¿Sociales o antisociales?

Al hablar de redes y sus contenidos, esta es la pregunta que me he hecho durante los
últimos días: ¿son sociales o antisociales las sonadas redes?

Ellas llegaron tal como llegó la apertura económica al país en los años 90: sin avisar.
Debimos aprender a punta de experimentar, ejercitarnos y relacionarnos no cara a cara,
sino a través del internet y sus pantallas.

La lógica de las redes es la de los seres humanos: somos sociales y necesitamos estar en
contacto para sentirnos parte de algún grupo o familia. Otra cosa es que, por su uso y
abuso, muchos se aíslan y hacen pública allí, su vida privada. Algunas habilidades
sociales han mutado y desbancado el contacto cara a cara y el mal uso de las redes, ha
hecho a muchos adictos, conectados, lejanos y limitados para interactuar con otros.

Tal como lo han ratificado múltiples expertos, las nuevas formas de relacionamiento y
sus efectos, cambiaron el curso y los escenarios de comunicación; pese a lo cual las
redes y sus contenidos, deberían enfocarse al respeto de los derechos y a su manejo
transparente. En el que aplique lo escrito en La Biblia: no hagas a otros lo que no quieres
que te hagan a ti.

De ahí, mi reflexión sobre los alcances de quienes ahora con sus múltiples redes, tienen
voz para plantear posturas y opiniones. ¿Es responsable el manejo en redes de diversos
contenidos? ¿Dónde quedan el respeto y la congruencia? ¿Cuál es el límite entre el
derecho a la libertad de expresión y los derechos del otro? ¿Se piensa en el otro a la hora
de publicar contenidos?

Mark Zuckerberg en una columna en The Washington Post The Internet needs new
rules. Let’s start in these four areas planteó la necesidad de regular contenidos y
publicaciones en redes. E instó a instituciones y gobiernos a actuar frente a portabilidad
de datos, privacidad, procesos electorales y asuntos nocivos.

Personalmente me pregunto: ¿más leyes? sería más fácil y efectivo con trabajo y
consenso social, cumplir todas las leyes ya existentes. En las redes o fuera de ellas
insultar, agredir, acosas, injuriar no debe hacerse. Al respecto, ya socialmente están
reguladas la libertad de opinión y de expresión y hay una carta de derechos y deberes.

Tal vez el eje del dilema está en que muchos ven las redes como un mundo aparte en
donde todo se vale. Cuando en realidad ellas son sólo herramientas de comunicación
que hacen parte de nuestro cambiante mundo, en el que abrieron espacio al debate y la
discusión con respeto.
Las redes no son buenas ni malas, eso depende del uso que tengan. Deben estar a
nuestro servicio, máxime si tenemos en cuenta el compromiso de cada uno, para ser
ético, respetuoso y humilde si queremos ser en verdad constructores de reconciliación
y paz, en beneficio del país que tanto las necesita.

© Maritza Zabala Rodríguez

@mazarito1

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