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Inflamación del revestimiento de los bronquios que llevan el aire hacia adentro y fuera
de los pulmones. Las personas que la padecen suelen toser mucosidad espesa y, tal vez,
decolorada. Puede ser aguda o crónica.
Síntomas
Los signos y síntomas de la bronquitis aguda y crónica pueden ser los siguientes:
Tos
Producción de mucosidad (esputo), que puede ser transparente, blanca, de color
gris amarillento o verde —rara vez, puede presentar manchas de sangre—
Fatiga
Dificultad para respirar
Fiebre ligera y escalofríos
Molestia en el pecho
Si padece bronquitis aguda, es posible que tenga síntomas de resfrío, como dolores
generalizados o dolores de cabeza leves. Si bien estos síntomas suelen mejorar en,
aproximadamente, una semana, es posible que tenga tos molesta durante varias semanas.
La bronquitis crónica se define como una tos productiva que dura, al menos, tres meses,
con episodios recurrentes durante, por lo menos, dos años consecutivos. Es probable
que existan períodos en los que la tos u otros síntomas empeoran. En esos momentos, es
posible padecer una infección aguda además de la bronquitis crónica.
Causas
Por lo general, la bronquitis aguda es causada por virus, que generalmente son los mismos
virus que causan los resfríos y la gripe (influenza). Los antibióticos no matan los virus,
por lo que este tipo de medicamentos no resulta útil en la mayoría de los casos de
bronquitis.
La causa más frecuente de la bronquitis crónica es fumar cigarrillos. La contaminación
del aire y el polvo o los gases tóxicos en el medio ambiente o en el lugar de trabajo
también pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad.
Factores de riesgo
El humo del cigarrillo. Las personas que fuman o que viven con un fumador tienen
un mayor riesgo de contraer tanto bronquitis aguda como crónica.
Baja resistencia. Puede ser resultado de otra enfermedad aguda, como un
resfrío, o de un trastorno crónico que compromete tu sistema inmunitario. Los
adultos mayores, los bebés y los niños pequeños son más vulnerables a la
infección.
Exposición a agentes irritantes en el lugar de trabajo. El riesgo de contraer
bronquitis es mayor si trabajas cerca de ciertos irritantes pulmonares, como
granos o textiles, o si estás expuesto a gases de sustancias químicas.
Reflujo gástrico. Los episodios recurrentes de ardor de estómago grave pueden
irritar la garganta y hacer que seas más propenso a contraer bronquitis.
Complicaciones
Prevención
Enfermedad crónica inflamatoria de los pulmones que obstruye el flujo de aire desde
los pulmones. Las personas con EPOC tienen mayor riesgo de padecer enfermedades
cardíacas, cáncer de pulmón y una variedad de otras afecciones.
El enfisema es una afección en la cual los bronquiolos de los pulmones se destruyen como
resultado de la exposición dañina al humo de cigarrillo y a otros gases y partículas
irritantes.
Síntomas
También es probable que las personas con EPOC tengan episodios llamados
reagudizaciones, durante los cuales los síntomas empeoran más que la variación habitual
diaria y duran al menos varios días.
Causas
Factores de riesgo
Complicaciones
Problemas del corazón. Por motivos que no se comprenden del todo, la EPOC puede
aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, incluido el ataque cardíaco.
Dejar de fumar puede reducir este riesgo.
Cáncer de pulmón. Las personas con EPOC tienen un riesgo más alto de padecer
cáncer de pulmón. Dejar de fumar puede reducir este riesgo.
Presión arterial alta en las arterias pulmonares. La EPOC puede causar presión
arterial alta en las arterias que hacen circular sangre a los pulmones (hipertensión
pulmonar).
Depresión. La dificultad para respirar puede impedir que hagas actividades que
disfrutas. Además, vivir con esta enfermedad grave puede contribuir a que el
paciente presente depresión. Habla con tu médico si te sientes triste o impotente,
o si piensas que puedes tener depresión.
Prevención
A diferencia de otras enfermedades, la EPOC tiene una causa clara y un modo claro de
prevención. La mayoría de los casos están directamente relacionados con el tabaquismo,
y la mejor manera de prevenir la EPOC es no fumar o dejar de fumar ahora mismo.
Si has sido fumador durante mucho tiempo, quizá estas afirmaciones simples no te
parezcan tan simples, sobre todo si has intentado dejar una vez, dos veces o muchas
veces. Sin embargo, debes seguir intentando dejarlo. Es de suma importancia encontrar
un programa para dejar de fumar que pueda ayudar a dejar el hábito para siempre. Es
tu mejor oportunidad para prevenir el daño a tus pulmones.