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Civilizar.

Ciencias Sociales y Humanas


ISSN: 1657-8953
yadira.caballero@usa.edu.co
Universidad Sergio Arboleda
Colombia

Caicedo Ortiz, Julián Andrés; Baquero, Sergio Angel; Cuellar Argote, Julián Andrés
Una ciencia política transdisciplinar en Colombia
Civilizar. Ciencias Sociales y Humanas, vol. 15, núm. 28, enero-junio, 2015, pp. 135-149
Universidad Sergio Arboleda
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=100241608010

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Civilizar 15 (28): 135-150, enero-junio de 2015

Una ciencia política


transdisciplinar en Colombia1

A transdisciplinary political science in Colombia


Recibido: 21 de abril de 2014 - Revisado: 01 de febrero de 2015 - Aceptado: 01 de abril de 2015
1
Artículo del proyecto de investiga-
Julián Andrés Caicedo Ortiz2 ción “¿Hacia dónde va la ciencia po-
Sergio Angel Baquero3 lítica en Colombia?” desarrollado por
la Corporación Universitaria Autóno-
Julián Andrés Cuellar Argote4 ma del Cauca, Colombia; y del pro-
yecto de investigación “Trayectorias
de la ciencia política en Colombia:
Resumen la influencia de los fenómenos polí-
ticos en el desarrollo disciplinar entre
El artículo propone una interpretación epistemológica sobre el desarrollo 1968 y 2012”. Escuela de Política y
disciplinar de la ciencia política en Colombia. A través de un ejercicio Relaciones Internacionales de la Uni-
versidad Sergio Arboleda, Bogotá,
hermenéutico se fundamenta la necesidad de pensar y reconocer la ciencia Colombia.
política de manera (trans) disciplinar, para luego mostrar que en el proceso de 2
Doctor en Estudios Latinoamerica-
conformación de las distintas plantas docentes han participado profesionales nos, Universidad Nacional Autónoma
de México. Candidato a doctor en
de diferentes ramas, dejando en evidencia la dificultad para configurar Ciencias Sociales, Universidad Autó-
programas con especificidades disciplinares. El artículo concluye afirmando noma Metropolitana, México. Inves-
tigador asociado de la Corporación
que este carácter transdisciplinar lleva a una diversidad metodológica y a una Universitaria Autónoma del Cauca,
evanescente definición del objeto de estudio, que si bien no se constituyen en Popayán, Colombia.
Correo electrónico:
una desventaja epistemológica, prueban la falta de un elemento cohesionador julian.caicedo@uniautonoma.edu.co
e identitario para la disciplina. 3
Estudiante de doctorado en Estudios
Políticos y Relaciones Internacio-
Palabras clave nales de la Universidad Nacional de
Colombia. Profesor de la Escuela de
Ciencia política, epistemología, (trans)disciplinariedad, Colombia. Política y Relaciones Internacionales
de la Universidad Sergio Arboleda,
Abstract Bogotá, Colombia; e investigador de
la Corporación Universitaria Autóno-
The article proposes an epistemological interpretation of the disciplinary ma del Cauca, Popayán, Colombia.
development of political science in Colombia. Through a hermeneutical Correo electrónico:
sergio.angel@usa.edu.co
exercise it builds the need to think and recognize the political science in a 4
Politólogo, Universidad del Cauca,
(trans) disciplinary way to show then that in the process of formation of the Colombia; especialista en Ciencia
different faculties have participated professionals from different branches, Política de la Universidad de Ibagué-
Universidad de Salamanca; candi-
revealing the difficulty to set up programs with disciplinary specificities. The dato a doctor en Ciencia Política de
article concludes that this transdisciplinary methodology leads to a diversity la Universidad de Belgrano, Buenos
Aires. Profesor en la Universidad del
and an evanescent definition of the object of study, that while not constituting Tolima, Ibagué, Colombia.
an epistemological disadvantage, prove the lack of a cohesive and identity Correo electrónico:
jacuellara@ut.edu.co
element for the discipline.
Para citar este artículo: Caicedo, J.,
Angel, S., & Cuellar, J. (2015). Una
Keywords ciencia política transdisciplinar en
Political science, epistemology, (trans) disciplinarity, Colombia. Colombia. Revista Civilizar Ciencias
Sociales y Humanas, 15(28), 135-150.
136 Julián Andrés Caicedo Ortiz - Sergio Angel Baquero - Julián Andrés Cuellar Argote

Introducción El presente documento propone una in-


terpretación sobre el carácter epistemológico
La pregunta sobre la manera como la de la ciencia política, planteando que es forzoso
ciencia política se constituyó como disciplina pensarla transversalmente, reconociendo para-
en nuestro país, pasa sin lugar a dudas, por el digmas propios del ámbito de las ciencias so-
análisis y caracterización del proceso de institu- ciales y de múltiples enfoques como aplicación
cionalización que da cuenta genealógicamente, de estos. Es decir que, proponemos abordar un
del número de programas, instituciones, grados cuarto elemento citado de forma contingente al
académicos oferentes, orientación investiga- sentido de la institucionalización: factor episte-
tiva, temas y/o núcleos de formación (Duque- mológico, los otros tres son la docencia, la in-
Daza, 2013; Leyva et al., 2013; Parra, Tabares vestigación y la comunidad académica (Duque-
& Hurtado, 2013). Sin embargo, tiene relación Daza, 2013), que consideramos indispensable
con otros elementos, medianamente referidos o para adentrarnos en la discusión de los demás
estudiados a la hora de pensar la disciplina y elementos de la disciplina, que es válido decir,
debatir sobre su directriz: el modo en que las se ha visto “encasillada” en formas positivistas
instituciones de educación superior entienden o neopositivistas de construcción y generación
la profesión y toman la decisión de apertura a del conocimiento.
nuevos programas; las formas de enseñanza, es
decir, la lógica interpretativa con la que se for- En este sentido, sugerimos “jugar” con el
ma las generaciones de politólogos; el proceso interrogante, retomando la pregunta de Sartori
de inserción laboral y la creación o existencia (2004) sobre la ciencia política estadounidense,
de un mercado laboral para los politólogos; y la ¿hacia dónde va (o debe ir) la ciencia política
discusión epistemológica, en términos de acuer- en Colombia? En términos generales, habla-
do o desacuerdo de paradigmas o enfoques, que mos de una ciencia política comprometida con
atraviesa necesariamente cada uno de los aspec- los sujetos y que forma sujetos comprometidos
tos en mención, y que permite otorgarle cierto sociopolíticamente (la idea de vocación presen-
factor de identidad a la disciplina. te en Bulcourf & Cruz, 2012)1. Sin embargo,
nuestra respuesta es que la disciplina en Co-
Esto último alude a la generación del lombia debe ir hacia una transversalidad nece-
reconocimiento social de la necesidad técnica del saria porque debe nutrirse de los paradigmas,
profesional en ciencia política en el desempeño enfoques, métodos y técnicas que permitan
de algunas funciones en el sector privado y analizar, entender, interpretar, predecir, mode-
público: ¿qué politólogo estamos formando? lar, planificar, sostener y/o transformar la rea-
Como señalan Bejarano y Wills (2005): lidad política; y va hacia una transversalidad
obligada porque los encargados de formar las
[…] la ciencia política, en estas décadas, ha generaciones de politólogos, responden en su
pasado de defender causas políticas o para- mayoría, a orientaciones profesionales propias
digmas ideológicos, a comprender y explicar de las ciencias sociales, pero diferentes a la
procesos para, a partir de ese conocimiento ciencia política.
histórico, sugerir criterios o estrategias para la
acción política. Estos autores han venido ha-
La problematización en el caso colombia-
ciendo esfuerzos por dar cuenta de ese desa-
no no solo debe ser sobre quiénes hacen ciencia
rrollo disciplinar a partir de varios elementos,
observando, entre otros, la profesionalización política, sino para qué y cómo, pasando de un
que evidencian los procesos de apertura de factor descriptivo a varias líneas hipotéticas
nuevos programas de pregrado y de posgrado, (propositivo), que lleven a pensar en muchas
la producción bibliográfica, y la producción posibilidades legítimas y válidas de ciencia po-
de los centros de investigación (p. 112). lítica, a la par que se construye desde el trabajo

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colectivo (asociaciones, organizaciones e insti- 2015), abordan el problema desde múltiples


tuciones) un escenario característico a la profe- sentidos: histórico-descriptivo, epistemológico,
sión, cohesionado y con una identidad. ontológico y metodológico; de una u otra forma
se evidencia una preocupación por entender
En este orden de ideas, el presente artículo las propias dinámicas de construcción de la
de reflexión se divide en dos partes: primera, disciplina en el escenario colombiano, y aunque
se expone el debate epistemológico al interior muchas veces evitando explicar su proceso
de la ciencia política, dejando de presente la como parte de un contexto latinoamericano en
postura positivista de corte norteamericano y las relación con el auge de las ciencias sociales,
posturas interdisciplinares o transdisciplinares siempre ha estado presente el interrogante
que rompen con la noción de fronteras entre las sobre la dirección que toma la ciencia política
diferentes ciencias sociales; y segunda, se alude como ciencia y como disciplina. Es decir, la
al modo como se configuró la ciencia política profesionalización desde su institucionalización
en Colombia, revisando así el registro de los y desde sus referentes epistemológicos.
diferentes programas y su actual planta docente.
Las disciplinas son producto de la
El (des)acuerdo epistemológico profesionalización de una ciencia, lo que se
demuestra en la institucionalización de la misma.
La ciencia entendida como un conjun- Una disciplina académica se refiere a “un saber
to sistemático de conocimientos, por lo visto en cuyo nombre se expiden títulos académicos”
encuentra en la política un “matrimonio (in) (Losada, 2004, p. 10). Como consecuencia, una
conveniente”, un adjetivo que parece no per- profesión se caracteriza por el control de un
tenecerle y que en ocasiones hace dudar, legí- sistema de conocimiento abstracto del cual se
timamente, de su sistematicidad (la forma de derivan prácticas y técnicas (Abbot, 1988).
llegar a…). Hablamos de su carácter científico,
porque el principio intersubjetivo de la forma La ciencia política entendida como un
de construcción del conocimiento político (que conjunto de proposiciones generales sobre el
siempre es social como relación), parece falible mundo político, verificable empíricamente
(inexacto); de ahí la necesidad de modelarlo, (Losada, 2004, p. 10), ha rechazado, por parte de
proyectarlo, cuantificarlo y explicarlo a través un primer grupo que llamaremos fundacional,
de la “verdadera” manera de hacer ciencia, del cualquier forma de construcción cognitiva que
único modo científico reconocido y válido, es no sea pensada, referenciada o contrastada
decir, desde el paradigma positivista o neoposi- fácticamente y con una estructura cuantitativa
tivista, que en muchas ocasiones implica gene- angloamericana.
rar “conocimiento a lo Rorty” esto es, pragmá-
tico y contrastable. Consideramos que esto no permite que la
disciplina en términos de comunidad, debates e
Miembros de la comunidad académica identidad se consolide, al contrario, genera una
politológica colombiana han dado cuenta del situación de volatilidad y fragmentación de la co-
desarrollo de la ciencia política en el país (Bejarano munidad politológica, y una especie de reconoci-
& Wills, 2005; Leal, 1998; Losada, 2004; miento y exclusión de los nuevos programas, que
Murillo & Ungar, 1999) y algunos otros trabajos se muestran distantes en contenidos, profesores,
descriptivos, complementarios, con base en los enfoques e incluso maneras de entender la disci-
anteriores (Mejía-Quintana, 2006; Losada plina. La idea de programas de ciencia política
& Casas, 2008 ; Cárdenas & Suárez, 2010; con escasos politólogos y en algunos casos sin
Duque-Daza, 2013; Leyva et al, 2013; Angel ellos, como responsables en la formación, apare-
& Barrero, 2013, 2014; Caicedo & Cuellar, ce como posibilidad. Es una obviedad entonces,

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las razones por las cuales la discusión epistemo- Según Barrientos (2009) la crítica al
lógica, no es siquiera tema secundario. cuantitativismo y la camisa de fuerza de la
metodología politológica contemporánea nació
Para Bunge (2005, pp. 18-20) la ciencia en Estados Unidos. El libro coordinado por
desde un punto de vista estrictamente positi- Kristen R. Monroe (2005) Perestroika!: the
vo y, por tanto, vigente en los años cuarenta raucous rebellion in political science, recorre
y cincuenta, debe ser capaz de generar teorías el debate metodológico al interior de la ciencia
explicativas generales y leyes que den cuen- política y se propone alternativas sin perder la
ta de relaciones constantes entre variables, de cientificidad. La crítica inicia exactamente con
modo que ayuden a trascender los hechos expe- el famoso correo firmado por “Perestroika”
rienciales del observador. Esta idea de ciencia (2000), quien señala sobre la American Political
explica la necesidad de estudiar los fenómenos Science Review de la American Political Science
políticos a la luz de estructuras metodológicas Association:
fácticas y cuantitativas. Es decir, la necesidad
de teorías explicativas y leyes en una realidad ¿Por qué todos los artículos de la APSR tienen
causal que en la búsqueda de legitimidad y la misma metodología –estadística o de teoría
validez ha distorsionado su espíritu y su com- de juegos– en relación [con] un “simbólico”
promiso, que debe ser ir más allá de explicar, artículo de teoría política?… ¿Dónde está la
historia política, la historia internacional, la
y que le lleva a pensarse única y autónoma de
sociología política, la metodología interpreta-
una realidad fragmentaria llamada política, en tiva, el constructivismo, los estudios de área, la
contraste con una social, económica, cultural, teoría crítica y por qué no, el posmodernismo?
histórica, etc. (p. 45).

Para Landreani (1990) en el caso de las El argumento central de los autores es


ciencias sociales, y la ciencia política como una simple: la ciencia política contemporánea,
de ellas, la crisis del paradigma dominante parte aquella de los journals norteamericanos, no
del exacerbado empeño del positivismo de re- puede darse aires de estar científicamente por
ducir la realidad social a través de un sistema encima de la política.
de procedimientos de carácter cuantitativo. La
crisis se manifiesta básicamente en la debilidad En este sentido, consideramos como plan-
de los criterios de validez y confiabilidad posi- teamiento, que la discusión sobre la orientación
tivistas que imponen al conocimiento científico de la ciencia, en este caso política, debe par-
frente a la complejidad y dinamismo de los fe- tir del sentido de los paradigmas y la manera,
nómenos sociales, a pesar de los controles que como señala Roth (2008, p. 69), en la que se
en el ámbito de las técnicas se han planteado e busca capturar la realidad mediante la ela-
implementado. Es la lógica de la reproducción boración de teorías que permitan explicarla,
del laboratorio para las ciencias sociales. describirla, predecirla, interpretarla o transfor-
marla (de forma total o en partes), a través de
Para Sartori (2004, p. 350) primigeniamen- la selección de los factores o variables conside-
te la idea de una ciencia política en contraste con rados como determinantes. Es el debate que se
los estudios políticos o de gobierno, implicó la debe redirigir hacia el modo de hacer ciencia de
existencia de un lenguaje común y especializado la política y para la política.
entre la comunidad científica, donde los cimien-
tos metodológicos y rigurosos eran la parte esen- Pensarla desde los paradigmas (en plural)
cial del trabajo científico, pero nunca proyectada nos puede permitir encontrar caminos o aventu-
desde la amplia cuantificación metodológica en rar propuestas sobre una ciencia política ad-
la que ha caído en años recientes. jetivada desde lo territorial (caracterización

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del fenómeno de la política en sí: latinoameri- propia de las ciencias naturales (hipótesis fun-
cana, europea, colombiana, argentina, estadou- dacional); b) la ciencia política involucra un
nidense, etc.); o desde la interacción del senti- estudio del pensamiento político, enfatizando
do ontológico, epistemológico y metodológico en las formas y sentidos de la evolución de las
(disciplinar, multidisciplinar, interdisciplinar, ideas, esto es, pensada desde la teoría política,
transdisciplinar)2. donde ciencia y filosofía se contienen desde una
forma contrafáctica y la estructura metodológi-
Kuhn (1974) sostiene que las ciencias ca, ontológica y epistemológica responde a un
particulares crean paradigmas –grandes teorías principio heurístico (hipótesis histórico-inter-
en general aceptadas por la comunidad cientí- pretativa); c) la ciencia política debe dirigirse
fica– con los cuales se desarrolla lo que llama a procesos de transformación social a través de
“ciencia normal”. Las revoluciones científicas la acción-participación y de valores, porque la
se producen cuando se van descubriendo nue- política está en todas partes y la objetividad es
vos hechos que no encajan dentro de los mol- una ilusión (hipótesis crítica); y d) la ciencia
des del paradigma establecido. Sin embargo, política debe comprenderse más allá de los es-
las ciencias sociales, por no tener un paradigma pecialistas, en tanto que la política es una ma-
generalmente aceptado que guíe sus esfuerzos nifestación del pensamiento que no puede ser
en pro del conocimiento, no son más que una alejada de los valores y las formas enriquecedoras
“protociencia”, de ahí la ciega “necedad” por de la imagen, la letra y el espíritu (Alarcón, 2010,
adoptar marcos explicativos que legitimen, a p. 41), nos referimos a una ciencia transversal,
modo de comunidad científica, el conocimiento transdisciplinar que no abandona su identidad
político o de lo político desde la disciplina, en- pero que permite una conjunción con otros sa-
tendida como antítesis de la ciencia (normal). beres, con otras formas de conocimiento, de
ciencia, y no solo explica sino que además in-
Parafraseando a Strasser (1979, p. 16), así terpreta y transforma porque parte de la idea
se escribe la ciencia por nosotros y entre noso- de que la realidad es compleja (hipótesis me-
tros. Y así se reniega (explícitamente) de algunas tapolítica).
tradiciones tanto como de algunas posibilidades
y necesidades. En muchas ocasiones obviamos Estas líneas hipotéticas, ninguna de ellas
el para qué, o no se sabe muy bien qué, o no se descartable por cierto, descansan sobre cuatro
sabe muy bien a cambio de qué. Esta necesidad paradigmas reconocibles en las ciencias socia-
de que la ciencia sea ciencia desde el paradig- les: (neo)positivista; pospositivista o racionalis-
ma dominante, que a pesar de cierta pertinencia mo crítico; crítico o de la teoría crítica; y cons-
no puede pensarse como único, ha llevado a la tructivista o hermenéutico, diferenciables, como
disciplina hacia el camino de la crisis, por su señala Guba (1990, p.18), por las respuestas que
excesiva cuantificación metodológica (Sartori, se dan a las tres preguntas fundamentales: a) pre-
2004), incluso agregaríamos, porque los méto- gunta ontológica: atañe a la forma y naturaleza
dos positivistas le han hecho perder de vista la de la realidad y, por tanto, a lo que es posible co-
complejidad social. nocer; b) pregunta epistemológica: que incumbe
a la naturaleza de la relación entre el sujeto cog-
Por ello, hablar de ciencia política debe noscente y el objeto que puede ser conocido y, en
implicar un análisis de al menos cuatro líneas consecuencia, a la posición que debe asumir el
hipotéticas: a) la ciencia política es una discipli- investigador respecto a su objeto de conocimien-
na joven cuya formalidad data de la revolución to y, c) pregunta metodológica: que se refiere a la
behaviorista y conlleva la separación de hechos forma como el investigador puede proceder para
y valores y la adopción necesaria de una estruc- hallar el conocimiento de aquella realidad que
tura metodológica, ontológica y epistemológica cree que puede ser conocida.

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Para Resnik (1998, p. 32) en el campo explicar una serie de fenómenos” (Sabatier,
de la ciencia política, como parte de las cien- 1999, p. 261). Puede considerarse como parte de
cias sociales, son evidentes cinco paradigmas: un sistema lógico cuyas observaciones, axiomas,
marxista o marxiano, fisicalista, weberiano, ha- postulados y proposiciones procuran señalar las
bermasiano y sistémico. Así mismo es posible condiciones de desarrollo de ciertos supuestos
clasificar desde un punto de vista metodológi- siendo posible especular, deducir, interpretar y/o
co la producción académica (investigaciones) postular mediante ciertas reglas o razonamientos.
(Mertz, 1984) en tres categorías: teoría política
normativa; análisis institucional y empirismo Podemos identificar cuatro tipologías: a)
científico, y son útiles porque señalan múltiples descriptiva, referente a características específicas
formas de analizar los fenómenos políticos (en- de personas, grupos, situaciones o acontecimien-
foques), y porque identificados históricamente, tos; b) explicativa, indica las relaciones entre
pueden significar una fiel descripción del desa- diversos fenómenos; c) predictiva, fija tipos con-
rrollo de la ciencia política. cretos de relaciones entre fenómenos y construc-
tos particulares; y d) normativa, que compete a
Es claro que dependiendo de la visión o los fenómenos poniendo el acento en lo que pue-
“necesidad” del investigador por interpretar el de o debe ser la realidad adjetivada o genérica.
mundo, se aboga por teorías diferentes, en oca-
siones equidistantes entre ellas. Es decir, existen
Por último, para Ostrom un modelo es
múltiples estrategias de explicación, diversas
“representación simplificada de un proceso
explicaciones o interpretaciones de los fenóme-
(puede ser parte de una teoría)” (citado por
nos a analizar y muchos sentidos de lo que se
Sabatier, 1999, p. 262) que “precisa hipótesis
asume y discierne como paradigma en la cons-
en relación [con] un número limitado de
trucción del conocimiento. Para Roth (2008) la
teoría es como un mapa con el cual se pretende parámetros y variables”. De ahí que un modelo
simplificar la realidad para hacerla entendible. se inscriba en una teoría y esta, en conjunto
Debemos comprenderla como una reducción con otras teorías, forma parte de un enfoque
extrema de la complejidad del mundo, aunque de análisis. El marco es indispensable porque
recordemos que ninguna teoría por sí misma es permite la selección de variables, hipótesis,
capaz de dar cuenta de esta complejidad de ma- indicadores y relaciones causales, básicamente
nera unívoca “científicamente” correcta. desde un sentido hipotético-deductivo de la
investigación o construcción del conocimiento,
En este punto, es menester diferenciar un que empero, no es la única manera de llegar a
enfoque de una teoría y de un modelo, de tal este (Roth, 2008).
suerte que el uso responda epistemológicamen-
te a un modo asertivo de construcción del co- Al respecto, en Losada y Casas (2008)
nocimiento, sin descalificar métodos, técnicas o se evidencia un posicionamiento de superación
la lógica en la sistematización de los mismos. del debate sobre los macromoldes (paradig-
Para Balme y Brouard (2005), la “asociación y mas), incluso definiendo el carácter de cienti-
manera de considerar los problemas, un reper- ficidad de la politología, en tanto que tiene un
torio metodológico y un vocabulario interpreta- referente empírico, y se plantea una propuesta
tivo” (pp. 35-36), se puede denominar enfoque ampliamente descriptiva de 21 enfoques para el
(marco), que parte de un constructo teórico y a análisis político, casi a modo de hoja de cotejo
su vez de modelos establecidos de allegar a la con la producción intelectual, mayormente an-
realidad definiendo su sentido. glosajona.

Así una teoría es “una serie de proposiciones Tengamos en cuenta que Hay (2002, p.
ligadas lógicamente entre ellas que buscan 11) habla de corrientes: viejo y nuevo institu-

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Una ciencia política transdisciplinar en Colombia 141

cionalismo, conductismo y posconductismo, y manera desideologizada, sin la preocupación


teoría de elección racional; Pierson y Skocpol de validez sino de legitimidad que tanto cons-
(2008, pp. 7-38) de paradigmas de análisis en triñe a la comunidad académica de hoy por las
la ciencia política: el racional, el del institucio- instituciones encargadas de financiar la inves-
nalismo y el conductista; Alarcón (2010, p. 36) tigación y la producción académica. No puede
sobre la base del trabajo de Hay, propone cinco darse equivocadamente la “línea” de trabajar o
enfoques: viejo y nuevo institucionalismo, con- formar desde cierto enfoque, modelo, técnicas,
ductismo y posconductismo, elección racional, marco o métodos, para generar verificación o
marxismo y posmodernismo. comprobación empírica de un hecho concreto,
ya que en un escenario de totalidad y comple-
Es válido decir que aunque la propuesta jidad, lo subjetivo (sujeto) y abstracto (simpli-
de Losada y Casas cae en repeticiones y algu- ficado a un contexto), son los elementos de la
nas omisiones sobre todo en el campo de la realidad social y no se pueden ignorar.
hermenéutica y de los estudios latinoamerica-
nos, es importante reconocerla como el primer Hacia una ciencia política transversal
ejercicio en Colombia que se atreve a am-
pliar el marco de análisis a nuevas lógicas de Queda en evidencia en muchos escenarios
construcción de conocimiento sociopolítico, y académicos y en la forma de construcción del
aunque es clara la adherencia de los autores al conocimiento, que el camino a seguir por la
modelo (neo)positivista, los demás lineamien- ciencia política en Colombia, siempre ha sido
tos que plantean son herramientas que pueden claro: reproducir el carácter epistemológico
definir la ruta del quehacer politológico en de la ciencia política estadounidense, no solo
aras de reconocer, muy a pesar de los autores, enfatizando en el estudio del sistema, sino en
un escenario de heterogeneidad con una cien- su orientación metodológica cuantitativa, de
cia política transversal, transdisciplinar, y no modelación y comparativista.
solamente una ciencia política que se orienta
y devela desde la explicación y la compren- Hoy, más de cuarenta años después está
sión de la realidad política (Losada & Casas, vigente lo descrito por Sorauf y Hyneman (1967,
2008, p. 297). En armonía con Masías (2009) p. 11) sobre la ciencia política estadounidense;
en relación con la controversia epistemológica es decir, el interés por estudiar los procesos,
referida en Losada y Casas (2008), el comportamiento y las instituciones de
los sistemas políticos, con miras a formular
[…] en Colombia, donde hay “ciencia políti- generalizaciones y explicaciones sistemáticas
ca” y “estudios políticos”, al tiempo que hay acerca de lo político; buscar generalizaciones
“analistas políticos” y “periodistas políticos”, acerca de las relaciones entre los sistemas
y donde, para hacer todavía más compleja la
políticos, en particular la política interna dentro
discusión, hay auspicio de otras formas de
conocer diferentes a la científica dentro de la del sistema internacional; analizar el producto
academia, que no necesariamente coinciden final, los planes públicos del proceso político; y
con los rótulos anteriores, una controversia examinar ideas y doctrinas acerca del gobierno
como la suscitada por el texto es de suma uti- y del sistema político, ideas tales como los
lidad y gran relevancia (p. 308). conceptos y justificaciones de la democracia, la
justicia y la igualdad.
¿Enfoques, teorías o modelos? En la ac-
tualidad el conocimiento no puede imponer Consideramos, siguiendo a Emmerich
reglas, no debe imponerlas, aunque sí, respetar (1997), que los intentos por justificar la existen-
criterios epistemológicos. Debe permitirse en- cia de múltiples ciencias sociales “recortando”
frentar la realidad, política en este caso, de una algún aspecto de la realidad social y declarán-

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142 Julián Andrés Caicedo Ortiz - Sergio Angel Baquero - Julián Andrés Cuellar Argote

dolo objeto específico de una u otra disciplina, ulterior de reflexión, los medios, los fines y
se basan en una concepción de la sociedad y el “sentido” de la propia indagación sobre la
la acción social según la cual los hechos o fe- experiencia política) (Zolo, 1989, p. 45).
nómenos sociales tendrían rasgos característi-
cos que permitirían clasificarlos como hechos Por ello una ciencia política transversal,
eminentemente políticos (v. g. un acto electo- no es otra cosa que la inserción de la disciplina
ral), eminentemente jurídicos (v. g. la sanción o en lo transdisciplinar. Lo multidisciplinar lo
aplicación de una ley) y eminentemente econó- entendemos como un proceso de convergencia
micos (v. g. la producción de algún bien). Es de- de varias disciplinas diferentes, hacia el abordaje
cir, la sociedad tendría una esfera propiamente de un mismo problema o situación, no existe
política, otra esfera económica, otra cultural, y una relación aparente entre los contenidos. Lo
así sucesivamente. interdisciplinar como una interacción entre dos
o más disciplinas que puede ir desde la simple
Entonces, las ciencias sociales particu- relación de ideas hasta la integración recíproca de
lares tendrían por objeto concreto alguna de conceptos fundamentales. Y lo transdisciplinar
estas esferas de la sociedad. Las diferencias y lo asumimos como un pensamiento de un
taxonomías epistemológicas así han funciona- nuevo orden que posibilita un nuevo espacio
do. No obstante, la transversalidad cognitiva de para el saber. Requiere de la construcción de
las disciplinas haría posible sobreponerse a di- conocimientos basados en la interrelación de
cha fragmentación de lo social, y nos llevaría a las diversas complejidades, niveles y contextos,
una “reconciliación” con la idea fundacional de donde el sujeto que participa activamente, se
las ciencias sociales, esto es, la posibilidad de piensa articulando el todo con cada una de sus
construir un conocimiento que no esté adjetiva- partes. La identidad disciplinar se mantiene
do y sea pensado en términos de un proceso de aunque el proceso de interrelación sustituye
interacción y relación de una sociedad, donde sus límites. El diferenciador no es el proceso de
nos acerquemos a la expresión filosófica que no formación cognitiva, sino la acción concreta que
puede separarse de la ciencia en estricto senti- plantea a manera de división social del trabajo
do. Una metapolítica implicaría una crítica que (necesaria), una posibilidad no de segregación y
sea capaz de aparecer en el espíritu de nuestra exclusión, sino de reconocimiento profesional.
política, como acción, como proceso. Como señala Alarcón (2010):

[…] no se trata de que el politólogo sea un


¿Existe algo o algún lugar donde no haya aprendiz de todo y un experto en nada. Sin em-
política? Porqué reducir la posibilidad de su bargo […] un experto en la problemática polí-
estudio a un tema o a un proceso. Tenemos que tica puede seguir teniendo bases generales de
reflexionar no solo desde la modernidad, sino teoría, metodología y técnicas prácticas que le
desde el fenómeno político que se remite a los permitan abordar cualquier dimensión proble-
clásicos del pensamiento político occidental: mática en la que se encuentre inserto (p. 33).
de Aristóteles a Platón, Maquiavelo, Hobbes,
Locke, Marx, y también latinoamericano: Hablamos entonces, según Emmerich
Zea, Salazar Bondi, Martí, Dussel, Sánchez y Alarcón (2007), de una ciencia política al
Vázquez y Bolívar Echeverría. Sería pensar servicio de los ciudadanos, una ciencia política
una ciencia política que no se limite a estudiar al servicio de los sujetos, una ciencia política
el comportamiento “observable” de los actores transdisciplinar, transversal.
sociales y el funcionamiento de los sistemas
políticos (contemporáneos), sino que además, Alarcón (2010, p. 39) traza un vínculo in-
analice los medios, los fines y el “sentido” de terdisciplinario entre la ciencia política y nueve
la experiencia política (e incluso, en un nivel disciplinas adjetivadas políticamente: antropo-

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Una ciencia política transdisciplinar en Colombia 143

logía, filosofía, sociología, administración y po- funda la maestría en Estudios Políticos, y en 1975
líticas públicas, geografía y política comparada, se instaura la maestría en Ciencia Política en la
economía, historia, psicología y derecho políti- Universidad de los Andes (Duque-Daza, 2013).
co y constitucional. Sin embargo, el elemento
relacional que propone, es transdisciplinar en En la década de los setenta, siguiendo a
términos de una empatía con objetos de estudio Murillo y Ungar (1999), se constatan dos ten-
y formas de acercarse a la realidad política. dencias dentro de la disciplina; por un lado, el
desarrollo de estudios estrictamente politológi-
Más adelante evidenciaría esta situación cos, y por el otro, el de estudios de corte inter-
al proponer que debe hacerse comprender más disciplinario, como los realizados por el Centro
allá de los especialistas, de manera que el estu- de Investigación y Educación Popular (Cinep)
dio se lea y vea desde el ámbito literario, cine- y el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones
matográfico y visual, de tal suerte que aprenda- Internacionales (IEPRI) de la Universidad Na-
mos a “sentir y disfrutar la política” (p. 40). cional de Colombia. Es durante estos años que
se abren nuevos programas de posgrado, como
Cabe recordar que los padres fundadores la maestría en Estudios Políticos de la Pontificia
no se preocuparon mayormente por ser llamados Universidad Javeriana en 1972, y la maestría en
sociólogos, politólogos o economistas: eran Ciencia Política de la Universidad de los Andes,
científicos sociales integrales, científicos de la en 1975.
sociedad en su compleja totalidad (Emmerich,
1997). Duverger (1988) relata que: Si bien los setenta y ochenta no se carac-
terizaron por la apertura de nuevos programas
Augusto Comte y los sociólogos franceses de pregrado, sí aparece un grupo de publicacio-
de fines del siglo XIX, especialmente nes que da cuenta de las investigaciones de tipo
Durkheim, eran contrarios a esta dispersión político en diferentes universidades e institutos,
y cita a Comte cuando el creador del término destacan la revista Ciencia Política del Instituto
sociología afirmaba que los fenómenos sociales de Ciencia Política de Bogotá, la revista Foro,
son profundamente conexos (pp. 29-30). de la Fundación Foro Nacional por Colombia, y
la revista Análisis Político del IEPRI.
Y que todo estudio de una categoría par-
cial de ellos resulta estéril. De ahí que la cien- En la década de los noventa despega el
cia política pueda entenderse desde su quehacer proceso de institucionalización con la creación
como una disciplina forzosamente transversal, de nuevos programas de pregrado. En 1994
en aras de reivindicar el carácter del conoci- se abre el programa de Ciencia Política en la
miento desde el principio relacional de la com- Universidad Nacional de Colombia en su sede
plejidad y la totalidad. La máxima aristotélica de Bogotá, continúa en 1995 con la apertura de
puede tener un mayor sentido, podemos estu- los programas de la Universidad Nacional de
diar la parte, solo que no olvidemos que antes Medellín, la Pontificia Universidad Javeriana
de la parte está el todo. de Bogotá y la Universidad Externado de
Colombia. En 1996 se inaugura el programa
El escenario colombiano de la Universidad del Cauca y en 1998 el
programa de Estudios Políticos y Resolución
El proceso de institucionalización de de Conflictos en la Universidad del Valle. Así,
la ciencia política en Colombia, inició con la durante la década de los noventa se crean seis
creación del programa de Ciencia Política de nuevos programas de pregrado, dos décadas
la Universidad de los Andes en 1968. Cuatro después de que se erigió el primer programa de
años después la Pontificia Universidad Javeriana pregrado y los primeros posgrados.

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144 Julián Andrés Caicedo Ortiz - Sergio Angel Baquero - Julián Andrés Cuellar Argote

Pero es en los últimos trece años donde ¿Qué orientación profesional tienen las nuevas
florece la oferta de pregrados sobre la disciplina. cohortes de politólogos egresados?
Entre 2000 y 2013, 25 nuevos programas de
pregrado en Ciencia Política fueron ofertados, La centralización de los programas es
nueve de ellos a partir de 2010. Igualmente, otra variable sobre la que se merece analizar di-
durante los últimos treinta años son numerosos cho crecimiento, ya que los nuevos programas
los programas de posgrado en Ciencia Política ofertados en ciudades principales como Bogo-
o afines que han sido ofrecidos. Estas cifras nos tá (incluido el municipio de Chía donde opera
indican que el proceso de profesionalización de la Universidad de La Sabana), Medellín, Cali
la ciencia política en Colombia está apenas en y Barranquilla, sobre la base de 32 programas,
consolidación. concentran 24, es decir, el 75 %. Esto ocasiona
que programas regionales en ciudades interme-
Dos escenarios se han definido desde dias y pequeñas, experimenten problemas para
entonces: por una parte, los primeros politólogos conformar una planta docente especializada en
fueron escasos; por otra, los investigadores el área, y en algunos casos, el número de estu-
políticos mantienen una tendencia; poseen una diantes es reducido, pues estos se interesan por
formación en otras disciplinas como la sociología, ubicarse en ciudades principales, aunque sean
historia, derecho, filosofía y más recientemente programas de reciente creación, que “garanti-
administración pública, que se refleja en los zan” una formación especializada.
múltiples estudios interdisciplinarios de la
década de los setenta. Los politólogos formados La tabla 1 muestra en orden cronológico
en pregrado empiezan a crecer en número solo las fechas de creación de los diferentes progra-
a partir del año 2000 aproximadamente, cuando mas y su orientación, tomando como referencia
comienzan a egresar las primeras cohortes de la formación profesional de los profesores de
los programas creados a partir de 1995. Pero es planta. En la exploración, nos encontramos con
en los próximos años que la cifra de politólogos programas con orientación politológica, cuando
va a aumentar de manera considerable, dado el los educadores de tiempo completo del progra-
guarismo de nuevos programas abiertos. ma, son politólogos de formación y se garantiza
una o varias líneas de formación; transversal,
Sin embargo, esta explosión de programas cuando menos del 50 % de docentes de planta,
de ciencia política suscita muchos interrogantes, tiene una formación profesional en otras áreas
ya planteados incluso desde los noventa. ¿Existe del conocimiento (historia, sociología, derecho,
la planta de profesores calificada para formar filosofía, administración y relaciones interna-
a las nuevas generaciones de politólogos? cionales).

Tabla 1.
Programas de ciencia política en Colombia

Institución Programa Año Orientación

1. Universidad de los Andes Ciencia Política 1968 Politológica

2. Universidad Nacional de Colombia (Bogotá) Ciencia Política 1994 Politológica

3. Universidad Nacional de Colombia (Medellín) Ciencia Política 1995 Politológica

4. Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá) Ciencia Política 1995 Politológica

5. Universidad Externado de Colombia Gobierno y Relaciones I nternacionales 1995 Transversal

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Una ciencia política transdisciplinar en Colombia 145

Institución Programa Año Orientación

Universidad del Cauca Ciencia Política 1996 Transversal

Universidad del Rosario Ciencia Política y Gobierno 1996 Transversal

Universidad del Valle Estudios Políticos y Resolución de Conflictos 1998 Transversal

Pontificia Universidad Javeriana (Cali) Ciencia Política 2001 Politológica

Universidad Tecnológica de Bolívar Ciencia Política y Relaciones Internacionales 2001 Transversal

Universidad Militar Nueva Granada Relaciones Internacionales y Estudios Políticos 2001 Transversal

Universidad de Antioquia Ciencia Política 2003 Politológica

Universidad Eafit Ciencias Políticas 2003 Transversal

Universidad Pontificia Bolivariana Ciencias Políticas 2003 Transversal

Universidad Icesi Ciencia Política 2004 Politológica

Universidad Sergio Arboleda Política y Relaciones Internacionales 2004 Transversal

Universidad de San Buenaventura (Bogotá) Ciencia Política 2005 Transversal

Universidad de Ibagué Ciencia Política 2006 Transversal

Universidad Autónoma de Manizales Ciencias Políticas, Gobierno y Relaciones Internacionales 2008 Transversal

Fundación Universidad del Norte Ciencia Política y Gobierno 2008 Politológica

Universidad Mariana Ciencia Política 2009 Transversal

Universidad del Tolima Ciencia Política 2009 Transversal

Fundación Universitaria Cervantina San Agustín Ciencia Política 2010 Transversal

Universidad de San Buenaventura (Cali) Gobierno y Relaciones Internacionales 2010 Transversal

Fundación Universitaria del Área Andina Ciencias Políticas 2011 Transversal

Politécnico Grancolombiano Ciencia Política 2011 Transversal

Universidad Santo Tomás Gobierno y Relaciones Internacionales 2011 Transversal

Universidad Surcolombiana Ciencia Política 2011 Transversal

Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo


Ciencia Política y Gobierno 2011 Politológica
Lozano

Universidad de La Sabana Ciencias Políticas 2012 Transversal

Universidad Autónoma del Caribe Ciencias Políticas 2012 Transversal

Universidad El Bosque Ciencia Política 2013 Transversal

Fuente: elaboración propia con base en los datos del Ministerio de Educación Nacional (2015), e información obtenida en páginas de los
distintos programas relacionada con profesores de planta.

En esta exploración, encontramos que so- la disciplina, en las 23 restantes la formación


lamente en nueve programas de pregrado existe recae en profesionales de diferentes disciplinas,
más del 50 % de profesores con formación en principalmente derecho, sociología y relaciones

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146 Julián Andrés Caicedo Ortiz - Sergio Angel Baquero - Julián Andrés Cuellar Argote

internacionales. Dos lecturas y posiciones apa- En otro escrito Angel y Barrero, (2014)
recen. La primera, evidentemente la comunidad afirman que la razón de fondo para hablar de
académica reconoce la labor de los profesio- diferentes programas es el marketing educati-
nales que aun no siendo politólogos de base se vo, de tal suerte que los programas para ser más
han comprometido con los estudios políticos y atractivos dentro de la amplia oferta nacional
se dedican a ellos de modo permanente. incluyen determinados apellidos. Para otros
(Leyva et al., 2013) esta nomenclatura, más allá
No obstante, es necesario analizar las he- de las razones de mercadeo, tiene un impacto
rramientas epistemológicas, metodológicas y sobre la praxis educativa, de tal modo que los
conceptuales que pueden aportar, por ejemplo, programas con un apellido en relaciones inter-
sociólogos, antropólogos, economistas, histo- nacionales, tendrán un mayor énfasis en esta
riadores, economistas, abogados y administra- que en otras áreas. De cualquier manera, en la
dores, que desde disciplinas sociales hermanas, tabla 1 se incluyen todos aquellos programas
pueden enriquecer los contenidos curriculares que a pesar de su nombre pueden entrar en la
de las diversas carreras de ciencia(s) política(s) nomenclatura de la ciencia política, descartan-
y adyacentes, pero ¿las bases epistemológicas do así programas exclusivos de relaciones inter-
y metodológicas permiten identificar y abordar nacionales o de administración pública. Ahora
un objeto de estudio de la misma manera? bien, en contraposición con este planteamiento,
Parra et al. (2013) consideran que
No negamos que las especializaciones de
posgrado permiten robustecer marcos teóricos […] en un mundo académico altamente espe-
y metodológicos de la disciplina, por ello nos cializado como el de hoy, […] la re-hechura
referimos a la orientación profesional en pregrado, del tejido disciplinar dirige la mirada hacia la
interdisciplinariedad y la transdisciplinarie-
empero, es importante aclarar, como señala
dad, en la que construir conocimiento político
Angel y Barrero (2013), que no existen métodos deja de ser un acto solitario y parcelado para
exclusivos de la ciencia política en la praxis constituirse en el resultado del trabajo colabo-
profesional colombiana. En una investigación rativo y complementario entre investigadores
sobre el tema, los autores en mención concluyen interesados en el mundo de la política (p. 33).
que los distintos programas de ciencia(s)
política(s), se abocan a temas y métodos propios A esto le denominan “enfoque integra-
de las ciencias sociales, pero no es claro un dor”, que se asocia a la posibilidad de construir
elemento diferenciador para la disciplina. Habría nuevos marcos epistemológicos y teóricos des-
que preguntar entonces, si el transversalismo que de la ciencia política, para acercarnos investi-
caracteriza la oferta de pregrados en Colombia es gativamente a nuevos escenarios de comple-
el causante de dicha diversidad. Es decir, tenemos ja envergadura (como el latinoamericano) y
un escenario de politólogos formados en muchas propiciar un proceso de descolonización. Este
instituciones, desde disciplinas adyacentes y sin enfoque solo es posible con la anuencia de in-
un elemento diferenciador. vestigadores formados en otras áreas del cono-
cimiento o disciplinas.
Dicho lo anterior, es preciso agregar que
los programas de ciencia política en Colombia En cualquiera de los dos sentidos, vale la
no reciben una denominación unívoca, sino que pena mencionar que un avance muy importante
por el contrario responden a intereses, lógicas, sobre este debate fue la creación de la Asocia-
propósitos e iniciativas disímiles, pero si todos ción Colombiana de Ciencia Política (ACC-
ellos son catalogados como parte de una sola POL) en el 2006. Con la ACCPOL se demuestra
disciplina, ¿a qué se debe la heterogeneidad en que la comunidad académica nacional está en
la nomenclatura? capacidad de reflexionar respecto de su propio

Civilizar 15 (28): 135-150, enero-junio de 2015


Una ciencia política transdisciplinar en Colombia 147

desarrollo, identificar sus retos y plantearse ob- aseveración se refuerza con la revisión de la
jetivos comunes, es un paso significativo para planta docente en cada una de las universidades
el afianzamiento de la disciplina en el país. De que oferta el programa, y con la comprobación
hecho, los últimos esfuerzos de la asociación se de que la orientación profesional que menos
han dado en esa dirección autorreflexiva, aun- aparece, paradójicamente, es la de politólogo.
que no cuenta aún con participación masiva e
integración que se necesitan para consolidar la Advertimos entonces, que el problema de
disciplina, contrario a los diversos señalamien- diversidad metodológica, de objeto de estudio y
tos (Leyva et al., 2013). la falta de un elemento cohesionador e identita-
rio, se asociarían a dicha situación. Muy pocas
Por último, aunque son muchos los retos, instituciones con programas de reciente crea-
vale la pena enunciar dos: primero, fortalecer ción, apuestan por politólogos con formación
una comunidad académica cohesionada, activa, de posgrado para su planta profesoral.
reflexiva y con una identidad; y segundo, con el
liderazgo de la ACCPOL, proponer y desarrollar Así mismo, siguiendo a Duque-Daza
lecturas y debates sobre las ventajas, alcances, (2013), son identificables tres etapas del proceso
límites y limitaciones de que la ciencia política de institucionalización
en Colombia se dirija hacia una transversalidad.
[…] la primera (1968-1989) corresponde a los
Consideraciones finales inicios y a una débil institucionalización, ade-
más de su concentración exclusiva en Bogotá
y en universidades privadas; la segunda (1989-
Intentamos abordar el tema de la trans-
2000) corresponde a una expansión gradual,
versalidad de la ciencia política desde dos óp-
pero con alta concentración y debilidades es-
ticas. La primera, desde el factor epistemológi- tructurales de la disciplina; y la tercera (2001-
co, indicando la necesidad de que se piense la 2012) es el de la expansión y un avance en su
disciplina dentro de los criterios metodológicos institucionalización con situaciones diversas
propios de las ciencias sociales, permitiendo y grados diferentes de desarrollo según el tipo
una formación integral en los distintos paradig- de universidades y los soportes organizativos
mas, teorías, enfoques, etc., dejando de lado el con que cuente (pp. 15-16).
discurso de la “pureza” del método y de la dis-
ciplina. Sin embargo, existe una “coyuntura
crítica”, que hace necesaria una cuarta etapa
La idea es propiciar una ciencia políti- ligada con la creación de la ACCPOL, que debe
ca comprometida con los sujetos sociales que iniciar un proceso de acercamiento de las formas
explica, describe, predice, analiza, modela y/o de construir la disciplina en las instituciones
proyecta la realidad política (social y del poder). educativas, sin utilizar un criterio de regulación
El objeto de estudio es claramente identificado que homogeneice el quehacer politológico,
en las dinámicas del sistema, el Estado, el po- pero sí que le aporte elementos articuladores y
der político y la democracia (Mejía-Quintana, una visión en términos profesionalizantes.
2006), así como en la intersubjetividad (entre
sujetos). Notas

Por otra parte, proponemos dejar sobre 1


Al respecto, no hacemos referencia a un
la mesa y para la discusión, el tema de la compromiso ideológico o filiacionista de los
orientación transversal de la disciplina, que politólogos con ciertas instituciones, sino a un
nos presenta un escenario disciplinar complejo compromiso ético profesional, que puede tener
que no es potestad de politólogos. Nuestra diversas orientaciones: cambio, transformación,

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148 Julián Andrés Caicedo Ortiz - Sergio Angel Baquero - Julián Andrés Cuellar Argote

adaptación, etc., al entorno o a las circunstan- perado de http://criticacida.wordpress.


cias del escenario colombiano. Weber remite al com/2009/03/02/hello-world/
“vivir de la política” y “vivir para la política”;
apuntamos a esta segunda enunciación. Bejarano, A., & Wills, M. (2005). La cien-
cia política en Colombia: de vocación a
2
Aclaremos que, como señala Emmerich disciplina. Revista de Ciencia Política,
(1997), en las ciencias sociales no hay formas 25(1), 111-123.
generalmente aceptadas de concebir y estudiar
la realidad. Por el contrario, existe una variedad Bulcourf, P., & Cruz, P. (2012). La ciencia polí-
de orientaciones teórico-metodológicas en com- tica como profesión. Revista POSTData.
petencia, nacida de la pluralidad misma de las Recuperado de https://docs.google.com/
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