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La estructura interna de la Tierra está formada por tres capas concéntricas de diferente

composición y dinámica, la corteza, el manto y el núcleo, que en conjunto forman


la geósfera también conocida como tierra sólida.
En la física aristotélica, la palabra geósfera se aplicaba a cuatro lugares esféricos
naturales, anidados concéntricamente alrededor del centro de la Tierra, como
describe Aristóteles en sus lecturas Física (Aristóteles) y Meteorológica, donde explica el
objeto de la ciencia meteorológica o atmosférica. Se creía que explicaban los movimientos
de los cuatro elementosde la antigüedad: tierra, agua, aire y fuego.
En los textos modernos y en la ciencia del sistema Tierra, la geósfera se refiere a las
partes sólidas de la Tierra; se usa junto con la atmósfera, la hidrósfera y la biósfera para
describir los sistemas de la Tierra. En ese contexto, a veces se usa el término litosfera en
lugar de geósfera o tierra sólida. La litosfera, sin embargo, solo se refiere a las capas
superiores de la Tierra sólida (rocas de la corteza oceánica y continental y el manto
superior).
Como la de otros planetas terrestres (planetas formados principalmente por material
rocoso), está dividida en capas de densidad creciente. La Tierra tiene una corteza externa
rocosa compuesta por silicatos, un manto viscoso, y un núcleosubdividido en dos capas,
una externa líquida, mucho más fluida que el manto y una interna sólida. Muchas de las
rocas que hoy forman parte de la corteza se formaron hace menos de 100 millones de
años, durante el periodo Cretácico. Sin embargo, las formaciones rocosas más antiguas
conocidas tienen 4400 millones de años, lo que nos indica que el planeta ha tenido una
corteza sólida desde entonces.1
Gran parte de nuestro conocimiento acerca del interior de la Tierra ha sido inferido de otras
observaciones. Por ejemplo, la fuerza de la gravedad es una medida de la masa terrestre.
Después de conocer el volumen del planeta, se puede calcular su densidad. El cálculo de
la masa y volumen de las rocas de la superficie, y de las masas de agua, nos permiten
estimar la densidad de la capa externa. La masa que no está en la atmósfera o en la
corteza debe encontrarse en las capas internas de la tierra. La fuente más fiable de la
estructura interna de la Tierra la proporciona el estudio de las ondas sísmicas, cuya
velocidad está en función de los diferentes parámetros físicos y químicos de los materiales
que atraviesan.
Capas definidas por su composición[editar]

Vista esquemática del interior de la Tierra. 1: Corteza continental - 2: Corteza oceánica - 3: Manto
superior - 4: Manto inferior - 5: Núcleo externo - 6: Núcleo interno - A: Discontinuidad de
Mohorovičić - B:- Discontinuidad de Gutenberg - C: Discontinuidad de Wiechert-Lehmann.

Corteza[editar]
Mapamundi en el que se muestra la profundidad de la Discontinuidad de Mohorovičić.

Artículo principal: Corteza terrestre

Es la capa más superficial donde habitamos,está formada por roca, la corteza terrestre es
una capa comparativamente fina; su grosor oscila entre 11 km en las dorsales oceánicas y
70 km en las grandes cordilleras terrestres como los Andes y el Himalaya.1
Los fondos de las grandes cuencas oceánicas están formados por la corteza oceánica, con
un espesor medio de 7 km; está compuesta por
rocas máficas (silicatos de hierro y magnesio) con una densidad media de 3,0 g/cm3.
Los continentes están formados por la corteza continental, que está compuesta por
rocas félsicas (silicatos de sodio, potasio y aluminio), más ligeras, con una densidad media
de 2,7 g/cm3.
La frontera entre corteza y manto se manifiesta en dos fenómenos físicos. En primer lugar,
hay una discontinuidad en la velocidad sísmica, que se conoce como la Discontinuidad de
Mohorovicic, o "Moho". Se cree que este fenómeno es debido a un cambio en la
composición de las rocas, de unas que contienen feldespatos plagioclásicos (situadas en
la parte superior) a otras que no poseen feldespatos (en la parte inferior). En segundo
lugar, existe una discontinuidad química entre cúmulos ultramáficos
y harzburgitas tectonizadas, que se ha observado en partes profundas de la corteza
oceánica que han sido obducidas sobre la corteza continental, incorporadas y conservadas
como secuencias ofiolíticas.

Manto[editar]
Artículo principal: Manto terrestre

El manto terrestre se extiende hasta una profundidad de 2890 km, lo que le convierte en la
capa más grande del planeta. La presión, en la parte inferior del manto, es de unos
140 G Pa (1,4 M atm). El manto está compuesto por rocas silíceas, más ricas en hierro y
magnesio que la corteza. Las grandes temperaturas hacen que los materiales silíceos
sean lo suficientemente dúctiles como para fluir, aunque en escalas temporales muy
grandes. La convección del manto es responsable, en la superficie, del movimiento de
las placas tectónicas. Como el punto de fusión y la viscosidad de una sustancia dependen
de la presión a la que esté sometida, la parte inferior del manto se mueve con mayor
dificultad que el manto superior, aunque también los cambios químicos pueden tener
importancia en este fenómeno. La viscosidad del manto varía entre 1021 y 1024 Pa·s.3
Como comparación, la viscosidad del agua es aproximadamente 10-3 Pa.s, lo que ilustra la
lentitud con la que se mueve el manto.
¿Por qué es sólido el núcleo interno, líquido el externo, y semisólido el manto? La
respuesta depende tanto de los puntos de fusión de las diferentes capas (núcleo de hierro-
níquel, manto, y corteza de silicatos) como del incremento de la temperatura y presión
conforme nos movemos hacia el centro de la Tierra. En la superficie, tanto las aleaciones
de hierro-níquel como los silicatos están suficientemente fríos como para ser sólidos. En el
manto superior, los silicatos son normalmente sólidos (aunque hay puntos locales donde
están derretidos), pero como están bajo condiciones de alta temperatura y relativamente
poca presión, las rocas en el manto superior tienen una viscosidad relativamente baja. En
contraste, el manto inferior está sometido a una presión mucho mayor, lo que hace que
tenga una mayor viscosidad en comparación con el manto superior. El núcleo externo,
formado por hierro y níquel, es líquido a pesar de la presión porque tiene un punto de
fusión menor que los silicatos del manto. El núcleo interno, por su parte, es sólido debido a
la enorme presión que hay en el centro del planeta.

Núcleo[editar]
Artículo principal: Núcleo terrestre

La densidad media de la Tierra es 5515 kg/m3. Esta cifra lo convierte en el planeta más
denso del sistema solar. Si consideramos que la densidad media de la corteza es
aproximadamente 3000 kg/m3, debemos asumir que el núcleo terrestre debe estar
compuesto de materiales más densos. Los estudios sismológicos han aportado más
evidencias sobre la densidad del núcleo. En sus primeras fases, hace unos 4500 millones
de años, los materiales más densos, derretidos, se habrían hundido hacia el núcleo en un
proceso llamado diferenciación planetaria, mientras que otros menos densos habrían
migrado hacia la corteza. Como resultado de este proceso, el núcleo está compuesto
ampliamente de hierro (Fe) (80 %), junto con níquel (Ni) y varios elementos más ligeros.
Otros elementos más densos, como el plomo (Pb) o el uranio (U) son muy raros, o
permanecieron en la superficie unidos a otros elementos más ligeros.
Diversas mediciones sísmicas muestran que el núcleo está compuesto de dos partes, una
interna sólida de 1220 km de radio y una capa externa, semisólida que llega hasta los
3400 km. El núcleo interno sólido fue descubierto en 1936 por Inge Lehmann y se cree de
forma más o menos unánime que está compuesto principalmente de hierro con algo de
níquel. Para explicar el comportamiento de las ondas sísmicas cuando atraviesan el núcleo
interno, algunos científicos han inferido un ordenamiento y empaquetado atómico que
sería coherente con la estructura continua de un único cristal de hierro que formara todo el
núcleo interno.45
El núcleo externo rodea al interno y se cree que está compuesto por una mezcla de hierro,
níquel y otros elementos más ligeros. Recientes propuestas sugieren que la parte más
interna del núcleo podría estar enriquecida con elementos muy pesados, con mayor
número atómico que el cesio (Cs)(trans-Cesio, elementos con número atómico mayor de
55). Esto incluiría oro (Au), mercurio (Hg) y uranio (U).6
Se aceptaba, de manera general, que los movimientos de convección en el núcleo externo,
combinados con el movimiento provocado por la rotación terrestre (efecto Coriolis), son
responsables del campo magnético terrestre, mediante un proceso descrito por la hipótesis
de la dínamo. El núcleo interno está demasiado caliente para mantener un campo
magnético permanente (ver temperatura de Curie) pero probablemente estabilice el creado
por el núcleo externo.
Pruebas recientes sugieren que el núcleo interno podría rotar ligeramente más rápido que
el resto del planeta.7 En agosto de 2005 un grupo de geofísicos publicaron, en la
revista Science que, de acuerdo con sus cálculos, el núcleo interno rota aproximadamente
entre 0,3 y 0,5 grados más al año que la corteza.89 Las últimas teorías científicas explican
el gradiente de temperatura de la Tierra como una combinación del calor remanente de la
formación del planeta, calor producido por la desintegración de elementos radiactivos y el
enfriamiento del núcleo interno.[cita requerida]

Desarrollo histórico y concepciones alternativas[editar]


Teoría de Edmund Halley

En 1692 Edmund Halley (en un artículo publicado en Philosophical Transactions of Royal


Society of London) propuso la idea de una Tierra formada por una cubierta hueca de unas
500 millas de espesor, con dos capas interiores, concéntricas, alrededor de un núcleo
interno. El diámetro de las capas correspondería a los diámetros de los planetas Venus,
Marte y Mercurio, respectivamente.10 La propuesta de Halley estaba basada en los valores
de densidad relativa entre la Tierra y la Luna dados por sir Isaac Newton,
en Principia (1687): «Sir Isaac Newton ha demostrado que la Luna es más sólida que
nuestro planeta, 9 a 5», señaló Halley «¿por qué no podemos suponer entonces que 4/9
de nuestro planeta son huecos?».10
En 1818, John Cleves Symmes, Jr. sugirió que la Tierra estaba formada por una corteza
externa hueca, de 1300 km de espesor, con aberturas de 2300 km en ambos polos. En el
interior habría otras cuatro capas, cada una de ellas abierta también a los polos. Julio
Verne, en Viaje al centro de la Tierra, imaginó enormes cavernas interiores, y William
Reed en Fantasmas de los polos imaginó una Tierra hueca.
Algunos escritores religiosos se resistieron a la idea de una Tierra esférica, aunque no
obtuvieron mucha aceptación. La Flat Earth Society (Sociedad de la Tierra Plana),
anteriormente dirigida por Charles K. Johnson, trabaja duro en Estados Unidos para
mantener la teoría viva, y han asegurado tener varios miles de seguidores.11 Algunos
cristianos en Inglaterra y los Estados Unidos también intentaron revivir estas ideas.

Estructura[editar]
La estructura de la tierra podría establecerse según dos criterios diferentes. Según su
composición química, el planeta puede dividirse en corteza, manto y núcleo (externo e
interno); según sus propiedades geológicas se definen la litosfera, la astenosfera, la
mesosfera y el núcleo (externo e interno).1
Las capas se encuentran a las siguientes profundidades:2

Capa Profundidad (km)

... Corteza (varía localmente entre 5 y 70 km) 0-35

Litosfera (varía localmente entre 5 y 200 km) 0-100

Astenosfera 100-400

Manto 35-2890
Manto superior 35-660

Manto inferior 660-2890

Núcleo 2890-6371

Núcleo externo 2890-5150

Núcleo interno 5150-6371

La división de la tierra en capas ha sido determinada indirectamente utilizando el tiempo


que tardan en viajar las ondas sísmicas reflejadas y refractadas, creadas por terremotos.
Las ondas transversales (S, o secundarias) no pueden atravesar el núcleo, ya que
necesitan un material viscoso o elástico para propagarse, mientras que la velocidad de
propagación es diferente en las demás capas. Los cambios en dicha velocidad producen
una refracción debido a la ley de Snell. Las reflexiones están causadas por un gran
incremento en la velocidad sísmica (velocidad de propagación) y son parecidos a la luz
reflejada en un espejo.

Estructura Interna de la Tierra


Desde que se iniciaron los estudios acerca del interior de la Tierra se han propuesto numerosos modelos
para explicar la estructura interna de la misma. Todos ellos se basan esencialmente en una estructura
concéntrica constituida por 3 capas principales, la corteza terrestre o capa más externa, el manto o capa
intermedia y en núcleo interno. En todos los modelos propuestos el elemento común es el núcleo terrestre,
que la mayor parte de los autores consideran constituido por una aleación de hierro y níquel. En cuanto a
la constitución del manto de la corteza terrestre existen notables diferencias entre los modelos que han
sido propuestos.
Esquema que muestra las capas de la Tierra de acuerdo a los 2 modelos existentes. Imagen tomada de Edward J. Tarbuk et.
al.,. Earth: An Introduction to Physical Geology, 2014.
Cabe destacar, que en la actualidad se encuentran aceptados 2 modelos principales: el primero de ellos se
basa en la composición química de las capas, mientras que el segundo se construye en base a
las propiedades mecánicas de las mismas.

COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LA TIERRA

Proporciones de los elementos mayores que componen la


Tierra. Imagen tomada de Stephen Marshak. Essentials of Geology, 2013.
La Tierra consiste mayormente de elementos producidos por reacciones de fusión llevadas a cabo en el
interior de las estrellas y en explosiones de supernovas. Únicamente cuatro elementos (hierro, oxígeno,
silicio y magnesio) componen el 91.2% de la masa total de la Tierra; el 8.8% restante consiste en otros 88
elementos. Los elementos de la Tierra involucran una gran variedad de materiales. A saber:

o Productos químicos orgánicos: Son compuestos que contienen carbono que o bien se encuentran en los

organismos vivos o tienen características que se asemejan a los compuestos en los organismos.

o Minerales. Una sustancia sólida y natural en la que los átomos están dispuestos en un patrón ordenado. Una

sola muestra coherente de un mineral que cuanta con un arreglo geométrico y caras planas es un cristal,

mientras que una muestra de forma irregular, o un fragmento derivado de un cristal más grande o grupo de

cristales, es un grano.

o Vidrios: Son sólidos en los que los átomos no están dispuestas en un patrón ordenado.

o Rocas: Son agregados de cristales minerales o granos, o masas de vidrio natural. Los geólogos reconocen tres

grandes grupos de rocas. (1) Las rocas ígneas se desarrollan cuando el fundido (líquido conocido como
magma) de roca caliente se enfría y se congela. (2) Las rocas sedimentarias que se forman a partir de granos

que se originan por la disgregación de rocas preexistentes y se cementan mediante el proceso de diagénesis,

o de minerales que precipitan de una solución de agua. (3) Las rocas metamórficas se forman cuando las

rocas preexistentes cambian en respuesta a calor y presión.

o Sedimentos. Es una acumulación de granos minerales sueltos (granos que no han sufrido cementación).

o Metales. Son sólidos compuestos de un solo tipo de átomos de metal (tales como hierro, aluminio, cobre y

estaño). Una aleación es una mezcla que contiene más de un tipo de átomos de metal.

o Fundidos: Se forma una masa fundida cuando los materiales sólidos se calientan y se transforman en líquido.

La roca fundida es un tipo de geólogos en fusión distinguir entre el magma, que es roca fundida bajo la

superficie de la Tierra, y la lava, roca fundida que ha fluido hacia fuera sobre la superficie de la Tierra.

o Compuestos volátiles. Materiales que se transforman fácilmente gas a temperaturas relativamente bajas en

la superficie de la Tierra.
Los minerales más comunes en la Tierra contienen sílice (un compuesto de silicio y oxígeno) mezclado un
proporciones variables con otros elementos; a estos minerales se les llama minerales silicatados. Por ello,
las rocas compuestas por minerales silicatados se les denominan rocas silicatadas o siliciclásticas. Los
geólogos distinguimos cuatro clases de rocas ígneas silicatadas basándonos, esencialmente en la
proporción de silicio respecto al hierro y magnesio. En este orden de ideas, las 4 clases son: félsicas (o
silícicas), intermedias, máficas y ultramáficas. A medida que la proporción de sílice en la roca se incremente,
su densidad (masa por unidad de volumen) disminuye. Así, las rocas félsicas son menos densas que las
rocas máficas y ultramáficas. Muchos tipos diferentes de rocas están englobadas en cada clase.
Las más importante y comunes en el estudio de la estructura interna de la Tierra son
el granito (roca félsica con minerales grandes –denominados fenocristales-),
el gabro (una roca máfica con minerales grandes), el basalto (roca máfica con minerales
pequeños) y la peridotita (una roca ultramáfica con minerales grandes)
Modelo Composicional o geoquímico
Corteza Terrestre
Es la capa más superficial de las que forman la Tierra, constituyendo únicamente el 1% de la masa de la
misma. Pese a su escasa importancia cuantitativa, sobre la corteza terrestre versan el 99% de los
conocimientos directos existentes acerca de nuestro planeta. La corteza se originó probablemente en
épocas avanzadas del período pregeológico de la Tierra, a partir de materiales del manto, de manera
semejante a como se origina la escoria en una masa pétrea fundida.
Analogía entre las capas de la Tierra y un huevo duro. Imagen tomada de Stephen Marshak. Essentials of Geology, 2013.
El límite inferior de la corteza terrestre lo constituye la discontinuidad de Mohorovičić. Su espesor no es
uniforme, pues mientras en los continentes llega a los 35-40 km, de bajo de los fondos oceánicos raramente
supera los 10 km de espesor.
La corteza terrestre, especialmente en sus zonas continentales, es la parte más heterogénea de la Tierra,
y está sometida a cambios continuos provocados por la acción de fuerzas antagónicas, las endógenas o
constructoras del relieve(orogénesis, vulcanismo, etc.) y las exógenas o destructoras del relieve (erosión).
Se pueden distingues 3 capas que constituyen la corteza terrestre:

1. Capa sedimentaria superficial: discontinua, constituida por rocas sedimentarias, cuyo espesor puede llegar

en ciertas zonas continentales a varios miles de metros, mientras que en los fondos oceánicos, raramente

supera los 500-1000 m y en ciertas zonas de los mismos faltan por completo.

2. Capa granítica intermedia (corteza continental): constituida por rocas de composición semejante a la del

granito (rocas ácidas, de alto contenido de SiO2y bajo contenido de Fe y Mg). El espesor de esta capa es de

35-40 km bajo los continentes (salvo en las zonas de colisión, en las que puede rebasar los 50 km), faltando

por completo en los fondos oceánicos. Antiguamente se le denominaba SIAL, debido a su composición

predominante de Silicio y Al

3. Capa basáltica inferior (corteza oceánica): constituida por materiales de composición muy semejante a la

de los basaltos (rocas básicas, de bajo contenido en sílice pero alto contenido de Fe y Mg). En los fondos

oceánicos la falta de la capa granítica intermedia determina que la corteza oceánica se encuentre directamente

bajo la capa sedimentaria y en los puntos donde falta esta aflora directamente debajo de las aguas. En la
terminología antigua, esta capa se denominaba SIMA, por su composición predominantemente de Silicio

y Magnesio.
Manto
Es una capa intermedia dispuesta inmediatamente encima del núcleo y debajo de la corteza terrestre, que
se extiende desde los 2898 km de profundidad (discontinuidad de Gutenberg, que la separa del núcleo) hasta
la discontinuidad de Mohorovičić, que la separa de la corteza terrestre.
Por consiguiente, se espesor es de aproximadamente 2860 km. El manto representa aproximadamente
el 83% del volumen del globo terrestre y el 65% de su masa.
Sobre la composición de los materiales del manto se admite en general que está formado por rocas
ultrabásicas (muy bajo contenido de SiO2 y una gran cantidad de Fe y Mg) que contienen grandes
cantidades de olivino y piroxenos.
Dentro del manto, se encuentra la denominada zona de transición, que se encuentra
situada entre los 400 y los 660 km.
El manto, especialmente en sus zonas más superficiales, presenta desde el punto de vista geológico gran
importancia, pues con toda seguridad la corteza terrestre se formó por diferenciación magmática a partir de
los materiales del manto superior. Por otra parte, numerosos e importante fenómenos geológicos que
afectan a la corteza terrestre como la orogénesis, el vulcanismo, los fenómenos sísmicos, etc., tienen su
origen en el manto superior.

En el manto se originan las fuerzas causantes de la deriva continental. Autor de la imagen desconocido.
La fuerza motriz que provoca los más importantes cambios en la corteza terrestre tiene su origen en
el manto subcortical y se trata simplemente de las corrientes de convección existentes en el mismo. El
primero en sostener la existencia de corrientes de convección en el manto fue Vening-Meinesz, en 1948,
quien suponía que ciertas áreas locales o regionales del manto, y debido a las altas temperaturas
existentes, las rocas se dilataban y ascendían hasta zonas subcorticales, extendiéndose lateralmente bajo
la corteza terrestre, enfriándose y descendiendo. En esencia, el mecanismo sería el mismo que se puede
observar en el líquido contenido en un vaso cuando es expuesto a un rápido calentamiento.
La existencia de dorsales submarinas prueba la existencia de las corrientes de convección del manto. Dichas
dorsales, caracterizadas por flujos de calor y por una gran inestabilidad sísmica, corresponderían a las
crestas de las corrientes de convección, que, por otra parte, serían la fuerza motora que produce el
desplazamiento de los continentes.
Núcleo
Es la capa más interna de la Tierra, extendiéndose desde la discontinuidad de Gutenberg, a 2898 km de
profundidad, hasta el centro del globo terrestre. El núcleo representa aproximadamente el 14% del volumen
de la Tierra y el 31-32% de su masa.
En la actualidad se considera que la composición del núcleo es de carácter metálico y que está constituido
por hierro con cantidades menores de níquel y mucho menores aún de silicio metálico, azufre, oxígeno y
carbono, estos dos últimos formando sulfuros y carburos metálicos respectivamente.
La densidad general de la Tierra es de 5.5 g/cm3, basada en cálculos hechos a partir de la Ley de la atracción
gravitacional de Newton. Las rocas de la corteza tienen relativamente baja densidad, que va desde los 2.7
g/cm3 para el granito hasta los 3.0 g/cm3 para el basalto. Las rocas ultramáficas del manto, sin embargo,
probablemente tengan una densidad de 3.3 g/cm3 en el manto superior, si bien la presión podría elevar este
valor a cerca de 5.5 g/cm3 en la base del manto inferior.
Si la corteza y el manto, que contienen aproximadamente el 85% del volumen de la Tierra, están en o por
debajo de la densidad promedio de la Tierra, entonces el núcleodebe ser demasiado denso para acerca ese
promedio a los 5.5 g/cm3.
Los cálculos muestran que el núcleo debe tener una densidad de aproximadamente 10g/cm3 en el límite
núcleo-manto, incrementándose a 12 o 13 g/cm3 en el centro de la Tierra. Esta enorme densidad sería
suficiente para darle a la Tierra una densidad promedio de 5.5 g/cm3.

El núcleo de la Tierra representa cerca del 14% del volumen de la Tierra. Autor de la imagen desconocido.

Bajo la grandes presiones existentes en el núcleo, un mezcla de hierro y níqueltendría una


densidad ligeramente mayor a la requerida en el núcleo. La aleación hierro-níquel con una cantidad
de elementos ligeros, tales como el oxígeno, potasio, azufre o silicio tendría la densidad necesaria. Por lo
tanto, muchos geólogos piensan que esta mezcla constituye en núcleo.
ero estudios recientes de densidad por sí mismos difícilmente son evidencia convincente de que el núcleo
es una mezcla de hierro y níquel, pues muchas otras sustancias pesadas podrían estar en su lugar.
La hipótesis de una composición esencialmente férrica se basa en el hecho de que el hierro es uno de
los elementos pesados de mayor abundancia en el sistema solar y es un elemento sumamente abundante en
los meteoritos metálicos o sideritos. Los meteoritos, para muchos científicos son remanentes del material
básico que creó nuestro propio sistema solar. Un estimado del 10% de los meteoritos está compuesto
por hierro mezclado con pequeñas cantidades de níquel. Un material similar a estos meteoritos pudo haber
ayudado a crear la Tierra, depositándose tal vez en el centro de la Tierra debido a su alta densidad; el
otro 90% de los meteoritos está compuesto principalmente de rocas ultramáficas y quizás represente el
material que compone el manto. La composición de esos meteoritos, entonces, podría decirnos de que está
hecho el núcleo terrestre.
De esta manera, la combinación de la información sísmica y de densidad con las suposiciones basadas en
la composición de los meteoritos, indicarían que el núcleocontiene hierro y níquel con al menos
la parte más externa siendo líquida. La densidad de los materiales del núcleo, teniendo en cuenta la
hipotética composición expuesta y las velocidades de transmisión de las ondas sísmicas a través del mismo,
oscilará entre 10 gr/cm3, en sus zonas más externas, y 13.6 gr/cm3 en sus zonas más internas.
El núcleo metálico sería el principal factor estructural del campo magnético terrestre, al imantarse por
inducción debido a las corrientes eléctricas que circulan en el núcleo externo y en las capas profundas del
manto.

Sobre las condiciones termodinámicas de los materiales del núcleo se tienen pocos datos, pero se admite
que las presiones alcancen valores de varios centenares de miles de atmósferas y las temperaturas sean del
orden de algunos miles de grados centígrados, como máximo 4000-5000 °C.

Modelo Mecánico o dinámico


Además de las 3 principales capas de la Tierra, se han identificado otras capas en el interior de nuestro
planeta que difieren composicionalmente de las demás. Así, el modelo mecánico se basa en el
comportamiento físico de los materiales que componen el interior del planeta Tierra, dividiéndolo
en Litósfera, astenósfera, manto superior, manto inferior, núcleo externo y núcleo interno.
Modelo de las capas de la Tierra en base a sus propiedades físicas. Imagen tomada de Stephen Marshak. Essentials of
Geology, 2013.

Las ondas sísmicas viajan a diferentes velocidades a través de dichas capas; una alternativa para pensar
en las capas de la Tierra proviene del estudio de la capacidad de las rocas para fluir o no. En este orden de
ideas, distinguimos entre materiales rígidos, los cuales pueden deformarse o romperse pero no fluir, y los
materiales plásticos, los cuales son relativamente suaves y pueden fluir sin romperse.
Litósfera
Los geólogos han determinado que los 100 a 150 km más superficiales de la Tierrason
relativamente rígidos. En otras palabras, la Tierra tiene una cubierta compuesta por rocas que no fluyen
fácilmente.
Esta capa se conoce como litósfera (del griego lithos que significa “piedra”) y consiste en la corteza
terrestre y la parte superior y más fría del manto, conocida como manto litosférico. De acuerdo con la famosa
teoría de la Tectónica de Placas, la litósfera no es un caparazón o cubierta continua: está dividida en cerca
de una docena de placas que se mueven sobre la superficie de la Tierra a velocidades muy bajas, de apenas
unos pocos centímetros por año.
La litósfera está compuesta por la parte más superficial y sólida de la Tierra,de unos cuantos kilómetros de espesor.
Fotografía de la Cordillera del Himalaya tomada por la NASA.

Cada placa es una unidad rígida que se encuentra sobre la astenósfera, la cual también está en movimiento.
La litósfera que forma las placas puede tener solo unos cuantos kilómetros de grosor en áreas volcánicas
activas y quizás unos 200 km de grosor o más debajo de las partes más viejas y frías de los continentes.
Los geólogos distinguen dos tipos de litósfera:

1. Litósfera oceánica: Compuesta por la corteza oceánica en su parte superior, generalmente tiene un grosor

de cerca de 100 km.

2. Litósfera continental: Compuesta por la corteza continental en su parte superior, generalmente tiene un

espesor de cerca de 150 km.


Astenósfera

La sísmica de refracción puede ser usada para detectar


límites entre capas de rocas. Imagen tomada de Diane H. Carlson, et. al., Physical Geology: Earth Revealed. 2011
Generalmente, las ondas sísmicas incrementan su velocidad conforme aumente la profundidad, debido a
que con el aumento de presión propiedades de la roca se alteran.

Sin embargo, a profundidades cercanas a los 70 a 125 kilómetros, las ondas sísmicas viajan más
lentamente que en las capas más someras o superficiales, denominándose a esta zona como zona de baja
velocidad.
Esta zona, que se extiende a profundidades de tal vez hasta 200 kilómetros (124 millas),
también es llamada, en la teoría de la tectónica de placas como astenósfera (del
griego asthenes que significa “débil”).
El límite entre la litósfera y la astenósfera está en donde las temperaturas alcanzan los 1280 °C; algunos
geólogos piensan que las rocas de la astenósfera pueden estar parcialmente fundidas, formando una
mezcla de cristales y roca fundida; un porcentaje muy pequeño de líquido en la astenósfera puede ayudar
a explicar algunas de sus propiedades físicas.
Las rocas en esta zona pueden estar más cerca de su punto de fusión que las rocas por encima de esta
zona o por debajo de ella (si bien las rocas de esta zona son probablemente no tan calientes como las rocas
de abajo, estas más cerca de fundirse porque son más ricas en minerales con bajos puntos de fusión que
las rocas que están a mayor profundidad – los puntos de fusión son controlados por presión y temperatura).

Sísmica de reflexión. Ondas sísmicas se reflejan desde límites de rocas profundos dentro de la Tierra y regresan a la estación
sísmica en la superficie. Imagen tomada de Diane H. Carlson, et. al., Physical Geology: Earth Revealed. 2011

Si las rocas de la astenósfera están cerca de su punto de fusión, esta zona podría ser importante por 2
razones:

1. Podría representar la zona en la que el magma es generado

2. Las rocas de esta zona podrían tener relativamente poca rigidez y por lo tanto son propensas a fluir.
Si las rocas en la astenósfera son menos rígidas que las rocas suprayacentes de la litósfera, entonces la
astenósfera puede deformarse fácilmente. Las placas de la quebradiza litósfera probablemente se mueven
fácilmente sobre la astenósfera, la cual puede actuar como una capa lubricante debajo.

La astenósfera está enteramente contenida en el manto y generalmente se encuentra debajo de los 100 o
150 km de la litósfera. No podemos asignar una profundidad específica a la base de la astenósfera debido
a que todo el manto debajo de los 150 kmpuede fluir, pero por conveniencia, algunos geólogos consideran
que la base de la astenósfera está por encima de la zona de transición.
Existe un acuerdo generalizado en la existencia y profundidad de la astenósfera debajo de la litósfera
oceánica, pero un considerable desacuerdo acerca de la astenósfera debajo de la litósfera continental. Y
es que algunos geólogos piensan que no hay astenósfera en absoluto debajo de los continentes. Las
razones de este desacuerdo son resultado del rápido desarrollo en el campo de la tomografía sísmica.
Bloque diagrama de la litósfera, enfatizando en la diferencia entre la litósfera oceánica y la continental. Imagen tomada de
Stephen Marshak. Essentials of Geology, 2013.

Manto superior e inferior


La información proveniente de la reflexión y refracción sísmica indica la existencia de varias capas
concéntricas en el manto, como lo demuestra la ilustración 2, con límites prominentes a los 400 y 670
kilómetros (248 y 416 millas), siendo ésta última la profundidad de los terremotos más profundos. Debido a
que la presión incrementa con la profundidad dentro de la Tierra, los límites entre las capas del manto
probablemente representan profundidades a las cuales la presión colapsa la estructura interna de ciertos
minerales convirtiéndolos en minerales densos.

La estructura concéntrica de la Tierra definida por la variación en las velocidades de las ondas S y P, así como por
estimaciones de densidad. (Imagen por la NASA) Imagen tomada de Diane H. Carlson, et. al., Physical Geology: Earth
Revealed. 2011

Un ejemplo claro, se da con el mineral olivino que a presiones equivalente a una profundidad aproximada
de 670 kilómetros, su estructura puede colapsar y adoptar una estructura más densa, a lo que se conoce
como perovskita. Algunos geólogos piensan que el límite 670 kilómetros representa un cambio químico al
igual que un cambio físico que separan al manto superior del químicamente diferente manto inferior.
Si se concibe el manto como campas concéntricas (como una cebolla) estaríamos cayendo en un
simplismo. Imágenes detalladas provistas por tomografías sísmicas, sugieren que el manto es heterogéneo,
probablemente debido a variaciones detemperatura, composición y densidad.
La existencia de esta discontinuidad de segundo orden a 650 km – 670 km de profundidad hace suponer
que el manto se encuentre dividido en 2 zonas, el manto externo que va desde la discontinuidad de
Mohorovičić hasta los 650 km de profundidad (discontinuidad de Reppetti) y el manto interno, desde esta
última discontinuidad hasta la de Gutenberg, a 2898 km de profundidad.
La densidad de los materiales del manto oscilará entre 3.3 gr/cm3 en sus zonas más superficiales, hasta 5-
6 gr/cm3 en sus partes más profundas.
Límite núcleo-manto
El límite entre el núcleo y el manto está marcada por un gran cambio en la velocidad de las ondas sísmicas,
densidad y temperatura. Aquí, hay una zona de transición por encima de los 200 kilómetros de espesor,
conocida como la capa D’’, en la base del manto, en donde la velocidad de la onda P disminuye
drásticamente. La zona de ultra baja velocidad (ULVZ en la figura) que forma la ondulación en el borde del
límite núcleo-manto probablemente se deba al núcleo caliente parcialmente fundido que se encuentra
cubriendo las rocas del manto o parte del núcleo externo líquido que reacciona químicamente con el manto
adyacente.
Los estudios sísmicos y geodésicos más recientes señalan que las aleaciones de hierro más livianas del
núcleo externo líquido pueden reaccionar con los silicatos del manto inferior para formar silicatos de hierro.
Así, los “sedimentos” de hierro silicatados menos densos junto con hierro líquido en espacios porosos,
ascienden y acumulan en capas desiguales a lo largo de la frontera entre el núcleo y el manto.

Esquema que ilustra la forma de la zona de ultra baja velocidad (ULVZ), en la zona de transición núcleo-manto conocida
como capa D’’). Imagen tomada de Diane H. Carlson, et. al., Physical Geology: Earth Revealed. 2011
La presión de la acumulación de “sedimentos” a lo largo de la frontera hace que parte del hierro líquido sea
expulsado de los espacios porosos para formar una capa eléctricamente conductora que conecta el núcleo
y el manto, explicando la disminución de las velocidades sísmicas en la zona de ultra baja velocidad. Puede
ser difícil de probar si el manto inferior está parcialmente fundido por su contacto con el núcleo o si el núcleo
está reaccionando químicamente con el manto.

Lo que si es casi seguro, es que tanto el manto como el núcleo están sufriendo convección, un patrón de
circulación en el cual se eleva el material de baja densidad mientras que el de alta densidad desciende.
Basado en estudios de tomografía sísmica, las porciones pesadas del manto (incluyendo las placas de
subducidas) se hunden hacia su base, pero son incapaces de penetrar en el núcleo (más denso). Porciones
calientes del núcleo podrían subir a su cima e incorporarse en el manto. Esto es sugerido por recientes
estudios isotópicos de la pluma de manto (o penacho mantélico) que alimenta el punto caliente de Hawái.
Las rocas volcánicas de Hawái (basaltos) contienen una firma isotópica que es característica del núcleo
Núcleo externo e interno
Información de ondas sísmicas provee la evidencia principal la de existencia del núcleo terrestre. Las ondas
sísmicas provenientes de grandes terremotos no alcanzan ciertas áreas del lado opuesto de la Tierra.

La figura de arriba muestra como las ondas sísmicas P se extienden desde un terremoto hasta 103° (11 500
kilómetros) del epicentro y de repente desaparecen de los sismogramas. A más de 142° (15 500 kilómetros)
del epicentro, las ondas P reaparecen en los sismogramas. De esta manera, la región comprendida entre
los 103° y los 142°, con ausencia de ondas P, se denomina zona de sombra de onda P.
Del lado izquierdo, la zona de sombre de la onda P, causada por la refracción de las ondas P dentro del núcleo de la Tierra.
Del lado derecho la zona de sombre de la onda S. Debido a que las ondas S no pasan a través del núcleo, el núcleo es
aparentemente líquido (o se comporta como un fluido). Imagen tomada de Diane H. Carlson, et. al., Physical Geology: Earth
Revealed. 2011
La formación de esta zona puede ser explicada por la refracción de las ondas P (cambia su ángulo de
incidencia) cuando se encuentran con el límite del núcleo; gracias a que la trayectoria de las ondas P pueden
ser calculadas con precisión, incluso el tamaño y la forma del núcleo pueden ser determinadas.
Una diferencia significativa entre las ondas P y las ondas S es que las ondas P pueden viajar a través de
materiales tanto sólidos como fluidos, mientras que las ondas Spueden viajar únicamente a través
de materiales sólidos.
La zona de sombra de la onda S es incluso más extensa que la zona de sombra de la onda P y es precisamente
debido a lo anterior. Las ondas S directas no son registradas en toda la región comprendida a más de 103°
de distancia del epicentro del terremoto. De esta manera, la zona de sombra de la onda S parece indicar que
este tipo de ondas no atraviesan el núcleo en absoluto. De ello resultaría que el núcleo de la Tierra sea líquido,
o al menos que se comporte como uno.
La manera en la que las ondas P son refractadas en el interior del núcleo terrestre (como muestran
cuidadosos análisis de sismogramas) sugiere que el núcleo tiene 2 partes, a saber:

o Núcleo externo: se extiende desde los 2898 km de profundidad (discontinuidad de Gutenberg) hasta los 5154

km de profundidad (discontinuidad de Weichert).Las características sísmicas del núcleo externo,

especialmente la no transmisión de las ondas S a través de él, hace suponer que se comparta como

un líquido(para numerosos autores sus materiales estarían en estado de fusión)

o Núcleo interno: Se extiende desde los 5154 km hasta los 6371 km. Si bien su composición es la misma que

la del núcleo externo químicamente hablando, debido a las grandes presiones a las que sus materiales están

sometidos, se encuentra en estado sólido.

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