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Hay que nacer de nuevo

Nací una vez, a la luz, a la vida,


al ruido, a los olores, al calor y al frío,
a los abrazos, al hambre,
a los sabores, a la saciedad,
al gusto, a la música,
a la ternura, a los encuentros.

Después, pequeñas muertes


fueron matando sueños,
anhelos, inocencia y pasión.

Si tú tiras de mí, naceré de nuevo,


al reino y al evangelio, al amor y la esperanza,
a la voz de los profetas, a una misión.

Cada vez que muera, volveré a nacer.


La verdad se irá curtiendo en mil duelos.
El espíritu irá renovando mi yo gastado. imaginen que la mano izquierda es un pequeño pimpollo que crece muy
lentamente y busca la luz del sol..., lentamente abre sus pétalos a las
El agua viva lavará cada herida vieja. brisas y a la lluvia..., luego comienza a marchitarse cuando su energía se
emplea en la formación de semillas..., y gradualmente cae hacia la tierra
Hasta esa última muerte que será antesala con sus semillas... Ahora plieguen su cuerpo y conviértanse en una
semilla... ¿Qué tipo de semilla es usted?... Ahora es primavera y usted
de un último nacimiento, a la Luz, a la Vida,
comienza a germinar y moverse, enviando una pequeña raíz dentro de la
y al Amor. Y esta vez para siempre. tierra y un pequeño brote hacia la luz solar... Continúen creciendo y
moviéndose y tomen conciencia de cómo se siente el cuerpo mientras se
(José María Rodríguez Olaizola, sj) desdoblan y se convierten en alguna planta o árbol...

1.- Recuperar la sabiduría del cuerpo pasa por saber escuchar el


lenguaje del cuerpo. 2.- Mi cuerpo como lugar de sabiduría es reconocer que desde que
comienza nuestra vida intrauterina, mi cuerpo guarda memoria de mi
Ejercicio 01 historia, es registro y memoria de nuestra historia personal y
sociocultural. Meditamos a través del Salmo 139, 13 – 18
Sitúate en una posición que te resulte cómoda y relajante. Cierra los
ojos. Voy a pedirte que te hagas consciente de determinadas sensaciones
Toma conciencia de tu existencia, de tu cuerpo y de tu espíritu, es Dios
corporales que sientes en estos momentos, pero de las que no te das
el que te hace ser y pensar. Te crea por un acto que anticipa y
cuenta de manera refleja... Cae en la cuenta del roce de tu ropa en tus
fundamenta tu dignidad, es decir por una llamada. Las cosas nacen por
hombros... Ahora del contacto que se produce entre tu ropa y tu
orden de Dios, tú naces de su llamada. Dios la verdadera fuente de
espalda, hazte consciente reflejamente de la postura en la que estás
sentado... De nuevo: tus hombros... tu espalda... tu mano derecha... tu tu ser, más cercano y más íntimo a ti, que tú mismo.
mano izquierda... tus mus los... tus pies... la posición en que estás
sentado...Continúa girando en tomo a ti mismo, pasando de una parte de Esta presencia creadora de Dios que te rodea es pues una
tu cuerpo a otra. Procura no detenerte en cada parte durante más de dos presencia universal de amor (Sal 139, 13-22). Al crearte, Dios te
minutos, hombros, espalda, muslos, etc. Pasa continuamente de uno a llama y está delante de ti como un "tú". Si existes es porque eres
otro... Lo verdaderamente importante es que llegues a captar el sentir, una obra del amor de Dios.
la sensación de cada parte; que la sientas durante uno o dos segundos y
que pases a otra parte del cuerpo... Orar, es sencillamente hacer consciente este diálogo existencial
Cierra de nuevo los ojos. Entra en contacto con las sensaciones que se entre Dios y tú. En lo más profundo, tu ser tiene una estructura
producen en diversas partes de tu cuerpo. Lo ideal sería que no pensases
dialogal. Decir "tú" a Dios en la oración, es reconocer que es la
en las diversas partes de tu cuerpo concibiéndolas como manos, piernas o
espalda, sino que pasases de una sensación a otra sin etiquetar ni
fuente de tu persona libre.
nombrar los miembros u órganos que sientes. 3. Realizo una mirada sanadora de mi cuerpo: renuncio a una
Si adviertes un impulso a moverte o a cambiar de posición, no antropología dualista que muchas veces nos configura.
consientas. Limítate a tener en cuenta esa incitación y la molestia
Desde la relación con mi padre, madre, hermanos (as) …
corporal que origina, quizás, ese impulso.
Desde mis relaciones con amigos / amigas …
Sentirás crecer la calma en tu cuerpo. No te solaces en esa tranquilidad.
Desde mi comunidad…
Continúa en tu ejercicio y deja que la calma se cuide de sí misma.
4. Al terminar Reconoce y agradece tu ser mujer, tu cuerpo como lugar
Ejercicio 02
de revelación y de verificación de tu fe.
· “Y el Verbo se hizo carne (cuerpo) y habitó entre nosotros” (Jn 1, 14)
Acuéstense de espaldas al suelo dejando libre cierto espacio a su
alrededor y tomen contacto de sus sensaciones corporales... Ahora

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