Milagros Burga

AMARYLIS

Quinta versión

Lima
03 de setiembre de 2017
Milagros Burga AMARYLIS página ii

“Happiness only real when shared”

Christopher McCandless

“Con eso de tenerte aquí, no tengo nada que pedir, en esta historia con
final feliz.”

La que me gusta - Los Amigos Invisibles

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Milagros Burga AMARYLIS página iii

PERSONAJES (en orden de aparición):

RAFAEL: veinticinco años de edad, bibliotecario, alto,

muy delgado, cabello lacio y totalmente peinado,
aliñado, introspectivo, introvertido, culto y
obsesivamente ordenado.

AMARYLIS: veintisiete años de edad, diseñadora de

interiores, alta, delgada, blanca, cabello azul verdoso,
tiene un tatuaje de una amarylis en toda la espalda,
usa un septum, extrovertida, espontánea y atrevida.

TIEMPO:
Actual.

LUGAR:
Bar en remodelación ubicado en el distrito de
Miraflores

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Milagros Burga

AMARYLIS

ACTO ÚNICO
Escena única

Bar Miraflorino con una nota improvisada en la puerta: “Cerrado por

remodelación”. Empieza a anochecer. En primer término aparece Rafael,
quien hace su aparición detrás de la puerta del bar, dudoso, inseguro y
muy avergonzado. Toca la puerta del bar. En segundo término vemos a
Amarylis detrás de la barra del bar, quien a pesar de haber oído que
llaman a la puerta prefiere esperar al tercer llamado, limpia y ordena la
barra del bar mientras acomoda diversas copas vacías sobre la mesa, al
lado de ésta, está una libreta azul y un lápiz.

La obra comienza cuando vemos a Amarylis sonriendo mientras la

puerta retumba por tercera vez. Se acerca, abre la puerta y regresa a su
lugar, detrás de la barra del bar, sin decir ni una sola palabra.

RAFAEL
(un poco avergonzado)
Disculpe señorita, no quise ser
impertinente…
(pausa)
Me… me dieron esta dirección para
encontrar a una persona.
(pausa)
Hace un rato… me… me llamaron a mi
celular de un número telefónico…
(silencio)
¿Era usted la del teléfono?
(silencio)
¿Es usted por casualidad Amarylis?

AMARYLIS
(algo risueña)
¿Amarylis? Qué gracioso nombre.
Mmmm… no, creo que no.

RAFAEL
Disculpe nuevamente señorita, quizá se
confundieron al darme esta dirección o
quizá me confundí yo...
(muy apenado)
Muchas gracias de todas formas.
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Rafael camina hacia la puerta de salida sin quitar la mirada del piso
totalmente avergonzado.

Amarylis lanza una carcajada tan fuerte que hace que RAFAEL se
asuste y voltee a mirarla.

AMARYLIS
¡Ay Rafael! No debes creer en todo lo que te
dicen y menos si es alguien que acabas de
conocer. Claro que soy yo, yo soy Amarylis.
Ven y empecemos de nuevo.

Rafael se acerca a la barra del bar tímidamente. Amarylis lo observa

fijamente y no deja de sonreír.

RAFAEL
Señorita Amarylis… buenas noches ante
todo…
(pausa)
Le agradecería mucho que pudiera por
favor devolverme mi libreta… como le
expliqué hace un momento por teléfono,
para mí es muy complicado estar sin ella.

AMARYLIS
(risas)
Qué divertido eres. No solo parecías un
tipo raro, sino que incluso hablas raro.

RAFAEL
¿Perdón?

AMARYLIS
Sí. Te comportas exactamente como
luces…
(pausa)
Como lo imaginé.

RAFAEL
Sigo sin entenderla señorita. Yo solo vine
hasta aquí a recoger mi libreta… porque
usted me dijo que la tenía…
(pausa)
Porque la tiene, ¿verdad?

AMARYLIS
Sí, sí, sí. Claro que sí. La tengo aquí… muy
bien guardadita.

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RAFAEL
Entonces puede entregármela por favor. Si
usted piensa que soy una persona rara
como dice, no es bueno para ninguno de
los dos que permanezca más tiempo aquí.

AMARYLIS
No, no, no, perdón Rafael. No me
malentiendas. No quise ofenderte para
nada. Solo quise decir que eres un tipo
algo raro…
(pausa)
“Raro”, ¿entiendes? ¡Como un halago!
(silencio)
Lindo…

Ambos permanecen en silencio un instante.

RAFAEL
(avergonzado)
Señorita… pero dónde tiene mi libreta. Es
que está oscureciendo… y me urge
regresar a casa. Por favor podría
entregármela para poder ir retirándome.

Amarylis se sienta sobre la barra del bar cruzando las piernas y se

aproxima a Rafael para hablarle al oído coquetamente.

AMARYLIS
¿Y tú qué me vas a dar a cambio?

RAFAEL
(traga saliva)
Le… est est estaré totalmente agradecido.

AMARYLIS
¿Qué tal si empezamos por tutearnos?
Vamos, llámame por mi nombre.
(pausa)
Ponte cómodo. Estamos en mi bar y tú
eres mi invitado.

RAFAEL
Muchas gracias señori… perdón, Amarylis.
(silencio)
No sabe… sabes lo complicado que han
sido estos días para mí sin mi libreta.
Cuando llamaste para decirme que la

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habías encontrado sentí como… como si

mi alma hubiera regresado al cuerpo.

AMARYLIS
¿Tanto así?

RAFAEL
Sí… ¿Sabe? Perdón… ¿Sabes? Significa
mucho para mí que me la devuelvas.
Muchas gracias.

AMARYLIS
No tan rápido, Rafa… Antes que nada…
hay unas cositas que me matan de la
curiosidad…
(pausa)
Algunas cositas que me muero por saber…

Rafael luce nervioso y se pone a ordenar los vasos en la mesa.

RAFAEL
(totalmente concentrado en los vasos)
¿Cositas?
(pausa)
¿Qué cositas?
(pausa)
Acá… acá hay muchas cositas por hacer...
porque estás remodelando, ¿no?
Quizá por acá puedo ayudarla…
ayudarte…
(se va hacia el otro extremo)
Puedo ordenar un poco por aquí, por allá
también se ve un poco desordenado. Sé
ordenar, me encanta ordenar y ver todo
alineado.

AMARYLIS
(lo mira y ríe)
Lo sé, Rafael. Sé mucho de ti. Eres todo un
maniático del orden. Pero no te preocupes.
Ven, relájate un poco y tómate un trago.

Rafael se acerca con curiosidad. Amarylis sirve dos copas de vino. Ella
se sirve uno y le entrega el otro a Rafael, quien hace el ademán de
negación y rechaza la copa.

RAFAEL
No, gracias. Yo no bebo.

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AMARYLIS
¿Por qué no? Vamos, acompáñame con
uno. Un poquito de alcohol no le hace daño
a nadie, ¿no?

RAFAEL
A mí sí… Yo no bebo porque cuido mucho
mi organismo… además el alcohol me
provoca un dolor de cabeza insoportable
y… manipula mi comportamiento. Así que
no gracias, así nomás estoy bien…

AMARYLIS
(con la copa en la mano)
Vamos, solo acompáñame con ésta y
prometo no servirte ni una más.

AMARYLIS
(cont.)
Sabes que es de muy mala educación
rechazarle un trago a una mujer. Al menos
esa copita… Mira, es sencillo.

Amarylis se toma de un sorbo toda la copa de vino y le entrega la otra

a Rafael, quien la imita. Rafael sacude su cabeza y agarra su asiento,
hace muecas raras.

RAFAEL
(dejando su vaso a un costado)
Qué fuerte está esto.

AMARYLIS
¿Viste que no era tan difícil?

RAFAEL
Me ha removido un poquito… creo…

AMARYLIS
No pasa nada, tranquilo. No te hará nada.

RAFAEL
Está bien… confiaré en ti…

AMARYLIS
De eso se trata.
(silencio)
Se nota que eres un buen chico, Rafa… y
por lo que vi en tu libreta llevas una vida
completamente organizada.

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RAFAEL
Así es. Me gusta apuntar siempre todo lo
que haré día a día. Es una muy buena
forma de planificar ordenada y
detalladamente todo en la vida.

AMARYLIS
¡Qué aburrido! A mí no me gustan esas
cosas. Uno vive y ya. La espontaneidad es
lo mío. ¿No te parecería más divertido?

RAFAEL
¡Claro que no! Qué locura. Yo no puedo
improvisar. ¡Ni pensarlo! Esas cosas son de
los actores… yo no puedo… no, no…

AMARYLIS
Rafa, dime una cosa… ¿te molesta que
haya revisado tu libreta?

RAFAEL
Bueno… yo… no sé, quizá…

AMARYLIS
(apenada)
Ay… ¡lo siento! No pude evitar la tentación.
Para empezar, encontrarla me pareció
súper mágico, como una cosa del destino y
no pude aguantar las ganas de ver qué
tenía escrito y vaya que me di con LA
sorpresa.

RAFAEL
(agacha la cabeza y se avergüenza)
¿A qué te refieres?

AMARYLIS
¿A qué crees pues Rafa?

RAFAEL
¿De verdad lo viste? ¿De verdad los
encontraste?

AMARYLIS
Claro que sí.

RAFAEL
¿Todos?

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AMARYLIS
Sí, claro. Todos los dibujos, al final de la
libreta… Quién pensaría eso de ti, todo
tranquilito. Bien guardadito te lo tenías.

RAFAEL
No es lo que piensas Amarylis. No pienses
mal por favor…

AMARYLIS
No, no te preocupes, Rafa. No pienso mal,
para nada…
(pausa)
He de confesarte que sí me sorprendió y
bastante, pero principalmente por lo
hermoso que eran todos… Dibujas
realmente muy bonito.

RAFAEL
(completamente avergonzado)
¿Qué estarás pensando de mí ahora?

AMARYLIS
Nada malo, Rafa. Yo no soy nadie para
juzgarte… me parece algo natural.
(silencio)
Es tu arte y tienes demasiado talento.

RAFAEL
Encontraste los dibujos…

AMARYLIS
Claro… ¿de qué más estamos hablando?

RAFAEL
¿De verdad no has pensado nada malo?

AMARYLIS
(risas)
¡Claro que no! Al inicio nomás me pareció
un poquito extraño, pero luego como que…
me agradó.

RAFAEL
No es lo que piensas.

AMARYLIS
¿Ah no?

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RAFAEL
No, de verdad. Así no.

AMARYLIS
¿Entonces cómo es? A ver cuéntame…
aunque… no, no… mejor no, no te
preocupes, claro que te entiendo.

RAFAEL
Yo no dibujo realmente a esas mujeres…

AMARYLIS
¿Qué? Pero si ya vi tus dibujos. No
necesitas mentirme, tranqui.

RAFAEL
Te juro que no te estoy mintiendo, o sea yo
los dibujo, sí… pero todas las siluetas,
rostros, formas de cabellos, tipo de ojos,
miradas… semblantes… y todo lo que has
visto en sí sale solamente de mi cabeza.

AMARYLIS
¿De tu cabeza? No te entiendo.

RAFAEL
Sí, solo las imagino…

AMARYLIS
(risas)
¡¿Qué?!
(pausa)
No sé qué suena más raro… que imagines
a todas las mujeres desnudas o que
además de imaginarlas, las dibujes.

RAFAEL
(avergonzado)
Es que no me entiendes…

AMARYLIS
¿Qué no entiendo, Rafael?

RAFAEL
Yo…

AMARYLIS
¿Tú…?

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RAFAEL
Yo… Yo… realmente nunca… he visto a
una mujer desnuda. Solo por películas o
en algunos libros de Anatomía y otros de
Arte. Todo lo demás, todo, todo… sale de lo
que imagino, de lo que está en mi cabeza…

AMARYLIS
¡¡¿Ah?!!

RAFAEL
Eso... yo… nunca…

AMARYLIS
¡¿Qué?! ¡Me estás jodiendo!

RAFAEL
Claro que no.

AMARYLIS
Es que eso suena increíble pues. En estos
tiempos. ¿Es en serio?

RAFAEL
¡Lo sé! Por eso no querías que pensarás
que todos esos dibujos de mujeres
desnudas eran reales. La verdad es que
ninguna es real, he imaginado a todas…
solo las he imaginado para dibujarlas, y
ahí ha quedado. Solo eso... imaginación…

AMARYLIS
(risas)
Qué gracioso todo esto.

RAFAEL
No te burles…

AMARYLIS
No, Rafa… no me burlo… Solo que todo
esto me parece increíble.

RAFAEL
No había querido nunca dibujar mujeres
reales, al menos no cuando lo hice. Al
menos no hasta…

AMARYLIS
¿Hasta?

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RAFAEL
(tartamudea)
Hasta…

AMARYLIS
¡¿Hasta?!

RAFAEL
Hasta… ahora…

AMARYLIS
¿Hasta ahora?

RAFAEL
Perdón, lo siento, lo siento mucho.

AMARYLIS
Oh, vamos. ¿Nadie te ha dicho que no
puedes soltar algo y luego retractarte?

RAFAEL
Hasta ahora, Amarylis.

RAFAEL
(cont.)
Es que yo… te he visto… todos estos
domingos en El Olivar y yo… no sé, me
siento raro… discúlpame…

AMARYLIS
(risas)
Estás insinuando que quieres dibujarme
desnuda o me parece…

RAFAEL
Bueno yo… no soy muy bueno con las
insinuaciones… no sé qué decir, perdón…

Rafael y Amarylis bajan la mirada al piso, no dicen nada por un

instante.

AMARYLIS
No eres el único con secretos…

RAFAEL
¿A qué te refieres?

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AMARYLIS
Al día que encontré tu libreta.

RAFAEL
Ajá…

AMARYLIS
(suspira)
Es que… ¡te he visto tantas veces!
(silencio)
Ay, Rafa…

RAFAEL
¿A mí? ¿Me has visto tú también?

AMARYLIS
¡¡Sííí!! ¡Claro! Te he visto todos estos
domingos… sentadito bajo el mismo árbol
en El Olivar, siempre leyendo un libro
nuevo y yo… de lejos, solo mirándote de
reojo como una espectadora…
(silencio)
Cuando leí toda tu libreta y vi tus dibujos
sentí que me convertía en tu confidente.
Sentí que me entregabas tus secretos.
(silencio)
Siento que te conozco de toda la vida
porque sé de tus noches de estudio en la
biblioteca, de tu club de ciencias, de tus
conversatorios de física cuántica y de tu
soledad en el Olivar…
(silencio)
De tu hermoso arte, Rafa. De ese arte que
te hace único… especial. Esos dibujos – y
te lo digo muy en serio – son de lejos, los
más hermosos que he visto…

RAFAEL
Eres la única persona que lo sabe...

AMARYLIS
¿Y qué tal si acepto?

RAFAEL
¿Qué cosa?

AMARYLIS
Posar desnuda para ti pues tontito. ¡Qué
más!

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RAFAEL
No, no tienes por qué hacerlo… y menos
por compromiso.

AMARYLIS
¡Para nada! Yo jamás acepto algo por
compromiso.
(pausa)
Además si acepto… te apuesto que tú
serías el único que ni pensaría que estoy
loca.
(silencio)
Todo el mundo piensa en eso al verme.
Piensan que mi nombre es raro, que mi
pelo es raro, que mi estilo de vida es raro,
pero nadie me conoce realmente…
(pausa)
Siento como si tú pudieras verme más allá
que eso… como si también me conocieras
desde siempre… o de que estamos
empezando a conocernos realmente.

RAFAEL
Amarylis, hasta tu nombre me suena
bonito… y no, no me importa que seas rara
como dices, porque entre los dos siento
que tú eres la más normal…

AMARYLIS
Ay Rafa… te he visto cada domingo en El
Olivar y desde que te vi supe que tenía que
conocerte, pero no sabía cómo acercarme a
ti… porque me asustaba y a mí nunca me
ha asustado eso... pero contigo… no sé, tú
no eres como los otros chicos.

RAFAEL se sorprende pero permanece en silencio.

AMARYLIS
(cont.)
Lo que quiero decir es que… me gustas,
Rafael. Me gustas en serio. Me gusta que
seas tan distinto a todo el resto del mundo,
te ves tan lindo y bueno con una hermosa
candidez que me encanta.
(silencio)
El día que olvidaste tu libreta fui la chica
más feliz del mundo porque sabía que al

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Milagros Burga AMARYLIS página 13

fin tenía la excusa perfecta para buscarte

sin parecer una stalker y sin asustarte.

RAFAEL
(Avergonzado y sorprendido)
Amarylis, no sé qué decir…

AMARYLIS
Lo sé, discúlpame, vas a pensar que soy
una lanzada pero solo necesito ser sincera.

Amarylis coge la libreta y se la entrega a Rafael, quien la recibe y la deja

a un lado por un momento.

RAFAEL
¿Es todo una broma? ¿Estás jugando
conmigo?
(pausa)
¿Por qué te fijarías en mí? ¿Por qué en un
chico como yo? Te estás burlando de mí,
¿no es cierto?

AMARYLIS
¡¡Claro que no!! Eres uno de esos chicos
que uno no tiene la suerte de conocer
todos los días. Tú tienes un encanto
especial.

Rafael coge su libreta y el lápiz, está muy nervioso. Saca un papel

doblado de su bolsillo y se lo enseña a Amarylis, quien lo recibe, lo abre,
se sorprende y ríe.

AMARYLIS
¡Pero… pero… qué es esto! ¡Pero si se
parece un montón a mí! Espera… ¡Soy yo!
¿Cómo lo has hecho? ¡Wow! Sin siquiera
mirarme. ¡Era cierto lo que dijiste!

RAFAEL
Yo no digo mentiras, Amarylis… y estoy
seguro de que el dibujo no es perfecto…
pero de que tú sí lo eres…

RAFAEL
(con la voz entrecortada)
¿Aceptarías ser mi modelo? Dime por favor
si me harías el honor de dibujarte…

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Milagros Burga AMARYLIS página 14

AMARYLIS
(emocionada)
¡Sí! ¡Claro que sí!

RAFAEL
¿De verdad?

AMARYLIS
¡Sííí!

RAFAEL
Pero espera, antes tengo que contarte
algo…

AMARYLIS
(todavía muy emocionada)
Dime, Rafa.

AMARYLIS
El domingo pasado yo te vi y… decidí
esperar a que no haya nadie cerca, hasta
que solo pude verte a ti de reojo, te vi…
algo cerca y sola… entonces yo…

AMARYLIS
¿Tú qué?

RAFAEL
Dejé ahí mi libreta. Lo hice adrede…

AMARYLIS
¡¿Qué?!

RAFAEL
Sí, eso. Lo hice a propósito. Es lo más loco
que he hecho en toda mi vida. Hasta ahora
no sé cómo me atreví…

AMARYLIS
¡¿En serio?!

RAFAEL
Sí. Actué sin razonarlo, yo nunca hago eso,
pero esta vez lo hice... Sí, sí… Encontré
que esa podía ser la única oportunidad de
que quizá podamos conocernos, que quizá
tú pudieras buscarme… porque yo no
hubiera podido acercarme a ti de otra

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forma. Estaba muy nervioso y asustado,

pero…
(silencio)
Desde que te vi sentí que sería un sueño
dibujarte…

AMARYLIS
¡Qué increíble! Entonces tú...

RAFAEL
Me desprendí de una de las cosas más
personales que tengo y al no tener el coraje
de acercarme a hablarte, solo esperé que
tú pudieras contactarme…

AMARYLIS
¡Y así pasó! ¿Quién diría? Estás aquí y
estamos libres de secretos. Podremos ir
juntos al Olivar sin seguir siendo esos dos
raros espectadores que solo pagan una
entrada para ver una obra de reojo.

Amarylis acomoda su cabeza sobre el hombro de Rafael, mientras

éste toma su mano. Se abrazan. Se besan.

AMARYLIS
(con voz dulce)
Rafa, ¿qué pensarías si te dijera que me
estoy enamorando de ti?

RAFAEL
Que estás un poquito loca…

AMARYLIS
(risas)
Lo sé, pero si yo estoy loca entonces tú
también lo estás… y así nos quedaremos
hasta el fin de los tiempos. Locos, locos,
locos.

AMARYLIS
(cont.)
Ahora sí pasemos a tu arte, por favor.
Estoy muy emocionada. ¡Seré tu modelo!

RAFAEL
¿De verdad estás segura de esto, Amarylis?

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AMARYLIS
Completamente…

AMARYLIS
(cont.)
Espera… solo dame un segundo.

Amarylis corre detrás de la barra del bar, saca de un cajón un medallón

rojo, regresa al escenario y se lo entrega a Rafael para que se lo coloque,
mientras ella acomoda su cabello.

AMARYLIS
Rafa, te presento a mi amuleto… lo usaba
el día que encontré tu libreta… y sí…
(silencio)
Ya estoy lista.

Amarylis se encuentra al medio del escenario, Rafael en una mesa

próxima la observa muy atento, sujeta un lápiz en la mano sobre la
libreta abierta. Amarylis luce sonriente y tranquila con su gran
medallón rojo brillando. Las luces se apagan mientras Amarylis deja
caer lentamente su vestido y termina también de caer el TELÓN.

Miraflores, 03 de setiembre de 2017

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