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OJALA

TE
ATROPELLE
UN
TRANVÍA
LLAMADO
DESEO
Ded Masai
Santiago 2014
Ded Masai / Nota biográfica
Vivo en el sur porque es lo que más se parece a San Petersburgo en otoño, cuando
salíamos con Gulnara Sharazikova a recoger hongos comestibles para acompañar una
carne de dudoso origen. Gulka en ese tiempo creía que era feliz, y el sufrimiento era
una cuota que había que pagar.
Carezco de la experiencia y constancia suficientes para escribir cuentos -sólo imagino
relatos de fantasmas, nunca me esforcé en pensar en otros temas- y aún así, he sido
sorprendido más de una vez por esbozos de historias que de tanto en tanto han cruzado
por mi cabeza.
Me gusta trabajar duro, romperme el alma, ajarme la piel, perder la memoria,
recuperarla en forma parcial y consensuada. morir de tristeza y resucitar, en forma
periódica, con método, inconsciente, automático, pero sostenido.
No me gusta salir mucho, menos a comprar y mucho menos cuando se trata de un
mall o uno de esos negocios tipo HomeCenter, porque cuando entro a esas ferreterías,
pido tornillos de diez centímetros, pero si veo un artilugio de bronce que me
entusiasme, lo compro, aunque no sepa para qué me podría servir. También compro
lija y una latita de barniz sintético. Cuando salgo del negocio, me acuerdo de que ya es
julio, y vuelvo a tener miedo.
ven, mi niña

Bienvenida serás a la página en blanco donde habito,


ven para decirte que eres el día
y que tienes dos estrellas en los ojos,
ven con todo tus huesos y con todo tu cuerpo
para decir tu pecho izquierdo es la mañana,
para decirte que tu pecho derecho es el ocaso,
ven para escribir en piel lo que me ocurre,
ven y átame las manos y las alas
ven y átame con sal y con palabras,
ven con tu diminuto punto de fuego,
ven con el trigo de tu beso,
ven con el tibio pan de tus abrazos, ven trae tu té, tu vino, tu pócima,
ven para mostrarte el eclipse de luna de Li Po, ven y trae todos tus aromas,
ven, que cada noche yo abro un cauce para oler la habitación cuando te vistes,
para que el río de tu amor cierre mis ojos. ven para olerte y decir, esto es polvo,
Ven con tu espuma y con tu niebla, esto es espuma, eso es garúa,
ordena rápido a los astros ven para olerte y decir si naciste en primavera.
con tu travesura cósmica, Ven con tus ojos de viento,
para que venir sea propicio, ven con tu infinito de alas y ventanas
-se que tú sabes hablarle a las estrellas-. para bordear el mundo que inventamos,
Ven para decirte niña, o malen, ven con tus labios y pronuncia la sentencia luminosa,
o pájara o madrugada, el conjuro,
ven para decirte ja tebia liublu, ven con tu cielo demorado
para decirte amor en otras lenguas, que quiero dormir contigo como un niño.
rumor de abejas

Entras a mi casa y desordenas todo,

junto a tu sonrisa, entra la luz

y todos los rincones se llenan de murmullos,

voces de lejanos acentos como el rumor de las abejas,

despiertos ya los duendes, ahuyentan la oscurana

con sus dedos invisibles.

Entras a mi casa con tus ojos en vigilia,

con los pies desnudos, y con tu mano,

casi ausente, me señalas un cielo inacabable.

De nuevo mi almohada está tibia,

y la cama es un océano sin márgenes

donde el amor habita.


espérame

En la estación del recuerdo,


espérame porque ya es julio
y he desechado el boleto
para el último tren de la ausencia, que voy con rostro y corazón
espérame que ya casi es primavera espérame con tu piel dispuesta para el amor
y voy a abrir mi corazón cerrado espérame con tu verdad partida como un pan
por dos estaciones, por siete sellos espérame que voy con mi tiempo detenido
por siete caricias por siete llantos para mirarte una eternidad,
espérame que ya dibuje un barquito en la pared espérame que voy con todas mis palabras
y lo pinté con tus colores para ir yo a buscarte, robadas a la balada de la vida,
para ir a amanecerte, para ir a enfuegarte, espérame que voy con mis flores amarillas
que ya me cansé de llamarte y no vienes, y con mis soneto cojo y con su pata de palo;
prepárate que voy a ir con mis siete querellas y con mi casa de herrero y mi cuchillo de palo
mis cuarenta besos con mi par de poemas espérame que voy intacto
con mi sed y con mi skunk a pesar de la guerra con otros cuerpos
iré con mis dedos y con mis ojos, espérame aleteando, loca no más,
espérame con tu ritual y tu fuego aquiétame éste fuego…
en el fondo de tus ojos hay un bosque

en el fondo de tus ojos hay un bosque


y un árbol allí donde no habita nadie para verlo,
en el fondo de tus ojos la geografía / el sentido que implica / se reinventa,
en el fondo de tus ojos está Baudelaire, bajo el almendro con su librito
y un amanecer a lo Gellee en un puerto silente y misterioso,
en el fondo de tus ojos está el amor y me da la flecha
y aun cuando se rinden tus párpados,
en el fondo de tus ojos duermen todas las respuestas,
en el fondo de tus ojos, el pez y la flecha caudal
el grito sobre el coro y las sonrisas,
y hay días en que no existo si no estás tú para mirarme,
en el fondo de tus ojos la tierra prometida,
donde el viento de tu mirada barre todo,
en el fondo de tus ojos está todo el tiempo, como la estela de un barco,
y también estoy yo, empuñando un pastel de azafrán en Tanenet,
en el fondo de tus ojos está tu risa, espantando en bandadas la tristeza
tu sonrisa adolescente de disfrutarlo todo,
en el fondo de tus ojos no estoy borracho
dormitando en un bar de mala muerte,
en el fondo de tus ojos un pastor árabe cierra los ojos
para que pase a su sueño, abriéndolo con frutos y estrellas, el río de la noche,
en el fondo de tus ojos de felina funcionaria, se enamoran de tu mirada
todos los empleados municipales,
en el fondo de tus ojos de mujer de otra galaxia
el gorgorito de luz, el guiño cómplice
el hambre descomunal de libertad,
en el fondo tus ojos, alerta están tus sentidos para el fuego.
para el agua, para el aire y la tierra,
en el fondo de tus ojos alerta están tus sentidos para que todos los seres
de este mundo que se incendia se tornen transparentes,
en el fondo de tus ojos, ojo de agua en los abismos del todo,
en el fondo de tus ojos te adivino, te toco, te rodeo, te cruzo,
te canto come on baby ligth my fire,
en el fondo tus ojos te abro por todo el universo de las sábanas,
y volamos por el cosmos sudorosos y jadeantes,
en el fondo de tus ojos te muerdo y sangro
en el fondo de tus ojos puro cielo, pura vida,
pura luz de medianoche sin lámparas,
en el fondo de tus ojos la ráfaga de luz de tu mirada
el tin tin, la hora verde de tus ojos,
desde el fondo tus ojos,
mírame cuarenta días y cuarenta noches
hasta que me haga transparente
que hoy no se donde hacerme un refugio si no es en tu mirada.
se una niña buena
se una niña buena
píntame el mentón con tus labios
que tienen el color rosa de los vientos,
ponte los tacones más altos y punzantes
y déjame habitar la isla que flota entre tus muslos,
úntate con miel para que yo te recorra como abeja
cuélgate la palabra más en el ombligo
y que sea azul el cielo de tu boca,
dame el beso envenenado de todas las leyendas
dime que no son tus lágrimas esta extraña forma del invierno
píntame con la palabra chocolate
pon tus mejillas rosa tan rosa como la vulva de las fieras
dame tres, cuatro, cinco besos rojos
dame un libro, una flor, un columpio, una escafandra
déjame ser tu amante pluriempleado
tu perro de áspero pelaje,
déjame ser tu lobo, tu todo y tu nada
dame tu oído para susurrarte un cuento de Chejov
o la pequeña historia del niño que abandono a su familia y fue a la guerra

se una niña buena,


alarga tu pezón hasta mi boca y dime amor
para nombrar amor tu amor, como tu lo nombras
se una niña buena
y borra en mi este modo brutal que tengo de ser triste.
de todas las mujeres que eres

De todas las mujeres que eres, beberá mi aliento


yo quiero a la niñagata y hará nido en mi mente quemando mi deseo...
que, siempre jugando, quiero a la voraz y a la terrena...
quiere hacerme ovillo, a la que sueña que todo es posible,
o la que musita la canción de Solveig, Ayer... me estremeció tu voz,
quiero a la vieja de la caverna terciaria
siempre en el mismo sitio la fuerza de tus palabras
que pinta ensalmos en la roca,
que encienden fuegos indomables.
como una Scherezade, aunque los sitios sean distintos,
sin olvidar, Y tú, que provienes de los bosques
siempre distinta,
caminando a mi paso como una igual... donde los druidas celtas extinguieron
que no querré que se vaya,
lo difuso y sabes cosas....
quiero a la de la búsqueda infinita... quiero a la que me apacigua,
porque la noche sin ella tiene colmillos yo me sentí a salvo por ese medio mundo que nos separa.
a la que lo querrá todo,
el calor y mi piel, o es una cuchilla que cercena,
quiero a la de la petite morte, quiero a la de los dedos minuciosos,
para resucitar... para tocarme o para escribir versos
-sin esperanza de encontrar-... perfectos en los días en que dios juega sus ases,
quiero a la que aprenderá mis latidos, y trampea alegremente en mis narices.
posará los labios en el arco de mi cuello,
azul

Yo volví lleno de ti, todo cubierto


todas las cosas azul como tus ojos me miraban
yo volví partido en dos por el rayo azul de tu mirada
lleno de ti contigo sumergido,
que hermosa viniste a mi
como recién salida de los sueños…

Yo desgrané porotos en el patio

yo desgrané 5 kilos de porotos en el patio...


yo desgrané porotos en el patio y pensaba en ti
cada vaina era un barco que me acercaba a tu orilla
yo desgrané porotos en el patio y fue la imagen de tu sonrisa
la que me sacaba del tiempo...
telúrica

Ámame telúrica,
ámame con todo tu temblor de fin de mundo,
amame con tu árbol tibio, mi racimo,
que de todas las hojas del bosque yo te elijo,
ámame pequeño corazón de abeja,
con todo tu polen, la abundancia,
ámame con toda tu música que embriaga
que es la alquimia de tu piel la que me hace hombre,
ámame con todas las sílabas de tu nombre
para entonar tu canto como un himno,
ámame con todo tu pan, trigo de humo,
que largamente te espero en esta hambre,
ámame con toda tu voz, el sortilegio
que todas tus palabras me hacen niño.
en el principio

en el principio fuimos tú y yo y éramos uno


en el principio éramos tú y yo y fuimos germen
y fuimos piedra y agua y fuimos soles
y fuimos niños en una sola inocencia
y así crecimos y mis manos hicieron miel entre tus piernas
y se cansaron nuestros brazos de abrazarnos
y buscamos asombrados las respuestas
hasta que dios nos arrojo del paraíso
felices de haber mordido el corazón del pecado
para ser huesos para abonar los surcos de la tierra
algún día

Un vientecito fresco o helado por las tardes


los bosques se pondrán dorados y los helechos
se confundirán con el color de los zorros y los pudúes
a veces se escuchará un afafan en la distancia
podremos recorrer en bicicleta la comarca si queremos
pero subiremos a las colinas y ahí nos daremos un abrazo
idos quedaremos en calma mirando
los caseríos en el poniente con la luna blanca
colgando como una herradura en la puerta del cielo
regresaremos a casa y los comentarios se volverán interesantes
hablaremos de cualquier cosa al azar de nuestros pasos
uno se detendrá y mostrará al otro un objeto encontrado
algo que tiene forma de algo
un gancho largo de palo que puede ser una escultura de Giacometti
una vieja bañera sarrosa que servirá para aguar las vacas
y que podrá ser un ready-made de Duchamp
la gente volverá también de sus trabajos
un pescador aparecerá de pronto
entre los cercados que bordean el camino
y ya se pondrá a hablar del enorme pez que se le escapó
en el «atávico rito de la pesca»
y nos acercaremos a ver el cubo de su paciente jornada
valdrá la pena la partida de pesca
y querrá regalarnos un bagre de aletas rojas
llegaremos a casa y cenaremos una sopa caliente con pan del día
leeremos un poco antes de dormirnos
dejaremos el libro a un lado y nos abrazaremos de nuevo
como todas estas tardes ciudadanas
y te descubriré en la espalda una hoja seca de las colinas
y te volveré a abrazar
dudaremos si comenzar lo mismo de hace rato
lo mismo de las colinas
pero me dormiré a tu lado seguro de que el sol
mañana estará en el patio con los gallos y los pájaros.
igual te quiero

Te quiero con tu abrazo de ogra, te quiero con el vino de tu euforia,


con tu escoba de bruja, te quiero cuando loba me reprendes,
con tu rabia de yegua presurosa, desafiándome a duelo o a pelea,
con tu pica de relámpago, te quiero con tu enfado de pendeja,
te quiero con tu miedo al abandono, te quiero con espinas echando chispas,
con tu vena y con tu hielo, cuando cierras la puerta en mis narices,
te quiero con tu sed de fiera loca, te quiero brutal cuando me aúllas,
te quiero con tu delirio y tu desvelo te quiero con tu cielo y con tu infierno,
con tu queja de lluvia desvestida, te quiero con tu espada en mi cabeza,
con tu sueño de estrellas que se rompen, te quiero regañina y rapapolvo,
te quiero con tu cólera enemiga, te quiero dolorcito de tatuaje
te quiero con tu furia huracanada, cuando te enojas conmigo... igual te quiero.
Editorial LetrasKiltras
2014

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