Novena a San José

1er. Día
A Vos, Bienaventurado José, recurrimos en nuestra
tribulación, y después de haber implorado el auxilio
de vuestra Santísima esposa, solicitamos también,
confiadamente, vuestro patrocinio.
Por aquella caridad que os "unió con la Inmaculada
Virgen Madre de Dios, y por el paternal amor que
profesasteis al Niño Jesús: Os suplicamos que,
miréis benigno a la herencia que Jesucristo adquirió
con su sangre, y con vuestro poder y auxilio nos
socorráis en nuestras necesidades.
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2do. Día
Proteged, prudentísimo custodio de la Sagrada
Familia, la prole escogida de Jesucristo; apartad de
nosotros toda peste de error y corrupción; sednos
propicio y asistidnos desde el cielo, en esta lucha
contra el poder de las tinieblas, y así como en otro
tiempo librasteis al Niño Jesús del grave peligro de
la vida, así defended ahora a la santa Iglesia de las
asechanzas del enemigo y de toda adversidad; y a
todos nosotros, protegednos con vuestro
patrocinio a fin de que, a ejemplo vuestro y
sostenidos por vuestro auxilio, podamos vivir
santamente, morir con tranquilidad, y alcanzar la
eterna bienaventuranza. Amén.
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3er. Día
DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ
Oh casto esposo de la Santísima Virgen María,
glorioso San José. Cuan amargas fueron la
aflicción y angustia de tu corazón al no saber si
debías abandonar a tu esposa. Mas. Cuál no fue
tu gozo cuando el ángel te reveló el gran
misterio de la Encarnación. Suplicámoste por
este dolor y gozo una vida buena y santa muerte
semejante a la tuya, expirando entre Jesús y
María.
(Mt. 1. 18-25),
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.
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4to. Día
Oh Bienaventurado Patriarca, glorioso San José,
escogido para ser padre adoptivo del Verbo hecho
Carne, el dolor que experimentaste al ver nacer al
Niño Jesús en medio de tan extrema pobreza,
trocóse súbitamente en gozo celestial ante la
armonía de los angélicos conciertos y contemplar
las maravillas de tan resplandeciente noche.
Suplicámoste por este dolor y gozo nos alcances,
después de esta vida, poder escuchar las alabanzas
angélicas y gozar de' los esplendores de la gloria
celestial.(Le.2,1-20).
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.
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5to. Día
O fiel guardián de las divinas leyes glorioso San
José, la preciosísima sangre que el Niño Jesús
derramó en la Circuncisión atravesó tu corazón;
mas, el nombre de Jesús, que le fue impuesto,
regocijó tu tierno espíritu. Alcánzanos por este
dolor y gozo, el que vivamos alejados del pecado a
fin de que podamos expirar con alegría
pronunciando el santo nombre de Jesús con el
corazón y los labios. (Le. 2, 21-22).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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6to. Día
Oh Santo fidelísimo, glorioso San José, si la
profecía de Simeón acerca de los sufrimientos que
habían de sufrir Jesús y María, que causó pena
mortal, a cambio te llenó de gozo, al saber, al
propio tiempo, la salvación de innumerables almas
como consecuencia de aquellos dolores.
Alcánzanos por este dolor y gozo, el que seamos
del número de aquellos que por los méritos de
Jesús e intercesión de María, han de resucitar
llenos de gloria. (Le. 2, 23-35)
Padrenuestro. Avemaria y Gloria.
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7mo. Día
Oh protector del Hijo de Dios, glorioso San José
cuánto sufriste para alimentar y servir al Hijo del
Altísimo, sobre todo durante la huida a Egipto.
Mas, también cuán grande fue tu consuelo al
contemplar siempre la presencia y compañía de Él.
Alcánzanos por este dolor y este gozo alejar de
nosotros las ocasiones de pecado, a fin de que
preocupados en servir a Jesús y María tengamos la
dicha de, vivir y morir sólo por ellos. (Mt. 2, 13-14).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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8vo. Día
Oh Ángel de la tierra, glorioso San José, que
supiste admirar al Rey del cielo sometido a tu
voluntad; si al temor que te inspiro saber que
Arquelao reinaba en Israel, tu vuelta de Egipto,
siguió el regocijo de vivir en Nazaret con Jesús y
María. Alcánzanos por este dolor y gozo, el que
aparentamos de nuestro corazón todo temor, a
poseer la paz de la conciencia y vivir con Jesús y
María. (Mt. 2, 15-32)
Padrenuestro. Avemaría y Gloria.
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9no. Día
Oh modelo de santidad Glorioso San José, después
de haber perdido a Jesús, lo buscaste con profundo
dolor durante tres días hasta que lleno de gozo lo
encontraste en el templo en medio de los Doctores.
Por este dolor y este gozo, te suplicamos intercedas
por nosotros a fin de que no perdamos rnás a Jesús
por medio del pecado, antes bien lo busquemos
afanosamente. (LC 2, 40 521).

Padrenuestro. Avenaría y Gloria.

OREMOS

Oh Dios, que, por especial providencia, te dignaste

escoger al Bienaventurado José para esposo de tu
Santísima Madre; concédenos, te lo suplicamos, que
al venerarle acá en la tierra como a protector
nuestro merezcamos tenerlo por intercesor en el
cielo. Amén.