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Caicedo Ortiz, Julián Andrés; Baquero, Sergio Angel; Cuellar Argote, Julián Andrés
Una ciencia política transdisciplinar en Colombia
Civilizar. Ciencias Sociales y Humanas, vol. 15, núm. 28, enero-junio, 2015, pp. 135-149
Universidad Sergio Arboleda
Bogotá, Colombia
las razones por las cuales la discusión epistemo- Según Barrientos (2009) la crítica al
lógica, no es siquiera tema secundario. cuantitativismo y la camisa de fuerza de la
metodología politológica contemporánea nació
Para Bunge (2005, pp. 18-20) la ciencia en Estados Unidos. El libro coordinado por
desde un punto de vista estrictamente positi- Kristen R. Monroe (2005) Perestroika!: the
vo y, por tanto, vigente en los años cuarenta raucous rebellion in political science, recorre
y cincuenta, debe ser capaz de generar teorías el debate metodológico al interior de la ciencia
explicativas generales y leyes que den cuen- política y se propone alternativas sin perder la
ta de relaciones constantes entre variables, de cientificidad. La crítica inicia exactamente con
modo que ayuden a trascender los hechos expe- el famoso correo firmado por “Perestroika”
rienciales del observador. Esta idea de ciencia (2000), quien señala sobre la American Political
explica la necesidad de estudiar los fenómenos Science Review de la American Political Science
políticos a la luz de estructuras metodológicas Association:
fácticas y cuantitativas. Es decir, la necesidad
de teorías explicativas y leyes en una realidad ¿Por qué todos los artículos de la APSR tienen
causal que en la búsqueda de legitimidad y la misma metodología –estadística o de teoría
validez ha distorsionado su espíritu y su com- de juegos– en relación [con] un “simbólico”
promiso, que debe ser ir más allá de explicar, artículo de teoría política?… ¿Dónde está la
historia política, la historia internacional, la
y que le lleva a pensarse única y autónoma de
sociología política, la metodología interpreta-
una realidad fragmentaria llamada política, en tiva, el constructivismo, los estudios de área, la
contraste con una social, económica, cultural, teoría crítica y por qué no, el posmodernismo?
histórica, etc. (p. 45).
del fenómeno de la política en sí: latinoameri- propia de las ciencias naturales (hipótesis fun-
cana, europea, colombiana, argentina, estadou- dacional); b) la ciencia política involucra un
nidense, etc.); o desde la interacción del senti- estudio del pensamiento político, enfatizando
do ontológico, epistemológico y metodológico en las formas y sentidos de la evolución de las
(disciplinar, multidisciplinar, interdisciplinar, ideas, esto es, pensada desde la teoría política,
transdisciplinar)2. donde ciencia y filosofía se contienen desde una
forma contrafáctica y la estructura metodológi-
Kuhn (1974) sostiene que las ciencias ca, ontológica y epistemológica responde a un
particulares crean paradigmas –grandes teorías principio heurístico (hipótesis histórico-inter-
en general aceptadas por la comunidad cientí- pretativa); c) la ciencia política debe dirigirse
fica– con los cuales se desarrolla lo que llama a procesos de transformación social a través de
“ciencia normal”. Las revoluciones científicas la acción-participación y de valores, porque la
se producen cuando se van descubriendo nue- política está en todas partes y la objetividad es
vos hechos que no encajan dentro de los mol- una ilusión (hipótesis crítica); y d) la ciencia
des del paradigma establecido. Sin embargo, política debe comprenderse más allá de los es-
las ciencias sociales, por no tener un paradigma pecialistas, en tanto que la política es una ma-
generalmente aceptado que guíe sus esfuerzos nifestación del pensamiento que no puede ser
en pro del conocimiento, no son más que una alejada de los valores y las formas enriquecedoras
“protociencia”, de ahí la ciega “necedad” por de la imagen, la letra y el espíritu (Alarcón, 2010,
adoptar marcos explicativos que legitimen, a p. 41), nos referimos a una ciencia transversal,
modo de comunidad científica, el conocimiento transdisciplinar que no abandona su identidad
político o de lo político desde la disciplina, en- pero que permite una conjunción con otros sa-
tendida como antítesis de la ciencia (normal). beres, con otras formas de conocimiento, de
ciencia, y no solo explica sino que además in-
Parafraseando a Strasser (1979, p. 16), así terpreta y transforma porque parte de la idea
se escribe la ciencia por nosotros y entre noso- de que la realidad es compleja (hipótesis me-
tros. Y así se reniega (explícitamente) de algunas tapolítica).
tradiciones tanto como de algunas posibilidades
y necesidades. En muchas ocasiones obviamos Estas líneas hipotéticas, ninguna de ellas
el para qué, o no se sabe muy bien qué, o no se descartable por cierto, descansan sobre cuatro
sabe muy bien a cambio de qué. Esta necesidad paradigmas reconocibles en las ciencias socia-
de que la ciencia sea ciencia desde el paradig- les: (neo)positivista; pospositivista o racionalis-
ma dominante, que a pesar de cierta pertinencia mo crítico; crítico o de la teoría crítica; y cons-
no puede pensarse como único, ha llevado a la tructivista o hermenéutico, diferenciables, como
disciplina hacia el camino de la crisis, por su señala Guba (1990, p.18), por las respuestas que
excesiva cuantificación metodológica (Sartori, se dan a las tres preguntas fundamentales: a) pre-
2004), incluso agregaríamos, porque los méto- gunta ontológica: atañe a la forma y naturaleza
dos positivistas le han hecho perder de vista la de la realidad y, por tanto, a lo que es posible co-
complejidad social. nocer; b) pregunta epistemológica: que incumbe
a la naturaleza de la relación entre el sujeto cog-
Por ello, hablar de ciencia política debe noscente y el objeto que puede ser conocido y, en
implicar un análisis de al menos cuatro líneas consecuencia, a la posición que debe asumir el
hipotéticas: a) la ciencia política es una discipli- investigador respecto a su objeto de conocimien-
na joven cuya formalidad data de la revolución to y, c) pregunta metodológica: que se refiere a la
behaviorista y conlleva la separación de hechos forma como el investigador puede proceder para
y valores y la adopción necesaria de una estruc- hallar el conocimiento de aquella realidad que
tura metodológica, ontológica y epistemológica cree que puede ser conocida.
Para Resnik (1998, p. 32) en el campo explicar una serie de fenómenos” (Sabatier,
de la ciencia política, como parte de las cien- 1999, p. 261). Puede considerarse como parte de
cias sociales, son evidentes cinco paradigmas: un sistema lógico cuyas observaciones, axiomas,
marxista o marxiano, fisicalista, weberiano, ha- postulados y proposiciones procuran señalar las
bermasiano y sistémico. Así mismo es posible condiciones de desarrollo de ciertos supuestos
clasificar desde un punto de vista metodológi- siendo posible especular, deducir, interpretar y/o
co la producción académica (investigaciones) postular mediante ciertas reglas o razonamientos.
(Mertz, 1984) en tres categorías: teoría política
normativa; análisis institucional y empirismo Podemos identificar cuatro tipologías: a)
científico, y son útiles porque señalan múltiples descriptiva, referente a características específicas
formas de analizar los fenómenos políticos (en- de personas, grupos, situaciones o acontecimien-
foques), y porque identificados históricamente, tos; b) explicativa, indica las relaciones entre
pueden significar una fiel descripción del desa- diversos fenómenos; c) predictiva, fija tipos con-
rrollo de la ciencia política. cretos de relaciones entre fenómenos y construc-
tos particulares; y d) normativa, que compete a
Es claro que dependiendo de la visión o los fenómenos poniendo el acento en lo que pue-
“necesidad” del investigador por interpretar el de o debe ser la realidad adjetivada o genérica.
mundo, se aboga por teorías diferentes, en oca-
siones equidistantes entre ellas. Es decir, existen
Por último, para Ostrom un modelo es
múltiples estrategias de explicación, diversas
“representación simplificada de un proceso
explicaciones o interpretaciones de los fenóme-
(puede ser parte de una teoría)” (citado por
nos a analizar y muchos sentidos de lo que se
Sabatier, 1999, p. 262) que “precisa hipótesis
asume y discierne como paradigma en la cons-
en relación [con] un número limitado de
trucción del conocimiento. Para Roth (2008) la
teoría es como un mapa con el cual se pretende parámetros y variables”. De ahí que un modelo
simplificar la realidad para hacerla entendible. se inscriba en una teoría y esta, en conjunto
Debemos comprenderla como una reducción con otras teorías, forma parte de un enfoque
extrema de la complejidad del mundo, aunque de análisis. El marco es indispensable porque
recordemos que ninguna teoría por sí misma es permite la selección de variables, hipótesis,
capaz de dar cuenta de esta complejidad de ma- indicadores y relaciones causales, básicamente
nera unívoca “científicamente” correcta. desde un sentido hipotético-deductivo de la
investigación o construcción del conocimiento,
En este punto, es menester diferenciar un que empero, no es la única manera de llegar a
enfoque de una teoría y de un modelo, de tal este (Roth, 2008).
suerte que el uso responda epistemológicamen-
te a un modo asertivo de construcción del co- Al respecto, en Losada y Casas (2008)
nocimiento, sin descalificar métodos, técnicas o se evidencia un posicionamiento de superación
la lógica en la sistematización de los mismos. del debate sobre los macromoldes (paradig-
Para Balme y Brouard (2005), la “asociación y mas), incluso definiendo el carácter de cienti-
manera de considerar los problemas, un reper- ficidad de la politología, en tanto que tiene un
torio metodológico y un vocabulario interpreta- referente empírico, y se plantea una propuesta
tivo” (pp. 35-36), se puede denominar enfoque ampliamente descriptiva de 21 enfoques para el
(marco), que parte de un constructo teórico y a análisis político, casi a modo de hoja de cotejo
su vez de modelos establecidos de allegar a la con la producción intelectual, mayormente an-
realidad definiendo su sentido. glosajona.
Así una teoría es “una serie de proposiciones Tengamos en cuenta que Hay (2002, p.
ligadas lógicamente entre ellas que buscan 11) habla de corrientes: viejo y nuevo institu-
dolo objeto específico de una u otra disciplina, ulterior de reflexión, los medios, los fines y
se basan en una concepción de la sociedad y el “sentido” de la propia indagación sobre la
la acción social según la cual los hechos o fe- experiencia política) (Zolo, 1989, p. 45).
nómenos sociales tendrían rasgos característi-
cos que permitirían clasificarlos como hechos Por ello una ciencia política transversal,
eminentemente políticos (v. g. un acto electo- no es otra cosa que la inserción de la disciplina
ral), eminentemente jurídicos (v. g. la sanción o en lo transdisciplinar. Lo multidisciplinar lo
aplicación de una ley) y eminentemente econó- entendemos como un proceso de convergencia
micos (v. g. la producción de algún bien). Es de- de varias disciplinas diferentes, hacia el abordaje
cir, la sociedad tendría una esfera propiamente de un mismo problema o situación, no existe
política, otra esfera económica, otra cultural, y una relación aparente entre los contenidos. Lo
así sucesivamente. interdisciplinar como una interacción entre dos
o más disciplinas que puede ir desde la simple
Entonces, las ciencias sociales particu- relación de ideas hasta la integración recíproca de
lares tendrían por objeto concreto alguna de conceptos fundamentales. Y lo transdisciplinar
estas esferas de la sociedad. Las diferencias y lo asumimos como un pensamiento de un
taxonomías epistemológicas así han funciona- nuevo orden que posibilita un nuevo espacio
do. No obstante, la transversalidad cognitiva de para el saber. Requiere de la construcción de
las disciplinas haría posible sobreponerse a di- conocimientos basados en la interrelación de
cha fragmentación de lo social, y nos llevaría a las diversas complejidades, niveles y contextos,
una “reconciliación” con la idea fundacional de donde el sujeto que participa activamente, se
las ciencias sociales, esto es, la posibilidad de piensa articulando el todo con cada una de sus
construir un conocimiento que no esté adjetiva- partes. La identidad disciplinar se mantiene
do y sea pensado en términos de un proceso de aunque el proceso de interrelación sustituye
interacción y relación de una sociedad, donde sus límites. El diferenciador no es el proceso de
nos acerquemos a la expresión filosófica que no formación cognitiva, sino la acción concreta que
puede separarse de la ciencia en estricto senti- plantea a manera de división social del trabajo
do. Una metapolítica implicaría una crítica que (necesaria), una posibilidad no de segregación y
sea capaz de aparecer en el espíritu de nuestra exclusión, sino de reconocimiento profesional.
política, como acción, como proceso. Como señala Alarcón (2010):
logía, filosofía, sociología, administración y po- funda la maestría en Estudios Políticos, y en 1975
líticas públicas, geografía y política comparada, se instaura la maestría en Ciencia Política en la
economía, historia, psicología y derecho políti- Universidad de los Andes (Duque-Daza, 2013).
co y constitucional. Sin embargo, el elemento
relacional que propone, es transdisciplinar en En la década de los setenta, siguiendo a
términos de una empatía con objetos de estudio Murillo y Ungar (1999), se constatan dos ten-
y formas de acercarse a la realidad política. dencias dentro de la disciplina; por un lado, el
desarrollo de estudios estrictamente politológi-
Más adelante evidenciaría esta situación cos, y por el otro, el de estudios de corte inter-
al proponer que debe hacerse comprender más disciplinario, como los realizados por el Centro
allá de los especialistas, de manera que el estu- de Investigación y Educación Popular (Cinep)
dio se lea y vea desde el ámbito literario, cine- y el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones
matográfico y visual, de tal suerte que aprenda- Internacionales (IEPRI) de la Universidad Na-
mos a “sentir y disfrutar la política” (p. 40). cional de Colombia. Es durante estos años que
se abren nuevos programas de posgrado, como
Cabe recordar que los padres fundadores la maestría en Estudios Políticos de la Pontificia
no se preocuparon mayormente por ser llamados Universidad Javeriana en 1972, y la maestría en
sociólogos, politólogos o economistas: eran Ciencia Política de la Universidad de los Andes,
científicos sociales integrales, científicos de la en 1975.
sociedad en su compleja totalidad (Emmerich,
1997). Duverger (1988) relata que: Si bien los setenta y ochenta no se carac-
terizaron por la apertura de nuevos programas
Augusto Comte y los sociólogos franceses de pregrado, sí aparece un grupo de publicacio-
de fines del siglo XIX, especialmente nes que da cuenta de las investigaciones de tipo
Durkheim, eran contrarios a esta dispersión político en diferentes universidades e institutos,
y cita a Comte cuando el creador del término destacan la revista Ciencia Política del Instituto
sociología afirmaba que los fenómenos sociales de Ciencia Política de Bogotá, la revista Foro,
son profundamente conexos (pp. 29-30). de la Fundación Foro Nacional por Colombia, y
la revista Análisis Político del IEPRI.
Y que todo estudio de una categoría par-
cial de ellos resulta estéril. De ahí que la cien- En la década de los noventa despega el
cia política pueda entenderse desde su quehacer proceso de institucionalización con la creación
como una disciplina forzosamente transversal, de nuevos programas de pregrado. En 1994
en aras de reivindicar el carácter del conoci- se abre el programa de Ciencia Política en la
miento desde el principio relacional de la com- Universidad Nacional de Colombia en su sede
plejidad y la totalidad. La máxima aristotélica de Bogotá, continúa en 1995 con la apertura de
puede tener un mayor sentido, podemos estu- los programas de la Universidad Nacional de
diar la parte, solo que no olvidemos que antes Medellín, la Pontificia Universidad Javeriana
de la parte está el todo. de Bogotá y la Universidad Externado de
Colombia. En 1996 se inaugura el programa
El escenario colombiano de la Universidad del Cauca y en 1998 el
programa de Estudios Políticos y Resolución
El proceso de institucionalización de de Conflictos en la Universidad del Valle. Así,
la ciencia política en Colombia, inició con la durante la década de los noventa se crean seis
creación del programa de Ciencia Política de nuevos programas de pregrado, dos décadas
la Universidad de los Andes en 1968. Cuatro después de que se erigió el primer programa de
años después la Pontificia Universidad Javeriana pregrado y los primeros posgrados.
Pero es en los últimos trece años donde ¿Qué orientación profesional tienen las nuevas
florece la oferta de pregrados sobre la disciplina. cohortes de politólogos egresados?
Entre 2000 y 2013, 25 nuevos programas de
pregrado en Ciencia Política fueron ofertados, La centralización de los programas es
nueve de ellos a partir de 2010. Igualmente, otra variable sobre la que se merece analizar di-
durante los últimos treinta años son numerosos cho crecimiento, ya que los nuevos programas
los programas de posgrado en Ciencia Política ofertados en ciudades principales como Bogo-
o afines que han sido ofrecidos. Estas cifras nos tá (incluido el municipio de Chía donde opera
indican que el proceso de profesionalización de la Universidad de La Sabana), Medellín, Cali
la ciencia política en Colombia está apenas en y Barranquilla, sobre la base de 32 programas,
consolidación. concentran 24, es decir, el 75 %. Esto ocasiona
que programas regionales en ciudades interme-
Dos escenarios se han definido desde dias y pequeñas, experimenten problemas para
entonces: por una parte, los primeros politólogos conformar una planta docente especializada en
fueron escasos; por otra, los investigadores el área, y en algunos casos, el número de estu-
políticos mantienen una tendencia; poseen una diantes es reducido, pues estos se interesan por
formación en otras disciplinas como la sociología, ubicarse en ciudades principales, aunque sean
historia, derecho, filosofía y más recientemente programas de reciente creación, que “garanti-
administración pública, que se refleja en los zan” una formación especializada.
múltiples estudios interdisciplinarios de la
década de los setenta. Los politólogos formados La tabla 1 muestra en orden cronológico
en pregrado empiezan a crecer en número solo las fechas de creación de los diferentes progra-
a partir del año 2000 aproximadamente, cuando mas y su orientación, tomando como referencia
comienzan a egresar las primeras cohortes de la formación profesional de los profesores de
los programas creados a partir de 1995. Pero es planta. En la exploración, nos encontramos con
en los próximos años que la cifra de politólogos programas con orientación politológica, cuando
va a aumentar de manera considerable, dado el los educadores de tiempo completo del progra-
guarismo de nuevos programas abiertos. ma, son politólogos de formación y se garantiza
una o varias líneas de formación; transversal,
Sin embargo, esta explosión de programas cuando menos del 50 % de docentes de planta,
de ciencia política suscita muchos interrogantes, tiene una formación profesional en otras áreas
ya planteados incluso desde los noventa. ¿Existe del conocimiento (historia, sociología, derecho,
la planta de profesores calificada para formar filosofía, administración y relaciones interna-
a las nuevas generaciones de politólogos? cionales).
Tabla 1.
Programas de ciencia política en Colombia
Universidad Militar Nueva Granada Relaciones Internacionales y Estudios Políticos 2001 Transversal
Universidad Autónoma de Manizales Ciencias Políticas, Gobierno y Relaciones Internacionales 2008 Transversal
Fuente: elaboración propia con base en los datos del Ministerio de Educación Nacional (2015), e información obtenida en páginas de los
distintos programas relacionada con profesores de planta.
internacionales. Dos lecturas y posiciones apa- En otro escrito Angel y Barrero, (2014)
recen. La primera, evidentemente la comunidad afirman que la razón de fondo para hablar de
académica reconoce la labor de los profesio- diferentes programas es el marketing educati-
nales que aun no siendo politólogos de base se vo, de tal suerte que los programas para ser más
han comprometido con los estudios políticos y atractivos dentro de la amplia oferta nacional
se dedican a ellos de modo permanente. incluyen determinados apellidos. Para otros
(Leyva et al., 2013) esta nomenclatura, más allá
No obstante, es necesario analizar las he- de las razones de mercadeo, tiene un impacto
rramientas epistemológicas, metodológicas y sobre la praxis educativa, de tal modo que los
conceptuales que pueden aportar, por ejemplo, programas con un apellido en relaciones inter-
sociólogos, antropólogos, economistas, histo- nacionales, tendrán un mayor énfasis en esta
riadores, economistas, abogados y administra- que en otras áreas. De cualquier manera, en la
dores, que desde disciplinas sociales hermanas, tabla 1 se incluyen todos aquellos programas
pueden enriquecer los contenidos curriculares que a pesar de su nombre pueden entrar en la
de las diversas carreras de ciencia(s) política(s) nomenclatura de la ciencia política, descartan-
y adyacentes, pero ¿las bases epistemológicas do así programas exclusivos de relaciones inter-
y metodológicas permiten identificar y abordar nacionales o de administración pública. Ahora
un objeto de estudio de la misma manera? bien, en contraposición con este planteamiento,
Parra et al. (2013) consideran que
No negamos que las especializaciones de
posgrado permiten robustecer marcos teóricos […] en un mundo académico altamente espe-
y metodológicos de la disciplina, por ello nos cializado como el de hoy, […] la re-hechura
referimos a la orientación profesional en pregrado, del tejido disciplinar dirige la mirada hacia la
interdisciplinariedad y la transdisciplinarie-
empero, es importante aclarar, como señala
dad, en la que construir conocimiento político
Angel y Barrero (2013), que no existen métodos deja de ser un acto solitario y parcelado para
exclusivos de la ciencia política en la praxis constituirse en el resultado del trabajo colabo-
profesional colombiana. En una investigación rativo y complementario entre investigadores
sobre el tema, los autores en mención concluyen interesados en el mundo de la política (p. 33).
que los distintos programas de ciencia(s)
política(s), se abocan a temas y métodos propios A esto le denominan “enfoque integra-
de las ciencias sociales, pero no es claro un dor”, que se asocia a la posibilidad de construir
elemento diferenciador para la disciplina. Habría nuevos marcos epistemológicos y teóricos des-
que preguntar entonces, si el transversalismo que de la ciencia política, para acercarnos investi-
caracteriza la oferta de pregrados en Colombia es gativamente a nuevos escenarios de comple-
el causante de dicha diversidad. Es decir, tenemos ja envergadura (como el latinoamericano) y
un escenario de politólogos formados en muchas propiciar un proceso de descolonización. Este
instituciones, desde disciplinas adyacentes y sin enfoque solo es posible con la anuencia de in-
un elemento diferenciador. vestigadores formados en otras áreas del cono-
cimiento o disciplinas.
Dicho lo anterior, es preciso agregar que
los programas de ciencia política en Colombia En cualquiera de los dos sentidos, vale la
no reciben una denominación unívoca, sino que pena mencionar que un avance muy importante
por el contrario responden a intereses, lógicas, sobre este debate fue la creación de la Asocia-
propósitos e iniciativas disímiles, pero si todos ción Colombiana de Ciencia Política (ACC-
ellos son catalogados como parte de una sola POL) en el 2006. Con la ACCPOL se demuestra
disciplina, ¿a qué se debe la heterogeneidad en que la comunidad académica nacional está en
la nomenclatura? capacidad de reflexionar respecto de su propio
desarrollo, identificar sus retos y plantearse ob- aseveración se refuerza con la revisión de la
jetivos comunes, es un paso significativo para planta docente en cada una de las universidades
el afianzamiento de la disciplina en el país. De que oferta el programa, y con la comprobación
hecho, los últimos esfuerzos de la asociación se de que la orientación profesional que menos
han dado en esa dirección autorreflexiva, aun- aparece, paradójicamente, es la de politólogo.
que no cuenta aún con participación masiva e
integración que se necesitan para consolidar la Advertimos entonces, que el problema de
disciplina, contrario a los diversos señalamien- diversidad metodológica, de objeto de estudio y
tos (Leyva et al., 2013). la falta de un elemento cohesionador e identita-
rio, se asociarían a dicha situación. Muy pocas
Por último, aunque son muchos los retos, instituciones con programas de reciente crea-
vale la pena enunciar dos: primero, fortalecer ción, apuestan por politólogos con formación
una comunidad académica cohesionada, activa, de posgrado para su planta profesoral.
reflexiva y con una identidad; y segundo, con el
liderazgo de la ACCPOL, proponer y desarrollar Así mismo, siguiendo a Duque-Daza
lecturas y debates sobre las ventajas, alcances, (2013), son identificables tres etapas del proceso
límites y limitaciones de que la ciencia política de institucionalización
en Colombia se dirija hacia una transversalidad.
[…] la primera (1968-1989) corresponde a los
Consideraciones finales inicios y a una débil institucionalización, ade-
más de su concentración exclusiva en Bogotá
y en universidades privadas; la segunda (1989-
Intentamos abordar el tema de la trans-
2000) corresponde a una expansión gradual,
versalidad de la ciencia política desde dos óp-
pero con alta concentración y debilidades es-
ticas. La primera, desde el factor epistemológi- tructurales de la disciplina; y la tercera (2001-
co, indicando la necesidad de que se piense la 2012) es el de la expansión y un avance en su
disciplina dentro de los criterios metodológicos institucionalización con situaciones diversas
propios de las ciencias sociales, permitiendo y grados diferentes de desarrollo según el tipo
una formación integral en los distintos paradig- de universidades y los soportes organizativos
mas, teorías, enfoques, etc., dejando de lado el con que cuente (pp. 15-16).
discurso de la “pureza” del método y de la dis-
ciplina. Sin embargo, existe una “coyuntura
crítica”, que hace necesaria una cuarta etapa
La idea es propiciar una ciencia políti- ligada con la creación de la ACCPOL, que debe
ca comprometida con los sujetos sociales que iniciar un proceso de acercamiento de las formas
explica, describe, predice, analiza, modela y/o de construir la disciplina en las instituciones
proyecta la realidad política (social y del poder). educativas, sin utilizar un criterio de regulación
El objeto de estudio es claramente identificado que homogeneice el quehacer politológico,
en las dinámicas del sistema, el Estado, el po- pero sí que le aporte elementos articuladores y
der político y la democracia (Mejía-Quintana, una visión en términos profesionalizantes.
2006), así como en la intersubjetividad (entre
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