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Santiago, diez de diciembre de dos mil quince.

Vistos:
Ante el Segundo Juzgado Civil de Antofagasta, en autos
rol 4.763-2009, don Marcelo Durán Valenzuela, por sí y en
representación de su hija menor de edad Antonia Paz Durán
Sepúlveda, dedujo en juicio ordinario demanda de
indemnización de perjuicios por responsabilidad
extracontractual en contra de las sociedades Mendizábal,
Monárdez y Compañía Limitada, y CNC Inversiones S.A.
(Antofagasta TV), representadas por don Marcelo Mendizábal
Terraza, y en contra de la sociedad CNN Chile Canal de
Televisión Limitada, representada por doña Alicia Alderete, a
fin que sean condenados solidariamente a pagar a cada uno de
los actores la suma de $150.000.000, por concepto de
indemnización de perjuicios por daño moral, más intereses y
reajustes, con costas.
Contestando el libelo a fojas 84 la demandada CNN Chile
Canal de Televisión Limitada, y a fojas 121 las demandadas
sociedad Mendizábal, Monárdez y Compañía Limitada y CNC
Inversiones S.A., solicitaron su rechazo, con costas.
El tribunal de primera instancia, mediante fallo de diez
de mayo de dos mil trece, que se lee a fojas 748 y
siguientes, acogió la demanda, en cuanto condenó
solidariamente a las demandadas a pagar a los actores don
Marcelo Durán Valenzuela y Antonia Paz Durán Sepúlveda las
sumas de $70.000.000 y $50.000.000, respectivamente, por
concepto de daño moral, más reajustes e intereses.
La Corte de Apelaciones de Santiago, conociendo de los
recursos de apelación interpuestos por la parte demandante y
por la demandada CNN Chile Canal de Televisión Limitada, y de
casación en la forma y apelación deducidos por las demandadas
Mendizábal, Monárdez y Compañía Limitada, y CNC Inversiones
S.A. (Antofagasta TV), por sentencia de treinta de julio de
dos mil catorce, escrita a fojas 910 y siguientes, rechazó el
recurso de nulidad formal, y revocó la referida sentencia en
cuanto condenó solidariamente a la sociedad CNN Chile Canal de
Televisión Limitada y, en su lugar, rechazó la demanda a su
respecto; confirmando el aludido fallo, con declaración que se
condena solidariamente a las demandadas Mendizábal, Monárdez y
Compañía Limitada, y CNC Inversiones S.A., a pagar a los
actores don Marcelo Durán Valenzuela y Antonia Paz Durán
Sepúlveda las sumas de $20.000.000 y $30.000.000,
respectivamente, por concepto de daño moral, más intereses.
En contra de esta última decisión, la parte demandante
deduce recursos de casación en la forma y en el fondo por
haberse incurrido, en su concepto, en vicios e infracciones
de ley que han influido sustancialmente en lo dispositivo del
fallo, pidiendo que este tribunal la invalide y dicte la de
reemplazo que acoja el libelo en todas sus partes, confirmando
la sentencia de primer grado con declaración que se eleva a
$150.000.000 la indemnización de daño moral a favor de cada
uno de los demandantes, a las que resultan solidariamente
responsables las demandadas, más reajustes e intereses, con
costas.
Se trajeron estos autos en relación.
Considerando:
I.- Recurso de casación en la forma:
Primero: Que el recurrente hace valer la causal prevista
en el numeral quinto del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, en relación con el número 4º del
artículo 170 del mismo cuerpo legal, esto es, no contener la
sentencia impugnada las consideraciones de hecho y de derecho
que le sirven de fundamento.
Segundo: Que la parte demandante afirma que la sentencia
impugnada carece de consideraciones de hecho y de derecho,
pues omite la exposición, ponderación y resolución de la
prueba rendida, pues en el motivo vigésimo primero efectúa
simplemente una afirmación respecto de la prueba en el
sentido que “no permitió tener por acreditada la existencia
de un vínculo civil o laboral de subcontratación en los
términos del artículo 183 A y siguientes del Código del
Trabajo, entre CNC Inversiones S.A. y CNN Chile como tampoco
que esta última encargó o mandató la realización de la
noticia sublite”, lo que no cumple con la exigencia legal
que se reprocha. Al respecto, indica que el fallo recurrido
carece de todo razonamiento, fundamentación o consideraciones
que le permitan desestimar las probanzas y alegaciones en las
que la parte demandante sostuvo su pretensión, que fueron
mencionadas y desarrolladas en el considerando trigésimo
primero del fallo de primer grado. Señala que al contrario,
la sentencia de primera instancia en su considerando
trigésimo segundo –eliminado por el de segunda instancia-
hace un adecuado análisis de los medios de prueba aportados
en el proceso para acreditar las pretensiones de su
representada, en virtud de los cuales se condenó
solidariamente a la demandada CNN Chile Canal de Televisión
Ltda. De esta manera, asevera que el motivo trigésimo primero
del fallo de primera instancia resulta contradictorio con el
vigésimo primero del de segundo grado, por contener
argumentaciones incompatibles.
Critica que el referido considerando vigésimo primero
del fallo de segunda instancia, en primer término, contiene
una mera afirmación sin justificación alguna en orden a la
falta de prueba; existiendo, además, un error de hecho, ya que
todas las partes de la litis reconocieron la existencia de un
vínculo "civil" entre Antofagasta TV y CNN Chile Canal de
Televisión Ltda., existiendo sólo divergencia respecto de la
naturaleza jurídica de aquél (la parte demandante sostiene que
se trata de una relación de corresponsalía, y CNN Chile Canal
de Televisión Ltda. de un acuerdo de intercambio gratuito de
material periodístico). En segundo lugar, expresa que se
constata una preferencia respecto de las declaraciones de los
testigos Navarrete, Inzunza y Pons por sobre el testigo
Reyes, pero sin fundamentación alguna y sin contrastar dichos
testimonios con la confesional ficta de la propia demandada
CNN Chile Canal de Televisión Ltda. Añade que, en ninguna
parte de su escrito de contestación a la demanda u otro,
Antofagasta TV reconoció que el viaje a la localidad de San
Pedro fue una decisión propia, como sostiene la sentencia
impugnada. En tercer término, aduce que el fallo cita el
obrar de un sujeto ajeno al juicio –doña Gloria Echiburú
Zapata- en un proceso diverso, otorgándole efectos de
convicción en la presente litis, lo que resulta improcedente
e impertinente.
Tercero: Que la exigencia de contener la sentencia
consideraciones de hecho y de derecho que le sirvan de
fundamento, obedece a la necesidad que lo juzgado y decidido
en cada caso se ciña, por un lado, al mérito de los elementos
de convicción aportados y, por otro, se conforme con la
normativa que regula la materia en que incide la
controversia. Esto hace que la ley obligue al tribunal a
exponer y desarrollar los raciocinios que motivan cada una de
sus conclusiones para que ellos sean conocidos por las
partes, pudiendo éstas hacer uso del derecho a impugnarlos y,
además, sancione con su invalidación el fallo que no contiene
tales consideraciones de orden fáctico y jurídico.
Cuarto: Que en lo atinente a los defectos que fundan la
causal quinta del artículo 768 del Código de Procedimiento
Civil, cabe tener en consideración que, como lo ha sostenido
esta Corte con anterioridad, aquel vicio concurre cuando la
sentencia carece de las fundamentaciones fácticas o jurídicas
que le sirven de sustento, mas no tiene lugar cuando aquéllas
existen pero no se ajustan a la tesis postulada por la
reclamante, cual es la situación de autos.
En efecto, en la especie, la parte recurrente hace
descansar esta aparente falta de motivación en la omisión en
que habría incurrido la sentencia al no analizar la prueba
rendida en autos.
Quinto: Que, sin embargo, contrariamente a lo sostenido
por la parte demandante, no se observa la falta de fundamentos
que cita. En efecto, la sentencia de primera instancia, en
sus considerandos décimo séptimo a vigésimo, reproducidos por
la de segunda instancia, particulariza la prueba aportada por
la parte demandante y por las demandadas, específicamente la
documental, testimonial, confesional y expediente tenido a la
vista. En los razonamientos vigésimo cuarto a vigésimo octavo
asienta que el día del accidente doña Macarena Sepúlveda Barra
realizaba su práctica profesional; las circunstancias del
accidente; y la responsabilidad que corresponde a las
demandadas CNC Inversiones S.A. y Mendizábal, Monárdez y Cía.
Ltda., a la primera, por su actuar culposo al enviar a la
localidad de San Pedro de Atacama a sus trabajadores a
realizar un reportaje en un vehículo sin la revisión técnica
al día y, en consecuencia, sin entregar las condiciones
necesarias y suficientes para proteger la vida y salud de sus
dependientes; y a la segunda, en calidad de dueña del
vehículo. Luego, en el fundamento trigésimo primero,
refiriéndose a la responsabilidad solidaria que se reclama
respecto de CNN Chile Canal de Televisión Ltda., expone los
elementos de prueba aportados por la parte demandante y por la
referida demandada, a saber, confesional ficta y testimonial,
la primera; y documental y testimonial, la segunda. En el
fundamento vigésimo primero del fallo impugnado, se establece
por una parte, que la prueba rendida no permitió tener por
acreditada la existencia de un vínculo civil o laboral de
subcontratación en los términos del artículo 183-A y
siguientes del Código del Trabajo, entre CNC Inversiones S.A.
y CNN Chile, como tampoco que esta última encargó o mandató
la realización de la noticia sublite, como ocurrió en otros
casos, según dan cuenta entre otros correos dirigidos por
doña Paula Fariña, productora de planificación de CNN Chile y
Aylinne González, Gerente de Antofagasta TV, durante el mes
de diciembre de 2011, concluyéndose que fue una decisión del
Canal Antofagasta TV -con el cual existió un intercambio de
material periodístico- hecho que admitió este último en su
escrito de contestación, como también los testigos de CNN
Chile Canal de Televisión Ltda., Juan Navarrete Salgado,
Rodrigo Inzunza Ginart y José Andrés Pons Márquez,
estimándose insuficiente a este respecto la declaración del
testigo de oídas Aníbal Reyes Andrade; y, por otra parte, que
lo anterior se ve corroborado con el hecho que la jefa de
prensa de la sociedad CNC Inversiones S.A. (Antofagasta TV),
doña Gloria Echiburú Zapata, presentó demanda en el Juzgado
de Letras del Trabajo de Antofagasta, de indemnización de
perjuicios por accidente del trabajo sólo en contra de CNC
Inversiones S.A.
Sexto: Que de esta manera, cabe concluir que los
argumentos esgrimidos por la parte recurrente no constituyen,
en este caso, la causal de nulidad invocada, desde que no
existe la falta de consideraciones que alega. Al contrario, de
la lectura del fallo referido aparece con toda claridad que el
mismo contiene las consideraciones de hecho y de derecho que
sirven de base a la decisión a que arribaron los
sentenciadores, previo análisis de las probanzas allegadas al
juicio, siendo muy diferente que el contenido de las
fundamentaciones de la sentencia no sea del agrado o del
parecer de la parte demandante y que no las comparta, puesto
que ello no las transforma en inexistentes.
Del mismo modo, el fallo en estudio contiene los motivos
y fundamentos relativos al examen de la prueba aportada, sea
porque reprodujo los de primer grado en que se analizó y
ponderó las probanzas de las partes, sea porque, además, en
el fundamento vigésimo primero los jueces expusieron sus
conclusiones respecto de la evidencia producida en autos.
Allí se hizo referencia expresa a la ausencia de vínculo
civil o laboral de subcontratación en los términos del
artículo 183-A y siguientes del Código del Trabajo, entre CNC
Inversiones S.A. y CNN Chile Canal de Televisión Ltda., como
asimismo a la inexistencia de encargo en la realización de la
noticia, lo que condujo a rechazar la demanda respecto de
esta última demandada.
Séptimo: Que, en consecuencia, los jueces de segundo
grado que mantuvieron algunas consideraciones y fundamentos
del a quo y agregaron nuevas motivaciones, se hicieron cargo
de las acciones, excepciones y alegaciones hechas valer por
las partes, y sobre la base de la apreciación y valoración de
la prueba rendida, concluyeron que no se rindió probanza
suficiente para acreditar la existencia de un vínculo
contractual de Antofagasta TV –empleadora- con la demandada
CNN Chile Canal de Televisión Ltda.
Octavo: Que, por consiguiente, el recurso deducido
deberá ser rechazado por no aparecer configurado el vicio de
nulidad formal invocado.
II.- Recurso de casación en el fondo:
Noveno: Que la parte demandante fundamenta su recurso
sosteniendo que los jueces, al rechazar la demanda
incurrieron en tres errores de derecho.
El primero, lo hace consistir en la infracción de normas
que denomina reguladoras de la prueba, esto es, artículos 19
a 24, 44, 1437, 1511, 1698, 1713, 2314, 2315, 2316, 2317,
2320, 2322, 2329, 2330 y 2332 del Código Civil, artículos
160, 341, 394 inciso primero, 399, 400 y 402 inciso primero
del Código de Procedimiento Civil, y artículos 94, 174 inciso
segundo, 175 incisos primero a tercero y 198 N° 22 de la Ley
N° 18.290. Al respecto, señala que el fallo impugnado afirma
en su considerando vigésimo primero que “la prueba rendida no
permitió tener por acreditada la existencia de un vínculo
civil o laboral de subcontratarían entre CNC Inversiones S.A.
y CNN Chile como tampoco que esta última encargó o mandató la
realización de la noticia sublite, sino que el cometido
periodístico fue una decisión del Canal Antofagasta TV”,
aseveración que contiene un error de hecho, ya que todas las
partes de la litis, sin exclusión alguna, han reconocido la
existencia de un vínculo “civil” entre Antofagasta TV y CNN
Chile Canal de Televisión Ltda., existiendo sólo
divergencia respecto de la naturaleza jurídica de aquél
(la parte demandante aduce que se trata de una relación
de corresponsalía y CNN Chile Canal de Televisión Ltda.,
de un mero acuerdo de intercambio gratuito de material
periodístico). Asevera que el fallo recurrido contraviene
lo dispuesto por el artículo 1713 del Código Civil y los
artículos 160, 394 inciso primero, 399, 400 y 402 inciso
primero del Código de Procedimiento Civil, al rechazar en el
motivo vigésimo primero una probanza que la ley admite, esto
es, la confesión de parte, toda vez que no confiere ni otorga
consideración procesal alguna a la confesional ficta
decretada fojas “320”; incluso, no contiene referencia alguna
respecto de tal confesional ficta de la demandada CNN Chile
Canal de Televisión Ltda., como tampoco le otorga valor de
plena prueba, como ordena el artículo 1713 del Código Civil
en relación con los artículos 394 inciso primero, 399, 400
y 402 inciso primero del Código de Procedimiento Civil.
Argumenta que, de haberse tenido en cuenta el aludido medio
de prueba, se habría acogido la demanda respecto de la
demandada CNN Chile Canal de Televisión Ltda., ya que, del
mérito del proceso y en cumplimiento al artículo 160 del
Código de Procedimiento Civil, se debió concluir que el
cometido periodístico, en el que falleció doña Macarena
Sepúlveda Barra fue solicitado por CNN Chile Canal de
Televisión Ltda., encargo en el cual no adoptó medida de
seguridad o resguardo alguno para la protección y cuidado
del equipo periodístico, negligencia grave e inexcusable,
de aquella culpa grave del artículo 44 del Código Civil,
que la hacen solidariamente responsable del ilícito civil,
conforme a los artículos 2314, 2315, 2316, 2317, 2320,
2322, 2329, 2330 y 2332 del Código Civil. Agrega que, en
nada altera todo lo dicho, los antecedentes probatorios
citados en el considerando vigésimo primero del fallo
recurrido, ya que el artículo 402 inciso primero del Código
de Procedimiento Civil ordena que "no se recibirá prueba
alguna contra los hechos personales claramente confesados
por los litigantes en juicio".
En cuanto al segundo error de derecho, el compareciente
lo vincula con la vulneración de normas reguladoras de la
prueba en relación con los artículos 402 inciso segundo y 428
del Código de Procedimiento Civil. Aduce que la sentencia
impugnada, en el considerando vigésimo primero, efectúa una
falsa aplicación del citado artículo 428, en concordancia con
el artículo 402 inciso primero, ya que ante una hipotética
prueba contradictoria, esto es, por un lado, la confesional
ficta de fojas “320”, y, por el otro, la contestación de
Antofagasta TV, el testimonio de los testigos Juan Navarrete
Salgado, Rodrigo Inzunza Ginart y José Andrés Pons Márquez, y
el juicio laboral deducido por la tercero doña Gloría Echiburu
Zapata, prefiere estas probanzas y antecedentes, a objeto de
desestimar tanto la vinculación civil entre las demandadas
Antofagasta TV y CNN Chile Canal de Televisión Ltda., como el
hecho de que esta última hubiere encargado o mandatado la
realización de la noticia sublite, en aplicación del artículo
428 citado. Afirma que tal proceder resulta inadmisible, ya
que, conforme al artículo 402 inciso primero, el conflicto se
encuentra expresamente regulado por la ley, en el referido
artículo 428 que establece que la contradicción probatoria
deberá resolverse conforme a la ley, por lo que debe
prevalecer el inciso primero del artículo 402, es decir, contra
la confesional ficta de fojas “320” no se recibirá prueba
alguna. Así, argumenta que debe tenerse por confesa a CNN
Chile Canal de Televisión Ltda. de haber encargado la
realización de la citada noticia y, por consiguiente,
responsable solidaria de los daños y perjuicios demandados, en
tanto no adoptó medida de seguridad o resguardo alguna para la
protección y cuidado del equipo periodístico a cargo del
mismo, negligencia grave e inexcusable -de aquella culpa grave
del artículo 44 del Código Civil- que la hacen solidariamente
responsable del ilícito civil, conforme a los artículos 2314,
2315, 2316, 2317, 2320, 2322, 2329, 2330 y 2332 del Código
Civil.
En lo que atañe al tercer error de derecho, lo vincula
con la contravención de los artículos 2330 del Código Civil y
160 del Código de Procedimiento Civil. Señala que el fallo
recurrido, en su parte resolutiva, redujo la indemnización
establecida por el de primera instancia, al aplicar el
artículo 2330 del Código Civil. En ese sentido, aduce que
resulta relevante para la presente litis, aquella
jurisprudencia de la Corte de Santiago, de 4 de septiembre de
1991, que sostiene que tratándose de víctimas por repercusión
no procede aplicar la norma del artículo 2330, ya que se aplica
sólo respecto del daño pretendido por la propia víctima. Del
mismo modo, manifiesta que el artículo 2330 del Código Civil
dispone que podrá reducirse la apreciación del daño
demandado, sólo en cuanto quien lo ha sufrido se ha expuesto
a él imprudentemente, y en autos no existe antecedente alguno
que permita concluir que los actores cometieron alguna acción
u omisión que los expuso imprudentemente a la pérdida de su
ser querido. Añade que, al establecer lo contrario el fallo
impugnado, vulnera el artículo 160 del Código de
Procedimiento, 19 a 24 del Código Civil, y el mencionado
artículo 2330 del mismo cuerpo legal, que permite la
reducción de la ponderación del daño sólo para el evento que
la víctima-demandante se hubiere expuesto imprudentemente al
mismo. Manifiesta, además, que tanto el tenor literal del
referido artículo 2330, como su sentido natural y obvio y el
correcto sentido y alcance de las palabras técnicas
utilizadas, conllevan a sostener la interpretación sustentada
por el compareciente, no resultando legítimo desatender lo
anterior, aún ante lo odioso o favorable de aquello. Señala
que, en el caso de la sociedad Mendizábal, Monárdez y
Compañía Limitada, su responsabilidad es culposa, por
infracción de la Ley N° 18.290, en especial sus artículos 94,
174, 175 y 198, en relación con los artículos 2314, 2316,
2317 y 2329 del Código Civil. Expone que, en el caso de la
sociedad CNC Inversiones S.A., su responsabilidad es culposa,
por infracción del artículo 2329 del Código Civil, ya que
ejecutó el cometido periodístico requerido por CNN Chile
Canal de Televisión Ltda., sin adoptar medida de seguridad
alguna, como mandataba deber de resguardo relativo a las
personas a su cargo. Respecto de CNN Chile Canal de
Televisión Limitada, indica que le asiste responsabilidad
legal, conforme a los artículos 2314, 2316, 2317 y 2329 del
Código Civil.
Finaliza desarrollando la influencia que los errores de
derecho denunciados habrían tenido en lo dispositivo del
fallo.
Décimo: Que la sentencia estableció como hechos de la
causa, en lo que interesa al recurso, los siguientes:
a) Doña Macarena Sepúlveda Barra realizaba su práctica
profesional de periodismo en el departamento de prensa del
canal de televisión Antofagasta TV (CNC Inversiones S.A.), el
día del accidente -13 de enero de 2009-.
b) El día 13 de enero de 2009, la empresa demandada CNC
Inversiones S.A. envió a algunos trabajadores –Juan León Veas,
Aníbal Reyes Andrade y Gloria Echiburú Zapata- y a la alumna
en práctica –Macarena Sepúlveda Barra- a realizar un reportaje
a la localidad de San Pedro de Atacama, en el vehículo placa
patente RV-9942 sin su documentación al día y, en
consecuencia, sin entregar las condiciones necesarias y
suficientes para proteger la vida y la salud de sus
dependientes.
c) La demandada CNC Inversiones S.A. (Antofagasta TV)
permitió el desplazamiento del equipo periodístico –en el que
estaba la alumna en práctica- hasta la localidad de San
Pedro, sin adoptar las condiciones mínimas de seguridad para
el desarrollo de la función encomendada. A la fecha del
accidente, el vehículo tenía una antigüedad de once años y no
contó con un certificado actualizado sobre sus condiciones
mecánicas y reglamentarias, habiéndose, además, establecido
en el parte policial que el accidente se produjo por un
reventón del neumático delantero izquierdo, provocado por el
desgaste de material, volcándose la camioneta. Tampoco se
impidió que la alumna en práctica, que llevaba pocos días en
la Región, condujera el móvil el día del accidente.
d) Producto del accidente, doña Macarena Sepúlveda Barra,
resultó politraumatizada y falleció el 18 de enero de 2009 por
un paro cardiorespiratorio; don Juan León Veas, resultó
policontuso, con erosión en tórax, pelvis, hombro derecho y
trauma izquierdo dorsal, y doña Gloria Echiburú Zapata, con
luxo fractura espinal izquierda, todas lesiones de carácter
grave.
e) El vehículo no contaba con su revisión técnica al día;
había sido reparado días antes del accidente, 25 y 26 de
diciembre de 2008, al que debía instalársele un nuevo kit de
embrague.
f) La empresa Mendizábal, Monárdez y Cía. Ltda. era dueña
de la camioneta placa patente RV-9942, marca Toyota, modelo
Hilux, desde el año 2003, y la prestó o facilitó a Antofagasta
TV a partir de abril de 2008.
g) El día del accidente, doña Macarena Sepúlveda Barra
conducía la camioneta singularizada sin usar el cinturón de
seguridad.
h) La prueba rendida no permitió tener por acreditada la
existencia de un vínculo civil o laboral de subcontratación
en los términos del artículo 183-A y siguientes del Código
del Trabajo entre CNC Inversiones S.A. y CNN Chile, como
tampoco que esta última encargó o mandató la realización de
la noticia sublite, como ocurrió en otros casos, sino que fue
una decisión del Canal Antofagasta TV, con el cual existió un
intercambio de material periodístico.
i) Don Marcelo Durán Valenzuela junto a doña Macarena
Sepúlveda Barra mantenían a la fecha del accidente una
relación de convivencia, con caracteres de seriedad y una
hija en común, la menor Antonia Paz, quien nació el 20 de
diciembre de 2006, y producto de la muerte de doña Macarena
Sepúlveda Barra ambos experimentaron dolor, aflicción en su
esfera síquica, en sus sentimientos.
Undécimo: Que, sobre la base de los hechos asentados
según lo reseñado en el motivo que precede, los jueces del
grado estimaron que concurren los requisitos de la
responsabilidad extracontractual, de manera que, conforme a
lo prevenido en el artículo 2314 del Código Civil, habiéndose
inferido daño a otro por negligencia aquél debe ser
indemnizado. Al efecto, razonaron que la responsabilidad
civil de la sociedad CNC Inversiones S.A. (Antofagasta TV)
deriva de su comportamiento culposo, porque en el
desplazamiento del equipo periodístico –en el que se
encontraba la alumna en práctica- hasta la localidad de San
Pedro, no adoptó, en calidad de empleadora, las condiciones
mínimas de seguridad para el desarrollo de la función
encomendada, específicamente que el vehículo en que se
trasladaban sus trabajadores y la alumna en práctica, contase
con su revisión técnica al día, cuyo objetivo es velar, a
través de un control periódico, por el correcto funcionamiento
de sus sistemas de seguridad y emisiones, con la finalidad de
evitar accidentes de tránsito y contaminación ambiental. En
ese sentido, establecieron la existencia de un hecho ilícito
por parte de la demandada CNC Inversiones S.A. que ha causado
daño a otro y la relación de causalidad entre éste y el daño
ocasionado. Por otra parte, discurrieron en el sentido que la
sociedad Mendizábal, Monárdez y Cía. Ltda. es solidariamente
responsable de los perjuicios ocasionados con el uso del
vehículo, atendida su calidad de propietaria del mismo,
conforme con lo prevenido en el artículo 174 de la Ley N°
18.290. Asimismo, los jueces consideraron que no habiéndose
cuestionado la muerte de doña Macarena Sepúlveda Barra se
encuentra probada la existencia del daño, y, por otro lado,
que de los elementos de prueba aportados es presumible que su
muerte produjo a los actores dolor y aflicción que se debe
indemnizar, debiendo considerarse la exposición imprudente a
los daños por parte de la víctima, por haber conducido el
vehículo sin cinturón de seguridad, conforme a lo prevenido
en el artículo 79 N° 10 de la Ley N° 18.290, lo que llevará a
acceder a la petición de reducir la indemnización por la
exposición imprudente al daño prevista en el artículo 2330 del
Código Civil. Por último, en cuanto a la responsabilidad
solidaria de CNN Chile Canal de Televisión Ltda., concluyeron
que la prueba rendida no permitió tener por acreditada la
existencia de un vínculo civil o laboral de subcontratación
en los términos del artículo 183 A y siguientes del Código
del Trabajo, entre CNC Inversiones S.A. y CNN Chile como
tampoco que esta última encargó o mandató la realización de
la noticia sublite.
Por lo anterior, decidieron acoger parcialmente la
demanda de indemnización de perjuicios por responsabilidad
extracontractual deducida en autos, condenando solidariamente
a las demandadas Mendizábal Monárdez y Compañía Limitada, y
CNC Inversiones S.A., a pagar a los actores don Marcelo Durán
Valenzuela y Antonia Paz Durán Sepúlveda, las sumas de
$20.000.000 y $30.000.000, respectivamente, por concepto de
daño moral, más intereses; rechazándose el aludido libelo
respecto de la demandada solidaria sociedad CNN Chile Canal de
Televisión Limitada.
Duodécimo: Que en el primer capítulo del recurso, se
invocan vulneradas las normas de los artículos 19 a 24, 44,
1437, 1511, 1698, 1713, 2314, 2315, 2316, 2317, 2320, 2322,
2329, 2330 y 2332 del Código Civil, artículos 160, 341, 394
inciso primero, 399, 400 y 402 inciso primero del Código de
Procedimiento Civil, y artículos 94, 174 inciso segundo, 175
incisos primero a tercero y 198 N° 22 de la Ley N° 18.290,
puesto que se sostiene que el fallo impugnado no otorgó
consideración procesal alguna a la confesional decretada
fojas “320” –respecto de la pregunta 23 del pliego de fojas
272- como tampoco contiene referencia alguna a su respecto y
tampoco le confirió valor de plena prueba.
En el segundo capítulo del recurso se denuncia la
contravención de los artículos 402 inciso segundo y 428 del
Código de Procedimiento Civil, puesto que se asevera que ante
la existencia de pruebas contradictorias, esto es, la
confesional ficta decretada a fojas “320”, por un lado, y la
contestación de Antofagasta TV, las declaraciones de los
testigos Juan Navarrete Salgado, Rodrigo Inzunza Ginart y José
Andrés Pons Márquez, y el juicio laboral deducido por doña
Gloría Echiburu, por otro lado, los sentenciadores debieron
preferir la confesional ficta y tener por confesa a CNN Chile
Canal de Televisión Ltda. de haber encargado la realización de
la noticia y, por consiguiente, como responsable solidaria de
los daños y perjuicios reclamados, en tanto no adoptó medida
de seguridad alguna para la protección del equipo periodístico
a cargo de la misma.
El tercer capítulo se sustenta en la infracción de los
artículos 2330 del Código Civil y 160 del Código de
Procedimiento Civil, porque se sostiene que tratándose de
víctimas por repercusión no procede aplicar la norma del
artículo 2330, toda vez que se aplica sólo respecto del daño
pretendido por la propia víctima.
Décimo tercero: Que, en lo que atañe al primer y segundo
capítulo del recurso, cabe tener presente que los errores de
derecho denunciados se sustentan en que los sentenciadores no
habrían considerado prueba producida en autos –confesional
ficta- ni su valor probatorio, y que se habría desestimado la
demanda dirigida contra la sociedad CNN Chile Canal de
Televisión Ltda., no obstante estar acreditado que esta
sociedad encargó la realización de la nota periodística en San
Pedro de Atacama.
Al respecto, cabe precisar, como ha sostenido esta Corte
con anterioridad, que cuando un determinado medio probatorio
produce, de acuerdo a la ley, prueba completa de un hecho,
ello no impide que ese hecho sea desvirtuado por otro medio
que produzca también plena prueba y que el tribunal crea más
conforme con la verdad. Esta pauta, sin embargo, no tiene
aplicación cuando la misma ley resuelve la eventual
contradicción entre dos o más evidencias, como ocurre con la
confesión de hechos personales o los hechos que se presumen
de derecho, que no admiten prueba en contrario.
Décimo cuarto: Que, como se dijo, la impugnación de la
parte demandante radica en señalar, que la prueba confesional
ficta producida en autos respecto del representante de la
sociedad CNN Chile Televisión Ltda., no habría sido tasada en
conformidad a la ley.
En relación a la alegación formulada, corresponde
precisar que, si bien es efectivo que se tuvo por confeso al
representante de la demandada CNN Chile Canal de Televisión
Ltda. respecto de la posición 23 del pliego de fojas 272,
dicha absolución debe analizarse al tenor no sólo de las
posiciones planteadas sino también en relación a la acción de
fondo deducida, consistente en una indemnización de
perjuicios por responsabilidad extracontractual. Al efecto,
se debe recordar que el fallo de segundo grado, para
desestimar la acción opuesta razona que no se encuentra
acreditado en autos la existencia de un vínculo civil o
laboral de subcontratación en los términos del artículo 183-A
y siguientes del Código del Trabajo entre CNC Inversiones
S.A. y CNN Chile Canal de Televisión Limitada, como tampoco
que esta última encargó o mandató la realización de la
noticia.
Del mismo modo, cabe mencionar que el actor centra su
impugnación relativa a la no valoración en conformidad a la
ley de la prueba confesional en el hecho que de no haberse
cometido tal yerro jurídico, se habría tenido por probado que
el cometido periodístico en el que falleció doña Macarena
Sepúlveda Barra fue solicitado por CNN Chile Canal de
Televisión Ltda., encargo en el cual no adoptó medida de
seguridad o resguardo alguno para la protección y cuidado
del equipo periodístico, de lo que deriva la
responsabilidad solidaria de esta demandada.
Décimo quinto: Que, de acuerdo al artículo 399 del
Código de Procedimiento Civil: “Los tribunales apreciarán la
fuerza probatoria de la confesión en conformidad a lo que
establece el artículo 1713 del Código Civil y demás
disposiciones legales”. Luego, el artículo 1713 del Código
Civil dispone: “La confesión que alguno hiciere en juicio por
sí, o por medio de apoderado especial, o de su representante
legal, y relativa a un hecho personal de la misma parte,
producirá plena fe contra ella, aunque no haya un principio
de prueba por escrito, salvo los casos comprendidos en el
artículo 1701, inciso 1°, y los demás que las leyes
exceptúan. No podrá el confesante revocarla, a no probarse
que ha sido el resultado de un error de hecho”. Por su parte,
el artículo 400 del Código de Procedimiento Civil previene:
“La confesión tácita o presunta que establece el artículo
394, producirá los mismos efectos que la confesión expresa”.
Por ello corresponde analizar si efectivamente se ha
cometido infracción de tales preceptos y, en su caso, la
incidencia que ello tiene en la decisión del asunto.
Décimo sexto: Que, en lo concernido al hecho de haber
actuado CNC Inversiones S.A. en calidad de contratista de CNN
Chile Canal de Televisión Ltda., no hay antecedente alguno de
ello.
La confesional ficta del representante de la demandada
CNN Chile Canal de Televisión Ltda. (posición 23), resulta
insuficiente para tener por acreditados los presupuestos de
la responsabilidad solidaria que se atribuye a CNN Chile
Canal de Televisión Ltda.
Así, de acuerdo al pliego agregado a fojas 272, en la
posición 23, cuya respuesta fue considerada evasiva en la
resolución de fojas 310, se consignó: “como es efectivo que
el material periodístico de la posición 21 fue requerido por
su representada”. De su lectura se desprende que no es
suficiente para considerar la existencia de un régimen de
subcontratación en los términos de los artículos 183-A y
siguientes del Código del Trabajo, como tampoco que la
absolvente haya encargado o mandatado la realización de la
noticia en San Pedro de Atacama, en términos tales que
conlleve su responsabilidad solidaria en los hechos ocurridos
el día 13 de enero de 2009.
Décimo séptimo: Que atendido lo razonado, se desechará
la alegación de la parte recurrente sobre el supuesto
quebrantamiento de las leyes reguladoras de la prueba,
quedando asentados los hechos que, como consecuencia de la
valoración de las probanzas aportadas al proceso, fijaron los
jueces de la instancia, haciendo uso de las atribuciones que
en este ámbito les competen exclusiva y soberanamente.
Del mismo modo, resultando, entonces, inamovibles los
hechos establecidos por los jueces del grado por no haberse
incurrido en vulneración de las leyes reguladoras de la
prueba, carece de sustento la denuncia de contravención a las
normas sustantivas enumeradas en el primer y segundo capítulo
del recurso de nulidad planteado.
Décimo octavo: Que, en cuanto al tercer capítulo del
arbitrio, cabe tener presente que el error de derecho
denunciado se sustenta en que los sentenciadores aplicaron
erróneamente el artículo 2330 del Código Civil al caso de
autos, por tratarse de víctimas por repercusión.
En ese sentido, cabe señalar que de acuerdo a los hechos
establecidos por los jueces del fondo, al hecho basal del
accidente ocasionado por las omisiones e inobservancias en
que incurrió la demandada CNC Inversiones S.A. se adicionó la
culpa de la víctima como factor eficaz en la generación del
resultado de muerte. Por consiguiente, no siendo imputable en
su integridad el daño causado a la conducta de la demandada,
por haber interferido en la cadena causal que condujo a ese
resultado un comportamiento falto de prudencia por parte de
la víctima, resulta ajustado a la equidad que el monto de la
indemnización a que está obligada se reduzca por dicha
circunstancia, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 2330
antes citado.
Décimo noveno: Que en ese contexto, como ha señalado
esta Corte con anterioridad, si bien en el caso de autos
quienes demandan son el conviviente y la hija de la víctima y
lo hacen por el daño personal sufrido como consecuencia de
tal deceso, se debe tener presente que no se advierte la
razón por la que la reducción de la apreciación del daño no
se haga extensiva a los actores, como ocurre cuando, de
sobrevivir, es la propia víctima quien demanda, o, si
fallece, lo hacen sus herederos en dicha calidad. Lo
anterior, porque el fundamento de la disminución en análisis
radica en una cuestión de equidad, al existir una
compensación de culpas entre la que corresponde a la
demandada de una manera determinante y la que le cupo a la
víctima en el resultado nocivo, de forma más atenuada, de
manera que no resulta justo para la demandada que la
reducción establecida por la ley sólo proceda en el caso que
quien demande sea la propia víctima, si sobrevive, o sus
herederos, y no cuando la demanda la interponen los parientes
de la víctima por el daño propio que tal resultado les
provocó, desde que, en todas las situaciones descritas, la
conducta de la víctima también contribuyó al resultado
dañoso.
En estas condiciones, corresponde considerar en el caso
de autos la reducción de la indemnización que se contempla en
el citado artículo 2330 del código sustantivo.
En ese sentido, el autor Enrique Barros Bourie señala
que la distinción que se hace para determinar la procedencia
o no de la reducción a que se refiere el artículo 2330 del
Código Civil, en cuanto a si los demandantes actúan como
herederos de la víctima, o en cambio lo hacen por el daño
personal sufrido o daño por repercusión, “parece por completo
artificiosa, porque aun si la acción por daño de rebote es
ejercida a título personal, la responsabilidad de quien ha
participado en el accidente debe ser medida en relación con
la conducta de la víctima. Lo contrario sería injusto
respecto del demandado, porque, como se ha visto, el
instituto de la culpa atiende a la relación entre la conducta
del tercero que ha actuado con culpa y la conducta de la
víctima. Por eso, es absurdo que el demandado no disponga
contra las víctimas de rebote de una excepción que dispondría
contra la víctima directa que sobreviva al accidente” (Barros
Bourie Enrique, Tratado de Responsabilidad Extracontractual,
primera edición reimpresa en el mes de enero de 2007, pp. 438
y ss.).
Vigésimo: Que de esta manera, habiéndose establecido por
los jueces del fondo que la demandada CNC Inversiones S.A. no
adoptó las medidas de seguridad necesarias para proteger la
vida y salud de sus trabajadores y alumna en práctica, a lo
que se sumó la conducta de la propia víctima de no usar el
cinturón de seguridad, correspondía aplicar la reducción a
que se refiere el artículo 2330 del Código Civil.
Vigésimo primero: Que lo expuesto precedentemente
conduce a concluir que los jueces de la instancia se
encuentran en lo correcto al razonar como lo hicieron, sin
que se constate en tal determinación vulneración alguna a la
norma contenida en el artículo 2330 del Código Civil, citada
por la parte recurrente y reseñada en los motivos noveno y
duodécimo de esta resolución, precepto que ha sido
debidamente aplicado e interpretado en este caso.
Vigésimo segundo: Que en lo que toca a la supuesta
conculcación del artículo 160 del Código de Procedimiento
Civil, esta Corte ha sostenido en forma invariable que esa
disposición consagra la regla fundamental del derecho
procesal, en cuya virtud los tribunales deben sujetarse al
fallar a lo alegado y probado. En consecuencia, el precepto
tiene el carácter de ordenatoria litis, esto es, contiene una
regla general de procedimiento que no está destinada a la
decisión del pleito. Por lo tanto, por tener el carácter
antes citado, el quebrantamiento del mencionado artículo 160
no constituye base suficiente para deducir un recurso de
casación en el fondo.
Vigésimo tercero: Que no habiéndose cometido los errores
de derecho denunciados, el presente recurso de casación en el
fondo no puede prosperar y deberá ser desestimado.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto
en los artículos 764, 765, 767, 768, 772 y 783 del Código de
Procedimiento Civil, se rechazan, sin costas, los recursos de
casación en la forma y en el fondo deducidos por la parte
demandante a fojas 919, contra la sentencia de treinta de
julio del año dos mil catorce, que se lee a fojas 910 y
siguientes.
El ministro Sr. Cerda previene, en lo relativo a la
hipotética infracción del artículo 2330 del Código Civil, que
esa disposición no es controlable en sede de casación
substantiva, por contemplar una atribución que el juez puede
o no activar, conforme a una apreciación o estimación que
sólo podría ser invalidada por falta de toda fundamentación o
por manifiesta insensatez en su justificación, que no es el
caso.
Acordada, en cuanto al recurso de casación en el fondo,
con el voto en contra del ministro señor Blanco y del abogado
integrante señor Lagos, quienes fueron de opinión de
acogerlo, invalidar la sentencia impugnada y dictar fallo de
reemplazo que desestime la alegación de las demandadas de
reducir el monto de la indemnización por aplicación del
artículo 2330 del Código Civil, en virtud de los siguientes
fundamentos:
1°) Que, prima facie, resulta conveniente para el
desarrollo argumentativo del voto disidente, determinar los
elementos constitutivos del daño reflejo, y la genuina
esencia de algunos conceptos básicos que se utilizarán en su
basamento intelectivo. En ese contexto, es menester
considerar que el perjuicio experimentado por una víctima de
un hecho ilícito, puede afectar a personas distintas del
sujeto inmediatamente perjudicado; es lo que se denomina daño
reflejo, por repercusión o rebote. Éste se presenta
principalmente en la hipótesis de lesiones corporales o
muerte de la víctima inicial, supuestos en que, además del
daño sufrido por ésta directamente en su persona y
patrimonio, pueden resultar afectados su cónyuge, hijos y aún
otras personas que de ella dependen o se relacionan.
2°) Que el daño reflejo puede ser material o moral, pero
se desenvuelve en un escenario distinto, según que la víctima
directa sobreviva o no. En el segundo supuesto -que es el de
autos-, independiente que el derecho a la indemnización por
los daños sufridos por las víctimas hasta el momento de su
muerte se trasmite a sus herederos, los daños provocados a
los familiares de la víctima o a terceros por su muerte
pueden ser reclamados fundándose en un derecho propio.
3°) Que en consecuencia, se concluye que el daño por
rebote o repercusión es el sufrido por víctimas mediatas de
un hecho que causó la muerte o lesiones a otra persona. Los
ofendidos de esta clase, son damnificados indirectos, pues no
reciben el daño directamente en su persona o bienes, sino por
haber experimentado perjuicios y/o sufrimiento, como
consecuencia de un daño provocado a un individuo con el cual
tienen un estrecho vínculo afectivo.
4°) Que una segunda aproximación al tema jurídico que se
aborda en este apartado, dice relación con la correcta
interpretación judicial al precepto legal contenido en el
artículo 2330 del Código Civil que señala “la apreciación del
daño está sujeta a reducción, si el que lo ha sufrido se
expuso a él imprudentemente” y su correlato con la denuncia a
los errores de derecho que se exponen en el presente arbitrio
de nulidad sustantiva.
5°) Que de conformidad con las reglas de la
hermenéutica, la interpretación literal del precepto legal
contenido en el artículo 2330 del referido estatuto, permite
a estos Jueces divergentes establecer el verdadero sentido y
alcance de la norma en comento, por la vía del uso y tenor de
las palabras contenidas en ésta, por el significado de los
términos, frases y oraciones en las cuales se apoya para
expresar y comunicar el pensamiento. Este método parte del
supuesto que la voluntad e intención del legislador está
plasmada en la ley y como ésta se ha escrito, para
desentrañar su verdadero propósito debe buscarse en las
palabras que utiliza como primera tarea de paráfrasis.
6°) Que tal actividad puede en principio ser considerada
sencilla, pero no es tal, ya que para la correcta elucidación
de los períodos oracionales contenidos en la citada norma,
existen diversas pautas cuyo objetivo propuesto es descifrar
tal cuestión, pero no se ha delimitado entre éstas su
prevalencia, por lo que desentrañar el genuino y exacto
sentido de cada vocablo utilizado en el precepto no resulta
ser un asunto baladí; por el contrario, muchas veces termina
siendo un tema de mucha relevancia.
7°) Que en rigor, debe tenerse en cuenta que la labor
interpretativa se lleva a cabo por la vía del análisis de las
reglas semánticas que deben ser relacionadas necesariamente
con el contexto global en que están insertas, puesto que un
criterio de articulación integral parece ser más conveniente
para extraer el contenido sustantivo de las disposiciones en
examen.
8°) Que siguiendo ese hilo conductor, resulta imperativo
en este apartado consignar que mediante un pleno ejercicio de
sindéresis judicial, para los disidentes no resulta aplicable
al caso bajo análisis lo dispuesto en el artículo 2330 del
Código Civil, desde que dicha disposición señala
textualmente: “La apreciación del daño está sujeta a
reducción, si el que lo ha sufrido se expuso a él
imprudentemente.” Por consiguiente, la rebaja pecuniaria del
menoscabo, deterioro o detrimento sólo es procedente cuando
quien se expuso a él es la misma persona que lo sufrió,
interpretación que resulta de su claro tenor literal, sin que
entonces pueda desentenderse el sentenciador de él, a
pretexto de consultar su espíritu, como de manera palmaria lo
establece el artículo 19 del Código Civil.
9°) Que en principio, la apreciación facultativa de
reducción del daño por exposición imprudente al mismo, queda
entregada a los magistrados del fondo, y por regla general
escapa al control del Tribunal de casación, salvo que
excepcionalmente en su establecimiento se haya incurrido en
una flagrante arbitrariedad, o en una ponderación ilógica,
efectuada sin razón suficiente, ni fundada, lo que
evidentemente constituye un ejercicio de legalidad antojadizo
e irrazonable que no puede considerarse afincado en Derecho,
pues ello lesiona la legítima prerrogativa de una tutela
judicial efectiva.
10°) Que en el caso sub iúdice no se está en dicho
escenario, sino en uno distinto y previo a dicho
establecimiento, puesto que lo que se les reprocha a los
jueces del grado es el haber aplicado en la especie dicha
figura -la reducción del daño- a una situación no prevista
por el texto de la ley, y en contra de la misma,
circunstancia que se advierte en el proceso, ya que los
judicantes, en este asunto específico, no obstante ser claro
el sentido de la ley empleada -artículo 2330 del Código
Civil-, desatendieron su tenor literal a pretexto de
consultar su espíritu, y con ello quebrantaron el
ordenamiento jurídico, por error de derecho en su aplicación
al caso concreto, lo que posibilita que la sentencia pueda
ser impugnada por el recurso de casación que se intenta por
los interesados.
11°) Que debe tenerse presente, que en la hipótesis de
muerte de la víctima inicial, quienes accionan por derecho
propio, pueden ser indemnizadas en su carácter de
perjudicados, y no como herederos de la persona fallecida, es
decir, el perjuicio padecido por los intervinientes de esta
especie, es independiente del que sufrió la victima
originaria.
12°) Que en este proceso quienes demandan lo hacen a
nombre propio, por el daño que les causó la muerte de su
pariente (pareja y madre, respectivamente) como consecuencia
del hecho ilícito de que son responsables las demandadas.
Estos actores civiles son personas ajenas al hecho que
originó el fallecimiento de la víctima inicial, puesto que
ninguna intervención tuvieron en el accidente que le costó la
vida, por lo que no es posible estimar que respecto de ellos
existiera alguna exposición imprudente al daño.
13°) Que en ese sentido se manifiesta don Arturo
Alessandri Rodríguez en su obra “De la Responsabilidad
Extracontractual en el Derecho Civil Chileno”, al señalar:
“Para determinar si este artículo -2330 del Código Civil- es
o no aplicable a los herederos y cesionarios de la víctima
directa y a quienes sufren un daño moral o material a
consecuencia del irrogado a aquélla, es menester distinguir.
Si actúan como tales herederos o cesionarios, la
afirmativa es evidente: éstos representan la persona de la
víctima y no pueden tener más derechos que ella.
Pero si actúan en su propio nombre, en razón del daño
personal que sufren al verse privados de los recursos que la
víctima directa les daba o a consecuencia del dolor que les
produce la muerte de ésta o la lesión inferida a ella o por
los gastos en que han incurrido con motivo del accidente, ese
precepto es inaplicable: el que sufre el daño de cuya
indemnización se trata no se expuso a él imprudentemente.
El artículo 2330 sólo sería aplicable:
1°. Si tales personas han incurrido en culpa personal,
como si un padre demanda indemnización por la muerte o
atropellamiento de un hijo de corta edad causada por un
vehículo, mientras jugaba en medio de la calle. Al permitir
que su hijo se hallara en ese sitio, hubo una imprudencia de
su parte que autoriza la reducción de la indemnización.
2° Si los que actúan en razón de su propio interés han
aceptado la herencia de la víctima directa, porque entonces,
como obligados al pago de las deudas hereditarias, deben
soportar la reducción que el agente del hecho ilícito tiene
derecho a exigir de la víctima en virtud del artículo 2330.
La obligación de los herederos de soportar parte del
daño se compensa en cierto modo, hasta concurrencia de esa
parte, con la del autor del daño de repararlo íntegramente.
Resulta así que en definitiva este último sólo es obligado a
indemnizarlo en parte.”
14°) Que de lo argüido precedentemente se infiere que la
acción por daño moral por repercusión no es la misma que
aquélla que tiene la víctima directa, toda vez que su
basamento no es el sufrimiento experimentado por dicha
víctima, sino el dolor o menoscabo que el tercero experimentó
con ocasión de su fallecimiento, determinado por el vínculo
afectivo o de dependencia que los ligaba.
En el daño reflejo, los terceros soportan una pena o
aflicción derivado del daño del afectado, de manera que en
último término están reclamando perjuicios propios.
En consecuencia, si los terceros accionan a título
personal, demandando la indemnización del daño por
repercusión que les ha causado la muerte de la víctima
directa, como en el caso de autos, no procede la reducción de
la indemnización por la exposición imprudente de esta última
al daño, salvo que ellos mismos se hayan expuesto al daño.
15°) Que en opinión de los disidentes, la sentencia
impugnada conculca el artículo 2330 del Código Civil, en la
modalidad y forma en que el arbitrio lo denuncia, por cuanto
el tribunal de base redujo la indemnización del daño propio
de los actores fundada en la exposición imprudente al daño
por parte de la víctima directa, de lo que cabe colegir que
los jueces del fondo infringieron lo previsto en la aludida
norma, al declarar que procedía aplicar la reducción a que se
refiere ese precepto legal, no obstante que los demandantes
han actuado por sí mismos reclamando el daño propio, de
manera que han incurrido en un error de derecho que invalida
el fallo censurado, lo que debió ser dispuesto.
Redacción a cargo del ministro señor Ricardo Blanco
Herrera y la prevención redactada por su autor.
Regístrese y devuélvase con sus documentos y agregados.
Nº 25.380-2014.
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada
por los Ministros señor Ricardo Blanco H., señora Andrea
Muñoz S., señor Carlos Cerda F., y los Abogados Integrantes
señor Jorge Lagos G., y señor Rodrigo Correa G. No firma el
Abogado Integrante señor Correa, no obstante haber concurrido
a la vista y al acuerdo de la causa, por estar ausente.
Santiago, diez de diciembre de dos mil quince.

Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema.


En Santiago, a diez de diciembre de dos mil quince, notifiqué
en Secretaria por el Estado Diario la resolución precedente.

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