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LA CONCEPCIÓN DEL HOMBRE EN LA CULTURA OCCIDENTAL

La cultura occidental es aquella que se desarrolló en Europa Occidental y que ha tenido sus
influencias en casi todo el mundo. Y cuando hablamos del hombre occidental nos referimos al
habitante de esa región geográfica. Al concepto occidental de hombre se incluye, también, las
concepciones de las culturas griega y romana, la religión cristiana y la revolución industrial. En
este capítulo estudiaremos la concepción del hombre a partir de los aportes de los filósofos
occidentales, desde la antigüedad hasta la edad contemporánea.

1. CONCEPCIÓN DEL HOMBRE OCCIDENTAL EN LA EDAD ANTIGUA

Con el concepto de Edad Antigua nos referiremos al periodo histórico del pensamiento filosófico
griego, desde los primeros presocráticos hasta Aristóteles. A continuación veremos la
concepción del hombre desde dos miradas diferentes: la sociológica y la filosófica.

1.1. La concepción del hombre desde un punto de vista sociológico

Desde una mirada sociológica, en Grecia, durante la edad Antigua, encontramos tres tipos de
hombres: el hombre griego, el bárbaro y el esclavo, los que veremos a continuación.

1.1.1. ¿Quién es el hombre griego?

El hombre griego es el que se define a sí mismo como el culto, conquistador, el que tiene el
privilegio de contar con el apoyo de los dioses de Olimpo.

Tiene ante él un mundo que está a su disposición. Vive en Ciudades Estado, con autonomía
propia. Cada ciudad tiene su rey y sus instituciones, como el senado, el ejército, los sacerdotes,
etc. Este hombre es el ciudadano que goza de todos los derechos.

1.1.2. ¿Quién es el bárbaro?

El hombre bárbaro es el hombre no griego, aquel que es de otro territorio. Es el inculto, al que
hay que doblegarlo, conquistarlo. Este hombre para no ser conquistado hace alianzas con el
griego, y se convierte en su amigo “incondicional” y hace todo lo que puede para agradarlo. Le
paga tributos y le jura lealtad. En las batallas de expansión griega, entrega su vida y muere por
aquel. Su ciudad, su país, su ejército es dirigido por los griegos. Su religión está subordinada a
los dioses del Olimpo.

Para el hombre bárbaro, su idioma y su vida es lo único con lo que cuenta. Su libertad depende
de la relación sumisa que tiene con el griego.

1.1.3. ¿Quién es el esclavo?


El hombre esclavo, en Grecia, como en todas las civilizaciones antiguas, tiene dos
procedencias: Primero, es aquel que perdió la batalla en su país y fue conquistado. Es
arrancado de su país, llevado por la fuerza al territorio griego para trabajos forzados,
domésticos y para la prostitución. La segunda procedencia es por medio del intercambio
comercial.

En aquella época existían traficantes que comerciaban con vidas humanas. Este hombre no
posee nada. Su libertad y su vida dependen de su amo, el hombre griego. Pero hay un camino
para liberarse, que depende de tres posibilidades: La primera, comprando su libertad, esta
situación se daba muy pocas veces, porque el esclavo trabajaba toda su vida sin ningún tipo de
remuneración. La segunda consistía en que el amo, por cariño, lealtad o por algún favor, le
otorgaba su libertad. La tercera posibilidad era convertirse en gladiador y ganarse su libertad en
la batalla del circo o coliseo griego. En este caso su libertad dependía de su destreza para
matar al contrincante.

1.2. La concepción del hombre desde un punto de vista filosófico

Para ver la concepción del hombre desde una mirada filosófica tomaremos como referencia de
nuestras indagaciones al periodo clásico del humanismo griego. Cronológicamente nos
ubicaremos entre los años 470 y 322 antes de Cristo. Periodo entre la vida de Sócrates y las de
Aristóteles. Al medio, entre ellos, se encuentra Platón.

En este periodo existen tres tipos de hombres: el hombre griego, el bárbaro y el esclavo.
Identificaremos algunos apuntes de estos tres filósofos, respecto a la concepción del hombre de
su época.

1.2.1. ¿Qué es el hombre para Sócrates?

Sócrates no escribió nada, lo que sabemos de él es gracias a sus discípulos, entre ellos a
Platón. Lo que veremos a continuación son notas extraídas de las obras de éste discípulo suyo.

1.2.1.1. El hombre es una unidad de cuerpo y de alma

Para Sócrates, como para los filósofos presocráticos y posteriores a él, el hombre es una
unidad de cuerpo y alma.

El cuerpo depende del alma, pertenece al mundo de la naturaleza y se caracteriza por su


animalidad e instintos. En cambio el alma es la razón, el mundo afectivo, la verdadera esencia
del hombre.

1.2.1.2. El hombre debe conocerse a sí mismo


En su reflexión sobre el hombre, Sócrates parte del principio “conócete a ti mismo”. ¿Y qué
significa conocerse a sí mismo? La autorreflexión y la autocrítica para descubrir en nosotros
errores y virtudes. El hombre debe, toda su vida, intentar descubrirse a sí mismo, de ese modo
tendrá la capacidad de distinguir entre lo que es el bien y lo que es el mal.

1.2.1.3. El hombre debe ser virtuoso

Una de las mayores preocupaciones de Sócrates fue que las personas sepan conocer y evaluar
el bien y el mal. Una vez conociendo lo que son realmente estos dos elementos, siempre deben
inclinarse por el bien y alejarse o escaparse del mal, porque si no lo hacen caerían en el abismo
de la ignorancia y para que esto no ocurra deben detectar los errores y en el futuro no volver a
cometer los mismos. Este hecho de descubrir los errores y corregirlos para no volver a
cometerlos se llama virtud.

1.2.2. ¿Qué es el hombre para Platón?

La percepción de hombre en Platón lo encontramos en, su libro. La República, del cual


extraeremos dos apuntes:

12.2.1. El Estado depende del tipo de hombre

Platón elabora una teoría de un tipo de hombre que debe tener un Estado. Él cree que el tipo de
Estado depende del tipo de hombre. En La República se lee: “Como es el hombre, así es el
Estado, los gobiernos varían en la forma en que varían los caracteres humanos, los Estados
están hechos de naturalezas humanas que se hallan en ellos. El Estado es lo que es, porque
sus ciudadanos son lo que son”. Con esta afirmación, Platón nos está diciendo que el progreso
o el retroceso de un Estado dependen del progreso o del retroceso individual de sus habitantes.

1.2.2.2. Hombres fuertes y hombres débiles

Platón presenta dos tipos de hombre: los fuertes y los débiles. Los hombres fuertes son los que
hacen, manejan y controlan las leyes de acuerdo a sus intereses. Son los que dominan con su
fuerza y se sienten amos del universo. Los hombres débiles son los que sirven de instrumento
para que los fuertes continúen en su posición. Son los que recurren a las leyes, porque no
pueden valerse y defenderse por sí mismos.

1.2.3. ¿Qué es el hombre para Aristóteles?

Éste filósofo elabora una teoría sobre el hombre desde la posición social en la que él se
encuentra y al tipo de sociedad en la que vive. Veamos, solamente dos apuntes:

1.2.3.1. El hombre que gobierna y el hombre gobernado


Aristóteles cree que existen dos tipos de hombres: los que gobiernan y los gobernados; los que
mandan y los que se dejan mandar. Éste filósofo llegó a esta conclusión por la situación social
en la que se encontraba Grecia. En la época en que vive Aristóteles, Alejandro Magno se
constituye como el amo del mundo. En cierto modo se siente orgulloso por haber sido el
maestro del gran conquistador macedonio.

1.2.3.2. El hombre, griego, amo del mundo

En aquella época solamente los griegos eran considerados hombres con capacidad de
razonamiento, el resto eran bárbaros. La gente de los pueblos conquistados por los griegos era
sometida a la esclavitud. Por esta situación los griegos se consideraban amos, los que mandan
y los que dirigían su vida por el camino del razonamiento.

2. CONCEPCIÓN DEL HOMBRE OCCIDENTAL EN LA EDAD MEDIA

La Edad Media es un periodo histórico extenso. Son diez siglos de historia europea, desde la
desintegración del Imperio romano de Occidente en el siglo V, hasta el siglo XV de nuestra era.
Su comienzo se sitúa tradicionalmente en el año 476 con la caída del Imperio Romano de
Occidente y su fin en 1492 con el descubrimiento de América, o en 1453 con la caída del
Imperio Bizantino, fecha que coincide con la invención de la imprenta.

2.1. Concepción del hombre durante la Edad Media

Durante este periodo histórico existe, igual que en el periodo griego, tres tipos de hombre: el de
la Iglesia, el de la nobleza y el campesino. Veamos cada uno de estos.

2.1.1. El hombre de la iglesia

Durante la Edad Media la iglesia católica se consolida y toma, no solamente el dominio


espiritual, sino también el conductual del hombre europeo. La Iglesia pone las reglas del
comportamiento humano en todo lo que será el mundo occidental. El pensamiento humano, en
todas sus expresiones, es dirigido por la Iglesia.

2.1.2. El hombre de la nobleza

Es una de las clases más privilegiadas de occidente. Es el rey y su familia. Este hombre tiene el
poder absoluto del Estado. Es el dueño de las tierras y de todo lo que hay en ellas. Tiene a los
feudales, que son de su clase, como aliados, para mantener el orden.

2.1.3. El hombre campesino

Es el que trabaja las tierras y mantiene el Estado. Nada de lo que tiene le pertenece, excepto su
vida, que también puede ser dispuesta por el rey en el momento de una batalla. Vive en un
pedazo que el rey o el señor feudal le ha otorgado a cambio de sus servicios, trabajando
gratuitamente en el feudo.

3. CONCEPCIÓN DEL HOMBRE OCCIDENTAL EN LA EDAD MODERNA

La Edad Moderna es el tercero de los periodos históricos en los que se divide


convencionalmente la historia universal, comprendido entre el siglo XV y el XVIII.

3.1. Concepción del hombre en la Edad Moderna

El hombre de la Edad Moderna comenzó a cuestionarse sobre su existencia y sobre él mundo


que le había mostrado la iglesia. Durante la Edad Media la iglesia había encasillado al hombre
dentro de una visión del mundo y de la vida totalmente bíblica y centrada en los cánones de la
Iglesia, que entra en crisis porque aparecen en su mismo seno sacerdotes que cuestionan los
abusos que se van cometiendo en nombre de Dios. Algunos políticos e intelectuales de varios
estados europeos, aprovechan Las pugnas internas de la Iglesia y empiezan su ataque contra
ella, hasta que llega el momento en que se rompe y se divide la Iglesia. La Biblia, que hasta
comienzos del Renacimiento, era leída y estudiada únicamente por los miembros de la Iglesia,
fue traducida del latín al alemán y a otros idiomas, fue impresa y distribuida al pueblo. La gente,
teniendo el Libro sagrado en sus manos comenzó a interpretarla de acuerdo con su contexto y
descubrió algunas contradicciones entre el contenido de la Biblia y la actitud de la Iglesia. En
medio de esta crisis el hombre de comienzos de la Edad Moderna pierde la fe en Dios y en la
Iglesia. Y así nace un nuevo ideal de hombre, el del Renacimiento.

3.1.1. El hombre del Renacimiento

El hombre del Renacimiento empezó a ver el mundo de manera diferente. Si en la Edad Media
el centro del universo era Dios, en el Renacimiento el centro del universo es el hombre, capaz
de crear, pensar y actuar por sí mismo. Dios entra en un segundo plano. Es más, algunos
renacentistas llegaron a afirmar que Dios es un invento del hombre cobarde que necesita de
alguien superior como su refugio; otros, sencillamente, llegan a negar su existencia.

3.1.2. El hombre moderno es investigador y experimentador

Como resultado de las ideas revolucionarias del Renacimiento el pensamiento moderno gira en
torno a la investigación y la experimentación utilizando especialmente el método matemático y
el experimental. El espíritu humano se muestra tremendamente inquieto y dinámico, con un
espíritu crítico y científico frente a la realidad. Hay una nueva manera de ver al mundo y ésta da
origen a doctrinas o corrientes de pensamiento que correspondían a nuevas situaciones
políticas, culturales, sociales y religiosas; se produce la reforma protestante, el nacimiento de
los estados modernos y el auge de las ciencias.

4. CONCEPCIÓN DEL HOMBRE OCCIDENTAL EN LA EDAD CONTEMPORÁNEA

La Edad Contemporánea es el cuarto y último periodo en el que se divide la historia Universal.


Sus acontecimientos se inician con el estallido de la Revolución Francesa en 1789, fines del
siglo XVIII, y se prolonga hasta la actualidad, siglo XXI. La Edad Contemporánea es una época
de cambios profundos, ya que nunca se avanzó tanto en tan poco tiempo para la superación del
hombre y en beneficio de la colectividad universal.

4.1. Concepción del hombre en la Edad Contemporánea

Durante este periodo se presentaron varias características para definir al hombre. Veamos:

4.1.1. Es un hombre inmerso en las revoluciones

Las grandes revoluciones que dan comienzo a la Edad Contemporánea suceden a partir de
1776 con la independencia de las colonias británicas de Norteamérica y termina en 1815 con el
Congreso de Viena. Esta etapa se caracterizó por una serie de conflictos internacionales de tal
envergadura, que establecieron un nuevo orden mundial en la sociedad, en la política, en la
cultura y en la economía de la mayoría de las naciones occidentales. Los sucesos de mayor
trascendencia fueron: la revolución inglesa (1688), la Independencia de las colonias británicas
de Norteamérica (1776-1783), la Revolución Francesa (1789-1799), la etapa napoleónica
(1799-1815) y el inicio de la independencia de las colonias iberoamericanas (1810-1825).

4.1.2. Es un hombre entre medio de guerras mundiales

Las dos guerras mundiales fueron acontecimientos que alteraron el avance de la humanidad
desde 1914 hasta nuestros días. Del mismo modo los totalitarismos políticos fueron una
característica que dirigió el mundo de acuerdo a intereses particulares de ciertos políticos y de
estados en una gran parte del mundo. Estos sistemas totalitarios son el comunismo, el fascismo
y el nazismo.

4.1.3. Es un hombre de hoy inmerso en la tecnología y en la industria

El hombre de hoy, especialmente el hombre de los centros urbanos, aquel que vive en las
metrópolis y en las ciudades “modernas”, se presenta como un ser sumergido en la revolución
industrial y tecnológica. El desarrollo de la industria y de la tecnología han convertido a este
hombre en un ser que depende de las máquinas.
ANEXOS

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