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DE 130 “TOROS”
La creación del Banco Médico Criminal Forense de Honduras fue la base de lo que hoy realizan
las autoridades del INP con el RNP, la idea se viene construyendo desde el 2016 a iniciativa
del Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses, adscrito al Ministerio Público (MP), el
primer muestreo del proyecto piloto fue realizado a mediados del año pasado en la cárcel más
hacinada del país en la Esperanza, departamento de Intibucá, en el marco de un estudio
académico del postgrado de medicina legal y forense de la Universidad Nacional Autónoma de
Honduras (UNAH).
En enero de 2017 los principales inquilinos de “El Pozo” eran los líderes y miembros de la
pandilla 18 y de la Mara MS-13; además de otros privados de libertad de máxima y mediana
peligrosidad, nexos importantes de la criminalidad organizada, quienes fueron el primer grupo
de trasladados a esta cárcel para comenzar el reordenamiento a fin de disminuir la operatividad
delictiva desde adentro de los otros recintos penitenciarios a nivel nacional.
La inspección forense determinó que al menos 17 privados de libertad (de los 130 identificados
en el proyecto piloto con la venia del INP) no se encontraron registros de huellas dactilares al
hacer comparaciones con el archivo de información que poseía el Registro Nacional de las
Personas (RNP).
La actual directora del INP, Rosa Gudiel, no desconoció las “fallas del RNP”, incluso dijo que
las raíces en el tema meramente privados de libertad también radica desde las capturas,
posteriormente esos expedientes pasan al Ministerio Público (MP), quienes establecen un
requerimiento fiscal que pasa a los juzgados, al ser juzgado es llevado a las cárceles y en todo
ese proceso pasó sin ser plenamente identificado, lamentó.
“Esto es lo que ha estado pasando y es lo que queremos mejorar para estar seguros de que las
personas que tenemos privadas de libertad, que nos remiten desde los tribunales, son las mismas
personas (capturadas y en prisión), esto es un proceso iniciado en esta administración de
gobierno nunca se había tenido interés por parte del Estado y estamos interesados junto a otras
instituciones”.
Ante el problema evidenciado de usurpación de nombres e identidades, las autoridades del INP
informaron que toda la población en la cárcel de Támara y la Cárcel de Mujeres (Cefas) también
serán identificadas en el marco del proyecto.
Las autoridades ya tienen el conocimiento de que hay reos que tienen hasta cuatro clones, pues
aparecen con el mismo nombre, pero diferentes fotografías y en unos casos, el mismo patrón
de las huellas dactilares.
En la DPI hay uno capturado, que cuando dijo su nombre, se metió a la base de datos y
aparecieron seis “clones”, pero cuando hicieron comparación dactilar, resulta que el hombre
no existe como hondureño, por lo que se está haciendo comparaciones a nivel internacional.
En consultas con funcionarios del RNP, dijeron tener conocimiento solamente a través de los
medios de comunicación, pero no les han pedido una verificación oficial.
Incluso autoridades responsables de centros de internamiento para menores a cargo de la
Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis), Informaron a LA TRIBUNA que también
buscan la plena identificación y ordenamiento de la población de menores infractores. (SA)