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En el fondo del mar Rojo se han descubierto importantes cantidades de óxidos de hierro, zinc y

cobre. Se está ensayando un procedimiento para su extracción a base de deshacer el barro


mediante agitación mecánica y luego bombear a la superficie una mezcla de barro y agua.
Pero, de momento, los costes de ele vación del sedimento son demasiado altos.

En los años 1964, 1965 y 1966 fueron localizadas tres fuentes submarinas de salmueras de
gran densidad en medio del mar Rojo. Contienen ele mentos con concentraciones diez veces
más elevadas que la materia sólida disuelta comúnmente en el agua oceánica y están situadas
sobre sedime ntos ricos en materiales pesados tales corno zinc, cobre, plomo, plata y oro.

Nacen dos islas nuevas en el Mar Rojo

Formadas por erupciones volcánicas, son ya parte de un


archipiélago yemení ubicado sobre una dorsal oceánica
Una foto de satélite de la erupción de diciembre de 2011 que creó la Isla
Sholan. Fue tomada por el satélite Worldview-2 (Propias)
CRISTIN A SÁ EZ

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Apenas tienen dos y cuatro años. Su nacimiento fue rápido y violento, la tierra
se abrió y vomitó magma incandescente durante semanas. Son Sholan y Jadid,
las dos nuevas islas que se han originado en el Mar Rojo y de las que los
satélites que orbitan alrededor del planeta han sido capaces de captar su
formación, tal como revela un estudio publicado en la revista Nature
Communications, realizado por investigadores de la Universidad Rey
Abdullah de Ciencia y Tecnología (KAUST), ubicada en Arabia Saudí.
Además de arrojar luz sobre este fenómeno geológico, demuestran que región
sobre la que se asientan estos dos islotes es mucho más activa volcánicamente
de lo que hasta el momento se consideraba.
Cómo se forman nuevas islas volcánicas es un fenómeno que no se conoce del
todo bien. Suele ser muy complicado observar este tipo de eventos, puesto que
se originan en puntos remotos del planeta sobre dorsales oceánicas, grandes
elevaciones submarinas en la parte central de los océano que poseen un surco
central o rift por el que emana magma de forma continua. Y eso genera que se
formen volcanes, pero también nueva corteza oceánica que provoca que el
fondo del océano se vaya expandiendo lentamente.

En algunos casos, algunas cimas de esas dorsales sobresalen del agua y


forman también islas volcánicas, como es el caso de Islandia, aunque suele ser
poco frecuente. El catedrático de geoquímica y petrología de la Universidad
de Barcelona, Domingo Gimeno, experto en vulcanología, explica que “suele
ser muy complicado poder observar este tipo de fenómenos porque suelen
ocurrir a grandes profundidades, de entre 3000 y 4000 metros. En esos casos,
difícilmente se apila tanto magma como para que salga a la superficie y se
pueda detectar”.

Sholan y Jadid forman parte del archipiélago Zubair, compuesto por 10 islas
volcánicas y varias rocas, que pertenece al Yemen. Se encuentra al sur del
Mar Rojo, entre la costa del país árabe y el Cuerno de África, justamente
sobre una dorsal oceánica, en la confluencia entre la placa arábiga y la
africana, que cada año se separan unos 6 mm, y está sometida a una intensa
actividad volcánica y sísmica desde finales de la década de los 70.

De hecho, tres episodios sísmicos acaecidos en abril, junio y agosto de 2011


previos a la erupción, seguidos de terremotos de hasta 3,9 de magnitud
detectados por la red sismológica de Yemen, así como la narración de un
grupo de pescadores en diciembre de 2011, que aseguraban haber presenciado
una erupción en el archipiélago, pusieron en alerta a los expertos de la
universidad de Arabia Saudí.

“Leímos en las noticias que se estaba produciendo una erupción volcánica al


sur del Mar Rojo que estaba resultando en una nueva isla. Dada la rareza de
tal evento, inmediatamente quisimos saber más. No obstante, como las islas
pertenecen a Yemen y estaban fuera de nuestro alcance para poder realizar
trabajo de campo, decidimos usar imágenes de satélite así como los datos
sísmicos para estudiar la formación de estas islas”, explica Sigurjon Jonsson,
profesor asociado de geofísica de la KAUST y coautor del estudio.

Los expertos combinaron imágenes de altísima resolución obtenidas a partir


de tres satélites ópticos, junto con los datos de las emisiones de dióxido de
azufre captadas instrumentos de monitorización del ozono y la narración de
los pescadores para así caracterizar el nacimiento de estas dos nuevas islas
volcánicas. Hallaron que se formaron muy rápidamente, una de ellas en
cuestión de 25 días, durante la fase inicial de la erupción del volcán
submarino, y ambas fueron alimentadas por dos fracturas que se fueron
rellenando de magma. Además, elaboraron un modelo tridimensional del
evento.

“Cuando el magma se propaga a través de la corteza y alcanza la superficie,


genera una deformación que podemos medir en las islas vecinas utilizando
una técnica llamada interferometría, a partir de datos obtenidos por el radar de
satélites. Combinamos esas observaciones con la actividad símica para
analizar mejor todo el proceso volcánico”, explican los también investigadores
de la KAUST Wenbin Xu y Joel Ruch, coautores del estudio.

Estos científicos sugieren, además, que el archipiélago de Zubair podría


formar parte de una zona muy activa volcánicamente, algo que hasta el
momento había pasado desapercibido, lo que resulta importante desde un
punto de vista de prevención de riesgos, puesto que aunque está lejos de zonas
habitadas, se sitúa próxima a rutas marítimas.

Por el momento, ambas islas parece que podrían tener un destino distinto,
puesto que han demostrado erosionarse de forma diferente tras los primeros
meses y años posteriores a la erupción. “Por ejemplo, la más pequeña, Sholan,
decreció ya un 30% en los primeros dos años y luego el índice de erosión
disminuyó notablemente. En cambio la mayor, Jadid, no ha sufrido tanta
erosión, porque parece estar menos expuesta a fuertes corrientes oceánicas.
Ambas se componen de materiales que con el tiempo devienen toba volcánica
resistente a la erosión. Por tanto, podrían durar siglos”, consideran los autores
del estudio.
En el Mediterráneo, apunta el catedrático de la UB Domingo Gimeno, que no
ha participado en este estudio, también se han formado islas similares a estas,
como cerca de la costa siciliana, aunque han desaparecido, completamente
erosionadas.

Ahora este equipo de geofísicos está centrado en investigar el episodio de


rifting de Bárðarbunga, en Islandia, que duró seis meses, de agosto de 2014 a
febrero de 2015. Generó un flujo de lava masivos, de 1 km3, y se trata de la
erupción basáltica más importante que se ha producido en Islandia en los
últimos dos siglos. “Tanto Islandia como el Mar Rojo tienen en común
procesos magmáticos y tectónicos. La diferencia más importante es que en el
caso del país nórdico sí podemos acceder para realizar mediciones in situ.
Pero ambos son complementarios y nos proporcionan una mejor comprensión
de la actividad volcánica a lo largo de los límites de placas tectónicas
divergentes”, añaden.
Imagen del archipiélago Zubair obtenida el 7 de noviembre de 2013 por el satélite
óptico WorldView-2. Muestra la erupción de la isla Jadid. (Propias)

Domingo Gimeno, de la UB, lleva más de tres décadas estudiando

volcanes. Explica que en el caso de los submarinos, se suelen investigar

mediante barcos oceanográficos equipados con microsubmarinos.

Algunos países como Estados Unidos, Japón, Alemania o Francia,

disponen de la tecnología e invierten recursos para realizar estudios de

este tipo. Se llevan a cabo campañas en las que se plantan estaciones de


registro en el fondo oceánico en puntos en los que dos placas se estén

separando, como en el sudeste del pacífico con el objetivo de tratar de

detectar erupciones. También se utilizan satélites, que si bien no ofrecen

el detalle de la erupción, sí muestran el resultado final.

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