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Contexto Económico de Colombia

David José Cárdenas Osorio

El sistema económico colombiano decepciona. No es solo por su contexto actual, sino


precisamente por como se desenvuelve con su pasado lo que causa más indignación para
quien busque un poco sobre el tema. En este escrito se recorrerán algunas experiencias y
acercamientos con el tema y se hará visible, a grandes rasgos, la gran problemática que se
puede deslumbrar analizando un poco a fondo el tema. La información que se ha recogido
para este texto es fruto de las charlas que se han concretado con mi hermano quién es
estudiante de ciencia política de la Universidad Nacional de Colombia.

La economía colombiana vive y siempre se ha vivido en un constante pseudo-capitalismo


que no es más sino un sistema de mercado dónde la competencia no se da entre personas
iguales, por el contrario, todos los bienes y servicios son proveídos por grandes gamonales.
Todo este fenómeno se ha dado gracias al modelo hacendatario que predomina en la historia
de Colombia. Bien dijo Jaime Garzón entre otras palabras que Colombia era como una gran
finca una hacienda en la que 45 millones de colombianos estamos conviviendo y no es
extraño porque desde siempre nos acostumbrarnos a ver el fenómeno del patrón hacendatario
y el peón jornalero alrededor de nuestra historia.

Ahora bien, ¿por qué se dio este fenómeno de terrateniente-trabajador? Todo tiene que ver
con nuestra historia. Desde siempre Colombia, o como se le conocía en la época de la colonia
Virreinato de Nueva Granada, fue tierra de explotación aurífera de la cuál únicamente se
esperaba un único producto, una mono explotación y una atención excesiva a el único
producto que importaba a la corona desde que se pisó por vez primera nuestro continente. Y
es que el oro era demasiado valioso para todo gobierno de la época y tener un territorio al
que le sobraba solo creó en ellos unas ganas imperantes de saqueo y desde ese día y para
siempre se condenó un territorio, un país a vivir del suelo, no del trabajo de él, no de la
producción de bienes, mucho menos de servicios, sino de la gran explotación minera y para
ello crearon decenas de métodos y trajeron cientos de expertos e inmigrantes llevados por la
fiebre del oro.
La riqueza de este suelo solo nos trajo desgracia, no únicamente porque todo el mundo
quiere poseerla, también porque del suelo tropical que nos rodea es muy fácil vivir sin mayor
esfuerzo. Es por esto que en la colonia la organización económica se centraba en la extracción
de metales y secundariamente en producir lo necesario para solventar las necesidades de las
minas; tema por el cuál se crearon las haciendas que mantendrían la gran empresa estatal
española en América. Todo desde aquel momento y hasta ahora se trató de cómo sacar oro y
cómo mantener funcionales las minas, nada más solo eso era necesario, nada de política, de
desarrollo, de acueductos, de autonomía, gracias a eso nuestro país tiene un historial tan
pobre.

Lo más trise es que nada ha cambiado. Colombia sigue siendo lo que fue, con pequeñas
diferencias, pero siempre será la explotación minera el gran sector que da de comer al pueblo
y algunos más. El extractivismo es tan generalizado que en los años recientes es el sector que
más crece en cuanto se habla de exportaciones como lo expresan datos del DANE que se
anexan al final del escrito. Se puede recalcar también que en la economía colombiana se
rescatan grandes sectores como los son el financiero y la construcción que por un lado se
podría decir que “salvan” a la economía de ser únicamente explotadora y eso que estos
sectores también están controlados por grandes fortunas, además de que pro mucho margen
de ganancias que tengan y lo grande que sean con respecto a los países vecinos, todos estos
sectores no generan mucho empleo o pues no el suficiente como para toda la población. Todo
esto genera un país mendigo y desigual donde pocos ganan mucho y todos deben sobrevivir
del día a día.

En conclusión, la economía colombiana se hace zancadilla a sí misma. No


intencionalmente, sino por el desconocimiento de su identidad e historia. El poco valor
agregado que genera el país no es apoyado por el Estado y la cultura y costumbre popular no
ha evolucionado. ¿Será que algún día fruto de la educación salgamos de aquí? ¿Tenemos
siempre que vivir de migajas o algún día buscaremos algo mejor para nosotros, nuestros
vecinos y nuestros hijos?
Fuente:
https://www.dane.gov.co/files/ses/ses_2019/Indicadores_Coyunturales_15_02_19.pdf

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