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STP Diplomado DTRYL Valparaíso

Daniel Borbarán Díaz


Requisitos del Obispo
11 de Diciembre, 2018
Introducción
La primera carta a Timoteo es denominada como una de las cartas pastorales (junto con 2
Timoteo y Tito), Timoteo, el nombre de aquel que recibe esta epístola, tiene el significado
de “uno que honra a Dios”. Este hombre acompaño a Pablo en Berea (Hechos 17:14),
Atenas (Hechos 17:15), Corinto (Hechos 18:5) y Jerusalén (Hechos 20:4), entre otros
lugares. Cuando Pablo escribe esta carta Timoteo ya se encontraba en Éfeso ocupando la
labor de pastor (1 Timoteo 1:3).
Después de advertirle de las falsas doctrinas, enseñarle el propósito del mandamiento que
estaba pidiéndole, presentar su ministerio, denunciar a Himeneo y Alejandro, dar
instrucciones sobre la oración en el Culto y mandato a las mujeres, Pablo menciona los
requisitos de los Obispos.

Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea.


Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable,
apacible, no avaro;
Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad
(Pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);
No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en
descrédito y en lazo del diablo.
1 Timoteo 3: 1 - 7

Palabra fiel: Esta expresión fue utilizada por el apóstol para dar énfasis a una verdad
central o cardinal para la iglesia (MacArthur) y solo se encuentra en las epístolas pastorales
siendo mencionadas 5 veces (1Ti.1:15, 1Ti.3:1, 1Ti. 4:9, 2Ti. 2:11, Tit. 3:8), cada una
marca una atención en algo en lo cual debemos detenernos, meditar y tomar por suma
importancia, por ejemplo: “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús
vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”.(1Ti.1:15).
Si alguno anhela obispado, buena obra desea: El deseo de servir en la grey de Dios es
honorable, pero existen también anhelos mal fundados hacia la obra de Dios de los cuales
menciona Pablo, que estos hombres en su hecho ultimo no pretenden más que servirse a sí
mismos (1Ti. 1:7,19 y 20).
El servicio en la obra de Dios parte de un deseo personal, nadie se debe ver obligado por
terceros o circunstancias externas a asumir un rol que no le pertenece en la iglesia y si así
fuera, fracasa desertando un día o no dando el fruto de su obra. El Señor pone tanto el
querer como el hacer por su buena voluntad (Flp. 2:13), porque Dios ya ha preparado de
antemano las buenas obras para que andemos en ellas (Ef. 2:10). Este deseo debe ser
genuinamente el servir como lo menciona Pedro (1 P 5:1-3) no por fuerza, no por ganancia
deshonesta, no como teniendo señorío.
La palabra obispo tiene por definición el ser un supervisor o superintendente, está por sobre
el rebaño para cuidarlo, la importancia de este oficio o servicio radica en el mismo
sacrificio de Cristo (Hch.20:28, 1 P. 1:18-19), el valor de su iglesia comprada a precio de
sangre es tal, que el carácter y la espiritualidad de aquellos que cuidaran su pueblo debe ser
cumplida con la mayor exigencia.
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible: es imprescindible, innegable y
excluyente que el obispo tenga requisitos para cumplir tal labor dentro de la iglesia, aun así,
cuando leemos los requisitos nos damos cuenta que no son grandes obras milagrosas, ni se
pide que estos hombres sean ya perfectos, sino que, aquellos requisitos que se mencionan
reflejan el carácter de hombres maduros en el Señor, hombres dirigidos por el Espíritu
Santo en una vida piadosa y consagrada a Dios de tal manera que dentro de ese grupo de
hombres maduros en su vida cristiana algunos serán llamados a presidir y enseñar en su
grey. No es tan solo un llamado a examinar a los que pastorean o sientan el llamado a
pastorear, además es un llamado a cada cristiano a examinar cómo vamos en nuestro
caminar con Cristo reflejado en nuestra madures espiritual. Por tanto el pastor, anciano u
obispo no puede ser reconocido ni reconocido con menos que estos requisitos que
desglosaremos a continuación.
La palabra irreprensible puede ser traducida también como “irreprochable, no inculpable,
que no puede ser arrestado por algo”, el siervo está llamado a no ser amonestado por nada,
no se trata de ser perfecto, sino, a que no existan pecados flagrantes los cuales inhabiliten a
un hombre para poder ejercer dicho oficio, como decía R.C. Sproul “la iglesia es el único
lugar donde el requisito para pertenecer a ella es ser pecador”. Cristo, quien es nuestro
parámetro y canon nunca fue reprendido por nada y cuando fe acusado solo fue por engaño
(Mr. 14: 1, 56-59).
Marido de una sola mujer: he de mencionar antes de explicar este punto que existe un
debate sobre muchos de estos principios para los requisitos pastorales, ya que algunos los
toman como “principios reguladores” pero otros los consideran como “principios
orientadores”, más allá del tema concreto del matrimonio, este requisito está apuntando a
un estado de pureza moral y sexual, habiendo escuchado que no se trata tanto de del estado
civil de la persona sino más bien de su pureza y entrega a su mujer, surgen tres preguntas
que quisiera plantear sin tener el objetivo de responderlas en este ensayo pero si dando
algún acercamiento a la discusión de ellas.
1. ¿Se prohíbe el pastorado a un soltero?
Pablo habla a los solteros y viudas en Corinto a quedarse como él (1 Co. 7:8),
aunque debemos reflexionar sobre la importancia de este requisito y las desventajas
que tiene un soltero: en su relación con la esposa el Señor muestra un poco de su
relación de Él con su iglesia, el peligro de la “pasión juvenil” y su papel de líder en
su familia que lo veremos más adelante.
2. ¿puede un hombre que cometió adulterio ser pastor?
Al momento de adulterar deja de ser irreprensible y marido de una sola mujer, el
pecado al ser expuesto públicamente afecta no tan solo a la vida de las familias
afectadas sino también a la vida de la iglesia. Ya no existe pureza sexual ni moral
(Pr. 6:32,33), si no ama a su esposa como Cristo amó a su iglesia y se entregó por
ella ¿Cómo amara a la iglesia como Cristo lo hace?
3. ¿Puede una persona casada en segundas nupcias ser pastor?
La biblia menciona causas licitas para un divorcio: en Mateo 5:32 dice que es por
adulterio, la palabra que se traduce de adulterio también significa fornicación pero
además cualquier tipo de descuido o violencia hacia su cónyuge. En 1 Corintios
7:12-16 menciona el abandono de la cónyuge no convertida.
Sobrio: sano de mente, que se domina a sí mismo, es una persona que es moderada en
opinión y pasión, un pastor de debería ser impulsivo en sus opiniones consejos y actitudes
ya que debe velar por el bienestar de la congregación, para tener claro aquello deberíamos
hacer una comparación con un ebrio, el ebrio no es dueño de si, no limita su hablar, no
limita sus acciones, da rienda suelta a todos sus impulsos hasta los más bajos. Está muy de
la mano con ser Prudente: Disciplinado, discreto, una persona que está atenta y es seria en
asuntos espirituales, el obispo debe ser una persona que tiene clara sus prioridades.
Decoroso: Es una persona que lleva una vida ordenada, el orden y la sabiduría para vivir
son dadas por el Espíritu a través del estudio de la palabra, la acción y la oración. Este
requisito junto con el ser sobrio es también un mandamiento para las mujeres en el capítulo
anterior de la carta.
Hospedador: (Hebreos 13:2) No nos olvidemos de la hospitalidad que ama y se extiende al
extraño, el hombre maduro en el Señor es capaz de dar acogida al que lo necesita abriendo
su hogar, pero además demuestra en el creyente la transparencia y sinceridad completa
hacia los demás, cuando abre su hogar permite que lo conozcan en lo más íntimo,
verdadero e imperfecto de su vida (1 P. 4:9)
Apto para enseñar: Esta es la única cualidad o don mencionado en los requisitos, marca
una diferencia con los Diáconos y es el rol y deber principal de los pastores, enseñar y
predicar la palabra de Dios, el Pastor es Maestro. (1 Ti. 4:6, 11,13, 5:17. 2 Ti. 2:15,24).
Esta debe ser la mayor preocupación de aquel que está a cargo de pastorear la grey de Dios,
el empeño y trabajo arduo en las escrituras, el QUE y el COMO deben estar siempre
presentes en su labor de enseñador.
No dado al vino: Su Pensamiento nunca debe estar nublado ni llevado por dependencias de
ningún tipo a ninguna cosa, el pastor debe tener la capacidad de conducir también a través
de su vida a la santidad.
No pendenciero: El siervo de Dios ante toda instancia debe actuar sin ejercer violencia ni
física, ni verbal, ni psicológica. 2 Timoteo 2:24 termina diciendo que este debe ser sufrido.
No codicioso de ganancias deshonestas, no avaro: aunque algunos mencionan que la
primera frase no está en los manuscritos más antiguos, aun así es de suma importancia con
respecto a la revelación misma y es parte en si del concepto de No Avaro. El obispo no
debe trabajar en la grey por obtención de dinero, aquel que de cualquier forma busca el
ganar dinero (incluso pecaminosamente), también lo hará en su servicio en la iglesia. “El
pastorado no te llevara a la riqueza material, quizás tendrás que dar hasta lo último”
(Damián de Molokai).
Sino amable, apacible: apropiado, acercarse o parecerse, ponerse en el lugar del otro, lo
que hoy llamamos empatía. El pastor en su servicio hacia los demás debe considerarlos,
perdonarlos y estimarlos como aquello que son, una familia en Cristo, hermanos,
consiervos, hijos del Dios Altísimo.
Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción: el primer término se refiere a
su papel principal como sacerdote y pastor de su familia enseñando y guiando a su esposa e
hijos en la palabra de Dios. En el segundo término hay una discusión con respecto al hecho
de hasta cuando debieran los niños ser gobernados y que significa ser gobernados, ¿deben
solo obedecer? ¿Deben ir a la iglesia obligados hasta la mayoría de edad? ¿Esto conlleva a
que sus hijos serán creyentes? Esta preguntas en cierta manera se responden al recordar la
teología del pacto al darnos cuenta que bíblicamente el Señor hace una promesa con nuestra
descendencia si nosotros cumplimos con la responsabilidad de enseñarle el camino hacia
Dios, si bien sabemos que la soberanía es de ÉL y solo el determina quien a de escuchar su
llamado y responder, Dios nos manda a enseñar, disciplinar, pastorear y discipular a
nuestros hijos y que Él se encargara de ellos.
No un neófito: no un recién planta o convertido, debe ser una persona madura
espiritualmente. Una persona recién convertida no tiene profundidad de conocimiento
escritural, no conoce las doctrinas fundamentales, recién está experimentando una relación
con Dios, esta comenzado con su lucha contra el pecado. Es triste ver casos de hombres que
ni siquiera conocen el orden de los libros en la biblia o llevan muy poco tiempo en la iglesia
y son llamados al pastorado, siendo autorizados por supuestas revelaciones o intereses no
bíblicos, debemos cuidar a estos recién convertidos para que no caigan en la condenación
del diablo.
Buen testimonio de los de afuera: si bien no lo expondré en este ensayo, pero el análisis de
cada una de las palabras de esta frase en griego dan el sustento para mi pequeña tesis.
El hecho de que pablo comenzara con la palabra irreprensible y luego detallara puntos en
particular se pudiera entender como aquello que encabeza o titula dichos requisitos, por
tanto el ser irreprensible es la suma de todos estos requisitos, pero también al finalizar los
requisitos y al mirar esta frase en griego se puede observar que el tener buen testimonio de
los de afuera en el “resultado o consecuencia” de cumplir cada uno de estos requisitos, por
tanto el hecho de ser irreprensible no tan solo será observado por la congregación sino que
será también reconocida por aquellos de la comunidad externa a la iglesia.
Cada uno de estos requisitos nos llama a examinarnos a nosotros mismo como estamos en
nuestro caminar con Dios, también el hecho de poner nuestros ojos afuera de la comunidad
eclesiástica y reflexionar en “¿cómo me están mirando personalmente aquellos que no
profesan mi fe o no son parte de la familia de Dios?” nos dará un buen diagnóstico de
nuestra madures espiritual.
Pero también es cierto que cada iglesia debería examinar a sus obispos, ancianos,
presbíteros, pastores, lideres o como quieran titularlos a la luz de la palabra y dejar de hacer
oído sordo a críticas internas y externas de la iglesia y mirar por el cuidado de la grey.
Poner freno a estos supuestos pastores autonombrados o designados por conveniencia o
nepotismo es algo que urge en la iglesia cristiana en general, nuestras oraciones a nuestro
Padre deben también ser dirigidas hacia ese objetivo.
SOLI DEO GLORIA

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