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Resumen
Las ludotecas son instituciones recreativo-culturales que deben tener en cuenta
una serie de aspectos como son los servicios que presta (de animación, planificación,
investigación, coordinación con otras ludotecas, mantenimiento y control), las
dinámicas que ofrecen, la organización espacial, los recursos lúdicos, etc. Debemos
entender, al ludotecario como un elemento fundamental de una ludoteca, es decir,
como la figura del educador especializado en juegos, juguetes y actividades de
animación basadas principalmente en el juguete. El papel de este educador es básico
para poder alcanzar la totalidad de los objetivos de una ludoteca.
Palabras clave: Ludoteca. Colaboración. Cooperación. Aprendizaje.
1. Introducción
A medida que las experiencias sobre las ludotecas avanzan resulta cada día más evidente que ni la
existencia de espacios adecuados, ni la presencia de buen material lúdico a disposición del niño son
suficientes para asegurar la potenciación máxima del juego infantil, ni asegurar la orientación familiar
al respecto. Es necesaria la existencia de educadores con amplios conocimientos de técnicas de
animación lúdica y de los materiales de juego y juguetes, formados a nivel teórico y práctico.
2. Concepto de ludoteca
“Las ludotecas son instituciones recreativo-culturales especialmente pensadas para los niños y
adolescentes que tienen como primera misión el desarrollar la personalidad del niño principalmente a
través del juego y del juguete. Para ello posibilitan, favorecen y estimulan el juego infantil ofreciendo a
los niños tanto los elementos materiales necesarios como las orientaciones, ayudas y compañías que
requieren para el juego” (María de Borja i Solé).
Tras esta definición, observamos que nacen como solución al problema de la soledad del niño en
casa si no coincide con la vuelta del trabajo de sus padres. Esto es una situación muy habitual en los
momentos que vivimos. También asegura la compañía, vigilada por los adultos, con otros niños. Esto
aporta tranquilidad a los padres, que saben que sus hijos están vigilados en todo momento. Permite
incluso disfrutar de aquellos juguetes que en el hogar no tienen. Esto es más frecuente de lo que
imaginamos, ya que muchas veces se compran los juguetes atendiendo al deseo expreso del niño en
ese momento, pero nos olvidamos de la utilidad a que va a tener ese juguete.
En definitiva, la ludoteca brinda sobretodo un lugar confortable, alegre, convivencial, donde los niños
pueden estar los horarios libres, de los fines de semana o post-escolares, siendo debidamente
atendidos y ocupados.
Excepto el objetivo específico de prestar juguetes a los niños que puede cumplir cualquier persona
que disponga de un fichero adecuado, las otras tareas, como las de orientación de niños y padres en
la elección de buenos juguetes y el fomento de las actividades de animación lúdica, son funciones que
sólo puede realizar una persona con vocación de educador y conocimientos pertinentes.
El trabajo del ludotecario puede inscribirse dentro de la animación socio-educativa, pues trata de
hacer nacer y desarrollar actividades educativas y culturales que tienden a una educación continua y
que van hacia un desarrollo global del individuo.
Las necesidades de personal de una ludoteca dependerán del número de usuarios, de las actividades
que la ludoteca realice y de su tamaño.
a. Ludotecario responsable: debe realizar un trabajo de gestión y de administración que coordine las
actividades socio-educativas.
c. Animadores especializados: son educadores eventuales que colaboran de forma esporádica y con
ocasión de actividades concretas. Tienen plena responsabilidad dentro de su grupo y en la buena
marcha de la actividad que se les encomiende, pudiendo tomar iniciativas dentro de su taller de trabajo.
d. Colaboradores varios: pueden y deben ser tanto los padres, los propios niños como estudiantes y
personas de la tercera edad. Cada grupo de colaboradores debe tener una responsabilidad concreta
de acuerdo con su preparación, sus deseos y las necesidades de la ludoteca. Sus trabajos deben ser
orientados y supervisados por el ludotecario.
5. Servicios de la ludoteca
Según Aguirre Arroyo (1984), citada en Gervilla Castillo (1997), los servicios que debe prestar una
ludoteca son:
Uno de los aspectos fundamentales en el diseño de una ludoteca es la organización del espacio y
los recursos lúdicos. El espacio tiene que estar delimitado para poder dotar de contenido las diferentes
dinámicas, creando zonas temáticas diferenciadas según el tipo de juego que se propone en cada
espacio.
Hay que tener en cuenta que las medidas de seguridad han de ser las máximas, ya que los usuarios
de la ludoteca serán principalmente niños.
En cuanto a la organización de los recursos lúdicos, es importante tener clasificados los juegos,
según la edad recomendada de uso, la temática y los beneficios psicopedagógicos. Esto permitirá
mantener un control funcional y pedagógico de la colección de juegos y juguetes que existen en la
ludoteca.
Una correcta distribución de las distintas partes que forman una ludoteca puede facilitar sus funciones
tanto desde el punto de vista del préstamo como de su capacidad para sala de juego o actividades de
animación.
Se pueden realizar diferentes propuestas de actividades como por ejemplo: talleres de reparación
de Juegos, actividades grupales organizadas, juegos dirigidos, etc.
Las ludotecas deben prestar un aspecto atrayente y agradable para el niño y la decoración y el
mobiliario deben estar adaptados e ideados para ellos.
Debe ser espaciosa para que los juguetes se vean bien y puedan ser elegidos por
los propios niños. Pueden estar debidamente clasificados y colocados en
estanterías de diversas formas y colores. Consideramos enriquecedor mezclar
libros, siempre y cuando se siga una clasificación no muy estricta, permitiendo a
los niños más avanzados elegir libros y juguetes previstos para edades mayores,
o lo contrario.
Sería necesario tener un mínimo de dos ejemplares de cada juguete, uno para la
exposición y el juego en la ludoteca y oro para el préstamo.
A un lado de la sala puede instalarse la mesa del ludotecario y los ficheros de los
juguetes y de los usuarios. Estos ficheros deben estar pensado para que puedan
ser utilizados por los niños.
c. Espacio de prueba de los juguetes propiamente dicho, a diversos niveles y con un revestimiento
adecuado en el suelo para jugar y también en las paredes para amortiguar el ruido. Este espacio debe
procurarse que sea especialmente acogedor, ya que será el lugar donde se jugará en grupo y donde
en horas y días previstos se puedan realizar concursos campeonatos tanto de ajedrez como de
construcción, trenes eléctricos, así como otras maneras de animación que se consideren oportunas.
Si se dispone de lugar suficiente debe pensarse en una sala especialmente concebida para:
Este taller, tanto a nivel práctico y económico como a nivel educativo y formativo, consideramos que
es esencial dentro de la ludoteca. Puede permitir a los niños rehacer ellos mismos sus juguetes, o
colaborar en la reparación del juguete que han estropeado.
Puede ser beneficiosa la colaboración no solamente de los padres, sino también de las personas
de la tercera edad (hombres como mujeres, pueden con sus conocimientos y tiempo colaborar en la
ludoteca).
El grupo de niños y monitores, padres y abuelos que trabajen en la reparación de juguetes pueden,
una vez organizados y en funcionamiento, realizar cierto tipo de juguetes para la ludoteca. En estos
casos la función del monitor del taller será la de ayudar al niño a realizar su propia obra.
e. Al lado del taller puede colocarse el almacén de juguetes, donde se guardarán los juguetes que
aún no estén registrados, fichados o preparados para el préstamo, al igual que los que por su deterioro
o por estar incompletos no pueden seguir circulando, pero pueden servir de material de recambio o de
confección de otros juguetes. Los materiales que se utilicen para la protección de los juguetes también
se guardarán en el almacén.
f. Un espacio al aire libre puede resultar ideal para realizar juegos al aire libre y para la prueba de
los juguetes en el exterior.
Poder dar el nombre de “sala” a un espacio cerrado con las cuatro paredes y también a un espacio
abierto limitado por barreras no arquitectónicas de manera que podemos imaginar también una
ludoteca como un gran espacio cubierto, con el suelo a diferentes niveles, en función de las diversas
actividades y tareas, debidamente enmoquetado, apto para jugar en le suelo, con módulos de diferentes
medidas, formas y colores que igual puedan servir de mesas y sillas como puedan ser manejados a la
manera de un gigantesco juego de construcciones que desarrolle la creación y a la vez colabore en la
formación de un ambiente acogedor.
Existen muchas ludotecas que funcionan en espacios reducidos y con escasos medios y que, a pesar
de ello, funcionan y cumplen los objetivos que sus organizadores se habían propuesto. Es de gran
importancia para un buen funcionamiento, la entrega personal, la organización y la creatividad de los
responsables.