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FRANCISCO MUSCARÁ
2015
Mendoza - Argentina
2
Si callo, esperarán;
si hablo, prestarán atención;
si prolongo mi discurso, pondrán la mano
en la boca.
INTRODUCCIÓN
La Pedagogía
La Pedagogía es una ciencia práctica que formula leyes para orientar una
como ciencia
acción: la educación. Ese “quehacer” pedagógico debe ser regulado por el bien
moral en el orden natural y en el orden sobrenatural. El aporte original de este La educación a
la luz de la
estudio consiste en iluminar teológicamente (desde la razón elevada por la fe) los Fe.
1- Que la Pedagogía es la “ciencia del arte de educar” y su material se encuentra Niveles del
conocimiento
en los fenómenos educativos, en los hechos que suceden cotidianamente en pedagógico
las escuelas, a partir de cuya observación se formulan leyes y conclusiones.
2- La Teología de la Educación es una reflexión a partir del modelo ejemplar
realizado por la humanidad de Nuestro Señor Jesucristo. Es Cristo quien revela
plenamente al hombre cómo debe ser el hombre. Su punto de partida es la fe
(don de Dios por el cual creemos en su palabra).
3- La Filosofía de la Educación es la sabiduría que intenta explicar qué es ese
“algo” que llamamos educación, su estructura esencial, y qué modificaciones
produce en el sujeto que la realiza. Todo ello con las solas fuerzas de la razón
pero en el nivel de abstracción más alto.
Dada la natural dependencia del hombre respecto de Dios, será necesario Necesidad de
Dios
que todo hombre conozca el contenido de la Revelación para el desarrollo integral
de su personalidad. Y puesto que el fin último de la vida humana, en el cual el
hombre alcanza su perfección, no es otra cosa que la bienaventuranza o felicidad
y que esa bienaventuranza consiste en la contemplación amorosa de Dios en la
vida eterna, será conveniente estudiar qué enseñan lo teólogos sobre esas
verdades. Con razón se afirma “Todo maestro sabio deberá ser, a la vez, un
teólogo” (García Vieyra).
6
Virtud
En diálogo fecundo Cuyo fin es
Educando y recorren el PROCESO alcanzar la PERFECCIÓN (en el orden
Educador EDUCATIVO
natural)
Capítulo I
EL SUJETO DE LA EDUCACIÓN:
LA PERSONA HUMANA
Contenido
En este capítulo encontrará los siguientes temas:
Si por materia entendemos aquello "de lo que" algo se hace, la educación Materia de la
educación
no tiene causa material puesto que no se hace de nada. Pero también se dice
materia "aquello en lo cual" algo se hace. En ese sentido es materia todo sujeto
receptor de alguna forma; por eso el sujeto que sustenta a un accidente es causa
material del accidente.
La educación es un accidente perfectivo que inhiere en la naturaleza
Misión del
humana. No es misión del hombre "conquistar" su esencia, pero sí lo es "realizar" hombre:
realizar su
esa esencia en la justa medida y proporción de las potencialidades que con ella le esencia
actualizada. Es por esto que toda concepción pedagógica depende de una previa
concepción antropológica. La Iglesia enseña que:
Toda
"El sujeto de la educación cristiana es el hombre todo entero, espíritu unido al
concepción
cuerpo en unidad de naturaleza, con todas sus facultades naturales y pedagógica
sobrenaturales, cual nos lo hacen conocer la recta razón y la revelación; por lo depende de
tanto, el hombre, caído de su estado originario, pero redimido por Cristo y una
concepción
reintegrado en la condición sobrenatural de hijo adoptivo de Dios, aunque no en antropológica
los privilegios preternaturales de la inmortalidad del cuerpo y de la integridad o
equilibrio de sus inclinaciones. Quedan, pues, en la naturaleza humana los efectos antropológica
Adán sino Jesucristo; no es el que salió de la tierra sino el que bajó del cielo; es
Jesucristo prefigurado en Adán, el Adán celestial esbozado por el terrenal.
1
Conviene agregar lo que el Episcopado Argentino entiende por “imagen cristiana del hombre”: “La imagen
del hombre a partir de la cual la educación cristiana despliega su quehacer es una imagen infinitamente más
dilatada y profunda… Es la imagen de un hombre inmerso en la corriente vital de lo divino con toda una
historia en la cual aparece elevado más allá de su naturaleza: hijo de Dios, caído, redimido y justificado,
sellado por el Espíritu Santo que en él habita como un templo, partícipe del Cuerpo Místico de Cristo y como
tal, ungido sacerdote, profeta y rey” (Educación y Proyecto de vida, 14)
10
Según el relato sacerdotal de la creación del hombre, dijo Dios: "Hagamos Creación del
hombre:
al hombre a nuestra imagen, como semejanza nuestra... Sed fecundos... Someted “imagen de
la tierra y dominad sobre todos los animales" (Gén. 1, 26 ss.) El hombre fue Dios”
creado a imagen de Dios, según una relación análoga a la que tiene un hijo con su
padre, aunque con la diferencia que la imagen no puede subsistir
independientemente de aquel a quien debe expresar. El hombre desempeña su
papel de imagen en dos actividades mayores: la paternidad divina, que debe
multiplicarse sobre la tierra, y el señorío divino, que debe someter la tierra a su
dominio.
11
Dios sitúa al hombre en una creación bella y buena para que la cultive y la
guarde: "Yahvé hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y
buenos para comer" (Gén. 2, 9) Adán expresa su soberanía sobre los animales al
ponerles nombre: "No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda
adecuada. Y Yahvé formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves
del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser
viviente tuviese el nombre que le diera el hombre" (Gén. 2, 18-19). De ese modo
se significa que la naturaleza no debe ser divinizada sino dominada, sometida y
perfeccionada.
Antes del pecado, el hombre no tiene miedo de Dios, está en paz con Él, se
pasea familiarmente en su huerto y mantiene un diálogo transparente con su
compañera, con los animales y con toda la creación. Sin embargo, Adán desfiguró
su naturaleza y por su culpa no podemos aspirar al ideal que la creación fijó para
el hombre. Las nuevas condiciones en las que se desenvuelve el hombre concreto
son las de la imagen mutilada que presenta el pecador.
Lo que primero descubre Adán después del pecado es su desnudez:
Consecuencias
"Entonces se les abrieron los ojos y se dieron cuenta de que estaban desnudos" del Pecado
original
(Gén. 3, 7) La aparición de la concupiscencia fue la primera manifestación del
desorden que el pecado había introducido en la armonía de la creación.
12
Hombre se opone al diablo y vencerá sobre él. Dios da al hombre un medio para
volver al camino del árbol de la vida: su ley, fuente de sabiduría para quien la pone
en práctica.
Sin embargo, esta ley es capaz de mostrar donde está la salvación pero es
capaz de proporcionarla, y ahonda la división interior del hombre: "Soy un ser de
carne vendido al poder del pecado. Lo que hago, no lo comprendo; pues no hago
lo que quiero y hago lo que aborrezco" (Rom. 7, 14-15) Entonces, ¿vamos
irremediablemente a la muerte? No, si nos convertimos a Aquel de quien viene la
gracia: "La ley del Espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del
pecado y de la muerte" (Rom.8, 2) El nuevo diálogo del hombre con Dios será el
de un pecador con su Salvador. (ídem, 13)
vida: "Por tanto, el que está en Cristo es una nueva creación, pasó lo viejo, todo es
nuevo" (II Cor. 5, 17) Por esto el Concilio Vaticano II dice: "En realidad, el misterio
del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnado. Porque Adán, el
primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor.
Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y su amor,
13
conexión ontológica, con la cual está ligada a su causa trascendente, en su Atributos del
cuerpo
dependencia y relaciones con Dios. Y esta relación directa con Dios no es una
noción puramente metafísica, sino que es una realidad que se refleja en la misma
conciencia del hombre. En su esencia, el hombre es un ser personal cuya
2
“En Jesucristo, el mundo visible, creado por Dios para el hombre –el mundo que, entrado el pecado está
sujeto a la vanidad- adquiere nuevamente el vínculo original con la misma fuente divina de la Sabiduría y del
Amor. Así como en el hombre Adán este vínculo quedó roto, así en el hombre Cristo ha quedado unido de
nuevo” (Juan Pablo II, Redemptor Hominis, 8)
3
Sobre el origen del alma humana leemos en el Denzinger que ha sido creada de modo inmediato por Dios a
partir de la nada (nn. 190, 360); que no ha sido generada por los padres de modo material (n. 360 y ss); que no
proviene de ningún principio sensitivo (n. 3220) y que no es sustancia divina o parte de Dios (nn. 190, 201).
El Catecismo enseña que: “cada alma espiritual es directamente creada por Dios –no es producida por los
padres- y es inmortal; no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte y se unirá de nuevo al cuerpo en la
resurrección final” (n. 366)
14
Por otra parte, el cuerpo del hombre tiene la grandeza y dignidad de servir
de medio de acción, expresión y comunicación del alma.
El cuerpo es medio de acción del alma porque ésta no actúa sino mediante
el cuerpo. Evidentemente, el hombre no puede trabajar sin la ayuda del cuerpo. El
trabajo es la actividad propia de una inteligencia manipulante y de una mano
pensante, de un ser que es razón y manos y que "piensa" con sus manos. Esto es
muy claro para nosotros cuando tratamos de acciones y actividades externas, pero
no es menos verdadero cuando nos referimos a las actividades más espirituales
del hombre.
El cuerpo es también para el alma un medio de expresión. Gracias al
cuerpo el hombre puede pronunciar palabras, comunicarse con los demás y
transmitir sus pensamientos. El cuerpo del hombre traduce las emociones y los
movimientos afectivos más intensos, traicionando muchas veces el silencio o las
palabras pronunciadas. Otras veces corrobora, ratifica y da vida a la expresión
4
En la Constitución Gaudium et Spes se resume la doctrina de la Iglesia sobre el cuerpo humano: “El hombre,
por su misma condición corporal, es una síntesis del universo material, el cual alcanza por medio del hombre
su más alta cima y alza la voz para la libre alabanza del Creador. No debe, por tanto, despreciar la vida
corporal, sino que, por el contrario debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como creatura de Dios
que ha de resucitar en el último día. Herido por el pecado, experimenta, sin embargo, la rebelión del cuerpo.
La propia dignidad humana pide, pues, que glorifique a Dios en su cuerpo y no permita que lo esclavicen las
inclinaciones depravadas de su corazón” (n. 14)
15
verbal con sus actitudes y gestos. Por último, el cuerpo puede llegar a ser una
imagen transparente del alma: el hombre que se abandona a sus bajos instintos
lleva muchas veces la marca de los mismos en su carne; en cambio, la persona
que se esfuerza por vencerse llega a espiritualizar su carne y a tornarla
transparente.
Cosas
Dios
Pero el cuerpo humano no tendría vida sin el alma. El cuerpo tiene vida
gracias a "otra cosa" que lo "anima" y vivifica. El alma humana es una sustancia
espiritual, constitutivo principal de la naturaleza humana, que da actualidad y
existencia a la persona.5
5
¿Cómo es posible que el alma humana (sustancia intelectual) puede unirse a un cuerpo como a su forma y
constituir con él una sola sustancia? Santo Tomás enseña que todo el universo es una jerarquía de formas
superiores e inferiores en el que las inferiores son elevadas sobre su propio nivel por la perfección de las
16
Por ser sustancia, el alma humana es un ser real que existe en sí y no Atributos del
alma: sustancia
necesita de otro ser principal como sujeto para existir. Por ser espiritual es espiritual
inmaterial y, por tanto, es distinta del cuerpo. Por ser subsistente, puede poseer
una existencia independiente de toda otra sustancia. Porque es espiritual, el alma
trasciende al cuerpo; pero por ser forma del cuerpo le es inmanente y está
ordenada a coexistir con él formando una sola naturaleza y experimentando sus
condiciones.
superiores. Así, el cuerpo, que ocupa el grado m ás alto entre las sustancias materiales, puede ser informado
por el alma humana, que ocupa el grado más bajo entre las sustancias intelectuales. De esa manera el alma se
constituye en una especie de “horizonte” entre las sustancias corpóreas y las incorpóreas ya que, siendo
sustancia incorpórea es, al mismo tiempo, forma del cuerpo (Contra Gentiles,
17
aquí y ahora del espacio y del tiempo para introducirse en el mundo invisible y
participar de la naturaleza de los ángeles. Es tierra, pero también es espíritu; si por
su cuerpo está pegado al polvo del que nació, por su espíritu vuelve a Dios que le
dio el Ser.6
En el ministerio de Cristo, Dios baja hasta el abismo del ser humano para
restaurar desde dentro su dignidad. La fe en Cristo nos ofrece los criterios
fundamentales para obtener una visión integral del hombre que, a su vez, ilumina
y completa la imagen concebida por la filosofía y los aportes de las demás
ciencias humanas, respecto al ser del hombre y a su realización histórica.
- Visión determinista
Considera a la persona como "prisionera de las formas mágicas de ver el
mundo y de actuar sobre él". El hombre no es dueño de sí mismo sino víctima de
fuerzas ocultas, por tanto, no le cabe otra actitud sino colaborar con esas fuerzas
o anonadarse ante ellas. No son pocos los que ignoran la autonomía propia de la
naturaleza y de la historia creyendo que todo lo que acontece es determinado e
impuesto por Dios.
En este modo de ver las cosas se apoya la idea de que los hombres no son
fundamentalmente iguales, y de allí que muchos queden marginados, ignorados y
explotados frente a una minoría de privilegiados, porque “así lo dispuso el
destino”.
6
“Lo que caracteriza a la persona es ser una unidad biopsíquica-espiritual, una presencia consciente y
creadora en el mundo, confiada a su libertad y a su responsabilidad, en medio de otras personas con las que no
sólo debe convivir sino autoconstruirse mediante la interacción con ellas y responder así al llamado de una
misión trascendente” (Educación y proyecto de vida, n. 30)
18
- Visión psicologista
Se nos presenta a la persona como víctima del instinto fundamental erótico
(freudismo) o, también, como un simple mecanismo de respuesta a estímulos;
carente de libertad (conductismo)
La sexualidad:
Si el sexo pasa a ser la totalidad de la existencia (pansexualismo), se totalidad del
hombre.
destruye a sí mismo. El sexo es una de las experiencias humanas capaces de
despertar deseos ilimitados que la realidad no es capaz de cumplir. Hoy en día los
hombres creen saber muchas cosas sobre el sexo, pero no por eso se han vuelto
más sabios, sino todo lo contrario, sus experiencias sexuales, muchas veces, son
más desordenadas y conducen a la muerte.
Por otra parte, para ser plenamente libre, cada individuo debe vencer el
miedo y la sumisión a todas las resistencias y presiones externas e internas que le
impiden asumir la responsabilidad de sus actos. Cada uno de los hombres debe
vivir en la presencia de Dios, como sintiéndose responsable de una misión
recibida y refiriéndose al juicio de ese Dios; en este sentido, el hombre es imagen
de Dios y no puede vivir sin reflejar el ser de Dios en sus actos.
- Visión economicista
Para el consumismo, la persona está como "lanzada" en el engranaje de la
máquina de la producción industrial; sólo es un instrumento de producción y un El hombre
como objeto.
objeto de consumo. Todo se fabrica y se vende en nombre de los valores del
tener, del poder y del placer, como si fueran sinónimos de la felicidad humana.
Al servicio de la sociedad de consumo, el liberalismo económico, de praxis
materialista, nos presenta una visión individualista del hombre. Según ella, la
dignidad de la persona consiste en la eficacia económica y en la libertad individual.
- Visión cientista
En nombre de la ciencia todo se justifica, incluso lo que pueda constituir una
El hombre:
afrenta a la dignidad humana. Las comunidades se someten a las decisiones de esclavo de la
tecnocracia.
un nuevo poder: la tecnocracia. Una especie de ingeniería social puede controlar
los espacios de libertad de individuos e instituciones. En la actualidad la cultura de
la tecnología cibernética (entendida como pilotaje deliberado de las informaciones
que recibe un grupo) trata de imponer un modelo humano ideal, sometiendo la
creatividad de las personas al rigor de las estructuras.
Por otra parte, la manipulación embrional abre la puerta a todo tipo de
intervenciones. Actualmente se perfila la posibilidad de una manipulación del
hombre que puede llegar a condicionar el tipo de hombre del futuro. El
descubrimiento del código genético de los diversos vivientes puede conducirnos
hasta la producción de una creatura subhumana o suprahumana.
a
Como totalidad material (MARXISMO ATEO)
"Profesamos que todo hombre y toda mujer, por más insignificantes que parezcan,
tienen en sí una nobleza inviolable que ellos mismos y los demás deben respetar y
hacer respetar sin condiciones; que toda vida humana merece por sí misma, en
cualquier circunstancia, su dignificación...". (Episcopado Latinoamericano,
Documento de Puebla, n. 317)
Invariable
La persona humana se mantiene invariable en lo más íntimo de su ser a
Invariable
pesar de todos los vaivenes y de todas las vicisitudes de la vida. El hombre
cambia en su aspecto físico, varía en su manera de pensar, abandona ideales y
abraza otros nuevos. Pero por largos que sean sus años de vida, por notable que
sea la mutación de su aspecto físico, por profundos que sean sus cambios
ideológicos, el hombre tiene plena conciencia de ser él mismo, el mismo yo, la
misma persona. Está seguro de que en lo más íntimo de su ser hay una misteriosa
unidad que subyace inalterable a todos estos cambios y que garantiza la victoria
de su propia identidad frente a la multiplicidad y sucesión de todo cuanto
acontece.
decir con pleno sentido "yo soy", "yo permanezco", "yo pienso", "yo quiero", "yo
amo", "yo soy inmortal".7
Pero esa conciencia de sí, simultáneamente con la conciencia que tiene de Unión
sustancial de
ser, no es una suerte de conciencia angélica sino que conlleva la evidencia cuerpo y alma
Cada uno de nosotros constituye una sustancia indivisa e indivisible, un Indivisa e indivisible
todo, una totalidad separada de los demás; una unidad con interioridad, con
intimidad, con partes heterogéneas, sí, pero estructuradas a tal punto que ninguna
tiene sentido sino en y por el todo: los ojos, el hígado, la lengua, el cuerpo y el
espíritu son partes mías que sólo tienen sentido en la totalidad de mi ser, uno y
único, distinto, diferente de los demás. 8
Sin embargo, también sé que mi persona trasciende mis límites físicos. Mi Trascendente
ser incluye relaciones reales con mi esposa, con cada uno de mis hijos, con cada
uno de mis amigos o enemigos, con mis colegas, con mis compatriotas; con
instituciones diversas como el colegio o la universidad y las distintas asociaciones
vecinales, deportivas, recreativas, políticas; con Dios, con la Iglesia… Estas
relaciones se dan porque soy miembro de sociedades en las que mi vida se halla
7
Tarea fundamental de todo educador será promover la conciencia, que es una dimensión principal de la
persona. Gracias a ella el hombre se rescata del mundo de los objetos y se descubre y actúa como sujeto,
fuente responsable de sus acciones. La conciencia es el órgano del sentido de la vida, del por qué y el para qué
del mundo y de la marcha de la historia, el por qué y el para qué del trabajo, del dolor, de la culpa, del amor…
(Educación y proyecto de vida, n. 32)
8
San Pablo hace una analogía entre la unidad del cuerpo y la unidad de la Iglesia: “Pues, del mismo modo
que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su
pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo… En efecto, el cuerpo no se compone de un
solo miembro sino de muchos… Si todo el cuerpo fuera ojo ¿dónde quedaría el oído? Y si fuera todo oído
¿dónde el olfato?... Ahora bien, muchos son los miembros pero uno el cuerpo” (I Cor. 12,12)
22
insertada, tejida con la vida de los otros. Desde este punto de vista soy parte, no
soy todo, pero no parte física sino parte moral de todos sociales.
Aquella condición de "todo" y esta condición de "parte" de varias
sociedades, son reales y simultáneas: como totalidad estoy presente en cada
relación que surge de mi condición de parte; y cada una de estas relaciones
integran mi ser de todo. Como parte me uno a otras personas para buscar el bien
común de las diversas sociedades que puedo integrar: familiar, escolar, política,
religiosa. Como todo (como persona) tengo una intimidad donde la sociedad no
tiene nada que ver y tengo una trascendencia más allá de la comunidad política,
porque por mi racionalidad y dinamismo necesito de la contemplación y del amor
del Ser, de Dios.9
9
“El amor de Dios y del prójimo es el primero y el mayor de los mandamientos. La Sagrada Escritura enseña
que el amor de Dios no puede separarse del amor del prójimo… Más aún, el Señor, cuando ruega al Padre
“que todos sean uno, como nosotros también somos uno”, abriendo perspectivas cerradas a la razón humana,
sugiere una cierta semejanza entre la unión de las Personas Divinas y la unión de los hijos de Dios en la
verdad y en la caridad. Esta semejanza demuestra que el hombre, única creatura terrestre que Dios ha amado
por sí misma, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás”
(Gaudium et Spes, 24)
23
la vida de aquellos que, habiendo vuelto de la muerte, viven una vida nueva con
Cristo resucitado.10
La gracia de Cristo es el don de la vida: "Fuimos, pues, con Él sepultados
por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de
entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos
una vida nueva" (Rom. 6, 4) "Su muerte fue un morir al pecado, de una vez para
siempre; mas su vida es un vivir para Dios en Cristo Jesús" (Rom. 8, 10-11). 11
depende de la
CONCEPCÓN EDUCATIVA CONCEPCÓN ANTROPOLÓGICA
10
Plan de la creación y papel del hombre… “la idea real y universal del hombre tiene su expresión más
sencilla y, a la vez, más enfática de que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios y que, por
consiguiente, su ser se logra y se perfecciona en la vida del espíritu… No puede haber verdadera comprensión
histórica sin fe, porque no puede darse ninguna inteligibilidad del hombre desatendiendo la clave de su
existencia. De ahí que todo tipo auténtico ha de insertarse en el plan profético de Dios, en la cosmovisión
salvífica, pues buscar la salvación perdida, hallarla, recibirla y realizarla sigue siendo el mayor deseo a veces
escondido pero siempre palpitante de toda la humanidad…”
11
“Sólo la aceptación y el seguimiento de Jesucristo nos abren a las certidumbres más confortantes y a las
exigencias más apremiantes de la dignidad humana, ya que ésta radica en la gratuita vocación a la vida que el
Padre Celestial va haciendo oir de modo nuevo, a través de los combates y las esperanzas de la historia”
(Documento de Puebla, 319)
12
Visiones del hombre en las diversas épocas históricas (ver gráfico al final del capítulo)
24
- Reduccionismo Intelectualista:
Hace consistir el desarrollo de la personalidad en el acopio de
informaciones. Un representante destacado de esta corriente fue Herbert Spencer
(Derby 1.820-Brighton 1.903). Para el positivismo, el desarrollo del hábito científico
debe tener consecuencias no sólo en el progreso material y en las condiciones de
vida que rodean al hombre, no sólo en el dominio de la técnica y en la producción
de mayor acumulación de riquezas, sino también en el orden moral:
“¿Cuál es el saber más útil?. A esta pregunta no se puede dar más que una
La ciencia
contestación: la ciencia. Tal es el veredicto pronunciado sobre todas las
positiva es el
cuestiones. Por lo que atañe a la conservación personal, al entretenimiento de la saber más útil
vida y de la salud, los conocimientos que más nos interesan poseer son los
conocimientos científicos. Si se trata de proveer indirectamente a esta misma
conservación personal, para ganarse la vida, los conocimientos que más nos
interesan poseer son, igualmente, los conocimientos científicos. En el
cumplimiento de las funciones de la paternidad, el solo guía de que nos podemos
fiar es la ciencia. Para la inteligencia de la vida nacional pasada y presente,
inteligencia sin la cual el ciudadano no puede dirigir su conducta, la llave
indispensable es la ciencia. Lo mismo es para el que mire las producciones
literarias y los goces del arte bajo todas sus formas; allí también, la necesaria
preparación es la ciencia. Lo mismo para la disciplina intelectual, moral y religiosa;
el estudio más eficaz es la ciencia”. (Cit. por De Hovre, grandes maestros de la
pedagogía contemporánea, pp. 420-22)
los principios educativos y se los reemplazó por una concepción cientificista, como
único elemento doctrinario y formativo. 13
Junto con esos principios debía enseñarse la moral cívica para afianzar
ideas claras sobre el significado de la Nación, la Patria, el Estado, la ley...
explicadas con el auxilio de dos disciplinas fundamentales: la Historia y la
Sociología. Difundiendo los contenidos de la moral cívica e imponiendo a la razón
sentimientos e ideales, se lograría el progreso moral, social, económico y político
de la Nación.
- Reduccionismo libertario:
Otra forma de naturalismo pedagógico es la que tiene a Rousseau como
El naturalismo
principal exponente. Según “El Emilio”, la educación del niño debe resultar del como raíz
13
El positivismo pedagógico influyó profundamente en la mentalidad de muchos maestros argentinos. La
pedagogía del interés y el rigor característico de las ciencias experimentales dieron a la educación normalista
una fisonomía particular. El experimentalismo que habían introducido los norteamericanos, unido con el
sentido republicano y democrático que quería Sarmiento para la educación y las orientaciones pestalozzianas
de la pedagogía de Torres, formó en el magisterio nacional la conciencia de que la acción docente era un
medio poderoso para lograr la civilización del país en el marco del laicismo.
26
obra que contribuía a adormecer las conciencias y a justificar las vidas de las
personas para quienes la moral era algo fastidioso e inoportuno.
- Reduccionismo sociologista:
Para el sociólogo positivista es la sociedad la que hace de un individuo un La sociedad
hace al
ser verdaderamente humano. La educación tiene por fin hacer participar al hombre
- Reduccionismo pragmatista:
Esta corriente filosófica, fundada en EE.UU. por Charles Peirce (1839-
1914), subordina todo conocimiento a la utilidad. Esta utilidad práctica no viene
dada únicamente por la satisfacción de las necesidades materiales sino también
por el servicio al despliegue integral del hombre y de la sociedad.
28
- Psicologismo conductista:
A mediados del siglo XX surgió en EE.UU. una forma de conductismo que
llevó al extremo el tecnicismo y el pragmatismo. Uno de sus principales El hombre:
sistema
exponentes fue Burrus Frederic Skinner quien en su “ciencia de la conducta” puramente
material.
afirma que cada hombre es un sistema vivo puramente material cuyo
comportamiento es obra principal del ambiente. La unidad de la persona depende
de la del ambiente y si éste se desorganiza el sujeto se desestructura: “La persona
no es un agente generador, es un punto en el cual confluyen muchas condiciones
genéticas y ambientales en un efecto común”.
- Conclusión
Los reduccionismos analizados traspasan a la sociedad la responsabilidad
de la vida y la acción educativa de las personas. Son concepciones del hombre y
de la educación que dejan de lado la espiritualidad y limitan las acciones humanas
al campo de lo ideológico y del automatismo.
Similar al criterio que se utiliza para evaluar una máquina, lo que interesa Criterio
pragmatista:
en una educación pragmatista es el éxito y la eficacia sin importar mucho la productividad
Menosprecio
Este tipo de educación favorece una cultura que se apoya más en los de las
verdades
elementos informativos que en los formativos. Es una cultura que menosprecia las teológicas y
filosóficas
verdades filosóficas y teológicas. Se ofrece un cúmulo inabarcable de
informaciones y se genera mayor avidez ante las cosas pero no se dispone a las
14
Una explicación más extensa de la teoría de Skinner puede encontrarse en Vázquez, Stella Maris (1980);
Teorías contemporáneas del aprendizaje, pp. 85-115
31
personas para analizar críticamente esa multitud de conocimientos. Frente a esa Necesidad de
la reflexión y
cultura superficial, la educación deberá desarrollar hábitos interiores que capaciten de la
para saber reflexionar y elegir porque de lo contrario se aumentará la curiosidad y formación.
Consecuencias
- Incapacidad de concebir y de aceptar la idea de naturaleza humana haciendo
de las visiones
del hombre un objeto más entre todos los que constituyen el mundo material. inadecuadas del
hombre y su
- Desconocimiento de la realidad espiritual del hombre que es fuente de su educación
15
“La educación va muchísimo más allá de la función informativa, más allá de la transmisión cultural y
científica. Trasciende los planteos académicos y piensa en el hombre todo y en todos los hombres como
persona y como comunidad. La diversidad de los saberes instrumentales ha de contribuir al bien total de la
persona y no ser incorporados de tal modo que le causen deterioro” (Educación y proyecto de vida, 29)
33
O
POTENCIAS Y ESPECIES DE O
R
D FACULTADES EDUCACIÓN R
E D
N E
D Dimensión trascendente Educación
N
E Religiosa
C
D
O Política
N Voluntad Educación E
D Moral Familiar J
I
C Inteligencia Educación E
Individual
I Intelectual R
O A
N Sensibilidad Educación Técnica R
A Estética Q
M Artística
U
I Í
E Cuerpo Educación
A
Física
N
TOS
Las tres dimensiones se sitúan en una misma línea que arranca del
principio, cruza la vida entera del hombre y se consuma en su fin. Formalmente, la
educación consiste en el segundo estadio, pero no deben desconocerse las raíces
que la ligan al principio y las ramas que la proyectan al fin.
38
Capítulo II
Contenido
prácticamente la más difundida, destaca la unidad radical del hombre, pero sin
simplificar la pluralidad de las dimensiones humanas. Cuerpo y alma (principios El hombre:
unidad de
metafísicos en el seno de la unidad originaria del hombre) no son dos realidades, cuerpo y alma
dos seres del hombre, o dos partes del hombre; el hombre es siempre uno y
entero, todo alma y todo cuerpo. No se desprecia el cuerpo, que ni es cárcel, ni
obstáculo, ni puro instrumento, sino más bien la condición de la existencia del
alma. Siendo un modo originario y global de la existencia humana en el mundo, el
cuerpo funda la dimensión social e histórica del hombre, amén de ser causa de
individuación y limitación.
Por su parte, más que en un sentido filosófico - metafísico, la Biblia orienta El hombre
a los ojos
el conocimiento del hombre ligado a la historia de la salvación. Al crear al hombre, de Dios
sellar una alianza. La realización plena del hombre se efectúa en una historia
concebida en espiral, que contiene el pecado como un decaimiento personal-
colectivo y tiende a una intervención "escatológica" de Dios. El hombre entero ha
sido creado bueno, está exento de pecado; luego de caer, es salvado y tiende a la
plenitud escatológica.
la corporeidad y las rectas orientaciones del espíritu. Lograr ese vivir integrado
presupone la aceptación de sí mismo... Aceptar la propia encarnación implica
aceptar los condicionamientos orgánicos, el grado de salud y vigor, los problemas
de enfermedad, la edad, el propio sexo, la raza, el esquema corporal, el
temperamento e incluso las propias virtualidades como responsabilidad operativa"
(Educación y proyecto de vida, 43)
"Si bien se mira, el cuerpo que somos es una maravilla de organización en orden
a un fin que le supera en cuanto cuerpo. Mientras el cuerpo animal se ordena a un
fin singular (la defensa o el abrigo), el cuerpo del hombre se ordena a la
inteligencia que es capaz de hacerse todas las cosas y también de fabricar
infinidad de instrumentos. Por eso, en lugar de los órganos especializados de las
bestias (garras, cuernos, uñas) el cuerpo humano posee las manos, capaces de
cumplir infinidad de funciones. Las manos son signo de la racionalidad del hombre
a la cual se ordena su cuerpo como a su fin próximo" (La metafísica cristiana en el
pensamiento occidental, p. 98)
Todos los órganos del cuerpo reflejan la presencia del alma racional. Así
Todo refleja el
como las manos hacen posible que el hombre pueda fabricar los más diversos alma racional
Más importante que todo ello, la naturaleza ha dado al hombre los labios,
dientes, lengua y laringe que le permiten hablar. Parece que los animales poseen
un sistema de comunicaciones que les permite expresar sus emociones, pero el
lenguaje articulado es un medio de transmisión mucho más perfecto. Es lo más
próximo a la inteligencia porque se relaciona directamente con las ideas. Sin el
don de la palabra sería muy difícil conocer la vida, las costumbres y la cultura de la
historia de la humanidad.
43
que revelan las potencias y hábitos de su alma. En el libro abierto que es el rostro
humano podemos descubrir toda la sutileza de su mundo afectivo e intelectual a
través del llanto, la sonrisa, la risa, la iluminación y el velamiento. A través de los
rasgos de la cara podemos percibir las virtudes y vicios de una persona, darnos
cuenta de sus sentimientos, de su estado de ánimo, de su estado de salud... El
cuerpo del hombre muchas veces transparenta las realidades que brotan del alma.
(Pithod)
original. Medios adecuados para perfeccionar los órganos del cuerpo son la
educación física y la medicina. En realidad la educación física es el presupuesto
de la medicina en cuanto el arte presupone el principio operativo que es intrínseco
a la naturaleza; la educación física sirve para consolidar los miembros y conservar
el vigor natural en el cuerpo humano, indispensable para mantenerlo activo. Los
fármacos, en cambio, son suministrados por la medicina para la cura del cuerpo
16
“El hombre emerge dentro de la naturaleza con la dignidad de persona porque el principio vital que lo
anima es el espíritu, irreductible a la materia. Mientras el animal comienza y concluye con lo orgánico, el ser
humano lo rebalsa de tal modo que lo orgánico pareciera, en cierto modo, una infraestructura preparada en
vistas a la tarea del espíritu en su condición humana” (Educación y proyecto de vida, 43)
44
La educación física persigue dos objetivos inmediatos: la salud del cuerpo, Educación
física
que se adquiere por la regularización de la respiración, de la circulación de la
OBJETIVOS
sangre, de la digestión...; el aparato muscular se vivifica y se mantiene más -salud del cuerpo
17
“El sufrimiento, el dolor, la enfermedad, el deterioro, la invalidez… son también realidades de la vida que
han de ser asumidas, integradas y valoradas con hondo sentido trascendente” (ídem, 46). Para ampliar este
tema recomendamos la lectura de la carta apostólica Salvifici doloris de Juan Pablo II
18
El cuerpo no es toda la persona, ya que ésta consigue formarse y actuar porque otra parte del ser le da la
posibilidad de hacerlo mediante sus poderes de guía, de control, de cordura y de moderación. En
consecuencia, el cultivo del cuerpo nunca debe llegar hasta el punto de dañar a la parte que dirige al hombre.
El "culturismo" sin alma se reduce a pura mecánica muscular sin ideas, sin perspectivas personales de
horizontes amplios: se reduce a una forma de desafío de la fuerza bruta, desprovista de todo proyecto de
perfección humana.
Sobre el mismo asunto es bueno recordar las enseñanzas de S.S. Juan XXIII: "Aunque la familia y quienes
atienden a formar y educar bien a los jóvenes deben procurar que, en los juegos gimnásticos, no se mire
únicamente al cuerpo como supremo bien del hombre y que la afición a los ejercicios físicos no impida, como
a veces sucede, el debido cumplimiento de las obligaciones, sin embargo es cierto que los honestos ejercicios
corporales y las nobles luchas y competiciones han de mirarse siempre como cosa honrosa y digna de alta
recomendación. Puesto que, gracias a los ejercicios gimnásticos, se cultivan realmente varias dotes y
cualidades de gran valor, como la salud y el vigor, la agilidad de los miembros, la gracia y hermosura en lo
que toca al cuerpo, y en lo que se refiere al alma: la constancia, la fortaleza y el hábito de abnegación"
(Discurso a los atletas de las Olimpíadas).
45
Además vemos que los atletas, especialmente cuando se preparan a una disciplina
Por otra parte, el perfeccionamiento del cuerpo es un valor ordenado a las ¿para qué la
perfección del
operaciones propias del hombre y, finalmente, a su felicidad última. Mediante la cuerpo?
19
"El énfasis en el culto de la interioridad puede fácilmente llevar a pedagogías y filosofías deshumanizadas,
evadidas a menudo de la realidad hasta perderse en los extremos de un idealismo, un angelismo o una
formación intelectualista alejada de los compromisos terrenos. La verdad del hombre es también su
corporeidad" (Educación y proyecto de vida, n. 43).
20
El deportista sabe muy bien que sus eventuales intemperancias en la vida repercuten negativamente en la
cantidad y calidad de sus prestaciones. Los casos de deportistas corrompidos, desleales o intolerantes, las más
de las veces no son sino el producto de su fracaso en el rendimiento atlético; la historia del deporte confirma
este juicio.
21
"El deporte y la gimnasia tienen como fin próximo educar, desarrollar y fortalecer el cuerpo desde el
aspecto estático y dinámico; como fin más remoto, la utilización, por parte del alma, del cuerpo así preparado
para el desarrollo de la vida interior o exterior de la persona; como fin aún más profundo, contribuir a su
perfección (de la persona); finalmente, como fin supremo del hombre en general y común a toda clase de
actividad humana, acercar al hombre a Dios" (Pío XII a los participantes en el Congreso Nacional del
Deporte y de la Educación Física, 8 de noviembre de 1952).
46
relativa porque posee condiciones que le son necesarias para alcanzar la felicidad
perfecta y sobrenatural a la cual debe tender constantemente:
"¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, más uno solo recibe el
premio? ¡Corred de manera que lo consigáis! Los atletas se privan de todo; y eso
¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible. Así pues,
yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el
vacío, sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado
a los demás, resulte yo mismo descalificado" (I Cor. 9, 24-27).
por esto respecto del alma que lo mueve es como un esclavo, el cual es usado
pero no obra". (Sto. Tomás de Aquino I-II, 74, 2 ad 3)
Tanto los hombres como los animales estamos dotados de apetitos Tipos
sensitivos que tienen por objeto los bienes de los sentidos. Debemos
objeto distinguir el de apetitos
es Impulso para
APETITO conservar y conseguir
Se divide en lo necesario para vivir
CONCUSPICIBLE
Se divide en
Esperanza
Desesperación
Audacia
Temor
Ira
El acto del apetito sensitivo se llama pasión. Modernamente usamos este Pasión
difieren por su intensidad y duración. Mientras las emociones vibran con mucha
fuerza, los sentimientos tienen una intensidad menor. En cambio, éstos son más
duraderos con relación a aquellos.
En el apetito concupiscible
En el apetito irascible
Estas pasiones se componen de dos factores que revelan las partes de que
constan: un elemento psíquico o afectivo que procede del alma, y un elemento
somático o fisiológico que se deriva del cuerpo; ambos se unen para producir el
todo de la experiencia emocional. De la misma manera se unen el alma y el
cuerpo para formar el todo de la naturaleza humana.
Para una mejor comprensión del lugar que ocupan en nuestra alma los
apetitos resulta de gran utilidad la denominada “Cruz de Platón”.
E
S SUPERIOR
P
Cognición Apetición
E
(Inteligenci Apetición
(Voluntad)
C aaa aa) A
C
U C
I
L Ó
N
A
Cognición Apetición
C
(conocimiento
I (Apetito irascible
sensible: sentidos
externos y sentidos
internos) Apetito concuspicible)
Ó
N
INFERIOR
50
22
. Saber la teoría de la virtud es diferente de la práctica de la virtud; esta práctica se llama askésis
(entrenamiento)... De allí la necesidad del ascetismo: la ascesis es un buen juicio, un sentimiento, una pasión
alta que vence a un instinto, una pasión baja. Privarse del valor placer, sabiendo que es un valor, para
alcanzar un valor mayor... “Que el niño tenga placeres buenos, es decir, que encuentre placer en las cosas
nobles, eso es casi toda la educación”, dice Aristóteles.
51
("padecer con") hondamente, para que aprenda a vibrar ante las ideas, la belleza y
los hechos grandes y nobles.
El maestro deberá inducir a sus alumnos para que experimenten la emoción La tarea del
maestro
ante aquellas cosas que lo requieran, pero deberá cuidar que sus alumnos no
sean tan emotivos que se alteren por cualquier pequeñez. El maestro deberá
enseñar a sus alumnos a ser "dueños de sí mismos" y a dominar sus emociones
para que éstas no le dificulten el cumplimiento de sus obligaciones y la realización
del bien.23 “La verdadera enseñanza no es hablarte sino conducirte; Saint-Exupèry
valora el orden y la disciplina, no tanto en sí mismos, sino como medio para fundar
a los hombres, vivificarlos, ayudarlos a crecer” (Montejano, 1999, Aproximación al
Principito)
Si las pasiones son muy vehementes y exageradas, producen daño Daño de las
pasiones
psíquico, físico y moral; ofuscan y pueden llegar a quitar la razón; paralizan la desordenadas
23
"Llegar a ser dueño de sí es, innegablemente, una conquista. Un análisis de aquella comparación de San
Pablo (cfr. I Co. 9, 24-27) nos mostrará que la abstención, la aceptación de la prueba, la lucha y el dolor no
son de carácter negativo, inhibitorio, restrictivo. Contienen una invitación al crecimiento, capacitación para
los fines anhelados. Por eso hablamos de "gobernarse", evitando términos que pudieran insinuar represión o
mutilación sin sugerir su sentido (contenerse, refrenarse, dominarse). Gobierno es el ordenamiento y
canalización finalista de las fuerzas actuantes. El gobierno de sí las reconoce todas y busca encauzarlas de
modo personalizante en función de motivaciones válidas" (Educación y proyecto de vida).
52
mediante
aportar un juicio claro para decidir la justeza de la causa por la cual será preciso,
quizás, hasta exponer la propia vida, y los medios más oportunos para servirla.
Esto hace que el fuerte, en actos tan diversos como el resistir o el atacar,
conserve una profunda unidad, hecha de dominio de sí mismo, de lucidez y de
actualización razonable de las pasiones de agresividad.25
Todo esto no debe hacernos olvidar que si existen virtudes distintas, sin Unidad de la vida
moral
embargo, no existe más que un solo hombre virtuoso que tiende a unificar su vida
organizándola toda entera según las grandes orientaciones que designan las
virtudes cardinales.
"El hombre, unitario en su dualidad de cuerpo y alma es, por su condición corporal,
Cuerpo y pecado
una síntesis del universo material, de tal modo que los elementos encuentran en él original
su plenitud y pueden alabar libremente a su Creador; de allí que no esté permitido
al hombre despreciar su propia vida corporal, sino que está obligado a considerar
a su cuerpo como bueno y digno de honor, ya que ha sido creado por Dios y ha de
resucitar el último día. Sin embargo, por la herida producida por el pecado, tiene
que someterse a las rebeliones del propio cuerpo. Reclama, por consiguiente, la
dignidad del hombre que dé gloria a Dios en su propio cuerpo, y que no le
consienta vivir esclavo de las depravadas inclinaciones del corazón" (Concilio
Vaticano II, Gaudium et Spes, 14)
S.S. Pío XII nos enseña cómo debe ser el cuerpo de aquel que transporta
en su interior al Espíritu del Verbo cuando dice:
"... no olvidéis jamás que lleváis a Dios en vosotros mismos por la gracia que viste La modestia:
vuestra alma; y que esta divina presencia hace no sólo de nuestra alma sino signo de respeto
por el cuerpo
también de nuestro cuerpo un templo santo: «¿No sabéis que vuestros cuerpos
son miembros de Cristo?... ¿No sabéis que vuestros miembros son el templo del
Espíritu Santo, que está en vosotros, que os ha sido dado por Dios y que ya no os
pertenecéis a vosotros mismos?» (I Co. 6, 15-19).
25
La palabra "fortaleza" nos trae enseguida la idea de algo que da empuje a la vida moral, y abre los
horizontes de la grandeza de ánimo y de la generosidad altruista. En sentido amplio, la fortaleza es sinónimo
de firmeza, es decir, de la tenacidad en el cumplimiento del bien. En sentido estricto, la fortaleza consiste en
no dejarse zarandear por graves peligros o males ajenos al cumplimiento del deber o al ejercicio de las
virtudes, incluso cuando exista peligro contra la vida (Diccionario enciclopédico de teología moral).
54
Es sobre todo deber de los educadores cristianos proponer, hoy más que Deber de los
educadores
nunca, los valores y motivos naturales y sobrenaturales que afectan al poder cristianos
26
Sobre el tema de la educación sexual se puede confrontar en Educación y proyecto de vida, ns. 47-50. San
Pablo condena la fornicación al responder a los libertinos que juzgaban que la misma era una necesidad
legítima para el cuerpo, al igual que comer y beber (I Co. 6, 12-19).
27
"El sentido de la vida y el sentido de la muerte son correlativos y, aunque parezca paradójico, nuestro
sentido de la muerte define más fuertemente nuestro sentido de la vida. La permanente posibilidad de la
muerte confiere a cada instante de la vida una especie de valor supremo en cuanto puede ser el último, y en
consecuencia, nuestra opción por el bien que debemos elegir, no admite dilación. Y así la muerte nos abre a
las más hondas perspectivas de la vida como oportunidad urgente para los valores. Toda educación tiene
como base una filosofía de vida y por ende, una hermenéutica de la muerte" (Educación y proyecto de vida, n.
46).
56
junto al Señor" (II Co. 5, 8), en espera de la resurrección de nuestro cuerpo, por la
que formaremos finalmente y para siempre el único Cuerpo de Cristo.
Capítulo III
Cuanto está oculto y cuanto se ve, todo lo conocí, porque la que todo
hizo, la Sabiduría, me lo enseñó... La sabiduría es un hálito del poder
de Dios, una emanación pura de la gloria del Omnipotente, por lo que
nada manchado llega a alcanzarla. Es un reflejo de la luz eterna, un
espejo sin mancha de la actividad de Dios, una imagen de su bondad.
Sab. 7, 21.25-26
Contenido
el ser inmaterial a partir de las cosas materiales y también aprehende las esencias
de los entes puramente espirituales: ¿acaso algún vegetal o animal puede querer,
a la par de cosas que responden a sus necesidades biológicas, otras que no son
objetos de tendencias biológicas sino que responden a una teleología de otro
orden, como son la justicia, la verdad, la belleza, la paz, la patria, Dios...?
28
Los teólogos han atribuido siempre al hombre un rango particularmente elevado entre las criaturas de Dios.
Un ser racional llamado por la gracia a participar en la beatitud de la vida divina, el hombre de la fe cristiana
puso a la filosofía frente a un problema casi insoluble. Por una parte, un teólogo ha de concebir al hombre
como dotado de un alma personal, inmortal, así como asegurar su futura beatitud. Por otra parte, la creencia
cristiana en la resurrección hace necesario para el mismo teólogo atribuir a la naturaleza humana como
conjunto, y no sólo al alma humana, una sustancial unidad.
Fue Santo Tomas el que pudo ofrecer una solución sobre la base de su propia concepción del acto de ser. La
clave está en esa clase de seres que él llamó “sustancias espirituales”. En la doctrina de Tomás de Aquino los
ángeles son sustancias separadas; esto es, son espíritus puros completamente libres de cuerpo. Las almas
humanas no son sustancias separadas, porque son formas de cuerpos; no obstante son sustancias espirituales.
A veces las llama “sustancias intelectuales” puesto que la intelectualidad es la principal nota de su
espiritualidad (Gilson, Etienne, Elementos de filosofía cristiana, pp. 261-263).
59
sonido, el del oído; los olores y sabores, los del olfato y los del gusto; la presión y
el dolor, el calor y el frío, la dureza y la suavidad, lo ligero y lo pesado, el objeto
propio del tacto... Pero ahora, al llegar al pensamiento, se nos abre un mundo
completamente nuevo, un universo de ideas y deseos, un panorama inmaterial
creador, una región libre de la materialidad de los sentidos. Podríamos decir que
uno de los fines de la vida humana es desarrollar sus facultades intelectuales,
llegar al “máximum” de conciencia, abrir los ojos del entendimiento para escribir
sobre la tabla rasa de su alma todo el orden del universo.
Por naturaleza el hombre desea conocer todas las cosas y siente placer en
todos los procesos del pensamiento porque gracias al entendimiento puede ir más
allá de los datos de los sentidos y aprehender las esencias de las cosas. Los
Proceso de
sentidos pueden registrar las cualidades fenoménicas de sus objetos materiales conocimiento
que la cosa es; una idea es el “signo formal”, aquello en lo cual y por lo cual
conozco una cosa. Una idea no es algo innato a nuestro entendimiento (como
pretendía Platón y los intelectualistas) ni tampoco es el fruto del conocimiento que
nos proporcionan los sentidos. Sin embargo, en tanto el hombre es unión
sustancial de cuerpo y espíritu, la inteligencia tiene una dependencia objetiva de
las facultades sensitivas. Sentidos y entendimiento deben actuar simultáneamente
en la producción de las ideas, los sentidos deben proporcionar a la inteligencia las
imágenes de las cosas particulares y la inteligencia debe abstraer de esas
imágenes una idea universal.
ponerse en contacto con el ser a través de los sentidos y, por ende, aprehende Por el
conocimiento el
primero el ser de las cosas materiales, sin embargo, su objeto formal es el ser en hombre es
cuanto ser, que comprende todo el ámbito de la realidad posible y actual, sin superior a todos
los seres.
excluir el ser infinito de Dios. Por la inteligencia, el hombre se eleva del
conocimiento sensible al intelectual y de lo singular a lo universal. Y por ella es
superior a todos los demás seres de este mundo:
Es propio y Aprehende la
específico de los imagen de las
Sensible
sentidos (vista, oído, cosas particulares
gusto, olfato y tacto)
Aprehende la esencia
de la realidad, la
El acto del entendimiento se llama VERDAD
intelección y su fin es la adquisición de la
verdad: “Solo la verdad es el objeto propio
de la inteligencia y sólo ella debe llenar el
entendimiento”
61
idea que tuvo el que la hizo. Las cosas creadas son verdaderas en tanto
responden al contenido intencional del acto del Creador.
Entendemos por “formación intelectual” aquella que tiene por objeto la Entendi-
miento:
adquisición de las virtudes propias de la facultad intelectiva. Aunque es el hombre Sujeto
entero quien se forma, el sujeto inmediato de la formación intelectual es el inmediato de
formación
64
visiva, luz interior, que tiene el ojo y de la cual brota activamente la visión. No
obstante, el hábito de los principios que tiene su germen o incoación en la Los
primeros
naturaleza, debe lograr su perfección y acabamiento por propia actividad. principios
Este hábito intelectual dará certeza última a nuestro conocimiento porque
los primeros principios son evidentes “per se” su notabilidad no está condicionada
a nada ni a nadie. Además, abarcan un vasto campo de conocimiento: es una
iluminación que comprende los principios de contradicción, identidad, tercero
excluido... Se extiende a los productos de la simple aprehensión y a los juicios
matemáticos (que se hacen inmediatamente patentes una vez conocidos los
términos). Si añadimos la sindéresis (primer principio del obrar práctico por el cual
el hombre se relaciona con el orden moral), podemos hablar de una verdadera
“razón naturalmente recta” que nunca yerra y brilla en el alma de todo hombre
inclinándolo a querer el bien.
Ambas cosas las puede hacer un hombre por sí solo o por medio de la
ayuda de otro hombre.
67
Entendimiento Ciencia
implica
Hábito de los primeros Hábito de conocer las
principios verdades con prontitud,
facilidad y deleite
Cuyas notas
1. Uni6n sustancial de cuerpo y
distintivas son alma
Persona 2. Interioridad e
incomunicabilidad
El hombre
3. Apertura a la trascendencia, a
sus semejantes
y a las cosas.
4. Singularidad y su carácter
inconfundible.
5. Voluntad libre y su capacidad
de conocer la verdad
Es por dichas
características
Sujeto de la Educación
EDUCACIÓN
requiere de
FORMACIÓN
INTELECTUAL
Aprendizaje o Enseñanza
Enseñar no es otra cosa que ayudar a otro hombre a adquirir el saber. La Enseñar
Señor de sí mismo
Sujeto del
Proceso Libre: con tendencia al bien universal
HOMBRE
educacional Imagen y semejanza de Dios.
distingu Perfectible
Estructura de sustancia y accidente
e
Principio
intrínseco
PROCESO activo: Actualización de
Alumno las capacidades
EDUCACIONAL
En el que Principio
se productor
o causa
distingue eficiente ALUMN
Principio Arte
Fomento de
O
Extrínseco de
la virtud
MAESTRO educar
Principios
extrínsecos,
ordenadores
y Conocimiento
productores
MAESTR
Desarrollo del fin
O perfectivo (inteligencia)
o
desenvolvimiento Tendencia a
de la bondad realizarlo
(voluntad)
Determinación
natural
.
70
2.- Deseo que seas tardo en el hablar y que llegues tarde al locutorio.
(Fuente electrónica: Universidad Virtual Santo Tomás de Aquino –U. V. S. T.- Fundación
Balmesiana, España, 2002)
a. Dotar al entendimiento de una gran capacidad para “ver”, es decir, hacerlo ágil
Objetivos
para “leer” en los libros, en la naturaleza y en los acontecimientos de la vida.
d. Hacerlo humilde para que comulgue con la verdad. Que no piense nunca que ya
sabe “todo” de todas las cosas. De ese modo evitará tanto la desvalorización de la
razón (“nada puede ser conocido”), como el racionalismo (“todo es fácilmente
cognoscible”).
mejor vivir del hombre: “La naturaleza intelectual del hombre se perfecciona por la
sabiduría, que atrae suavemente a la mente humana hacia la búsqueda y el amor
de la verdad y del bien. Guiado por ella, el hombre trasciende de lo visible a lo
invisible... Por un don del Espíritu Santo, el hombre es capaz de contemplar y
gustar por la fe el misterio del divino consejo”.30
30
Gaudium et Spes, n. 15. Además, “Surge de aquí la necesidad de cultivar la observación, la apertura a la
realidad, la respetuosa actitud contemplativa ante la naturaleza, el criterio para discernir, la actitud sanamente
crítica y valorativa, la capacidad de interpretar los hechos y el sentido de los signos de los tiempos. En
síntesis, voluntad de verdad y justicia como fidelidad al ser, prudencia como virtud rectora hacia los fines
propios de cada cosa: ubicarse” (Educación y proyecto de vida, n.33).
73
La función del maestro es directiva del encaminamiento del discípulo a la Función del
maestro
posesión del saber. El maestro conduce y guía al discípulo por el camino que lleva
a la verdad, facilitándole el acceso a ella y desviándole de las sendas del error.
Pero la causa principal del aprendizaje es el mismo discípulo, en tanto que tiene
una potencia activa de adquirir el saber. Todo lo que el maestro hace es ayudar al
discípulo, confortarlo, poner a su disposición los medios que necesita para que él
mismo, usándolos y no simplemente recibiéndolos, alcance la verdad que se le
31
enseña.
No obstante, la fuente del saber no está en los libros ni en los maestros; Fuente del
está en la realidad y en el pensamiento. Los libros son postes señaladores; el saber: la
realidad
camino es más antiguo, y nadie puede hacer por nosotros el viaje de la verdad. Lo
que dice un escritor no es lo que principalmente importa; lo que nos interesa es lo
que es, y nuestro espíritu se propone no repetir sino comprender, vale decir, tomar
para sí, o con otras palabras, absorber vitalmente y, en fin, pensar por sí mismo.
Una vez oída la palabra, hemos de obligar al alma a repetírsela a sí misma,
después del autor, y tal vez gracias a él, pero en definitiva independientemente de
él. Hemos de volver a crear toda la ciencia para nuestro servicio.
El que aprende tiene que ir reproduciendo lo que le va diciendo el que le Tarea del que
aprende
enseña, y este reproducir es un verdadero producir los actos de intelección
correspondientes a los que hace el maestro. Por eso éste, por medio de la
31
Sto. Tomás de Aquino dice que el maestro realiza la enseñanza de tres maneras: “ofreciendo a la
consideración del discípulo los principios que éste ya conoce...; llevando esos principios a las conclusiones y
proponiendo ejemplos sensibles con los que se forman en el alma del discípulo las imágenes necesarias para
la intelección” (cfr. Contra Gentiles, II, 75 ad 3). Es decir que la función del maestro tiene como objetivos: el
de ayudar al entendimiento del discípulo y el de confortarlo en su tarea de extraer conclusiones.
75
La función subsidiaria del maestro no debe interpretarse como algo que Función
subsidiaria del
disminuya su importancia. La enseñanza tiene el valor de una causa maestro
las relaciones entre lo que aprende y lo que ya sabe. El mismo Ausubel dice: “El
deseo de saber, la necesidad de logro y de auto superación y la involucración del
yo en un campo determinado de estudios determinado... Estas variables generales
afectan a condiciones relevantes del aprendizaje, como el estado de alerta. La
atención, el nivel de esfuerzo, la persistencia y la concentración”.
32
En realidad, la naturaleza se cura sola, y el espíritu no es esclarecido sino por su propia luz, a menos que se
diga con las palabras del Salmo: “La luz de tu paz está impresa en nosotros, oh, Señor” (Sal. 4, 7). “De este
modo, Dios es, en definitiva, nuestro único Maestro, el que nos habla en lo íntimo, y de nuestra unión con Él
nos viene toda instrucción; de hombre a hombre, el pensamiento es estrictamente incomunicable” (Santo
Tomás, De Magistro, q. XI, a. 1).
76
“Siendo claro principio que se deben aceptar muchas verdades del orden
sobrenatural que superan en mucho a la capacidad de toda inteligencia creada, la
razón humana, conocedora de su propia debilidad, no se atreva a pretender cosas
superiores a ella, ni a negar aquellas verdades, ni a medirlas por su propia
capacidad, ni a interpretarlas a su antojo; antes bien, debe recibirlas con plena y
humilde fe y tener a sumo honor el que, por beneficio de Dios, le sea permitido
servir como esclava a las doctrinas celestiales y, de algún modo, llegarlas a
conocer” (Pio XII, Aeterni Patris, 8).
La fe es una virtud teologal infundida por Dios en el entendimiento, por la La Fe: virtud
teologal
cual asentimos firmemente a las verdades divinas reveladas por la autoridad o
testimonio del mismo Dios que revela. Al revelarnos su vida íntima y los grandes
misterios de la gracia y la gloria, Dios nos hace ver las cosas tal como Él las ve,
desde un punto de vista divino.33
La fe es el fundamento de la justificación; sin ella es imposible agradar a
Dios y llegar a formar parte del número de sus hijos. Por la fe conocemos con
claridad y certeza el fin de la vida y la misión que se nos ha encomendado al ser
llamados a la existencia para poder consagrarnos íntegramente a la conquista de
ese fin último. El conocimiento claro del fin hacia el cual se marcha es la condición
primaria indispensable de toda acción enérgica y decidida.
33
“Cuando Dios revela, el hombre tiene que someterse con la fe. Por la fe el hombre se entrega entera y
libremente a Dios, le ofrece el homenaje total de su entendimiento y voluntad, asintiendo libremente a lo que
Dios revela. Para dar respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con
el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y
concede a todos el gusto de aceptar y creer en la verdad. Para que el hombre pueda comprender cada vez más
profundamente la revelación, el Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe con sus dones” (Concilio
Vaticano II, Dei Verbum, n. 5).
77
La Fe y la
“Con razón recuerda el Concilio Vaticano I los excelentes beneficios que la fe
inteligencia
presta a la inteligencia: la fe libra y defiende a la razón de los errores y la instruye
en muchos conocimientos. Por ello el hombre, si fuera cuerdo, no culparía a la fe
como enigma de la razón y de las verdades naturales, antes bien debería dar
gracias a Dios y alegrarse vehementemente de que, entre las muchas causas de
la ignorancia y en medio de las olas de los errores, le haya iluminado aquella fe
santísima, que como una estrella amiga le muestra seguro el puerto de la verdad,
sin ningún temor a errar” (Pio XII, Aeterni Patris, 8)
la fe” (Ef. 3, 17). La fuente de ese contacto con Cristo es el bautismo, porque este
sacramento nos regenera en la vida espiritual y nos hace partícipes de la Vida del
Importancia
Señor. Así, unidos a Cristo, Cabeza, desciende a todos los miembros del Cuerpo del Bautismo
para participar
Místico la sensibilidad espiritual que consiste en el conocimiento de la verdad.
en la vida de
Mediante este contacto espiritual con Cristo, el hombre bebe en Él la vida eterna. Cristo
La vida moral del hombre consistirá por tanto en caminar a la luz de Dios
que se nos da por la gracia santificante, la fe, la profecía, la ciencia teológica, los
dones del Espíritu Santo y la contemplación infusa, pero radicalmente por Cristo
que es la luz del mundo. La fe en Cristo da al hombre el acceso a un saber
superior, un saber que no es teórico sino vital: “Conocerle a Él con el poder de su
resurrección y la comunión en sus sufrimientos” (Fil. 3, 8).
Creer significa entrar en contacto vital con Cristo, plenitud y fuente de Vida, Qué es de
Síntesis
y como Cristo es la Palabra del Padre, por Él entramos en contacto con el Padre. Fe y razón
creer
– de fe y
Cristo derrama sobre nuestra alma su plenitud de luz y vida. Creer, es, pues, una ciencia
entrega a Cristo; es apropiarse la ciencia divina e iluminar con su indefectible
claridad los problemas de nuestro propio ser y el fin último de nuestra existencia.
En su mensaje a los intelectuales, los obispos latinoamericanos reunidos en
Puebla de los Ángeles, decían:
35
Además, “A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber desacuerdo entre ellas.
Puesto que el mismo Dios que revela los misterios y comunica la fe ha hecho descender en el espíritu humano
la luz de la razón, Dios no podría negarse a sí mismo, ni lo verdadero contradecir jamás a lo verdadero. Por
eso la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según
las normas morales, nunca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las
realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se
79
Aquí está para la educación el mayor desafío: recuperar al hombre. Desafío para
la educación:
Ayudarlo a encontrarse y descubrir su vocación esencial; capacitarlo para asumir recuperar al
hombre
el protagonismo de los cambios necesarios y afianzar en la vida la fidelidad a la
verdad y a la justicia, para lograr una mejor convivencia en el amor y la paz.
No obstante, el ser humano, lejos de ser un calculable problema que la
El único
ciencia y la técnica puedan resolver, es, definitivamente, un misterio que, aun en el camino
posible: Cristo
plano meramente humano, sólo puede avanzar en la vida asumiendo permanentes
compromisos de fe y esperanza en aquellas causas y personas que le ofrezcan
garantías. Por eso, llegados a este punto crucial para nuestras opciones
definitivas, no podemos sino repetir con San Pedro: «Señor, ¿a quién iremos? Tú
tienes palabras de vida eterna» (Jn. 6, 68).
esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que,
sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 159).
80
énfasis aquellas palabras de San Pablo: «Llegará el tiempo en que los hombres no
soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones,
se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán
de la verdad para escuchar cosas fantasiosas» (II Tim. 4, 3-4).
La cultura de nuestros días, tan maravillosa pero tan ambivalente, para La tarea
urgente: la
poder elevar al hombre requiere ser impregnada con los valores del Evangelio. Así Evangeliza-
ción de la
lo siente la Iglesia que, en consecuencia, se propone, entre las prioridades de su cultura
acción pastoral, la evangelización de la cultura. Y como la transmisión crítica y
valorativa de la cultura se da a través de la educación, no cabe duda de que una
de sus grandes y próximas tareas haya de consistir en evangelizar la educación.
La evangelización de la cultura encontrará en el quehacer educativo uno de sus
mejores cauces.
“Para una educación que responda a lo que es el hombre como proyecto de vida,
no queda otro camino que retornar a aquel Dios que se hizo hombre para revelarle
al hombre su verdadera identidad, su vocación y misión en la vida; retornar a
aquella Verdad viva, trascendente, a la vez histórica y contemporánea de todos los
hombres, que sintetizó su misión diciendo: «Yo he venido para que tengan vida y
la tengan en abundancia» (Jn. 10, 10)”36
Queremos cerrar este capítulo con una oración para alcanzar la fe, que
hemos extraído de las oraciones teológicas de Romano Guardini:
36
Aunque extensa, hemos creído muy importante esta cita de la conclusión del Documento
Educación y proyecto de vida.
82
Capítulo IV
FORMACIÓN DE LA VOLUNTAD.
Contenido
humano con las palpitaciones del primer amor, nunca se extinguirá hasta saciarse
en la bondad infinita.37
37
Sto. Tomás, sin añadir nada a la Escritura excepto su explicación intelectual, nos dirá que: ya que incluso
los seres sin entendimiento tienden al bien en virtud de una tendencia interna puesta en ellos por el mismo
Dios, y ya que Dios es el Bien esencial, cada cosa que tiende y apetece, tiende al último fin de la acción de
Dios que no es otro que Dios en cuanto Bien Supremo (Gilson, Etienne. Elementos de filosofía cristiana,
págs. 316/19).
Sobre el mismo asunto, Educación y proyecto de vida, 67, dice que: “Tanto la filosofía como la antropología
pedagógica procuran encontrar y transmitir una visión congruente del mundo y de la vida. En ella aparece
toda la naturaleza orientada hacia el hombre. La reflexión sobre las ansias infinitas de este ser finito nos
muestra que todas ellas nacen de una interna ordenación dinámica hacia Dios como su causa y su fin último”.
84
38
“La libertad moral, la que nos conduce al ser que debemos llegar a ser, crece y se afianza en la medida en
que vivimos en la verdad y el amor. Se es libre en la medida en que se descubre y se adhiere al orden ínsito de
la naturaleza, es decir, a la verdad y al bien. Dice Juan Pablo II que libre, en realidad, es la persona que
modela su conducta responsablemente, conforme con las exigencias del bien objetivo –Homilía Filadelfia,
3/10/79”.
85
PRACTICAS
PRINCIPIOS
El niño es naturalmente bueno. 1- Supresión de la jerarquía.
Creemos que esta propuesta educativa no es válida porque deja de lado el Refutación a la
postura de Neill
problema moral. ¿Acaso un niño no puede realizar actos moralmente malos?
La Teología católica afirma que “el pecado está presente en la historia del Consecuencias
Error de Neills:
del pecado que el
desconoce
hombre” y que sólo los que ignoran la Revelación pretenden explicarlo “como un original
hombre es
creatura de Dios
defecto de crecimiento, como una debilidad psicológica, como un error o como la
consecuencia necesaria de una estructura social inadecuada...” Porque el hombre
es creatura de Dios, es un ser que depende de Él para existir y, por la misma
razón, “está sometido a las leyes de la creación y a las normas morales que
regulan el uso de la libertad”. La Escritura enseña que Adán, el primer hombre,
usó mal de su libertad y despreció el mandato del Señor: “no comas del árbol del
conocimiento del bien y del mal, porque el día que comieres de él, ciertamente
morirás” (Gn. 2, 17).
87
La presencia del pecado en el mundo transforma la vida del hombre en un Presencia del
pecado y
duro combate. El “ascetismo” (palabra de origen griego que significa ejecicio) es necesidad de
esfuerzo por
una forma de templanza que consiste en privarse voluntariamente no sólo de lo dominarnos
Maurice Blondel dice del ascetismo: “Aún llevada al rigor extremo, la ascesis, en la
moral religiosa y especialmente cristiana, no busca el dolor por el dolor, tampoco
es esencialmente expiación penitencial y mortificación servil a base de temor sino
que es liberación y aumento de las potencias superiores del alma humana, prueba
de amor y medio de unión, al librar al hombre de su egoísmo y de sus naturales
limitaciones para hacerlo participar en el orden de la caridad (Vocabulario de
Filosofía de Lalande)
88
La libertad hace al hombre “responsable” de sus actos porque esos actos La libertad
implica
responsabilidad,
emanan de la deliberación de la inteligencia y del consentimiento de la voluntad. El y servicio del
bien
conocimiento del bien, la disciplina y el progreso en la práctica de las virtudes
aumenta el poder del hombre sobre sus propios actos. En la medida en que
realiza habitualmente actos buenos se hace más libre, puesto que no hay
verdadera libertad sino en el servicio del bien y la justicia.
Hace al
hombre La voluntad en cuanto
es
tiene facultad de elección
Libertad
Sujeta a las
Leyes de la creación
es Leyes o normas morales
La voluntad humana tiende al bien absoluto, en posesión del cual el hombre Necesidad
alcanza su perfección. Como este bien absoluto está necesariamente ligado a la del bien
absoluto
perfección del hombre, la voluntad no puede dejar de quererlo porque actuaría
contra su propia naturaleza. Sin embargo, existen otros bienes que no están
ligados necesariamente a la felicidad del hombre; son bienes que, poseídos,
hacen al hombre más feliz, aunque no completamente feliz y son bienes que el
hombre puede no poseer.
“La libertad propia de los que participan de inteligencia o razón no es otra cosa
sino la facultad de elegir lo conveniente a nuestro propósito, ya que sólo es señor La libertad
real
de sus actos el que tiene facultad de elegir una cosa entre muchas. Ahora bien:
como todo lo que se toma con el fin de alcanzar alguna cosa tiene razón de bien
útil, y éste es, por naturaleza, acomodado para mover propiamente el apetito, por
eso el libre albedrío es propio de la voluntad, o mejor, es la misma voluntad en
cuanto tiene, al obrar, la facultad de elección. Pero de ningún modo se mueve la
voluntad si adelante no va, iluminándola, a manera de antorcha, el conocimiento
intelectual; es decir, que el bien apetecido por la voluntad es el bien precisamente
en cuanto conocido por la razón” (Leon XIII, Libertas, 6)
“El ateísmo moderno presenta con frecuencia una forma sistemática que, además
de tener otras causas, exagera tanto el deseo de independencia del hombre que
hace difícil cualquier dependencia con respecto a Dios. Los que profesan este El hombre: fin
de sí mismo
ateísmo pretenden que la libertad consiste en que el hombre es fin de sí mismo, el
único artífice y demiurgo de su propia historia, lo cual creen que no es compatible
con el reconocimiento de un Señor, autor y fin de todas las cosas, o hacen, al
menos, totalmente superflua tal afirmación. Y esta doctrina puede verse favorecida
por el sentido de poder que confiere al hombre el progreso técnico de hoy”
(Gaudium et Spes, 20.39
Por eso el Concilio invita al hombre a restaurar su condición de ser imagen Libres para
restaurar
y semejanza de Dios y a ser plenamente libre en el verdadero sentido de la nuestra
semejanza
palabra: de Dios
39
“Además, la libertad en sí misma no es un fin. Ser libre por serlo, no tiene sentido... Hacer de la libertad en
sí el fin del hombre es un contrasentido. Estamos ante un dilema: o la libertad es para que el hombre logre ser
hombre por decisión personal, o, si la libertad es el fin, que el hombre acepte el absurdo de no tener destino ni
sentido: sólo sería libre para ser en definitiva, libre” (Educación y proyecto de vida, n. 39).
91
“La dignidad del hombre requiere que obre según consciente y libre elección; es
decir, de una manera personal, movido e inducido desde dentro y no por un ciego
impulso interno o bajo una mera coacción exterior. El hombre obtiene tal dignidad
cuando, liberándose de la cautividad de toda pasión, sigue su fin en una buena
elección libre del bien y se procura auxilios adecuados con eficiencia y habilidad”
(Gaudium et Spes, 17). 40
40
“Tiene que revalorarse entre nosotros la imagen cristiana de los hombres; tiene que volver a resonar esa
palabra en que viene recogiéndose ya de tiempo atrás un excelso ideal de nuestros pueblos: libertad. Libertad
es a un tiempo don y tarea. Libertad que no se alcanza de veras sin liberación integral (Jn. 8, 36) y que es, en
un sentido válido, meta del hombre según nuestra fe, puesto que «para la libertad, Cristo nos ha liberado»
(Gal. 5, 1), a fin de que tengamos vida y la tengamos en abundancia (Jn. 10, 11) como «hijos de Dios y
coherederos con el mismo Cristo» (Rom. 8, 17). Por la libertad, proyectada sobre el mundo material de la
naturaleza y de la técnica, el hombre –siempre en comunidad de esfuerzos múltiples– logra la inicial
realización de su dignidad: someter este mundo a través del trabajo y de la sabiduría y humanizarlo, de
acuerdo con el designio del Creador” (Episcopado Latinoamericano, Documento de Puebla, ns. 321-329).
92
Y “puesto que la libertad es de tal condición en el hombre, exigía ser fortificada con
defensas y auxilios a propósito para dirigir al bien todos sus movimientos y
apartarlos del mal; de otro modo hubiera sido gravemente dañoso al hombre el
libre albedrío... Los que gozan de libertad, pueden hacer o no hacer, obrar de un
modo o de otro, en cuanto ha precedido, al elegir lo que quieren, aquel juicio de
razón, por medio del cual no sólo se establece qué es por naturaleza honesto, qué
conciencia
torpe, sino además, qué es bueno y en realidad debe hacerse, qué es malo y debe moral
evitarse... es decir, que la razón prescribe a la voluntad a dónde debe tender y de
qué debe apartarse para que el hombre pueda alcanzar su último fin, al que todo
se ha de enderezar” (idem, 8)
Las virtudes (y los vicios) son “hábitos”. Esta palabra deriva del verbo latino La virtud
como
“habere” y significa posesión íntima de sí, un estado o modo de ser y comportarse hábito
según su naturaleza. Los hábitos son cualidades simples, aptas para realizarse y
residir en el fondo de nuestras potencias espirituales. En su propia esencia, los
El hábito
hábitos no caen bajo la experiencia ni pueden ser conocidos directamente por la
razón. Sin embargo, cada uno puede reconocer la existencia de hábitos en sí
mismo por la inclinación que siente a repetir las mismas acciones y en los demás
porque observa en ellos un determinado modo de comportarse. Toda la
problemática de los hábitos puede reducirse a este “tenerse a sí mismo” en buena
o mala disposición; en determinar al sujeto a obrar habitualmente en un sentido o
en otro.
93
Tanto los hábitos cognoscitivos como los morales pueden estar “incoados” La disposición
natural distinta
en la naturaleza como aptitudes o predisposiciones innatas. Estas habilidades son del hábito
operativo
distintas en cada hombre y tienen su sede en las disposiciones orgánicas y en los
centros nerviosos; en los sentidos internos y, en general, en las facultades donde
se originan las emociones y los sentimientos. Estas disposiciones son simples
inclinaciones naturales, extrañas al orden moral porque les falta el influjo y
dirección de la voluntad libre.
Los hábitos operativos residen en las potencias del alma porque estas
Inteligencia y
voluntad
potencias participan de la indeterminación de la vida racional. Gracias a los (potencias del
alma)
hábitos, el sujeto puede alcanzar el objeto propio de la inteligencia (VERDAD) y el requieren del
ejercicio.
objeto propio de la voluntad (BIEN) de un modo espontáneo, fácil, pronto y
deleitable. Las potencias y facultades del hombre pueden ser sujeto de intención
de diversos actos y hábitos. La diferencia del bien y del mal distinguirá moralmente
94
esas perfecciones operativas y dará lugar a las “virtudes” (que disponen para la
realización de actos convenientes a la naturaleza del que obra) y a los “vicios”
(que disponen para la realización de actos inadecuados a la naturaleza del que
obra). Por eso, Víctor García Hoz definió a la educación como el
“perfeccionamiento intencional de las potencias específicamente humanas”.
Existen cuatro virtudes que desempeñan un papel fundamental y por eso se Virtudes
cardinales
las llama “cardinales”, todas las demás se agrupan en torno a ellas. El libro de la
Sabiduría las nombra expresamente: “¿Amas la justicia? Las virtudes son el fruto
de sus esfuerzos, pues ella enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la
fortaleza” (Sb. 8, 7).
“La sociedad humana... tiene que ser considerada, ante todo, como una realidad
de orden principalmente espiritual, que impulsa a los hombres, iluminados por la
verdad, a comunicarse entre sí los más diversos conocimientos; a defender sus
derechos y cumplir sus deberes; a desear los bienes del espíritu; a disfrutar en
común del justo placer de la belleza en todas sus manifestaciones; a sentirse
contínuamente inclinados a compartir con los demás lo mejor de sí mismos; a
asimilar con afán, en provecho propio, los bienes espirituales del prójimo. Todos
estos valores informan y, al mismo tiempo, dirigen las manifestaciones de la
cultura, de la economía, de la convivencia social, del progreso y del orden político,
del ordenamiento jurídico y, finalmente, de cuantos elementos constituyen la
expresión externa de la comunidad humana en su incesante desarrollo” (Pacem in
Terris, 36).
Castigo
99
a) Doctrina
Todos los medios directos se resumen en la enseñanza moral. Esta Doctrina o
enseñanza
enseñanza tiene como tema y, al mismo tiempo, como fin, algo moralmente moral (razones
verdaderas
conveniente. No es, pues, una enseñanza enderezada al único objetivo de instruir. que inciden en
la vida
virtuosa)
Su pretensión esencial es la de trascender a la conducta del educando.
adquiere con los años y que podemos y debemos recibir de quienes lo van
teniendo, pero cuyo tema no son ni las demostraciones ni los principios propios de
la ciencia, sino ese peculiar tipo de conocimientos que se refiere a las acciones
humanas como algo operable y, al mismo tiempo, algo experimentado o vivido en
una práctica concreta. 41
41
“Surge de aquí la necesidad de cultivar la observación, la apertura a la realidad, la respetuosa actitud
contemplativa ante la naturaleza, el criterio para discernir, la actitud sanamente crítica y valorativa, la
capacidad de interpretar los hechos y el sentido de los signos de los tiempos. En síntesis, voluntad de verdad y
de justicia como fidelidad al ser, prudencia como virtud rectora hacia los fines propios de cada cosa: ubicarse”
(Educación y proyecto de vida, n. 33).
100
b) Ejemplo
La enseñanza doctrinal, que desborda la mera especulación, se verifica
también en el ejemplo, es decir, en una acción concreta imitable. El ejemplo no es
un dicho sino un hecho, pues aunque a veces puede ser ejemplar decir algo, no se
imita propiamente la palabra, sino la cosa, el gesto, la conducta.43
“La educación de la conciencia es una tarea de toda la vida. Desde los primeros años despierta el niño al
conocimiento y la práctica de la ley interior reconocida por la conciencia moral. Una educación prudente
enseña la virtud; preserva o sana del miedo, del egoísmo y del orgullo, de los insanos sentimientos de
culpabilidad y de los movimientos de complacencia, nacidos de la debilidad y de las faltas humanas. La
educación de la conciencia garantiza la libertad y engendra la paz del corazón” (Catecismo n. 1784).
42
“Resulta indispensable tener el marco de referencia de una cosmovisión congruente a la luz de la cual
surjan claras y rectas convicciones respecto al sentido, valor y uso del poder, de las posesiones, el dinero, la
fama, el éxito, el sexo, el ocio, la publicidad, los medios de comunicación social, etc. En la formación de la
conciencia, la Palabra de Dios es la luz de nuestro caminar; es preciso que la asimilemos en la fe y la oración
y la pongamos en práctica. Es preciso también que examinemos nuestra conciencia atendiendo a la cruz del
Señor. Estamos asistidos por los dones del Espíritu Santo, ayudados por el testimonio o los consejos de otros
y guiados por la enseñanza autorizada de la Iglesia” (Catecismo n. 1785).
43
“El educador es persona portadora de un mensaje: trasluce en sus palabras y en sus obras no la imagen de
un custodio de leyes opresoras, sino la figura señera portadora de valores eternos y un mensaje de salvación y
de vida. Persona de prospectiva y de horizontes amplios. Presencia testimonial de verdades difíciles y valores
arduos por los cuales vale la pena luchar y vivir. Por lo tanto, aparecerá comprometido con sus convicciones,
aunque no imponiéndolas; definido en un estilo de vida ético, aunque abierto a la comprensión de la debilidad
humana y los procesos personales, pero nunca ambiguo o emisor de mensajes contradictorios” (idem, n. 88).
101
Medios indirectos
44
“Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: En la cátedra de Moisés se han sentado
los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque
ellos dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo
quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres... Vosotros, en cambio, no os
dejéis llamar «Rabbí», porque uno solo es vuestro Maestro, y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a
nadie «Padre» vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo” (Mt. 23, 1-12).
102
discípulo está totalmente mal dispuesto, no se halla en situación de amar ese bien,
y en realidad lo interpretará como un mal, porque a quien está mal inclinado hay
que comenzar por removerle su actitud desfavorable.45
todo aquel que no se deja convencer por la sola bondad de la virtud, ni por la
doctrina, ni por el ejemplo. No cabe duda de que aquel que obra por amor a los
premios o por temor a los castigos carece de complacencia en la acción buena por
sí misma, puesto que aún no ha adquirido el hábito. Pero también es cierto que la
repetición de los actos sólo materialmente virtuosos tiene eficacia para llevar poco
a poco a su sujeto a realizarlos de una manera deleitable y fácil por su propia
voluntad.46
45
“Por doloroso que resulte, hay que reconocer que, al margen de los defectos del sistema educativo, buena
parte del esfuerzo educativo de la sociedad y del Estado se malogra por falta de una adecuada conciencia de
sus responsabilidades en los propios alumnos. Y no hay sistema educativo ni técnicas pedagógicas que
puedan prescindir del esfuerzo personal del educando, primer agente de su propia educación, al menos en los
niveles medio y superior” (Educación y proyecto de vida, n. 113).
46
Mucho más que la exterioridad de las conductas, a la educación le importan las razones y motivaciones del
obrar, el crecimiento interior de la persona. Por eso la disciplina empleada como mero recurso para evitar
desórdenes y molestias, no tiene más alcance que ese sentido utilitario; entendida en cambio como
indispensable ejercicio de autogobierno y aporte solidario a la convivencia es una escuela de formación. ”La
verdadera disciplina es el hábito fundamental para la calidad de vida. Significa poseer pautas, orden y método
para el obrar adecuado” (idem, n. 14).
103
Es decir que el círculo de luz del libre obrar humano, sujeto al dominio del
conocimiento, está circunvalado de tinieblas: la oscuridad de lo natural, que nos es
inherente, y la todavía más honda y densa oscuridad de la determinación que Dios
se encarga de imprimir directamente a nuestro querer y obrar. Ambas regiones no
son oscuras más que para nosotros, pues en realidad brilla en ellas el infinito
fulgor de la ciencia y la providencia divinas.
Si nos preguntamos: ¿cómo se inserta la acción de Dios en la actividad
Problema
humana?, el problema teológico de la libertad sería insoluble, puesto que nos teológico de la
libertad
representaríamos esa inserción como si afectase a una actividad que ya estuviera
perfectamente constituida en sí misma. En efecto, si consideramos la acción del
hombre como una realidad autónoma, toda determinación ulterior lleva incluido un
atentado a su libertad. La noción teológica de la libertad no es el resultado de una
confrontación entre Dios y el hombre, para comprenderla es preciso considerar la
acción del hombre en la prolongación de la acción de Dios.
Fin de la
En el
Formación de la
Voluntad
47
“Educar en la libertad y para la libertad presupone un sano optimismo y confianza en la bondad de la
persona y en la sensatez de los grupos cuando se les sabe proponer valores y caminos a la madurez, lo cual no
significa desconocer las limitaciones de lo humano y la realidad del pecado original. Es precisamente a
consecuencia de él, que el ser humano vislumbra en su indigencia la necesidad de la Gracia”.
La libertad es una estructura fundamental de lo cristiano. Es el fruto de la acción salvífica de Dios. San Pablo
nos dice: “Han sido llamados a la libertad, pero procuren que esta libertad no sea un pretexto para satisfacer
los deseos carnales: háganse más bien servidores los unos de los otros, por medio del amor (Gal. 5, 13). La
libertad de San Pablo es la liberación de la esclavitud del pecado, de la muerte y del yugo de la antigua ley
para lanzarnos al dinamismo del amor (Rom. 6 y Gal. 4, 21-31)” (Educación y proyecto de vida, n. 42).
105
Sólo la caridad nos une enteramente con Dios como último fin sobrenatural. La virtud
moral sólo
Las demás virtudes preparan y comienzan esa unión pero no pueden acabarla y prepara la
unión a Dios
consumarla, ya que las virtudes morales se limitan a apartar los obstáculos que
nos impiden el paso hacia Dios y nos acercan a Él tan sólo indirectamente. En
cuanto a la fe y la esperanza, ciertamente que nos unen con Dios, pero no como
Sumo Bien infinitamente amable por sí mismo. La fe nos da un conocimiento de
Dios necesariamente oscuro e imperfecto y la esperanza también es radicalmente
imperfecta porque desea lo que aún no se posee. Sólo la caridad nos une con Él
ya desde ahora de una manera perfectísima, dándonos la posesión real de Dios y
48
“El primero y más imprescindible don es la caridad, con la que amamos a Dios sobre todas las cosas y al
prójimo por Él. Pero a fin de que la caridad crezca en el alma como una buena semilla y fructifique, todo fiel
debe escuchar de buena gana la palabra de Dios y poner por obra su voluntad con la ayuda de la gracia.
Participar frecuentemente en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, y en las funciones sagradas.
Aplicarse asiduamente a la oración, a la abnegación de sí mismo, al solícito servicio de los hermanos y al
ejercicio de todas las virtudes. Pues la caridad, como vínculo de perfección y plenitud de la ley (Col. 3, 14;
Rom. 3, 10), rige todos los medios de santificación, los informa y los conduce a su fin. De ahí que la caridad
para con Dios y para con el prójimo sea el signo distintivo del verdadero discípulo de Cristo” (idem n. 42).
106
hombres que carecen de todas las cualidades, débiles y pecadores: “Pues Cristo,
cuando aún éramos nosotros débiles, en el tiempo ya establecido, murió por los
impíos. En realidad, apenas habrá quien muera por un hombre justo; por otra
parte, por uno bueno pudiera haber quien se atreviera a morir; mas Dios mostró su
amor para con nosotros en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
(Rom. 5, 6-8).
Dios, sino Él el que nos ha amado a nosotros y ha enviado a su Hijo como víctima
propiciatoria por nuestros pecados” (I Jn. 4, 10). “Porque tanto ha amado Dios al
mundo, que le ha dado a su Hijo Unigénito, para que quien crea en Él no muera,
sino que tenga vida eterna”(Jn. 3, 16).
del hombre hacia Dios por el camino de las virtudes teologales. Ser personas de Dios y
respuesta del
fe, esperanza y caridad. Esto es algo que incluye, para el cristiano, el hombre
Capítulo V
Contenido
En el Génesis se afirma que desde el principio Dios los hizo varón y mujer
porque “no es bueno que el hombre esté solo” (cfr. Gen. 2, 18-25) Esta sociedad
de hombre y mujer es la primera expresión de la comunión de personas humanas.
“El amor de Dios que nos dignifica radicalmente, se vuelve por necesidad
comunión de amor con los demás hombres y participación fraterna. Por eso, al
misterio de gracia por el cual entramos en comunión con Dios y participamos de su
Consecuenci
misma vida corresponde en el orden de las realidades temporales el dominio y
transformación de los bienes de la tierra en un justo y fraternal señorío del hombre as del
sobre el mundo. Al contrario, a la actitud de pecado que rechaza y menosprecia el RECHAZ
amor de Dios corresponde el egoísmo, el orgullo, la ambición y la envidia que
O DE
49
“El hombre no puede vivir sin amor. Permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada DIOS
de sentido si no se le ha revelado el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y no lo hace
propio, si no participa en él vivamente” (Juan Pablo II, Redemptoris hominis, 10)
111
por
tanto
Necesita de sus
semejantes
para
institución del matrimonio y la familia que los políticos han denominado “sociedad
natural, primera y necesaria”. Esa institución ha sido fundada por el Creador para
la continuación del género humano, para el provecho personal de cada uno de sus
miembros, para la dignidad, estabilidad, paz y prosperidad de la misma familia y
de toda la sociedad humana. Uno de los fines esenciales del amor conyugal y del
matrimonio es la procreación y educación de los hijos.50
50
“La familia es imagen de Dios, que en su misterio más íntimo no es una sociedad, sino una familia. Es una
alianza de personas a la que se llega por vocación amorosa del Padre que invita a los esposos a una íntima
comunidad de vida y de amor, cuyo modelo es el amor de Cristo a su Iglesia. La ley del amor conyugal es
comunión y participación, no dominación. Es exclusiva, irrevocable y fecunda entrega a la persona amada sin
perder la propia identidad. Un amor así entendido, en su rica realidad sacramental, es más que un contrato;
tiene las características de la Alianza” (Documento de Puebla, 582)
113
“Puesto que los padres han dado la vida a sus hijos, tienen la gravísima obligación
de educar a la prole, y, por tanto, hay que reconocerlos como los primeros y
principales educadores. Este deber de la educación familiar es de tanta
trascendencia que, cuando falta, difícilmente puede suplirse. Es, pues, deber de
los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la piedad hacia
Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación íntegra de la persona y
social de los hijos. La familia es, por tanto, la primera escuela de las virtudes
sociales que todas las sociedades necesitan” (Gravissimum educationis, 3). 51
Sin ignorar o disminuir las presiones que deben soportar las familias
cristianas en el mundo contemporáneo, debemos afirmar que la solución a la
mayoría de estos problemas se encuentra en la conversión de la mente y del
corazón que lleva a la “renuncia del propio egoísmo”:
51
“El derecho-deber educativo de los padres se califica como esencial, relacionado como está con la
transmisión de la vida humana; como original y primario, respecto al deber educativo de los demás por la
unicidad de la relación de amor que subsiste entre padres e hijos; como insustituible e inalienable y, por
consiguiente, no puede ser totalmente delegado o usurpado por otros.
”Por encima de estas características no puede olvidarse que el elemento más radical, que determina el deber
educativo de los padres, es el amor paterno y materno que encuentra su realización en la acción educativa
porque hace pleno y perfecto el servicio a la vida. El amor de los padres se transforma de fuente en alma y,
por consiguiente, en norma que inspira y guía toda la acción educativa concreta, enriqueciéndola con los
valores de dulzura, constancia, bondad, servicio, desinterés, espíritu de sacrificio, que son el fruto más
precioso del amor” (Juan Pablo II, Familiaris consortio, n. 36)
114
“en una sociedad sacudida y disgregada por tensiones y conflictos, los hijos
deben enriquecerse no sólo con el sentido de la verdadera justicia, que lleva al
respeto de la dignidad personal de cada uno sino también y más aún del sentido
del verdadero amor, como solicitud sincera y servicio desinteresado hacia los
demás, especialmente a los más pobres y necesitados... El don de sí, que inspira
el amor mutuo de los esposos, se pone como modelo y norma del don de sí que
debe haber en las relaciones entre hermanos y hermanas y entre las diversas
generaciones que conviven en la familia. La comunión y participación vivida
cotidianamente en la casa, en los momentos de alegría y dificultad, representa la
pedagogía más concreta y eficaz para la inserción activa, responsable y fecunda
de los hijos en el horizonte más amplio de la sociedad” (ídem, 37)
Los lazos familiares son normalmente los lazos más fuertes que ligan a
Importancia
unos hombres con otros. Si a esto se une que es en el ambiente familiar donde el radical de
la familia
hombre pasa la mayor parte de su tiempo, podemos inferir que los estímulos
familiares configuran a la persona de un modo mucho más eficaz que cualquier
otro tipo de estímulos.
Familia: agente
Podemos agregar que es en el ambiente familiar donde se percibe con principal de la
educación
claridad el fluir de la vida, puesto que es allí donde la evolución de las personas, e
incluso la aparición y desaparición de la vida humana, se viven con mayor
La familia:
intensidad. De aquí que la familia es una magnífica escuela para adquirir el ESCUELA DE
conocimiento de la radical insuficiencia del ser humano, condición fundamental VIRTUDES.
a) Una concepción más cristiana de la familia y de sus fines, junto con una
conciencia más clara del deber, obligaciones y problemas relativos a la educación
de los hijos.
c) Un amor más ordenado y sobrenatural para con los hijos, que guíe y ayude a
procurar no sólo sus intereses materiales sino también sus más nobles intereses
sociales, espirituales y religiosos, en orden a su fin trascendente.
e) Una creciente capacidad para ejercer con respeto, amor y firmeza, una
autoridad que persuade y libera.
En razón del creciente nivel cultural que existe hoy día en casi todas las Sistema
educativo:
sociedades contemporáneas y de las cada vez más elevadas exigencias de promover la
identidad
preparación técnica, las familias no pueden proporcionar toda la instrucción que nacionaly
recrear los
necesitan los niños y los jóvenes. Los Estados han organizado sistemas valores
unidad e identidad a los miembros de una sociedad. Por eso el Estado, en cuanto
promotor del bien común, debe ser custodio y garante de los valores fundantes de
la cultura nacional.
52
En una cultura que promueve el secularismo se separa al hombre respecto de Dios; se entiende que lo
religioso es sólo un obstáculo que impide el progreso. Por eso enseña el Papa que: “Por principio y de hecho,
el materialismo excluye radicalmente la presencia y la acción de Dios, que es espíritu. El materialismo
significa la aceptación de la muerte como final definitivo de la existencia humana. Si el hombre en su esencia
es sólo carne (puesto que se niega la espiritualidad del alma), la muerte es para él una frontera y un término
117
Afectados por esta situación tan compleja, son pocos los hombres que Desconcierto,
inquietud
pueden discernir cuáles son los valores verdaderos para tenerlos como metas de del
hombre
contemporáneo
sus vidas. La inquietud los atormenta y se preguntan: ¿qué es el hombre?,
¿cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte?, ¿qué debe dar cada uno a la
sociedad y qué debe esperar de ella?, ¿existe una vida después de la muerte?...
madurez. Los padres y los maestros deben promover una cultura subordinada a la
perfección integral de la persona y al bien de toda la comunidad.
Por medio de la educación, entendida como realización de valores, el La educación
como realización
hombre cultiva su espíritu de tal manera que desarrolla la capacidad de
de nuestra
admiración, de contemplación y de juicio personal. De esa manera, realiza su esencia y
esencia, despliega sus energías latentes y actualiza las riquezas que se cultivo del
espíritu.
encuentran en su naturaleza.
Los distintos valores a realizar estarán relacionados con las diversas
dimensiones educables del sujeto:
insalvable. Se entiende que pueda afirmarse que la vida humana es exclusivamente un existir para morir”
(Juan Pablo II, Dominum et vivificantem, 57)
118
valores humanos, como las esferas en que se afincan, lejos de estar desligados,
se compenetran y se funden en la intimidad del yo personal. Por eso debemos
brindar una educación integral que evite caer:
reduccionismos
y
En un puro intelectualismo incapaz de encender en el discípulo el
falsificaciones
amor que ilumine su conducta e incapaz de proveerle una técnica educativas
“Sin renuncias, así como sin embrutecimiento en los instintos vitales, podemos
vivir la plenitud de la vida en todas sus formas, vivirla religiosamente, incluso
cuando expresamos valores sensibles. Yo puedo, pues, si quiero, expresar a Dios
y reconocerlo incluso en el acto más sencillo y más humilde de la vida cotidiana, si
al encarnar en él el valor que le corresponde, lo expreso de manera que construya
un paso en el camino que conduce al absoluto” (Cit. por González Alvarez, p. 7)
FORMACIÓN
INTEGRAL
“a la vez que cultivan con asiduo cuidado las facultades intelectuales, desarrollan HUMANA
la capacidad del recto juicio, introducen el patrimonio cultural conquistado por las
generaciones pasadas, promueven el sentido de los valores, preparan para la vida
profesional, fomentan el trato amistoso entre los alumnos de diversa índole y
condición, contribuyendo a la mutua comprensión. Además se constituyen en
centros de cuya laboriosidad y de cuyos beneficios deben participar en conjunto:
las familias, los maestros, las diversas asociaciones que promueven la vida
cultural, cívica y religiosa, así como la sociedad civil y toda la comunidad humana”
(Gravissimum educationis, 5)
Deberes y
La escuela contribuye de un modo precioso a la educación de los jóvenes,
derechos de los
pero los padres siguen siendo siempre los directos responsables de la orientación padres respecto
de la educación
que se ofrece a sus hijos. Los padres no deben desentenderse de la educación de
sus hijos y dejar todo en manos de los docentes. Además, tienen el derecho de
ser informados y consultados sobre el aprendizaje y el comportamiento escolar de
los niños. De esa manera se constituye una “comunidad educativa” en la que la
120
FUNCIONES DE
La escuela será la institución específica donde maestros y estudiantes se LA ESCUELA
espiritual del sujeto y ayudarle a alcanzar la libertad moral que presupone y ética y religiosa de
la cultura.
perfecciona a la psicológica. Será responsabilidad de los educadores formar
Formar
personalidades firmes, capaces de hacer opciones libres y justas. Así configurada, personalidades
firmes
la escuela supone no solamente una elección de valores culturales, sino también
una elección de valores de vida que deben estar presentes de manera operante.
53
El Concilio Vaticano II afirma que la educación cristiana “no persigue solamente la madurez de la persona
humana, sino que busca, sobre todo, que los bautizados se hagan más conscientes cada día del don recibido de
la fe, mientras se inician gradualmente en el conocimiento del misterio de la salvación; aprendan a adorar a
Dios Padre en espíritu y en verdad (Jn. 4, 23), ante todo en la acción litúrgica, formándose para vivir según el
hombre nuevo en justicia y santidad de verdad (Ef. 4, 22-24), y así lleguen al hombre perfecto, en la edad de
la plenitud de Cristo (Ef. 4, 13), y contribuyan al crecimiento del Cuerpo Místico. Conscientes, además, de su
vocación, acostúmbrense a dar testimonio de la esperanza que hay en ellos (I Pe. 3, 15) y a ayudar a la
configuración cristiana del mundo, mediante la cual los valores naturales contenidos en la consideración
integral del hombre redimido por Cristo contribuyan al bien de toda la sociedad” (Gravissimum educationis,
2).
121
tecnológico, que tiende a despersonalizar y masificar, influida por los medios PROGRAMA
EDUCATIVO
masivos de comunicación social; la educación católica quiere presentar un CRISTOCÉN-
TRICO
programa elevado sobre los principios evangélicos. En ese proyecto Jesucristo es
el centro y el fundamento de toda acción. “Él revela y promueve el sentido nuevo
de la existencia y la transforma capacitando al hombre para que viva de manera
divina, es decir, para que piense, quiera y actúe haciendo de las bienaventuranzas
la norma de su vida” (Escuela Católica, 34)
Las escuelas católicas persiguen, no en menor grado que las otras Ordenar la
cultura humana
escuelas, los fines culturales y la formación humana de la juventud. Su nota en armonía con
la
distintiva es crear un ambiente en la comunidad escolar animado por el espíritu REVELACIÓN
Cultura humana a la
luz de la Fe
54
“Dado el ambiente general de secularización y descreimiento en el que el educador laico frecuentemente
ejerce su misión, es importante que, superando la mentalidad meramente experimental y crítica, pueda abrir la
conciencia de sus alumnos a la trascendencia y disponerlos así a acoger la verdad revelada” (Sagrada
Congregación para la educación católica, El laico católico, testigo de la fe en la escuela, n. 30).
123
“Hay que construir un mundo temporal mejor. Hay un mundo espiritual, óptimo y
Necesidad y
necesario para la vida presente y futura que, de diversas formas, pide también
compromiso
constructores. Vosotros, principalmente los jóvenes, ¿no oís la fascinante por construir
llamada? Nosotros, viejos operarios, lanzamos el grito y esperamos: ¡es tiempo de la
construir! ¡Es más, de construir los constructores, los apóstoles de la ciudad de CIUDAD DE
DIOS
Dios” (Pablo VI, 15 de septiembre de 1976)
124
55
“Son signos de la Civilización del Amor: El SÍ al hombre. a la dignidad de su vida. El SÍ a la libertad, la
verdad, la justicia y la paz. El SÍ al trabajo, la familia y la fe. La primacía de la persona sobre todo poder o
proyecto. La primacía de la ética sobre la técnica. La primacía de lo trascendente. La búsqueda de una nueva
sabiduría: la del amor” (Educación y proyecto de vida, 82)
125
Capítulo VI
Contenido
En este capítulo encontrará los siguientes temas:
Puesto que nuestro destino último sobrepasa las propias fuerzas y como, Necesidad de la
gracia
por otro lado, no podemos alcanzarlo sino mediante actos personales, la gracia
que nos orienta hacia él se expansionará en todo un organismo de virtudes infusas
que nos permitirán realizar actividades meritorias para la vida eterna:
“La virtud del hombre que está ordenada a un bien proporcionado a la regla de la
razón humana, puede ser causada por actos humanos, en cuanto tales actos
proceden de la razón bajo cuyo poder y regla se realiza tal bien. Pero cuando la
virtud ordena al hombre a un bien que está bajo la medida de la ley divina y no de
la razón humana, entonces no puede ser causada por actos humanos cuyo
principio es la razón, sino que es causada en nosotros únicamente por la acción
divina” (Sto. Tomás, S.T., I-II, 63, 2)
sobrenaturales.
maravillosa que obra en nosotros el estado de gracia: nos son dadas al mismo
tiempo que ella; aumentan con ella; se pierden si ella se pierde, excepto, en
ciertos casos, la fe y la esperanza que Dios quiere dejar que subsistan en almas
que no le aman. Las virtudes infusas se asientan en nuestras potencias a causa Virtudes
infusas y
de la gracia habitual y como bajo la presión de esta gracia. Su razón de ser es estado de
gracia
habituarnos y capacitarnos para la intimidad divina... nos humanizan, si se quiere,
pero de una manera especial; más exactamente: nos divinizan...
Este orden de las virtudes infusas así unidas a la vida de la gracia, se Las virtudes
infusas y el
traduce en primer lugar por la realidad de las virtudes teologales: fe, esperanza y estado de
gracia se
caridad. Estas tres virtudes son “teologales” porque no tienen otro objeto que el traducen en
las
mismo Dios. La fe ve en Dios a la verdad que poseeremos al término de nuestro VIRTUDES
TEOLOGALES.
asentimiento, pero Él es a la vez, por su revelación, el principio de este
conocimiento que nosotros tenemos de Él y de la certeza de nuestra fe. La
caridad en su amor de Dios no tiene otro motivo para amarle que Él mismo en su
seducción de Bien Supremo. Es Dios mismo el que se introduce en nuestras vidas
y causa, por la autoridad de su palabra, el asentimiento de nuestra fe; suscita
nuestro amor por la realidad seductora de su bondad y funda nuestra esperanza
por la fidelidad de su sabiduría bienhechora.
Por eso, mientras que el ideal de la virtud moral es la medida, el justo medio Virtudes infusas y
virtudes morales:
que asegura una razón prudente, en las virtudes teologales nunca se da el diferencias
exceso. No se puede creer demasiado en Dios, esperar demasiado de él, amarlo
en demasía. La medida de las virtudes teologales, es no tener medida. El hombre
se abre al infinito56
56
La vida cristiana exige el continuo ejercicio de la fe, de la esperanza y de la caridad: “Solamente con la luz
de la fe y con la meditación de la palabra divina es posible reconocer siempre y en todo lugar a Dios, «En
quien vivimos, nos movemos y existimos» (Hch. 17, 28); buscar su voluntad en todos los acontecimientos..., y
juzgar con rectitud sobre el verdadero sentido y valor de las realidades temporales, tanto en sí mismas como
en orden al fin del hombre...
”Quienes poseen esta fe viven con la esperanza de la revelación de los hijos de Dios, acordándose de la Cruz
y de la resurrección del Señor... En medio de las adversidades de esta vida, hallan fortaleza en la esperanza,
127
una relativa felicidad terrena. Los horizontes de la Ciudad de Dios superan todas
las proporciones, sin que por ello destruyan las condiciones concretas según las
cuales se desarrolla aquí abajo una vida humana. Subsisten los mismos deberes:
Las virtudes
gobernar nuestra vida y realizar entre los humanos un orden amigable y justo. La teologales
suponen las
naturaleza de nuestras virtudes morales no cambia; nos es preciso obedecer, virtudes
humanas
mediante buenas disposiciones habituales, a un orden racional. Hay que dominar
las mismas pasiones y asegurar la primacía de la vida racional sobre la vida
instintiva. Hay que regular nuestras relaciones humanas según las exigencias del
bien común y del derecho de cada uno pero… un nuevo ideal penetra toda esta
contextura humana de nuestra vida moral; el alma ha superado las condiciones de
un ideal simplemente humano para dedicarse a imitar al Padre que está en los
cielos: “sed perfectos como lo es vuestro Padre del cielo”57
Las virtudes morales infusas nos ponen en disposición de prestarnos a la Papel de las
virtudes
influencia activa de la caridad. Es el amor de Dios el que nos mueve a obrar; él morales
infusas
engendra e “informa” a nuestras virtudes haciéndolas meritorias para la vida
eterna. Nos hacemos dóciles a las prescripciones del Amor. 58 Es nuestro mismo Virtudes
infusas y
fin último el que se nos aparece bajo los rasgos personales de un Dios amado, de llamado a vivir
la caridad
un padre y de un amigo en todos los recodos del camino . Es papel propio de la
pensando que «los padecimientos del tiempo presente no son nada en comparación con la gloria que ha de
manifestarse en nosotros» (Rom. 8, 18)
”Movidos por la caridad que procede de Dios, hacen el bien a todos, muy especialmente a sus hermanos en la
fe, despojándose de «toda maldad y de todo engaño, de hipocresías, envidias y maledicencias» (I Pe. 2, 1),
atrayendo así a los hombres a Cristo... Con el cultivo de la amistad cristiana, se ayudan mutuamente en todas
las necesidades” (Concilio Vaticano II, Apostolicam Actuositatem, 4; lo mismo se explica en Educación y
proyecto de vida, 161)
57
“Para alcanzar esta perfección, los creyentes han de emplear sus fuerzas, según la medida del don de Cristo,
para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo. Lo harán siguiendo las huellas de
Cristo, haciéndose conformes a su imagen y siendo obedientes en todo a la voluntad del Padre. De esta
manera, la santidad del Pueblo de Dios producirá frutos abundantes, como lo muestra claramente en la
historia de la Iglesia la vida de los santos” (Catecismo, n. 2013)
58
“Es el Espíritu Santo quien nos lleva a la plenitud de la verdad, quien nos transforma y rejuvenece
interiormente, quien nos da fuerzas para amar, nos unifica en comunión y distribuye sus dones para la común
edificación” (ídem, 160; cfr. Lumen gentium, 4)
128
virtud moral infusa el de hacer que nos prestemos a estas llamadas de la caridad
viviente.
La templanza infusa procede de un ideal más elevado que el que tendría Templanza infusa
la moderación natural de nuestras pasiones, así conoce actos que son propios del
cristiano, como la mortificación voluntaria y la virginidad. La fortaleza del cristiano
tendrá otras dimensiones de una virtud de fortaleza simplemente humana, porque
dar la vida recibe un sentido cuando la muerte termina en vida eterna, y la
paciencia será, entre las virtudes infusas, una de las manifestaciones más
inmediatas de una gran caridad. Paralelamente, en la actividad exterior, la
primacía de la caridad transfigura las relaciones de simple justicia y las penetra del
sentido de fraternidad. 59
El desarrollo de las virtudes infusas seguirá las leyes de crecimiento de todo Desarrollo de
las virtudes
hábito, aunque en el despliegue de una virtud esencialmente sobrenatural infusas
nuestros actos desempeñarán sólo un papel dispositivo: el acto más intenso y más
ferviente no causará directamente el crecimiento, sino que dispondrá mejor a la
potencia para recibir un don divino mayor.
59
“El misterio de la existencia cristiana incluye unitariamente el encuentro filial con Dios y el encuentro
fraterno con nuestros hermanos, a tal punto que el amor al prójimo se torna signo de la autenticidad de nuestro
amor a Dios, camino hacia el amor y expresión eficaz de que lo amamos y que Él nos da fuerzas para amar.
”Toda esta riqueza y profundidad de vida tiene como centro dinamizante la Eucaristía... La Eucaristía resulta
así el centro y la fuente de la educación cristiana. Es el lugar de encuentro educativo, personal y comunitario,
el llamado a la honda sinceridad consigo mismo, con los demás y con Dios, el renovado compromiso con los
hermanos, el alimento que nos nutre y nos da fuerzas para crecer” (ídem, 160.163)
129
un hábito que no sólo se sobreañade a nuestras potencias, sino que las determina
con relación a los actos que deben producir. Pero siempre debemos recordar que
el crecimiento de la virtud infusa depende de su fuente divina; nuestros actos,
en el desarrollo de una virtud esencialmente sobrenatural, desempeñarán sólo
un papel dispositivo: toda la eficacia pertenece a Dios.60
Las virtudes infusas dependen en su ejercicio de las gracias actuales, las Las GRACIAS
ACTUALES:
cuales podemos tanto rechazar como cooperar con ellas. Tener conciencia de la dependencia
confiada en
esto es introducir en nuestra psicología moral una actitud de dependencia confiada Dios
60
“La iniciativa y la corriente vital proceden siempre de parte de Dios que espera la respuesta libre y generosa
del hombre. «El que permanece en Mí, y Yo en él, da mucho fruto, porque separados de Mí, nada pueden
hacer» (Jn. 15, 5) «Ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que hace crecer» (I Co. 3, 7)” (ídem,
161)
61
Toda la realización del Espíritu Santo en el cristiano tiende hacia la plenitud de la gloria, como
participación del hombre entero en la vida del Espíritu: “También nosotros que poseemos las primicias del
Espíritu, nosotros mismos gemimos interiormente, anhelando que se realice la redención de nuestro cuerpo.
Pues sólo en esperanza estamos salvados” (Rom. 8, 23-24) Llevamos dentro una maduración permanente de
la vida eterna, cuyo germen es el Espíritu Santo ya comunicado. Es un germen de inmortalidad, que impregna
130
Aún debemos reflexionar sobre aquellas cimas de la vida cristiana que La cima de la
perfección:
manifiestan y promueven la plenitud de la vida espiritual. Nos referimos a esas
La IMITACIÓN
DE CRISTO
de espíritu aún lo material del hombre: “Si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos mora
en vosotros, aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos, dará vida también a vuestros cuerpos
131
llamadas de Cristo con que San Mateo comienza el “Sermón de la Montaña”: Bienaventuranzas:
Actitud espiritual
“Bienaventurados los pobres de espíritu..., bienaventurados los mansos..., que conduce a la
vida eterna
bienaventurados los que lloran...”. Estas bienaventuranzas no deben ser
estudiadas como virtudes nuevas y de cualidad superior, sino como las más
perfectas actividades en las cuales se completa la vida virtuosa cuando los dones
del Espíritu Santo le dan toda su medida. Es “la operación perfecta en que termina
la vida perfecta”. Es la finalidad bienaventurada de la vida eterna que ya se
inaugura y se hace presentir en la actitud espiritual que conduce a ella.62
El gozo en que se deleita aquél que vive virtuosamente, según el Espíritu, FRUTOS de la vida
virtuosa
es descripto por San Pablo como fruto del Espíritu: “amor, alegría, paz, paciencia,
afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza” (Gal. 5, 22)
HOMBRE
es configurado
para la
Mansedumbre - Templanza
62
Parece que fue San Agustín el que descubrió la correspondencia que existe entre los Dones y las
Bienaventuranzas: “Hablando de la pobreza, hace notar que es lo propio de los que son humildes y temen a
Dios. Después habla de los pacíficos y ve que la vida apacible es la del sabio consumado y perfecto. Une a la
ciencia con la tercera bienaventuranza: dice que se ha de tener fortaleza para sufrir hambre y sed de justicia,
y relaciona el consejo con la bienaventuranza de los misericordiosos. Declara que «tan solo la inteligencia
pura y serena puede contemplar el soberano bien». Y concluye: «Yo creo, que a estos grados y a estas
sentencias conviene aquella operación septiforme del Espíritu Santo, de que habla Isaías, pero aplicándola en
sentido inverso»” (comentario de San Agustín al Sermón de la Montaña; cit. por Regamey, R., Retrato
espiritual del cristiano, Edit. Estela, 1967, págs. 28-47)
132
VIRTUDES
Justo medioMORALES VIRTUDES MORALES
son Hábitos que hacen dóciles a Llamadas compasivas de DIOS
6.2 que
Regulac Virtudes esencialmente
nuestras potencias a las
asegura una razón sobrenaturales
INFUSAS mociones especiales de DIOS que corrigen lo que la virtud poco
prudentei
ejercitada pudiera tener de frágil e
inestable.
6.2. Regulación del proceso educativo
Todo lo que se produce por el arte se hace en conformidad con una idea Causa ejemplar
del proceso
que de algún modo preexiste en la mente del artífice. Esa idea regula la acción del educativo
artista y es lo que llamamos “causa ejemplar”, “modelo”. La idea no influye por la
acción y el movimiento como la causa eficiente, ni por el bien conocido que mueve
el apetito como la causa final. La causa ejemplar influye especificando; que lo
producido sea “tal cosa” depende de ella pero no a modo de principio constitutivo,
como la causa formal intrínseca, sino comunicando al efecto su similitud
paradigmática, determinando y dirigiendo la acción del agente.
imagen de Aquel que nos creó. Por lo cual todos los que se glorían de llevar el
nombre de cristianos, no sólo han de contemplar a nuestro Divino Salvador como
un excelso y perfectísimo modelo de todas las virtudes, sino que, además, por el
solícito cuidado de evitar los pecados y por el más esmerado empeño en ejercitar
la virtud, han de reproducir en sus costumbres de tal manera la doctrina y la vida
de Jesucristo, que cuando apareciere el Señor sean hechos semejantes a Él en la
gloria, viéndole tal como es” (Pio XII, Mistici Corporis).
Cristo es Dios que se hace hombre y vive durante treinta y tres años entre JESUCRISTO
Dios hecho
los hombres para enseñarles por su palabra y por su vida cómo deben imitar a hombre para
redención del
Dios. Dios se ha puesto a nuestro alcance bajo una naturaleza humana; la hombre
Al igual que nosotros, Cristo tiene un alma creada por Dios, un cuerpo
formado en las entrañas de María Virgen, una inteligencia humana que conoce y
una voluntad que ama y elige. Tiene todas las facultades que tenemos nosotros:
JESUCRISTO
memoria, imaginación y pasiones; claro que enteramente sometidas a la razón, Tipo perfecto de
hombre
porque Jesús no conoció el pecado. En Cristo se encarna el tipo perfecto de la
humanidad; todas sus potencias estaban perfeccionadas por las virtudes y con las
virtudes poseyó todas las excelencias y prerrogativas.
De manera que para conocer e imitar a Dios, no tenemos más que conocer
e imitar a su Hijo Jesús, que es la expresión humana y divina a la vez de las
infinitas perfecciones de su Padre. Cada hombre que viene a este mundo tiene la
real posibilidad de imitar aquella realidad que encarna la perfección suma en el
orden humano y constituye el fundamento de la idea ejemplar de la educación: nos
referimos a la realidad de Cristo, ya revivida por muchos hombres a lo largo de los
siglos.63
63
“El hombre eternamente ideado y eternamente elegido en Jesucristo, debía realizarse como imagen creada
de Dios, reflejando el misterio divino de comunión en sí mismo y en la convivencia con sus hermanos, a
través de una acción transformadora sobre el mundo” (Documento de Puebla, 184) Citando la carta de San
Pablo a los cristianos de Roma, el catecismo enseña que “en todas las cosas interviene Dios para el bien de los
que le aman... a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para
que fuera Él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también los llamó; y a los
que llamó, a ésos también los justificó; y a los que justificó, a ésos también los glorificó” (Rom. 8, 28-30)
135
Jesús debe ser también nuestro modelo como hombre, modelo acabado y
accesible de santidad porque practicó en grado sumo todas las virtudes que
puedan adornar la naturaleza humana, compatibles con su naturaleza divina.
Como Dios es infinito en perfección, la más sencilla de las acciones de Jesús era
Contemplar
objeto de las complacencias y de las delicias del Padre Celestial. Cuando (conocer
íntimamente)
trabajaba en Nazaret, cuando conversaba con la gente, cuando comía con sus para imitar
Señor Jesús, predicó a todos y cada uno de sus discípulos, cualquiera que fuese
su condición, la santidad de su vida, de la que Él es iniciador y consumador: Sed,
pues, vosotros perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (Mt. 5, 48) Los
seguidores de Cristo, llamados por Dios no en razón de sus obras, sino en virtud
del designio y gracia divinos y justificados en el Señor Jesús, han sido hechos por
el bautismo, sacramento de la fe, verdaderos hijos de Dios y partícipes de la divina
naturaleza y por lo mismo, realmente santos. En consecuencia, es necesario que
con la ayuda de Dios conserven en su vida la santificación que recibieron... Es,
pues, completamente claro que todos los fieles, de cualquier estado o condición,
están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, y
64
“Mediante el don de la gracia que viene del Espíritu, el hombre entra en una nueva vida, es introducido en
la realidad sobrenatural de la misma vida divina y llega a ser santuario del Espíritu Santo, templo vivo de
Dios. En efecto, por el Espíritu Santo, el Padre y el Hijo vienen al hombre y ponen en él su morada. En la
comunión de gracia con la Trinidad se dilata en él el «área vital», elevada a nivel sobrenatural por la vida
divina. El hombre vive en Dios y de Dios: vive «según el Espíritu» y «desde lo espiritual»” (Juan Pablo II,
Dominum et vivificantem, 58)
136
esta santidad suscita un nivel de vida más humano incluso en la sociedad terrena.
En el logro de esta perfección empeñen los fieles las fuerzas recibidas según la
medida de la donación de Cristo, a fin de que, siguiendo sus huellas y hechos
conformes a su imagen, obedeciendo en todo a la voluntad del Padre, se
entreguen con toda su alma a la gloria de Dios y al servicio del prójimo (Lumen
Gentium, 40)
Jesucristo
Causa ejemplar-paradigmática
por tanto
La educación deberá dirigir, corregir y conducir
para
Clarificar la IMAGEN DE DIOS en el hombre CRISTIANIZAR al hombre,
(contenido intencional de la creación) colaborar en su SANTIFICACIÓN
(por la cual se consuma la
participación en la divinidad)
65
“Esta unión de Cristo con el hombre es en sí misma un misterio, desde que nace el hombre nuevo,
llamado a participar en la vida de Dios, creado nuevamente en Cristo, en la plenitud de gracia y de verdad. La
unión de Cristo con el hombre es la fuerza y la fuente de la fuerza, según la incisiva expresión de San Juan en
el prólogo de su Evangelio: «Dios les dio el poder de venir a ser hijos». Ésta es la fuerza que transforma
interiormente al hombre, como principio de una vida nueva que no se desvanece y no pasa, sino que dura
hasta la vida eterna. Esta vida prometida y dada a cada hombre por el Padre en Jesucristo, hijo eterno y
unigénito, encarnado y nacido al llegar la plenitud de los tiempos de la Virgen María es el final cumplimiento
de la 1. vocación del hombre. Es de algún modo cumplimiento de la «suerte» que desde la eternidad Dios le
ha preparado. Esta «suerte divina» se hace camino, por encima de todos los enigmas, incógnitas, tortuosidades
y curvas de la «suerte humana» en el mundo temporal” (Juan Pablo II, Redemptor hominis, 18)
138
Glosario
-ABSTRACCIÓN: Acto por el cual la inteligencia separa lo inteligible de una cosa de las
condiciones materiales en las que se encuentra envuelta. Se distinguen tres niveles de
abstracción: el físico; el matemático y el metafísico.
-ALIANZA: Disposición por la cual Dios pactó con el Pueblo Elegido una unión irrevocable.
-APREHENSION: Acto por el cual la inteligencia conoce un objeto sin afirmar ni negar
nada de él. Es la primera operación lógica a la que siguen el juicio y el razonamiento.
139
-BELLEZA: Una de las propiedades trascendentales del ser. Aquello que “placet ad
visum”. Es la apetibilidad de la contemplación del ente; es realizar la acción cognoscitiva
que es placentera durante su realización. La felicidad como beatitud o bienaventuranza,
consiste en la posesión del Bien infinito (Dios) y en el gozo consiguiente al mismo.
-BIEN: Es el mismo ser en cuanto puede constituirse en objeto de un deseo. Es “lo que
todas las cosas apetecen”. Puede ser honesto: el bien que es apetecible por sí mismo;
útil: el bien que es querido para alcanzar un bien más perfecto; deleitable: el gozo que
produce la consecución del bien.
-CAUSA: Principio del cual procede algo con dependencia en el ser. Se clasifican en
intrínsecas (material y formal) y extrínsecas (eficiente, final y ejemplar)
-CIENCIA: En sentido aristotélico conocimiento cierto por las causas. La ciencia puede
ser especulativa: la que tiene por fin conocer la verdad; práctica: la que conoce la
verdad para dirigir una acción (por ejemplo la Ética: ciencia filosófica del debido obrar
humano) o una construcción; positiva: la que se funda en hechos y experimentaciones.
En sentido moderno: conocimiento metódico, crítico y sistemático, aunque no posea
certeza ni explique por causas. En oposición a la Filosofía: conocimiento de un sector de
la realidad, y por causa o razones próximas.
-CREDIBILIDAD: Aptitud de una realidad revelada por Dios para ser creída.
-DATO DE FE: Conjunto o elemento de una revelación que debe ser explicitado por un
teólogo.
-DETERMINISMO: Doctrina filosófica que liga todos los sucesos del universo
(especialmente las acciones humanas) entre sí. Los acontecimientos están fijados de
antemano por una potencia exterior y superior a la voluntad humana que nada ni nadie
puede cambiar.
-DOCETISMO: De un verbo griego que significa parecer. Error de los que se negaban a
admitir que Jesucristo haya tenido un cuerpo de carne como el nuestro.
-ENTENDIMIENTO: Potencia del alma espiritual cuyo acto es conocer las esencias de las
cosas.
-ESENCIA: Aquello por lo que una cosa es lo que es y se distingue de las demás. Junto
con la existencia constituye el ser limitado y contingente. La esencia es la misma
sustancia en cuanto principio de inteligibilidad de un ente.
-HEDONISMO: Doctrina que asume como principio único de la moral, la búsqueda de una
mayor intensidad en el placer y la supresión del dolor.
-JUSTO: El que está en orden con respecto a Dios. El estado de justicia es equivalente al
estado de gracia. La justificación es el acto por el cual Dios santifica a una persona.
-KENOSIS: La kénosis del Verbo es su Encarnación: “El cual, siendo de condición divina,
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo y tomó la
condición de siervo haciéndose semejante a los hombres” (Fil. 2, 6-7).
-KERIGMA: Anuncio del Evangelio hecho por los primeros cristianos para llevar a los
paganos a la conversión y al bautismo.
-METAFISICA: Parte superior de la Filosofía que trata de alcanzar las razones y principios
últimos de las cosas. Ciencia del ser en cuanto ser y de sus atributos.
-METODO: Proceso ordenado (utilizando medios aptos) para la consecución del fin de la
operación. Todo conocimiento científico tiene un método que conduce al conocimiento de
la verdad sobre un objeto determinado que es parte de la realidad.
-NATURAL: Conocimiento que se realiza con las solas fuerzas del entendimiento humano
a partir de la experiencia y de la demostración. Se opone al conocimiento sobrenatural
que procede de la fe.
-NOETICA: Ciencia filosófica práctica que estudia las normas supremas a que debe
atenerse el hombre en sus operaciones (objeto material) para expresar la verdad (objeto
formal).
-PADRES DE LA IGLESIA: Obispos y grandes teólogos que vivieron antes de la caída del
Imperio Romano de Occidente (476).
-PANTEISMO: Teoría según la cual “todo es Dios o parte de Dios”. Dios y el mundo no se
distinguen realmente entre sí, son una única cosa.
-PELAGIANISMO: Herejía de Pelagio (s. IV-V) que negaba el pecado original y atribuía a
las solas fuerzas de la voluntad humana ciertos poderes que sólo posee por gracia de
Dios.
-PLAN DE LA CREACION Y PAPEL DEL HOMBRE: la idea real y universal del hombre
tiene su expresión más sencilla y a la vez más enfática de que el hombre ha sido creado a
imagen y semejanza de Dios, y que por consiguiente, su ser se logra y se perfecciona en
la vida del espíritu... No puede haber verdadera comprensión histórica sin fe, porque no
puede darse ninguna inteligibilidad del hombre desatendiendo la clave de su existencia.
De ahí que todo tipo auténtico ha de insertarse en el plan profético de Dios, en la
cosmovisión salvífica, pues buscar la salvación perdida, hallarla, recibirla y realizarla sigue
siendo el mayor deseo a veces escondido pero siempre palpitante de toda la humanidad.
-PLATON (429 – 348 a. C.): Uno de los más grandes filósofos de la historia y, sin duda,
uno de los tres mayores de la Grecia clásica (Platón – Aristóteles – Plotino). Su sistema,
sin dejar de tener fundamento en la realidad, refleja también las influencias recibidas: 1)
Por encima de todo coloca la idea de Uno o de Bien; 2) En seguida, viene el mundo de las
ideas o esencias de todas las cosas; 3) Luego, el de los entes matemáticos; 4) Por último,
el mundo sensible, sometido a la incesante mutación. Lo erróneo en un sistema consiste
en concebir los conceptos abstractos como ideas subsistentes (realismo exagerado en el
problema de los universales).
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-PREMOCION FISICA: Es la moción divina recibida por la creatura espiritual para que
actúe libre y vitalmente.
-SABIDURIA: En Filosofía, conocimiento por las supremas causas y principios, esto es: la
Metafísica.
-SAN AGUSTIN (354 –430 D. c.): El mayor de los teólogos entre los Padres de la Iglesia
en Occidente. Educado en el catolicismo, se hizo después maniqueo y “académico”
(escéptico), hasta que la lectura del neoplatónico Plotino lo orientó al espiritualismo.
Finalmente volvió al catolicismo. Fue obispo de Hipona (África del norte). Escribió
innumerables obras teológicas y filosóficas; entre las más conocidas “Confesiones”, “La
Ciudad de Dios”, etc.
-SANTO: Atributo propio de Dios y de todas las cosas y personas que le pertenecen
porque están consagradas a El. Todo bautizado es santo. En otro sentido, se afirma como
la cualidad de aquellos que han llegado a la perfección.
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-TEOLOGIA: Última y suprema parte de la Metafísica. Quien indaga las causas y los
principios primeros necesariamente debe encontrar a Dios. Dios, en efecto, aparece como
el primer princio por excelencia. Luego la indagación aitiológica (de aitía, causas o
principios primeros y logos, estudio; Estudio de las causas) desemboca connaturalmente
en la Theología (que indaga a Dios). Según Aristóteles el estudio de la Metafísica acerca
al hombre a Dios y en esto, el Estagirita, ha puesto la máxima felicidad para el hombre.
Teología sobrenatural es la ciencia que estudia a Dios y a las relaciones del mundo y el
hombre con Dios, partiendo de los datos de la revelación, conocidos por la Fe.
-TEMOR (de Dios): En hebreo esa palabra representa los deberes religiosos de
obediencia y de respeto. Temer a Dios es adorarlo con el matiz de “temor filial”,
reconociendo la distancia infinita que existe entre El y nosotros.
-VERBO: Nombre atribuído por San Juan al Hijo de Dios y que nos revela la naturaleza de
la generación de la Segunda Persona en el seno de la Trinidad. “Verbo mental” es el
término interior del acto intelectual en el que la inteligencia se dice a sí misma lo que el
objeto es fuera de la mente.
-YAHVE: Nombre propio por el cual el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob se reveló a
Moisés. Se traduce por EL QUE ES.
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Bibliografía
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