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El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH o HIV, por sus siglas en inglés) es un virus que afecta al
sistema de defensas del organismo, llamado sistema inmunológico. Una vez debilitado por el VIH,
el sistema inmunológico permite la aparición de enfermedades. Esta etapa avanzada de la infección
por VIH es la que se denomina Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (sida). Esto quiere decir
que el sida es un conjunto de síntomas (síndrome) que aparece por una insuficiencia del sistema
inmune (inmunodeficiencia) causada por un virus que se transmite de persona a persona
(adquirida).
Por eso, no toda persona con VIH tiene sida, pero sí toda persona que presenta un cuadro de sida,
tiene VIH. Una persona con VIH no necesariamente desarrolla síntomas o enfermedades. Sin
embargo, puede transmitirlo.
El test de VIH es un análisis de sangre que detecta la presencia de anticuerpos al VIH. Existen dos
tipos de test: el llamado ELISA que es una extracción de sangre y se realiza en un laboratorio y el
test rápido, para el que se depositan unas gotas de sangre de la yema de un dedo sobre una tira
reactiva y cuyo resultado se obtiene veinte minutos después. En ambos casos, si el resultado es
positivo, debe ser confirmado con una prueba de laboratorio denominada Western Blot.
Período ventana
Una vez producida la infección por VIH, los anticuerpos tardan entre 3 y 4 semanas en ser
detectados. Es decir que durante este tiempo, llamado “período ventana”, los análisis pueden
resultar negativos aunque la persona tenga el virus. Es por eso que cuando hubo una situación de
riesgo, si el análisis se hizo durante el mes siguiente y el resultado fue negativo, se recomienda
repetirlo.
Una persona tiene SIDA cuando sufre infecciones raras (denominadas oportunistas),
ciertos tipos extraños de cáncer o tiene un recuento muy bajo de células CD4. En
general, esto sucede alrededor de 10 años después de contraer el VIH y no recibir
tratamiento. Con tratamiento, la aparición del SIDA puede tardar mucho más.
El VIH destruye las células del sistema inmunitario llamadas células CD4 o células T. Sin
células CD4, a tu organismo se le hace muy difícil combatir las enfermedades. Esto te
hace más propenso a enfermarte gravemente por infecciones que generalmente no te
harían daño.
En general, las personas que contraen la infección lucen y se sienten sanas durante
mucho tiempo. Pueden transcurrir 10 años o más hasta que la infección por VIH
manifiesta síntomas, e incluso mucho más tiempo en el caso de quienes toman
medicamentos antivirales. Por eso, es fundamental realizarse pruebas de
VIH periódicas.
Las primeras 2 a 4 semanas después de contraer el VIH, puedes sentirte afiebrado, con
dolor y malestar. Estos síntomas similares a los de la gripe son la primera reacción del
cuerpo a la infección por el VIH. Durante esta etapa, hay una gran concentración del
virus en tu organismo, de modo que es fácil transmitirlo a otras personas. Los síntomas
desaparecen tras unas semanas y habitualmente no vuelves a tenerlos en años.
Tratamiento
Actualmente existen medicamentos, llamados antirretrovirales, que inhiben enzimas esenciales, la
transcriptasa inversa, retrotranscriptasa o la proteasa, con lo que reducen la replicación del VIH. De
esta manera se frena el progreso de la enfermedad y la aparición de infecciones oportunistas, así
que aunque el sida no puede propiamente curarse, sí puede convertirse con el uso continuado de
esos fármacos en una enfermedad crónica compatible con una vida larga y casi normal.
La enzima del VIH, la retrotranscriptasa, es una enzima que convierte el ARN a ADN, por lo que se
ha convertido en una de las principales dianas en los tratamientos antirretrovirales.
La droga llamada AZT fue lanzada en 1987 mediante una procedimiento abreviado, en respuesta a
la urgencia a la crisis del sida.
En el año 2007 la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA por sus siglas en inglés) autoriza el
fármaco Atripla que combina tres de los antirretrovirales más usuales en una única pastilla. Los
principios activos son el efavirenz, la emtricitabina y el disoproxilo de tenofovir. El medicamento
está indicado para el tratamiento del virus en adultos
El común denominador de los tratamientos aplicados en la actualidad es la combinación de
distintas drogas antiretrovilares, comúnmente llamada "cóctel". Estos "cócteles" reemplazaron a
las terapias tradicionales de una sola droga que sólo se mantienen en el caso de las embarazadas
VIH positivas. Las diferentes drogas tienden a impedir la multiplicación del virus y, hacen más lento
el proceso de deterioro del sistema inmunitario.
En 2010 se comprobó la eliminación del virus de un paciente con leucemia al recibir un trasplante
de médula de un donante con una muy rara mutación genética que lo vuelve inmune a una
infección con VIH; se recuperó de ambas enfermedades. Siendo una mutación muy rara y una
operación con altos riesgos, la posibilidad de que esto se vuelva una solución práctica es casi
inexistente de momento. A pesar de los resultados, las operaciones de este tipo exigen dosis
de inmunosupresores para toda la vida. El defecto genético en cuestión hace que las células T no
expresen el receptor CCR5 o CXCR4 que el virus necesita reconocer para entrar a la célula.4243
En las personas con enteropatía por el VIH, se ha documentado que la dieta sin gluten produce la
mejoría de la diarrea y permite la recuperación de peso. De hecho, las lesiones intestinales halladas
en estos casos son similares a las que provoca la enfermedad celíaca.44
Prevención
Una vez que un individuo contrae el VIH, es altamente probable que en el transcurso de su vida
llegue a desarrollar sida. Si bien algunos portadores permanecen pasivos por largos períodos de
tiempo. La única vía para la transmisión del virus es a través de los fluidos corporales como la
sangre. Este virus no se puede transmitir a través de la respiración, la saliva, el contacto casual por
el tacto, dar la mano, abrazar, besar en la mejilla, masturbarse mutuamente con otra persona o
compartir utensilios como vasos.
Penetración
Para evitar una infección , el uso de condones de látex se recomienda para todo tipo de actividad
sexual que incluya penetración. Es importante saber que se debe usar el condón de látex, pues otro
condón que existe en el mercado, hecho a base de material orgánico, no es efectivo para la
prevención. Los condones tienen una tasa estimada del 90-95 % de efectividad para evitar el
embarazo o el contagio de enfermedades.
El sexo anal, se considera la actividad sexual de más riesgo. Por eso los condones se recomiendan
también para el sexo anal. El condón se debe usar una sola vez, tirándolo a la basura y usando otro
condón cada vez, se recomienda el uso de lubricantes con base acuosa. La vaselina y los lubricantes
basados en aceite o petróleo no deben usarse con los condones porque debilitan el látex y lo
vuelven propenso a rasgarse.
Sexo oral
el sexo oral tiene menos riesgos. Aunque el factor real de trasmisión oral no se conoce aún con
precisión, hay casos documentados de transmisión a través de sexo oral por inserción y por
recepción (en hombres). La mayoría de las personas VIH+ tuvieron otros tipos de actividad sexual
antes de la infección, por lo cual se hace difícil o imposible aislar la transmisión oral como factor.
También son difíciles de aislar en la transmisión entre personas "sanas". Se recomienda
usualmente no permitir el ingreso de semen o fluido preseminal en la boca. El uso de condones
para el sexo oral reduce aún más el riesgo potencial. El condón que haya sido utilizado ya para la
práctica del sexo oral, debe desecharse. En caso de que exista coito posterior, se utilizará un nuevo
profiláctico; ya que las microlesiones que se producen en el látex por el roce con las piezas
dentarias, permiten el paso del virus.
Vía parenteral
Se sabe que el VIH se transmite cuando se comparten agujas entre usuarios de drogas inyectables,
y éste es uno de las maneras más comunes de transmisión. Todas las organizaciones de prevención
del sida advierten a los usuarios de drogas que no compartan agujas, y que usen una aguja nueva o
debidamente esterilizada para cada inyección.