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Jose Pedro Vidal Torres

Consultor y Mentor de Gestión

NO TODOS LOS EMPRENDEDORES SON EMPRESARIOS

La mayoría de las páginas, de los videos y cursos dedicados a emprendedores y sus Startups, se centran
en la importancia de la innovación y la estrategia de mercadeo. Ciertamente, ambos aspectos son críticos
pues, solo las grandes corporaciones pueden permitirse fijar su posición en el mercado basándose solo
en el precio, y aún para ellas no es recomendable.

Por otro lado, bastante se ha hablado y escrito respecto de las características del emprendedor; sin
embargo, he visto en mi experiencia que muchos de ellos inician su negocio por las razones equivocadas
y en consecuencia terminan fracasando por decisiones equivocadas.

A la mayoría lo que les pasa es que son muy buenos emprendedores pero muy malos empresarios,
algunos los he visto fracasar en más de una decena de negocios, lo que en ocasiones los ha llevado a
profundas depresiones. Así que realmente tienen que hacerse esta pregunta ¿En verdad quieres tener tu
propio negocio? y ¿Por qué?

Planear, gestar y desarrollar una empresa es muy parecido a tener un hijo y verán porque:

 Primero lo planean; empiezan a soñar con la idea de tenerlo, se lo imaginan y es perfecto, incluso
ven los de otros y se emocionan, al mismo tiempo que se dan cuenta de «los defectos» que tienen
los demás y que por supuesto, el suyo no tendrá.
 Después deciden gestarlo; es el momento de mayor emoción y motivación, por fin será una
realidad. Empiezan por comprar los primeros enseres que requerirán para cuando nazca
(inaugurarlo), sin embargo, aquí se empiezan a dar las primeras señales de que no es tan buen
empresario: «los achaques». Hacer planeaciones, desarrollar imagen, estrategias, buscar
proveedores o contactos y demás cosas que alteran su vida -su agenda-, y esto ya no es tan padre
y, aunque siguen motivados, los escuchamos quejarse a menudo.
 Con todo y todo siguen adelante y por fin llega el día en que ve la luz, pero a diferencia de la
mayoría de los hijos biológicos, en la gestación de negocios, lo normal es que se presenten
anormalidades: el local no es como lo imaginaron, o bien no tiene todo el mobiliario que hubieran
querido; no le alcanzo el presupuesto para ese gran anuncio luminoso que soñaron a la entrada, o
las pruebas con el app han demostrado que no es tan confiable como Uber®. En este punto muchos
emprendedores ya están, en el fondo decepcionados de su «hijo» no nació como se lo imaginaban,
pero como les ha costado mucho verlo nacer, no están dispuestos a aceptar que no lo quieren
con la pasión que le tenían al iniciar su gestación.

E www.mentoriadegestion.com 6 (33) 3359 6137  lani.jpvidal@gmail.com


Jose Pedro Vidal Torres
Consultor y Mentor de Gestión

 Después viene el período más crítico desde el punto de vista de supervivencia del negocio: Los
primeros dos años. Pese a todo lo realizado e invertido todavía le falta mucho, ahora «el niño»
demanda más tiempo y esfuerzo, los desvelos son cosa de todos los días y parece un barril sin
fondo de recursos; en muchos casos pasan varias semanas (incluso meses) antes de oír «su
primer palabra» (genere algún ingreso), ya no hablemos de utilidades que, normalmente, no
verán en el primer año; En este tiempo es muy frágil, «llora mucho» (malos resultados) y no saben
ni por qué.

Todo mundo opina, incluso les regañan (las autoridades) por no hacer lo correcto, pero nadie quiere
apoyarles con «su bendición». Aquí ya no esta tan chido eso de «ser papá» es una responsabilidad muy
grande, muchas broncas y sacrificios tanto materiales como personales. Aunque tienen algunos
beneficios y satisfacciones (son dueños de su tiempo y los clientes los recomiendan, por ejemplo), sufren
una cantidad de estrés que no tendrían si no tuvieran hijos (si fueran empleados)

Así pues, muchos emprendedores son «muy buenos engendrando hijos, pero muy malos padres». Ellos
tienen sin embargo 3 opciones para seguir siendo buenos emprendedores sin ser malos empresarios:

1) Buscar un socio: Alguien que sea un buen empresario con las habilidades y cualidades necesarias
para desarrollar y consolidar el negocio, aunque le de terror arrancarlo. Algunos de estos posibles
socios son gerentes o directivos de empresas que sueñan con su propio negocio, pero les aterra
dejar la seguridad de su trabajo actual, mientras que al emprendedor le encanta la idea de iniciar
algo nuevo.
2) Trabaja para incubadoras: Muchas instituciones educativas cuentan con sus incubadoras de
negocios o bien algunas instituciones financieras y gubernamentales contratan directamente o a
través del beneficiario del recurso financiero, a este tipo de figuras para que ayuden al desarrollo
de nuevos negocios. En todas ellas requieren de talento emprendedor, tanto para identificar
verdaderas ideas innovadoras, como para motivar y acompañar a los «futuros padres».
3) Buscar padres adoptivos: Varios emprendedores inician negocios realmente extraordinarios, pero
la falta de disciplina y perseverancia y/o de financiamiento (o ganas de buscarlo) los condena al
fracaso antes de que logren consolidarse. Traspasar un negocio con potencial al empresario
adecuado, siempre será mejor para el negocio y para los clientes antes de verlo morir por falta
del «tutor» adecuado.

Jose Pedro Vidal Torres


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