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ALGUNAS PROPUESTAS DE POLITICA EDUCATIVA1

HACIA EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2007-2012

Alejandro Pérez Pascual


Facultad de Economía
UNAM
Abril 2007

INTRODUCCIÓN

Es un lugar conocido establecer el vínculo entre economía y educación, desde cualquier


perspectiva que se aborde el tema se coincide en la influencia de la formación de recursos
humanos, capital humano según alguna acepción, en el desarrollo de una nación. El caso
emblemático del desarrollo del Japón de finales del siglo XIX y principios del XX basado
fuertemente en una política educativa de gran aliento marcaría un proceso mítico que
convalidaría esta tesis.

Actualmente de forma persistente se establece que el futuro está marcado por la sociedad
del conocimiento vinculado con la sociedad de la información, términos demasiado laxos
pero que nos indican claramente el papel relevante del conocimiento y de las tecnologías
de la información y la comunicación en el presente y futuro. Arribar a este nuevo estatus
de sociedad requiere ampliar, actualizar y mejorar los niveles de conocimiento y
habilidades de todos y cada de los ciudadanos de una nación. Si en el pasado la educación
ha sido un elemento fundamental para las posibilidades del desarrollo en el futuro
simplemente será un factor nuclear, imprescindible en cualquier estrategia de desarrollo,
con un castigo ejemplar en caso de omisión o ineficacia.

La educación puede mirarse desde dos ángulos: como un derecho social y de justicia y con
una mirada desde su rol en la formación de cuadros para el buen funcionamiento de la
1
Ponencia presentada en el Foro “Hacia el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012” en la Facultad
de Economía de la UNAM. Diez y ocho de abril 2007.

1
sociedad; ambas visiones no son contradictorias sino más bien complementarias. Por ello la
política educativa del gobierno debe enfocarse desde estas dos perspectivas.

Para el Estado Mexicano es obligación impartir gratuitamente, de calidad y laica la


enseñanza básica tal como plantea el Art. 3 de la constitución: “Artículo 3.- Todo
individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado -Federación, estados, Distrito
Federal y municipios-, impartirá educación preescolar, primaria y secundaria. La
educación preescolar, primaria y la secundaria conforman la educación básica
obligatoria. La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente
todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la
conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.”.

Respecto de la educación media-superior y superior deja de ser obligación del Estado


impartirla, pero la que imparta será gratuita, en la idea de formar los cuadros que la
nación requiere para su desarrollo.

Debe regular, por otra parte, toda la educación particular que se ofrezca en el país.

Así el ámbito de acción del Estado en materia educativa es extenso y de gran


responsabilidad. La política educativa de cada gobierno será fundamental en el futuro de
la nación; recordemos que en educación los cambios tardan en madurar, lo que hoy se
ponga en marcha dará frutos mucho tiempo después, por ello es muy importante, igual que
en otros temas, poder construir una política de estado para la educación en México.

ANTECEDENTES

“México no está bien en educación. Ya sea que midamos a la educación desde el punto
de vista de habilidades, conocimientos y competencias, o desde el punto de vista cívico o
desde el punto de vista compasivo, los resultados nacionales e internacionales de
desempeño de nuestros niños y jóvenes en exámenes estandarizados, o de desempeño en
áreas que indirectamente miden el comportamiento cívico y compasivo, nos dicen que

2
estamos mal y rezagados”2. A esta conclusión arriba el investigador educativo Eduardo
Andere, afirmación que sería signada seguramente por quienes se dedican al tema y, sin
lugar a dudas, por los ciudadanos mexicanos.

Para pensar en una política educativa hay que partir de esta realidad.

Los responsables de la educación en México tienden a valorar los resultados de los


programas específicos, resaltando sus resultados positivos, pero con mucho recelo se
atreven a admitir que el resultado global no es el que quisiéramos, ni el que necesita el
país. Dándose por satisfechos con las evaluaciones parciales. Un elemento que sería de
gran ayuda y que podría ser parte de una propuesta es la realización de un diagnostico,
donde se incluya a diferentes sectores de la opinión pública y expertos, sobre el estado que
guarda la educación en México y sus principales problemas.

¿Qué ha pasado con las políticas públicas en educación durante los últimos sexenios?

Diversas voces coinciden en marcar como punto de referencia fundamental el proyecto de


“Modernización Educativa” acordado en el sexenio de Salinas de Gortari y plasmado en
el del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal
(ANMEB), firmado el 18 de mayo de 199, ya que continua siendo el referente sobre el cual
se ha establecido y gestado la política educativa de los siguientes gobiernos. Este hecho
podría ser positivo en la medida que significase una continuidad clara y explicita en la
política educativa, un plan de más largo plazo, que se refrenda y adecua en su momento.
Sin embargo, más pareciese que es la inercia lo que lo mantiene vigente que una decisión
explicita en ese sentido.

Fundamentalmente son cuatro líneas que se mantienen a lo largo de estos años: 1) la


descentralización de la enseñanza básica, llamada también federalización; 2) la revisión
curricular y producción de libros de texto; 3) las reformas propuestas sobre el magisterio
(reforma de la enseñanza normal, actualización de los maestros y Carrera Magisterial); y
2
http://www.snte.org.mx/pics/pages/reflexiones3_base/alta_politica_educativa.doc

3
4) la participación social en la educación. A éstas se podrían añadir dos líneas de política
educativa que se han aplicado en años más recientes, la incipiente instauración de
mecanismos de evaluación, que tendrían hasta ahora su exponente en el Instituto nacional
de Evaluación Educativa y en el CENEVAL y la apuesta por la introducción de las TIC en
la educación, cuyo exponente cumbre es Enciclomedia.

Un balance de cada una de ellas escapa al contenido de esta exposición, simplemente


tendríamos que afirmar que en conjunto no han logrado mejoras sustanciales en el sistema
educativo mexicano, más allá de logros en cada línea de política en específico.

¿Por qué esa pobreza en los resultados? Podría adelantar una hipótesis: la suma de partes
no hace un conjunto, no esta definida una orientación general desde la cual articular
políticas especificas, son más respuestas a problemas que corolarios de definiciones. Este
hecho más la centralidad burocrática, llámese SEP ó SNTE que muchas veces están
confundidas, actúan en desmedro de una acción eficiente del gobierno en materia
educativa.

En los hechos el núcleo de la política educativa ha estado centrado en el interés de los


actores participantes, de manera destacada los del sindicato y la burocracia educativa,
incluidos algunos de los grupos de expertos educativos que copan los espacios de decisión
alta y media en la SEP. Un sistema educativo que privilegia la política sobre los intereses
de los estudiantes, es un sistema educativo equivocado. Un sistema educativo en el que los
intereses gremiales están por encima de los intereses de los niños, es un sistema educativo
sin ética. Así los programas pasan por el cernidor de otros intereses y más allá de sus
virtudes arriban a resultados inadecuados, a externalidades no deseadas.

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COMO SE VISLUMBRA EL FUTURO

Si nos atenemos a la información disponible todo indica que la inercia continuará. Aquí
me refiero a los “Puntos de la Agenda Educativa que Presento la Secretaria de Educación.
Lic. Josefina Vázquez Mota, ante la Conferencia Nacional de Gobernadores” 3 y que
aparece de manera relevante en la pagina electrónica de la SEP.

Sin preámbulo ni orientación alguna se establecen doce puntos por la Secretaria Vázquez
Mota. 1) Rezago educativo, 2) Capacitación y actualización de maestros, 3) Participación
de la comunidad educativa, 4) Evaluación para la calidad, 5) Sistema Nacional de
Información Educativa, 6) Modernización Tecnológica, 7) Sistema Único de Educación
Media Superior, 8) Seguridad y Certeza, 9) Infraestructura, 10) Fortalecimiento de la
Calidad de la Educación Superior y Certificación de Instituciones Educativas, 11)
Gobernabilidad y 12) Federalismo Educativo. La propia Secretaria apunta que estos
serían los puntos que conducirían a un plan sectorial, por ello indican en que esta
pensando la encargada, sus funcionarios y sus asesores sobre el contenido del programa
educativo del sexenio.

Del apunte de los temas y de su revisión se deriva que las autoridades de la SEP están en
el camino de continuar con la política educativa vigente los últimos tres sexenios, sin por
lo menos hacer un alto en el camino y en su caso actualizar la visión mediante un balance
de logros y dificultades.

Es importante significar que tras estos programas encontramos una visión que intenta
mejorar la educación para hacerla más congruente con un desarrollo basado en la
preeminencia de los mercados y la exigencia de competencia en todos los niveles. Este tipo
de reforma ha sido calificada como neoliberal, sin embargo, podemos afirmar que su
ejecución ha distado en muchos aspectos de los propósitos enunciados y al final contamos
con un esquema poco claro, disperso y de resultados poco convincentes.

3
http://www.sep.gob.mx/work/appsite/logros2007/conago.pdf

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Hay que afirmar que en si algunos de los programas son rescatables, han tenido logros y
deben y pueden ser parte de una política educativa de otro corte. Como ejemplo me
referiré a la necesaria introducción de las TIC’s, o modernización tecnológica, en el
proceso de aprendizaje-enseñanza.

UN PUNTO DE REFERENCIA DISTINTO

Si el punto de referencia no debe ser los mercados, la competencia, la eficiencia


productiva, la racionalización costo-beneficio del gasto educativo ¿dónde poner el acento?

Dos fuentes: El informe Delors, “La educación encierra un tesoro”, de la UNESCO y las
ideas identificadas con la Nueva Escuela en sus diversas aportaciones, que han realizado
los educadores, filósofos y pedagogos más distinguidos de los siglos XIX y XX.

Retomando estas fuentes se puede pensar en edificar un sistema educativo que coloque en
el centro del proceso educativo al niño, al adolescente, al joven, al estudiante; que tenga
como hilo conductor el desarrollo de competencias para la vida, incluida en su caso la
vida laboral de la persona; que se refiera a los cuatro pilares de la educación: aprender a
conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás y
aprender a ser, y finalmente una educación a lo largo de la vida. Un proyecto que no
olvida el mundo actual, sus necesidades, demandas pero que antepone la formación de un
individuo pleno, con competencias en continuo desarrollo, solidario, y demócrata. Un
paradigma humanista para la educación.

No me es posible en este espacio desarrollar este núcleo central del cual se desprendería
una política educativa propia, pero sin duda podría construirse mediante un dialogo entre
diversos actores de la sociedad mexicana, conocedores de la educación, maestros y
responsables de la conducción del Estado.

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ALGUNAS PROPUESTAS DE POLÍTICA EDUCATIVA.

Intentaré a continuación establecer algunas líneas de política educativa cuyo referente sea
la idea arriba esbozada.

1.- Hacer menos desiguales a los desiguales. México es un país de grandes diferencias
socioeconómicas, no es necesario abundar en ello, y por tanto, de grandes desigualdades
educativas; es obligación del Estado y del gobierno estrechar estas desigualdades, por ello
es imprescindible emprender programas que busquen disminuir la brecha de
oportunidades educativas. Bajo este principio entran los programas de becas, apoyos,
infraestructura, etc. que se requieren. Una combinación de política social y política
educativa.

2.- Rezago y cobertura. Trazar un plan de mediano plazo para alcanzar plena cobertura
educativa en el país, con metas parciales (sexenio) que puedan alcanzarse y medirse. Lo
demás son buenas intenciones o vulgar demagogia. Datos de población a futuro existen,
ahí está el Consejo Nacional de Población, falta la decisión de encarar el problema y
evidentemente asignar recursos, acción prototipo de política pública.

3.- Más dinero y mejor gastado. Prefiero abstenerme de la discusión del 8% para
educación, pero sin duda falta financiamiento para el sistema educativo. Si observamos la
pirámide poblacional para los próximos 25 años observamos que el número potencial de
estudiantes es inmenso, además se correrá la matricula desde la enseñanza básica hacia la
media superior y superior, con la indispensable reasignación de recursos que implica.

Aunque no hay estudios al respecto, o no los conozco, es posible pensar que habría formas
más eficientes de gastar el dinero que se dedica a educación; por lo menos revisar los
cientos de profesores que están en actividades no docentes: sindicales ó políticas.

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Sabemos que el financiamiento para educación, y para otros objetivos, esta constreñido
por nuestro precario sistema hacendario, tema ya abordado en estas sesiones, mientras no
haya más dinero habrá menos posibilidades de avanzar.

4.- Flexibilidad y autonomía para el sistema educativo. Tenemos un sistema poco flexible
y muy centralizado. Hay que dotar de poder de decisión y por tanto de responsabilidad a
los distintos niveles del proceso educativo, sin abandonar una referencia obligatoria
general. Empezar en el aula, cualquier teoría pedagógica moderna establece la necesidad
de construir el conocimiento en base a las condiciones del proceso de enseñanza-
aprendizaje las cuales se establecen en el salón de clase. El maestro debe tener en sus
manos un buen cúmulo de decisiones a tomar, la escuela también. Es un rumor
generalizado que una buena escuela comúnmente tiene un buen director con capacidad de
tomar decisiones. Después vendría el ámbito local, estatal y finalmente federal. Es
importante no confundir autonomía con poner a competir a las escuelas por recursos y
alumnos, ésta es una medida más cercana al modelo productivista, aunque no estaría mal
discutir el tema.

La Federalización como se ha llevado a cabo sería sólo un aspecto de esta política.

5.- Un currículo mínimo o básico desde preescolar hasta profesional. Sería función del
Estado, mediante diversos organismos, establecer competencias de conocimiento,
habilidades y valores sustanciales para cada nivel y especificidad educativa, que además
serian referente para un sistema de evaluación y acreditación. Las instancias estatal, local
y escolar tendrían un margen importante para completar las competencias que se
consideren fundamentales en esta educación para la vida

Con la mayor urgencia revisar y cambiar la curricula de la secundaria y de la educación


media superior, dos hoyos negros de la educación en México.

6.- Revaloración del maestro: formación y carrera profesional. Rehacer todo el sistema
de formación de profesores. La profesión de maestro debería convertirse en carrera

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universitaria, como sucede en otros lugares del mundo. Las universidades ó instituciones
posbachillerato ad hoc a este fin, deberían incluir en su oferta la formación de docentes a
todos los niveles, desde preescolar hasta de grado, multiplicando las opciones y la oferta.
Aunque suene excesivo ya sucede de manera informal, un buen número de maestros de
preescolar y primaria son egresados de pedagogía, psicología educativa y carreras afines
y se han reciclado como maestros, con buenos resultados. Congruentes con la idea de
formación a lo largo de la vida establecer estímulos positivos para la actualización y
promover la generación de una oferta pública y privada al respecto.

Revisar los instrumentos de profesionalización de la enseñanza vigentes, llámese carrera


magisterial o programas de estímulos en las Universidades; valorando más los logros
alcanzados que el desarrollo personal del maestro.

7.- Educar aprovechando las tecnologías de la información y comunicación (TIC´S). A


las computadoras, la Internet y otros recursos se les han mitificado en nuestras
concepciones educativas. Unos, por ignorancia o temor, las desestiman, basados en una
defensa del profesor como actor casi mítico y único del proceso educativo, donde las TIC´S
serían un enemigo que tiende a desplazarlos; la contra, todo se resuelve con tecnología
informática, más computadoras, más Internet, más multimedia, más softwer educativo,
más, más, ahí esta el ejemplo de Enciclomedia como propuesta de alternativa educativa.
Las TIC´S son instrumentos maravillosos siempre y cuando estén mediados por maestros
con aptitud y calificación para su uso y alumnos que desarrollen las habilidades
suficientes para aprovecharlas. En el terreno de la educación tenemos que construir una
sociedad de la información.

8.-Sistema de Evaluación. Sin duda es importante tener un sistema de evaluación pero la


pregunta es ¿para que lo queremos?

Hay una tendencia que relaciona evaluación con calificación, ésta con posición y ésta con
reconocimiento y apoyo, lo cual lleva a que los buenos, seguirán siendo buenos y recibirán
recursos para ser más buenos y los demás quedaran marginados y atrasados.

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A mi juicio, es menester emplear los procesos de evaluación educativa, a todos los niveles,
como diagnósticos que permitan mejorar ciertas zonas del currículo o de la organización
escolar. Diagnóstico y evaluación para detectar problemas y establecer alternativas de
acción, no para hacer listas de excelencia.

Todos los instrumentos de evaluación, llámese, PISA o ENLACE, nos informan de nuestros
precarios resultados en lengua y matemáticas, pero no nos dicen las causas. Sólo nos
desmoralizan, sirven para la nota amarillista, la denuncia contra el proyecto neoliberal y
después todos a nuestra casa a ver la televisión para olvidarnos hasta el próximo sopetón
y lamentaciones. Como además no muchos pueden cambiar de escuela o de país a sus hijos
no hay más que apechugar.

Sí a un sistema de evaluación que acompañe los resultados con la explicación de los


mismos, útil para mejorar.

9.- Educación superior para la sociedad del conocimiento. En este nivel educativo es
donde de manera más clara tendríamos que reformular una política que acerque la oferta
de la universidades a las condiciones de una sociedad que se transforma y pone énfasis en
el conocimiento como un bien público e indispensable para el desarrollo. Revisar la oferta
de carreras muy concentrada en las disciplinas tradicionales, promover vínculos a nivel
internacional para incrementar los intercambios, multiplicar los centros de enseñanza y su
variedad, flexibilizar las equivalencias y revalidaciones entre instituciones nacionales en
primer término e internacionales. Revisar a fondo el modelo de 9 o 10 semestres para
alcanzar una licenciatura, las tendencias internacionales corren hacia el modelo
anglosajón, donde las titulaciones consistirán en un primer ciclo de carácter genérico de
3-4 años de Grado (Bachelor en ingles) y un segundo ciclo de 1-2 años para la
especialización, el Master.

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10.- Desmantelar el burocratismo y corporativismo del sistema educativo. Siendo llano,
desbaratar el poder del SNTE y establecer con claridad su espacio de acción y decisión;
así mismo, limpiar de actitudes de control y burocráticas a la SEP y otras instancias
educativas. Tarea de gigantes sin duda, con pocas posibilidades dado el carácter de las
actuales alianzas políticas del gobierno, pero necesaria e improrrogable.

Un comentario aparte. El proyecto de escuelas de tiempo completo, que ya esta en marcha


antes del Plan Nacional de Desarrollo y el educativo, apunta a ser uno de los programas
estrella de la actual administración. La idea es buena, ya existen como 300 escuelas
públicas que funcionan bajo esta modalidad y muchas privadas, habría que evaluar su
funcionamiento, arribar a conclusiones e incorpórarlas en la elaboración del proyecto.
Debería darse a conocer la concepción y el desarrollo del programa y, sobre todo, como se
piensa financiar y cual será su alcance.

CONCLUSIÓN

Se requiere una revisión a fondo de nuestro sistema educativo. Considero que México debe
construir su futuro teniendo como base fundamental la formación de personas con un alto
nivel de competencias para la vida y para el mundo del trabajo. Un poco al estilo japonés
o de los países escandinavos, convertir a la educación en nuestra ventaja principal, no
hacer de nuestra ignorancia y falta de capacitación nuestra ventaja a través de bajos
salarios, no tratar de ver el futuro bajo el manto de la gran potencia. Posiblemente sea una
utopía pero vale la pena aventurarse.

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