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14.03.2018

ENERGIA SIN FRONTERAS

Formación para Voluntarios
Entrevista a Pilar Sevilla, Presidenta del Patronato
de Esf y a Lucila Izquierdo, Presidenta de la Junta
Directiva de Esf
Revista TESLA Número de febrero de 2017
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Entrevista a Pilar Sevilla, Presidenta del Patronato de Esf y a Lucila

Izquierdo, Presidenta de la Junta Directiva de Esf
Revista TESLA Número de febrero de 2017

¿CUÁL ES EL ORIGEN DE ENERGÍA SIN FRONTERAS (Esf)? ¿QUIÉNES

FUERON LOS INICIADORES DE ESTA ORGANIZACIÓN?

La idea surgió de un grupo de profesionales del sector de la energía, que

pensaron que en pleno siglo XXI no era admisible que 1.600 millones de
personas no tuviesen acceso a la energía eléctrica, siendo el suministro de
electricidad un elemento clave para el bienestar de las personas y el
desarrollo de los pueblos. Para contribuir a dar solución a esta situación, se
creó Esf, en cuyo patronato se integraron las principales empresas e
instituciones energéticas españolas. La idea fue amparada por la entonces
directora general de la energía, Carmen Becerril, quien fue la primera
presidenta de la Fundación. Se constituyó formalmente en 2003, y desde
entonces se han desarrollado más de sesenta proyectos y otros muchos
estudios. Desde el primer momento se sumaron voluntarios de entre el
personal de las empresas patronos, algunos de ellos jubilados bastante
"jóvenes" todavía, y todos ellos muy vocacionales.
Actualmente, Esf cuenta con una media de 185 voluntarios que desarrollan la
práctica totalidad de la actividad de la Fundación. Su compromiso y su
esfuerzo han hecho realidad los proyectos

¿CUÁLES SON LOS OBJETIVOS DE ESF?

Su misión es “contribuir a la reducción de la pobreza facilitando el acceso a

fuentes de energía modernas, al agua potable y al saneamiento, a las
personas que no los tienen, o los tienen en condiciones precarias, en los
países menos favorecidos"
Desde el primer momento se decidió actuar en las comunidades rurales
aisladas de los países más desfavorecidos, en el entendimiento de que es allí
donde se concentra la mayor parte de la pobreza extrema y el mayor déficit
de acceso a estos servicios básicos. Se inició con el suministro de
electricidad, pero ya en los primeros contactos con las comunidades se
asumió la urgente necesidad de agua potable, y más tarde, se ha ido
incorporando el saneamiento y las cocinas mejoradas. Desde el principio, el
acceso universal a la energía y al agua estaba entre nuestros objetivos
finales, aunque en aquellos momentos iniciales, todavía se hablaba poco de
ello. Nos alegra muchísimo que ahora, éstos sean dos de los 17 Objetivos de
Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
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TRANSPARENCIA.

La transparencia es una de las condiciones que la sociedad actual demanda

con mayor fuerza. No puede haber confianza sin transparencia, y una ONG
no será sostenible si no es transparente. Nuestros voluntarios han donado su
tiempo y su conocimiento, es lo más valioso que tienen, y deben estar
seguros de que su esfuerzo no ha sido dilapidado; nuestros donantes deben
saber que su dinero no se ha quedado en el camino y cuál ha sido su
aplicación final, y los patronos comprometen su prestigio y su propia
credibilidad. Hacer público lo que hacemos con todo rigor, es someterlo a la
mejor prueba de aceptación social. La Fundación Lealtad, que acredita el
funcionamiento de EsF, es un buen ejemplo de certificación de transparencia
rigurosa y exhaustiva.

¿EN QUÉ ÁREAS GEOGRÁFICAS CENTRA SU ACTIVIDAD ESF?

Al principio nos concentramos en las zonas rurales aisladas del África

Subsahariana y Latinoamérica, especialmente Centroamérica y la región de
El Caribe, con atención particular a las comunidades indígenas. Sin embargo,
últimamente, la idea de pobreza extrema se ha visto desbordada por la idea
de pobreza relativa, provocada por el incremento de la desigualdad,
especialmente en países que se consideran ricos y desarrollados. Es por ello
que hemos empezando a tener algunas actuaciones en España y analizamos
actuar en otras zonas periurbanas con asentamientos masivos sin ningún tipo
de servicios básicos que existen en muchos países en desarrollo.

¿CUÁLES SON LOS PROYECTOS MÁS DESTACADOS QUE SE LLEVAN

A CABO EN LA ACTUALIDAD?

Transcurridos ya quince años en los que hemos desarrollado una diversidad

de proyectos de electrificación de instalaciones comunitarias y domiciliarias,
pozos para el suministro de agua, instalaciones de saneamiento y centros de
formación profesional, en el momento actual damos importancia a los
proyectos que mejor se adaptan a los retos planteados para lograr los
objetivos recogidos en la Agenda 2030 en las zonas más difíciles. Retos que
requieren: encontrar el modelo de gestión del suministro más adecuado a
cada necesidad y la forma de financiarlo para que sea sostenible. La
experiencia dice que solo se consigue mediante alianzas con diversos
actores. Nos gustaría resaltar:
El proyecto Luces para Aprender (LpA) sobre electrificación y conexión TIC
de escuelas rurales en Latinoamérica, impulsado por la Organización de
Estados Iberoamericanos para la Educación la Ciencia y la Cultura (OEI) y en
cuyo programa-piloto participó Energías sin Fronteras como asesor técnico.
LpA ha sido uno de los seis programas galardonados por los Premios WISE
(Cumbre Mundial de la Innovación para la Educación) 2017. LpA nos ha
permitido demostrar el importante papel de Esf en el apoyo técnico para
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lograr proyectos sostenibles en este tipo de servicios en zonas muy aisladas.

El proyecto va a ser ahora replicado en Mozambique con la intervención de
Ayuda en Acción y Esf, y ha sido la base para nuestra participación en el
proyecto Mali Kita, un proyecto de amplio alcance liderado por Plan
Internacional, en el que Esf ha aportado el apoyo técnico en materia de
servicios sostenibles de agua y energía.

El proyecto Coryllus que se está desarrollando en Honduras. En este

proyecto, Esf abandona el modelo de donación para implantar un modelo
basado en el principio de recuperación de la inversión para su posterior re-
aplicación en nuevos proyectos en la zona; lo que supone también una mayor
implicación de la comunidad beneficiaria. Este proyecto requiere de una
alianza de varios actores, y presta atención a la evolución de la tecnología
que, actualmente, ofrece nuevas posibilidades de suministro básico para
zonas muy aisladas mediante sistemas portátiles muy sencillos, con
tecnologías de tercera generación y sin casi mantenimiento.

El proyecto de microrredes en Benín, iniciado en 2015 con la instalación de la

primera microrred para dar luz a la comunidad de Fô-Bouré, de unos 3000
habitantes. Se completaban así las actuaciones en materia de
abastecimiento de agua potable y alumbrado público que habíamos llevado a
cabo en proyectos anteriores desde 2006. La microrred de Benin ha
supuesto un salto cualitativo para la población local en la escalera de
consumos de servicios de energía, abasteciendo por vez primera, además de
las instalaciones domiciliarias y de servicios básicos, actividades locales
productivas, generando así ingresos económicos adicionales, y aumentando
la resiliencia de la población vulnerable en estas zonas. Los proyectos
anteriores de Esf habían permitido crear la capacidad local suficiente para
asumir la compleja gestión de este tipo de servicios. El proyecto ha sido
promotor y modelo para las cuatro microrredes que se han instalado en la
región de Sinandé con el apoyo de otras organizaciones. Actualmente
estamos trabajando en el desarrollo de una nueva microrred y de otros
proyectos de agua y energía en la zona.

Sin olvidar el interés actual que tenemos para realizar proyectos en España y
paliar de alguna forma el efecto de la pobreza en los suministros básicos de
agua y energía.

¿CONTAR CON SUMINISTRO ELÉCTRICO Y AGUA POTABLE DEBERÁ

SER UN DERECHO DE CUALQUIER CIUDADANO DEL MUNDO?

Nadie puede vivir sin agua potable, y nadie puede sobrevivir en una sociedad
como la actual sin disponer de formas modernas de energía; la electricidad
es el vector necesario para casi todas las actividades de la vida moderna. Sin
ella, la educación, la salud, la comunicación o el progreso, se ven
fuertemente comprometidos, o simplemente, no son posibles. Reducir el uso
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de la combustión doméstica ineficiente, es no solo un factor imprescindible

para mejorar la vida de millones de mujeres y niños, sino también una de las
mejores formas de protección medioambiental. La reducción del consumo de
leña, o de las emisiones de CO2, y especialmente de hollín, son factores
esenciales para evitar la desertización y el cambio climático. Actualmente, el
acceso al agua y al saneamiento han sido reconocidos como derechos
humanos por la comunidad internacional, la energía todavía no, pero cada
vez es mayor el reconocimiento del impacto mutuo entre agua y energía, y en
un mundo que se vislumbra con un déficit creciente de agua potable, la
energía será absolutamente necesaria para la obtención, depuración,
distribución y recuperación de agua, por tanto, acabará siendo reconocida
como derecho humano.