La autoestima es la valoración, generalmente positiva de uno mismo. Su característica
esencial es la consciencia que tenemos de nosotros mismos, de nuestras capacidades y potencialidades, así como de limitaciones, las cuales tiende a aceptar sin negarlas, salvo para buscar salidas más favorables; nos hace vivir de manera coherente y nos impulsa a realizar esfuerzo necesario para que nuestras palabras y actos tengan un mismo sentido, aunque el autoestimado guste de hablar, sus actos hablarán por él tanto, no quiere traicionarse y se esmera en combatir y vencer sus contradicciones internas El tener una buena autoestima es aceptarse a uno mismo como es, desde las cosas más insignificantes como color de piel, la forma de su pelo, si es flaco o gordo, sin que te importe lo que digan de ti, trabaja en el cuidado de su cuerpo y vigila sus hábitos para evitar que aquellos que le perjudican puedan perpetuarse, filtra sus pensamientos enfatizando los positivos, procura estar emocionalmente arriba, en la alegría y el entusiasmo, y cuando las situaciones le llevan a sentirse rabioso o triste expresa esos estados de la mejor manera posible sin esconderlos neuróticamente. Una autoestima buena trae muchos beneficios como tener confianza en sí mismo ser el tipo de persona que quiere ser, aceptar retos personales y profesionales, entender el fracaso como parte de su proceso de crecimiento; cuando existe valoración personal, también se valora a los demás, lo que favorece relaciones sanas y plenas medidas por las honestidades, la ausencia de conflicto y la aceptación de las diferencias individuales; por ser la paz interna la máxima conquista de la autoestima, quienes están por ese camino hacen lo posible por armonizar y aminorar cualquier indicador de conflicto esta armonía interior ahuyenta la ansiedad y hace tolerable la soledad, vista a partir de un estado armónico de vida como un espació de crecimiento interior, encuentro con uno mismo. La autoestima tiene dos componentes relacionados entre sí, la eficacia personal, que es la sensación de confianza frente a los desafíos de la vida, y el respeto a uno mismo, que es la sensación de considerarse merecedor de la felicidad, el que vive desde una autoestima fortalecida asume responsabilidad por su vida, sus actos y las consecuencias que éstos pueden generar, no busca culpables sino soluciones; los problemas los convierte en un "cómo", y en vez de compadecerse por no lograr lo que quiere, el autoestimado se planteará las posibles formas de obtenerlos. En conclusión, la autoestima tiene una grande importancia en nuestras vidas, depende el desarrollarnos de una manera eficiente en nuestras actividades cotidianas, porque a través de ella nos sentimos valiosos y aptos para enfrentarnos los retos de la vida que nos presentan por lo tanto es necesario empezar a levantar nuestra autoestima para mejorar notablemente en todos los aspectos de nuestras vidas