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PROBLEMÁTICA ACTUAL DEL PAIS

Problemas como la pobreza, inseguridad, desempleo y corrupción, entre otros, afectan a


Honduras, que el próximo domingo celebrará sus décimas elecciones consecutivas desde su
regreso a la democracia en 1980.
Con una democracia que todavía es frágil, Honduras sigue rezagada en problemas
enquistados como la pobreza y el desempleo, mientras que otros, como la violencia criminal,
el narcotráfico y la corrupción han crecido como la espuma.
En nueve gobiernos consecutivos desde 1982, lo que nunca antes se había registrado en la
historia de Honduras, son más las frustraciones y engaños que ha sufrido la población a
manos de una clase política que ha ofrecido mucho y cumplido poco cada cuatro años.
En las elecciones del próximo domingo por primera vez participarán diez partidos y nueve
candidatos presidenciales, y un gobernante, Juan Orlando Hernández, buscará reelegirse.
La oposición alega que Hernández viola la Constitución, que no permite la reelección
presidencial bajo ninguna modalidad, pero un fallo del poder judicial dejó abierta esa
posibilidad en 2015. La violencia criminal, que hace 40 años no era extrema, hace cuatro
años puso al país como uno de los más violentos del mundo, con casi 90 homicidios por cada
100.000 habitantes.
Esa cifra se habrá reducido al cerrar 2017 a 42 homicidios por cada 100.000 habitantes, ha
dicho el presidente Hernández, quien además señaló que ahora apostará por que el número
de muertos baje a 20 y así sucesivamente, hasta niveles tolerables.
Hernández también resalta entre sus logros haber reducido sustancialmente en su país el
narcotráfico procedente de América del Sur, haber entregado en extradición Estados Unidos
a casi una veintena de traficantes de drogas y creado muchos empleos, aunque dice que todo
lo hecho hasta ahora no es suficiente.
En lo respecta a la corrupción, que ha salpicado a todos los gobiernos en mayor o menor
grado, Honduras está en un proceso de frenar ese flagelo con apoyo de la comunidad
internacional, comenzando por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Tras un acuerdo entre el Gobierno hondureño y ente hemisférico, con el respaldo de muchos
sectores y ratificado en enero de 2016, en abril de ese año se instaló en Tegucigalpa la Misión
de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).

El equipo de la MACCIH ha venido impulsando varias acciones contra la corrupción, entre


ellas la aprobación por el Parlamento de la Ley de Financiamiento, Transparencia y
Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos, conocida como Ley de Política Limpia.
La nueva ley se orienta a evitar que lacras como el narcotráfico financien campañas de
partidos políticos y candidatos, lo que habría ocurrido en algunos procesos electorales
anteriores según versiones extraoficiales que nunca fueron investigadas por las autoridades.

En política exterior, Honduras cierra 2017 con un sabor agridulce sus relaciones con Estados
Unidos porque la Casa Blanca no amplió por 18 meses el Estatus de Protección Temporal
(TPS) que beneficia a unos 57.000 hondureños que viven en ese país.

La Administración de Donald Trump anunció a inicios de noviembre que el TPS para los
hondureños fue ampliado solamente por seis meses, hasta el 5 de julio de 2018, lo que supone
una eventual deportación gradual de hondureños favorecidos con ese programa.

Las gestiones que Hernández hizo al más alto nivel con el Gobierno de Trump no tuvieron la
respuesta que esperaba Honduras, donde las remesas de sus connacionales en extranjero,
principalmente EE.UU., representan casi un quinto de su producto interno bruto.

Con Venezuela, las frías relaciones bajaron de grado en la víspera de las elecciones, cuando
el pasado día 19 el Gobierno de Honduras anunció que exigirá "visa consultada" a los
venezolanos que viajen al país, una medida de "aplicación inmediata", "sin excepción" para
los nacionales de ese país suramericano.

En la víspera también trascendió una denuncia del exsubsecretario de Estado de EE.UU. para
Asuntos del hemisferio Otto Reich, en el sentido de que el Gobierno de Venezuela envió a
Honduras 145 delegados vinculados al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela

En la víspera también trascendió una denuncia del exsubsecretario de Estado de EE.UU. para
Asuntos del hemisferio Otto Reich, en el sentido de que el Gobierno de Venezuela envió a
Honduras 145 delegados vinculados al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela.

Los 145 venezolanos, según Reich, llegaron a Honduras "pasando los puntos de inmigración
escondidos, disfrazados como turistas, técnicos o empresarios para incorporarse en la
campaña perversa que favorece a los amigos de Manuel Zelaya Rosales", derrocado en junio
de 2009 y rechaza las pretensiones de reelegirse de Hernández. EFE.
INTRODUCCION

¿Cuál es el problema de Honduras?

Centroamérica es una región difícil, donde quizá se encuentran los países con mayores
desigualdades del mundo. Así lo atestiguan los datos de los informes anuales que redacta
el Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos (CCPDH).
Y Honduras no es una excepción. Desde su independencia como colonias españolas hasta
día de hoy, gran parte de estas naciones han ido cambiando de gobierno en gobierno tras
golpes militares o revueltas sociales, buscando la forma más justa -o eficaz- de llevar el país
hacia adelante y luchando contra la influencia de los poderes internacionales, sumidos en sus
propias guerras y defendiendo sus propios intereses.

En el caso de Honduras, esta endémica y convulsa situación política ha generado diversos


problemas sociales, como el analfabetismo, derivado de su modelo productivo basado
prácticamente en la agricultura y la ganadería, o la alta mortalidad infantil. Asimismo, las
tasas de corrupción y delincuencia superan con creces la de cualquier país desarrollado.
Según los últimos datos, cada día se cometen dos homicidios en el país hondureño. Los
problemas sociales de Honduras son muchos y atajarlos no es tarea fácil.
Las razones por las que tantas personas no pueden satisfacer sus necesidades fundamentales
son complejas. Al ser esencialmente de naturaleza política, económica, estructural y social,
se refuerzan por la ausencia de voluntad política y por la inadecuación de las medidas que
toman los poderes públicos, especialmente en lo que toca a la explotación de los recursos
locales.
Nuestro país ocupa la tercera posición entre los países con más inequidad económica de
Latinoamérica, precedido únicamente por Haití y Colombia, según revela el informe sobre
Desarrollo Humano Honduras 2011, divulgado por el Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD).

 El PNUD reveló que los hondureños opinan que “hay mucha inequidad en Honduras
en diferentes ámbitos”, uno de los más trascendentes es la distribución de la tierra, pues el
86.3% de los adultos mayores consideran que no existe una adecuada distribución.
 Igualmente, otro de los temas que demuestra un mayor índice de inequidad es el
acceso a empleos bien remunerados, con el 86%; el acceso a capital, bienes e inversiones un
85%, acceso a justicia, ,84.8%; ingreso, 84.1%; acceso a cargos de nivel político, 84.1%.
 Otro de los factores de inequidad es el poco acceso a la educación de calidad, con un
81.8%; acceso a seguridad social o jubilaciones, 80.8%; acceso a servicios de salud, 80.6%;
acceso a crédito, 79.7% y la participación en organizaciones sociales, comunitarias 75.5%.
CONCLUSIONES
La política es una ciencia social en la cual tiene como objetivo gobernar o dirigir la acción
del estado en BENEFICIO DE LA SOCIEDAD, pero en Honduras al parecer este concepto
se utiliza de otra forma o al revés “tiene como objetivo gobernar o dirigir la acción del estado
en BENEFICIO PROPIO”.

Es habitual ver a los políticos su ambición de querer llegar a un puesto público, tienen una
ambición de poder y de esa manera poder satisfacer sus intereses personales y de sus familias,
para asegurarse una vida mejor. Ahora que el 2012 es un año de elecciones, vamos a ver
muchas caras de políticos en toda la ciudad, en el cual nos ofrecerán lo mismo de siempre,
trabajo, más seguridad, más salud, más y más y más y cuando están en el gobierno todo quedo
en simples promesas.

Honduras continuará ahogándose en el empobrecimiento crónico mientras las tierras


continúen en manos de unos pocos. El país es rural. El 54% de la población nacional (sobre)
vive en el campo, pero el Estado sólo invierte el 2% del presupuesto general en el agro. Por
eso es urgente emprender una verdadera transformación integral de este sector.

Los terratenientes tienen que comprender que, más temprano que tarde, la miseria y el
minifundio terminarán obligando a los campesinos a avanzar sobre las grandes propiedades
agrarias. Cuando el hambre apremia, no hay moral, ni Ley Antiterrorista que detenga el
instinto de sobrevivencia. Esta es una evidencia socio antropológica. La paz social en
Honduras está condiciona la redistribución de la tierra.
BIBLIOGRAFIA

www.academia.edu

problemas-sociales-de-honduras.com

www.wikipedia.com

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