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desarrollando su labor
profesional y adquiriendo,
cada vez más, experiencia en
el trabajo con niños/as en el
Centro de Educación Infantil
en que está contratada como
Técnica Superior en
Educación Infantil (TSEI).
Este desarrollo del trabajo,
junto a su personalidad, la va
situando, cada vez más,
como una persona capaz y
con habilidades suficientes
como para asumir puestos de
mayor responsabilidad,
coordinación de proyectos,
etc.
Para conseguir el objetivo propuesto o cubrir la finalidad principal del grupo, se utilizan medios
como la discusión, la confrontación de opiniones, el análisis, la libre expresión de ideas y
opiniones, la solicitud de informes a personas expertas, etc. Existen gran cantidad de técnicas o
medios para llevar al grupo al objetivo que lo fundamenta, para conseguir cubrir su finalidad
principal.
Técnicas de Grupo
La asamblea es una de las forma de
discusión o intercambio de
información, formada por el grupo
completo. Cumple con diferentes
funciones y, si se prepara
adecuadamente y se dirige de forma
adecuada, es uno de los medios más
adecuados para proporcionar
información oficial o de relevancia al
grupo, así como confirmar el
compromiso respecto a acciones o
actividades que se han organizado o
se tienen intención de programar y
realizar.
El grupo cuenta con una dirección (generalmente elegida por él mismo), compuesta por
personas expertas, que son las encargadas de poner a disposición del auditorio el material
específico, trasladar la información y dotarse de las herramientas necesarias para el
desarrollo de la misma.
La función de moderador o moderadora recaerá sobre una persona elegida por el grupo o
por la dirección.
La información debe transmitirse de forma activa al auditorio, de forma que se fomente la
participación y el debate.
Una vez explicado el problema, los participantes inician una lluvia de ideas en la que se irán
exponiendo, sin restricciones, todas las posibles soluciones que se irán anotando a la vista del
grupo. Estas ideas provocarán, casi con seguridad, la generación de nuevas ideas o soluciones,
produciéndose una retroalimentación dentro del grupo. Una vez que ya no hay nuevas ideas para
aportar, el grupo pasa a estudiar las ideas propuestas con el fin de decidir la solución más eficaz.
Esta discusión se puede realizar por comisiones, tanto repartiendo el problema en diferentes
apartados, como haciendo la discusión completa en diferentes comisiones para luego poner en
común los resultados de cada una de ellas y llegar a un consenso final.
El Brainstorming nos ofrece muchas potencialidades y se muestra como una técnica altamente
productiva. Esta técnica favorece el desarrollo de la creatividad del grupo, el descubrimiento de
conceptos nuevos y soluciones para los problemas, contribuye a superar el conformismo y anima
al grupo a actuar. Las principales ventajas que podemos extraer de ella son:
Facilitar a los miembros del grupo la posibilidad de informar sobre sus intereses,
necesidades, sugerencias, inquietudes y puntos de vista.
Fomentar la intervención e los participantes durante su intervención en el pequeño grupo.
Alentar y propiciar la división del trabajo y la responsabilidad.
Señala la respuesta correcta. Los corrillos son la forma ideal para la realización de una
lluvia de ideas, puesto que facilitan la participación:
No.
Sí.
deberán dialogar en voz baja, evitando molestar a los demás compañeros y sin realizarse
traspaso de información u opiniones a otras parejas de discusión. Para que la técnica sea eficaz
deberemos:
Plantear al grupo una pregunta concreta que evite que la discusión se desvíe del tema.
La conclusión o solución que aporte cada pareja deberá de haberse tomado por
unanimidad de ambos participantes de la pareja.
Se acotará un tiempo determinado para la discusión, variable en función de la dificultad del
tema a tratar y la pregunta planteada. Pasado el tiempo de discusión la pareja expondrá la
conclusión a que ha llegado.
Esta técnicas es útil para conocer los que piensan los diferentes miembros del grupo sobre una
cuestión concreta y sin verse influenciados por la opinión de la mayoría. Se utiliza para proponer
actividades de grupo como viajes, talleres, visitas, etc. A su vez permite comprobar el grado de
aceptación de estas actividades entre los miembros del grupo, lo que nos permitirá elegir las de
mayor consenso.
Señala la respuesta correcta. El cuchicheo es especialmente útil para:
Para conocer los diferentes puntos de vista de los miembros de grupo sobre una
cuestión concreta.
Lo mejor para conocer los puntos de vista individuales sería una exposición
secuencial del punto de vista de cada uno al resto del grupo.
Ya sabes que un debate es una
situación en la que discute, por parte
de un grupo más o menos numeroso,
sobre un tema. Para nosotros, el
debate como técnica es aquella en la
que todo el grupo discute sobre una
situación, acontecimiento o tema
concreto que resulte importante,
polémico o simplemente interesante.
Generalmente se lleva a cabo
después de la realización de una
actividad de interés general y de
amplia participación (acudir a una
exposición, asistencia a una obra de
teatro, ver una película,...) o de tener
conocimiento de un problema
importante y que afecta al grupo como
Diego Cervo. Licencia educativa no comercial. Procedencia.
tal o a sus miembros en particular.
Para la realización del debate se cuenta con un moderador o moderadora que es la persona
encargada de abrir el foro, explicar el tema o temas a tratar y regule la participación y el
intercambio de opiniones. Esta persona deberá tomar anotaciones de las participaciones de los
diferentes miembros del grupo para sacar conclusiones. El debate presenta las siguientes
ventajas:
Podemos utilizar el debate para solucionar problemas, para sensibilizar al grupo sobre una
cuestión concreta, para llegar a la toma de decisiones con amplio consenso y para solventar
situaciones que requieran de una decisión que vaya contra una anterior tomada por el grupo.
Buscaremos que el debate sea productivo y útil para el grupo para lo que, durante la planificación
y el desarrollo del mismo, cuidaremos de que las personas participantes tengan derecho a
participar obteniendo turnos de palabra por parte de la persona moderadora, se disponga de un
tiempo limitado para cada exposición, intentaremos no apartarnos del tema, evitaremos las
referencias personales e intentaremos que nos se produzcan diálogos entre personas
participantes. Si no conseguimos mantener un cierto orden y nivel de participación durante el
desarrollo del debate, esta técnica no será efectiva.
Debate
Consiste en un grupo de personas reducido que se reúne
para estudiar una tema, tratar un asunto o resolver un
problema concreto. El problema se aborda mediante la
discusión, de forma informal, pero con la presencia de una
persona encargada de moderar las intervenciones si fuese
necesario. Se pretende que la conversación se produzca
de forma natural entre los integrantes de la mesa redonda
y que los participantes puedan discutir libremente,
aportando diferentes visiones sobre el problema o asunto
a tratar.
se divide, para discutir sobre un tema, en grupos de seis personas que disponen de 6
minutos para realizar las deliberaciones y llegar a una conclusión. Las conclusiones de
cada grupo se pondrán, por parte de la persona que ejerce la coordinación en la pizarra
para que todos los miembros del grupo puedan verlas. En ese momento será el gran grupo
el que debatirá, partiendo de las soluciones expuestas por los diferentes grupos.
Simposio. Consiste en un conjunto de charlas, presentaciones o exposiciones sobre
diferentes temas y expuestas por personas especialistas en los mismo que tratan de
integrar una visión completa del tema central. Los tiempos de las charlas se establecen
previamente y se controlan, no durando, generalmente, más de 20 ó 30 minutos.
Estudio de casos. Consiste en analizar un caso concreto que puede tener varias
soluciones, conclusiones o alternativas y se desarrolla pasando por una fase preliminar
(presentación del caso), fase eclosiva (exposición de opiniones, impresiones,
alternativas,...), fase de análisis y fase de conceptualización.
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TÉCNICAS DE DISCUSIÓN
Cecilia necesita conocer, con
más detalle, como funcionan
las reuniones, qué tipo de
reuniones existen y cómo se
pueden organizar y dinamizar
para obtener de ellas el
máximo resultado. Ella ha
podido experimentar que,
cuando debate o analiza en
grupo situaciones
complicadas, problemas o
novedades, se consiguen
mejores resultados finales, de
mayor calidad y más
productivos.
Sirius. Uso educativo-nc. Procedencia.
Una vez más, es el análisis de su propia experiencia lo que le hace ver la importancia de
ampliar conocimientos sobre el funcionamiento de los grupos y las relaciones internas de
los mismos, esta vez, con aplicación directa a las reuniones y, específicamente, a las
reuniones de trabajo.
Cecilia necesita adquirir conocimientos más específicos sobre el grupo y las reuniones, su
funcionamiento, estructura, etc. A lo largo de esta unidad vamos a adentrarnos en una de las
vertientes del funcionamiento en grupo que nos vamos a encontrar, constantemente, en nuestra
vida diaria, tanto en su lado más personal, como en el profesional: las reuniones. El trabajo en
grupo va adquiriendo un nivel de importancia y desarrollo que nos lleva, de un modo directo, a
vernos inmersos en un universo de reuniones con las que intentamos dar forma y sentido a ese
trabajo en grupo.
Vamos a estudiar la reunión como actividad que se realiza colectivamente con un propósito
determinado y en un momento, tanto temporal como espacial, preestablecido. Para empezar,
vamos a definir reunión.
Ezequiel Ander-Egg define reunión como "una actividad que se genera en una situación de
grupo, en un momento y espacio determinados y que tiene un objetivo específico."
Vemos en esta definición como quedan recogidos los tres elementos básicos que caracterizan
toda reunión, que serían los que hacen alusión a que es una actividad, a su carácter concreto en
el espacio y el tiempo y en lo referente a objetivos.
Una reunión es una actividad. Lo es porque toda reunión supone una interacción,
comunicación y participación, además se da en una situación de grupo, ya que una reunión
puede producirse sin necesidad de que exista un grupo, pero si tiene que existir, al menos,
una situación de grupo.
Una reunión tiene un espacio y tiempo determinado. Cada reunión tiene una definición
concreta en lo referente a espacio y tiempo y, una vez cumplidos los propósitos de la
reunión o finalizado su tiempo, esta termina y los participantes se separan.
Una reunión busca conseguir un objetivo específico. Las reuniones deben tener
objetivos claros y definidos previamente. Olvidar este elemento aspecto nos lleva a
reuniones sin sentido que no consiguen nada útil y que no llegan a conclusiones o toma de
decisiones.
Reuniones amistosas. Son las que se realizan con el grupo de amigos y el objetivos es
encontrarse con los otros, estar junto, conversar, etc. El motivo de que se produzcan es la
amistad y no hay reglas preestablecidas, sino que se actúa de forma espontánea.
Reuniones formativas. Tienen como finalidad la adquisición de conocimientos,
habilidades, conductas y capacidades. También pueden tener el propósito de ayudar a la
adquisición de ciertas actitudes o para crear opinión.
Reuniones informativas. Tienen como finalidad transmitir y/o recibir información. La
información se completa con la realización de preguntas y sus respuestas.
Reuniones consultivo-deliberativas. Tienen la finalidad de estudiar o analizar propuestas
o soluciones a problemas que se plantean. En este tipo de reuniones se busca la toma de
decisiones.
Reuniones para llegar a un acuerdo. También conocidas como reuniones de estrategia o
de negociación, tienen la finalidad de llevar a un punto de encuentro a las partes que están
opuestas o en desacuerdo. Hay un interés por encontrar un acuerdo para superar una
situación conflictiva o para que el grupo siga funcionando.
Reuniones centradas sobre el grupo. Se realizan para analizar el funcionamiento del
grupo y tienen la finalidad de sensibilizar a sus miembros sobre los fenómenos que ocurren
en el interior o sobre alguno de sus problemas o conflictos. En estas reuniones interesan
más las relaciones interpersonales que el contenido que se trata y, para su realización, se
utilizan técnicas de dinámica de grupos con la intervención de una persona como
animadora, realizando las funciones de coordinación de la reunión.
Reuniones de trabajo. Tienen la finalidad de tomar decisiones y/o resolver problemas.
Este tipo de reuniones son una herramienta muy importante para realizar una gestión
participativa dentro de una organización, ya que implica procedimientos de análisis, por una
parte, y de participación, por otra.
Reuniones para intercambiar experiencias o puntos de vista en torno a un tema o
problema. Tienen similitud con las de recogida de información y, en algunos aspectos, con
las de trabajo. Su finalidad es que los participantes expresen su opinión, sus conocimientos
y experiencias en torno a un tema o problema, de forma que resulte provechoso para el
resto de los participantes. Se trata de conseguir un enriquecimiento común sobre la base
de la experiencia propia.
Reuniones creativas o para generar ideas. Son, quizás, las menos frecuentes y su
finalidad es proponer ideas. En este tipo de reuniones se utilizan técnicas específicas de
mayor complejidad.
Reuniones de significación. La gente se reúne para plantear
problemas o cuestiones existenciales, tales como el sentido de
la vida o de la muerte. Son reuniones de reflexión en las que
hay intercambio de experiencias y suelen producirse en un
ambiente de amistad o fraternidad.
Como hemos comentado, vamos a centrarnos en las reuniones de
trabajo, objetivo de estudio de este apartado, pero no olvidaremos
ITE. Uso educativo-nc. Procedencia.
que, muchos de los aspectos que vamos a estudiar o que ya hemos
estudiado en los apartados anteriores, son de aplicación a cualquier de los tipos de reuniones que
hemos presentado. Nuestra participación como animador en una reunión o como miembro del
grupo, puede mejorar si tenemos en cuenta estos factores, con lo que ayudaremos al desarrollo
de reuniones más eficaces.
Señala que tipo de reunión es una herramienta eficaz para realizar una gestión
participativa en una organización:
Reuniones de significación.
Reuniones de trabajo.
Como hemos apuntado, vamos a
centrarnos, de alguna forma, en las
reuniones de trabajo como objetivo de
este apartado. Sin embargo, los
conocimientos que aquí veremos
podrán ser adaptados a casi cualquier
tipo de reunión en las que
participemos, tanto como simples
miembros del grupo de reunión, como
si ejercemos funciones de
coordinación.
Para alcanzar los propósitos de una reunión de trabajo es necesario lograr un grado adecuado de
participación, eficacia, productividad, integración y creatividad en el grupo de trabajo, con el fin de
facilitar la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Participación. Se utilizan técnicas con el objetivo de que todos los miembros del grupo
participen activamente e intervengan en el proceso de toma de decisiones.
Eficacia. La complejidad de las cuestiones que nos ocupan nos llevan a una exigencia de
organización de modo que puedan aprovecharse al máximo las potencialidades de cada
uno de los miembros del grupo, así como la potencialidad de la concurrencia simultánea de
las mismas en el trabajo conjunto.
Productividad. La reuniones de trabajo tienen que ser productivas en relación a los
objetivos que se proponen, produciendo soluciones y decisiones.
Integración. Se busca lograr un modo de pensar y de actuar que exprese el espíritu de
equipo, sin que esto signifique, en absoluto, la anulación o limitación del pensamiento,
opiniones o pareceres personales. Se tratará de lograr zonas de acuerdo mínimos lo más
amplias posibles que posibiliten el desarrollo adecuado del trabajo del grupo.
Amistad. Mediante una correcta comunicación y un uso adecuado de la empatía, podemos
mejorar el clima de amistad entre los miembros del grupo, lo que produce reuniones más
gratificantes, ayuda a mejorar las relaciones y mejora el rendimiento grupal.
Creatividad. Se busca la capacidad para hacer propuestas operativas y realizables,
creando para ello un espacio adecuado para la creación colectiva, basada en la
complementariedad de los miembros del grupo de trabajo.
Vamos ahora a estudiar las técnicas que podemos utilizar para conseguir que estos objetivos se
cumplan en mayor grado y que el grupo de trabajo funcione al mayor nivel posible de rendimiento
y las reuniones sean eficaces. Vamos a conocer la técnica de reuniones de trabajo como un
conjunto de pautas de actuación que buscan el mejor funcionamiento de las reuniones del grupo
de trabajo. La aplicación de la técnica de reuniones de trabajo se desarrolla en tres fases, cada
una de ellas con unas tareas específicas:
2. Durante: Desarrollo de la
reunión.
Acogida.
Inició de la reunión
Presentación de los temas a
abordar.
Diálogo y discusión.
Animación de la reunión.
Utilización del método ITE. Uso educativo-nc. Procedencia.
analítico.
Final de la reunión.
Realización de lo acordado.
Puede parecer obvio, pero no es
menos importante hacer hincapié en la
importancia de preparar las reuniones
adecuadamente, comenzando por
realizar una valoración sobre si la
reunión es necesaria o si se pueden
conseguir los objetivos por otros
medios más eficaces. Es de suma
importancia esta preparación anterior
y resulta de suma irresponsabilidad
convocar una reunión sin saber bien lo
que se va a tratar en ella.
1. Establecer los objetivos y motivos de la reunión. Toda reunión se realiza para algo y debe
tener un objetivo definido. A veces, al plantearnos el objetivo de la reunión nos damos cuenta que
ese objetivo puede cubrirse, de mejor forma, por otros medios diferentes a la reunión. Una vez
establecida la necesidad de realizar la reunión deberemos definir claramente sus objetivos, lo que
nos llevará a establecer el orden del día o temario de la reunión. Buena parte del éxito de una
reunión se basa en que las personas que van a participar en la misma sepan de qué van a tratar.
4. Ayudar a crear una buena atmósfera y dinámica grupal. Es muy importante considerar los
factores del entorno físico y psicosocial antes de planificar la reunión. Debemos cuidar el espacio
físico dónde vamos a celebrar a reunión y que disponga de las condiciones necesarias y
adecuadas, aspectos materiales como disponer de bebidas, sillas y mesas adecuadas,
elementos técnicos para las exposiciones, pizarra o rotafolios, etc. deberán ser tenidos en cuenta
y resueltos con anterioridad al inicio de la reunión. Con respecto al entorno psicosocial, será muy
importante hacer una planificación que nos pueda llevar a un ambiente cordial y amigable; este
clima de amistad facilita la consecución de objetivos. Sería conveniente planificar la reunión
teniendo en cuenta que será nuestro objetivo este ambiente amigable.
1. Forma de Iniciar la reunión. Es un momento crucial para la formación del ambiente grupal,
siendo predecible el fracaso de una reunión en los 10-15 primeros minutos. Para conseguir un
clima adecuado que favorezca el desarrollo de la reunión hay que proponerse, expresamente:
Producir una pequeña distensión inicial con el fin de crear buena disposición al diálogo y al
trabajo en grupo y que ayude a que se produzca el tránsito hacia la reunión.
Motivar al grupo suficientemente para que exista una voluntad de trabajo y logro de
objetivos de la reunión.
2. Presentación de los temas a tratar. Hay que plantear quién va a hacer la presentación de
cada uno de los temas a tratar. Si lo hace el coordinador es posible que la presentación sea más
clara, pero evita que el resto aprenda a presentar los temas que se deben discutir. En cualquier
caso sería bueno seguir algunas recomendaciones:
3. Forma de dialogar. Una reunión es, sobre todo, diálogo y discusión o mejor dicho, discusión
dialogante. Hacemos un especial hincapié en el diálogo como comunicación bidireccional,
convirtiéndose en tarea de quien conduce, coordina o anima la reunión, conseguir una buena
interacción-comunicación entre todos los miembros del grupo. En cuanto a los aspectos formales
para el diálogo o discusión, se puede actuar de dos formas:
Crear una atmósfera favorable a la comunicación para lo que hay que saber escuchar a los
otros, respetarlos en lo que tienen de diferentes, estar disponible para los otros, dar
importancia al calor humano en el grupo, fomentar la sinceridad, etc.
Comprender que, acerca de cada problema, no hay un solo punto de vista y que nadie es
poseedor de toda la verdad, lo que nos permitirá enriquecernos con los puntos de vista de
los otros.
Evitar prejuicios sobre los otros y creer en sus posibilidades y potencialidades, estando
dispuestos a recibir algo nuevo o diferente.
El estímulo: Debemos
mantener siempre el estímulo a
los demás y conseguir que los
miembros del grupo se SIRIUS. Uso educativo no comercial. Procedencia.
estimulen entre sí. Evitaremos
"derrotar" a los compañeros en una discusión, no se trata de una competición, sino de
conseguir con el diálogo, no menospreciaremos a los más lentos o que menos intervienen y
entremos en cuenta sus aportaciones, etc.
Maduración del grupo: La mayor madurez de un grupo contribuye a su mejor producción.
Contribuiremos a esa madurez desde la aceptación de lo que somos, como individuos y
como grupo. Evitaremos situaciones de superioridad de un individuo sobre el grupo y
valoraremos todas las aportaciones, solicitándola a los miembros.
Espíritu de grupo: Nos referimos ahora al nivel emocional de la relación en el grupo, lo
que tiene que ver con el espíritu de grupo. Dentro del grupo hablaremos de nosotros, nos
dirigiremos a todo el grupo y no a personas individuales y, sobre todo, no nos excluiremos
en los momentos que toca hacer crítica al grupo o a los resultados.
Escucha activa: Es fundamental, durante el transcurso de las reuniones, que
practiquemos una escucha activa, dejando terminar a los miembros en sus intervenciones y
no dando sentado lo que quieren transmitir. Así mismo, admitiremos la discrepancia y las
diferencias de pareceres, respetando las ideas y las creencias de los demás.
Intervenciones constructivas: Haremos propuestas y mantendremos un tono
esperanzador, que permita liberar las potencialidades de los miembros. Para ello,
fundamentaremos nuestras aportaciones e intentaremos basarlas en las de otros,
utilizaremos argumentos, huyendo del uso de calificativos, evitaremos el uso de expresivos
"no estoy..." cuando discrepemos, usaremos un lenguaje asertivo y no monopolizaremos la
palabra. Son algunos ejemplos de intervenciones constructivas, pero podríamos poner
muchos más.
6. Método analítico. Se presenta, probablemente, como el método más efectivo para conseguir
reuniones eficaces, pero, a la vez, como el más complejo de realizar y que requiere más
experiencia para poner en práctica. Cuenta de las siguientes fases:
Definición del problema: Se trata de delimitar, con claridad el problema a tratar, buscando
la mayor exactitud posible.
Análisis del problema: Juzgar el problema y averiguar por qué es así.
Elaboración de soluciones: Es el momento, una vez conocido el problema y delimitado, de
elaborar las posibles soluciones.
Toma de decisiones: Continuando con el proceso, llega el momento de tomar decisiones y
decidir cuál es la solución a aplicar de las posibles que encontrábamos, una vez valoradas
convenientemente. Las decisiones se pueden adoptar por unanimidad, votación, consenso
o por una vía intermedia.
Actuación: Una vez tomada la decisión hay que proceder a actuar, programando lo que se
va a realizar.
7. Final de la reunión. Toda reunión hay que terminarla de forma expresa, no dejándola morir,
siendo ideal que termine una vez que se han concluido todos los temas a tratar. En cualquier
caso, deberemos terminarla una vez finalizado el tiempo previsto. Igualmente, se documentará lo
tratado confeccionando un acta de la reunión donde queden reflejados los debates y acuerdos de
la reunión.
En las reuniones, como grupo de trabajo, vamos a encontrar diferentes roles unidos a los
diferentes miembros. Ya hemos visto en unidades anteriores cómo estos roles afectan al grupo y
cómo podremos hacer para potenciar los roles más positivos, utilizar la figura del líder o integrar
a los miembros que desempeñan roles que les llevan al aislamiento a la situación de conflicto con
el resto del grupo.
Nos vamos a centrar, por su importancia para las reuniones, en el estudio de los roles
facilitadores o colaboradores y los roles boicoteadores o negativos.
Los roles son desempeñados de una manera más o menos espontánea pero, de la misma forma,
mediante el adiestramiento y conocimiento del tema, podemos ser conscientes de nuestros roles
y capaces de mejorarlos o corregirlos. Podemos mejorarnos en el ámbito personal con respecto
a nuestra relación con el grupo. Igualmente, como animadores de grupo, debemos conocer todo
lo referentes a los roles de los miembros del grupo, lo que nos facilitará la realización de las
funciones tendentes a que el grupo crezca o trabaje de forma productiva.
Sólo los roles facilitadores son espontáneos, los boicoteadores son premeditados.
Los roles pueden ser desempeñados de forma consciente mediante el
adiestramiento y el conocimiento de ellos.
Realmente, en una reunión, los roles están asignados previamente, no los decidimos
nosotros.
Ya conocemos los roles y
vamos a centrarnos en los roles
de grupo desde el punto de
vista concreto de las reuniones.
Esto nos lleva al estudio de los
roles facilitadores o
colaboradores que son aquellos
que ayudan en la tarea y el
buen funcionamiento del grupo.
Los desempeñan,
prácticamente, todos los
miembros del grupo y los
principales son:
El iniciador: Tiene
iniciativas, sugiere y
propone ideas,
procedimientos, temas
para la discusión. Hace
Diego Cervo. Uso educativo no comercial. Procedencia.
propuestas y
sugerencias.
El alentador: Es el que estimula al grupo para una actividad mayor o de más calidad. Es
entusiasta, amistoso, buen compañero y solidario, reconoce los aportes de los otros,
aceptando sus contribuciones.
El activador: Impulsa al grupo hacia la adopción de decisiones, induce a la acción y al
cumplimiento de lo propuesto. Busca concretar, sobre todo cuando se pierde el tiempo y
la discusión se enreda.
El opinante: Propone ideas aportando su punto de vista, opinión y sugerencia sobre el
tema que se trata.
El interrogador: Hace preguntas, busca orientación, pide aclaraciones o solicita
información autorizada y la presentación de datos.
El informante: Es una fuente de información para el grupo, dispone de más datos para el
tratamiento de los temas y toma de decisiones. Da información y expone experiencias.
El compendiador: Reúne ideas, sugerencias y comentarios. Es la persona capaz de
sintetizar, en el momento oportuno, el trabajo que se está realizando en la reunión.
El integrador o coordinador: Aclara las relaciones entre las diversas ideas y
aportaciones, extrae ideas claves de las diferentes contribuciones y las integra en un todo
significativo. Articula e integra las propuestas de diversos miembros o subgrupos.
El orientador: Ayuda a que el grupo no pierda su dirección respecto de sus objetivos,
haciendo notar los puntos en que el grupo se aparta del tema u objetivo.
El evaluador: Somete el logro del grupo a evaluación o pone en duda la factibilidad, la
lógica, los hechos o el procedimiento de una sugerencia o de algún aspecto que discute el
grupo. Ayuda a valorar la viabilidad de las propuestas o decisiones.
El conciliador-armonizador: Distrae el clima para aliviar tensiones producidas por
situaciones de conflicto, sabe hacer bromas o tiene ocurrencias en momentos oportunos,
busca los puntos comunes que existen entre los que tienen posiciones encontradas y trata
de armonizar las diferencias.
El transigente: En situación de conflicto en la que se ven involucradas sus opiniones, cede
su posición totalmente o en parte para ponerse de acuerdo con el grupo o para que su
funcionamiento sea más armonioso.
El técnico en procedimientos: Acelera la actividad grupal haciendo cosas reclamando
tareas rutinarias como distribuir sillas, organizar el espacio, etc.
El registrador: Anota todo lo que se va tratando, sugerencias, ideas, acuerdos y
decisiones del grupo. Actúa como secretarios y redacta las actas de las reuniones.
El facilitador: Intenta mantener abiertas las vías de comunicación alentando la
participación de otros o regulando las comunicaciones (por ejemplo, el tiempo de
intervención ante intervenciones demasiado extensas).
El seguidor pasivo: Sin hablar, participa del grupo, acepta las propuestas de los otros
escuchando las discusiones y decisiones grupales. Suelen ser personas tímidas pero que
están verdaderamente interesadas en las tareas y vida del grupo.
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En la situación opuesta a los roles que
hemos visto en el punto anterior, nos
encontramos ahora con roles negativos
o boicoteadores, que dificultan la labor
del grupo, llegando a provocar, incluso,
su disolución. Son aquellos que
perturban el buen funcionamiento del
grupo y obstaculizan el trabajo en las
reuniones. Suelen manifestar la
búsqueda de intereses personales,
pero lo más frecuente en estos roles
negativos son conductas y
comportamientos que expresan
problemas de personalidad
(agresividad, competitividad, etc) o
falta de capacidad (les lleva a hacer
comentarios irrelevantes). Tienen un
significado emocional negativo para el
funcionamiento del grupo.
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REUNIONES EFICACES