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PIZARRA DEL CURSO DE DERECHO CIVIL III

PIZARRA AL 08 DE MAYO DE 2018

PRIMER SEMESTRE AÑO 2018

UNIVERSIDAD CATOLICA SAN PABLO

FACULTAD DE DERECHO

APUNTES -PIZARRA- PARA EL CURSO DERECHO CIVIL III: “ACTO


JURIDICO”

MARZO – JULIO 2018

PROFESOR: ALONSO J. ADRIAN SAINZ

NOTA: LA PRESENTE PIZARRA PRESENTA ALGUNOS CONCEPTOS DEL


ACTO JURIDICO EN EL CODIGO CIVIL PERUANO DE 1984 (LIBRO II – ACTO
JURIDICO). TIENE MAS ERRORES QUE ACIERTOS. POR TANTO, NO ES UN
DOCUMENTO ACABADO, SOLO TRATA DE FACILITAR LOS APUNTES DE
LA CLASE.

PRIMERA UNIDAD

FORMACION Y CONCEPCION DEL ACTO JURIDICO

1.- Conceptos generales.

Hecho. Hecho Jurídico. Acto jurídico. Negocio jurídico. Relación jurídica.


Contrato.

Hecho.

En el mundo suceden muchos hechos. Pero no todos los hechos tienen


repercusión en lo jurídico o en el campo del derecho. Sólo algunos hechos tienen
cabida en el campo jurídico.

Por eso los hechos se dividen en no jurídicos y en jurídicos.

Hecho jurídico.

Los hechos jurídicos pueden dividirse en involuntarios y en voluntarios. Tal vez


sería mejor dividirlos en “no humanos” (involuntarios) y “humanos” (voluntarios).
Esto pues como veremos a continuación los hechos involuntarios son
absolutamente ajenos a la participación de las personas.

Hechos jurídicos involuntarios.-


Nos parece que los hechos jurídicos involuntarios son aquellos ajenos al hombre.
En su generación u ocurrencia no hay participación de persona o personas (son
los hechos de la naturaleza, tal vez otros más pero ciertamente ajenos al hombre,
por eso decimos “no humanos”).

Hechos jurídicos voluntarios.-

Los hechos jurídicos voluntarios comprenden hechos en que está la presencia


activa del hombre; diríamos que hay la conducta voluntaria de una persona,
incluyendo dentro de ésta la participación de una persona en que no ha habido
propiamente una voluntad encaminada a producir efectos, pero estos terminan
produciéndose, como es el caso de un accidente de tránsito o como es el caso
de un negligencia médica (en ambos casos, el conductor y el médico, no
quisieron dañar al peatón o al paciente).

Por ello decimos que los hechos jurídicos voluntarios comprenden tanto los
hechos jurídicos estrictamente voluntarios -en que hay propiamente participación
voluntaria de una persona que quiere los efectos que se producen con su
conducta- y además hechos jurídicos en que hay una participación voluntaria de
las personas aunque dicha participación pueda ser involuntaria en relación al
resultado que termina produciéndose.

Por ello es importante tener presente que cuando hablamos de hechos jurídicos
voluntarios tenemos que “ensanchar” el espacio para dar cabida no sólo a los
estrictamente voluntarios sino también para dar cabida a aquellos que sin ser
voluntarios en sentido estricto -puesto que no son intencionales en cuanto a los
efectos finales- en un principio emanan nítidamente de la conducta voluntaria de
las personas.

Entonces, dentro de los hechos jurídicos voluntarios se encuentran los


estrictamente voluntarios; y también otros que no lo son. Sobre estos últimos, los
casos del accidente de tránsito y de la negligencia médica son ilustrativos,
además de frecuentes, por desgracia. No es infrecuente que un bus repleto de
pasajeros se vaya al abismo, en que un chofer atropella a una persona que no
quiso atropellar, pero fue su conducta voluntaria la que ocasionó el atropello;
igual en el caso del médico, éste no quiso lesionar al paciente pero termina con
su mala praxis médica haciéndole daño.

El grupo de los hechos jurídicos voluntarios puede dividirse en lícitos y en ilícitos.

Los lícitos son con declaración de voluntad y sin declaración de voluntad.

Acto jurídico.

Los hechos jurídicos voluntarios lícitos con manifestación de voluntad son los
actos jurídicos.

José León Barandiarán señaló que, en la doctrina alemana, la denominación


“acto jurídico” comprendía a los hechos jurídicos voluntarios lícitos sin
manifestación de voluntad o con manifestación de voluntad, es decir los del
numeral 2.2.2 del cuadro que va a continuación. En la misma doctrina alemana,
según León Barandiarán, los negocios jurídicos eran los hechos jurídicos
voluntarios lícitos con manifestacion de voluntad.

Pero algunos autores en Perú a estos hechos voluntarios lícitos con


manifestación de voluntad les denominan “negocios jurídicos”.

CUADRO
1.- Hechos no jurídicos
Hechos 2.1 Involuntarios (hechos de la naturaleza)
2.- Hechos jurídicos 2.2.1 Ilícitos
2.2 Voluntarios 2.2.2.1 Sin manifestación de voluntad
2.2.2 Lícitos
2.2.2.2 Con manifestación de voluntad

La palabra “voluntarios” debemos entenderla en un sentido muy amplio, dando


cabida incluso a hechos que, en sentido estricto, en rigor, no derivan de la
voluntad de un sujeto, pero surgen de su voluntad en el sentido de derivar de un
comportamiento voluntario previo a aquel hecho que termina produciéndose, por
ejemplo la colisión de una locomotora con un automóvil.

Negocios jurídicos.

En relación a los 2.2.2.2, debemos decir que la manifestación de voluntad para


comprenderla es aquella en que hay una textualización de la voluntad, es decir
la voluntad se manifiesta a través de un texto, escrito, hablado, quizás en algún
lenguaje simbólico, pero texto al fin y al cabo. Por ejemplo, la celebración del
matrimonio. Consideramos que este es un ejemplo nítido de textualización.

Además, en el 2.2.2.2 podemos encontrar el surgimiento de RELACIONES


JURIDICAS. Esto no sucede en los del grupo 2.2.2.1. En los del grupo 2.2.2.2
surgen relaciones jurídicas y en éstas surgen derechos y obligaciones. En el
grupo 2.2.2.1 no surgen relaciones jurídicas, o sea vinculaciones directas entre
dos o más personas en que hay derechos y obligaciones, por regla general,
recíprocos.

Para ciertos autores la diferencia entre acto jurídico y negocio jurídico radica en
que negocio jurídico es un acto jurídico patrimonial y un acto jurídico no lo
patrimonial y lo no patrimonial. No nos parece muy acertada esta distinción pero
la respetamos.

La diferencia entre el acto jurídico y el negocio jurídico radica en consecuencia


en una relación de género -acto jurídico- a especie -negocio jurídico-.

Muchos autores a los actos del 2.2.2.2 les denominan “negocios jurídicos”. El
Código Civil peruano de 1984 los denomina “acto jurídico”.

Para algunos autores lo subrayado (“con manifestación de voluntad”) es el


negocio jurídico. Para otros autores eso mismo se denomina acto jurídico.
¿Es posible encontrar actos jurídicos VOLUNTARIOS LICITOS, sin
manifestación de voluntad, sin declaración de voluntad? ¿Es eso un
contrasentido? No es ningún contrasentido. Los voluntarios lícitos sin
manifestación de voluntad son actos que existen; por ejemplo tomar posesión
pacífica de un inmueble, por ejemplo la conmixtion (o sea la mezcla de dos
sustancias con la que se obtiene un bien), la plantificación (o sea el plantar
semillas en un predio).

Relación jurídica.

La vinculación entre dos o más personas en que éstas tienen derechos y


obligaciones se denomina relación jurídica. Es decir, en la vinculación jurídica no
hay sino derechos y obligaciones entre las personas vinculadas. De ahí puede
afirmarse que en una relación jurídica hay un deudor y un acreedor. Pero una
misma persona puede ser simultáneamente deudor y acreedor, en una misma
relación jurídica. Por ejemplo, en un contrato de compraventa el comprador es
deudor del precio del bien que debe pagar al vendedor, pero es acreedor para
exigir que se le entregue el bien. Por tanto es deudor y acreedor. A su vez, el
vendedor es acreedor del precio que le debe pagar el comprador, pero es deudor
de la obligación de entregar el bien.

En la perspectiva de los derechos tenemos al acreedor. Y en la perspectiva de


las obligaciones tenemos al deudor.

Decimos que el acreedor tiene créditos frente al deudor.

Situación jurídica. Es la posición de una persona, con los derechos y


obligaciones, que ésta tiene en una determinada posición, que suele ser el
extremo de una relación jurídica.

Concepto de contrato.

El contrato es un acuerdo que merece el reconocimiento del derecho. No todo


acuerdo recibe el reconocimiento del derecho. Al estar protegido por el derecho
los acuerdos son exigibles.

El rasgo peculiar del contrato es la patrimonialidad. La valoración económica


quiere decir la patrimonialidad. El carácter patrimonial en las obligaciones que
surgen del contrato.

Lo patrimonial es la vinculación con el patrimonio, es decir con lo que una


persona tiene o debe y que es susceptible de valoración directa. El patrimonio
es eso: Lo que se tiene, susceptible de valuación económica directa, y lo que se
debe, susceptible de valuación económica directa. Los acuerdos con valor
jurídico en que no está presente el carácter patrimonial -lo económico- son
denominados por lo general convenios, por ejemplo un acuerdo entre dos
universidades para promover y alentar la mejora académica en determinadas
materias.
El Código Civil peruano de 1984 dispone en el Art. 140 dispone:

“El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear, regular,


modificar o extinguir relaciones jurídicas. Para su validez se requiere:

1. Agente capaz.
2. Objeto física y jurídicamente posible.
3. Fin lícito.
4. Observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad.”

2.- Teorías o concepciones sobre el acto jurídico.

El acto jurídico como hecho jurídico voluntario lícito con o sin manifestación de
voluntad.

El acto jurídico como hecho jurídico voluntario lícito con manifestación de


voluntad. O sea lo que para muchos autores es el negocio jurídico.

En otra perspectiva podemos decir que una teoría sobre el acto jurídico es la que
pone el énfasis en la “manifestación de voluntad”, como creadora de los efectos
jurídicos y otra teoría es la que va a postular que el acto jurídico es un “supuesto
de hecho”. En la primera teoría los efectos jurídicos derivan de lo que deciden
las partes que celebran el acto jurídico. En la segunda teoría no interesa tanto lo
que digan la partes para la creación de los efectos jurídicos, puesto que lo que
interesa para la creación de los efectos jurídicos es lo que dice la norma, o sea
la ley. Se coloca como ejemplo de la teoría del supuesto de hecho el acto jurídico
matrimonio. Si dos personas contraen matrimonio lo que están haciendo es
realizar una conducta que calza dentro de un supuesto normativo recogido en la
ley, que es precisamente, la celebración del matrimonio y todos los efetos
jurídicos que surgen de esa celebración vienen impuestos por la ley, no por lo
que los celebrantes quisieron hacer, eso dice la teoría del supuesto de hecho.

3.- Efectos del acto jurídico.

Creación de relaciones jurídicas. Con la difícil excepción de actos jurídicos en


que no se establecen con nitidez relaciones jurídicas, como es el caso de la
prescripción adquisitiva de propiedad, el efecto del acto jurídico es la creación
de relaciones jurídicas, o la modificación de éstas, o la regulación de éstas o la
extinción de éstas.

4.- Clases de actos jurídicos.

Según Fernando Vidal Ramírez:

Actos unilaterales, bilaterales y plurilaterales.

Actos entre vivos y actos por causa de muerte (mortis causa).

Actos de forma prescrita y actos sin forma prescrita.


Actos nominados y actos innominados.

Actos constitutivos y actos declarativos.

Actos simples y actos compuestos.

Actos principales y actos accesorios.

Actos patrimoniales y actos no patrimoniales.

Actos de disposición, actos de obligación y actos de administración.

Actos onerosos y actos gratuitos.

Actos conmutativos y actos aleatorios.

SEGUNDA UNIDAD

ESTRUCTURA DEL ACTO JURIDICO

1.- Estructura del acto jurídico.

1.1 Posición tradicional.-


En la posición tradicional, la estructura del acto jurídico se divide en (i)
elementos esenciales (o elementos de validez), (ii) elementos naturales y (iii)
elementos accidentales.

Elementos esenciales.- La manifestación de voluntad. También el objeto. El


objeto es el estatuto de derechos y obligaciones que surge de esa
manifestación de voluntad. También se puede decir que el objeto es la cosa
que constituye la obligación, o el bien que constituye la obligación. Los bienes
pueden dividirse en cosas -bienes materiales- y bienes inmateriales, que son
principalmente los derechos. Los bienes inmateriales que no son derechos
en principio, en el contexto de un acto jurídico terminan conectándose a un
derecho. Por ejemplo, la imagen de una persona.

Elementos naturales.- Elementos que eran propios de un determinado acto


jurídico pero que las partes podían dejar de lado en mérito a acuerdo.

Ejemplo de elementos naturales eran los intereses legales.

Elementos accidentales.- Aquellos que se pueden incorporar en mérito a la


voluntad de las partes. Plazo, condición, modo, cláusula penal. Sobre estos
tendremos una unidad específica.

1.2 Posición moderna.-

El acto jurídico está conformado por elementos, presupuestos y requisitos.


Lizardo Taboada llama a estos aspectos del acto jurídico.
Elementos.- Son dos (i) la manifestación de voluntad y (ii) la causa o finalidad.
La causa o finalidad puede apreciarse en dos niveles. Un nivel objetivo, o
general, y un nivel subjetivo o personal, es decir, en relación a cada
celebrante del negocio jurídico.

Presupuestos.- Son dos (i) el sujeto (la persona) y (ii) el objeto.

Requisitos.- Condiciones que deben cumplir tanto los elementos como los
presupuestos para que el acto jurídico esté bien conformado. Por ejemplo,
la formalidad, por ejemplo en algunos negocios jurídicos la inscripción en
Registros Públicos. En este caso la palabra condición no quiere decir un
hecho futuro e incierto de cuya realización se hacen depender los efectos del
acto jurídico. Condición en este caso sinónimo de exigencia.

2.- Manifestación de voluntad.

2.1 Explica el proceso de formación de la voluntad interna.

2.2 Qué es la manifestación de voluntad.

2.3 Cuáles son los requisitos para la manifestación de voluntad.

3.- Capacidad.

Tener en cuenta que el Art. 140 del Código Civil establece como requisito de
validez del acto jurídico el agente capaz. Este requisito alcanza tanto a las
personas naturales como a las personas jurídicas. No precisa la norma si se trata
de la capacidad de goce o la capacidad de ejercicio. No hay porqué excluir a
alguna de ellas. Sin embargo, es más fácil comprender el requisito de validez
como “capacidad de ejercicio”. Por ello, en principio, es inválido el acto jurídico
realizado por persona que es incapaz. Si la incapacidad es absoluta se trata de
nulidad, si la incapacidad es relativa se trata de la anulabilidad.

En otras palabras los autores nacionales se inclinan a asumir que el requisito de


validez que exige el Art. 140 del Código Civil, cuando se refiere a agente capaz,
persona natural, está haciendo referencia a la capacidad de ejercicio. Pero si se
trata de personas jurídicas está haciendo referencia a capacidad de goce.

La capacidad puede ser de goce o de ejercicio. La primera es la aptitud de ser


titular de derechos y obligaciones. La segunda es la posibilidad de ejercer los
derechos por uno mismo, sin necesidad de otra persona.

4.- Objeto del acto jurídico.-

El objeto en primer lugar comprende el estatuto de derechos y obligaciones que


surgen del acto jurídico, es decir que surgen de la manifestación de voluntad.

En segundo lugar el objeto comprende las prestaciones que surgen del acto
jurídico, es decir las conductas que deben desplegarse en mérito al acto jurídico,
conductas de hacer, dar o no hacer.
En tercer lugar el objeto también puede comprender a la cosa o al bien que está
considerado en el acto jurídico como elemento de hecho que se afectará como
consecuencia de la celebración del acto jurídico, usando la palabra afectará en
sentido muy amplio.

Siguiendo ideas de Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.

En un primer momento podemos identificar el objeto con el contenido del


negocio, pero no el contenido de cada negocio en particular sino al contenido
propio de cada especie genérica de negocio, por ejemplo dice Lohmann el
testamento. El objeto será transmitir mortis causa los bienes del testador.

El objeto sería el establecimento de la regulación de intereses que las partes


acuerdan con la celebración del acto jurídico.

“… el objeto es, en una primera fase, establecer una norma para regular
intereses privados propios”. Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.

“… el auténtico objeto de todo negocio se agota y queda satisfecho una vez


celebrado el acto por el que se da vida al negocio: ya se ha establecido un
reglamento para regular intereses”. Lohman Luca de Tena, Juan Guillermo.

“… el objeto a que alude el artículo 140 comprende tanto los intereses regulados
por el precepto de la voluntad (la obligación del contrato), como el hecho (positivo
o negativo) que debe cumplirse (la prestación), o el bien físico o inmaterial a que
se contrae el precepto”. Lohman Luca de Tena, Juan Guillermo.

“Resumiendo, conceptúo como objeto del negocio aquello, de entidad material o


no, que satisface el propósito práctico que, como resultado, fue la razón por la
cual se celebró el negocio. De aquí, entonces, que el criterio de validez que
predica el inciso bajo comentario (inciso 2 del Art. 140 del Código Civil)
justamente se postula respecto de si ese resultado, lo que lo compone (la cosa,
por ejemplo), es susceptible de tutela jurídica. De este modo, por poner un caso,
mientras que el pacto de transferencia de un inmueble cierto puede ser válido,
no lo es cuando se relacionada con la sucesión de persona viva o cuya muerte
se ignora” Lohman Luca de Tena, Juan Guillermo.

También es interesante citar a Fernando Vidal Ramírez para quien el objeto del
acto jurídico “son los derechos y deberes u obligaciones que se integran a la
relación jurídica que el acto crea, regula, modifica o extingue”.

5.- La causa.-

La causa o finalidad es el propósito que se busca con la celebración del acto


jurídico, y estos propósitos pueden ser muy objetivos en cuyo caso suelen
coincidir con los propósitos que están diseñados en la ley para determinados
actos jurídicos. Por ejemplo, el contrato de arrendamiento, en este contrato el
arrendador lo que busca es ceder el uso de un bien de su propiedad a cambio
del pago de una renta. Pero no se puede descartar los propósitos, estos también
pueden ser considerados causa o finalidad del acto jurídico.

6.- Forma del acto jurídico.-

Recordemos nuevamente el Art. 140 del Código Civil:

“El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear, regular,


modificar o extinguir relaciones jurídicas. Para su validez se requiere:

1. Agente capaz.
2. Objeto física y jurídicamente posible.
3. Fin lícito.
4. Observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad.”

Pero, qué es la forma?

“La forma es la manera como se manifiesta la voluntad”, dice Fernando Vidal


Ramírez. La forma, siguiendo al mismo autor, viene a ser el aspecto externo de
la voluntad.

Todo acto jurídico tiene una forma, pero para algunos actos la ley exige una
forma determinada y esa exigencia es bajo sanción de nulidad, es decir, si no
sigue esa forma el acto es nulo. A esas formas se les denomina formas AD
SOLEMNITATEM.

La forma puede ser muy variada, es expresión oral, o escrita, también la forma
puede ser conductas expresivas. La forma es el medio en que se expresa la
voluntad.

Art. 143.- “Cuando la ley no designe una forma específica para un acto jurídico,
los interesados pueden usar la que juzguen conveniente.”

Para probar la realización de un acto jurídico, a esas formas les podemos llamar
AD PROBATIONEM.

Art. 144.- “Cuando la ley impone una forma y no sanciona con nulidad su
inobservancia, constituye sólo un medio de prueba de la existencia del acto.”

TERCERA UNIDAD

MODALIDADES O ELEMENTOS ACCIDENTALES DEL ACTO JURIDICO

Las modalidades de los actos jurídicos son: (i) Condición, (ii) plazo y (iii) modo o
cargo.

1.- Condición:

La condición es un hecho futuro e incierto del cual las partes deciden hacer
depender los efectos del acto jurídico que han celebrado.
1.1 Caracteres de la condición.-

1.1.1 La condición tiene que estar pactada. Las partes la incorporan al acto
jurídico.

1.1.2 El hecho en que consiste la condición tiene que ser futuro.

1.1.3 El hecho en que consiste la condición tiene que ser incierto. La


palabra incertidumbre la podemos precisar con el término “contingente”; la
condición debe ser contingente, lo que puede suceder o no suceder. Si un
hecho definitivamente va a suceder, un hecho inexorable, entonces ese
hecho no sirve para que haya una condición.

Ejemplos de condiciones:

Primero.- La empresa A comprará semilla de papa de la empresa B, si el


Gobierno compra 500 toneladas de la empresa A.

Segundo.- La empresa C suministrará anchoveta a la Fábrica de Harina de


Pescado D si el Ministerio de Pesquería Levanta la veda y autoriza la pesca de
anchoveta.

Tercero.- Juan pagará a Carlos una pensión mensual de S/. 1,000.00 por cinco
años si Carlos se queda sin trabajo.

1.2 Clasificación de las condiciones.-

1.2.1 Condiciones expresas y condiciones tácitas.- Las condiciones expresas


son las acordadas por las partes de manera precisa. Las condiciones tácitas,
problemáticas, son aquellas que se infieren de voluntades tácitas. Vidal Ramírez
coloca el siguiente ejemplo: “…. una de las partes ha prometido la donación
encargándole a un tercero que la haga efectiva si toma conocimiento que ha
obtenido la lotería”. En este ejemplo se ve como la condición tiene que inferirse.

1.2.2 Condiciones afirmativas y condiciones negativas.- Si la condición se ha


pactado tomándose en cuenta que un hecho se realice la condición es positiva;
si se ha pactado tomándose en cuenta que un hecho no se realice la condición
es negativa.

1.2.3 Condiciones potestativas, condiciones casuales y condiciones mixtas.- Las


condiciones son potestativas según que su realización sea dependiente de la
voluntad de una de las partes. Las condiciones casuales son aquellas
independientes de la voluntad de las partes y dependen solo de la casualidad, o
del azar; las condiciones mixtas dependen de la voluntad de uno de los
interesados y de otras circunstancias.

El tratamiento del Derecho Peruano a las condiciones potestativas.-


El Artículo 172.- “Es nulo el acto jurídico cuyos efectos están subordinados a
condición suspensiva que dependa de la exclusiva voluntad del deudor”.

El entendimiento de dicha norma reclama un contexto. El contexto es el de una


relación jurídica: En esta hay un deudor, entonces este deudor no puede decir
me obligo pero me desobligo -si yo quiero- con un hecho que es futuro, incierto
y contingente pero que depende exclusivamente de mi única voluntad estoy
estableciendo que la eficacia de la obligación depende de mi propia voluntad, de
mi decisión. Es así como se explica el Artículo 172.

Condiciones propias y condiciones impropias.- La condición es impropia si el


hecho inexorablemente va a ocurrir, por ejemplo te pagaré S/. 1,000.00 si
mañana sale el sol. Las condiciones propias son las que consisten en hechos
inciertos. Esa es la clave, la incertidumbre. Además, muy importante la condición
propia requiere de la licitud y de la posibilidad jurídica.

Dentro de esta clasificación encontramos a las condiciones perplejas.- Son


condiciones que encierran fracturas lógicas insalvables, por ejemplo Albaladejo
señala como ejemplo “Quiero que A sea mi heredero, pero solo para el caso de
que muera antes que yo”.

Condiciones suspensivas y condiciones resolutorias.- La condición es


suspensiva cuando se debe esperar el hecho que constituye la condición para
que el acto produzca sus efectos y es resolutoria, por el contrario, cuando los
efectos del acto cesan al realizarse la condición. La condición es resolutoria
cuando el acto jurídico despliega efectos regularmente, normalmente, pero deja
de producirlos porque ha ocurrido la condición.

“Así, pues, cuando el acto jurídico está sometido a condición suspensiva o


cuando lo está a condición resolutoria, es cuando de manera más nítida se puede
apreciar el rol de la condición como una limitación establecida por las partes en
cuanto a la producción de los efectos. Sin embargo, no es siempre fácil distinguir
si la condición es suspensiva o resolutoria, ya que la diferencia de efectos que
producen no depende de la naturaleza del acontecimiento, sino de la voluntad
contenida en el acto sub conditione. Por eso, Messineo, considera que ante la
posible variedad de expresiones para indicar la condición, puede ocurrir que se
forme duda sobre si la condición es suspensiva o resolutoria y que estas pueden,
lógicamente, convertirse la una en la otra, haciéndose de la condición suspensiva
afirmativa una condición resolutoria negativa, como por ejemplo, si se pacta que
“te daré mil si la nave llega a Asia”, que equivale a pactar que “te daré mil, pero
lo devuelves si la nave no llega a Asia”. Vidal Ramírez, Fernando. El Acto
Jurídico.

Artículo 171.- “La condición suspensiva ilícita y la física o jurídicamente imposible


invalidan el acto.”

“La condición resolutoria ilícita y la física o jurídicamente imposible se consideran


no puestas”.
Artículo 172.- “Es nulo el acto jurídico cuyos efectos están subordinados a
condición suspensiva que dependa de la exclusiva voluntad del deudor”.

Artículo 173.- “Pendiente de la condición suspensiva, el adquiriente puede


realizar actos conservatorios”.
“El adquiriente de un derecho bajo condición resolutoria puede ejercitarlo
pendiente ésta, pero la otra parte puede realizar actos conservatorios”.
“El deudor puede repetir lo que hubiese pagado antes del cumplimiento de la
condición suspensiva o resolutoria”.

Artículo 174.- “El cumplimiento de la condición es indivisible, aunque consista en


una prestación divisible”.
“Cumplida en parte la condición, no es exigible la obligación, salvo pacto en
contrario”.

Artículo 175.- “Si la condición es que no se realice cierto acontecimiento dentro


de un plazo, se entenderá cumplida desde que vence el plazo, o desde que llega
a ser cierto que el acontecimiento no puede realizarse.”

Artículo 176.- “Si se impidiese de mala fe el cumplimiento de la condición por la


parte en cuyo detrimento habría de realizarse, se considerará cumplida”.
“Al contrario, se considerará no cumplida, si se ha llevado a efecto de mala fe
por la parte a quien aproveche tal cumplimiento.”

Artículo 177.- “La condición no opera retroactivamente, salvo pacto en contrario.

2.- Plazo:

“El plazo está indesligablemente vinculado al transcurso del tiempo, que es el


hecho jurídico de mayor relevancia” (Vidal Ramírez, Fernando. El acto jurídico.
Gaceta Jurídica. Sexta Edición. Pág. 387)

“El plazo, que es transcurso del tiempo, considerado como modalidad, viene a
ser, al igual que la condición, una limitación puesta por las partes a la eficacia
del acto jurídico que han celebrado.”

Por ejemplo, en un contrato de locación de servicios, las partes acuerdan


vigencia por un año desde el 01 -inclusive- de enero de 2018 al 31 de diciembre
de 2018.

Por ejemplo, las partes acuerdan que el contrato de suministro, que celebran el
11 de mayo de 2017, empiece a regir luego del 01 de septiembre de 2017 y por
cuatro meses.

Caracteres del plazo.-

Es necesariamente pactado.

Es un hecho futuro.
Es un hecho cierto. Necesariamante se va a realizar.

Clasificación del plazo.-

Primer criterio de clasificación.- Expreso y tácito. Expreso si las partes lo han


acordado así de manera expresa. Es tácito si se infiere de la manifestación de
voluntad de las partes.

Segundo criterio de clasificación.- De duración determinada o de duración


indeterminada. La duración determinada está sujeta a la voluntad de las partes
que han fijado una duración específica. La duración indeterminada no tiene una
finalización pre establecida por las partes, en otras palabras en la duración
indeterminada las partes al momento de la celebración el acto jurídico no saben
cuánto durará el plazo.

“El plazo de duración indeterminada depende de un hecho de necesaria


realización, pero no puede preverse la oportunidad o fecha de su realización. El
plazo existe, porque existe la certidumbre de que el acontecimiento se producirá,
pero no puede conocerse anticipadamente la fecha de su ocurrencia, cuando,
como en el ejemplo anterior, se constituye una renta para un interdicto, pero a
partir de la muerte de sus padres.” Vidal Ramírez, Fernando.

Es posible sostener esta clasificación afirmando que una de las partes tiene la
potestad de poner término al plazo.

Tercer criterio de clasificación.- Plazo suspensivo y plazo resolutorio. Esta


clasificación vuelve a ser la más útil, en relación a los otros criterios de
clasificación.

El plazo es suspensivo (dies a quo) cuando debe transcurrir para que el acto
jurídico empiece a desplegar efectos, o que debe transcurrir para que el acto
jurídico despliegue efectos.

El plazo es resolutorio (dies a quem) cuando los efectos del acto jurídico se
producen inmediatamente después de su celebración pero cesan a partir de su
vencimiento.

Artículo 178.- “Cuando el plazo es suspensivo, el acto no surte efecto mientras


se encuentre pendiente. Cuando el plazo es resolutorio, los efectos del acto
cesan a su vencimiento”.
“Antes del vencimiento del plazo, quien tenga derecho a recibir alguna prestación
puede ejercitar las acciones conducentes a la cautela de su derecho.”

Artículo 179.- “El plazo suspensivo se presume establecido en beneficio del


deudor, a no ser que del tenor del instrumento o de otras circunstancias,
resultase haberse puesto en favor del acreedor o de ambos.”

Artículo 180.- “El deudor que pagó antes del vencimiento del plazo suspensivo
no puede repetir lo pagado. Pero, si pagó por ignorancia del plazo, tiene derecho
a la repetición.”
Artículo 181.- “El deudor pierde el derecho a utilizar el plazo:

1. Cuando resulta insolvente después de contraída la obligación, salvo que


garantice la deuda.
Se presume la insolvencia del deudor si dentro de los quince días de su
emplazamiento judicial, no garantiza la deuda o no señala bienes libres de
gravamen por valor suficiente para el cumplimiento de su prestación.
2. Cuando no otorgue al acreedor las garantías a que se hubiese comprometido.
3. Cuando las garantías disminuyeren por acto propio del deudor, o
desaparecieren por causa no imputable a éste, a menos que sean
inmediatamente sustituidas por otras equivalentes, a satisfacción del acreedor.
La pérdida del derecho al plazo por las causales indicadas en los incisos
precedentes, se declara a petición del interesado y se tramita como proceso
sumarísimo. Son especialmente procedentes las medidas cautelares destinadas
a asegurar la satisfacción del crédito.”

Art. 183.- El plazo se computa de acuerdo al calendario gregoriano, conforme a


las siguientes:

1. El plazo señalado por días se computa por días naturales, salvo que la ley
o el acto jurídico, establezcan que se haga por días hábiles.
2. El plazo señalado por meses se cumple en el mes del vencimiento y en el
día de éste correspondiente a la fecha del mes inicial. Si en el mes de
vencimiento falta tal día, el plazo se cumple el último día de dicho mes.
3. El plazo señalado por años se rige por las reglas que establece el inciso
2.
4. El plazo excluye el día inicial e incluye el día del vencimiento.
5. El plazo cuyo último día sea inhábil, vence el primer día hábil siguiente.
Reglas extensivas al plazo legal o convencional.

Artículo 184º.- Las reglas del Artículo 183º son aplicables a todos los plazos legales
o convencionales, salvo disposición o acuerdo diferente.

3.- Cargo (modo):

El cargo o modo es un elemento accidental del acto jurídico que sólo puede
insertarse a los actos jurídicos de disposición a título gratuito.

Acto de disposición es aquel en mérito al cual una persona transmite un bien,


físico (cosa) o inmaterial (derecho), a otra persona. Es ese el acto de disposición.

A título gratuito es el acto jurídico que no implica una contraprestación por la


transferencia. Es decir, el transferente no recibe nada a cambio de la
transferencia del bien.

Entonces el modo o cargo existe en los actos de disposición a título gratuito,


sean actos inter vivos (por ejemplo donación) o mortis causa (por ejemplo el
legado).
El modo “consiste en una declaración accesoria de voluntad por la cual se
impone a quien se concede a título gratuito un derecho patrimonial, la
obligación de realizar un hecho cualquiera, ya sea en un determinado uso de la
cosa dada, o en una prestación de índole pecuniaria o no, en favor de quien ha
transmitido el derecho, o de un tercero.” Téngase en cuenta que no por imponer
una prestación a la persona que a la que se le concede un derecho patrimonial
el acto de disposición deja de ser a título gratuito.

Caracteres del cargo.-

Sólo puede incorporarse en los actos a título gratuito.

El cargo debe consistir en un hecho lícito y posible.

El cargo debe ser expresamente establecido, es decir acordado.

La exigibilidad del cargo.-

El cargo se puede exigir al beneficiario del acto de liberalidad. Pero si el cargo


resulta más oneroso que el beneficio recibido por el acto de liberalidad entonces
el cargo ya no es exigible. Dice el Art .187.- “El gravado con el cargo no está
obligado a cumplirlo en la medida en que exceda el valor de la liberalidad”.

La revocabilidad de la donación y del legado con cargo.-

El Código Civil de 1984 ha establecido la revocabilidad de la donación y del


legado con cargo.

El Artículo 1637.- “El donante puede revocar la donación por las mismas causas
de indignidad para suceder y de desheredación.”

Por ejemplo, si el donatario o legatario le han negado alimentos al donante o


testador (persona que hace testamento).

CUARTA UNIDAD

INTERPRETACION

1.- Concepto:

Interpretar un contrato es determinar el sentido y alcance de las cláusulas que


contiene. El contrato es una especie de acto jurídico. Entonces la afirmación está
referida a esa especie. Sin embargo, podemos extender los alcances de esa
afirmación a todos los actos jurídicos o negocios jurídicos, como regla general.
Diríamos una regla muy general. Decimos regla general puesto que hay actos
jurídicos que nacen de manifestaciones de voluntad que son siempre
inequívocas, o sea no hay posibilidad de dudas.

Interpretar es establecer el sentido de lo que quiso decir o quiere decir la persona


que manifestó su voluntad.
“Se entiende por interpretación, en líneas generales, el procedimiento y método
de investigación del significado de una declaración de voluntad y como
consecuencia del cual se explica jurídicamente el contenido de la misma y el
precepto querido por el declarante dentro de un contexto social determinado”.
Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.

2.- Sistemas interpretativos:

Sistemas o métodos de interpretación:

Método literal.- Apela al texto literal de lo que se dijo.

Método subjetivo.- Apela a la intención del legislador.

Método objetivo.- Apela a lo que señala la ley.

Método fundado en la costumbre.- Cómo se vive la norma que se está


interpretando en la vida social en la que rige.

Método histórico.- Los antecedentes que sirvieron de base para dictar la ley.

Método analógico.- Es un método de integración que crea normas. La analogía


parte de la similitud o semejanza entre un supuesto que está en la norma y que,
en consecuencia, tiene asignada una consecuencia con un hecho que es muy
semejante al supuesto de la norma pero no idéntico, pero se toma la posición de
aplicarle la consecuencia de la norma al ser sustancialmente semejante a la
norma. La analogía crea normas “intelectualmente”, es decir, a través de
procesos de razonamiento. Por tanto, la creación no es a través de órganos del
Estado.

Método amplio.- Aplica la norma aplicando la equidad y los principios generales


del derecho.

3.- Naturaleza de las normas interpretativas.

¿Son obligatorias o son facultativas? La posición es que son obligatorias.

4.- Destinatarios:

Jueces, árbitros, propios agentes que celebraron el acto jurídico, personas que
tengan interés en la interpretación del acto jurídico.

5.- Interpretación literal (principio de la buena fe):

“Se parte, por lo tanto, de la preocupación de un querer sano, positivo y


razonable y se inspira en voluntades queridas con justicia, seriedad, equidad y
certeza. Es un presupuesto sobre el cual se vertebra toda la temática negocial,
se parte de la premisa que el agente, en legítimo uso de la autonomía privada,
establece un precepto de conducta responsable, sincero y no engañoso y que el
destinatario de la declaración la recibe con confianza en esta conducta del
declarante. Por parte del agente debe confiarse a su vez en la buena fe del
receptor de la declaración y que la entiende adecuadamente y sin retorcer su
sentido”. Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.

6.- Interpretación sistemática:

Artículo 169 del Código Civil.- “Las cláusulas de los actos jurídicos se
interpretarán las unas por medio de las otras, atribuyéndose a las dudosas el
sentido que resulte del conjunto de todas”.

7.- Interpretación finalista:

Artículo 170 del Código Civil.- “Las expresiones que tengan varios sentidos
deben entenderse en el más adecuado a la naturaleza del objeto.”

8.- Interpretación contra el estipulante:

Artículo 1401.- “Las estipulaciones insertas en cláusulas generales de


contratación o en formularios redactados por una de las partes se interpretarán,
en caso de duda, a favor de la otra.”

9.- Interpretación restrictiva y extensiva:

Por muy generales que sean los términos en que aparezca redactado un
contrato, no comprenderá éste más cosas que aquellas sobre las cuales las
partes se propusieron contratar.

Cuando se ha expresado un caso, con el fin de explicar algunos de sus efectos,


no se consideran excluidos los casos no expresados.

10.- Interpretación conservadora del acto jurídico:

La línea general de interpretación de los actos jurídicos es mantener la existencia


del acto jurídico y su integridad y no la desintegración e inexistencia del acto
jurídico.

11.- Interpretación, calificación e integración del acto jurídico:

Es posible interpretar los alcances y limitaciones del acto jurídico, conforme a lo


expuesto en los numerales precedentes. También es procedente calificar al acto
jurídico. ¿Qué es calificar? Es asumir la naturaleza del acto jurídico conforme a
lo que las partes celebrantes acordaron y establecieron. Es decir, frente a un
error de calificación del acto jurídico, la persona llamada a aplicar el derecho,
está en aptitud plena de calificar conforme a su propia naturaleza al acto jurídico.
Un viejo aforismo dice “las cosas en derecho son lo que se encuentra en la propia
esencia de éstas y no lo que las partes le denominan a las cosas”, entonces en
esta línea la calificación es asumir la esencia del acto jurídico conforme a lo que
las partes celebrantes quisieron establecer y no conforme al nombre que éstas
le pusieron.
Sobre la integración. Es posible aunque arriesgado y azaroso interpretar los
actos jurídicos tomando estipulaciones que las partes acordaron para regimentar
supuestos que las partes no previeron y que en vía de integración reciben un
tratamiento como si las partes hubiesen acordado sobre esos supuestos no
previstos.

QUINTA UNIDAD

LA INEFICACIA ESTRUCTURAL DEL ACTO JURIDICO

1.- Ineficacia.

1.1 Categoría genérica de ineficacia.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra


ineficacia como “falta de eficacia y actividad”. La ineficacia es la negación de la
eficacia y ésta, por el mismo diccionario, es definida como “capacidad de lograr
el efecto que se desea o se espera”.

La ineficacia es por tanto la ausencia, falta, suspensión, pérdida o suspensión


de efectos.

En derecho la ineficacia es aquella situación en que un acto jurídico:

No produce efectos desde su misma celebración por tener graves defectos, el


acto jurídico nace muerto.
Los efectos que derivaron del acto jurídico dejan de tener reconocimiento en el
derecho desde el mismo momento en que el acto jurídico se celebró.
El acto jurídico produce efectos pero luego estos se extinguen.

Entonces podemos separar dos grupos de ineficacia.

Un primer grupo de actos ineficaces son aquellos que nunca produjeron efectos,
desde el inicio, o los efectos que podrían ser vistos, como efectos, en realidad
no tienen ninguna fuerza, ninguna virtud de cambio o modificación, desde el
inicio, modo que el derecho no les reconoce ninguna posibilidad de cambio.

Un segundo grupo en que el acto jurídico se celebra y empieza a desplegar


efectos, pero posteriormente, por una causal sobreviniente a la celebración del
acto jurídico, los efectos se truncan, sin que los efectos del acto jurídico hayan
llegado hasta el final.

1.2 Ineficacia estructural e ineficacia funcional. Notas comunes y diferencias.


El primer grupo está conformado por los supuestos de ineficacia estructural que
es aquella ineficacia que se presenta desde el momento de la celebración del
acto jurídico. Se dice que afecta 1la misma estructura del acto jurídico, de allí su
denominación.

El segundo grupo está conformado por los supuestos de ineficacia funcional que
es aquella que se presenta en un acto que está perfectamente celebrado, por lo
que no cabe señalarle defectos estructurales, pero que con posterioridad a la
celebración, por regla general, se la priva de efectos. Pierde funcionalidad, es
decir en un primer momento el acto jurídico funcionó perfectamente pero eso se
pierde y entonces estamos frente a la ineficacia funcional.

Con las ideas precedentes podemos decir que notas comunes a ambos tipos de
ineficacia son la pérdida de efectos, los efectos no se producen, en buena cuenta
el acto jurídico deja de producir efectos. Las diferencias están en que la ineficacia
estructural afecta la celebración misma del negocio jurídico, en la misma
celebración o conformación del acto jurídico, diríamos que es fundacional en el
sentido que está en la misma fundación del acto jurídico, en cambio la ineficacia
funcional supone que el acto jurídico es perfecto en su inicio pero ocurre un
fenómeno que con posterioridad le priva de efectos.
La ineficacia estructural en el Perú es la invalidez del negocio jurídico. La
invalidez puede ser nulidad o anulabilidad. Algunos autores ubican a la rescisión
dentro de la ineficacia estructural.

La ineficacia funcional tiene una pluralidad mayor. En primer lugar la resolución,


que existe en contratos, para otros autores también la rescisión.

Existe también ineficacia funcional en el fraude a través de actos jurídicos.

La ineficacia estructural, a diferencia de la ineficacia funcional, implica afectación


en los componentes estructurales del acto jurídico. Son los presupuestos, los
elementos y los requisitos. Cuando falla alguno de estos, gravemente, tenemos
la ineficacia estructural. Eso no se presenta en la ineficacia funcional en que los
presupuestos, elementos y requisitos del negocio o acto jurídico son perfectos.

En la ineficacia estructural es evidente que tiene suma importancia reconocer los


componentes estructurales que son los presupuestos, los elementos y los
requisitos.

Recordemos que el acto jurídico está conformado por elementos,


presupuestos y requisitos. Lizardo Taboada llama a estos aspectos del acto
jurídico.

1
Elementos.- Son dos (i) la manifestación de voluntad y (ii) la causa o finalidad.
La causa o finalidad puede apreciarse en dos niveles. Un nivel objetivo, o
general, y un nivel subjetivo o personal, es decir, en relación a cada
celebrante del negocio jurídico. Pero ¿qué es la causa o finalidad? Podríamos
decir que es la razón determinante de la celebración del acto jurídico. Es
decir, por qué se celebró el acto jurídico o para qué se celebró el acto jurídico.
Los autores formulan respuestas divididas a la pregunta. Para algunos
autores la causa o finalidad coincide con el tipo legal que la ley o norma
establece para los actos jurídicos típicos. Los actos jurídicos típicos son los
que están reconocidos expresamente en la ley o norma. Por ejemplo, el
contrato de arrendamiento. Entonces el contrato de arrendamiento se define
básicamente como el acuerdo de voluntades en mérito al cual el arrendador
cede el uso de un determinado bien temporalmente al arrendatario a cambio
del pago de una renta períodica. La respuesta a la pregunta cuál es la causa,
en este caso concreto del arrendamiento, será sencillamente que una
persona quiere ceder el uso de un bien a cambio de una renta períodica y
que otra persona -arrendatario- quiere usar el bien a cambio del pago de una
renta. Esa sería la respuesta objetiva a la pregunta de la causa o finalidad; y
como puede apreciarse coincide con el tipo objetivo del acto jurídico
establecido en la ley. La respuesta subjetiva se preocuparía por escudriñar
qué es lo que cada parte, en su decisión personal, busca o pretende con el
acto jurídico. El arrendador por ejemplo quiere arrendar para mejorar su
ingreso mensual o para ayudar a un hermano, en fin hay varias posibilidades.

Presupuestos.- Son dos (i) el sujeto y (ii) el objeto.

Requisitos.- Condiciones que deben cumplir tanto los elementos como los
presupuestos para que el acto jurídico esté bien conformado. Por ejemplo,
la formalidad, por ejemplo en algunos negocios jurídicos la inscripción en
Registros Públicos. En este caso la palabra condición no quiere decir un
hecho futuro e incierto de cuya realización se hacen depender los efectos del
acto jurídico. Condición en este caso sinónimo de exigencia.

1.4 Notas características de ineficacia estructural o invalidez del acto jurídico.

La ineficacia estructural invalidez, cuando es nulidad, tiene dos características


fundamentales: (i) la imperatividad del sistema, (ii) la irrenunciabilidad. La
primera característica apunta a que se aplicarán las causales de nulidad incluso
contra la voluntad de los agentes que celebraron el negocio jurídico, las partes
no pueden pactar sustraerse de las causales de nulidad del negocio jurídico; la
segunda señala que los agentes no pueden dejar establecida una renuncia a
iniciar acciones de nulidad.

1.5 Diferencias entre nulidad y anulabilidad.

“… la nulidad es una sanción legal destinada a privar de sus efectos jurídicos


propios y queridos a los negocios incursos en una de las causales legalmente
establecidas.” Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.
La nulidad no puede ser confirmada por las partes ni por terceros. En cambio la
anulabilidad sí puede ser confirmada.

La acción de nulidad tiene un plazo de prescripción de diez años, en tanto que


la acción de anulabilidad tiene un plazo de prescripción de dos años.

La acción de nulidad puede ser ejercida por las personas que tengan interés
legítimo y también por el Ministerio Público. Además puede ser declarada de
oficio cuando sea manifiesta.

La acción de anulabilidad puede ser ejercida por las personas que han celebrado
el acto jurídico y por las personas perjudicadas por el acto jurídico.

1.6 Nulidad virtual.

Se denomina nulidad textual a la que expresamente queda sancionada en la ley.


Es la prevista en el numeral 7 del Artículo 219 del Código Civil que dispone que
es nulo el acto jurídico “Cuando la ley lo declara nulo”. Sin embargo, no es
necesario que la ley expresamente diga “este acto es nulo”. Esa nulidad podría
inferirse del precepto obligatorio de la norma que ha sido quebrantado.

Se denomina nulidad virtual a la que se establece bajo la fórmula genérica es


nulo “el acto jurídico cuando la ley lo declara nulo”, teniendo presente que la
doctrina predominante señala que no es necesario que encontremos en la norma
la fórmula textual “es nulo” o “bajo sanción de nulidad”. Es decir, puede haber
nulidades que infringen disposiciones legales que omiten alguna de esas
fórmulas y, sin embargo, no hay duda de que son nulidades, puesto que se trata
de actos jurídicos que han sido celebrados con infracción de normas imperativas
en contra de las que no se puede pactar. La fórmula es nulo “el acto jurídico
contrario a las normas que interesan al orden público” también constituiría
nulidad virtual, es decir son formas muy amplias que difieren de los supuestos
específicos de nulidad (ver el numeral 1.9 a continuación).

La nulidad virtual es la que está prevista en el numeral 8 del Artículo 219 del
Código Civil. Así es nulo el acto jurídico “En el caso del artículo V del Título
Preliminar (del Código Civil) salvo que la ley establezca sanción diversa”. El
Artículo V del Título Prelilminar dice: “Es nulo el acto jurídico contrario a las leyes
que interesan al orden público o a las buenas costumbres”.

Fernando Vidal Ramírez dice: “La oposición a las normas de orden público como
causal de nulidad absoluta da cabida a las denominadas nulidades virtuales, que
resultan de la interpretación de la norma legal, y en eso se diferencia esta causal
de la vista anteriormente (se refiere a la del inciso 7 del Art. 219 del C.C.), que
da cabida a las nulidades textuales. Esta causal -la nulidad virtual- es novedosa
pues no registra antecedente en nuestro codificación civil, salvo que en el artículo
III del Título Preliminar del Código Civil de 1936 que se limitaba a prohibir el pacto
que fuera contrario a las normas de orden público, por lo que consideramos que
se inspira en el artículo 1418 del Código Civil italiano”.

La doctrina se ufana de distinguir las nulidades textuales de las virtuales. Sin


embargo, en un análisis más profundo puede haber cierta confusión en relación
a las fronteras y límites entre la nulidad textual y la nulidad virtual, confusión en
el sentido de si se trata del inciso 7 del Artículo 219 (es nulo el acto jurídico
cuando la ley lo declara nulo) o si se trata del inciso 8 del mismo Artículo 219
(caso del Artículo V del Título Preliminar esto es que es nulo el acto jurídico
contrario a las normas que interesan al orden público o a las buenas
costumbres).

Ejemplo de nulidad textual, la establecida en el Art. 171 del Código Civil: “La
condición suspensiva ilícita y la física o jurídicamente imposible invalidan el acto.”

1.7 Prescripción y caducidad.

La acción de nulidad prescribe a los diez años.


La acción de anulabilidad prescribe a los dos años.
La prescripción no es caducidad. La caducidad extingue el derecho y
consecuentemente la acción.
Lo prescripción sólo extingue la acción, por tanto el derecho queda incólume. De
allí que si alguien paga una deuda cuya acción ha prescrito pero cuyo derecho
está vigente, no caduco, es de pago es perfectamente válido y no puede alegarse
que se pagó habiendo prescrito la acción y que se devuelva l pagado.
En cambio se alguien cumple una obligación respecto a un derecho caduco ese
cumplimiento sería inválido puesto que el derecho ya no existe y se pagó contra
nada.
La prescripción no puede ser alegada por el Juez de oficio, siempre se invoca a
petición de parte. En cambio la caducidad sí se puede declarar de oficio por el
Juez.

1.8 Causales genéricas de nulidad.

Código Civil.-

“Artículo 219.- El acto es nulo:

1. Cuando falta la manifestación de voluntad del agente.


2. Cuando se haya practicado por persona absolutamente incapaz, salvo lo
dispuesto en el artículo 1358.
3. Cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando sea
indeterminable: el objeto es un componente estructural de AJ. Que este
objeto sea aceptado por el ordenamiento jurídico. Ejemplo: no se puede
constituir una garantía hipotecaria sobre un caballo. No tiene que ver con
el fin lícito pero la confusión está ahí. La finalidad del acto jurídico y la
evaluación de si esta finalidad es lícita se pone en el propósito que
pretenden alcanzar los celebrantes del aj, cuando este propósito colisiona
los principio y normas de ordenamiento jurídico decimos que es un fin
ilícito, aunque el objeto sea jurídicamente posible.

El objeto en su primera acepción es el estatuto de derechos y


obligaciones que fluyen de la celebración del acto jurídico: en la adopción
requisito de edad, si faltara solo un mes para tener la edad suficiente sería
muy difícil decir que es un fin ilícito, y en el caso que cumpliéramos con
un mes no habría argumento para decir que es ilícito si sucediera esa
situación, sin embargo, ese requisito hace que el objeto no sea
jurídicamente posible.
El objeto tiene que crear derechos y obligaciones que sean coherentes
con las normas del ordenamiento jurídico.

La segunda acepción del objeto indica que son las prestaciones


(comportamientos, conductas que surgen con la celebración del aj y el
cumplimiento del acto jurídico) ¿Qué conductas deben cumplirse con la
celebración del acto jurídico? Estas conductas deben ser armoniosas con
el ordenamiento jurídico, objeto físicamente posible, pues hay conductas
que son físicamente imposibles y estas no pueden ser objeto del acto
jurídico, ejemplo del niño y el mar. “Que las prestaciones del acto jurídico
no colisiones con las leyes de la física”. Hay que juzgar la imposibilidad
de acuerdo con la circunstancia en que nos encontramos. “yo soy yo y mi
circunstancia”.

Tercera acepción indica que el objeto es el bien:


Bienes materiales y bienes inmateriales, el bien es un objeto de derecho
nunca un sujeto: y estos podrían ser elementos tangibles (cosas) e
intangibles (derechos). El objeto del acto jurídico también se considera al
bien, a la cosa que esta siendo acordada en el acto jurídico, respecto de
la cual se están construyendo los derechos y obligaciones, ejemplo:
compraventa: puede ser un carro.
Nadie puede vender una ballena con cuatro patas porque el objeto es
físicamente imposible.

Cuando el objeto es indeterminable:


El objeto del aj debe cumplir con la exigencia de la determinación, la cual
consiste en la precisión de aquello que se esta estipulando en el acto
jurídico, cabe la posibilidad de tener acto jurídico con objetos
indeterminados, y que no se van a poder determinar. Ejemplo: una
persona le vende a otra una extensión de terrenos, la persona tiene 23 mil
metros y le vende 7 mil y no dice nada más (sería diferente si dijera algún
lindero, extensión de límites) o dice “le vende una extensión de este
terreno” ¿cómo podríamos determinar qué es lo que quiso vender si no
estableció los límites, hizo imposible la determinación?

4. Cuando su fin sea ilícito: Esta separación del objeto y el fin, responde a
una modificación del código, cuando el acto jurídico en su propósito
implícitos o explícitos busca fines que están proscrito por el ordenamiento
jurídico se configura la causal de fin ilícito. Estos fines pueden estar
expresados en la manifestación de voluntad de manera explícita, pero
puede suceder que este fin ilícito no sea evidente, ejemplo exportar
estupefacientes pero la “foto” era de harina.

5. Cuando adolezca de simulación absoluta: no existe el propósito real de


las partes que aparecen celebrando este acto jurídico, a este aj se le
conoce como acto simulante, pues simula una realidad que no existe, es
también el acto simulado.

 Acto simulado: detrás del acto no hay ningún acto (simulación


absoluta) características:
o Divergencia entre lo declarado y lo que realmente se quiere
o Acuerdo simulatorio
o Propósito de crear una apariencia
Ejemplo: una persona quiere eludir una responsabilidad obligacional
frente a unos acreedores y pide a un familiar simular un contrato de
compraventa en el que este familiar adquiere la casa de este señor. A
fin de que no se pueda embargar ningún bien, a fin de que el crédito
quede sin posibilidad de ser pagado.
No toda simulación tiene un propósito reprobado por el derecho,
ejemplo persona que se ganó la lotería y le piden que le colaboren,
simulado donaciones, etc., aquí no hay una afectación a intereses
tutelados jurídicamente, no tiene un perjuicio dentro de si mismo.
 La divergencia: las personas declaran algo que no es su intención, las
pruebas para acreditar la divergencia pueden ser indicios, no ce
necesita una confesión de las partes de manera puntal para acreditar
la simulación. Por ejemplo, que la persona que “compro la casa en
efectivo por 80000 dólares” no tenga capacidad de pago por los
bancos, se levanta el secreto bancario. El derecho civil reclama un
auxilio de derecho procesal.
 Es una figura que puede ocupar también el derecho penal, “falsedad
ideológica” es introducir datos falsos en un instrumento que es
verdadero, lo que consta en el instrumento es falso. Ejemplo existe la
minuta, pero lo que contiene es falso.

6. Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad: sanciona


aquellos actos jurídico que debiendo cumplir con una determinada
formalidad no cumplen. Ejemplo la celebración de matrimonio.
7. Cuando la ley lo declara nulo.
8. En el caso del artículo V del Título Preliminar, salvo que la ley establezca
sanción diversa.”

SIMULACION

1.- Concepto de simulación.-

Vidal Ramírez cita a Ferrara: “… la simulación es la declaración de voluntad con un


contenido de voluntad no real, emitida concientemente y de acuerdo entre las partes
para producir, con fines de engaño, la apariencia de un negocio jurídico”.

En la simulación hay una disconformidad entre lo declarado, es decir lo expresado,


y lo que realmente se quiere.

2.- Caracteres del acto jurídico simulado.-

2.1 En primer lugar la disconformidad entre lo declarado y lo querido.


Disconformidad entre la voluntad interna y la voluntad manifestada.

2.2 En segundo lugar concierto entre las partes para producir el acto simulado. Debe
existir un acuerdo entre las partes para crear un acto simulado.

2.3 En tercer lugar el propósito de engañar.

“Como la simulación se dirige a producir un acto jurídico aparente, el propósito de


engañar le es inherente aun cuando sea un engaño no reprobado por la ley. Como
los simulantes están concertados el engaño va dirigido a los terceros.”

Pero la intención de engañar no es la intención de dañar.

La simulación en sí misma no es lícita ni ilícita y su ilicitud solo puede serlo por su


finalidad, esto es, si mediante el acto simulado lo que se persigue es perjudicar a
terceros.

3.- Componentes de la simulación.-

Podríamos afirmar que son componentes de la simulación la manifestación de


voluntad que no guarda relación con lo realmente querido -voluntad real de los
contratantes- creando un acto simulado que no responde a la voluntad real y que,
en un caso, no oculta nada, y que, en otro caso, oculta un acto diferente -acto
disimulado-.
4.- Simulación lícita e ilícita.-

La simulación puede ser lícita, cuando es inocua, es decir no daña. En cambio la


simulación ilícita daña.

Ejemplo de la primera es si una persona simula un contrato de compraventa de un


inmueble con otra con el propósito de engañar a otra persona que le había pedido
hipotecar dicho inmueble a un banco en garantía de un préstamo que había
solicitado.

Ejemplo de la segunda es simular una venta de un inmueble para que los acreedores
no embarguen dicho inmueble.

5.- Simulación absoluta y relativa.-

En la simulación absoluta no hay ningún acto oculto, los celebrantes del acto
simulado aparentan celebrar dicho acto que es precisamente simulado. Es decir, los
simulantes no quieren celebrar ningún acto pero aparentan celebrar uno. Esa es la
simulación absoluta. Como cuando dos personas aparentan celebrar un contrato de
compraventa pero en realidad no celebrar ningún acto. Esta es simulación absoluta.

“El negocio absolutamente simulado es una mera apariencia de la voluntad de


contenido expresada por los declarantes quienes, en verdad, no han querido ni ese
ni ningún otro negocio jurídico. Lo que meramente han querido ha sido ocultar la
realidad precedente, sin modificarla.” Lohmann Luca de Tena, Juan Guillermo.

En la simulación relativa en cambio se aparenta un acto pero en realidad se celebra


un acto oculto distinto, diferente.

“La simulación es relativa cuando existe voluntad real de celebrar un acto jurídico
para ocultarlo y presentar a los demás un acto aparente. De este modo, se produce
una dualidad de actos: uno oculto o disimulado, que contiene la verdadera voluntad
de las partes; y otro aparente o simulado, que es el que instrumentalizan las partes
con el propósito de engañar.” Vidal Ramírez, Fernando.

En la simulación absoluta el acto “simulado”, o sea el que aparece a los ojos de


todos, no oculta nada, detrás del acto “simulado” no hay nada. En cambio en la
simulación relativa, detrás del acto “simulado” hay un acto “disimulado” u oculto. Esa
es una diferencia entre simulación relativa y simulación absoluta.

Simulación total y parcial.

La simulación relativa puede ser total parcial.

Es total cuando abarca al acto jurídico en su totalidad, esto es, cuando el acto
aparente, o “simulado” es totalmente ficticio. Estamos en simulación relativa, por
ejemplo si se aparenta una compraventa pero se oculta una donación, esa es la
cuestión central en la simulación relativa.
Dicho de pasada, la simulación absoluta siempre es total, por la sencilla razón de
que se aparenta un acto, el “simulado” pero en realidad no se celebra ninguno.

La simulación relativa es parcial “cuando el acuerdo simulatorio está dirigido a uno


o más aspectos o cláusulas del acto jurídico a fin de que no correspondan a la
verdadera voluntad de los celebrantes.”

Es muy importante tener presente las acciones que puedan interponerse frente a
actos simulados, sean simulados absolutamente o simulados relativamente.

El acto simulado, sea que no oculte nada (simulación absoluta) o que oculte otro
acto (simulación relativa), es “inválido y nulo de nulidad absoluta -que no admite
saneamiento por convalidación ni por conversión-“.

El acto disimulado, es decir el acto oculto en la simulación relativa, sería anulable


cuando perjudica a tercero. Pero sería nulo si no cumple los requisitos, supuestos y
elementos, es decir si adolece si un defecto estructural, por ejemplo dos partes
ocultan una donación de inmueble, la donación es el acto “disimulado” u oculto por
el acto “simulado”, pero si esa donación consta en un documento privado es una
donación nula por no cumplir los requisitos de forma, esto es la escritura pública.

Art. 219 del C.C.

Es nulo el acto jurídico:

Inciso 5: “Cuando adolezca de simulación absoluta.”

Art. 221 del C.C.

Es anulable el acto jurídico:

Inciso 3: “Por simulación, cuando el acto real que lo contiene perjudica el derecho
de tercero”.

Juan Guillermo Lohman propone interpretar así el inciso 3: “… el negocio es


anulable por simulación, cuando el acto verdadero u oculto perjudica derechos de
terceros”.

Nulidad y anulabilidad presentan evidentes diferencias, si bien ambas conforman el


fenómeno de la invalidez.

Sin embargo, se interpone una demanda con la pretensión de anulabilidad el acto


jurídico se pretende la declaración de nulidad de dicho acto. Es decir, no se presenta
una pretensión de anulabilidad para que se declare la anulabilidad del acto, sino la
nulidad del acto.

VICIOS DE LA VOLUNTAD

1.- Error.
El error y la ignorancia se distinguen del dolo. En error e ignorancia está una
persona por su propia causa, o por una razón imputable a ella. En cambio en el
dolo es la otra parte, a dicha persona, o un tercero, el que provoca el error y la
ignorancia. Esta es una primera diferencia que ayuda a marcar las fronteras del
error y de la ignorancia en relación al dolo.

Rubio Correa, Marcial, dice sobre la ignorancia y el error y el dolo: “Lo primero
que es indispensable anotar es que son dos realidades distintas la existencia de
error e ignorancia de un lado, y la existencia de dolo de otro. Para que haya error
o ignorancia es preciso que incurramos en ellos por propia causa. Si es otro el
que nos induce a ellos, estamos ante la presencia del dolo de la contrapate o del
tercero” (Rubio Correa, Marcial. Error e Ignorancia. El Saber Jurídico sobre la
Ignorancia Humana. Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial
1991, pág. 17).

Además, es importante precisar que la normas del Código Civil que tratan el error
están referidas al error o ignorancia que puede presentarse en la celebración del
acto jurídico por dos personas en relación de igualdad. El error que trata el
Código Civil no se refiere al error de una persona actuando frente al Estado.

El error distorsiona el proceso de formación de la voluntad jurídica, ya en el


aspecto relativo a la voluntad interna, que es el error vicio, o en la manifestación
de la voluntad, que es el error en la declaración o error obstativo.

El error es una falsa o inexacta representación de la realidad.

Fernando Vidal Ramírez dice: “El error-vicio como está referido a la función
cognoscitiva del sujeto comprende dentro de su ámbito conceptual la ausencia
de conocimiento, que es la ignorancia, y el conocimiento equivocado, que es
propiamente el error. De ahí que jurídicamente la ignorancia se equipare al error
y, como sostienen Ospina y Ospina, que el error provenga de la ignorancia pues
el concepto falso encuentra su origen en el desconocimiento de la realidad”.

También existe el error en la declaración. El error en la declaración no tiene nada


que ver con la formación errada de la voluntad. En el error en la declaración la
voluntad se ha configurado perfectamente pero el error se presenta en la
declaración, esto es en la exteriorización de la voluntad.

En ambos casos el error debe ser espontaneo, como es el error. Si el error es


provocado ya no es error.

Caracteres del error vicio.- (a) Se produce espontáneamente como


consecuencia de la ausencia de conocimiento -que es la ignorancia- o de
conocimiento equivocado; (b) genera una divergencia inconsciente entre la
voluntad interna y la manifestación; (c) la manifestación de voluntad no es
correlativa a los efectos queridos y que han conducido al sujeto a la celebración
del acto jurídico.
Clasificación del error.-

a) Error esencial.- Cuando es determinante en la formación de la voluntad


interna e induce al sujeto a la celebración del acto jurídico mediante una
manifestación de voluntad que no va a ser correlativa a los efectos
queridos, o, en otras palabras, el error es esencial cuando de no haber
mediado el sujeto no hubiera celebrado el acto jurídico.
b) El error indiferente.- Se contrapone al error esencial, es decir no es
relevante para la toma de decisión. Es un simple accidente en la formación
de la voluntad.
c) El error de hecho.- Fernando Vidal Ramírez dice: “El error de hecho o
error facti consiste en la ausencia de conocimiento o en el conocimiento
equivocado que recae en cualquier clase de objetos, en su sustancia o en
sus cualidades esenciales, así como en las personas o en sus cualidades,
en una operación de cálculo o en la apreciación de una cantidad, o en el
motivo mismo que induce a la celebración del acto jurídico. La
comprensión de su concepto viene a ser, por ello, sumamente lata pues
solo excluye a lo que sea una norma jurídica, que se reserva para el error
de derecho”. Dentro del error de hecho están el error en la esencia o en
las cualidades esenciales del objeto, error en las cualidades esenciales
de la persona, error en cálculo o de cuenta, error en la cantidad, error en
el motivo. En relación a este último -error en el motivo- se puede decir que
es el error por antonomasia, es decir el error por excelencia y que todos
los demás entran dentro de éste.
d) El error de derecho.- “El error de derecho es la ausencia de conocimiento
o el conocimiento equivocado referido a una norma jurídica y, por ello,
tiene un ámbito de apliación específico que lo diferencia sustancialmente
del error de hecho, según criterio que viene desde el Derecho Romano.
Ospina y Ospina lo ilustran con el ejemplo clásico tomado de Paulo: si una
persona celebra un contrato con un menor de edad creyendo que negocia
con un mayor de edad, comete un error de hecho; pero si dicha persona,
a sabiendas de que está negociando con un menor de edad, supone que
puede pretermitir las formalidades legales protectoras de los incapaces,
incurre en error de derecho”. Fernando Vidal Ramírez.

Conocibilidad del error.-

Para que el error sea causal de anulación del acto jurídico debe ser conocible,
esto quiere decir que la otra parte -no el errante sino la otra parte- haya estado
en posibilidad de conocer el error. Si esta posibilidad no se presenta entonces
no habrá posibilidad de anulación.

Si la otra parte -no el errante sino la otra parte- conocía del error entonces
estamos ante la figura del dolo.
Art. 201: “El error es causa de anulación del acto jurídico cuando sea esencial y
conocible por la otra parte.”

Art. 202.- “El error es esencial:

1. Cuando recae sobre la propia esencia o una cualidad del objeto del acto
que, de acuerdo con la apreciación general o en relación a las
circunstancias, debe considerarse determinante de la voluntad.
2. Cuando recae sobre las cualidades personales de la otra parte, siempre
que aquellas hayan sido determinantes de la voluntad.
3. Cuando el error de derecho haya sido la razón única o determinante del
acto.”

Art. 203.- “El error se considera conocible cuando, en relación al contenido, a las
circunstancias del acto o a la calidad de las partes, una persona de normal
diligencia hubiese podido advertirlo.”

2.- Dolo.

El dolo es el error provocado. O sea es engaño.

El Art. 210 del Código Civil dispone:

“El dolo es causa de anulación del acto jurídico cuando el engaño usado por una
de las partes haya sido tal que sin él la otra parte no hubiera celebrado el acto.”

“Cuando el engaño sea empleado por un tercero, el acto es anulable si fue


conocido por la parte que obtuvo beneficio de él”.

3.- Violencia e intimidación.

La violencia es el uso de la fuerza o “vis absoluta” para arrancar una


manifestación de voluntad. En rigor no habría manifestación de voluntad por lo
que sería un caso de nulidad de acto jurídico por falta de manifestación de
voluntad del agente.

La violencia moral es la intimidación o “vis compulsiva”.

Fernando Vidal Ramírez dice: “La violencia, entendida como violencia física
también llamada violencia absoluta, consiste en una fuerza que se emplea en
contra de una persona para que celebre ésta el acto jurídico. Llevar la mano de
una persona, someterla a hipnósis o embriaguez son casos que la doctrina
presenta como violencia física. Aguiar citado por Fernando Vidal dice que la
“violencia física es la que se ejerce materialmente sobre el agente, por
constreñimiento corpóreo,suprimiendo la libertad al obligarlo a hacer lo que no
quiere hacer, o al impedirle que haga lo que no quiere hacer. Este caso de
violencia física determina que el acto jurídico sea nulo, por ausencia de voluntad.
Sin embargo, el Art. 214 del Código Civil: “La violencia o la intimidación son
causales de anulación del acto jurídico, aunque hayan sido empleadas por un
tercero que no intervenga en él.”

¿Se trataría de un violencia que modifica la voluntad, mas no la que lo hace


generarse la que ocasiona la anulabilidad? La violencia, física o moral, si arranca
una voluntad no querida, sería causal de nulidad por falta de manifestación de
voluntad.

La violencia a que se refiere el Artículo 214 es una violencia que vicia la voluntad,
hay voluntad pero esta es viciada. Ese acto es anulable. Pero entendamos bien,
si la violencia física elimina la voluntad ese acto es nulo. Así de simple. Si la
violencia moral o intimidación igualmente anula la voluntad el acto es nulo.

La violencia o intimidación del Art. 214 son supuesto en que se “altera” la


voluntad. La diferencia es sutil, pero necesaria. En estos casos en que se “altera”
la voluntad querida caemos en anulabilidad del acto jurídico. Si la voluntad se
“arranca” estamos en nulidad.

Art. 215 del Código Civil: “Hay intimidación cuando se inspira al agente el
fundado temor de sufrir un mal inminente y grave en su persona, su cónyuge, o
sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad
o en los bienes de unos u otros.”

“Tratándose de otras personas o bienes, corresponderá al juez decidir sobre la


anulación, según las circunstancias.”

1.9 Causales genéricas de anulabilidad.

El Artículo 221 del Código Civil establece las causales de anulabilidad del acto
jurídico:
“Artículo 221.- El acto jurídico es anulable:
1. Por incapacidad relativa del agente.
2. Por vicio resultante de error, dolo, violencia o intimidación.
3. Por simulación, cuando el acto real que lo contiene perjudica el derecho
de tercero.
4. Cuando la ley lo declara anulable.”

Pero ¿qué es el acto anulable?. Es aquel acto que reune los “elementos
constitutivos indispensables sólo que, en virtud de estar afectados algunos de
estos elementos por un vicio fundamental, puede ser impugnado y, en
consecuencia, destruido” (Puig Peña, citado por Vidal Ramírez. El acto jurídico.
Pág. 510).

Los caracteres del acto jurídico anulable son:


a) Es válido y eficaz.
b) Requiere de una sentencia que lo declare nulo, con efecto retroactivo a la
fecha de celebración.
c) La nulidad -por ser el acto anulable-, sólo puede ser demandada por las
personas que están especialmente legitimadas para demandar y que son
los beneficiarios del acto anulable.
d) El acto anulable puede subsanarse por la confirmación.

2.- La confirmación.-

El acto nulo no se puede confirmar. El acto anulable sí se puede confirmar. La


confirmación es la manifestación de voluntad por la cual una parte expresa que
el acto jurídico que celebró, aunque en causal de anulabilidad, sí debe surtir
plenos efectos y es plenamente válido. La confirmación es posterior a la
celebración del acto jurídico.

Eso no está permitido en el caso de la nulidad. ¿Por qué? Porque se entiende


que la infracción o causal de nulidad es muy grave precisamente en la nulidad y
compromete a las normas de orden público, en cambio tratándose de la
anulabilidad no se comprometen normas de orden público o en todo caso son
infracciones menores. De allí que en un caso se confirme y en otro caso no se
confirme.

La confirmación tiene efectos ex tunc, es decir surte efectos desde la misma


celebración del acto jurídico.

Pero cuál es la diferencia entre “convalidación” y “confirmación”. La diferencia es


que la “convalidación” es cualquier hecho o acto que hace desaparecer la
impugnabilidad del acto jurídico. La “convalidación” es el género y la
“confirmación” es la especie. La “confirmación” tiene, por tanto, menos ámbito
que la “convalidación”. La “convalidación” puede ser ex lege y ex voluntate, o sea
por aplicación de la ley o por manifestación de voluntad, cuando se trata de ésta
última estamos ante la confirmación.
SEXTA UNIDAD

LA INEFICACIA FUNCIONAL DEL ACTO JURIDICO

Fraude en el Acto Jurídico

Más propiamente el fraude a través del acto jurídico, no es como la simulación,


sino

1. Noción de Fraude: según el diccionario de la real academia de la lengua


española:
“Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona
contra quien se comete”
“Acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de
terceros.”
“Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos
públicos, o de algunos privados, confabulándose con la representación de
los intereses opuestos”

Ineficacia funcional: El negocio jurídico venia desplegando efecto, no es


que la perdida de funcionamiento sea inicial sino que sobreviene, no tiene
ningún defecto en la estructura, el aj debería desplegar todos sus efectos
sin embargo se truncan, paralizan, suspenden, no debería existir por tanto
una confusión entre la ineficacia estructural ya que esta es un defecto en
los requisitos, estructura del acto jurídico.
La figura de la rescisión tiene algunos elementos de ineficacia estructural,
ocurre desde el momento de la celebración del acto jurídico, en derecho
peruano la rescisión presenta 3 supuestos:
 La compraventa de bien ajeno
 La lesión
 La compraventa sobremedida
Estas tres figuras son contemporáneas con la celebración del acto
jurídico, lo que hace concluir lo que se dijo anteriormente. Pero esto no es
motivo suficiente para concluir que es ineficacia estructural, pues el único
que tiene este supuesto es la compraventa de bien ajeno, pues este
conduce a la causal de bien ajeno jurídicamente imposible. En unos casos
en recisión y en otra nulidad
.

Los supuestos de ineficacia funcional:

Vicisitudes de la representación

Representación.-
“El acto jurídico puede ser celebrado por el propio sujeto interesado o por medio
de otro, dando lugar a la figura de la representación.”

“….. figura típica y autónoma, en virtud de la cual una persona, que viene a ser
el representante, celebra uno o más jurídicos en cautela de los intereses de otra,
que viene a ser el representado. Es más, el concepto puede simplificarse si se
considera que el simple actuar de una persona por otra configura una
representación.”

En la representación una persona, que es el representante, actúa con su propia


voluntad y con su propia manifestación de voluntad, pero el acto jurídico es
celebrado en realidad por el representado.

El nuncio es un simple portavoz.

2.- Fundamento:

El fundamento de la representación está en la Teoría de la Cooperación. Es


decir, si existe la representación es porque el Derecho asume que es posible y
es necesario, y hasta recomendable, que las personas puedan colaborar entre
sí para la celebración de actos jurídicos.

La posibilidad de la ubicuidad.

3.- Tratamiento en el Código Civil:

En el Código Civil peruano la representación distingue la representación


voluntaria en representación directa y en representación indirecta.

La representación es directa cuando el representante actúa en nombre y en


interés del representado y puede ser, además, representación con poder y
representación sin poder.

La representación es indirecta cuando el representante actúa en nombre propio,


pero en interés del representado. La representación indirecta suele confundirse
o se confunde muchas veces con el “contrato de mandato”, es un contrato típico
en mérito al cual el mandatario celebra con el mandante un contrato por el que
el mandatario se obliga a celebrar uno o más actos jurídicos en interés del
mandante.

4.- Representación Legal:

La representación legal no se genera en el acto jurídico. Se le llama también


representación necesaria, tiene su origen en la ley.

Además de tener como fundamento la teoría de la colaboración, la


representación legal tiene su fundamento en la necesidad de tutela que el
Derecho estima necesaria en determinadas situaciones. En ese sentido son
ejemplos de representación legal la “patria potestad”, la “tutela” y la “curatela”.
La patria potestad es el poder y el deber que tienen los padres respecto de sus
hijos para cuidar de sus bienes y personas.

La tutela es la representación que se establece para los menores de edad que


por alguna razón no están bajo la patria potestad de sus padres.

La curatela es la representación que se establece para las personas -y los bienes


de éstas- mayores de edad que están sujetas a incapacidad absoluta o relativa,
no obstante ser mayores de edad.

La curatela se ejerce por el curador, o representante. En Derecho Procesal Civil


existe la figura de la curatela, que funciona para representar a personas que no
han sido debidamente identificadas en el proceso o emplazadas debidamente en
el proceso. En este caso estamos ante el “curador procesal”.

Dentro del universo de facultades que pueden ejercer los representantes legales
en relación a sus representados, tiene singular importancia los actos de
disposición, es decir actos en mérito a los cuales se transfiere la propiedad, se
transfieren los bienes. Entonces, la ley reserva determinados actos a la
autorización del Juez, la que se dicta en procesos judiciales de disposición, en
estos procesos el Juez debe constatar que efectivamente hay la necesidad de
disposición.

La representación de la sociedad conyugal.- La sociedad conyugal está


conformada por ambos cónyuges. Entonces en la sociedad conyugal se
presentan varias posibilidades.

En primer lugar para disponer de los bienes inmuebles, o para gravarlos -por
ejemplo con hipoteca- es indispensable la intervención de ambos cónyuges.

5.- Representación Voluntaria.

a. Representación Directa

 Representación directa con poder. En la representación directa el


representante actúa en nombre del representado y por cuenta y en
interés del representado.
 Representación directa sin poder. Hay un representado y hay un
representante. Sucede que el representante excede el poder, viola el
poder, o actúa sin poder. Principio de literalidad, se exige con mucha
frecuencia y algunas veces la misma ley lo exige. El principio de
literalidad consiste en que debe otorgarse literalmente la facultad que
invoca tener el representante. Por ejemplo, si el representante dice
estar facultado para interponer demandas debe decir el poder que se
le ha otorgado dicha facultad.
b. Representación indirecta.
El representante actúa en nombre propio, pero en interés del representado.

En la representación indirecta encontramos conexión con el contrato de


mandato. Pero son figuras que se diferencian.

En el contrato de mandato hay una mandante y hay un mandatario. El


mandatario se obliga a celebrar uno o más actos jurídicos, por cuenta y en
interés del mandante, pero los celebra en nombre propio. Luego debe
transferir los derechos y bienes que adquirió en la celebración del acto jurídico
a favor del mandante.

c. Relación representativa.

d. Deberes y derechos del representante y del representado.

e. Extinción de la representación.

FRAUDE EN EL ACTO JURIDICO

1.- Noción de fraude:

Fraude es, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

“Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra


quien se comete.”

“Acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de


terceros.”

“Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos públicos,


o de algunos privados, confabulándose con la representación de los intereses
opuestos.”
“Dicho del acto del deudor: Que es generalmente simulado y rescindible, y
deja al acreedor sin medio de cobrar lo que se le debe.”
Algunas precisiones sobre el fraude a la ley:

“Se definen como tales -actos con fraude a la ley- aquellos negocios celebrados
con la intención de que por medio de sus efectos jurídicos y económicos o
sociales típicos, se logre u obtenga una finalidad o resultado que aparece
legalmente prohibido bajo otra modalidad de negocio jurídico. Es decir,
revistiendo la intención práctica de una especie negocial permitida, o no
prohibida por la legislación, se logra clandestinamente un resultado censurado,
burlando así la ley originaria”. Lohmann Luca de Tena, Juan.

2.- Acciones que protegen los derechos de los acreedores.

Acción oblicua.-
Acción pauliana.-

3.- La acción pauliana en nuestro código civil.-

Artículo 195.- “El acreedor, aunque el crédito esté sujeto a condición o a plazo,
puede pedir que se declaren ineficaces respecto de él los actos gratuitos del
deudor por los que renuncie a derechos o con los que disminuya su patrimonio
conocido y perjudiquen el cobro del crédito. Se presume la existencia de perjuicio
cuando del acto del deudor resulta la imposibilidad de pagar íntegramente la
prestación debida, o se dificulta la posibilidad de cobro.”

“Tratándose de acto a título oneroso deben concurrir, además, los siguientes


requisitos:

1. Si el crédito es anterior al acto de disminución patrimonial, que el tercero


haya tenido conocimiento del perjuicio a los derechos del acreedor o que,
según las circunstancias, haya estado en razonable situación de conocer
o de no ignorarlos y el perjuicio eventual de los mismos.”
2. Si el acto cuya ineficacia se solicita fuera anterior al surgimiento del
crédito, que el deudor y el tercero lo hubiesen celebrado con el propósito
de perjudicar la satisfacción del crédito del futuro acreedor. Se presume
dicha intención en el deudor cuando ha dispuesto de bienes de cuya
existencia había informado por escrito al futuro acreedor. Se presume la
intención del tercero cuando conocía o estaba en aptitud de conocer el
futuro crédito y que el deudor carece de otros bienes registrados.

Incumbe al acreedor la prueba sobre la existencia del crédito y, en su caso,


la concurrencia de los requisitos indicados en los incisos 1 y 2 de este
artículo. Corresponde al deudor y al tercero la carga de la prueba sobre la
inexistencia del perjuicio, o sobre la existencia de bienes libres suficientes
para garantizar la satisfacción del crédito.”

Artículo 196.- “Para los efectos del artículo 195, se considera que las garantías,
aun por deudas ajenas, son actos a título oneroso si ellas son anteriores o
simultáneamente con el crédito garantizado”.

Artículo 197.- “La declaración de ineficacia del acto no perjudica los derechos
adquiridos a título oneroso por los terceros subadquirientes de buena fe”.

Artículo 198.- “No procede la declaración de ineficacia cuando se trata del


cumplimiento de una deuda vencida, si ésta consta en documento de fecha
cierta.”

…………………………………………………………………………………………….

Condicio juris: ejemplo: Para que opere la eficacia de un testamento tiene que
fallecer la persona.
Respuestas:
1.- B
2.- A
3.- C
4.- B
5.- B
6.- D
7.- A-B
8.- B- C
9.- todas, mejores d y e
10.- A

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