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El efecto de la cafeína venosa en la prevención de la apnea del prematuro en lo

s recién nacidos muy prematuros en la unidad de cuidados intensivos neonatale


s del Hospital Shahid Motahhari, Urmia, durante un año

Resumen

Debido a la importancia de la prevención de la apnea del prematuro en los recién nac


idos muy prematuros y los efectos secundarios del uso de metilxantinas en los prematu
ros, el presente estudio se realizó con el objetivo de investigar los efectos de la cafeín
a profiláctica en el incidente de apnea (consecuencia a corto plazo ). Este es un ensay
o clínico-experimental, en el que se incluyó a los bebés después de recibir el consenti
miento por escrito de sus padres. Los bebés se dividieron aleatoriamente en dos grupo
s, a saber, Grupo A (que recibieron cafeína) y Grupo B (que no recibieron cafeína). Des
pués del muestreo de los datos recopilados, los dos grupos se analizaron mediante pru
ebas estadísticas con el software SPSS 23. Entre los 50 bebés del grupo de cafeína y l
os 50 niños del grupo de control, se requirió 1 (2%) y 2 (4%) niños durante mucho tie
mpo A largo plazo, respectivamente. Tres (6%) bebés del grupo de cafeína y 2 (4%) ni
ños del grupo de control tuvieron una hemorragia intraventricular. Dos (4%) bebés del
grupo de cafeína y 1 (2%) niños del grupo de control tuvieron un conducto arterioso p
ersistente positivo y necesitaron tratamiento. Entre los 50 bebés en el grupo de cafeína
y 50 en el grupo control, 7 (14%) y 9 (18%) niños tenían apnea, respectivamente. De
acuerdo con la prueba exacta de Fisher, no hubo diferencias significativas entre el incid
ente de apnea en los dos grupos (P = 0.58). Diez (20%) bebés del grupo de cafeína y
7 (14%) niños del grupo de control murieron. La prescripción de cafeína profiláctica n
o tuvo efecto en el incidente de apnea en los bebés. Por lo tanto, el uso de eso debe
limitarse a los bebés prematuros menores de 1250 g en forma profiláctica.

INTRODUCCIÓN

En general, la mortalidad de los bebés prematuros, especialmente los bebés de bajo p


eso, es mayor que la de los bebés normales, y estos bebés son propensos a diferentes
tipos de enfermedades a corto y largo plazo después del nacimiento. [1] La apnea del
prematuro es uno de los problemas con los que se enfrentan los bebés muy prematu
ros. [2] Los expertos aún no han logrado una conclusión conjunta sobre la prevención
y el tratamiento de la apnea; Hay muchas incertidumbres hasta el presente. [3] Las met
ilxantinas, como la cafeína, la teofilina y la aminofilina, se consideran los principales trat
amientos de la apnea a través de la presión nasal positiva continua de las vías respirat
orias (CPAP); sin embargo, la dosis, el período de uso y las complicaciones a largo pla
zo del uso de estas estrategias aún no se han especificado con exactitud. [4] El tratami
ento con metilxantinas se usa para la prevención de los siguientes ataques de apnea e
n los recién nacidos prematuros con apnea. [5] Las metilxantinas mejoran la mecánica
pulmonar al aumentar la ventilación por minuto, reduciendo la depresión respiratoria ca
usada por la hipoxia, aumentando la sensibilidad de la lluvia de ideas a la densidad de
l dióxido de carbono en la sangre, mejorando la contracción y la actividad del diafrag
ma y la broncodilatación, y reduciendo la respiración periódica. [2, 6] Las propiedades
hidrofóbicas de la cafeína le permiten pasar fácilmente a través de todas las membrana
s biológicas, como la barrera hematoencefálica, y entrar al sistema nervioso central (SN
C). [4] La capacidad de las metilxantinas con respecto a la competitividad de los recept
ores de adenosina en el SNC es un mecanismo que estimula el ritmo respiratorio por
estos factores. También puede ocurrir un mecanismo secundario por los efectos de las
metilxantinas sobre los receptores de ácido gamma-aminobutírico, la inhibición de la fo
sfodiesterasa y la liberación de calcio (Ca2 +). [7] El objetivo del presente estudio fue
determinar el efecto de la cafeína venosa en la prevención de la apnea del prematuro.

MATERIALES Y MÉTODOS

Este estudio es un ensayo clínico-experimental que se realizó en bebés muy prematuro


s con una edad gestacional ≤32 semanas y un peso al nacer ≤1500 g en el Departam
ento de Shahid Motahhari de la Unidad de Cuidados Neonatales (UCIN) del Hospital S
hahid Motahhari, Urmia. Los bebés fueron incluidos en el estudio después de recibir el
consentimiento por escrito de sus padres. Se dividieron aleatoriamente en dos grupos,
a saber, el Grupo A y el Grupo B. Se inyectaron 20 mg / kg de cafeína venosa en el
Grupo A en el segundo día de nacimiento (24–48 h). Luego, se inyectó una dosis de
mantenimiento 24 h después de la primera inyección con una dosis diaria de 5 mg /
kg. El grupo B no recibió cafeína. Los bebés se tomaron bajo control cardiovascular-pul
monar, control del número de latidos cardíacos y número de respiraciones, y el control
de la saturación arterial de oxígeno. Debido a la efectividad del peso al nacer en las
consecuencias del estudio, los pacientes se dividieron en tres grupos (<1000 g, 1000–12
49 gy 1250–1500 g) con respecto al peso al nacer. Después de muestrear los datos rec
opilados, los dos grupos se analizaron mediante las pruebas estadísticas utilizando SPSS
23, IBM SPSS Statistics para Windows (IBM SPSS, Armonk, NY, EE. UU.).

RESULTADOS

En este estudio, se incluyeron 100 bebés muy prematuros hospitalizados en el Departa


mento de UCIN del Hospital Shahid Motahhari, Urmia, con un peso de 1228,80 ± 22,26
g (con un mínimo de 600 y un máximo de 1500 y una mediana de peso de 600 g ).
Se dividieron en dos grupos: cafeína y grupos control (50 bebés en cada grupo). La e
dad gestacional promedio fue de 29.21 ± 0.11 semanas, y la puntuación promedio de
Apgar fue de 6.23 ± 0.11 semanas. Entre los 100 bebés del estudio, 52 (52%) eran muj
eres y 48 (48%) eran hombres. Veintisiete (27%) y 73 (73%) bebés nacieron por parto
natural y cesárea, respectivamente. Entre los bebés del grupo de cafeína, 11 (22%) niño
s pesaron <1000 g, 15 (30%) pesaron entre 1000 y 1249 gy 24 (48%) pesaron entre 125
0 y 1500 g. Entre los bebés del grupo de control, 4 (8%) niños pesaron <1000 g, 17 (3
4%) pesaron entre 1000 y 1249 gy 29 (58%) pesaron entre 1250 y 1500 g. Según la pr
ueba de Chi cuadrado, no hubo diferencias significativas entre el peso de los lactantes
en los dos grupos (P = 0,14). Los pesos promedio en los grupos de control y cafeína f
ueron 1192.0 ± 249.61 gy 1265.50 ± 187.32 g, respectivamente. De acuerdo con la prue
ba t, no hubo diferencias significativas entre el peso promedio en los dos grupos (P =
0.09). Las edades gestacionales promedio en los grupos de control y cafeína fueron 29.
04 ± 1.30 y 29.38 ± 1.0 semanas, respectivamente. De acuerdo con la prueba t, no hu
bo diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto a la edad gestacional (P =
0.14). El puntaje promedio de Apgar en los grupos de control y cafeína fue de 6.14 ±
1041 y 6.32 ± 0.81, respectivamente. De acuerdo con la prueba t, no hubo diferencia si
gnificativa entre los dos grupos en términos de la puntuación de Apgar (P = 0,45). Ent
re los 50 bebés del grupo de cafeína, 27 (54%) eran mujeres y 23 (46%) eran hombre
s. Entre los 50 bebés del grupo control, 25 (50%) eran mujeres y 25 (50%) eran hombr
es. De acuerdo con la prueba de Chi cuadrado, no hubo una relación significativa entr
e los dos grupos en términos del sexo de los pacientes (P = 0,68). Entre los 50 bebés
en el grupo de cafeína, 14 (28%) y 36 (72%) nacieron por parto natural y cesárea, resp
ectivamente. Entre los 50 bebés en el grupo de control, 13 (26%) y 37 (74%) nacieron
por parto natural y cesárea, respectivamente. Según la prueba de Chi cuadrado, no hu
bo diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto al tipo de nacimiento de lo
s bebés (P = 0,77). La puntuación promedio del síndrome de dificultad respiratoria (SD
R) en los grupos de cafeína y control fue de 5,58 ± 0,97 y 5,34 ± 1,13, respectivament
e. De acuerdo con la prueba t, no hubo diferencias significativas entre los dos grupos
en cuanto a la puntuación RDS (P = 0,25). Entre los 100 bebés del estudio, 55 (55%) r
ecibieron surfactante y 45 (45%) no lo recibieron. Entre los 50 bebés en el grupo de c
afeína, 31 (62%) recibieron surfactante y 19 (38%) no recibieron surfactante. Entre los 50
bebés en el grupo control, 24 (48%) recibieron surfactante y 26 (52%) no recibieron s
urfactante. Según la prueba exacta de Fisher, no hubo diferencias significativas entre los
dos grupos en cuanto al uso de surfactante (P = 0,14). En los grupos de control y ca
feína, 7 (14%) y 9 (18%) niños tenían apnea, respectivamente.

Según la prueba exacta de Fisher, no hubo diferencias significativas entre los dos grup
os en cuanto al incidente de apnea (p = 0,58). En los grupos de cafeína (50 niños) y
control (50 niños), 9 (18%) y 9 (18%) niños tuvieron bradicardia (la frecuencia cardíaca
<100 latidos por minuto), respectivamente. Según la prueba exacta de Fisher, no hubo
diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto al incidente de bradicardia (P
= 1). En los grupos de cafeína (50 lactantes) y control (50 lactantes), 10 (20%) (<85%) y
10 (20%) lactantes tuvieron una disminución de la saturación. Según la prueba exacta
de Fisher, no hubo diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto al incidente
de disminución de la saturación (P = 0,1). Entre los 50 bebés del grupo de cafeína, 19
(38%) necesitaron oxígeno ambiental y 31 (62%) no necesitaron oxígeno ambiental. Ent
re los 50 bebés del grupo de control, 11 (22%) necesitaron oxígeno ambiental y 39 (78
%) no necesitaron oxígeno ambiental. De acuerdo con la prueba exacta de Fisher, no h
ubo diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto a la necesidad de oxígeno
ambiental (P = 0.08). Entre los 50 bebés del grupo de cafeína, 38 (76%) necesitaron u
na caja de entrada y 12 (24%) no necesitaron una caja de entrada de oxígeno. Entre l
os 50 bebés del grupo de control, 42 (84%) niños necesitaron una caja de entrada y 8
(16%) niños no necesitaron una caja de oxígeno. Según la prueba de Chi cuadrado, n
o hubo diferencias significativas entre los dos grupos en cuanto a la necesidad de la c
abeza de oxígeno (P = 0,31). En los grupos de cafeína (50 bebés) y control (50 bebés),
43 (86%) y 37 (74%) niños necesitaron NCPAP, respectivamente. De acuerdo con la pr
ueba de Chi cuadrado, no hubo diferencias significativas entre los dos grupos en cuant
o a la necesidad de NCPAP (P = 0.13). En los grupos de cafeína (50 bebés) y control (
50 bebés), 7 (14%) y 4 (8%) niños necesitaron un ventilador médico, respectivamente. D
e acuerdo con la prueba de Chi cuadrado, no hubo diferencias significativas entre los
dos grupos en cuanto a la necesidad de un respirador médico (P = 0,33). El promedio
de días de necesidad de oxígeno ambiental en los grupos de control y cafeína fue de
7.13 ± 3.12 y 6.77 ± 3.32, respectivamente. De acuerdo con la prueba t, no hubo dife
rencia significativa entre los dos grupos en cuanto a la necesidad de oxígeno ambiental
(P = 0,64). El promedio de días de necesidad de una caja de entrada en los grupos
de control y cafeína fue de 3.79 ± 2.62 y 3.28 ± 2.78, respectivamente. De acuerdo co
n la prueba t, no hubo diferencia significativa entre los dos grupos en cuanto a la nec
esidad de una caja de entrada (P = 0.4). El promedio de días de necesidad de NCPAP
en los grupos de control y cafeína fue de 3.81 ± 2.34 y 3.43 ± 2.56, respectivamente.
De acuerdo con la prueba t, no hubo diferencias significativas entre los dos grupos e
n cuanto a la necesidad de NCPAP (P = 0.48). La necesidad promedio de ventilación
mecánica en los grupos de control y cafeína fue de 4 ± 3 y 4.50 ± 5.06 días, respecti
vamente. De acuerdo con la prueba t, no hubo diferencias significativas entre los dos
grupos en cuanto a la duración de la ventilación mecánica (P = 0,83). El período prom
edio de hospitalización en los grupos de control y cafeína fue de 13.88 ± 6.74 y 15.72
± 10.23, respectivamente. Según la prueba t, hubo una diferencia significativa entre los
dos grupos en términos del período de hospitalización (P = 0.02) [Tabla 1].
En los grupos de cafeína (50 lactantes) y control (50 lactantes), 3 (6%) y 2 (4%) lactant
es tuvieron hemorragia intraventricular positiva (Hiv), respectivamente. Según la prueba
de Chi cuadrado, no hubo una relación significativa entre los dos grupos en términos
de Hiv (P = 0,81). En los grupos de cafeína (50 lactantes) y control (50 lactantes), 2 (4
%) y 1 (2%) de lactantes tuvieron un conducto arterioso permeable (APD) positivo y ne
cesitaron tratamiento, respectivamente. Según la prueba de Chi cuadrado, no hubo una
relación significativa entre los dos grupos en términos de PDA (P = 0,55). En los grupo
s de cafeína (50 bebés) y control (50 bebés), se necesitan 1 (2%) y 2 (4%) niños para r
ecibir oxígeno a largo plazo, respectivamente. Según la prueba de Chi-cuadrado, no hu
bo una relación significativa entre los dos grupos en cuanto a la necesidad de recibir
oxígeno a largo plazo (P = 0,55). Diez (20%) y 7 (14%) niños en los grupos de control
y cafeína murieron, respectivamente. Según la prueba de Chi cuadrado, no hubo una r
elación significativa entre los dos grupos en términos de la consecuencia de los lactant
es (P = 0,42).

DISCUSIÓN

La cafeína se utiliza ampliamente para el tratamiento de la apnea; estimula el sistema r


espiratorio y mejora la función de los músculos respiratorios. [8] El presente estudio fue
un estudio de ensayos de control aleatorizado en un centro de salud que se realizó e
n los recién nacidos muy prematuros con un peso <1500 gy una edad gestacional <32
semanas. Los resultados del estudio no indicaron una diferencia significativa en los do
s grupos de control e intervención (inyección de citrato de cafeína) durante la hospitali
zación en términos de la tasa de incidencia de apnea, hipoxia y bradicardia. Los resulta
dos de los estudios de Schmidt et al. [9] mostró que la cafeína profiláctica redujo signi
ficativamente la apnea y la enfermedad pulmonar crónica (EPC). Mencionaron la razón
de la reducción como el tiempo reducido de la necesidad de oxígeno, CPAP y ventilaci
ón mecánica en los bebés que reciben cafeína profiláctica. En el presente estudio, no h
ubo diferencias entre los dos grupos en términos del tiempo necesario para el oxígeno
complementario, la NCPAP y la ventilación mecánica; como tal, tampoco hubo ningun
a diferencia entre los dos grupos en términos de CLD. En el grupo de la cafeína, un la
ctante fue afectado por una EPC grave, hospitalizado durante aproximadamente 2 mese
s y dado de alta después de la recuperación. Tal vez, la diferencia entre el presente es
tudio y el de Schmidt et al. conocido como CAP Trial es el tamaño de muestra peque
ño de la primera y el tamaño de muestra muy grande, así como el estudio multicéntri
co de este último. Además, los bebés del presente estudio eran <1500 g y eran más p
esados que los bebés en el estudio de Schmidt et al. [9] Además, este estudio recomie
nda no usar las metilxantinas de forma profiláctica para los bebés en el rango de peso
de 1250 a 1500 g; el uso de profilácticos debe limitarse a los bebés que son <1250 g.
En el presente estudio, no hubo diferencias en cuanto a la necesidad de oxígeno amb
iental, NCPAP, ventilación mecánica y el período de uso. Además, no hubo diferencias
en cuanto al incidente de complicaciones como la EPC, la PDA y la IVH. Zhao et al. [1
0] realizó un estudio y demostró que no hay diferencia entre los dos grupos que recib
ieron cafeína en dosis altas y bajas en cuanto al incidente de las complicaciones debid
as a la cafeína, como la taquicardia, la irritabilidad, el problema en la alimentación, la
hiperglucemia, la presión arterial alta, Trastornos digestivos, y trastornos electrolíticos. Lo
dha et al. [11] realizaron un estudio y los resultados indicaron que, en los bebés que r
ecibieron cafeína en los primeros 3 días de su vida, su EPC y PDA disminuyeron signifi
cativamente en comparación con el grupo que recibió cafeína después de 72 h. Hubo
una diferencia entre los dos grupos en términos del período de hospitalización. Los be
bés que recibieron cafeína tuvieron un menor período de hospitalización; Esto puede d
eberse a que la cafeína es un fármaco estimulante y hace a los bebés más conscientes
y da como resultado una mejor alimentación. Sin embargo, el estudio de Schmidt et
al. mostró que el grupo de cafeína tenía un peso menor en las primeras 3 semanas e
n comparación con el grupo de placebo. [10]

CONCLUSIÓN

La prescripción de cafeína profiláctica no tuvo efecto en el incidente de apnea en los


bebés. Con respecto al hecho de que el medicamento puede causar algunos efectos se
cundarios e influir en el peso del bebé, el uso de este debe limitarse a los bebés pre
maturos con pesos más bajos en la forma profiláctica; Puede ser utilizado terapéuticam
ente para los bebés con mayor peso en el caso de la apnea.

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