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La ansiedad es una experiencia emocional que todos estamos familiarizados con ella, pero
no por eso fácil de definir. La ansiedad es un fenómeno normal que lleva al conocimiento del
propio ser, que moviliza las operaciones defensivas del organismo, es base para el
aprendizaje, estimula el desarrollo de la personalidad, motiva el logro de metas y contribuye
a mantener un elevado nivel de trabajo y conducta.
En exceso, la ansiedad es nociva, maladaptativa, compromete la eficacia y conduce a las
enfermedades. En su uso cotidiano el término ansiedad puede significar un ánimo transitorio
de tensión (sentimiento), un reflejo de la toma de conciencia de un peligro (miedo), un deseo
intenso (anhelo), una respuesta fisiológica ante una demanda (estrés) y un estado de
sufrimiento mórbido (trastorno de ansiedad).
En el campo de la psiquiatría ha sido motivo de controversia y confusión los términos
ansiedad y angustia, estrés y ansiedad, ansiedad y miedo y la utilización en psicopatología
del vocablo ansiedad como sentimiento, síntoma, síndrome y enfermedad. Ansiedad y
angustia.
Ansiedad se deriva del latín "anxietas", que significa "estado de agitación, inquietud o
zozobra del animo" y angustia procede del latín "angustia", "angor", que incluye significados
como "Angostura, dificultad, aflicción, congoja, temor opresivo sin causa precisa, estrechez
del lugar o del tiempo (Diccionario de la Real Academia)”.
Angustia viene de "anxius" y de "angor" y se relaciona con "opresión, ahogo, estrechez que
se siente preferentemente en la región precordial o abdominal" (Vallejo Najera). Actualmente
y especificamente con la edición de las clasificaciones del CIE-10 y DSM-IV, ansiedad y
angustia se consideran sinónimos.
No obstante estas consideraciones, algunos autores opinan que debe mantenerse la
diferencia, dejando ansiedad vinculada a conflictos actuales (reacción de ansiedad) o
pasados (neurosis de ansiedad) y angustia cuando es de origen endógeno, biológico o “vital”.
Estrés y ansiedad. En relación a estrés, debemos saber que “stress” es una palabra inglesa
que significa carga y “strain” tensión o esfuerzo. Selye, por no tener un buen conocimiento
del inglés tomó equivocadamente la palabra “stress” en lugar de “strain” para designar la
reacción fisiológica de un organismo ante cualquier demanda. Cuando quiso rectificar ya el
vocablo “stress” se había impuesto y tuvo que acuñar el neologismo "stressor" para designar
en el léxico medico el factor demanda o amenaza.
Selye definió el estrés como la respuesta del organismo a contrarrestar o prevenir las
amenazas, es decir, a conseguir la homeostasis; mientras Lazarus, la consideró como factor
de riesgo al conceptualizarla como “las exigencias impuestas a un individuo que agotan o
rebasan la capacidad de adaptación”.
En el estrés es indispensable un estresor (demanda, amenaza) y en la ansiedad no. La
ansiedad puede formar parte del estrés integrando la respuesta fisiológica de defensa ante
una amenaza o como producto del análisis que hace una persona cuando no puede superar
una demanda. El estrés no necesariamente se acompaña de ansiedad: por ejemplo si alguien
entra a una competencia de maratón, tendrá una gran demanda que provoca estrés, pero se
acompañará de alegría, ansiedad o enojo de acuerdo a la expectativa de ganar o perder la
competencia.
Ansiedad y miedo. En psiquiatría ansiedad se define como un estado emocional
desagradable en las que hay sensación subjetiva de un peligro, malestar, tensión o
aprensión, acompañado de una descarga neurovegetativa y cuya causa no está claramente
reconocida para la persona. En el miedo existe similar respuesta fisiológica que la ansiedad,
pero se diferencia en que hay una causa, un peligro real, conciente, externo, que esta
presente o que amenaza con materializarse (Kaplan)
1. TRASTORNO DE ANSIEDAD
Gispert (2006), define el trastorno de ansiedad como una condición de duda, inseguridad que
dificulta la capacidad de adaptación del individuo a la vida cotidiana. Se manifiesta por la
creencia de que cualquier circunstancia más o menos contradictoria, aunque esta sea
irrelevante le provocará problemas al anticipar desgracias con mayor facilidad. Las personas
ansiosas son sufridoras natas o por naturaleza. La Ansiedad es un sentimiento de miedo y
aprensión confuso, vago y muy desagradable, se manifiesta en mucha preocupación por
peligros desconocidos con síntomas como elevación y aceleración del ritmo cardíaco. Los
afectados por este trastorno, comúnmente se quejan de padecer cefaleas, visión borrosa,
sequedad de boca, excesiva sudoración, nauseas, retortijones abdominales, palpitaciones y
mayor frecuencia de micciones. Esta condición ansiosa envuelve de forma crónica al sujeto,
lo hace flotar en un mar de dudas e inseguridades, la dificultad de adaptación a la vida
cotidiana, cualquier situación más o menos contradictoria aunque sea irrelevante le
provocará problemas, le hace anticipar desgracias con mayor facilidad y le introduce en un
círculo vicioso de problemas y retos con creencia ansiosa, síntomas corporales, aturdimiento
y conductas inadecuadas ante el problema y vuelve a empezar.
Rodríguez (2009), explica que el trastorno de ansiedad es la respuesta defensiva ante el
peligro y en muchas ocasiones ejerce una función protectora sobre los seres humanos hasta
que pierde su función. Las personas a lo largo de la vida tienen que enfrentarse a diversos
peligros y cuando estos se presentan la reacción más común para preservar la integridad de
sí mismas es la huida o la lucha, de ahí que los individuos recurren a mecanismos
psicofisiológicos humanos que son respuestas de la ansiedad que han cumplido un eficaz
papel a lo largo de los tiempos. En los trastornos de ansiedad, la respuesta de miedo funciona
como un dispositivo antirrobo defectuoso que se activa y previene un peligro inexistente,
precisamente el ser humano en la actualidad debe abordar el fascinante problema de cómo
controlar los aspectos perjudiciales de las respuestas de miedo que se manifiestan
psicopatológicamente en trastornos fóbicos y de ansiedad.
1.1. Síntomas Característicos de la Ansiedad
López (2003), dice que los síntomas característicos se constituyen por combinaciones
variadas de sentimientos de aprensión miedo o terror junto a manifestaciones físicas que van
desde síntomas cardiovasculares y respiratorios hasta molestias abdominales, pasando por
sensaciones de mareo, sudoración, temblor, hormigueos e incluso intensos escalofríos. Las
características incluyen sentimientos de incertidumbre, desamparo y excitación fisiológica;
una persona con mucha ansiedad se queja de sentirse nerviosa, tensa aprensiva e irritable,
con frecuencia le dificulta conciliar el sueño por la noche, se fatiga con facilidad y siente
mariposas en el estómago, constantemente siente dolores de cabeza, tensión muscular y
dificultad para concentrarse; los ansiosos son muy sensibles a las 18 señales de amenaza e
hipersensibles ante la vigilancia y responden con prontitud ante amenazas potenciales
2. ANSIEDAD INFANTIL
2.1. Definición
Chantal (2007), explica la ansiedad como el dolor de vivir que presentan los niños, lo cual se
vuelve un misterio para los padres de familia, ya que estos no pueden entender fácilmente
las manifestaciones. La ansiedad no se presenta más allá de los quince años de edad, y las
características son similares al trastorno de ansiedad en adultos, sin embargo, para que el
diagnóstico corresponda a la realidad del niño es necesario imponer ciertas modificaciones.
Todos los niños expresan la ansiedad de una manera y con un lenguaje deferente al de los
adultos, un niño puede hablar del terrible miedo que le provoca cierta situación al referirse a
un gigante malo, un gigante malo que no se puede ver pero que lo tiene amenazado, ¡es
escalofriante! La ansiedad es la más común y universal de las emociones. Es una reacción
de tensión sin causa aparente, más difusa y menos focalizada que los miedos y fobias, la
reacción emocional ante un peligro o amenaza se manifiesta mediante un conjunto de
respuestas tanto fisiológicas, cognitivas y conductuales. Rodríguez (2009), indica que la
ansiedad infantil, puede definirse como una reacción defensiva e instantánea ante el peligro,
respuesta que se da ante situaciones que comprometen la seguridad personal, ejerce una
función protectora para el niño para adaptarse paulatinamente a diferentes situaciones ya
que a lo largo de su vida tiene que enfrentarse a infinidad de peligros, sin embargo cuando
dicha reacción pierde la función inicial se convierte en un trastorno de ansiedad que puede
describirse como la angustia incontrolable ante una amenaza real o imaginaria y la
consiguiente imposibilidad de hacer frente a las diversas situaciones de la vida.
CATEGORÍAS DE LAS FOBIAS
Las fobias se dividen en categorías según la causa de la reacción y de la evitación, las más
frecuentes son:
Crisis de angustia:
Se caracteriza por la aparición súbita de síntomas de aprensión, el miedo pavoroso o terror
acompañados habitualmente de sensación de muerteinminente. Durante estas crisis también
aparecen síntomas como falta de aliento, palpitaciones, opresión o malestar torácico
sensación de atragantamiento o asfixia y miedo a "volverse loco" o perder el control. Para
diagnosticar a una persona de crisis de angustia se deben cumplir una serie de criterios.
Criterios para el diagnóstico de la crisis de angustia: La persona siente palpitaciones y
sacudidas del corazón, se presenta sudoración, temblores, sensación de ahogo, sensación
de atragantamiento, opresión o malestar torácico, náuseas o molestias abdominales,
inestabilidad o desmayo, sensación de irrealidad, miedo a perder el control, miedo a morir,
sensación de entumecimiento u hormigueo, y escalofríos o sofocaciones.
La aparición temporal y aislada de miedo o malestar intenso acompañada de 4 ó más de los
anteriores síntomas que se inician bruscamente y alcanzan su máximo apogeo en los
primeros 10 minutos, será diagnosticado como crisis de angustia.
Agorafobia:
Se caracteriza por la aparición de ansiedad o comportamiento de evitación en lugares o
situaciones donde escapar resulte difícil o embarazoso o bien donde sea imposible encontrar
ayuda en el caso en el que aparezca en ese momento una crisis de angustia o síntomas
similares.
Criterios para el diagnóstico de agorafobia: Aparición de ansiedad al encontrarse en lugares
o situaciones sea especialmente difícil escapar o en el caso de que aparezca una crisis de
ansiedad inesperada que esté relacionada con una situación entre las que podemos
destacar: estar solo fuera de casa, mezclarse con la gente o hacer colapsar por un puente,
viajar en autobús, tren o coche. Estas situaciones se evitan (limitación de nº de viajes) se
resisten a costa de un malestar por temor a que aparezca una crisis de angustia o se hace
indispensable la presencia de un conocido para soportar los síntomas. Esta ansiedad o
comportamientos de evitación no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno
mental como fobia social (evitación limitada a situaciones sociales por miedo a ruborizarse),
fobia específica (evitación limitada a situaciones aisladas como los ascensores).
Fobia específica:
Se caracteriza por la presencia de ansiedad muy marcada como respuesta a la presencia de
situaciones u objetos concretos temidos por la persona que pueden dar lugar a
comportamientos de huida.
Criterios para el diagnóstico de fobia específica: Temor acusado y persistente que es
excesivo o irracional que aparece por la presencia o anticipación de un objeto o situación
concreta (volar, precipicios, animales o sangre.) La exposición al objeto o situación fóbica
provoca casi siempre una respuesta inmediata de ansiedad que puede tomar la forma de
crisis de angustia situacional relacionada con una situación determinada. La persona
reconoce que este miedo es excesivo o irracional. La situación fóbica se evita o se soporta
a costa de una gran ansiedad. Los comportamientos de evitación, anticipación ansiosa o
malestar provocado por el objeto o situación temida interfieren acusadamente con la vida
cotidiana de la persona. En los menores de 18 años la duración de estos síntomas debe
haber sido de 6 meses como mínimo. La ansiedad, la crisis de angustia, los comportamientos
de evitación fóbica asociados a objetos o situaciones concretas no pueden explicarse mejor
por la presencia de otro trastorno mental, como la fobia social (evitar comer en público) o
agorafobia (evitar las salidas del hogar).
Para saber si una persona padece fobia específica es necesario diferenciar entre los
siguientes subtipos que indican el objeto del miedo o evitación:
Tipo animal.- El miedo hace referencia a insectos o animales.
Tipo ambiental.- El miedo hace referencia a situaciones relacionadas con
la naturaleza y los fenómenos atmosféricos, como tormentas, precipicios o agua.
Tipo sangre-inyecciones-daño.- El miedo hace referencia a la visión de la sangre o
heridas, o a recibir inyecciones u otras intervenciones médicas.
Tipo situacional.- El miedo hace referencia a situaciones concretas como a vehículos,
túneles, ascensores, aviones o recintos cerrados.
Otros tipos.- El miedo hace referencia a otro tipo de situación entre las que se incluyen
aquellas que pueden llevar al atragantamiento, vómito o la adquisición de una
enfermedad.
Fobia social:
Se caracteriza por la presencia de ansiedad clínicamente significativa como respuesta a
ciertas situaciones o actuaciones en público del propio sujeto, lo que puede dar lugar a
comportamientos de evitación.
Criterios para el diagnóstico de la fobia social: Temor acusado y persistente por situaciones
sociales en público, en las que el sujeto percibe una posible evaluación por parte de los
demás, o que esas personas no pertenezcan al ámbito familiar. El individuo teme actuar de
un modo que sea humillante o embarazoso. La exposición a las situaciones sociales temidas
provoca una respuesta de ansiedad que puede tomar la forma de una crisis de angustia
situacional. El individuo reconoce que el temor es excesivo e irracional. Las situaciones
sociales temidas se evitan o bien se experimentan con ansiedad.
Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar que aparece en las
situaciones sociales temidas, interfieren en la rutina normal del individuo En los menores de
18 años la duración de estos síntomas deben prolongarse como mínimo 6 meses El miedo
o el comportamiento de evitación no se deben a los efectos fisiológicos de alguna sustancia
(drogas o fármacos), por una enfermedad médica o por la presencia de otro trastorno mental.
Si hay una enfermedad médica u otro trastorno mental, el temor descrito en el criterio 1, no
se relaciona con estos procesos (el miedo no es debido a la tartamudez o a las conductas
alimenticias anormales, anorexia o bulimia nerviosa).
Trastorno de ansiedad generalizada:
Se caracteriza por la presencia de ansiedad o preocupaciones excesivas y persistentes al
menos durante 6 meses.
Criterios para el diagnóstico de ansiedad generalizada: Ansiedad y preocupaciones
excesivas sobre una amplia gama de acontecimientos que se prolongan durante al menos 6
meses. Al individuo le resulta difícil controlar este estado de constante preocupación. La
ansiedad o preocupación se asocia a 3 ó más de los siguientes síntomas:
Inquietud o impaciencia
Se fatiga con facilidad
Dificultad para concentrarse
Irritabilidad
Tensión muscular
Alteraciones del sueño
Afortunadamente hoy en día se cuenta con muchos recursos eficaces y seguros para atender
a las personas que padecen algún tipo de fobia, los cuales son muy variados según la
persona y el tipo de fobia que esta tenga.
Se dice que la mejor manera de superar nuestros miedos más profundos es enfrentarnos a
ellos directamente, juntándolo con un medicamento efectivo y con un tratamiento psicológico,
pueden ayudar a la gran mayoría de los fóbicos a superar exitosamente su condición.
Las fobias suelen tener un curso crónico.
En cuanto al tratamiento, según los casos, (como en todas las neurosis), se puede encontrar
distintos tipos que abarcan desde las técnicas conductivas, hasta los psicofármacos,
pasando por las terapias de apoyo o interpretativas. Los tratamientos descritos sirven para
las fobias específicas que no se deben a conflictos personales profundos. A veces el síntoma
"fobia" traduce una perturbación psicológica más compleja, que debe ser detectada y tratada
por un profesional. En este sentido hay buenas noticias, las fobias no son un mal incurable;
con un tratamiento adecuado más de noventa y cinco por ciento de los casos evoluciona
favorablemente.
Estos tipos de tratamientos ayudan a la gente a sentirse más relajada y confiada, entre ellos
se encuentran:
Terapia de exposición
Esta técnica consiste en ayudar a la persona a relajarse cuando se encuentra en la situación
que considera como amenazadora. Una de las terapias de exposición existentes es la
conocida como "inundación". Al paciente se le enseña primero como relajarse en una
situación amenazadora y a continuación se le sitúa en una situación que normalmente le
preocuparía. Entonces se le ayuda a relajarse y a que espere a que su ansiedad
desaparezca, lo cual ocurre al cabo de poco tiempo.
Terapia cognitiva-conductual
La terapia cognitiva es un procedimiento activo, directivo, estructurado y de tiempo limitado,
este se basa en la teoría de que los efectos y la conducta del individuo están determinados
en gran medida por el modo en que procesa la información, esto es, lo que pensamos acerca
del mundo, de los demás y de nosotros mismos, condiciona nuestro estado de ánimo y
nuestra conducta. En la terapia cognitiva el paciente junto con el terapeuta, a través de las
sesiones y de tareas, entrena para detectar sus pensamientos y reconocer su estilo propio
de atribución de significados, esto para remplazar o modificar aquellos que no resultan útiles
para una mejor calidad de vida.
Realidad virtual
Inspirados por esta sugerente idea, la psicóloga Barbara Rothbaum y el informático Larry
Hodges fundaron hace cuatro años Virtually Better, una compañía dedicada a investigar las
posibilidades de las simulaciones por ordenador en el tratamiento de las fobias más
extremas.
El principio es sencillo. Tradicionalmente, la manera en que los terapeutas se han enfrentado
a estas aversiones consistía en hacer pasar al paciente por la experiencia temida y
mantenerlo inmerso en la situación hasta que fuese capaz de controlar su ansiedad por si
mismo. En la terapia de exposición virtual, cualquiera puede enfrentarse a sus temores
sentado cómodamente en la consulta del psicólogo.
A través de un sistema de realidad virtual compuesto por un casco, unos auriculares y un
sillón colocado sobre una plataforma móvil, el paciente puede "padecer" una simulación
tridimensional por ordenador con sonido envolvente de la situación que le produce angustia
o terror. La idea de Rothbaum es que si son capaces de aprender a relajarse en el simulador,
no tendrán problemas para enfrentarse posteriormente a la experiencia real.
Los estudios realizados hasta el momento indican que las terapias de exposición virtual son
aproximadamente igual de efectivas que los procedimientos de tratamiento convencionales.
Sin embargo, las ventajas de la Realidad Virtual frente a estos son evidentes. Conseguir, por
ejemplo, que una persona con miedo a volar se acostumbre a la situación por medio de
"experiencias reales" resulta lento, complejo y en el mejor de los casos, bastante caro. "En
un avión real, no puedes pedirle al piloto que despegue y aterrice varias veces seguidas para
que tu paciente se cure más rápidamente".
Otra de las ventajas de la simulación es que evita que el paciente tenga que enfrentarse a
sus miedos en público y ante desconocidos, algo que, según los psicólogos, retrasa más su
curación. Para que esta técnica funcione es necesario asegurarse de que la imagen virtual
que se le presenta al paciente provoque el mismo miedo que la real, porque si no se hace
de esta forma el tratamiento no tiene ningún sentido. Lo que sucede es que el "medidor de
fobia" de la persona aumenta considerablemente más de lo normal.
Cualquier fobia que interfiera con la vida diaria y cree inhabilidad extrema debe ser tratada,
con un tratamiento apropiado, la gran mayoría de pacientes que padecen de fobia pueden
superar totalmente sus miedos y ser liberados de sus síntomas por años, o para toda la vida.
El término fobia proviene del griego Phobos (Temor), un demonio griego que recorría
los Campos Elíseos con su hermano Demos (Terror) y su padre Ares, dios guerrero.
Una fobia es el miedo persistente e irracional a un objeto, un animal, una actividad o a una
situación particular, puede presentar ansiedad "estado emocional en el que se experimenta
una sensación de angustia y desesperación permanentes, por causas no conocidas a nivel
consciente ."
La Fobia social es una Timidez exacerbada y se caracteriza por un temor continuo e
incontrolable a enfrentar determinadas situaciones sociales. Se enumera dentro de los
"trastornos de ansiedad" y se define como el temor acusado y persistente por una o más
situaciones sociales o actuaciones en público en las que el sujeto se ve expuesto a personas
que no pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás
Las fobias han sido estudiadas en la psicología desde sus inicios. Freud (1929) manejo las
fobias desde dos fases del proceso neurótico:
Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad, en el cual una persona puede
sentirse extremadamente ansiosa o tener un ataque de pánico cuando es expuesta al objeto
del miedo. Estas son uno de los trastornos psiquiátricos más comunes, ya que una de cada
23 personas en el mundo sufre de alguna fobia, 11,2millones de personas padece de fobia
social, un miedo persistente e irracional ante situaciones que puedan involucrar el escrutinio
y juzgamiento por otros, tales como fiestas y otros eventos sociales. Las fobias comienzan a
desarrollarse en promedio a los 13 años y se dice que las mujeres son dos veces más
propensas que los hombres a sufrir fobias.
CAUSAS:
Las fobias son un tipo de trastorno de ansiedad, en el cual una persona puede sentirse
extremadamente ansiosa a tener un ataque de pánico cuando es expuesta al objeto del miedo.
Una fobia se inicia cuando una persona comienza a organizar su vida procurando evitar el
objeto de su miedo. Una fobia es mucho más grave que un simple miedo. Quienes la padecen
tienen una necesidad irresistible de abstenerse de todo aquello que puede desencadenar su
ansiedad.
Las causas de la agorafobia o la fobia social son todavía un misterio, nadie está realmente
seguro. Los profesionales de la salud creen que se debe a una combinación de experiencias
de la vida, la química del cerebro y la genética.
TIPOS DE FOBIAS:
Las fobias no son más que temores irracionales a ciertas actitudes, personas, objetos o
situaciones, donde los individuos no pueden comprender el porqué de dicha situación, es así
como los autores lo han definido y la forma en que es más fácil de comprenderlo. Se identifican
4 tipos de fobia:
1. Agorafobia. Es el temor que se genera a los lugares abiertos, a las masas de personas
o multitudes y a la dificultad para poder escapar inmediatamente a un lugar, temor a
salir del hogar, entrar a almacenes y tiendas, viajar solo en aviones, trenes o autobuses;
a todas estas reacciones se tienen como respuestas preocupaciones hipocondríacas
la cual es cuando los individuos se crean o inventan enfermedades o supuesto daño
físico o emocional, aunque es importante aclarar que no todos los “hipocondríacos” son
fóbicos sociales, ni tampoco de aquí se desprende dicha enfermedad, tan solo es una
característica de la agorafobia; al igual que los síntomas depresivos o de tristeza
extrema, conductas de molestia extrema o abuso de benzodiacepinas o fármacos que
puedan tranquilizar al agorafóbico.
2. Fobia a los animales: la fobia a los animales supone un intenso miedo a animales
concretos como perros, gatos, palomas, serpientes, insectos, etc. Las personas
personas con miedos patológicos a animales concretos temen en estar en presencia
del animal, y este miedo suele ser máximo si el animal esta en movimiento.