¿A dónde puede ir Venezuela?

En estos momentos Venezuela atraviesa

una etapa crucial que independientemente de los resultados, manteniendo la
esperanza de que sean favorables, son evidentes las huellas que marca en la
historia. La situación del país es extremadamente complicada. Finalmente, parece
estar a las puertas de un desenlace de la profunda crisis política, económica y
social que atraviesa desde 2013. Después de varios intentos de diálogo fallidos,
para buscar una salida negociada, democrática y electoral, Venezuela se
encuentra ante una nueva ola de radicalización política

La mejor alternativa ante la crisis que padece Venezuela es aquella que

combine una salida política, jurídica y ética sólida y sustentable. Y ello implica un
paquete de elementos entrelazados: diálogo político genuino, acuerdo aplicable y
llamado a nuevas elecciones. Sin embargo las condiciones actuales no dan una
respuesta positiva ante esta alternativa, existe la sensación de que el conflicto
entre las partes no va hacia ningún lugar, un estado de estancamiento en el cual
ninguna de las partes puede triunfar y a la vez tampoco acepta ceder.

Mientras tanto Venezuela se mantiene en la mira del ojo internacional, y es

que hechos tan desastrosos no pueden pasar desapercibidos y es una pena que
un país tan cargado de atributos obtenga fama mundial por razones tan
lamentables. La crisis de Venezuela es producto de los venezolanos pero no hay
duda de que han existido factores externos que han contribuido notoriamente a
empeorar lo que ha venido aconteciendo. La tragedia venezolana también
expresa la incapacidad e indiferencia de América Latina para aportar fórmulas
creíbles y estrategias efectivas que contribuyan a superar los distintos factores
que desencadenaron el drama de Venezuela. Si bien la crisis es producida por los
mismos nacionales, pero en un sentido más hondo refleja la ceguera diplomática
de la región.

Estamos frente a una situación anómala cuya resolución no puede

encontrarse en ninguna norma vigente en Venezuela. La Constitución no dice qué
hacer frente a la usurpación del poder presidencial como consecuencia de un
fraude electoral, Es comprensible que los interesados en la situación de
Venezuela intenten buscar la base constitucional, sin embargo, se debe reconocer
la serie de violaciones a la Constitución ocurridas desde diciembre de 2015, que
llevaron al gobierno actual a transformarse en una dictadura y que empujaron el
conflicto a este punto.

Parlamento venezolano, como poder público plural, legal y legítimamente

electo en 2015, cuyo mandato terminará en 2021 lleva la batuta de la compleja
trama de alianzas y redes que deben vincularse entre sí con un propósito y
estrategia comunes mediante decisiones políticas y legales bien pensadas en pro
de la acumulación de fuerzas necesaria para forzar a la cúpula de gobernante a
aceptar el cambio democrático. Entendamos que reconstruir la república
principalmente se debe reconocer los profundos déficits democráticos, de
desigualdad social y de exclusiones culturales que llevaron a estos desarrollos
nefastos.

Por ello, éste presente año 2019 nos exige a cada ciudadano,
organización, partido, activista y dirigente político responsabilidad, cabeza fría, el
deber de estar informados, crecer en la adversidad y actuar sin extremismos.
Venezuela ha despertado la atención y la solidaridad del mundo por ende se
deben unir todos los sectores del país encaminados en una misma ruta, una
misma dirección.

Contribuyamos todos a que las nuevas estrategias no se hundan en

torbellinos y peñascos que amenazan desde adentro, desde afuera y desde todas
direcciones. Retengamos las lecciones que nos dejan estos tiempos oscuros.
Hoy más que nunca tenemos la posibilidad de construir una democracia más
estable que la anterior, mostremos compromiso ante la oportunidad de avanzar en
la lucha por el futuro y la libertad. Recuperemos la esperanza y la convicción de
que la Venezuela que anhelamos está por venir. Tenemos una nueva página para
escribir nuestra historia.

http://nuso.org/articulo/urgente-venezuela/

Autor: Nueva Sociedad. Democracia y Política en América Latina.