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APUNTES PARA PENSAR LA REALIDAD.

La sociedad en la que vivimos y todo lo que en ella nos acontece como sujetos consta
de una gran complejidad, no porque sea difíícil de comprender, sino porque todos los
factores que intervienen en su formación se hallan íntimamente relacionados, en
constante movimiento, haciendo que nada en ella sea estaí tico, por lo que no es faí cil de
conceptualizar y de encerrar en una idea o concepto que la explique.

Intentar comprender la sociedad, implica un trabajo diario de anaí lisis y reflexioí n a


partir de la cual se comprenden los fenoí menos sociales que la conforman. Intentar
progresar en su conocimiento, pensar en ella díía a díía, nos permite avanzar con ella en
su propio movimiento entendiendo cada díía un poco maí s de nosotros mismos y
aquellos que nos rodean.

Cuando se toma una situacioí n de la realidad, un hecho y se lo intenta explicar, las


explicaciones a las cuales se pueden llegar pueden variar de acuerdo a tantas personas
sean quienes intentan explicarlo.

Pero… ¿porque sucede ello?

Cada persona coloca en la explicación una carga subjetiva propia de sus ideas,
sus modos de pensar y entender los fenoí menos sociales, la realidad y todo lo que
ocurre en la sociedad.

Esto no desapareceraí pero, puede verse reducido y modificado por varios motivos,
entre los cuales se destacan la predisposicioí n a correrse del lugar de uno mismo para
ponerse en el lugar del otro. Ello puede que no modifique lo que piensa quien trata
de comprender la realidad pero si puede generar una dinaí mica entre lo que cree saber
y lo que observa, alcanzando cierto nivel de comprensioí n y hasta un nuevo
conocimiento.

Por otro lado, cualquier situación o hecho de la realidad no puede ser entendido
separado del contexto que lo rodea, no se lo puede limitar, porque el
conocimiento no solo podríía ser equivoco sino tambieí n incompleto, fragmentado, por
eso tambieí n la importancia de ponerse en el lugar del otro.

El resultado de ello seraí una explicacioí n de la realidad basada en como la entiende el


actor involucrado, de modo que puede comprenderse tambieí n porque actuí a como
actuí a, relacionaí ndose de un modo determinado con el contexto que lo rodea y el
modo en el cual se posiciona frente a la realidad, entendieí ndose a ese sujeto como un
sujeto integral o mejor dicho, con todas las caracteríísticas que lo conforman como
ese sujeto uí nico.

Lo importante es la comprensioí n y la explicacioí n del hecho sin emitir juicios de valor


sobre lo observado.

Realidad es una palabra muy utilizada pero ¿sabemos lo que queremos decir cuando
hablamos de realidad?

La realidad es un proceso en constante movimiento, una construcción que surge


de la reflexión del sujeto y no es independiente de esta, pues es el sujeto quien le
pone contenido. De este modo el sujeto interactuara con la realidad de acuerdo
a como la interpreta, hecho que también condiciona su relación con los otros
sujetos.

Es de este modo como los individuos en constante relación con otros se


constituirán como sujetos miembros de una sociedad; mediante las relaciones
sociales que establezcan entre sí.

En el anaí lisis de la historieta de Mafalda en la cual su amigo Miguelito veíía claramente


su dedo maí s grande que un edificio por el solo hecho de que el dedo era suyo, por lo
que le importaba maí s que todo, no solo se llega a la conclusioí n de la importancia de
tener siempre en cuenta donde enfoca uno su mirada para luego actuar (no solo en míí
mismo sino en los otros) sino que tambieí n se puede agregar que de acuerdo a como
uno interpreta la realidad actuara de determinada manera y se relacionara con
los otros.
Es importante tener en claro que profesional se quiere ser. Porque somos parte de la
sociedad. Es importante tener en claro coí mo influyen nuestras ideas propia y sumarle
los conocimientos profesionales guardando espacio para la dedicacioí n y el
compromiso con las personas con las que trabajamos.

Estas afirmaciones conllevan a una discusioí n teoí rica de larga data mediante la cual se
contrapone la idea de individuo a la de sociedad.

Por una lado una de las lííneas denominada concepto disciplinario entiende al sujeto
como “individuo”, basaí ndose en sus caracteríísticas individuales, fundamentalmente en
su constitucioí n psííquica desde la cual se estructuraríía como individuo. De este modo,
se entiende que el sujeto es un recinto cerrado al cual para conocerlo solo debe
accederse a su condicioí n psííquica interna sin tomar en cuenta su convivencia dentro
de una sociedad y como esto lo afecta. Por otro lado, el concepto transdisciplinario
comprende al individuo como social, entendiendo que maí s allaí de su constitucioí n
psííquica individual, el individuo se estructura, crece y se desarrolla en sociedad, en el
contacto constante con los otros pasando de ser un simple individuo a un sujeto social.

Es evidente que vivimos en contacto permanente con otras personas y que esa
constante convivencia nos construye como sujetos.

Ahora bien. ¿Y lo social? ¿Y la sociedad? ¿Queí es eso que con tanta facilidad
incorporamos a nuestros diaí logos en cada momento?

Sociedad es un concepto que todos tenemos incorporado y que, si bien sabemos


ubicar en nuestro discurso y en general comprendemos, debemos conocer
conceptualmente de que se trata.

Social, lo social, la sociedad. Todo se encuentra íntimamente relacionado.

Cada situación está generada por un determinismo multicausal y de igual


manera las soluciones y los problemas pasan por la intervención de distintas
instancias y cambios en los distintos niveles.
Como se observoí tambieí n en el ejemplo, cualquier cambio en las conductas de los
actores o de las instituciones produciríía cambios en la situacioí n.

Lo mismo ocurre en la sociedad, pues la misma es un gran entramado de


relaciones sociales organizadas que constituyen lo social. ¿Y lo social?

En relacioí n continua con la sociedad, como ya fue dicho, lo social también se


encuentra constituido por las relaciones que los sujetos establecen entre sí, más
precisamente es su resultado, es lo ya instituido, lo establecido, lo que puede
decirse de nuestras relaciones. De modo que, podrííamos sintetizar ambas
definiciones diciendo: todo lo que surge de las relaciones entre las personas
constituye lo social y todas las relaciones constituyen lo que llamamos sociedad.

No es estática sino que todo está en constante movimiento, por ello la necesidad
de no creer que conocemos todo sino, por el contrario, nos surge la necesidad
(para comprender la realidad) de abrirnos a conocer al otro y a lo que nos
rodea.

Las sociedades, como creaciones de los hombres, han ido evolucionando y cambiando
con el correr del tiempo y lo siguen haciendo en la medida que el hombre sigue
creciendo y evolucionando como grupo humano.

Ese maravilloso devenir, con errores y aciertos ha sido el resultado de una larga vida
conjunta de los hombres, en la cual luchamos cada díía por vivir mejor.

Saber que queremos vivir mejor, que queremos que todos vivan mejor y que depende
ello de todos nosotros es la base para buscar cada díía comprender la realidad que nos
toca vivir y que no es maí s que el resultado de nuestros actos (en gran parte).

Todo lo que hacemos, por poco o mucho, por chiquito o grande que sea tiene un
impacto en las otras personas, de modo que descubrir el fin social de nuestros actos es
esencial para actuar con responsabilidad, no solo por nosotros mismos sino por los
otros, que en teí rminos sociales, como hemos visto, debiera significarnos lo mismo.
¿Queí debemos comprender de esto?

Que la sociedad y lo social no es (junto a otros factores) maí s que el resultado socio
histoí rico de nuestros actos, que todo lo que hacemos con o sin conciencia tiene luego
un devenir en nuestras vidas por lo que debemos ser capaces de hacernos cargo de lo
que hacemos, de respetar y comprender para luego salir a buscar alternativas sociales
a lo que queremos cambiar para bien de todos.

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