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Página 2ª
Informe
El caso de *Juan es uno de los tantos que se presentan a diario en los colegios y representa a
los estudiantes inconformes con la restricción del uso de piercings, aretes y cabello largo,
accesorios y estilos que actualmente están marcando la identidad de los jóvenes.
Juan se sintió muy atraído por la moda del piercing. Con el permiso de sus padres él decidió
perforarse en la ceja. Sin embargo al llegar al colegio, lo primero que recibió fue un llamado
de atención por parte de las directivas de la institución. La justificación dada al joven era que
en el reglamento escolar estaba prohibido el uso de este tipo de accesorios y que, por ende,
no podía iniciar clases si no se quitaba el piercing de la ceja. Ante esta amenaza, Juan por
defender su derecho a la libre personalidad y a la educación, interpuso una tutela. La Corte
Constitucional ordenó al colegio no prohibirle al menor de edad usar el piercing, pues debido a
que los manuales de convivencia de los centros educativos tienen que ajustarse a los
preceptos de la Constitución, no se pueden aplicar normas que atenten contra el libre
desarrollo de la personalidad.
Este conflicto puede resumirse en dos partes. Por un lado, está la potestad que el Ministerio de
Educación Nacional le otorga a los colegios de construir su propio reglamento. Éste debe estar
basado en la filosofía y cultura que rige la educación prestada por la institución.
Frente al tema, Juana Inés Díaz, viceministra de Educación Preescolar, Básica y Media,
explicó: "Cada institución debe formular las normas de convivencia que regirán la institución,
en virtud de las orientaciones ideológicas y religiosas de sus fundadores. Este reglamento debe
cumplir con las disposiciones emanadas por el Ministerio de Educación Nacional y coincidir con
el Proyecto Educativo Institucional".
En este sentido, el colegio está en todo el derecho de prohibir el uso del cabello largo y el uso
de piercing y aretes en los estudiantes. Claro, siempre y cuando esté contemplado y estipulado
en el reglamento, y no atente contra los derechos generales consagrados en la Constitución
colombiana.
Así mismo, la Corte Constitucional, de acuerdo con la Sentencia T-695/99, precisó: "Si bien los
reglamentos o manuales de convivencia obligan a la entidad que los ha expedido y a sus
destinatarios, no pueden desconocer los principios que emanan de la Constitución, sino que
deben ser la expresión de dichas normas, porque regulan los derechos y deberes de los
estudiantes dentro de la comunidad educativa".
Considerando que cada institución educativa establece sus propias normas de convivencia en
relación con el tipo de formación académica, los padres y los estudiantes antes de realizar la
matrícula deben informarse completamente sobre las políticas que se tienen reglamentadas.
Díaz sostuvo al respecto: "Hay que tener en cuenta que los padres al firmar la matrícula al
inicio de cada año escolar están aceptando todas las normas del colegio. Además, no hay que
olvidar que hay un contrato de inscripción que hay que cumplir".
Por tal efecto, los padres están en el derecho de conocer el manual y de informarse de todas
las normas que establece la institución educativa antes de inscribir a su hijo. Así mismo, según
la funcionaria, los colegios deben ser muy claros con sus políticas y exigencias una vez los
padres se acerquen a la institución para averiguar el currículo. Con esta participación, será
posible evitar malos entendidos y los padres tanto como los estudiantes podrán saber bajo qué
normas están regidos.
En el momento de la elección del colegio, los padres deben tener en cuenta el tipo de
formación académica y disciplinaria que quieren para sus hijos. De este modo podrán
enfocarse hacia la institución que más se acerque a esos intereses.
No obstante, Díaz es clara en afirmar que existen instituciones en las que lo principal es el
aprendizaje del estudiante sin importar su apariencia, y otras en las que la disciplina comienza
por la parte física. Por esto, si el joven suele usar cabello largo y joyas en su cuerpo, está en
toda la libertad de buscar un colegio que no tenga problema en aceptar estas libertades
estéticas".
https://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/printer-118600.html 1/2
3/11/2018 CVN - LOS COLEGIOS SÍ PUEDEN INTERVENIR EN LA APARIENCIA PERSONAL DEL ESTUDIANTE Por XIMENA VELASCO
De acuerdo con el manual de Convivencia del Colegio Rochester, se establece que: "El
uniforme es un símbolo de la institución; por consiguiente debe ser llevado para enaltecer la
imagen del colegio. El uso de piercings, cabello largo para los hombres, tinte para el cabello,
tatuajes y maquillaje (cara y uñas) se considera irrespetuoso hacia el uniforme del Colegio
Rochester y su cultura, al igual que hacia la salud del estudiante, por consiguiente, no están
permitidos".
El padre es quien escoge la educación y el tipo de formación para sus hijos. "Hay muchos
colegios que dicen que están de acuerdo con la libre personalidad del joven, pero con lo que
no están de acuerdo es que se demuestre físicamente porque puede afectar la imagen del
uniforme y de la institución.
Con todo, también ha determinado este tribunal que los reglamentos o manuales de
convivencia no pueden convertirse en herramientas dominantes y autoritarias que se amparen
en su capacidad regulativa para incluir preceptos que vulneren los derechos constitucionales
de menores, que pueden al tiempo que verse privados de los beneficios de la educación, sentir
amenazada y quizás distorsionada su libertad de autodeterminarse.
*El nombre de la fuente fue cambiado debido a que sus padres pidieron no revelar la
identidad, por ser menor de edad.
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