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Arquíloco (712-664 a.C.).

Poeta lírico griego del siglo VII a.C., considerado como el fundador de
la poesía yámbica, famoso por su lengua viperina, su naturalidad y
realismo. Se conoce muy poco de su vida; se cree que su actividad
literaria fue hacia 630 a.C. Era hijo bastardo de Telesicles, noble de la
ciudad de Paros, y de una esclava llamada Enipó. Este hecho marcó el
espíritu de la poesía de Arquíloco, despegado de las antiguas
tradiciones. Marchó como mercenario a Tasos, debido a la pobreza de
su patria. En algunos fragmentos de sus escritos, se encuentran rasgos
de las campañas de los parios: la ferocidad de la lucha, las victorias
sobre los naxios, el paisaje de Tasos, el anteponer la salvación de la
propia vida a cualquier ideal; todo ello tratado con un realismo insuperable.
De sus poesías se deduce mucho acerca de sus amores con Neóbula, hija de Licambes, el cual rompió la promesa
hecha al poeta de casarle con ella, y aunque en su poesía hay alusiones al amor de Arquíloco por Neóbula, el odio
del poeta le hace lanzar sus envenenadas sátiras, para vengarse no sólo de Licambes sino también de su hija. Según
una tradición posterior, tanto el padre como la hija se suicidaron por no poder resistir la difamación.
Sobre la muerte del poeta, no se tienen noticias ciertas, se cree que murió luchando contra los naxios.
Su obra se transmitió en copias particulares, y destaca por su gran variedad. Entre los muy mutilados fragmentos,
puede reconstruirse con bastante aproximación la elegía a Pericles, de tema consolatario. Los epodos, de género
popular, hechos literarios por el autor, son de tema personal, con gran libertad de lenguaje. Pero a lo que debe su
fama es a los yambos, que eran sátiras líricas en las que se refiere a Neóbula y a su padre en unas, y a las luchas de
Tasos en otras.
Fue el primer escritor europeo que hizo de sus experiencias y sentimientos personales el tema principal de sus
poemas, y puede ser llamado el creador del individualismo en la literatura.
Eurípides

(Salamina, actual Grecia, 480 a.C.-Pella, hoy desaparecida, actual Grecia, 406 a.C.)
Poeta trágico griego. De familia humilde, Eurípides tuvo como maestros a
Anaxágoras, a los sofistas Protágoras y Pródicos y a Sócrates, cuyas enseñanzas se
reflejan en su obra.

En el 455 a.C. Eurípides presentó a concurso su primera tragedia, Los Pelíadas,


con la que obtuvo el tercer puesto. Seguirían 92 obras más, de las cuales se han
conservado diecisiete tragedias, que, sin embargo, poca fama y reconocimiento le
aportaron en vida: sólo obtuvo cuatro victorias en los festivales anuales que se
celebraban en Atenas, por lo que hacia el final de su vida decidió trasladarse a
Macedonia para incorporarse a la corte del rey Arquelao (408 a.C.), donde según la leyenda fue devorado por unos
perros.

Las obras de Eurípides representan un cambio de concepción del género trágico, de acuerdo con las nuevas ideas
que había aprendido de los sofistas; así, su escepticismo frente a las creencias míticas y religiosas es manifiesto en
sus obras, que rebajan el tono heroico y espiritual que habían cultivado Esquilo y Sófocles a un tratamiento más
cercano al hombre y la realidad corrientes.

El héroe aparece retratado con sus flaquezas y debilidades, dominado por oscuros y secretos sentimientos que le
impiden enfrentarse a su destino, del que finalmente es liberado por la intervención de los dioses al término de la
obra (recurso llamado deus ex machina, por los artilugios escénicos que usaba para introducir al dios); otras
innovaciones suyas son la introducción de un prólogo y la asignación de un papel más reducido al coro. En sus
tragedias pasa a primer término el tratamiento psicológico de los personajes, de gran profundidad.

Incomprendido en su época, Eurípides se convirtió en modelo a imitar ya por los trágicos latinos, y luego su
influencia prosiguió durante el neoclasicismo y el Romanticismo alemán (Lessing, Schiller, Goethe).
Esquilo

(Eleusis, actual Grecia, 525 a.C.-Gela, Sicilia, 456 a.C.) Trágico griego. Esquilo
vivió en un período de grandeza para Atenas, tras las victorias contra los persas en
las batallas de Maratón y Salamina, en las que participó directamente. Tras su
primer éxito, Los persas (472 a.C.), Esquilo realizó un viaje a Sicilia, llamado a la
corte de Hierón, adonde volvería unos años más tarde para instalarse
definitivamente.

De las noventa obras que escribió Esquilo, sólo se han conservado completas
siete, entre ellas una trilogía, la Orestíada (Agamenón, Las coéforas y Las
Euménides, 478 a.C.). Se considera a Esquilo el fundador del género de la
tragedia griega, a partir de la lírica coral, al introducir un segundo actor en escena, lo cual permitió independizar el
diálogo del coro, aparte de otras innovaciones en la escenografía y la técnica teatral.

Esquilo llevó a escena los grandes ciclos mitológicos de la historia de Grecia, a través de los cuales reflejó la sumisión
del hombre a un destino superior incluso a la voluntad divina, una fatalidad eterna (moira) que rige la naturaleza y
contra la cual los actos individuales son estériles, puro orgullo (hybris, desmesura) abocado al necesario castigo. En
sus obras, el héroe trágico, que no se encuentra envuelto en grandes acciones, aparece en el centro de este orden
cósmico; el valor simbólico pasa a primer término, frente al tratamiento psicológico.

El género trágico representó una perfecta síntesis de las tensiones culturales que vivía la Grecia clásica entre las
creencias religiosas tradicionales y las nuevas tendencias racionalistas y democráticas. Amén de las citadas, las obras
de Esquilo que se han conservado son Las suplicantes (c. 490), Los siete contra Tebas (467) y Prometeo
encadenado, obra sobre cuya autoría existen aún dudas.
Sófocles

(Colona, hoy parte de Atenas, actual Grecia, 495 a.C.-Atenas, 406 a.C.) Poeta trágico
griego. Hijo de un rico armero llamado Sofilo, a los dieciséis años fue elegido
director del coro de muchachos para celebrar la victoria de Salamina. En el 468 a.C.
se dio a conocer como autor trágico al vencer a Esquilo en el concurso teatral que
se celebraba anualmente en Atenas durante las fiestas dionisíacas, cuyo dominador
en los años precedentes había sido Esquilo. Comenzó así una carrera literaria sin
parangón: Sófocles llegó a escribir hasta 123 tragedias para los festivales, en los que
se adjudicó, se estima, 24 victorias, frente a las 13 que había logrado Esquilo. Se
convirtió en una figura importante en Atenas, y su larga vida coincidió con el
momento de máximo esplendor de la ciudad. Amigo de Herodoto y Pericles, no
mostró demasiado interés por la política, pese a lo cual fue elegido dos veces estratego y participó en la expedición
ateniense contra Samos (440), acontecimiento que recoge Plutarco en sus Vidas paralelas. Su muerte coincidió con
la guerra con Esparta que habría de significar el principio del fin del dominio ateniense, y se dice que el ejército
atacante concertó una tregua para que se pudieran celebrar debidamente sus funerales. De su enorme producción,
sin embargo, se conservan en la actualidad, aparte de algunos fragmentos, tan sólo siete tragedias completas:
Antígona, Edipo Rey, Áyax, Las Traquinias, Filoctetes, Edipo en Colona y Electra. A Sófocles se deben la
introducción de un tercer personaje en la escena, lo que daba mayor juego al diálogo, y el hecho de dotar de
complejidad psicológica al héroe de la obra. En Antígona opone dos leyes: la de la ciudad y la de la sangre; Antígona
quiere dar sepultura a su hermano muerto, que se había levantado contra la ciudad, ante la oposición del tirano
Creonte, quien al negarle sepultura pretende dar ejemplo a la ciudad. La tensión del enfrentamiento mantiene en
todo momento la complejidad y el equilibrio, y el destino trágico se abate sobre los dos, pues también a ambos
corresponde la «hybris», el orgullo excesivo.

Edipo rey es quizá la más célebre de sus tragedias, y así Aristóteles la consideraba en su Poética como la más
representativa y perfecta de las tragedias griegas, aquella en que el mecanismo catártico final alcanza su mejor clímax.
También es una inmejorable muestra de la llamada ironía trágica, por la que las expresiones de los protagonistas
adquieren un sentido distinto del que ellos pretenden; así sucede con Edipo, empeñado en hallar al culpable de su
desgracia y la de su ciudad, y abocado a descubrir que este culpable es él mismo, por haber transgredido, otra vez,
la ley de la naturaleza y de la sangre al matar a su padre y yacer con su madre, aun a su pesar. El enfrentamiento
entre la ley humana y la ley natural es central en la obra de Sófocles, de la que probablemente sea cierto decir que
representa la más equilibrada formulación de los conflictos culturales de fondo a los que daba salida la tragedia
griega.
Anacreonte

(Teos de Lidia, actual Grecia, s. VI a.C. - id., s. V a.C.) Poeta griego al que se
incluye, junto con Safo y Alceo, en la tríada de los poetas líricos monódicos de
la antigua Grecia. Anacreonte fue llamado por el tirano de la isla de Samos,
Polícrates, como poeta de palacio, y se dice que también como preceptor, y
permaneció a su servicio hasta que la isla cayó en manos de los persas.

Anacreonte aceptó entonces la invitación de Hiparco, hijo de Pisístrato, y partió


para Atenas, donde obtuvo clamorosos éxitos y fue introducido en la alta
aristocracia ateniense; también pudo entrar en contacto con otros poetas líricos.
Con la caída del tirano, en el 514 a.C., Anacreonte se dirigió a Tesalia, donde pasó el resto de su vida como poeta
de la corte.

De su obra se han conservado tan sólo algunos fragmentos, en los que canta a los goces de la vida y el amor, y
gracias a la edición del filólogo alexandrino Aristarco de Samotracia, se sabe que se dividía en poesía lírica, elegíaca
y yámbica.
Tirteo:

Nació en la segunda mitad del siglo VII a.C. todavía no se sabe con exactitud
si era de Esparta, por lo que se le atribuyen diversos orígenes como Mileto y
el Ática. Como es común en estos poetas, sus versos celebran la aristocracia y
el mundo guerrero de Esparta. Compuso en dialecto jónico cinco libros de
elegías que muestran una forma y un contenido muy determinados por la
épica. Según los datos que se tienen algunas de sus obras son:

Eunomía: se dice que fue compuesta a raíz de los desórdenes sociales que
acompañaron a la segunda guerra mesénica. Defiende la constitución espartana y alienta a los ciudadanos a la
concordia y a mantenerla por el bien común.

Embatéria: cantos marciales, Hypotekai: persuasiones a la lucha y al valor, Politeia: un enaltecimiento a los valores
civiles y religiosos de la constitución.

"Que cada hombre se plante firme, arraigado al terreno con ambos pies, se muerda los labios y aguante"

Me parece que en esta cita del poeta Tirteo nos demuestra como él creía que los espartanos debían soportar los
golpes del enemigo.
Safo

(También llamada Safo de Mitilene o de Lesbos; Lesbos, actual Grecia, s. VII


a.C. - id., s. VI a.C.) Poetisa griega. Pocos datos ciertos se tienen acerca de
Safo, de quien tan sólo se conservaron 650 versos, extraídos de citas tardías y
del moderno estudio de papiros. Contemporánea de Alceo, vivió toda su vida
en Lesbos, con la exepción de un corto exilio en Sicilia motivado por las
luchas aristocráticas.

Supuestamente perteneciente a la aristocracia, Safo llevó la vida propia de las


mujeres de la clase alta, alejadas necesariamente del ambiente de luchas e
intrigas políticas; según una tradición que parte de Anacreonte, era homosexual. Se la ha presentado siempre
como profesora de una escuela de poesía fundada por ella, lo que es difícil de certificar, aunque sí es cierto que
convivía con sus compañeras en un clima distendido y propicio a la contemplación y a la recreación en el arte y la
belleza.

De su obra, que al parecer constaba de nueve libros de extensión variada, se han conservado algunos Epitalamios
(cantos nupciales para los cuales creó un ritmo propio y un metro nuevo, que pasó a denominarse sáfico) y
fragmentos de poemas dirigidos a algunas de las mujeres que convivían con ella.

En ellos se entrevé la expresión de una subjetividad que se recrea en sutiles oscilaciones de ánimo, en un intento
de dar forma a la pasión. Safo presenta la pasión amorosa como una fuerza irracional, situada entre el bien y el
mal, que se apodera del ser humano y se manifiesta en diversas formas, como los celos, el deseo o una intangible
nostalgia, e incluso produce reacciones físicas, como las que describe detalladamente en uno de sus poemas, el
más completo que se ha conservado de ella.

Su poesía tuvo un gran éxito ya en la Antigüedad, y sirvió de fuente de inspiración a grandes poetas,
como Teócrito o Catulo; a partir de la época alejandrina se puso ya de manifiesto el interés por conservar su obra
e intentar descubrir nuevas partes. A pesar de lo fragmentario de su producción conservada, parece que Safo
consiguió hacer realidad su deseo, acorde con la concepción helénica de la poesía, de hacer perdurable su amor a
través de su creación poética.

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