Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
técnicas moleculares
Los daños causados por la radiación ionizante como las roturas de doble cadena de ADN
activan grandes cantidades de proteínas e inducen genes asociados con el ciclo celular y
control del crecimiento. (Schmidt-Ullrich, Dent, Grant, & Valerie, 2000)
Mantener la estabilidad del genoma es de gran importancia para todos los organismos
porque el daño del ADN puede tener implicaciones biológicas graves, como trastornos
genéticos y cáncer. En los últimos años el uso de las pruebas de imagen para diagnóstico
médico, así como la exposición terapéutica ha aumentado de manera significativa,
convirtiéndose en una preocupación los efectos biológicos de la exposición a la radiación
de dosis bajas en pacientes, médicos y personal técnico. (McKinnon & Caldecott, 2007)
Con la finalidad de determinar el daño en el ADN (roturas de doble cadena), en muestras
de sangre humana irradiada a dosis bajas de radiación ionizante (<100 mGy) se plantea
una metodología de irradiación de sangre, siendo las dosis: 0,12.5,25 y 50 mGy
empleando radiación gamma del Cesio-137 de 662 keV a una tasa de dosis de 38.46
mGy/h y análisis de ADN a diferentes intervalos de tiempo, manteniendo condiciones de
temperatura (37ºC) y volumen de muestra 3mL de sangre, así como la evaluación de la
variación de un biomarcador molecular p53, que es una proteína involucrada en eventos
como la autofagia, reparación del daño del ADN, supervivencia celular y senescencia
celular. (Montes & Agapito, 2016)
Los resultados obtenidos en la evaluación de sangre, cuantificados por
espectrofotometría, mostraron un incremento en la concentración de ADN a las cuatro
horas de incubación. Así mismo, se encontró valores máximos para todas las dosis de
irradiación en ambas muestras analizadas.
Los resultados obtenidos pueden tener una relación con los procesos de reparación celular
en función del tiempo de incubación a 37ºC, es decir, que la cinética del ciclo celular
incrementó la concentración del ADN ocasionando que la proliferación celular aumente
a las 4 horas de incubación. (Santacruz- Gómez, Manzano, & Meléndez, 2012).
Además, se pudo observar que la calidad del ADN mediante electroforesis en geles de
agarosa mostró un patrón de corrida constante en todas las dosis y tiempos de evaluación.
Gammagrafía
Se utiliza para estudiar la integridad y calidad de soldaduras, y del material de
tuberías, tanques, piezas metálicas, etc. Su uso es intensivo durante la
construcción de grandes piezas metálicas, en el mantenimiento de plantas
industriales, en el tendido de oleoductos, y durante el mantenimiento de estas
instalaciones, ya que pueden detectar los defectos mínimos. La gammagrafía
utiliza una fuente de partículas gamma, que emite ciertos radionúclidos en su
desintegración, las fuentes más usadas son Co-60 y el Ir-192. (Ávila, Calvino, &
López, 2018)
Las ventajas de gammagrafía respecto a los rayos x son: bajos costos de
mantenimiento, permite analizar mayores espesores, portabilidad en lugares
difíciles. Y las desventajas son: mayor riesgo de contaminación, menor calidad de
imagen por contraste, no se puede modificar la energía de los fotones una vez
seleccionada la fuente. (Ávila, Calvino, & López, 2018)
Medidas de espesores
Esta técnica se usa para las medidas de espesores muy pequeños, como papel,
tejidos, emulsiones fotográficas, etc. Los radioisótopos más utilizados son Pm-
147, Tl-204, Sr-90, Ru-106.
Medidas de niveles
Cuando se desea producir una descarga en un tubo de gas, como pueden ser los
tubos de iluminación o las válvulas electrónicas, se emplean radionúclidos, con
bajas actividades, para ionizar de forma parcial o permanente el gas de llenado,
con el fin de disminuir la inercia del cebador. De esta forma se disminuye la
energía necesaria para el encendido y la respuesta es más rápida. Los isótopos más
usados son Hidrógeno-3(tritio), kripton-85 (Ávila, Calvino, & López, 2018)
APLICACIONES DE RADIOISÓTOPOS COMO TRAZADORES.
La utilización de los isótopos radiactivos se basa en mezclarlos con una determinada
sustancia y estudiar su comportamiento, detectando las radiaciones que emiten.
TRAZADORES ESTABLES
Son trazadores conocidos como isotópicos, constituidos por isotópos estables de
elementos, como 16O/18O y 1H/2H. Estos trazadores son muy utilizados en estudios de
ciencia de la tierra, hidrología, en el estudio de mecanismos de reacción. Sin embargo,
la dificultad radica en su detección y medida. (Ávila, Calvino, & López, 2018)
TRAZADOR RADIACTIVO
Son sustancias radiactivas que se utilizan en formato no encapsulado y que en forma de
disolución se introducen en el medio a estudiar. Estos trazadores se caracterizan porque
son muy fácilmente detectables y con una elevada sensibilidad y precisión. Esto permite
medirlos muy fácilmente aun utilizando pequeñas cantidades. (Ávila, Calvino, & López,
2018)
Ventajas de trazadores radiactivos:
Su elevada sensibilidad de detección.
Se pueden realizar medidas in situ, de forma sencilla y fácil.
Desaparecen del medio transcurridos varios periodos de desintegración.
Principales inconvenientes:
El método de detección es caro y complejo, comparado con el uso de los
trazadores convencionales.
Deben ser manipulados por personal especializado y autorizado.
PRINCIPALES APLICACIONES
Transporte de fluidos
Tiene gran utilidad en la separación de productos tales como: petróleo, gasolina,
aceites y otros, que pasan sucesivamente por oleoductos. El procedimiento se basa
en inyectar entre los dos fluidos un trazador radiactivo, el paso del mismo indica
claramente el punto de transición entre uno y otro producto. Este procedimiento
facilita y agiliza la programación de uso del oleoducto. Los isótopos más usados
son: Br-82, Ba-140 y Sb-125. (Ávila, Calvino, & López, 2018)
Medidas de caudales
Para medir la velocidad de arrastre de sustancias sólidas por los ríos u otros
sistemas en fase líquida, se usa trazadores. El estudio de las actividades en otro
punto, río abajo, permite establecer la velocidad de los materiales arrastrados,
técnica que es de gran ayuda en sedimentología y conocer el tiempo que
transcurrirá hasta su colmatación de los embalses por sedimentos. Los trazadores
más usados son Sc-46, ag-110, Cr-51, Au-198 (Ávila, Calvino, & López, 2018).