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ISBN 987-1266-13-8
CDD 373.2
Corrección y diseño
Dirección de Producción de Contenidos
dir_contenidos@ed.gba.gov.ar
AUTORIDADES
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
GOBERNADOR
Ing. Felipe Solá
SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN
Ing. Eduardo Dillon
COORDINADOR GENERAL
Lic. Ariel Zysman
ASESORA DOCENTE
Lic. Marina Paulozzo
ASISTENTES OPERATIVOS
Soledad Guerrero
Natalia Peluso
EQUIPO DE ESPECIALISTAS
Ciencias Naturales
Gustavo Bender
Alicia Brunner
Alejandra Defago
Ciencias Sociales
Gabriel Álvarez
Julio Zabaljáuregui
Lectura crítica: Adriana Villa
Educación Física
Nidia Corrales
Silvia Ferrari
Jorge Gomez
Susana Reale
Silvia Saullo
Inglés
Gustavo M. Paz
Patricia Suárez Rotger
Matemática
Julio Brisuela
Silvia Rodríguez
Resolución ........................................................................................................................ 7
RESOLUCIÓN
VISTO el Expediente N° 5801-1.533.802/06; la Ley Provincial de Educación, N° 11612; el Decreto N° 256
de fecha 28 de febrero de 2005 y la Resolución N° 1045/06 y considerando:
Que mediante la citada Ley y actos administrativos de la Dirección General de Cultura y Educación se implemen-
tó, en forma gradual y progresiva, la Transformación Educativa prevista en la Ley Federal de Educación, N° 24195;
Que, como resultado de este proceso, la Educación General Básica como nivel obligatorio, sumó al ex
Nivel Primario dos años de la Educación Media;
Que a diez años de la sanción de la Ley Provincial de Educación, Nº 11612, que dio origen a la transfor-
mación educativa, el Gobierno Provincial, a través de la Dirección General de Cultura y Educación, identificó la
necesidad de introducir cambios tendientes a mejorar la calidad de los aprendizajes, como asimismo la estruc-
tura y organización del sistema educativo bonaerense;
Que mediante la Resolución N° 1999/04, la Dirección General de Cultura y Educación implementó una Ronda
de Consultas que promovió la participación de todos los ciudadanos bonaerenses y convocó a los docentes de todo
el sistema educativo a expresarse en jornadas institucionales de consulta, para evaluar los aciertos y debilidades de la
aplicación de dicha ley, con la intención de realizar correcciones y plantear metas para los años subsiguientes;
Que el análisis y la interpretación de los resultados de dicha Ronda de Consultas permitieron identificar
las problemáticas que estaban incidiendo en la educación y formación de púberes, adolescentes y jóvenes;
Que, con la intención de anticipar líneas de acción para guiar la intervención sobre los problemas de-
tectados, en el seno de la Dirección General de Cultura y Educación se elaboró un proyecto político educativo
denominado Plan Provincial Educativo 2004-2007, que entre sus líneas de acción propone “Programas para
adolescentes” a fin de atender las demandas de educación y formación de ese grupo etario;
Que mediante el Decreto Nº 256/05 se creó una nueva Dirección Docente que contempla la conducción
del Tercer Ciclo de la Educación General Básica (EGB) en su nivel central y en servicios;
Que la especificidad del Tercer Ciclo de la EGB requiere revisión y reformulación de su diseño curricular;
Que los cambios deberán darse en forma gradual teniendo en cuenta la unidad del sistema, su estructura
y posibilidades y respetando derechos adquiridos;
Que la RESOLUCIÓN N° 1045/05, determina una conducción propia para el Tercer Ciclo de la Educación
General Básica bajo la denominación Educación Secundaria Básica (ESB);
Que la mencionada Resolución establece que el Consejo General de Cultura y Educación, analizará y
proyectará las modificaciones necesarias en el diseño curricular de la Educación Secundaria Básica;
Que durante el año 2005 se inició el Proceso de Construcción Curricular de la ESB, en el que a través
de distintas instancias participaron inspectores, directores, docentes, alumnos y padres, evaluando el Diseño
Curricular vigente para el Tercer Ciclo de la EGB, analizando y proponiendo estrategias para definir y fortalecer
la especificidad de la gestión y organización institucional y la calidad de los aprendizajes;
Que como corolario de las acciones concretadas en el Proceso de Construcción Curricular de la ESB du-
rante 2005, se elaboró un prediseño curricular, cuya implementación se realiza y monitorea en setenta y cinco
escuelas seleccionadas de ESB, en 2006;
Que como producto de las tensiones relevadas en el monitoreo y las asistencias técnicas, las elabora-
ciones de expertos, lectores expertos y escritores del diseño, se modificó el prediseño, dando lugar a un texto
curricular capaz de hacer frente a los desafíos que implica concebir la educación del siglo XXI;
Que el Proceso de Construcción Curricular, de carácter progresivo, ha consolidado definiciones relativas
al 7° año de la ESB;
Que entre las tareas en desarrollo se encuentra la propuesta definitiva correspondiente a la materia
Construcción Ciudadana, cuya versión preliminar será evaluada durante el ciclo lectivo de 2007;
Que este Diseño Curricular para 7º año de la ESB constituye una nueva propuesta pedagógica para la educación
de los púberes, adolescentes y jóvenes bonaerenses, mediante la cual se propende a una mejor formación que garantice
la terminalidad de la escuela secundaria y a un egreso en condiciones de continuar estudios en el nivel superior, de ser
ciudadanos plenamente capaces de ejercer derechos y deberes y de ingresar en el mundo productivo con herramientas
indispensables para transitar el ámbito laboral, cuestiones planteadas por la comunidad educativa en la Consulta realiza-
da con motivo del debate de los lineamientos para una nueva Ley de Educación de carácter Nacional;
Corresponde al Expediente N° 5801-1.533.802/06.
Que este diseño se enmarca en una nueva propuesta para el sistema educativo provincial, la cual implica
un profundo cambio en la concepción político-pedagógica de los sujetos destinatarios y se plasma en una nueva
organización de la Educación Secundaria, que tiene como objetivo fundamental lograr la inclusión, permanencia y
acreditación de la educación secundaria de todos los alumnos y las alumnas bonaerenses, para lo cual resulta in-
dispensable realizar renovar la propuesta de enseñanza, planteos también presentes en la mencionada Consulta;
Que el Consejo General de Cultura y Educación aprobó el despacho de la Comisión de Diseños Curriculares y la
Comisión de Asuntos Legales en Sesión de fecha 31-VIII-06 y aconseja el dictado del correspondiente acto resolutivo;
Que en uso de las facultades conferidas por el artículo 33° Inc. u) de la Ley N° 11612, resulta viable el
dictado del pertinente acto resolutivo;
Por ello,
La Directora General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires resuelve:
Artículo 1º: Aprobar el Diseño Curricular correspondiente al 7° Año de la Educación Secundaria Básica (1er Año
de la Educación Secundaria), para ser implementado a partir del ciclo lectivo de 2007, con el Marco General para la
Educación Secundaria Básica que obra como Anexo I con 6 (seis) fojas y forma parte de la presente RESOLUCION.
Artículo 2º: Aprobar la Estructura Curricular y el Mapa Curricular del Plan de Estudios que obran como Anexo
II, de 2 (dos) fojas, el cual forma parte de la presente RESOLUCIÓN.
Artículo 3º: Aprobar las materias, expectativas de logros, contenidos, orientaciones didácticas y orientaciones para
la evaluación del Diseño Curricular correspondiente al 7° Año de la Educación Secundaria Básica que como Anexos
III con 17 (diecisiete) fojas, IV con 14 (catorce) fojas, V con 22 (veintidós) fojas, VI con 12 (doce) fojas, VII con 9
(nueve) fojas, VIII con 13 (trece) fojas y IX con 22 (veintidós) fojas forman parte de la presente RESOLUCIÓN.
Artículo 4º: Determinar que las expectativas de logros, contenidos, orientaciones didácticas y orientaciones
para la evaluación de la materia Construcción Ciudadana se desarrollarán durante 2007 en su versión preliminar
y se formalizarán mediante una norma específica para su aplicación generalizada en el ciclo lectivo de 2008.
Artículo 5º: Dejar sin efecto la parte pertinente de las RESOLUCIONES N°13227/99 y N° 13269/99, y toda otra
norma en cuanto se oponga a la presente, a partir del ciclo lectivo de 2007.
Artículo 6°: La presente RESOLUCIÓN será refrendada por la Vicepresidencia 1ra del Consejo General de Cultura
y Educación y la Subsecretaría de Educación.
Artículo 7°: Registrar esta RESOLUCIÓN que será desglosada para su archivo en la Dirección de Coordinación Ad-
ministrativa, la que en su lugar agregará copia autenticada de la misma; comunicar al Departamento Mesa General
de Entradas y Salidas; notificar al Consejo General de Cultura y Educación; a la Subsecretaría de Educación, a la
Subsecretaría Administrativa, a la Dirección Provincial de Educación de Gestión Estatal, a la Dirección Provincial de
Enseñanza, a la Dirección Provincial de Educación Superior y Capacitación Educativa, a la Dirección Provincial de Edu-
cación de Gestión Privada y a la Dirección Centro de Documentación e Información Educativa. Cumplido, archivar.
Resolución N° 3233/06
INTRODUCCIÓN
A diez años de la implementación de la Transformación del Sistema Educativo en la Provincia de Bue-
nos Aires y frente a los desafíos que implica concebir la educación del siglo XXI, la Dirección General
de Cultura y Educación elaboró una nueva propuesta pedagógica para la educación de los jóvenes
adolescentes bonaerenses que garantice la terminalidad de la escuela secundaria en condiciones de
continuar los estudios en el nivel superior, pero también de ingresar al mundo productivo con herra-
mientas indispensables para transitar el ámbito laboral y ser ciudadanos en condiciones de ejercer sus
derechos y deberes, hacer oír su voz con profundo respeto por las instituciones democráticas, y en la
plenitud de los ejercicios de las propias prácticas sociales y culturales.
Esta nueva propuesta para el sistema educativo provincial implica un profundo cambio en la con-
cepción político-pedagógica de los sujetos destinatarios y se plasma en una nueva organización de la
Educación Secundaria que ubica este tránsito educativo como el espacio de escolaridad que atiende
a sujetos púberes, adolescentes y jóvenes, y tiene como objetivo fundamental lograr la inclusión, per-
manencia y acreditación de la educación secundaria de todos los alumnos y las alumnas bonaerenses,
para lo cual resulta indispensable realizar una nueva propuesta de enseñanza.
De esta manera, la Educación Secundaria se organiza en 6 años de escolaridad distribuidos en 3 años de
Educación Secundaria Básica y 3 años de Educación Polimodal.
1
DGCyE, Drección de Primaria Básica, Subdirección Planes, Programas y Proyectos, Consideraciones acerca de la intercultu-
ralidad. Implicancias y desafíos para la educación de la Provincia. La Plata, DGCyE, 2006.
2
Ibídem, p. 13.
3
Ibídem, p. 13.
La forma en que los sujetos sociales se expresan, conocen y se reconocen y construyen visiones de mundo
es el lenguaje. El lenguaje expresa la propia cultura, la representación que se tiene del mundo (la propia
cosmovisión). En este sentido la manera de “ver” el mundo es la manera de pensarlo y expresarlo.
Y así como el lenguaje muestra o representa el mundo compartido también muestra el otro lado. El
mundo inaccesible, el del lenguaje que no se entiende.
La escuela incluye sujetos alumnos/as, docentes, padres, que se expresan a través de distintos lengua-
jes, lenguajes propios de la diversidad de hablas, de grupos culturales que deben ser reconocidos en
su singularidad y en relación con el resto.
Entre dichos lenguajes, el lenguaje de los que enseñan es el acceso al conocimiento de los que apren-
den. Es en este sentido que la enseñanza debe provocar pensamiento porque porta un lenguaje que
posibilita o interrumpe la interacción de los sujetos con los conocimientos, con los saberes, con las
otras culturas, los otros mundos.
La escuela organiza la experiencia pedagógica a través de materias que recortan un conjunto de co-
nocimientos que provienen de distintos campos: las ciencias, las artes, la educación física, la lengua
nacional y las extranjeras. Y estos campos son modos de comprender y pensar el mundo y de consti-
tuir sujetos sociales. Las artes, la ciencia y la filosofía, entre otros, pueden de esta manera concebirse
como lenguajes a través de los cuales se fortalecen las identidades.
Sin embargo, estos conocimientos que la escuela decide transmitir, enseñar, legar a las nuevas generacio-
nes requieren de una tarea específica para su transmisión sistemática, para lograr la apropiación de todos
y todas las alumnas que concurren a la escuela: esa tarea es la enseñanza.
En este sentido el lenguaje de la enseñanza debe tener intención de provocar pensamiento ya que
esta provocación es el camino de acceso al conocimiento.
Cuando el lenguaje de la enseñanza no se entiende se traza una línea que marca el adentro y el afue-
ra, el “nosotros” y el “los otros”.
Cuando el lenguaje de la enseñanza no tiene por intención provocar pensamiento, el acceso a los saberes
se ve cercenado a aquellos que comparten ese lenguaje y los que quedan afuera se transforman en los
diversos, en los que por hablar otros lenguajes no comprenden el de la escuela y muchas veces “fracasan”.
Las diferencias de lenguajes están íntimamente ligadas a las diferencias culturales, pero las diferen-
cias lingüísticas y culturales no deben minimizarse. No basta con hacer un discurso de elogio a la
diversidad cultural para asegurarse el éxito escolar de todos los sujetos.
La “formación escolar” –la que la Escuela pretende dar, la que se puede adquirir en ella– debe hacer
entrar a las jóvenes generaciones en las obras de que se compone la sociedad. (Chevallard, 1996).
Una de las características fundamentales en la concepción de esta materia, consiste en que se lo conside-
rará un espacio donde el objeto de enseñanza lo constituyen las prácticas del lenguaje.
Esto implica un cambio de perspectiva respecto de otros diseños curriculares y de ciertas concepcio-
nes acerca de la didáctica del área, entre las que se destacan:
• El modo en que se entiende la construcción de los saberes en este espacio curricular: la práctica
del lenguaje pone en juego acciones comunicativas, donde hacer (es decir, actuar en intercam-
bios comunicativos orales y escritos) presupone una competencia comunicativa (un saber hacer,
un poder hacer), pero no a la inversa: no hay “un saber” anterior al uso de la lengua que lo garan-
tice, pero a medida que se la usa, ese saber se puede ir construyendo en una reflexión constante
sobre aquello que se dice, lee, escribe, escucha.
• El modo en que se concibe al objeto de conocimiento a ser enseñado: confeccionar y llevar ade-
lante propuestas áulicas enmarcadas en las prácticas del lenguaje supone abordarlo de una ma-
nera integral, es decir, sin fragmentar el uso en unidades menores (ya sea textuales, oracionales,
léxicas), sino preservándolo como objeto.
Esto supone, por un lado revisar aquellas prácticas de enseñanza centradas fundamentalmente en
la descripción de aspectos formales y estructurales de la lengua, difícilmente significativas para los
alumnos y desvinculadas de los contextos reales donde esos aspectos efectivamente se usan.
Por otro lado, el hecho de poner el foco en las prácticas del lenguaje tomándolas como objeto de ense-
ñanza, permite también repensar algunas cuestiones en torno a las dificultades áulicas que se presen-
taron a partir de lo que se entendió por “enfoque comunicativo”. Si bien las propuestas de enseñanza
derivadas en mayor o menor medida de este enfoque lograron en muchos casos replantear y ubicar el
objeto de enseñanza en contextos reales de uso, en gran cantidad de oportunidades el modo en que
fueron leídas y llevadas al aula dio lugar a otros recortes y concepciones que terminaron por desar-
ticular el lenguaje en unidades arbitrarias provocando un tratamiento poco reflexivo de su uso. Por
ejemplo, una de las cuestiones que suscitó una serie importante de inconvenientes es que la didáctica
del área tuviera que pensarse en el marco de una propuesta curricular que presentaba por separado
lengua oral, lengua escrita, lectura y escritura. Esto condicionó el diseño de actividades áulicas hacia
una pérdida de la concepción integral del lenguaje, permitiendo sólo una recuperación parcial de la
misma (en relación con las propuestas estructurales donde esta concepción integral estaba definiti-
vamente desarticulada).
Otro de los puntos que ha tenido un protagonismo más o menos problemático durante los últimos
años es el tratamiento de la gramática. Su enseñanza en el marco de las concepciones estructuralistas
no parecía ofrecer mayores inconvenientes; con el supuesto de que “analizar oraciones ayuda a pen-
sar, escribir y conocer mejor la estructura del idioma”, durante un largo período no se puso en duda
que la función del docente del área era enseñar el sistema de la Lengua y la relación que se establece
entre los elementos que lo componen. Desde hace algunos años el desplazamiento de la gramática
oracional a la gramática textual fue de gran ayuda para pensarla a partir de unidades menos abstrac-
tas y teóricas y para comenzar a abordar algunas cuestiones relacionadas con el uso, pero de ningún
modo logró formar verdaderos usuarios del lenguaje; es decir, alumnos capaces de usar el lenguaje y
a la vez reflexionar sobre su uso para construir conocimientos en torno a él.
Por otro lado las teorías tradicionales de la comunicación, que se limitan a afirmar que el receptor
recibe un mensaje que fue enviado por el emisor, tampoco lograron dar respuestas a la enseñanza. El
concepto de competencia comunicativa, forjado en el marco de las teorías transmisivas de la comu-
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 199
nicación, fue exportado a las teorías constructivistas generando ciertas contradicciones: ¿la compe-
tencia para comunicarse es algo general (social) o particular (de un sujeto)? ¿Es algo que se adquiere
o que se construye (aprende)?
Como puede constatarse, la comunicación tampoco es un simple asunto de hablar, escuchar, leer y escribir,
aunque supone todo esto: estas simplificaciones condujeron a un tratamiento por lo menos superficial de
la comunicación humana, y un abandono de la enseñanza de las complejidades del lenguaje, en función de
la mera reproducción escolar de acciones que los chicos ya llevaban a cabo fuera de la escuela.
Lejos de ofrecer un nuevo panorama o una nueva perspectiva para enseñar y aprender a usar y cono-
cer el lenguaje en sus múltiples dimensiones, las clásicas actividades de reconocimiento del sujeto y
el predicado, se terminaron sustituyendo por actividades de reconocimiento del emisor, del receptor,
clasificación del tipo textual, o por la graficación del esquema comunicativo de Jackobson. El sentido
que tiene la enseñanza de las prácticas del lenguaje es precisamente tomar al uso como objeto de
enseñanza y de aprendizaje, no propiciar este tipo de sustituciones, ni la realización de ejercicios en
torno a cuadros o clasificaciones nuevos. Se entiende aquí que las posibles sistematizaciones y cono-
cimientos de diversa índole se pueden realizar a partir de estas prácticas: para ello será fundamental,
imprescindible y protagónica la participación de los alumnos en distintos intercambios comunicativos
con y a través de los discursos orales y escritos.
Por ello en este Diseño Curricular no hay divisiones entre lengua oral, lengua escrita, lectura, ni escri-
tura de manera tajante, ya que en el uso, todas estas dimensiones se encuentran en mayor o menor
medida siempre relacionadas y dependen unas de otras.
El desafío de la escuela será formar a todos los ciudadanos como sujetos de las prácticas sociales del
lenguaje entendiendo que el aprendizaje de la lengua tiene sentido en la medida en que esté incluido
en el proceso de apropiación de esas prácticas. En otras palabras, la responsabilidad de la educación
es formar a los alumnos como:
• practicantes activos de la cultura escrita;
• intérpretes críticos de los mensajes de los medios de comunicación;
• personas capaces de hacer oír su voz en los diversos contextos en los que se desempeñen y dis-
puestas a escuchar las voces de otros;
• conocedores y practicantes de usos más especializados, como es el discurso literario;
• estudiantes que, a partir de sus prácticas del lenguaje adecuadas a los propósitos de este ámbito discursivo,
puedan permanecer en el sistema educativo, completar su ESB y proseguir sus estudios académicos.
Entonces, para que dichos aprendizajes se produzcan, desde la enseñanza se tendrán que generar las
condiciones para que los alumnos participen activamente en todas estas prácticas, las constituyan
en objeto de reflexión, sistematicen conocimientos y asuman una actitud crítica frente a los distintos
discursos. Para ello será necesario, entre otras cuestiones, sostener algunos criterios fundamentales
a tener en cuenta:
• la continuidad pedagógica: es necesario ejercer las prácticas de lectura, escritura y oralidad en
forma sostenida.
• la diversidad: sólo es posible apropiarse de las prácticas participando en diversas situaciones, con
diferentes propósitos comunicativos, en relación a distintos interlocutores, abordando diversos
géneros discursivos, asumiendo distintas posiciones, entre otras posibilidades.
• la alternancia metodológica: también debe haber diversidad en las propuestas de enseñanza,
tanto en cuanto a la utilización del tiempo didáctico (trabajo en proyectos, actividades perma-
nentes y actividades independientes- sistemáticas y ocasionales), así como en la modalidad de
organización (mayor o menor intervención del docente, trabajos individuales, en pequeños gru-
pos y de grupo áulico total, tareas obligatorias y optativas, por ejemplo).
• la creación de un ambiente de trabajo cooperativo: es necesario que todos los alumnos se sientan con-
vocados a intervenir, autorizados a expresar sus ideas, interesados en escuchar las ideas de los demás y en
1
Saussure, F. Curso de Lingüística General, varias ediciones.
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 201
siguiente modo: “el hombre malvado ha matado al pobre niño”, en chinook3 se expresa así: “la maldad
del hombre ha matado a la pobreza del niño.”
Encontrar estas similitudes y diferencias supone más que un mero ejercicio de las operaciones com-
parativas: nos lleva a preguntarnos cómo vemos el mundo.
Sin dudas, lo más rico de la lengua se encuentra en su vínculo con el lenguaje.
Habitualmente se piensa que enseñar a usar el lenguaje corresponde sólo al docente de esta materia. Sin
embargo, si se trata de enseñar a apropiarse de las prácticas del lenguaje, es decir, poner el foco en la
dimensión social del uso de la lengua, entonces, se podría decir que toda la sociedad desempeña de una
u otra manera un papel educativo: la televisión, la radio, las revistas, internet, los grupos de música, los
discursos de otros adolescentes, entre otros. Los usos del lenguaje que se ponen en juego en la escuela
deberían también tener algunas particularidades frente a otros usos sociales, y esto hace que se cons-
tituya particularmente en una responsabilidad de todos los docentes (no sólo del de esta materia), el
acceso a los discursos más vinculados con los ámbitos académicos y la cultura letrada en general.
Esto implica fundamentalmente:
• la construcción de un diálogo genuino entre las prácticas sociales y las prácticas escolares;
• la construcción de una didáctica integral de las prácticas del lenguaje dentro de la escuela.
Establecer un diálogo genuino entre la cultura escolar y la cultura social significa que la escuela debe
apropiarse de aquellos universos discursivos que circulan socialmente y convertirlos en objeto de
enseñanza, descontextualizando y recontextualizando los contenidos. En este marco, decir que “toda
la sociedad enseña prácticas del lenguaje” es menos erróneo que parcial: en la sociedad la circulación
del lenguaje responde a múltiples objetivos que casi nunca son didácticos, aunque en muchos casos
provoquen o supongan nuevos aprendizajes. Por el ejemplo del uso de Internet.
No caben dudas de que el uso de los medios electrónicos han modificado las formas de leer y escribir los
textos, y con ello, de pensarlos. Esto hace que sea necesario en la escuela revisar la forma en que se cons-
truyen los textos en estos medios: sus tipografías, formatos, ámbitos institucionales; pero también la forma
de leerlos y escribirlos: el papel de la difusión de la información y la ampliación del público de usuarios, las
formas de localizar y producir información (que requieren poner en juego una serie de relaciones asociativas
que trascienden la linealidad habitual del sintagma) y el funcionamiento de la interactividad, entre otras.
• Los condicionamientos a los que quedan expuestos actualmente los modos a través de los cuales la
cultura opera con el saber, hacen que sea necesaria una constante modificación de los soportes que
permiten tanto el almacenamiento como la distribución de la información. Así es como las leyes del
discurso se modifican: como se modifican los vínculos humanos.
En este sentido, la escuela no puede dejar de pensarse como parte de esa sociedad donde las prácticas
del lenguaje se redimensionan de manera constante. Por eso es sumamente importante propiciar la
construcción de espacios donde los docentes y alumnos entren en contacto con los nuevos discursos y
las nuevas formas de construcción y circulación de los saberes.
Como se ve, el lenguaje no es únicamente una actividad comunicativa y cognitiva que permite pro-
ducir y recibir textos, sino también una actividad que permite a los sujetos pensarse como individuos,
como cultura, y por lo tanto, como sociedad.
Si bien en este mundo cambiante el usuario del lenguaje nunca llega a ser un “experto” (ya que esto
supondría una constante y vertiginosa actualización de las formas de leer, escribir y comprender) es ne-
2
Lévi-Strauss, Claude, El pensamiento salvaje. México: Fondo de Cultura económica, 2003. (p.11)
3
Lengua del noroeste de América del Norte.
Cuando se usa el lenguaje se pone en juego una actividad comunicativa, cognitiva y reflexiva. Por me-
dio de éste, todos participan de la vida social y a su vez construyen su individualidad: expresan ideas,
defienden sus derechos, discuten con los demás, entablan relaciones afectivas, trabajan, influyen
sobre los otros, se informan y organizan su pensamiento. Hablar un lenguaje implica estar inmerso
en una manera de organizar y entender el mundo; bucear en él, constituye ni más ni menos que la
apasionante tarea de preguntarse cómo es esa manera de ver el mundo.
Pero a su vez, “el lenguaje” no puede ser tomado como una sola cosa homogénea y estable: en la me-
dida en que se trata de un hecho social, todas las complejidades, variaciones, cambios, que enfrenta
el hombre como miembro de una sociedad y de una cultura, tienen su correlato en el discurso.
Por lo tanto, se llama prácticas del lenguaje a las diferentes formas de relación social que se llevan
a cabo por medio, en interacción y a partir del lenguaje. Lo que se enseñará es pues el dominio
práctico del lenguaje en el marco de las situaciones sociales reales.
Las prácticas del lenguaje involucran algunas reflexiones en torno a los textos, pero no se agotan
en ellas. Cuando los periodistas distinguen entre noticia, crónica, reportaje, entrevista, editorial,
artículo de opinión, etc., hacen distinciones que pueden ser luego presentadas en otro ámbito, de
otro modo, como ocurre por ejemplo en Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Már-
quez: para que este texto pueda ser comprendido (en su sentido más amplio), no basta con pensarlo
genéricamente como una crónica, es preciso pensarlo como un texto propio del ámbito literario.
Para poder entender realmente un texto, es necesario remitirse al contexto en el que éste es pro-
ducido, en el cual circula y el tipo de lector que espera; es decir, al ámbito donde ese texto se usa.
Además de estar orientadas por una finalidad y un propósito específicos, todas las prácticas del lenguaje
están constituidas (precisamente porque son sociales) sobre determinadas reglas particulares que pro-
vienen de los “usos y costumbres”, es decir, de la historia que tiene el discurso. Las formas más o menos
estables que adquieren los géneros son históricas. También la forma de leerlos es social e histórica.
Esto quiere decir que no hay una forma de producir e interpretar textos en un ámbito de uso determina-
do, sino una infinita variedad. Eso hace que los sujetos deban aprender cuáles son las formas más o me-
nos estandarizadas que permiten interactuar en los distintos ámbitos. En la medida en que los alumnos
se enfrentan con esas formas que adquieren las prácticas del lenguaje de un ámbito social, se apropian
con ellas de un repertorio léxico, estructural, sintáctico, conceptual, etc. que a lo largo del tiempo se
han vuelto propios de ese ámbito. En la misma medida también se apropiarán de una forma de leer, de
hablar, de escuchar, de escribir.
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 203
EXPECTATIVAS DE LOGRO
PROPÓSITOS GENERALES PARA LA ESB
Se espera que al finalizar el ciclo los alumnos/as:
• comprendan y produzcan variedad de textos, teniendo en cuenta los patrones que los organizan y
sus contextos de producción y recepción;
• utilicen todos los conocimientos gramaticales, normativos y ortográficos en función de la
optimización de sus prácticas sociales del lenguaje;
• ejerzan sobre sus producciones e interpretaciones una tarea de monitoreo y control constantes;
• entiendan la lectura como actividad gratificante y placentera, como vía de acceso al conocimiento
y como forma de ampliar y dar sentido a la experiencia personal;
• conozcan, analicen y valoren el lenguaje literario de diferentes géneros, autores, épocas y culturas;
• participen de experiencias sociales vinculadas con la literatura, estimándolas como posibilidad de
apropiarse del patrimonio cultural;
• usen el lenguaje de manera reflexiva para aprender, organizar el pensamiento y elaborar su discurso;
• obtengan, seleccionen y se posicionen críticamente frente a la información para lograr múltiples
propósitos, utilizando todos los recursos que estén a su alcance;
• den cuenta de lo aprendido, tanto en forma oral como escrita;
• interpreten y produzcan textos para responder a las demandas de la vida social en tanto ciudadanos;
• expresen y defiendan sus opiniones y creencias entendiendo y respetando los puntos de vista de otros desde
una perspectiva crítica y reflexiva, utilizando el diálogo como forma privilegiada para resolver conflictos;
• desarrollen gradualmente una actitud analítica y responsable frente a los medios masivos de co-
municación.
A lo largo de la ESB se tiende a generar tanto un constante enriquecimiento de las prácticas, como
una profundización progresiva de la reflexión sobre el lenguaje.
Para lograr una articulación equilibrada entre los conocimientos sobre las prácticas del lenguaje y
el conocimiento sobre los contenidos involucrados en ellas, es necesario y fundamental reconocer la
existencia y la especificidad de ambos tipos de conocimiento, y a la vez comprender que no pueden
enseñarse uno sin el otro.
En el pasaje del uso social del lenguaje al aula, éste sufre una transformación necesaria, ya que la
construcción del conocimiento requiere de una educación sistemática, a partir de actividades in-
tencionalmente pensadas y diseñadas que se lleven a cabo de manera sostenida y regulada por el
docente. El docente debe intervenir entonces de diversos modos (planteando problemas, evaluando
las soluciones halladas para esos problemas, haciendo preguntas, seleccionando materiales de lec-
tura, proponiendo modelos de uso…) pero siempre prestando especial atención a los momentos que
permiten llevar a cabo reflexiones acerca del lenguaje, que tengan sentido y que puedan servir a
los alumnos para próximas instancias tanto del uso como de construcción de nuevos conocimientos
acerca del mismo.
En este Diseño Curricular se entiende que es necesario formar usuarios del lenguaje reflexivos y críti-
cos, y que es esto lo que hace que se piense la enseñanza de las prácticas del lenguaje desde lo social
hacia la construcción escolar del conocimiento y viceversa, en un diálogo constante donde se lleva a
cabo la sistematización en la medida en que los alumnos se “encuentran” con múltiples situaciones
donde esos conocimientos aparecen problematizados mientras se usa el lenguaje.
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 205
Enseñar el uso en diálogo con la reflexión requiere de la planificación flexible del tiempo, ya que los
alumnos podrán construir los conceptos en la frecuentación con los discursos orales y escritos, y en
esta frecuentación, el hallazgo de similitudes, generalidades, particularidades.
Algo similar ocurre con el modo en que se concibe la gradación de los aprendizajes: con un objeto de
enseñanza tan heterogéneo y que incluye tantos niveles de complejidad, tantas formas, tantos aspec-
tos y variables como es el lenguaje, es muy difícil decidir qué es lo más sencillo para enseñar y para
aprender, y qué lo más complejo, porque en el uso todos estos aspectos están integrados.
Sin embargo, para transformar en contenido escolar esa infinitud de complejidades que supone la
lengua en uso, es necesario llevar a cabo una serie de recortes no ya en función de las disciplinas que
constituyen las ciencias del lenguaje (el texto, la oración, la palabra, el fonema, etc.) sino del mismo
proceso de enseñanza. Éste ha sido un criterio fundamental para la selección, organización y grada-
ción de los contenidos en este Diseño Curricular.
Tal como se las presenta, las Prácticas del Lenguaje constituyen porciones de lenguaje en uso, donde no
se distingue entre lectura, escritura y oralidad. Una misma práctica puede poner en juego formas de ma-
nifestación tanto orales como escritas, así como procesos de lectura, escritura o interacciones orales.
Sin embargo, como se sabe, el tratamiento de la lectura, la escritura y la oralidad requiere tener
en cuenta ciertos aspectos específicos (que involucran tanto una diversidad de procesos cognitivos,
como formas de realización material y perceptual) con sus propias características, sus propias reglas,
y su propia lógica, entre los que se destacan:
En la Lectura
El sentido de todo texto se construye a partir de lo que el texto propone y lo que el sujeto lector
actualiza desde sus saberes previos, su universo cultural y anímico, en la dinámica interacción que es
ese “diálogo” creativo, involucrado en el acto de leer.
Durante los últimos años, se ha prestado una especial atención a los aspectos cognitivos de la lectura
(estrategias, proceso, habilidades, procedimientos…), y no tanto en la dimensión social de la lectura,
su función y sentido pragmático, así como en el diseño y análisis de propuestas de lectura donde
efectivamente leer tenga sentido para los alumnos. De alguna manera estas perspectivas se prestan a
entender que formar lectores consiste en formar en una serie de destrezas cognitivas o de habilidades.
Esto, entre otras cosas, pone a la intervención docente en un plano secundario respecto del proceso
de lectura de los alumnos: ¿es posible intervenir sobre el proceso cognitivo de un lector? ¿Qué tiene
que saber y hacer aquél que interviene sobre el proceso cognitivo del que lee? ¿Cómo evaluar la efi-
cacia de esta intervención? ¿Qué impacto tiene la adquisición de una operación cognitiva sobre el
proceso de construcción de significado de un texto?
Para que exista un diálogo creativo y una construcción genuina del sentido (social e individual) a
partir de la interacción entre los lectores y los textos, es necesario que el docente:
• propicie situaciones de lectura sostenida y promueva la inserción de los alumnos en la comunidad
de lectores;
• brinde a los alumnos las oportunidades de acceder a textos completos y auténticos, es decir
de verdadera circulación social. Si se hace referencia a textos literarios, que puedan vincularse
con los libros de cuentos, de poemas, novelas y obras de teatro; si en cambio están estudiando
discurso informativo, que circulen en el aula enciclopedias, diccionarios, revistas de divulgación
científica, artículos de periódicos, folletos, etc. Cuando se estén abordando otros discursos como
el apelativo, que haya publicidades auténticas, volantes, entre otros;
En la Escritura
La planeación, elaboración y revisión de los textos como prácticas sociales de escritura exigen la
reflexión sobre la variedad de recursos lingüísticos, gráficos y organizativos que la comunidad de
lectores pone a disposición de sus miembros.
La selección de los recursos en función del género y propósitos del texto, así como la modificación o
reorientación de los mismos para ajustarse a las restricciones impuestas por la consideración de los des-
tinatarios, las intenciones del autor o el género, son operaciones difíciles de realizar sin los elementos
de juicio que proporciona la reflexión sobre el lenguaje. Del mismo modo, la interpretación de un texto
requiere reflexionar sobre la relación que se establece entre los recursos lingüísticos y textuales y las
condiciones de producción del mismo: los procedimientos que se utilizan para crear sentidos, en función
del género, la época, y los propósitos del texto; los modos como se resuelven los problemas de produc-
ción, dadas las intenciones del autor, la posición del enunciador o la manera de apelar al destinatario.
La escritura es entendida como proceso que comprende un plan previo y una textualización en la cual
hay diversas revisiones, con sucesivos niveles de avance de elaboración del texto, a partir de estrate-
gias personales de corrección.
Cabe destacar que cuando se planifica un texto es fundamental plantear (explicitar en lo posible)
cuáles son los propósitos del que escribe y para quién lo hace, ya que esto le permitirá ir evaluando y
revisando su producción en diversas instancias, de manera cada vez más autónoma.
La formulación de hipótesis en torno a lo que el lector espera del texto, a lo que puede comprender
a partir de lo dicho y lo sugerido, a la selección léxica que conviene utilizar, a la variedad discursiva
más adecuada para esa situación de comunicación, es una tarea compleja pero sumamente fructífera
para aprender acerca del funcionamiento del discurso en todos sus aspectos.
Dado que el proceso de escritura no es lineal sino recursivo, a medida que el escritor se hace más
experto, vuelve constantemente sobre su plan inicial, preguntándose si sigue siendo la mejor opción
para expresar lo que desea, de la forma en que desea.
Por eso es fundamental que todo este proceso se lleve a cabo de la manera más conciente y reflexiva
posible, con la orientación del docente y en la alternancia de situaciones de escritura individuales y
grupales, donde se muestren o construyan modelos de escritores expertos.
Es necesario entonces que el docente:
• brinde a los alumnos/as la posibilidad de producir diferentes y variados textos, enmarcados en
situaciones comunicativas y en función de diversos propósitos e intenciones;
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 207
• instale la reflexión acerca de las necesidades de adecuación del texto a esos propósitos, teniendo
en cuenta el destinatario y las intenciones para ajustar el tratamiento, tipo de registro, vocabu-
lario, elementos paratextuales, entre otros;
• propicie la permanente recurrencia a la lectura de textos modélicos, para descubrir las caracte-
rísticas de los diversos géneros y formatos, abstraer las particularidades de la lengua escrita en
cada caso y así poder ponerlas en juego, teniendo un caudal cada vez mayor de herramientas
que faciliten y enriquezcan las propias producciones, entendiendo mejor qué se puede escribir y
de qué manera.
Al respecto cabe señalar que es la frecuentación de muchos textos del mismo género, estilo, tema, lo que
produce los aprendizajes, cuando el alumno puede observar y apropiarse de determinado aspecto, determi-
nada estructura, selección léxica, modo de presentar la información, nivel de familiaridad, por ejemplo.
Pero no basta con presentar un texto modélico a los alumnos/as, para que éste les sirva para regular
la escritura del propio texto. Hace falta además una intervención docente que, a partir de las necesi-
dades que se producen cuando se presentan problemas de escritura, lleve a los alumnos/as a recurrir
a los textos modélicos con algún propósito: encontrar una manera de comenzar un texto, extraer
vocabulario técnico, analizar la forma que se elige para enunciar, la manera en que se le habla al
destinatario, entre otros.
En consecuencia, es preciso que el docente:
• instale el hábito de los borradores “legalizándolos”. El docente debe orientar la corrección de
los mismos en función de las situaciones de comunicación que condicionan al texto (aspecto
pragmático) y en todas las demás dimensiones lingüísticas: normativa, sintaxis, morfología, se-
mántica... Asimismo, debe tender a que gradualmente haya cada vez menos corrección externa
y mayor autocorrección;
• trabaje las cuestiones de diseño y presentación adecuadas al formato y a la situación cuando se
realiza la versión final;
• garantice la oportunidad de participar en situaciones de escritura “cuidadas” y sostenidas en el
tiempo, es decir con continuidad y progresión;
• Cree situaciones de aprendizaje sistemático de algunos aspectos regulares de la lengua escrita (ej.
contenidos gramaticales).
En la Oralidad
Si hay un lugar donde se hace claramente perceptible la dimensión social del lenguaje, es en la
oralidad. El abordaje de la oralidad requiere ante todo una minuciosa observación de la variedad de
manifestaciones que la constituyen.
Si bien la exitosa idea de lo que se ha llamado la lengua estándar ha hecho suponer durante años que
estas variedades se pueden ajustar en gran medida a convenciones generales y únicas, la oralidad ha
logrado conservar la heterogeneidad como ningún otro medio discursivo. No sólo porque cada situa-
ción geográfica, socioeconómica, cultural, generacional, etc. puede dar lugar –y de hecho da lugar- a
una serie de variaciones en la manera de pronunciar, de entonar, de elegir las palabras y la sintaxis,
hasta de crearlas, sino porque además una misma persona varía constantemente sus costumbres lin-
güísticas según los géneros que utiliza y las situaciones con las que se enfrenta.
Por ende, aunque en nuestra cultura no es posible hablar de una “oralidad pura” ya que, como se
sabe, todos los discursos orales están en mayor o menor medida impregnados de escritura, tampoco
se puede seguir sosteniendo la idea de que hay una “oralidad correcta”.
En la oralidad no hay más que variaciones. Pero no con respecto a una lengua única, central, “co-
rrecta” (que no puede existir más que como una variedad más “prestigiosa” que las otras), sino como
regularidad: no hay “variedades orales correctas” y “variedades deficitarias”, sólo hay variedades.
Cuando hablar, escuchar, leer y escribir se asumen como objeto de enseñanza, la didáctica de la gra-
mática requiere que el docente intervenga para ayudar a los alumnos a:
• comprender que cuando hablan, escuchan, leen y escriben están poniendo en juego constante-
mente estructuras sintácticas particulares, categorías gramaticales, estructuras textuales, etc.;
• descubrir que para comprender cualquier discurso oral o escrito (cualquier conversación, cual-
quier texto escrito sea cual fuere), y en especial para comprender el discurso literario, es ne-
cesario poder darle sentido a cierta información implícita que suele apoyarse en la estructura
gramatical;
• identificar en el uso cuáles son las generalidades en la construcción de los textos, en la cons-
trucción de las estructuras sintácticas de la lengua española en general y en cada género en
particular, en el uso de los tiempos, modos y aspectos verbales, etc.;
• observar el funcionamiento de la relación que existe entre los elementos gramaticales y los con-
textos enunciativos donde éstos cobran sentido;
• advertir que entre esas regularidades hay una serie de convenciones gramaticales (como las
irregularidades de los verbos, el orden sintáctico de determinadas construcciones, determinados
complementos regidos por ciertos verbos) que deben conocer y usar.
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 209
Todas estas cuestiones no pueden ser comprendidas por los alumnos/as sin una guía sistemática por
parte del docente, basada en acciones concretas y constantes orientadas a que construyan los cono-
cimientos involucrados en este complejo proceso de conceptualización a partir del uso. Para eso el
docente debe:
• favorecer constantes reflexiones sobre las características que tiene el lenguaje, mientras se habla,
escucha, lee y escribe;
• realizar “cortes” que permitan sistematizar esas reflexiones y construir conceptos;
• procurar que esos aspectos o conceptos construidos y sistematizados “vuelvan” al uso, es decir, pro-
curar que los alumnos utilicen esos conocimientos en nuevas situaciones de lectura y escritura;
• propiciar reflexiones constantemente a partir de los nuevos usos, poniendo en marcha en forma
recurrente todo este proceso de construcción de los conocimientos.
Cada una de las prácticas del lenguaje requiere un conocimiento específico de los elementos gramati-
cales involucrados en ellas, lo que permite focalizar algunos de esos elementos y dejar por el momen-
to otros de lado con el fin de mejorar el dominio práctico de la lengua en contextos determinados,
pero construyendo un “stock” de conocimientos disponibles y generalizables para cualquier situación
comunicativa (por ejemplo, el concepto de conector y sus funciones).
Es por esto que los contenidos gramaticales se encuentran presentados en este Diseño Curricular en
relación con las prácticas de referencia, como objetos de reflexión enmarcados en ellas.
Esta forma de entender la enseñanza de la gramática requiere de un cambio de perspectiva respecto
a la forma que la piensa fundamentalmente como la descripción del sistema lingüístico.
Se entiende que la gramática debe volverse una necesidad planteada por el uso, superando el divorcio
entre el uso y la descripción de los elementos que componen el lenguaje.
Uso
Reflexión
(Prácticas
sobre el uso
del Lenguaje)
Sistematización de
los conocimientos
El tratamiento de la ortografía ha sido objeto de discusión en los últimos años: preguntas como “¿hay
que corregir o no la ortografía?”, “¿hay que enseñar las reglas?”, “¿está mal hacer dictados?”, figuran
entre las más frecuentes.
Al respecto se considera aquí que:
• la enseñanza de las reglas ortográficas es útil, siempre que sea el alumno/a el que discrimina
la pertinencia de su uso y surja de situaciones que den significatividad a este aprendizaje. Hay
reglas que pueden construirse a partir de la observación, pero otras que no permiten generali-
zaciones: convendrá trabajar sólo con aquellas que den cuenta de la mayoría de los casos, como
las reglas de acentuación;
• es imprescindible provocar la duda ortográfica y la reflexión metalingüística acerca del propio
uso de la norma discursiva, a partir del análisis de las funciones que ésta desempeña;
4
Respecto a la ortografía se puede consultar de Varela M. del Pilar y Frangi M. del Carmen, “¿Con la ortografía se nace? O
¿La ortografía se hace?”. Plan Social Educativo, Ministerio de Cultura y Educación de la Nación.
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 211
ORIENTACIONES PARA LA EVALUACIÓN
El docente de Prácticas del Lenguaje, al evaluar, orienta utilizando sus propios criterios y parámetros.
Su intervención debe servir al alumno para que vaya comprendiendo esos parámetros de regulación
e interiorizarlos, de modo tal que él pueda ponerlos en acto de forma cada vez más autónoma, regu-
lando su propio aprendizaje.
Es importante, en este marco, que el docente lleve a cabo intervenciones a lo largo del proceso, des-
tinadas a orientar la evaluación:
• explicar dudas, conceptos, criterios;
• corregir en proceso, tanto la lectura, como la escritura y la oralidad;
• brindar material variado y estrategias para su abordaje;
• plantear actividades complementarias;
• ofrecer modelos para ser analizados y remitir a los alumnos a ellos para autorregular sus producciones;
• abrir espacios de discusión, donde se estimula la participación de todos;
• aprovechar los errores, reflexionar acerca de la naturaleza de los mismos (si son de índole grama-
tical, ortográfica, léxica, etc.) y orientar a partir de esas reflexiones.
Se debe tender no sólo a la hora de planificar las actividades, sino también a la hora de evaluar, a una
mirada integral del alumno como usuario del discurso, sumándose a este uso la capacidad de reflexionar
sobre él. De este modo, desde este punto de vista, la evaluación no puede quedar desarticulada del resto
de las prácticas áulicas, sino que forma parte del proceso de construcción del conocimiento lingüístico.
Tampoco se evalúan saberes aislados (por ejemplo: la clasificación de los sustantivos o la definición de
oración). Por el contrario, se aspira a que se evalúe la lengua en uso: cómo un alumno habla, lee, escribe
(es decir, cómo pone en juego competencias pragmáticas) y, en ese contexto, cómo integra los conoci-
mientos y aspectos gramaticales, morfosintácticos, fónicos, pragmáticos…
Es relevante que la evaluación de los aprendizajes de los alumnos siempre tenga una estrecha relación
con las con las condiciones didácticas en que se produjeron (lo que implica una permanente evalua-
ción de la tarea docente). Por ejemplo:
• sólo se puede evaluar el aprendizaje de la lectura en cuanto a la adecuada selección de material
de información, localización de esa información, utilización de las estrategias propias para los
propósitos buscados, etc., si los alumnos/as han tenido múltiples posibilidades de ejercitar estas
prácticas, si fueron concebidos como lectores plenos, si fueron correctamente orientados y pu-
dieron progresivamente ejercer mayores marcos de autonomía;
• sólo pueden ser evaluados como lectores críticos de las informaciones recibidas de los medios
masivos, si han tenido muchas oportunidades de leer distintos diarios y compararlos, si pudieron
tomar una noticia y analizar cómo es su tratamiento en los distintos medios, si se les brindaron las
herramientas lingüísticas como para detectar cómo se presenta el emisor, si pudo opinar, discutir,
posicionarse, confrontar con sus pares y con el docente sus ideas, etc.;
• sólo pueden ser evaluados en sus producciones escritas si han podido ejercer estas prácticas de
manera sostenida, en situaciones comunicativas que les dieran sentido, si han podido planificar
sus textos y discutir esas planificaciones con otros, si han hecho recurrentes revisiones de sus bo-
rradores con intervenciones claras del docente, si han tenido la libertad de modificar en proceso
los planes previstos, si fueron guiados hacia la permanente reflexión lingüística que les permita
corregir sus errores, ampliar sus repertorios, etc.;
• sólo podrán ser evaluados en sus exposiciones orales formales si pudieron ejercitar estas prácticas
en un verdadero aprendizaje del proceso, desde la búsqueda de información y la preparación con
soportes escritos del discurso hasta la oralización del material, si han podido organizar sus discursos
y compartir las formas de organización, si pudieron escuchar o visualizar discursos modélicos, si se
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 213
ORGANIZACIÓN DE LOS CONTENIDOS
Las Prácticas del Lenguaje organizadas para su enseñanza en la ESB, se retoman a lo largo de todo el
ciclo, pero su abordaje presenta alcances diferentes en cada año.
Si bien las Prácticas del Lenguaje han sido pensadas, seleccionadas y organizadas de modo que pue-
dan conservar en la medida de lo posible la relación existente entre lenguaje y sociedad, el hecho de
convertirlas en contenidos curriculares ha requerido de un proceso de organización del discurso so-
cial, de recorte y en muchos casos de condensación de ciertos aspectos, en función de su enseñanza.
Entre otras decisiones curriculares, se ha privilegiado el ingreso a la escuela de aquellas prácticas
menos familiares para los alumnos/as, o aquéllas con las que no tendrían contacto naturalmente en
el mundo social. Se busca pues, formar a los alumnos en aquellas prácticas que les permitirán llevar
a cabo interacciones comunicativas precisas pertenecientes a los tres ámbitos seleccionados (el lite-
rario, el del estudio y el de la formación ciudadana), y, dentro de éstos, aquellas prácticas generales
que les son propias, pero no altamente especializadas (leer literatura de autores clásicos, buscar in-
formación en textos de divulgación, exponer oralmente esa información, leer diarios y comparar las
posturas de los enunciadores frente a un tema, etc.).
Decidir qué se ha de enseñar en Prácticas del Lenguaje y determinar cómo se secuencian los aprendi-
zajes son problemas distintos.
Se entiende aquí que la progresión de los aprendizajes está estrechamente vinculada con la profundi-
zación y la complejización en el abordaje de una misma práctica a lo largo de la ESB en general, y en 1º
año en particular, así como la construcción de aprendizajes que le van a permitir al alumno, de manera
creciente, abordar otras prácticas cada vez más específicas y de manera cada vez más autónoma.
Dicho abordaje supone una vuelta constante sobre los alcances de las prácticas del lenguaje correla-
tivas del/los año/s anterior/es en niveles crecientes de complejidad.
Los contenidos constituyen un todo, por lo tanto es preciso evitar abordarlos como temáticas secuencia-
das y en cambio enseñarlos desde enfoques globales. Los distintos aspectos lingüísticos se enfocan como
problemas discursivos que necesitan ser resueltos para desenvolverse eficazmente en situación.
Las Prácticas del Lenguaje han sido agrupadas en tres ejes, que suponen tres ámbitos de uso del
lenguaje y, en este contexto, ámbitos de formación del alumno/a como usuario del lenguaje, que se
privilegian a lo largo de la Educación Secundaria Básica:
• Prácticas del Lenguaje en el ámbito de la literatura;
• Prácticas del Lenguaje en el ámbito del estudio;
• Prácticas del Lenguaje en el ámbito de la formación ciudadana.
Se focaliza de este modo la atención en las prácticas y se considera que esas mismas prácticas –de
lectura, escritura y oralidad- desplegadas en los diversos ámbitos de circulación son los contenidos
del espacio curricular.
El orden en que aparecen estos ejes no es lineal en lo cronológico, ni supone niveles de importancia
para su enseñanza, sino que se espera que el alumno se desempeñe en todos ellos, poniendo en juego
las prácticas que éstos involucran en la medida en que construyen sus aprendizajes lingüístico-prag-
máticos (encontrar regularidades estructurales en los textos, sintácticas en ciertos géneros discursi-
vos, gramaticales en el uso del lenguaje, conocer y usar los aspectos normativos, entre otros).
Este Diseño pretende revalorizar el lugar de la literatura dándole un espacio propio, privilegiando en
ella el papel del lector y su vínculo directo con los textos.
Las Prácticas del Lenguaje que comprende el ámbito de la literatura están orientadas a la lectura
individual y social de textos literarios de diversos géneros, épocas y autores.
La práctica fundamental en la formación literaria de un alumno/a de la ESB consiste en leer literatura.
La formación literaria, tal como se comprende aquí, no sólo comprende la progresiva familiaridad de
los alumnos/as como lectores/as de los diversos géneros literarios, sino la comprensión de las parti-
cularidades de los textos.
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En este eje se aspira pues a que el alumno/a pueda tanto formar parte de una comunidad de lectores,
como construir sus proyectos propios de lectura, llevando a cabo actividades como reseñar y recomen-
dar obras de manera oral y escrita, producir pequeños ensayos sobre los textos literarios leídos, etc.
Desde esta perspectiva, surgen los diversos problemas de la enseñanza de la Literatura: qué textos
seleccionar, cómo abordar la lectura, qué sentido tiene el abordaje de los textos por géneros, de qué
modo resolver la tensión entre obligatoriedad y goce en la promoción de la lectura, etc. y todos ellos
debieran ser discutidos en la escuela para establecer acuerdos.
Para ello, se abordan algunos de estos problemas con el fin de que se conviertan en verdaderos desafíos
para la enseñanza, para desarrollar prácticas más creativas que conduzcan a la lectura profunda y pla-
centera de los textos y a la formación genuina de lectores literarios.
5
Recordar la organización del tiempo didáctico, con proyectos, actividades permanentes y actividades ocasionales.
6
Iser, Wolfgang, “El proceso de lectura”.
7
Michèle Petit, Lecturas: del espacio íntimo al espacio público. México, Fondo de Cultura Económica, 2001.
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construcción personal hacia una mayor comprensión de la conflictiva humana, tendería a tener –como
consecuencia- una apertura hacia lo social así como sensibilidad en relación a lo que le pasa al otro, por
ende, una actitud más solidaria. Y luego, en otro sentido, las actividades culturales constituyen espacios
para compartir con otros, disfrutar, intercambiar, discutir, divertirse, cuestionar, reír, emocionarse, en
diversas situaciones de “encuentro”, que van desde comentar una novela, ir al cine, ir al teatro, ver una
exposición de pintura, hasta organizar una función de teatro leído o un café literario.
El hecho de que la escuela genere estos espacios de encuentro en torno de hechos culturales tiene que ver
justamente con poner a los alumnos/as ante esta doble dimensión que involucra la experiencia literaria:
crear un espacio propio, a la vez que un lugar donde quedan entramados el individuo y la herencia de una
tradición cultural, el individuo y la dimensión social del arte.
Formar lectores de literatura entonces implica:
• poner a los alumnos/as en situaciones en las que se encuentren con una variada gama de textos,
autores, géneros, estéticas, estilos, poéticas;
• construir ámbitos de intercambio de ideas donde los alumnos/as, como lectores, puedan expresar sus
puntos de vista acerca de los textos y profundizar sus lecturas en un diálogo con otros lectores;
• favorecer tanto en las discusiones orales como en las prácticas de escritura donde se pongan en
escena estos puntos de vista, la pluralidad de lecturas y opiniones de los alumnos/as, reflexionando
sobre las diferentes formas de comprender los textos, tanto como sobre la diversidad de estrategias
de lectura, de concepciones estéticas, etc. que cada uno pone en juego a la hora de leer;
• acompañar a cada alumno/a a encontrarse con “su propio libro”, “su propio autor”, “su propio
estilo”, guiándolo en la elección de los textos, haciendo sugerencias específicas, despertando el
interés de los lectores como lo hace quien recomienda una obra;
• crear contextos adecuados para la lectura, no sólo físicos sino también cognitivos: contar hechos
de la vida de los autores, de las condiciones de producción de los textos, propiciar la búsqueda de
información sobre la época, las estéticas dominantes, las discusiones intelectuales;
• en otras palabras, formar un lector literario implica ser mediador no sólo de una experiencia de
lectura que supone un proceso lingüístico, sino avanzar sobre la interacción que se produce cuando
un lector lee literatura: una interacción transformadora y creadora del sentido, no reproductora.
Reconozcan cuáles son los tipos de textos y géneros discursivos involucrados en cada área de
conocimiento
Dado que cada área de conocimiento da lugar a una construcción propia y específica de los discursos,
es fundamental para aprender a estudiar el uso de estrategias adecuadas para cada tipo de texto y
cada género discursivo.
Mientras los alumnos/as ponen en juego las prácticas del lenguaje involucradas en este eje, se encuen-
tran con una diversidad de textos (que tienen sus propias configuraciones, requieren de determinadas
formas de ser leídos, sus propios modos de circulación, etc.). Se espera que el docente favorezca las
reflexiones en torno a las características propias de cada uno de ellos, como aquéllas que pueden tener
en común con otros, en la medida en que estas reflexiones permitan direccionar posteriores búsquedas
de información, establecer criterios de selección, localizar información importante a un propósito, etc.
Empleen las estrategias más adecuadas para operar con distintos soportes, tipos de textos y
géneros de discurso
Las prácticas orientadas a buscar información requieren de una serie de estrategias de lectura, que
son fundamentales no sólo en la identificación de los textos útiles a la construcción de ciertos cono-
cimientos, sino en la comprensión de los mismos, como por ejemplo la vinculación entre los conoci-
mientos previos del lector y la información que encontrará en el texto; la construcción de una serie de
expectativas sobre la información que el lector encontrará en el texto y la formulación de preguntas
y objetivos específicos y propios en torno a ellas; la observación de los elementos que conforman la
situación comunicativa en la que se produce el texto.
Se pueden mencionar otras estrategias generales para que los alumnos/as puedan vincularse rápi-
damente con la información como la identificación de palabras o frases claves (aquéllas que tienen
conexión con el paratexto o con el contenido, que se repiten, etc.), la lectura de las primeras oraciones
de los párrafos, de las grafías destacadas, el comentario acerca de los datos que se pueden extraer de
la bibliografía citada, entre otras.
Algunas estrategias (como las enunciadas anteriormente) podrán aplicarse a los textos académicos en
general, mientras que otras tendrán que ver con la particularidad de cada tipo y género.
También se puede decir que en general para seleccionar la información, será necesario que los
alumnos/as identifiquen las marcas organizativas de los textos que les permiten a los lectores exper-
tos encontrar la información específica y que están fuertemente vinculadas con la forma en que se
dispone la información en los distintos géneros discursivos y tipos textuales (“En un primer término”,
“Por último”, “Del mismo modo”, “Sin embargo”, “En síntesis”, etc.).
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Aprendan cómo organizar la información recabada
Para construir el conocimiento es necesario que los alumnos/as logren no sólo buscar información, sino
organizarla. Se espera que a través del trabajo con el lenguaje se puedan organizar también los con-
ceptos, se establezcan relaciones de causalidad, se perciban las jerarquías entre los temas y subtemas, se
profundice en las reflexiones, se analicen los hechos, etc.
Cuando se estudia, es imprescindible aprender a dar una organización a toda la información que se
posee, ya que gran parte de la comprensión de los objetos de conocimiento está asociada a la posi-
bilidad de ordenarlos, clasificarlos, pensarlos de una manera determinada. Por eso actividades como
tomar notas precisas y claras en clase, clarificar cuestiones relativas a la información dada con los
pares o el docente y/o recurriendo a bibliografía complementaria, confeccionar fichas bibliográficas,
recurrir a la organización de la información de los textos en cuadros y redes, etc. son prácticas del
lenguaje que se valoran no tanto como instrumentos para “redistribuir” lo que ya se tiene y se sabe,
sino ante todo para pensar, profundizar y construir nuevos conocimientos.
Sepan cómo dar cuenta de lo que han aprendido, de manera oral y escrita
Las prácticas destinadas a dar cuenta de lo aprendido deben formar parte del proceso de construcción del
conocimiento. Muchas veces comunicar los aprendizajes que se llevaron a cabo permiten dar un sentido
social al conocimiento. Esto no quiere decir que todo conocimiento construido deba ser comunicado.
Comunicar saberes requiere de una serie de aprendizajes que pueden articular conceptos de los que el
alumno se ha apropiado previamente, repensarlos, reposicionarse frente a ellos: en la medida en que
los escritores y oradores se vuelven más expertos, logran organizar el pensamiento cuando hablan o
escriben, clarificar ideas, aprender de ellos mismos. Paralelamente aprenden acerca del lenguaje, en
tanto que, para hacer comunicables esos conocimientos, deben reflexionar (hacerse preguntas, buscar
la mejor forma de expresión, usar las convenciones que facilitan la comunicabilidad, elegir el género
más adecuado, etc.) sobre la manera en que se expresan, y los efectos de sentido que pueden surgir de
ésta. En este sentido, la comunicación de los conocimientos adquiridos debe poner una especial atención
al tratamiento oral y escrito de los textos que se ponen en juego para transmitir la información.
Finalmente, cabe aclarar que si bien aquí las prácticas del lenguaje vinculadas con los textos de estu-
dio se encuentran agrupadas en tres núcleos sintéticos de contenidos (buscar información; registrar,
posicionarse críticamente y organizar información para construir el conocimiento; comunicar los co-
nocimientos adquiridos), todas estas prácticas forman parte de un mismo proceso de construcción del
conocimiento donde éstas se implican mutuamente. Sin la perspectiva de este proceso que garantiza el
contexto de apropiación y socialización del conocimiento, prácticas aisladas tampoco tienen sentido.
Aunque también se pueden abordar textos de otras materias que puedan requerir un tratamiento específico
del proceso de lectura y escritura, se espera que los textos a abordar en este eje se encuentren principalmente
vinculados con los contenidos de esta materia: historias de la Literatura, historias de la Lengua española,
textos relacionados con los autores y los contextos de producción de las obras leídas, textos acerca de las
variedades lingüísticas del español, ensayos y reseñas sobre los textos literarios leídos, prólogos de libros de
literatura, biografías y autobiografías de autores de literatura, testimonios, reportajes y cartas sobre y de los
autores, revistas especializadas, debates entre escritores en torno a sus concepciones literarias, entre otros.
Uno de los fines de la Escuela Secundaria Básica es formar para y en la vida ciudadana, fortaleciendo
la inserción y participación de los alumnos/as en el ámbito social y comunitario.
Siguiendo ese propósito, se debe propiciar para los alumnos la posibilidad de acceder progresivamen-
te a la complejidad y pluralidad del discurso social.
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CONTENIDOS PARA 1º AÑO (7° ESB)
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Leer toda clase de textos literarios, sugeridos por el docente, el bibliotecario, los compañeros y elegidos por él mismo.
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
• Leer la mayor cantidad posible de textos com- La tarea docente implica crear las condiciones para que cada alumno pueda ir construyendo gradualmente un reco-
pletos, auténticos y diversos. rrido de lectura de acuerdo a sus gustos e intereses personales. Es muy importante alternar metodológicamente:
• Interpretar las obras considerando los contextos -sesiones de lectura compartida: todo el curso lee la misma obra y se dedican horas de clase para hacer su
de producción: el autor, la época, los movimien- análisis, comprensión, comentarios, etc. El docente opera como lector adulto experto: interviene fuertemente
tos estéticos. orientando, preguntando, brindando categorías de análisis, cuestionando, confrontando con los chicos sus
• Comenzar a construir las estrategias de lectura puntos de vista, explicitando sus estrategias de lectura, sistematizando;
adecuadas para el abordaje de los diversos gé- -sesiones de lectura grupales: no todo el curso lee el mismo texto, pero sí un pequeño grupo y es entre ellos
neros literarios. que se produce ese intercambio. El docente hace intervenciones más acotadas;
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Eje: Prácticas del lenguaje en los ámbitos de estudio
Buscar información
Buscar información a partir de criterios establecidos por el docente
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
Uso de documentos escritos: Dado que la búsqueda de información requiere de un proceso de enseñanza, es
• Buscar, seleccionar y clasificar los materiales de lectura. necesario graduar tanto el tipo y cantidad de información con la que operarán los
• Seleccionar estrategias de lectura adecuadas para los propósitos específicos y alumnos como el nivel de autonomía con que llevarán a cabo estas operaciones.
los géneros de los textos.
Se espera que en 1° año (7° ESB) los criterios para la búsqueda de información
• Identificar los materiales pertinentes a un propósito de búsqueda.
sean establecidos por el docente y que acompañe al alumno durante este proceso.
• Distinguir los ámbitos de circulación de la información: características, niveles
Aunque esto no excluya la posibilidad de establecer acuerdos con los alumnos, es
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Registrar, posicionarse críticamente y organizar información para construir el conocimiento
Resumir textos informativos con distintos propósitos
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
• Construir estrategias de selección de información en un texto. Resumir consiste en seleccionar y jerarquizar las ideas permitiendo elaborar una organización
• Identificar los núcleos temáticos tratados en el texto. propia de las informaciones que se obtienen al interactuar con el texto, reelaborándolas en
• Seleccionar la información en función del propósito. función de los propósitos de la lectura, del contexto del que forma parte ese texto.
• Construir criterios para decidir qué información se conserva.
Es fundamental que el alumno sepa para qué está haciendo el resumen, en situaciones que
• Organizar el resumen.
permitan poner en juego los variados propósitos del resumen como práctica social.
• Usar marcas lingüísticas temporales y lógico-argumentativas
para organizar el texto Entre las estrategias que forman parte del proceso de resumir, podemos señalar la supresión
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 229
Dar cuenta de los conocimientos construidos
Exponer formalmente de manera oral conocimientos construidos
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
Son muchas las alternativas de comunicación oral sobre un tema estudiado (una feria de
• Discutir acerca de los conocimientos de los interlocutores y de ciencias, una presentación a padres, a otros cursos, etc.), que incluyen pero que no se limitan al
las preguntas que se hacen sobre del tema. contexto áulico.
• Revisar y controlar los trabajos de investigación realizados.
Esto hace posible la enseñanza de estrategias para:
• Seleccionar los contenidos a desarrollar en la exposición.
• Reconocer y organizar las partes de la exposición: presenta- • Enmarcar la exposición: es de fundamental importancia pensar con los alumnos en la situación de
ción del tema, desarrollo, cierre. comunicación en la que se producirá la exposición, básicamente cuáles serán sus propósitos, quié-
• Elaborar un texto escrito como soporte de la exposición. nes serán los destinatarios, de cuánto tiempo se dispondrá y en qué espacio se llevará a cabo.
Diseño Curricular para 1° año (7° ESB) | Prácticas del Lenguaje | 231
Eje: Prácticas del lenguaje del ámbito de la formación ciudadana
Interactuar críticamente con los medios masivos de comunicación
Participar en situaciones de intercambio oral sobre temas de interés general del mundo de la cultura: comentar noticias y crónicas acerca de asuntos polémicos.
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
• Buscar, seleccionar y clasificar los materiales de lectura adecuados. En la ESB los alumnos deben poder acceder a discursos orales formales.
• Seleccionar estrategias de lectura ajustadas a los propósitos específicos y a los Para eso es necesario salir del espontaneísmo y organizar didácticamente
textos seleccionados. el ejercicio de estas prácticas. Gradualmente los chicos deben conocer
• Discriminar los géneros discursivos empleados y las diferentes tramas. los distintos formatos, sus propósitos y encuadres. Solamente se podrán
• Reconocer y valorar las variedades lingüísticas presentes en los medios orales. apropiar de las estrategias discursivas si tienen la posibilidad de practicar
• Formular preguntas y enunciar respuestas pertinentes, formular y solicitar opiniones recurrentemente, recibir orientaciones del docente, reflexionar sobre los
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Analizar publicidades comerciales y propagandas.
Las campañas educativas, de prevención en salud, de formación ciudadana. Producir textos.
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
• Reconocer y diferenciar los géneros discursivos: Publicidades Tanto el campo publicitario como el propagandístico ocupan en la actualidad un lugar muy
comerciales. Propagandas. Las campañas. Sus distintos el- importante dentro de las comunicaciones sociales.
ementos constitutivos. Los adolescentes constituyen un grupo etáreo muy buscado desde estos mensajes por dife-
• Distinguir la informativa de la apelativa. Caracterizar. rentes razones, tanto ideológicas como económicas, y sabemos que muchas veces se pretende
• Caracterizar las tramas expositiva-explicativa y argumentativa. manipularlos. En algunas oportunidades aparecen campañas, supuestamente de educación (por
• Analizar los distintos paratextos según los soportes. Las ejemplo, de prevención en salud), que encubren una publicidad comercial (a veces basta con
imágenes, la música, las voces, las cuestiones de diseño ver quienes son los que las anuncian o “auspician”). En otras, son campañas genuinas cuyos
• Comprender las relaciones entre el emisor y el receptor y En el ejercicio de esa práctica sostenida de lectura, podrán analizar las regularidades y
cómo el tipo de vínculos condiciona el discurso. caracterizar tanto la estructura textual como las estrategias discursivas.
• Seleccionar las estrategias adecuadas según los propósitos Luego, cuando escriban sus propios textos, tendrán que hacer un verdadero proceso. El docente
buscados. debe propiciar la escritura de borradores con distintas instancias de revisión según diferentes
• Reconocer la especificidad de los registros formales: criterios de corrección. Las intervenciones didácticas serán orientadoras de esos criterios
el vocabulario pertinente, las fórmulas de cortesía, las (atendiendo a diferentes aspectos pragmáticos, gramaticales, ortográficos, etc.).
convenciones estandarizadas. Es de fundamental importancia que estas cartas tengan una verdadera circulación social, que
• Reflexionar acerca de los siguientes aspectos gramaticales respondan a una necesidad genuina. También los textos que se lean deben ser auténticos.
para aplicarlos correctamente: las personas gramaticales y sus
efectos de sentido, los conectores copulativos, disyuntivos,
adversativos, temporales, causales, ordenadores.
• Las distintas modalidades de enunciación según la actitud
del hablante.
• Sus tiempos y modos verbales, sus signos de puntuación.
• Los vocabularios específicos (estandarizados, convencionales,
formales) en relación con los efectos que se quiere producir
en el/los destinatario/s.
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Leer críticamente textos instructivos: recomendaciones y sugerencias, instrucciones de hábitos y conductas, los reglamentos escolares: el régimen de
asistencia, el régimen de evaluación, calificación y promoción, los acuerdos de convivencia o reglamentos internos
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
• Reconocer los géneros discursivos: los reglamentos escolares. Es necesario conocer las normas que regulan nuestro accionar y nuestra convivencia. Es muy
los acuerdos institucionales de convivencia o reglamentos significativo para los estudiantes el hecho de que puedan leer e interpretar las reglamentaciones
internos. escolares en sus diversos aspectos: asistencia, evaluación y promoción, disciplina. Las
instituciones tienen sus propios acuerdos de convivencia; leerlos críticamente, conocer sus
• Analizar y caracterizar la trama instruccional.
fundamentos, averiguar cómo fue su proceso de construcción, discutir la propuesta, confrontar
• Analizar las distintas relaciones de ideas: causales, posiciones, tener la posibilidad de proponer ajustes … todo eso hace a la vida democrática y a
consecutivas, temporales, concesivas. la formación de comportamientos sociales en relación con las leyes. Para entender estos textos,
• Distinguir las conductas sucesivas, simultáneas o alternativas. hay que conocer sus estrategias discursivas, comprender su vocabulario, distinguir lo que es
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Doce cuentos peregrinos, de Gabriel García Márquez
Seis problemas para don Isidro Parodi , de Bustos Domecq (Borges y Bioy Casares)
El candor del Padre Brown, de Gilbert K. Chesterthon
Cuentos, Fábulas y lo demás es Silencio, de Augusto Monterroso
El sabueso de los Baskerville, de Arthur Conan Doyle
Cuentos con Humor, de Mark Twain
Otros autores: Guy de Maupassant, Anton Chéjov, Chistian Andersen, Abelardo Castillo, Silvina
Ocampo, Manuel Mujica Láinez, Jack London.
Poemas
Autores: José Martí, Pablo Neruda, Octavio Paz, Nicolás Guillén, Federico García Lorca, Miguel Hernández, Antonio
Machado, Jacques Prévert, Walt Whitman, Víctor Hugo, Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno, Alberto
Girri, Jorge Luis Borges, Mario Benedetti, Juan Gelman, Raúl González Tuñón, entre muchos otros.
Alcalde Cuevas Luis, “Operaciones implicadas en el proceso de escritura” (En Revista Textos Nº 5, Graó,
Barcelona, julio de 1995)
--------------------- “Competencia retórica y eficacia discursiva” (En Revista Textos Nº 10, Graó, Barcelona,
octubre de 1996).
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Bronckart, J.P y Scheuwly, “La didáctica de la lengua materna: el nacimiento de una utopía indispensable”, en Las
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Zayas Hernando, Felipe, “La reflexión gramatical en la enseñanza de la Lengua”, en Textos de Didáctica de la
Lengua y la Literatura, No 1. Barcelona, Graó, 1994.
RECURSOS DIGITALES
Literatura
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Promoción de la lectura
Apoyo al docente http.//www.launion.edu.pe/recursos/docencia/lectura.htm
Literatura y animación lectora http://www.buenosaires.gov.ar/educacion/docentes
Bibliografía sobre lectura http://www.geocities.com/Athens/Forum/2867/34.htm
Literatura y animación lectora http://www.almez.cnice.mec.es
Diccionarios
Real Academia Española http://www.rae.es
Diccionario de sinónimos y antónimos http://www.tradu.scig.uniovi.es
Diccionario de mitos y leyendas http://www.cuco.com.ar
Bibliotecas virtuales
Biblioteca del Congreso http://www.bcnbib.gov.ar
Biblioteca Nacional http://www.bibnal.edu.ar
2º AÑO (SB)
AUTORIDADES
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
GOBERNADOR
Ing. Felipe Solá
JEFE DE GABINETE
Lic. Luciano Sanguinetti
SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN
Ing. Eduardo Dillon
DIRECTOR PROVINCIAL DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
Inglés
Lic. Gustavo M. Paz
Lic. Patricia Suárez Rotger
Matemática
Prof. Dora Guil
Prof. Ernesto Maqueda
Prof. Julio Brisuela
Prof. Silvia Rodríguez
ASISTENTES OPERATIVOS
Lic. Soledad Guerrero
Natalia Peluso
SUMARIO
Marco General para la Educación Secundaria ...........................................9
Introducción ...................................................................................9
Fundamentos de la propuesta para la Educación Secundaria ................12
La organización técnica del Diseño Curricular para la SB .....................16
Mapa Curricular ..............................................................................19
Estructura Curricular ......................................................................22
RESOLUCION Nº 2495/07
INTRODUCCIÓN
A diez años de la implementación de la Transformación del Sistema Educativo en la Provincia de Bue-
nos Aires y frente a los desafíos que implica concebir la educación del siglo XXI, la Dirección General
de Cultura y Educación elaboró una nueva propuesta pedagógica para la educación de los jóvenes
adolescentes bonaerenses que garantice la terminalidad de la escuela secundaria en condiciones de
continuar los estudios en el nivel superior, pero también de ingresar al mundo productivo con herra-
mientas indispensables para transitar el ámbito laboral y ser ciudadanos en condiciones de ejercer sus
derechos y deberes, hacer oír su voz con profundo respeto por las instituciones democráticas, y en la
plenitud de los ejercicios de las propias prácticas sociales y culturales.
Esta nueva propuesta para el sistema educativo provincial implica un profundo cambio en la concepción
político-pedagógica de los sujetos destinatarios y se plasma en una nueva organización de la Educación
Secundaria que ubica este tránsito educativo como el espacio de escolaridad que atiende a sujetos
púberes, adolescentes y jóvenes, y tiene como objetivo fundamental lograr la inclusión, permanencia
y acreditación de la educación secundaria de todos los alumnos/as bonaerenses, para lo cual resulta
indispensable realizar una nueva propuesta de enseñanza.
De esta manera, la Educación Secundaria se organiza en 6 años de escolaridad distribuidos en 3 años de
Secundaria Básica y 3 años de Secundaria Superior.
Números y operaciones Números enteros - Números racionales .Noción de número irracional - Notación científica
MATEMÁTICA
Introducción al Álgebra y al estudio de las Funciones - Función lineal. - Funciones de proporcionalidad inversa - Ecuaciones de primer
Funciones grado con una incógnita
CONSTRUCCIÓN DE Ciudadanía
CIUDADANÍA
Arte
drogas
Trabajo
Ambiente
tecnologías
Identidades
y relaciones
interculturales
Comunicación y
Estado y política
Sexualidad y género
Recreación y deporte
Sujetos Salud, alimentación y
EJES NÚCLEOS
Corporeidad y motricidad Constitución corporal. Conciencia corporal. Habilidades motrices
EDUCACIÓN FÍSICA Corporeidad y sociomotricidad La construcción del juego deportivo y el deporte escolar. Comunicación corporal
Corporeidad y motricidad en relación con el Relación Con el ambiente – La vida cotidiana en ámbitos naturales – Las acciones
ambiente motrices en la naturaleza
NÚCLEOS TEMÁTICOS POR DISCIPLINA
EJES DANZA MÚSICA PLÁSTICA – VISUAL TEATRO
LENGUAJE
EDUCACIÓN ARTÍSTICA Herramientas y
Los procesos Campo Plástico visual La organización de los
procedimientos
compositivos elementos del Lenguaje
DANZA – MÚSICA de organización Dispositivos plástico
PRODUCCIÓN Teatral
– PLÁSTICA - TEATRO del movimiento Las visuales
ejecuciones Elementos del lenguaje
RECEPCIÓN Los discursos
musicales teatral
corporales
DIMENSIÓN
DIMENSIÓN TEXTUAL
CONTEXTUAL
EJES
Situaciones
Aspecto lexical Aspecto Gramatical Aspecto Fonológico
INGLES comunicativas
El inglés y la comunicación
El inglés y el uso de los recursos tecnológicos
2. Propósitos para la enseñanza de las prácticas del lenguaje para SB........... 356
5. La progresión de las prácticas del lenguaje en relación con los ejes........... 367
7. Contenidos de prácticas del lenguaje para 2º año por eje ............................... 375
7.1. Prácticas del lenguaje a enseñar en el eje de literatura ........................ 377
7.2. Prácticas del lenguaje a enseñar en el eje de estudio ............................ 382
7.3. Prácticas del lenguaje a enseñar en el eje de la formación
ciudadana...................................................................................................................... 388
9. Bibliografía.......................................................................................................................... 396
LA ENSEÑANZA DE LAS PRÁCTICAS DEL LENGUAJE EN LA SB
Las prácticas del lenguaje constituyen el objeto de enseñanza de esta materia. Este cambio de pers-
pectiva respecto de otros diseños curriculares implica poner de relieve ciertas concepciones acerca de
la didáctica del área, entre las que destacamos:
• el modo en que se entiende la construcción de los saberes en esta materia: las prácticas del
lenguaje ponen en juego acciones comunicativas, donde hacer -es decir, actuar en intercambios
comunicativos orales y escritos- presupone una competencia comunicativa -un saber hacer, un
poder hacer-. Pero, no a la inversa: no hay “un saber” anterior al uso de la lengua que lo garan-
tice. Aunque sí se podría plantear que a medida que se la usa, ese saber se va construyendo en
una reflexión constante sobre aquello que se dice, lee, escribe, escucha.
• el modo en que se concibe al objeto de conocimiento a ser enseñado: confeccionar y llevar
adelante propuestas áulicas enmarcadas en las prácticas del lenguaje supone abordarlo de una
manera integral, es decir, sin fragmentar el uso en unidades menores -ya sea textuales, oracio-
nales, léxicas-, sino preservando a éste como objeto. Esto supone, por un lado, revisar aquellas
prácticas de enseñanza centradas fundamentalmente en la descripción de aspectos formales y
estructurales de la lengua, difícilmente significativas para los alumnos/as y desvinculadas de los
contextos reales donde esos aspectos efectivamente se usan.
El hecho de poner el foco en las prácticas del lenguaje tomándolas como objeto de enseñanza, permi-
te también repensar algunas cuestiones en torno a las dificultades áulicas que se presentaron a partir
de lo que se entendió por “enfoque comunicativo”. Si bien las propuestas de enseñanza, derivadas
en mayor o menor medida de este enfoque, lograron en muchos casos replantear y ubicar el objeto
de enseñanza en contextos reales de uso, en gran cantidad de oportunidades –quizás por ciertas dis-
torsiones interpretativas– el modo en que fueron leídas y llevadas al aula dio lugar a otros recortes y
concepciones que terminaron por desarticular el lenguaje en unidades no menos arbitrarias o bien a
un tratamiento poco reflexivo de su uso.
Por ejemplo, una de las cuestiones que suscitó una serie importante de inconvenientes es que la
didáctica del área tuviera que pensarse en el marco de una propuesta curricular que presentaba por
separado la lengua oral, la lengua escrita, la lectura y la escritura. Esto tendió a que el diseño de
actividades áulicas se encaminara hacia una pérdida de la concepción integral del lenguaje, o mejor
dicho, hacia una recuperación parcial en relación con las propuestas estructurales donde esta con-
cepción integral estuvo definitivamente desarticulada.
Otro de los puntos que ha tenido un protagonismo más o menos problemático durante los últimos
años es el tratamiento de la gramática. Su enseñanza, en el marco de las concepciones estructura-
listas, no parecía ofrecer mayores inconvenientes; con el supuesto de que “analizar oraciones ayuda
a pensar, escribir y conocer mejor la estructura del idioma”. Durante un largo período no se puso en
duda que la función del docente del área era enseñar el sistema de la lengua y la relación que se
establece entre los elementos que lo componen.
Desde hace algunos años, el desplazamiento de la gramática oracional a la gramática textual, fue de
gran ayuda para pensarla a partir de unidades menos abstractas y teóricas y para comenzar a abor-
dar algunas cuestiones relacionadas con el uso. Sin embargo, no logró formar verdaderos usuarios
del lenguaje; es decir, alumnos/as capaces de usar el lenguaje y a la vez reflexionar sobre el uso para
construir conocimientos en torno a él.
Asimismo, las teorías tradicionales de la comunicación, que se limitan a afirmar que el receptor recibe
un mensaje que fue enviado por el emisor, tampoco lograron dar respuestas a la enseñanza. El con-
En este proceso, se destacan algunos criterios fundamentales con los que se espera que se abor-
den los contenidos de la materia -es decir, las prácticas del lenguaje-:
• la continuidad pedagógica: es necesario ejercer las prácticas de lectura, escritura e intercam-
bio oral en forma sostenida;
• la diversidad: sólo es posible apropiarse de las prácticas participando en diversas situaciones,
con diferentes propósitos comunicativos, en relación con distintos interlocutores, abordando
diversos géneros discursivos, asumiendo distintas posiciones, entre otras condiciones de comu-
nicación;
• la alternancia metodológica: también debe haber diversidad en las propuestas de enseñanza,
tanto en cuanto a la utilización del tiempo didáctico (trabajo en proyectos, actividades perma-
nentes y actividades independientes- sistemáticas y ocasionales), como en la modalidad de or-
ganización (mayor o menor intervención del docente, trabajos individuales, en pequeños grupos
y de grupo áulico total, tareas obligatorias y optativas, etcétera);
• la creación de un ambiente de trabajo cooperativo: es necesario que todos los alumnos/as se
sientan convocados a intervenir, autorizados a expresar sus ideas, interesados en escuchar las
ideas de los demás y en poder confrontarlas con confianza, para ejercer la palabra asumiendo
los riesgos de equivocarse, sabiendo que el error forma parte del aprendizaje, contando con la
orientación del docente, la colaboración de sus compañeros y haciéndose cargo de la responsa-
bilidad de hacer su aporte al trabajo grupal.
Como se sabe, cuando Ferdinand de Saussure, influido por el interés de crear un objeto de estudio
para la ciencia a la que llamaría lingüística, decidió estudiar la lengua, lo hizo mediante una opera-
ción de recorte dentro del lenguaje:
Habitualmente, se piensa que enseñar a usar el lenguaje corresponde sólo al docente de esta materia.
Sin embargo, si hablamos de enseñar a apropiarse de las prácticas del lenguaje, es decir, poner el foco
en la dimensión social del uso de la lengua, podríamos decir que toda la sociedad desempeña de una
u otra manera un papel educativo: la televisión, la radio, las revistas, internet, los grupos de música,
los discursos de otros adolescentes, entre otras instituciones, medios y actores sociales.
Los usos del lenguaje que se ponen en juego en la escuela deberán también tener algunas particula-
ridades frente a otros usos sociales, y esto hace que se constituya, especialmente, en una responsa-
bilidad de todos los docentes -no sólo del de este espacio- el acceso a los discursos más vinculados
con los ámbitos académicos y la cultura letrada en general.
1
Saussure, Ferdinand, Curso de Lingüística General. Buenos Aires, Losada, 1970
Cuando se usa el lenguaje se pone en juego una actividad comunicativa, cognitiva y reflexiva. Por medio
de éste, todos participamos de la vida social y, a su vez, construimos nuestra individualidad: expresamos
ideas, defendemos nuestros derechos, discutimos con los demás, establecemos relaciones afectivas, tra-
bajamos, influimos sobre los otros, nos informamos, organizamos nuestro pensamiento, etcétera.
Hablar un lenguaje implica estar inmerso en una manera de organizar y entender el mundo; bucear
en él constituye, ni más ni menos, que la apasionante tarea de preguntarse cómo es esa manera de
ver el mundo que tenemos.
Pero a su vez, lo que llamamos “el lenguaje” no puede ser tomado como una sola cosa homogénea y
estable. En la medida que se trata de un hecho social, todas las complejidades, variaciones, cambios,
etcétera. que enfrenta el hombre como miembro de una sociedad y de una cultura tienen su correlato
en el discurso.
Llamaremos prácticas del lenguaje a las diferentes formas de relación social que se llevan a cabo
por medio, en interacción y a partir del lenguaje. Lo que se enseñará es pues el dominio práctico del
lenguaje en el marco de las situaciones sociales reales.
ORIENTACIONES DIDÁCTICAS
El tipo de proceso de enseñanza de las prácticas del lenguaje que se espera que se lleve a cabo re-
quiere, como primera medida, un cambio de perspectiva respecto de la idea que se tiene acerca de
cómo debe funcionar el tiempo didáctico. Es habitual que el docente se vea presionado por los tiem-
pos institucionales, e incluso por las concepciones sociales de cómo se decide que un alumno/a “está
aprendiendo”.
Por ejemplo, es una idea que suele estar muy arraigada en la cultura escolar que la proliferación de
“temas” indica que las clases son “productivas”. Sin embargo, este tipo de concepción descansa sobre
ciertos aspectos que es necesario revisar:
• la fragmentación de los contenidos, y con ellos del objeto de enseñanza (el lenguaje);
• la homogeneidad de las prácticas de enseñanza;
• la linealidad del tiempo didáctico y;
• la discontinuidad del aprendizaje.
Cuando se organizan los contenidos en relación con un tiempo lineal (una hora, una clase, un mes,
etcétera) e irreversible (un contenido abordado en ese lapso difícilmente vuelva a retomarse poste-
riormente) estos, necesariamente, son tratados de manera fragmentaria. La única manera de enseñar
los discursos sociales de este modo -en un tramo de tiempo que “abre y cierra” los contenidos- es
descontextualizándolos respecto del lenguaje y fraccionando de manera, más o menos arbitraria,
elementos que en el uso constituyen un todo.
Esta manera de pensar el tiempo didáctico es oportuna si lo que se quiere enseñar son categorías abs-
tractas y homogéneas, siguiendo la lógica con que han sido construidas -precisamente como ocurre
con la descripción del sistema de la lengua-, pero no cuando lo que se quiere enseñar es el uso.
Enseñar el uso en diálogo con la reflexión requiere de la planificación flexible del tiempo, ya que los
alumnos/as podrán construir los conceptos en la frecuentación con los discursos orales y escritos, y
en esta frecuentación, el hallazgo de similitudes, generalidades, particularidades.
Algo similar ocurre con el modo en que se concibe la gradación de los aprendizajes. Cuando nos en-
frentamos con un objeto de enseñanza tan heterogéneo y que incluye tantos niveles de complejidad,
formas, aspectos y variables como es el lenguaje, es muy difícil decidir qué es lo más sencillo para
enseñar y aprender y qué lo más complejo, porque en el uso todos estos aspectos están integrados.
Sin embargo, para transformar en contenido escolar esa infinitud de complejidades que supone la
lengua en uso, es necesario llevar a cabo una serie de recortes no ya en función de las disciplinas que
constituyen las ciencias del lenguaje (el texto, la oración, la palabra, el fonema, etcétera), sino del
mismo proceso de enseñanza. Éste ha sido un criterio fundamental para la selección, organización
y gradación de los contenidos en este diseño curricular.
Tal como se las presenta en este diseño curricular, las prácticas del lenguaje constituyen porciones de
lenguaje en uso, donde no se distingue entre lectura, escritura y oralidad. Una misma práctica puede
poner en juego formas de manifestación tanto orales como escritas, así como procesos de lectura,
escritura o interacciones orales.
Sin embargo, como se sabe, el tratamiento de la lectura, la escritura y la oralidad requiere tener en
cuenta ciertos aspectos específicos -que involucran tanto una diversidad de procesos cognitivos,
como formas de realización material y perceptual- con sus propias características, sus propias reglas,
y su propia lógica, entre los que destacaremos:
En la lectura
El sentido de todo texto se construye a partir de lo que el texto propone y lo que el sujeto lector
actualiza desde sus saberes previos, su universo cultural y anímico, en la dinámica interacción que es
ese “diálogo” creativo, involucrado en el acto de leer. Para que exista este diálogo y una construcción
genuina del sentido (social e individual) a partir de la interacción entre los lectores y los textos, es
necesario que el docente:
• propicie situaciones de lectura sostenida y promueva la inserción de los alumnos/as en la comu-
nidad de lectores;
• brinde a los alumnos/as las oportunidades de acceder a textos completos y auténticos, es decir,
de verdadera circulación social; si se hace referencia a textos literarios, que puedan vincularse
con los libros de cuentos, de poemas, novelas y obras de teatro. Si en cambio, están estudiando
discursos informativos, que circulen en el aula enciclopedias, diccionarios, revistas de divulgación
científica, artículos de periódicos, folletos; cuando se estén abordando otros discursos como el
apelativo, que haya publicidades auténticas, volantes, etcétera;
• favorezca la lectura de textos diversos, con diferentes propósitos enmarcados en situaciones
comunicativas que les den sentido;
• ponga en juego la alternancia metodológica garantizando:
situaciones de lectura en las que el docente sea un referente que explicite las estrategias que
como lector adulto “experto” utiliza;
En la escritura
La planeación, elaboración y revisión de los textos como prácticas sociales de escritura, exigen la
reflexión sobre la variedad de recursos lingüísticos, gráficos y organizativos. Cuando se planifica un
texto, es fundamental plantear -explicitar en lo posible- cuáles son los propósitos del que escribe y
para quién lo hace, ya que esto le permitirá ir evaluando y revisando su producción en diversas ins-
tancias, de manera cada vez más autónoma.
Dado que el proceso de escritura no es lineal sino recursivo, a medida que el escritor se hace más
experto, vuelve constantemente sobre su plan inicial, preguntándose si sigue siendo la mejor opción
para expresar lo que desea, de la forma en que desea. Por eso, es fundamental que todo este proceso
se lleve a cabo de la manera más conciente y reflexiva posible, con la orientación del docente y en la
alternancia de situaciones de escritura individuales y grupales, donde se muestre o construyan mo-
delos de escritores expertos.
La escritura es entendida como un proceso que comprende un plan previo y una textualización en
la cual hay diversas revisiones, con sucesivos niveles de avance de elaboración del texto, a partir de
estrategias personales de corrección.
Es necesario entonces:
• brindar a los alumnos/as la posibilidad de producir diferentes y variados textos, enmarcados en
situaciones comunicativas y en función de diversos propósitos e intenciones;
• instalar la reflexión acerca de las necesidades de adecuación del texto a esos propósitos, teniendo
en cuenta el destinatario y las intenciones para ajustar el tratamiento, tipo de registro, vocabu-
lario, elementos paratextuales, etcétera;
• propiciar la permanente recurrencia a la lectura de textos modélicos, para descubrir las caracte-
rísticas de los diversos géneros y formatos, abstraer las particularidades de la lengua escrita en
cada caso y así poder ponerlas en juego, teniendo un caudal cada vez mayor de herramientas que
faciliten y enriquezcan las propias producciones, entendiendo mejor qué se puede escribir y de
qué manera.
Al respecto, cabe señalar que es la frecuentación de muchos textos del mismo género, estilo, tema,
etcétera. lo que produce los aprendizajes, cuando el alumno/a puede observar y apropiarse de deter-
minado aspecto, determinada estructura, selección léxica, modo de presentar la información, nivel de
familiaridad, etcétera. Hace falta, además, que el docente, a partir de las necesidades que se producen
cuando se presentan problemas de escritura, lleve a los alumnos/as a recurrir a los textos modélicos
con algún propósito: encontrar una manera de comenzar un texto, extraer vocabulario técnico, ana-
lizar la forma que se elige para enunciar, la manera en que se le habla al destinatario, entre otros.
• instalar el hábito de los borradores “legalizándolos”. El docente debe orientar la corrección de las
distintas versiones del escrito en función de las situaciones de comunicación que condicionan el
texto (aspecto pragmático) y en todas las demás dimensiones lingüísticas: normativa, sintaxis,
En la oralidad
Si hay un lugar donde se hace claramente perceptible la dimensión social del lenguaje, es en la
oralidad. El abordaje de la oralidad requiere ante todo una minuciosa observación de la variedad de
manifestaciones que la constituyen.
Si bien la exitosa idea de lo que se ha llamado la lengua estándar, ha hecho suponer durante años
que estas variedades se pueden ajustar en gran medida a convenciones generales y únicas, la oralidad
ha logrado conservar la heterogeneidad como ningún otro medio discursivo. No sólo porque cada
situación geográfica, socioeconómica, cultural, generacional, etcétera. puede dar lugar –y de hecho
da lugar- a una serie de variaciones en la manera de pronunciar, de entonar, de elegir las palabras y
la sintaxis, hasta de crearlas (variedades regionales) sino porque, además, una misma persona varía
constantemente sus costumbres lingüísticas según los géneros que utiliza y las situaciones con las
que se enfrenta (registros).
Por ende, aunque en nuestra cultura no podamos hablar de una “oralidad pura” -ya que, como se
sabe, todos los discursos orales están en mayor o menor medida impregnados de escritura-, tampoco
se puede seguir sosteniendo la idea de que hay una “oralidad correcta”.
En la oralidad, no hay más que variaciones. Pero no con respecto a una lengua única, central, “co-
rrecta” -que no puede existir más que como una variedad más “prestigiosa” que las otras-, sino como
regularidad: no hay “variedades orales correctas” y “variedades deficitarias”, sólo hay variedades.
¿Cómo aplicar entonces un criterio único de “normalidad” y “corrección” a esa multiplicidad de ma-
nifestaciones sociales y culturales, individuales, grupales y colectivas? Ésta ha sido una de las preocu-
paciones tradicionales de la escuela durante años.
Como se sabe, la “lengua estándar”, no es más que una idealización del habla, en función de los pará-
metros de la escritura: frente a la proliferación de prácticas lingüísticas orales de lo más desemejan-
tes, la escritura ha servido como referente de semejanza entre todas esas prácticas y como referente
de legitimidad de algunas de ellas por sobre otras.
Los alumnos/as de la SB ya han pasado por diversas instancias de confrontación de sus prácticas
discursivas, de “normalización”, de aplicación de criterios de corrección, etcétera. a lo largo de su
escolaridad. Esas experiencias de aprendizaje de variables más formales no tienen por qué verse como
“traumáticas”, ni mucho menos, si se las ha presentado como nuevas opciones expresivas, entre las
múltiples opciones que se ofrecen en el mundo social.
A partir de lo expuesto, se considera que el aprendizaje de las prácticas orales del lenguaje implica el
desempeño de los alumnos/as en situaciones de uso que requieren de la utilización de estrategias y
recursos elaborados, que les permitan interactuar eficazmente con variedad de formatos de distinta
complejidad en los ámbitos escolares y sociales. Es necesario instalar en el aula situaciones comuni-
cativas que requieran de la reflexión y el análisis de prácticas formales y esto implica una enseñanza
sistemática, en función de una escucha crítica y la producción de discursos variados.
Las actividades para trabajar la oralidad exigen que el docente intervenga para ayudar a los alumnos/
as a:
Cuando hablar, escuchar, leer y escribir se asumen como objeto de enseñanza, la didáctica de la gra-
mática requiere que el docente intervenga para ayudar a los alumnos/as a:
• comprender que cuando hablan, escuchan, leen y escriben están poniendo en juego constante-
mente estructuras sintácticas particulares, categorías gramaticales, estructuras textuales, etc;
• descubrir que para comprender cualquier discurso oral o escrito (cualquier conversación, cual-
quier texto escrito sea cual fuere), y en especial para comprender el discurso literario, es ne-
cesario poder darle sentido a cierta información implícita que suele apoyarse en la estructura
gramatical;
• identificar en el uso cuáles son las generalidades en la construcción de los textos, en la disposi-
ción de las estructuras sintácticas de la lengua española en general y en cada género en particu-
lar, en el uso de los tiempos, modos y aspectos verbales, etc;
• observar el funcionamiento de la relación que existe entre los elementos gramaticales y los con-
textos enunciativos donde éstos cobran sentido;
• advertir que entre esas regularidades hay una serie de convenciones gramaticales (como las
irregularidades de los verbos, el orden sintáctico de determinadas construcciones, determinados
complementos regidos por ciertos verbos, etc.) que deben conocer y usar.
Todas estas cuestiones no pueden ser comprendidas por los alumnos/as sin una guía sistemática por
parte del docente, basada en acciones concretas y constantes orientadas a que construyan los cono-
cimientos involucrados en este complejo proceso de conceptualización a partir del uso.
Uso
(Prácticas Reflexión
del Lenguaje) sobre el uso
Sistematización de
los contenidos
El tratamiento de la ortografía ha sido objeto de discusión en los últimos años: preguntas como “¿Hay
que corregir o no la ortografía?” “¿Hay que enseñar las reglas?” “¿Está mal hacer dictados?”, figuran
entre las más frecuentes.
Al respecto se considera en este diseño que:
• la enseñanza de las reglas ortográficas es útil, siempre que sea el alumno/a el que discrimina
la pertinencia de su uso y surja de situaciones que den significatividad a este aprendizaje. Hay
reglas que pueden construirse a partir de la observación, pero otras que no permiten generaliza-
ciones: convendría trabajar sólo con aquellas que den cuenta de la mayoría de los casos, como
las reglas de acentuación;
• es imprescindible provocar la duda ortográfica y la reflexión metalingüística acerca del propio
uso de la norma discursiva, a partir del análisis de las funciones que ésta desempeña;
• hay que enseñar a los alumnos/as a utilizar los recursos disponibles socialmente de manera perti-
nente, para que la corrección se haga cada vez de manera más autónoma: distintos diccionarios,
los textos leídos, las gramáticas, el corrector de la computadora, los foros sobre normativa, los
sitios de consultas lingüísticas (como el de Academia Argentina de Letras), etcétera.
• el trabajo con la puntuación requiere una atención específica, dado que no sólo posibilita la di-
visión del texto en relación con su estructura sintáctica y semántica, dando al lector las “señales”
que le permiten “transitarlo” sino que, además, es uno de los espacios desde los cuales el escritor
propone un estilo. La puntuación significa tanto por presencia como por ausencia y, lejos de
haber reglas generales para utilizarla correctamente, requiere de un minucioso análisis donde,
quien escribe, se pregunte si la forma que ha dado a las construcciones sintácticas le permiten
decir lo que ha querido, si lo que ha escrito es suficientemente claro, si la manera en que ha de-
cidido separar los párrafos favorece determinado tipo de lectura.
Por eso, es importante que los alumnos/as realicen múltiples ensayos donde puedan encontrar la
mejor manera de expresar lo que desean y reparar de este modo en el vínculo que existe entre los
aspectos fónicos, gráficos, semánticos y pragmáticos del lenguaje.2
2
Con respecto a la ortografía se puede consultar de Varela, María del Pilar y Frangi, María del Carmen, “¿Con la ortografía
se nace? O ¿La ortografía se hace?”. Plan social educativo, Ministerio de Cultura y Educación de la Nación.
En esta materia, se proponen los contenidos en términos de Prácticas del Lenguaje. Éstas se retoman a
lo largo de los tres años de la SB, pero su abordaje presenta alcances diferentes en cada año. Entre otras
decisiones curriculares, se ha privilegiado el ingreso a la escuela de aquellas prácticas menos familiares
para los alumnos/as, o aquellas con las que no tendrían contacto naturalmente en el mundo social.
Se busca pues, formar a los alumnos/as en aquellas prácticas que les permitirán llevar a cabo inte-
racciones comunicativas precisas pertenecientes a los tres ámbitos seleccionados (el literario, el del
estudio y el de la formación ciudadana) y, dentro de éstos, en aquellas prácticas generales que les son
propias, pero no altamente especializadas (leer literatura de autores clásicos, buscar información en
textos de divulgación, exponer oralmente esa información, leer diarios y comparar las posturas de los
enunciadores frente a un tema, etcétera).
Decidir qué se ha de enseñar en Prácticas del Lenguaje y determinar cómo se secuencia la enseñanza
son problemas distintos. Si bien se espera que la verdadera secuenciación y organización sea llevada a
cabo por los docentes del nivel, este diseño curricular presenta definiciones acerca de cómo transitar
cada práctica de un año de la SB a otro, lo que entraña una progresión en su enseñanza3, vinculada
con:
-la profundización y la complejización en el abordaje de una misma práctica a lo largo de la SB;
-la construcción de aprendizajes que le van a permitir al alumno/a, de manera creciente, poner en
juego otras prácticas cada vez más específicas y de manera cada vez más autónoma;
-evitar enseñar las prácticas del lenguaje como temáticas lineales y, en cambio, presentarlas relacio-
nadas e inmersas en proyectos y actividades permanentes;
-tratar los distintos aspectos lingüísticos como problemas discursivos que necesitan ser resueltos para
desenvolverse eficazmente en situación.
Las prácticas del lenguaje han sido agrupadas en tres ejes, que suponen tres ámbitos de uso del
lenguaje y, en este contexto, ámbitos de formación del alumno/a como usuario del lenguaje, que se
privilegian durante la Educación Secundaria Básica.
• Prácticas del lenguaje en el ámbito de la literatura.
• Prácticas del lenguaje en el ámbito del estudio.
• Prácticas del lenguaje en el ámbito de la formación ciudadana.
Se focaliza, de este modo, la atención en las prácticas y se considera que esas mismas prácticas –de
lectura, escritura y oralidad– desplegadas en los diversos ámbitos de circulación son los contenidos
de la materia.
El orden en que aparecen estos ejes no es lineal en lo cronológico, ni supone niveles de importancia
para su enseñanza, sino que se espera que el alumno/a se desempeñe en todos ellos, poniendo en
juego las prácticas que éstos involucran en la medida en que construyen sus aprendizajes lingüístico-
pragmáticos (encontrar regularidades estructurales en los textos, sintácticas en ciertos géneros dis-
cursivos, gramaticales en el uso del lenguaje, conocer y usar los aspectos normativos, entre otros).
3
Ver, en este diseño, La progresión de las prácticas del lenguaje en relación con los ejes, p. 367.
El eje de la literatura
Este diseño curricular, pretende revalorizar el lugar de la literatura dándole un espacio propio, privi-
legiando en ella el papel del lector y su vínculo directo con los textos. Las prácticas del lenguaje que
comprende el ámbito de la literatura están orientadas a la lectura individual y social de textos litera-
rios de diversos géneros, épocas y autores. Podemos afirmar, entonces, que la práctica fundamental
en la formación literaria de un alumno/a de la SB consiste en leer literatura.
La selección de los textos literarios. En general, se podría decir que es conveniente seleccionar tex-
tos que sean lo más abiertos posibles, es decir, que favorezcan la intertextualidad (vinculación con
otros textos y otros lenguajes –por ejemplo el cine y la pintura–), que conduzcan al trabajo activo del
lector y a la confrontación de interpretaciones.
Es importante ofrecer libros de autores que los chicos conozcan y demanden, y otros que les resulten
totalmente novedosos –y aunque se privilegien a los escritores argentinos y latinoamericanos– que
sean de distintas nacionalidades, ser muy amplios en la selección de textos y autores para que pue-
dan conocer todos los géneros y brindar un abanico posible en el que haya textos de lectura obliga-
toria y otros de lectura optativa. Se puede distinguir así tres categorías de textos a leer.
I. Los que son de lectura optativa: el docente da un abanico de posibilidades. Por ejemplo, si
hay que leer dos novelas policiales, una de ellas es la que leen todos y la otra es la que elige el
alumno/a entre un listado de opciones. En el corpus para elegir se pueden agregar autores más
vinculados a la cultura popular, por ejemplo, poetas del cancionero (Páez, Serrat, García, Yupan-
qui, Dávalos, Manzi, Expósito, entre otros.).
II. Los que son elegidos libremente: son textos que el alumno/a elige por su cuenta.
III. Los que son obligatorios: se entiende aquí que el alumno/a tiene derecho a apropiarse de un
corpus de textos que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad, y son considerados
por ello clásicos.
En este diseño curricular, se ha decidido presentar en el anexo a modo de corpus literario sugerido,
una selección de textos que tiene como objeto colaborar con el docente en la ardua tarea de selec-
ción y en la no menos compleja definición de los que pueden ser considerados textos significativos
para la tradición cultural4. Éste ha sido uno de los criterios fundamentales para llevar a cabo esta
selección: que los alumnos/as terminen de cursar su SB habiendo leído ciertas obras que pueden ser
consideradas parte de la tradición literaria y de gran valor dentro de ellas. Otro de los criterios que
se consideraron son los potenciales intereses de los alumnos/as, como lo son los textos de terror, de
ciencia ficción y las novelas de aventuras.
Cuando el docente lleve a cabo la elección de los textos de este corpus que los alumnos/as leerán,
debe preguntarse qué objetivos didácticos persigue con esa selección y si ésta es realmente la más
propicia para llevarlos a cabo.
4
Ver, en este diseño, el anexo de sugerencias de obras literarias, p. 393.
5
Recordar que la organización del tiempo didáctico se plantea a través de la planificación de proyectos, actividades
permanentes y actividades ocasionales a lo largo de año.
En 2º año, se propone una mayor autonomía de los alumnos/as en la búsqueda, selección y orga-
nización de la información y en la construcción de recorridos propios de lectura y producción de
textos; una especificidad en las propuestas de lectura y de producción (oral y escrita) de explica-
ciones (recursos gramaticales, propósitos de los textos, ámbitos de circulación y destinatarios), y
mayor sistematización de los recursos utilizados e incorporación de metalenguaje del área para
reflexionar sobre el lenguaje.
• la inclusión, dentro de las prácticas que se retoman del año anterior, de aspectos destinados a
que los alumnos/as adviertan regularidades en los géneros y textos literarios, sistematicen rasgos
de época, encuentren las particularidades de los diversos lenguajes artísticos, entre otras cues-
tiones relativas a la formación de un lector estético6.
• la frecuentación de nuevas prácticas en relación con el año anterior, que requieren de una
mayor autonomía por parte del lector de literatura, tales como seguir un género.
• la incorporación de lecturas teóricas, críticas, comentarios, reseñas, etc. acerca de los textos lite-
rarios que se leen, con el fin de familiarizar a los alumnos/as con las estrategias de lectura propias
de los lectores expertos de literatura: descripción de aspectos formales en función de la interpre-
tación, observación de detalles recurrentes, identificación de los rasgos estilísticos propios de un
autor, sistematización de los elementos que caracterizan un género, entre otros aspectos.
6
Ver, en este diseño, 7.1. Las prácticas del lenguaje en los ámbitos de la Literatura, p. 377.
De acuerdo con el propósito general de hacer del aula una comunidad de lectores y escritores,
se presentan las expectativas de logro para cada eje como indicadores de los progresos de los
alumnos/as a partir de las condiciones creadas por la enseñanza:
• Leer, escuchar leer y compartir la lectu- • Seleccionen, tomando en cuenta las orientaciones
ra de obras variadas. propuestas por el docente, las obras que van a leer
• Conocer a través de la lectura y el co- por sí mismos o compartir con otros.
mentario muchas obras de un mismo • Justifiquen esas elecciones en conocimientos que
género y discutir con otros sus inter- fueron elaborando sobre el autor, el género, la épo-
pretaciones y los efectos que el texto ca, los movimientos literarios, el lenguaje utilizado,
produjo en ellos como lectores. la propia experiencia de lectura.
• Analizar con ayuda del docente distin- • Participen, periódicamente, de sesiones de comen-
tas obras y relacionarlas con planteos tario de las obras literarias y sobre literatura selec-
teóricos y datos sobre el contexto de cionadas por el docente en las que:
producción.
• aporten sus interpretaciones;
• Compartir la lectura de ensayos y otros
• comparen los autores, los géneros, las temáticas
textos críticos sobre las obras literarias.
y otros ejes de análisis pautados previamente;
• hablen sobre sus experiencias de lectura de esas
obras y escuchen las de sus compañeros;
• respondan de manera oral o escrita a los
interrogantes explicitados para comprender
mejor los textos de crítica y los ensayos.
• Presenten listas y resúmenes de los textos leídos y
otros materiales utilizados, la planificación y las dis-
tintas versiones de sus comentarios para dar cuenta
del proceso de elaboración de sus escritos sobre la
lectura literaria.
• Colaboren en el desarrollo de proyectos para com-
partir la experiencia literaria (antologías, talleres,
cafés literarios, concursos):
• aporten sus creaciones;
• estén abiertos a los juicios de los otros y a
compartir sus propias valoraciones;
• contemplen las sugerencias del docente y de
sus compañeros para revisar sus escritos;
• desempeñen un rol en las distintas actividades
tendientes a lograr la publicación de los
trabajos: edición de los libros, preparación
de los talleres, ejecución de los concursos y
presentaciones, etcétera.
• Leer, comparar y analizar con ayuda • Prevean, con criterios propios y compartidos, dónde
del docente muchos textos explica- buscar información pertinente para lo que quieren
tivos relacionados con los temas de conocer.
los distintos proyectos: de Literatura, • Seleccionen del material consultado, cada vez más au-
sobre un asunto de interés social, una tónomamente, la información relevante para el tema
salida a una biblioteca, feria, etcétera. del proyecto.
• Utilizar la escritura para registrar in- • Recurran a distintas estrategias para registrar infor-
formación de esos textos en fichas y mación de textos expositivos y puedan dar cuenta de
distintos tipos de cuadros. los conocimientos alcanzados a través de esos regis-
• Resumir los textos con distintos pro- tros (notas, cuadros, fichas, etcétera).
pósitos y destinatarios. • Den cuenta de los criterios utilizados para resumir u
• Exponer oralmente los temas aprendi- organizar en cuadros distintos textos explicativos jus-
dos ante un auditorio desconocido. tificando la importancia de la elección.
• Informar sobre lo que se aprendió a • Formulen cuestiones o problemáticas a desarrollar de
través de la lectura y de otras expe- manera oral y escrita.
riencias e intercambios (entrevistas, • señalando las fuentes utilizadas.
• reformular nociones;
• Desarrollar prácticas del lenguaje oral • Seleccionen de modo cada vez más autónomo los
formal con diversos propósitos, para temas de discusión y las fuentes de información que
distintos destinatarios (conocidos y sean pertinentes para los propósitos de los comenta-
desconocidos) utilizando una varie- rios y los intercambios orales que sobre ellos realicen.
dad de estrategias argumentativas: • Analicen las distintas marcas de subjetividad que apa-
• comentar , analizar y discutir recen en los textos con opinión.
temas polémicos que surgen de • Reconozcan las distintas posturas y algunos argumen-
los distintos medios; tos centrales que utilizan los autores de los textos
• leer críticamente las
leídos (periodistas, expertos, políticos, miembros de
informaciones con opinión de asociaciones sociales, etcétera).
los medios gráficos, radiales y • Asuman y mantengan una postura al defender sus
televisivos; argumentos, los que tendrán que ser cada vez más
sólidos y fundamentados.
• analizar las distintas marcas de
• Realicen por escrito una valoración final de las tareas
subjetividad;
realizadas y colaboren en la producción de las conclu-
• discutir acerca de los posicio- siones.
namientos respecto de los temas • Empleen en las cartas formales los distintos procedi-
leídos y comentados. mientos y recursos lingüísticos propios del lenguaje
• Analizar los discursos publicitarios administrativo: organización del texto, fórmulas de
• Leer gran cantidad de cartas formales tratamiento y otras convenciones, vocabulario técni-
diversas, e interpretar, a partir del co, formas para presentarse y para apelar al destina-
análisis del lenguaje administrativo, tario, etcétera.
sus alcances y efectos pragmáticos. • Distingan las especificidades de los textos instructivos
• Escribir variadas cartas formales te- reconociendo las acciones que esos discursos prescri-
niendo como referencia los textos ben.
modélicos. • Presenten una colección de los textos leídos y de su
• Leer textos instructivos auténticos análisis (polémicas de los medios, publicidades, regla-
que circulan en clubes, fundaciones, mentos ), siguiendo pautas previamente acordadas, a
asociaciones, etcétera (es decir, fuera partir de la cual puedan dar cuenta de su participación
del ámbito escolar). en los momentos de interpretación (oral y escrita) que
se llevaron a cabo en el proyecto.
• Transitar por todas las prácticas del • Empleen la terminología propia de la materia para re-
lenguaje de los tres ejes previstos ferirse a diversos aspectos gramaticales del lenguaje
para el año en uso y avanzar en la sistematización de los conoci-
mientos lingüísticos, para optimizar las prácticas.
• Reflexionen al finalizar los distintos proyectos de
lectura, escritura e intercambio oral sobre los conoci-
mientos alcanzados y sobre:
• las estrategias de lectura,
• búsqueda de información,
• planificación y revisión de los textos escritos,
• las exposiciones, los debates, los comentarios u
otras prácticas del lenguaje oral.
para elaborar criterios que les permitan mejorar sus
prácticas, valorar el conocimiento alcanzado y reutili-
zarlo en otras ocasiones.
Cada uno de los ejes en que está dividida la materia presenta características particulares y las prácti-
cas que los componen forman parte de un proceso global que el alumno/a debe transitar durante el
año. Todas las prácticas del lenguaje han de estar enmarcadas en un proceso que incluye tanto la re-
lación entre la evaluación y las condiciones didácticas necesarias para la producción de aprendizajes,
como las características que adquiere esa relación en cada eje de acuerdo con sus particularidades.
De acuerdo con esto, la evaluación de prácticas del lenguaje:
• se desarrollará por eje;
• dentro de cada eje las prácticas que lo componen serán pensadas en su relación con las otras. De
este modo, si bien el docente puede evaluar el desempeño de los alumnos/as en alguna práctica
determinada, a lo largo del año deberá ir atendiendo al proceso global de evaluar la relación
entre las prácticas que se ponen en juego en todo el eje;
• tendrá carácter recursivo: el docente tendrá que propiciar la “vuelta” o la nueva frecuentación
de aquellas prácticas o ejes donde los alumnos/as presenten mayores dificultades de modo tal
que, al finalizar el año, los alumnos/as se hayan podido apropiar de los aspectos fundamentales
que se incluyen en cada eje;
• atenderá a las particularidades de cada eje, que prestará especial atención a las especificidades
de éstas para el año: para esto el docente cuenta con una explicitación de estas especificidades
en el punto 5 de este diseño curricular (“La progresión de las prácticas del lenguaje en relación
con los ejes”, p. 24), y con las expectativas de logro de cada año (supra). Es fundamental reforzar
aquí el papel que desempeña el modo en que se han diseñado las expectativas de logro: el cuadro
de doble entrada da lugar al docente para pensar y ajustar las condiciones de enseñanza que
permiten evaluar los aprendizajes;
EN EL EJE DE LITERATURA,
Las prácticas del lenguaje como contenidos de la materia: aspectos involucrados y orientaciones
didácticas para su abordaje
Al ponerse en juego en el marco del uso social, las prácticas del lenguaje constituyen una totalidad
que incluye la oralidad, la lectura, la escritura, los aspectos pragmáticos, sintácticos, gramaticales,
normativos. Esto hace que, a los fines de la enseñanza, sea necesario llevar a cabo un recorte que
permita organizar estos objetos de uso en objetos de enseñanza.
A tales fines, además de organizar las prácticas en los tres ejes o ámbitos de uso (literatura, estudio y
formación ciudadana) en el marco de este diseño curricular, se han tomado otras decisiones destina-
das a guiar y facilitar la tarea del docente:
1. Determinar los aspectos que involucrará una práctica al ser enseñada: los aspectos involucrados
que el docente encontrará enunciados en cada práctica son, precisamente, las cuestiones que deben
ser enseñadas. Estos aspectos no constituyen temas, en tanto que no están allí planteados para que
se los trabaje uno a uno linealmente, sino que constituyen dimensiones del uso que se irán sistema-
tizando en el diálogo con la reflexión. Dicho de otro modo: los aspectos involucrados indican qué se
debe enseñar cuando se enseña una práctica del lenguaje. Esto hace que sea posible abordarlos
en las diferentes frecuentaciones de una misma práctica, a medida que la situación de enseñanza y
aprendizaje lo vayan favoreciendo.
El docente irá decidiendo cuáles fueron los aspectos que se trabajaron en cada oportunidad y qué
actividades, proyectos, secuencias, permitirán abordar los que faltan en próximas oportunidades.
Por ejemplo, en la práctica del eje de literatura “formar parte de situaciones sociales de lectura”,
aparecen varios aspectos involucrados como “asistir a cafés literarios”, “asistir a obras teatrales”,
“entrevistar personajes vinculados con la cultura literaria”, entre otras. Todos estos aspectos forman
parte de la práctica general, y no podrán trabajarse todos a la vez. Cuando se diseñe, por ejemplo,
un proyecto que consista en “asistir a la feria del libro para aprender a seleccionar lecturas” -que
pondrá en juego a su vez más de una práctica- los alumnos/as podrán, entre otras cosas, hacer en-
trevistas, hablar de literatura, etcétera, lo que podrá provocar reflexiones en torno a los paratextos
y sus gramáticas, la estructura de la entrevista, las características de la oralidad y la escritura (si es
que las van a desgrabar), etcétera. Pero, seguramente, no será un buen momento para asistir a obras
teatrales o enseñar otros aspectos involucrados de esta práctica. Esto se hará en otra oportunidad
en la que esta misma práctica se frecuente.
7
Puede consultarse en este diseño curricular las sugerencias de obras literarias, p. 377.
BUSCAR INFORMACIÓN
Narrativa
Novelas:
La isla del tesoro, El libro de la selva, de Rudyard Kipling
El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde, de Colmillo blanco, de Jack London
Louis Stevenson
La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares
Robinson Crusoe, Daniel Defoe;
El fantasma de Canterville,
Escuela de robinsones,
El crimen de Lord Arthur Saville, de Oscar
Viaje al centro de la tierra, Wilde
De la Tierra a la Luna, de Julio Verne El jinete sin cabeza, de Washington Irving.
Sandokan, Emilio Salgari Las aventuras de Gulliver, de Jonathan Swift
Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis De la Ceniza Volverás,
Carroll
Crónicas marcianas, de Ray Bradbury
Las aventuras de Tom Sawyer,
Relato de un náufrago, de Gabriel García Már-
Tom Sawyer detective, quez
El forastero misterioso, Aura, de Carlos Fuentes
Tom Sawyer en el extranjero, Mark Twain El túnel, de Ernesto Sábato
Sirio, de Olaf Stapledon.
Historietas literarias:
El eternauta, de H. G.Oesterheld y Solano Mort Cinder, Oesterheld-Breccia
López
Adaptaciones de Breccia de los clásicos
Otros autores: Guy de Maupassant, Christian Andersen, Ambrose Bierce, Giovanni Pappini, Macedonio
Fernández, Abelardo Castillo, Silvina Ocampo, Manuel Mujica Láinez, Haroldo Conti, Roberto Payró,
Rodolfo Walsh, Juan José Saer, Osvaldo Soriano, Ana María Shua, Úrsula Le Guin, Ítalo Calvino, entre
otros.
Obras de teatro
Edipo rey, Edipo en Colono, Antígona, Sófo- La dama del alba, La tercera palabra, La barca
cles sin pescador, Los árboles mueren de pie, de
Alejandro Casona
Las Bacantes, Las troyanas, Eurípides
La zapatera prodigiosa, Doña Rosita la soltera,
Romeo y Julieta, El mercader de Venecia,
de Federico García Lorca
Sueño de una noche de verano, de W. Shakes-
peare M´hijo el dotor, de Florencio Sánchez
El médico a palos,El enfermo imaginario, Tar- Trescientos millones, La isla desierta, de Ro-
tufo, de Molière berto Arlt
Cirano de Bergerac, de Edmond Rostand El puente, de Carlos Gorostiza
Seis personajes en busca de un autor, de Luigi Decir sí, de Griselda Gambaro.
Pirandello
Otros autores: Lope de Vega, Tennesse Williams, Arthur Miller, Henrik Ibsen, Antón Chejov, Eugene
Iones. Otros autores argentinos de teatro como: Gregorio de Laferrère, Armando Discépolo, Roberto
Cossa, Juan Carlos Gené, Agustín Cuzzani, Osvaldo Dragún, Eduardo Rovner, Mauricio Kartún, Alejan-
dro Tantanián, Rafael Spregelburd, entre otros.
Otros autores: Michel de Montaigne, Leopoldo Alas, Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset, Jean-
Paul Sastre, Roland Barthes, Ezequiel Martínez Estrada, Eduardo Mallea, Juan Pablo Feinman, Marcos
Aguinis, Gianni Vatimo, Fernando Savater, entre otros.
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3º año (ES)
Autoridades
Provincia de Buenos Aires
Gobernador
Dn. Daniel Scioli
Jefe de Gabinete
Lic. Gustavo Grasso
Subsecretario de Educación
Lic. Daniel Belinche
3º año
Dirección General de Cultura y Educación
Diseño curricular para la educación secundaria 3º año / coordinado por Claudia Bracchi. - 1a
ed. - La Plata : Dir. General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, 2008.
420 p. ; 28x20 cm.
ISBN 978-987-1266-61-6
Edición y diseño
Dirección de Producción de Contenidos
dir_contenidos@ed.gba.gov.ar
Sumario
Resolución ......................................................................................................................... 7
Marco General para la Educación Secundaria...................................................... 9
Introducción.................................................................................................................. 9
La Educación Secundaria del Sistema Educativo Provincial . ....................... 9
Fundamentos de la propuesta para la Educación Secundaria ..................... 12
La organización técnica del Diseño Curricular para la
Educación Secundaria ............................................................................................. 17
Mapa curricular del plan de estudios de tercer año.......................................... 21
Estructura curricular....................................................................................................... 24
Ciencias Naturales........................................................................................................... 25
Biología........................................................................................................................... 35
Fisicoquímica................................................................................................................. 73
Matemática......................................................................................................................... 303
Coordinación
Lic. Marina Paulozzo
Resolución Nº 0317/07
Introducción
La interculturalidad es, como señala Canadell, ante todo, una actitud, una manera de percibirse
uno mismo y la propia cultura como partes integrantes de un complejo interrelacionado que lla-
mamos mundo. Toda cultura se fundamenta en una manera de estar en el mundo y de percibirlo.
Esta experiencia constituye la base de nuestros pensamientos sobre la realidad (Canadell; 2001).
Por ello, una cultura no es solamente una manera particular de entenderla, sino una realidad
propia. Así, decimos que la interculturalidad consiste en entrar en otra experiencia del mundo.1
Cada cultura pregunta y responde desde su contexto y desde su sensibilidad, construyendo un ámbito
de significación propio.
1
DGCyE, Dirección de Primaria Básica, Subdirección Planes, Programas y Proyectos, Consideraciones acerca de la
interculturalidad. Implicancias y desafíos para la educación de la Provincia. La Plata, DGCyE, 2006.
La escuela trabaja como una institución social con voluntad inclusora e integradora, y con capacidad para
albergar proyectos de futuro, aun en los contextos más críticos. Las diversas experiencias educativas desa-
rrolladas en la provincia intentan hallar códigos y significados que encuentren nuevos sentidos a su tarea.
La interculturalidad como concepción y posicionamiento en este Diseño Curricular significa el tratamiento de
la diversidad, las visiones de y sobre los otros en los escenarios escolares, los desafíos e implicancias para una
pedagogía intercultural, sus límites y potencialidades para la acción escolar.
La primera premisa es: somos y nos constituimos en “sujetos en relación con otros”.
En cada escuela y en cada aula, la experiencia educativa se desarrolla en la diversidad, la desigualdad y la dife-
rencia. Su tratamiento dependerá del carácter de las intervenciones y las creencias y valores que las sustentan,
es decir, de cómo cada sujeto e institución, crea la imagen de esos otros con los que deben compartir espacios
y momentos, y cómo esa imagen repercute en el vínculo pedagógico y social que se crea entre ellos.
La visión de y sobre los otros define los principales objetivos y contenidos de la escuela, define la
enseñanza, la interpretación de las causas de las dificultades escolares y sus posibles soluciones. En
consecuencia, genera diversas prácticas educativas, según lo que se considere que es la misión o fi-
nalidad de la escuela, y por ende, qué deben hacer los y las docentes, condicionando las ideas sobre
por qué aprenden o no aprenden los alumnos y en este caso, cómo solucionarlo.3
Las diferentes representaciones de y sobre los otros producen respuestas institucionales. Por ejemplo,
la asimilación de los otros desde una mirada uniformizante y homogeneizante ha sido una de las res-
puestas históricas que el sistema educativo ha dado a la diversidad. La asimilación, y no la aceptación
de la diferencia, ha traído como consecuencia la anulación, la negación o la invisibilidad de otras
prácticas culturales, saberes y experiencias para la imposición de aquello que se considera “superior”
o ha logrado instalarse como legítimo.
Otra visión estereotipante es aquella que lee las desigualdades sociales y económicas como diversida-
des culturales, confundiendo diversidad con desigualdad. Emparentar “diversidad” con “desigualdad”,
legitima la reproducción de la exclusión y sus consecuencias didácticas se manifiestan, entre otras
formas, en el tratamiento diferenciado de los contenidos curriculares. Separar diversidad y desigual-
dad implica un acto de reconocimiento de que existen prácticas que no son producto de la diversidad
de los grupos, sino consecuencias de las desigualdades sociales y económicas, y que dichas desigual-
dades no sólo no ameritan un tratamiento diferenciado de los contenidos, sino que implican como
decisión fundamental concebir que todos tienen el derecho al acceso, la enseñanza y el aprendizaje
de los contenidos que transmite la escuela.
En este sentido, se cuestionan la idea de “tolerancia” –porque implicaría aceptar y compartir con los
otros, diferentes, diversos, siempre y cuando nadie cambie de lugar– y la idea de “riesgo educativo”,
que define el lugar recortado de esos otros que son tolerados. Por lo tanto, las condiciones en las que
se producen los procesos institucionales de enseñanza y aprendizaje se ven afectadas para todos los
alumnos y no sólo los que están supuestamente en riesgo, los que son “tolerados”.
Concebir a la escuela como lugar de inclusión de los alumnos, como sujetos de diversidad, afecta
directamente la concepción y producción pedagógico-didáctica.
2
Ibídem, p. 13.
3
Ibídem, p. 13.
La “formación escolar” –la que la Escuela pretende dar, la que se puede adquirir en ella– debe hacer
entrar a las jóvenes generaciones en las obras de que se compone la sociedad. (Chevallard, 1996).
La creación de saberes es, casi siempre, cosa de unos pocos. Y la transposición de saberes es cosa de
una sociedad, y no es una simple transferencia –como se hace con las mercancías – sino, cada vez,
nueva creación. El aggiornamento de la Escuela requiere una movilización formidable de energías
y competencias: por parte de los maestros, políticos, “sabios”, didácticos, y también por parte de la
gente que debe reunirse bajo un lema esencial: Saberes para la Escuela. (Chevallard, 1996).
En ese sentido, la historia de la escolaridad obligatoria, gratuita y pública de fines del siglo XIX hasta hoy,
tuvo en nuestro país como principal tendencia equiparar igualdad y homogeneidad.
La negación de las diferencias buscaba la construcción de la identidad nacional, unificar el idioma
frente a la inmigración, crear la “cultura nacional”, poblar; todas cuestiones que formaban parte del
16 | Dirección General de Cultura y Educación
proyecto político de la Generación del 80. En ese momento la negación de las diferencias provino
de la búsqueda de progreso. Por lo tanto, podría afirmarse que el ocultamiento de las diferencias no
siempre estuvo al servicio de la desigualdad: la escuela de la Ley 1.420 logró, hacia mediados de siglo
XX, uno de los niveles más altos de escolarización de Latinoamérica.
De la misma manera, el reconocimiento de las diferencias no siempre estuvo ligado a la justicia social.
La historia y las condiciones socioculturales contextualizan las diferentes intencionalidades que, con
respecto a la diversidad, la desigualdad y la diferencia, han tenido las sociedades humanas.
En este Diseño Curricular se define un recorte de saberes que permite a los docentes producir y
comunicar ideas, pensamientos y experiencias para que los jóvenes también alcancen este tipo de
producción y puedan expresarlo en la escuela.
Dicho recorte de saberes y conocimientos realizados –la síntesis cultural, tal como se mencionara ante-
riormente– se encuentra a su vez en tensión. Entre la obligación, como generación adulta, de elegir la
herencia cultural que será obligatoria a través de la escuela y el reconocimiento de la diversidad de grupos
culturales a los cuales realiza el legado. Esta tensión también puede expresarse entre la igualdad de acceso
al patrimonio cultural de la humanidad y el respeto a la heterogeneidad de sujetos y grupos sociales y
culturales y, a su vez, como tensión intergeneracional.
En el apartado que sigue se desarrollan las bases para el currículo del Ciclo Básico de la Secundaria y en una
etapa próxima se hará respecto del Ciclo Superior. Es preciso dejar claro que esta división de la Escuela Secun-
daria en dos ciclos responde a la centralidad que se le otorga a los sujetos, los alumnos, antes que a aspectos
meramente técnicos. La Escuela Secundaria está dividida en dos ciclos porque recibe niños que ingresan a
la adolescencia y devuelve a la sociedad, seis años después, ciudadanos que deberán ejercer plenamente sus
deberes y derechos. En el ingreso y en el egreso es necesario respetar rituales, sentimientos, representaciones
de los adolescentes y jóvenes. Durante el transcurso de los dos ciclos de la Educación Secundaria se garantiza
la continuidad curricular, a la vez que la diferenciación relativa de los objetivos de cada uno.
Contexto Sociocultural
CONSTRUCCIÓN DE
CIUDADANÍA Ciudadanía
Arte
Trabajo
deporte
y drogas
Ambiente
tecnologías
Identidades
y relaciones
Recreación y
interculturales
Comunicación y
Estado y política
Sujetos
Salud, alimentación
Sexualidad y género
Las prácticas del lenguaje constituyen el objeto de enseñanza de esta materia. Este cambio de pers-
pectiva respecto de otros diseños curriculares implica poner de relieve ciertas concepciones acerca de
la didáctica del área, entre las que destacamos:
• El modo en que se entiende la construcción de los saberes en esta materia: las prácticas del
lenguaje ponen en juego acciones comunicativas, donde hacer (es decir, actuar en intercambios
comunicativos orales y escritos) presupone un saber hacer, un poder hacer con y sobre el lengua-
je. Pero no a la inversa: no hay “un saber” anterior al uso de la lengua que lo garantice. Aunque
sí se podría plantear que a medida que se la usa, ese saber se va construyendo en una reflexión
constante sobre aquello que se dice, lee, escribe y escucha.
• El modo en que se concibe al objeto de conocimiento a ser enseñado: confeccionar y llevar
adelante propuestas en el aula enmarcadas en las prácticas del lenguaje supone abordarlo de
una manera integral, es decir, sin fragmentar el uso en unidades menores (ya sea textuales, ora-
cionales, léxicas), sino preservando a este como objeto. Esto supone revisar aquellas prácticas de
enseñanza centradas fundamentalmente en la descripción de aspectos formales y estructurales
de la lengua, difícilmente significativas para los alumnos y desvinculadas de los contextos reales
donde esos aspectos efectivamente se usan.
El hecho de poner el foco en las prácticas del lenguaje tomándolas como objeto de enseñanza permite
también repensar algunas cuestiones en torno a las dificultades de su implementación en el aula que se
presentaron a partir de lo que se entendió por “enfoque comunicativo”. Si bien las propuestas de ense-
ñanza derivadas en mayor o en menor medida de este enfoque lograron en muchos casos replantear y
ubicar el objeto de enseñanza en contextos reales de uso, en gran cantidad de oportunidades –quizás
por ciertas distorsiones interpretativas– el modo en que fueron leídas y llevadas al aula dio lugar a otros
recortes y concepciones que terminaron por desarticular el lenguaje en unidades no menos arbitrarias, o
bien llevaron a un tratamiento poco reflexivo de su uso. Por ejemplo, una de las cuestiones que suscitó
una serie importante de inconvenientes es que la didáctica del área tuviera que pensarse en el marco
de una propuesta curricular que presentaba por separado la lengua oral, la lengua escrita, la lectura y
la escritura. Esto tendió a que el diseño de actividades áulicas se encaminara hacia una pérdida de la
concepción integral del lenguaje, o mejor dicho, hacia una recuperación parcial en relación con las pro-
puestas estructurales donde esta concepción integral estuvo definitivamente desarticulada.
Otro de los puntos que ha tenido un protagonismo más o menos problemático durante los últimos
años es el tratamiento de la gramática. Su enseñanza en el marco de las concepciones estructuralistas
no parecía ofrecer mayores inconvenientes; con el supuesto de que “analizar oraciones ayuda a pen-
sar, escribir y conocer mejor la estructura del idioma”, durante un largo período no se puso en duda
que la función del docente del área era enseñar el sistema de la Lengua y la relación que se establece
entre los elementos que lo componen. Desde hace algunos años, el desplazamiento de la gramática
oracional a la gramática textual ha sido de gran ayuda para pensarla a partir de unidades menos
abstractas y teóricas y para comenzar a abordar algunas cuestiones relacionadas con el uso, pero de
ningún modo logró formar verdaderos usuarios del lenguaje; es decir, alumnos capaces de usar el
lenguaje y a la vez de reflexionar sobre este uso para construir conocimientos en torno al mismo.
Asimismo, las teorías tradicionales de la comunicación, que se limitan a afirmar que el receptor
recibe un mensaje que fue enviado por el emisor, tampoco lograron dar respuestas a la enseñanza.
El concepto de competencia comunicativa, forjado en el marco de las teorías transmisivas de la co-
municación, fue exportado hacia las teorías constructivistas, generando ciertas contradicciones: ¿la
competencia para comunicarse es algo general (social) o particular (de un sujeto)? ¿es algo que se
adquiere o que se construye (aprende)?
En este proceso se destacan algunos criterios fundamentales con los que se espera que se aborden los
contenidos de la materia (es decir, las prácticas del lenguaje):
• La continuidad pedagógica: es necesario ejercer las prácticas de lectura, escritura e intercambio
oral en forma sostenida.
• La diversidad: solo es posible apropiarse de las prácticas participando en diversas situaciones, con
diferentes propósitos comunicativos, en relación con distintos interlocutores, abordando diversos
géneros discursivos, asumiendo distintas posiciones, entre otras condiciones de comunicación.
• La alternancia metodológica: también debe haber diversidad en las propuestas de enseñanza,
tanto en cuanto a la utilización del tiempo didáctico (trabajo en proyectos, actividades perma-
nentes y actividades independientes, sistemáticas y ocasionales), como en la modalidad de orga-
nización (mayor o menor intervención del docente, trabajos individuales, en pequeños grupos y
de grupo áulico total, tareas obligatorias y optativas, etcétera).
• La creación de un ambiente de trabajo cooperativo: es necesario que todos los alumnos se sien-
tan convocados a intervenir, autorizados a expresar sus ideas, interesados en escuchar las ideas
de los demás y poder confrontarlas con confianza, para ejercer la palabra asumiendo los riesgos
de equivocarse, sabiendo que el error forma parte del aprendizaje, contando con la orientación
del docente y la colaboración de sus compañeros, y haciéndose cargo de la responsabilidad de
hacer su aporte al trabajo grupal.
Como se sabe, cuando Ferdinand de Saussure decidió tomar la lengua como objeto de estudio y así creó
la ciencia que llamaría Lingüística, lo hizo mediante una operación de recorte dentro del lenguaje:
“El lenguaje –explicaba en su conocido Curso de lingüística general– es multiforme y heteróclito; a
caballo entre diferentes dominios, a la vez físico, fisiológico y psíquico, pertenece además al dominio
individual y al dominio social; no se deja clasificar en ninguna categoría de los hechos humanos, por-
que no se sabe cómo desembrollar su unidad”.1
1
de Saussure, Ferdinand, Curso de Lingüística General, Buenos Aires, Losada, 1970.
Habitualmente, se piensa que enseñar a usar el lenguaje corresponde solo al docente de esta materia.
Sin embargo, si hablamos de enseñar a apropiarse de las prácticas del lenguaje, es decir, poner el foco
en la dimensión social del uso de la lengua, entonces podríamos decir que toda la sociedad desempeña
de una u otra manera un papel educativo: la televisión, la radio, las revistas, internet, los grupos de
música, los discursos de otros adolescentes, entre otras instituciones, medios y actores sociales.
Los usos del lenguaje que se ponen en juego en la escuela deberán también tener algunas par-
ticularidades frente a otros usos sociales. Esto hace que se constituya en una responsabilidad
de todos los docentes (no solo de los de este espacio) el acceso a los discursos más vinculados
con los ámbitos académicos y la cultura letrada en general.
Si bien en este mundo cambiante el usuario del lenguaje nunca llega a ser un experto total–ya que
esto supondría una constante y vertiginosa actualización de las formas de leer, escribir y compren-
der– es necesario orientar la atención didáctica hacia lo que hacen los lectores y escritores expertos
cuando leen y escriben textos, y los problemas que se les plantean al hacerlo. La pregunta, entonces,
acerca de quién enseña las prácticas del lenguaje, debe reorientarse hacia la sociedad, pero con la
mediación de la escuela.
Cuando se usa el lenguaje se pone en juego una actividad comunicativa, cognitiva y reflexiva. Por
medio de él todos participamos de la vida social y, a su vez, construimos nuestra individualidad: ex-
presamos ideas, defendemos nuestros derechos, discutimos con los demás, establecemos relaciones
afectivas, trabajamos, influimos sobre los otros, nos informamos, organizamos nuestro pensamiento,
etc. Hablar un lenguaje implica estar inmerso en una manera de organizar y entender el mundo; bu-
cear en él constituye ni más ni menos que la apasionante tarea de preguntarse cómo es esa manera
de ver el mundo que tenemos.
Pero a su vez, lo que llamamos “el lenguaje” no puede ser tomado como una sola cosa homogénea y
estable; en la medida en que se trata de un hecho social, todas las complejidades, variaciones, cambios,
etc. que enfrenta el hombre como miembro de una sociedad y de una cultura tienen su correlato en el
discurso.
Llamaremos prácticas del lenguaje a las diferentes formas de relación social que se llevan a
cabo por medio, en interacción y a partir del lenguaje. Lo que se enseñará es, pues, el dominio
práctico del lenguaje en el marco de las situaciones sociales reales.
El tipo de proceso de enseñanza de las prácticas del lenguaje que se espera que se lleve a cabo re-
quiere, como primera medida, un cambio de perspectiva respecto de la idea que se tiene acerca de
cómo debe funcionar el tiempo didáctico. Es habitual que el docente se vea presionado por los tiem-
pos institucionales, e incluso por las concepciones sociales acerca de cómo se decide que un alumno
está aprendiendo. Por ejemplo, es una idea que suele estar muy arraigada en la cultura escolar que
la proliferación de temas indica que las clases son productivas. Sin embargo, este tipo de concepción
descansa sobre ciertos aspectos que es necesario revisar:
• la fragmentación de los contenidos, y con ellos del objeto de enseñanza (el lenguaje);
• la homogeneidad de las prácticas de enseñanza;
• la linealidad del tiempo didáctico;
• la discontinuidad del aprendizaje.
Cuando se organizan los contenidos en relación con un tiempo lineal (una hora, una clase, un mes)
e irreversible (un contenido abordado en ese lapso difícilmente vuelva a retomarse posteriormente),
estos necesariamente son tratados de manera fragmentaria. La única manera de enseñar los discursos
sociales de este modo (en un tramo de tiempo que abre y cierra los contenidos) es descontextuali-
zándolos respecto del lenguaje y fraccionando de manera más o menos arbitraria elementos que en
el uso constituyen un todo. Esta manera de pensar el tiempo didáctico es oportuna si lo que se quiere
enseñar son categorías abstractas y homogéneas, siguiendo la lógica con que han sido construidas
–precisamente como ocurre con la descripción del sistema de la lengua– pero no cuando lo que se
quiere enseñar es el uso.
Cuando se mira desde otro punto de vista el objeto de enseñanza, es necesario también mirar
desde otro punto de vista el modo en que se lo enseña.
Enseñar el uso en diálogo con la reflexión requiere de la planificación flexible del tiempo, ya que los
alumnos podrán construir los conceptos en la frecuentación con los discursos orales y escritos y, en
esta frecuentación, podrán hallar similitudes, generalidades y particularidades.
Algo similar ocurre con el modo en que se concibe la gradación de los aprendizajes. Cuando nos en-
frentamos con un objeto de enseñanza tan heterogéneo y que incluye tantos niveles de complejidad,
formas, aspectos y variables como es el lenguaje, es muy difícil decidir qué es lo más sencillo para
enseñar y aprender y qué lo más complejo, porque en el uso todos estos aspectos están integrados.
Sin embargo, para transformar en contenido escolar esa infinitud de complejidades que supone la
lengua en uso, es necesario llevar a cabo una serie de recortes no ya en función de los objetos de las
disciplinas que constituyen las ciencias del lenguaje (el texto, la oración, la palabra, el fonema, etc.)
sino del mismo proceso de enseñanza. Este ha sido un criterio fundamental para la selección, organi-
zación y gradación de los contenidos en este Diseño Curricular.
Tal como se las presenta en este Diseño Curricular, las prácticas del lenguaje constituyen porciones de
lenguaje en uso, donde no se distingue entre lectura, escritura y oralidad. Una misma práctica puede
poner en juego formas de manifestación tanto orales como escritas, así como procesos de lectura,
escritura o interacciones orales.
Sin embargo, como se sabe, el tratamiento de la lectura, la escritura y la oralidad requiere tener en
cuenta ciertos aspectos específicos –que involucran tanto una diversidad de procesos cognitivos,
como formas de realización material y perceptual– con sus propias características, sus propias reglas
y su propia lógica, entre los que destacaremos:
En la lectura
El sentido de todo texto se construye a partir de lo que este propone y lo que el sujeto lector actualiza
desde sus saberes previos y su universo cultural y anímico, en la dinámica interacción que es ese diá-
logo creativo involucrado en el acto de leer. Para que exista este diálogo y una construcción genuina
del sentido (social e individual) a partir de la interacción entre los lectores y los textos, es necesario
que el docente:
• propicie situaciones de lectura sostenida y promueva la inserción de los alumnos en la comuni-
dad de lectores;
• brinde a los alumnos las oportunidades de acceder a textos completos y auténticos, es decir, de
verdadera circulación social. Si se hace referencia a textos literarios, que los alumnos puedan
vincularse con los libros de cuentos, de poemas, novelas y obras de teatro; si en cambio están
estudiando discurso informativo, que circulen en el aula enciclopedias, diccionarios, revistas de
divulgación científica, artículos de periódicos, folletos, etc. Cuando se estén abordando otros
discursos como el apelativo, que haya publicidades auténticas, volantes, etcétera;
• favorezca la lectura de textos diversos, con diferentes propósitos enmarcados en situaciones
comunicativas que les den sentido;
• ponga en juego la alternancia metodológica, garantizando:
- situaciones de lectura en las que el docente sea un referente que explicite las estrategias
que, como lector adulto experto utiliza;
- sesiones de lectura compartida en las que se propicie un espacio de intercambio –todos
leyendo un mismo texto y compartiendo las anticipaciones, interpretaciones, comentarios
acerca del accionar de los personajes, etc.–;
- situaciones de lectura individual en las que cada alumno ponga en práctica las estrategias
que gradualmente irá internalizando y vaya construyendo su recorrido de lectura personal y
su propio corpus literario acorde con sus gustos e intereses;
• enseñe las estrategias de lectura funcionales a cada propósito y tipología textual (anticipar, hi-
potetizar, verificar, releer, resumir, controlar la comprensión o no, realizar los ajustes necesarios
en la modalidad de abordaje, etcétera).
En la escritura
La planificación, elaboración y revisión de los textos como prácticas sociales de escritura exige la
reflexión sobre la variedad de recursos lingüísticos, gráficos y organizativos. Cuando se planifica un
texto, es fundamental plantear –explicitar en lo posible– cuáles son los propósitos del que escribe y
para quién lo hace, ya que esto le permitirá ir evaluando y revisando su producción en diversas ins-
tancias, de manera cada vez más autónoma.
Dado que el proceso de escritura no es lineal sino recursivo, a medida que el escritor se hace más
La escritura es entendida como un proceso que comprende un plan previo y una textualización
en la cual hay diversas revisiones, con sucesivos niveles de avance de elaboración del texto, a
partir de estrategias personales de corrección.
Es necesario entonces:
• brindar a los alumnos la posibilidad de producir diferentes y variados textos, enmarcados en
situaciones comunicativas y en función de diversos propósitos e intenciones;
• instalar la reflexión acerca de las necesidades de adecuación del texto a esos propósitos, teniendo
en cuenta el destinatario y las intenciones para ajustar el tratamiento, tipo de registro, vocabu-
lario, elementos paratextuales, etcétera;
• propiciar la permanente recurrencia a la lectura de textos modélicos, para descubrir las carac-
terísticas de los diversos géneros y formatos, y abstraer las particularidades de la lengua escrita
en cada caso para poder ponerlas en juego, teniendo un caudal cada vez mayor de herramientas
que faciliten y enriquezcan las propias producciones, entendiendo mejor qué se puede escribir y
de qué manera;
• instalar el hábito de los borradores legalizándolos. El docente debe orientar la corrección de las
distintas versiones del escrito en función de las situaciones de comunicación que condicionan el
texto (aspecto pragmático) y de todas las demás dimensiones lingüísticas: normativa, sintaxis,
morfología, semántica, etc. Asimismo, debe tender a que gradualmente haya cada vez menos
corrección externa y mayor autocorrección;
• trabajar las cuestiones de diseño y presentación adecuadas al formato y a la situación cuando se
realiza la versión final;
• garantizar la oportunidad de participar en situaciones de escritura cuidadas y sostenidas en el
tiempo, es decir con continuidad y progresión;
• crear situaciones de aprendizaje sistemático de algunos aspectos regulares de la lengua escrita
(como ciertos contenidos gramaticales relacionados con la textualización).
Cabe señalar que la frecuentación de muchos textos del mismo género, estilo y tema será la que
produzca los aprendizajes, ya que el alumno puede observar y apropiarse de determinado aspecto,
determinada estructura, selección léxica, modo de presentar la información, nivel de familiaridad, etc.
Hace falta, además, que el docente, a partir de las necesidades que se producen cuando se presentan
problemas de escritura, lleve a los alumnos a recurrir a los textos modélicos con algún propósito: en-
contrar una manera de comenzar un texto, extraer vocabulario técnico, analizar la forma que se elige
para enunciar y la manera en que se le habla al destinatario, entre otros.
En la oralidad
Si hay un lugar donde se hace claramente perceptible la dimensión social del lenguaje es en la orali-
dad. Su abordaje requiere, ante todo, una minuciosa observación de la variedad de manifestaciones
que la constituyen.
Si bien la exitosa idea de lo que se ha llamado la lengua estándar ha hecho suponer durante años
que estas variedades se pueden ajustar en gran medida a convenciones generales y únicas, la oralidad
ha logrado conservar la heterogeneidad como ningún otro medio discursivo. No solo porque cada
situación geográfica, socioeconómica, cultural, generacional, etc. puede dar lugar –y de hecho lo
Cuando hablar, escuchar, leer y escribir se asumen como objeto de enseñanza, la didáctica de la gra-
mática requiere que el docente intervenga para ayudar a los alumnos a:
• comprender que cuando hablan, escuchan, leen y escriben están poniendo en juego constante-
mente estructuras sintácticas particulares, categorías gramaticales, estructuras textuales, etcé-
tera;
• descubrir que para comprender cualquier discurso oral o escrito (cualquier conversación, cual-
Estas cuestiones no pueden ser comprendidas por los alumnos sin una guía sistemática por
parte del docente basada en acciones concretas y constantes, orientadas a que construyan los
conocimientos involucrados en este complejo proceso de conceptualización a partir del uso.
Para eso el docente debe:
• favorecer constantes reflexiones sobre las características que tiene el lenguaje, mientras se habla,
escucha, lee y escribe;
• realizar cortes que permitan sistematizar esas reflexiones y construir conceptos;
• procurar que esos aspectos o conceptos construidos y sistematizados vuelvan al uso, es decir, pro-
curar que los alumnos utilicen esos conocimientos en nuevas situaciones de lectura y escritura;
• propiciar reflexiones de manera constante a partir de los nuevos usos, poniendo en marcha en
forma recurrente todo este proceso de construcción de los conocimientos.
Cada una de las prácticas del lenguaje requiere un conocimiento específico de los elementos gra-
maticales involucrados en ellas, lo que permite focalizar algunos de esos elementos –y dejar por el
momento de lado otros– con el fin de mejorar el dominio práctico de la lengua en contextos deter-
minados, pero construyendo un stock de conocimientos disponibles y generalizables para cualquier
situación comunicativa (por ejemplo, el concepto de conector y sus funciones). Por este motivo, los
contenidos gramaticales se encuentran presentados en este Diseño Curricular en relación con las
prácticas de referencia, como objetos de reflexión enmarcados en ellas. Esta forma de entender la
enseñanza de la gramática requiere un cambio de perspectiva respecto de la forma que la piensa
fundamentalmente como la descripción del sistema lingüístico.
Uso
(Prácticas Reflexión
del Lenguaje) sobre el uso
Sistematización de
los contenidos
En este Diseño Curricular se entiende que la gramática debe volverse una necesidad planteada
por el uso, superando el divorcio entre el uso y la descripción de los elementos que componen
el lenguaje.
El tratamiento de la ortografía ha sido objeto de discusión en los últimos años: preguntas como “¿hay
que corregir o no la ortografía?”, “¿hay que enseñar las reglas?”, “¿está mal hacer dictados?”, se en-
cuentran entre las más frecuentes.
Al respecto, en este Diseño Curricular se considera que:
• la enseñanza de las reglas ortográficas es útil, siempre que sea el alumno el que discrimina la per-
tinencia de su uso y surja de situaciones que den significatividad a este aprendizaje. Hay reglas
que pueden construirse a partir de la observación, pero otras que no permiten generalizaciones,
por lo que convendría trabajar solo con aquellas que den cuenta de la mayoría de los casos, como
las reglas de acentuación;
• es imprescindible provocar la duda ortográfica y la reflexión metalingüística acerca del propio
uso de la norma discursiva a partir del análisis de las funciones que esta desempeña;
• para que la corrección se haga cada vez de manera más autónoma hay que enseñar a los alumnos
a utilizar los recursos disponibles socialmente de manera pertinente: distintos diccionarios, los
textos leídos, las gramáticas, el corrector de la computadora, los foros sobre normativa, los sitios
de consultas lingüísticas (como el de la Academia Argentina de Letras), etcétera;
• el trabajo con la puntuación requiere una atención específica, dado que no solo posibilita la di-
visión del texto en relación con su estructura sintáctica y semántica, dando al lector las señales
que le permitan transitarlo, sino que, además, es uno de los espacios desde los que el escritor
propone un estilo. La puntuación significa tanto por presencia como por ausencia, y lejos de
haber reglas generales para utilizarla correctamente, requiere de un minucioso análisis en el que
quien escribe se pregunte si la forma que ha dado a las construcciones sintácticas le permite
decir lo que ha querido, si lo que ha escrito es suficientemente claro, si la manera en que ha de-
cidido separar los párrafos favorece determinado tipo de lectura. Por eso, es importante que los
alumnos realicen múltiples ensayos, para que puedan encontrar la mejor manera de expresar lo
que desean y reparar de este modo en el vínculo que existe entre los aspectos fónicos, gráficos,
semánticos y pragmáticos del lenguaje.2
2
Con respecto a la ortografía se puede consultar Varela, María del Pilar y Frangi, María del Carmen, ¿Con la orto-
grafía se nace o La ortografía se hace? Buenos Aires, Plan social educativo, Ministerio de Cultura y Educación de
la Nación.
En esta materia, se proponen los contenidos en términos de prácticas del lenguaje. Estas se retoman
a lo largo de los tres primeros años de la Educación Secundaria, pero su abordaje presenta alcances
diferentes en cada año. Entre otras decisiones curriculares, se ha privilegiado el ingreso a la escuela
de aquellas prácticas menos familiares para los alumnos, o aquellas con las que no tendrían contacto
naturalmente en el mundo social. Se busca pues, formar a los alumnos en aquellas prácticas que les
permitirán llevar a cabo interacciones comunicativas precisas pertenecientes a los tres ámbitos se-
leccionados (el literario, el del estudio y el de la formación ciudadana) y, dentro de estos, en aquellas
prácticas generales que les son propias, pero no altamente especializadas (leer literatura de autores
clásicos, buscar información en textos de divulgación, exponer oralmente esa información, leer dia-
rios y comparar las posturas de los enunciadores frente a un tema, etcétera).
Decidir qué se ha de enseñar en Prácticas del lenguaje y determinar cómo se secuencian las situacio-
nes de enseñanza son problemas distintos. Si bien se espera que la verdadera secuenciación y orga-
nización sea llevada a cabo por los docentes del nivel, este Diseño Curricular presenta definiciones
acerca de cómo transitar cada práctica de un año de la Educación Secundaria a otro, lo que entraña
una progresión en su enseñanza, vinculada con:3
• la profundización y la complejización en el abordaje de una misma práctica a lo largo de la Edu-
cación Secundaria;
• la construcción de aprendizajes que le van a permitir al alumno, de manera creciente, poner en
juego otras prácticas cada vez más específicas y de modo cada vez más autónomo;
• evitar enseñar las prácticas del lenguaje como temáticas lineales y, en cambio, presentarlas rela-
cionadas e inmersas en proyectos y actividades permanentes;
• tratar los distintos aspectos lingüísticos como problemas discursivos que necesitan ser resueltos
para desenvolverse eficazmente en situación.
Las prácticas del lenguaje han sido agrupadas en tres ejes, que suponen tres ámbitos de uso del len-
guaje y, en este contexto, tres ámbitos de formación del alumno como usuario del lenguaje, que se
privilegian durante el ciclo básico de la Educación Secundaria:
• Prácticas del lenguaje en el ámbito de la literatura.
• Prácticas del lenguaje en el ámbito del estudio.
• Prácticas del lenguaje en el ámbito de la formación ciudadana.
De este modo, se focaliza la atención en las prácticas y se considera que esas mismas prácticas –de
lectura, escritura y oralidad– desplegadas en los diversos ámbitos de circulación, son los contenidos
de la materia.
El orden en que aparecen estos ejes no es lineal en lo cronológico, ni supone niveles de im-
portancia para su enseñanza, sino que se espera que el alumno se desempeñe en todos ellos
poniendo en juego las prácticas que estos involucran en la medida en que construyen sus
aprendizajes lingüístico-pragmáticos (encontrar regularidades estructurales en los textos, sin-
tácticas en ciertos géneros discursivos, gramaticales en el uso del lenguaje, conocer y usar los
aspectos normativos, entre otros).
3
Véase, en el presente Diseño Curricular, el apartado “La progresión de las prácticas del lenguaje en relación con
los ejes”.
El eje de Literatura
Este Diseño Curricular pretende revalorizar el lugar de la literatura dándole un espacio propio, privi-
legiando en ella el papel del lector y su vínculo directo con los textos. Las prácticas del lenguaje que
comprende el ámbito de la literatura están orientadas a la lectura individual y social de textos litera-
rios de diversos géneros, épocas y autores. Podemos afirmar, entonces, que la práctica fundamental
en la formación literaria de un alumno de la Educación Secundaria consiste en leer literatura.
La selección de los textos literarios
En general se podría decir que es conveniente seleccionar textos que sean lo más abiertos posibles, es
decir que favorezcan la intertextualidad (vinculación con otros textos y otros lenguajes, por ejemplo
el cine y la pintura)y que conduzcan al trabajo activo del lector y a la confrontación de interpretacio-
nes. Es importante ofrecer libros de autores que los alumnos conozcan y demanden, y otros que les
resulten totalmente novedosos y que, aunque se privilegie a los escritores argentinos y latinoameri-
canos, sean de distintas nacionalidades; se debe procurar, además, ser muy amplios en la selección de
textos y autores para que puedan los alumnos conocer todos los géneros, y brindar un abanico posible
en el que haya textos de lectura obligatoria y otros de lectura optativa. Se puede distinguir así tres
categorías de textos a leer.
1. Los que son de lectura optativa: son textos escogidos a partir de un abanico de posibilidades
propuesto por el docente. Por ejemplo, si hay que leer dos novelas policiales, una de ellas es la
que leen todos y la otra es la que elige el alumno entre un listado de opciones. En el corpus para
elegir se puede agregar a autores vinculados a la cultura popular, por ejemplo poetas del cancio-
nero (Páez, Serrat, García, Yupanqui, Dávalos, Manzi, Expósito, entre otros).
2. Los que son elegidos libremente: son textos que el alumno elige por su cuenta de acuerdo con
sus gustos e intereses.
3. Los que son obligatorios: son textos que el alumno tiene derecho a conocer y apropiarse, deno-
minados clásicos porque pertenecen a un corpus que forma parte del patrimonio cultural de la
humanidad.
En este Diseño Curricular, se ha decidido presentar en el Anexo, a modo de corpus literario sugerido,
una selección de textos que tiene como objeto colaborar con el docente en la ardua tarea de selección
y en la no menos compleja definición de los que pueden ser considerados textos significativos para la
tradición cultural.4 Este ha sido uno de los criterios fundamentales para llevar a cabo esta selección:
que los alumnos terminen de cursar el ciclo básico de la Educación Secundaria habiendo leído ciertas
obras que pueden ser consideradas parte de la tradición literaria y de gran valor dentro de estas. Otro
de los criterios que se consideraron son los potenciales intereses de los alumnos por los textos de
terror, de ciencia ficción y de aventuras.
Cuando el docente lleve a cabo la elección de los textos de este corpus, debe preguntarse qué objeti-
vos didácticos persigue con esa selección y si esta es realmente la más propicia para llevarlos a cabo.
4
Véase, en este Diseño Curricular, el anexo de sugerencias de obras literarias.
En otras palabras: formar un lector literario implica no solo ser mediador de una experiencia
de lectura que supone un proceso lingüístico, sino avanzar sobre la interacción que se produ-
ce cuando un lector lee literatura: una interacción transformadora y creadora de sentido, no
reproductora.
El eje de Estudio
En este eje se abordarán los contenidos en función del uso del lenguaje para saber estudiar, construir
conocimiento y, finalmente, poder comunicarlo. Asimismo, se aspira a que el alumno logre tomar
posición frente a la información que obtiene y procesa, y argumentar sus posturas formalmente.
El foco está puesto básicamente en enseñar a leer para estudiar y producir de manera independiente,
autorregulada y en proceso, textos con propósitos académicos: exposiciones, explicaciones, textos de
opinión, entre otros.
Para ello se considera fundamental que los alumnos, primero con ayuda del docente y luego de ma-
nera cada vez más autónoma:
• busquen, lean y seleccionen información de acuerdo con determinados propósitos;
• adviertan dónde y cómo circula la información;
• reconozcan cuáles son los tipos de textos y géneros discursivos involucrados en cada área de
conocimiento;
• empleen las estrategias más adecuadas para operar con distintos soportes, tipos de textos y gé-
neros de discurso;
• aprendan cómo organizar en forma escrita la información recabada;
• sepan cómo dar cuenta de lo que han aprendido de manera oral y escrita.
Aunque también se pueden abordar textos de otras materias que puedan requerir un tratamiento
específico del proceso de lectura y escritura, se espera que los textos a abordar en este eje se en-
cuentren principalmente vinculados con los contenidos de esta materia: historias de la literatura,
historias de la lengua española, textos relacionados con los autores y los contextos de producción
de las obras leídas, textos acerca de las variedades lingüísticas del español, ensayos y reseñas
sobre los textos literarios leídos, prólogos de libros de literatura, biografías y autobiografías de
autores de literatura, testimonios, reportajes y cartas sobre y de los autores, revistas especializa-
das, debates entre escritores en torno a sus concepciones literarias, entre otros.
Como se señaló en cursos anteriores, se propone una progresión de las prácticas que supone que las
mismas se aborden en distintos años con niveles crecientes de complejidad de 1o a 3o año. Entonces,
muchos aspectos de las prácticas que se espera que se enseñen en 1o y 2o son retomados en 3o año,
y se incluyen otros específicos del año. A continuación, se presenta la gradualidad para cada uno de
los tres ejes:
En el eje de Literatura, 3o año se caracterizará por:
• la definición de un corpus de textos de lectura, fundamentalmente constituido, en la narrativa,
por novelas (dada la extensión, la dimensión polifónica, la complejidad de las tramas, la tempora-
lidad, etc. que suelen presentar estas obras); en la poesía, por textos de sintaxis más compleja y de
vocabulario menos familiar para los alumnos que los elegidos otros años; y en teatro, por obras
que marquen una progresión respecto de las de años anteriores, ya sea por las problemáticas que
De acuerdo con el propósito general de hacer del aula una comunidad de lectores y escritores,
se presentan las expectativas de logro para cada eje como indicadores de los progresos de los
alumnos a partir de las condiciones creadas por la enseñanza:6
Eje de Literatura
Si los alumnos tuvieron la oportunidad
Se espera que…
de…
• Leer y compartir la lectura de obras varia- • Seleccionen con criterios cada vez más personales las
das. obras que van a leer por sí mismos o compartir con otros.
• Justifiquen esas elecciones en conocimientos que fueron
• Comentar y discutir con otros sobre sus in- elaborando sobre el autor, el género, la época, los movi-
terpretaciones. mientos literarios, el lenguaje utilizado, los efectos que
producen en ellos como lectores.
• Conocer a través de la lectura y el comenta- • Participen periódicamente de sesiones de comentario de
rio a muchos autores de distintos géneros. las obras seleccionadas por el docente en las que:
- aporten sus interpretaciones,
• Analizar con ayuda del docente distintas - comparen los autores, los géneros, las temáticas y otros
obras y relacionarlas con planteos teóricos y ejes de análisis pautados previamente,
datos sobre el contexto de producción. - hablen sobre sus experiencias de lectura de esas obras y
escuchen las de sus compañeros.
• Proponer a través de la escritura sus propias • Presenten listas y resúmenes de los textos leídos y de
miradas e interpretaciones sobre lo leído. otros materiales utilizados, la planificación y las distintas
versiones de sus ensayos para dar cuenta del proceso de
• Acercarse creativamente a la escritura litera- elaboración de sus escritos sobre la lectura literaria.
ria y compartir con otros sus invenciones. • Colaboren en el desarrollo de proyectos para dar a cono-
cer sus producciones literarias (antologías, talleres, cafés
literarios, concursos) y donde:
- aporten sus creaciones;
- estén abiertos a los juicios de los otros y a compartir sus
propias valoraciones;
- contemplen las sugerencias del docente y de sus compa-
ñeros para revisar sus escritos;
- desempeñen un rol en las distintas actividades tendien-
tes a lograr la publicación de los trabajos: edición de
los libros, preparación de los talleres, ejecución de los
concursos y presentaciones.
6
Las expectativas de logro se presentan en el Diseño Curricular con cierto nivel de desagregación para orientar la
evaluación de los alumnos en relación con las situaciones de enseñanza propuestas. A los efectos de las planifi-
caciones y con vistas a su concretización en cada propuesta de enseñanza, los docentes pueden o no integrarlas
siempre que se respete su intrínseca vinculación con las condiciones didácticas y las oportunidades de enseñanza
propuestas y generadas.
Cada uno de los ejes en que está dividida la materia presenta características particulares y las prác-
ticas que los componen forman parte de un proceso global que el alumno debe transitar durante el
año. Todas las prácticas del lenguaje han de estar enmarcadas en un proceso que incluye tanto la
relación entre la evaluación y las condiciones didácticas en que se produce el aprendizaje, como las
características que adquiere esa relación en cada eje de acuerdo con sus particularidades.
De acuerdo con esto, la evaluación de Prácticas del lenguaje:
• se desarrollará por eje y en relación con las situaciones de enseñanza propuestas: los proyectos,
las actividades permanentes y ocasionales, y las secuencias de lectura, escritura e intercambio
oral realizados;
• dentro de cada eje las prácticas que lo componen serán pensadas en su relación con las otras;
• tendrá carácter recursivo: el docente tendrá que propiciar la vuelta o la nueva frecuentación de
aquellas prácticas o ejes donde los alumnos presenten mayores dificultades, de modo tal que al
finalizar el año los alumnos se puedan apropiar de los aspectos fundamentales que se incluyen
en cada eje;
• atenderá a las particularidades de cada eje, en relación con las especificidades de cada práctica
para este año y con las expectativas de logro correspondientes.7 Es fundamental reforzar aquí el
papel que desempeña el modo en que se han diseñado las expectativas de logro: el cuadro de do-
ble entrada da lugar al docente para pensar y ajustar las condiciones de enseñanza que permiten
evaluar los aprendizajes;
• contemplará las prácticas del eje, los aspectos involucrados que efectivamente se han abordado
y el modo en que han sido frecuentados: dado que en las prácticas existe una serie de aspectos
involucrados, que son específicos de cada año y que determinan el nivel de profundidad con el
que debe ser abordada la práctica, es fundamental considerar el modo en que se evalúan esos
aspectos.
De este modo, si bien el docente puede evaluar el desempeño de los alumnos en alguna práctica de-
terminada, a lo largo del año deberá tener en cuenta el proceso global para evaluar la relación entre
las prácticas que se ponen en juego en todo el eje;
7
Dichas prácticas se pueden consultar en el apartado “La progresión de las prácticas del lenguaje en relación con
los ejes” del presente Diseño Curricular.
En el eje de Estudio
para evaluar si el alumno/a: el docente deberá intervenir:
• Busca información con criterios propios. • Atendiendo a todo el eje como un proceso indivisible donde
se construye el conocimiento a través de la búsqueda, selec-
• Resume por escrito y con distintos propósi- ción, organización y comunicación de la información.
tos textos argumentativos. • Advirtiendo, en este marco, que las prácticas destinadas a
comunicar lo que se ha aprendido (de manera oral y escrita)
• Amplía textos con información provenien- deben evaluarse en relación con las otras prácticas del eje.
te de otros, usando estrategias retóricas • Proponiendo múltiples oportunidades de frecuentar y au-
propias de cada género. toevaluar las prácticas de estudio durante el año, de modo
tal que el alumno pueda ir regulando su propio proceso de
• Escribe textos sobre temas estudiados para aprendizaje.
explicarlos a otros lectores. • Estableciendo criterios claros para decidir cuándo se ha
avanzado en el aprendizaje de una práctica: cuándo se
• Expone y explica oralmente ante distintos considera que se ha comprendido un texto argumentativo,
auditorios usando diferentes recursos grá- que se ha expuesto oralmente de manera adecuada y se ha
ficos lo que ha investigado. explicado con precisión, que se ha ampliado un texto de
manera pertinente, etcétera.
• Acompañando a los alumnos en el proceso de producción de
un escrito académico: En la definición del tema, en el plan-
teo sobre este, en la búsqueda de la información pertinente
y en el desarrollo del texto.
• Orientando a los alumnos en el proceso de ampliación de los
textos y estableciendo criterios para definir cuándo la infor-
mación o el estilo con que se escribe son adecuados.
Al ponerse en juego en el marco del uso social, las prácticas del lenguaje constituyen una totalidad que
incluye la oralidad, la lectura, la escritura y los aspectos pragmáticos, sintácticos, gramaticales, normati-
vos, etc. Esto hace que, para los fines de la enseñanza, sea necesario llevar a cabo un recorte que permita
organizar estos objetos de uso en objetos de enseñanza. Para tal objetivo, además de organizar las prác-
ticas en los tres ejes o ámbitos de uso (literatura, estudio y formación ciudadana) en el marco de este
Diseño Curricular se han tomado otras decisiones destinadas a guiar y facilitar la tarea del docente:
1. Determinar los aspectos que involucrará una práctica al ser enseñada: Los aspectos involucrados
que el docente encontrará enunciados en cada práctica son precisamente las cuestiones que
deben ser enseñadas. Estos aspectos no constituyen temas, en tanto que no están allí planteados
para que se los trabaje uno a uno linealmente, sino que constituyen dimensiones del uso que se
irán sistematizando en el diálogo con la reflexión. Dicho de otro modo: los aspectos involucrados
indican qué se debe enseñar cuando se enseña una práctica del lenguaje.
2. Acompañar al docente en la enseñanza de las prácticas del lenguaje a través de orientaciones
didácticas específicas para cada una. En esta columna el docente encontrará, según la práctica lo
requiera o merezca, explicaciones, consideraciones, aclaraciones, con respecto a:
Dado que las prácticas no son homogéneas, que involucran distintos aspectos y dimensiones
del lenguaje, y que se enseñan de distinta manera, las orientaciones didácticas también varían,
según lo requiera el contenido, la tarea del docente, los quehaceres del alumno y el contexto
escolar.
9
Véase Diseño Curricular de Construcción de Ciudadanía.
2o año
En relación con los medios masivos de comunicación, familiarización creciente con el discurso argumenta-
tivo a partir del trato asiduo con textos polémicos, y de la lectura y análisis de artículos de opinión.
Incorporación de conceptos y aportes teóricos al análisis de los medios masivos de comunicación.
Desplazamiento de la interacción de los alumnos desde la escuela hacia otras instituciones.
3o año
Abordaje de textos más polifónicos que los años anteriores.
Lectura de discursos de orientación polémica.
Interacción argumentativa con las instituciones.
Identificación de información implícita.
Lectura de leyes y otros discursos jurídicos como textos que dan lugar a la interacción con el Estado.
Narrativa
Novelas
Otra vuelta de tuerca, de Henry James. Podemos soñarlo todo por usted, de Philip K.
Dick.
La Máquina del Tiempo y
¿Qué es el hombre?, de Isaac Asimov.
La guerra de los mundos, de Herbert G. Wells.
El hobbit, de John R. R. Tolkien.
Drácula, de Bram Stoker.
2001, Una odisea espacial, de Arthur Clarke.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?,
de Philip K. Dick. Frankenstein. El nuevo Prometeo, de Mary Shelley.
Historietas literarias
Poemas
Autores: Víctor Hugo, Charles Baudelaire, José Martí, Ruben Darío, Pablo Neruda, Octavio Paz, Nicolás
Guillén, Federico García Lorca, Miguel Hernández, Antonio Machado, Jacques Prévert, Walt Whitman,
Alfonsina Storni, Oliverio Girondo, Baldomero Fernández Moreno, Alberto Girri, Jorge Luis Borges,
Mario Benedetti, Juan Gelman, Raúl González Tuñón, Vicente Huidobro, César Vallejo, Nicanor Parra,
Fernando Pessoa, Homero Manzi, entre otros.
Obras de teatro
Edipo rey, Edipo en Colono, Antígona, de Só- La dama del alba, La tercera palabra, La barca
focles. sin pescador, Los árboles mueren de pie, de Ale-
jandro Casona.
Las Bacantes, Las troyanas, de Eurípides.
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Literatura
4º año
Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires.
Diseño curricular para la educación secundaria ciclo superior ES4: Literatura; coordinado por Claudia
Bracchi. -1a ed.-, 2010.
40 p.; 28x20 cm.
ISBN 978-987-1266-91-3
Equipo de especialistas
Coordinación Mg. Claudia Bracchi | Lic. Marina Paulozzo
Literatura
Lic. Juliana Ricardo | Lic. Mónica Rosas
Lectura crítica
Lic. María Elena Rodríguez
ISBN 978-987-1266-91-3
La Escuela Secundaria obligatoria de seis años cumple con la prolongación de la educación co-
mún y, como se señala en el Marco General del Ciclo Básico de Educación Secundaria, represen-
ta el espacio fundamental para la educación de los adolescentes y los jóvenes de la provincia
de Buenos Aires; es un lugar que busca el reconocimiento de las prácticas juveniles con sentido
formativo y las incluye en propuestas pedagógicas que posibiliten construir proyectos de futu-
ro y acceder al acervo cultural construido por la humanidad, para lo cual los adultos de la es-
cuela ocupan su lugar como responsables de transmitir la cultura a las nuevas generaciones.2
Una Escuela Secundaria inclusiva apela a una visión de los jóvenes y los adolescentes como
sujetos de acción y de derechos, antes que privilegiar visiones idealizadoras, románticas, que
nieguen las situaciones de conflicto, pobreza o vulnerabilidad. Esto hará posible avanzar en la
constitución de sujetos cada vez más autónomos y solidarios, que analicen críticamente tanto
el acervo cultural que las generaciones anteriores construyeron, como los contextos en que
están inmersos, que puedan ampliar sus horizontes de expectativas, su visión de mundo y ser
propositivos frente a las problemáticas o las situaciones que quieran transformar.
Tener en cuenta los distintos contextos en los que cada escuela secundaria se ha desarrollado,
las condiciones en las que los docentes enseñan, las particularidades de esta enseñanza y las
diversas historias personales y biografías escolares de los estudiantes, permitirá que la toma de
decisiones organizacionales y curriculares promueva una escuela para todos.
Este trabajo fue socializado en diferentes instancias de consulta durante todo el 2009. Cabe
destacar que la consulta se considera como instancia para pensar juntos, construir colectiva-
mente, tomar decisiones, consolidar algunas definiciones y repensar otras.
Una escuela secundaria que requiere ser revisada, para incorporar cambios y recuperar algunas de sus
buenas tradiciones, implica necesariamente ser pensada con otros. Por ello, esta escuela es el resultado
del trabajo de la Dirección Provincial de Educación Secundaria y recoge los aportes efectuados por ins-
pectores, directivos, docentes de las diferentes modalidades, estudiantes, especialistas, representantes
gremiales, universidades, consejos de educación privada, partidos políticos, entre otros.
1
Ley de Educación Provincial Nº 13.688, artículo 5.
2
DGCyE, Marco General de la Educación Secundaria. Diseño Curricular de Educación Secundaria. La Plata,
DGCyE, 2006.
Literatura | 5
El proceso de diseño curricular
El proceso de diseño curricular se inició en el año 2005, con una consulta a docentes en la cual se
valoraron las disciplinas y su enseñanza; continuó en 2006 con la implementación de los predise-
ños curriculares como experiencia piloto en 75 escuelas de la Provincia. A partir de 2007, todas las
escuelas secundarias básicas implementaron el Diseño Curricular para el 1° año (ex 7° esb); durante
2008 se implementó el Diseño Curricular para el 2° año (ex 8° esb) y en 2009 se implementó el co-
rrespondiente al 3° año (ex 9° esb).3
Se organizó de este modo el Ciclo Básico completo, con materias correspondientes a la for-
mación común. El Ciclo Superior Orientado, por su parte, se organiza en dos campos: el de
la formación común y el de la formación específica. El primero incluye los saberes que los
estudiantes secundarios aprenderán en su tránsito por el nivel, sea cual fuere la modalidad u
orientación, y que son considerados como los más significativos e indispensables.4 El segundo
incorpora materias específicas de distintos campos del saber, según la orientación.
En este sentido, la organización del Ciclo Básico y su desarrollo, tanto en el Marco General como
en los diseños curriculares de cada una de las materias, decidieron cuestiones importantes que se
continúan en los diseños curriculares para el Ciclo Superior. Se resolvió su diseño de manera com-
pleta porque se estructura en orientaciones que debieron pensarse para aprovechar los espacios
disponibles de los tres años.
El grupo de materias correspondientes a la formación común para todas las escuelas secunda-
rias se menciona a continuación.
Finalmente, estos diseños curriculares necesitan que los docentes participen y co-construyan
con los jóvenes ritos que hagan marca, es decir que den cuenta de la impronta particular de
cada escuela. Esto implica el reconocimiento y la integración a las rutinas escolares de los
modos de comunicación y expresión de los jóvenes: programas de radio, blogs, publicaciones,
espacios de expresión artística, entre otras alternativas.
La propuesta de una escuela secundaria pública, en tanto espacio de concreción del derecho
social a la educación para los adolescentes y los jóvenes, toma en sus manos la responsabilidad
de formar a la generación que debe ser protagonista en la construcción del destino colectivo.
3
Las resoluciones de aprobación de los diseños curriculares correspondientes al Ciclo Básico de la Secun-
daria son: para 1° año Res. N° 3233/06; para 2° año 2495/07; para 3º año 0317/07; para Construcción de
Ciudadanía Res. 2496/07 y Res. de Consejo Federal Nº 84/09.
4
En los lineamientos federales, este campo de la formación común se denomina Formación General.
El Diseño Curricular del Ciclo Superior para la Educación Secundaria de 4o año se presenta en tres
tipos de publicaciones.
• Marco General del Ciclo Superior para la Escuela Secundaria.
• Materias comunes que corresponden a 4o año de todas las orientaciones.
• Orientaciones.
El siguiente cuadro representa cada una de las publicaciones con sus contenidos.
Educación
Física Lenguas Italiano I
Extranjeras Francés I
Portugués I
Biología
Marco General de la Orientación
Teatro Actuación
Literatura
Artes Visuales Producción y análisis de la imagen
Arte
Danza Lenguaje de la danza
Salud y Literatura Taller de lectura literaria y escritura
Adolescencia Música Lenguaje Musical
Literatura | 7
Literatura y su enseñanza en el Ciclo Superior
de la Escuela Secundaria
La materia Literatura toma como objeto de enseñanza las prácticas del lenguaje. Tiene por lo
tanto el mismo enfoque didáctico que la materia Prácticas del Lenguaje de los tres primeros
años de la Educación Secundaria pero se especializa en uno de sus ámbitos de uso: el literario.
Por ende, se puede decir que las prácticas del lenguaje constituyen el objeto de enseñanza de
esta materia.
Se definen las prácticas del lenguaje como las diferentes formas de relación social que se
llevan a cabo por medio, en interacción, y a partir del lenguaje.
Acerca del enfoque, la enseñanza de las prácticas del lenguaje del ambito de la literatura re-
quiere poner de relieve ciertas concepciones acerca de la didáctica, entre las que se destacan:
• el modo en que se entiende la construcción de los saberes: las prácticas del lenguaje
ponen en juego acciones comunicativas donde hacer (es decir actuar en intercambios
comunicativos orales y escritos) presupone un saber hacer, un poder hacer con y sobre el
lenguaje. No así a la inversa: no hay un saber anterior al uso de la lengua que lo garantice;
aunque sí se podría plantear que a medida que se la usa, ese saber se va construyendo en
una reflexión constante sobre aquello que se dice, lee, escribe y escucha;
• el modo en que se concibe al objeto de conocimiento a ser enseñado: confeccionar y
llevar adelante propuestas en el aula enmarcadas en las prácticas del lenguaje supone
abordarlo de una manera integral; es decir, sin fragmentar el uso en unidades menores
(sea textuales, oracionales, léxicas), sino preservándolo como objeto. Esto supone re-
visar aquellas prácticas de enseñanza centradas fundamentalmente en la descripción
de aspectos formales y estructurales de la lengua, difícilmente significativas para los
alumnos y desvinculadas de los contextos reales donde esos aspectos efectivamente
se usan.
El desafío de la escuela será formar alumnos como ciudadanos, sujetos de las prácticas sociales
del lenguaje, entendiendo que el aprendizaje de la lengua tiene sentido en la medida en que
esté incluido en el proceso de apropiación de esas prácticas.
En este proceso se destacan algunos criterios fundamentales con los que se espera que se aborden
los contenidos de la materia (es decir, las prácticas del lenguaje en el ámbito de la literatura).
Literatura | 9
La alternancia metodológica: también debe haber diversidad en las propuestas de enseñanza,
tanto en cuanto a la utilización del tiempo didáctico (trabajo en proyectos, actividades per-
manentes y actividades independientes- sistemáticas y ocasionales), como en la modalidad de
organización (mayor o menor intervención del docente, trabajos individuales, en pequeños
grupos y de grupo áulico total, tareas obligatorias y optativas, etcétera).
Cuando se usa el lenguaje se pone en juego una actividad comunicativa, cognitiva y reflexiva.
Por medio de él todos participamos de la vida social y, a su vez, construimos nuestra individua-
lidad: expresamos ideas, defendemos nuestros derechos, discutimos con los demás, establece-
mos relaciones afectivas, trabajamos, influimos sobre los otros, nos informamos, organizamos
nuestro pensamiento, etc. Hablar un lenguaje implica estar inmerso en una manera de organi-
zar y entender el mundo; bucear en él constituye ni más ni menos que la apasionante tarea de
preguntarse cómo es esa manera de ver el mundo que tenemos.
Pero a su vez, lo que llamamos el lenguaje no puede ser tomado como una unidad homogénea y esta-
ble. Todas las complejidades, variaciones, cambios, que atraviesan a los sujetos como miembros de una
sociedad y de una cultura tienen su correlato en el lenguaje.
Nada más lejos de la riqueza, diversidad y amplitud de lecturas que ofrece un texto literario que
presentar a los estudiantes la interpretación de un texto de manera anticipada, que explicar al
alumno un texto, o abrir el juego de interpretación con la curiosa pregunta “¿qué quiso decir el
autor?” En estos casos la búsqueda del lector en general pierde sentido porque en estas inter-
venciones docentes subyace la idea de una interpretación unívoca, lineal, “correcta”.
Si se toman las prácticas sociales de lectura como referencia y se pone como ejemplo al lector
asiduo y apasionado, seguramente se encontrarán algunas conductas particulares y prácticas
muy específicas: será posible identificar al lector que lee de un libro por vez, al que lee muchos
juntos, al que ha decidido leer “las grandes obras”; al que lee “todo lo que le viene a la mano”, al
que sólo quiere leer vanguardia, el exquisito, el prejuicioso, el que se obsesiona con un género,
al que sigue a un autor, al apasionado, al mesurado, al que lee lo que está de moda, al que lee
lo que lee la pareja o los amigos, al que lee lo que no lee nadie, al lector que marca sus libros y
anota todo lo que piensa, al que no se permite escribirlos, al que comenta a otros lo que lee, al
que escribe algo después de leer. Pero difícilmente sea posible encontrar a un lector apasionado
que, habiendo leído una gran obra, responda luego un cuestionario hecho por otro.
La experiencia literaria debe presentarse a los adolescentes como una posibilidad de vincularse
con su experiencia personal. Pero además de los aspectos que refieren a la lectura como hecho
íntimo, personal, de privacidad, tanto de refugio como de crecimiento, hay otro aspecto tan
importante como el anterior que es el de lo social, lo público, lo compartido. Formar lectores
de literatura implica entonces:
• poner a los alumnos en situaciones en las que se encuentren con una variada gama de textos,
autores, géneros, estéticas, estilos, poéticas;
• construir ámbitos de intercambio de ideas donde los estudiantes como lectores puedan expresar
sus puntos de vista acerca de los textos y profundizar sus lecturas en diálogo con otros lectores;
• favorecer, tanto en las discusiones orales como en las prácticas de escritura donde se pongan
en escena estos puntos de vista, la pluralidad de lecturas y opiniones de los estudiantes reflexio-
nando sobre las diferentes formas de comprender los textos, sobre la diversidad de estrategias
de lectura y de concepciones estéticas, etc. que cada uno pone en juego a la hora de leer;
• acompañar a cada alumno a encontrarse con “su propio libro”, “su propio autor”, “su propio
estilo”, guiándolo en la elección de los textos, haciendo sugerencias específicas, despertando el
interés de los lectores como lo hace quien recomienda una obra;
• crear contextos adecuados para la lectura, no sólo físicos sino también relacionados con los
conocimientos y las actitudes: contar hechos de la vida de los autores y de las condiciones de
producción de los textos, propiciar la búsqueda de información acerca de la época, las estéticas
dominantes y las discusiones intelectuales.
1
Dubois, María Eugenia, Espacios para la Lectura. Órgano de la Red de Animación a la Lectura del Fondo de Cultura
Económica, México, año II, 1996.
Literatura | 11
Algunas particularidades del Ciclo Superior
La materia de los tres primeros años de la Escuela Secundaria se llama Prácticas del Lenguaje y
sus contenidos se distribuyen en tres ámbitos de uso social de estas prácticas: el de la literatu-
ra, el de estudio, y el de la formación ciudadana.
En el Ciclo Superior esta materia, que tiene continuidad con los años anteriores en el enfoque didáctico
y por tanto en la progresión de las prácticas, focaliza su atención en el ámbito de la Literatura.
Esto significa que los ejes de estudio y de formación ciudadana son abordados en el marco de
la literatura. Se sostiene que a lo largo de los tres primeros años esta materia ya intervino en
la enseñanza de aspectos lingüísticos y discursivos generales, y que en el Ciclo Superior co-
rresponde una profundización que sólo se puede dar desde la especificidad de cada campo de
conocimiento.
La literatura y el estudio
Una de las particularidades del Ciclo Superior debería ser la planificación de situaciones de
estudio contextualizadas. La literatura como campo de saber presenta su cuerpo de textos,
hábitos de lectura y de escritura, formas de comunicar los saberes, modos de construir el cono-
cimiento, estrategias de indagación, –entre otros aspectos– que les son propios. Estos hábitos
discursivos son históricos, generalmente se encuentran muy codificados, y han adquirido es-
tructuras y modos particulares en cada ámbito.
Esto hace que el vocabulario técnico de un campo de saber como el de la literatura, la lógica
de los textos que le son propios, sus modos de lectura, las diversas maneras de operar con la
información, las diferentes estrategias que se ponen en juego a la hora de leer, etc., deban ser
aprendidos en la lectura y frecuentación de los textos, quehaceres de cada orientación y espe-
cíficamente de cada materia.
El arte es, entre otras cosas, una forma de conocimiento. La literatura es un arte que pone
en juego el uso de conceptos. Dichos conceptos deben ser analizados en las obras de modo
que los estudiantes puedan realizar un proceso que les permita identificar estilos, poéticas,
rasgos de época, de escuela, discusiones con otras posturas frente a la literatura, etc. Por
ejemplo, en las obras narrativas son centrales los conceptos de autor, narrador, personaje; en
la poesía el concepto de sujeto poético (yo lírico); en las obras teatrales la diferencia entre
representación teatral y texto dramático, los conceptos de unidad de acción y unidad de
tiempo, entre otros.
Los anteriores conceptos surgen del análisis de las obras para poder identificar y distinguir
procedimientos literarios.
Además, para abordar los temas de Literatura, se accede a textos académicos tanto de estudio
de teoría literaria como de análisis de las obras. Para entender sus contenidos, como en todos los
textos, hay que entender también sus formatos y sus particularidades de estilo. Hay en esta mate-
ria una práctica que refiere particularmente a la lectura y la producción de textos académicos.
Además, en este diseño curricular se toma el sentido más amplio y actual de alfabetización, es
decir esa formación que amplía conocimientos durante toda la vida en forma gradual, y por
lo tanto las posibilidades de integración social. En tanto comprensión de distintos sistemas de
representación, se puede hablar también de una alfabetización en lenguajes estéticos.
Formar lectores literarios es, entre otras cosas, formar ciudadanos. Son varias las razones que
fundamentan esta aseveración:
• leer literatura permite construir saberes que contribuyen a la comprensión del mundo, a
una lectura más amplia, más comprensiva, más sensible de lo que nos rodea;
• leer literatura en lengua española posibilita una ductilidad con el uso del lenguaje que puede ser
funcional a propósitos que exceden lo literario. Inclusive, escribir textos estéticos con asiduidad
puede favorecer la escritura de textos que persiguen otros propositos;
• leer literatura argentina acerca al lector tanto al idioma nacional y sus variaciones linguis-
ticas como a las costumbres, la historia y la cultura de nuestro país;
• leer literatura latinoamericana favorece la formación de una identidad regional colectiva porque
permite conocer y comprender las problemáticas y rasgos comunes propios de cada cultura;
• leer literatura de otras culturas permite ampliar la mirada hacia un espectro universal,
establecer comparaciones con lo propio, descubrir las diferencias, apreciar lo propio y
también pensar en las posibilidades de transformación y cambio;
• leer textos literarios vinculados a los contextos sociales e históricos específicos contribuye
a su conocimiento, análisis y comprensión. A veces la ficción aparece muy ligada a lo his-
tórico, entonces se instala la pregunta política (como sucede con la literatura argentina
del siglo xix);
• leer textos literarios que tratan de la problemática del hombre en tanto ser humano con sus
grandes dilemas existenciales (el amor, la muerte, la libertad) instala la pregunta ética;
• la literatura, en tanto permite entrar en vidas ajenas y encarnarlas, permite constituir sub-
jetividades, tomar posicionamiento, construir un modo de ver la vida, encontrar ideales;
• el debate desde la lectura de los textos literarios, permite ir consolidando ideas propias y
encontrar argumentos para defenderlas. También contribuye a la socialización, a la aceptación
de ideas diferentes y a la valorización del diálogo;
Literatura | 13
• apropiarse del lenguaje estético favorece la simbolización como camino para el crecimien-
to intelectual y la posibilidad de pensar de modo crítico;
• leer y escribir textos académicos otorga una formación en lo discursivo que favorece la
inserción social en distintos ámbitos (no sólo de estudio y de trabajo).
• el docente deberá considerar las cosmovisiones propuestas para el año como criterio de
selección del corpus de textos;
• el docente deberá también diseñar secuencias de enseñanza, proyectos, momentos de re-
flexión, de estudio, etc., que den lugar al trabajo con el corpus del año (y su respectiva
cosmovisión) en la medida en que se ponen en juego las diversas prácticas del lenguaje.
Así, las cosmovisiones funcionan como criterio de selección del corpus de textos de cada año
y las prácticas del lenguaje permiten orientar el tratamiento áulico de esos textos: el modo en
que se leen, se escriben, se estudian, se socializan, entre otras cosas.
Según Teresa Colomer, los textos literarios permiten comprender y verbalizar la actividad huma-
na, representando así la realidad de diversas formas que aquí se denominan cosmovisiones:
Se ha decidido organizar las cosmovisiones del siguiente modo: en 4o año se propone que
predominen las cosmovisiones míticas y fabulosas, épicas y trágicas. En 5o las formas realistas,
miméticas, fantásticas y maravillosas, y por último, en 6o, las formas cómicas, paródicas, alegó-
ricas, de ruptura y experimentación.
Se busca entonces seleccionar obras que estén relacionadas entre sí, en tanto presentan una
mirada, una aproximación interpretativa particular del mundo. La enseñanza de la literatura,
especialmente en la Escuela Secundaria, tiene que posibilitar a los alumnos conocer las mane-
ras de pensar la realidad y de dar forma a la experiencia; esas maneras se encuentran expre-
sadas, “atesoradas” en las obras literarias.
Hablar de una mirada trágica, no necesariamente remite a las tragedias griegas, ni siquiera a
todas las obras teatrales que pertenecen a la tragedia; también podemos pensar en poemas de
César Vallejo, de Miguel Hernández, de Alejandra Pizarnik, en los cuentos brutales de Abelardo
Castillo o en algunas novelas de Héctor Tizón como El cantar del profeta y El bandido.
De este modo el docente debería propiciar un diálogo de la literatura consigo misma y con sus
metatextos, dando lugar a recorridos de lectura donde cada texto al ser transitado por los estudian-
tes, se pueda modificar y entrar en relación con otros textos. Cada nueva lectura da lugar a un nue-
vo texto, y esta visión creativa debe orientar la totalidad del trabajo con la literatura en el aula.
¿Por qué se eligió esta organización de las cosmovisiones para cada año?
Todo recorte de contenidos conlleva cierta arbitrariedad. El énfasis para la elaboración de este
diseño curricular estuvo asentado en poder imprimirle una lógica determinada a dicho recorte.
2
Colomer, Teresa, La enseñanza de la literatura como construcción de sentido. Revista “Lectura y Vida”, año xxii, número
I, marzo 2001.
Literatura | 15
Cuando no se comprenden las razones y no se puede dar una explicación científica de los hechos
tienden a buscarse argumentos míticos, se “construye” ficcionalmente una explicación. La evolución
de la humanidad y el crecimiento de la persona permiten un vínculo más mimético con la realidad y
comienzan a encontrarse razones y explicaciones que vinculan a la persona con el ambiente. En simul-
táneo, al tener la distinción de lo que se puede considerar realista, se abre la alternativa fantástica.
Por último, cuanto mejor conocimiento se tiene de la realidad, de los cánones, las normas y las
reglas, más posibilidades existen de transgredirlas, de ingresar al universo de las rupturas y las
experimentaciones. Se podría decir que esta instancia es la más “vanguardista” y compleja.
Mapa curricular
Esta materia articula su enfoque didáctico y sus contenidos con Prácticas del Lenguaje de los tres
primeros años. Además, tiene continuidad en Literatura de quinto año y Literatura de sexto año.
El mapa curricular de Literatura de 4o año aborda los textos literarios en el contexto de las cos-
movisiones míticas y fabulosas, épicas y trágicas, y en el contexto de prácticas del lenguaje
del ámbito literario, recurrentes en 4o, 5o y 6o año como lo señala el siguiente esquema:
Materia Literatura
Año 4o año
Carga horaria
Su carga horaria es de 108 horas totales; si se implementa como materia anual, su frecuencia
será de tres horas semanales.
• Ofrecer a los estudiantes un corpus de obras literarias en las que prevalezcan miradas mí-
ticas, fabulosas, épicas y trágicas.
• Acompañar y orientar la lectura de este corpus.
• Aportar bibliografía e intervenir para que los estudiantes construyan categorías que les
permitan analizar obras de la épica y la tragedia española, la mitología latinoamericana
precolombina, las leyendas latinoamericanas, la recreación de mitos en los diversos géne-
ros (especialmente de la República Argentina).
• Favorecer el diálogo entre estas obras y otras de la literatura universal.
• Aportar materiales, hacer comentarios, orientar la búsqueda de información e intervenir
para que los estudiantes vinculen estas obras literarias con obras pertenecientes a otros
lenguajes artísticos.
• Propiciar la sistematización de conocimientos en torno a la cosmovisión mítica, fabulosa,
épica y trágica.
• Acompañar y promover la lectura de textos de estudio relacionados con el siguiente re-
corte de obras seleccionadas: diferentes mitologías, el universo legendario americano, los
diferentes tipos de recreaciones contemporáneas de mitos de la antigüedad, los mitos
urbanos, etcétera.
• Acompañar el análisis de los géneros y estilos propios de estas obras seleccionadas.
• Orientar a los estudiantes para que puedan encontrar dentro de estas temáticas y cosmo-
visiones, un itinerario personal de lecturas para comentar.
• Favorecer, acompañar y orientar la escritura de ensayos breves de las obras analizadas.
• Fomentar la participación en situaciones orales de socialización de los temas abordados:
exposiciones ante auditorios desconocidos, debates, foros, paneles, etcétera.
• Promover reflexiones sobre las nuevas prácticas del lenguaje que los alumnos realizan
durante cuarto año profundizando sus aprendizajes lingüísticos y metalingüísticos, incor-
porando nueva terminología específica de la literatura.
• Generar espacios para la elaboración de listas y resúmenes de los textos leídos y de otros mate-
riales utilizados, la planificación y las distintas versiones de las producciones de los estudiantes
para dar cuenta del proceso de elaboración de sus escritos acerca de la lectura literaria.
• Propiciar el desarrollo de proyectos para socializar sus producciones literarias (antologías,
talleres, cafés literarios, concursos, etc.) donde puedan volcar sus creaciones, estén abier-
tos a los juicios de los otros, compartan sus propias valoraciones, contemplen las sugeren-
cias del docente y de sus compañeros para revisar sus textos.
• Incentivar la publicación de los trabajos: edición de los libros, preparación de los talleres,
ejecución de los concursos y presentaciones.
• Poner en juego estrategias para que los estudiantes elaboren criterios que les permitan
mejorar sus prácticas, valorar su desempeño y reutilizarlo en otras ocasiones al finalizar
los distintos proyectos de lectura, escritura e intercambio oral acerca de los conocimientos
alcanzados y:
-- las estrategias de lectura;
-- la búsqueda de información;
-- la planificación y revisión de los textos escritos;
-- las exposiciones, los debates, los comentarios u otras prácticas del lenguaje oral.
• Aportar información acerca de los autores, los libros, y la mayor cantidad posible de fuen-
tes de consulta (recursos bibliográficos impresos y virtuales).
Literatura | 17
• Proponer en la lectura instancias de reflexión oral y escrita de las obras.
• Establecer criterios claros con antelación a las prácticas para decidir cuándo se ha avanza-
do en el aprendizaje de una de ellas y cuando no: cuándo se considera que se ha compren-
dido un texto argumentativo, que se ha expuesto oralmente de manera adecuada un tema
vinculado con la literatura y se ha explicado con precisión, que se ha buscado información
de manera pertinente, etcétera.
• Acompañar a los estudiantes en el proceso de lectura y escritura de textos académicos
relacionados con la literatura y el corpus seleccionado.
• Favorecer la reescritura y la relectura de textos literarios y no literarios vinculados con el
corpus seleccionado para el año.
• Proponer durante el año, y en la medida en que se usa el lenguaje, instancias de corte para
instalar la recapitulación, la reflexión y la sistematización de conocimientos en torno al
lenguaje en general y al lenguaje literario en particular.
• Propiciar momentos de reflexión acerca de los procesos realizados cuando se lee, se busca
información, se escribe, se expone, etc., para que los estudiantes puedan hacerlos cons-
cientes y sistematizarlos: por ejemplo, confeccionar entre todos secuencias de acciones
realizadas en el pizarrón, pedirles que revisen y escriban sus procesos en las carpetas (y
comparar los diversos recorridos), que se los cuenten a otros, etcétera.
• Diseñar situaciones de escritura donde los estudiantes vean la necesidad de volver a re-
flexionar acerca de estas cuestiones y de organizar el conocimiento alcanzado, por ejem-
plo prólogos de antologías personales, reseñas literarias, textos de análisis crítico de las
obras literarias, entre otros.
• Leer obras literarias en las que prevalezcan cosmovisiones míticas, fabulosas, épicas y trágicas.
• Analizar obras de la épica y la tragedia española, la mitología latinoamericana precolom-
bina, las leyendas latinoamericanas, la recreación de mitos en los diversos géneros (espe-
cialmente de la Argentina).
• Establecer diálogo entre estas obras y otras de la literatura universal.
• Comparar estas obras literarias con obras pertenecientes a otros lenguajes artísticos, como
por ejemplo películas que recuperan la temática de los héroes mitológicos, artes plásticas
precolombinas, óperas que recuperan temas legendarios, etcétera.
• Comprender la cosmovisión épica, fabulosa, mítica y trágica puesta en juego en las obras.
• Distinguir las especificidades del lenguaje literario.
• Leer textos de estudio directamente relacionados con el siguiente recorte de obras selec-
cionadas: diferentes mitologías, el universo legendario americano, los diferentes tipos de
recreaciones contemporáneas de mitos de la antigüedad, los mitos urbanos, etcétera.
• Analizar los géneros y estilos propios de estas obras seleccionadas.
• A partir de un abanico amplio de obras y autores, con la orientación del docente, que cada
alumno pueda llevar a cabo en el marco de estas temáticas y cosmovisiones, un itinerario
personal de lectura.
• Producir monografías, informes o ensayos breves de las obras analizadas.
• Participar de situaciones orales de socialización de los temas abordados, exposiciones ante
auditorios desconocidos, debates, foros, paneles, etcétera.
• Reflexionar en torno a las nuevas prácticas del lenguaje que realizan los alumnos durante
cuarto año, apropiándose de un nuevo metalenguaje y modos de análisis del propio uso
discursivo en relación con las prácticas.
• Presentar listas y resúmenes de los textos leídos y de otros materiales utilizados, la pla-
nificación y las distintas versiones de sus producciones, para dar cuenta del proceso de
elaboración de sus escritos sobre la lectura literaria.
• Colaborar en el desarrollo de proyectos para dar a conocer las producciones literarias (an-
tologías, talleres, cafés literarios, concursos, etc.) y puedan aportar sus creaciones, estén
abiertos a los juicios de los otros y a compartir sus propias valoraciones, contemplen las
sugerencias del docente y de sus compañeros para revisar sus escritos.
• Desempeñar un rol en las distintas actividades tendientes a lograr la publicación de los trabajos:
edición de los libros, preparación de los talleres, ejecución de los concursos y presentaciones.
• Emplear en las producciones relacionadas con la literatura que se realicen durante el año,
la terminología propia de la materia para referirse a diversos aspectos gramaticales del
lenguaje en uso y avanzar en la sistematización de los conocimientos lingüísticos para
optimizar las prácticas.
• Reflexionar con el objetivo de elaborar criterios que permitan mejorar sus prácticas, va-
lorar su desempeño y reutilizarlo en otras ocasiones al finalizar los distintos proyectos de
lectura, escritura e intercambio oral, acerca de los conocimientos alcanzados y:
-- las estrategias de lectura;
-- la búsqueda de información;
-- la planificación y revisión de los textos escritos;
-- las exposiciones, los debates, los comentarios u otras prácticas del lenguaje oral.
Literatura | 19
Contenidos
Los contenidos de la materia son las prácticas del lenguaje que abordan un corpus de obras
literarias específico para cada año.
El corpus del año Deberá ser enseñado en el marco de las siguientes prácticas del lenguaje:
Los cuadros siguientes corresponden a cada una de las prácticas del lenguaje. Estas constituyen
una totalidad que incluye la oralidad, la lectura y la escritura, así como los aspectos pragmáti-
cos, sintácticos, gramaticales y normativos.
Dentro de cada una de ellas se explicitan los aspectos involucrados y las orientaciones especí-
ficas para enseñarlas.
• Los aspectos involucrados que el docente encontrará enunciados en cada práctica son pre-
cisamente las cuestiones que deben ser enseñadas. Estos aspectos no constituyen temas, en
tanto que no están allí planteados para que se los trabaje uno a uno linealmente, sino que
constituyen dimensiones del uso que se irán sistematizando en el diálogo con la reflexión.
Dicho de otro modo: los aspectos involucrados indican qué se debe enseñar cuando se en-
seña cada una de las prácticas del lenguaje y que son, en sí mismas, los contenidos.
• Además de las orientaciones generales que hay en otra parte del documento, aquí apare-
cen orientaciones específicas para cada práctica. Aqui el docente encontrará explicacio-
nes, consideraciones, y aclaraciones.
Literatura | 21
Participar de situaciones de socialización de lo leído y lo escrito
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
• Organizar y participar de cafés literarios, foros, El docente debe garantizar experiencias literarias dentro y fuera del aula. En primera instancia, se espera que
presentación de libros, ferias del libro, congresos dentro del aula se pueda asignar un tiempo fijo destinado a compartir lecturas desde diversos puntos de vista
de literatura y otros eventos sociales de lectura. y en el marco de diferentes actividades (la hora de lectura compartida, la elaboración de comentarios grupales
• Asistir a obras teatrales. en torno a los libros que se están leyendo, etc.); en segunda instancia, poner en juego actividades fuera de la
• Realizar actividades de taller de escritura literaria. escuela tales como ir al teatro, escuchar narradores orales, visitar bibliotecas importantes, asistir a presenta-
• Participar de certámenes literarios. ciones de libros, mirar programas televisivos documentales en torno a la vida de un autor o a un movimiento
Literatura | 23
Leer y producir textos académicos / críticos sobre las obras literarias leídas
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
• Leer textos críticos de literatura escritos por Es esperable que en la Secundaria Superior los estudiantes accedan a textos formales, académicos, críticos, específicos.
expertos sobre los textos y temas literarios
Se trata de lecturas difíciles, por lo que si bien la tendencia será buscar una autonomía gradual de parte de los alum-
abordados en el año.
nos, las intervenciones docentes resultan imprescindibles: habrá que planificar sesiones de lectura compartida, anti-
• Leer textos de estudio sobre teoría literaria:
cipar dificultades que se puedan presentar para orientarlas de forma adecuada, especificar los propósitos de lectura y
movimientos estéticos, características de los
las estrategias pertinentes, abrir espacios para las explicaciones de conceptos , para la confrontación de ideas con sus
géneros, cuestiones de estilo, biografías de es-
fundamentaciones, distinguir las diferentes funciones de un texto, propiciar las preguntas, las problematizaciones, la
Al igual que en 1o, 2o y 3o año, en los años superiores se propicia la intertextualidad; es decir
que se propone la búsqueda de obras que permitan dialogar con otras obras de diferentes
autores, épocas y nacionalidades (tanto como de otros lenguajes artísticos). Esto significa que
existe una apertura desde las obras escritas originalmente en nuestro idioma, hacia las obras
pertenecientes a la literatura universal.
El docente deberá decidir cuáles son los textos más pertinentes para que los alumnos lean,
considerando el anexo de autores sugeridos donde se han privilegiado autores contemporáneos
de literatura en lengua española.
Del corpus presentado en el anexo los alumnos deben haber transitado a lo largo de 4º año por:
Por ende, el docente deberá privilegiar a la hora de planificar los recorridos de lectura:
• los autores que no deben dejar de leerse; es decir, aquellos que el docente considere im-
prescindibles para la formación de los alumnos. Conviene abordar estos autores con el
grupo completo de alumnos, dado que esto facilitará la modelización de la lectura (cómo
leer, cómo analizar, cómo discutir acerca de lo leído, etcétera);
• los autores que los alumnos eligen grupalmente;
• los autores que cada alumno elige de manera individual.
Una buena selección de textos debería considerar dentro de las cosmovisiones indicadas:
• Épica española.
• Textos contemporáneos de orientación épica.
• Mitología latinoamericana precolombina.
• Recreación de mitos en los diversos géneros (teatro, poesía, novela).
Literatura | 25
• Cosmogonías y relatos de orígenes.
• Leyendas urbanas.
• Leyendas tradicionales latinoamericanas.
• Textos de mirada trágica en lengua española.
En la medida en que los estudiantes llevan a cabo sus prácticas de lenguaje deberían analizar
literariamente las obras literarias. Esto implica:
• el ciclo completo como ciclo de formación: pensar el ciclo completo permite contar con un
tiempo prolongado que de lugar a la profundización de las prácticas;
• a cada año con sus especificidades, según los alcances que se esperan para el abordaje de
las prácticas;
• la secuencia de enseñanza en la que se insertan las diversas lecturas y escrituras; esto es,
pensar como unidad de enseñanza no la clase, sino la secuencia. Cada práctica debería
estar colocada en una secuencia de enseñanza que de lugar a una verdadera construcción
del conocimiento: o bien enmarcada en un proyecto, o bien tratada como práctica per-
manente, o bien en un abordaje recursivo donde se pueda reflexionar acerca de lo hecho
y volver a significarlo.
Asimismo, referirse al tiempo didáctico no implica simplemente remitirse a las horas de clase en
el aula, sino que se debe pensar como una perspectiva de enseñanza, en la alternancia y conti-
nuidad de la lectura dentro y fuera de la escuela. Esto significa que no sólo se debe considerar
la hora de lectura en clase y la hora de discusión sobre lo leído, sino también el hecho de que
los alumnos deberían leer en el ciclo superior de manera autónoma y fuera de la escuela.
Los alumnos deben adquirir hábitos lectores, esto es: leer dentro y fuera de la escuela con asiduidad.
Recategorizar el tiempo didáctico y pensar en el largo plazo: eso permite crear hábitos.
• proyectos;
• actividades permanentes;
• actividades ocasionales.
Las producciones colectivas como las antologías se prestan a que los alumnos intervengan de
diversos modos según sus intereses: seleccionar los textos entre todos, un grupo se dedicará a
escribir el prólogo, otro la contratapa, otro diseñará las tapas, otro grupo presentará la anto-
logía en público de manera oral, etcétera.
A la vez, estas producciones grupales dan a los alumnos la posibilidad de que ellos puedan ir
seleccionando obras y construyendo sus recorridos individuales.
Literatura | 27
El uso de la biblioteca de Literatura en los últimos años de la Escuela Secundaria
En la Escuela Secundaria Superior la biblioteca debería ser un espacio donde los estudiantes
acudan con elevada frecuencia para seleccionar los textos de lectura. Dado que uno de los
objetivos de la enseñanza de la literatura en la Escuela Secundaria Superior es la formación
de lectores que puedan hacer sus propios recorridos literarios, es fundamental que tengan a
disposición una gran variedad de libros.
También podrán establecer relaciones con otros lenguajes artísticos, investigar qué obras cinemato-
gráficas, teatrales, plásticas , entre otras pueden haber tenido lugar a partir de la obra que están leyen-
do; y esas obras deberían poder buscarlas, llevarlas al aula, compartirlas con los otros alumnos…
Se reflexionará acerca del lenguaje no literario cuando se leen y escriben textos de análisis de
las obras, cuando se estudia la historia de los géneros, la biografía de los autores, cuando se
contextualizan las obras, etcétera.
También los alumnos tendrán la oportunidad de abordar otros lenguajes (como el cinemato-
gráfico, el fotográfico, los cómics, etc.) cuando vinculan los textos que se leen y escriben con
otros lenguajes artísticos.
Literatura | 29
Orientaciones para la evaluación
No se deberían evaluar interpretaciones de las obras literarias (como lectura cerrada, lineal,
unívoca) dado que no hay una interpretación que pueda considerarse como la correcta.
Las prácticas del lenguaje forman parte de un proceso integral que el alumno debe transitar
durante la Escuela Secundaria en general y del año entero en particular. Todas las prácticas han
de estar enmarcadas en un proceso gradual que incluye siempre la relación entre la evaluación
y las condiciones didácticas en que se produce el aprendizaje.
Además, toda práctica debe ser pensada en relación con el conjunto de prácticas. Si bien el
docente puede evaluar el desempeño de los alumnos en alguna práctica determinada, a lo largo
del año deberá tener en cuenta el proceso global.
También tendrá carácter recursivo: el docente debe propiciar la vuelta o la nueva frecuenta-
ción de aquellas prácticas donde los alumnos presenten mayores dificultades, de modo tal que
al finalizar el año se puedan apropiar de los aspectos fundamentales.
A su vez atenderá a las particularidades y a los aspectos involucrados que efectivamente se han
abordado y el modo en que han sido frecuentados, así como el nivel de especificidad corres-
pondiente al año cursado.
A continuación se presenta un cuadro en el que se enumeran todas las oportunidades que los
estudiantes deben tener durante el año para poder construir los aprendizajes esperados, que
figuran en la segunda columna.
Literatura | 31
Bibliografía
Anexo de textos sugeridos
Cosmovisión épica
El cantar del Mio Cid.
Martínez, Ferrand, El Libro del caballero Zifar.
Ercilla y Zúñiga de, Alonso, La Araucana.
Balbuena, Bernardo de, El Bernardo o La derrota de Roncesvalles.
Lope de Vega, Félix, La Jerusalén conquistada.
Echeverría, Esteban, La cautiva.
Hernández, José, Ida y vuelta de Martín Fierro.
Oesterheld, Héctor, El Eternauta.
Nervo, Amado, “Los niños mártires de Chapultepec” (poema).
Cosmovisión mítica
Anónimo, Popol Vuh, (selección de textos traducidos).
Arguedas, José María, Los ríos profundos.
Asturias, Miguel Angel, Leyenda del tesoro del lugar florido.
Borges, Jorge Luis, Poemas: Fundación mítica de Buenos Aires , Odisea, Libro vigésimo tercero, El Golem,
Fragmento, Edipo y el enigma , Proteo y Otra versión de Proteo. Cuentos: “El hacedor”, “La casa
de Asterión”.
Colombres, Adolfo, Seres mitológicos argentinos.
Cortázar, Julio, “Circe”, “La noche boca arriba”.
Darío, Rubén, “Huitzilopoxtli”.
De Cecco, Sergio, El reñidero.
Fuentes, Carlos, Los días enmascarados.
Monterroso, Augusto, El eclipse.
Neruda, Pablo, Poemas de Canto General.
Obligado, Rafael, Santos Vega.
Roa Bastos, Augusto, Selección de cuentos para la humanidad joven.
Shagún Fray Bernardino de, Códice Florentino, compilación y traducción de textos.
Literatura | 33
Rodríguez, María Elena, “‘Hablar’ en la escuela: ¿Para qué?... ¿Cómo?”, en Lectura y Vida. Revista
Latinoamericana de Lectura, año 16, n° 3, septiembre 1995.
Ruiz Bikandi, Uri y Vera, Manuel, “Monográfico: la reflexión sobre la lengua”. Textos. De Didáctica de la
Lengua y de la Literatura. Barcelona, Graó, julio 2004.
Solé I Gallart, Isabel. “Evaluar lectura y escritura: algunas características de las prácticas de evaluación
innovadoras.” Lectura y Vida, Revista Latinoamericana de Lectura, año 22, n° 4, diciembre 2001.
Solé I Gallart, Isabel, Estrategias de lectura. Barcelona, Graò-ICE, 1992.
Solé I Gallart, Isabel, Miras, Mariana y Castells, Núria, “Evaluación en el área de Lengua: pruebas escritas
y opiniones de los profesores”, en Lectura y Vida. Revista Latinoamericana de Lectura, año 21, n°
2. Junio 2000.
Torres, Mirta, “La ortografía: uno de los problemas de la escritura”, en Lectura y Vida. Revista
Latinoamericana de Lectura, año 23, n° 4. Diciembre 2002.
Young, Robert, Teoría crítica y discurso en el aula. Barcelona, Paidós, 1993.
Zayas, Felipe, “La reflexión gramatical en la enseñanza de la Lengua”, en Textos de Didáctica de la
Lengua y la Literatura, nº 1. Barcelona, Graó, 1994.
Recursos en Internet
Bibliotheca Augustana
http://www.fh-augsburg.de/~harsch/augusta.html
Colección de textos electrónicos agrupados en bibliotecas según idiomas; latín, griego, alemán, inglés,
francés, italiano, español, polaco y ruso. Dentro de cada biblioteca los textos se ordenan cronológica y
alfabéticamente. En latín.
El autor de la semana
http://autordelasemana.uchile.cl/
Archivo completo de todas las entregas de El autor de la semana, página que cada semana escoge un
gran autor de la literatura universal y ofrece de él una breve reseña y una antología de textos
representativos. Desde la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.
El Romancero Viejo
http://www.gksdesign.com/atotos/romancero/romancero.htm
Página que recoge algunos de los romances castellanos medievales más conocidos (algunos de ellos con
sus diversas variantes): el Romance del Conde Arnaldos, el Romance del Prisionero, Fontefrida,
etcétera.
El Viajero Virtual
http://www.ucm.es/info/especulo/viajero/turista4.htm
Un recorrido por el espacio literario de la red. Estudios, artículos, ensayos y páginas literarias de todo el
mundo; comunicación. Desde la revista Espéculo de la Universidad Complutense de Madrid.
Fábulas de Esopo
http://edyd.com/
Colección de más de trescientas fábulas de Esopo con ilustraciones.
Sitio de literatura latinoamericana http://fis.ucalgary.ca/ACH/JAGM/Enlaces_literatura_contemporanea.htm
Logos library
http://www.logoslibrary.eu/
Base de datos que incluye textos traducidos en diversos idiomas. Destacable la parte dedicada a los textos
en lengua española. Recuperación de textos tanto por autor como por título. Desde estas páginas
se accede también a diccionarios, un conjugador universal, glosarios, foro, cursos, etcétera.
Portal de Poesía
http://www.portaldepoesia.com/
Portal que recopila alfabéticamente numerosos enlaces a poemas de autores de la literatura universal.
Contiene direcciones de revistas y páginas dedicadas a la poesía visual y de experimentación, también
un apartado dedicado a los haikus. Es posible descargar textos electrónicos completos de poetas
españoles e hispanoamericanos.
Literatura | 35
Revista de literatura infantil y juvenil, Sección Biblioteca. http://www.imaginaria.com.ar
Proyecto Boscán
http://www.ub.es/boscan/
Catálogo histórico-crítico de las traducciones de la literatura italiana al castellano y al catalán desde
1300 hasta 1939; contiene más de cuatro mil documentos. En español, italiano y catalán.
Archivo surrealista
http://www.archivosurrealista.com.ar/
Página dedicada al surrealismo, con profusa documentación sobre este movimiento. Se nutre de
contribuciones provenientes de grupos surrealistas de Hispanoamérica y España, y de otros países con
traducciones al español; incluye bibliografía, iconografías, diccionarios, archivos sonoros, etcétera.
Gobernador
Dn. Daniel Scioli
Subsecretario de Educación
Lic. Daniel Belinche
Literatura
5º año
Diseño Curricular para la Educación Secundaria 5o año: Literatura / Coordinado por Claudia Bracchi y
Marina Paulozzo -1ra ed.- La Plata: Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos
Aires, 2011.
40 p.; 28x20 cm.
ISBN 978-987-676-021-8
1. Diseño Curricular. 2. Educación Secundaria. 3. Literatura. I. Bracchi, Claudia, coord. II. Paulozzo, Marina,
coord.
CDD 807.12
Equipo de especialistas
Coordinación Mg. Claudia Bracchi | Lic. Marina Paulozzo
Literatura
Lic. Juliana Ricardo | Lic. Mónica Rosas
ISBN 978-987-676-021-8
Presentación............................................................................................................................... 5
El proceso de diseño curricular............................................................................... 6
Mapa curricular......................................................................................................................... 16
Carga horaria............................................................................................................................. 16
Objetivos de enseñanza.......................................................................................................... 17
Objetivos de aprendizaje........................................................................................................ 18
Contenidos.................................................................................................................................. 20
Orientaciones didácticas........................................................................................................ 25
La selección de obras literarias................................................................................ 25
Cosmovisión realista en la literatura española...................................... 25
Realismo mágico latinoamericano............................................................ 26
Literatura de ciencia ficción argentina.................................................... 26
Literatura de cosmovisión fantástica en lengua española................. 26
El análisis de las obras literarias.............................................................................. 27
Vincularlas con sus contextos de producción........................................ 27
Encontrar indicios que permitan analizar las obras............................. 27
Elaborar un análisis crítico........................................................................... 27
El tiempo didáctico en la enseñanza de las prácticas
del eje de Literatura.................................................................................................... 27
El agrupamiento de los alumnos en función
del abordaje de la literatura..................................................................................... 28
El uso de la biblioteca de Literatura en los últimos años
de la Escuela Secundaria........................................................................................... 29
El uso de otros recursos vinculados a las nuevas tecnologías....................... 29
La lectura y la escritura en torno a la literatura
en la Escuela Secundara . ......................................................................................... 29
La reflexión acerca del lenguaje en el contexto de la literatura.................. 30
Acerca de las formas elegidas para el año: formas realistas, miméticas,
fantásticas, maravillosas, de ciencia ficción y sus mixturas.......................... 30
Bibliografía................................................................................................................................. 34
Anexo de textos sugeridos........................................................................................ 34
Cosmovisión realista en la literatura en lengua española................. 34
Literatura fantástica en lengua española................................................ 35
Realismo Mágico latinoamericano............................................................ 35
Ciencia Ficción en lengua española.......................................................... 35
Bibliografía para el docente..................................................................................... 36
Recursos de Internet................................................................................................... 37
Presentación
La Escuela Secundaria obligatoria de seis años cumple con la prolongación de la educación co-
mún y, como se señala en el Marco General del Ciclo Básico de Educación Secundaria, represen-
ta el espacio fundamental para la educación de los adolescentes y los jóvenes de la provincia
de Buenos Aires; es un lugar que busca el reconocimiento de las prácticas juveniles con sentido
formativo y las incluye en propuestas pedagógicas que posibiliten construir proyectos de futu-
ro y acceder al acervo cultural construido por la humanidad, para lo cual los adultos de la es-
cuela ocupan su lugar como responsables de transmitir la cultura a las nuevas generaciones.2
Una Escuela Secundaria inclusiva apela a una visión de los jóvenes y los adolescentes como
sujetos de acción y de derechos, antes que privilegiar visiones idealizadoras, románticas, que
nieguen las situaciones de conflicto, pobreza o vulnerabilidad. Esto hará posible avanzar en la
constitución de sujetos cada vez más autónomos y solidarios, que analicen críticamente tanto
el acervo cultural que las generaciones anteriores construyeron, como los contextos en que
están inmersos, que puedan ampliar sus horizontes de expectativas, su visión de mundo y ser
propositivos frente a las problemáticas o las situaciones que quieran transformar.
Tener en cuenta los distintos contextos en los que cada escuela secundaria se ha desarrollado,
las condiciones en las que los docentes enseñan, las particularidades de esta enseñanza y las
diversas historias personales y biografías escolares de los estudiantes, permitirá que la toma de
decisiones organizacionales y curriculares promueva una escuela para todos.
Este trabajo fue socializado en diferentes instancias de consulta durante todo el 2009. Cabe
destacar que la consulta se considera como instancia para pensar juntos, construir colectiva-
mente, tomar decisiones, consolidar algunas definiciones y repensar otras.
Una escuela secundaria que requiere ser revisada, para incorporar cambios y recuperar algunas de sus
buenas tradiciones, implica necesariamente ser pensada con otros. Por ello, esta escuela es el resultado
del trabajo de la Dirección Provincial de Educación Secundaria y recoge los aportes efectuados por ins-
pectores, directivos, docentes de las diferentes modalidades, estudiantes, especialistas, representantes
gremiales, universidades, consejos de educación privada, partidos políticos, entre otros.
1
Ley de Educación Provincial Nº 13.688, artículo 5.
2
DGCyE, Marco General de la Educación Secundaria. Diseño Curricular de Educación Secundaria. La Plata,
DGCyE, 2006.
Literatura | 5
El proceso de diseño curricular
El proceso de diseño curricular se inició en el año 2005, con una consulta a docentes en la cual se
valoraron las disciplinas y su enseñanza; continuó en 2006 con la implementación de los predise-
ños curriculares como experiencia piloto en 75 escuelas de la Provincia. A partir de 2007, todas las
escuelas secundarias básicas implementaron el Diseño Curricular para el 1° año (ex 7° esb); durante
2008 se implementó el Diseño Curricular para el 2° año (ex 8° esb) y en 2009 se implementó el co-
rrespondiente al 3° año (ex 9° esb).3
Se organizó de este modo el Ciclo Básico completo, con materias correspondientes a la for-
mación común. El Ciclo Superior Orientado, por su parte, se organiza en dos campos: el de
la formación común y el de la formación específica. El primero incluye los saberes que los
estudiantes secundarios aprenderán en su tránsito por el nivel, sea cual fuere la modalidad u
orientación, y que son considerados como los más significativos e indispensables.4 El segundo
incorpora materias específicas de distintos campos del saber, según la orientación.
En este sentido, la organización del Ciclo Básico y su desarrollo, tanto en el Marco General como
en los diseños curriculares de cada una de las materias, decidieron cuestiones importantes que se
continúan en los diseños curriculares para el Ciclo Superior. Se resolvió su diseño de manera com-
pleta porque se estructura en orientaciones que debieron pensarse para aprovechar los espacios
disponibles de los tres años.
Finalmente, estos diseños curriculares necesitan que los docentes participen y co-construyan
con los jóvenes ritos que hagan marca, es decir que den cuenta de la impronta particular de
cada escuela. Esto implica el reconocimiento y la integración a las rutinas escolares de los
modos de comunicación y expresión de los jóvenes: programas de radio, blogs, publicaciones,
espacios de expresión artística, entre otras alternativas.
La propuesta de una escuela secundaria pública, en tanto espacio de concreción del derecho
social a la educación para los adolescentes y los jóvenes, toma en sus manos la responsabilidad
de formar a la generación que debe ser protagonista en la construcción del destino colectivo.
El Diseño Curricular del Ciclo Superior para la Educación Secundaria de 5o año se presenta en
tres tipos de publicaciones.
• Marco General del Ciclo Superior para la Escuela Secundaria.
• Materias comunes que corresponden a 5° año de todas las orientaciones.
• Orientaciones.
El siguiente cuadro representa cada una de las publicaciones con sus contenidos.
3
Las resoluciones de aprobación de los diseños curriculares correspondientes al Ciclo Básico de la Secun-
daria son: para 1° año Res. N° 3233/06; para 2° año 2495/07; para 3º año 0317/07; para Construcción de
Ciudadanía Res. 2496/07 y Res. de Consejo Federal Nº 84/09.
4
En los lineamientos federales, este campo de la formación común se denomina Formación General.
Ciencias de la Tierra
Biología
Sociología
Física
Lenguas Extranjeras Italiano II
Francés II
Portugués II
Taller de Escritura
Derecho
Gestión Organizacional
Observatorio de Medios
Literatura | 7
Literatura y su enseñanza en el Ciclo Superior
de la Escuela Secundaria
Esta materia toma como objeto de enseñanza las prácticas del lenguaje del ámbito de la Lite-
ratura. Tiene, por lo tanto, el mismo enfoque didáctico que la materia Prácticas del Lenguaje
de los tres primeros años de la Secundaria, pero se especializa en uno de sus ámbitos de uso:
el literario
Se definen las prácticas del lenguaje como las diferentes formas de relación social que se llevan
a cabo mediante, en interacción, y a partir del lenguaje.
Esta perspectiva implica poner de relieve ciertas concepciones acerca de la didáctica, entre las
que se destacan:
• el modo en que se entiende la construcción de los saberes: las prácticas del lenguaje ponen
en juego acciones comunicativas donde hacer (es decir actuar en intercambios comunica-
tivos orales y escritos) presupone un saber hacer, un poder hacer con y sobre el lenguaje.
No así a la inversa: no hay un saber anterior al uso de la lengua que lo garantice; aunque
sí se podría plantear que a medida que se la usa, ese saber se va construyendo en una re-
flexión constante sobre aquello que se dice, lee, escribe y escucha;
• el modo en que se concibe al objeto de conocimiento a ser enseñado: confeccionar y llevar
adelante propuestas en el aula enmarcadas en las prácticas del lenguaje supone abordarlo
de una manera integral; es decir, sin fragmentar el uso en unidades menores (sea textuales,
oracionales, léxicas), sino preservándolo como objeto. Esto supone revisar aquellas prácti-
cas de enseñanza centradas fundamentalmente en la descripción de aspectos formales y
estructurales de la lengua, difícilmente significativas para los alumnos y desvinculadas de
los contextos reales donde esos aspectos efectivamente se usan.
El desafío de la escuela será formar alumnos como ciudadanos sujetos de las prácticas sociales
del lenguaje, entendiendo que el aprendizaje de la lengua tiene sentido en la medida en que
esté incluido en el proceso de apropiación de esas prácticas.
En este proceso se destacan algunos criterios fundamentales con los que se espera que se aborden
los contenidos de la materia (es decir, las prácticas del lenguaje en el ámbito de la Literatura).
Literatura | 9
manentes y actividades independientes- sistemáticas y ocasionales), como en la modalidad de
organización (mayor o menor intervención del docente, trabajos individuales, en pequeños
grupos y de grupo áulico total, tareas obligatorias y optativas, etcétera).
El trabajo cooperativo: es necesario que todos los estudiantes se sientan convocados a inter-
venir, autorizados a expresar sus ideas, interesados en escuchar las ideas de los demás y poder
confrontarlas, con confianza, para ejercer la palabra asumiendo los riesgos de equivocarse,
sabiendo que el error forma parte del aprendizaje, contando con la orientación del docente y la
colaboración de sus compañeros, y haciéndose cargo de la responsabilidad de hacer su aporte
al trabajo grupal.
Cuando se usa el lenguaje se pone en juego una actividad comunicativa, cognitiva y reflexiva.
Por medio de él todos participamos de la vida social y, a su vez, construimos nuestra individua-
lidad: expresamos ideas, defendemos nuestros derechos, discutimos con los demás, establece-
mos relaciones afectivas, trabajamos, influimos sobre los otros, nos informamos, organizamos
nuestro pensamiento, etc. Hablar un lenguaje implica estar inmerso en una manera de organi-
zar y entender el mundo; bucear en él constituye ni más ni menos que la apasionante tarea de
preguntarse cómo es esa manera de ver el mundo que tenemos.
Pero a su vez, lo que llamamos el lenguaje no puede ser considerado como una unidad homo-
génea y estable. Todas las complejidades, variaciones, cambios, heterogeneidad, etc. que atra-
viesan a los sujetos que enfrenta el hombre como miembros de una sociedad y de una cultura,
tienen su correlato en el lenguaje.
Pensando entonces a las prácticas del lenguaje como las diferentes formas de relación social
que se llevan a cabo mediante, en interacción y a partir del lenguaje, la literatura se propone
enseñar:
Se retoman aquí concepciones abordadas en los diseños curriculares del Ciclo Básico de la
Escuela Secundaria.
Todo lector establece un vínculo creativo con lo que lee, en un proceso dinámico donde texto
y lector interactúan en una transacción donde se produce el sentido.
Nada más lejos de la riqueza, diversidad y amplitud de lecturas que ofrece un texto literario
que presentar a los alumnos la interpretación de un texto de manera anticipada, explicar un
texto a los estudiantes o abrir el juego de interpretación con la curiosa pregunta “¿qué quiso
decir el autor?” En estos casos la búsqueda del lector en general pierde sentido porque en estas
intervenciones docentes subyace la idea de una interpretación unívoca, lineal, “correcta”.
Debe favorecerse la variedad de interpretaciones mediante actividades que propicien esta mul-
tiplicidad de sentidos y que no centralicen la atención en aspectos exclusivamente estructu-
Si se consideran las prácticas sociales de lectura como referencia y se pone como ejemplo al lec-
tor asiduo y apasionado, seguramente se encontrarán algunas conductas particulares y prácticas
muy específicas: será posible identificar al lector que va de un libro por vez, al que lee muchos
juntos, al que ha decidido leer “las grandes obras”, al que lee “todo lo que le viene a la mano”, al
que sólo quiere leer vanguardia, al exquisito, al prejuicioso, al que se obsesiona con un género,
al que sigue a un autor, al apasionado, al mesurado, al que lee lo que está de moda, al que lee
lo que lee la pareja o los amigos, al que lee lo que no lee nadie, al lector que marca sus libros y
anota todo lo que piensa, al que no se permite escribirlos, al que comenta a otros lo que lee, al
que escribe algo después de leer. Pero difícilmente sea posible encontrar a un lector apasionado
que, habiendo leído una gran obra, responda luego un cuestionario hecho por otro.
La experiencia literaria debe presentarse a los adolescentes como una posibilidad de vincularse
con su experiencia personal. Pero además de los aspectos que refieren a la lectura como hecho
íntimo, personal, de privacidad, tanto de refugio como de crecimiento, hay otro aspecto tan
importante como el anterior que es el de lo social, lo público, lo compartido. Formar lectores
de literatura implica entonces:
• poner a los estudiantes en situaciones en las que se encuentren con una variada gama de
textos, autores, géneros, estéticas, estilos, poéticas;
• construir ámbitos de intercambio de ideas donde los estudiantes como lectores puedan
expresar sus puntos de vista acerca de los textos y profundizar sus lecturas en diálogo con
otros lectores;
• favorecer, tanto en las discusiones orales como en las prácticas de escritura donde se pon-
gan en escena estos puntos de vista, la pluralidad de lecturas y opiniones de los estudian-
tes reflexionando sobre las diferentes formas de comprender los textos, sobre la diversidad
de estrategias de lectura y de concepciones estéticas, etc. que cada uno pone en juego a
la hora de leer;
• acompañar a cada alumno a encontrarse con “su propio libro”, “su propio autor”, “su
propio estilo”, guiándolo en la elección de los textos, haciendo sugerencias específicas,
despertando el interés de los lectores como lo hace quien recomienda una obra;
• crear contextos adecuados para la lectura, no sólo físicos sino también relacionados con
los conocimientos y las actitudes: contar hechos de la vida de los autores y de las condi-
ciones de producción de los textos, propiciar la búsqueda de información sobre la época y
las estéticas dominantes y sobre las discusiones intelectuales.
En el Ciclo Superior esta materia, que tiene continuidad con los años anteriores en el enfo-
que didáctico y por tanto en la progresión de las prácticas, focaliza su atención en el ámbito
de la Literatura.
Literatura | 11
Esto significa que los ejes de estudio y de formación ciudadana ser abordados en el marco de
la literatura. Se sostiene que durante los tres primeros años esta materia ya intervino en la en-
señanza de aspectos lingüísticos y discursivos generales, y que en el Ciclo Superior corresponde
una profundización en los campos específicos de conocimiento.
La literatura y el estudio
Una de las particularidades del Ciclo Superior debería ser la planificación de situaciones de
estudio contextualizadas. La literatura como campo de saber presenta su cuerpo de textos,
hábitos de lectura y de escritura, formas de comunicar los saberes, modos de construir el cono-
cimiento, estrategias de indagación, –entre otros aspectos– que les son propios. Estos hábitos
discursivos son históricos, generalmente se encuentran muy codificados, y han adquirido es-
tructuras y modos particulares en cada ámbito.
Esto hace que el vocabulario técnico de un campo de saber como el de la literatura, la lógica
de los textos que le son propios, sus modos de lectura, las diversas maneras de operar con la
información, las diferentes estrategias que se ponen en juego a la hora de leer, etc., deban ser
aprendidos en la lectura y frecuentación de los textos, quehaceres de cada orientación y espe-
cíficamente de cada materia.
El arte es, entre otras cosas, una forma de conocimiento. La literatura es un arte que pone en
juego el uso de conceptos. Dichos conceptos deben ser analizados en las obras de modo que los
alumnos puedan realizar un proceso que les permita identificar estilos, poéticas, rasgos de épo-
ca, de escuela, discusiones con otras posturas frente a la literatura, etc. Por ejemplo en las obras
narrativas, son centrales los conceptos de autor, narrador, personaje; en la poesía el concepto
de sujeto poético (yo lírico); en las obras teatrales la diferencia entre representación teatral y
texto dramático, los conceptos de unidad de acción y unidad de tiempo, entre otros.
Los anteriores conceptos surgen del análisis de las obras para poder identificar y distinguir
procedimientos literarios.
Asimismo, en forma gradual se deberían advertir los rasgos propios de la ficción y reflexionar
en torno a ellos, estudiar los contextos socio-históricos de producción y su influencia en la obra
misma, estudiar los diferentes movimientos de estilo y sus particularidades, establecer regu-
laridades y rupturas. Todos estos temas deben ser abordados a partir de secuencias didácticas
siempre planificadas de modo tal que los alumnos puedan construir conocimiento, avanzar en
sus conceptualizaciones, adquirir hábitos y estrategias de estudio.
Además, para abordar los temas de Literatura, se accede a textos académicos tanto de estudio
de teoría literaria como de análisis de las obras. Para entender sus contenidos, como en todos los
textos, hay que entender también sus formatos y sus particularidades de estilo. Hay en esta mate-
ria una práctica que refiere particularmente a la lectura y la producción de textos académicos.
Formar lectores literarios es, entre otras cosas, formar ciudadanos. Son varias las razones que
fundamentan esta aseveración:
• leer literatura permite construir saberes que contribuyen a la comprensión del mundo, a
una lectura más amplia, más comprensiva, más sensible de lo que nos rodea;
• leer literatura en lengua española posibilita una ductilidad con el uso del lenguaje que
puede ser funcional a propósitos que exceden lo literario. Inclusive, escribir textos estéti-
cos con asiduidad puede favorecer la escritura de textos que persiguen otros propósitos;
• leer literatura argentina acerca al lector tanto al idioma nacional y sus variaciones lingüís-
ticas como a las costumbres, la historia y la cultura nacional;
• leer literatura latinoamericana favorece la formación de una identidad regional colectiva
porque permite conocer y comprender las problemáticas y rasgos comunes y propios de
cada cultura;
• leer literatura de otras culturas permite ampliar la mirada hacia un espectro universal,
establecer comparaciones con lo propio, descubrir las diferencias, apreciar lo propio y
también pensar en las posibilidades de transformación y cambio;
• leer textos literarios vinculados a los contextos sociales e históricos específicos contribuye
a su conocimiento, análisis y comprensión.
• la literatura en tanto entrar en vidas ajenas y encarnarlas, permite constituir subjetivida-
des, tomar posicionamiento, construir un modo de ver la vida;
• el debate desde la lectura de los textos literarios permite ir consolidando ideas propias y
encontrar argumentos para defenderlas. También contribuye a la socialización, a la acep-
tación de ideas diferentes y a la valorización del diálogo;
• apropiarse del lenguaje estético favorece la simbolización, y ésta, el crecimiento intelec-
tual y la posibilidad de pensar de un modo crítico, lúcido;
• leer y escribir textos académicos otorga una formación discursiva que favorece la inserción
social en distintos ámbitos, no sólo de estudio y trabajo porque permite establecer relacio-
nes entre los temas abordados en textos ficcionales y problemáticas actuales de carácter
social, político y económico, lo cual genera pensamiento, discusión, comprensión.
Literatura | 13
Según Teresa Colomer, los textos literarios permiten comprender y verbalizar la actividad huma-
na, representando así la realidad de diversas formas que aquí se denominan cosmovisiones:
Se ha decidido organizar las cosmovisiones del siguiente modo: en 4° año se propone el predominio
de formas míticas y fabulosas, épicas y trágicas. En 5° año, las formas realistas, miméticas, fantás-
ticas y maravillosas, y por último en 6° año, las formas cómicas, paródicas, alegóricas, de ruptura y
experimentación. En este sentido, se están proponiendo diversas miradas, cosmovisiones.
Se busca entonces seleccionar obras que estén relacionadas entre sí en tanto presentan una
mirada, una aproximación interpretativa particular del mundo. La enseñanza de la literatura,
especialmente en la Escuela Secundaria, tiene que posibilitar a los alumnos conocer las mane-
ras de pensar la realidad y dar forma a la experiencia; esas maneras se encuentran acumula-
das, atesoradas en las obras literarias.
Hablar de una mirada trágica no necesariamente nos remite a las tragedias griegas, ni siquiera
a todas las obras teatrales que pertenecen a la especie tragedia; también podemos pensar en
poemas de César Vallejo, de Miguel Hernández, de Alejandra Pizarnik, en los Cuentos brutales
de Abelardo Castillo o en algunas novelas de Héctor Tizón, como El cantar del profeta y el
bandido.
1
Colomer, Teresa, “La enseñanza de la literatura como construcción de sentido”, en Revista Lec-
tura y Vida, año XXII, número I. Marzo 2001.
De este modo el docente debería propiciar un diálogo de la literatura consigo misma y con
sus metatextos, dando lugar a recorridos de lectura donde cada texto, al ser transitado por
los estudiantes, se pueda modificar y entrar en relación con otros textos. Cada nueva lectura
da lugar a un nuevo texto, y esta visión creativa debe orientar la totalidad del trabajo con la
literatura en el aula.
Cuando no se comprenden las razones y no se puede dar una explicación científica de los he-
chos tienden a buscarse argumentos míticos, se “construye” ficcionalmente una explicación. La
evolución de la humanidad y el crecimiento de la persona permiten un vínculo más mimético
con la realidad y comienzan a encontrarse razones y explicaciones que vinculan a la persona
con el ambiente. En simultáneo, al tener la distinción de lo que se puede considerar realista, se
abre la alternativa fantástica.
Por último, cuanto mejor conocimiento se tiene de la realidad, de los cánones, las normas y las
reglas, más posibilidades existen de transgredirlas, de ingresar al universo de las rupturas y las
experimentaciones. Se podría decir que esta instancia es la más “vanguardista” y compleja.
Literatura | 15
Mapa curricular
Esta materia articula su enfoque didáctico y sus contenidos con Prácticas del Lenguaje de los tres
primeros años. Además, tiene continuidad en Literatura de sexto año.
En el contexto de este mapa curricular de la materia Literatura se leen textos literarios españo-
les, latinoamericanos y argentinos donde predominen distintas cosmovisiones según cada año,
en el marco de prácticas del lenguaje del ámbito de la literatura, que se retoman durante los
tres años y presentan una gradación progresiva.
El mapa curricular de Literatura de 5° aborda los textos literarios en el contexto de las formas
realistas, miméticas, fantásticas, maravillosas, de ciencia ficción y sus mixturas y en el con-
texto de Prácticas del Lenguaje del ámbito literario, recurrentes en 4º, 5º y 6º como lo señala el
siguiente esquema:
Materia Literatura
Año 5 o año
Leer textos literarios españoles, latinoamericanos y argentinos donde predomi-
nen las formas realistas, miméticas, fantásticas, maravillosas, de ciencia ficción y
sus mixturas en el marco de las siguientes prácticas:
• participar de situaciones sociales de lectura y escritura literaria;
Contenidos • establecer relaciones entre el lenguaje literario y otros lenguajes artísticos;
• leer y producir textos académicos (de estudio) y críticos (de análisis) de lite-
ratura;
• construir un proyecto personal de lectura literaria.
Carga horaria
• Ofrecer a los estudiantes un corpus de obras literarias en las que prevalezcan miradas
realistas, miméticas, fantásticas, maravillosas, y sus mixturas.
• Acompañar la lectura de dicho corpus.
• Aportar bibliografía e intervenir para que los estudiantes construyan categorías que les
permitan analizar obras de cosmovisión realista en la literatura española y americana,
obras fantásticas y maravillosas del romanticismo español, obras de ciencia ficción en
lengua española y las más representativas del realismo mágico latinoamericano.
• Favorecer el diálogo entre estas obras y otras de la literatura universal.
• Aportar materiales, hacer comentarios, orientar la búsqueda de información e intervenir
para que los estudiantes vinculen estas obras literarias con obras pertenecientes a otros
lenguajes artísticos.
• Propiciar la sistematización de conocimientos en torno la cosmovisión realista, mimética,
fantástica, maravillosa y sus mixturas.
• Acompañar y promover la lectura de textos de estudio relacionados con el siguiente re-
corte de obras seleccionadas: sobre las diversas manifestaciones de las cosmovisiones rea-
listas, análisis de los relatos maravillosos clásicos y contemporáneos en lengua española,
textos que permitan definir lo fantástico y su diferencia con la visión realista y maravillo-
sa, información acerca del Realismo Mágico, poéticas de los autores acerca de sus propias
obras, etcétera.
• Acompañar el análisis de los géneros y estilos propios de estas obras seleccionadas.
• Orientar a los estudiantes para que puedan encontrar dentro de estas temáticas y cosmo-
visiones, un itinerario personal de lecturas para comentar.
• Favorecer, acompañar y orientar la escritura de ensayos breves de las obras analizadas.
• Fomentar la participación en situaciones orales de socialización de los temas abordados:
exposiciones ante auditorios desconocidos, debates, foros, paneles, etcétera.
• Promover reflexiones acerca las nuevas prácticas del lenguaje que los estudiantes realizan
durante 5° año profundizando sus aprendizajes lingüísticos y metalingüísticos, incorporan-
do nueva terminología específica de la literatura.
• Generar espacios para la elaboración de listas y resúmenes de los textos leídos y de otros mate-
riales utilizados, la planificación y las distintas versiones de las producciones de los estudiantes
para dar cuenta del proceso de elaboración de sus escritos acerca de la lectura literaria.
• Propiciar el desarrollo de proyectos para socializar sus producciones literarias (antologías,
talleres, cafés literarios, concursos, etc.) donde puedan volcar sus creaciones, estén abier-
tos a los juicios de los otros, compartan sus propias valoraciones, contemplen las sugeren-
cias del docente y de sus compañeros para revisar sus textos.
• Incentivar la publicación de los trabajos: edición de los libros, preparación de los talleres,
ejecución de los concursos y presentaciones.
• Favorecer la apropiación de la terminología propia de la materia para que los estudiantes
se refieran a diversos aspectos gramaticales del lenguaje en uso y avanzar en la sistemati-
zación de los conocimientos lingüísticos para optimizar sus prácticas.
• Poner en juego estrategias para que los estudiantes elaboren criterios que les permitan mejorar
sus prácticas, valorar su desempeño y reutilizarlo en otras ocasiones al finalizar los distintos
proyectos de lectura, escritura e intercambio oral acerca de los conocimientos alcanzados y:
-- las estrategias de lectura;
-- la búsqueda de información;
Literatura | 17
-- la planificación y revisión de los textos escritos;
-- las exposiciones, los debates, los comentarios u otras;
-- prácticas del lenguaje oral.
• Aportar información acerca de los autores, los libros y la mayor cantidad posible de fuen-
tes de consulta (recursos bibliográficos impresos y virtuales).
• Proponer en la lectura instancias de reflexión oral y escrita de las obras.
• Favorecer la reescritura y la relectura de textos literarios y no literarios vinculados con el
corpus seleccionado para el año.
• Establecer criterios claros con antelación a las prácticas para decidir cuándo se ha avanza-
do en el aprendizaje de una de ellas y cuando no: cuándo se considera que se ha compren-
dido un texto argumentativo, que se ha expuesto oralmente de manera adecuada un tema
vinculado con la literatura y se ha explicado con precisión, que se ha buscado información
de manera pertinente, etcétera.
• Acompañar a los estudiantes en el proceso de lectura y escritura de textos académicos
relacionados con la literatura y el corpus seleccionado.
• Proponer durante el año, y en la medida en que se usa el lenguaje, instancias de corte para
instalar la recapitulación, la reflexión y la sistematización de conocimientos en torno al
lenguaje en general y al lenguaje literario en particular.
• Propiciar momentos de reflexión acerca de los procesos realizados cuando se lee, se busca
información, se escribe, se expone, etc., para que los estudiantes puedan hacerlos cons-
cientes y sistematizarlos: por ejemplo, confeccionar entre todos secuencias de acciones
realizadas en el pizarrón, pedirles que revisen y escriban sus procesos en las carpetas (y
comparar los diversos recorridos), que se los cuenten a otros, etcétera.
• Diseñar situaciones de escritura donde los estudiantes sientan la necesidad de volver a
reflexionar acerca de estas cuestiones y de organizar el conocimiento alcanzado, por ejem-
plo prólogos de antologías personales, reseñas literarias, textos de análisis crítico de las
obras literarias, entre otros.
Objetivos de aprendizaje
• Leer obras literarias en las que prevalezcan miradas realistas, miméticas, fantásticas, ma-
ravillosas, y sus mixturas.
• Analizar obras de cosmovisión realista en la literatura española y americana, obras fantás-
ticas y maravillosas del romanticismo español, obras de ciencia ficción en lengua española
y las más representativas del realismo mágico latinoamericano.
• Establecer diálogo entre estas obras y otras de la literatura universal.
• Comparar estas obras literarias con obras pertenecientes a otros lenguajes artísticos.
• Establecer relaciones entre la literatura y la historia mediante la ficcionalización literaria
de los hechos históricos.
• Comprender la cosmovisión realista, mimética, fantástica, maravillosa y sus mixturas.
• Distinguir las especificidades del lenguaje literario.
• Leer textos de estudio directamente relacionados con el siguiente recorte de obras selec-
cionadas: diversas manifestaciones de las cosmovisiones realistas, análisis de los relatos
maravillosos clásicos y contemporáneos en lengua española, textos que permitan definir
lo fantástico y su diferencia con la visión realista y maravillosa, información acerca del
Literatura | 19
Contenidos
Los contenidos de la materia son las prácticas del lenguaje que abordan un corpus de obras
literarias específico para cada año.
Los cuadros siguientes corresponden a cada una de las prácticas del lenguaje. Estas constituyen
una totalidad que incluye la oralidad, la lectura y la escritura, así como los aspectos pragmáti-
cos, sintácticos, gramaticales y normativos.
Dentro de cada una de ellas se explicitan los aspectos involucrados y las orientaciones especí-
ficas para enseñarlas.
• Los aspectos involucrados que el docente encontrará enunciados en cada práctica son
precisamente las cuestiones que deben ser enseñadas. Estos aspectos no constituyen te-
mas, en tanto que no están allí planteados para que se los trabaje uno a uno linealmente,
sino que constituyen dimensiones del uso que se irán sistematizando en el diálogo con la
reflexión. Dicho de otro modo: los aspectos involucrados indican qué se debe enseñar
cuando se enseña cada una de las prácticas del lenguaje, que son, en sí mismas, los
contenidos.
• Además de las orientaciones generales que hay en otra parte del documento, aquí apa-
recen orientaciones específicas para cada práctica El docente encontrará explicaciones,
consideraciones, y aclaraciones.
Literatura | 21
Relacionar los textos leídos con otros lenguajes artísticos
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
• Mirar películas vinculadas con los textos leí- Esta es una práctica que se retoma de la Ciclo
dos en el marco de la cosmovisión específica Básico y que debe continuarse durante el Ciclo
del año (cuentos, novelas e incluso poemas) Superior de la Escuela Secundaria
que presenten rasgos de la ciencia ficción, del
La relación entre la literatura y los otros lenguajes
género fantástico, maravilloso o realista; un
artísticos debe servir para abrir posibilidades no
corpus de obras del realismo mágico latino-
sólo en el acto de leer e interpretar, sino también
americano por la época, la estética o la temá-
en cuanto a las posibilidades de acercamiento a
tica y comentarlas.
otras artes.
• Analizar adaptaciones fílmicas de obras litera-
rias y analizar los criterios de transposición. El docente debe propiciar experiencias lo más
• Vincular obras de arte pertenecientes a otros amplias posibles hacia la intertextualidad, favo-
lenguajes tales como la música, la danza, la fo- reciendo el contacto en el aula y fuera de ella
tografía, las artes plásticas, historietas, etc., y es- –como ya se mencionó– con la mayor cantidad
tablecer relaciones con los textos literarios (por de artes posibles: ir al cine, asistir a muestras de
la época, el tema, el movimiento estético, etc.). pintura, escuchar música, leer historietas… A su
• Buscar marcos de referencia conceptuales que vez, el docente debe favorecer un clima en el que
sirvan como criterios de análisis (como por sea posible, no sólo el análisis crítico y concep-
ejemplo características de un movimiento es- tual de los distintos lenguajes, sino también la
tético en particular). producción creativa.
• Establecer las regularidades en tanto lengua-
Es esperable que se oriente a los estudiantes y se
jes estéticos.
compartan experiencias de relaciones encontradas
• Identificar las diferencias, caracterizando las
entre todos, además de brindar la posibilidad de
especificidades del lenguaje literario.
que cada uno de ellos o en pequeños grupos según
• Dar cuenta de las relaciones establecidas y de
sus gustos, intereses o aptitudes, se centren más
las conclusiones obtenidas mediante produc-
puntualmente en uno de los lenguajes artísticos.
ciones orales y escritas.
• Producir creativamente relaciones (como por Se deben brindar los espacios para que pueda
ejemplo sacar y recopilar fotos que se vinculen ser posible socializar la totalidad de estas expe-
a un texto poético, dibujar, musicalizar poemas, riencias no sólo entre los alumnos del curso sino
crear un video a partir de un texto leído, crear también a otros alumnos de la escuela e incluso
una historieta a partir de un cuento, etc.). a la comunidad.
• Socializar las producciones académicas (como
por ejemplo un ensayo), o estéticas (como por
ejemplo la reseña de una película o la produc-
ción de una obra de artes plásticas).
Literatura | 23
Elaborar y llevar a cabo proyectos personales de lectura
Aspectos involucrados Orientaciones didácticas
• Seleccionar de manera individual el corpus La tarea docente vinculada con esta práctica im-
de textos a leer en el año encuadrado en las plica crear las condiciones para que cada estu-
pautas establecidas: realismo español y ame- diante pueda ir construyendo gradualmente un
ricano, literatura fantástica y maravillosa en recorrido personal de lectura de acuerdo a sus
lengua española, y textos del realismo mágico gustos e intereses personales.
latinoamericano.
El alumno decidirá con ayuda del docente los li-
• Justificar los criterios para dicha selección.
bros que serán destinados a la lectura compar-
• Llevar a cabo la lectura, ajustando los tiempos
tida y aquéllos que leerán en forma individual.
y los objetivos que se han establecido previa-
Como la práctica de leer un corpus de textos
mente.
planteada para los años anteriores supone más
• Hacer nuevas previsiones mientras se lee, en
orientaciones por parte del docente, en los años
función de las lecturas que quedan pendien-
superiores se espera que los estudiantes trabajen
tes.
con mayor autonomía en la elección de los temas
• Dar cuenta de las lecturas realizadas en situa-
y los géneros, títulos y autores, de modo tal que
ciones de socialización (conversaciones en el
puedan planificar y profundizar su proyecto per-
aula, escritura de reseñas de recomendación
sonal de lecturas.
para el diario escolar o local, etcétera.)
• Buscar información sobre los autores leídos El docente deberá ofrecerles elementos para re-
(su biografía, entrevistas, concepciones estéti- tomar las estrategias de lectura e interpretación
cas, reflexiones acerca de su propia obra, entre de los libros elegidos que han aprendido en otros
otros materiales) y vincular esa información años para ponerlas en juego el presente año de
con el corpus personal seleccionado. manera individual y autónoma: adecuarlas al
• Buscar información sobre el corpus de textos abordaje de los géneros clásicos y la totalidad de
leídos (contexto de producción, análisis de las los subgéneros posibles anticipando sus regula-
obras realizadas por expertos, historias sobre ridades; establecer el vínculo con conocimientos
la producción de estos textos, época en que se teóricos, (que les permitan caracterizar la lite-
llevó a cabo la primera publicación, cantidad ratura fantástica, de ciencia ficción, etc.); hacer
de publicaciones, recepción del público lector, recorridos propios en las lecturas y los géneros,
etc.) y vincularla con la lectura personal del identificando marcas que les son propias a los
estudiante. textos que más les gusta o interesa, entre otras
• Buscar información acerca del/los género/s opciones posibles que lleven al estudiante a ex-
que se leen (características, historia, escrito- plorar nuevos recorridos por la lectura.
res representativos, etc.), analizar los rasgos
distintivos de los géneros en las obras, así
como las diversas propuestas de los escritores
en relación con un mismo género.
• Extraer conclusiones en torno a la cosmovisión
del año, poniendo en juego todos los aspectos
analizados, en producciones escritas y orales
tanto académicas como estéticas.
Al igual que en 1°, 2° y 3° año, en los años superiores se propicia la intertextualidad; es decir
que se propone la búsqueda de obras que permitan “dialogar” con otras obras de diferentes
autores, épocas y nacionalidades (tanto como de otros lenguajes artísticos). Esto significa que
existe una apertura desde las obras escritas originalmente en nuestro idioma, hacia las obras
pertenecientes a la literatura universal.
El docente deberá decidir cuáles son los textos más pertinentes para que los estudiantes lean,
considerando el anexo de autores sugeridos donde se han privilegiado autores contemporáneos
de literatura en lengua española.
Del corpus presentado en el anexo los estudiantes deben haber transitado a lo largo de 4º, 5° y
6° año por:
Por ende, el docente deberá privilegiar a la hora de planificar los recorridos de lectura:
• los autores que no deben dejar de leerse; es decir, aquellos que el docente considere im-
prescindibles para la formación de los estudiantes. Conviene abordar estos autores con el
grupo completo, dado que esto facilitará la modelización de la lectura (cómo leer, cómo
analizar, cómo discutir acerca de lo leído, etc.);
• los autores que los estudiantes eligen grupalmente;
• los autores que cada estudiante elige de manera individual.
Una buena selección de textos debería considerar dentro de las cosmovisiones indicadas:
Literatura | 25
• La observación y la descripción precisa de la realidad.
• Novela y burguesía: La captación del público burgués a partir de la identificación y la
ruptura de las formas románticas.
• Las “novelas de aprendizaje”. El didactismo. La relación entre el individuo y la sociedad. Los
modos de representar a los jóvenes: sus deseos, sus modelos, sus modos de relacionarse, el
romance juvenil, etcétera.
• Literatura, periodismo y política: Propósito de crítica social y política. Análisis de Ope-
ración Masacre, ¿Quién mató a Rosendo? y Carta abierta a la Junta Militar, de Rodolfo
Walsh: el contexto de producción de las obras y biografía del autor. La literatura como
espacio de lucha y resistencia. Los límites entre la literatura y el periodismo.
• Relato histórico: Literatura e Historia: El entenado, de Juan José Saer y de Los perros del
paraíso, de Abel Posse, la reconstrucción literaria de la conquista de América. Se podrá
acompañar con lectura de fragmentos de Los Naufragios, de Alvar Núñez y de La Verda-
dera Historia de conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, y otros textos
vinculados con los episodios narrados.
• Literatura y revolución: La revolución es un sueño eterno, de Andrés Rivera Lectura y
análisis de la novela en diálogo con discursos de Moreno, Castelli y Monteagudo. Trabajo
con fuentes históricas.
• Los límites entre la Historia y la Literatura: rasgos discursivos, objetivos, el estatuto fic-
cional de los textos, modos de construcción del tiempo y el espacio, las estrategias de
escritura, etcétera.
En la medida en que los estudiantes llevan a cabo sus prácticas de lenguaje deberían analizar
literariamente las obras literarias. Esto implica:
Literatura | 27
didáctico extenso y flexible que permita la continuidad de las prácticas y la formación de há-
bitos lectores.
• el ciclo completo como ciclo de formación: pensar el ciclo completo permite contar con un
tiempo prolongado que dé lugar a la profundización de las prácticas;
• a cada año con sus especificidades, según los alcances que se esperan para el abordaje de
las prácticas;
• la secuencia de enseñanza en la que se insertan las diversas lecturas y escrituras; esto es,
pensar como unidad de enseñanza no la clase, sino la secuencia. Cada práctica debería
estar colocada en una secuencia de enseñanza que dé lugar a una verdadera construcción
del conocimiento: o bien enmarcada en un proyecto, o bien tratada como práctica per-
manente, o bien en un abordaje recursivo donde se pueda reflexionar acerca de lo hecho
y volver a significarlo.
Asimismo, referirse al tiempo didáctico no implica simplemente remitirse a las horas de clase en
el aula, sino que se debe pensar como una perspectiva de enseñanza, en la alternancia y conti-
nuidad de la lectura dentro y fuera de la escuela. Esto significa que no sólo se debe considerar
la hora de lectura en clase y la hora de discusión sobre lo leído, sino también el hecho de que
los estudiantes deberían leer en el Ciclo Superior de manera autónoma y fuera de la escuela.
Los estudiantes deben adquirir hábitos lectores, esto es: leer dentro y fuera de la escuela con
asiduidad.
Recategorizar el tiempo didáctico y pensar en el largo plazo: eso permite crear hábitos.
• proyectos;
• actividades permanentes;
• actividades ocasionales.
El docente deberá propiciar intercambios con consignas que tiendan a la elaboración de pro-
ductos grupales (antologías por ejemplo) y otros individuales que se puedan compartir (por
ejemplo reseñas).
Las producciones colectivas como las antologías se prestan a que los estudiantes intervengan de
diversos modos según sus intereses: seleccionar los textos entre todos, un grupo se dedicará a
escribir el prólogo, otro la contratapa, otro diseñará las tapas, otro grupo presentará la anto-
logía en público de manera oral, etcétera.
A la vez, estas producciones grupales dan a los estudiantes la posibilidad de que ellos puedan ir
seleccionando obras y construyendo sus recorridos individuales.
Los estudiantes tienen mayoritariamente un acceso cotidiano a las nuevas tecnologías. Consi-
derando el uso de internet, se puede decir que se trata de la biblioteca más amplia de la que
se puede disponer en la actualidad. En la escuela se debería propiciar el uso de este importante
recurso como fuente de consulta en función de los temas estudiados. Además de las consultas
que se pueden realizar buscando directamente el dato requerido, hay páginas especializadas en
literatura, revistas literarias virtuales reconocidas (con catálogos, reseñas, entrevistas a escritores,
etc.), foros literarios, páginas para publicar los textos literarios producidos por los jóvenes, etc.
También podrán establecer relaciones con otros lenguajes artísticos, investigar qué obras ci-
nematográficas, teatrales, plásticas , entre otras pueden haber tenido lugar a partir de la obra
que están leyendo; y esas obras deberían poder buscarlas, llevarlas al aula, compartirlas con los
otros estudiantes…
Literatura | 29
La reflexión acerca del lenguaje en el contexto de la literatura
Reflexionar acerca de lo que se lee, se escribe, se dice y se escucha debe ser una actividad
permanente en la escuela. Del mismo modo que el diseño curricular de Prácticas del Lenguaje
de los tres primeros años de la Escuela Secundaria propone un diálogo entre uso-reflexión y
sistematización, se espera que esta misma forma de abordaje se ponga en juego a la hora de
abordar los textos que se le presentan a los estudiantes de Literatura.
Sin embargo, hablar de la reflexión acerca del lenguaje en el contexto de la Literatura requiere
de algunas consideraciones específicas. Una de las cuestiones que más se destaca es el hecho
de que se va a reflexionar básicamente en torno a dos discursos: el estético o literario, y el no
literario (especialmente el académico).
Se reflexionará acerca del lenguaje no literario cuando se leen y escriben textos de análisis de
las obras, cuando se estudia la historia de los géneros, la biografía de los autores, cuando se
contextualizan las obras, etc.
También los estudiantes tendrán la oportunidad de abordar otros lenguajes (como el cinemato-
gráfico, el fotográfico, los cómics, etc.) cuando vinculan los textos que se leen y escriben con
otros lenguajes artísticos.
Como ya se señaló, esta materia consiste en leer textos de Literatura española, latinoamericana
y argentina en el marco de una selección de prácticas del lenguaje.
Al ponerse en juego en el marco del uso social, las prácticas del lenguaje constituyen una to-
talidad que incluye la oralidad, la lectura, la escritura y los aspectos pragmáticos, sintácticos,
gramaticales, normativos, etc. Esto hace que para los fines de la enseñanza, sea necesario llevar
a cabo un recorte que permita organizar los objetos de uso en objetos de enseñanza. Para tal
razón, y para orientar la tarea didáctica, se ha decidido:
Acerca de las formas elegidas para el año: formas realistas, miméticas, fantásticas,
maravillosas, de ciencia ficción y sus mixturas
Se ha elegido para 5º año abordar las cosmovisiones que ponen en tensión el diálogo entre las
obras donde se establecen diversos vínculos entre las obras y la realidad que representan: se
proponen como finalidad o tendencia reproducir la realidad lo más fielmente posible (es decir,
las miméticas y realistas), con aquellas que ponen en cuestionamiento estas representaciones
miméticas: las maravillosas, sobrenaturales, extrañas, fantásticas, fanta-científicas, de ciencia
ficción, entre otras.
De esta manera, se propone abordar este grupo de cosmovisiones que tienen en común la pre-
ocupación por el modo de concebir y construir la realidad, vinculados con las coyunturas de
época donde cada una de estas cosmovisiones predominan, con una mirada socio-política par-
ticular, con una concepción estética acerca de la literatura, con una mirada filosófica en torno
al mundo y su posibilidad de ser representado artísticamente, con las perspectivas artísticas
que se ponen en juego, con las discusiones en el campo intelectual, etc. Así, estas cosmovisiones
requieren profundizar en los diversos modos en que los textos presentan la compleja relación
autor-experiencia-realidad-texto-lector.
A modo de ejemplo, en una cosmovisión realista, podrán incluirse no sólo las obras clásicas del
realismo o el naturalismo, sino una diversidad de géneros como el relato histórico, la literatura
de denuncia social, el periodismo literario, entre otros, donde el texto ficcional tiene por objeto
dar cuenta de los hechos referenciados de la manera más fidedigna posible. Esto no significa
por supuesto “copiar” la realidad, sino poner en juego una serie de recursos ficcionales que
tienden a presentar los hechos “como si fueran reales”.
En este sentido, se da lugar a un amplio espectro de obras donde el docente deberá recortar y
elegir un recorrido en función de sus propósitos de enseñanza, de los acuerdos institucionales,
de los intereses de los estudiantes, entre otros aspectos propios de la práctica. Sin embargo, el
propósito orientador de cada recorrido deberá consistir en enfocar las características de cada
manera de concebir y representar el mundo (cosmovisiones), arribar a conclusiones, generali-
zaciones y conceptualizaciones en torno de ellas, y contrastarlas con las otras propuestas para
el año.
Literatura | 31
Orientaciones para la evaluación
No se deberían evaluar interpretaciones de las obras literarias (como lectura cerrada, lineal,
unívoca) dado que no hay una interpretación que pueda considerarse como la correcta.
Las prácticas del lenguaje forman parte de un proceso integral que el estudiante debe transitar
durante la Escuela Secundaria en general y del año entero en particular. Todas las prácticas han
de estar enmarcadas en un proceso gradual que incluye siempre la relación entre la evaluación
y las condiciones didácticas en que se produce el aprendizaje.
Además, toda práctica debe ser pensada en relación con el conjunto de prácticas. Si bien el
docente puede evaluar el desempeño de los estudiantes en alguna práctica determinada, a lo
largo del año deberá tener en cuenta el proceso global.
También tendrá carácter recursivo: el docente debe propiciar la vuelta o la nueva frecuenta-
ción de aquellas prácticas donde los estudiantes presenten mayores dificultades, de modo tal
que al finalizar el año se puedan apropiar de los aspectos fundamentales.
A su vez atenderá a las particularidades y a los aspectos involucrados que efectivamente se han
abordado y el modo en que han sido frecuentados, así como el nivel de especificidad corres-
pondiente al año cursado.
A continuación se presenta un cuadro en el que se enumeran todas las oportunidades que los
estudiantes deben tener durante el año para poder construir los aprendizajes esperados, que
figuran en la segunda columna.
Literatura | 33
Bibliografía
Literatura | 35
Goligorsky, Eduardo y Vanasco Alberto, Adiós al mañana.
Gorodischer, Angélica, Trafalgar.
Levrero, Mario, El lugar.
Oesterheld, Héctor, El eternauta.
Oesterheld, Héctor, Mort Cinder.
Shúa, Ana María, “Viajando se conoce gente” (cuento).
Shúa, Ana María, La muerte como efecto secundario.
AA. VV., Textos en contextos nº 5: La literatura en la escuela. Buenos Aires, Asociación Internacional de
Lectura/Lectura y Vida, 2002.
Arizpe Solana, Evelyn, “Más o menos letrados: adolescentes y comunidades lectoras en la escuela
secundaria en México”, en Lectura y Vida, Revista Latinoamericana de Lectura, año 20, n ° 3.
Septiembre 1999.
Barrientos, Carmen, “Claves para una didáctica de la poesía” en La poesía en el aula, textos de Didáctica
de la Lengua y de la Literatura, Barcelona, Graò, n º 21, 1999.
Bonilla, Elisa, Goldin, Daniel y Salaberria Ramón, Bibliotecas y escuelas. Retos y posibilidades en la
sociedad del conocimiento. Madrid, Océano, 2009.
Bronckart, Jean-Paul y Bernard Schneuwly, “La didáctica de la lengua materna: el nacimiento de una
utopía indispensable” en Las otras literaturas. Textos de Didáctica de la Lengua y de la Literatura.
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Camps, Anna (coord), El aula como espacio de investigación y reflexión. Investigaciones en didáctica de
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Camps, Anna y Marta Milian, El papel de la actividad metalingüística en el aprendizaje de la escritura.
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Camps, Anna, “La enseñanza de la composición escrita”, en Cuadernos de pedagogía, n º 216. 1993.
Cassany, Daniel, Tras las líneas. Sobre la lectura contemporánea. Barcelona, Agrama, 2006.
Chevalard, Yves, La transposición didáctica. Del conocimiento erudito al conocimiento enseñado.
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Condemarín, Mabel, “El uso de carpetas en el enfoque de evaluación auténtica”, en Lectura y Vida,
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Dubois, María Eugenia, Textos en contextos nº 7: Sobre lectura, escritura y algo más… Buenos Aires,
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Flower, Linda y John Hayes, “La redacción como proceso cognitivo”, en Textos en contexto, 1. Buenos
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Freire, Paulo, “La importancia del acto de leer”, en Enseñar lengua y literatura en el Bachillerato. Textos
de Didáctica de la Lengua y de la Literatura. Barcelona, Graò, nº 15, 1996.
Gómez Picapeo, Jesús, “La comprensión de textos escritos: reflexiones y propuestas para su enseñanza”,
en Hablar en clase. Textos de Didáctica de la Lengua y de la Literatura. Barcelona, Graò, nº 3,
1995.
Gómez Vilasó, Jaime y Javier Quirós, “Criterios para el análisis y la producción de materiales didácticos
en el área de lengua y Literatura” en Imagen, lengua y comunicación. Textos de Didáctica de la
Lengua y de la Literatura. Barcelona, Graò, nº 1996.
Recursos en Internet
Literatura | 37
Bibliotheca Augustana
http://www.fh-augsburg.de/~harsch/augusta.html
Colección de textos electrónicos agrupados en bibliotecas según idiomas; latín, griego, alemán, inglés,
francés, italiano, español, polaco y ruso. Dentro de cada biblioteca los textos se ordenan
cronológica y alfabéticamente. En latín.
El autor de la semana
http://autordelasemana.uchile.cl/
Archivo completo de todas las entregas de El autor de la semana, página que cada semana escoge un
gran autor de la literatura universal y ofrece de él una breve reseña y una antología de textos
representativos. Desde la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.
El Romancero Viejo
http://www.gksdesign.com/atotos/romancero/romancero.htm
Página que recoge algunos de los romances castellanos medievales más conocidos (algunos de ellos con
sus diversas variantes): el Romance del Conde Arnaldos, el Romance del Prisionero, Fontefrida,
etcétera.
El Viajero Virtual
http://www.ucm.es/info/especulo/viajero/turista4.htm
Un recorrido por el espacio literario de la red. Estudios, artículos, ensayos y páginas literarias de todo el
mundo; comunicación. Desde la revista Espéculo de la Universidad Complutense de Madrid.
Fábulas de Esopo
http://edyd.com/
Colección de más de trescientas fábulas de Esopo, con ilustraciones.
Sitio de literatura latinoamericana http://fis.ucalgary.ca/ACH/JAGM/Enlaces_literatura_contemporanea.htm
Logos library
http://www.logoslibrary.eu/
Base de datos que incluye textos traducidos en diversos idiomas. Destacable la parte dedicada a los textos
en lengua española. Recuperación de textos tanto por autor como por título. Desde estas páginas
se accede también a diccionarios, un conjugador universal, glosarios, foro, cursos, etcétera.
Portal de Poesía
http://www.portaldepoesia.com/
Portal que recopila alfabéticamente numerosos enlaces a poemas de autores de la literatura universal.
Contiene direcciones de revistas y páginas dedicadas a la poesía visual y de experimentación,
también un apartado dedicado a los haikus. Es posible descargar textos electrónicos completos
de poetas españoles e hispanoamericanos.
Revista de literatura infantil y juvenil (digital), Sección Biblioteca. http://www.imaginaria.com.ar
Proyecto Boscán
http://www.ub.es/boscan/
Catálogo histórico-crítico de las traducciones de la literatura italiana al castellano y al catalán desde
1300 hasta 1939; contiene más de cuatro mil documentos. En español, italiano y catalán.
Archivo surrealista
http://www.archivosurrealista.com.ar/
Página dedicada al surrealismo, con profusa documentación sobre este movimiento. Se nutre de
contribuciones provenientes de grupos surrealistas de Hispanoamérica y España, y de otros países
con traducciones al español; incluye bibliografía, iconografías, diccionarios, archivos sonoros, etc.
La tercera fundación
http://www.tercerafundacion.net/biblioteca/ver/persona/3079
Literatura | 39
Provincia de Buenos Aires
Gobernador
Dn. Daniel Scioli
Subsecretario de Educación
Lic. Daniel Belinche
LITERATURA
6º AÑO
Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires
Diseño Curricular para la Educación Secundaria 6o año: Literatura - 1a ed. - La Plata: Dirección General
de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, 2011.
40 p.; 28x20 cm.
ISBN 978-987-676-046-1
Equipo de especialistas
Coordinación Mg. Claudia Bracchi | Lic. Marina Paulozzo
Literatura
Lic. Mónica Rosas | Lic. Juliana Ricardo
ISBN 978-987-676-046-1
Presentación ........................................................................................................................... 5
El proceso de diseño curricular ............................................................................. 6
Estructura de las publicaciones ........................................................................................ 6
Literatura y su enseñanza en el Ciclo Superior de la Escuela Secundaria .......... 9
La lectura de los textos literarios ........................................................................ 10
Mapa curricular ..................................................................................................................... 15
Carga horaria ......................................................................................................................... 16
Objetivos de enseñanza ...................................................................................................... 16
Objetivos de aprendizaje .................................................................................................... 18
Contenidos .............................................................................................................................. 20
Orientaciones didácticas ..................................................................................................... 26
La selección de obras literarias ............................................................................ 26
Corpus sugerido ........................................................................................................ 26
El análisis de las obras literarias .......................................................................... 29
El tiempo didáctico en la enseñanza de las prácticas
del eje de Literatura ................................................................................................ 30
El agrupamiento de los alumnos, en función del abordaje de
la Literatura .................................................................................................................30
El uso de la biblioteca de Literatura en los últimos años de la
Escuela Secundaria .................................................................................................. 31
El uso de otros recursos vinculados a las nuevas tecnologías .................. 31
La lectura y la escritura en torno a la literatura en la
Escuela Secundaria .................................................................................................. 31
La reflexión acerca del lenguaje en el contexto de la literatura ............. 32
Orientaciones para la evaluación .................................................................................... 33
Bibliografía ............................................................................................................................. 35
Recursos en Internet ............................................................................................... 37
PRESENTACIÓN
La Escuela Secundaria obligatoria de seis años cumple con la prolongación de la educación co-
mún y, como se señala en el Marco General del Ciclo Básico de Educación Secundaria, represen-
ta el espacio fundamental para la educación de los adolescentes y los jóvenes de la provincia
de Buenos Aires; es un lugar que busca el reconocimiento de las prácticas juveniles con sentido
formativo y las incluye en propuestas pedagógicas que posibiliten construir proyectos de futu-
ro y acceder al acervo cultural construido por la humanidad, para lo cual los adultos de la es-
cuela ocupan su lugar como responsables de transmitir la cultura a las nuevas generaciones.2
Una Escuela Secundaria inclusiva apela a una visión de los jóvenes y los adolescentes como
sujetos de acción y de derechos, antes que privilegiar visiones idealizadoras, románticas, que
nieguen las situaciones de conflicto, pobreza o vulnerabilidad. Esto hará posible avanzar en la
constitución de sujetos cada vez más autónomos y solidarios, que analicen críticamente tanto
el acervo cultural que las generaciones anteriores construyeron, como los contextos en que
están inmersos, que puedan ampliar sus horizontes de expectativas, su visión de mundo y ser
propositivos frente a las problemáticas o las situaciones que quieran transformar.
Tener en cuenta los distintos contextos en los que cada escuela secundaria se ha desarrollado,
las condiciones en las que los docentes enseñan, las particularidades de esta enseñanza y las
diversas historias personales y biografías escolares de los estudiantes, permitirá que la toma de
decisiones organizacionales y curriculares promueva una escuela para todos.
Este trabajo fue socializado en diferentes instancias de consulta durante todo el 2009. Cabe
destacar que la consulta se considera como instancia para pensar juntos, construir colectiva-
mente, tomar decisiones, consolidar algunas definiciones y repensar otras.
Una escuela secundaria que requiere ser revisada, para incorporar cambios y recuperar algunas de sus
buenas tradiciones, implica necesariamente ser pensada con otros. Por ello, esta escuela es el resultado
del trabajo de la Dirección Provincial de Educación Secundaria y recoge los aportes efectuados por ins-
pectores, directivos, docentes de las diferentes modalidades, estudiantes, especialistas, representantes
gremiales, universidades, consejos de educación privada, partidos políticos, entre otros.
1
Ley de Educación Provincial Nº 13.688, artículo 5.
2
DGCyE, Marco General de la Educación Secundaria. Diseño Curricular de Educación Secundaria. La Plata,
DGCyE, 2006.
Literatura | 5
EL PROCESO DE DISEÑO CURRICULAR
El proceso de diseño curricular se inició en el año 2005, con una consulta a docentes en la cual se
valoraron las disciplinas y su enseñanza; continuó en 2006 con la implementación de los predise-
ños curriculares como experiencia piloto en 75 escuelas de la Provincia. A partir de 2007, todas las
escuelas secundarias básicas implementaron el Diseño Curricular para el 1° año (ex 7° ESB); durante
2008 se implementó el Diseño Curricular para el 2° año (ex 8° ESB) y en 2009 se implementó el co-
rrespondiente al 3° año (ex 9° ESB).1
Se organizó de este modo el Ciclo Básico completo, con materias correspondientes a la for-
mación común. El Ciclo Superior Orientado, por su parte, se organiza en dos campos: el de
la formación común y el de la formación específica. El primero incluye los saberes que los
estudiantes secundarios aprenderán en su tránsito por el nivel, sea cual fuere la modalidad u
orientación, y que son considerados como los más significativos e indispensables.2 El segundo
incorpora materias específicas de distintos campos del saber, según la orientación.
En este sentido, la organización del Ciclo Básico y su desarrollo, tanto en el Marco General como
en los diseños curriculares de cada una de las materias, decidieron cuestiones importantes que se
continúan en los diseños curriculares para el Ciclo Superior. Se resolvió su diseño de manera com-
pleta porque se estructura en orientaciones que debieron pensarse para aprovechar los espacios
disponibles de los tres años.
Finalmente, estos diseños curriculares necesitan que los docentes participen y co-construyan
con los jóvenes ritos que hagan marca, es decir que den cuenta de la impronta particular de
cada escuela. Esto implica el reconocimiento y la integración a las rutinas escolares de los
modos de comunicación y expresión de los jóvenes: programas de radio, blogs, publicaciones,
espacios de expresión artística, entre otras alternativas.
La propuesta de una escuela secundaria pública, en tanto espacio de concreción del derecho
social a la educación para los adolescentes y los jóvenes, toma en sus manos la responsabilidad
de formar a la generación que debe ser protagonista en la construcción del destino colectivo.
El Diseño Curricular del Ciclo Superior para la Educación Secundaria de 6o año se presenta en
tres tipos de publicaciones.
• Marco General del Ciclo Superior para la Escuela Secundaria.
• Materias comunes que corresponden a 6° año de todas las orientaciones.
• Orientaciones.
El siguiente cuadro representa cada una de las publicaciones con sus contenidos.
1
Las resoluciones de aprobación de los diseños curriculares correspondientes al Ciclo Básico de la Secun-
daria son: para 1° año Res. N° 3233/06; para 2° año 2495/07; para 3º año 0317/07; para Construcción de
Ciudadanía Res. 2496/07 y Res. de Consejo Federal Nº 84/09.
2
En los lineamientos federales, este campo de la formación común se denomina Formación General.
Historia
Filosofía Ciencias Sociales
Geografía
Danza Historia
ESTRUCTURA
Música Historia
Teatro Historia
Matemática
Proyecto de producción en teatro
Ciclo Superior
Marco General de la Orientación
Literatura | 7
LITERATURA Y SU ENSEÑANZA EN EL CICLO SUPERIOR
DE LA ESCUELA SECUNDARIA
Esta materia toma como objeto de enseñanza las prácticas del lenguaje del ámbito de la Lite-
ratura. Tiene, por lo tanto, el mismo enfoque didáctico que la materia Prácticas del Lenguaje
de los tres primeros años de la Escuela Secundaria, pero se especializa en uno de sus ámbitos
de uso: el literario.
Se definen las prácticas del lenguaje como las diferentes formas de relación social que se llevan
a cabo mediante, en interacción, y a partir del lenguaje.
Esta perspectiva implica poner de relieve ciertas concepciones acerca de la didáctica, entre las
que se destacan:
• el modo en que se entiende la construcción de los saberes: las prácticas del lenguaje
ponen en juego acciones comunicativas donde hacer (es decir actuar en intercambios
comunicativos orales y escritos) presupone un saber hacer, un poder hacer con y sobre
el lenguaje. No así a la inversa: no hay un saber anterior al uso de la lengua que lo ga-
rantice; aunque sí se podría plantear que a medida que se la usa, ese saber se va cons-
truyendo en una reflexión constante sobre aquello que se dice, lee, escribe y escucha;
El desafío de la escuela será formar estudiantes como ciudadanos sujetos de las prácticas so-
ciales del lenguaje, entendiendo que el aprendizaje de la lengua tiene sentido en la medida en
que esté incluido en el proceso de apropiación de esas prácticas.
En este proceso se destacan algunos criterios fundamentales con los que se espera que se
aborden los contenidos de la materia (es decir, las prácticas del lenguaje en el ámbito de la
literatura).
La diversidad: solo es posible apropiarse de las prácticas participando en diversas situaciones, con
diferentes propósitos comunicativos, en relación con distintos interlocutores, abordando diversos
géneros discursivos, asumiendo distintas posiciones, entre otras condiciones de comunicación.
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La alternancia metodológica: también debe haber diversidad en las propuestas de enseñanza,
tanto en cuanto a la utilización del tiempo didáctico (trabajo en proyectos, actividades per-
manentes y actividades independientes, sistemáticas y ocasionales), como en la modalidad de
organización (mayor o menor intervención del docente, trabajos individuales, en pequeños
grupos y de grupo áulico total, tareas obligatorias y optativas, etcétera).
El trabajo cooperativo: es necesario que todos los estudiantes se sientan convocados a inter-
venir, autorizados a expresar sus ideas, interesados en escuchar las ideas de los demás y poder
confrontarlas, con confianza, para ejercer la palabra asumiendo los riesgos de equivocarse a con-
sideración que el error forma parte del aprendizaje, contando con la orientación del docente y la
colaboración de sus compañeros, y asumiendo la responsabilidad de aportar al trabajo grupal.
Cuando se usa el lenguaje se pone en juego una actividad comunicativa, cognitiva y reflexiva.
Mediante el mismo se participa de la vida social y a su vez se construye la individualidad:
expresamos ideas, defendemos nuestros derechos, discutimos con los demás, establecemos
relaciones afectivas, trabajamos, influimos sobre los otros, nos informamos, organizamos
nuestro pensamiento, etc. Hablar un lenguaje implica estar inmerso en una manera de organizar
y entender el mundo; bucear en él significa interrogarse acerca de la lectura del mundo que se
tiene internalizada.
Pero a su vez, lo que se denomina el lenguaje no puede ser considerado como una unidad
homogénea y estable. Todas las complejidades, variaciones, cambios, heterogeneidad que atra-
viesan a los sujetos y enfrenta el hombre como miembros de una sociedad y de una cultura,
tienen su correlato en el lenguaje.
Al pensar entonces a las prácticas del lenguaje como las diferentes formas de relación social
que se llevan a cabo mediante, en interacción y a partir del lenguaje, la literatura se propone
enseñar:
Se retoman aquí concepciones abordadas en los diseños curriculares del Ciclo Básico de la
Escuela Secundaria. Todo lector establece un vínculo creativo con lo que lee, en un proceso
dinámico donde texto y lector interactúan en una transacción donde se produce el sentido.
Nada más lejos de la riqueza, diversidad y amplitud de lecturas que ofrece un texto literario
que presentar a los estudiantes la interpretación de un texto de manera anticipada, explicar un
texto a los estudiantes o abrir el juego de interpretación con la curiosa pregunta “¿qué quiso
decir el autor?” En estos casos la búsqueda del lector en general pierde sentido porque en estas
intervenciones docentes subyace la idea de una interpretación unívoca, lineal, “correcta”.
Debe favorecerse la variedad de interpretaciones mediante actividades que propicien esta mul-
tiplicidad de sentidos y que no centralicen la atención en aspectos exclusivamente estructurales.
Si se consideran las prácticas sociales de lectura como referencia y se pone como ejemplo al lec-
tor asiduo y apasionado, seguramente se encontrarán algunas conductas particulares y prácticas
muy específicas: será posible identificar al lector que va de un libro por vez, al que lee muchos
juntos, al que ha decidido leer “las grandes obras”; al que lee “todo lo que le viene a la mano”, al
que sólo quiere leer vanguardia, al exquisito, al prejuicioso, al que se obsesiona con un género,
al que sigue a un autor, al apasionado, al mesurado, al que lee lo que está de moda, al que lee
lo que lee la pareja o los amigos, al que lee lo que no lee nadie, al lector que marca sus libros y
anota todo lo que piensa, al que no se permite escribirlos, al que comenta a otros lo que lee, al
que escribe algo después de leer. Pero difícilmente sea posible encontrar a un lector apasionado
que habiendo leído una gran obra responda luego un cuestionario hecho por otro.
La experiencia literaria debe presentarse a los adolescentes como una posibilidad de vincularse
con su experiencia personal. Pero además de los aspectos que refieren a la lectura como hecho
íntimo, personal, de privacidad, tanto de refugio como de crecimiento, hay otro aspecto tan
importante como el anterior que es el de lo social, lo público, lo compartido. Formar lectores
de literatura implica entonces:
• generar situaciones donde los estudiantes se encuentren con una variada gama de textos,
autores, géneros, estéticas, estilos, poéticas;
• construir ámbitos de intercambio de ideas donde los estudiantes como lectores puedan
expresar sus puntos de vista acerca de los textos y profundizar sus lecturas en diálogo con
otros lectores;
• favorecer, tanto en las discusiones orales como en las prácticas de escritura donde se pon-
gan en escena estos puntos de vista, la pluralidad de lecturas y opiniones de los estudian-
tes reflexionando sobre las diferentes formas de comprender los textos, sobre la diversidad
de estrategias de lectura y de concepciones estéticas, etc, que cada uno pone en juego a
la hora de leer;
• acompañar a cada estudiante en el encuentro con “su propio libro”, “su propio autor”, “su
propio estilo”, guiándolo en la elección de los textos, haciendo sugerencias específicas,
despertando el interés de los lectores como lo hace quien recomienda una obra;
• crear contextos adecuados para la lectura, no sólo físicos sino también relacionados con
los conocimientos y las actitudes: contar hechos de la vida de los autores y de las condicio-
nes de producción de los textos, propiciar la búsqueda de información acerca de la época
y las estéticas dominantes, como así también de las discusiones intelectuales.
En el Ciclo Superior esta materia, que tiene continuidad con los años anteriores en el enfo-
que didáctico y por tanto en la progresión de las prácticas, focaliza su atención en el ámbito
de la literatura.
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Esto significa que los ejes de estudio y de formación ciudadana son abordados en el marco de
la literatura. Se sostiene que durante los tres primeros años esta materia ya intervino en la en-
señanza de aspectos lingüísticos y discursivos generales, y que en el Ciclo Superior corresponde
una profundización en los campos específicos de conocimiento.
La literatura y el estudio
Una de las particularidades del Ciclo Superior debería ser la planificación de situaciones de
escritura contextualizadas. La literatura como campo de saber presenta su cuerpo de textos,
hábitos de lectura y de escritura, formas de comunicar los saberes, modos de construir el cono-
cimiento, estrategias de indagación, –entre otros aspectos– que les son propios. Estos hábitos
discursivos son históricos, generalmente se encuentran muy codificados, y han adquirido es-
tructuras y modos particulares en cada ámbito.
Esto hace que el vocabulario técnico de un campo de saber como el de la literatura, la lógica
de los textos que le son propios, sus modos de lectura, las diversas maneras de operar con la
información, las diferentes estrategias que se ponen en juego a la hora de leer, etc., deban ser
aprendidos en la lectura y frecuentación de los textos, quehaceres de cada orientación y espe-
cíficamente de cada materia.
El arte es, entre otras cosas, una forma de conocimiento. La literatura es un arte que pone en
juego el uso de conceptos. Dichos conceptos deben ser analizados en las obras de modo que
los estudiantes puedan realizar un proceso que les permita identificar estilos, poéticas, rasgos
de época, de escuela, discusiones con otras posturas frente a la literatura, etc. Por ejemplo en
las obras narrativas, son centrales los conceptos de autor, narrador, personaje; en la poesía el
concepto de sujeto poético (yo lírico); en las obras teatrales la diferencia entre representación
teatral y texto dramático, los conceptos de unidad de acción y unidad de tiempo, entre otros.
Los conceptos anteriores surgen del análisis de las obras para poder identificar y distinguir
procedimientos literarios.
Asimismo, en forma gradual se deberían advertir los rasgos propios de la ficción y reflexionar
en torno a ellos, estudiar los contextos socio-históricos de producción y su influencia en la obra
misma, estudiar los diferentes movimientos de estilo y sus particularidades, establecer regu-
laridades y rupturas. Todos estos temas deben ser abordados a partir de secuencias didácticas
siempre planificadas de modo tal que los alumnos puedan construir conocimiento, avanzar en
sus conceptualizaciones, adquirir hábitos y estrategias de estudio.
Además, para abordar los temas de Literatura, se accede a textos académicos tanto de estudio
de teoría literaria como de análisis de las obras. Para entender sus contenidos, como en todos los
textos, hay que entender también sus formatos y sus particularidades de estilo. Hay en esta mate-
ria una práctica que refiere particularmente a la lectura y la producción de textos académicos.
• leer literatura permite construir saberes que contribuyen a la comprensión del mundo, a
una lectura más amplia, más comprensiva, más sensible de lo que nos rodea;
• leer literatura en lengua española posibilita una ductilidad con el uso del lenguaje que
puede ser funcional a propósitos que exceden lo literario. Inclusive, escribir textos estéti-
cos con asiduidad puede favorecer la escritura de textos que persiguen otros propósitos;
• leer literatura argentina acerca al lector tanto al idioma nacional y sus variaciones lingüís-
ticas como a las costumbres, la historia y la cultura nacional;
• leer literatura latinoamericana favorece la formación de una identidad regional colectiva
porque permite conocer y comprender las problemáticas y rasgos comunes y propios de
cada cultura;
• leer literatura de otras culturas permite ampliar la mirada hacia un espectro universal,
establecer comparaciones con lo propio, descubrir las diferencias, apreciar lo propio y
también pensar en las posibilidades de transformación y cambio;
• leer textos literarios vinculados a los contextos sociales e históricos específicos contribuye
a su conocimiento, análisis y comprensión;
• la literatura permite constituir subjetividades, tomar posicionamiento, construir un modo
de ver la vida;
• el debate desde la lectura de los textos literarios, permite ir consolidando ideas propias y
encontrar argumentos para defenderlas. También contribuye a la socialización, a la acep-
tación de ideas diferentes y a la valorización del diálogo;
• apropiarse del lenguaje estético favorece la simbolización, y ésta, el crecimiento intelec-
tual y la posibilidad de pensar de un modo crítico, lúcido ;
• leer y escribir textos académicos otorga una formación discursiva que favorece la inser-
ción social en distintos ámbitos no sólo de estudio y trabajo en tanto permite establecer
relaciones entre los temas abordados en textos ficcionales y problemáticas actuales de ca-
rácter social, político y económico, lo que genera pensamiento, discusión, comprensión.
Para cada año se hace un recorte del corpus, siempre perteneciente a la literatura española,
latinoamericana y argentina (literatura en lengua española), donde predomina un conjunto
de cosmovisiones entre las cuales se pueden establecer relaciones temáticas, estructurales,
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conceptuales, contextuales, filosóficas, entre otras, de acuerdo con los diversos y particulares
modos ver el mundo que estas obras proponen.
Según Teresa Colomer, los textos literarios permiten comprender y verbalizar la actividad huma-
na, representando así la realidad de diversas formas que aquí se denominan cosmovisiones:
(…) Resultan particularmente interesantes las reflexiones sobre el carácter de “género segundo”
del texto literario como discurso capaz de absorber todo tipo de formas de lenguaje y de trans-
formar las formas de realización lingüística habituales en el mundo ordinario –es decir, en los
“géneros primeros”–, en otras propias de la comunicación literaria. Este paso de la construcción
discursiva introduce una distancia entre el lector y los contextos de interacción propios del mun-
do ordinario, de manera que las formas de representación de la realidad presentes en la literatura
–en todas las variedades a las que ha dado lugar: mimética, paródica, mítica, etc. – proyectan una
nueva luz que reinterpreta para el lector la forma habitual de entender el mundo. El texto lite-
rario ostenta, así, la capacidad de reconfigurar la actividad humana y ofrece instrumentos para
comprenderla ya que, al verbalizarla, configura un espacio en el que se construyen y negocian
los valores y el sistema estético de una cultura, tal como han señalado repetidamente autores
de diversas procedencias, desde la psicología cognitiva, como Bruner, a la teoría literaria, como
Bajtin o Ricoeur, o del campo de la didáctica, como Reuter o Bronckart”.1
Se ha decidido organizar las cosmovisiones del siguiente modo: en 4° año se propone el pre-
dominio de formas míticas y fabulosas, épicas y trágicas. En 5° año, las formas realistas, mi-
méticas, fantásticas y maravillosas, y por último en 6° año, las formas cómicas, paródicas,
alegóricas, de ruptura y experimentación.
Se busca pues, seleccionar obras que estén relacionadas entre sí, en tanto presentan una mira-
da, una aproximación interpretativa particular del mundo. La enseñanza de la literatura, espe-
cialmente en la Escuela Secundaria, tiene que posibilitar a los alumnos conocer las maneras
de pensar la realidad y dar forma a la experiencia; esas maneras se encuentran acumuladas,
atesoradas, en las obras literarias.
Hablar de una mirada trágica no necesariamente remite a las tragedias griegas, ni siquiera a todas
las obras teatrales que pertenecen a la especie tragedia; también podemos pensar en poemas de
César Vallejo, de Miguel Hernández, de Alejandra Pizarnik, en los Cuentos brutales de Abelardo
Castillo o en algunas novelas de Héctor Tizón, como El cantar del profeta y el bandido.
1
Colomer, Teresa, La enseñanza de la literatura como construcción de sentido. Revista “Lectura y Vida”, año
XXII, número I, marzo 2001.
De este modo el docente debería propiciar un diálogo de la literatura consigo misma y con
sus metatextos, dando lugar a recorridos de lectura donde cada texto, al ser transitado por
los estudiantes se pueda modificar y entrar en relación con otros textos. Cada nueva lectura
da lugar a un nuevo texto, y esta visión creativa, debe orientar la totalidad del trabajo con la
literatura en el aula.
Cuando no se comprenden las razones y no se puede dar una explicación científica de los he-
chos tienden a buscarse argumentos míticos, se “construye” ficcionalmente una explicación. La
evolución de la humanidad y el crecimiento de la persona permiten un vínculo más mimético
con la realidad y comienzan a encontrarse razones y explicaciones que vinculan a la persona
con el ambiente. En simultáneo, al tener la distinción de lo que se puede considerar realista, se
abre la alternativa fantástica.
Por último, cuanto mejor conocimiento se tiene de la realidad, de los cánones, las nor-
mas y las reglas, más posibilidades existen de transgredirlas, de ingresar al universo de
las rupturas y las experimentaciones. Se podría decir que esta instancia es la más “van-
guardista” y compleja.
Mapa Curricular
Esta materia articula su enfoque didáctico y sus contenidos con Prácticas del Lenguaje de los
tres primeros años y se continúa con Literatura de 4° y 5° año.
El mapa curricular de Literatura de 6° año aborda los textos literarios en el contexto de las
formas cómicas, alegóricas, de ruptura y experimentación, en el contexto de prácticas del
lenguaje del ámbito literario, recurrentes en 4º, 5º y 6º, como lo señala el siguiente esquema.
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Materia Literatura
Año 6o año
CARGA HORARIA
La materia Literatura se encuentra en el 6o año de la Escuela Secundaria en todas las orien-
taciones del Ciclo Superior. Su carga es de 108 horas totales; si se implementa como materia
anual, su frecuencia será de tres horas semanales.
OBJETIVOS DE ENSEÑANZA
• Ofrecer a los estudiantes un corpus de obras literarias en las que prevalezcan miradas hu-
morísticas, alegóricas, de ruptura y experimentación.
• Acompañar y orientar la lectura de este corpus.
• Aportar bibliografía e intervenir de diversos modos para que los estudiantes construyan
categorías que les permitan analizar obras humorísticas españolas y argentinas en sus
distintas variantes: la sátira, la ironía, la parodia, la farsa.
• Favorecer el diálogo entre obras humorísticas españolas y argentinas: la sátira, la ironía, la
parodia, la farsa, y otras de la literatura universal.
• Aportar materiales, hacer comentarios, orientar la búsqueda de información e intervenir
de diversos modos para que los estudiantes vinculen estas obras literarias con obras per-
tenecientes a otros lenguajes artísticos.
• Propiciar la sistematización de conocimientos en torno al discurso humorístico en sus
distintos géneros y estilos.
• Favorecer el análisis de obras alegóricas de la literatura española y latinoamericana.
• Realizar preguntas, comentarios, aportar bibliografía, entre otras intervenciones, para que
los estudiantes distingan los simbolismos (entiéndase recursos literarios) en sus maneras
más explícitas y claras y también en sus formas más sutiles, implícitas o encubiertas.
• Aportar elementos conceptuales para que los estudiantes puedan “leer” esos simbolismos
y lleven a cabo múltiples lecturas con sus respectivas argumentaciones.
• Acompañar y promover la lectura de textos de estudio directamente relacionados con este
recorte de obras seleccionadas.
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OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
• Leer obras literarias en las que prevalezcan miradas humorísticas, alegóricas, de ruptura
y experimentación.
• Analizar obras humorísticas españolas y argentinas en sus distintas variantes: la sátira, la ironía,
la parodia, la farsa.
• Comprender cómo desde el humor se pueden abordar temas frívolos cuyo principal propósito es
entretener, pero también se pueden mostrar verdades crueles y desgarradoras, denunciar injusti-
cias, realizar ácidas críticas sociales, etcétera.
• Reconocer las estrategias del discurso humorístico en sus distintos géneros y estilos.
• Analizar obras alegóricas de la literatura española y latinoamericana.
• Distinguir los simbolismos en sus maneras más explícitas y claras, con mensajes claramente enun-
ciados, y también en sus formas más sutiles, implícitas o encubiertas.
• Conocer elementos conceptuales para “leer” esos simbolismos.
• Analizar obras de ruptura y experimentación en la Literatura Latinoamericana.
• Distinguir las diferentes modalidades de esas rupturas: en las formas y en el estilo, en lo que dicen,
en la combinatoria de ambas.
• Descubrir las regularidades y las particularidades en los distintos géneros. Comprender cada for-
ma de experimentación como una búsqueda creativa y original en lo estético y ético.
• Establecer diálogo entre estas obras y otras de la literatura universal (como por ejemplo Dante,
Kafka, Ionesco, Haroldo de Campos), de acuerdo al tema que se esté abordando).
• Establecer relaciones de estas miradas entre la literatura y otros lenguajes artísticos como por
ejemplo el surrealismo en la pintura, la poesía concreta en conexión con la plástica, las estrategias
de comicidad en el cine, las rupturas en el lenguaje cinematográfico, el teatro experimental como
hecho dramático (diferenciado de texto literario pero a la vez comparado con él), las vanguardias
y experimentaciones en la música, etcétera.
• Distinguir las especificidades del lenguaje literario.
• Leer textos de estudio directamente relacionados con este recorte de obras seleccionadas:
relaciones entre el humor y la literatura (géneros y especies). El simbolismo y la alegoría:
recursos, sentidos, estrategias, propósitos. Las rupturas y experimentaciones: otros modos
de creación estética: sus múltiples posibilidades, los juegos creativos, la profundidad de
sus propuestas; autores, géneros, estilos, recursos. Las vanguardias, los “ismos”. La excen-
tricidad de algunas propuestas.
• Analizar los géneros y estilos propios de estas obras seleccionadas.
• A partir de un abanico amplio, y con orientación del docente, que cada alumno pueda encontrar
dentro de estas temáticas y cosmovisiones un itinerario personal de lecturas para comentar.
• Producir monografías y ensayos acerca de las obras analizadas.
• Participar de situaciones orales de socialización de los temas abordados ante auditorios descono-
cidos, debates, foros, paneles, etcétera.
• Reflexionar acerca de las nuevas prácticas del lenguaje que realizan durante 6° año y avanzar en
los aprendizajes lingüísticos para tener un mayor grado de reflexión metalingüística e incorporar
nueva terminología específica de la literatura.
• Presentar listas y resúmenes de los textos leídos y de otros materiales utilizados, la planificación
y las distintas versiones de sus producciones, para dar cuenta del proceso de elaboración de sus
escritos acerca de la lectura literaria.
• Colaborar en el desarrollo de proyectos para dar a conocer sus producciones literarias (antologías,
talleres, cafés literarios, concursos, etc.) y donde aporten sus creaciones, estén abiertos a los juicios
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CONTENIDOS
Los contenidos de la materia son las prácticas del lenguaje que abordan un corpus de obras
literarias específico para cada año.
Los cuadros siguientes corresponden a cada una de las prácticas del lenguaje. Estas constituyen
una totalidad que incluye la oralidad, la lectura y la escritura, así como los aspectos pragmáti-
cos, sintácticos, gramaticales y normativos.
Al interior de cada una de ellas se explicitan los aspectos involucrados con las orientaciones
específicas para desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
• Los aspectos involucrados que el docente encontrará enunciados en cada práctica son pre-
cisamente las cuestiones que deben ser enseñadas. Estos aspectos no constituyen temas, en
tanto que no están allí planteados para que se los trabaje uno a uno linealmente, sino que
constituyen dimensiones del uso que se irán sistematizando en diálogo con la reflexión. Di-
cho de otro modo: los aspectos involucrados indican qué se debe enseñar cuando se enseña
cada una de las prácticas del lenguaje, que son, en sí mismas, los contenidos.
• Además de las orientaciones generales presentes en otra parte del documento, aquí apa-
recen orientaciones específicas para cada práctica. El docente encontrará explicaciones,
consideraciones y aclaraciones.
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Establecer relaciones entre el lenguaje literario y otros lenguajes artísticos
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• Producir monografías y ensayos utili-
zando como referencia las lecturas rea- Si las producciones son escritas, habrá que
lizadas, respetando estrategias discursi- propiciar el proceso de escritura en sus dife-
vas, estilos. rentes instancias (planificación, escritura de
borradores, revisiones con distintos criterios,
textualización, diagramación, etc.). El docente
hará los cortes de reflexión, sistematización y
conceptualización que considere necesarios.
• Seleccionar de manera individual el cor- La tarea docente vinculada con esta práctica
pus a leer en el año encuadrado en las implica crear las condiciones para que cada jo-
pautas establecidas: textos donde pre- ven pueda ir construyendo gradualmente un
dominen las formas cómicas, alegóricas, recorrido personal de lectura de acuerdo a sus
de ruptura y experimentación. gustos e intereses personales. Los estudiantes
decidirán con ayuda del docente los libros que
serán destinados a la lectura compartida y
• Justificar los criterios para dicha selec- aquéllos que leerán de manera individual.
ción.
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ORIENTACIONES DIDÁCTICAS
El docente deberá decidir cuáles son los textos más pertinentes para que los estudiantes lean,
considerando el anexo de autores sugeridos donde se han privilegiado autores contemporáneos
de literatura en lengua española.
Del corpus presentado en el anexo los alumnos deben haber transitado a lo largo de 4o, 5o y 6o
año por:
Por ende, el docente deberá privilegiar a la hora de planificar los recorridos de lectura:
• los autores que no deben dejar de leerse; es decir, aquellos que el docente considere im-
prescindibles para la formación de los estudiantes. Conviene abordar estos autores con el
grupo completo dado que esto facilitará la modelización de la lectura (cómo leer, cómo
analizar, cómo discutir acerca de lo leído, etcétera);
• los autores que los estudiantes eligen grupalmente;
• los autores que cada estudiante elige de manera individual.
Una buena selección de textos debería considerar dentro de las cosmovisiones indicadas:
CORPUS SUGERIDO
• Las formas cómicas (humorísticas) y sus variantes: la parodia, la sátira, la ironía, la farsa
en la Literatura española y argentina.
• La literatura alegórica en España y en Latinoamérica
• La ruptura y experimentación en Latinoamérica, en poesía, narrativa y teatro. Las distintas
vanguardias
- La antiliteratura.
- Distintas formas poéticas de experimentación: en el significante – los juegos so-
noros y visuales -, en los conceptos –los juegos con el “sentido”, o en la fusión
de ambos.
- La poesía concreta: la poesía visual y la poesía sonora.
- Distintas formas narrativas de experimentación: lo lúdico y su simbolismo en la
narrativa de Julio Cortázar.
- Los distintos tipos de ruptura en la narrativa contemporánea de Latinoamérica: la
discontinuidad temporal, la discontinuidad enunciativa (rupturas en los narrado-
res ) , los juegos de equívocos .
- Las rupturas o mezclas de géneros (“hibridajes”) y los juegos entre la realidad y
la ficción en Borges. La influencia del Ultraísmo en su poesía.
- Los distintos movimientos de ruptura: martinfierrismo, creacionismo, ultraísmo,
modernismo, estridentismo.
- El teatro de experimentación. El expresionismo, la crueldad y el absurdo. El teatro
del despojo.
Textos sugeridos
Anónimo, El Lazarillo de Tormes
Arlt, Roberto, Aguafuertes porteñas
Borges, Jorge Luis, Fervor de Buenos Aires
Borges, Jorge Luis, Luna de enfrente
Borges, Jorge Luis, Cuadernos de San Martín
Borges, Jorge Luis, La cifra
Borges, Jorge Luis, Ficciones
Borges, Jorge Luis, El aleph
Bustos Domecq, Seis problemas para don Isidro Parodi
Cancela, Arturo, Tres relatos porteños
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Cancela, Arturo, Historia funambulesca del profesor Landormy
Carpentier, Alejo, El reino de este mundo
Carpentier, Alejo, Los pasos perdidos
Cortázar, Julio, Historias de cronopios y de famas
Cortázar, Julio, Rayuela
Cortázar, Julio, El libro de Manuel
Cortázar, Julio, Selección de cuentos con propuesta de ruptura (ejs. “Las babas del diablo”,
“Continuidad de los parques”, “La noche boca arriba”, etc.).
de Cervantes Saavedra, Miguel, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha
de Mena, Juan, Laberintio
de Rueda, Lope, Entremeses
de Vega, Lope, Selección de comedias ( Ejs. La dama boba, La discreta enamorada,)
de Quevedo, Francisco , La vida del Buscón
de Quevedo y Villegas, Francisco, Obra satírica
del Campo, Estanislao, Fausto
Ferreiro, Mario Alfredo, El hombre que se comió un autobús (subtitulado Poemas con olor a
nafta)
Fogwill, Rodolfo, Muchacha punk
García Lorca, Federico, La zapatera prodigiosa
García Márquez, Gabriel, La hojarasca
García Márquez, Gabriel, Cien años de soledad
Gelman, Juan, Fabulario
Gómez de la Serna, Ramón , Greguerías
Hernández, Felisberto, “El balcón” (cuento, en Nadie encendía las lámparas)
Herrera y Reissig, Julio, “Los parques abandonados”
Marechal, Leopoldo, Adán Buenosayres
Marechal, Leopoldo, El banquete de Severo Arcángelo
Monterroso, Augusto, Fábulas
Nalé Roxlo, Conrado, Cuentos de Chamico,
Neruda, Pablo, Odas elementales
Payró, Roberto J., Las divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira
Rulfo, Juan, Pedro Páramo
Silvain, Julio, La gran Asamblea
Sixto Alvarez, José (seudónimo Fray Mocho), Cuentos mundanos
Sixto Alvarez, José (seudónimo Fray Mocho), La vida de los ladrones de Buenos Aires y sus
maneras de robar
Poemas de:
Ballagas, Emilio, Benedetti, Mario, Borges, Jorge Luis, Brull, Mariano, Darío, Rubén, Gelman,
Juan , Girondo, Oliverio, Girri, Alberto, Guillén, Nicolás, Gorostiza, José, Huidobro, Vicente,
Horit, Eugenio, List Arzubide, Germán, Maples Arce, Manuel, Parra, Nicanor, Paz, Octavio,
Pellicer, Carlos, Pizarnik, Alejandra, Quintanilla del Valle, Luis, Tablada, Juan José, Torres Bodet,
Jaime, Vallejo, César, Villaurrutia, Xavier, entre otros.
Poemas satíricos/ humorísticos de: Alberti, Rafael, de Quevedo, Francisco, García Lorca,
Federico, Goytisolo, José Agustín, entre otros.
Revistas
Revista Martín Fierro (1919, 1924-27)
Revista Caras y Caretas (1898-1941, 1982, 2005 en adelante)
Revista Destiempo (1936)
Revista Los anales de Buenos Aires (1946)
Revista Prisma (1921-1922)
Revista Proa (1922-23, 1924-25)
Revista de Avance y grupo Minorista (1927-1930)
En la medida en que los estudiantes llevan a cabo sus prácticas de lenguaje deberían analizar
literariamente las obras literarias. Esto implica:
- Buscar información que permita contextualizar las obras en su época, lugar, cosmovi-
sión, poética del autor, situación sociopolítica, etcétera.
- Identificar las marcas del contexto en las obras leídas.
- Vincular las poéticas de los autores en torno a sus obras con otras concepciones de
época (filosóficas, políticas, estéticas, etc.).
- Participar de discusiones en torno a los problemas de lectura donde se conceptualizan
los vínculos de las obras con sus contextos de producción.
- Analizar las cosmovisiones de época desde las cuales fueron escritas las obras: las
representaciones en torno al tiempo y al espacio, las concepciones filosóficas, los
vínculos con otras manifestaciones artísticas, las discusiones en el campo intelectual
entre otras dimensiones que se consideren necesarias.
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- Debatir acerca de las lecturas.
- Acceder a los debates en el campo intelectual vinculados con las obras leías.
- Estudiar la industria cultural en la que se insertan las obras.
• el ciclo completo como ciclo de formación: pensar el ciclo completo permite contar con un
tiempo prolongado que de lugar a la profundización de las prácticas;
• a cada año con sus especificidades, según los alcances que se esperan para el abordaje de
las prácticas;
• la secuencia de enseñanza en la que se insertan las diversas lecturas y escrituras; esto es,
pensar como unidad de enseñanza no la clase, sino la secuencia. Cada práctica debería estar
colocada en una secuencia de enseñanza que de lugar a una verdadera construcción del cono-
cimiento: o bien enmarcada en un proyecto, o bien tratada como práctica permanente, o bien
en un abordaje recursivo donde se pueda reflexionar acerca de lo hecho y volver a significarlo.
Asimismo, referirse al tiempo didáctico no implica simplemente remitirse a las horas de clase en
el aula, sino que se debe pensar como una perspectiva de enseñanza, en la alternancia y conti-
nuidad de la lectura dentro y fuera de la escuela. Esto significa que no sólo se debe considerar
la hora de lectura en clase y la hora de discusión sobre lo leído, sino también el hecho de que
los alumnos deberían leer en el ciclo superior de manera autónoma y fuera de la escuela.
Los alumnos deben adquirir hábitos lectores, esto es: leer dentro y fuera de la escuela con asidui-
dad; recategorizar el tiempo didáctico y pensar en el largo plazo: eso permite crear hábitos.
• proyectos;
• actividades permanentes;
• actividades ocasionales.
Las producciones colectivas como las antologías se prestan a que los alumnos intervengan de
diversos modos según sus intereses: seleccionar los textos entre todos, un grupo se dedicará a
escribir el prólogo, otro la contratapa, otro diseñará las tapas, otro grupo presentará la anto-
logía en público de manera oral, etcétera.
Los alumnos tienen mayoritariamente un acceso cotidiano a las nuevas tecnologías. Con-
siderando el uso de internet, se puede decir que se trata de la biblioteca más amplia de la
que se puede disponer en la actualidad. En la escuela se debería propiciar el uso de este
importante recurso como fuente de consulta en función de los temas estudiados. Además
de las consultas que se pueden realizar buscando directamente el dato requerido, hay pá-
ginas especializadas en literatura, revistas literarias virtuales reconocidas (con catálogos,
reseñas, entrevistas a escritores, etc.), foros literarios, páginas para publicar los textos
literarios producidos por los jóvenes, etcétera.
También podrán establecer relaciones con otros lenguajes artísticos, investigar qué obras cinemato-
gráficas, teatrales, plásticas , entre otras pueden haber tenido lugar a partir de la obra que están leyen-
do; y esas obras deberían poder buscarlas, llevarlas al aula, compartirlas con los otros alumnos…
Literatura | 31
LA REFLEXIÓN ACERCA DEL LENGUAJE EN EL CONTEXTO DE LA LITERATURA
Reflexionar acerca de lo que se lee, se escribe, se dice y se escucha debe ser una actividad
permanente en la escuela. Del mismo modo que el diseño curricular de Prácticas del Lenguaje
de los tres primeros años de la Escuela Secundaria propone un diálogo entre uso-reflexión y
sistematización, se espera que esta misma forma de abordaje se ponga en juego a la hora de
abordar los textos que se le presentan a los alumnos de Literatura.
Sin embargo, hablar de la reflexión acerca del lenguaje en el contexto de la Literatura requiere
de algunas consideraciones específicas. Una de las cuestiones que más se destaca es el hecho
de que se va a reflexionar básicamente en torno a dos discursos: el estético o literario, y el no
literario (especialmente el académico).
Se reflexionará acerca del lenguaje no literario cuando se leen y escriben textos de análisis de
las obras, cuando se estudia la historia de los géneros, la biografía de los autores, cuando se
contextualizan las obras, etcétera.
También los alumnos tendrán la oportunidad de abordar otros lenguajes (como el cinemato-
gráfico, el fotográfico, los cómics, etc.) cuando vinculan los textos que se leen y escriben con
otros lenguajes artísticos.
Se deben evaluar procesos de apropiación de los textos, en lo posible mediante productos don-
de los alumnos puedan poner en escena qué leyeron y cómo: reseñas, prólogos de antologías,
contratapas, un diario de poesía, etc. No se deberían evaluar interpretaciones de las obras li-
terarias (como lectura cerrada, lineal, unívoca) dado que no hay una interpretación que pueda
considerarse como la correcta.
Las prácticas del lenguaje forman parte de un proceso integral que el alumno debe transitar du-
rante la Escuela Secundaria en general y del año entero en particular. Todas las prácticas han de
estar enmarcadas en un proceso gradual que incluye siempre la relación entre la evaluación y las
condiciones didácticas en que se produce el aprendizaje. Además, toda práctica debe ser pensada en
relación con el conjunto de prácticas. Si bien el docente puede evaluar el desempeño de los alumnos
en alguna práctica determinada, a lo largo del año deberá tener en cuenta el proceso global.
También tendrá carácter recursivo: el docente debe propiciar la vuelta o la nueva frecuenta-
ción de aquellas prácticas donde los alumnos presenten mayores dificultades, de modo tal que
al finalizar el año se puedan apropiar de los aspectos fundamentales. A su vez atenderá a las
particularidades y a los aspectos involucrados que efectivamente se han abordado y el modo en
que han sido frecuentados, así como el nivel de especificidad correspondiente al año cursado.
A continuación se presenta un cuadro en el que se enumeran todas las oportunidades que los
estudiantes deben tener durante el año para poder construir los aprendizajes esperados, y que
figuran en la segunda columna.
• Leer y analizar obras literarias en las que • Dar cuenta de un corpus de lecturas donde
prevalecen miradas cómicas, alegóricas, de prevalezcan estas miradas, que le permita
ruptura y experimentación. analizar y encontrar regularidades entre
las obras.
• Analizar los géneros y estilos propios de
estas obras seleccionadas. • Caracterizar la cosmovisión cómica, alegó-
• Establecer diálogo entre estas obras y otras rica, de ruptura y experimentación puesta
de la literatura universal. en juego en las obras.
• Comparar estas obras literarias con obras • Distinguir las especificidades del lengua-
pertenecientes a otros lenguajes artísticos. je literario.
• Leer textos de estudio directamente rela- • Presentar listas y resúmenes de los textos
cionados con este recorte de obras selec- leídos y de otros materiales utilizados, la
cionadas. planificación y las distintas versiones de
sus producciones para dar cuenta del pro-
ceso de elaboración de sus escritos sobre la
lectura literaria.
Literatura | 33
• A partir de un abanico amplio, y con la • Producir monografías y ensayos.
orientación del docente, llevar a cabo,
dentro de estas temáticas y cosmovisiones, • Participar de situaciones orales de sociali-
un itinerario personal de lecturas y análisis zación de los temas abordados exposiciones
de las obras. ante diversos auditorios y con diversos fines:
debates, foros, paneles, cafés literarios, etc.
• Colaborar en el desarrollo de proyectos
para dar a conocer sus producciones li-
• Editar libros, preparar talleres, organizar
terarias (antologías, talleres, cafés litera-
concursos y presentaciones, entre otras
rios, concursos, etc.) y donde aporten sus
actividades de socialización de las propias
creaciones, estén abiertos a los juicios de
producciones en torno a la literatura.
los otros y a compartir sus propias valo-
raciones, contemplen las sugerencias del • En las producciones relacionadas con la
docente y de sus compañeros para revisar Literatura realizadas a lo largo de este
sus escritos. año emplear la terminología propia de la
• Desempeñar un rol en las distintas activida- materia para referirse a diversos aspectos
des tendientes a lograr la publicación de sus gramaticales del lenguaje en uso y avanzar
trabajos de análisis y producción literaria. en la sistematización de los conocimientos
lingüísticos para optimizar las prácticas.
• Reflexionar sobre las nuevas prácticas del
lenguaje que realizan durante cuarto año, • Dar cuenta de una mejoría en:
apropiándose de nuevo metalenguaje y
modos de análisis del propio uso discursivo - sus estrategias de lectura,
en relación con estas prácticas. - la búsqueda de información,
- la planificación y revisión de los
• Reflexionar para elaborar criterios que les textos escritos,
permitan mejorar sus prácticas, valorar su - las exposiciones, los debates, los
desempeño y reutilizarlo en otras ocasio- comentarios u otras prácticas del
nes, al finalizar los distintos proyectos de lenguaje oral.
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http://www.logoslibrary.eu/
Base de datos que incluye textos traducidos en diversos idiomas. Destacable la parte dedicada a los
textos en lengua española. Recuperación de textos tanto por autor como por título. Desde estas pá-
ginas se accede también a diccionarios, un conjugador universal, glosarios, foro, cursos, etcétera.
Paris Rue 8859
http://www.geocities.com/Paris/Rue/8859/
Páginas dedicadas a la literatura en Internet, especialmente a la literatura hipertextual. Ofrece
información y enlaces sobre los clásicos literarios en la red, las bibliotecas virtuales, la literatura
colaborativa, la literatura interactiva...
Portal de Poesía
http://www.portaldepoesia.com/
Portal que recopila alfabéticamente numerosos enlaces a poemas de autores de la literatura
universal. Contiene direcciones de revistas y páginas dedicadas a la poesía visual y de experi-
mentación, también un apartado dedicado a los haikus. Es posible descargar textos electrónicos
completos de poetas españoles e hispanoamericanos.
Revista de literatura infantil y juvenil (digital), Sección Biblioteca.
http://www.imaginari.com.ar
Proyecto Boscán
http://www.ub.es/boscan/
Catálogo histórico-crítico de las traducciones de la literatura italiana al castellano y al catalán
desde 1300 hasta 1939; contiene más de cuatro mil documentos. En español, italiano y catalán.
Proyecto de Digitalización de Variantes de Autores Contemporáneos de la Universidad de
Edimburgo
http://www.selc.ed.ac.uk/italian/digitalvariants/
Variantes Digitales es un proyecto de archivo electrónico de variantes de autores contempo-
ráneos coordinado por el Departamento de Italiano de la Universidad de Edimburgo. Versión
en español, inglés e italiano.
Ricochet - Litterature Jeunesse
http://www.ricochet-jeunes.org/
Destinado a la difusión y promoción de las obras para niños y adolescentes. Base de datos
sobre literatura infantil y juvenil. Incluye una lista de clásicos de la literatura mundial, los
principales autores e ilustradores, una agenda de direcciones destacables en el mundo del
libro infantil y juvenil (editoriales, revistas e instituciones), una lista de difusión sobre el libro
infantil y juvenil. Páginas en francés, inglés y español.
The Literary Web
http://avery.med.virginia.edu/~jbh/litweb.html
Guía en lengua inglesa de recursos relacionados con la literatura y disponibles en la red.
Autores, libros, literatura infantil, periódicos, poesía, recursos para la escritura literaria. Por la
School of Information Sciences, University of Tennessee, EE. UU.
Archivo surrealista
http://www.archivosurrealista.com.ar/
Página dedicada al surrealismo, con profusa documentación sobre este movimiento. Se nutre
de contribuciones provenientes de grupos surrealistas de Hispanoamérica y España, y de otros
países con traducciones al español; incluye bibliografía, iconografías, diccionarios, archivos
sonoros, etc.
La tercera fundación
http://www.tercerafundacion.net/biblioteca/ver/persona/3079
GOBERNADOR
Dn. Daniel Scioli
SUBSECRETARIO DE EDUCACIÓN
Lic. Daniel Belinche
GOBERNADOR
Dn. Daniel Scioli
SUBSECRETARIA DE EDUCACIÓN
Mg. Claudia Bracchi