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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

2.1.- ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN.

2.1.1.- ANTECEDENTES LOCALES

“MOTIVACIÓN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA EN LOS JUZGADOS DE

INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE JULIACA AÑO 2013-2014

Y SU VULNERACIÓN CON LOS DERECHOS

FUNDAMENTALES”

PRESENTADA POR:

BERNANDO JOVE CÁCERES

PARA OPTAR TÍTULO PROFESIONAL DE:

ABOGADO

UNIVERSIDAD ANDINA “NESTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”


CONCLUSIONES:

PRIMERA: En los juzgados de investigación preparatoria de la ciudad de Juliaca

la prisión preventiva es una pena anticipada y vulnera la presunción de inocencia

porque los jueces imponen la medida contando solo con un presupuesto Articulo

268 Código Procesal Penal.

SEGUNDA: La motivación que efectuaron los jueces penales en los juzgados de

investigación preparatoria es deficiente y poco argumentativos. Los mismos que

inciden negativamente a la administración de justicia, el deber de motivación y la

libertad.

2.1.2.- ANTECEDENTE REGIONAL

“DEBIDA MOTIVACIÓN DEL MANDATO DE PRISIÓN PREVENTIVA Y SU

APLICACIÓN PRÁCTICA EN EL SEGUNDO JUZGADO DE

INVESTIGACIÓN PREPARATORIA DE LA CORTE

SUPERIOR DE JUSTICIA DE PUNO”

PRESENTADA POR:

YBONE ANDREA VARGAS

PARA OPTAR TÍTULO PROFESIONAL DE:

ABOGADO

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO - PUNO


CONCLUSIONES:

PRIMERA: Se lleva a la conclusión que en el año 2015 el juez penal del segundo

juzgado de investigación no motivó adecuadamente las resoluciones que

determinan la medid cautelar de la prisión preventiva, lo que muestra 50% de las

resoluciones examinadas, existe una deficiencia en la fundamentación (falta de

motivación) lo que hizo incidir negativamente en la aplicación de esta medida

cautelar y esta demostración es reformada con la manifestación de diferentes

profesionales de la ciencia del derecho.

SEGUNDA: En las resoluciones que determinan la aplicación de la medida

cautelar personal de la prisión preventiva en segundo juzgado de investigación

para el año 2015 no se realiza un correcto análisis y una debida fundamentación

de los presupuestos materiales de la medida cautelar.

2.1.3.- ANTECEDENTES NACIONALES

“LA PRISÓN PREVENTIVA Y EL PRINCIPIO DE PROPORIONALIDAD EN EL

DISTRITO JUDICIAL DE CAÑETE 2016”

PRESENTADO POR:

FRANCISCO TOMAS ALMEYDA CHUMPITAZ

PARA OPTAR EL GRADO ACADEMICO DE:

MAESTRO EN DERECHO PENAL

ESCUELA DE POSTGRADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO


CONCLUSIONES:

PRIMERA: Que no se aplica adecuadamente el principio de proporcionalidad por

los operadores jurídicos, en las audiencias de prisión preventiva en el distrito

judicial de cañete. Por un lado el fiscal confunde la proporcionalidad de medida

con la proporcionalidad de la pena. Los abogados de la defensa técnica ni

conocen los subprincipios de la proporcionalidad.

SEGUNDA: Existen otras medidas que pueden servir para lograr el fin de la

medida de tener al imputado en juicio oral. Es decir la prisión es la excepción y

la libertad de la regla, es decir, que siempre debe primar en una audiencia de

prisión preventiva la libertad, la imposición de la prisión preventiva repercute en

diversos ámbitos de la vida del imputado, la personal por cuanto limita en su

libertad ambulatoria.

2.1.4.- ANTECEDENTES INTERNACIONALES

“ALTERNATIVAS Y PRISIÓN PREVENTIVA EN MÉXICO BAJO EL

CONTEXTO DE REFORMA AL SISTEMA DE

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA”

PRESENTADA POR:

HAIDÉE XCHEL GARCÍA SALAZAR

PARA OPTAR EL GRADO ACADEMICO DE:

LICENCIADA EN DERECHO

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA ECONÓMICA


CONCLUSIONES:

PRIMERA: La fusión de diversas escuelas así como las corrientes de sus

pensamientos, nos han heredado hoy en día un sistema de medidas cautelares

en donde la reina de ellas es la prisión preventiva. En esta misma línea este

documento confirmola confrontación y afirmación de lo que se ha venido

dibujando a lo largo de estas páginas, el hecho de que en México se sufre de un

abuso excesivo del uso de la prisión preventiva como una medida cautelar, que

ha violentado lo acordado en los tratados internacionales al amparo del

ordenamiento mexicano. Las estadísticas presentadas por el INEGI y la

Secretaría de Gobernación confirman que el común denominador es “ir a la

cárcel-prisión preventiva”.

SEGUNDA: Respecto a la duración de la prisión preventiva considero que la

redacción más compatible es la del Código de procedimientos penales de

Honduras, es justa para el juzgador y para el inculpado. Y la Constitución

actualmente determina un límite a la prisión, sin embargo “el tiempo que como

máximo de pena fije la ley al delito que motivare el proceso” me parece una

condena anticipada para todo aquel que esté dentro de un proceso, pues al

término de este tiempo, para qué saber si eres inocente o no, si ya has purgado

la condena de un culpable.

TERCERA: Así mismo, otro punto relevante es la revisión, ello dado que como

se ha ilustrado, en México los sectores más pobres son los que prevalecen en

prisión preventiva, es por ello que es un deber del Estado revisar periódicamente

las medidas cautelares; especialmente si se trata de prisión preventiva, por lo

que a mi juicio una de las mejores redacciones se encuentra en el Código de la

República Dominicana.
2.2.- BASES TEÓRICAS DE LA INVESTIGACIÓN.

2.2.1.- LA PRISIÓN PREVENTIVA

Considerada como regla general es que nadie puede ser encarcelado, sino

mediante una sentencia condenatoria, en la que más allá de toda duda razonable

se tiene la total certeza de la culpabilidad de la persona sentenciada como

responsable de un delito. Empero, existe la figura de Prisión Preventiva, que de

facto, es una pena de prisión sin sentencia, ante la elevada posibilidad de

condena en un juicio y ante un riesgo alto de fuga de la persona imputada de un

delito. El proceso de reforma al sistema de justicia penal que tiene como

exigencia el respeto a la presunción de inocencia pero también un fuerte

compromiso de combate a la delincuencia y de evitar el famoso efecto de la

puerta giratoria, con el que la sociedad vislumbra al sistema de impartición de

justicia, más aún con el poder de difusión que ésta tiene a través de internet, que

hace mayor el reclamo a nuestras autoridades; por eso, consideramos en este

trabajo, que en nuestro país se ha abusado y aún en este sistema, se sigue

abusando de la prisión preventiva.

Coincidiendo en el comentario de ZEPEDA LEUCONA que dice: “… en el

proceso de reforma del sistema de justicia penal se encuentra el reto de

establecer un proceso penal que, por una lado permita de forma eficiente el

combate a la delincuencia y, al mismo tiempo, garantice el pleno respeto a los

derechos de las victimas u ofendidos del delito y de los imputados. Estas dos

finalidades, que impulsan el diseño del proceso en sentidos diferentes, deben

ser equilibradas en un Estado Constitucional de Derecho.


2.2.1.1.- ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA PRISION PREVENTIVA

“Un panorama general de los conceptos históricos nos enseñará que no siempre

la ley penal tuvo el contenido ni la forma que hoy le atribuimos. Cosa que resulta

lógica, si reconocemos que el Derecho Penal, como todas las ciencias del

hombre que manejan conceptos, cambia adecuándose a las necesidades del

grupo social”1. Como consecuencia, la prisión y posteriormente la prisión cautelar

han evolucionado paulatinamente a la par de las etapas y las escuelas que han

regido el derecho penal a través de la historia, dando paso a lo que hoy

conocemos como penas y medidas de seguridad.

Es así como a través de un proceso de análisis y búsqueda encontramos

el origen o justificación de las penas, la prisión como una sus más características

formas y por ende el nacimiento de la prisión cautelar, lo anterior para “dar

satisfacción a esta inevitable interrogante: ¿qué es la prisión preventiva?”2

2.2.1.1.1.-ROMA

En un primer instante el Derecho Romano de la república permitió a los

jueces penales acordar la prisión preventiva discrecionalmente, pero en vista de

la degeneración en el uso abusivo de esta medida cautelar, fueron dictadas

regulaciones y sanciones para contrarrestar dicha práctica, sin embargo, con la

madures científica del derecho romano, contenido en la Ley de las Doce Tablas,

y en atención al principio de igualdad de oportunidades, la libertad del acusado,

en el transcurso de la causa penal, comienza a recibir un notable respeto, que

1 Hernández Barros Julio Antonio, Programa de Derecho Penal, Trabajo de titulación,


Universidad
Iberoamericana, 1995, pág. 23.
2 J. Zavaleta, La prisión preventiva y la libertad provisoria, Buenos Aires: Ediciones Arayú,

1954, pág. 57
terminó proscribiendo la prisión preventiva en la mayoría de casos, decretándose

ésta solamente contra delitos relacionados a la seguridad del Estado, a las

capturas en flagrancia, y a los reos confesos; estas afirmaciones son apoyadas

en el siguiente texto:

“Durante la República, siglo V hasta el año 134, a. de J.C. y más precisamente

bajo la vigencia de la Ley de las Doce Tablas, es decir, a partir de mediados del

siglo V (…) por lo general se prescindía del encarcelamiento, (…) Ya a partir de

las Leges Iulia de vi publica et privata, año 17, a. de J.C., los ciudadanos romanos

estaban exentos por prescripción legal de tal medida, tratándose de ciertos

delitos. Tal situación se justificaba por el (…) principio de igualdad, (…) situación,

que, en el sistema de judicia publica, había desembocado en la supresión de la

detención preventiva. Esta medida, sin embargo, era de rigor en los casos de

crímenes contra la seguridad del Estado, de flagrante delito o cuando mediaba

confesión.”3

El Derecho Romano del Imperio tenía las siguientes tres formas de prisión

preventiva: in carcelum, donde el indiciado de delito grave se enviaba a la cárcel

pública; militi traditio, la libertad del indiciado era responsabilidad de un militar,

por lo general anciano; y custodia libera, donde el indiciado estaba en custodia

de un particular, quien daba una fianza por él. Por tanto, durante el Imperio

romano la libertad provisional era la regla general, usando la prisión preventiva

sólo en casos de reos ausentes; y prohibiendo su práctica como pena anticipada;

exigiendo para decretarla en delitos graves, evidencias concretas. Los anteriores

comentarios nacen de esta cita literal:

3
RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ, Jesús; (1981), La Detención Preventiva y Derechos Humanos en Derecho
Comparado, primera edición, Editorial Tirant, México, Pag. 18
“En época del Imperio, (…) esta medida revistió las modalidades siguientes: in

carcelum (…) militi traditio (…) y custodia libera (…) La conveniencia,

oportunidad y elección de la medida a aplicar quedaba a la discreción del

magistrado, quien, para decretarla, tomaba en cuenta la gravedad de la

acusación y la personalidad del inculpado. Salvo en los casos de crímenes

graves y de flagrante delito, no podía detenerse al inculpado sino en virtud de

una orden emanada de un magistrado superior o del defensor de la ciudad (…);

ya admitidos los principios de que la detención preventiva no debía significar una

pena ni mucho menos un suplicio, y de que nadie debía ser encarcelado sin estar

convicto, aún en el caso de los delitos graves (…) era imprescindible contar con

evidencias concretas; igualmente se procuró reducir la duración de la detención

preventiva; la libertad provisional era de derecho (…)”4

Legislación Romana

“La pena como un castigo no solo está en la base de las religiones

universales, sino mucho más atrás; en las hordas o tribus primitivas.”5 Pero no

es hasta los primeros tiempos de Roma, en donde se entrevé de manera formal

la existencia de la prisión preventiva.

“Durante los primeros tiempos de Roma, los medios coercitivos que los

magistrados tenían a su alcance para incoar y substanciar los procesos penales

públicos eran la citación personal, la detención y la prisión preventiva.

4 RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ, Jesús; (1981), La Detención Preventiva y Derechos Humanos


en Derecho Comparado, primera edición, Editorial Tirant, México, Pag. 19-20
5 S. Vidal Humberto, Derecho Penal Argentino, Parte General, Córdova, Editorial Advocatus,

1994, pág.
459.
El inculpado que acudía a la citación simple o a la calificada podía ser constituido

en prisión preventiva por el magistrado, siendo ésta una medida que, dependía

de su arbitrio.

“Bajo el Imperio, cuando el proceso inquisitivo empezó a reemplazar en

gran número de casos a la acusación pública, volvió nuevamente a hacerse uso

de la prisión preventiva, la que tenía lugar de tres modos: in carcelum, milite

traditio, y custodia libera, la prisión preventiva in carcelum se decretaba en los

casos de crímenes muy graves y se cumplía en las cárceles públicas”6

2.2.1.1.2.- EDAD MEDIA

En la Edad Media Alta (siglo XVI), adquirió carta de ciudadanía la utilización de

la prisión preventiva como regla general, lo cual puede considerarse natural al

tenerse en cuenta el funcionamiento de la lógica objetiva del proceso penal

inquisitivo, predominante en esta época, que aplicó como método de

interrogación la tortura, lo cual presuponía como “necesidad técnica” mantener

detenido al imputado, en aras de la extracción efectiva de la verdad. Esto se

contiene en el texto siguiente:

“A principio del siglo XVI, los fines del procedimiento inquisitorio se reducían a

dos; primero, establecer la naturaleza y gravedad del delito y, segundo, descubrir

y aprehender al sospechoso de haberlo cometido Así, durante el medioevo, la

detención pierde su carácter excepcional ya que, en consonancia con el sistema

inquisitorio, la captura se convierte en operación preliminar indispensable a fin

de someter a tortura al inculpado y arrancarle una confesión”7

6
J. Zavaleta, La prisión preventiva y la libertad provisoria, Buenos Aires: Ediciones Arayú, 1954
7
Ibídem. Pág. 20-21
La Edad Media, caracterizada por la tortura como medio de confesión, requirió

indudablemente que el acusado estuviera presente para que esta, pudiera ser

realizada. Es por ello que en esta etapa este tipo de cautiverio adquiere

considerable relevancia, pues dentro del proceso inquisitorio, la prisión

preventiva se convierte “especialmente “en la reina de las pruebas”, la restricción

a la libertad del acusado constituía condición indispensable para la tortura y la

obtención de la confesión.”8

Durante este mismo periodo “el Derecho Canónico, cobró especial

importancia y tuvo el mérito de introducir la prisión mediante la reclusión en

celdas monásticas, para purgar penitencias, de donde proviene el término

"penitenciaría", usado hasta hoy, creó el asilo en los templos, sancionando como

delincuentes de lesa majestad a quien sacara por la fuerza a un delincuente del

templo en el que se hubiera asilado”.9

Humanismo

Presente durante el siglo XVIII, caracterizado por “el despertar intelectual

y libertario que habría de propiciar una total reforma penal”, no es sino en esta

etapa cuando el Marques de “Beccaria esgrime su pluma “como D. Quijote coge

su lanza”, en defensa de las innumerables injusticias realizadas por los Jueces

en su obra denominada “De los delitos y de las penas” publicada en 1764, en

donde ya realza los graves inconvenientes de la prisión preventiva: “La cárcel es

solo la simple custodia de un ciudadano hasta en tanto que sea declarado reo; y

esta custodia, siendo por su naturaleza penosa, debe durar el menos tiempo

8
Gómez Fihlo Antonio M., Presunción de inocencia y prisión preventiva, Santiago de Chile: CONOSUR,
1995, pág. 65
9
Hernández Barros Julio Antonio, Programa de Derecho Penal, Trabajo de titulación, Universidad
Iberoamericana, 1995, pág. 31
posible y debe ser la menos dura que se pueda porque no puede llamarse

sociedad legítima aquella en donde no sea principio infalible que los hombres

han querido sujetarse a los menores males posibles.10

2.2.1.1.3.- EDAD MODERNA

- Prisión preventiva en la Revolución Francesa de 1789

La revolución francesa de 1789 constituye el principal referente histórico

del derecho moderno eurocentrista, que marca la pauta del origen de la mayoría

de sistemas jurídicos latinoamericanos; dicha revolución promulgó la

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en ese año, y en 1793

realizó una segunda versión de la misma; luego, con los principios científicos del

derecho romano, fue creado en 1804 el célebre Código Civil, y en 1808 el célebre

Código de Instrucción Criminal.

La primera Declaración Francesa de 1789 estipuló en su artículo 7 la

obligación de decretar la detención conforme a la ley; esta primera Declaración

fue incorporada en la Constitución francesa de 1791, la cual reguló en su artículo

10, unos mandatos para proceder a la detención del presunto culpable de un

delito. Por su lado, en el Código de Instrucción Criminal de 1808 la detención

preventiva se decretaba a discreción del juzgador, permitiendo a los delincuentes

primarios mantener la libertad provisional bajo caución, siempre y cuando

estuvieran acusados por delitos castigados con pena correccional.11

10
Beccaria Cesar, De los delitos y de las penas México: Fondo de Cultura Económica, 2000, pág. 256.
11
Lo expuesto se funda en lo siguiente: “En Francia,…la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano de 1789 preveía que la detención no tendría lugar sino en los casos determinados por la ley y
según las formas por ella prescritas (artículo 7); la Constitución de 1791, a la cual se integró la anterior
Declaración, precisaba además los mandamientos de detención (artículo 10)…no obstante las ideas
plasmadas en las Declaraciones de 1789 y 1793 respecto a la detención preventiva, el Código de
Instrucción Penal de 1808…consagró…esta institución…como un estado de derecho cuya apreciación y
- Prisión preventiva por deudas durante la edad moderna

La prisión preventiva se adoptó en el pasado con la finalidad de la

ejecución forzada de las obligaciones civiles y mercantiles, la cual se convertía

en prisión por deudas. Su utilización para dichos fines se remonta hasta el

derecho romano, llegando incluso a períodos comprendidos en la edad moderna,

por lo que, a continuación se elabora una sucinta historia jurídica de esta

peculiaridad del uso de la prisión preventiva, examinando su regulación en tres

países europeos y tres latinoamericanos.

- Prisión preventiva por deudas en Francia, Alemania y España

En Francia, fue cuestionada la prisión por deudas principalmente por el

movimiento humanista insertado en la revolución francesa de 1789, calificando

como afrenta contra la libertad y dignidad humana, el encarcelamiento del deudor

por motivos de deudas civiles o mercantiles

En Alemania, el uso de la detención provisional y prisión por deudas

subsistió hasta muy entrada la edad moderna durante el siglo XIX, su abolición

formal en este país se decretó hasta el 29 de mayo de 1868; decreto que tuvo

efectos retroactivos beneficiando a las personas detenidas con anterioridad a su

promulgación; lo anterior estaba expresado en los artículos 1º y 3º,

respectivamente.12

oportunidad quedaban a discreción del juez de instrucción. La libertad provisional no era posible sino en
materia correccional reservada a los delincuentes primarios e incluso al pago de una caución.” Ibídem
Págs. 22-24.
12
Estos dos artículos decían lo siguiente: “Artículo 1º. La detención provisional no tendrá lugar, en lo
sucesivo, como medio ejecutivo en los asuntos civiles para obtener el pago de una suma de dinero, la
entrega de una cantidad de cosas litigiosas ó títulos (acciones, obligaciones, etc.). Artículo 3º. La
disposición del artículo 1º se aplica también á las obligaciones nacidas con anterioridad á la publicación
de esta ley, aun cuando la detención personal haya sido reconocida válida ó se haya empezado á ejecutar.”
MIÑANA Y VILLA GRASA, Emilio (traductor). (1903). ORDENANZA GENERAL ALEMANA. Sobre el Cambio;
En España, la prisión por deudas es regulada reiteradamente a lo largo

de los siglos XI, XII y XIII; estableciéndose condiciones específicas en las cuales

debían mantenerse a las personas castigadas con este tipo de prisión,

decretándose hasta la muerte del deudor. La prisión provisional por deudas

subsiste en este país, hasta durante los siglos XVIII y XIX, regulada en

ordenanzas, en el Código de Comercio de 1829 y en la Ley de Enjuiciamiento

Civil. Sin embargo, en esta otra etapa la finalidad no fue el aseguramiento de la

deuda económica por la cual se procedía contra el demandado en el proceso

civil, sino la prisión preventiva se aplicaba para asegurar a la persona del deudor

en caso se procediera en su contra en un proceso penal.

- Prisión preventiva por deudas en Chile, Argentina y Perú

En Chile, la prisión por deudas se decretó en 1837; luego, en 1868 se

restringió a cuatro casos, hasta después de la segunda década del siglo XX.

Durante el anterior tiempo la prisión preventiva por deudas se basaba en la

simple declaratoria en quiebra del deudor, situación declarada inconstitucional

por la jurisprudencia chilena después de 1925, en el sentido de exigirse en

adelante como requisito para decretar dicha medida precautoria haberse

calificado la quiebra de culpable o fraudulenta, adhiriéndose de esta manera al

criterio de la jurisprudencia española del siglo XIX sobre esta materia.

1ª edición, Biblioteca de Revista Jurídica, Volumen I; 1ª edición; Imprenta y Encuadernación de J. Rueda


Huertas; Madrid, España. pág. 103.
En Argentina, la prisión por deudas fue derogada en 1872 por la Ley 514,

dejando en esa época su aplicación solamente en los casos donde se

comprobará el dolo o fraude del deudor en lo mercantil, entonces podía el juez

acordar la prisión preventiva hasta por el plazo máximo de un mes, mientras se

determinaba la existencia del mérito para procesar penalmente al deudor. Lo

anterior se funda en lo siguiente:

“(…) la humanización del derecho en la Argentina comienza en el año

1872 al sancionarse la ley 514 cuyo art. 1º suprime “la prisión por deudas en toda

las causas civiles y mercantiles que se tramiten ante los tribunales nacionales”

su art. 2º sólo exceptúa de tal abolición a los casos de insolvencia en que, por

información sumaria, se acredite que no hubo dolo o fraude por parte del deudor

(inc. 2º), aclarándose en su art. 3º que en ambos supuestos de excepción la

prisión preventiva no podrá durar más de un mes pasado el cual el deudor será

puesto en libertad, si no hubiese mérito para proceder criminalmente contra él.”13

En el Perú el artículo 2.24, literal c) de la Constitución Política establece

que “no hay prisión por deudas”, lo cual implica una declaración con evidentes

repercusiones en el ámbito jurídico penal. Es que la jerarquía normativa que tiene

la Constitución como carta fundamental, y la ubicación y trascendencia que

dentro de ella tiene el artículo 2, en virtud a su condición de derecho fundamental,

plantea un imperativo categórico dirigido tanto al legislador como a los

operadores de la justicia penal.

13
NOVELLINO, Norberto José. (2006). LOS ALIMENTOS Y SU COBRO JUDICIAL. Procedimiento. Incidentes.
Medio para compeler al cumplimiento. Los concubinos y el deber alimentario Insolvencia fraudulenta para
eludir obligaciones alimentarías. La actualización de los alimentos en tiempos de crisis económicas.
Modelos. Apéndice legislativo; 2da reimpresión de 1ra edición. Rosario, Santa Fe, Argentina: Editorial
Jurídica Nova Tesis. págs. 307 y 308.
Este imperativo categórico al que se hace alusión y que da plasmación a dos

derechos fundamentales de primera generación como la libertad y seguridad,

contiene un mandato que imposibilita al legislador y al operador de justicia penal

recurrir al instrumento punitivo más intenso, la prisión, para satisfacer intereses

particulares de carácter meramente patrimonial.

2.2.1.1.4.- EN EL SIGLO XVIII

En el siglo XVIII se lleva a cabo la separación nocturna de los presos,

creándose la casa de corrección. El modelo de corrección, fue establecido en

Roma, en el año de 1704, Clemente XI, allí los reclusos aprendían un oficio para

trabajar en el día y en la noche se suministraba instrucción elemental y religiosa,

bajo el silencio absoluto. Así inicia el gran modelo de regeneración del individuo,

puesto que nada se hace con apresar a una persona y no tratar de que aprenda

algún oficio para devolverlo a la sociedad como una persona de bien arrepentida.

Los procesados estaban siempre junto con los condenados sufriendo las

mismas consecuencias. Más tarde surge la fase correccionalista y moralizadora

de los siglos XVIII y XIX, y por último el periodo reconciliador y readaptador del

sistema penitenciario.

2.2.1.1.5.- EN AMÉRICA LATINA

Dejando la antigüedad remota y estando a la historia más reciente, la evolución

de la prisión preventiva en América Latina aparece en las dos últimas décadas y

ha tenido lugar un proceso muy vigoroso de reformas al sistema de justicia penal.


La prisión preventiva ha evolucionado tanto, que casi en todos los países de

habla hispana se ha abandonado el sistema inquisitivo tradicional, que adoptaba

esta medida cautelar como un regla, y se ha remplazado por sistemas

acusatorios, que la acogen como una excepción.

La regulación de la prisión preventiva ha sido con probabilidad el tema

relevado por las reformas en la justicia penal, que ha tenido lugar en

prácticamente todos los países de la región.14

LAS TEORÍAS DUALISTAS, MONISTAS Y EL SISTEMA VICARIAL

La distinción en las diversas teorías se forma a partir del problema de

resolver el Quid consistente en conocer ¿Cuál es la función de las medidas de

seguridad y qué relación existe entre la pena y la medida? “Según MAURACH,

no es fácil distinguir entre medidas de “aseguramiento” y de “corrección”, ni

desde el punto de vista dogmático, ni desde el punto de vista práctico, pues todas

las medidas persiguen el aseguramiento de la sociedad frente a las infracciones

del sujeto peligroso15”.

Es así, como las teorías monistas, dualistas y finalmente la teoría vicarial,

intentan hacer una unión, distinción o en su caso, argumentan en contra de la

diferencia entre pena y medida de seguridad.

14
RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ, Jesús; (1981), La Detención Preventiva y Derechos Humanos en Derecho
Comparado, primera edición, Editorial Tirant, México, Pág. 45-56
15
García Pablos de Molina, Introducción al Derecho Penal, Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces,
Cuarta edición, 2006, pág. 351.
Teoría Dualista

“El Derecho Penal clásico padeció el monopolio de la pena, la medida de

seguridad fue un cuerpo extraño al mismo”17, estas, “surgen como resorte

necesario que, junto a la pena o en lugar de la pena, complementa el sistema

punitivo”

Hacia finales del siglo XIX, Noruega encabeza la nueva tendencia de la

prisión. En el proyecto del Código Penal Noruego se prevé a la prisión preventiva

y la prisión distintas una de la otra. “Carl Stooss propuso en 1894 … un sistema

doble de consecuencias jurídicas del delito, unas condicionadas por la

culpabilidad del autor y otras que no presuponen dicha culpabilidad, se habla del

sistema dualista o de doble vía… junto a las penas, el sistema prevé también

medidas de seguridad y corrección”.

Finalmente, respecto al tema solo cabe destacar que la implantación del

sistema dualista fue el parte-aguas que dio origen a la prisión caracterizada como

pena o medida de seguridad y es desde “entonces que (la prisión y la prisión

preventiva) han sido paulatinamente incorporadas a los ordenamientos jurídicos

penales, lo que hace que se hable de un derecho penal dualista en sus

consecuencias16.

16
Berdugo Gómez Ignacio, Zapatero Arroyo Luis, García Rivas Nicolás, Ferré Olivé Juan C., Serrano
Piedecasas José R. Lecciones de Derecho Penal parte general: Barcelona, Editorial PRAXIS S.A., 1999,
pág. 33.
Teorías Monistas

Las teorías monistas surgen como resultado de la semejanza de los sistemas de

prisión que propone la teoría dualista. Así, adoptando diversos de sus principios

nacen cuatro posiciones tendientes a unificar la pena con la medida de seguridad

ya que desde su perspectiva, pena y medida cautelar son la misma cosa. Los

cuatro grupos de las teorías monistas son defendían cuatro ideas consistentes

en:

a) Que la pena absorba a la medida

b) Que la medida absorba a la pena

c) Creación de una sanción unitaria que comprendiera ambas.

d) El monismo de nuevo cuño.

La pena absorbe a la medida.-

García Pablos citando a Florian, expresa que la absorción de la pena por

la medida ha sido la meta final del positivismo italiano más radical. Uno de los

representantes de esta teoría es Lizt, quien en su tesis pronuncia que “pena y

medida son dos círculos secantes; pero solo en el marco de esa zona limítrofe

que presentan tiene sentido la sanción unitaria, el tratamiento único, debiéndose

respectar los campos específicos de la pena y la medida, respectivamente.

La medida absorbe a la pena.-

Con base en el argumento de la peligrosidad y en el fin de la prisión como

pena como medida para proteger a la sociedad, esta teoría muestra la unificación

de la medida por la pena, como indica Rodríguez Devesa :“Es una grosera burla

del principio de legalidad el afirmar que se respeta exigiendo para la imposición

de la medida que la peligrosidad se muestre a raíz de la comisión de un delito,


señalado en la ley los índices de peligrosidad que han de fundamentar la

aplicación de las medidas. Porque, en cualquier caso, sean medidas pre

delictuales o pos delictuales, con o sin índices de peligrosidad recogidos en la

Ley, la razón determinante de que se imponga una medida es siempre la futura

posibilidad de comisión de un delito, no un delito real y efectivamente cometido”.

Sanción unitaria.-

“Intentos “unificadores”, de las críticas a los sistemas monistas y dualistas

puros ha surgido la tendencia a fundir las penas y las medidas en una “especie

intermedia” que llevaría el nombre de “pena de seguridad o “medida de seguridad

penal”, cuyo contenido sería el propio de las medidas, pero con un mínimo de

duración equivalente a la de la pena correspondiente al delito cometido.17

Monismo de nuevo cuño.-

Una corriente minoritaria opto por teorías radicales acerca de la

unificación de la pena y la medida. “La orientación más radical propugna extraer

del Derecho Penal las medidas de corrección y seguridad y remitirlas, según los

casos, bien al ámbito del Derecho Privado, bien al del Derecho Administrativo.

La más moderada, se conforma con limitar la aplicación de las medidas a los

casos de sujetos inimputables, eso sí con las mismas limitaciones que rigen la

imposición de una pena y limitación de la duración de las mismas a la de la pena

señalada por la ley al delito cometido.18

17
García Pablos de Molina, Introducción al Derecho Penal, Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces,
Cuarta edición, 2006, pág. 374.
18
García Pablos de Molina, Introducción al Derecho Penal, Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces,
Cuarta edición, 2006, pág. 377 - 378.
2.2.1.2.- HISTORIA DE PRISIÓN PREVENTIVA EN EL PERÚ

En Perú este conflicto se da en un contexto particular: en julio del año 2006 se

inició un proceso de reforma procesal penal a través de la implementación de un

nuevo Código Procesal Penal, aprobado en 2004 (en adelante, NCPP 2004). El

mismo ha sido implementado a lo largo del país de manera progresiva y para

junio de 2012 era aplicado ya en 21 distritos judiciales, quedando pendientes los

distritos de Loreto, Ucayali, Lima y Callao.

La entrada en vigencia del nuevo código en un distrito judicial ha implicado

la instauración de numerosos cambios en materia de justicia penal, dirigidos a

encontrar el equilibrio entre una mayor eficiencia procesal por un lado, y el pleno

respeto a las garantías judiciales-constitucionales de sus actores, por el otro.

En este sentido, la principal característica de dicha reforma procesal

penal es el reemplazo del modelo inquisitivo por el modelo acusatorio: se

establece una metodología basada en la oralidad como garantía principal del

proceso penal para la obtención y el procesamiento de la información para

adoptar decisiones jurisdiccionales. Además se establece la clara separación de

funciones de investigación entre la policía y la fiscalía, en virtud de la cual el fiscal

es quien dirige la investigación durante el proceso, trabajando conjunta y

coordinadamente con la policía nacional, quien provee de una investigación

técnico-operativa; y la igualdad de armas, estableciendo que la defensa ejerza

un rol activo con su presencia en todas las instancias del proceso penal, a

manera de debates contradictorios ante la presencia del Juez.


De ahí que en el propio texto del NCPP 2004 se reconozca el carácter acusatorio,

oral, público y contradictorio del nuevo proceso.19

En el Perú la prisión preventiva tiene como antecedente lo siguiente:

2.2.1.2.1.- Código de Enjuiciamiento en Materia Penal de 1863

Es el primer código en materia procesal penal, que rigió desde el 1 de

mayo de 1863; el cual regulaba el presente tema que es materia de investigación,

en el Titulo VI, denominado DE LA CAPTURA, DETENCIÓN Y PRISIÓN DE LOS

REOS, comprendiendo del art. 70º al 76º; siendo el artículo 73º el que regulaba

la Prisión de Formas, por el cual “se tenía efectuada la captura y puesto a

disposición del Juez, si éste, de las primeras diligencias lo consideraba inocente

lo pondrá en libertad, y si por el contrario del sumario resulta probada la

existencia del delito y la culpabilidad del enjuiciado se librará mandamiento de

prisión en forma. Librado mandamiento de prisión, no podía ponerse en libertad

al reo sin que el auto que así lo resuelva sea aprobado por el Superior Tribunal”.

2.2.1.2.2.-Código de enjuiciamiento en materia criminal de 1920

Esta normatividad se promulgó por Ley 4919 el 2 de enero de 1920, por

el ex presidente Augusto B. Leguía y entro en vigencia el 18 de marzo de 1920

hasta el 17 de marzo de 1940; en el cual se regulaba, el tema objeto del presente

estudio, en el Título V del Libro Primero, denominado PRINCIPIO DE LA

INSTRUCCIÓN Y DETENCIÓN DEL ACUSADO.20

19
Numeral 2 del artículo I del Título Preliminar del NCPP 2004.
20
RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ, Jesús; (1981), La Detención Preventiva y Derechos Humanos en Derecho
Comparado, primera edición, Editorial Tirant, México, Pág. 58-65
2.2.1.2.3.- Código de procedimientos penales de 1940

Mediante Ley Nº 9024 promulgada el 23 de noviembre de 1939, y según lo

establecido en la propia Ley, entró en vigencia el 18 de marzo de 1940, el cual

establecía la detención provisional del imputado, en el Art. 81 de la citada norma.

No obstante, con el transcurso del tiempo esta normatividad ha sufrido una serie

de modificaciones.

2.2.1.2.4.- Código Procesal de 1991

A fines del siglo XX se aprueba el Código Procesal de 1991, mediante

Decreto Legislativo Nº 638, el cual en su artículo 135 prescribe el mandato de

detención, en base a determinados parámetros que se tenían que cumplir, para

declarar fundada una prisión preventiva.

No obstante, dicha norma fue modificada por la Ley 27226 del 17 de

diciembre de 1999 y la Ley 27753 del 09 de junio del 2002, esta modificatoria

estableció el hecho que "no constituía elemento probatorio suficiente la condición

de miembro de directorio, gerente, socio, accionista, directivo o asociado cuando

el delito imputado se haya cometido en el ejercicio de una actividad realizada por

una persona jurídica de derecho privado".21

Lo que en realidad se buscó con esta norma era determinar la

responsabilidad penal personalísima, siendo que miembro de directorio, gerente,

socio, accionista, directivo o asociado, serán responsables en la medida que

tengan una participación criminal en el hecho delictivo, solo si existen otros

21
REÁTEGUI SÁNCHEZ, James, (2006) En busca de la prisión preventiva, Editorial Jurista
Editores, Perú, Pág. 28
elementos que vinculen al imputado con la autoría del hecho delictivo; así mismo

cerró el marco de amplitud respecto al peligro procesal, exigiendo en la

determinación del peligro de fuga la existencia de "suficientes elementos

probatorios que lo determinen", eliminando del texto originario "otras

circunstancias". Asimismo mediante Ley 28726, publicada el 09 de mayo del

2006 modificó el Inc.2 del Art.135 del Código Procesal de 1991, en el que para

ordenar una detención preventiva, la pena probable debe superar a un año de

pena privativa de libertad y ya no cuatro años; o que existan elementos

probatorios sobre la habitualidad del agente del delito.

Si bien la norma procesal penal anterior exigía la concurrencia de tres

elementos para que se dicte un mandato de detención: la existencia de pruebas

suficientes, que la pena a imponerse supere los 4 años y que hubiera peligro de

fuga, con la ley 28726 se modificó sustancialmente el inciso 2 del artículo 135°,

al establecer que se podía dictar detención cuando “la sanción a imponerse o la

suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de libertad o que existan

elementos probatorios sobre la habitualidad del agente al delito”. Sin embargo

mediante Ley 29499 (19 de enero de 2010) se modificó el artículo 135 del Código

Procesal Penal de 1991 (vigente en los distritos judiciales donde no se aplicaba

el NCPP) y se estableció como requisito de la detención preventiva, que la

sanción a imponerse sea superior a los 4 años de pena privativa de libertad (y

ya no una pena probable superior a un año, como lo establecía la Ley 28726),

con lo que se equiparó el marco de la prognosis de pena superior a cuatro años

prevista para la prisión preventiva en el art. 268 del NCPP.22

22
REÁTEGUI SÁNCHEZ, James, (2006) En busca de la prisión preventiva, Editorial Jurista
Editores, Perú, Pág. 35-42
2.2.1.2.5.- Código Procesal Penal (NCPP)

Finalmente, el NCPP en su Art.268, refiriéndose a los presupuestos materiales

de la prisión preventiva, se evidencian que se exige la presencia de "fundados y

graves elementos de convicción” para estimar razonablemente la comisión de un

delito que vincule al imputado como autor o participe del mismo, y, vuelve a la

redacción original del Art.135 del Código Procesal Penal de 1991; empero

introduce en los Arts.269 y 270, pasos para determinar claramente en cada caso

la existencia del peligro procesal de fuga o de perturbación de la actividad

probatoria.

Los presupuestos materiales para poder solicitar la medida coercitiva

personal de PRISION PREVENTIVA, la cual solo la puede dictar el JUEZ a

pedido del Ministerio Público; cuando se den en forma conjunta las siguientes

condiciones o requisitos:

1. Que existan fundados y graves elementos de convicción para estimar

razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como

autor o partícipe del mismo. (Lo que la doctrina denomina FUMUS

BONUS JURIS).

2. Que la sanción o pena probable de privación de la libertad a imponerse,

eventualmente, al imputado, sea superior a los cuatro años de pena

privativa de la libertad. Ello implica, un análisis preliminar de la pena

concreta que habría de imponerse al procesado si fuere el caso, no solo

a partir de la pena básica o conminada por la ley penal, sino la que podría

aplicársele realmente, teniendo en cuenta los eventuales atenuantes y/o


agravantes que hubieren, así como los elementos personales señalados

por los artículos 45 y 46 del Código Penal.

3. Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del

caso particular permita colegir razonablemente que tratará de eludir la

acción de la justicia (peligro de fuga) o de obstaculizar la averiguación

de la verdad (peligro de obstaculización). Lo que se conoce también como

la existencia de PELIGRO PROCESAL o PERICULUM IN MORA.

PELIGRO DE FUGA:

El peligro de fuga, implica la existencia de elementos concretos que llevan

a presumir el riesgo muy probable de que el imputado pretenderá sustraerse al

proceso penal, a la acción de la justicia y a su responsabilidad. Para poder tener

indicadores objetivos de ello: el Artículo 269 del CPP, señala tener en cuenta

aspectos muy puntuales, como son: nuevamente la gravedad de la pena

establecida por ley, pero esta vez en relación a que una pena mayor significa un

más alto riesgo de fuga o sustracción del imputado al proceso, la existencia o no

de arraigo de parte del imputado, (entendida como asentamiento familiar, laboral,

existencial).

El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro

proceso anterior, la gravedad del hecho cometido (elemento nuevo, introducido

por modificatoria reciente del CPP que viene a reemplazar en forma mucho más

clara y objetiva al anteriormente denominado: daño resarcible).


PELIGRO DE OBSTACULIZACION.

El peligro de obstaculización, se entiende como la posibilidad real y objetiva de

que el imputado interfiera, dificulte, entorpezca, ponga trabas, imposibilite o trate

de imposibilitar el desarrollo de las diligencias o actos de investigación. De tal

modo, que su permanencia en libertad constituya un peligro para la investigación,

pues existen indicadores de riesgo razonable de ello. La conjunción de palabras

RIESGO RAZONABLE nos remite no a cualquier tipo de supuesto, sino a una

probabilidad sustentable en hechos, o antecedentes concretos, de conductas

verificables que hubiera realizado el imputado en otros procesos o en la misma

investigación en curso. Por ello, este tipo de riesgo es relativamente, más difícil

de evidenciar o sustentar, según cada caso particular.

2.2.1.2.6.- Ley Nº 30076

Ley que modifica el Código Penal, Código Procesal Penal, Código de

Ejecución Penal y el Código de los Niños y Adolescentes y crea registros y

protocolos con la finalidad de combatir la inseguridad ciudadana, publicada el 19

de agosto de 2013; y entre otros artículos del NCPP modificó los artículos 268 y

269 referentes a la prisión preventiva y el peligro de fuga, respectivamente,

suprimiendo el segundo párrafo del artículo 268, referente a la pertenencia del

imputado a una organización criminal o su reintegración a las mismas, dejó de

ser considerado como un presupuesto material para dictar un mandato de prisión

preventiva, y se incorporó como un supuesto que el juez tendrá en cuenta para

evaluar el peligro de fuga.23

23CONDORI MAMANI, Roger, (2015), LA PRISIÓN PREVENTIVA EN EL PROCESO PENAL


Editorial Adrus, Perú, Pág. 38-44
2.2.1.2.7. PRINCIPIOS QUE DEMARCAN LA APLICACIÓN DE LA PRISION

PREVENTIVA.

El Tribunal Constitucional, en diferentes sentencias, siguiendo la doctrina

vigente internacionalmente en nuestros tiempos, como la dictada por el Tribunal

Europeo de Derechos Humanos, ha señalado, que una medida como esta, se

encuentra sujeta a diversos principios de observancia estricta, como son entre

otros, los siguientes:

1. PRINCIPIO DE LEGALIDAD:

La privación de la libertad solo se puede dar en los casos expresa

y taxativamente previstos por la Ley y siempre y cuando se cumplan los

presupuestos, los requisitos y/o las condiciones expresamente

establecidos por la misma. Y con las garantías que la ley concede a toda

persona detenida.

2. PRINCIPIO DE JURISDICCIONALIDAD:

La privación de la libertad necesariamente debe ser dispuesta por

un Juez competente. Solo la autoridad judicial, en un debido proceso y

por resolución suficientemente motivada, puede disponer una medida así.

Ver: SENTENCIA EXP. Nª 2050-2002-HC/TC. Esta sentencia también

distingue la privación de la libertad, de la restricción de la libertad,

señalando que el arresto es una restricción de la libertad pero no una

privación de la libertad.
3. PRINCIPIO DE EXCEPCIONALIDAD:

Se aplica solo en casos excepcionales, extremos, en que se hace

necesaria para poder llevar a cabo y asegurar los fines del proceso de

investigación. Este principio va ligado al PRINCIPIO DE NECESIDAD que

señala que solo se podrá aplicar cuando no baste aplicar otra medida

menos gravosa, para conseguir los mismos fines, como podría ser una

comparecencia restringida.

4. PRINCIPIO de PROPORCIONALIDAD:

La proporcionalidad significa que la prisión preventiva debe ser en

un determinado caso: necesaria, idónea, imprescindible, para poder

asegurar el proceso y la sujeción del imputado al mismo. La Prisión

Preventiva se aplica sólo si de todas las demás medidas de coerción

posibles resulta la única adecuada y proporcional a la necesidad y utilidad

de garantizar la investigación y/o el proceso en su integridad.

ORE GUARDIA, grafica intensamente el Principio de

Proporcionalidad, en la forma siguiente:

“Consideramos que resulta desproporcionado que ante delitos de

menor gravedad o poca dañosidad social se restrinja la libertad

ambulatoria de los procesados, por cuanto ello implica desconocer los

efectos criminógenos de las privaciones de la libertad de corta duración,

la desnaturalización de una medida excepcional de naturaleza procesal,

así como la entronización de la detención como verdadero anticipo de la

pena.”
(Oré Guardia, ARSENIO: LAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES

en el PROCESO PENAL PERUANO; Edit. Reforma, Lima, Primera

Edición, 2011, pp. 34).

Al respecto, asumimos que lo expuesto en el párrafo precedente,

resultaría absolutamente válido para el caso de imputados noveles,

primerizos, sin ningún tipo de antecedentes; pero no resulta igual, en el

caso de imputados que sean habituales o reincidentes en tales delitos

relativamente menores, es decir que tuvieran diversos antecedentes

penales por iguales delitos, considerados menos dañosos, como podría

ser: sucesivos hurtos o comisión de lesiones leves en el tiempo; pues en

tales casos operarían los incrementos de penalidad previstos por nuestra

ley procesal penal.

En este último supuesto: ¿cuál sería el criterio a tomar,

razonablemente? Indudablemente, que sería el de considerar, si se diera

la existencia copulativa de los presupuestos previstos por el Artículo 268

del CPP, la imposición de la medida de coerción procesal de prisión

preventiva que corresponde.

Del mismo modo ocurriría, en el supuesto, en que a un imputado

se le incriminen varios delitos, todos de relativamente menor gravedad o

dañosidad, con suficientes elementos de convicción que lo vinculen con

la presunta autoría de todos ellos; cuyos grados de penalidad sumados o

incrementados, en un eventual concurso real o ideal de delitos, superasen

largamente los cuatro años de privación.


5. PRINCIPIO DE PROVISIONALIDAD:

Es una medida provisional, no significa una prisión definitiva ni un

adelanto de la condena. Por ley es una medida provisional, temporal,

que solo se dicta para asegurar los actos de investigación y el proceso

penal.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos en diversas sentencias,

como el Caso Bayarri contra Argentina, párrafo 69, o el Caso Acosta

Calderón contra Ecuador, párrafo 74, igualmente ha señalado que la

PRISION PREVENTIVA es la medida más severa que se puede aplicar a

una persona a la cual se le imputa un delito, por lo cual su aplicación debe

tener carácter excepcional, limitado por el Principio de Legalidad, la

presunción de inocencia, la necesidad y proporcionalidad, de acuerdo con

lo que es estrictamente necesario en una sociedad democrática,

agregando que: “es una medida cautelar, no punitiva”.

LA SOLICITUD DE PRISION PREVENTIVA: UNA ATRIBUCION -

OBLIGACION DEL MINISTERIO PÚBLICO.

Teniendo el Ministerio Público la calidad de titular de la acción penal,

defensor de la legalidad, del debido proceso y de la sociedad; debe verificar en

cada caso, como parte de sus funciones establecidas, si se hace necesario o no,

requerir la medida de PRISION PREVENTIVA.

Es obvio, que en los casos que no confluyan o no se perciban los tres

prerrequisitos demarcados por la ley: esto es, que no existan suficientes

elementos de convicción respecto a la presunta responsabilidad del imputado

(fumus bonus comissi), que la pena probable no sea superior a 4 años y que no
haya peligro procesal: peligro de fuga o de entorpecimiento a la investigación

(periculum in mora); el Ministerio Público no podrá ni deberá solicitar la

imposición de una medida cautelar tan gravosa y extrema. Por el contrario, en

los casos en que se advierta la existencia de las tres condiciones ò presupuestos

mencionados: el Ministerio Público tiene no solo la facultad, sino que tiene la

obligación, el deber, de solicitar la imposición de esta medida cautelar, en

cumplimiento de sus funciones. Ello, con la única finalidad de garantizar el

desarrollo del proceso y la sujeción de los imputados al mismo.

Al solicitar esta medida, el MINISTERIO PUBLICO se atiene no solo a

cumplir lo que manda la ley procesal, sino también a los criterios vertidos por el

supremo intérprete de nuestra Constitución y Legalidad, el TC, que entre otros,

en la Sentencia Nº 1567-2002-HC – Fundamentos Jurídicos 3 a 6, ha reiterado

respecto a este género de medidas cautelares, que: su “objetivo es resguardar

la eficiencia plena de la labor jurisdiccional.”

Es importante, tener en cuenta, que en la práctica, los casos de

FLAGRANCIA DELICTIVA, constituyen sucesos que imponen un cuidadoso

anàlisis de sus circunstancias y elementos, para verificar si se cumplen o no los

presupuestos de la prisiòn preventiva. Al respecto, conforme al desarrollo de las

tendencias jurisprudenciales y la casuística, se tiene que tener en cuenta que en

dichos casos de flagrancia: por su inmediatez, por la existencia generalmente de

elementos probatorios, tales como recuperación de especies ó hallazgo de

instrumentos del delito en poder del detenido, testigos, etc, se ha impuesto el

criterio de que ya no se hace necesaria la existencia de otros actos de

investigación, tales como el reconocimiento fìsico en rueda o el reconocimiento

fotográfico.
Asimismo, debe recordarse, que el hecho de que un imputado tenga domicilio o

trabajo conocido no implica necesariamente la inexistencia de peligro de fuga,

puesto que debe apreciarse la existencia conjunta de otros factores, tales como:

la gravedad de la pena probable a imponerse de ser el caso, la gravedad o

desvalor del acto ilícito, o magnitud del daño causado al bien jurídico afectado y

el comportamiento mismo del imputado en cuanto a asumir o resarcir el agravio

causado. Sólo a partir de una apreciación conjunta y razonada de estos factores,

se puede concluir si existe o no peligro de fuga.

2.2.1.3.- POSTURAS SOBRE LAPRISIÓN PREVENTIVA.

2.2.1.3.1.- MÉJICO LEAÑO, Martin: (2010)

MÉJICO LEAÑO, Martin: (2010), presentó la investigación titulada “Los

fines patológicos de la prisión preventiva: evitar el peligro de reiteración delictiva

y la defensa de la sociedad”, artículo publicado en alerta informativa, en la que

concluye:

 “En definitiva, la prisión preventiva solo es procedente a efectos de

garantizar la realización de los fines procesales: evitar el peligro de fuga

y el entorpecimiento de la investigación. Por ende resulta completamente

ilegítimo y arbitrario detener preventivamente a una persona con fines

retributivos o preventivos. Debe entenderse que la prisión preventiva o el

mantenimiento de la misma sólo se justifica por razones de seguridad

procesal y nunca por razones de castigo.


 Nuestro derecho penal, es un derecho penal de acto y no de autor,

Villavicencio Terreros señala que el derecho penal de autor es

incompatible con el Estado Social y Democrático de derecho; en ese

sentido solo resulta compatible un derecho penal de acto. La pena debe

vincularse con una acción concreta descrita típicamente; por ello, tal

sanción representa solo la respuesta al hecho individual, y no a toda la

conducción de la vida del autor o a los peligros que en el futuro se esperan

del mismo”. Por ello, si no se puede justificar la pena privativa en juicios

de peligrosidad futura, mucho menos se puede encarcelar

preventivamente.”

2.2.1.3.2.- COSTA CARHUAVILCA, Erickson Aldo:

COSTA CARHUAVILCA, Erickson Aldo:(2009), presentó la investigación

titulada: “La finalidad de la detención preventiva en el marco de la vigencia de la

presunción de inocencia del imputado en el Proceso Penal Peruano”,

investigación publicada en la Unidad de Investigación de Derecho de la UNMSM,

en la que concluye:

 “Tras cualquier intento por fundamentar la legitimidad de la detención

preventiva, lo que realmente existe es el razonado temor e inseguridad

que genera la criminalidad para la sociedad, convirtiéndose en una

respuesta del sistema penal frente a la potencialidad delictiva del

imputado. La asignación a la detención preventiva de fines no procesales

por motivos de defensa social o control de conductas delictivas colocaría

al imputado en una situación ya de culpabilidad”.


2.2.1.3.3.- DEL RIO LABARTHE, Gonzalo: (2007)

DEL RIO LABARTHE, Gonzalo: (2007) Informe Practico Procesal Penal de

Actualidad Jurídica de Febrero del 2007, titulada: “Prisión preventiva en el nuevo

Código Procesal Penal”, en el que se concluye:

 “La motivación es un requisito ineludible en la imposición de la prisión

preventiva, precisamente por que condiciona la validez del presupuesto

de proporcionalidad, porque la ausencia o insuficiencia de dicha

motivación convierte a la medida en ilegitima prima facie impidiendo que

el juicio se pueda analizar la razonabilidad de la decisión”.

2.2.1.3.4.- GIMENO SENDRA José V.:

GIMENO SENDRA José V.: (1990), presentó la investigación titulada “La

necesaria reforma de la prisión provisional”, investigación publicada en la Revista

Peruana de Derecho Procesal VI, en la que concluye:

 “La necesidad de proteger el derecho a la tutela se convierte en un bien

constitucionalmente relevante a fin de que, en una futura reforma de la

prisión provisional, se consagre por delitos graves expresamente

determinados”.

- ES REQUISITO PARA SOLICITAR LA PRISION PREVENTIVA: QUE EL

IMPUTADO SE ENCUENTRE DETENIDO

LA SENTENCIA CASATORIA Nº 01-2007- HUAURA, la cual en su

Fundamento Cuarto nos recordó que: Los presupuestos materiales para la

imposición de esta medida de coerción se encuentran expresamente

establecidos por los artículos 268 a 271 del Código Procesal Penal y “no
constituye presupuesto material de dicha medida personal, como claramente

fluye del artículo 268 del Nuevo Código Procesal Penal, que el imputado se

encuentre sujeto a la medida provisionalísima de detención, en cualquiera de sus

modalidades.” La ley solo exige que se haya dictado la Disposición de

Formalización de la Investigación Preparatoria y la concurrencia de los

presupuestos establecidos por el Artículo 268 del Nuevo Código Procesal Penal.

2.2.1.4. CONCEPTO DE PRISIÓN PREVENTIVA

La prisión preventiva es una medida cautelar conocida también como

lógica cautelar o riesgo procesal, limitativa de derecho fundamental a la libertad

personal, válida en la medida en que se encuentre en riesgo el éxito del proceso

penal por existir certeza de pretender obstruir la actividad probatoria y/o existir

elementos que no garanticen la comparecencia del procesado a las diligencias

judiciales y evasión en la aplicación eventual de la sentencia condenatoria,

siempre que de imposición resulte compatible con los principios de

excepcionalidad, subsidiariedad, razonabilidad y proporcionalidad en el marco

Constitucional y Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

En la investigación sobre la regulación de Prisión ·Preventiva en el Perú

marco de "La reforma de la justicia penal" ASENCIO MELLAD024, define: "La

prisión preventiva o provisional constituye una de medida cautelar de naturaleza

personal, cuya finalidad, acorde con su naturaleza, es la de garantizar el proceso

en sus fines característicos y el cumplimiento de la futura y eventual pena que

pudiera imponerse. No puede asignarse a esta medida una naturaleza tal que la

24
ASCENCIO MELLADO, José María, La Prisión Preventiva en el Código Procesal del Perú,
investigación efectuado en el marco del proyecto de investigación «La reforma de la justicia
penal» (BJU2003-00192), concedido por el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
haga devenir en una medida de seguridad o, incluso en una pena anticipada. Ni

el proceso penal en un instrumento de política criminal, ni puede serlo tampoco

cualquier tipo de resolución que en su seno adopte. El proceso no es otra cosa

que un método de determinación de hechos y responsabilidades y para la

consecución de este fin ha de permanecer en la absoluta neutralidad; toda

perversión de esta finalidad conduce o puede conducir a determinaciones y a

declaraciones no ajustada a la realidad.

En el libro "La Prisión Preventiva" desde la perspectiva Constitucional,

Dogmática y del Control de Convencionalidad de QUIROZ SALAZAR25 señala

sobre prisión preventiva, que.: "La prisión preventiva es una medida coercitiva

personal de naturaleza provisional. Se trata de la privación de la libertad que

formalmente decide un juez de investigación preparatoria, dentro de un proceso

penal, con el fin de cerciorarse que el procesado esté sometido al proceso y no

eluda la acción de la justicia o no perturbe en su actividad probatoria."

En ese sentido "Prisión Preventiva" de AMORETTI PACHAS26, el autor

sostiene que "/a detención judicial preventiva solo procede cuando existan

hechos objetivos y razonables que lleven al convencimiento del Juez, que de no

restringir la libertad del imputado podrá en grave riesgo el éxito del proceso, la

actuación probatoria o posibilite que el imputado podrá en grave riesgo el éxito

del proceso, la actuación probatoria o posibilite que el imputado pueda fugar.

25
QUIROZ SALAZAR, William F y ARA Y A VEGA, Alfredo, La Prisión Preventiva desde la perspectiva
Constitucional, Dogmática y de Control de Convencionalidad, editorial Ideas, Junio 2014. p. 126
26
AMORETTI PACHAS, Mario, Prisión Preventiva, Magna ediciones, Primera Edición, 2008, p. 13 y 14.
De tal manera que ante la existencia de nuevos actos de investigación se debilite

la suficiencia de pruebas que dieron lugar a que se dicte la detección, aplicando

los manera, que el juez emita un pronunciamiento sobre el fondo del asunto, que

se debe verificar al término del proceso, mediante una sentencia. Sino que debe

concluir que se ha desvirtuado los fundamentos que sirvieron de sustento para

que el juzgado decrete la detención principios de provisionalidad,

proporcionalidad es necesario que se aplique una medida menos gravosa a favor

del imputado, lo que no implica, de ninguna manera, que el juez emita un

pronunciamiento sobre el fondo del asunto, que se debe verificar al término del

proceso, mediante una sentencia.

Sino que debe concluir que se ha desvirtuado los fundamentos que

sirvieron de sustento para que el juzgado decrete la detención, otro de los

requisitos más importantes para decretar mandato de detención contra un

imputado, es la concurrencia del peligro procesal, presupuesto que

lamentablemente en muchas oportunidades no es tomado en consideración por

el Juez, quien se limita a fundamentar sólo los requisitos antes referidos.

Pese a que legislativamente se precisa que los tres presupuestos deben

concurrir en forma conjunta, para tal efecto el juzgado al referirse al peligro

procesal debe precisar de manera objetiva las pruebas o indicios razonables que

se han actuado en la etapa preliminar y que lleven a la convicción de que el

imputado va eludir la acción de la justicia y obstaculizar la actividad probatoria".


Por otro lado en la publicación, "La prisión preventiva en el Perú: ¿medida

cautelar o pena anticipada?" DE LA JARA, Ernesto, CHÁ VEZ TAFUR, Gabriel y

Otros27 señalan que "/a prisión preventiva es una privación legal de libertad

impuesta sobre una persona como medida de precaución. Se toma esta medida

con el fin de garantizar una efectiva investigación del delito al que se vincula al

imputado, su juzgamiento y su eventual cumplimiento de la pena".

Mientras que en el reciente "Informe del uso de la prisión preventiva en

las américas" la Comisión interamericana de Derechos Humanos28 sostiene que,

"La prisión preventiva tiene un carácter estrictamente excepcional, y su

aplicación se debe adecuar a los principios de legalidad, presunción de

inocencia, razonabilidad, necesidad y proporcionalidad. Esta medida procede

única y exclusivamente en los casos y conforme a los requisitos expresamente

previstos por la Ley, y sólo es admisible cuando se dirige a cumplir sus fines

legítimos, que conforme al artículo 7. 5 de la Convención Americana son los

siguientes:

a) Prevenir el riesgo de que el imputado eluda la acción de la justicia, para

lo cual se podrá tener en cuenta su nivel de arraigo en la comunidad, su

conducta durante el proceso, la gravedad de la imputación y la eventual

condena;

27
DE LA JARA, Ernesto, CHÁVEZ TAFUR, Gabriel y otros, La prisión preventiva en el Perú:
¿medida cautelar o pena anticipada?, Instituto de Defensa Legal, Primera Edición 2013, p. 10.
28
Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las américas, Comisión Interamericana de los
Derechos Humanos pág. 22, OEA/Ser.LNill. Doc.46/1330, diciembre 2013.
b) Evitar que obstruya el normal desarrollo de las investigaciones o el

proceso, para lo cual podrá valorarse la capacidad del acusado de alterar

gravemente las pruebas, influir en los testigos o inducir a terceras

personas a cometer estos actos".

Según CUBAS VILLANUEVA112 la norma establecía las siguientes

características relacionado a la detención preventiva:

a) Facultativa, el artículo 135 del Código Procesal Penal no era una norma

imperativa, sino facultativa y dejaba al criterio de Juez para que basado

en la Ley y los hechos, determine la imposición de la detención, luego de

un juicio de razonabilidad.

b) Sólo procedía para delitos Dolosos, la detención sólo procedía para

delitos dolosos, quedando excluida la posibilidad de detención cuando se

trataba de delitos culposos.

c) Para imponer debía concurrir tres requisitos, prueba suficiente, prognosis

de pena superior a 4 años y peligro procesal.

d) Resolución fundamentada

e) Estuvo sujeta a plazos, la detención no debía durar más de nueve meses

en el proceso sumario, ni más de 15 meses en el proceso ordinario.

2.2.1.4.1. Modelos Doctrinarios de las Medidas de Coerción Personal

Con la finalidad de identificar a qué tipo de modelo corresponden las

medidas coercitivas en nuestro país, nos referimos brevemente a los tres

clásicos modelos de coerción personal en nuestro país que se conocen en

nuestra doctrina nacional.


a) El Modelo Garantista

Según este modelo, el ejercido del Estado a través de los

operadores judiciales no es ilimitado ni absoluto, sino sujeto a

determinados estándares normativos de control.

Este modelo propugna los siguientes postulados:

 La incorporación de principios y garantías constitucionales como

guías de orientación en su aplicación, siempre vinculados a

criterios de interpretación con mayor grado de optimización a favor

del derecho a la libertad personal.

 Una presunción iuris tantum al derecho a la presunción de

inocencia con relación al sujeto infractor del injusto típico.

 Aplicación proporcional y de última ratio en el uso de la medida

coercitiva personal de mayor intensidad.

 Afirmar que esta tiene únicamente fines procesales, que solo el

peligro de fuga justifica su adopción, y que la peligrosidad procesal

no se presume.

b) Medida Cautelar o lógica cautelar

Conocida también como lógica cautelar, riesgos procesales o

procesalista. El Código Procesal de 2004, siguiendo a los demás Códigos

de la región, ha tratado de regular a la prisión preventiva desde un nuevo

paradigma, teniendo a la prisión preventiva como finalidad garantizar el

desarrollo de proceso pena y de sus consecuencias, sin embargo también


está incorporado la reiteración delictiva no como presupuesto de la prisión

preventiva en el artículo 253. Numeral 3.

En la publicación "La Detención y Prisión Preventiva en el Nuevo Código

Procesal Penal" por VILLEGAS PAIVA117 este autor citando a

CALAMENDREI señala "en la perspectiva de la lógica cautelar de la

prisión preventiva, se puede afirmar que esta última es "instrumento de

instrumento': es decir es un instrumento utilizado para servir el proceso

penal (asegurando su normal desarrollo), para que éste cumpla con sus

objetivos, que es el ser a su vez un instrumento que posibilita la realización

del Derecho Penal material".

2.2.1.5. LEGISLACIÓN SUPRANACIONAL

2.2.1.5.1.- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

“Artículo 9º.-

1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal. Nadie

podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias.

2. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por

ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta;…

3. La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe

ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías

que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en

cualquier momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la

ejecución del fallo.


4. Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o prisión

tendrá derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la

brevedad posible sobre la legalidad de su prisión y ordene su libertad si la

prisión fuera ilegal;…

5. Toda persona que haya sido ilegalmente detenida o presa, tendrá el

derecho efectivo a obtener reparación.”29

Tratado multilateral que reconoce derechos civiles y políticos, entró en

vigencia el 23 de marzo de 1976 y ratificado por el Perú el 28 de abril de

1978. Respecto al tema materia de investigación, el artículo 9 de la norma

acotada establece el derecho a la libertad y a la seguridad que goza toda

persona, y el hecho de no ser sometidos a detención o prisión arbitraria; sin

embargo, este derecho puede ser restringido a través de una medida de

coerción personal de prisión preventiva siempre y cuando se cumplan los

presupuestos materiales dispuestos en el artículo 268 del CPP, el cual se

aplica de manera excepcional, teniendo en cuenta que la libertad del

imputado puede depender de las garantías que aseguren su comparecencia

en el acto del juicio, o en diligencias procesales y, en la ejecución de una

sentencia condenatoria, es decir, en virtud del principio de excepcionalidad

de la prisión preventiva.30

29 QUIROZ SALAZAR, William (2014) LA PRISIÓN PREVENTIVA - Desde la Perspectiva


Constitucional, Dogmática y del Control de Convencionalidad. Editorial, Ideas, Perú, Pág. 69-73
30
Ibídem, Pág. 82-85
2.2.1.5.2.- Convención Americana sobre Derechos Humanos

“Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales;

2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en

las condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de

los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas;

3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios;

4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones

de su detención y notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados

contra ella;

5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante

un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones

judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable

o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su

libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su

comparecencia en el juicio;

6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez

o tribunal competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la

legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o

la detención fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas leyes prevén

que toda persona que se viera amenazada de ser privada de su libertad

tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que

éste decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede

ser restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o

por otra persona.


Artículo 32. Correlación entre Deberes y Derechos

Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás,

por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una

sociedad democrática.”

También llamado Pacto de San José de Costa Rica, entró en vigencia el

18 de julio de 1978, ratificado por el estado peruano el 28 de julio de 1978, ante

ello los Estados partes se comprometen a respetar los derechos y libertades

reconocidos en la Convención y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda las

personas que estén sujetas a su jurisdicción, sin discriminación alguna; por lo

que respecto a la presente investigación, el artículo 7 de la norma acotada

establece el derecho a la libertad y a la seguridad que goza toda persona y el

hecho de no ser privado de su libertad física, a excepción de lo que pueden

establecer los estados partes en su normatividad interna, como en el caso

nuestro la prisión preventiva se encuentra regulada en el artículo 268 del título

III de la sección III del NCPP.31

2.2.1.6.-LEGISLACIÓN NACIONAL PERUANA

2.2.1.6.1.- Constitución Política del Perú

Nuestra Constitución delimita la restricción de la libertad personal, en su

Art. 2 inciso 24 literal “f”, que prescribe: “…Nadie puede ser detenido sino por

mandamiento escrito y motivado del juez o por las autoridades policiales en caso

de flagrante delito.”

31
QUIROZ SALAZAR, William (2014) LA PRISIÓN PREVENTIVA - Desde la Perspectiva
Constitucional, Dogmática y del Control de Convencionalidad. Editorial, Ideas, Perú, Pág. 78-86
Asimismo el Artículo 44 establece que “Son deberes primordiales del Estado:

defender la soberanía nacional; garantizar la plena vigencia de los derechos

humanos; proteger a la población de las amenazas contra su seguridad; y

promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo

integral y equilibrado de la Nación.”

2.2.1.6.2.- Código Procesal de 1991 – DECRETO LEGISLATIVO Nº 638

(Publicado el 27/04/1991); modificado por el Art. 6 de la Ley 29499, publicado el

19/01/2010

“Artículo 135.- Mandato de detención

El juez podrá dictar mandato de detención si, atendiendo a los primeros

recaudos acompañados por el fiscal provincial, es posible determinar:

1. Que existen suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito

que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo.

No constituye elemento probatorio suficiente la condición de miembro de

directorio, gerente, socio, accionista, directivo o asociado cuando el delito

imputado se haya cometido en el ejercicio de una actividad realizada por

una persona jurídica de derecho privado.

2. Que la sanción a imponerse sea superior a los cuatro años de pena

privativa de libertad.

3. Que existen suficientes elementos probatorios para concluir que el

imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción

probatoria. No constituye criterio suficiente para establecer la intención de

eludir a la justicia la pena prevista en la Ley para el delito que se le imputa.


En todo caso, el juez penal podrá revocar de oficio o a petición de parte

el mandato de detención cuando nuevos actos de investigación

demuestren que no concurren los motivos que determinaron su

imposición, en cuyo caso el juez podrá disponer la utilización de la

vigilancia electrónica personal como mecanismo de control, tomando en

cuenta lo previsto en el inciso 2 del artículo 143 del presente Código.”

2.2.1.6.3.- CPP 2004 – DECRETO LEGISLATIVO Nº 957

El CPP, regula las medidas de coerción procesal en la Sección III y

comprende los artículos 253 hasta 320; y específicamente la Prisión Preventiva

comprende el título III de dicha sección; por lo que se establece lo siguiente:

“Artículo 253.- Principios y finalidad

1. Los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución y los

Tratados relativos a Derechos Humanos ratificados por el Perú, sólo

podrán ser restringidos, en el marco del proceso penal, si la Ley lo permite

y con las garantías previstas en ella.

2. La restricción de un derecho fundamental requiere expresa autorización

legal, y se impondrá con respeto al principio de proporcionalidad y siempre

que, en la medida y exigencia necesaria, existan suficientes elementos de

convicción.

3. La restricción de un derecho fundamental sólo tendrá lugar cuando fuere

indispensable, así como para impedir la obstaculización de la

averiguación de la verdad y evitar el peligro de reiteración delictiva.32

32
DECRETO LEGISLATIVO Nº 957, en la Sección III y comprende los artículos 253 hasta 320.
Artículo 268º.- Presupuestos materiales

El Juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión

preventiva, si atendiendo a los primeros recaudos sea posible determinar la

concurrencia de los siguientes presupuestos:

a) Que existen fundados y graves elementos de convicción para estimar

razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como

autor o partícipe del mismo.

b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena

privativa de libertad; y

c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias

del caso particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir

la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación

de la verdad (peligro de obstaculización).

También será presupuesto material para dictar mandato de prisión

preventiva, sin perjuicio de la concurrencia de los presupuestos establecidos en

los literales a) y b) del numeral anterior, la existencia de razonables elementos

de convicción acerca de la pertenencia del imputado a una organización delictiva

o su reintegración a la misma, y sea del caso advertir que podrá utilizar los

medios que ella le brinde para facilitar su fuga o la de otros imputados o para

obstaculizar la averiguación de la verdad.”

Ley Nº 30076 (publicada el 19 de agosto de 2013)

Ley que modifica el código penal, código procesal penal, código de

ejecución penal y el código de los niños y adolescentes y crea registros y

protocolos con la finalidad de combatir la inseguridad ciudadana. Con respecto


al código procesal penal, el artículo 3 de la citada Ley, modifica los artículos IV

del Título Preliminar, 2, 32, 65, 67, 84, 85, 160, 161, 170, 268, 269, 274, 286,

287, 311, 332, 334, 386, 471 y 523 del Código Procesal Penal aprobado por

Decreto Legislativo 957; es decir, modifica lo referente al mandato de prisión

preventiva, estableciéndose lo siguiente:

“Artículo 268 Presupuesto Materiales

a) El juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión

preventiva, si atendiendo a los primeros recaudos sea posible determinar

la concurrencia de los siguientes presupuestos:

b) Que existen fundados y graves elementos de convicción para estimar

razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado como

autor o partícipe del mismo.

c) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa

de libertad; y

d) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del

caso particular, permita colegir razonablemente que tratará de eludir la

acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación de la

verdad (peligro de obstaculización).

Artículo 269 Peligro de fuga

Para calificar el peligro de fuga, el juez tendrá en cuenta:

1. El arraigo en el país del imputado, determinado por el domicilio, residencia

habitual, asiento de la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades

para abandonar definitivamente el país o permanecer oculto;

2. La gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento;


3. La magnitud del daño causado y la ausencia de una actitud voluntaria del

imputado para repararlo;

4. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro

procedimiento anterior, en la medida que indique su voluntad de

someterse a la persecución penal; y

5. La pertenencia del imputado a una organización criminal o su

reintegración a las mismas.

Artículo 274 Prolongación de la prisión preventiva

1. Cuando concurran circunstancias que importen una especial dificultad o

prolongación de la investigación o del proceso y que el imputado pudiera

sustraerse a la acción de la justicia u obstaculizar la actividad probatoria,

la prisión preventiva podrá prolongarse por un plazo no mayor al fijado en

el numeral 2) del artículo 272. El fiscal debe solicitarla al juez antes de su

vencimiento.

2. El juez de la investigación preparatoria se pronunciará previa realización

de una audiencia, dentro del tercer día de presentado el requerimiento.

Esta se llevará a cabo con la asistencia del Ministerio Público.

3. La resolución que se pronuncie sobre el requerimiento de prolongación de

la prisión preventiva podrá ser objeto de recurso de apelación.

4. Una vez condenado el imputado, la prisión preventiva podrá prolongarse

hasta la mitad de la pena impuesta, cuando esta hubiera sido recurrida.”33

33
El Código Procesal Penal, regula las medidas de coerción procesal en la Sección III y comprende los
artículos 253 hasta 320
2.2.1.7.- GENERALIDADES PRISIÓN PREVENTIVA

La Prisión Preventiva, es una medida cautelar de carácter coercitivo, personal y

provisional que afecta la libertad personal durante un breve periodo de tiempo.

La decisión judicial de ordenar la prisión preventiva a un imputado por la presunta

comisión de un delito, se hace con el fin de garantizar que el proceso que se le

sigue no se vea obstaculizado, interrumpido o demorado de alguna forma. Ello

no significa un adelanto de la condena, es decir, que no se está recluyendo al

imputado porque se crea que su responsabilidad es evidente.

Esta medida tiene como justificación la necesidad de una pronta reacción del

Estado frente al delito. También constituye un medio para garantizar el desarrollo

del proceso penal con la presencia del imputado y con la posterior eventual

ejecución de la sentencia.34

CARACTERÍSTICAS DE LA PRISIÓN PREVENTIVA:

La prisión preventiva en doctrina tiene las siguientes características:

instrumentalidad: Provisionalidad, jurisdiccionalidad, legalidad, proporcionalidad,

revocable, excepcionalidad, responsabilidad y es apelable. Veamos a

continuación su contenido.

Instrumentalidad:

La prisión preventiva no constituye un fin en sí mismo, pues tiene por objeto

evitar la frustración de un proceso por la fuga del procesado y asegurar la

ejecución del fallo, de tal modo que se debe emitir por escrito, de manera

34
CUSI RIMACHE, Jhon Eber (2017), PRISIÓN PREVENTIVA ¿Qué alego en la audiencia?
Editorial: A&C Ediciones, Perú, Pág. 105-108
motivada y fundamentada, la boleta constitucional de encarcelamiento para la

ejecución de esta medida.

Provisionalidad:

Esto es que esta medida no es definitiva sino temporal. Esta característica

además se halla orientada con la finalidad de precautelar, asegurar la persona

del procesado, y a la eventual indemnización para el caso de condena.

Jurisdiccionalidad:

Significa que, el dictar la orden de prisión preventiva es potestad exclusiva de los

jueces competentes y que forman parte de la Función Judicial, pues el ius

puniendi por excelencia, le corresponde a esta Función del Estado.

Legalidad:

Esto es el buen juicio del juez, no su arbitrariedad, de tal modo que procede

dictarla sólo cuando la Constitución de la República, los Tratados Internacionales

de Derechos Humanos y la Ley, así lo señalen.

Proporcionalidad:

De tal manera que, la prisión preventiva no es definitiva, ya que depende de un

proceso que está pendiente y de una sentencia en firme que la confirme o que

la extinga.

Revocable:

Esto es las medidas cautelares son susceptibles de alteraciones variables y aún

revocables, o sea que cabe su modificación en cuanto no se altere el estado

sustancial de los datos reales sobre los cuales la medida se adoptó. La


revocabilidad, está en función del libre criterio del juez, quien debe valorar la

situación en la que se encuentra el procesado; y, en el caso que los motivos

hayan variado, deberá mantener o levantar la prisión preventiva conforme a las

normas de valoración de la sana crítica, esto es motivando y fundamentando.

La prisión preventiva es revocable por naturaleza, tomando en cuenta que la

misma no es firme, de tal manera que el juez de garantías penales que al realizar

el juicio de valor encontró reunidos los presupuestos procesales para dictar la

prisión preventiva en un primer momento, debe dejarla sin efecto si han

desaparecido o si se han desvanecido parcial o totalmente los mismos,

revocatoria que además valga la pena recalcar es de absoluta atribución y por

obvias razones de la instancia superior en los casos de impugnación vía

apelación del auto resolutorio que dispuso la prisión preventiva como medida

cautelar personal.

Excepcional:

La Constitución Política del Perú, en su parte pertinente señala: “La privación de

la libertad se aplicará excepcionalmente, lo cual guarda relación con varios

tratados internacionales vigentes en el país que señalo en la presente tesis, que

descartan la situación de considerar a la prisión preventiva como regla general;

de tal modo que lo normal es que el procesado se defienda en libertad.

Hay que recalcar que la prisión preventiva de acuerdo a la doctrina penal y de

derechos humanos, tiene un carácter eminentemente excepcional, ella

constituye una medida extrema, justamente porque lo que se pone en juego es

uno de los derechos esenciales de la persona humana, como es la libertad; y

puede dar lugar cuando ésta se prolonga demasiado, a que se atente al derecho
constitucional a la presunción de inocencia, con lo que se pretende evitar que la

prisión preventiva sin una sentencia condenatoria sea usada como un castigo,

además la prisión preventiva no precede en los delitos de acción penal privada.

Si bien a nivel regional, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, no

establece una disposición similar sobre este tema, dicha Convención ha

señalado que la detención preventiva es una medida excepcional, que sólo debe

aplicarse en casos donde existe una sospecha razonable, no meras

presunciones, de que el acusado podrá evadir la justicia o destruir la evidencia.

En caso contrario se viola el principio de inocencia y la libertad física del

sindicado, protegidos en los Arts. 5 y 8 de la Convención Americana sobre

Derechos Humanos.

Responsabilidad:

La actual Constitución de la República preserva la libertad ciudadana de todo

atropello o abuso, de tal manera que si el procesado ha sido privado de su

libertad durante el juicio penal, y se declara que el hecho no existe, que no reviste

carácter penal, o no se comprueba su participación en el hecho, éste procesado

tiene derecho a demandar al Estado por responsabilidad civil extracontractual, a

título imputable de detención arbitraria, así se refuerza la garantía de los

derechos individuales de los ciudadanos, en particular el derecho a la libertad

personal y al principio de presunción de inocencia.


Apelable:

El derecho a la impugnación del auto resolutorio que dispone la prisión

preventiva, le corresponde al procesado, pero si se niega ésta medida cautelar

personal, la apelación le corresponde al fiscal, por así disponerlo la Constitución

de la República y el Código de Procedimiento Penal.

También hay que manifestar que para interponer el recurso de apelación se lo

hará mediante escrito fundamentado ante el juez de garantías penales, dentro

de los tres días de notificada la providencia en la que se dispuso la prisión

preventiva, en cuyo caso pasa a conocimiento de la Sala respectiva de la Corte

Superior de Justicia, la que debe dictar la resolución correspondiente dentro del

término de cinco días.

2.2.1.7.2.- MARCO NORMATIVO DE PRISIÓN PREVENTIVA

La prisión preventiva, es la medida cautelar personal más radical y aflictiva, es

por ello el legislador ha establecido puntuales exigencias, requisitos objetivos y

concurrentes previstos en el artículo 268º del Código Procesal Penal de 2004,

para su aplicación, tales como:

a) La existencia de fundamentos y graves elementos de convicción

suficientes que vinculen al imputado con la comisión del delito investigado.

Los elementos de convicción son actos de investigación, tanto de la Policía como

de la Fiscalía, que sustentan la existencia verosímil de la imputación de un hecho

delictivo a una determinada persona; es decir, son elementos de convicción de

cargo que son llevados a la audiencia, como sustento probatorio del

requerimiento de prisión preventiva.


b) La sanción a imponerse sea superior a los 4 años de pena privativa de

libertad.

La prisión preventiva está condicionada a una sanción legal que se

determina como consecuencia jurídica a cada tipo legal, por lo que se deberá

efectuar una prognosis de pena, no basta que la pena sea mayor, superior a los

cuatro años, en tanto la determinación de la pena está sujeta a una serie de

variables, entre estas las circunstancias relacionadas a la realización del hecho

punible. La existencia de este presupuesto no está referido a la pena fijada por

ley para el delito, sino al análisis preliminar que tendrá que realizar el Juez para

considerar la pena probable, que implica un acercamiento, un cálculo a esa

determinación conforme a los actuados existentes en la oportunidad en que

corresponda dictar la medida y que será la regla al momento de aplicar la prisión

preventiva. El Juez en esta fase del análisis jurídico procesal ha de realizar una

prognosis o pronóstico que permita identificar a un nivel razonable la probabilidad

de que la pena a imponer será superior a cuatro años de privación de libertad.

Es decir, el Juez debe valorar el caso concreto y no aplicar una regla penológica

general sin sentido.35

-Peligro procesal

El Periculum In Mora, constituye el verdadero sustento de la prisión

preventiva, la misma que se aplicará cuando exista indicio o evidencia

razonables, de que el imputado eludirá el proceso o que obstruya en los actos

de investigación.

35
CUSI RIMACHE, Jhon Eber (2017), PRISIÓN PREVENTIVA ¿Qué alego en la audiencia?
Editorial: A&C Ediciones, Perú, Pág. 128-146
El Peligro procesal, presenta dos supuestos: La intención del imputado de eludir

la acción de la justicia (peligro de fuga) y la intención de perturbar la actividad

probatoria:

 El peligro de fuga, consiste en el peligro de que el imputado no se someta

al procedimiento penal ni a la ejecución. Así tenemos, que conforme al artículo

269° del CPP de 2004, para calificar el peligro de fuga el Juez tendrá en cuenta:

El arraigo en el país del imputado, determinado por el domicilio, residencia

habitual, asiento de la familia y de sus negocios o trabajo o las facilidades para

abandonar definitivamente el país o permanecer oculto, vínculos de carácter

familiar, amical y de negocios, grado de influencia que pueda ejercer en

determinados ámbitos socio-políticos, situación económica, lazos familiares en

el exterior, de ser el caso su doble nacionalidad, etc.

I. La gravedad de la pena que se espera como resultado del

procedimiento.

II. La importancia del daño resarcible y la actitud que el imputado

adopta, voluntariamente, frente a él.

III. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro

procedimiento anterior, en la medida que indique su voluntad de

someterse a la persecución penal.

 El peligro de entorpecimiento o peligro de obstaculización de la actividad

probatoria, exige conforme al artículo 270° del CPP de 2004, que el

comportamiento del imputado funde la sospecha vehemente de que el imputado:

I. Destruirá, modificará ocultará, suprimirá o falseará medios de

prueba.
II. Influirá para que los coinculpados, testigos o peritos informen

falsamente o se comporten de manera desleal o reticente. Esto

es, corrompiendo voluntariamente, a fin de que se tuerza la

verdad de los hechos, ejerciéndose bajo violencia o amenaza.

III. Inducirá a otros a realizar tales comportamientos, esto puede ser

de forma personal-directa o por interposita persona (mediante otra

persona) y si, por ello, existe el peligro de que él dificultara la

investigación de la verdad.

c) La existencia de razonables elementos de convicción acerca de la

pertenencia del imputado a una organización delictiva o su reintegración a

la misma.

De acuerdo al artículo 268° del Código Procesal Penal son presupuesto material

para dictar prisión preventiva:

I. Que existen fundados y graves elementos de convicción para

estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al

imputado como autor o partícipe del mismo.

II. Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena

privativa de libertad; y

III. Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias

del caso particular, permita colegir razonablemente que tratará de

eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la

averiguación de la verdad (peligro de obstaculización).36

36
CUSI RIMACHE, Jhon Eber (2017), PRISIÓN PREVENTIVA ¿Qué alego en la audiencia?
Sin embargo, sin perjuicio de la concurrencia de los presupuestos establecidos

en el mencionado artículo, también será presupuesto material para dictar prisión

preventiva, la pertenencia o integración del imputado a una organización delictiva

o banda no es en estricto sentido un presupuesto material propio. No es una

conditio sine qua non para la aplicación de la prisión preventiva - que es lo que

ocurre en los demás presupuestos materiales -. Pero, si es un criterio, en la

experiencia criminológica, para atender a la existencia de peligro procesal, tanto

en el ámbito de la fuga como en el de la obstaculización probatoria.

De esta manera, la Circular sobre Prisión Preventiva, emitida por la Corte

Suprema señala que: “Las estructuras organizadas (independientemente del

nivel de organización) tienden a generar estrategias y métodos para favorecer la

fuga de sus pares y para contribuir en la obstaculización probatoria (amenaza,

“compra”, muerte de testigos, etcétera). Por consiguiente, el Juez debe evaluar

esta tipología como un criterio importante en el ámbito del procesamiento de la

criminalidad violenta. Lo que significa que si bien no es una regla general ni

obligatoria, evaluado el caso concreto, es posible sostener que en muchos

supuestos la gravedad de la pena y la pertenencia a una organización delictiva

o banda es suficiente para la aplicación de la prisión preventiva, por la sencilla

razón que la experiencia demuestra que son recurrentes los casos en los que

estos imputados se sustraen a la acción de la justicia durante años, apoyados

en la organización que los arropa.”37

Editorial: A&C Ediciones, Perú, Pág. 186-195


37
CUSI RIMACHE, Jhon Eber (2017), PRISIÓN PREVENTIVA ¿Qué alego en la audiencia?
Editorial: A&C Ediciones, Perú, Pág. 205-211
2.2.1.8.- FINALIDAD DE LA PRISIÓN PREVENTIVA.

La prisión preventiva tiene como finalidad instrumental la realización exitosa del

proceso penal, siendo su objeto asegurar la presencia del imputado y aplicar la

sanción como resolución del conflicto penal y la determinación de si es factible

la pretensión punitiva; pues en ningún caso tendrá, la finalidad de garantizar la

ejecución de una futura condena.

Por ello, la prisión preventiva no puede perseguir objetivos del Derecho

penal material, no puede asumir funciones preventivas que están reservadas a

la pena, sino una finalidad de carácter procesal; la sustracción del inculpado a la

justicia, el peligro de tal sustracción o el peligro de obstaculización de la

investigación.

De esta manera, la Circular sobre Prisión Preventiva, emitida por la Corte

Suprema señala que: “Ello es así porque la prisión preventiva no es otra cosa

que una medida coercitiva personal, que solo puede tener fines procesales, cuyo

propósito radica en asegurar el normal desarrollo y resultado del proceso penal

[consolidar, en suma, (i) el proceso de conocimiento (asegurando la presencia

del imputado en el procedimiento y garantizando una investigación de los

hechos, en debida forma por los órganos de la persecución penal) o (ii) la

ejecución de la pena]”.38

Efectivamente, la prisión preventiva no tiene como finalidad garantizar la

ejecución de la futura condena. Ha sido lamentable que por mucho tiempo se

hubiese considerado así, considerando indebidamente que la prisión preventiva

es una forma de castigo y que el imputado que era detenido era ya culpable del

38
LEGRENZI, Paolo, (2000) Cómo funciona la mente, Editorial Alianza, Madrid, Pág. 86 – 104.
delito, causando así, una lesión a la presunción de inocencia. Sumándole a ello,

la presión de la prensa, de la sociedad y, hasta la presión política, lo que hacía

que la prisión preventiva sea una medida cautelar desnaturalizada.

“La prisión preventiva, si bien teóricamente supone una vulneración del

derecho a la presunción de inocencia, no lo es menos que deviene necesaria en

la medidas en que resulta ineludible para garantizar el proceso penal”. ASENCIO

MELLADO.

Así también, afirma que no existe la incompatibilidad entre el principio de

inocencia y medios de coerción personal, es decir “la coerción procesal tiene su

fundamento no en la consideración del sujeto como responsable del hecho

criminal antes de una sentencia condenatoria firme, sino en la necesidad de

garantizar el logro de los fines del proceso”.

En tal sentido, la prisión preventiva no debe ser la regla, su aplicación

como medida cautelar en aras de asegurar el adecuado curso de las

investigaciones y la plena ejecutabilidad de una eventual sentencia

condenatoria, debe ser la última ratio por la que puede optar un juez para

asegurar el éxito del proceso penal. Es decir, solo se recurrirá a la prisión

preventiva como último recurso para garantizar el proceso penal.

Por ello, su dictado presupone que el juez penal haya evaluado; - a la luz

de las particulares circunstancias de cada caso, y, descartado, la posibilidad de

dictar una medida menos restrictiva de la libertad personal.39

39
LEGRENZI, Paolo, (2000) Cómo funciona la mente, Editorial Alianza, Madrid, Pág. 145-153
En esa línea, el Tribunal Constitucional ha establecido que: “La prisión preventiva

tiene como última finalidad asegurar el éxito del proceso. No se trata de una

medida punitiva, por lo que, mediante ella, no se adelanta opinión respecto a la

culpabilidad del imputado en el ilícito que es materia de acusación, por cuanto

ello implicaría quebrantar el principio constitucional de presunción de inocencia.

Se trata de una medida cautelar, cuyo objetivo es resguardar la eficiencia plena

de la labor jurisdiccional”.

2.2.1.9.- LA PRISIÓN PREVENTIVA ¿REGLA O EXCEPCIÓN?

La excepcionalidad de las medidas cautelares es uno de los principios que

resulta de mayor exigencia cuando hablamos de encarcelamiento preventivo. Sin

embargo, el principio no opera, en la práctica, como mecanismo protector de la

libertad y del principio de inocencia, sino, como principio fundamental que regula

toda la institución de la prisión preventiva. El Juez tiene la potestad de emitir

resoluciones que restringen derechos fundamentales esenciales como la libertad

ambulatoria por lo que debe tener presente este principio.

La aplicación de la prisión preventiva será excepcional, siempre que no

sea viable una medida cautelar menos gravosa -como la comparecencia con

restricciones o la detención domiciliaria- quedando el Juez autorizado a dictar

esta medida cuando el caso sea de absoluta necesidad.40

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su Artículo 9,

numeral 3, expresa la excepcionalidad de la prisión preventiva: “La prisión

preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla

general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la

40
CIDH en su informe N° 12/96, (Argentina), resolución del 1/3/96, Pág. 48.
comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier momento de las

diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo”41

Asimismo la doctrina de la Comisión Interamericana sobre Derechos Humanos,

establece: “que la prisión preventiva es una medida excepcional y que se aplica

solamente en los casos en que haya sospecha razonable de que el acusado

podrá evadir la justicia, obstaculizar la investigación preliminar intimidando a los

testigos o destruir evidencias”. En nuestro sistema procesal, el Juez tiene una

serie de medidas alternativas a la prisión preventiva, como por ejemplo, la

detención domiciliaria, la comparecencia simple o restringida del país, la caución,

el impedimento de salida.

2.2.1.10.- INDEPENDENCIA JUDICIAL INSUFICIENTE DE PRISIÓN


PREVENTIVA

La independencia se suele caracterizar en negativo, esto es, como

ausencia de presiones o interferencias que estorben o impidan que el operador

judicial proceda según su recto criterio.

Los resultados del presente estudio sugieren que en la noción de

independencia también debe comprenderse, en positivo, la presencia de factores

como los mecanismos institucionales de respaldo, cuya existencia y

funcionamiento resguarden a jueces y fiscales de las presiones que interfieren

en su labor y favorezcan así que se conduzcan imparcialmente.

41
Ibídem, Pág. 55
Cuando tales respaldos están ausentes, el fiscal o el juez carecen de apoyos

para conducirse con independencia y resultan desprotegidos respecto de las

presiones que obstaculizan su trabajo.42

2.2.1.10.1.- RÉGIMEN LEGAL DE LA PRISIÓN PREVENTIVA EN PERÚ

La reforma procesal penal, común a muchos países de la región, tuvo su

inicio en Perú mediante la entrada en vigencia del Decreto Legislativo N° 957,

de julio de 2004, implementando el nuevo Código Procesal Penal (en adelante

NCPP 2004) en el distrito judicial de Huaura en julio de 2006.

De acuerdo con el Ministerio de Justicia (MINJUS)43 192, la entrada en

vigencia del nuevo código implica la instauración de numerosos cambios en

materia de justicia penal dirigidos a encontrar el equilibrio entre una mayor

eficiencia procesal, por un lado, y el pleno respeto a las garantías judiciales-

constitucionales de sus actores, por el otro. La principal característica de dicha

reforma procesal penal es el reemplazo del modelo inquisitivo por el modelo

acusa- torio. Se establece a la vez una “metodología basada en la oralidad como

garantía principal del proceso penal para la obtención y el procesamiento de la

información para adoptar decisiones jurisdiccionales”.

A partir del modelo acusatorio, las modificaciones más resaltantes son las

siguientes:44

42
QUIROZ SALAZAR, William (2014) LA PRISIÓN PREVENTIVA - Desde la Perspectiva
Constitucional, Dogmática y del Control de Convencionalidad. Editorial, Ideas, Perú, Pág. 95
43 MINJUS, Secretaría Técnica, Comisión Especial de Implementación del Código Procesal

Penal.
44
Extraído del texto publicado por el MINJUS. Secretaria Técnica. Comisión Especial de
Implementación del Código Procesal Penal.
1. la clara separación de funciones de investigación entre la policía y la

fiscalía, 45

2. la igualdad de armas; favoreciendo a la defensa para que ejerza un rol

activo con su presencia en todas las instancias del proceso penal,

3. el carácter público de las audiencias, el cual fomenta mayor

transparencia, y

4. el debate contradictorio entre las partes ante la presencia del juez. De

ahí que en el propio texto del NCPP 2004 se reconozca el carácter

acusatorio, oral, público y contradictorio del actual proceso penal.46

En este contexto, la medida de coerción procesal de mayor afectación a la

libertad de la persona es denominada como “prisión preventiva”. 47 Ésta ha sido

regulada como una medida cautelar de excepcional aplicación judicial por

ocasionar una consecuencia intensa y grave sobre la libertad de toda persona

sometida a un proceso penal. Siguiendo lo dispuesto por el principio de

instrumentalidad, dicha medida debe ser impuesta únicamente con la finalidad

de asegurar los fines del proceso penal (asegurar la presencia del procesado y

garantizar el cumplimiento de la pena a ser impuesta), debe ser solicitada

expresamente por el fiscal y decidida -tras una audiencia- por el juez de

investigación preparatoria.48

45 El fiscal es quien dirige la investigación durante el proceso, trabajando conjunta y


coordinadamente con la policía nacional quien provee de una investigación técnico-operativa.
46
Numeral 2 del artículo I del Título Preliminar del NCPP 2004.
47 QUIROZ SALAZAR, William (2014) LA PRISIÓN PREVENTIVA - Desde la Perspectiva

Constitucional, Dogmática y del Control de Convencionalidad. Editorial, Ideas, Perú, Pág. 110
2.2.1.10.2.- LA AUDIENCIA DE PRISIÓN PREVENTIVA

En lo que respecta al procedimiento a seguir para la imposición de prisión

preventiva, la regulación de una audiencia pública específicamente para ello

constituye una de las mayores novedades del NCPP 2004. Se establece así

como el escenario judicial en el cual la Fiscalía y la defensa presentarán sus

respectivos descargos y medios probatorios en torno a la necesidad o no de la

prisión preventiva como mecanismo de salvaguarda.49

El requerimiento de prisión preventiva está a cargo del Ministerio Público.

Así, será el fiscal quien deberá solicitar expresamente la realización de una

audiencia para tal efecto. La convocatoria a la audiencia de prisión preventiva

será llevada a cabo por el juez de investigación preparatoria dentro de las 48

horas de realizado el requerimiento. En la audiencia es obligatoria la presencia

no sólo del juez sino también del fiscal y el abogado defensor.50

Una vez llevado a cabo el debate oral y público, el artículo 254 del NCPP

2004 señala que la resolución conteniendo las medidas coercitivas que el juez

de investigación preparatoria imponga deberá estar debidamente motivada,

siendo obligatoria una descripción breve de los hechos narrados en la audiencia,

los criterios que originan la medida y el plazo de duración.51

49
DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo (2016), Prisión Preventiva y Medidas Alternativas,
Editorial Pacífico, Lima-Perú, Pág. 55
50 Ibídem, Pág. 68
51
Ibídem, Pág. 72
Respecto a dicho plazo, cabe advertir el carácter provisorio o temporal de la

prisión preventiva.

El artículo 272 del Código Procesal Penal establece de manera taxativa los

tiempos de duración de la prisión preventiva: no tendrá una duración mayor a

nueve meses, salvo que el caso revista características de complejidad. De ser

así, el plazo de la detención se podrá extender a 18 meses.

Adicionalmente, el artículo 274 del Código Procesal establece una

segunda prolongación por 18 meses más (es decir, 36 meses en total), previa

solicitud fundamentada del fiscal. Esta última extensión será admitida siempre

que concurran circunstancias que importen una especial dificultad o

prolongación de la investigación preparatoria y que el imputado pueda sustraerse

a la acción de la justicia. Así, la temporalidad de esta medida se encuentra

directamente relacionada con el derecho a no ser sujeto de un proceso penal ni

mantenido en prisión sino por plazos razonables.52

Ahora bien, contra la resolución que deniega o impone la prisión

preventiva procederá recurso de apelación. Además, las resoluciones judiciales

que imponen una determinada medida coercitiva permanecerán sujetas a

modificación, si el fiscal advierte que el comportamiento del procesado ha

variado de tal forma que se puede presumir un riesgo procesal mayor, o la

defensa considera que el riesgo ha disminuido o desaparecido. De ser el caso,

52 Art. 274 del Código Procesal.- “cuando concurran circunstancias que importen una especial
dificultad o prolongación de la investigación o del proceso y que el imputado pudiera sustraerse
a la acción de la justicia u obstaculizar la actividad probatoria, el plazo de la prisión preventiva
podrá prolongarse; para los procesos complejos hasta dieciocho (18) meses adicionales.
tanto el fiscal como la defensa podrán solicitar la variación de la medida cautelar

inicial.53

2.2.2.- EL PRINCIPIO DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

 Origen

Aunque cabe rastrear antecedentes del principio que nos ocupa en

momentos históricos anteriores, lo cierto es que su primera teorización

moderna se produce teniendo como marco el pensamiento jurídico de la

Ilustración. En este punto es de referencia obligada la expresiva formulación

de Beccaria (1993:60): "Un hombre no puede ser llamado reo antes de la

sentencia del juez, ni la sociedad puede quitarle la pública protección sino

cuando esté decidido que ha violado los pactos bajo los que le fue

concedida". Y también la propuesta de de "tratar al acusado como ciudadano,

hasta que resulte enteramente probado su delito". Ambos autores, bien

representativos de la antes aludida como la matriz continental del principio,

cifran lo esencial del mismo en servir de fundamento a un nuevo modo de

concebir la condición y situación procesal del imputado. Tal es igualmente el

sentido con que aquél resulta acogido en un texto tan significativo como la

Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, de 1789 ("Toda

persona se presume inocente hasta que sea declarada culpable" (art. 9)).

El profesor Ortecho (2008:60) afirma: “Es un derecho más conocido, con

origen de larga data y que ha sido receptado en nuestro país como un

53DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo (2016), Prisión Preventiva y Medidas Alternativas, Editorial
Pacífico, Lima-Perú, Pág. 66
derecho fundamental” y agrega que el origen se ubica en la Revolución

Francesa, y su punto de partida como derecho positivo está en el

reconocimiento que alcanzaron con la Declaración de los Derechos del

Hombre y del Ciudadano del 26 de agosto de 1789.

 Antecedentes

Desde el punto de vista teórico, el derecho a la presunción de inocencia,

forma parte del conjunto de derechos denominado Derechos Humanos.

Ortecho (2006:16) nos dice: “Los Derechos Humanos es la forma más

general, como el conjunto de ideas encaminada al mejor trato y consideración

a la persona humana, como forma de contener los abusos de parte de los

poderosos o de los que en uso del poder político atentan contra los más

débiles, indudablemente que han existido desde los tiempos más florecientes

de la cultura greco-romana de la antigüedad”.

En la Edad Media, denominado oscurantismo del sistema

monárquicofeudal y ante la forma y trato de los señores feudales, surgieron

corrientes ideológicas como las del cristianismo y pensadores como Tomás

de Aquino y Agustín, que ubicaron su pensamiento a favor de la persona

humana. Y durante los siglos XVI, XVII y XVIII, abogaron por los derechos

humanos filósofos como Hobbes, Spinoza, Puffendor, Locke, Jefferson y

Kant(Ortecho: 2006; 16) Desde el punto de vista normativo, según Ortecho

uno de los primeros documentos que contenía derechos, fue la Carta Magna

arrancada en Inglaterra a Juan Sin Tierra en el año de 1215. Posteriormente,

la primera Declaración de Derechos lo constituye el Bill of Rights en el año


1668. Sin embargo, tales derechos tuvieron un carácter estamentario. Fueron

sólo para los ciudadanos libres.

2.2.2.1.- CONCEPTO

Se le conoce como estado de inocencia, según la mayoría de juristas como el

profesor Cafferata (2004:129-130) quien afirma: “Por respeto a su dignidad,

durante la sustanciación del proceso, un estado jurídico de no culpabilidad

respecto del delito que se le atribuye (que también se le denomina principio de

inocencia o derecho a la presunción de inocencia, articulo 11 DUDH). Agrega el

autor, que no tendrá que acreditar, como tampoco tendrá que hacerlo en relación

con las circunstancias que pueda invocar y que sean eximentes o atenuantes de

su responsabilidad penal.

El estado de inocencia se formula diciendo que todo acusado es inocente

mientras no se establezca legalmente su culpabilidad, lo que ocurrirá cuando se

pruebe que es culpable, en las condiciones de garantías que se establecen en

el sistema constitucional y en el Código Procesal Penal(Cafferata: 2004; 169).

Es uno de los principios más importantes entorno al cual se construye el

sistema procesal penal acusatorio. Es una garantía que protege al imputado del

poder punitivo del Estado. Tal como sostiene Ortecho (1992; 61): “La presunción

de inocencia es una garantía básica de la libertad personal, cuando se trata de

un juzgamiento y eventualmente una penalidad sobreviniente”

El principio favorece a la persona que es perseguida penalmente a quien

se presume inocente durante el desarrollo del proceso de investigación y

juzgamiento hasta que no exista una resolución firme. Al fiscal le corresponde la


carga de la prueba de la comisión del delito que se le imputa al presunto culpable

a fin de destruir tal presunción (iuris tantum).

El imputado no debe probar su inocencia. Corresponde al Ministerio Público, en

sus fiscales reunir la prueba sobre los hechos y el autor, realizando la actividad

probatoria para acusar. Este principio está consagrado en el literal “d” del

numeral 24, del artículo 2 de la Constitución Política de 1993, que declara:

”Toda persona es considerada inocente mientras no se haya declarado

judicialmente su responsabilidad y el articulo II del Título Preliminar del Código

Procesal Penal del 2004 reitera este principio, pero con mayor amplitud,

prescribe: “Toda persona imputada de la comisión de un hecho punible es

considerada inocente, y debe ser tratada como tal, en tanto no se demuestre lo

contrario y se haya declarado su responsabilidad por sentencia firme

debidamente motivada. A tal efecto, se requiere de una suficiente actividad

probatoria de cargo, obtenida y actuada con las debidas garantías procesales.

En caso de duda sobre la responsabilidad penal debe resolverse a favor del

imputado.

Hasta antes de la sentencia firme, ningún funcionario o autoridad pública

puede presentar a una persona como culpable o brindar información en tal

sentido” (Código Procesal Penal: 2008; 24) En la Constitución Italiana, el artículo

27.2 prescribe: “Todo acusado es inocente mientras su culpabilidad no haya sido

declarada legalmente”(Botero: 2008; 66) .Eduardo Botero, expresa que es una

garantía, estado o principio que obliga a que los jueces en el desempeño de sus

funciones, no se muevan con la idea preconcebida de que el acusado ha


cometido el acto imputado; sino que la carga de la prueba recae sobre la

acusación y que la duda beneficia al acusado.

Ferrajoli ha conceptuado a la presunción de inocencia como garantía, al mismo

tiempo, de libertad y de verdad.

Debido Proceso: “Es el derecho a un proceso justo, transparente con

arreglo a ley y las garantías reconocidas y consagradas a nivel constitucional;

así como el irrestricto respeto de los derechos fundamentales del justiciable” La

Constitución de 1993 en su artículo 139.10 prescribe el principio de no ser

penado sin proceso judicial que debe haber iniciado y desarrollado en el contexto

de las garantías previstas en la Constitución y Tratados internacionales, y otros

cita al jurista colombiano Rey Castro, quien dice: “El debido proceso es un

conjunto de principios y reglas de procedimiento preestablecidas en los tratados

y convenios internacionales de derechos humanos, en la constitución política, la

ley o el reglamento, que la autoridad competente debe observar plenamente, en

la actuación legislativa, judicial o administrativa, a fin de garantizar eficazmente

con justicia los derechos de la persona humana, reconocidos en el ordenamiento

jurídico nacional e internacional de los derechos humanos con efectos jurídicos

vinculantes”.

 Naturaleza

La naturaleza del derecho a la presunción de inocencia es que el hombre

que ingresa a un proceso, le protege el derecho a ser considerado

inocente y al respeto de todos los demás derechos. Además, el autor

Ortecho (2006: 61) nos dice: “En el derecho a la presunción de inocencia

se derivan dos especies de subprincipios o reglas: la inocencia se


presume, la responsabilidad se prueba(los órganos jurisdiccionales y el

denunciante)”.

2.2.2.1.1.- PRESUNCIÓN DE INOCENCIA CODIGO PROCESAL PENAL

El término “presunción” proviene del latín présopmtion, derivación de

praessumtion-ónis, que significa idea anterior a toda experiencia; y el vocablo

“inocencia” procede del latín innocens que significa virtuoso, calidad del alma

que no ha cometido pecado.

MANZINI ha expuesto que “es un contrasentido jurídico, nada más

burdamente paradójico e irracional”, pues no cabe pretender la inocencia de un

sujeto que se encuentra procesado, precisamente, por haber indicios

incriminatorios en su contra. Bajo esta línea, dicho autor postula que resulta más

apropiado hablar de “presunción de culpabilidad”.54

La presunción de inocencia, es una de las garantías fundamentales que

posee toda persona imputada de la comisión de un delito, pues se le considerada

inocente en tanto no se establezca legalmente su culpabilidad. Se resguardará

la presunción de inocencia, cualquiera sea el grado de verosimilitud de la

imputación, pues se es inocente hasta que el Estado, por intermedio de los

órganos judiciales, pronuncie en una sentencia penal firme una declaración de

culpabilidad y le imponga una pena, producto de un juicio previo. De ahí que en

54MANZINI, Vicenzo. (2011) Tratado de Derecho procesal penal, Tomo I, ORÉ GUARDIA,
Arsenio, “Principios del proceso penal”, Editorial Reforma, Primera edición, Lima-Perú, Pág. 63.
un Estado Constitucional de derecho, es preferible que existan culpables

absueltos, pero no se puede tolerar que exista un inocente sufriendo pena.55

De otro lado, cabe señalar que la Presunción de Inocencia no es un beneficio

legal a favor del reo, sino que constituye un límite a la actividad sancionatoria del

Estado. En ese orden de ideas, la presunción de inocencia:

a) Es un derecho fundamental y una presunción irus tantum.

El derecho fundamental a la presunción de inocencia, en tanto que

presunción iuris tantum, implica que todo procesado es considerado

inocente mientras no se pruebe su culpabilidad; vale decir, hasta que no

se actué prueba en contrario actuado dentro de un debido proceso. Rige

desde el momento en que se imputa a alguien la comisión de un delito.

La imputación de cargos penales constituye una pretensión

sancionatoria frente a la comisión de un ilícito penal, pero no constituye

una declaración de culpabilidad en contra del imputado. Será luego de

finalizado el proceso penal, actuando debidamente, cuando recién se

pueda determinar si la presunción de inocencia, imputado, se ha

desvanecido o no. Hasta que eso no ocurra será considerado inocente.

La presunción de inocencia es un derecho fundamental que obtiene

una dimensión procedimental, en la medida que debe ser respetada en el

proceso penal, caso contrario sería ilegítimo e inconstitucional, ya que en

55
Ibídem, Pág. 68
este se produce una profunda injerencia en uno de los derechos más

preciados de la persona, su libertad personal.56

b) Puede ser desvirtuada en función a la actividad probatoria en el

marco de un proceso penal.

La presunción de inocencia se mantiene “viva” en el proceso penal

siempre que no exista una sentencia judicial que, como corolario del cauce

investigatorio llevado cabo con las garantías inherentes al debido proceso,

logre desvirtuarla.57

La doctrina establece que la garantía de los derechos

fundamentales se asienta en el principio de “libre valoración de la prueba”

en el proceso penal que corresponde actuar a los Jueces y Tribunales;

que la sentencia condenatoria se fundamente en auténticos hechos de

prueba, y que la actividad probatoria sea suficiente para generar en el

Tribunal la evidencia de la existencia no sólo del hecho punible, sino

también la responsabilidad penal que en él tuvo el acusado y así

desvirtuar la presunción.58

El nuevo modelo de investigación está encomendado al Ministerio

Público, quien deberá con el auxilio de la Policía, conducir la investigación

de los delitos, realizar las diligencias de investigación y ejercer la acción

56
MANZINI, Vicenzo. (2011) Tratado de Derecho procesal penal, Tomo I, ORÉ GUARDIA,
Arsenio, “Principios del proceso penal”, Editorial Reforma, Primera edición, Lima-Perú, Pág. 72
57
Sentencia del Tribunal Constitucional, Emitido en el expediente n° 2915-2004-PHC/TC, FJ
12, del 23 de noviembre de 2004.
58
CORDÓN MORENO, Faustino, (2002) Las Garantías Constitucionales del Proceso Penal.
Editorial Aranzadi, pág. 155
penal pública, cuando ello proceda.59 La actividad probatoria dirigida a

demostrar la responsabilidad del acusado le corresponde al Ministerio

Público, quien tiene la carga de la prueba y está obligado a destruir la

Presunción de Inocencia, si es que pretende una sanción penal.

c) Su carácter relativo justifica la imposición de medidas cautelares

personales al imputado.

El derecho fundamental a la presunción de inocencia no es un derecho

absoluto sino relativo. De ahí que, en nuestro ordenamiento, se admitan

determinadas medidas cautelares personales, sin que ello signifique su

afectación, porque tales medidas sirven precisamente para esclarecer el

hecho reprochado y por ello son imprescindibles para llevar a cabo un

procedimiento penal orientado en principio propio de un Estado de

derecho; siempre, claro está, que tales medidas sean dictadas bajo

criterios de razonabilidad y proporcionalidad. Parte de esta relatividad del

derecho a la presunción de inocencia se vincula también con que dicho

derecho incorpora una presunción iuris tantum y no una presunción

absoluta; de lo cual se deriva, como lógica consecuencia, que la

presunción de inocencia puede ser desvirtuada o destruida mediante una

mínima actividad probatoria.60

La presunción de inocencia no es incompatible con la aplicación de

medidas cautelares adoptadas por el órgano competente y fundadas en

derecho, basadas en un juicio de razonabilidad acerca de la finalidad

59
BAYTELMAN, Andrés / DUCE, Mauricio (2005), Litigación penal, juicio oral y prueba (Fondo
de Cultura Económica, Editorial D.F., México, pág. 40.
60
Sentencia del Tribunal Constitucional, Emitida en el expediente n° 10107-2005-PHC/TC, FJ
07, del 18 de enero de 2006.
perseguida y las circunstancias del caso. Con lo que sí es incompatible

es, por ejemplo, con la prolongación excesiva de la prisión preventiva, con

su consecuencia natural de sospecha indefinida y continua sobre un

individuo, lesionando también así el derecho a la libertad personal.

Por ello, si el Estado no determina el juicio de reproche dentro de un plazo

razonable y justifica la prolongación de la privación de libertad del acusado

sobre la base de la sospecha que existe en su contra, está,

fundamentalmente, sustituyendo la pena con la prisión preventiva. De este

modo la prisión preventiva pierde su propósito instrumental de servir a los

intereses de una buena administración de justicia, y de medio se

transforma en fin.

d) Su relación con el In dubio pro reo

El principio de In dubio pro reo no es un derecho subjetivo, sino un

principio de jerarquía constitucional cuyo fin es garantizar el cabal respeto

del derecho fundamental a la libertad individual, bien para resguardar su

plena vigencia, bien para restringirlo de la forma menos gravosa posible,

en el correcto entendido de que tal restricción es siempre la excepción y

nunca la regla.61

En ese sentido, el In dubio pro reo y la presunción de inocencia se

encuentran reconocidos por nuestra Constitución Política, en tanto que los

límites entre ambos radican en que el in dubio pro reo tiene presencia

cuando surge una duda que afecte el fondo del proceso operando como

61
Sentencia del Tribunal Constitucional, Emitida en el expediente n° 1994-2002-PHC/TC, FJ 01,
del 27 de setiembre de 2002.
mecanismo de valoración probatoria, dado que en los casos donde se

presente la duda razonable, deberá absolverse al procesado; y la

presunción de inocencia está presente durante todas las fases del

proceso penal así como en todas sus respectivas instancias.

2.2.2.1.2. Ministerio Público

Etimología Arana cita a Camaño (2007:59) en la que expresa que la palabra

Ministerio proviene del latin manus que significa ministro, administrador, lo que

en el más amplio concepto significa, todo aquello que es necesario para la

ejecución de la ley. En el diccionario de Casares (1994: 559), ministerio significa

cargo, empleo u ocupación. El Ministerio Público se ha relacionado con la función

económica de recaudación de los impuestos y tributos para el erario o tesoro

público, desprendiéndose la etimología de la palabra “fiscal”, que viene del latín

“físcus”, que era el cesto o canastilla donde se recogían los tributos, función que

les correspondía a los Procuradores Caseras o Advocati Fisci.

Para otros, la palabra “Fiscal” en su acepción etimológica viene del latín

Fiscalis y para la Real Academia, como adjetivo denota aquello “ Perteneciente

al Fisco o al oficio del Fiscal “ Como sustantivo denota : “Ministro encargado de

promover los intereses del Fisco”. “El que representa y ejerce el Ministerio

Público en los tribunales”. Guillermo Cabanellas, en su Diccionario de Derecho

Usual, recoge estos conceptos y lo señala: “Como promotor o representante de

los intereses del Fisco.

Funcionario que ejerce el Ministerio Público ante los Tribunales. En lo civil

ostenta la representación del interés público; y por eso interviene en los juicios o

expedientes relativos a menores, incapaces, ausentes, etc. En lo penal sostiene


la acusación pública, en todos los países civilizados, el Ministerio Público es

considerado como una institución tradicional en la estructura de la administración

de justicia y su existencia en el ámbito jurídico tiene íntima relación con la

evolución de la función represiva que primitivamente se ejercitó mediante la

venganza privada (Ley del Talión), luego la función represiva pasó a la.

Divinidad, desligándose de su estructura privatista y haciéndose justicia en

representación de la divinidad, para posteriormente hacerla residir en el “interés

social” o “interés público”, impartiéndose justicia por Tribunales, a donde acudía

la víctima o sus parientes, acusando y aceptando la decisión del tribunal. De esta

manera el Estado asume una función represiva en el Proceso Penal,

adhiriéndose al sistema inquisitivo, llegándose a decir que “El que tiene por

acusador a un juez, necesita de Dios por abogado”.

Esto determinó, ineludiblemente, la necesidad de crear un organismo

coadyuvante con el juez, para atribuirle de modo permanente la delicada función

de acusar, resultando Francia el primer país en el mundo que crea este órgano

acusador permanente, pasando a los demás países, diferenciándose por sus

matices o cuestiones adjetivas, las cuales radican entre otras, por la exclusividad

de la acción penal o compartirla con los jueces , integrando la estructura del

Poder Judicial o independizándolo de aquél; instituyéndolo autónomo o

haciéndolo depender del Poder Ejecutivo, confiriéndole la representación

exclusiva de la sociedad, del Estado, o conjuntamente, pero conservando

siempre el signo distintivo de asumir la función acusatoria dentro del esquema

de represión del delito y de la administración de justicia.

 Origen
Origen. Como el antecesor más remoto del Ministerio Público se considera al

funcionario que defendía la jurisdicción y los intereses de la hacienda real en los

Tribunales del Consejo de Indias, cuya función fue establecida en 1542 al

instalarse la Real Audiencia de Lima y después la del Cuzco. La asimilación de

los miembros del Ministerio Público al aparato judicial se mantuvo durante la

época republicana. Desde la instalación de la Alta Cámara de Justicia y la

creación de la Corte Suprema (1825).

Ministerio Público siempre estuvo al lado de los jueces. No obstante los

Reglamentos de Organización de los Tribunales no lo mencionaban como un

organismo. En la evolución legislativa del Estado Peruano, constitucionalmente

no fue regulada la actividad del Ministerio Público en forma clara y nítida hasta

la Constitución de 1979, según un estudio del doctor Alejandro Espino Méndez,

Fiscal Provincial Penal de Lima. El Ministerio Público surge como instrumento

para la persecución del delito ante los tribunales, en calidad de agente del interés

social. De ahí que se le denomine “representante social”. Las sociedades aspiran

a una adecuada impartición de justicia a través de instituciones especiales

dedicadas a la solución de conflictos.

En el caso de conductas delictuosas, se busca que la persecución del

responsable esté a cargo de personas ajenas a la infracción, es decir, de

especialistas que actúen en representación de todos aquellos que en forma

directa o indirecta resultan lesionados. A tal efecto se instituye el Ministerio

Público, conquista del Derecho moderno. Al asumir el Estado la acción penal,

establece los órganos facultados para ejercerla: Objeto de severas críticas y de

encontradas opiniones, el Ministerio Público se ha instaurado en la mayor parte

de los pueblos cultos, considerándosele como una magistratura independiente.


Su misión implícita es la de velar por el estricto cumplimiento de la Ley,

depositaria de los más sagrados intereses de la sociedad.

En una etapa anterior, el Estado optó por delegar en el juez la labor persecutoria

de los delitos, lo que concentraba dos funciones (juez y parte) en un solo órgano.

Ello generó un tipo de proceso inquisitorio que ha tendido a desaparecer. Lo ha

desplazado la creación de un “órgano público encargado de la acusación ante el

poder jurisdiccional”. Es un hecho que el Ministerio Público responde

actualmente a un imperativo social. Su funcionamiento como organismo

especializado resulta imprescindible para la buena administración de la justicia.

A su importancia natural se agregan la de la equidad y la de la más elemental

conveniencia, esto es: la separación radical de las atribuciones del solicitante,

por un lado; y las de quien debe resolver la procedencia de dicha solicitud, por

otro.

De quien acusa; y de quien falla. Así se evita la parcialidad en el ejercicio

de la jurisdicción. “La importancia y trascendencia de las funciones actuales de

esta institución son esenciales para la vida de la sociedad, toda vez que

comprende la dirección y/o defensa de los intereses del Poder Ejecutivo, de la

sociedad y también los derechos individuales.”

 Concepto del Ministerio Público

Es el organismo constitucional autónomo creado por la Carta Magna de 1979.

Teniendo la misión fundamental de promover de oficio o a petición de parte la

acción de la justicia, en defensa de la legalidad y los intereses públicos tutelados

por el Derecho. Inició formalmente sus actividades al servicio de la ciudadanía el

02 de mayo de 1981. Esta institución estatal encargada de defender los derechos


de la sociedad y del Estado por intermedio de su funcionario (fiscal) es definida

por el artículo 1 de la Ley Organiza del Ministerio Público en los siguientes

términos: “ El Ministerio Público es el organismo autónomo del Estado que tiene

como funciones principales la defensa de la legalidad, los derechos ciudadanos

y los intereses públicos, la representación de la sociedad en juicio, para los

efectos de defender la familia, a los menores de edad, incapaces y él interés

social, así como para velar por la moral pública, la persecución del delito y la

reparación civil.

Así mismo vela por la prevención del delito dentro de las limitaciones que

resulta de la presente ley y por la independencia de los órganos judiciales y la

recta administración de justicia, y lo demás que establece la Constitución política

del Perú y el ordenamiento jurídico de la nación(Ley Orgánica del Ministerio

Publico).

Por otro lado se llama Ministerio Fiscal a la corporación de magistrados

judiciales, representada en el proceso por los Fiscales entre quienes se

distribuyen el ejercicio del poder de acción penal en la generalidad de los casos.

Es el acusador público, aun cuando su función sea de justicia y no de

persecución. Los tratadistas consideran que es una de las magistraturas más

antiguas, pero sus caracteres actuales solo se presentan en época reciente.

Se explica este fenómeno porque las instituciones nacen como resultado

de las necesidades de los pueblos y para que se imponga al legislador, es

necesario el transcurso del tiempo.


El Fiscal es la persona física encargada de la persecución de los delitos.

Se le conoce también acusador Público, pues tiene a su cargo la denuncia y la

acusación de los delitos.

 Estructura del Ministerio Público

Estructura El Ministerio Publico es un organismo jerárquicamente organizado,

que se encuentra conformado por:

- El Fiscal de la Nación.

- Los fiscales supremos

- Los fiscales superiores.

- Los fiscales provinciales.

- Los fiscales adjuntos.

La estructura del Ministerio Publico está contemplada en el artículo 36 de la

Ley Orgánica del Ministerio Público.

 Funciones del Ministerio Publico

Funciones Las funciones del Ministerio Público, están establecidas en el

artículo 60 del Nuevo Código Procesal Penal del 2004 y son:

a. El Ministerio Público es titular del ejercicio de la acción penal. Actúa de

oficio, a instancia de la víctima, por acción popular o por noticia policial.

b. El Fiscal conduce su inicio la investigación del delito. Con tal propósito

la Policía Nacional está obligado de cumplir los mandatos del Ministerio

Publico en el ámbito de su función.

 Naturaleza Jurídica del Ministerio Público.


La naturaleza jurídica del Ministerio Público se determina a partir de las funciones

que cumple como un ente autónomo; autonomía que le ha sido otorgada por la

Constitución Política de 1879 y ratificada por la Constitución de 1993 en su

artículo 158, constituyéndose de esta manera en un organismo constitucional

autónomo, dado que no forma parte ni del Poder Judicial, ni del Poder Ejecutivo,

ni Poder Legislativo, pues tiene el carácter constitucional de Institución

Autónoma y jerárquicamente organizada.

En esta misma perspectiva el profesor Portocarrero (2000:119)

manifiesta: “Es de observar que el Ministerio Público dentro de la trilogía de

poderes que conforman la estructura del Estado, no encuentra lugar, puesto que

no resulta ser exactamente legislador, como tampoco desarrolla actividad

jurisdiccional y en el caso de nuestro país, no forma parte del Poder Ejecutivo,

como si sucede en otros países que han adoptado por incluirlo como un órgano

de dicho poder del Estado”.

En este sentido dicha autonomía implica total independencia frente a otros

poderes del Estado y que solo se encuentra legado ligado a la Constitución, por

lo tanto su autonomía lo otorga independencia para el ejercicio del cargo, sin

ataduras con el poder político, salvo las normales relaciones que forma parte de

la estructura del Estado, al que lo representa.

En éste mismo contexto es necesario aclarar que el Ministerio Público no

es parte del gobierno ni del consejo de Ministros, pues, al respecto Pedro Planas

dice: “El Ministerio Público no es propiamente un ministerio, si por tal entidad

ubicamos a los sectores que participan del gabinete bajo órdenes del Presidente

de la República; aunque su nombre provoque confusión, no es parte del gobierno


ni del Consejo de Ministros, ni tampoco está a órdenes del Presidente de la

República.

 Rol del Fiscal

En un proceso penal regido por el principio acusatorio, el rol del fiscal es cumplir

con la función persecutoria y la carga de la prueba (onus probandi), pues es el

órgano destinado a probar la culpabilidad del imputado acopiando medios de

prueba incriminatorios que puedan destruir el estado jurídico de la inocencia, el

principio de inocencia tiene un derivado: in dubio pro reo, que es carácter

subsidiario, aplicable cuando existe una duda razonable sobre la responsabilidad

penal.

El maestro Peña Cabrera dice: “La presunción de inocencia no es un mero

principio informador, sino un auténtico derecho fundamental. Que como tal es

directa aplicación por todos y cada uno de los órganos judiciales, siendo

reclamable incluso en la vía de amparo ante el tribunal constitucional”.

En la actual redacción, el código procesal penal en su artículo 71, inciso

d, establece que el imputado tiene derecho a abstenerse de declarar; y si acepta

hacerlo, a que su Abogado Defensor esté presente en su declaración y en todas

las diligencias que sea necesaria su presencia. Se dice del Principio de

presunción de inocencia, abre espacio para la existencia de la teoría de la

mínima actividad probatoria; es decir, para el estado jurídico-cognitivo, se

requiere de prueba idónea, veraz y objetiva. Esta presunción de inocencia es


una presunción “iuris tantum”, que puede desvanecerse con una mínima

actividad probatoria.

 Finalidad

Lo que busca este derecho a la presunción de inocencia o principio rector es dar

la categoría y reconocimiento de inocente, así como el respeto de los demás

derechos que entran en la tutela efectiva y el debido proceso; desde el inicio del

proceso hasta el fin del proceso, que se concluye con la sentencia motivada que

resuelve condenar o absolver al imputado, es decir en palabras del

constitucionalista Ortecho(2006:61):“sólo cesará esa presunción cuando se le

determine culpable y ésta se determina en una sentencia firme y definitiva”. En

el caso que condene al imputado estamos frente a la eliminación de la inocencia

y en caso que absuelva se reforzaría la inocencia del imputado.

2.2.2.2.- Marco Normativo de la presunción de inocencia

En el Sistema Internacional de Protección de Derechos Humanos, la

presunción de inocencia tiene reconocimiento en la Declaración Universal de los

Derechos Humanos, que en su artículo 11° inciso 1) establece: “Toda persona

acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se

pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan

asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. (...)”. De igual modo,

el citado derecho está consagrado en el artículo 14.2 del Pacto Internacional de


Derechos Civiles y Políticos y en el artículo 8°, inciso 2) de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos que establece:

“Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su

inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad”.

Es decir, ninguna persona puede ser condenada mientras no exista prueba de

su responsabilidad penal. Si obra contra ella prueba incompleta o insuficiente,

no es procedente condenarla, sino absolverla. Según El Comité de Derechos

Humanos de la ONU al comentar el art. 14 del “Pacto Internacional de Derechos

Civiles y Políticos”, observó que “en virtud de la presunción de inocencia, la carga

de la prueba recae sobre la acusación, y el acusado tiene el derecho a la duda”.

No puede suponerse a nadie culpable a menos que se haya demostrado la

acusación fuera de toda duda razonable.

En concordancia con estos instrumentos internacionales de protección de

los derechos humanos, el derecho a la presunción de inocencia se encuentra

regulado en el artículo 2°, inciso 24), literal e) de la Constitución Política del Perú,

que establece: “Toda persona es considerada inocente mientras no se haya

declarado jurídicamente su responsabilidad”. De esta manera, el constituyente

ha reconocido la presunción de inocencia como un derecho fundamental. Siendo

de observancia obligatoria por los jueces, fiscales y policía, en los casos que son

de su conocimiento. También en aquellas investigaciones administrativas

realizadas por los Órganos de Control del Poder Judicial y Ministerio Público.

El Código Procesal Penal Peruano de 2004 dispone en su artículo II del

Título Preliminar, que toda persona imputada de un hecho delictivo se considera

inocente, y merece ser tratada como tal, la resolución deberá ser a su favor,
debiendo abstenerse las autoridades públicas y funcionarios de presentar a los

imputados como culpables, o dar información en ese sentido, mientras no se

dicte sentencia condenatoria firme.62

2.2.2.3.- LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA EN EL CODIGO PROCESAL


PENAL

La presunción de inocencia está reconocida en el artículo 2°, inciso 24, párrafo

e) de la Constitución y en el artículo II del Título Preliminar del NCPP que

establecen que “toda persona es considerada inocente mientras no se haya

declarado judicialmente su responsabilidad”.

Con el amplio paraguas de protección que el denominado principio de

presunción de inocencia tiene, la prisión preventiva no puede ser utilizada como

una pena anticipada, pues se estaría violando este principio y la Constitución

misma.

En el nuevo sistema procesal se garantiza la presunción de inocencia a

través de diversos mecanismos. En el caso de la prisión preventiva, la

presunción de inocencia se resguarda a través de la audiencia previa pública, en

escenario en el que el juez decidirá la aplicación o no de la medida. La

imparcialidad del Juez se garantiza con la separación de roles, en donde ya no

está contaminado con los perjuicios de la investigación, pues ya no tiene la carga

de la prueba. Además, la decisión del Juez se toma previo argumento del Fiscal

y previo conocimiento de lo alegado en debate por las partes, y ya no de oficio

como se acostumbraba con el anterior código. Como dice Burgos Mariño, esta

nueva regulación permite garantiza mejor la presunción de inocencia, pues ya

62
BAYTELMAN, Andrés / DUCE, Mauricio (2005), Litigación penal, juicio oral y prueba (Fondo
de Cultura Económica, Editorial D.F, pág. 65
no “se detendrá primero, para luego investigar”, sino que ahora el nuevo modelo

exige que “primero se investigará para luego detener”. Efectivamente, esto

constituye un cambio radical en las practicas procesales vinculadas a la prisión

preventiva, lo que sin duda alguna, repercute en la mayor protección de la

presunción de inocencia.

Además, el reconocimiento del principio de presunción de inocencia en nuestro

nuevo sistema procesal penal, no impide que se regulen las medidas de coerción

necesarias para garantizar los fines del proceso. Claro está, siempre y cuando

no se trate al condenado como culpable antes de la sentencia final

condenatoria.63

2.2.2.4.- EL DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA DESDE UN

PUNTO DE VISTA CONSTITUCIONAL

Según Angulo: “En principio, debemos anotar que el asunto de suponer la

inocencia de quien es procesado constituye, desde antiguo, un asunto muy

controvertido. Por ello, en la doctrina se trata variopintamente de la presunción

de inocencia, del principio de inocencia, del estado jurídico de inocencia o del

tratamiento como inocente”. Mencionando, que la doctrina italiana se ha

mantenido reacia ante la presunción de inocencia. Ferri aceptaba que podría

reconocérsele a ciertos delincuentes; pero, nunca a todos. Por ejemplo, sostenía

que no se le reconocerá a los sorprendidos in fraganti ni a los confesos ni a los

reincidentes o peligrosos.

63
CORDÓN MORENO, Faustino, (2002) Las Garantías Constitucionales del Proceso Penal.
Editorial Aranzadi, pág. 188.
Los argumentos de Manzini, para quien no estar seguros de la

culpabilidad de una persona indiciada, significa, necesariamente, dudar de su

inocencia; y, por lo tanto, nunca podía ser ello equivalente a presumir en él la

inocencia, fueron determinantes en el Código de 37 Procedimientos Italiano de

1913 y 1930 y en el artículo 27 de la Constitución Italiana.

2.2.2.4.1.- LA FINALIDAD DEL PROCESO SANCIONADOR Y SU RELACIÓN

CON EL DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

La finalidad de los procesos penales y, en general, sancionadores consiste en

determinar si al acusado le corresponde la sanción que el órgano acusador exige

que se le imponga por haber cometido una infracción. Como presupuesto a la

imposición de la sanción, el Juez debe determinar si el acusado cometió, o no,

la infracción que se le imputa.

El mecanismo institucional que han creado los ordenamientos jurídicos

para determinar si una persona cometió una infracción es el proceso, en el cual

se realizarán una serie de actos y actividades que permitirán determinar si el

acusado es responsable de los hechos que se le imputan.

Si bien el proceso sancionador tiene como objetivo determinar si el

acusado cometió, o no, la infracción que se le imputa, las reglas que regirán el

proceso deben respetar los derechos del acusado, en especial, el derecho a la

presunción de inocencia hasta que no se demuestre, más allá de toda duda

razonable, su responsabilidad en la infracción que se le imputa.64

64IGARTÚA SALAVERRÍA, Juan. (1999) El caso Marey. Presunción de inocencia y votos


particulares. Editorial Trotta S.A. Madrid, pág. 17
El derecho a la presunción de inocencia (en adelante, DPI) es un derecho

complejo que abarca una serie de posiciones jurídicas básicas que funcionan

como límites a cualquier actuación que puedan efectuar los órganos estatales,

ya sea pare regular el proceso penal o en el funcionamiento mismo de un

proceso.

Antes de ingresar a determinar cuáles son el conjunto de posiciones jurídicas

básicas que integran el DPI, estudiaremos cuál es el fundamento de este

derecho, toda vez que ello nos permitirá, posteriormente, deducir las posiciones

jurídicas básicas antes señaladas.

2.2.2.5.- FUNDAMENTO DEL DERECHO DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA.-

El DPI tiene como objetivo que ninguna persona inocente debe ser

sancionada, lo cual se funda en el principio de dignidad del ser humano, el

principio de dignidad (PDIG) es un principio que sirve como criterio rector acerca

de cómo deben ser tratados los seres humanos por ser tales. Uno de las

características de este principio es que las personas deben ser tratadas de

acuerdo a las decisiones, intenciones o declaraciones de voluntad2 que hayan

tomado en su vida. 65

En virtud a lo anterior, sólo se debe castigar a una persona cuando ésta

haya cometido una infracción, porque es lo que le correspondería por los actos

que ha realizado. El mecanismo institucional para determinar si una persona ha

cometido la infracción que se le imputa es el proceso, en el cual sólo se podrá

condenar a acusado si efectivamente cometió la infracción imputada. Desde este

65
IGARTÚA SALAVERRÍA, Juan. (1999) El caso Marey. Presunción de inocencia y votos
particulares. Editorial Trotta S.A. Madrid, pág. 35-38
punto de vista, se derivaría el estándar probatorio que debe servir como criterio

decisor para condenar a una persona, que consistiría en que sólo se pueden

condenar a una persona cuando su responsabilidad en los hechos es la única

explicación posible de los hechos del caso.

-Efectos procesales de la presunción de inocencia

Tal como se ha visto, un Juez sólo puede condenar a una persona luego de un

proceso judicial. Y para que haya un proceso judicial es necesario que existan

dos partes: una, el acusador; y la otra, el acusado.

Del texto del literal e) del numeral 23 del artículo 2 de la Constitución

Política se puede deducir que el acusador tiene la carga de probar que el

acusado es culpable del hecho que se le imputa. Además, éste tiene que

demostrar que su hipótesis es la única explicación posible de los hechos del

caso. Ello, a efectos de no vulnerar el principio de dignidad recogido en el artículo

1 de la Constitución que, como hemos visto, dispone que cada persona debe ser

tratada por el Estado en función a sus actos e intenciones. Si ello es así,

entonces no podemos castigar a una persona si es que tenemos duda de que

ella ha cometido el acto que se le imputa. Esta es una concepción aceptada en

nuestro ordenamiento como veremos a continuación.

A nivel legislativo, el artículo II del Código Procesal Penal establece que

toda persona imputada de la comisión de un hecho punible es considerada

inocente, y debe ser tratada como tal, mientras no se demuestre lo contrario y

se haya declarado su responsabilidad mediante sentencia firme debidamente

motivada.
Para estos efectos se requiere de una suficiente actividad de cargo,

obtenida y actuada con las debidas garantías procesales. En caso de duda sobre

la responsabilidad debe resolverse a favor del imputado.

Según Perfecto Andrés Ibáñez, el derecho a la presunción de inocencia es una

regla que garantiza lo siguiente:

a. El tratamiento que debe recibir el acusado durante el proceso, esto

significa que el acusado debe ser tratado como inocente sin que pueda

imponérsele algún tipo de medida que afecte esa condición hasta que el

Juez declare su culpabilidad respecto de los hechos imputados; y,

b. Las reglas probatorias que deben seguirse en un proceso para determinar

cuando una persona puede ser considerada como culpable del delito que

se le imputa, lo cual significa que el Juez sólo podrá condenar al imputado

cuando la acusación ha sido demostrada más allá de toda duda

razonable.66

Juan Igartúa Salaverrya señala que la presunción de inocencia cumple las

siguientes funciones en el proceso penal:

a. Para asignar la carga de la prueba (al acusador corresponde probar la

culpabilidad del acusado); y,

b. Para fijar el quantum de la prueba (la culpabilidad ha de quedar probada

más allá de toda duda razonable).

66
IGARTÚA SALAVERRÍA, Juan. (1999) El caso Marey. Presunción de inocencia y votos
particulares. Editorial Trotta S.A. México, pág. 40-55
De acuerdo a lo señalado, el derecho a la presunción de inocencia abarca las

siguientes posiciones jurídicas concretas:67

a. El derecho a que la carga de la prueba recaiga en el acusador; y,

b. El derecho a no ser condenado si es que existe una duda razonable sobre

su responsabilidad en el delito imputado.

2.3.- MARCO CONCEPTUAL

 Prisión Preventiva es un acto procesal dispuesto por una resolución

jurisdiccional, que produce una privación provisional de la libertad

personal del imputado, con el propósito de asegurar el desarrollo del

proceso penal y la eventual ejecución de la pena, también considerada

como medida cautelar , un obstáculo al principio.

 La presunción de inocencia es un principio fundamental del Derecho

Procesal Penal que informa la actividad jurisdiccional como regla

probatoria y como elemento fundamental del derecho a un juicio justo. La

presunción de inocencia, es iuris tantum, admite prueba en contrario.

 El proceso penal es tramitado ante una autoridad judicial, que tiene por

objeto el enjuiciamiento de determinadas acciones u omisiones, a los

efectos de determinar si son o no constitutivos de delito o delito leve.

 El derecho fundamental que son inherentes al ser humano,

pertenecientes a cada persona por el hecho mismo de ser persona y en

razón a su dignidad y que tiene plena fuerza normativa, estos se imponen

67
Ibídem, Pag.59
al estado y a la constitución lo propugna, tiene como finalidad prioritaria

garantizar la dignidad.

 Las medidas cautelares personales suponen una limitación o prohibición

de las libertades individuales del imputado, permite limitar incluso prohibir,

su libertad de movimientos.

 Derecho Sustantivo son normas o reglamento que garantizan velar por las

buenas conductas individuales que deben tener las personas de una

población en específico y también se habla de sanciones.

 Provisionalidad, es las instrumentalidad se encuentran su fundamento en

la misma causa, la existencia de un proceso y la necesidad de garantizar

la futura eficacia de la sentencia sin una medida de instrumental en tanto

en subordinada a la decisión que finalmente deberá adoptarse al objeto

principal.

 Los operadores de la justicia son personas que utilizan el derecho como

una herramienta para poder introducirlo en una sociedad y darle el debido

uso, o lo interpretan, este término una originalmente en la cultura jurídica

anglosajona que en los últimos años se ha extendido.

 El Ministerio Público es un organismo autónomo del Estado y tiene como

funciones principales la defensa de la legalidad de los derechos de los

ciudadanos y de los intereses público, la representación de la sociedad

en juicio por los efectos de defender a la familia, a los menores incapaces,

interés social.

 Los Presupuestos Materiales de la prisión preventiva son, que existan

fundados y graves elementos de convicción para estimar razonablemente

la comisión de un delito, que la sanción al imponerse sea superior a 4


años de pena privativa, que el imputado en razón a sus antecedentes,

permitan colegir razonablemente que tratara de eludir la acción.

2.4. HIPÓTESIS DE TRABAJO.

2.4.1. HIPÓTESIS GENERAL.

La aplicación de la Prisión Preventiva incide de manera insuficiente,

transgrediendo el Principio de Pr3esunción de Inocencia en la Región de

Puno 2017-2018.

2.4.2. HIPÓTESIS ESPECÍFICOS.

- La administración de la justicia tiene una implicancia deficiente ante la

vulneración del Principio de Presunción de Inocencia.

- Los Criterios que se aplica son ciertamente vacíos generando una

aplicación desigual frente al Principio de Presunción de Inocencia.

- Existe de forma disímil a los derechos fundamentales antes la Prisión

Preventiva.
- Debería ser la finalidad una correcta investigación respetando los

presupuestos e igualdad de armas en la prisión preventiva.

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