam is voluminibus ad te profecta vox
mea est , tribues his temporis, quantum poteris; poteris
2 Ul
DE CICERON, LIBe IIIs 325

que pudieres; que podrás quanto quieras. Y si cono


ciere que te deleita el estudio de esta ciencia, te ha
blaré en ella continuamente en persona, como espero,
antes de mucho tiempo, y tambien en ausencia, mien
tras estuvieres ausente. A Dios hijo mio, cree que es mu
cho el amor que te tengo, y que será mayor, site
llevan mucha atencion estos avisos, y reglas de la sa
biduría.
Fin del libra tercero,

autem quantum voles. Cum verò intellexero, te hoc scien


tiae genere gaudere; tunc & praesens tecum propediem,
ut spero , & dum aberis absens loquar. Vale igitur, mi
Cicero, tibique persuade, esse te quidem mihi carissi
mum ; sed multo fore cariorem, si talibus monumentis,
Praeceptisque laetàbere.
Explicit liber tertiur.

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