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DIANA MORÁN

(Panamá, 1957-1987)

Tirados al aire

Requisaron

los ojos

las uñas

los cabellos

esposaron

la lengua

los libros

la madre

y como

entre las argollas

el puño se multiplicaba

herrados

desnudos

sin pasaportes

nos tiraron al aire.


(De "Reflexiones junto a tu piel"/ poemas del exilio, 1972-1979)
OTTO RAÚL GONZÁLEZ

(Guatemala, 1921)

Nassau

Se contradice piedra con caballo,

luna de alpaca y míseros harapos,

sangre vertida con pulido mármol,

opulencia sajona y negro llanto,

besos de luna con heridos labios,

fina canela y elefante blanco,

jardín de rosas y traidor disparo,

niebla cerrada y hojas de tabaco,

espaldas negras y zumbante látigo.

La isla de Nassau por todos lados:

sangrante herida en medio del océano.


(De "Viento claro", 1953)
JORGE DEBRAVO

(Costa Rica, 1938-1975)

He visto hombres...

He visto hombres saliendo de la piedra

como de un profundo y sudoroso parto.

He visto hombres tumbados en la angustia

y sacando las islas de sus brazos.

He visto hombres quemar su esclavitud

y emerger transparentes como vasos.

He visto hombres beber la libertad

y seguir arrastrando un corazón de esclavo

He visto hombres mirar las multitudes

con las pupilas tiernas como heridas,

y hombres contemplando a un degollado

con los ojos ajenos como guijas...

Y he visto hombres huir de la batalla

y era como si huyeran de su vida.


(De "Canciones cotidianas", 1967)
ROQUE DALTON

(El Salvador, 1935-1975)

Las rimas en la historia nacional

Rimas salvadoreñas antes de 1972:

El que fue a Sevilla perdió su silla

hartáte un huevo con mantequilla

porque aquí viene don Pancho Villa

con sus dos putas a la orilla

me cojo a tu tía

simplemente María

chiquilla

mía.

Rimas salvadoreñas después de 1972:

El que fue a Sevilla perdió su silla

guerrilla, guerrilla, guerrilla

guerrilla, guerrilla, guerrilla, guerrilla

guerrilla, guerrilla, guerrilla, guerrilla, guerrilla.


(De "Ultimos poemas", 1983)
TULIO GALEAS
(Honduras, 1942)

Veo mi patria

Veo mi patria, es triste,

incrédula, asustada,

como una gota de agua perdida

multiplicando arrugas,

antigua y desusada y

en un mundo que no le pertenece

como una vieja honda entre fusiles.

Y me duele su día arrinconado y sucio,

su color de sepulcro perfumado,

y el sabor a blasfemia que se arrolla en sus calles.

Solitaria, parece el lamento extraviado

de un planeta remoto, de un planeta

amasado con el odio y el fuego

de todos los infiernos presentidos,

de un planeta maldito que nos hizo

semejantes al hombre y a la tierra.


(De "Antología de poesía hispanoamericana", 1998)
Claribel Alegría

ESE BESO

Ese beso de ayer


me abrió la puerta
y todos los recuerdos
que yo creí fantasmas
se levantaron tercos
a morderme.

El nido
[Poema - Texto completo.]

Alfredo Espino
Es porque un pajarito de la montaña ha hecho,
en el hueco de un árbol, su nido matinal,
que el árbol amanece con música en el pecho,
como que si tuviera corazón musical.
Si el dulce pajarito por entre el hueco asoma,
para beber rocío, para beber aroma,
el árbol de la sierra me da la sensación
de que se le ha salido, cantando, el corazón.
Señor poeta

Javier Payeras. Ciudad de Guatemala,


señor poeta
soy un alma débil
con un arma en los dedos

tengo libros
revistas
primos / hermanos / amigos
y de vez en cuando
leo el diario

sí sí entiendo
pero acaso no es normal
aferrarse a un mal trabajo
herirse de vez en cuando
decir una grosería
agarrar a patadas el televisor

señor poeta
sé que renegará de mí
lo sé
cuando viole a su esposa
le pida para un trago
me vea comprando drogas
o me mate un autobús
esas cosas tan lejanas
a los conversatorios posvanguardistas
y contraculturales

lo siento
no tengo televisión ni radio
ni vehículo ni dinero
no tengo ni mierda
sólo algún material en limpio
que puedo enviarle
eso si no se ofende
por supuesto
Los tres reyes magos de Rubén Darío - NICARAGUA
-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!

-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.


Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!

-Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro


que existe Dios. Él es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.

-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.


Triunfa el amor y a su fiesta os convida.
¡Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida!
Claudia Lars - SALVADOREÑA

Cara y cruz
Alta visión de un sueño sin espina,
honda visión en realidad clavada;
ansia de vuelo en recta que se empina,
miedo del paso en curva accidentada.

Rosa de sombra, rosa matutina,


una caída y otra levantada;
ángeles invisibles en la esquina
donde el presente cambia de jornada.

Marca el momento signo de la altura:


brote de carne limpia y sangre pura
en renovado campo de infinito...

Y en promesa inefable y verdadera


-Gabriel de anunciaciones y de espera-
un mundo sin cadenas y sin grito.

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