LA MEDICIÓN PRECEDE AL CASTIGO.

Es común ver que en las diferentes organizaciones en las cuales se implementan

sistemas de gestión de la calidad, se encuentren diferentes paradigmas en cuanto
a la medición de indicadores de gestión, esto debido a que los funcionarios, se
han creído la idea errónea de que medir es difícil, que es tedioso o que los
resultados pueden ser castigables. De ahí nacen los siguientes paradigmas:

 La medición precede al castigo.

 No hay tiempo para medir.
 Medir es difícil.

Una definición para el paradigma “La medición precede al castigo”, es la del video
base, nos dice que es cuando las evaluaciones se usan como medidas de
represión o de sanción al personal; por ello, el personal se queda con la idea
errónea de que los indicadores de desempeño, determinan la permanencia del
trabajador; lo cual, es solo un paradigma, dado que los resultados obtenidos en los
indicadores, deberán ser tomados para analizar lo que se este presentando en el
proceso, para la implementación de acciones de mejoras para lograr el
cumplimiento de metas u objetivos propuestos.

Para romper con este paradigma, es necesario que los responsables del proceso
que se le realiza la medición, entiendan que aun cuando ellos tienen la
responsabilidad directa del proceso, si un indicador arroja resultados negativos,
este no será castigado ni despedido, por el contrario, este tendrá la oportunidad de
tomar decisiones que crea adecuadas o convenientes para la mejora de su
proceso, las cuales pueden ser, asignación de recursos, cambios en el proceso o
en su defecto la reestructuración de los pasos para la consecución del objetivo.

Es importante que las personas relacionadas con los procesos, entiendan que los
resultados de las mediciones les darán bases para la autonomía de las decisiones,
y que a su vez, se le podrá realizar seguimiento a los diferentes pasos del
proceso donde se necesiten implementar acciones de mejoramiento.

Es importante, que en todos los niveles de la organización, se socialicen los

indicadores, para que todas las personas tengan conocimiento de que se está
midiendo y para que se está midiendo, para que de este modo se tenga
entendimiento y no se caiga en el mismo paradigma.

Por último, es importante que en todas las organizaciones se haga medición y

seguimiento, puesto que con los resultados, se podrá hacer un diagnóstico del
funcionamiento de los procesos de la empresa y se tendrán bases para construir
las acciones de mejora y la toma de decisiones para el mejoramiento.