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FRANCESCO DAL CO
MARIO MANIERI-ELIA
MANFREDO TAFURI
LA CIUDAD AMERICANA
de la g uerra civil al New Deal
Versión castellana de
MONTSERRAT ALÓS y JosÉ QUETGLAS, arqto.
l. La bibliografía es extensa. Citemos tan sólo: Harold Zink, City Bosses i11 the U11ited
States, Durham, Duke Univ. 1939; Charles N. Glaab, A. Theodore Brown, A Hisrory of Urban
Arnerica, The MacMillan Co., Nueva York 1967, trad. it., le cilla ne/la storia deg/i Stati Uniti,
Nápoles 1970, pp. 287 y sig.; Richard Hofstadter, Tlze Age of Reform. Frorn Bryan to F. D.
Roosevelt, Knopf 1956, trad. it., l'eta delle riforme, 11 Mulino, Bolonia 1962, pp. 140 y sig.
2. Término despectivo para indicar el periodismo y el ensayo de denuncia, a menudo
escandalosa, que se difunde en América desde fines del Ochocientos. Cfr. el ensayo de Dal Co
en este volumen.
6 Mario Manieri-Elia
3. The Noble Order o/ tlie Knights o/ Labor nace en Filadelfia en 1869; clandestina
hasta 1878, empezará organizando sobre todo a obreros especializados; en 1886 alcanzará un
máximo de 700.000 afiliados. Entrará en declive después, rápidamente, a consecuencia del
desarrollo de la American Federation of Labor, que se constituye en Pittsburgh en 1881 y
que llegará a tener 2 millones de afiliados en 1905, año en que nace el International Workers
of the World.
4. Sobre la actitud hacia los inmigrantes del gran sindicalista Samuel Gompers, véase
Arthur Maon, Gompers and the lro11y of Racism, en "Antioch Review", 1953, pp. 203-14.
Cfr. también Frank J. Warne, The Immigrant lnvasion, Nueva York 1913.
Por 1111a ciudad «imperial» 7
5. Sobre las relaciones entre situación estructural americana del Ochocientos e ideolo-
gías trascendentalistas y post-trascendentalistas, y entre éstas y la arquitectura, cfr. M. Ma-
nieri-Elia, Louis H. Sullivan, epígono di 1m'ideologia, introducción a L. H. Sullivan, Autobio-
grafia di ur1'idea ed a/tri scritti di architellura, Officina, Roma 1970.
6. Leonardo Benevolo, Storia dell'architellura moderna, Laterza, Bari 1960, 1971', pá-
gina 320 (Trad. cast. G. Gili, S. A. Barcelona 1974'). Benevolo cita a Emilio Cecchi (America
amara, Florencia 1946', pág. 13), que define el rascacielos como "una operación aritmética,
una multiplicación" y se refiere a otra operación aritmética, la división, método de parcelación
del suelo.
8 Mario Manieri-Elia
Parece ser que todos los historiadores aceptan como clara señal
de separación entre dos épocas históricas la Exposición Colombina de
1893. Muchos de ellos han tratado de señalar la fecha de nacimiento de la
idea: Reps, por ejemplo, señala 1882 9 (sólo seis años después de la ante-
rior Exposición Internacional de Filadelfia); fecha que, por extraña
coincidencia, corresponde a la indicada por Williams como fin de la gue-
rra contra los indios. 10 Puede afirmarse que el momento de maduración
de las condiciones para este inusitado lanzamiento del prestigio y del
poder americano -protagonista, Chicago- cae más o menos hacia 1887,
que corresponde al fin de la deuda del Oeste hacia el Este.
Hasta aquellas fechas se había perpetuado, en efecto, una relación
colonial, que obliga a los países de la «frontera» a hacer dinero para
enriquecer los centros del poder económico de la costa atlántica. «He
aquí la razón -escribe Ralphs en aquellos años 11- por la que Chicago
habla únicamente de negocios, he aquí por qué la leisure class no tiene
ni reservas de capital para invertir». Pero a mediados de los años 80 la
33. Para la definición de estos principios, véanse los fragmentos sacados de Andrew J.
Downing, Architecture of the Country Houses; Including Design far Cottages, Farm-Houses
arui Villas, with R emarks 0 11 lnteriors, F ,miiture and the Bes/ Modes of Warming and Venti-
laring, Nueva York 1850, en Rural Essays cit., y en D. Gifford, op. cit., pp. 199-278. _
34. Cfr. A. Fein, The American City: The Ideal and the Real, cit. pág. 75.
35. A. J. Downing, Pub/ic Cemeteries and Public Gardens, cit.
36. A. Fein, The American City: Tite Ideal and the Real cit. pág. 74. Para el proyecto del
.\lall véase J. W. Reps, Downing and the Washington Mali, en "Landscape", XVI, primavera
1967.
164 Francesco Da[ Co
37. Leo Marx, The Machine in rhe Garden: Teclwology and rhe Pastoral Ideal in Ame-
rica, Galaxy Book, Nueva York 1967, pág. 11. Para una ulterior referencia general a esta pro-
blemática, cfr., Roderick Nash, The Americari Cu/1 of the Primitive, en "American Quarterly",
XVIII, junio 1966. Sobre Downing véase: W . G. Jackson, First /111erpreter of American Beauty:
A. l. Downing and the Pla1111ed Landscape, en " Landscape" I, invierno 1952; Sarah Lewis
Pattee, Andrew Jackson Downin!J and His lnfluence on Landscape Architecture in America,
en "Landscape Architecture", XIX, enero 1929; el artículo The Debt of America to A. J. Do-
wning, en "Garden and Forest", VIII, 29 de mayo de 1895. Diversos e interesantes detalles
pueden encontrarse en los siguientes escritos de Vincent Scully: American Villas, /11ve11tiveness
in American Suburhs from Downing to Wright, en "Architectural Rcview", CXV, marzo 1954;
Romantic Rarionalism and the Express/011 o/ Structure in Wood; Downing, Wheeler, Gardner
and the "Strick Sryle", en "The Art Bulletin" junio 1953; American House:r: Thomas Jeffer-
s011 to Frank Wright, en AA. VV., The Rise of American Archilecture cit.
38. Sobre los orígenes del concepto de parque público cfr. N. T. Newton, op. cit., pági-
na 267. Mumford habla de la importancia de la experiencia europea en Stiks and Stones cit.,
pp. 94-95. El testimonio más evidente de la obra de William C. Bryant es su libro Lellers of
a Traveller; Or Notes of Things Seen i11 Europe a11d America; George P. Putnam, Nueva York
1850, pero ténganse presentes también Curtís J. Johnson, Politics and a Belly-Ful/: The Jour-
na/istic Career of William Cul/en Bryant, Civil War Editor of the "New Y ork Eve11ing Post",
Vintage Press, Nueva York 1962. Para Londo11: A U1ili1aria11 Model cfr. A. Fein, The American
City: The Ideal and 1he R eal cit., pp. 83-84. Sobre Paxton, véase George F. Chadwick, The
Works of Sir loseph Paxto11 1803-1865, The Architectural Press, Londres 1961, pp. 44-71.
Sobre la obra de R. F. Gourrlay cfr. Fletcher Steele, Robert Fleming Gourlay, City Planner
en "Landscape Architecture", LVIII, abril 1968.
De los parques a la región 165
39. Sobre estos aspectos de la vida de Olmsted, véanse tres importantes capítulos de
Laura Wood Roper, Frederick Law Olmsted in the "Literary R epublic", en "Mississippi Valley
Historial Review" XXXIX, diciembre 1952; Mr. Law and Putnam's Monthly Magazine: A
Sote on a Phase in the Caree, o/ Frederick Law O/msted, en "American Literature", LXXXVI,
marzo 1954; Frederick Law Olmsted and the Western-Free-Soil Movement, en "American His-
torical Review", LVI, octubre 1950. El libro de Fredel"ick Law Olmsted, Walks and Talks o/ an
American Farmer in England, ha sido publicado de nuevo por la University of Michigan Press,
Ann Arbor, 1967; los escritos sobre el Sur están sacados de Arthur M. Schlesinger (ed.), The
Co11on Kingdom: A Traveller's Observarions 011 Co/1011 and Slavery in the American Slave
States, Alfred. A. Knopf, Nueva York 1953, y comentados por Broadus Mitcbell, Frederick Law
Olmsted: A Critic o/ the O/d South, Toe John Hopkins, Press, Baltimore 1924. El texto clá-
tjco para el estudio de la obra de Olmsted es Frederick Law Olmsted jr. y Theodora Kimball
Hubbard (edts.) Frederick Law O/msted; Landscape Architect, 2 vv., G. P. Putnam's Sons,
'lueva York 1924. Buenas antologías precedidas de útiles introducciones son: A. Fein (ed),
Landscape into Cityscape. Frederick Law O/msted's Pfan for a Greater New York City, Cornell
University Press Tthaca 1968; S. B. Suuon (ed.), Civi/izing American Cities. A Selection of
Frederick Law Olmsted's Writings 011 City Landscape, The MIT Press, Cambridge (Mass.) 1971.
Los análisis históricos más logrados, además de los ya recordados de Roper, son los que nos
ofrece A. Fein : de este estudioso, además el ya citado Tlie American City: The ideal and the
Real, véanse: IFrederick Law O/msted, en "Town aod Country Planning", XXXI, diciembre
!963; Parks in a Democ,atic Society, en "Landscape Architecture", LV, octubre 1965; el más
.:ompleto 'Frederick Law O/msted and the American E11viro11mental Tradition, George Bra-
ziller, Nueva York 1972. Téngase también presente el libro de Julius G. Fabos, Gordon T .
Hilde, V. Michael Weinmayr, Frederíck Law Olmsted, Sr. Fou11der o/ Landscape Architecture
m America, The University of Massachusetts Press, Amherst 1968. Parte de la literatura más
reciente sobre Olmsted ha sido discutida por Jan R. Stewart, en una recensión publicada en el
··Journal of the Society of Architectural Historians", XXX, diciembre 1971. Del mismo J. R.
Stewart, téngase presente también el artículo Parks, Progressivism and Planning en "Lands-
cape Architecture", LVIII, abril 1968. Para un enfoque general, véase George F. Cbadwick,
The Park and the Tow11. Public Landscape in the 19th and 20th Centuries, Frederick A. Prae-
gcr, Nueva York 196'i.
166 Francesco Da/ Co
40. Cfr. N. T. Newton, op. cit., pág. 273; Seymour J. Mandelbaum Boss Tweed's New
York, John Wiley & Sons, Nueva York 1965, pp. 70-75.
41. L. Mumford, The Brown Decades. A Study of the Arts in America, 1865-1895,
Dover Publications Inc., Nueva York 1971, pág. 40.
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44. F. L. Olrnsted, Passages i11 the Li/e of a11 Unpractica/ Man, ahora en A. Fein, Lans-
cape into Cityscape cit., pág. 52.
45. Esto se ve claro en la polémica sostenida por Olmsted contra algunas modificaciones
añadidas al Plan de Central Park; en efecto, se opone a cualquier intento de romper la rela-
ción entre el parque y la ciudad: cfr. Nueva York, Departrnent of Public Parks, Second Annual
Report of the Board of Commissioners o/ the D epartment of Public Parks for the Year End-
ing May, /, 1872, William C. Bryant & Co., Nueva York 1872, pp. 70-80. Olrnsted insiste
además sobre la alternativa que la vida del parque ofrece: cfr. New York City, Department of
Public Parks, First Amwa/ Report o/ the Board of Commissioners o/ 1he Department of the
Public Parb for the Year Ending May, /, 1871, William C. Bryant & Co., Nueva York 1871.
Sobre el interés de Olmsted hacia los problemas de la educación, véase A. Fein, Frederick Law
O/msted and the American E11viro11menta/ Tradition cit., pp. 24-27. Sobre la historia del
Central Park, véase: Henry H. Reed, Sophia Duckworth, Cemra/ Park. A. History a11d the
Guide, Clarkson N. Potter, Nueva York 1967; Clay Lancaster, Central Park 1851-1951 en
"Magazine of Art", XLJV, abril 1951; interesante también es la intervención de un colaborador
de Vaux, Samuel Parsons, Interesting Facts in R egard to the Development o/ Central Park,
American Society of Landscape Architects, Tra11sac1io11s, 1899-1908, Horace McFarland,
Harrisburg 1908, y Samuel Parsons, W. R. O'Donovan, A rt of Landsape Gardening in Central
Park, en "Outlook", LXXXIV, septiembre 1906.
170 Francesco Dal Co
46. Cfr. Frederick Law Olmsted, Public Parks and the Enlargement of Towns, American
Social Science Association, Riverside Press, Cambridge 1870, ahora en S. B. Sutton (ed.), op.
cit., pp 79 y 83.
47. Cfr. A. Fein, Frederick Law Olmsted and the American Environmental Tradition
cit., pág. 33.
De los parques a la región 171
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Frederick Law Olmsted, Calvert Vaux; 12. Plan para Prospect Park en Brooklyn,
Nueva York, 1870; 13. Plan para el asentamiento suburbano de Riverside en Chicago,
1869.
De los parques a la región 173
49. F. L. Olmsted, Seventh Annual Report of the Board of Commissioners of the Depart-
ment af Parks for the City af Baston for the Year 1881, City Document n. 16, Boston 1882,
ahora en S. B. Sutton (ed.) op. cit., pág. 227. Sobre el sistema de parques de Boston, además de
los estudios de carácter general, pueden verse: Sylvester Baxter, Bastan Park Guide, Small
Maynard & Co., Boston 1898; Id., The Boston Metropolitan Park Mavement, en "Garden and
Forest", V, 10 de febrero de 1892; Id., Baltimore Municipal Art Conference, en "Municipal
Affairs" III, diciembre 1899; Boston Metropolitan Park Commission, A Histary and Descrip-
tion af the Bostan Metrapalitan Parks, Wright and Potter Co., Boston 1900; F. L. Olmsted jr.,
The Metrapolitan Pa;k System of Bostan, American Society of Landscape Architects, Tra11s-
actian, 1899-1908 cit.; John C. Olrnsted, The Boston Parkway System, ibíd.; Clarence Pullen,
The Bostan Park and Parkway System, en "Harper's Weekly", XXXIV, 27 de septiembre 1890;
Andrew W. Crawford, The Develapment of Park Systems in American Cities, Filadelfia
1905, opúsculo publicado de nuevo por los "Annals of the American Academy of Political and
Social Science".
50. Robert M. Copeland, The Mast Beautifu/ City in America. Essay a11d Plan far the
lmprovement of the City of Boston, Lex and Shepard, Boston 1872, pág. 10.
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5 J. A. Fein, Frederick Law Olmsted and the American Environmental Tradition cit., pp.
60-61. Sobre Boston como centro del reformismo, es de importancia fundamental el libro de
Arthur Mano, Ya11kee Reformers in the Urban Age. Social reform in Boston, 1880-1900; Har-
per Torchbook, Nueva York 1966, véanse en particular los capítulos dedicados al estudio del
movimiento protestante, pp. 153-59. Para las transformaciones urbanas e institucionales de
Boston en este período, véase Sam. B. Warner jr., Streetcar Suburbs. The Process of Growth
in Boston, 1870-1900; Atheneum, Nueva York 1971. Sobre Bellamy, además de algunas partes
de los ya recordados estudios de Parringlon y Morgan, véase: D. Aaron, op. cit. pp. 94-132;
Jobn H. Franklin, Edward Bel/amy and the Nationa/ist Movement, en "New England Quar-
terly", XI, diciembre 1938; Edward Bellamy, How I Carne to Write "Looking Backward", en
"The Nationulist", I, mayo 1899. Para un enfoque general de la producción utópica del 800
cfr. Allyn B. Forbes, The Literary Que~t for Utopia, 1880-1900, en "Social Forces", VI, di-
ciembre 1927.
De los parques a la región 175
54. Boston Metropolitan Park Commission, Report 1919, Boston 1919, pág. 19.
De los parques a la regi6n 179
55. Para la cita de Eliot, cfr. Ch. W. Eliot, op. cit., pág. 357 y para las referencias a
Baxter, sacadas del artículo del mismo S. Baxter, Thirty Years of Greater Boston's Metropoli-
·an Park System, en "Boston Transcript", 29 de septiembre de 1923, cfr. Norman T. Newton,
~p. cit., pp. v33-35. De S. Baxter, hay que tener presente también, A Monumental Work of
l.Andscape Architecture; the Metropo/itan Park System of Boston, en "Architectural Record",
XXV, junio 1909.
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56. Las obras de Cleveland recordadas son: Robert M. Copeland y Horace W. S. Cle-
veland, A Few Words on Central Park (pamphlet), Boston 1856; H. W. S. Cleveland, Pub/ic
Grounds in Chicago: How to Give Them Character and Erpression, C . D. Lakey, Chicago 1869;
H. W. S. Cleveland, Landscape Architecrure. As App/ied to the Wants of the W est, Jansen,
McClury & Co., Chicago 1873 . Importante artículo para el estudio de la obra de Cleveland es
el de Theodora Kimball Hubbard, H. W. S. C/eve/and, an American Pioneer in Lar1dscape
Architecture and City Planning, en "Landscape Architecture", XX, enero 1930.
57. H. W. S. Cleveland, Suggestions for a Systcm of Parks and Parkways for the City of
Minneapo/is, Johnson, Smith and Harrison, Minneapolis 1883, pág. 6.
58. Para estos aspectos de la obra de Cleveland, véanse: H. W. S. Cleveland, The Aes-
thetic Development of the United Cities of St. Pau/ and Min11eapolis, Minneapolis Society of
F ine Arts, Minneapolis 1888; Id., Park System of Sr. Paul and Minneapolis, H. M . Smith,
Sr. Paul 1887.
De los parques a la región 181
59. Montgomery Schuylcr, Last Words About tite Wor/d's Fair, en "Architectural Re-
cord", IU, enero-marzo 1894, ahora en M. Schuyler, American Arcltítecture and Otlter
·Wrítings, William H. Jordy y Ralph Coe (edts.), Atheneum, Nueva York 1964, pág. 282. En
el marco del tema tratado aquí, son importantes los juicios de: Thomas Adams. 0111/íne o/
Town arrd City Pla1111i11g, A Review o/ Past Efforts and Modem Aims, Russell Sage Foundation,
Nueva York 1935. pp. 167-173; L. Mumford, Stiks and Stones, cit., pp. 127-35; J. M. Fitch,
American Building, cit., pp. 210-13; Charles Mulford Robinson, !,11pro1·fme111 i11 City Life,
111. Aesthetíc Progress, en "Atlantic Monthly", LXXXITT, junio l 899. Una memorable y
mordaz crítica a la escuela de Chicago, a la Exposición del 93, al plan de la Park Commission
para Washington, ... a Mumford y Whitaker (Rameses to Rockefel/er) está en Wemer Hege-
mann, City Pla1111i11g H ousing, Architcctural Book Publishing Co., Nueva York 1936, vol. 11,
pp. 343-94. Sobre el papel de Olmsted en la Exposición del 93, además de las obras de carácter
general ya recordadas véanse: F. L. Olmsted, The Landscape Architelllre of the World's Co-
lumbían Expositio11, Twenty-Seventh Annual Convention of American Tnstitute of Architects
Proceedings, Inland Architectural Pres~, Chicago 1893. Para un enfoque general, véase Mel
Scott, American City Pla1111i11g Since 1890, University of California Press, Berkeley 1969.
pp. 43 y sig. Para el estudio especial de la White City, véase el ensayo de Mario Manieri-Elia,
en este mismo libro. Algunas hipótesis del que suscribe han sido ya expresadas en Francesco
Dal Co, Louis Henry Sullivan: la qua/ita nel/'epoca della metropoli. App11111i su "A111obiogra-
fia di 1111'idea", en "Rassegna dell'Iistituto di Architel\ura e Urbanistica", a. VTI, abril 1971.
60. Citado en J . W. Reps, Mo1111me11ta/ Washington. Tite Pla1111ing arrd Development o/
the Capital Center, Princeton Univcrsity Press, Princeton 1967, pág. 109.
61. W. Hegemann, op. cit., vol. 11, pp. 387-94.
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MacMillan; ésas son, pues, las intenciones que, a inicios del 1900, pueden
parecer anacrónicas, y no la arquitectura que las realiza: pero no hay
que olvidar que «¡América es una nación joven!». El trabajo de la Park
Commission, aparte de la ideología que interpreta, por otra parte no de-
masiado avanzada, tiene una significación histórica concreta en lo que
respecta al desarrollo de las teorías urbanísticas: «Probablemente Wash-
ington - ha escrito John Reps- es, al mismo tiempo, banco de pruebas y
símbolo de la diferente actitud hacia el desarrollo urbano.62 Esta nueva
actitud frente a la ciudad no se expresa sólo en las «.ciudades imperiales»,
en los planes de Burnham o en los edificios de McKim. La Exposición
de 1893, la Washington de 1901, la Chicago de 1909, son las puntas
que sobresalen de un proceso bastante más amplio cuyas consecuencias
ya serán totalmente visibles en los primeros años del siglo.
Sobre la línea de lo afirmado hasta ahora resulta claro que el esque-
ma crítico que separa el movimiento para los parques del de las ciuda-
des bellas no es funcional para nuestros planteamientos. No sólo el tra-
bajo «interdisciplinar» de los años 90 del 800 demuestra la artificiosidad
de esta separación, sino que además el examen de obras como la de
George Edward Kessler en Kansas City demuestra que el movimiento
para los parques estaba destinado a confundir a menudo muchas de sus
motivaciones con los ideales de la City Beautiful. En 1893 Kessler presen-
ta su plan para la ordenación de un sistema de parques en la rígida cua-
drícula de Kansas City. Los dos pulmones verdes de la ciudad, North
Terrace Park y Penn Valley Park, quedan unidos mediante parkways que
se articulan en el interior de la ciudad, situando en el gran boulevard del
Paseo y en su espacio terminal, The Parade, los nudos urbanos cualifican-
tes. El sistema de parques se integra en un tema típico de la City Beau-
tiful, la reestructuración monumental y paisajística del centro urbano.
Kessler tiene perfectamente presentes las consecuencias e implicaciones
urbanísticas de su propuesta y su forma de actuar es típica de la menta-
lidad progresista: «His rethorical encomium of rural living did not blind
him to the city's social needs».63 Los parques no son sólo la ocasión de
reconciliar las alegrías, las ventajas higiénicas, el espíritu comunitario del
campo con la ciudad, sino también el principio racionalizador de la es-
tructura urbana, separando sus congestionadas funciones, estableciendo
normas y principios para la eficiencia de las comunicaciones entre zonas
funcionalmente distintas, entre áreas residenciales y comerciales, entre
la residencia y los lugares de trabajo.64
62. J. W. R~ps, Mo11ume11tal Washing/011, cit., pág. 198. E ste estudio de Reps sigue
siendo la contribución fundamental para el estudio del desarrollo de Washington.
63. William H. Wilson, The City B eautiful Movement in Kansas City, University of
Missouri Press, Columbia 1964, pág. 48. E ste estudio de Wilson es el más completo sobre el
tema y es útil para el estudio en general del movimiento.
64. Ibíd., pág. 49. Para este tema hay que tener presentes también los siguientes estu-
dios: H enry C. Haskell jr., y Richard B. Flower, City of the Future. A Narrative History of
Ka11sas City, 1850-1950, Frank Glenn Publishing Co., Kansas City 1950; W. H. Wilson,
Beginning of the Park a11d Boulevard Movement in Frontier Kansas City en "Missouri Histo-
rical Review", LVI, abril 1962; Henry Scott, A City's Fight for Beauty, en "The World's Work",
XT, febrero 1906; George B. Ford, The Park System of Kansas City, Missouri, en "The Arcbi-
De los parques a la región 185
tectural Record" XL, diciembre 1916; C. R. Ashbee, Ka11sas City, Missouri; The lnf/uence o/
a Park System, en "The Town Planning Review", VI, abril 1916; H. van Buren Mogonigle,
In Memoriam, George Edward Kessler, en "Journal of l.he American Tnstitute of Architects",
XII, enero 1924.
65. Cfr. W. H. Wilson, The City Beauti/ul Moveme11t in Kansas City cit. pág. 52. Para
comprender el planteamiento del plan, el documento más importante es, Board Park and Bou-
levard Commissioners of Kansas City, Missouri, Report of the Board of Park and Boulevard
Commissioners of Kansas City Mo. Embracing R ecomandations far the Establishment of a
Park and Boulevard System for Kansas City. Resolutio11 of October /2, 1893, Hudson-Kimber-
ly Publishing Co., Kansas City 1893, pero téngase también presente, George E. Kessler, Kansas
City Park System and lts Effect on tite City Plan, Ninth National Conference on City Plan-
ning, Proceedings, Nueva York 1917. Para la discusión sobre las implicaciones económicas del
plan, véase: George E. Kessler, Actual Distribution of the Cost of Kansas City Parks and
Boulevards, Fifth National Conference on City Planning, Proceedings, Boston 1913; William
Buchholz, Acquirement of Kansas City Park and Boulevard System and Its Effect on R eal
Estate Value, Ninth National Conference on City Planning, Proceedings, Nueva York 1917.
66. Charles M. Robinson, Modern Civic A rt, or the City Made B eautifu/, G. P. Put-
nam's Sons, Nueva York 1904, pág. 27. En estas últimas páginas hemos hecho referencia, muy
esquemáticamente, al "movimiento" City Beautiful en conjunto, poniendo en evidencia algunas
intuibles relaciones con la praxis e ideas del "progresismo urbano". En esta perspectiva nos
parece de extrema importancia la obra de Kessler, sobre la que no nos es posible ahora dete-
nernos. De todas formas, es obvio que se han visto aquí los fenómenos en sus tendencias: la
tarea está en disgregar el concepto y definición mismos de "City Beautiful". Esta operación,
en lo que se refiere a la figura de Daniel H . Burnham, ha sido realizada en el ensayo de
M. Manieri-Elia, que abre este volumen.