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CIENCIA E INGENIERIA
DE MATERIALES
ESTRUGURA, TRANSfORMACIONES
PROPIEDADES YSELECCIÓN

,
JOSE ANTONIO PERO-SANZ ELORZ
Doctor Ingeniero Industrial
Catedrática de la E.T.S. de Ingenieros de Minas de Madrid

4º Edición

CiE
l!IEIISlHS BIlllUL!S
11 I 111
Diseño cubierta: ABARRO
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro,
ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma
o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia,
por registro u otros metódos, sin el permiso previo y por escrito
de los titulares del Copyright.

~ 2000 Jase Antonio Pero-$anz Elorz


<ll 2000 elE INVERSIONES EDITORIALES - OOSSAT 2000
Pío XII, 57
E-mail: comercial@ciedossat.com
Página web: www.ciedossat.com
28016 Madrid
ISBN: 84-95312-18-2
Depósito Legal: M-9328-2000
Impresión: Ibérica Graflc, s.l.
Impreso en España - Printed in Spain
A José Miguel,
José Ignacio y
Morfa del Carmen
PROLOGO

(...1 En estos años, previos a la conmemoración del V Centenario del


Descubrimiento de América, he debido dictar varios cursos y conferencias,
para estudiantes y para ingenieros. en distintas universidades y entes de la
América hispanoparlante; Universidad de Piura (Perú). Dirección General de
Asistencia Técnica de Rosario (Argentina), Universidad Nacional de San
Andrés (Bolivia), Escuela Nacional Politécnica de Quito (Ecuador), Universidad
Panamericana (México), etc. En estos cursos, como en los dictados en España,
he procurado centrarme en aquellos aspectos de interés concurrente tanto
para la iniciación en cuestiones de metalurgia física, como para la compren-
sión de la base teórica subyacente a la práctica profesional. Particular atención
he prestado al eco suscitado entre los asistentes en lo que atañe a la dimen-
sión expositiva, esto es, a la sistemática adoptada y su inteligibilidad.
Los guiones preparados para esos cursos, los resúmenes de los coloquios y
los apuntes (presentados a mi aprobación por los alumnos hispanoamericanos
para una eventual edición escolar) constituyen el núcleo de estos folios, que
entrego a la editorial por si responden a su petición.
Tener presente la génesis oral de estas páginas explica su tono, sus refe-
rencias incidentales a talo cual punto de interés para la praxis industrial, e
incluso sus fronteras temáticas. (...)

Madrid, 14 de marzo de 1988.


(la Edición)

A punto de agotarse la última edición de "Materiales metálicos",


(Solidificación, diagramas, transformaciones), llega a los planes de estudios
españoles de ingeniería el replanteamiento que, desde hace aproximadamen-
te dos décadas, venía experimentando -en Estados Unidos, Gran Bretaña,
Francia. etcétera- tanto la investigación como la docencia de la ciencia de los
materiales. Asistimos, en efecto, a una integración pluridisciplinar de los cono-
cimientos referentes a metales, cerámicas, polímeros y materiales compuestos
que, con anterioridad. venían constituyendo otros tantos compartimentos
estancos. Semejante articulación de los saberes, llamada a una fructífera fecun-
dación reciproca, no puede por menos de ser bienvenida.
El nuevo enfoque, científico y académico, ha exigido una revisión de aque-
lla obra y, sobre todo, una ampliación -prácticamente se duplica su extensión-
que la acomode al curriculum e incluso nuevas titulaciones, en curso de ela-
boración. para futuros ingenieros de habla castellana. De ahi el título Ciencia
PROLOGO

e Ingeniería de Materiales, así como el carácter de tomo primero (Metalurgia


Física: estructura y propiedades). que presenta este volumen.
Una precisión se impone, de todos modos: aunque la deseada interdiscipli-
nariedad exige la cooperación de físicos, químicos e ingenieros, el libro está
redactado con la vista puesta en estos últimos. La ingeniería cualifíca, en este
caso, el ángulo de acceso a la ciencia y, consiguientemente, delimita el ámbi-
to de los materiales que de modo preferente se considera. Es decir, los que
cabría definir como estructurales: los que interesan por sus propiedades, por
decirlo de algún modo. masiuos (rigidez, elasticidad, resistencia mecánica,
densidad, tenacidad, comportamiento a fatiga, creep. etcétera) y estructurales
de superficie (comportamiento a la oxidación, corrosión, fricción, abrasión,
desgaste, etcétera). En una dimensión profesional, el estudio de las propieda-
des funcionales (térmicas, magnéticas, eléctricas, ópticas, etcétera) sigue
constituyendo tarea tanto de investigación como profesional de físicos, quimi-
cos-físicos, o de químicos industriales.
Desde esta perspectiva, se comprende que la introducción a la ciencia e
ingeniería de los materiales haya de comenzar por el acceso a lo que tradicio-
nalmente se ha conocido con el nombre de Metalurgia Física. Dos circuns-
tancias lo exigen:
•. Ante todo, el tipo de formación previa con que acceden a la universidad
los aspirantes a ingenieros: por lo común se les ha proporcionado un razona·
ble bagaje de conocimientos físicos y químicos -tanto inorgánicos como orgá-
nicos- que los capacitan para la comprensión de los materiales polímericos y
cerámicos, asi como para abordar el estudio de las propiedades -semiconduc-
tividad, superconductividad, etcétera- vinculadas a la estructura atómica. No
cabe asegurar otro tanto por lo que se refiere a la constitución físico-estructu'
ral (policristalina, vítrea o amorfa) de los materiales metálicos ni, por consi-
guiente. a las propiedades que, de dicha estructura, se derivan no sólo para los
metales, sino también para los cerámicos y para las interacciones (entre meta-
les, polímeros y cerámicos) en los materiales compuestos.
De hecho, el conocimiento de los procesos de solidificación, diagramas,
transformaciones, deformaciones, etcétera, se supone también para una com-
prensión, por ejemplo, de la ciencia cerámica que quiera sobrepasar el nivel
de la alfarería.
•. En segundo lugar, la realidad industrial condiciona esa prioridad· no
solo temporal- al estudio de los materiales metálicos: lo exigen así la prepon-
derancia de los metales en la industria de la energía (oleoductos, gaseoductos,
refinerías, centrales nucleares, térmicas, tendidos eléctricos, etc), la estructural
(construcción civil, plataformas, recipientes criogénicos para gases) y la del
transporte (naval, aéreo y terrestre).
En este sentido, parece oportuno advertir que los avances tecnológicos en
la elaboración, por ejemplo, de los aceros proporcionan a éstos un lugar des·
PROLOGO

tacado. no sólo cuantitativa sino también cualitativamente. en el área de los


nuevos materiales l...).
De ningún modo se vea en estas consideraciones una reticencia respecto a
los planteamientos vigentes en el tratamiento -investigador y académico- de
la ciencia de los materiales. Se trata, sencillamente. de no precipitar. en aras
de la moda, el acta de defunción de la ciencia e ingeniería metalúrgica. De una
ciencia y de una ingenieria que se enriquecen con las aportaciones de otras
áreas. De hecho, el plan de esta obra -tras un segundo volumen referente a
los aceros y fundiciones- prevé, Dios mediante, un tercero sobre materiales
metálicos no férreos y un cuarto sobre materiales no metálicos.
Quede constancia de la aportación que han supuesto las obras indicadas en
cada capítulo; y mi gratitud por su expresa autorización para la reproducción
de algunas ilustraciones -en cada figura o tabla se hace la oportuna referencia-
a mi maestro el Profesor Lacombe de la Académie des Sciences francesa, al
Profesor Leslie de la Universidad de Michigan. al Profesor Resenqvist de la
Universidad de Cambridge, al Profesor Jonas de la Universidad Mc GiII; al
Profesor Nutting del Institut of Materials; y a American Society for Materials.
American Ceramic Society, Iron and Steel Institute of AIME. Institut de
Recherches de la Sidérugie Fran~ise. Ed Revue de Métallurgie, Ed John Wiley
& Sons. PW5 Keni Publishing Company.
Deseo también agradecer los auxilios que me han prestado en la prepara-
ción del volumen mis colaboradores de Cátedra. Vaya igualmente mi agrade-
cimiento cordIal al Catedrático J.I. Verdeja González, amigo y colega, por
haber tenido a bien leerse el manuscrito original y ayudarme con sus valiosas
sugerencias y con su estímulo.

Piedra laves, 14 de septiembre, 1992.


120 Edición).

Respecto a la segunda edición de Ciencia e Ingeniería de Materiales esta


tercera presenta. sobre todo, las siguientes novedades;
Se amplía considerablemente el capítulo VIII, Transformaciones en estado
sólido en el sistema Fe-C, con un notable desarrollo sobre tratamientos tér-
micos.
El capítulo IX, Diagramas ternarios, también se ha incrementado, con un
análisis del diagrama fe-e-ero Por otro lado, se ha restructurado el epígrafe
relativo a los diagramas no metálicos, para una mejor comprensión de su apli-
cabilidad a los materiales cerámicos.
Es completamente nuevo el capítulo XIII; La elección de materiales
estructurales (por análisis atributivo).
Por último, desaparecen los dos apéndices que cerraban el volumen.
Profundamente reformados y ampliados, pasan a ocupar su lugar propio
PROLOGO

como Capítulo introductorio de carácter general: Materiales estructurales:


naturales, metó/icos, cerámicos, polímeros y compuestos.
Para facilitar el aprovechamiento escolar del libro, ha parecido oportuno
incluir un anexo con cuestiones y problemas. Debo agradecer esta sugerencia,
y parte de su realización, al ProL José Ignacio Verdeja.
En el apartado de gratitudes, reitero las formuladas en anteriores ediciones
y añado -en particular para esta 3a- el reconocimiento a D. Diego Plaza Pérez
por su ayuda en la preparación de figuras y en la corrección de pruebas.

Madrid, 29 de septiembre, 1995


(30 Edición)

Agotada ya la tercera edición, ésta 4a incluye en el Anexo 1 (Vocabulario


de Ciencia e Ingeniería de materiales) la traducción de términos al alemán; y
en el Anexo 2 (Cuestionario y Problemas) nuevos ejercicios propuestos en los
últimos años en las EfS de Ingenieros de Minas de Madrid y Oviedo. Expreso
mi gratitud por su ayuda a D. Diego Plaza Pérez y a D. Sergio Mora Díaz-
Guerra.

Madrid, 9 de enero, 2000


(40 Edición)
ÍNDICE

PROLOGO VIII

CAPITULO INTRODUcrORJO: Los materiales estructurales naturales,


cerámicos, polímeros y compuestos I
0.1. Materiales estructurales naturales I
0.2. Metales .......................................•...•..... 3
0.2.1. Los cinco meta/es prillcipa/es ......•...•........•...•.. 5
0.2.1.1. Hierro 6
0.2.1.2. Aluml"Jo 7
0.2.1.3. Cob« 11
0.2.1.4. Zi"e 12
0.2.1.5. Plomo 13
0.2.2. Metales cuya producción anual es inferior a J(/J Ton. 15
0.2.2.1. Niqu" 16
0.2.2.2. Magnesio........................................ 17
0.2.2.3. "',,'o ..................... 19
0.2.3. Otros doce meta/es estratégicos ........•...•...•...•... 21
0.2.3.0. El Silicio 21
0.2.3. 1. Til~io 22
0.2.3.2. Metales refractarios ....................... 23
0.2.3.3. Metales para la industria nuclear 25
0.2.3.3.1. ZI"'o"lo 26
0.2.3.3.2. Berilio 27
0.2.4. Metales preciosos ..........•...•...•....•...•...•... 28
0.3. Cerámicas ...............................•....•.......... 30
0.3.1. Cuánúcu"ennees 32
0.4. Polimcros Orgánicos ...............•................•...•.. 34
0.4.1. PoN"'eros ",moplásticos 36
0.4.2. PolEmeros termoestables 39
0.4.3. EluSlámeros 40
0.4.4. Espumas (polímeros expandidos) 40
0.4.5. Resumen de propiedades generales de los polímeros orgánicos 41
0.5. Materiales Compuestos...... . 41
0.5.1. Mutulules compuestos, de mut"z polimálcu 43
0.5.2. Materiales compuestos, de matriz metálica 44
0.5.2.1. Lo> MMQ; 44
0.5.2.2. Otros compuestos de matriz metálica 45
0.5.3. Materiales compuestos, de matriz cerámica 47
0.5.3.1. El Ho,mig6" 47
0.5.3.2. Cerámicas reforzadas con fibras ..........•.•...•.•.•. 48

IX
x INDlCE

CAPITULO 1: Solidificación de un metal puro. Consideraciones generales 53


L l. Introducción . 53
1.2. Del estado gaseoso al cristalino . 55
1.3. Principales sistemas cristalinos de los metales . 57
1.4. Temperatura de solidificación . 66

CAPITULO JI: La solidificación de un metal puro. Cinética del cambio


de fase . 75
11.1. Energía libre de superficie . 75
11.2. Nucleación homogénea. Tamaño crítico del núcleo ....•..••..•... 82
11.3. Carácter discontinuo de la solidificación .............•..••..•... 83
11.3.1. Velocidad de nucleaci6n ....................•...•...... 86
11.3.2. Velocidljd de crecimiento de los núcleos . 89
11.4. Solidificación por enfriamiento continuo . 93
11.4.1. Curvas de solidificación . 93
11.4.2. Crecimiento de núcleos con flujo direccional de calor . 96

CAPITULO nI: Aleaciones. Insolubilidad total y solubilidad . 101


111.1. Insolubilidad total entre dos metales (A y B) . 101
1/1.1.1. A Y B carecen de afinidad entre sE . 102
111.1.2. A Y B forman un compuesto intermetdlicoA x B . 104
X
111.1.3. A Y B ..-.oflO afines en estadb sólido-presentan aJJnidad euféctica 107
111.2. Solubilidad . 110
1/1.2.1. Soluciones sólidas de sustitución . 110
1/1.2.2. Soluciones sólidas de inserción ................•....... 1))
1/1.2.3. Solubilidad rofal y parcial ....................•...•... ))4
1/1.2.4. Diagrama de equilibrio para solubilidad fofal ....•...•... 1I7

CAPITULO IV: La solidincaclón Invariante . 123


IV.I.lntroducción .........................................•... 123
1Y.2. Sistema en equilibrio .... . ...........................•... 124
IV.3. Reacción eutéctica binaria ..............................•... 127
TV.3.1. Comentarios sobre algunas eutécticas binarias . 129
IV.3.LL Eut6eticas anonnales. Sistema Al-Si . 133
IV.3.l.2. Euléclicas con S . 136
IV.3.1.3. Eutéetica Cu-O. Tipos de Cobres comerciales . 138
1Y.4. Reacción peritéctica binaria . 141
IV.5. Reacción monotéctica binaria ...........................•... 145
IV.6. Reacción sintéctica binaria ...........................•..••. 149
IV.7. Otras reacciones invariantes ..........................••••• _ 151

CAPITULO V: Heterogeneidades tlslcas en la solidiftcación . 155


V.l. Factores in(Juyentes en la estructura columnar ..............•.... 155
Y.2. La contracción por solidificación .......................•.... 161
V.2. J. Rechupe y contracción sólida ........................•.. 161
V.3. Desprendimiento gaseoso durante la solidificación ...........•.... 169
V.3.1. Generalidades .............•.................•....... 169
V.3.2. Sopladuras origiTlQdas por ca en los aceros .......•...•... 172
V.3.3. Macroes1rucfuTa de los lingotf!S de acero . .......•••..•.•.. 175
lND1CE XI

VA. Aptitud para el moldeo .........•............•...•...•...•.. 179


Y.4.1. Co/abilidad ................•...•...•....•...•...•... 179
V.4.2. Compacidad ............................•...•...•... 180
V.4.3. Agríelabilídad en caliente. . . . . . . . . . . . . . . . • . • . • • • . • • • • . . t82
V.5. Solidificación a presión 183
V.6. Colada y procesado de aleaciones semisólidas ,. 184

CAPITULO VI: Solidificación de Inequlllbrlo. Heterolleneidades quf-


micas 189
VI. l. Solidificación progresiva y solidificación por ronas 189
VI.I./. Solidíficaci6nprogresiva ,.......................... 189
VI.l.2.Solidificaci6nporzonas .................•... 192
V1.2. Segregación mayor..................................... 194
V/.2./. Segregación radial centrlpeta 194
VI.2.1.1. Primer supuesto 196
VI.2.1.2. Segundo .upmla ....................... 197
VI.2.t.3. Subcnfriamiento constitucional y estructura columnar 202
VI.2.2. Segregación radial inversa 204
VI.2.3. Segregación vertical 205
VI.2A. Segregaciones locales ,................. 207
VI.2.4.1. Segregaciones producidas por gases 207
Vi.2.4.2. Segregaciones por periodicidad en la cristalización 209
VI.2.4.3. Segregaciones en grietlls 209
VI.2.5. Indices de segregación mayor 210
VI.3. Microsegregación .....................................•.. 211
VI.3.l. Tratamiento térmico de homogeneización .....•...... ,.. 213
Vl.4.lnequilibrio por reacción euléctica y peritéctica 214
V1.5. Solidificación rápida ,.. . . 217

CAPITULO VD: Transformaciones de equlllbrio en estado sólido 223


Vll.1. Transformaciones por variación en la solubilidad 223
VlI.l.l ElprocesodeprecipitaciÓfl 223
VlI.J.2 Hipenemple y maduración , .•.. ,.......... 228
VlI.J.3 Fases terminales y fases intermedias 234
VII.2. Transformaciones por cambio alotrópico , 244
VII.3. Transformaciones por cambio de alotropfa y de solubilidad .,.,.. 247
V11.4. Transformaciones orden-desorden ",....................... 254

CAPITULO VIII: 1'ransfonnaciones en estado sólido en el sistema Fe·C, 259


Vlll.l. Transformación de equilibrio en el sistema Fe-C melaestable ..... 259
VIlJ.I. J Geometrla de los constituyentes simpl~ del sistema Fe..(; 259
VIlJ.l.2. Cinética de la transformación austenita-ferrita 262
VlIl.I.3. Diagrama metaestable Fe-C 266
VIlJ.J.4. Estructuras micrográficas por enfrÚlmiutto de equilibrio 268
VlJl. J.5. Determinación aproximada de la carga de rotura en aceros
binarios ferrito-per/fticos ,.,"',.,""',.,........ 274
VI1I.l.6. Enfriamientos a velocidades superiores ai equilibrio .... 275
VlI/.l.7. Influencia de los eiementos de aleación en el diagrama
Fe·C metaestable .,"", ,""""',........ 278
XII INDICE

VIII.2. Transfonnaciones de ¡nequilibrio en el enfriamiento de la austcnita . 286


VIII.2.1. La reacción perlítica 286
VIll.2.2. La reacción bainÍlica 289
VIII.2.3. La transformación martensítica 293
VIII.2A. Curvas TTT. (Transformación, Temperatura, Tiempo) .. 299
VIII.3. Transformaciones por calentamiento 303
VIII.3.l. Revenido de la martensita 303
VIll.3.2. Revenido de la bainito y de la perlita 306
V/l1.3.3. Formación de austenita por calentamiento a (} > A3 307
VIllA. Tratamientos térmicos de Jos aceros 311
VillA. J. El enfriamiento en fos tratamientos térmicos con
austenización previa 311
VIIIA.I.!. La curva T.T.T. 312
VIllA. 1.2. Severidad del agente refrigerante .........•.•. 312
VIIIA.1.3 Tamaño de la pieza ........................•.... 314
VIIl.4.2. El temple 315
VIlIA.3. El normalizado ......................•......•... 316
VIlIAA. Recocidos supercríticos .............•.......... 317
VIlIA.5. Tratamientos térmicos subcríticos ........•. . . . . . . . . . 322
VIII.4.5.1. Recocido subcrítico ....................•.. 322
VIllA.6. Tratamientos isotérmicos. . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . 323
VIIlA.6.1. El patenting ..........................•.•. 323
VIII.4.6.2. El austempering ......................•.•. 324
VIII.4.6.3. El manempering ......................•.•. 325
VillA. 7. Los tratamientos termoquímicos .............•..•... 327

CAPITULO IX: Diagramas ternarios 333


IX. l. Interpretación de diagramas temarios . . . . . • . . . . . . . . . • . . . . . . . . . 333
IXl.l. Representación gráfica .......................... 333
IXl.2. Equilibrio de dos fases ...................•........ _. 335
lXl.3. Equilibrio de tres fases ...................•.......... 337
IX lA. Equilibrio de cuatro fases .................•.......... 341
IX. lA. 1. Aleaciones de bajo punto de fusión ......•......... 342
IX.2. Los diagramas ternarios en Metalografía ............•..•...... 345
IX2.1. Sistema Pb-Sb-Sn .......................•...•..•... 347
IX.3. El Sistema ternario Fe-C·Cr 359
IX3.] El Cromo en IUl' aleaciones férreas 359
Ix3.2. El diagrama ternario Fe-C-Cr 361
IX3.3. Estructura micrográfica y márgenes de composición 367
IXA. Sistema ternario SiOZ-A1 203-CaO 372
IX4.l. Refractariedad. Resistencia al choque térmico. . . . . . . 373
IX4.2. Cerámicas ácidas y cerámicas básicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 374
IX4.3. Los componentes simples Si02 ALzO;, CaO ..... ... . • . . .
! 375
IX.4.3.L La sílice cristalina................................ 375
IXA.3.2. Vidrios de sílice 376
IXA.3.3. La alúmina, Al 203. Refractarios de alúmina 378
IXA.3A. La cal, CaO 379
IXAA. El diagrama binario SiOrAlz03 ,..... 380
IX.4.4.I. Refractarios de mulfila (75% Al:fJ3) 380
INDlCE XIII

IXA.4.2. Refractarios aluminosos (46% < % AI 20) <n%) y cerámi·


cas silicoaluminosas (% Al 203 < 46 %) 381
1x'4.5. El diagrama binario SiOrCaO 384
IX.4.'.1. "of",.. ,ios ,Bid"",s 386
IX.4.6. El sistema ternario SiOrA/zOrCaO. Escorias y refractarios
PO'" la obtención de aceros :........... 387
IX.4.6.1. E=,i" bisi= 387
IX.4.6.2. "d,,",rios b"icos '. . . . . . . . . . . . 389

CAPITULO X: Fundamentos metalúrgicos de la deformación plástica en


frío. Teoría de las dislocaciones 393
X.1. Intcoducc,ón 393
X.2. Geometría de los cristales _. . . . 396
X2.J. Indices de MiI/" de los aislales cúbicos ..............•. . 396
X.2.1.1. "ol"ione".ud,di"", de di"crion" y pl'nos.... .. .. . 398
X.2.1.2. No"d6n v",lori,1 400
X.2.2. /ndices de Miller de los aiSlo/es no cúbicos 401
X.3. Geometd, de 1" dislocadones 403
X.4. Movimiento de las d'sloc"iones 408
X.4./. Movimiento por deslizamiento ............ ....... 409
x'4.2. Movimiento 110 conservativo. Trepado de las dislocaciones... 413
KA.3. Movimiento por desli:wmiento cru:wdo 416
X4.4. Codos en las dislocaciones ................... 417
X.5. Fuentes de dislocaciones (Frank-Read) duranle la deformación 422
X.6. Energía de una dislocación 424
X.7. Campo elástico de una dislocación 429
X.8. Dislocación de Shockley y defectos de apilamiento 433
XS./. Dificultad de IlIs dislocaciones ensanchadas para moverse por
des/i,ami,,"o cr,,,ado y pOrlrepodo 438
X.9. La barrera dc Lomer-CoUrcll 441
X.IO. Dislocaciones impetfeCl" de Ftank 445
X.II. Reacciones entre dislocaciones. Nomenclatura de Thomson 447

CAPITULO XI: Acritud. Bases metalúrgicas del comportamiento y pro-


piedades mecánicas en rrío 453
XLI. Endurccimiento por deformación en frío: acritud .. ......... 453
XI.I./. Aeriwd en el monocristal 453
X/./.2. En el agregado po/icrislalino ..............•...•...... 455
XL2. El en"yo de tracción 455
X/.2./. Cun'a convencional de tracción...................... . 456
X12. 1. 1. Alargamiento total hasta rotura, AT ............•.... 459
XI.2.2. Curva real de lensiones-deformaciones ,....... 461
XI.2.3. Coeficiente "11" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . 464
XL3. EstmClu" y limite elástico 465
XI.3.I. Allelaslicidad, 1:.1ecto Snoek, Efecto Bauschinger 469
XL4. Estmetu" y eocficiente "n" de acritud. ............. 473
XI.4.1. Roluro en el e",ayo de tracción 476
X1.5. EstruclUra y alargamicnlo total por tracción en frío........... .. 478
XL6. MictocstmClu" y tenaeid,d 480
XlV INDICE

Xl? La fatiga .......................................•....... 486


Xl.B. Envejedmiento por atmósferas de Comell 492
XI.8.1. Envejecimiento de aceros por strain aging 494
XJ.9. Endurecimiento por solución sólida de sustitución 497
XI. 10. Endurecimiento por precipitación. Endurecimiento estructural 498
XliI. Endurecimiento por lagunas 500
XI. 12. Consideraciones complementarias _. . 502

CAPITULO XU: Recrislalización. Deronnación a alta temperatura. Tra·


tamientos tennomecánlcos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507
xn.l. Introducción 507
XII.2. Restauración 516
XII.3. Recristalización primaria. .. . . . . .. . . . . 517
XlI.3.l. Acritud y temperatura de recristalización 517
XJJ.3.2. Consideraciones sobre la nucleación de los granos recristali-
zados 518
XI/.3.3. Efecto de las impurezas 521
XlI.3A. Textura de recri~ualización primaria 523
XI/.3.5. Consideraciones complementarias sobre la recristalización
primaria 525
XJl.3.6. Cinética de la recristalización 528
XII.4. Crecimiento del grano recristalizado .......•.•••.•••..•••.... 528
XJl.4.l. Recristalización secundaria ........•.....•.••••••. _. 532
XI/A.2. Recristalización terciaria 533
XII.5. Recocidos de restauración 533
XII.6. Deformación a aita temperatuta 536
XI/.6.l. Tensiones de fluencia en la deformación a alta temperatura 540
XlI.6.2. El conformado en caliente (TH > 0,75 TEl. . . . . . . . . . . 542
XII.6.2.1. Mejoras por conformado en caliente de las estructuras de
solidificaci6n __ . 545
XIl6.2.2. Estructura bandeada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 546
XJl.6.3. Deformación por j1uencia 552
XJl.6.4. Superplasticidad 558
XII.7. Tratamientos termomecánicos con transformación de fase 562
XlI.7.). Tratamientos termomecánicos en aceros 562
XlI.7.2. Tratamientos termomecánicos en aleaciones de aluminio 569

CAPITULO XIII: La elección de materiales estnacturales ........•.•. 575


XIII. l. Propiedades mecánicas compuestas, mapas para la elección de
materiales 576
XIII.2. Materiales para vigas 583
X1II.2.1. Geometría de la sección y comportamiento mecánico 584
XlII.2.!.l. Geometría y rigidez (resistencia a la deformaci6n elás-
tica) 585
XHI.2.1.2. Geometrfa y resistencia a la deformación plástica 587
XII/.2.2. Comparación entre materia/es para vigas 590
XIII.2.2.1. Minimizar peso con igual rigidez 590
x:m.22.2. Minimizar peso oon iguaJ resistencia a la deformación plástica 591
Xlll.2.2.3. Selecci6n por peso sin riesgos de rotura inestable .... 592
lNDICE XV

XIII.3. Materiales pa... columnas ............................•... 592


XIII.]./. Geometría de la sección y pandeo ...............•.... 593
XJII.3.2. Comparación entre materiales para columnas ....••.... 594
XIIJ.4. Materiales para depósitos a presión 595
XIII.4.l. Geometrfa y comportamiento a la presión 595
XlJI.4.2. Materiales para depósitos. 597
XIII.4.2.I.Depósitos esfhicos. Minimo peso para una rigidez
determinada 597
XlII.4.2.2.Depósilos esféricos. Mínimo peso sin riesgo de deforma-
dOn plást;ca ... ............................... .... 598
XIII.4.2.3.Dep6silos esféricos. Mínimo peso sin riesgo de fractura
inestable 598
X1I1.5. El precio de coste, factor paTa la elección del material 599
XJJI.5.1 Mapas de materiales y coste 602
XIII.5.1.1 Otros supuestos 603
XIII.5.2 Elección por propiedades múltiples. Análisis atributivo 606
XIlI.6. Materiales resistentes a fatiga: aceros bonificados 608
XIII.? Consideraciones sobre temperatura de servicio y comportamiento de
los materiales 612
XIII.B. Conclusiones complementarias 615

ANEXOS
l. Vocabulario espanol-inglés·francés-alemán .........•.•••..••..•.. 619
2. Cuestionario y problemas ....................•.•.••••••••.•.. 6.1 7
3. factores de conversión de algunas unidades ......•.•.••••••••••. 675
INTRODUCCIÓN
Los materiales estructurales:
naturales, metálicos, cerámicos,
polímeros y compuestos.

Entre las numerosas acepciones del término, aquí se toma la palabra material o
materiale!J~ para indicar la substancia o substancias -naturales o artificiales- que se
utilizan como integrante/es en la confección o fabricación de objetos.

Ofrecen interés científico y técnico para el ingeniero, por cuanto a él corresponde


seleccionar los materiales más adecuados para determinada obra. A menudo -cuando
sec trata de materiales no naturalcs- es tarea del ingeniero el producirlos para su pos-
terior empleo.

El término "estructural" se aplica aquí a los materiales con propiedades funda-


mentalmente mecánicas masivas (rigidez, elasticidad, resistencia mecánica, tenaci-
dad, etc.) y de superficie (comportamiento a la fricción, desgaste, oxidación, corro-
sión, etc.) útiles para la construcción en sentido amplio.

Se reserva el nombre de materiales "funcionales" para aquellos requeridos por sus


propiedades eléctricas o electrónicas (conductividad y resistividad, superconductivi·
dad, semi conductividad), magnéticas, tennoiónicas, radioactivas, biocompatibles,
etc. Materiales orientados a desempeñar una función no estructural, abundantes en
número aunque su producción ponderal es menor que la de los "estructurales", y
cuyo precio unitario acostumbra a ser alto.

Los materiales estructurales suelen agruparse en: Naturales (ref.O.l), Metálicos


(rer. 0.2), Cerámicos (ref 0.3), Polímeros (ref. 0.4) y Compuestos (ref. 0.5) (*).

0.1. MATERIALES ESTRUCTURALES NATURALES

En la naturaleza existen materiales, como la piedra natural, cuyas propiedades


estructurales continúan interesando en el momento actual para sillares, mampuestos,
losetas, chapas, tejas, etc.

Por su génesis la piedras naturales -las rocas- pueden ser ígneas -plutónicas o
volcánicas-, que son las más duraderas; sedimentarias menos estables que las ante-
riores, y metamórficas.

(") No hace: falta subrayar que las nociones evocadas en este capítulo introductorio, de ningún modo pre-
lenden constituir un Iralado o sumario de las materias que en ~l se cil3n. Se t1313 sólo de recordar algunos prin-
cipios o conceplos de carácter general.
2 CIENCIA. E lNGENJERJA DE MA. TERlALES

Las rocas fgneas proceden de la solidificación de un magma fundido. Se denomi-


nan plutónicas cuando la consolidación tiene lugar en zonas profundas de la corteza
terrestre, generalmente en grandes masas sin estratificar, como ocurre con el granito
(agregado complejo de feldespato, cuarzo y mica), la sienita, la diorita, el galeno y el
olivino. Las voldnlcas como el basalto, el pórfido, la traquita, la diabasa, la loba,
solidifican en el exterior de la coneza terrestre o en zonas muy próximas a ésta.
Ambos tipos de rocas rgneas se clasifican en tres grandes grupos: según tengan cuar·
zo, feldespatoides, o bien carezcan de uno y olro. La composición promedia de las
rocas ígneas, expresada en óxidos, es, según Clark y Washington: 59,1% de Si~,
15,3% de A1 20 3, 3,8% de FeO, 3,1% de Fe203' 3,5% de MgO, CaD 5,1%, Na20 3,8%,
K20 3,1 % Y otros 3,2%. Estos componentes no varían arbitrariamente, sino que son
interdependientes.

Las rocas sedimentarias, también denominadas exógenas, deben su origen a la


intervención de agentes externos a la corteza terrestre. Esos agentes erosionan las
rocas por disgregación mecánica y descomposición química. transportan los produc-
tos o detritos, y los sedimentan.

Están constituidas por estralOs cuyos componenles S3 han agrupado como conse-
cuencia de una sedimentación mecánica. Tal ocurre, por ejemplo, con las arcillas, los
áridos, las areniscas. Luego pueden petrificar por la acción química (sulfatos tales
como aljez -para yeso-, caliza, dolomía, cloruros, margas, etc.) o por la acción bacte-
riana; ya sea sobre la materia orgánica animal que habían adquirido durante el usos·
porte (V.gr creta, trípoli) o sobre la materia vegetal (lignito, antracita, hulla).

Las rocas metam6rficas son el resultado de cambios fisicoquímicos debidos a la


acción de factores tales como la temperatura, la presión, y fluidos químicamente acti-
vos, tanto sobre las rocas ígneas (gneis, serpentina, etc.) como sobre las rocas sedi·
mentarías (por ejemplo, la pizarra, el mánnol).

A partir de las "rocas" naturales se fabrican cerámicas (ref. 0.3 y IX.4), cementos
(rer. lX.4.6) y conglomerados pérreos más baratos que el cemento en los que éste
actúa sólo como adhesivo. Un ejemplo de esos conglomerados o materiales compues-
tos, de notable interés en ingeniería, es el hormig6n (rer. 0.5.3.1 y XlIl.2.1.2).

Las Maderas son otros materiales naturales estructurales "compuestos". Están


integrados -entre un 40 y un 50 % aproximadamente- por fibras alineadas de celulo-
sa que se aglomeran con lignina (de 20 a 30%) y hemicelulosa (de 15 a 20%). Con·
tienen también resinas y aceites y su composición varía según la especie. Las propie-
dades mecánicas de las maderas (Figuras XIII.l, XIH.2, XlI1.3 YXlII.4) varían con la
disposición de la fibra respecto a la tensión aplicada.

Se utilizan ampliamente como materiales de construcción a pesar de algunos


inconvenientes obvios; tales como su combustibilidad, inestabilidad volumétrica,
deterioro biológico, escasa resistencia mecánica, anisotropía de propiedades, etc. Su
consumo mundial -importante- resulta difícil de evaluar.

Industrialmente suelen clasificarse, en maderas blandas (álamo, castaño, sauce,


LOS MATERIALES ESTRUC1VRALES NATVRItl.ES, METAUCOS, CERAM1COS, I'OUMEROS r COMPUESTOS 3

etc.), empleadas para embalaje, pasta de papel, entarimados, trabajos sencillos de car-
pintería, etc.; maderas duras (roble, haya, encina, guayacán, nogal, etc.), utilizadas
antiguamente para traviesas de ferrocarril, se emplean algunas de ellas para enlibado
de minas, losetas, puertas, industria del mueble, etc.; maderas finas (caoba, ébano,
olivo, manzano,ctc.); y maderas resinosas (abeto, ciprés, pino, etc.), utilizadas por su
resistencia a la humedad.

En las normas UNE puede consultarse la nomenclatura de las principales maderas


españolas o aclimatadas en España, su nombre científico, la denominación comercial
oficial, otros nombres comerciales, y algunas observaciones referentes a la calidad y
aplicaciones de cada madera.

Además de la piedra y la madera. muchos otros materiales naturales -como cañas,


fibras, corcho, paja- han sido utilizados desde los albores de la humanidad en su
forma natural. La progresiva tccnificaci6n ha llevado al hombre a utilizar. desde anti-
guo, muchos materiales procesados a partir de los naturales.

0.2. METALES

Dentro del conjunto de los elementos del sistema periódico la diferencia funda-

TABLA 0.1.

es 0,79 V 1,63
Rb 0,82 Zo 1,65
K 0.82 Cr 1.66
'" 0.89 Cd 1,69
Na 0.93 In 1,78
Sr .0,95 Ga 1.81
ti 0,98 Fe 1.83
Ca 1,- Cn 1,88
La 1,10 Cu 1,90
Ce 1,12 Si 1.90
Pe 1,13 Ni 1.91
Nd 1,14 Ag 1,93
So J,17 So 1,96
Gd 1,20 Hg .. 2,-
Dy 1,22 Oc 2,01
Y 1,22 Oc 2.01
Ha 1.23 Di 2,02
Er 1,24 Sb 2.05
Lu 1.27 Mo 2,16
Pu 1,28 As 2,18
Mg 1.31 Pd 2,20
Zr 1,33 Ir 2,20
Se 1,36 Rh 2.28
Np 1,36 Pt 2.28
U 1,38 Pb 2.33
Ti 1,54 W 2,36
Be 1,57 Au 2,54
Mn 1,55 Se .. 2.55
Al 1,16
4 CJENCL4. E INGEN1ERlA. DE MA. TERJALES

mental entre metales y no metales radica en que los álomos de los primeros tiencn
muy pocos electrones en sus orbitales exteriores: electrones que ceden con facilidad,
para formar una estructura de órbita externa completa y estable.

Se llama elcetropositividad a la facilidad de un metal para perder electrones, que-


dando el álomo cargado positivamente. En la tabla 0.1. puede verse el orden decre-
ciente de la eleetropositividad de los metales -orden creciente de elcclroncgativida-
des-- calculado de acuerdo con el criterio de Pauling, según la energía necesaria para
captar un electrón (sirve como base el valor 3,98 asignado al alemenlo más electrone-
gativo: el flúor). Cabe subrayar el pequeño carácter electropositivo de los metales
posteriores, en esta serie, al estaño. Los valores correspondientcs a los no mctalcs
son: Boro (2,04), Fósforo (2,19), Hidrógeno (2,20), Carbono (2,55), Azufre (2,58),
Yodo (2,66), Bromo (2,96), Nilrógeno (3,04), Cloro (3,16), Oxígeno (3,44), Flúor
(3,98).

Cuando exisle enlre dos metales una gran diferencia de electronegalividad, el


enlace entre ambos para formar una molécula es de lipo iónico. Olros tipos de enlace
molecular son los enlaces covalente, covalente coordinado y covalente polar, etc.

En el caso de un sólido melálico, cada átomo cede electrones periféricos a una


nube electrónica; ésta, por ser electronegativa, cohesiona a los átomos cargados posi-
tivamente: no es pcninente hablar de moléculas. Ese enlace entre los átomos del cris-
tal melálico, o grano, es peculiar de los metales y por ello recibe el nombre de enlace
metálico.

Es específico de este enlace el carácter anónimo de la unión de los átomos entre


sí: cada átomo concreto no queda firmemente ligado a otro determinado, a diferencia
de lo que ocurre en los otros tipos de enlace químico. También es característica del
enlace metálico la movilidad de los clectrones dentro de la nube formada por los
electrones de valencia: este fácil desplazamiento de los electrones explica la conduc-
tividad térmica y eléctrica de los metales.

Otra propiedad de los metales -que radica también en su peculiar enlace atómico-
es la capacidad de deformación antes de la rotura, en contraste con lo que ocurre con
los materiales no-metálicos, tales como cerámicas, vidrios, sólidos iónicos, etc. En
todos éstos, cuando se alcanza la energía de separación elástica entre los álOmos de
una molécula se quiebra su enlace y se induce la rotura.

En los metales, en cambio, al sobrepasar la deformación elástica no se produce


rotura de enlace: unos álamos pueden deslizar sobre otros, lo que se traduce macros-
cópicamente como deformación plástica.

El enlace metálico explica asimismo la aptitud de los metales para formar tipos de
aleaciones conocidas como soluciones sólidas de sustitución: dado el carácter anóni-
mo de dicha unión, en la red cristalina de un metal (disolvente) algunos átomos pue-
den ser sustituidos por átomos de otro metal (sol uta).

La sustituibilidad de unos átomos por otros puede ser total si el diámetro atómico
del soluto, su electropositividad, su valencia (número de electrones cedidos a la nube
WS MATU1ItLES fSTRUCTURA.US NATURA.LlS, MET.4UCOS, CEI«MICOS.I'OWIEROS rCOJ"UESTOS s
electrónica), y su red cristalina, son análogos a los del melal disolvenle. Así, por
ejemplo, el cobre y el níquel pueden componer aleaciones en cualquiera de uno y
otro elemento: metal Monel (compuesto por 75% de Níquel y 25% de Olbre): Cons-
tantán (compuesto por 45% de Níquel y 55% de Cobre); cuproníqueles (75% de
Olbre y 25% de Níquel), cte.

0.2.1. Los cinco metales principales

Solamente cinco metales superan el millón de toneladas de producción anual:


Hierro, Aluminio, Cobre, Zinc y Plomo (ref. Figura VI1.13)

De esas producciones la del acero (Hierro oon un contenido de Carbono inferior a


2,11 %, Y en la mayor parte de los casos muy por bajo de este valor, rcf Cap.VIII) es
de casi ochocienlos millones de toneladas. Lo cual equivale al 94% de la producción
aflllal total de materiales metálicos, y supera casi 9 veces a la producción anual, en
peso, de los materiales poliméricos orgánicos. Después del hormigón es el material
estructural más utilizado.

Por lo que respecta a fundiciones férreas --segundo material metálico más utiliza-
do mundialmente, después del acero, la relación entre la producción de piezas fundi-
das y la producción de acero se mantiene prácticamente constante (aproximadamente
13%) desde hace más de 40 años. En los países en desarrollo, con bajo consumo de
acero, aquella relación es inferior al 7% como consecuencia de su débil infraestructu-
ra para fabricar productos metálicos, maquinarias y equipos.

En orden de producciones y consumos los metales que siguen al Hierro en impor-


tancia ponderal son: el Aluminio (20 millones de toneladas anuales), el Cobre (12
millones de toneladas), el Zinc (7 millones de loneladas anuales),y el Plomo (algo
más de 5 millones de toneladas).

Esos cinco metales, y otros tres (ref.0.2.2), es decir, ocho metales -Fe, Al, Cu, Zn,
Pb. Ni, Mg, Sn-. suponen el 99 % de la producción anual, en peso, de mareriales
metálicos en el mundo. En lo que respecta a la evalllación económica de esa produc-
ción ( loncladas x precio de la tonelada) -Figura 0.1- el orden de prelación resultaría
ser: Fe, Al, eu, Au, Ni, Sn, Zn, Pb, y airas.

Otros
Pb Zn
Fe

Al

Fig. 0.1. Valoración porcentual económica de la producción mundial de metales.


6 CIENCIA E lNGENIERJA. DE MATERlA.LES

Por otro lado puede decirse que apenas ha cambiado significativamente la lendeD·
cia en producción y consumo de los principales metales estructurales durante el últi-
mo medio siglo. Las excepciones han sido el Aluminio y el Estaño: disminuye la
pendiente del Estaño y ha aumentado sensiblemente la pendiente de crecimiento para
el Aluminio (solamente superada por la pendiente del Titanio, aunque su producción
es muy baja: no alcanza actualmente las 200.000 toneladas).

0.2.1./ Hierro

Es el cuarto elemento más abundante en la corteza terrestre, precedido solamente


por el Oxígeno, Silicio y Aluminio. Se estima que la proporción en peso de Hierro es
de 50.000 partes por millón en la corteza terrestre (Tabla 0.6) y que el núcleo de la
TIerra, 3000 Km de radio, es!.á fonnado por Hierro y Níquel; lo cual parece sUlxmer
un contenido global de 40% de Hierro en nuestro planeta.

Sus menas -minerales naturales de los que se extrae- son: hematites (Fe203),
magnetita (Fe304), Iimonita (FeO(OH) ) y siderita (FeC03). Está también presente
en las piritas en forma de sulfuros dobles más o menos complejos.

Las principales reservas de mineral con alto contenido de Hierro están en la anti·
gua URRS (31 %), Brasil (17%), Canadá (12%), Austral;a (10%), India (6%), USA
(4%).

Propiamente -salvo para el elemento ultrapuro- no parece propia la denomina-


ción de "Hierro" para este material, desde un punto de vista estructural. Por pequeña
que sea la cantidad de Carbono que presente -incluso del orden de 50 ppm- se trata
ya de acero; y para contenidos de Carbono superiores al Ifmite de saturación en la
austenita, el material es fundición férrea. Para límites de composición y otras cues·
tlones como propiedades, tratamientos tirmieos, etc. véase el Capítulo VIII.

Sí parece conveniente, antes de finalizar este apartado, hacer una breve refcrencia
al interés creciente de las miniacer{as. Las siderurgias integrales, que partiendo de
mineral de Hierro obtienen arrabio en hornos altos. y posteriormente acero en los
convertidores, experimentan actualmente dificultades en los países desarrollados;
derivadas de la necesidad periódica de grandes inversiones de capital, para renova-
ción de un costoso equipamiento sujeto a obsolescencia. Una buena parte de las difi-
cultades actuales provienen, también, del coste de mano dc obra, más bajo en los paí-
ses dcl Tercer Mundo.

Pero el auge de las miniacerías se debe fundamentalmente a consideraciones


energéticas derivadas de la gran cantidad de chatarra existente (solamente en USA
las toneladas de chatarra alcanzan casi el total de la producción mundial de acero).
La chatarra es una materia prima de bajo coste si se compara con el mineral de hie-
rro. Así, obtener una tonelada de acero a partir de chatarra en una miniacería, en
horno eléctrico, supone un consumo de 5,6.106 Kilojulios; en tanto que obtener igual
cantidad de acero, en un horno alto y su posterior conversión con oxígeno, suponen
16,96.106 Kilojulios en una planta integral.

Ello, sin embargo, no supone que el reciclaje. y las miniacerias, harán desaparecer
WS MATERIALES ESTRUC1VRALES .\'ATURALES,MEf'AUCOS, CERAM/COS, romlENOS YCO.'tfroESTOS 7

a las siderurgias integrales. Sin los hornos altos ( que inician la secuencia mineral ->
arrabio -> acero -> productos -> chatarra) las miniacerías --5egún estimaciones nor-
teamericanas-- se verían obligadas a parar en unos diez años.

O.2.}.2. Aluminio

El Aluminio, metal centenario, obtenido en laboratorio por vez primera en 1859,


y cuyo despegue en producción se inicia en Francia en 1889 con el procedimiento
Heroult, cuyo fundamento sigue vigente (electrólisis de alúmina -A120r disuelta en
criolita -F~Nar fundida), es hoy el segundo metal más consumido en el mundo;
precede al Cobre cuya utilización, al igual que la del Plomo (y la de los otros meta-
les, como el Oro, situados por debajo del Hidrógeno en la serie electromotriz), se
remonta a la prehistoria.

Después del Oxígeno y del Silicio. el Aluminio es el elemento más abundante en


la coneza. terrestre (el 98% eslá constituida por los anteriores elementos. y por Fe,
Ca. Na. K. Mg. Ti en orden decreciente).

Aproximadamente Jos 2/3 de las reservas de bauxitas (AlzO). 2H20), de alta cali-
dad, se concentran en cuatro países: Australia 25%, Guinea 25%, Brasil 15% y
Jamaica 6%. En 1990, el 30 % de la alúmina primaria, procesada de la bauxita, fue
producida por Australia; el 17% por USA, 8,5 % Jamaica, 5% Brasil, 4% Venezuela,
15% Europa occidental y 19% por otros países.

En la década de los 90 los Estados Unidos de América continúan siendo el primer


pais productor de Aluminio primario en el mundo occidental: 27,4% de la producc-
ción mundial. Seguido por Europa Occidental 24,5%, Canadá 11,5%, AuslTalia 8,6%,
Brasil 7,3%, Venezuela 4,5%, otros 16,2%.

El Aluminio tiene una baja densidad, 2,69, casi una tercera parte de la del Hierro.
Las aleaciones de este metal reciben el nombre de aleaciones ligeros.

Ocupa un lugar alto en la serie de potenciales normales de oxidación (Tabla 0.2),


tiene por tanto tendencia a pasar a la forma iónica y resulla anódico para metales
situados por debajo del Aluminio como Hierro, Cobre, etc.

Los potenciales de equilibrio de la Tabla 0.2 corresponden a los de cada metal,


frente a sus iones, para una concentración igual a actividad l. Habida cuenta de la
débil solubilidad de las sales de algunos metales la clasificación de los potenciales
normales tiene una limitada utilidad cuando se quiere determinar si un metal es anó-
dico con relación a otro.

Se trata. en cualquier caso, de un metal con buenas características de resislencia o


lo corrosión en medios acuosos no alcalinos. La mala imagen que el Aluminio tenía
a este respecto, en las primeras aplicaciones marinas, se debía a que solfa roblonarse
con Cobre.

Su resistencia a corrosión inrergranufar, o por picadura, decae cuando microes-


8 CIENCIA E INGENIERJA DE AfA TERlALES

Tabla 0.2.- Potenciales Normales de oxidaciÓII (Uhlig)

Potenciales nanuales Potenciales normales


Reacciones de oxidadón F¡ en YOllios, Reacciones de oxidación ~ en voltios,
.25 e .25 e
Li:: Li'+e- 3,05 TI:: ll'+e" 0.336
K'" K'+e- 2,93 Co:: Co"+2e- 0.277
Ca = Ca"+2c 2,87
Na = Na'+c· 2,71 Ni = N¡"+2e- 0,250
Mg = Mg"+2e" 2,37 Mo '" Mo"+3e aprox.O,2
Be:: Be"+2e- 1,85 Sn = Sn"+2c" 0,136
U = U·J +3e- I,BO Pb = Pb"+2e" 0,126
Hf = Hf"'-+4e 1,70 tL:: 2H'+2e" 0,000
Al ::: AI"+3e 1.66 Cu '" Cu-+2c- -0.337
Ti::: T¡"+2e- 1,63
Zr = ZI"'+4e" 1,53 2Hg = Hg"'+c -0,789
Mn::: Mn"+2c· 1,18 Ag '" Ag'+e- -0,800
Nb :: Nb"+3e" aprox. 1,1 Pd = Pd"+2e- -0,987
Zn :: Zn"+2e- 0,763 Hg:: Hg"+2e" -0,854
Cr = Cr"+3e- 0,74 PI:: Pl"+2c' apTOX. -1;2
Ga:: Ga"'+3c 0,53 Au '" Au"+3e- ·1.50
Fe:: Fe"+2e- 0,440
Cd = Cd"+2e" 0,403
[n:: In·'+3c· 0,342

trucluralmenle presenta precipitados que aclúan como zonas anódicas o catódicas,


cosa que ocurrc en sus aleaciones Al--ell y Al-Zn.

En presencia de oxígeno se oxida fácilmente y con desprendimiento de calor; por


ello se emplea como reductor en algunos procesos y como fuente de caiDr en otros
(por ejemplo soldadur.. de carriles para vías por aluminotermia). En la Figura 0.2
puede verse la energía de formación de su óxido, AJ 203, y la imposibilidad práctica
de obtener Aluminio por reducción de alúmina con otro elemento.

La obtención de Aluminio -a partir de un fundido de alúmina y criolita~ se efec-


túa por electrólisis y precisa gran cantidad de energía. Como ejemplo, en USA, el 4%
de la energía eléctrica total se consume en producir Aluminio. Resulta lógico que las
instalaciones para obtención del Aluminio cstén habitualmente situadas en las proxi-
midades dc ccntrales eléctricas.

El Aluminio requiere grandes cantidades de energía eléctrica para su obtención a


partir del mineral -270 GJ/tonelada-, aunque los requerimientos teóricos son mucho
menores: 21 GJ/tonelada. Por ello la investigación a desarrollar en este campo contri-
buirá notablemente a aminorar precios y ahorrar energía.

En esa misma línea, ahorro de energía, está cobrando importancia el reciclado de


chatarras de Aluminio. En Inglaterra, por ejemplo, prácticamente una terccra parte de
la producción de Aluminio proviene de reciclado.
LOS MATERiALES ESTRUcrVRALES NATVRALES, ME1AUCOS, CERA MICOS, POUMEROS y COMPVESTOS 9

_ _ .000 1100 1000 '.00 ._ -


l"t 100

"

n'

Fig.0.2. Variación de enerxía libre de formación de los óxidos


en función (le la tempera/lira.
F Plinto de Fusión E PunJo de EIJlllIición
10 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERIALES

Su gran afinidad por el oxígeno harfa suponer que el Aluminio se comporta mal a
oxidación. Pero no es así debido a que el volumen específico de su oxido estable es
superior al del metal, por lo que su superficie queda plenamente recubierta, y resulla
impermeable a los iones de oxígeno. Por ello el metal recubierto por esa compacta
película de AI 20J • -que puede obtenerse también artificialmente por oxidación anódi-
ca-, resulta protegido frente a una posterior oxidación y corrosión (incluso aunque el
espesor de la película sea pocas micras).

En correspondencia con su bajo peso atómico tiene gran calor especifico (ter
Tabla 11.17); puede ilustrarlo el hecho de que se requiere aproximadamente igual
número de calorías para fundir 1 Tonelada de Aluminio que para I Tonelada de Hie-
rro; aunque la temperatura de fusión de este metal (1538°C) es muy superior a la del
Aluminio (66QOC).

Su coeficiente de dilatación (23,6.10-6 a 300 oC) es aproximadamente el doble


que el del Hierro (refTabla 1.14).

Es fácilmente deformable: tiene bajo módulo elástico (70 GN/m 2, ref Tabla 1.17)
y amplia capacidad de deformación plástica (30 a 40 % de alargamiento en el ensayo
de tracción, rer Fig XI.9).

Resulta tenaz al choque; de modo manifiesto a bajas temperaturas, por lo que se


.
usa en aplicaciones criogénicas.

Otras características mecánicas, de rigidez (módulo elástico) y resistencia


mecánica, son más bien bajas (40 a 50 MPa de límite elástico y 90 MPa de carga de
rotura por tracción). Algunos elementos de aleación (Cu, Zn - ref VlI.1.2- y más
recientemente otros, ref VI.5) consiguen mejorar la resis/encia mecánica del Alu-
minio, después de tratamiento térmico, por endurecimiento es/ructural. Por ejem-
plo, por citar las aleaciones más comunes a este respecto, la resistencia a tracción
del duraluminio bonificado (ref VII. 1.2), AI- 4%Cu - 1% Mg, es cinco veces supe-
rior a la del Aluminio; y siete veces mayor para AI- 6% Zn - I % Mg. Las princi-
pales familias convencionales de aleaciones ligeras, además de las ya indicadas
para aumentar la resistencia mecánica, tienen por objeto mejorar la resis/encia a
corrosión (aleaciones Al-Mg», y la aptilud para el moldeo (siluminios, aleaciones
Al-Si).

El comportamiento a esfuerzos cfe/icos (fa/iga), tanto del metal como de sus alea-
ciones, es muy mediocre. Es un metal de gran conductividad /érmica y eléctrica:
para igual sección su conductividad térmica es casi 213 la del Cobre, que pesa tres
veces más que el Aluminio (por lo que la relación conductividad/peso resulta favora-
ble para el Aluminio); por ello, ya desde finales del siglo pasado, el gran empujón a
la industria del Aluminio lo dió el transpor/e de energla eléc/rica. Se emplea profu-
samente en el cableado de transformadores y en tendidos eléctricos; los hilos se
cablean sobre alma de acero para conferir resistencia al conjunto, por lo que esta aso-
ciación no resulla exenta, si no se protege adecuadamente la separación entre uno y
otro metal, de problemas de corrosión.
LOS K-tTEIW.LES ESTRUC1VRAliS NATVRAUS, METAllCOS, ClRAMlC05. f'OWIEROS YCOMPUESTOS 11

Es un metal amagnético y no tóxico. El reparto del consumo de AJuminio y sus


aleaciones corresponde en orden de importancia, según se indica en la Figura 0.3, a:
edificación, transporte aéreo y terrestre, aplicaciones eléctricas y transmisiones,
envases y maquinaria.

Maquinaria
Industria
Transporte Eléctrica
Varios

Consuucción Envases

Flg. 0.3. Reparlo del consumo de Aluminio.

0.2.1.3 Cobre

Sus minerales más abundantes son la calcopirita (CuFeSz) y la calcosina (CuzS);


cuyo contenido en Cobre suele ser, por término medio, de 2 a 4%. Otros minerales
como la cuprita (CUlO), malaquita (Cu(OH)z.CuCO]), azurita (Cu(OH)z.2CuCO]),
atacamita (3Cu(OHh.CuClz), etc. tienen su origen en la acción de agentes atmosféri-
cos sobre la calcopirita y la calcosina.

Las principales reservas de mineral de Cobre están en: Chile (20%), USA (20%),
Canadá (9%), URSS (9%), PeTÚ(7%), Zambia (7%) y Zaire.

La producción minera de Cobre en Jos distintos países del mundo -sin contar
CEI- corresponde en orden de importancia a Chile, USA, Canadá, Zambia, Zaire,
Perú, Méjico, Australia, Filipinas, Sudáfrica, Nueva Guinea, Indonesia.

En la Figura 0.4 puede verse el reparto del consumo de Cobre para aplicaciones
diversas, entre las cuales la industria eléctrica supone el 50 % en peso y la construc-
ción (conducciones, techumbres, etc.) el 23%. Sus aleaciones- latones (Cu-Zn),
bronces (Cu-5n), cuproníqueles (Cu-Ni), cuproaluminios (Cu-AI), alpacas
(Cu-Ni-Zn), etc. -se emplean ampliamente en la industria naval y en acuicultura,
aprovechando su resistencia a corrosión y también el carácter biocida del Cobre.

El Cobre se encuentra por debajo del Hidrógeno en la serie electromotriz; su


potencial de hidrógeno es por tanto negativo y en consecuencia su resistencia a
corrosión en medio acuoso es una de sus propiedades fundamentales. En cuanto a su
comportamiento frente al Oxígeno véase en la Figura 0.2 la estabilidad de su óxido; y
12 CIENCIA E INGENIERlA l)E AtA. TERJALES

Industria Varios Transporte


Eléctrica Maquinaria
""-- Industrial

Construcción

Fig. 0.4. Re/H/rlO del consumo de Cobre.

en IV.3.!.3 la incidencia que pequeñas cantidades de oxigeno tienen sobre su estruc-


tura micrográfica y sobre algunas propiedades mecánicas.

El comportamiento del Cobre ante algunos agentes químicos como el NH) (con el
que forma iones complejos), ácidos fuertes oxidantes como el NO)H (al que reduce),
acetileno, clc., no es bueno.

Una importante propiedad intrínseca del Cobre -determinante de la mitad de su


consumo- es su gran conductividad eléctrica (y también térmica). Si bien, como
conductor industrial, puesto que la densidad del Cobre es alta -8,96-, el Aluminio le
aventaja debido a su mayor relación conductividad eléctrica/peso. La conductividad
eléctrica del Cobre puro, a 21YC, es 58,00 m/ohm mm 2 (100% lACS, Intemational
Annealed Copper Standard).

Funde a 1083 QC. TIene una moderada resistencia mecánica a la tracción (230 MPa
cn estado recocido y 330 MPa en estado duro) que puede mejorar por endurecimiento
estructural mediante la adición de pequeñas cantidades de elementos (V.gr 1% Cr ó
2% Be. ,,1. VII. 1.2).

La relación límite elástico/carga de rOlura, en tracción, para el Cobre recocido, es


aproximadamente 0,25. Lo cual indica su gran propensión -muy superior a la del
Aluminio- a aumentar de resistencia por deformación en frío (acritud, Cap X y Cap
XI). Otra característica del Cobre es gran ductilidad (el alargamiento en el ensayo de
tracción es de 35% para el Cobre recocido) como consecuencia -al igual que el Alu-
minio- de cristalizar en el sistema cúbico centrado en las caras.

0.2.1.4. Zinc

Los principales minerales de Zinc son el sulfuro (blenda) y el carbonato (smith-


sonita).También se encuentra en forma de ZnO (cincita), Zn2(OHhSiOJ (calamina),
Zn 2SiOi wilJemita),y rranquilita (óxido complejo mixto de Zn, Mn y Fe).
LOS "LATERW.ES ESTRUCTURALF.5 NA. TUIW..ES, META.UCOS, CEItUIlCOS, POUMEROS y CO.l,ffUISTOS 13

El contenido de Zn en la mayor parte de sus menas suele ser pequeiío por lo que
es preciso un proceso previo de concentración del mineral, antes de la tostación del
sulfuro o descomposición del carbonato.

La producción minera de Zinc en el mundo occidental, en orden de importancia,


corresponde a Canadá, Europa, Australia, U.s.A, Perú, Méjico y Japón. El Zinc se
emplea sobre todo por su carácter electropositivo con relación al Hierro y por tanto
respecto al acero), al que protege frente a la corrosión. Casi la mitad del consumo
(Figura 0.5) va destinado a revestimietJlos (galvanizado, scrardizado, galvalume y
otros).

Varios Laminados de Zn
Revestimientos Pinturas
(galvanizados)
Moldeo
po<
Inyección

Latones

Fig. 0.5. Reparto dt'1 consumo de Zill(:.

No obstante su carácter electropositivo, y su rol como ánodo de sacrificio frente al


Hierro en los revcstimientos, el Zinc resiste bien a la corrosiÓ't atmosférica generali-
zada. Si la atmósfera tiene humedad tarda unos tres días en foonarse una capa de car-
bonato básico (3Zn(OHl2.2ZnCO]) que protege al metal subyacente contra un poste-
rior alaque.

El Zinc funde a 419,5 ~C. Resulta mecaOlcamente inutilizable por encima de


70QC. Su límite de fluencia es 10 MPa; por lo que pequeños esfuerzos producen
siempre deformaciones permanentes. Llega a presentar "creep" a la temperatura
ambiente, aunque tienen por ello un cierto interés el comportamiento superplástico de
sus aleaciones AI-78%Zn y AI-95% Zn.

Las propiedades mecánicas del Zinc son mediocres su límite elástico es 70 MPa,
la resistencia del Zinc a la tracción 140 MPa y resullan muy bajas las relaciones entre
características mecánicas y peso (su densidad es 7,133). Su alargamiento a tracción, a
la temperatura ambiente, es bajo, (Tef Cap X y XI). Su red exagonal explica, también,
la anisolTopía de propiedades mecánicas, de dilatación, laminación, etc.

0.2.1.5 Plomo.

En sus menas más corrientes, los sulfuros (galena), suele ir asociado con el Zinc.
14 ClENCJA E INGENIERlA DE MATERlALES

En algunos países, como USA, sus reservas están hoy en trance de agotamiento. Por
ello, una buena parte de la producción anual procede de reciclado.

El bajo límite elástico del Plomo -3 MPa-, su baja resistencia mecánica -15 MPa-,
unido a su aiJa densidad (11,36), hacen de él un metal no apio para aplicaciones
estructurales en ingeniería. Es fácilmente deformable (el alargamiento en tracción es
del 60%), tiene un mal comportamiento al creep (fluye por su propio peso) y es pro-
penso a rotura inlercristalina.

Se utiliza sobre lodo por sus propiedades químicas. Se comporta bien a la corro-
sión ambiental y frente a los ácidos sulfúrico, sulfuroso y clorhídrico.

El bajo punto de fusión del Plomo (327,4 I!C), que disminuye aleándolo con otros
elementos, le hace atractivo para elementos de seguridad frente a incendios (ref.Tabla
IX.14). Por otra parte su capacidad de absorber radiaciones alfa y gamma se aprove-
cha para protección radiológica. TIene también un cierto interés su empleo como
superconductor.

El mayor consumo de Plomo, prácticamente la mitad, se destina a automoción,


para baterías de acumuladores, (en aleaciones de Pb para moldeo, con 8 a 10 % Sb,
resistentes al ácido sulfúrico).

En la Tabla 0.3 puede verse, para diferentes materiales, el porcemaje de la pro·


ducción total destinado a la industria del automóvil.

Tabla 0.3.- Materiales para la industria del automóvil (Nutting).


% de la producción total de cada material
Material empleado en la industria del automóvil
Acero . 18,6
Fundición maleable . 39,2
Aluminio . 15,8
Cobre y aleaciones . 11
Zinc . 27,7
Plomo . 45,2
Polímeros . 4
Goma nalural . 78,2
Goma sintética .. 56,6

En la Tabla 0.4 se señalan las cantidades de material utilizadas en U.S.A., en


1990, según Nutting, en un coche promedio. Puede advertirse que el Plomo supone
solamente el 0,7% del peso de un automóvil, en tanto que el total de materiales metá-
licos empleados es el 77% (Jos pronósticos para las dos próximas décadas comportan
sólo ligeros retoques a esos porcentajes).

Al empleo de Plomo para baterías le siguen otras aplicaciones, también para resis-
tencia química, que suponen aproximadamente el 25% del consumo de este metal:
para recubrimientos (ref 11.1) frente a los agentes químicos mencionados, más arriba.
Siempre, claro está, que el recubrimiento no esté sometido a la abrasión, que no
aguantaría el Plomo por su blandura.
LOS MATERlALES ESTRUCTURALES NATVRALES,METAUCOS, CERAMICOS. fOWIEROS YCOMPUESTOS 15

Tabla 0.4.* Materiales utilizados en un coche promedio (Nutting).

Material Peso en Kg. % del peso total


Acero . 621 54,2
Fundición .. 91 7,9
Aluminio y aleaciones . 136 11,9
Cobre y alcaciones .
_
6 0,6
Zinc y aleaciones . 0,3
Plomo y aleaciones . 8 0,7
Otros melales .. 16 1,_
Elastómeros .. 58 5
Polímeros .. 105 9,2
Vidrios . 32 2,8
Otros no mctálicos . 68 6

Total . 1145 100

El Plomo ajeado con Antimonio experimcnta endurecimiento estructural. Por ello


para laminados y hojas para recubrimientos se utiliza la aleación de I a 3% Sb. Para
piezas moldeadas -v.gr. placas de acumuladores, rejillas, containers de radioclcmen-
tos, etc.- los porcentajes de Antimonio son mayores (6 a 12 %) a fin de mejorar la
colabilidad (ref.Y.4.1)

Otros usos dcl Plomo son para pinturas, cables, aditivos para gasolinas, clc.(Figu-
ra 0.6)

Baterías de Varios Gasolinas


acumuladores Cablc~
Aleaciones y
munición

Recubrimientos

Fig. 0.6. RefHlrlo del consumo de Plomo.

0.2.2. Metales cuya producción anual es inferior a 11)6 Ton.

A bastante distancia de los cinco metales principales se sitúan el Níquel-dcl que


se producen cerca de 8oo.CKXl toncladas anuales-, el Magnesio -330.000 toneladas
anuales- y el Estaño, quc supera poco las 200.000 toneladas anuales. En el Apartado
2.0.3 se hace referencia a un conjunto de otros doce c1emenlos cuya producción es
inferior a las consideradas.
16 CIENCIA E: INGE:NIE:RlA DE MA TERlALES

0.2.2.1 Níquel

Los principales minerales de Níquel son la penUandita (fe:JS4.CuFeS2.NiS), gar-


nierita (Si04HiNi,Mg», pirita roja (NiAs),y S i. Nueva Caledonia tiene el 44%
de las reservas mundiales de íquel, Canadá el 16%, AUSlratia e Indonesia 9% apro-
ximadamente cada una, y Cuba el 6%.

El principal consumo de Níquel -un 45 % aproximadamente- es como elemento


de aleaci6n en aceros (rer Cap VIII): confiere lemplabilidad para aceros bonifica-
bIes; proporciona estructura auslenÍlica y por ello un buen comportamiento a tempe-
raturas criogénicas en los aceros ausleníticos de más de 8% Ni. En soludón sólida
mejora la inoxidabilidad en atmósfera acuosa de los aceros con Cromo mayor de
18%. El Níquel posibilita, también, la formación de martensita cúbica envejecible
(aceros maraging con 18 a 25% Ni, ref VII.t.2).

La alta temperatura de fusión del Níquel, garante de estabilidad sin fluencia (ref
1.4 y XII.6.3) a altas temperaturas, y su buena resistencia a oxidación a temperatura
elevada (Figura 0.2), justifica su empleo como metal de base en las denominadas
supera/eaciones: materiales metálicos que mantienen un equilibrio aceptable de pro-
piedades mecánicas y químicas hasta unos 1100 0e. Aproximadamente un 8% de la
producción de Níquel se emplea en la fabricación de superaleaciones (Figura 0.7).

Aleaciones Magnéticas Aleaciones Cu-Ni


Superaleaciones

Otros (Industria quími- Revestimientos


ca. catalizadores, etc.)

Fig. 0.7. Reparro del comumo de Nrquel.

Su buen comportamiento frente a la corrosión en medios acuosos y marinos justi-


fica las aplicaciones del Níquel en rel'estimiellfos y en aleaciones con Cobre (cupro-
níqueles para monedas y resiSlencias eléctricas. Conslanlán para termopares. aleacio-
nes Monel para resislencia a corrosión en medios marinos. elc). Una cualidad negati-
va del Níquel es su mal comportamiento frente a atmósferas sulfurosas debido a la
fonnación de una eutéclica de S i Y Ni (ref IV.3.1.2.).

De sUS propiedades mecánicas merecen señalarse la bllena ductilidad (35 -50%


LOS MATERIALES ESTRUCTURALES NA.TURALES, META.L/COS, CERAMICOS, POUMEROS YCOMPUESTOS 17

AT en estado recristalizado), derivada de su sistema cristalino cúbico de caras centra-


das, y una dureza (4üHRb -looHRb, según sea recristalizado o agrio) que dificulta
su mecanizado. Al igual que las propiedades anteriores, los valores de Re Y Rm
dependen de su pureza; así, por ejemplo, para el Níquel "A"(99,4% Ni, con Ca),
recristalizado, son respectivamente 70-210 MPa y 350-550 MPa. El Duraníquel
(95%Ni-4,5% Al), aleaci6n de endurecimiento estructural, recristalizado y madura-
do, alcanza valores de Re iguales a 850 MPa y 1100 MPa de Rm.

Sus propiedades magnéticas (el Ni puro es amagnético a temperaturas superiores


a 360 ~C) hacen atractivo este metal para imanes permanentes y núcleos magnéticos.
Las aleaciones Alnico (30% Ni,12%Al, resto Fe) tienen excelentes características
para imanes permanentes por su remancncia (Br) Y cocrcitividad (H r ); son aleaciones
magnéticamente duras. Las aleaciones Permaloy (66-90% de Ni y resto Fe), magné-
ticamente permeables (alto valor de 8tH) y blandas (pierden poca energía por ciclo),
consumen aproximadamente el 2% de la producci6n de Níquel.

Algunas aleaciones de Níquel tienen interés por sus propiedades termoelásticas.


Tal es el caso, por ejemplo, de la aleaci6n lnvar (también del sistema Ni-Fe: 36% de
Ni resto Fe) de muy bajo coeficiente de dilataci6n.

0.2.2.2 Magnesio

Después del Silicio, Aluminio, y Hierro, es el metal más abundante en la corteza


terrestre y el 82 elemento en importancia. Se encuentra en la naturaleza en forma de
carbonato (magnesia-MgCO r , do)omita-eaC0 3.MgC03 ), silicato (olivin~i04
(FeMgh-, esteatita Mg (Si03 ), etc.), sulfato (kieserÍla MgS0 4), cloruro mixto (car.
nalita-MgCI 2.KCI.6H 20-) y en agua de mar ( como MgC1 2 y Mg8r2)'

El Magnesio se obtiene por electr6lisis de la camaJita fundida, por tostaci6n del


carbonato y reducci6n del 6xido con carbón o ferrosilicio, o a partir del agua de mar
por reducción electrolítica.

El Magnesio, como el Aluminio, requiere grandes cantidades de energía eléctrica


para su obtenci6n (ver Tabla 0.5). La energía necesaria para producir 1 Tonelada de

Tabla 0.5.- Energía para producir J Tonelada de material metálico (Nutting).


(Grado del mineral Energía en
Metal en tanto por uno) OJlton (.)
Magnesio . 0,26 400
Aluminio . 0,25 270
Estaño . 0,0001 180
Níquel . 0,01 170
Cobre . 0,006 115
Zinc .. 0,04 70
Plomo . 0,04 30
HIERRO . 0,60 30
(Titanio) . 0,014 430

(.) 1 GJ equivale a 0,03 toneladas de oil.


18 CIENCIA. E INGENIERlA DE MA. TERIALES

metal es muy superior a la teóricamente necesaria. Actualmente la relación eone ese


consumo energético y el estrictamente teórico se cifra en: 75,7 para el Magnesio,
43,6 para el Titanio. 33 para el Cobre, 12,9 para el Aluminio, y 7,9 para el acero.

Conviene hacer notal que el consumo energético no depende solamente de consi-


deraciones fisicoquímicas (tales como la energía necesaria para obtener un metal por
electrólisis de su cloruro, para descomponer carbonatos, tostar sulfuros, o reducir
óxidos). Cuando resulta pequeña la proporción de metal en un mineral, habida cuenta
de la ganga, la energía consumida por tonelada en las operaciones de trituración.
molienda, y concenuación del mineral, puede suponer una parle importante de la
energía total necesaria hasla lograr el metal. Ello determina, incluso, el interés o no
dc cxplotar un yacimicnto.

El Magnesio no es buen material estructural. Fundc a 65Q1l e y su rigidcz es baja


(rer Tablll 1.17). Por olra parte presenta un comportamiento mecánico deficiente debi-
do 11 su crisllllografía cxagonal (rcf.XJA.l). Por cjemplo, no puede scr reducido más
de un 10% por laminación en frío sin que se produzca agrictamiento. En cuanto a su
comportamiento a tracción pueden tomarse como valores representlltivos 180 MPa de
resistcncia, y 5% dc alargamiento.

1icnc gran actividad química para el Oxígeno (ref Figura 0.2). En aire seco el
Magnesio se recubre dc una pclícula de MgO, porosa, quc no protege al metal de
posterior oxidación; adcmás, por la afinidad del MgO para con H20 y COz' se trans-
forma luego en carbonato. Por eso es necesaria la protección frente a la oxidación dcl
Magnesio y sus aleaciones con pinturas y barnices (frecuentemente con un recubri-
micnto de bicromato).

Por olro lado, la variación de energfa libre por formación de su óxido es tan nota-
ble, que puede producirse ignición si la relación masa/superficie del Magnesio es
pequeña. Por eso, si se han de mecanizar piezas dc Magnesio, el arranque de viruta
dcbe hacerse a vclocidad lenta para cvitar riesgos por incendio dc esas virutas; y por
igual motivo hay que protcger dcl contacto con cl aire cualquier masa de polvos de
Magnesio puro.

En forma no Aleame de
Aleaciones
metálica Aluminio
----ultraligeras

Fig. 0.8. RefHmo del consumo de MaKnesio.


WS MA.TER.IALES ESTRurnJl«l.D NATURALES, METAUCOS, Cfl«MlC05, fOW,IEROS rCOMPtlESTOS 19

Solamente una pequeña parte del Magnesio que se consume anualmente en el


mundo se utiliza como material metálico. El resto -aproximadamente 90%- se
emplea en forma no metálica (Figura 0.8), para productos químicos y refractarios.

El Magnesio en forma metálica se utiliza sobre todo como elemento de adición


-para aleaciones de Aluminio-, o como agente inoculante (ref.11.3); por ejemplo en
la obtención de fundiciones esferoidales, debido a razones de epitaxia o semejanza
cristalográfica entre el Magnesio y el grafito (ambos elementos son exagonales). Se
emplea también para aprovechar sus propiedades de tipo quimico como agente
reductor: en procesos de obtención de metales; en protección catódica; como desul-
rurante en aceros; como desecador en válvulas termoiónicas, etc.

Los aspectos desfavorables apuntados anteriormente no significan que no puedan


ser resueltas -a costa de encarecimiento del producto- las dificultades para el empleo
del Magnesio como materiol metólico ultraligero (su densidad es solamente 1,74): el
resto de la producción del Magnesio en forma metálica se destina aleaciones ultrali-
geras, generalmente de moldeo: Magnesio con 1,5% Mn, o de Magnesio con no más
de 10% Al, o bien aleaciones "elektron" (Mg con 0,7% Zr, Mg con 1 a 4 % Tierras
raras).

0.2.2.3. Estaño

Es uno de los metales menos abundantes en la corteza terrestre (Tabla 0.6) y pre-
senta desde hace años una disminución de su pendiente en la curva de producción
anual.

Tabla 0.6.- Abundancia de Metales en la corteza terrestre (Hurlich)


Partes por millón Abundancia relaliva (núm. de orden)
Metal en peso respecto al resto de elementos
Silicio..................................... 272.200 2R
Aluminio................................ 81.300 3'
Hierro..................................... 50.000 411
Magnesio 20.900 se
Titanio.................................... 4.400 f1J
~anga.neso............................. 950 12R
Zlrcomo 165 18"
Vanadio 135 19"
Cromo..... lOO 2l Y
Níquel..... 75 23'
Zinc........................................ 70 24'
Cobre 55 26'
Cobalto................................... 25 30'
Niobio 20 3311
Plomo 13 36v
Beri.lio.................................... 2,8 51'
Estaño 2.0 5411
Uranio 1,8 56'
Molibdeno...................... 1,5 58'
Wolframio.............................. 1,5 5~
Antimonio.............................. 1,0 67ll
20 C/ENCIA E lNGEN1ERJA DE AlA. TERlALES

El 24% de la reservas mundiales se hallan en China, e115% en Indonesia, 12% en


Malasia y 10% en Bolivia. El mineral más frecuente es la casiterita (SnO:z) que
suele ir mezclada con otros minerales, por lo que se precisa una concentración previa
que encarece el proceso; y el So se obtiene de ella por reducción con Carbón.

Podrían repetirse aquí varias de las consideraciones hechas a propósito del Plomo.
El Estaño es un metal utilizado más por sus cualidades quimicas, por ejemplo buena
resistencia a corrosión en medio acuoso, que por sus propiedades mecánicas (límite
elástico 1 MPa y carga de rotura por tracción 15 MPa), muy bajas.

El mayor tonelaje de Estaño se destina al recubrimiento del acero <"ojalata). El


bajo punto de fusión del Estaño (232 l.'C), Y la aptitud mojante dc su fundido con res-
pecto al Hierro (ref 11.1), permiten obtener un recubrimiento delgado (2,5 a 10 micras),
que puede experimentar intensas deformaciones sin que el recubrimicnto sc estropee,
y que no es tóxico (de interés para la industria de la alimentación).

El revestimiento del Hierro por el Estaño, a diferencia del galvanizado, si no es


perfectamente estanco resulta más perjudicial que útil en medios electrolíticos. Al ser
más noble el Sn que el Fe acelera el paso de éste a la forma iÓnica.

En la Figura 0.9 se señala el gran consumo de Estaño para soldadllras blandas.


Ello se debe a la aptitud mojantc del Estaño (ref Tabla 11.3), su fluidez -especialmen-
te la soldadura eutéctica de 62% $0-38% Pb (ref.lV.3r y su aptitud para alearse con
los materiales metálicos que suelda.

Varios (Pesticidas, fungicidas, etc.)


Recubrimientos
(Hojalata)

Bronces

Soldaduras
blandas y fusibles

Fig, 0.9. Rellano (lel COf1.fumo de ES/1II10.

Le sigue en importancia (15% del consumo) el empleo de Estaño para la fabrica-


ción de bronces CII-$n (ref VID) y aleaciones antlfricci6n Pb-Sb--Sn (ref IX.2.!).
El consumo restante se reparte en una amplia gama de aplicaciones químicas: pestici-
das, fungicidas, conservadores de la madera, etc.
ros MA TERlALES ESTRUCTURALES NA TU/tAlE, ME:rAUCOS, CERAMICOS, POUMEROS y CO.l/PUESTOS 21

0.2.3. Otros doce metales estratégicos

Se puede considerar que hay un lolal de veinle melales de inlerés estratégico para
la industria y para la defensa: Antimonio, Berilio, Cromo, Cobalto, Manganeso,
Molibdeno, Niobio. Titanio, Wolframio, Uranio, Vanadio, Zirconio, y los ocho meta-
les citados más arriba.

En la Tabla 0.6 figuran los veinte elementos citados al comienzo de este apartado,
seriados por orden de abundancia en la corteza terrestre. Las previsiones estimadas
por Nutting sobre agotamiento de los yacimientos de las reservas, pueden verse en
Tabla 0.7.

Tabla 0.7.· Años estimados para agOlamiento (Nutting)


102-103 103-10"
Wolframio Cobre Cromo Cobalto
Molibdeno Plata Aluminio Hierro
0<0 Estaño Niquel Manganeso
Plomo Zioc Tilanio

Desde esta óptica las reservas de metales parecen ser superiores a las de los polí-
meros artificiales. Las previsiones de agotamiento para el petróleo, de seguir la
misma tendencia actual del consumo, son, según Ashby, de 25 años; y para el gas
natural ligeramente superiores. De ser eso cierto, los recursos para obtener materiales
poliméricos orgánicos se verían seriamente compromelidos en el próximo cuarto de
siglo. Esos polímeros pueden obtenerse no solamente del petróleo y del gas natural
sino también a partir del Carbón (y de la celulosa natural) pero su tecnología está
poco desarrollada.

Aquellos metales se emplean en usos diversos: elaborar el acero ordinario (Mn y


Si); aleantes de los aceros especiales (Mn, Si, Cr, Mo, W, V,) y aceros avanzados (Ti,
Nb, V); componentes de superaleaciones (Co, Nb); para aleaciones de Aluminio
(hasta ahora Si, Cu, Mg, Zn, Mn y actualmente V y olros); aleantes de olras aleacio-
nes no férreas de base Cobre (Be, Si, Sb); constituyentes de las vidias (carburos dis-
persos de li, V, W, con Cobalto como constituyente matriz); revestimientos (er, Ni),
etc. Algunos de ellos tienen interés para la industria química como catalizadores, pig-
mentos, etc.

Con la excepción del TItanio, podría decirse que los metales de este apartado tie-
nen escaso interés como materiales estructurales

0.2.3.0 El Silicio

En realidad el Silicio es más bien un elemento no metálico que un metal. Su enla-


ce atómico, heterodésmico, no es propiamente metálico sino covalenle. La energía
adicional para que los electrones de valencia pasen a la banda de conducción es
pequeña y por ello el Silicio puro es un semiconductor l¡pico. Las propiedades físicas
que se derivan de su estructura atómica tienen interés funcional.
22 CIENCIA E ll'o'GEN1ERlA DE MATERlALES

De la naturaleza covalenle de sus enlaces derivan numerosos compuestos tanlo


orgánicos como inorgánicos. A ello se deben también sus posibilidades de polimeri-
zación, que llegan a constituir una "Química del Silicio": aceites de silicona, grasas
de silicona, resinas y lacas de silicona, cauchos de silicona, elc.; además de los polí-
meros inorgánicos naturales (Tef. 0.4)

El Silicio es componente de buena parte de los materiales estructurales no metáli-


cos, tales como piedras naturales y productos cerámicos (Ter IX.4); y,en forma de
fibras, de algunos materiales compuestos.

En cuanto su utilidad metalúrgica, puede señalarse que se utiliza profusamente


para la desoxidación del acero; y como aleanle para Cabricar Siluminio Al-12% Si
(ref.IV3.1.1) u otras aleaciones estructurales (Cu-Si, Fe-Si, fundiciones griscs, etc.)

0.2.3./ Titanio

Dc los metales de este apartado el TItanio es el material estructural más atractivo


y con un futuro prometedor.

La producción de TItanio metal es, actualmente, pequeña. Se obtiene por un sofis-


ticado proceso químico, mucho más caro que los empleados en otros metaJes estruc-
turales. La demanda estimada de este metal, para el año 2000, es de 50.()(X) toneladas
en USA y de 150.000 toneladas en el resto del mundo.

Los principales productorcs de Titanio, cn forma dc csponja mctálica, son la anti-


gua URRS (39% de la producción anual), lapón (28%), USA (25%), el Reino Unido
(4%) y eh;", (2%).

La esponja de TItanio se obtiene actualmente a partir de i1menita (li03 Fe, con 44


a 70% de óxido de TItanio) y leucoxeno (producto alterado de la ilmenita que oontie-
ne 44 a 70% de óxido de Titanio) y, - en menor cuantía-, a partir de rutilo (93 a 96%
de TiO:z). Los productores de i1menita son Australia, Canadá, Noruega, Sudáfrica.
antigua URRS y China. Los principales productores de rutilo son Australia, Sierra
Leona y Sudáfrica. En el futuro pueden ser importantes fucntes de Titanio los yaci-
mientos brasileños de antasa (óxido de Titanio de estructura cristalina diferente al
rutilo) y 1:1 perovskita (un titanato cálcico) de Colorado.

El Titanio resulta interesante como material estructural por su baja densidad


(4,507), su a/la temperatura de fusión (16()8l!C), y su resislencia a /a oxidación.

Pcse a que es alta su afinidad para el oxígeno (ref.Figura 0.2), el óxido fonnado
- al igual que ocurre con el Aluminio y la alúmina- resulta ya impenneable al oxíge-
no hasta unos 6()()llC; y, por tanto, protege al metal de una posterior oxidación. Como
también ocurre con el Aluminio, su resislencia a corrosión es buena frente a la
mayor parte de agentes químicos (en tanto éstos no reaccionen con la capa de óxido).

Cristaliza en el sistema exagonal para temperaturas inferiorcs a 882,5~C y resulta


un metal anisótropo.
WS Al'" TERlAW ESTRUC71JJ«LES NIlT!JlWLS, METillCOS, CEltUlfaJS, I'OWIEROS y CO.V1'UESTOS 23

Sus características mecánicas son buenas (ref XJ.4 y Figuras XIII. 1,2,3 y 4 ), si
bien las impurezas intersticiales -de Carbono, Hidrógeno, Oxfgeno, y Nitrógeno-
perjudican notablemente las propiedades mecánicas (aunque aumentan la resistencia
a tracción, también la relación RefR m, disminuyen el alargamiento y la tenacidad).
Para el Titanio comercial de mayor pureza puede estimarse un límite elástico de
175 MPa, una carga de rotura por tracción de 250 MPa y un alargamiento de 50%_
Estas caracteñsticas, como ocurre con el Hierro -que también presenta cambio de
alotropía y variaciones en la solubilidad de los aleantes- pueden mejorarse con ele-
mentos de aleación y tratamientos ténnicos. Así, por ejemplo, la aleación con 6% de
Aluminio y 4% de Vanadio logra 1100 MPa dc límite elástico, 1200 MPa de carga de
rotura y 10% de alargamiento.

Su confonnabilidad cn frío por emburición es alta (aunque n es pequeño, ver Fig


XI.9, sU coeficiente de Lank:ford, r,es grande). Tiene, además, posibilidades de com-
portamiento superp/ástico por deformación en caliente (refTabla XII. 47).

Parece oportuno señalar que el Titanio y sus aleaciones tienen muy baja conducti-
vidad térmica y eléctrica, y un coeficiente de dilatación (8,9.10-6) inferior al dcl
acero.

El Titanio en forma metálica se emplea principalmente en la industria del trans-


porte: sobre todo aeroespacial, - las aleaciones de Titanio suponen un 30 % del peso
total en motores a reacción, y de 10 a 35 % del peso total de los aviones actuales -, y
en menor medida en el transporte terrestre. Cada vez se utiliza más en la industria
química, por su resistencia a corrosión, particularmente frente a cloruros y sulfuros.

El alto coste de este metal, derivado sobre todo dcl proceso para su obtención, es
hoy una limitación importante para la utilización industrial del Titanio.

0.2.3.2. Metales refractarios

Más arriba se ha hecho referencia a las superaleaciones como materiales metáli-


cos interesantes para temperaturas de servicio del orden de los 1100 De. Como es
lógico un techo superior para la utilización de dichos materiales es el punto de fusión
de sus componentes básicos. Y además otros límites: por fluencia (ref. XlII.7) o bien
por oxidación a alta temperatura.

Cuando no se precisan propiedades mccánicas, los materiales cerámicos -y los


compuestos de matriz cerámica- resultan particularmente atractivos para requeri-
mientos a muy alta temperatura. Pero, entre los materiales metálicos, las exigencias
crecientes de la técnica llevan a prestar interés a materiales que resistan mayores tem-
peraturas que las superaleaciones; y reúnan las características propias del estado
metálico; por ejemplo para anticátodos de Rayos-X, electrodos de soldadura TIG
(tungsten-inert-gas), resistencias de hornos de vacío, proyectiles anticarro, industria
aeroespacial, etc.

En cl conjunto de metales refractarios- W, Re, Ta, Mo, N~ algunos tienen pro·


piedades "funcionales" que los hacen atractivos para aplicaciones concretas. Por
24 CIENCIA E INGENIEIUA DE MATERIALES

ejemplo el Wolframio por su alta densidad para absorción de radiaciones gamma; el


Tántalo para implantes en cirugía por su excelente resistencia a corrosión y compati-
bilidad con los tejidos humanos; el Reoio en la fabricación de termopares; el Niobio
en la industria nuclear por su baja sección eficaz de captura de neutrones.

El Wolframio, es el metal que funde a más alta temperatura (34100C). Este metal, y
el Molibdeno, son los más representativos de los metales refractarios (refTabla 1.13).

La obtención de esos metales. generalmente por reducción de sus óxidos, suele


lograrse a modo de polvos metálicos. La técnica más utilizada para su conformado
consiSle en la compactación de esos polvos y su sinteTizado, en atmósfera protectora
frente a la oxidación. Hasta hace pocos años era la única manera de obtener estos
metales, al no disponerse de hornos de fusión por plasma.

El plasma es "el cuarto estado de agregación de la materia"; no se trata de un estado sóli-


do, ni lfquido, ni propiamente gaseoso. Se obtiene, a partir del estado gaseoso, desvinculando
a los núcleos atÓmicos de todos los electrones de su envoltura atómica (o de casi todos).

Técnicamentc puede lograrse plasma a partir de un gas -V.gr. Argon- ionizándolo


mediante descarga eléctrica por arco de alta frecuencia. La energía obtenida al vincularse nue-
vamente los núcleos atómicos con los electrones para dar átomos es, lógicamente, muy supe-
rior a cualquiera de los calores lateDtes que pueden desprenderse en los otros cambios de esta-
do de la materia: por ejemplo en el paso de sólido a líquido cristalino (calor latente de fusión,
ref. 1.4) o en el paso de gas a líquido (calor latente de vaporización ). La gran cantidad de
energía así desprendida eleva en miles de grados la temperatura y posibilita fusiones -e inclu-
so vaporizaciones- de metales refractarios y de cerámicas.

Empleando plasma pueden también obtenerse recubrimientos cerámicos (o metálicos)


vítreos -ref V1.5- sobre un sustrato metálico o cerámico. Así. si en una ~antorcha de plasma"
se introduce un material cerámico (o melálico) en forma de polvo sólido, las alias temperalu-
ras de la antorcha de plasma -miles de grados-- refunden aquel polvo (e incluso pueden vapo-
rizarlo): y éste, al incidir ("plasma spraying") sobre el sustrato, puede "solidificar" vítreamen-
te: el elevado gradiente de temperatura entre el "spray" y el sustrato se traduce en elevada
velocidad de enfriamiento.

Ambos metales tienen densidad alta, (ver Tabla 1.9). Por ello, en la industria aero·
espacial, se emplean solamente en puntos de requerimiento especialmente severo
tales como como elementos de calentamiento, o como materiales compuestos: para
toberas de reactores y naves espaciales.

Resulta imprescindible una adecuada protección frente a atmósferas oxidantes. A


alta temperatura se oxidan a gran velocidad. Por tanto su vida en condiciones límitcs
es muy breve.

Sus características mecánicas son bajas (la resistencia del Wolframio a 2500 IIC
es de 25 MPa y de un nivcl similar para el Molibdeno). Resultan anisótropos, por la
naturaleza híbrida metálico--<:ovalente de sus enlaces atómicos (enlaces heterodésmi·
cos), y muy sensibles a las impurezas intersticiales y a variables metalúrgicas
WS MA TERLtUS ESIXUCTVRALES NA TVIt4.LES, METMJCOS. CEIt4.MICOS, POWIEROS y COM1'UESTOS 25

Tanto el Wolframio como el Molibdeno son poco resistentes al choque y, de


hecho, sobre todo el Wolframio, resultan frágiles a temperatura ambiente: las tempe-
raturas de transición dúctil·frágil (ref Cap Xl) son 343 l/C para el W, y 33 l/C para el
Mo.

Si se consideran las propiedades específicas, cociente (ref.Cap XlII) entre las pro-
piedades mecánicas -rigidez, resistencia. etc- y la densidad, Wolframio y Molibdeno
apenas tienen interés estructurdl. A modo de resumen puede decirse que se utilizan
como metales estructurales solamente en condicioncs extremas dc servicio a alta
temperatura, y brcves.

Suelen emplearse como elementos de aleación para los aceros más que por su
condición de mctales refractarios. Por ejemplo, el reparto del consumo del Molibde·
no por sectores viene a ser en orden de importancia: aceros y fundiciones especiales
(45%), aceros inoxidables (31 %), aceros para corte (11 %), supcraleaciones (7%), y
otros varios 6%.

El Niobio es un metal prometedor pues, junto a su condición de metal refractario


(funde a 2468 OC), presenta: carácter superconductor a temperaturas subcero; acepta-
ble resistencia mecánica y ductilidad (a 1200 l/e, 70 MPa y 20 % alargamiento); cua·
lidades nucleares; una aptitud para la soldadura superior a la de Jos otros metales
refractarios; y cxcelente resistencia a corrosión. Su comportamiento a la oxidación
es de tipo lineal (incremento lineal del peso de óxido en función del tiempo) y, por
tanto, se comporta peor que otros metales con ley menos severa de oxidación: tales
como Al, Cu, N~ Co.

Como es lógico el desarrollo de este metal, como el de otros refractarios, está res-
tringido por su suministro bastante limitado y, consecuentemente, por su elevado
costc.

0.2.3.3. Metales para la industria nuclear

Los reactores nucleares necesitan en primer lugar mctales combustibles, como


Uranio o Plutonio. Pero requiercn, además, materiales para la propia estructura del
reactor: canalizaciones, conductos de refrigeración, barras de control, soportes, ins-
trumentos de medida, vainas para proteger al combustible, etc. Las cualidades exigi-
bles a un material estructural metálico dependerán del tipo de reactor y de la finali-
dad concreta a que éste se destine.

Algunos requerimientos comunes a todos los materiales estructurales destinados a


la industria nuclear son sus calidades térmica, nuclear, radioactiva y mecánica.

Por calidad térmica se entienden conduclividades térmicas altas, bajos coeficien-


tes de dilatación --() al menos equilibrados con los restantes materiales-. y una resis-
tencia a la fatiga térmica producida por la alternancia de temperaturas.

La calidad nuclear requiere que el material presente una débil absorción de neu-
26 CIENCIA E lNGENIERIA DE MA TERlALES

trones (baja sección eficaz de captura de neutrones). Los metales con más baja sec-
ción eficaz de captura de neutrones son el Berilio, el Magnesio, el Zirconio y el Alu-
minio (otros metales como el Fe, Ni, Ce, Ti, Mo son entre 15 y 30 veces más absor-
bentes).

Como consecuencia de la captura neutrónica muchos materiales se hacen radioac-


tivos y su manejo resulta peligroso; desde este punto de vista de calidad radioactiva
deben darse preferencia a aquellos en que no se induzca radioactividad o que, al
menos, sea de período corto. Los elementos que más contribuyen a una actividad
inducida de tipo persistente son el Cromo, Manganeso, Cobalto, Cobre y Zinc; por lo
que deben evitarse en forma de mctal aunque puedan estar presentes como impurezas
o bien formando parte de aleaciones aceptables.

La calidad mecánica - de especial interés en los reactores térmicos, en que


importa la economía de neutrones - suele determinarse por las denominadas "resis-
tencias mecánico-nucleares específicas" que son el cociente entre una característica
mecánica del material y la absorción total de neutrones captados por ese material. Así
la "fuerza específica de rotura" es el cociente entre la carga de rotura por tracción y
la sección eficaz de captura por unidad de volumen; los materiales interesantes a este
respecto son -por orden de más a menos- Zirconio, Berilio, Magnesio y AJuminio.

Para reactores rápidos las propiedades que se exigen preferentemente a los mate-
riales estructurales son: elevado punto de fusión, y conservación de propiedades
mccánicas a elevada temperatura. Los metales más interesantes, a este respecto, son
los refractarios (el Niobio, Molibdeno, Tántalo, Wolframio), las superaleaciones, y el
Titanio. Metal que - al igual que el Wolframio y el Tántalo -, por tener alta capaci-
dad de absorción de neutrones lentos, no pueden emplearse, en cambio, en reactores
térmicos.

El Uranio interesa como combustible nuclear (sustentando una reacción de fisión


en cadena, realizada por neutrones) o como base para la obtención, por captura
radioactiva y desintegración, de otros combustibles nucleares: que, como el Plutonio
239, no existen en la naturaleza.

El Uranio natural tal como se obtiene del mineral consta de tres isótopos de
número másico 234,235,238 cuyo porcentaje respectivo en peso es 0,0058%,
0,720%, 99,274%. La proporción del isótopo físil U235, que puede experimentar
fisión por neutrones de cualquier energía, es muy pequeña; por lo que habitualmente
el Uranio natural se enriquece en U235, mediante técnicas adecuadas, antes de su
utilización como combustible en un reactor. El Uranio natural -<:on gran proporción
de U238-, no fisionable por neutrones lentos, podría absorber neutrones rápidos para
convertirse en Plutonio 239 (físil por neutrones de cualquier energía).

0.2.3.3.1. Zirconio

Sus reservas se cifran en 165 partes por millón, en peso de la corteza terrestre. Es
el décimo octavo mctal en abundancia (ref Tabla 0.6).
LOS .tiA. TERLUES EST1lUcrvlttLES NA. ruRALES, METAL/Cos, CERAMlCOS, I'OL/MF.ROS yCO.'II'UCSTOS 27

Su mineral más abundante (localizado en Australia, Florida, Brasil, India, Ceilán,


Malasia, USA y Canadá) es el zircon (ZrSi0 4). Otro mineral menos frecuente es la
baddeleyita, constituido por zr0 2 casi puro, que se encueOlra sobre todo en Brasil.

Metal casi refractario, pues funde a 185ZVC. Es bastante anisótropo en sus propie~
dades mecánicas. Las impurezns intersticiales (N,O,C,H) influyen notablemente en
las propiedades por lo que, a temperatura ambiente, oscilan mucho de unas a otras
muestras los valores del límite elástico (Re' de 95 MPa a 260 MPa) y carga de rotura
(R m, de 200 MPa a 400 MPa) para un mismo alargamiento (A de 30%). Por otra
parte los valores de Re Y Rm disminuyen rápidamente para temperaturas superiores a
200 oC; y dan valores muy bajos para 500 ~

El Zirconio es extraordinariamente sensible a la corrosión denominada por los


anglosajones "freeting" (un gripado por soldadura en frío, a presión, producido entre
dos superficies metálicas en contacto).

En cuanto a sus propiedades químicas resulta "otable la afinidad por el oxígeno


-ref.Figura 0.2- que le hace vulnerable al incendio cuando se halla en polvo (como
ocurre con el Magnesio y el Titanio); cuando, en cambio, tiene espesor suficiente se
forma un film de óxido protector hasta los 200 'C. Para temperaturas superiores cesa
la autoprotección, y a 800 llC se deteriora rápidamente por volatilización. Por ello
conviene plaquearlo con un metal o aleación protector (con frecuencia el latón de alta
resistencia).

Sus aleaciones se limitan, por ahora, al sistema Zr-Sn (0,25%-2,5% Sn) zircaloy.
El Estaño combate los nefastos efectos del Nitrógeno. Se emplean fundamentalmente
en la industria nuclear, sobre todo para vainas de combustible.

0.2.3.3.2 Berilio

Es un metal del sistema exagonal compacto, anisótropo en la dilatación y en las


propiedades mecánicas, y funde a 1277 lle.

Se emplea, como elemento moderador, en instalaciones nucleares, por su baja


sección eficaz de captllra de "eutro"es. Además por bombardeo con partículas alfa es
--de todos los metales- el que emite más neutrones, según la reacción 9Be (n,2n)
2 4 He.

Se emplea también en la industria aeroespacial: por sus características de rigidez


(su módulo elástico es vez y media superior al del acero) y de ligereza (su densidad
es 1,84). El límite elástico es de 700 MPa, la carga de rotura unos 900 MPa, el alar~
gamiento entre 1 y 10%.

Su utilidad no se limita a partes proyectadas con el criterio de resistencia a trac-


ción: se emplea, sobre lodo, para la construcción de partes diseñadas con criterio de
resistencia al pandeo (rer Capítulo XIII).
28 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERIALES

Es el metal de más alto calor ei>pecífico (ref.Tabla 11.17), y por ello resulta de
interés para la industria aeronáutica como "sumidero de calor" o blindaje térmico
(por ejemplo se empleaba para proteger de la fusión a las cabezas de proyectiles
"Palaris" en la rcentrada en la atmósfera ).

Presenta excelente comportamiento a la oxidación a temperatura ambiente debido


a la película de óxido protector que se forma; en cambio los ácidos minerales y las
bases atacan al metal.

Finalmente parece conveniente señalar que el Berilio es un metal frágil (por el


momento no se ha resuelto esta importante dificultad), tóxico (en forma de polvo se
oxida, y ese óxido -glucina, de sabor azucarado- es tóxico), lo que dificulta su meca-
nizado, y caro (lo que contribuye a que su empleo como material estructural sea bas-
tante limitado).

El Berilio, análogamente a lo que está sucediendo con otros materiales, ha contri-


buido al desarrollo de uno de los denominados procesos avanzados (ref. XII1.8). La
consolidación de polvos de Berilio exigió la puesta a punto, por vez primera en 1964,
del prensado isostático en caliente; que permite obtener una forma definitiva a partir
de polvos de metal (rer. Figura XII.35) empaquetados en un molde de paredes delga-
das, que tiene la geometría, homotética y aumentada, de la forma final prevista.

Esta técnica se utiliza hoy en otros campos: para subsanar defectos en piezas pre-
moldeadas; para reparar componentes desgastados por el uso, para fabricar "materia-
les sandwich" por prensado de polvos aleados de diferentes tipos, etc. Ejemplo de
"materiales sandwich" son algunos discos de turbina cuyos bordes exteriores son de
una aleación resistente a termofluencia, en tanto que las zonas próximas al eje pue-
den ser de una aleación susceptible de aguantar mayores esfuerzos mecánicos.

El Berilio se utiliza también como elemento de aleación; por ejemplo para endu-
recimiento estructural del Cobre (ref VII. 1.2), y para afino de grano del Aluminio y
del Magnesio.

0.2.4 Metales preciosos

Su producción anual es muy escasa: alrededor de 127 Toneladas en el caso del


Platino; el Oro unas 2.200 Toneladas y la Plata no llega a alcanzar las 13.000 Tonela-
das. Su evaluación económica, en cambio, es notable; en ese sentido el Oro ocupa el
cuarto lugar de los metales (ref Figura 0.1).

Pueden encontrarse en estado nativo o en forma de mineral. La Plata proporciona


algunos depósitos nativos en Noruega y Bolivia. Los yacimientos importantes de Oro
se encuentran en Sudáfrica; aunque siguen teniendo interés técnico los de U.S.A.
(California, Colorado, Alaska), Canadá, Australia, y los Urales. Las principales reser-
vas de Platino se encuentran en los Urales, Transvaal, Borneo, Colombia, Canadá,
Congo y Nueva Zelanda.

La Plata suele aparecer en algunos yacimientos asociada al Azufre, por el que


WS .HA. TElUA1.ES ESTRUCfURALEj NA TVRALEj, METAUCOS, CERAMfCOS, fOUMEROS r COMPUESTOS 29

tiene gran aímidad, en fonna de argentinita (Ag2S) y proustita (3Ag2S,S~; o,


también, como plata córnea (AgCI). Otros yacimientos están constituidos por
pequeñas cantidades de sulfuro de plata y de elementos tales como el Plomo (galena
argentífera), Zinc y Cobre. Precisamente de estos yacimientos pobres en Plata se
obtienc como subproducto de los otros mctales, por rccuperación, el 75% de la pro-
ducción mundial de Ag.

El Oro, que en estado nativo suele aparecer en rocas cuarcíferas vinculado a la


Plata, acompaña frecuentemente a las piritas arsenicales y minerajes de Cobre y
Plata.

El Platino puede encontrarse en forma de mineral: esperrilita (PtAs 2), cooperita


(PtS) y braggita (Pt,Pd,Ni)S. El Platino nativo, que como el oro puede hallarse en
depósitos aluviales, va unido a los metales de su grupo: (Rutenio, Radio, Paladio,
Osmio el más pesado de los elementos cottocidos, e Iridio), que lo endurecen por
solución sólida. Dos de ellos, el Rutenio y el Osmio, son los únicos del grupo que no
cristalizan en el sistema cúbico de caras centradas --cristalizan en el sistema exag<r
nal-, y mennan notablemente la ductilidad del Platino. El Paladio tiene gran capaci-
dad para absorber Hidrógeno en forma de solución sólida, con límites variables
según la temperatura y la presión (puede absorber hasta unas 800 veces su propio
volumen).

Los metales Plata, Oro, Platino, cristalizan en el sistema cúbico de caras Centradas
y, por ese motivo, presentan amplia capacidad de deformación plástica (salvo la
excepción señalada a propósito del Platino cuando va acompañado de otros metales
de su grupo).

El Oro, la Plata y el Platino tienen similares diámetros atómicos, carácter electro-


químico. y valencia. Por ello pueden formar etttre sí sofuciottes sólidas de sustitución
total (ref 111.2.1), para cualquier proporción entre ellos (Ag, Au, Pt). Su solución sóli-
da va acompañada de una variación prácticamente lineal entre los parámetros cristali-
nos del metal disolvente y del soluto.

Pueden admitir también Cobre, y otros, en solución sólida. La solubilidad del


Cobre en el Oro y en el Platino resulta iJimitada; en cambio es limitada en el caso de
la Plata (8,8% en peso de Cu). las aleaciones Cu-Au suelen tomarse como prototipo
de las transformaciones orden-desorden con formación de super redes (CuAu y
CU3Au, ref. Figura VII.35).

El Oro y el Platino son melales muy pesados ( la densidad es, respectivamente,


19,3 y 21,45 gr/cm 3). Por ello sus características de resistencia mecánica -del orden
de las de la ferrita- apenas presentan interés si se tiene en cuenta el cociente entre
esas características y la densidad. La Plata cuya densidad -notablemente menor a la
de los anteriores- es 10,49 grlcm J , similar a la del Plomo, resulta algo más ventajosa
cuando se considera aquella relación específica con la densidad; su límile elástico es
55 MPa y su resistencia a la tracción 300 MPa.

Son especialmenle significativas su il/alterabilidad qllímica y su gran cOl/ductivi-


dad eléclrica y térmica.
30 CIENCIA. E INGENIERlA DE MATERIALES

líencn bajo calor especifico como corresponde a su elevado peso atómico; y bajo
coeficiente de dilatación, sobre todo el Platino: cuyo coeficiente de dilatación lineal
enlre O" y I()()llC es 8,9.1O.fi (menos de la mitad que la Plata).

Por sus temperaturas de fusión (960,SVC la Plata, 106311C el Oro. 176'1!C el Plati-
no, todas ellas muy superiores a la del Estaño), su capacidad para formar solución
sólida con otros metales, su aptilud mojaRte, y su capacidad de infiltración, pueden
utilizarse -particularmente la Plata - para soldaduras fuertes (rer 11.1).

Aparte de su utilidad económica, algunas de sus propiedades resultan interesantes


para la industria química, electrónica, acrocspacial, elc. Por ejemplo la milad del con-
sumo de Plata en el mundo occidental se destina a fOlografía; el 20% a electricidad;
12% a joyería; 10% a aleaciones y el resto a aplicaciones varias. En el caso del Plati-
no su empico como catalizador (38%) iguala a su utilización en joyería (38%); el 7%
se destina a electrónica y el resto varios (vidrio, química, ctc).

El Oro, en cambio, se u¡iliza preferentemente en joyería (85%). Destinándose, ade-


más, a elcctrónica el 6%, a numismática el 3% y cl resto a usos varios entrc los quc
destaca la odontología. En joycría suelen emplearse unidades propias --el"quilate"y "cl
grano" - para cuantificar la pureza del oro. Quilme es cada una de las veinticuatroavas
partes en peso de oro puro quc contiene cualquier alcación de este metal. En joyería
"grano" - no se quicre denominar asi, en este caso, al tamaño promedio de los cristales
en el agregado policristalino (ref. Figura 1.3}-es la cuarta parte de un quilate.

0.3. CERAMICA5

Son materiales inorgánicos procesados y están constituidos por moléculas. La


palabra "cerámica" proviene del griego keramos, que significa algo así como mate·
rial cocido, o material calcinado. Hace referencia al modo tradicional de obtener
estos materiales: por cocción. Bien sea a partir de arcillas, o a partir de una especie
de barro (constituido por polvos del correspondiente mineral triturado y conveniente-
menle tamizado para lograr el tamaño adecuado) que al ser calenlado pierde el líqui-
do, experimellla transformaciones, y sinteriza. Otras cerámicas, sin embargo, se
obllenen por solidificación a partir de un fundido.

Muchas dc las nociones que sc expondrán cn Capítulos siguientes a propósito de


los metales son requisitos fundamentales para superar el nivel estrictamente informa-
tivo sobre los materiales cerámicos. Los diagramas de equilibrio, por ejemplo, ref
Capítulo IX, pcnniten comprcndcr los resultados de la sinterizaci6n y las transfor-
maciones de fase, polim6rficas, que pueden darse en estado s6lido, por efecto de la
temperatura, durante su elaboraci6n o servicio.

Olro tanto puede decirse de los mecanismos de solidificación (rer. Capítulo II),
igualmente aplicables a materiales metálicos que a cerámicos -como los refractarios
electrofundidos de alúmina, de Zircona y otros-. obtenidos por solidificación a partir
de un líquido. También pueden servir como ejemplo de utilidad del conocimiento
relativo a su cinética del cambio de estado, las diferencias de estructura y de propie-
dades, entre un vidrio de sílice y el cuarzo (ref IX.4.3).
LOS MATERIALES ESTRUCTURALES NA7VRALES, METAUCOS, CERAMICOS, POLfMEROS y COMPUESTOS 31

La Sílice (Si0 2), la Alúmina (Al 2D3), la Cal (CaD) -yen menor medida la Magne-
sia (MgO)- son los principales componentes simples de las cerámicas técnicas de
gran consumo. Entre ellos: la sílice cristalina; la fibra óptica; los vidrios sodicálcicos;
los refractarios (siliciosos, de alúmina, silicoaluminosos, etc.); y otros componentes
para la construcción como ladrillos, tejas, bovedillas, lozas, porcelanas, gres, cte. (reí
IX.4).

Muchas de esas cerámicas técnicas se obtienen a partir de las arcillas o silicoalu-


minatos hidratados. Existe una amplia variedad de éstas: por ejemplo, la Caolinita,
AI 2(SiP5) (OH)4 : la Haloysita AI 2(Si 20 5 ) (OH)4.2H20: la Pirotilita, AI 2(SiP5) (OHh:
y la Montmorillonita, Al 1.67 (Na, Mg) 0.33(Si 20 5) (OH)2' Todas ellas fonnadas a partir
dc rocas ígneas por efecto del agua, anhídrido carbónico disuclto. y ácidos orgánicos.
Sus mayores depósitos se constituyeron cuando el Feldespato -KAJSiJOs-, que tam-
bién se utiliza para cerámica~, fue erosionado de rocas talcs como cl granito, dentro
dc lechos acuosos, y se fue transformando en silicoaluminatos hidratados. Otros
minerajes utilizados para materiales cerámicos son el Talco, Mg 3 (SiP5h(OHh: los
Asbestos, Mg 3 (Si 2 0 5h(OH)4 : la Wolastonita, CaSiO?: la Silimanita, -A1 2 Si05-, etc.

Por otra parte, desde hace aproximadamente medio siglo, se han ido desarrollan-
do, en menor cuantía, otros materiales empleados en la industria nuclear, medicina,
aeronáutica, etc. Se conocen actualmente - con la provisionalidad que el calificativo
conllcva- como cerámicas modernas. Estas incluyen óxidos cerámicos tales como
A1 2D3, zr0 2, ThD z, BcD, MgO, MgAl2D4; cerámicas magnéticas tales como PbFe120l9'
ZnFe zD4 , y 6FeIO024; cerámicas fcrrocléctricas, como el BaTiD3 ; cerámicas nucleares

Tabla 0.8.- Temperaturas de fusión de algunas cerámicas.

Temperatura aproximada
Malerial (le fusión, en oc
Anorlila . 1553
Gehlcnila . 1593
Si02 fundido . 1723
Si3 N 4 ············· ··· ·.. · ·.. 1750-1900
Mullila .. 1840
A120~ .. 2020
Larnuta.. 2130
Espinela 2135
SiC . 2300-2500
B4C . 2425
CaO . 2570
BeO . 2570

~~.~~~.~~~.I.i.~.~~~::::::::::::::::::::
2500-2600
2775
MgO . 2800

~i'2 ••••••••••••••••••••••·•••••••••••••••••
2800
3100
Th02" 3300
c. . 3500
HfC . 3890
32 C/E/\'C/A E INGEN1ERlA DE MATEIUALES

como V0 2 y ue; así como nitruros (sialones), carburos, boruros (SiC. 8 4 C y n~ y


sus agregaciones.

Las propiedades mecánicas de todos estos materiales -"cerámicas técnicas de


gran consumo" y "cerámicas modemas"- derivan de sus fuertes enlaces atómicos
covalentes. Debido a ello las cerámicas funden a altas temperaturas; superiores a las
de los metales (comparar con Tabla 1.13 la Tabla 0.8). Por ello también, la rigidez
(rer 1.4) de las cerámicas es muy alta.

Se trata de materiales refractarios al calor, eléctricamente aislantes, químicamente


resistentes, duraderos, indeformables plásticamente, pero no tenaces. En principio no
son materiales apios para soportar esfuerzos de tracción. Su comportamiento mecáni·
ro a compresión es, lógicamente, mejor que a tracción: su resistencia a compresión
es del orden de 15 veces superior a su resistencia a la tracción.

Su punto más débil es, precisamente, la baja tenacidad al choque. Esa fragilidad
se debe a la presencia -tanto en su interior como en la periferia- de un gran número
de pequeñas grietas, con tamaño superior al critico necesario (ref. XJ.6) para que
puedan propagarse por la acción de una tensión critica; que generalmente resulta muy
inferior a su límite elástico. El tamaño crítico de la grieta para su propagación catas·
trófica en las cerámicas (V.gr. ref XIIIA.2.3 y Figuras XJII.3 y XJlL4) es del orden de
micras; en tanto que en la mayoría de los metales estructurales es notablemente supe-
rior (del orden de mm). En la Figura 0.10 se comparan las tenacidades de los mate·
riales cerámicos con las de otros materiales.

Además de las grietas constitucionales inherentes a su propia naturaleza no plásti-


ca -por sus enlaces no metálicos-, las cerámicas son muy sensibles a los defectos de
fabricación tales como posibles rasguños superficiales o bien defectos internos. la
probabilidad de esos defectos aumenta con el tamaño de las piezas, cuyas propieda-
des mecánicas pueden llegar a verse arruinadas. Para una fabricación en gran serie,
todo elJo compona casi siempre mayores dificultades de uniformidad en la calidad, y
de fiabilidad en servicio, que en el caso de los metales y polímeros.

0.3.1 Cerámicas tenaces


Tratando de buscar soluciones a la fragilidad de las cerámicas, la investigación ha
desarrollado en los últimos años algunas "cerámicas tenaces". Aunque éstas tienen
siempre un techo de tenacidad, determinado por la naturaleza de los enérgicos enla-
ces covalentes o jónicos -no metálicos- entre los átomos que componen sus molécu-
las. Compárense por ejemplo, en la Figura 0.10, los valores de K¡C de cerámicas
"tenaces", -V.gr. los sialones- y los aceros.

Los sialones densos -prototipo de cerámicas tenaces- se obtienen englobando


cristales de J!-nitruro de silicio con otros aditivos como alúmina para que queden
densificados en una matriz cerámica. Esos cristales P, dispersos en la matriz pero
solidariamente unidos a ella, contribuyen a desviar la trayectoria de las grietas como
puede verse en la Figura 0.11. Por ello, la energía necesaria para la propagación de
LOS MAoTEIUALES fSTRUCTUIW.E.S ,vAroRAU5, MUA.UCOS, CERA.MICos, POUMERQS y co.WPUESTOS 33

300 _o<.-
.- ...
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Pohmeros Compuestos
CerámICOS Metales

Fig. 0.10. Tenacidad de algunos materiales (ref Ashby).

grieta siguiendo una "trayectoria labcríntica" es mayor; y csc material compuesto


resulta más tenaz que una cerámica ordinaria.

Efectivamente, si una grieta en crecimiento se encuentra con una fibra, toma un


camino diferente o bien separa la fibra de la matriz; en ambos casos absorbe energía
y retrasa el avance de la grieta. Por ello, no sólo los sialoncs sino también otras cerá-
micas reforzadas con fibras adecuadas, resultan más tenaces que las cerámicas sin
reforzar pese a que aquéllas tengan abundantes grietas.

Ese fundamento microestructural para lograr cerámicas tenaces consiste. por


tamo, en diseminar el efecto de entalla sobre una mayor superficie. Las fibras. ade·
34 CIENCIA. E INGENIERJIt. DE ,\flt. TERlALES

Fig. 0.11. Sialones, tenacidad microestruc/IIral (A.S.M.)

más, suelen lener airo efecto beneficioso. complementario, debido a que muchas de
ellas "grapan" Jos labios de las grietas y evitan que se ensanchen.

Otras cerámicas -por ejemplo las de Zircona electrofundida, ZrOr logran el


aumento de tenacidad por otro mecanismo microeslruclural distinto del de reforza-
miento: por cambio de a/atropEa debido a tensiones. En efecto, con la tcnsión se
produce en el extremo de las grietas - y en el enlomo de éstas- una transformación
cristalina de los granos de Zircona: de tetragonal a monoclínic3. Esa transforma-
ción tiene lugar con aumento de volumen en lodo el entorno de las paredes de la
grieta. Se consigue de ese modo una mejora de tenacidad durante el servicio, por-
que ese aumento de volumen -aunque pequeño-- resulta suficiente para obstaculizar
la progresión de la grieta y para comprimir sus labios cuando ésta se sigue expan-
diendo.

0.4. POUMEROS ORGANICOS

La naturaleza presenta una gran riqueza de materiales poliméricos: la madera. el


caucho, el petróleo, y otros. están constituidos por poUmeros orgánicos. En la natura-
leza hay también materiales poliméricos inorgánicos tales como el asbesto (inosilica-
tos). o como el caolín y otros filosilicatos o silicatos laminares.

Entre los polímeros orgánicos naturales ofrece particular interés la celulosa


-e6 H70 2(OH)r presente en las partes leñosas de las plantas y, sobre todo. en su
LOS MATERIALES ESTRUCTURALES NA.TURALES, META.UCOS, CERAMICOS. POUMEROS y COMPUESTOS 35

forma más pura, en el algodón. De ella se deriva el papel, y los polímeros termoplás 4

ticos celulósicos obtenidos a partir de etil cclulosa (EC); acetato de celulosa (CA);
acetato butirato (CAB); acetato propionato(CAP); nitrato de celulosa (CN): rayón,
celofán, algodón pólvora, celuloide, lacas para pinturas y otros.

Esos polímeros orgánicos artificiales son materiales formados por unión repetida
de moléculas orgánicas sencillas denominadas monómeros. Así, sustancias tales
como el eteno o etileno, CH 2=CH 2. con enlaces no saturados, pueden dar origen
mediante rotura del enlace a cadenas dcl monómero que reciben el nombre de macro-
moléculas:

Los finales de la cadena, X, enlazan con otras macromoléculas o bien se cierran


con otro radical que recibe el nombre dc terminal.

El número dc monómeros que componen una macromolécula define su grado de


polimerización. Las propiedades de un sólido resultante de la agregación de macro-
moléculas dc igual longitud, por repetición de un mismo monómero, dependen dcl
grado de polimerización de éste. Las macromoléculas de polímeros comerciales sue-
len constar de 1000 a 100.000 monómeros (a veces se llega hasta 500.000, en los
denominados "de alta densidad"). Como es lógico, de un mismo monómero, por
ejemplo el polietileno, pueden obtenerse materiales muy diversos, con propiedades
diferentes, según sea su grado de polimerización.

Se denomina polimerización por adición a la conseguida, como la citada del etile-


no, por simplc repetición continua de un mismo monómero.

Para poder polimerizar es preciso que el monómero tenga enlaces insaturados.


Por esta razón, entre los derivados del petróleo, no polimerizan los hidrocarburos
saturados o parafinas.

La facilidad de polimerización es mayor cuanto mayor sea la polaridad del monó 4

mero. Ello explica que el CHr CH 2--eH=CH 2 polimerice fácilmente y, en cambio,


otra olefina de igual composición química, (el CHr CH=CH--eH 3, con doble enlace
en el centro de la molécula), polimerice con dificultad. Los monómeros que dan polí-
meros de adición de alto grado contienen generalmente un doble enlace terminal,
RR¡C=CH 2 ·

Se llaman copolímeros a los compuestos formados por dos sustancias distintas


polimerizadas al mismo tiempo. Y se denomina polimerización de condensación a la
que supone la eliminación de pequeñas moléculas, frecuentemente H20, por reacción
entre los monómeros. Por citar un sólo ejemplo, tal es el caso de la poliamida (PA)
Nylon 616: formada por copolimerización de exametilendiamina (H 2N- (CH 2)6
-NHz) y el ácido adípico (COOH--(CH 2)4--eOOH) que origina esa poliamida termo-
plástica (identificada por los 6 átomos de C de la diamina y los otros 6 del ácido
dicarboxílico):
36 CIENCIA E lNGEN1ERfA DE MA TERIALES

n. HOOC-{CHV4-COOH + n. H2N-(CHV6-NH2 ===>


(2n-l). H,O + HD-{CD-{CH2),-eD-NH-{CH2)ó-NH}"-H

Los polímeros suelen clasificarse: en termoplástieos (ref 0.4.1), termocstablcs


(ref. 0.4.2), elastómeros (reL 004.3) y espumas o polímeros expandidos (reL 0.4.4).

La producción mundial de polímeros se cifra actualmente en unos 90 millones de


toneladas. Se emplean sobre todo en la industria del embalaje (43%), en edificación
(35%), industria eléctrica (7%), transporte (4%) y otros.

O.4.1.Polímeros termoplásticos

Al igual que el eti/eno, pueden polimerizar por adición otros muchos polímeros
tcrmoplásticos; tales como el propileno (CH r CH=CH 2), el tetrafluoretileno
(F 2 C=CF 2), el estiren o (C 6H s-CH=CH 2), el metQcrj/ato de metilo
(H 2C=C(CH)}-COOCH) derivado del ácido acrílico (HzC=CH-COOCH), el clo-
ruro de vinito (CICH=CH2), muchos del grupo vinílico (-CH 2-CRH-) que es base
de monómeros tales como el fluoruro de polivinilo, el alcohol vinílico, el acetato de
vinilo, etc. Y otros.

Según la nomenclatura adoptada por la International Union of Pure and Applied


Chemistry, norteamericana, estos polímeros suelen denominarse: PE (o LDPE polie-
tileno de baja densidad), HDPE (polietileno de alta densidad); PP (polipropileno);
PTFE (politetrafluoretileno); PS (poliestireno); PVC (cloruro de polivinilo); PMMA
(polimetilmetacri lato).

Esas denominaciones son las que se han utilizado, para el Capítulo XlII, en las
Figuras XliI. 1, 2, 3, Y 4; en las cuales también se incluyen los policarbonatos pe, y
los poliéteres sulfones PES. Entre la nomenclatura habitual para algunos otros polí-
meros termoplásticos - que como los PES resultan además de interés para materiales
compuestos de matriz polimérica (ref. 0.5.1)- merecen citarse también: PBT (polibu-
tileno tercftalato), PET (polietileno tereftalato), PA (poliamidas o nylons).

Los polímeros termoplásticos están constituidos por la agrupación de macromolé-


culas lineales prácticamente at6micas en su secci6n transversal, pero casi microscó-
picas en longitud. Esas macromoléculas están ligadas entre sí mediante enlaces débi-
les: de tipo Van der Waals y puentes de Hidrógeno. Esos enlaces desaparecen durante
el calentamiento cuando llega a alcanzarse una determinada temperatura T G ("glass
transition temperature") denominada temperatura de reblandecimiento, o de transi-
ci6n viscoelástica (ver algunas en la Tabla 0.9).
LOS MATEJUALES ESTRUCTURALES NATURALES, METALlCOS, CERAMICOS, POUMEROS y COMPUESTOS 37

Tabla 0,9,- Temperatura TG de reblandecimiento

Material

Termoplásticos :
Polietilcno de baja densidad. 3
Polietileno de alta densidad . 27
Polipropileno . 20
Poliestireno . 97
Cloruro de polivinilo . 77
Polimetilmctacrilato . 105
Nylons . 67

Elastómeros :
Poliisopreno . 53
Polibutadieno .. 102
Policloropreno. 73

Los polímeros, a diferencia de las aleaciones y de las cerámicas, no pasan al esta-


do líquido por fusión; simplemente se reblandecen o se queman. Con todo, no es
infrecuente que a TG se le denomine "temperatura de fusión" del polímero tennoplás-
tico. Aunque esa denominación no es adecuada, teniendo en cuenta lo que propia-
mente comporta una temperatura de fusión o solidificación (ref.lA "calor latente" y
sig.)

La estructura de esas macromoléculas conlleva un habitualmente fácil conforma-


do plástico, a temperaturas superiores a TG' aplicando calor y presión. En efecto,
desaparecidos los débiles enlaces entre macromoléculas, éstas adquieren una movili·
dad relativa que se traduce en una especie de reblandecimiento viscoso. Ese reblan-
decimiento va acompañado de ligero aumento de volumen (que conviene no identifi-
car, erróneamente, con las dilataciones por verdadera fusión: ref.V.Z).

Así pues, cada macromolécula, desligada de las que le rodean, puede moverse
bajo el efecto de la fuerza aplicada. Esa misma estructura lineal justifica que, si la
tensión es por ejemplo de tracción, cada macromolécula individual tienda a endere-
zarse en la dirección de la tracción. Ese movimiento resulta posible en el interior de
una especie de tuboide irregular que rodea a la macromolécula debido al espacio
libre que dejan otras macromoléculas contiguas.

A temperaturas inferiores a TG, el polímero tennoplástico se comporta a la mane-


ra de un conjunto enmarañado de largas cuerdas unidas entre sí por aquellos enlaces
débiles. Se constituye así un sólido amorfo. Sólo cuando el grado de polimerización
es muy grande llega a obtenerse una cierta cristalinidad, por plegado repetido de la
macromolécula lineal.

La resistencia mecánica de los polímeros termoplásticos es el resultado de esos


enlaces de pequeña rigidez entre las macromoléculas lineales, del grado de enmara-
ñamiento de esas "cuerdas", y de los enlaces covalentes que fonnan las macromolé-
culas.
36 CIENCIA E INGENIERIA DE MATERIALES

Por debajo de O,75.TG resultan generalmente muy poco tenaces. El mismo nom-
bre de TG' "glass transition temperature", ya indica que por debajo de esta temperatu-
ra el polímero es como un vidrio; aunque la denominación de "vidrio" no es la más
adecuada (reLII.4.1, velocidad de solidificación, y IX.4.3. 2).

Muchos polímeros tcrmoplásticos son sensibles a la acción del Oxígeno, que


puede endurecerlos por formación de enlaces covaientes entre maeromoléculas, con
las dos valencias libres del Oxígeno.

Aunque excede al carácter de este capítulo introductorio una exposición pormeno-


rizada de todos los polímeros termoplástieos, de igual modo que no se ha considcra~
do necesario incluir todas sus nomenclaturas abreviadas (hay de casi una treintena de
familias diferentes, con la consiguiente numerosa variedad de tipos dentro de cada
familia) se indican sumariamente a continuación algunas características, particulari-
dades y aplicaciones de los polímeros termoplásticos más comunes.

Polietilenos: Los PE ("low density polyethylene", LDPE) en secciones delgadas


conservan su dureza y flexibilidad hasta 5511C bajo cero. Se emplean para tubos, bote-
llas, aislantes eléctricos, separadores de acumuladores, bandejas, tazas, barriles,
fibras, etc. Los polietilenos de alta densidad (HDPE), con macromeléculas hasta de
500.000 monómeros, proporcionan gran rigidez, resistencia a la abrasión, aceptable
tenacidad a temperatura ambiente y resistencia química. Como es obvio el coste de
su manufactura supera al de los LDPE.

Polipropilenos (PP): su característica más señalada es la ligereza (su densidad es


0,88-0,91). Se emplean para los mismos usos que los PE y resultan más rígidos que
éstos y más resistentes a la luz solar.

Politetrafluoretilenos (PTFE), Su propiedad significativa es la resistencia quími-


ca: apenas le afectan los ácidos, bases, y solventes. Suelen confonnarse por extrusión
debido a sus dificultades para el moldeo. Se utilizan para aislamiento en cables de
alta frecuencia, juntas de expansión, tuberías, industria del automóvil, aplicaciones
biomédicas, etc. Su aspecto es céreo.

Los Poliestirenos (PS) tienen gran aceptación por su excelente combinación entre
bajo coste, muy buenas propiedades dieléctricas, resistencia al agua y a los agentes
químicos, brillantez y transparencia, así como posibilidades de coloración. De todas
maneras, su tenacidad es muy pequeña; y bajo carga constante llegan a romperse. Por
todo no resultan recomendables como constituyente matriz para materiales compues-
tos. Se utilizan para objetos de adorno, en uso doméstico, mangos de pequeñas herra-
mientas, elc. Precisamente para mejorar su tenacidad se están desarrollando, median-
te aditivos orgánicos, algunos tipos denominados (HIPS, "high-impact polystyre-
nes") utilizados sobre todo en la industria del embalaje.

Los Cloruros de polivinilo (PVC) tienen buena resistencia al envejecimiento, al


aceite, y al agua. Por ello suelen emplearse en la protección de cables. Debido a su
resistencia a la abrasión, duración, y facilidad de limpieza, se utilizan también para
impermeabilizaciones, tuberías y desagües, recubrimiento de suelos, tapicerías, bol-
sos, maletas, persianas etc.
LOS MATERIALES ESTRUCTURALES NATURALES, METALlCOS, CERAMICOS, POLlMEROS y COMPUESTOS 39

Los po/imetilmeracrilatos (PMMA) son transparentes, por lo que se usan para la


fabricación de vidrios orgánicos (no se astillan tan fácilmente como el vidrio pero se
rayan con más facilidad), lentes, prismas ópticos, luccmarios, cúpulas, etc. Son per-
meables a los rayos ultravioleta. Tiene buena estabilidad dimensional, y resisten al
agua hirviendo sin deformarse.

Finalmente parece oportuno citar también los Nylons (poliamidas, PA) muy popu-
larizados por su empleo como fibra textil. Si bien, por su resistencia al desgaste,
buen comportamiento químico y aceptable tenacidad, se utilizan ampliamente en
otros campos. Conformados por moldeo se usan para engranajes y cojinetes de poca
responsabilidad, vasos y platos "irrompibles", componentes electrónicos, elementos
deportivos, etc. Conformados por extrusión pueden proporcionar hilos y cables,
hojas, barras, tubos, etc. para aplicaciones de amplio espectro.

0.4.2. Polímeros termoestables

Por copolimerización de determinados monómeros pueden lograrse por calen-


tamiento, macromoléculas reticulares tridimensionales, no lineales, que propor-
cionan un consolidado continuo no deformable plásticamente, "infusible ", duro y
rígido.

La resina termorrígida más antigua es la bakelita {-C6(OH)(CH2)HrCHrln'


Toma su nombre del químico belga Baekeland, que la desarrolló en 1909, y fundó en
USA la Bakelite Corporation. Obtenida por copolimerización de fenal (C6H50H) y
formaldcído o formol (H--COH ), ha sido ampliamente sobrepasada en la actualidad
por otras resinas: fenólicas, de fenal Cormaldeído; amínicas, de urea formol; cianatos,
o ésteres del ácido ciánico también llamadas resinas triacínicas; epoxi (EP), alílicas
(DAP), bismaleimídicas (BMI), poliuretanos (PUR), etc.

Las diversas resinas epoxy (así clasificadas por tener en común un "anillo epoxy".
consistente en dos átomos de Carbono unidos por enlace sencillo a un átomo de Oxí-
geno) son los termoestables de mayor versatilidad para materiales compuestos de
matriz polimérica con alta resistencia hasta temperaturas del orden de 150 QC Se uti·
lizan también ampliamente como adhesivos.

En todas las resinas termorrígidas, una vez endurecidas. su estabilidad al calor


viene determinada por los múltiples enlaces covalentes que unen a las cadenas entre
sí en las distintas direcciones del espacio. En esto difieren de 10 que ocurre con los
termoplásticos, cuyos enlaces entre macromoléculas lineales son débiles.

Estos polímeros tridimensionales reciben, a veces, el nombre de "plásticos cola-


dos". Una vez preparados sus componentes como líquidos, a modo de un jarabe, pue-
den colarse en moldes apropiados y endurecerse posteriormente. Por otra parte, la
colada no es el único método de conformación de estos polímeros, que pueden ser
moldeados también por compresión, por inyección, en autoclave, etc.

Aunque parece oportuno recordar que por encima de poco más de 40QllC los polí-
meros de cualquier tipo se degradan o "queman", las resinas termorrígidas se emple-
40 CIENCIA F. INGENIERlA. DE MA TERlALES

an profusamente: para fabricar piezas moldeadas, materiales de fricción, componen-


les eléctricos, laminados, pancles encapsulados, equipos marinos. Como dato ilustra·
livo puede servir que, en la década de los anos 90, se produjeron en USA más de dos
millones de toneladas de resinas termorrígidas: fenólicas (30% de la producción),
amínicas (28%), de poliéster ¡nsaturado (25%), cpóxicas (7%) y otras (10%).

0.4.3. Elast6meros

Son polímeros con macromoléculas de naturaleza lineal. de gran IO'lgüud (más de


1O.<XXl monómeros), por lo que las "fibras" llegan con frecuencia a anudarse entre sí.
A diferencia de los termoplásticos. en los elast6mcros existen ocasionales enlaces
cova/entes entre fas macromo/écu/as (aproximadamente un enlace cada 500 monó-
meros). También esta peculiaridad los distingue de las resinas termorrígidas.

Esos ocasionales enlaces transversales, por su naturaleza covalente, no desapare-


cen por encima de la temperatura TG. Por ello estos enlaces, junto con los nudos pro-
ducidos por enmarañamiento entre las largas macromoléculas, dotan a estos materia-
les, a temperaturas superiores a TG, de una cierta capacidad de memoria que les per-
mite volver a su forma original -al modo de las gomas- tras deformaciones elásticas,
incluso del orden de 300%, producidas al aplicar una tensión.

El comportamiento elaslopláslico de los elastómeros, -que también se da parcial·


mente, por "anudamiento" en los ternlOplásticos con alto grado de polimerización, se
debe fundamentalmente a sus ocasionales enlaces covalentes entre macromoléculas.
Como es lógico si estos enlaces fueran muy [recuentes, podrían llegar a formarse retí-
culos tridimensionales y, desapareciendo el carácter elastomérico, el polímero se
comJXJrtaría como un termoestable.

Entre los elastómeros. ocupa un lugar señalado el poliisoprello i--eH;r- CH=C


(CHJ)--CHr}n' que se logra por polimerización del isopreno (una diolefina de enlace
conjugado, {H 2C=CH--e(CH)J=CH 2}, constituyente del caucho y también presente
como subproducto en el petróleo). Su T G es aproximadamente J8rre. Por eso se como
porta como elastórnero a temperaturas superiores a la ambiental y a temperaturas
bajas se comporta como un material[rágil.

Otros elastómeros, empleados abundantemente, son el polibutadieno {-H 2C-


CH=CH--eH 2-)n y el policloropretlo, o neopreno, {--eH:rCH=CCI--eHr}n' Tienen
propiedades parecidas al caucho natural. Ul mismo sucede si sus monómeros -bula·
dieno (CH 2=CH--eH=CHz) y c1oropreno (CH2=CCI-eH=CH~ se copolimerizan
con ol.Tas sustancias. Se emplean para mangueras, juntas estancas de dilatación,
correas, transmisores, etc.

0.4.4. Espumas (PoUmeros expandidos)

Son productos porosos, de baja densidad (0,01-0,6), obtenidos por dispersión de


un gas en el interior de un polímero bien sea termoplástico o termoestable antes de
someterlo al proceso de endurecimiento. Durante el proceso de polimerización el gas
-
LOS MA. TElUALES ESTRUCTURAUS NATUIW.ES, METAL/ros, CE/«MlCOS,l'OUMEROS l' COMPUESTOS 41

se desprende y tiende a escaparse, pero panc de él queda atrapado en el interior del


polímero, donde forma una estructura alveolar esponjosa. EsIOS materiales pueden
lograrse, también, por desprendimientos de gases (v.gr C021 provocados por reaccio-
nes químicas entre moléculas, en el interior de la masa, duranle la polimerización.

Además de una gran ligereza ~ue Jos hace muy interesantes para boyas, boles,
salvavidas, así como material de relleno en embalajes delicados-, los plásticos
expandidos tienen muy baja conductividad rérmica. De ahí su gran interés como ais-
lantes. Y es prácticamente nula su absorción de agua. En cada caso ¡as propiedades
de resistencia -tanto química como al calor- son (as del material base.

0.4.5. Resumen de propiedades generales de los polímeros orgánicos

Como conclusión del apartado 0.4, y aparte de las peculiaridades de cada uno, los
polímeros orgánicos son materiales ligeros (en la Tabla 0.10 se comparan sus densidades
con las de los cerámicos. y materiales metálicos); resistell1e.f a corro.fiÓn: insolubles en
agua; solubles muchos de ellos en disolventes orgánicos; versátiles de color; con boja
conductividad térmica (entre 100 y 1000 veces menor que la de los metales) y eléctrica;
de coeficiente de dilatación muy superior a los metales (lo que suele plantear problemas
en los compuestos de polímero y metal); con alta capacidad calorífica ( superior a la de
los metales). Algunos envejecen con el oxígeno. También con la luz solar por cuanto el
fotón ultravioleta ticne cnergía suficiente para romper el enlace covalente entre dos áto-
mos de Carbono, desdoblando las macromoléculas en cadenas más cortas.

Sus características mecánicas resullan bajas (ver Tabla XI. 4 Y Figuras XIII.I,2,3
y 4 ). Pero su principal limitación es que s610 pueden usarse a temperatllras modera-
das. Por otro lado, a bajas temperaturas resultan casi siempre frágiles.

0.5. MATERIALES COMPUESTOS

Para conseguir un equilibrio de propiedades y aprovechar las ventajas que presen-


ta cada tipo dc material --Cerámicas, Polímeros, Metálicos-, evitando en lo posible
sus cualidades desventajosas, se emplean unos materiales compuestos, híbridos de los
señalados, dcnominados a veces "composites" por influencia anglosajona. Aunque
desde la anliguedad se han fabricado en muchas zonas del mundo algunos materiales
compuestos; tales como los ladrillos de adobe mezclados con paja u otros matcriales
naturales, telas impregnadas, cte.

Los materiales compuestos están constituidos por una mezcla o agregación


macroscópica de dos o más materiales diferentes que siguen conservando en el pro-
ducto ya procesado sus interearas superficiales y su identidad propia. El compuesto
final suele ser un material estructural con un constituyente matriz -polimérico, metá-
lico o cerámico según los casos- en el que se hallan dispersas las partículas o fibras
del otro u otros constituyentes.

Suelen calificarse en primer lugar por la naturaleza del constituyente matriz


-polimérica, metálica o ccrámica-; y en segundo lugar por la naturaleza y disposi-
42 CIENCIA E INGENIERlA. DE MA. TERlALES

Tabla 0.10.· (Re! Ashby, modificada). Densidlld de diversos maleriales.

Material p Material p

Osmio . 22.57 Carburo de Sil~ (Siq . 2.,5-J,2


Plalino . 21,45 Nitruro de Sil~ (Si.N.) . 3,2
Wolframio y.ws aleaciones . 13.4-19.3 MuUiu . 3,2
Oro ••••••••.••••.•••...••.••.....•....•...•.....•...•••••• 19,J Berilia (DeO) . 3,.
Uranio . 19,07 Rocas ordinaria!¡ . !,2·J,O
Carburo de Wolfmnio (wq . 14,0-17.0 Calcit:a fMjrmol, caliza) . ~7
TiIltalo YS\15 .kaciones .. 1ó,6-16.9 A1umlmo . ~7
Molibdeno y sus aleaciónes . 10,22 Aleaciones de Aluminio . 2.6-2.9
Ccrmcb de Cuburo de CoIW . 11.0-12.5 Vidrio de SJlicc (Si0 2 , mano) . ~6
Plomo y sus aleaciones .. 10.7·11.36 Vidrio de sosa . 2.5
Plala . 10.49 Cemenloibormigón .. 2.4.2,5
Niobio y sus ./caciorw:s o •• 7,9-10,5 Compuestos (OFRP) . 1,4-2,2
N[quel . 8,9 Fibras de Carbono . ~2
Aleaciones de N[qud 7,8-9,2 Politetra Auorelileno (P1rE) . 2,3
Cobalto y sw; aleacioaues .. 8.liS·9,1 Fibra de boro con matriz epoxy 2,0
Cobre . 8,96 Berilio y sus aleaciones . 1,84-2,1
Aleaciones de Cobre .. 7.5-9,0 Grafito (aha resistencia) . 1,8
Latones y bronces . 7,2-8,9 Cloruro de poUvinilo (PVC) .. I,J-I,6
Ilierro . 7,97 Compuestos (CFRP) 1,5-1,6
Superalcacioncs de basc Fe . 7,9·8.3 Polieslercs . 1,1-1,5
Aceros inoxidables austenít . 7,5-8,1 Poliimidas . . 1,4
Esulio y sus aleaciones
Aceros de baja aleación
Acen>s suaves
..
..
.
7,3-8.0
,.
7~
Epoxy
Poliurctaroo
PolicarbonalO
.
.
.
1,1-1,4
1,1-1,3
1,2-1.3
Aceros inoKidables ferritiros . 7.5·7.7 PolimctilmelaClilalo (PMMA) . 1,2
Fundición .. 6.9-7.8 Nyklll . 1,1-1,2

..'"
Carburo de TItanio (l1C) . 72 Poliestireoo . 1.0-1,1
Zinc y sus aleaciones . 5.2-7.3 PoliestiJcoo de aha densidad . 0,94-0,97
Cromo . 72 Hielo . 0.92
~Jbu~ de Zin:onio. (ZtC) . Caucho n;¡tural . 0.83-0,91
ZiroDlllO Ysus aIe8cioocs . PoIictiJcoo de baja densidad . 0,91

" ~~=in~·::::::::::::::::::::::::::::::::::::
TItanio .•.................................•.....••..••...••... 0,88-0,91
AJcadoIles de TitanÍ() . 4,3-5,1 0,4..(1,8
Alúmina (AbO,) . 3,9 Pltsticos Cllp.lndidos (espumas) . 0,01-0,6
Halvros alcalinos . 3,I-J,6 Poliurcb.1IO cxpandido . 0.(16-0,2
Magnesia (MgO) .
3"
(Para otros metales ver Cap. I Tabla 1.9.).

• ~
~i"
....... Y Circunferencial

Fig. 0.12. Algunos tipos de disposición de las fibras (AS.M.).


WS MA1ER/AUS ESTRlJcnJRALES NATUlW..ES,METAUCos, CERAMICOS,I'OUMEROS f CO,WPUESTOS 43

ción de sus fibras en el interior de la matriz (Figura 0.12) ya sea como un disperso
discontinuo Obien como un constiluyente continuo. La disposición de las fibras con-
tinuas puede ser unidireccional (como hilos), bidireccional (en fonoa de tejido), o
multidireccional. Esas fibras pueden ser orgánicas - naturales (V.gr. lino,seda) o arti·
ficiales (v.gr. fibras aramídicas Kevlar~ o inorgánicas (de Boro, de SiC, de alúmina,
de zircona, whiskers metálicos, wiskers de Si) 4, etc.)

En principio los compuestos de matriz polimérica interesan por su ligereza; los de


matriz metálica por sus propiedades mecánicas, fundamentalmente tenacidad; y los
de mauiz cerámica por su resistencia a altas temperaturas de servicio.

0.5.1. Materiales Compuestos de Matriz Polimérica

Puede decirse que los materiales más abundantes del grupo de los compuestos son
los de matriz polimérica; entre los cuales algunos se encuentran en estado natural
-v.gr. las maderas- y en otros, artificiales: la técnica trala de imitar a la naturaleza.

Junto a la ligereza que presentan lodos los "composites" de matriz polimérica, la


posibilidad de conformar fácilmente el componente o pieza a obtener, y sobre todo
que resulten luego útiles a la temperatura de servicio, determinan la elección de uno
u otro polímero como matriz. Por otro lado, las propiedades mecánicas de rigidez y
resistencia mecánica del material compuesto derivan de la cooperación entre la
matriz y las fibras del material refonante: vidrio ("g1ass--fibre reinforced polymers",
GFRP), grafito ("carbon-fibre reinforced polymers", CFRP), Boro (boron-fiber
reinforced polymers BFRP), etc.

Muchos de los materiales compuestos poliméricos de matriz polimérica termo-


plástica ("thermoplastic matrix composites" TMC) se utilizan a la temperatura
ambiente. Y, en todo caso, a menos de 150" C. A modo de ejemplo ilustrativo, la
resina poliamídica Zytel 101, tiene una carga de rotura por tracción, Rm, de 75 MPa a
25 vC; pero a 125 oC su Rm resulta ser 40 MPa. Esa misma resina, pero reforzada con
fibras cortas de vidrio aguanta sin romper 160 MPa a 25 vc y unos 70 MPa a 125 ve.

Podrían obtenerse matrices termoplásticas por simple polimerización de adición


de mon6meros PE, PTFE, etc. Pero habitualmente se utilizan matrices de copolimeri-
zación. Empleándose sobre todo: resinas poliéster de polibutileno tereftalato (PBT) y
de polictileno tereftalato (PET); resinas poliamídicas (nylon); resinas polisulfones.

Para alterar y mejorar las propiedades de la matriz se adicionan fibras, que habi-
tualmente son de vidrio o de grafito. Así, por ejemplo, las fibras de vidrio, cortas y
embebidas en poliéster fueron uno de los primeros materiales compuestos utilizados
para cascos de embarcaciones de recreo. Los compuestos de matriz termoplástica tie-
nen abundantes aplicaciones a la temperatura ambiente en las industrias química, de
alimentación, del transporte, etc.

En el Capítulo XIII, dedicado a elección de materiales estructurales, pueden com-


pararse los CFRP y otros materiales metálicos o cerámicos.
44 CIENCIA E lNGENIERlA DE MA TERlALES

Para temperaturas superiores a las arriba indicadas se han desarrollado compues~


tos de matriz polimérica termoestable; aunque su temperatura de servicio está siem-
pre limitada por el techo superior de degradaci6n del polímero.

De todas maneras algunas matrices tcrmopláslicas - por ejemplo la polietileneter·


celana, que "funde" a 334 uC_ rivalizan a veces con las termoestables por resultar
más tenaces que éstas.

Para servicio a "temperaturas medias" -desde la ambiental hasta unos 200 DC_ se
utilizan ampliamente, por su buena moldeabilidad, las resinas terrnoestables de fcnol
formaldeído del tipo "novolac". Para "alta resistencia mecánica" a esas temperaturas
suelen emplearse resinas epoxy: por ejemplo, reforzadas con fibras llegan a lograrse
350 MPa de carga de rotura Rm a 150 uC ("Kevlar49--epoxy").

Para "altas temperaturas de servicio" -de hasta 300 "C, Y para breves períodos
hasta 480 "C- suelen utilizarse las resinas polimídicas con fibras preimpregnadas
(R m superior a 280 MPa, a 300 uC). Estos composites se comportan aceptablemente a
temperaturas subcero. Para temperaturas de servicio de 300 uC se emplean también
las resinas BMI con fibras (V.gr. para "Celion 6000 con fibra de Carbono", la Rm es
del orden de 1100 MPa a 250 uC). Sus principales aplicaciones son para las industrias
aeroespacial y eléctrica.

0.5.2 Materiales compuestos, de matriz metálica

En este grupo de materiales compuestos cabe una doble distinción entre los deno-
minados por los anglosajones MMCs y otros tipos obtenidos directamente sin la adi-
ción de fibras.

0.5.2.1 Los MMCs

Los compuestos de matriz metálica ("metal matrix composites", MMCs) consis-


ten en un metal o aleación de base reforzado por uno o más constituyentes en forma
de fibras. Estas pueden ser continuas: de Grafito, de Boro, de Wolframio, de carburo
de Silicio, de alúmina; o bien discontinuas: de carburo de Silicio cristalino (a veces
en fonna de whiskers), de alúmina, de mullita, de zircona, a las que se añaden fre-
cuentemente metales o aleaciones de Aluminio, Magnesio, Titanio, Cobre, Plomo (en
forma de polvo).

Aunque se manufacturan algunos compuestos con matriz de superaleaciones de


Níquel, la mayor parte de las matrices suelen ser de materiales ligeros: Magnesio,
Aluminio, o Titanio.

Comparados con los "composites" de matriz polimérica, la matriz metálica pre-


senta favorables características de conductil'idad, tenacidad y más altas temperaturas
de servicio; aunque conllevan un mayor peso, no siempre conveniente.

Los procesos de elaboración son más sofisticados que en los de matriz polimérica.
LbS MA. TfRW.ES ESl'RUCTVRAUS NA TVRALES, METAUCOS, CfRAM1COS, 1'OUMEROS l' COJII'UESTOS 45

Las temperaturas para fundir esos metales son altas; el metal o aleación debe poder
humectar las fibras elegidas. Por diferencias de densidad con las fibras -sobre todo
cuando son discontinuas- resulla trabajoso lograr una distribución uniforme de esas
fibras en el ¡",erior de la masa. Además, es preciso evitar probables reacciones quí-
micas enlre matriz y fibras a esas temperaturas de elaboración o de servicio del mate·
rial compuesto.

Para obviar esas dificultades suelen emplearse técnicas de compactación conjunta,


a altas presiones, de la matriz metálica sólida en forma de láminas o polvos y las
fibras. El conjunto puede sinterizarse a temperaturas inferiores al punto de fusión del
metal (aunque las fibras, por ejemplo de grafito o boro, deben ser casi siempre recu-
biertas para imposibilitar su reacción o disolución con la matriz metálica).

Conviene subrayar que esos materiales compuestos comportan por el momento


mayores complejidades tecnológicas que la industria metalotécnica simple, y costes
altos: baste pensar en la elaboración de los polvos metálicos y sobre todo de las
fibras (que a menudo precisan recubrimientos). Por otra parte, ese tipo de elabora-
ción, como el de los compuestos de matriz cerámica o polimérica, requiere especiales
protecciones ambientales e individuales -sistemas de ventilación, cabinas, mascari-
llas, etc- para evitar afecciones, pulmonares por ejemplo. debidas a la fácil disper-
sión ambiental de partículas.

En la Tabla 0.11 se señalan algunos materiales compuestos de matriz metálica


representativos, y sus posibles aplicaciones industriales.
Tabla 0.11.· Materiales compuestos de matriz metálica (MMC) más representativos, con
sus posibles aplicaciones industriolcs. (re! ASM).
Matriz Fibras Posibles usos
Aluminio Grafito r
Estructuras de satélites, misiles helicópteros
Estructuras espaciales y de satélites
Magnesio
Plomo Placas de baterías de almacenamiento
Cobre Rodamientos y contactos eléctricos
Aluminio Boro Alabes de compresor y soportes eslructurales
Magnesio Estructuras de antenas
Titanio Alabes de ventilador de aeroneaC1ores
Aluminio Alúmina Moderadores supcroonduetivos en reactores de fl<;i6n
Plomo Placas de baterías de almacenamiento
Magnesio Transmisiones de helicópteros
Aluminio Carburo de silicio Estructuras resistenles a alta temperalura
Titanio Idem
Superaleaciones base Co ldem

Superaleaciones Molibdeno Componentes de motores para alias lemperaturas


Superaleaciones Wolframio Componentes de motores para alias temperaturas
0.5.2.2 Otros compuestos de matriz metálica
Con base en los fundamentos de la solidificación de metales y aleaciones pueden
obtenerse también materiales compuestos empleando procedimientos clásicos de
Metalotecnia.
46 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERJALES

Tal es el caso de la aleación Níquel-Aluminio empleada para moldear álabes de


turbina. Un fundido de esta supcralcación y Molibdeno forma un líquido eutéctico
que, mediante solidificación direccional, proporciona filamentos de Molibdeno
embebidos en una matriz de Al-Ni; y refuerza a ésta ventajosamente respecto al
material compuesto obtenido por sinteTizado según los procedimientos propios de los
"composiles". En efecto, las "fibras" de la cutéctica tienen diámetro inferior a la
micra y la separación entre ellas en la matriz Al-Ni es de pocas micras. Algo prácti-
camente imposible de lograr mediante los procedimientos habituales para obtener
"composites".

Las fundiciones grises, cuya producción mundial supera en peso a toda la indus-
tria del Aluminio, son también materiales compuestos - de matriz metálica y grafito
disperso- obtenidos por solidificación directa (Figura 0.13). Por análogas razones
-pero requiriendo además un tratamiento térmico para su obtención a partir de las
fundiciones blancas- pueden incluirse también las fundiciones "maleables" en el
grupo de los materiales compuestos (Figura 0.14).

Fig. 0.13. Fundición gris de grafito esferoidad.

La propia perlita, obtenida por tratamiento térmico a pattit de la austenita (ref


Capítulo VIII), puede ser incluida entre los materiales compuestos de metal (ferrita)
y cerámica (cementita). La perlita eutectoide conformada adecuadamente por trefila-
do, figura entre los materia/es industriales más resistentes (su carga de rotura R m
puede llegar a superar los 3000 MPa).

Otro ejemplo de material compuesto, logrado también por una técnica convencio-
nal termomecánica, es la estructura en bandas de aceros forjados, constituidos por
cadenas alternas de ferrita y de perlita (Figura XII.(6). Habitualmente no es una
estructura deseable en los productos estructurales metalotécnicos debido a sus pro-
piedades mecánicas anisotrópicas. Aunque, por otra parte, esa anisotropía llega a
ws MATEIUALE.5 fSTRUClVIlALES NA.TURALES,MET~UCos,

..
CERAMICOS, I'OUMEROS Yco.~fUf.STOS 47

Fig. 0.14. Fundición maleable americana de matrizferritica

resultar favorable para algunos comportamientos direccionales (en ballestas por


ejemplo). y precisamente ese carácter anisotrópico acompaña siempre a los MMCs
de fibras continuas.

El conocimiento físico del origen de las bandas (ref. XIl.6.2.1.1) permite anlicipar proce-
dimientos para poder obtener ecoDÓmicamente otros "'materiales compuestos", fibrados. Esto
puede resultar posible si el metal base presenta un estado alotrópico diferente a temperatura
alta (gamma) que a temperalura ambiente (alfa), y admite en solución sólida elementos cuyo
carácter sea preferentemente alfágeno o gamágeno para el melal de base.

0.5.3 Materiales compuestos, de matriz cerámica

Análogamente a lo señalado anteriormente sobre las fundiciones \!rises -Figuras


0.13 y 0.14- la mayor parte de las cerámicas resultan ser también materiales com-
puestos. Las cerámicas, micrográficamente, presentan habitualmente matriz cerámica
y en ella se hallan dispersos otros constituyentes también cerámicos. Por eso es más
propio hablar de "cerámicas reforzadas" que de maleriales compuestos de matriz
cerámica.

0.5.3./ El Hormigón

El hormigón es un material compuesto por áridos gruesos o gravas (con un dia-


metro superior a 5 mm de luz de malla del tamiz), generalmente en una proporción
48 CIENCIA E INGENIERlA DE AJATERlALES

comprendida entre 40 y 60%, y áridos finos o arenas; lodo ello aglomerado en una
matriz obtenida por endurecimiento del cemento hidratado. El proceso de consolida-
ción al aire libre, debido a las reacciones químicas que lienen lugar durante el fragua·
do, depende de la temperatura y tiempo. La densidad del hormigón puede estimarse
en 2,4 Mglm 3,

Es un material estructural de amplia utilización. Su producción mundial se estima


casi diez veces superior en peso a la del acero, segundo material estructural.

Junio a sus propiedades, varios son los motivos para ese amplio empleo del hor-
migón. En primer lugar la abundancia, occesibUidad y bajo precio de sus componen-
les: cal, arcilla, agua, gravas, arena, etc. Además, habitualmente puede fabricarse "in
situ" con lo que se evitan los costes de transporte de materias primas que gravan la
producción de muchos materiales. Por otro lado su coste de fabricación es bajo: por
ejemplo, el consumo de energía requerido para obtener 1 Ton de hormigón simple es
de 470-750 kwh (compárese con los valores de la Tabla 0.5).

Unido a su resistencia a compresión -para comportamiento a tracción es preciso


utilizar hormigón armado con acero (rer. XIlI.2.1.2}- otra ventaja del hormigón es
que puede "moldearse" fácilmente a temperatura ambiente. Lo cual permite lograr
formas tan variadas como una escultura, elementos para puentes de autopistas,
estructuras de plataformas marinas, cte. Por otra parte, resiste bien a la intemperie las
acciones erosivas y corrosivas del agua y de otros agentes; piénsese por ejemplo, en
su empleo en presas, depósitos y conducciones.

En Arquitectura interesó bastante hace unas dos décadas, el hormigón compuesto con fibra
de vidrio; por ejemplo para placas de gran rigidez y pequeño espesor. Más interesada hoy por
la apariencia estética, y superada en cierta manera la moda de "estructuras atrevid:ls" y de
MnuevQS materiales", esos tipos de bonnig6n con fibras 00 parecen ser ya -desde el punto de
vista mecánico- un competidor arquitectónico del bonnig6n convencional.

En la Tabla 0.12 se compara el hormigón con materiales compuestos de matriz


metálica y otros materiales "avanzados".

0.5.3.2 Cerámicas reforzadas con fibras

Estos composites suelen denominarse SCC ("slructural ceramic composites"), o


cerámicas reforzadas con fibras; que pueden ser dispersas o multidireccionales. Las
fibras tienen por objeto -manteniendo el buen comportamiento del material a alta
temperatura- mejorar la resistencia mecánica, la rigidez. o la tenacidad de la matriz
(recuérdense los fundamentos microestructurales para mejorar fa tenacidad en las
cerámicas, rcfO.3.1).

Interesan generalmente para aplicaciones en las que deban concurrir simultánea-


mente en un mismo material la ligereza, la resistencia a alta temperatura y una acep-
table tenacidad. Tal es el caso, por ejemplo, de los compuestos utilizados para bordes
dc ataque en las alas de aviones hipersónicos que han de soportar temperaturas supe·
riores a las de fusión de metales ligeros; o en balística para cohetes.
LOS MA TERlItLES ESTRtlCTVRALES NA TURAl..ES, METAUCOS, CfR,tM1C05.I'QUMEROS r co.'''tlESTOS 49

Tabla 0.12.- Comparación de diferentes materiales estructurales avanzados (C.M. Hansson)


Hormigón MMCs Superaleaciones Microchips Cerámicas tenaces
TmJaio 'I~ 5.10' IW lO

CostoSIKg ~1O 200 51J.lJJJ 200


poros. Ca (OH), partículas
Segundas fases arena. picdrn - fibm y' solución sólida partículas
hierro láminas (doping) fibras

OimtllSión
stlUDdu fases (.m) 1-10'" 10'-10' IW IW I~

TlllUlio pitus Im-kms lOOmm lOOmm 10 mm 100 mm

Lugar de fabricación intemperie intemperie f~brica fábrica fábrica

frlo vacío o vacío o


Condiciones de lluvia atmósfera vacío sala blanca atmósfera
fabricldól ",1
"".- ro",,"'"
La naturaleza de las fibras no dcbe comprometer cl comportamiento en servicio a
alta temperatura de la matriz cerámica, cosa que ocurriría si tuvieran un bajo punto
de fusión. Por eso las fibras suelen scr de alúmina, carburo de Silicio, nitruro de Sili-
cio, grafito, o metales rcfractarios como el Mo, W, Ta, Nb; aunque la susceptibilidad
a la oxidación de estos metales a alta temperatura -rer.0.2.3.2- sólo justifica su
empleo para tiempos breves a esas temperaturas. En menor medida, tambien el grafi-
to --cuya temperatura de fusión es 3723 l/e- presenta el inconveniente de la oxida·
ciÓn.

Entre los compucstos de matriz cerámica ocupan un lugar preferente los de matriz
grafítica reforzada con fibras de grafito. Las fibras tienen pequeño diámetro, entre 4
y 11 micras, frecuentemente recubiertas de resinas fenólicas para facilitar la impreg-
nación con la matriz durante el procesado del "composite", y su disposición suele ser
continua: unidireccional o multidireccional. La matriz se logra mediante procesos
sofisticados, no exentos de dificultades. y caros: por deposición del Carbono sobre
las superficie de las fibras y el interior de sus poros, desde rase vapor (a partir de
hidrocarburos gaseosos); o mediante un proceso de impregnación de las fibras con
líquidos orgánicos --de adecuadas viscosidad, densidad, impregnabilidad y aptitud
grafitizante- al que sigue la carbonización.

Son excelentes materiales, aunque caros y por tanto de poca producción. Como
propiedades representativas puede señalarse que son ligeros (densidad 1,9); biocom-
patibles; su módulo de YOllng es olla (entre 125 y 250 GPa los unidireccionales y
algo mayores los multidireccionales), menor que el de los sialones densos; resistentes
a tracción (600 MPa de Rm los unidireccionales, y 400 MPa a casi 3000 ~C los mul-
tidireccionales); tenaces como los sialones; tienen buena conductividad térmica (140
W/m OC); son mecánicamente resistentes a altas temperaturas y tienen bajo coefi-
ciente de dilatación (4.10"'6 K·t a 1900 I/C), lo que conlleva una baja sensibilidad al
choque térmico (rer. IX.4.1)
50 CIENCIIt e INGENJERlA DE MA TERJALES

La mayoría de sus propiedades se conservan hasta los 2000 vc. Si bien los riesgos
de oxidaci6n a alla temperatura -que empiezan a partir de los 400 lIC_ son la mayor
dificultad. Se oxidan a velocidades tanto menores cuanto mayor es su pureza y la
perfección de su estructura cristalina (las altamente desordenadas se oxidan aprecia-
blemente ya a 400 IIC).

El gralilO cristaliza en el sistema exagonal (Figura 0.15). La energía de enlace de los áto-
mos situados en un mismO plano basal es de 100-120 kcall mol. en tanto que la energía de
enlace entre :homos de planos contiguos c:. notablemente inferior: 1-2 kcal/mol. Sus paráme·
tros de celda. a la temperatura de 20 OC. :.00: a=2.2614 A y c= 6,7014 A. Como resultado de
ello la relación e/a es mayor de 1.633333 por lo que resulla una estruclur.¡ ·'área". no compac·
la. en la que los álomos de los planos intermedios. B.no M>n langentes a los átomos de los pla.

.0 O
\
e B ~
O~
O ~

folg. 0.15. R~d cnttalogrúfica (J~/8roftto.


LOS MATERIALES ESTRUCTURALES NATURALES, METAL/COS, CERAMICOS, POLlMEIWS y COMPUESTOS 51

nos basales A. Los cristales se exfolian con facilidad: por eso el grafito es un buen lubricante,
se mecaniza fácilmente, y su conductividad térmica en las direcciones paralelas a los planos
basales es cien veces mayor a la conductividad en dirección nonnal a éstos.

Con el fin de solventar esas dificultades de oxidación los compuestos de


grafito-grafito suelen protegerse con recubrimientos, generalmente de SiC. Para muy
altas temperaturas y atmól>jeras inertes puede decirse que es el mejor material estruc-
tural. Aunque debido a su alto eoste se emplea casi exclusivamente en la industria
aeroespacial y aeronáutica.

El Capítulo XIII, dedicado a la elección de materiales estructurales, amplía aspec-


tos relativos al comportamiento del conjunto de materiales naturales, metálicos, cerá-
micos, poliméricos y compuestos.

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1
Solidificación de un metal puro.
Consideraciones generales.

I.I.INTRODUCCION

La realidad industrial asegura el interés permanente de los materiales


metálicos. Entre otros motivos por exigencias de la gran industria, que contempla
además la energía necesaria para su obtención, precio del producto, posibilidades
de reciclado, ecología, etc. Las industrias del transporte terrestre (automoción y
ferrocarril), naval y aéreo, de la construcci6n (edificación, maquinaria, contene-
dores, recipientes criogénicos, platafonnas marinas, etc) y la de la energía (oleo·
duetos, gasoduclos, refinerías, centrales nucleares y térmicas, tendidos eléctricos,
etc) son grandes consumidores de materiales estructurales metálicos. Precisamen·
te por influencia de esas industrias se ha potenciado notablemente el conocimien·
to y desarrollo de los materiales metálicos estructurales (análogamente a lo que
ha ocurrido con los materiales funcionales a impulsos de la telecomunicación y
de la informática).

A grandes líneas, y en primera aproximación, la ventaja de los materiales


metálicos radica en el conjunto annónico de propiedades que se derivan de la
naturaleza de su enlace atómico (ref. pág. 4) Yde su cristalinidad (ref. Cap. Xl);
por ejemplo, deformabilidad, resistencia mecánica, tenacidad, conductividad
térmica, etc.

Como materiales estructurales todos los metálicos tienen un techo de utili-


zación (ref. XIlI.7) derivado de su temperatura de fusión (en ningún caso supe-
rior a los 3410 oC correspondientes al Wolframio). Si bien, en ese sentido, la tem-
peratura resulta ser el verdadero talón de Aquiles de los polímeros orgánicos,
muchos de los cuales no pueden ser utilizados por encima de los 100 oC y ningu-
no puede sobrepasar los 500 oC. Las cerámicas, en cambio, que pueden rebasar
las temperaturas de los metales son inferiores a éstos en cuanto a tenacidad.

El Ingeniero suele polarizar preferentemente su atención --como investiga·


dar, diseñador, usuario o productor- hacia el comportamiento mecánico en servi-
cio de los materiales. Como base para una correlación entre la estructura del
material (macroscópica, microscópica, nanoscópica y cristalina) y sus propieda-
des masivas y de superficie, le conviene conocer en primer lugar el origen de la
estructura de los materiales y de los componentes de aquella.
54 CIENCIA E INGENIEJUA DE MATERIALES

Desde una perspectiva unitaria se comprende que la imroducción a la Cien-


cia e Ingeniería de los Materiales haya de comenzar por el acceso a lo que tradicio-
nalmente se ha denominado Metalurgia Física. De hecho el conocimiento del pro-
ceso de solidificación, de los diagramas de transformación de fase, de los funda·

- -- --
---
o
-- --

nube ckClrónka
del onlae:t ""'tililV

Cltiones de N.

Fig. I.J. Esquema del enlace metálico en el Na.

mentos de la deformación plástica en frío, de la recristalización. y de la deforma-


ción en caliente son requisitos imprescindibles para sobrepasando el nivel eslricta·
mente informativo abordar racionalmente la elección, selección y diseño de los
materiales metálicos. Por otro lado muchas de las nociones desarrolladas a propósi-
to de los metales son requisitos fundamentales para los materiales cerámicos, e
incluso para los polímeros y compuestos.
SOLlDIFlCACION DE UN METAL PURO. CONSlDERAGONES GENERALES 55

1.2. DEL ESTADO GASEOSO AL CRISTALINO

Los metales -como todos los elementos- adoptan, según la temperatura


y la presión, los estados sólido, líquido o gaseoso. A modo de ejemplo,
la f¡gura 1.2 muestra la curva de equilibrio en el enfriamiento (tempera-
tura-tiempo) para el Aluminio a una atmósfera: por debajo de 6600 e el
Aluminio puro se halla en estado sólido; entre los 6600 e y 24500 e, es
líquido, y por encima de 24500 e -siempre a una atmósfera de presión-
se encuentra en estado gaseoso.

El metal gasificado dentro de un recinto, corresponde al modelo ciné-


tico de un conjunto de átomos con movimiento browniano: los átomos se
mueven desordenados, la gravedad no influye en sus movimientos, y las
colisiones entre ellos siguen -con gran aproximación- las leyes de conser-
vación de la cantidad de movimiento y de la energía. A"causa de la elevada
energía cinética de los átomos es prácticamente imposible cualquier agru-
pación atómica.

La energía cinética total de los átomos se evalúa por la presi6n del gas con-
tra las paredes. La temperatura del gas (en grados Kelvin) mide la energía ci-
nética media de los átomos, pero ello no implica que todos los átomos pre-
senten la misma energía cinética: algunos tendrán, lógicamente, energías
cinéticas superiores o inferiores a la media.

Los valores reales de la energía cinética de cada átomo -y por consiguien-


te, su veloddad- en un instante dado se distribuyen de acuerdo con la ley
de Boltzmann; la velocidad media y la dispersión entre las velocidades de
los distintos átomos están en razÓn directa de la temperatura del gas. La
velocidad media para una temperatura T viene determinada por

siendo m la masa del átomo y K la constante de Bollzmann (K = 1,38.10-16


ergiosrK).

En la f¡gura 1.2 se representa esquemáticamente la distribución esladís-


dn
tica de Boltzmann que indica la fracción Nde átomos que poseen deter-
minada velocidad V:
. CIEJI.'ClA E lNGEN1ERIA. DE MATERIALES

Solldl'lcaclón

r,
fI
I
I
t I
I
\
00- 2450" "•

•__ 680" "O".

Fig. 12. SolidiflCacwn de un melQl puro

Para la temperatura Tf -por ejemplo- puede verse la distribución en


fonna de campana y la velocidad VI más frecuente.
Al descender la temperatura hasta Tf siempre en estado gaseoso- en la
nueva curva se advierte una menor dispersión en las velocidades de los áto-
mos; por otra parte, como la temperatura T mide la energía cinética media
del gas, la velocidad media V1 es inferior a la velocidad media VI' Es evi-
dente Que ese descenso en velocidad significa que el recorrido medio de los
átomos a la temperatura T~ es más pequel'l.o que para la temperatura Tf.
El descenso en la temperatura del gas implica una disminución en el
recorrido medio de los átomos; al bajar se llega a una temperatura T límite
en que las fuerzas de atracción entre ¡')S átomos del gas empiezan a equi-
librar el efecto repulsivo de la energía dn~tica. Esas fuerzas de atracción
son las ya mencionadas de propensión al enlace metálico, en virtud del cual
los átomos tienden a agruparse para formar la red espacial característica
de su estado cristalino.
En todo momento los átomos metálicos se hallan sujetos a dos géneros
de fuerzas interatómicas:
- de repulsión, originada por la energía cinética de cada átomo; energía
tendente a la dispersión (mediatizada por los choques con las paredes
del recipiente y de unos átomos con otros).
- de atracción, producida por la tendencia al enlace metálico.

Cuando empiezan a manifestarse las fuerzas de atracción -neutralizando


en parte las de repulsión- por haber descendido suficientemente la tempe-
ratura (en el ejemplo del Aluminio, a una atmósfera, a 2450'oC), el metal
SOLIDIF1CACION DE UN METAL PURO. CINETICA DEL CAMBIO DE FASE 57

pasa del estado gaseoso al estado liquido, caracterizado por la incesante


formación de enlaces y ruptura de los mismos.
En estado liquido, a temperaturas próximas a la de evaporación -liqui-
das sobrecalentados-, los átomos tienen una libertad de movimiento pa·
recida a la del estado gaseoso. Cada átomo se encuentra rodeado de un
número defmido de átomos vecinos anónimos, sin manifestaciones de la
tendencia a adoptar estructura cristalina, con un comportamiento similar
al de un gas comprimido; pero a diferencia de lo que sucede en el estado
gaseoso, se forman agrupaciones de átomos, aunque de vida breve por la
fácil ruptura del enlace.
Al continuar descendiendo la temperatura del metal liquido, la duración
de las agrupaciones es permanente, y su (ndole similar al estado sólido: el
liquido presenta una cierta estructura cristalina -concretamente, la vi·
bración de partículas alrededor de ciertas posiciones de equilibrio-, si bien
de carácter transitorio, pues se desmorona con facilidad. Los átomos se
desplazan a corta distancia; y el movimiento térmico de cada uno está
constituido por vibraciones de frecuencia media defmida, pero de dirección
y amplitud continuamente cambiantes. Los valores reales de la energía
cinética en cualquier instante se distribuyen de acuerdo con la ley de
Boltzmann.
Por debajo de cierta temperatura -en el caso del Aluminio, 6600 C- el
metal liquido pasa a sólido, en forma de agregado de granos cristalinos
constituidos -cada uno de ellos- por átomos que vibran con centro en
los nudos de la red cristalina típica de cada metal.
Si ya en estado sólido -cristalino- disminuye aún más la temperatura
y con ello la amplitud de vibración, los átomos se aproximan entre sí hasta
alcanzar un nuevo equilibrio entre las fuerzas de atracción (enlace metá·
lico) y las de repulsión (suma de la energía de vibración y del rechazo elec·
trostático entre las cargas positivas de los núcleos).
La distancia de equilibrio entre los átomos en el interior de cada grano
del sólido cristalino puede aumentar, si se proporciona energía al metal,
calentándolo, o bien disminuir si se le sustrae energía por enfriamiento.
Con el enfriamiento disminuyen las dimensiones de la red cristalina, lo que
a escala macroscópica se manifiesta en forma de contracción.

1.3. PRINCIPALES SISTEMAS CRISTALINOS DE LOS METALES

Cuando una muestra o probeta de metal -más del 80"de los elementos
son metales- se pulimenta convenientemente y es atacada con el reactivo
químico adecuado para hacer posible su observación al microscopio óptico,
suele presentar una estructura celular similar a la que se advierte en la fota.
micrografia 1.3. Cada una de las células recibe el nombre de grano cristalino.
Si se emplean técnicas de difracción de rayos X puede comprobarse que,
en el interior de cada grano, los átomos del metal se hallan dispuestos regu-
larmente: se repite sistemáticamente, en las tres direcciones del espacio,
58 CIENCIA E INGENIERlA DE MA. TERlALES

Fig.l.3. Estructura granular del metal

una unidad fundamental de apilamiento que recibe el nombre de celda


elemental.
Los sistemas cristalinos en los que, a temperatura ambiente, se ordenan
los átomos de la mayor parte de Jos metales industriales son: el sistema
cúbico centrado en las caras (Al. CUt Pb, Ni, Ag, Pt, Au, etc.), el cúbico
centrado en el cuerpo (Fea. V, er, Nb, Mo, Ta, W, etc.) o el exagonal (Mg,
Zo, Zr, Ti, Be, Col.
La figura 1.4. muestra la celda elemental del sistema cúbico centrado
en las caras: los centros de los átomos se sitúan en los vértices del cubo,
y en los centros de las caras (cada celda elemental contiene la masa corres-
pondiente a cuatro átomos).

1 •

Fil. 1.4. Celda elemental del sistema cr1bico


cenrrado en las caras.
SOLlDlF/CACION DE UN METAL PURO. CONSlDERACIONES GENERALES 59

La unidad "celda elemental", tiene un carácter ideal o abstracto; los cris-


tales se integran de conjuntos de esas celdas, de foona que un mismo átomo
pertenece parcialmente a varias de esas celdas en las que idealmente se
secciona el cristaL

1 •

Fig. 15. Celda elemental del sistema cúbico


centrado en el cuerpo
. --1
La figura 1.5. corresponde a la celda elemental del sistema cúbico cen-
trado en el cuerpo (con un total de dos átomos por celda elemental). Los
átomos se sitúan en los vértices del cubo y en el centro de éste.
El sistema exagonal compacto tiene como celda elemental un prisma
recto de base rómbica de lados a, a, y altura e; a cada vértice del prisma
se le asocian dos átomos: uno que ocupa la posición (O, O, O) -el nudo-,
y otro la posición (2/3a, 1/3a, c/2). (Figura 1.6.).

. / .1

, /'

l / l/
Fig. 1.6. Celda elemental del sistema exagonal. "'
Por yuxtaposición de dos prismas rómbicos y dos semiprismas se con·
figura lo que impropia, pero habitualmente, se designa como celda ele-
mental exagonal. En la figura 1.6. puede verse la base de dicha "celda exa-
gonal" (un exágono fonnado por dos rombos y dos semirombos). La altura
de la "celda exagonal" es c. Los centros de -los átomos se localizan -según
se indica en la figura 1.7.- en los vértices del prisma exagonal, en los centros
de las bases exagonales, y otros tres en el plano medio del prisma (totali-
zando seis átomos por "celda elemental").
Se dice que el sistema exagonal es compacto, cuando los átomos situados
en los planos medios son tangentes a los átomos basales. En tal caso, cada
60 CIENCIA E INGENIERI;. DE MATERIALES

Fig. 1.7. (a) 'Celda elemental" del sistema exa-


gonal (obséTvese /0 ulJa/ogfa con el sis-
tema cúbico centrado en las caras, (bJ.
con apiltllTJienlQ según el P/l'IO (J J 1 JJ.
(a) (b)

átomo es tangente a doce: a seis átomos contiguos de su propio plano, a


tres del plano superior y a tres del plano inferior.
Si con la letra e se designa la altura del prisma y con la letra a los lados
del exágono (o del rombo elemental), la relación c/o en el sistema exagonal
compacto es de 1,633, como se desprende de consideraciones geométricas
expresadas en la figura 1.8.

a
MH=~
V3
e =
a
1¡18
3
= 1 633
'

• ------¡;- T
- --r;--
I "
o , ,. ---1' .
METAL e,"

...
1,5&a
, ,
< --_'!...~
, ,,
, --r--
-
H,

"'>-... ......."
1,115
,/
-------- ...
__ -Jo'_ _
-
• • <.
1,1l.23
1.e23
,...,
'" 1,eaStl
"
Fig. 1.8. Condición de compacidad en
1: .el sistema exagonal
SOLlDIFICACION DE UN METAL PURO. CONSIDERACIONES GENERALES 61

El sistema exagonal compacto y el cúbico centrado en las caras, son los


únicos sistemas cristalinos en los que la tangencia de un átomo con otros
iguales a él, es la máxima: de cada uno con doce.
En la f¡gura 1.7. puede verse la analogía entre el exagonal y el sistema
cübico centrado en las caras; en éste, el apilamiento compacto de átomos
(figura 1.7. b) corresponde a los planos diagonales que cristalográficamente
reciben el nombre de planos (111).
Otros metales adoptan estructuras más complejas. Por ejemplo, el Esta-
ílo cristaliza en el sistema tetragonal centrado en el cuerpo; el Uranio en el
sistema onorrómbico. En la Tabla 1.9. se indican los sistemas en que cris-
talizan los distintos metales ordenados según su número atómico, es decir,
según el número de electrones que integran la envoltura de cada átomo.
(Se indica también su peso atómico, es decir el peso en gramos de un nú-
mero de átomos igual a 6,023 . 10 23 ).
Como puede advertirse, el sistema cristalino de los metales no guarda
correlación con su posición en el sistema periódico, que ordena al conjunto
de los elementos en función de su número atómico. Este orden creciente
de números atómicos indica también una seriación lógica creciente de
pesos atómicos.
En cambio, no es igual la seriación de las densidades de los metales (Tabla
1.9). Las densidades hacen referencia al número de átomos por cada celda
elemental (cuatro átomos por celda en el sistema cúbico centrado en las
caras; dos átomos por celda en el cúbico centrado en el cuerpo; dos átomos
por celda -y seis por prisma exagonal- en los metales exagonales) y al
volumen de dicha celda. Si se designa a la arista de la celda elemental cú-
bica (parámetro de la celda), la densidad de los metales cúbicos centrados
en las caras sena: 4.Pal: 6,023.10 23 . a 3 ; en que P11 es el peso atómico. En
ios metales cllbicos centrados en el cuerpo la densidad es 2.P al : 6,023.101:3.
a 3. y en los exagonales compactos Pu . .¡'1: 6,023.101) . a 3.
En lo que respecta al diámetro atómico, éste depende del sistema cris-
talino. Cuando un mismo elemento cristaliza en más de un sistema crista-
lino (alotropía) tie.ne más de un radio atómico. El didmetro atómico es
la distancia entre los centros o núcleos de dos átomos tangentes entre sí.
Por consiguiente, su valor es igual a Q. ..;2: 2 para el sistema cúbico centra-
do en las caras; Q v3: 2 para el sistema cúbico centrado en el cuerpo, ya
para el sistema exagonal. Los valores de a (parámetros de la celda elemen-
tal), se detenninan por difractometria de rayos X (método de Debye·
Scherrer).
El radio atómico depende de la temperatura, en relación a la dilatación
o contracción de la celda elemental. En consecuencia, las densidades tam·
bién varian con la temperatura.
A fm de comparar entre sí los diámetros de los distintos elementos, Golds-
chmidt detenninó estos diámetros suponiendo una coordinación (ndmero de
átomos tangentes a cada átomo) igual a doce para todos los metales. Como
se ha indicado, sólo en los sistemas cúbicos centrados en las caras y exagonal
62 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

TABLA 1.9. e - Sistema cúbico centrado.


ce - Sistema cúbico centrado en las caras.
Sistemas cristalinos y densidades de los metales H - Sistema exagonal.
He - Sistema exagonal compacto.

N." Sim- Peso Dtnifub(U)


atómico Metal SISTEMAS CRISTALINOS (.)
bolo atómico a 1ff' en gr/un 3
3 Litio Li 6,939 C 0,534
4 Berilio Be 9,012 HC (O <J 260"); C (O > 126!},) 1,840
11 Sodio N, 22,989 C 0,9712
12 Magnesio M8 24,305 HC 1,74
13 Aluminio Al 26,981 CC 2,669
14 Silicio Si 28,085 Cúbico diamante 2,33
19 Potasio K 39,098 C 0,85
20 Calcio C, 40,08 CC (,0<300); HC (O > 450") 1,55
21 Escandia Se 44,955 HC;CC 2,99
22 Titanio Ti 47,90 alfa He (8<B82,SOC); beta e (0)882,5 Q
) 4,507
23 Vanadio V 50,941 e 6,1
24 Cromo C, ~ 51,996 e (por debajo de 20° e en electropla·
queado es He) 7,19
25 Manganeso Mn 54,938 Cúbico complejo 7,43
26 Hierro Fe 55,847 e (a 8 <910°; ce (910°_1400°):
e (8 > 1400°) 7,97
27 Cobalto Co 58,933 HC(O <417");eC(O>417"C) 8,85
28 Niquel Ni 58,71 CC 8,902
29 Cobre Cu 63,546 ce 8,96
30 Zinc 2n 65,38 HC 7,133
31 Galio G, 69,72 Ortorrómbico 5,907
32 Gennanio G, 72,59 Cúbico diamante 5,323
33 Arsénico A, 74,921 Romboédrico 5,72
34 Selenio Se 78,96 H (otras variedades metaestables mono-
clínicas a baja O) 4,79
37 Rubidio Rb 85,467 C 1,53
38 Estroncio S, 87,62 ec 2,60
39 Itrio Y 88,905 HC (O < 1460"); C (O > 1460") 4,47
40 Zirconio Z, 91,22 HC(O <862"): e (O> 862") 6,439
41 Niobio Nb 92,906 C 8,57
(o Columbia) (Cb)
42 Molibdeno Mo 95,94 e 10,22
43 Tecnecio Te 98,906
44 Rutenio Ru 101,07 He 12,2
45 Radio Rh 102,905 CC 12,44
46 Paladio Pd 106,4 ee 12,02
47 Plata A8 107,868 CC 10,49
48 Cadmio Cd 112,41 HC 8,65
49 Indio In 114,82 Tetragonal centrado 7,31
50 Estaño Sn 118,69 Tetragonal (O > 13,2~; Cúbico (O < 13,2°
por enfriamiento) 7,2994
51 Antimonio Sb 121,75 Romboédrico 6,62
52 returo Te 127,60 H 6,24
55 Cesio C, 132,905 C 1,903
56 Bario B, 137,33 e 3,5
57 Lantano L, 138,905 H; C; CC 6,19
58 Cerio C, 140,12 CC;H;C 6,77
59 Praseodimiu P, 140,907 H;C 6,77

('l Según Barret


(n) Según American Socicty fOl Mctals.
SOLIDlFICACION DE UN METAL PURO. CINETlCA IJF.L CAMBIO DE FASE 63
TABLA 1.9. (Continuación) e ~ Sistema cúbico centrado.
ee - Sistema cúbico centrado en las caras.
Sistemas cristalinos y densidcxles de los metales H - Sistema exagonal.
He
N,o
atómico
Metal
Sím-
bolo
Peso
atómico
- Sistema exagonal compacto.

SISTEMAS CRISTALINOS (.)


~( ..
a ]ff ro man3
)

60 Neodimio Nd 140,24 H;C 7,-


61 Promecio Pm 145,-
62 Samario Sm 150,4 Romboédrico 7,49
63 Europio Eo 151,96 C 5,245
64 Gadolinio Gd 157,25 HC 7,86
65 Terbio Tb 158,925 HC 8,25
66 Disprosio Dy 162,50 HC 8,55
67 Holmio Ho 164,930 HC 6,79
68 Erbio E, 167,26 HC 9,15
69 Tulio Tm 168,934 HC 9,31
70 Iterbio Yb 173.04 CC 6,96
71 LUlecio Lo 174,97 HC 9,85
72 Hafnio Hf 178,49 HC; CC (O > 1760°) 13,09
73 Tántalo T, 180,947 C 16,6
74 Wolframio W 183,85 C 19,3
75 Remo R, 186,2 HC 21,04
76 Osmio 0, 190,2 HC 22,57
77 CC
78
79
Iridio
Platino "P,Ao 192,22
195,09
196,966
CC
CC
22,5
21,45
19,32
0'"
80 Mercurio Hg 200,59 Romboédrico 13,546
81 Talio TI 204,37 HC;C 11,85
82 Plomo Pb 207,2 CC 11,36
83 Bismuto Bi 208,980 Romboédrico 9,80
84 Polonio Po 209,- Monoclínico
87 Francio F, 223,-
88 Radio R, 226,- 5,-
89 Actinio Ac 227,-
90 Torio Th 232,038 CC 11,66
91 Protactinio Pa 231,035 15,4
92 Uranio U 238,029 Onorrómbico 19,07
93 Neptunio Np 237,048
94 Plutonio Po 244,- Monoclínico 19aI9,72
95 Americio Am 243,~ 11,7
96 Curio Cm 247,-
97 Berke1io Bk 247,-
98 Californio Cf 251, -
99 Einstenio E, 254,-
100 Fermio Fm 257,-
tOI Mendelenio Md 258,-
102 Nobelio No 102,-
103 Lawrencio L, 103,-
(.) Se¡:ún Barret
(U) Según American Socict}' for Metals.
TABLA 1.10. C-Sistema cúbico centrado en el cuerpo.
ce-Sistema cúbico centrado en las caras.
H_Sistema exagonal.
Didmetros atómicos de los metales HC-Sistema exagonal compacto. 'f
Diámetros Sistemas Parámetros de las celdas
Elemento Goldschmidt cristalinos (en °A =(10--8 cm)} -según Barret Diámetros Barret

B, 2,25 He (6 <1260) a::: 2,2854 c::: 3,5841 2,225


NI 2,487 ee a::: 3,5238 2,491

eo 2,50
He a::: 2,507 c::: 4,069 2,506
ee a::: 3,552 2,511
",e a::: 2,8664 2,431
F, 2,52 ~ee a::: 3,656 (a 950°C) 2,585
ee a::: 2,94 (a 1425° C) 2,54
eo 2,551 ee a=3,6153 2,556
e, 2,57 e a = 2,8845 2,498
Ro 2,67 He a = 2,7038 c=4,2816 2,649
Rh 2,684 ee a = 3,8034 2,689
(), 2,70 He a= 2,7333 c=4,3191 2,675
1, 2,709 ee a = 3,8389 2,714 a
v 2,71 e a = 3,039 2,632
~
Pd 2,745 ee a= 3,8902 2,750
~
Zo 2,748 He a= 2,664 e = 4,945 3,60
Mo 2,75 Cúbico complejo a = 8,912 2,24 ;e'"
Pt 2,769 ee a::: 3,9237 2,775
G, 2,788 Cúbico diamante a= 5,658 2,450 "~
~
Mo 2,80 e a = 3,1466 2,725
W 2,82 e a = 3,1648 2,739
Al 2,85 ee a = 4,0490 2,862
~
T, H a = 4,4559 e = 5,9268 2,87
Ao 2,878 ee a::: 4,0783 2,884 ~

~
Ag 2,883 ee a = 4,0855 2,888

Ti 2,93 '" He a::: 2,9504 e = 4,6833 2,89


~e a = 3,33 (a 900°C) 2,89
Nb 2,94 e a = 3,3007 2,859
TABLA 1.10. (Continuación) C-Sistema cúbico centrado en el cuerpo.
CC-Sistema cúbico centrado en las caras.
H~Sistcma cxagonal.
Diámetros atómicos de los metales HC-S~tcma exagonal compacto. '"e
Diámetros Sistemas Parámetros de las celdas
"
S
~

Elemento Goldschmidt cristalinos [en °A =(10-1 cm)] -según narret Diámetros Barret ~
<"\
"-
T. 2,94 e a = 3,3026 2,86 Q
ed 3,042 He a::: 2,9787 2,979 e

""'"
Hg 3,10 Romboédrico 3,006
Li 3,13 e a::: 3,5089 3,039
In
Sn
3,14

3,164
Tetragonal centrado
1¡3blanco tetragonal
a = 4,594
la=5,8311
c=4,951
c = 3,1817 (a 20° C)
3,25
13 ,022 ..~
Ht 3,17
a gris cúbico diamante
He
a:: 6,47 (a 18° C)
a= 3,206 e = 5,087
2,81
3,15
'>":!
Z, 3,19 I"He
~e
la::3,230 c=5,133
a = 3,62 (a 867° C)
[3,17
3,13
""~
Mg He
e
3,20 ~ = 3,2092 c= 5,2lO3 3,196
I
<"\

Se 3,2 aCC la=4,541 3


1 ,211 ~
~ee a::: 3,31 c=5,24( 20° C) 3,24 '"S
"'"-"
Sb 3,228 Romboédrico . 2,903

TI 3,42 I~e
aHC la = 3,4564 c::: 5,531
a::: 3,882 (a 262° C)
13 ,407
3,362 §
Pb 3,49 ee a::: 4,9495 3,499 ~
Y 3,62 He a::: 3,670 c::: 5,826 3,60 '"
Bi 3,64 Romboédrico 3,111 "
L.
N.
3,741
3,83 e
H a= 3,762
a = 4,2906
c = 6,075 (a 20° C) 3,74
3,715 ~
"-
e. 3,93 1 ee
He
la::: 5,57
a = 3,99
13,94
3,95
"'"
S, 4,29 ee a = 6,087
c::: 6,53 (a 460°)
4,31
'"
B. 4,48 e a = 5,025 4,35 m
K 4,76 e a = 5,344 4,627 m
Rb 5,02 e a=5,63(a-173°C) 4,88
e, 5,4 e a=6,o6 (a _173°C) 5,25
66 CIENCIA E INGENIERIA DE MATERIALES

compacto la coordinación es doce. En la Tabla 1.10. puede verse la relación


de diámetros atómicos según Goldschmidt, y según Barret.

1.4. TEMPERATURA DE SOLlDIFICACION

La ftgura 1.11. indica la variación empírica de la energía libre de un metal


puro, tanto sólido como líquido, en función de la temperatura.
En abscisas se sei'lalan las temperaturas en o K. Y en ordenadas se indican
las energías libres por unidad de volumen del sólido y liquido.
Energía libre, G, es la magnitud extensiva que tiene por valor H • T. s.
Tanto G como H y S, son funciones de estado. H es la entalpía y S la entro-
pta, cuyos valores entre 0° K (-273° C) y -ro K -en tanto no se produzca
cambio de estado- están detenninados por:

H =f: CpdT
S=fToC'T.dT
Donde Cp es el calor específico a presión constante.
Como puede apreciarse, el metal puro -al adoptar siempre la forma de
menor energía- se hallará en estado sólido cuando las temperaturas sean
inferiores aTE. Es ésta una temperatura umbral de coexistencia del metal

0,
O,
I
,•<
, o.
"sI

<;
·
•••
0,

0' -----

•,
,
<

••
.olido
OS
liqulÓO
~ o,

<;

•<
" " "
Fig.l.Il. Diagrama de energra libre-temperatura, para un metal puro
SOLlDIFICACION DE UN METAL PURO. CONSIDERA GONES GENERALES 67

sólido y del liquido. llamada temperatura de solidificación. Si llamamos


I-I L y Hs respectivamente a las entalpías del líquido y del sólido. y SL y Ss
a las entropías del líquido y del sólido. el valor de la temperatura TE de
solidificación en o K se deduce de la igualdad:

Hsl-Tt (Sl_ Ssl=L-T1 ·6S l s

La magnitud L se denomina calor larel/re de fusión. e indica la cantidad


de calor desprendida por unidad de volumen (o de masa si ÓSlS está expre-
sado en calonas por °K y por unidad de masa) del metal al pasar éste del
estado líquido al sólido. Este desprendimiento de calor resulta un fenómeno
lógico, si se tiene en cuenta la (ndole del proceso de solidificación: cuando
un átomo del líquido es integrado por el sólido. la pérdida de movilidad
-y de energía- de dicho átomo se manifestará en fomla de desprendimiento
de calor. El calor latente de fusión es mayor en aquellos metales cuyo
enlace es más enérgico.
La energía de enlace determina, entre otTOS factores. la separación entre
átomos: depende del número de electrones de valencia cedidos por átomo a
la nube electrónica. Dicha energía de enlace es mayor cuanto mayor sea el
número de electrones cedidos y cuanto menor sea la separación entre áto-
mos. A modo de resumen cabe decir Que la temperatura TI' de fusión es pro-
porcional al calor latente de fusión. con un coeficiente de proporcionalidad
entre 0.3 y 0,6 dependiendo de cada metal (como orientación puede ser-
vir 0.5).
En la Tabla 1.12 se indica para varios metales: su sistema cristalino. su calor
latente de fusión L (en calarlas por mol). temperatura de fusión TI (en °K),
y el valor ÓSlS (cociente de L:T L>. Este cociente. positivo. detennina la
variación de entropía al fundir un mol de metal (1a diferencia de entropías
del líquido y el sólido).
En la Tabla 1.13 se senalan en ord~n creciente las temperaturas de fusión
de los metales (1os superiores al Nb se conocen industrialmente con el
nombre de metales refractarios). Las temperaturas de la Tabla 1.13 corres-
ponden a los metales puros. Las impurezas en fonna de átomos en disolu-
ci6n s6lida disminuyen generalmente. como se dirá más adelante, la tempe-
ratura de fusión del metal base.
El comportamiento mecánico de los metales depende en gran parte de
la temperatura a Que tengan lugar las solicitaciones. Su utilización industriaJ
a temperatura superior a 0,5. T f:. suele ser inviable: sometidos a cargas
incluso inferiores a su limite elástico, se deforman plásticamente bajo carga
constante por un meca:Hsmo conocido con el nombre de fluellcia. El umbral
efectivo de temper:¡ruras aptas para la utilización industrial de un metal
suele ser bastante menor Que el sei'lalado para evitar la Ouencia. si se con-
III
TABLA 1.12.

Cambios de en trop (a por mol, en la fusión de lIarios metales

L Calor latente TE temperaturas de L Sistema cristalino


Cal/Mol fusión en °K ÓSLS = -
TE
Al....... 2550 933 2,73 ee
Ag . ..... 2700 1233,8 2,19 ee
Au .. .... 3030 1336 2,26 ee
Ca . ..... 2084 11]1 1,87 ee
Cu ...... 3110 1356 2,29 ee
Cr.. ..... 4992 2148 2,32 e
Fe6· ..... 3658 1809,5 2,02 e
K ...... 574 336,7 1,7 e
Mg ......
Mn ..... .
2160 923 2,34 He
Cúbico complejo
~
Na . .....
3450
630
1518
370,8
2,27
1,7 e ~
Ni. ..... . 4200 1726 2,43 ee '"
Pb ...... 1224 600 2,04 ee ~
PI. ...... 4700 2042 2,30 ce 'l1
~
Sn ...... 1720 504,9 3,4 Tetragonal
Ti ...... . 5000 1941 2,57 He
w....... 8420 3683 2,28 e ~
Zr. ...... 5500 2125 2,58 He ~
Zn ...... 1595 692,5 2,3 He

~
ce - Cúbioo. centrado en las caras.
e - Cúbioo centrado en el cuerpo.
He - ElIagonal oomPJCIo.
SDLlDlFlCACION DE UN METAL PURO. e/NET/eA DEL CAMBIO DE FASE 69

TABLAU3.

·c ·c
Mercurio .....•••.... -38~6 Oro. . . . . . . . • . . . . . . . 1063
Cesio........••..... 28,7 Samario .....•••.•... 1072
Galio. _ . . . . . . • . . . . . . 29,5 Cobre . 1083
Rubidio .....••...... 38,9 Uranio . 1132.3
Potasio . . . . . • . . . . . . . 63,7 Manganeso . 1245
Sodio . . . . . . • . • . . . . . 97,8 Berilio . 1277
Indio . . . . . . . • . • . . . . . 156 Gadolinio ......•.•... 1312
Litio . . . . . . . • . . . . . . . lSO,5 Disprosio . 1407
Selenio .....•....... 217 Silicio . 1404
Estano......•.•..... 232 Níquel . 1454
Polonia .....•••..... 254 Holmio . . . . . . • . . . . . . 1461
Bismuto.....••...... 271,3 Cobalto . 1495
Talio .......••...... 303 Erbio . 1497
Cadmio .....••...... 320,9 Hierro . 1536,5
Plomo .......••..... 327,4 Escandia .....••..... 1539
Zinc ........•••.... 419,5 Tulio. . . . . . . . . • • . . . . 1545
Teluro . . . . . . . • . . . . . . 449,5 Paladio . 1552
Antimonio . 630,5 Titanio . 1668
Plutonio ......••.... 640 Torio . . . . . . • . • . . . . . 1750
Magnesio ......••.... 650 Platino .....•••••... 1769
Aluminio ......•..... 660 Zirconio . . . . • . . . . . . . 1852
Radio . . . . . . . • . . . . . . 700 Cromo . 1875
Bario........••..... 714 Vanadio. . . . . • . . . . . . . 1900
Estroncio ......••.... 768 Radio ......•.•..... 1966
Cerio........••.•... 804 Hafnio ......•.•..... 2222
Arsénico . . . . . . • . . . . . 810 Iridio . . . . . . • . . . . . . . 2454
Europio . 826 Niobio . 2468
Calcio . 838 Rutenio . 2500
Praseodimio .....•.... 919 Molibdeno . 2610
Lantano . 920 Tántalo . . . . . . . . • . . . . 2996
Germanio . 936 Renio . 3180
Plata . . . . . . . . . • . . . . 960,8 Wolframio . . . . • . . . . . . 3410
Neodimio . 1019

sideran además otros factores: esfuerzos térmicos, recristalizaci6n de estruc-


turas agrias, oxidación y corrosión, etc.
En lo que respecta a esfuerzos t~rmicos debidos a un gradiente de tem-
peratura en la pieza metálica, el coeficiente de dilatación juega un papel
importante cuando la conductividad térmica del metal es pequeí'ia. Los
metales que mejor se comportan ante esfuerzos de origen térmico son,
70 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERIALES

TABLA 1.14.

Comparación e,un coeficiente lineal de expansión Q lo lilrgo del eje mayor de l4


celda y rempertlturas de fusión de algunos melales comunes

Coeficiente lineal aemrt Temperatura de


O y 100° fusión

Sodio . 71.10-6 97,8° e


Plomo . 29,3.10-6 327,4° e
Zinc ........•...... 39,7.10-6 419,Soc
Magnesio . 26,1.10-6 650 oC.
Aluminio . . . . . . . • . . . . 23,6.10-6 660 o e
Plata . . . . . . . . • . • . . . . 19,6.IO"1S 960,8° e
Cobre . 16,4.10-6 J083 o e
Niquel. . 13,1.10-(; 1453 o e
Hierro . . . . . . . • . . . . . . 12,2.10-(; 1536,5° e
Titanio .......•.•... 8,41.10-6 1668 o e
Platino . . . . . . . • . . . . . 8,9.10-6 1769 Oc
Cromo.......•...... 6,2.lO-6 1875 o e
Wolframio . 4,6.10-6 3410 o e

en I(neas generales, los de bajo coeficiente de dilatación.


Resulta fácil de comprender que los coeficientes de dilataciÓn de los meta-
les, desde la temperatura ambiente, están en función inversa de sus tempera-
turas de fusión (ver Tabla 1.14). Una baja temperatura TE es indicio de pe·
quei'ia energía de enlace; por tanto, al calentar ese metal aumentará la sepa-
ración entre átomos (dilatación). Más alln, el ritmo mismo de esa separación
atómica por aumentos de temperalUra ..--en valores inferiores aTE - es tanto
mayor, cuanto menor sea la temperatura de fusión.
Por otra parte, la temperatura de solidificación influye también sobre
las temperaturas de recristalización estática. Cuando un metal es deformado
en fria por un proceso mecánico, los granos cristalinos se deforman en la
dirección de la conformación. El metal adquiere -como consecuencia de
la interacción entre defectos cristalinos denominados dislocaciones- una
consolidación o acritud, que se traduce, entre otras variaciones estructura·
les, en un aumento de la dureza, así como de la carga de rotura en el ensayo
de tracción; y en una disminución del alargamiento.
Si un metal previamente deformado en fria con suficiente grado de
acritud, es sometido a un proceso de calentamiento posterior, se observa
una paulatina recuperación de las propiedades correspondientes al estado
no deformado. Cuando el calentamiento se efectúa por encima de una
cierta temperatura, denominada temperatura de recristalizaci6n estdeica
-que depende de la defonnación previa conferida en frío o acritud-, la
recuperación de propiedades va acompai'iada de la fannación de una micro-
estructura de granos regulares denominada estructura de recristalizaci6n.
SOLlDlFiCACION DE UN METAL PURO. CONSIDERACIONES GENERALES 71

fig.I.IS. Estructura agria

La recristalizaci6n puede presentarse también como resultado de defor-


maciones en caliente (por forja, laminaci6n, extrusión, etc.), a temperatu-
ras suficientemente elevadas. Ello se debe a la acritud conferida en caliente
y a una recristalizaci6n dinámica que tiene lugar a las temperaturas de
deformaci6n.
En las figuras 1.15 y 1.16 pueden verse, respectivamente, la estructura
micrográfica agria de un aluminio comercial, y su estructura durante el

fig.1.I6. Estrnctura parcialmente recn"stalizada


72 OENCIA E INGENIERlA. DE MA. TERIALES

proceso de recristalizaci6n. En la segunda se advierte la existencia simul·


tánea de granos recristalizados parcialmente, contiguos a una zona agria.
Cuando la estructura ha recristalizado plenamente. la pennanencia prolon-
gada a la temperatura de recristalizaci6n, o a otras superiores a ella, se tra-
duce en crecimiento del tamaflo medio de grano.
La rigidez de los metales guaraa. también, estrecha correlación con su
temperatura de fusión. La rigidez es la aptitud de un material -por ejemplo
la requerida por una palanca que apoyándose en un punto ha de mover una
pesada carga- para soportar esfuerzos sin que se produzca una deformaciÓn
irreversible, permanente, plástica.

TABLA1.I5.

R~tdel de ¡¡Igunus m":lalcs.

Metal Tem~raturas

Wolframio . -lO:' 3410 Oc


Molibdeno .. , . 2610 Oc
Berilio . ~:'O 1277 Oc
Niquel. . . . . . ~ 10 ¡4~3 Oc
Aceros y Fundiciunes. ~OO· 170 (ref. ":ap. VIII)
Uranio . 175 I U~.3Oc
Cobre . 1~5 1083 Oc
Titanio . . • . . . • . . . . . . . . 115 1668 Oc
Zinc . . . . . . . . • . . . . . • . . 80 419.5Oc
Aluminio .....•..••.••. 70 660 Oc
Magnesio . . . . . . . . . . . • . 40 650 Oc
Estano . . . . . . . . . . . . • • . . 40 232 Oc
Plomo . 15 327,4 Oc

A escala macroscópica la rigidez se cuantifica por el módulo de Young, E, que


puede detenninarse midiendo la velocidad de propagación de las ondas longitudina-
les en el material, V l =(E:d)"!, siendo d la densidad de éste; o por extensometría,
midiendo la defonnaclones derivadas de la aplicación de pequeños esfuerzos (ley de
Hooke, cr = E.E). Pero las medidas más exactas del módulo de Young se logran por
ultrasonidos, en función de la velocidad de las ondas longitudinales Vl'
Esa propiedad, si se considera la escala atómica, es tanto mayor cuanto mayor sea
la energía de enlace entre los átomos.
Se denomina rigidez de enlace al valor dF/dr (indicador de la dificullad para sepa-
rar por tracción, aplicando una fuerza externa, dos átomos cuya distancia interatómi-
ca de equilibrio sea inicialmente ro). La rigidez del enlace es constante en tanto no se
rebase una separación entre los átomos, r., tal que no puedan volver ya, por recupera-
ción elástica, a su distancia primitiva de equilibrio ro-
El valor de la rigidez del enlace es, aproximadamente, 1N/m para los enlaces de
Van der Waals, 2N/m para el enlace de Hidrógeno; enlre 15 y 40 N/m para los meta-
SOLlDIFICACION DE UN METAL PURO. CINETlCA DEL CAMBIO DE FASE 73

les puros (tanto mayor cuanto más elevada sea su temperatura dc fusión TE), entre 9
y 21 N/m para los enlaces iónicos, y 180 N/m para el enlace covalente del diamante.
Por consiguicntc, considerado a escala atómica entre ro y rl, el módulo elástico de
Young E es igual al cociente de la rigidez dc cnlace dividida por ro. Y por tanto los
módulos de Young resultan ser: para enlaces de Van der Waals (ceras y muchos polí-
meros orgánicos) del orden de 2 GN/m 2; para cnlace de Hidrógeno 4 veces superior a
ese valor; para metales puros de 15 a 75 veces superior a aquel valor; para enlace
iónico de 15 a 35 veces superior; para enlace covalente hasta 500 veces superior.
Lo antcrior pucdc ilustrar porqué los polímeros son menos rígidos quc los mctales
y que éstos, a su vez, resultan menos rígidos que las cerámicas. Otro tanto ocurre por
lo que respecta a temperaturas de fusión: las dc las cerámicas (Tabla 0.8) superan a
las dc los metalcs (Tabla 1.13). En cuanto a éstos puede decirse que, con algunas
excepciones, cuanto más alta es la temperatura de fusión del metal más rígido resulta.
(Ver tabla 1.17).

BIBLJOGRAFIA

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(1978).
Barret, C.-"Structure of Metals. Crystallographic Methods. PrincipIes and data".-New
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Winegard, W. C.-"An introduction to the Solidification of Metals".-Londres-The Insti·
tute of Metals. (1964).
u
Solidificación de un metal puro.
Cinética del cambio de fase
11.1. ENERGIA LIBRE DE SUPERFICIE

La temperatura de solidificación TE para un metal puro es constante, tal


como se observa en la fIgura 1.11, donde las curvas de energías libres del
sólido y del líquido se cortan en un punto.
Para que la solidificación se realice plenamente se necesita un cierto
grado de subell!riamie"ro respecto a dicha temperatura de equilibrio ya que
cuando líquido y sólido coexisten a la temperatura de solidificación, se
establece un equilibrio (líquido oH- sólido + Q calarlas), que, para evolucionar
hacia el sólido, precisa absorber el calor desprendido Q. De lo contrario, la
solidificación se detendría porque a la temperatura TE, unos átomos llega-
rían al sÓlido y otros abandonarían éste, a igual velocidad (no porque cese
toda actividad en la ¡olereara sólido-líquido).
Alcanzado un cierto subenfriamiento, el metal solidifica. Pero no lo hace
de inmediato, sino que se requiere un cierto tiempo para el paso pleno al
estado sólido. Se dá un proceso de formaci6n y crecimiento del sólido a
expensas del líquido durante todo el periodo en que coexisten ambas fases,
sólida y líquida.
Los procesos físicos que gobiernan las estabilidades relativas de dos
fases -ya se trate de la solidificaci6n, ya de otros fenómenos tales como la
evaporación, las transformaciones en estado sólido etc.- se realizan a través
de la superficie de contacto o intercara entre fases.
Entre dos fases o agrupaciones atómicas A (sólida) y B (liquida) formadas
por átomos de un mismo metal en contacto por medio de la intercara (ab),
la fase A crecerá a expensas de la fase B siempre que por unidad de tiempo
pasen más átomos de B al estado A, que átomos de A al estado B. Sólo
toman parte en el flujo, en ambas direcciones, átomos de la fase A o de la
fase B próximos a la intercara. El resto de átomos de A ó B pueden consi-
derarse ajenos al cambio de fase que ocurre en la intercara.
Durante la solidificación el comportamiento de la superficie de una fase
difiere de su interior, a causa de estos rápidos cambios que tienen lugar en
la intercara.
Los átomos de la intercara no se hallan en estado de equilibrio, no están
de modo definitivo en ninguna de ambas fases, sus enlaces se forman y
destruyen. Por ello hay muchas posiciones atómicas del sólido periférico
no ocupadas por átomos.
La coordinación de un átomo situado en la periferia del sólido es nota-
blemente menor que la del átomo situado en el interior de la masa sólida.
Por ejemplo, en el sistema cubico de caras centradas, un átomo de la super-
76 C/ENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

fieie no tiene doce átomos tangentes como sucede con los átomos del in-
terior del sólido.
Remover un átomo del interior del sólido y llevarlo al liquido (licuarlo)
requiere un calor exactamente igual al calor latente por átomo; en tanto
que el calor necesario para licuar un átomo periférico será sólo una fracción
de ese calor latente por átomo (función de su grado de coordinación).
Estas consideraciones sobre el calor latente -variación de entalpía-
son aplicables también a las variaciones de energía libre. La variación de
energía libre total al solidificar un monocristaJ, para un metal cristalizado
en el sistema cúbico de caras centradas será la suma algebraica de la varia-
ción de energía libre del sólido (considerando que son doce los átomos
de coordinación) más el exceso de energfa libre de los átomos solidificados
situados en la periferia del monocristal (energfa libre de superficie).
Para el cálculo de la energfa libre total del sólido, el valor de la energía
libre de superficie tendrá especial importancia cuando la relación entre
volumen y superficie en el sólido sea muy pequei'ia.
La energfa libre de superficie al ser proporcional a la diferencia entre
energias libres de un átomo situado en el interior del sólido (con la coor-
dinación correspondiente a su sistema cristalino, es decir doce para los
metales cúbicos centrados en las caras, doce para los metales exagonales,
ocho para los cubicos centrados en el cuerpo, etc.) y otro átomo situado

TABLA 0.1.
EnergÚlS libres de superficie. Valores de "YLs para algunos metales (Hollomon)

'Yt..s en erg/cm 2

Al. . .. . .. .. . .•.. . . . . . 121


Mn ......•..•.•.• , . . • 206
Fe .. .. .. .. . ..•.. . . . • 204
Co .. . .. .. . .. .. . . . . . • 234
Ni. .. .. .•. .. ..••. . . . . 255
Cu . . . . .•.•.. .. . .•..• 177
Pd ... . . • . • . . . • . . • . . . 209
Ag. . . . .•.....••.. . .. 126
1'1. . . . . . • . . . . . . . . . . . 240
Au . . . . .• . . . . . . ••. . . . 132
Pb . . . . . . •. . . . .• . . . 33
Ga .. .. .. •.. . ..••.•.. 56
Ge . . . . . ••• . • • • •• . ••• 181
Sn . . . . . . . • . • . . . . • . . . 59
Sb .• . . . . . .. . . .. 101
Hg . . . . . . .• . . . . . • . . . . 28
Si. . . . . . . . • • . . . . . • . . • 54
SOLlDlFlCACION, CINETlCA DEL CAMBIO DE FASE n
en la superficie, depende del sistema cristalino propio de cada metal. Asi-
mismo depende de la energía del enlace metálico con que cada átomo es
cohesionado por sus vecinos -tanto mayor cuanto más elevada sea su tempe-
ratura de fusión TE - por lo que, en cierto modo, puede decirse que la
energía libre de superficie de los metales generalmente aumenta con TE
(comparar las Tablas 1.13 y n.l).
El valor de la energía libre de superficie se delennina multiplicando el
área del sólido por el coeficiente 'Yl...s que, si bien es variable, puede consi-
derase como constante para cada metal (las variaciones de temperatura
prácticamente no lo alteran), En la Tabla 11.1., se indican los valores del
coeficiente '"YLS de energías interfaciales sólido/líquido para algunos me-
tales.
Durante la solidificación, como resultado del exceso de energía libre
que el sólido presenta por tener una intercara sólido/líquido, se presenta
una tendencia a disminuir la superficie de esa intercara. Esta tendencia o
tensión superficial, favorece la fonnación de contornos redondeados en los
cristales para disminuir la relación entre superficie y volumen de éstos, y
se manifestará más cuanto mayor sea el valor 'ltS del metal. Por eso los
metales (ver en fIgUra 11.11 que desarrollan sus cristales en fonna dendrí-
tica por su tendencia a crecer en determinadas direcciones cristalográficas
preferentes), cuando tienen un alto valor de 'Yl...s propenden a fonnar den-
dritas con extremidades redondeadas; en tanto que los metales con peque-
no valor 'lts, tienden a fonnar dendritas de extremidades planas.
Análogas consideraciones a las expuestas a propósito de solidificación
podrían hacerse respecto del equilibrio binario Iíquido-gas (vaporización o
condensación): los átomos de la superficie del líquido -al estar menos
cohesionados que los de su interior- poseen una energía libre de super-
ficie tendente a minimizar la relación superficie/volumen (por eso las golas
de lluvia serían esféricas si la gravedad no tendiera a alargarlas). cuyo coe-
ficiente se designa '"YLV, Otro tanto cabe decir del equilibrio sólido-vapor
(sublimación),
También en estado sólido cabe hablar de un equilibrio en el agregado
policristalino (ver figura 1.3.) entre los átomos del interior del grano y los
de sus juntas. El exceso de energía libre entre un átomo de la junta de
grano y un átomo del interior de éste (energl'a libre de jun.ta de grano) se
cuantifica por su valor 'l'GB '
Cuando hay contacto entre medios tales como un líquido M. un sólido S y un gas
V. existe correlación entre las energías libres de superficie de líquido-sólido (1 ....). del
sólido-gas (Y~v)' y del líquid<rgas ( 1 mv)'

Supóngase una gota de líquido depositada sobre el sólido. En el punto triple de


equilibrio entre los tres medios. como resultado de las tensiones derivadas de sus
energías libres de superficie. el líquido adaptará un ángulo e de contacto con el sóli-
78 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERlALES

do detcnninado por la igualdad (veáse vectores de la Figum 11.2) ymv cos e + 'Y m. = Yn".;
es decir,

cos e = (y". - y mJ : Y"W

Si 8 resulta igual a 180" el líquido adoptará una fomm esférica, 10 que significa que
no moja en absoluto al sólido. Se considera que el líquido moja parcialmente al sólido
cuando el angulo e de equilibrio es menor de 90", es decir. cuando y "" + y m,o < 'Y ",.
El mojado será total si e resultara igual a 0, es decir si y ms =Ymv+Y ",'

Gas

Fig. n.2. Ángulo de contacto liquido-sólido.

Cuando una superficie metálica tiene un alto valor de 'Ysv (como ocurre,
por ejemplo, con el Fe), es susceptible de ser mojada y en consecuencia
recubierta por otros metales como por ejemplo Zo, Al, Sn.
Puesto que la aptitud al mojado no depende sólo de Isv, sino de la desi-
gualdad antes indicada, otros metales como el Pb no mojan al Fe. Cuando se
quiere emplomar una chapa de Fe es preciso recubrirla previamente de Sn
y, una vez solidificado éste recubrirlo con Pb, ya que el Pb "moja" al Sn
(también podrá recubrirse el Fe con una aleación líquida de Sn y Pb).
La aptitud mojante de un metal o aleación líquida tiene interés -entre
otros casos- para la unión de metales mediante falsa soldadura: unión de
dos superficies metálicas por interposición de otro metal o aleación líquida
(metal de aportación), de punto de fusión más bajo que las superficies a
SOUDlFICltCION, CINETlCIt DEL CltMBIO DE FASE 79

unir que, al solidificar entre las superficies metálicas (formando con ellas
solución sólida), una a ambas.
Suele denominarse soldadura blanda (soldering) cuando el metal de apor-
tación solidifica a temperatura inferior a 4500 e (Por ejemplo aleación
Sn-Pb); y soldadura fuerte (brazing) cuando funde a temperaturas superio-
res a 4500 C: infiltrantes de cobre (cuya temperatura de fusión está com-
prendida entre 7100 C y 11000 e, por ejemplo el latón 60/40), infiltrantes
de plata (con al menos 20~ de ésta -como la aleación 27" Ag, 38" Cu,
9,5" Mn, 5,5" Ni, resto Zn- para temperaturas de trab~o de 8500 C), etc.
Una condición necesaria para la falsa soldadura es que el metal o aleación
infiltran te moje las superficies metálicas de la pieza; y ello depende, según
se ha indicado, de la relación entre 1m!, 'Ymv , 'Ysv. No son conocidos todos
los valores de 'Y dada la multiplicidad de combinaciones posibles entre
metales o aleaciones de aportación, y aleaciones base. Puede, no obstante,
sei1.alarse que suele haber una acción humectante cuando la aleación de
base es susceptible de disolverse en la aleación líquida de aponación (de
forma análoga a lo que ocurre con una varilla de CINa introducida en agua:
se recubre de humedad más fácilmente que una de vidrio); o bien cuando
se puede formar solución sólida de la aleación de aportación en la aleación
base, o bien cuando entre ambas aleaciones hay afinidad para formar com-

TABLA 11.3.

Ellergia libre interfada/ entre $(jUdo A y liquido B. (Eustathopou/os).

Sólido A. Liquido B. 'Yrns en ergios!cll1 2

ln Sn 119
ln In 122
ln B; 148
ln Pb 185
ln Sn ISO
A, Pb 160
Al Sn 158
Co Pb 390
F, Co 430
Nb Co 428
C, A, 540
W Co 980
Mo Sn 1000
W Sn 1000
F, Pb 1415
F, A, 1370
F, N, 2000
80 CIENCIA E INGENIERIA DE MA. TERlALES

puestos intennetálicos. En general, no suelen elegirse combinaciones de


aleaciones -de aportación y base- que puedan formar compuestos inter-
metálicos; ya que debido al carácter frágil de éstos son preferibles combi-
naciones que formen solución sólida.
En la Tabla 11.3 se indican valores de 'Yms para sólido A y líquido B; la hu-
mectación será más favorable cuanto menor sea el valor de 'Yms •
Un metal Ifquido no moja a sólidos de b<\ia energía sólido/vapor como es
el grafito ('Ysv = 27 ergios/cm 2 ). Por eso para el braseado de las fundiciones
grises -que presentan grafito como uno de los constituyentes de la alea-
ción- es necesario realizar previamente una limpieza electroquímica de la
superficie, a fm de eliminar el grafito.
La aptitud mojante o humectante de un metal o aleación líquidos tiene
también interés en la metalurgia de polvos, cuando se desea hacer sinte-
rización en fase líquida, o bien cuando se quiere obtener un compacto
mediante inftltración de un metal líquido que rellene los poros de un esque-
leto poroso de metal, obtenido previamente por sinterizado de polvos en
fase sólida. En la Tabla HA. se indican algunos coeficientes 'Yms de energía
interfacial entre metal líquido y óxidos o carburos sólidos, de interés para
sinterizaciones en fase líquida.

TABLAU.4.
Energio libre interfocial entre sólido A (Oxidos o carburos) y 1fquido B (Metal),

Sólido-Líquido 1íns en ergios/cm2

AI 20 3 - Ni 1850
zr0 2 - Ni 970
V0 2 - Ni 1280
TiC - Co 505
HfC - Co 385
VC -Co 465
NbC -Co 480
VC-V 141

Cuando un líquido moja a un metal sólido, puede producirse una desa-


gregación total de los granos del sólido si la energía de junta de grano 'YGB
es el doble del valor 'Yms . En efecto, según se indica en la figura lI.5. (para
que el líquido penetre intergranularmente, la energía libre de superficie
del conjunto ..6G deberá ser menor o igual a O). El ángulo diédrico de
7GB
equilibrio en la penetración parcial estará dado por: cos4>/2 = . La
2~",
desagregación será total cuando l/J =O; Y por tanto 'YGB =2 'Yms •
La determinación micrográfica de ángulos de penetración l/J y del ángulo
de mojado (J es una técnica que se utiliza para la obtención empírica de
SOUDlFlCACION, C/HETlCA DEL CAMBIO DE FASE 81

CONDICION INICIAL YGB


Fil.O.s. Origen de la penetración intergranular de un liquido

los valores "Yms entre un líquido y un sólido; puesto que las condiciones
de equilibrio en los puntos triples de la fIgura 11.6. vienen detenninadas
por las ecuaciones:
"Ysv ="Yms + "Ymv . cos ()

"YGB=2 "Yms . cos (rAnls : 2)


"YGB = 2 "Ysv . ces (l/Jv/s : 2)
de las que se deduce:
cos (4)v/s: 2)
"Yms = "Ymv · cos () ---"'-""';C-'-"---'-,,"--2:C--
cos(</JmJs:2)-cos(ep.,./s: )

1mv
Vapor V

Fil. 0.6. Equilibrio entre sólido polit:n·stalino/ Uquidojvapor


82 CIENCIA E lNGENIERIA DE MATERlALES

11.2. NUCLEACION HOMOGENEA. TAMAÑO CRITICO DEL NUCLEO

La variación de energía libre por solidificación al formarse un sólido


cristalino a una cierta temperatura TI < TE es negativa; y su valor en calo-
rías por unidad de volumen es igual (ver figura 1.11.) a Gsol - ~. Por
consiguien te:

llG'L = G,ol - G,;q = (H, - HLl - T, (Ss - SLl = - L - T, "SsL =


L TE -Ti ~Tl
:: -L + T¡.6S LS :: -L + TI TE :: -L TE :: -L TE

Según queda indicado en el apartado anterior, y dado que los átomos


periféricos no tienen igual coordinación que los centrales, la variación de
energía libre para solidificar una esfera de radio r consta de dos sumandos:
Ó(]y, correspondiente a la foonación del volumen (si se supone que todos
los átomos tienen la coordinación máxima), y el sumando corrector LlGs
(o energía libre de superficie). Es decir:

llG = lle.. + lle..


Siendo:
4
lle..=-L. -,,'
3

En la ftgura 11.7. se señala la variación de .6Gv y .6Gs• a la temperatura


TI' en función del radio. La función .6G -suma de ambas- presenta, como
fácilmente puede calcularse, un máximo para los siguientes valores de r* y
.6G*:
2'YLS . TE
r* = --CL".ll"T"",-=-

De ello se deduce que, a temperatura TI> una esfera de radio rm < r*


fonnada por varios átomos del metal no puede crecer. pues la variación
de energía libre para captar un nuevo átomo y aumentar de radio supon-
dria un aumento positivo de boG. Una esfera sólida de radio 1M > r* tenderá
a aumentar de radio por captura de átomos, dado que un incremento infi-
nitesimal del radio rM supone una variación negativa de la energía libre.
Para la temperatura T l las agrupaciones espontáneas de átomos que no
alcancen el tamai'io critico r* + l átomo, desaparecerán por colisión con
otros átomos. Sólo aquellas agrupaciones cuyo radio sea igualo mayor a
r* + 1 átomo, podrán crecer. El radio crítico del núcleo para una cierta
temperatura TI -y por consiguiente el número de átomos necesarios para
fonnar dicho gennen- es inversamente proporcional al subenfriamiento
.6T I • como se desprende de la fónnula obtenida.
SOLlD/FICACION, CINETICA. DEL CAMBIO DE FASE 83

OG OG,


O I
I
I
I OG
I
I
lAG I
••
'. " 'M

Fig.1I.7. ty; al solidificar una esfera de radio r a la temperatura TI, Radio critico r·.

Al margen de consideraciones tennodinámicas. se comprende que: en


estado sólido un átomo está rodeado por menos átomos vecinos cuanto
menor sea el radio de curvatura de la agrupación; por consiguiente. será
tanto más probable que un átomo periférico se desprenda del sólido para
pasar al liquido cuanto menor sea el radio del gennen. Por otro lado, cuan-
to menor sea la temperatura TI (mayor subenfriamiento .ó.T I ). más pequerlo
podrá ser el radio critico del núcleo. ya que el enlace entre átomos (más
enérgico cuanto más baja sea la temperatura) pennite que el átomo peri-
férico quede acoplado de fonna estable al sólido aunque esté rodeado por
menos átomos vecinos.

11.3. CARACTER DISCONTINUO Ot LA SOLlOIFICACION

A temperaturas próximas a la fusión, un liquido metálico puede consi-


derarse como un conjunto estadístico de preagrupamientos atómicos que
presentan una estructura cristalina incipiente, como se ilustra en la figura 11.8.
La solidificación supone en primer lugar la fonnaci6n de sólidos de
radio r* + I átomo (núcleos supercriticos) con capacidad de crecer.
Los núcleos se fonnan debido a las nuctuaciones térmicas que propor-
cionan la energía de activación necesaria.
Convendria serlalar al respecto una aparente contradicción: la variación
84 aENClA. E lNGENlERlA DE MATERIALES

Fig.1I.8. Agrupación de álomos en un melal por debajo de TE'

de energía libre para formar un núcleo debe ser negativa, en cambio es po-
sitiva (obsérvese el valor del máximo de energía libre correspondiente a la
formación de r*). Resulta posible, sin embargo, la formación del núcleo
ya que la variación de energía libre total -por formación de varios núcleos-
sí es negativa: puesto que la entropía aumenta también como consecuencia
de la mezcla con otros núcleos.
El número posible de núcleos "r de radio r*. correspondientes a una
temperatura TI será -tennodinámicamente- el que haga mínima la energía
libre del conjunto; es decir, el que haga más negativa la expresión

siendo 6S r la entropía resultante de la mezcla de U r núcleos (entropía de


confIguración) en el conjunto de átomos considerado.
SOUDlFlCAaON, aNETlCA. DEL CAMBIO DE FA.SE 85

Si es el número total de átomos de la fase lfquida y K la constante de


Boltzman 0,38 . 10-6 COrgjgrado)' se tiene que

dG = n, 6G· - T.6S r = n r6G· - TI . K . n r [1 - In ~ ]

Derivando respecto a n r e igualando a cero se tiene que:


óG'
n r = N.e - - - ; y sustituyendo ÓG· por su valor:
KT1
~(16.~(s.T~)
3.6T~ L2

se ve que en la nucleacíón homogénea el número de núcleos de tamai'lo r·


(de radio crítico) es inversamente proporcional a la temperatura de soli-
dificación TI'
Como la estructura policristalina, cuando el metal soHdifique plenamente,
será herencia de la formación previa de núcleos progresivamente engrosados,
resulta mayor el número de granos cuando la soJidicación tiene lugar a baja
temperatura (fonnados a partir de mayor número de núcleos cuanto más
bl\ia sea la temperatura). En tal caso el tamai'io de grano es más pequeí'lo que
si la solidificación se efectúa a temperatura superior.
Los núcleos se fonnan con mayor facilidad cuando se adiciona al líquido
un agente extrano al metal -agente nucleante- q14e sirva de soporte al
agrupamiento de átomos. A este tipo de nucleación se la denomina nuclea-
ción heterogénea (la nucleación sin agente nucleante extraí'lO, recibe el

, 1
FiI.I1!J. Número de atomO! para lonnar un núcleo
86 C/ENCJA E INGEN1ERJA DE MA TERIALES

nombre de homogénea). El valor de 0r cuando la nucleación es hetero-


génea es siempre mayor que el calculado anterionnente para la nucleaci6n
homogénea. La figura 11.9. expresa gráficamente el fenómeno indicado:
en presencia de un soporte, el número de átomos del metal necesarios para
fomlar un núcleo de curvatura R¡ es mucho menor que en el caso de la
nucleación homogénea. En la misma Ítgura se indica la relación cualitativa
entre el número de átomos necesarios para fannar -en cada caso- un
núcleo, y el subenfriamiento óT.
Para muchas aplicaciones -especialmente para resistencia, buen alarga-
miento y, sobre todo, para tenacidad- interesa que el tamaño de grano
de solidificación sea el menor posible. Las juntas de unión de los granos
cristalinos son regiones de metal donde la desorientación cristalina entre
uno y otro grano se salva por la presencia de multitud de defectos cristali-
nos, o marañas de dislocaciones.
Si bien en el interior de cada grano existe también una multitud de la-
gunas y dislocaciones producidas durante el proceso de solidificación, el
comportamiento de las juntas de grano -su resistencia mecánica, entre
otras propiedades- difiere notablemente del comportamiento del grano
cristalino (en el apartado anterior se aludió a la energía libre 'YCB).
Según queda dicho, para lograr un menor tamaño de grano de solidifi-
cación. es frecuente en la industria favorecer la nucleación heterogénea
mediante la adición de agentes nucleantes, que son finas partículas sólidas
-elementos o compuestos químicos- con aptitud para ser mojadas por el
líquido y que catalizan la nucleación por razones de afinidad y semejanza
cristalográfica. Por ejemplo, a las aleaciones de Aluminio se adicionan Ti
y B; para las aleaciones de Mg se emplea Zr; en fundiciones grises suele inocu-
larse Si; en aleaciones férreas Co y Zn.
El efecto del agente nucleante depende, además de su naturaleza, de
múltiples factores; como por ejemplo: momento de la adición, tiempo de
permanencia en el metal fundido, etc. Ello parece deberse, entre otras
razones, a que los agentes nucleantes finamente dispersos coalescen entre
sí en el metal fundido; y cambién a cambios de caracteJisticas químicas o
de energía de superficie de los agentes nucleantes.
Para lograr el afino de grano suelen emplearse técnicas tales como vi-
bración (mecánica, sónica, ultrasónica), de la masa sólido-líquido. Si el
líquido es vibrado se obtienen estructuras de grano" fino, explicables por
el aumento de agentes nucleantes producidos por la fragmentación de
los cristales en crecimiento; ya que una siembra de cristales sólidos del
mismo metal ejerce siempre una acción nuclea'nte heterogénea sobre el
metal líquido.

11.3.1. Velocidad de nucleación

La termodinámica señala las condiciones que posibilitan la formación


de núcleos y regulan el tamaño de éstos; pero nada indica sobre la cinética,
SOLlDlFICA.CION, CTNETICA DEL CAMBIO DE FASE 87

es decir. sobre el tiempo necesario para la formación de esos núcleos y para


su crecimiento.
Al abordar la cuestión del tiempo necesario para constituir un micleo
supercritico (de radio r + 1 átomo) hay que tener en cuenta que, para que se
dé tal formación. no basta que aparezcan algunas agrupaciones de radio r*.
Y:J desde el instante t = O se tienen agrupaciones de radio r <; r*. en continua
formación y desagregación. Para que una de estas agrupaciones de radio r* se
convierta en supercritica es necesario, además, que esté orientada en dis-
posición de captar un átomo suplementario. Hasta que ello no se logre, no
empezará la solidificación (a la temperatura TI)'
Para esa temperatura TI. la veloddad de formación de núcleos supercrUi-
cos por unidad de volumen -velocidad de nucleación- depende de varios
faclOr~s.
En primer lugar. del número de núcleos n¡ (calculable tennodinámi-
camente); cuanto mayor sea ese número de núcleos crUicos, mayor es la
probabilidad de que tino de ellos comience a crecer e inicie la solidificación.
En segundo lugar, y aunque la influencia de este factor no es muy consi·
derable, depende del número w *, de átomos que rodean al núcleo de radio
r: para un núcleo esférico r* el valor de w* es proporcional a la superficie
4 1f r*2 (más número de álamos cuanto mayor es r*).

Fig, 11.10. Velocidades de nucJeaciórI (homogéneo y heterogéneo)


88 CIENCJA E lNGENIERlA DE MATERIALES

En tercer lugar la velocidad de nucleación depende de la frecuencia I'LS


con que los átomos saltan a través de la ¡ntereara sólido líquido; I/LS es pro-
porcional al coeficiente de difusión Ot, Hay materiales líquidos viscosos
-por ejemplo vidrios y poJímeros- cuya difusividad decae notablemente
con la temperatura. En los metales, en cambio, el valor de Dr.. decae muy
poco, salvo que se trate de temperaturas muy bajas provocadas por enfria-
miento rápido para obtener un líquido "congelado",
Los tres factores indicados que influyen en la velocidad de nuc1eaci6n
(1 = n r*. w·. IJLS) suelen agruparse en dos funciones: la fuerza inductora
de la solidificación -n r•. w*- (que es tanto mayor cuanto mayor sea el sub-
enfriamiento ¿lT 1), Y la difusividad vLS (que generalmente disminuye con la
temperatura). El producto de ambas funciones dará una curva en fonna de
campana (ver figura 11.10.), donde la velocidad de nucleaci6n es lenta a tem-
peraturas próximas a la de fusión, así como también cuando el salto tér-
mico es muy grande. En la figura H.tO. se han esquematizado las curvas
correspondientes a la nucleación homogénea y a la heterogénea (en la que,
por ser mayor el valor n rO' para cada temperatura TI, las nucleaciones son
más rápidas).
La velocidad de nucleación homogénea -ver en n. 2 el valor de .6.0*- responde,
según Flemings, a
1=8 1 (D L I DLM ) • n, = 8 1, (DL I DLM ) • exp (-6.0* IK.T)
Yla ~elocidad heterogénea adopta una expresión similar
1=8' ,. (Oc / D cM ) . exp (-D.G* . f (e) /K.T)
en la que f (8) es igual a 114 (2 + cos 8) (1- cos 8)2, siendo 8 el ángulo de equi-
librio al mojar el líquido al agente nucleante heterogéneo.

Adviérta...e que f(8) resulta ser igual al cociente entre el volumen de un casquete
líquido peneneciente a una esfera de radio r y el volumen de esa esfera de radio r.

El valor B I depende del tamaño crítico del núcleo y de y LS- pero según
Hollomon y Turnbull puede considerarse como una constante igual a IOH (en
tanto que el coeficiente 8' I dependiente -además del tamaño crítico del núcleo
y de y Ls - del número de átomos superficiales sobre el sustrato, ns _ por unidad
de átomos n en el volumen del líquido sería igual a 10l). n,:n).

Los valores de DLM y DL son, respectivamente, los coeficientes de difusión


a la temperatura termodinámica TE de solidificación y a la temperatura de
enfriamiento TI' Para materiales viscosos no metálicos (incluyendo óxidos y
polímeros orgánicos) la relación DL I DLM disminuye con la temperatura y
puede llegar a ser casi cero para valores muy bajos de TI' En cambio, para
líquidos metálicos ese coeficiente es prácticamente constante e igual a l a las
temperaturas habituales para operatividad industrial; por eso. la curva de cam-
pana de la figura 11. 10 sería válida sólo para líquidos no metálicos (en los que
la difusividad está afectada de modo importante por la temperatura TI)'
Por tanto para líquidos metálicos la velocidad de nucleación podría indi-
SOLlDlFlCltCION, CINETlCA. DEL CAMBIO DE FASE 89

" Q
", '

.',
"

Fil. 11.11. Modelo de crecimiento dend,(n'co


carse de modo simplicado por la expresión: I=IOJJ. exp (-Kte/T¡ .6.T I 2); que por
tratarse de una función ex.ponencial es prácticamente igual a cero para suben-
friamientos pequeños. Para que pueda tener lugar la nucleación se precisa un
enfriamiento crítico .6.Tc ; alcanzando éste, la nucleacion se realiza en forma
rápida. Según Turnbull y otros, el enfriamiento crítico .6.Tc para nucleación
homogénea en los metales puros, es aproximadamente igual a 0,2 TE (en gra-
dos Kelvin). En el caso de la nucleación heterógenea este valor crílico es infe-
rior.

11.3.2. Velocidad de crecimiento de 10$ núcleos

Una vez formado el núcleo, sigue creciendo por adición de átomos del
Hquido. Este crecimiento de los núcleos no es isótropo, como podría supo-
nerse, sino direccional. Los metales crecen, preferentemente, según deter-
minadas orientaciones. Por ejemplo en los metales, cllbtCOS -tanto de caras
centradas, como centrados en el cuerpo-, la dirección preferencial es <001>;
en los t:x.agonales compactos, <0001>.
Los núcleos al crecer dan origen a ramificaciones Que justifican el nombre
de dendritos (formas arborescentes). Los ejes dendríticos aparecen en fonna
de ramas espaciadas; tal espaciamiento se debe a que cada etapa de solidi-
ficación desprende calor local e implica una merma, también local, de la
sobrefusión (fJ.gura 11.11.).
Debido al carácter direccional, no resulta fácil establecer una ley para
determinar la velocidad de crecimiento de los núcleos en tres dimensiones;
cabe hacer algunas consideraciones similares a las indicadas a propósito
de la nucleación: la fuerza Que induce la incorporación de un átomo de
90 e/ENeJA E INGENIERJA DE MA TliRIALES

Fig. tU 1.bis. Crecimiento de


un dendrita.

líquido al núcleo sólido existente, es mayor cuanto menor sea TI; a la


inversa, la facilidad de difusión de los átomos para llegar hasta un núcleo
existente disminuye de manera apreciable en los líquidos no metálicos
con la temperatura.
En el modelo simplificado de Turnbull se seí'lala que la velocidad de

\ ~
\
\
" , G

\ ~.
\ ;" 1, I
\. I I
- -:.j-f-- --- ----
.IV'\
.1,' \
/ I \ lu.,~..
, \¡nduetor.

.I \
\
, \
Fig. D.12. Velocidad de creci-
miento de los núcleos
SOLlDIFICltCION, CINETlCA DEL CAMBIO DE FASE 91

DL
crecimiento continuo sería G = 13 1 .---. AT I • en que 13 1 es constante;
DL't
D, y OtM los valores antes mencionados; y .ó.T, el subenfriamiento TE - TI'
En consecuencia, cabría representar esta velocidad G como se indica en
la figura 11.12.
En una primera aproximación se podría pensar que el tanto por ciento
de líquido solidificado a lo largo del tiempo -función del producto de las
velocidades de nucleación y de crecimiento- correspondería a curvas TIT
(transfonnación, temperatura, tiempo), "de tipo C", como las indicadas en la
figura 11.13. (en la que se sei'lalan los tiempos para solidificar el l ~ Y el
100% • en teóricas solidificaciones isoténnicas). Sin embargo, ese compor·
tamiento teÓricamente válido sólo se verifica plenamente en el caso de los
líquidos no metálicos.
En efecto, en lo que respecta a solidificaciones industriales, las veloci·

dades de crecimiento continuo -según el modelo de Turnbull R = 8 2 , ~.


D LM
.ó.T I - presentan un comportamiento diverso en los Iiquidos metálicos
(Q aproximadamenle igual a 0L.M) Y en los óxidos o en los polímeros
orgánicos. Ya que para los Iiquidos metálicos la velocidad de crecimiento

tE

--- ---
S07......
... ' .... ~--

/'
/
,I
'1

-+-
1\
1\
\ ,,
,,
,
"-
"-
"-
' ...........
Fig. U.I3. Cun'o 'C"
92 CIENCIA E INGENIERIA DE MA TERlALES

Fig.ll.l4. Solidificacitm de un metal,


33
1. Velocidad de nucleIJción homogénea Vi = 10 . exp (_ K )
2. Velocidad de crecimiento de los núcleos V2 =K 2 .!:::;r¡ T,.!1T/

continuo podría expresarse por una ecuación R :: Kte . 6Th s610 los lí-
quidos viscosos seguirían una ley de crecimiento continuo en forma de
campana.
Ese modelo de curvas de transformación del tipo '''C'' -con influencia
de la difusividad-, como el de la figura H.13., no sólo es válido para la soli-
dificación de líquidos viscosos, sino también (como se verá más adelante)
para el estudio cinético de algunas reacciones que se producen -ya en estado
s61ido- en muchas aleaciones que experimentan transformaciones por varia-
ción de solubilidad, o por cambio alotrópico de las fases que componen la
aleación.
Esos modelos de transformación de fase con curvas "c" son aplicables
en su totalidad sólo a Jos líquidos sensibles a la disminución de la difusi-
vidad con la temperatura. En metales y aleaciones, según se ha expresado,
la curva .. c" sólo sería válida en la zona superior al máximo vertical (fi-
guralI.IS.).
SOLlDlFICAC/ON, ClNE17CA DEL CAMBIO DE FASE 93

tiempo
0'8 TE

,
Fig. 0.15. Solidificación de un metal, CtJrl'a de solidificación isotérmica,
1-1" de metal solidificado.
//-100"de metal solidificado.

11.4. SOLIDIFICACION DEL METAL POR ENFRIAMIENTO CONTINUO

H.4.1. Curvas de Solidificación

Aceptando como válida la curva de solidificación isoténnica de la fIgU-


ra 11.15., también cabe decir que este esquema es válido para enfriamientos
continuos.
En la flgura n.16. se presentan los puntos de comienzo de solidificación
(M, N, P) y de final de solidificación (M', N', P'), para enfriamientos con-
tinuos con distintas velocidades de enfriamiento VI < V1 < V 3 . Los tiem-
pos correspondientes a los puntos M, N, P, (en definitiva a la curva 1"),
proporcionan los valores inversós de la velocidad de nucleación para enfria-
mientos continuos.
En lo que se refiere al tamafl.o de grano, -y dado que para velocidades
de nucleaci6n grandes la estructura sólida resultante presentará un grano
fmo, en razón del elevado número de núcleos-, cabe sefl.alar que las rá-
pidas velocidades de enfriamiento producen granos muy finos, debido al
elevado número de núcleos iniciales.
94 C/ENCJA E INGENIERlA DE MATERIALES

tiempo
O'8T''''~\:-----:--------:::--'''';'

\
\
\
,.' ,
\"
, \
\
'"
\ \,'
\
\"
T

Fig.II.16. Enfriamiento continuo del metal Uquido

Por otfO lado, hay que destacar que en igualdad de condicionamientos


externos (por ejemplo solidificación en coquilla o molde metálico, de igual
fanna y tamaño, e idéntico medio refrigerante externo) la solidificación
será más lenta cuanto mayor sea la capacidad calorlfica del metal (número
de calorías a sustraer paraiogar un descenso de temperatura de }o e). Dado
que esa capacidad es una propiedad de cada metal (ver Tabla 11.17 y notar
que los valores no guardan relaci6n con la temperatura de fusión), el tamaño
de grano de solidificación varía en función del metal de que se trate, o de
la composición, en el caso de las aleaciones.
Cabe hacer aquí una breve referencia al estado vítreo. Si un líquido metá-
lico es enfriado a velocidad superior a cierto valor crítico -necesario para
salvar el máximo vertical o nariz de la curva TrT, y evitar así la nucleación
y crecimiento del sólido- se logra un líquido congelado, amorfo, llamado
vidrio metálico. Este sólido vítreo pertenece termodinámica y estructural-
mente a la fase líquida. Para obtenerlo se requieren altísimas velocidades de
enfriamiento del líquido.
La mayor parte de los vidrios metálicos se producen a velocidades de
enfriamiento superiores a lOS °K!seg.
La investigación sobre metales vítreos ha experimentado un notable
impulso desde 1975. Este hecho se debe a sus interesantes propiedades
mecánicas (alta tenacidad junto a elevada resistencia mecánica), y químicas
(resistencia a corrosión). Son excelentes materiales para el estudio de propie-
dades eléctricas y magnéticas, así como para el análisis de los comporta-
mientos térmico y acústico a muy b~as temperaturas.
SOUDlFlCAC/ON, CINETlCA DEL CAMBIO DE FASE 95

TABLA 11.[7.
Calores e~pecíficos de algunos metales

a 2()()()0 K CaVgr.o C a 25° C. Cal/gr.o e


Berilio . 0,780 0,436
Sodio . 0,293
Magnesio . 0,320 0,243
Aluminio .......•......... 0,260 0,215
Potasio . 0,180
Silicio . 0,217 0,170
Titanio . 0,188 0,125
Vanadio . 0,207 0,116
Manganeso . 0,200 0,114
Cromo . 0,224 0,110
Hierro . 0,197 0,108
Níquel . o • • • o •• 0,175 0,106
Cobalto ......•.•. . ...•.... 0,164 0,100
Zinc ..•...•.•.•.• 0,093
Cobre .........•.. . ...•.•. 0,118 0,092
Niobio...... . .......•.... 0,083 0,064
Molibdeno .....•........ 0,089 0,060
Plata . 0,068 0,057
Cadmio ......................•.• 0,063 0,055
Estaño .....................•. 0,058 0,054
Antimonio ........•.•. 0,062 0,050
Tántalo ........•.•.•.•.•.•...•.• 0,040 0,034
Mercurio .........•.•.•...•.•.•.• 0,033
Platino .........•.•.•.•.•.•.•.•.• 0,043 0,032
Wolframio .........•.•.•.•.•.•.• 0,040 0,032
Plutonio . .•.•.•.• 0,041 0,032
Plomo . 0,033 0,031
Oro . 0,035 0,031
Bismuto . 0,036 0,030
Uranio . . 0,048 0,028

Para enfriamientos continuos extraordinariamente lentos, la variación de temperatura en


función del tiempo, al procurar la solidificación de un metal puro, sigue, en rigor, una curva
como la indicada en la figura 11.17.
En efecto, al menos para nucleaciones homogéneas, es necesario descender hasta una tem-
peratura 0'8. TE (ref. 11.3.1). Una vez transcurrido el tiempo necesario para nucleación a esa
temperatura (para r· + 1 átomo), los gérmenes formados crecen y van aumentando de tama·
ño. Pero, complementariamente, suben de temperatura como resultado del calor latente cedi-
do. A la nueva temperatura, y puesto que su radio supera ya al crítico para esa temperatura.
continúan creciendo y cediendo calor latente. Asi, de modo continuo, aumentando de tamaño
y subiendo de temperatura, llegan a alcanzar una temperatura asintótica a la TE; no alcanzan
plenamente TE pues a esa temperatura siempre deben coexistir termodinámicamente fase sóli-
da y fase líquida y, por tanto, teóricamente, la solidificación debe terminar siempre por debajo
de TE'
96 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MA TERIALES

M M'
~ ---~~----_._--

l- 1_

Fig. 11.17. Solidificación de un metal puro.

Utilizando los métodos convencionales de análisis térmico, la temperatura de solidifica-


ción resulta tan cercana aTE que la curva de enfriamiento (temperatura. tiempo) para solidifi-
cación de equilibrio de un metal, sitúa prácticamente su tramo horizontal ---el segmento entre
Mo (1% de metal solidificado) y M'o (100% de metal solidificado}- coincidente con TE" Y
tampoco llega a señalarse eilramo curvo correspondiente al subenfriamiento inicial necesario
(que, para nucleaciones heterogéneas -y la propia pared del molde, contaminantes, vibracio-
nes, etc., suelen facilitarlo-- es notablemente pequeño).

En las páginas que siguen (ver, a modo de ejemplo. figura m.l) emplearemos esa habitual
representación experimental de la curva de enfriamiento continuo en la solidificación del
metal puro. Tiene, además, la ventaja de ilustrar por igual la solidificación y la fusión (tempe.
ratura de solidificación = temperatura de fusión); y pone de manifiesto que la fusión del metal
puro sólido no se inicia antes de haber alcanzado, en el calentamiento, la temperatura TE.

11. 4.2. Consideraciones sobre el crecimiento de núcleos con flujo direc-


cional de calor

Las solidificaciones reales no se realizan isotérmicamente, sino con un gradiente


de temperatura en el líquido.

Supongamos que el metal líquido está contenido en un molde, a través de cuya


pared se establece un gradiente real de temperatura como el indicado en la figura
n,18.
SOLIDIFlCACION, CINETICA DEL CAMBIO DE FASE 97

o,

'.

"

oL.. --;.;- ~,

Fil. 11.18. Perfil de temperatura$ en un molde.


En ab$ciw: di$tancia a la pared del molde.
En ordenadas: temperatura$.

El líquido comprendido entre O y E podrá solidificar puesto que se halla


a temperatura inferior a TE. La solidificación se iniciará en la pared 00 1 que,
por hallarse a temperatura TI' es la región líquida -con mayor subenfria-
miento.
En esa pared 00 1 aparecerá un gran número de núcleos, superior al que
cabría esperar en razón del enfriamiento, ya que a éste se aflade ordina-
riamente un efecto de nucleación heterogénea debido a la influencia "so-
porte" de la pared de la lingotera.
Como consecuencia de la fonnación de estos núcleos, la temperatura en 00 1
deja de ser TI y alcanza el valor TE. Al mismo tiempo, el calor latente L
desprendido al solidificar será cedido en parte a la lingotera metálica, y en
parte al líquido, recalentándolo. Debido a ello el gradiente real de tempera-
tura a ambos lados del metal solidificado quedará en la foOlla indicada en
la figura 11.19.; por lo que, entre O y M, el gradiente de temperatura en el
líquido es negativo.
El subenfriamiento en la intercara líquida es tanto menor (o mayor)
cuanto menor (o mayor) sea la fracción del calor latente cedida a través
de la pared de la lingotera, según se ilustra gráficamente en las figuras 11.20.
y 11.21.
98 CIENCIA E lNGENJERlA DE AtA TERlALES

/
..-
,/
, '1
,,
..... _ ~ TI I

,,,
1
lingote..
,,
I
Fig.0.19. Gradiente real de
temperatura
o L_~"t:--_~,,-----....,,

El Modelo 1 (ftgura 11.20.) correspondería a la solidificación del metal


en el interior de un molde muy refractario.
El crecimiento de los núcleos periféricos hacia E se realizará lentamente
debido al pequeño subenfriarniento. Entre tanto. nacerán nuevos núcleos

=t=
--, SOLIDO

I
LIOUIDO

_ TJ'_. _-j~o=..:::"",,,,,:r,

/
/
( Fig. UZO. Modelo 1 de e/imj-

I
noción del calor la-
tente de solidifica-
ción.
SOLlDJFleACION, C1NETleA DEL eAMBIO DE FASE 99

SOLIDO g LIQUIDO

I
i
...!!..._._I ~'----f-

Fig. U21. Modelo 2 de elimi-


mzción del calor ÚI-
tente de SQlidifiaz·
ción.

en el interior del líquido comprendido entre O y E, que, por simple obstacu-


lizaciÓn mecánica, Uegarán a frenar el crecimiento de los nÍlcleos periféricos.
Si las condiciones reales de solidificación son las que corresponden al
Modelo 2 (f¡gura 11.21.): cesión de' calor casi exclusivamente a través del
sólido, los núcleos nacidos en la pared crecerán a gran velocidad hacia E
sin dar tiempo a la formación de otros núcleos en el interior del líquido
comprendido entre O y E.

Fil. fi22. Crecimiento selectillO


de granos.
100 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

Los núcleos nacidos -con orientaciones al azar- en la pared tienen ten-


dencia a crecer con mayor rapidez en determinadas direcciones privilegiadas,
(según se seftal6 al hablar del crecimiento dendrítico). Por ello, si la orien-
tación preferencial de crecimiento es muy diferente a la de flujo de calor,
el grano alargado será rápidamente desbordado por sus vecinos orientados
de acuerdo con la dirección elegida.
La selección en el crecimiento de los granos queda esquematizada en
la ftgura 11.22., que corresponde a un metal cúbico de caras centradas. En
ella se muestra que todo grano cuyo eje < 100 > no es ortogonal a las
isotermas, tiene un desarrollo limitado.
De ahí que el crecimiento de núcleos con cesión del calor latente casi
exclusivamente al sólido, no sólo da origen a granos alargados y ortogonales
a las isotermas -formando una extructura denominada columnar o basál-
tica-, sino que además dichos granos presentan una orientación cristalo-
gráfica común, que se denomina textura de solidificación.

BIBLlOGRAFIA
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(1972).
Chalmers, A.-''Principles of Solidification".-New York-John Wiley & Sonso (1967).
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Petty.-"Physical Metallurgy of Engineering Materials".-Londres.George Allen & Unwin.
(1970).
Turnbull, O. J.-"Thermodynamics in Metallurgy".-Metals Park Ohio-Amr. Soco Met.
(1949).
ID
Aleaciones. Insolubilidad total
y solubilidad

Este capítulo trata sobre algunos ponnenores relativos a la solidificación


de las aleaciones binarias, como introducción al estudio de sus diagramas.
Las aleaciones son materiales -con enlace metálico- compuestos por
más de un metal. Se denominan aleaciones binarias cuando están fonnadas
por dos elementos; ternarias cuando se componen de tres; cuaternarias de
cuatro, etc.
Entre los dos metales que componen una aleación sólida binaria puede
existir alguna afinidad o ninguna. Las afmidades pueden ser de varios tipos:
afmidad intennetálica, afinidad de disolución sólida, etc., siendo posible la
simultaneidad de más de uno de los tipos de afmidad.
Comenzando por la afmidad de disolución sólida, se dice que dos meta·
les en estado sólido son solubles entre sí cuando en la red cristalina de uno
de ellos (disolvente) se pueden sustituir algunos de sus átomos, al azar, por
átomos de otro metal (soluciones sólidas de sustitución); o bien insertarse
algunos átomos extraños en los espacios interat6micos del metal disolven-
te (soluciones sólidas de inserción).
Se considerará en primer lugar (111. 1) el caso de dos metales que, en esta-
do líquido, forman mezcla homogénea, pero que no presentan afinidad de
solución solida y son totalmente insolubles entre sí en estado sólido (caso muy
poco frecuente).
Luego (2) se tratará del otro caso extremo: dos metales que fonnen
entre sí solución sólida para cualquier proporción del metal disolvente y
del soluto.

11I.1. INSOLUBILIDAD TOTAL ENTRE DOS METALES lA y BI

Cuando A Y B (dos metales, o un metal y un metaloide) son totalmente


insolubles entre sí en estado sólido, no cabe inferir que ello excluya nece·
sariamente cualquier otro tipo de afinidad entre ambos. Pueden, en efecto,
darse elementos que no sean afmes en modo alguno. En otras ocasiones,
puede existir entre el metal A y el metal B afinidad, por ejemplo quími-
ca, en cuyo caso tienden a dar un compuesto intennetálico de composi.
ción Ax By; o bien puede existir otro tipo peculiar de afinidad que recibe
el nombre de eutéctica.
A continuación se considerarán los tres supuestos: en primer lugar lo que ocurre
cuando no existe ningún tipo de afinidad entre A y B en estado sólido; después se ana-
lizarán esos dos casos de metales insolubles pero afines: con afinidad química, y con
afinidad eutéctica.
102 CIENCIA E INGEN1ERJA DE AlA n."R1ALES

111.1.1. Ay B carecen de afinidad entre sí

Sean TA Y Ta , respectivamente, las temperaturas de solidificación de A


y B (siendo TA mayor que Te). En la f¡gura 111.1. se indican las curvas de
solidificación de cada uno de los metales puros A y B.
TÓmese como punto de partida un fundido homogéneo de A y B, a tem·
peratura superior a TA _ Si se enfría dicho fundido (aleación líquida), cabría
esperar que el metal A empezara a solidificar al alcanzar la temperatura

'r------.-=-===-=r-,

---
- -- - -
-
o, --= D
0-D- "
- -
,•. I'.'--l-.....~--- - - - - :::0 -=- ,.,
---

'.
"
'"
Fig. IIIJ. Dos metales lota/mente insolubles en estado sólido y sin ningún
tipo de ajiitidad entre si.

TA ; pero no sucede así. Los átomos de B -que, por agitación ténnica,


poseen gran energía cinética- obstaculizan la solidificación de A y ~acen
necesario un descenso de temperatura hasta T'A para que el metal A pueda
comenzar a solidificar.
Cabe también aí'ladir que la acción perturbadora de R en la solidifica-
ción de A no se debe sólo a la mayor energía cinética de los átomos de R,
sino también al efecto barrera que oponen los átomos de R, para que los
átomos de A del líquido (rodeados de átomos de R) se adicionen al sólido
A previamente fonnado. Recuérdese a este respecto lo dicho a propósito
de la cinética del cambio de fase: el sólido A crecerá a expensas del líquido,
siempre que a través de la intercara sólido/líquido, por unidad de tiempo,
pasen más átomos de A del líquido al sólido que del sólido al líquido.
lNSOLUB1UDA-D TOTAL Y SOLUBIUDAD 103

Esa temperatura TA, es tanto menor cuanto mayOr sea la proporción de


átomos de B en el líquido. De acuerdo a loexpuesto,es lógico que así sea, de-
bido a que la solidificación de A no podrá iniciarse hasta tanto la energfade en-
lace atómico entre átomos de A contrarreste no sólo la repulsión de estos
átomos entre sí (debida a su propia energía cinética), sin,? también la per-
turbación producida por los átomos de B.
La solidificación (tal como se ilustra a la derecha de la figura 111.1. en
11 (a) se iniciará con la formación de algunos cristales de metal A puro
(ya que, por no existir afinidad entre A y B en estado sólido, ningún átomo
de B será retenido en la red de A).
El liquido restante, enriquecido en B respecto a su composición inicial,
exigirá un nuevo descenso de temperatura para que la solidificación pueda
proseguir (por atracción hacia el sólido ya formado, de nuevos átomos de
A existentes en el Jrquido: succión que será tanto más enérgica cuanto más
bfija sea la temperatura). Si el descenso de temperatura se realiza de modo
continuo y lento (en equilibrio) aumenta la cantidad de metal A solidifi-
cado, hasta que el líquido residual contenga sólo átomos de B.
El descenso de la temperatura debe ser lento para que el líquido (antes
de continuar el enfriamiento) sea perfectamente homogéneo a cada tempe-
ratura. La inhomogeneidad es debida a que la intercara, entre el sólido A
formado a esa temperatura y el líquido, es más rica en átomos de B que el
resto del líquido. Se requiere, por tanto, un estacionamiento a cada tempe-
ratura para posibilitar -por difusión- la unjfonnidad de átomos de B en
todos los puntos del líquido (en definitiva, la curva envuelve un conjunto
de escalones isotermos correspondientes a cada descenso infinitesimal
de temperatura).
Al llegar, en el descenso, a la temperatura TB se inicia la solidificación
de B en fonna de cristales que, solidificados a esa temperatura constante,
constituyen una especie de matriz en la que se hallan dispersos los granos
de metal A (collSliluyenle disper~()J
Además de la curva de solidificación del fundido considerado, en la
figura 111.\. (111) puede verse la morfologfa microscópica de la aleación una
vez solidificada: granos de A dispersos o embebidos en un continuo formado
por granos de B (constituyente matriz).
Si en lugar de la aleación considerada se tratara de otra con mayor con-
tenido en B, la solidificación de A comenzaría a una temperatura más baja
que T' A, peco su solidificación -en las condiciones adecuadas- concluiría
igualmente a la temperatura T B' Obtenidas las curvas de solidificación de
equilibrio de todas las posibles aleaciones de composición intermedia entre
100S de A y 100S de B, puede reunirse en un solo diagrama la infonnación
relativa a las temperaturas de comienzo y final de solidificación de todas las
aleaciones posibles de A y B.
En la fIgUra 111.2. se indican las curvas de solidificación de las distintas
aleaciones de Germanio (A) e Indio (B).
104 CIENCIA. E INGENIERlA DE MATERIALES

100'1~ 707.GI ~'lGe


01.," 301.1" 5O'L,"

--- ---4 _ _____'1.... '"

_.
O'I.a.

Fi¡. DI2. Diagrama de ifIJoiubtlidad total.

En el diagrama de la fIgura 111.2. se seflalan en abscisas las concentra-


ciones de A y B conespondientes a cada aleación, y en ordenadas las tem-
peraturas de principio y fmal de solidificación de cada una de estas aJea-
ciones.
Es oportuno advertir que la insolubilidad total en un sistema binario
no suele ser frecuente.

111.1.2. A Y B 10m.. un compuesto intermetillico de composición


estequiométrica A,c Ilv·

Se denominan intennetálicos aquellos compuestos que, adem1s de enlace


metálico, presentan también otros tipos de enlace; para distinguirlos de
los compuestos químicos que SÓlo tienen enlaces no metálicos.
Cuando entre dos elementos existe afmidad química para fonnar un
compuesto sólido Ax By, la red cristalina del compuesto e suele ser dis--
tinta de la red de A y de la red de B, y más estable que éstas. Esto se debe
a que la agrupación de átomos de A y B obedece a una atracciÓn entre
ambos, -enlace iónico, enlace covalente, etc.- superior a la energía de
enlace de los átomos de A entre sí y de B entre sí.
En primer lugar se considerará que la aleación líquida corresponde a la
composición estequiométrica Ax By. Después se analizará la solidificación
de una aleación con exceso de uno de los componentes.

1l1.1.2.1. La aleación liquida tiene exactamente la composición Ax By

En estado líquido, los átomos de A y B esttn libremente entremezcla-


dos en tanto su energía cinética -función de la temperatura- sea superior
a la afmidad de tipo químico que tiende a reagruparlos en la red sólida
característica del compuesto.
lNSOLUBUIDAD TOTItL Y SOLUBILIDAD 105

La solidificación se inicia cuando se ha disminuido suficientemente la


temperatura hasta equilibrar la energía cinética de los átomos (repulsión)
con las fuerzas de atracción (afinidad química) que tienden a reagruparlos
en forma de red sólida del compuesto, Dado que la atracción entre los
átomos de A y I:J es superior a la energfa de enlace de cada elemento, esa
temperatura (Te) de solidificaciÓn o fusión del compuesto es más elevada
que T A y T B . Cuando se ha llegado a la temperatura Te, la primera fracción
que solidifica deja al lfquido con la misma proporci6n de áto:nos de A y B
(X:Y) que había en el líquido inicial. Y por ello la solidificación proseguirá
a temperatura constante, dando una estructura constituida por granos del
compuesto intermelálico C (formados por un proceso de nucleación y crecí·
miento análugo al de la solidificación de un metal puro).
En la figura 111.3. se esquematizan. a la izquierda. las curvas de solidifi·
cación de cada uno de los metales puros componentes (o metal y meta·
lcide) A y B; a la derecha se indica la curva de solidificación del compues·
to e (Ax B, l.

, ..--------~,"----------..,...----,

.'----,--- ----
r... __ ! ...

Fi¡.1II3, ("l/n'Q de solidificación de UII compuesto Ax By

l/J.! .2.1. La aleación liquida tiellt' 1111 ('xceso de dtomas de A respecto a la


composición eHeqlliom(;trica A x By(siel/doTA > TB )
Su solidifkación es similar a la de dos melales insolubles A y e (siendo C.
en c:ste caso. el compuesto intermetálico Ax By), Según se ilustra en la fi-
gura lIlA .. la soliJificación d~l compuesto e se inicia a una temperatura
Te inferior a Te (Te es tanto menor cuanlO mayor sea el exceso de álOmas
de Al. El líquido restante -enriqul'cido en A respecto a su composición
inicial- requerirá un nuevo descenso de temperatura para que, disminuyendo
la energía cinética d~ los átomos de A en d líquido (y, en consecuencia.
su acción perturbadoral. la solidificación de e pueda proseguir.
La solidificación de e tiene lugar en un interyalo de temperatura hasta
alcanlar la telllp~ralura T",: momento en que el Hquido residual, compuesto
sólo de átomos de A, solidifica libremente a temperatura constante como
lo hacen los metares puros. La aleación solidificada estará constituida por
106 OENC/A. E lNGEN1ERIA DE .u.... TERlALES

los granos de e solidificados en primer ténnino (constituyente primario),


contorneados por una matriz de granos de A solidificados a la tempera-
tura TA_
Si la aleación líquida hubiera tenido un exceso de átomos de B respecto
a la proporción estequiométrica Ax By. los resultado,s hubieran sido aná-
logos: bastaría poner B donde se decía A. La aleación iniciará su solidifi-
caciÓn -con fonnaci6n de granos del compuesto químico C- a una tempe-

, ...,-------::CCT-=--=-,--,
11/ 1

'.
Fig. m.4. SolidiJicaciOll dl' /11/
compllesto A... B,
con acc$O de A'.

ralura inferior a Te: I:I solidificación de e st' ft':lliZJrá 1;"11 un intervalo de


temperatura que finaliza a la temperatura TIl . obtcni¿ndose un3 estructura
micrográfica constituida por granos dI:' e (constitl1yt'nll,' primario y disperso),
embebidos en un constillly~nh.' 1l1:.llri7. inté'.\!rJdo por granos de B.
En la figura 11I.5. se rt"cog{'n. (omo é'jt"lllplo. las curvas de solidificación
(temperatura-tiempo) lit" diversas al....u::ion...s formadas por Galio y Arsé-
nico. Estas aleaciones p~rtenccen al l:aso l::onsidl'rado. ya Que los elementos
son insolubles entré' sí. y fornlan un l:ompllt'sto inh:rnlt'tálico de composi-
ción 50% Coa y 50~ As. En IJ zona (,.'l'nfrallk la IIgur::l se indica el diagrama de
solidificación dl' esté' sistc-ma hinario: l'll ¡lhsl'isas $l.' sitúa la composición
de cada aleación: en onknadas las 11'lIlpl'ratur¡IS dt' principio y final de so-
lidificación para cada una de las cOlllposil:ionl's consid('radas,

TG.G. G•
100",-' W/.A SO'/.-'
" lso-,.G.
'00 1.... = 50'l.A5 100'/,1\5

..,.
•.
,o.,,'" 0'/.
,,-/-----------7'"

Fig. Dl5, Sistl'll/U (;Il·As


lNSOLUBlUDAD TOTAL Y SOLUBlUDAD 107

lólese que por l,;alentamiento lento (de equilibrio) las aleaciones sOlidas
de t.:OlIlposlóún en (;a !>upcrior a 50". empiezan a fundir desde 29,5° C;
mientras qUl; l,;ualquier aleaóún de l,;lnnpo!'>ición inferior a 50" Ca perma·
nCl,;cr:i súlida en tanto ne)!'>e akanl,;c pllr lo meno... )SIO° C.
L¡ naturalet:a del c.;on!>tiluyentl.: rn¡llriz dtlcrmina siempre el comporta-
Illientu lérmico lh.: 1<, illeat:iún e indu!>fJ, en buena mc¡Jida, sus propiedades
llleC¡'lllic<I!> (en lrau.:i{¡n. por ejemplo. las defr)rma.:ione!'> ...c iniciarán en el
t:o/lslilllYl:nll: lIJalri/. que es quien absorbe en primer lugar el esfuerzo
rlll.;t:;Ínit:cIJ.
('Iaro c!>l:í que ... j la canlidad lh.: t:ompue . . to químico primario fuera tan
¡.:rand..: quc lo'i grano!> de (' t:ntrar;u) en l.:ontacto entre sí y el exceso de
1I1l"tal B l...olitlillt:atlo ;1 la temperatura "11' hubiera de solidificar en huecos
intcrdcndrítil,;lI!> ai... lado.... desde el punto de vi!'>ta de comportamientos a
c!>ful·rzo.. . I!lct:;inil.:o.. . habría que uenominar con propiedad constituyente
lll¡¡tri/. al l,;ol11pue!>ll) (. (...i hjl.:n la alcilciún, en el calentamiento, comen-
zaria a fundir "iclllprc al aJeant:ar la tl.:mperatura T H,.

111.1.3. A V B -no afines en estado sólido- presentan afinidad eutéctica

Dos I11clak:s ¡\ y B sin afinidad alguna en estado sólido (que en conse-


cuencia, solil!ificarán por separadu). se dice que tienen afinidad eUlécrica.
si tienden a formar un "compuesto liquido" de composición Ax By, esta-
ble en estado líquido hasta temperaturas inferiores a T A y T B (termodiná-
micamcnte puede decirse que el eutéctico es un compuesto químico fra-
casado).
Como ilustración analógica de la afinid~d eutéctica, es oportuno recordar
un hecho experimental muy conocido. En invierno suele ser habitual depo-
sitar CINa en las carreteras heladas a fin de licuar la capa de hielo. Estos
dos sólidos en contacto -hielo y C1Na- se licuan a la temperatura del
hielo. y pueden permanecer en estado líquido, incluso 'por deb;ijo de O°c.
En concreto, si la proporción en peso es 23,5% de CINa y el 76,5% de
hielo. el líquido resiste sin que solidifique ninguno de los componentes
hasta _22 0 e (a esta temperatura solidificaría en fonna de finas partículas
yuxtapuestas de sal y hielo). Este fenómeno se explica porque entre el
hielo y el CINa hay afinidad eutécrica. que tiende a constituir un I(quido
de composición estequiométrica entre ambos.
La denominación "eutéctica" (del griego "funde bien") indica que la
temperatura de fusión del eutéctico solidificado es inferior a la de sus com·
ponentes.
Con respecto a la solidificación de los líquidos eutécticos se considerará,
como en los compuestos intermetáLicos, primero, que la aleación líquida
compuesta por A y B tiene exactamente la composición Ax By. A posteriori
se 3nalizan1 la solidificación de las aleaciones con exceso de uno de los
componentes.
108 CIENCIA E INGENIERlA DE MA. TERlALES

Siendo TA Y Ta • respectivamente, las temperaturas de solidificación del


metal A puro y del metal B puro, y teniendo la mezcla líquida exactamente
la proporción Ax By, suponiendo que TA > T a • si desciende la tempera-
tUfa hasta TA , los átomos de A no llegarán a solidificar, pues la afinidad
eutéctica induce a que, en el líquido, la proporción siga siendo de X átomos
de A e Y átomos de B. Por consiguiente, nada de líquido A solidificará
hasta tanto no pueda solidificar también B. Pero tampoco se inicia la solidi·
ficación al alcanzar la temperatura Ta_
La afinidad eutéctica induce a mantener en estado líquido los átomos
de A y B; Y en ese sentido habría Que encuadrarla entre las fuerzas de repul-
sión, que se oponen a las fuerzas de atracción debidas al enlace metálico.
La solidificación sólo se iniciará cuando se igualen las fuerzas de atracción
(debidas al enlace metálico de los átomos de cada elemento entre sO, y las
de repulsión (agitación ténnica debida a la energía cinética de los átomos,
tanto de A como de B, en estado líquido, más la energía de afinidad eutéc-
tica que impone la proporción X/V entre los átomos de A y B en estado
líquido).
La solidificación se inicia a una temperatura TE inferior tanto a TA como
a Ta , en la que se equilibra el balance entre fuerzas de atracción y repul-
sión. Es decir, a una temperatura en que las fuerzas de enlace metálico
puedan neutralizar también la afmidad eutéctica del líquido.
Puesto que a TE el metal A se halla en estado líquido, pero notablemente
subenfriado respecto a la teórica temperatura de solidificación TA , en primer
lugar comienzan a solidificar, al alcanzarse TE, algunos átomos de A, con
gran velocidad de nucleación y tendiendo, por tanto, a dar 'una estructura
muy fma. Pero de inmediato y puesto que en el líquido la proporción de
A y B debe seguir siendo X/Y, solidifican también átomos de B próximos,
en cantidad proporcional a los de A ya solidificados (Y átomos de B por
cada X átomos de A).

, ,
1

'A
1lI

" -'--------.- - --
1I1

Fig. m.6. Curva de solidificación de ulla eutécrica


lNSOLUB1UDAD TOTAL Y SOLUB1UDAD 109

Dado que las condiciones para la solidificación del líquido restante a la


temperatura TE son idénticas a las iniciales, proseguirá la solidificación a
temperatura constante como se indica a la derecha de la f¡gura IIL6.
El resultado a escala microscópica es una mezcla de finos cristales de A
puro y B puro (cada uno con su red cristalina peculiar propia), íntimamente
entremezclados, que dan un agregado complejo de ambos metales (láminas a
modo de "sandwich", o glóbulos de A contorneados por B, O agujas de uno
y otro metal, etc.) que recibe el nombre de estructura eutéctica.

¡lI.l.3.]. La aleación liquida tiene un exceso de metal respecto a la


proporción eutéctjca

En el caso de una aleación líquida con exceso de A, su solidificación es


análoga a la de dos metales insolubles A y E (donde E sería el sólido eutéc-
tico). Según se ilustra en la figura III.7. la solidificación se inicia a tempe~
ratura T A, menor que TA y tanto más próxima a ella cuanto mayor sea el
exceso de A que tenga la aleación, con formación de granos de A.
El proceso continúa con formación de más cantidad de A sólido cuando
desciende la temperatura. Al ir solidificando A, el líquido residual se enri-
quece en B, y se va aproximando a la composición eutéctica. Una vez alcan-
zada la proporción Ax By el líquido solidificará -a la temperatura cons-
tante TE cuando el enfriamiento llegue a este valor- a modo de matriz
en la que quedan embebidos los granos de A solidificados previamente (en
el intervalo de temperaturas T A - T t:J como se indica en el modelo (IIl)
de la figura 111.7.
Si la composición de la aleación líquida hubiera tenido un exceso de B
respecto a la proporción Ax By, los resultados hubieran sido análogos.
Empezaría solidificando B a una temperatura TÉ! < TB; la solidificación
del exceso de B tendría lugar en el intervalo de temperaturas entre TB y TE

~Iomo. A :> X

III -t-¡+- 'lomo. B =Y


"
"tr-.......,-- -- - - --r=-:~~-H

0-=-<8-
Inl -00-= [

Iml ID

"
Flg. 10.7. Solidificación de una euttetjca (con metal A en exceso)
110 CIEh'CIIt E INGENIERlA DE MATERIALES

y. frnalmente, se obtendría un sólido cuya estructura micrográfica estaría


constituida por granos de B (que sería en este caso el constituyente prima-
rio y disperso) embebidos en un constituyente matriz eutéctico faonado
por finos cristales yuxtapuestos de A y B.
En la figura 111.8. se indica, como ejemplo, el diagrama de solidificación
del sistema foonado por dos elementos Au·Si que cumplen la condición
de ser dos metales insolubles en estado sólido, pero con afinidad para dar una
eutéctica de composición atómica 70% de oro y 30% de silicio.

• O'I·Au 100"1.5;
,_o

'''''

Fil_ m.s. Sistema AuSi

Nótese que, aún siendo las temperaturas de fusión del oro y del silicio
1063 0 e y 14040 e, respectivamente, cualquier aleación sólida del sistema
faonado por estos metales al ser calentada empezaría a fundir al alcanzarse
los 3700 y. en consecuencia. sería inservible como material sólido estruc·
tural por encima de esa temperatura.
Cabe senalar -como se hizo a propósito de los compuestos intennetá-
Iicos- que las aleaciones próximas a IOO~ de A (o bien a lOO~ de B) dan
una cantidad tan notable de constituyente primario A (o B) que sus granos
entrarán en contacto antes que solidifique el líquido eutéctico, por lo que
éste pierde su carácter de constituyente matriz continuo (al solidificar
aisladamente en los huecos interdendríticos dejados por el constituyente
primario solidificado con anterioridad). Desde un punto de vista ténnico,
son también inservibles como materiales sólidos si han de trabajar a tempe-
raturas superiores a la eutéctica.

111.2. SOLUBILIDAD

111.2.1. Soluciones sólidas de sustitución

Como ya se ha dicho, las soluciones sólidas de sustitución se caracteri-


zan porque los átomos de soluto se sustituyen en los nudos de la red en
posiciones al azar; y porque el enlace que mantiene en cohesión a los átomos
INSOLUBILIDAD TOTAL y SOLUBILIDAD 111

es de tipo metálico (de lo contrario, no se trataría de soluciones sólidas,


sino de compuestos qufmicos intermetálicos).
Para que dos metales, A y B, sean solubles entre sí en estado sólido,i1i-
mitada o totalmente, es decir, cualquiera que sea la propoci6n A y B, se
requieren varias condiciones:

a. En primer lugar, es preciso que ambos metales cristalicen en el mismo


sistema. De otro modo, la solubilidad será, en el mejor de los casos, s610
parcial. Si el metal A, por ejemplo, cristaliza en el sistema cúbico de caras
centradas y el metal B en el tetragonal, también existe la posibilidad de
cierta solución de átomos a en la red cristalina de A (soluci6n sólida alfa,
de igual red que A), pero sólo hasta una cierta cantidad de a. A la inversa,
si el metal disolvente es el a, podrían entrar en disolución sólida (soluci6n
sólida beta) algunos átomos de A, pero sólo hasta una determinada propor·
ci6n. Los límites de solubilidad de B en A y de A en B, que reciben el
nombre de límites de saturación, en general serán distintos.

b. Una segunda condición para que A y B formen solución sólida ilimi·


tada o total, es que ambos tengan igual valencia. Puesto que el enlace en
las soluciones sólidas es de tipo metálico, el número de electrones cedido
a la nube por cada uno de los átomos A y B debe ser igual (dicho de otro
modo, significa que ambos deben tener la misma valencia).
Si se provoca la sustitución de un metal por otro de valencia diferente,
la nube electrónica pierde estabilidad a medida que aumenta la proporción
de soluto, y se llega a un punto de inestabilidad termodinámica que hace
imposible la solución sólida; a partir de esa proporción se fonnan otros
compuestos de menor energía (por ejemplo, compuestos electrónicos).

c. Otra condición para la solubilidad total en estado sólido es que ambos


elementos tengan el mismo carácter electroquímico. Dos metales con mar·
cadas diferencias de carácter electroquímico tienden a dar compuestos
intennetálicos, pero no soluciones sólidas (en la Tabla 1.1. pueden verse
las electronegatividades relativas de los metales).

d. También se requieren algunas condiciones relativas a las diferencias


de tamaño. Para poder formar soluciones sólidas ilimitadas o totales, los
diámetros atómicos de los metales no deben diferir en ± IS5ti. De la Tabla
1.10. puede obtenerse una orientación, de tipo negativo. sobre los metales
que no forman soluciones sólidas totales.

111.2.2. Soluciones sólidas de inserción

Cuando la diversidad de tamai'los es muy grande pueden formarse solucio-


nes sólidas de inserción: el soluto, de pequei'lo diámetro, se inserta al azar
en los huecos o espacios interatómicos del metal disolvente.
112 CIENCIA E INGEN1ERIA DE MATERIALES

··__ ···_····0
o Disolvente
• Atomos Insertados

Fig. I1I,'9. Inserción octaédrica en el sistema cúbico centrado


en lIls caras.

La magnitud del hueco interat6mico en que puede insertarse el átomo de


saluto depende, en gran medida, del sistema cristalino del metal disolvente.
Así, para el sistema cúbico centrado en las caras, si la inserción se realiza
en el centro de la arista o en el centro del cubo (que son posiciones equi-
valentes) la relación de diámetros entre saluto y disolvente es 0,414 (in·
sección octaédrica en el sistema cúbico centrado en las caras, Figura 111.9.).
Si la inserción tiene lugar en el centro del tetraedro seftalado en la fi-
gura IH.IO. la relación de diámetros es 0,225.
Dada la analogía entre los sistemas cúbico centrado en las caras y exago·
nal compacto, las relaciones para inserción octaédrica y tetraédrica son
también 0,414 y 0,225. En la inserción octaédrica el átomo de soluto se
localiza en el centro de un octaedro, cuyo lado es el diámetro del átomo
disolvente; y en la inserci6n tetraédrica el soluto se sitúa en el centro de un
tetraedro regular, cuyo lado tiene por longitud el diámetro del disolvente
(como se indica en la f1gu ra 111. l l ).
En el sistema cúbico centrado en el cuerpo las relaciones para inserción
octaédrica y tetraédrica son, respectivamente, 0,154 Y 0,291. (Figuras 111. 12.
Y 111.13.).

(XX) I •
I

Fig.III.10.
Inserción tetraédrica en el
sistema cUbico centrado
2(~·'!I).2
.., } ',1 's:O.225
4 's:sV2
en/as caras.
INSOLUBILIDAD TOTAL Y SOLUBIUDAD 113

SISTEMA HUl:AGONAL

,, ..
• ¡

'\11+-7'

Fig. ill.11. Inserciones tetraédrica y octaé-


drica en el sistema exagonal

.,,
.:1.
•,
¡. /'•
J'

Fig. m.12. Inserr::ión octaédrica en el siste-


ma cúbico centrado en el
cuerpo.
114 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

,I
--<;>-2&-----
-,
q---¡--
,
'. : ".
I
I , ' ,
I
, ,, ,I I

," .0---'-')-
_- - .'
,J..)

6 ._---.-(f
Fig, IDJ3.
Inserción tetraédriea en el
sistema cúbico centrado en
el cuerpo

Según se ha indicado, las soluciones sólidas de inserción s610 pueden


fonnarse entre un metal y un elemento soluto -habitualmente no metá-
lico- de pequei'ío diámetro; y que, en general, suele ser el Carbono (diá-
metro atómico 1,544 AO), el Nitrógeno (diámetro atómico 1,06 AO), el
Hidrógeno o el Oxígeno. La inserción produce una distorsión en la red del
disolvente, ya que las relaciones entre diámetros reales son mayores que
los huecos del cristal. Por esto, y por las diferencias de valencia, las solu-
ciones sólidas de inserción son siempre de solubilidad limitada.

111.2.3. Solubilidad total y parcial

Resumiendo lo dicho anteriormente, para que dos metales A y B puedan


formar solución total en estado sólido es (,Ondición necesaria, aunque no
suficiente, que cristalicen en el mismo sistema, tengan el mismo diámetro
atómico, igual valencia y análogo carácter electroquímico. Claro está que
si un metal puede cristalizar en más de un sistema, en función de la tempe-
ratura, el cambio de sistema cristalino irá acompañado también de varia~
ción en su aptitud disolvente.
No es frecuente que dos metales reúnan todas las condiciones necesarias
para formar solución sólida total. A título de ejemplo puede citarse, entre
las aleaciones industriales, el sistema Cobre·Níquel: ambos metales pueden
formar solución sólida ilimitada o total. El Cobre puede fonnar también
solución sólida total con el Oro. A su vez, la Plata y el Oro pueden formar
entre sí soluciones sólidas totales. Pero la mayor parte de los metales forman
entre sí soluciones sólidas limitadas. El Aluminio, por ejemplo, -segundo
metal en importancia por consumo mundial después del Hierro y sus alea-
ciones~ no forma solución sólida total con ninguno de los metales. Y lo
mismo cabe decir con respecto a todos los demás.
En la Tabla IlI.14. se indican los límites de solubilidad, según varios
autores, para aleaciones binarias de algunos metales industriales; se señalan
TABLA m,14.
~
AlgulUlS wlucionf$ sólidas binaria5limitadas en melales industriales
g
¡¡
~

Metal SolulO LIMITES DE SOLUBILIDAD ~


~
Determinado por:
disolvente (porcentaje en peso de soluto en la red del disolvente) !2
Al Si 1,65%a 577° C ( 0,01" a 200° C) por plfrdida de solubilidad precipita el Si L. A. WiIley '"

Mg 14,9% a 451° C ( 0,8" a 100° C) L. A. WiIley ~
~
Cn 5,65%a 548° e ( 0,2% a 2Uúo C) L. A. WiIley ~
ln 82,-%a 382°e (31,6" a 275°;4,4% a 100°C) L.A.WiIley ~
Mn 1,82% a 659° e (0,4% a 500° C) L. A. WiIley ~

Sn O,IO"a 600° e ( 0,06" a 500°C) L. A. WiIley ¡¡


Cn O <O,OO4%a 1066° e ( 0.00 11t& 700° C) Rhines ~
~

" P 1,75"a 714°e (0.6% a350°C) E.Saphiro !2


" Cd
C,
3,72%a 549°e (0.1% a300°C)
0,65%a 1076° e ( 0,05" a 400° C)
D.T.Hawkings
S. Friedman '"
Jk 2,7% a 866° e ( 2. -% a 700°; 1,55% a 605°) D. T. Hawkings
" Si 5,3% a 863° e ( 4,65" a 555° C) D. T. Hawkings
" ln 32,5% a 903° e (39,-" a 456°; 35% a 200°) D. T. Hawkings
" Sn 13,5% a 799° e (15,8% desde 586° a 520°; 11,-% a 350°; 1,3% a 350°) R. E. Johnson
Al 7.4" a 1036° e (9.4% a565°C) L.A.WilIey
" Pb 0,-% a cualquier temperatura
ln Sn 0,1% a 198°e Simpson y Showa
Al I,~" a 382° C (0,6" a 275° C) J. A. Willey
Cn 2,7% a 424° e (0.3% a 100° e) D. T. Hawkings
Mg 0,16"a 364° e ( O,OO8~ 200° e) D. T. Hawkings
l'b
,.
Sn 19,-% a 183°e ( 5,-" a 100°C) e. Di Martini
Sb 3,5" a 251fC( 0,44% a 100°C) C. Di Martini
Ni S 0,-% D. T. Hawkings
",. C 0,55%a J316°C (0,1" a900°C) D. T. Hawkings
C, 47,-" a 134S o C (37,-% aSOOoC)
Sn Pb 2,5% a 183°e (0,-" a 13°C)
D. T. Hawkings
D. Di Martini -'"
TABLA 01.14. (Continuación) -'"
~

Algunas soluciones sólidas binarias limitadas en metales industriales


Metal LIMITES DE SOLUBILIDAD Detenninado por:
disolvente Soluto (Porcentaje en peso de soJuto en la red del disolvente)

0,0009% a 1394°C (0,0004% a 912° C)


~:"yC~~ H C. A. Zapffe
C 2,1l%a 1148°C (0,77% a 727° C)
0 0
J. Chipmann
N 2,8% a 650 C ( 2,35% a 590 C) D. T. Hawkings
0 0
" S 0,065%93. 1370 C (0,Dl09lo. 914 C) J. Chipmann
" Mn 100,-% a 1200° C M. J. Roberts
Ni 100,-% a 1300° C J. L. Goldstein
Co 100,-% a 1300° C T. E. Tomk
C, 12,-" a 1l300 e (7,-% a830°C) Murao
" " Mo 2,5 % a 1150° e (disminuyendo hasta 910°) D. T. Hawkings
" " W 3,5% allOOoC ( "" ) E. T. Stepheson
" " V 1,4%aI154°C(" "") E. e. Omn
" Ti 0,7% a 1175° C ( " "" ) P. K. Rohatri

F,,, Al
H
0,625%a 1150°C ( "
0,0003%a 910° e (0,0001 % a 100° C)
" " ) L. A. Willey
C. A. Zapfre
"¡¡¡~
C 0,0218%a 727° C (0,005% a 575° C) J. Chipmann ~
N 0,095% a 585° e (0,05% a 500° C) Fast & Verrijp ~

S 0,020% a 914° C J. Chipmann ~


V
C,
100,- % a 14000 C
100,- % a i400 0 e
E. C. Oren
M. V. Rao
"~
~

~
0
Mo 30,- % a 1400 C (10,-% a 9100 C) D. T. Hawkings
W 35,5% a 1554° e ( 6,-% a 888° e) E. T. Stepheson
" Ti 9,-% a 1291° C ( 2,2% a 800° Cl P. K. Rohatgi ~
" Co 75,-% a 770 0 C T. E. Torok ~
0 0
Al 36,-% a 1094 C (33,3% a 100 C) L. A. WilIcy
~
Si 10,9% a 1275°( 3,5% aSOO°C) Kubaschewski
Mn 3,-% a 700'" C
7.-% a 500° C
M. C. Roberts
K. I. Golstein
~
Ni f:J
INSOLUB1UDAD TOTAL Y SOLUB1UDAD 117

también las temperaturas de saturación. Por deblijo de esas temperaturas


la solubilidad en el metal disolvente es menor.
La temperatura es, en efecto, un factor importante en la solubilidad par·
cial de dos metales: a un aumento de temperatura corresponde un cre-
cimiento del parámetro de la red. Por eso dos metales parcialmente solubles,
con un límite de saturación para una temperatura detenninada, experi-
mentan al descender ésta una disminución en sus solubilidades relativas.

111.2.4. Diagrama de equilibrio de solubilidad total

En lo que se refiere a la solidificación de aleaciones binarias de solución


sólida total, supóngase la formada por dos metales A y B de puntos de
fusión respectivos TAo y TB (TA, > TB ).
En la f¡gura 111.15. se indica la curva de solidificación y enfriamiento de
una aleación líquida compuesta por 60" de Ni (metal A) y 40% de Cu
(metal B), que al solidificar darán soluciÓn sólida.
Durante la solidificación los átomos de B entran en la red cristalina de
A a temperaturas superiores a TB , ya que entre A y B existe una afinidad
de solución que tiende a apresar átomos de B en la red de A.
La solidificación de una solución sólida se inicia a una temperatura Ts
tanto más baja cuanto mayor sea la proporción de átomos de B que presen-
ta inicialmente el líquido.
El primer sólido formado es más rico en metal A que la composición
promedio del líquido. En efecto, a la temperatura Ts se fuan en el sólido

6O'I,N;

'<--------l-=---=--_- 'lO"J;Cu

----
"'-'N; [ .....
!.,.~
33·I.Cu
, SO·I. NI
1280' 40'I.Cu IIClUIdo!
5O'1.Cu

Fig. I1US. Solidificación. en equilibrio. de la aleación 60" Ni. 40" Cu.


"8 CIENCIA E lNGENIERlA DE MA TEIUALES

un número de átomos de B menor que el promedio -40% Cu-, ya que a


dicha temperatura los átomos de B en el liquido están a temperatura supe-
rior a TB ; consiguientemente la inteccara sólido-I(quido queda enriquecida
en átomos de B; por lo que -teniendo en cuenta la perturbación producida
por los átomos de B en la solidificación de A- será necesario disminuir la
temperatura para que la aleación continúe solidificando.
La aleación acabará de solidificar cuando todos los átomos de B se hayan
incorporado al sólido; esto ocurre (por la afmidad de solución existente
entre B y A) por encima de la temperatura TB •
El curso descrito es válido tanto si se trata de dos metales que forman
solución sólida total, como si se trata de una solución sólida no total cuya
composición en B sea inferior al límite de saturación.
Se dice que la solidificación es de equilibrio cuando, para cada tempera-
tura, el sólido tiene en todos los puntos la misma composición química
Cs, y el líquido también tiene una composición química el unifonne en
todos los puntos. A una temperatura TI la composición unifonne del sólido
Cs. será diferente de la composición uniforme del sólido -Csl- para otra
temperatura inferior (T1 ). Lo mismo cabe decir respecto al líquido.
Para que la solidificación se realice en condiciones de equilibrio, las velo-
cidades de enfriamiento deben ser lentas, a fin de permitir que en cada
momento (antes de descender a una temperatura inferior) se uniformice
la composición del sólido por difusión de átomos de B hacia el interior, y
se permita igualmente la uniformidad del1íquido. Aunque en la práctica no
se consigue la completa homogeneidad del sólido a cada temperatwa, es
interesante el estudio de esta teórica solidificación de equilibrio.
En la figura 111.16. se representan las diversas curvas de solidificación y
enfriamiento de equilibrio, obtenidas para aleaciones Cu-Ni de composi-
ciones variables desde l ~ Ni hasta 100" Cu. Se indica también el diagra·
ma de solidificación obtenido, situando en abscisas la concentración de
cada aleación, y en ordenadas las temperaturas de principio y fm de solidi·
1OO'Uli 751.Ni arHI' :g:~~u SO'ANi tOO'lCu

w"._ ~~".,.1\,;;;.__ __ ___


- 1340' 1340'

'"''
1320'
_~
I
+I __ : :'320'
_J __ ~_ 1_ 1
I I I
I , I
I , I
I r 1 I
-;--l--t--
, -1-- ---- ~-
./.ATOMICO/"I.Ni-lOO 75 .7 60 50
·/.Cu- o 25 33 4() 50
fig. 1ll.l6. Solución sólida de sustituciÓn ilimitatirJ (Ni.cu)
INSOLUBIUDAD TOTAL y SOLUBIUDAD 119

ficación (por ejemplo para 60" Ni Y 40" Cu, dichas temperaturas son, res-
pectivamente, 1340 oC y 1280 oC).
Con referencia a la aleación 60% Ni Y 40% Cu, puede verse que, a tempe-
raturas comprendidas entre 1340 Oc y 1280 oC, parte de la aleaciÓn ha solidi-
ficado y parte permanece en fonna de líquido.
Para una cierta temperatura intermedia (por ejemplo 1320° C) la compo-
siciÓn media de las fases sólida y líquida en equilibrio a dicha temperatura,
serán 67% Ni y 33% Cu para la fase sólida y 50% Ni, 50% Cu para la fase
líquida.
En efecto, la composición media del sólido no puede presentar un conte-
nido de Ni superior al 67": todas las aleaciones de composición media su·
perior a 67" i, se hallan en estado s6lido por encima de 1320 oC; pero en
contacto con el líquido se advierte, sin embargo, la posibilidad de que áto·
mos de Cu del líquido sigan pasando al sólido hasta una composición media
uniforme del sólido del 67" de Ni. El sólido no puede tener un contenido
en Ni inferior a 67%, pues a 1320° fundiría parcialmente.
Por otra parte, la fase Hquida en equilibrio con fase sólida, no puede tener
a 1320 oC una composición en Ni inferior a 50", porque parte de los átomos
Ni del sÓlido pasarían al líquido para enriquecerlo; ya que en el líquido a
1320 oC pueden existir hasta 50" átomos de Ni, como se advierte en la corres-

I
-------"--
,

• • m
• Fig. 10.17. Diagrama de equilibrio de
solubilidad total
120 INSOLUBJUDAD TOTAL Y SOLUBIUDAD

pendiente curva de solidificación. La fase líquida tampoco puede tener más


de 5o" Ni porque solidificarla parcialmente por razones análogas.
Por consiJwiente. las composiciones de la fase sólida y Ifquida en equili-
brio (el equilibrio es dinámico) a 1320 oC serán, respectivamente, las corres-
pondientes a la aleación cuya solidificación acaba a 1320 oC y a la aleación
cuya solidificaciÓn se inicia a 1320 oC.
Ceneralizando, se puede decir que para una aleación de composición
ro". las composiciones de la fase sólida en equilibrio con la fase liquida
para una cierta temperatura TI. son las que corresponden a las interseccio-
nes con las líneas del soLidus y delliquidus del diagrama de equilibrio, cuan~
do se traza la horizontal correspondiente a la temperatura TI (regla de la
horizontal).

Del diagrama de la ftgura 111.17. pueden deducirse también las propor-


ciones de fase sólida de composición s~ y fase líquida de composición
1% a dicha temperatura. Si se llama PI al peso total del sólido a dicha tempe-
ratura, P, al del líquido y Pr al peso total de la aleación, se verificará:

PI + P, =PT
PI . s + P,I = PT . m

siendo esta última expresión el resultado de igualar los porcentajes de


átomos B.

." e, es '1.8

Fig. ID.lS. Coeficiente de reparto


INSOLUBILIDAD TOTAL Y SOLUBILIDAD 121

De las dos igualdades anteriores, se deduce la llamada regla de los segmen-


tos inversos, expresada por la relación:

PI l-m

Análogamente pueden deducirse los porcentajes de aleación solidificada


con relación al total, y de aleación líquida con relación al total:

iL_ liñ . .!2. ros


PT - ]S 'I'r - Ts
En un diagrama de solubilidad se denomina coeficiente de reparto K a la
relación entre concentraciones del sólido y del líquido:
Cs
K =-
CL

siendo K mayor o menor que uno según la forma del diagrama (ver figura
III.18.). Si las líneas del líquido y sólido son rectas en un intervalo de tem-
peratura -y ello puede admitirse, sin gran error, cuando las composiciones
son próximas a 100% de A- el coeficiente de reparto es constante en dicho
intervalo, como se deduce por consideración geométrica.
Aunque el diagrama característico es el de la figura lIl.17., también co-
rresponde a solubilidad total, el diagrama de la figura III.19. Como regla
general, se puede decir que cuando en un diagrama hay -del lado corres-
pondiente a 100% A o 100% B- un tramo de la curva del sólido continua y

"'" 'o

Fig. m.19.
100'/. A
M" Diagrama de solubi-
lidad total Cu-Mn
122 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MA TERlALES

,
,
I

Fig. Dl20.
.. ... ,,I
I
,, .. ..,
Los puntos anguloso! en
lo [(nea del sólido indio
can 1(miles de solubili·
100'/.9
dad

derivable (es decir, sin puntos angulosos) en toda su trayectoria, dicho tramo
corresponde a una misma solución sólida.
En el diagrama de la f¡gura 111.20. los dos tramos Que aparecen correspon-
derían a dos soluciones sólidas alfa y beta distintas. En la solución beta, el
metal disolvente sería B (cuya red cristalina es distinta de la red cristalina
de Aj.

BmLlOGRAFÍA
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Pero-S..'lnz el a1.- "CaIcolirics Coppers of Pení...• Mmerials Characlcrization Vol41, pp 1-9 (1998).
IV
La solidificación invariante

IV. l. INTRODUCCION

Considerando todas las posibles aleaciones desde 100~ Ni a lOO" Cu- se


ha visto anterionnente (fIgUra IJI.16.) que el estado de cada una de las alea-
ciones depende, en cierto modo, del estado de las demás. Al conjunto de
todas las aleaciones posibles de Cu-Ni. se le denomina sistema Cu-Ni.
Se dice que un conjunto de cuerpos fonnan un sistema, cuando el estado
de cada uno de ellos depende del estado de los demás.
Conviene distinguir entre sistema y una simple reunión de cuerpos. Una mezcla de
arena, limaduras yagua, sería una reunión de cuerpos, pero no un sistema; ya que el
estado de cada uno de ellos es independienle del estado de los 01 ros.

Cuando varios cuerpos fonnan un sistema, el número rnlmmo de com-


puestos químicos que pueden establecer todas las relaciones de equilibrio
del sistema se denominan componentes del sistema. Por ejemplo, en el caso
del sistema Cu-Ni, los componentes son el Cu y el Ni.
Los componentes de un sistema se hallan en forma de fases. Se denomi-
na fase al conjunto de zonas fisica y quimicamente homogéneas en todos
sus puntos, y físicamente separadas de otras fases por medio de ¡mercaras;
es decir, zonas delimitadas por superficies, al otro lado de las cuales las
propiedades no son las de la fase.
Una zona o sustancia se dice que es física y químicamente homogénea,
cuando en todos sus puntos tiene el mismo estado físico (por ejemplo
amorfo, cristalino cúbico centrado en las caras, cristalino cúbico centrado en
el cuerpo, líquido, o gas, solución sólida alfa, etc.) y la misma composición.
Si en el sistema Cu-Ni, por ejemplo, hay para una cierta temperatura
dendritos de s,?lución sólida compuestos (en todos sus puntos) por 40" Ni
Y 60" Cu, y líquido de composición uniforme 23% Ni Y 77% Cu diremos
que hay dos fases: una, la solución sólida de 40" Ni; la otra fase es ellíqui-
do de 23% Ni.
Para precisar el concepto de fase adviértase que:
- Una fase puede estar constituida por un solo fragmento o por varios.
Si dentro del líquido Cu-Ni, por ejemplo, hay muchos dendritos de
solución só(jda Cu- i de composición uniforme 40" i, todos esos
dendritas constituyen una sola fase sólida.
- Una fase puede estar integrada por varios componentes, bien porque
hay solubilidad enlre ellos (como en el caso comentado), o bien porque
forman un compuesto químico.
124 CIENCIA E INGENlERlA DE MA TERlALES

- Un componente puede formar varias fases, por ejemplo puede estar


en estado líquido, o sólido, o vapor, o presentar distintos estados ala·
trópicos en estado sólido, etc.
- La eutéctica no puede considerarse como una sola fase; ya que está
formada por cristales física y químicamente diferenciables entre sí.
Así, una eutéctica binaria (formada por dos metales A, B) tiene dos
fases: el metal A y el metal B.

Si un sistema de tres componentes -metales A, B y C- constituye una


eutéctica formada por solución sólida alfa del metal B y A, Y por metal e,
esa eutéctica terciaria tiene dos fases: la solución sólida alfa y el metal C.
Se dice que un sistema está en equilibrio cuando con el transcurso del
tiempo -por larga que sea su duración- no se origina una nueva fase ni
desaparece ninguna de las existentes.
En el equilibrio de un sistema pueden influir factores físicos externos
a los componentes, tales como la temperatura, la presi6n. A estos factores
físicos se les denomina factores de equilibrio.
Cuando no se puede variar ningún factor sin que, al hacerlo, aparezca
una nueva fase, o desaparezca una de las antiguas, se dice que el equilibrio
es inestable.
Cuando al variar algún factor debiera romperse el equilibrio (por ejemplo
apareciendo una nueva fase), y no sucede así, se dice que el equilibrio es
mttdestable.

IV.2. SISTEMA EN EQUILIBRIO

Para que varias fases fonnen un sistema en equilibrio (es decir, para que
el estado de cada una de ellas dependa, en cierto modo, del estado de las
otras fases y que no aparezcan ni desaparezcan fases), se precisan dos con-
diciones:
1.° Debe fonnularse para cada fase una ecuaci6n de estado que exprese
la relaci6n de las concentraciones de los componentes con los factores
físicos (factores de equilibrio) influyentes en el sistema.
En la industria, en las aleaciones metálicas, el ~nico factor influ·
yente en el equilibrio -además de las concentracio'nes- es la tempe-
ratura. La presi6n es constante -una atm6sfera- y se consideran des-
preciables los efectos de un aumento o disminución de presión respec-
to a la atmosférica. Por consiguiente, suponiendo que en un sistema
de n componentes -C I C;, ... Cn- haya un número t/J de fases, debe
ser posible establecer t/J ecuaciones:
LA SOLlDlFlCACION INVARIANTE 125

F) (eLq.eL e~·,T) =O
F, (C~, Ci.el C~., T) =O

f r (CL ei. C~ •..............C~· T) =O


F~(Cf,ctct, Ct,T) =O

2.° la concentración de cada componente en una fase cualquiera debe


depender de la concentración del mismo componente en otra fase.

Para ello. si se toma una fase de referencia -por ejemplo Fr que se deno-
mina fase tigadora del sistema- y se adoptan como incógnitas las concen-
traciones de los componentes en dicha fase. el sistema de ecuaciones antes
indicado adoptará la fonna:
f 1 (CL q. C~ C~, T) = O
f, (CL q. C~",,,,,,,,,,,,,C~, T) = O
,p Ecuaciones
F r (q, q, q C~, T) = O
fq, (eL Ci, C~ C~, T) = o

Para que el sistema sea determinado es preciso que el número de ecua-


ciones sea igual al número de incógnitas. Será necesario fijar un cierto nú-
mero V de incógnitas para que:

(Ley de Gibbs)

Al número de incógnitas V que se pueden fijar en un sistema sin romper


el equilibrio (sin que aparezcan nuevas fases ni desaparezcan las existentes)
se les denomina grados de libertad.
El equilibrio recibe el nombre de invariante. si V es igual a O. Se le deno-
mina equilibrio monovariante si V es igual a la unidad; bivariante si Ves
igual a 2; etc.
Para que varias fases fonnen un sistema en equilibrio, las dos condiciones
antes sei'l:aladas pueden resumirse diciendo que es preciso que se cumpla la
ley de Gibbs. Y recíprocamente se puede afmnar que cuando se sabe que
varias fases forman un sistema en equilibrio. -como ocurre siempre en los
diagramas de equilibrio, aunque se desconozcan generalmente las ecuacio-
nes de estado de las fases-o al conjunto puede aplicarse la ley de Gibbs; lo
cual suele proporcionar una información complementaria interesante.
Ilustrará 10 dicho. considerar los equilibrios que pueden presentarse du-
rante la solidificación de una aleación del sistema binario formado por dos
metales Cu-Ni. de composición media 60" i. (véase en capítulo anterior
(figura 111.16.).
126 CIENCIA E lNGENIERIA DE MATERIALES

Para temperaturas superiores a 1340 0 e existe una sola fase -la liquida-
y, por tanto, hay un equilibrio bivariante, puesto que existe una sola ecua-
ción de estado:
fl Jiq (el, c.:, T) = o
Pueden variarse arbitrariamente dos de las incógnitas --por ejemplo el
y T- sin que se rompa el equilibrio.
Al llegar a 13400 e se rompe el equilibrio anterior porque aparece una
nueva fase: comienza la formación del sólido. En la curva temperatura/tiem-
po (que señala el enfriamiento), el comienzo de formación del sólido se tra·
duce en una tendencia a la horizontalizaci6n en la curva de enfriamiento de
acuerdo con el principio de Chatelier (segón el cual, si al enfriar un sistema
se llega a romper el equilibrio, se produce un desprendimiento de calor a la
temperatura en que el equilibrio se ha roto).
Entre 1340 oC y 1280 oC habrá otro equilibrio correspondiente a dos fases:
sólida y líquida. Podrán establecerse, por tanto, dos ecuaciones de estado:

F, liq(C"e" T)= O
F 2 sol.(C I ,C 2 ,T)=0

En ese intervalo de temperatura comprendido entre 1340 Oc y 1280 oC el


equilibrio es monovariante, ya que sólo puede variarse la temperatura, o la
composición de una de las fases sin que el equilibrio se rompa (la solidifi·
cación de la solución sólida no se realiza a temperatura constante).
Al alcanzar la temperatura 1280° C y desaparecer la fase líquida por
solidificación total, se rompe el equilibrio anterior, y se establece un nuevo
equilibrio (bivariante) definido por una única ecuación de estado:

f"sol. (el, C 2 , T) = o

Reacciones invariantes, son aquellos cambios de fase que tienen lugar a tem-
peratura constante. Para que este tipo de reacciones pueda darse en un sis-
tema binario, será preciso que, según la ley de Gibbs, haya tres fases en
equilibrio.
Con anterioridad (ref. 111.1.3.) se ha comentado la constancia de tempe-
ratura durante la solidificación de una eutéctica formada por dos metales
insolubles entre sí. Otro tanto ocurre cuando una fase líquida reacciona con
otra fase sólida para producir una fase sólida diferente (reacción peritéctica),
o cuando una fase líquida origina otra fase líquida y una sólida (reacción
monotéctica), o cuando dos líquidos reaccionan para dar un sólido (reac-
ción sintéctica).
En los sistemas binarios pueden producirse, además, otros tipos de reac-
ción invariante. Por ejemplo, transformaciones en que una de las fases sea
gaseosa, o bien reacciones en que todas las fases en equilibrio son sólidas
(reacción eutectoide, reacción peritectoide).
LA SOLJOlFlCACJON INVARIANTE 127

En los apartados siguientes se exponen con más detalle distintos tipos de


reacción invariante en sistemas binarios. Se comentarán también algunas
reacciones binarias de interés industrial.

IV.3. REACCION EUTECTICA BINARIA

En general, se dice que un sistema binario presenta una reacción eutéc-


tica cuando un líquido de composición constante da lugar a dos sólidos de
composiciones defmidas (ya se trate de dos soluciones sólidas, de una solu-
ción sólida y un compuesto intennetálico, o de otros sólidos). La reacción
eutéctica puede esquematizarse como sigue:

líquido E ..= sólido 1 .. sólido 2

La reacción eutéctica se realiza en su totalidad, es decir, hasta la desapa-


rición de todo el líquido, a temperatura constante. A esta conclusión, em-
píricamente comprobable, se llega también teóricamente, por aplicación
de la ley de Gibbs.
Aunque se trata de un ejemplo concreto, es oportuno exponer el compor-
tamiento de las reacciones eutécticas binarias en general, tomando el modelo
del sistema Plomo-Estaí'io.
En el sistema Pb-Sn, un líquido de composición 38,1% de Pb y 61,9% de
Sn, al llegar a la temperatura de 183 0 e, está en equilibrio con dos fases
sólidas: solución sólida alfa de composición 2,5% de Pb y solución sólida
beta de 81 % de Pb. (Ver figura IV. 1.). La primera de estas soluciones corres-
ponde a la solución sólida de sustitución de átomos de Pb en la red crista-
lina del Sn; en tanto que la segunda solución sólida, también de sustitución,
corresponde a la solución de átomos de Sn en la red de Pb.

,
--;. ---- - -------
I •

..•., .,...,¡. \

." "
I

Fig. N.l. Ejemplo de reacción euréctica, sistema binario


'28 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

0-2,5 " Pb 2,5" Pb.JS.l 38,'''Pb·8'''Pb >81"Pb



l- I
I
I
a Solución sólida I Oos constituyentes: Dos constituyentes
c. matriz: E lam+¡3nl
de sustitución de le. Matriz: c. disperso: Bm
Pb en el So I . E lo:m+~n)
le. disperso: am
(ESTRUCTURA
TETRAGONAL) I
I -=",,,,:¡.~~:¿(
I ~~~' .. '
I~~l?r).
I J~'1
1~-7- /.
1, )}X . 1:'-~
,-' rft"" .
l"¡;t~ '--1

~ )'~'. ~\1r,=:
.
"'~"""'-~I
.,.~

:I .é.¡¡.r~
""lJ:..,
-"" ,~,<.¡ .
~-.:\.~~ h~
R.~~~'l
I Al aumentar"
I Pb 12,5 -Je,'''}
I disminuye 'a
t 'C3ltidad de o: m
Fig. lV.2. Resumen sobre morfología de las aleaciones Pb-Sn.

En la figura IV.!. se indican también las curvas de solidificación yenfria-


miento (temperatura-tiempo) de las diversas aleaciones del sistema Pb-Sn.
Las aleaciones comprendidas entre 0% Pb Y 2,5" presentan, después de
solidificar, una estructura que corresponde a granos de solución sólida aJfa.
En las aleaciones cuyo contenido en Pb está comprendido entre el 2,5 y
el 38, 1~ Pb, la estructura micrográfica de solidificación se constituye por
granos de solución sólida Qrn embebidos en un constituyente matriz com-
plejo que es la eutéctica fonnada por al'l1 y {3n. Las proporciones de cons-
tituyente disperso y constituyente matriz. varían según el %de Pb, de acuer-
do con la regla de los segmentos inversos
Lo mismo podría decirse de las aleaciones comprendidas entre 38, 1" Pb
y 8 l \ilÍ Pb cuya estructura micrográfica corresponde a granos de solución
sólida {3n embebidos en la eutéctica (a:.n ... pn).
Las aleaciones cuyo contenido en plomo es inferior a la composición
eutéctica (38,1% Pb) reciben el nombre de lripoeutéc/icas en Pb; denomi·
LA SOUDIFICACION INVARlANTE 129

nándose Mpereutécticas en Pb aquellas cuyo contenido en plomo supera al


valor de la eutéctica.
Una propiedad interesante de las eutécticas binarias es que no presentan
ningún tipo de heterogeneidad química de las que denominará segregaciones,
el cap(tulo V.
Con relación a las curvas de solidificación de equilibrio (temperatura-
tiempo) se comprueba que, para cantidades iguales de aleación (por ejemplo
100 gr), el tramo horizontal que presentan todas las curvas correspondientes
a aleaciones comprendidas entre 2,5 y 81" Pb, es tanto más largo cuanto
más próxima a la eutéctica sea la composición de la aleación, puesto que
sobra más líquido eutéctico al fmalizar la solidificación de a m .
La observación anterior es la base del método de Taman para la determinaci6n de [a
composición eutéctica en un sistema binario. Consiste en sei'la[ar para cantidades
iguales de cuatro aleaciones cuya composición se conoce, el tiempo empleado en la soli-
dificación eutéctica; y con ayuda de estos valores representar gráficamente (como se indi-
ca en la figura IV.3.) la composición eutéctica y las composiciones de las soluciones
sólidas Q:'m y (3n.

IV.3.1. Comentarios sobre algunas eutécticas binarias

En la Tabla IV 4 señalamos algunas eutécticas binarias de interés in-


dustrial.
Algunos sistemas binarios presentan más de una eutéctica. Obsérvese, por
ejemplo, que en el sistema AI-Cu hay dos eutécticas: una de ellas base de las
aleaciones AloCu, y la otra constituyente de las aleaciones de Cu denomi·
nadas cuproaluminios.

l~mpo,

"Pb
38,1
" 50
"
Fig. IV.3. Af¿rodo de Tanum
~

TABLAIV.4.

Algunas eutécticas binarias de interés industrial

Composición de la eutéctica Constituyentes de la eutéctica


Temperatura de fusión
(porcentajes en peso) (porcentajes en peso)

87,4 % Al 12,6 %Si 577°C Sol. Sol. en Al ( 1,65% Si) + Si


65,- %Al 35,- %Mg 451° C Sol. Sol. en Al (14,9 "Mg) + f3(AI) Mg 2) 35,5% Mg
66,8 % Al 33,2 "Cu 548°C Sol. Sol. en Al ( 5,65" Cu) + O(AI 2 Cu)
5,- % Al 95,-% ln 382° C Sol. Sol. en Al (82,S %ln) + Sol. Sol. en Zn (1" Al)
93,9 % Al 6,1 "Ni 640° C Sol. Sol. en Al ( 0,05% Ni) + prAl, Ni)

99,61" Cu 0,39%0 1066° e Sol. Sol. en Cu «0,004" O) + ~(Cu,O)


714° e Sol. Sol. en Cu ( 1,75 %P) + ~(Cu, P) "
~~
91,6"Cu 8,4 "P
91,7 %Cu 8,3 "Al 1083° C Sol. Sol. en Cu ( 7,4 % Al) + ~(AlCu,)
69,-"Cu 31,-"Sb 645° e SoI.SoI.enCu( 11,- %Sb) + ~(Cu,Sb)
99,16"Cu 0,84" S lO68° e Cu + {) (Cu9 Ss)
~

~
8,9 % Zn 91,9 "Sn 198° e Zn«O,I%) + Sol. Sol. en Sn ( 1,7% Zn) "~
99,5 "ln 5,-"Al 382° e Sol. Sol. en ln (I ,-% Al) + Sol. Sol. en Al (S2 ,S% ln) ~
~
78, -% Ni aprox. 22, -" aprox. S 635° C Ni + ~(Ni, S,) ~
~
98,03% Ni 1,97%C 1316 0 C SoI.Sol.enNi( 0,55%C) + grafito ~

~
~
~
~
~

e:
~

TABLA IV .4. (Continuación)

Algunas eutéctico$ binarias de interés industn'a/


;
Q
Q
Composición de la eutéctica Constituyentes de la eutéctica j¡
Temperatura de fusión
(porcentajes en peso) (porcentajes en peso)
~

~
88,5 "Ni 11,5 "Si 1154° C Sol,Sol.enNi( 8"aprox.Si) • 'Y Ni s Sil)
64, _H Ni 36, -~ Sb 1104° C Sol. Sol. en Ni (16" aprox.. Sb) • 'Y(Ni s Sb2)
~ (Ni 3 Sn)
67,5 "Ni 32,5 "Sn 1132° C Sol. Sol. en Ni (19" aprox.. Sn)

95,7 "Fe-y 4~ ~C 1148° C Sol. Sol. en Fe-y(2,II"C) • C3 fe
95,74" Fe'Y 4)6~C 1154°C Sol. Sol. en Fe'Y(2,08"C) • grafito
77,09" Fe'Y 22,91" O 1373° C F, • wüslita (feO)
68,4 "Fe'Y 31,6 "S 989° C F, • € pyrrhotila (Fet .,w,S)

89,87" Fe6 10,13" P 1049° C Sol. Sol. en Feó ( 2,55"P) • (Fe]P)


fj
48, -" Fe6 52, -~Sb 1003° C Sol. Sol. en Feó (35, "aprox.Sb) • €(FeSb)
86, -" Fe6 14,_"Ti J291°C Sol. Sol. en Fe6 (9, ~Ti) • Fe2 Ti
43, _" Fe6 57, -" aprox. U 1057° C F, • Fel U

76,5 ~Mg 23,5 "Ni 507° C Mg • Mg 2 Ni


98,62" Mg J ,38" Si 638,8° C Mg • Mg 2 Si
62,4 "Mg 37,6 "Sn 561,2°C Sol. Sol. en Mg (14,85" Sn)
• Mg 2 Sn
32,6 "Mg 67,4 "Pb 466).° C SoI.Sol.en~g(4I,8 "Pb) • Mg 2 Pb

él
132 CIENCIA E tNGENIERJA DE MA TERlALES

En la figura IV.S. se indica el diagrama AI-Cu completo. Además de las


dos eutécticas, puede verse en él cómo en estado sólido las aleaciones experi-
mentan cambios, según se indicará más adelante, que dan origen a líneas de
transformación.
Generalmente un diagrama de equilibrio se compone de un diagrama de
solidificación -correspondiente al cambio de estado- y otro, si cabe hablar
así, correspondiente a los cambios que la aleación puede experimentar en
estado sólido.
las proporciones en peso de cada uno de los constituyentes de una cutéc-
tica pueden deducirse fácilmente aplicando la regla de los segmentos inver-
sos, cuando (como en los casos seí'lalados en la Tabla IVA,) se conoce la
composición de la eutéctica y la de sus componentes. Considérese a modo
de ejemplo la eutéctica de AI-ln (tfpica de las aleaciones industriales cono-
cidas con el nombre de zamak),

Po leen.'; • ." P.lD


Fig. IV 5. Sistema AI.cu fA. S, M, . L. A, Willey J,

Est:1 constituida (ver figura V11.5) por dos soluciones sólidas: alfa (8~,8?1,
en peso, de átomos de ln sustituidos en la red cristalina cúbica de caras
centradas del Al) y beta (1 % en peso de Al sustituido en la red l.'xagonal
de Zn), Llámese PI al peso de la solución sólida alfa. P, al de la solución
sólida beta y PT al peso de la eutéctica, cuyo porcentaje en ln es de 95%. Se
tendrá que: .,. = PI ... P,; y por otro lado PT- 95 = PI .82.8 ... P, .99 (igua-
lando el peso en ln). De ambas expresiones se deduce que PI!P, = 4: 12.2. y
también que PI : PT = 4; 16,2. Por tanto, la eutéctica considerada e~ta fonna-
da por 24,69" en peso de solución sólida alfa y 75,31 ~ de solución sólida
beta. Cuando la aleación fuera hipereutéctica en Zn, como ocurre con los
zamak -constituidos por beta primario en una matriz eutéctica de alfa beta
(según puede verse en la micrografía IV.6.)- las proporciones en peso del
constituyente disperso beta y de la matriz alfa beta se determinarán de
modo análogo.
LA SOLlDlFICACION INVARIANTE 133

Fig. IV .6.A/eaciÓn Zamak.

Si se admite, como es habitual en metalografía cuantitativa, que las pro~


porciones en volumen de los constituyentes de una aleación son iguales a
las proporciones entre las áreas observables al cortar por el plano de obser~
vación microscópica, puede determinarse la relación entre densidades de los
constituyentes calculando la relación en peso, y estableciendo por obser-
vación microscópica la relación entre áreas de uno y otro constituyente.

Con un sencillo cálculo análogo al indicado a propósito del sistema Al-ln, puede de-
terminarse que la eutéctica denominada "Iedeburita", de 4,3% C en el sistema metaesta-
ble Fe-C, constituida por solución sólida de C en Fe (austenita de 2,11%C) y C Fe] (ce-
mentita, con 6,67% C) tendrá 51,9% en peso de austenita y 48,1% de cementita a la tem-
peratura de 1148° C. Cabe seftalar que las aleaciones férreas binarias, de contenido en C
comprendido entre 2,11 y 6,67" (cuyo constituyente matriz será ledeburita) reciben el
nombre de fundiciones blancas, por la coloración típica que presenta su fractura.

/V.3.1.1. Eutécticas anonnales. Sistema AI-5i

Las eutécticas suelen denominarse "anormales" cuando los constituyentes


de la eutéctica (como ocurre con la aleación Al 12,6% Si, denominada silu~
134 CIENCIA E lNGENIEJUA DE MA. TERlALES

minjo y utilizada profusamente para moldeo de piezas ligeras por sus venta-
jas respecto al Al) difieren notablemente en sus temperaturas de fusión
(660° e para el Al y 1414° e para el Si) y en sus proporciones ponderales
(11,13% de Si, y 88,87~ de solución sólida alfa de Si en el Al); estos dos
aspectos -temperatura de fusión de los constituyentes y proporción pon-
deral entre ambos- condicionan en buena medida la estructura y propieda-
des mecánicas de la eutéctica.
En efecto, en toda eutéctica solidifica en primer lugar el constituyente
de punto de fusión más alto (el silicio en la eutéctica de AI-8i); luego soli-
difica el otro constituyente (solución s61ida alfa) en la cantidad necesaria
para que siga el líquido manteniendo la proporción adecuada (12,6" Si).
La cinética de solidificación del Si es más rápida que la del Al por la
mayor fuerza inductora de la solidificación (proporcional en el Si a 1404 Oc
-577 oC, y en el Al a 660,37 oC ~577 OC) y, en consecuencia, su curva "e"
(Transfonnación-Temperatura-Tiempo), está más próxima al origen de tiem-
pos que la del Al. Esto trae como consecuencia una rápida nucleaci6n del
Si que va desarrollándose libremente, en forma de cuboides o de agujas,
antes de verse envuelto por la correspondiente cantidad de Al solidificado.
La estructura resultante, que puede observarse en la micrografía IV.7., no
presenta el aspecto característico de una eutéctica, puesto que no ha habido
un crecimiento mutuamente coherente, -ni simultáneo-, de Jos constitu·

Fig.IV.7. Siluminio (12,6% Si, resto Al.) no modificado


LA SOUDIFlCACION INVARIANTE: 135

yen tes en el líquido madre sobre un frente común. El efecto de entalla


que los cuboides, y especialmente las agujas, producen en la matriz explica
la blija tenacidad de la aleación de composición eutéctica,
En 1920 Aladar Pacz puso a punto un sistema de fusión, adicionando
Na antes de colar, que pennite la obtención de una estructura de la eutéc-
tka en fonna de pequeñas particulas de Si finamente dispersas en la matriz
de Al. Esta aleación recibe el nombre de silumillio modificado. El Na, al
producir subenfriamiento y desplazar la composición de la eutéctica hasta
149' de Si, convierte a la aleación de 12,6% de Si en ligeramente hipoeutéc·
tica en Si, y tiende a igualar las cinéticas de solidificación de los constitu-
yentes de la eutéctica.
En efecto, la precoz solidificación de Al (por resultar ligeramente hipereu-
téctica en Al la aleación de 12,6% de Si) tiende a igualar los tiempos ne-
cesarios para la solidificación del Al y el Si, Con ello las agujas y cuboides
de Silicio, al ser prontamente envueltas por la cantidad correspondiente
de Aluminio, alcanzan un menor desarrollo -son más fmas- y producen
menor efecto de entalla, La tenacidad aJ impacto es superior en el siluminio
modificado que en el "no modificado". En la figura IV,9. se ve la morfolo-
gía de la aleación de 12,6" de Si "modificada" que -en honor de Aladar
Pacz- recibe, con frecuencia, el nombre de aleación "alpax".
También es una eutéctica anormal la del sistema "estable" Fe-C, Se denomina estable,
cuando se impide la formación de e Fe) mediante la adición de elementos grafilizantes
como el Si. La eutéctica (ver Tabla IV.4.) está constituida por austenita de 2,08" e y
grafito (en proporción del97 ,775' en peso de austenita y 2,335' de grafito, fig. IV.lO.).

1404"C

'1
I
I
I
I
I
I
/
/
/
f
I g
S77 C

, su9c
r---'-'(-------
1.'/

Al 12.6'1.

Fig, rv .8, SIIIx'lIjnalll;('!lfO prodlládo por Na en la ellléctit:a AI-Si


136 CIENCIA. E INGENIERlA DE MA. TERlALES

FiJ. rv 9. Silumim'o (12,6-" Si.. resto Al) modijiooo

Ambos constiluyenles difieren notablemente en sus temperaturas de fusión: I J 54° e


la austenita y por encima de 29000 e el grafito. En consecuencia, debe clasificarse como
eutictica anormal. (Estas aleaciones férreas "estables" de porcentaje en e superior al
2,08" e reciben el nombre de fundicirmes griset"por el aspecto grisáceo que la.presencia
de grafilo confiere a la fractura; la historia de su solidificación tiene notables analogias
con las aleaciones Al..si).

IV.3.1.2. Eutécticas con S

A menudo en la industria se eligen composiciones Químicas que permitan


obtener aleaciones que afIadan, a las propiedades generales del metal base,
las que se derivan de una estructura micrográfica de dicho metal base (o una
de sus posibles soluciones sólidas) disperso en una matriz eutéclica. Acon·
sejan esa elecci6n indusuial las buenas cualidades de moldeo inherenles tanto
a un punto de fusi6n bajo como a la invariancia de temperatura (lo Que suce-
de cuando la composición elegida es una eutéctica).

(.) Para fundiciones grises ver FUNDICIONES FERREAS. J. A. Pero-Sanz. Ed. Oossal (1994).
LA. SOL/D/F1CACION INVARIANTE 137

Fig.IV.IO. Eutütica de grafito y austenita (juruJición gris).

Por las mismas razones, en algunos casos, la formación de una eutéctica


resulta ruinosa para la aleación. Esto ocurre, por ejemplo, cuando el Níquel
o una de sus aleaciones está expuesta a vapores sulfídricos.
Es ilustrativo el caso de las aleacciones Nicrom (60% Ni. 16% Cr. 24%
Fe) concebidas como materiales metálicos refractarios. resistentes al calor y
a la oxidación a elevada temperatura. Si se hallan expuestos a S, puede for-
marse PNi 3 S z, por reacción con los álamos de Ni (pág. 130): y si las tempe-
raturas de servicio son superiores a 635 0 C. este sulfuro de Ni en contacto
con otros átomos de Ni produce fusiones locales que hacen inservible la ale-
ación.
Otro tanto cabe decir, también como ejemplo, de algunas aleaciones de
base Fe, como los aceros. A lo largo de su elaboración debe evitarse la in-
corporación de S al acero fundido, a fin de eludir durante la solidificación
la fonnación de la eutéctica hierro y sulfuro de hierro (Tabla IV.4.). Tal
acero (por fundirse la eutéctica a esa temperatura) resultaría inservible a
temperaturas superiores a 989 oC (que suelen ser necesarias para confor·
mación o para tratamientos ténnicos).
Hay, sin embargo, familias de aceros especiales con contenidos en S, indu·
so de O,25:tlí: son los llamados aceros de fácil maquinabilidad (cuando el :i'C
< 0.25) o de maquinabilidad mejorada (cuando :tlíC> 0,25). Su contenido
en S tiene por finalidad la formación -por reacción con el Mn del acero
Iíquido- de gran número de inclusiones de SMn, (fIgura IV.1 l.); que durante
el corte contribuyen a que la viruta sea quebradiza y, por tanto, corta.

La elaboración de estos aceros es delicada. por los riesgos de la citada formación de


eutéctica. La proporción de S debe estar perfectamenle equilibrada con la de Mn, a fin
138


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CIENCIA E lNGENIERJA DE MATERiALES

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Fig. IV .11. Acero de fácil maquinabilidad

que se agote en la combinación SMn; un exceso de S dar(a la eutéctica de hierro y sulfuro


de hierro. Incluso aunque la relación 5/Mn sea correcta, el S produce segregaciones prin-
cipales. Ello obliga a efectuar grandes despuntes en los lingotes de aceros para maquinabi.
¡idad con el fm de evitar las dificultades que surgir(an en la laminación, debidas a fusión
de la eutéctica en aquellas regiones enriquecidas en S por segregación principal.

1V.3.1.3. Eutéctica Cu-O. Tipos de cobres comerciales

La interpretación de diagramas de equilibrio proporciona, con frecuencia,


explicaciones lógicas sobre ponnenores de procesos de obtención de un
metal o aleación, y sobre límites en la composición química para obtener
propiedades adecuadas. También infonna sobre la posibilidad de detectar
por microscopía óptica pequeñas trazas de un elemento. Tomemos como
ejemplo el sistema Cu-o cuyo diagrama, del lado del Cu, es (a la presión
atmosférica) el que se indica en la f¡gura IV.12.
Para el afmo del Cobre crudo (obtenido de menas de cobre nativo o de
menas oxidadas) o del blister (conseguido a partir de matas), se procura
-por oxidación a fuego- que las impurezas más oxidables que el Cu se
eliminen por volatilización, o por combinación en fOnTIa de escoria. El Cu
líquido, así armado, queda con un porcentaje en peso de oxígeno entre 0,6
y 0,9%. Al solidificar, dá un cobre de color rojo ladrillo, quebradizo. Según
se desprende del diagrama, este Cobre no sirve como material metálico,
LA SOLIDIFlCACION INVARIANTE 139

"

0,39 '06lS~
0,0035

·I.~

c..,o

Fig.IV .12. Diagrama Cu-O

porque su estructura está formada por granos del compuesto CUlO. embe·
bidos en una matriz eutéctica (de CUlO y de solución sólida alfa de O
en el Culo
Por tanto, el Cobre líquido con 0,6 a 0,9% de oxígeno precisa una desoxi-
dación -que puede hacerse mediante el hidrógeno proporcionado por hi·
drocarburos, ramas verdes (perchado), etc.- hasta lograr menos de 0,39" de
oxígeno. De este modo se obtiene una estructura de granos primarios de so-
lución sólida alfa. que aparecerán contorneados por la eutéctica. Lo ópti·
mo seria lograr un Cu exento de oxigeno por completo para que la estruc-
tura estuviera formada SÓlo por granos de Cu, al menos, por granos de so-
lución sólida alfa (cuyo comportamiento sí será metálico) sin eutéctica.
Pero no es posible obtener Cu sin oxígeno por desoxidación con hidrógeno,
debido a los equilibrios fisicoqufmicos entre Hidrógeno, Oxigeno y Cobre
Hquido.
Queremos destacar la escasa solubilidad del oxígeno en el Cobre: menos
de O,004~ a 10660 C y menos de 0,00 I % a 7000 C (ver diagrama y Tabla
IVA.). Bastará que el Cobre moldeado tenga más de 0,004% de oxígeno
para que presente eutéctica; y lo que es más llamativo, este bajo contenido
en oxígeno es detectable al microscopio óptico: aparece una matriz eutécti·
ca de CUlO y de alfa. contorneando los granos de alfa primario. En la mi·
crografía IV.13. pueden verse los oxídulos de Cobre perfilando los contar·
nos de grano del constiluyente alfa. Es oportuno señalar que en estado
140 CIENClA E INGENIERlA DE MATERIALES

pulido no llegan a distinguirse el constiluyente alfa eutéclico y el constitu·


yente alfa primario que pertenecen a la misma fase.
Tenienuo CII cuenta el carácter frágil de la eutéctic:I, tos cobres con oxígeno superior
a 0,15% no tienen las buenas características de deformabil¡dad del Cu y sus soluciones
sólidas (consecuencia del sistema cristalino cúbico centrado en [as caras): por el contrario.
serán cobres no forjables. utilizables sólo para aplicaciones que requieran refusión.
Los cobres con conlenido en oxígeno menor de O,15!' reciben el nombre de cobres
de condición tenaz. o cobres TPC (101IgII piteh copper). Conviene que el cobre pueda.
incluso eslar toulmente exento de oxigeno: se suele denominar en ese caso ÜFC (por
abreviatura de oxygell free copper). La eliminación tOlal del oxigeno puede lograrse
mediante una tecnica de refusión en vacio del Cobre e1eclrolitico. en cuyo caso el Cobre
recibe el nombre de OFHC (por abreviatura de oxygen free high conduct ¡1Ii/y). También
puede lograrse la eliminación de oxigeno mediante Fósforo -por fonn3ci6n y despren·
dimiento gaseoso de sus óxidos-o en cuyo caso el Cobre así obtenido se denomina DP
(por Olbreviatura de devxidiced phosphol1ls).
Buen:! parte de los cobres de condición tenal. empleOldos en Arquitectura. Química.
mecanica y clcctricidad. son cobres no cxenlOS de oxigeno (ro > 0.004). Presentan por
ello un inconveniente notable: no pueden utilizarse en atmósferas reductoras enérgicas.
Por consiguiente no puede emplearse en ellos soldadura autógena por gas. ya que los
oxíduJos de la eutéctica reaccionarían con el H1 o con el CO de la atmósfera reductora
y producirían en los contornos de los granos primarios vapor de agua o anhídrido carbó-
nico que. al desprenderse. originaria una desagregación intergranular.
Al comienzo del análisis sobre el sistema Cu-Q, se indicó que los diagramas
resumen, de modo gráfico, bastante información. Evidentemente, todo lo
que antecede supone que el lector es sencillamente un usuario de los dia-
gramas. Al autor de lln diagrama éste. evidentemente. no If proporciona
ningún dato que desconociera.

~ b) ~

Fig. IV.l3. Cobres moldeados (sin ataque), 100 X


a) 0'09% Oxígeno b) 0'18% Oxígeno e) 0'23% OxIgeno.
LA SOLlDlFICACION INVARIANTE 141

IV.4. REACCION PERITECTICA BINARIA

En el apartado anterior se ha indicado que un líquido puede originar, por


solidificación a temperatura constante, dos sólidos. Puede admitirse que el
diagrama de equilibrio del sistema eutéctico binario de la figura IV.L, es
el resultado de la interacción de dos diagramas de solubilidad total como se
indica en la figura IV.IS.

.- .
.TEhlr c.",

IiberUd

fig.IV.lS.

En detenninados casos hay diagramas de equilibrio que -por una consi·


de ración análoga- puede suponerse son el resultado de la interacción de dos
diagramas de solubilidad total, como los indicados en la figura IV.16.

Fig. IV .16.
142 CiENCIA. E INGENIERlA DE MA. TERlALES

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Fig. IV.I'. Diagrama periteetico

Considérese el diagrama de la flgura lV.l? y dentro de él la aleación de


composición m~. cuya curva de solidificación se indica en la figura IV.18.
De la mencionada curva, por aplicación de la ley de Gibbs, se desprende
que a la temperatura Tp ésta se mantiene constante durante la reacción:

Líquido + Sólido {Jo"= sólido am

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Fig. 1Y.18. Proceso de solidificación de la aleación m" B Q diversas temperaturas
LA SOLlDIFICACION INVARIANTE 143

Cuando por reacci6n de un líquido y un sólido a temperatura constante


se obtiene otro sólido, la reacci6n recibe el nombre de peritéctica (o pe-
riférica).
La micrografía IV.19. corresponde a la reacci6n entre Zn fundido y el
constituyente epsilon de los latones. Por reacción entre el líquido y el sólido
se ha formado soluci6n sólida eta (de color oscuro en la micrografía). En el
interior de los granos de eta pueden observarse aún restos del sólido epsilon
(de color claro en la micrografía).
Toda aleaci6n peritéctica corresponde a un equilibrio falso. La formaci6n
del nuevo s61ido (eta) s610 puede ocurrir limitadamente; ya que debe hacerse
por difusi6n a través de la primera fracción de s6lido (eta) formada en la
inteTcara de contacto del líquido y epsilon.

Fig. IV,19. Reacción periteetica del sistema Cu-Zn,

En la mayoría de los sistemas peritécticos persite el s6lido (epsilon),


aunque no sea en fase de equilibrio. Además, este falso equilibrio no puede
destruirse por tratamientos térmicos de homogeneizaci6n, ya que ello exi-
giría tiempos muy prolongados.
De modo análogo a lo indicado a prop6sito de sistemas eutécticos, tam-
bién en sistemas peritécticos puede desprenderse del diagrama de equilibrio
la estructura micrográfica de equilibrio resultante al final de la solidificaci6n.
Como ejemplo se acompailan en las fIgUras IV.20. 21. 22., los esquemas
de solidificaci6n y curvas de temperatura-tiempo para las aleaciones q~,
r5f sI!' de la figura IV .17. Las proporciones en que se presentan los consti-
tuyentes al solidificar la aleación pueden determinarse, en cada caso, aplican-
do la regla de los segmentos inversos; igualmente -aplicando la regla de la
144 CIENCIA E INGENlERJA DE MA TERlALES

ALGACIQ'V U : 0%8

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Fig. IV 20. Proceso de la solidijiCQciÓII (le la aleación q % B a diversas temperaturas

horizontal- pueden detenninarse, para cada temperatura, las composicio-


nes medias de las fases de equilibrio.
Las reacciones peritécticas se presentan con frecuencia en aleaciones in·
dustriales comunes, tales como latones (Cu-Zn) y bronces (Cu-Sn), aceros
(Fe-C), etc.

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Fig. IV .21. Proceso de la solidificación de la aleación


no tennjna a la temperatura peritéctica)
r" B (nótese que la solidificación
LA SOLlDIFICACION INVARIANTE 145

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,
Al. IV 22. Proceso de solidificadón de la aleación s " de B

En la Tabla IV.24. seflalamos algunas reacciones peritécticas binarias de


interés industrial.

IV.5. REACCION MONOTECTICA BINARIA

Existen ClliOS. no muy frecuentes, en que dos metales no forman fase


única en estado fundido. Entre ciertos límites de composición dan dos
capas líquidas cuyas composiciones dependen de la temperatura; y su mezcla
sólo es completa por encima de una cierta temperatura crítica T3 • En la
flgura IV.2S. se expone un diagrama del tipo llamado monotéctico.
Aplicando la regla de las fases a la aleación 1 del sistema, se advierte -como
se expresa en la IJ8Ura IV.26.- que al llegar a temperatura Tm tiene lugar
una reacción invariante (V = O):

Uquido l...u ..= Líquido l..t + B

Esta reacción recibe el nombre de mOflotéctica.


Se acompaflan los esquemas de solidificación de las aleaciones H figura
IV.27. -r" de B- y 111 figura IV.28. -s%, de B-. De ellos "se deduce" la
estructura micrográfica de solidificación de dichas aleaciones; pudiendo
determinarse la proporción de los constituyentes por aplicaCión de la regla
de las fases y de los segmentos inversos.
l...a existencia de una reacción monotéctica es de particular interés en el
caso del Cu, puesto que permite mejorar su maquinabilidad: cuando se tor-
nea el Cu puro, origina una viruta muy larga; esto es engorroso para su rea-
lización. En cambio, el Cu con 5" de Pb presenta una gran dispersión de
partCculas de Pb en la matriz de Cu. Al mecanizar esta aleación las virutas
son cortas, ya que se parten como resultado de la discontinuidad producida
por las partículas de Pb.
Se aprovecha la posibilidad de reacción monotéctica del Cu con el Pb para
obtener cobres. latones y bronces de fácil mecanizado.
El Pb suele ai'iadirse a veces al Cu y bronces con otra finalidad: proteger
TABLA IV24. -
<1\
Algunas reacciones pen'ticticas binan'as
Líquido + sólido 1 '"* sólido JI
(Porcentajes en peso)

Líquido Sólido 1 Sólido 11 Temperatura


--
10,3 "Cu 89,7 "Fe Sol. Sol. en Fe6 ( 6,7 "Cu) Sol. Sol. en Fe'Y ( 8,3 "Cu) 1480° e
97,2 %Cu 2,8 "Fe Sol. Sol. en Fe'Y ( 9.5 %Cu) Sol.SoI.enCu (4,-"Fe) 1093° C
92,2 "Cu 7,8 "aprox.Si Sol. Sol. en Cu ( 5,3 "Si) 'Y( 6,7 "aprox.Cu) 853°C
74,5 "Cu 25,5 "Sn Sol. Sol. en Cu (13.5 %Sn) ~ (22,-~}S") 799° e
81,5 "Cu IB,5 "Ti Sol. Sol. en Cu (4,7 "Ti) /1(Cu, Ti'1) 896° C
62,5 "Cu 37,5 "ln Sol. Sol. en Cu (32,5 "ln) ~(36.8~Z") 903° e

99,47%Fe 0,53"C Sol. Sol. en Fe6 ( 0,09"C) Sol. Sol. en Fe'1 ( O,I7%C) 1495° e
97,2 "Fe 12,8 "Mn Sol. Sol. en Fe6 ( 9,5 "Mn) Sol. Sol. en FC'Y (la, - "Mn) 1474° C
94.6 "Fe 5,4 "Ni SoI.Sol.enFe6( 4,-%Ni) Sol. Sol. en Fe'Y ( 4,3 "Ni) 1517°C

I
85,5 "Fe 14,5 %aprox. Si Sol. Sol. en Fe6 (13,B "Si) ex, (14,I%Si) 1275° e
70,7 "Fe 29,3 W € Fc, W6 Sol. Sol. en FeS (35,5 "W) 1554° e
7,4 "Fe 92,6 "ln Sol. Sol. en Fe6 (46,- "Zn) 6 (Fe) ZnlO) 783° e
3,-'He 97.-"ln [j Fc) ln 10 dFe lnlo) 672° e
'"
0,25"Fc 99,75"ln
2,3 %Fe 97,7 "aprox.Sn
f) Fe ln,
Sol. Sol. en Fe6 (IB%aprox. Sn)
E (Fe Zn13)
Fel,] Sn
530° e
0
901 e ~
I.-"Fe 99.-%aprox.Sn
0,1 %Fe 99.9 "aprox.Sn
39,-"Pb 61.-'Hlg
99,59" Al 0,41"Cr
Fe) Sn'1
Fe Sn
Sol. Sol. en Pb(27"aprox. Hg)
~AI Cr
Fe Sn
Fe Sn'1
~(33.7%H8)
Sol. Sol. en Al (O,77"er)
740° e
496° e
145°e
661,4° e
I"
'~"
~

99,403"Mg O,597"lr /1 Mg'1 Zr Sol. Sol. en Mg (3,6"Zr) 654° e


50. - "Sn 50. -"~Sb Sol. Sol. en Sb (9, - " Sn) ~(64.-%Sb) 425° e
'~"
3, - " ln 97, - ''aprox. Hg Sol. Sol. en ln (6,-% aprox. Hg) '1 (4B,-"aprox. Hg) 42,9° e
~
LA SDLlDlFICACIDN INVARIANTE 147

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64/Cu 1oo"/.B(Cu)
lOO'I.A(Pb)

fig. IV25. Diagrama monotéctico

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Fig. IV 26. Proceso de solidificación de la aleación m " a diversas temperaturas
148 CIENCIA E INGEN1ERlA. DE MATERJALES

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Fig.IV27. Proceso de solidificad/m de li1 aleación,,, B Q divelWS temperaturas


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- B

Fig. IV 28. Proceso de solidificación de la aleación s "B a divef'$Q$ temperaturas


LA SOLlDlFICACION INVARIANTE 149

frente a la fricción en un amplio campo de cargas y velocidades. En piezas


como cojinetes. se añade Pb en previsión de riesgos de lubricación defectuo-
sa, ya que al producirse durante el rozamiento un contacto directo entre
el eje y el cojinefe. se origina un fuerte caJentamiento, funde el Pb (que no
se alea con el acero) y protege al eje de acero y al cojinete.
Ordinariamente, contenidos de 6 a 30% de Pb permiten resolver la mayor
parte de los problemas de fricción. En cualquier caso los cuproplomos, o
los bronces al Pb. nunca exceden del 30% de Pb, por una razón que se
desprende de la reacción monotéctic<l entre Cu y Pb. Las composiciones del
punto M y del punto N del diagrama IV.25. son. según se indica en la Tabla
IV.29., 36% de Pb y 87% de IIb, respectivamente; por consiguiente una
aleación de contenido superior al 36% de Pb (por ejemplo la aleación S de
la Itgura IV.25.), sólo ser(a uniforme en estado liquido hasta alcanzar la
temperatura T]: por debajo de esa temperatura se tendrían dos líquidos
inmiscibles (al alcanzar la temperatura monotéctica de 955 0 e los líquidos
tendrán por composiciones respectivas 365' Pb Y 87~ Pb) que se separan
por gravedad e impiden la fannación de un cuproplamo homogéneo de
composición.
Los bronces de alto Pb resisten bien la corrosión en instalaciones que
producen o utilizan ácido sulfúrico.
El sistema binario fe-Pb es muy similar al Cu Pb. También se aprovecha la
existencia de una reacción monotéctica para obtener aceros de buena maquina-
bilidad.
En la Tabla IV .29. indicamos algunas reacciones monotécticas binarias
de interés.

IV.5. REACCIDN SINTECTICA BINARIA

La reacción sintéctica es una reacción invariante (V = O), consistente en


la descomposición por calentamiento de una fase sólida en dos líquidos
¡nmiscibles:

1 L, +l.¡( '" ~
como se ilustra en la figura IV.30.
Esta reacción es muy poco frecuente. Del diagrama de equilibrio se des-
prende que toda aleación fundida -cuya composición se encuentre dentro
del rango de la línea sintéctica- se separa en fonna de dos líquidos. Recípro-
camente, al solidificar, la reacción sintéctica tendrá lugar en la superficie o
separación de los líquidos 1..{ y 41.
El ejemplo mejor conocido, de la relativamente rara reacción sintéctica,
es el que se presenta en el sistema Sodio-Zinc.
Por encima de la temperatura sintéctica, una aleación compuesta de partes
iguales de Sodio y Zinc, existe en fonna de dos líquidos superpuestos 4 y
Ln . Al enfriar el fundido, empezará a soli~ificar con formación del cons-
g;

TABLAlV29.
Algunas reaccione! monolecricas binaria!

Líquido 11 ~ líquido 1+ sólido


(Porcentajes en peso)

Lfquido 11 Líquido I Sólido Temperatura

89,7 "Cu 10,3 "O a 1 alm. 2,1 "Da I 3101.97,9 "Cu CUlO 1218° e
64,- "Cu 36.-~ Pb 87,- "Pb, 13,-"Cu Cu 955
0
e
91,7 "Cu 8,3 %Te 46,3 "Te,53,7 "Te Te 1052° e
Q
>99.9S~Fe <D.OS"Pb 99,7S"Pb, O,2S"Fe Fe 1532° e ~
49,9 "Fe 50,1 "So 82,5 "Sn 7,5 "Fe Sol. Sol. en Fe6 (16,1"5n) ¡130oe ~
'~"
93.3 ~AI 6.7 ~Cd 99, - ''aprox. Cd 649°C
~
Sol. Sol. en Al (O,47"Cd)
83,- ~AI 17,-"ln 96,8 "In. 3,2 "Al SoL Sol. en Al (0.17"ln) 639°C
96,6 ~AI 3,4 "Si 98,1 "Bi, 1,9 "Al Al 657
0
e ~
1;:
~

~
LA SOLlDlF1CAC10N1NVAR1ANTE 151

'f)

e,

, , Fig. IV .30. Reacción sintéctica

tituyente beta en la interfase entre ambos l(quidos. Posteriormente, so·


Iidificará el Zn, y finalmente será el Na quien solidifique' a partir del lí-
quido L,. De ello resultará una morfología como la indicada en el esquema
de la figura IV.3l.

IV.7. OTRAS REACCIONES INVARIANTES

Las reacciones invariantes entre tres fases de un sistema binario pueden


reducirse a dos tipos.
Uno de ellos es la transformación de una fase en otras dos, a tempera-
tura constante: Fase 1 ~ Fase Il ... Fase III En este tipo de reacción queda-
rían encuadradas las eutécticas y las monotécticas.

11
I / "":,
1--
\
.11i1'50·

,I
" ../------4---

N. ~01.Zn Ii171.Zn 100zn

Fig. IV .31. Solidificación de la aleación 50~ Zn-50% Na


152 C/ENCIA E lNGENIERlA DE MATERIALES

Obsérvese la infrecuente reacción (Sólido 1'# Liquido 1/ + Sólido JI!) que se presenta
en el sistema eu-so para composiciones entre 38 y 43% So (rango no utilizado en la in-
dustria); un sólido formado previamente a temperaturas más altas se licúa al alcanzar
640 0 e, en el enfriamiento, para dar otro sólido epsilon y líquido. Una reacción análoga
tiene lugar en el sistema Fe-S, para porcentajes en peso de azufre comprendidos entre
0,045 y O,IS%(ver fIgura IV.32.).

El otro tipo corresponde a la reacción de dos fases para dar una tercera,
distinta a las anteriores: Fase 1 + Fase JI :;= Fase lIJ. A éste corresponden
las reacciones peritécticas y las sintécticas, citadas anteriormente.
Además de eutécticas, peritécticas, monotécticas y sintécticas, existen
otras reacciones que pueden ser encuadradas en uno u otro de los dos tipos
sei\alados más arriba. Por ejemplo, los equilibrios invariantes en que una de
las fases es gaseosa. Por supuesto, en dichos equilibrios, no podrá haber más
de una fase gaseosa, ya que los gases son completamente miscible...

1'S3S"C

"
Fig. IV J2. Sistema FeS (Detalle de la zona superior del diagrama).
-
LA SOLlDIFlCACION INVARIANTE 153

Entre las reacciones a partir de fase gaseosa, las siguientes se presentan,


en los sistemas metilicos, sólo para b;gas presiones o altas temperaturas:

Gas ~ liquido 1 + Líquido IJ


Gas ,,= Líquido l + Sólido Il
Gas ,.= Sólido t + Sólido JI
Liquido I ~ Gas + Líquido U

Otras reacciones de este tipo, posibles en un sistema gas-metal, son:

Líquido 1 ~ Gas + Sólido 11


Sólido 1 ~ Gas + Sólido 11

En cuanto a las reacciones en que dos fases, producen una tercera (siendo
gaseosa una de ellas), las posibilidades son: la reacción de gas + líquido 1!F só-
lido /l. que aparece en el sistema Pd-H; y la reacción de gas + sólido J,p sóli·
do JI que puede darse en algunos sistemas gas-metal, poco frecuentes, a b,yas
presiones. No se conocen reacciones invariantes cuya fase resultante sea ga-
seosa.
Para complementar lo expuesto en apartados anteriores. con otros tipos
de reacci6n invariante. es oportuno referirse a las reacciones cuyas fases en
equilibrio son sOlidas. Por ejemplo. a la transformación de una fase sólida en
un agregado complejo fonnado por otras dos fases sólidas. Esta reacción en
estado sólido, a temperatura constante, recibe el nombre de eutectoide. por
analogía a las Que hemos denominado eutécticas.
En la figura VIII.25. puede verse la morfología del eutectoide denominado
perlita. constituido por ferrita y e Fe3' obtenido por transfonnaci6n isotér-
mica de austenita de 0,77" de C.
En estado s61ido pueden darse también reacciones del tipo Sólido 1 ... Só-
lido 11 ~ Sólido 111. que reciben el nombre de peritectoides.
154 CiENCIA E INGENfERlA DE MA TERlALES

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v
Heterogeneidades físicas
en la solidificación
V.l. fACTORES INfLUYENTES EN LA ESTRUCTURA COLUMNAR

Cuando un metal 1fquido solidifica dentro de una Iingolera metálica cilín-


drica de altura notable en relación con el diámetro, el flujo de calor es he·
rizontal y radial.
Al comienzo del enfriamiento, éste se efectúa totalmente por cesión de
calor a través del sólido, según el modelo 2 (ftgura 11.21.). Habrá crecimiento
orientado de los núcleos periféricos y aparecerá una eSlntctura co/umllar a
modo de corteza concéntrica de la Iingotera.
Esta corteza solidificada permanece inicialmente en contacto con la lin·
gotera, puesto Que la presión metaloslática de la masa metálica Uquida,
ejerce una compresión contra la pared de la Iingotera, en tanto la corteza
no sea de gran espesor y presente, por consiguiente, plasticidad.
Con el transcurso del tiempo (tI < t 2 < l:3) se modifica el gradiente de
temperatura en la fonna indicada en la ftgura V.l. hasta que llega un mo-
mento (t = t 3 ) en que el enfriamiento responde al modelo l (figura 11.20):
casi todo el calor latente es cedido a través dellfquido. La sobrefusión en el
líquido es entonces prácticamente nula y el crecimiento direccional de los
dendritas muy lento.

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Fig. V.I. Fonnación de lo eslrncturo columnor


156 ClENCIA E tNGENJERlA DE MA. TERlALES

A partir de ese momento se producirá en el Uquido una nuc:leación homo-


gtnea. unifonne, en toda la masa. Sus núcleos crecen en un campo is6tropo
de temperaturas y dan crisWes equhl:xicos. Durante su fonnación, esos gra-
nos equiáxicos originan una zona pastosa de sólido, o banda de solidifica-
ción. y frenan el crecimiento direccional de los dendritas que constituían
la corteza sólida o estructura columnar.
Terminada la solidificación, la sección transversal del lingote presentará
unas zonas claramente diferenciadas de~e la periferia al centro del lingote:
- zona periférica, de granos muy pequenos orient~dos al azar.
- dendritas orientados hacia el interior de Ja lingotera, (estructura co-
lumnar).
- zona interna de granos equiáxicos: de aspecto globular.

La estructura columnar ofrece interés en aquellos casos en que se desean


ciertas propiedades direccionales, por ejemplo de resistencia mecánica en
caliente. La obtención de estructuras columna res, mediante solidificación
por enfriamiento unidireccional, ofrece un particular interés para la fabri·
cación de turbinas para aviones hipersónicos.
En concreto, los IIlabes de la turbina, -además de resistir las cargas aerodinámicas,
y de presentar un buen comportamiento a corrosión- deben aguantar la tendencia a
alargarse gradualmente (fluencia), debida a la fuerza centrífuga y a las altas temperaturas
de funcionamiento.
Las investigaciones iniciadas en la d~cada de los años 60 han demostrado que el com-
portamiento a tennofluencia de las aleaciones de Níquel, utilizadas para los álabes de
turbina, mejora notablemente cuando las juntas de grano están orientadas en la dirección
del esfuerzo que produce la tennofluencia. Por ello, frente a los álabes "convencionales",
fundidos en molde cerámico y con estructura policristalina orientada al azar, se estlin
imponiendo los álabes obtenidos por solidificación con enfriamiento unidireccional.
Para lograr esa estructura columnar, el molde que contiene en su interior el metal fun-
dido se mantiene dentro de una campana de calentamiento (ver figura V.2.) que se
desplaza lentamente; en tanto que la parte inferior del molde se mantien"e en contacto
con una base metálica refrigerada.
Kear y Piarcey han demostrado que el comportamiento a f1uencia mejora ailn más
si desaparecen las juntas de grano, de tal modo que el álabe sea un sólo monocristal.
Ello se logra empleando una técnica similar a la de solidificación con enfriamiento uni-
direccional, pero diseftando un adecuado cuello de botella en el molde (ver Hg. V.2.);
para que la solidificación del álabe tenga lugar a partir de un sólo gennen.

La estructura columnar presenta, igualmente, ventajas para cualesquiera


aplicaciones en que se desee otras propiedades direccionales, por ejemplo,
las chapas magnéticas o los imanes permanentes. Y una ventaja de las piezas
moldeadas con estructuras columnares profundas es que resultan más com-
pactas, por la casi total ausencia de microrrechupe.
Con todo, generalmente, la estructura columnar no suele ser deseable,
precisamente por la anisotropra de propiedades que confiere al metal o
aleación moldeados. Anisotropfa que, además, puede ser causa de agrieta-
HETEROGENEIDADES F/S/CAS EN LA SOLlDJFICAC/ON 157

Campana de calentamiento
C.mp",. d. r.nlam~nto

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-----
-----
...

MONOCRISTAL
nll

superficie fría

superficie fría

• •
Fig. V.2. SoIidi/icodénd~ un dúlbe d~ turbinQ.
AJ Con enfriamiento unidireccionol.
BJ Con enfriamiento unidireccional
y unigermiruzl.

mientas en posteriores enfriamientos o calentamientos, así como en opera.


ciones de confonnado (por ejemplo, la laminación).
Todos los factores que favorezcan el que la cesión de calor deje de efec-
tuarse cuanto antes a través de la lingotera, y se dirija hacia el metal líquido,
son beneficiosos para obtener estructura columnar poco profunda. A la
inversa, los factores que favorezcan la continuidad de cesión de calor a través
de la lingotera darán estructuras columnares más profundas. En consecuen-
158 CIENCIA E lflt'GENIERIA DE MATERJALES

cia, se podrá prever que, a igualdad de otros factores, la estructura columnar


será más profunda:
- A mayor refrigeración periférica del molde.
- Cuanto mayor sea la conductividad ténnica del material del molde,
ya que dicha conductividad es una medida de la rapidez con que el
calor atraviesa un materia!.

TABLA V.l.

ConductiPidad tbmica de metales a 25° e

(Kcal . m -1 . h -1 . o e -1)
Plata. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 360
Cobre. . . . . . . . . . . • . . . . . • . . . . . . 338
Oro. . . . . . . . . . . . • • . . . . . • . . . . . . 255
Aluminio. . . . . . . . • • . • . . . . . • . . . . 190
Wolframio. . . . . . . • • . • . . . • . • . . . . 173
Magnesio. .. ..••. . ..••.•.. .. 137
Berilio. . .•. .. .. . .. .. . .. 137
Molibdeno.. ...........•...... 126
Sodio.. ...........•...... 115
Calcio. . . . . . . . .. . ..•. . .. .•. .. . 108
Zinc. . . . . . . .. ... .. . ... •. .. .. . 97
Potasio. . . . . .. ..•. . . .. .•. .. .. . 86
Cadmio. . . . . • . . . •• . . . . • • . . . . . . 79
Níquel. . . . . . ••. ••• .•••••. ••. . . 79
Radio. . . . . . .. ..•.. . ..••. ... . . 76
Silicio. . . . . . . . . . •• . . . . .• . . . . . . 72
Hk~........................ 65
litio. . .. .. ... ... ..•...•. .. ... 61
Platino . . . . . .. ..••.•. .. •.•.. . . 61
Paladio. . . . . . .. .••.. .. ..... 61
Cobalto. . . . . .. . .. .. . .. .•. .. . . . 59
Estallo. . . . . . .. .. . .. . 58
Cromo. . . . . .•.•. .•.••. .•.•. .. . 58
Iridio . . . . . .. . .. .•.•. .. . .•.. . . 50
Tántalo. . . . . . . . . •• . . . . . • . . . . . . 47
Taljo. . . . . . .. . ..•.. .. . .•.. . .. . 34
Plomo. . . . . . . . . . •• . . . . . • . . . . . . 30
Uranio. . . . . . .. ... •. .. . .••. . .. . 23
Indio. . . . . . . . . ••••. ••. . • .••. . . 20
Anlimoruo. . . . . . .•• . • . . .. ••• . . . 16
Mercurio. . . . .. ..•.. .. . .•.. . .. . 7
Bismuto. . . . . . ... . .. .. . .•.. . .. . 7
HETEROGENEIDADES FISICAS EN LA SOLIDIFICACION 159

- Cuanto más pequeñas sean las dimensiones de la pieza colada en el


molde metálico.
- Cuanto menor sea el grado de agitación de la masa líquida durante la
solidificación, puesto que la agitación uniformiza la temperatura en
el liquido.
- Cuanto menos agentes nucleantes se adicionen al metal líquido, (estos
agentes favorecen la pronta nucleación heterogénea de granos equiá·
xicos).
- Cuanto más alta sea la temperatura de colada de la aleación, puesto que
el centro del lingote se mantendrá durante más tiempo a alta tempera·
tura. Por consiguiente, a igualdad de otros factores, también será más
profunda la estructura columnar cuanto mayor sea la temperatura TE
de solidificación del metal.
- Cuanto menor sea el calor específico del líquido.
- Cuanto mayor sea la conductividad térmica del metal solidificado.

Es oportuno señalar que las temperaturas de fusión de los metales TE


(ref. Tabla 1.13.), sus capacidades caloríficas (ref. Tabla 11.17.) y sus conduc-
tividades ténnicas (Tabla V.2.) no guardan relación entre sí (Las conducti·
vidades térmicas y eléctricas están, en cambio, directamente correlacionadas).
Los metales sin puntos de transformación alotrópica -como, por ejemplo,
el Aluminio o el Cobre- producen estructuras columnares más profundas
que aquéllos con varios estados alotrópicos, como el Hierro; puesto que las
sucesivas transformaciones en estado sólido llegan a borrar la estructura co-
lumnar obtenida en la solidificación. Por otro lado, los metales puros, según
se verá en el capítulo siguiente, originan estructuras columnares más profun-
das que las soluciones sólidas.

.=
----
,
---,,-

• Fig. V.3. Secciones de lingoteras


A) Perfiles lisos.
E) Secciones favorables.
160 CIENCIA E lNGEN1ERlA DE MA. TERlALES

TABLAV.4.

Contrtreión volúmetn"cD por solidijicoción de algunos metales


PI.. = Den!idad del líquido en gr/cm J
TE = Temperatura de fusión en Oc
Pg= Densidad del sólido a 20° e, en sr/cm J

P¡. TE Ps ( ~: -1) .100

Antimonio . . . . . . . 6,5 • 650 0


e 630,5 6,62 - 1,81 "
Estallo........•. 6,92
Uranio.......... 17,907
•al1500Ce
300° 232
1132,3
7,29
19.07
-
-
5.07
6,09
Plomo .......... 10,57
Molibdeno ....... 9,35
• 340° e
a 2650° e
327,4
2610
11,35
10.22
- 6,87
- 8,51
Niobio.......... 7,83 a 2500 0 e 2468 8,57 - 8,63
Wolframio ....... 17,6 a 3450° e 3410 19,3 - 8,81
a 1700 e
0
Titanio . . . . . . . . . 4,1 1668 4,51 - 9,09
500° e -
Zinc ........•.. 6,47
Vanadio. . . . . . . . . 5,5
•a 1900° e
419,5
1900
7,13
6,1
9,25
9,84
Tántalo . . . . . . . . . 15 a 3000° e 2996 16,6 - 9,64
Magnesio ........ 1,57 •a 1900
0
700 e 650 1.74 - 9,77
Circonio . . . . . . . . 5,8
0
e 1852 6,49 - 10,63
Oro............ 17,24 a 1100°C 1063 19,32 - 10,76
Hierro .......... 7.01 a 1550° e 1536,5 7,87 - 10,92
Cobre . . . . . . . . . . 7.97 a I 100°C 1083 8,96 - 11.05
Sodio . . . . . . . . . . 0.854
Platino . . . . . . . . . 18,82
• 410°C
a 1800° e
97,8
1769
0,97
21,45
- 11,96
- 12,26
Aluminio ........ 2,36
Plata . . . . . . . . . . . 9,20
• 700°C
a 1100°C
660
960,8
2,69
10,5
- 12,27
- 12,38
Níquel. . . . . . . . . . 7.71 a 1500° e 1453 8,90 - 13,37
Cobalto . . . . . . . . . 7,66 a 1500° e 1495 8,85 - 13,45
Cromo. . . . . . . . . . 6 a 1950° e 1875 7.19 - 16,55
Manganeso . . . . . . . 5,84 a 1400° e 1245 7,43 - 21,40
Berilio . . . . . . . . . . 1,42 a 1500° e 1277 1,84 - 22,83
Bismuto...... 10,03 • 300° C 271,3 9,8 + 2,34
Galio. . . . . . . . . . . 6.20
Silicio . . . . . . . . . . 2.51
• 30°C
a 1450° C
29,5
1404
5,90
2,33
+ 5,08
+ 7,72

Además de considerar los factores, Que evitan la foonación de una estruc-


tura columnar profunda (inconveniente para forja), también puede atenuarse
dicha estructura mediante un diseno adecuado de las lingoteras. Por ejemplo,
una Iingotera cuya sección transversal tenga perfil liso (f¡gura V.3.) resultará
más propicia al agrietamiento Que otra de perfLI ondulado. En una Iingotera
de sección cuadrada, la unión de los granos alargados de las caras contiguas
produce trayectorias de rotura probable.
HETEROGENEIDADES F1S1CAS EN LA SOUDlF1CAClON 161

--
----t ---
____ ~-- ~.ldidIfic:Ki6I'I

912 C 13~
........
'
C 1538C

Fig. V.S. Comra:dón total del hierro desde el estado lfquido.

La estructura columnar no sólo se presenta en la formación de lingotes,


sino también en todo proceso de solidificación con flujo direccional de
calor a través de un sólido (así, por ejemplo, puede observarse claramente
en los cordones de soldadura).

V.2. LA CONTRACCION POR SOLlDIFICACION

V.2.1. Rechupe y contracción sólida

La densidad de un metal en estado líquido es generalmente inferior a la


densidad de ese mismo metal solidificado. En la Tabla V.4. se indican esas
variaciones de densidad para los principales metales. Por consiguiente en casi
todos los metales se produce una contracción al solidificar. Esta tendencia
a la contracción no guarda relación con la temperatura TE de fusión.
En la figura V.S. se esquematiza la contracción total de un metal, el Fe,
desde el estado líquido hasta la temperatura ambiente. Adviértase que todo
metal, después de solidificado, sigue experimentando variaciones dimensiona-
les durante su enfriamiento. Estas variaciones pueden, a veces, ser dilatacio-
nes producidas por transformación alotrópica del metal. Es 10 que sucede
en el caso del Fe.
El metal contrae en estado líquido desde la temperatura de colada hasta
la temperatura de solidificación (contracción líquida); también contrae
durante el cambio de estado líquido, sólido, y sigue contrayendo (eventual·
mente con dilatación parcial) en estado sólido.
A la suma de la contracción líquida y de la contracción por solidificación,
se la denomina rechupe. Cuanto más alta sea la temperatura en el momento
de colar, más acentuada será la diferencia entre el volumen específico del
líquido y el del sólido y, por tanto, mayor será el rechupe.
162 OENC/A E lNGEN1ERJA. DE MATERIALES

En las aleaciones resulta más complejo el fenómeno del rechupe. La den-


sidad -tanto en estado líquido como en sólido- depende de las densidades
de los elementos que Jo componen, pero también de otros factores, tales
como la morfología de la cristalización, su intervalo de solidificación, etc.
El rechupe así defmido comprende tanto la contracción macroscópica,
o macrorechupe (mensurable, por ejemplo, en mm de contracción lineal
por ro de fundido), como la contracción microscópica o microrrechupe,
que frecuentemente aparece en los espacios interdendríticos rellenos por lí-
quido no conectado con el resto del metal líquido, cuando los dendritas
están muy desarrollados. (Al solidificar -y cont~erse, por tanto- estas
pequeJlas porciones líquidas, no conectadas, se fonnan porosidades inter-
nas: esto es el miCfO"echupe).
La fonnación generalizada de microrrechupes se produce habitualmente
a partir del momento en que solidifica toda la periferia o corteza de la
pieza o lingote; con anterioridad, la presión atmosférica unida a la presión
metalostática obliga al líquido a rellenar los espacios interdendrfticos.
Cuando la estructura de solidificación es columnar, presenta menos es-
pacios interdendríticos y, por tanto, menos microrrechupe. Esto ocurre,
por ejemplo, en las piezas solidificadas en moldes metálicos o coquillas
que, por el contrario, dan mayores contracciones lineales o macrorrechupe
que las mokl.eadas en arena. En efecto, como la contracción total se reparte
entre macro y microrrechupe, las aleaciones con microrrechupes abundan-
tes presentan menos rechupe macroscópico. (interesa subrayar que en la
industria, esto no es conveniente, ya que mientras losrechupes macroscópicos
permiten un eventual relleno con nuevo líquido si se dispone, por ejemplo,
de mazarotas adecuadas, en cambio, no es igualmente posible la alimenta-
ciÓn de los microrrechupes mediante una aportación complementaria de
líquido; por eso es preferible evitar la fonnación de microrrechupes). Por
Jo que se indicará más adelante al tratar de la compacidad, las aleaciones
con amplio intervalo de solidificación dan más cantidad de microrrechupe
que los metales puros y que las aleaciones eutécticas.
A igualdad de otros factores, el macrorrechupe será menor en aleaciones
con amplio intervalo de solidificación, que cuando la fusión tiene lugar a
temperatura constante (metal puro, compuestos intermetálicos, eutécticas).

,
:,~''''
.,."
;
,
Fig. V.6. La situación del rechupe depende de la dirección defj1ujo de calor en el
enfriamiento.
HETEROGENEIDADES F/S/CAS EN LA SOLlDIFICAC/ON 163

Cuando la densidad del líquido es menor que la del sólido, como sucede
en la mayoría de los casos, el rechupe es un fenómeno inevitable; sólo se
puede actuar sobre su posición, forma y dispersión.
El macrorrechupe se localiza, en el sitio en que el metal líquido solidifica
en ultimo término. La situaciOn del macrorrechupe depende de la dire~;:.
ciOn del Oujo de calor en el enfriamiento (figura V.6.), y de la masividad
local.
En condiciones ideales, en que la pieza permaneciera isoterma en todos
sus puntos durante la solidificaciOn y enfriamiento, las dimensiones exterio-
res de la pieza variarían uniformemente sin producir ningún hueco.
. En ese caso, para obtener una pieza moldeada sana, bastaría dimensio-
nar el molde con unas creces homotéticas a la pieza real. A tal efecto, re-
sultaría favorable calentar los moldes y lingoteras antes de colar, y procu-
rar enfriamientos de colada muy lentos.
Esa solidificación ideal, con descenso isotérmico en todos los puntos
de la pieza, sería posible en metales que reunieran las siguientes caracterís-
ticas:
- Gran conductividad térmica en estado líquido (lo que uniformiza las
temperaturas de la masa Hquida en cada momento).
- Gran calor latente de solidificación (al retrasar el paso al estado sóli-
do, contribuye también a la uniformidad de temperaturas).
- Elevado calor específico en estado sólido (el calor de los cristales fa-
vorece el equilibrio térmico de toda la masa).

En la práctica no suele ser factible la solidificación en el supuesto isotér-


mico. La naturaleza del metal. las diferencias de masividad. el disei'lo de la
pieza concreta, y el modo de colar, imponen condiciones reales de enfria-
miento que, en general distan mucho del ideal considerado.
Para paliar los efectos negativos que, en la industria supone el rechupe,
tanto por lo que se refiere a lingotes de geometría sencilla como a piezas
moldeadas, suele recurriese al empleo de mazarotas.
Las mazarotas. son moldes suplementarios de la pieza, cuya finalidad es
alimentar en todo momento con metal líquido de reserva, los huecos de
contracción. La mazarota debe estar unida al molde principal por un paso
de secciÓn suficiente para evitar estrangulamiento y debe permanecer ca-
liente durante más tiempo que la pieza o lingote. a fin que el inevitable
macrorrechupe se aloje finalmente en la mazarota. la mazarota debe ser de
material refractario; a veces se ai'laden productos exorémlicos para mante-
ner liquido el metal en su interior el mayor tiempo posible. Estas mazaro-
tas exotérmicas tienen la ventaja que su tamai\o puede ser menor que el de
las ·mazarotas normales. Es interesante mantener liquida durante mucho
tiempo la parte superior de la mazarota (mazarolas abiertas o atmosféricas)
a fin de favorecer el efecto de la presión armosférica hasta la completa so-
IidjficaciOn de la pieza. Esto evita la fonnación de un vacio que, por aspi-
raciOn, favorecería los microrrechupes.
164 QENCIA E lNGENIERIA DE MA. TERlALES

Art.... dISU'bu6do<a

-- lingote ••

lIngok continuo

Fig. V.7. Esquema de una mdquina de colada


continua vertical

--

Fi¡.. V.8. Solitllficación en lingolera.


HETEROGENEIDADES FISICAS EN LA SOLlDIFICACJON 165

Como no siempre es posible colocar mazarotas abiertas que permitan


colar a través de ellas para alimentar todos los puntos susceptibles de dar
rechupe (zonas masivas, entradas de ataque, ángulos entrantes, etc); a veces
son necesarias mazarotas cerradas, que no establecen contacto con la atmós-
fera. Se denominan mazarotas ciegas. Para que éstas enfríen lentamente,
con la menor relación superficie/volumen, es conveniente que sean de
forma más esférica: las mazarotas ciegas suelen adoptar la forma de pera
invertida.
Además del empleo de mazarotas cabe tomar otras precauciones, cuando
se trata de piezas de geometría sencilla, como son los lingotes. Para obtener
lingotes sanos, lo deseable sería que el frente de solidificación fuese plano
y horizontal. Resultará conveniente:
1.° Acercar las isotermas a las isobaras; de este modo la contracción
puede ser compensada con un nuevo llenado.
2.° Procurar que las velocidades de llenado del molde o velocidad de
colada (dependiente del diámetro de la buza), y la velocidad de so-
lidificación (dependiente, entre otros, del enfriamiento) sean lo más
próximas posible. Si la velocidad de solidificación es más rápida que
la de Uenado del molde se forma una unión fria, defecto típico en
lingotes colados defectuosamente. Si la solidificación es más lenta
que la velocidad de colada, el molde se "encharca".

Hg. V.9. CO/«!Qefl vacío, efllingore'Q


166 CIENCIA E INGENfERIA DE MA TERlALES

Estas dos reglas se cumplen con bastante aproximación en el método de


colada continua (figura V.?). Sin embargo, como muchas solidificaciones
no se realizan de este modo, sino en moldes o lingoteras (ftgura V.S.), es
preciso influir sobre diversos factores para que el macrorrechupe en las
distintas piezas moldeadas, o en los lingotes, sea plano y horizontal (o,
por lo menos, se sitúe en un lugar adecuado).
Para conseguir que el rechupe sea plano y horizontal, (evitando que sea
profundo), se debe intentar que las isatennas sean horizontales. Esto se fa-
cilita:
- Evitando la pérdida de calor a través de las paredes laterales.
~ Colando por caída libre en vez de colar por sifón. Con este segundo

,
Fig. V.lO. Lingoteras: 1. Conicidad directa. 2. Lingotera recta. 3, Conicidad inversa.
procedimiento se recalienta el pie de la lingotera. Además la cola-
da en sifón requiere temperaturas de colada más altas para que el
líquido tenga suficiente fluidez y no solidifique en los canalillos de
colada antes de ser introducido en el lingote. En este caso el rechupe
será mayor que en la colada por chorro o caída libre. La colada en
sifón precisará mazarotas más exotérmicas que las de caída libre.
- Por agitación constante del líquido, si fuera posible.
- Por colada en vacio: de este modo disminuye la presión de gas que
tiende a agrandar las cavidades de la zona porosa que rodea al rechupe.
En efecto, los gases de sobresaturación que se desprenden en la solio
dificación tienden a alojarse en el rechupe, que suele estar lleno de gas
a alta presión.
- No desmoldeando antes que la solidificación haya sido total. (*). De
lo contrario, el líquido enfriará a través de la corteza del lingote más
rápidamente que en el interior de la lingotera, y dará un rechupe más
profundo. (El desmolde precoz suele hacerse para prolongar la vida
de las lingoteras).
- Retardando el enfriamiento de la parte superior del lingote, o favo-
reciendo el enfriamiento a través de su pie. Por ello 'debe tenerse en
(-) Los minutos, T, que tarda en SOlidificar,u!} lingote de sección transversal cuadrada,
de lado L cm, son aproximadamente: T = (L:S) . (Cuando la sección transversal es rec-
tangular, se toma como valor de L el lado menor del rectángulo).
HETEROGENEIDADES FISICAS EN LA SOLlDIFICACJON 167

cuenta el diseño de las lingote ras, para favorecer la horizontalidad de las


isotermas.
A prop6sito del diseí'io de las lingoteras, y por lo que atañe a la horizon-
talizaci6n de las isotermas:
- Entre las rectas (figura V.10-2.), son favorables las lingoteras chatas;
es decir, aquellas en que la relaci6n entre la altura y su diámetro es
pequeí'ia.
- Entre las lingote ras c6nicas son favorables aquellas que tienen mayor
secci6n en la parte superior (lingoteras de conicidad inversa, figura
V.10·3.), pero estas lingoteras presentan dificultades de desmoldeo.
Las mayores facilidades de desmoldeo y las menores pérdidas en los
despuntes, se obtienen con lingoteras de conicidad directa, cuya mayor
secci6n corresponda al pie, con pendiente del 19'. En estas lingoteras,
el rechupe será más profundo; y para remediarlo son útiles las maza-
rotas. Las mazarotas son también ventajosas porque además del rechu-
pe, alojan los gases y las inclusiones.

Los macrorrechupes pueden ser externos o internos, según comuniquen


o no con la atmósfera. En lingotes, destinados a una conformación mecá-
nica posterior, el efecto perjudicial del rechupe externo es evidente, puesto
que la superficie del rechupe, oxidada por el aire, no puede soldarse por
recristalización durante la conformación mecánica por laminaci6n o foIja.

Fig. V.11. Solidijicac!ón dirigida.


168 CIENCIA E INGENIERlA DE MA. TERlALES

El rechupe interno, en cambio, si tuviera paredes limpias, se podría


cerrar b~o la presión de los rodillos; aunque si existe escoria en el rechupe
interno, ésta impediría igualmente una soldadura satisfactoria. (Defecto de
hoja).
En algunos casos -debido a la posibilidad de eliminar los huecos inter-
nos por recristalización durante la conforrnación- no es desventajosa la
formación de sopladuras repartidas en el interior de la masa metálica, de
modo que compensen la posibilidad de formación de macrorrechupe; esto
ocurre, por ejemplo, en los aceros efervescentes. En cambio, en piezas mol·
deadas que van a ser utilizadas sin posterior conformación mec!n.ica, no
resulta conveniente esa porosidad interior que merma características mecá·
oieas de la pieza en servicio.
En piezas moldeadas no resulta fácil conducir la solidificación siguiendo
lo indicado anterionnente, ni tampoco es factible el supuesto ideal de soli-
dificación isotenna en todos los puntos. Por ello se sigue otro principio
contrario a la solidificaci6n ideal isoténnica; la solidificación debe iniciarse
en los puntos más alejados de la mazarota y progresar en dirección a ella,
para que el rechupe quede alojado en la mazarota; esta modalidad recibe el
nombre de solidificación dirigida. (Figura V.l l.).
Puesto que es difícil realizar una solidificación dirigida hacia una sola
mazarota, es preciso colocar mazarotas en los distintos puntos susceptibles
de dar rechupe. También se deben crear artificialmente dentro del área
de influencia de cada mazarota unos puntos de comienzo de solidificación
(eliminando calor mediante enfriadores internos -por ejemplo varillas del

Fig. V .12.Sislema de colada para acero


moldeado.
-
- - _ ca..... antqdtl

,.
mismo metal- o bien enfriadores externos, empleando materiales de moldeo
más conductores), y aislar otros puntos para que la solidificación se dirija
hacia las mazarotas más próximas.
Cuando una región de la pieza eslá constituida por un cilindro horizontal de poco
diámetro con relación a la generatriz, es probable la aparición de un rechupe a lo largo
del eje del cilindro; para evitarlo se ~comienda ampliar gradualmente la sección del
cilindro en dirección a la mazarota a flIl de crear un gradiente lénnico favorable.
HETEROGENEIDADES FISICAS EN LA SOLlDlFICAClON 169

Otro aspecto a tener en cuenta en el trazado de la pieza es que (estando la pieza


en posición de colada) en cada sección horizontal el espesor de las paredes sea mayor
que en la sección inmediatamente inferior. Estos dos aspectos -espesores regulannente
crecientes de abajo hacia arriba, y horizontalmente hacia la mazarotas- son principios
básicos de todo diseñador de piezas moldeadas.
Para el disef'io y localización de las mazarotas debe tenerse en cuenta que
el rechupe se produce en aquellos puntos en que la solidificación tiende a ser
más tardía, como son las zonas de masa superior a otras contiguas, los lu-
gares recalentados por el paso continuo de metal, la conexión de paredes, los
resaltes, las partes entrantes de ángulos, etc. Muchas veces la solución no re-
side tanto en emplear una multiplicidad de mazarotas para eludir los rechu-
pes, como en estudiar el disef'io de la pieza (a menudo se podrán evitar án-
gulos vivos dando los acuerdos suficientes; procu'rando que los incrementos
de sección sean paulatinos, y evitar masividades locales próximas a otras
de menor masa, etc.) y precisar el modo de alimentar el molde.
Respecto a este último punto (alimentación del molde), baste sef'ialar que
el sistema de colada suele estar constituido -además de las entradas propia~
mente dichas- por el bebedero, y por el canal de entrada. El bebedero re-
coge el metal que fluye de la cuchara y debe llevarlo al canal de entrada sin
arrastres de aire, arena o escoria. Es preciso que en el bebedero haya sufi-
ciente presión metalostática para que el líquido pueda recorrer el sistema
de colada restante, penetre en el molde y lo llene plenamente. El metal ha
de entrar en el molde sin turbulencias, para llenarlo en régimen laminar. El
canal de entrada tiene, precisamente el cometido de frenar la velocidad del
líquido, y permitir además su reparto a las varias entradas para un llenado
rápido del molde (figura V.12.). Esto disminuye las diferencias de tempera-
tura y aminora la posibilidad de uniones frías.

V.3. DESPRENDIMIENTD GASEOSO DURANTE LA SOLlDIFICACION

V.3.1. Generalidades

En estado fundido los metales suelen retener gran volumen de gases en


disolución o en fonna de compuestos líquidos inestables. Así por ejemplo,
el hierro líquido disuelve monóxido de carbono, dióxido de carbono, hi~
drógeno, nitrógeno, vapor de agua, oxígeno, (que es el principal gas disuelto
en el acero líquido), etc. El Cobre líquido disuelve hidrógeno, oxígeno,
dióxido de azufre, etc. También disuelven hidrógeno otros muchos metales
tales como el Aluminio, la Plata, el EstaBa, etc.
Cuando la temperatura del fundido desciende hasta el umbral de la soli~
dificación, se produce una rápida disminución de la solubilidad y los gases
se desprenden del metal líquido; su desprendimiento prosigue a lo largo
de todo el proceso de la solidificación.
Cuando el desprendimiento de gases se opera en un metal casi totalmente
solidificado, que no pennite su salida, los gases quedan retenidos: parte en
las porosidades interdendríticas, y parte en el interior de cavidades de la
170 CIENCIA E lNGENIERlA DE MA TERlALES

masa metálica aún plástica. Estas cavidades, que reciben el nombre de


venteaduras o sopladuras, pueden ser periféricas o internas. Las venteaduras
periféricas suelen ser alargadas en direcci6n perpendicular a las paredes del
molde: a veces adoptan forma abocinada.
Por Jo que se refiere a las sopladuras internas, su fanna más corriente
es la redonda u ovalada. El aire que llenaba el molde y queda retenido du-
rante la colada puede dar origen también a cavidades, en la masa metálica:
se denomina rechazo.
Los gases odu ídos en las piezas moldeadas pueden deberse también a la
acción del metal líquido sobre el agua que humedece los moldes: el rápido
desprendimiento del vapor de agua del molde origina poros superficiales
denominados picaduras,
Todas estas porosidades, venteaduras, etc. reducen la sección útil de las
piezas moldeadas y disminuyen su resistencia. Dado que la presencia de
tales cavidades permanece casi siempre oculta a la observación directa, las
piezas moldeadas son de menor fiabilidad que las piezas forjadas (a menos
que sean debidamente inspeccionadas con rayos X, ultrasonidos, gamma·
grafía, etc., para comprobar la ausencia de cavidades internas).
Las venteaduras en los lingotes, destinados a la conformación tennome·
cánica, son casi inocuas cuando se localizan dentro del metal, y no demasia·
do próximas a la superficie: sus paredes sueldan y recristalizan durante la
laminación o forja.
A VC(;CS. (;01110 ya hl'mOs dicho. se procura la existencia de sopladuras
intcrn:IS con el fil1 dt' l'Olllpcnsar d rechupe. En cambio, si las sopladuras
aparel'cn en la sUlwrficie lokl lingoÍt' o comunican con su periferia, se oxi-
dan y 110 puedel1 soldarse l'n las operaciones siguientes. Es conveniente
clilllin¡lr las Vt'nl,'<lduras slllwrlki:Jil."s por l'scarpado antes de proceder a
la lalllin:lción.
Los inl;ollwnienh's dt' los gaSt'S 110 Sl' limitan a la posibilidad de produ·
cir sopl<lduras y jlorosldad. Los ~ast's puedt'n, por t'jemplo, producir com-
PI/{,.I"IOS .I"(ilid().\ l'nlll'l fundido. La !"nrlllat'i011 dt' CU20 en los l'ontornos del
Cu no dl.:soxid<ldo (rl'f. IV.3.1.3.) es un t'jt'lllplo típico de este supuesto.
La absorción .11.' (lxl~eno t'n bronces CuSn para dilr posleriomlente SnO,
que tiende a conft'rir fragilidad, es olro e.klllplo de formación de ..' ompues-
tos qufmil.:os.
En otros ¡,;asos. los gasl.:s disueltos l'll el liquido qUl'dan retl'llidos en es-
tado sólido en !"oona de SU/II<'i1Í1I .wilida d(' illserci¡jl/, 1':11 es el caso, por
ejemplo, del nitrógeno cn aceros. rl'sponsabk dt'l t'l1vc.iL'cimiento de éstos
después de defoTlnaci6n 1.:11 fr(o: l'llvejt'dmiclllo que S~ trnducl' en un aumen·
to del límite elástico, rllapariciólI d\'! palier lit' tluenl'ia, incremento de la
carga de rotura. y disminución del alargamil'nto t'n lllt'llsayo de tracción.
Otro ejelllplo I (pico de solución sólida de insl'n:ión. con incidencia des-
favorable cn las propiedades, correspondt" al hidrógl'no en los aceros. Por
efecto de los esfuerzos externos o internos, aqul'l tiende a desprenderse en
estado molecular. produce tensiones muy elevadas, y puntos de iniciaci6n
de roturas.
HETEROGENEIDADES FISICAS EN LA SOLlDJFICACION 17'

Cualquiera que sea la posterior incidencia de los gases en una aleación'


-sopladuras, porosidades, compuestos Químicos, soluciones sólidas, etc.-
las recomendaciones generales para evitar estos efectos desfavorables podrían
resumirse en dos: aminorar la cantidad de gases disueltos en el líquido, y
facilitar la salida de los gases en el molde.
Los gases disueltos en estado líquido serán tanto más abundantes cuanto
más elevada sea la temperatura de colada. Por eso las precauciones para eli-
minar gases disueltos son de especial interés en el caso de aleaciones de alta
temperatura de fusión (al solidificar, el abundante desprendimiento gaseoso,
puede producirse incluso con turbulencia).
Para poder actuar sobre los factores que disminuyan la cantidad de gases
disueltos en el fundido es necesario, en primer lugar, conocer la química-fí-
sica de reacciones y los equilibrios en estado lfquido y así evitar los estados
oxidados (emplear el desoxidante adecuado, por ejemplo CU 3 P para el
cobre), o los estados sulfurados (por ejemplo empleando carbonatos alca-
linos en bronces), etc.
Los correctores químicos d~ben utilizarse en la medida exacta; las sopladuras o poro-
sidades podrian ser menos perjudiciales que el rechupe debido a un exceso de desoxidan·
te, o que las segregaciones quimicas producidas en sopladuras.
Para reducir en lo posible el desprendimiento gaseoso durante la solidi-
ficación de metales y aleaciones es conveniente, entre otras precauciones:
- Emplear b~as temperaturas de colada (los cuproaluminos, por ejemplo,
cuyas temperaturas de solidificación son altas -entre 1083 y 1037 0 c-
requieren que las temperaturas de colada no sean superiores a 100° C de
la línea dellíquidus).
- Mantener el metal en cuchara, un tiempo considerable para permitir
el escape de los gases.
- Colar en vacío.
- Reducir la humedad en los moldes de arena.
- Disminuir la proporción de aglomerantes orgánicos en los moldes no
metálicos.
- Evitar el arrastre de aire al molde.

Para facilitar la saUda de los gases en el molde conviene disponer en la


parte alta del molde salidas de aire (pinchazos), y habilitar orificios Que
penetren hasta la huella, para permitir el escape de gases.
También resulta útil aumentar la permeabilidad del molde a los gases,
con arena más gruesa (reduciendo el contenido de granos finos de la arena,
ya que éstos, al llenar los huecos de los granos gruesos, disminuyen la per-
meabilidad), o con un menor atacado de la misma.
Aunque es recomendable facilitar la salida de los gases a través del molde,
a veces, sin embargo, conviene sacrificar este aspecto mediante una solidi·
ficación rápida -con pronta formación de una corteza melálica- a fm que
la costra sólida proteja las cavidades internas del contacto con el aire.
172 CIENCJA E lNGENIERJA DE MA TERJALES

Para eliminar elementos gaseosos presentes bl\io la fonna de solución


sólida, son precisos -cuando ello es posible, como en el caso del hidrógeno
en los aceros-, tratamientos térmicos de larga duración para favorecer la
difusión del gas hasta el exterior.

V.3.2. Sopladuras por mon6xido de carbono en los aceros

Un caso particulannente notable de venteaduras, que por su importancia


merece atención específica, es el de las sopladuras provocadas por el CO que
se desprende en la solidificación de aceros.
Corno resultado del proceso de su obtención, el acero líquido lleva gases
disueltos, de los que el oxígeno -siempre presente- es el principal. En efec~
to, cuando un acero ha sido armado en horno o en cuchara hasta lograr
la especificación química requerida, contiene cantidades apreciables de
oxígeno disueltas en el líquido.
Aunque el e del acero no se utiliza como desoxidante (se emplean desoxi-
dantes más enérgicos, por ejemplo, Mn, Si, etc.) juega, sin embargo, un papel
importante respecto al contenido de oxígeno disuelto; debido a los equi-
librios químicos que se establecen entre Fea, Fe, e, O.
A cada temperatura el contenido de oxígeno en el acero líquido es tanto
mayor cuanto menor sea el "de C. Así, por ejemplo, a 1600 0 e, el porcen-
taje de oxígeno en equilibrio para aceros con e superior a 0,3% es s610
0,005%; en tanto que para aceros de 0,21f e es de 0,02% O y para aceros
de menos de 0,15% e las cantidades de oxígeno disuelto son considerable-
mente mayores (0,05 a 0,1 ,,>.
En estado líquido, el oxígeno y el carbono en soluci6n, reaccionan para
dar mon6xido de carbono que tiende a desprenderse. La saturaci6n en CO
del líquido es mayor a medida que desciende la temperatura, ya que el
equilibrio químico se desplaza en el sentido de la formaci6n CO.
La formación de burbujas de gas en el metal fundido no es espontánea:
si no hay soportes para facilitar su nucleaci6n, el fundido simplemente se
sobresatura en ca, pero no se forman burbujas. En cambio, en presencia
de soportes o núcleos heterogéneos -como por ejemplo, paredes rugosas
de la lingotera, inclusiones sólidas, etc.- aparecen las burbujas incluso
con pequei'ia, y hasta nula sobresaturaci6n.
El nacimiento espontáneo, en el interior del líquido, de una burbuja
-formada por moléculas de CO- debería vencer una presi6n exterior eleva-
dísima, suma de la tensi6n superficial del líquido, más la presi6n ferrostá-
tica, más la atmosférica. En efecto, y s610 por lo que se refiere a la tensión
superficial, la bola de gas estaría bajo una presión exterior del líquido:

2~
p=-
r
HETEROGENEIDADES FISICAS EN LA SOLlDlFlCACION 173

"

--
Fig. V.l3. Fonnación y morfologl'a de las sopla-
duras de piel.

en que y es la tensión superficial del líquido y r el radio de la burbuja. Para


una tensión superficial de 1500 dinas en acero líquido, una burbuja de
cm
0,001 mm de diámetro estaría sometida a una sobrepresión externa de 61
atmósferas. Tengase en cuenta que la presión del líquido sobre la burbuja es
inversamente proporcional a su diámetro (una burbuja de 0,1 mm de diá-
metro estaría sólo a 0,6 atmósferas), y se comprenderá la imposibilidad de
aparición de burbujas por la nucleación homogénea de unas pocas molécu-
las de ca. Las burbujas se forman, por tanto, sobre un soporte sólido, y
después ascenderán en la medida en que puedan vencer las presiones exte-
riores ferrostática y atmosférica. Por lo que se refiere a la presión ferrostá-
tica es importante, sobre todo, en los grandes lingotes. (Por ejemplo, una
174 ClEl\'CIA E INGENIERlA DE MATERIALES

_ _o I
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fijo V .14. Sopladuras en aceros efen;escenres.

columna de acero de 1470 mm, que es aproximadamente la altura de un


lingote ordinario, equivale a una atmósfera de presión; la presión exterior
en el pie del lingote es, por consiguiente, de dos atmósferas).
La figura V.l3. ilustra el proceso de fonnación y la morfología de las
primeras sopladuras, o sopladuras de piel. El frente de solidificación durante
su avance comprime las burbujas y confiere a éstas una fanna alargada <>
abocinada.
En una sección transversal del lingote, estas sopladuras de piel, o comu-
nican con la pared de la lingotera (sopladuras exteriores), o aparecen prece-
didas de una zona periférica exenta de sopladuras que recibe el nombre de
piel. (Figura V.14.).
Cuando al cabo del tiempo solidifica la cabeza del lingote, las nuevas
burbujas de gases que se forman junto a la costra ya solidificada no pueden
desprenderse y quedan ocluídas, formando a veces una corona de sopladuras
-generalmente de formas redondeadas-, homotética a la superficie del
lingote: recibe el nombre de corona de cierre porque aparece como resul·

Fig. V.IS.Sección U"'$IIersaJ de un sJab de «ero exttrriulce e[en:escente


(PokornyJ,
HE.'TI:.'kUU¡';Nf.'I/)AV!'S f'ISICAS ,.;N LA SUL/IJ//o'/CA(;ION 175

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ACEROS SEMICALM~OS

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ACEROSOE EFERVESCENCIA INTERRUMPIOA ACEROS EFERVESCENTES

Fig. V.1 b. Morfolog¡"a de lingotes con diversos grados de desoxidación.

tado del bloqueo o cierre de la cabeza del lingote (figura V.IS.).


La región del lingote ·-incluldos la piel y las sopladuras de piel- que
solidifica antes de formarse la corona de cierre, se conoce con el nombre
de z01la pura.
En la mitad superior del lingote suelen aparecer algunas sopladuras aisla-
das porque al ser grande la concentración del carbono segregado en dicha
zona. se produce gran saturación en CO: a ello se une que la presión ferros-
tática es débil; y. por otra parte, el soporte proporcionado por los micro-
rrechupes, facilita la formación de estas burbujas,

V.3.3. Macroestructura de los lingotes de acero según el grado


de desox idación

Se llama acero calmado al desoxidado en grado suficiente como para


evitar el desprendimiento de gas durante la solidificación. Esto puede lo-
grarse mediante adiciones de ferrosicilio y/o Al a la cuchara, o bien por
desgasificación al vacfo (es decir, exponiendo el metal fundido a una baja
presión ambiental para quitar todo el oxígeno disuello, sin necesidad de
agentes desoxidantes).
176 CIENCIA E tNGENIERlA DE MATERIALES

La cabeza del lingote calmado con desoxidantes es liJ,:cramente cóncava


y presenta macrorrechupe en la zona supcrior,(figura V.16.I.J. Ilabitualmenle
se suelen impedir esos defectos mediante el empico de mazarotas que alojen
el rechupe. De todas maneras estos aceros suelen obtt:ncrse en la actualidad
por colada continua. El progreso de esta técnica y la ausencia de despren-
dimiento gaseoso durante la solidificación ha desplazado, en buena medida.
a la colada en lingotes de los aceros calmados.
Los accros calmados se utilizan cuamlu !ooc requiere una estructura ho-
mogénea.
Todo~ Ill~ aceros de lilas tilo: OJOS' lIc (" \on de tipo c<Jlmado, puesto que
en dlus la cantidad de oxígeno di:-.uclto en el liquido, por su equilibrio con
C. es pequei'!a. Por tanto. el uc~rrendimiento ga.. . co~lJ en la solidificación
no alcanzi.i los niveles que darí'JIl lus tiros semicalmmlo, de efervescencia
interrumpida. y efervescente, que veremos a continuación.
Por el contrario, pueden ser del tipo calmado los a<,;eros dc btijo carbono
(salvo que tengan tanto oxígeno disuelto, que haga falta una gran cantidad
de desoxidante. lo que encarece el proceso y además prouucc gran numero
de inclusiones. Segun queLla apuntado, mediante colada en vacio es posible
obtener aceros calmados de bajo CJ.
Reciben el nombre de aceros semicalmados aquéllos con más oXigeno
disuelto que los aceros calmados y que son aptos para producir, por reacción
con el C del acero, un ligero desprendimiento dc CO (que compensa apro-
ximadamente el rcchupe), Las burbujas aparecen al final de la solidificación,
cuando la temperatura es menor. y allí donde la presión ferrostática es más
baja. es decir. en la mitad superior del lingote.
Los contenidos de e para aceros semicalmados oscilan entre el 0,15 Y
el 0,30% C. El grado de desoxidación es menor que el de los aceros calmados.
La desoxidación, con ferrosilicio y algo de Al, suele hacerse o bien sólo en
cuchara. o -a veces- tanto en cuchara como en lingotera. Si la desoxida-
ción es insuficiente, el lingote puede adoptar la morfología de la figura
V.16.3: aparecen sopladuras de piel y la presión del gas en la región que
solidifica en último término puede llegar a romper la cabeza del lingote
ya solidificada y forzar al líquido residual, produciendo un sangrado,
Cuando la emisión gaseosa es muy grande -y esto sucede en aceros con
un alto contenido de oxígeno en el líquido y un porcentaje en carbono
inferior a 0.15% C~ cabe utilizar ese abundante desprendimiento de gases
para lograr una piel o periferia del lingote muy pura. Sin embargo, si el
contenido en carbono es muy bajo. inferior a 0,04$1\; resulta insuficiente
para dar monóxido de carbono por combinación con el oxígeno y. aunque
la cantidad de oxígeno en el fundido es grande. no se produce una adecua-
da efervescencia. por esa imposibilidad de fonnación del CO.
Estos aceros efervescentes se cuelan sin adición de desoxidantes al horno
y sólo con pequeñas adiciones a la cuchara para ajustar el grado de eferves·
cencia deseado. En efecto. el grado de efervescencia puede variar.
La efervescencia, a modo de hervido. no se produce instantáneamente
al llenar el lingote. sino cuando comienza la solidificación Y. con elJa, el
HETEROGENEIDADES F/SICAS EN LA SOLlDIFICAClON 177

brusco descenso de solubilidad de los gases disth... llos t'n cllíquido. AJcmás,
al formarse CO. el oxigeno y el carbono qlll' lo inll:g,ran Sl' eliminan del
fundido en proporción a sus respectivos pesos .. IÓllli..:us. 1'01' ....110. la caneen·
tración de oxigeno en el acero liquido n.'slanll' dl'~rt't:l' más rJpidamente
que el contenido en carbono. Esto. como es nalural. illlluYl' en el ritmo del
desprendimiento gaseoso posterior.
Si la efervescencia es notable. s~ 1"01'111<111 IllUl'll:IS burbu.i;ls I.:n la cabeza
y pie del lingote. Las burbujas de ~alll'7a Sl' lksPI\'Il,ll'1l del frl'II1t' sólido y
escapan de la masa líquida. En l'l pi,' ..kl lillg,Uk. a partir ,k Ull ci~rlo mo·
mento de la solidificación. no lk'pn a Vl'l\I,.·l'r b prl'siúll r..... rosl;íli~a: quedan
localizadas. con formas abocinadas. l,.'tI I,.·otas lk pUl'a altura y en situación
tanto más próxima a la pared lit- la Iing.otl'r.. l'llanto más o:rcanas al pie
del lingote (figura V .16. l. El total <It- Vl.'llk;Hluras 11lII,.'llt' lIq~ar ;¡ superar la
magnitud del rcchupe y la cabe7.:l dcllingoll' PUl'llt' ser convexa.
Cuanto mayor es el grado de cferwsccncia Sl' forman más burbujas en ca·
beza y pie del lingote. y por consiguicnlc. escap:lIl con mayor facilidad. Las
sopladuras de piel aparecen sólo en el pie del lingote y mas alejadas de la
periferia. Una gran efervescencia disminuye el total de venteaduras y com·
pensa aproximadamente el rechupe. En las figura V. 16.7 se esquematiza
la morfologia del acero efervescente t(pico.
En aceros demasiado efervescentes, por no haber ajustado el oxígeno
adecuadamente, también se forman burbujas en cabeza y pie, pero escapan
con facilidad. La efervescencia excesiva libera la casi totalidad del gas:
apenas aparecen sopladuras, y las fonnadas no llegan a compensar el re·
chupe, que aparece como en los aceros calmados (figura V.16.8).
Si se tiene en cuenta el proceso de su fonnación, se comprende que los
aceros efervescentes. no se obtienen por colada continua. sino que se cuelan
siempre en lingotera. La piel de los lingotes efervescentes es muy pura y
presenta un excelente comportamiento al trefilado, muy buena resistencia
a la corrosión después de estaMdo o pintura. y otras propiedades ventajosas.
Para ciertas aplicaciones la presencia de una piel de esas caraclt."rfslicas
hace preferible el empleo de aceros efervescentes, en vez de aceros calmados.
aunque son propensos al envejecimiento.
Conviene que la piel sea ancha. pues si las sopladuras de piel llegan a al-
canzar la periferia, se oxidan y causan defectos periféricos durante la lami·
nación del lingote.
Empleando Hngoteras muy frias, o eficazmente refrigeradas en su peri-
feria, se produce un desprendimiento gaseoso enérgico, una solidificación
con granos columnares. y, en consecuencia, "pieles" anchas.
Para favorecer el espesor máximo de metal antes que la presión externa
(ferrostática y atmosférica) impida la salida de gases a la atmósfera y pro-
voque la adherencia de las burbujas, son convenientes las coladas lentas
(con pequeño diámetro de la buza) y en sifón; ambos factores. al retardar el
aumento de presión ferrostática, favorecen el desprendimiento de gases.
Para un pronto inicio de la efervescencia, resultan convenientes las temo
peraturas de colada bajas. Como contrapartida. esto exige colar a velocidades
178 CIENCIA E INGENJERlA DE MA. TERlALES

altas, para evitar que se produzcan fondos de cuchara solidificados. Por


tanto, la elección de la temperatura y la velocidad de colada suponen un
compromiso: para lograr una efervescencia adecuada y, al mismo tiempo,
evitar la formación de esos fondos de cuchara.
Puede aumentarse también el espesor de la piel, incrementando adecua-
damente el grado de efervescencia del acero; por ejemplo, ailadiendo oxí-
geno, o polvos Que produzcan desprendimiento de oxígeno en el baf'io lí-
quido. De este modo se consigue una mayor presión de CQ y, por tanto,
a igualdad de otros factores, se producirá mayor desprendimiento de las
burbujas fonnadasjunto a la pared del frente de solidificación.

A la inversa, la piel resultará algo más estrecha -Y. por consiguiente,


las sopladuras de piel más próximas a la periferia- cuando se interrumpe la
efervescencia mediante bloqueado mecánico de la cabeza del lingote.

Estos aceros de efervescencia interrumpida son consecuencia de una


variación de la práctica empleada para obtener aceros efervescentes. Con-
viene que el contenido de oxígeno en el acero antes de colar no sea supe-
rior, y preferiblemente algo inferior, al requerido para los aceros eferves-
centes. Suelen ser aceros de contenido igualo mayor a 0,15% C y siempre
menos de 0,39' C; se cuelan en lingoteras de botella, tapándose ésta al cabo
de poco más de un minuto de iniciada la efervescencia.
Al principio se produce un gran desprendimiento gaseoso con corrientes
de convección que arrastran los gases formados en la pared y permiten su
salida a la atmósfera. En la mitad inferior del lingote, las sopladuras no apa-
recen hasta que la evolución del hervido se modera por el taponado de la
lingotera. Debido al aumento de presión producido por el blocado, las
burbujas no pueden ya despegarse de la pared del sóHdo en que se formaron
(figura V.16.5.).
La interrupción de la efervescencia puede conseguirse también por medios
químicos como, por ejemplo, adición masiva de Aluminio (o de otros deso-
xidantes, por ejemplo Titanio) en la cabeza del lingote para obtener (por
calmado de la zona superior) una pronta solidificación de la cabeza y un
cierre prematuro del lingote.
Así pues, una vez conseguido el espesor de piel deseado, se frena el des·
prendimiento de ca por medios mecánicos o químicos, y el resto del acero
líquido solidifica de modo similar a los aceros semicalmados.
Una interrupción demasiado prematura del hervido daría como resultado
la morfología de la f¡gura V.16.4, con sopladuras de piel perjudiciales por
estar prácticamente en contacto con el exterior. Cuanto mayor es la tenden·
cia a "ascender" de un lingote efervescente, (ver morfologías correspon·
dientes a la cabeza del lingote en la f¡gua V.16.), mayor es el espesor sano de
piel en la zona baja del lingote (las muestras suelen tomarse a 30 cm de
la base).
En general, puede decirse que la efervescencia durante la solidificación
aumenta la segregación química debido a la agitación del líquido. Por ello,
HETEROGENEIDADES FISICAS t:N I~A SOLlDIFlL'AL'ION 179

la segregación en el interior de lingoles de acero de efervescencia interrumpida


es -a igualdad de tamaño-- menor que en los aceros efervescentes, aunque mayor
que en los aceros semicalmados.
Entre los cuatro tipos considerados calmados, semicalmados, de efervescen·
4

cia interrumpida y efervescentes-, los aceros calmados son los que producen
menor grado de segregación, no envejecen a temperatura ambiente (rer. XI.8.1).
y por laminación pueden obtenerse texturas favorables para cmbutición (rer.
XI!.3.4).
V.4. APTITUD PARA EL MOLDEO

Se dice Que un metal o una a1cación son aptos para el moldeo. cuando
(partiendo del estado fundido} pueden obtenerse. por solidificación. piezas
sanas: que reproduzcan con perfección el molde. que sean compactas, y que
no se agrieten durante el enfriamiento.
V.4.1. Colabilidad
Se llama colabilidad a la aptitud de un liquido metálico para rellenar
plenam~nte el espacio Que se le ofrece I:n el interior del moldc. Se refiere al
acceso del líquido. tanto a las zonas de menor espesor d~1 lllolde. como a
los espacios intermetálicos Que se crean en el interior Je la masa a medida
que se realiza la solidificación.
A lo largo de la solidificación de un metal. cabe distinguir tres Napas
sucesivas. Al principio es pequella la proporción de cristal~s de la fase sólida
dentro del líquido. Estos cristales. aún no desarrollados para ~l1lrar ~11 con-
tacto unos con otros. permiten ~I libre desplazamiento dc la fase liQuiJa
continua.
En la segunda ctapa. 105 cristak's I fase sólida} ~stán lo suficientemente
dcsarrollados y forman lIna masa porosa a través dc la cual el liquido cir-
cula con mayor dificultad: las fases liquida y sólida !'Oon continuas. peTO
sólo la fase líquida es susceptibk de de:splazalllientos relali\os.
la tercera etapa aparec~ cuando el de:sarrol1o de la fas~ sólida eS impor 4

tanteo y se opone como llna barr~ra al desplazami ..'nlO dl'1 líquido. Ahora
esa fase sólida es continua. en tal1lO que: la fas ..' Ilqllid:¡ ::lpar~~'l' .;01110 dis-
continua y no son posibks los lÍl'Spl3Z3111il'llroS r~1:lti\'os ,kl liquido.
Si al solidificar un fundido Illl'tálko 110 5'" pr,'S"'lltJl':.l .'sta ter.:t'rJ dJpa.
su eolabilidad seria excelent.', Todos los fadorl:'s intrillsú'oS qUe .:onlri-
buyan a retrasar hasta el final de ];¡ solidifil'3l'ión dkh:\ et:lpa d... discon-
tinuidad del líquido. favorecen su .;olabiliJad. Entr... \.'sos ractor..' s cabc
citar, por ejemplo. la morfolog.ía de los nist:Jks: cll:lndo son convexos
-como ocurrc con los eompm'stos interllll't:ili\.·os o (:IS\.'S illlallll'dias de los
diagramas de equilibrio- la colabilidad t'S ll1~jor qll.' ,'lIando se- trata de
cristales en forma de dendritas ramificados. (lipkos J~ las soluciones só-
lidas).
Otros factol'C's. qUl' 1'0nlribll}'t"11 a la obt~nción d.' pio3s «Impactas.
tales como un peqllel'o intervalo d", t~lllp\.·r3turas d~ so lid iti\.·:.Il'iÓll. son
factores intcgr..nles de una blll'na \.'olabilidad.
180 CIENCIA E lNGENIERlA DE MA TERlALES

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Fig. V.l7. Molde para el test de colabilldad


(U. S. Naval Research Laborator)'),

De todas maneras, y aparte de los ejemplos indicados, no resulta sencillo


enumerar con carácter general los factores intrínsecos para una buena co·
labilidad. Es verdad que la viscosidad y la tensión superficial de la alea·
ción 1fquida influyen en la fluidez; pero su papel es más bien secunda-
rio, porque conciernen sólo al estado !fquido, en tanto que la eolabilidad es
el resultado de las propic.dades del estado líquido y de los fenómenos que
se presentan durante la solidificación. De igual modo, la teoría sobre está-
tica y dinámica de fluidos proporciona una luz valiosa pero tampoco per-
mite, definir la colabilidad con carácter general, o compararla con la de
otras aleaciones.
Como se ha dicho, la colabilidad pertenece más bien al ámbito de las
comprobaciones empíricas. En la práctica, la culabilidad suele ensayarse
vertiendo la aleación fundida en un molde tipo. en forma de espiral plana
y horizontal (figura V.17.). Suele darse como medida de la colabilidad, la
longitud de espiral solidificada. Es un ensayo puramente comparativo.

V.4.2. Compacidad

Las solidificaciones rápidas y con mazarotas adecuadas, son favorables a


la compacidad. Para obtener un sólido compacto -si la estructura columnar
alcanza el eje del lingote o el centro de la pieza- bastará que el rechupe
quede alojado en la mazarota.
HETEROGENEIDADES lo'ISICAS ¡':N LA SOLIDIFJCACION 181

En cambio. cuando la estructura columnar es poco profunda, o inexisten-


te (como ocurre en las solidificaciones muy lentas), el rechupe queda repar-
tido en microrrechupes de diámetro generalmente inferior a I mm: los
dendritas equiáxicos llegan a entrelazar sus ramas durante el crecimiento
y encierran pequeñas porciones aisladas de aleación líquida, que al solidi-
ficar originan. por contracción, poros internos.
Teniendo en cuenta la relación positiva que hay entre compacidad y es-
tructura columnar, puede decirse que la aleación es tanto más porosa cuanto
más amplio sea el intervalo de solidificación; puesto que, (según se dirá en
el capítulo VII al aumentar dicho intervalo disminuye el subenfriamiento
constitucional y, en consecuencia, disminuye la profundidad de la estruc-
tura columnar.
Para que una pieza de granos equiáxicos resulte compacta, será necesario
que el líquido residual -discurriendo a través de los canales interdendrí-
ticos- rellene los microrrechupes. Esto sucederá tanto más fácilmente cuan-
to mayor capacidad de infiltración tenga el líquido residual. En cambio,
si hay impurezas que impidan la libre circulación capilar del líquido, apa-
recerá más microrrechupe o porosidad, (por ejemplo, en el Aluminio mal
elaborado que contiene alúmina en suspensión).
Ln caso illleresanle de mejora en la compacidad de aleaciones de base Cu, como son
los bronces. es el logrado adicionando 1'1> en pequenas canlidades (inferiores a 7"de Pb).
El Pb insoluble en estado sólido en el Cu y en las soluciones sólidas de Cu pemite
(ver diagrama de la Hgura IV.~5.) que el liquido L¡ rellene los microrrechupes produci·
dos durante la solidificación del cobre (mas exactamente. durante la solidificación de
la solución sólida alfa de Sn en el Cu). Esa facilidad para el relleno de los microrrechupes
es una consecuencia de la baja temperatura a que lennilla de solidificar el liquido II
(rico en Pb): una temperatura inferior a la de fusión del Pb. (327,40 C). El contenido
maximo que puede añadirse al Cu y sus aleaciones es 30% de Pb, por las razones señala-
das en el capítulo IV. Sin embargo. cuando el Pb se añade con la exclusiva finalidad de
mejorar la compacidad. los conlellldos maximos de Pb son de 7". Esla limitación viene
determinada por la gran densidad del líquido II rico en Pb: si la cantidad de líquido
II es importante. los cristales de solución sólida alfa flotaran en el líquido antes de
establecer un cuntacto entre sí y. por tanlo. antes que aparezcan los microrrechupes.

Los gast:s disueltos en el Hquido influyen también en la formación de mi-


crorrechupes y, por consiguiente, disminuyen la compacidad. La concentra·
ción de gas necesaria para la nucleación de una burbuja es menor si se aplica
al líquido una presión metaloslática negativa. Estas presiones negativas
se crean allí donde un líquido haya quedado encerrado por el sólido; en
con~cucncia, es de esperar 'que, si hay gases disueltos, se oudee y crezca
una burbuja en aquella porción de liquido interdendritico que -por haber
quedado aislada- propenda a fomlar microrrechupe. (Esras regiones aisla-
das pueden ser de líquido inlerdendrítico o, también. regiones que han per-
manecido líquidas debido a la forma de la masa que solidifica).
Todas las orientaciones dadas al coJ.l1ienzo del apartado V.3 .1. de este
capítulo -para reducir al mínimo la cantidad de gases disueltos en el 1(-
quido-, son eficaces para mejorar la compacidad.
182 CIENCIA E lNGENIERlA DE MA TERlALES

La c1esulfuración de bronces (por medio de carbonatos alcalinos, de Magnesio, o de


carburo de Calcio antes de colar), tiene por fmalidad eliminar el azufre; de otro modo
-si las concentraciones fueran superiores a 0,1" S- se provocarían abundantes sopladu-
ras y, en consecuencia, disminuirfa la compacidad del bronce.

Por otro lado. puesto que las aleaciones de amplio intervalo de solidifi-
cación suelen presentar un importante desprendimiento gaseoso a 10 largo
del mismo (por variación de solubilidad en el líquido segregado), puede
decirse que esas aJeaciones, también por este concepto -evolución gaseosa-,
serán más propensas a la porosidad.
A modo de resumen, cabe decir que -3 igualdad de otros factores, y con-
siderando todas las aleaciones de un mismo sistema- el sólido obtenido
será tanto más compacto cuanto más rápida sea la solidificación, más pro-
funda la estructura columnar, menor la cantidad de gases disueltos en el
líquido, más fluido el líquido, y menor el intervalo de solidificación.
Suele decirse que en un sistema en equilibrio, la colabilidad es máxima
cuando la fusión es congruente -a temperatura constante-, como ocurre
en los metales puros y las eutécticas; y mínima para las soluciones sólidas
saturadas.
En cualquier caso. si una aleación no contrae durante la solidificación
(como ocurre. por ejemplo, en las aleaciones Bi-Pb) la aleación no presen-
tará porosidad debida al microrrechupe y, por tanto, resultará más compacta.

Con cierta frecuencia la falta de compacidad suele evaluarse -además de empleando


cns~yos no destructivos como radiografia. gammagrafía. ultrasonidos, etc.- observando
la insonoridad de I~ aleación.

V.4.3. Agrietabilidad en caliente

Al disellar una pkza dl' moldeo, conviene conseguir fonnas geométricas


adecuadas para evitar tensiones cuando queda sólo una pequeña porción
de líquido sin solidificar. La existencia de tensiones en esta etapa de la
solidificación puede originar desgarramientos en caliente, que no podrán
ser rellenados por el escaso líquido residual. Este riesgo de rotura es mayor
en las aleaciones de amplio intervalo de solidificación (y más en particular
si se trata de soluciones sólidas sin matriz eutéctica) debido al carácter paso
toso del sólido al acercarse a la temperatura final de solidificación. El sólido
formado apenas til'nc cohesión a causa de la presencia de una pequeña can-
tidad de líquido en equilibrio con él (como se deduce de aplicar la regla
de los segmentos invasos al diagrama de equilibrio de la solución sólida),
Para evadir esta agrietabilidad, convendría evitar la formación por rápido
enfriamiento de una corteza periférica fría y, por tanto, de poca plastici-
dad. Al contraerSl' este sólido cortical tiende a reducir el volumen de la
masa liquida interna que, por ser incompresible, puede producir grietas
peril'¿ricas por esfuerzos de tracción. La rotura será más probable cuanto
menos plástica sea la aleación: en razón. no sólo de la temperatura, sino
HETEROGENE'/DADES F/S/CAS EN LA SOLlDlFlCAC/ON 183

también de los espesores, profundidad de la e'itructura columnar, sistema


cristalino del metal ctisolvente, etc.
Para mejorar la aptitud plástica de la periferia de los lingotes son conve·
nientes las lingote ras de sección no cilindrica; de este modo, resultan más
probables las deformaciones, o las tensiones sin deformación, que las
roturas.
Cuando la colada es por caída libre, se produce a veces un agrietamiento
periférico por descentrado del chorro líquido, que puede producir diferen-
cias de espesor en la corteza solidificada y, consiguientemente, lonas de
menor resistencia.
Durante el enfriamiento -cuando la aleación ha solidificado plenamente-,
pueden producirse también tensiones, deformaciones y grietas. Evidente·
mente, el diseno de la pieza es un factor importante. También lo es la con-
tracciÓn sólida (rer. V.2.1) que, entre otros. depende del coeficiente de dila-
taciÓn. Las aleaciones de alto coeficiente de dilatación acusan más, en
forma de tensiones, las diferencias de temperatura -y por tanto. de con-
tracción- entre las distintas zonas del sólido. También se ponen más de te-
Iieve las eventuales variaciones de volumen. por transformación, si el metal
disolvente presenta puntos alotrópicos.
Para disminuir las grietas internas producidas en uro lingote o una pieza
después de solidificar. durante el enfriamiento. es deseable que cada sección
quede ,:omprimida por las zonas que la rodean homotéticamente. En este
aspecto resultarCa favorable una rápida cesión de calor a través de las paredes
de la lingotera o coquilla (aunque. como se vió más arriba. esto favorece los
desgarramientos en caliente).
Finalmente, cabe sellalar que las aleaciones de amplio intervalo de soli·
dificación -habida cuenta no sólo del carácter pastoso de la solidificación.
sino también de su propensión a la porosidad- tienen mayores riesgos de
tensiones, defonnaciones o grietas en estado sólido. que las aleaciones de fu-
sión congruente.

V.S. SOLlDIFICACION A PRESION

Algunas de las heterogeneid:ll!\'s ffsh.. as inherentes :l todo proceso de solio


dificación convencional. concretamente el rechupe y la porosidad debida al
desprendimiento gaseoso, pueden evitarse si 1:1 soJiclit'ic,lción S\' realiza bajo
los efcctos de una prt'sión suficiente. Los primeros tr:lbajos ell esh.· "entido
se iniciaron en Rusb hace linos ciento wintidlKO ;Ji'los y son debidos:1 Cher-
nov (1878).
El proceso. rt'cienkmente comercializado. para lograr impedir el rechupe
y porosidades. aplicando lIna presión suficient\'mente elevad3 durante 13
solidificación, se denomina Squeeze Casting. Es conocido tambien como
"forja líquida". squeeze forming, extrusion casting, y pressure crystalli-
salion.
V:lrias son 'as \'\'lltaj:lS ;¡pOnad;ls por esle proceso. Por una parh' la t'1imi-
n;l<..ión de re....hllp\· y porosidades ha ....\:' innecesario el 11l3Z;lrot;,¡do. Por otro
l;ldt 1 las altas pre:-iolles hacen irrt'k\':l111e la necesidad d\' ;Jf\'ndt'r :1 la cola-
184 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIAI.ES

bilidad potencial de la aleación. vinculada como hemos visto a su compo-


sición química. Por consiguiente re~ul(;j menos tlecisivo el requerimiento de
emplear aleaciones de pequeflo o nulo intervalo de solidificación si se quiere
obtener piezas sanas directamente por moluco. El squeeze castin.'l permite
ulilizar aleaciones de amplio intervalo de solidificación, que en procesos ha-
bituales habrfan de recibir su forma definil ¡va por forja, a partir de un locho
de geomelrfa sencilla. Las propiedades mecánicas de piezas de squeeze cas-
ling son similares a las piezas forjadas: es decir, son superiores, al menos
en alargamiento y tenacidad, a las piezas convencionales moldeadas; y,
además, resultan isotr6picas.
La microestructura obtenida es fina y por ello habitualmente no se re-
(Iuieren agentes nucJeantes (reL 11.3.'. Para controlar esa microestructura
pw..'lh: actuarse sobre la lempemtura ele colada del lrquido (preferentemente
baja cuaruJo se utilizan aleaciones de amplio intervalo de solidificación, ya
que la presión aplicada neutraliza los posibles microrrechupes) y sobre la
temperalUra del molde (habitualmente entre 200 y 300 oC). Lógicamente.
además dt' las temperaturas, son también parámetros determinantes del
proceso la presión aplicada (generalmente entre 50 y 150 MPa) y el tiempo
(ya que la presión debe mantenerse hasta que finalice la solidificación).
la prestó n no solamente tiene un efecto compaetador. A propósito de la ley de Gibs
aplicada a los sistemas metálicos (rer. IV.:!.) se ha hecho notar -y ellolateen lodaslos dia·
gramas de equilibrio entre fases que la presión no es un factor de equilibrio, ya que éste
resull,¡ levemente afectado por los aumentos o disminuciones, respecto a la presión
atmosférica. habituales en la industria. Pero las altas presfones requeridas para el squeeze
castin¡¡. pueden modificar la infamación que se desprende de los diagramas de equilibrio
(en los metales que contraen al solidificar un aumento de presión conlleva, ley de Clau-
sius·Clapeyron. la elevación de su temperatura de solidificación). A veces se producen
aquellas modificaciones y ello afecta a las previsiones sobre temperaturas de solidificación
y solubilidades de los aleantes del metal base: por lo cual es necesario diseñar aleaciones
para este nuevo proceso a fin de poder aprovechar plenamente las ventajas que puedan
derivarse de estos c:llnbios y evitar sus inconvenientes,
Debe tenerse en cuenta, también. que la prei,ón aumenta el coefkiente de transmisión
de caltlf: ILl que afecta al tamaño de la micro.'Hructura cuando las presiones requeridas
son del orden de 100 MPa.
Esh' proceso está siendo utilizado actualmente, sobre todo en Japón y
en Europa, en aleaciones ligeras (de base Aluminio) y ultraligeras (de base
Magnesio). y abre perspectivas interesantes para materiales compuestos de
matriz cerámica.

V.G. COLADA Y PROCESADO DE ALEACIONES SEMISOLlDAS

A propósito de la aplitud para el moldeo de las aleaciones queda dicho


qut." la colabilidad viene delerminada por. las sucesivas etapas de la solidifi-
cación y también por la morfología de los cristales (reL VA,). Así como
también. y en buena parte es consecuencia de lo mismo. se ha insistido en
HETEROGENEIDADES F/SICAS EN 1.14 SOl.1lJIF1CAClON 185

la conveniencia de emplear, para d mollll..·l) Ll)IlVl..'lldonal de piezas, aleacio-


nes de pequeño o nulo intervalo d~ solillifÍl.:¡ldOll.
Habitualmente, también en el squeczl.: casting. la colada de una ale3ciOn
se realiza introduciendo en el molde la aleación Ifquida, a una temperatura
(temperatura de colada) superior a la de inicio de la solidificación. para que
la aleación tenga suficiente fluidez. La colada de la akaciOn en estado par-
cialmente sOlido-parcialmente líquido sería inviable. Resulta, en cambio,
posible cuando la aleaciOn, antes de ser colada, se tritura en estado semi-
sólido (por ejemplo entre dos cilindros concéntricos) y el fino barro metá-
lico se vierte luego en el interior de un molde.
El proceso de conformación de una aleación semisólida, cuando la canti-
dad de sólido no es excesiva, produce la rotura de las soldaduras cnlr('
dendritas de los diferentes granos en crecimiento. Si la agitación es vigorosa.
por ejemplo 500 r.p.m., elimina la morfología dendrllica y se oblienen
granos redondeados contorneados por IfQuido.

'-
Fig. V.IR. Acero de corte thuoforjado, 50 X.

En los o.... tJs Newtonianos la viscosidad es independiente de la veloCidad


de rotación. En cambto, estos barros metálicos resultan tbixotrópicos: su
viscosidad sí depende de la velocidad de agitación (disminuyendo al aumen-
tar ésta). y del (iempo (para una misma velocidad, la viscosidad alcanza un
valor constante al cabo de un cierto tiempo). Para agitaciones vigorosas
pueden conseguirse, incluso con proporciones sólido/líquido del 50%, com-
portamientos de mayor fluidez cuanto más vigorosa sea la agitación. Como
es obvio las agitaciones requeridas producen un mpido desgaste de materia·
les, tanto del agitador como del crisol. especialmente si las aleaciones son
186 CIENCIA. E INGENIERlA DE MA. TE1UALES

de allo PUnlO de fusión. En algunas patentes el agitador mecánico es susti-


tuido por agitación electromagnélica.
Se suele denominar Rheocasting al proceso que comporta la preparación
previa del barro y su inmediata introducción en el molde, ya sea por coJ¡¡d<l
convencional o bien inyectando el barro a presión (die casting). Se obtienen
buenas calidades de barro cuando la fracción de sólido está comprendida
entre 30 y 3S %.
Otro proceso más conveniente es el discontinuo, que supone preparación
del barro (generalmente 50% sólido y 50% liquido) y solidificaciÓn en
tochos. Posterionnente se cortan éstos al tamallo adecuado para la pieza
que se desea obtener: se refunden 31 estado de barro thixotrópico, en el
horno de una máquina de inyección, y se cuela la pieza. El procedimiento.
que se denomina Thixocasting, tiene las ventajas del Rheocasling inyecta.
do y suprime, en cambio, los inconvenientes del transporte de barro Ifquido
hasta la máquina de inyección.

EstruclUra Agitador
dendritica

~OCaSling Estructura de

-/ Thixocasting

Fig. V.19. Procesado de aleaciones semis6lidas SSM. (Kapranos).

El método discontinuo permite también la posibiHdad de un refundido del tocho y


la ronfonnación del barro líquido. por forja. entre dos matrices. El proceso recibe. en
ese caso, el nombre de T1rixo!ormiflK.

Entre las caracter{sticas de las piezas obtenidas por colada semisOlida


merecen sei\alarse su buen acabado superficial, especialmente si son de
inyección; la buena compacidad interior (prácticamente sin rechupe, ref.
HETEROGENEIDADES FISICAS EN LA SOI.lDIF/CACION 187

V.'2.I.I: y. como n:sull<tdo de la l1lorfoloj!(<t redondeada de los granos y de


...u pequcí'lo lalll<tño. buenas pmpicd:ldc... mecánicas.
La mejora de colabilidad que confiere la ohlcnción previa de un barro
thixolrópko hace menos necesario el empleu de aleaciones de pequeño
inteT\'alo de solidificación p<tra pici"as de moldeo. en consecuencia pueden
uliliJ;ar:.o.: ak:.H:ioncs de l,.'Omro~il.;i()ll ~llnilar a la... empleadas para forja.

I',.r cJl:rnplo. las pll."LOlS Olsi ohtcllldas. a partir de un barro metálh.:o de L'(lmposición
4.4% <"u. 1,5% Mg. resto Al. pn:scntOlIl prupiedade... mecánicas (350 MP..1 de Ifmite e1:h·
.kll. 4hO Ml'a de C¡Hga de rutur:l, 12%de :llarganüelllo) similare... a I:ls de e...a m"ma
pll·tól Illrpdól. a partir de un lochu convenciollal. y endurecida pM lr:ltilrniento térmico
(4110 M1':1 de límite elástico. 4XO Ml'a de Cal)(Oi de roturOi, IO%de alargamiento,.

Las perspe¡,;tiv:Js de futuro de l<l colada y proccsado d~ aleaciones semi-


sólid;¡s (Kheocasting, Thixocasting, y Thixoforrning, son muy atractiva~.
La l1l;¡yorí;¡ de las supaalcilcioncs de base Niquel, por ejemplo, resultan
I11UY difíciks de forjar por medios convencionales y, en cambio, podrfan
conformarse por lhixoforja. Los actuales aceros de corte n1pido para herra·
mientas y lll:Jlrices molde:td<ls, por cilar solamente otro ejemplo, se benefi-
ciar..ln de b Ihixolorja al poderse oblener por ella, directamente, un grado
d ...· acabado superficial que elimina los alias costes del mecanizado comple-
menlario requerido por las piezas moldeadas convencionales.
J.:.J procesado semisólido puede adoptar muchas variantes. El mtlodo
d ...· Wood. de 19H6, comporta partir de polvos metálicos, su preformado
en frfo y la obtención de barro thixOlrópico por calentamiento. El proceso
Ospr...·y. de 19H5. obtiene las preformas por pulverización del metallfQuido
en corriente de Nitrógeno o Argon que facilita la formaciOn de gotas par-
cialmente solidificadas, de lOO ~mm de diámetro. Que se rompen en den-
dritas más peQuenos al chocar contra la superficie del colector. Por ello,
en la poslerior refusión de la preforma, puede obtenerse un barro de partfcu-
las casi esr~ricas que mejoran la fluidez.

No se deduzca, de 10 expuesto. que los procesos enumerados en V.5. y V.6. harán


desaparecer a los convencionales. La elección racional de un proceso, como el de un
material. implica casi siempre cierto equilibrio entre un conjunto de posibilidades -en
función de las propiedades requeridas en servicio, estrategias de mercado, volúmenes de
producción. coste de las inversiones. etc. para lograr un óptimo.
Un ejemplo puede complementar las reflexiones anteriores. El procedimiento más
antiguo para obtener piezas solidificadas. utilizado ya desde la prehistoria, para el
moldeo de figuras de oro, es el moldeo a la cera perdida. C'losl-wax casling").
Esle tipo de conformación convencional. solidificado a partir de una sola fase Hquida,
se utili1..a ampliamente en orfebrería y resulta muy atractivo actualmente en la industria
de los materiales estructurales. singularmeme de las superaleaciones.
Un modelo de la pieza en cera se recubre con una capa cerám;ca y se deja secar: por
la acción del calor se funde la cera comen ida en el interior del molde cerámico y su
espacio queda relleno por la aleación liquida. Esto pennite. por ejemplo. obtener piezas
moldeadas de buen acabado superficial. listas para su entrega. evitando 101 CORea com-
ptementario. que lupone et mecani:udo.
lBB CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

El moldeo a la cer¡; perdida, o fundici611 con cnvoltur¡;, ha desplazado ¡¡ la forja en


los álabes para turbina, ya que consigue un <.:omplcjo sistema de cavidades que permite
su refrigeración por aire durante el servicio y. consiguientemente. una prolongación de
la vida útil de la p¡¡la expuesta a una deforma¡;j(lIl por nucnd¡¡ (resullan más aconse·
jables materiales de grano grueso que de gr¡¡rlo fino (J, cu¡¡nclo es posible. materiales
monocristalinos o eutéct ieas orientadas)

BIBLlOGRAFIA
Breton.- "Defectos de [as piezas de fundición".- Ed. Unno. Bilbao. (1975).
Briggs.- "Steel Casting Handbook",- Qhio 51eel Founder's Society of América (1970).
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VI
Solidificación de inequilibrio.
Heterogeneidades químicas
VI. l. SOLlDIFICACION PROGRESIVA y
SOLlDIFICACION POR ZONAS

Tanto en el caso de solidificación de equilibrio como en el de ¡nequilibrio,


el paso del estado líquido a solución sólida se realiza por mediación de una
intereara, al igual que en la solidificación de un metal puro.
El equilibrio perfecto consiste, según se ha indicado ya, en que la compo-
sición del sólido es uniforme en todo momento y también, la composición
del líquido. Esto puede expresarse gráficamente como se indica en la fi~
gura VI.1., para la aleación Ca de la figura V1.2.
Sin embargo, el equilibrio perfecto nunca se presenta en la práctica;
entre otras razones, porque es prácticamente imposible conseguir una uni·
fonnidad total del sólido a cada temperatura durante el enfriamiento.
Como introducción a la solidificación de no equilibrio, se analizarán
previamente dos casos de solidificación denominados solidificación progre-
siva y solidificación por zonas. En ambos casos puede admitirse que la ho-
mogeneidad de composición en el sólido por difusión de átomos es despre·
ciable durante todo el proceso.

VI.l.l. Solidificación progresiva

Consideremos la solución sólida fonnada por dos metales A y B, cuyo


diagrama de equilibrio es el de la figura VI.2.: las líneas dellíquidus y del
sólidus son dos rectas (lo cual puede admitirse cuando la aleación tiene
una composición próxima a IDO?' A). Imaginemos que una barra de compo-
sición media Ql (en tanto por ciento en peso de B) es introducida en el
interior de un horno m'óvil que se desplaza segun el esquema de la figura
VI.3.: con lentitud suficiente para pennitir, no sólo que la concentraciÓn
del sólido en la superficie límite sólido-líquido sea es :: K.el, sino también
para que la porción líquida de la barra dentro del horno tenga siempre una
composición unifonne en todos sus puntos.
Puesto que la masa total del soluto existente en la barra no varía durante
todo el proceso, se verifica la siguiente igualdad:

L. Co ::
Jocs.
x dx + (L - x) Cl :: fXes. dx e
+ (L - x) .2.
o K

Siendo:

x la zona solidificada hasta un instante cualquiera


190 CIENCJA E lNGENIERlA DE MATERIALES

?
-
=.~ido

e,,1-----€~--l--
==

.•
, -
=
=

'" E'
e,,1--------H~- ==
f--------J=' I
, .~
I
Fig.'VI.J. Equilibrio perfecto. Variació" de composición en el sólido y en el [(quido
para tiempos crederltn'1 <'2 < (3.
SOL!DIF'ICACION DE INEQUlLlBRIO. HETt,'HOGt:NEIUADES QUIMICAS 191

I
,
I
I
L--::,:-_~~'o'---
KCo
...c:"'~'''-- __ %S
Fig. VI.2. Sistema binario
con coeficlcllfc de reparto K < l.
C\ la concentración uniforme del líquido restante
es la concentración del sólido en la superficie límite sólido-Hquido
L la longitud total de la barra

Diferenciando la expresión anterior. queda de la siguiente forma:


de, Cs
O =C s dx + (L - x) - - - - dx
k k
Integrando esta expresión -y teniendo en cuenta que las condicones iniciales
son x = 0, es
= kCo -, se 9btiene la siguiente ley de distribución de soluto
a lo largo de la barra, (que puede verse en la figura V1.3. para solución só-
lida de coeficiente de reparto K < 1):

e, = KC, (1 ( 1)

·/.S

===.,; . .;¡-

[7
-~.~

---.'- ...~----~
:;~
_-
'-'.-,

'''' 1---
,-
Fig. VI.3. Solidificación progresiva
192 C/ENCIA E INGENJERlA DE MA fERIALES

VI.1.2. Solidificación por zonas

Refiriéndonos nuevamente a la aleación AB del apartado anterior, su-


pongamos que una barra de composición uniforme Co es recorrida en toda
su longitud por una bobina, de izquierda a derecha, según el modelo ¡ndi·
cado en la figura V1.4.
El desplazamiento de la bobina deberá hacerse a una velocidad que per-
mita en todo momento la igualdad es
= KCL en la ¡nleTeara sólido líquido.
Esta velocidad puede ser mayor que en el caso de la solidificación progre-
siva, ya que allí se procuraba, además, una unifpnnidad plena de toda la
barra fundida.
Sean:
a la longitud de la bobina calentadora
x la abscisa de la ¡nlereara en un momento dado
eL la concentración uniforme del líquido dentro de la bobina
es la concentración instantánea del sólido en la intercara sólido-iíquido

Teniendo en cuenta que la cantidad total de B ha de conservarse entre


el origen de la barra (x::: O) y la intercara, se tendrá la siguiente igualdad:

ffs . dx -t a . Cl ::: (x -t a) . Co

expresión que, diferenciada, queda de la fonna:

K (Co - Cs) dx ::: a . dCs

Integrando y teniendo en cuenta que para x = O, resulta C s = KC o , se


obtendrá la siguiente ley de distribución de soluto:

es = Co [1 • (K - 1) exp (-~x )]
Esta fórmula es válida s610 desde x ::: O hasta x ::: L - a.
Al dibujar la función (K < 1), se observa que cuanto más pequeña sea la
longitud de la bobina calentadora ,ª, antes se llega a la "asintota" Co; ya
que la pendient~ de la curva pa~a x ::: O es igual a Co K . ~ I -:- K) . .} .
Para la longitud comprendida entre 11 y 111, la dlstflbuciórr del soluto
B en el sólido sigue la ley progresiva deducida de sustituir en la fónnula (1)
el valor Co por Co/K, que es la composición en B que presenta el líquido
en la intercara 11. Por consiguiente, la distribución de 5OIulo desde 11 hasta
el final de la barra seguirá la ley:

Cs ::: Co 1--
X )K - 1
( a
SOLlDlF/CACJON DE INEQUILlBRIO. HETEROGENEIDADES QUIMICAS 193

sin lundir
'-1

~¡dilicsdo

c. ~=;:s¡l'-------+~~t-----
I
I
•I

Fig. VI.4. Solidificación por zonas (las dreas rayadas son iguales)
194 CIENCIA E INGENIERlA DE MA. TERL4.LES

V1.2. SEGREGACION MAYOR

La solidificación de lIna solución sólida realizada l'n la industria. dista


mucho de las condiciones necesarias para el equilibrio. Con enfriamientos
muy lentos podría lograrse una pcrl~cta uniformidad de composición en
todos los puntos de la aleación líquida. pt.'ro nunca se alcanzaría la unifor-
midad del sólido (los tiempos requeridos para ello Serian del orden de a1'\05),
Como consecuencia de ello. se producen siempre heterogeneidades en la
composición química de la pieza o lingote solidificados.
Consideraremos a continuación la solidificación de ¡nequilibrio de una
solución sólida formada por metal disolvente A y un elemento saluto B
cuyo coeficiente de reparto K sea menor que 1 l3nálogamente podria razo-
narse en los casos en que se trate de aleaciones con K mayor que 11. El
sólido formado al principio es más rico en component~ de punto d\.' fusión
alto, y el último sólido formado presentará una concentración en el metal
de punto de fusión bajo, mayor que la media. Esta heterogeneidad qui·
mica entre la primera fracción solidificada y la última. recibe el nombre
de segregación. Esto explica, por ejemplo, que ordinariamente en los ling<r
tes de acero la cabeza del lingote -por solidificar más tardt, tiene mayor
contenido en C. So, As, S, P, etc., que la composición media de l.:olada.
Esta heterogeneidad quimica del lingote o pieza, a escala macroscópica.
recibe el nombre de segregación mayor. Sc denomina segregación menor
a la heterogeneidad a escala microscópica. en el interior de cada grano
cristalino. a que se aludirá en el apartado V1.3.
La segregación mayor es el resultado conjunto de una serie de hekroge-
neidades macrosc6picas de origen diverso que reciben los nombres de se·
gregación radial centnpeta. segregación radial inl'ersa, segregación I'ertical,
y segregaciones locales.

VI.2.1. Segregación radial centr(peta

Para una ]ingolera cilíndrica de gran altura (con la finalidad dc que la ce-
sión de calor sea sólo radial), la distribución de soluto B desde la periferia al
eje de la lingotera depende de la composición del liquido durante el cn-
friamiento.
Consideraremos dos modos de realizar la solidificaci6n. En primer lugar
(VI.2.1.1.) supondremos una solidificación tan lenta que ellfquido de la lin-
gotera tenga composición uniforme en todos sus puntos. (Ver figura VIS
donde se esquematizan las variaciones del soluto B en el sólido y en el
líquido a medida que transcurre el tiempo). En segundo lugar, se conside-
rará una solidificación más rápida, con formación de una intereara estacio-
naria sólido/líquido por diFusión; en la práctica industrial este modelo es
más Frecuente que el anterior.
SOL/DIFlCACION DE INEQUILIBRIO. HETEROGENEIDADES QUIMICAS 195

eje d. la Ii"got.,,,

: ~
..
'" 1 = 1,

=
==
'.

=
=

Fig. VI.5. VariJlción de compoJición en el rolido yen el Ifquido


en [unción del tiempo t (11 <t1 <t J ). cuaJldo el lIquido t'J
unifonne a cada temperatura pero no hoy difusión en el sólido fonncxJo.
196 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MATERIALES

VI.2.1.J. Primer supuesto

Si en el líquido hay una perfecta uniformidad de composición química


en todos sus puntos, la solidificación se realiza de modo análogo al indicado
a propósito de la "solidificación progresiva": existe una intercara sólido-tí·
quido en la que se verifica la relación es =
KCL.
Para una aleación de composición Co en el elemento B, siendo el coefi·
ciente de reparto K < 1, la distribución de $Oluto a lo largo de la masa $Oli·
dificada varía de modo progresivo; y por analogía el caso considerado en
VLI.I., puede admitirse la expresión siguiente:

siendo x la distancia a la pared de la lingotera y L el radio de la misma.


En la f¡gura VI.6. se indica el perfil de composición en B desde la peri-
feria al eje del lingote y su segregación global, que comprenderá una segre-
gación negativa (composiciones inferiores a Co ) y otra positiva. Debido a la
constancia del elemento B en la aleación, las áreas rayadas serán iguales.

1
I

+
1
t --
;
,

• -
Fig. VI.6. Perfil de concenrracione$ del elemento B en el lingote
SOLlDIFlCACION DE INEQUILJBRIO. HETEROGENEIDADES QUlMICAS 197

VI. 2. J 2_ Segundu supuestu

El segundo supuesto corresponde a una solidificación más rápida que la


del 2./.1., (no permite la perfecta uniformidad del líquido en todo mamen·
to), puesto que por difusión en el líquido llega a formarse una intercara es-
tacionaria al cabo del tiempo.
Inicialmente, el líquido tiene composición Co , el primer sólido formado
tiene de composición KC o, y el líquido contiguo al sólido formado será
más rico en B que la composición media de la aleación. La solidificación se
realiza siempre a través de una intercara o interfase; y -puesto que la con-
centración de B en la intercara es mayor que la de B en el sólido y que la
de B en el líquido- en el instante siguiente, átomos de B (del líquido) se
acercan a la intercara y de allí pasan al sólido, enriqueciéndolo en B.
Debido a la difusión en estado líquido, al cabo de un cierto tiempo
se alcanza un estado estacionario tal, que el sólido en contacto con el lí-
mite izquierdo de la intercara tiene concentración Co en B y el líquido en
contacto con el lfmite derecho de la intercara tiene también concentraciÓn
Co ; en la intercara la distribución varía como se indica en la figura V1.7.
Una vez alcanzado este estado estacionario, la solidificación progresa
por desplazamiento hacia la derecha de la interfase estacionaria, y el só1i·
do que se va formando tiene siempre la composición Co .
La ley de distribución del soluto B en el sólido (por consideraciones que
se deducen de la teoría de difusión) resulta ser:

Cs = C, [ l + IK - 1) exp (- KDR) x]

siendo:
R (en cm/sg) la velocidad de solidificación
K el coeficiente de reparto
D (en cm 2 /sg) el coeficiente de difusión de los átomos de B en el líquido

Nótese la anolog(a entre esta expresión y la deducida en el caso de solidificación por


zonas: ambas son iguales si se considera que la anchura O/R de la intercara de difusión.
es i~ual a la longitud de la bobinH (J
En la figura VI.S. se señala, para este supuesto, el perfil de concentra-
ción de B en el sólido desde la periferia al eje de la Iingotera, así como su
segregación global.
En el supuesto considerado, la curva se acercará a la asíntota C o a menor
distancia de la pared de la Iingotera cuanto mayor sea la velocidad de solidi-
R
ficaci6n R. debido a que la pendiente de la curva es e o (K - 1) . K . - - .
-D
Para una te6rica solidificación instantánea (R = (0), la porción solidifica-
da contigua a la pared del molde o lingotera tendría la misma composición
que la aleación líquida introducida en el molde.
198 CIENCIA E INGENIER1A DE MA. TERlALES

Co hnnlIDIIIID'=~-------------.<1J..lJ..lJ..lft==,t.

KCo

Fig. VI.7. Perfil de cQllcenfració" al variar e/tiempo (K</): tI <t2<t3<14.


SOLlDlFlCACJON DE INEQUlLlBRJO. HETEROGENEIDADES QUlMICAS 199

%B

','
'::
'"
',o

Co/K ....
,.

:" / Segregación global


.,::; ."
;.~. Co

~¡~
'.' KCo I
....
,"
"
,. I
,"
"

\I-------C~
Fig. VI.S. Perfil de concentraciones del elemento B en el lingote.

En la figura VI.9. se presentan conjuntamente las curvas de distribución


de soluto (para una solución sólida cuyo coeficiente de reparto K sea menor
que la unidad), con solidificación direccional, y en condiciones tales que
siendo inhomogéneo el sólido, la composición del líquido es:
!: unifonne (es/K) en todos sus puntos
Q: no unifonne, y con u'na intercara sólido/líquido estacionaria

En la práctica industrial, la distribución del soluto B en el sólido suele


seguir trayectorias intennedias entre las curvas ,ª, Q. Las solidificaciones de
tipo a son más lentas que las b. Por otra parte, la pendiente de las curvas
de tipo b -en su tramo inicial- son tanto mayores cuanto mayor sea la ve·
locidad -de solidificación R (para solidificaciones instantáneas, es decir
R "" 00, la curva 12. coincidir(a con la recta Y =C o ).
200 CIENCIA E lNGENIERJA DE MA TERIALES

La heterogeneidad en un cierto elemento B, cuyo coeficiente de reparto


sea menor que la unidad, alcanzará valores más elevados cuanto menor
sea su correspondiente valor K.
El Hierro, al igual que con el Carbono, puede fonnar soluciones sólidas
con otros muchos elementos. La forma de sus diagramas binarios corres·
ponde. generalmente, a coeficientes K < 1. En la Tabla VI.l D., se indican
valores de K para diversos elementos que forman solución sólida con el
hierro.

. , %8

(a)
.... Co/K

I
....
./e
I

Co .;;. ""/ --,----;I-~..¿- /;) I


... t
: .':.
':.~R,
(a)
KCo ~:::'L--~

I-~~~- L ------1

Fig. VI.9. Perfil de concentraciones del elemento B en el lingote (R 2 >R ¡)


SOLlDIF/CACION DE INEQUILIBRIO. HETEROGENf.:IDADES QUlMICAS 201

TABLA YUD.

CUC!JiciC!lHes K de fl'partu dI' d('IIWHu$ eJl el !liI'TTU (("¡plllall)

En F"05 1-11 I-"'Y

Oxígeno. _ O.O~ 0.0::


Azufre. U.O~ O.O~
Fósforo 0.13 O.Ob
(';,rh"nn 0.13 tI.Jb
Ni! r¡'!!l'lhl ().~~ 054
("<lhr.' .. . . 05l> Il.XX
Siliál. .. . . . .. O.bl> 0.'15
~hlliblkl1l1 .. O,KO O.(IU
Niquel. O.SO O.'):'
Mallg:m<.'su . O.M O."S
Cobalto. 0.90 O.":'
Wolframio .. . . . . .. . 0.95 O.SU
Cromo. _ . . . . . . ... . . 0.95 O.~5

A priori no es fácil anlicipar. en función de las condiciones de solidifi-


cación. la forma de las curvas reales de distribución d.: soluto en la lingo-
tera. y en muchas ocasiones la distribución de B viene modificada por
varios factores extrínsecos. Las corrientes de convección en el líquido. el
desprendimiento de gases. las diferencias de volumen específico del sólido
y del líquido. los desplazamientos relativos de los cristales en el líquido. y
olros factores. pueden modificar los resuhados presumibles basados en los
modelos de solidificación a o b.
Al cortar transversahnenle un lingote de acero y alacarlo adecuadamenle.
suelen observarse haces de lineas paralelas que siguen de fonna aproximada.
de modo bomolético. la superficie de los lingotes: cada contorno es más
alto en Fe que el con lOmo interno adyacente a él. Esta periodicidad puede
explicarse porque al principio de la solidificación no existe d n.'girncn de
difusión estacionaria a través de la intercara sólido-líquido: sino que la va-
riación de soluto en el acero sólido es continua.
El espesor de estos contornos puede llegar a alcanzar en algunos casos
varios cen"tímetros. El espesor de los cOI/tomos de solidificad!", es más
grande si el líquido se agita con un rablt=. o si hay corrientes de líquido.
Las corrientes capaces de dar con lOmos en aceros calmados son debídas.
generalmente, al chorro de colada. Cuando ésta es por cafda directa, el pie
del lingole empieza a solidificar antes de que termine la colada y por ello el
pie aparece más afectado de "contornos"; éstos suelen aparecer hasla media
altura. desapareciendo luego: y pueden presentarse más marcadamente en
un lado que en otro del lingote. a causa. por ejemplo. de un descentrado
momentáneo del chorro de colada.
202 CIENCJA E INGENIERJA DE MATERIALES

Puesto que Jos "contornos" indican las posiciones del frente de solidifi-
cación al cabo del tiempo -es decir, de las isotermas- son muy útiles para
conocer localmente el espesor solidificado durante los primeros instantes;
y proporcionan una eficaz orientación en algunos casos para poder deter-
minar el origen de agrietamientos en lingote.
No obstante las limitaciones señaladas en el párrafo anterior, los moue-
los a y b de solidificación son útiles para el análisis de la segregación radial
en soluciones sólidas. Ello explica, por ejemplo. que cuando el líquido es
constantemente agitado durante la solidificación. la segregación globaL
debido a la uniformidad del líquido, alcanza valores más elevados,
La agitación puede ser mecánica, o bien producid<1 por desprendimiento
gaseoso en el interior de la lingotera como ocurre en el caso de los <lceros
efervescentes; cuya segregación global -por ejemplo, en azufre- es, a igual-
dad de otros factores, notablemente mayor que en los aceros callT1<1dos,
La segregación radial aumenta también con el tamaño del lingote. al
verse favorecidas las condiciones para uniformidad del líquido. por la mayor
lentitud en la solidificación ( figuras VI. 12, Y VI. 13, l.

V/.2.J.3. Subcl/fríumíelltu cOJlstituciullol y cstn/CI/lm co/tlnlllor

La solidifi!.:aciól1 reaIiZ:.ld:.l seg(¡11 el supuesto V1.2,1.2, en una soludón sóli-


da de coeficiente de reparto K menor qUl' la unidad. produce una intercara
estacionaria cuya distribución de 5011lto B queda esqul'llHltizada en la fi-
gura VI.14,
Teniendo en cuenta la fnnna de! diagrama, las tt'mperaturas de .:quili-
brio en la intercara serán las indicadas en la curva de la figura VI.16,

------------,
5mju
S media
= B

I
I
g I
Fig, vu 1.
O
O
__'.eL.-. __
O
o _o _0_II
o

Fsquema de fa segregación e/I S O


desde la pared de la líllgorna,
ell 1111 accro cJerl'csccl/f1:' de
cOlllposicióll lIIedia 1:'11
g
g Co.on. d. cierre I.\
S ¡Kllal O,030'ff
B = f¡O% el/ :0110 pura
g
O
I

H ::o J 70%
H::o ,l7()%
('11
1'11
corOIlO de cierre
:UIIO ¡mema
_________ -1
CO_K
SOL/DfF/CACJON DE fNEQUlL/BRIO. HETEROGENEIDADES QUlMfCAS 203

Al comparar -para un mismo gradiente real de enfriamiento rápido-


la solidificación de una solución sólida con la del metal puro disolvente,
pueden deducirse diferencias en cuanto a espesores de estructura columnar.
La temperatura de solidificación constante TM del metal puro, queda sus-
tituida en el caso de la solución sólida por la curva de trazos T 2 T I (figura
VI.16.) y, por consiguiente, el subenfriamiento en la intercara en el caso
de la solución sólida (subenfriamiento constitucional) es menor que en el
caso del metal puro de punto de solidificación TM. (Fig. VI. 15).


./
V •

¿
, . .~
• ;/:'•


- ",."
1000 1500
"'" • Diam.tn) del lingote(m m)

~ • •
,. •

. •
.•

Fig. YIJ2. Segregaciones positiva y negativa en los aceros en función del


didmetro de los lingotes (Bastien),

.."•
~

~ "
so s
,
'"
i SO e
lO

----- •
~

•••
• lO
,• 30

,o; '"
SO s

: "
"'"
Fig. YI.I3. Segregación en aceros en función del peso del lingote (Derge).
204 CIENCIA E INGENJERlA DE MATERIALES

"'"

Fig. VI.J4.Distribuci6n de so/uto en la


;ntercara.

El crecimiento de los dendritas columnares de solución sólida será más


lento que en el caso del metal puro y, por consiguiente, la nucleaci6n de los
granos equiáxicos aparecerá antes, frenando el crecimiento de los granos
columnares. En la práctica se observa que Jos metales puros presentan
estructuras columnares más profundas que sus soluciones sólidas; las diCe·
rencias son más acusadas cuanto menor sea el coeficiente de reparto.

VI.2.2. Segregación radial inversa

Las aleaciones cuyo volumen específico disminuye al solidificar pueden


dar microrrechupes: la contracción en la capa cortical de los cristales den-
dríticos origina fmas fisuras (visibles al microscopio), y la depresión creada
aspira al líquido a través de estos canales interdendríticos; por lo Que al
fmal de la solidificación aparecerán zonas con alto contenido en metal de
bajo punto de fusión. A veces, esta segregación inversa puede alcanzar la pe·
riferia de la pieza o Lingote, y producir en ella zonas más ricas en metal de
bajo punto de fusión (exudación).
En general, hay contracción por solidificación en la mayor parte de las
aleaciones, produciéndose, por tanto, en mayor o menor cuantía la segre·
gación inversa: por ejemplo, en bronces Cu·Sn es típico el defecto llamado
"sudor de estaBo".
SOLlDlFICACION DE INEQUILlBRIO. HETEROGENEIDADES QVIMICAS 205

-=- --

: - ---

I
I
Melal (Fig. VI.15) I
I Solución Sólida (Fig. V1.l6)

KCoCo

Fig. Vl.15 y 16. Subenfriamienlo constitucional y eSlructura columnaT.

En la figura VI.17. puede verse la variación de contenido en Sn a lo largo


de la sección transversal en un desbaste de bronce de 8" Sn. La exudación
aparece como resultado del liquido enriquecido en Sn correspondiente al
período final de la solidificación, fluyendo a través de microrrechupes in-
terconectados entre sí, hasta alcanzar la periferia de la pieza.
La segregación inversa de las piezas se puede hacer desaparecer mediante
torneado o escarpado periférico, una vez solidificadas.
Los metales y aleaciones que aumentan de volumen al solidificar (por
ejemplo, Bi o aleaciones Bi·Pb) no pueden dar microrrechupe y, por consi·
guiente, no presentan segregación inversa.

VI.2.3. Segregación vertical

Los desplazamientos relativos de los cristales libres y el líquido rncx1ifi·


can el esquema de razonamiento seguido hasta ahora a propósito de la
segregación radial.
206 CIENCIA E INGt:NIERlA VE MATERIALES

n." Bronce (8" Snl ...,.


"
Viii del .llb

" ¡
"
¡
" I,
'"

11 A •
••
VVV 1\ iA/ '\N.
I \ ~
•O
,J vy
,
,
Ir- I
, ,
O
,
"
Fil. VJ.11. Variación del contenido en Sn en la
sección diamerral (2.25 ") de un ci·
Jjndro de bronce de 8"Sn (Kreil).

El líquido, por ejemplo, tiene tendencia a descender a lo largo de la


pared fría; y después -cargado en elementos de aleación- tiende a remontar
por el eje de la lingotera hasta la cabeza del lingote. A ello se añade que
algunos elementos disminuyen la densidad del líquido, contribuyendo al
movimiento ascensional de éste y al aumento de segregación. En el caso de
los aceros, por ejemplo, el P y S aparecen por este motivo en mayores pro-
porciones en la cabeza del lingote.
Por otra parte, los primeros cristales libres fonnados, al ser habitualmente
más densos que el líquido, suelen caer al fondo y arrastran también aquellas
inclusiones cristalinas que solidifican a alta temperatura. Estas han podido
servir de agente nuc1eante en los primeros granos o, simplemente, son arras-
SOLlDIFICACION DE INEQUlLlBRIO. HETEROGENEIDADES QUlMICAS 207

tradas por ellos en la caída. Por ejemplo, el pie de un Lingote de acero suele
tener gran cantidad de inclusiones de silicoaluminatos, y cristales de acero
con bajo contenido en carbono y en elementos de aleación.
Este tipo de segregación -denominada segregación lIerticalo porgralledad-
es caracter(stico también de los cuproplomos y cojinetes de alto contenido
en Pb. Para evitar el inconveniente de que los cristales a medida que se forman
floten en el líquido de alto contenido en Pb, es aconsejable que la aleaci6n
no permanezca líquida durante mucho tiempo, por lo que se recomiendan
las solidificaciones rápidas y el empleo de técnicas adecuadas (colada con-
tinua, colada centrífuga, colada en coquilJa) que dificulten la flotación.
A fm de evitar la segregación vertical es también aconsejable -si las di-
mensiones del cojinete lo penniten- emplear técnicas de sinterizaci6n para
obtener estos cojinetes por pulvimetalurgía, en lugar de emplear el moldeo
por solidificaci6n.
También se presenta una segregación vertical análoga a la del sistema Cu-
Pb, por alta densidad del I(quido, en los aceros al Pb o aceros de maqui-
nabilidad mejorada.

VI.2.4. Segregaciones loc~es

Bajo el nombre de segregaciones locales se agrupa el conjunto de segre-


gaciones producidas por gases, por periodicidad en la cristalización y por
segregación en grietas.

VI. 2.4. J. Segregaciones producidas por gases

Anterionnente se ha aludido a la incidencia que el desprendimiento ga-


seoso puede tener sobre la unifonnidad del liquido y, por consiguiente,
sobre la segregación radial. Pero el desprendimiento gaseoso no se produce
sólo en los primeros instantes de la solidificación. Así por ejemplo, en el
caso de los bronces -soluci6n s6lida de Sn en Cu- el hidrógeno pennanece
disuelto en la proporción de 4 cm l /100 gr de líquido cuando éste tiene
una composición de 97,5" Cu y 2,5% Sn; en cambio, el hidrógeno disuelto
en un líquido de 80% Cu y 20% Sn es de 1,5 cml/lOO de liquido. Por con~
siguiente, al final de la solidificación, cuando el líquido es muy rico en es-
tafia, el desprendimiento de hidrógeno es más abundante.
Cuando la solidificación está ya avanzada, el líquido residual es aspirado
hacia las cavidades donde se ha establecido una depresión por enfriamiento
de la fase gaseosa aprisionada; y dicho liquido enriquece la cavidad en
metal de bajo punto de fusi6n. Este tipo de segregación recibe el nombre
de segregación en sopladuras.
La micrografía VI.18., correspondiente a un bronce de composici6n
media 15" Sn muestra la fuerte segregaci6n de So (la presencia del eutec-
toide senala que se ha alcanzado 27" de Sn) en el interior de una sopladura.
208 C/ENCIA E INGENIERlA DE MA TERlALES

Fig, VI.18. Segregación en Brom:e de 15% Sn

Un tipo de segregación debida a los gases, característico en lingotes de


acero, es la denominada venas en A (ver figura VI.19 .),
Las venas en A suelen presentarse tanto en lingotes grandes como en tin-

••+
••
••
. 1,.
V +

••
••

" +

Fig. VI,19. Segregaciones en un lingote calmado (Derge).


- zona de segregación vertical negativa.
+ A segregaciones en A
+ V segregaciones en V
SOLlDIFICACION DE INEQUILlBRIO. HETEROGENEIDADES QUlMICAS 209

gotes pequenos, en aceros calmados o en aceros efervescentes, en aceros


aleados o no, en coladas al aire o en vacío.
La forma filiforme de las venas se debe a las trazas dejadas por las bur·
bujas de gas que suben dentro de un líquido cargado de dendritos libres; el
trayecto de las burbujas se rellena luego de líquido segregado. Por eso las
venas suelen tener mayores contenidos en S (en forma de sulfuro), P, C, Cr,
(en los aceros de alto carbono suelen formarse carburos en el interior de las
venas). Que el contenido medio del acero en dichos elementos.
La heterogeneidad local que producen estas venas en el acero, una vez
forjado, es desfavorable (problemas de mecanizado, diferencias de templa-
bilidad, incubación de roturas, etc.).

VI.2.4.2. Segregaciones por periodicidad en la cn'staJización

En los lingotes de acero suele apareCer un tipo de segregación por perio-


dicidad en la cristalización que recibe el nombre de venas en V. Se apre-
cian claramente en lingotes de más de 20 toneladas.
La zona basáltica del pie de un gran lingote ve interferido su libre cre·
cimiento columnar por una lluvia de finos granos equiáxicos que caen hacia
el pie del lingote. La zona basáltica puede reaparecer luego -por tener
delante de sí un líquido desnucleado- y establecerse de este modo una
cierta periodicidad de granos basálticos y granos equiáxicos de diferente
fmura, que recuerda los fenómenos de sedimentación.
Por otra parte, el perfil de temperaturas radial y vertical engendra ro-
Trientes de convección; y en lugar de solidificar el acero en forma de capas
horizontales de diversa finura, solidifica en capas cónicas superpuestas que
aparecen desde el tercio inferior del pie del lingote hacia la mazarota, (figU-
ra VI.I9.), a modo de sedimentos muy delgados separados entre sí por
zonas igualmente CÓnicas de cristales de mayor tamai'lo.
Los cristales equiáxicos finos forman una capa generalmente impermeable
al líquido, por lo que al contraerse la capa inferior se origina un vacío entre
ambas produciendo porosidades axiales en V; éstas son peligrosas porque
es difícil hacerlas desaparecer por forja, ya que se hallan en el eje del lingote,
y para conseguir su soldadura por recristalizaci6n es necesario emplear un
elevado grado de forja.
En ocasiones, la depresi6n causada en las porosidades en V puede ser su-
ficientemente grande como para aspirar el líquido que sobrenada sobre la
capa equiáxica fina; este lfquido puede enriquecer las porosidades axiales
y dar venas segregadas en V. Micrográficamente puede verse que una segre-
gación en V suele estar remontada por una zona más pura.

VI.2.4.3. Segregaciones en grietas.

Cuando se produce una grieta por contracciÓn en el interior de la corteza


periférica solidificada, al rellenarse la grieta nuevamente por líquido {de
210 CIENCIA E INGENIERIA DE MATERIALES

distinta composición), solidifica encerrando en su interior un filamento de


segregación.
En el caso de los aceros, este tipo de segregaciones locales en el interior
de grietas previas constituyen zonas potencialmente frágiles, a veces ricas en
inclusiones de sulfuros, que pueden ser origen de nuevos agrietamientos du-
rante el enfriamiento o la forja.
Este tipo de segregaciones se produce con una cierta frecuencia en lingo-
tes, o en palanquillas de colada continua, siguiendo la trayectoria de unión
de los granos columnares, en especial en los ángulos de la lingotera.

VI.2.5. Indices de segregación mayor

Se llama índice de segregación de un elemento en un punto del lingote, a


la relación:

. 100

siendo X el contenido del elemento en ese punto, y Xc el contenido prome-


dio del elemento en la aleación.
Para precisar la heterogeneidad general de un lingote, se suelen considerar
otros índices:
- Se denomina índice de segregación positiva a la relación:

Dlst'r'lclu.1 'J'

,
••
1fh"TLJ.- ~ Fig. VJ20. Relieve de la segregación del
,
¡;
\
PI.r'lO d. con. po ••1e)e del 11ngot.
carbono en un lingote de acero
al carbono de 135 Ton. (Bastien).
SQLlDlF/CAC/DN DE /NEQUlLlBRIO. HETEROGENEIDADES QU/MICAS 211

- Se llama índice de segregación negativa a la relación:

'"
'" - Xm
.
100

- Con el nombre de índice de segregación global se indica la relación:


x.. - Xm . 100
'"
siendo Xr.t y >Cm los valores máximo y mínimo del elemento considerado.
en el conjunto del lingote.
La figura VI.20. presenta en relieve la segregación puntual del carbono
en diversos lugares de un lingote de acero debido a segregación mayor.
En la figura V1.21. se sei'l.ala la relaciÓn habitual existente en los aceros,
entre el índice de segregación en carbono y los índices de segregación de
otros elementos.

u
'r--r----,--,--,--,
n" 1---t--t----1I---t----j<>-s
"" 1---+--I---II---+7'-"¡

"1---+--+--+r-7I'<~

ro 1--+-h4'7"!JL--j
"1---+-~~7'q---+--j

so
Fig. V1.21. Segregación de ~'arios elemen-
tos con re/oción con la segre-
o
,,, e
gación de (Basfien).
o .0 '0 80 100

V1.3. MICROSEGREGACION

En el supuesto VI.2.1.2. se ha indicado que la solidificación de un lingote de


solución sólida Co• con K < l. origina una sección radial de composición
casi constante C o• con una corteza periférica de composición inferior a Co
(concretamente. en la pared de la lingotera seria K.C o) y una composición
en el eje del lingote superior a C o : K (ver fIgUra VI.7.).
Las solidificaciones reales -intennedias entre las curvas b ya de la figura
VI.9 originan una segregación global superior a la de h e inferior a la de ª
212 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERlALES

Como resultado de la solidificación de no equilibrio, no sólo varía la


composición química en las diversas zonas del lingote o molde. La com·
posición química de cada grano varía también desde su núcleo a la periferia;
esta heterogeneidad recibe el nombre de microsegregación. segregación
menor o segregación dendrítica..
Un grano equiáxico de composición media C o rodeado por una intercara
estacionaria, presentaría un perf¡J de composiciones cuya segregación desde
el núcleo a la periferia del grano -por razonamiento similar al de la segre.-
gación mayor radial- sería K . Co - C F . (Fig. VI. 22).
La línea del sóJidus -si para el caso de ¡nequilibrio se conociera C F -
se obtendría uniendo N y M. Esta línea indica -para cada temperatura-
cuál es la composición media del sólido fonnado hasta dicha temperatura.
A diferencia de la línea del sólidus de equilibrio, que indica para cada tem-
peratura (en el caso de solidificación de equilibrio) la composici6n instantá-
nea, coincidente con la media unifonne, del s6lido fonnado hasta dicha
temperatura.
Puede decirse, resumiendo, que para solidificaciones de inequilibrio, la
línea del sólidus en el diagrama binario aparece desplazada hacia la izquierda
en las soluciones sólidas de K < l.
No puede especificarse la cuantía del desplazamiento de la línea del
sólidus; ya que la distribución del soluto a diferentes distancias del núcleo
del grano seguirá una ley -o, b. o intennedia- que dependerá de las con·
diciones en que se realice la solidificación. Por consiguiente, la composi-

'>s ---i
II
I
I
I
I
___ 1 1" _

" II I '
,

''o <, '1.8

Fig. Vl22. DiagrrutUl de inequiJibrio


SOLlDIFICACION DE INEQUIL/BRIO. HETEROGENEIDADES QUIMICAS 213

ción CF de la periferia del grano (y, por tanto, la temperatura fmal de


solidificación en las juntas de grano) dependerá de aquellas condiciones.
En las soluciones sólidas limitadas, esta heterogeneidad a escala micros-
cópica puede incluso dar origen a otros constituyentes; por ejemplo, en el
latOn 70/30 los granos son solución sólida alfa cuando el enfriamiento es
de equilibrio. Pero si es de no equilibrio, los contornos de grano pueden
ser de constituyente beta (lo mismo cabe decir a escala de lingote: en zonas
próximas al eje, el sólido puede ser latón alfa + beta).
La segregación menor en una solución sólida, se hace visible al micros-
copio al atacar con un reactivo químico adecuado la muestra pulida. Según
sea la morfología de los granos cristalinos, la segregación menor se mani-
festará de modo particular en los espacios interdendrfticos o bien en las
juntas de grano.
Los estados de no equilibrio entrai'ían un riesgo denominado licuación
o quemado, cuando la aleación sólida es calentada nuevamente hasta tempe·
raturas próximas a la línea del sólidus T:: s .
Si la aleación hubiera solidificado en condiciones de equilibrio, la licua·
ci6n se iniciaría al llegar a T2 s, temperatura conocida para cada aleación
binaria, puesto que se deduce del diagrama de equilibrio. En cambio, si la
aleación presenta segregación menor, la licuación -en las juntas de grano
o bien en los espacios interdendríticos- se inicia al llegar a TF temperatura
que ordinariamente no se conoce.

VI.J.1. Tr_amiento térmico de homogeneización

La estructura micrográfica obtenida en una solidificación industrial -estado


s6lido que recibe el nombre de bruto de solidificaci6n- presenta siempre
una segregación dendrítica y, por consiguiente, una anisotropía de propie-

"c "c

ce
_
,.cocido. ......
Zonil ilpt. pat.

·/.B

Fil. Vl23. Recocido de homogeneización


214 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERIALES

dades como resultado de la heterogeneidad química entre periferia y nú-


cleo del grano.
Este gradiente de concentración en B puede ser disminuido si se favorece
la difusión de B hacia el interior del grano, por mantenimiento prolongado
a alta temperatura. Este tratamiento -cuyo ciclo se indica cualitativamente
en la fIgura VI.23.- recibe el nombre de recocido de homogeneización.
El grado de homogeneización que se puede alcanzar por recocido es tanto
mayor:
- Cuanto más rápidamente difunda el elemento B, es decir. cuanto mayor
sea su coeficiente de difusión. Para ello conviene una alta temperatura
de homogeneización, pero que no debe sobrepasar TF si se quiere
evitar el quemado.
- Cuanto más pequeñas sean las dimensiones del grano. Una velocidad
de solidificación grande, proporciona granos de menor tamai'io y los
espacios a recorrer por los átomos de B son más pequen os, por 10 que
la homogeneización se conseguirá en menor tiempo.

Un procedimiento para conseguir la rápida homogeneización de los


dendritas es la conformación mecánica (forja) en ca/ieme. Proceso que
implica -junto a ventajas metalúrgicas como recristaLización dinámica,
cierre de sopladuras internas, afino de grano, etc.- un aplastamiento previo
de los dendritas a alta temperatura, con lo que se consigue acercar la perife-
ria de los granos al núcleo de éstos; los espacios a recorrer por B durante la
homogeneización disminuyen, y la difusión es favorecida por el hecho de rea·
lizarse a alta temperatura.
El recocido de homogeneización elimina la segregación menor, pero no
elimina los otros tipos de segregación que hemos analizado bajo el nombre
de macrosegregación.

VI.4. INEQUILlBRIO POR REACCION EUTECTlCA y PERITECTICA

Análogamente a lo indicado a propósito de las soluciones sólidas, tam-


bién los diagramas eutécticos y peritécticos pueden presentar estados de no
equilibrio. Así, por ejemplo, una aleación que debiera dar únicamente solu·
ción sólida, puede presentar eutéctica en los espacios interdendríticos como
resultado del enriquecimiento del líquido en uno de los componentes duo
rante la solidificación de no equilibrio.
La micrografía V1.24. corresponde a una aleación de aluminio con 4" de
cobre, moldeada en arena. Si la solidificación hubiera sido de equilibrio, el
único constituyente sería solución sOlida alfa de composición uniforme en
todos los puntos. Por no haber solidificado en condiciones de equilibrio,
la micrografía muestra no sOlo segregación menor en el interior de los granos
(nótese la diferencia de coloración en el centro y en la periferia de los
granos), sino también la presencia de un constituyente matriz complejo (apa·
SOLIDIFICAClON DE INEQUILIBRIO. HETf,'ROGENJ!,'flJAIJ!':S QUIMICAS 215

Fig, VI24. Al - 4% eu. Solidificación de il/equilibrio

rece en los contornos de grano y en los espacios interdendríticosl que es


la eutéctica binaria formada por solución sólida de Cu en Al y el compuesto
intennetálico Cu A1 2 .
Es relativamente frecuente que las aleaciones de un siskma t'uiC .: tko
no solidifiquen por equilibrio. Ello hace recomendable la utilización de
composiciones inferiores al límite de solubilidad cuando se trata de piezas
que han de ser sometidas a forja posteriormen!e. O bien mantener la com·
posición química, pero empleando tratamientos térmicos previos a la folja.
a fin de recuperar la estructura de equilibrio constituida sólo por gnlnos
de solución sólida. En el caso de la aleación considerada en la figura V1.24 ..


r--">,L--+--------- ------------ ----- -----
I
@
_l: 5,1 33

Fig. VI2S, Solidificación de no equilibrio. Tratamiento térmico de homogeneización


216 C/ENCJA E INGENIERlA DE MATERIALES
AL - Mg Po,eenl..¡e 810mi<:o de ~
Oc 30 40 50 60
",. 1560.37' " " " "
~ I
, /J
........
". \ "-.. a,,;.()
/
./
1/
... "- 462"
(Al) 1" 451'
437' ,."
/''''ll 35.5/ ~ 511.8 87.7 87.3

--
, y
/ I \
'"
,.. / ,- I¡-, ,I,
1: ,
11

'00 !i li I
M,
" " 40 !tO
Porcentaje en """ de Mg
150 10
" "
Fig.VI26. Sistema A I-Mg (A. S. M. -L,A, Willey)
ésta no podría ser calentada por encima de 548 e porque al alcanzar dicha ü

temperatura se iniciaría el característico pataje por fusión de la eutéc-


tica. El tratamiento de homogeneización de esta aleación debería hacerse
siguiendo el esquema de la figura V1.25.
La permanencia a temperatura inferior a la cutéctica tiene por finalidad
desagregar la cutéctica por difusión en estado sólido; una vez conseguido
esto, se puede continuar subiendo la temperatura hasta alcanzar la tempe-
ratura adecuada para homogeneizar la solución sólida.
Ocasionalmente, forzar las condiciones para obtener eutéctica por ¡nequi-
librio puede ser ventajoso para mejorar la colabilidad; si bien ello exigc
luego el tratamiento de homogeneización.
Entre las aleaciones ligeras -de base AI- son frecuentes los estados de
no equilibrio; contribuye a ello cl amplio intcrvalo de temperatura de soli-
dificación. En el sistema AI-Mg, por ejemplo, la cutéctica solidifica -como
puede verse en el diagrama de la figura VI.26.- a 4500 e, en tanto que el
Al puro solidifica a más de 200 0 e por encima de esta temperatura. El
diagrama señala que la solubilidad máxima del Mg en Al es de 14,9%; en las
solidificaciones industriales (por ser de no equilibrio) es corriente encontrar
ya matriz eutéctica para contenidos en Mg a partir de 4%; las precauciones
señaladas a propósito de las aleaciones AI-Cu serán también aplicables a
estas aleaciones.
Es frecuente que soluciones sólidas limitadas, cuyo límite de saturación
corresponde a una reacción peritéctica, presenten dicha reacción, aunque
su composición química hiciera prever únicamente la fomlación de solu-
ción sólida. El bronce Cu-Sn de 10% Sn es un ejemplo característico: cuando
la solidificación es de equilibrio. se obtiene solución sólida alfa una vez
finalizada la solidificación: en cambio, si la solidificación es de no equili-
SOLlIJII-'/CACION /)1-: INI-:qUll.JHHIO IIgn:IWGJ>.'NI-:IJJAIJES QUlMICAS 217

brio la línc •• dd !>Ólidu, ~ lIl"splal.:t h;II:I;'¡ la Il.quil'rt!a. ligur:.. VI.]7. yap:..n,:(<;"


fase (J en los l'spa¡,.'ios interdcmJril ico:. Úl' la fa:'l' 0'.
Las propicdadl's dd bronce IO~ Sn solidilkado en condiciones de no
equilibrio lIifil'ren nolablemente lid bronce "dl' equilibrio". l'or una parh'.
el broncl" do.' no equilibrio no pUl'tlc calcnlarst' por encima d... 789 oC "In
riesgo dt' quemado (fusión intergranular>. Por otro lado, el bronce de no
equilibrio por prcscnt;.¡r fast' (3l"n los espados intcrdendriticos de O' (en tanto
que el bronce ck 1.:4uilibrio est<i constituido únicalllente pur 0') tiene un
comportamiento al desgasle lllUY diferentl' al brunce de equilibriu: en
estado sólido. Jurante el enfriamil'nto. la fase (J se transforma en un agregado
complejo O' ... ti. en lanto que el "bronce de equilibrio" no presenta esta
reacción.

·c

L_.L.L .~ Sn

Fig. Vil? . Reacción perirécrica por solidificación de illequilibrio

VI.S. SOLlOIFICACION RAPIDA

En apartados anlt:riores de este capftulo se han considerado algunas con-


secuencias t'slruclurales derivadas de una solidificación del fundido realizada
a las velocidades de enfriamiento -muy lentas o lenlas- habituales en la
industria. Por otra parle. también t'n páginas anteriores. a propósito de
solidificación por cnfriarnit'nlo continuo (rer. IIA.). se ha sena lado que.
218 CIENCIA E lNGENIERJA DE MATERIALES

para algunas aleaciones, con velocidades ultrarrápidas de enfriamiento, (del


orden de 100.0ÚO o/seg.) pueden obtenerse materiales metálicos vítreos,
de naturaleza no cristalina.
Existe todo un rango de velocidades de enfriamiento que pueden aumen-
tarse empleando medios más eficientes de extracción de calor, o disminuyen-
do el tamaño del sólido, o bien elevando el gradiente de enfriamiento entre
el líquido y la temperatura ambiente.

Algunos de los nuevos recubrimientos se basan en tecnologfas no convencionales.


Entre ellos está el vitrificado con láser: fundir una delgada capa superficial. a veces
habiendo depositado previamente sobre ella polvos de aleación. para que en el enfria-
miento resulte vftrea la superficie.
La tabla VI.28., puede ilustrar sobre Ifmites de velocidad de enfriamiento
para designar diferentes tipos de "rapidez" en la solidificación. los procesos
habituales en que ésta produce, los espesores que generalmente tiene el
sólido obtenido, y el espaciado interdendrítico si la solidificación no re-
sulta vftrea.

TABLA Vl.28.

Velocidades de enfriamiento (Flemings).

Límites de vel Designación Límites de Espaciado


en °K/seg. del enfria· Proceso espesor dcndritos
miento (cn ,um)

10-6 a 10- 3 Muy lento Grandes piezas y lin$otes .. >6m 5000 a 500

10-3 a 10 Lento lPiezas y lingotes estándar 6aO,2m 500 a 50

10 a 10 3 Rapidez medí Cintas delgadas. Inyección,


Atomización normal .... 200 mn a 6 mm 50 a 5

10 3 a lOS Rápido Atomización de polvo, Extru


si6n liquida. . . . . . . ... 16 mm a 0,2 !lTl1 5 a 0,5

lOS a>10 9 Ultrarrápido Fusión por laser, por electro·


nes, etc. . ...... .. 200,ua6,u 0,5 a 0,05

Las técnicas de solidificación rápida pueden resumirse en tres modali-


dades. Una de ellas es la solidificación rápida sobre una superficie mediante
goteo sobre ella (para dar laminillas), o por chorro continuo sobre una
rueda (para obtener cintas), o por chorro continuo en un 1fquido (para
obtener hilo). Las dimensiones del sólido obtenido por este procedimiento,
para que las velocidades de enfriamiento puedan resultar muy rápidas o
SOLlDlFICACION DE INEQUII.IHRIO. II/-.T/-.ROGENf:lIMlJt;S QUIMICAS 219

ullrarn1pidas. han de ser. obviamente, lIe rellueño espesor. Una cinta d~


metal vftreo obtenido por c...lc ... i...lema. apena ... supera actualmenle los
20 11m de espesor y 100 mm de :mdlUra. J)ara mayores espesores la estruc-
lura resulta crislalina.
Olra de las técnicas, muy frecuenlcmenle empleada, es la solidificación
fragmentada del 1l<luido en fOmla de gotas en un gas protector. La frag-
mentación del fundido puede tener lugar bajo cl efccto de una fuerza ce n-
lrífllgil, o por fragmentación debida a la acción de un chorro de gas, o
por simple goleo y su proyección en el gas.
La tercera modalidad consisle en la condensación de un vapor sobre una
superficie enfriada.
Como es lógico, para la oblención de un consolidado que resulte ülíl
induslrialmente, se requiere una posterior compactación y sinterización
de las pequeñas partículas. así solidificadas, a fin de obtener la forma del
perfil, chapa o piezas deseados. Las part(culas, naturalmente, deben!n pro·
ll..'gcrst: antes y durante el proceso de consolidación y sinterizado para
l'vitar su contaclo con la almósfera circundante, que puede oxidarlos (en
el caso de metales con gran afinidad por el Oxfgeno pueden originarse
incluso polvos pirofóricos. Habitualmente los polvos, o los pcrdigones,
que salen de la tolva de solidificación se envasan herméticamente.
No es necesaria una protección frente a la oxidación cuando el propio óxido debe
formar pane del consolidado y la relación superficie/volumen de la panícula es pe-
quei'la. Así la manufactura de detenninados perfiles del material compuesto Alumi·
nio·Alúmina puede hacerse por extrusión de un compacto de pequei'las panrculas de
Aluminio, recub;enas por alúmina al oxidarse, en prensas de adecuada potencia: al
romperse las envueltas de alúmina se establecen soldaduras por difusKIn y recristali-
zación entre 105 polvos de Aluminto. con lo que quedan las pelfculas de alúmina dis-
tribuídas en el interior de la masa met:flica de Aluminio, obteniéndose el cermet (com,
puesto cerámico.metaI) conocido como SAP (sinterrd aluminium powder).
Las solidificaciones no vflrcas rápidas, que siempre resultan de no equi·
librio, originan consecuencias microeslructurales complemenlarias al afino
de grano y la disminución de espaciados interdendrfticos que son comunes
a loda solidificación de ésta índole. En primer lugar cabe señalar que una
solidificación rápida en forma de pequeñas J;;otas puede evitar completa·
mente la segregación (reL VL2. [.2.).
Por otra partc, la solidificación rápida modifica Jos diagramas de equili-
brio. pero en sentido diferente a lo que ocurre (reL VL3,) con las veloci-
dades de enfriamiento habiluales en la induSlria del moldeo. La solidifi-
caciÓn rápida, por su instantaneidad, llega a inhibir parcial, y a veces plena-
mente, el movimienlo de átomos por difusión en estado Hquido (habitual
en la nucleación y crecimiento de cristales sOlidos a partir de una aleación
fundida), Como esa difusión proporciona las fases de equilibrio de los
diagramas, o bien las fases de inequilibrio propias de una solidificación in·
dustrial no rápida (ref. VL4.). su inhibición tiene consecuencias varias, La
primera es que la solidificación rápida aumenla los Ifmiles de solubilidad
sólida de un metal en otro.
220 CIENCIA E INGENJERlA DE MATERJALES

Con relación también a 10:- l!;;lgr:lllla.-. d\,.' l'lluillhno la ....ohdifh.:.ll,.·ll'lI r;ípiJa


puede impedir la difusión en estado Hquido. 1h'l:l'Sólria para la lIlh.:kadún y ...1
crecimiento reciproco de los L'Onsliluyt'nll's lk Ull;t \"'uló.:til":.I. y evitar la
fonnación de una eutéctica. Cuando no Sé' Ik·g.a a impt'dir b Jifusión. ni
nt'utralizar la afinidad euléctica. la solidifil:al:i(~ll rJpiJa PUl'lil.: l:11nhi~ll
dar origen a morfolog(as eutéclicas lllUY finas 1:00 nuevas fases de 110 equi-
librio (que no figuran en el diagrama).
Di;.;. <:11 19~~. h~bí~ logradu aumentar los límites de ~'llllbilidad del Sísh.'l1la 1\1·1-1.'
1'<lr ",llidifkadlÍll rápida. cunsiguiendo en ulla ¡¡Ieao.:iün hipcrclIlc":lka 1\1-2.7% I'e un"
1l1'lrf'llü!,!ía plenalllclllc eutéctica. microduplex. análu~a y l1I;b 1111;1 qll~' j;¡ ll1orfolugía
.Id ~i]ull1inil,l modilkado. sin constituyen le primario proeulé":Ii."". l::n I'nO pu¡Ju uclcr-
llIill:J.!'Se que el conslituyeme. dispeoo en la matriz de aAlull1inio de l'~.1 ~'urtl'~ ··eUlt..:-
tk::J.·· eril una r_ de no equilibrio, AlóFe. Por lo que respe..:til al A]Ullllllj"•. 1I0ffmilll.
en 1938. había logrado la solubilidad de 4% de Manganeso ('11 Alumlnill tl:uya solu-
bilidad máxima ~Lin el diagrama de equilibrio es 1.8~ % iI 659 Oc ) OA 9(, a son 0(,,.
Ouwel. en 1960. obtuvo por solidificación rápida de aleadone~ Af'.nl (1'11 1'1 dla¡.:ram;1
de equilibrio. la solubilidad máxima del (u en Ag es de K.M%en pc'su) s... lu":Il)llc~ SI·.lida~
totales de Cu en Ag y. por tanto. sin aparición de la eUlé"..:tkil par:a 21'1.1 % en JX'''U dl'
Cobre.
Interesantes ventajas del procedimiento son el afino de grano: IJ obll'n-
ción de estructuras uniformes -no segregadas ni micro ni macrot"slructural-
mente-; el aumento de los límites de solubilidad (sobresaturación que per-
mite, durante el enfriamiento de la solución sOlida, o posterior madura-
ción, obtener mayores cantidades de precipitado logrando. a la vez. dismi-
nuir su tamaM), y la desaparición de estructuras no deseables. También se
consigue en muchos casos aumentar, comparativamente a una solidilicación
medio rápida o lenta, las características mecánicas -Ilmile dáslico y resis·
tencia-, con aumento del alargamiento y la tenacidad.
Entre los inconvenientes de la solidificación roipida cabe señalar que un
importante afino de grano puede conferir, en contrapartida, un peor com-
portamiento a t1uencia y, para temperaturas medias del sólido. una cierta
superplasticidad con las consecuencias de una notable disminución del
límite eláslico y la resistencia mecánica a esas temperaturas. A eslo se añade
la pronta redisolución de precipitados si los aleantes tienen alta solubili-
dad en el metal base y/o una alta difllsividad en estado sólido.
Para aleaciones ligeras, de solidificación rápida, deben adicionarse al Aluminio ele·
mentas que presenten, simultáneamente. baja solubilidad de equilibrio en estado só·
lido y baja difusividad (para evitar la coalescencia de precipitados y su redisolución).
En el ampHo campo de investigación abieno por la solidificación rápida son inleresanus
los metales de transición y las tierras raras. La experimentación está demostrando que
las aleaciones AI-Fe·VoSi y AI-Cr-Zn-Mn resultan bastante estables térmicamente y alta-
mente resistentes, hasta temperaturas del orden de 350 oC. por lo que tienen panicular
interés para la industria aeronáutica.
SOI./J)/PICACJON DE INEQUII.lItJUO. JlF.TEROGJ:'NJ:JJJAf)f."S QUIMICAS 221

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VD
Transformaciones de equilibrio
en estado sólido
Los diagramas de equilibrio suelen constar de un diagrama de solidifica-
ción correspondiente al paso de sólido a líquido y de líneas de transforma-
ción en estado sólido; ya que una vez finalizada la solidificación, la aleación
puede seguir experimentando transformaciones de equilibrio durante el
enfriamiento. Estas transfonnaciones tienen lugar, generalmente, por:
I-VariaciÓn en la solubilidad
II-Transformación alotrópica
IJI-Cambio de solubilidad y transfonnaci6n alotrópica

VII. 1. TRANSFORMACIONES POR VARIACION EN LA SOLUBILIDAD

VIL1.1. El proceso de precipitación

Considérese como ejemplo, el caso sencillo de dos componentes A, y B,


que pueden formar entre sí una eutéctica constituida a dicha temperatura
por dos soluciones sólidas saturadas as y (Js; y supóngase que durante el
enfriamiento disminuye la solubilidad, tanto de B en la red cristalina de A,
como de A en la red cristalina de B. (Ver figura VIl.l.).
En la figura VII.2. se indica el proceso de solidificación y enfriamiento
de la aleación 1, cuyo contenido en B es nll'. A partir de la temperatura
Tp se produce un precipitado de solución sólida alfa; a dicha temperatura

I ,

" "
" 0'1.10.
loo'LB

Fig. VII.l. LÚJeas de troflS!onnadón por insolubilidad
224 CIENCIA E lNGEN1ERlA DE MA TERlALES

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,{ y • •

'"
Fig. VU2. Solidjjicaci6ny enfriamiento de la aleación 1(n% de B) de la fig. VIU.

-que recibe el nombre de cn'tica- se rompe el equilibrio porque aparece


una nueva fase. De acuerdo con la ley de Chatelier se produce un despren-
dimiento de calor que se manifiesta en la desviaci6n de la curva de enfria-
miento. Esta cantidad de calor es tan pequeBa que en la práctica resulta
muy difícil determinar la temperatura Tp por análisis térmico directo;
empleándose para la determinación de dichos puntos críticos otras técnicas
como, por ejemplo, difracción - X, dilatometría, microscopía, etc.
El proceso de precipitación de equilibrio se produce, generalmente, por
nucleación y crecimiento. El mecanismo es análogo al indicado a propósi-
to de una solidificación con difusividad decreciente al disminuir la tempe-
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOL/DO 225

ratura. En la figura VIL3. se esquematiza la precipitación de la aleación I


transformada isotérmicamente a diversas temperaturas. La proporción de
C( y 13 para cada temperatura inferior a T p puede determinarse por la regla

de los segmentos inversos aplicada al diagrama de equilibrio. En la figura


VIL3. se sel'l.ala que el tamaf\o medio del precipitado es tanto más peque·
l'l.o cuanto más baja sea la temperatura de precipitación isotérmica.

"

A la t.mpetalur", Tk
!'no P"c¡¡;¡;lIIdo ~ _MN
l'Mo Pr..,ipillldO o< NR

Fig. VII.3. Precipitación por nucleación y crecimiento de lo aleación 1 (n~ B)


de la jig. Vl1..J.

La precipitación se denomina continua cuando las partcculas aparecen


casi uniformemente distribuidas en el interior de los granos cristalinos.
Habitualmente, la precipitación continua se produce de tal modo que ciertos
planos y direcciones cristalográficas de la partícula precipitada coinciden
con determinados planos y direcciones del grano cristalino en que preci-
pitan. En la Tabla VIL4. pueden verse algunas relaciones de orientación
preferencial (o relación de epitaxia) entre precipitados y grano cristalino
matriz.
226 CIENCIA E INGEN1ERlA. DE,\fA TERlALES

TABLA VU .... Rd«;""rJ et1Jlalo"dr/CQJ olttr 1IJ la. ffI(lm: y /4, /II.S prn-ipitlldaJ que. produ~Ol f!n
rf14 poun/ritl"'w",o, fA. S. M.J,

F•• m.u;,., ... F•• p'lClphMia y Releeio".. criI.......'tical


...u .... crlll.olin.o 11I oill..... crlllalifto (.. '". precipitMiI .lndicaen prlm.' locar)

AI.AI. . ,Saluc:illn Idlidllll Al; lec 7(A.hAU;hc¡l IOOOll/{(111l,[1120JII [110J


Soluei6n Illlidllll Al; Ice r' (tfltllitionell; htjl 10001) Jf 11III,/1120J 1I1110J
Ag.cu •• ..5oluclOn 1d1K» '" ",:lcc Solución l6lid••n Cu; fce Pllal ff lllXll; 10dlllll di~1IJf
Solucilln "lid. . . CIl;lcc Solueílln l6Iilh 111 "'; fce Pllalll (1111 o 11 Ol»; lodlllll dirwuiollll/I
.....zn.. "l6A.Z~:ba SoIuti4n .Iid. Ifl "'; Ice ' (111) 1111101, [1 fO) 1I1111J
6~lbl;bcc 7h".I,Zn.); bcc (100) "11001, [O lO) fl [010]
A1.{;¡¡ •• ,Sah.ci6tlllllicll '" Al; Icc '(CuAI 2 ); hct "*'1 11 11001; (l001 JI 11001, 1011] JI
[1201
Solucilln IIIlid. In Al; Ice "(11I lnNlcilln);t.t UIOIIII (1110).1010)11 10111
AI.M•.. .5oluei6n .Iidlln Al; lte ~~3Mhlfcc lIfimlflll\lIIN 1I11C11 ff 0101; dupu41llfO·
IIIbI.fflIllm 111120)
AI.M • .si .SoluciÓll IlIliOa en Al; Ice Mt:zSi;lce PI.tll/{ 11001
AI,zn .. $oluddn IIllid, In Al; Ice Zn tia PUfO: hcp PII&III/ (111); (000l! 11 0111.\l120J 11
<100>
Au..cu(bl,Solucilln 16110, ilimitldl; Ice et'¡(A.uCu 11: ofd fo;! (lOO) 11 (IOllf, [010]11 ¡010]
BloC.... $Gludlln IÓlldlllll tu; Ice 71 ha.Cul;o,d ha ZOIIU G~ IJ 11001; IIIlIJIu4I 72 1:011 II00J JI
IlOOL [010) 111°11)
O.4C.fI. Aullellit. h-F.);fcc FIfTitllOf.f.lIjlfOiIflKlQiIllI;ballIOI 11 U 11),11 1) fI (1 lO)
O,IC.fI, ....u$nrt. h-F.l; Icc F.níb.nPl"litl;ba 10111 fJ 10011. (100111 111101. ¡Oh] JI
(OIOJ
F'fTitI 11ft blillib 1UP.ri«; hu 11101 ff 11111, (liO]1J (211)
Fmitl en lMiniN inftrio'; bec 11101 Jf 11111.1111 )JI(ITOJ

Co.cu .. .solucilln Illlid..." tu; lec


CllIlIfllit.(Fl 3 CI; on!lo

o.solución IIllicll.n Co; Icc


......
PI.ctS .. fl (111); 10011 Fl 3C JI .......

PI.tll /{ (lOO); 19u1l Ofil1ltlCión 11I l.


11. prlCipitad. Vl. f•• m.tril
Co'¡>¡( b) ,Solución Idlid, In Pt.co; lec et'ICoPd;ord fe! PI.tll 1/ !lOO); plf.~11I tOOIl 111 dl ... c.
tionn
ell-Ft .. .5011lCi6ft Idlidl In CIl; Icc 7-FI hM lflfllición); Icc e"NI (UlO); 19u1l orientación di l. f••
jlflCÍ!litad. V l. f•• m.tril

Cu~j.ca $oIutilln .lilhlll Cu;lu


a.F.; bcc
Solucilln IIllid. 11I Coa; la
l'IIeN JI 11111; oritntlCión 11I l. fM" 'l'"
PlICIIJI 1100); 1,11II Ofilnl.tilln 11I11 1_
prqibd. V 1.1•• matril
Solución IIllilh 11I F~ lec: PlKII IJ (1001; ltuIl orilflt.ción 11I11 fl.
p..cipibd. V le l•• m....ir
Cu.$i .. .5alucidn lólidl tu; la: ~ Ir Cu-Sil; hql PlI(:II JI (11 11; 100011 fll1l1l, f11~J 11
(110)
CuSn ...h.6: bcc Solución IIllidl.n Cu; Ice 1111111 (1101.( 110]11 [lil]
eu·zn, . ~ICIlZnl: bec Solución IIltió. en Cu; la j 111111 (110), (1 TO]II [11 1); pililO h.hitul
'.'1'
Vfri.hl. 11 {SUJ ..,in
P(Cul,,); IH:c 7 h.eu,Zna/; orll hce (100);// tI 001,10 10]11 [01 OJ
TlrCII,znl;hql Solución IIllidi 111 Zn; hcp tl0141 fI 110l4l, [1 no] 11 [1120J
fl.lll flrriU{afll:b« 71 1Fl• IiII ;f« 11121/H2101
FIf' f.rit. (Q;f.¡; bcc 6 (Fl 3P);het ,,*,111121,1.4)
PbSb .. ,Solucilln lI6lid,'" Pb; 1« Sol..cilIn s6lid. en Sh;molft (0011111111), [100) JI (liD)

bec = Cúbico centrado en el cuerpo; Ix! = TetnsoNJ centrado en el cuerpo; fe( =CObico centrado ellles
caru; hpc: .. Eu¡on~ completo; oro ba: = Cl1bico centrldo en el cuerpo, oTdenado;ortho "'OrtorTÓmbieo;
moro "'RombcN!driro; tel =TelrqoNJ. (b) TnrufCl.nn.eióll ordenid•.
Ver índices de MiIler ell C.pltl,llo X.
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 227

En general, las relaciones de orientación aparecen para menguar las dis-


torsiones que -por variación de volumen debido a la precipitación- se
producen en el interior de los granos cristalinos; la fonnaci6n de la nueva
fase de equilibrio disminuye la energía libre, pero, a su vez, el aumento
de energía debido a la distorsión volumétrica que puede producir la nueva
fase tiende a igualar aquella disminuci6n. Por ello, las orientaciones prefe-
renciales se producen para disminuir la energía libre total y posibilitar la
continuidad de la reacci6n.
No debe confundirse esta precipitación continua -que tiene lugar con
relaciones de orientaci6n- con la precipitación que suele denominarse
discontinua o localizada. Puesto que la precipitaci6n se produce en gene-
ral por un proceso de nucleaci6n y crecimiento, puede haber regiones del
cristal Que, por ser favorables para la nucleaci6n heterogénea o facilitar la
difusi6n de los átomos ~como son las inclusiones, las imperfecciones de red
cristalina, los campos de microtensi6n por defonnación mecánica, las juntas
de grano, etc.- resulten más adecuadas para situar allí la fonnaci6n de preci-
pitados. Esta precipitación, localizada, suele ser abundante cuando los sub-
enfriamientos son pequeBos.
Con anterioridad se ha indicado que la precipitaci6n de equilibrio se
produce en general por nucleación y crecimiento: lo que no excluye que
puedan darse algunas reacciones de precipitación, que -aún requiriendo la
permanencia a temperaturas inferiores al límite de solubilidad (y realizán·
dose, por tanto, con difusi6n de átomos)- se produzcan sin fonnación de
núcleos. Son reacciones poco frecuentes y suelen producirse cuando una
solución sólida presenta una laguna de miscibilidad como la indicada en la
fIgura VII.5, análoga a la considerada en estado lfquido a propósito de la
reacci6n monotéctica. El sistema Al·Zn (para porcentajes en peso de Zo

Pon:antaja atórnicQ de Zn
·C
70o
000.'
• '0 t!l 20 lO .0 ~o 60 70 80 90

600
.
300
¡-......
"-- -. -- ¡--... ,
............. ~.58'
40 O IAI)
,.,. -....
". 382'

V.,-.~~
--- 1-....
81.3·1.
300 275'
31.8
/'
V
200
(~>-
100
Al
/ 10 ro 30 40 50 60 70 80 90 Zn
Porcentaja .. pe... de Zn

Fig.Vn.S. SistemaAl·Zn (A.S.M.-L.A.Willey).


228 CIENCIA E INGENIEIUA DE MATERIALES

entre 31.6~ y 7~% I es caractt'rlstico Lle esle tipo de reacciones que reciben
d nombre de espilluda/es la soluci6n sólida alfa. cLlbica centritda en las
caras. se descompone por dcsrnezcle monofásico de átoll1oS producido por
difusión, en otras dos soluciones sólidas. también cllbicas centradas en las
caras: con límites de composición uel1nidos para cada temperatura.
Las estructuras espinodales dan origen a un entramado similar al de un
tejido (estructuras tw/:'edy) que se caracterizan por la pequeña distancia
0
cnln' regiones de idéntica composición (50 a 100 Ao l.

VII.1.2. Hipertemple y maduración

Cuando la precipitación se realiza por nucleación y crecimiento. ya


sea de modo continuo o localizado. el mecanismo de precipitación funda-
menta la posibilidad de tratamientos lérmicos que tienen por finalidad
evitar la aparición del precipitado durante el enfriamiento. fhipatempleJ.
o bien la obtención de un grado de dispersión fina de estos precipitados
(bonificado), al calentar después del hipertemple.
A propósito de la heterogeneidad química durante la solidil1cación de no
equilibrio. se expuso un tratamiento térmico denominado recocido de ho-
mogeneización, para eliminar la heterogeneidad química producida por la
segregadón dendrítica. Para ello debía calentarse la aleación hasta una
temperatura próxima a la línea del sólidus, pennaneciendo a dicha tempe-
ratura el tiempo necesario para que -por difusión- pudiera obtenerse una
composición química unifonne en todos los puntos del grano o dendrita
de solidificación.
El hipertemple (suponiendo que la aleación ha sido homogeneizada pre-
viamente) requiere calentar la aleación por encima de una lemperalUra cr¡'-
liea para redisolver los precipitados. (en la figura VII.6. (a) se perfilan las
temperaturas que es preciso alcanzar para los tratamientos de solubilización):
a continuación se enfría bruscamente la aleación desde esta temperalUra,
evitando el máximo vertical de la correspondiente curva e (transfonnación-
temperatura-tiempo). a fin de obtener una solución sólida sobresaturada
-metaestable- exenta de precipitados.
Este tipo de lratamientos se emplea, por ejemplo. en muchos aceros
inoxidables para redisolver los carburos y obtener un acero "exento" de
carburos a la temperatura ambiente y, por tanto. con mejor comporta-
miento a corrosión.
El bonificado es un tratamiento doble. Comprende, en primer lugar, un
hipertemple y luego un calentamiento o maduración artificial que se esque-
matiza en la figura VII.6.b.: inmediatamente después del hipertemple la
aleación se recalienta a una temperatura intermedia, para lograr (también
por un proceso de nucleación y crecimiento) un grado de precipitación
tanto más fino y disperso cuanto menor sea la temperatura T de madu-
ración.
Si la temperatura de maduración es excesivamente alta, los precipitados
suelen ser de gran tamaño y se dice que la aleación ha sido sobremadurada
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 229

---
....
,,",.
SoIubili:r....
a)

Tp ---

Ag. vn.6. Hipenemple y maduración artificial

o sobreenvejecida (over aging). Altas temperaturas de maduración, o pro-


longadas permanencias a temperaturas algo inFeriores, producen esFeroi-
dizaci6n de los precipitados si éstos presentan Formas poliédricas (o de aguja
o de láminas) para minimizar la relaci6n superficie/volumen. Este proceso
suele ir también acompaí'lado de una aparente coalescencia de los precipi-
tados: redisoluci6n de los precipitados pequefios y crecimiento de los gran-
des a expensas de los átomos redisueltos (Ostwald ripening).
La maduración recibe el nombre de natural cuando se logra por perma-
nencia prolongada a temperatura ambiente.
El tratamiento térmico de bonificado para obtener una dispersión fma
de precipitados influye en las propiedades del producto acabado, ya que
tiene consecuencias prácticas sobre las diversas operaciones de conforma-
ci6n v tratamientos posteriores al bonificado.
En delenninadas aleaciones de Aluminio -por ejemplo, Aluminio con 1" de
manganeso- los tratamientos de precipitación influyen a posteriori de
modo importante sobre las temperaturas de recristalizaci6n: disminuyendo
230 CIENCIA E lNGEN1ERJA DE MA TER/ALES

éstas e inhibiendo el crecumento de grano de recristaJizaci6n primaria.


En este mismo tipo de aleaciones también se logra mejorar el aspecto que
presenta la aleación oxidada an6dicamente, si previo a esta oxidación se
efectúa un bonificado.
Con el fin de mejorar el aspecto de la oxidación anódica, el Aluminio
Q
comercial se trata a veces previamente a 630 para redisolver los precipi-
tados; se hipertempla y luego se madura a 4500 para obtener una repre-
tipitadOn fma, antes de realizar la oxidación an6dica.
En algunas aleaciones la fonnación de la fase estable precipitada va prece·
dida de la aparición de una o más fases de transición, metaestables, submi·
croseópicas. Dichas aleaciones suelen denominarse aleaciones de endureci-
miento (endurecimiento eSlnlctura/), pues en ellas el bonificado confiere
gran dureza a la aleación.
El endurecimiento por precipitación es el aumento de resistencia de la
aleación a la deformación, debido a una fina dispersión de partículas duras
precipitadas. El bonificado -al proporcionar generalmente una fma disper-
sión de precipitados- contribuye casi siempre a aumentar la dureza de las
aleaciones; pero los incrementos notables de dureza se logran cuando la
separación entre precipitados es tan pequei'l.a que dificulta el avance de las
dislocaciones durante la deformación plástica; y esta fma dispersión, ina-
preciable al microscopio óptico, sólo se logra en aquellas aleaciones cuyo
proceso de precipitación a partir de la solución sólida, presenta una secuen-
cia de etapas con formación de fases de transición antes de la formación
de los precipitados correspondientes a las fases del diagrama de equilibrio.
Por su interés histórico y su amplia aplicación industrial merece citarse
en primer lugar el duraluminio. Esta es una aleación de Aluminio con 4" de
Cobre y 1" de Magnesio, su nombre deriva de la ciudad alemana de Düren
en que A. Wilm, descubrió en 1906 su aptitud para el endurecimiento por
tratamiento térmico de hipertemple y maduración natural. La figura V11,7.
indica la variación de dureza con el tiempo para una aleación de AI-4" de
Cobre hipertemplada a 5000 y envejecida a 130 0 • El endurecimiento má-
ximo se produce por formación de estructuras de transición, antes que los
precipitados lleguen a ser visibles al microscopio óptico.
Esta evolución de la dureza es el resultado de tres estructuras de tran·
Durn•• (HV)
- - - - - - --;_. -- ~. - - •_. -- - ----o - -.- - () ~ -- - - .~-.

""
------ ..,, ----~---
,
--.,

... :
'
1 ,.. __ . ; 1 -e. ---
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__ ,:~ .__ GPj_..l._~~~ .. _
.. L- * ,
0,1
~:_--+.:_--+.---- 1iemP<> ... di.-.
0,2 0.3 OA

fig. VIl.7. Variación de dureza en AJ4" Cu madurada a 130° e


TRANSFUHMACION¡;:S DI!-' t;QUILlBRIO I!-'N ESTADO SOLIDO 231

sición denominadas Gr-l, l;P-2. Y O' fonnadas antes que aparezca la fase
de equilibrio Cu Al 2 (fase O,.
Las dos primeras estructuras de transición reciben el nombre de zonas
de Guinier-Preston, en honor de los primeros investigadores que estudiaron
su fomlación por medio de la difracción de rayos X. Las zonas GP-l están
constituidas por grupos de átomos de Cobre; su longitud es aproximada-
mente 100 AO Y su espesor 2 o 3 átomos; se presentan en el plano (100)
del Al. Son completamente coherentes con la matriz. (los átomos de Cu
ocupan posiciones del cristal de Al).
La segunda estructura de transiciÓIJ (;P-2 es un ·.lrecipitado en fonna
de disco con una estructura cristalina tetragonal y dimensiones: 1500 A°
de diámetro y espesor 150 AO. I·.stc prccipitado es coherente con la matriz
de aluminio a través del diámetro. pero es incoherente a 10 largo del espesor.
Su composición media es la mism<J que la del precipitado de equilibrio Cu-
A1 2 . La dureza máxima de la aleación se consigue por la formación de estas
zonas. Illuy numerosas. que producen una distorsión muy grande (Fig. VII. 9).
La estructura O' es semejante a la de GP·2 y tiene su origen en esta últi-
ma por la formación de bucles de dislocación alrededor del precipitado,
los cuales destruyen la coherencia con la matriz y, por tanto. eliminan la
mayoría de las tensiones de largo alcance; debido a esto, al aparecer la
fase O', cae la dureza del material. Esta fase presenta una estructura de tran-
sición, tetragonal, cuyos parámetros a y b tienen la misma longitud que el
parámetro del Aluminio (4,04 AO), Y el parámetro c tiene de longitud 5,8
A0. Los ejes a y b son paralelos a las direcciones <100> del Aluminio.
La fase de equilibrio CuAI 2 • o fase (), es tetragonal e incoherenle con la
matriz. Los parámetros a y b son iguales y miden 6,06 AO; el parámetro c
tiene una longitud de 4.87 A 0.
Entre la aleaciones comerciales de Aluminio se logra endurecimiento
estructural con las de Al-Cu, Al-Zn, Al-Mg-Si, AI-Zn.Mg. Actualmente se
están desarrollando con igual finalidad aleaciones AI-Li. Todas estas aleacio-
nes de Aluminio ---{l/eaciones ligeras de alfa resisfencia- tienen evidente
interés para la industria aeronáutica.
La Tabla VII.8. proporciona una orientación sobre la mejora de carac-
terísticas mecánicas que pueden lograrse en el Aluminio si la aleación de
éste con pequeñas cantidades de otros elementos, pennite endurecimiento
estructural. Compárese, por ejemplo, la resistencia de algunas de estas
aleaciones con la resistencia máxima del Aluminio comercial (99,5% Al):
en estado recristalizado, éste tiene una carga de rotura de IDO MPa con un
alargami~nto del 30% (por deformación en frfo, confiriendo acritud hasta
el estado duro, la carga de rotura sólo podría elevarse hasta ISO MPa, con
alargamicn to del 5 %).
Muchos sistemas no férreos (por ejemplo, Cu·Be, Cu..cr, Pb-Sb·Sn, etc.)
presentan también endurecimiento estructural por hipertemple y madura-
ción. Entre las aleaciones de base Cobre, tienen interés comercial el Cu
232 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERIALES

TABLA VII.8.

CaraetenslÍcas IIICCIlIIÜ'QS Je O/gIlIlOS ah'adul/t!s de Alumillio Je {'I/Jufec/miento


estmctllral

Rm
Aleación
Temperatma para
hipertemple
Enfrja-
mil'nto
Maduración en
huras (1-1) MPa
Re
MPa A"
AI·6" (u 31'10 ~~O 7
AI1%Mg'().5%Si ;,\.:0 0 (' ~SO X

en agua I ,lla ;1 1'::0 0 {' bOO SOO 6

con 1 % Cr. y el Cu con 2% Be (vé:lSl: en la Tahla 111.14. las SOlllbilidadl~s lllj-


ximas del Cr y del Be en el ('u).
Por hipertcmple del Cu-l%Cra 900 0 C. Y maduración al ambiente (o bien
maduración a 500 e durante dos horas), se obtienen 4::;0 MPa de carga
0

de rotura, con un alargamiento del 1S %.


Por lo que respecta al Cu-2% Be, es considerable el endurecimiento estrUo':-
tucal logrado por precipitación; solubilizando los precipitados a 800 0 e
para posterior hipertemple en agua, y madurando la aleación a 320 0 • [a
carga de rotura obtenida es de 1250 MPa con 2% de alargamiento: lo que
supone un aumento importante de dureza si se considera que [a carga de
rotura del Cu recristalizado es del orden de 250 MPa con alargamiento

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Fig. VH.9. Zonas de Guinier-Preston en AI-4%Cu, 30.000 X.


TRANSFORMACIONES DE EQUiLIBRiO EN ESTADO SOLiDO 233

del 30% (por deformación en frío, confiriendo acritud hasta el estado duro,
la carga de rotura sólo puede elevarse a 450 MPa, con alargamiento del
orden de 5 %).
Algunas aleaciones de base Fe presentan también la posibilidad de endu-

TABLA VD.IO.

Aceros maraging
Análisis
wl%
Tipos C Mn SI S P Ni Co Mo Al TI

1. .... < 0-03 <0·10 <0·10 <


0·01 <0,01 17·19 8·9 3-3~ 0·10 O·~O
11. ... < 0·03 <0·10 < 0·10 < 0·01 <0·01 17-19 7-8\-! 4-6·5-1 0·15 0·40
111 ... <0·03 <0·10 < 0·10 <0·01 <0·01 17·19 8lf1·9lf1 4· 7·5-~ 0·15 0·60

recimicnto estructural por bonificado. Entre ellas merecen ser citadas las
aleaciones denominadas aceros maraging. desarrollados a partir de 1960 por
la Intemational Nickel Company. En la Tabla VILlD. se sef'lalan algunos
tipos representativos, y en la Tabla VIl.ll. sus características después del
bonificado.

TABLA VII.l1.

Carac:tensticas de los aceros maraging

R,. Rm Resiliencia a 20 0 e
Tipo A%
MP, MP, (enjulios)

1. 1400 1500 14·16 81·149


11 . 1700 1950 10·1~ 24· 35
111 ~OOO ~150
l' 14· 27

El principal agente endurecedor es el Ni] Mo, seguido del FeTi. El tra·


tamiento supone la formación previa de martensita Ni-Fe (cúbica centrada
en el cuerpo) por enfriamiento al aire desde 850 0 e y posterior envejeci·
miento de ésta a 4800 e durante tres horas.
Existen también otros tipos de acaos maraging de 20% Ni con 1,5% Ti,
0.25% Al Y 0.5% Nb. Los precipitados responsables del endurecimiento es·
tructural son el Ni 3 (AI Ti) y el Ni] Nb. Enfriados desde 8200 C y con madu-
ración posterior a 480 0 C durante 3 horas, se obtienen 1800 MPa de carga
de rotura, 1700 MPa de límite elástico y 11 % de alargamiento.
234 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERIALES

Mayores valores de R y E, con alargamiento similar, se logran aumentando


el Ni hasta 25~. Por enfriamiento desde 8200 e no se obtiene martensita,
sino austenita. Por ello, es necesario realizar a continuación -previo a la
maduración a 4800 e durante 3 horas- un tratamiento a 700 e, durante
0

4 horas, seguido de enfriamiento hasta _78 e, para transformar la austc·


0

nita en martensita.
Son también aleaciones férreas típicas de endurecimiento estructural
algunos de los aceros inoxidables, (en la Tabla VI1.I2 .. se indica una se·
lección representativa). Los elementos responsables de) endurecimiento
estructural son P, Mo, eu, Nb, y/o Ti. El tratamiento térmico comprende
un enfriamiento de temple desde 1200° e y un envejecimienlO a 700_800°
C. Ellfmite elástico alcanzado es aproximadamente 700MPa.

TABLA VII,12.

Aceros inoxidables de endurecimienlv eSlnlcfllral (A ISI J,

UNS
Núm.
e Mn l' s SI "o Otros

(S13l<lOj 0.05 OJO 0.01 O.ros 0.10 1:2.:!.5! 13.:25 7.50/8.50 2.00/:2.50 Al 0.90/135
\" 0.010
(SISSOO) 0.ü7 1.00 0.040 0.ü30 1.00 14.00/15.50 3.50 5.50 (u 2.5014.50
Cb + T.. 0.1510.45
(SI 74(0) 0,07 1,00 0.040 0.030 1.00 15,SO·17.50 3.00 5.00 Cu 3.0015.00
Cb + TaO.ISjO.45
(517'MlI 0.(1) 1.00 0.040 O,M) 1.00 16.00 18,00 6.50j7.75 Al 0.75/1.50

VII.1.3. Fases terminales y fases intermedias

A/ comienzo del capítulo se aludió a la formación de precipitados d~


solución sólida a formados por pérdida de solubilidad del melal A en una
solución sólida 11 Luego. a propósito del endurecimiento porpreprecipitación
-o endurecimiento estructural- se ha hecho referencia a la formación de
pr~cipitados de composición cstequiomélrica (e igualmente en la T<Jbla
VI1.4.), que recuerdan a los compuestos químicos y reciben el nombre de
compue.Hos intermetálicos. Suelen denominarse intermetálicos porque su
condición es en parte metálica y en parte similar a los verdaderos compues·
tos químicos, que no presentan ningun enlace melálico: tienen enlaces at6-
micos convalentes y/o de tipo iónico. además de enlace metálico. Sus cris-
tales -por tener más de un tipo de enlace- se denominan heterudesmicos.
a diferencia de los cristales de melal puro O de soluciones sólidas. que. por
tener sólo un tipo de enlace -el metálico-. se denominan ¡'omodésmicns.
Muchos de los compu~stos intermetálicos. con débil carácter metálico
por el predominio de enlaces no metálicos. pueden considerarse como ver·
dadcros compuestos químicos: si bien su fórmula. habitualmente. no res·
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 235

ponde a las leyes de la valencia. Son, por consiguiente, duros, poco plásti-
cos, y con baja conductividad eléctrica y térmica. Tienen, por tanto, propie-
dades intermedias entre los metales puros y los verdaderos compuestos
químicos de valencia normal.
A diferencia de los metales puros y las soluciones sólidas cuya localiza~
ción en un diagrama d~ equilbrio aparece en sus extremos -y por ello
reciben el nombre de fases tenninales-, los compuestos intermetálicos
corresponden a posiciones intermedias en el diagrama de equilibrio {fases
intermediasJ.
Dado que los compuestos intermetálicos tienen una composición este·
quiométrica, su presencia en un diagrama de equilibrio está determinada
por una recta vertical. Algunos de ellos se forman por reacciones en estado
sólido; y otros, se obtienen directamente desde el estado fundido -solidi-
ficando a temperatura constante (ref. Cap. 111.l.2.)-, lo que determina
que la línea dellíquidus presente un máximo relativo (figura. III.5.).
Tanto las fases terminales, como las intermedias, reciben el nombre de
constituyentes simples de las aleaciones. Tal vez sea oportuno recordar que
componentes de una aleación son los elementos químicos que la integran; y
que una aleación binaria de dos componentes A y B puede presentar una
estructura micrográfica formada exclusivamente por granos de un único
constituyente, (como ocurre en las soluciones sólidas), o bien por dos consti-
tuyentes simples (tal es el caso de los granos de solución sólida con preci-
pitados en su interior sef\alados en las figuras VII.2. y VII.3.).
Las propiedades de las aleaciones dependen no sólo de la naturaleza de
las fases terminales, sino también de la naturaleza, cuantía, tamaf\o y loca-
lizaci6n de las fases intermedias.
Escapa al objeto de esta monografía una pormenorización acerca de la
naturaleza y propiedades de los compuestos intermetálicos. No obstante,
nos referiremos a dos tipos de compuestos intermetálicos: los carburos y
los compuestos electrónicos; los primeros por su interés como constituyen-
tes secundarios de los aceros aleados (para herramientas, inoxidables, resis-
tentes al desgaste, etc.) y los segundos, por su papel en las aleaciones de
cobre (latones, bronces, cuproaluminos, etc.). Las aleaciones férreas y las
aleaciones de Cobre -junto con las de Aluminio- ocupan los primeros
lugares en la producción mundial de materiales metálicos. (Figura VII.13).

VIl./.3./. Carburos.

Los carburos pueden clasificarse, atendiendo a su red cristalina, en car-


buros simples y carburos complejos.
Pertenecen al primer tipo los carburos: TiC, zrC, HfC, VC, NbC, TaC,
WC, W2 C, MoC, M0 2 C. Los TiC, zrC, HrC, VC, NbC y TaC, que tiene una
red cristalina similar a la del cloruro sódico: en los vértices y centros de las
caras de un cubo se sitúan los átomos del metal, y el C se localiza en los
centros de las aristas y en el centro del cubo. No admiten Fe en solución
sólida (sustituyendo a los átomos del metal carburígeno), ni reaccionan con
236 CIENCIA E INGEN1ERIA DE MA TERIALES

Fundiciones
No férreos férreas

Zn

Aceros

Fig. VII.l3. Materiales metálicos. reparto de la producción mundial.


A) Producción anual de férreos y no férreos.
B) Producción anual de melalesférreos.

Fe para dar carburos temarios. Son carburos muy estables, con tempera-
turas de fusión altas: 314DoC (TiC), 35S0°C (zrC), 3887°C (HIC), 283DoC
(VC), 3500·C (NbC), 3875·C (TaC).
La estructura cristalina de los carburos WC y MoC es exagonal sencilla.
La de W:zC y MOle, también exagonal, puede verse en la figura VII.14.
Estos carburos de estructura simple, exagonal, resultan muy estables.
Sus temperaturas respectivas de fusión son: 2867° e (WC), 2857° e (w:z e),
2692° e (Moe), 2687° e (MOl Ct Admiten reacción con el Fe para dar
carburos ternarios muy complejos -en concreto los carburos Fe4 W2 C-
fe3 W3C típicos de los aceros de corte rápido (suelen denominarse carbu~
ros M6C)- cuya estructura cúbica compleja contiene 112 átomos por
celda, de los que 96 átomos son de metal y 16 de C.
La mayor parte de los carburos adoptan estructuras muy complejas. Por
10 que respecta al Cr, cuyos carburos son constituyentes de buen número
de aleaciones férreas, este elemento (cuya solubilidad en C es prácticamen~
te nula) forma los siguientes carburos binarios: Cr23C6 (denominado K¡ en
la literatura metalúrgica), Cr7 C 3 (denominado Kl ) y Cr) e l (ref. IX. 3.2).
El Cr23 C 6 tiene una celda elemental cúbica compleja, de caras centradas,
formada por 116 átomos de los que 92 son de Cr y 24 de C. Los átomos de
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! J ~:~~
Fig. YII.14. Celda exagonal a 2.MA
del W2 c. (A. s. M.J. e 4.73A
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 237

Cr pueden ser sustituidos por otros elemen[Os -fe. W. Mo- sin perder la
estructura cristalina propia de este carburo. aunque formando carburos
menos estables; y que tienden a descomponerse dando otros carburos. al-
gunos más estables, incluso. que el propio CrnC6'
La temperatura de fusión del Cr1J C6 es 15100 C. Pero cuando se halla
como constituyente disperso en los aceros, se descompone mucho antes de
alcanzar dicha temperatura y sus componentes entran en solución sólida
en la red cristalina de Fe. (Prácticamente. el Cr n C6 esta ya disuelto para
temperalUras superiores a 11000 C). Recíprocamente. el Cr n C6 puede
formarse por precipilación durante el enfriamiento a partir de ferritas
ricas en C'r: es la forma común de carburo de Cr de baja temperatura.
El ('r 1 (') tiene una celda exagonal compleja formada por 80 átomos
(56 de Cr y 24 de C). Su temperatura de fusión es 1765° C. El Cr puede
también ser sustituido por el Fe.
El Cr J C 1 cristaliza en el sistema ortorrómbico. con 24 átomos de Cr y
16 de C por celda elemental. Su temperatura de fusión es 1890° C.
El cromo, al igual que el cobalto y que el manganeso. sustituyen a veces
a los átomos de Fe en la cementita (C Fe) cuya estructura cristalina puede
verse en la figura VIII. l.) para dar un carburo ternario de estructura cernen·
títica, que suele denominarse carburo M)C o también carburo K·.
Los carburos pueden formarse por solidificación directa. o bien por pre·
cipitación en estado sólido durante el enfriamiento a partir de soluciones
sólidas ternarias o cuaternarias de base Fe. Son más estables a redisolución
cuanto más sencilla es su estructura cristalina. El delicado balance entre
velocidades de difusión en estado sólido y estabilidades de los carburos.
es causa de la sensible dependencia entre propiedades dI,' los aceros y sus
tratamientos térmicos.
Existe un tipo de constituyente intermetálico simple. sin carbono. fre-
cuente en aceros de alto contenido en Cr. cuya estructura micrográfica.
~

fig. VII.15. Carburos de Cr m UlI acero refractario. moldeado


238 CIEJt.'CIA E INGENIERlA DE AlA TERlJtLES

Fij. VII.16. Carburos en un acero de he"amientas

cuando la precipitación es abundante, resulta aparentemente similar a los


carburos: las fases sigma.
Las fases sigma -al igual que los carburos- precipitan por un proceso de
oucleadOn y crecimiento con curvas de transformación temperatura tiempo
de tipo C. Su forma y distribución en la matriz metálica, aún en cantidades
muy pequeflas, modifica considerablemente las propiedades de la aleación.
En aceros inoxidables, su formación se ve favorecida por la presencia previa
de otras fases de alto contenido en Cr tales como, por ejemplo, carburos de
tipo M 23 C6 .
En el sistema binario Fe-Cr, cuyo diagrama puede verse en la figura
VIII.23., se advierten las fases sigma cuyo contenido en átomos de Cr oscila
entre 43 y 5<Y"'. Este tipo de constituyente aparece también en otros siste-
mas de base Cr, como por ejemplo, Cr-Mn (17 a 28" de átomos de Cr) y
Cr-Co (53 a 58" de átomos de Cr). Existen otros sistemas binarios sin
Cr que dan origen a fases sigma: el sistema V-Mn (con 17 a 28% de átomos
de V), el sistema V·Fe (con 48 a 52" de átomos de V), V-Ni (con al menos
55% atómico de V), W-Fe (50-60" atómico de W), W-Co (5ü-60" atómico
de W).
Este tipo de constituyente sigma, de cristalografía muy compleja, juega un
papel negativo en las aleaciones por la fragilidad que confiere a éstas. En
aceros inoxidables y refractarios ferríticos, y también en aceros austení-
ticos, suele aparecer después de pennanencia prolongada (del orden de miles
de horas) a temperaturas comprendidas entre 5000 C y 9000 C. Calentando
a temperaturas superiores a 9000 C se consigue redisolver las fases sigma y
en consecuencia eliminar aquella fragilidad.
TRANSFORMACIONES DE EQUILiBRIO EN ESTADO SOLIDO 239

VII. J.3.2. Compuestos electrónicos

Entre los varios constituyentes que pueden formar el Cu y el Zn, según


puede v~rse en la figura VII.I?, existen unos compuestos intermetálicos
(J, 'Y, li, t que reciben el nombre de compuestos electrónicos. Su formación
se debe a una inestabilidad de la nube electrónica que llega a saturarse de
electrones, al solubilizar en un metal A (el Cobre) una cierta cantidad de otro
metal B (el Zinc) de valencia suoerior al disolvente.
;;'r,~·,---;·'--,-~·T--j'~---r~-¡·~-r·,--j'·----r·", , '_.
H-t-t--+-+-H ~

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Fig. VD.!7. Sistema Cu-Zn fA. S. M. ·D. Hawkins}.

El constituyente (J tiene por composición Cu-Zn, el 'Y la CUs Zna y el


li la CuZn). Se denominan compuestos de valencia anonnal. ya que un
compuesto de valencia normal entre el Cu monovalente y el Zn divaJente
debiera tener por composición química Cu 2 Zn. Se conocen también como
compuestos de Hume-Rothery, por ser este investigador quien observó que
la relación entre el número total de electrc~~s de valencia compartidos y
el número total de átomos es de 21/14 para el constituyente beta (1 I+ •l .2I l.
240 CIENCIA E INGE'.NIERlA DE MATERlAI.ES

.5+8.2)
21/13 para el constituyente gamma ( ,y 21/12 para el delta
5 + 8 I
(1+3.2\
1+ 3 J. (j.. ....,. Sol. Sólida Sust. . """eFe

~ ....,. Cu Zo ~eee

y ...... Cu 5 Zos -+ Cúbico complejo (52 átomos)

b ...... Cu Zn 3 ~ eee (560' + 700' el


E. -+ Cu 21 Zn 79 -jo Ex. ep.

'1 -+ Sol Sólida Sust. -+ Ex. ep.

Fig. VD.l8. CQlIsrituyemes del sistema Cu·Z"

Los compuestos electr6nicos, desde el punto de vista de amplitud de com-


posición, se comportan de modo parecido a las soluciones sólidas. En efecto
-como puede verse en la figura VI1.l7.- a temperaturas altas admiten
una variabilidad en su composición por sustitución de átomos de Cu o de
Zo en la red propia de cada uno de estos compuestos. Para el constituyente
beta, su red cristalina es cúbica centrada en el cuerpo, para el gamma la red
es "cúbica compleja" -de 52 átomos, similar a la del Manganeso-, y para
la delta la red es cúbica centrada en el cuerpo, ordenada.
El constituyente gamma es muy duro y frágil. Por la baja tenacidad que
confiere a las aleaciones Cu-ln (latones), ninguna de ellas es apta para usos
industriales cuando se presenta este constituyente. Por ello, la zona útil
del diagrama -yen consecuencia las composiciones de los latones~ se re-
duce a la comprendida entre 100" de Cu y 50% de Cu. Una aleación de
49" Cu estará constituida por granos de beta en cuyos contornos, y en su
interior. aparece el constituyente gamma con formas parecidas a tréboles,
(ver figura VI1.I9.).
El constituyente beta (latón-beta: 50" eu, 50% lo) cristaliza en el sistema
cúbico centrado en el cuerpo. Su comportamiento a temperaturas superiores
a 4700 C. es similar a una solución sólida, si bien -a diferencias de éstas-
su red cristalina es distinta de las redes de cada uno de los metales compo-
nentes. Para temperaturas inferiores a 468 0 e, el constituyente beta expe-
rimenta una transfonnación orden/desorden (los átomos de ln se sitúan en
el centro del cubo de cada celda elemental, y los átomos de Cu en los vér-
TRANSFORMACIONES IJE EQUIUBRIO EN ESTADO SOUDO 241

Fig. VJI.19. Aleación 49% Cu. 51" Zn

tices del cubo) dando origen a una estructura dura, apenas defonnable, no
adecuada como material estructural (figura VI1.20.).
El empleo del latón 13 se Limita a su utilización industrial como material
de aportación en soldadura fuerte (braseado): por su buena colabilidad,
ausencia de ;(:gregación den,jrítica durante la solidificación (nótese el pe-
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Fig. VU20. Lató" beta 507' Cu.50'J' Z"
242 CIENCIA E tNGENIERlA DE MA TERJALES

quena intervalo de solidificación en el diagrama Cu·Zn). y la posibilidad de


fonnar soluciones sólidas con los metales a soldar empleando este tipo' de
técnica.
Los compuestos intennetálicos electrónicos, o de Hume-Rothery, no son
exclusivos del sistema Cu·Zn.
En la Tabla VII.21. f¡guran varios compuestos electrónicos reagrupados
según Que la relación R entre electrones compartidos y número de átomos sea
21/14,21/13, o 21/12. Para el valor 21/14 los constituyentes adoptan la
estructura cristalina cúbica centrada en el cuerpo. Cuando la relación es
21/13, su red habitual es la cúbica gigante, similar a la del constituyente

TABLA VII21.

Algunos compuestos electrónicos (Hume Rothery) agrupados por va/ores de R.

R-21/14 R-211J3 R-21{12

Cu"" CusZns CuZn)


CuZn CusCd, CuCd]
Cu]AI CusHgs Cu]Sn
Cu)Ga CU9Al4 Cu)Ge
Cu)ln CU9Ga. Cu)Si
CusSi CU91n4 AgZn)
CusSn CU)ISi, AgCd)
A,M, CU)ISn, Ag)Sn
AgZo AgsZn, AgsAI)
AgCd AgsCd, AuZn)
Ag)AI AgsHg, AuCd)
Ag)ln Ag 9 1n4 Au)Sn
AuMg AusZn, AusAI)
AuZn AusCd,
AuCd Au 9 1n4
FeAI MnSZn21
CoAI FesZn24
NiAl CoSZn21
Niln Ni s BeH
Pdln Ni s Zn 21
Ni s Cd 21
Rh s Zn 21
Pd SZn 21
P1SBe21
PtsZnH
Na)I Pb,
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 243

gamma de los latones, y para 21/12 suelen adoptar la crntaJograf{a exa-


gonal compacta.
Por lo que respecta al sistema Cu-Sn (bronces), obSérvese en la Tabla
Vn.21. la existencia de tres compuestos electrónicos -Cu,Sn (R = 21/14),
Cu]ISna (R = 21/13), Cu]Sn (R "" 21/12)- correspondientes respectiva-
mente a las fases intermedias (j, li, E, del diagrama Cu-Sn de la f¡gura Vn.22.
(la fase "'r del diagrama Cu-Sn es una estructura cúbica centrada en el cuerpo,
ordenada, distinta pero, en cierto modo, análoga a la fase IJ).
En cuanto al sistema Cu-AI (cuproaluminio) y cuyo diagrama puede verse
en la fIgura IV.5., sus fases intermedias fJ y 'Y2 son los compuestos electro-
nicos Cu] Al y CU9 Al., de relación R igual a 21/14 y 21/13, respectivamente.
Con carácter general puede decirse que los compuestos electrónicos simi-
lares al gamma de los latones y al exagonal compacto, son duros y frágiles.
Ello justifica, por ejemplo, que la zona industrialmente útil del diagrama
binario Cu-Sn (bronces) sea la comprendida entre 100" de Cu y 80" en peso

--- .

--- I.
~

-- I
- ~

-

Fig. VU22. Sistema CuSn fA. S. M. ·R. Johmon).


244 OENCIA E INGENIERIA DE MATERIAI.ES

de eu. Análogamente en el sistema Cu-Al, las aleaciones industriales, cupro-


aluminios, no rebasan habitualmente ellO" en peso de Al.

VII.2. TRANSFORMACIONES POR CAMBIO ALOTROPICO

Cuando se enumeran las propiedades del Estai'lo, suele subrayarse la degra-


dación experimentada por este metal en ambientes [r(os: el notable cambio
de coloración desde el blanco plateado típico del estaJio,la aparición de una
especie de pústulas en su superficie, su completa pulverización por penna-
nencia prolongada a temperaturas bajo cero y el contagio (suele llamarse
"peste del Estaf'l.o") que tiene lugar a temperaturas bajas cuando un trozo
de metal sano entra en contacto con otro afectado de "pústulas".
Ello se debe a una transfonnaci6n alotrópica en estado sólido. Por encima
de 20° e la fase cristalina estable del Estai'io es tetragonal centrada en las
caras -de parámetro a igual a 5,83 AO, Y de parámetro c igual a 3,18 AO-
cuya densidad es 7,298. Por debajo de 20° e cristaliza en el sistema cúbico
tipo diamante; es una variedad del Estaño, gris, semiconductora y de den-
sidad 5,768.
Por debajo de 20° e, el paso de Estaño tetragonal, (blanco) a Estaño gris
se realiza por nucleaci6n y crecimiento, produciéndose un aumento de vo-
lumen y decohesión pulverulenta. Debido a la lentitud de la transformación
a 20° e, en la práctica se requieren temperaturas inferiores a 0° C. La expli-
cación del "contagio" estaría en el efecto de nucleación heterogénea del Es-
tafto gris, que acelera la cinética de transformación desde la variedad blanca
tetragonal.
En muchos metales que presentan transformación alotr6pica, la estruc-
tura o variedad alotr6pica del metal que corresponde a temperaturas más
elevadas, puede obtenerse en forma metaestable a temperatura ambiente.
El enfriamiento brusco que consigue mantener en forma metaestable la va-
riedad alotr6pica propia de temperaturas más elevadas, recibe también el
nombre de hipertemple, por analogía al tratamiento expuesto anterionnente.
En la figura VII.23. se indica la curva de solidificación y enfriamiento
del Zr. Puede verse que este metal presenta dos variedades alotrópicas -cú-
bica centrada en el cuerpo y exagonal-, estables para temperaturas superio-
res o inferiores a 863° C; respectivamente. En la figura se señala también
el cambio de estructura micrográfica que tiene lugar durante el enfriamiento,
como resultado de la alotropía. La estructura obtenida al solidificar recibe
el nombre de estructura cristalina primaria: y se conoce con el nombre de
estructura secundaria la obtenida en el enfriamiento a partir de la primaria.
Puesto que la transformación alotrópica supone cambio de estructura, se
comprende que por tratamiento térmico puede afinarse el grano en una
pieza moldeada del metal alotrópico. Bastaría para ello elevar la temperatura
de la pieza por encima de la temperatura crítica hasta lograr el nuevo estado
alotrópico, enfriar rápidamente la aleación ~para, mediante rápida nuclea-
ción, volver a obtener la primitiva aJotropía- y recalentar nuevamente la
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 245

aleación por encima de la temperatura crítica. Reiterando este tratamiento


térmico puede obtenerse una estructura de grano muy fino, en cuyo tamaño
influirán de modo importante las velocidades rápidas de calentamiento y
enfriamiento, debido a su incidencia sobre los procesos de nucleación y cre-
cimiento de los núcleos.
Otros efectos de la transformación alotrópica han sido citados anterior-
mente:' por ejemplo, al indicar que los metales con transformaciones desde
la temperatura de solidificaCión hasta la temperatura ambiente, proporcio-
nan estructuras de moldeo cuya estructura columnar queda prácticamente
borrada por la alotrop(a durante el enfriamiento.

Tal ocurre con la estructura columnar de metales como el Hierro, Titanio, Zir-
conio y Cobalto -ref. Tabla 1.10-- en estado de gran pureza o, al menos, sin elementos
en solución sólida que puedan impedir esas transformaciones alotrópicas.

Ya que algunos elementos disueltos en el metal puro pueden llegar a hacer


desaparecer los cambios alotrópicos y en consecuencia no se "borra" la estructura
columnar. Así sucede, por ejemplo, en los ferrocromos para porcentajes de cromo
superiores a 13%, según puede verse en la figura VIII.23; la estructura primaria de
solidificación -cúbica centrada en el cuerpo-- permanece inalterada hasta la tempera-
tura ambiente por efccto del carácter alfágeno del Cromo.

Eso explica que algunas aleaciones férreas presenten estructuras columnares


tan acusadas como las de metales -V.gr. Aluminio, Cobre, Níquel- que cristalizan en
un sólo sistema.

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Fig. VllI.23. Transformación en estado sólido por cambio alotrópico.
246 CIENCIA E lNGEN1ERlA DE MI'!. TERIALES

Para completar este apartado, se acampatia el diagrama de equilibrio


-diagrama de solidificación y líneas de transformación- de dos metales
solubles en estado líquido, insolubles en estado sólido, y que pueden fonnar
eutéctica. El metal A presenta dos variedades alotrópicas en estado sólido.
Evidentemente, la línea de transformación -para cualquiera de las aleacio·
nes del sistema AB- es una recta horizontal trazada a la temperatura TA2 de
transfonnación alotrópica del metal A. De las figuras VII.24-25, se desprende
también la evolución micrográfica hasta la temperatura ambiente de las
aleaciones 1 y n.

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Fig. VII.24. Solidificación de la aleación 1


TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 247

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\\

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"'. Fil. VU.25. Solidificación de lo aleación Jl

V11.3. TRANSFORMACIONES POR CAMBIO DE ALOTROPIA y


DE SOLUBILIDAD

A propósito de la pérdida de solubilidad del soluto en un metal disol-


vente, se han comentado con anterioridad su cinética de precipitación y
algunas consecuencias que se derivan de ello. El tema adquiere mayor comple-
jidad -perfectamente abordable con las nociones expuestas hasta aquí-
cuando el metal disolvente cambia de estado alotrópico a partir de cierta
temperatura. Por ejemplo, en el casO del Fe y el C (que se desarrolla espec(fi-
camente en el capítulo VIII) parece lógico que una detenninada austenÍta,
por ejemplo, de 0,55' C, al transfonnarse alotrópicamente el Fe de gamma en
alfa, produzca finalmente una e~tructura ferrítica de mucho menor conteni-
do en carbono, junto con la aparición de otro constituyenteC Fe) (compues·
to por átomos de Fe y el exceso de átomos de carbono de la austenita ini·
cia!). La transfonnación se produce también por nucleación y crecimiento.
Las transfonnaciones de equilibrio por cambio alotrópico y pérdida de
solubilidad durante el enfriamiento no son exclusivas, del sistema Fe-e.
Se presentan también en otros muchos sistemas, entre los que tienen par-
ticular interés industrial los latones (sistema Cu-Zn), bronces (sistema Cu-Sn)
y cuproaluminios (sistema Cu·AJ). Sistemas que, presentan como fases inter·
medias los compuestos electrónicos antes mencionados.
Los latones industriales se clasifican -atendiendo a sus constituyentes-
en latones el, latones P. y latones a + p. Los latones alfa están constituidos
por granos de solución sólida de Zinc en Cobre, y su estructura cristalina
248 aENClA E INGENIERlA VE MATEIUALES

corresponde al sistema cúbico centrado en las caras. Por efccto de la diso-


lución del Zn en el eu. la tonalidad de los latones alfa va variando desde
el color rojizo característico del Cu hacia el 3'narillo. a medida que aumen-
ta su contenido en Zn (latorll's rojos < 15 % Zn.lato"e.~ amarillos> 155' Zn).
Hasta 30% en peso de eu. todos los lafones están formados por granos de
solución sólida alfa y tienen. por consiguienle. las buenas caracteriSlicas
de eonfonnabilidad del Cobre. aunque en grado algo mcnor por la distor-
sión que producen los átomos <.le Zn en la red del Cu,
Los latones alfa -deforrnables tanto en calienle como en frío- no alcan-
zan, sin embargo, el nivel de resistencia requerido para muchas aplicaciones.
En cambio. lús latones beta (en realidad (f a temperatura ambiente). diff·
cHes de deformar por lo ya indicado. tienen una mayor resistencia. La ade-
cuada dosificación de constituyentes alfa y beta permite oblener Jatones
bifásicos de resistencia superior a los latones alfa, y con una cierta canfor-
nlitbilidad en frfo si la proporción del constituyente bcta no cs excesiva.
No obslant~. la conformación de los latones O' + {3 se realiza casi siempre
en caliente, por encima de la temperatura de transformación del constitu-
yente beta para. de este modo. obviar las dificultades de deformación del
beta a temperatura ambiente.
La composición más frecuente para este tipo de latones de resistencia,
bifásicos (latones a + (3), es de 60% Cu y 40% de Zn. En estado recocido su
carga de rotura es de 350 MPa con alargamiento de 40%. Por deformación
en frro. en estado semiduro, la carga de rotura es de 500 MPa y el alarga-
miento \0%.
Con ayuda del diagrama de equilibrio se puede seguir la historia micro-
gráfica de este Jatón 60% eu, 40% Zn desde el estado líquido. Del diagrama

Fig. VU26. LQrón 60/40 en f!SrQdo bnllo de moldeo


TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 249

VII.i 7. se desprende que el fundido solidificó fonnando exclusivamente


granos de beta. Durante el enfriamiento, al alcanzar una temperatura crí·
tica, entre 800 y 700° e, se inició una transformación por cambio de alotro-
pía y solubilidad del constituyente beta, transformándose éste parcialmente
en alfa. La transformación prosiguió durante el enfriamiento hasta obtener,
finalmente, a temperatura ambiente una mezcla de alfa (constituyente claro)
y beta (constituyente oscuro).
Muchas aleaciones de moldeo Que, como ésta, comportan variación de
alotropía y de solubilidad en estado sólido durante el enfriamiento, presen·
tan esta estrncturo microgrdfica acicular (figura VII.26.) Que recibe el nom-
bre de estructura Widmanstatten: adoptando dicha morfología para minimi-
zar la energía libre de distorsión a Que se aludió a propósito de la Tabla VIl.4.
La morfología acicular del constituyente sólido recibe el nombre de es-
tructura de Widmanstatten, por generalización de la observada en el siglo
pasado en meteoritos y hoy ya clásica en la metalograffa, especialmente
de aceros. (figura VIIl.8.).
Calentada la aleación de la figura VI1.26. a 620-680° e y sometida a una
adecuada deformación a esas temperaturas, la recristalización de la fase alfa
y la de la fase beta, dan como resultado la desaparición de la estructura
acicular, proporcionando la estructura alfa + beta de la figura VIl.27. más
favorable para soportar en servicio esfuerzos triaxiales.
Los lalOnes alfa + bela suelen denominarse también lalones de fácil me·
canizado: el carácter duro de la fase ordenada beta confiere fragilidad a
la viruta durante las operaciones de mecanizado del latón, con la consiguien·
te ventaja de obtener virutas cortas. Esta mejora en la maquinabilidad de·
pende de la cantidad y reparto de la fase beta, así como de la cantidad de

Fig. VD.27. Latón 60140 recrístalizado por conformación en caliente. (Metal Muntz).
250 CIENCIA E tNGENIERlA DE MATERIALES

Fig. V1l28. Bronce [orjable (Cu-8" Sn)

impurezas; por ello, a veces suele adiccionarse Pb (1" a 5"), por razones
análogas a las indicadas a propósito del Cu. al tratar de las reacciones mono-
técticas (Cap. IV.).
Por lo que respecta al sistema Cu..sn, cuyos constituyentes ya se comen-
taron, los bronces, según su composición, pueden ser o monofásicos -cons-
tituidos exclusivamente por solución sólida cúbica centrada en las caras de
So en Cu- o bifásicos, si la solidificación dá lugar a los constituyentes
alfa + beta.
El constituyente fj se forma (figura VIl.22.) por reacción peritéctica a
7980 C: líquido (25,5" So) + solución sólida a (13,5" So) -+ constituyen·
te (3 (13,12" So). En el enfriamiento de equilibrio, este constituyente beta
experimenta una transformación a 5860 e para dar un agregado eutectoide
de alfa + gamma. Transformándose el constituyente gamma, a su vez, al
alcanzar 5200 e en un agregado de alfa + delta (la transformación indicada
en el diagrama a 3500 e, según la cual el constituyente delta se transforma
para dar un agregado de alfa + epsilón, requiere tanto tiempo para su reali-
zación, que en la práctica no tiene lugar; pudiendo prolongarse la vertical
correspondiente a delta hasta la temperatura ambiente).
Los bronces alfa, hasta un contenido de 8" Sn suelen denominarse lar-
jables. Para contenidos en Sn superiores a este valor, la cantidad de fase
delta -frágil- formada en el enfriamiento por pérdida de solubilidad del
Sn, aparece en cuantía suficiente como para impedir la deformación plás-
tica en frío de los bronces. En la f¡gura VIl.28. puede verse la micrografía
de un bronce de 8" de Sn cuyo constituyente disperso es la fase delta.
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 251

Entre los bronces utilizados para piezas moldeadas que no requieran pos-
terior conformación, las composiciones pueden ser más ricas en So. Proto-
tipo de bronces para moldeo son el de 90% Cu- 10% Sn (antiguamente de-
nominado bronce para canones) y el de 85% en peso Cu -15" Sn. Uno y
otro se emplean casi exclusivamente para la fabricación de cojinetes (por
moldeo), debido al bajo módulo elástico del Cu y a la buena aptitud al
desgaste que confiere la fase dura delta repartida en la matriz plástica de
bronce alfa.
El diagrama de equilibrio permite anticipar las diferencias micrográfi-
cas que se observarán entre un bronce 90/1 O Y un bronce 85/15. En el 90/10
-si la solidificación es de equilibrio- la fase delta se produce durante el
enfriamiento, por pérdida de solubilidad, dando lugar a una estructura si-
milar a la de la micrografía de la ftgura VII.2B., pero con mayor proporción
de fase delta. En el 85/15, en cambio, la solidificación tiene lugar con
estructura alfa + beta; transformándose la fase beta durante el enfriamiento
para dar un agregado eutectoide de alfa + gamma, transformándose gamma
en alfa + delta. (Ver figura VI1.29.). Esta estructura, muy apta para la re-
sistencia al desgaste, y cuya mayor proporción de fase delta la hace prefe--
rible al bronce 90/10, confiere como contrapartida, una menor tenacidad
a los cojinetes 85/15. Es oportuno recordar que -además de la composi-
ción química~ la velocidad de enfriamiento juega un papel importante en
las estructuras micrográficas de los bronces y, consiguientemente, en las
propiedades (ref. Fig. VI.27.).
Los cuproaluminios corresponden al diagrama de la figura IV.5. del lado
del Cobre, y suelen denominarse también bronces al Aluminio. El Alumi-

Fig. V1I29. Bronce 851' Cu-/5" Sn


252 CIENCIA E lNGENIENlA DE MATERiALES

Dio en solución sólida de sustitución en la red cristalina del Cobre, propor-


ciona simultáneamente una mejora de la resistencia mecánica del Cobre y
un aumento de su resistencia a corrosión frente a corrosiones débiles -y,
en concreto, a la corrosión en medio ácido- por la fonnaci6n de una pe-
lícula de alúmina en la superficie de la aleación.
La solubilidad del Al en el Cll, según se indicó en la Tabla IIl.14. y puede
verse en la figura IV.5., es de 7,4% en peso a 1036" e, y de 9,4% a 565 0 C.
El Cu Y el Al forman también, como ya se indicó, compuestos electrónicos.
Un cuproaluminio de alta composición en Aluminio contendrá gran canti-
dad de la fase gamma frágil, y resultará inservible para usos industriales; por
eso no se utilizan cuproaluminios superiores al 12~ en peso de Al.
Los cuproaluminios monofásicos, constituidos sólo por granos de solu-
ción sólida alfa, y en consecuencia de composición inferior a 9~ Al, se uti-
lizan profusamente para intercambiadores de calor, tubos, planchas, etc.,
destinados a ambientes corrosivos por agua de mar. Sin embargo, es más
frecuente el empleo de cuproaluminios bifásicos, cuya carga de rotura es
mayor (por la misma razón que la señalada a propósito de los latones
alfa + beta). La fIgura VII.30. muestra la micrografía de un cuproaluminio
de 10% Al enfriado' en condiciones de equilibrio y constituido, por tanto,
por fase alfa (de color claro) y por una fase oscura, resultado de la trans-
formación de equilibrio del constituyente beta a velocidades inferiores a
100 e por minuto. La fase beta (de 12% Al aproximadamente) se transfor-
ma por reacción eutectoide a 565 0 e en el agregado de alfa (9,4" Al) + gam-
ma (15,6% Al), cuya estructura laminar puede verse en la micrografía VII.31.

Fig. VlI.30. Estructura de un cuproaluminio bifásico Cu·l0" Al, con


enfriamiento de equjlibn'o
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 253

Fig. VII.31. Detalle de la fig. VIl.JO.

Los enfriamientos de inequilibrio en los cuproaluminios, al igual que ocu-


rre en el Fe-e, producen constituyentes que, por no ser de equilibrio no pue-
den figurar en el diagrama de fases. Por ejemplo, la aleación del IO~ de Al,
enfriada rápidamente desde las altas temperaturas correspondient~s al es-
-:~ {
¡"
11 Jt.

"

Fig. vn.32. Martellsira Cu-Al. IOOX


254 CIENCIA E lNGENIERJA. DE MA TERlALES

tado plenamente beta da lugar a la formación -en el interior de los anti-


guos granos de beta- de un constituyente martensftico metaestabJe, cuya
morfología acicular puede verse en la f¡gura VII.32. Martensita que por
posterior revenido producirá los constituyentes de equilibrio alfa y gamma
con un grado de dispersión del precipitado gamma en el interior de alfa
notablemente superior al logrado por enfriamiento de equilibrio a partir
del constituyente beta, proporcionando con ello una notable mejora de
tenacidad a esta aleación.

VII.4. TRANSfORMACIONES OROEN/DESORDEN

Como complemento a lo expuesto, haremos una breve referencia a un


tipo de transformaciones -sin precipitaci6n- que a veces se producen en
las soluciones sólidas, en algunas fases de tipo electrónico beta, en compues-
tos intersticiales complejos, etc.
En la mayor parte de las soluciones sólidas de sustitución, el soluto
sustituye al azar a los átomos del disolvente en su red cristalina. En algunas
aleaciones, sin embargo, los átomos desordenados del soluto pueden, durante
el enfriamiento, adoptar una disposición ordenada en la red del disolvente.
Esto ocurre, por ejemplo, si se enfría muy lentamente desde 5000 e la so--
lución sólida 50" Cu y 50" Au. En la ftgura V11.33. se ilustra esta solución
sólida ordenada 50" Cu, 50" Au.
La red ordenada es equivalente al resultado de entremezclar entre sí dos
sub redes (una de átomos de color blanco en la figura y otra de átomos en
negro). Por ello, las estructuras ordenadas suelen denominarse "super redes".
La super red está fonnada por dos sub redes que denominaremos a y b,
tales que en tod.os los nudos de la sub red a los átomos son de A (en el caso
considerado son de Cu), y en todos los nudos de la sub red b los átomos
son de B (aquí de Au). Para detenninar el grado de orden de un cristal
-cuando no está totalmente ordenado- se denomina parámetro de orden
a larga distancia, S, a la relación: F(A,a) _ F (A)
S=-----
I - F (A)
• ...-0.-... .~-.--.
r- OA"
/ r- 10..
tl c" tl • tlc"
tl
tl tl J
• • • • •

_
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.-3.75A
ntd c:últiuCU3 ....

tl

Au Cu

fig. VDJ3. Estructuras ordenadas de las "luciones vloas 50" Cu·50"


Au y 75" Cu·25" Au fA. S. M.).
TRANSFORMA GONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 255

siendo;
F (A)- el cociente entre el número de átomos A en el cristal, y el
número total de átomos del cristal
F (A, a)- es el cociente entre el número de átomos A en la sub red a y
el número total de átomos de la sub-red Q.

Cuando todo el cristal está perfectamente ordenad,o, el parámetro S es


igual a la unidad. Para el cristal no ordenado (con átomos al azar) S es
igual a O.

Pudiera ocurrir que, siendo S, igual a cero, el cristal presente un cierto


orden. En efecto, un cristal puede constar de dos zonas perfectamente or-
denadas -cada una de eUas imagen especular de la adyacente- como se
senala en dos dimensiones en la f¡gura VI1.34. Estas dos zonas se deno-
minan dominios anli[ase. y el "espejo", junta de antifase. Las antifases y
las juntas pueden detectarse por microscopía electrónica.

ABABA ABABA
BABAB BABAB
ABABA ABABA
BABAB BABAB

Fil. VII.34. Antilases, orden o corta distancio.

En el caso senalado, S es igual a O: puesto que la mitad de los átomos no


ocupa los puntos que le corresponden en la subred, cualquiera sea la fonna
en que se elijan las posiciones para la sub red Q y para la sub red b: y, sin
embargo, el cristal tiene un alto grado de orden.
Lo habitual en las aleaciones que experimentan orden/desorden es que
cada cristal no esté perfectamente ordenado, sino que presente varias anti-
fases. Evidentemente, las propiedades dependerán en gran medida de este
orden a corta distancia. Se hace necesario, pues, definir un pardmetro de or-
de" a corta dista"cia o;

q-q,
a =-=----:-
'1M q,

siendo;
q el número de parejas de átomos contiguos en que cada pareja está
formada por un átomo de A y otro de B
256 CIENCIA E INGENJERJA. DE MATERiALES

<1M el número de parejas de átomos contiguos A y B, si todo el cristal


estuviera plenamente ordenado
'l.r el número promedio de parejas de átomos A y B contiguos si la dis-
tribuci6n en el cristal fuera totalmente al azar (estado desordenado)

Cuando el cristal está totalmente ordenado, se verifica no s610 que S es


igual a la unidad, sino también que o es igual a la unidad, ya que q= QM. En
los demás casos, incluso cuando S sea igual a cero, a será menor que uno
-tanto menor cuanto menor sea el grado de orden a corta distancia -pues-
to que q es menor que QM.

~,
/: .
,. ,,7'---
"
, !\ w!'
¡
, ,, I
,, ,,
,,
\
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o 25 50 15 100
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8 Estrvelu.a -..es.

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-:;7. .....---/,

Fig. VfI.3S. VQriDción de ÚI resislMdad en el


," Iy,>t .. ~
sistema Cu·Au con elorden/de-
sorden , ". .00
T.<:títoca

El paso del estado desordenado al ordenado -al descender la tempera·


tura por debajo de la crítica Tc - tiene lugar, generalmente, por formación
de antifases, y crecimiento del tamafto de éstas. Es decir, por un mecanismo
similar al de nucleación y crecimiento. En algunos casos, sin embargo, la
transformación es atérmica, instantánea, de tipo martensitico. (Por ejemplo,
es del tipo martensítico la transformación orden/desorden del constituyente
beta de los latones).
El estado ordenado es más duro y menos deformable que el desordenado.
La conductividad eléctrica de una solución sólida ordenada es mayor que en
el estado desordenado.
Casos típicos de orden/desorden se presentan en las aleaciones del siste·
ma Al-Fe, que en estado desordenado son paramagnéticas y en estado orde·
nado (la aleación Al Fe, o la aleación Fe3Al) son ferromagnéticas.
TRANSFORMACIONES DE EQUILIBRIO EN ESTADO SOLIDO 257

Las estructuras ordenadas se presentan igualmente en los sistemas ter·


narios. Un ejemplo clásico lo constituye la aleación Heussler, cuyo estado
ordenado es ferromagnética (nótese que el eu, el Mn, el Al no son ferro--
magnéticos), y es paramagnética en el estado desordenado.
Análoga estructura
en los 8 cubos menores.

1
1
1/
1/
)J'--
/1
/ I

Mn. Ocupa los vértices y centros de las


O caras de la la celda C F e (4 átomos por
celda).
O Al. Ocu pa el centro de las aristas y del
cubo total (4 átomos por celda).
O Cu. Ocupa el centro de los 8 cubos me·
nares (8 átomos por celda).

Hg. VD.36. Estrnctura ordenada de


la aleación Heussler

En algunas aleaciones binarias, por ejemplo, Ni 2 Al, el estado ordenado


corresponde a una disposición sistemática, ordenada, de defectos puntuales
de la red, defectos denominados lagunas o vacantes. Pueden considerarse
como sistemas ternarios ordenados, cuyas lagunas son el tercer componen-
te, y reciben el nombre de redes defectivas.
256 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERIALES

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Porter, Easterling.-"Phase Transformations in Metals and Alloys".-Comwall-Van Nos-
trand Reinhold Co. (1981).
vm
Transformaciones en estado sólido
en el sistema Fe-C
VIII.'. TRANSFORMACION DE EOUILlBRIO EN EL
SISTEMA Fe·C METAESTABLE

Los :leeros y fundiciunt:s blancas constituyen uno de los ejemplos más


intercsanlt.:s de transforrnación constilucionaJ por variación de solubilidad
y cambio alotrópico en estado sólido.
El Fe presenta tres variedades alotrópicas: dclta, gamma y alfa.
El Fe puro solidifica a 1538° e en fonna de Fe delta: su celda elemental
es cúbica centrada en el cuerpo. A 1394 e el Fe delta se transfonna en Fe
Q

gomnUJ cúbico centrado en las caras, con un parámetro 'Y que disminuye
con la temperatura (para 913 0 e es 3,639° A'.
0
A 912 (' se produce un nuevo cambio alotrópico: el Fe gamma pasa a
Fe alfa; ~slc
cristaliza en el sistema cúbico centrado en el cuerpo (igual que
el Fe dcha), pero de menor parámetro (igual a 2,898° A a 910°C).
la transformación de Fe gamma a Fe alfa tiene lugar con aumento de vo-
lumen. ya que la celda de Fe gamma (de cuatro átomos) se descompone en
dos de Fe alfa (de dos átomos); y el volumen de dos celdas de Fe alfa es
superior al de la primitiva de Fe gamma. El aumento de volumen es, apro-
ximadamente, 1% según se deduce de la relación:

2.A~ _ A~
100
~'7
La solidificación y las transformaciones alotrópicas de Fe puro se veri-
fican a temperatura constante. de conformidad con la regla de las fases.

VIII. 1. 1. Geometrfa de los constituyentes simples del sistema Fe-C

Los constituyentes simples del sistema metaestable Fe-e son aus/eni/o,


ferrita y cemen/ila. Los dos primeros se caracterizan por ser soluciones
sólidas. de inserción octaédrica de C en Fe gamma y Fe alfa, respectivamen-
te. La naturaleza de esta inserción puede verse en las figuras 111.9. y 111.12.
La cementita es un compuesto intermetálico de fórmula e Fe]. cuya estruc-
tura ortorrómbica puede verse en las figuras VII!.I. y V1I1.2.
Se denomina me/aestable al sistema que presenta estos constituyentes
simples -constituyentes de los aceros y de las fundiciones blancas- y. se
reserva la denominaciÓn Fe-<: estable para el sistema propio de las fundi-
ciones grises y en el que los constituyentes son: austenita, ferrita y grafito
260 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERiALES

,
4 0.114
."

,
i
.... "

ORIGEN
o',
ele

Fig. VIII.I. l:strncwra orfo"ómbica de la cernen/ita (A.S.M.].

(y. eventualmente, cementita, si el enfriamiento en estado sólido sigue el


diagrama metaestable).
La diferencia entre el carácter estable y el carácter metaestable depende
de varios factores, especialmente de la velocidad de enfriamiento y los ele-
mentos de aleación. En el caso de los aceros, la fonna que se presenta en
general, es la metaestable.
Austenita: en la austenita los átomos de e se encuentran al azar en los
puntos medios de las aristas del cubo o en la posición equivalente: en el
centro de la malla cubica de caras centradas.
Parece desprenderse de ello que el Fe gamma podría admitir e en solu-
ción sólida hasta que quedaran ocupadas todas las posiciones posibles en
las aristas y centro de la celda elemental. La saturación se alcanzaría con
cuatro átomos de e por celda; y considerando que también hay cuatro

fig. VUI.2. Cernenrira. Detalle de Ja posición relariva


de los tiramos de Fe y C. (Hendricks). .e
o ..
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Fe-C 261

átomos de Fe por celda elemental, supondría un 50% atómico de e, o bien, un IlFA


de e en peso.
Sin embargo. d conlt'nidll m:íxilllll lk e en la alls\l.'nita cs lTlUY inferior
al 50% esperado. La C<JllS:1 l'striba en la relación de di:íml'tros del e y Jel
Fe. De la figllr:i 111.9 Sl' ,ksprL'nde que 1<J reladón de diámetros entre C y Fe
para quc aqlll'l llcupe los hUt'CllS intersticiales sin Jistorsionar la malla de
Fe gamma, dcbL'r1J ser OA 14.
Puesto que la rL'ladón de Goldschmidt entre los diáml'tros del átomo de
C y de re es 0.63. l:J inserción de un átomo de C en 1<J austenita produce
una importantl: distorsión en su red. proporcion<J1 a la cantidad de C disuel-
to. En concreto. l'l parámctro de la auslcnita v<Jrla en función del contenido
en C: aproximadamente según la expresión
A en Ao = 0.0448. %C + 3.548
Al <Jllllll'ntar la concentración de C se llega la callS:J de la distorsión pro-
ducida) :1 un:l :dkradón de la red de austenita qUl: ésta L'S incapaz de sopor-
tar. Claro \"stá qu\" un aumento dl' temperatura, al dilatar IJ mall<l. compcnsa
L']} part\" las diferencias de tamano; y, por lo tanto, la solubilidad aUlllentará

con la temperatura. La saturación de e en la austenita se wrifica a 1148 e


0

para un contenido de 2.11 % en peso.


Algunos autores seJ1alan 1,7% C cama límite de saturaciÓn de la Justenita
a 1130°. La imprecisión en los resultados es debida a que ambos valores se
obtienen por extrapolación de medidas efectuadas sobre austenitas saturadas
0
a temperatura inferior a 1 148 C.
Las aleaciones binarias Fe-C con contenidos en C inferiores a este límite
máximo de saturación de la austenita a 1148° C. reciben el nombre de
aceros.
En los aceros binarios Fe-C no es posible tener austenita a la temperatu-
ra ambiente por enfriamiento lento; aunque puede lograrse en algunos
aceros aleados (con 12% Mn, o 8% Ni, etc.).
La austenita es amagnética, como el Fe gamma, lo cual permite en oca·
siones su fácil identificación. Es blanda. dúctil y tenaz. Sus características
mecánicas varían con la composición: como valores medios aproximados
pueden tomarse 300 HB de dureza, 880 a 1100 MPa de carga de rotura,
y alargamientos del orden del 30-60 %.
Ferrita: la ferrita es una solución sólida de inserción octaédrica de C en
Fe alfa o delta. Los átomos de C pueden situarse al azar en el centro de las
aristas o en posiciones equivalentes, como son los centros de las caras de la
celda elemental. Cada átomo de C es tangente a dos de Fe.
La relación entre radios atómicos de e y Fe requerida para formar la so·
lución sólida de inserción octaédrica es 0.154; en tanto que la relación
real de diámetros es 0,63. Una primera consecuencia de ello es que la auste·
nita admite un contenido en e muy superior al de la ferrita. Concretamente,
la ferrita alfa admite a 727 0 C un máximo de 0,0218% en peso de C: ya tem-
peraturas menores el contenido es casi nulo. (*).

(.) El contenido máximo de carbono en la ferrita delta es 0,09% a 1495 oC.


262 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MA TERIALES

La ferrita, al igual que el Fe alfa, es magnética por debajo de 770° e y


amagnética por encima de esta temperatura. Es la razón por la que algunos
autores distingu(an entre ferrita alfa y ferrita beta, según sea o no magné-
tica. Sin embargo, como cristaJográficamentc se trata del mismo constitu-
yente, no tendremos en cuenta esta distinción y denominaremos a ambas,
sencillamente, ferrita.
La ferrita es el constituyente más blando de los aceros. Sus caracterís-
ticas mecánicas son 90 HB, 300 MPa de carga de rotura Km, Y 40% de alar-
gamiento. Es menos dura que la austcllita, por su menor contenido t:n C. y
más plástica que ella; aunque cristaliza en un sistema ~el cúbico centrado
en el cuerpo-o que no presenta planos compactos.
Cementita: termodinámicamente es inestable y en determinadas condi-
ciones puede descomponerse, dando 3Fe + Grafito. Las condiciones ciné-
ticas requeridas para que ésta descomposición tenga lugar, requieren un nu-
mero tan elevado de horas que, en la práctica, no se presentan nunca en los
aceros binarios Fe-e
Sin embargo, por prolongada permanencia (miles de horas a () > 450" e}
los aceros de bajo carbono o débilmente aleados (por ejemplo. C < 0.15~.
0,5% Mn) grajitizan parcialmente por descomposición de cementita en
ferrita y grafito.
Cristalográficamente se presenta en celdas ortorrómbicas, donde los áto-
mos de Fe pueden, a veces, ser sustituidos por otros átomos de Cr, Mo,
Mn, etc. Puesto que la cementita es un compuesto intennetálico cuyo enla-
ce predominante no es metálico, parece lógico que sea frágil y además, el
constituyente más duro de los aceros (68 HRcl. Es ferromagnética por
deb~o de los 210" e Su punto de fusión es casi indeterminable (1227" n.
porque a elevadas temperaturas se descompone antes de alcanzar la fusión.
Su densidad es 7,694,

VII1.1.2. Cinética de la transformación austenita-ferrita

Las microestructuras de los aceros son el resultado de las transforma-


ciones de la austenita.
La transformación de la austenita durante un enfriamiento lento. está
asociada a la transformación alotrópica gamma ...... alfa por movimiento de
átomos de Fe: y a una difusión de C. Los movimientos de átomos de re
tienen como consecuencia la creación qe <lgrupaciones de diferente simdr(a:
cúbica centrad<l en el Cllt'rpo. Estas agrupaciones puedt'n ser effmeras (si la
temperatura no es adecuada) o permanentes (núcleos) cuya fonnación re-
quiere un tiempo de nucleadón. Formados los gérmenes de ferrita, su cre-
cimiento se efectúa con simultánea difusión de los átomos de C hacia la aus-
tenita circundante.
En las transformaciones de la austenita por lento enfriamiento debe
tenerse en cuenta. además, el carácter gammdgf'110 -o cstabilizante de la
fase gamma- que presenta d C:
- Con C en solución sólida la transformación de Fe delta a Fe gamma
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Fe·C 263

tiene lugar por encima de 13940 C; siendo tanto má~ alta esta tempera-
tura cuanto mayor sea el contenido en C -dentro de ciertos límites-
que el Fe presenta en solución sólida.
- La transformación de austenita a fcrrita se inicia por debajo de 912 c;
0

a temperatura tanto menor, cuanto mayor sea el contenido en C de la


austenita.
- Para contenidos en e superiores a 0,77% la estabilización de la fase
gamma es tal que su transformación alotrópica en alfa no tiene lugar
por lento enfriamiento hasta alcanzar los 727 0 C, cualquiera que sea
el contenido en e superior a 0,77%.

Para ilustrar y precisar lo anterior, pueden considerarse los siguientes


ejemplos de transformación de austenita por enfriamiento lento:

- Austenita de 0,3% e
- Austenita de I % e
- Austenita de 0,77% e

Austenita de O.3~ C: en el esquema de la figura VII!.3 .. se sej'¡alan tempe-


raturas y" de e en ordenadas y abscisas, respectivamente: sobre dicho esque-
ma pueden seguirse los distintos estados de equilibrio que experimenta
una aleación Fe-C de 0,3% C, enfriada lentamente desde el estado gamma.
A temperaturas superiores a 912 0 e, la aleación se halla por completo
en estado gamma. Disminuyendo la temperatura por debajo de 912 0 C, la
allstcnila sigue aún sin transformarse, como consecuencia del carácter
gammágeno del C: siendo necesario llegar a una temperatura Al para que
pueda iniciarse la transformación gamma ...... alfa. Este comienzo de transfor-
mación tiene lugar con incremento de volumen: y ello permite detenninar
dicha temperatura A j por medidas dilatométricas.
la transformación de gamma a alfa no se reaüza plenamente a Al; a dicha
temperatura empieza la nucleación de ferrita en las junlas del grano austení-
tico, con migración del C -por difusión- hacia el interior del grano. El cen-
tro del grano, por su mayor contenido en e. requerirá una temperatura
aún más baja para poder transformarse en alfa.
Al descender la temperatura, aumentará la proporción de ferrita en los
contornos del grano y disminuirá la cantidad de austenita no transfonnada
enriquecida en C.
A 727 oC quedará aún sin transfonnar una tercera parte de la austeni-
la original, (ahora con un conlenido actual e'n e de 0.77%. que se conoce
como oustenila billoria ellteclOid" y qm' se transfornla como se indica a con·
tinuación).
La dilatación observada en el enfriamiento -que empezó en A j - continúa
hasta los 727 oC.
AlIste"ila de /5' C: al enfriar esta auste'nila desde' altas temperaturas. la
264 elElllelA, E INGEN1ERlA DE MATERIlú..ES

contracción de la red cristalina dará lugar a que el e disuelto aumente la


distorsión del cristal, y a una cierta temperatura la red se hará inestable. Los
átomos de e expulsados de la malla formarán, por afinidad con el fe, al ser
liberados, la cementita.

_c
Para contenidos superiores a 0,77" e, la curva de la f¡gura VillA. seí'iala
para cada temperatura A.:m la concentración de e que satufa la austenita.

- - - - - - - - f-~-
2'n>tC

¡'¡ ".
~ m~·
'A

r.g[J_
¡-.

,.;
~m-
IO'711.C
! S'877,C

fig. VUI.3. Fig. VillA. (1")


Es/ruetuTQS microgrtificm de equilibrio. de aceros binarios.
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOUDO EN EL SISTEMA F,-C 265

Esta temperatura corresponde en cada acero al punto en que empieza a sepa·


rarse la cementita (y eno sin transformación alotrópica gamma -+ alfa a con·
secuencia del efecto gammágeno del C).
En la austenita de 1" C, al alcanzar la temperatura Acm, los átomos de e
emigran hacia las juntas del grano austenítico; donde, por reacción con át~
mos Fe, forman cementita.
El centro del grano austenítico queda, por tanto, empobrecido en e, y su
austenita será estable. Se hace necesaria una disminución de la temperatura
para que pueda producirse una nueva emigración del carbono hacia los con·
tomos de grano (que evita la distorsión -cada vez mayor- ocasionada por el
carbono cuando, con la temperatura, disminuye el parámetro de la austenita).
Este proceso continúa durante el enfriamiento hasta que se alcanzan los
727 oC. A dicha temperatura, hay 4% en peso de cementita en los contornos
de grano; simultáneamente, la austenita tiene un contenido en e de 0,77% en
el interior del grano.
Resumiendo los dos procesos de enfriamiento considerados -austenita de
0,3" en e y austenita de 1% en e-, puede decirse que:

1.0 Las austenitas con carbono inferior a 0,77" empiezan a transformar-


se en ferrita a temperaturas A3 ; y si su contenido original en e es
mayor que 0,03". no terminan la transformación antes de los 727°.
2.° Las austenitas con más de 0,77" de C empiezan a precipitar cementita
a temperaturas Acm y no se transforman en ferrita antes de los 727°.
3.° En ambos casos. al alcanzar los 727 oC, el contenido en la austenita
es 0,77". de carbono.

Austellita de 0.77" de C: una austenita con contenido inicial de e igual a


0,77%, no experimenta ninguna transformación por enfriamiento lento hasta
alcanzar los 727 oc.
A esta temperatura, el C en solución sólida sobresaturada e inestable, emi·
gra; y (después de un período de incubación) empieza a formar núcleos de
cementita: generalmente en los contornos de grano de la austenita. Las zonas
próximas a los gérmenes de cementita, se empobrecen en e y se transforman
alotrópicamente en gérmenes de ferrita.
Los gérmenes de cementita continúan creciendo a expensas del e absor-
bido de la austenita contigua. El resultado final es un conjunto de láminas de
cementita flanqueadas por otras de ferrita que forman un constituyente
complejo de reflejos nacarados denominado, por Sorby, perfita.
La reacción de auste"ita (0.77" CJ -+ ferrita + cementita. recibe el nombre
de reacción eutec/oide por analogía a las reacciones eutécticas. La tempera-
tura constante a que tiene lugar la reacción se 'denomina Ae (y también
A m )'
Si el enfriamiento no es el que corresponde al equilibrio, esta transforma·
ción isotérmica de la austenita binaria eutectoide, se realiza del modo indio
cado más adelante (VII1.2.1.).
266 CIENCIA E lNGEN1ERJA DE MATERiALES

VIII.1.3. Diagrama metaestable Fe·C

Si se superponen en un mismo diagrama las figuras VIII.3. y VIlJA., se


obtienen las líneas de transformación en estado sólido del diagrama metaes-
tabIe Fe-C (figura VIlI.5.). En el diagrama se incluye, además, la línea de
variación del e en la ferrita para temperaturas inferiores a 727 oC, con
formaci6n de cementita terciaria o vermicular.
Los aceros binarios Fe-C se denominan hlpoeutectoides, o hipereutectoi-
des, según que su contenido en e sea menor de 0,77", o bien esté compren-
dido entre 0,77 y 2,11%. Las aleaciones Fe-C, que contienen más de 2,11 % de
e reciben el nombre de fundiciones blancas.
En el diagrama de la figura VIII.5. se señala el lugar geométrico de los
"puntos cn'ticos" A 3 y Acm antes mencionados, que son las temperaturas
por debajo de las cuales las aleaciones dejan de ser completamente austeníticas.
Las temperaturas críticas suelen venir afectadas -como herencia histórica
de los primeros trabajos debidos a investigadores franceses- por un subín-
dice r (refroidissement) o por un subíndice e (chauffage), según se considere
la transformación durante el enfriamiento o durante el calentamiento. Esta
diferencia entre los puntos críticos A 3r Y A)c para un mismo acero hipoeu-
tectoide (o bien entre Acmr y Acm e si se trata de un acero hipereutectoide) se
conoce como histéresis térmica.
La línea de transformación A., lugar geométrico de las temperaturas crí-
ticas por debajo de las cuales toda la austenita se ha transformado en ferrita,

1148"c
1112"c f
"m
17C!C I
I
"
727"C
I
"
+- .¡-_+-~'~' ---"''----''~u~''----r__--+---_1
I
I

41__-+, ."
....:;;.:.. +_---'L,=,,~, ---:.'~,,;--"<C

'''''''m
C_~
~. f.rrit.
'o, •
~t.
-
E.t.uet.... mi(:'Oll..ficM
( ... ...:ocido ~ norm.liz.do

t C......ntlt.

Fig. vm.5. Zona inferjorde/ diagrama metaestable Fe-C.


1538 oc K--.. ;;l
:..

Liquido ~
"~
1394 OC 1227"C ~
~
Lía +CFe !;;
1(·" rt.) 11480C :::
~
912 OC ""
~
'Y + eFe)
,..
i5
770'C "!;;
i:l
727 OC Ill) " ~ -
A)'l I :;;
;;:
0'0218 0'53 0'77 2' J 1 4'3 ~
%C <'
1<
hipo<'utecloides
I
w "d
wpl'l'ttJtt<'tOl es
-lo
hipo<'uléctieüs
I
hillfrrutKticas
6'67
.1 '"
ACEROS f"UNOICIONES HLANCAS

Flg, VIII,6, Diagrama metaestable Fe-e. ill


~
268 CIENCIA E lNGEN1ERJA DE MATERIALES

consta de un tramo oblicuo (para austenitas de " e menor que 0,0218) y de


un tramo horizontal (para austenitas cuyo contenido en e esté compren·
dido entre 0,0218 y O.77~.
En los aceros hipereutectoides, los puntos de transfonnaci6n alotrópica
de la austenita, se denominan AI2J para sefialar que en ellos hay coinciden-
cia entre la transfonnaci6n gamma .... alfa, y la transfonnaci6n magnética.
Coinciden, por tanto, los puntos críticos A J y A 2 (Al ~fiala el cambio
magnético de la ferrita) con el punto Al; Y además corresponde a una tem-
peratura constante (727°).
En el diagrama de la figura VIII.6. (distorsionado para mayor claridad)
puede verse que para 4,3~ de e se fanna una euléctica de austenita (de
2,11" de C) y cementita. La eutéctica, que recibe el nombre de ledeburira,
funde a 1148° C.
Finalmente, véase que en los aceros de 0,17" e se produce una reacción
peritéctica a 1495° C: ferrita delta (0,09" e) + líquido (0,53" C), para dar
austenita (0,17" C); sei'lalándose en la misma zona del diagrama los límites
de transformación de ferrita delta (con composiciones iniciales inferiores
al 0,17" C) en austenita, por debajo de 1495° C).
La interpretación del diagrama puede hacerse siguiendo los principios
generales recordados con anterioridad, a propósito de los diagramas de
equilibrio.

Vlll.l.4. Estructuras micrográfICas de los aceros al carbono y fundiciones


blancas por enfriamiento de equilibrio desde el estado gamma.

Aceros J¡ipereutectoides: la estructura micrográfica de estos aceros está


constituida por colonias de perlita contorneadas con una red más o menos
continua de cementita, que resulta ser el constituyente matriz. La cernen tita
libre precipitada en el intervalo de temperaturas comprendido entre Acm y
727 oC se conoce con el nombre de proeutectoide o secundaria, y su canti-
dad puede calcularse aplicando la regla de los segmentos inversos en el
diagrama Fe-C.

Aceros hipoeutectoides de menos de 0,0218" C: la transformación aus-


ten ita ...... ferrita se inicia, como en todos los rupoeutectoides, a una tempera-
tura Al; que resultará tanto más baja cuanto mayor sea el porcentaje de e
en el acero.
El enriquecimiento en C de la austenita de estos aceros durante el enfria-
miento, es inferior al 0,77%; y por ello la transformación alotTÓpica fmaliza
a la temperatura Al -antesde los 727 OC-dando una estructura plenamente
ferrítica.
Al proseguir enfriando por debajo de 727 °e, el C disuelto en la ferrita re·
basa la línea de solubilidad y reacciona con átomos de Fe precipitando en
forma de cementita llamada vermicular o terciaria. La precipitación suele
TRANSFORMA ClONES EN ESTADO SOUDO EN EL SlSTEMA F~-C 269

producirse en forma de pequenos gusanos (fIgura VIII.7.) en las juntas de


grano de la ferrita, o bien en los puntos triples de unión entre los granos (o
en el interior de los granos cuando la velocidad de enfriamiento es mayor).

fig. VOl.?

Ferrita y cemen/ita terciaria. A 20°C la ferrita solamente admire 50 ¡Jurtes por millón de
Carbono en solución sólida.

Aceros hipoeutectoides de "de e superior a 0,0218: estos aceros, por


idénticas razones a las expuestas a propósito de la austenita de 0,3" e, pre·
sentan una estructura micrográfica formada por granos de ferrita libre, Que
recibe el nombre de proeutectoide. enmarcando a las colonias de perlita.
Las proporciones de ferrita y de perlita en peso pueden deducirse aplicando
la regla de los segmentos inversos.
En los aceros binarios forjados o laminados en caliente, la ferrita proeute~
toide aparece claramente como constituyente matriz -en forma de red o
malla Que contornea la perlita- cuando los aceros tienen de 0,55 a 0,77" de
C. Para aceros de menos de 0,55" de e no suele adoptar esta forma; se pre-
senta más bien en fonna de cristales entremezclados con las colonias de per-
lita.
270 CIENCIA E lNGENJERlA DE MA. TERlALES

Complementariamente, cuando el diámetro del grano austenítico es muy


grande, (por eiemplo: el habitual en aceros cuyo estado es bruto de colada),
la ferrita suele aparecer en fonna de agujas Widmanstiitlell, (Figura VIIL8.).

Fig. Vill.8. EUTUctura de Wi1mansttitten

Fundiciones blancas hipoeuttclicas: en la figura V1I1.9. se esquematiza


-por aplicación de la regla de las fases- la curva de solidificación y enfria·
miento de una de estas aleaciones. (3" e).
Su solidificación se inicia a temperatura notablemente menor que las
correspondientes a los aceros (C < 2,11 "l. El constituyente primario fanna·
do es austenita, que solidifica en el intervalo entre TI y 1148° e, quedando
rmalmente austenita de 2,11" e, embebida en la matriz eutéctica deno·
minada Jedeburira: formada por 52" en peso de austenita de 2,115' .C, y
48" de Cfe].
Al continuar descendiendo la temperatura -ya en estado sólido- la solu~
bilidad del carbono en la austenita decrece (tanto en la austenita primaria,
como en la que fonna parte de la eutéctica); y el exceso de C, expulsado
de las redes de austenita, va precipitando en fonna de efe] en los contornos
de grano de la austenita, o bien en su interior.
Por aplicación de la regla de la horizontal, puede detenninarse el cante-
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLlDQ EN EL SISTEMA F~.c 27'

'.

Fig. VIII.9. CUrva de solidificación y


enfn"amienlo de una fun-
dición blanco hipoeulecl;co.
l. flUslenila + 1¡(IUido.
2. formación d~ fedeburila.
3. fonnación de perlita.

nido en carbono de la austenita para cada temperatura; así como también


las proporciones en peso de esta austenita (suma de la primaria y de la
eutéctica), y de la eFe] (suma de la cernen tita eutéctica más la formada
por pérdida de solubilidad del carbono en la austenita, que se denomina
cemenlila secundaria o proeulecloideJ.
Para una temperatura superior y muy próxima a 727 0 e, el contenido en
carbono de la austenita será cercano a 0,77~. El diagrama de la figura Vlll.6.
sefiala que, a 727 0 C. con enfriamiento de equilibrio, se produce la transfor-
mación eutectoide de la austenita de 0,77" e para dar el agregado perlita
constituido por fInas láminas de ferrita y de cementita.
Esta transformación de la austenita eutectoide tendrá lugar, tanto en el
interior de los granos de austenita primaria, como en el interior de la auste-
nita de origen eutéctico. A temperaturas inferiores a 727 0 e la ferrita, que en
esta aleación de 3" e formará parte de la perlita, también perderá carbono
por falta de solubilidad y originará nueva cantidad de la cementita que reci-
be el nombre de lerciaria.
La estructura micrográfIca de la aleación de 3" e -ilustrada con la fIgura
VIJI.IO.- resulta plenamente acorde con el diagrama de equilibrio. En efec-
to, a 100 aumentos se aprecian la morfologfa del constituyente disperso
austenita ~formada antes de 1148 oC y transformada ya en perlita-, y la
matriz eutéctica constituida por cementita (constituyente blanco) y por
puntos oscuros Correspondientes a la austenita eutéctica transformada ya
también en perlita.
La fl8ura VIII. 11. muestra con más detalle la estructura micrográfica de
272 CIENCJA E lNGENIERlA DE MATERlALES

Fig. VID.10. 100 X Fundición blanca hipoeutéctica (3" ej.

la figura VlIl.lD. A 250 aumentos puede verse que el constituyente oscuro


-tanto el primario como el que aparece en la eutéctica- es perlita produ-
cida por transformación de la austenita durante el enfriamiento.
Análogas deducciones podrfan hacerse sobre las fundiciones blancas
hipereutlcticas (H e> 4,3") de las figuras VIIl.I2. y VIII. 13. Estas fundi-
ciones, a diferencia de las hipoeutécticas, tendrán como constituyente pri-
mario o disperso, agujas de efe) (cemenrira primaria) formadas antes de
la solidificación de la eutéctica.

FiJ, VlII.II. 2jO x Detalle de la anterior.


TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Fe.c 273

i
",''o
, Fig. VIII .12. Curva de solidificación y enfriamiento
de una fundición blanca }Zipereutécrica.
J. Cementita primaria + [¡"quido.

.
,....,
2. FormaciOn de ledeburita.
3. Formación de perlita.

Las fundiciones blancas, como se desprende del diagrama de la figura


VIH.6., son las aleaciones de más bajo punto de fusión de este sistema y
tienen pequef\o intervalo de solidificación. Poseen, además, buena colabi·
lidad y a ello se añade un débil rechupe. Propiedades todas eUas favorables

Fil. VIO.13. Fundición blaJU::ahipereuUctica


274 CIENCIA E INGENlERlA DE MATERIALES

para el moldeo y que justifican el nombre de '1illldicio//('s férreas" para


estas aleaciones.
Sus cstmcturas micrográficas ilustran las propkdades características de
este tipo de aleaciones: daJo '1m' su constituyente 11Iatriz es la"ledeburita"
(y, dentro de ésta. la Cl.'tIlcntilal. El 11100klo adcl,:uado para explicar el com-
portamiento de estas ait':Jo.:iOlll'S podría Sl'f el de lIlla esponja de cementila
cuyos vac(os cstuvj¡.'rall rl'lknos por perlita. En consecuencia -debido a
las carac!('rísticas lkl l'Ol1lplll'slü inll'fllll'l:ílico. CCltll'l1lit¡J - queda justifi-
cado su car:íC!l'f puco ll'l1aL. su prúclic:lllll'nlc llulo alarg<llniento a la trae·
ció n y su rl'sistcncia al lks!!.aSll'. 1:5 l'sta propiedad la que determina su elec-
ción par:J ~lplil.:al.:iolll'S induslri;liL's y 1;1 qul' ~'xplicl tambi¿n la inmaqllina-
b¡lidad de las funl!il.:iolll'S blal\l.:;lS.

VII1.1.5. Determinación aproximada de la carga de rotura en aceros


binarios ferrito-perl íticos

Existe gran analogía entre un agregado binario elltectoide y Ull C'utéctico.


Pero las eutécticas aparecen siempre como constituyente lllatriz, en tanto
que un euteclOide, como ya se ha visto, es un constituyente disperso y adop-
ta fonnas convexas aptas para ser envueltas.
Como las propiedades mecánicas de las aleaciones polifásicas dependen
principalmente del constituyente matriz, se comprende que los aceros hiper-
eutectoides recocidos (enfriados metaestablemente desde el estado de aus-
tenizaci6n completa) no sean generalmente deformables por debajo de los
r y
72 C, sus roturas no presenten deformación previa. Ello es debido a la
naturaleza de la cementita -constituyente matriz frágil y duro~ que habi-
tualmente aparece en fonna de retlculo alrededor de la perlita, y debe absor-
ber los esfuerzos. Podría mejorarse la ductilidad del acero mediante un
tratamiento ténnico adecuado (ver VII1.3.2.) para romper la continuidad del
retlculo, globulizando la cementita.
Por el contrario, los aceros binarios hipoeutecloides recocidos (se denominan
normalizados cuando el enfriamiento, desde la temperatura de austenizaci6n, se
hace al aire), presentan mayores alargamientos debido a que su constituyente
matriz es la ferrita, blanda y deformable. La deformabilidad en frfo de estos ace-
ros. es inversamente proporcional a su contenido en C, ya que cuanto mayor sea
éste, menor es la proporción de ferrita. Los aceros ferrito-perlftieos de menos de
0.30% de e pueden ser deformados en frío por laminaeión, estirado, trefilado.
etc., con relativa facilidad.
Aunque con amplio margen de error, es posible evaluar aproximada-
mente la resistencia a tracción de un acero hipoeutectoide recocido o nor-
malizado, si se tienen en cuenta las resistencias a tracción de la perlita (800
MPa) y de la ferrita (300 MPa) y las proporciones de ferrita y perlita qut'
el acero presenta. Aplicando la regla de la horiz.ontal al diagrama Ft'-C,
se obtienen en función del porcentaje en carbono el. los porcentajes de per-
lita (130. C 1 ), y de ferrita (100-130, C 1) en el acero. Este par de valores
TRANSFORMAC/ONf:S EN ESTADOSOL/1JO ,",'N ":/. SISTEMA Fe-e 275

multiplicados. respectivamente. por los antes indicados. dan. en primera


aproximación. como valor de la carga de roturd R:

K (en MI)a) = 300 + 650' ('l' (*,

lampe,al ... "


A3... 6O"C::.::J,,= '.··.·.~"'_·

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-'"'oda ....... a

Fig. VIII.I4. Transformación de la austenita por enfriamiento continuo


para un acero con el" de carbono < 0.77".
VIII.1.6. Enfriamientos a velocidades superiores al equilibrio

Comparando dos muestras de un mismo acero, calentadas ambas hasta


idéntica temperatura de austenizaci6n -enfriada una de ellas con enfria-
miento de equilibrio y la otra con enfriamiento ligeramente más rápido-,
la cantidad de perlita observada a la temperatura ambiente es mayor en el
segundo caso.
(1) Un valor más aproximado de la carga de rotura se obtiene mediante la fórmula de
Pickering:

R(enMPa)=15,7 {fJ.:I3[16 + 74.2 J(N) + 1.l&J-l17J +(l-fix13 )(46.7+


+0,235 0'17 I +6.3( 5i lf
fa = fracción volum~trlca de la ferrita.
d = diámetro de grano medio de la ferrita en mm
So = espaciado interJaminar de la perlita en mm

En ella, la carga de rolUra no varia linealmente con el contenido en perlita. Para con-
tenidos en carb<lno inferiores a 0,20~, la cantidad de perlita apenas influye en R (es mis
delenninante el diámelro de grano de la ferrita proeutecloide) y, en cambio, para altos
contenidos en carbono es el factor perlita quien delennina principalmente la carga de
rotura.
276 CIENCIA E JNGENIERlA DE MA l'ERJALES

En general, un aumento de la velocidad de enfriamiento ~siempre que


ésta origine ferrita proeutectoide y perlita como constituyentes- se traduce
en una disminución de la temperatura Alro Ello se debe a que la formación
de ferrita proeutectoide durante el enfriamiento se realiza por un proceso
de nucleación y crecimiento.
Por un razonamiento análogo al expuesto a propósito de la solidificación
de un metal puro, se comprende que al aumentar la velocidad de enfriamien-
to de una cierta austenita e, (figura VIII.14.), disminuya la temperat:Jra
en que comienza la formación de ferrita: TI para velocidad V h T 2 para la
velocidad V 2 • etc. Y, complementariamente, puede decirse que el tamaño
crítico del núcleo de ferrita disminuye con la velocidad de enfriamiento.
Por consiguiente, el grano de ferrita proeutectoide será más fino si el enfria·
miento es rápido.
Las líneas de transfonnación en el diagrama Fe-C quedarán modificadas
como se indica en la figura VlI1.I5. para velocidades de enfriamiento cre-
ciente.
El punto eutectoide para la velocidad de enfriamiento V 1 corresponderá a
la temperatura y composición de El. Análogamente, para la velocidad V 2 el
punto eutectoide será E2 , para V 3 será E 3 , etc. Nótese que, una vez trans-
formada la austenita el> la relación perlita/ferrita es mayor cuando las ve-
locidades de enfriamiento han sido más rápidas.
La carga de rotura de un acero ferritoperlítico es aproximadamente: R m = % per-
lita. Rperlila+ % ferrita.R rerrj {". Por 10 que R m aumenta con la velocidad a que fue
enfriado desde el estado austcnítico. Podría objetarse que la perlita, por ser más diluí-
da (menos rica en Carbono para velocidades crecientes) no presentará una carga de

'1. de carbono

Fig. VIII.15. Desplazamientos de A 3 Y E al aumentar la velocidad de enfriamiento


(V¡<V 2 <V3 )·
TRANSFORMACIONES EN ";~TAl)O SOLIDO EN EL SISTEMA Fe·C 2n
rotura de 800 MPa; pero dado que el aumento de velocidad, por las razones que se
señalarán en VII1.2.1, disminuye el espacio So entre láminas de ferrita y cementi-
ta, aquélla -aunque empobrecida en C- llega a tener cargas de rotura superiores a
800 MPa.
Para enfriamientos 4ue originen estrucrura'i fcrrito·perliticas, es lógico
que las piezas más delgadas den estructuras más regulares a lo largo de su
sección transversal que las piezas de gran diámetro; en éstas la carga de ro-
rura de probetas extraídas del centro es menor que la de muestras tomadas
de la periferia.
Cuando el diámetro de grano austen(tico es grande. las rápidas velocida-
des de enfriamiento V) acentúan la formación de estructuras Widmans-
IdIlen. El crecimiento de un cri!otal de ferrita depende. en parte, de la velo-
cidad de desprendimiento del calor latente de 1<1 transformación gamma -
.... alfa, y en parte de la velocIdad de cesión del e en exceso desde la ferrita
fomnda.
El cristal de rerrita sólo adoptará la fonna polié'drica si las \'elocidades de
evacuación del calor desprendido y del e en exceso son suficientes. Cuando
la velocidad de enfriamiento -y por consiguiente. la velocidad de transfor·
mación- aumenta, la cantidad de calor latente que debe ser cedido por
unidad de tiempo a través de la intercara ferrita·austenita. también aUmenta.
1:1 que crezcan las puntas y las aristas de los cristales de ferrita pennite que
el calor pueda desprenderse en múltiples direcciones: ya que el crecimiento
paralelo a si mismo de un elemento de superficie plano sólo permitiría el
desprendimiento d~ calor cn la dirl'cción perpendicular a dicho elemento.
La difusión del (' se realiza con mayor dificultad a medida que la trans-
formación progresa. porque el e se acumula en la allstenita inmediatamente
contigua a la ferrita formada. La formación de ag:uja~ de ferrita facilita
también la expulsión y difusión del e en llllJltipks direcciones llegando a
enriquecer en e zonas celltrales del grano sin precisar para ello grandes
recorridos de los átomos del C.
Por otro lado. C0l110 la n~locidad dI;' dilusión MI e es mayor en direc-
ciones paralelas a los planos I I I1 \ de la aUSlenita. las agujas de ferrita crecen
prefercncialmentt" de modo quc sus planos 11101 coincidan con los planos
(111) de la 3ustenitJ. l \'U Tahla '·llA.I. •
Corno las velocidadcs dt' enfriamiento al aire en Jaros binarios sllelen

ser superiores a las de cquilibrio. suele scr Irecuent!." encontrar ferrita acicu-
lar en aceros en cstado bnlto tic llloldt'o, en al'cros en t'stado bnlto de la-
minación o forja. t'n cordoncs de soldallura, ell'.
La ~stnJctura !I'id,lltlJl.I(,ii'''t'1I t'S muy Jesfa\'orabk dl;'sde el punto de
vista industria!. por bs b;¡j,IS pwpit'dJtics nh;"c;!nil-as quc confiere al acero:
concretamcntc. por su b:IJ:1 tt'lul-ili.ld. Es nCú's;:¡no d't'ctuar tratamientos
térmicos de //lJI'I//(/!i::ado. p:lra hal'l'f dcsapare':t'r csta morfología acicular
de la ferrita.
Todas 1;15 cOllsidt'raciolll'S lit' t'ste apartado St' reficren a velocidades de
enfri:lIl1it'lllO dt' 1:1 austenita qllt' d:lJl por rcsultado ft'rrila proeutectoide
278 CIENCIA E INGENI.t.""RJA. DE MATERIALES

y perlita. Si la velocidad de enfriamiento fuera aún mayor, la auslenita se


transforma en otros constituyentes -perlita fina, trostita, bainita, martensita-
que no corresponden al diagrama metaestable Fe-C, que se analizan más ade-
lante.

VIII.1.7. Influencia de los elementos de aleación en el


diagrama fe-C metaestable

J. Elementos gammágenos.
Existen elementos que, al igual que el carbono, estabilizan la fase gamma
del Fe puro. Cabría decir aquí lo mismo que lo indicado a propósito del
carbono:
- con elementos garnmágenos en solución sólida, la transformación de
hierro delta a hierro gamma tiene lugar por encima de 1394° e, siendo
más elevada la temperatura de transformación A4 cuanto mayor sea
el contenido en elementos gammágenos que presenta el hierro en so-
lución sólida.
_ la transfonnación Fe gamma - Fe alfa, se inicia por debajo de 912 Q C. a
'C
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TRANSf'ORMACJUNES EN ESTADO SClUIJO EN EL SIS"";~f,' ¡.'to e 279

tl,'llIpn:1fllra :\J (:mto IIIl'nor, l.'lt~III(O m:lyor Sl'a l'l l.'ontl,'niJo del de·
l1ll'lllo ~al11l11:ígl'IHJ l'n la austl,'llil:l.
A este" rl'spl'l'io, rl'sull a ilust r:il IVO el d i:l¡.:ralll:1 I:l'-M 11 (t'i¡.:.ur:1 VIII. 16. J.
El Mn, C'lt'l1ll'nll) fUl'rh'll1l'ntl' !!:lllllll:i!,-l'no, h,lú' llt"s:lparl"l'l'r la lr.msfor-
maci6n A j 19a11ll11:1 ...... alfal para l'únh'llidns l'n Mn slIlll'ritlrl,'s al 30%. AJe·
más, para .'SOS Pllrú'l1lajl's, 1:1 sll!ldillt'al'ión lid ti.'ml-lIIal1,!!:Ull'sU ti~ne lugar
direcumel1ft' l'l\ f:I~' !!:l1ll1ll:1 sin ap;lridulI lil' faSl' ;lIra.
De modo :l1l:i10,!!l' ;11 Mn Sl' l'lulll'urt:lll olrlls l'll'lIIl'nlos ~al1llllagenos
tales COlllO l'l 'Ji. Co. N, /11. CtI. Au. La inllUl'l1l'ra lit" l'slos l'lel11l,'ntos en
el diagrama Fl"C "kilI.' l'lI:llllific:lda por [as Sl'l'l'illlll'S dl' lus diagramas ter-
narios Fl~..('-t' It' llll'nlus !'-allllll;igl'nlls.
Como P"l'lit.' ,lprl'l'i,JrSl.' l'n la fi!'-ur:l VIII.17., d pllTlltl 1\ 1 p:lr:l un mismo
coll1l'nido t'1l l':lrl1"lIo So.' prl'SI'nl;1 .1 h'mp,'r;lIuras lll:is haJas InHlSt'l:ucnll'-
mentt' con l'I l':lr¡kt,'r ¡.::allllll¡i~l'nn 1 l'U:l1l!ll 111a~'llr ,'s 1'1 l'ollh'nilhl l'n Mn
solubiliz:ldo t'll la :lllsl.'nil:l,
Cab.' st'li;l1ar compklllt"lllari;II1l"lIll' tlUl' d limit.' l1l:hillltl dI' salur;ll:iútl en
c:lrbúno lit' la alisten ita. perm:lllect' inalll'r:Hln l"ll:l1qlltl'fOl qUl' se;1 t'lconll,'nido
e"1l Mn en ]\i o 1'11 Co: probablemel1ll' por la e"SI,:asa dislorsión dI,.' la el'lda dl'
:lustt'l1ita al sustiluir átomos de Fe por átomos d.' Mn. d(' Ni. o (k Co. Lo
mismo puede decirse con relación a las tl'mpt:'ratur:lS A"m d.' precipitación
de cementita.
Las temperaturas a que se presenta la transformación eutectoidc y los
contenidos en e de la austenila elltt"cloide Fe..('-Mn varlan en el sentido

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Contenido en Carbono{'" Secciones simplificadas
del diagrama Fe-C·Mn.
(W~lIs),
280 CIENCIA E INGENfERIA DE MATERIALES

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Ag. VIII,18. influencia de los elementos sobre la composidóny
temperatu.ra eutectoide (Bain).

sei'ialado por las curvas debidas a Baio. (Figura VIII.l8.). y dado que el
punto eutectoide presenta menores contenidos en carbono y menores tem-
peraturas, cuando el tanto por ciento de Mn [o de Ni] crece, se deriva de
ello entre otras, la siguiente consecuencia micrográfica:
- si los contenidos en Mn o en Ni son muy elevados, puede ocurrir que
la transformación eutectoide se presente por debajo de la temoeratu.ra
ambiente y, por tanto, hasta esa temperatura los aceros sean austeníticos.
P':lra porcentajes en gammágenos que no impidan la transformación
eutectoide a temperaturas superiores a la ambiental, la estructura micro-
gráfica de un acero hipoeutectoide normalizado (es decir, enfriado al aire
desde el estado austen(tico) seguirá siendo de ferrita y perlita. La dismi-
nución de A] origina un afino de grano de la ferrita proeutectoide; y, por
otro lado, para igual contenido en carbono, la proporción de perlita varea
en el mismo sentido que el manganeso: aumenta cuando el % de Mn es
mayor.
Otro tanto ocurre con la carga de rotura: aumenta con el % en Mn. En
efecto, la carga de rotura de un acero hipoeutectoide con estructura ferri-
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Ft~ 281

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toperh'tica puede estimarse que es aproximadamente igual a la suma de dos


productos: porcentaje de ferrita multiplicado por la carga de rotura de la
ferrita aleada, y porcentaje de perlita multiplicado por la carga de rotura de
ésta. Y puesto que al aumentar en Mn aumenta, al menos, el porcentaje de
perlita, la carga de rotura del acero será más elevada que la de acero sin
Manganeso, (Por otra parte. al entrar el Mn en solución sólida en la ferrita,
aumenta también la carga de rotura de la ferrita proeutectoide).
La modificación del punto Al tiene otras consecuencias industriales: para
un mismo tanto por ciento de carbono, los contenidos crecientes en manga-
neso disminuyen la temperatura Al y permiten conformar el acero (por
ejemplo: laminación, forja) en estado austenítico hasta temperalUras más
282 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERlALE5

'"

bajas que las correspondientes al acero simplemente binario sin Mn; también
el temple de aceros con Mn puede hacerse desde temperaturas mas bajas. Si
se toma una misma temperatura de austenizaci6n (para conformación o para
temple) para dos aceros del mismo" e, uno sin Mn y otro oon Mn, el acero
con Mn presenta más propensión al sobrecalentamiento (ver VII!.3.3.).

2. Elementos alfágenos.
Algunos elementos de aleación presentan un carácter contrario al gammá·
geno. Elementos como Si, P, Al, Be, So, Sb, As, Ti, Nb, V, Ta, Mo, W, Cr,

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Fil. VID 11. Bucle gamma del 00'
diagraffU1 Fe-C-Mo. (TaJui).
TRANSFORMACIONES EN ESTADa SOLIDO EN EL SISTEMA F~·C 283

etc., son estabilizantes del hierro en su fonna cúbica centrada en el cuerpo,


y reciben el nombre de alfágenos.
En la figura VIII.19. puede verse cómo varea el bucle gamma para alea-
ciones Fe-Si, en función del contenido en Si. La influencia del contenido
en Si sobre los porcentajes en e que saturan a la austenita a alta tempera·
tura se indica en la ftgura VIII.20.
Para un mismo contenido en e, el punto cr(1ico A J se presenta a más
alta temperatura cuanto mayor sea el contenido en Si. El punto eutectoide
también aparece a temperaturas más altas, y para menores contenidos en

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1I carbono i

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Fig. V1II22. Bucle gamma del


diagrQf1lQ Fe-C·Ti (Tofaute).
Q.2 0.0 o.a \.0 U 1.4 1.6
"
(),.4
Contanodo an Carbono .,.

C, cuando aumenta el Si. Aceros binarios que sin Si serían hipoeutectoides


(por ejemplo: 0,6" C), resultan eutectoides cuando el contenido en Si es
de 2", e hipereutectoides para contenidos al1n mayores de Si.
En cuanto al contenido en carbono que satura a la austenita eutéctica (2.11 % C a
la temperatura de 1148 o C. en los aceros binarios). su ¡:M)rcentaje decrece con el
aumento en Si. Ello se debe a la distorsión producid.\ ¡:M)r el Si en la red de la aUSle-
nita al entrar en solución sólida.
Efectivamente, el silicio -como otros elementos alfágenos- no cristaliza
en el sistema cúbico centrado en caras, y por tanto sOlo puede fonnar
soluciones sólidas parciales, no totales, en el Fe.y. También se modifica la
temperatura necesaria para lograr la solubilidad máxima en la austenita:
aumenta, según puede verse en las figuras VII1.20., V1I1.21., VIII.22. y
V11I.24., para los elementos alfágenos Silicio, Molibdeno, Titanio y Cromo.
El Cr es un tanto singular como elemento alfágeno. Por lo que respecta
a la transfonnaci6n delta -+ gamma resulta alfligeno, como puede verse en el
diagrama Fe-Cr (Fig. VII1.23). En cambio, en la transfonnación gamma -+ alfa,
sólo es alfágeno, propiamente, para contenidos superiores al 7'i'.
284 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

'C '0 20 'O '0 SO 60 70 00 .0 ~


180o

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40 O
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F. 10 20 30 40 50 60 70 SO 90
Porclntlll In p-.o d. Cr

Fig. VDl23. DÚlgrama Fe.(;,


(A.S.M. ·M. V.Rae).

Para porcentajes inferiores a 5" de Cr, su influencia en aceros de conte-


nido bajo en e es garnmágena; como puede advertirse en la figura V1I1.24.
La temperatura eutectoide, en función de la composición del acero es,
aproximadamente, según Andrews:

A, en 'c =727-10,7 (% Mn) - 16,9 (" Ni) + 29,1 (" Si) + 16,9 (" Cr) +
+ 290 (" As) + 6,38 (" W)

En cuanto a las temperaturas Ale. teniendo en cuenta el carácter alfá-


geno y el gammágeno de los elementos:

AJ , = 912-203 YC-30 .. (" Mn)-15,2.(% i)-II.(I< Cr)-20.(I< Cu)+


+ 44,7(" Si) + 31,5(" Mo) + 13,1 (" W) + 104 (" V) + 120 (" As) +
400 . (l< Ti) + 400 .(l< Al) + 700 (l< P)
-
TRA.NSFORMA.CIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Fe-C 285

Fígura VDI.24. Secciones del bucle gamma, proyecladas sobre el plano de 0% er,
para diversos procentajes de Cromo.
~ limites de saluración de carbono en la auslenica (%C, ¡ve).
o {(eutectoides perlíticosJO (%C, Pe).

Esta fórmula recoge el carácter garnmágeno del Cr para bajos contenidos


de éste, y evidentemente, no sirve para aceros altamente aleados. Para los
elevados porcentajes en Cr de los aceros inoxidables ferríticos (17" Cr, e '"
c;o.OO3"). y aceros refractarios (25-30" Cr, e <: O,35N), estas aleaciones
Fe-C-Cr solidifican en forma de hierro delta, que continúa siendo cúbico
centrado en el cuerpo hasta la temperatura ambiente. Quedan suprimidas
las transformaciones ferrita delta -. austenita -+ ferrita alfa, y se producen
sólo transformaciones por pérdida de solubilidad para formar carburos
por nucIeación y crecimiento.
Entre los elementos alfágenos son carburígenos -o formadores de car·
buros- el Ti, Zr, Nb, V, Ta, W, Mo, Cr (siendo este mismo el orden creciente
de estabilidad de los carburos).
Otros elementos aleantes no carburfgenos, con nula o negativa afini·
dad con el C, tienen carácter grafitizante: Si, P, Al, Ni, Cu (en orden decre·
ciente de capacidad de grafitizaci6n). Tienden a favorecer la formaci6n
aislada de Fe'}', o Fea, y grafito: impidiendo -por un efecto de diluci6n y
de afinidad- la reacci6n entre átomos de Fe y de C para dar cementita. Por
ello las fundiciones férreas con un adecuado contenido en Si (superior a
1,5") solidifican sin formaci6n de ledeburita, dando un agregado eutéctico
de austenita y grafito (fundiciones grises).
Durante el enfriamiento de una fundición gris, una vez solidificada, los
elementos grafitizantes también favorecen -si su cuantía es suficiente- las
transformaciones "de tipo estable" de la austenita: dando como constitu·
yentes ferrita y grafito en lugar de formar cementita. La proporci6n de ele·
El carlicter carburígeno no es exclusivo de los elementos alf!genos. Algunos elementos
lammágenos, como el Mn, son ligeramente carburflenos.
286 CIENCIA. E INGENIERJA DE MATERIALES

mentos grafitizantes produce siempre un compromiso entre solidificación


estable (fundición gris) y metaestahle (fundición blanca), que a veces se re·
suelve con la presencia simultánea de grafito y ledeburita (fundiciones atro-
chadasJ. Otro tanto ocurre en el enfriamiento; la austenita de una fundición
gris puede transfonnarse en ferrita y grafito, o en cementita y perlita (fun-
diciones grises de matriz perlítica).
Antes de acabar este apartado relativo a la influencia de los elementos en
el diagrama Fe-e, es oportuno indicar que, tanto sean gammágenos como
alfágenos, endurecen la ferrita cuando forman con ella soluciones sólidas.
El endurecimiento es notablemente mayor en las soluciones sólidas de
inserción (C y N) que en las de sustitución. El carácter endurecedor, de
más a menos, resulta ser: e, N, P, Sn, Si, Cu, Mn, Mo. El Ni Y el Al apenas
endurecen la ferrita. El Cr, posiblemente debido a la remoción de solutos
intersticiales, aparentemente ablanda la ferrita.
El aumento de dureza va acompañado. en general. de pérdida de tenaci-
dad. El N Y el P elevan notablemente la temperatura de transición dúctil
fragil y, en consecuencia. aumentan la fragilidad de la ferrita de modo
importante. Para 1% de N en solución sólida. la temperatura de transición
dúctil-fragil se elevaría en 700 oc. Un 1% de P elevaría 400" C aquella
temperatura. Para 1% de Sn la temperatura de transición sube 150 o C. y
para 1% Si 44 o C. El Cu. Mn, Mo. Cr disueltos en la ferrita. apenas afec-
tan a la tenacidad.

VIII.2. TRANSFORMACIONES DE INEQUILlBRIO EN EL


ENFRIAMIENTO DE LA AUSTENITA

VI1I.2.1. La reacción perlitica

La velocidad de enfriamiento determina la estructura micrográfica y las


propiedades, que resultan de la transfonnación de la austenita. Como el
estudio de la transformación de la austenita en enfriamiento continuo, y
a grandes veíocidades es prolijo, en este apartado se analizará lo que suce·
de al transformar la austenita isotérmicamente, a diversas temperaturas,
por debajo de la temperatura eutectoide; y ello, por analogía, ilustrará sobre
los constituyentes que se forman a partir de la austenita con diversas velo-
cidades de enfriamiento.
Cuando una austenita de 0,77% C es enfriada para su transformación
isotérmica a una temperatura inferior a A c , pero próxima a ella, la auste·
nita se transforma en perlita.
Este proceso de formación de la perlita se realiza por nucleación y creci-
miento; por tanto, las relaciones de temperatura y tiempo resultarán simio
lares a las expuestas a propósito de la solidificación.
Cuanto más baja es la temperatura de transformación, tanto más peque-
Bos son los núcleos de cementita y ferrita y, por consiguiente, tanto menor
es la separación entre láminas de la perlita, y mayor su dureza.
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA F~-C 287

Cuando la temperatura es muy baja, el C difunde con djficultad en el


interior de la masa sólida, y la velocidad de nucleación de cementita dis-
minuye; tanto más cuanto más baja sea la temperatura elegida para la trans-
formación. Lo mismo sucede con respecto a la velocidad de crecimiento de
los núcleos.
La velocidad de transformación (o porcentaje de austenita transformado
isotérmicamente en función del tiempo) es el producto de las velocidades
de nucleación y de crecimiento. Por tanto, la curva correspondiente al 1" de
austenita transformada en perlita adoptará la forma típica de curva C; y 10
mismo sucederá para la curva correspondiente al 100" de austenita trans-
formada (véase la zona superior de la curva en la figura VIII.34.). En general,
el máximo vertical de esta curva no coincidirá con la misma temperatura de
transformación isotérmica que el máximo vertical de la curva de 1" de auste·
nita transformada.
SegUn sean las temperaturas de transformación isotérmica, la perlita adop-
ta morfologías diferentes que suelen conocerse por los nombres de perlita
gruesa, perlita fina (a veces denominada semita). trostita.

Fig. V1lI25. Perlita laminar gnlesa

Perlita nomlal }' grnesa: "-ormada entre 650 0 -72JOC, está constitu (da por
láminas alternas de ferrita y cementita separadas entre sí 0.25-0.5 pm (.) Su
carga de rotura R es de unos 800 MPa. (Figura Vlll.25.).
Perlita fina: formada en la zona de 600.-6500 e, est<1 constituida por lami-
nillas separadas 0, I a 0,2 101m, aproximadamente.
La resistencia de la perlita fina suele estar comprendida entre 900 y 1400
MPa. Tiene una resistencia similar a la de la marlensita revenida: pero,
O I J.lm - 0.001 mm.
288 CIENCIA E lNGEN1ERJA DE MA TERlALES

Fig. V1II26. Trostita (en los contornos de grano)


sobre fondo de martensita

por la menor finura en la dispersión de cementita, su límite de fatiga es


más bajo.
Tros/ita: para temperaturas de transfonnación isoténnica menores (500-
600 0 C), la austenita se transfonna en una perlita muy fina, prácticamente
irresoluble al microscopio óptico con distancias interlaminares de 0,1 ,um,
aproximadamente, que suele denominarse trastita. Este agregado perlftico
adopta formas nodulares, radiales, oscuras, y se forma preferentemente en las
antiguas juntas del grano austenítico. (Figura VII1.26.).
Sus propiedades físicas son intermedias entre la perlita fina y la bainita.
Tiene una resistencia de 1400 a 1750 MPa. Su dureza está comprendida entre
400 y 500 Brinnell, y el alargamiento entre 5 y 10%.
Transfonnación de austenitas no eutectoides: si la composición de la
austenita inicial no fuera 0,77% de C, su descomposición por velocidades de
enfriamiento no rápidas dará lugar primeramente a la aparición -por nuclea-
ción y crecimiento- de productos proeutectoides: ferrita o cementita, según
sea el acero hipo o hipereutectoide.
En transformaciones isotérmicas, los proeutectoides aparecen igualmente
dando una "curva C" de transformación. Si el acero es hipoeutectoide de
C I % de carbono, fonnará el constituyente proeutectoide, ferrita, para
temperaturas comprendidas entre A 3 yAc. Unicamente cuando la tempe-
ratura es menor que A e puede tener lugar la reacción perlítica: después de
un tiempo de incubación ti la austenita empieza a descomponerse produ-
ciéndose al principio ferrita proeutectoide; hasta que, al cabo de cierto tiem-
po t 2 (que corresponderá al de incubaci6n de la reacci6n perlítica), empieza
la transfonnación de la austenita en perlita, terminando la transformación
al cabo de un tiempo t 3 .
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Fe-C 289

Para temperaturas de transformación inferiores a la que corresponde a


la nariz perlítica (el máximo vertical), la austenita de C 1 % de carbono suele
transformarse directamente, sin formación previa de ferrita proeutectoide.
Análogas consideraciones pueden hacerse en el caso de los aceros hiper-
eutectoides; pero, a diferencia de los hipoeutectoides, la curva C que prece-
de a la transformación perlítica, corresponde a la formación de cementita
proeutectoide.

VIII.2.2. la reacción bainítica

En 1930, Bain & Davenport, estudiando las transformaciones isotérmicas


de la austenita, pusieron de manifiesto un tipo de transformación que
tiene lugar a temperaturas menores que las de la zona perlítica; y que se
conoce con el nombre de reacción bainítica.
Al efectuar la transformación por enfriamiento isotérmico de un lote
de probetas previamente austenizadas, se comprende que cuando la tempe·
ratura de transformación es inferior a las correspondientes a la zona perlí-
tica, la baja difusividad del e en la austenita a esa temperatura, impedirá que
los átomos de carbono emigren por difusión para concentrarse en determi·
nadas regiones y dar gérmenes de cementita.
Sin embargo, la austenita a dicha temperatura está muy alejada de sus
condiciones de equilibrio -que corresponden a temperaturas más altas que
Ae - Y experimenta, por tanto, una fuerza inductora para su transforma-
ción gamma -+ alfa, debida al fuerte subenfriamiento. Este salto térmico
entre temperaturas superiores a A 3 y la temperatura de transfonnación
isotérmica, ·puede ser suficiente para activar la formación de gérmenes de
ferrita, por simple transformación alotrópica de la austenita. El constitu-
yente inicial director de las transformaciones bainíticas es la ferrita (a di-
ferencia de las transformaciones perlíticas en que el constituyente director
es la cementita).
En lo que sigue denominaremos 8 s, 8 6 , (}" 8 8 a unas temperaturas infe·
riores a las de transformación perlítica y tales que 8 s > 8 6 > (} 7 > (} 8.
A temperatura 8 s la fonnación de ferrita, con simultánea expulsión de
carbono, que va a localizarse en la austenita no transformada, se ve acompa·
fiada de un rápido crecimiento de la ferrita que engloba progresivamente
zonas austeníticas enriquecidas en carbono y, por ello, más gammágenas.
Estas zonas austeníticas se transforman posteriormente en ferrita y grá-
nulos de cementita formados preferentemente en la inteTcara austenita -+ fe·
rrita de las zonas englobadas (aunque algunos de ellos pueden precipitar
en el interior de dichas zonas). El conjunto presenta una morfología que
recibe el nombre de granulita. Esta estructura aparece más fácilmente en
enfriamientos continuos que en isotérmicos y es frecuente en los aceros
de bajo contenido en carbono. Es una estructura muy desfavorable para
el mecanizado.
290 C/ENCJA E INGENIERJA DE MATERIALES

A la temperatura () 6 el carbono expulsado por la ferrita difunde y enri-


quece la masa de la austenita de un modo general; pero el crecimiento
de la ferrita es menos rápido y no engloba zonas de austenita. Como el
carbono estabiliza a la austenita, la reacción se detiene al cabo del tiempo;
y aparecen la agujas de ferrita sobre un fondo de austenita no transfonnada
aún, Esta estructura suele denominarse constituyente X de Davenport: y apa~
rece claramente en algunos aceros aleados. Es bastante parecida -aunque con
agujas de ferrita mucho más finas- a la estructura de WidmansHitten. La
fonnaciÓn del constituyente X se acentúa cuando la austenita es de grano
grande.

1000x

5000 x
Fig. VIII.27. Bainita superior
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOL/DO EN EL SISTEMA Fe-C 291

500 X

10000 X
Fig. V0I28. Bainita inferior

Si la transformación isotérmica tuviera lugar a temperatura e7. se forman


también gérmenes de ferrita; pero el carbono expulsado difunde con más
dificultad y no enriquece de modo general toda la masa de la austenita. La
ferrita formada crece como aguja rechazando el exceso de carbono sobre
sus flancos y da lugar a la aparición de cernen tita en el interior de la auste·
nita adyacente. Esta, al empobrecerse en carbono, se transforma en ferrita,
con 10 que las primeras agujas de ferrita se desarrollan luego lateralmente
en detrimento de la austenita empobrecida en C.
Como la cementita no aparece hasta al cábo de un tiempo, las iniciales
agujas de ferrita pueden crecer hasta tener dimensiones relativamente im~
292 CIENCIA E lNGENIERJA DE MA TERlALES

portantes. Por \:s[¡¡ razón, l:uando la cantidad de e acumulado en la austenita


adyacente f.:S sulil.;il.:ntl' para producir la precipitación de cementita, el bas-
toncillo de ct:tlH.:nlil;1 rOrlnado aunque sólo es visibll; al microscopjo elec-
trónico- suele ser grande. Iodo ciJo origina la form<tción de una estruc-
tura que cuando se ohserva a 1000 <Jumentos (ver rigur;¡ VIII.27.), presenta
un aspecto similar (1 plurn<ls. J-,slc tipo de constituyente recibe el nombre de
bainifa superior. Al microscopio clcdrónko, se resuelven los carburos pre-
cipitados casi paralelos al eje de lit aguja de ferrita y alargados.
Si la temperatura de transformación isot6rmica fuera aún más baja 8 8 , la
difusión del carbono seria más dificultosa y éste ni siquiera podría recorrer
las pequel'ias distandas a que se ha aludido en d caso de la bainita superior.
A la temperaLura 0 11 se forma una plaqueta delgada de ferrita, sobresatu-
rada en t:arbono, y crece en su propio plano con precipitación dt= carburo en
su intcrior, sobre los planos (110) de dicha ferrita. El constituyente fonnado
recihe el nomhre de hUÍnita injáÍor (ver figuril V 111.2XJ.
Lxiskn verdaderas relaciones de eritaxia entre la fast= austenítica y la
ft:rrita forlllaua en la bainita inferior:
(IIII~ 11 (1lOla
(relación de Kurdjumov)
< 110 >~ 1/ < 111 >a
El intervalo de tt=mperaturél en que los gérmenes de ferrita son constitu-
yentes directores de la transformación de la austenita, recibe el nombre de
zona bainítica. Las curvas de 1" y 100% de bainita, son también curvas del
tipo "c" (véase la zona inferior de la curva en la figura VIII.34).
La dureza de la bainita depende del contenido en carbono del acero y
de la zona en que se haya formado: la bainita inferior es más dura que la
bainita superior.
Como orientación puede decirse que la dureza de la bainita suele oscilar
entre 40 y 60 HRc. En algunos casos, sobre todo en aceros de alto contenido
en carbono, (0,6-0,7%), la bainita inferior es más resiliente -para igual
dureza- que la estructura de martensita revenida.
El proceso de formación de la bainita inferior es muy semejante al de
formación de la martensita (que luego se indicará)., en el cual también se
verifica la relación Kurdjumov. Con la diferencia que, así como en la marten·
sita el carbono queda retenido en una red "alfa distorsionada" (tetragonal)
formada por cizallamiento de la fase gamma, en la bainita inferior también
se produce cizallamiento, pero con expulsión simultánea de carbono. Una
confirmación del cizal1amiento que tiene lugar en la bainita inferior, son
los efectos de relieve que se observan sobre una superficie pulida; en tanto
que la ferrita proeutectoide y la ferrita perlítica no muestran estos efectos.
En algunos aceros se presenta una neta frontera de temperatura entre
las transfonnaciones perlíticas y bainítiéas, y por ello Steven & Haynes seña-
lan una temperatura B" por debajo de la cual las transformaciones son
bainíticas:
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Fe·e 293

Bs (OC) == 830 270 (%C) - 90 (JllíMn) - 37 (%;-..[U 70 (%Cr) - 83 (%Mo)

Los mismos autores señalan que B, es válida con aproximación d!: ± 25°,
Y 90% de intervalo de confianza, para aceros cuyas composiciones están
comprendidas en los siguientes límites:

O, I a 0,55% e, 0,2 a 1,7% Mn ,.;;;; 5% Ni, ";;;;3,5%Cr, ,.;;;; 1:+ Mo

VII1.2.3. la tréllsfonnación martensítica

En apartados anteriores se ha indicado que la transformación de la auste-


nita, producida por nuclcación y crecimiento (con difusión). origina la for-
mación de estructuras de tipo pcrlítico, o de tipo bainítico, según sea el
orden de temperaturas en que la transformación tiene lugar.
Cuando por un brusco enfriamiento -que evite la formación de perlita
o de bainita- la austenita es llevada a temperaturas más bajas que la de
transformación bainítica, se produce una transformación sin difusión -a
una velocidad igual a la del sonido- dando un constituyente de idéntico
contenido en C que la austenita, que recibe el nombre de martensita.
Cristalográficamente la martensita es una estruc!Ura tetragonal con átomos
de e en posición intersticial (figura VIl1.29.b).
La figura VIII.30. representa la variación de los parámetros cristalinos
e y a de la martensita en función del porcentaje de C. En la misma figura

Tr:lzas de (11 ~h

..::::::- ".;:< K:::::-::..i::J


. - I::::::::::::3;,:
~ ~
-
~_' -"'_...
--- .-----: ----:-- ...
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r~l

~-~
y
Superfkie del.:ristal de :lllstenita
lk
-- 3M

(b)
(a)

Fig. V1II29. Estntelllra cn'stalina de la marteflsita


• dtamas de hierro. x lugares para la ¡mereción del carbono.
294 CIENCIA E INGENIERIA DE MATERIALES

'" "
'"
".
""
'"'M
a')'=3,:'4.s +0,U44. C I
aM=~."'(,1 lJ.(lIJ,C I "
CM =~.~(,I +0.116 ,C I

¡, '"
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...
2'82
,
'M

,..
"" ", 0.8 O..B lD
" '2
'%c
Fig. VIIUO. Parámetros), dureza de la martensita, en función de/% de carbono
(en la parte superior de la figura, el parámetro de austenita).

se repres~n!a la variación d~l parámetro a de la austenita; y (k su compara-


ción se deduce lo siguient~:
• La variación del parámetro e de la martensita ~función del porcen-
taje en carbono- pr~sen(a una pendiente tres vec~s superior a la
variación del parámetro a de la austenita, en función del porcentaje
en carbono,
• Si bien e aumenta con el porcentaje de carbono, a en cambio dismi-
nuye constantemente de manera lineal.

Las curvas extrapoladas para 0% e pasan por un mismo valor del pará-
metro 2,86 Ao, que es precisamente el parámetro del Fea puro, Así. la mar-
tensita aparece como una red de ferrita deformada preferencialmente según
el eje e, Este es un punto interesante a considerar, puesto que justifica d
carácter esencialmente metaestable de la martensita. En efecto, por eleva-
ción de temperatura (revenido), puede provocarse la eliminación de los
átomos de·C intersticial, que reaccionarán con átomos de Fe, dando como
productos finales de la descomposición de la marte.nsita los constituyentes
ferrita y cementita,
Por otra parte, y puesto que la gran dureza de la martensita (fig. VIII.30.)
es debida fundamentalmente al e -no a los elementos de aleación- ello ha
llevado durante casi 60 ailos a buscar las razones de la extraordinaria dureza
de la martensita en la tetragonalidad de malla conferida por el C.
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOUDO EN EL SISTEMA Fe-C 295

".

\050

1,040

1,030

1,020

% ca,bono
O,, 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,1 0,8 0,9 0,10

Fig, VIII.3I. lú'la¡;júlI c/a ele la martensita, en jimdúrJ elel % e

La transformación de austenita en martensita va siempre acampanada


de (Jumellto de volumen, como puede verse, a modo de ejemplo¿ en el
acero binario de 0,6% de C: el parámetro de la austenita es 3,571 A Y los
parámetros de la martenslta para 0,6 % e son 2))53 A para a y :?: 93 A
para c. La austenita tiene 4 átomos de Fe por celda elementaL y la mar-
tensita dos átomos de Fe por celda elemental. La transformación de N
celdas de auslenita origina la formación de 2N celdas de martensita, con lo
que resulta -determinando los volúmenes correspondientes a N celdas
de austenita y 2N de martensita- un incremento de volumen de 4,7%.
La transfonnaci6n de austenita en martensita tiene lugar sin di/itsión
(sin nucleación \' crecimiento).

es prácticamente instantánea la velocidad de formación c;le la marten-


sita por rápido enfriamiento de la austenita.
la martensita (observada al microscopio) presenta un aspecto acicular
con efectos de relieve producidos por mecanismos de cizallamiento,
prueba de que su fonnación resulta de transfonnaciones casi instantá-
neas (sin difusión) en ciertos planos cristalográficos de la malla de
austenita.
Kurdjulllov y Sachs han establecido las relaciones de orientación existentes entre la
e
martensita y la austenita en un acero de < 1.4" y han intentado explicar el paso
de una red a otra por un mecanismo de cizaJlanl~nto simple. Han demostrado que
los planos más densos p lO} de la m artensita tetragonal son casi paralelos a los pla.
nos más densos de la austenita { lll}, en tanto que las direcciones < 110 > de la
austenita son prácticamente paralelas a las direcciones < 111 > de la martensita; 10
que teniendo en cuenta la simetrla de la red implica la existencia de 24 orientacio-
nes diferentes de la martensita con relación a la austenita.
296 CIENCIA E INGENIERlA DE MATE/UALES

Fig. VIII.32. Martensita sobre/ondo de austenila usidua/

La transformación martensftica se realizaría por cizaJlamiento sobre los planos


{JII} de la austenita según la dirección <211 > seguido de un segundo cizallamien-
to según la dirección < JO 1 > de la austenita (es decir, < 111> de martensita) y, fi·
nalmente, algunas ligeras modificaciones de Jas posiciones de los átomos para obte·
ner exactamente las dimensiones de la malla de martensita.
- la martensita tiene el mismo contenido en e que la austenita, y la lo-
calización del e en la martensita canrinna que las distancias recorri-
das por los átomos de e son menores que el parámetro a.

La figura Vm.33. seflala el mecanismo propuesto por Baio para explicar


la transfonnaci6n martensítica: de dos mallas cúbicas de austenita puede
extraerse una malla cuadrática que tenga la semidiagonal de la cara del
cubo como lado del cuadrado de la base. En estas condiciones, la relación c/a
de esta malla extraída de la austenita sería igual a .,j2 (mayor que la
relación c/a en la martensita).
De aquí surge la idea de Bain: se puede pasar fácilmente a verdadera mar-
tensita a partir de esta red de "martensita" extraída de las mallas austeníti-
cas por compresión de la red austenítica según una dirección paralela al eje
vertical, de tal manera que los átomos de Fe se aproximen unos a otros. Ello
ilustra claramente sobre el paso de austenita a martensita sin difusión; y
también explica que pueda obtenerse una cierta cantidad de martensita
por simple defonnación de la auslenita.
Sin embargo, el mecanismo propuesto por Bain, si bien tiene el mérito
de ser una primera explicación propuesta para mostrar la [onnación de
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA F~·C 297

1:1

I
'0
.1
l. •

"

- ~

.-
I

Fig. V1I1.33. La formación de


martensita: mecanismo de Bain.
'0

l "' Y,
·1I
....-
'0
1]:1.-• •

martcnsita. no es cierto. I-n d IlIl'\.'anismo de Bain no 5\.' han' inll'rvcnir


id ciza!lamiento y <¡\.' pn.. vé paralelismo l'ntr\.' (IOO}y )' t llO}o:'Y Ull para-
lelismo eolr\.' l¡¡~ dirt'l:dont'~ < 110> dt' la austenila y < 100> d\.· la mar-
lt'nsila, lo cual no ocurre el1 la rl'alidad.
(011 indl'lh.'nl!l'nda de los m...canismos lTistalog.ráficos por los qu\.' la
auslenila se trallsforma en marlensita. la posibilidad tl'rmodinámk"a d\.·
esta reacci6n a una temperatura T m , está determinada en primera aproxima-
ción por el salto térmico (O - T m ) que hace posible la disminurión de ('ner·
gCa libre "de tipo qu(mico"' necesaria para el paso de allslenita a martensila
desde la temperafura de auslenización O.
Esta disminución de energi"a libre de "'ripo qUlmico"', comprende lIn ha-
lance entrl.':
- Disminución de energlo por paso d(' la forma g.amma a la forma alfa.
Aumellfo de ('I!erglo por distorsión de la fonna alfa (debido a que
lodo el e de 1<1 austenita. y todos los alcantes, d('bcll mantenerse.' di-
sueltos en "'ferril;)" qUl.' adupta cslruclura tetragonal).
298 CIENCIA E INGENJERlA DE MATERIALES

Es razonable admitir que la formación de mar1ensita requiere mayor


salto térmico cuanto mayor sea el contenido en elementos de aleación pre-
viamente solubilizados en la austenita.
Para {onnar el 1l7' de martensila. la temperatura T m -que en este caso
recibe la denominación Ms- depende, casi exclusivamente, de la campo.
siciOn química (ver fIgura VII1.34.), o depende, por ejemplo, de la veloci-
dad de enfriamiento (siempre que la velocidad sea superior a un cieno valor
crítico para impedir la formación de perlita o de bainita).
Existen varias fórmulas para la determinación de Ms en función de la
composición química. Se indican a continuación las fórmulas de Steven.
Nerenberg y Hollomon.
Probablemente la relación más precisa es la de Steven, corregida por
Irving,

M, oC = 561 - 474. (~C) - 33. (% Mnl - 17. (U Ni) - 17. (% Cr) - 21.
(U Mo) - 11. (U W) - 11. (U Si)

Dicha fórmula determina Ms con una aproximación de ± 2 oC cuando


la composición del acero resulta ser: 0,1 a 0,55" C, Ni menor de 5~ , Si
entre 0,1 y 0,35%, Cr menor que 3,5%, Mn entre 0,3 y 1,7", Mo menor
que 19'.
La f6nnula de Nerenberg para calcular Ms es:
M, Oc = 500-350. (~C) -40. (U Mn) -22. (U Cr) -17. (lO i) -11.
(U Si) -11. (lO Mo)

Según Hollomon, el valor de Ms resulta ser:

M, = 500-350. (U C)-40.(lO Mn) -35.(% V) -20.(% Cr) -17.(% Ni) -10.


(% Cu) -10.(% Mo) -5.(% W) + 15. (% Co) + 30 . (% Al).

El conocimiento aproximado de la temperatura Ms en funci6n de la como


posición química, es de interés industrial porque proporciona un criterio
sobre el comportamiento del acero a la deformación y agrietamiento duran-
te el temple (más agrierable cuanto menor sea MJ
Como complemento a lo anteriormente indicado, nótese que al obtener
martensita el salto térmico equivalente ha de compensar también el aumen·
to de energía libre "de tipo mecánico", debido a que la relación austenita·
martensita supone:
- Qwnento de volumen
- defonnación plástica de la austenita contigua a la martensita.
- creaci6n de un campo de tensiones elásticas, en la austenita contigua a
la austenita defonnada plásticamente.
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Fe-C 299

Este aspecto importa en la formación de martensita por debajo de M,;


para obtener mayores porcentajes de martensita se necesita compensar
un mayor valor de la "energ{a mecánica" y, por consiguiente, se reque-
rirán mayores saltos térmicos.
Numerosos autores han buscado la relación entre la cantidad de marten·
sita formada y el subenfriamiento necesario por debajo de M,.
El tanto por uno, en volumen, de austenita residual, o no transformada, para
aceros de alto contenido en Carbono, es:

V'I = exp I -0,011 (M, - T,nJ I

siendo T m la temperatura de enfriamiento instantánea.

VIII.2.4. Curvas T.T.T. (transformación-temperatura-tiempo)

Las tres zonas que se han expuesto anteriormente como desarrollo de las
reacciones fundamentales de la transfonnación de la austenita -zona perlí-
tica. zona bain(tica, y zona mar{ensftica~ resultan fuertemente alteradas por
factores intrínsecos como son el contenido de carbono y los elementos de
aleación del ~cero
En general cualquier elemento que forme soltlClon sólida con la austenita
-bien sea de sustitución (Mn, Ni. Cr, etc) o de ins'~rción (B, N, etc.)-
retrasa las transfonnaciones isotérmicas, tanto perHticas como bainíticas.
Parece lógico que así sea, ya que dichos elementos ejercen un efecto de
barrera u obstrucción para la difusión del carbono; y, por tanto, los gérme-
nes de cem¡>ntita (en la zona perHtica). o de ferrita (en la zona bainítica),
tardarán más tiempo en aparecer.
Los elementos gammágenos -especialmente Mn y Ni- rebajan las tempe·
raturas de transformación austenítica A 3 y Al'; con lo que disminuyen las
temperaturas de las transfonnaciones perl(ticas. El Mn y el Ni. además, retra·
san por igual la nariz perlftica y el mentón bainftico.
Además los elementos fonnadores de carburos, (el er. el Mo. y otros).
retrasan más la transfonnación perlítica que la transformación bainítica.
Son clementos alfágenos. y por elevar las temperaturas de transfomlación
A J y A". deber{an aumentar la difusión en las reacciones y, por tanto.
acelerarlas: pero este efecto es contrarrestado por la acción contraria que
determina su afinidad por el carbono para producir carburos. (La nuelea-
ción de la cementita se ve retardada, y aumenta el período de incubación).
La curva perl ftica se desplaza hacia arriba y hacia la derecha. estrechándose
su campo.
La influencia del carbono es, en principio, similar a la de cualquier ele·
mento. Para aceros hipoclItectoides, las transfonnaciones perlíticas y bainí·
rica. tardan más tiempo en realizarse cuanto mayor sea el contenido en
carbono.
300 CIENCiA E INGENIERIA DE MA TERIALES

El B para contenidos de 0,0005 - O,003j16 formando solución sólida de in-


serción en la austenita, retrasa la transformación proeutectoide y la zona
perlítica de modo muy notable.
Para aceros hipoeutectoides de un mismo contenido en carbono el %, y
medianamente aleados, los retrasos en la transformación perlítica y bainf-
tica pueden considerarse proporcionales, respectivamente, a m y n.

m ~ (0,254. % C,) (1 + 4,1. % Mn) (1 + 2,83. % P) (1 - 0,62. % S) (1 + 0,64.


% Si) (1 + 2,33. % C,) (1 + 0,52. % Ni) (1 + 3,14. % Mo) (1 + 0,27. % Culo
n ~ (0,272. % C,) (1 + 4, l. % Mn) (1 + 2,83. % P) (1 - 0,62. % S) (1 + 0,64.
% Si) (1 + 1,16. %C,) (1 + 0,52. %Ni) (1 + 0,27. %Cu)

Los (leeros eulectoides -puesto que no contienen productos procutectoi~


des- presenlan una curva perlítica más alejada del origen de tiempos que
la curva perlítica de los aceros hipereuteetoides. ya que. en este caso, la
cementita proeuteetoide formada acelera por nucleación heterogénea la
aparición de los gérmenes de cementita rectores de la transformación per-
lítica.
En los aceros poco aleados, las zonas perlítica y bainítica aparecen sola-
padas. Otro tanto ocurre con las zonas bainítica y martensítica para aceros
más aleados; y ello porque después de foonarse la cantidad correspondiente
de martensita, se produce una reacci6n bainítica en la austenita residual
(las deformaciones producidas por las primeras plaquetas de martensita
aceleran algo el mecanismo de formación de bainita).
La determinación práctica de la curva isotérmica ITT de cada acero cons-
tituye siempre una ayuda inestimable que orienta y hace comprender los
tratamien tos térmicos.
Dicha curva sólo puede aplicarse con propiedad en tratamientos isotér-
micos. Sin embargo, suele utilizarse también -industrialmente- en en 4

friamientos continuos: sobre ella pueden superponerse, sin graves errores


prácticos, las curvas de enfriamiento real. Superponiendo a la curva TIT otra
curva que sef\ale la velocidad a que se desea enfriar la austenita, pueden
predecirse con bastante aproximación las estructuras que se obtendrán
con ese enfriamiento.
Si la velocidad de enfriamiento es muy lenta, se obtendrán estructuras
de tipo perlítico. Si la velocidad de enfriamiento fuera mayor, se obten-
drían estructuras bainHicas; y si la velocidad fuera tal que la curva de en-
friamiento no cortara a la curva TTT en ninguno de sus puntos, se obtendría
estructura martensítica (acero templadoJ.
Se denomina velocidad cdtica de temple Ve, a la mínima velocidad de
enfriamiento requerida para evitar la transfonnaci6n de la austenita en otros
constituyentes antes de alcanzar la temperatura Ms (ver fig. VIII.34.).
La curva TIT depende fundamentalmente de la composición química
del acero, pero existen también factores extn'nsecos que ~aunque en menor
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOL/DO EN EL SISTEMA F~-e 301

a
y
,•• ~

•"•
••
~

•• •
" ~


,~

Sl"i ......
rlr _..
~ x" •• ~ & # ~ ....... = lit a .. • .. ~ & ':'
- ...... =lita .. ··~2#~ ...... = l i I i
"(""0

Fill:. VIII.34. Curva TTT de un acero de O,57%C, O, 7'J'Mn, 0,20'J'Si,


0,70"Cr, /,7"Ni, 0,3% Mo, 0,/" V. temperatura
de austellización 880 0 C. (S. A, Echn'ama).

medida- influyen sobre ella. Por ejemplo, el tamafto de grano austenítico


y la temperatura de austenizaci6n desde la que se inicia el enFriamiento.
En las transFonnaciones por nucleación y crecimiento, para una misma
composición química, se inicia más tardíamente la transFonnaci6n de la
austenita, cuanto mayor sea el tamaiio de grano austenítico.
Los gennenes de eementita o de ferrita se fonnan preferentemente en las jumas de
grano; por consiguiente, cuanto más pequeno sea el diámetro de grano austenítico y,
por tanto, mayor el número de juntas de grano existentes, antes comenzarán las transo
fonnaciones en las zonas per](tica y bainftic3.
En cuanto a la transformación martensítica, cuando el tamai'lo del grano
austenítico del acero es muy fino, la temperatura Ms> generalmente dismi-
nuye. Las numerosas juntas de grano parecen oponer un obstáculo a la
formación de martensita: por su influencia en el juego de defonnaciones
elásticas y plásticas que concurren en la energía de tipo mecánico anterior-
mente enunciada.
La temperatura de austenización tiene una influencia varia. Por una
parte, si el acero no presenta inhibición aJ crecimiento de grano (véase
VII!.3.3.), el aumento de temperatura equivale a un aumento del tamaf10
de grano austenítico. con las consecuencias ya sef1aladas.
Atendiendo a otro aspecto, si la temperatura de austenizaci6n es muy
elevada, la austenita al homogeneizarse en composición química se hace
más estable, y por ello también se retrasan las transFonnaciones perlítica
302 Ctl~NClA E INGENIERlA DE M..t TERJALES

'\
\ 1\
-1=
-
I~ 1\'6
1 2

A rt-F +
I\

t'-¡-....
20°ItIItt\m-t\1I\tl\1~tjjj 1IH'1 172149
H-+H±~tjjd:=~::tl:!t;B=i
lOO
rHRc 39 32 32 27 2611223219 2031HV I
I I I I I I
O
2 5 10 20 50 100 200 500 10 3 10' 10 5
I I I I I I I I
1min 2min 15mln 1h 2h Jo'" Oh 2'h

Fig. VIII.35. Cun'Q T. T. T. de enfriamiento continuo (IR5/D).


Acero 0,12" e, 0,79" Mn, 1,23" Sí, 0,0141' S. 0,0119' P, 0.43" Ni,
1,22" er. 0,,549' Ma, 0.249' Cu, 0,053" As, 0.0169' Ti. Ausrenitado
Q 950 0 e durante J/2 hora. Tamaño de grQflO 9.
TRANSFORM.4.CIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Ft!-C 303

y bainítica: una austenita ¡n homogénea presenta mayor probabilidad de que.


en determinados puntos de su masa. las reaCl.:ionc-s pl'rlílicas y bainiticas
se inicien prontalllc-nte.

Con relación a la transformaci6n martensitica. el aUlllento en la tempe·


ratura de allstenizaci6n se traduce. en general. en lIna disminuci6n de la
temperatura M". Este efecto. claramente advertido en aceros de alto conteni·
do en carbono y akados. parece ser debido a que:
- la disolución progresiva de los carburos aumenta el contenido en car-
bono y alean tes solllbilizados en la 3ustenita. Complementariamente. la
austenita resulta más estable por su mayor homogeneidad y exige tam-
bién mayor salto térmico para la energ(a de tipo qUlmico: y ello origina
una disminución de la temperatura M,.
- el efecto inhibidor de los alean tes mantiene un grano auslenítico
fmo.

En cuanlO a la austenita residual, el aumento en la temperatura de auste·


nilaeión -con la consiguiente estabilidad de la austenita- produce casi
siempre un aumenlO en la cantidad de austenita no transformada en el
temple. No sólo por la consiguiente disminución de M,. sino también por la
refractariedad de la austenita a transformarse por debajo de M,. Esto es par·
ticularmente notable en aceros con al lO contenido en carbono y alcantes.
A veces. sin emb3rgo. se observan excepciones a lo expuesto. y un aumen-
to en la temperatura de auslenizllción origina un grano austcnftico muy
grande. que. como hemos dicho. afecta a M, elevando dicha temperatu-
ra por la innuenci3 en la energía de tipo mecánico.

V111.3. TRANSFORMACIONES POR CALENTAMIENTO

VIIJ.3.1. Revenido de la martensita

Las lransfonnaciones que se desarrollan al calentar una martensita ¡;Olll'


prenden V3rias etapas. que a veces se solapan entre SI .
• En la primera etapa (100 0 - 2000 Cl. la martensit¡¡ de estructura tetra·
gonal rechaza el carbono en exceso y da origen a la precipitación de
un .carburo denominado epsilon. de estructura exagonal compacla y
fórmula aproximada Fe2.4 C. Esta precipitación puede apreciarse al
microscopio eleclrónico y va acampanada de empobrecimiento en
carbono de la matriz. Por migración del carbono se reduce progresi-
vamente la tetragonalidad de la martensita y cuando el carbono llega
a ser 0.20%. la martensita h3 cambiado de estructura pasando de letra-
gonal a cúbica centrad3 en el cuerpo. o ferrita sobresatur3da (mar-
lensila betaJ. Esta martensita cúbica puede reconocerse por su rápido
ennegrecimiento cuando es atacada con nital. La tenacidad medida a
304 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERlALES

temperatura ambiente, aumenta progresivamente en la mayoría de los


aceros templados conforme se eleva la temperatura de revenido en esta
primera etapa.
• La segunda etapa en el revenido <i30-3()()O e) se caracteriza por la tcans·
formación de la auslenita residual en bainita inferior. En esta etapa
se produce dilatación; y a veces aumento de dureza cuando existe
gran cantidad de auslenita residual. La transformación tiene lugar por
nucleación y crecimiento. (Podría formarse igualmente bainita por
transformación de la austenita a temperaturas más elevadas).
• La tercera etapa (300-350° e) se caracteriza por una notable pérdida de
tenacidad. La naturaleza intergranular de la rotura sugiere la existen-
cia de un compuesto enfragilizante precipitado. En este intervalo de
temperaturas, tiene lugar una redisoluci6n del carburo epsilon acampa·
ñado por precipitaci6n de cementita con fonna de cilindro de unos
200 nm de longitud. La existencia de una red casi continua de este como
puesto intermetálico confiere fragilidad; a esta etapa se la denomina
industrialmente fragilidad a (os revenidos bajos. El intervalo de tem-
peraturas correspondiente, rara~ente es empleado para el revenido de
los aceros templados.
• Desde unos 400° suele presentarse una cuarta etapa caracterizada por la
esferoidización de las partículas de cementita Que, al globulizar, rompen
la continuidad del reUculo. A ello se ai'lade la restauración y recristali·
zaci6n de la ferrita, con el consiguiente aumento de tenacidad.
• Una Quinta etapa suele presentarse en algunos aceros aleados con i,
Cr, Mn, e impurezas como Sb (800 ppm), Sn (500 ppm), P (500 ppm),
As (500 ppm). Se caracteriza esta etapa por una enfragilizaci6n que
-advertida por vez primera en 1883- se manifestó después extensa·
mente en algunos caftanes durante la primera guerra mundial; dando
Jugar, por eIJo, a la denominación de fragilidad KnJpp, con Que suele
denominarse a esta fragilidad a los revenidos altos.

El mecanismo por el que se produce esta fragilidad no estll plenamente detennina-


do, si bien muchos autores concuerdan en señalar que se debe a segregación de
elementos en juntas de grano. El enriquecimiento por solución sólida de elementos
e impurezas en las juntas. es -respecto a la composición promedia- del orden
de 104 para las impurezas y 10 1 para los aleantes. La zona de enriquecimiento en
elementos es muy estrecha. sólo afecta a unas hileras de lltomos, y este enrique-
cimiento en las juntas de grano produce fragilidad. Hay experiencia de que el Mo
reduce la tendencia a la enfragilización, porque retarda la difusión de las impure.
zas, y retrasa la restauración de la martensita (en la martensita hay dislocaciones,
y las impurezas se asocian a ellas, en vez de desplazarse hacia las juntas de grano).
En aceros de alta pureza, elaborados al vacío, no aparece enfragilización.
la interacción entre aleantes (Ni, er, Mn), e impurezas (Sb, P, As, Sn) -y su
incidencia sobre la fragilidad- puede evaluane por la entalpía de formación de
compuestos intennetálicos (aleante-impureza). Si 1l!.H°1 es muy grande, precio
pitan los compuestos en el interior del cristal, no en la junta, y no se produce
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA F~-C 305

fragilidad. Si 1!'!J101 c\ muy pequeña. hay poca interacc;ión entre ambos, e In\u·
fidente fUCff¡¡ inductora para la !>Cgregaci<in: con lo que tampoco se produce
fragilidad. I.\la cnfraglllfac;lIín es un fenómcno producIdo por difusión: cuan tI,
fkahlc en forma de "curva C'. y suprilJllble, por consiguIente. con rápidos calen.
t:lmÑlntu.\. a través de la flllla de 450°.550° (y ro1pidos enfriamientos a travt!s de
ella. cuando el revenido alcance temperaturas más altas).
El fenómeno se maninesta sólo por pérdida de tenacidad y no acusa variaciones
apreciables en otras características mecánicas. Por ello la susceptibilidad de un
acero a este tipo de fragilidad suele expresarse por el cociente entre la resiliencia,
medIda a temperaturd ambiente, del acero enfriado rápidamente a través de la
zona 450_550°, y la resiliencia, medida a temperatura ambiente, del acero lenta-
mente enfriado a Iravt!s de aquella zona .

• Algunos aceros, en cuya composición figuran elementos carburfgenos


(Mo, W, Y, Ti), suelen presentar a 600 0 e una sexta etapa de reve-
nido denominada etapa de dureza secundaria. Si antes del temple los
elementos carburfgenos estaban disueltos en la austenita, fonnando
con ella solución sólida. pasan en el temple a formar solución sólida
en la martensita, y permanecen en solución sólida en la ferrita durante
el revenido, en tanto no se alcancen temperaturas del orden de 6000 .
Su precipitación va acompañada de aumento de dureza.

Cuando el contenido en elementos carburígenos es grande -por ejemplo. las como


posiciones de~aceros rápidos~- la dureza de la martensita. va disminuyendo con la
temperatura, pero al a1can7.ar temperaturas próximas a los 600° puede aumentar
-por precipitación de carburo- haSla límites similalTs a los correspondientes a
la marlensil3 sin revenir.

Durante el revenido, la temperatura y el tiempo son complementarios.


dado que todas las transformaciones se producen por nucleación y creci-
miento. Habitualmenle se emplean tiempos de revenido entre 30 y 90 mi-
nutos; pero parecidos resultados podrfan obtenerse para temperaturas más
altas, empleando tiempos más cortos.
Para cada temperatura la variación de dureza en función del logaritmo del
tiempo de mantenimiento es casi lineal; ajustándose más esta ley cuasiloga-
rftmic.\ si se emplean durezas Rockwell en vez de durezas Brillel!.
Según Hollomon y Jaffe, el ablandamiento después de revenido es fun-
ción de:

T (K -t lag t)

siendo. K un parámetro que depende del contenido en (' (yen menor grado
de los elementos de adición habituales en act'fOS bonificabJes), T la tempera·
tura absoluta y I el tiempo.
La coloración superficial de las piezas recién revenidas. tno mecanizadas)
orienta sobre la etapa alcanzada al final de revenido. Al revenir por calenta-
miento un acero se fonna en su superficie -si está pulimentada- una pelicu-
306 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TER/AtES

la de óxido de hierro, de espesor variable (y diferente coloración debido al


fenómeno de interferencias de luz en función del espesor), dependiente de
la temperatura y tiempo. Los colores van variando de amarillo pálido (a
200 0 e) a amarillo perduzco (240° e), rojo pt1rpura (270° e), violeta (280 0
e). azul oscuro (290° C). azul claro (320° el. gris azuJado (340° e), etc.
En cuanto a propiedades mecánicas, según se ha indicado con anteriori-
dad, todos los aceros templados y revenidos presentan una etapa de globu-
laaeión de la cementita, que confiere al acero una estructura de precipita-
ción fina y dispersa, no visible al microscopio óptico. y que proporciona plas-
ticidad y buen comportamiento a la fatiga. Un principio general es que
cuando una partícula resulta visible al microscopio óptico, su contribución
a la mejora de propiedades mecánicas resulta casi inapreciable.
Al revenir la martensita, su dureza disminuye a medida que se eleva la
temperatura, y en parecido sentido evoluciona la fragilidad (aumenta la te·
nacidad). Los elementos de aleación que se hallan en disolución sólida den-
tro de la martensita, estabilizan ésta al revenido y producen una caída más
lenta de su dureza, al elevar la temperatura. Con ello, en aceros aleados, se
consigue en la zona útil de revenido, durezas y resistencias superiores a las
obtenidas en aceros al carbono de mayor porcentaje en carbono. Con la ven-
taja de que esta martensita aleada, tendrá mayor resiliencia (por tener
menor contenido en carbono) que la martensita del acero al carbono.
Los aleantes estabilizan cuantitativamente en diversa medida la dureza y
resistencia de la martensita, por mecanismos no bien determinados. En aceros
de contenido medio en C y medianamente aleados, si se considera como pa-
trón la estabilización producida por 1" de i (si se toma para el li un índice
igual a la unidad), los índices que corresponden al" de otros elementos,
son: 4 para el Mn, 4 para el Si, 2.5 para el Mo, 1,5 para el Cr, 0,5 para el Ca.
Esto quiere decir que el Mn o el Si, por ejemplo, estabilizan la marten-
sita al revenido cuatro veces más que el Ni. Por eso, cuando interesa obte·
ner una martensita que en revenido bajo ablande poco -por ejemplo, para
muelles y ballestas- se emplean aceros sitico-manganosos.
En cuanto a variaciones dimensionales durante el revenido, cabe señalar
que el paso de martensita a martensita revenida supone contracciÓn en
alguna de las etapas (por ejemplo, en la primera), dilatación en otras (por
ejemplo, en la correspondiente a la transformación de la austenita residual
a bainita), y contracción en las siguientes. En conjunto, la transfonnación
de martensita a martensita revenida supone contracciÓn de volumen. Para
un acero al carbono de 1" C esta contracción es, aproximadamente, 1,4%.

VIII.3.2. Revenido de la bainita y de la perlita

Se entiende por revenido de la bainita y de la perlita el conjunto de


alteraciones experimentadas en estructuras no martensíticas por calenta-
mientos que, como en el revenido de la martenslta, no llegan a producir
-
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA f'e-C 307

transformación alotrópica alfa ...... gamma. Es decir. calentamientos ha!>l<l


temperaturas inferiores a A.:. o calen tamientos .\"ubt:rft i<:r).~.
La bainila constituida por agujas de ferrita en cuyo interior existen
carburos- expcrimenta. por calentamiento. una coalescencia de los carbu-
ros y proporciona. finalmente. una estructura análoga a la de marlensila
revenida. Pero a diferencia de ésta la estructura es menos uniforme -pues-
lo que en la maduración de la martcnsita se parte de un constituyente úni-
co- y, en consecuencia, la tenacidad es inferior.
En cuanto a la perlita, el calentamiento subcrílico produce un fraccio-
namiento de las laminas de cementita (tiende a adoptar una morfología
más estable: mayor relación volumen/superficie), y globulización de los
fragmentos. La estructura ablanda. y su morfología corresponde a carburos
(de mayor tamaño que los de bainita revenida) y ferrita. El grado de globu-
Iizaci6n depende de la temperatura y del tiempo. Para que se produzca
dicho revenido es preciso calentar la perlita a temperaturas del orden de las
de su formaci6n. Y dado que no puede rebasarse el punto Al' el margen
de temperaturas para el revenido de la perlita es muy pequeño. Por ello.
en este proceso -denominado Tí'cocido subcritico-. el principal factor
es c1tiempo de pennanencia.
El calentamiento apenas tiene efecto sobre los productos proelltcctoides
procedentes de la descomposici6n de la austenita. Es decir, si la estructura
es I"erritoperICtica. la I"errita proeutectoide por no estar saturada en C. no
experimentará modificación por calentamiento a temperaturas inferiores
a Al' En cuanto a la cementita proeutectoide -en las estructuras cemen-
titoperh"ticas- el único efecto del calentamiento será el de provocar su
esferoidizaciÓn. formándose cementita globular.

VII1.3.3. Formaci6n de austenita por calentamiento a 8 > Al


Un acero -cualquiera que sea su estructura inicial: martensita revenida,
bainita. perlita. fcrritoperlita. cementitoperlita- experimenta, por encima
de la temperatura AJ • el siguiente proceso de transfornlación de la estruc-
tura inicial.

En el acero (en definitiva, la estructura a temperatura próxima e inferior


a A... es siempre de ferrita y cementita). la reacción se produce por un meca-
nismo 1e nuclcación en la ¡ntercara de ferrita y ccmentita: iniciándose allí la
foonación de austenita por transformación alotrópica de la ferrita. La cemen-
tita contigua disgrega fácilmente sus contornos y, en consecuencia. la fe-
rrita de la intercara. ya transformada en austenita, absorbe el C. La trans-
formación de ferrita en austenita. se realiza más rápidamente que la descom-
posición de los carburos.
308 CIENCJA E INGENIERlA DE MATERIALES

Para que la reacción sea completa, es necesaria una permanencia prolon-


gada a temperatura de austenización 8 1 superior a A3c _ La fuerza inductora
de la reacción es el salto ténnica 8 1-A Je • Se requiere un tiempo de perma-
nencia a temperatura O1 no s6lo para transformar todo el Fea en Fe,. y
desagregar la cementita, sino también para lograr, por difusión en volumen
del C. una austenita homogénea.
Cuanto mayor es la superficie libre ferrita/cementita, se requieren tiem-
pos más cortos para una misma 8 J. Por eso, las austenizaciones de cementi-
tas laminares son más rápidas que las de cementitas globulares; y, a igualdad
de morfología (laminar o globular), la austenizaci6n tiene lugar en menos
tiempo cuanto más pequefio sea el tamafl.o de la cementita.
Los granos de austenita que se forman a 8 1 por nucleación y crecimiento,
llegan con el tiempo a establecer un contacto mutuo y se produce un fenó-
meno de crecimiento de algunos de ellos a expensas de sus vecinos para dis-
minuir el número de juntas de grano, y, en consecuencia, disminuir la ener-
gía del sistema. Se desarrolla tanto más el tamafto medio de grano cuanto
más alta la temperatura o mayor es el tiempo de permanencia; si bien grandes
aumentos de tiempo son equivalentes sólo a pequef'ios aumentos de tempera-
tura pues la relación entre ambos es de tipo semilogarítmico.
Para más altas temperaturas 8 t de austenizaci6n, los tiempos necesarios
para austenizar son menores.
Aunque el aumento de temperatura es favorable para reducir el tiempo
de redisolución de carburos y uniformizar en carbono la austenita formada,
no conviene que el aumento de temperatura por encima de A3 sea grande,
ni el.tiempo de permanencia, para evitar un excesivo crecimiento de grano,
que se conoce como sobrecalentamiento del acero y que merma sus propie-
dades (Ref. estructura de WindmansHítten VlII.l.6.).
Temperaturas más altas que las de sobrecalentamiento favorecen, además
del crecimiento de grano, la formación de óxido intergranular en el acero;
pudiendo incluso llegar a fundir intergranularmente si se alcanzan tempe-
raturas próximas a la del sólidus. En ambos casos, se dice que el acero se
ha quemado.
El sobrecalentamiento de un acero puede corregirse por tratamientos
ténnicos posteriores que conduzcan a un nuevo afmo del grano austen{-
tico (por enfriamiento y austenizaciones rápidas hasta temperaturas no
altas, efectuadas consecutivamente), pero no ocurre lo mismo en el caso
de un acero quemado. En éste, no es posible regenerar la estructura y resul·
ta un acero inservible.
Los aceros hipereutectoides son propensos al sobrecalentamiento y al
quemado. Las temperaturas de austenizaci6n total de estos aceros son más
próximas a la línea del solidus que las de los aceros hipoeutectoides, y por
ello, iguales aumentos de temperatura por encima de Acm que de A 3 pro-
ducen crecimientos de grano mucho mayores en los aceros hipereutectoides
que en los hipoeutectoides.
Rara vez se austeniza por encima de Acm en los aceros hipereutectoides.
El calentamiento suele limitarse a unos 40° por encima de Ae . Con ello
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Ft-<: 309

quedarán en la masa de austenita carburos no disueltos, pero se evitan los


riesgos del excesivo tamaflo de grano austenítico.
El tamai'lo de grano se designa habitualmente por el número N, deftnido
por la American Society for Testing Materials (A.S.T.M.) como sigue:

n=2 N - I

siendo n el número de granos por pulgada cuadrada, vistos al microscopio a


100 aumentos. En la Tabla VIII.36. se indica la corrl'!ación entre el número
N, el número de granos existente en el material metálico en I mm 2 • y la
longitud promedia de cada grano en mm (suponiendo que todos los granos
son tetradodecaedros iguales).

TABLA VIII.J6,

Número N Lonaitud promedia


Granosfmm 1
A.S.T.M. en mm

-JO 0.685 1,051


-3 0,969 0,884
-2. 1,370 0,743
-2 1,938 0,625
-l. 2,740 0,526

-.•
-1

O
3,875
5,480
7,750
0,442
0.372
0,313

,.,
10,96 '),262
15,SO 0.221
21.92 0.186
2 31.00 0.156
2. 43,84 0,131
3 62.00 0,110
3. 87.611 0,0929

•••
124,0 0,0781
175,4 0,0657
5 248,0 0,0552
5. 350,7 0,0465
6 496,0 0,0391
6. 701,4 0,0328
7 992,0 0,0276
7. 1403 0,0232
8 1984 0,0195

..
8.
9

10
10"
2806
3968
5612
7936
11220
0,0164
0.0138
0.QI16
O,r'm77
0,00821
11 15870 0,00691
11. 22 450 0.00581
12 31740 0,00488
310 CIENCIA E INGENIERJA DE M4 TERJALES

Cuando existen en el acero finas pari1culas de carburos u otros compues·


tos no disueltos durante el crecimiento de grano ausknltico, su presencia se
opone a la movilidad de juntas de grano, dificulta el crecimiento de grano
austenítico, y ale];] los riesgos de sobrecalentamiento y de quemado
Para inhibir el crecimiento de grano austcnítico dlo: los aceros de I:onfc-
nido medio y bajo en carbono. suelen emplearse algunos de los siguientes
elementos: Nb (aproximadamente O,03%), Ti (0,1 % aprox.l, V lO.1 % 'Jrrox.).
Al (0,08% aprox.). Estos elementos precipitan en forma de carburos o de
nitruros (el Al lo hace en forma de NA!) durante el enfriamlcnto del acero,
siguiendo un proceso de nucleación y crecimiento. Cuando, posteriormente,
el acero es calentado nuevamente hasta tempcraturas de austenización. estos
precipitados -en tanto no se redisuclvan- son efectivos inhibidores del
crecimiento de grano al impedir el avance de las juntas de grano (aceros de
grano finol Su efecto inhibidor empieza a desaparecer -por red iso lución
de los precipitados- para temperaturas superiores a 950 0 C. Algunos de
ellos por ejemplo, NbC- mantienen fino el tamaiio de grano austen ítico
hasta temperaturas más altas. La tabla VII!.37. indica las solubilidadcs de
sus carburos y nitruros en función de la temperatura.
Por otro lado, y puesto que el crecimiento de grano austenítico no puede
iniciarse hasta que la ferrita se haya transformado totalmente en austenita.
serán también inhibidores de crecimiento de grano los elementos alfágenos
o estabilizadores del Fe en su forma alotrópica alfa. Cuando en un acero
concurren elementos que son simultáneamente alfágenos y carburígenos
como sucede en algunos aceros para herramientas, -por ejemplo. aceros
para herramientas de corte rápido (0,8% C. 6% W. 5% Mo. 1% V. 4% Cr)-.
TABLA VIIl.37.(W Leslie).

Compuesto Solubilidad límite

AIN log 1% Al] [% NI={~7400!T)+ 1.95


MoS K, = [%MnJ [%5J J':"
log K~ = (~9020/T)+ .:!.929
logJ~n = [( ~215/T) + Op97 (% Mn)]
NbC log [%NbJ [%[]0;81 =(-7530/T)+3.11
NbN log [%NbJ [%\ll=(~10230/T)+4,04
NbICN] log [% Nb 1 1%C]°,24 [% N]O.65 = (~1O 400fT) + 4.09
V4 C 3 log [%V]4/3(%CJ={~I08oo/T)+7.06
VN' log [,%V] (% NI = ( 7 733/T)+ 2.99
TiC log [%Ti] [%C] = l 7oo0/T)+ .:!.75
bC Iog 1% Zr]· (% el (~8760!T) + 4.93

el grano austenítico es menos propenso a crecer. Complementariamente,


conviene señalar que los elementos que elevan las temperaturas correspon-
dientes al sólidus en el diagrama Fe e para altos contenidos de carbono
~como ocurre con er, Mo, Ca, etc.- disminuyen también por este motivo
los riesgos de sobrecalentamiento.
-
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Fe-C 311

V1I1.4. TRATAMIENTOS TER MICOS DE LOS ACEROS

El conjunto de calentamientos y enfriamientos controlados a que puede ser


sometida una aleación sólida a fin de modificar su estructura micrográfica (yen con-
secuencia sus propiedades) sin que por ello cambie fa composición química de la
aleación se denomina tratamiento térmico.

Se reserva el nombre de tratamientos termomecánicos para aquellos que pro-


ducen modificaciones estructurales de la aleación por calentamiento y, simultánea-
mente, conformación mecánica de la aleación sólida (Ter XI1.6 y XlI.7.)

Se denominan tratamientos termoquímicos los que comportan una modifica-


ción química en la periferia de la aleación.

En apartados anteriores han sido ya comentados varios tratamientos térmicos.


En VI.3.!, por ejemplo, se señaló el recocido de homogeneización; que tiene por
finalidad uniformizar en composición química la estructura "bruta de solidificación"
de cualquier solución sólida.

En el capítulo VII, a propósito de aleaciones que únicamente presentan trans-


fonnaciones en estado sólido por variación de solubilidad se citaron: el hiperremple,
la maduración y el bonificado (hipertemple + maduración).

El Capítulo XII se dedicará en buena parte a unos tratamientos térmicos, cuya


finalidad es eliminar la "acritud"(ref. X.I y sig.) adquirida por aleaciones defonnadas
en frío: el recocido de restauración y el recocido de recrisralizaciÓn.

VIlI.4.1. El enfriamiento en los tratamientos térmicos con austenización previa

Varios de los tratamientos térmicos de los aceros requieren primeramente lo-


grar por calentamiento que el acero tenga estructura austenítica; para, desde esas
altas temperaturas, transformar luego por enfriamento aquella estructura en los cons-
tituyentes que se deseen en cada caso. Tal es el caso del temple (rer VIII.4.2.), el nor-
malizado (ref VII1.4.3.), los recocidos supercríticos (VII1.4.4.), el "patenting"
(VIIIA.6.1), el austempering (VIIIA.6.2), etc.

El enfriamiento puede ser continuo y realizarse de diversas maneras: enfriando


dentro del horno, o al aire, o en agua, aceite, etc. En otros casos el enfriamiento es
isotérmico; conseguido, por ejemplo, mediante inmersión en un baño de sales fundi-
das.

La estructura micrográfica que presentará el acero al término del tratamiento


térmico será el resultado de la interacción entre las curvas de enfriamiento --<le la
superficie y del núcleo de la pieza- y la curva T.T.T. Según sea más o menos rápido
el enfriamiento desde el estado austenítico, una misma pieza de acero puede presen-
tar en determinado punto de su interior una estructura martensítica, o bainítica, o de
perlita fina o de perlita gruesa (ref. VIII.2.4).
312 CIENCIA E Jjl,'GENIERlA DE MA. TERlALES

los faclores que condicionan la estructura micrográfica de una pieza al térmi·


no de un tratamiento térmico con auslenización previa pueden resumirse en tres:

-la curva T.T.T. del acero en cuestión,


- la severidad del medio refrigerante (su aptitud para absorber caJar de la
superficie de la pieza)
- el tamaño de la pieza a tratar.

VIII.4.1./. La curva T.T.T.

La curva T.T.T. del acero (V.gr. figura VIII.34), y en concreto su posición res-
pecto al origen de tiempos, depende del lamano de grano de la austenita y de la com-
posición del acero. Esa curva resultará más alejada del origen de tiempos cuanlo
mayor sea aquel tamaño de grano y cuantos más elementos en solucién sólida lenga
la austenita.

Por ello se dice que el acero tiene tanla más templabilidad -mayor facilidad
para el temple- cuanto más apartada del origen de tiempos se halle su curva T.T.T.
Así, para un acero muy aleado su curva T.T.T. estará muy desplazada del origen de
tiempos y podría obtenerse martensita por simple enfriamiento al aire desde la tem-
peratura de austenización. Los aceros que templan por simple enfriamiento al aire se
denominan "aulotemplantes".

Para que los aleantes resulten eficaces en el temple han de estar solubilizados
previamente en la austenita.

VillA. 1.2. Severidad del agente refrigerante

La severidad de un agente refrigerante puede valorarse no sólo cualitativamen-


te (tiene más severidad el agua que el aceite y éste que el aire) sino también cuantita-
tivamente. Para ello véase cómo enfría la superficie del acero.

La velocidad de flujo de calor través Jo:, la intercara metal refrigerante sigue la


ley de ewton:

q = A (TM -Ts)

Siendo:

T s, la temperatura de la superficie de la pieza


T..., la temperatura del medio refrigerante
A, el coeficiente de conductividad térmica de la ¡ntercara

El coeficiente A varía durante el enfriamiento de la superficie de la pieza. Tal


ocurre, por ejemplo, si el refrigerante es agua en reposo. En efecto -según se indica
en la figura VII 1.38--, en un primer momento, al establecerse el contacto del agua con
la superficie del acero (que está a la temperatura de austenización) aquella se vapori-
za y las burbujas de vapor dificultan la transmisión de calor (el valor de A es peque·
ño). En una segunda etapa, al desprenderse las burbujas e iniciarse corrienles de con·
-
TRANSFORMACIONES EN ESTA.DO SOUDO EN EL SISTEMA F~-C 313

1--

t<la

,-----
lo tiempos

Fig. Vlll.38. Enfriamiento de la superficie del acero.

vección en el líquido, la transmisión de calor es rápida (A aumenta). Finalmente, en


una tercera etapa, de contacto directo enlre el agua reposada y la superficie, el des-
censo de temperatura en la superficie del acero es lento (A disminuye). En el caso
considerado -tres valores distintos del coeficiente de película A-, se .toma para éste
un valor promedio M.

Se denomina severidad, H, del agente refrigerante al cociente M:2k; siendo k


la conductividad térmica del acero (que puede considerarse constante para lodos los
aceros, a excepción de los que tienen conl~nidos altos en Cromo).

El valor de H es mayor cuanta más capacidad de absorción de calor tenga el


medio refrigerante. Así, el valor de H resulta mayor para el agua que para el aire. Y,
como es lógico, el valor de H para un mismo refrigerante aumenta si se agita el
medio refrigerante.

Por métodos experimentales pueden determinarse los valores H para diferentes


medios refrigerantes y diversos grados de agitación de éstos.

De un medio refrigerante, "ideal", podría decirse que tiene severidad infinita


si la periferia de la pieza alcanza instantáneamente la temperatura del medio refrige-
rante al ser introducida en él. Nótese que ello no implicaría que ocurra lo mismo con
las temperaturas del núcleo de la pieza: iría disminuyendo de temperalUra paulatina-
mente a medida que fueran fluyendo las calorías desd~ el interior de la pieza hasta su
superficie en contacto con aquel medio ideal.
314 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MATERIALES

VIIIA.}.3 Tamaño de la pieza

El tamaño de la pieza de acero es otro de los factores que influyen en la


estructura micrográfica lograda al término de un lralamicnlo térmico por enfriamien-
10 desde el estado austcnítico.

Supóngase un cilindro de diámetro DI y longitud tan grande que la cesión de


calor sea solamente radial (no por las bases del cilindro) cuando se cnfria en un refri-
gerante de severidad H] (por ejemplo agua tranquila, rer. figura VIII.39 a). Al enfriar
se establece enlrc la periferia y el eje del cilindro un gradiente de temperatura. Este
varía con elliempo, ya que las calorías a ceder --el calor almacenado en el interior del
cilindro- son proporcionales al volumen. En cambio, el calor que se cede al medio
refrigcramc es proporcional a su superficie lateral. El cocienle VolumcnlSuperficie es
igual a D,/4. Por lanlo la relación entre el calor almacenado y el calor que puede
ceder aumenta con el diámetro.

e e
----- T, - --1--
I V.
>l.
T. ---~ ~~--- T. ----,
I
I V,
V, I

1,
a) " b)

e' e
T, T, V.
-:- ------
V. I
V. I I V.
T, ----1------ T, ----I--~~~-

I I
I I
I I

e) 1, d) 1,

Fig. VIII.39. En¡riamielllo de la superficie (Vp) y del núcleo (VII) al variar


el tamaño del redondo (D ¡<Dz) Y la severidad del refrigerallle.
a) Redolldo de diámetro D ¡ enfriado en agua.
b) Redondo de diámetro 01 enfriado en agua.
e) Redondo de diámetro D J enfriado al aire.
d) Redondo de diámetro D1 enfriado al aire.

Por eso, para un mismo refrigerante de severidad H j (JX)r ejemplo agua tran-
-
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOUDO EN EL SISTEMA f'e·C 315

lindros de acero cuyos diámetros sean DI y 02 (D J <°


quila), al comparar las curvas de enfriamiento de la periferia y del centro de dos ci-
2 ), se observa -figuras 39 a y
b- que para el redondo de mayor diámetro, 02' tanto el núcleo como la periferia
enfrían más lentamente que en el redondo de diámetro DI' Al cabo de un tiempo ti'
no sólo la temperatura de la periferia es mayor en el redondo de diámetro, 02, sino
que además su gradiente de temperatura entre periferia y núcleo resulta mayor que en
el redondo de diámetro 0\.

Por otro lado, si se empleara un agente refrigerante de menor severidad que H 1


(por ejemplo aire) esos gradientes resultan menores en ambos casos. Compárense
entre sí las figuras VII1.39 a y c, correspondientes al redondo DI' O las figuras
VIII.39 b y d correspondientes al redondo O2 ,

VIII.4.2. El temple

Templar una pieza de acero es lograr que su estructura sea plenamente marten·
sítica. Para ello es necesario austenizar la pieza y enfriarla a velocidad superior a un
cierto valor crítico Ve (figura Vll1.34).

La temperatura de austenización previa al temple -que suele denominarse tem-


peratura de temple- no debe ser excesivamente alta, a fin de evitar sobrecalenta-
mientos (que originarían una martensita grosera, poco tenaz) y/o "quemados" (ref
VIII.3.3).

Para piezas de pequeño diámetro, v.gr un alambre de 3mm, prácticamente


coinciden las curvas de enfriamiento de periferia y núcleo de la pieza. Un enfria-
miento que permitiera obtener martensita en la periferia de la pieza también lograría
que la estructura del núcleo resultara martensítica.

Pero cuando el tamaño de la pieza es grande puede suceder que, al enfriar en


un medio refrigerante de severidad H¡, se obtenga en la periferia de la pieza marten-
sita pero no en su interior (temple incompleto). Eso ocurrirá si el acero elegido para
esa pieza tiene insuficiente templabilidad. En ese caso podría lograrse un temple
completo si se emplea un refrigerante más severo o, alternativamente, utilizando para
esa pieza un acero con más templabilidad. Es decir, un acero cuya curva TTT. esté
más alejada del origen de tiempos.

En ingeniería de materiales el primer paso para la selección del acero más


conveniente para obtener estructura de martensita en cualquier punto de una determi-
nada pieza, al ser enfriada ésta en un refrigerante H], consiste en calcular previamen-
te su redondo equivalente. Es decir, hallar el diámetro de un cilindro --de gran longi-
tud- cuyo núcleo enfríe a la misma velocidad que el punto de más lento enfriamiento
de la pieza (esa determinación del redondo equivalente es un sencillo ejercicio de
Termotecnia).

Una vez determinado para H¡ el redondo equivalente de la pieza, se seleccio-


nará un acero tal que su curva T.T.T. no resulte intersectada, ni en la zona pcrlítica ni
en la bainítica, por la curva correspondiente al enfriamiento del núcleo del redondo;
316 C1ENClA E INGENIERlA DE MA. TERlALES

que la intersección se produzca en la región martensítica de la curva T.T.T de ese


acero. De ese mcxlo puede asegurarse que en el eje del redondo se obtendrá martensi-
la. Y. por tanto en el punto de más lento enfriamjenlo de la pieza la estructura será de
martensita (con mayor motivo resultará martensítica la estructura en cualquier otro
punto de la pieza). En definitiva, la pieza de ese acero, enfriada en el medio refrige-
rante de severidad H] resultará plenamente templada.

Obviamente habrá más de un acero que cumpla las condiciones antes indica-
das. Dc entre ellos se seleccionará generalmente el menos aleado; es decir, el que
cumpliendo aquellas condiciones tenga menos templabilidad; o -lo que es igual-
tenga menos Carbono (siempre que C>O,25%, para que sea verdadera martensita
tetragonal) y menos elementos de aleación: porque, junto a otras ventajas -V.gr.
mayor temperatura Ms -, resultará más barato.

En algunos casos -por ejemplo cuando se desea lograr un filo duro en herra-
mientas tales como cuchillos, cizallas, etc.- la finalidad dcl temple es endurecer el
acero. Pero habitualmente se persigue otro objetivo: conseguir que por revenido de la
martensita obtenida en el temple se obtcnga una fina estructura de cementita dispersa
en una matriz de ferrita (ref VIII.3.1). De ese modo mejoran simultáneamente la
resistencia Rm del acero y su tenacidad (ref X17).

El tratamiento conjunto de temple y revenido suelc denominarsc bonificado


del acero.

VIII.4.3. El normalizado.

El tratamiento ténnico de norma/izado consiste en austenizar la masa de acero


y, desde e.sas temperaturas, enfriar luego al aire. Las bases de este tratamiento han
sido ya comenladas en VIlI.1.6.

Si un acero hipoeutectoide no es aUlotemplante -no lo son los aceros al carbo-


no ni los aceros de baja aleación-, el enfriamiento al aire desde el estado auslenÍlico
suele producir estructuras de ferrita y perlita laminar en la periferia y en el núcleo de
la pieza normalizada. (figura VIII.40).

Si la pieza normalizada es de gran tamaño, hI estructura perlítica en el núcleo de la


pieza resultará más gruesa que en su periferia; porque el enfriamiento periférico ha sido más
rápido (tef VIII.2.1). Por tanto la carga de rotura dc una probeta extraída del centro dc esa
pieza de grandes dimensiones resultará menor que la de aua probeta exuaída de una zona cer-
cana a la superficie.

Con el tratamiento de norma/izado se intenta obtener una estructura "normal"


del acero, con tamaños de grano ferrítico iguales o apenas inferiores al valor 7
ASTM (ref Tabla VIII.36).
-
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN EL SISTEMA Fe-C 317

e
-------------
A A+F
A. - - - - -+"1'-----

v.
v.

M.r-~~~~~
(
Fig. Vll1.40. Normalizado por enfriamiento al aire.
Vp - Curva de enfriamiento de la periferia.
Vn - Curva de enfriamiento del núcleo.

Este tratamiento suele tener por finalidad corregir la estructura de Wid-


manstalten (figura VIII.S) derivada de un tamaño austcnítico grande. Y, en general,
afinar el grano austenílico de los aceros en estado bruto de moldeo (o bruto de iami-
nación), o sobrecalcntados durante una auslenización.

Otras veces el normalizado se utiliza como alternativa del tcmplc+rcvcnido.


En ese caso se pretende simplemente lograr una estructura de perlita laminar -diluída
y fina- distribuída en una matriz de ferrita proeutectoide de grano fino. Con esa
estructura micrográfica la carga de rotura Rm del acero (ref VIII. 1.6) y su tenacidad
pueden resultar suficientes para muchos de los requerimientos en servicio; sin necesi-
dad de templar y revenir el acero. Así, gran parte de los aceros empleados en ferroca-
rriles -raíles, ruedas, etc- se utilizan en estado normalizado.

VIII.4.4. Recocidos supercriticos

Hay dos tratamientos -el recocido de regeneración (o de austenización com-


pleta) y el recocido de austenización incompleta-, denominados supercríticos porque
requieren la austenización previa del acero al menos por encima de la temperatura
crítica Ae.

Ambos recocidos tienen por finalidad ablandar el acero para poderlo mecani-
zar o para conformarlo en frío. Ello es posible por haber logrado, en el enfriamiento,
una estructura ferritoperlítica que es más blanda que la bainítica o la martensítica.
318 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERJALES

Para efectuar un recocido de regeneración se calienta el acero hasta tempera-


turas superiores a su AJe y se mantiene a esa temperatura hasta lograr la estructura
austcnítica en todos los puntos de la masa de acero. Desde esa temperatura el enfria-
miento debe ser suficientemente lema (figura VIl1.41) a fin de lograr los constituyen-
tes de equilibrio del diagrama Fe-eFe). El enfriamiento debe ser más lento que en el
normalizado.

9 •

v.
v.
---

p+p

M.f---O>

Fig. VIII.41. Recocido de regeneración.

Conviene enfriar rápidamente entre A3r Y Ac: para disminuir el tiempo 101011 del Ira101-
miento. Si bien ese rápido enfriamiento conlleva que se obtienen finos granos de ferrita proeu-
teetoide y por tanlo no se obtiene el máximo ablandamiento.

Después. desde temperatura ligeramente superior a At • debe enfriarse muy lentamente


para obtener perlita laminar gruesll.

Una vez lograda totalmente la estructura ferritoperlítica (figura VIlIAI) la velocidad


de enfriamiento es ya indiferente. Suele hacerse al aire.

La carga de rolUra de un acero de C l % de Carbono así enfriado, en primera


aproximación (rer. VIII.L5) es igual a: R (en MPa)=300 + 650 C l . y por tanto su
Dureza Brinell aproximada resulla ser: lOO + 220.C 1.

Por razones técnicas el recocido de regeneración sólo se emplea en aceros


hipoeuteetoides cuando se desea obtener perlita laminar; por ejemplo, para un poste-
rior fresado. Por razones económicas se prefieren olros recocidos; por ejemplo, el
-
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOLIDO EN ELS/STEMA Fe-e 319

recocido de auSlenización incompleta 0, incluso, como luego se comenlará, el recoci-


do subcrítico.

El recocido de regeneración no se empica en aceros lJipereutee:loides porque


comporta riesgos de sobrecalentamiento (rer. VUI.3.3).

Para efectuar un recocido de auslenización incompleta se calienta la pieza de


acero hasta una temperatura TI comprendida entre A e Y AJeo Se mantiene a esa tem-
peratura un tiempo menor que el preciso para lograr plenamente las fases de equili-
brio, que son ferrita y auslenila. A esa temperatura habrá cementita además de ferrita
y ausleoila. Esa cemcnlila proviene de la perlita que tenía previamente el acero (o de
bainita o manensita) y no se descompuso plenamente en Hierro y átomos de Carbono
durante el calentamiento a T t.

A continuación se enfría lentamente la pieza de acero desde esa temperatura


TI (figura YIII.42). Al término de la transformación se obtiene una estructura de
ferrita y de un agregado similar a la perlita que recibe el nombre de globulila (ver
figura VIIl.43). Su morfología está constituida por glóbulos de efe3 dispersos en una
matriz de ferrita.

y"
globulita

M, f------"
L- -----'-.

Fig. V1l1.42. Recocido de allsten;zación incompleta.

La estructura del acero después de este recocido de austenización incompleta


resulta más blanda que la obtenida en el recocido de regeneración y, por tanto, más
ventajosa para poder efectuar luego operaciones de conformado en frío del acero. O
de torneado si el acero no resulta demasiado blando, como ocurre en el caso de ace-
ros de muy bajo Carbono.

En definitiva, para ablandar un acero, resulta casi siempre ventajoso el recoci-


do de austenización incompleta respecto al recocido de regeneración. Además, éste
320 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERJALES

Fig. VIII.43. Cernentita globular 1000 x

recocido, al requerir temperaturas de austcnización superiores a A3, consume más


energía. Por otra parte el recocido de austenización irncompleta no presenta riesgos
de sobrecalentamiento y puede emplearse también en aceros hipereuteetoides.

El recocido de austcnización incompleta suele denominarse, también, recocido


globular por la fanna no laminar que adopta la perlita. Una alternancia en las tempe-
raturas antes del enfriamiento (ver figura VIIL44.b) favorece la morfología globular
y, por tanto, el ablandamiento del acero. Esa alternancia, al facilitar la nucleación
heterogénea de cementita, logra transformar más rápidamente la austcnita culccloide
en globulita.

fu.f----
A.e-t'tAim~

,) b) e)
Fig. Vlli.44. Ciclos para estructuras de cernen/ita globular.

En lo que antecede se ha supuesto que el enfriamiento, tanto en el recocido de


regeneración como en el recocido de austenización incompleta se efectúa de modo
continuo; por ejemplo programando el descenso de temperatura del horno.
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOUDQ EN EL SISTEMA Fe·C 321

Pero, desde las temperaturas de austenización total o parcial, el acero puede


también ser enfriado por inmersión en un baño de sales fundidas cuya temperatura
sea constante. Esa temperatura debe ser inferior (y próxima) a la temperatura Ae. En
este caso el tratamiento se denomina recocido isotérmico (figura VIII.45)

M, f-----------"'--

Fig. VIU.45. Recocido isotérmico.


Vp - Curva de enfriamiento de la periferia de la pieza.
Vn - Curva de enfriamiento del núcleo de la pieza.

Varias son las razones que pueden aconsejar el empleo del recocido isotérmico
para un determinado acero, tanto si el calentamiento ha sido de auslenización como
pleta como de austenización incompleta.

Por una parte puede fijarse esa temperatura constante y la transformación de la


austenita será uniforme en cualquier punto de la pieza. Ello pennite controlar el es-
paciado entre láminas, So, de la perlita; y la regularidad de esa perlita tanto en las
zonas masivas como en las de menor sección de la pieza.

Por otra parte puede elegirse una temperatura de las sales fundidas tal que toda
la austenita se transforme plenamente en perlita diluída (sin aparición de ferrita pro-
eutectoide); y ello permite, además, enmascarar la estructura bandeada característica
de los aceros forjados (ref XII.6.2.2).

El recocido isoténnico se hace particularmente necesario cuando el acero tiene


gran templabilidad; como ocurre con muchos aceros autotemplantes empleados para
herramientas. En esos casos el lento enfriamiento continuo entre Ac Y A c-50 oC,
necesario para posibilitar la transformación de la austenita en perlita, puede durar
días; pues de lo contrario las estructuras finales serían bainíticas o martensíticas. En
322 e/El\'elA E INGENIEJUA DE MATERIALES

cambio, con enfriamiento isotérmico, la transformación isotérmica de la austenila en


perlita puede realizarse brevemente: habida cuenta de la gran capacidad de absorción
de calor de las sales Cundidas si se compara con la del aire caliente.

Eso mismo justifica que, para aceros de gran Icmplabilidad, después de eon-
fonnar una pieza en estado gamma se aconseje su inmediata inmersión en sales fun-
didas cuya temperatura sea inCerior y próxima a A.c. Si, en cambio, esa pieza se dejara
enfriar al aire después de la forja se obtendría una estructura dura, de bainita o mar-
tensil3. inadecuada para aquellas operaciones complementarias. Con ese enfriamiento
isolénnico después de forja se ahorra energía al lograr directamente una estructura
pertítica, blanda, apta para las operaciones de mecanizado y taladros que la pieza
requiera a continuación. Recuérdese que la resistencia mecánica, Rm, de la perlita es
inversamente proporcional a la raíz cuadrada del espaciado interlaminar So (ref
VIII.1.5).

VIII.4.S. Tratamientos ténnicos subcrfticos.

Se conocen con el nombre de tratamientos térmicos subcrfticos aquellos cuyo


calentamiento nunca alcanza temperaturas que puedan producir transformación alo-
trópica del Hierro alfa a Hierro gamma. El recocido subcrítico (VIIIA.5.l) y el reve-
nido (VIII.3.!) son dos ejemplos de estos tratamientos.

También se incluyen en este epígrafe, subcritico, los denominados recocidos o


revenidos contra tensiones; que, como su nombre indica, tienen por finalidad aliviar
las tensiones internas del accro por calcntamiento a unos 150 l/e sin que varíen sus
constituyentcs micrográficos.

El recocido dc recristalización dc aceros ferrÍlicos agrios -por recocido conti-


nuo, o en hornos de campana (ref XII.3.4}-, es otro tratamiento subcrítico.

VIII.4.5./. Recocido subcrÍlico

El recocido subcñlico cs aira modalidad de tratamiento empleado para ablan 4

dar aceros. Se realiza calentando la pieza de acero hasta una temperatura próxima e
inferior a A c Y permanecicndo un tiempo a esa temperatura (figura VIII.44.c). La
velocidad de enfriamiento tras el rccocido subcrítico puede ser cualquiera ya que no
hay transformaciones alotrópicas.

La estructura quc se logra al término de esa permanencia a temperatura cons-


tante es de cernentita globular repartjda en una matriz de ferrita. La obtención de esa
estructura ablanda el acero cualquiera que sea su estructura inicial; tanto si la estruc
4

tura prcvia fuera de martensita, como si se tratara de bainita o de perlita (rer.


VIIl.3.2).
El ablandamiento que se logra, luego de permanecer a la temperatura subcríti-
ca del tratamiento, es suficiente para el fin que se persigue en la mayor parte de los
aceros utilizados para maquinaria: cl mecanizado.

El ritmo de ablandamiento en función del tiempo de permanencia a aquella


TRANSFORMACIONES EN ESTA.OO SOUOO EN EL SISTEMA F~~ 323

temperatura es rápido al principio y decrece asintÓticamente. Al cabo de un cierto


tiempo, por más que se prolongue el tratamiento, llega a ser casi nulo el ablanda-
miento que se consigue.

Este tipo de recocido suele denominarse también ""recocido globular", habida


cuenta de la forma adoptada por la cementita. Con todo parece más propio reservar
ese nombre, y así suele hacerse, para los recocidos de austenización incompleta.

Para algunos aceros aleados, autotemplantes y de herramientas, suele resultar


insuficiente el ablandamiento logrado por recocido subcrítico y se requieren recoci-
dos de austcnización completa o incompleta.

Con las limitaciones indicadas en el párrafo anterior el recocido subcrítico pre-


senta varias ventajas respecto a los recocidos del apartado VIIIA.4. En primer lugar
ahorra energía al no precisar temperaturas que superen Ac' Además no presenta los
riesgos de deformación o/y agrietamiento de la pieza por transformaciones alotrópi-
cas, que no existen en este tratamiento.

Las variaciones dimensionales debidas a la transformación alotrópica alfa->gamma


durante el calentamiento son inherentes a cualquier tratamiento que requierd austenización y
hacen necesario que el calentamiento hasta alcanzar la tempcraturd de austenización sea Icnto.
Tanto más lento cuanto mayor sea el tamaño de las piezas. Esos riesgos de tcnsioncs, defor-
maciones y grielas duranle el calentamiento hasta austenizaciÓfl son comunes a los recocidos
de regeneración y de auslenización completa. al temple, al normalizado. a la fOlja en estado
gamma, etc.

VlII.4.6. Tratamientos isotérmicos

Aunque se denominan habitualmente tratamientos isotérmicos resultaría más


propio decir quc son tratamientos con enfriamiento isotérmico.

Todos ellos -incluído el recocido isotérmico (ref. Fig. VillA 5}- tienen en
común que las piezas de acero son calentadas hasta temperaturas de austenización y,
desde ahr, son enfriadas isotérmicamente por inmersión en sales fundidas, Plomo
fundido, u otro medio refrigerante líquido que permita mantener constante la tempe·
ratura durante la transformación de la austenita.

VJJI.4.6.I. El patenting

Este es un tratamiento isotérmico que suele darse, como operación final, a los
alambres de acero de 0,7-0,9% que requieren alta resistencia mccánica a tracción por
ir destinados a hormigón prctcnsado. Para lograr esas características, el alambre des-
pués de ser austenizado se introduce en un baño de Plomo fundido (o en sales), a
temperatura correspondiente a la zona baja perlítica de la curva T.T.T. del acero
(figura VUI.46). Ello tiene por finalidad transformar la austenita en perlita muy fina;
con separación entre láminas de cementita, So, de 0,1 a 0,2 .um.
Con ello se logran
cargas de rotura Rm del orden de 1600 MPa y alargamientos AT de 5 a 10 %.
324 ClBNCIA E lNGEN1ERIA DE MA TERJALES

M, 1-__"-

Fig. VIII.46. Patenting.

En ocasiones el patenting se utiliza como tratamiento intermedio -contra acrilud-


durante el trefilado del alambre; para, además de lograr finalmente aquellos altos valo-
res de R", -o mayores-, facilitar la operación del trefilado. En efecto, para trefilar con-
viene partir de una estructura fina de cementita, lograda también previamente por
patenring. Pero a medida que se trefila (deformación en frío), y se reduce la sección del
alambre, la ferrita va adquiriendo una acritud que dificulta progresivamenente la opera~
ción y llega a hacerla inviable. Un nuevo "patenting", al eliminar la ferrita agria, per-
mite continuar la reducción en frío de la sección.

Las cargas de rolura que pueden llegar a obtenerse, en aceros binarios eutectoides,
mediante una adecuada combinación de perlita fina y deformación en frío por trefilado de ésta,
en hilos de diámetro final 0,08 mm, superan los 3000 MPa de carga de rotura (ref 0.5.2.2).

VIlI.4.6.2. El austempering

El "austempering", figura VIII.47, tiene por finalidad obtener en la pieza una


estructura plenamente bainítica. Es un tratamiento que no requiere después un reveni-
do. La estructura bainítica presenta la ventaja de resultar más tenaz, para igual dureza,
que la lograda por temple y revenido bajo del acero.
TRANSFORMACIONES EN ESTADO SOUDO EN EL SISTEMA Fe-C 325

e e
A" A"
A,

""
bainita
M, f V,
Vp martensita

Fig. VIII.47. Austempering Fig. VIII.48. Martempering.

Como es obvio no puede darse "austempering" a cualquier acero. Se precisa


que éste tenga templabilidad suficiente para que, tanto la periferia como el núcleo de
la pieza, alcancen en el baño de sales la temperatura isotérmica antes de que se inicie
la transformación de austenita en bainita. De no ser así podría obtenerse bainita en la
periferia y perlita en las zonas más internas de la pieza. De todos modos no conviene
que el acero tenga gran templabilidad: para que la duración del tratamiento no sea
excesiva.

El "austempering" suele aplicarse a piezas de pequeño diámetro, por ejemplo de


10 mm; porque en el enfriamiento resulta más facil igualar las temperaturas, de la peri-
feria y del núcleo de la pieza, antes de que se inicien las transformaciones de la austeni-
ta. Para piezas de mayor diámetro se requieren aceros con más templabilidad o/y
enfriamientos enérgicos para evitar las transformaciones perlíticas y permitir la bainiti-
zación de la austenita.

Obviamente un acero de muy baja templabilidad, cuya curva TIT fuera tal que
su zona perlítica resultara prácticamente tangente el eje de ordenadas, no podría ser
austemperizado.

El austempering es un tratamiento que suele darse a algunos aceros al Carbono


-entre 0,5 a 1,20 %e-, o de baja aleación, destinados a herramientas. También se
emplea en algunas fundiciones esferoidales: fundiciones AD.I ("austempered ductile
iron").

VIIJ.4.6.3. El martempering

Como introducción a este tratamiento parece oportuno hacer unas consideracio-


nes previas, relativas a los riesgos de agrietamiento de las piezas durante el temple de
aceros cuando el medio refrigerante es muy severo y el acero es de media o de alta ale-
ación (temperatura Ms siempre inferior a los 300 llC).
326 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERIALES

Recuérdese (figura VII1.39.b) que cuando el refrigerante tiene mucha severidad


de enfriamiento, por ejemplo el agua, y el diámetro del redondo equivalente de la pieza
es grande, hay una notable diferencia entre la temperatura de la periferia y la del núcleo
durante el enfriamiento. Y que esa diferencia es mayor a medida que transcurre el tiem-
po. Por eso, suponiendo que el enfriamiento permita salvar la curva perlítica y la baíni-
tica tanto en la periferia como en el núcleo de la pieza, las transformaciones de austeni-
la en martensita no son simultáneas en la periferia y en el núcleo.

Cuando en la periferia se forma martensita -y aumenta el volumen de esa zona-


el núcleo, en cambio, sigue siendo auslcnítico; las tensiones a que se ve sometido el
núcleo de la pieza como resultado de la dilatación de la periferia se absorben a modo de
deformación plástica del núcleo. Pero cuando llega el momento de la transformación de
austenita a martensita en el núcleo, las zonas externas -ya martensíticas- están a tem-
peraturas más bajas y tienen poca plasticidad. Cuando el núcleo se transforma en mar-
tensita, también con aumento de volumen, las zonas periféricas, (martensíticas y poco
plásticas), ejercen una acción a modo de "zuncho" sobre el núcleo. La dilatación del
núcleo puede llegar a producir, por rotura de ese zunchado periférico, la aparición de
grietas a lo largo de las generatrices del redondo.

Cuanto menor sea la temperatura Ms del acero menor será la plasticidad de la martensita
periférica al llegar el momento en que el núcleo se transforme en martensita y aumente de volu-
men. Esa escasa plasticidad de la martensita periférica favorecerá la posibilidad de que se for-
men grietas en ese momento. Por eso suele decirse que los aceros cuanto más aleados, y por con-
siguiente con menor temperatura Ms (ref VIII.l.3), son más susceptibles al agrietamiento en
medioJ refrigerantes severos que los aceros menos aleados.

Los aceros muy aleados tienen ese riesgo cuando los temples son severos. Pero si se
emplea un refrigerante menos severo -porque la mayor templabilidad del acero lo permite-, tal
como el aire (aceros aUlo/emplames), el gradiente de temperatura entre periferia y núcleo de la
pieza durante el enfriamiento resulta pequeño. En ese caso la transfonnación de austenita en
martensita puede ser simultánea en la periferia y en el núcleo. No se producirá el efecto de "zun-
chado" ni los consiguientes riesgos de agrietamiento. Incluso apenas aparecen deformaciones
plásticas por diferencias de temperatura entre las zonas de diferente masividad de la pieza (ace.
ros indeformables en el temple). Bien es verdad que el temple en medios refrigerantes de poca
severidad, al ser más lento el enfriamiento tanto en la periferia como en el núcleo, conlleva
mayor cantidad de auste"ita reJidual

El "austempering", por ejemplo, tiene la ventaja complementaria de ser un tratamiento


térmico sin las tensiones, deformaciones, y grietas que presenta el temple en refrigerantes seve-
ros. En el "austempering" la transformación de austenita en bainita tiene lugar con aumento de
volumen, pero al mismo tiempo e igual temperatura en todos los puntos de la pieza.

El martempering es un tratamiento destinado a obtener martensila en aceros de


media templabilidad sin riegos de tensiones, deformaciones, ni grietas en la pieza. No
se utiliza en aceros de mucha templabilidad, (autotemplantes), porque bastaría el
enfriamiento al aire para lograr aquellos objetivos.

Para poder dar martempering a una pieza es preciso conocer con precisión la
temperatura M s del acero, y que su templabilidad, es decir su curva T.T.T, permita lo
-
TRANSFORMACIONES EN ESTAJ)() SQUDO EN EL SISTEMA F~.c 327
que sigue. Después de austenizar la pieza debe poderse enfriar en sajes a una tempera-
tura TI' sólo pocos grados superior a Ms• sin que la auslenita haya podido transformar-
se. A esa temperatura uniforme TI no debe haber más constituyente que la auslenila;
tanto en la periferia como en el núcleo de la pieza.

Desde esa.lemperatura TI -sin dejar transcurrir excesivo tiempo, pues de lo con-


trario empezarían las transformaciones propias de un austempering- la pieza se deja
enfriar al aire. Y, puesto que en este enfriamiento desde TI apenas diferirán las tempe-
raturas enlre la periferia y el núcleo de la pieza, se minimizan los riesgos de tensiones
deformaciones y grietas: ya que toda la pieza se transforma en marlensita practicamcn-
le al mismo tiempo.

Habitualmente el martempering se da a pieza.. de pequeño tamaño. La templabi-


Iidad del acero debe ser similar a la que permitiría lograr martensita, tanto cn periferia
como en el núcleo de la pieza, por enfriamiento en aceite desde la temperatura de aus·
tenización. Si bien, de efectuar esc tcmplc en aceite habría el riesgo de agrietamientos,
deformaciones, o de tensiones en la pieza (por el gradientc de temperaturas entrc la
periferia y el núcleo).

Las consideraciones anteriores explican lambién una práctica industrial -empleada a


veces para piezas de acero de poca lemplabilidad- con la que se intenla lograr resultados análo-
gos a los del marlempering: el temple a dos baños. Esle es un "sucedáneo del marlemperiog"
para conseguir efeClos similares a ésle. pero de un modo más económico.

Luego de haber calenlado la pieza hasta su plena austenización se sumerge aquella rápi-
damente en un medio refrigerante severo (V.gr.agua agitada) para evitar transformaciones de la
austenita en la zona perlítica de la curva T.T.T. Para ello puede ser suficiente remover simple-
mente la pieza en el interior del agua. A continuaci6n -se supooe que en la pieza sigan siendo
austeníticas las eslnlClUras de periferia y núcleo-. se introduce inmediatamenle la pieza en un
baño de aceite (a veces puede ser suficieme el enfriamiento al aire). El gradieOle de lemperatu·
l3S entre periferia y núcleo de la pieza. así enfriada en el accile, es pcquefao; y la lransformaci6n
de la auslenila en marlensila puede luego ser simultánea en toda la pieza y por laOlO con poco
riesgo de deformación o agrietamienlo. Esle modo de enfriar justifica la denominaciÓn de temple
en dos baños.

Como es lógico, si la pieza es grande, y el primer enfriamiento tiene lugar en un refrige-


rante severo, ello puede bastar para que la austenita periférica no se transforme pero, en cambio.
puede ocurrir que la austenita dcl interior de la pieza se haya transformado ya en perlita. En ese
caso no se lograría el resultado apetecido al emplear ese segundo enfriamiento en aceite. Y otro
tanto puede ocurrir si se deja transcurrir tiempo entre la salida del horno de austenización y el
primer baño de refrigerante; o entre la inmersión en el primer baño y el segundo.

VlII.4.7. Los tratamientos termoquímicos

Junto a propiedades masivas de las aleaciones se requieren a veccs propiedades


superficiales que pueden diferir ampliamente de aquellas. Piénsese, por ejemplo, en la
necesidad de una protección frente a la corrosión; o en revestimientos vítreos, metá-
licos o no (ref 11.4.1); o en piezas de gran dureza periférica, para poder resistir al des-
328 OENC/A E INGENIERJA. DE MA TERlALES

gaste, pefO con requerimientos de tenacidad en su interior. En muchos casos la necesi-


dad de diferentes propiedades en la periferia y en el núcleo, se resuelve mediante recu-
brimientos superficiales logrados por técnicas varias: de solidificación rápida, difusión,
plaqueados metálicos, recubrimientos poliméricos, pasivados, pinturas, elc.

No es el propósito de este apartado dar detalle de esas diversas posibilidades,


sino complementar lo ya expuesto sobre tratamientos térmicos con una referencia
sumaria a los tratamientos termoquímicos que tienen por finalidad enriquecer periféri-
camente en Carbono o/y Nitrógeno a las piezas. Parece conveniente esa referencia si se
considera que lodos los paises, al precisar en normas nacionales los diversos tipos de
acero -bonificables, inoxidables, para herramientas, etc.,- incluyen siempre las fami·
Iias de aceros para cementar y aceros para nitrurar.

Tanto la cementación como la nitruración -como la carbonitruración, que de


alguna manera es una combinación de ambos- son tralamientos que suponen modificar
periféricamente la composición de la pieza de acero con vistas a mejorar su resistencia
al desgaste.

La cementación tiene por objetivo enriquecer perifericamente en carbono a la


pieza; hasla contenidos cercanos al eutecloide. Para lograrlo se precisa un medio carbu-
rante -sólido, líquido, o gaseoso- que pueda aportar Carbono activo a la periferia para
su difusión hacia el interior de la pieza. Como es lógico, ellratamiento debe efectuarse
a temperaturas superiores a A J . De otro modo no se conseguiría ese enriquecimiento
en carbono si las temperaturas son inferiores a las del estado austenítico. La solubilidad
del Carbono en el Hierro alfa, en solución sólida de inserción octaédrica (ref. 111.2.2),
no supera el 0,0218 % de Carbono a temperaturas inferiores a la eutectoide.

Para cada malerialla variación de O en función de T sigue una ley similar a la de Arrhe-
nius:

o '" Do. exp. (-QlR1)


La energía de activaciÓn para la autodifusión en estado sólido de una especie metálica
dada, viene relacionada OOD su lemperalUra de fusión, TE en K, por una expresión del lipo:
Q:::18.R.TE

Los valores de O permiten determinar el flujo J, neto estacionario, de los átomos, a tra-
vés de un plano geométrico:

J ::: - D. ~ (primera Ley de Fick)


d,

tal que, entre dos planos paralelos separados entre sí una distancia dx, el valor de es la diferen-
cia en la concentración de álomos entre un plaoo y otro. La primera ley de Fick es válida si la
diferencia de concentración de áromos entre ambos planos no varia con elliempo.
TRA.NSFORMACIONES EN ESTADOSOUDO EN EL SISTEMA FM: 329

Sin embargo el estado estacionario no es lo habitual. Para los ~stodos no estociOllUrios


°
-en que de varia con el tiempo, aunque llO- debe aplieatSe la segundo Ley de Fick:

de.
=
dt

cuya resolución es compleja. Aplicada -por ejempb- a la difusión de Carbono gaseoso, desde
una atmósfera carburante, a través de la superficie de un acero sólido de composición uniforme
de Carbono Co, sería:

c .c,
, = erf (X:2VDt)
c,-C.
en que eri es la función matemático error (son conocidos -ver Tabla Ylll.38-los valores de eñ
z en función de z ), y siendo:
Cs, la concentración de Carbono en la superficie sólida del acero, al cabo del tiempo 1
Cx' la concentración de Carbono en el aetro o /0 distancio x de la superficie al cabo del
tiempol
DI' el coeficiente de difusión del Carbono en el acero a la temperatura T en que se realiza
la cemenlación.(La energfa de activación, Q, para la difusión del Carbono en la austenita es
aproximadamente 142 U/mol. El valor aproximado de Do es 2,0.10-5 m2/s. y el valor de R es
igual a 8,314 1/ mol.K)

Thbla VIIl.38. Valores de erf z


• err • • err. • errz • err.
O O 0,40 0,4284 0,85 0,1707 1,6 0,9763
0,025 0,0282 0,45 0,4755 0,90 0,7970 1,7 0,9838
0,05 0,0564 0,50 0,5205 0.95 0,8209 1,8 0,9891
0,10 0,1125 0,55 0,5633 1,0 0,8427 1,9 0,9928
0,15 0,1680 0,60 0.6039 1,1 0,8802 2,0 0,9953
0,20 0,2227 0,65 0,6420 1,2 0,9103 2,2 0,9981
0,25 0,2763 0,70 0,6178 1,3 0,9340 2,4 0,9993
0,30 0,3286 0,75 0,7112 1,4 0,9523 2,6 0,9998
0,35 0,3794 0,80 0,7421 1,5 0,9661 2,8 0,9999

Tras permanencia a esas temperaturas se consiguen capas cementadas cuya pro-


fundidad vaña, según los requerimientos. entre menos de 0,5 mm y 1.5 mm. Un temple
después de la cemenlación permitc obtener una periferia dc manensita dura y un núcleo
de la pieza tenaz; ya que los aceros aptos para cementar tienen bajo porcentaje de Car-
bono (inferiores a 0,20%)

La nitruración tiene por objeto obtener una capa periférica dura sin necesidad de
templar posteriormente la pieza de acero. Suele darse a piezas ya templadas y reveni-
das. Consiste en la aportación de Nitrógeno. en estado atómico naciente, obtenido
generalmente por disociación térmica de NH 3. Con la nitroración se logra formar una
delgada capa periférica muy dura, de espesor inferior a 0,5 mm. Su dureza es dcbida a
CIENCIA E INGENIERlA. DE M.4 TERlALES

la distorsión que producen cn la ferrita los nitruros submicrosc6picos formados por


reacción del itrógcno con algunos elementos disuellos en la austenita (Al, Cr, V, o
Mo). Se trata de un verdadero endurecimiento por precipitación o cndurecimiento
estructural. La temperatura de este tratamiento tcrmoquímico cs siempre inferior a 590 OC
para evitar se forme nitroaustenita. Esta, en el enfriamiento al aire quc siguc a la nitru-
ración, produciría un eutcctoide, la brallnila, que resulta inconveniente, entre otras
razones, por su gran fragilidad.

Olro tratamicnto tcrmoquímico habitual para lograr superficies duras, la carbo-


lIitruración, consiste en aportar simultáneamente Carbono y Nitrógeno (activos) a la
periferia de la pieza. El tratamiento va seguido de un temple en aceite para obtener
dureza por transformación manensítica de esa capa periférica. El temple puede reali-
zarse también por simple enfriamicnto al aire, habida cuenta de la gran tcmplabilidad
que conficre el Nitrógeno -además del Carbono- solubilizado cn la auslcnita; aunque
así, con ese enfriamicnto poco severo, quedaría gran proporción de austenita residual
blanda.

Las capas obtenidas por carbonitruración -de 0,08 a 0,8 mm-- son más delgadas
quc las logradas por ccmentación o por nilruración

Las temperaturas para carbonitrurar no suelen exccdcr los 875 lle. ya quc no es
prcciso alcanzar las temperaturas A] dcl acero base para lograr que la perifcria sea ple-
namente austcnítica. Incluso a 650 IIC, por ejemplo, podría realizarse una carbonitrura-
ción. En cfccto, la aportación de N disminuye notablemcntc la temperatura A] dc la
capa periférica enriquecida por solución sólida dc cse elemento. Por permanencia pro-
longada a esa temperatura de 650 oC, se consigue una pequeña capa periférica del
acero, sea auslenítica. Esa austenita sí puede ya recibir Carbono en solución sólida. El
reslo del acero, evidentementc, no 3usteniza a 650 lle. Por ello el enfriamicnto desde
esa temperatura solamente produciría manensita en la capa carbonitrurada a 650 2(;
permaneciendo intransformado alotrópicamente el resto dcl acero durante todo el trata-
miento. Estc tipo de carbonitruración "a bajas temperaturas", a 600 IIC·700 llC, se dena--
mina "carbollilruración ligera sin temple del núcleo".

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IX
Diagramas ternarios

IX. 1. INTERPRETACION DE DIAGRAMAS TERNARIOS

IX.1.1. Representación gláfica

Para representar la composición de una aleación ternaria, se emplea el


método de Roozebum: sobre un triángulo equilatero se toman escalas de
1 a 100 en cada uno de los lados AB, AC y BC. Una aleación M compuesta
por a% de metal A, b% de metal B y c% de metal e, se representaría como
indica la figura IX.!.
Por consideraciones geométricas se comprende que cualquier otra alea-
ci6n cuyas proporciones de B y e estuvieran en la misma relación

b%
--= Cte
c%

habría de localizarse sobre una recta AM. De modo análogo, el lugar geomé·
trica de todas las aleaciones cuyo porcentaje de A es igual a a%, es la paralela
aliado Be trazada por M.
Las temperaturas se toman en un eje perpendicular al plano ABe.
De la aplicación de la regla de las fases a los sistemas de tres componen-

1\
/ \
/ \
/ \
.=======o!-----'
, -====-c
,
Fig.lX.l. Representación de Roozebum
334 CIENCIA E lNGEN1ERJA DE MATERiALES

tes resulta que la suma del número de fases, 4>, más el de grados de libertad,
Y, es igual a 4.
La representación de Roozebum posibilita la generalizaci6n de la regla
de los segmentos inversos cuando para una cierta temperatura la aleación
H tiene dos fases en equilibrio, de composiciones 1 y J. En la fIgura IX.l.
se han indicado sobre el lado AC las composiciones en metal e que son,
respectivamente, i', h', j'. Suponiendo que el peso total de la aleación H sea
Pr Y sean Pj y PI los pesos respectivos de las fases J e 1, se tendría que Pr es
igual a PJ + PI. Por otro lado el peso total de metal e impondrá la igualdad:

Pr. h' = PJ.j' + PI' i' . Y como quiera que Pr . h' =PJ.h' + PI- h',
se verificará:
h' _ j' HI
= =--
j' - h' HJ

Cuando una aleación H está en equilibrio a temperatura TI con otras tres


fases S. R. L, (ver figura IX.3.) el equilibrio será invariante, es decir, sin
ningún grado de libertad; a dicha temperatura -que será constante~ las
proporciones en peso de las fases pueden detenninarse por aplicaci6n repe-
tida de la regla de los segmentos inversos antes mencionada. Sean, respectiva-
mente, PI' P2 YP 3 10s pesos de las fases R, L y S; y PT = PI + P2 + P3 el
peso de la aleación H.

,,
/
/
/
/

"
,,

Fig.IX.2. Generalización de
la regla de
mentos seg-
inversos. eL ~
-
DIAGRAMAS TERNARIOS 335

<:'
\

... - -\"-"- \ Fig.1X3. tquilibrio entre rre$


S, R. L.
" - -"<
{(l$t':S

• L " -"c

P, NL P, NL SH
= --=-_. --
PI .,. P2 LR PTI LR SN
P, NR P, NR SH
= --
RL
--=-_._-
PT RL
PI + P2 SN
PI .,. P2 SH
= p] = PT - (PI -+ P2)
P.+P2+ P] SN

El triángulo SRL recibe el nombre de triángulo de conjugación.

IX.l.2. Equilibrio de dos fases

Si en un sistema ternario hay s610 dos fases en equilibrio, el número de


grados de libertad es dos; ello quiere decir que fuada la temperatura, resultan
indeterminadas las composiciones de la fase sólida o bien de la fase líquida.
Véanse, por ejemplo, las fIguras IX.4. y IX.5. correspondientes a un diagra-
ma temario de solubilidad total de tres metales A. B, C: a la temperatura
T 1 la composición del sólido puede ser cualquiera de las situadas en la
línea 5] de la sección isoterma.
Cuando se conoce la composición J1; del sólido, la del líquido se obtiene
por intersecciÓn de la recta de conjugación que une J, con el punto 2 (que
es la composición de la aleación M en la figura IX.S.).
Ello indica que en las disoluciones sólidas totales ternarias, la solidifica-
ción de equilibrio es indetenninada; presentando, a diferencia de los siste-
mas binarios, varias posibles trayectorias. Por ejemplo, la aleación M de la
figura IX.4. inicia su solidificación a la temperatura TI y finaliza a T 4 ; pero
336 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERIALES

"

--- --
-- -- ---
, ---


Fig.IXA. Disolución sólida total en un sistema temario

la trayectoria del líquido puede ser cualquiera de las líneas de la napa o su·
perficie del líquidus, que parten de I y terminan en un punto de la curva
plana Lf (sección isoterma dellíquidus a la temperatura T 4 ).
Análogamente, la línea del sólidus puede ser cualquiera de las que, partien·
do de un punto de la isoterma SI (obtenida para T.), finaliza en el punto 4.
En general, las líneas <;lellíquidus y del sólidus no son coplanarias.
Para determinar a cada temperatura las proporciones de fase sólida y fase
líquida sería preciso conocer, además de la sección isoterma de la napa
sólida y de la napa líquida, la recta de conjugación (que une las composi-
ciones de la fase sólida y líquida); o bien la composición de una de las fases
que permite determinar dicha recta.
-
DIAGRAMAS TERNARIOS 337

"
~ .. "

c.
- '.
'.

Fi¡.IX5. SecciOfles isotermas de la figura IX.4.

IX.l.3. Equilibrios de tres fases

Si en un sistema temario hay tres fases en equilibrio -líquido, sólido,


sólido-las dos reacciones posibles durante la solidificación son:

líquido .... ex + (J (eutéctica binaria);


líquido + (J .... a (peritéctica binaria)

I
\
,
\
\
\
.
\
I
I • I
I
I I
I
I I
• ------T.-- - - - :;).- e
, /' Fig.IX.6. Diagrama temario con Tetlcci6n
euréc/ica binaria

338 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

El numero de grados de Libertad en estos casos es l. Por consiguiente:


- la reacción eutéctica binaria (o la peritéctica binaria) no se realiza a
temperatura constante; por lo tanto puede variar la temperatura en un
intervalo sin que se rompa el equilibrio.
- a cada temperatura TI de dicho intervalo estarán perfectamente defi·
nidas las composiciones del sólido y del líquido.
- en la solidificación de no equilibrio puede aparecer segregación menor,
no sólo en los constituyentes proeutécticos, sino también en los euléc·
tiros y peritécticos binarios.

La f¡gura IX.6. es característica de una eutéctica binaria. Para habituarse a


la interpretación de los diagramas ternarios puede verse en la figura IX. 7. la
solidificación de una aleación M, que se inicia en el punto P con fonnación
de solución sólida {j, Imaginemos que la trayectoria del Iíquidus sigue la
curva PL, La eutéctica binaria se inicia al alcanzar el punto L.
A partir de dicho punto la trayectoria del líquidus sigue el valle fonnado
por las napas de Iíquidus l y 2; en tanto que la napa de sólidus será una su-
perficie reglada (fonnada por el desplazamiento de una recta que, uniendo
las concentraciones de sólido Ot y sólido P. es en todo momento paralela al
plano horizontal).
Para detenninar las proporciones de peso de las fases Ot. /1, y liquido en
equilibrio a una temperatura T lo es preciso conocer el triángulo de conjuga-
ción para dicha isoterma TI'

M
fig, IX.7. Reacción eu.téctica binado en un !utema temario
DIAGRAMAS TERNARIOS 339

, ,,
• I ,,
I
I
I
.
1
,
I
, ---+,----- -j- -----.J....:;;:-
,
" .
" , .1",
,1 Fig. IX.8. Diagrama temario con reacción
.,¡' peritéctica bjnan·a

e
NM
El porcentaje líquido será, por ejemplo, ND . La solidificación terminará
a una temperatura tal que la vertical correspondiente a la composición de la
aleación M corte aliado TV del triángulo de conjugación.
La fIgura IX.S. presenta un diagrama de equilibrio de 3 fases con reacción
peritéctica: lI'quido ... 13 -+- 0". Para mayor facilidad véase en la figura IX.9. el
comienzo de la solidificación a la temperatura TI con formación de fase 13.
Cuando la separación de cristales primarios de 13 es completa (al alcanzar el
punto L 1 a la temperatura T 2) se inicia la reacción con comienzo de forma·
ción de fase O" (la vertical de M cortará, al inicio de la reacción peritéctica,
el lado L I C}3 del triángulo de conjugación). La reacción terminará cuando
toda, la fase {3 haya sido consumida y sólo queden líquido y a: esto ocurrirá

Fig. IX.9. Reacción peritéctica binaria en un sistema tenlllrio


340 C1ENClA E INGENIERlA DE MATERIALES

,
,, ,
,,
,,
, ,
____ -). __ e
filo JX.lO. Evolución de una reacción periléc-

cica binaria a eull!ctica binaria
,
a la temperatura T r. en Que la vertical de M corta al lado Lr N del triángulo
de conjugación.
Las alturas trazadas desde el vértice (L .. Lr) de los distintos triángulos
o ••

de conjugación entre el comienzo y fmal de la reacción peritéctica binaria,


caen siempre en la prolongación del lado opuesto (~.. .:RJil). En tanto
que, en una reacción eutéctica binaria, la altura corta al lado opuesto dentro
del segmento que une las composiciones de los sólidos a y 13.
A veces en un mismo diagrama la reacción puede pasar de peritéctica
binaria a eutéctica binaria, como se ilustra en la figura IX.I O.

-~-,-
._--.-/
'\.
--
---
/
/'
/;
-
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";.'l

Fil. IX.lI. Reacción eutéctica temaria


DUGRAMAS TERNARIOS 341

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-----...( ,
.
,,
, , ,,

\

I
I

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I

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,
,
, , Fig.IX.12. Diagrama ternario con eutéctica
-----
....
" ,
-------;r'"-- B
ternaria
,, "''''..-'''..-'''

e
--
lX.l.4. Equilibrios de cuatro fases

Pueden presentarse en la solidificación cuando se realiza alguna de las


reacciones siguientes entre el líquido y las fases a, P, 'Y:

Líquido ~ a t p 'Y (eutéctica ternaria)


Líquido ... fJ ~ 6 'Y (peritéctica ternaria de 2. a clase)

~ •
/

-'"
, , /'
./- '-
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\
.---"
<:..
,
~ ¿-,
-/ , "
r -- -- --- " •

,
na.IX.13, Reacción peritécrica lemon'o de 2,· cIase.
342 CIENCJA Ji INGENIERJA DE MATERIALES

Líquido ... O' + {3 ~ 'Y (peritéctica ternaria de 3. a clase)

Estas reacciones son invariantes (V = O) y, por tanto, se realizan a tempe-


ratura constante.
Con respecto a la eutéctica ternaria, en la f¡gura IX. JI. (detalle de la fi-
gura IX.12.) se indica el equilibrio del líquido con las tres fases a, 13, 'Y de
composición bien definida.
La figura IX.14. muestra un diagrama con reacción peritéctica ternaria
de segunda clase, y en la figura IX.13. se detalla el comienzo de la reacción
peritéctica.

/
1\
I ,
I , {J
-- __~ - I \
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I \ I
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I I I
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-:::-,.. - - -
.... _-- .... -- -- --
-------:;.~-

Fig. IX.J4. Diagrama temario con reacción pe-


e , ritéctica ternaria de 2,° clase

La figura IX.IS. corresponde a un diagrama ideal con peritéctica ternaria


de tercera clase.
Lo expuesto tiene por finalidad familiarizar al lector con la generaliza-
ción de la regla de las fases para sistemas de más de dos componentes.
Omitimos deliberadamente las transformaciones en estado sólido -eutee-
toides y peritectoides binarios, eutectoides ternarios, etc.- por su analo-
gía con las reacciones expuestas a propósito de la solidificación.
También hemos prescindido de otras reacciones (por ejemplo, monotéc-
ticas) cuya interpretación estimamos asequible con las nociones ya desarro-
lladas a propósito de los diagramas binarios, y que pueden generalizarse si-
guiendo las misma I(nea anterionnente señalada para reacciones ternarias.

IX. 1.4.1. Aleaciones de bajo punto de fusión

La invariancia de temperatura, tanto en sistemas binarios como ternarios, se emplea a


veces para proyectar aleaciones de punto de fusión bajo destinadas a válvulas de seguridad
DIAGRAMAS TERNARIOS

,,
I
I
, I
I
I
I
I I

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I" I
I I I
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I I I ______ IL
-l- -
--- T, -----~-
_ .... - - ¡J
Fig. lX.1S. Reacción peritlfctica ternaria de
"""
e"
l.a clase

que funden al alcanzar la correspondiente temperatura, o para obtener l(quidos metálicos


muy fiu(dos, o para otras aplicaciones. En la Tabla IX.14. se indican algunas de estas
aleaciones en omen creciente de temperaturas de fusión entre -48 y 245 0 C. Entre ellas
figuran además de las eutéclicas binarias, algunas eutéclicas ternarias, cuarternarias, etc.
También se incluyen algunas aleaciones hipo o hipereutécticas de bajo punto de fusiÓn
(considerando como talla temperatura de comienzo de fusión).

TABLA IX.14. Aleaciones de bajo punto de fusión. (CRC).

Punto de fusión
Denominación Composición"
en 00 C.

-48 Euléclica binaria Cs K


77,0 23,0
-40 Eutéctica binaria Cs Rb
87,0 13,0
-30 Eutéctica binaria Cs N.
95 5,0
-11 Eutéctica binaria K N.
78,0 22,0
- 8 Euléclica binaria Rb N.
92,0 8,0
344 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERiALES

TARLA IX.14. Aleaciones de bajo punto de fusión.


Punto de fusión
en OD C. Denominación Composición"

10,7 Eutéctiea ternaria G, In Sn


62,5 21,5 16,0
10,8 Eutéctica ternaria G, In Sn
69,8 17,6 12,5
17 Eutéctica ternaria G, Sn ln
82,0 12,0 6,0
33 Eutéctiea binaria Rb K
68,0 32,0
46,5 Eutéctica quinaria Sn Bi Pb In Cd
10,65 40,63 22,11 18,1 8,2
47 Eutéctica quinaria Bi Pb Sn Cd In
44,7 22,6 8,3 5,3 19,1
58,2 Eutéctica cuaternaria Bi Pb Sn In
49,5 17,6 11,6 21,3
6C,5 Eutéctica ternaria In S; Sn
51,0 32,5 16,5
70 Metal de Wood Bi Pb Sn Cd
50,0 25,0 12,5 12,5
70 Metal de Lipowitz Bi Pb Sn Cd
50,0 26,7 13,3 10,0
70 Eutéctica binaria In Bi
67,0 33,0
91,5 Eutéctica ternaria Bi Pb Cd
51,6 40,2 8,2
95 Eutéctica ternaria Bi Pb Sn
52,5 32,0 1S,S
97 Metal de Newton Bi Sn Pb
50,0 18,8 31,2
98 Metal de Arce! Bi Sn Pb
50,0 25,0 25,0
100 Metal de Dnion o Bi Sn Pb
Lichtenberg 50,0 20,0 30,0
102,5 Eutéctica ternaria Bi Sn Cd
54,0 26,0 20,0
109 Metal de Rose Bi Pb Sn
50,0 28,0 22,0
117 Eutéctica binaria In Sn
52,0 48,0
120 Eutéctica binaria In Cd
75,0 25,0
123 Metal de Malotte Bi Sn Pb
46,1 34,2 19,7
124 Eutéctica binaria Bi Pb
55,5 44,5
130 Eutéctica ternaria Bi Sn ln
56,0 40,0 4,0
..
DIAGRAMAS TERNARIOS 345

TABLA IX.l4. AI~odQnd de baio punto de fiaiar!


Punto de fusión
en 0° C. Denominaci6n Composici6n "

140 Eutéclica binaria B; Sn


58,0 42,0
140 Eutéctica binaria BI Cd
60,0 40,0
183 Soldo eutéctica estano Sn Pb
63,0 37,0
185 Eutéctica binaria TI BI
52,0 48,0
192 Soldadura blanda Sn Pb
70,0 30,0
198 Eutéctica binaria Sn ln
91,0 9,0
199 Pan de estallo Sn ln
92,0 8,0
199 Metal blanco Sn Sb
92.0 8,0
221 Eutéctica binaria Sn AS
96,5 3,5
226 Matrix BI Pb Sn Sb
48,0 28,5 ]4,5. 9,0
227 Eutéctica binaria Sn eu
99,25 0,75
240 Soldadura Sn/Sb Sn Sb
95,0 5,0
245 Soldadura Sn!Ag Sn As
95,0 5,0

IX,2. LOS DIAGRAMAS TERNARIOS EN METALOGRAFIA

A diferencia de los sistemas binarios, de los que son conocidas casi todas
las combinaciones que puede romar cada metal industrial, los sistemas
ternarios y sus diagramas -menos abundantes en la literatura técnica sobre
aleaciones- tienen una aplicación más limitada en metalograffa. Para el es-
tudio estructural de las aleaciones es habitual el empleo de diagramas bina-
rios, senalando después cuál es la influencia que (sobre las líneas de equili-
brio del diagrama) ejerce un tercer o cuarto elemento de los que componen
la aleación.
Por otro lado, las estructuras de solidificación en diagramas temarios
presentan un grado de indeterminación que no existe en las aleaciones bi-
narias. En efecto, en los sistemas temarios la estructura obtenida por soli-
dificación de equilibrio, depende de la composición química de la aleación,
pero, además, depende en igual medida de las distintas trayectorias posibles
de enfriamiento sobre las napas del líquidus y del sólidus. Y otro tanto
346 CIENCIA E lNGENIERlA DE MA TERlALES

TABLA IX.IS. Alguna aleaciones Pb-Sn-Sb

~ Pb ~ So Aplicación
" Sb
H, 84 12 4 Caracteres fundidos para composición a mano

H, 54 28 18 Caracteres para linotipia

H, 74 16 10 Caracteres para monotipia

BABBIT AL PWMO % Pb % Sb % So Otros Aplicaciones típicas HB


SAE 13 85 10 5 ~
Cargas ligeras: cojinetes de 19
automóviles

SAE 14 75 15 10 ~

Cargas moderadas: ventila- 22


dores bombas

SAE 15 83 15 1 1 A, Cargas grandes: cojinetes de 20


motores Diessel

G 83,5 12,75 0,75 3 A, Cojinetes para trabajar a


temperaturas elevadas: 22
camiones

BABBIT AL ESfAÑO % Sn % Sb " Cu Otros Aplicaciones lípicas HB


ASTM 1 91 4,5 4,5 ~

En la industria del aulom6· 17


ASTM 2 89 7,5 3,5 ~

vil; mejor corrosión y resis- 24


ASTM 3 84 8 8 ~
tencia al desgaste que las 30
ASTM 5 65 15 2 18 Pb antifricciones de base 23
plomo

Aleaciones sin rechupe ~ Bi ~ Pb % So % Sb Aplicaciones

15 5 80 ~
Caracteres de
9 32,5 48 10,5 imorenta

ocurre con las transformaciones de equilibrio en estado sólido. Por consi.


guiente, no basta sólo conocer el diagrama ternario tridimensional; es nece-
sario conocer además, para su interpretación precisa, el conjunto de seccio-
nes isotermas del diagrama para diversas temperaturas, así como la posición
de las líneas o de los triángulos de conjugación.
-
DIAGRAMAS TERNARIOS 347

Para fijar ideas sobre la interpretación de diagramas temarios y su rela·


ciÓn con las estructuras de solidificación, parece oportuno complementar
este apartado con la referencia a uno de los sistemas temarios clásicos en Me-
talotecnia: el sistema Pb-Sb-Sn; base de aleaciones antifricci6n (Babbits), de
las aleaciones para tipografía, y de aleaciones de bajo punto de fusión.
(Talo la IX.IS.).

IX.2.1. Sistema Pb·Sb·Sn

La figura IX.16. presenta, abatidos sobre el plano del dibujo, los diagramas
binarios Pb-Sb, Sb-Sn y Pb-Sn. En la misma figura puede verse la proyecci6n
de las intersecciones de las distintas napas de líquido correspondientes a las
diferentes composiciones; napas que -en relieve- se señalan en la f¡gura
IX.I?

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...
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o 1--------".,~..~ '"'"-~--_1

fi•. IXJ6. Sistema Pb-SbSn


348 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TER/ALES

napa liquídlo __ ....

napa liquida __

Fig.IX.l7. Relieve del sistema PbSbSn

El sistema Pb·Sb-Sn presenta cuatro fases en cuya composición están


presentes los tres componentes del sistema. La fase alfa es una solución só-
lida de sustitución de Pb y So en el Sb. La fase delta es la solución sólida
de sustitución de Sb y So en el Pb. También la fase gamma es una solución
sólida de sustitución: tiene como metal disolvente So y como solutos Pb y
Sb. La fase beta es el resultado de sustituir átomos de Pb en el compuesto
intermetálico Sb-Sn del sistema binario Antimonio-Estaño.
Los equilibrios trifásicos, representados en relieve, son los siguientes:
Línea ZX (eutéctica binaria): Líquido ~ 0' Ó
Línea XS (eutéctica binaria): Líquido": 13 ó
Línea SW (eutéctica binaria): Líquido ~ 'Y o+- Ó
Línea PX (peritéctica binaria): Líquido o+- O:' ~ {3
Línea RS (peritéctica binaria): Líquido + {3 ~ "1

En el diagrama Pb-Sb-Sn, se señalan dos puntos invariantes correspondien-


tes a equilibrios tetrafásicos: de eutexia ternaria (punto X) y de peritexia
ternaria de segunda clase (punto S).
En el punto X -de composición 85% Pb, 11,5% Sb, 3,5% Sn- tiene lugar
a 239 0 e la reacción eutéctica ternaria; líquido ~ O:' + {3 + Ó.
En el punto S -de composición 40% Pb, 2,5% Sb, 57,S" Sn- tiene lugar
a 189 e la reacción de peritexia ternaria de segunda clase: líquido + {3 ..=
0

"1 + ó.
Dividido el diagrama ternario en cuatro zonas -según sean la fase alfa,
beta, gamma o delta las primeras en fonnarse durante la solidificación-
puede seguirse la evolución de algunas aleaciones situadas en cada región.
-
DIAGRAMAS TERNARIOS 349

y ello puede servir como ejercicio de interpretación de los diagramas terna-


rios. En la figura IX.18. se indican 'las aleaciones a considerar: A, B, e, D,
E.F.e.K.

3
.. 30

'0
(l G

'l• ... pe~" ..lañó

Fil. IX.IS. Diagrama Pb • Sb ·Sn. Algunas aleaciones.

ZO Al: aleación A (20,. Pb, 70" Sb, 10" So) y aleación B (35" Pb,
45" Sb, 20" Sn).
La figura IX.19 muestra la curva diferencial de enfriamiento (T 1, :~ )

durante la solidificación de la aleación A y detecta la aparición del primer


sólido (fase 0:) a 562 0 C. A 332 0 e una nueva discontinuidad senala el co-
mienzo de la reacción perit6ctica (L + a '"'" (1) con producción de (ase beta.
Finalmente a 239 0 se verifica un abundante desprendimiento de calor al so-
lidificar la eut6clica ternaria, tc!rmino de la solidificación.
La estructura micrográfica de la figura lX.20. confirma las etapas de soli-
dificación y muestra los constituyentes obtenidos.
La oleaciJn B tiene una curva de enfriamiento (figura IX.20.) cuyas carac-
terísticas son similares a la anterior. La aparición del primer sólido alfa tiene
lugar a una temperatura más baja (440° C), debido a la menor proporción
350 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

Fig.IX.19. Curva dlferenciJI/ de enfriamiento de la aleación A


(20" Pb, 70"Sb, /O%5n),

,,,f---'-:"'"

Fig. IX1I. Estmcruro de la Q/eació', A


DIAGRAMAS TERNARIOS 351

"-
'" 1----':>-
I

Fig. IX20. Curva diferenciIJl de


enfriJJmiento de /Q
aleación B.

fil. 1X.22. Estructura de la aleación B (J51'Pb. 45'if Sb. 2tY7' Sn)


352 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERlALES

'''~~...---
}--- 2311'C

Fig.IX23.
Curva diferencial de enfriamien-
to de la aleación e (86'J'Pb, dtldT
1J"Sb, J'I'Sn),

Fig. 1X24. Estructura de la aleación e


po

DIAGRAMAS TERNARIOS 353

de Antimonio; y dado que el comienzo de la reacción peritéctica tuvo lugar


a una temperatura similar a la de la probeta A, es de esperar una menor pro-
porción de fase alfa en la aleación B. La micrografía lX.22. muestra la gran
proporción existente de fase beta, con contornos rectos Que engloban
restos de los cristales primitivos de fase alfa.
ZONA 2: aleación e (86" Pb, 11" Sb, 3" So), y aleación D (65" Pb,
5" Sb, 30" So), Todas las aleaciones de esta zona solidifican, dando en pri-
mer lugar la fase de/fa rica en Pb.
La curva representativa del enfriamiento de la aleación e (figura IX.23.)
presenta dos puntos angulosos; uno a 255 0 e -inicio de la solidificaciÓn de
los dendritas de fase delta-, y otro a 239 0 e que es la temperatura rmal de
solidificación por reacción eutéctica ternaria. En la micrografía IX.24. se
aprecian dendritas de formas redondeadas (constituyente disperso delta) y
una eutéctica (constituyente matriz) constituida por las fases alfa, beta y delta.
La curva de enfriamiento de la aleación D (figura IX.25.) presenta tres
puotos críticos. El primero, 232 0 e, corresponde a la aparición del primer
sólido: fase delta. A 2200 e comienza la reaccióo eutéctica binaria (líqui-
do -+ delta + beta): la solidificación sigue la trayectoria marcada por la Unea
XS (figura lX.16.) y, fmalmente, termina en el punto peritéctico S. La mi-
crografía de la figura IX.26. representa la estructura del sólido obtenido.
Pueden verse grandes dendritas de fase delta rodeados de una eutéctica
binaria (de tonalidad más clara) y, por último, un agregado oscuro consti-
tuido por gamma y delta procedentes de la reacción peritéctica; la estruc·
tura obtenida en el punto peritéctico temario es muy fina y con aspecto
arabesco.
ZONA 3: aleación E (75" Pb, 15" Sb, lO" So) aleación F (65" Pb,
15" Sb, 20" So), aleación G (20" Pb, 15" Sb, 65" So). Todas /as probetas
correspondientes a esta zona inician la solidificación conformación de fase
beta.
La curva representativa del enfriamiento de la aleación E, en la figura
IX.27., señala dos puntos angulosos: el primero a 2700 e coincide con la
aparición de los primeros cristales de beta, y el segundo a 2390 e corres·
ponde a la eutéctica ternaria.
En la micrografía de la f1&ura IX.28. pueden verse los cristales de beta
rodeados de la eutéctica ternaria.
La curva correspondiente a la aleación F, figura IX.29., presenta tres
puntos críticos: 2900 e, 245 0 e y 189 0 C. El primero coincide con el inicio
de formación de fase beta, el segundo con la reacción eutéctica binaria (lí-
quido -+ delta + beta), y por último, a 189 0 e el líquido restante reacciona
con la fase beta de la eutéctica binaria -que contornea los cristales prima-
rios de beta- dando las fases gamma y delta. Sobre la curva, la amplitud
de las diferentes discontinuidades registradas pone de manifiesto que la reac-
ción eutéctica se produjo abundantemente, mientras que la reacción peci-
téctica ternaria tuvo lugar en pequeña proporción. En la figura IX.30. puede
verse el aspecto micrográfico de la aleación solidificada.
354 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TER/ALES

". f--::::::;::;~;:¡'----

d1/cff

Fig. IX.25. CUn'Q diferencial de enfri11miento de la aleacion D


(65%Pb, 5%Sb. 30"Sn).

Fíg. IX26. Estructura de la aleación D


-
DIAGRAMAS TERNARIOS 355

'" 1--7>-
23g'C

Fig. IX27. Curva diferencial de enfriamiento de la alea-


ción E (75~Pb, 15%Sb, lO'J'Sn)

Fig. IX28. Estrnctura de aleación E


356 CIENCIA E INGEN1ERJA DE AtA TERlALES

Fig.IX29. O'n'o diferencial de enfriamiento de


aleación F (6J"Pb, 15"Sb. 20"Sn).

La aleación G tiene un mayor contenido en Estafto, por lo que la trayec·


toria del líquido sigue una curva descendente hacia la periléctica binaria
RS. La solidificación se inicia (ver figura LX.3!.) por formación de beta a
280 0 C. A 210 0 e comienza la reacción peritéctica binaria (líquido+ beta *'
,.: gamma); termina la solidificación a 189 0 e por reacción peritéctica ternaria

-/-....
iL. •

Fig. 1X30. Estmctura de aleación F


\
DIAGRAMAS TERNARIOS 357

'lO f-----:\;>-
~
Fig. IX31. CUrJ-'a diferellcial de enfriamiento de
la aleación G (20"Pb. 15"Sb, 65"Sn).
". r-----=",.~::=>--
e __ 180'C
I--;==~~

~
(I(quido + beta,.=. gamma + delta). La figura IX.32. ilustra la estructura mi·
crográfica de la aleación G a temperatura ambiente.
ZONA 4: aleación K (17" Pb, 3" Sb, 80" So).
La curva diferencial de enfriamiento correspondiente a la aleación K (fig.
IX.33.) muestra un primer punto anguloso a 205 0 e, debido a la aparición de

Fi,. IX32. Estructura de la aleación G


356 CIENCIA E lNGENIERIA DE MATERIALES

'" f-----'~?---
'"" f----'=':::'--

Fig. IX33. Curva diferencial de enfriamiento de


aleación K (17~Pb, 3'JtSb, 80%Sn),

los primeros dendritas de fase gamma. La trayectoria de solidificación en la


napa del líquidus sigue una cur"a que tennina en el punto W de reacción
eutéctica binaria (líquido'""" delta ,¡.. gamma).

En la micrografía de la flgura IX.34. se observan los dendritas primarios,


de fanna redondearla, de fase gamma contorneados por la eutéctica binaria.
Esta estructura micrográfica es similar a la de las aleaciones binarias hj·
pereutécticas utilizarlas en soldadura blanda.
DIAGRAMAS TERNARIOS 359

IX.3. EL SISTEMA TERNARIO Fe-C-Cr

El diagrama de solidificación Fe-C-Cr, complementado con algunas considera*


eiones gencrales derivadas dc las lransformaciones en estado sólido, permite estable-
cer correlaciones entre composición. estructura micrográfica y propiedades para ser-
vicio de varias aleacioncs ternarias de intcrés induslrial. tales como: aceros inoxida-
bles ferríticos, aceros inoxidables martensíticos, y fundiciones blancas altamente alc-
adas en Cromo.

lX.3.1. El Cromo en las aleaciones férreas

El Cromo en forma dc solución sólida en el Hierro aumenta la resistencia a


oxidación dc éste en atmósfcras sccas; de modo más manificsto a partir de 5% Cr.
Por eso los aceros y fundicioncs suelcn tcncr altos porcentajcs cn peso dc Cromo
cuando se desea un comportamicnto satisfactorio en atmósferas oxidantes a tempera-
tura de hasta 750 oc.

Por otra partc el Cromo disuelto en el Hierro disminuyc la conductividad tér-


mica de éste y le confiere re/raclariedad .

Además se forma un film de óxido de Cromo cuando el por<.."Cntajc es superior


al 12 % en peso y ello modifica la posición del Hierro en la serie electromotriz. El
Hierro -que sin ese porcentaje de Cromo en solución sólida de sustituciÓn resulta
anódico en medios acuoSQS-. pasa a comlX'rtarse catódicamentc. Por ese motivo los
aceros con más de 12% de Cromo reciben el nombre de "aceros inoxidables ".

La película protectora de óxido de Cromo resulta también resistente a los áci-


dos oxidantes y a numerosas soluciones salinas; en cambio su resistencia frente a áci-
dos reductores no es buena.

El comportamiento frente a la corrosión acuosa de los aceros con más de


12% Cr mejora al aumentar su contenido de Cromo. En cambio, para un mismo con-
tenido dc Cromo, disminuyc al aumcntar el contenido dc Carbono del accro; dcbido a
la prccipitación en estado sólido dc carburos de Cromo. Esos carburos disminuycn
los contenidos de Cromo cn las zonas contiguas a los carburos precipitados. Esas
zonas O aurcolas dcscromadas contiguas a los carburos ticncn porccntajes dc Cromo
muy inferiorcs al 12% y rcsultan anódicas.

Otra propicdad del Cromo es su efccto sobre las temperaturas críticas dc transo
formación del Hierro. La influencia dcl Cr sobre los puntos dc transformación de Fe
delta a Fe gamma, temperatura crítica denominada ~, y dcl Fe gamma a Fc alfa
(temperatura crítica AJ ), pueden verse cn la Figura VIII.23. El Cromo amplía la esta-
bilidad dcl Hierro delta, cúbico centrado en el cuerpo. Ello se traduce en que la trans-
(oonación de la fase dclta (solución sólida de sustitución del Cr en el Fe delta) duran-
te el enfriamiento para dar (ase gamma se presenta a lemperaturas menores cuanto
mayor cs cl contenido de Cromo.
360 C/ENCJA E lNGENJERJA DE MATERIALES

En ese aspecto, para las transformaciones de delta a gamma, el Cromo es


siempre a/fágeno. Por otra parte, en lo que respecta a la transformación gamma a alfa
durante el enfriamiento, el Cromo se comporta como gammógeno para contenidos
inferiores a 7% (pues disminuye la temperatura A J , según puede verse en la Figura
VIII.23). En cambio, para contenidos superiores a 7 % Cr eleva la temperatura A 3 y
por tanto es siempre alfágeno.

El bucle gamma de la Figura VIII.23 señala tres rangos de composición en el


diagrama binario Fe-Cr. Hay fCrTocrumos que superan el 13% de Cromo, fcrrocro-
mas con menos de 12% de Cromo y ferrocromos cuyo %Cr está comprendido entre
12 y \3%.

Cuando las proporciones de Cromo en una aleación binaria FeCr son superio-
res a 13% el carácter alfágeno del Cromo llega a suprimir las transformaciones delta
.> gamma -> alfa. Esos ferrocromos conservan la estructura primaria de solidifica-
ción ( ferrítica, cúbica centrada en el cuerpo) sin transfonnación alotrópica alguna
hasta la temperatura ambiente. No es posible, por ejemplo, un afino de grano por
simple tratamiento ténnico

Para porcentajes inferiores a 12% Cr los ferrocromos pueden ser plenamente


austenizados por calentamiento. Para porcentajes entre 12% y 13% no es posible
según se advierte en la Figura VIII.23 una austenización total de esas aleaciones;
así por ejemplo, calentando a 1000 lIC se obtendría una estructura mixta alfa +
gamma.

Las líneas de transformación que se observan en el diagrama de la figura VIl1.23 para


temperaturas inferiores a 821°C no guardan relación con el carácter alfágeno del Cromo.
Corresponden a la fonnación durante el enfriamiento, tras miles de horas, de un compuesto
intennetálico tetragonal complejo, denominado fase sigma (ref VII.l.3.1), que puede precipi-
tar por reacción espinadal (ref.VIl.l.l) en la ferrita enfragilizándola

Las fases sigma aparecen cuando las aleaciones tienen un alto contenido local en
Cromo (alrededor de 40%). En aceros con más de 20% de Cromo después de permanencias
prolongadas a 550 l1C, Iras decenas de miles de horas, pueden precipitar esas fases sigma que
resultan desventajosas para las propiedades mecánicas. Las fases sigma pueden ser redisucltas
en poco tiempo mediante calentamiento a temperaturas superiores de 900 11c.

El Cromo influye también en la templabilidad de la austenita. Hace a ésta más


estable frente a las transformaciones durante el enfriamiento continuo. Además,
deprime la temperatura Ms (ref VII1.2.3).

Por ello para altas proporciones de Cromo en aleaciones férreas, y un enfria-


miento lento (por ejemplo al aire), pueden no tener lugar las transfonnaciones "perlí-
ticas" durante ese enfriamiento de la austenita: porque requerirían descensos de tem-
peratura aún más lentos. Con ese enfriamiento al aire aquella austenita se transfor-
mará en martensita. Además, por ser bajo el valor de Ms ' quedará a la temperatura
ambiente una cierta proporción de austenita residual no transformada.
-
DIAGRAMAS TERNARIOS 361

Eso explica que las aleaciones férreas cuya estructura primaria de solidifica-
ción sea austenita rica en Cromo resulten muy duras (e incluso inmecanizables) al ser
enfriadas al aire; por haberse transformado gran parte de la austenita en martensita.
Cuando se desea la máxima dureza, por ejemplo para resistencia al desgaste, puede
lograrse efectuando luego un revenido alto (para desestabilizar la austenita no trans-
formada) seguido de enfriamiento al aire para conseguir transformar en martensita la
austenita desestabilizada.

1X.3.2. El diagrama ternario Fe-C-Cr

La figura IX.35 representa el diagrama binario de equilibrio Cromo-Carbono.


Eo el sistema binario e-cr figuran tres carburos de porcentajes atómicos en carbono
20%, 30% Y 40%. Sus fórmulas respectivas son Cr 4 c -o más exactamente Crl3C6,
de porcentaje atómico 20,69%-, Cr7C3 y Cr3C2 (ref VIL 1.3.1). Sus porcentajes pon-
derales de carbono resultan ser 5,7 %, 9%, Y 13% respectivamente.

De estos tres carburos, los dos primeros -y particularmente el Cr7Cr apare-


cen frecuentemente en las aleaciones del sistema Fe-C-Cr. El Cr7C) puede solidificar,
parcialmente, a partir de fundidos cuyo contenido en Carbono esté comprendido
entre 9% y 5,7%, a temperaturas entre 1765 QC y 1510 QC.
362 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MA TERlALES

El diagrama de la (igura lX.35 señala la existencia de Ires reacciones pcritécti·


cas en el sistema binario Cr-C. El CrnC6, por ejemplo, solidifica por reacción peri-
e
léctica a 151()l'C: líquido de 5,6% + CrM .> CTnC6' Recíprocamente, por calenta-
miento, el Cr23C6 fundiría al alcanzar la temperatura de 151()Q e (si antes no se
hubiera ya descompuesto); por ello suele decirse que ésta es la temperatura de fusión
del Cr23C6_

El diagrama muestra también la existencia de una reacción cutéctica a 1498


oC, según la cual el líquido de 3,39% de Carbono solidifica dando un agregado de
CrnC6 y solución sólida alfa de Carbono en Cromo. Adviérlase que la solubilidad
del Carbono en el Cromo es prácticamente nula: 0,32 % en peso a 1498°C y 0,006%
en peso a 900 \le.

El conjunto de este diagrama Cromo-Carbono, del rnetaestable Hierro-Cemen-


tita (figura VII1.6), y del diagrama Hicrro-Cromo (figura VIIL23), permiten integrar
todo el diagrama tcmario fc-C-Cr.

En ese diagrama temario las reacciones eutécticas y peritécticas tienen lugar


para las temperaturas y composiciones quc se indican en la figura IX.36. Por tratarse
de un sistema ternario las eutécticas binarias tendrán un grado de libertad y por tanto
no solidifican a temperatura constante.

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Fig. lX.36. Sistema temario Fe-C·Cr. Napa.s de Ifquidus.
DIAGRAMAS TERNARIOS 363

En cuanto a reacciones invariantes adviértase que a 1415 l/C, para aproxima-


damenle 60% en peso de Cromo -punto G-, hay una reacción periléClica ternaria de
2' clase, cuyas fases en equilibrio son: líquido + MnCó = alfa + M7C3 ; y que, al
enfriar desde el estado fundido, aquella temperatura permanecerá conslante hasta la
desaparición de Mn C6 .

A 1275 oc. para 35% de Cromo -punto H-, hay también una reacción inva-
riante; la peritexia ternaria de segunda clase: líquido + alfa =gamma + M7Y .

Finalmente, a 11600C, para 15% de Cromo -PUnlO K-, puede observarse otra
reacción invariante, también peritéctica ternaria de 2 1 clase: líquido + M7C3 =
gamma + M3C

De las eutécticas binarias de este sistema, se señalan por su interés industrial


tres de ellas, que en las Figuras IX.36 y IX.3? vienen representadas -respectivamen-
te- por las curvas K.L, KH YGH.

La eutéctica binaria KL -que solidifica entre 116()IIC y 1154 ac_ está consti-
tuída por austenita y por un carburo de lipo cemenlítico, qFe,Crh, denominado K e
ó M)C, y es el constituyente continuo o matriz de la eutéctica, que es de lipo ledebu-
ritico (VUlI.4). En el carburo 1<0;: algunos de los átomos de Hierro de la cementita
han sido sustituidos por átomos de Cromo y su composición límite en esle elemenlo
es de 15% en peso.

También en los otros carburos mencionados más arriba puede resultar sustituí-
do el Cromo por átomos de Hierro en la correspondiente estructura cristalina
-{Cr.Fe)2JC" o (Cr,Fe)¡Cr denominándose, fCSpectivamenle, K t ó K 2 • El porcenta-
je nuiximo de Fe es de 30% en el carburo K1 y de 55% en el carburo Kl' Los car-
buros del tipo K2 son más duros (1500 a 1800 HV) que los Kc (1000 a 1250 HV).

El diagrama de la figura 1X.36 explicita la solidificación de las aleaciones del


sistema Fe-C-Cr, y la fonnación de carburos KI , K2, 1<0;: durante la solidificación. Las
aleaciones cuyo contenido en Cromo supera el 35 % (sin alcanzar el 60% Cr) presen-
tan la eutéctica binaria correspondiente a la línea GH de las figuras IX.36 y IX.37
constituida por ferrita delta y carburo K2 . En esta eutéctica, como se desprende de
aplicar la regla de los segmentos inversos, la canlidad ponderal de ferrita supera nota-
blemente a la del carburo 1<0;:; y, por cllo, el constituyente matriz de la eutéctica no es
éste carburo sino la ferrita delta. Ello justifica que ésta eutéctica, a diferencia de la
eutéctica binaria de tipo ledeburítico, resulta mecanizable y más tenaz.

Otra eutéctica binaria dcl sistcma fe-C-Cr es la correspondiente a la proyec-


ción en planta HK de la figura IX.37. Los conslituyentes de dicha cutéclica son aus-
tenita y carburo K2 . La proporción de austenita supera ampliamente a la de carburo,
como se deduce de aplicar la regla de los segmentos inversos; y, por tanto, también
esta eutéaica es más tenaz que la eutéClica ledeburitica.

Los límites de saturación en Carbono de las austenitas con Cromo. así como
también las temperaturas de Iransfonnación alotrópica o/y de precipitación de carbu-
ros, varian según los porcentajes de Carbono y de Cromo. En ello innuyen, además
364 CIENCIA E: INGENJERlA. DE ""fA TEJUALES

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Fig. IX.37. Proyección en plallfo. de las Ilneo.s binarias peritécticas eutéctkas -y de los puntos 0,
H, K de peritexia lemaria- correspondientes al diagrama de equilibrio Fe-e-er.
365
DIAGRAMAS TERNARIOS

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Fig. 1X.J8. En tres dimell5ioMS: dominw gamma de las aleaciones Fe-C-Cr.


En plan/a: 1- proyecciones del domino gamma.
1/- composiciones lerr(/icos.
111 r proyecci6n del dominio gantnla + olla.
II1r id id gomniO + carburos.
366 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

de los efectos del Cromo ya scnalados, el carcicrer glllnmágeno del CarOOIlQ y su


posibilidad de formar carburos.

Para seguir esas variaciones recuérdcnsc (figura VIIL23) los límites del consli-
tUYCnlC gamma en el sistema binario Fe-Cl: la tangenle vertical del bucle gamma es
12% el y el límite del bucle alra+gamma es 13%. Pero, cuando se trala de aleaciones
Fe-e-Cr, ambos límites se desplazan hacia mayores porcentajes de Cromo a medida
que el carbono aumenta. Al mismo tiempo, como puede verse en planta en la Figura
IX.38, al incrementar el Carbono se ensancha también la región de estructuras mixtas
alfa + gamma. El mayor ensanchamiento tiene lugar para 0,6% de Carbono.

El bucle gamma, es decir la curva límite de las aleaciones ternarias que pue-
den ser austenizadas plenamente dunwte el calentamiento, presenta su máximo verti-
cal para el contcnido de Cromo 18% (puntos N y N'de la figura IX.38). De modo
análogo, cuando el porcentaje de Carbono es 0,6%, el máximo vertical de la región
alfa + gamma corresponde 28% de Cromo (punto M', en proyección, de la figura
XI.38)

Para contenidos cn Cromo superiores al 28 % la aleación ternaria es radical-


mente ferrítica. cualquiera que sea el porcentaje de carbono.

Por otra parte, según sea el contenido de Carbono, se advierte además una tri-
ple influencia del Cromo: sobre los límites de saturación del Carbono en la austenita,
sobre los puntos Acm de precipitación de carburos proeutectoides (de tipo cementíti-
00, J(J, y sobre la composición (y temperaturas) de la transformación eutecloide per-
lítica.

Atendiendo a la primera de aquellas tres virtualidades, cuando el Hierro


gamma contiene átomos de Cromo en solución sólida de sustitución (además de Car-
bono en solución sólida de inserción octaedrica), el contenido máximo de Carbono
admitido por esa austenita es inferior a 2,1l% y decrece al aumentar el Cromo. En
aleaciones binarias Fe-e, sin nada de Cromo, la saturación de carbono en la austenita
se produce, en cambio, para 2,11 % de carbono a la temperatura de 1148 ~.

En las aleaciones ternarias Fe-C-Cr, puede observarse que el límite de satura-


ción de carbono en la austenita -punto P de la figura XI.38- se desplaza hacia tem-
peraturas más altas y contenidos menores de Carbono: desde 2,11% de Carbono para
0% de Cromo, hasla el valor 0,6% de Carbono a la temperatura 1250 uC cuando el
contenido de Cromo es 18% (punlo N de la figura XI.38).

Parece razonablc esa tendencia puesto que el Cromo, por cristalizar en distinto
sistema que el Hierro gamma, distorsiona esa estructura; aminora la cantidad má-
xima de Carbono que puede entrar en solución sólida en esa austenita; y requiere que
la temperatura para hacer posible esa saturación sea superior a 11481.'C.

Por lo que respecta a contenidos de Carbono de las distintas a/lstenitas eutee-


toides, y sus temperaturas de transformación perlítica, la evolución para porcentajes
crecientes de Cromo puede verse sobre la curva EN de la figura IX.38: al aumentar
los contenidos de Cromo el pumo eutcctoide se localiza a temperaturas más altas y
-
DIAGRAMAS TERNARJOS 367

-si %Cr<15- menores contenidos de Carbono. De hecho. para 12 % de Cromo el


eutcctoide contiene solamente 0,.3% C.

o resulta sorprendente que la temperatura del euteetoidc varíe de ese modo si


se tiene en cuenta que el punto eulectoide es la intersección de los lugares geométri-
COS Acm y A J - Por una parte los carburos Ko C(Fe,Crh, son más estables que la
cementita, y por tanto precipitarán, desde la austenita, a temperaturas Acm más a/-
ras que la ccmcntita. Por olro lado el Cromo, para comenidos superiores al 7%, por
ser alfágeno, eleva como ya es sabido las temperaturas AJ -

Las distintas secciones del campo gamma de la Figura 1X.38. -para diferentes
comenidos. constantes, de Cromo- pueden verse, proyectadas sobre el plano Tempe-
raturas-Porcentajes de Carbono, en la figura VIlI.24. En ella se aprecian los límites
de saturación de Carbono en la austenita para diferentes porcentajes de Cromo; y en
ese mismo gráfico se destacan también los "eutectoides pcrlíticos". El campo gamma
--<¡uc se va cerrando al aumentar el Cromo-llega a reducirse a un punto, N, para 18%
de Cr y 0,6% C.

El desplazamiento del punto eutecloide conlleva que, a veces, un acero de


contenido en Carbono menor que 0,77% sea, sin embargo, hipcreutectoide. Tal es el
caso, por ejemplo, de la aleación de 0,5% oC y 14% de Cr.

Por otra pane el desplazamiento del límite de saturación en Carbono de la aus-


tenita hacia contenidos inferiores a 2,11 % oC -por ejemplo para t 2% Cr la satura-
ción está próxima al 0,8% C- justifica que algunos aceros (si se consideran como
tales las aleaciones de menos de 2,11% de Carbono) reciban el nombre de "'aceros
ledeburíticos". En realidad su solidificación termina con la formación de una eutécti-
ca; por lo que casi podrían ser considerados como "fundiciones blancas",aleadas, de
bajo contenido en carbono.

Tal ocurre en los aceros rápidos empleados para herramientas de cone con
arranque de viruta; como por ejemplo el acero 0,82% C, 5% Mo, 6% W, 1% Y, 4%
Cr. Aunque en este acero su carácter ledeburítico es debido sobre todo al Molibdeno
(fig. VI1I.21) y al Wolframio.

Se denominan aceros rápidos porque, tras temple y revenido a unos 600 QC (ref
VIl!.3.1), resultan aptos para arrancar viruta a gran velocidad; sin que el calentamien-
to que produce el rozamiento de la herramienta (ésta en selVicio puede llegar a alcan-
zar esos 600 oC) disminuya la alta dureza de la martensita previamente revenida.

IX.3.3. Estructura micrográfica y márgenes de composición

Las aleaciones Fe-C-Cr de interés industrial -aceros inoxidables, aceros


refractarios y fundiciones blancas altamente aleadas- tienen contenidos inferiores al
40% en peso de Oomo, e inferiores al 4% de Carbono (figura IX.39). Entre otras
razones por las altas temperaturas de fusión para altos contenidos de Cromo (ver
figura IX.36) y por su baja tenacidad para altos contenidos de Carbono.
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%Cr

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Fig. IX.J9. Mapa para elección de aleaciones Fe-Cr-C. ~
-
DIA.GRA.MAS TERNARIOS 369

La proyección en planta de la perilécLica binaria RH y de las eutécticas binarias


GH y HK de la figura IX.36, permiten -desde el punto de vista de la solidificación-
acotar ('léanse también figuras IX.37 y IX.39) tres campos de composiciones:

regi6n a): aleaciones cuya solidificación se inicia con la formación de carbu-


ros proeutéeticos K 2•
región b): aleaciones que inician su solidificación con la aparición de austenita
primaria.
región e): aleaciones que comienzan a solidificar con ferrila dcha como cons·
tilUyenlc primario.

1X.3.3.] - La región a) está delimitada por las líneas H'G' y H'K' de la Fi-
gura IX.39. Las aleaciones de esta región son fundiciones de matriz eutécrica no
fedeburftica al término de la solidificación. La culéctica es un agregado de auslenita
y carburos K 2 (figura IXAO).

Esa austenita eutéctica, debido a su gran templabilidad, se transforma por


enfriamiento al aire en martensita (aunque queda tambien austenita residual debido al
bajo valor de la temperatura Ms ). Las aleaciones de esta región son, pues, fundicio-
lIes blancas martensíticas.

IX.].].2 - La región b) está delimitada por las líneas R'H'y H'K'de la figura
IX.39. Comprende varios tipos de aleaciones: fundiciones unas de ellas, y aceros
-hipoeutectoides o hipereutcctoides- otras.

En esta región las aleaciones COll más de 15% de Cromo presentan al término
de la solidificación una estructura de austenita primaria y matriz eutéctica no ledebu-
rftica (constituida, a su vez, ¡:KIr austenita y carburos KV. Ambas austenitas tienen

Fig. lX.40. Carburos proeutecticos K] y matriz eutéctica 110 ledeburítica.


370 CIENCIA E lNGENIERJA DE MATERIAI.ES

Fig. IX.41. Fundición Ni-Hard, 200 X.

Tabla IX,42. Dureza de algunos abrasivos.


Constituyentes: Dureza Vickers

Perlita de alto contenido en Carbono 240-425


Austenita altamente aleada en Cromo 350-400
Ortosa (6 en la escala de Mohs) 500-600
Martensita de alto contenido en Carbono 770-800
Cuarzo (7 en la escala de Mosh) 800-1000
Carburos cementíticos Kc 1060·1240
Topacio (8 dureza Mosh) 1300
Carburos K 2 1500-1800
Corindón (9 dureza Mosh) 2000
Carburo de Wolframio 2400
Carburo de Silicio 2500
Diamente (10 dureza Mosh) 8000
-
DIAGRAMAS TERNARIOS 371

gran templabilidad, se Iransforman parcialmente en manensita durante el enfria-


miento al aire y el resto no transformado permanece como auslenita residual.
En esa misma región, las aleaciones con menos de J5% Cr pero situadas den-
Iro del dominio limitado por la curva ZP' y el límite superior de la zona señalada
como "F.Cementito·Pcrlíticas", son también fundiciones y su constiyente primario es
la austenita. A diferencia de las que tienen más de 15% e, su matriz eutéctica es de
tipo "ledeburítjco" (austenita y carburos Kc). Ambas austcnitas se transforman par-
cialmente en martcnsita por enfriamiento al aire; y queda también un porcentaje de
aUSlenila no transformada. La morfología de estas aleaciones es similar a la de la
figura IX.41 (fundición Ni-Hard)
Las fundiciones Ni-Hard, de composición 2-3,5 %C, 4% Cr, 3,5-5% Ni, son las más
utilizadas en aplicaciones mineras para quebrantaci6n, clasificación y transporte de minerales.
Aunque sus caracterÍSticas resultarán insuficientes si el mineral abrasivo es de dureu igual o
ligeramente superior al cuarzo (Tabla IX.42): porque ese abrasivo rayará y, por tanto, produci-
n. abrasión no sólo a la marteosita sino también a la cementita y a los carburos Kc, dobles de
Hiena y Cromo. frente a aquel tipo de abrasivo cualquier fundición de menos de 15% Cr
experimentaña un severo desgaste en servicio. El desgaste sería aún mayor si la fundici6n
fuera simplemente cementito perlítica.

El comportamiento en servicio de esas fundiciones manensíticas de la región


b), superen O no el 15% er, depende también de las proporciones relativas entre el
constituyente primario y la eutéctica; proporciones que, en primera aproximación,
pueden determinarse marcando rectas de conjugación en la figura IX.36 (o en su pro-
yección en planta de la figura IX.37).

En la región b), para contenidos de Cromo inferiores al 1,5%, se encuentran


las fundiciones cementito-perlíticas (fundiciones blancas hipoeutécticas no aleadas o
de baja aleación; figuras VUJ.l0 y VIII.13). Su austenita, tanto la proeutéetica como
la ledeburítiea, tiene poca templabilidad y al ser enfriada al aire se transforma en per-
lita (no en martensita).

En cambio corresponde a aceros el dominio de composiciones de la región b)


situado por debajo de la curva ZP' .Su estructura primaria de solidificación es
gamma. Dc cllos son hipereutectoides los limitados por las curvas ZP' y SE'; e hipo-
eutectoides los otros. La composición de la austenita eutectoide se sitúa sobre la
curva M'E'de la figura IX.39.

IX.3.3.3 - La región e) corresponde a las aleaciones situadas a la izquierda de


las curvas R'H' y H'G' en la figura IX.39. Todas esas aleaciones inician su solidifi-
cación formando ferrita delta.
Cuando el conlenido de Cromo es alto (zona 11 de la figura 1X.39) y el porcen-
taje de Carbono es bajo (inferior a 0,1% C) la solidificación termina dando única-
mente solución sólida delta; ha desaparecido la fase líquida antes de que puedan pro-
ducirse las reacciones peritéetica RH o eutéctica GH de la figura IX.36. Esas aleacio-
nes no presentan transformación delta->gamma durante el enfriamiento. Son por
tanto aceros ferríticos e inoxidables, por superar al 12% Cr (figura IX.43). Su re frac·
tariedad térmica resulta mayor cuanto mayor sea su contenido de Cromo.
372 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MATERJALES

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En la misma ZfJna 11 las aleaciones cuyo porcentaje de Carbono es alto, del


orden de 1% e, tienen como constituyente primario la ferrita delta; y, además, un
constituyente matriz cutéctico formado por carburos y gran proporción de ferrita
dclta. Sonfundicionesferríticas ("inoxidables" y refractarias) ya que el constituyen-
te delta no se transforma alotrópicamente durante el enfriamiento.

En cambio son aceros las aleaciones comprendidas dentro del recinto de la


región e) limitado por los ejes de coordenadas y las curvas M'12 y M'Z. De esos ace-
ros unos son hipoeUlectoides y otros hipereulcctoides; presentan transformación
eutectoide de su austenita si el enfriamiento es de equilibrio. Tanto unos como otros,
si tienen más de J2% Cr, son inoxidables; y por la posibilidad de transformar su aus-
tenita en martensita se designan como aceros inoxidables martensíticos.

Todo lo señalado a 10 largo de este apartado 1X.3 se refiere solamente a las aleaciones
ternarias Fe-C-Cr. Obviamente la adicción complementaria de otros elementos, por ejemplo
gammágemos, tales como el Níquel, en cantidad suficiente, modifica los puntos críticos del
diagrama ternario Fe-C-Cr; e incluso puede llegar a suprimir las transfonnaciones de la auste-
nita en estado sólido. Tal es el caso de los aceros inoxidables (Fe-C-Cr-Ni) austeníticos y aus-
tenoferríticos.

IX.4 SISTEMA TERNARIO Si02 'AI20 3 ,CaO

En el apartado IV.l se indicaba que no basta una simple reunión de cuerpos


para que su conjunto pueda ser considerado como un sistema. Se señalaban también
las condiciones teóricas que deben cumplirse para que varias fases formen un sistema
en equilibrio y, en consecuencia, pueda ser aplicada la ley de Gibbs. En ese mismo
»

DlA.GRAMAS TERNAR/OS 373

apartado se definían como componen/es de u.n sistema el número minimo de com-


puestos químicos que pueden establecer todas las relaciones de equilibrio (ecuacio·
nes) del sistema. Tal ocurre, por ejemplo, en el sistema ternario de equilibrio que
tiene por componentes SiOz. AI 20). CaD.

Pertenecen a esle sistema SiOz-AJ z0 3-CaO una gran variedad de cerámicas téc-
nicas de gran consumo (figura IX.44): vidrios, ladrillos, tejas, bovedillas, refractarios
silicoaluminosos, refractarios aluminosos y de alúmina, refractarios básicos, refracta·
rios siliciosos, cementos, ele.

Refractarios siliciosos

Vidrios

1\1._-- Ladrillos, tejas, lozas


",-_-Porcelanas
Escorias de horno aho
Rd"etarios
siliooaluminosos
Cemento Portland J v y aluminosos

Refractarios de Mullita

Rdraetarios
de Alúmina

c.o (2570 "C)


Fig. IX.44. Composiciones de diversos proouclOs.

El diagrama ternario SiOr AI 20)-CaO se emplea también en procesos de obten-


ción de materiales metálicos a partir de mineral o de chatarras. En el caso de los ace-
ros, por ejemplo, es útil (rer. IX.4.6) para la elección de escorias y refractarios en el
proceso siderúrgico.

IX.4.1. Refractariedad. Resistencia al choque térmico

La conductividad térmica de las cerámicas es baja. Funden a temperaturas más


altas que la mayor parte de los metales (rer Tablas 0.8 y 1.13). Incluso sin llegar a
fundir pueden soportar altas temperaturas sin ablandamiento. Todo ello justifica el
empleo industrial de las cerámicas como materiales refractarios.

Para los refractarios estructura/es suelen requerirse temperaturas sin reblande-


cimiento superiores a 1350 ve.
374 ClENCIA E INGENIERlA DE,\fA. TERlALES

Esas temperaturas se determinan por ensayo comparativo entre unos conos de


dimensiones estandarizadas, elaborados con la cerámica en cuestión, y otros patrones
cuyo ablandamiento se OJnoce (conos Seager). Denominándose temperatura de reblan-
decimiento aquella a la que, fluyendo el cono, su vénice llega a alcanzar la base.

Otras propiedades determinantes de la elección de un material refractario


-además de su resistencia a la abrasión, la permeabilidad y las características mecá-
nicas a la temperatura de servicio- son su resistencia al choque térmico y su compor-
tamiento químico.

La resislencia al choque térmico puede evaluarse por simple inmersión en


agua fría tras calentamiento del material a temperalUras crecientes. La máxima tem-
peratura Te a que puede caJenlarse la cerámica sin que por ello se agriete al ser
enfriada en agua mide su resistencia al choque ténnico. Esa temperatura Te depende
de la carga de rotura a tracción del material (RaJ, de su rigidez (módulo de Young E)
y de su coeficiente de dilatación lineal 0..

En efecto, al introducir en agua el material calentado hasta Tola superficie


tiende a contraerse linealmente en una cuantía 6 JI I igual a a(fe-T a ) si la temperatu-
ra del agua es T a; es decir, igual a a.Te si la temperatura del agua es de O oc. La
masa interior del material, muy caliente aún, tiende a impedir esa deformación de la
superficie sometiendo ésta a una tracción elástica. Si el material tiene de módulo de
Young E ello supondrá una carga de tracción en la superficie igual a E. 6111. Si este
producto resulta mayor que la Rm del material, su superficie romperá.

Por tanto se producirá agrietamiento superficial si se sumerge en agua a O oC


una cerámica calentada previamente hasta una temperatura Te que supere el valor
Rm:a.E. En definiliva, al comparar la resistencia al choque térmico de materiales
cerámicos cuyas características sean similares en lo que se refiere a Rm Y E, resulta-
rán más agrietables aquellos cuyo coe/icieme a de dilatación sea mayor.

IX.4.2. Cerámicas ácidas y cerámicas básicas.

El comportamiento químico suele ser un factor decisivo en la elección de


materiales, para descartar detenninados refractarios cuando han de estar en contacto
con otros materiales sólidos, fundidos, o gases. Así por ejemplo, los ladrillos refrac-
tarios que revisten un horno no pueden tener carácter ácido si han de estar en contac-
to con fundidos o escorias básicas.

Atendiendo a su resistencia al ataque químico las cerámicas del sistema terna-


rio Si02-AI203-CaO suelen c:Iasificarse- habida cuenta de los caracteres ácido de la
sílice y básico del Cao-, en básicas, ácidas o neutras según que la relación, 1, igual a
%Cao I %Si~ sea mayor, menor, o igual a la unidad.

De acuerdo con la definición de ese índice 1, si se trazara desde el vértice


correspondiente a 100% AJ 203 la altura sobre el lado opuesto del triángulo equilátero
planta del diagrama temario de la figura 1X.44, todos los puntos de esa altura corres-
ponderán a composiciones neutras (recuérdese IX.I.I).
-
DLAGRAMAS TERNARIOS 375

Por tanto serán ácidas las composiciones situadas en la región comprendida


entre esa línea (la altura) y el vértice lOü%SiO z. Por ejemplo: los vidrios, ¡as tejas, ¡as
bovedillas, las lozas, las porcelanas, los refractarios silicoaluminosos, ctc. En cambio
son básicas las escorias de horno alto, los refractarios de dolomía (CaD, MgO) y el
cemento Portland.

A veces se toman como índice de basicidad, 1, los cocientes (por la asociación de CaD
y MgO en los refractarios de CaD):

% CaD % CaO+%MgO
o bien
%SiOz+%AIZO)
u otras relaciones, ya que las cerámicas técnicas suelen contener óxidos varios además de los
citados.

Conviene señalar que, en algunos casos, por el carácter anf6tero del AlZO) éste deberá
figurar en el numerador de esos cocientes; por ejemplo cuando las cantidades de óxidos ácidos
son grandes, puesto que en ese caso el Al Z03 se comportará como óxido básico.

IX.4.3 Los componentes simples Si02• A1 20 3 • CaO.

IX.4.3.1. La sílice cristalina

En estado líquido la molécula de sílice adopta la forma de tetredros unidos


entre sí por los vértices, a modo de macromoléculas sin orden alguno de largo alcan-
ce (figura IX.45). En cada tetraedro, constituído por un átomo de silicio en el centro
y un átomo de oxígeno en cada vértice, los átomos de Oxígeno quedan con un elec-
trón de valencia apto para unirse covalentemente al átomo de Silicio de otro tetrae-
dro. Por tanto cada tetraedro puede dar lugar a esqueletos aniónicos complejos --en

s;

Fig. IX.4S. Sí/ice líquida.


376 CIENCJA E lJto'GENIERlA DE MA. TERLtLES

una, dos. o tres dimensiones- en los que cada álomo de Oxígeno resulta común so-
lamente a dos vértices de telreadro.

La temperatura de solidificación de la Sílice es 1723 lIe, si el enfriamiento del


fundido se realiza tan lentamente que el líquido pueda ceder su calor latente de soli·
dificación. Con ese enfriamiento suficientemente lenlo las moléculas de más movili-
dad se van organizando para alcanzar posiciones de menor energía; y va teniendo
lugar la cristalización por un mecanismo de nucleación y crecimiento similar al
expuesto en 11.3 (curvas "C'). El estado sólido cristalino de esa sílice es un agrupa-
miento tridimensional de lelredros con orden de largo alcance denominado cristoba·
lita. Al pasar del estado líquido a eristobalita se produce una contracción análoga al
rechupc por solidificación de metales fundidos.

La cristobalita puede a su vez transformarse mediante enfriamiento de equili-


brio, por debajo de 1470 oc, por nucleación y crecimiento (curvas T.T.T. en estado
sólido), en otra variedad cristalina de la sílice denominada tridimita. Desde 867 l/C
-requiriendo también para ello enfriamientos de equilibrio- la tridimita se transforma
en cuarzo; que es la variedad cristalina termodinámicamente estable por debajo de
esa temperatura.

Esas dos transformaciones en estado sólido son tan lentas que prácticamente
no lienen lugar si no existe una acción nucleante heterogénea proporcionada por
"minerafizadores" tales como CaO y FeO. Incluso en este caso las transformaciones
se realizan con gran lentitud. Por ello, a la temperatura ambiente, en una sílice crista·
lina suele haber conjuntamente cristobalita, tridimita y cuarzo en diversa proporción
según haya sido el enfriamiento.

En estado sólido, cristalino, los calentamientos y enfriamientos producirán


nuevas variaciones en esos tres tipos de Sílice, modificándose sus dimensiones y, por
tanto, la densidad del conjunto. De hecho, la densidad proporciona una orientación
sobre el grado de transformación. La densidad de la cristobalita es 2,33; la de la tridi·
mita 2,27 y la del cuarzo 2,65.

Precisamente esas diferencias de del;~idad exigen que los calentamientos de


una mezcla de esas variedades cristalinas haya de efectuarse lentamente para evitar
agrietamientos. La transformación del cuarzo en tridimita por calentamiento supone,
por ejemplo, un notable aumento de volumen.

LXA.3.2. Vidrios de sf/ice

La sílice en estado liquido presenta gran viscosidad. La difusividad en estado


líquido es pequeña y, como ya se ha indicado, se requieren enfriamientos muy lentos
para JX>der formar los cristales tridimensionales de cristobalila. Dicho de aIro modo,
la curva "C' de solidificación (rer fig 1I.13) está muy alejada del origen de tiempos y
por elJo es frecuente que el enfriamiento produzca solamente un "pseudo sólido"
vítreo, no cristalino, que no ha cedido su calor latente (rer. lA y 11.4.1).

Con anterioridad se ha comentado también el estado vítreo a propósito de los metales.


Conviene señalar que, además de vidrios metálicos y de vidrios orgánicos (v.gr. los carame·
DiAGRAMAS TERNARIOS 377

los), existen - entre los inorgánicos- no sólo el vidrio de sílice sino un gran número de vidrios
cuya gama de propiedades funcionales es muy amplia: esmaltes, vidrios de $, de Se, de F2B,
de CILi, de ClzZn, de ácido bórico, de bisulfato potásico, de silicatos, etc.

Para facilitar la obtención de sílice en estado vítreo -vidrio de ventanas,bombillas,


botellas, espejos, etc- suelen adicionarse compuestos denominados "modificadores de red",
tales como NazO, KzO, Cao, MgO, PbO, etc. que actúan como fundentes disminuyendo la tem-
peratura de fusión de la Sílicc natura!. Lo cual es económicamente ventajoso ya que para
fabricar vidrio habría que fundir previamente la arena por encima de 1723 oC. Además, y por
eso se llaman modificadores de red, se insertan entre las cadenas moleculares del líquido
(figura LX.4ó) debilitando las acciones intennoleculares y facilitando el estado vítreo.

o
Na'

Si-4
o
0- 2
Fig. IX.46. Efecto de los modificadores de red.

Los vidrios ordinarios, sodicálcicos, son los más baratos. Para obtener vidrios especia-
les suelen incorporarse, además, otros elementos. Vgr. Aluminio (para mejorar la resistencia
química), Boro (para disminuir el coeficiente de dilatación), Pb (para mejorar el índice de
refracción ), etc.

En esa Sílice vítrea hay un cierto orden en las cadenas de moléculas pero no
se ha logrado el enlace tridimensional ordenado entre las cadenas, ni hay juntas de
grano. Por tanto ese vidrio silíceo, al ser calentado de modo continuo no funde; no
tiene propiamente temperatura de fusión. Va experimentando simplemente un
ablandamiento continuo con la temperatura hasta adoptar la fonna líquida antes de
alcanzar 1723 oc. Y si alcanzara esa temperatura no se manifestaría el cambio de
volumen sólido-líquido (recíproco del rechupe) que se produce al fundir la cristo-
balita.

A veces, obtenido ya un objeto de vidrio, suele calentarse desde la temperatura


ambiente hasta temperaturas que, sin llegar a ablandarlo -se considera alcanzado el
umbral de ablandamiento cuando la viscosidad alcanza 10 13 paises-, permitan la
liberación de tensiones. Ese tratamiento se denomina "recocido" y consigue que el
vidrio sea menos frágil al choque. Pero esa permanencia a temperatura no debe pro-
378 CIENCIA E' INGENIERJA DE MATERlALES

longarse. La masa empezaría a desvitrificarsc por formación de pequeños cristales


(Tef. curvas "e" de solidificación).

La desvitrificación va acompañada de pérdida de transparencia del vidrio. La


transparencia se debe a la ausencia de impurezas, pero sobre todo a la inexistencia de
juntas de grano. Estas sí existen, en cambio, en el estado cristalino; por eso el cuarzo
es translúcido.

Por esa misma razÓn la fibra óptica -sílice de gran pureza (una parte por billón de
impurezas) y 100% v(trea- tiene una extraordinaria transparencia. Una ventana de fibra óptica
de 5Km de espesor resultaría tan transparente como una ventana corriente. Por eso la fibra
óptica se emplea para enviar por su interior un haz luminoso a grandes distancias sin pérdida
de intensidad.

El coeficiente de expansión térmica del vidrio es menor que el de las varieda-


des cristalinas. En cuanto a comportamiento mecánico, el vidrio dc sílice es bastante
resistente a tracción; aunque por experiencia pudiera parecer 10 contrario debido a la
acción de las múltiples microentallas superficiales del vidrio ordinario en botellas,
varillas, etc. Su resistcncia a la tracción puede aumentarse si se mejora el estado
superficial: bien por redisolución de esas microentallas, o generando tensiones de
compresión periféricas obtenidas por enfriamiento ("temple" del vidrio), o por sella-
do con lubricantes orgánicos como silicona, etc.

IX.4.3.3. La alúmina, Afl 03. Refractarios de alúmina



Su mineral natural es el corindón. Pero, comercialmente, la alúmina se obtiene
en la industria a partir de la bauxita, integrada por una mezcla de hidróxidos de Alu-
minio: fundamentalmente gibbsita-AI(OHh-, junto con alfa y gamma AlO(OH)
(bohemita y diásporo). Después de un proceso (Bayer) se obtiene, a partir de las
bauxitas, el hidrato A1(OHh en forma de cristales aglomerados. Estos se calcinan
luego a alta temperatura, entre 9OO~C y 1200 \!C, para obtener la alúmina.

Los refractarios de alúmina se obtienen por electrofusión de ésta. La alúmina


solidifica a 2020 ~c. Además de su alta temperatura de fusión son propiedades signi-
ficativas de la alúmina su carácter anfórero, elevada resistencia al desgaste por ero-
sión y bajo coeficiente de dilatación lineal. Precisamente ésta característica justifica
la buena resistencia al choque térmico de los refractarios de alúmina.

Son refractarios caros. Se utilizan ampliamente en la industria por su buen


comportamiento en servicio a muy altas temperaturas --del orden de 1840 oC para
alúminas con menos de 13% SiOr y en condiciones severas de erosión mecánica.

Por su carácter anfófero los refractarios de alúmina no dcben usarse frente a


escorias fuertemente básicas que los atacarían formando aluminatos (de Ca, por
ejemplo). Tampoco pueden estar en contacto con fundidos ácidos.
DIAGRAMAS TERNARIOS 379

1X.4.3.4. La cal, CaO

La cal suele obtenerse por descomposición de la caliza CaCO). Al óxido de


calcio así obtenido por calcinación del carbonato se le denomina cal viva. Esta se
hidrata con gran facilidad a temperatura ambiente y ello es el fundamento de los mor·
teros de cal. Para ello se hace reaccionar la cal viva con agua y se forma el hidróxido
Ca(OHh, o cal apagada. Esta -mezclada con arena y agua- se endurece al aire, por el
COz, formando un aglomerado de carbonato cálcico.

Pero precisamente esa capacidad higroscópica del CaO es un inconveniente


para su almacenamiento y para el empleo como revestimiento refractario de hornos.

La cal funde a 2570 QC. En la naturaleza suele estar asociada a la magnesia


(MgO). Las soluciones sólidas de MgO en CaO reciben el nombre de limas ("limesto-
ne") y las soluciones de CaO en MgO se denominan periclasas. Los límites respecti-
vos de solubilidad pueden verse en el diagrama de la figura IX.47.

"MgO c,o
Fig. IX.47. Sistema MgO-CaO

La magnesia pura, MgO, funde a 2800 oc. Su densidad -3,5-, supera a la de la


Sílice, y a la de cal (de densidad 3). Se obtiene a partir de la magnesita (MgCO) o
bien a partir del Mg(OHh del agua de mar. A diferencia de la cal, la magnesia una
vez calcinada pierde su capacidad de hidratación y puede ser almacenada sin dificul-
tad.

El carácter químico de la magnesia -al igual que el de la cal- es básico; y con


la cal se emplea para fabricar ese tipo dc refractarios (ref.lX.4.6.2).
380 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

La magnesia tiene un coeficiente de dilatación lineal alto y. por ello, resiste


mal al choque térmico.

IX.4.4. El diagrama binario Si02-AI203

Los componentes Si02 y AlzO) forman un sistema binario cuyas fases de equi-
librio para diversas temperaturas, a la presión atmosférica, se indican en el diagrama
de la figura IX.48.

867 o e
Si0 2 'll 20 30 ~ 50 110 ro lO 110 100 Alzo)

Fig. IX.48. Diagrama SiOrAlzO).

Obsérvese que la única fase intermedia de este sistema -además de las termi-
nales Si02 y AlzOr es la denominada mullÍ/a; silicato de fórmula 3A120 3,2SiOz ' En
rcalidad la mullita presenta un rango de composición porque puede famar solución
sólida con SiOz o AlzO)_ Por ello su composición no es exactamente del 75% AlzO), Y
su temperatura de fusión está comprendida entre 184()1lC y 1900 ~C dependiendo de
las cantidades existentes en solución sólida respecto a aquella composición estequio-
métrica.

IX.4.4.I. Refractarios de mu//ira (75% A/fh)

La mullita policristalina está conslituída por granos de una estructura cristalina


compleja formada por asociación de unidades tetraedrales tipo (similares a las de la
sílice). La mullita tiene coeficiente de dilatación lineal menor que la alúmina; y por
tanto resulta muy resistente al choque térmico (especialmente desde temperaturas Te
del orden de 1OCIO ~C). Es un refractario ácido y se emplea para bóvedas de hornos
eléctricos, hornos de inducción de baja frecuencia, y en la industria del vidrio.

La mullita puede obtenerse por electrofusión a partir de una mezcla de 75% de


Alúmina y 25% de Sílice a unos 1900 ~C, enfriando luego lentamente ese fundido
para obtener estructura cristalina, no vítrea. Pero no es necesario llegar a a la fusión
para poder obtener mullita; puede también lograrse por sinterización a alta tempera-
-
DIAGRAMAS TERNARIOS 381

lura. Al ir calentando esa mezcla de 75125 se van produciendo en estado sólido algu-
nas reacciones irreversibles entre la sílice y la alúmina, por reorganización de tetrae-
dros y sustituciones de Si por Al, tendentes a dar finalmente la fase de equilibrio
mullita. Existen varios procedimientos para obtener refractarios de mullita 100%
cuya enumeración estaría aquí fuera de lugar.

IX.4.4.2. Refractarios aluminosos (46% < % AlflJ < 72%) y cerdmicas si/icoaJumi-
nosas(%AIIJJ < 46 %)

Los yacimientos de mullila en estado nalUra! son poco frecuentes (a excepción


de los de la isla Mull, en Inglaterra). Hay, en cambio, varios minerales compuestos
por SiOz y A1 z03 -silicatos-, que se encuentran en estado natural y no son fases esta-
bles del sistema Si0 2-AJ Z0 3. Por ejemplo, entre airas, con menos de 72% AlZO), las
silimanitas (de fónnula A1zSiOs , es decir AlZO).SiO z, Yestructura cristalina muy simi-
lar a la mullita). Y con menos de 46% AlzO) las arcillas.

Tanto las silimanitas como las arcillas, al ser calentadas a temperaturas meno-
res que las precisas para su fusión, tienden a evolucionar para dar las fases de equili-
brio SiOz y mullita. Por ese procedimiento, denominado cocción, pueden obtenerse
productos cerámicos diversos. En cada caso la cantidad de mullita obtenida finalmen-
te dependerá de la temperatura de cocción y del tiempo de pennanencia a esa tempe-
ratura.

Para un detenninado mineral la cantidad máxima de mullita que puede lograr-


se depende de la proporción Al zOy'(A1 z0)+ SiO:z) en ese mineral; y en función de ese
porcentaje total de Alza) puede calcularse aplicando la regla de los segmentos inver-
sas en el diagrama de la figura IX.48. Por consiguiente, con una adecuada cocción la
cantidad máxima de muUita en la cerámica aumenta con el % Alp) del mineral; y
con ello aumenta también el carácter refractario de esa cerámica.

Según los porcentajes de Alza) los materiaJes cerámicos de este sistema suelen
clasificarse en: aluminosos (entre 46 y 72% de AlzO)) y silicoaluminosos (% AlzO) <
46%).

1X.4.4.2.J. Refractario~' aluminosos

Se denominan aluminosos los refractarios obtenidos por cocción a partir de


una mezcla de arcillas con silimanita o bauxita para que la composición promedia en
Alza) está comprendida entre 46 y 72 %.

Los obtenidos a partir de mezclas de silimanita y arciUas se denominan refrac-


tarios de silimanita y tienen porcentajes de A1j)) inferiores a los obtenidos por mez-
cla de ballXita y arcillas (refractarios de baux;'a).

Los obtenidos a partir de bauxitas son más refractarios y resistentes que los
obtenidos a partir de silimanita. Y éstos, a su vez, superan a los silicoaluminosos.
382 CIENCIA E INGENJERlA DE MATERIALES

IXA.4.2.2. Cerámicas silicoaluminosas

Reciben el nombre de silicoaluminosos los refractarios obtenidos exclusiva-


mente a partir de arcillas cuyo contenido en AlZO) supere al 30%.

El porccmaje de AlZO) en las arcillas comunes no llega a alcanzar el 25% (las más
pobres se denominan arcillas magras). Si superan el 30% de AlZO) se denominan arcillas
refractarias. Las arcillas comprenden dos grupos primarios: los caolines, de fórmula empírica
AI 1Si z05(OH)4' y las montmorillonitas, derivadas de la pirofilita que tiene por fórmula
Al 1Si 40 lO (OH}z. Los caolines incluyen minerales tales como la cao/inita, nacrita, dickita y
halloysila; de los cuales el más importante es la caolinita (46% de AlZO)). Algunas arcillas son
similares a las micas -por ejemplo la Hita, 3.Si02. A1 203- o proceden de éstas por pérdida de
álcalis y ganancia de agua; por ejemplo las vcrmiculilas.

Las arcillas pertenecen al grupo de los filosilicatos o silicatos laminares. En


ellos su unidad estructural fundamental -el tetraedro de la figura IX.45 --comparte
tres oxígenos con otros tantos tetraedros dejando un sólo oxígeno sin compartir (ver
figura IX.49). Ello justifica la facilidad de exfoliación de las arcillas, en dos direccio-
nes, entre las láminas aniónicas. Explica también su aptitud para incorporar molécu-
las de agua u otros compuestos polares sencillos. Y, en definitiva, la plasticidad que
presentan las arcillas al añadirles agua; lo que permite su conformado en formas
variadas.

Fig. IX.49. Filosicatos (arcillas, micas, talco, bentonitas, etc).

Por calentamiento hasta 200 QC pierden el agua de hidratación, con lo que dis-
minuyen de peso y plasticidad al tiempo que aumentan de dureza; la masa endurecida
puede incluso molerse para obtener polvo. Pero ese proceso es reversible: al añadir
agua se recupera la plasticidad. El secado de arcillas a temperaturas comprendidas
entre 100 QC y 150 QC se utiliza para obtener ladrillos de adobe y tapiales.

Entre 500 I.'C y 800 I.'C la arcilla pierde irreversiblemente su agua de cristaliza-
ción; y a partir de esas temperaturas comienza la transformación estructural de las
arcillas. Por ejemplo, a 1100 QC, la pirofilita se convierte en mullita y vidrio.
DIAGRAMAS TERNARIOS 383

Si se calientan a unos 1200 oC se produce una masa vítrea de silicatos (casi la


mitad del total) y los dos constituyentes cristalinos de equilibrio del sistema Si0z-
Al 20): mu//ita y cristobalira. La fase vítrea viscosa que acompaña a las dos cristali-
nas produce una disminución de la porosidad y un aumento de la densidad; que se
acusan más cuanto mayor sea la permanencia a esa temperatura.

Por pennanencia muy prolongada a 1200 oC, o más corta a 1400 oC, pueden
llegarse a obtener porosidades de 0,5%. Como es lógico la porosidad depende tam-
bién de otros factores tales como granulometría de las pastas utilizadas, proceso se-
guido para el conformado, presión aplicada, etc.

Los refractarios silicoaluminosos suelen clasificarse en cinco tipos de refracta-


riedad creciente: de 30 a 33% de AI 20), de 33 a 37%, de 37 a 40%, de 40 a 42% y de
42 a 46% (que es el máximo porcentaje de Al 20) en la arcillas, y corresponde a la
arcilla blanca caolinita). Los ladrillos de 32% A1 20) pueden utilizarse hasta tempera-
turas de 1250 oc. Los de 42-46% -si están bien cocidos y no son porosos- se emple-
an para revestimiento de los hornos altos (1350 oC).

La refractariedad de las arcillas naturales se ve afectada negativamente por su


contenido en óxidos de hierro y metales alcalinos, que actúan como fundentes (aba-
jando la temperatura máxima que pueden resistir sin fundir).

Los refractarios siJicoaluminosos se denominan a veces ladrillos de chamota.


Esto hace referencia al producto denominado "chamota" obtenido por trituración de
ladrillos silicoaluminosos provenientes de derribos de hornos. Se añade a la mezcla
de arcillas, como elemento inerte, para evitar el agrietamiento por contracción que
experimenta la arcilla al transformarse entre 1000 y 1200 oc.

Los refractarios silicoaluminosos, por ser ácidos, no pueden estar en contacto


con fundidos de carácter básico. Tienen una aceptable resistencia al choque térmico
(menor que los de mullita y que los de alúmina) y se utilizan para revestimientos de
hornos de calentamiento en laminación y forja, para hornos de tratamiento térmico,
para revestimientos de cucharas, etc. Son los refractarios más baratos.

Además de los refractarios silicoaluminosos pertenecen también al sistema SiOz-Al 203


otras cerámicas: las lozas y las porcelanas. Se obtienen a partir de una mezcla de arcillas y
fundentes o "flujos". Estos tienen por finalidad (figura IX.50) abajar las temperaturas a las que
puede obtenerse fases líquida, o vítrea, durante la cocción.

Las lozas dependen del tipo de arcilla empleada y del proceso seguido en la elabora-
ción. Suelen ser muy porosas; en algunos casos su porosidad alcanza el 20% (loza de barro).
Puede mejorarse su densidad mediante prensados a máquina. en seco, seguidos de cocción a
más alta temperatura o con mayores tiempos de permanencia (loza de piedra). Habitualmente
las lozas suelen recubrirse de mezclas que a la temperatura de cocción proporcionen una
estructura periférica vítrea y, por lanto, una mayor impermeabilidad del producto (Vg. azule-
jos).
384 C1ENCfA E /NGENlERlA DE MA TERJALES

Sílice

Porcelana dura

Azu1t!jos, baldosas

Porcelana dental

Mullita

Fig.IX.SO. Sistema Si/ice O.-Mullita-Leucita (Kingery)

Las porcelanas, o "cerámicas blancas", se utilizan ampliamente en las industrias qui-


mica, eléctrica y sanitaria. Las temperaturas de cocción -superiores a 1000 Q- son más altas
que las utilizadas para ladrillos de construcción, tejas, bovedillas, azulejos, lozas, azulejos,
etc. (para la porcelana de pasta dura suelen emplearse 1450 oC). Como materia prima para la
obtención de porcelanas se utilizan arcillas de alto contenido en AlZO) (V.gr. caolinita); y
como fundentes se utilizan óxidos de Na, K, Li; o feldespatos: ortoclasa (KAlSi30S)' albita
(NaAlSi3üS). anortita (CaAI2Si2ü8)' o nefelina sienita (Na(A1Si)04)-albita -ortoclasa.

IX.4.S. El diagrama binario Si02·CaO

En la figura IX.::?1 puede verse el diagrama binario Si02-CaO. Entre las fases
estables intermedias del sistema hay varios compuestos:

- CaD.SiD2, que prescnta dos varicdades cristalinas: Wollastonita (a temperaturas


inferiores a 1125 oC) y Pseudowollastonita a temperaturas superiores. La tem-
peratura de fusión del SiD3Ca es 1544 oc.

- 3CaO.2Si02' que recibe el nombre de Rankinita, estable hasta la temperatura


de 1464 oc.

- 2CaO.Si02• denominado Larmita, cuya temperatura de fusión es 2130 oc.

- 3CaO.Si02, denominado Alita, no estable para temperaturas inferiores a 1250 oC


-
DIAGRAMAS TERNARIOS 385

... ...2 570 D


,,
,
,,
,
,, 2130"
2070° , ' .•
'" •
r-- "
,7230
/ 1705-
\
,.&<
..""
1544" /
145(
L--""'" 1436"
1470"

12500
1125-

867 o

725°

V3COO.2S;02
2COO.\

c.O
V
Fig. rX.51. Sistema SiOrCaO
• Transfonnaciones:
SiO]:a Cuano ~ Tridymita 14W
CrislobaJila.
SiOJCa: Wollastonita {J!..!l,í:. Pseudowollaslonira a
Si04 Ca 2: ySi04 Ca¡ ~ a' Si0 4 Co] !..!!E a SiO"Ca]
386 CIENCIA. E INGENIERlA DE MATEIUALES

1X.4.5. J. Refracrarios si/iciosos

Están compuestos casi exclusivamente por Si02 -más del 95%- y, en conse-
cuencia, tienen carácler químico muy ácido.

Estos refractarios suelen obtenerse a partir de una mezcla de granos de cuarLO


con una pequeña cantidad de CaD (de 1,5 a 2%) que, por cocción a 1475 oC (ver dia-
grama de la figura IX.51) permite sinterizar en fase líquida los granos de Si02 y pro-
porciona un producto compacto.

Complementariamente el CaD actúa como "mineralizador" y favorece dumntc


la cocción, acelerándolas, las transformaciones del cuarzo a tridimita y criSlobalita.

Al término de la fabricación Jos ladrillos lienen menor densidad -mayor volu-


rnel}- que antes de la cocción. Conlienen aproximadamente 5% de cuarzo y 95%
--casi en partes iguales-- de tridimita y cristobalita.

El coeficiente de expansión ténnica de estos refractarios entre la temperatura


ambiente y 500 oC es muy aJto (y muy superior al de la sílice vítrea). Por eso convie-
ne que la elevación de temperatura sea muy lenta hasta alcanzar los 500 oc.

Por otra parte los constituyentes de los refractarios siliciosos pueden variar
ampliamente con el uso. Las transformaciones alotrópicas de la Sílice -rer. IXA.3.1-
van siempre acompañadas de cambios dimensionales importantes.

En sucesivos calentamientos y enfriamientos aumenta la proporción de Iridi~


mita. Un ladrillo "mal cocido" --<:00 grandes proporciones de cuarzo- podría dar
lugar, una vez proyectado y montado ya el horno, al cabo del tiempo a alta tempera~
lura, a peligrosas roturas o agrietamientos en servicio.

La calidad refractaria de los siliciosos supera a la de los silicoaluminosos


-pueden utilizarse a temperaturas más altas--, pero por su carácter fuertemente ácido
tampoco pueden estar en contacto con fundidos básicos. Su empleo en la elaboración
de acero -importante en la primerd mitad de este siglo para los hornos Siemens-- ape-
nas presenta interés actualmente puesto que se utilizan escorias básicas.

Se utilizan como e/emenros arquitecturales refractarios para bóvedas de hor-


nos eléctricos, para cámaras de hornos de coque, para estufas Cowper, para chimene-
as y salidas de gases, etc.

Debido a su composición los refractarios siliciosos empiezan a fundir en servi~


cio cuando se superan los 1436 oC (ver diagrama de la figura IX.51). Pero dado que
este deterioro afecta sólo a las zonas periféricas del ladrillo y que, por su refractarie-
dad, el resto permanece a temperaturas menores, el conjunto mantiene compacidad
suficiente para aguantar temperaturas de trabajo de hasta 16<X> oc. Además mantie-
nen buena resistencia a compresión bajo carga de 2Kglcm2 (ensayo T ~ hasta esas
altas temperaturas.
DIAGRAMAS TERNARIOS 387

IX.4.6. El sistema ternario Si02-AI~3-CaO.Escorias y refractarios para la


obtención de aceros.

Los diagramas binarios de las figuras IX.48, IX.51, IX.52 determinan los Iími·
tes del diagrama ternario SiOrAlzOrCaO.

En la figura IX.53 pueden verse en planta las proyecciones de las napas de


líquidus, los puntos máximos de este diagrama ternario, las trayectorias de las eutéc-
ticas binarias y las reacciones invariantes eutécticas y peritécticas ternarias.

,,,o
,,,
,
,, ,/'~ 1150
...
1535
,
, ~~f,;f,-
l~~/ 15e5 1 ) CaO.AlZO)

"'" Z 12CaO.7AIZO)
3 CaO.Al Z0 3
4 CaO.ZAIZ03
5 CaO.6Al Z0 3

1 2 3 ..

Fig. IX.52. Sistema CaD-AlZO]


, ..,.,
IX4.6.1. Escorias básicas.

La escoria tiene por objetivo principal eliminar por fusión la ganga que acom-
paña siempre a la mena. Para ello se adiciona a la ganga -generalmente mezcla ácida
de los tres componentes SiOz, Al z0 3, CaO-- una mezcla fundente básica que, disminu-
yendo la temperatura necesaria para fundir la ganga, permita su eliminación en forma
de una escoria de composición determinada.

Para detenninar la composicón de la mezcla fundente y la composición de la esco-


ria es útil la representación de Roozebum (IX.I.I.). Pueden situarse sobre la planta del
diagrama ternario los puntos correspondientes a la composición de la ganga. la com-
posición de la escoria deseada (para que su fusión tenga lugar a una cierta temperatu-
ra) y la composición de la mezcla fundente elegida. Conocido el peso de la ganga
puede determinarse en primera aproximación- aplicando la regla de los segmentos
inversos- el peso requerido de esa mezcla fundente para eliminar la totalidad de la
ganga y obtener aquella escoria.

La carga fundente se compone de varias adiciones o " flujos". Unos tienen carácter
básico; como el C03Ca, las dolomitas y las limas. Otros son neulros, como el espato de flúor
386 CIENCJA E INGEN1ERIA DE MATERIALES

Si02
1123

o m4.ximos
• eutécticas invariantes
x peritécticas invariantes

1545'
Gtblenita (~)
1593'0
1522'

"J!~J1"';;;;:-i1li'",\llOO'
:::::::, 1335'1
1398' 1595'
C1A(IS3S') 1""7(1 S') C.f(~')

Fig. IX.53. Sistema CaO-SiOz-AI20]>

(81% CaFz, 5% Sia 2, 1% AlZO) Y FcZ03' 1%5, reslo CaQ)3) cuyo ingrediente activo es el
fluoruro de calcio. A veces, raramente, se empican también flujos ácidos, como SiO z• para
neutralizar el exceso de flujos básiC<ls que por error se hubieran podido añadir en la carga fun-
dente.

La composición elegida para la escoria debe ser tal que su temperatura de


fusión sea baja. Aunque siempre superior a la temperatura de colada del arrabio, a fin
de que flote sobre éste con suficiente fluidez y se eviten los atascos al colar.

La composición de la escoria a obtener en horno alto puede varíar entre límites


amplios como puede verse en la figura IX.44. Una composición representativa es:
35%SiOz, 40%CaO, 10% MgO, 10 %AlzO), 4%SCa, 1%FeO.

Las escorias de horno allo enfriadas al aire y trituradas se emplean para firmes de auto-
pista en sustitución de la piedra caliza. En forma granulada y vítrea, obtenida por enfriamiento
en agua, se aprovechan como materia prima en la elaboración de cemento. El cemento (deno-
minado Portland por su coloración gris, similar a las rocas de esa localidad), es un material de
caracler básico -de componentes fundamentales caliza y arcilla- que se sinteriza en hornos
tubulares a unos 1500 oC para obtener "clinquer". Este es un granulado oscuro, de diámetro
DlAGRAMAS TERNItRJOS 389

variable desde unos mm a unos cm, que es enfriado rápidamente, molido, y al que se adictana
yeso pal1l evitar fraguados prematuros. Al adicionar agua forma una pasta que endurece (fra-
guado), por formación de silicatos y aluminatos cálcicos hidralados

Además de la fusibilidad de las escorias interesan otras caracleríslicas como


son su capacidad para afinar el acero líquido en los convertidores o en los hornos
eléctricos; y, concretamente, su aptitud defosforante y desulfurante.

Atendiendo a este aspecto las escorias deben ser básicas: para poder eliminar
el P y el S en forma de fosfatos y sulfuros de cal.

De todas maneras no conviene que la escoria tenga excesiva basicidad porque


su temperalUra de fusión resultaría muy elevada. Se procura que la temperatura de
fusión esté unas decenas de grados por encima de la temperatura de colada de los
aceros.
En la elaboración de aceros en bomo elfetrioo suele haber dos etapas, una oxidante y
olra reductora, con escorias básicas.
La primera etapa liene por finalidad oxidar los elementos menos nobles que el Hierro y
en particular el Fósforo. Para poder eliminar los óxidos de FÓSforo se precisa una escoria rica
en Cao, básica, que retenga el P en fonna de fosfato (P20j. 3CaO y P20 j "4CaO). Una vez efec-
tuado el primer desescoriado-la escoria es negra y espesa- el baño líquido queda muy oxidado
y con bajos porcentajes de Carbono, Manganeso, Silicio, Fósforo. Por ello antes de la segunda
etapa se efectúa a veces una carburación del baño, cuando se desean fabricar aceros de alto
contenido en Carbono, mediante la adición de Carbono o sumergiendo los electrodos en el
baño.
La segunda elapa, reduclora, liene por fina(jdad eliminar el Azufre en forma de sca;
por lo que se precisa una escoria lambifn básica. Cuanto más básica es la escoria, más como
pleta es la eliminación del Azufre.

El revestimiento refractario de las zonas del horno de acero en contacto con


las escorias liquidas debe ser básico. Los revestimientos de carácter ácido exigirían
escorias ácidas para evitar el ataque químico del refractario y, en ese caso, resultaría
imposible la eliminación del Fósforo y del Azufre en el acero líquido.

Por el mismo motivo tiene también que ser básico el revestimiento interior de
los convertidores de arrabio en acero. El revestimiento con refractarios ácidos (con-
vertidor Bessemer) sólo permitía la utilización de escorias ácidas y, en consecuencia,
no podía eliminarse el Fósforo; por lo que el convertidor Bessemer s610 resultaba útil
para minerales de Hierro exentos de Fósforo.

IX.4.6.2. Refractarios básicos

Hay fundamentalmente dos tipos de refractarios básicos: los de dolomla y los


de magnesia. Sus temperaturas de ablandamiento son más altas que las de los revesli·
mientos ácidos.

No pueden utilizarse refractarios compuestos exclusivamente por eaO. Esta,


390 C/ENCIA E INGENIERIA DE MATERIALES

por mucho que se calcine, puede luego hidratarsc con agua y ello produciría un des-
moronamiento de ese refractario.

Por fortuna, en la naturaleza aparecen asociadas la cal y la magnesia en las


rocas denominadas dolomíticas: constituídas por COJea y CO)Mg con una pequeña
cantidad de impurezas de FeO, SiOz• AlZO). A partir de esas rocas, por calcinación,
se obtiene una mezcla de 1,5 partes en peso de CaD y 1 parte de MgO. Por molido,
apisonado y cocción de esa mezcla se obtiene el refractario básico denominado
dolomía.

Lógicamente la higroseopicidad de ese refractario es menor que la de un hipo-


tético refractario de 100% CaO. En ese aspecto la dolomía se comporta bien durante
el trabajo del horno, aunque las paradas prolongadas a temperatura ambiente le afec·
tan de modo importante.

Por otro lado un inconveniente de la dolomía es que parte de CaO se combina


durante la cocción del refractario, o bien en el horno, con algo de SiOl para dar 2CaO-
SiOl (ver diagrama lX.51); que en el enfriamiento experimenta una gran dilatación, al
transformarse en otra variedad cristalina desde 725 DC, y compromete la integridad
del refractario.

Los refractarios de magnesia son más caros que los de dolomía, pero presen·
tan la ventaja de no ser higroscópicos y se comportan mejor frente a las escorias bási-
cas. La magnesia tiene además la capacidad de absorber -en forma de solución sóli-
da- cantidades importantes de óxido de cal y de hierro antes de que se produzca el
deterioro del refractario. Un inconveniente de la magnesia es su alto coeficiente de
dilatación lineal; lo cual resulta desfavorable frente a los cambios de temperatura en
servicio.

La magnesia se obtiene a partir de la magnesita (C0 3 Mg)por calcinación a


temperaturas superiores a 1000 oc. De este modo se obtiene MgO no hidratable. Para
poder elaborar luego el ladrillo refractario se requieren aglomerantes; ya que el MgO,
si es de gran pureza no se aglomera por cocción. Como aglomerante suele emplearse
Fe en forma de sulfalo, fosfato u óxido que -por fusión a 1600 oC forma un constitu-
yente complejo del tipo de las espinelas. La cocción de los ladrillos de magnesia
suele hacerse entre 1600 oC y 1700 oc.

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-
x
Fundamentos metalúrgicos de la
deformación plástica en frío.
Teoría de las dislocaciones.
X.l.INTRODUCCIDN

Los capftulos anteriores subrayan, sobre todo. la solidificación del mate-


rial metálico por ser esa. generalmente, la primera ctapa para su obtención.
La microestructura final de todo material metálico y, por tanto, sus pro-
piedades mecánicas en servicio, son llna herencia de las estructuras de solidi-
ficación y de las alteraciones que. posteriormente, pueda experimentar el
sólido.
Las modificaciones de la estructura de solidificación pueden producirse
por transformaciones del sólido desde la temperatura final de solidificación
hasta la ambiental (debido al efecto conjunto de la temperatura y el tiem-
po): por la conformación en estado sólido a que pueden ser sometidos pos-
teriormt:ntt: algunos de estos matt:riales: y por los tratamientos térmicos
finaks (resultado de temperatura y tiempo reL VII y VIII).
La historia industrial del producto metálico acabado comienza. practi-
cament!;' siempre. por una solidificación. En algunos casos, muy pocos, suele
empezar de otro modo: por ejemplo con la reducción qu(mica de partícu-
las dt' un óxido metálico sólido (o de otro compuesto del metal como por
ejemplo carburo) y la posterior compactación de la esponja sólida. o de los
polvos metálicos. así obtenidos.
No son esos los únkos procedimientos para obtener polvos metálicos: aunque, como
quetlaselbL.¡do ya en cap(tulos anteriores a propósito de las energías libres de superficie
(ref. 11.1.). y de b :-olidific<lción rápida (ref. V1.5,), también la Pulvimetalurgia precisa
los fundamentus estructurales de la solidificadón: puesto que comienza habitualmente
por la obtención de los polvos sólidos a panir de un líquido metálico,
Son muchas [as piezas obtenidas directamente por solidificación y uti-
lizadas cn servicio sin Llna posterior conformación mecánica. Tal es el caso,
por ejemplo. de las piezas de fundición gris (suponen el 10% del tonelaje
total dl' mah.'riales metálicos producidos, anualmente, en el mundo), Tam-
bién se fabrican otras muchas piezas directamente por moldeo: tanto de
acero como de aleaciones no férreas. Esos productos se utilizan en servi·
cio sin conformación mecánica posterior. A veces requieren tratamientos
térmicos sus fundamentos se han expuesto anteriormente~ para madi·
ficar l<l estructura hruta de moldeo.
En definitiva la Metalurgia Física de la Solidificación y Transformacio-
nes de Fase. correspondiente a los capítulos desarrollados hasta ahora.
fundamt'nta la elaboración de los productos metálicos,
La cont'ormadón de aleaciones sólidas por deformación mecánica puede
cfcduarst'. <l veces. a la temperatura ambiente, en (r(o, si la naturaleza del
394 CIENCIA E JNGENIERJA DE MATERIALES

metal o de la aleación lo permiten. En otros casos la deformación se realiza


a más altas temperatura, a partir de lingotes, tochos, o desbastes, obte-
nidos previamente por solidificación (colada convencional o colada con-
tinua) y se denomina deformación en caliente.
Este capítulo trata de las consecuencias estructurales que comporta
la conformación, o deformación plástica, en frio de materiales metálicos.
En el capflulo XII. se desarrollan1 la incidencia de la temperatura sobre
estructuras deformadas (Restauración y Recristalización), lo que constituirá
una introducción la Metalurgia Física de la conformación en calienle.
La deformación plástica en frío de un agregado poli cristalino por un
proceso cualquiera de conformado -Iaminación, estirado, trefilado, embu-
lición, compactado de polvos, plegado, enderezado, etc.-, suele traducir-
se en una deformación permanente. Esta tiene lugar en el interior de los
cristales con acomodación de las juntas de grano, como puede verse por
microscopía óptica incluso a pocos aumentos (Figura X.1.1.".),
Pero, sobre todo, la deformación en frío -junto a una variación de forma
externa del material, v.gr., progresiva rcducción dcl espesor dc una chapa- va
modificando de modo importante algunas características intrínsccas del mate-
rial metálico: los materiales metálicos adquieren acri{Ud por deformación en
frío.
La acritud es una propicdad caracter(stica del estado metálico, que no
presentan los polímeros ni los materiales cerámicos. Para ilustrar esta pro-
piedad supongamos qm' se lamina t'n frfo Aluminio comercial. y se obtie-
nen distintos grados de reducción de espesor. El material resultará más duro
cuanto tll('nor sea d esp..:sor finaL es decir, cuanto mayor haya sido la
rcducción ('n frío. En primera aproximación puede decirse que acritud es el
aumento de dureza que adquiere un material por deformación en fr(o
(work hardening, ecrouissag(' ¡.
El grado de acritud que adquin(' un mal('rial depende de factores ex-
lemas al mal erial IlH:tjli..:o v.gr. Ilaturak'za del esfuerzo y velocidad de
aplicación de l'sle . p('ro ~()hre lodo dep~'llde del grado de deformación
en frfo que el mal erial experilllt'nta y de la naturaleza del material (siste-
ma cristalino, t'nng(a d~' deft'clo" lk apildllllenlo. tamaño de grano. pureza
del metal, ele l

Ld a..:ntud !!lWI'Ua rela":lón ":Oll d slstellla ,11,taitlh) d que peneneo.:en el metal o alea·
ción. pero parll 1:11 IIlISIIH' slstel1l11 ,'ristalinu id a~'lltllu adquirida para igual deformación
variJ de un llletal .1 utro. tal oo.:lIrrt'. por ejemplo. ,J se ":OJllparlln Aluminio y Cobre. En
ese sentido ":Jbe dedl cJue d C<lbrt' (..:u)a ~'urva de dureza, en función de la reduco.:iÓn
~'onferida por UdllllJ\,!L'j,:)lI ,'11 t'IO. PI,',c'llt:J mayores pendientes que la del Aluminio,
par:! iguales redlH:ciones) tit'l\e UJI 1I1J}Ur dUllO de acritud. o de enduredll1iento por de-
furmadÓn en fríu. que el Aluminio.

Qut' la dureza de un l11at~rial metálico aUI11~nte tras laminación en frío


pu~de llevar a una conclusión equivocada: la de suponer que la deforma-
ción en frío produce una cierta consolidación, una especie ue aumento de
la densidad del material, que sería la responsable del aumento de dureza.
-
TEORlA DE LAS DISLOCACIONES 395

El fundamento metalúrgico de la acritud son los uefectos cristalinos 1111\:<1-


les (dislocaciones cristalinas) existentes en el interior de los cristaks, su
multiplicación durante la deformación en frfo, y feaccíont'S entrt' l'lIas du-
rante la deformación.
Algunas propiedades de los materiales metálicos ~n insensibles a la
estructura y a los posibles defectos cristalinos de ~sla. tales, como por
ejemplo. punto de fusión, calor espedfico, densidad. módulo elástico (ft'f.
1.4.), Olras propiedades como plasticidad en frfo. dureza. resislt'ncia a la
rotura. conductividad eléctrica, cte.-, guardan relación con ('1 sistema uis-
talioo especffico de cada metal o aleación. y con los defectos crisl:.l1inos
-lagunas, defectos de apilamiento, dislocaciones dc. existentes l'n ese
material metálico.
A modo de preámbulo de la teoría de las disloc<lciones paro.:co.: opurtuno
hacer una breve referencia a las lagunas (en X.H. so.: expondr:l otro tipo de
anomalía cristalina: los defectos de apilamiento).
Todos los cristales reales prcsent<ln defectos en la disposición reticular.
ordenada, propia del sistema cristalino a que pertenece el materüll metá-
lico. Una de esas anoma\(as consiste en que falta el átomo t'n determinados
nudos de la red: este defecto, puntual, recibe el nombre de laguna o vacante.
Las lagunas o vacantes se crean generalmente por agitación h~rmil:a. La
fracción de nudos reticulares vac(os a una determinada temperatura T 1
aumenta enormemente con la temperatura (ver Tabl<1 X.U y responde apro-
ximadamente a la ecuación:

n:N = exp.(6G 1,:kT , )

siendo:
n el número de lagunas existentes en la red,
N el número total de nudos de la red,
6G¡; la energía libre requerida para mover un ,Horno desde el interior
del cristal h<lsla su superficie.

Por enfriamiento mpido es posible retener a temperatura ambienk gran


numero de las lagunas existentes a alta temperatura. Cuando los suhen-
friamientos son grandes, o las velocidades de enfriamiento continuo muy
rápidas, ello j ust ific<l que la precipit ación a part ir de soluciones só lidas (reL
VII.l.\.) sea de tipo continuo. es decir, con las partfcul<ls de precipitado
distribuidas casi uniformemente en el interior dt' los granos cristalinos:
como resultado del mayor número de lagunas aumenta t'l número de puntos
potenciales en que la precipitación puede tener lugar.
Por la misma razón, cuando el hipertemple de la aleación Al 4"", eu 1"-',
Mg se realiza en agu<l en lugar de en aceite, -<Iunque este agente refril.:e-
rante seda suficiente para mantener metaestablernente 1<1 soluciÓn sólid<l y
evitar 1<1 precipitación durank d enfriamiento~, el nlllllerO de lagunas "relt'-
396 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERlALES

TABLA X.1.
Lqunru dr rquilibrio en un me/al en (uncIón de la
trm~rotura (Dieur).

ha":l:JuTl apruxiTllilda
TClllpcr¡¡tura. f.k lugart"s rctlcul:Jres
Oc \'a..:allH'S

500 I X 10-10
1000 I x lO-s
1500 :i X 10-4
~OOO 3 X 10-.1

nidas" resulta mayor corno consecuencia de aquel mlls rápido enfriamiento


tdectuado en aglla: y. por ello, aumenta el número de puntos "activos"
para la posterior precipitación por maduración natural o artificial (ref.
VII. 1.~.) y ésta st' realiza en menos t icmpo.
La l'xisll:~nl:i;! previa de lagunas afecta lall1b¡~n al comportamiento a
corrosión. endUfl'cllllienlO. ele. Las conduerividades eléctrica y térmica
dl' [os metah.'s son igualml:nk afectadas, de modo sensible. disminuyendo
al alllllentar el nOmao de lagunas.

X.2. GEOMETRIA DE LOS CRISTALES

)'rádh.:aml.:'llt.: todos los 111~laks industriales cristalizan en el sistema


cúhil;o dt" caras. y dt.' cuerpo Ct'nlrado- y t'n el sistema exagonal (rer. 1.3.).
Por dIo en los apartados siguienks se prestará especi<tl atención a ambos
sislc:mas y. prt"krt'nle. al cClbica. Entre los metales cuya producción anual
Sllpt'ra d Illill<'ln de toneladas Hierro. Aluminio. Cobre, Zinc y Plomo-
lodos. L'on t'xct.'pción dt'l Zinc que es eX<lgon¡ll, cristalizan en el sistema
I.:úhico dl' caras centradas (el Hierro puede cris!<lliz'IT, <ldemás. en el cúbico
centrado en el cllerpO). Los restantes metales para aplicaciones estructura-
les. L:Oll consumos notablemente inferiores a los cinco anteriores. crista-
lizan. pr:lclicamenlt' tOllas. en el sislt'IlUI exagonal y en el cúbico centrado
t::n d rll~rpo. ConslituYl'll casi una t::xc~pción, ¡jI considaar el conjunto
d~ los mdak:-., los qUl' aistalizan en otros siskmas.

X.2.1. Indices de Miller de los cristales cúbicos

La t·slnll.:tura rristalina cúbica no sólo t::s la más fr~cll~nlc en los metales


sino tambi¿n la más c1elllt::nta1. La Figurd X.I. corrt::spondt:: a llna red cúbi·
=
ca simple de parámdro a DA) OSI = DO] =
-
TEORJA. DE u.s DlSUJCACIONES 397

D, B
I
e, I
A
,
I
I
a
L
I
I
K I

__ r
'-- B,

'" e
Figura X.l. Red cúbica simple. lndices de Mil/er.

Para identificar los planos cristalográficos de esa celda elemental se emplea


habitualmente la notación de MiJler: si un plano intersecta a los ejes coor-
denados en puntos tales como DH = alh, DK = a/k. DL = a/I, (es decir si se
trata de un plano de ecuación cartesiana hx + ky + Iz = a), dicho plano se
designa por los tres valores, o índices de MilIer, h, k, 1.

A modo de ejemplo, por tanto:


el plano AA¡ ce l , (de intersecciones 1, 1/00, 1/00 ), se designa 1, O, O

id. 1/00,1,1/00), id 0,1,0

id. 1,1,1/(0), id. 1,1,0

;d. 1,1,1), id. 1,1,1

Un trazo sob~ alguno de los (ndices SÍgnifica que el plano cona a ese eje coordenado
en una ordenada negativa. Así el plano Al B I el es el plano 1, 1,1.

Cuando los tres valores h, k, l se encierran dentro de un paréntesis, indican


no solamente el plano de índices h. k, 1, sino todos los planos paralelos a él.
Por ejemplo, Q 1. 3) comprende tanto al plano (1, 2, 3) como al plano
(2, 4, 6) o al (3, 69); y, en general, cualquier plano (m.l, m.2, m.3) en que
m, un número entero, puede ser positivo o negativo.

El plano DD1C1C y sus paralelos (mx-my=a) se designa (I T O) o b~n (T 1 O);


o
id para ADC la designación (1 i 1) la (T 1 1); id para BDC la (1 1 no (1 TI), etc.
Cuando los lres valores se encierran en un corchete) h, k, I I se Quiere
indicar así al conjunto de planos cristalognificamente equivalentes. Por
ejemplo ) 111 I indica por igual cualquiera de los cuatro planos ABe, ADC,
398 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

BOC, ABD cuya nomenclatura de Miller corresponde respectivamente a


(111), (1 1 1), (1 T ll, (1 I n.
Por otro lado, dada la sirnetrfa del sistema
cúbico, son planos cristalognHicamente equivalentes aquellos que lienen
iguales fmlices de Millcr pero cambiados de orden. V.gr son equivalentes
(123), (321), C! 13). Su conjunto se expresarfa jl23l .
Los índices de Miller I u, v, w 1 de una dirección cristalográfica determi-
nada por dos puntos A y B son las compotlt:'ntes del vector entero más pe-
queño que une esos dos puntos.
El conjunto de direcciones eristalograficas equivalentes se expresa <u, v, W>.
Así la dirección AB, en el sentido tle B a A, sería (courdenadas de A !IlellOS coorde·
nadas de H): u = 1, v = l. w = O, es dedr, [ 1 1 O 1 Análogamente, la dirección ljue
une el unocentro dellriángulo AHe (de coordenadas X = 1/2, Y = 1/2, Z = 1/2) COIl
el punto (' (de o:oordenadas X = 1, Y = 1. Z = O) tiene por o:omponentes X = 1/2 1,
Y = 1,/2 1. Z = 1/2.l'or tanto las componentes del vector enteru más pequeJ10 serán:
u = -1 , v = 1. w = 2; Y los índkes de Mil1er de aquella direo:dÓn. 1TT 2 J .
Para familiarizarse o:on la nomenclatura puede el lector verificar las direcdunes indio
cadas en la figura X.49.

X2, 1.1. Relaciones entre indices de direcciones y planos

Los planos (h, k. 1) tienen por ecuación cartesiana hx + ky + lz = a.kte:


y la dirección [u, v, w J tendría por ecuaciones X/II = Y/v = Z/ W. Ot' dio
se desprenden las siguientes relaciones:
* La equidistancia, d, entre planos (h, k, 1) es

La fórmula anterior permite ordenar de mayor a menor los espaciados de un:t cclda
cúbica simple. Así por ejemplo:

d= a wrresponder¡¡ a planos 1100 j


d~"!V' Id Id. 11101
d ~';y3 Id Id. 1111 I
d=afvl4 id. id 12oo{
d ~ ';yS Id. Id. 1210 I
d=a,!V6 id, id. 121d
d = aiV7 no o:orresponde ¡¡ ningún sistema
d = iJfvl8 corresponde a 1no ¡
d ~'!V'i Id. 1300 I y 1"11
d ~';y1O Id. 1310 I
d ~';yll Id. 13111
d = <l,Vl 2 id. 1222 j
TEORlA DE LAS DISLOCACIONES 399

d=:J¡..jtJ id. 13~01


d~'1v"4 Id. 13"1
d = <l¡.JI:; no corresponde a ningún sistema
d = il¡.J1 6 .'orrespomk u 14001
d~'1v'17 Id 14101 y 1.1"1
d~,¡y" Id. 14111 y Inol
<I=u.VI9 id. )3311
d = ,,:Y20 Id. 1"'0 1
ele.

No todos esos sistemus de pi unos son cristulográfieos; es decir, puede haber átomos
de la red que no estéll contenidos en esos planos; obsérvese por ejemplo que los planos
1100 l. si el melal es cúbico de cuerpo centrado, no contendr(an a los átomos situados
en el centro del cubo elemental. L<l condición para que sean cristalográficos los planos
Ih k 1 (en el sistema cl1bico de cuerpo centrado es que k + k + I sea par.
Cuanto mayor sea la equidistancia entre planos cristalográficos mayor es la densidad
atómica (número de átomos/cm1.) de esos planos. Por tanto en el sistema cúbico de
cuerpo centrudo lu relación de planos cristalográficos ordenados de mayor a menor
densid:Jd ¡¡!ómica es: )110 l. l. ¡
1200 )211 .1220 (. j310 1, 222!. 13211. j400 ¡ l.
1411 iY 1330 1·1420 l· ",
¡ ¡
La condición pam que planos h k I sean cristalográficos en el sistema eübico de
caras centradas es que h, k, I tengan la misma paridad; es decir, que sean todos pares o
IOdos impares. Por tanto la relación de (la nos cristalográficos ordenados de mayor a
menor densidad ¡¡tómic¡¡ resultar:!: )111 . 1200 1220!. ¡ 311 l.
12221 . j400!, ¡.
1.1 31 1.11201 '"
Cuanto mayor es la densidad i.ltÓrnica del planv cristalográfico ) h k 1 mayor por ¡,
tanto el espi.lciado entre planos paralelos, menor resultará la resistencia al deslizamiento
entre dos de esos planos contiguo. Como regla general puede decirse que los esfuerzos
necesarios para cizallar un cristal cúhico serán menores cuanto más denso sea el plano
de cizallamiento.
El conocimiento de las dos ser;aciones de planos arriha indicadas tiene. también.
interés para la interpretación de diagramas de Debye Scherrer por difracción de rayos X.
Precis¡¡mente estos diagramas permiten determinar el sistema cristalino de los materia-
le~ metálicos y su parámetro de red .

• Tr<lzando. desde el origen de coordenadas. una perpendicular a los planos


(h. k. 1) esa normal forma unos ángulos a. {3, 1', con los ejes OX. OY. az.
determinados por:

cosa = h: (11 2 + k2 + 12 )1/ 2

COSl'=I:(h2 +k2 +1 2 )112

• Los ángulos quc Ull:! dirección [11 y W 1 forma con los ejes ax, OY, az
serán:
cos Q' = 11: (u 2 + '1 2 + w 2 )112
COSl' = W: (u 2 + y 2 + W 2 )1/2
400 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERIALES

'" Los planos (h, k, 1) son perpendiculares a la dirección [11, k, 1] .


'" El ángulo () formado por dos direcciones [ u, v, w 1 y [h, k, 1 1vendrá
dctcnninado por:

'" El ángulo formado por la dirección [ u, v, w ] y el plano ( h, k, 1) es el complemen-


tario del que fonnan las direcciones [ u, v, w] y ( h, k, 1).
Por tanto la dirección l u, v, w 1será paralela al plano (h, k, 1) si:

u.h +v.k + l.z =0

• El ángulo formado entre los planos (h], k], 1]) Y (h 2 , k 2 , 12 ) es el


mismo que fannan sus direcciones normales, y por tanto:

'" La intersección de dos planos (h 1, k 1,1 1 ) Y (h 2 , k 2 , 12 I es una direcci(~n


l u, v, w J tal que:
w = k2 . 11 1 - k1 . h2

X.2.1.2. Notación vectorial

El empleo de esta notación es particularmente útil para describir, como


se verá en apartados siguientes, las reacciones entre dislocaciones.
El vector que une dos átomos en una determinada dirección se designa
mediante los índices de Miller de la dirección y una fracción del parámetro
a (por la que debe multiplicarse cada uno de los índices de Miller de la
dirección para obtener las componentes de ese vector en las direcciones
OX, OY, Ol). Así por ejemplo. en el sistema cúbico de caras centradas
(ver la Figura X.l.), el vector que une el átomo DI con otro contiguo, en
la dirección 8 I DI, se describe como a/2 1O 1 T] . y con carácter general
se designaría como a/2 < I 10 > al vector que une dos átomos en la di-
rección de las diagonales de las caras.
Para la suma, o para la descomposición de vectores, ha de tenerse en
cuenta que las componentes según OX, OY, OZ del vector resultante ha-
brán de ser iguales a las sumas de las componentes, según esos ejes, de
cada uno de los vectores reaccionantes. Supongase, por ejemplo, que quiere
descomponerse aquel vector que une DI con otro átomo en la dirección
8 1 DI, es decir a/2 [O I T] , en dos vectores: en un vector a/6 1I 1 2 J
(cuya dirección corresponde a la PD I ) y en otro vector a/6 ¡ x, y, z J; los
valores x, y, z saldrán de las igualdades:
TEOR/A DE LAS DISLOCACIONES 401

0= a/6 + a.x/6 : a/2 ~ a/6 + a.y/6 : -a/2 ~ -2.a/6 + a.z/6


por lo qUI: aquella descomposición se describirá:

a/2 [ 01 TJ ~ a/6 I 11 '2 ] + a/6 [T 2T ]

Del mismo modo podría calcularse que la suma de dos vectores

a/6 [ 11 "2] + a/6 [ 112 ] dará como resultante a/3 [ 110 l.

X.2.2. Indices de Miller en cristales no cúbicos

P3ra el sistt'll1a ortorról11bico. cuya celda elemental tiene ejes perpen-


diculart's t'ntrl: sf -a. b, c (sit'ndo a, b y c d¡ferentes)~, se toman como
índicl:s dt' un plano -h. k. 1- los valores inversos de las respectivas in ter·
St'cdones con aquellos ejes: a/h. b/k, c/1. Igualmente a lo señalado a pro-
pósito de cristales cúbicos. los tres valores dentro de un paréntesis (h, k, 1)
ddint'n todos los planos paralelos a un plano h, k, 1. En el interior del
parénksis St' encierran skmpre los fndices enteros más pequeños. En cuanto
a direcciones. si las componentes del vector de tina dirección son u.a, v.b,
w.c. la notación de Miller para esa dirección es r u. v, w l , siendo u, v, w
núrnt'ros enteros primos entre sí.
En cuanto al sistema tetragonal la nomenclatura es similar si se tiene
en cuenta qUt' los ejes dt' la celda elemental son a, b, e: siendo a = b y
distintos dt' c.
El sistema exagonal más frecuente que los dos citados en los párrafos
anteriores . St' distingue de aquellos, y del sistema cúbico. en que la nota-
ción de Miller pura un plano se define por cuatro índices h. k, i, 1. Los
valores h. k. i. se rcfiaen a las longitudes inversas -a/h. a/k, a/i- de las
intersecciones con los ejes -al, a 2 • a).- coincidentes con las direcciones
compactas del plano basal que. como es sabido, forman entre sí 120°;
el tercer (ndice i. correspondiente a la intersección con el eje a), está rela·
cionado con h y k por la igualdad i = -(h + k). El índice I indica el valor
inverso, e/1. de la intersección del plano con el eje c.
A modo de ejemplo, la nomenclatura del plano basal de la Figura X.2a.
es ( 0001 ) . La cara del prisma, ver FEJH, es [ I O1 O,]. El plano GFE, pira-
midal tipo 1, de primera especie. ..Qe orden 1, es (1 O TI l. El plano KFE,
piramidal tipo 1. dt' orden 2.( 1012 ).Los planos GFD y KFD, piramidales
tipo 11 dt' s¡,;gllllda l'spedt', dl' ord't:n 1 y 2, son respectivamente (1121)
y(1122J.
402 CIENCIA E INGENIE1W& DE MJt TEIUALES

"

'2

" (.)

Fig. X.2. Sistema exagonal.


(a) Celda.
lb) Plano basal.
,,

01~
\ (b)

Los índices de una dirección (u v t w l ,en el sistema exagon~ tras-


laciones paralelas a cada lino de los cuatro ejes -a., a2. aJ. c- de lal modo
que la suma u + v + I sea igual a cero. Uniendo el punto final de esa tras--
lación con el origen de coordenadas se tiene la correspondiente d¡recciOn.
En la Figura X.2b. se indican las direcciones compactas I 2 ¡¡O I • ( 1 I "2 O J.
I 12 ¡O I cOITes¡x>ndientcs a los llamados ejes diagonales de tipo 1: a, , 31, a).
Véase también cómo se determina la dirección I 10101, que sude llamarse
eje diagonal de tipo 11.
TEDRlA DE US DISLOCACIONES 403

X.J. GEOMETRIA DE LAS DISLOCACIONES

No fue posible comprobar experimentalmente la existencia dt' defectos


lineales, denominados dislocaciones, hasta finales de la década de 1940.
Fue sobre todo a partir de 1955, con el empleo generalizado dt' la difrac-
tometría de rayos X y los avances en microscopia electrónica dt' transmi-
sión, cuando creció el interés por los aspectos teórico prácticos ligados
a este tipo de defectos y al desarrollo de la teoría de las dislocaciont's.
Desde un punto de vista puramente teórico el concepto de dislocación
había sido propuesto ya en 1934, por Taylor, Orowan y Polany, como una
explicación de la debilidad experimental que presentan los cristales me-
tálicos reales en la deformación plástica frente a los valores teóricos calcu-
lados en función del enlace metálico. los metales comienzan a deformarse
plásticamente con tensiones entre 1.000 y 10.000 veces menores que las
que cabía esperar teóricamente.
Actualmente la teoría de las dislocaciones se aplica a casi todos los aspt'c-
tos de la deformación plástica de los metales y da cumplida explica¡;ión
a muchos de los interrogantes relativos al difen.'nte comportamit'nto tllt'c,j-
nico de los metales. Concretamente a los mecanismos reales de deslizamit'nto
cristalino, acritud, tenacidad, fenómenos de envejecimiento, n.:cristali7.a-
ción y fluencia.
La dislocación viene a ser como el límite entre dos regiones cristalinas,
que son perfectas en sí mismas, pero entre las cuales existe un desajusto.:.
En la Figura X.3. se representa una porción de cristal ideal de red cúbica; ima-
gínese que toda la porción de cristal superior al plano D es desplazada hacia la
izquierda aproximadamente media distancia interatómica en esa dirección elegida
para el desplazamiento, mientras que los nodos reticulares de la porción de cristal del
plano inferior permanecen inamovibles. Tras producirse esa distorsión la red se rea-
justará como se indica en la Figura X.4.
Obsérvese que la región situada en el interior del bucle ha deslizado
sobre el plano D mientras que la región externa al bucle ha permanecido

Plano D

Fig. X.3. "Deslizamiento" en un cristal.


404 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MA TERIALES

invariable. Pues bien, recibe el nombre de dislocación la imperfección Ií-


neal, o límite LL'MM', frontera, entre la región deslizada y la región no
deslizada, localizada en el plano de deslizamiento.
En la Figura X.5. puede verse la acomodación de planos cristalográficos
que tiene lugar para hacer irreversible y permanente esa anomalfa en el
interior de un cristal.
Como resultado de esa acomodación en las regiones superior e inferior
al plano de deslizamiento D, el plano J aparece en la Figura X.5. como
un semiplano extra que produce, a modo de una cuña, una distorsiÓn en
la red; análogamente, en el lado opuesto del bucle, la dislocación MM'
es la intersección de otro semiplano extra K, también a modo de cuña,
pero de signo contrario a la anterior dislocación. El segmento LL', situa-
do en el plano de deslizamiento O y perpendicular al vector b, recibe el
nombre de dislocación de cuña (o de Taylor) y se representa por el signo
...L (dislocación positiva de cuña)~ el segmento MM' es también otra dislo-
cación de cuña pero de signo contrarioT(negativa).

Fig. X.4. Dislocaciones.


@Región deslizada.
O Región no deslizada.
TEORlA DE US DISUJeACIONES 405

o
--- ---- ---------.---.-_--.--- .
---------.-- .---._-.----
..~..~_._-.__.-..-..-..-.......--_.-..~..~..~... ~
• • • ._-
• • • • .....---- •
• ______ r
• • • • • • • •
• • •
•• • • • • • • • .:.:
~ •• •
.--.--.-..-. ~. ~.~. .- J__ ,.~ • • '-
-"-"--'--'--'---"'--"2i-•
-

. ~. ~..--,-..--.__.-."_!---..--------
I
• • • • •
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'" I
J:l
I
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--..

-- ~--..

,.,1
I
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---• • • • •
l~
• • •

o
406 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MATERIALES

Volviendo al bucle LL'MM' de la Figura XA. obsérvese la distorsión cris-


talina que comporta la presencia del segmento LM. Para ello véase en la
Figura X.6. que los puntos reticulares próximos a esta dislocación LM
pueden ser descritos como yacentes sobre una hélice. Lo mismo ocurre en
el lado opuesto del bucle. L'M', pero el avance de la hélice es de signo
contrario.
Por esta razón los segmentos de dislocación considerados, LM y L'M',
(nótese uno y otro son paralelos al vector b). se denominan dislocaciones
de hélice, o de tornillo (o de Burgers). Por convención se considera posi-
tivo el sentido de avance de la hélice de eje LM (sentido de avance de un
sacacorchos) y negativo el de la hélice de t:je L'M'.
Imaginemos que se pudiera recorrer un circuito. desde la zona deslizada
hasta la no deslizada, por saltos de uno a otro átomo en la dirección del
vector b, tal como se indica en la Figura X.5 .. intentando volver al punto
de partida S: recorriendo nI átomos hacia la izquierda, n 2 átomos hacia
abajo, nI átomos hacia la derecha y n 2 átomos hacia arriba (siendo tanto
nI como n2 del orden de miles de átomos, aunque para facilitar el dibu-
jo no se puede indicar así en la figura 5 l. .Es espectador que hubienl he-
cho este recorrido no volvería al punto S sino a un punto SI distantt' del

liS.
¡superior

11,
¡inferior
III
II

Fig. X.6. Cada plano de la región no dt'~lizad¡¡ origina dos semiplanos paralelos
en la región deslizad;¡. S (superior al plano de deslizamiento), i (infe-
rior a dicho plano).
TEDRlA DE US DISLOCACIONES 407

Fig. X.7. Circuito de Burgers alrededor de una dislocación de hi/ice.

S una magnitud interalómica en la dirección del veClOr b. Lo mismo ocu-


rriría (Figura X.7.), al intentar recorrer un circuito desde la zona desli-
zada a la no deslizada e intentando volver al punto de parlida. atravesan-
do la dislocación de hélice. El circuilo así recorrido recibe el nombre de
circuito de Burgers: y el vector nec~sario para cerrar el circuito (que re-
sulta el mismo cualquiera que sea el circuito de Burgers elegido) se deno-
mina lJectorde Burgers.
El vector de Burgers. b. tiene por módulo la distancia inter3tómica en la dirección
del "deslizamiento" Suele describirse. según la nomenclatura indicada en X.l.I .. me·
dlante los índices de Miller de la dirección y una fracción que indica la magnitud por
la que debe multiplicarse cada componente de la dirección. Así por ejemplo el vector
de Burgers más frecuente en los metales del sistema cúbico centrado en las carólS (ref.
X.J.I.,. el vector de la dirección < 110 >.suele escribirse: a/2 < 110 >;p¡¡r¡¡ indicar
que el vector tiene de componentes (a/l, a/2. O) y por lanto su módulo es ¡¡IV1, es dedr
una distancia interatómica en esa dirección.
Generalmente los frentes de dislocación yacentes en el plano de desli·
zamienlo no son reclangulares (como se ha indicado en la '-:igura XA.)
sino que se presentan a modo de anillo (loop) como puede verse en la Fi·
gura X.S. En esta Figura la mayor parte de las dislocacion~s no son de
cut1a, ni de hélice, sino mixtas; solamente hay una dislocación de cuña en
el punlo PI (en vez de plano exlra hay una hilera extra de álamos) y aIra
cuña de sentido contrario en el punlo P1 . Hay, también, dos dislocaciones
de hélice, puntuales. en p] y P4. ambas de sentido contrario entre sr.
406 CIENCIA. E lNGENIERlA DE MA. TERlALES


•••
••
••
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••
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1 ~
••••••••• ..P: ,I
4,
I

•••
••
Fig. X.8. Anillo de dislocación.

Las dislocaciones mixtas Sr.' designan por dos vectores; uno de ellos es
el vector de Burgers que indi¡;a la ma~nitud y dirección dI: corrimiento del
trozo dI,' rt'd d,..splazada por encima del plano de deslizamiento (vector
dl' BUfl:r.'TS qlle es id~ntico en todo el bucle ya que la red cristalina debe
h:ner l:onlinuidad a Irav~s de las Tt'giones delizada y sin deslizar): el airo
v\.'¡;lor al igual que la dislocación mixta- cambia de un punto a otro de
1<1 línea ¡;onlinu<l dd bucle: es el vector unitario t tangente en cada punto
;JI hudl'.
/bí pUl'S. ~~llt'ralizando. diremos que la dislocación en un punto es:
~ de cuña: ¡;U<lnJo 1:1 produclo ~scalar de b.l es igual a cero.

- de hilice: ..: uallllo l'l produclo vectorial bXt = O.


- mixla: ell los otros e:Jsos. (llar:J su estudio se desdobla el vector b en las
l;llll1pOIh..'llk~ dl' hélice b li y de l;u~a b l . : en las respectivas direcciones de
la l:Jll~l'nll' y la normal. al bucle de dislocación. en ese punto.

X.4. MOVIMIENTO OE LAS OISLOCACIONES

Tod<l dislo.:ación existente en un cristal queda definida por los vectores


b. y 1: pero es necesario. además. conocer el plano de deslizamiento. Un ter-
cer Vl'r.:Ior n delcrmina l'l plano: n l'S la normal al plano en que se produjo
y l'stá ¡jclu¡jllllent~ el buek de dislocación. Si ~ aplica un vector de movi-
TEORlA DE lAS DISLOCACIONES 409

miento m (no confundir este vector con la fuerza que sería n~cesario aplicar
para que origine el vector de movimiento m) se pueden producir tres tipos
de movimiento de dislocaciones:

-- --
1. 0 - Cuando el vector de movimiento está en el nlano de la dislocaciOn,
es decir, m.n = O Y n,b = O (pudiendo ser- b.t =~O, o -
bien -
bXt = O, o
7;i=/= O), el movimiento tiene lugar en el plano de la dislocación y recibe
el nombre de deslizamiento (slip).
0

--
2. -Cuando el vector del movimiento es perpendicular al plano de la dis-
locación, es decir. mXn'= O el movimiento ha de ser normal al plano de la
dislocación y suele denomi~arse trepado (c1imbing).
3.0- Cuando d vector' del movimiento es oblicuo respecto al plano de la
dislocaciOn, es decirm:ñ: =1= O, pudiendo Sl::r:
- b7::= O (cuña), en l:uyo caso no se mueve la dislocación.
- bXt = O (hélice). y la dislocadO n paralela, perpendicular II oblicua al
obstáculo. Si se produce movimiento se denomina deslizamiento cruzado
(cross slip).
- ~-¡= O (mixta). De los dos componenles del veclor b sólo puede mowr·
se la b h .

X,4.1, Movimiento por deslizamiento (slip)

Para mejor compr~nder el movimiento de dislocaciones cunviene ad-


vertir que tanto una dislocación de cuña L'Umo una de Ih~Jicl.' pueden existir
aisladamente en el interior de un crislal.
Una dislol:ación, frontera en el planu de deslizamiento entre dos Lonas reguhues de
un cristal. puede existir aisladamente sin ronnar pane de un anillo cerrado. Una dIs.-
locación de I:uña positiva, por ejemplo, no requiere la presencia simultanea de utt'J
dislocación de CUl1a negativa. exigiendo al mismo tiempo olras dos dislol:adulle~ de
hélice la su ve¿ una y otra de signos contrarios). para formar siempre un anillo ~irnil;¡r
al de la Figura X.4. Al margen de otras consideraciones sobre el or1 óen de esus defecw,
lineales, muchos de ellos formados durante la soliditkad6n -, baste I:Ollsiderar ~uc
siempre resulta posible que el criStll!. objeto del estudio, ,ea un truw obt<.'niuo por
I:orte de otrO I:ristal, cuyas dislocal:;ones " s<.' I:errllhan ti.mnlllldu un ;l1Iillu sobre el
plano de desli¿amiento.
Cuando una dislocadón de cuna se mUl:ve por dl"slizamicnlo. es l.ll"cir
con movimiento eft=ctivo parall'lo al Yl"ctor de Burgcrs, hasta alcanl.ar I;.J
superficie del cristal. producl.' un t=~alón de magnitud b, l."OlT\O put=de apre-
ciarse..' en la Figura X.9. Advi~rtasc \.jUl.' d l.'sfuerzo requerido para LJUl" l.'~a
dislocación dl.'~licl.' es muy PC4ucño, siempn: quc no t:Ol::ut=nlrc nin~(m
obstáculo en su camino, ya que no son los citomos quienes deslizan sino /a
dislocación kl hucco). En dcdo, <lUn4lH.' el resulladu final es quc un tnn.u
dc cristal ha deslizado una magnitud b subre la otra IX.Hl:ión inferiur dt.d
410 CIENCIA. E INGENIERJA DE MATERLtLES

cristal, los deslizamientos de los atomos, romo puede verse en la Figura


X.IO., son muy pequeí'iOs: los átomos A, E, D, apenas se mueven, no hay
cambio en sus posiciones relativas, y por tanto no hay transferencia de
materia; lo cual equivale a .decir Que la energía de activación para el "des-
lizamiento" es muy pequei'l.a, y por tanto que el deslizamiento puede tener
lugar incluso a bajas temperaturas, bajo la acción de pequeñas tensiones,
y en tiempos reducidos.

, , 1 , :

.., .'"..,
:::
," ' , (al
,
,l "' , ,
I

(b)

Hg. X.9. Del1jzamietlto de uno dislocaciól1 de cuña (&cd-HiU).


(a) Cuña positiva. (b) Cuña MgOtilHJ.

Si el vector de movimiento, aun estando en el plano de deslizamiento, es paralelo


a la dislocación de cuña, es decir resulta perpendicular al vector de Surgen, la dislo-
cación de cuña no se mueve (Figura X.lI.). y en el caso de un veCtor de movimiento
situado en el plano de deslizamiento, pero oblicuo a la cui\a, ver Figura X.l2., sola·
mente resulta efectiva la componente m' paralela al vector de Surgen, y la cuña se mo-
verá como en la Figura X.9.
En cuanto a la dislocación de MUce, el desplazamiento de su eje sobre
el plano de deslizamiento puede también producirse con pequeno esfuerzo
si el vector de movimiento. 111;, situado en el plano de deslizamiento (de
otro modo no seria slip) es perpendicular a la dislocación; o, lo que es
lo mismo, perpendicular al vector de Burgers, como puede verse en la Fi·
gura X.13.
ObSérvese que el traslado del eje de la hélice por deslizamiento, que
resulta equivalente a un pequeño y paulatino "desgarro" de algunos planos
cristalográficos perpendiculares al plano de deslizamiento, se efectúa oon
muy pequef'iO movimiento de los átomos y sin que haya cambios en sus
posiciones relativas. Y. al igual que ocurría en el deslizamiento de una cuna,
cuando la hélice alcanza la superficie exterior limite del cristal se produce
un escalón de longitud b.
TEORlA DE LAS DISLOCACIONES 411

A
- O A o
- --- ----+----- --
E

(o/
lb)

A O I [

- --- ----- ___1-


L [[
E

lel

Fig. X. 10. Cambio en la posición relativa entre átomos durante el


deslizamiento.

Si el vector de movimiento situado en el plano de deslizamiento fuera paralelo a la


hélice, es decir paralelo al vector de Burgers, la hélice no se mueve; y si m estuviera en
el plano de deslizamiento pero fuera oblicuo a la hélice, solamente resultaría efectiva
la componente de m perpendicular a la hélice.
Por lo que respecta al deslizamiento de las dislocaciones mixtas, por
efecto de un vector de movimiento situado en el plano de deslizamiento,
se comprende que el resultado no es una simple traslación de magnitud b
sino una progresión del frente de dislocación como la indicada en la Figu-
ra X.14.
Los deslizamientos más probables de las dislocaciones porque tienen
lugar con menor esfuerzo, son aqueUos en que el plano de deslizamiento
(ver Tabla X.Il.) coincide con el plano cristalográfico de mayor densidad
atómica. A mayor compacidad del plano, mayor resulta el espaciado entre
planos paralelos y, por tanto, menor la resistencia intrínseca de la red -ten-
sión de Peierls- al deslizamiento. La dirección de deslizamiento más pro-
bable coincide con la del vector de Burgers más pequef\o posible; es decir,
la dirección más compacta dentro de ese piano de deslizamiento.
En los metales y aleaciones que cristalizan en el sistema cúbico de caras
412 CIENClA E lNGENIERlA DE MA TER1ALES

Fig. X.ll. LD dislocación de cui'io no se mueve si!}./ vector de mo¡;jmif'nto ni


es perpendicu/aral vector de Burgers b.

Fig. X.l 2. La dislocación de cuña desliza por efecto de m'.

la)

lb,

fig X.13. Deslizamiento de una dislocación de hélice (F. Ca/t'o).


(a) Hélice pOlit¡uG. (b) Hélice negatil'o.
TEORlA DE LAS DISLOCACIONES 413

centradas los sistemas de deslizamiento compactos están formados por los


planos jlll j Y las direcciones < 110 >. Como quiera que en una celda
unitaria existen cuatro planos 1 III 1 . y cada plano contiene tres direc-
ciones < 110 >, hay en total 12 sistemas de deslizamiento -denominando
así al conjunto de un plano y una dirección de deslizamiento- para estos
metales.
En los exagonales compactos los planos compactos son los basaks. (000 1)
Y las direcciones de fácil deslizamiento son los ejes diagonales al. a2. a3·
Por consiguiente dispone de 3 sistemas de deslizamiento.
En los metales cúbicos centrados en el cuerpo las direcciones compactas.
y por tanto de fácil deslizamiento, son las < I II >. Pero no hay planos
totalmente compactos y en consecuencia no tienen un plano de desliza-
miento único. Se comprueba que el deslizamiento se presenta en los planos

,
+, -- -."1

"",,'
, '

Fig. X.14. Deslizamiento de una dislocación mixta.

{11O} • ¡112 ¡ . 1123 ! ; por consiguiente, hay 48 posibles sistemas de des-


lizamiento. Pero para que el deslizamiento se produzca. se requieren ten-
siones cizallan tes más elevadas que en los metales cúbicos de caras centradas.
Al elevar la temperatura a que se efectúa la deformación de un determi-
nado metal no varían las direcciones de fácil deslizamiento, pero pueden
aparecer planos de deslizamiento adicionales; tal ocurre, por ejemplo, en el
Aluminio, pese a ser su estructura cúbica de caras centradas, con el plano
1100 l·

X.4.2. Movimiento no conservativo. Trepado de las dislocaciones

Los esfuerzos reales para que una dislocación de cuna pueda moverse per-
pendicularmente a su plano de deslizamiento (como en la Figura X.15.) son
entre 1.000 y 10.000 veces mayores que las necesarias para el "desliza-
miento o slip". por lo que este movimiento de la dislocación (que recibe el
nombre de trepado o climb) únicamente ocurre por activación térmica. Se
dice llue es un "movimiento" de la dislocación de cuna perpendicular a su
414 CIENCIA E INGENIERlA. DE AfA. TEIUALES

TABLA X.2.
Pftulos y direcciones de des1izamit.tlto (BarreO.

Baja t~mperatura Alta temperatura


Estructura Metal
Plano Direccjón PI.no Dirección

CC Al (111) [ 10r] (100) [ 10T]


CU (111) [ 10T]
Ag (111) (Ioi]
Au (111) (IoT]
NI (111) (IoT]
Cu-Au (111) (101]
a-Cu·Zn (111) [ 10i]
a-Cu·AI (111 ) (101]
Al-Cu (111 ) [ 10T]
Al·Zo ( 111) (IOT]
Au.Ag (111) (IoT]

C a-fe (lID) (111)


(112) [ 111]
(123) [ 111]
Mo (112) [ 111] (110) [ 111)
W (112) ¡1I1]
K (123) [11 J] (123) [111 )
N. (112) [111 J (110) [111 )
(123) [111 )
~u-Zn (110) [ 111]
(112)(?)
a-Fe-Si; 5%Si (liD)

H.C. Mg (000 1) [2iTO] (IOTI) [200]


(loTI)(') (IOT2X?)
(0001) [2iTO]
Cd (0001) [2iTO]
Zn (0001) [2iTO]
Bo (0001) [2nD]
Zn·Cd (000 1) [2ITO]
Zn-Sn (0001) [2TIO]
ro (0001)

Roboédrico BI (111) [ 10T]


Hg (100) Y
Complejo

Tetragonal P-So (blanco) (110) (001] (110) (111]


(100) [001]
(100) [Oll](?)
(101) [ 101]
(121) (101]
TEQRlA DE U.S DISLOCACIONES 415

vector de Burgers porque, finalmente. el resultado es análogo a un desliza·


miento de la dislocación con ese veClOr de movimiento: pero tal despla·
zamiento no tiene lugar por deslizamiento.
El desplazamiento de la dislocación desde AA' a BS' se debe, según se
esquematiza en la Figura X.IS., a la eliminación de la fila de átomos AA'
por difusión de lagunas hacia la dislocación. Primeramente esas vacantes exis-
tentes en el cristal. cuya concentración depende de la temperatura, difunden
hacia la dislocación: luego los átomos extras van a ocupar la posición reticu-
lar de cada vacante con lo que la dislocación trepa.

Fig. X.I S. Trepado (dimbing) de dislocación de cuna.

El movimiento por (repado rt"<luiere, por tanto, llna transferencia de ma-


teri3: d vo[um~n del cuerpo no se conserva. Por ello se dice que este movi·
miento no es conservativo. En cambio, el movimiento por deslizamiento,
descrito en el apartado anterior, cs conservativo: no se crean nUl,'VOS vados
o intersticios durante ~st~ movillli~nto. y todos los :Hornos conservan las mis-
mas posiciones relativas r~specto a sus vecinos.
El trepado pucde tener lugar t;.mto por encima del plano d~ deslizamiento
(desde AA' hasta BO' en la Figura X.IS.), como hacia abajo: insertándose
por transfert'ncia de materia una hilera de átomos en la posición ce. En
el primer caso se denomina trepado ascendente (upc!imb) y en el segundo
trepado descendente (downclimb). Tanto uno como otro trepado pueden
ser de una o más espaciados reticulares.
El trepado -responsable de la poligonización (ref. X.7.1 y de la fluencia
o creep- (reL XI1.6.3.) es, como se ha indicado ya, un movimiento más difí-
cil que el deslizamiento: y las dislocaciones se moverán preferentemente y
prácticamente por slip, incluso a temperaturas altas.
416 CIENC1A E INGEN1ERlA DE MA. TERlALES

X.4.3. Movimiento por deslizamiento cruzado (cross slip)

CU<lndo el vector dt' movimiento, m. es oblicuo al plano de d~slizamiento


t!l' una dislocación de hélice. ésta se mueve por slip sobre su plano de desli-
7,amit'nto (por el'celo de la proyección del vector m sobre dicho plano): pero,
;¡dt'más. J:¡ dislocación puede abandonar ese plano si encuentra un obstáculo.
y seg:uir deslizando-con esfuerzos igualmente pequeños a los requeridos
hasta cntonces-- sobre otro plano compacto existente, según se indica en
la Figura X.\6b. Ello es posible -con tal de que el vector de Burgers sea
paraklo a la recta de intersección de los dos planos- porque la dislocación
de hélice tiene una simetríu ciHndrica alrededor de su eje y, en consecuen-
da, el movimit;:nto no t;:stá restrin);!;ido a un único plano de deslizamiento.
Se di¡;e que una dislocación efectúa deslizamiento cruzado, o cross-slip,
¡;uando abandona un plano ¡;ompacto pam seguir deslizándose en otro plano

(m!

(111)
(a}

(111)

(111)

eb)

fig. X.16. Doble deslizamiento


cruzado.
(111 )

(e!
TEOR/A DE LAS DISLOCACIONES 417

compacto secante al primero. Y se define como doble deslizamiento cruzado


si la dislocación pasa por deslizamiento a un plano paralelo al primero, (Fi-
gura X, 16c,). por este movimiento conservativo, sin necesidad de efectuar
un Irepado que necesitarCa activación térmica,
Esta claro que si el vector de Burgers. b. no fuera paralelo a la recta de
intersección de P y Q no podría haber cross slip para la hélice; en efecto,
para que una dislocación deslice. su vector de Burgers ha de estar en el plano
de deslizamiento, y como en el cross-slip ha de deslizar sucesivamente en
dos planos. b ha de estar contenido en ambos planos; y por tanto ha de
ser paralelo a la recta que los intersecta PQ. Así por ejemplo, en el Alumi-
nio. metal cúbico centrado en las caras. la dislocación de hélice de vector
de Hurg.:r:. a/2 [ I T 01 . deslizándose inicialmente sobre-.el plano ( 111 )
puede hacer cross slip y pasar a deslizar en el plano (1 1 1) ya que ambos
contienen a b.
Las dislocaciones de cuña, en cambio. como se ilustra en la Figura X.17.,
no pueden hacer cross-slip. La dislocación de cuña, con un vector de movi-
miento oblicuo al plano de deslizamiento. puede moverse, sobre ese plano,
siguiendo la componente del vector de movimiento paralela al vector de
Burgers, hasta alcanzar el obstáculo que le obligaría a hacer cross slip des-
lizando por otro plano compacto inclinado. Pero en la intersección de esos
dos planos sería preciso un giro de todo el plano extra (ver Figura X.17c.),
lo cual no l'S posible. Por una parte se trataría de un movimiento no con-
serv.ttivo que. como el climb o trepado, l'xigiría gran difusión de materia;
por otro lado - a diferencia del movimiento por trepado en que el vector
de Burgers se conserva-. en el paso de la Figura X.17b. a X.17c,), la difu-
siÓn de Illateria debería ser (an grande que llegara a cambiar el vector de
Burgers h. Por lo qut'. incluso con activación térmica. el cross slip de la
d isloutción dl' cuña l'S irrt'alizable.
I·.n d caso más general. cuando la dislocación a deslizar es un anillo.
(Vl'r Figura X.I H. J. con componentes de cuña y de hélice. sólo las compo-
nentl's dl' h~lice paraklas la intt'rsección dt' los dos planos pueden efectuar
cross slip. La Figura X.18. indica que en el plano superior pueden formarse
de ll11l'VO ..:omponentes de cuña y héli..:e por propagación de un segmento
hélice.

X.4.4. Codos en las dislocaciones

Los ..:oJos son tralllos Je dislocación de pequeña longitud SI se comparan


..:on el reslo J~' la dislocación: normalmente su longitud es del orden de la
d istan..:¡¡¡ interalóll1íca. S~, presentan Jos tipos dl' codos: cuando los codos
~'st,¡n sobre t'1 plano dc d~·sli7.all1iento de la dislocación, tanto sea ésta de
cuñ.t como de hl;¡ke. se J~'n01llirl:l1l conservando la denominación anglo-
418 amelA E INGI?NTERlA DE MA. TERlALES

... -::;..'
-:;:.-
,~

•,
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"
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c
~ "-
E

.
><
¡¡;
TEORlA DE LAS DlSLOCACIONES 419

{a}

(/1/ J

(/11)

t /II}

(III)

(el

Fig. X.IS. Deslizamiento cruzado de la componente hélice en un anilio


de dislocación.

sajona cornUllmente admitida en todos los pafses- kinks: y cuando son per-
pendiculares al plano de deslizamiento, jogs.
En la Figura X.19. figuran esquemáticamente cuatro tipos de codos
-kinks y jogs- que pueden presentarse: obsérvese que el kink puede ser un
tramo de dislocación tipo hélice (cuando como en la Figura X.19a. corres-
ponde al codo de una dislocación de cuña), o bien un tramo de dislocación
tipo cuña (cuando como en la Figura X.19c. corresponde al codo de una
dislocación de hélice). Otro tanto cabe decir -obsérvense las Figuras X.19b.
y X.19d.- por lo que respecta a losjogs.
El origen más frecuente de jogs y kinks es la interacción de disloca-
ciones. A modo de ejemplo se indica en la Figura X.20a. la formación de
420 CIENCJA E lNGENIERIA DE MATERIALES

re)

P,

(di Fig. X.19. Tipos de Kinhs y Jogs.


TEDRlA DE US DISLOCACIONES 421

I
I , / ,/
r --)-
, /
, -- ---r/
I '// /
J, b b

- e
//-

"
A

n n
B'

,l'
e'
,1

/
A' A'
/

Fig. X.20. Formación de Kinks y Jogs por intersección de dislocaciones.

kinks sobre una y otra de dos dislocaciones de cuña que avanzan en sentido
contrario: en la Figura X.2Gb puede verse la génesis de jogs sobre cada una
de las dos dislocaciones de hélice, situadas en planos perpendiculares, tras
su intersección.
La existencia de jogs o de kinks en una dislocación dificulta, general-
mente, su movilidad: véase, por ejemplo la Figura X.21a. (la pequeña hélice
formada ha de moverse paralelamente a su vector de 8urgers) y la Figura
X.2l b. (la pequeña cuña formada ha de efectuar un trepado para que la
dislocación pueda moverse).
Sirvan de preámbulo estas !fneas para poner de manifiesto la importan-
422 CIENCIA E lNGEN1ERJA DE MA TERlALES

rOl


lb}

Fig. X.21. (o) Movimiento de una dislocación de cuña con Kink.


(b) Movimiento de una dislocación de cuña con Jog,

cia qut.' put:den tener los codos existentes en una dislocación sobre la movi-
lidad de ésta y. en consecuencia, sobre la deformación plástica.

X.5. FUENTES DE DISLDCACIONES (FRANK·READ) DURANTE LA


DEFORMACION

la defonnación pláslica de un melal no solamente pone ~n rnovimit.'nlo


sus dislocaciones sino que genera gran número de nuevas dislocaciones. El
mecanismo por el cual se pueden multiplicar las dislocaciones por deforma-
ción en frío fue propuesto por vt'z primera -la microscopfa electronica de
transmisión ha permitido comprobar la validez de aquel mecanismo- por
Frank y Read, en 1950.
Como introducción recuérdese que aplicando un esfuerzo cortante como
el de la Figura X.22a. la dislocación de cuña AB ésta se mueve, requiriendo
para ello muy pequeño esfuerzo, y llega a producir un escalón cuando al·
TEORlA DE lAS DISLOCACIONES 423

. ,.I
S'

-
(a) desliza

/
/
/
/
/
/

(b) no desliza

Flg. X.22. Esfuerzos cortantes sobre una dislocación de cuña.

can7...a la superficie externa del cristal. Con un esfuerzo cortante como el


de la Figuro X. .:'~b., en cambio. no sería posible el deslizamiento de la
dislocadón.
Imaginemos. por ejemplo. un "plano extra" de lItomos como el de la
Figura X.::!3. (en que por activación térmica hayan desaparecido por difu-
sión los átomos correspondientes al recinfO ABCO), y que se somete todo
ese anillo a un esfuerzo cortante (a un vector de movimiento) del tipo
que se indica. El anillo contiene dos dislocaciones de cuña AC y BO que
solamente pueden deslizar en planos perpendiculares al plano de desliza-
miento de la cuña AB y que. en consecuencia, permanecerán inamovibles
para ese vector de movimiento: el deslizamiento de la cuna AB no podrá,
por tanto, ser paralelo a sí mismo porque los puntos A y B (pertenecientes
respectivamente a las cuñas AC y BD, inamovibles) permanecerán anclados.
Por ello la cul'la AB avanzará como se indica en la Figura X.24. y llegara a
replegarse sobr~ si misma (véase Fig. X.24e.), originando un anillo como
pleto y reproduciendo, además, la dislocación original: con lo que se halla
~n situación de repetir el proceso. Este proceso se puede repetir una y
otra vez. creando en cada ocasión un nuevo anillo.
El mecanismo de Frank-Read muestra que un frente de dislocación. cuan-
do queda anclado, actúa como fuente de dislocaciones si se mantiene una
tensión macroscópica sobre el cristal. El número de dislocaciones generado
durante la defonnación es enorme. En el Aluminio. por ejemplo, laminado
424 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERlALES

••
••
••
••
•••
••

•••
•••
• •
..'
•• -B

Fig. X.B. Jog.

l:on llna H.'dtll;l'iÓn .:n fr(o dd 7S '6 .1a densidad de dislocaciones oscila entre
100 Y 10.000 miJIonl:s de dislocaciones por cenl {metro cuadrado.
La fuente de dislocaciones. sin embargo. no continúa generando indefi·
nidamente dislocaciones. La relrotensión que produce el apilamiento de
dislocadont.'s Sl' opont' a la tensión aplicada; y, cuando iguala a éSla, la
fucnle deja de ser i.lclivil,

X.5. ENERGIA DE UNA DISLOCACION

El plano extra de una dislocación de cuña positiva, localizada en un pumo P,


es responsable de microtensiones en ese punlo del cristal. Su efecto es similar a
la introducción de una cuña en ese punlO: los planos crislalográficos contiguos y
paralelos al plano exlra se ven sometidos una compresión por encima del plano
de deslizamiento y a una tracción por debajo del plano de deslizamiento. A dis-
tancia suficientemente alejada de la dislocacion no se aprecian ya los efectos de
ese estado de microtensión.
La presencia dL' dislocaciones L'n un crislal supone un aumento de ener-
g(a con rd:lI;ión a la de e~ cristal perfectamt:=ntt= regular, sin dislocaciones.
ESt' aumento dl.' l.'ncrgia se debe al trabajo teórico que ser(a necesario rea-
TEORlA. DE lAS DISLOCACIONES 425

et.······..
• ••
••
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.'.'
426 C/ENCIA. E INGENIERlA DE MA. TERJALES

!izar para introducir en el cristal las dislOrsiones elásticas que conlleva la


pres~ncia de una dislocación.
En la figurd X.::!5. puede observarse que el átomo ' (que debiera estar
~n la vertical del plano 1) ha resullado desplazado desde la posición N hasta
la N' por efecto de la dislocación de cufla. Este desplazamiento es del orden
de 1/2 del vector de Burgers b (nótese que eso supone una deformación
elástica enorme en ese punto. análoga el comportamiento de un elastómero).
El :1ngulo que forma el plano I con el plano extra es aproximadamente 45 0 •
Como resultado de ello la deformación por cizalladura, t ( 't = Ig )'). experi-
mentada por el álomo N al pasar a la posición N'. resulta ser, aproximada-
mente, 1" = 1/2. Se denomina esfuerzo de cizalladura (por analogía a los
esfuerzos de tracción que son 9= E. E) al valor T = G t ; el valor G recibe el
nombre de módulo de corte. Por lo lanlo el esfuerzo de cizalladura necesario
para el desplazamiento eláslico del álamo. desde N a N' resulta ser muy gran-
de: T = G. 1/2.
l:n cuanto a la energfa almacenada por unidad de volumen, por esa ciza-
IlaJura elástica, (recuerdesé su analog(a con la energfa almacenada durante
lln:t deforlllación elástica por tracción que es 1/2.o.€ por unidad de volu-
flll,.'n). S\."rá I(!.T.T, Y por tanto igual a G/8.
En el l,:OrJzón de la dislocación (se denomina asf al volumen de materia de
un Cilindro de circular. con centro en la dislocación y radio b. y cuya gene-
ralfil: tiene la longitud L de la dislocación) la energfa almacenada por la
J islocacióll de cuña será 1T.b 2 . L muH iplicado por G/8: es decir K .G.b 2 . L.
Un r<Jzonamicnto an;1logo aplicado a la dislocación de hélice de la Figu-
r;l X.::!6. Ikva a concluir que la energfa de una dislocación de hélice es
K •. (;.b 2 .L.

1
o-o---o-o---o-----<;>--q----q
b- ~-~-6-¿- -J-J
b-o-llb'l-2r-J- -¿-¿
T

L~-~- ¿-eL --J


\-1-6-Lt d
o-o-¿-L - -¿
1
Fig. X.25. Aumento de energ¡"a por cizalladura elástica.
TE:ORlA DE: US DlSLOCACIONE:S 427

Fil. X.26. Energía de una dWocaci6n de hélice: K 1_ G.b 2 • L.

La energía de una dislocación es proporcional a b'.L. Siendo b el vector


de Surgen de la dislocación y L su longitud.
La diferencia entre los valores K y K I se debe a que, e,n la deformación ehistica de
cuna, interviene el m6dulo de Poisson v.
El aumento de energía producido por una dislocación de cuna puede modelizane.
siguiendo a Volterra, como sigue. Supóngase un cilindro de goma, de longitud L, ranu-
rado como se indica en la Figura X.27. de radio exterior re. rodeando a un cilindro
de un material totalmente rígido de radio ri' Si se produce un desplaumiento de magni-
tud b en la mitad superior del cilindro, tal como se indica en la Figura X.27., la energía
necesaria para ello es:

en que v es el m6dulo de Poisson y G el módulo transversal de ese material.


Por otra parte, para defonnar el cilindro al modo indicado en la Figura X.2B. (modelo
para dislocación de hélice) se requiere una energía:

';
.In -
'.
De k> anterior se desprende que, para minimizar el desequilibrio energé--
428 CIENCJA E lNGENIERlA DE MATERIALES

~-
.............." "
b

", "
"
,-- " l

Fig. X.27. Modelo energético de dislocación de cuña

tico de la· red cristalina regular debido a la energía mtroducida en el cristal


por una dislocación ya sea de cuña o de hélice:
• toda dislocación tenderá a acortarse (para disminuir L).
* aumentar la longitud de una dislocación (por ejemplo crear un jog) requie-
re una absorción de energía.
* No existen superdislocaciones, es decir dislocaciones cuyo vector de
Burgers sea múltiplo de b. Así, de existir una dislocación de vector de
Burgers 2b (cuya energía resultaría proporcional a 4b 2 ) se desdoblaría
en dos dislocaciones unidad, de vector de Burgers b (cuya suma de ener-
gías es 2b 2 ), que, ver Figura X.19., tenderían a repelerse y alejarse entre sí.

Fig. X.28. Modelo energético de dislocaci6n de hélice


TEORJA DE LAS DISLOCACIONES 429

,
1

( !

I
Fig. X.29. Desdoblamiento de superdis/ocaciones.
,
j 1 j

• Las dislocaciones más probablr.:s t'n un dt'lerminado mela\. dcnominadas


dislocaciones perfectas. son aqudlas cuyo vector de Burgers sigue una
dirección compacta de la red; pon~ue. de c~ modo. la distancia inlerató-
mica es la menor posible. Por 1."50 las dislocaciones más frecuentes t'n los
matt'riales metálicos que cristalizan en el sislema l:úbico de caras ct'n-
Iradas (Aluminio, Cobre. Nickd, Oro, latont's alfa, cuproalúminos alfa.
accros auslcnílicos. de,) son las dislocaciones lanlo Sl."an dl' cuila u dt'
hélict'- de vector de Burgers a/~ < 110 >.
• En los matt'riales mt't;Hicos cúbicos de caras cenlradas. la dislocación per-
fecta. ljue es la más probable, puede desdobl<lrse en dos dislocaciones
imperfectas para ljue hl suma de energfas de ést<l resulte inferior a 1<1 de
la dislocación st'ncilla (dcscomponi(\ndose el vedor lk Burgers b el1 vec-
b
lores dl' módulo ..j3 " L:omo sc venl l'tl el sig,uictlle apartauo rt'lal ¡vo <1

m..:talt::s cúbicos ccnlra¡Jo~ en las caras, con baja encrgfa ¡Je dcfl'clos lk
apilamienIO).

X.7. CAMPO ELASTlCO OE UNA DISLOCACION

Si ¡;n d campo dáslico de un.. dislocación dl' cuña, J. dI.' Vl'clor ¡Jl' Burgers
nI' supongamos posiliv<l, M' inlrodlll:e otra ¡JisloL:aL:Íón par<llda 11. cuña,
pu ...iliva, dI.' vl.'clor d¡; Butgl.'rs b~ (Figura X.30.) Sl' pue¡Je dl'll'TTuinar por
cJkulo a p<lrtir de la Il'oría tiL' \,'!Jslicidad d\" IIll.'dios \,"Unlinuos las como
430 GENClA E INGEN1ERlA DE MA TERlALES

ponentes F, Y F v de la fuerza con que esta segunda dislocación resultará


aIra ida, o repelida, por la primera dislocación como resultado del campo
dr: h:nsioncs elásticas:

Fl' = (b l . b 2 /r). k. sen O. (3 C05


2
8 + sen 2 0)
F, ~ lb •. b 2 /r). k . cos (J. (cos 2 (J - sen 20)

:-il'ndo k igual a (;/'2 7f <1- ... ) en que G es el módulo transversal y ti el


módulo de Poisson.
La l,:olllponcnte F y t's ineficaz para producir un desplazamiento vertical
ldimb) dl' la dislocación introducida. porque para ello se requerirfan valores
muy slIpt.'rion.'s de dicha fuerza.
Por tanto ésta dislocación 11 se moverá solamente en su propio plano.
por l,'ft'cto de F,: y resultará atrarda por la dislocación 1, o repelida. con
fUl'rza inversamente proporcional a la distancia r que las separa, según resul-
lt' positivo. o tlq~ativo, el valor (cos 2 O - sl:n 2 e). Por tanto si la disloca-
ción II .,'sl:1 en b zona rayada de la Figura X.3la. será repelida por la 1: y
atraída. 1::11 cambio. si I::stá siluad;] en las otras regiones. Si la 11 estuviera
localizada I::xactamcnte en las diagonales de los cuadrantes no se moverfa:
pero ese: l.'qllilibrio resulta inestable: bastaría un pcqut=JlO desplazamiento.

jFv
U_J._1it
---
-----+==----------"---X
.................... O

Fig. X.30. Interacción entre dislocaciones de cuña.


TEORJA DE LAS DISLOCACIONES 431

mOlivado por airas causas. hacia uno u otro lado de la diagonal, para qut'
la dislocaciOn resullará alrafda o repelida.
Si I;¡ dislocación 1 es positiva y la 11 negativa el resultado es el St',lalado en la FiEura
X.J lb.; en efecto bastan'a cambiar de signo del vector de Burgers de la dislocación 11
(cambiar. en F\.. b por -b). En el caso de que esas dos dislocaciones estuvieran en el
mismo plano de deslizamiento. y próximas. llegan a recombinarse, anulándose. y recons-
tituyendo la red perfecta: si sus planos de desli7amiemo fueran COntiguos la recombi·
nación de ambas produciria una laguna.
Volviendo a la Figura X.3Ia., el equilibrio estable se alcanzaría' cuando
las dislocaciones. estuvieran a 90°. es decir, una encima de otra. Esto ori-
ginarfa una disminución de la energfa del cristal (menor dislorsión). acom-
, /

" ,, ~ -4±. /
//
,, /
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,,

Fig. X.31. Interacción entre disloca-


ciones de cuño.
(o) de igual signo.
lb) (b) de distinto signo.
432 DENCIA E INGENIERlA. DE MI'l TERlALES

_ _ _L~_ _--.\!~

-'- -'- ---.....--....- ----


----
-
__..
ol.- +'-.
----
(a) (b)

Fig. X.32. Poligonización por actiooción térmica.

pañada de una desorientación entre las zonas del cristal separadas por esa
pared de dislocaciones.
En algunos metales, como el Aluminio, con más facilidad para el trepado
(climb) de las dislocaciones, la energía de un cristal que contiene un exce·
so de dislocaciones de cuña positivas ~como -como ocurre al curvar lige-
ramente un monocristal, ver Figura X.32a.- puede disminuir si se eleva la
temperatura: debido a la activación térmica (que facilita el deslizamiento
de dislocaciones que se atraen, y el trepado de éstas) las dislocaciones se
disponen formando paredes estables como en las Figuras X.32b. y X.33.;
gelleralmente la separación en altura de las dislocaciones, h, resulta cons-
tante para minimizar el estado de tensiones elásticas que producen los planos
"extra" de cada dislocación.
Cuando ésto ocurre se dice que el metal ha poligonizado: pudiendo ad-
vertir~ la formación de subgranos. con ligera desoritntación entre ellos, en

-b

h
I

Fig. X.33. Poligonizaóón.


rEORlA DE LAS DISLOCAOONES 433

el interior del monocristal (Lacombe). El ángulo de desorientación a través


de cada pared de dislocación es sen 8 = b/h: si la distancia entre disloca-
ciones verticales, h, es constante y como el ángulo resulta pequeí'lo -como
máximo 10° - puede decirse que el ángulo de desorienlación es b/h.
Por lo que respecta a las drslocaciones de hélice su campo de tensión es radialmeme
simétrico y las fuerlas de atracóón o repulstón entre dos dislocaciones de hélice para-
lelas separadas entre sí una distancia r son simplemente tangenciales: al no haber plano
"extra" tampoco hay componentes normales de tracción o de compresión: la fuerla
entre ellas depende de la distancia que las separa y de los vectores de Burgen de una
y otra dislocación:

F r = (b 1 • b¡ : r) . G : 2 :Ir r

ESta será la fuerza con que se repelen entre sí ambas dislocacKmes de hélice paralelas
si los vectores de Burgers son del mismo signo (o se atraen si son de distinto iigno).

Fig. X.34. Cristales cúbicos de caras centradas:


apilamiento de litamos.

X.B. DISLOCACION DE SHOCK LEY y DEFECTOS DE APILAMIENTO

En 1.3. se ha hecho referencia al apilamiento de átomos, de modo como


pacto, en el sistema cúbico de caras centradas: con átomos tangentes entre
sí, dispuestos en planos paralelos (111), de tal modo que cada átomo es tan-
gente a otros seis en su propio plano B (el plano de la Figura X.34.) yade-
CIENC/.A. E INGENIERJA DE MA TERJALES

más, a Ires (situados en l'I plano inmediatamente superior) y a aIras Ires del
plano inferior, A. inmedi::llamente contiguo. El apilamiento sobre estos
planos ti 11) sigll~, ~n los sucesivos planos paralelos, la seriación A, B, e,
A. B. C. A. B. e, ele. (ver Figura 1.7b.). Exisle también la posibilidad de
un dt'sorden ~n este apilamiento; A, B, C. A, B I A. 8, C. A. 8. C. etc.
En 1:1. Figur:J X.35. pueden verse, en planta. dos planos paralelos (111),
sucl·~i\'Os. los átomos marcados con e est<1n situados en el plano (111) su-
p~rior: debajo de ellos se aprecia, en el plano (III) inmedialamenle inferior.
la presencia de álamos 8. Para que el apilamiento no resulte defectuoso
las normales al plano trazadas por el centro de los átomos e. deber.1n atra-
\'t'sar los centros de todos los álamos e del cristal, localizados en otros
pl:lllOS Sllpt'riort's o inferiores al de la figura (puede comprobarse Que los
:HOlllOS e del plano superior de la fotografia se localizan precisamente en
estos puntos), Lo mismo cabe decir respecto a los átomos B o a los átomOS
.\. T:lIllhi~1l se han sci1al:ldo, con una letra A, los huccos correspondientes

Fig. X.35. Apilamiento de átomos en el plano (11 JJ.

a las normales al plano que habr.1n de atravesar los centros de los átomos
de tipo A si el apilamiento no es defectuoso.
En la misma Figura X.3S. se ha indicado una dirección compacta 101 TI.
El plano perpendicular a esta dirección ser.1 el (O 1 ¡). En la Figura X.35. se
senala, también, la posición que ocuparía en una hilera de átomos defec-
tuosamente apilados en el plano superior: es decir, con sus centros situados
TEORIA. DE LAS DISLOCACIONES 435

en las verticales correspondientes a A en lugar de la correcta posición que,


para ese plano, es la C.
Curiosamente los planos (IIO) del sistema cúbico centrado en las caras
son planos "ondulados"; los centros de los átomos que integran, por ejem-
plo, el plano (O 1 i) de la Figura X.35. no están situados en ese plano sino.
alternadamente, a uno y otro lado del mismo, formando un entramado
que puede apreciarse en la Figura X.36. Esta figura corresponde al plano
(O I T), visto de perfil, perpendicularmente al plano (111) (nótese que el
plano está aparentemente constitufdo por dos semiplanos). La tFaza sobre
el plano (111) es la linea quebrada que puede verse en la Figura X.35. (para
poner de manifiesto la traza de cada "semiplano" algunos de los álamos
aparecen de color oscuro). La forma de este plano juega un rol importante
en la posibilidad de desdoblamiento de las dislocaciones perfectas.
En la Figura X.37. se ha quitado una hilera de átomos para poner de

la)

lb)

fig. X.36. Vistas del plano ( O 1 j)


436 e/ENeJA E Il\'GF.NIERlA DE MATERlALES

a -
X.37. Dislocación de cuña eDil vector de Burgers 2"\ OJ J 1.

Fil. X.38. Ihldoblamienlo de uno di&/ocación perfecta en dos imperfectas.


TEORlA DE US DISLOCACIONES 437

manifiesto el vacío que quedar/a sobre el plano (111) de existir tina dislo-
cación perfecta, de cuña; que, por tanto, tuviera ese plano (111) como plano
de deslizamiento, su vector de vector de Burgers en la dirección 1O I T I
con módulo igual a al ..[7., sit:ndo a el parámetro de la celda cúbica-, y
como pl:Jno "extra" el (O 1 T).
ti vector de Burgers de esa dislocación perfecta podría descomponerse
muy fádlmente en otros dos vectores de dislocaciones imperfectas -que
forman cada uno de ellos 30° con el vector de Burgers principal- si se
produjera un ligero desplazamiento de los álomos e en las direcciones y
s.:ntidos indicados (desde e a A) en la Figura X.38. El vacío que supone
la allsenci3 del plano (O 1 í) se descompondría, así, en otros dos vacíos:
de modo análogo aunque con esfuerzos muy inferiores- a como un plano
(O I T) puede separase en dos semiplanos. Este desdoblamiento del vacío
correspondiente al ¡ liD j equivale al desdoblamiento de una dislocación
perfect3 de cuña.
El desdoblamiento de la Figura X.38., que en notación vectorial serfa,

a/2 [O 1 i 1 a/6 [1 1 2 I + 3/6 1T 21 I


tiene lugar con gran facilidad para, de ese modo, disminuir energía del
cristal.
2
La energla de la dislocación rerfecta 01/2 rOl TI e, igual a K.b 2 ; siendo b igual a
2
(0.a/2)2 + (1.a/2)2 + (-I.a/2) . resulta ser K.a /2. En tanto que la energia de cada
dislocación imperfecta es: a K .01: siendo b1 igual a (a/6)2 + (a/6)2 + (2.a/6?; y por
tanto. la suma de energ(as de ambas dislocaciones imperfectas resulta K.a 2 /3 (inferior
a la de la perfecta).

Estas dislocaciones "imperfectas" (así denominadas porque el vector


de Burgers no es una distancia interatómica), que surgen por desdoblamiento
de una dislocación perfecta, manteniéndose el mismo plano de desliza-
miento. se denominan dislocaciones de Shockley (quien, juntamente con
Heidcnreich, sugirieron su existencia en 1948).
En consecuencia las dislocaciones perfectas, en metales del sistema cúbico
centrado en las caras tienden a desdoblarse en dos dislocaciones imperfectas
que enmarcan entre sí un defecto de apilamiento (nótese que los átomos del
plano de deslizamiento comprendidos entre las dislocaciones imperfectas ocupan
posiciones A).
El defecto de apilamiento, así formado, tiene la altura de una distancia
interplanar solamente. En efecto, la seriación A, B, e, A, B, queda inte-
rrumpida al producirse un defecto en el plano siguiente, inicialmente e,
cuando los átomos, que debieran estar en esas posiciones, pasan a posiciones
defectuosas A. Nótese que por encima de ese plano del defecto de apilamien-
to, I A, la seriación de planos seguirá siendo la propia de un cristal con api-
lamiento regular a partir de este plano, es decir, B, e, A, B, e, etc. Por tanto
la seriación tolal de planos (1 11) es: A. B, e, A, B, I A, B, e, A, B, e, .
Un sólo defe..:to de apilamiento. es decir 1:1 secuencia A. S, C'. A. B, I A, B, e, A, B, e,
438 CIENCIA E INGENIERlA DE,\fA. TERlALES

etc .. componaría. para un metal del sinema cúbko de caras centradas, la presencia de
una laja de e~ mismo metal. pero con cristalografia exagonal en su ¡nterror (A, B, I A, B)
Y una altura de CU8HO espaciados imerplanares lltl t.
Las dos dislocaciones Shock ley de la Figura X.38. tienden a repelerse,
por ser del mismo signo, y al hacerlo contribuyen a disminuir aún más la
energia que supone la presencia esas dislocaciones en el cristal: pero al
irse separando van enmarcando, entre ambas, un mayor número de átomos
A en posición defectuosa, es decir aumentan la anchura del defecto de
apilamiento (cuya altura seguirll siendo de 1 espaciado inlerplanar).
El plano B ¡nferror al del defecto de apilamiento resulta, pues, como la imagen es-
pecular. respecto a ese plano del defecto. del plano inmediatameme superior B; por eso
sude decirse que el plano del defecto de apilamiento se puede considerar también como
el plano de una macla submicroscóptca. de altura una magnitud interplanar (111)
Todo def~cto en el apilamiento de átomos supone un aumento de energía
si se toma como referencia la energía de ese cristal sin defectos de apilamien-
to. Para algunos metales, como por ejemplo el Aluminio, la energ(a por
defectos de apilamiento es grande: 200 ergios/cm 2 . En tanto que para
otros, en cambio. es pequeña: 80 ergiosfcm 2 para el Niquel, 40 para el
Cobre. 30 para el Oro, 20 para latones alfa, 13 para aceros inoxidables
austenflicos. etc.
La anchura final de un defecto de apilamiento enmarcado entre dos
disloc;¡dot1l~s imperfectas resultará grande si es poco el aumento de energra
que el defecto de apilamiento introduce en el cristal. Ya que la anchura de
eSt' defecto resulta de un equilibrio entre la disminución de energra que
produce la separación entre las dos dislocaciones de Shock ley, ambas del
mismo signo. y el aumento de eAergfa debido a la anchura del defecto de
apilamiento creado entre ambas. '
Recfprocamente. en metales con alta energfa de defectos de apilamiento.
como por ejemplo el Aluminio. estos defectos. o no se presentan. o su
anchura (no su altura, que siempre es de una distancia interplanar) es peque-
ña: solamente de una o dos distancias interalómicas.
La dislocation pt"rfecta desdoblada en dos imperfectas de Shock ley, en-
marcando un defecto de apilamiento de anchura constante, recibe el nombre
de dislocación ensanchada. Se denomina nodo de la dislocación al punto
triple de concurrencia entre la dislocación perfecta y las dos Shock ley en
que se desdobla 'lquctla: yen general recibe este nombre el punto de encuen·
1ro de tres dislocaciones.

X.S.l. Dificultad de las dislocaciones ensanchadas para moverse por desliza-


miento cruzado (cross slip) y por trepado (climbl

Una dislocación perfecta de cuña. del sistema cúbico de caras centradas,


desdoblada y ensanchada en dos imperfectas, puede avanzar en su plano
de deslizamiento. con pequenos esfuerzos. si el vector de movimiento es
rEORlA DE LAS DISLOCACIONES 439

perpendicular al frente de la dislocación perfecta; las dislocaciones imper-


fectas avanzan, en las direcciones indicadas cn la Figura X.39., mediante
pequeños desplazamicntos dc los átomos situados a uno y otro lado de
las fronteras quc cnmarcan el defecto de apilamiento, y al moverse mantie-
ncn la _anchura dcl defccto dc apilamiento, que -a modo de regulador-
se desplaza como un almacén de átomos entre las dislocaciones parciales
. en movimicnto. Obviamcnte -como cualquicr dislocación de cuña- no
puede hacer cross slip,

Fig. X. 39. M()I'imicll/o (le una dislocacio!l (le CUIla ellsallc!uula,

También una dislocación perfecta de hélice, desdoblada en dos imper.


fectas, puede desplazarse en su plano de deslizamiento si el vector de mo-
vimiento es perpendicular al vcctor de Burgers b de la dislocación perfecta
(véase Figura X.40a. y X.40b,), Pero no puede deslizarse sobre cualquier
plano sino sólo sobre cl plano del defccto de apilamiento: ya que -a dife-
rencia dcl vector de Burgers dc la dislocación perfecta- los vectores de las
dislocaciones imperfectas de hélice no son paralelos a la intersección de
los dos planos de deslizamiento 1 111 ¡ : para poder hacer cross slip en el
otro plano se requiere previamcnte un estrangulamiento de la dislocación
ensanchada -una recomposición como la indicada en la Figura X.40c-
a fin de quc el vector de Burgers sea nuevamente el de la dislocación per-
fecta de hélice, paralelo a la intersección de planos,
Para el desplazamiento por cross slip de las dislocaciones de hélice en-
sanchadas se requierc previamente, por tanto, una recomposición de la
dislocación perfecta; lo que, exigirá gran esfuerzo y rcsultará diffcil si el
defecto dc apilamiento es de gran anchura.
440 CIENCIA E lNGENIERJA DE MATERIALES

••

{mI

Fig. X.40. Movimiento de una disfococión de hélice desdoblada.

Por eso en los materiales metálicos del sistema cúbico de caras cenlra-
das. y con alta energía de defectos de apilamiento, como el Aluminio, las
dislocaciones de hélice pueden hacer ero ss slip más fácilmente que en aque-
llos que, por tener baja encrgfa de defectos, como por ejemplo los aceros
inoxidables austeníticos. presentan anchos defectos de apilamiento. Esto
se traduce. como se verá más adelante, en su diferente comportamiento
iI la deformación en fr(o (reL XI.4.) y a la dtdormaci6n en caliente (reL
XII.6.).
También para las dislocaciones de cuña ensanchadas es más probable
su recomposición en sencillas cuando los materiales cúbicos de caras cen·
tradas tienen alta en~rgfa de defectos de apilamiento (y, por tanto, enmar·
can defectos de poca anchura). Esa recombinación faciJita el movimienfo
por trepado (climb. rer. XA.J.) de las dislocaciones de cuna ensanchadas,
al ser activadas térmicamente, y ello explica el particular comportamiento
de estos materiales durante la restauración (rer. XI l.::!.).
nORIA DE LAS D1SLOCItCIONES 441

X.9. LA BARRERA DE LOMER COTRELL

Una inmovilización de dislocaciones, en mct.\les cúbicos de caras cen-


tradas, puede producirse por reacción de dos dislocaciones de Shock ley :11
moverse sobre planos secantes si la suma de vectores de Burgers de las dis-
locaciones imperfectas d:i como resultante otra dislocación de vector de
Burgers situado en un plano no compacto I 100 t . yen consecuencia no
de r:icil deslizamiento.
En la Figura XAI. se ilustra el desdoblamiento. en parciales. de la dis-
locación perfecta a/2 I O I T1 situada en el plano de deslizamiento (111 l.

B V

A~=-- __-.Y

llf}
A B
Fig. X.41. Desdoblamiento de la dislocación 1 O 1 7 I .
442 C/ENCIA E INGENIERlA DE MA. TERlALES

y en la Figura X.42. se indica el desdoblamiento de la dislocación a/2 [ 011


que desliza en el plano ( I I ¡). Estos desdoblamientos son:

a/2 101 T J = a/6 [1 1 2 )(directora) + a/6 [í 2 í J (rastrera)


a/2 r 0111 = a/6 [ 112 J (d¡rCClora) + a/6 [121 J (rastrera)
Al avanzar ambas dislocaciones directoras, hacia su encuentro, y reac-
cionar en la intersección de los planos (111) Y (11 '1) -ver Figura X.43.-
la resultante es:

a/6 I I I 2 ] + a/6 [ 112 1 = a/3 I I 10 1


lo cual supone una disminuciÓn de energía si se compara la energía de esta
dislocación resultante, igual a 2.a 2 /9, con la suma de energías de las dislo-
caciones directoras reaccionantes que es a 2 /3.

z
B Y

A B
~--......,...--------,.

rIB. X.42. lksdoblam~nto de la


dislocación I OJ 1 J.

o
TEORJA DE LAS DISLOCACIONES 443

z z

x 01'--------'
Fig. X.43. Fonnac;ón d~ una barrera d~
Lom~r.cotr~ll.

Obsérvese (Figuras X.44. a y b) que, al ir reaccionando ambas dislocaciones direCto-


ras, los ]{mites de los defectos de apilamiemo se van disponiendo paralelamente a la char-
nela AH (el freme de dislocación formaba 30° con la direcc;on AB ames de la reacc;ón).
La dislocación imperfecta resultante, a/3 [ 110] , denominada barrera de
Lomer-Cotrell (por haber contribuido ambos, en 1951 y 1952 respectiva-
mente, a precisar su existencia) es una dislocación inmóvil que actúa efec-
tivamente como una barrera: la charnela entre planos forma un límite (de-
nominado por los anglosajones "varilla de alfombra") para los defectos
de apilamiento -del plano (111) y del plano (J 1 T)- comprendidos entre
la charnela y las dislocaciones rastreras.
Las barreras de Lomer-Cotrell, que se presentan en metales del sistema cúbico centra-
do en las caras, se pueden vencer con temperaturas o/y tensiones elevadas, por ejemplo
por deslizamiento sobre el plano) 100 ( ; aunque está demostrado que las dislocacK:lnes
de hélice apiladas por barreras de Lomer-Cotrell pueden escapar haciendo cron slip,
antes de que la tensión sea 10 suficientemente alta como para poder romper las barreras.
En metales del sistema cúbico centrado en el cuerpo aparecen dislocaciones parciales
a/6 < 1I1 >, similares a las de Shockley, pero formadas por un mecanismo no bien cono-
cKio. Cotrell ha sugerido que una dislocación perfecta a/2 < III > puede disociarse,
para disminuir energía, según:

./2[111) ./3[II2J + ./611ITI


En los metales cúbicos centrados en el cuerpo tiene más imeres OtrO sistema de lnmo·
viliu.dón de dialocacionel, sin disociación en imperfectas, propueslO tambien por Couell:
el clivoze. Cuando una dislocadon de vector de burgers al2 [ TTI] Y plano de desliza·
miento (101) avanza, como se indica en la Figura X.45., al encuentro con otra disloca-
ción al2 [ 111 ] , que se desliza sobre un plano de deslizamiento (10 n,
reaccionan
444 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERlALES

A ~t44-~------7 B

(a)

(b)

Fig. X.44. Planos ( 1 1 1 ) Y ( lIT) abatidos sobre el plano del dibujo.


TEORMDE~DfflL~aONES 445

>l (101)
>
>l (001)

la, lb)

Fig. X.45. Cliuaje en los metales cúbicos de cuerpo centrado, según Cotrell.

-para disminuir energia- dando una dislocación unidad inmóvil; por estar situada en
un plano que no es un plano ordinar;o dt' deslizamiento:

./2 ( T T 1 I + 0/2 (1 1 1 I ~ '1 OO 1 J


Por otro lado, este plano (001) es un plano de fácil despegue -a lo largo de él se pro-
duce la fractura frágil en metales cubicos centrados en el cuerpo-, con lo que la forma-
ción de esa dislocación en el plano de despegue equivale a introducir una microgrieta de
espesor igual a un espaciado retkular; que puede coalescer con otras dislocaciones adi·
cionales, formadas de modo similar, induciendo una rOlUra por despegue (clivaje). Elite
mecanismo parece ler relponllble de la baja tenacidad que (comparativamente a los
metales cubicos centrados en las caras) presentan los metalel cl1bicos centrados en el
cuerpo cuando son deformados a baja temperatura.
En cuanto a las dislocaciones perfectas de metales exagonales compactos, con vector
de Burgers en la dirección < I I ~ O >, y plano de deslizamiento el plano basal (0001).
pueden descomponerse. para reducir la energia, en dos dislocaciones de Shockley. pro-
duciendo un defecto de apilamiento en el plano (0001) (que es el unico plano en que
puede moverse la dislocación ensanchada)

a(11201=a(IOIO]+a(01101

X.10. DISLOCACIONES IMPERFECTAS DE FRANK

La condensación de lagunas puede dar origen, también, a dislocaciones


inmovilizadas. Una red cristalina puede sobresaturarse de lagunas al ser
enfriada porque la solubilidad de equilibrio de las lagunas disminuye al
descender la temperatura. Si el enfriamiento es demasiado rápido para
permitir que las lagunas difundan a regiones receplOras (tales como super-
ficies, límites de grano, o dislocaciones) pueden condensarse en grupos
(cfusters). Estos, una vez alcancen un cierto tamaño, se acumulan para
formar anillos. También pueden formarse lagunas por otras causas tales
como irradiación, o incluso por defonnación plástica.
En los metales cubicas de caras centradas, la condensación de un disco
de lagunas en plano (111), tal como se indica en la Figura X.46 .. crea un
anillo de dislocaciones de cuña cuyo vector de Burgers a/3(111 les perpen-
446 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

Fig. X.46. Fonnación de una dislocación de Frank por condensación de


laguna.s en un plano C.

dicular al plano (11 1): ese :millo de dislocación de Frank, l'nderra un de-
fccto de apilamiento que impide el movimiento de esas dislocaciones (sólo
padr(an moverse si hiciera c1imb el defecto), La I,':nergía de una dislocación
de Frank es a 2 /3.
Cuando. como en este caso, el vector de Burgers dt' un anillo de disloca-
ciones es perpendicular al plano del :millo. el anillo recibe el nombre de
dislocación prismática. Esta dislocación, además de resultar inmóvil. supo-
ne un obst:iculo para el movimienlO de olras dislocaciones. Si bien. como
veremos en el apartado siguiente, el defecto de apilamiento puede desapa-
recer por reacción con dislocaciones de Shock ley .
También en metales exagonales pueden formarse, por condensación de lagunas. dis·
locaciones prismáticas con veClor de Burgers perpendicular al plano basal 1000 I J. Pero.
a diferencia de los metales cúbiros de caras centradas. la condensación de lagunas no
crea inidalmenle un defeclo de apilamtenlo sino que produce primeramente un contaclO
entre átomos situados en la misma posición (dos planos B en la Figura X,47b,) 10 que
fuerza, después, a la formación de un defecto de alta energCa de apilamiento (Fig. X,47c.).

., defecto de
<lIta energfa

~~~~~i~1E~~;~~~i~~~,i
Id

Fig. X.47. Condensación de lagunas en metales exagonales.


Las (lechas indican alteraciones de planos necesarios para dis-
minuir fa energ(a de CM defecto. (Hull).
TEOIUA DE LAS DISLOCACIONES 447

X.ll. REACCIONES ENTRE DISLOCACIONES. NOMENCLATURA DE


THOMSON

La nomenclatura de Thomson resulta muy conveniente para expresar de


modo simple las posibles reacciones entre dislocaciones, en metales del
sistema cú.bico de caras centradas. Véase primeramente, en la Figura X.48.,
el tetraedro formado al unir los vértices de la celda cú.bica elemental. Las
caras del tetraedro son planos J I1I t y las aristas del telraedro son direc-
ciones < 110> (como recordalorio se indican los (ndices de Miller de los
planos y ariSlas de dicho tetraedro en la Figura X.49., abaliendo sobre el
plano de la figura -coincidente con el ABe-las caras dellelraedro).

Los rndkes de Miller de la Figura X,49. están determinados lomando (omo o.:oor;
denadas canesianas del vértice 1\ los valores: XA = 1 YA = O ZA = l. PlHa B: XH = O.
Y H = [, ZB = l. Para C: Xc = 1, Ye = 1, Ze = O. Para O: Xl) = O. Vo = O, Ze =0.
Por eso, por ejemplo, el vector que une B con A --obtenido restando de [as wordenadas
de A las de B es < I i O 1, el que U:1e O con B es <O I 1 1, el que une A con el o.:entro
de la cara ABe es I i 2 í >. etc.

En la nomenclatura de Thomson los vértices se designan A, B, C', D y los


puntos med ios de las caras opuestas se denominan 0'. O. "Y, b.
El vector que une dos puntos del tetraedro se especifica. en dirección y
sentido, por dos letras cuyo orden indica el sentido. Asf, el vector que une
B con A en esa dirección se designa como AB; el que une A con B como BA,
el que une e con B es Be, etc. El vector que une un vértice -v.gr. el A- con
el centro de la cara opuesta se designa O'A. El que une el punto medio de la
cara ABe con el punto medio de la cara AC'D se designaría Bb.
De eSle modo el desdoblamiento de una dislocación perfecta a/~ < I 10 >
en dos dislocaciones de Shock ley Se describirfa como una reacción:

Fig. X.48. Tetraedro de Thom50n.


448 C/ENC/A E lNGEN1ERlA DE MA TERlALES

Fig. X.49. Notaciones en el tetraedro de Thomson.

AB ~ AS + S B
resumiendo de ese modo, (recuérdese que las componentes X, Y, Z del
vector del primer miembro han de ser 1:J suma de las componentes X, Y, Z
de cada uno de los vectores resultantes), la descomposición de un vector
tal como:

a/2 1I ¡O I ~ "/6 1 1 "2 1 J + a/6 12 T i I


Análogamenk se describir fa el desdoblamiento de otras dislocaciones
perfectas en dislocaciones de Shock ley ; V.Gr:

DA D~ + ~A
BD = 80: + aO

o la formación de una barrera de Lomer-Cotrell por reacción de dos de


las imperfectas anteriores:

Nótese que los vedares de Burgers de las dislocaciones de Lamer-CalTell


son los que unen los centros de las caras a/3, 6a, CXO, /ja, etc., y aparecen,
por tanto, en 6 orientaciones posibles (paralelas a las aristas del tetraedro
de Thompson).
rEORlA DE LAS DISLOCACIONES 449

Las dislocaciones ot3. {3t:x, O'b. eto.:. son ejemplos pankulares de dislocaciones de Lamer,
Cotrell. En general se formarán barreras,de Lomer-Cotrell cuando la reacción entre dis-
locaciones de Shockley sea energéticamente f avorab1e. Así. por ejemplo:

Reactantes: Producto: Energía reactantes: Energla resultante'


b 2 +b J Barrera (b 2 2 +b] 2). 36/a 2 b 1 2 . 36(a 2

SB + B)' Ó'y l' 2

SS + "(A Ó'y/BA 12 4
1/3 <001 >

oC + D-y oD!C, 12 8
1/3<110>

SB +"(0 Ó'y/BD 12 10
1/6 <013 >

En que. por convención, en la segunda columna, un vector V.gr. PQ- representarla


al vector que une P a Q; y PQ/RS representa un vector dos veces la longitud del vector
que une el punto medio de PQ con el punto medio de RS.

La nomenclatura de Thompson permite, también, describir de modo sen-


cillo la disociación de una dislocación perfecta en dos de Shock ley y una
Lomer:

BA ~
Ba + a~ + ~A

<JG
Do

---¡,C---

Fig, X.SO, Desaparición de una dislocación de Frank por reacción con


una dislocación de Shockley.
450 CIENCIA E INGENJERlA DE MA TERlALES

----- B

Fig. X.51. Fonnación de defectos tetraedro/es.


TEORlA DE US DISLOCACIONES 451

La misma designación dt: Thompson permite expresar cómodamente que


una dislocación de Frank puede desaparecer por reacción con una disloca·
ción de Shockley:

05 + 5C = OC (ver Figura X.50.)


a/3 [ 111 J + a/6 111 J 1 = a/2 1110 1

Esta reacción ocurrirá solamente cuando la energia de defeclos de apilamiento es


grande: porque al no haber variación de energía en la recombinaci6n, pues la energía
sigue siendo igual a a2/2, la minimización de energía se produce por desaparición del
defecto de apilamiento.
Una dislocación de Frank puede disociarse para dar una de Lomer-Cotrell
y una de Shock ley:
D6 = D~ + ~6
a/3 11 11 ) ~ a/6 [2 I 1] + a/6 [ O 1 1 I
este tipo de disociación (energéticamente favorable ya que la energ{a
de la de Frank es a 2 /3 y la suma de energfas de las otras dos es 2 a 2/9) es
responsables de la formación de defectos tetraedrales de apilamiento. en
metales con baja energía de defectos de apilamiento, como puede verse em-
pleando la nomenclatura de Thompson:
Imagrne~ un "anillo" triangular de defectos de apilamiento como el de
Ja Figura X.5Ia. con vector de dislocación de Frank D6. El anillo está forma-
do por frentes de dislocación de cuña cuyos vectores de Bu~ers son el de
Frank. Cada frente de dislocación de l:uña, o tramo recto del "anillo", est.lf
inmOvilizado; pero -por ser direcciones < liD >- pueden originarse reaccio-
nes tales que el vector de Frank se disocie en un vector Lomer-Cotrell y otro
de Shock ley (ver Figura X.51 b.):
D6=D~+~6
D6 = D, + ,5
06 = Da + 0:5

en la primera de las reacciones, {35 es una barrera inmóvil de LomerCotrell;


pero repele a la dislocación Shock ley que tiene vector 0{3. Y éste -situado
en el plano CAO- puede curvar el frente CA hacia el vértice O tal como se
indica en la Figura X.5Ic., dejando tras de si, en ese plano CAD, un defecto
de apilamiento. Análogamente, por lo que respecta a la segunda reacción,
ocurre con la dislocación de Shock ley de vector Doy: y lo mismo sucede
con la dislocación Da. En su avance esas dislocaciones de Shock ley lI~an
al vértice O y quedan inmovilizadas. habiendo formado previamente un te-
traedro de materia delimitado en sus caras por defectos de apilamiento.
Estos defectos tetraedrales sólo se formarán si la energía total en el tetrae·
dro (energra de las dislocaciones y energía de los defectos) es menor que la
energra del anillo de dislocación Frank a partir del cual pueden formarse,
452 CIENCIA E INGENIERlA. DE MA TERlALES

BIBLlOGRAFIA
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Burgers. J.M.- Proc.Acad. Sei.. 42. 293. 1939.
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Weertman.l.- "Elementary Dislocations Theory".- Me Millan Co. 1964.
Zorawsky.- '1lIeorie Mathématique des dislocations...• Dunod. 1967.
XI
Acritud.
Bases metalúrgicas de
comportamiento y propiedades
mecánicas en frío.
La dureza, determinada en frío por un ensayo que comporta la deforma-
ción por fuerza de compresión, es un modo de producir llna deformación
plástica permanente, aunque localizada.
Varios son los métodos para determinar b duraa de un material metáli-
co. El ensayo a realizar consiste en la aplicación de cierta carga sobre un
penetrador midiendo después la huella producid3 en el material. El pene-
trador suele ser una bola de acero templado (Dureza 8rincll, Dureza Roc-
well B) o una pirámide de diamante (Dureza Rocwel1, Dureza VickerSI.
Sobre el modo de realizar los ensayos puede el lector consultar, por ¡,:jempio,
las normas espanolas (reL UNE).
Por lo que respecta a endurecimiento parece conveniente distinguir
dos aspectos.
En primer lugar (XL1) la distinta dureza que presenta un mismo material
-antes y después- cuando se produce una deformación de ese mataial
durante cualquier proceso de conformado en frío (work hardening). Inclu-
so al realizar un ensayo de tracción en frío puede apreciarse que la dura.a
del material antes del ensayo es menor que una vez concluido el ensayo
de tracción.
En segundo lugar las diferencias de dureza entre un melal puro y l'Sl'
mismo metal. pero en varios supuestos: metal con átomos en sollu:ión
sólida de inserción (XUU, con átomos en solución sólid¡l Je sustitución
(XI.9.), con segundas fases precipitadas en la matriz met¡i1ica (XI.10.), con
gran nLunero de lagunas (XI.1I.J. La deformación plástica en frío, enlOl!lls
esos casos. es, precisamente, la conferida dur:.lt1te ]¡.l realiz:H:i{~n del propio
ensayo de dureza.

X1.1. ENDURECIMIENTO POR DEFORMACION EN FRIO: ACRITUD

Xl. 1.1. Acritu d en el monocristal

La deforméJción en frfo de un lllonocristal metálico produce una mu1ti-


plicidéJd de dislocaciones. a partir de léJS previamente exish.:nks. (reL Meca-
nismo de Frank Kead), 'HJemás de poner en movimiento tanto las previas
como las nueVéJtnente generéJdas.
Como se volverá éJ recordar sumariamenh.: en los p:lrrafos siguienks, las
dislocaciones, al desplazarse (y producir una ultralllieroplasticidad), de-
mandan esfuerzos externos crecientes para poder proseguir su lllovimicnto.
Por una parte las dislocaciones del mismo signo. y con igual plano de
454 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERIALES

deslizamiento, van resultando inmovilizadas, durante la deformación, a


causa de las rctrolensiones que se producen al avanzar en la misma direc-
ción; ya que las dislocaciones del mismo signo se repelen.
Lógtcameme algunas dislocaciones de signo contrario pueden llegar a anularse entre
si; ~ro, en la práctica, para que esto se produzca significativamente, y por tanto se
advierta un ablandamiento por este motivo, es necesario activar térmicamente las dls-
IOC:!<:lones. elevando la temperatura, a fin de que las dislocaciones puedan trepar y pro-
duzcan una poligonización (ref. X.?).

El frenado de una dislocación puede, también, ser ocasionado por obs-


l:iculos que se opongan a su avance, salvo que la dislocación pueda moverse
por cross slip (reL XA.3.) hasta olros planos de deslizamienlo para evitar
aquellos obst<iculos.
Una dislocación en movimiento puede. también. resultar parcialmente
inmovilizada por interacción con olras dislocaciones por formación de jogs
y kinks (ref. XA.4.).
El desdoblamienlO de una dislocación en otras dos (rer. X.S.) puede pro-
ducir inmovilización parcial e incluso lolal.
Recuérdese que esa es la causa de que algunos materiales metálicos del sistema
cúbico de caras centradas, cuando su energía de defectos de apilamiento es baja -tal
es el caso, por ejemplo, de los aceros austeníticos,cobre, cuproníqueles, cuproalumi-
nios alfa, latones alfa, bronces alfa. para igual grado de reducción en frío- endurecen
a mayor ritmo que otros materiales cúbicos de caras centradas, como el Aluminio.
cuya energía de defectos de apilamienlo es alta.
A veces la inmovilidad 101;11 se produce por reacción entre dislocaciones
de Shock ley para formar una barrera dl' Lomer ('olrell (rer. X.9.).
La fonnación dI.' lIislocaciones lIl' Frank (rer. X.IO.) es olra causa de
inmovilización y motivo. a vel.:l'S. dI,.' 1:J g~nesis dI.' defectos tetraedrales
(rd. X.II.).
La posibilid:Jd de {jue las dislOl.:acionl's rl.'sulten inmovilizadas durante
la deformación depl.:lllle. l'n but'na lIll'dida. dd SiSll'1II3 cristalino a que per-
tenece el material I1ll.'tálko y de 1:1 l'nerg(a dl' SllS defl'ctos de apil::lTnil'1110,
segúll St' ha sl'i\abdo 1\1;ls Hriha para algunos llll'taks cühicos dl' caras
Cl'nlrad;ls.
FI1 [os tlh't"ks I,.'x:lgollaks. qul,.· liL'nen como planos dI.' f:kil dl'slizamiento
.>,(1[:11111,.'1111,.' h).~ h;I~:lks (00011. [as distocaciolh.'S dl' CIl1~:1 resu[t:lll l11:1s inmo-
vi[i/,;lda~. ['or 1,.'[1,) .:[ :Hllll~lllo r~1:Itivo ,-k uurl.'za 1.:011 r~spl.'cto a la dd melal
110 d~ftHIII;ldo. l'S lIlucho mayor qUl' d autllt'lIto rdativo dI,.' dureza que,
para igual ddl.HllIal.:ibn, ")(IWrillll.'lllan los mcla!l's del sislt-ma cúbico (tanto
dd :-istl'llla l'l,.'lIlrado 1,.'11 d l.:ucrpo como del sislt=ma cl'ntrauo en las caras).
Para l.'olldlllt" l· ... tl,.· ap;lrlado puede señalarse qUl'. t'n uetlnitiva, la defor-
mación plástica de /In monocristal, en frío, que n:sulta de una integración
lk lIIjcroddorlllal'Íolll's producidas por movimi~nto de dislocaciones, endu-
rece progresivamente al cristal. Una deformación ~n frfo complemen13ria
qu~ permili~ra rl,.·....olllponl'r las dimensiones externas del cristal no lo ablan-
darfa sino {jUI,.' lo l,.'mlllTn.'cria aun más. La permanencia de dimensiones
PROP1EDADES MECAN1CAS EN FRlO 455

antes y después de una deformación en fria (invariabilidad del grado de forja


mecánica) nada indica sobre los efectos de la forja "metalúrgica"en frfo.
Aunque la palabra "forja" responde a un modo concreto de deformar el material meta·
lico, es frecuente su uso como sinónimo de "conformado por deformación mecánica del
sólido"; por lo que es habitual, la designación "forja en frio" o "forja en caliente" para
indicar cualquier conformado mecánico.

XI.1.2. En el agregado policristalino

El lfmite o junta de grano t=S una estructura dt= tránsito. intt=rmt=dia, entre
granos cristalinos dt= orientación cristalográfica diferente (muy superior a la
desorientación entre subgranos mencionada en X.7.). La junta dt= grano tiene
una anchura de pocos diámetros atómicos, y su energfa es del orden de unos
600 ergios/cm 2 . En la junta de grano existen dislocaciones y defectos crista-
linos. Ello posibilita el cambio abrupto de orientación entre los dos cristales,
situados a uno y otro lado de la junta, sin que el sólido constituido por t=sos
granos pierda su continuidad material.
Debido a su alta energ ia, las juntas de grano son lugares preferentes para alojar átomos
por difusión. y por tanto, para inicio de transformaciones por precipitación y/o alotropía
en aleaciones sólidas.
Los lfmites O juntas de grano influyen notablemente en el comportamien-
to elástico y plástico de los metales.
Para deformaciones efectuadas a tt=mperaturas altas (superiores a un cierto
valor, denominado temperatura equjcohesjva, que es dt:1 orden de 1/2 de
la temperatura de fusión del metal expresada en "K) la resistencia de la junta
de grano es inferior a la del interior del cristal. En cambio, como es el caso
considerado en este Capítulo XI, a temperaturas inferiort=s a la equicohesiva
ocurre lo contrario.

X1.2. EL ENSAYO DE TRACCION

Se trata de un tipo de ensayo habitual en la industria, al qut= nos referi-


mos ahora, para poder ilustrar la acritud desde otra perspectiva diferente
de la dureza.
Para t=ste ensayo se sujeta la probeta del material a ensayar entre las dos
mordazas de una máquina de tracción (ver Figura XLI.); y se somete la pro-
beta a una fuerza monoaxial que va aumentando de forma progresiva. Un
método de registro permitt= conoct=r en todo momento la fuerza F aplicada
por tracción y la longitud L que va adquiriendo la probeta como resultado
de la lenta tracción en frío.
Lógicamente el ensayo de tracd6n puede h,Kerse también a alta temperatura, para
ello la probeta sometida a tracción se coloca en el interior de un horno, pero no nos
referimos aqu í a ese tipo de ensayo.
456 C1ENCIA E INGENlERJA DE MATERIALES

FiK. XI.!. Máquina de tracción.

XI.2.1. Curva convencional de tracción

Observando la curva de la Figura XI.2., correspondiente a la tracción de


un acero dulce calmado, se advierte que desde el comienzo del ensayo de
tracción y hasta el punto X, las deformaciones de la probeta son directa-
menh: proporcionales a las fuerzas aplicadas; se trata de una deformación
elástica: la probeta recupera sus dimensiones iniciales si cesa la aplicación
de 1<1 fuerza. A partir del punto X se inicia una deformación plástica uni-
forme de la probeta que se va alargando a expensas (el volumen de la probc~
(a permanece invariable) de una reducción uniforme de la sección, y cons-
tante a lo largo de toda la probeta.
Nótese que para poder proseguir estas deformaciones plásticas unifor-
mes. desde X hasta M, se precisa emplear fuerzas cada vez mayores:
tenemos pues aquí otra manifestación de la acritud; cuanto más se va
deformando el material metálico por tracción en frío mayor va siendo el
esfuerzo necesario para poder proseguir la deformación por tracción. La
figura X1.9. que incluye las curvas convencionales de tracción de dife-
rentes materiales metálicos muestra que, por ejemplo. el latón es más
sensible a la acritud que el Aluminio.
PROPIEDADES MECANICAS EN PRJO 457

Si la sección inicial de la probeta metálica es So, y su longitud Lo, la


curva convencional de tracción del material metálico, también llamada curva
de tracción ingenieril o tecnológica, de la Figura X1.2., suele tener por orde-
nadas -en vez de la fuerza aplicada F ,éste valor dividido por una magni-
tud constante: el valor So. El valor de F: So en cada instante del ensayo
recihc ...J nombre de esfuerzo, o tensión (stress), aparente (aa). Análoga-
mente, en abscisas, con un sencillo cambio de escala, suele señalarse -en vez
de la longitud L que va adquiriendo la probeta- el valor (L/Lo -1) o 10 que
es lo mismo (l-lo): Lo: valor que recibe el nombre de deformaciÓn (strain)
o alargamiento unitario A (o, si se multiplica por 100, alargamiento por-
centual A %).
El esfuerzo F: So que es preciso sobrepasar para que se inicie la deformación plás-
tic,l se denomina, industrialmente. límite elástico práctico (yield strength), RCü.2' de
material.
En muchos casos no resulta fácil determinar con exactitud el esfuerzo correspon-
diente al límite elástico. Por ello se suele tomar como límite elástico práctico el
esfuerzo que produce un alargamiento permanente de 0.2% (correspondería al punto
X de la curva. obtenido por intersección de la paralela a la tangente en el origen tra-
I.ada desde el punto correspondiente a un alargamiento del 0,2%).
En la Tabla XI. l. se indican los valores dellfmite elástico de los metales y
aleaciones, entre un mínimo y un máximo: y, en función de él, una clasifica-
ción de las aleaciones por niveles de resistencia mecánica.
El esfuerzo F:So. correspondiente al máximo. M, de la curva de la Figura
Xl.~. se denomina Carga de Rotura, R lll , o Resistencia a la Rotura por trac-

F/So
1
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Il'
11

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~~~~~~~~-----

o A{"")
Fig. X1.1. Curva de tracción de un acero dulce calmado.
TABlAXI,I. g
Limite e/dstico, Re, de diferentes metab' y aleacione,f. (ASM)

Re (MPa) Re (MPa)
Metal! aleación Melall aleación Min.
Min. Máx, Máx.

MUY ALTA RESISTENCIA Aleaciones AI·Zn (seri.. USA 7000), 9' 6"
Cobalto y 5UI aleaciones" .... 180 2000 Aleaciones cobre·nfquel.t,inc6 . , .. 12' 620
Cupronfqueles6 , , , , , , • , .•• , 620
Aceros templados de baja IIleación 6 .1
Aceros inoxidables martensíticos 6 •2
Aceros u Itrarernstentes6 ,2 1170
5"
41'
1985
1895
1860
Aceros inoxidables felTrticos6,4 ..
Aceros HSLA 6 , . , , .. , . .,.
'"
310
290
550
550
Nfquel y sUlsleaciones, . 70 1585 Aceros al carbono cementado.6,1 . 315 530
ALTA RESISTENCIA Cobres 6 . . , •• , , . , , •. , 70 495
Wolfrsmio. " . , . , . 1515 Aleaciones AI.cu (serie 2000) .. , 70 455
Molibdeno y sus aleaciones. . ... 56' '450 FundicionesdClctiles austenfticas rundidu 195 450
Titanio y ,1.1,
.leaciones . 18' 1315 Aleaciones ricas en berilio . 170 450
Aceros al carbono 6 ,l,1 . 400 1295 Aleaciones AI.Mil (Ierie 5000) . 40 405
Superaleaciones de base nfquel. 275 1185 Aceros al carbono rundidos S • • • . . . . 330 380
380
Acero. aleados fundido~ ..
Tinl.8do y sus aleaciones.
Aceros inoxidables fundidos
. ..
.. .
770
330
21'
1170
1090
1140
Aleaciones AI-Mil'Si (serie 6000)
Circonio y sus aleaciones.
Zinc colado en coquilla, , , , .
"
105
-
385
350 q
Uranio empobrecido, " , . 240 345
Fundiciones esferoidales para moldeo, . 275 1035
Aleacione. AI·Si (serie 4000), 315 335 'l1
~
Aleacione. de cobre para moldeo . 60 96'
Niobio Y sus aleaciones, ,. 240 930 Aleaciones de magnlllio 6 , .• , 90 305
Supenleaciones de base hierro (undidas6 ••• Plata . . . . . , , , , , , .. , ~ .. 55 303
Superaleaciones de base cob!llto 6 . . . . . • .
275
240
9"
800 Ace!"Os al carbono colados " 250 290 '"
I
Bronces6 , , ,. 95 78' Aleacione. AI·Mn (serie 3000) .. , ...
BAJA RESISTENCIA
40 "O
Aceros de construcción de baja aleació n6, 2 •• 620 760
Cobres sI berilio {forjados y envejecidos, , , , 520 12-10 Oro.. . , , , ,. , , , , , , , , ,. - 205
RESISTENCIA MEDIA Aleaciones de magnesio fundidas 85 205
15
Superaleaciones de base cobalto fundidas.
Hafnio 6 . . .. , .. . " . 220 '1' 690
260
Platino. . . , . , . , .,.
Aluminios 99%, 99,5%, 99,75% mrn.(s. 1000)
. .
30
18'
155
~
Aceros inoxidlblellustenfticos ..
Latone. 6 . . . . ,., . . . . .
207
70
655
640
Plomo y sus alelciones .
Estaño y sus aleaciones. . .
10
, 55
45 ~

~
la l'Olnllaradon de lo~ limite' d;hti,"{l~ d<: I,,~ metall" y a!caclOne' ~nteriore~ mUl·~tra nímo IJ re,hlend,1 dqJendl' tunto de los elementos de aleadón romo
dd proecilO de elahola<'ion. hlo~ ~alore~ sun apro,imado~ y ,e dan ~ tllUlo comparativo: nolian de ,'"n,jderar,ccomo absoluto, o como par.fmctro~ de
dbeñn. 1 Templadu y revenido. 2 Con Iratamiento térmku. 3 Norm,lll'uu. 4 I'urjauo en rrio. 5 NOrrl1~lit¡lu" y revcllhlo. 6 hnjado. 7 Rceoddo
PROPIEDADES MECANICAS EN FRJO 459

ción (tensile strength); a partir de ese punto se inicia la estricción localizada.


Como una primera medida, industrial, de la propensión a la acritud que pre-
senta cada material metálico suele indicarse el valor del cociente ReO,2/Rm :
valores pequel10s de este cociente indican que el material adquiere mucha
acritud ;:Ull la deformación, En cambio, valores de RCD.2/Rm prÓximos a la
unidad indican que el material apenas adquiere acritud por deformación,
o bien que el material rompe sin deformación una vez sobrepasado ellfmite
elástico. Por ello resulta más razonable emplear un coeficiente de acritud,
el valor "n", que describiremos más adelante.
Alcanzado el punto M se observa que prosigue la deformación plástica
de la probeta al aplicar valores de F menores que los empleados hasta ese
momento: pero ello no quiere decir que el metal no siga aumentando su
resistencia a la tracción, por acritud, a medida que se va deformando: en rea-
lidad, a partir del punto M, tras un proceso de deformación plástica con re-
ducción uniforme de la sección a 10 largo de toda la probeta, la deformación
se empieza a localizar y se va produciendo una estricción; generalmente en
el tercio eentral Je la probeta.
A partir del punto M la sección estriccionada localmente sigue aguantando
esfuerzos reales cn~cientes: si se considera que toda la fuerza de tracción ha
de ser soportada por esa sección de la probeta que va disminuyendo hasta
que se produce finalmente la rotura.
LJ forma tic tll fmdun dÚc1.il lIsí producida, tras deformación plástica, suele ser de
copa y cono. Las fracturas sin deformación previa, (y por tanto también sin estricción),
t ipicas de materiales denominados frágiles, que no absorben trabajo de deformaci6o
antes de romper. son macroscópicamente brillantes y cristalinllS.

XI.2,j,j, Alargamiento total hasta rotura, AT

Es habitual t'n la industria el empleo de Ar, como medida del alargamien-


to, por la facilidad con (jUt' puede determinarse esta magnitud sobre la pro-
beta rota por tracción, antes del ensayo se señalan dos trazos. simétricos
respecto al punto medio de la probeta, distantes entre sí Ilna magnitud l...u;
una vez rota la probt·ta. y recompuesta, se mide lo que distan entre sf, LT ,
aquellos trazos. El valor de Al' es (LT - Lo): Lo.
Pero el valor d ...· kr, <JS( dderminado, varía según sea la separación inicial
Lo entre trazos. L<J producción de una estricción previa a la rotura explica
esa variación d ...·l a]¡lrgamiento: ya que, al existir estricción, el alargamiento
tolal medido entre dos puntos AA 1 que distaran entre sf antesde la tracción
(ver Figura XI.3.), por ejemplo, 10 cm resultará menor que el alargamiento
medido entre dos puntos SSI que distaran 5 cm: la probeta, debido a la
cstriceión, alarga más en su zona central que en otras zonas.
Por eso los valores de Al' han de ir acompañados de una indicación sobre
cuál es la separación entre trazos empleada (si no se indil.:a nada se sobreen-
tiende que la distancia inicial entre trazos es -según nonna- 5 cm., en España: O 2 pulga-
das en países anglosajones).
460 CIENCIA E lNGENIERlA. DE MA. TERlALES

.s, .A,

,/
.
-------------------
Dislancia. La seCCión d~ rotUriII

Fig. Xl.3. Alargamiento longitudinal (A T %) en función d~ la uparación


inicial entre trazos.

Por otra parte el valor de AT dro=pende no sOlo dio: la distancia inidal entre
trazos, Lo, sino lambi¿n de la secciÓn inicial de la probeta So. Experiml'ntal-
mente se observa que. con bastante aproximación. en los materiales mdáli-
cos que rompen con estricción previa por tracción, se verifica:

siendo a y e dos constantes que dependen solamente dd material.


Por consiguiente el alargamiento a la rotura, AT. de un mat~ri<ll mdjlico.
consta de dos sumandos. Uno de ellos d alargamiento rijo, o uniforme, inde-
pendiente de la separación entre trazos, que coincidro: con el valor tll: la cons-
tank e (el mismo valor aunque la separación fu~ra infinita y por tunlo irre-
\eV<lnte el efecto de la estricción). El otro sumando van'a con L,,; y
con So-
Por lo tanto, para que los valores de AT resulten iguales si se cnsayan
a tracción dos probetas cilfndricas de un mismo material metálico. pero de
diferente dimensión- será necesario que entre ambas probetas exista una
relación de semejanza geométrica (ver hgura XI.4.J:

Ha de cumplirse también esa relación si se desean comparar entre sí los


alargamientos tJe dos materiah:s <.1 ifcn:ntes.
PROPIEDADES MECANlCAS EN FRIO 461

---------------------
e

Fig. XI.4. Alar¡amiento total, A r • en el enS6YO de tracción.


[ - para secci6n inicial de probeta So. Lo
ll- paralecci6n inicial de probeta S j .

XI.2.2. Curva real de tensiones - deformaciones

La curva convencional de tracción presenta varios inconvenientes en 10


que se refiere a la información que proporciona sobre esfuerzos reales y alar-
gamientos reales.
En párrafo anterior se ha definido como tensión aparente el valor F: So.
En cambio, la tensión real (or) que soporta el material al aplicársele una
fuerza F es F:Sr; siendo Sr la sección instantánea que el material presente
en ese momento. En la práctica este esfuerzo resulta siempre creciente con
la deformación hasta que se produce la rotura.
Al iniciarse y proseguir la estricción, se observa que F disminuye. Pero, la sección
real va disminuyendo en mayor cuantía a consecuencia de la intensificación de la estric-
ción localizada (la sección, en materiales extraordinariamente dl1ctiles, se acercaría a
valores próximos a cero antes de la ruptura) con lo que el cociente F :Sr aumenta (antes
de la rotura se acerca teóricamente a infinito). En la curva convencional de tracción el
constante aumento de la acritud queda enmascarado, en cambio, una vez iniciada la
eslricción
En tanto se produce la deformación el alargamiento porcentual, A%,
presenta varios inconvenientes; entre otros el de no ser aditivo.
En efecto, si hasta un instante ti el alargamiento obtenido por tracción,
A, ~ 100. (L, - lo)' lo,
es del 20 % y en otro momento posterior el alargamiento, A2 = 100. (L 2 - Lo): Lo,
es del 30 %, ello no quiere decir que el alargamiento entre L I y L2 sea igual a la diferencia
entre A2 y Al, es decir 10%. En realidad la diferencia entre 100 (~ - Lo): Lo Yel valor
100 (L, -lo): Lo, igual a 100 (L 2 - Ld: Lo, indicaría un incremento porcentual de
longitud referido a la longitud inicial de la probeta Lo; pero no a la longitud LI que
tenía en el instante t,.
462 CIENCIA. E INGENIERlA DE MATERIALES

Por eso resulta conveniente definir un alargamiento real € Que permita


conocer para cada longitud L. actual, qué incremento de longitud (dL: L = dE)
produce un aumento infinitesimal del esfuerzo, para que el alargamiento sea
aditivo en todo momento del ensayo. Así pues:

+ (l] - L 2 )/L 1 + (L 4 - L 3 )/L) + ... =


dL L
- = ln-
L 4,
los alargamientos reales ilustran mucho mejor que A la equivalencia de la deforma·
ción en procesos de conformado diferentes.
Así. por ejemplo. cuando una longitud aumenta al doble por tracción los valores
resullan ser: A =( ~ Lo Lo): Lo = I Yel alargamiento real € = In (1 Lo: Lo) = + 0,693.
En nmbio. si una longitud ~ reduce a la mitad por compresión: E = In (Lo/2: Lo) =
= 0.69] perm<lnc,;e igual y, lógicamente. con signo cambiado: en tanto que A resulta
5Ct(lu/~ lo):l.uiguala O.s.
los valures de A y E difieren entre si para grandes deformaciones (cuando A = 1 resul-
ta € = ONU), pero casi coinciden cuando las defotmaciones son pequeñas « 10%): asf
cuando A = 0,05 resulla E =0.049. Ypara A =0.1 E =0.095.
Por olro lado 105 alargamientos reales permiten definir con más exactitud las carac·
terlSllcas de los principales procesos de conformado en frio (ver Tabla XI.2.).
Obtenida ~xperimentalmcnte la curva convencional del ensayo de tracciÓn
eS posible determinar. por puntos. la curva real de esfuerzos-deformaciones,
(en tanlo no aparezca estricción. o lo que es lo mismo. mientras los alarga·
mientos sean uniformes. es decir. veril1cándose So. lo = Sr. l). Si se tiene
cn cuenta la rdacfón existente entre los esfuerzos aparentes. 0;0 = F: So.
los alargamientos A = (l - lo):Lo. los esfuerzos y alargamientos reales
0r y Er resultan:

E ~ In(LL,,) ~ In(A+11
a, = F:Sr = (F:So)(L:Lo) = oa.cE = o;o(A+ 1)

Con fr~cut'nda se sude construir tambitn, a partir de la curva convencio-


nal dI;' tracción. la curva (da/dE, E). Si se superponen esta curva y la curva
rc;,¡1 (or' el, Jmh;IS Se cortan en un punto de abscisa Eu (ver Figura XI.5.), que
eorrespomle al máximo alargamiento uniforme.
En cfl'l'lO d máximo alargamiento uniforme corresponderfa -porque a
partir de ali( st" inida ya la estricción al máximo de la curva convencional
de tralxión (1-":50. Al. es decir a d (F:So) = O. o lo que ~s igual a dF = O.
y como I<lrnbien se vl;'rifica qu~ F =: 01 SI, diferenciando esta expresión e
iguJlando J cero, se liene: dF = 0r. dS r + Sr. dO r = O; Y por tanto, cuando
el alargamit'nlo uniforme es máximo, ~ verifica qu~ dar: o, = -dS r : Sr.
Pl'ro. por otra part~. l'n tanto que el alargamiento sea uniforme, la constan-
da de voluml'll, V = lo So = L, . S,. se expresa por dV = O: o lo que es 10
mismo: Sr. dl, + l, dS r = O: con lo quc dL, : L, = dE r = -dS,/S, que,
por 10 indicJdo untl'riorm~nte. rcsult<l igual <1 dar: o,.
PROPIEDADES MECA.NICA.S EN FRlO 463

TABLA X1.2.
Procesos de deformación en fria (Gil Sevillano).

Orden de magnitud de
Orden de magnitud de 1:1 velocidad de deformación
PROCESO la deformacioll real df
€=-
dt

Folja edeO's-1 edelO'alO J

E por paso: de 0.1 O - 0.15


Recalcado i de 10 2 a 10 3
E acumulado <1

E por paso: de 0.10 0.5


Laminadón ide 10 2 a 104
E acumulado: de I,~ a3

Extrusión EdeO,5al,6 Ede 10 1 a IO J

ehasla9.2
Extrusión hidrostalll;a ide lO' a 10 3
(valores llpicos de 1.4 a J.~)

E por paso de O.~ a 0,6


Trelllado ede 10 2 a lOS
E acumulado de 4 a 9.2

I:.stiraje, Embuticion e<O,6 EdelO- 1 a101

Troquelado, CiJ:allado,
"Y""" 2 € 10 3
PUlll.onado

Arranque de virUla "Y_lO Ede 10] a lOS

Conformado por impaclO ede 10 2 a 10 4

Conformado por explosivos ede 104 a 10 6


464 CIENCIA E INGENIERIA DE MA TERJALES

En definitiva, por tanto, fu, alargamiento uniforme máximo o alargamien-


to real que corresponde al máximo de la curva convencional, es el que
resulta de la igualdad dar : 0r = dE : o lo QlI~ es lo mismo. se~(ll1 dijimos mas
arriba. es la abscisa del punto de corte de las curvas de la Figura XI.5.:

XI.2.3. Coeficiente >In"

Si el material es poco sensible a la velocidad de deformaciOn, dE"/dl. la


curva real de tensiones deformaciones se ajustan bastante. en la zona de alar-
gamientos plásticos unifonnes (que suele denominarse zona de "estabilidad
plástica" de la curva l al modelo teórico de Ludwick. Segem este modelo:

0r = le: . lOl1

siendo k Y n dos constantes para cada material metalico.


Los valores de 0r aumentan cuando aumenta la deformación: tanlo más
cuanto. mayor ~a el valor de n. Por consiguiente n es un coeficiente de
acritud o de endurecimiento por deformación en freo.
Tomando escalas logarftmicJs -log ar en ordenadJs y log € en abscisas-
al construir, a partir de la curva convencional de tracción, la curva real de
tensiones deformaciones para la zona de deformaciones uniformes se obtie-
ne una recta de pendiente n y ordenada en el origen K. (Iog ::J r = K + n log e),
como consecuencia de que la curva real sigue con sensible aproximación la
ley de Ludwick 0r = k . en en muchos materiales metálicos. -

,,
,,
,,
,,
,,
,,
". (do r : dE, E)

,
FiJ. X1.5. [kterm;nación de Eu '
PROPIEDADES MECAN1CAS EN FRIO 465

Por ese procedimeinto se detennina el "coeficiente de acritud n". Este coefi-


ciente no supera valores de 0,5-0,6. Suelen obtenerse valores cercanos a 0,3 para el
Aluminio; 0,5 para el latón a; 0,25 para el acero dulce.

Aunque la acritud es siempre creciente con la deformación, n no indica el


ritmo de crecimiento de la acritud; ya que ese "ritmo" viene definido por la tangente
da: dE a la curva de Ludwick; y por tanto resulta igual a n.k.E n- 1; o lo que es lo
mismo igual a n.a:€.

El ·'ritmo de la acritud", aún siendo proporcional a n, varía con la defor-


mación ~con el cociente de los valores al : El alcanzados hasta ese ¡nstante~
y por tanto disminuye paulatinamente con la deformación.
El valor del coeficiente n, además de ser un coeficiente de acritud, coin-
cide con el alargamiento máximo uniforme Eu . En efecto, diferenciando
ambos miembrosde la ecuación de Ludwick se tiene que dar: dE r == k. n.E" -\,
que ~por lo demostrado anteriormente- deberá ser igual a 0r == k . EP cuan-
do el alargamiento uniforme sea máximo: de lo que se desprende que n == fu.
Conocido "n" puede determinarse tanto la longitud Li que una probeta cilíndrica
-de longitud y sección iniciales Lo y $0- tenía en el momento de iniciarse la estric-
eión, como el diámetro mínimo Di que tendría la probeta cilíndrica al iniciarse la
estricciÓn. En efecto:
n == Eu = In (Li Lo) = In (5" . Si) = In (1TD o 2 : 1TD¡2) := 1 .ln (Do.: D¡)

Para comparar valores de n entre diferentes materiales sirven, en primera


aproximación, el alargamiento uniforme de la curva ingenieril de tracción (la
abscisa correspondiente al máximo de la curva). Así, de la Figura XI.9., se dedu-
ce que el valor n del latón es mayor que el del aluminio recocido; y que, a su vez,
el coeficiente n de éste es mayor que el del acero dulce refosforado o que el del
Titanio.

X1.3. ESTRUCTURA Y LIMITE ELASTICO

P:Jfu;e oportllllo hacer aquf unas consideraciones, complementarias a


I;JS indicadas \.'11 X.l., sobre la inl1ucncia de la cristalografía del material
Illl'l:llieo sohre los resullados de un ~tlsayo de tracción.
Al tr;JccionLlr un l1ukrial metálico, la deformación plástica no comenzará
hasta que el esfu~rzo sea suficiente. Se iniciará en aquél o aquellos granos
crist;Jlinos qUl" por tetll'r una orientación favorable respecto a la dirección
de la tracción, requieran mellar esfuerzo para iniciar su deformación plástica.
Esos g.ranos quc deforman en primer lugar serán, precisamente, aquél o
<lquellos cuyos sislt'mas de fácil deslizamiento (rer. Tabla X.11.) estén más
próximos a 45° grados (que corresponde al máximo esfuerzo tangencial
COIl rdación al esfUerzo de tracción.
466 CIENCIA E INGE.NIERlA DE MA TERlALES

l:ll la Figura X1.6. se ha denominado 01 al esfuerLU que soporta 111 sección SI normal a
la fuerl3 aplicada F: llamando op al esfuerLo sobre la sc<:don Sp. producKia por el pl'lIlo l'
cuya linea de máxima pendieme forma un angula $ ,,;011 la fUerla F. se verifica que:

F=OI .S, =op .Sp;ypuesloqueSp.oos(90 CJ»=5¡.resuhao p =ol.sen4l.

Por consiguiente d esfueT7.o cortante en una direcc;ón cualquterJ A dd plano P. ~r.i


íX = op ..c~s X: es decir. i). = 0 1, sen <I}. cos A. El mayor valor de TX correspondera. por
tanto. a <!l'= A: y será máximo, e igual a 01 : ::!, si el p]¡¡no P (orma 45° I,:on F.
El esfUerzo N p • normal al plano p. es igual a op . sen <IJ. y por consiguiente ¡¡¡u:!1
a 01 ,sen 2 t1>.

A medida que prosigue la deformación, y éstos cristales se consolidan. es


preciso aumentar la carga para que la deformación pueda continuar. Se
alcanzarán as( cargas capaces de producir deformación plástica, también
en otros cristales cuyos planos de fácil deslizamiento no eslén orientados
a 45° respecto a la dirección de tracción.
En tanto no se haya superado el lfmite el<!stico en casi todos los granos
del agregado no puede decirse que comience, de modo macroscópicamentc
apreciable, la deformación plástica del agregado policrislalino.

r o,

1- ,o,
, ,,
/

Fig. XI.6. F
PROPIEDADES MEGANlGAS EN FRIO 467

Esa dificultad para precisar con exactitud la carga necesaria para iniciar
la deformación plástica del policristal lleva a tomar como limite elástico
práctico de un agregado policristalino la carga capaz de producir una defor-
mación permanente del 0.2 '% (ref. XI.2.!.).
A la temperatura del ensayo (collSideramos que éste se realiza a la temperatura ambien-
te, inferior a la equicohesiva) las juntas de grano resultan más resistentes a la deforma-
ción que el interior de los granos y son, por ello, barreras para el movimiento de las
dislocaciones que están situadas en el interior de los granos; la junta es causa de retro-
tensiones que se oponen a la salida de nuevas dislocaciones de las fuentes de Frank Read.
Ese es el motivo por el cual el límite elil:stico del agregado policristalino el esfuerzo
para poder iniciar su deformaciOn plástica- es notablemente mayor que el límite elás-
tico de un monocristal de ese mismo metal. Por la misma razón el policristal endurece
más por deformación plástica, -y con mayor ritmo de acritud (mayor velocidad de endu-
recimiento)- que el monocristaL
La resistencia que oponen las juntas de grano explica por qué el Ifmite
elástico de un metal. y 10 mismo ocurre con la dureza y su car~a de rotura,
resulta mayor cuanto más fino es el tamaño de grano (o lo que es lo mismo
cuanto mayor sea el área total del conjunto de las fronteras de grano).
El límite elastico puede expresarse en función del diámetro de grano. d. según la expre-
sión de Hall·Petch:

R.: = o¡ + K .d·)il-

en que K es una constante del material.


En el caso de los aceros los valores de K, si d se mide en mm y el producto K d·,n se
expresa en MPa (es decir. MN/m 2 ). resu Ita:

7,08 para aceros austeniticos


17,40 para aceros ferriticos
,
17,40 • f /3 para aceros ferritoperliticos de medio y alto Carbono (f es la fracción volu·
métrica de ferrita en la estructura micrográfica)

El sumando O¡ es la fricciOn interna que se opone al movimiento de las dislocaciones


en el interior de los granos; O¡ integra influencias varias, tales como: densidad de disloca-
ciones y lagunas exist.::ntes previamente al ensayo, porcentajes de los distintos elementos
en solución sólida, efectos de envejecimiento, segundas fases precipitadas (cantidad, ta-
maño, y deformabilidad), etc.
Aparecen en la literatura fórmulas, obtenidas por correlaciones entre determinaciones
mecánicas y de Metalografía Cuantitativa, que intentan precisar [os valores Oj en aleacio-
nes varias. Las más fiables, a nuestro juicio, son las relativas a aceros con estructuras
ferriticas, ferritoperliticas, perlíticas y austenfticas.

En tanto no se haya alcanzado el1fmite elástico del agregado policrista-


lino la tracción irá produciendo trayectorias de deformación ultramicros·
cópicas en zig-zag, por deslizamientos cristalinos en aquellos granos cuyos
sistemas estén favorablemente orientados, es decir a 45°, con respecto a
la tracción.
468 C1ENC/A E INGENIERlA DE MA TERIALES

En los metales cúbicos, recuérdese el gran número de sistemas de (¡ldl des-


lizamiento en sus cristales, casi ningtin grano estará muy desfavorablemente
orientado respecto a la tensión aplicada. Por ello al alcanzarse el límite elás-
tico práctico del policrislal, y empezar su deformación plástica, las primeras
\focas de defonnación macroscópica (lfneas de Lüders) aparecerán a 45°
con re!:Jción al esfuerzo de tracción.

La continuidad entre granos justifica, también, que, cuando el material es


macroscópicamente is6tropo. aunque su sistema cristalino no 10 sea (por
tratarse por ejemplo de un melal exagonal), el esfuerzo necesario para
iniciar la deformación del policristal, es decir su límite eláslico. es igual cual·
quiera que sea la dirección en que se traccione. Tal suele ser el caso, por
('j('mplo. de las probetas para tracciÓn extraídas del interior de una pieza
obtenKia por moldeo, si la pieza es compacta -sin rechupes. ni grietas-,
homogE'nea sin segregaciones . y de granos equiáxicos (sin estructura
columnar).

Pu.:de sorprender que el límite elástico sea isótropo en las aleaóones y. en particular,
en las de sistemas ..:ristalino exagonal.
En efe..:to. en un monoaistal exagonaL es menor el esfuerJ.:o para iniciar la deforma-
dón plasti..:a cuando .:1 plano de deslizamiento wincide con el basal: por lo que el límite
el;istko del Ill(lno..:rj~tal depende notablemente de la orientación de la tensión. Pero,
en cambio. en un ilgrcgado policristalino exagonal con tamaflo de grano pequer~o. habrá.
pur probabilidade~. el mismo número de granos orientados favorablemente cualquiera
que sea la dirección de tra..:ción: y el limite elástico resultará isótropo.
Con mayor lllotivo ..:uam.lo los metales son cúbicos. por tanto con un mayor número
de planos de fácil desli:t.amiento. casi ninglln grano estará muy desfavorablemente orien-
tado respecto a la tensión aplicada: por lo que el limite elbtieo resulta independiente
de la orierlta..:ión del material respecto a la tracdón.

El material suek presentar. como resultado de la conformación, orien·


taciones prderenciales macrOSCÓpicas. Tales son. por ejemplo, las chapas
¡;on textura de laminación. los trefilados, y las piezas forjadas (que habitual-
mente presentan un fibrado de forja por alineamiento de las inclusiones si-
guiendo las ICneas del conformado). Cuando esto sucede el material no es
iSÓtropo: el limite el~stico resultan'! diferente según que la probeta de trac-
ción haya sido extrafda en la dirección de la conformación o, por ejemplo,
en dirección perpendicular a ésta.
PROPIEDADES MECANICAS EN FRiO 469

XI.3.1. Anelasticidad, Efecto Snoek, Efecto Bauschinger. Ciclo de histé-


resiso

De un material se dice que tiene comportamiento elástico lineal si, para cargas
inferiores al límite elástico, la relación carga/deformación es constante; es decir, si
sigue la ley de Hooke desde el valor cero de la tensión hasta el límite elástico, tanto
en carga como en descarga. Cuando ~omo ocurre con las elastómeros o gomas- la
gráfica de esfuerzos-deformaciones no sigue una recta sino una curva, y ésta es re-
versible durante la descarga, se dice que su elasticidad es no lineal. Una tercera
forma de comportamiento durante el régimen nominalmente elástico es el denomina-
do anelástico, habitual en materiales metálicos (Figura XI.?).

o o

, , ,

Figura c
Figura a Figura b
o,
o
I B G
Ap
, I1 ,
--1 I
---f r-~
'" lOan
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r ---]
o]
1
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1
1
1

- Ean(max) ,..,./ O L.....:... Ee------l


t, t rEl b 1
.-1 Ep L..

Figura d ¡gura e Figuraf

Figura X1.7. Anelasticidad. Efecto Snoek, Efecto Ballschinger. Ciclo de hisléresis.

Imagínese que, realizando el ensayo de tracción de una probeta metálica poli-


cristalina, se descarga la probeta antes de alcanzar el límite elástico. La probeta no
recupera sus dimensiones primitivas inmediatamente sino al cabo de un cierto tiem-
po. Ese retraso temporal entre el momento de descargar la tensión y la recuperación
de dimensiones iniciales, es una manifestación de su anclasticidad.

El acomodo de las juntas de grano durante la deformación de un agregado


policristalino proporciona una primera explicación de la anelasticidad: al cesar la
carga, las juntas de grano tienden a recuperarse más lentamente que el interior de los
470 CIENC1A. E /fto'GEN1ERIA DE MA TERlALES

cristales. Por ello. para cargas inferiores al límite elástico práctico, no coinciden la
gráfica esfuerzos-deformaciones durante la carga y la gráfica durante la descarga. La
anelasticidad debida a las juntas de grano puede observarse no sólo en la descarga
sino también incluso durante la carga: su gráfica de esfuerzos-deformaciones sólo
sigue exactamente una recta (como correspondería al comportamiento elástico lineal
puro) cuando las tensiones son bastante inferiores al límite elástico. Como conse-
cuencia de esos comportamientos anelásticos, tanto durante la carga como durante la
descarga hasta tensión cero, el área comprendida dentro del anillo limitado por las
curvas esfuerzos-deformaciones de carga y de descarga comporta una disipación de
energía.

Este efecto puede ser úlil para la amortiguación de vibraciones o ruidos edamping").
Tal es el caso de elasl6meros., o de metales blandos como el Plomo. con a1la pérdida de ener-
gía aneláslica. En airas aplicaciones. la anelasticidad resulta indeseable.

La anelasticidad se observa no sólo en agregados policristalinos sino también


en monocristales. En consecuencia, el comportamiento anelástico de los materiales
metálicos no se debe exclusivamente a las juntas de grano sino a otros varios factores
(cristalográficos. dislocaciones, etc.). Entre ellos merece citarse, el e/eelQ Snoek: la
incidencia de elementos en solución sólida intersticial sobre deformaciones anisótro-
pas de la red cristalina del metal disolvente.

Tal es, por ejemplo, el caso de la Ferrita. La inserción de átomos de Carbono


entre dos átomos de Hierro tiene lugar en las direcciones <100>, <010>, <001>, de la
red; pese a que el diámetro del átomo de carbono es superior al hueco existente entre
los átomos de Hierro no tangentes (rer 1II.2.2). En un estado libre de esfuerzos ex.ter-
nos el número de átomos de carbono, en solución sólida de inserción, resulta estadís-
ticamente igual en esas tres direcciones. Pero la aplicación de un esfuer.lO al cristal
permite a los átomos de saluto situarse -por salto desde los lugares contraídos a los
alargados-- en una distribución desequilibrada. A modo de ejemplo, si la tensión exte-
rior es paralela a la dirección cristalográfica <100>, habrá un ex.ceso de átomos de
Carbono en esa dirección: porque la deformación aumenta el tamaño del hueco para
inserciones en esa dirección y contrae los intersticios de las direcciones <010> y
<001> normales a la tensión exterior.

Por tanto cada uno de esos átomos de Carbono adicionales agregará un peque-
ño incremento a la longitud de la probeta en la dirección del esfuerzo de tensión y
producirá efectos anelásticos. En erccto, si las tensiones son inferiores al límite elás-
tico, la dcformación elástica constará de dos sumandos: la deformación elástica nor-
mal fe!, y una deformación anelástica tan directamcnte proporcional cn cada instante
al número de átomos en exceso que haya en la dirección preferente. La deformación
anelástica durante la tracción crece a ritmo rápido en el instante en que se aplica el
esfuerzo (pues el número de átomos en exceso en la dirección de la tensión es cero,
ya que sin esfuerzo no hay aumento de huecos preferentes), y crece después lenta-
mente a medida que van quedando menos huecos por ocupar en esa dirección. Reci-
procamente, si luego se remueve el esfuerzo, se recobra instantáneamente la defor-
mación elástica normal. Pero no así la componente anelástica de la deformación que,
para llegar a cero -cuando se recobre por difusión la uniformidad de átomos de Car-
bono en las direcciones <lOO>, <010>, <001>-, requiere tiempo.
PROPIEDADES MECAN1CAS EN FRJO 471

Por eso, al remover el esfuerzo debe transcurrir un tiempo hasta que la defor-
mación anelástica disminuya hasta un valor igual a l/e de su valor inicial. Ese tiem-
po, denominado de relajación, suele medirse mediante un péndulo de torsión. Este
está constituído por la probeta, en forma de alambre sujeto rígidamente por su extre-
mo superior y conectado por su extremo inferior a una barra horizontal de inercia;
que, así suspendida por la probeta, puede girar. En relación con el tiempo de relaja-
miento pueden considerarse tres supuestos según sea la velocidad de aplicación y re-
moción del esfuerzo (o, lo que sería igual, el período de torsión del péndulo).

En el primero de los supuestos, cuando la aplicación del esfuerzo -y su remo-


ción- se efectúan con tanta rapidez que resulte imposible para los átomos de soluto
saltar a los lugares preferentes. no se producirá deformación anelástica alguna y el
comportamiento elástico del material es puramente lineal. En otro supuesto, cuando
la alternancia del esfuerzo es notablemente más lenta que el tiempo de relajamiento,
los átomos de soluto no tienen dificultad en acomodarse. por difusión, a las variacio-
nes de los esfuerzos; con 10 que la deformación anelástica tendrá un valor constante
-de equilibrio---, para cada valor instantáneo del esfuerzo. En este segundo supuesto
tanto Ean como fe! variarán linealmente con el esfuerzo aplicado y. en conjunto. el
comportamiento elástico de la probeta será lineal; si bien para cada valor del esfuer-
zo, la deformación será ahora de mayor longitud que en el primer supuesto: debido al
sumando de la deformación anelástica. Y, en consecuencia, el módulo de Young
-aquí denominado módulo de relajación- resultará menor que en el primer supuesto.

El tercer supuesto, intermedio de los anteriores, tiene lugar si el período de


aplicación y remoción de la carga (o el período del péndulo) es aproximadamente
igual al tiempo de relajamiento (en el caso de la Ferrita ocurre para frecuencias vibra-
cionales del orden de un ciclo por segundo, a temperatura ambiente). En este tercer
supuesto la deformacion total comprende un sumando Ee]. de deformación elástica
lineal, y otro Ean de deformación anelástica no lineal. Por 10 que la gráfica esfuerzo-
deformación. para un ciclo completo entre valores de +al Y -al' (a] siempre menor
que el límite elástico), no resulta una recta sino que adopta la forma de anillo cerra-
do: similar a una elipse inclinada -o ciclo de histéresis-. cuya área representa la ener-
gía perdida en el material metálico durante un ciclo completo, por fricción interna.
La pérdida de energía por ciclo. en un péndulo de torsión. se puede hallar directa-
mente a partir de la disminución de la amplitud del péndulo con el tiempo. En el caso
citado de la Ferrita -para frecuencias de un ciclo por segundo---, la fricción será pro-
porcional al porcentaje de Carbono en solución sólida, e independiente de la cantidad
de cementita.

La fricción interna (que resultaría igual a cero si. como ocurre en los supuestos
primero y segundo en que no hay ciclo de histéresis por ser muy pequeño o bien muy
grande el período de alternancia) ilustra sobre la aptitud de un material metálico para
absorber energía vibraciona!. Es decir, mide su capacidad de amortiguación; pues en
un sistema vibratorio se alterna el campo de esfuerzos durante cada ciclo de vibra-
ción.

Los párrafos que anteceden ilustran sobre algunas consecuencias anelásticas


debidas a juntas de grano y a solutos en inserción; así como su incidencia en la apari-
ción de ciclos de histéresis cuando los valores de +0" y -O" son inferiores al límite
472 CTENC1A E lNGENIERlA DE MA TERlALES

elástico. Pero si los va/ores de a son superiores o/límite elástico del material hay
que tener en cuenta, además, airo aspecto que influye y modifica la magnitud del
límite elástico: el efecto Bauschinger.

Los valores dcllímitc elástico a tracción y dcllímite elástico a compresión son


iguales. Pero si un material metálico es deformado plásticamente por tracción --es
decir si se sobrepasa por tracción su límite elástico- y se deforma después por com-
presión, el límite elástico debido a este nuevo esfuerzo de compresión resulta menor
que el límite elástico de tracción (ablandamiento por tracci6n). El fenómeno es recí-
proco; es decir, si la probeta hubiera sido deformada plásticamente por compresión y
luego tcnsionada, su límite elástico a tracción resulta inferior al de una probeta que
no hubiera sido comprimida previamente (ablandamiento por compresi6n).

El efecto Bauschinger puede explicarse como sigue. En general la deforma-


ción plástica por tracción mueve las dislocaciones existentes en el matcrial metálico;
produce nuevas dislocaciones móviles (por el mecanismo de Frank-Read, ref X.5);
origina reacciones entre dislocaciones; las inmoviliza; apila dislocaciones móviles
contra obstáculos; crea campos de retrotensión, etc (ref Xl.l). Pero -si se invierte
luego el sentido del esfuerzo como consecuencia de una compresión- las dislocacio-
nes móviles, apiladas durante la tracción, pueden recorrer distancias apreciables en
dirección contraria; requiriendo para ello esfuerzos cizallantes más bajos.

Al invertir la dirección de la fuerza se requiere menor esfuerzo para mover


dislocaciones, y así producir deformaciones plásticas de signo contrario, que para
continuar el deslizamiento en la dirección original. Parece así razonable "que un
material traccionado pueda resultar más blando que uno no traccionado previamen-
te"; y, lo que es análogo, que el límite elástico a compresión de la muestra previa-
mente traccionada resulte menor que el límite elástico a tracción obtenido sin com-
presión previa. Si bien, por existir más dislocaciones que si el metal no hubiera sido
traccionado previamente, el ritmo de acritud resulta prácticamente igual en uno y
otro de los dos supuestos.

Se denomina factor del efecto Ballschinger, de una determinada muestra, al


cociente entre el límite elástico práctico a compresión (0,2% E) Yel esfuer¿o que pre-
viamente se había aplicado por tracción. Lógicamente cuanto más manifiesto resulte
el efecto Bauschinger de un determinado material menor resulta el factor de ese efec-
to Bauschinger.

El efecto Bauschinger puede resultar indeseable en la deformación en frío (v.gr. pérdi-


da de Re en el enderezamiento de IUbos previamente presurizados) de materiales que --como
muchos aceros ferritopcrlíticos- presenten un palier de tluencia ("yield point") en la curva de
tracción. Si el material, en cambio, tiene una curva de tracción sin "yield point", esa pérdida
del Re determinado al 0,2% (ref XI.2.1) es mucho menos acusada. Tal ocurre por ejemplo en
los aceros bonificados.

Junto con la fricción interna, también el efecto Bauschingcr influye en el ciclo


de histéresis de los materiales metálicos. Véase la Figura X1.7.e: el tramo OE es la
curva de compresión de un agregado policristalino (en ella el punto E es el límite
elástico en compresión). El tramo OAB corresponde a la deformación por tracción de
PROPIEDADES MECANlCAS EN FRiQ 473

otra probeta de ese agregado policristalino (en ella A es el límite elástico a tracción;
los valores de A y E resultan iguales). Si la muestra es traccionada hasta B y es des-
cargada en ese punto la curva podría, por ejemplo, seguir anelásticamcnte la trayeclo-
ria BC y posteriormente CO'. Pero si de modo continuo al llegar a C la probeta sigue
siendo solicitada, ahora a compresión, se obtendría un límite eláslico a compresión O
cuyo valor -por efecto Bauschinger- es inferior al valor A. Continuando la compre-
sión hasla F y recargando luego por tracción se tendría la curva FG. Y si los esfuer-
zos alternantes son iguales en tensión y en compresión se obtendrá despues de pocos
ciclos dc esfuerzos un ciclo dc histéresís, cerrado, como el de la Figura XI. 7.f.

La defonnaci6n total por ciclo es la suma de Ee, deformación elástica, y Ep


deformación plástica. La deformación Ep depende estrechamente del esfuerzo alter-
nante aplicado :tal' Y para una mismo csfuerzo alternante la relación E :E c puede
variar COn el número de ciclos según cl material de que se trate. El área def ciclo está
muy relacionada con el efecto Bauschinger y con la capacidad dc amortiguamiento
inleroo del material.

Cuando la amplitud del esfuer¿o alternante es grande la probcta rompe por


"fatiga" al cabo de un número de ciclos bajo (casi siempre inferior al millar), deno-
minándose a este fenómeno fatiga de gran amplitud y bajo número de ciclos. Para
esfuer¿QS alternantes pequeños puede no romperse (ref Iímitc de faliga XI.7); o bien
puede también romper por faliga, aunque los esfuerzos sean inferiores al límite elás-
lico (fatiga de baja amplitud y airo número de ciclos).

X1.4. ESTRUCTURA Y COEFICIENTE "n" DE ACRITUD

La movilidad de las dislocaciones durante la deformación depende, en


buena medida, según se ha indicado más arriba, del sistema cristalino a que
pertenece el material metálico. Las dislocaciones se mueven con menor
facilidad en el interior de los granos de metales exagonales que en los de
melal~s cúbicos. A ello hay que añadir el efeclo barrera que, por relroten-
sión, oponen lasjuntas de grano.
Al alcanzarse, durante la tracción del policristal, cargas superiores al
límite elástico, las dislocaciones pueden travesar las juntas de grano -se
d~sbloquea parcialmente su apilamiento en esas fronteras- y pasan al grano
contiguo.
La continuidad entre granos justifica que el bloqueo de dislocaciones en
las juntas de grano resulte más efectivo en los mctales exagonales (cuyos
planos de fácil deslizamiento son solamente los basales) que en los metales
cúbicos (tanto del sislema centrado en las caras como del sistema centrado
en el cuerpo). En éstos muchas de sus dislocacones pueden pasar. a través de
la junta de grano. a otros planos de fáel deslizamiento en los granos conli-
guas. Por ese mismo mOlivo. y a igualdad de olros faclores. el rilmo de
endurecimiento por deformación en los policristales exagonales suele resul·
lar mayor que en los cúbicos.
Por las razones sena ladas en XA., y a igualdad de otros faclores, el valor
de n en los materiales cúbicos de caras centradas, y con energfa de defectos
de apilamiento baja, -aceros inoxidables austenítioos, latones alfa, cupro-
474 OENClA E lNGENtERlA DE MA TERlALES

aluminios alfa. bronces alfa, Cobre, Oro- resulta mayor que en materiales
del mismo sistema cristalino, pero de alta energía de etefeclos de apilamiento
como el Aluminio.
Si los metales tienen elementos en solución sólida su coeficiente n suele
resultar menor. Véansc, por ejemplo, las variaciones del coeficiente n de la
ferrita. según Blickwede, en función del porcentaje en elementos en solu-
ción sólida (Tabla XI.III.).
TABLA XLIII.

Elemento Variacjón de n en %

Cobre . -0.06
Silicio . --0,06
Molibdeno. -0,05
Manganeso . -0.04
N ¡queL . -0,04
Cobalto. --0,04
Cromo . -0.02

Conviene advenir que. como suele ocurrir con tOdas las reglas generales, pueden pre-
sentaI"SC t'xcepdones a lo que venimos senalando con caricter general.
Los tralami~ntos para obt~n~r d~t~rminadas ~strueturas bilasicas ~n ac~ros pu~d~n
conferir un alto valor de n a esas aleacion~s. Tal ocurr~, por ejemplo, con los islot~s d~
man.ensita en los aceros dulces de rue dual ferrito-man.ensítlcos, que producen estados
de tensión en los granos contiguos de ferrita y proporcionan un alto valor de n.
En otros casos las excepciones observadas pueden provenir de formas complejas de
deformación en el interior de Jos crislales. Las dislocaciones de aleaciones monofásicas
cúbicas de .:aras centradas pueden, por ejemplo. deslizar ~n Otros planos. no necesaria·
mente II 11 ! : las exagonal~s pueden deformarse por maclado; etc.
a
\ , 11

, ,(~.E)
, dE

", ,
", ,

a
Fig. X1.8. Curvas (O • e) y ( dd , ' E)
I grano grueso.
E
// grano fino.
PROPIEDADES MECA.NlCA.S EN FRIO

Es Ulla buena cualidad del material, para su conformado en frío, que el


coeficiente n sea alto. Así. cuando la carga aplicada para lop:rar esa confor-
mación llegara a producir, en un determinado punlo del material, una es-
Iricción localizada. el material ~n ese punto experimentaría una importanle
consolidación (o = k En): y serfan las zonas contiguas, menos resislenles,
las que proseguirfan la deformación (y así sucesivamente): lográndose,
Cll:lndo el valor de n es grande, una deformación mjs uniforme del material
en Vo. de progresar la estricción localizada precisamente en el primer punto.

700
Acero fase cual

600

500
Titanio
"6
o-

~• 400 Acero refosforado


14lón~
1!
~

o•
~ 300
,•
O;
w

200 Acero extradulce

AJuminlo ~ .... /110 VO'Iol


100 AJumlnlQ ,.......--... ." _ ~ '......010;

o
40 50 60
o 10 20 30

DefoonacJón aparenl9 (%)

Fig. X1.9. C/lroas tracción/alargamiento para diversos maleriales meralicos.


476 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERlALES

En cuanto a la aptitud de un material para el conformado en frío conviene


distinguir, ya se ha hecho anteriormente, entre n y ritmo de la acritud (ceL
X1.2.3.).
El ritmo de acritud, o velocidad de endurecimiento por deformación en
frío, es decir, da/dE., suele resultar mayor cuando el tamail.o de grano es
pequef\o. Habitualmente el ritmo de acritud es directamente proporcional
a d -1'1 (siendo d el diámetro de grano en mm).
la ecuación de Gladman indica, por ejemplo. el ritmo de la acritud de aceros feneti-
COI y (ft"ritoperlrtiCOI, tras deformadón real del 0,2 %:

do/d€e=O.2 (MNfm 2) = 385 + J S,4 . d -112 + 1371 . % Nso l.501 + 462 . %P.\O!Jr;J[ +
+ 152 .%oSnlOl.sol + 111 . %Sisol!JJ1 + 1,386. % perlita

Para aceros plenamente perlftico. el ritmo de acritud se expresa mejor en función del
espaciado interlaminar So (en Angstr6ms):

A diferencia de lo que ocurre con el ritmo de acritud. no puede asegu-


rarse que el valor del coeficiente n varíe con el tamaño de grano. General-
mente el afino de grano aumenta en igual medida los valores de Or y de
dor/E: por lo que, (ver Figura XI.8.), E u = n suele permanecer invariable.
En la industria se ha solido utilizar, hasta el momento presente. para
conocer la propensión a la acritud de las aleaciones, el valor R~o.2/R (re-
cuérdese XI.2.1.), por ser más sencilla su determinación.
En la Figura Xl9 se muestran conjuntamente las curvas de tracción de varias aleaciones.
Puede confmnarse, por ejemplo, algo juslificado ya con anterioridad: si se ensayan lalones aira
reaistalizados (recocidos) se observa que tienen mayor "ritmo de acritud" que el Aluminio rttris-
talizado (recocido después de laminación en frio). Por otra par1e el valor de n que, en primera
aproximación viene reflejado en las curvas de la Fig. XI.9 por el alargamiento correspondiente a
la carga de rolUra Rm, es mayor en el latón alfa recristalizado que en el aluminio recristalizado.
Advi&tase también que el "ritmo de la acritud" dellítanio es grande. en tanlO que su valor de n es
pequeño; de hecho, detenninado a partir de la curva real de esfuerzos defonnaciones, resuJta igual a 0'1.

X1.4.1. Rotur8 en el ensayo de tracción

El mecanismo por el que se produce la rotura en el ensayo de tracción


complementa lo señalado en el párrafo anterior.
La rotura, por tracción, de un material metálico policrislalino, se produ-
ce después de un progresivo aumento de acritud por deformación 'en frío
de los granos; por ello se requieren esfuerzos crecientes para poder conti-
nuar la defonnación.
Cuando el esfuerzo externo llega a ser superior, en alguno o algunos de
los granos, al valor del enlace metálico que mantiene cohesionados entre
sí los planos cristalinos p~rpendiculares a la dirección de tracción, se produ-
ce una microgrieta, o varias, por separación física de esos planos cristalinos
en aquellos granos.
-
PROPIEDADES MECANlCAS EN FRIO 477

la)
Grieta

Juma de grano u obsuiculo

b)

Fig. XI. 10. Gr~t4S inicialu por clivaje.

Enmuchoscasos la grieta suele ',derivarse de la retro tensión originada por


las dislocaciones de cuña e iniciarse por c1ivaje de las dislocaciones apiladas
sobre las juntas de grano (Figuras XI.10a. y X1.l0b.),
La progresión de la grieta a Jos granos contiguos, -el efecto de entalla en
los extremos de la grieta es muy grande-, produce finalmente la rotura del
agregado policristalino; con una sección de fractura macroscópicamente per-
pendicular al esfuerzo de tracción.
La rotura puede producirse después de una amplia deformación plástica
posibilitada por el sistema cristalino al que pertenece el metal (r.g. ... ¡.:úbico
de caras centradas en los casos del Aluminio y del latón alfa). En esos casos
la fractura suele tener aspecto de copa y cono (fractura dúctil), tanto macro~
cópicamente como a escala microscópica (ver Figura Xl.II.). Se deriva de la
nucleación y crecimiento de huecos originados en las intercaras entre la
478 CIENCIA E lNGENIt.'NlA DE MATERIALES

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Fil. Xl.ll. FractUITl ductil.

matriz metálica y las segundas fases duras, o inclusiones, secuela del proceso de ela-
boración.
En otros metales, como ocurre generalemente en los exagonales, concurren
simultáneamente características adversas para obtener un buen alargamiento lotal A T
antes de la rotura: pocos planos de fácil deslizamiento en los granos; bajos valores de
n debido a la ausencia de dislocaciones de Shockley, y alto ritmo de acritud. Si a ello
se añade que el metal tenga una energía de enlace baja, rer. Capítulo 1, el material
puede romper casi sin aJargamiento lolal. El aspecto micrográfico de su fractura será
parecido al de la Figura XI.IO Y macroscópicamenle resulta plano (fractura frágil).
Este tipo de fractura frágil es también una fractura muy frecuente en aleaciones
corroídas imergranularmente en sus juntas de grano; debido a que esas juntas de
grano resultan debilitadas.

XI.S.ESTRUCTURA y ALARGAMIENTO TOTAL POR TRACCION EN


FRIO,

La deformación total es una integral de las deformaciones, de naturaleza cris-


talina, microscópicas y ultramicroscópicas.
Para ensayos de tracción o para comportamiento cn servicio a temperatura
inferior a la de equicohesión (T<TE:2) las juntas de grano son más resistentes a la
deformación que el interior de los granos; y, además, limitan las grietas intragranula-
res dificultando así su propagación a los granos contiguos.
En definitiva, su tenacidad (rcr XJ.6) y también el alargamiento lotal anles de
rotllra en el ensayo de tracción -medido por A T (rer. XI.2.2.1) o por ET en la curva
real (rcf XJ.2.1.2)- resultan mayores cuando el tamaño de grano es pequeño (grietas
intergranulares de menor longitud).
PROPIEDADES MECANlCA.S EN FRlO 479

El valor t-r -denominado habilUalmente dUClilidad lolal- suele ser proporcio-


nal a d-I12, siendo d el diámetro de grano en mm. Depende también de factores tales
como el porcentaje de elementos en solución sólida, porcentajes de segundas fases,
ele.

Fig. X1.12. Fractura fr¡jgil,

Una primera ortentadón sobre la ductilidad total. t;'. en la deformaóón en fria de


aceros fernlicos )' ferritoperlitioos. la pueden proporcionar los valores que se indican
a continuación:
Auras {rm'licos: €T = 1,4 + 0.017 . d- l12 - 2,9 . %C +0.20. %Mn +0,16 .%5i-
~.2 %5 3,9. % .. - 0.25 . %5n.
Auros {t!rrito-pt!r/iticos:f'T = 1.3 + 0.015 . d- l12 _ 0.02 . % perlita +0.30 . %Mn +
OJ.'J6Si 3,4 %$ 4.4.%1'+0.29.%50.
P¡¡ra aceros de porcentaje en Carbono superior a 0.35% la deformación se hace. habi·
tualmente, en caliente. Al aumentar la fracción volumétrica de perlita aumentan nota-
blemente el limite elastico (los esfuerzos para iniciar la deformación plástica) y el ritmo
de acritud: al mismo tiempo disminuyen marcadamente el alargamiento uniforme. y el
alargamiento total. Por ello no suelen conformarse en frio, salvo que previamente las
láminas de cementita perJitica sean globulizadas por tratamiento térmko (lo que no
está contemplado en las fónnulas anteriores).
Cuando el tamaño de grano es muy grande, por ejemplo de tamaño ASTM
l. Id alargami~nto es pequ~ño y, además. el ajuste entre los diversos granos
deformados llega a manif~slarse macrosc6picamente a modo de rugosidad
periférica denominada. por su aspecto. piel de naranja (Figura XLl3.).
Cuando el grano es pequej'¡o. en cambio. la rugosidad externa es inapreciable.
Se ha indicado en el apartado anterior, y justificado también en otros
apartados la incidencia del sistema cristalino sobre el alargamiento totaL
480 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERIALES

Fig. Xl13. Piel de naranja.

Los metales cúbicos de caras centradas -3 igualdad de tamaños de ~rano­


presentan mayores alargamientos totales que los metales cúbicos de cuerpo
centrado, y que los exagonales.
En la Figura XI.14. pueden verse rangos de alargamientos (en ordenadas
se indican límites elásticos) de los principales materiales metálicos estruc-
turales.
Si la tracclón se efectúa a temperaturas superiores a la equicohesiva, con 10 que la
resistencia de [as juntas resulta inferior a l¡¡ del interior del grano, !¡¡ deformación pUs.
tica suele ser grande, especialmente si el tamaño de grano es pequeño.
La deformación, sobre todo si es lenta (deformación por creep). se localiza en [as
juntas de los granos: se desplazan unos granos respecto a otros, sin deformadón en su
interior. Ello posibilita, al no existir deformación intragranular, la formación de pequeñas
cavidades intergranulares en juntas triples y también en las juntas de grano (por escalones,
partú:ulas precipitadas, etc.).
Tras ese tipo de defonnación la fractura suele ser intergranular.
En la Tabla XIA. pueden compararse los alargamientos de los materiales
metálicos con los correspondientes a polímeros, materiales compuestos, y
cerámicos. En los materiales no metálicos su comportamiento a tracci6n
responde a las características estructurales que se reSumen en el Apéndice,

X1.6. MICROESTRUCTURA y TENACIDAD

Por análogo motivo al indiC<:ldo más arriba, y aunque el esfuerzo no sea


de tracción sino triaxiaL cuando el tamaño de grano es pequeño mayor
PROPIEDADES MEaNlCAS EN FRiO 481

resulta su capacidad de deformación, y por tanto su cualidad de absorber


trabajo por deformación plástica en frfo, antes de su rotura.
Esa capacidad de absorber trabajo, deformándose, se denomina tena·
cidad. En primera aproximación puede decirse que esta propiedad es lo
contrario de fragilidad.
La tenacidad de un metal, o de una solución sólida, siempre que no concurran
otros factores tecnológicos complementarios, es mayor cuando el tamaño de grano es
más fino. Resulta también razonable afirmar que los metales cúbicos centradas en
las caras, menos propensos al "c1ivage", son más tenaces que los otros.

2.000

1.800

1.500

1.400

..•
>
1.200

~
•o
• 1.000

"
~

e
::; 800

800

~-''''.
400 .>;

200

, ,
,
"

Fig. X1.14. Limite elástico~largamientopara diversos materiales (ASMj.


482 CIENCIA E lNGENIERIA DE MATERIALES

El ensayo más empIcado hasta ahora en la industria para determinar la tenaci-


dad consiste en la rotura de una probeta prismática entallada (Figura IX. 15): esa pro-
beta es impactada por la masa de un péndulo que cae desde una altura fija (el lector
encontrará descrito este ensayo en las normas UNE o en las de la A5TM).
La diferencia entre la altura inicial de caída del péndulo y la que posteriormen-
te alcanza después de haber roto la probeta, permite medir el trabajo absorbido por el
material al deformarse plásticamente antes de romper. Cuando la probeta empIcada
es la de la Figura XI.l5 b, el valor del trabajo absorbido suele ir precedido de las
letras CVN ("Charpy V Notch impact"). El valor del trabajo absorbido se denomina
rel>iliencia.
Los valores de la resiliencia -para un mismo material- son distintos según la
temperatura a que se haya realizado el ensayo; y disminuyen con la temperatura,
generalmente de modo continuo.
Algunos materiales experimentan una brusca merma de resiliencia para deter-
minada temperatura. Esta suele denominarse "temperatura de transición ductil-frá-
gil", o lIT l/e ("lmpact Transition Temperature"); y sirve como medida de la tena-
cidad. Evidentemente cuanto más tenaz sea el material menor resulta esa temperatura
lIT lle. Cuando no se pueda apreciar nítidamente aquella brusca transición, sino
solamente una progresiva disminución de la resiliencia con la temperatura, se loma
como lIT lIC aquella temperatura a la cual la resiliencia resulta igual a 27 julios.

Cuña impaclante

la) Probeta

\ JR?-"
\ I
mm
\ I
rWl---
L-J 1mm

10 mlll~ 27.5 mm

lb)
17':; mm
Fig. XI.IS. Enso.yo Charpy.
(a) Disposición de la probeta.
(b) Dimensiones de la probeta Charpy.
-
PROPIEDADES MECANICAS EN FRIO 483

--.
-
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484 CIENCIA. E II\'GENIENlA DE MA TI::RJALES

Todo lo que antecede se refiere a melariaJes sanos, es decir, sin discontinuidades


internas -poros, microgrict3S, fisuras- que mermarían notablemente su tenacidad.
Los elementos en solución sólida, sobre lodo intersticiales, por motivos similares
a los que se señalarán en Xl.B., disminuyen notablemente la tenacidad.
Como resulta obvio también las segundas fases precipitadas (inclusiones, compues-
lOS intennetálicos de tamaño microscópico), disminuyen la tenacidad de cualquier matriz
metálica (excepto si su tamaño es nanométrico. como ocurre en la martensita revenida).

En la Tabla X1.5. se señalan las variaciones en las temperaturas lIT oC, en aceros rerríli·
ros, al variar los porcemajes en peso de diversos elementos cuando se hallan en solución sóli-
da de inserción (Nitrógeno). Ode sustitución (los restantes), dentro de la Ferrita.
Un material, como la ferrita, poco tenaz a temperaturas bajo cero, puede aumentar notable·
mente su tenacidad si, durante su fabricaci6n, se emplea un proceso adecuado para lograr
tamaño de grano muy fino. Tal es el caso, por ejemplo, de los aceros soldables ferrito-perlíti-
cos HSLA (High Strenglh Low Alloy) de alto límite elástico.
Por laminaci6n controlada (ref. Cap. Xli) se consigue obtener en algunos de estos aceros un
tamaño de grano ASTM 12, es decir 32.000 granos por mm:. Con ello se logra, además de un
ailo límite elástico a la temperatura ambiente, que su temperatura de transici6n dúctil-frágil
alcance, incluso, --80 oc. Estos aceros pueden utilizarse, para gasoductos y oleoductos que han
de atravesar terrenos árticos, para barcos rompehielos, plataformas petrolíferas en mares hela-
dos, etc. (Las "calidades Mico" requieren resiliencias superiores a 95 julios a -18 oC).

TABLAXI.5
Variación por cada 1% en peso de elemento. (Pickering).

Elemento Variación en la ITI oC

Nitrógeno . + 700 e
0

Fósforo . + 400 oC
Estaño . + 15DoC
Silicio . + 44°C
Aluminio + 75°C
Cu, Mn, Mo, Ni. Cr no varía

Recuérdese, complementariamente a lo indicado hasta ahora a propósito de la ferri-


ta (cúbica centrada en el cuerpo), lo señalado con carácter general a propósito de los
metales cúbicos centrados en el cuerpo y su rotura por clivaje (Figuras Xl.1D a. y b).
Los metales exagonales suelen resultar, poco tenaces y ello parece razonable;
aunque hay notables excepciones como las aleaciones de Titanio. En cambio, el Alu-
minio y los aceros austeníticos, cúbicos de caras centradas, conservan su tenacidad
incluso a temperaturas criogénicas. Por ello, sobre todo los aceros austeníticos, se
emplean, por ejemplo, para recipientes de gases licuados.
Como alternaliva a la resiliencia por impacto hay otro modo, menos empleado
hasta ahora en la industria. para detenninar la tenacidad de un material: mediante el
valor. KIt. denominado tenacidad a /a fractura o factor crítico de intensidad de ten·
siones.
Para hallar el valor K lc en un material frágil puede efectuarse la tracción monoa-
xial de una probeta plana (ver Figura XI.16.), en cuyo interior se ha producido una
-
PROPIEDADES MECANICAS EN FRIO 485

fisuración previa, también normalizada y de longitud lotal 2a (la relación entre 2a y


la anchura de la probeta, 2b, debe ser pequeña), perpendicular a la dirección de la
tracción, y simétrica respecto a esa dirección. El valor K¡C es el producto 0cr por la
raíz cuadrada de a n: siendo 0a> (carga/sección) la tensión de tracción necesaria para
producir la rotura.
El valor K1c TesuJta ser una característica del material. Depende de su composi-
ción química; de su red cristalina; de su estructura (diámetro de grano, fracción volu-
métrica de segundas fases, tamaño y distribución de éstas) y del proceso para su ela-
boración (moldeo, forja, CIC.).
Por lanlo, para cada malerial frágil existe correlación entre el esfuerzo a aplicar y
el tamaño máximo que puede tener una grieta -lamaño crffico de grieta para ese
esfuerzo-. cuando se desea evitar una rotura inmediata, catastrófica, no precedida
por una deformación apreciable previamente. A mayor esfuerzo aplicado menor es el
tamaño crítico admisible de la grieta.

Un sencillo ejemplo puede ilustrar sobre el tamaño crítico de grieta en un material, aunque
ese ejemplo no corresponda a tracción. Un globo de goma que tenga una fisura de pequeña lon-
gitud -1 1- puede ser hinchado por aire, poco a poco, aplicando presiones crecientes, aunque
parte del aire introducido se escape por la fisura, hasta alcanzar una presión límite tal que su
aumento produciría la explosión del globo. Ese scría el tamaño critico de la grieta para la pre·
sión aplicada. Si en otro globo nuevo, no agrietado, e hinchado en su totalidad, sometido por
tanto a una presión mayor que en el caso anlerior, pudiera hacerse con una hoja de afeilar una
griela de longitud II se provocaría una rotura prácticamente instantánea (rotura catastrófica).

I~ ~I I~
2. •
2. 2'
, , , , , ,
(1)
Fig. XI.16. Tenacidad a la fractura.
(/) K lc '" 0a v-;a
(JI) K lc ", 1,12oa v-;a
CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERIALES

Se denomina Gc a la energia de fractura absorbida por el material para propa-


gar la grieta una unidad de superficie (J/m 2). Para un estado de tensión plana el valor
de ésa Gc es igual al cociente K2¡C:E, siendo E el módulo de Voung. Para deforma-
ción plana la energía de fractura es igual a (1-v 2).K2 1c :E. Siendo v el módulo de
Poisson.

Para información sobre el modo de realizar los ensayos, tipos de probetas y


entallas, pueden consuJtarse las normas norteamericanas (E399-83). En su fundamen-
tación teórica estos ensayos se basan en la mecánica de fractura.

XI.7 LA FATIGA

Aunque en apartados siguientes se continúa desarrollando con base en fac-


tores de Metalurgia Física cómo responden los materiales metálicos frente a ten-
siones de tracción (o de compresión como ocurre en los ensayos de dureza),
parece oportuna aquí la referencia a su comportamiento frente a tensiones de
naturaleza cíclica; ampliando lo ya apuntado en XI.3.!. Es obvio que en el com-
portamiento a [litiga influyen decisivamente otros muchos factores. Entre ellos,
la existencia previa de fisuras -por pequeñas que sean- y las concentraciones
locales de tensiones. Más arriba se ha recordado que, para cada tensión aplicada,
existe un tamaño crítico de grieta que puede, creciendo a gran velocidad, produ-
cir la rotura catastrófica. Pero si se somete el material a tensiones cíclicas, una
grieta -por pequeña que sea- lleva finalmente siempre a rotura catastrófica

La rotura por fatiga resulta especialmente peligrosa porque el material.


así sometido a esfuerzos alternados, puede romper de pronto, al cabo de un
número de ciclos. sin deformación previa y sin haber podido, por tanto,
prever su reposición.

Por otra parte la fatiga es, la causa más frecuente de fallo en servicio de
los materiales. No parece exagerada la afirmación de que el 80% de las
roturas. en las piezas y componenles sometidos a esfuerzos alternados, se
debe a la fatiga (incluso para tensiones muy inferiores a su límite el<lstico).

Tan importante como el material elegido, y a veces mas, resultan el ade- .


cuado diseno geométrico de la pieza y otros factores ajenos a las propiedil-
des estructurales del material.

Resultan peligrosas las concentraciones locales de tensiones. Por ello las


uniones entre zonas de distinta masividad deben diseilarse con radios de
acuerdos amplios. Por el mismo motivo debe vigilarse que las piezas estén
exentas de marcas realizadils en frío -V.gr. números- para su identificación.
Deben evitarse también las tensiones de origen térmico que, a veces. como
herencia de un tratamiento térmico. quedan retenidas en el material.
PRQP1EDA.DES ME(;A.N1CA.S EN FRlQ 487

Un buen acabado superficial (la superficie rugosa equivale a gran número


de grietas potenciales) y la ausencia de "discontinuidades" en el material
metálico (tales como las inclusiones no metalicas), principalmente en su
superficie. son factores determinantes para el buen comport31!licnto a fatiga.
Por el mismo motivo deben evitarse las segregaciones qufmicas (rer. VI)
y procumr que el material, si se trata de una solución sólida. haya experi-
mentado durante su manufactura un recorrido de homogeneización.
La corrosión -cuyo inicio tiene lugar en la superficie libre- es particu-
larmente negativa: no sólo por el deterioro de la superficie sino porque lo~
esfuerzos alternados aceleran la corrosión (corrosión.fatiga) y aumentan la
profundidad de las grietas.
Los revestimientos metálicos superficiales. tales COmO cromado o nique-
lado. suelen empeorar la resistencia a fatiga del material debido a la existen-
cia, habitual, de pequeñas microgrietas en esos recubrimientos.
Lógicamente cuanto mayor sea el tamaño de una pieza mayor es la proba-
bilidad de que exista uno de los factores desfavorables ya enunciados y, por
tanto, menor resulla su resistencia a fatiga.
La presencia de soldaduras en el material, por concurrir al mismo tiempo
varios de los faclores desfavorables antes enumerados, es nefasta para el com-
portamiento a fatiga.
Suele prestarse menos atención al comportamiento a esfuerLOS alternativos de los ma-
teriales cerámicos. Habida cuenta de que los cerámicos no experimentan deformación
plástica, el fenómeno de fatiga ha stdo menos estudiado que en los metales.
Los materiales cerámicos, por su discontinuidad constitucional. apenas aguantan el
ciclado de carga. Las grietas que presentan (aunque sean inferiores a 100 J,tm) resultan
críticas incluso para esfuerLOS lllUy pequeños. En ellos no existe. a diferencia de los
metales, la posibilidad de que la pequeña grieta vaya creciendo, con deformación plás.
tica en el frente de la grieta. hasta alc:lIIzar la criticidad (en algunos materi:tles met:ilkns
el tam:n)o crítico de grieta puede ser induso de varios centimetros). En los materi:tles
¡;edmi..:os. en cambio. no hay diferenda prJctica entre el limite elástico (incluso su
d~f~Hlll:ldtin elastica es inapreciable Y:J que por su alta temperatura de fusión tienen
un altu módulo de Young, ref. lA.) y la carga que produce la rotura.
La f<ttiga sí que es objeto de estudio en los polímeros. pero al modo como la mecá-
IlÍo.:a estudia el comportamiento del sOlido continuo ya sea metálico o polimérico. bao
sándose CIl la mecánica de fractura por propagaciOn de grictas. Las c:tracterístic<ts espe-
crfícas de algunos polímeros. como el comportamiento viscoelástioo. su :tmortiguamien·
to y 1.. b:tj.. condw:.1.ividad térmica .. ñaden complejidad al problema.

En las líneas siguientes se presta atención a factores nano y microestruc-


t urales relacionados con la fatiga.
I:n la Fi~ur.J X1.17. se indica d comportamiento de diversos materiales
....Hlll'tidos:J una variación cfdica de esfuerzos, cuando los valores máximo
y minimo de estos son iguales y dI.: signo contrario (+0., -o 1): como ocurre,
IXlr Cjl'lllplo, en una probeta cilrndrica que, cargada en su punto medio.
gir.... :.11 1ll00JO de un cje. apoyada en dos cojinetes por sus extremos.
488 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

a (en MPa)

560

420 -
~._.-.~
280 -

••
140 ~.~
• • •

'-:"..--....,~,....--,....+,....---7'!:.".
10 4 lOS 101> 7 10
""",.,.-
10 8
Ciclos h as! a rol ura

Fig. XI.17. Curvas de Wohier


e
1 -Acero de 0,53% templado y revenido.
2 -Redondos de acero es/ruetural ferrita per/{tico.
3 -Dura/amínio.
4 -Cobre trefilado y recristalizado.
5 -Fundición gris.
PROPIEDA.DES MECANICAS EN FRID 489

Fig. XI.IB Rotura por fatiga (Pohl).


A - Grieta inicial. R - Anillos de crecimiento.
D - Zona de consolldaC/(jfl. E - Rotura subita final.

Para cada makrial St' sena la t:n abscisas t"I nümero de ciclos al cabo de los
l:uaks 1<.1 prob~ta ro m pl.' para distinlos valores de la tensión 01 aplicada.
Ob~rwsL' qUL' óJlgunos matl.'rb1cs como d accro parecen resistir indefinida-
llll.'ntt,,' una cóJl1:a lIa corrL'spondiL'nh.' a la asíntota horizontal) sin qu~ se pro-
duzca la rutura por fatiga. I·.sas cóJrgas reciben ('1 nombre dl.' [(mite de fatiga
(de Wóhler) del material.
Olros l11at~rialcs, v.gr. 1<1 alt'<tción AI.cu, no presentan esa asfntota: en
esos casos suek tomars~ COIllO ](mite de práctico de f<ttiga la carga alterna-
liv:l .,:"paz tk' producir l:.t rotura por fatig<l al cabo de 10 millones de ciclos.
;-..Jingllllo dl' los 1l1akriall's ensayados presenlaba fisunJ alguna antes dc
iniciar d l'llSayo y d acabado de su slIpL'rfick exlern3 era especular. De otro
modo los :lceros hllbienlll rolo por fatiga. incluso con carg;ls muy inferiores
a la~ a:-.intótÍt'as. al cabo de un numero de ciclos relativamente pequeño.
Sobrl' dimensiones de la probeta y modo d" realizar este l.'nsayo pueden con-
!>ultarse la~ normas ASTM y UNE.
ti aspecto macroSl:ópico de la fractura por fatiga l.'S peculiar; la sección
rota ~udc tener unas zonas de consolidación. con estructura rc1alivamcntc
fill<J. y otras zonas con t'l aspecto lípico de las roturas dúctiles lver Figura
XI. HU. t:.1 asp<:cto de I<J rotura suele permitir la identificación dl'l punto
490 ClENCIA E lNGENIERJA DE MATERIALES

dc la sup~rfic¡e librl' en que se iniciO la fatiga: y si ésta ha sido producida por


flexión unilateral. bilateral. rotativa, etc.
Todo parcelO confirmar que, antes de la rotura por fatiga de un material
1l1t:I:ilk-o l'xcnto de microfisuras previas y sometido a un esfuerzo alterna·
¡ivo al, hay un pedodo de incubación o nuc1eación de grieta durante j
ciclos (etapa 1), la grieta se propaga luego (etapa 11) durante N p ciclos,
antes de la rotura. No resulla posible determinar con precisión el número de
ciclos que limitan una y otra etapa. En general. para materiales bien acaba-
dos. Ni es muy superior a N D •
Puede decirse que el 90% de la vida útil de la pieza corresponde a la elapa I de
nuclcación de la grieta cuando los esfuerzos son muy inferiores al límite elástico.
La pIeza sometida a un n(¡ml::ro de ciclos menor que Ni puede ser regene·
rada plenamente: sin que l::n el material permanezcan, con carácter irreversi-
hit.:, los eft:clos de ese ciclado que posteriormente conduciría al dañado y
rotura por fatiga. Esto parece lograrse si, descargada la pieza, se somete a
un rl'cocido que permita aumentar la movilidad de las dislocaciones que han
ido sil'ndo bloqueadas durante ese n(¡mero de ciclos.
La segunda dapa corresponde al desarrollo de microgrietas, de un tamaño
inferior al crítico para que la tensión pueda producir rotura catastrófica; pero
a p:lrlir de Ni el material queda irremisiblemente dañado: las microgrietas
irán progresando hasta alcanzar el tamaño crítico. Esas microgrietas, que du-
rante su etapa de crecimiento pueden llegar a detectarse por ensayos (ultra-
SÓnicos. magnéticos, corrientes de Eddy, líquidos penetrantes, elc.) nacen
en puntos de gran concentraciÓn de tensiones y habitualmente se inician
en la pcriferia.
La dificultad para poder rcemplazar el material antes de su rotura por
fatiga rcsilk en que no resulta fjcil detenninar el comienzo de la grieta.
Suden hact'fSl' aproximaciones. para seguridad industrial. basadas en los
concl'plos de 1<1 mecánica de fractur;.¡.
Los ensayos para reladonar el avance de una grieta. en función del numero de ciclos
aplicados. da{dN. y el lllcremcmo del factor de intensidad de lensiones.
6.K=(oMu - amin)' y-:;r:;,
indican (ver Figura XI.1Q.) que hay un umbral de imensidad de tensiones por debajo del
cual las grietas no se propagan. La propagación de grieta sigue, aproximadamente, la Ley
de Paris-Anderson. da/dN = c.tó fltl. La J(;eleracion exponenciJI que se aprecia en la
reglón 111 de la figura va asodada con modos de fraclUra est3ticos y ocurre cuando
Kmax se Jproxima a K 1c
No se conoc~ bien la génesis de las prim~ras microgrietas que determi-
nar(an el inicio d~ la elapa de daf¡ado. Todo hace suponer que se producen
cuando en un grano favorablemente orientado para deformarse, o en varios,
tienen lugar deformaciones plásticas que inducen la formación de la micro·
grieta. Según eso, para buen comportamiento a fatiga, convendrá. en princi-
pio. cuando en servicio predomina la etapa 1, que el material tenga un ele-
vado 1(mill:: elástico.
Una de las prinll'ras cxplicacion~s, debida a Zcner, señala que al moverse
las dislocaciones. por efcclo de esfu~r.los dclicos de ida y vuelta, llegan
PROPIEDADES MECANICAS EN FRiO 491

a coalesccr y se producen dislocnciones múltiples de vector de Burgers nb


(lo qut.' no ocurrida para esfuerzos no alternados, rer. X.3.!.). Esas disloca-
ciones múltiples son ya unas nanogrietas (de pocos Angstróms de longitud).
Por !anto los factores favorables para esa coalescencia, o para el c1ivajc.
Figura XI.IO., favorecen el inicio de la fLSura.
Por otro lado la progresión de grietas está ligada a la tenacidad intrínseca

10- 2
- .. t
1
1
o
11
"1 o
1
1
111



I
1
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1 1
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10'" '.•
o'

.'•.'
••'.
10-7 • .ó.K (t.'n MPa y"iñ)
6 8 10 20 JO 40 5060 80 100
Fig. XI.19. ACf!ro ff!rritopf!rfitico soldablf!. Velocidad de crecimrento de grieta en
(unción del incremento del factor de intensidad de tensiones,
6K = (01,4 - 0m) ...r:;-:a.
1 RegiOn de crecimrento lento de la grieta.
d.
1/ Lty df! Paris d N =- e (l::J()".
11/ Región de Crf!cimiento nipido, inestable, de la grieta.
492 CIENCIA. E INGEN1ERlA DE MA. TERJALES

del 1l1:J!l'rial. lh,.'ll'fllllll:l<!a pur K l. (faclor ..:r(til"(l lk inh.'lhldatl dt.' h..'m,ion,,-',


o h:n:,h.:itlad a la fractura).
Por ello los materiales tenaces. de gran rcsilknci:.J. son más rt'sislenlt's
a la propagación de fisuras. Asf las l.'structuras l.k tampk y revenido de
<lceros son más favorables para comportamiento a f<ltiga qlle las estructuras
ferritoperlfticas: porque en aquellas se obtiene. simllltánl';llncnte. alta rcsi·
¡¡eneia y allo lfmile el;lslico.
Los faclOres estructurales. cri~talográficos y alros indicado:-- l'll r.:ap(lulos
anteriores, son ayudas eficaces para poderse introducir cnl'l enlllponamicnlo
a fatiga del material. Pero. con todo. las correlaciones ~11 cumplt:jils y '1IJa·
rentemt'nte contradiclOrias a Vt'ces. Un ejemplo pllt:(k illl~lrarlo: d lamai\o
de grano.
La finura de grano. asociada a Ull Iímilt: t'lástko m:'\s ckvado. rt.'surla. l'n
principio. favorable p<lr:J retrasar la ini,:iación dI,' la fisura. Pl,'ro. olra partl'.
:JI Sl']' pl,'qucr1os los ~r:lIlOs. rl'Slllta mayor l:t pruh;rbilidad lk !\LH,: h:rY:1 un
¡!rano bien orientado rl,'Spl'cto a la tl,'nsiÓn aplic:ld:1 y s,' inil,'il,' l'n l'.~l' puntp
1:. dd"orlllacióll qUl' conducir:1 a 1... fisura. hll'.;ll' ;ISPl'cto d 1:011:1110 dt' ¡!r:rlltl
fino resulta desfavorable para el compon:Jmit:nto a faliga.
El grano grueso resulta favorable, para el comportamiento a fatiga, si se ariende a
la etapa- más corta- de la propagación de la grieta. que generalmente es intragranular:
la lrayecloria que seguirá la fisura resulla más lortuOsa. menos recliJínea. Si la propa-
gación de la grieta fuera. en cambio, inlergranular sería desfavorable, un tamaño de
grano grueso.
Los precipitados de gran lamano, por t'jelllplo inchr~iolll'S. son desfavo-
rables para el comportamiento a fatiga. Result:l más fácil 1:1 iniciación dv
g:riet¡¡ por dañ<ldo -formación de hllI,'COS- en la intcrcara l'rHrl' d pr,'cipi-
tado y 1<1 matriz. Por otro lado los precipitados de gran lamar10. o la~ inclu-
siones. no desvfan hl traYt'ctoria de la grÍl'ta duranll' I:l ,'(:lpa d,' propal!a-
ción de la fisura.
En esle sentido los precipitados nanométrieos (por ejemplo, la cementita que
resulta del revenido de martensita) al desvíar la trayectoria de la grieta son favorables
para alargar la etapa de propagad6n de grieta, y convenientes para el comporta·
miento a fatiga de alto número de ciclos.

X1.8. ENVEJECIMIENTO POR ATMOSFERAS DE COTRELL

En el apartado X.7. St' han hccho considaaciones sobre el campo ~'lj"l ieo
de una dislocación en los mctales puros. Cuando el makrialmdálico es una
solución sólida. ya sea de suslituciÓn o de insercióll, se: produce:n. ade:más.
interacciones entre los átomos de soluto y las disloeacione:s del rnc:tal disol-
vente.
En el caso de las SOlllCiollt's sólidas de inserción (reL 1I1.~.2. y VIl!.I.I.)
los átomos de soluto producen un:J distorsión en l<l red. cuando el di¡lrnl,'tru
de éstos es mayor qUl' el hueco inll'ratómico disponible en l¡l celda cristalina
PROPIEDADES MECANlCAS EN FRIO 493

en que se insertan. Por ..,~ motivo los átomos de $OJuto crean campos al.'
tensión elástica, complementarios a los de las dislocaciónes, con los que
tienden a neutralizarse, para. con ello, disminuir la ener)!:(a del cristal.
Eso explica que los átomos interstIciales, siempre de pequeño diámetro (N, C, O, X),
tiendan a emigrar, ¡x>r difusión, para situarse en las proximidades de las dislocaciones de
cuña en la zona de tracción de ésta.
bl las dislocaciones de hélice, habida cuenta de la simetría radial del campo elástico
que éstas generan (de naturaleza tangencia!), los átomos de so!uto no tienden a difundir
hacia la dislocación.

La concurrencia de varios de aquellos átomos en un mismo punto, en el


entorno de una dislocación (ver Figura XI.20.), constituye lo que se deno-
minan atmósferas de Cotrell. Ello contribuye a fijar, a anclar, las disloca-
ciones de cui'la existentes en las proximidades de esas "atmósferas".
La concentración de dislocaciones en los cristales es siempre grande -por ejemplo,
del orden de cientos de miles por cm 2 en el Aluminio recocido-, iiunque el material no
haya experimentado deformación en frío. En este caso lii concentración de dislocaciones
es mucho mayor.

El anclaje de las dislocaciones no es inmediato. Se precisa una difusión


previa de los átomos ( N, e, 0, H ), Y por lanto un tiempo. hasta lograr
que los átomos se sItúen en el entorno de las dislocaciones. Si se envejece
artificialmente el material metálico, por calentamiento. las dislocaciom:s
resultan blocadas antes que si se deja transcurrir el tiempo a la temperatura
ambiental.
Para la puesta en movimiento dt:: las dislocaciones, as! ancladas, St~ requie-
ren mayores esfuerzos que cuando, el mismo material, con las mislllas dis-
locaciones, no presenla "atmósferas" o, como suele decirse industrialmente,
no está "envejt::cido". Porque para iniciar el movimiento de las dislocaciont's

Fig. XI.20. Formación de atmósferas de Cotrell.


494 CIENCIA E lNGENJERIA DE MATERIALES

en el material "envejecido" se requiere el esfuerzo habitual, y además, un


esfuerzo complementario para romper los anclajes.
Ello se traduce en que el material, as! "envejecido", tiene un límite elás-
tico mayor, resulta más duro, menos dúctil, y menos tenaz, que el material
agrio pero no envejecido. Cuando este tipo de "envejecimiento por atmósfe·
ras de Cotrell" se produce a la temperatura ambiente se denomina enveje-
cimiento natural; y envejecimiento artificial cuando tiene lugar, en menos
tiempo, por elevación de la temperatura.
Se denomina strain aging cuando se combinan los efectos de la acritud,
por deformación previa en frío, y las atmósferas de Cotrell.
No confundir el envejecimiento que, al transcurrir el tiempo, experimenta esa solución
sólida de inserción agria, --envejecimiento que se traduce en una modificación de sus pro-
piedades mecánicas-, con otro envejecimiento ya visto en el Capitulo VII (reL VIl.I.2.).
Este otro tipo de envejecimiento produce también efectos similares sobre las propie-
dades mecánicas del material, -tales como aumento de su dureza, aumento del límite
elástico, y disminución de la tenacidad-, pero por diferente motivo: la formaciÓn de
nanoprecipitados con el paso del tiempo.
Para evitar el equívoco en las denominaciones se reselVa la palabra maduración (natu-
ralo artificial, según tenga lugar a temperatura ambiente o a temperatura más alta) para
este segundo tipo de envejecimiento por formación de ultraprecipitados.

XI.a.1. Envejecimiento de aceros por strain aging

El envejecimiento por formación de atmósferas de Cotrcll (strain aging) es


responsable, por ejemplo, del comportamiento a tracción de los aceros de
bajo carbono si son agrios ya antes del ensayo. En los aceros agrios de mayor
contenido en Carbono el envejecimiento suele quedar enmascarado al ser de
por sí muy altos los valores de Re y R m y resultar irrelevantes los aumentos
porcentuales de estos valores por envejecimiento.
El punto A de la curva 1 de la Figura XI.21. corresponde al1fmite elástico
superior de una chapa de acero dulce (aunque t=stuviera recristalizada -reL
Cap. XII.- siempre tiene dislocaciones) envejecida. El punto A corresponde,
en ordenadas, al esfuerzo necesario para romper el anclaje de dislocaciones.
Una vez rotos los anclajes la deformación plástica se inicia con un esfuerzo
menor, B, que se denomina 1fmite elástico inferior. Aplicando ese mismo
esfuerzo se logra una amplia deformación plástica Be (palier de f1uencia).
El alargamiento BC se debe al movimiento, de las dislocaciones liberadas, y,
también, al de nuevas dislocaciones, generadas por el mecanismo de Frak·
Read, en el punto A.
Durante la deformación plástica BC, heterogéneamente repartida a lo largo
de la probeta, aparecen macroscópicamente. en la superficie. unas bandas en
las que se localiza esa defonnación. Son las líneas de Lüders (ref. XI.3.).
Tienen ese mismo origen. generación de nuevas dislocaciones al romperse los anclajes
de las atmósferas, las líneas de defomlación localizada ("stretchers strain;" o "vermicu-
lures") que suelen aparecer en la superficie de chapas de acero dulce, empleadas por
PROPIEDADES MECAN1CA.S EN FRIO 495

R,
I"R
A
/D 11
B e E
H
"A

Alargam)elllo

Fig. XI.21. EtllJf!jeclmiento y comportamiento a tracción.

ejemplo para ('xteriorcs de automóvil. ..:uando son deformadas por estampación en fdo
tra~ largn tiempo de alma(enamicnto.
Para prevcnirlo. cuando las ..:hapas SOll susceptibles de envejecimiento, ":ünvicne pro-
dudr un ligero estirado previo parOl que la deform:Jcion resulte uniforme. no lo(alizada,
¡U11eS de la cSI:lInpOlciOn. Tiene la misma finalidad ell~mper rolfing (estirados det 0,25·
IX, I que. antes de su entrega :11 cliente. suele darse. en 1:1 acería. a las hobinas de chapa
tina obl~'n¡d.l~ por 1.. 1I1111:1C.o11 en frío y re('nddo de re..:ristalila..:iUn.
A partir del punto (' de la Figura X1.21. empieza a manifestarse la acrilud
qUl' la dd'orlllación por tracción origina. A partir di: ese punto la cur....a I e
si~ul· 1<1 fornl<l cmaderíslica hasla la rolUra de la probela en E.
Supóngase que una probela traccionada hasta el punto D Sl' descarga y
Se Jl'J:l envejecer unos d(as a la temperalura ambiente (envejecimiento
natural).
Al tr,u.:eil)tl;lr poslo.:riUTllll·ntl' esa probl'la, su curva de tracción. 11, resulta
difl'r~'n1L' ,k 1:1 al1t .... rior. El )fllli!l' L'J¡ISlico :JpareCe par:J !t"nslones más :JItas
(plllllo Fl. «llllO ~oll",-'~ul'llCia (k) blocilje. ¡:K)r atmósferas de Cotrdl.dc las
ltislo~uciolll" qll~' el al'no prcxonlubu cllundo se descargó la probeta desde
l') punto D.
t-11Il~'relHl'111o dd limite dá~11Ctl. al cano de 10 diasdc ('flveJccimiclllO. para un acero
duk~'. n ~\.. ~lin I'll·... ~'nllg_

Siendo Nf YO2 los porcentajes respectivos de Nitrógeno y Oxígeno en solución sólida de inser-
ciÓn en la ferrita; y Mn el porcentaje de este elemento en solución sólida de sustitución en la ferrita.
496 CIENCIA E lNGENIERlA DE MA TERlALES

Prosiguiendo la deformación se observa que la carga de rotura Rl, de la curva Il, es


mayor que la carga de rotura RI de la curva L El alargamiento lotal hasta la rotura,
A2, resulta menor. Puede comprobarse experimentalmente que esas diferencias
dependen de la composición química del acero: en concreto los valores de R.2 - R, Y
de 6.A aumentan con el porcentaje de elementos intersticiales.
Cuando, como en el ejemplo considerado, el envejecimiento es natural, a
la temperatura ambiente. se debe solamente al Nitrógeno. No 10 produce,
en cambio, el Carbono: pues solamente puede difundir d"icazmel1tt'. y anclar
[as dislocaciones. cuando las temperaturas son supcrioTl's a 200 Por esooc.
el envejecimiento natural se manifiesta solamente en los aceros efervescentes.
no en los calmados (V.J.3.). En cstos durante id c:Jlrnado d Nitrógcno pre-
cipita en forma de nitruros y carbonitruros. y por tanto no existe Nitrógeno
en soludón sólida dentro de la ferrita. Para contenidos en Nitrógeno librc
inferiores a 0,0001 'Yo (aceros libres de intersticiales, tratados con Titanio)
no se produce t'nvejccimicnto natural en los aceros dulces.
Volviendo a la curva I de la Figura X1.21.. si una probt'la es descargada
en el punto D. pero se realiza un nuevo ensayo de tracción inlllediatamente
después. sin dar tÍl'mpo :.l que la probeta envejezca. se obtendr::1 un límile
cl::1stico igual a D. Por no habcr transcurrido suficienlt' tiempo para que las

500 !lo ras


200 horas

I 4 horas
0.5 horas
[300
"
~ 250
~
"
"
o O
""" 200
§
.
~
~

150

100
0.05
L.L.L.L-lL'-'-'-'-.L-L-L
DcfoTmaóol1cs reaks

Fig. xl.n. Acero eferuescente extradulce deformado hasta D y enueiecido.


-
PROPIEDADES MECANlCAS EN PRJO 497

dislocaciones pudieran resullar ancladas. Por lo mismo la nueva curva de


tracción no prcsenlaria límite elástico ¡nfalor ni Ouencia horizontal).
La influencia dellit:mpo durante el envejecimiento natural puede ilustrar·
se, por analogía. con las curvas de la Figura XI.22. Las curvas corresponden
a los ensayos realizados con varias probetas previamente traccionadas hasta
el punto D. descargadas, envejecidas luego a 100 oC durante tiempos crecien·
tes, y traccionadas a continuación. Se observa que pn:senlan límites elás-
ticos más alias, y mayores nucncias. cuanto mayor ha sido el tiempo de
envejecimiento.
A temperaturas superiores. 250-350 Oc la difusión de los intersticiales ha·
cia las dislocaciones es IllUY r:lpida: tanto del Nitrógeno como del Carbono.
Por ello, a estas temperaturas, se pone más prontamente de manifiesto el
env~jecillliento art ificial de aceros d ulees previamente deformados.

El rC"':IHrido mcdio de un ¡¡tOnlO cs proporcional a la m{l wadrada de su coeficiente


de difusÍl.in. D. Illultiplicado por elliempo. Es decir, X =~. ]lorcollsiguiente, como
la difusiOn est;.Í activada terl11lcalllúntc D sigue una ley de Arhcnius el envejecimtenlo
aumenta con la temperatura.
la esc¡lsa tt'n<lcidad que presenta un aCt'ro. dulce y agrio. envejecido arti-
ficiahnente a esas lemperaturas. suele denominarse fragilidad en azul: debido
a la coloración que durante el envejecimiento a 250·350 oC adquiere el
acero como consecuencia de su oxidación a esa lemperatura.
El envejecimienlo. se vuelve a recordar, produce aumenlO de rt'sislencia.
-y de dureza-o y disminución dl,'l ala'l!amiento y de la tenacidad.

XI.9. ENDURECIMIENTO POR SOLUCION SOLIDA DE SUSTITUCION

Para aleaciones de un mismo sislema. por ejemplo el binario Cu-Zn. si se


comparan enlre sí las durezas que presenlan las diferenles soluciont's sólidas
posibles de Zinc en el Cobre, y a igualdad de olros faclores -como. por
~jelllplo, gnlnos regulares. y del mismo ramailO en todas ellas-. se aprecia
que la duna¡l es más alta .:11 ¡lUmentar el contenido de Zinc. La solución sóli-
d<l de 15% de Zinc result<l más dura que la de 5% de Zinc y ésta. a su vez.
más dura que el Cobre no aleado.
Lo mismo cabe señalar a propósito del Ifmite elástico y la carga de rotura
por tnlcción. I:n la Tabla X1.6. se sci'wla t'l aumento qll~. en aquellas propie-
dades. produce el 1 % de elemento en solución sólida de sustitución dentro
de la ferrila (y puede estimarse que I¡l variación es Ifneal desde 0" del
elemento).
Cuando en una solución sólida de sustitución difkren enlre sf ('1 diámelro
del átomo SOlulo y el del disolvenle. se diSlorsiona la reLl crislalina: y se pro·
duce un eSlado de lensiones que dificuha d avanCl' d l, las dislocaciones. si
se COmpara con la movilidad que éSlas tendrfan en el mt'lal puro.
Al dejar tran~urrir el tiempo cada atomo sustitucional tendera a emigrar hacia las dis-
locaciones de cuña para reempla/.ar a un atomO del disolvente en aquel pUntO que resulte
498 CIENCIA E INGENIERlA DE M.... TERIALES

TABLA X1.6.

Mt:Y Mm. por I % ~/tmnIlO. tn solución sólida (Picktring).

ElementO

Fósforo (perjudicial para tenacidad). +670 +670


Silicio . + 85 + '5
Cobre. + 39 + 9
Manganeso . + 31 + 18
Molibdeno . + 11 + 45
Nlquel . O + 9
Cromo (reace. con imersticiales) . 30 l'
Aluminio .. O O

más favorable para disminuir la drstorsion: la dislocacion resultar.í parcialmente andada.


y ello contribuye a un ligero endurecimK:llto. Pero. a diferenóa de los álOmos imerstkia-
les. su difusión es lenta y, además, no pueden concurrir varios átomos solutos de susti·
ludón en el mismo punto. En las soluciones sólidas de sustitución no llegan a rornHI~
atmósferas de Catrel! y. en consecuencia. no envejecen por s'rain oging.
Sí que puede observarse, en algunos «ISO S, algo similar a un l'nVl'Jel.:!-
miento: una variación de características al cabo dd Ikmpo. I}~ro su ¡;<lusa
es otra. En algunas aleaciones. por l.'jcmplo en las soluciones sOlidas de Oro
y Cobre. los álomos lienden a "apiñarse" ordenándose los átomos de disol-
venle y de salulo (reL VII.4.l. Estl' orden dificulta el avance de las disloca-
ciones y. por lo tanto. se produce un ;lUmento de durcza con rl'spt'cto a la
solución sólida desordenada.

Xl.l0. ENDURECIMIENTO POR PRECIPITACION. ENDURECIMIENTO


ESTRUCTURAL

En el apartado VII.I.2. sc ha hecho referencia <l este notable endureci-


miento que puede lograrse en determinadas aleaciones mediante un adecua-
do tratamiento térmico de hiperlel1lplc y maduraciÓn para producir preci-
pitados finamente dispersos. de tamai'lo nanomélrico. no visibles al micros-
copio óplico,
Cuando el tamallo de las panículas es del orden dl' algunos nanómelros
(10- 6 mm). las parlículas son numerosas. y la separ<lción entre partrculas
muy pequeña, éstas pueden interferir el avance dc las Jislocaciones: incluso
aunque la fracción volumétrica lid precipitado. con respecto a la matriz.
no sea muy grande,
A veces l'UII fracciones volumétricas in!l'riorcs al I%se pueden conseguir incrclIlelltus
del 15%en el limite c1;istlt.'O. Tal ocurre. por ejemplo, en aceros IISLA.
PROPIEDADES MECANlCAS EN FRJO 499

En la Figura XJ.23. se indican diferentes etapas del paso de una disloca-


ción entre dos finas partfculas M N, de módulo de cizallamiento G superior
<11 d~ la matriz, separadas una magnitud d. Para lograr que la dislocación
consiga pasar entre los precipitados se requiere una tensión igual aG. bId;
siendo b el vector de Burgers de la dislocación.
Cuando la dislocación ha atravesado el obsláculo M N rodeándolo (sin
lognlr cizallarlo si el precipitado tiene un alto valor de G). cada una de estas
part (culas queda envuelta por un anillo de dislocación situado en el plano
de deslizamiento. Cada anillo ejerce una retrotensión Y. por tanto, ai'lade
una dificultad complementaria para otras dislocaciones que, moviéndose en
ese mismo plano de deslizamiento. intenten superar el obsl;1culo M N. Toda
dislocación que consiga alravesar MN produce un nuevo anillo alrededor de
M y N: con lo que la tensión necesaria para que olra dislocación pueda salvar
d obstáculo se va incrementando a medida que prosigue la deformación.
Esle endurecimiento por precipitación es más efectivo cuando las par-
({culas son coherentes con la red cristalina de la matriz: ya que las partfcu-
las pueden formarse con pocos átomos y ser más numerosas para una misma
cantid<ld lotal de precipitado. Por eso aquellas aleaciones -Cu2 %Be. AI4%Cu,
<leeros maraging, aceros HSLA, etc.- cuyos precipitados resultan coherentes
o semicohcrentes y, por tanto, producen gran endurecimiento por precipi-
tación reciben el nombre de aleaciones de endurecimienlo eslruclUral.
Cuando. por su naturaleza, la aleación no tiene la posibilidad de dar esos
predpitados. coherentes o semicoherentes. el endurecimiento por precipita-

, o

Hg. XI.23. Enduruimiento e¡tructurol.


500 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

ción es pequeño. Y si el tamaJ1.o de los precipitados es del orden de micras


(10- 3 mm), y por tanto grandes, visibles al microscopio, el endurecimiento
por precipitación apenas llega a apreciarse.

X1.11. ENDURECIMIENTO POR LAGUNAS (quench aging)

Enfriando rápidamente un metal puro, hipertemplándolo (quench), desde tempe-


raturas próximas a la de fusión, se puede retener a temperatura ambiente, de modo
metaestable, un gran número de lagunas: casi todas la que existen, de modo estable,
a aquellas altas temperaturas (reL Tabla X.l).
La dispersión de lagunas, así retenidas a temperatura ambiente en el inte-
rior del metal son, -ya inmediatamente después de hiper!emplar-. obs-
táculos pam el avance de las dislocaciones existentes en el cristal. Esas
lagunas se comportan de modo análogo a los precipitados. aunque con
menos eficacia que éstos.
Dejando transcurrir un tiempo a la kmperatura ambienle después del
hipertemple (lo cual suele denominarse envejecimiento natural tras hiper-
temple, o quench aging), las lagunas, por difusión, emigran hacia las dislo-
caciones, interactúan con ellas, provocan un trepado y les restan movilidad.
Recuérdese, por ejemplo, que. según la rapidez del enfriamiento. las lagu-
nas pueden también condensarse en grupos y formar anillos, dislocaciones
de Frank, u otras dislocaciones prismáticas, (rer. X.IO,), que contribuyen
a restar movilidad a las dislocaciones existentes con anterioridad.
Todo ello se traducirá en un aumento del Ifmite elástico y de la dureza
del metal, así hipertemplado y envejecido. si se comparan esas magnitudes
con las del metal no hipertemplado.
Altl'rn:llivll111cntC:l la posibilidad de lograr muchas l:lgunas a la temperatura amhiente
por Ilipcnclllplc del metal. las lagunas puedcn, también. obtcncrse pur irradiación.
la irradiación neutrónica de un metal puro aumenta cl mimero de lagunas y. por
envejecimientu dehido a éstas. aumenta la duren y el limite clastico, y disminuye la
tenacidad
El envejecimiento tras hipertemple no es exclusivo de los meta1cs puros.
Se presenta, por el mismo motivo, al cabo del tiempo, en las soluciones
sólidas de sustitución. cuando han sido hipertempladas para retener en el
inll.'rior de esa solución sólida sobresaturada un gmn número de lagunas
dispersas (rer. X.1. y VII.L2.).
El envejecimiento se produce. también, en las soluciones sólidas de inser-
ción Iras hipertemplc. En el caso de estas soluciones sólidas su envejeci-
miento al transcurrir el tiempo es un resultado cooperativo de las lag,unas y
de los átomos intersticiales.
Las lagunas, como los átomos en solución sólida de suslitución, son
menos móviles que los intersticiales. Asf, por ejemplo, el e o el N solubili·
zados en la ferrita tienen, a temperaturas inferiores a 200 oC, mayor movi-
lidad que las lagunas. Cuando eso sucede la difusión de átomos intersticiales
PROPIEDADES MECANICAS EN FRIO 501

hacia las lagunas permite si, ~como en el caso de la ferrita-, existe una
afinidad qufmica entre el disolvente y los intersticiales, la precipitación de
compuestos intermetálicos por reacción qufmica en esos lugares.
Esos precipitados, nanométricos, aparecen finamente dispersos, Su efecto
sobre las propiedades mecánicas es análogo al sena lado a propósito del
endurecimiento por precipitación.
Las soluciones sólidas de inserción, tanto si el metal de base es Hierro
como si se trata de un metal no férreo, pueden experimentar, en mayor o
rnen0r gr:Jdo, el quench aging,
Presenta particubr interés la posibilidad de envejecimiento de la ferrita
por quench aging, y puede ponerse de manifiesto en los aceros extradulces
cuyos contenidos en Carbono sean del orden de 0,04%,
Para mayores contenidos en Carbono, próximos a 0,1%. el aumento de dureza se
,Je'ht, al envejecimiento de la bainita formada durante el enfriamiento rápido si las tem-
peraturas desde las 4ue se enfría son superiores a A J : la propia dureza de la bainita puede
enmascarar la fracción que, en la dureza total observada, corresponda exclusivamente
al cnvejecimiento.
En aceros de contenido en carbono igualo superior a 0,25%, templados desde tempe-
ratu f<lS superiores a Ala' como lógicamente debe hacerse, desde temperaturas superiores
a A j , se forma parcial o totalmente, según cual sea la temperatura de austenización y el
talllalio de la pieza. una estructura dura de martensita durante el enfriamiento rápido:
lo qUl' ha.;e irrelevantes los efedos del endurecimiento que ahora nos ocupa.
Ln los acl'ros cxtradulccs y3 sean calmados, o colados al vacio, o eferves-
c~'nll'S,
solarncnli.: el Carbono contribuyc al quench aging,
I-:n los :Icc'rns t'alm:ldos el N no aparece en solución sólida sino corno una segunda fase
pn·cipitada. por reaCt'iOn con el desoxidante. En los aceros efervescentes el Nitrógeno si
l'stti CII sulucióll sólida delltro de la ferrita, pero su euantia es insuficiente para producir
este tipo de envejecimiento. En el slrain. oging, en cambio, el Nitrógeno sí influye en el
enveJerilllil'lIto (reL XI.S.I. l.
Illil:iallllel11L" podrla pcnsarse que el endurecimiento de estos aceros cxtra-
dulccs ~'s un inl.:onveniente (COIllO ocurrc con el strain aging). En estos aceros
Sl' husc;j, L'l1 principiu, una hUl'lla conformabilidad: y, por tanto, conviene
que su límill' l'lástico y dureza sean pcqul,"nos (por eso se emplean bajos por-
c~'ntaks de Carbono).

1I lálllillo '\'l\n!ormabilidad" puede resultar equIvoco. Se suele aplicar tanto a la po·


sibilidad de lo¡:ral !<r;lIldc, deforlll:ll'iones si "'\ esfuerl.O aplicado resulta suficiente-,
l'll1l10 ;J 1;..1 l'ualiJad dl' un material para podcr ser deformado con pequelios esfuerzos. Es

\',\,' sC¡:llnd" Sl'Tlt'II,) el \.'I\lrk·ado m¡js ¡lrrib¡l.


:-.Jo SielTl[H\.' el cnvl'jccimil:nlO que ahom nos ocupa es desfuvorable. Más
aún. eslc l'S llllO de los proccdimil:tltos p:lr:J lograr los aceros extr;J(lu1ces
IISLA. P(lr l:il'lllpln. en :H:eros con 0,07% de Carbono. pueden lograrse
C¡lr¡':¡jS d\.' rtllllr;j Cl'rl'atlaS;j 1000 Mpa, y a VCCl'S supl'riorcs: con bUl'n alurga-
rniL'lllo t'l1 ~'l l'n,¡¡y() dt' tr:Jcción: y, por tanto, con suficienlc deformabilidad
phjstic;l. Lslo se conSI~Lh: por tlll:J :lCt:ión combinada de varios factores: afino
..11: grano, OhlL'l1l'ióll de pbyas de mar!l:llsita -lugradas al enfriar dcsde lem-
502 CIENCIA E lNGENIERIA DE MATERLtLES

pcratllras comprendidas entre Al .y Al l<lcl.'foS d~ fase dll<l!J-. yellvr.::je-


cimiento.

XI.12. CONSIDERACIONES COMPLEMENTARIAS

En páginas enteriores se han considerado correlaciones entre cristalografía de


las aleaciones y su dureza. Se han expuesto también a lo largo del capítulo XI algu-
nas relaciones entre cristalografía, micrografía y propiedades mecánicas resultantes
del ensayo de tracción. Pero en servicio pocas veces trabaja el material exclusiva-
mente a tracción (rer. Capítulo XIII).

También en muchos procesos de conformado en frío de los materiales metáli-


cos -tales como extrusión y trefilado, Jaminación, embutición - el material está some-
tido a un estado de tensión no monoaxial y en consecuencia se precisarán esfuerzos
diferentes al valor del límite elástico ao obtenido por el ensayo de tracción.

La teoría de la plasticidad establece que, por complejo que sea el sistema de


cargas a que resulta sometido el material, su estado de tensión queda definido por tres
vectores: a), 02' oJ; perpendiculares entre sí en las direcciones X, Y, Z (ver Figura
X124). Por convenio se loma el signo positivo para las tensiones de tracción, y el
negativo para las de compresión. Se admite que el volumen del material antes y des-
pués de la deformación permanece constante. Es decir, E¡+E2+EJ=O; siendo E los alar-
gamientos verdaderos en las direcciones principales antes mencionadas.

Según el criterio de Von Mises, puede decirse que el estado de tensión o

o,

.; o,
I
o, I
--+--0,
X I
_
-' Fig. X1.24. T~nsion~s principa1~s, positivas.
o,
esfuerzos necesarios para que un material metálico inicie su deformación plástica en
eño está relacionado con el límite elástico del material determinado en el ensayo de
tracción, 00> por la expresión:

La extrusión y el trefilado puros vendrían representados por:


-
PROPIEDADES MECANICAS EN FRIQ 503

A.-EMBUTICION PURA (equilibrada si 01 -= -02 l.


o,

E i-':7:-"''----J'' '
o,

B.-ESTIRADO PURO (equilibrado si 01 = 02)·

0,

°
0, '/
0,

C.-DEFüRMAClüN PLANA PU RA.

E,
/
E,
j
~L _
/'

Fig, X1.25. Embulición, E5tirado, Lominación.


504 CIENCIA E INGEN1ERJA DE MA TERIALES

Por consiguicn.te el esfuerzo necesario para iniciar la cxtrusión o el trefilado


puros, es menor que para deformar por tracción; ya que aplicando el criterio de Von
Mises resulta ser 01=2.00:3

El estirado puro, o estado de tensión plana, queda definido por:

El esfuerzo necesario para realizar el estirado puro, o la compresión pura, es


igual que para deformar por tracción: 01=00' En la Figura XL25 B se indica la equi-
valencia entre los estados de compresión pura y estado de tensión plana.

La /amjnación pura, también denominada deformación plana, quedaría defini-


da por:

Para iniciar la deformación plástica por laminación pura el esfuerzo necesario


supera al límite elástico del material a tracción; ya que por el criterio de Van Mises se
obtendría 03=1,1547.00'

La embutición pura, equilibrada, se caracteriza por:

La embutición pura requiere menores esfuerzos que la deformación por trac-


ción. En efccto, aplicando la expresión de Van Mises, 0]=0,57735.00

La aptitud dc una chapa para ser cmbutida sc dcfine por el coeficiente de ani-
sotropía normal de Lankford, determinado por ensayo de tracción, r=Ez:E3; y resulta
grande -lo cual es favorablc para quc la chapa no adelgacc- para texturas de chapa
(J 11). Adcmás, cl coeficiente de anisotroph plana, t\r=(ro+r91r2.r4S):2, sirve para
caracterizar las variaciones del coeficiente l" '~n el plano de la chapa (a ()ll, 90° Y 45°
de la dirccción dc la laminación).

BIBLlOGRAFIA

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Materials'·.- E 399-74.
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Mctallic Materials". - E 4 66-76.
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Bauschinger.- Zinilíngur. Vol. 27. 1881.
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VerdejaJ.. Pero-SanzJ, et al.- "Fatigue Test 01' Aluminmhernlic Welded Rails".- Microstructural
Science, Vol. 26, pp 31-35 (1999).
XII
Recristalización.
Deformación a alta temperatura.
Tratamientos Termomecánicos.
XII.1.INTRODUCCION

En capítulos anteriores se ha sci\a1:ldo que la deformación en frío confiere


acritud a los materiales metálicos. El estado al!rio supon!:: UI1 aumento de
energía respecto a la del agreg:ldo policrislalino no deformado tc'1l IrfO. Lo~
cristales met<1licos resultan encrgéticamcnle más estables cuando no prl'$I.'n-
lan dislocaciones. Por ello, las estructuras agrias tienden a t'volucionar hacia
otras con menor nOmero de dislocaciones.
Los cristales agrios no ceden espont<1neamenle su exceso d~ energía para
pasar a cristales regulares. Para ello se requiere una energía de activación.
comunicada por calentamiento externo, y un proceso de difusiÓn de áto-
mos a la temperatura de calentamiento.
El tratamicnto térmico para eliminar la acritud de un met<ll, o ak¡ldón,
suele denominarse recocido contra acritud. Más frecuentemente se conoce
con el nombre de recocido de recristalización (o, en determinados casos.
recocido de restauración ref. X11.5.).
Cuando un metal, suficientemente deformado en frfo, es sometido a un
calentamiento adecuado, se recuper.Jn paulatinamentc las propiedades que
presentaba el metal antes de la deformación: el mctal ablanda: disminuye
su resistencia en el ensayo de tracción y aumenta el alargamienlo: cambia
la texlura, etc.
La recuperación plena de las propiedades (hasta lograr las que tenfa el
metal antes de ser deformado en frfo) eslá vinculada a la aparición de una
nueva estructura, de granos regulares, form3da a partir de la estruclunJ
agria.
la nueva estructura recibe el nombre de recristalizada. Su formación
tiene lugar cuando el calentamiento se realiza por encima de una cierta lel1l-
peratura T r , denominada temperatura de recristafización primaria estdlica.
Esta -generalmente superior a T¡:/3- depende, en buena medida, de la
deformación previa conferida en frfo a cada metal o aleación; y por tanto
no es una temperatura constante.
Para ilustrar las transformaciones Que experimenta una estructura metá-
lica, por laminación en frfo y su posterior recristalización por calentamiento.
pueden verse las siguientes micrograffas.
La Figura XIJ.1. corresponde a la superficie de una chJpa de latÓn 70/30.
de espesor 10 mm. vista a 100 aumentos, antes de su laminación en frfo. En
ella se advierte la morfología poligonal de las juntas de grano y la presencia
de macias (entre líneas paralelas) I fpicas de aleaciones con baja energía de
defectos de apil:1micnto.
506 CIENCIA E INGENIERIA DE MATERIALES

Fig. XII.I. Lat6n 70/30 ruri¡tolizodo.

En la Figura XI!.2. puede verse. lambién alOa X. la superficie de aquella


chapa después de ser reducida en frío hasla 1 mm de espesor. En ella se
aprecian los efeclos de una heterogénea distribución de la acritud, el efecto
barn:ra de las juntas de grano. y el desarrollo de deslizamientos complejos
producidos por la acomodación de un grano a sus vecinos. La dureza media
encontrada en las zonas claras ha sido 180 HV.

Fig. XII.2. Latón 70/30 agrio.


RECRISTAUZACJON. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 509

FIJ. XII.). Sección de una chapa latón 70/30 agrio.

las 71111aS oscuras de la micrografia presentan m3)Or dure7a. ::0 IIV. Estas zonas
oscuras clIrresponden a b¡¡ndas de cll.allalllicllto intenso que se prolong¡¡n hacia el inte·
rior de la chapa. romo puede verse a 1000 X en la Figura XII.3. (el angulu entre romo
boides de cilallamiento resulta igual a 7:ol.
Despu~s de un recocido, en horno de sales. a 450 oC, duranle 30 minulOs.
la superficie de la chapa presenta. a lOO X, la estructUrd micrográfica de la
Fi~ur.l XII.4. Se advierten en ella, aún. lasjumas d~ t res granos deformados,
y la presencia en su inlerior de pequef'¡os granos recristalizados.
Prolongando la permanencia a 450 Oc aparece finalmente la estructura
rccristalizada de la Figura XII.5. En ella se ven los granos plenamente recris-
lalizados. con macias de origen térmico formadas en el interior de aquellos.
Nótese, al comparar la Figura XII.5. con la Figura XII.2., que no quedan tra-
zas de la morfa logia agria (se aprecia únicamente la alineación de algunas
inclusiones en la dirección de la laminación).
Comparando la Figura XII.5. con la XII.I. se observa que la conformación
en frío y la recristalización posterior han permitido afinar el grano. Por olra
parte el aumento de dureza producido por la deformación en frío. que en
la muestra de la Figura XII.2. esU comprendida enlre 180 y ~20 HV. cae
hasta 80 HV en la muestra de la Figura XII.5.
Análogas variaciones morfológicas pueden advertirse en otros metales o
aleaciones, por ejemplo Aluminio. por recristalización de una estructura
agria. Compárense, por ejemplo, la estructura agria del Aluminio, fuerte-
mente deformado en frío (Figura XI1.6.). y ..:sa misma estructura una vez
recristalizada (Figura XII. 7.). Aunque, a diferencia de las aleaciones con baja
510 CIENCIA E lNGENIERJA DE MA TER1ALES

energfa de dcft:ctos de apilamiento, las ak'aciones Je Aluminio no presentan


maclas.
La ohserv¡¡ción 31 mkroscopio óptico no pone de manifiesto -salvo en determinados
C:.lSOSLJ modirrcación de texturas. Cuando una aleación es conformada en frío diree-
cionalmcmc, por ejemplo por laminación, los granos adquieren una orientación prefe-
RECR/STAL/LAClON. IJEFORMAC[()!\" A A /. fA ff,'MI'r:RA rURA 511

Fig. XII.6. Aluminio agrio.

rencial {hkI} < uvw >, respe<.:to <tI plal10 y dirección de lamina<.:iólI, deml1l1ill<tda textura
de laminación en frfo.
Para un mi,ml} pnll"C'" dc <,:ullf"rrll:.Jdo dc la 'lk:.lcllIlI 'UCkll :lp~ll"l'L',,: \'Ina, t,"\III,:h
supaficiales. 1:011 mayor l) nKllor intcn,id;¡d. ,\'¡!lItl l'llllmlp ,k I"l'~i1i/illlo. 1'01" "1"1111'1.,_
seglÍll el gradu lk redlll"ciull <:11 I"r 1" , /\Sl. pUl' eJclllpl". ":1\ AlulI1il1l\l PPilCII'LillIl\l. h

Fig. XII.7, Aluminio recristalizado,


512 OENClA E lNGEN1ERlA DE MATERIALES

(100), 1011)

(110). (111)

(110). [ITzJ

(ll!}, II11J I~"­


, '!Ji Fig. XII.B. Texturas de laminación en frlO
del Aluminio (Herengue/J,

lamill:.Jción en frio ttende a orientar los granos respecto al plano y dirección de lamina-
don como se indka en la Figura X11.8. Por Otro lado es frecuente que las teXluras de
super!lcie sean dislimas de las texturas obtenidas en el imertor del material. habida
cuenta del diferente modn de dcfonnación (por cl/.all:lIlllcnto en periferia y por deror-
l11a6011 plana en el nuc1eol.
La recriaaliución modifica las tuturas del estado arria. En la Figura XII.9., por
ejemplo. se señalan las texturas más frecuentes después de recristalizar una chapa agria
de Aluminio.
Para la uelcnllilladon de texturas se utiliza la dirractomctria de rayos X. ASI, por
ejemplo. p¡m una ciena chapa recristalizaua de Fe·J% Si. las figuras de polos de los
planos J 110! (Figur¡¡ XII.10.). )200! (FigIU¡¡ XI!.I!.). y j:!22l (Figura XI!.12.), obte·
lliu¡¡s con Ul1il c:iulilla de textura. pur difr¡¡cción de rayos X, permiten resolver que las
texturas prrfclcnL'i¡¡les ue ¡¡quella I.:hap¡¡ SUIl:

Las texturas pueden ponerse de milniftesto macroS(:ópicamente. Tal ocurre, por ejem-
plo. al embutir una chapa de aluminio agria: aparecen orejas a 45° de la dirección de
laminación (F~ura XII.U.a): y_ en cambio. al embutir una chapa de Alummio recrista-
h/ado. las orejas aparecen a 90° con respecto a la dirección de laminación (Fi-
gura XII.IJ.b).
Denominando H 1 Y H 2 la altura de las orejas. el valor e, igual al cociente
2 (11 1 - H 2 ) f (H I + H 2 l. proporciona una medida, macroscópica, de la intensidad I.:on
que se manifiestan esas texturas al embutir una chapa. Recu~rdese, que el coeficiente
de anisotropla plana. 6r. ref. Xl.12., caracteriza también las variaciones de compona·
miento en el plano de la chapa respeclO a la dirección de laminación.

(100). /OOIJ

(110). [OOIJ

(110). nlO) Fi¡. Xll.9. Texturas en chapa¡ recn"stolizodQj


de A/uminio (Herengue/j.
RECR1STALIZAC10N. DEFORMAC10N A ALTA TEMPERATURA 513

,
• •

• •
, {112} <o;13~:>
• {111} <132:>
Fig. XU.10. Chape r.ecris/a/izada, de Fe· 3~, Si. Figura de p%s 1100 t medida.

OL

, {112}<1l~:oo
• {111} <132:>

Fig. XU. t t. Chapa recristalizada, dI! FI!~ "Si. Figura dI! p%s 1200 I medida.
514 CIENCIA. E INGENIERJA DE MATERiALES

OL

,
1

,
3

, {1l2} <lH>
• {1lI}<132>

fig, XII.12. Chapo recri~to/ilada, de Fe.J % Si. Figura de polos j222/ medida.
Etapas durante el recocido de chapas agrias:

Fig. XI!.!3. Embutición de chapa de aluminio:


(a) agrill. (b) recristaJizado. fe) parcitlfmente recristolizada.
RECRISTALlZACION. DEFORM:.tCION A ALTA TEMPERATURA 515

La ausencia de orejas no necesariamente indica que el material no presente textura.


Así, por ejemplo, la muestra de la Figura XI1.13.c. se ha comportado isótropamente en
la embutidón -lo cual es muy deseable- por una adecuada compensadón de texturas
de iaminadón en frío y texturas de recristalll.ación.
Una vez recristalizada la estruclUra, si se prolonga su permanencia a la
temperatura de recrislalización. o a otras superiores a ella. el efecto resul-
tante es un crecimiento del tamaño medio del grano.
Para lemperaturas de calenlamiento inferiores a la de recristalización hay
una cierta variación de propiedades del melal o aleación, pero no se aprecia
modificación de la eslructura agria visible al microscopio óplico. ni de su
textura. Esta etapa de recuperación parcial de propiedades, sin modificación
de la microestructura, se denomina restauración (recovery).
Como resumen de esta Introducción puede subrayarse que. al calentar
isotérmicamente (Figura XII.14.), a temperaturas diferentes, durante tiem-
pos iguales. distintas probelas de un mismo metal, con igual grado de defor·
mndón en frío, pueden distinguirse tres elapas:
• Restauración.
• Recristalizadón primaria.
• Crecimiento del grano recrislalizado.

En algunos casos se present,1O otras etapas que. impropiamente. suelen denominarse


recr¡snlización lecundaria y recrisnlizacion terciaria.
El conjunto de mecanismos fisicometalúrgicos relativos a estas etapas son
presupu~stos fundamentaks para d estudio de los recocidos contra acrilud
y de los tratamientos term.'Jmecjnicos.

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(al (b)
Fil. XlI.14. EtaptU durante el recocido de c:hGpG$ agritu:
(a) Cobn; (b) Aluminio.
1 Re.hwrociOn. 1/ RecristalizGCiOn. 111 Crecimiento de grano.
516 CTENCIA E INGENIERJA DE MA TERlALES

X11.2. RESTAURACION

Como se ha inLlicado más arrioa, durante esta etapa no se modifica la tex-


tura cristalina correspondiente al estado agrio; pero pueden apreciarse, entre
otras. las siguienh:s v;Jri;H:iones:
Cesión parcial. L'n forma de calor, de la l'nl'r.~(a interna alrnacenilda.
Iksap;lri¡;ión dl' tl'l1siones internas.
t:~ta, PU<:JCIl ser manolcn,iullCs. dchidas 11 1":.Io.:1<'r<:, externos. mednicos o termicas,
ql!O: 111"("l.:la11 ;1 la I1wsa Illct:iliea de modo uifcrcntc I'UCUClI, lambién, ser microtensiones
que rc,ultall Jc inholllogcllddades locales (o.:¡!mpos c1asticos asociados a las dislocaciones).
I'rouuo.:idas. por ejemplo, por apibmientos de dislocacillllcs en el interior de los granos:
por distorsiones en el COlls1ituyente rnatril. debida, a precipitados nanométricos: por
la presencia de granos sometidos;¡ tensión Junto a otros en l:omprrsión: etc.

lh'cuperación de propiedades eléctricas. habida cuenta que la deforma-


ción en frío aumenta la resistividad eléctriCJ.
RecuperJción parcial de propiedades mee<\nicas: por ejemplo, pérdida de
dureza y aumento del alargamiento (rer. XlJ.5.).
Los metales, aunque crislJlicen en el mismo sistema, suelen comportarse
mecánieamente. durante esa restauración, de modo diferente. El Aluminio,
por ejemplo, ahlanda baslante durank la restauración. Otros materiales
metálicos di.'1 mismo sistema cristalino cúbico centrado en las caras, lales
COIllO Cobre, latones alfa. bronces alfa. cuproluminos alfa, Nickel, cupro-
n(queles, aceros austen(ticos, elc .. no experimentan disminución apreciable
de dureza durante la restauración.
En 105 metales nihicos de caras centrada y alta energl'a de defectos de apilamiento.
C0ll10 el Aluminio (ref X.8.). las dislocaciones p<Hciales de cuña pueden recomponerse
en dislocaciones sencillas y ello facilita su movimiento por trepado (ref. XA.2.) al ser
activadas térmic<lmente: originando. por poligonizaclón (ref. X.?), subgranos con baja
densidad de dislocaciones en su interior. Esto se puede apreciar por microscopía electro·
Ilica o incluso. a veces. por microscopía óptica mediante ataque de las dislocaciones en
sus puntos de emergencia con la superficie (Figura XII.IS.). En esos mismos metales

Fig. XILlS. Poligonización en el


Aluminio (Lacombe).
-
RECRISTALlZACION. DEFORMACJON A ALTA TEMPERATURA 517

las dislocaciones parciales de hélice pueden también fácilmente recomponerse en dislo-


caciones sencillas: hacer cross.slip y contribuir a la obtención de subgranos (en particular
cuando se aplica una tensión durante la restauración: TeL restauración dinámica, XIL6.).
Esa formación de subgranos, de finas subJumas poligoniladas, va acompañada de una
notable disminución de dureza: de aminoración de la resistencia a la tracción: y de aumen-
to del alargamiento. la textura del metal o aleadón sigue, sin embargo. siendo la del
estado agrio.
El ablandamiento durante la restauración en realidad una compleja forma de poligo-
nizació/f- puede ser de tal magnitud que, a veces, pueden emplearse recocidos de restau-
ración en vez de recocidus de recristalizadón total. De todas maneras. si se desea lograr
un ablandamiento pleno de esos metales aptos para poligonizar, es preciso efectuar un
recocido de recristalizactón.
Los metales de baja energ(a de defectos de apilamiento -tales como el Cobre, Nickel.
aceros austen(ticos. etc., (rer. X.8.)-, no "poligoni:tan"; no ablandan apreciablemente
durante la restauración y requieren siempre recocidos de recristalización para disminuir
su dureza.

X11.3. RECRISTALlZACION PRIMARIA

El grado de deformación en fria del metal. la temperatura que es necesa-


rio alcanzar para que éste pueda iniciar la recristalización, y el tiempo de
permanencia a esa temperatura hasta lograr una estructura regular, están
relacionados entre sí.

XII.3.1. Acritud y temperatura de recristalización

Es habitual que el recocido de recristalización de una estructura agria se


efectúe, en la práctica, por calentamiento continuo. Incluso si el horno de
recocido está a temperatura constante la muestra suele adquirir paulatina-
mentt= esa temperatura.
En lo que sigue se hará referencia a la recristalización a temperatura cons-
tante TI, a fin de marginar la influencia de 1:l restauración, Si bien, cuando
el calentamiento es continuo, puede disminuir parcialmente la acritud de
la muestra antes de alcanzar la temperatura de recristalización.
La influencia de la reslauración previa sobre las propiedades mecánicas de metales
que no poligonizan es pequeña, Por tanto, para estos metales. la velocidad de calenta-
miento en los recocidos continuos suele se casi indiferente para los resullados finales de
la recristalización. Lo que. lógicamente. no ocurre para metales que, como el Aluminio.
o la ferrita (que cristaliza en el cúbico centrado en el cuerpo), poligonizan.
Cuando las condiciones de calentamiento isoh!rmico (temperatura, tkm·
po) son las adecuadas para iniciar lo que se denomina recristalización pri-
maria, la pérdida de acritud del metal por calentamiento va acompañada
de la aparición de pequeños granos cristalinos regulares en el interior de la
matriz agria (ver Figura XIlA.).
Durante la recristalización primaria hay, generalmente. dos etapas con-
518 CIENCIA E INGENIERlA DE MA. TERlALE5

secutivas. Primeramt=nle se requiere un tiempo t para la formación de núcleos


de recristalización.
Posteriormente los núcleos crecen por movilidad de átomos desde la
matriz agria atravesando la frontera Que supone la junta de grano núcleol
matriz. Esa junta avanza y por tanto el núcleo crece. Finalmente la matriz
agria desaparece: es completamente reemplazada por una nueva estructura
de granos regulares cuando las juntas de los diferentes cristales en creci-
miento interaccionan entre 51.

Más adelante se har:f referencia al crecimiento de los granos ya plenamente recrista·


lizados. Esto se consigue prolongando la permanencia a la temperatura de recristalizaci6n.
o bien elevando la temperatura). De este modo disminuye la energía libre del agregado
policristalino al aumentar el cociente Volumen de grano/Superficie de grano (es decir.
decrece la energia al aumentar el tamal10 de grano promedio).
La recristalizacián no supone un cambio de fase: no hay cambio alotró-
pico, sino sencillamente una nueva combinaciÓn de los átomos, por difu-
sión, para fonnar nuevas agrupaciones cristalinas con un número muy infe-
rior de dislocaciones ( 104 - lOS dislocaciones/cm 2 ),
La energfa de activaciÓn necesaria para movilizar los átomos y formar
esas agrupaciones "recristalizadas", con pocas dislocaciones, es tanto menor
cuanto más defonnado en frfo se halle el metal antes del calentamiento. La
temperatura isoténnica que es preciso alcanzar para el inicio de la recrista-
lización es inversamente proporcional a la acritud del metal. Por consi-
guiente, cuanto más pequeño es el grado de deformación en frfo más alta
debe ser la temperatura necesaria para poder iniciar la recrislalización,
Para lograr la recristalización isotérmica de una aleación a la tempera-
tura TI se precisa un mínimo de acritud previa. Esta recibe el nombre de
acritud critica para la temperatura TI'
En la recristalización, por intervenir la difusión, temperalura y liempo
son complemenlarios. Asf, al aumentar el tiempo de recocido -para un
cierto grado de acritud- disminuye la temperatura necesaria para poder
recristalizar, La acritud crUica mfnima para una recristalización isotérmica
a la temperatura TI disminuye al prolongar el recocido a esa temperatura,
porque aumenta la probabilidad de formación de núcleos.

XII.3.2. Consideraciones sobre la nucleación de los granos


recristalizados

La rccristalizaciÓn es un proceso irreversible. a diferencia de lo que ocurre


en otros procesos.
En la soUdificación de un melal puro, por ejemplo, el sólido funde, al
cabo de cierto tiempo, a una delerminada temperatura; en tanto que debajo
de ella el 1fquido volvería a solidificar. En las transformaciones alotrópicas
ocurre algo análogo: el Hierro puro pasa de la variedad alfa a la gamma
cuando se sobrepasa la temperatura de 912 oC: pero vuelve a la variedad
RECRISTALlZACJON. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 519

alfa por debajo de esta temperatura. Lo mismo sucede en la precipitación:


los precipitados de una aleación se disuelven, para formar soluciÓn sólida,
cuando la temperatura es superior a la crftica, pero reprecipitan cuando se
desciende por debajo de esa temperatura. En cambio, una vez lograda la
recristalizaci6n de una estructura agria, un enfriamiento por debajo de la temperatura
de recristalizaci6n no devuelve al estado agrio.
Por otra parte, durante la recristalizaci6n primaria, los procesos de nuclea-
ciÓn y crecimiento no siempre siguen el modelo general, de germinación
por nuctuaciones, expuesto (reL 11.2.) a propósito de la solidificación.
No hay un modelo único de nuc1eación para todos los metales, ni para todos los grados
de deformación en frío de un mismo metal.
En algunos casos la recristalizaclón a temperatura TI comienza muy rápidamente
sin formadón de núcleos de recristalización: en todo grallo con baja concentradón de
disloc¡¡dones su junta :tvanza y se introduce en el gr¡¡no contiguo de mayor concentra-
don de dislocaciones. Este proceso, denominado "nuc!eación de Beck", no es tal nu-
cleadón sino más bien el crecimiento de algunos granos, que no resultaron bastante agrios
durante la deformación en frío, a expensas de otros más agrios (ver Figura XI1.l6.).
En otros casos, la recristalización, :t la temperatura TI, no comienza inmediatamente,
pero l:t Ilucleación tampoco se ajust¡¡ al modelo clásico. Por ejemplo, si se trata de aleado-
nes con alta energía de defectos de apilamiento. el material puede "poligonizar" y formar
subgranos durante la restauración (ver Figuras X.33. y XII.IS.): una vez se consiguen
0
desorientaciones superiores a los 30-40 , estos subgranos se convierten en núcleos de
recristaliz¡¡ción. Por consiguiente ha de transcurrir un tiempo 1. de incubación, ¡¡¡¡sta que
se forman los núcleos con c:tpacidad de crecer: es decir hasta que se Inicia la recristali-
lación primaria.
Para otras aleaciones. en cambio. la recristalización responde al modelo clásico de
llucleacióll y crecimiento. Es el caso más frecuent{'. Tal ocurre. por ejemplo, en aleacio-
520 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

nes con baja energia de defectos de apilamiento, (ref. X.g" Cobre, aceros austenitil,:05.
latones alfa, cuproaluminios alfa. elc.): e incluso del Aluminio si se suprime la etapa de
poligonización como consecuencia de un rápido calentamiento.
Cuando el desarrollo de la recristalización primaria requiere la formación
previa de núcleos por el clásico mecanismo de "nuctuaciones térmicas", ao:l:'
lago al que se presenta en la solidificación, los nOeleos se forman preferente-
mente en regiones donde el grado de deformación local es más alto. Tales
como juntas de grano, bandas de deformación, inclusiones, !fneas de macla,
y zonas periféricas próximas a las superficies libres.
Por otro lado, para una temperatura isotérmica TI de recristalización, el
número de núcleos formados al cabo de un cierto tiempo 1, resulta mayor
cuanto mayor es el grado de defonnación en frío del metal. Puede decirse
que el grado de reducción en fdo, la acritud, es la fuerza inductora para la
recrist alización.
Por ello a mayor acritud de la aleación, y por tanto mayor el número de
núcleos de recristalizaci6n que se foonarán, menor resulta el tamafio prome-
dio de los granos recristalizados al concluir la recriSlalizaci6n primaria a
lemperalUra TI (Figura XI!.17.). Por eso con pequeñas acritudes el grano
recristalizado es muy grande (sobre todo cuando la acritud es del orden cr(-
tico antes indicado).
la Figura XII.IB., correspondiente a una probeta de Aluminio atacada con una mezcla
de ácidos (Hel, HF, HN03) para revelar su macroestructUla, puede ilustrar 10 indicado
en el párrafo anterior. Se trata de una chapa, de I mm de espesor, cortada en forma

-
Reducción en frío

Fig. XII.!'. Correlaci6n etrtre acritud, temperatllra de recristalizaci6n,


diámetro de grano.
RECR/STAULA('JON. /JEFORMAClON A A/.TA TEMPERATURA 521

Fig. X11.I8. Probeta trapezoidal.

tr:JpewidaL sometida luego a una Iíger:J deform¡,¡o.:Kin JJlástica por tracción en frío, y
o.:all'ntad:J posterionnente en un horno de sales a 325 e durante JO minutos para su
ft;'o.:rislali/.ao.:ilin Isi huhiera sido suficiente la acritud conferida por la ligera tracción).
I}reviaml'ntc a la tr¡l\:don se maro.:arOll a 10 largo del eje de la chapa unos trazos separa·
d()~ ('nlre ~( 1 (·rn. Después de traccionada la prohl'ta la separación entre marcas no es
constante: como resullado de la tracción se deforman menos las regiones anchas
de la chapa. La macrocstructura mues{ra que las zonas menos anchas (que por haberse
alargado más adquirieron mayor acritud que las otras) recristalizaron a 3250 e con
tal11Ji'lu de grJno mas pequeño; redprocamente. en las moas Jnchas los granos son
mayores. Los gr¡¡llos recristalizitdos de superior tamaño Jparecen para la acritud críti·
Cit. nHrespondiente a 325 Oc y 30 minutos. que resultan ser Jproximadamente 5% de
uefonnacKin en frlo. Para acritudes inferiures a este valor no se apreciaran granos recris·
taJiLados después de o.:alentar 30 minutos a 325 oC.
Lo~ efco.:tos de ulla ao.:ritud crítka suelen ser perjudiciales. Así, por ejemplo. ocurre
ell codo~ ligeramente o.:urvJdos. cuando son luego calentados por necesidades de servi·
do. LJ Jcritud introducida al curvar puede ser suficiente para yue esa zona recristali·
ce J IJ temperatura de o.:alentamiento. El tamaño de grano resultará grande y por tanto
disminuirá b resistencia mecánica en ese punto: en tanto que las zonas contiguas. con
menor acritud que la o.:rftica. no experimentarán modificaciones en la estructura por no
haher llegado a reo.:rislJlilar.

XII.3.3. Efecto de las impurezas

El tamaño prom.:dio del grano recristalizado no depende exclusivarncnlt:


dl' la mayor o Illcnor cJntidad de núcleos lIc rl'cristalización motivados por
522 CIENCIA E: INGENIERlA DE MA TERlALES

la acritud, sino también del efecto de las impurezas. Es decir, de los átomos
en solución sólida y de los precipitados.
Los átomos en solución sólida suelen retardar el avance de las superficies
límite de los núcleos, debido a la interacción elástica que Jos átomos solutos
ejercen sobre ellas, curvándolas.
Los precipitados o segundas fases también obstaculizan el avance de aque-
llas superficies límite. Su efecto se asemeja al de alfileres y por ello es deno-
minado pinning por los anglosajones. Como ejemplo de importante reper-
cusión industrial cabe citar la inhibición efectuada por el NA 1 sobre las
subjuntas de ~rano )100 { : ello favorece el crecimiento de subgranos con
textura I111I muy favorables para la embulición (rer. XII.3.4).
Con re:.pecto a la nucleaclón pueae deCirse que las ImpUrezas, o segunaas
fases precipitadas en la matriz agria, aceleran la formación de núcleos si el
tamaffo de las segundas fases es grande (del orden de varias micras); ello es
debido a la concentración local de esfuerzos que la deformación en frío
produce sobre la matriz agria que rodea a la partícula.
Las impurezas, en cambio, retrasan la nucleación si esas segundas fases
resultan muy pequeffas; porque frenan la movilidad de subjuntas de grano
en aleaciones poligonizables e impiden que los subgranos puedan llegar a
ser núcleos efectivos.
En algunos casos los precipitados nano métricos pueden no solamente retraaar la nu·
dudó n .ino, inclu.a, impedir la recriaalinción.
Tal es el caso, por ejemplo, de pequeilas cantidades de Niobio (que puede precipllar
en foona de NNb, con tamaño de pocos nanómetros) en los aceros de muy bajo conte-
nido de carbono denommados a~erol miaoaleadol. Al laminar estos aceros a alta temo
peratura, en estado austenítko, la austenna se defonna y adquiere acritud, pero no
llega a recristallzar durante la laminación en caliente (IDminocion eontrolada de tJcerol
micrtHlletJdosj por impedirlo los preCipitados de NNb.
En estos aceros la inhibición de la recristalización resulta muy ventajosa: al transfor-
marse después alotrópicamente la austenita agria en ferrita, durante el enfriamiento, se
obtienen granos de ferrita de un tamailo muy fino (más de 30.000 granos en un mm 2),
imposible de obtener a pan ir de granos de austenita recristalizada (Figura XI1.I9 .).
Estos aceros microaleados de bajo contenido en Carbono -yen consecuencia buena
soldabilidad- presentan además, por su pequeño tamaño de grano. un alto límite elástico
y excelente tenacidad a baja temperatura (se emplean para oleoductos y gaseoductos en
regiones ánicas, plataformas marinas, etc.).

Por otra parte el crecimiento de los núcleos, una vez formados, se ve retra-
sado por el obstáculo (pinning) que, para la migración de las fronteras nú-
cleo/matriz agria, suponen los precipitados si son pequei'ios y numerosos.
El tamaño de grano recristalizado es, segün Zener, directamente proporcio-
nal al tamai'lo medio de los precipitados e inversamente proporcional a su
fracción en volumen. Los precipitados de gran tamai'lo no interfieren el
crecimiento.
En ocasiones los precipitados de gran tamaño, por resultar más favora-
bles para la nuc1eación que desfavorables para el crecimiento de los nú-
cleos, suelen proporcionar un grano más fino al final de la recristalización
primaria (habida cuenta que los precipitados de gran tamano no obstaculizan
-
RECRISTAL/lAC/QN. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 523

Fig. XlI.19. Acero para cuadro metálico de entibación de minas (O, /5%C, O,9%lI1n,
0,7%Cr, O,36%Cu). En estado brillO de laminación en caliente. /00 x.

el avanée de las superficies límite de los núcleos en crecimiento dentro de la


matriz agria).

Tal ocurre, por ejemplo. en aleaóones de Al-Fe cuando existen part ículas de feAI) de
aproximadamente I micra de diámetro: y con acero dulce cuando las particulasde fe)C
están separadas :2 micras.

Los precipitados muy finos, en cambio, dificultan por igual la nucleación


y el crecimiento de los núcleos (obstrucción tanto mayor cuanto más finos
y menos separados están los precipitados). Esos precipitados nanométricos
elevan la temperatura de recristalización: prolongan el tiempo para recrista·
lizar a esa temperatura; y, en consecuencia, pueden aumentar el tamai'lo de
grano de recristalizaciÓn primaria obtenido a esa temperatura.
De lo anterior se desprende que el rol de las impurezas, durante la recrista-
!ización primaria, resulta bastante controvertido.
En algunos casos puede obtenerse ventaja de los precipitados, aprove·
chando su influencia sobre la nucleaciÓn y crecimiento orientado de los
núcleos. a fin de obtener texturas de recristalización (Figura XI1.20.) bene·
ficiosas para posteriores operaciones de conformado.

XI1.3.4. Texturas de recristalización primaria

Las estructuras de grano recristalizado fino. cuando han sido obtenidas


por una moderada reducción en frío. y bajas temperaturas de recristalizaci6n.
524 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

Fig. XU:,20.

suelen presentar una orientación aleatoria de los granos rccristalizados, sin


textura preferencial.
En cambio, para fuertes deformaciones en frfo. y recocidos de recristaliza-
ción a temperatura alta y prolongada duración, las texturas de recrista-
lización suelen aparecer bien definidas. La textura agria es distinta de la tex-
tUfa de recristalización (ref. XII.1.),
La genesi. de la textura de re..:ristalización se debe. en muchos casos. a una nuclea·
cion orientada, cuya causa es la correlaóón existente entre las orientaciones nistalinas
de los núcleos y la de las zonas deformadas contiguas. En otros casos. en cambio. la tex-
tura de recristalil'acion se produce por un crecimiento seledivo de los núcleos. COIl inde·
pendencia de la orientación cristalográfica inicial de éstos.

En general, es deseable qUe el material recristalizado resulte isótropo.


pero en algunos casos la textura resulta beneficiosa. Tal ocurre, por ejemplo.
con la textura de Goss ¡lID! < 00 I > . para chapas de transformadores: y
con la textura de laminación jlll t . para la embutición de chapas de acero
recristalizadas.
Los precipitados contribuyen a favorecer delerminad:lS texturas. Asi sucede, por
ejemplo, y ello es beneficioso. COIl el NAl en ]¡IS .:hapas de acero calmado "de calidad
embutición profunda".
Estas chapas son delgadas. de espesor inferior a 15 mm. y suelen destinarse al proo.::eso
de embutieión en la industria del automóvil: o a fabricar envases, electrodomesticos,
muebles metalio.::os, etc.
i
Se obtiene la favorable textura de o.::hapa ¡lll cuando se eOlllrola rigurosamente.
como más abajo se senala. el proceso de laminaeKín en caliente de estos aceros; el bobi·
n¡¡do de las chapas: el laminado en frio; y el recocido de recristaliza.:ión.
RECRISTALlZACION, DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 525

La estructura al terminar la laminacian en caliente de estas chapas remlt:t rc..:rist:tli·


zada y es austenitica; los átomos de Nitrógeno y de Aluminio están el1 solución sólidll
en la austenita.
Tras la laminación en caliente l:Js chapas d('b('n su enfriadas rripidamente a fin dc
evitar la precipitación de NAl durante la tr:msIÚfll1ación, dc gamma a alfa. que tiene
lugar en el enfrh!lniellto hasta la tempcratura ambiente. Para ello basta bobinar a 550-
570°C.
Pos terionnente se desenrollan las bobinas: se dCl'ap~1 quimicamente su superficie.
y se realiza la laminación en frlo, en estado alfa, hasta l(l~rar el espesor uniforme deseado,
obtener una buena calidad superficial y conseguir la h'xtura de lamillación en frio. La
reducción óptima de espesor es de un 70% aproximadall1clltc,
Los átomos de Nitrógeno y Aluminio siguen permanecicndo en solución sólida duran·
te la laminación en frío. Se procura, en cambio. que el NAI precipite durante el C:llen-
tamiento que precede al recocido al que se someten luego l:ts ,,;hapas laminadas en frío.
Ese recocido tiene por finalidad la recristalización sin transformación alotrÓpica. de la
estructura agria alfa.
Para lograr la conveniente precipitación del NAL la velocidad de calentamiento de
las chapas agrias, en el interior de hornos de campana con atmósferll protectora de la
oxidación, suele ser de ~O 0(' a 40 Oc por hora hasta akalwlr 1:1 temperatura de re,,;rist:l-
Iizaciun (inferior a 727°C). Se consigue así que el NAl vaxa precipitando con tama-
ño nanométrico en subjunta~ de grano alfa con textura ¡lOO ¡. \0 que favorece la recris·
¡
talización con textura 111! .
Si las velocidades de calentamiento fueran rápidas la precipitación del NAI seria
más grosera y no inducirCa la nuc1eación y crecimiento orientado de los granos re,,;ris-
talizados alfa con la conveniente textura de chap:l jlll 1 .
Obviamente en los aceros efervescentes no existe NAI; ni, por tanto, la posibilidad
de conducir adecuadamente su precipitación para dar textu¡a ¡ll 11 . Por ello los are ros
efervescentes se componan, en la embutición, peor que los aceros calmados de ,,;alid:ld
corriente ("calidad comercial").

XII,3.5, Consideraciones complementarias sobre la recristalizaci6n


primaria

La correlación habitual entre acritud, temperaturas de recrislalización, y


tamaño de grano recristalizado, para un tiempo constante de recristaJizaci6n,
por ejemplo I hora, puede ilustrarse cualitativamente con la Figura XII.I7.
Este esquema resume, sin considerar el efecto de las impurezas. lo que
pueden denominarse leyes de la recristalizaci6n,
• Se requiere una acritud mínima (acritud crCtica) para poder rcali:tar la
recristalización isotérmica de una aleación a temperatura TI,
• Esta acritud crítica debe ser tanto mayor cuanto menor sea la temperatura
a que se desea recristalizar,
Por tanto, cuando la recristalización va precedida de una permanencia a temperaturas
de restauración que disminuyan sensiblemente la acritud (recuérdese 10 dkho a propósito
del Aluminio), para iguales grados de deformación inicial se requieren temperaturas de
recristalización más altas.
Por otra parte las diferentes maneras posibles de trabajar en frío un metal -forja,
526 CIENCIA E INGENJERlA DE MATERIALES

estirado. laminadon, etc.- producen. para iguales reducciones de sección transversal,


acritudes efectivas diferentes. I'ur lo que los resultados de la recrístalización no serán
iLl':nticos,
* Para cada tl'mpcralura de recrislalización el tamaño de grano, al finalizar
la n:cristulizadón primaria, resulta menor cuanto mayor es el grado de acri-
tud previo a la TccristalizadÓn.
Tamh¡¿l1 aquí son v,ílidas [as ohservaciones sciialad<ls a propósito de una restauración
previa. ASI pOf ejemplu; en alc:lóones poligollil.ahles, dus muestras e01\ igual acritud,
y rccristalizau<ts a la misma temperatura, durante tiempos iguales, pueden dar tamaños
de grano recrisl<tliz<tdo diferentes. Si una de [as muestras restaura antes de recristalizar
su t;lIllaiio de granll rcsultaní m:lyor.
En :llgUllOS casos la restauradun previa puede ser t;m acusada que llegue a inhibir
la recrist;tliZ;tciUn. AsI. por ejemplo, 1:1 Figura X11.21. corresponde a una aleación de
Aluminio-M;tng;tneso recristali¿:lda en horno de sales a 425 Oc durante 5 minutos. La
Figura XIJ.2:!. corresponde a la rnism¡¡ a)eaciün de ;tluminio, con igual grado de acritud
previa, pero reslJurada durante I hora a 275°C (en que no llegó a recristalizar) y mano
tenida posterionllente durallte 5 minutos en horno de sales a 425 Oc. Al comparar ambas
micrografías se advicrw que la restauractun previa resultó suficiente para inhibir la recris·
talil.aciun en l;t segunda muestra (solamente aparecen algunos granos recristalizados).

Como complemento a la Figura XI!.I? podrfa añadir~ que:

'" Para un mismo grado de reducción en frío, al aumentar la duración del tratamiento
isotérmico disminuye la temperatura necesaria para poder recristalizar.
La relación entre tiempo y temperatura es de tipo logaritmico: duplicar el tiempo de
recocido equivale a aumentar solamente unos grados la temperatura de recristalización.

'" El tamano de grano, al final de la recristalización primaria, depende prin-


cipahnentc del grado de deformación en frío: y en menor medida de la
temperatura TI del tratamiento térmico.

El tam;tiio de gr;tllo. al término de l:J recristalización. a una temperatura TI. resulta


11l<ls fino cunnto mayor sea la deformaciun en frío.
Para un mismo proceso de deformación, e igual reducción en frío. pero para una
temperatura de recocido T2 muy superior a TI, el gr;tno recristalizado obtenido resulta
de mayor diámetro. Ello es debido a que, una vez finalizada la recristalización priman3
3 T2 (más breve que a TI)' el grano, suele continuar creciendo, tanto más, cuanto más
alta sea T 2 (con algunas excepciones como se verá más adelante).

'" Cuanto mayor es el tamaño de grano prcvio a la deformación. y por tanto


menor el área total de juntas de grano, menor resulta la probabilidad de
formación de núcleos para un mismo grado de deformación en frío. Por
ello a mayor tamaño de grano inicial se requiere un mayor grado de defor-
mación en frío para lograr una recristalización equivalente (en tempera-
tura y tiemro, y con iguallamaño de grano r('cristalizado primario).
'" La temperatura de recristalización disminuyc con la pureza del metal
(recu~rdese lo
l'xpuesto a propósito de impurezas).
'" El mantenimiento en temperatura, una vez finalizada la recristalización
RECRlSTALlZAClON. DEFORMACJDN A ALTA TEMPERATURA 527

Fig. XII.21. Recris/alización tolal.

Este crecimiento

.."

Ag. XII.22. Recrislaljzación parcial.


528 CIENCIA E lNGENIERlA DE: MA TERiALES

En realmad este caso difiere de los considerados mas arriba. relativos a una defur·
mación en frio y posterior recristalizadón. Corresponde a algo que suele denominarse
de otro modo: conformado ~" cali~"te (ter. XII.6.2.).
Cuando a la tem~ratura de trabajo se producen simullaneamCllte acritud (por defor-
mación) y ablandamiento (por resnuladon o recristaliución). el proceso recibe el nom-
bre de reltDulUCió" -o recrista/itllcidn- dindmiCll. Sus leyes de componamientu -rer.
XII.6.- difieren de las expuestas en párrafos anteriores a propósito de la recristaliza-
ción primaria (ésta suele denominarse recrista/iuu;orr csu;tictl).

XII.3.6. Cinética de la recristalizaci6n estática e isotérmica

El porcentaje de metal recristalizado Xv. ~sl¡Hica e isotérmicamenle, a


una temperatura TI en qU\l resulte posible la recristalización. aumenta con
el tiempo de permanencia a esa temperatura TI' Suele seguir una ley de
tipo sigmoidal:

Xv = I - exp (-8tl<.) (ley de Avrami)

en Que Xv es el volumen de la fracción recristalizada, t el tiempo, 8 y k


valores constantes. Por tanto la ley de Avrami se ajusta a una recta de orde-
nada en el origen igual a lag 8 y pendiente k cuando se representan en orde-
nadas los valores de log {In (I:(I.X.)]} ,yen abscisas los valores de log l.
Las desviaciones reales que a veces se obsernn respecto a esta ley. en algunas alea-
ciones con alta energía de defectos de apilamtento provienen casi siempre de que la
facción de matriz agria, aún no recristalizada. restaura notablemente por calentamiento:
y en consecuencia la fuera inductora para la recristalizacíón de esa fracción agria va
disminuyendo con el tiempo. Ver, por ejemplo, la Figura XIU3. correspondiente a
recocido isoténnico de Aluminio de gran pureza. laminado 40% a O Oc y recristaliza·
do a 155 oC.
En otras ocasiones las desviaciones son debidas a que no se cumplen las hipótesis
implícitas en el modelo de recristalizaciOn de Avrami; que. por ejemplo. supone un
crecimiento continuo de los núcleos y a igual velocidad en todas [as direcciones. Lo
cual en muchos ca:J:ls no ocurre (recuérdese que el crecimiento de los núcleos suele
ser selectivo).

XII.4. CRECIMIENTO DEL GRANO RECRISTALlZADO

La recristalización finaliza cuando los granos de recristalización primaria


entran en contacto unos con otros y la estructura micrográfica aparece
constitufda solamente por granos regulares sin restos de la matriz agria.
La estructura asf obtenida no es estable, como puede comprobarse perma-
neciendo a Tia' bien, elevando la temperatura. Para el metal en estado
sólido, recristalizado a una temperatura TI, la estructura tiende a evolu·
cionar, en los supuestos anteriores. hacia granos de gran tamaño: para as(
RECRfSTALlZACfON. DEFORMACfON A ALTA TEMPERATURA 529

ID'

--

Seg.
10' 10' JO' ID' 10'

Fig. XU.23.
Cinético de recristolizoci6n o 155°C de Aluminio ultropuro, reducido 40% en frio

aminorar la relación superficie/volumen (es decir. disminuir la energía libre


de superficie), El estado sólido energéticamente más estable corresponderra
a una pieza monocristalina. elaro está que si se llega a alcanzar la tempera-
tura de fusión resultaría aún más estable el estado fundido.
Por eso si se eleva la temperatura. o se prolonga la temperatura a la que
ha tenido lugar la recristalización primaria, las juntas de grano tienden a
moverse para alcanzar un equilibrio.
Un fenómeno similar puede observarse en el ¡nleriar de un vaso de ..:ervel.a: las su·
perficies de algunas burbujas grandes se mueven con arcimjrnto continuo hada otras
pequeñas, a las que Uegan a hacer desaparecer. El número de burbujas disminuye y el
tamaño promedio de las burbujas restantes aumenta progresivamente.
Puede observarse que, a veces, las burbujas adoptan \Ina posición aparentemente es·
table petO, de pronto, se produce un rápido crecimiento de algunas de ellas (aecimirnto
discontinuo).
Para cada temperatura del sólido el equilibrio teórico en un punto triple,
de encuentro de juntas de grano del agregado policristalino, se alcanzaría
teóricamente cuando T,,: Sen A = T a : Sen B = Te : Sen e (ver Figura
XI 1.24. a). Esto se verificaría cuando T A = T B = Te. ~s decir. cuando
A = B = e = 1200 . Los granos tenderán, por tanlo, a un equilibrio por
desplazamiento de juntas de grano.
A temperaturas aptas para que las juntas de los granos n:cristalizados
puedan moverse, aquellas se desplazan hacia su centro de curvatura (ver
530 C/ENCJA E INGENIERlA DE MATERIALES

Figura X11.24. b), Los granos cuya superficie externa es pcqU~11a (granos
finos) tienden a desaparecer a expensas de los granos grandes. 1;01110 ocurre
con las burbujas de cerveza antes mencionadas. No llegan a alcanzarse los
0
120 en lodos los puntos triples: pero, para c<lda lemperatura Sl' ohlil'nc.
habitualmente, un tamaño de grano C'slabk' al cabo lid 1il'lllpu. 1)..' 11<..'l;ho.
a una temperatura dada el crecimiento dI.: tamarlO promedio l.k· ¡.;rano no
tiene lugar inctcfinidalllcnte.
Al elevar la kmpaalura y favorecer nUt:varnl'lIlc- 1;.1 movilidad dI.: las
juntas de grano estos tienden hacia otro equilibrio y el 1:'.lInaiio lit..' gr<lnu
promedio crece. El crecimiento es tanto m:1s faclibk cuanl0 mayur sea la
diferencia enln.' los d ist inlOS tamaños de grano.
En ocasiones. espeó¡llmente cuando se trlltll de Illct¡lles cúbicos de c¡¡r¡¡s centr¡¡u¡¡s
con baja energi¡¡ de ¡¡pilamiento (reL XA.: cobre. btones ¡¡lfll. bronces ¡¡Ifa. cupronf-
queles. aceros auslcnitkos). pueden formarse madas de origen térmil'O. en el interior
de los granos recristalilados. dumnte el crecimiento estos granos de recristaliladón pri.
maria (Figuras XII.I. y XII.5.).
En estos materiales la energla illterfacial de \Ina macla (que en realidad cs \Ina juma
coherente en el interior del grano crist:llino) es del ordcn del 5% de la encrg(a interf:lcial
de un:l junta. Por ello se forman juntas de macl:l en vez de disminuir el área tot:ll de
juntas de grano por crecimiento de éstos. En cambio. en Illetales como el Aluminio. la
energía interfacial de macla es del orden del 20% de la energía interfacial de junta: por
ello estas macias de recocido son muy poco frecuentes.
La Figura X11.25. resume las observaciones correspondientes al crecimien-
to de grano continuo de un metal, plenamente recristalizado, en función de
la temperatura, y para tiempos iguales de permanencia a cada temperatura:
el tamaño promedio de grano resulta mayor cuanto más alta es la tem·
peratura.
El aumento del tamai\o de grano con la temperatura no ocurre solamente en el caso
de estructuras recristalizadas. Por las mismas razones expuestas más arriba tendencia

(al

(b)

Fil. xn.24. (a) RelDción entre tensionel luperficiaiel y ángulol.


lb) Elquema lChaJmers) de la deso¡xlriciOn de 101 grG/101 B y D por
aoonce htJCia el interior de fOl puntol de grano.
RECR/STAUZACION. DEFORMAC/ON A ALTA TEMPERATURA 531

a un equilibrio de grnnos más estable- puede tambien crecer notablemente el grano


gamma del acero (Jobrua/~nIQm;~ntoJ durante la austenización en algunos tratamientos
térmicos de acero. As" ocurre cuando se austcnil.a la estructura de un acero, por calen·
tamiento a temperatura TI superior a A3. si ct tiempo de permanencia a esa tempera·
tura se prolonga excesivamente: y. sobre tuuo. si la temperatura TI es ex¡:esivamente alta.
Este crecimiento de grano puede. en algunos casos, ser discontinuo (Fi-
gura XI1.2S.).

••



• •
• • •
.
,. • • •• • • • • • •
Fig. XU.25. Cr~cimj~nto d~ grano.
Temperatura .. Continuo.
o. Discontinuo.

Diversos factores pueden inhibir el crecimiento continuo de grano de un


metal policristalino no agrio. Entre otros, por ejemplo, como ya se ha indi-
cado a propósito del crecimiento de los núcleos de recristalización:
- átomos en solución sólida, segregados hacia las juntas, que impiden la
movilidad de éstas y frenan el crecimiento de grano.
- fases dispersas de gran finura que detienen a modo de alfileres (pinnjng)
el avance de juntas de grano.
- pequeno espesor de la muestra, si se trata de un producto plano (chapa. o
fleje). El crecimiento de grano suele detenerse cuando, el diámetro de
grano alcanza un valor superior en dos o tres veces el espesor de chapa. En
esos casos el tamaño de grano -medido en la superficie de la chapa- llega
a alcanzar, en espesor, la dimensión de la chapa. La inhibición se debe a
que, en el proceso de crecimiento bidimensional, la fuerza inductora
asociada a una junta cilíndrica es notablemente menor que en una junta
esférica.

También se ve seriamente impedido el crecimiento de ~rano si los granos


presentan una fuerte textura de recristalización primaria.
532 CIENCIA E INGEN1ERIA DE MA TERlALE5

XI1.4.1. Recristalización secundaria

("u ando d cn:dmknlo de g.rallO \,'5 disconTinuo, debido :J una fuerte ¡nhj·
hil..:M'ln al ¡;rt'dlllit'nlu de grano hien ","'a por fa'il' dispcrs;l, fucrtt' textura de
fl'l"ri:-I:l!I/.aá'ln primaria. dd!!¡Hlcl dc chapa. cle. . puede ocurrir lu siguicn-
h.'; ,11 caho de un cit'rlo lit'mro llllO' poco~ ¡..'fan<h l.:xpcrimcnlan un súbito
r.:fl'l'illlil'lIlo h;l'la dimcn ... iolll" de v¡lrio" ccnl (metro .. : en tanto que el rc<;IO
dl'ln"t:r¡lllo"'\'an dl·...:lp;lfl'cil·ndo por crecimienlo ··r.;anih"lhlico" de aquello ...
L.I l.::-.Irur.:lura polil'ri.;t .. lina final c:-l;1 con~lilufda por g.rano~ de gran la-
mai\o qUl' rCUll:rdan. aunque nada tiene que Vl'f con dIo. a los tfpicos de
aniHu] n(IÍl..:;J. CU:Jlltlo 1,'''10 ocurre sude decir"e quc ~c ha producido una
recristalización secundaria I va Hgura X 11.26.).
Los grande:-. grano:-. sccundarios no proceden de un;.! nueva nucleación:
son sirnpklllenll' granos de recrist<lli¡;ación prilll<lria que crcce.n dcspro-
porcionalmenll' a eXren~J~ de sus vl'cino".
Esos granos. asf desarrollados. suelen tener orienl<iciones cristalográficas
que difieren mucho de la lextura Illedia dI.' recrbtaJización primaria {tal
\'l'1. I.'Sl' es lino de los motivo ... favor<lbh:s p¡lra 0,-,1 crecimiento,. El crecimiento
de esos granos llega a producir llna pronunciada textura (textura de recris-
lalización secundaria) diferente de la textura de recristalización primaria.
I)or l'SO sude llamarse recristalización secundaria algo que, en realidad. no
l'~ una nueva recrisl<llización sino resultado del crecimiento selectivo de
unos poros granos.

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Fig. X11.26. RrcrntaJizadón II!cundari4.


RECRJSTAUZACJON. DEFORMAClON A ALTA TEMPERATURA 533

Desde el punlo de visla pr.1cti<.:o se aprecía que, l'n general. para qUe apa-
rezca recristalización secundaria, Iras una fuerle inhibidón al crecimil.'nlo
de grano, debe sobrepasarSl' una temperatura mínima. Lu.. ,¡.:ranos Ill:h
grandes se producen justo por t'ncima dt' dil:ha Il'lIlpl'ratura. t\ m;ís :111;1
temperalur.J de recocidu ap;¡reCl'n granu~ Sl'l.:lllldarill:. dl' 1:llllafhl pn).lll'di~1
más pequel10 dl.'bido :l qm' un mayor nllllll'ro lIl' ~r;lllo" "l' 1l;ll"l'lI aclivo"
para el crecim it' n to.

XII,4,2, Recristalización terciaria

En ~lglllhlS .;aSllS 1;1 1l:ltur:lk/~ ut' /0 otmÚJ[ero ,'11 qll,' ~,' rl':tll/;l l;t Ic,'IlS1;11i/;I,'i"lI
puede cOlllrib\lir ;t lIl! t1l"U') P:II1il'\II;lr Je r,·,·rislalita,·i"ll s,.... ulld:II'i:I. gllhcrll;IUa 1"'1'
la energ I;¡ de su perfkie, q 11,' suele Jel1ul11in:1 rS\.' rt'criJtoli:oriri" /t.'rciorio,
Tal es el caso qUl' sllek IHl'Sl'lIl;lrSc durallh' el le,",ll"idll ,k dl~l'as dI.' "e-3;':, Si. de
espesor inferiur a 0.1 111111, dl'Stin:ldas :1 tr:tIlS1;',rnl:ll!ores. CII:lIlU" se procura llhll'lIn
la telttlU"a de Goss: 1110 < 100 ¡ >, T':Xl\11":I 'lile resull:l hcnefkiosa porque < 100 >
es una dire.:ciOn de fá.;il illl:lIl1:Il'Í'lll y por tanto se requiere menor l1IilSil de dlilpas para
fabricar un nueleo de Irallsfonnador llllC si la h::.'\lur:l fUera olra lo el agregadll poli.
cristalino nu prescnt:lrJ. textura).
Cuando la atmósfera parJ el recucidu cOnltcne traLas de Oxfgenu se obSt'rv;¡ qm'. 1rólS
permanencia prolongada ól 1000· 1.200 oC, aparece una lextura) 001 t< 100 >. lilaS
favorable para chapa magnética, con grano doblemente orientado. dcnonHIlOld:l textura
de cubo, Ello aunque la dispersión de induSKmes de SMn sea I;¡ adecuad;¡ par;! obtenl'r.
por recristalilación secundaria, fa textura de Goss , 110 1<00 t >.
Si en chapas con textura de cubo y. reemplaT..a la atmósferJ por otra de Hidrógeno
muy seco, o por alto vacío. vuelve a aparecer -por una nueva "recrisulizacion" la
textura de Goss 1¡10 \ < 100 > . Un nuevo camb;o de atmósfera. a esas temperaturas,
volvería a proporcionar nuevamente la texturd de cubo.
Todo hace suponer que. si la superficie de la delgada hoja de Fe·3~ Silicio absorbe
Oxfgeno, algunos de los granos de recristalizaciOn primaria crecen para contrarrestar el
aumento de energía superficial produódo por a4uella absorciOn: y ello urigin:l 1:1 textUT"d
de cubo. En tanto que cuando la superficie de la chapa está totalmente exenta de atolllúS
de oxigeno la energía mínima de superfide se logra cuando crecen. nuevamente. por
recristalización secundaria los granos adecuados paril dar la favurable textura de Goss.

XII.5. RECOCIDOS DE RESTAURACION

En el apartado X11.2. se ha hecho rt:fcrencia a la recuperación de pro pie-


dades mecánicas, durante la restauración, en metales agrios con aptitud
para "poligonizar".
El esquema de la Figura X11.27a. indica la resistencia y dureza que pue-
den lograrse en Aluminio comercial para distintos grados de reducción en
(rio a partir de una chapa recristalizada. Se ha denominado E al espesor
inicial de la chapa y e al espesor final obtenido por laminación.
Cuanto mayor es el grado de reducción en frío aparecen con más intensi-
dad las texturas de laminación en frfo (que pueden ponerse de manifiesto
R R ~
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E- e 100 S!
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i
(a) lb)
FiJ. XII.2? (a) Re,utencUJ, Alargamiento y coeficiente e para distintas reducciones en frio de Aluminio reC'ristalizado.
(b) Resi.tencia. Alargamiento y coeficiente e tr(l$ diversos recocidos de Aluminio duro.
RECR1STALlZAC/ON. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 535

mediante un ensayo de embutición). En la Figura XtI.27. se indica en fun-


ción de la reducción por laminación en fr10, con Unea de trazo discontinuo,
la evoluctón de su coeficiente C.
En Xll.l. se indicó que las texturas de laminación en frío se maniftestan macrosc6pi.
camente, en un ensayo de embutición, a modo de orejas a 45° con respecto a la direcci6n
de laminación (Ftgura XII.13.a). La intensidad de las texturas puede expresarse mediante
el coefICiente e, igual a 2 (H, - H1) I (H¡ + H1). El valor Hl es la altura de la copa
embutida, medida a 45° de la dirección de laminación en frío. El valor H1 es la altura de
esa copa medida a 90° de la dirección de laminación.
La resistencia del Aluminio puede aumentarse por laminación en fria
hasta un valor RF (estado duro). Defonnaciones superiores a OF produci-
rían el agrietamiento de la chapa. Las resistencias correspondientes a RF /2
y RF /4 que reciben el nombre de "estado semiduro" y "estado 1/4 duro".
Partiendo de varias muestras de "Aluminio duro", si se calienta luego
cada una de ellas durante el mismo tiempo, pero a temperaturas diferentes,
la resistencia disminuye y el alargamiento aumenta (ver Figura XII.27.b).
En esta misma figura se aprecia que el coeficiente e apenas se modifica
durante la restauración en tanto no se inicie la recristalizaci6n (en el ensayo
de embutición las orejas seguirlan apareciendo a 45° con relación a la direc-
ción de laminación). Si se produce una recristalización parcial el valor de e
disminuye, y llega a ser cero cuando se compensan los efectos de la textura
agria y la textura de recristalización parcial.
Para estructuras plenamente recristalizadas los valores de e son negativos:
la altura H¡, a 45°, es menor que la altura H1 a 90°; o lo que es igual las
orejas de embutición aparecen a 90° con relación a la dirección de lamina-
ción (textura de recristalización, de cubo).
El esquema de la Figura Xl1.27. pennite anticipar que, en ese Aluminio,
puede lograrse el estado "1/4 duro" -de resistencia Rc- de dos maneras
diferentes. Una de ellas por reducción en frío hasta Oc. La otra, reduciendo
en fr10 hasta OF y con un posterior recocido de recristalización parcial
hasta la temperatura Te.
En los dos casos anteriores la resistencia mecánica a tracción de una y otra
chapa resultan iguales. Pero no ocurre lo mismo con el alargamiento y la
textura. El alargamiento a tracción resulta mayor en el segundo caso que
en el primero. La textura del segundo caso resulta menos pronunciada que
en el primero.
Por otra parte la calidad superficial, al deformar posteriormente una y otra
chapa, puede ser mejor en el segundo caso que en el primero. Supóngase que
el tamano de grano de la primera chapa fuera grande; la laminación en fria
necesaria para lograr Re no llega a trocear los granos; en una posterior con-
formación, por ejemplo al embutir esa chapa, podrla aparecer piel de na-
rania. En cambio, los granos de la segunda chapa, por haber sido fuerte-
mente deronnada hasta 0F, resultan agrios. La superficie de esta chapa,
después del recocido, no tiene una estructura plenamente recristalizada y,
por tanto, si se confonoa no presentanl rugosidad superficial (que es debida
al tamano de grano grande).
536 CIENCIA. E lNGEN1ERlA DE MATERlALES

Los ft:col.:idos dc restauraciÓn plena permiten toda una gama de propie-


dades intemlcdias entre las del estado duro y las del estado plen:Jlllcnte re-
crist;.lIizado. (on estos n::¡,;ocidos se consiguen. para el mismo nivel de resis-.
¡encía, mejores alaf1:!.<.lmk:nlos.
Los rcwcidos l,k restauración pucl.h:n ser de lIos tipos. En uno de eilos se
procurd {Ille d malcrial agrio restaure pknamcnlc. pero que no recristalice ni
parcial ni lulalmcnll'. Propiamente c!o ~slt= el tratamiento dcnominado reco-
cido de restauración.
Admiten l'.;l..: tipo dr.: rc(,.'Ocido de reslauración la ferrita y las aleaciones
cúbicas de Glra~ ccnlrallas y alta energía dc dcfcdo~ tic apiliJmiento (como
ocurro..: ¡.;on d Aluminio y sus aleaciones). E~las ¡llc<.lciot1cs, con aptitud p;.¡ra
polig(lnizar, ticllcn notables posibilidades dt: ablandanlicllto de la estructura
agria antes de quc s\: inici\: la recristatización. L.l:-' chapas plenamentc restau-
radas, sin r\:cristalizar, mantienen la textura del c\tado agrio.
En el utru tipu de r\:cocido la restauración es, también, plena: pero se
procura 4Ul', alkmás, una cierta fracción l1cl material rccristalice. Se trata
de lograr una estructura constiturd<l por metal totalmente restaurado y
parcialmente rccristalizildo.
Esta mod¡t1id<ld de recocido suele denominarse de recristalización parcial
(o de recrista{jzación incompleta), En este recocido, si se realiza adecuada-
mente, se logra compensar la textura agria y la recristalizada. Con ello se
obticne un colllportamiento más isótropo durante los conformados a que,
posteriormente, pueda ser sometida la chapa, Generalmente todas las alea-
ciom's agrias admiten recocidos de recristalización parcial.
Uno y otro tipo de recocido --de restauración y de recristalización par-
cial- pueden lograrse a temperaturas no alias, con permanencia prolongada
a esas temperaturas. En este caso, lógicamente, la productividad es más bien
baja. Pueden también efectuarse, y tiene más interés industrial, en hornos
de circulación forzada de aire. a temperaturas próximas a la de recristali-
zación, con un estricto control delticlllJXl y de la temperatura.
Recuérdese que la calidad superficial observada después de posibles
conformados posteriores a la restauración, resulta mejor en las chapas res-
tauradas desde el estado duro, o parcialmente recristalizadas desde ese
estado, que cuando se emplea una chapa d~ idéntica dureza a la restaurada
o parcialmente rccristalizada, pero obtenida directamente por deformación
en frfo.

XI1.6.DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA

Cuando un material metálico, de estructura recristalizada, es conformado


en caliente, a temperatura T H adecuada, se producen de forma simultánea
un endurecimiento por deformación y un ablandamiento del material de-
formado. Es decir, compiten simultáneamente dos mecanismos, antagó-
nicos, de creación y elim ¡nación de defectos cristalinos: la acritud confe-
RECRISTALlZACION. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 537
rida durante esa deformación. y la restauración dinámica de la estructura (o
su recri:ualizaci6n dinámica) a la temperatura del conformado.
En definitiva, el material resulta menos resistente, y más dúctil ,en calien-
te que en frío, Ello posibilita ·con menores tensiones que para deformar en
frío- lograr grandes deformaciones sin que el material se agriete,
Generalmente se alcanza un equilibrio en aquella competición entre acri-
tud y restauración o recristalización dinámicas: se logra un régimen de equi-
librio tal· a partir de determinada deformación· que al aplicar una tensión
constante, el material se deforma plásticamellle sin adquirir acritud.
La temperatura T H a que debe realizarse la deformación "en caliente", para
obtener ampliamente esas mejoras de ductilidad, debe ser tal que T H >O,75,T E
(siendo TEla temperatura de fusión del material, expresada en grados Kelvin).
Solamente por encima de la temperatura 0.5. TE puede lener lugar la autodi-
fusión; y ésta es necesaria para posibilitar, por lo menos. la difusión de lagu-
nas hacia a -o a partir de- las dislocaciones: y así lograr una
restauración/recristalización, dinámica, por un movimiento de trepado de las
dislocaciones producidas durante la deformación.
El trepado de dislocaciones (climbing, ref X.4-2 ) interviene de modo
importante, junto con otros movimientos de dislocaciones, durante cualquier
tipo de deformación en caliente: y de modo casi exclusivo. con difusión de
lagunas, cuando la deformación se realiza a alta temperatura, habitualmente
menor de las empleadas para deformación en caliente , pero siempre T H
>O,5.TE' mediante aplicación de tensiones pequeñas que producen lentas
velocidades de deformación (como ocurre en la jluencia, ref.XH 6.3. y en el
comportamiento superplástico, ref XII .6.4)
Cuando a altas temperaturas se emplean ter/siol/e:) muy grandes la restau-
ración dinámica puede ser notable en algunas aleaciones: debido no sola-
mente al ablandamiento producido por" c1imbing" sino también porque la
elevada tensión utilizada. además de producir dislocaciones, facilita también
su movilidad a alta temperatura· por deslizamiento y ';cross slip" (además de
"c1imbing") - para producir subgranos: tal ocurre con la ferrita. En cuanto a
metales y aleaciones cúbicos centrados en las caras y con alta energía de
defecto.\· de apilamiento, como el Aluminio, propensos a perder acritud por
poligonización. y por tanto a restaurar ampliamente por activación térmica,
restauran dinámicamente durante la deformación en caliente. pero no suelen
llegar a recristalizar dinámicamente. La recristalizaci6n dinámica durante
la deformación en caliente suele producirse solamente en aleaciones de baja
energía de defectos de apilamielllo - Cobre, Níquel. lalones alfa, cuproalu-
minios alfa, cuproníqueles. austenila-, para grandes velocidades de defor-
mación.
En la Figura Xl1.28a se resume, segón Sellars, el comportamiento a la extrusión en
caJjente ( que supone gran velocidad defonnación ) de los metales. o aleaciones. de alta
energía de defectos de apilamiento: se produce restauración dinámica durante la defor-
538 C1ENCIIt E lNGEN1ERlA DE MA TERIALES

~h/,~r'-=\".1 __ Restauraci6n dinámica


(a) -
Recristalización estática

Reducción 50 %

(b)

Restauración estática
Restauración dinámica

Fig. XU.28. lhformaciOn o alta t~m¡nratura de mf!lales con alta energfa de defectos
de apilamiento (Janos).
(G) Extrusión. (b) LaminaciÓn.

mación y, posteriomlente, recristalización estática; la estructura del perfil extruído resul·


ta de granos equiáxicos.
En aleaóones con baja energía de defectos de apilamiento su componamiento a extru-
¡ión difiere de las de alta energia (ver Figura XII.31.a). Además de la restauración diná-
mica, se produce recristalización dinámica durante la deformación; seguida de recristali·
zación estatica. .
En la Figura XII.28.b se señala d comportamiento eltructural de metales de alta enero
gía de defectos de apilamiento durante una reducción de pequena cuantía (menor yelod·
dad de deformación que en la exuusk)n), como ocurre en la lamin.ción en caliente. Se
produce restauración dinámica durante la deforrnad6n, y restauraóon estática después de
la deformación: la chapa asflaminada tendrá granos alargados, de morfologia análoga a
granos agrios (Figura XII 19.), aunque en su interior podrá apreciarse - por microscopia
clectronica- la existencia de subgranos poligonizados equiáxicos (Figura XII.30.). (Ello
no impide que. después. pueda producirse una recristalización estática estática entre
pasadas o al final de la conformación en caliente).
El diámetro medio de esos subgranos disminuye con la temperatura de deformación.
si se emplea la misma yelocidad de defonnación €. cualquiera que sea la temptratunl
(por ejemplo, la misma yclClctdad de laminación para pasar de un espesor E a otro e).
Se admite que el valor del cli~metro d (en jlm) viene determinado por la igualdad:

d- l = a + b.logZ

siendo a y b dos constantes empíricas del material (por ejemplo. para el Aluminio
puro iguales a ·0,6 y 0.8 respectivamente). y Z= t exp (QIRT); donde T es la tempe-
ratura. R la constante universal de los gases y Q la energía de activación para la difu-
sión. Z es el denominado parámetro de Zener-Hollomon.
RECR/STALlZACION. DEFORMAClON A A/.TA TEMPERATURA 539

Fig. XII.29. Aluminio laminado en caliente.

Hg. Xn.3o. Po/igonización del Aluminio laminado en caliente (Detalle de Figura


X1/.29.).
540 CIENCIA E lNGEN1ERlA DE MA. TERlALES

-l::/'";:l::-y-~~l--RecristalizaciOn dinámica
(a) _

Recristalización estática

Restauración dinámica
,
Reducción 50 %
~

(b)

----
Recristalización estática
Ft¡. XD31. Deformación a alta temperatura de metales con baja energia de defectos
de apilamiento (Jona¡).
(a) .Extrusjón. (b) Laminación.

En la laminación en caliente de aleaciones de baja energia de defectos de apilamiento,


Figura XII.31.b. se produce restauracr6n dinámica durante la deformación; y recristali-
zación estática poco después de la deformación: con lu que esa chapa tendría una estruc-
tura de granos equiáxicos regulares.

XII.5. l. Tensiones de fluencia en la deformación a 81t8 temperatura

Supóngase que. por extrusión en caliente (ver Figura XIL28.a), se reduce


la sección S de un billet de Aluminio hasta la sección s. La deformación
real e experimentada por el Aluminio, en la cámara de extrusión, es In (5/s).
La velocidad de deformación, € = de/dI, depender.1 de la lensión empleada
para exlruir (fuerza/sección) y de la temperatura a que se encuentra el
material. Cuanto mayor sea la tensión aplicada, la deformación en caliente
podrá efectuarse sin aumento de acritud (por tanto manteniendo constante
la tensión aplicada), a temperaturas más bajas (aunque siempre superiores
a 0,5 TI::), o imponiendo mayores velocidades de deformación.
Esa tensión constante o (dependiente de T y de l), que posibilita la defor-
mación en caliente sin aumento de acritud, debido a un equilibrio entre
la creación de defectos cristalinos y su restauración-aniquilación dinámica,
se denomina tensión de {luencia. En el conformado en caliente la dependen·
cia de entre o, T, y €, (ley de comportamiento), responde a la relación:

A (5h cm»),: = i. eQ,RT = Z (Ec. 1)

siendo A Y a unas constantes del material; k una constante próxima a 5 para


la mayor parte de los metales; Q la energía de activación para restauración


RECR/STALlZAC/ON. DEFORMACJON A ALTA TEMPERATURA 541

dinámica: R la constante de los gases perfectos, y T la temperatura de eoll-


fonnación expresada en "Kelvin. El valor Z, como se indicó anteriormente
recibe el nombre de parámetro de Zener-Hol1omon.
A diferencia de la confonnación a elevada temperatura. la deformación en fria de un
material metálico depende solamente de la acritud. LlI ley de l.:omponarntellto en frio
es del tipo € = f (o); no depende de €, o lo que es lo 1lltsnlú. es independiente del ttempo.
y suele ajustarse a la relación O = K . En propueSta por Ludwik (ref. XI."2.:U.
Obsérvese que para cada material metálico la tensión de f1uencia en ca-
liente, o, depende de la temperatura T y de la velocidad de deformación e
-para una temperatura dada, el valor de o es tanto mayor cuanto mayor
sea la i requerida- pero no depende del grado de reducción € (siempre y
cuando se haya sobrepasado una cierta deformación umbral cr({ica).
Nótese, también, que para cada tensión de nuencia aplicada. la velocidad
de deformación se incrementa exponencialmente con la temperatura:

i = Cte. e-Q/RT (Figura XII.32.)

La velocidad de deformación sigue la ley de Arrhenius al igual que ocurre


en otros casos, como por ejemplo, la velocidad de difusión de un Ifquido en
otro; la de oxidación de un metal; la de corrosión: la de nuc1eación durante
una solidificación (ref. 11.3.1.), etc. En la ley de comportamiento en caliente
subyace, por tanto, que la velocidad de deformación viene determinada por
la difusión de materia.
Conviene subrayar que la ley de comportamiento (Ec. 1), para deformación
a altas temperaturas y tamai'ios de grano superiores a I micra, es universal:
sirve lo mismo para el conformado en caliente (XI1.6.2.) que para la defor-
mación por creep (XII.6.3.); aunque ambos procesos difieren entre sí por las
tensiones a aplicar, y los mecanismos de deformación .

...
pIe - ~ Fil. XD.32. Velocidad de deformación, i. en
R función de Jo temperatura (pora ten·
sión de f/uencio constante 0 1 ),

I
T
542 CIENCIA E INGENIERlA DE MA. TERlALES

Par..! diámetros de grano muy finos y comportamiento superpláslico (XIl.6.4), m


igual al 1 . el valor de cr depende. además. del diámetro de grano d. La ley de COIll-
portamiento es del tipo:

€ = A.O.cxp(_Q/RT)/d 1

XI1.6.2. El conformado en caliente (T JI > 0,75 T J ,


Se denomina "conformado o deformación en caliente" aquel que, reali-
zado a temperaturas superiores a 0,75 TE. produce grandes defonnaciones
(E entre 0,5 y 5) a velocidades de defonnación f comprendidas entre 10-2
y 10 3 S~I. Ello requiere aplicar una tensión de nuencia acorde con la ley de
componamicnlo. Tal ocurre, por ejemplo, en los siguientes procesos:
Laminación en caliente: a velocidades, e.entre 1 S-l y 10 2 S-l. Realizada
en pasadas sucesivas cuya deformación. €, está comprendida entre 0,2 (que
equivale -recuérdese que € = In (Lt/Lo ) - a L¡ = 1,22 . Lo, es decir, a una
reducción de sección del 22%) y 0.5 (que equivale a una reducción de sec-
ción del 65%). La deformación acumulada, en sucesivas pasadas, puede al-
canzar valores de € próximos aS.
Extrusión en caliente, en una única pasada: a velocidades i entre 10s-1 y
5.10 2 S-I lográndose deformaciones € entre:! y 5; 0,10 que es igual, seccio-
nes finales entre 7 y 15 veces menores de la inicial
Forja en caliente: a velocidades E entre 10-2 S-l y 5 S-I , con deforma-
ciones €, cada vez, entre 0,2 y 0,5 (secciones tras cada reducción entre 1,22
y 1,65 veces menores de la inicial). Con defonnaciones acumuladas, suma de
las € experimentadas cada vez, entre 0.5 y 2:0.10 que es lo mismo, con una
sección final igual a la sección inicial dividida por un valor comprendido
entre 1,65 Y 7,4.
Forja con martil/o: 10 S-I < i < 103 S-I y 0,2 < suma de € < 2.
Para defonnaciones en caliente, con valores de Q'. u superiores a 1,2, la
ley de comportamiento (Ec. 1) puede expresarse simplificadamente por:

e . ckO'G = i. e Q/ RT = l,

o lo Q uc es lo mismo,

Recuérdese que Shx = (eX ~ e~) : 2. Por consiguiente, para valores grandes de x, re-
sulta próximo a O el valor e-x y, en consecuencia. Shx = eX : 2.
En la Figura XII.33. pueden verse las curvas tensión~cformaciónt corres-
pondientes a la defomlación a 917 oC, de un acero inoxidable ferrHico para
diversas velocidades de deformación. En cada una de las curvas puede adver-
-
RECRISTALIZACION. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 543

90

eo

-:::===========€
E
70
z == 0,50
• '. (;=0,30
" . J l v - - - - - - - - - E ~ 0,15

fig. XII.33. Restauración dinámica (Urcola).

tirse que se alcanza un régimen estacionario para a -por equilibrio entre


el!durecimiento y ablandamiento (con valor del coeficiente de acritud, n,
igual a ccro)- cuando la deformación plástica € supera aproximadamente
0,2. Antes de alcanzar el régimen estacionario se observa un régimen transi-
torio durante el cual la tensión o aumenta rápidamente por acritud.
Los valores de o. durante el régimen transitorio, suelen estar comprendi-
dos entre R~/50 (para altas temperaturas y pequef\os é) y R e/5 (para bajas
temperaturas y grandes €). Tanto estos valores de a, como los correspondien·
tes al régimen estacionario, aumentan al elevar la velocidad de deformación
€. El nivel de tensión, en uno y otro régimen, aumentan al disminuir la tem-
peratura de deformación. (Re, según se indicó ya en páginas anteriores, es
ell(mite elástico del material deformado en fria).
En 10 que antecede se ha considerado que, durante la deformación a alta temperatura.
únicamente se produce restauración dinámica. Cuando hay recristalización dinámica, el
aspecto de las curvas tensión-deformación resulta diferente de las consideradas anterior-
mente. La Figura X11.34. ilustra sobre dichas curvas en un acero de 0,25% C deformado
en estado austenítico a 1100 Oc (0,76 Te). Para altos valores de € puede verse la forma
típica de la re cristalización dinámica: después de un pico correspondiente al régimen
transitorio se observa una caída de la tensión, o ablandamiento producido por el co-
mienzo de la recristalización dinámica, seguido de una tensión estacionaria resultado de
la continua recristalización dinámica.
Respecto a materiales que recristalizan dinámicamente, todo parece Indicar que la ley
de comportamiento es la misma que la de la Ec. I sIempre que:

d In Z
dE

En cuanto a la ductilidad en caliente, es decir la deformación máxima


admisible sin que se produzca la rotura del material, todo hace suponer que,
544 CIENCIA E lNGEN1ERlA DE MATERIALES

,

,
, t·'l.~.fC-·


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, t·OOOfl Ne·'
,

'. ,., '.0 .. .0
"
L>efonnación real

Fig. XU.34. Rl!cristalización dinámica (Joma).

prácticamente, es independiente de la velocidad dederormación e: y qu~ t,k·


pende de la temperatura siguiendo también la Ley de Arrhenius:

€r = Cte. e~Q/R T

Por otro lado, algunos factores que afectan poco a la resistencia mecánica
en caliente influyen notablemente en la ductilidad. Tal ocurre, por ejemplu
con las inclusiones poco defonnables -alúmina, aluminatos, algunos tipos
de sulfuros, etc.- que disminuyen notablemente la ductilidad: debido :J 1,1
formación de huecos durante la deformación -dai\ado- en la intercara tk
la inclusión y la matriz.
Las estructuras bifásicas afectan también a la ductilidad. As(, dos fases
cuya ductilidad individual sea alta presentan una ductilidad notabkmenll'
inferior cuando foman parte, corUuntamenle, de un material bifásico. Ello
se debe, probablemente, a la debilidad de las interfases: el estudio fracto-
gráfico de aceros austenoferrfticos muestra la especial propensión para nu-
c1eación de grietas en las intercaras que separan ambas fases.
Evidentemente las segregaciones químicas afectan de modo importante
a la ductilidad en caliente. Baste recordar la posibilidad de fusiones in ter-
RECRISTALlZACION. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 545

granulares o perlaje (rer. IVA.) y t=l interés de los tratamientos térmicos tlo.'
homogcnización previos a la forja en el caso de estructuras en bruto de
so lid i fi!.;;Jdó 11.

XII.6.2.1. Mejoras por conformado en caliente de las estructuras de


solidificación

Las estrll<.:luras en hruto de solidificación present:JJl habitualmente hete-


rogeneidadcs físicas cstructUf:l columnar, macrorrechupes, microrrechupes,
sopladuf:ls, grietas intanas, elc.- (ref. V) y ht:terugeneidades Qufmicas como
la segn.:gadón dendrrtica (ref. VI.).
La conformación en caliente. cuya finalidad primaria es configurar la
forma final de la pieza, permite, complementariamente, corregir algunas de
las heterogeneidades físicas y q ufmicas de la estructura bruta de solidificación.
ASI, por ejemplo, el aplastamiento de los granos dendríticos a alta tempe·
ratura acerca el núcleo de los cristales a su periferia. Con ello se favorece
la homogeneización de la estructura dendrítica (reL VI.3.l.) al ser menores
las distancias que deben recorrer los átomos durante la difusión. Obviamente
l<l segregación mayor de un lingote no puede ser eliminada ¡:K)r forja en
caliente (ni tampoco por recocidos de homogeneización).
Por otra park, la acritud conferida por la deformación, si la temperatura a
que se conforma es adecuada, induce la recristalización de la estructura. Las
discontinuidades internas, cuando sus superficies libres -aplastadas y com-
primid<ls entre sí por efecto de la conformación- están perfectamente
limpias, llegan a desaparecer. En definitiva la pieza se sanea mecánica y
metalúrgicamente.
Los núcleos de recristalización, situados a uno y otro lado de las superfi·
cies de separación, pueden cruzar, durante su crecimiento, aquella frontera;
y la discontinuidad resulta sold<lda. En cambio, cuando la superficie libre
está oxidada por contacto con el aire, como se indicó ya a propósito del
macrorrechupe externo en lingotes (ref. V.2.1.), la cavidad no puede soldar-
se por recristaliz<lción durante la conformación mecánica en caliente.
Combinado adecuad<lmcnte la velocidad de deformación y la tempera-
tura, se logran corregir las heterogeneidades físicas y puede lograrse, además
un afino de grano con respecto al de la estructura bruta de solidificación.
La reaistalización posibilita, también, la obtención de materiales metálicos a partir
de polvos. Ello requiere la obtención previa de polvos (rer. X.). la compactación de éstos
y su sinterizado. La porosidad interconectada de una pieza compacta, pero no sinterizada,
se reduce durante el sinterizado; aumenta así la densidad del conjunto, y mejoran las
propiedades del material simplemente compactado, como consecuencia de la difusión de
lagunas y recristalización de los polvos deformados. Después del sinterizado la porosidad
remanente no está interconectada. Se manifiesta a modo de poros aislados; cuya distri·
bución. forma. y tamaño, dependen del grado de deformación en frío, de la temperatura
y tiempo de sinterizado. y de la atmósfera en que éste se realiza.
La Figura XIl.35.a muestra la forma de polvos, de una aleación Be-2%Ti, obtenidos
por solidificación rapida de pequeñas gotas de liquido centrifugada (se aprecia la estruc-
546 CIENCIA E lNGEN1ERJA DE MA TERlALES

(a) (b)
Fig. XIJ.35. Compactación isostática de poluos de Be ·2 % Ti.
(Los Alamas Nat. Lab.).

tUTa dendrítica). La consolidación de los polvos por compactación isoslatica y laminación a


1000 oC proporciona la estructura fina de la Figura XII.35.b.
La conformación de lingotes o semiproduclOs obtenidos por solidifica-
ción orienta los precipitados intermetálicos, si los hay, y las posibles inclu-
siones. Si éstas son plásticas se deforman en la direcciÓn del conformado;
y si son frágiles pueden resultar trituradas, además de alineadas, en aquella
dirección. '
Todo ello confiere un fibrado de folja a la estructura y una anisotropía
de propiedades en las direcciones longitudinal y transversal. Como conse-
cuencia del fibrado las características longitudinales, y en concreto la tena-
cidad, resultan más altas que las transversales. Conviene advertir que el
fibrado de forja, de naturaleza microscópica, es distinto, aunque puede
ser complementario, de la textura (cuya naturaleza es cristalina).

XII.6.2.2. Estructura bandeada

Parece oportuno referirse aquí a un particular tipo de fibrado, por confor-


mación en caliente, denominado estructura bandeada. Es una herencia del
estado bruto de solidificación, particularmente si en el desarrollo de la soli-
dificación se han producido reacciones peritécticas. Suele aparecer después
de la conformación en caliente de soluciones sólidas de bajo coeficiente
de reparto, cuando el metal disolvente presenta estados alotrópicos distin-
tos, a la temperatura de conformación y a la temperatura ambiente, y si
los elementos solutos favorecen una u otra alotropfa desde la temperatura
de conformación hasta la ambiental.
RECRISTALlZACION. DEFORMACJON A ALTA TEMPERATURA 547

Las Figuras X11.36. (a) y (b) muestran esa estructura bandeada -bandas
alternas de ferrita y de perlita- habitual en algunos aceros de baja aleación,
forjados.
La génesis de la estructura bandeada puede rt'sumirse. como siguc. Du-
rante el proceso de solidificación del acero, los contornos de los d~ndritos
se enriquecen en elementos en solución sólida (reCll~rdese que el coeficien-
te de reparto K de los elementos en el Hi~rro es siempre < I (n.'f. T:lbl;¡
VI.I O.); tanto sean alf:1genos o gammágenos (rer. VII l. I .7.).
Durante el conformado del acero bruto de solidificación, en estado
gamma, el Carbono difunde con facilidad. Por consiguknte el contenido
en Carbono de la austenita llega a Ser similar t'll las zonas enriquecidas en
otros elementos y en las que solidificaron ~n primer lugar.
Los sulfuros de Manganeso suelen aparecer, a modo de precipitados o como consti·
tuyentes de Ulla aUléctica, en la periferiu de los de1ltlritos: y se alinean despucs en la
dirección de la confonnadon. Las zonas que alojan a los sulfuros (correspondientes a
lo que fueron contornos de los dendrítos) tienen siempre un nlllyor contenido de ele-
mentos en solucKin sólida: porque la mayor parte de los SolUIOS, a diferencia del cllrho-
no, prácticamente no difunden durante el conformado (a menos que -previamente II
éste- se haya sometido el acero a un recocido de homogeneización de largll duración)

El carácter alfágeno o gamágeno de los elementos cn solución sólida (reL


VIll.l.7.) es, precisamente, responsable de la estructura bandeada: al resul-
tar diferentes los valores de A J (y también de Al) en las zonas segregadas
y en las no segregadas.
Supóngase, por ejemplo, que los elementos en solución sean solamente
aifágenos, V.gr. pequeños contenidos de Fósforo y Silicio, como ocurre en
los aceros al carbono de la Figura X11.36. Al descender la temperatura, una
vez conformado en caliente el acero, las primeras zonas que sc transforman
de gamma a alfa son precisamente, ya que su temperatura A J es más alta, las
enriquecidas en aquellos elementos. Como consecuencia de ello los átomos
de carbono expulsados de estos granos de ferrita pasan luego a la austenita
contigua, enriqueciéndola en Carbono y, por tanto, disminuyendo su A J •
Por consiguiente estas zonas se transforman más tarde que las primeras.
durante el enfriamiento continuo, y originan las bandas de perlita.
Si los elementos solutos hubieran sido todos garnrnágenos, en vez de alfá·
genos, también aparece la estructura bandeada. Resultaría ~por análogo
razonamiento- que las zonas segregadas se transformarían en último lugar
dando perlita. Estas bandas de perlita, a su vez, quedarán nanqueadas por
las bandas de granos ferríticos formados anteriormente; y los sulfuros apa-
recerán alojados en las cadenas de perlita en lugar de localizarse en las c3de-
nas de ferrita (lo que ocurre cuando los aleantes son alfágenos).
A veces no aparece estructura bandeada, para enfriamiento len lO desdc el
estado austenítico, si la composición química del acero es tal que, por una
adecuada dosificación de elementos antagonistas alfágenos y gammágenos,
se consiguen transformar al mismo tiempo, de gamma a alfa, tanto las zonas
segregadas como las no segregadas (por haber logrado el mismo valor de A 3
en ambas zonas).
548 CIENCJA E lNGENIERlA DE MA TERlALES

(a)

100 x

(b)

00 x

(e)

100 x

Fig. XII.36. Estructuro bandeada en aceros de diJeren/e porcentaje en Carbono.


po

RECRISTALlZACION. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 549

Pero en ese caso. aunque no aparezcan bandas de ferrita y de perlita.


subsisten las hdcrogr.:ncidadcs químicas. Las bandas están solamente enmas-
caradas. Las zon:IS scgn.-gadas -ricas en c1CIln:nlus en soluciÓn sólida- tie-
nen más tClIlplabilklad que las no scgrcgallas. j}or eso, si vuelve a austenizar
la cslruclUr.1 y ~ enfría luego de moJo continuo y rápido, pueden adver-
tirse esas difcrcllI.:ias dc tClllpl"bilidad: aparecerán según sean "las curvas
TTT" c()rrl'sp()lldictlle~ <1 las 7.orHJs segregadas y no- bandas alternas de
martensita y b:linila; o dc hainit:l y perlita: o de martcnsita y perlita, etc.
Ver Figura XIJ.37.

La estructura en bandas es desbvorable para tu operacione. de mecanizado longitu-


dinal I'ara fresado, por ejemplo, el ~cabado superfici~l resulta peor si la estructura es
bande¡¡d¡¡ (Figura XIJ.38.a) que cuando no lo es (Figura XI1.38.b). Las bandas de ferrita
tienen menor dureza que las de perlita y, por tanto, el arranque de viruta es desigual
en unas zonas que en otras. En el torneado. en cambio, por ser una operación no longi-
tudinal, el grado de acabado superficial depende menos de la estructura en bandas.
Resultan tambien desventajosas si se desea aminorar l•• vibnciones. Así, por ejem-
plo. los engranajes que presentan estructura en bandas son más ruidosos que los que
no ttenen bandas.
Los factores que contribuyan a lograr una composición qufmica uni-
forme, a escala microscópica. antes de la conformación, resultan favorables
para que la estructura bandeada no aparezca. Y recíprocamente.
Por tanto, un remed io para hacer desaparecer la estructura bandeada es
el recocido de homogeneización a muy alta temperatura (que resulta más
550 CiENCIA E lNGEN1ERlA DE MA TERlALES

lb)

FiJ. X 1I.38. Jnflu~ncia de la


estructura bandeada en el freSDdo.

(al

dil'aL n:f. VI.3 .. si se cfe.:IÚa dl'SpU~S de una forja previa a la conforma-


l'ión l'n l';Jlicnh' ul'!initiv¡l).
L(Í~kallll'nlc. la 1ll'lcrogt.'neidad química rl'sponsabk de las bandas se
•.H:usa m~.'nos cuando la solidificación lielle lugar con una cristalización en
dendritos de pequeño lamano. Los aL"t.'ros con grano fino de solidificación.
Ingradu por :UI1ll\.'lllO d l , la vdocidad de l1ucleadÓn ~por solidificadón en
1i11~(lh''' (k mellor talllJrlO, o llH:rJiallt\.' agellteS nuch:anh::s (rer. 11.3.) afinó.l-
d(Hl'~ lil' p,ral1o. 1.'11.:. - no suelen presentar luego la eslruclunl en bandas:
porqUl' ~. hOll1ugellcizan con mayor f;Jdlidad durante la wnformación en
ealkllh'. Y. l'n cU<llquier CilSO. pucdc eliminarse más rápidamente aquella
hl'krog.enl'idaJ 4uírnica Illt'dianll' un recocido de homogeneización.
Los an'ros alradu\cl's. de Carbono inferior a O.O.:! 18%. no prest'lllan
eslrUClura l'l1 bandas porque no es posible la formación de perlila. Tampoco
,ud\.' manit'l'starse la estructura bandeada en los aceros de Carbono superior
a O.h%. Se advierte. sobre lodo. en aceros cuyo carbono eslá comprendido
entre 0.1~ y 0.5%. Esos :l~eros, ~uya solidificación se: produce con reacción
pl,'ritl~cli\:a lrl,'f. Fig.ura VIII.6.1. son más propensos a la estructura en bandas
que los a¡;eros de alto carbono, Figura XI1.36 (e). que solidifican direela·
I11l,'nte l'n g.amma sin reacciÓn peril~clica.
-
RECRISIALlZACION. DEFORMACJON A ALTA lFMI'ERATURA 551

Por una parte. a moJo Je ejemplo. en un ao.:(,'fO Jo.: U.I ~% de ("'lrh"!l(l.;iI tCfmill') d..·
\:¡ soliJifÍ<:al'ión perilcclka fl.'Sultan ..:asi i~ualt"s las prop'H..-il)Tl"·s (1<- .... ,liJo delta (de ;1])(\1.
xitlladalllcntc O.!% Cl y sólido galllll1:1 (de a¡JrllxiI11aJalllelltl' 0.":% (l. lk'plIl'S. tlll;1
vez realizada la IrallSforl11a..:ioll ¡llotnipka dl:lt:l.gal11l11a. I¡J~ ¡l1ltl!!lIa~ Il'?!iolll'S dI' gallllll,l
siguen .:onscrv,mdo casi el dohle de o.;;ll"hol\o 4\1e las (lIras. ('on Ip que a I:i i1.:1cn'!!ell ..· j¡bJ
en c01l1posicion de w\utos se ,II1,nlc una heterogcllciJ¡Ju d isn)lll illua del arhollo. e
POI" otra parte. skl\lpre que hay rC¡¡..:dOll peritc.;tka.lanhl L'1l aleal-iones f"'ITcas l'lllllO
no terreas. el equilibrio no es (lllllpktu (ver Figura IV I(J.). 1"11 ("II,~,>lI<:lk'i:I,t:ll1lhk'n
aquello a12ews ,'uyo 12arbuTlo está <:l'lllpn.'ntlitl\1 elltre 0,17% ~ (J.53%. ,'lJ~:1 ~strurtur:1
primaria de solidirical'ión d~bicra de ser slilu galllllW (rcf. t-'i}!ur~J \' III ,Ú l. pr~s<:1J1:l\l UI\:I
diSl2\mtinuidad en la 120lllJlIlSirion 'julll1ka C0l110 ,'OIlSC,'UCIl,';¡J d,' I~I (,':1,.:<21<)11 pcrité..:ti<"~1
(1 [quido + del\¡J - > gamma l, que t ielle luga r alltes dc nllali/a r la sulll! 111,'a,· llill.
Incluso los aceros 12uya estru<.::tur¡J de solidifi..:a,·i\in J,' cqllilihrio ..:~ slliJlllCI"" d"1ta.
V.gr. aceros de c<trbollll inferior a 0,09%, pueden talllhiL'1I presclll.Jr I,'.I.... il'lI pcrilCdka'
por salid ifieacioll d~ inequ ilibrío (rer. VI.4.).
Por tanto la propensión a dar estructura bandeada depende, acusadamente, de las
proporciones entre delta y gamma; y, en consecuencia, del contenido en Carbono del
acero

Cuando no Se ha conseguido l'!iminar la helerugl'neidad qUilllic:1 r,'sIWI1·


sable de las bandas, puede sin embargo lograrse enmascarar su estructura,
según se indica en párrafos siguienks. Con ello Sl' faL'ililarla l:i rl'gulariL!:ld
en operadom's de mecanizado: ,Hinque potenciahll,'nl<: las b:J11d:ls subsIS-
tirán y pueden volver a aparecer en tratamientos t,\nnicos posteriores.
Por ejemplo, no aparecerá la estructura bandeadtl si ci enfriamiento dt'!
acero, en vez. de efectuarse al aire desde la temper<ltllra dI;' conformación.
se realiza isoténnicamente en sales calientes: a temperaturas -por deba-
jo de A,,_ correspondientes a la zona pt:rlftica superior de la curva TTT.
De ese modo pueden tr:l/lsformarse simull:lneamulte 1:Is zonas s,'grq~:ld:l' y
las no segreg:ldas, dando lmicllllel1l,' estrllctur:1 perlílicl {111:h f:¡VlH:lhk
para mecanizar). Aunque, actuando de ese modo. y PUL'stO que 1:1 Ih.'ll'rp/-,L'-
neidad en composición química seguir,j subsisticndo. SI se volvil'l'a a :llI~k­
nizar esta eSlructura y se efcctuara desde esa ternperalllr:1 Ull l'nt'riallllL'lllo
al :lire -por ejemplo Ull tratamiento de nOf/T1:J1izado posterior al \11L'C:llll/.J-
do-. volverfa a aparecer la cstructur:l band('atb. SL' comprobaría. a:-.I, qlle
la transformación isotérmica arriba indicada. (l bien la rea1iz'h.:ilÍn lit' un
tratamiento de recocido isotérmico. hab(a conseguido solamente L'llmascar:tr
las bandas.
Las bandas pueden ttlmbién ser enmascaradas mediante un recocido de
austenizacíón cOll1plt'ta si se prolonga la pt'rtn:lnencia a lL'll1pn:ltur:h Sll]ll"
riores a A 3 para embastecimiento del grano gamma. Con ello se intenla
lograr qUL' el diámetro de grano :Juslcrl(lico Sllpne 1;1 dist:lllcia ,'xisll'nll'
las zonas segregadas y no sl.'grl.'gadas. contiguas y parak!:ls. Así. '1 Id "lldl\l-
ra de heterogeneidad quflllira qut'da localizad:l en el inh:rior dd l!ranll
austenítico, no aparecerán b:lndas dur:mle la Iransformación g<lmrna alfa
que se produce en el t'nfri:lmiento continuo. De todas forlllas, ('SL' rl'('o.,;ido
de embastecimiento -del que se daiva una baja knacidad heredada (kl
grano austenítico baslO- solamente tielle justificación para mejorar 1;1 f:ll:i·
552 CIENCIA E lNGEN1ERJA DE MATERIALES

lidad dcl mec:mizado: y es, por tanto, un tratamiento intermedio: no un


tratamiento para servicio,
El ;,¡<.:eru l'UIl h;lllua, ;,¡I\l'rnlls de ferr;l¡¡ y ut.' pcrlit;,¡. puede eunsiderllfse nnllU un
materi¡¡1 eOl1lplll'~to por d ll1udo de fihr¡¡s 1J(; p<.:rlit¡¡ linlegrauas ;1 su ve/ por un m,l-
leri,ll <.:t.'r'lrnkll la ú~l11elltil11 y lIll 1l1¡l1erial Illel:ili¡;l), I¡¡ ferrita) ell un<J m<JtriL mel¡j-
lie:1 de krrita.
L¡t estrudura nalll.lcad:1 dcelltua la ¡¡lIi\utrupla tlo: pr"piedMk, ,'litre 1;1 direco.:iol1 de
la <':lllll'lfl1la<.:ioll )' sus lIul'Ill¡¡les. lo cu:i1, ,'UIl1U ¡ml.::s "e ha sel'wllldll. puede resultar des-
favor¡¡hk. Sin elllhar~ll. CUIIH) unUfe ellll las texturas. esa ¡H1isotropla es velllllios¡¡ pllrll
a IgulJos eom 1)(' l1allliclltus d irco.:o.:illllaks.
LI ellIHH,;imicIl1o lk ];¡ ¡!enesis de las halld:ls proporóulw las h¡¡ses p¡¡r¡¡ obleller, por
proectlil\licll")~ n)IIVCn<.:IOllak'." e1l Mel;llotl'o.:IIÜI, productus de pn1pied¡¡des direecionll1c,

XI1.6.3. Deformélci6n por f1uencia (creep)

1'11 l;'1 ap:Htado 1.4. st' h¡l sdwlauo qUl;' la utilización industrial uc los
matl;'riaiL's Il1ct:ilicos él [l;'I11]wralura supcrior a 0,5 TI suele ser inviable
porque soll1etidos a cargas inferiorcs a su límite elástico. Sl' lkforman plás-
tica e intergr:ltlularrnente. I-.stl' tipo de deformación, que en castellano se
denomina fluencia, Se conoce internacinalmente con el nombre d~ creep
(o fluage en lengua francesal.
La Figur;¡ XI1.39. l.:orrespomk a la relación entre carga y tiempo de rotura
p;¡ra d Aluminio de pureza 99,3%, ensayado a diversas temperatunls. Para
(ada tl'mpt'ratura puede obscrvarsc una linea quebrada formada por dos
[r¡lIllO, de distinta pendientc. Los ensayos en la zona de menor pendiente
preselltan roturas con deformación rrevia, transcristalina, en el interior de
los granos.
", ksi

"
~

'3
"E. ......

....~===--------<"'--------,
H

.
"

."----- Tiempo de rotura (lag)


~=:....::.::.c=~

Fig. XIL39. Rotura por creep: tensiones y tiempos de rotura (De la Torre).
(Sobre las curlJas figuran los alargamientos a rotura).
..
RECRISTALlZACJON. DEFORMAC/DN A A/,TA TEMPERATURA 553

En c¡JJnbio, cn la zona de mayor pendiente, correspondiente a menOTt's


cargas aplicadas. se advierte que la rotura se produce al cabo de mayor
tiempo y con menores alargamientos. Al observar la microestructura se
apr~cia que el interior de los granos no presenta deformación y que la rotura
es intergranular (rolura por creep).
Para temperaturas superiores a 0,5-0.6 TI ftemper<ltura equicohesiva) la
resistencia mccániCJ de las juntas de grano. es Tnt'nor que la del interior de
los granos (conlrari<ltncnle a lo que ocurre a temperaturas inferiores a la
equicol1csiv:.ll. Por ello, aplicando una tensión peql1ef'i3. ,Hmque resulte
insuficiente para producir llna deformación en el interior de los granos por
deslizamiento y cross-slip de dislocaciones. pued\.'. sin embargo. producirse
una lkfornwci6n inlergranular acomodada. por deslizamiento de juntas dI;'
grano, originada por climbing de dislocaciones.
Durante ese tipo de deformación se producen decohesioncs locales inler-
granulares, según se esquemaliza en 1<1 I-igura XI1.40. Además, el acomodo
de la deformación enlre granos produce tensiones en las intersecciones
triples dI;' juntas de grano y ello origina también pequeñas cavidadcs que


t t·
~.~ D,f">Ió" '''J"",as de grano

. ~ ,
• •
~ " DI!uslón en volumen
l•
• •

I

Fig. XIIAO. (a) Mecanismo del creep, por difusión (Ashby).


(b) Mecanismo de descohesión intergranular (Dieter): ruptura en puntos
triples y cavilación.
554 OENClA E INGENIERlA. DE MA. TERlALES

inducen finalmente la rotura (fenómeno que se conoce con el nombre de


fluencia-eavitación).
La Figura XII.41. ilustra sobre el proceso de deformación y rotura por
creep, a lo largo del tiempo, para una tensión aplicada y temperatura de
trabajo constantes. La formación de cavidades empieza en la región 11 de
la curva, pero no se producen decohesiones permanentes: por difusión de
lagunas, y también por climb de dislocaciones, va teniendo lugar una restau·
ración o TeUeno de las pequeft3s oquedades a medida que éstas se forman.
La velocidad de deformación en esa etapa resulta constante. Al cabo del
tiempo (región III en la Figura XII.41.) el daitado resulta permanente y gene·
Tallzado; la velocidad de deformación aumenta con el tiempo, y se produce
finalmente la rotura intergranular.

111 9
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11

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".N':~.. • .
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o'
,
" "
Tiempo t

Fil. XO.41. Curva de creep pora ten,ión con'tante 0 , y temperatura T, con¡tante


P: Comienzo del dañado.
Q: Fractura final.

Las tensiones de tluencia requeridas para el creep son pequef'ias: valores


de ex. (] < 0,8. y puesto que para pequeños valores de a.o resulta Sh a.o prác-
ticamente igual a exo, la ley general del comportamiento en caliente (Ec. 1,
rer. XII.6.1.), toma una forma más simple en el caso de deformación por
creep:

A, . (ex.O)k = e.eQIRT ;
o, lo que es igual:

(Ec. II)
-
RECRISTALIZACION. DEFORMAC/ON A ALTA TEMPERATURA 555

Para temperatura constante TI' la velocidad de defonnación € resulta constante, o


lo que es lo mismo la defonnación se acumula linealmente con el tiempo, si se aplica una
tensión constante Ul (pendiente del tramo recto en la Figura XIl.41.).
Por otro lado, para una misma temperatura de servicio TI, el valor é de esa velocidad
constante de defonnación durante el creep (la pendiente del tramo recto de la Figura
XII.41.) resultará mayor, según se desprende de la ley de comportamiento, cuanto mayor
sea la tensión aplicada.
En la Figura XII.42. -representación de la ley de comportamiento, Ec. 11, para tem-
peratura constante TI - se señala esa dependencia de la velocidad constante de creep, E,
en función de la tensión. El valor ro, de la pendiente log a Ilog €, viene a estar compren-
dida entre 1/3 y 1/8 para distintos materiales.

o
o

lag ¿

Fig. XO.42. Variación de la ~locidad de creep con la tensión o (Para temperatura,


TI constante).

Cuando la velocidad de defonnación es alta, el material rompe antes. Por


ello si se admite que el tiempo de rotura por creep, tr, es inversamente pro-
porcional a la velocidad defonnación se tiene que:

Así pues, con una misma tensión al, según sea la temperatura a que se
aplique, se llegará a producir la rotura por creep al cabo de un tiempo ex-
presado por:

Tomando logaritmos decimales en ambos miembros, se verifica que:


556 CIENCIlt E INGENIERlA DE MA TERlALES

Es decir,

(Q, : R) . Iog e ~ T . (e + Iog Ir) = L,

L recibe el nombre de parámetro de Larson·MiIler. (El valor e resulta pnicti~


camente igual a 20 cualquiera que sea o).
Obsérvese la identidad formal entre L y el parámetro de Hollomon-Jaffe, que expresa
el ablandamiento de un acero bonificable durante el revenido (ref. VIII.3.J.). En la Fi-
gura X11.44. pueden verse las equivalencias entre temperaturas y tiempos.

la energía de activación. Q. y por lo lanto L. depende de a. Recíprocamente.


la tensión que llega a producir una rotura por crcep. al aplicar una tensión cons-
tanle cualquiera. es función del parámetro de Larson-Miller. Es decir

o ~ f(L) = flT (e + logl,) I


t
La curva o = f 1L puede detenninarse experimentalmente, a muy alta
temperatura para Que sean breves los tiempos de rotura, mediante ensayos
de corta duración. Esa curva resulta de gran utilidad porque permite, para
cada tensión o (a la que corresponde un solo valor de L), conocer -ya que
L = T (20 + lag tr)- los tiempos en que se produciría la rotura del mate·
rial si la tensiÓn se aplicara a temperatura más baja.
La Figura XII.43. corresponde a la curva experimental. O = f (l), de un acero de
0.15% C, 2% Cr, 0,5% Mo, para tubos de caldera. En la parte supertür de la figura se
seilalan las equivalencias entre temperaturas y tiempos. Así por ejemplo, para una carga
de 10 ksi el parámetro de larson·MiUer es 36; lo cual indica que ese acero, bajo carga
constante de 10 ks:i, rompe por creep al cabo de (lX)() horas, aproximadamente, a 1200
°F;o bienal cabo de 100.000 horas a 1lX)()°F,etc.

Para que un malerial resista a la fluencia conviene que su temperatura de fusión


sea a1la. Recuérdese que el creep no es imponanle a temperaturas de servicio inferio-
res 0,5 T f .
Por tanto, podría hacerse una primera clasificaciÓn de los metales, en
cuanto a su respuesta a la fluencia, de peor a mejor. El primer grupo estaría
integrado por metales que funden a temperatura inferior a 700 Oc(Zinc,
Plomo, Estaño, Aluminio, Magnesio). En otro grupo -con mejor compor-
tamiento al creep- se incluirían el Hierro, el Níquel, el Cobalto y el Titanio.
Para otros, por ejemplo los metales refractarios (rer. Apéndice 3.3.), es pre-
cisameme su alto punto de fusión la propiedad más característica.
Por otra parte las estructuras de grano grueso lienen mayor resistencia a
Ouencia que las de grano fino. Estas presentan un área total de juntas de
grano mayor, lo que favorece la defonnación intergranular. Por ello las piezas
moldeadas tienen mayor resistencia a fluencia que las piezas forjadas. Las
piezas solidificadas unidireccionalmente y los álabes monocristalinos para
turbinas (rer. V.l.) presentan un excelente comportamiento afluencia.
La resistencia de un metal a fluencia puede mejorarse mediante elemen-
tos de aleación en solución sólida (o bien que produzcan precipitados),
-
RECRISTAUZACION. DEFORMACJON A ALTA TEMPF.RATURA 557
0.11 10 O.I!l%C
2.00to2.0e'lro Ct
O.!lQ"1.lolo

§ 1200
1600
10

,
OT..... COJ ... I
.. IOO-f'Ir-
D 1000...
'000
..
~ 2~ ~ n ~ ~ ~ K M ~ ~ ~~ « ~8 ~
T[ZO·109 fJ/OOO

FIl!. XII,43 Curva o f (fI) ASM.

n.o - ----

5O

2O

, , , ,
O , , , ,
8
• § § •8 8 § 8 , ,
~
- ~ -~
~
5

, 2

"8- 1 60
E
40
"
j.: 0.5
20

O2
,O
o. 1
5

3
2
1.5
Te'
(T F - 32)11.8
I
20 25 30 35
Parámetro de Hol1omon-Jaffe.

Fig. X11.44. Equivalencias entre Temperatura y tiempo en el revenido de aceros.


558 CIENCJA E INGENIERIA DE /dA. TERlALES

para dificultar el c1imbing de las dislocaciones. Impidiendo el cJimbing se evita la


deformación intcrgranular y. en consecuencia, el creep.
En el caso de los precipitados se requiere, como es lógico, que no se
redisuelvan a la temperatura de servicio; que sean preferentemente submi-
croscópicos (por ejemplo la fase 'Y' ~ ¡lAI, rer. VII.I.2.- en aceros de
endurecimiento estructural, aceros maraging, superaleaciones de base Níquel,
cuproníqueles al Aluminio, etc.); y de baja energía interfacial (que dificulta
el Ostwald ripenning).

XII.6.4. Superplasticidad

A diferencia de la "Deformación en caliente", base de los tratamientos


termomecánicos, el creep no es algo buscado sino un inconveniente para el
material metálico que debe trabajar en servicio a altas temperaturas. Tal
ocurre, por ejemplo, en intercambiadores de calor, álabes de turbina, etc.:
al cabo del tiempo se producen en el material pequenos vacíos (dañado o
dano) y éste acaba rompiendo luego, intergranularmente, con pequeña de-
formación total. Por otra parte, y antes de que se llegue a producir el da-
ñado, las deformaciones plásticas lX)r creep exigen reajustes de las instala-
ciones (lX)r ejemplo apretar nuevamente pernos roscados).
Pero el inconveniente que presenta el creep-Ia lenta deformación inlergranular a alta lem·
peratura por "dimbing"- puede. en cambio. aprovecharse para conformar algunos materiales
metálicos por deformación intergrnnular. Asi. aplicando una O" mucho menor que las requeri.
das parn conformación en calieOle (aunque mayor que las del creer). puede producirse una
deformación intergranular (región II de la Fig. XII. 41) que. aunque 1e00a si se compara con lth
procesos dedefomlación en calienle. e:. mucho más rápida que las habituales del creep (recuér-
dese que dEl di aumenta con la tensión aplicada). Por lal1l0 a tempcr,lIur..s 0.5 a 0.6 TE podría
logr,l5e que el material experimemar,l grandes defomlaciones bajo carga constante antes de
producirse un dañado; no con cualquier material se logra ese cornponamiento superpláslico:
parJ que así ocurra se requiere un !:lmaño de grano muy fino ·del orden de Ulla micra- a fin de
favorecer la deformación intergranular y el "climbing··. Así pues. lo que resulta un inconve-
niente para el creep con cargas bajas es. en cambio. favorable para el conformado supcrplásti-
co a cargas algo mayores.
Tomando como base la ley general de comportamicnto a aha temperalura para tamaños de
grano normales. expresada por la ecunci6n I (ref. XII. 6.1), la representación experimental de
log O" en función de log dE I dI par,l los materiales superplásticos corresponde a la región II de
la Fígura X11.45.
Se denomina coeficiente m a la pendiente de las curvas de la Figura XII.45.,
es decir al valorlog (o I : 01) Ilog (i J : €1)' El valor de m resulta similar para
la deformación en calienle y para el creep. Pero en estos materiales super-
plásticos de grano muy fino, la pendiente m resulta mayor y depende del
l3mai'\o de grano d (dJ > d, > dI).
De hecho para un mismo valor del diámetro de grano, el coeficienle ro suele variar,
tambien, con la velocidad de defonnación e.
Así, por ejemplo, en una misma eutécüca
RECRI5TALlZACION. DEFORMAClON A ALTA TEMPERATURA 559

log a
...
.,no....."':.:....-:i..···"·-
l"'::'
...... 1
...::::::.....
... :~'.> .'
J .
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:: ..·d
...... ,.,
....,...,.., ....
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2

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r····:~:·: ,. :
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1
........ ~:. • 1

III
..... 1
,, 11
,,, ' ,,
"1"
, lag €

Fig. X0,45. Leyes de comportamiento a TI:


] - Conformado en caliente.
11 -Superplasticidad.
lll-Creep.

del sistema Pb-Sn se obtienen valores de m igual a 0,2. para i = lO-l/seg, y valores m
de 0,45 para € = 10-3/seg.
Cuando el coeficiente m es grande (al menos superior a 0,3) el comporta-
miento del material se dice que es superplástico a esa temperatura. Se carac-
teriza como superplástico un material cuando, por la gran dependencia que
existe entre la tensiÓn de fluencia y la velocidad de deformación, evita que la
estricción se agrave.
El razonamiento siguiente contribuye a precisar lo indicado. Supóngase que se realiza
un ensayo de tracción en caliente del material. (Conviene recordar que el ténnino "en
caliente" hace relación a TE °K. Para el Plomo, por ejemplo, los ensayos a temperatura
ambiente, por ser ésta del orden de la mitad de su temperatura de fusión TE, son real-
mente ensayos "en caliente).
La ley de Ludwick, expuesta en XI.2.3. a propósito de la tracción en frío, adopta
la siguiente expreslón en el caso de una tracclón en caliente (recuérdese que el término
"en caliente" hace referencia a TE: por esos metales como el Plomo fluyen a tempe·
ratura ambiente):

en que el coeficiente m y el coeficiente de acritud n del material no guardan relación.


Los materiales con alto valor de m, no tienen simultáneamente un alto valor de n (más
bien ocurre lo contrario). Además a altas temperaturas el valor de n es practicamen·
te nulo.
560 C1ENCIA E /NGEN1ERlA DE MATERlALES

Im~gincse que en ese ensayo de tracción. tras el alargamiento uniforme, se inicia,


-:01110 es habitual. una estricción localizada en una zona P. Al continuar el ensayo, aumen-
tari¡¡ € en esa mna y. por tanto, el valor i ID se jncrementará a!Ji notablemente habida
~'ual1ta J..:I elevado valor de Tll en el material superplástico.
Como ~'onsecuencia de la consolidación del material en esa lOna P. su resistencia a la
deformación (el valor de al, aumentará. La estricción no progresará en ese punto; serán
las IOllas contigu¡¡s. por tener menos resistencia, las que se deformarán. Al deformarse
se wnsoJidarán <l su velo y 1:1 estricción se trasladará. a otras zonas contiguas. Se asis-
tira, por l¡;nto. a la formación de una serie de estricciones difusas, y la sección S de la
prohl'ta ir;; disminuycndo uniformemente a 10 largo de 1<1 probeta casi hasta el final
del cnsayo.
I:n lus Illatcrh;les superplústicos se consiguen alargamientos hasta del 2000% en el
ensayo dc tracdón. Los polfmeros tienen. <1 sus temperaturas de conformado, valores
de 111 comprendidos ~ntre 0.3 y 1: y los vidrios un coeficiente m próximo a la unidad.
Esta analugía rcológka justifica la denominación de superplásticos para los materiales
ml'c.ilictls dljU i l"llllsidcradus.
1-.11 1;1 Figura XII.46., en fUllciOn de m y n (en los materiales no metálicos n es nulo),
se indiran los dominius de pl<Jstiddad normal (t¡¡ntu en fria como en caliente), super·
pla\tiriL!;IJ y rumpun:lmicntll vis,'osu.

o
n m
03
PLAST"IDAD NORMAL

SllPl'l{PLASTIClDAD

o~_~~ _

(\)MI'ORTAM 1J:NTO VISCOSO

o
Fig. XII.46. Dominios de plasticidad normal, superplasticidad y comportamiento
viscoso.

El n:qLlerilllÍ\:tllO tI.- fino 1<1111.1110 permite alltil.:ip¡¡r que muchas de las


t'Lltél:lic<Js pres,'111;lr.ln cOlllportalllit'llto supt:rplástico. Tal ocurre, por
ejemplo, eDn las ,'ult(l'lica\ lkl sisll'l1l;l Pb-Sn, AI-eLl, AI-Zn (y también la
monotel:loklt'l. Al-Si. Prt'St'nl;11l tamhién ese wmportamiento superp1;:lstico
algunas alc¡ll:Íolll'S convcncionak's no l'ulécticas ni eutectoidcs, de metales
como l'.1 Zinc, M'lglll'sio, Aluminio, Cobrl', Níquel y Titanio (ver Figura
X11.47.lo
--
RECRISTAUZAC/ON. DEFORMAC/ON A ALTA n:MPERATURA 561

Fig. XIIA 7. Composición de algunas aleaciones superplásticas.

('0111 po. lsic ió II Temperatura Alargamiento


Me\;I! hase
aproxirna(j<l ell Oc arotura(%)

Zill~ Zn. ~:!%AI :!50-270 1500


Magncs¡') Mg; 5,5%Z11. 0,5% Ir. 270·310 1000
Mg: 2% Th, 0.5% Mg.
AlulIlillio AI:5,8%Zn,1.6%Cu,
2.J%Mg.O,22%Cr 80Q-12Oü
AI:l,5%Li.l.2%Cu,
O,6%M~.O.lJ%Zr
"
25 800
Al: 6%(u, 0,5% Zr 450 1000
('oh re Cu:40%Zn 500-600 500
C'u:7%P 450-600 1000
fu: 2,8% Al, 1,8%$i.
0.4% Co 800
Niquel Ni: 10%Cr, 150/,('0,
45 % Ti, 5.5 % Al. 3% Mo 1038-1093 1300
Ni; 10%Cr, 15%(0,
4.5 % Ti. 5.5 % Al, 3% Mo 870-980 600
Tit,wio Ti:6%AI,4%V 800·1000 1000
Aceros <1) e hipcrculcc\oides de solidificación rapida 1500
Funtlio.:iol1cs hlancas de solidificaciOn r¡ipida 1400
A~'cro inox. Fe,ü,ü4%C, .:oóWCr,
ó,.'i%Ni il70·QkO 600

La posibilid<ld de conformación supcrpláslica de algunas aleaciones se


aprovecha para lograr formas de geometría compleja en una sola opera-
ción (por ejemplo semiesferas y tubos de pared ondulada). para piezas de
alto valor añadido.
Por otro lado. toda vez que los esfuerzos a aplicar son más débiles que
para la "defotlllación en calit'ntc·· (puede, por ejemplo. lograrse por gas a
presión). el coste y desgaste de las herramientas es menor.
Una vez realizada la conformación superplástica del material, éste ya no es
superplástico a la tempt'faturas inferiores a 0,2 TI'. Sus características mecá·
nic<lS a temperatura ambiente dependerán de la naturaleza del material y
dl'l fino tamaño de grano. Precisamenle por su pequeño grano resultarán
altos los valores de R,., Rm • dureza, tenacidad, límite de fatiga, etc,
Las ventajas de la supcrplasticidad han atraído la atención de revistas de
información gt'neral sobrt' materiales. Pero las aplicaciones industriales de
[<1 confomlación superplástica de metalt's son limitadas.
562 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERIALES

Por un lado la superplasticidad exige temperaturas de conformado supe·


riores a 0,5 Tr. A esas temperaturas el tamaí'io de grano debe permanecer
estable, sin crecimiento. Además debe evitarse la destrucción del material
por corrosión a esas temperaturas, y ello suele hacer necesario el empleo de
atmósferas inertes o barnices protectores.
Por otro lado, salvo en el caso de eutécticas y eutectoides, la necesidad
de lograr previamente los finos tamai'los de grano, uniforme, necesarios
para ese comportamiento superplástico, no son fáciles de lograr por trata-
mientos tennomecánicos previos; y, en cualquier caso, contribuyen a enca·
recer notablemente el producto.
La superplasticidad requiere, además, lentas velocidades de deformación
(10- 3 a IO-I/seg). Estas resultan imposibles de lograr mediante algunas de
las técnicas de conformación convencionales (por ejemplo laminación o
extrusión); y, cuando se emplean técnicas que posibilitan aquellas lentas
velocidades, los resultados son difíciles de conjugar con la productividad.
Finalmente las piezas así obtenidas no podrán ser utilizadas en servicio
a altas temperaturas -porque nuirfan notablemente- a menos que se efec·
tuaran tratamientos térmicos complementarios para aumentar el tamaño
de grano.

XII.7. TRATAMIENTOS TERMOMECANICOS CON TRANSFORMACION


DE FASE

En X11.6. se ha hecho referencia a las consecuencias estructurales de la


confonnación a una temperatura tal que permita la restauración dinámica,
la recristalización estática o la recristalización dinámica de una aleación.
Pero no se ha prestado mayor atención a que, además, el metal de base
puede experimentar transformaciones alotrópicas, o transformaciones de
fase por cambio de solubilidad, cuyos efectos complementan la restaura-
ción y/o recristalización durante la deformación en caliente.
Esto, por una parte, proporciona las bases para una mejora de propie·
dades de la aleación por tratamiento termomecánico (por ejemplo de los
aceros -XII.7.1.- o de aleaciones de Aluminio -XII.7.2.-). Por otro lado,
justifica algunas peculiaridades estructurales que producen anisotropfa;
tales como texturas, fibrado de forja, o la estructura en bandas ya conside-
rada (ref. XII.6.2.l.l.l.

XI1.7.1. Tratamientos termomednicos en aceros


Cuando, como el Hierro y el Titanio, un metal presenta varios estados
alotrópicos, su restauración dinámica o su recristalización estática o diná.
mica, pueden ser previas, simultáneas o posteriores a la transformación
de fase.
Esas variadas posibilidades de conformación termomecánica fundamentan
---
RECRlSTALlZACION. DEFORMAC/ON A ALTA TEMPERATURA 563

la investigación y desarrollo de diferentes tratamientos termo mecánicos de


la austenita para -3 igualdad de composición química- mejorar las caracte-
rísticas mecánicas del acero.
Los tratamientos termo mecánicos de la austenita pueden tener lugar
antes de la transformación de la austenita (laminaci6n controlada yaustor.
ming), o bien durante la transfonnación de la austenita (isoforming, aceros
TRIP).
Otros tratamientos termo mecánicos se efectúan después de la transfor-
mación de la austenita. Tal es el caso de la laminaciOn en caliente de un acero
dulce, a temperaturas inferiores a Al, para proporcionar granos recristaliza-
dos alfa al término de la laminación, o bien del perlitoforming y el mar-
forrning.

XII. 7.1.1. Tratamientos terrnomecánicos antes de la transformación de


la austenita

En la Figura XII.48. se ilustran, esquemáticamente los cambios de estruc-


tura desde gamma a alfa en tres procesos de laminación, de un mismo acero,
en fase gamma. Mediante una adecuada laminación puede impedirse la re-
cristalizaciÓn de la estructura austenftica Cref. XI1.3.3.) y obtenerse al térmi-
no de la laminación, a temperatura superior a A), una estructura agria.

~ ~ Región de recristalizadón l'


1 ':~_"'.At ( 9_5~·_C_J _

~ Región de no recristalizadÓn l'

RegiÓn o: + l'

Deformación
Fig. Xll.48. Esquema de tres procesos de laminación controlada y estructuras
resultantes (Tanaka).
564 elE/VeJA E INGEN1ERlA DE Mil TERlALES

La estructura gamma agria, lograda por esa laminación controlada. al


transfonnarse luego alotrópicamente durante el enfriamiento proporciona
granos regulares de fase alfa. El tamai'lo de los granos alfa resulta de gran
finura (Figura XII.49.); notablemente inferior al que se obtendría si los
·granos de austenita, al término de la laminación, estuvieran recristalizados.
El afino de estructura así logrado, proporciona importantes mejoras dellfmi-
te elástico y de la tenacidad del acero (aceros microaleados HSLA rer. XI.6.).

Fil. XO.49. Acero microoieot1o (0,1 "C. 1,5" Mn. 0,011" Ti. 0.047 % Nb,
0,010 "V. 0,030" Al totfd, 0,258" Si, 0,020 % P, 0,003" S),
En bruto de lominoción en caliente. 500)(

Los procesos de confonnación de la austenita a aha temperatura, diferen-


tes a la laminación controlada, realizados con la misma finalidad de obtener
austenita agria antes de la transfonnaci6n alotrOpica que produciría estruc-
turas ferritopcrlfticas, suelen denominarse ausforming HT (High Tem-
perature).
Otros tratamientos tennomecánicos tienen por objeto deformar la auste-
nita a temperaturas inferiores a Al, Y transformar luego la austenita agria en
martensita por enfriamiento. Tal es el caso del tratamiento termomecánico
austorming LT (denominado LT -Low Temperature- para diferenciarlo de
la confonnación de la austenita a temperaturas superiores a Al)'
Para realizarlo se efectúa un enfriamiento isoténnico de la austenita hasta
una zona metaestable, por encima de M$' y se conforma la austenita en esa
zona, según se ilustra en la Figura XII.SO., antes de que pueda iniciarse
transformación alguna; a continuación se enfría la austenita deformada para
su transfonnación en martensita. Aquella confonnación resulta posible si
RECRISTALlZACJON. DEFORMACJON A ALTA TEMPERATURA 565

~
+F
----------
Vo ~

• Fig. XII.SO. Ausforming LT

el acero tiene gran templabilidad. o su curva TTT presenta una disconti-


nuidad entre las curvas "C" de transformaciones perlílica y bainftica.
Se aplica con resultados satisfactorios en aceros inoxidables martensíti·
cos y en aceros para matricerfa. Esa conformación isotérmica de la austenita
-por laminadón, extrusión. roija con martillo, etc.- produce. en ese rango
de temperaturas, subgranos de austenita; y, con ello, mejora las caracterís-
ticas de la martensita obtenida al enfriar esa estructura de austenita no re-
cristalizada. La martensita así lograda resulta más fina, menos tetragonal. y
con mayor aptitud para lograr una fina precipitación nanoscópica de la
cementita y carburos durante el revenido de la martensita. Se obtienen,
comparativamente al temple y revenido clásico sin ausforming LT, notables
mejoras en ~ Y R m sin merma apreciable de la ductilidad.

En aceros de escasa templabilidad puede lograRe un resultado similar al aus(orming


LT. mediante la con(ormadón por e:r:ploliva. (habida cuenta de que el tiempo requerido
para esa confonnación es inferior al necesario para una trans(ormac;ón isotérmica de
la aUSlenita).

XlI. 7.1.2. Otros tratamientos tennomecánicos tienen por finalidad confor-


mar la austenita durante su transformación.

Cuando el acero. previamente austenizado. es conformado a temperaturas


próximas a Ae , en la zona superior de la curva TIT. correspondiente a las
transfonnaciones perICticas, el tratamiento tennomecánico se denomina
isofonning (ver Figura XII.5 I.). Puede aplicarse a aceros de baja aleación
si la naturaleza del proceso permite efectuar isoténnicamente la confor-
mación.
La defonnación, así realizada. produce gran densidad de dislocaciones;
facilita. por poligonización de la ferrita. la fonnación de suhgranos de
ferrita del orden de 0,3 J.l.m; favorece la fonnación de cementita, a modo
566 CIENCIA E INGENIERJA DE MA TERlALES

M, I-_~~~--'~

Fig. XII.SI. lsoforming

do.: pt'qut.:ños clrburo~ de naturaleza no laminar, pn:tipitauos en el interior


l.h: los subgranos dI:: f('rrita, debido a la presencia de gran número de defectos
crist<Jlinos en el interior de esos subgranos; y mejora --comparativamente a
1111<J estructura lamilHlT- las caractcrfsticas mecánicas: de modo significativo
1<J 1l'mteidad, A"'. y el lfmitc a fatiga de Wohlcr; y, moderadamente, Re
y Km.
bl algunos aceros. cuando su curva TTT es adecu<lda, se realizan tratamientos simi-
lares ¡jI isoforming, pero en la zonJ de transfonnación bainitica.
Ademjs de lo señalado anterionnenk existe, también, la posibilidad de
transformar austenita en martensita por confonnación mecánica (se ha alu-
dido a ello en VIlI.2.3,), Esta posibilidad se utiliza para conformar tt;:r-
momecánicamente algunos aceros austenfticos. aceros TRIP (Transforma.
tion lnduced Plasticity), a temperaturas comprendidas entre Md y M,.
Se dellut11ill~ temper~tur¡; Md de un ¡;o.:ero. por analogía a M,. aguell¡¡ temperatura
pur debajO de I~ o.:ual result~ posible la fonnao.:ión de 1 % de manensita por deformación
meo.:ank¡¡ de I~ austenit~. Lógicamente la temperatura Md es siempre mayor que M,.
Existen fórmulas empírk:Js. wmo la de Pickering. que permiten determinar. en fun-
ción de la composición química del ¡¡cero. la temperatura Md.lO ¡XH debajo de la cual
puetlt:' lograrse más de un 50% de martensita "mecánica" por deformadón real. €, igual
:J OJO:
MdX\telloCl=497 462(C+N)-9.25i 8.1Mn 13.7Cr 10Ni-18,5Mo
en que o.:ada 51mbolo qulmio.:o indica el porcentaje de ese elemento en el acero.
Est:J temperatura MdJo result¡¡ ¡¡ún más alta si el ao.:ero es previ¡¡mente deformado.
aproxil1l~tlamentc un 80~~,:.I temperaturas entre 250 Oc y 550° (la cstruo.:tur¡¡ aSldefor-
Illad~ seguir;; siendo ¡[ustenítk~. ¡¡ungue con ¡¡Ita densidad de dislocaciones),

Algunos al,;eros plenamente austenfticos a 25 Oc.


cuya temperatura M, es
inferior ¡¡ la ambiental. tienen temperatura MdJo superior a 25 oC. Por tanto,
si se conforma esa austenita a la temperatura ambiente va obteniéndose
RECRlSTALIZACION. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 567

martensita. De este modo se consigue una estructura doble, de martensita


"mecánica" y austenita, con altos valores de Re, R m , Y del alargamien-
to total.
Por tratamiento tennomecánico, así realizado con esos aceros austenfti-
cos, aceros TRIP, se logran -por ejemplo para 0,3% e, 8,5% Ni, 2% Mn,
9% Cr, 2% Si, 4% Mo- altos valores de Re (1450 MPa), R m (1500 MPa)
y del alargamiento total (50%).
Pueden obtenerse límites elásticos más altos (2000 MPa), pero con meno-
res alargamientos a la rotura (del orden del 25%), si se eleva la temperatura
Md30 del acero mediante una deformación previa de la austenita a tempera-
tura superior a Md . Por ejemplo, laminando la austenita a temperaturas supe-
riores a 250 oC; y conformando luego a la temperatura ambiente esa auste-
nita agria para obtener martensita (que por heredar las dislocaciones de la
austenita resulta más resistente).
Para obtener unos buenos resultados, en cualquiera de los dos supuestos anteriores,
es preciso que no haya nada de martensita "térmica" (es decir, de martensita formada
por salto térmico) antes de iniciar la transformación termomecánica a la temperatura
ambiente. Por ello la temperatura Ms del acero debe ser inferior a la temperatura amo
biente.
Como es obvio este tipo de conformaci6n produce un importante desgas-
te de las herramientas de conformación.

XII. 7.1.3. Tratamientos termomecánicos posteriores a la transformación


de la austenita

En aceros al carbono, o débilmente aleados, pueden obtenerse resultados


similares a los logrados por isoforming -aumento de Re, R m , Y simultánea-
mente de la ductilidad y resiliencia- mediante el tratamiento termomecá-
nico de conformación de la perlita señalado en la Figura XII.52. Esa mejora
de características mecánicas se debe a la globulizaci6n de la cementita per-
lítica, favorecida por la conformación, y a la restauraciÓn de la ferrita.
Reaulta beneficioso, para la ductilidad durante la conformación, tanto a las tempe-
raturas requeridas por el tratamiento termomecánico anterior como para confonnados
en frío, partir de estructuraa perilticaa de gran finura. Así por ejemplo, en la produc-
ción de alambres de acero de alta resistencia (0,7 % C), por trefilado en frío, las mejores
características se logran cuando el acero tiene previamente una estructura de perlita
muy fina. Esta suele obtenerse mediante un tratamiento isotérmico de la austenita, por
enfriamiento en Plomo fundido, para conseguir su transformación en la zona inferior
de la curva perlitica (parenring).
Durante la conformación de una estructura perlitica a temperaturas altas (siempre
inferiores a A¡), e incluso para su conformado en frío, la ductilidad resulta también
mayor cuando la morfología inicial de esa perlita es globular üt:lobulita~ Esto puede
lograrse mediante diversos tratamientos ténnicos de recocido que favorecen la globu.
!ización de las Liminas de cementita perlitica. Por ejemplo, por austenización incom-
pleta del acero, a temperaturas comprendidas entre Ae y A 3 , y enfriamiento al aire
568 CIENCJA E INGEN1ERIA DE MATERIALES

MS f----"
25
Fig. XlI.52. Perfitoforming

(si el acero tiene poca templabilidad) o enfriamiento en sales en la región perlítica (si
el acero es muy templable). En aceros de baja y media aleación se consigue también
g10bulizar la cementita perlítica por un tratamiento térmico más barato: por recocido
subcrftico (mediante un prolongado calentamiento de la perlita a temperatura pró-
xima a ~).

Por tratamiento tennomecánico de la martensita, a temperatura supe-


rior a la ambiental e inferior a Ms (Figura XII.53.), existe la posibilidad de
mejorar las características mecánicas de algunos aceros templados. Por
ejemplo, en un acero para aviación, de composición 0,38-0,43% e, 0,65-
0,85% Mo, 1,65 -2% Ni, 0,7-0,9% er, 0,2-0,3% Mo, templado, y reducido
8 % por estirado en frío en hilera de carburo, se obtienen valores de Rm de
unos 3000 MPa (frente a 2200 MPa en estado de temple), 3-4 % de alarga-
miento, y comportamiento a fatiga muy mperior al del acero templado.

"
A3 -------
"
A3 -------
Ae Ac

t p
(
n

25 25
Fig. XII.53. Tratamiento termomecanico de la martensita.
---
RECRISTALlZACION. DEFORMACION A ALTA TEMPERATURA 569

El tratamiento recibe el nombre de marformjng, y sus ventajas se derivan


del aumento de dislocaciones en la martensita, por deformación en frío, y
del aumento de lugares posibles para la precipitación de los carburos durante
el revenido.
En los aceros maraging (rer. Tablas VII.lO. y VII.1!.) pueden mejorarse sus caracte-
rísticas por confonnación en frío de la martensita Fe-Ni (cúbica centrada en el cuerpo),
antes de la maduración artificial de esa martensita. Ese tratamiento tennomecánico
previo, a la maduración de la martensita, recibe el tambien nombre de marforming.
Otros procesos (empleados en aceros de baja aleación -0,3 a 0,4% C-,
aceros para matricería ~O,4% e, 5% er, 0,5 v, 1.3% Mo-, aceros inoxida-
bles martensiticos -0,2 % C, 12 % Cr, I % Mo-, ref. García Poggio) com-
portan, análogamente a lo sefíalado a propósito de los aceros maraging, la
deformación en frío de la martensita revenida y una posterior maduración
(entre 200-400 oC) de la estructura defonnada. O bien la deformación en
caliente (realizada a veces a 650 oC) de la martensita sin revenir. Unos y
otros procesos suelen agruparse bajo el nombre de marforming. Se consi-
guen así mejoras de Re del 20 al 30 %, Y aumentos del 25 % en el límite
de fatiga.
La realización de muchos de los procesos antes sei'lalados precisa nuevas
instalaciones para la conformación, de más potencia que las convencionales,
y encontrar solución para algunos problemas económicos y tecnológicos
-por citar solamente uno, el desgaste- de una cierta consideración.
La mejora de propiedades por tratamientos termo mecánicos que puedan
conjugar restauraciónjrecristalización y las transformaciones de fase, no
se limita al campo de las aleaciones férreas. La doble posibilidad de confor-
mación tennomecánica del Titanio en una o otra fase, por presentar también
dos variedades alotrópicas (alfa -exagonal compacto- hasta 882,5 oC, y
beta - cúbico centrado en el cuerpo- por encima de esta temperatura), es
otro campo abierto a la investigación.
La micrografía de la Figura XII.54. corresponde a la sección de una aleación de Tita-
nio -con 5,93% Al, 5,78% Zr, 0,51% Mo, Si 0,20, Fe 0,04%- conformada en el domi-
nio O!. La' micrograf(a de la Figura XII.55. muestra, a igual aumento, la secdón de esa
misma aleación, pero confonnada en fase O! + {J. Sometidas una y otra a idénticos trata-
mientos térmicos se comprueba que el material conformado en O! resiste mucho mejor
a fluencia que la aleación conformada en el dominio O! +{J.

XI1.7.2. Tratamientostermomeciinicos en aleaciones de Aluminio

Las posibilidades de mejora por tratamientos termomecánicos, al igual


que ocurre en los tratamientos térmicos, no se limitan a las aleaciones cuyo
metal base presente transformaciones alotrópicas.
Así, por ejemplo, todas las soluciones sólidas inestables, con aptitud para
hipertemple y endurecimiento estructural por maduración, pueden benefi-
ciarse, también, de los efectos cooperativos de la precipitación, de la acritud,
y de la restauración o recristalización dinámica.
570 e/ENeIA E INGEN1ERJA DE MA TERIALES

I (a)

(b)
Fíg. XII.54. Titanio laminado en a:.
(a) Sección longitudinal.
(b) Sección transversa!.

Tal ocurre. por ejemplo, en las aleaciones ligeras de alta rcsiSlcncia (Ter. VII. 1.2.):
es beneficioso conformar en frío tras hipertemplc.
Así, l'n \<J fabricadón oc tubos forjados. por l'xtrusión y l'stirado, ,k
aleaciones Al ln 8 Mg C'u, eltcrnple y n.'venido de los tubos confiere 550
MPa de Re" 620 MPa de R IIl y 12% de alargamiento. Pero si el hipertemple
y maduración no se realizan al final del proceso, sino antes, se logran mejo-
res características de servicio. Cuando las últimas etapas del proceso son
--
RECRISTALIZACION. DEFORMAClON A ALTA TEMPERATURA 571

hipertemple, una posterior acritud del 50% por estirado, y un calentamiento


del tubo a 100 Oc durante 16 horas (para maduración y restauración), se
logran -con suficiente alargamiento, del 6 % ~ valores del límite elástico y
de la carga de rotura más altos que en el supuesto anterior.
Otro ejemplo 10 proporcionan las aleaciones AI-l % Mg-o,5% Si. Puede
obtenerse una misma resistencia Rm siguiendo dos procesos diferentes.
En el primer caso la aleación se hipertempla, se endurece despu~s por madu-

(b)

Fig. XD.55. Titanio laminado en a + {J.


(a) Sección longitudinai.
(b) Sección tranSIJers41.
572 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERlALES

ración y se le confiere luego la acritud necesaria para alcanzar R m . En el


segundo caso se confiere la acritud tras el hipertemple y se calienta luego la
aleación agria para alcanzar, por maduración (al mismo tiempo que restaura),
el valor Rm . En este segundo caso la capacidad de deformación, su ductili-
dad, resulta mayor que en el primero.
También en la aleación ligera Almelec (Al, 0,5-0,6% Mg, 0,5-0,6% SO,
para conductores, se logra un buen compromiso entre propiedades mecáni-
cas (R ro igual a 330 MPa), conductividad eléctrica, y capacidad de defor-
mación, con las etapas de tratamiento térmico y mecánico en el siguiente
orden: hipertemple, acritud, maduración. Esta maduración produce simul-
táneamente endurecimiento por precipitación y restauración. La precipita-
ción y restauración, al final del proceso, contribuyen a mejorar la conducti-
vidad eléctrica y proporcionan, para un mismo valor de R m , capacidad de
deformación adecuada (para poder bobinar los cables).

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XIII
La elección de
materiales estructurales.

Para su trabajo profesional en el ámbito de los materiales el ingeniero necesita


conocer la estructura del malcrial -heredada de las transformaciones de fase- y la
correlación entre dicha estructura y sus propiedades. El ingeniero, partiendo del
conocimiento, debe orientar su atención a las aplicaciones. Por 10 demás, para el
ingeniero, los materiales no han de ser como personajes pirandellianos en busca de
patrocinador -"materiales en busca de aplicaciones"-, sino más bien la respuesta
concreta a unas exigencias de servicio o de producción.
Para la elección de materiales estructurales"', esto es, para un satisfactorio campar·
lamiento mecánico, resulta imprescindible haber determinado previamente las exigen-
cias y circunstancias del trabajo que habrá de realizar. Entre otras, la naturaleza del
esfuerzo (tracción, flexión, pandeo, estirado, presión de un recipiente); la magnitud
del esfuerzo (no es igual la exigencia para un aerosol y para un recipiente de gas a pre-
sión); el modo de aplicación de ese esfuerzo (estático o dinámico); y las condiciones
de contorno (por ejemplo, temperatura de servicio, oxidación, corrosión).
Una vez determinado el objetivo, la seleccion del material adecuado para una apli-
cación concreta supone casi siempre, para el ingeniero, un prolijo intento de optimizar
factores varios: respuesta del material en servicio (propiedades masivas y de superfi-
cie); comportamiento durante la producción; precio y disponibilidad (o escasez) del
material; ahorro de energía y recursos económicos; previsión de una obsolescencia
técnica de las instalaciones; incidencia del material en el entorno ecológico; y otros.
No es el propósilo de este capítulo abordar la elección de materiales integrando
todo ese conjunto de cuestiones, sino simplemente sugerir algunos criterios, útiles
por su frecuencia práctica, relativos a la selección de materiales estructurales para
temperatura ambiente.
En los apartados siguientes -Xm.2, XIII.3, y XlIl.4- se analiza el empleo alterna-
tivo de distintos materiales para un servicio estático, en función dc su rigidez, resis-
tcncia a la deformación plástica, estabilidad a la rotura y peso. Ello exige ampliar las

• Al ingeniero se le planlea el problema de la selección de malerialC!i princi~lmcnte C\l.lIndo se Ullla de


aqutllos que -de un modo quid poco preciso. pero vtlidl>- cabe denominar MC!iIruct\lralcs cuyo iOlerts radia
M

lObrc iodo en propinJudd -ui.'IIIs dc ripo ~ko. laks como módulo e1istico. límile distico. carga de IOIU-
M
B, tenacidad o pc:5O. En cuanto a los MfuDCiollab - C$ decir, kJ:s que iOleUQ.o ~n funciones DO QtnICtuI'1l\es,
wC$ como conductividad eléclrica. Mlpercooduetividlld, 5Cmironduetividld, ClIIidlld radioactiva o m.agnctismo-
MI selección viene condicionada. pucisamenle. JXIf esa Mfullción que se solicila de elloJ. Conviene, de lodM
M

maneras. punluaJiUt que la divisoria en1l'e maleri.1c$ ~C!i1l'UClUJ'alC!i~ y ~funcioDalC$M no siempn: resulta I'I(la.
Basta penSilt, por ejemplo, en el empico de accroll inOlddabks auslenílioos- en biomccAnica, informálica, I'1Idio-
sonido. elc - como maleriales que aúnan amagneti~mo. resistencia a corrosión, resiSlencia mceinica, lenacidad
y (liras cualidades. Estas última~ propiedades, las eslructurales, constituyen las variables para su selección. a
panir de la constanle que supone la fundón reclamada. Por cuanlo alar.e al faclor precio de coste. los criterios
son análogos pan eualcs.quiera materiales. En todo caso, y. queda scl\alaoo (rcf.Cap O) el efectivo predominio
M
ponderal de los MeslruClurales respecto a los "funcionalcs"
576 CIENCIA E lNGEN1ERlA DE MA TERlALES

nociones de rigidez y resistencia ya expuestas a propósito de la tracción, y eslUdiar


Jos casos más (reeueRles de comportamiento mecánico estático: vigas (XII1.2),
columnas (XIII.3) y depósitos a presión (XII1.4). Complementariamente, en el apar·
lado XHI.s, se formulan algunas observaciones relativas al precio de coste como fac-
tor fundamental para la elección de un material.

En el apartado XIII.6 se apuntan sumariamente- las bases para selección de mate-


riales resistentes a fatiga de largo número de ciclos (los aceros bonificados).

Por último, en los apartados finales se recogen algunas consideraciones comple-


mentarias: las del apartado XII1.7 sobre estructura y temperatura de servicio; y las del
XIJI 8, de lipo general.

XIII.1 PROPIEDADES MECANICAS COMPUESTAS. MAPAS PARA LA


ELECCION DE MATERIALES.

En el apartado VlI.1.2 se hizo una referencia al inlerés que para la industria aero-
náutica presentan las aleaciones ligeras de olla resislencia. Lo que propiamente
caracteriza a estas aleaciones es una "relación"; entre resistencia R y densidad d. Su
limite eláslico específico ~:d) y su resislencia específica (Rm:d) son altos.

Esas aleaciones son ventajosas para aplicaciones en las que importe la ligereza.
Aunque no siempre resultan preferibles a otras aleaciones más resistentes y más den-
sas. Unicamente las aventajan si. en esas aleaciones ligeras. la relación R:d es mayor
que en las otras.

Supónganse dos materiales A y B tales -como prácticamente ocurre al comparar


un acero eutectoide de perlita gruesa y un duraluminio madurado - que la resistencia
de A a la tracción sea el doble de la de B; y que la densidad de A resulte el triple de
la de B . En ese supuesto. para obtener igual resistencia a la tracción. una barra cilín-
drica del material A pesaría 1.5 veces más que una barra, de igual longitud, del mate·
rial B (que. a su vez, ocuparía un volumen doble del de A). En cambio, si la resisten-
cia de A fuera superior a tres veces la de B, siendo d A =3.d o • seria el material A -el
más pesadQ- el que resultaría más idóneo para "resistencia y ligereza".

El interés que para el diseño tienen ésta y otras relaciones entre propiedades -
"propiedades compuestas"- se ha ido concretando desde hace unos pocos años -el
Prof. Ashby merece ser citado por ello- en sistemáticas para seleccionar materiales
con la apoyatura de unos M mapas". Estos penniten comparar entre sí materiales metá-
licos, cerámicos, naturales, poliméricos y compuestos.

A ese tipo de mapas -cuya utilidad se describe más adelante- corresponden.por


ejemplo, las Figuras XIII.1, XUI.2, XIII.3, XlII.4, que han sido elaboradas a partir
del conjunto de datos consignados en la Tabla XIII. 1.

• Su desarrollo pormenorizado se aborda en una obra del autor, relativa a "Aceros'". próx.ima a aparc:ccr.
l..A. ELECCJON DE MA TERIALES ESTRUCTURALES 577

Tabla XIII.!. Lista de Materiales - (re! Peapell, Belk., Verdeja)


E 0, K" C.
MATERIAL (GP,) (Tnem 1) (MP,) (MPa.m"') (mm)
Aluminio 1100 recocido 69 2,71 34 45 1.550
Aluminio 1100 H14 69 2,71 117 45 J.550
Aluminio Mg 5083 recocido 70,3 2,66 145 35 1.585
Aluminio Mg 5080 H34 70,3 2,66 285 35 1.585
Aluminio Mn 3003 rccocido 70 2,73 42 35 1.550
Aluminio Cu 2014 T6 72,4 2,8 414 31 2.050
Aluminio Mg Si 6061 T6 68,3 2,7 276 35 1.750
Aluminio Zn Mg 7039 70 2,78 310 45 2.680
Aluminio Zn Mg Cu 7075 T6 71 2,8 503 28 2.740
Aluminio 12 Si 413 71 2,66 145 10 1.130
Magnesio AZ91 B moldcado 45 1,81 150 2.260
Magnesio AZ3IB recocido 45 1,77 150 31.500
Cobre OFHC recocido 118 8,94 62 65 1.300
Cobre OFHC forjado Jl8 8,94 324 65 1.300
Latón recocido 105 8,52 78 35 1.340
Latón forjado 50 % 105 8,52 386 90 1.340
Latón 60/40 estirado 105 8,39 385 60 1.520
Cobre 1 % Cr ST CW envejecido 130 8,89 433 65 3.200
Cobre 2 % Be ST envejecido 130 8,25 930 65 10.600
Metal Gun 5Sn 5Zn 5Pb 83 8,83 93 40 1.170
Cobre 30 % Ni 150 8,94 595 65 2.600
Bronce al Aluminio 9A1 2Fe 115 7,65 390 65 2.830
Bronce fosforoso 105 8,77 772 30 2.830
Plomo 99,9 14 11,34 7 530
Plomo 6Sb estirado 16 10,88 12 730
Estaño a puro 44 7,3 12 12.700
Titanio CP Grado 2 103 4,5 360 83 14.500
Titanio 6A14V recocido 110 4,43 825 75 29.000
Cinc CP laminado 97 7,18 120 1.200
Níquel 200 recocido 204 8,89 148 9.210
Níquel 33 Cu 179 8,83 230 6.520
Níquel 16Cr 6Fe Incone1 600 207 8,42 300 7.110
Nimonic 105 189 8,01 815 21.500
Fundición gris 145 7,3 260 6 125
Fundición esferoidal 169 7,1 289 20 190
Fundición maleable 169 7,35 181 12 250
Acero dulce 210 7,85 280 140 250
150M 19 Acero nonnalizado 210 7,85 290 350
150M 19 Acero bonificado 210 7,85 570 186 380
823M30 Acero normalizado 208 7,85 500 145 640
823M30 Acero bonificado 208 7,83 850 150 670
HC Acero bonificado 212 7,83 680 150 390
Acero HSLA 210 7,85 600 110 575
Acero para herramientas BS I 215 7,85 1.240 110 1.960
18/8 Acero inoxidable 208 7,94 220 110 1.150
HY80 Acero bonificado 207 7,84 550 160 720
Acero Maraging 1400 180 8,37 1.400 145 9.500
Polietileno LD 0,2 0,92 8 2 550
Polietileno HD 1 0,95 30 5 650
Polipropileno 1,4 0,9 32 3,5 550
Polioximetilcno 3 1,43 65 1.000
578 C/ENCIA E INGENIERJA DE MA TERlALES

E 0, K" C.
MATERIAL (OPa) (TrJim J ) (MPa) (MPa.m,n) (f{fm)
Nylon 6-6 2 1,24 57 3,5 1.500
Polivinilc1oruro (PVe) 2,6 1,4 48 2,4 500
Policslireno 3,4 1,05 45 2 650
ABS (Alta tenacidad) 2 1,01 30 2,7 2.000
Policarbonato 2,4 1,2 55 2,6 900
Epóxide 2,4 1,2 50 1 1.000
PMMA 3,2 1,19 60 1,6 900
Fcnolfonnaldehído 8 1,3 45 500
Caucho natural 0,0175 1,12 25 790
SBR 0,0135 10,2 17 835
Policlorofeno 0,006 1,42 20 1.000
Poliester SMC 17 2 45 0,9 800
Fibra de carbono-Epóxide (CFRP) 220 1,55 670 45 20.000
Porcelana 70 2,5 40 0,8 250
Vidrio 70 2,5 50 0,8 1.000
Vidrio cerámico 100 2,4 100 0,8 1.400
Alúmina 380 3,9 150 3 250
Sílice 70 2,6 18
Titania (TiO, - MgO) 100 3,7 50 1.000
Ziroona 160 5,6 70 4 3.000
Carburo de Boro 460 2,5 180
Carburo de Silicio 450 3,2 250 3 770
Carburo de Wolframio 700 17 180
Nitruro de Si prensado en caliente 310 3,1 400 4 10.000

En el mapa de la Figura XIILl se relacionan los módulos de Young de esos distin·


tos materiales y su densidad. Cada conjunto particular de materiales -aleaciones,
cerámicas, compuestos, maderas, etc~ figura en el interior de recintos enmarcados
con línea de trazo grueso; y dentro de cada conjunto aparecen orlados por una línea
fina varios tipos individuales de material dentro de cada clase.

Para la Figura XIILI se han empleado coordenadas logarítmicas y ello permite


ilustrar sobre tres rangos de densidad en los materiales:

- entre 0,1 y 1 (maderas, espumas y polímeros ligeros)


- entre 1 y 3 (resto de polímeros, elastómeros, materiales compuestos, refracta-
rios y cerámicas porosas, aleaciones ligeras de Al, Mg)
- más de 3 (cerámicas "tenaces", aceros, otras aleaciones no férreas).

Por lo que se refiere al módulo de Young, E, se aprecian también, grosso modo,


tres órdenes de magnitud:
~ de 0,01 a 10 GPa (maderas, espumas, elastómeros, polímeros);
- de 10 a 100 GPa (vidrios, materiales compuestos, refractarios y cerámicas
porosas, aleaciones de Al, Mg, Ti, Sn, Pb)
- de 100 y I(XX) GPa (aceros, aleaciones de Ni, metales refractarios, zirconas,
alúminas, sialones, diamante).
LA. ELECCJON DE MA. TERlALES ESTRUCTURALES 579

1000 "...--------,~==__¡¡;""'--____,

CERAMICOS
,"
SOUD1F1CAOOS

100

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0,01 '--'--'-.-ULlibL--L-'--"--.......U-LU-_L-"L.L-W.'-""
0,1 10 100

d (MgJm')

Fig. XlU.1. Mapa para selecci6n de materiales (E, d).

El módulo de Young de los materiales está vinculado con la rigidez de enlaces


entre los átomos y moléculas que configuran la materia sólida (rcf.I.4). Tiene habi-
tualmente un valor puntual para cada material porque E es una propiedad "insensible
a la estructura micrográfica" del material. Por ello es una magnitud frecuentemente
utilizada para comparar materiales.

Otro mapa es el indicado en la Figura XlII.2. En él se relacionan --con escalas


logarítmicas- resistencias a la deformación plástica, en ordenadas, y densidades en
abscisas.

El espectro de resistencias a la deformación plástica de los materiales manifiesta


cuatro órdenes de magnitud en la Figura XlII.2:
580 CIENCIA E lNGENIERlA DE MATERlALES

- de 1 a 10 MPa (espumas, claslómeros. corcho).


- de 10 a 100 MPa (airas polímeros orgánicos, maderas con textura paralela a la
fibra, hormigón, cerámicas porosas, aleaciones de Plomo).
- de 100 y HXX> MPa (materiales compuestos, ceramalcs, aleaciones varias).
- de 1000 a 10.000 (aceros, zirconas, alúmina, si alones). La resistencia de
10.000 MPa, a compresión, corresponde al Carbono diamante, límite superior
en dureza de la escala de Mohs.
Este mapa de la Figura XUI.2 presenla señaladas diferencias con respecto al de la
Figura XlILl. Obsérvese, sobre lodo, el amplio rango venical de resistencias a la
deformación plástica que presentan algunos materiales estructurales. Ese comporta-
miento variable --en particular de Jos materiales metálicos- es su respuesta al confor-
mado mecánico y termomecánico (por acritud -cap X y XI-, o por restauración,
recristalización estática, deformación en caliente -Cap XII -); y a los tratamientos
térmicos por cambio de solubilidad y/o transformación alotrópica en estado sólido
(ref Cap VII y VIII).
10000 0----------,-,"'----------,
VIDRIOS
S""
SiC
_
-'lr:-_CERAMlCOS
SOUD1FlCAOOS

COMPUESTOS 8 N. ...IIH-J~~

IODO ""
CERAMlCOS POROSOS

~ 100

" ....
I'ItU:loab

10¡""--o\,-
I'tl'pcndicul.. a la
m,..

"""m.
1 10 100
d (Mg/m')

Fig. XID.2. Mapa paTa selección. de materiales (q, d)


581

El diagrama de la Figura XJII.3 relaciona, empleando coordenadas logarítmicas,


densidades y factores de intensidad de tensiones K¡C de diversos materiales. En él se
pone de manifiesto que la tenacidad de los materiales metálicos es muy superior a la
de los polímeros. vidrios y cerámicos.

1000 "----------,,,-7"-----,

L.i",,~ pil ~ di3e-


ÍlI05 de milUmO pc3IO

AlEACIONES

10
COMPUBSTOS
<f,
Perpendiculo. I l.
;; fi. .
~ SiC folgO
CERAMlCúS
SOUDIFICAOOS

2

1
J N.
plf---_ VIDRIOS
Pualtlo IIa
"
""" CERAMlCOS

0,1

E-----"",\ -
lbmipeI T

POUMEROS
POROSOS

MADERAS

O,O 1 '----'----'--U-......u....-''----'---'-LU.LU._-'--'-''-'-'.ll'l
0.1 1 10 100

d (Mg/mJ )
Fig. XIII.3. Mapa para selección de materiales (K'r, d)

En cuanto a tenacidad, según los valores de K¡ü se advierten al menos tres órde-
nes de magnitud expresados en MPa.m Il2 :

- menos de 10 (maderas, polímeros, cerámicas porosas y cerámicas ",enaces")


- entre 10 y 50 (aleaciones de Aluminio, aleaciones de Titanio. aceros de alto C.
fundiciones férreas, maleriales compueslos) y
- entre 100 y 300 (aceros bonificados, aceros austenÍlicos, metales dúctiles muy
puros).

Ello guarda relación con el máximo tamaño de grieta admisible en el material, o


582 CIENCIA E INGENIERlA DE MA. TEIUALES

tamaño crítico sin que se produzca rotura catastrófica (refXJ.6), que vaña desde el
orden de micras --en vidrios y cerámicos-. hasta decímetros en los materiales metáliros.

En la Figura XII1.4 se han relacionado, en escalas logarftmicas, los valores O de los dis-
tintos materiales (lomados de la Figura XlI1.2) y sus conespondienles valores 'le
K1C' Ello
permite una rápida estimación de la tenacidad comparando el tamaño crítico de grieta de los
diferentes materiales para una misma o.

Para ello reC1Jérdcsc el ensayo de la Figura XI.16. E/tamaño crítico de grieta, a, que ocasio-
naria una rotura catastrófica si se aplicara un esfuerzo igualo superior al límite elástico, Oy. es:

y esta expresión queda representada, en la Figul1l XIU.4, de coordenadas logarítmicas. por un haz
de rectas paralelas de diferente ordenada en el origeo (mayor cuanto mayor es el valor de .).

1000
0(..,

K.' -c
~,~

100 .,-",,;-
"
(ID

POLlMEROS

,,- 10
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"
1

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, Parllc~" /éERAMlCOS
I.libt~ POROSOS
/
tG.ixo.' (mm)

10 100 1000 10000

o,(MPa)

Fig. "lU.4. Mapa para selección de materiales (KJe, ~).


-
LA ELECCION DE MATERiALES ESTRUCTURALES 583

A modo de resumen puede subrayarse que, cuando en la elección de un material


priman criterios de tenacidad y, simultáneamente, de resistencia a la deformación
plástica, las aleaciones desplazan a otros posibles materiales competidores. Entre las
aleaciones las más tenaces - tales como los aceros inoxidables austcníticos, y algunas
soluciones sólidas de base Aluminio, Cobre o Níquel- pertenecen al sistema cúbico
centrado en las caras; que es menos propenso al clivaje (reLXI.4.1) que aquellas alea-
ciones -aceros no austeníticos, W, er, Mo, elc-, que cristalizan en el sistema cúbico
centrado en el cuerpo, a las que cabe asociar una alta temperatura de transición dúc-
til-frágil (ref XI.6)

XIII.2.- MATERIALES PARA VIGAS

El nombre de "viga" se aplica tanto a los elementos estructurales así designados


comunmcnte en la construcción de edificios como a barras, tubos, placas, etc, -pro~
duetos largos con respecto a su sección transversal (Figura XII1.5}-, apoyadas en
puntos extremos y sometidas a fuerzas que provocan la flexión en un plano axial
(Figura XII1.6). Muchos de los elementos de máquinas, piezas, mecanismos, etc, se
comportan en servicio al modo de vigas.

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Fig. XIII.5. Vigas. Diagrama de momentos flectores y esfuerzos cortantes.

Se dice que una "viga" trabaja aflexión pura entre dos secciones A y B -simétricas
respecto a la zona central, correspondiente a la longitud media de la viga-- si se verifica
que su momento flector es constante entre esas dos secciones. Y que, además, entre A y
B el esfuerzo cortante es nulo en cualquier sección nonnal al eje de la viga.
584 CIENCIA E lNGENIERIA DE MA TERIALES

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Fig. XIlI.6. Flexión de la viga en un plano axial (Timoshenko).

XlII.2.1. Geometría de la sección y comportamiento mecánico

Supóngase que la viga tiene a todo lo largo de su eje una sección simétrica res-
pecto a OY, tal como se indica en la Figura XIlI.7, y admítasc que cada sección, ori-
ginalmente plana, sigue permaneciendo en un plano al cargar la viga.
Bajo carga, la parte inferior de la viga adoptará una fonna convexa; ya que sus
"fibras", sometidas a tracción, alargan. En cambio, la zona superior de la viga apare-
cerá cóncava porque sus "fibras" están sometidas a compresión y acorlan.

y Sección longitudinal y Sección transversal


Fig. XIII.7. SecciÓn transversal de una viga (Timoshenko)
LA ELECC/ON DE MA. TERlALES ESTRUCTURALES 585

La Figura XIII.? ilustra sobre esos esfuerzos de tracción y de compresión; y pre·


cisa que en una sección intermedia habrá fibras no sometidas a esfuerzo alguno -ref
segmento COD de la Figura XIII.?- y que por tanto no varían de longitud. Esa capa
de fibras de longitud invariable recibe el nombre de superficie neutra; y su intersec-
ción con la sección transversal de la pieza, COD, se denomina eje neutro.

Patece razonable suponer que, bajo momento nector constante, el eje neutro
adoptará la forma de un arco circular; y que dos secciones adyacentes ab ij -por per-
manecer planas al cargar la viga y seguir normales a la superficie neutra-- se cortan
en cl centro dcl círculo O de la Figura XUI.6.

Con esos presupuestos se observa que el segmento mn, corrcspondiente a una


fibra distante una magnitud y de la zona neutra, ha experimentado un alargamiento al
cargar la viga nn'= y.d8; y puesto que la longitud inicial era mn'=dx, la deformación
experimentada por tracción ha sido Ex= yd8/dx = y/p; siendo p el radio de curvatura
de la superficie neutra. Por tanto. admitiendo que el material sigue la ley de Hooke y
que su módulo de Young es igual en fracción que en compresión, resultará 0x igual a
Ex.E. Por consiguiente la tensión de esa fibra es E.y/p.

En cada diferencial de área de la sección transversal, dA, actuará una fuerza igual
J
a 0x.dA. La integral de los momentos elementales debidos a esas fuerzas - y.ox.dA-
deberá ser igual al momento nector M. Por consiguientc, en una viga, su rigidez a la
nexión (mayor cuanto mayor sea p) puede determinarse mediante la fórmula:

IIp= MIEl
siendo M el momento nector, E el módulo de Young; e I la integral, denominada
J
momento segundo de inercia: y2.dA

XIII.2. 1.1. Geometría y rigidez (resistencia a la deformación elástica)

En una probeta somctida a tracción su rigidez depende exclusivamente del módu-


lo de Young del material, E. En cambio, la rigidez de una viga trabajando a flexión
depende no solamente de esa propiedad del material sino también de la geometria
de la sección de la viga. Así, vigas de un mismo material tienen distinta rigidez
según se trate de barras. placas, tubos, cte.

Considérese por ejemplo la viga maciza, de sección rectangular, de la Figura


XIII.S.1. Su momento de inercia (la integral de y2.B.dy entre +1112 y h/2) es Bh3/12.
Análogamente el momento de inercia de una viga de sección circular (Figura
XIII.S.II) resulta ser lt.r4:4. Si se comparan dos vigas de igual longitud, de un mismo
material, una de sección cuadrada y otra de sección circular, con igual área en ambas
secciones (es decir, B2=lt.r2), el momento de inercia dc la viga cuadrada resulta ser
1,0472 veces el momento de inercia de la viga circular. Es decir, para la misma longi-
tud y el mismo peso, una viga de sección cuadrada es 4,72% más rígida que otra de
sección circular.

De igual modo, si -para un mismo material- se comparan entre sí varias vigas de


CIENCIA E INGENIERlA DE MATERiALES

1I 111 IV
y y Y

Secci6n ,

,.~
3 _1tba3
1 = Bh 1x - 4
Momento x 12
de inercia 1 = hB3
Y 12 Iy = n: b3

Momento
resistente

Fig. XIII.S. Vigas: Momentos de inercia y momentos resistentes de la sección.

1I 111 IV

Secci6n
~
8 ~
Momento 1 _ BH3. bh 3 1 _ B (H3. h3)
de inercia x- 12 x- 12

Momento
resistente

Fig. XID.9. Perfiles: Momentos de inercia y momentos resistentes de la secci6n.


LA ELECCION DE MA. TERlALES ESTRUCTURALES 587

10ngilUd L1 e idéntico peso total, de sección rectangular (por tanto todas de igual area
Bh), resultará más rígida la viga cuanto menos ancha -y por tanto más alta- sea su
sección.

En resumen, utilizando un mismo material para vigas de igual longitud, su rigi-


dez frente a un mismo momento flector, Al, depende exclusivamente de 1 (que, a su
vez, viene determinado por la geometría de la sección transversal de la viga).

Xll/.2. 1.2.Geometría y resistencia a la deformación plástica

Definida la rigidez de un material como su resistencia a la deformación elástica


(que no deforme al aplicar una carga), otra propiedad diferente del material es su
resistencia a la deformación plástica; es decir, quc la deformación producida no sea
permanentc o -lo que es igual- que se recuperen las dimensiones iniciales al cesar la
carga.

Cuando un material trabaja a tracción su límite elástico debe ser mayor que la ten-
sión aplicada si se quiere que resulte resistente a la deformación plástica. Pero cuan-
do se trata de una viga a flexión hay que tomar en consideración, además, otros fac·
tares.

A propósito de la Figura XIII.6 se ha indicado que, para un material que sigue la


ley de Hooke, la tensión de fibra 0x varía linealmeme con la distancia y a la superfi-
cie neutra. Se ha visto ademas que ox=y.E: p. Por lo que, sustituyendo p por su valor,
se obtiene: 0x=M.y/l.

La tensión máxima de lracción corresponderá a las fibras situadas a distancia h,


de la superficie neutra (Figura XIII.?); y su valor 0max será igual a M.h,:1. Si el valor
de 0max es inferior al límite elástico a tracción del material no se producirá defonna·
ción plástica en la zona inferior de la viga (barra, placa, lUbo, etc).

Análogamentc, la tensión máxima de compresión en la zona superior de la viga


-coincidente con la máxima tensión de tracción cuando h l es igual a h:z- valdrá
M.h 2:1; y no se producirá deformación plástica por compresión con tal que estc valor
sea inferior al límite elástico a compresión del material.

En definitiva, cuanto menores resulten el valor de 0max y el de 0min tanto más


resistente a la deformación plástica será la viga. Por ello -puesto que 0max es igual a
M: W 1 Y 0min igual a M:W 2-la resistencia de la viga a las deformaciones plásticas
por tracción y por compresión, para un mismo momento fleetor M, será tanto mayor
cuanto mayores sean respectivamente los valores W I y W 2 denominados momentos
resistentes de la sección (W,= ); h t ; W2= 1: h:z).

De consideraciones anteriores se deriva que dos vigas de un mismo material e


igual longitud tendrán la misma resistencia a la deformación plástica con tal de que
los momentos resistentes de la sección transversal sean iguales; y ello aunque una y
otra viga tengan perfiles diferentes.
588 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MA TERIALES

De esas vigas interesará la de sección con menor área; porque requiere menor volumen de
material y por tanto resultará más económica. Así por ejemplo, en vigas de sección simétrica
respecto al eje neutro -de igual W¡ y por tanto la misma resistencia a la deformación plásti-
ca-, será más económica una viga de sección cuadrada que otra de sección circular. Otro caso:
comparando vigas rectangulares cuya área de la sección transversal sea idéntica -producto B.h
constante- resultarán más resistentes a la defonnaci6n plástica las vigas esbeltas que las pla-
cas (bajo valor de h) porque el momento resistente de la sección rectangular es B.h 2:6; y por
tanto aumenta con el cuadrado de h.

Si el material es igualmente resistente a tracción y a compresión, lo razonable


es que la sección transversal de la viga sea simétrica respecto a la línea neutra
para que resulten iguales h¡ y h2 , con lo que a max será igual a amino Nótese que el
eje neutro de la sección recta de una viga pasa siempre por el centro de gravedad
de esa sección. Ya que, como se indica en la Figura XIII. 7, ha de verificarse que
J y.dA= A.Yg=O; por lo cual Yg -{)rdenada del centro de gravcdad~ es cero.

Obsérvese también -recordando la distribución de tensiones en función de la dis-


tancia a la superficie de fibras neutras- que, para mayor resistencia a la deformación
plástica (y también para mayor rigidez), conviene que la mayor parte de masa de la
viga esté lo más alejada posible de la línea neutra, cualquiera que sea la geometría
de la sección. Su expresión más palmaria se encuentra en las vigas en T, doble T,
carriles, cubicrtas corrugadas, etc.
Para poderse iniciar en la elección materiales -barras, tubos. y perfiles simétricos-, no
sólo a flexión (reí. XIII.2.2) sino también a pandeo (ref.XlII.3.2) y otros supuestos (reí.
XIII.S.I.1), se señalan en las Figuras XlIl.8 y XlII.9 los valores de J y de W correspondientes
a distintas secciones.

Pero, si el material es más resistente a compresión que a tracción, como ocurre


con el hormigón, que puede fallar por las tensiones de tracción en la cara convexa,
será conveniente emplear una sección de viga rectangular asimétrica respecto a la
fibra neutra. Es decir, convendrá reforzar la zona inferior de esa sección con redon-
dos de acero (hormigón armado); para que toda la tracción sea aguantada por el acero
y toda la compresión por el hormigón.

Además del hormigón muchos otros materiales resultan más resistentes a compresión que
a tracción; tal ocurre por ejemplo con las fundiciones grises laminares (que, además, no tienen
límite elástico) y --entre los no metálicos- con los materiales naturales y cerámicos. Para
barras, tubos, placas, y en general vigas simples de esos materiales -no compuestas como la
mencionada de hormigón armado- convendrá que la viga sea asimétrica respecto al eje neu-
tro, para minimizar peso. Puede fácilmente comprenderse que resultaría favorable una sección
trapezoidal cuya base menor estuviera en la zona sometida a compresión; y las distancias h¡ y
hZ habrían de estar en la misma relación que los límites elásticos del material a tracción y a
compresión.

En todo este apartado XIII.2 se ha supuesto que las condicioncs de trabajo son de
flexión pura: con momento f1ector constante en toda la longitud de la viga y sin
esfuerzo cortante. Con todo, las conclusiones son generalizables también a otros
casos de flexión no pura.
LA E/.ECC/DN DE AtA TERlALES ESTRUCTURALES 589

En esas condiciones, de momento fleetor variable a lo largo de la longilud de la


viga, se admite como válida en cada sección transversal la condición de rigidez IIp=
M (x)IE.I ; si bien p varía a lo largo de la longitud x de la viga y, en consecuencia, la
superficie neutra adopta la fonoa curva denominada línea elástica.

Para obtener la ecuación diferencial de la línea elástica se considera que los


esfuerzos no superan al límite elástico del material; que las flechas bajo efecto de la
carga son pequeñas; que (ver Figura XIII.lO) ds =pde; que ds es aproximadamente
igual a dx; que el ángulo e, por ser pequeño, es prácticamente igual a su tangente
dy/dx. Con ello se tiene: IIp = dsldx =d8/dx =d 2y/dx 2. Verificándose, además, que
IIp = M(x)IE.I. Igualando ambas expresiones y teniendo en cuenta que cuando la
curvatura es cóncava hacia arriba -momento nector negativo- la pendiente de la
curva, dy/dx, es positiva, la función de la elástica se obtendrá integrando la ecuación:

E.1.d'y/d.' = - M(.)

I/p
1,
l
----¡ ¡... de

"
I ,
1 , ds

Ifq~~-'
e I ,--::::.---.1
.-1 r- d• ---,
de
y

Fig. X111.10. Linea eláslica de una viga (1imoshenko)

Esta ecuación no incluye las flechas adicionales resultantes de la defonnación por


cizalladura del material; que, por otro lado, son habitualmente pequeñas y pueden despre-
ciarse. Y -aplicando la ecuación de la elástica a casos de flexión fI(} pura- podría deJn05.
lrarse que las vigas resultan también más rigUJas cuanto mayor es el producto E.l.
590 CIENCIA E INGENIERlA DE MATERlALES

XIII.2.2. Comparación t'ntre materiales para vigas

En párrafos anteriores se han hecho algunas consideraciones sobre la incidencia


que la geometría de la sección tiene en la rigidez y resistencia a la deformación plás·
lica de un mismo material cuando se manufacturan con él elementos tales como
barras, perfiles, placas, IUbos, ballestas, etc.- destinados a trabajar en flexión. En lo
que sigue se considera en cambio, para una misma geometría, la incidencia del mate-
rial.

Por ejemplo, en la selección de materiales para vigas (placas, barras, IUbos, ctc.),
puede interesar obtener con el mínimo peso de materia una determinada rigidez a la
flexión; o una determinada resistencia a la deformación plástica; o evitar una rotura
catastrófica. Para ilustrar el método a seguir en esa selección de materiales se ha que-
rido tomar como ejemplo una placa (Figura XJIJ.5) de longitud L) y anchura w¡
-ambas fijas- y espesor variable 1. Por tanto, de peso P igual a LI.wl.l.d -siendo d la
densidad del materia1- y momento de inercia igual a wl.t3: 12.

El razonamiento a seguir sería anáJogo si se tratara de minimizar el volumen cuando los


requerimientos de espacio fueran determinantes para [a elección.

XIII.2.2./- Minimizar peso con igual rigidez

Si esas placas, aunque elaboradas con diferente material, han de presentar igual
rigidez a flexión frente a un mismo momento Dector M l' se habrá de verificar en
todos los casos que su producto E.I sea igual.

Por tanto, para placas de igual rigidez C]I habrá de verificarse que

C 1=EI=E.w 1.l 3:12. y sustituyendo I en función de P se tiene que


e l= E. p3: (12.L¡3. w 1 2 .dJ ). Con lo que E:d3=12.C 1.L]J.wI 2:pJ; es decir,
E1I3:d = etc: P.
Esta última relación puede ser representada -ver Figura XIlI.lI de coordenadas
logarítmicas- mediante una recta de pendiente 3 y ordenada en el origen 3.1og(cte:P).
Por ello, en el mapa de la Figura XIll.l, podrán fácilmente elegirse diversos materia-
les para una placa de rigidez C l .
En la Figura XIlI.tl se esquematiza el procedimiento para la selección. Considé-
rese por ejemplo un determinado material A definido por su módulo de Voung E y su
densidad. Trazando por A la recta de pendiente 3 resultará que todos los materiales
situados sobre esa recta proporcionarán - para igual rigidez a flexión el - placas del
mismo peso, PA • según se desprende del valor de la ordenada en el origen. Por tanto,
para igual peso, cuanto mayor sea el módulo de Voung del material elegido más
denso deberá ser éste y menor resultará el espesor t de la placa.
Si se desea comparar esos materiales con cualquier otro no situado sobre esa recta
-V.gr.B en la Figura XlJl.ll- bastará trazar por el punto correspondiente a ese mate-
rial B la paralela a la recta de pendiene 3. Así para placas igualmente rígidas a la fle-
lA ELECClON DE MÁ TERUú.ES ESTRUCTURALES 591

/ I
, I
B. •
/ I
I I t1J, "t
I A4~Q.

I
I 1.:2
I • • •
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----i-----'~ ~ /


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log - •
I •
PI¡
I
I •
I
I •

_IOg ~:J:L. lo"g'_d _

Fig. XIII.H. Placas. Comparación por rigidez y peso.

xión -de igual en el peso de las placas elaboradas con materiales situados sobre esa
recta que pasa por B será el mismo en todos los casos, PB (y menor que el peso PAde
las placas elaboradas con A y sus materiales análogos). Puesto que, para igual rigi-
dez, la ordenada en el origen de la recta -es decir, log Oe:P- resulla mayor cuando
decrece el peso de la placa.

Evidentemente, atendiendo a la ordenada en el origen, podría haberse llegado


también a esta otra conclusión: para placas de igual peso, PA=P B , todos los materia-
les situados sobre la recta que pasa por B proporcionarán placas más rígidas que las
obtenidas con materiales situados sobre la recta A.

XJJI.2.2.2- MinimiuJr peso con igual resislencia a la deformación pláslica.

La resistencia a deformación plástica por flexión se determina en las placas,


como en todas las vigas, mediante a= M¡/W¡; siendo M¡ el momento flector y W¡ el
momento resistente de la sección.

En el caso de la placa en cuestión se verificará:


592 CIENCIA E INGENIERJA DE MA TERIALES

(J = M¡.6:w¡.t 2 =ete: t 2 = cte. (P1:d )2; y por consiguiente:

a ll2 :d=k¡:P¡
Para la selección de materiales puede utilizarse en este caso el mapa de la Figura
XIII.2. Así, si en ese mapa se elige un punto correspondiente a un material cualquiera
-lIamémosle A-, todos los materiales que podrían proporcionar una placa de idéntico
peso PIse localizan sobre la recta de pendiente 2 que pasa por ese punto.

De modo análogo, para comparar el comportamiento de otro material B no


situado sobre esa recta, bastaría trazar por B una recta de pendiente 2. Si su inter-
sección con el eje de ordenadas resulta mayor que la ordenada en el origen de la
recta que pasa por A • ello significa que -para resistir igual momento flector- una
placa de B pesará menos que una placa de A. Otra interpretación es que -para
idéntico peso de placa en ambos casos- aguantará mayor momento flector una
placa de B que una de A.

XllJ.2.2.3-SelecciÓn por peso sin riesgos de rotura inestable.

Se denomina rotura inestable, o catastrófica, aquella que tiene lugar cuando el


material presenta grietas de tamaño crítico para una tensión aplicada o.

Para seleccionar materiales destinados a elaborar placas que deban trabajar a fle-
xión, bajo momento flector M\, sin riesgo de fractura catastrófica para grietas de
longitud cl> se opera de modo análogo a los casos anteriores: sobre el mapa de la
Figura XIII.3 -que relaciona en coordenadas logarítmicas los valores de K¡C Y las
densidades d de diferentes materiales- se trazan recias de pendiente 2; que corres-
ponden a materiales con igual comportamiento a fractura inestable para el mismo
peso de placa. En efecto, según se ha visto ya en el apartado anterior se verifica:

O, lo que es igual, K 1C 112: d = cte':P

XIII.3- MATERIALES PARA COLUMNAS.

Cuando una columna trabaja bajo carga axial su comportamiento resulta similar al
de una barra sometida a compresión. Pero en el caso de la columna tiene especial
interés su respuesta al esfuerzo aplicado cuando aquella es larga y esbelta.

Supóngase una columna (Figura XIII.12), de sección transversal uniforme, de


material homogéneo, que se comporta elásticamente. Al aplicar una carga F. y en
tanlo ésta no supere un cierto valor, la columna es estable lateralmente. Es decir, si se
empuja el extremo superior de la columna cargada se forma una flecha b. pero se
recupera la forma inicial tan pronto se retira el empuje lateral. En cambio, a partir de
un cierto valor de la carga axial aplicada --o carga crítica Fcr-' si se empuja lateral·
LA ELECCION DE MATERIALES ESTRUCTURALES 593

mente la columna ésta continúa deformada lateralmente al retirar el empuje. Esta


inestabilidad de la columna recibe el nombre de pandeo lateral.

Fig. XIII.12. Columnas largas (Timoshenko).

XlII.3.l. Geometría de la sección y pandeo

Aplicando la ecuación de la elástica a columnas de longitud L 1, y de un mismo


material, pueden obtenerse las cargas críticas Fcr que llegan a producir pandeo. Puede
así deducirse que -para columnas esbeltas, empotradas en su base y libres en su
extremo superior - la fuerza crítica es:

siendo E el módulo de Young, 1 el momento de inercia de la sección de la columna y


kl una constante igual a j[2:L2 1.

Nótese que la carga crítica Fe, que puede soportar sin pandeo una columna,
resulta independiente del límite elástico a compresión del material: depende solamen-
te de la rigidez E./ de la columna; y, por tanto, para un mismo material, puede incre·
mentarse si se aumenta el momento de inercia de la sección.
594 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERJALES

Así, para igual área de la sección transversal de la columna (igual peso de la


columna), esa carga crítica Fa podrá ser tanto mayor cuanto más diste el material
del eje de la columna (mayor 1). Por ello, para igual Fcp Ypor tanto la misma rigidez,
las secciones tubulares de un mismo material pesarán menos -son más económicas-
que las macizas. Por ello también, para igual peso de columna hueca, disminuyendo
el espesor de pared y aumentando en cambio las dimensiones transversales puede
aumentarse su estabilidad al pandeo. Nótese por ejemplo que un bote vacío, de los uti-
lizados para bebidas refrescantes, puede prácticamente aguantar el peso de una per-
sona sin que se produzca pandeo.

También para otros tipos de columnas se verifica que la carga crítica, Fcr, depende de la
rigidez EJ. En la Figura Xm.13 pueden verse otros tipos de columnas habituales:

- columna con ambos extremos apoyados o articulados y obligados a moverse en la


direcdón del eje (Figura XIII. 13 b), cuya Fcr=k2.E1, sicndo k 2=4.k¡
- columna con extremo empotrado y el otro guiado como en el caso anterior (Figura
XIlI.13 c), cuya Fc,=k).E.I, siendo k)=8.k¡
- columna con ambos extremos empotrados (Figura XIILl3.d). de Fcr = k4.EI, siendo
k4=16 k¡.

¡ ! ,.
,, ,,,
,, ,,•

,, ,
, ,
,,
,
,
,
,• ,

•,

~ ~ ~ d)
Fig. XIlI.13. Columnas con extremos apoyados o articulados.

XlIl.3.2. Comparación entre materiales para columnas

El razonamiento para seleccionar materiales destinados a columnas estables,


resistentes al pandeo, es similar al expuesto en apartados anteriores.
-
LA ELECCION DE MA TERlALES ESTRUCTURALES 595

Así, para columnas cilíndricas o barras -<:onsidércnse fijos F I y la longitud L[ de


la columna, y variable el radio- su peso será:

P¡=VoLd=m2.L¡.d= ctc. rl.d

Para que una fuerza F I no produzca pandeo en ninguno de los casos (rer. Figuras
XIII.12 y XIII.13) se habrá de verificar que:

F¡=Kte.E.I=Ctc.E.r4=cte.E.(P¡ :d)2. Es decir, ElI2:d=Kte.F¡1I2:p¡

En consecuencia, elegido un material A -un punto cualquiera en la Figura


XIII. 1-, la relación El/2:d pennitirá localizar en la recta de pendiente 2 que pase por
ese punto todos los materiales con los que pueden hacerse columnas del mismo peso,
PA' e igual resistencia al pandeo. Los materiales situados sobre otra recta paralela,
pero de mayor ordenada en origen, proporcionarían columnas de igual peso PApero
más resistentes al pandeo que A; Ode menor peso para una misma carga F1

XIII.4- MATERIALES PARA DEPOSITOS A PRESION.

Suelen denominarse "depósitos a presión" los recipentes con forma de superficie


de revolución y espesor de pared t muy pequeño -del orden de 10 veces menor que
los radios de curvatura de meridianos y paralelos- sometidos a presión interior.

XIII.4.1. ~ometría y comportamiento a la presión

Supóngase que el recipiente está sometido a una presión interna uniforme p. Esa
presión produce una fuerza normal, actuante sobre cualquier diferencial de superficie
dS, igual al producto de p por dS.

Por tratarse de una pared de espesor pequeño con respecto a las curvaturas princi-
pales, ese diferencial de pared se comporta como una membrana sometida a esfuer-
zos tangenciales a la superficie media de la pared y que se distribuyen uniformemen-
te en todo su espesor.

La Figura XIll.14 corresponde al elemento de pared limitado por dos meridianos


y dos círculos paralelos. Sobre ese elemento actúan dos esfuerzos: 02 (esfuerzo de
tracción en la dirección del paralelo) y 01 (esfuerzo de tracción en la dirección del
meridiano). Las fuerzas resultantes de esas tensiones valdrán respectivamente
02.dS¡.t (fuerza F2• tgte al círculo del paralelo) y 0¡.dS 2.t (fuerza F¡. tgte en la direc-
ción del meridiano).

Componiendo las dos fuerzas F2• su resultante será normal al elemento de superfi-
cie y valdrá:
596 CIENCIA E INGENIERJA. DE MATERIALES

F, ~""-,'I
''''--r~''

F,
Fig. XIII. 14. Depósitos a presión.

Análogamente, la resultante de las dos fuerzas F¡ será también normal al elemen-


y valdrá (o¡.dS 2.l) dSI/r¡
lO de superficie

la suma de ambas resultantes -de F2 y de F J- habrá de ser igual a la fuerza normal


debida a la presión actuante; es decir, p.dS).dS 2 . Y, en consecuencia, se verificará que

01 02 P
-+-=-
r1 '2 t

Por lanto, en depósitos esféricos (rJ=r2), de radio TI y pequeño espesor de pared t


respecto a TI' al ser sometidos a una presión interior p, el esfuerzo 01 (igual a oz) es
igual a p.r(21.

Análogamente. en depósitos cilíndricos (TI igual a infinilo), de radio '2, espesor


de pared delgada l, longitud l •• y sometidos a una presión interior uniforme p, el
esfuerzo sobre la pared del cilindro es 02= p.ri"

La tensión longiludinal 01 es. en cambio. la milad de 02; es decir, p.rl2t. En declo, en


cada base del cilindro, el empuje resultanle se equilibra con la tensión longilUdinal 01 a lo
largo de la circunferencia; verificándose por tanto que o¡.2n.r.t = p.JI:.r 2

Para la selección de materiales destinados a depósilos esféricos o cilíndricos se


LA ELECCION DE MATERIALES ESTRUCTURALES 597

opera del mismo modo; sirviéndose igualmente --<omo puede verse en los párrafos
siguientC5- de los mapas de las Figuras XII!.I. XI11.2, XlII.3 y XIII.4

XIII.4.2. Materiales para depósilos.

En lo que sigue se intenta aminorar peso en tres supuestos diferentes: conservan-


do la misma rigidez del depósito; manteniendo la misma resistencia a la deformación
plástica; evitando riesgos de rotura inestable.

XIIIA.2.I.Dep6silos esféricos. Mínimo peso para una rigidez determinada

La deformación elástica b l producida por la presión interior p] en el depósito


esférico se obtiene de la expresión E=cr:(Ó]/r]). Y se denomina rigidez del depósito a
la relación Pl/ó]. Por tanto -habida cuenta que a=PI.r]/2t-la rigidez de un depósilo
esférico de radio constante r] es igual al producto de E.t por una constante c].

Por otro lado. para una densidad d del material, el peso P de ese recipiente esféri-
co será igual a 4.1t.rI 2.l.d. Por consiguiente, para r. constante se verifica que
t= cte.P/d; y por tanto expresada la rigidez en función del peso P se tendrá:

rigidez: el.E.P/d; o ,lo que es igual, EId = Cl" rigidezlP

siendo CI Y~ constantes que dependen exclusivamente del valor rl'

Por tanto, al elegir materiales para un depósito esférico, de radio rl Y rigidez


fija y determinada, si se selecciona un material que haga máximo el valor E:d
ello equivale a minimizar el peso del depósito para esa rigidez. O --como es
igualmente obvio- equivale a obtener la máxima rigidez para un mismo peso del
depósito.

Escójase, por ejemplo, un determinado material A en el mapa de la Figura XJlI.l.


Todos aquellos materiales correspondientes a puntos situados sobre la recta de pen-
diente 1 que pase por A forman una misma "familia"; tienen igual valor de E:d y por
tanto proporcionan depósitos de igual rigidez PI:Ó I e idéntico peso PA' Como es lógi-
co, cuanto mayor sea el módulo de Voung E del material elegido entre los de esa
familia mayor habrá de ser también la densidad d; yen consecuencia, menor el espe-
sor de pared 1 del depósito construido con ese material.

En cambio, con materiales situados sobre otra recta de pendiente 1, pero cuya
ordenada en el origen sea mayor que la recta pasando por A, se podrían hacer depósi-
tos esféricos de igual rigidez que con los materiales de la familia A, pero con menor
peso. También podría decirse quc, para igual peso de depósito PA. éste sería más rígi-
do si se construyc con matcriales de la familia B.

A partir de la expresión E:d puede conocerse también la velocidad de propagación de las


ondas longitudinales en la materia, VL=(E:d)1I2 (Tef. 1.4): utilizando simplcmementc en un
mapa log E-Iog d las rectas paramétricas de pendientc 1 (es dccir, log.Ezlog.d+Ctc).
598 CIENCIA E lNGENIERlA DE MA TERJALES

XIIl.4.2.2. Depósitos esféricos. Mínimo peso sin riesgo de deformación plástica

Para TI constante se verifica que 0= p¡.T\:2t= ctc.d.pdP. Por consiguiente la rela-


ción para seleccionar materiales es:

a:d=cre,(PJ:P)

Por tanto sobre cualquier recta de pendieme 1, en el mapa de la Figura XIII.2, se


sitúan un conjunto de materiales que proporcionarán igual peso P del depósito esféri·
ca de radio ti para una misma presión interna p. Cuanto mayor sea la ordenada en
origen de la recta elegida, los materiales situados sobre ella proporcionarán recipien-
tes de menor peso total para una misma presión p. Igualmente podría argumcntarse
que, para un mismo peso, el depósito aguantaría presiones mayores sin deformarse
plásticamente.

XIIJ.4.2.3. Depósitos esféricos. Mínimo peso sin riesgo de fractura inestable.

Si se desea que al aplicar un esfuerzo a no se produzca la rotura catastrófica del


depósito se ha de verificar --en el supuesto de que las grietas existentes previamente
en el interiClT del malerial en ningún caso superen una longitud 2cl-que:
Ktc =a.(:rt.cl)1/2

Por otro lado la relación entre a y la presión interior del depósito, Pt, es
o=Pt.rt:2t; Y t puede expresarse en función del peso P t del depósito. Por lo que, en
definitiva, la expresión del párrafo anterior puede ponerse de la fonna:

Por tanto K lc : d será la relación a optimizar cuando se trate de minimizar peso al


elegir material para un depósito esférico de radio rl' sometido a presión Pt, sin riesgo
de fractura catastrófica cuando las grietas preexistentes son de longitud igualo infe-
rior a cI' Para ello -dibujando rectas de pendiente 1 sobre el mapa de la Figura
X1l1.3- se opera como en casos anteriores.

Al diseñar recipientes de media o gran dimensión y altamente presurizados, debe


evitarse todo riesgo de fractura inestable, explosiva, sin aviso previo. Y por tanto, por
seguridad, no deben tolerarse en ningún caso grietas de longitud crítica igual al espe-
sor t del recipiente; perforaciones por ejemplo, que pudieran llegarse a producir con
el tiempo por corrosión o por otros motivos. De esas perforaciones podría tolerarse,
todo lo más, la presencia de fugas o goteos esporádicos del recipiente siempre que
pudieran ser reparadas con garantía; pero en ningún caso sería admisible que -por ser
de tamaño crítico para la presión interior del depósito- una perforación conllevara la
rotura de éste sin aviso previo, de modo explosivo.

Es decir, el material para ese recipiente debería ser tal que, frente a la a resultante
de la presión interior PI, no resultaran críticas las grietas de longitud igual al espesor
de pared 1. Por eso, para comparar materiales con ayuda de mapas como el de la
Figura XIlL3 con vistas a minimizar peso -() a mejorar la confianza de rotura estable
LA ELECCION DE MA. TERlALES ESTRUCTURALES 599

mediante materiales más tenaces-, téngase en cuenta que el habrá de ser igualo
mayor que t ; Ypor tanto en la expresión que determina el valor de K¡c deberá verifi·
carse:

K¡C >{p¡.r]:2t).(n.t )112 = ete.p] :t l12 = kte. p¡.(d:P)lI2

y por tanto habrá de verificarse: K¡¿:d > Kle.pl:P

En consecuencia, para poder minimizar el peso de un depósito esférico de radio r I


-o para con el mismo peso poder emplear mayor presión interior-, la relación
K1cZ:d será la adecuada para seleccionar materiales que no lleguen a producir una
fractura catastrófica si las grietas alcanzaran un tamaño igual al espesor del recipien-
te. Como en casos anteriores, la elección podría hacerse sobre mapas como el de la
Figura XIII.3, pero situando los materiales sobre rectas paralelas de pendiente 1:2.

En recipientes cilíndricos de pared delgada ,de radio r¡ y longitud L¡ conocidos ,fácilmen-


te puede comprenderse que, para minimizar peso para una rigidez dada, la relación a optimi-
zar es E:d. En efecto. el peso P es igual a 2.1t.r].L t .t.d ; y a=p.r¡:t cE.6:r]. Por tanto, la rigi-
dez p:6 es igual al producto de una constante por E.P:d; y por consiguiente

E:d= KIt!. rigidez:P

Para minimizar peso sin deformación pl6s1ica la relación es o:d en depósitos cilíndricos;
puesto que 0= p.rft= p.rl.2.:rut.d:P. y por tanto a:d=cte:P.

Del mismo modo. en depósitos cilíndricos, --para minimizar peso sin riesgo de fractura
ineslablt! en el caso de grietas de longitud cr la relación a maximizat es KJC:d. Puesto que
K1c:d = cte.c ll2:p¡.
Para terminar este apanado recuérdese finalmente que la Figura XIII.4 incluye, en
líneas de puntos. el tamaño crítico de grietas que producen fractura inestable para
diferentes valores de a. Ello facilita, en primera aproximación, la selección de mate·
riales atendiendo a la tenacidad (tanto mayor cuanto mayor sea el tamaño critico de
grieta). Así, para depósitos de poca responsabilidad (v.gr envases de aerosoles) se
advierten las ventajas de los polímeros termoplásticos y del Aluminio. Cuando al
requerimiento de estabilidad en la fractura se añaden el de rigidez (ref Figura XlII. 1)
y el de resistencia a la deformación plástica (ref Figura X1I1.2) la elección se decanta·
ría hacia los aceros.

De todas formas, para la elección de materiales deben tenerse en cuenta, además,


otras consideraciones entre las que figura de modo imponante el coste.

XIII.S. EL PRECIO DE COSTE, FACTOR PARA LA ELECCION DEL


MATERIAL.

El precio de coste es un factor fundamental en la elección de material, pero se


trata de un factor complejo no fácil de incluir en un mapa de materiales. Comprende
tanto el precio de la materia prima (el coste de extracción a partir del mineral) como
600 C/ENCIA E INGENIERlA DE MATERIALES

al coste añadido por el proceso de elaboración hasta obtener la pieza acabada. Y no


hay que olvidar que el precio de mercado depende sobre todo de las leyes económi-
cas de oferta y demanda.

Por lo que se refiere a la matcria prima, ésta lógicamente resulta más costosa
cuanto más estable sea el mineral a partir del cual ha de extraerse la materia prima
(mayor coste energético para su obtención, Ter Cap. O); cuanto menos rica la mena de
mineral (habitualmente entre 60-65% para el Hierro, de 1 a 1,5 % para el Cobre, de
0,001 a 0,0001% para el Oro); cuanto menos abundantes los recursos mundiales y
menor la posibilidad de reciclado; cuanto más puro el matcrial (así el Aluminio del
99,99% cuesta 1,8 veces más que el Aluminio de 99,95 % Yel de 1 parte por millón
de impurezas es tan caro como clOro); cuanto más rica la aleación (V.gr. para un
precio de Níquel la veces superior al de acero extradulce, un acero inoxidable auste-
nítico de 8 % de Ni costaría casi el doble), etc.

Por otra parte el valor añadido a la materia prima por el proceso de manufactura
de la pieza comprende un conjunto de secuencias técnicas derivadas del material en
cuestión: conformado (solidificación o sinterización, defonnación en caliente y/o en
frío), tratamientos térmicos, acabado superficial (recubrimientos, mecanizado, aguje-
ros, etc), uniones (roblonado, soldadura, sellantes), etc.

En este sentido parece oportuno señalar que, actualmente, para aminorar gastos, la inge·
niería de procesos intenta lograr directamente piezas casi acabadas, que no precisen práctica-
mente un mecanizado. En esa línea ofrecen grandes posibilidades la solidificación a presión
(ref V.5), el conformado scmisólido o forja líquida (reí V.6) y el sinterizado de polvos (ref
VI.S)

Supóngase que -pese a la complejidad quc comporta- fueran conocidos significa-


tivamente los costes por unidad de peso, C p, para los diferentes materiales a compa-
rar. De hecho -para los ejercicios de aplicación que siguen- utilizaremos los valores
de la tabla XIII. 1, aunque son puramente indicativos.

Admitido que se conoce C p de un material, el coste total de un componente de ese


material resultaría igual a C p multiplicado por el peso total del componente PI' Por
tanto las relaciones para minimización de peso deducidas en apartados anteriores ser-
virían igualmente para minimización de coste con solo cambiar d por el producto
d.C p •

Así, por ejemplo, considérese la relación E1I3: d. Recuérdese (ref X11I.2.2.1) que
aplicada a placas sometidas a flexión significa que todos los materiales para los que
aquella relación valga lo mismo tienen igual rigidez para el mismo peso PI de la
placa ya que:

EII3: d =cte: PI
Pues bien, si en esa igualdad se multiplican los denominadores por C p se tendría

El!3: d.C p =Cte: PI.CP= Cte:coste total


U ELECCION DE MA TERJALES ESTRUCTURALES 601

Por tanto, para igual rigidez y peso de la placa, el material de mayor valor
E1fJ:d.C p resultaría ser el más económico.

Análogamente, el criterio de ligereza para igual momento [lector M1 se traduce


en materiales que presenten un alto valor de o 1f1: d. Y, por tanto, para igual momento
f/ector M/> el material más económico sería el de mayor valor o'I2:d.Cp

Del mismo modo podrían deducirse otras relaciones. Así por ejemplo, atendiendo
al riesgo de rotura catastrófica, el material más ligero para placas, correspondería
al lJe mayor K¡cJl2:d; Y el más económico al de mayor K¡CJl2:d.Cpo

Como ejercicio de aplicación supóngase que se trata de elegir, para paneles de


carrocería de automóvil, uno de los cinco siguientes materiales de la Tabla XIII.I,:
Acero dulce. Aluminio recocido, Acero ferritopcrlítico HSLA, Polímero reforzado
con fibras (GFRP) y TItanio (aleación 6AJ 4V) en estado recocido.

Supóngase además que para esta selección se atendiera solamente a los siguientes
requerimientos: que el material resulte rígido (que al apoyarse en el capó éste no se
hunda); que sea resistente a la deformación plástica (que si se hunde el capó, recupe-
re inmediatamente la fonna primitiva al cesar la fuerza que lo deformaba); que resul-
te ligero (lo que conllevará un ahorro de combustible) y, además, que sea económico.

Con las reservas que toda simplificación encierra, puede estimarse que el material
trabajará de modo análogo a una viga con forma de placa (Figura XIII.5) de longitud
determinada L¡ y anchura w/ fija (ambos valores fijados por el diseño) y espesor
variable t según sea el material elegido.

A partir de los datos de la Tabla XII!.I se han calculado, para los cinco materiales
antes indicados, algunas de esas relaciones que califican y detenninan la elección;
concretamente: E1J3:d, E1J3:d.Cp, ol!2:d, oll2:d.Cp- De ellas podría determinarse
-ver Tabla XIII.2- un orden de interés para su elección según sea uno u otro el crite-
rio adoptado.
Tabla XIU.2. Comparación entre materiales
MATERIAL Et!3:d Etf3:d.Cp

Acero dulce 0,7571 3028710- 3 2.1316 8,526.10-3


Acero HSLA 0,7571 1:3168:10. 3 3,1203 5,4267.10- 3
Aluminio 1,5134 0,9764.10- 3 2,1516 1,3881.10- 3
CFRP 3,8947 0,1947.10- 3 16,6995 0,8349.10. 3
Titanio6Al4V 1,0815 0,0373.10- 3 6,4837 0,2236.10- 3

Así, si el criterio prioritario fuera el de rigidez con el mínimo peso, el orden para
elección de aquellos cinco materiales sería -de mayor a menor EII3:d-: CFRP, Alu-
minio, TItanio 6Al4V, y Aceros (resultaría indiferente utilizar un tipo u aIro de acero
por ser su módulo de Young, E, insensible a la estructura). En cambio, si interesara
que para igual rigidez de la placa su coste fuera mínimo, el orden para la elección-de
mayor a menor EJI3:d.Cp- resultaría ser: Acero dulce, Acero HSLA, Aluminio,
CFRP, Titanio 6A14V.
602 CIENCIA E INGEN1ERlA DE MATERIALES

A su vez si el criterio prioritario para la elección fuera el de mínimo peso sin ries-
go de deformación plástica, determinando el orden de los valores a l12 :d, se tendría:
CFRP, Titanio 6Al4V, Acero HSLA, Aluminio, Acero dulce. En cambio, si el criterio
preferente para la selección fuera el de material más económico sin riesgo de defor-
mación plástica, el orden resultante --de mayor a menor olf2:d.Cp- sería: Acero
dulce, Acero HSLA, Aluminio, CFRP, TItanio 6A14V.

XlII.5.l Mapas de materiales y coste

Si se elabora un mapa de materiales, empleando coordenadas logarítmicas, -tal


que para cada material la ordenada corresponda al módulo de Young, E, y la abscisa
el producto de su densidad, d, por el coste ep-, las conclusiones que pueden obtener-
se en ese mapa (log E, log d.C p) a propósito del coste son similares a las deducidas a
propósito del peso con ayuda de mapas (log E,log d) como el de la Figura XlIll.
Así, elaborado ese mapa (Iog E, log d.C p) resultará que, por ejemplo, para placas
sometidas a flexi6n, todos los materiales situados sobre una misma recta de pendiente
3 costarían lo mismo para igual rigidez. Y para lograr igual comportamiento con
menos coste -por ejemplo la mitad- habría que elegir uno de los materiales situados
sobre una recta paralela a la anterior pero de mayor ordenada en el origen; concreta-
mente, para mitad de coste, su ordenada en el origen debería exceder en logaritmo
decimal de 2 a la anterior.

Como ejercicio práctico para determinar gráficamente el orden de elección para


placas trabajando a flexi6n, entre los cinco materiales propuestos anteriormente- lo
mismo podría hacerse con todos los materiales de la Tabla XIlI.1-, pueden servir los
dos primeros casos resueltos ya por cálculo: rigidez de placa y ligereza; o rigidez de
placa y coste mínimo.

Para el primer caso, rigidez de placa y ligereza- identifíquense sobre un diagrama


(logE, logd) -Figura XIIl.l- aquellos cinco materiales, tal como se hace en la Figura
XIII. 15.a. En ese diagrama, entre todas las rectas paralelas de pendiente 3 la de
mayor ordenada en el origen es aquella que pasa por el CFRP; después viene la que
pasa por el Aluminio; luego la de la aleación de Titanio; y finalmente la de los Ace-
ros.

Para el segundo caso -rigidez de placa y coste mínimo- el diagrama a emplear


sería el que relaciona -ver Figura XIII.15.b-- 10gE y log d.Cp. Determinando sobre él
las rectas de pendiente 3 que pasan por cada material el orden de preferencia también
resulta igual al ya calculado anteriormente: Acero dulce, Acero HSLA, Aluminio,
CFRP, Titanio 6A14V.

De modo análogo se resuelven gráficamente en las Figuras Xll1.16.a y b los otros


dos ejercicios: resistencia de la placa a la deformación plástica y ligereza; o resisten-
cia de la placa a la deformación plástica y economía. Para resistencia de la placa a la
deformaci6n plástica y ligereza el orden resulta: CFRP, Titanio 6A14V, Acero HSLA,
Aluminio, Acero dulce. Para resistencia a la deformaci6n plástica y economía:
Acero dulce, Acero HSLA, Aluminio, CFRP, Titanio 6Al4Y.
-
603


, 2 •

• •
3

] - Acero dulce
2· Acero H5LA
• 3· Aluminio
4-CFRP
5· Titallio Ml4V

logd log d.c;

,) b)
Fig. XIIJ.15 a y b. Rigidez. ligereZil, coste.

Complementariamente. en las Figuras XII1.l7 a y b puede verse cuál sería el


orden de elección para resistencia sin rotura catastr6fica de la placa según primara
la ligereza o la economía. Cuando prima la ligereza el orden resulta ser: CFRP, AJu-
minio, Titanio 6AJ4V, Acero dulce. Acero HSLA. En cambio, cuando prima la eco·
nomia: Acero dulce, Acero HSLA, Aluminio, CFRP, Titanio 6A14V

En el apartado XII1.5.2, a propósito de análisis atributivo, se determinará una vez


más otro nuevo orden de preferencia para elección entre esOS cinco materiales. Aun-
que tampoco allí se considerará que, para el usuario, la elección puede estar condi-
cionada por la posibilidad de reparar un componente si se deteriora durante el servi-
cio. El propietario de un automóvil, por ejemplo. suele preferir la reparación de
pequeñas abolladuras producidas en su carrocería metálica antes que sustilUir un
panel entero; como sería el caso si la carrocería fuera de polímero reforzado por
fibras de Carbono (cuya rOlura se produce sin deformación pláslica previa).

X/1/.5././ Olros supuestos

En otros supuestos dif~renles a los comenlados hasla ahora. y según deban prevalecer el
1- Acero dulce
2- Acero HSLA
3- Aluminio
4·CFPR
5- Titanio Ml4V

logd
lag d.Cp

Fig. XlII.16 8 Yb. Resistencia a la deformación plástica, ligereza, coste.

p~so o el cost~ del material a elegir, puede operarse gráficamente del mismo señaJado ante-
riormente: determinando el correspondiente haz de rectas paralelas sobre el "mapa" adecuado

Asi por ejemplo, en la elección de materiaJes para placas que hubieran de resistir al pan-
deo. La ecuación que determina su carga critica es: Fcr = ¡c2.E.I/ L¡2. Valor que puede expre-
sarse en función del peso de la placa mediante P¡=L1,wl.t.d = kte.t.d. Desprendiéndose de ello
que, para seleccionar materiales por resistencia al pandeo y ligereza la relación sería ElI3: d.
y para resistencia al pandeo y economía: El/3: d.Cp

En el caso de barras cflfndricas d~ igual longitud L 1 Y radio r variable trabajando a fle-


xión, se verifica que C¡=E.I=E.:rt.r4:4= cte.E.(p:d)2; con lo que El/2:d= Kte:P. Por consiguien-
te el menor peso para una rigidez determinada se obtiene maximizando Elf2:d. Y por tanto el
menor coste para una rigidez determinada se determina mediante E//2:d.Cp.

En cuanto a resistenda de esas barras dlfndricas a la deformación plástica, con momento


flector MI, se tiene que: a=M(W¡=4.M 1::rt.r3=cte.(d:ppf2; o, lo que es igual, o2l3:d=Kte:P.
El menor peso sin riesgo de deformación plástica, para igual momento nector M ¡, se logrará
mayorando o2l3:d. Análogamente, para el menor coste deberá maximizarse cJ13:d.Cp.
lA ELECCJON DE MA TERJALES ESTRUcrURALES 605

~
~

'"
:t '"
00
.2

J. Acero dulce
2· Acero HSLA
3· Aluminio
4· CFRP
5· Titanio MI4V
logd log d.S.

Fig. XIII.l7 a y b. Rotura estable, ligereza, coste.

Como fácilmente puede deducirse (tefXm.2.2.3). en barras cilindricas sometidas a fle-


xión, sin riesgo de rolura calaslrófica para grietas de loogitud cl, la relaci6n pata minimizar
peso resulta set: K2/\C:d. y para resistencia a la rotura inestable y economla: KlI3¡C:d.Cp.

En columnas o barras cilíndricas trabajando a pandeo (rer XIII.3.2.) las relaciones son:
Ell2:d. para estabilidad y ligereza; y Elf2:d.Cp, para estabilidad y economfa.

En cuanto a barras ciUndricas sometidos a tracción las relaciones resultan ser: E:d para
rigidez y ligereza (E:d.Cp para rigidez y economfa); cr:d para ligereza y evitar riesgos de
deformación plástica (a:d.Cp para resistencia a la deformación pldsrica y economia); K1c:d
para resistencia a fractura ineslable y ligereza (K¡c:dCp para resistencia a la fractura inesta-
ble --con grietas de tamaño crilico c)- y economla).

Para la elección gráfica de materiales deslinados a dep6sitos a presión las relaciooes (reC.
XIIl.4.2) soo: lid para rigidez y ligereza (seria E:d.Cp para rigidez y economfa); o:d para
resisteocia a la deformaci6n plástica y ligereza (a:d.Cp para ruistencia a la deformación
pldstica y economfa); KIC:d para ligereza y resisteDCÍa a la fractura catastrófica (K¡c:d.Cp
pora e.sa resistencia a la fractura inestable y ecorwmia)
606 CIENCIA. E INGENIERlA DE A.fATERlALES

Para la selección de olros elemenlos, tales como tubos de pared delgada. perfLles, u otros
-a tracción, a Oexi6n, a pandeo, para rigidez, para evitar la defonnaci6n pláslÍca. para evitar la
rolur.. inestable-. según deban prevalecer la ligereza o la economía. ~ pueden calcular de
igual modo aquellas relaciones de propiedades que posibilitarán dibujar el correspondiente
haz de rectas paralelas sobre los mapas de materiales.

En el caso de e1ememos sometidos Q torsiÓll -V.gr. un árbol de longitud L y momento


polar de su sección transversal igual a lo - la rigidez de un malerial cuyo módulo de cortadura
O cizallamienlo sea G se especifica por el ángulo tOlal de torsión; que, si el par de torsión
externo es MI' resulta igual a: MtL:G./(y- Verificándose para una sección circular de diámelro,
d. que Jo =1l.d 4:32. Análogamente, la máxima tensi6n cortante a torsi6n ;t, de un árbol circular
y macizo puede delerminarse por MI.r/lo. Por lanto '[; Icle.MlleP.

Uno y otro valor permitcn -para barras sometidas a torsi6n- determinar las relaciones que
minimizan peso con igual rigidez (G1/2 :ti); o con igual resistencia a la deformaci6n plástica
(T?/J/tl); o con igual estabilidad a la fractura (K 1¿1J:ti). Debiendo sustituir en esas relacioncs
d por el valor d.Cp cuando, en vez del peso, deba prevalecer el mfnimo coste. Conviene tener
en cuenta que Jos esfuerzos normales y cortantes verifican la relaci6n "(; 0:2 : y que G es igual
a 3E:8.

XIII.S.2 EI«ción por propiedades múltiples. Análisis atributivo.

La clección podría haccrse también -ampliando cl número de factores- en fun-


ción del coste y de varias propiedades (más de una). Pero para poder optimizar esa
elección de materiales habría que afectar a cada propiedad, y al coste, de un paráme-
tro cuantificador de la importancia que se desee atribuir a cada uno.

Así por ejemplo, supuestas tres propiedades específicas K, L, M, ordenadas según


importancia decreciente -por ejemplo cuyos factores ponderales asignados sean res·
pcctivamenle 112, 113, 116- la valoración o puntuación obtenida por cada matcrial,
entre los disponibles, vendría dado por la fórmula

donde el subíndice Max se refiere al material con el máximo valor de la propiedad


considerada; el subíndicc I atañc al valor de las propiedades K, L, M, del material
problema. Y si en lugar de maximizar una propiedad se trata más bien de minimizar·
la (v.gr el coste, la resistividad, el coeficiente de dilatación, la capacidad calorífica,
etc.) debería manejarse en la expresión anterior el cociente RmiJRi (Rmin correspon-
dc al material disponible de mínimo coste, o de mínima resistividad, etc.).

En el supuesto hipolélico de un material que tuviera el máximo valor en las tres


propiedades consideradas su puntuación alcanzaría cl valor límite superior 100. Con
una contribución dc cada propiedad cifrada como sigue: la de la propiedad K en SO
puntos: la de la propiedad Len 33.3 pumos: y la de la propiedad M en 16.7 punlOs.

Volviendo al caso antes considerado -elección entre cinco materiales para placas
a flexión-, supóngase que se atribuye una ponderación de 112 al coste, 113 al material
LA ELECCJON DE MA TERIALES ESTRUCTURALES 607

que proporcione la rigidez necesaria con el mínimo peso y 1/6 al material resistente a
la deformación plástica con el mínimo peso. Ello permitiría atribuir a los cinco mate-
riales tomados como ejemplo las puntuaciones que figuran en la Tabla X1I1.3. Es
decir, 58 puntos al Acero dulce, 38 al Acero HSLA, 23 al Aluminio, 55 al CFRP y
22 al Titanio 6Al4 V.

Tabla XIII.3. Análisis atributivo.


Acero dulce - 1/2. (250: 250) + 1/3 (0,7571:3,8947) + 116(2,1316: 16,6965) _ 0,58
Acero HSLA = 1/2 (250: 575) + l/3 (0,7571:3,8947) + 1/6 (3.1203: 16,6995) = 0.38
Aluminio = 1/2 (250:1550) + l/3 (1,5134:3,8947) + 1/6 (2,1516: 16,6995) = 0,23
CFRP = 1/2 (250:20000) + 1/3 (3,8947:3,8947) + 116 (16,6995: 16,6995) =0,55
Titanio 6Al4V = 1/2 (250:29000) + 1/3 (1,0815:3,8947) + 1/6 (6,4837: 16,6995) = 0,22

Los ejemplos anteriores sólo pretenden iniciar al lector en una sistemática para la
elección de materiales por propiedades y coste; aunque por algunos ejemplos anterio~
res pudiera parecer que su propósito es determinar el mejor material para carrocerías
de automóvil.

Son tantos los factores a tener en cuenta en una selección racional que incluya el
coste, que no resulta fácil la solución final. En el caso de la fabricación en serie un
nuevo factor de complejidad para la determinación de C p es simplemente el número
total, N, de unidades a fabricar. Generalmente, el valot de Cp disminuye notablemen-
te al aumentar N. Muchas veces es precisamente ese número lo que determina el
material y proceso a emplear (buscando en ello no s6lo la uniformidad del producto
-y por tanto mayor fiabilidad como ocurre a veces al preferir materiales metálicos-,
sino fundamentalmente abaratar costes).

Piénsese por ejemplo, al fabricar carroceñas de autom6vil con chapa de acero, en


la pequeña incidencia econ6mica que -sobre el producto final- suponen las elevadas
inversiones en prensas y matrices para estampar. Inversiones que se justifican para
grandes series pero no tendrían sentido para unos pocos miles de automóviles. En
tanto que el utillaje para carrocerías de polímero -que es menos costoso pero aguanta
menos unidades- incide más en el precio del producto. Entre otras consideraciones
econ6micas probablemente es el valor N lo que justifica que la mayor parte de los
fabricantes de autom6vil continúen utilizando chapa de acero para sus carrocerías.

La elecci6n de materiales se traduce a veces en elegir no un material, sino un


determinado proceso de fabricación. Parece oportuno advertir que las simplificacio-
nes de procesos comportan a menudo alteraciones microestructurales que, a su vez,
suelen exigir un rediseño de la naturaleza del material. Puede servir como ejemplo el
recocido continuo de chapas de acero laminadas en frío y destinadas a embutición. El
empleo de hornos de recocido continuo supone un considerable ahorro frente al reco-
cido en campana: reducciones del 19% en el consumo energético; del 73 % en perso-
nal; del 90% en tiempo de procesado; y del 48% en pérdidas por recortes. Pero, en
cambio, a diferencia del recocido en campana, no puede gobernarse (ref XII.3.4) la
obtención de texturas <111> favorables para embutici6n. Para solventar esta dificul-
tad deben emplearse otras composiciones para el acero.
608 CIENCIA E lNGENIERlA. DE MA. TERlALES

Cuando se dispone de un amplio banco de datos relativos a propiedades compues·


tas de los distintos materiales, se fija además una ponderación para cada una de ellas.
y se estiman unos costes orientativos, la metodología para selección de materiales
resulta atractiva. Esa sistemática para la elección, unida a otras consideraciones
expuestas con anterioridad, técnicas o no -3 veces el factor prioritario es sencilla-
mente la apariencia estética- puede ayudar a documentar la no siempre fácil respues-
ta a preguntas genéricas del tipo "¿Cuál es el mejor material?".

De lodos modos, como se concluirá en XIII.8, a propósito de propiedades, lodo


ello no pasa de ser un primer criterio orientador para la selección de materiales
estructurales.

XIII.6. MATERIALES RESISTENTES A FATIGA: ACEROS BONIFICADOS

En apartados anteriores se han considerado algunos ejemplos de selección de


materiales en función del coste y de propiedades mecánicas tales como rigidez, resis-
tencia a la deformación plástica, y resistencia a la fractura frágil catastrófica. Todo
ello se refería al comportamiento de Jos materiales estructurales -tanlo naturales
como cerámicos, metálicos, poliméricos, Ocompuestos- frente a esfuerzos esláricos.

Pero el fallo en servicio más habitual de los materiales tiene lugar cuando, someti·
dos a esfuerzos alternados, rompen por fatiga. Esta rolura puede producirse para
esfuerzos muy inferiores a su límite elástico; y tan determinantes del comportamiento
pueden ser el diseño geométrico de la pieza y otros factores extrínsecos, como el propio
material elegido (Ter XI.7). la selección de materiales para servicio frente a esfuerzos
alternados constituye probablemente la tarea más difícil del ingeniero de materiales.

El comportamiento a fatiga de los materiales cerámicos, polímeros, compuestos,


no es nada satisfactorio. Todos eUos presentan bajos valores de K 1c. La mayor fiabi-
lidad frente a la fatiga -y de modo singular para la de alto número de ciclos- corres·
ponde a los materiales metálicos.

Hay, sin embargo, muchos metales y aleaciones que tampoco resisten indefinida·
mente carga alternativa alguna por pequeña que ésta sea (no lienen límite de fatiga).
Ello justifica, por ejemplo, la necesidad de revisar periódicamente los aviones para
sustituir aquello -piénsese en elementos de Aluminio- en que presumiblemente se
haya incubado la fatiga por un alto número de ciclos en servicio.

Para la resistencia a fatiga los aceros ofrecen las perspectivQ.f; más interesantes de
todo el conjunto de materiales. Para un buen componamiento a fatiga se requieren
alta resistencia y tenacidad. En aceros con estructura ferritoperlítica, al aumentar el
contenido de Carbono aumenta la carga de rotura, Rm , si bien disminuye la tenaci·
dad. En la Figura XH1.18 pueden compararse los rangos de resistencia y porcentaje
en Carl)()flO de hierros comerciales, aceros de medio Carbono, aceros para ferrocarri-
les, y alambres para hormigón pretensado (todos ellos de estructura ferritoperlítica).

En la misma Figura XIII.lB obsérvese también que varios de esos aceros, para
igual contenido de Carbono pero con estructura de martensita revenida, resultan más
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,
~

~
RODAMIENI'OS
'.600
15-2OJ 6lJ.<i5 Re

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~
ULTRARRESISTENTES ~
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15-201

l ALTA RESISTENClA RESORTES


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ACEROS MEDIO CARBONO
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% Carbono
o¡ II/IIII/IIIIII///IIIh I , " " , ¡ ,

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Flg. XIII.18. Algllnos tipos de aceros


~
~ Estructura ferriroperlítica
Estructllra de mar/ensila revenida
610 CIENCIA E INGENIER1A DE MA. TERJALES

resistentes a la rotura y simultáneamente más tenaces que con estructura ferritoperlí·


lica. Compárense por ejemplo hierros comerciales (ferritoperlíticos) y aceros para
calderas a presión (bonificados); o los aceros de medio carbono (ferriloperlíticos) y
los aceros bonificados de alta resistencia y ultrarresistentes.

Ese aumento simultáneo de resistencia y tenacidad en los aceros se debe a la


estructura de cemenlila precipitada, resultante de un revenido alto de la martensila
(rer VII!.3.1). Complementariamente, cuando el acero ha de soportar esfuerzos
allemalivos durante un elevado número de ciclos, esa cemenlila finamenle disper-
sa proporciona además una estructura más favorable que la cementita laminar per-
lítica; porque alarga las etapas de nucleación y propagación de grieta durante la
fatiga.

De hecho solamente los aceros de contenido medio en Carbono (de aproximada-


mente 0,30% C), templados y revenidos (aceros bonificados), -y algunas fundiciones
esferoidales austemperizadas, rer VIII.4.6.2- son los materiales aptos para piezas de
responsabilidad expuestas a fatiga de alto número de ciclos (como ocurre en los
cigüeñales de automóvil).

En VII1.4.2 se apuntaron las bases para selección de aceros destinados a piezas


bonificadas, en función del redondo equivalente de la pieza y del medio refrigerante
empleado para el temple (que generalmente es aceite a fin de aminorar los riesgos de
grietas). Complemenlariamente puede señalarse como habitual -piénsese por ejem-
plo en piezas de gran serie para automoción, bonificadas para resistencia a fatiga-
que su redondo equivalente no supere los 120 mm de diámetro. Y su rango de resis·
tendas suele estar entre 900 y 1300 MPa.

Programadas las necesidades en función de las dimensiones de las piezas y los


esfuerzos a soportar, la elección del acero adecuado podría hacerse de modo racional
si se dispone de un conjunlo de aceros como los señalados en la Figura XlII.19 y en
la Tabla XIII.4. Aceros tales que, tras temple y revenido tenaz, permitan obtener en el
punto de más lento enfriamiento de la pieza una estructura de martensita revenida y
con la resistencia deseada.

C1aro está que el acero adecuado para una pieza con 120 mm de diámetro equivalente y
resistencia 1300 MPa serviña también para fabricar una pieza de diámetro equivalente igual a
20 mm y resistencia Rm igual 900 MPa ; sin más que aumentar la temperatura y tiempo de
revenido. Pero actuando de ese modo se estarfan derrochando las caracterfsticas de ese acero
(más caro por ser más aleado).

Obviamente el acero seleccionado deberá tener mayor contenido en elementos de


aleación -deberá ser más aleado- cuanto mayor haya de ser el diámetro del redondo
equivalente de la pieza (Figura XIll.19) a fin de lograr más templabilidad por solu·
ción sólida de los elementos de aleación en la austenita (rer VIIl.2.4). y con ello
resultará también mayor su resistencia tras revenido tenaz (ref VIII.3.1).

Todo ello sirve también para poder hacer valoraciones críticas sobre los aceros
resistentes a fatiga fijados en cada país por los organismos nacionales de tipificación.
Es decir, para evaluar si en esas Normas hay varios aceros que cubren unos mismos
LA ELECCJON DE MATERIA.LES ESTRUCTURALES 611

J3()()

e F I L
JJ()()

B E H K
900

A D G J

Diámetros
equiva/entes (mm)
30 60 9Q 120
Fig. XID.1.9, E/ección de aceros para esfuerzos alternativos

"",,
A
..
Tabla Xln.4. Aceros de la Figura XJII.J9
e
o,v,l))3
M,
0,60,1),90
~
0,1(W,40
P(máx)
0,035
S (máx)
0,035
N; e,
0,85/1,15
M,
0,15,1),25
B 0,3"",38 0,60/0,90 0,100,40 0,035 Om5 0,85/1,15 0,15~,25

e 0,37r1l,43 0,6010,90 O,IOJO,40 0,035 0,035 0,85/1,15 0,15~,25

D 0,27r1J,33 0,(;}1O,80 O,1Or1J,4O 0,035 0,035 0,80/1,10 0,70r1l,90 0,20,1))0


E 0,32/0,38 O,60/O,SO 0,1010,40 0.035 0,035 O,SOl1.10 0,70r1J,90 0,20/0,30
F 0,37/0,43 0,60/0,80 O,tOlO,40 0,035 0,035 0.8011,10 0,70r1J,90 O,21l\l)O
G 0,27/0,33 0,60/0,80 0,1010,40 0,035 0,035 1,11M,25 0,70/0,90 0,25/0,35
1( 0)"",38 0,""",80 0,10/0,40 0,035 0,035 1,11M,25 0,700,90 0,2510,35
1 0,37/0,43 0,60J0,80 ~10I0,40 0,035 0,035 1.80/2,25 0,700,90 0,2510,11
J O,241PJO ~""",8O ~10I0,40 0,1135 0,035 2.7S13,25 0,700,90 11,JI\U,40
K 0,)0/0,36 ~""",80 0.100,40 0,035 0,035 2.7513,25 0,700,90 11,3010,40
L 0,37/11.43 ~,80 ~10I0,40 0,035 ~035 2.7513,25 0,700,90 1I,JOIO,40

requerimientos de diámetros equivalentes y resistencias y - en cambio- hay necesi-


dades a las que no responde ninguno de los aceros tipificados.
612 CIENCIA E INGENIEIUA DE MA TERlALES

XlI!.7. CONSIDERACIONES SOBRE TEMPERATURA DE SERVICIO Y


COMPORTAMIENTO DE LOS MATERIALES

En la mayor parle de los casos la selección versa sobre materiales que han de tra-
bajar estática o dinámicamente a la temperatura ambiente. Cigueñales, palieres, árbo-
les de dirección, raíles de ferrocarril, depósitos. armaduras para hormigón, elememos
para construcción de piezas, vigas, columnas, carrocerías, chasis de automóvil,
estructuras metálicas, torres para tendido eléctrico, etc. serían algunos ejemplos de
utilización de materiales a temperatura ambiente.

Con todo, conviene advertir que la elección de un material está condicionada en


primer término por la temperatura de servicio.

Parece oponuno hacer notar que la temperatura es el punto débil de los polímeros
orgánicos. Ninguno de ellos -ya sean termoplásticos, termoestables, elastómeros o espu·
mas- resulta útil por encima de 400 I/C, a causa dcl quemado o degradación de sus
macromoléculas. La mayor parte de ellos ni siquiera pueden emplearse por encima de
100 OC. Por otra parte resullan frágiles a bajas temperaturas y ello descarta su empleo no
sólo a tcmperaturas criogénicas sino generalmente también a pocos grados bajo cero.

Las cerámicas, en cambio, por comparación a los polímeros orgánicos o a los


materiales metálicos, son los materialcs más interesantes para servicio a elcvadas
temperaturas debido a su alta temperatura de fusión, su refractariedad y su resistencia
química; con sus limitaciones cn lo que respecta a tenacidad. En los Capítulos O Y IX
se han expuesto ya algunas consideraciones que pueden ayudar en la selección de
materiales cerámicos.

Los compuestos intermelá/icos (ref 11I.1.2) son un tipo de materiales que ocupan posicio·
nes intermedias enlre los metálicos y las cerámicos. Algunos de ellos -corno el NiAl, Ni 3AI.
Ti3Al- presentan estructuras altamente ordenadas. Con base en los principios de Metalurgia
Física los intermelálioos ordenados ofrecen la posibilidad de inleresanles mejoras en su ducti·
lidad. Por eUo, unido a su temperatura de fusión -1640 ve, 1390 llC, 1460 VC respeclivamenle-
y a su resistencia a la oxidación, los intermetálicos ordenados abren prometedoras perspecti·
vas como materiales estructurales para "'ahas temperaturas".

Por lo que se refiere a los materiales metálicos -baste considerar solamente sus
temperaturas de fusión TE (ref.Tabla 1.13)-, ninguno de ellos sirve como material
estructural para temperaturas de servicio superiores a 3500 I/C; ni siquiera los metales
denominados "refractarios" (recuérdese que el de lemperatura de fusión más alta, el
Wolframio. funde a 3410 I!C).

Por otra parte la licuación total o parcial de una aleación no viene determinada
simplemente por las temperaturas de fusión de sus componentes, sino que deriva de
la estructura micrográfica. Cabe por tanto subrayar aquí que para poder prever la
resistencia de las aleaciones frente a la temperatura -su comienzo de· fusión en el
calentamiento-, resulta conveniente conocer los fundamentos de la solidificación (rer
Cap. 11 y sig.) y estar familiarizado no sólo con la interpretación de diagramas de
equilibrio sino también con los estados de no equilibrio. Por olro lado estos funda·
mentos sirven igualmente, por analogía, para los materiales cerámicos.
LA ELECCION DE MA. TERJALES ESTRUCTURALES 613

En el caso de aleaciones monofásicas que tengan por constilUyente una solución


sólida, las posibles microsegregaciones heredadas de la solidificación -si no han sido
corregidas por recocido de homogeneización- comportan riesgos de fusión parcial de
la aleación (ref VI.3 "quemado", rer.V1.4 "perlaje") si ésta es calentada nuevamente
hasta temperaturas próximas a la de final de solidificación de inequilibrio. A ello
pueden añadirse, además, los desfavorables efectos de una habitual segregaci6n
mayor (rer V1.2)

En las aleaciones no monofásicas quien determina preferentemente el comporta-


miento de la aleación a alta temperatura es el constituyente matriz.. Así sucedería
-por cilar sólo un ejemplo- con el Cobre comercial binario que tenga trazas de Bis-
muto. Por tratarse de dos metales insolubles entre sí en estado sólido el constituyente
matriz de esa aleación es el Bismuto al ser éste el componente de menor temperatura
de rusión (rer. Fig 111.1). Por lanlo ese Cobre, aunque solamente contenga una peque-
ña proporción de Bismuto, licuará parcialmente en el calentamiento al sobrepasar los
271,3 gc. En tanlo que un Cobre plenamente puro aguantaría sin rundir hasta alcan-
zar los 1083 gc.

En otros casos de aleaciones no monofásicas el constituyente matriz puede ser


una elltéctica. Si así es, la resistencia de la aleación frente a la temperatura vendrá
determinada fundamentalmente por la temperatura de fusión de esa eutéctica.
Recuérdese al respecto, como uno de tantos posibles ejemplos, el sistema binario
AJuminio-Silicio (rer. VI.3.!. 1.). El AJuminio puro resiste sin fundir hasta alcanzar
en el calentamiento los 660 ge. El Silicio puro, por su parte, sólo funde si se alcanzan
los 1404 \le. En cambio, cualquiera que sea la composición de una aleación binaria
de AJuminio y Silicio ésta no resiste temperaturas superiores a 577 \le; pues licuaría
parcialmente al fundir a esa temperatura su constituyente matriz: la eutéctica de AJu-
minio y 12% Silicio.

De todas formas no se deduzca de lo anterior que una aleación es resistente a la


temperatura en tanto ésta no llegue a producir la fusión parcial O total de la aleación.
Su comportamiento como material estructural falla ya a temperaturas bastante meno-
res de las apuntadas.

En efecto, volviendo al comportamiento de los metales puros, recuérdese que a


temperaturas simplemente superiores a TE:2 -siendo TE la temperatura para su fusión
total expresada en grados Kelvin- el metal presenta un riesgo de defonnación inter-
granular por flllencia o "creep" (XU.6.3).

En lo que respecta a las aleaciones está igualmente presente ese riesgo de fluen-
cia (que también se presenta en materiales cerámicos por su estructura granular). Si
bien, puesto que en muchos casos la solidificación se realiza a lo largo de un ¡nterva·
lo de temperatura (ref V.4), más que TE habría que precisar su temperatura final de
solidificación T r. Y, para una buena resistencia a la nuencia, como se indicó ya en el
apartado XJI.6.3, convendrá utilizar no sólo aleaciones de alta temperatura de fusión
sino además con estructura de moldeo y grano grueso. Siendo en ocasiones ventajoso
que la estructura sea columnar (rer. V.I) o, incluso, monocristalina.

Recuérdese también que, a temperaturas aún menores, del orden de TE:3, un


614 CIENCIA E INGENIERlA DE MA TERlALES

material metálico puede resultar inadecuado si su estructura es agria (rer Cap XI).
Porque puede restaurar o recriSlalizar (rer XII.I y sig.) y ello conlleva modifica-
ción de las propiedades iniciales. Incluso cuando la estructura no es agria, sino
recristalizada, ese orden de temperaturas puede producir modificaciones de Iipo
estructural tales como crecimiento excesivo de grano, sobrecalentamiento, estruc-
lUTas duplcx. por crecimiento discontinuo de grano, recriSlalizaci6n secundaria,
etc. (Ter XI 1.4).

De todo lo anterior se desprende que la expresión "comportamiento de la aleación


a alta temperatura" tiene un significado relativo a la temper.uura TE del melal (o T f
de la aleación). Y así es efectivamente puesto que la fluencia del material, la recrista-
lización de su estructura agria, el sobrecalentamiento, etc, pueden presentarse incluso
a la temperatura ambiente si cl material es de los que funde a baja temperatura.

Con todo, para lo que ha venido a llamarse aleaciones para servicio a altas tem-
peraturas -V. gr. álabes para turbinas de gas, cámaras de combustión, válvulas de
motores, intercambiadores de calor, etc.-, conviene emplear no sólo materiales de
altas temperaturas de fusión sino también estructuralmente estables a esas temperatu-
ras de servicio; es decir homogéneos y sin cambios alotrópicos ni redisolución de
precipitados.

Efectivamente presentan límites intrínsecos de utilización frente a la temperatura


los materiales con transformaciones alotr6picas (ref V11.2) -generalmente por nucle-
ación y crecimiento- que, además, suelen ir acompañadas de cambios dimensionales.
(guajes limitaciones pueden señalarse a los materiales cuyas propiedades han sido
logradas mediante determinado tratamiento térmico; ya sea simplemente por cambio
de solubilidad (ref VII.I), o bien por transformación simultánea de alotropía y solu-
bilidad (ref Cap. VIII). Así, en el caso de los aceros, por ejemplo. para poder conser-
var la estructura de martensita revenida, es preciso que la temperatura de servicio sea
inferior al A I23 del acero en cuestión; por tanto los aceros templados y revenidos
nunca deben alcanzar en servicio la temperatura eutectoide.

Para altas temperaturas interesan también propiedades tales como la estabilidad


dimensional (conviene bajo coeficiente de dilatación, a); la refractariedad térmica
(inversa de la conductividad); la estabilidad al choque térmico -dependiente de a , de
la conductividad térmica y de E- (ref IX.4.1); la resistencia al ciclado y fatiga térmi-
cos; y -sobre todo- el buen comportamiento del material frente a condiciones de
contorno tales como oxidación, corrosión, y otras.

En relación con las condiciones de contorno -y puesto que la oxidación y corrosión mere-
cen ser tratadas aparto- recuérdese simplemente. por bacer nuevamente una ocasional referen-
cia a la importancia de la estructura micrográfica, la posibilidad de que se fonnen eutécticas
con los gases ambientales (ref IV.3.1.2); lo que -por ejemplo--- puede arruinar en atmósferas
sulfurosas, por licuación parcial :1 partir de los 635 QC , aleaciones tales como aceros austeníti-
cos altos en Níquel. fundiciones Ni-resist, supcraleaciones de Ni, etc.

Siguiendo con los comentarios relativos a la temperatura de servicio, suelen deno-


minarse bajas temperaturas las temperaturas subcero y criogénicas. Son también un
límite para la uliJización de muchos materiales metálicos, y a veces un verdadero
LA. ELECCION DE MI'!. TERlALES ESTRUCTURALES 615

umbral de transición entre ductilidad y fragilidad; ya que generalmente la tenacidad


disminuye con la temperatura.

El criterio de selección para un buen componamiemo a baja temperatura suele ser


elegir materiales con temperatura subcero de transición dúctil-frágil, lIT I/C
(ref-X1.6). Ello se traduce casi siempre en el empleo dc algunas aleaciones del siste-
ma cúbico centrado en las caras porque son más tenaces debido a su mayor resisten-
cia al c1ivaje. Así, en el apanado XI.6 se señalaba que para aplicaciones criogénicas
-tales como recipientes para gases licuados- se utilizan generalmente aceros austení-
ticos. En aleaciones de otros sistemas cristalinos menos tenaces, como por ejemplo el
cúbico centrado en el cuerpo, pueden conseguirse considerables mejoras de tenacidad
a bajas temperaturas --es decir, bajas lIT I/C_ mediante afino dc grano. Recuérdese a
este respecto el empleo de microaleados de calidad "Artico" para plataformas mari·
nas y barcos rompehielos (rcf-X1.6 y XI!.3.3).

XIII.B. CONCLUSIONES COMPLEMENTARIAS

Todo lo anterior pone de relieve que -junto a la determinación de los objetivos


deseados en cada C3S()-- la elección racional de materiales requiere un conocimiento
previo de su naturaleza y estructura; y, en consecuencia. de sus propiedades, limita-
ciones y ventajas. Es necesario eludir una simplificación que empieza a extenderse,
sobre todo en medios no especializados, a la hora de elegir materiales. Parece en oca-
siones como si la selección de materiales, que encierra una rica complejidad, pudiera
resolverse ya con la simple utilización de mapas de materiales análogos a los señala·
dos en este Capítulo.

La utilidad orientativa de los "mapas" resulta indiscutible. Ahora bien, una elec·
ción fundada solamente en el empleo de unos mapas de materiales, o en hojas de cál-
culo infonnático y en listas de mercado, puede llevar a conclusiones desacertadas.
Sobre todo, si se desconocen las simplificaciones y los sentidos analógicos de una
misma propiedad que con frecuencia laten en los mapas intcgrados por cerámicos,
polímeros, aleaciones, y materiales compuestos. Por otra parte, una elección de ese
estilo excluye la posibilidad -necesaria en muchas ocasiones- de diseñar un nuevo
material: un material "a medida". También se descuida la oportunidad de seleccionar
un determinado proceso de fabricación entre varios posibles, así como la implanta-
ción de nuevos proccsos o de procesos avanzados.

El desafío que supone la exigencia creciente de mejores propiedades para el servicio ha


producido lo que, con la transitoriedad propia del calificativo, suelen hoy llamarse nuevos
materia/es -las cerámicas "tenaces", los intermetálicos ordenados, y los metales vítreos pue-
den servir de ejemplo- y lambién ha desarrollado materiales at'anzados (otro calificativo de
alcance efímero); es decir, materiales de tipo convencional rediseñados para dotarlos de pro-
piedades muy superiores (V.gr. los aceros microaleados). Ambos tipos de materiales actual·
mente "modernos" -los nuevos y los avanzados - son casi siempre un resultado cooperativo
de las investigaciones sobre procesos y sobre materiales

Por analogía con los materiales hoy considerados"modemos", se denominan nUe\'Os pro-
usos aquellos que comportan la incorporación de tecnologías emergentes novedosas: fusión
6'6 CIENCIA E INGENJERlA DE MATERIALES

por al1lorcha de plasma (rer. 0.2.3.2.). solidificación YÍlrea. lnllamienlos JXJr Iaser. ele. (rer.
VI.5). y se conocen comoal'WJZilllos algunos procesos aparentemente cláskos. pero que como
portan importantes mejoras estJUCtumJes. Como ejemplos podrían ser'l'ir los conformados
semisólKb (ref.Y.6). superplásticos (ref X1I.6.4), la laminación controlada (ref. XII.?!.), etc.

La selección de materiales estructurales con la ayuda de mapas constituye sola-


mente un primera etapa de la elección. Por un lado, ya resulta difícil el encuadra-
miento mismo de las propiedades en un mapa. En lo que respecta, por ejemplo, al
módulo de Young, hay materiales que carecen de módulo elástico bien definido.
Suele tomarse como valor de E la tangente en el origen a la curva de tracción (módu-
Jo elástico tangente) o bien la pendiente de la recta que une el origen de la curva de
tracción con el punto correspondiente a Rm:4 (módulo secante). Tal ocurre por ejem-
plo con las fundiciones grises, hormigón, y otros materiales para los que el módulo E
disminuye con el aumento de tensión.

Por otra parte, lo habitual es encontrar grandes diferencias en el comportamiento


según que la propiedad mecánica haya sido determinada en ensayos de tracción o en
ensayos de compresión. Así, por ejemplo en vidrios y cerámicas, la resistencia a
compresión puede llegar a resultar 15 veces superior la resistencia a tracción. Incluso
en los materiales metálicos, que por constitución acusan menos las diferencias de
comportarnjento a tracción y a compresión, resultan diversos el límite elástico a trac-
ción y el límite elástico a compresión cuando se confiere una deformación previa de
signo contrario (ref efecto Bauschinger XI.3.1).

Algunos materiales --entre otros las fundiciones grises laminares, y algunos com-
puestos - no tienen límite elástico a tracción. El efecto de entalla producido por las
fibr.ts -() en el caso de esas fundiciones grises el producido por el grafito laminar-
hace que la deformación no resulte reversible por pequeña que sea la carga aplicada.
Como es lógico también los defectos físicos inherentes a falta de calidad --macrogrie-
tas, microfisuras, segregaciones, discontinuidades, etc-, derivadas del proceso de
fabricación o de tratamientos del material, puedcn modificar grandemente las propie-
dades de un mismo material.

Efectivamente muchas de las propiedades de un mismo material difieren amplia-


mentc según haya sido su proceso de conformado. Por ejemplo según se trate de una
pieza obtenida simplemente por moldeo (directamentc de solidificación) o bien por
otros mcdios de conformación mecf\nica o tennomeeánica a partir de una masa metá-
lica previa (por laminación, forja, extrusión, trefilado, embutición, etc). Masa de par-
tida que suele ser habitualmente un lingote, un tocho, una placa, una preforma, etc.; y
en el caso de productos sinteTizados los polvos metálicos previamente obtenidos por
solidificación (reL V1.5) o por otros procedimientos (reducción, electrodeposición,
desde fase vapor, etc).

Además, en una misma pieza, de igual composición, y un mismo proceso de con-


formado, sus propiedades presentan valores bien diferentes según sea su estado. Es
decir según sea la estruclllra micrográfica /ifUlllograda como consecuencia de los
Iratamientos lérmicos a que haya sido sometida la pieza con posterioridad a su con-
formado. Así, una pieza de A1-Cu obtenida directamente por moldeo, puede hallarse
en estado "bruto de moldeo", o en otro estado; v.gr: "homogeneizada"(ref
LA ELECCION DE MA TERlALES ESTRUCTURALES 617

VI.4),"hipertemplada", "madurada" (rer Vn.1.2). Análogamente, por ejemplo, una


chapa de Aluminio comercial puede estar "semidura", "agria", "totalmente restaura-
da", "parcialmente recristalizada", o "recristalizada"(rer.xn.5); un acero bonificable
Puede "estar normalizado", "recocido" " "templado" o "austemperizado", etc .(,,1
VillA); un vidrio puede estar recocido (ref.lX IX.4.3.2), etc.

Pero sobre todo la provisionalidad de una selección por "mapas" obedece, como
queda apuntado, a las dificultades para comparar unívocamente las propiedades
mecánicas de materiales con distinta naturaleza: metálicos, cerámicos, polímeros y
compuestos. La propkdad consignada puede tener incluso distinto significado según
sea la naturaleza del material. Así, en el caso de las aleaciones, los mapas de materia-
les -por tanto también el mapa de la Figura X1l1.2- toman como resistencia a la
deformación plástica el límite elástico práctico ReO,2 (rer XI.2.1). Para polímeros
orgánicos, en cambio, se toma la carga para la cual la curva esfuerzos-deformaciones
deja manifiestamente de ser lineal (deformación plástica aproximada de 1%). En los
cerámicos suele tomarse el esfuerzo que produce la rotura por compresión ("crushing
strength"); haciéndose por tanto coincidir implícitamente límite elástico a compre-
sión y carga de rotura.

Por tanto. por lo que se refierc a rcsistencia a la deformación plástica. no siempre


resultarán sustituibles entre sí materiales de distinta naturaleza -cerámica. metálica.
polimérica. compuesta-: aunque. de hecho, tuvieran asignado en un mapa de materia-
les igual valor para su límite elástico. Otro tanto se puede afirmar respecto a la rigi-
dez de materiales que, siendo de distinta naturaleza. tengan igual geometría y un
mismo valor de E.

En definitiva -reconociendo la utilidad de los mapas comparativos de materiales


y recomendándose su liSO para una primera orientación- conviene que el ingeniero
ejercite su sentido crítico al emplearlos. Sobre todo, si los esfuerzos principales son
de tracci6n y los materiales son particularmente sensibles al efecto de entalla; como
ocurre con los cerámicos porosos, cerámicos ingenieriles, y vidrios.

Elegir el material adecuado para una cierla aplicación supone, en primer lugar,
precisar la naturaleza del material; es decir su composición química y por tanto su
carácter metálico, cerámico, polimérico, o compuesto. Pero supone, además, precisar
su estructura; es decir su proceso de conformado y los tratamientos térmicos a que
ha sido sometido.

En este sentido, conviene subrayar que la elección de materiales estructurales


debe estar fundada en un conocimiento de su micrografía. Con esa base, se sobrepasa
el nivel puramente infoonativo y pueden resultar de gran utilidad los mapas de pro·
piedades, los catálogos, etc. Apoyado en las estructuras macro, micrográfica -y veces
nanográfica-, el ingeniero tiene mayor base para analizar y criticar materiales y pro-
cesos de elaboración; para fabricar, si es preciso, materiales "a medida"; para com-
prender mejor unas normas sobre control de calidad; y para fundamentar una diagno-
sis sobre las posibles causas de fallo de un material durante el servicio.
618 CIENCIA E INGE.NJERlA DE: MA TERIALES

BIBLlOGRAFlA

R. Calvo Rodés el al. "Estudio de una Tabla Racional de Aceros Nacionales", Ed INTA.
Madrid. 1961.
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Pero-Sanz J. Verdeja J., "Mapas de diseño con materiales eslruclUrales. Aplicaciones". III
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Información Tecnológica Vol. 7 pp. 143-152 (1996).
Waterman & Ashby. "Materiales SeleclOr", Elsevier Applied Sdence, Londres (1991).
límoshenko. "Elementos de Resistencia de Materiales". Ed. Montaner, Barcelona (1975),
LE Verdeja. Revista de Minas, 8. pp 47·57. Oviedo (1993),
ANEXO 1
Vocabulario Español-Inglés-Francés-Alemán
de Ciencia e Ingenieria de Materiales
620 CIENCIA E INGENIER/A DE MATERIALES

Español Inglés

Acero Steel
Acero autotemplanlc Air-hardening sleel
Acero calmado Killed-steel
Acero efervescente Rimmed-sleel
Acero moldeado Casi sleel
Acero suave (dulce) low carbon sleel
Acero ino:\idable Slainless sleel
Acero rápido para herramienta Rapid tool sleel
Acritud Work hardening
Alambre Wire
Aleucian AlIoy
Aleaciones solidificadas direccional mente DS alloys
Alfarería Ponery
Alotropía Allotropy
Ahohomo Blast fumace
Alúmina Alumina
Aluminio Aluminium
Amorfas(estructuras» Amorphous(structures)
Anelasticidad Anelasticity
Apilamiento de atomos Packing of alOms
Apilamiento defectos Stacking faull
Arcilla Clay
Arena Sand
ArrJ.bio Pig iron
Ataque interdendritico Inlerdendrilic allack
Ataque micrográfico Micrographic etching
Atmasrera controlada Prepared atmosphere
Atruchada (fundición) Motted (casi iron)
Azufre Sulphur
Baldosa.losa Flap
Bandas de Lüders Lüders bands
Baño de sales Salt balh
Barrem de Lomer-Comell Slair rod dislocation
Bebedero Pouring basin
Blando 50ft
Bobina Coil
Bonificación Hardening and tempering
Bme, 0011
Brochado Broaching
VOCABULARIO 621

Francés Alemán

Acier Stahl
Acier auto-trempant Luftharteslahl
Acier calmé Beruhigter 51001
Acier effervescent Slahl (unberuhiglcr)
Acier moulé Slahlguss
Acier doux SIOOI (Weicher).F1usseisen
Acier inoxydable Stahl (Nichlrostender)
Acier a outils Werkzcugschnellstahl
Ecrouissage Kaltverfesligung
Fil Drnht
Alliage Legierong
Alliages solidification dirigée Legierung Gerichlele Erslarrung
Poterie Topferei
Allotropie AlIotropic
Haut foumeau Hachofen
Alumine Aluminiumoxyd
Aluminium Aluminium
Amorphes(slructures) Amorph (Suuktur)
Anélaslicité Unelaslilital
Empilemenl des alomes GiUerwerksalom
Defauts d'empilemcnt Stapelfehler
Argile Ton.Pelit
Sable Sand
Fonte brole Gusseisen
Auaque inlerdendritique Interdendrilischer Angriff
Auaque micrographique Geftigeatzung
Almosph~re controlée Geregelte almosphtire
Truitée (fonte) Gusseisen (Meliertes)
Soufre Schwefel
Carreau.dallc Fussbodenplatte
Bandes de Piobert-Lüders Bands Lüders
Bain de sel Salzbad
Vérrou de Lomer-COIlrell Schranke Lomer-COIlrell
Enlonnoir de coulée Giesstrichter
Mo" Weich
Bobine Spule
Trempe et revenu Vcrgüten
Forel Bohrer
Brochage Raumen
622 CIENCIA. E INGENIER/A DE MATERIALES

Español Inglés

Bruto de colada As-cast


Bruto de laminación As-rolled condi,ion
C,l Lime
Calcio Calcium
Calenlamicnlo Heating
Carbón Coal
Carbonitruraci6n Carbonitriding
Carbono Carbon
Carburo de silicio Silicon carbide
Carburo cemcnlado(vidia<;) Cemented carbidc
Cascarilla Scalc
Caucho Rubber
Cavidades, huecos o alveolos Voids.Dimples
Cazo de colada FOUlldry ladle
Cemcnlación (por C) Carburizing
Ceramelal (sinlerizado) Cermel
Cerámica.cerámico Ceramic
Cerámica tenaz Toughness ceramic
Chapa Plate
Chapa fina Sheet
Chatarra Scrap
Chispa Spark
Clavo Nail
Clivaje (descohesi6n IranscriSlalina) Cleavage
Cobre Copper
Coeficiente de difusión Diffusion coefficient
Coeficiente de fricción Coefficienl of friclion
Coeficiente de Poisson Poisson's ralio
Cojinete Bearing
ColabiJidad Caslability
Colada a presión Die casting(squee7L casling)
Colada cominua Cominuous casling
Columna Column
Compresión (ensayo de) Compression lest
Compuestos (materiales) ComJXlsites
Compuesto intermetálico Intermetallic cornpound
Conformado Forming
Convenidor Convener
CoquiJIa Die.permanem mold
VOCABULARIO 623

Francés Alemán

Brot de fonderie Rohgegussen


Brute de laminage Walzzustand mil Naturwalzkanten
Chaux Kalk
Calcium Kalzium
Chauffage ErhilZen
Charbon Kohle
Carbonitnlralion Karbonilrieren
Carbone Kohlensloff
Carbure de silicium Siliziumkarbid
Carbure cémenlé(fritlés) Sinterkarbid
Calamine Zunder
Caoutchouc Gummi
Cavilés (cupules.trous) Teilchenzwischenraum
Cuiller a couler Giesskelle
Cémenlalion Einsatzhanung
Cennet Cennel
Céramique Keramik
Céramique ténace 'Z.ah Keramik
Tole Platte, Grobblech
TOle mince Blech
Ferraille Alleisen, Schrotl
Elincelle Funke
Clou Nagel
CJivage Spaltung, Spaltflache
Cuivre Kupfer
Coefficienl de dif'fusion Diffusionskoeffizient
Coefficienl de frOllement Reibungskoeffizient
Coefficient de Poisson Poissonskoeffi zient
Coussinet Lagerschale
Coulabilité Vergiessbarkeit,Aiessvermogen
Coulée saus pression Druckgiessverfahren,Druckguss
Coulée continue Giessen(Konlinuierliches)
Colonoe Saule,Pfeiler
Essai de compression Druckprobe
Composites Verbundsloff
Compasé inlennélallique Inlennelallische verbindung
Mise en fonne Fonnen
Convertisseur Umfonner, slromumfonner
Coquille Kokille,Dauerfonn
624 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERIA.LES

Español Inglés

Corrosión-agrietamiento por Corrosion crevice


Corrosión-fatiga Corrosion-fatigue
Corrosión bajo tensiones Stress-corrosion
Cortadura. cizalladura Shear
Covalenle (enlace) Covalent bond
Crecimiento Growth
Cuchara Ladle
Darta Scab
Decarburación Decarburization
Decapado Pickling
Deformación Strain
Deformación plástica Plastic flow
Dendrita Dendrile
Densidad Density
Desbaste Slab
Desgaste Wern-
Deslizamiento cruzado Cross slip
Diamanle Diamond
Difusión en juntas de grano Grain-boundary diffusion
Difusión en volumen Bulk diffusion
Dislocación-trepado de la Dislocation-climb
Dislocación cuña Edge dislocatiotl
Dislocación tornillo Screw dislocatíon
Disolvente Solven!
Ductilidad Ductility
Dureza Hardness
Elasticidad linear Linear elasticity
Embutición Deep Drawing
Endurecimiento estructural Precipitatíon hardening
Endurecimiento por deformación en frío Strain hardening,work hardening
Endurecimiento por dispersión Dispersion slrengthening
Endurecimiento por lagunas Quench aging
Endurecimiento por precipitación Precipitation strengthening
Endurecimiento por solución sólida Solid solution slrengthening
Energía de junta de grano Grain boundary energy
Enfriamiento Cooling
Enlace atómico Atomic bond
Ensayo de dureza Hardness-test
Ensayo de tracción Tensile test
VOCÁBUURlO 625

Francés Alemán

Corrosion fissurante Spaltkorrosion


Corrosion~faligue Korrosionsennüdung
Corrosion sous contrainte Spannungskorrosion
C isai Ilement,cission Schere, Schub
Liason covalente Kovalente bindung
Croissance Waschsen, WachSlurn
Poche Pfanne, Giesspfanne
Dartre (ecaille) Schuppe
DécarbUTalion Entkohlung
Décapage Beizen, Dekapieren
Déformation Verfonnung
Ecoulement plaslique Aiessen(Plaslisches),Kriechcn
Dendrile Dendril,Tannenbaumkrislall
Densilé(Masse volumique) Dichle.Gewichl (spezifisches)
Brame Bramme
Usure Verschleiss, Abnützung
Glissement devié Quergleitung
Diarnant Diarnant
Diffusion aux joints de grains Korngrenze diffusion
Diffusion en volumen Diffusion volumen
Dislocation~montée Urngehung durch verselzungen
Dislocation coin Stufenversetzung
Dislocation vis Schraubenversetzung
Dissolvanl LOsungsmiuel
DUClililé Duktililal.Dehnbarkeit
Durelé Harte
Elasticité linéaire Elastiziliit (Iineaire)
Emboutissage Tiefziehen
Durcissernent structural Ausscheidu ngshiirt ung
Consolidalion,écrouissage Kaltbtirtung
Durcissement par obstacles dispersés Dispersionshiirtung
Dun;:issement par lacunes Abschreckallerung
Durcissement par précipitalion Aushartung
Durcissement par solulion solide Solidelo!mnghartung
Energie de joint de grain Energieskomgrenze
Refroidissement Kühlen,AbkUhlen
Liaison atomique Alomverbindung
Essai de dureté Hanepriifung
Essai a la tmction Zugversuch, Zerreissversuch
626 CiENCIA E INGENIER/A DE MATERIALES

Español Inglés

Ensayos no destructivos Non-destructive testing


Envejecimiento por atmósferas Strain ageing
Escoria Slag
Esmaltado En amelling
Esmalte Vilreous enamel
Estado de reblandecimiento Leathery state of polymers
Estado de tensiones Stress-state
Estampado Stamping
Estañado Tinning
Estaño Tin
Estirado Srretching
Estricci6n Necking
Estructura cristalina Crystal structure
Estructura cúbica centrada en el cuerpo (C) Body Centred Cubic structure(B.C.C.)
Estructura cúbica de caras centradas (CC) Face-Centred Cubic structure(EC.C.)
Estructura en bandas Banding Structure
Estructura hexagonal compacta (E.C.) Hexagonal Close·Packed strueture (H.C.P.)
Extrusión Extrusion
Fácil deslizamiento Easy glide
Fatiga, Fatigue
de baja amplitud (alto número de ciclos) High cycle fatigue
de gran amplitud (bajo número de ciclos) Low cycle fatigue (LCF)
Fatiga térmica Thermal faligue
Figuras de corrosión Etch pits
Fleje Band,strip
Fluencia-Daño por Creep-damage
Fluencia-Fractura, rotura por Creep-fracture
Auenda lenta Creep
Forja Forging
Fractura, rotura Fracture
Fragilidad Brittleness
Fragilizaci6n. enfragilización Embrittlement
Fresa Cuner
Fricción Friction
Fundente Flux
Fundición dúctil Spheroidal cast iron
Fundición (férrea) Cast iron
Fusión Melting,casting
Granalla Shol blasting
VOCABULARIO 627

Francés Alemán

Essais non-deslructif Prüfung (zerstorungsfreie)


Vlellissement de Cotrell Verfonnungsalterung
Scorie(laitier) Schlacke
EmaiJIage Emaillieren. emaillierung
Email Glasfluss. schmelz
Visco·élaSlicilé des polyrnéres Teigzusland
Elat de contrninles Eigenspannungszustand
Estampage Gcsenkschmiedcn. st:ln7..en
Etamage Verzinnung. Verónnen
Etain Zinn
Etirage Ziehen. drahtziehcn. schwindung
Striction Verengerung. einschnlirung
SlruClUre criSlalline Kristallstruktur
SlruClUre cubique centré(C.C.) Kubisches kristallgitter
Slruclure cubique faces cenlrees (C.F.c.) Flachenzentriencs kubisches giner
SlruclUre en bandes Zeilenslruklur
SlruclUre hexagonale compacte (H.C.) Hcxagonal-dichtgepad::lc slruklur
Filage a la presse Ziehen. Fliessprcssen
Faeile glissement Bearbeitbarkeit
Fatigue Ermüdung
Fatigue a grand nombre de cycles Dauerfestigkeith&hespannungsausschlag
Faligoe oligocyclique Dauerfestigkeitbaisscspannungsausschlag
Fatigue lhermique Ermüdung durch W¡jrme
Figures de corrosion Atzfi gur.kraftwirk ungsfigur
Bande Slreifen
F1uage-endommagemcnt F1iessenschadcn
Fiuage·rupture Bruch durch kricchcll
Fluage Kriechcn
Forgeagc Schmieden
Ruplure Bruch
Fragililé Brtichigkeit
Fragilisation Sprooigkeit Brlichigwcrden
Fraise Fraser
Frottemenl Reibung
Fondant Rossmittel. zuschlag
Fonle a graphite sphéro¡"dal Gusseisen mil kugelgraphit
Fonte Gusseisen. guss. grnuguss
Fusion Schmelzen
Grenaille mélalique Stahlsandbla.sen. Schrolslrahlputzen
628 CIENCIA EINGENfERfA IJi? MATERIALES

Español Inglés

Grano Graio
Grietas Cracks
Herramienta Tool
Herrumbre RuSI
Hielo
Hierro
"e
1m"
Hipertemple Quenching
Juntas o fronteras de grano Graio boundaries
LadrilloBrick
Laminador Rolliog mili
Latón B=
Ley de Hall-Pclch Hall-Petch law
Ley de París Paris law
Ley de Schmid Schmid law
Límite de faliga Endurance limil
Límite elástico Yield strength
Lingote logol
Liso Smooth
Loza de barro Earthenwarc
Loza ¡:x>rosa Biscuil canhenware
Macho(en fundición) eDre
Madado Twinning
Macrosegrcgación Macro-segrcg:llion
Madera Wood
M:lduración natural Age hardening
Martillo pilón Rammcr
Material policristalino Polycristnl material
Malriz(forja) Die
Mazarota Feeder hcad
Mecanismos de endurecimiento Strcngthcning mcchanisllls
Mecanizado Machining
Microrrechupe Micro-shrinkage
Mineral 0"
Modelo Panero
Módulo de cortadura Shcar modulus
Módulo de Young Young modulus
Molde Mould
Moldeado Moulding
Molde metálico Chill mould
V0C4BU1ARlO 629

Francés Alemán

Graio Kom. Kristall


Fissurcs Sprung. Sp,llle
Outil Werkzeug
Rouil1e Rost
Gluce Eis
Fer Eisen
Hipenrempe Abschrcckcn (Fome)
JoinlS de grains Komgren7..e
Brique Backstein
Laminoir WaJzltinge
Laiton Messing
Loi de Hall-Pelch Gesell. von Hall-Pclch
Loi de Paris Gesell. von Paris
Loi de Schmid Geselz von Schmid
Limite de fatigue Dauerfesligkcit
Limite d'élasticité Streckgrcnzc, Strcckfestigkeit
Lingot Mctallblock. Rohblock
Lisse Handleiste, Handlauf
FaYence Steinzeug aus Ton
8iscuil Durchltissig SlcinLcug
Noyaux Bohrkem
Maclé Zwillingsbildung
Ségrégalion majeure Makroseigcrung
80is Holz
Vieillissement nalurel Kall-oder Waml-aush:irtung
Moulon Fallhammer
Malériau polycrislallin Polykristallincs malcrial
Matrice Matrize
Masselolle Gicsskopf
Méc:.tnismes de durcissement Hlirtungmcchanismus
Méc:.tnisation Metallbearbeitung
Microreta.ssure Mikroschwindung
Mincrai En
Modélc Modell
Module d'élaslicilé au cis:lillemenl Gleitmodul. Schubelastizittitsmodul
Module de Young Elastizitlilsmodul. schwungszahl
Moule Gussfonn (Gicss.)
Moulage Formen
Coquil1e Kokillc
630 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERIALES

Español Inglés

Monocristal Single crytal


Muela abrasiva Grinding wheel
Muelle Spring
Nilruraci6n Nilriding
Nitruro de silicio Silicon nilride
Normalil.ado(acero) Nonnalising
Nucleación y crecimiento Nuclealion and growth
Palanquilla Billet
Pandeo Buckling
Parámetro dc Larson-Miller Larson·Miller parameter
Parámetro de Zcner-Hollomon Zcner-Hollomon parameter
Perfil Shapc,profiJe
Perno Pin
Picaduras Pitting
Piel(lingotes) Skin,chill zone.lard
Pilar Pillar. column
Placa Plale
Plomo Le,d
Policristulinu Polycrystalline
Poliestireno Polystyrene
Polietileno Polyethylcne
Polímeros Polymers
Polímeros reforT..ados con fibras de boro BFRP
Polímeros reforzados con fibrns de carbono CFRP
Polímeros reforzados con fibras de vidrio GFRP
Polvo Powder
Pulido Bumishing,polishing
PunlOnado Piercing. punching
Qucmado(acero) Overblown
Quemador Burner
Reb3ba Fash, fin
Rechupe Shrinkage
Reciclado Recycling
Recocido Annealing
Recocido contra tensiones Slfess·relieving anneal
Recocido de homogeneización Homogenization annealing
Recocido discontinuo Batch annealing
Recocido isotérmico lsotherrnal annealing
Recocido subcrftico Subcrilical anneaJing
VOCJ,BUURIO 631

Francés Alemán

Monocristal Einkrislall
Meules abrasive Schleifscheibc
Ressort Feder
Nitruration Nitricrhanung
Nitrure de siliciurn Siliciumnitrid
Recuit d'affinage struclUral NormalglUhcn
Nucléation el croissancc Kembildung und schwellung
Billeue Knüppel, Scheit
Aambage Knickung
Param~tre de Larson·Miller Kennwen von Larson-Miller
Parametre de Zener-Hollomon Kennwen von Zencr-Hollomon
Profil Schniu
Broche Asche (kleine)
Piqílres Kleinere poren
Peau.lard Gusshaut
Pilier Pfeiler
Plaque Plattc, GrobbJech
Plomb Blei
Polycristallin PolykrislalHn
Polystyréne Polystyren
Polyélhyléne Polyelylcn
Polyrnéres Pol)'merekorper
PRFB PRFB
PRFC PRFC
PRFV PRFV
Poudre Pulver
Polissage Polieren
Ajourage Lochen
Brillure,perlagc Vcrbrcnnen
Brilleur Brcnncr
Bavure Gral
Retrail Schwindung. Schrumpfung
Recyclage Wiederaufbercitung
Recuit Ausglühcn. Glühfrischen
Recuit de détente Glühen (spannungsfreics)
Recuit d'homogénéisalion Diffusionsglühen
Recuil discontu Nichtstetig Ausglühen
Recuil isolhennique Glühung (isolherme)
Recuit sous critique Unterkritische glühung
632 CIENCIA J:: INGENIEN/A DE MATERIALES

Español Inglés

Rectificado Grinding
Redondo Roo
Relajación de tensiones $tress-relaxation
Reología Rheology
Resiliencia [mpact rcsist:lncc
Resistencia a la tracción Tensile slrength
Restauración Recovcry
Revenido Tempcring
Revestimiento Coating
Reveslimicnlo de horno Fumace lining
Rigidez StifTness
Rotura fibrosa Fibrous fmcture
Rotura repentina,(frágil) Brinle frdclure
Rugosidad Roughness
Sangrado Tapping
Segregatión dendrítica Micro-segregation
Segregación principal Macrosegrcgalíoll
Segregación vertical Gravity segrcgalíoll
Sensibilidad a la entalla NOIch sensivity
SOiee Silica
Silicio Silicon
Sinlcrizado Sintering
Sobrecalentamiento Supemeating(overheating)
Soldadura \Veld
Soldadura con melal de aportación Brazing
Soldadura débil Soldering
Solera Hcarth
Solidificación dirigida Dírectional solidification
Solidificación por zonas Zone mclling
Sólidos amorfos Non-crysllllline solids
Solución sólida Solid solution
501ulo Solute
Sopladuras Blow holes
Subenfriamiento Undercooling
Superplasticidad Superplaticily
Superred Superlattice
Tamaño de grano Grain size
Tejas TIle
Temperatura de ablandamiento Softening temperalure
VOCA8ULARIO 633

Francés Alemán

Reclifieation Sehleifen
Rond Slab. Slange
Relaxalion de eontraintes Entspannung
Rhéologie Rheologie,Fliesskullde
Résilienee Slossfestigkeit. Schlagfesligkeit
Résistanee la traetion Zugfestigkeil
Restauralion Wiederverwenung. Zurud:gewinnung
Revenu Anlass
Rev6temcnl Auflrag
Garnissage du four Ofenfuller
Rigidité Sleifigkeit
Ruplure fibrcuse Faseriihnlicher bruch
Fracture fragile Sproobruch
Rugosité Rauhigkcit
Débouchage Kupolofcnabstich
Ségrégalion mineure Mikroseigerung
Ségrégalion majeure Blockseigerung
Ségrégalion vertical Seigcrung
Scnsibilité i'J. I'entaillc Kerbcmpfi ndl ichkeit
Silice Siliziumdioxyd
Silicium Silizium
Frittage Sinterung
Surchauffe Überhit7..en
Soudure Schweis
Brassage Hanll)lcn
Soudure a bas poinl de fusion Lüten
Sole Herd
Solidificalion dircctionncllc Gerichlele crslarrung
Zonc fondue Zoncnschmelzcll
Sol ides( noncri stal! ios) Feslkürpcr
Solulion solide Misehkrislall. Lüsung (Fcsle)
Disou Aufgeloster sloff
soumures Blasenbildung. Blasen
Sous-refroidissement UnterkUhlung
Supcrplasticilé Erheb!iehc plastizitiit
Supcr-réseau Überslruklurgillcr
Taille de grain Korngrossc
TUlle Ziegel. Dachzlegel
TempéralUre de ramollisscment Enthiinungslcmperalur
634 CIENCIA E INGENIEN/A DE MATERIA.LES

Español Inglés

Tem~raturJ de mantenimiento Holding temperature


Temperatura de transición Transition temperature
Templabilidad Hardenability
Temple Quenching hardening
Tenacidad Toughness
Tensión Stress
Tensión y deformación reales True stress and strain
Tensiones y deformaciones (ingenieriles) Nominal stress and slmin
Tennocstable Thennoscuing
Termopláslico Thermoplastic
Titanio Titanium
Torneado Turning
Trabajo plástico Plastic work
Tracción biaxial Biaxiallension
Transformación manensílica Martensile lransfonnation
Trasición dúctil-frágil Ouclile-Io-briltle transilion
Tratamiento Treatment
Tralamiemos isotérmicos Isothermic treatmenlS
Tratamientos Icrmomecánicos Thennomechanieal trealement
Tratamiento superficial Surface lrentmenl
Trefilado Wire drawing
Troquelado Embossing, raising
Tubo Pipe,lube
Turbina Turbine
Unifonnización de temperatura Soaking
Vacío(bajo) Low vacuum
Velocidad Speed
Velocidad de calentamiento Heating rate
Velocidad de enfriamiento Cooling rate
Vidrio Glass
Viga Beam
Vinua Swari
Wolframio Tungsten
Zircón (silicato de zirconio) Zircon
Zircona (óxido de zirconio) Zirconia
Zirconio Zirconium
Zona atacada A ffecled zone
Zona pláslic<l Plastic zonc
Zuncho Jacket
VOCItBUURlO 635

Francés Alemán

Tempéralure de séjour Solltemperalur


Tempéralure de transition Übergangstemperalur
Trempabilité Hartbarkeit
Trempe Hartung, Aushanung
Ténacité 'Zli.higkeit
Contrainte Spannung
Conlrainte et défonnation vraies Anschulu.'~,<:pannung.AnschullL~fCll'JT\fulderung

Conlrainle el défonnalion nominales Reellspannung und Reellfonnanderung


Thermoslable Hilzebestandig
1bennoplastique Thennoplastisch
Titane litan
Toumage Drehen
Travail de défonnalion plastique Plastischarbeit
Traction biaxiale Zweiachsigtraktion
Transfonnalion martensitique Martensitumwandlung
Transition ductile-fragile Übergang duktil-sprOde
Traitement Bearbeitung
Traitements isolhermes Behandlung (isothermische)
Traitement thennomécamique Thennomechanische bearbeitung
Traitement superficiel Oberflachenbehandlung
Tréfilage Ziehen von draht, Drahuiehen
Nervurage a la presse Hohlpragen
Tube RoM
Turbo-réacleurs Turbine
Mantien isothennique Durchwarmetemperatur
(Bas) vide peussé Luftleerer
Vitesse Geschwindigkeit
Vitesse de chauffage Anwarmunggeschwindigkeit
Vitesse de refroidissement Abkühlungsgeschwindigkeit
Verre Gl",
Poutre Bündel
Copeaux, riblots Metallspane
Tungsténe Wolframit
Zirconite Zirkonit
Zircone Zirkondioxyd
Zirconium Zirkon
Zone ataquée Angriffsbereich
Zone plastifiée Plastischzone
Frene Schrumpfring
ANEXO 2
Cuestionario y problemas

CAPíTULO CERO
J .-Justificar diferencia~ de comportamiento entre cerámicas y metales basándose en la naturaleza de su enlace.

2.-Señalar algunas diferencias significativas entre la elaboración del acero en una siderurgia integral y
en una miniaceria,

3.-EI aluminio puede obtenerse. a panir de su óxido. por vía piromelnlúrgica. siendo necesari~ proce-
sos electrolíticos'? ¿Por qué'?

4.-¿Por qut se emplea el aluminio para soldadura de carriles'?

5.-¿Pueden mejorarse las características mecánicas -bajas- del aluminio? Sc:ñalar algún procedimienlO
pum ello.

6.-¿Por qué se utilizan cables de aluminio -con alma de acero- en líneas de tendido eléclrico1

7.-¿Es razonable roblonar chapas de aluminio con pernos de hierro" i. Ycon pernos de cobre?

S.·Por su carácter biocida, ¿qué metal utilizarla, por ejemplo, en plataformas off-shore?

9.-Una chapa de zinc almacenada -apoyada en una pared- presenta, con el paso del tiempo, una forma
alabeada. ¿A qué puede ser debido'! ¿Ocurrirla algo similar con otra de plomo?

IO.•¿Cuáles son los materiales metálicos de producción y consumo superior al millón de


toneJadas/año?

II.-¿Por qué 00 suele emplearse el Magnesio como un material estructural?

12.-¿A qué se destina principalmente el Magnesio'! ¿Y el Estaño'! ¿Y la Plata'! ¿Y el Plomo?

13.-La energla libre de formación del A120~ es muy negativa .¿Como justificar que el Al presenle
buena resistencia a la oxidación atmosfénca a la temperatura ambienle '!

14.-¿Emplearfa una placa de Wolframio como malerial refractario -a elevada temperatura· en atmósfe-
ra oxidante? ¿Lo utilizarla como blindaje térmico?

l5.-¿Puede almacenarse, al aire libre. polvo de Zirconio?

l6.-0rdenar de má.~ a menos -por su calidad radiactiva en la induslria nuclear-los siguienle~ melales:
Fe, Ni, Be, Al, Mg, Zr.

17.·Precauciones que debe lomar un operario en el manejo del Berilio,

Itl.-¿A qué se debe la tenacidad de los sialones'! ¿Cómo puede evaluarse la resistencia al choque tér-
mico de un cerámico y qué propiedades influyen preferentemente en este?

19.-¿A qué puede alribuirse la mayor fiabilidad de la fabricación en serie de Jos materiales metálicos
comparada con la de los cerámicos?

20.-¿Puede hablarse propiamente de temperatura de solidificación en los materiales poli~ricos?

21.-¿Utilil.3lÍa un material polimérico a 500'C?¿Emplearfa Jos polímeros a temperaturas criogénicas?


638 CIENCIA E INGENJERIA. DE MATERIALES

¿Y un material compuesto de matriz polimérica?

22.-Las moléculas de los elastómeros, ¿son tridimensionales? ¿A qué se debe su peculiar comporta-
miento elástico?

23.-¿Qué interés preferente presentan los materiales compuestos de matriz metálica?

24.-¿Qué material compuesto supera en tonelaje la producción mundial de acero? ¿Qué ventajas e
inconvenientes presenta respecto a este último?

25.-¿Hay polímeros inorgánicos que tengan aplicación industrial?

26.-A 300.()(X)K la materia se encuentra en estado de plasma.¿Como es posible lograr "plasma" para
aplicaciones industriales, si no resulta factible por calentamiento alcanzar esas temperaturas?

27.-Los metales refractarios y las superaJeaciones lienen alta sección eficaz de capmra de neutrones
¿Son interesantes para reactores ténnicos? ¿Y para reactores rápidos?

28.-EI Zirconio se utiliza para vainas de elementos combustibles en reactores nucleares.¿Por qué sue-
len estar revestidos de otro metal o aleación?

29.-Señalar algunas características que hacen del Be un material interesante para la industria aeroespacial.

30.-Entre los denominados metales preciosos se considera habitualmente que su principal consumo es
joyería .¿Es esto cierto?

31.-¿Por qué las cerámicas reforzadas por fibras de vidrio resultan más tenaces que las que carecen de
dicho refuerzo? ¿En qué fundamento microestructural se basan las cerámicas tenaces de Zircona?

32.- En los polfmeros tennoplásticos las macromoléculas resultan practicamente microscópicas en lon-
gitud y atómicas en su sección transversa1.¿Puede explicarse con base en esta estructura su com-
portamiento termoplástico?

33.-La estructura macromolecular de los termoplásticos justifica en algunas condiciones su comporta-


miento elastomérico .¿En qué casos?

34.-Para los materiales compuestos de matriz cerámica. ¿Presentarían interés fibras de Al, Mg o Ti?
Razónese la respuesta.

35.-Seilalar algunas caracteristicas significativas de los materiales de matriz grafftica reforzados con
fibra de grafito

36.-Los metales se oxidan más fácilmente a alta o a bajatemperatura? Razónese

37 .-Uno de los procedimientos para obtener metales consiste en la descomposición de sus óxidos mine-
rales. Si es asf, ¿Por qué se dice que en condiciones de servicio a altas temperaturas el Wolframio
y Molibdeno apenas resisten a la oxidación?

38.- Requerimientos energéticos teóricos para la reducción directa del hierro hematites (Fe203) por el
carbono (vid. diagrama de Ellingham, Fig. 0.2).

39.- Requerimientos energéticos para la obtención de hierro (acero) en horno eléctrico.

40.- Comparar los resuhados obtenidos en los ejercicios 38 y 39 con los reales consignados en el1ibro
dc texto.

41.- Requerimientos energéticos teóricos para la obtención de una tonelada de aluminio. Compararlos
con los reseilados en el libro de texto, tanto teóricos como reales.

42.- Demostrar que el aluminio no puede obtenerse electrolfticamente a partir de soluciones acuosas de
alúmina, ya que la descomposición del agua y la evolución catódica de hidrógeno antecederían a
-
CUESTIONARIO r PROBLEM,1S 639

la deposición del Aluminio metal. DaIQS: Potenciales de oxidación en Tabla 0.2. Energía libre
de fonnaci6n de los óxidos en Fig O.2.Número de Faraday. 96500 culombios/equivalente/gramo.

43.- Teniendo en cuenla el diagrama de EIlingham (Fig 0.2). romenllU" la posibilidad de obtención a1umi-
notfnnica del Cr metal a partir de la cromita CrlÜJ ' ae::tuando como reductor polvo de Aluminio.
Dato.r. Calor latente de fusión del Cr '" 4.200 calImoI: calor específico del Cr 0,15 calf'C.g. Calor
latenle de fusión para la alúmina (A,:!:O)p= 26lDJ cal/mol.: c.aIoc específICO 0,27 calf'C.g.

44.- Calcular la posibilidad de reducción del ó¡üdo de Cromo (Crf~)) por el C. a la lemperatUfll de 100J"C.
¿Cuál SClÍa en el equilibrio. la presión parcial de ro neccsana? ¿QJJ. consecuencias doducc?

45.- Deducir la posibilidad de obtención melalotérmica del Fe metal. a panir del ólIido de hierro FeO
(wuslila), actuando como reductor polvo de Aluminio. Dalos:para el fe. calor latente de fusión '"
3600 caUmol; calor especifico 10.5 cal/K mol. Para la alúmina, AlZO) : calor latente de fusión
26000 caUmol; calor específico, 30,6 cal/K mol.

46.-l.Puedc obtenerse cobre metálico por oxidación del sulfuro cuproso, Cu~S ?Datos: A 1200"C, las
energías libres estandar de las siguientes reacciones son (vid. diagrama de El1inghan, Fig. 0.2)
Formación del CU20, 6G~f '" - [38 kJ/mol O 2,
Formación del SO], 6G~f '" - 251 kJ/mol O 2 ,
CU2S + lh O 2 '" CU20 "'" 1/2 S2' 6G"=0 kJ.

47.- Teniendo en cuenta la energía libre standard de formación del ZrI (ver Fig 0.2) parece teóricamente
posible la reducción directa de ese óltido con carbón. ¿Puede realizarse esa ~duccjón dirrcla?

48.- Calcular el coeficiente de dilatación de un polietileno amorfo y cristalino teniendo en cuenta que
para el polietilcno amorfo:V e '" 1.04 cm)/g a la temperatura de IOO"C: y V '" 1,16cmJ/g a
lOO"C: en tanto que para el polietileno cristalino: Ve'" O,970cm J/g a -IOO"C ~~I.OO5 cmJ/g
a lOO-c. Con aJá! de c:sICJ!l lb marcriaIes identificaria el ¡rlienlcm de alta densidad. J ' la lt:SpICSU.

49.- Calcúlese el valor de x para que una atmósfera de 12.5'l;C~. x% de CO. y resto Nitrógeno.
resulte oxidante para el Níquel a 7SO "C.

SO.- Para cualquier metalla aptitud oxidante. neutra . o reduclora, de una mezcla de CO) • CO, H2 y
H¡O a la temperatura TI-si los cuatrO gases están en equilibrio entre sí I TI - pueac determinar-
se la!'to en función. de la relación Peo : Peo-, existente en la mezcla de Jos cualfO gases como en
fuoclón de la relaCión PH2 : PH:zO . Demuéslfese .

51.- En el caso del ejercicio anterior. ¿ podrla determinanc también la aptitud oxidante. neutra o
reductora en funci6n de la relación volumétrica H2 : H20 ? Ocm~strese.

52.- Razónese sobre la posibilidad -o no- de emplear una atmósfera reducwra compuesta por H1 Y
H20 para la reducción de óxidos melálicos tales que sus rectas de formación de óxidos estén por
debajo de la recta correspondiente a 2 H2+ O 2 '" 2 H20 en el diagrama de El1ingham

53.- Calcular la relación volumétrica H2:H 20 para que esa atmósfera binaria resulte reductora a tem-
peratura T para el Mo0 2 .
Datos: para Mo+ 0b'"Mo<?Z' en calorlas 6G~I ",-140.600+38.8. T
para 2 H1"," 2'" 2 H20, en calOlÍas t.G T ",-117.200+25,2.T

54.- Con base en el diagrama de Ellingham : a) determinar t.O"T en el equilibrio de Boudoir.


C+C0 2 '" 2 CO. b) calcularen función de la temperatura T la relación que debe existirentte las
presiones parciales PCQ y Peo, en una atmósfera binaria de estos dos gases cuando se alcanza el
equilibrio. e) para ~Slón conaanle del sistelTUl . si se diluye la mezcla de CO y C02 por adición
de un gas ¡naclivo variará esa relación? d) calcular el porcenlaje volumétrico de CO en el equili-
brio de 8oudoir para presión tOlaI de I almósfera.

CAP/TUWI.
1.- Calcular el pan\melro de red del Cobre. La rigidez. S . del enlace del Cobre es 42 N/m. Calcular su
640 CIENCIA. E INGENIERIA DE MATERULES

módulo de Young. E • Y la velocidad de propagación de las ondas longitudinales en dicho metal.


DaIOS: densidad. 9 g/cm): Pe!lO atómico, 648.

2.- El Fe tiene UII peso atómico de 55'8·l1 g. Y su parámetro de red ·a la temperatura ambiente- es
2,86. Se pide: : a)Calcular su denstdad. b) Calcular el cambio de volumen asociado a la transfor-
mación alotrópica Fea ~ Fe¡. que liene lugar a 912"C. DalOs: aFeo..'" 2.898 Á; ¡Fe-, = 3.639 Á.: e)
Evaluar. aproximadamente. el coeficiente de dilatación lineal del Fe(ll .

3.- Correlacionar propiedades con la lempcr:llura TE de solidificación. Y sci'lalar algunas propiedades


diferentes entre los materiales metálicos y los cerámicos. con base en TE'

4.- ¿Cómo es posible que puedan cocxislir un glaciar y un arroyo de agu3 a la misma lemperalura?

5.- El plasma es un e.~tado de agregación de la maleria. ¿Pueden oblcnerse recubrimienlos cerámicos


vftreos empleando "plasma'''' Razónese por qul!:.

6.- La tenacidad de los materiales cerámicos es notablemente inferior a la de los materiales metálicos.
Basándose en la naturaleza del enlace atómico, razónese sobre esa diferencia de comportamiento
entre uno y otro tipo de materiales; y justiffquese -para materiales cerámicos y metálicos-, la corre-
lación entre módulo de Young y temperatura de fusión.

7.- AnaJogfas .y diferencias significativas- entre la estructura micrográfica de materiales metálicos,


materiales cerámicos, vidrios y polímeros.

8.- C..lcular el parámetro de red del Aluminio. Evaluar su rigidez según una de las aristas de la celda
elemental. Datos: densidoo, 2.669 g/cm): peso atómico, 26'981 g: módulo de Young 70 OPa.

9.- El Magnesio tiene estructura hexagonal compacta. peso atómico 24,305 y densidad 1,74 g/cm).
Aplicando el modelo de esferas duras de Goldschmidt. a) calcular la fracción en volumen ocupa-
da püf los álamos de magnesio: b) calcular sus parámelTOS de red. ¿Conoce alguna aleación en la
que el Mg sea el principal aJeante?

10.- Precisar. de entre las siguientes propiedades ffstcas y mecánicas. las que son .u:n.sjbl~s a fa ~Jrruc­
tura del material melálico -püf ejemplo el sistema cristalino. el tamaño de grano. ouos defectos
de estructura. etc.· y las que son inJ('''$ibf~$ a la utructura: densidad. módulo de Young. con-
ductividad el&;trica. limite elástico. dure1.a. resiliencia y resistencia a nuencia. Señalar aquc!:llas
que. para un mismo material metálico. aumentan si el tamaño de grano disminuye.

11.· Relación entte temperatura de fusión.resistencia a nuencia y temperatura de recristali1.ación.

12.- La tecnología de la refrigeración o "tl!:cnica del frío" se basa en los calores latentes de vaporiza-
ción y también en el hecho de que los lrquidos pueden hervir a distinta temperaturas según varíe
la presión (asr por ejemplo el agua hierve a lOO"C a la presión de una atmósfera. pero hierve a
6O"C si la presión es de 0'2 almosferas). Dibújese un esquema con los elementos necesarios para
fabricar un refrigerador.

CAP/TUW/I

1.- Compar..ndo entre si varios metales, ntzónese si hay correlación -o no- entre sus energías libres de
superficie y las temperaturas de fusión.

2.- Calcular el valor del radio crítico de los núcleos en la solidificación OOrnogl!:nea de un metal puro. a
temperatura TI' en función de su temperatura de fusión. TE' del calor latente de solidificaóón, y de la
energía libre de superficie sólido--I)quido. Calcular. a dicha temperatura. el número de núcleos de radio
crilico.

3.- En la solidifJCaCión de un metal puro. la variación de energía lit:« óO- para fonnar un sólido de radio
criticar-. a la temperatura TI <TE' resulta positiva (e igual a al valor 16 11 "t\s .T2E. 3L2 T I2). Se pide
: juslifJCa1 esa aparente imposibilidad de solidifICaCión a la temperatura TI'
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 641

4._ Determinar el número mínimo de gérmenes nc:<:esanos p.arn que la variación lotal de e n e r g fa
libre por solidificación de un melal. tr.G, resulle negaliva a una determinada lemperalUra TI de
solidificación, si la nucleac:ión es homogénea.

5.- En la solidificación con nuclexión homogénea de un metal puro. cuyos átomos en fase liquida
totalizan N. el número de gtrmenes"r a la temperatura TI resulla igual a
o,
N. e- óG K.T, i.Termodinámicamente no podría n,. ser mayor- o menor- que ese valor siem-
pre que el número de gtrmene.~ fuera suficiente para que 6G<O?
6.- A una temperatura T r < TE la esfern de radio de cñtico ~ panl esa temper.1tura está formada por un
determinado número de átomos de metal puro. Sobre un adecuado sopanc nucleante heterogéneo ese
mismo número de átomos ocuparlan solamenle un casquete radio r*·(que resultaria cñtico para otra
temper.1tura temperatura T x más alta que TI)' DelenninarT x en función de r*~ •. de LTE y de T t .

7.- Calcular la relación entre los radios r·'r" del ejercicio anlerior en función del ángulo de contacto
del Hquido que moja al agenle nucleante heterogéneo.

8.- La función f (O) del ejercicio anterior permite detenninar también la relación e~istente entre las
energfas libres tr.G· y tr.G" - para formación de un núcleo homogéneo y heterogéneo. respecti-
vamente· a una misma temperatura. Sabiendo que el número de génnenes para nucleación homo-
génea Il. la temperatura T I es nr , derminar el número de gérmenes a esa 1emperatura TI si la nucle-
ación es helerogénea.

9.- Al solidificar un metal puro con un subenfriamiemo. aTo razónese sobre la posibilidad -o imposi-
bilidad- de poder obtener todo el metal solificado en un solo monocristal si la nocleación es homo-
génea. ¿Y si la nucleación es heterogénea'!

10.- La temperatura de fusión del aluminio es TE = 66O'C. Para poder solidificar un aluminio ultrapu.
ro ha sido preciso alcanzar temperaturas inferiores a 475"<:, debido a la dificultad para formarse.
por nucleación homogénea. núcleos de radio r1 que contengan más de 100 átomos. Por nuclea·
ción heterogénea mediante agentes nucleantes. 100 álomos dañan núcleos heterogéneos cuyo
radio es igual a 25 rl' ¿Cuál seria en ese caso la temperatura. a panir de la cual. podría solidificar
el aluminio?

11.- Durante la solidificación de un metal puro resulta casi nula la probabilidad de obtener por nocle·
ación homogénea. a una temperatura TI < TE' un núcleo de más de 100 átomos. por lo que el
subenfriamiento mínimo para nucleación homogénea de los metales puros, es aprollimad3mente
igual a 0.2 TE.(siendo TE la temperatura de solidificación del met31 en grados Kelvin). E.c;os 100
átomos. en cambio. por nucleación heterogénea (bastaría un ángulo de contacto de 10" sobre el
adecuado agente nucleante) darían un núcleo heterogéneo de radio de curvatUnl 18 veces mayor
al del núcleo homogéneo. Determinar el enfriamiento mínimo necesario para posibilitar una
nucleación heterogénea sobre aquel agente nucleante.

12.- Al procurar solidificar un melal a una detenninada temperatura TI < T 6' puede admitirse que ya
desde el instante cero existen agrupaciones de átomos en esferas cuyo radio es menor o igual que
el crítico r· para esa temperatura. ¿Tiene sentido hablar de velocidad de nuclcación'! Ra7.6nese,

13.- Los dendritos en crecimiento presentan superficies límites sólidollfquido que pueden ser casi pla·
nas o. por el contrario. re<londeada.~. Razónese si e~iste correlación entre la temperatura de fusión
del metal y la tendencia a dar frentes redondeados.

14.- La temperatura de fusión de un sólido se alcanza cuando se igualan las energías libres del sólido
y el liquido. ¿Al fundir una esfera de radio R guarda alguna relación la lemperatura de fusión con
R? Razónese.

15.- ¿La temperalUra de solidificación de un melal a la presión de I allnósfera es igual .mayor. o


menor. que cuando la solidifieación se realiza bajo una presión de 100 alnlÓsferas? Razónese.

16.- Para la sok1adura por braseado, con aJeaciórl de aponación. de las fundiciones grises es preciso rea-
\izar previamenle una limpieza electroqufmica de la superfkie. a fin de eliminar el grafito. ¿Por qué?
642 CIENCIA E INGENIERiA DE MA..TERIALES

17.- La energfa libre de superficie sólido-Ifquido en el hierro es "fts:: 204 ergfcm 2, ¿En el caso del
Aluminio. este valor será mayor, igualo menor? Razónese.

18.- ¿Es posible lograr metales o aleaciones vftreas? Razónese. ¿Hay diferencias entre la energía para
ful"ldir un sólido cristalino y un vítreo? Razónese.
19.- Los metales son materiales policristalinos. ¿,Cómo es posible que existan en estado sólido metales
vftreos? ¿Ventajas -e inconvenienles-<!e estos materiales?

20.- Diferencias entre las curvas de solidificación isolénnica de un melal y de ólIidos metálicos.

21.- Razonar por qué para fundir una tonelada de aluminio se necesita una canlidad de calor (energía)
equivalente a la necesaria para fundir.una tonelada de hierro.

22.- Calcular el subenfriamiento mfnimo necesario para la nucltación homogénea de un metal ideal
cuyos parámetros físicos son los siguientes:

Volumen especffico del sólido, vS :: 6 cm 3/mol


Temperatura de solidificación, TE'" 1000 K
Calor latente de solidificación L :: 3000 callmol
Energía superficial. YSL :: 200 erglcm 2
Constante de Boltzmann. K :: 1.38.1O- 16ergIK

23.- Calcular el subenfriamienlo necesario para la nucleación homogénea del nlquel.


DaIos:TE :: 1453'C; Vs :::6.6em3ltl.g: L::4320calfatg: YSL ::255~; K:: 1.38.1O- 16agIK.

24.- En un fundido de Níquel (vid. problema anterior) se introduce un agenle nucleante helerogéneo:
los propios cristales de Níquel en proceso de solidificación. EsIOS forman un ángulo de contaelo
de 3O"C con el liquido. Calcular el subenfriamienlo necesario para que se complele el proceso de
solidificación. ¿Qué consecuencias se deducen?
DalO: f(9) :: (2 + cos9X 1 - cos9)214

25.- La curvatura de un sólido influye en su lemperatura de fusión. ¿Cómo se verla afectada la tempe-
ratura de solidificación de panículas de Níquel de l cm de radio?: ¿y de I J.lm de radio?: ¿y de
0,01 J.lfTI?
26.· La energía interiacial de lasjunw de grano en el Cobre es de 500 erglcm 2. y la energía inleria-
cial cobre-bismuto. de 50 erglcm 2. ¿Mojarla el BismulO líquido al Cobre? Consecuencias.

CAP!TUWII/
1.- El Cobre funde a I083"C y el bismuto a 272"C: ambos son totalmente insolubles entre sí y no presen-
(an ningún tilX' de afinidad en estado sólido. Dibujar el diagrama de equilibrio Cu-Bi • y la estructura
micrográfica de la aleación Cu-IO% Bi. definiendo el constituyente matriz y dispet>O. ¿Un cobre
comercial .con trazas de Bismuto, presentará dificultades para su confonnndo en caliente?

2.- En el sistema As-Oa, el compuesto intermetálico AsOa (50150) funde a la temperatura máxima del
diagrama de equilibrio As-Oa: I238OC. ¿Por qué la aleación 4O%As·6O%Oa funde parcialmente a
30 "C ?
3.- En el caso de dos metales insolubles enm: sí en estado sólido. ¿puede asegurarse que el constitu-
yente matriz es siempre el de menor punto de fusión?

4.- Cuproníquel. Constaman y Monellienen contenidos en níquel del 25. 50 y 75% en peso respecti-
vamente. A partir de un fundido. ¿cuál seria el orden de sus lemperaturas de principio de solidifi-
cación. TL- respectivamente?
5.- En la aleación SO%Cu - 5O%Ni. calcular a la temperalura de 1300 ec_
a) las composiciones de las
fases líquida y sólida en equilibrio: b) las proporciones ponderales de ambas. Rehacer el clilculp
para las aleaciones 75%Cu-25%Ni. 25%Cu-75%Ni.
CUESTIONARlO Y PROBLEMAS 643

6.- Para la solidificación de equilibrio de una solución sólida, ¿basta que el Hquido tenga. a cada tem-
peratura, composición química unifonne en todos sus puntos?

7.- En un fundido de Cobre puro. se introduce un objeto de Níquel puro. ¿Comenzará a fundir dicho
objeto a la temperatura de I32O"C? ¿Cuál llegaría a ser la composición del líquido a esa tempera-
tura? ¿Se verra afectada, de algún modo. la composición de ese objeto de Níquel?

8.- Cobre y Oro fonnan solución sólida tmal. ¿Cómo podría distinguirse un objeto de Oro puro de otro
elaborndo con Tumbaga (solución sólida de Cobre y plala en el Oro)?

9.- Un Oro de 75% en peso, ¿cúantos quilates tendrá?

10.- Tomando como ejemplo metales del sistema cúbico, demostrar que las soluciones sólidas de inser-
ción nunca son de solubilidad total.

11.- Posibilidades de inserción octaédrica del carbono en el Fea yen el Fey. Compararla con la teóri-
ca. ¿En cuál de los dos resulta más soluble? Datos:

rc =O,77Á ;aFea = 2.86 Á :aFe =3,64 Á


1
12.- Dibujar, después del oportuno razonamiento, el diagrama de equilibrio, con Hneas de tramforma-
ción, de un sistema formado por dos metales: insolubles en estado sólido, que forma eutéclica para
una composición AxB y, Ytales que uno de los metales presenta una transformación alotrópica a
una temperatura. TA' inferior a la eutéctica.

13.- Razonar por qué la solubilidad del Zn en el Cu es limitada. ¿Cuál es, aprOllÍmadamente, la solu-
bilidad del Zinc en el Cobre a la lem~ralUra ambiente? Parámetro de red del Cobre, 3,6153 Á;
parámetros de red del Zinc: a = 2.664 Á ; c=4,945 Á

14.- Citar un sistema metálico binario A-B en el que, para igua1.red cristalina diametro, valencia y
caracter electroquímico, no resulten completamente solubles en estado sólido.

15.- ¿Por qué elementos de pequeño radio atómico -H, O. N, C- pueden resultar solubles en el Ti-a?
Consecuencias.

Problema A

Véase en el libro el sistema Cu-Ni. Ambos metales son completamente miscibles en estado lrqui-
do y en estado sólido.

Se obtiene, por un procedimiento conveniente. un pequeilo lingote de dicha aleación de 10 cm de


longitud, y cuya concentración en peso, varia lfnealmente desde el Cu puro en un extremo al N(quel
puro en el otro.

El lingote se coloca en una navecilla de sus mismas dimensiones y se introduce el conjunto en un


horno caliente: el lingote adquiere "instantáneamente" una temperatura comprendida entre las de
fusión del NI puro y del Cu puro.

En una "fracción de sea;undo", una longitud í! del lingote se vuelve lfquida, una longitud h contie-
ne proporciones variables de Ifquido y de sólido de un punto al otro; finalmente, un tercer segmento de
longitud.l;. es sólido.

Pasado un cierto tiempo, se observa una homogeneización completa del1íquido en las zonas il
y 12, debIdo a la gran capacidad de difusión de los átomos, de modo que la concentración del Hqui-
do tiende hacia un determinado valor de equilibrio. Esto puede ocasionar una migración de la fron·
tera entre 12 Y !Oo. Suponiendo que la difUSIón de átomos en estado sólido es mucho más lenta. admi-
timos:

- que la homogeneización es nula a gran distancia en la zona.l;., aunque el sólido en contacto con
644 CIENCIA E INGENJI::RIA DE MATERIALES

el líquido tienue. en una lOna muy delgada. hacia una concenlraciÓII de equilibrio.

- qllC. por el contrario. los pequcilos cristales sólidos. en suspensión en ellrquido de lo zona 12. han
homogeneizado su comJXlsición.

Al cabo de muchas horas. el SÓlido de la zona k' si es que queda alguno, ha homogeneizado por
completo su concentración por difusión en eslado sólido. Ello ocasiona una nueva migración de la fron-
tera de la zona.l:. alcanzándose en definitiva un equilibrio final, caracterizado por la existencia de una
o "arias fases de concentntciones perfectamente detenninadas.

Se pide:

[0. Explicar los fenómenos qUl: tienen lugar en el transcurso del mantenimiento prolongado dellingo-
te a: la Icmperatur¡¡ de 1.400'. de 1.)()()". de 1.200'

2"- LongilUdcs de las zonas ~ 12 y lO, al cabo de una "fracción de seiundo".

3°· Descripción de los fenómenos producidos al cabo de alQunos minutos (posible desplazamiemo de
la fromera l;;, concentradones límites, proporción de fases en presencia).

4°· DescripciÓfl de los fenómenos acaecidos al cabo de aleunas borJS (migración de frontera en la zona
l;;. concemración y proJXlrción de fases en el equilibrio final).

5°_ Indicar la temperatura de ensayo el para la cual el equilibrio final. al cabo de varias horas. corres-
pondería a un líquido saturado en níquel. sin trazas de sólido.

6°· Indicar la lemperaturJ de ensayo 9 2 para la cual el equilibrio final. al cabo de varias horas. corres·
JXlnderia a un sólido saturado en cobre sin trazas de líquido.

-r. Indicar la temperatura de ensayo 9) para la cual.


la fromera de la zona l;; no se desplaza durante la
homogeneizaciÓfl. una "ez pasados algunos minutos.

CAP!ruw/v
1.- Para un detenninado diagrama de equilibrio. ¿resultarían válidas las líneas de transformación de
dicho diagrama p;¡ra una presión de 100 atmósferas?

2.- En una aleación eutéctica del sistema binario AB. la comJXlsición de las tres fases en equilibrio a I;¡
tempemtura eutéctica son: a = 15%8: L = 75%8: p = 95%B.
Se pane de la aleación 5O%A·5O%B. Si su solidificaciÓfl ha tenido lugar en condiciones de equi-
librio y no presen13n transformaciones en eslado sólido. calcular, a una lemperatura ligeramente
inferiO( a la eutéclica:
- las proporeiones de fase primaria y de eutéclica (a + l))
• las proporciones totales de a y ~.

3.· Dibujar el diagrama eutél:til:O siguiente: A funde a lOOOOC: B a 700"C; la aleación 25%8 solidifica
por completo a 500'C y. en condiciones de equilibrio. contiene 73.3% de fase primaria y 26,7%
de l-onslituyente cutéctico (a + l)l. La aleación 50%8. a la misma temperatura. contiene 40% de
fase primaria y 60% de mezcla eutéctiea (a + 13). existiendo un tQ(al de 50% de fase a. Nota: Las
líneas s6lidus y Ifquidus del diagrJma pueden suponerse recias.

4.· Para poder detenninar en el sistema binario Pb·Sn. por el método de Tamann. la composición de la
aleación eutéctica. y las de las disoluciones sólidas limite: ¿cuántas aleaciones de composición quí-
mica diferente es preciso emplear? Razónese.

5.- El sistema Al-Si presenta un diagrama de equilibrio con solidificación eutfctica. La comJXlsición
=
de I¡¡s tres f¡¡ses en equilibrio. ¡¡ la temperatura eutéctica son: L 12% Si: a =1,5% Si: p = 100%
Si. En la aleación AI·11 % Si se pide:
.Dibujar aproximadamente la curva de enfri¡uniento de dicha aleación a partir del estado líquido.
·Calcular. a una lemperntura liger.tmenle inferior a la eUléclica, las proJXlrdones de consli·
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 645

tuyentes matriz y disperso. así como las proporciones totales de fases a y p presentes.
-¡,Qué ventajas presenta la aleación eutéctka? ¿Por qué el Silicio aparece preferentemente en
forma de agujas? ¿Puede modificarse su estructura para hacerla más tenaz?
-Citar algunas aplicaciones.

6.- Comentar las ra7.ones por las cuales. destle el punto de vista de aptitud para el moldeo. resultan más
(o menos) favorables las fundiciones grises que las aleaciones de Aluminio. Justificar los motivos
por los cuales -atendiendo a aquella misma óptica- suele emplearse "siluminiu modificado" para el
moldeo de piezas ligeras,

7,- En el diagrama binario Cu-O se presenta a 1066"C una eutéctica para 0.39% de ollÍgeno (constituí-
da por solución sólida de 0.0035% de Oxígeno en cobre y CU20):
-¿Puede saberse por observación al microscopio óptico si un Cobre tiene más de 0,005% de
Oxígeno? Razónese.
-Justificar por qué los cobres de más de O, I5% de Oxígeno no son clasificados como cobres
TPC (o "de condición tenaz"),
-Razónese por qué los cobres no exentos de Oxígeno, aunque sean de condición tenaz. no
pueden utili,wrse en atmósferas reductoras enérgicas.

8,- En el sistema Cu-Sn (el Cu funde a 1083"C y el Sn a 232"C) se presenta un punto peritéctico por
reacción de líquido y de sólido a (solución sólida de Sn en Cu) a 798"C; siendo 25,5% Sn la com-
posición del líquido. 13,S% Sn la del sólido a y 22% Sn la del sólido 13 formado. Si la solidifica-
ción fuera más rápida que la correspondiente al diagrama de equilibrio-v.gr. solidificación por cola-
da continua- ¿se obtendría igual cantidad de sólido p que en la solidificación lenta? ¿Por qué? ¿Por
qué se dice que una reacción peritéctica l;orresponde a un "falso equilibrio"?

9,- El Pb Yel Zn son prácticamente insolubles entre sí en estado sólido. Su diagrama de equilibrio. Pb-
Zn. presenta como particularidad una reacción monotéctica y otra reacción eutéctica. La primera se
presenta a 418"C para 0.9% Pb: la reacción eutéctica es a 318"C, cuando el líquido tiene 99% Pb.
Las temperatllras de fusión del Pb y del Zn son respectivamente 327"C y 420'C. Se pide:
- Dibujar la forma aproximada del diagrama Pb-Zn.
- Comentar las posibilidades de afino que sugiera el citado diagrama,

10.- En el sistema binario Cu-Pb. a 955"C, para 36% en peso de Pb, tiene lugar una reacción mono-
téctica con formación Cu y líquido de 87% en peso de Pb. ¿Por qué -o por qué no- pueden obte-
nerse cuproplomos de 50% en peso de Plomo?

11- El agua líquida suele contener aire disuelto. Para un contenido de 0.0038% de aire en disolución
solidifica a -0,0024 "C: dando una eutéctica de hielo y de aire liberado entre los dendritos: por ese
motivo los cubos de hielo obtenidos por congelación estática presentan un aspecto translúcido.
Sugerir algún diseno que permita lograr cubos de hielo perfectamente transparentes.

12.- Es posible que después de solificar plenamente una aleación se Iicúe parcialmente al descender la
temperatura? En caso afirmativo citar algún ejemplo.

13.- La aleación 50% Na - 50% Zn, ¿es uniforme. una vez solidificada, en todos sus puntos?

14.~ Las aleaciones Nicrom. en presencia de Azufre, funden por encima de 635"C. ¿Cuál es el motivo
de este mal comportamiento en servicio?

15.- UlS aceros de fácil maquinabilidad requieren especiales precauciones en la solidificación de sus
lingotes así como grandes despuntes. ¿Podría explicar los motivos?

16.- Dos metales A y B, ¿pueden dar lugar, en su diagrama de solidificación. a varias eutécticas de
composición diferente? Citar algún ejemplo

17.- La estructura primaria de solidificación de los latones 60/40 es P: pero. durante el enfriamiento
hasta la temperatura ambiente, la estructura evoluciona. Comentar la estructura micrográfica que
presentan estos latones a la temperatura ambiente.

18.- Para sistema.~ binarios, indicar todas las posibles reacciones invariantes que puedan presentarse
646 CIENCIA. E INGENIERIA.. DE MA..TERIALES

durante la solidificación. Y su denominación.

19.- El tiempo transcurrido'3 tcmperalUra constante- para la lotal solidificación de un peso PI_
de fundición gris eutl!:ctica binaria. en condiciones de equilibrio, ha resultado ser t l' Una can-
tidad en peso. PI' de otra fundición gris hipoeuttctica binaria, tardó en finalizar la solidifi-
cación, 11 la temperatura eUléctica. en condiciones de equilibrio, 0,6 t l' Se pide determinar el
contenido en carbono de esa fundición hipocutéctica; y proporción en peso del grafito eutee-
toíde.

20.- ¿A qué se denominan eUIéc1icas anormales? Citar algunos ejemplos y aplicaciones.


21.- El sistema Zn-AI. Composkión y aplicaciones de las aleaciones Zamak.

CAP/ruw V
1.- Enumerar algunos factores que contribuyen a dar estructuras columnares profundas en la solidifi-
cación.

2.- ¿Por qué se prefiere que los álabes de turbina sean monocristalinos?

3.- Relacionar el intervalo de temperatura de solidifICación de una aleación y su aptitud para el moldeo.

4.- ¿Por qué las burbujas de una copa de champán se desprenden de las paredes de la copa y no del
centro de la misma?

5.- Calcular la presión de gas necesaria para que se fonne. cerca de la superficie. una burbuja de_HZ
de I ~m de diámetro. Presión e;l;tema: 1 atmósfera. Tensión superficiallfquido.gas. Yt.G :::: 840
erglcm 2.

6.- Factores que influyen en la formación de una piel pura más ancha en aceros efervescentes.

7.· ¿Cómo evitar uniones frias en los lingotes? ¿Qué precauciones conviene tomar?

8.· Factores que influyen en la buena obtención de piezas moldeadas en Aluminio.

9.- Los aceros inoxidables ferriticos con 17% Cr. en estado de moldeo. ¿presentan más. o menos.
estructura columnar que piezas de igual tamaño de acero moldeado. no aleado de 0.1 % C? ¿Puede
hacerse desaparecer la estnlctun. columnar de uno y Ol!O acero por tnltamienlO térmico? Razonar
las respuestas.

10.· Factores para que el rechupe sea plano y horizontal en las lingOleras.

11.· ¿Por qué las mazarotas ciegas suelen tener formas esféricas?

12.- La colada por sifón, ¿da rechupes más o menos profundos que la colada por gravedad?

13.· Morfologfa de lingotes de acero con diferentes grados de desoxidación.

14.· ¿Por qué no se calman con desoxidantes los aceros de muy bajo contenido en carbono?

15.- ¿Por qué la efervescencia -a modo de ·'hervido"· no se produce instanúneamente al llenar la lin-
gotera con el acero líquido?

16.- ¿Por qué conviene evitar el desmoldeo precoz de las piezas, es decir antes de que la solidificación
haya sido total?

17.- ¿Se sigue utilizando el moldeo a la cera perdida en la industria avanzada?

18.- Entre las posibles aleaciones del sistema AI-Cu, indicar el contenido en Cobre máximo para alea-
ciones forjables. justificando las razones microestructurales que aconsejan esa aleación.
CUESTIONARlO Y PROBLEMAS 647

19.-1ntluencia -sobre la estructura y propiedades de aleaciones- del procesado de aleaciones conocido


por Thixoca~ting.
20.- Ventajas que. para una composición que compone un intervalo de solidificación desfavorable. se
derivan de las modalidades MSquec.U C&Sting" y "Rheocasting".

21. Para valorar la influencia de la presión sobre la lemperatura de solidifICaCión de un metal, calculese a
modo de ejemplo. por aplicación de la ley de Oasius-CIapeyron. tomando datos de las Tablas 1.12 y
VA, la temperatura de solidificación del Cobre cuando se cuela bajo una presión de 100 MPa.

22.- Enumerar algunos factores que conlribuyen a dar estructuras columnares profundas en la solidifi-
cación.

23.- Detenninado metal puro, solidificado en molde metálico, presenta una cierta cantidad de micro-
rrechupes. Solidificado en molde de arena, ¿presentará menor, igual, o mayor cantidad de micro-
rrechupes? Razónese.

24.- La colabilidad de una aleación podría mejorarse elevando su temperatura de colada; pero esa
práctica no resulta recomendable. ¿Por qu~? Tampoco es conveniente forzar el enfriamiento de
una aleación para provocar-si el sistema lo pennite-la aparición de una eut6clica de inequilibrio
y mejorar de ese modo la colabilidad. ¿Porqué?

CAP/TUW VI
1.- ¿Por qué la "solidificación progresiva- de una solución SÓlida no es de equilibrio, aunque en la
inlereara de solidificación se mantenga siempre constante el coeficiente de reparto?

2.- Agitando el liquido de una solución SÓlida fundida. ¿la segregación principal será mayor. igualo
menor que en el caso de una solidificación en reposo?

3.- Para iguak1ad de Iamaños de lingote, ¡,la segregación a escala macroscópica en un acero calmado
es más acusada. igualo menor. que en un acero efervescenle? Razónese.

4.- Calcular la segregación macroscópica -o perfil de concentraeiones- en la "solidificación progresi-


va" de una solución sólida binaria de coeficienle de reparto K < l.

5.- Detenninado metal puro, solidificado en un molde metálico. presenta un cierto espesor de estruc-
tura columnar o basállica. Una aleación binaria de este metal con olro con el que forma solución
sólida de coeficienle de reparto K < l. ¿presentará mayor. igual o menor espesor de estructura
columnar? Razónese la respuesta.

6.- Una aleación correspondiente a una solución sólida. ha sido moldeada en una IingOlera cilíndrica
de gran altura. El enfriamiento es tan lento que pennile. a cada lemperalura una perfecla uniformi·
dad en composición qurmica dellfquido. ¿Habrá segregación radial? Razónese la respuesta.

7.- "EI peligro de mover los lingotes durante la solidificación de un acero, se traduce en que aumenta
(disminuye) la segregación. Ello plantea problemas posteriormenle (o mejora, o es indiferente)
durante el proceso de laminación". Señalar cuáles -y por gu~- son las afinnaciones válidas del
párrafo enuecomillado.

8.- Comentar los resultados que. para la segregación dendrítica y otras caracteríslicas. se derivan de
una solidificación ''rápida no vílrea··.

9.- ¿Puede corregirse la segregación mayor de una aleación por un recocido de homogeneización?

10.- La aleación AI-4%Cu solidificada en condiciones de equilibrio está conslitufda por granos de solu-
ción sólida a. Solidificada más rápidamente ha dado lugar a un constiluyenle matriz eutéclico de
no equilibrio. ¡,Cómo debería efecluarst el recocido de homogeneización?

11.- Admít.ase que el coeficiente de repano en el diagrama de solubilidad Cu-Zn es 0,83; y 0,25 en el
648 CIENCIA E lNGENIERiA DE MATERIALES

Cu-So. Comparando dos piezas iguales con 95% de cobre, obtenidas por moldeo, una de latón
binario a. y olra de bronce binario 13. ¿cn cuál de las dos resultará mayor su índice de segregación
global?

12.- Relación entre el suocnfriamiento constitucional y la estructura columnar.

[3.- Enumerar algunos faclores que incrementan la segregación radial centrípeta y justificar la corre·
lación entre esos faclores y la macrosegregación global.

14.- Para fabricar un lote de piezas de latón por moldeo (por solidificación) se duda entre elegir una
aleación de composición SO%Cu-20%Zn o bien otra de 67%Cu-33%Zn de menor intervalo de
solidificación. ¿Cuál de ellas .y por qué- elegiría para obtener piezas: con menor segregación den-
drítica. con mayor compacidad. con menor segregación radial?

15.- En un catálogo rdativo a la aleación AI-4%Mg se senala 10 siguiente: "en ciertos casos la estructura
en bruto de solidificación puede llegar a presentar eutéctica". a) Razónese si se tmta, o nu. de un elTOr
tipográl1cu: b) recocido de homogeneización adecuado para la aleación citada.

16.- El coeficiente de reparto del carbono respecto al hierro es 0.36 y el del cromo 0,85. Al solidificar
un lingote de acero de composición promedia 0.53% C y 1% Cr, ¿Cuál de los dos elementos pro-
ducid un índice de segregación global más alto '!

17.- Un lingote de una aleación A-I %8. de 2000 mm de longitud. solidifica siguiendo el modelo de
solidificación por zonas. Calcular la concentración de soluto a las distancias de 100 y 1000 mm
del extremo que solidifica en primer lugar.en los supuestos a) K == 0,1: h) K == 0,01. ¿Qué con-
secuencias se deducen de la comparación de ambos valores de K? Anchura de la intercara esta-
cionaria. a == 10 mm.

18.- Calcular la banda de concentración que aparece en un sólido (cantidad de soluto acumulado) -soli-
dificado unidireccionalmente- cuando se varía la velocidad de solidificación de 2. I0- 3 cm/s a
17.10-3 cm/s. La :lleación en proceso de solidificación contiene un 20% de soluto.

D:ltos: K == 0.85 : D == 5.1 O·~ cm 2/s.

19.- Un lingote de 10 Tm de acero con 0.30% C. tienc un índice de segregación positiva en carbo-
no del 13%; y un índice de segregación negativa del 30%. Indicar los contenidos máximo y
mínimo de C en el lingote: y la probable localización de estos puntus en la sección longitudi-
n:ll del mismo.

20.- Un acero con 0,4% C y 2% Ni -en estado bruto de colada- tiene un tamaño de grano de 500 !lm.
Calcular el tiempo necesario para que. en un tratamiento térmico de homogeneización. reali;o:ado
a 1200"C. se produzca la eliminación de la segregación dendrítica.
Datos: para el carbono D == 2.10- 6 cm 2/s: para el Níquel D == 7.10- 11 cm 2/s.
Analizar la viabilidad de dicho tratamiento. ¿Cómo se modificaría el resultado si la estruc-
tura de solidifical:ión tuviese un tamano de grano de 20 11m?

Problema A

Se pretende eliminar la segregación menor de una estructura de solidificación -con un tamano


medio de grano 100 !lm· efectuando un recocido de homogeneización.

10 _ Calcular el tiempo de tratamiento si el coeficiente de difusión del elemento -soluto- segregado es


D == 10.9 cm 2/s. ¿Parece este tratamiento viable?

2°_ Si el lingote se reduce por forja a 1/10 del espesor inicial. calcular el tiempo de homogeneización.
¿Constituye la forja en caliente el tratamiento adecuado para eliminar la segregación directa -mayor
y menor- de las estructuras de moldeo?

3°· ¿Qué precaución debería arbitrarse en el tratamiento de homogeneización de aquellas aleaeiones


que. por solidificación de no equilibrio, presenten un constituyente matriz eutéctico? ¿ü si. por soli-
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 649

dificación de no equilibrio, ta aleación resultase monofásica"

f'rob/ema 8

1°_ Las líneas de sólidus y Ifquidus de una aleación binaria A-IO%B son rectas tales quc C L = 2C s
(C s y C L son las concentraciones de las fases sólida y líquida en equilibrio a cada temperatura).
Suponiendo que, durante el proceso de solidificación de la aleación. el líquido pennanece de com-
posición homogénea en todos sus puntos. como en la Fig.VI.l. y que la difusión en ~lado sólido
es despreciable. se pide demoslrar que:

L
.Lo (M-MS): f.C dCl
M Co Cl-Cs

siendo:

M : masa tOlal de aleación


Ms : masa solidificada a la temperaturn T
C L : concenlración fTl("dia del líquido
Cs : concentración de la masa. dM s . de sólido fonnada en equilibrio con el líquido de com-
posición CL'
2°_ Si el diagrama presenta la solidificación invariante eutéctica: Uquido (50%B)=>0 (25%8) + ~
(75%8) a la temperatura de 500'C. se pide determinar la temperatura final de solidificación de la
aleación A-IO%8 en condiciones de no equilibrio. Y la microestroctura de la aleación en estado
bruto de moldeo. senalando cuáles son sus constituyentes matriz y dispcn;o. Compamrla con la
eslructura obtenida por solidificación de equilibrio.
Dato: Temperatura de fusión de A: I()()(J'C.

)0_ De1:enninar el fndice de microsegregación global que presentarla la aleación. Reseñar las precauciones
que deberfan tomarse si la aleación po5tefiormente se somete a un recocido de homogeneiZólción.

4°_ De las aleaciones A·10%8. A-25%B. A-50%8, razonar en qué orden serian proclives a los defec-
tos de Illicro~egregación, macrosegregación, rechupe y microrrechupe respectivamente.
Compárese, análogamente, su aptitud para el moldeo (eolabilidad y compacidad).

Pmbll'ma e
1.- Modelo de solidificación progresiva orientada: cákulo del perfil de concentración de soluto en fun-
ción de la dislancia solidificada.

2.- Tomando como referencia el apartado anterior - y sieooo fl la fracción de líquido 1'10 solidificado,
C o la concentración media en SOlulO de la aleación, C L la concentración instantánea de soluto en
el líquido, y K el coeficienle de reparto- deducir la ecuación de Scheil:
,
fL ( ~: )~

3. Basándose en las Figs. VI.25 (sistema AI-Cu), VI.27 (sistema Cu-Sn) y en la ecuación de Scheil. calcu-
lar los constituyentes de no equilibrio que pueden aparecer en las aleaciones AI4%C\t y Cu·IO%Sn.

cAPíruuJ VII
1.- ¿Puede afinarse e1lamaño de grano de un cuproníquel simplemente por tratamiento térmico? ¿Yen
el caso del Tilanio?
650 CIENCIA E INGEN1ERIA DE MATERJAl..ES

2.- ¿Un duraluminio madurado sería efectivo para temperaturas en servicio superiores a 25O"C?

3.- ¿Por qué resulta peligrosa la }ltilización de Estaño en climas frios? ¿Estañaría recipientes de fuel
para ser almacenados en el Artico? Cambio de volumen asociado a la transformación alotrópi-
ca del Estaño blanco en Estaño gris. Datos: Estaño blanco. a = 5,8311 Á , e = 3.1817 Á; estai'io
gris. a = 6,47Á.
4.- La aleación Cu-2%Be puede endurecerse por deformación en frío hasta 450 MPa. ¿Qué trata-
miento térmico puede emplearse para lograr una carga de rotura tres veces superior?

5.- Por tratamiento térmico puede afinarse el grano de una aleación ligera. Razónese.

6.- En algunas aleaciones binarias de base Cobre -por ejemplo, Ialones, bronces y cuproaluminios-
su composición viene limitada por la proporción ellistente, a temperatura ambiente, del com-
puesto intermetálico de Hume-Rothery, de relación 21113. Sabiendo que este compuesto tiene
de fórmula, respectivamente, Cu~Zn, (a), CU31Sny (B), CuqAl z ('(2)' indicar los valores de lI. y,
,.
7.- Basándose en la microestructura de los latones (a +13 ), justifíquese por qué suelen denominar-
se latones de fácil mecanizado (latones para tornillería).

8.- Con base en las transformaciones que se producen durante el enfriamiento, comentar la inci-
dencia que, sobre la dureza del material. tiene el desmoldeo precoz de piezas fundidas de bron-
ce y de cuproaluminio bifásicos.

9.- Durante el tratamiento térmico de una aleación AI-4%Cu, ésta puede resultar "quemada". ¿En
qué consiste el "quemado"? ¿En qué caracteristícas mecánicas se manifiesta? Dibujar, aproxi-
madamente. la estructura micrográfica "quemada" de esta aleación.

10.- Entre las posibles aleaciones del sistema Al-Mg indicar el contenido de Magnesio más venta-
joso para aleaciones forjables, juslificando las razones microestructurales que aconsejan esa
elección.

11.- ¿Por qué los cuproaluminios industriales contienen menos del 12% en peso de aluminio? (Peso
atómico del cobre 63,55; peso atómico del aluminio 26,98). Razónese.

12.- Para lograr la transformación martensítica en un cuproaluminio, Cu-I 0% Al, ¿es preciso tem-
plario en agua?

13.- ¿Por qué los bronces forjables no contienen más del 8% de estailo?

14.- Propiedades de la aleación de moldeo Cu-15% Sn en función de la velocidad de solidificación.

15.- La forja en caliente de los latones (a +l3 ) suele llevarse a cabo entre 620-68O"C.
Inconvenientes que presenta un aumento o disminución de temperatura con respecto a dicho
intervalo.

16.- ¿Por qué los latones con más del 50% de Zinc se utilizan como metal de aportación y no como
elemento resistente?
17.- ¿A qué se denomina parámetro de larga distancia en una transformación orden-desorden?

18.- Los bronces tienen un coeficiente de reparto CS:C L menor que los latones. Moldeadas dos pie-
zas iguales -una en bronce y otra en latón- ambas presenla segregación principal. ¿En cuál de
ellas será mayor la segregación global?

19.- Dos metales A y B -ninguno de los cuales presenta transformaciones alotrópicas- fonnan solu-
ción sólida total. ¡,Puede, por tratamiento térmico, afinarse el grano de una aleación A-B?

20.- Por tratamiento térmico, ¿puede afinarse el grano de un acero de composición 0,003% C, 18%
Cr, 8% Ni?
CUESTIONA.RIO y PROBLEMAS 651

CAPITULO VIII
Problema A

Sean: C pE cementita primaria (o proeutéctica)


C l" cementita eutéctica
C Pe cementita secundaria (o proeutectoide)
P perlita
C'e cementita eutectoide (o que forma parte de la perlita)
Cv .. cementita terciaria o vermicular
CT cementita total
FPe Ferrita proeutectoide
Fe Ferrita eutectoide

Se pide:

lQ~ 2Q, Determinar los porcentajes en peso de estos valores en una aleación férrea. binaria. de 3,5% de
Carbono.
3Q- Curva de solidificación y enfriamiento de equilibrio (T.t) de una aleación 0,45% de Carbono,
hasta la temperatura ambiente, señalando sobre dicha curva las temperaturas en que se rompe el
equilibrio, y las fases presentes a esa.~ temperalUras.

4°- Después de un nonnalizado, la estructura de ese acero de 0,45% de Carbono, resultó ser 100% per-
lítica. Determinar el porcentaje de ferrita que tiene esa perlita diluída.

5°- Comparando el acero de 0,45% C con la aleación del apartado 1° y 2° -de 3,5%C- seíialar, razo,
nadamente, cuál de estas dos aleaciones es más propensa al agrietamiento por temple en agua.

6°- Comparando dos piezas iguales de aceros de 0,45% C ,uno aleado y otro no- indicar, razonándolo,
cuál de las dos presentará más austenita residual tms temple en aceite.

7°- ¿Cuál es la temperatura límite, más alta, a la que puede efectuarse un revenido del acero no aleado
de 0,45% de Carbono?

8°, Justificar por qué - o por qué no- es necesario austenizar un acero, V. Gr. de 0.1 % C, si se desea
incrementar periféricamente su contenido en Carbono mediante una adecuada atmósfera carburan-
<e.

9"- Contenido máximo de carbono que ¡xxlria llegar a alcanzar la austenita a 93O'C en esa atmósfera
carburante.

Problema B

1°- Después de pulir una probeta del acero binario A y otra del acero binario S (las cuales previamen-
te han sido recocidas de tal modo que sus estruclUras concuerdan con las del diagrama metaestable
Fe-C), se atacan con nital para su observación me!alográfica; examinadas al microscopio, se pone
de manifiesto que la fracción de superficie blanca es igual en ambas muestras.
Como complemento se detennina con un dUTÓmetro la dureza de la zona o constituyente blanco del
acero B, que resulta ser muy superior a la dureza de la zona blanca de A. Admitiendo que la densi-
dad del constituyente blanco del acero A sea igual a la densidad del constituyente blanco del acero
S, deducir los porcentajes en carbono de los aceros A y B.

2°- Dibujar. precisando sus distintos puntos en temperatura y composiciones, el diagrama metaestable
Fe-C; y (basándose en él) deducir la estructura primaria de solidificación de los aceros A y S.
Razonar si la estructura columnar será más o menos acusada en estos aceros A y S, que en el caso
del Fe puro.

3°_ Señalar las diferencias entre el acero A y el acero B: en cuanto a su temperatura de temple, y en
cuanto al riesgo de agrietamiento en el temple,
652 CIENCIA. E INGENIERiA, DE MATERIALES

4°, Supongamos que el acero A tuviera 10% en peso de ferrita procUICCloide. Precisar los valores de
los puntos criticos Al' A2. A3. t\:m en ambos aceros A y B.

5°, Tipos de recocido -y criterios para su empleo- en el caso del acero A y en el caso delllCCro B.

6°_ Diferencias entre la estructura de normalizado del acero A y la de olro acero. también en estado nor-
malizado. pero que con idéntico carbono al del acero A tenga además 1,2% Mo.

7°_ ¿Es susceptible de ser cementado el acero A?

Pmble"Ul e
l°· Determinar las lempemturas de inicio y linal de solidificaciÓn de un acero binario cuyo cOnlenido
en carbono es de 0.30% en peso.

2"'- Continuando un enfriamiento al aire hasta la temperatura ambiente. del acero del apartado anterior.
y admitiendo que la ferrita y la perlita tengan respectivamente 295 N/mm 2 y 790 N/mm 2 de carga
de rotura. determinar la carga de rotura de e.~te acero.

3°· Dos aceros lienen igual contenido en Carbono. uno aleado y OIro no. Dibujar esquemálicamenle. en
una misma figura de ejes coordenados HRc-9.la curvas de revenido de uno y OIro acero. E indicar
alguna conclusión práclica que puede deducirse de la comparación entre ambas curvas.

4°. ¿Al aumenlar el di~melro de un cilindro de acero para lemple, varia su templabilidad? ¿Cómo varia
el diámelro crilico real al 50%. al variar la severidad de temple? ¿y el diámetro crítico ideal?

5°_ En las fórmulas empíricas para el cálculo de las templabilidades ellisle un parámelro relacionado
con el tamano de grano austenítico. ¿Para lamanos de grano mayores. las templabilidlldes aumen-
tan o disminuyen? Razónese.

6°_ ¿Al lemplar un acero pueden prescntar.;e eslruclUras micrográficas de ferrila y martensila? ¿Tras
revenido pueden oblenersc cslmclUra.~ ferrilo- perlílicas? Razonar ambos casos.

7"- Diferencias enlre: recocido de regeneración. recocido subcrilico. y nonnalizado.


B-'. ¿Se podria afinnar. en algún caso. que un acero con 0.5% de carbono resulte hipereUlcclOide?
Razónese.

9"-10"- La temperatura de transición dúclil-frágil de aceros ferrilo-perlílicos de aho y medio conteni-


do en Carbono puede calcularse por la ellpre.<iión:

ITI("c) = Fa 1-46·11,5 d . 12 1 + (I-F a ) 1335+5,6 SQ·112 -13,3 p.112 + 3,48106 1) + 48.7 Si + 762
~m siendo:

F<1 '" fracción volumélrica de ferrita proeulectoide del acero;


d = di~melro de grano de la ferrita. en mm:
So = espaciado interlaminar de la perlita en mm;
p '" tamaño de las colonias de perlita en mm;
1 '" espesor de lámina de la cementita perJ(tica, en mm:
Si = % de Si del acero:
Nf = % de Nitrógeno disueho interslicialmenle.

Cuando aumenUI el c(wjicil'ntl' dt: dilución de fa perlila, indicar en qué senlido (aumenlo o dismi-
nución) varia la ITI "C si el valor de p se supone que pennanece invariable.
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 653

Problema O

1°· Algunos aceros binarios tienen contenidos en peso de carbono tales que la ferrita obtenida al ini-
ciarse la transformación por enfriamienlo desde el estado gamma, resulta ser siempre magnética
(recuérdese que es amagnética pare temperaturas superiores a 77<JI'C). Se pide:
detenninar el contenido mínimo de carbono el que debe tellCr el occro pare que esto ocurra y pre.
cisar si es un acero calmado o efervescente.

r- En el caso de aceros hipereutectoides la temperalUra eutectoide suele denominarse A321 . ¿Por


qué?

)0_ Temperaturas de comienzo y final de solidificación del acero del apartado 1°.

4°· ¿E.~teacero de el % de carbono será más -o menos· propenso a la estructura bandeada. poor lami-
nación, que un acero de 0.15% C? Razónese.

5°_ Justificar cuál de los dos aceros del apanado anterior será más susceplible al agrietamiento por temo
pie: y las diferencias entre ambos en cuanto a austenita residual.

6°_ Determinar el porcentaje en peso de ferrita proeutectoide y de ferrila cUlectoide, del acero del apar-
tado 1°, después de un recocido de regeneración con enfriamiento de equilibrio.

7"- En eS( mismo acero, después de un normalizado -por enfriamiento al aire- la estructura ha resulta-
do ser 100% de perlita. Determinar el porcentaje de ferrita que tiene esa perlila diluida.

S"- Razone.~ por las que -o por las que no- utilizaria ese acero para tuberia soldada de oleoducto.
9"- ¿Por qué, o por qué no. seria adecuado ese acero para fabricar herramientas para cone con aTr,lJl-
que de viruta?

10"- Indicar por qué -o por qué no- es necesario austenizar un acero si se desea incrementaT perift'ri-
camente su contenido en Carbono medianle una adecuada atmósferol carburante. Y calcular el por-
centaje máximo de carbono que podria llegar a alcanzar la aUSlenita a 9SO"C en cs.a atmósfera car-
burante.

Problema E

Dos redondos de un mismo acero E. de diámetros respectivos DI y O2 ' después de ser austeniza-
do a la misma temperatura han sido templados en aceite. La fonnaci6n de manensita dura (penetración
de temple) alcanza hasta 3 mm a partir de la periferia del redondo DI' y de 7 mm en el redondo O 2,
Responder 11 lo que sigue (indicando las razones de la respuesta):

1"- ¿Cuál de los dos redondos tiene mayor diámetro'!

2°_ ¿Por qué (o por qué no) es razonable Il.firmar que D2 tiene mayor tcmplllbilidud que DI?

3°_ Si el temple I'e hubiera realizado en ¡¡gua. la penetración de temple hubiera .~ido igual, mayor o
menor que en el caso considerado de temple en aceite'!

4°· ¿Al aumentar la severidad de temple aumenta el dhimetro crítico idea!'!

5°_ ¿Variará la proporción de austenita residual por temple en agua y por temple en aceite?

6"- Modificando algún fac10r extrinseco al acero. ¿Podria lograrse una penctrolción de temple superior
a los ) mm para lemplc en accite del redondo de acero F de diámetro DI?

7"- El diámetro critico (para temple en aceite) al 99'1-, ¿es mayor. o menor. que el diámetro critico real
(para temple en aceite) al SO% de martensita?

8'". Emplearia Vd este occro E en estructuras melálicas soldadas?


654 CIENCIA E /NGENIER/A DE MATERIALES

9"- Hay tipos de acero que reciben el nombre de au(otcmplantes por su aplitud de temple al aire. ¿Será
este el caso del acero E? La dureza del acero desputs de normalizado será igual que despub de
Icmple en el caso de los aceros aU10l:cmplantes?

Ifr- Emplearla Vd el acero E para cemenlaciÓII en la fabricación de engnmajcs?

Problema F

Se quiere Icmplar en aceilc un eje de acero de 40 mm de díimetro; la estructura en su núcleo debe-


rá ser 99% manensítica. La siguiente labIa muestra la correlación que existe entre la velocidad de
enfriamiento ronlinuo (CeR, cominuouJ coolillg rate) en el centro de redondos de acero y su diáme-
lro (D). cuando han sido austcnizados y templados en aceite:

llJmml ces C'CS·I}


500 0,17
100 2,5
20 50
5 66'
Para aceros al N¡-Cr-M o de baja aleación.su velocidad critica de temple viene dada por la siguien-
te relación empírica en que el sfmbolo de cada elemento representa su % en peso:
log(CCR en "'Cs·1) = 4.3.3,27. M n + Ni + C r + M o
1,6
Se dispone de los siguienles aceros 1, 11 Y 111, de composición:

%C %Mo %Ni %C< %Mo


I 0.30 0,6<1 I 0,20
11 0,40 0,80 I 0,90 0,30
111 0,35 0,80 2,20 0,90 0,30
Se pide;

l·· Demoslrar que existe una correlación lineal, doble logarílmica. entre el diámetro de los redondos y
la velocidad de enfriamiento de su núcleo cuando se lemplan en aceile.

2°· ¿Qué aceros. de los disponibles, resultarían idÓneos para la fabricaciÓn del eje? ¿Cuáles no?

3°· ¿Cuál elegirfa alendiendo. complementariamenl aai1eriosc:con6micos? DccmninaI; tJa<¡ revenido !mal. sus
rangos de reslstencia mecánica Ya la fatiga respectivamenle. Carga aproximada de RXurlI en estado rcoxido.

4°· ¿Ctdl. presentaría mayor riesgo de fisuración en ellemple y mayor canlidad de auslenil.a retenida?

Probie17Ul G

1°· Por aplicación de la Ley de Gibbs, dc:lermianr la forma de la curva de solidificación yenfriamien·
to de un acero binario. de 0.30% C. desde el eSlado fundido lemperatura ambienle.

r· A la temperatura ambienle, después de ese enfriamiento de equilibrio, calcular si es que existen


esos tipos de CFe) en este acero los pon:;entajes en peso de cementila; proeuléctica, eutéctiea, pro-
euteetoide, euteetoide y terciaria,

3°· Al austenizar este acero a lOOO"C para efectuar un normalizado se ha producido estroetura de
Widmanstatlen. ¿Por qué? ¿Cómo podría corregirse: posteriormente eSle defecto?

5·· Por enfriamiento en corriente de aire desde el estado auslenilico se observa en ese acero de 0,30%
e una eSlructura micrográfica de ferrita y perlita con 50% en peso de perlila. Se pide determinar el
porcenlaje en carbono de esta "perlita diluída", ¿Por qué se le denomina "diluída"?
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 655

6e_Justificar las diferencias si las hay entre este acero y otro de 0,60% C. también binario, en cuan-
to a: templabilidad, susceptibilidad al agrietamiento en el temple. porcentaje de austenita residual.
temperatura mállima de revenido.

1"- A diferencia de los dos aceros considerados, en el caso de los aceros hipereutcctoides la tempern-
turn eutecloide suele denomilUll'Se A t2J . Porqué?

8"- ¿Pueden dos aceros de dislinta composición tener el mismo valor A}? Razónese.
9"- Un acero con idéntico porcentaje de Carbono y peque~os contenidos de Fósforo y Silicio (asi como
S y Mn que aparecen en forma de sulfuros) presenla a tempentlura ambiente, tras laminación en
fasc gamma. una estruclurd de bandas alternas de ferrita y perlita. Razónese si los sulfuros apare-
cerán alojados preferen1emente en algunas de esas bandas.

10"· ¿Cómo podria lograrse evitar esa estructura bandeada?

Problema 11
El tiempo transcurrido a lemperatura constante: para la tOlal solidificación de un peso PI de: fun·
dición blanca eutéctica binaria. en condiciones de: equilibrio. ha resultado ser 11, Una cantidad igual en
peso PI de otra fundición hipoeutéctica binaria tardó en finalizar la solidificación a la temperatura
eutéctica. en condiciones de equilibrio, 0.4063.t). Se pide:

le. Diferencills en cuanto a segregación principal entre ambas aleaciones.

2"- Dibujar el diagrama melaestable Fe-e.


)". Determinar el contenido en carbono, C I, de aquella fundición hipoeutéclica.

4 Cantidad de cemenlita eutectoide: (en forma de: perlita) que COlltiene esa fundición hipocutéclica.
D
_

S"- Propiedades significativlL~ de esa aleación.

6"- Por decarburación en estado Hquido de esa fundición hiIX'Cu1éctica se ha logrado un acero cuyo
coantenido cn Carbono ha resultado ser diez veces menor (0,1 C I). Si la decarburación se ha reali·
zado plenamente en estado líquido iCuál habr:l sido al menos la temperatura de decarburación?
..,..- iPor qué o por qué no puede considenlfse que ese acero es "de fácil soldabilidad"?

8". Ese acero después de un nonnalilado resultó tener 50% de ferrita y 5O'ii> de perlita. Detenninar- el
porcentaje de ferrita que tiene esa perlita diluida.

9". Determinar la temperatura A) de este acero. iPor qué o por qué no seria correcto templar e."C acero
desde nO"C? ¿ y desde 73O"C?

lO"· Al aumentar la severidad de temple ¿Por qué o por qué no varía la templabilidad de e1>C acero?

Prob/t'rrw I

La temperatura a que inicia su solidificación un determinado acero binario es l48O"C. Se pide:

1"- Indicar el sistema cristalino al que pertenece la estructura primaria de solidificación de este acero.
E-~truelunl y carga de rotura. en estado recocido. del acero a temperatura ambiente. La temperatura de
transición. iresultaria superior o inferior a la ambiente? Valor aprollimado de su resistencia a la fatiga.

2°· ¿Emplearía este acero para tuberías soldadas (por ejemplo para oleoductos)'! Razónese.

)". ¿Por qué, o por qué no, c,'l adecuado esle acero para chapas laminadas en frio; destinadas por ejem-
plo a carroceria de: automóvil?
656 CIENCIA E INGENIER/A DE MATERIALES

4°· JusliticM las diferencias si las hay entre este acero y otro de O.20,} C. también binario. en cuan-
lO a: templabilidad. susceptibiliduu al agrietamiento en ettemple. porcemaje de auslcnil;l residual.
temperatura múxin):1 de revenido,

5°· A diferencia de e5IC acero. en el caso de los aceros hiperculccloides la Icmper:IlUra CUlccloide suele
denommarse A 11\' ¿Por qué?

6"- Con Ixlsc en sU estruClUr.J. indicar por qué determinados aceros reciben el nombre de "rápidos", Y
razónese Mlbre e[lipo de recOCido más adecuado para ~ aceros.

7"- ¿Qué quiere decir tamaño de gmno ASTM igual a S? Calcularlo.

Pmb/<'II111 J

la. Después de pulir Ullll probeta del acero binario A y mm del acero binario B (las cuales previamen-
te han sido re'..o cidas para que sus estructuras concuerden ron las de equilibrio del diagrJma mela-
eMable Fe·e). se atacan ron nital para su ob-.ervación me13lográfica; examinadas al microscopio se
pone de manifie-;1O que la fracción de superficie blanca matriz no perlítlca en el acero A e.~ doble
que en el acero 8. Como complemento se determina ron un durometm la dureza del eunslituyeme
matriz blanco del acem B que resulta ser 68 HRe (muy superior a la dureza de la mmriz blanca de
AJ. Admitiendo que la densidad del conslituyente blanco del acem A fuera igual a la densidad del
¡;oostitu)'ente blanco del acero B. detemlinar tos fKJrcentajes I(mite superior e inferior de Carbono
que pueden lener t()~ :!¡;eros A.

2"· Suponiendo quc un determinado acem B tuvic..... 1% de Carbono, deternlinar el porcentaje en peso de
cellll:ntita terciaria o \'emlicular que pre.;¡entan'a el correspondiente acero A a la temperatura ambiente.

J"- Lo<; aceros B son "calmados'" o "efervescentes-'! Razóne.o;e.

4"· Por aplicación de la Ley de Gibbs, determinar la forma la curva de equilibrio de solidificxión yenfria-
miento (Temper.llura. tiempo) de uno cualquier.. de los aceros 8; y precisar los valores de Al y AJ .

5°- Un ¡¡¡;ero A cuyo contenido en C¡¡rbono e~ O.25<;f. presenl;l dcspués de normalilado 50'if- en perlita.
Dctcnninar el porcentaje en ferrita ljue tiene es¡¡ perlita dilu(da.

6°- Un acero hipocutcctoide no ale¡¡do. pero con pequeños cO:ll1tenidos de Py Si (así como S y Mil que
aparecen en fonna de sulfuros) presenta a temperatura ambiellte, tras laminacióll en fase gamma,
una e.,truetura de bandas alternas de ferrita y perlita. Razónese: si los sulfuros aparecerán alojados
preferentemente en algunas de esas bandas.

7"- ¿Al aumentar la severidad del mt-dio refrigerante empleado para templar un acero, varian su diá·
metro critico real y su diámetro crítico ide¡¡l? Razónese.

SO. Con base en su estnlctura indicar por qué determinados ¡¡ceros reciben el nombre de "rápidos". Y
ral6ne~e sohre el tipo de recocido más adecuado para esos aceros.

fJ'- En un catálogo se lee que la fundición maleable americana ferritica pucde templarse ¿no se tratará
de un error de calálogo? Razonar la respuesta.

10"- Razonar sobre los tipos de estructura matriz más favorable. en las fulldiciones grises. para resis-
tencia al hinchamiento ttrmico.

Pmble"w K

1°- Para dos aceros binario~ de contenido en C¡¡rbuno 0.15% y 1%, respectivumente. cakulur los inter·
valos de solidificación de uno y utro.

2°· Para uno y otro acero, por aplicación de la Ley de Gibbs, esquematil.ar (no es necesario calcular las
temperaturas en que se mmpe el equilibriu en estado sólido) sus cu.....as de solidificación yenfria-
CUESTIONARIO )' PROBLEMAS 657

miento de equilibdo (iempcr.nura. tiempo) desde t'I estado fundido hasta la temperatura ambiente:
indicando sobre las curvas los grados de libertad corresporKhentes.

4°_ Comparando a 13 temperatura ambiente las secciones longitudin:ales de dos tocnas solidificados.
uno del acero de 0.15% C y otro de un :acero inOllidable femtieo de 28% de Cromo. se pide razo~
nar: a)(:uáJ de 1m. do~ presentará más estructur.J columnar: b) ¿1XK1rían obtenerse estructuras mar-
lensíticas en ambos aceros con un temple'!

S"· El acero de O.IS% de Caroono ha presentado después ¡k un nOnJlali7..aOo 4O"k de perlita. Se pide: a) deler-
minar el porcentaje de ferrita que tendrá esa perlita: b) porqué se le denomina "diluída" a esa perlita'?

6"- Comparando el acero de 1% de C con otro, también binario, de O.35l}, r.Jzonar: a) cuál de lu~ dos
será más susceptible 111 agrietamiento en el temple en agua: b) ¿Es adecuado utilizar un ret"OCido de
regeneración pan! ablandar estos aceros'!

7"- Razonar si. paro un determinado acero. al aumentar la !iC\eridad deltcnlple: ¿aumenta el diámetro
critico real? ¿Y el diámetro cñtieo ideal1

- ¿Pueden dos accros de igual composiCIÓn química presentar dl~tlnta templabilidad'! Razónese.

g"- Dos redondos de un mismo acero F. de diámetros respecti\'OS DI y O~ . despué.\ de ser austelllza-
dos a la misma temper...tur... han sido templados en aceite. La formaci6n de martensita dur... (pene·
tración de temple) alcanza hasta 3 111111 a partir de la periferia del raJondo DI y hasta 7 mm en el
redondo D2. ¿Cuál de los dos redondos liene mayor diámetro'!

fJmblt'/lUI L

1"- La minocstructura de un deierminado acero binario. de~pu6 de un tnltamiento térmico de norma-


li¡.ado. es de 90% de perlita y 10% de ferrita. El conlenido de Carbono de e~ta perlita diluída resul-
tó ser 0.6%. Se pide determinar el porcenlaje Carbono de esle acero.

2"- ...Cuál puede haber sido elmoti\'o la finalidad de haber wnferido ellratanlielllo lénnico de nor-
malizado a ese acero'!

3°_ Detenninar la temperalura Al de eslc acero ¿Por qué o por q~ no !>Cria COfTC{:lO templar ese acero
desde 92O"C'! ¿Y desde 73O"C?

4°_ ¿Sin variar su com~ición química seria posible aumentar la lemplabihdad de ese acero'!

So. Templado en agua un acero "aulotemplantc" ¿El riesgo de grietas de temple será ma)or. igual. o
menor que en un acero ordinario de iguóll wntenido en Carbono'!

6°· Por tratamiento ténnico wuede atinarse el gmno de un acero de composición 0.003% de Carbono
y 17% de Cromo'!

7"- En relación con el "austempering" de a¡;eros poco aleados suele indicarse que esle tratamiento sc
apli¡;a a piezas de pequcrlo diámetro, ..'por qué'?

PmfJlellUl LL

1°· En una aleación férrea. binaria. de 3'l en peso de Carbono, delernllnar lo~ pmeentajes en pe~o de:
cernentita primaria. eementita cutéctica y cementita terciaria.

2"- Detenninar las temperaturas de inicio y final de solidificaetón de un acero binario muyo contenido
en Carbono es de O.JOll-.

3°_ ¿Puede un acero aleado. de 0.3% C. resullilr hlpereulectoide en algun caso'! Razóne~,
4°_ En los aceros hipereutectoides se suele denominar A I23 a la tempemtur... eutectoide. ¿Por qué?
658 CJEl'l¡'ClA E INGENJERiA DE MA7'ERIALES

5"- Determinar los porcentajes en peso de ferrita proeutectoide y de perlita. del acero binario del apar-
tado 2, después de un renx:ido de regeneración con enfriamiento de equilibrio.

6"- Suponiendo que después de un normalizado la estructura de ese acero (del apartado 2) fuera
50% ferrítica y 50% perlftica. se pide: determinar el porcentaje de ferrita que tendría esa perli-
ta diJuída.

7 Anulogías y di/crcncias entre: recocido de regeneración, normalizado y recocido isotérmico.


U

8"· Diferencia entre templabilidad de un aceru -indíquense los factores intrínsecos y extrínsecos influ-
yentes- y penetración de temple.

yo- Para temple en aceite razónese lo que sigue: ¿El diámetro erílico real al 99% resulta mayor o menur
que el diámetro crítico real aI50%? AllIumentar llltemplllbilidad ¿aumenta. disminuye o no varía
el diámetro crítico ideal?

JO"- Dos aceros. unu aleadu y utro no. tienen igual contenido en Carbono. Dibujar esquemática-
mente. en una misma figura de ejes coordenados HRc- . las curvas de revenido de uno y otro
acero. E indicar alguna conclusión práctica que puede deducirse de la comparación entre
ambas curvas,

Problema M

1°_ El Carbono puede fonnar soluciones sólidas tantu en t:I Hierro alfa (o delta) como en el Hierro
gamma. Basándose en consideraciones geométricas indicar: al por qué no son soluciones sólidas de
sustitución: b) en cuál de las variedades alfa o gamma resulta más soluble el Carbonu.
Datos: radio del Carbono (re = O.77Á) Y parámetros de las celdas elementales (aFe '" 2,86 Á,
ap"-y == 3,64Ál. Q

2"- Dibujar esquemáticamente la curva de solidificación y enfriamiento de equilbrio (e. 1) de un acero


binario de 0,4% C. hasta la temperatura ambiente; señalando sobre dicha curva las temperaturas en
que se rompe el equilibrio y las fases presentes a esas temperaturas.

3"_ Si las hubiera en este acero, determinar el porcentaje en peso de las siguientes cementitas a la tem-
peratura ambiente: primaria. eutéctica. proeulectoide. eutectoide y terciaria.

4"_ Supóngase que, después de un normalizado. la estructura de ese acero tuviera 80% en peso de per-
lita. Se pide: a) determinar el porcentaje en peso de ferrita en esa perlita diluída; b) comparar algu-
nas propiedades mecánicas del acero que tiene esa estructura micrográfica con la del mismo acero
pero con estrctura de recocido de regeneración (austenización completa).

5"- Al austenizar el acero binario de 0,4% C, para efectuar un recocido de regeneración. la temperatu-
ra empleada ha sido por error lOOO"C y se ha producido estructura defectuosa ¿Por qué? ¿Podría
corregirse dcspués esa estructura?

6"_ Se tienen dus piezas iguales. una del acero binario de 0,40% C y otra de un acero autotemplante de
igual contenido de carbono. Compárense ambos llceros, razonándolo. en CUllnto a: a) riesgo de grie-
tllS allemplar el agua; b} cantidad de austenita residual después del temple.

7"_ Consecuencias que se derivan de templar con llu~teni;(ación incompleta: al los aceros eutectoides;
b) los aceros hipereutectoides.

1;"- Razónense ¡as respuestas a lo que sigue: a) ¿cuál es la temperatura límite -la más alta- a que puede
efectuarse el revenido de un acero binario; b) ~i además de Hierro y Carbono el acero tiene
Manganeso? ¿Cómo se modificaría esa tempeTlltura límite (aumentando o disminuyendo) al
aumentar el contenido en Manganeso'!

r- Mediante una adecuada dosilicación de elemento~ alfágenos y gamágenos se ha logrado evitar la


estructura en bllndas ferritoperlíticas en una determinada pie7,a de llcero forjado. ¿Si se templa la
pieza estará también exenta de estructura bandeada?
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 659

CAPÍTULO/X

1.- Dado un diagrnma ternario en que tres elementos forman solución sólida total se quieren determi-
nar las proporciones de fase líquida y sólida a una cierta temperatura TI. ¡,Por qué es necesario
conocer eJlactamente la recta de conjugación a esa temperatura?

2.- Durante la solidificación de una aleación 20% Pb. IS% Sb, 6S% Sn se ha producido a 21()C una
reacción: líquido +~ =y. Indicar el nombre que recibe esa reacción y razonar si finalizará, o no, la
solidificación a esa temperatura.

3.- En el sistema ternario Pb-Sb-Sn aparecen varias eutécticas binarias (del tipo: Líquido Sólido
J+Sólido 11). Rawnar por qué dichas reacciones resultan. o no invariantes.

4.- En un sistema temario. con enfriamiento continuo. ¿una reacción peritéctica binaria. puede pasar a
ser una eutéctica binaria?

S.- En dos Babbitts antifricción de la misma compOIici6n, por solidificación de no equilibrio. ¿sus
estructuras mÍl.:rográficas pueden ser distintas?

6.- Sistema Pb-Sb-Sn. Se pide lo siguiente:


- Señalar aproJlimadamente en el diagrama trian~ular la región propia de los metales anti-
fricción (cuando el constituyente disperso es el ¡j).
- Relacionar la estructura micrográfica con el comportamiento de los metales antifricción del
apartado anterior.
- ;.Puede haber otro tipo de metales antifricción l,Jue nu tengan el compuesto intermetálico
como constituyente disperso? Situar aproximadamente sus composiciones en el diagrama
triangular Pb-Sb-Sn e indicar el tipo de cargas (ligerns o pesadas) que pueden soportar.

7.- Sobre el diagrama Pb-Sb-Sn, en relación cun la aleación F:


- Dibujar aproximadamente. no es necesario precisar numéricamente las temperaturas a las
que se rompe el equilibrio. su curva de solidificación: la curva Temperaturn-tiempo (o. a
elección. la curva T-dt:dT).
- Temperatura final de equilibrio y constituyentes de la aleación.

8.- Durante la soliditicación de una aleación 65% Pb. IS% Sb, 20% Sn se ha producido a 24S'C. una reac-
ción eutéctica binaria: líquid~&+~. Razónese si finaliz,1rá. o no. la solidificación a esa temperatun!.

9.- En detenninado sistema ternario aparece una eutéetiGI para líquido de porcentaje en peso SO%A.
2S%8. 2S%C Los sólidos formados tienen. de composición en peso. IO%A. 10%8. 80%C (sólido
1); S%A. 90%6. S%C (sólido JI); 2S%A. S%8. IO%C (sólido 111). Calcular los porcentajes en peso
de los sólidos 1, 1I Y111 al término de la soliditical.;Í6n.

10.- Para sistemas ternarios. enumerar varios ejemplos de reacciones monovariantes e invariantes posi-
bles. Y su denominación.

11.- Una eutéctica binaria de cierto sistema ternario está formada por dos constituyentes a y ~. ¿Puede
haber segregación menor en esos constituyentes a y ¡i? Razónese.

12.- Al l:onfonnar. en caliente. la fibra de vidrio, ¿pueden verse modificadas sus propiedades ópticas?

13.- Un determinado vidrio contiene 80 % Si02 Y20 % Na20; calcular la fracción de átomos de oxí-
geno no enlazados por uniones -Si-O-Si-.

14.- ¿Puede un vidrio, en detenninadas condiciones, comportarse como conductor eléctrico? ¿ Y solu-
ble en agua?

IS.- El cuarzo, Si02. tiene una densidad de 2,6S glcm 3 ; calcular el número de átomos de Silicio y
Oxígeno por centímetro cúbico. Conociendo los radios atómicos del Silicio y Odgeno -0.038 nm
y 0.114 nm. respectivamente- estimar el grado de empaquetamiento de la estructura.

16.- Con la ayuda del sistema binario SiOr AI 20 1 . Fig.1X.48, señalar las características y proporcio-
660 C/ENCJA E INGENJERiA DE MATERIALES

nes del constituyente disperso y matriz - tras un proceso de coción a 16OO"C tal que la sinteriza-
ción se hu realizado en fase líquida y ha dado plenamente los constituyentes de equilibrio- par-
tiendo de [as siguientes arcillas binarias: a) % A1 20 3 :: 45 %; b)% AI 20, '" 80 %

17.- ¿Porqué [as arcillas cuyo contenido supera el 30% reciben el nombre de "arcillas refractarias'''?

18.- A partir de un fundido de 5;02 se obtiene vidrio si la velocidad de enfriamiento es superior a la


que pennitiría la fonnación de núcleos de crislobalita y el crecimiento de éstos. ¿Puede obtenerse
fase vítrea por simple calentamiento de arcillas antes de obtener un fundido?

19.- Dos refractarios sinteTizados silicoaluminosos, A y B. tiencn idéntica ¡;omposi¡;ión porcentual en


s(]ice y alúmina ¿Puede cl A resullar menus refractario que el S'! Razónese.

20.- ¿Pueden obtenerse materiales refractarios. con muJlita. a partir dc si liman ita? Razónese.

21.- El producto refract¡mo denominado ·'Iadrillu de ¡;hamota" se obtiene adicionando a la mezcla de arcillas
un triturado de ladrillos silicouluminosos procedentes de derribos. ¿Cuál es la finalidad de esia adición?

22.- Señalar razones por las que un refractario silicioso '·mal ¡;ocido" puede dar a altas temperaturas
agrietamieOlos en serviciu.

23.- Los ladrillos refractarios siliciosos se utilizan ¡;umu elementos arquitecturales refmctarios para
bóvedas de hornos eléctricus. estufas, chimeneas, etc: pero no se emplean para revestimientos de
soleras en hornos elé¡;tri¡;os de arco. ¿Porqué? ¿Utilizaría con esa finalidad refractarios de alúmi-
na fundida'!

24.- Analogías y diferencias entre las lozas, porcelanas y porcelanas de pasta dura.

25.· Algunos vidrius son aleaciones dd sistema Si~-AI203-CaO. ¿Su carácter es ácido, básico o neutro?

26.- Las escorias, que son básicas. ¿pueden solidifi¡;ar en forma vftrea?

27.- ¿Por qué el revestimiento de los convertidores para la fabricación de acero no debe ser ácido'!

28.- La eutéctica del sistema estable Fe-C está constituída por austenita y grafito. y se fonna a tempe-
ratura constante: 1154"C, ¿La eutéclÍca de austenita y grafito en el sistema estable Fe-C-Si solidi-
ficará a temperatura constante? Razónese la respuesta.

29.- En una aleación Fe-C-Cr se ha presentado a 1200"c una reacción eUléctica binaria: líquido::)'f+ k l.
Razónesc si tcrminará (o no) la solidificación a esa temperatura.

30.- Basándose en la sección vertical del diagrama Fe-C-Cr par¡¡ 17% Cr: a) justificar la existencia de
a¡;eros inoxidables ferríticos y aceros inoxidables martensíticos. ¿Puede afinarse por tratamiento
térmico -sin deformación mecánica- el grano de estos aceros inoxidables ferríticos? Razónese.

31.- En el sistema temario Fe-C-Cr. ¿por qué determinados aceros reciben el nombre de ·'aeeros Icde-
buríticos"') ¿Aplicaciones de estos aceros?

32.- Los equilibrios de tres fases en el sistema Fe-C-Cr -v.gr. líquido::)austenita + carburos k r son. o
no, invariantes. RazÓnes<:.

33- Características y propiedades de los carburos k¡. kz Y k,..


34.- ¿Es corre¡;to (por qué o por qué no) atirmar que el acero inoxidable de 0,5% e, 12% Cr es un
acero hipereutectoide?

35.- En un sistema ternario compuesto por Cromo. Carbono y otro metal cualquiera ,si los lados del
triangulo equilátero estuvieran solamente graduados en por¡;entajes en peso. no podrían situarse
los carburos dobles-de Cromo y el otro metal-sobre unas rectas paralelas trazadas desde los pun-
tos correspondientes a los porcentajcs en peso dc Il)~ carburos de Cromo binarios. Sin embargo
así se represelllan en planta en el sistcma Fe-e-Cr. ¿Porqué?
CUESTIONARlO y PROBLEMAS 661

36.- Los aceros inoxidables suelen c1asiflCarse en familias: aceros ferrilicOli, aceros manensílicos,
aceros austeníticos, :leeros auslenoferrilicos. Razonar a cuál de estas familias pertenecer;i un
ac...ro de composición O.4'kC .14% Cr tras ser enfriado al aire desde 1000"C.

37.- Para contenidos altos en Cromo disminuye la conductividad térmica del acero. Alendiendo a este
aspecto qué panicularidades-<:on respee10 a los aceros ordinarios,poco aleados.- presentar;i el tem-
ple de los aceros inoxidables martensíticos'!

38.- Comparando un acero inollidable martensítico con otro de igu3! composición en C y Cr. pero que
además tenga 4% de Nfquc1. ¿Serán diferentes las temperaturas máximas a las que puede darse el
revenido de uno y otro acero? Razóne~.

39.- SiTuar en la región JI de la Rg.lX.39 un acero inoxidable de 0,1% C y 12%Crde Cromo e indicar. a)
si la e:;lnJcturn primaria de solidificaciOO se mantiene sin transformación alotrópica alguna hasta la tem-
perntur.l ambiente; b) consecuencias que de ello se derivan al soldar este acero; c )responder a esas dos
cuestiones en el caso de que el acero inoxidable ferrilico IUviern de composición OJXB%C y 17% Cr.

40.- Una fundición fénea de composición 3% C y 4% Cr pre.<;('nta diferente dureza en estado bruTo de
moldeo según que el mokk sea de arena o sea metálico(coqui1la). ¿Porqué? Razónese la respues-
ta e indíquese si la dureza tras moldeo en coquilla resultará mayor o meOOf sabiendo que la dure-
za en bruto de moldeo en arena ha resultado ser 550 HB.

41.· ¡,Podría ablandarse por tratamiento ténnico la fundición anterior? Razónese con base en el mapa
de la Figura IX.39.

42.- Cierta pieza de fundición férrea. de composición 3 %C y 18% Cr. presenta en estado bruto de mol-
deo una dureza de 550 HR. Para poderla mecanizar resultaría conveniente ablandarla hasta 400
HB. Razonar sobre el tipo de recocido que debería emplearse para ello.

43.- Razonar. basándose en el mapa de 13 Figura 1x'39. si hay diferencias estructurales significativas
(y por tanto también de comportamiento a la abra.sión) entre una fundición fénea de 2.7%C-17%
Cr y ()(rn de 3.9%C-24%Cr. ¿Podrían ablandnrsc: por recocido estas fundiciones?

CAPíTUWX
1.- ¿Un metal sin di~locaciooes sería -comparativamente a un metal con dislocacione.s- venlajoso desde
el punto de ,'ista de su conformado?

2.- Una dislocación cuila de longitud L. ¿es má." o menos estable energéticamente que otra de igual lon-
gitud que contenga un jog?

3.- Si en el campo elástico de una dislocación cuña positiva se introduce otra dislocación cuña también
positiva. ¿se produce una fuerza de atracción o repulsión entre ambas? ¿Por qué no se considera la
COmlXJnente vertical F y dc esa fuerza?

4._ Por razones energéticas una superdislocación alll O) se ha descompuesto en dos dislocaciones per-
feclas. Escríbase esa reacción. ¿Entre ellas se enmarcará un defe<:to de apilamiento'! Razónese.

5.- Cumpletar la siguiente reacción de dislocaciones:


a - a -
2 1101)::6"[1121+ .....
; y justificar si ese desdoblamiento es energélícamente posible.

6.- Completar las reacciones siguientes ent«: dislocaciones;


a-a- a a-
'2 110 1]=6"12111+ ..... ;2=110\1::6"/2111+

7.- Dos de las disloc3ciones imperfectas del3JUtOOo anlerior p.Ieden rea:cioo3r ~ sí JO'! famar una disIococi6n
inmóvil. ¿Cuáles son esas dislocaciones. cuál b IeSUItanIe Y por qué es pül'lible enagéticamerte esa reacción?
662 CIENC/A. E INGENIER/A DE MATERIALES

8.- Justifíquese !'OC qué -en metales del sistema cúbico cenrrado en las caras- es posible la reacción de
las dislocaciones parciales cuya nocación veclorial es:

~ [1121 Y ~ (112]
Y pe.- ~ la dislocación rc;ullanle queda bkx¡ucada. ¡,Rt:sulta posible dicha reaa:iOO en bi 1aI.one:.o>?

9.- Detcnninar la resul1ante de la siguiente reacción enlre dislocaciones en un melal del sistema cúbi·
co centrado en las caras: a -- a-
6"1112IY 6[ 112 1=...
y demostrar que -por razones energéticas- se producirá efectivamente.

10.- La reacción del ejercicio anterior es. en buena parte. responsable de la acritud de ese metal dumo-
le la deformación en frio. ¿Se tmla de una reacción de Shockley o de una barrera de Lomer-
Co1tre1l1 y póngase un ejemplo .gráfico. vectorial. o bien empleando la nomenclatura de
Thomson- de la reacción (Shockley o Lomer-Cottrell) no contemplada en el ejercicio anterior.

11.- Al producirse un defecto de apilamiento por disociación de una di~locación perfecta en dos de
Shockley. ¿a cuántos planos atómicos afecta el defecto? ¿Pueden observarse ul microscopio ópti-
co las dislocaciones pardales?

12.- Justificar cuál es el vector de Burgers de las dislocaciones de menor energfa en el sistema cúbico
de cuerpo centrado.

13.- Expresar veclorialmente y con la nomenclatura de Thomson. la disociación de una dislocación de


Frank para dar una de Lomer-Cottrell y otra de Shockley.

14.- Al producirse la reacción entre las dislocaciones By B -nomenclatura de lbomson-. ¿cuál es la


nQ(ación y energía de la dislocación resultante?

15.- La primera difracción-X del Cobre. empleando antdtodo de Cobalto (1,79 A) tiene lugar para un
'ngulo de Bragg igual a 25.39". Calcular el parámetro de red del Cobre Y su densidad. ¿Cuál seria
la segunda familia de planos difractan tes?

Datos: Ley de Bragg: A '" 2dhU sene : Peso atómico del cobre. 64.

16.· La primera difracción-X del Fea y del Fe.,. empleando anticátodo de Cobalto (1.79Á)_ tiene lugar para
de Brngg de 25.88" Y25.21 0 TeSpec1i\'3lllente. Se pide: a) calcular el parámetro de red de ambas vario-
dades alotrópicas del hienu: b) C<llcular el cambio de volumen a"OCiado a la transformación ~Fe(l'

17.- En un monocristal de Cobre. de I cm 3 de volumen. existe una densidad de dislocaciones p'"


8.1Q7/cm 1. Se pide: a) Calcular. en ergios. la energía asociada a la presencia de dichas dislocacio-
nes. Datos: G '" 46 GPa: parámetro de red del cobre: 3.6 Á. b) Evaluar. aproximadamente. el1fmi-
te elástico teórico de dicho monocristal. ¿ Y el límite elástico real?

18.- La energía de enlace del aluminio es 3.3 eV/átomo. Evaluar. aproll.imaoornente. la concentración de lagu-
nas. en equilibrio termodinámico, a la lempernturn de 6CO' C. Calcular el número de ~Itos Yel recorri-
do libre medio que. en distancias interatÓmiea.~. efectúa un átomo de Aluminio por segundo. [}~tos;

Do = 0.5 cm 2/s. Parámetro de red del AluminioA Á.

19.- Las energía~ de cohesión -enlace- del hienu y del cobre son 4.3 y 3.5 eVlátomo respectivamente.
¿Cuánto yale. aproximadamente, la energfa libre de formación de una laguna en ambos metales?
A 65O"C. ¿cuál de ellos poseerá una mayor concentración de lagu03s en equilibrio? ¿Podria sin-
terizarse poh'o de dichos metales a la temperatura mell("ionada?

20.- Cakular ('1 límite elástico aproximado de una aleación A1-5% Mg en estado templado y deformado en frio
por extrusión. Suponer que la solubilidad del Mg m el Al ~a la tempenuura arnbiente- es despreciable.
¿CiJmo caWogaria esta aleación desde el puntO de vrsta de su resistencia mecánica'! Aplicaciones. Datos:
=
G:: 27GPa: p 101OdisVeml; pari.metrode red del Al. O.40nm; parimttrode red del Mg. a 0,32 nm. =
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 663

Pmb/~ltIu A

El Fea llene un peM> atómico de 56g. Y su parámetro de red. a la temper.nura ambiente~. 2.86 . Se
pide:

1-- Calcular su densidad. P1anos y direcciones cristalográficas densa:. en el Fe u '


r- Posibilidad de inserción octaédrica del C en el Fea' Compararla con la teórica. Dale: E = 0.77
3°_ Ley de Schmid. El límite elástico en trdCción de un monocristal de hierro es 2 Kglrnm 2. Calcular
la tensión critica real de cizal1adurn si. en el sistema activo de desliznmiento. la normal al plano de
deslizamiento y la dirección de deslizamiento forman con el eje dc tracción ángulos de 60" y 30"
respectivamente. Compararla con el limite elástico teórico. Dato: G = 8.500 Kg/mm 2.

4°. Al deformar el monocristal anterior un 50% se introducen en la red cristalina ¡()ll


distocaciones!cm 2. Calcular la ener~fa asociada al cri~tal en forma de di~locaciones y su recorrido
libre medio, Calcular el límite elástico del monocristal deformado.
Dato:
(J = (Jo + Gb ,tp;

5°_ Definición dcl tamaño de grano ASTM. Culcular el número de granos por milímetro cuadrado en
un acero de tamaño de grano 7 ASTM. Influencia deltamaiio de gnmo en el límite elástico y en la
temperatura de transición de un acero, Chur un tratamiento térmico para ufino del tamaño de grano.

6°_ Calcular los pon:entaje:s de CO y C0 2 en unu atmósfera para la cementación de un acero 0.2% C a
105(fC. E.\pesor de la capa cemcmada tr..... un tratamiento de 24 hum". Estructura delllCcro. Número
de saltos reales efectuado. en media, por los átomos de carbono. Aplicaciones de este tr.ltamiemo.
Datos: toG o de la n:acción de Boudouard: 4O.800-41.7.T cal.

Dl= 0.25 exp (·35.000 callRT) cm 2 ,


cAPíruWXI
1.- Enumerar algunas razones que hacen aconsejable el empleo de la curva real de tracción en \'ez de
la curva ingenieri!. para materiales metálicos: y determinar los valores de 0r y E en función de la
tensión aparente (JA y el alargamienlo A = (L-LoYLo.

2.- Demostrar la relación existente entre el coeficiente "n'- y el alargamienlo uniforme fu: Yque dicho
coeficiente "n" no es lo mismo que el ritmo de crecimiento de la acrillld da/dE.

3.- El cOé:ficicnte "n" obtenido a panir de la curva rcal esfuerzos-deformaciones ha resultado ser DA
en una chapa dc latón. Indicar cu.il es el valor del alargamiento de la probeta (L-Lo)lLo. en el
momento de iniciarse la estricción por tr.teción.

4,- Desde el punto de vista de la cooform¡lcióo mecánica. ¿qué ventajas present¡¡1l los materiales con
un alto valor de "n",!

5.· Para que el alargamiento total de una probeta metálica. una Vl:¡; rota por tracción, resultara indc-
pendiente dc la dislancia entre tntlOS lo. justificar cuál deberla ser el valor de lo.

6.- Dos ensayos de tntcción realizados COfl idéntico Aluminio comercial han dado -en el ensayo Iulbi-
tualmente empleado en ingeniería. diferentes resullados de alargamiento lot1l1 ha.~ta roturJ..
Justificar eSla apare",e anomalía.

7.· Rv.onar por qué la relación R.JRm.límite ellisticolcarga de rotur.l. e." menor en el Aluminio recris-
talizado que en el latón recrislalizndo.

8.· ¿Por qué e." una buena cualidad para el estirado que el valor del coeficiente "n" sea elevado?
9,- El coeficiente "n··. otJlenido a panir de la curva real de esfuerzos-deformaci~
.... ha resultado ser
664 CIENCIA. E INGENIERJA DE MATERIALES

0.1. Indicar cuál es el valor del alargamicnlo de la probeta (L-LJlL". en el momenlo de iniciarse la
eSlricción por tracción. Compárese con el resultado obtenido en c:I ejercicio 3. ¿Qué consecuencias
deduce?

10.- Basándose en la e<:UaciÓfl de Ludwik demostrar que es posible -Ial como ocurre poi" ejemplo con
ellitanio- que el -ritmo de acritud" sea alto y el valor de "n" pequeño; o bien, que el ritmo de
acritud sea aho y el cocficienlC "n" tambi~n allo (como. por ejemplo en los lalones).

11.- ¿Por qué. si se ensayan a tr.JcciÓll dos probetas ciHndricas de un mismo material metálico e... pre-
ciso que entre ambas probelas exista una relación de semejanza geomélJica para que los alarga-
mientos a rOlura AT resullen iguales? ¿Cuál es esa relación de semejanza?

12.- Si la disminución de sección. S, durante el ensayo de tracción de una probeta cilíndrica sigue en
función del tiempo, 1, en toda su longitud una ley lal que dS/dl '" k, ¿el alargamiento, A%, en el
ensayo resultará mayor, igualo menOf al aumentar la separación entre lrazos. L,,1

13.- Justificar las diferencias entre el diagrama de tracción de un acero y el diagrama de Iracción de ese
acero después de defonnado pláslicamente y envejecido por atmósferas de Coltrel!.

14,- El límite elástico. Re' depende de la orientación del monocristal respecto al eje de tracción (Ley
de Schmid). ¿Por qué en el agregado policristalino R,.. es. generalmente, independiente de la direc-
ción de tracción'! ¿Por qué Re es mayor en el policristal'!

15.- ¿Por qué el límite eláslico a lracción de un material podría verse afectado por una defonnación a
compresión previa?

16.- En relación con las siguienles propiedades mecánicas: dureza. módulo de Young. límile eláslico,
valor "n", carga de rolUra por tracción. alargamiento 100al una vez TOlO el malerial por uacción.
Señalar aquellas que. para un mismo malerial metálico, aumentan si ellamaño de grano disminu-
ye; y, precisar también, si alguna de esas propiedades es independienle dellamaño de grano.

17.- ¿Aumenta el ritmo de acritud con el tamaño de grano. durante la defonnación en fño? Razónese
la respueSla. ¿Y el coeficiente "n" de endurecimiento por defonnaci6n?

18.- ¿Cómo justificaría que. cuanto menor es ellamaño de grano de un malerial melálico. su tenacidad
resulta mayor?

19.- l.Es posible aumenlar el Iimile elástico de una aleación y. simultáneamente. su lenacidad?
Razónese.

20.· Si la longilud crílica de una grieta para producir rolUra cataslfÓfiC',l en un material es al para el esfuer-
zo 01' ¿cuál podría ser la longitud crilica de esa grieta para un esfuerzo aplicado igual a 0114?
21.· La alúmina tiene un factor crítico de inlensidad de tensiones k,c de aproximadamente
3 MPa -Jm.
Ciertas muestras cerámicas. de AI 20 J • presentan discontinuidades superficiales de j (pro-
fundidad máxima) aproximadamente igual a 30 11m. Estimar la carga de rotura a {racción de
esas muestras. ¿Por qué las cerámicas son más resistentes a compresi6n que a trácci6n?

22.- Para comportamiento a fatiga. ¡.es favorable o desfavorable un tamaño de grano fino? ¿Y el tama-
ño de los precipitados y de las inclusiones?

23.- Una barra de duraluminio. somelida a fatiga entre 0rnu '" 200 MPa YO¡nin '" O. presenta una grie-
ta de 2 mm de longitud. Dicha grieta se propaga hasta la rotura de la pIeza. Se pide:
- Calcular el !amaño erílico de grieta.
- Número de ciclos de tensión allernada que resisle la barra hasla su rolura.
- ¿Qué efecto tendría sobre elliempo de vida de la barra. una disminución de la tensión máxi-
ma, 0rnu' a 100 MPa? Datos:
klc"'" 35.5 MPa "m
5.7 lO-l(MPa"m)-4 m
CUESTIONARIO)' PROBLEMAS 665

Re = 350 MPa: Rm = 450 MPa: A=IO%


24.- Calcular el limite elástico de la aleación AI-4".lCu (duraluminio) en al estado de temple; b) ~ta­
do de bonificado (temple y madur.ación). ¿Qué consecuencias deduce'! ¿Catalogarla el duraluml-
nio como un material de media resistencia'! Aplicaciones.

Datos del Al: G = 27 GPa; a = 4.~ Á: fl) = 7%; tamailode la fa!;c e. 100 Á; tamaño de grano.
7 ASTM: K. = 0.5 Kglmm ll2.

25.- La aleación Cu-2% Be presenta endurecimiento estruclUral tras hipenemple desde 80CfC. defor-
mación en frío y revenido a 32O'C. Se pide.

a) Calcular e1límitc e1iistico aproximado de la aleación madurdda. Ponderar la contribución


de los diferentes factores de endurecimiento.
Datos: G = 46 GPa: distancia entre precipitados. 125 Á; densidad de dislocaciones,
101l/cm 2 ; parámetro de red del cobre. 3,6 Á.

b) ¿Catalogaría esta aleación como de baja. media o alta resistencia" j, Y con respecto a otras
aleaciones de base cobre que conozca? En otras aleaciones de Cobre, NíqueL Hierru -de
endurecimiento estructural-o ¿cuáles suelen ser las fases endurecedoras?

26.- Calcular el límite elástico de un cobre comercial recristalizado con tamaño de grano 7 A5TM.
Datos: e = 47 ePa; K ig = 1,0 Kglmm Jl2 , La earga de rotura del Cu es 240 MPa. ¿Qué puede dedu-
cirse del valor obtenioo del cociente límite elástico/carga de roturo'!

Problt!mo A
9 chapas de cobre en estado recristalizado se deforman plásticamente por laminación. de
modo que las muestras se alargan y adelgazan. sin modificarse su ancho. Los incrementos de lon-
gitud son de 1, 10.20.30.40.50.60.10 Y 100% respectivamente. Además se efectuaron huellas
de dureza Vickers en las 9 chapas despues de laminarse, obteniéndose las cifras siguientes:

Deformación: 0,01 0.1 0,2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 \.0

HV (MN/m 2) 423 606 756 810 951 1029 1080 1116 1170

En el supuesto de que el ensayo de dUrel.3 introduce en las muestras una deformación aproxi-
mada del 8%: y de que el valor de la dureza es tres veces el límite elástiCO real de la chapa con un
8% de deformación añadido. representar la curva aparente (ingenieril) de tracción. Delerminar ade-
más:

1°· La carga de rolUra del Cobre.

2°_ La deformación a la que comienza la rotura (eslrícciÓn).

3°_ La reducción de área en el comienzo de la rotura (estricción).

4°_ El trabajo necesario para romper en tracción 1 cm 3 de Cobre.

5°_ Si el proceso de laminación introduce una densidad de dislocaciones igual a 10 12/cm 2. calcular la
energía almacenada en el melal por dichos defectos. Compararla con la obtenida en el Apanado 4.
¿Qué consecuencias deduce? Dalos: e = 5,10 11 dina§/em-; UCu = 3.6 Á.

6°· ¿Por qué el Cobre adquiere tan rápidameme acritud .., endurecimiento por defonllación en frío?
¿Qué otros metales o aleaciones tienen este mismo componamiento?

7"'. La energía de enlace del Cobre es 3.5eV/álomo. Evaluar. aproximadamenlC.'. la concentración


de lagunas. en equilibrio termodinámico, a la temperalUra de 1000 C. Calcular el número de
saltos y el recorrido libre medio. en distancias interatÓmícas. quc efectúa un átomo de cobre
por segundo. Dato: Do'" 0,3 cm 2/s.
666 CIENCIA E fNGENIERIA VE ,HATER1ALES

8°_ ¿Qué temperatura rncdi;¡ emplearía para recristalizar un Cobre laminado en frío" Inlluencia en el
tamaño de grano recristalizado de la temperatura tiempo y energfa conferida por la deformación
previa. D:llo: TE = IU83'"C.
9°_ Determinar la longitud CríliC;l de grieta en este cobre sometido a una len~ión de 200 MPa. ¿Qué
nmsecucndas deduce'!

100- En dicho Coorc.¿4ué probabilidades tendría una grieta de J mm de longitud de propagarsl;: pOf
fatiga?

Prohll'IIW B.

1°_ Dcrnoslr¡¡r 1<.1 fórmula VHN = 1.8544 P/d 2 . Siendo: P. carga aplicada: d. diagonal en superficie de
la huella cuadrada producida. El penetrador Vickers es una pirámide de diamante. de base clwdra-
d¡¡. con un ángulo diedro de 13h".

2°· Las l:argas selecciorwdas en el ensayo de durela Vickers son: l. 2.5. 5. 10. 20. 30 Y 50 Kg. Si las
estimaciones de la durez¡¡ son más exadas cuando las diagonales de la huella producida son dc 0.5
mm" ¿qué cargas seleccionaría?:
al en ¡¡Ieaciones de aluminio de durel.a VHN == 20'!
b) en latones de dure7.U VHN '" 61l'!
cl en aceros de dureza VHN '" 200'!

I'mhll'mil e
VIl alambre de <.Icero 1060 (acem al carbono con un 'ff e = 0.60. perlítico) de I mm de diámetm
se recubre con un<.l vaina de cobre alcanzando el bimetálico un espesor de 2 mm, Calcular el coeficiente
de dilat¡¡l:ión lineal del material compuesto.
= =
Datos: E IAl:ero) 205 OP<.I: E (Cobre) 110 OPa.
= =
(Mcro) 11.0 10·/>°C- 1 : (Cobre) 17.0 1O-b oC- 1

I'mNI'II!u D

En un materi<.ll compue,to de libras unidirel:l:ionales Kevl<.lr en una matriz epoxy calcular -y


coment<.lr los resultados obtenidos- 1m módulos de Young en dirección perpendicular y paralela a la
disposición de las libras en la m<.ltri/. cuando la fracción en volumen de libras es de un 60%.

PmNI'IIJiI E

Calcular la tensión critica de fractura de una cerámica en la cual el tamaño medio de los defel:tos
de elaboración (grietas) es de 6() p.m. Comparar el valor obtenido en el matcrial l:crámico con el que
podía presentarse en un metal que tuviera el mismo tamaño medio de defectos. ¿Se podrá alcanzar el
límite elástico teórico en el material cerámil:o y metálico? Comentar los resultados obtenidos.
Datos: Ke (cerúmil:!)) == 5 MPa mO. 5
K c (md<.ll) == 100 MPa mO. 5
E (cerámico) = 200 OPa
E (metal) = 100 OPa

CA/'íTULO XII
1._ ¿QUt~ se entiende IXlr acritud crilic) para reeristalizaei6n estática? ¿Cómo v<.lría con la temperatu-
ra'!

2.- Consecuenl:ias que se derivan de un aho v<.llor de 1<.1 energía de defectos de apilamiento para meta-
les del sistema cúbico centrado en las l:aras. en cuanto a: la deformación en frío. la restauración. y
la larnirwción en caliente.
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 667

3.- OurJnte la re... tauración estática del aluminio disminuye en dureza, en tanto que en la restaurJción
del 1:lIón a no ocurre así. Justiríqueno;e las razones e.<;tructurales de eMe tJiferellle com¡:JOflamiento.

4.- Correlación entre defonnaci6n en frío, acntutJ critica. temperntunt de recristalizaciÓll estática. y
tamaño de grano al ténnino de la recri"talización primaria.

5.· Una chapa de aluminio es laminada en frio reduciendo su espewr a la mitad. Otra chapa de e..la
mIsma aleación se lamina en frío reduciendo su espesor ~ hasta cM. Se pide:
- ParJ recrisUllizar. ¿cuál de la... dos chapas ncre;itar.'í una temper.!lura má... alta? ¿Por qué'!
- Si la temperatur.J empleada paro quc m;ristalicen ambas es la misma. ¡,cuál dc las dos cha-
pas presentará menor tamaño tJe grJntJ p,1ra Igual ticmpo de r""C')(:Ido?
- i'podría ocurrir. en algún ca.-.o. que la tempcrJtura escogitJa para re,·ristalización. pemlitie·
r.J la recristalización de una de Ia.<; chapas pero no de la OIra'! Si así fuerJ. ¡,cuál sería la
causa y cuál la chapa no recristalizada?

6.- Un hilo de Cobre trelilado en frío recristaliza un 50'} a la temperalUra de 400C en 5 minutos; y a
300'C en 40 horas. ¡,Cuánto lardaría en rccrislalizar parcialmente a temperatura ambiente'!
-Significado de la energía de activación para la difusión Q y su rci:lci6n con la lemperatura
de soliditicaciÓn.
-Si !\C trata de un Cobre para aplicaciones eléctricas. ¿qué requisitos habría de cumplir')

7.- [ntluencia de las texturas 11111 y 11001 en el coeticicme R de anisotropíu de Lankt"ord. de chap;...
de aceros fcrrfticos parJ cmbutición. JustificllT las diferencias microestruclUmles .y sus consecuen-
cias en cuanto a propiedades-o entre tJos aceros de muy bajo cOllfenitJo en eartxlno (igual en ambos),
laminados en frío y posteriormente recristalizados: uno en hllmo de campana (BAF) y otro por
recocido continuo (CAPL).

8.- Al recocer un aluminio agrio. ¿cómo podría obtenen.e i!,ual resistencia con mayor alargamiento?
Efeclllado así el tratamiento. ¿la~ orejas tJe embutición serían más.) menos pronuneiada...?

9.- El tiempo llCCesario para rttristalizar un 50% de un material metálico deformado en frío un 9K'l·
sigue una ley del tipo: Ih~ "" A txp(-QIT). Para otra reducción en frío del 80% '3 la misma lem-
perJtur.l T-, ¿el correspomhente valor de Q sería igual. menor o ma)or?

10.- ¿Por qu~. a '·eces. un Aluminio deformado cn caliente presenla una estructurJ micrográfica apa·
rentemente agria'!

11.- La \'elocidad de deformación en caliente para ulla dada. viene ddinida por la e:tópr<:sión f. "" C e:tóp
(-Qff), ¡,Cómo podría delenninarse experilncmalmcnte d valor de Q mctJiante do~ ensayos reali·
zatJos respectivamente a temperatuTll T t y temperatura T 2?

12.- En un acero de contenido en carbono inferior a 0.1% se desea incrementar su resistencia mecáni-
ca y -al mismo tiempo- su tenacidad metJianlc '"Iaminación controlada". ¡,En qué consiste y l'uá-
les son los efectos de esa laminación controlada'!

13.- Un ncero con 0,15% C y pequeños comenidos en Fósforo y Silicio (aSl como de Azufre y
Mang¡lneso, que aparecen en forma de sulfuros) presenla a temperatura ambiellle. Iras laminación
en fase. una cstructurJ. de bandas alternas de fcrrita y perlita. ¿Los sulfum~ ¡tpareccn alojados pre-
fcrcl11Cmellle en algunas de esas bandas" Razónese.
Teniendo en euenta los orígenes de la estructura bandeada en acero.., indicar c6mo podría lograr-
.'>C eliminar. o almcnos atenuar. esa estruclUra cn bandas.

14.- Ley de componamiento p3Tl1 la defonnación a alta lemperatur..: y justificar si sirl"c igualmente
para la deformación en caliente y parJ el creep.

I S.- Señalar la~ analogías e:tóistentes -y las tJiferencias- entre la defonnación por "creep" y superplas-
ticitJatJ. Venlajas e inconvenientes del confonnado superpláslico.

16.- Para un matenal trabajando en fluencia lenla -""creep"- dibujar en esquema la "ariación de Een
funcIÓn de t -para una delerminada T- según que las cargas aphcatJas <;ean al' 01' a, ; se \'Crifica
al> 02> ato
668 CIENCIA E INGENIER/A DE MA,TERJAI-ES

17.- A diferentes temperaturas se han determinado experimentalmente las cargas que, aplicadas duran-
te I hora, producen al cabo de ese tiempo la rotura por "creep" de un cieno metaL Sabiendo que
en la ecuación de Larson-MilJer: T(C] + 19 Ir) = L (siendo T la temperatura y Ir el tiemJXI hasta
rotura), resulta ser el independiente de la carga aplicada. lustificar que ·a partir de aquella curva
experimental- puede conocerse el tiempo al cabo del cual rompe el material por "creep" al aplicar
una tensión a I a temperatura constante T [.

18." El parámetro el de Larsnn-Miller puede delenninarse -aplicando una misma el," a dos tempera-
turas diferentes 1'[ y 1'}. Sllpóngase que ti y 12 son los tiempos respectivos para rotura por "creep"
de esas dos probetas del mismo material. Determinar el'

19.- Ensayos de f1uencia realizados con un acero inoxidable austenftico a 55O"C durante 300 h. bajo
una tensión de 350 MPa, produjeron una deformación por f1uencia E = 0.12; Y una deformación de
E '" 0.08 cuando estuvo sometido a la misma temperatura, durante 1200 h, a una tensión de 245
MPa. Calcular la tensión máxima admisible para que la deformación sobrepase -a dicha tempera-
tura- el 1% durante 10.000 h. Consecuencias.

20.- Una riostra en una caldera de central térmica estaba diseñada para soportar una tensión de 25 MPa
a 62O"C; en estas condiciones, su velocidad de f1uencia estacionaria sería epsilon E'" 3.1.1 O-12s-l.
Sin embargo, las condiciones en servicio se han visto alteradas de modo que ha tenido que traba-
jar a 700C bajo una tensión de 30 MPa. Calcular, en este caso, la velocidad de f1uencia estacio-
naria. ¿Conseguirá la riostra no sobrepasar la máxima deformación admisible, 1%, en las \00.000
horas de trabajo previstas?

21.- Al observar micrográficamente una tubería de acero al carbono. después de 80,000 horas de fun-
cionamiento. en servicio, en un inten:ambiador de calor de una celllraltérmica. muestra la apari-
ción de grafito. a) ¿Es posible esto? Razónese. b) Justificar las ventajas e inconvenientes de la pre-
sencia de grafito en esa tubería.

22.- Calcular el tiemJXl necesario pam eliminar la macro y microsegregación del carbono en un slab de 200
mm de espesor y 1000 11m dt;; tamaño de grano, durante su homogeneización a l200'C. ¿Resultaría
dicaz dicho tratamiento para homogeneizar en composición otros elementos de aleación o impureza~,
Si, Mn, P. S. etc.? Datos: Do = 0.25 cm 2/s: Q '" 35JXXJ callmoL Después de tratamiento termomecá-
nico -Iaminación en caliente- o normalil.ado, ¿qué aceros podrían presentar "eslructura bandeada"?
Influencia del "bandeado" en las propiedades mecánicas y maquinabilidad de dichos aceros.

CAPíTULO XIII
1.- Con un mismo malerial se desea fabricar una viga de longitud L t y peso PI' ¿Cómo puede mejo-
rarse su rigidez y eficiencia cstruclUral?

2.- Una columna cilíndrica de altura L 1 y peso PI' ¿resultaría igualmente rígida si su sección es maci-
za o es una corona circular?
3.- Habría diferencias de comportamiento a pandeo en columnas cilíndricas de igual peso, según se
trate de acero dulce o JXllieti1eno?

4.- ¿Por qué para mayor rigidez. en embalajes. se emplean cartones ondulados?

5.- ¿Por qué resulta necesario "armar" el hormigón?

6.- Una placa de longilUd L¡, anchura W¡ y peso PI' ¡,qué diferencias de peso presentaría -para igual
rigidez- cuando se fabrica con acero y CFRP? Expresar porcentualmente la diferencia.

7.- Se desea fabricar depósitos esféricos, de radio r y peso P fijos, de pequeños espesores t, destinados
a Irabajar a una determinada presión interna p. Se pide tenninar la relación teórica entre k tC y la
densidad de los diversos materiales con los que podría elaborarse el depósito para que una perfora-
ción de la pared no llegara a producir fractura inestable catastrófica.

8.- Enumere algunos factores que inciden en el coste JXlr unidad de peso. C;. de un material estructuraL
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 669

9.- Ventajas e inconvenientes de emplear CFRP en lugar de acero para carrocerías de automóvil.

10.- ¿Tiene sentido preguntarse· cuál es el mejor material para una determinada aplicación?
11.- Razones por las que se utilizan los aceros bonificados cuando las piezas deban estar sometidas a
esfuerzos ciclicos.

12.- ¿Ptt~ no es lógico utilizar un sóIoacc:roparn ~ a tasexigcnciasdel comportaJTtieoca fatiga?

13.- ¿No bastaria un sólo acero bonificado para fabricar cualquier pieza resistente a faliga. de diáme-
tro inferior a 120 mm y Rm inferior a 1300 MP.J?

14.- ¿Por qué se prefieren piezas moldeadas a piezas forjadas pra resistencia al ··creep··?

15.- ¿Utilizarfa -en servicio- un acero templado y revenido por encima de la temperalUra eutectoide?

16.- ¿Qué seria necesario precisar respecto al Aluminio cuando se dice que su límite eláslico es 40
MPa7 ¿ Y si este valor fuera el doble?

17.- Enumerar un orden de elección entre CFRP. aluminio. 1i6AI4V. acero dulce y acero HSLA-para.
barras sometidas a flexión- según prime rigidez. resistencia a la deformación pláslica. economía o
ligereza.

18.- Para el caso anterior. señalar un orden de preferencia. después de realizar un análisis atributivo.
ponderando de igual modo rigidez, resistencia, economía y ligereza.

19.- ¿Podría llfinnarse que la temperatura de fusión de una aleación es el faclor determinanle para el
comportamiento en servicio a elevada lemperatura?

20.- Para platafonnas marinas y barcos rompehielos. ¿cuál podria considerarse un material adecuado?

21.- ¿Los vidrios y cerámicos. tienen igual resislencia a trncción y a compresión?

22.- Las caracteristicas mecánicas del Be lo hacen interesante en la industria aeroespacial por su resis-
tencia al pandeo. Razónese la afirmacion anterior y compárese su comportamiento con el del
acero. Titanio y Aluminio.

Problema A.

Se dispone de tres tipos de vigas de la misma longitud y peso fabricadas con un mismo material
metálico: de sección cuadrada. de sección rectangular (con altura igual a dos vttes la base) y de sec-
ción circular:
- Comparando la viga cuadrada con la rectangular. calcúlese el aumento de rigidez que
supone el empleo de una de ellas -¿cuát de las dos ?- en vez de la Olra.
- Comparando la viga de sección circular con la de sección cuadrada calcúlese el aumento de
resistencia a la defonnación plá~{ica que supone el empleo de una - ¿cuál?- en vez de la otra.

Probl~ma 8

Se dispone de placas rectangulares de iguallongilUd y anchura -e igual peso-. pero de diferentes mate-
riales (distinto límite elástico o):
-Para lograr una ciena resistencia a la deformación plástica -igual en todos los casos - ¿cómo
puede delerminarse el espesor de cada placa en primera aproximación. utilizando mapas (o. p)
de materiales ?
-Suponiendo que se conoce el coste por unidad de peso de los diferentes materiales estimar
de modo gráfico aquellos materiales con los que resultaría menor el coste de esas placas
cuaodo se desea obtener una cierta rigidez igual en todos los casos.
-¿Impoodria alguna reserva a los resultados obtenidos en apanados anteriores cuando se
comparan materiales metálicos con materiales cerámicos y con materiales polim6ricos?
670 CIENC/A h,' INGENfER/A DE MATERIAtES

ProblerrUl e
Se trata de seleccionar materiales para fabricar placas metálicas que han de trabajar a flexión, l:Omo
vigas. 1.:011 igual rigidez para un mismo momento fleclOr M [. Las dimemiones longitudinal y transver·
sal de las placas han de ser igualt;:S en todos los casos, pudiendo variar el espesor t .SI;: pidt: . de entre
el conjunto de maTeriales indicados más abajo determinar el que proporcionaría placas de : a) menor
peso: b) más baratas
Materiales 11 elegir (rt:f Tabla XIll.I):AluminiollOO recristalizado. Duraluminio 2014 madurado.
Acero HSLA. Acero dulce. Titanio G 2.

Prohlema D

Selección de maleriales para la fabrical:ión de una viga de sección cuadrada A y longitud dada L
que dcba soportar un esfuerzo F en condiciones de a) mínimo peso: b) mínimo coste: cl de análisis
atribotivo l;on un factor dcl 50% asignado al peso y otro del 50% asignado all;llstC. ¡,Qué consecuen·
cias deduce cuando los materiales elegidos son hormigón armado. acero de construcción y epo"y rcfor-
zada por fibra de carbono?

Datos: lK¡:Lm'l RiMI'J!1 ~"LiL!il:J


Hormigón armado 2400 400 0.3
Acero dc construcción 7800 300 0.5
Compositt: epo"y-carbono 1500 650 200

APÉNDICE: FUNDICIONES (re! "Materiales para Ill¡;:ellierfa. Fundiciones Férreas" l.A. Pero-
Sanz. Ed. /)osml, 1994).

1.- Justificar si una fundición puede ser blanca y gris al mismo tiempo.

2.- Comparar la resistencia mecánica de una fundición gris de clase 20 con la de la perlita. ¿A qué atri-
buiría la diferencia observada? ¿Cómo aumentar la ··clase" de una fundición?

3,· En las fundiciones grises laminares perlíticas. cuanto mayor es el contenido en carbono. la carga de
rotura Rm ¿es mayor o menor? Jllstifíque~e.

4.- Representar. apro"imadamentc. el perfil de durezas HRC obtenido sobre una probeta en ·'cuña"
empleada para medir la tendt:nl;Ía al blanqueo en una fundición, ¿A qué estructuras corresponden
los máximos y los mínimos de dureza obtenidos'!

5.- Durante la decarburación del arrabio para obtener acero. una de las operaciones de la marcha reci-
be el nombre dt: "período de decarburación": durante él se dice que el convertidor "ronca y vibra
violentamente pues el baño se ha espesado y el o)(ígeno pasa a través con dificultad". Con base en
la teoría de la solidificación de aleaciones, justificar por qué se espesa el baño en ese período de
decarburación.

6.· La eutéctica delsi~tema estable Fe-C está constituída por austenita y grafito, y se foona a tempe-
ratura constante 1154°C. ¿La eutéctica de austenita y grafito en el sistema Fe-C·Si solidificará a
tcmperalllra constante? Razónese la respuesta.

7.- Para obtener por moldeo una pieza grande de fundición gris. ¿se requerirá más. o menos. silicio que
para una pieza pequeña de fundición gris de idéntico contenido en carbono? ¿Por qué?

8.- Correlacionar distintos tipos de grafito, l;on las velocidades de solidificación y composióón de
las fundiciones grises.

9.- Dos fundiciones tienen la composición química siguiente:


A) 3,4% C, 0,25% Si, 0,6% Mn, 0,03% S. 0,05% P
B) 3.0% C, 3.60% Si, 0,6% Mn, 0.03% S. 0,30% P
Detenninar la naturaleza potencialmente blanca o gris de dichas fundiciones y su estructura micro-
CUESTIONARIO Y PROBLEMAS 671

gráfica. ¿Cuál de cllas poseerá mayor facilidad para el moldeo (colabilidad) y mayor resistencia al
desgaste?
10.- De algunas fundiciones grises suele decirse que tienen el inconveniente de "hincharse" al ser
calentadas: por transformación en estado sólidu de la cementita en grafito. Según ello. ¿qué ti¡xJ
de fundicinne~ grises estarían exentas de este defecto? ¿Presentan este inconveniente las fundi-
ciones blancas?

11.- Razonar sobre los tipos de estructura de matriz, en las fundiciones grises. más favorables para
resistencia al "hinchamiento ténnico··.

12.- Para estanqueidad de una fundición gris ,onvienen altos o bajos carbonos equivalentes?
Razónese.

13.- Razonar sobre las diferencias -en cuanto a límite elástico- entre las fundiciones grises laminares.
esferoidales y maleables.

14.- Para objetos ornamentales de fundición gris -estatuas, farolas. tapas de registro. et'- suelen emple-
arse fundiciones de carbono equivalente igual al eutéctico. ¿Por qué'!

15.- Con base en la encrgía libre de supcrfkie sólidolva¡xJr razonar sobre las precauciones necesarias
para soldar ¡xJr braseado de una fundición gris.

16.- Cierta aleación férrea. templada. tiene una carga de rotura de 1750 MPa: y el valor de dicha carga
en estado normalizado es 1730 MPa. Indi,ar si la aleación es la a). b). c). d). e): a) fundición blan-
ca: b) fundición gris: c) acero al carbono: d) acero aleado: e) acero amagnético. Se indi,arán las
razones por las que se ha elegido la aleación.

17.- ¿Es posible una fundición gris inoxidable (%Cr> 12)?

18.- En las fundiciones grises laminares perlíticas. cuanto mayor es el contenido ,arbono. la carga de
rotura R m. ¿es mayor o menor? Justifíquesc.

19.- Razonar sobre el empleo a que podría destinarse una aleación férrea de composición:
3.5%C. 2.5%Si. 0.5% Mn. 0.1 % P. 0,012% S.

20.- Basándose en consideraciones micrográl1cas. indicar y justil1car euoil de estas fundiciones grises
presentará mayor carga de rotura. y cuál mayor facilidad para moldeo (colabilidad):
3.25% C. 2.2% ,Si. 0.5% Mn. 0.2% P. 0.1 % S (fundición A).
2.85% C. 2.2% Si. 0.7% Mn. 0.1 % P, 0,1 % S (fundi,ión B).

21.· Justificar las razones por las cuales elegirla -entre las composiciones químicas que se acompañan-
la composición más adecuada para fabricar en fundición gris: "Piezas delgadas de alta resisten-
cia", "Piezas de ornamentación". "Pieza~ de maquinaria de espesor grande"
Composiciones: A) 3.25% C. 1,25% Si. 0.50% Mn, 0.25% P. B) 3.5 % C. 2.5% Mn, 1% P. C)
2.75% C, 2.25% Si. 0.5% Mn. 0.10% P.

22.- Por decarburación de una fundición blanca podría obtenerse una estructura micrográfica similar a
la de los aceros ferrlticos. Por carburación del acero en estado sólido -mediante una adecuada mez-
cla de CO y C02 que proporcionara C naciente-o ¿podría alcanzarse pcriféricamente una estruc-
tura similar a la de la función blanca? Razónese la respuesta.

23.- ¿Por qué -o por qué no- es soldable por soldadura autógena la fundición maleable americana?

24.- ¿Por qué (o por qué no) parece correcta la siguiente composición química. resultado de un análi-
sis de fundi,ión maleable americana: 2.5% C. O, 15% Si. 0,5% Mn. 0.15 % S. <0.10% P?

25.- En un catálogo se lce que la función maleable americana ferrítica puede templarse. ¿No se tratará
de un error de catálogo? Razonar la respuesta.

26,· A la temperatura ambiente. una detenninada fundición maleable americana tiene matriz ferrí
672 CIENCIA E INGENIERJA DE MATERIALES

IÍca. ¿Es solúable por soldadura oxiacetilénica? ¿ Y si se tmtase de una fundición maleable euro-
pea?

27.- Dos piezas de fundición maleable americana han sido soldadas por fusión. Indicar -mencionando
las razones que inclinan a suponerlo- cuál será la estructura micrográfica observable, precisamen-
te, en la unión soldada. Plantearse la misma cuestión si de dos piezas de fundición maleable euTO-
pea se tratase.

28.- Las fundiciones ADI, ¿son blancas o grises? Ventajas que supone el empleo de fundiciones
ADL

29.- En el tratamiento de las fundiciones ADJ, ¿daría ellratamiento austempering a un redondo de gran
diámetro?¿Por qué?

30.- En una aleación binaria Fe-C, con S%C. determinar los porcentajes en peso de Jos diferentes tipos
de CFe3: cementina, proeutéctica, eutéctica, proeutectoide, perlítica y vermicular. E indicar las
propiedades más características de esta aleación.

31.- Una fundición blanca tiene de composición 4%C, 0,9% Si, 0.11% Mn, 0,06% P Y 0,010% S.
¿Cómo puede justificarse que en su microestructura aparezca cementina primaria? Calcular el por-
centaje.

32.- En una fundición atruchada con 3,25% C, el 50% del líquido eutéctico ha solidificado según el
diagrama estable Fe-Grafito y el 50% restante según el diagrama metaestable Fe-Cementita. Se
pide calcular las proporciones de grafito y ledeburita en la estructura de solidificación (suponien-
do, por simplicidad. que las dos eutécticas coinciden en temperatura y composición química).

33.- La estructura micrográfica de una fundición Ni-Hard, de composición 3,2% C, 3,5% Ni, 1,2%
Cr, 0,4% Mn, 0,5% Si, presenta gran proporción de austenita residual. Explicar sus causas.

34.· ¿Qué nombre recibe la fundición cuya composición es: 2,35% C, 6% Si, resto hierro?
Aplicaciones.

35.- Diferencias más significativas entre la fundición Fe·3,5% C y otra fundición que, con el mismo
contenido en carbono, contiene además 16% Si, Temperaturas Al y A3 de ambas fundiciones.

36.- Justificar las razones por las cuales elegiría -entre las composiciones químicas que se acompañan-
la mas adecuada para fabricar, en fundición gris laminar: "piezas delgadas resistentes a tracción".
"lingoteras", "elementos resistentes al hinchamiento térmico y de~gaste".
Composiciones: al 3,8% e, 1,5% Si, ),9% Mn, 0,20% P, 0,07% s; b) 2,75% e, 2,25% Si,
0,9% Mn, 0.10% P. 0,07% S; c) 1% e, 16% Si. 0,4% Mn.

37.- Entre las fundiciones altamente aleadas ellisten dos de alto contenido en silicio: 1% C y 15% Si
una de ellas; y 2,35% C, 6% Si, la otra. Se pide:
- comentarios referentes a la relación existente entre naturaleza y propiedades de cada una de estas
fundiciones (¿blancas o grises?) y su composición química.
- constituyente matriz de cada una de esta fundiciones a temperatura ambiente y constituyente
matriz al ténnino de la solidificación.
- ¿Es lógico que la fundición con 15% Si, tenga menor contenido en carbono que la fundición de
6% Si?

38.- Requerimientos generales en servicio de las fundiciones "altamente aleadas". ¿En función de su
estructura (consúltese el mapa de la Fig. IX.39) cuáles podrían ser las aplicaciones de las fundi-
ciones cuya composición se acompaña?: a) 3% C - 30 % Cr; b) 3% e - 15% Cr: c) 1% C - 35%
e"
Problema A
1° - Admitiendo que las líneas "sólidus", "líquidus" y de "transfonnación" del diagrama Fe-C meta
estable son líneas rectas, se pide -suponiendo que la aleación es binaria- detenninar los por cenla-
jes en peso de los siguientes.Y.illQID en la aleación Fe-3% C,
CUESTIONARIO Y PROBLEMA.S 673

~: ~.. cementita procutécticll


e cemenlila euléclica
C pe ccmenllla procutecloide
Cl cemenlil3 libre (es decir. que no consliluye la perlita)
Ce cemenlila eutecloide
Fl ferrita libre (que no constiluye la perlita)
FT ferrita 1000a1.
2°· Temperaluras de l;"omienzo y final de solidificación.
3°· Estructura y propiedades de la aleación enfriada hasla la lemperalurJ. ambiente (resistencia mecá·
nica y al dc:sgaste. tenacidad. maquinabilidad. elc.)

Problema B

El tiempo transcurrido·a lemperalura constante- para la total solidifil;"aciÓll de un peso p. de fun-


diciÓn gris euléctica. en condidones de equilibrio. ha resultado ser ti' Una l;"antidad igual de peso. PI_
de otra fundidón gris hipoeutéclica. tardó en solidificar. a la lemperalura eutéctica. en condiciones de
equilibrio. 0.4 l•. Se pide:

1°_ Detenninar el contenido en carbono de esa fundición hipoeutéetica.


2°· Tipos de grafito que podrfan aparecer ·según la velocidad de enfriamiento- en una u otra fundición.
3"· Par.. idénlica ma.'iividad de piezas fabricadas con ambas fundiciones. ¿cuál deberla contener mayor
porcentaje en Si?
4°· Comparar sus propiedades: mecánicas resistencia. alargamiento. tenacidad; y otras: resislencia al
desgasle. corrosión y maquinabilidad.

Problema e

El tiempo trJllscurrido -a temperatura conslante- para la lotal solidificación de un peso P, de fundi·


ción blanca eutéctica binaria, en condiciones de equilibrio. ha resultado ser 11 Una cantidad igual en
peso. PI de Olra fundidón. hipoeutéctica binaria. lardó en finaliz.ar la solidificación a la temperatura
eUléclici. en condidones de equilibrio. 0.6 l•. Se pide:

1"- Difereocias. en cuanto a .segregación priocipal. entre ambas aleaciones.


2"- Delenninar el conlenido en carbono de la fundición hipoetlléclica.
3°_ Paniendo del eslado de equilibrio. delenninar la lemperalura inicio de solidificación de la fundi·
ción del aparato anterior.
4°_ Cantidad de cementita eutectoide que contiene la aleación hipoeutéctica.
So. En función de la estructura micrográfica. justificar la maquinabilidad y tenacidad de dicha fundi-
ción.

Problenw D

4.5 Kg de carbón .se disuelven en 95•.5 Kg de hierro fundido. Al enfriar. el carbono en cxceso se
separa de la cUléclica en forma de grafito primario: y los 2J3 de carbono de la eUléclica 10 hace lam-
bién en fonna de grafito (fundición alruchada). Se pide:

1°- ¿Qué % de grafito, eementita y perlita tendrla la fundición a la temperatura ambiente?


2°· ¿Qué % de grafilo. ccmenlita y ferrila poseerla la fundición a la lemperatura ambiente?
3"- ¿Qué % ·fracción área· del campo microscópico estaría ocupado por cada conslituyente. sabiendo
que el peso específico del gn.fito es 2,2.5; el de la ferrila (auslenila). 7.86; y el de la ccmentila. 7.66?
4e_ Una mkrografla de fundición presenta el 4% del área ocupada por grafito; ]5% por ccmentila y
61% por ferrila. Suponiendo que el grafilo no .se haya separado inmediatamente después de solidi·
ficar. ¿qué % de auslenita y ccmenlila (en peso) conlenía la aleación?
ANEXO 3
Factores de conversión de algunas unidades.

TEMPERATURA
Te~TK-273 Te ~(TF -32)' 5/9
Te en grados Celsius; TK en grados Kelvín; T F en grados Fahrenheit.

LONGITUD
1 mUe (milla terrestre USA, UK) . ~ 1609'344 m
1 milc naut (milla marina USA, UK) . = 1853 m
1 yd (yarda) . ~0,9144 m
l fl (pie) . = 0,3048 m
1 in (pulgada) . ~ 0,0254 m
1 J,tm (micrometro, micra) . = 10-6 m
1 nm (nanómetro) . = 10--9 m
I AO(Angslrom) .............••..... = 10-10 ro

MASA
I oz (onza avoirdupois) = 28,349527 g (gramo)
I oz tr (onza tray Ó apothecaries) = 31,103481 g
1 lb (libra avoirdupois) = 453,592 g
It (tonelada métrica) . . . . . . . . . . . . . . . = 1000 Kg
) ton (long ton, larga, tonelada inglesa, UK Ion). = 1016,047 Kg
Ishton(toneladacorta,USAton) = 907,185Kg

FUERZA
l kgf (kilogramo fuerza . ~ 9,80665 N (Newlon)
l Ibf (libra fuerza) . ~ 4,448 N
1 dyn (dina) . = lO-s N

ESFUERZOS Y PRESIONES
1 kgf/mm' ~ 9,80665 N/mm' (6 MN/m', O MPa)
= 98,0665 bar (l bar = 0,986923 atmósferas)
= 1442,3343 Ibf/in 1 (pound square inches, psi)
= 1,442334 ksi (6 Psi; I Psi = 1000 psi)
= 0,71116717 USA lOnf/in 1
= 0,63497067 UK tonf/in 1
= 100 Kg./cml.:loo atmósferas
RESILlE CIA
1 kgf· m/cm 1 ~ 9,80665 Jlcm'
l kgf' m ~ 9,80665 J
ENERGIA
I J Gulio) ~O,101972kgf'm
= 10 7 erg (ergios)
= 0,2388 cal (caloría internacional, ca11T)
= 6,24' 10 18 ev (electron volts.)
= 9,478.10-4 Btu (British thermal unit)
~ 0,7375 fUbf
POTENCIA
IW = I julio/segundo
I kW (kiJowatio) = 1000 W
= 10 10 erglseg.
= 1,34 hp (horsepower)
~ 737,5 ft IbfJseg.
= 0,9484 «u/seg.

RESISTIVIDAD ELECfRICA (la conductividad es su inversa)


ohm mm 1
1 = 100 mierohro cm
m
= 39,37 microhm in
= 10 .... ohm cm
= 10-6 ohm ro
CONDUCTIVIDAD TERMICA
t cal IT • m
=0,01 163W/cm Oc
m2'h" oC
= 8,063627 Btu in/r(l:· h' °F

MULTIPLOS y SUBMULTIPLOS DE LAS UNIDADES BASICAS


Prefijo SCmbolo Factor de multiplicación
de la unidad básica
Teca T 10 11
Giga G lO'
Mega M lO'
kilo k lO'
hecto h lO'
deca da 10
deci d 10- 1
eenti e 10-2
mili m 10-3
micro u 10-<
nano n 10-<
pico p 10-12
fernto f 10-15
atto a 10-18

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