Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
3.
Prácticas funerariasEn los ritos del paganismo, un gran número de estas ofrendas
se dedicaban alos
muertos
, a los que hay que considerar como una categoría importantede
consumidores en un sistema económico
que se proyecta ampliamente hacia losobrenatural. El difunto tenía derecho a
llevar a su tumba lo que le había pertenecido.Esto nos muestra la gravedad de las
pérdidas que sufrieron por este motivo, durantegeneraciones, la riqueza de los vivos.
3.a.
C
ambios
en las
prácticas funerarias
a partir de la influencia del
cristianismo
.El progreso de la evangelización hizo vaciarse las tumbas. Por otra parte las
prácticas paganas fueron reemplazadas por otras no menos exigentes. La ³parte
del muerto´, loque dejaban sus herederos para su vida futura, fue reclamada por la
iglesia. Latesaurización, que antes se realizaba en las tumbas, se desplazó hacia
los santuarios delcristianismo.La penetración del cristianismo desembocó así en la
instalación de un grupo numerosode especialistas que no participaban en el
trabajo de la tierra ni en las empresas militaresde saqueo, y que formaron uno de los
sectores más importantes del sistema económico. No producían nada. Vivían de lo que
recibían del trabajo de otros.
4. Intercambio
y
comercio
Desde la casa del rey a la de los monjes o a la de los campesinos más pobres, reinaba
la preocupación de bastarse a sí mismos y de sacar de la propia tierra lo esencial
de los
bienes de consumo. Existía una inclinación a la autarquía, un deseo de vivir de los suyoy de
pedir lo menos posible en el exterior.Pero por toda la sociedad entera corrían lo
canales, continuamente diversificados, deuna
circulación de riquezas
y deservicios suscitada por lo que he llamado lagenerosidad necesaria. Pero se
trata de
intercambios
, no de
comercio
.
5.
C
onclusión
En realidad, la expansión del comercio en la Europa medieval, no fue sino la
muy progresiva y siempre completa inserción de una economía del saqueo, del donativo y dela
largueza en el marco de la circulación monetaria. Este marco existía: era el
legado deRoma
.
LA FAS
C
INA
C
IÓN D
E
LOS MOD
E
LOS ANTIGUOS
La Europa de los siglo VII y VIII está fascinad por los recuerdos de la
civilizaciónantigua, cuyas formas materiales no han sido completamente
destruidas y cuyos restosse esfuerza en reutilizar.En este sentido, todos los
bárbaros aspiran a vivir a la romana. La parte de su lujo de laque más
orgullosamente estaban llevaban los oropeles de la romanidad.
1.
Las
ciudades
las ciudades se ruralizaron, pero no desaparecieron completamente. En cualquier
caso,la ciudad, siguió siendo el centro de la vida pública, porque en ella estaba el
palacio delsoberano o su representante, la residencia del obispo, lugares en los
que los viajeroshallaban asilo.
2
.
El
campo
Igual preocupación por no dejar perder una tradición de bienestar y
suntuosidadmonumental se manifiesta en el campo, en las vilae que subsistían, ocupadas por
los propietarios más afortunados y menos rústicos.
3. Obispos
Entre los propagadores de los modelos romanos, los obispos desempeñaron un
papelconsiderable, y con ellos los monjes.
4.
Costos de imitar a Romatrasplantar lo modos de existencia romanos al norte salvaje
no equivalía sólo a reanimar los restos que podían subsistir de la antigua colonización y a
modificar el paisajeaclimatando el cultivo de la viña; era preciso además mantener
contactos con las fuentesde aprovisionamiento de productos exóticos. Ahora bien
estos contactos estabanamenazados por la degradación continua de
comunicación implantado por Roma.
4.a.
Comercio²comercio marginal.
- El despegue:
El empuje de la expansión comercial se hace mucho más vivo a finales del siglo XII. En esa
época se alcanzan nuevos perfeccionamientos técnicos (tonos de hilar, molinos aplicados al
batanado…). A partir de ahora dominará la economía urbana y la rural se situará en una
posición subordinada.
Comentario crítico
Desde un principio el autor hace hincapié en que su obra no es un manual tradicional de
economía medieval sino un ensayo. Duby considera que la economía en los primeros siglos
del Medievo no era cerrada. Existía una circulación de bienes y se practicaba el trueque
aunque no fuera un comercio propiamente dicho. A partir de la etapa carolingia empieza a
haber distintos tipos de textos que permiten sacar conclusiones sobre la vida económica y
social de la época. Sin embargo las últimas invasiones posteriores al renacimiento carolingio
ofrecen pocos testimonios. En esta fase se apoya sobre todo en testimonios arqueológicos. En
pleno siglo XI se instaura el sistema feudal en gran parte de Europa con un crecimiento
económico como consecuencia de la presión del señorío sobre la fuerza productiva y del
aumento de producción del campesinado. Se pudo alimentar sin mejorar la alimentación a
más hombres con lo que Europa experimentó un crecimiento demográfico. Hay que desterrar
el mito de que solo los más poderosos se beneficiaban de la coyuntura económica de la
época. El aumento demográfico permitió al señor cobrar mayores censo pero a su vez,
permitió a los campesinos disponer de más mano de obra, más tierras y aumentar la
productividad con lo que podían vender el excedente de las cosechas. La evolución (o
podríamos llamar revolución) que experimentó el sistema agrícola se pone de manifiesto en el
paisaje agrario (concentración de hábitat, cambio en la fisonomía física…). De gran
importancia es, durante toda la edad media, el derecho de ban de los señores. Con él los
poderosos ejercen su poder sobre los menos favorecidos.
Valoración personal
Siempre me ha interesado más los aspectos sociales que los políticos a la hora de
comprender la forma de vida del pasado. Considero que es un acierto poder entender la baja
edad media desde una perspectiva global, incluyendo las actitudes mentales y la historia
social. Duby va mucho más allá de la clásica narración de los hechos, superando el
positivismo del siglo XIX. El libro ha sido un gran ejemplo de la historiografía francesa de los
Annales: renovación documental, historia económica y social, historia de la larga duración,
historia interpretativa y comparativa. La estructura de la obra sigue una secuencia lógica
desde los orígenes de la Edad Media hasta la Plena Edad Media. Los razonamientos del autor
se sustentan sobre muchos datos como son documentos y hallazgos materiales aunque a
menudo no son suficientes. Nunca se cansa de señalar este hecho. Existe lógica en las
argumentaciones y las conclusiones. El vocabulario utilizado es complejo en ocasiones y eso
complica la lectura. No es una lectura fácil (tampoco lo es la temática). A veces salta de un
tema a otro de forma poco coherente y cuesta seguir el hilo. No cabe duda de su capacidad
como historiador. Huye del positivismo histórico y elabora un discurso coherente a partir de los
hechos aunque nunca generaliza y pone en cuarentena algunas de sus afirmaciones.