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"
COL 1:15-17, "Él [Jesucristo] es la imagen exacta del Dios invisible, el privilegiado
primogénito con referencia a toda creación. Porque en Él fueron creadas todas las
cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o
dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y Él
es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen."
Esto es importante porque GEN 1:1 dice, "En el principio creó Dios los cielos y la
tierra."
Quién creó los cielos y la tierra?" La respuesta, por supuesto, es ¡Dios los creó! Sin
embargo, COL 1:15-17, como hemos notado, dice que el Señor Jesucristo los creó.
Jesucristo es Dios eterno y, como un miembro de la Trinidad, Él siempre existió como
Dios. Nunca había un tiempo cuando Él no fue Dios.
"El primogénito de toda creación" en Colosenses 1:15 refiere a la humanidad de Cristo.
La humanidad de Cristo nació, como nos enseña ISA 7:14, "Por tanto, el Señor mismo
os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por
nombre Emmanuel."
Noten que Jesucristo no fue creado sino Él es el primogénito de todas las criaturas. Esto
significa que Cristo fue el primogénito con referencia a todos los seres que fueron
creados, así tendría que ser traducida COL 1:15. En otras palabras, el pasaje no dice que
Él es el primogénito entre las criaturas, sino Él es el primogénito con referencia a toda
la creación o criaturas. Así que, COL 1:15dice, "Él [Jesucristo] sigue siendo la imagen
exacta del Dios invisible, el privilegiado primogénito con referencia a toda creación."
En JUA 14:4, Jesús le dijo, "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre sino por mi."
Él también declaró que Él podía perdonar los pecados, LUC 5:20-21. Esta es una de las
razones por las cuales los líderes judíos estaban tan enojados con Él, porque
continuamente perdonaba los pecados de la gente. Los líderes religiosos entendieron
claramente que los pecados eran una rebelión en contra de Dios, y solamente Dios
puede perdonar los pecados. LUC 5:20-21, "Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: Hombre,
tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y fariseos comenzaron a
discurrir, diciendo: ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?"
En JUA 5:18, nuestro Señor dijo que Él era igual a Dios, "Entonces, por esta causa, los
judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que
también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios."
El Señor Jesucristo declaró que Él era el Rey Celestial, LUC 22:69, y en LUC 23:3, Él
dijo que Él era el Rey de los judíos. También dijo que Él era el Hijo de Dios y el Rey de
Israel, JUA 1:49.
En Génesis 16, estamos en versículo 13 que dice, "Y Agar llamó el nombre del Señor
que le había hablado: Tú eres un poderoso Dios de visión o de doctrina o de
revelación, "¿Estoy todavía con vida después de verle?" Noten que dice que ella
todavía tiene vida después de verlo o después de ver a Dios. Hemos notado que la Biblia
enseña que Jesucristo es la única persona de la Trinidad que la gente ha visto,
como vemos en pasajes como JUA 1:18 y JUA 6:46, 1TI 6:16, y 1JU 4:12. Miren
a JUA 1:18, "Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del
Padre, Él le ha dado a conocer."
Por ejemplo, MIQ 5:2 dice que Jesucristo es Dios eterno durante la encarnación, "Pero
tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que
ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los
días de la eternidad." Nuestro Señor cumplió esto en MAT 2:5-6, "Y ellos le dijeron:
En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: Y tu, Belén, tierra de Judá, de
ningún modo eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un
gobernante que pastoreará a mi pueblo Israel." Esta misma palabra hebrea para
eternidad, olam, se usa para afirmar la existencia eterna del Padre en varios
pasajes: GEN 21:33; SAL 41:13, SAL 90:2, SAL 103:17; y ISA 40:28. Así que, lo que
esto prueba para el Padre también lo prueba para el Hijo.
JUA 8:56-58, "Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y lo vio y se
alegró. Por esto los judíos le dijeron: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a
Abraham? Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo
soy. Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se ocultó y salió del
templo." La frase "yo soy" significa que Él siempre existió.
En el griego, "yo soy" es ego eimi y no puede ser correctamente traducido como
ninguna otra cosa excepto como "yo soy." Cuando Jesucristo usó ego eimi, los judíos
entendieron que estas palabras eran las mismas que el Padre usó, como se evidencia por
el hecho que ellos trataron de matarlo cuando Él lo dijo. Jehová es la traducción
tradicional de los consonantes hebreos JHWH - el nombre especial para el único y
verdadero Dios. Sin embargo, los judíos dijeron que este nombre era muy sagrado para
poder ser pronunciado. Así que lo reemplazaron con una variedad de nombres - tal
como "el Señor" o "el Nombre." Varias veces Jesús se refiero a si mismo usando "Yo
soy."
Juan 8:58:
VM dice: “Díjoles Jesús: En verdad, en verdad os digo: Antes que Abraham
naciera, yo soy [griego: e·goʹ ei·miʹ]”. (BJ, VV [1977], BC, LT, CI, todas dicen:
“Yo soy”, y algunas hasta usan letras mayúsculas para transmitir la idea de
que es un título. Así procuran relacionar la expresión con Éxodo 3:14,
donde, según como vierten ellas el pasaje, Dios se refiere a sí mismo por el
título “Yo Soy”.) Sin embargo, en NM la parte final de Juan 8:58 dice: “Antes
que Abrahán viniese a existir, yo he sido”. (La misma idea se transmite en la
fraseología que usan NC, FF, VP, BD, FS y TA.)
¿Cuál modo de verter la expresión está en armonía con el contexto? La
pregunta de los judíos (versículo 57) a la que Jesús estaba respondiendo
tenía que ver con edad, no con identidad. La respuesta de Jesús,
lógicamente, trató con su edad, la largura de su existencia. Es interesante el
hecho de que nunca se trata de aplicar e·goʹ ei·miʹ como título al espíritu
santo.
Un libro de gramática en inglés sobre el griego de las Escrituras, A
Grammar of the Greek New Testament in the Light of Historical Research,
por A. T. Robertson, dice: “El verbo [ei·miʹ] [...] Algunas veces sí expresa
existencia como predicado como cualquier otro verbo, como en [e·goʹ ei·miʹ]
(Juan 8:58)” (Nashville, Tennessee; 1934, pág. 394).
Véase también el apéndice de la edición con referencias de NM (en inglés)
de 1984, págs. 1582, 1583.
Sabemos que no porque en Éxodo 3:14 la Versión de los Setenta griega (la traducción
que citaron a menudo los apóstoles en el primer siglo E.C.) dice, egó eimí ho Ohn, “Yo
soy el Ser.” Esto es muy diferente del uso sencillo de las palabras egó eimí (yo soy) en
Juan 8:58. El verbo eimí, en Juan 8:58, evidentemente está en el presente histórico,
puesto que Jesús hablaba en cuanto a sí mismo en relación con el pasado de Abrahán.
Numerosos traductores indican esto en su modo de verter. Por ejemplo, An American
Translation dice: “¡Yo existía antes que naciera Abrahán!”
El que Jesús señalara a su existencia prehumana no debería haberles sorprendido a
los judíos. Siglos antes, la profecía de Miqueas dijo del Mesías: “Tú, oh Belén Efrata, el
demasiado pequeño para llegar a estar entre los miles de Judá, de ti me saldrá aquel que
ha de llegar a ser gobernante en Israel, cuyo origen es de tiempos tempranos, desde los
días de tiempo indefinido.” (Miq. 5:2) Por lo tanto, aunque Jesús existió mucho antes de
Abrahán, él no es sin principio. Diferente de su Padre, que es “desde tiempo indefinido
hasta tiempo indefinido,” se dice del Hijo que tuvo “origen.”—Sal. 90:2.
El mismísimo hecho de que a Jesús se le llama el “Hijo de Dios” revela que fue
producido por el Padre y es, por lo tanto, su Hijo primogénito y unigénito. Jesús mismo
dijo: “Yo vivo a causa del Padre.” (Juan 6:57) Después de haber llegado a existir, el Hijo
fue usado en la creación de todo. (Juan 1:1-3; Col. 1:15-17; Heb. 1:2) Como Hijo
primogénito, éste disfrutó de intimidad especial con el Padre. Se dice de él en la
Escritura que está “en la posición del seno para con el Padre.”—Juan 1:18.
Tan perfectamente reflejó Jesús la imagen —la personalidad y modos de ser— de su
Padre que pudo decir a Felipe: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre.” (Juan 14:9)
Por eso la única manera en que uno puede llegar a conocer a Dios es por medio del Hijo.
Como Jesús lo expresó: “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre, y nadie
conoce quién es el Hijo sino el Padre; y nadie conoce quién es el Padre sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo esté dispuesto a revelarlo.”—Luc. 10:22.
¡Qué magnífica unidad existe entre Jehová Dios y su Hijo primogénito! Siempre son
“uno” en propósito y actividad. Pero, como muestran claramente las Escrituras, no son
iguales. El Hijo siempre reconoce la posición superior de su Padre, sometiéndose a su
Padre como su Dios y deleitándose en hacer la voluntad de su Padre. “El que me envió.”
dijo Jesús, “está conmigo; no me dejó solo, porque yo siempre hago las cosas que le
agradan.” (Juan 8:29; 1 Cor. 11:3) Así Jesús verdaderamente es, no ‘Dios el Hijo’ o la
“segunda persona” de un Dios trino y uno, sino el “Hijo de Dios.”—Juan 20:31.
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Sobre esta expresión, el comentario de la edición de la Santa Biblia del Abbé Drioux
es: “Antes que Abraham fuese, yo soy, en realidad Dios eterno, antes de que Abraham
naciera.” En una nota al pie de la página en su traducción de la Biblia el monseñor
Renaldo A. Knox dice: “Versículo 58. ‘Yo soy’; aquí nuestro Señor parece reclamar
explícitamente un título Divino, compare Éxodo 3:14.” Por lo tanto vamos a Éxodo 3:14
(TA) y leemos: “Respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Hé aquí, añadió, lo que
dirás a los hijos de Israel: EL QUE ES me ha enviado a vosotros.” Pero la Versión Valera
dice: “Y respondió Dios á Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás á los hijos de
Israel: YO SOY me ha enviado á vosotros.”
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La expresión “YO SOY” se usa allí como un título o nombre, y en el hebreo esta
expresión es la sola palabra Ehyeh ()אהיה. Allí Jehová Dios estaba hablando a Moisés y
enviándolo a los hijos de Israel. Entonces, ¿estaba Jesús en Juan 8:58 alegando ser
Jehová Dios? No según muchos traductores modernos de la Biblia, como lo probarán
las siguientes citas: Nácar—Colunga: “Antes que Abraham naciese, era yo.” Moffatt: “He
existido antes de que Abrahán naciera.” Schonfield y Una Traducción Americana: “Existí
antes de que Abrahán naciera.” Stage (alemán): “Antes de que Abrahán llegara a ser, yo
era.” Pfaefflin (alemán): “Antes de que hubiera un Abrahán, ¡ya yo estaba allí!” Jorge
M. Lamsa, traduciendo de la Peshitta siríaca, dice: “Antes de que Abrahán naciera, yo
era.” El Dr. Jaime Murdock, también traduciendo de la Versión Peshitto siríaca, dice:
“Antes de que Abrahán existiera, yo era.” La Biblia Sagrada brasileña publicada por el
Centro de la Biblia Católica de São Paulo dice: “Antes de que Abrahán existiera, yo
existía.”-Segunda edición, de 1960, Bíblia Sagrada, Editora “AVE MARIA” Ltda.
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Debemos recordar, también, que cuando Jesús habló a aquellos judíos, les habló
en el hebreo de su día, no en griego. Por lo tanto la manera en que Jesús dijo lo de Juan
8:58 a los judíos nos la presentan así en sus traducciones modernas ciertos eruditos del
hebreo que tradujeron el griego al hebreo de la Biblia: el Dr. Franz Delitzsch: “Antes de
que Abrahán fuera, yo he sido.” Isaac Salkinson y David Ginsburg: “Yo he sido cuando
no había habido todavía un Abrahán.” En estas dos traducciones hebreas los
traductores usan para la expresión “Yo he sido” dos palabras hebreas, un pronombre y
un verbo, a saber, aní hayithi; no usan la una sola palabra hebrea: Ehyeh. Por lo tanto
ellos no piensan que en Juan 8:58 Jesús estaba tratando de imitar a Jehová Dios y
darnos la impresión de que él mismo era Jehová, el YO SOY.
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¿En qué idioma escribió Juan su narración de la vida de Jesucristo? En el idioma
griego, no en hebreo; y en el texto griego la expresión controversial es Egó eimí. Por sí
misma, sin materia introductoria alguna antes de ella, Egó eimí significa “Yo soy.” Ahora
bien, esta expresión Egó eimí aparece también en Juan 8:24, 28; y en esos versículos la
Versión Autorizada o del Rey Jaime y la Versión Douay y otras vierten la expresión al
inglés “Yo soy él,” poniendo el pronombre él en bastardillas para indicar que el
pronombre él está añadido o insertado. (VA; AN; Yg) Pero aquí, en Juan 8:58, esas
versiones no hacen que esta expresión diga “Yo soy él,” sino solo “Yo soy.”
Evidentemente quieren darnos la idea de que Jesús no estaba simplemente refiriéndose
a su existencia sino también dándose un título que pertenece a Jehová Dios, en
imitación de Éxodo 3:14.
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Al escribir Juan 8:58, el apóstol no estaba citando de la Versión de los Setenta
griega, una traducción de las Escrituras Hebreas hecha por judíos que hablaban griego,
en Alejandría, Egipto, antes del nacimiento de Cristo. Que todo el que pueda leer griego
compare Juan 8:58 en griego y Éxodo 3:14 en la Versión de los Setenta griega, y
descubrirá que la lectura de la Versión de los Setenta en Éxodo 3:14 no usa la expresión
Egó eimí para el nombre de Dios, cuando Dios le dice a Moisés: “YO SOY me ha enviado
a vosotros.” La Versión de los Setenta griega usa la expresión ho Ōn, que significa “El
Ser,” o, “El que es.” Este hecho se nos presenta claramente en la traducción de Bagster
de la Versión de los Setenta griega, en Éxodo 3:14, que dice: “Y Dios habló a Moisés,
diciendo: Yo soy EL SER [ho Ōn]; y él dijo: Así dirás a los hijos de Israel, EL SER [ho Ōn]
me ha enviado a ustedes.” Según la traducción de la Versión de los Setenta griega por
Carlos Thomson, Éxodo 3:14 dice: “Dios le habló a Moisés diciendo, Yo soy El Yo Soy
[ho Ōn]. Además dijo: Así dirás a los hijos de Israel: El Yo Soy [ho Ōn] me ha enviado a
ustedes.” Así esta comparación de dos textos griegos, el de la Versión de los Setenta y
el de Juan 8:58, quita toda base para que los trinitarios aleguen que Jesús, en Juan 8:58,
estaba tratando de ajustarse a sí mismo Éxodo 3:14, como si él fuera Jehová Dios.
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Oh, sí, la expresión griega ho Ōn si aparece en los escritos del apóstol Juan.
Aparece en el texto griego de Juan 1:18; 3:13, 31; 6:46; 8:47; 12:17; 18:37, pero no como
título o nombre. Así que en cuatro de esos versículos no aplica a Jesús, sino a otras
personas. No obstante, en el Apocalipsis o Revelación el apóstol Juan sí usa la
expresión ho Ōn como título o designación cinco veces, a saber, en Apocalipsis 1:4, 8;
4:8; 11:17; 16:5. Pero en los cinco casos la expresión ho Ōn se aplica a Jehová Dios el
Todopoderoso, y no al Cordero de Dios, la Palabra de Dios.
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Por ejemplo, Apocalipsis 1:4, 8 (Val) dice: “Juan á las siete iglesias que están en
Asia: Gracia sea con vosotros, y paz del que es [ho ōn] y que era y que ha de venir, y de
los siete Espíritus que están delante de su trono.” “Yo soy el Alpha y la Omega, principio
y fin, dice el Señor, que es [ho ōn] y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”
Apocalipsis 4:8 aplica ho ōn al Señor Dios Todopoderoso en su trono celestial, y
Apocalipsis 5:6, 7 muestra que el Cordero de Dios viene a él después. Apocalipsis 11:17
aplica ho ōn al Señor Dios Todopoderoso cuando él toma el poder para gobernar como
Rey. Apocalipsis 16:5 aplica ho ōn al Señor Dios cuando él actúa como Juez. Por lo tanto
Juan 8:58 le falla al clero como prueba de que haya un “Dios trino,” pues en ese
versículo, como bien lo traducen el Dr. Jaime Moffatt, Una Traducción Americana, y
otros, Jesús solo estaba diciendo que él había tenido una existencia prehumana en el
cielo con su Padre y que su existencia prehumana empezó antes de que naciera
Abrahán.
“El Verbo”—¿quién es? Según Juan
Por ejemplo, en JUA 6:35, Jesús dice, "Yo soy el pan de la vida."
JUA 6:41, "Yo soy el pan que descendió del cielo."
JUA 6:51, "Yo soy el pan vivo."
JUA 8:12, "Yo soy la luz del mundo."
JUA 8:18, "Yo soy el que doy testimonio de mí mismo."
Jesucristo mismo dependía del testimonio de Dios más bien que del testimonio de los
hombres. A los judíos que no se habían convencido de que él era el Mesías, Jesús dijo:
“Si yo solo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro
que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da acerca de mí es verdadero.
Ustedes han despachado hombres a Juan [el Bautista, que entonces estaba en prisión],
y él ha dado testimonio a la verdad. Sin embargo, yo no acepto el testimonio de parte de
hombre, mas digo estas cosas para que ustedes sean salvos. . . . Mas yo tengo el
testimonio mayor que el de Juan, porque las obras mismas que mi Padre me asignó
realizar, las obras mismas que yo hago, dan testimonio acerca de mí de que el Padre me
despachó. También, el Padre que me envió ha dado testimonio él mismo acerca de
mí. . . . Ustedes escudriñan las Escrituras, porque piensan que por medio de ellas
tendrán la vida eterna; y éstas son las mismas que dan testimonio acerca de mí.” (Juan
5:31-39) Así Jesús dependía del testimonio más poderoso e irrefutable, a saber, del de
Jehová Dios y de su Palabra inspirada, la Biblia inspirada.
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En los tribunales de derecho de hoy los jueces y el jurado se inclinan a aceptar el
testimonio que dan simples hombres y mujeres imperfectos. ¿Por qué no deberíamos
aceptar más bien el testimonio del perfecto e infalible Dios Todopoderoso, Jehová?
Existe toda razón legal para que aceptemos su testimonio infalible. Si no lo hacemos,
significa que estamos rechazando su testimonio y estamos haciendo de él un mentiroso.
Éste es el argumento que presenta el apóstol Juan, en 1 Juan 5:9-12:
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“Si recibimos el testimonio que los hombres dan, el testimonio que Dios da es
mayor, porque éste es el testimonio que Dios da: el hecho de que él ha dado testimonio
respecto a su Hijo. La persona que pone su fe en el Hijo de Dios tiene el testimonio dado
en su propio caso. La persona que no tiene fe en Dios lo ha hecho mentiroso, porque
no ha puesto su fe en el testimonio dado, el cual Dios como testigo ha dado respecto a
su Hijo. Y éste es el testimonio dado: que Dios nos dio vida eterna, y esta vida está en su
Hijo. El que tiene al Hijo tiene esta vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene esta
vida.”
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¿Qué hay si el testimonio que Dios da sobrepasa por mucho al testimonio que
pudiera dar el hombre? Eso no indica que Dios sea mentiroso y que su testimonio sea
imposible. Es de esperarse que Dios hiciera algo que fuera imposible que el simple
hombre hiciera; como el ángel Gabriel le dijo a la virgen judía María respecto al
nacimiento de su Hijo, Jesús, por parto virginal (cosa que cada vez más clérigos de la
cristiandad alegan que es imposible creer): “Con Dios ninguna declaración será una
imposibilidad.” (Luc. 1:26-37) Y no resultó ser una imposibilidad. La vida eterna futura de
toda la humanidad en una Tierra paradisíaca en felicidad perfecta dependía de aquel
nacimiento del Hijo de Dios por parto virginal. De modo que se trata de vida eterna o
muerte eterna para nosotros según aceptemos o rechacemos el testimonio dado por
Dios.
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Jesucristo el Hijo de Dios señaló la ley de Dios que el profeta Moisés dio a los
judíos y dijo: “En la propia Ley de ustedes está escrito: ‘El testimonio de dos hombres
es verdadero.’ Yo soy quien doy testimonio acerca de mí mismo, y el Padre que me envió
da testimonio acerca de mí.” (Juan 8:17, 18) Aquí tenemos la base más poderosa para
creer, a saber, el testimonio concordante de los dos Personajes más grandes de toda la
existencia, Jehová Dios y Jesucristo.
14
Ciertamente puesto que Jesucristo aceptó el testimonio dado por su Padre
celestial, el Dios Todopoderoso, y dependió de él, todos los que quieren ser cristianos
verdaderos también deben aceptar el propio testimonio de Dios, a fin de imitar a
Jesucristo. Además, Jesucristo dio testimonio acerca de la verdad porque Dios su Padre
lo hizo: de tal Padre tal Hijo. (Juan 18:37) Y puesto que Jehová Dios mismo ha dado
testimonio fiel tocante a Jesucristo, entonces todos los que quieren imitar a Dios, todos
los que alegan ser testigos de Jehová, todos los que alegan ser seguidores del Hijo
unigénito de Jehová, también deben y tienen que hacer lo que Jesucristo dijo a sus
discípulos judíos en el monte de los Olivos que hicieran: Ser “testigos de mí.”
Estos son los diez "yo soy" del Evangelio de Juan, y, por supuesto, diez representa el
numero de conclusión del orden divino. El Señor Jesucristo se identificó completamente
como el gran "Yo soy." Algunos dicen que Jesucristo nunca dijo que Él era Dios, pero
esto no es verdad. Durante su juicio, el sumo sacerdote le preguntó sobre Su misión
como Mesías. Miren a MAR 14:60-64, "Entonces el sumo sacerdote levantándose, se
puso en medio y preguntó a Jesús, diciéndole: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican
éstos contra ti? Mas Él callaba y nada respondía. Le volvió a preguntar el sumo
sacerdote, diciéndole: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Jesús dijo: Yo soy; y
veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder y viniendo con las nubes del
cielo. Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus ropas, dijo: ¿Qué necesidad tenemos
de más testigos? Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos le condenaron,
diciendo que era reo de muerte."
Él sabe que a los judíos les irrita que alguien afirme ser el Hijo de Dios. En ocasiones
anteriores, cuando Jesús ha expresado que Dios es su Padre, los judíos han querido
matarlo, alegando que estaba “haciéndose igual a Dios” (Juan 5:17, 18; 10:31-39). Caifás,
consciente de lo que piensan, actúa con astucia y le manda a Jesús: “¡Te ordeno que
nos digas bajo juramento delante del Dios vivo si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios!”
(Mateo 26:63). Por supuesto, Jesús ha reconocido antes que su Padre es Dios (Juan
3:18; 5:25; 11:4). Y, si no lo admitiera ahora, podría dar a entender que él niega ser el
Cristo y el Hijo de Dios. Así que responde: “Lo soy. Y ustedes verán al Hijo del Hombre
sentado a la derecha del poder y viniendo con las nubes del cielo” (Marcos 14:62).
Muchas escrituras demuestran que el Señor Jesucristo es Dios. En ISA 45:22-23, Dios
dice de si mismo (a través del profeta), "Volveos a mí y sed salvos, todos los términos
de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay ningún otro. Por mí mismo he jurado, ha
salido de mi boca en justicia una palabra que no será revocada: Que ante mí se
doblará toda rodilla, y toda lengua jurará lealtad."
En FIL 2:10-11, Pablo dice, "al nombre de Jesús se doble toda rodilla . . . y toda lengua
confiese que Jesucristo es Señor."
JUA 5:18, "Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban matarle, porque
no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio Padre,
haciéndole igual a Dios." Dios efectivamente se estaba haciendo "igual a Dios" como
leímos en el evangelio de Juan. Estaba comenzando a enseñar que la "unidad" de Dios
incluye una verdadera unidad de tres "personas" en la deidad o en la naturaleza divina; y
él estaba diciendo que Él era uno de esos tres. En COL 2:9, Pablo escribe, "Porque toda
la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Cristo." La Biblia claramente enseña
sobre la deidad de Jesucristo.
Luego, en Colosenses 2:9 Pablo dijo que en Cristo “mora corporalmente toda la
plenitud de la cualidad divina [genitivo de the·ó·tēs]”. Aquí, como en los casos
anteriores, hay traducciones que optan por “Deidad”, “Dios” y “Ser Divino”, dando pie a
la interpretación trinitaria de que Dios en persona mora en Cristo (BAS, Str, Val, PNT, RH,
Sd). Sin embargo, Liddell y Scott definen the·ó·tēs en su léxico prácticamente igual que
thei·ó·tēs: “divinidad, naturaleza divina” (pág. 792), y tanto la Versión Peshitta siriaca
como la Vulgata latina la traducen “divinidad”. Por consiguiente, es coherente y bien
fundado traducir the·ó·tēs en tanto cualidad, no personalidad.
Un estudio del contexto de este pasaje permite apreciar que el que Cristo goce de
“divinidad” o “naturaleza divina” no le hace igual al Dios Todopoderoso. En el capítulo
anterior Pablo había dicho: “Dios tuvo a bien el que toda la plenitud morara en él”. (Col
1:19.) Por consiguiente, toda la plenitud mora en Cristo porque le “agradó al Padre” que
así fuese (BAS; Val, 1960) “porque así quiso Dios” (RH), lo que significa que Cristo tiene
en él la plenitud de la “divinidad” por decisión del Padre. Además, en prueba de que
dicha “plenitud” no le confiere a Cristo la misma identidad del Dios Todopoderoso, está
el comentario que el propio Pablo hace un poco más adelante, al decir que “Cristo está
sentado a la diestra de Dios”. (Col 3:1.)
Al reparar en el contexto inmediato a Colosenses 2:9, se observa que en el versículo 8
se advierte a los cristianos que no se dejen engañar por aquellos que se apoyan en la
filosofía y en la tradición humana. También se les dice que en Cristo están
“cuidadosamente ocultados [...] todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”, y
se les insta a seguir “andando en unión con él, arraigados y siendo edificados en él y
siendo estabilizados en la fe”. (Col 2:3, 6, 7.) Luego, en los versículos 13 al 15 Pablo
explica que se les ha vivificado por medio de la fe y liberado del pacto de la Ley. En
definitiva, el argumento de Pablo es que los cristianos no necesitaban la Ley (que Jesús
había quitado del camino) ni la filosofía y tradiciones humanas, pues ya tenían cuanto
les hacía falta: una preciada “plenitud” en Cristo. (Col 2:10-12.)
Colosenses 2:9:
VV (1934) dice: “En él [Cristo] habita toda la plenitud de la divinidad [griego:
the·oʹte·tos] corporalmente”. (Un pensamiento parecido se transmite por la
traducción del versículo en NBE, VM, BJ, NC y BC.) NM dice: “Es en él que
mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina”. (CI dice:
“esencia divina”; VP [Nuevo Testamento, 1966]: “la naturaleza de Dios”.
Compárese con 2 Pedro 1:4.)
Obviamente no toda traducción ofrece la misma interpretación de
Colosenses 2:9. Pero, ¿cuál está de acuerdo con el resto de la carta
inspirada a los Colosenses? ¿Tenía Jesús en sí mismo algo que fuera de él
por ser él Dios, parte de una Trinidad, o es la “plenitud” que mora en él algo
que llegó a ser de él por decisión ajena? Colosenses 1:19 (VV [1977], BC)
dice que toda la plenitud moraba en Cristo porque “tuvo a bien el Padre” que
así fuera. LT dice que fue porque “Dios quiso”.
Considere el contexto inmediato de Colosenses 2:9: En el versículo 8 se
advierte a los lectores que no vayan a dejarse extraviar por los que abogan
por la filosofía y las tradiciones humanas. Se les dice en cuanto a Cristo que
“ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”
y se les insta a ‘andar en él’ y a estar “arraigados y siendo edificados en él y
siendo estabilizados en la fe” (versículos 3, 6, 7). Es en él, y no en los
originadores o maestros de la filosofía humana, en quien mora cierta
“plenitud” preciosa. ¿Estaba el apóstol Pablo diciendo aquí que la “plenitud”
que habría en Cristo convertía a Cristo en Dios mismo? No de acuerdo con
Colosenses 3:1, donde se dice que Jesucristo está “sentado a la diestra de
Dios”. (Véanse VV, TA, BJ, VM.)
Conforme al Greek-English Lexicon, de Liddell y Scott, the·oʹtes (la forma
nominativa de la cual se deriva the·oʹtetos) significa “divinidad, naturaleza
divina” (Oxford, 1968, pág. 792). El que en verdad sea “divinidad”, o de
“naturaleza divina”, no hace a Jesús, como Hijo de Dios, coigual ni coeterno
con su Padre, tal como el hecho de que todos los humanos compartan
“humanidad” o “naturaleza humana” no los hace coiguales ni hace que
tengan la misma edad.
Dios es omnipotente (todo poderoso) según las Escrituras, 1CR 29:11. En FIL 3:21,
Jesucristo es todo poderoso, Él ejerce el poder que tiene aun para sujetar todas las cosas
a sí mismo.
En GEN 2:3, Dios es el Señor del sábado. En MAT 12:8leemos, "Porque el Hijo del
Hombre es Señor del día de reposo."
2:28. ¿Por qué se llama a Jesús “Señor hasta del sábado”? El apóstol Pablo escribió
que “la Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir” (Heb. 10:1). Tal como
estipulaba la Ley, el sábado venía al cabo de seis días de trabajo, y Jesús realizó muchas
de sus curaciones en sábado. Aquello prefiguró el descanso pacífico y otras
bendiciones que la humanidad disfrutará bajo el Reinado de Mil Años de Cristo una vez
termine la opresiva dominación de Satanás. Por lo tanto, el Rey de ese Reino es también
“Señor del sábado” (Mat. 12:8; Luc. 6:5).
“Señor del sábado.” Durante su ministerio terrestre, Jesús dijo de sí mismo que era
“Señor del sábado”. (Mt 12:8.) El sábado semanal, que había tenido el propósito de
proporcionar a los israelitas alivio de sus ocupaciones cotidianas, era “una sombra de
las cosas por venir, pero la realidad [pertenecía] al Cristo”. (Col 2:16, 17.) Una de esas
“cosas por venir” es el sábado del que Jesús será Señor. En calidad de Señor de
señores, Jesucristo regirá sobre toda la Tierra por un período de mil años. (Rev 19:16;
20:6.) Algunos de los milagros más impresionantes que realizó durante su ministerio
tuvieron lugar en sábado. (Lu 13:10-13; Jn 5:5-9; 9:1-14.) Esos ejemplos ofrecen una
vislumbre de la clase de alivio que Jesús traerá a la humanidad a medida que la
conduzca hacia la perfección física y espiritual durante su reinado milenario, un período
que será semejante a un descanso sabático tanto para la Tierra como para la humanidad
que la habita. (Rev 21:1-4.)
Leemos que Jehová juzgará a la humanidad en ISA 3:13, "El Señor se levanta para
contender, está de pie para juzgar a los pueblos." 2CO 5:10, "Porque todos nosotros
debemos comparecer ante el tribunal de Cristo."
Identidad de los jueces. En las Escrituras Hebreas se identifica a Jehová como el “Juez
de toda la tierra”. (Gé 18:25.) De manera similar, en las Escrituras Griegas Cristianas se
le llama “el Juez de todos”. (Heb 12:23.) Sin embargo, Él ha comisionado a su Hijo para
que juzgue por Él. (Jn 5:22.) La Biblia dice que Dios ha “decretado” que Jesús sea juez,
una función para la que ha sido “nombrado” y “destinado”. (Hch 10:42; 17:31; 2Ti 4:1.) El
que Dios haya dado esa autoridad a Jesús resuelve cualquier aparente contradicción
entre el texto que dice que los individuos estarán “de pie ante el tribunal de Dios” y el
versículo que dice que “[serán] puestos de manifiesto ante el tribunal del Cristo”. (Ro
14:10; 2Co 5:10.)
ISA 44:6 dice, "Así dice el Señor, el Rey de Israel, y su Redentor, el Señor de los
ejércitos: "Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios." APO
1:17, "Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies. Y Él puso su mano derecha sobre mí,
diciendo: No temas, yo soy el primero y el último."
Ahora bien, aunque Revelación 22:13 llama a Jehová “el primero y el último” —pues
no hay nadie antes ni después de él—, el título “el Primero y el Último” que aparece en el
capítulo 1 se refiere a Jesucristo, tal como lo demuestra el contexto. Él fue el primero y
el último ser humano a quien Jehová resucitó personalmente para vivir como espíritu
inmortal (Col. 1:18).
En 2CR 7:14 leemos, "y me humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y
oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los
cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra." MAT 9:6, "Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (entonces dijo al
paralítico): Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa."
11
Como hemos visto, el primer hombre desobedeció a Jehová
e hizo que todos perdiéramos la vida perfecta. ¿Podía un solo
hombre rescatar a todos los humanos? Sí. ¿Cómo lo sabemos?
La Biblia nos da la respuesta en Romanos 5:19(léalo). Jesús
nunca pecó, así que podía dar su vida humana perfecta como
rescate para liberar de la muerte a todos los descendientes de
Adán (1 Corintios 15:21, 22, 45).
12
La Biblia explica todo lo que sufrió Jesús antes de morir.
Lo azotaron sin compasión, lo clavaron en un madero, y tuvo
una muerte lenta y dolorosa (Juan 19:1,16-18, 30;
vea la nota 15). ¿Por qué tuvo Jesús que sufrir tanto? Porque
Satanás había dicho que ningún humano sería leal a Dios si se
le hacía pasar por pruebas muy duras. Pero Jesús demostró
que un hombre perfecto puede ser leal a Dios incluso si tiene
que sufrir hasta el límite. ¡Qué orgulloso estaba Jehová de su
Hijo! (Proverbios 27:11).
13
¿Qué implicó el pago del rescate? El día 14 del mes judío de
nisán del año 33, Jehová permitió que los enemigos de Jesús
lo mataran (Hebreos 10:10). Tres días después, Jehová le
devolvió la vida a Jesús. Lo resucitó como un espíritu,
no como un humano. Como último paso para pagar el rescate,
Jesús regresó al cielo y le presentó a su Padre el valor de su
vida humana perfecta (Hebreos 9:24). Una vez pagado el
rescate, tenemos la oportunidad de librarnos del pecado y la
muerte (lea Romanos 3:23, 24).
Regresando a nuestro versículo principal, GEN 16:13, nuestra traducción corregida
dice, "Y Agar llamó el nombre del Señor que le había hablado: Tu eres un Dios de la
visión o de la doctrina o de la revelación; ¿Estoy todavía con vida después de
verle?" El hecho que es tan importante es que Agar reconoció que Dios le estaba
hablando. La pregunta más importante que cualquier persona tiene que contestar se
encuentra en MAT 22:42, "¿Cuál es vuestra opinión sobre el Cristo? ¿De quién es
hijo?" ¡Recuerden que el Señor Jesucristo (SJC) dijo, "Yo soy el Señor!" Él dijo esto
en DTN 32:39; ISA 41:4, ISA 43:10, ISA 43:13, ISA 48:12; JER 29:23; JUA 8:18, JUA
8:24, JUA 8:28, JUA 13:19, JUA 18:6, JUA 18:8; y APO 2:23.
Así que en MAT 16:16-17, "Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo
del Dios viviente. Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de
Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos."
Aquí esta el hecho, a menos que una persona cree que Jesucristo es el Señor y Dios,
ellos no pueden ser salvos. Esta es la razón por la cual es tan importante entender esta
doctrina.
Punto 5 trata con los versículos bíblicos que dicen que Jesús es Dios.
MAT 1:23, "He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre
Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros." JUA 1:1-4, "En el principio
existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el
principio con Dios. Todas las cosas fueron hechos por medio de Él, y sin Él nada de
lo que ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres." JUA 1:9-10, "Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a
todo hombre. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no
le conoció." Entonces debemos correlacionar JUA 1:1,"En el principio existía el Verbo,
y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios," conJUA 1:14, "Y el Verbo se hizo
carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre,
lleno de gracia y de verdad." JUA 5:18, "Entonces, por esta causa, los judíos aún más
procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba
a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios." Entonces en JUA 5:21-23, "Porque
así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida
a los que Él quiere. Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha
confiado al Hijo." JUA 10:30, "Yo y el Padre somos uno." Quienquiera que sea el
verdadero Dios también es la vida eterna. El Por lo tanto, si identificamos el que es la
vida eterna, también identificamos el verdadero Dios.
Punto 7. El SJC también está identificado como Dios por las teofanías del Antiguo
Testamento.
1. Salvador, SAL 2:6; MAT 28:18; HCH 2:36; 2PE 1:11; APO 19:16.
2. La rectitud y la justicia perfecta = santidad, LUC 1:35; JUA 6:69; HEB 7:26.
3. Amor, JUA 13:1 y JUA 13:34; 1JU 3:16.
4. Vida eterna, ISA 9:6; MIQ 5:2; JUA 1:1 y JUA 8:58; COL 1:16-17; EFE 1:4; APO
1:11.
5. Omnisciencia, MAT 9:4; JUA 2:25; 1CO 4:5; COL 2:3; APO 2:23.
6. Omnipresencia, MAT 28:20; EFE 1:23; COL 1:27.
7. Veracidad, JUA 14:6; APO 3:7.
8. Omnipotencia, APO 1:8.
¡Él es el ser supremo del universo, el rey del cielo y la tierra! Él tiene la autoridad y la
volición total. Jesucristo también es el soberano del universo, según GEN 1:1, APO
17:14, APO 1:5-6 y APO 19:16. Así que, Dios es soberano, y Jesucristo es soberano, y,
por lo tanto, Jesucristo es Dios. Dios también es inmutable. Él no es capaz de cambiar y
no es susceptible al cambio. Él es la estabilidad completa. Su palabra y Sus obras son
inmutables. Y, por lo tanto, la Biblia nos dice que el SJC es el mismo ayer y hoy y por
los siglos, HEB 13:8. Diciendo que Jesucristo es Dios quiere decir que podemos
conocer la verdad con respecto a Dios, o podemos saber como es Dios. En hecho, aparte
de Jesucristo, realmente no podemos conocer a Dios. No hay ningún conocimiento de
Dios sin un conocimiento del Señor Jesucristo.
La segunda aplicación práctica de la verdad que Jesucristo es Dios es que Dios siempre
fue como es Jesús. A veces pensamos que Dios es justo, santo y rígido y que el SJC lo
cambió a Dios. Sin embargo, cuando el Señor Jesucristo estuvo en la tierra, Él abrió una
ventana así nosotros podamos ver el amor eterno e inmutable de Dios.
En tercer lugar, debido al hecho que Jesucristo es Dios, esto significa que Él está
disponible y puede satisfacer todos los deseos de nuestros corazones. Dios es infinito y
tiene recursos inagotables.
Así que, en nuestro pasaje de Génesis 16:13 tenemos suficiente evidencia que Agar
estaba hablando con Dios en la persona de Jesucristo, llamado el ángel de Jehová.