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¿Son las criptomonedas una burbuja?

Ángel Daniel González

Es bastante común escuchar comentarios que ubican tanto a Bitcoin


como al resto de las criptomonedas como una burbuja financiera. Esta
perspectiva alcanzó su pico de intensidad cuando el precio del primer
criptoactivo subió vertiginosamente durante el año 2017, llegando a
cotizarse hasta por 20 mil dólares americanos. Tal conseja ha sido asimismo
alimentada por el comportamiento de estos instrumentos en el mercado,
marcados por una alta volatilidad, y por la "fiebre" que suscitaron,
sumando rápidamente millares de "entusiastas", curiosos y aventureros que
veían en esta innovación tecnológica una especie de quimera del oro" del
siglo XXI.

Ahora bien, para hacer una consideración seria acerca de si Bitcoin y el


resto de las criptomonedas son o no son una burbuja, hay que empezar
por revisar el propio concepto de burbuja financiera.

¿Qué es una burbuja financiera?

En términos sencillos, la palabra burbuja se usa para describir el


comportamiento de un activo cuyo precio aumenta de manera
desproporcionada, alejándose bastante de su valor real o de la estimación
de valorización futura. Es decir, crece rápidamente como una burbuja que
se llena de aire. Y tal como sucede con las pompas de jabón, llega u
momento en el que estallan y quedan convertidas en nada. De esta
manera, quienes invirtieron mucho dinero en tales activos y no previeron la
caída terminaron perdiendo mucho dinero.

Podemos poner como ejemplo la así llamada "burbuja punto com" de


finales del siglo XX y principios del XXI, quizás el símil que más utilizan para
referirse la actual situación de Bitcoin. Ya que Internet era una revolución
que lo iba a cambiar todo, cualquier empresa que tuviera relación con
esta "nueva economía" era deseada por los inversores. Entre 1999 y 2000,
las acciones de estas compañías crecieron como la espuma, llegando a
cotizar en la bolsa de valores Nasdaq hasta 5.000 puntos, para luego
desplomarse y rozar los 1.000 puntos en 2002, según relata el sitio web
especializado en negocios Businessinsider.com.
De acuerdo a un análisis publicado en Financial Times (ft.com), el
comportamiento de Bitcoin reprodujo lo que describen como el "clásico
desarrollo de una burbuja", transitando consecutivamente las siguientes
fases: despegue, cuando se percibe un significativo aumento en las
adquisiciones; primera ola de ventas, cuando los tenedores deciden
comenzar a vender respondiendo a noticias que generan desconfianza;
atención mediática, la información sobre los activos se expande y los
precios suben; entusiasmo, el momento en que los interesados en la
compra aumentan rápidamente, y así los precios; codicia, cuando se da lo
que llaman una "fiebre" generalizada de compra de los instrumentos
financieros por parte de especuladores de distinta índole, catapultando su
valor de mercado; delirio, momento en que se percibe que los precios no
volverán a bajar; "nuevo paradigma", palabras utilizadas para dar a
entender que se está en presencia de una ruptura en el modo de
entender la economía; negación, cuando no se termina de aceptar giro
drástico del comportamiento bursátil; regreso a la "normalidad", marcado
por un momentáneo rebote alcista; miedo, cuando la caída es
prolongada y no da visos de recuperación; capitulación, momento en que
la mayoría comienza a vender, acelerando la caída; desesperación, se da
cuando se impone la certeza de la pérdida y los precios tocan "fondo";
regreso a la media; finalmente, los precios tienden a estabilizarse en el
promedio general.

Consideraciones

Ciertamente, los registros del precio del Bitcoin, y detrás de esta la mayoría
de las criptomonedas, podrían asimilarse al esquema aquí descrito. La
euforia de 2017, marcada por el "boom de las ICO (Oferta Inicial de
Moneda)", en el que florecieron proyectos y "startups" que abrieron
procesos de recaudación con base en tecnología Blockchain, resultó
aterrizar en un año 2018 catastrófico, con una depreciación de casi 80%.

Sin embargo, existen algunas consideraciones necesarias antes de


adelantarse a sentenciar a las criptomonedas como burbujas
especulativas "y nada más".

En primer lugar, el modelo anteriormente expuesto se aplica a ciertos tipos


de activos financieros, pero no a todos. Si bien funciona para los títulos e
instrumentos basados en valores futuros, resulta incorrecto aplicar este
esquema a los activos monetarios, es decir, a los que son utilizados como
dinero o medio de intercambio. Y tal es el caso de Bitcoin y otras
criptomonedas.

El creador de Bitcoin estableció en el famoso Libro Blanco (White Paper)


que se trataba de un "sistema de efectivo electrónico peer to peer", y que
su objetivo era reemplazar al dinero fiduciario como un alternativa más
segura, frente a la inestabilidad del sistema financiero. Y aún cuando ha
sido utilizado como reserva especulativa, su uso como mecanismo de
intercambio es también considerable dada a juventud del mismo, y no
para de crecer. Cada vez hay más casos de uso como el envío de
remesas internacionales, comercios que aceptan Bitcoin como forma de
pago, e incluso existen cajeros automáticos para convertir dinero fiat en
criptomonedas y viceversa.

En segundo lugar, es muy importante tener en cuenta que Blockchain es


una tecnología aún incipiente, que solo ha dado sus primeros pasos y
cuenta con una inmensa perspectiva de desarrollo. El sistema de
contabilidad distribuida, como también se le conoce, tiene un gran
potencial no solo como base a dinero electrónico, sino que tiene
aplicaciones en diferentes industrias, especialmente cuando es
combinada con otras tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial
y el Internet de las Cosas. Este escenario plantea un futuro largo y
productivo tanto para Blockchain como para las criptomonedas. Y cuando
algo muestra solidez en su usabilidad lo lógico es que su valor se mantenga
en el tiempo con grandes oportunidades de crecer. Así que hay que estar
atentos al desarrollo tecnológico en los próximos años.

Además, la capitalización de mercado de las criptomonedas es bastante


pequeña comparada con otras áreas de inversión. En su punto más alto, a
finales de 2017, el conjunto de las criptomonedas acumularon una
capitalización de 830 mil millones de dólares, monto similar a la valorización
individual de empresas como Microsoft o Apple, según información de
Euronews de diciembre de 2018.
Una conclusión

Con los datos revisados hasta ahora, ¿son las criptomonedas una
burbuja?, es recomendable incursionar en el mundo de la llamada
"criptoeconomía"? La respuesta a la primera pregunta siempre será
subjetiva y dependerá de cómo se mire a estos activos. Si se está
considerando invertir en Bitcoin con el sueño de "hacerse millonario" en
poco tiempo y con poco esfuerzo, podríamos sufrir los avatares de un
mercado probadamente volátil y experimentar el efecto burbuja. Pero si
nos acercamos a los criptoactivos para aprender y utilizarlos como
herramienta de intercambio de bienes y servicios sacando provecho de
sus ventajas en este sentido, nos estaremos preparando para los cambios
que con seguridad vendrán en el futuro de la mano de lo que algunos ya
han llamado la "cuarta revolución industrial", donde Blockchain tendrá un
lugar importante.

No hay que engañarse, en este mundo hay mucho de especulación. Pero


también existe un uso real. Hay que informarse bien y actuar con cautela,
saber interpretar los hypes, o exageraciones en las expectativas
relacionadas a un determinado proyecto, que son los que dan pie a las
extravagancias y las estafas.

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